• todos los naufragios - Laura Castanon

    https://gigalibros.com/todos-los-naufragios.html

    Gregorio y Onel son dos amigos que han crecido juntos en Nozaleda, pueblo que recrea una villa vecina a Gijon en las primeras decadas del siglo XX. Pertenecientes a dos familias (Santaclara y Los Forquetos) que encarnan dos modos diferentes de entender el orden de las cosas, la vida les llevara a cada uno por su camino sin que nunca se separen del todo. La llegada de la Guerra Civil y la victoria del fascismo marcara su destino y supondra el fin de su mundo.

  • Todos los naufragios - Laura Castañón | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-todos-los-naufragios/293941

    4 jun 2019 — Todos los naufragios es una historia de amores prohibidos. Cuenta la vida de unos personajes que se enredan indefectiblemente con el tiempo ...

  • TODOS LOS NAUFRAGIOS | LAURA CASTAÑÓN - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-todos-los-naufragios/9788423355761/9380186

    El libro TODOS LOS NAUFRAGIOS de LAURA CASTAÑÓN en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Todos los naufragios: 2 (Áncora & Delfín) - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Todos-los-naufragios-%C3%81ncora-Delfin/dp/8423355764

    Todos los naufragios: 2 (Áncora & Delfín) : Castañón, Laura: Amazon.es: Libros.

  • naufragios alvar nuñez cabeza de vaca: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/naufragios-alvar-nu%C3%B1ez-cabeza-vaca-Libros/s?k=naufragios+alvar+nu%C3%B1ez+cabeza+de+vaca&rh=n%3A599364031

    Naufragios (El libro de bolsillo - Historia). de A. Núñez Cabeza de Vaca | 12 junio 2015.

  • Todos los naufragios, de Laura Castañón - Libros y Literatura

    https://www.librosyliteratura.es/todos-los-naufragios-de-laura-castanon.html

    26 jul 2019 — ... de otros tantos personajes que aparecían de pasada en el anterior libro, perdidos entre los recuerdos trastocados de la Valeria anciana.

  • Libros de: Naufragios

    https://www.nauticarobinson.com/libros/materias/historia-naval-y-maritima/naufragios/09N/

    Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, en base a un perfil elaborado a partir ...

  • TODOS LOS NAUFRAGIOS - CASTAÑÓN LAURA

    http://quelibroleo.com/todos-los-naufragios

    Todos los naufragios es una historia de amores prohibidos. Cuenta la vida de unos personajes ... Casa del libro Amazon Agapea Bookshop Ebook Google Books ...

  • TODOS LOS NAUFRAGIOS - LAURA CASTAÑON - Agapea

    https://www.agapea.com/Laura-Castanon/Todos-los-naufragios-9788423355761-i.htm

    Comprar el libro Todos los naufragios de Laura Castañón, Ediciones Destino (9788423355761) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com ...

  • TODOS LOS NAUFRAGIOS. CASTAÑÓN, LAURA. Comprar ...

    https://www.popularlibros.com/libro/todos-los-naufragios_930652

    TODOS LOS NAUFRAGIOS (Libro en papel) ; Editorial: EDICIONES DESTINO, S.A. ; Año de edición: 2019 ; Materia: Literatura y ficción ; ISBN: 978-84-233-5576-1 ; Páginas ...

  • Los naufragios del corazón - Libros del Asteroide

    https://librosdelasteroide.com/libro/los-naufragios-del-corazon

    Es autora de una extensa obra, celebrada tanto en Francia como en el resto del mundo, en la que destacan la... Más información. Críticas. «Este libro ...

  • La noche que no paro de llover de Laura Castanon

    https://gigalibros.com/la-noche-que-no-paro-de-llover.html

    Valeria Santaclara necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que esta en su poder desde hace anos y en cuyo exterior alguien ha escrito <>. Para ello, y no por casualidad, acude a la consulta de la psicologa Laia Vallverdu, quien a traves de las sesiones de terapia la ayudara a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijon burgues de finales de los anos 20, la relacion conflictiva con su hermana, las circunstancias historicas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza ultima no es capaz de confesarse.

  • Phillipa (Las feas tambien los enamoran 5) de Elizabeth Urian

    https://gigalibros.com/phillipa-las-feas-tambien-los-enamoran-5.html

    Una nueva y esperada entrega de la serie <>.

  • Una oportunidad de oro de Sarah Moore Fitzgerald

    https://gigalibros.com/una-oportunidad-de-oro.html

    Ambientada en Dublin y Siena, la ciudad toscana donde cada ano se celebra la vertiginosa y arriesgada carrera de caballos de Il Palio, esta historia nos habla de las oportunidades que nos da la vida, de la importancia de ser valiente y de buscar nuevas perspectivas para entender el mundo. Cuando el mundo de Minty se desmorona, busca cobijo en los arboles retorcidos de Nettlebog y descubre que su companero de colegio, Ned, ademas de montar caballos salvajes, sabe cosas sobre la raza humana que seran su salvacion.

  • La estrategia (Jugando por amor 1) de Byther Sarrafoglu

    https://gigalibros.com/la-estrategia-jugando-por-amor-1.html

    Lydia Romero, una joven empresaria de New York y una vida llena de lujos, gracias a un libro que redacto con su tragedia familiar, cuando solo era una nina. Ella decide poner a su merced una estrategia laboral, comentada con sus socios de modo tal que imprime un articulo periodistico en la busqueda de un nuevo secretario. Muchos postulantes se acercan con el proposito de ser aceptados por la mujer mas importante de New York.
    Los socios poseen un secreto, los nuevos no lo saben, pero juegan un papel muy importante en la estrategia. La estrategia sin aquellas dos partes no seria nada, sin contar que hay una tercera que nadie conoce.
    A medida que ella se comienza a enterar de lo que es aquella tactica, dudas, inseguridad y sentimientos que nunca sintio comienzan a surgir dentro de ella.

  • El tiempo es un canalla de Jennifer Egan

    https://gigalibros.com/el-tiempo-es-un-canalla.html

    En plena crisis de madurez, Bennie Salazar, que en los setenta formo parte de una banda punk y ahora es un alto ejecutivo de la decadente industria discografica, se echa copos de oro en el cafe para recuperar el apetito sexual.Sasha, su asistente, despues de haber viajado mucho y no siempre en circunstancias felices, se trata de su cleptomania con un psicoanalista que viste jerseis estramboticos. En torno a ellos se despliega una variopinta red de personajes, desde una relaciones publicas que intenta lavarle la cara a un general genocida hasta un periodista que ha estado en prision por abusar de una estrella de cine adolescente. Con el rock palpitando en cada una de sus paginas, El tiempo es un canallaes un entramado fascinador que pasa por lugares como Nueva York, San Francisco, Kenia, Napoles o el desierto de California, y cubre un periodo que va de los anos setenta hasta el 2020. La mirada punzante de Jennifer Egan auna lo comico y lo tragico, y consigue que los fragmentos de tiempos y espacios dispersos converjan en una novela polifonica e innovadora que recurre a tecnicas narrativas insolitas para acabar trazando un lucido retrato de la era digital.

  • Los mellizos no deseados del multimillonario de Ciara Cole

    https://gigalibros.com/los-mellizos-no-deseados-del-multimillonario.html

  • Dos semanas y una noche de Whitney G

    https://gigalibros.com/dos-semanas-y-una-noche.html

    A quien corresponda:
    Sirvan estas lineas para anunciar formalmente mi renuncia en Parker International (y a su arrogante y condescendiente director), efectiva a partir de hoy en dos semanas.
    Ha sido una decision MUY FACIL de tomar, dado que los dos ultimos anos han sido un horror total. Espero que su nueva asistente ejecutiva tenga toda la suerte del mundo (la necesitara), y si mi jefe me necesita para cualquier cosa en estas dos semanas, que alguien le diga que puede apanarselas solo.
    Un saludo (no tan) cordial.
    Tara Lauren.

  • Hasta que te vuelva a ver de Lizzy Kashougui

    https://gigalibros.com/hasta-que-te-vuelva-a-ver.html

    POR EL LANZAMIENTO DE SU DESENLACE, TAN CERCA DE MI TAN LEJOS DE TI.
    ?El amor es algo que se busca o se encuentra? Eso es algo que Valeria tendra que aprender. El amor llega justo en el momento en que lo necesitas o quiza cuando alguien de arriba lo envia.
    En la vida cruzamos por diferentes experiencias que nos hacen ser las personas que somos.
    "Yo soy la conjuncion de lo que otras personas han dejado en mi y lo que muchas se han llevado…"
    Valeria una joven valiente ante lo que la vida le presenta, que se enamora una y otra vez, que se equivoca, que sufre del dolor, de la tragedia, de la perdida y el engano, pero el destino le pone a quien tiene que estar ahi, coincidiendo en ese espacio para aprender las lecciones de vida y el poder del amor.
    Adentrate y disfruta con ella el hermoso y complicado camino de vivir.
    Una historia cargada de sentimientos, de amor, amistad, intriga, pasion, erotismo pero sobre todo de fe.

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Gris de Fernando Trujillo Sanz

    https://gigalibros.com/la-biblia-de-los-caidos-tomo-1-del-testamento-de-gris.html

    Bruno movia la cabeza y olfateaba, mientras arrugaba la nariz involuntariamente. Un olor agresivo y penetrante, capaz de asfixiar a un hombreadulto, seextendia por todalaestancia. Suspiro con resignacion. --!Tenemos unaemergencia, nena! --grito. --Tetocaati--contesto Tamaraentrando en elsalon. Tamara llevaba la cena sobre una bandeja roja con el estampado de Mickey Mouse. Esquivo al pequeno David, que gateaba en la alfombraentreelarsenal dejuguetes ymetralla de piezas descolocadasalos queapenas prestabaatencion, y sesento en elsofa. --?Como es posible que no te molesteeste pestazo? --Se acostumbra una --dijo ella. Cambio de canalcon el mando a distancia--. Cuanto mas tardes peor sera. Yno te libraras esta vez. Empieza miseriefavorita. --Esta bien. Alla voy --dijo Bruno recabando fuerzas--. Ven aqui, pequeno marrano. --Cogio al bebe por las axilas y le alzo hasta que sus ojos quedaron ala mismaaltura. El olor leenvolvio deinmediato--. ?Quien eselmocoso mascochino detodos? --Le dio una vueltaen el aire--.?Yquien eselmas guapo? Apreto sus labioscon suavidad sobre elcuello de su hijo y soplo. El bebe le devolvio una sonrisa deliciosa. Bruno no tenia claro siera por eltacto delos labios y elcalor desu aliento, o porelsonido que producia, pero la pedorretafuncionaba. Al nino leencantaba y aelselecaiala babaal verlesonreir. Pero nisiquieralasonrisa desu hijo detrece meses leayudabaasoportarel olor. --No me dejais ver latele --protesto Tamara--. Echaosa un lado. --Vamosa dejara mama que veasu serieromantica --dijo Bruno haciendo una muecaal bebe--, quesi no, yasabescomo se pone. Llevaba al nino boca abajo como siestuviera volando. Silbaba, imitando sinmucho exito elsonido del viento. El bebe sonreia, agitaba los brazos y pataleaba. Bruno se detuvo en la puerta delsalon. --Ylos panalesestan... --En elsegundo cajon delacomoda --recito Tamarasin despegar los ojos dela pantalla. --Yalo sabia. Por fin se quedo sola. Unos minutos de paz. Elcapitulo de hoy era apasionante. La protagonista acababa de descubrir que su marido la enganaba con la nueva y joven abogada que habia contratado la firma en la que trabajaba, bastante tipico, pero igualmente emocionante. Tamara queria vercualibaaser su reaccion. Esperaba quele mandaraalinfierno y se quedaracon todo. !Porcerdo! Si no... La television se apago en ese momento. Tamara bufo. Se levanto para ver si se habia soltado elcable. El televisor volvio a encenderse, aunque no mostraba ningunaimagen, solo una nube de puntos negros y blancos y elsonido delaestatica. Se volvio aapagar. Elcableestaba bien, no se habiasoltado. Tamaraapreto elmando a distancia varias veces, pulso los botones delatelevisionmanualmente. Nada. Solo restaba unacosa por hacer. --!Bruno!?Has terminado decambiaral nino?!Latelese ha vuelto aestropear! No obtuvo respuesta. Cruzo el pasillo andando deprisa, no queria perderse el resto del episodio. La puerta de la habitacion del bebe estabacerrada, pero lellegabala voz desumarido hablando con el pequeno. Por lo visto, leestabarelatando una peleaentre Spiderman y otro superheroe queella no conocia. Seguramente poreso no le habia oido cuando lellamo. --Echa un vistazo alatele,anda. Yo me ocupo de... Lafrase murio en su bocacon un gorgoteo.Alabrir la puerta, habiaentrado de nuevo en elsalon, no en la habitacion del bebe. Aquello no teniasentido. Miro asu alrededor, toco loscojines delsofa, elespejo quecolgaba dela pared, latelevision quecontinuabaapagada. Todo era real, solido,como debiaser.?Seestaria volviendo loca? Debia de haberse desorientado dealguna manera. Volvio a salir al pasillo. Esta vez avanzo despacio, asegurandose de que no se giraba sin darse cuenta, lo que le hizo sentirse estupida. Entonces reparo en que ya no escuchabaa Bruno nial bebe y seleacelero elcorazon. --!Bruno!?Dondeestas?!Bruno! La puerta dela habitacion del pequeno David seabrio. Bruno salio al pasillo como unaexhalacion. --?Que pasa? --dijo muy preocupado--. Me hasasustado. ATamaraletemblaban las manos. --Yo... No lo se... Me he mareado... Ellaabrazo. --?Teencuentras mal??Tellevo almedico? --No,estoy bien. Hasido algo momentaneo, no me hagascaso. No seatreviaacontarlelo quecreia haber vivido. Yno mereciala pena, pronto lo olvidariaellatambien. No era mas que una bobada. --!Dios mio! El nino.?Le has dejado solo? --Tranquila. Estaen lacuna.Yale habiacambiado. Estabamosa punto de derrotaralmalvado Doctor Octopus. Vamosa porel pequeno Spiderm... Lacunaestaba vacia. --Dijiste queestabaen lacuna. Por Dios no pongasesacara. !Meestasasustando!?Dondeesta David? --!Estabaen lacuna! !Lo juro! --!Pues ya no esta! Ambos temblaban y gritaban. Sus respiracionesestaban casitan aceleradascomo suscorazones. --Tiene queestar poraqui--dijo Bruno al borde dela histeria. Tamara ya estaba abriendo el armario. Gritaba el nombre de su hijo sin cesar, arrojaba la ropa y los juguetes a un lado, sin contemplaciones. --!Malditasea!?Como es posible? --Tiene que haber salido mientras hablabamosen el pasillo --dijo Bruno. --Pero si no anda, solo gatea. No puedesalir delacuna. !Es solo un bebe! Bruno vio un fuego en los ojos desumujer que nunca habia visto antes. --Telo juro por lo mas sagrado. Le deje dentro delacuna. --Registremos lacasa --rugio Tamarasaliendo dela habitacion. No descansaria hastarepasar hastael ultimo centimetro delacasa. Entro en la habitacion de matrimonio, queerala mascercana. David no estaba debajo delacama, nien losarmarios, ni detras dela puerta, nientrelasalmohadas, ni... La desesperacion se estaba apoderando de ella. Tenia miedo. Un miedo tan intenso que le dolia. Un miedo que la estaba haciendo enloquecer. Por sumente desfilo todaclase deimagenesaterradoras. Lesiones de bebes, secuestros y cosas mucho peores. --!Tamara! !Ven, deprisa! La voz de Bruno provenia delsalon. --?Le hasencontrado? --pregunto casisin respiracion trasabrir de un portazo--.?Dondeestaba?!Dime quele hasencontrado! Pero sabia que no. --Mas o menos --balbuceo el. No fue lo extrano de esa respuesta lo que paralizo completamente a Tamara. Fue la expresion de sumarido, el tono de voztan irreal que habiaempleado. --?Como que mas o menos? Bruno levanto un pie y lo mantuvo en elaire unos segundos. Luego lo poso un poco a la derecha, lo volvio a levantar. Despues dio un pequeno salto a un lado,con lacara palida de miedo. Miro alsuelo con unaexpresion indescriptible y levanto la vista de nuevo. --E-Estaahi...,aqui..., no esta. --Bruno, meestas preocupando de verdad.?Que demonios...? --!No! !Para! !No te muevas! --Tamarase quedo quietasin entender una palabra--. !Retrocede o le pisaras! Sumarido habia perdido completamenteeljuicio. Teniaelrostro desencajado, su voz vibraba y seentrecortaba,confundialas palabras. --Bruno no se quete pasa, pero tienes quecalmarte. Tenemos que buscara David. --M-Mira. Era obvio que Bruno no eracapaz de hablar. Senalo con el dedo. Ella miro, y cuando lo vio, secayo alsuelo. En laimagen delespejo estaba David, su hijo detrece meses, gateando, justo entreellos dos. Tamara miro alsuelo y no vio nada. Volvio a mirarelespejo. Alliestaba. Erael, su pequeno, pareciaasustado pero no lloraba. --!Cielo santo!?Queesesto? Paso la mano por el lugar que ocupaba su hijo en la imagen delespejo. No noto absolutamente nada. Ahora todo daba vueltas. Estaba perdiendo larazon, lo sabia, no podriasoportarlo. Solo quedo unaideaen su cabeza. --Tengo que sacarle de ahi --dijo mientras se levantaba. Bruno estaba completamente petrificado contemplando la imagen de espejo--. !Ya voy, David,cielo! !Mama vaa buscarte! Solo pudo dar un paso. Elespejo revento en pedazos mucho antes de que lo alcanzara. Los fragmentos volaron, se esparcieron por elsuelo, rebotaron contra las paredes y elsuelo. Tamarase desmayo.

  • Fugaz de Leila Sucari

    https://gigalibros.com/fugaz.html

    “La primera vez que lo vi me dio asco”. Asi comienza esta novela, cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reaccion le seguiran otras, algunas mas amorosas, otras mas mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar comun y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio. Ella, que eligio dejar atras pareja, casa, perro, familia, como quien suelta amarras para siempre, buscara trabajo, entablara nuevas relaciones y se trasladara de un paisaje a otro en una deriva que por momentos parece acercarla a una verdad. La acompana ese pequeno ser que succiona incansablemente de su cuerpo y la atraccion hipnotica que le despiertan las ballenas varadas en la playa.
    Leila Sucari sorprende otra vez con una novela en la que cada acontecimiento esta hecho de frases iluminadoras que dejan vibrando las palabras como un diamante violento y bello.

  • Amor…, ?que te he hecho yo? de Rose B. Loren

    https://gigalibros.com/amor-8230-que-te-he-hecho-yo.html

    El amor no siempre llega a primera vista. Y si no que se lo digan a Violet, una mujer que, tras dos relaciones fallidas, ha perdido la esperanza de encontrar a su pareja ideal. Dinamica e independiente, trabaja como comercial en Nueva York y tras su ultima mala experiencia decide alquilar parte de su vivienda para no sentirse tan sola. Su companera de piso sera Abby, la protagonista de <>, y forjaran una gran amistad y complicidad. Esa amistad le llevara a conocer a Brandon, un hombre que vive sin ataduras en Boston, entregado al libertinaje y con un trabajo de ojeador deportivo que en el fondo no le llena. Este, tras un dia de fiesta con su mejor amigo Archi, conocera a Violet, con la que pasara una noche en un hotel y, aunque al principio parecia que ella solo era una mas en su lista de conquistas, pronto despierta en Brandon algo para el desconocido. ?Sera deseo, pasion o amor?

  • Las medias naranjas no existen de Elena Garralon

    https://gigalibros.com/las-medias-naranjas-no-existen.html

    Liarse con un hombre casado nunca es buena idea, sobre todo si lo haces en plena crisis de los treinta y convencida de que ahi fuera no hay nadie especial para ti. Pero eso es precisamente lo que hace Cris, desoyendo las advertencias de sus amigas. Para colmo de males, el reencuentro fortuito con su primer amor removera antiguos sentimientos y le hara cuestionarse varios aspectos de su vida. ?Lograra Cris sobreponerse a la peor crisis de los treinta jamas contada?

  • Sin compasion (Venganza 3) de Malenka Ramos

    https://gigalibros.com/sin-compasion-venganza-3.html

    Anos atras Quimera habia sido un orfanato en el que los ninos vivian verdaderos tormentos. Con el paso del tiempo, ya convertidos en hombres, esos ninos crearon sus propios imperios, y se juraron que los suyos jamas sufririan los dolorosos experimentos a los que ellos fueron sometidos.

  • Secretos en la arena de Ana E. Guevara

    https://gigalibros.com/secretos-en-la-arena.html

    No te pierdas esta historia con la que continua Las orillas del pasado, de Ana E. Guevara.

  • Batea mi corazon, Rose B. Loren de Rose B. Loren

    https://gigalibros.com/batea-mi-corazon-rose-b-loren.html

    Ryan es un exitoso jugador de beisbol cuya vida no ha sido un camino de rosas; viudo y con una hija de siete anos, tendra que enfrentarse a una gran lesion que puede acabar con su carrera deportiva. Frustrado y totalmente perdido despues de una operacion, conocera a Cristal, una fisioterapeuta que no le pondra las cosas faciles.

  • Solo un deseo de Olga Salar

    https://gigalibros.com/solo-un-deseo.html

  • Nuestra casa en el arbol – Lea Velez de Lea Velez

    https://gigalibros.com/nuestra-casa-en-el-arbol-8211-lea-velez.html

    Tras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede mas. No tiene tiempo para vivir del modo que el sistema le impone y a la vez estar con sus ninos. Entendiendo que ella es la mejor <> para ellos, decide romper con todo. Escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todo lo que la ata a Madrid y se marcha al sur de Inglaterra, al hostal ingles que su marido le dejo en herencia.

  • Viaje alrededor de mi craneo de Frigyes Karinthy

    https://gigalibros.com/viaje-alrededor-de-mi-craneo.html

    Frigyes Karinthy era el columnista mas popular de Budapest, en 1936, cuando se entero de que tenia un tumor cerebral y que debia operarse de urgencia para sobrevivir. El unico cirujano que podia hacerlo estaba en Suecia. Una colecta le permitio llegar a Estocolmo y enfrentar el bisturi. Con el desparpajo y la agudeza que lo caracterizaban, Karinthy conto paso a paso la experiencia a sus lectores, a traves de su columna semanal en la prensa. Meticuloso y alucinatorio, burlon y emocionante, egocentrico y universal, su libro es simultaneamente una novela de intriga y un caso clinico, un viaje al fondo del miedo y una bitacora de la resistencia, el chisporroteo de un espiritu brillante y el anticipo del derrumbe del humanismo que Europa padeceria poco despues.

  • Terroristas modernos de Cristina Morales

    https://gigalibros.com/terroristas-modernos.html

    Lo que la historiografia dio en llamar la Conspiracion del Triangulo, en 1816, constituyo una infrecuente experiencia de rebelion en la que desclasados de diversos escalones de la jerarquia social se aliaron y hasta invirtieron sus roles de clase, genero y raza. Cristina Morales narra en “Terroristas modernos” el forjamiento de esas alianzas politicas inesperadas, la intrahistoria de esa subversion, y traslada los profusos conflictos de la trama al estilo literario, problematizando el lenguaje y el sustento ideologico del lector.

  • Delirio de mi sangre de Karina Sagredo

    https://gigalibros.com/delirio-de-mi-sangre.html

    En la Italia de mediados del siglo XIX, un pais en ese entonces dominado por otros reinos, una familia de aristocratas revolucionarios establece su fortaleza en la cima del Monte Sant’Angelo, para guiar desde alli su guerra contra la tirania extranjera y su restablecimiento como una sola nacion republicana.Lorenzo, el hijo mayor, regresa a la casa familiar despues de una larga ausencia. Su imagen, su capacidad intelectual, sus valores patrioticos y sociales, llaman la atencion de la menor de los Castiglione.

  • La mente de los justos de Jonathan Haidt

    https://gigalibros.com/la-mente-de-los-justos.html

    En unos tiempos como los actuales, de enorme polarizacion politica, resulta inevitable hacernos una pregunta: ?por que no podemos llevarnos bien? Seamos de derechas o de izquierdas, demasiadas veces tenemos la sensacion de que nuestro adversario, ademas de oponerse a nosotros, no entiende en absoluto nuestras posturas y ni siquiera lo intenta. Eso hace que las divisiones sociales se esten consolidando, el debate publico se convierta en un griterio y que en su mayoria los ciudadanos crean que solo ellos estan en lo cierto.

  • Volando alto de Carmen Gracia

    https://gigalibros.com/volando-alto.html

    Susana lleva anos trabajando como azafata en vueltos intercontinentales. Una vida cansada pero gratificante, la cual sufre un “revuelo” inesperado cuando el piloto del avion cambia. Eduard, a diferencia del anterior capitan, es alto, apuesto, simpatico, atletico y con una sonrisa arrebatadora. Por supuesto, Susana comenzo a ir con una sonrisa mas grande al trabajo. Hasta que una noche, en el hotel, mientras todo el equipo del avion celebraba con motivo de ano nuevo, la joven termino bebiendo una ultima copa con Eduard y acabaron en su habitacion. A la manana siguiente, bueno, ya no habia nada que lamentar, asi que se podia repetir. Y ya puestos, en el avion mismo si hacia falta. Pero por supuesto, tener relaciones en el trabajo estaba mal visto, sobretodo cuando comienzas a mezclar trabajo con placer de verdad.

  • 49 y mas alla de Isabel Cortijo

    https://gigalibros.com/49-y-mas-alla.html

    La ventana de la habitacion se encontraba entreabierta y el aire, que hasta hacia unos dias habia sido tan agradable sentir por la manana, me obligaba a estirar de la sabana y arroparme hasta el cuello. Dormia en un colchon de uno cincuenta. Una cama en la que podia dar vueltas de lado a lado sin encontrar obstaculos, porque desde hacia mas de seis anos no compartia con nadie besos, abrazos y gemidos. Era una mujer de cuarenta y nueve anos y mi vida, en aquella epoca, transcurria apaciblemente entre mi trabajo, mis hijos, mis amigos y mi madre. Atras quedo mi separacion, el duelo por la muerte de mi padre y mi cancer de mama. Me habia divorciado de Victor y, salvo los dos primeros anos despues de la separacion, en los que tuvimos bastantes asperezas, nuestra relacion era cordial. Durante mi enfermedad me presto una gran ayuda. Se comporto como el mejor padre y atendio a los chicos con la mayor dedicacion. Sabia que necesitaba gran parte de mi energia para curarme y asumio lo que yo no podia sobrellevar; eso hizo que olvidara rencores y volviera a sentir un verdadero afecto por el. En apariencia, mi vida no habia cambiado mucho, pero solo en apariencia, porque esos acontecimientos vividos en los ultimos anos me marcaron y me hicieron mirar con otros ojos mi presente. A veces tenia la sensacion de que, antes de esas situaciones traumaticas, mi vida no era la mia. A excepcion del nacimiento de mis hijos, me deje guiar por los caminos que te lleva la inercia, y aquellos choques emocionales me habian hecho despertar, hacer un stop, mirar a mi alrededor y darme cuenta de que mis pasos, quiza, me condujeron a donde no queria ir. Existia un antes y un despues, una especie de linea divisoria que separaba a <> de vivir aquellos sucesos de <>. La nueva Elisa ya no se dejaba llevar por inercias y habia aprendido a tomar decisiones, reduciendo los miedos que se agrandan en la mente y que dejan poco espacio para volar. Estaba experimentado lo que Julia me contaba: <>. Y lo sentia asi, a pesar de que en algunas ocasiones a <>, en el trasiego de lo cotidiano, tambien le enrabietaran las pequenas contrariedades, aunque le fuera dificil mantener el enfado cuando se percataba de que carecia de sentido enojarse por una nimiedad. Despues de la destruccion y pasado el duelo, la reconstruccion me estaba haciendo sentir mas viva y fortalecida, renovada tras desprenderme de la piel muerta. Consciente de la brevedad y la fragilidad de la existencia, queria saborearlo todo. Degustaba las cosas mas sencillas, los pequenos detalles, intentaba compartir mas momentos con las personas que queria y consideraba todo aquello como un regalo de la vida... Si, disfrutaba de casi todo, salvo de una parcela que pensaba que se habia borrado para siempre. No habia vuelto a retomar mi vida en el plano sentimental. Esa parte la suprimi. Tenia la sensacion de que en el terreno sexual y amoroso todo estaba acabado para mi. Habia recibido alguna que otra proposicion y aceptado alguna que otra cita, aunque no sabia muy bien por que lo hacia. ?Quiza con la idea de que surgiera algo? Pero cuando llegaba o se insinuaba el <>, no queria ni podia continuar hacia adelante. A veces me dejaba dar algun que otro beso para ver si el sapo se convertia en principe, y no, no habia principes para mi. La ultima proposicion fue la de Pedro. Pedro era el asesor fiscal de la empresa en la que trabajaba. Un viudo tan solo unos anos mayor que yo, de buena presencia, con los hijos ya independizados y la vida resuelta economicamente. Empezo a frecuentar la oficina. Se mostraba siempre dispuesto a personarse en la empresa ante cualquier contratiempo y a resolver el mas minimo problema, aunque a veces parecia que los creaba el para justificar su presencia. Nieves y Rosario, que eran mis ayudantes, me lo decian: <>. Yo no le prestaba atencion hasta que un dia me invito a cenar. Me pillo con el dia tonto y le dije que si. Pedro tenia un atico al final de la avenida del Oeste, enfrente del Mercado Central. Era un piso de esos que te dejan con la boca abierta: mas de doscientos metros y una terraza espectacular desde la que se divisaba la Valencia monumental, con sus tejados, torres y cupulas. Un escenario unico, embellecido con la calida iluminacion nocturna de la ciudad. Era una noche de verano y en la terraza habia preparada una mesa adornada, vestida con un mantel blanco de ligeros bordados, un jarron de cristal con flores frescas, velas perfumadas con llamas que temblaban ligeramente a cada golpe de brisa, y una vajilla y cristaleria muy vistosas y coloristas. Colgaban por la pared, enredadas en algunas plantas, ristras de diminutas lucecitas que creaban una atmosfera con un cierto toque navideno. Todo un entorno que parecia sacado de la mejor revista de decoracion. El conjunto estaba predispuesto con todos los detalles para abandonarse a los sentidos. El mismo se molesto en preparar personalmente la cena. Se deshacia en atenciones. La velada estaba siendo agradable, hasta que empezo a intentar algun que otro acercamiento que me llevo a <>, buscando distancia fisica. A cada aproximacion, yo iba levantando una barrera mas alta, no una simple valla que se cae con el viento, sino un verdadero muro que me separaba del deseo de sentir el cuerpo de aquel hombre. El problema no era que no me hiciera tilin, el problema era que no me hacia tilin ningun hombre. Me habia convertido en una especie de <> sexual, ajena a todo lo que suponia una atraccion por el otro sexo, incluso se podria decir que sentia rechazo. En lo relacionado con el deseo estaba muerta y enterrada. Los acercamientos fisicos para intentar besarme habian sido frustrados, por lo que Pedro opto por las palabras. Me cogio la mano que tenia languidamente apoyada sobre la mesa y me la apreto con la suya. --Elisa, te quiero decir que llevo bastante tiempo pensando en ti, no se si te habias dado cuenta. --Si, me he dado cuenta de que pasabas a menudo por la oficina sin una necesidad real. --Habia una necesidad: la de verte. Estaba viviendo una situacion incomoda. Su mujer habia fallecido hacia dos anos y el no era ningun picaflor; me estaba desnudando su corazon y yo, en lo que se referia a la piel, era una cyborg. Pedro continuo hablandome. --Me gustaria tener una relacion contigo. Me gustas. Me apetece rehacer mi vida, compartirla con una mujer como tu. Creo que eres idonea para mi. En honor a la verdad, me senti atraido por ti antes de quedarme viudo, pero respetaba demasiado a mi mujer como para haberte insinuado algo. Yo escuchaba atenta su discurso que, tras una pausa, como para tomar aliento, continuo. --Si te digo que empezaste a gustarme cuando estabas en pleno tratamiento y llevabas la peluca... Iba alguna vez por la oficina, te veia por el cristal de tu despacho y Nieves me decia que apenas faltabas al trabajo y que tu talante era el de una mujer positiva y luchadora; y eso, precisamente, es lo que empezo a gustarme de ti: me parecias una mujer fuerte. A mi mujer la quise mucho, pero se quejaba por todo y la menor contrariedad le superaba. --No soy tan fuerte, no lo creas. El cancer lo viven cientos de hombres y mujeres y seguro que con mas valentia que yo. Por suerte, el mio lo cogieron a tiempo y no fue muy virulento, pero he de confesarte que tuve bastantes momentos de debilidad. Aunque me resulta curioso lo que dices, que te sintieras atraido por mi cuando entonces, fisicamente, estaba hecha un adefesio. !Vaya, tambien era un hombre sensible! !?Que mas se podia pedir?! No sabia que decir para no herirle. Era encantador y poseia muchas cualidades: todavia guapo, con buena conversacion, con un agradable perfume a Acqua di Parma y me miraba con los ojos embelesados. Cualquier mujer se hubiera sentido halagada y estaria saboreando esos momentos. Desde luego, el problema debia estar en mi. --Pedro, no se que decirte --le conteste--. Yo, de momento, no me veo compartiendo mi vida con un hombre. --No digas eso, Elisa. Eres una mujer todavia joven y atractiva --me dijo con una expresion indefinida, supongo que intentando disimular su decepcion al escuchar mis palabras. No le explique que, para tener una relacion, lo primero que habia que sentir eran ganas y yo habia dejado de tenerlas. Ya no me apetecia meterme en la cama con un hombre. Recordaba los ultimos encuentros sexuales con Victor. Por decirlo de alguna manera, el hacia el amor por un lado y yo por otro, es decir, no lo haciamos. Esos encuentros se convirtieron en una sucesion de movimientos mecanicos, desapasionados y sin conexion que buscaban la propia satisfaccion sin pensar ya en el otro, o eso es lo que me parecia a mi. Pero ?que sentiria el cuando me venia a buscar y yo, simplemente, me dejaba hacer? Seguro que percibia mi falta de ganas..., pero nunca lo hablamos; ya habia demasiadas cosas rotas entre nosotros que no tenian reparacion alguna. Incluso esos encuentros sexuales llegaron un dia a terminarse e inicie una especie de hibernacion, un letargo sexual. Dormia en el larguero de la cama evitando cualquier contacto que supusiera un comienzo de la ceremonia sexual. El calor se esfumo y en nuestra cama se formaban tempanos; podian construirse iglus. Seguro que todo eso me habia dejado huella, pero ?por que no pusimos remedio antes a aquella situacion? ?Tal vez no habia tenido buen sexo y para mi empezar una nueva relacion era como retomar mas de lo mismo? ?Existia el buen sexo? ?Podria volver a recuperar el deseo? ?Queria volver a recuperarlo? ?Para que lo necesitaba? ?Por que crearme una necesidad que no tenia? Acabamos la cena y el pobre Pedro, en los meses siguientes, insistio alguna que otra vez mas, hasta que desistio, y yo me alegre. Capitulo 1 Al levantarme, antes incluso de pasar por el aseo, iba derecha a poner la cafetera. Me gusta el cafe de cafetera italiana. Hasta me resulta agradable escuchar su pitido y ver como sale el vapor cuando empieza a subir. Mi madre me habia regalado una de capsulas que solo usaba cuando venia de visita. Se empenaba tambien en traerme de vez en cuando las dichosas capsulas, pero yo se las regalaba a mi amiga Julia y hacia como que las gastaba para que no sospechara que seguia prefiriendo el olor y el sabor del cafe de mi cafetera italiana. Que mentirijillas tan absurdas usamos los humanos; todo para no herir su corazon cuando se enterase de que su regalo no me habia gustado y no tenia ninguna intencion de darle uso. Al olor del cafe aparecia Rocco, reclamando tambien su desayuno. Un poco de pienso y arreglado. El siguiente paso era la emision de unas cuantas voces combinadas con la apertura de las puertas de las habitaciones de mis hijos para invitar a Violeta y Marcos a levantarse. Al poco tiempo, aparecian por el pasillo, somnolientos, dirigiendo entre bostezos sus pasos a la cocina, que se convertia en el primer lugar de encuentro familiar al empezar el dia. Violeta estaba a punto de cumplir los dieciseis y Marcos tenia veinte. No eran ningunos ninos, pero su madre, que era yo, les seguia preparando las tostadas y su vaso de leche, con la intencion de que se fueran bien desayunados a clase. Cosas de las madres. Ellos tomaban el desayuno en la mesa, pero yo habia cogido la costumbre de dejar el mio sobre la encimera de la cocina. De pie, agarraba mi taza de cafe y, entre sorbo y sorbo, ponia el lavavajillas o hacia cualquier otra cosa de logistica domestica. Esos eran mis desayunos diarios salvo los fines de semana, en los que me acercaba a la terraza del bar de al lado y me sentaba, sin mirar el reloj, a tomar un capuchino y leer la prensa acompanada de Rocco. Le encantaba bajar conmigo el sabado y el domingo por la manana. Se tumbaba en el suelo con paciencia y, cuando lo miraba, me parecia que pensaba: <>. Creo que Rocco pensaba eso, y he de decir que yo tambien. Ya estaba establecido que era yo quien bajaba al perro por la manana. Habia optado por dejar de renir con mis hijos; desgastaba mas el entrar en debates mananeros sobre a quien de los dos le tocaba sacarlo que madrugar un poco mas y bajarlo sin batallas. Despues de ducharme ya lo tenia detras de mi porque sabia que era la encargada de su paseo matutino. Desayunados, duchados y vestidos saliamos de la casa para afrontar el dia, dejando a Rocco como guardian del hogar. Tardaba en llegar a mi lugar de trabajo unos veinte minutos a pie; habia decidido hacer el trayecto andando para disfrutar de un paseo mientras aspiraba el aire de la manana y, de paso, hacer un poco de ejercicio. Usaba zapato plano para hacer el recorrido, pero en la taquilla de mi despacho siempre guardaba dos pares con algo de tacon, unos negros y otros marrones, que me calzaba en ocasiones para ir por la oficina.

  • Maple Hill de Antonio Jesus Fuentes Garcia

    https://gigalibros.com/maple-hill.html

    Michael Halley vuelve a su pueblo natal para asistir al entierro de su hermano pequeno. Repudiado por su familia anos atras, se da cuenta de que los terrorificos motivos que le empujaron a huir cuando solo era un adolescente, no eran unicamente producto de su mente destrozada. Una fuerza maligna acecha al idilico pueblo de Maple Hill, esperando con ansia su oportunidad para exprimir los secretos y deseos mas oscuros de sus habitantes. Michael, junto con el sheriff Vaughn y un anciano un tanto extravagante, deberan enfrentarse a sus errores del pasado para combatir el poder que se extiende como una enfermedad entre sus vecinos.

  • El canto de las montanas de Nguyen Phan Que Mai

    https://gigalibros.com/el-canto-de-las-montanas.html

    Mi abuela me decia que, cuando mueren, nuestros antepasados no desaparecen, sino que siguen protegiendonos. Y ahora siento que ella me protege mientras enciendo una cerilla y prendo una varilla de incienso. En el altar de los antepasados, detras de la campana de madera y de las bandejas de comida humeante, los ojos de mi abuela brillan cuando la llama de color azul anaranjado prende el incienso. Agito la varilla para apagarla y, al tiempo que se consume sin llama, las espirales de humo y el aroma ascienden hacia el Cielo, llamando al espiritu de los muertos para que regresen. --Ba oi --susurro, alzando el incienso por encima de la cabeza. Entre la niebla que difumina la frontera entre nuestros dos mundos, la abuela me sonrie. --Te echo de menos, abuela. Una rafaga de viento entra por la ventana y me acaricia el rostro, tal como hacia mi abuela. --Huong, querida nieta. --Los arboles que crecen junto a la ventana susurran sus palabras--. Estoy aqui contigo, siempre estoy contigo. Coloco la varilla en el tazon situado delante del retrato de mi abuela. Sus suaves rasgos brillan con el perfume del incienso. Contemplo las cicatrices de su cuello. --?Te acuerdas de lo que te dije, querida? --murmura su voz entre las ramas incansables--. Los retos que los vietnamitas han tenido que afrontar a lo largo de su historia son tan altos como las mas altas montanas. Si nos detenemos demasiado cerca, no podemos ver las cumbres. Si nos alejamos de las corrientes de la vida, podremos tener una vision completa... Rojo sobre blanco Hanoi, 1972-1973 La abuela me da la mano mientras caminamos en direccion al colegio. El sol es como una gran yema de huevo que se asoma entre una hilera de casas con tejado de hojalata. El cielo es tan azul como la falda favorita de mi madre. Me pregunto donde estara. ?Habra encontrado a mi padre? Me sujeto el cuello de la chaqueta mientras el viento se abre paso y arremolina una nube de polvo. La abuela se inclina y me pone un panuelo sobre la nariz. Mi mochila del colegio le cuelga del brazo y se tapa la cara con la palma de la mano. Volvemos a ponernos en marcha en cuanto se disipa el polvo. Por mucho que me esfuerce, no oigo cantar a los pajaros. Busco, pero no encuentro ni una sola flor a lo largo del camino. No hay hierba a nuestro alrededor, solo montones de ladrillos rotos y metal retorcido. --Guayaba, ten cuidado. --La abuela tira de mi para alejarme del crater de una bomba. Me llama por mi apodo, Guayaba, para protegerme de los malos espiritus que, segun ella cree, rondan la tierra en busca de ninos hermosos para secuestrarlos. Dice que mi nombre verdadero, Huong, que significa 'fragancia', los atraeria. --Cuando vuelvas a casa tendras tu comida favorita, Guayaba --me dice la abuela. --?Sopa pho con fideos? --La felicidad hace que me salte un escalon. --Si... Los ataques aereos no me han dejado cocinar, pero ahora esta todo en calma, asi que vamos a celebrarlo. Antes de que pueda contestar, una sirena rompe nuestro momento de paz. Una voz femenina grita desde un altavoz atado a un arbol. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan los bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --!Oi troi dat oi! --La abuela invoca al Cielo y a la Tierra. Corre tirando de mi. Rios de gente salen de las viviendas como si fueran hormigas huyendo de un hormiguero destrozado. A lo lejos, desde lo alto de la opera de Hanoi, aullan las sirenas. --Por aqui. --La abuela corre hacia un refugio antiaereo excavado al borde del camino. Tira de la pesada tapa de hormigon. --!No hay sitio! --grita una voz desde abajo. En el interior del agujero redondo, en el que solo cabe una persona, hay un hombre medio arrodillado. El agua fangosa le llega hasta el pecho. La abuela se apresura a cerrar la tapa. Tira de mi hacia otro refugio. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se aproximan a Hanoi. Estan a sesenta kilometros de distancia. Las fuerzas armadas se disponen a rechazarlos. --La voz femenina parece mas imperiosa. Las sirenas son ensordecedoras. Vamos refugio tras refugio, pero estan todos llenos. Delante de nosotras, la gente se precipita de un lado a otro como pajaros con las alas rotas, abandonando bicicletas, carros, bolsos. Una nina pequena, sola, llama a gritos a sus padres. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se acercan a Hanoi. Estan a treinta kilometros de distancia. Aturdida por el miedo, tropiezo y me caigo. La abuela me levanta. Tira mi mochila del colegio a un lado de la calle y se agacha para que me suba a su espalda. Me sujeta las piernas con las manos y echa a correr. Un ruido ensordecedor se aproxima; se oyen explosiones lejanas. Me agarro a los hombros de la abuela con manos sudorosas, aplasto la cara contra su cuerpo. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan mas bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --Corred al colegio, no van a bombardearlo --grita la abuela a un grupo de mujeres que cargan con ninos en brazos o a la espalda. A los cincuenta y dos anos, la abuela es fuerte. Pasa corriendo junto a las mujeres y se pone a la altura de las que van delante. Entre sacudidas presiono la cara contra su largo cabello negro, que huele como el de mi madre. Mientras pueda olerlo estare a salvo. --Huong, corre conmigo. --La abuela se acuclilla delante de mi colegio, jadeando. Tira de mi hacia el patio y se mete en un refugio vacio situado junto a un aula. Me deslizo a su lado y el agua me llega hasta la cintura; me agarra con manos heladas. Hace un frio horrible. Estamos a principios del invierno. La abuela se incorpora para cerrar la tapa. Me abraza y el latido de su corazon palpita en mi sangre. Agradezco a Buda que nos haya dado este refugio en el que cabemos las dos. Tengo miedo por mis padres, que estan en el frente. ?Cuando volveran? ?Habran visto al tio Dat, al tio Thuan, al tio Sang? Las explosiones se acercan. El suelo se mece como si fuera una hamaca. Me tapo los oidos con las palmas de las manos. El agua sube de golpe, me moja la cara y el pelo, me nubla la vista. El polvo y las piedras se cuelan por una pequena hendidura y me caen en la cabeza. Se oye el fuego antiaereo. Hanoi devuelve el ataque. Mas explosiones. Sirenas. Gritos. Intenso olor a quemado. La abuela se lleva las manos al pecho. --A Di Da Phat, Nam Mo Quan The Am Bo Tat. --De sus labios sale un torrente de plegarias a Buda. Cierro los ojos y la imito. Las bombas siguen rugiendo. Sobreviene un minuto de silencio. Un ruido estridente. Me encojo de miedo. Una tremenda explosion nos impulsa hacia la tapa del refugio. El dolor me oscurece los ojos. Aterrizo con los pies sobre la barriga de la abuela. Tiene los ojos cerrados, las manos parecen una flor de loto en su pecho. Reza mientras el ruido atronador desaparece y se elevan los gritos de la gente. --Abuela, tengo miedo. Tiene los labios azules, tiembla de frio. --Ya lo se, Guayaba... Yo tambien tengo miedo. --Abuela, si bombardean el colegio, ?se... se hundira este refugio? Se agita en el reducido espacio y me atrae hacia sus brazos. --No lo se, carino. --?Si se cae moriremos, abuela? Me abraza con fuerza. --Guayaba, si bombardean el colegio, quiza el refugio se nos caiga encima, pero solo moriremos si Buda lo consiente. No morimos aquel dia de noviembre de 1972. Despues de que las sirenas anunciaran el final del bombardeo, la abuela y yo salimos, temblando como hojas, y avanzamos tambaleantes por la calle. Se habian derrumbado varios edificios, los escombros cubrian el camino. Reptamos tosiendo por montones de cascotes. Los ojos me ardian con las espirales de humo y polvo. Agarre con fuerza la mano de la abuela mientras contemplaba a las mujeres que se arrodillaban y aullaban junto a los muertos cuyos rostros habian cubierto con ajadas alfombrillas de paja. Las piernas de los cadaveres nos apuntaban. Piernas mutiladas, cubiertas de sangre. De una piernecita colgaba un zapato rosa. La nina muerta tendria mi edad. Empapada, cubierta de barro, la abuela tiro de mi, cada vez mas deprisa, y pasamos junto a trozos humanos dispersos, casas derruidas. Sin embargo, al lado de la sombra del bang, nuestra casa se alzaba bajo un sol glorioso e incoherente. Habia escapado de milagro. Solte la mano de la abuela y corri hacia la puerta de entrada. La abuela me ayudo a cambiarme a toda prisa y me metio en la cama. --Quedate en casa, Guayaba. Baja si vuelven los aviones --dijo, senalando el refugio antiaereo que mi padre habia excavado en el suelo, junto a la entrada del dormitorio. El refugio era lo bastante grande para las dos y estaba seco. Preferia refugiarme ahi, bajo la atenta mirada de mis antepasados, cuya presencia irradiaba el altar familiar situado en lo alto de la estanteria. --Pero... ?adonde vas, abuela? --pregunte. --A mi colegio, a ver si mis alumnos necesitan ayuda. --Me arropo con nuestra fina manta. --Abuela, es peligroso... --Esta a dos manzanas, Guayaba. Volvere corriendo en cuanto oiga la sirena. ?Me prometes que te quedaras aqui? Asenti. La abuela se dirigio a la puerta de la casa, pero volvio a mi cama. Me calento el rostro con la mano. --?Me prometes que no saldras a curiosear? --Chau hua --conteste con una sonrisa para tranquilizarla. Nunca me dejaba ir sola a ningun sitio, ni siquiera durante los meses sin bombardeos. Siempre habia temido que me perdiera. Me preguntaba si mi tia y mis tios tendrian razon cuando afirmaban que la abuela me sobreprotegia porque sus hijos habian sufrido cosas terribles. Cuando la puerta se cerro a su espalda, me levante y cogi un cuaderno. Moje la plumilla en el tintero. <>, escribi, empezando una nueva carta para mis padres sin dejar de preguntarme si les llegaria alguna vez. Se desplazaban con las tropas y no tenian direccion fija. Estaba leyendo otra vez Bach Tuyet va bay chu lun, inmersa en el mundo magico de Blancanieves y sus amigos, los siete enanitos, cuando la abuela volvio a casa con mi mochila del colegio colgada del brazo. Le sangraban las manos, heridas al haber intentado rescatar a las personas enterradas bajo los cascotes. Me atrajo hacia su pecho y me abrazo con fuerza. Esa noche, me deslice bajo nuestra manta mientras escuchaba las oraciones de la abuela y el ritmico sonido de la campana de madera. Rezaba para que Buda y el Cielo terminaran con la guerra. Rezaba para que mis padres y tios regresaran sanos y salvos. Cerre los ojos y me sume a sus oraciones. ?Estaban vivos mis padres? ?Me echaban tanto de menos como yo a ellos? Queriamos quedarnos en casa, pero una notificacion urgente de las autoridades ordeno a los ciudadanos que evacuaramos Hanoi. La abuela tenia que guiar a sus alumnos y a sus familias a un lugar remoto en las montanas, donde seguiria impartiendo clases. --Abuela, ?adonde vamos? --pregunte. --A un pueblo que se llama Hoa Binh. Alli no podran encontrarnos las bombas, Guayaba. Me pregunte quien habria elegido un nombre tan bonito para un pueblo. Hoa Binh eran las palabras que llevaban en las alas las palomas pintadas en las paredes de mi colegio. Hoa Binh en mis suenos era de color azul, el color del regreso a casa de mis padres. Hoa Binh significaba algo sencillo, intangible y valiosisimo: 'paz'. --?Esta muy lejos ese pueblo, abuela? ?Como vamos a ir? --Andando. Esta solo a cuarenta y un kilometros. Si vamos juntas, podremos hacerlo, ?no crees? --?Y la comida? ?Que comeremos? --No te preocupes. Los campesinos nos daran comida. En momentos de crisis la gente es buena --contesto con una sonrisa--. ?Me ayudas a hacer el equipaje? Mientras nos preparabamos para el viaje, la voz de la abuela se elevo en una cancion. Tenia una voz preciosa, igual que mi madre. Se divertian inventando canciones tontas, cantando y riendo. Cuanto echaba de menos aquellos momentos tan felices. Cuando la abuela cantaba, los grandes campos de arroz abrian sus brazos verdes para recibirme, las ciguenas me llevaban en sus alas, los rios me arrastraban con la corriente. La abuela extendio un panuelo. Apilo nuestra ropa en el centro y anadio mi libreta, la pluma, el tintero y el material que ella empleaba para dar clase. Puso encima de todo la campana de rezos y luego ato las esquinas opuestas para hacer un hatillo que pudiera echarse al hombro durante el viaje. Del otro se colgo un largo tubo hecho con una cana de bambu, lleno de arroz crudo. Habia preparado ya mi mochila del colegio con agua y comida para el camino. --?Cuanto tiempo estaremos fuera, abuela? --No lo se, quiza un par de semanas. Me plante delante de la estanteria y pase las manos por el lomo de los libros. Cuentos de hadas vietnamitas. Cuentos rusos. La bija del vendedor de pajaros, de Nguyen Kien, La isla del tesoro, de un autor extranjero cuyo nombre no se pronunciar.

  • Fragil de Belgica Cortes Jimenez

    https://gigalibros.com/fragil.html

    Un dia para otro puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal.
    Emilia Jimenez es una exitosa directora creativa en Chile. Su mejor amigo Alejandro Ossandon es un reconocido fotografo internacional que la “mima” como solamente un amigo lo puede hacer.
    Una extrana situacion dara origen que Emilia conozca a un desconocido extranjero, lo cual provocara que su secreto salga a la luz.

  • Segundas Oportunidades de Carol Martin

    https://gigalibros.com/segundas-oportunidades.html

    “No se si puedo ser hombre de una sola mujer”. Esa frase me atormentaba dia y noche. Nunca pense que mi prometido pudiera decirme eso a poco tiempo de nuestra boda.
    Estuve a punto de hundirme. El que fue mi mejor amigo no me dejo y gracias a el sali adelante.
    La imagen de Jorge no se me iba de la mente y mi relacion con Marco se convirtio en fisica.
    Tenia que decidir que hacer, seguir con el hombre que me queria como sumisa o intentarlo con quien me hacia sentir una verdadera mujer.

  • Litio de Malen Denis

    https://gigalibros.com/litio.html

    Litio es una novela hecha de cartas que la autora se manda a si misma o a un desconocido, y que juntas suman la experiencia de la migracion, de precariedad, de una generacion millennial hiper-medicada en busca de esa felicidad que nadie encuentra.

  • El Camino del Sol de Lisa Kleypas

    https://gigalibros.com/el-camino-del-sol.html

    Lucy Marinn es una artista vidriera que vive en una pequena ciudad costera del estado de Washington. Se ve pillada por sorpresa ante la traicion de su prometido, que la ha dejado por su nueva amante, que no es otra que Alice, hermana de Lucy. Para Lucy es otra desilusion que se suma a una vida amorosa poco afortunada. Kevin pide a su amigo Sam Nolan que salga con Lucy para que se relaje y hacerle superar su rencor. La situacion se complica cuando Sam y Lucy empiezan a enamorarse, Kevin alberga dudas sobre su relacion con Alice, y Lucy descubre el comienzo poco prometedor de la suya con Sam...

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/un-idilio-por-los-pelos.html

    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Una Virgen Para El Jeque de Kate Simmons

    https://gigalibros.com/una-virgen-para-el-jeque.html

    El dia de calor sofocante acabo en tormenta, una tormenta de polvo sulfuroso que oculto el sol y rugio toda la noche hasta el amanecer, dejando una estela de naranjos y datileros devastados. Las persianas de la casa de la plantacion se habian roto, las lamparas y floreros se habian estrellado al caer y el agua de la torre de irrigacion habia inundado el suelo. Agnes se detuvo en la galeria y sintio un desamparo mas alla de las lagrimas. Estas le habrian servido de consuelo al comprobar como el agua anegaba tambien el pasillo y al oir el intermitente ulular del viento rompiendo la quietud que habia seguido a la frenetica noche del siroco. Los dias precedentes habian sido de calor bajo un cielo plomizo, que habia trocado el desierto en un paisaje siniestro. Todavia en aquel momento el bochornoso calor parecia resecar las paredes de la maltrecha vivienda y Agnes podia sentir el sudor bajando por su espalda. Con su valor casi tan abatido como la casa se apoyo en la barandilla con la boca seca, los ojos chispeantes, y su espiritu destrozado. Una persiana suelta seguia golpeando; era como si algo extrano tratara de llegar a ella, atacando sus nervios. Se encontraba sin energias para acercarse a sujetar la persiana. Tensa como un gato, sin ningun sitio donde esconderse, trato en vano de no pensar en la silenciosa figura que yacia en la cama del dormitorio principal. Agnes se estremecio, a pesar del calor; el azul sorprendente de sus ojos estaba velado por los sucesos de la noche. Se trataba de un azul semejante al de las vidrieras de una capilla. Recordo la capilla anexa al colegio del convento donde ella habia pasado su ninez. Alla, los instintos de Agnes Lacroix se habian rebelado frecuentemente en contra de la disciplina; de los dormitorios, donde la intimidad era un factor desconocido; de la comida, que era sencilla y sin sabor. Las buenas hermanas habian decretado que la carne debia someterse al espiritu. Apenas cumplidos los diecisiete anos la llamaron al despacho de la Madre Superiora y le dijeron que tenia que irse a vivir con su abuelo. Hasta aquel momento, Agnes Lacroix habia ignorado su existencia, pero desde el dia en que Agnes llego a El Oasis, se sintio como si hubiera entrado en el hogar que siempre habia deseado. Un fascinante hogar en la umbria de una posesion de arboles frutales, donde el continuo rumor del agua en las acequias hacia que incluso el dia mas torrido pareciera fresco. Resulto cautivada por el desierto y salir a montar al amanecer o cuando las estrellas brillaban en el cielo, fue un placer del que nunca antes habia disfrutado ni sonado. En aquel instante estaba sola y temerosa, detenida en la amplia galeria de madera que dominaba el pasillo. Sola, porque el dia anterior los criados habian huido asustados, tanto por la tormenta de arena como por el anciano que yacia muerto dentro de la casa del Viejo Leon. Sadik habia sido el ultimo en marcharse, conmovido por la presencia de Agnes al lado de la cama del gigante sin vida; del hombre al que la joven habia llegado a amar en los dos anos que vivio en El Oasis. Se habia acostumbrado a su aspera arrogancia y habia aprendido a aceptar su implacable actitud hacia su madre, a quien nunca llego a perdonarle haberse casado con un ingles. De repente, en el dormitorio con altas puertas de palo de rosa, algo se estrello contra el suelo y el poco control que aun tenia sobre si misma desaparecio. Hubiera querido correr a los establos y saltar a los lomos de Firefly, pero parecia cruel huir cabalgando y dejar a su abuelo solo en la casa destruida por la tormenta. La habia cuidado, a su manera tratandola mas como a un muchacho que como a una mujer. Sus labios se movieron y se encontro murmurando una de las oraciones que las hermanas habian hecho que sus alumnas rezaran manana y tarde. Pero la oracion no borraba de su mente la convulsa cara de su abuelo ni la forma en que el se habia arrastrado hasta su aposento, gritando algo, pero no se habia recobrado del ataque y finalmente, le cubrio el distorsionado rostro con la sabana. Con frialdad, Agnes clavo la mirada en el pasillo. Su cabello denso rubio claro, se aparto de su pomulo cuando se inclino sobre la barandilla tratando de identificar un sonido ajeno al viento. El golpeteo de cascos sobre la piedra, la hizo preguntarse si algun criado habia regresado. Aun cuando era lo que esperaba, un instintivo temor la hizo retirarse de la escalera. Una figura alta, encapuchada, se movio abajo, poniendose deliberadamente ante su vista. El manto la cubria desde los hombros hasta los pies. Agnes clavo sus ojos en los del visitante, en tanto que este ponia su bota en el primer peldano de la escalera. --?Que quiere? ?Como se atreve a venir aqui? --sus palabras surgieron con prisa y, en su agitacion, hablo en ingles--. No tiene derecho a entrar en esta casa. --Se sorprenderia si conociera todos mis derechos --su voz era profunda, la pronunciacion de las vocales en ingles sonaba extrana en sus oidos. Y entonces lo reconocio… Aquel hombre habia estado alli una noche. Acababa de regresar de montar y estaba a punto de entrar en el estudio de su abuelo, cuando sorprendio voces iracundas que hicieron que se retirara por el pasillo, desde donde le vio salir a grandes zancadas, con visible rabia en sus facciones. Despues, durante la cena, Guillaume Lacroix le habia dicho que no hiciera preguntas. Sus asuntos con Razul al Kebir Bey no tenian nada que ver con ella. --No regresara aqui otra vez --aseguro--. Es muy orgulloso y le indigna que mi plantacion este en su territorio, como el lo llama. Tengo permiso por escrito del viejo cadi. El todopoderoso Razul Bey es solo un sobrino que se apodero del poder cuando surgio la ocasion. --Se dice en Bar Soudi que su abuelo ha muerto. La imperiosa voz resono en los ya destrozados nervios de Agnes y cuando el individuo empezo a subir la escalera, ella retrocedio hacia el dormitorio donde yacia Guillaume Lacroix. Lo unico en que podia pensar era en la enemistad existente entre ambos hombres y en que habia una pistola en la alcoba del anciano. Con rapidez, abrio de un tiron las puertas y cruzo la habitacion a la carrera; sus sentidos estaban puestos en la sombra con manto rojizo que la perseguia. Por alguna razon irrefrenable, tenia la idea de que aquel manto le seria arrojado sobre la cabeza por lo que, con manos temblorosas, abrio un cajon y empuno firmemente la pistola. Se volvio y vio a Razul Bey en la puerta. --Deje ese arma --habia rudeza y un dejo de mofa en su voz--. He venido a El Oasis a ayudarla. --?Ayudarme? --desdenosamente, siguio apuntandole--. Se como eran las relaciones entre usted y mi abuelo. Soy una Lacroix y estoy enterada de que cuando uno de ustedes odia a alguien, incluye a todos los miembros de la familia. --La justicia del bey --al pronunciar tales palabras, Razul dio un paso hacia ella--. Puede estar segura que tengo mis razones para estar aqui. --?Para regocijarse con la muerte de Lion? -- Agnes le miro fijamente--. Ya me hablo de lo mucho que lo odiaba porque El Oasis esta en tierras que usted afirma que son de su propiedad. !Si ha venido para arrojarme de la finca de mi abuelo, puede pensar en otra cosa! Los ojos de Agnes se tornaron azul oscuro, mientras se quitaba de la cara el alborotado cabello. Si tenia que disparar, queria hacerlo con tino, de la forma en que Lion le habia ensenado. Nunca antes habia sentido aquella tension animal; su cuerpo se estremecio al enfrentarse a Razul Bey, un extrano para ella, casi un barbaro en su apariencia y actitud. En los dos anos transcurridos en El Oasis, habia aprendido algo sobre la gente. Sabia que los odios familiares pasaban de generacion en generacion. --No voy a discutir los detalles de propiedad de la tierra con una muchacha --su misma postura parecia significar un reto, en tanto la miraba de arriba abajo--. Le advierto que, si no deja el arma, me vere obligado a quitarsela. Su imperiosa mirada y el tono amenazante la enfurecieron de tal modo, que Agnes olvido su vulnerabilidad. --Salga de esta casa --espero que algo del aspero orgullo de Lion se notara en su voz--. !Vayase, fuera! --?Puedo hablarle sobre su abuelo, ese hombre que usted veneraba y cuyo cuerpo ha velado durante toda la tormenta? --?Que hay que decir? --Tal vez lo suficiente para que lo odie. --Nunca podria hacer tal cosa --el solo pensamiento la hizo estremecerse y la pistola se movio en su mano. Lion estaba muerto y ya no existia nadie que pudiera cuidar de ella. --!No oire sus mentiras! --No acostumbro a mentir --refuto--. Si Guillaume Lacroix la hizo creer que la trajo a El Oasis por amor e interes hacia usted, el si era el mentiroso. --Me queria --reto al hombre--. ?Como puede usted decir lo contrario? --Porque lo se. Agnes no podia separar los ojos de su impenetrable interlocutor. --Y creo que usted deberia saberlo --dijo el deliberadamente--. Lacroix estaba tan determinado a permanecer en El Oasis que, cuando el arrendamiento vencio hace dos anos, me ofrecio a su virginal nieta a cambio. <>. Intocada, pura como la nieve de las montanas del Atlas, la clase de joven que valdria una buena bolsa de oro en los mercados en los que aun existen subastas de mujeres. Lugares prohibidos del corazon del desierto, donde su reverenciado Lion la hubiera puesto en exhibicion para no ser despojado de la unica cosa en la vida que significaba algo para el: esta casa y cuanto la rodea, y que el viento ha convertido en ruinas. Hizo una pausa, para dejar que las palabras penetraran en el cerebro de la joven, quien sostuvo su penetrante mirada que parecia querer grabar tan increibles palabras. --!Que increiblemente malvado es usted! ?Como puede decir tales falsedades? --La maldad no es mia, senorita --Razul Bey hablo curvando sus labios. Inesperadamente, tan peligrosamente agil como cualquier felino, le agarro la muneca forzandola a soltar la pistola. Resono contra el piso y el le dio una patada, alejandola de su alcance. Un grito involuntario escapo de los labios de Agnes, cuando se encontro entre sus garras. --!Maldito bruto! --peleo con furia, pero no era contrincante para un hombre tan fuerte como aquel--. !Mentiroso! !Quiteme sus sucias manos de encima! El la arrastro fuera del aposento de Lion hasta la galeria. --Deje de resistirse o le dare unos azotes. Necesita botas y una capa. ?Cual es su habitacion? --!Dejeme en paz! Agnes nunca se habia encontrado en tal situacion, sin nadie que pudiera ayudarla. Aunque gritara hasta tirar la casa abajo, no habria quien la oyera. Aun asi, un grito se le escapo de su garganta, mientras el trataba de reducirla. --Las mujeres histericas colman mi paciencia. Recupere la razon o me vere obligado a infundirle algo de cordura. El Oasis ha sido devastado por la cola de la tormenta, pero esta aun no ha terminado. Se revolvera y entonces regresara. ?No ha sido suficiente esta prueba para usted? ?Acaso desea mas de lo mismo, sola en esta casa, con el cadaver de su abuelo? --Dira y hara cualquier cosa para sacarme de aqui. Le lanzo una mirada venenosa y odio el temor que se anidaba dentro de ella, cuando encontro sus ojos. Ojos de color ambar bajo un par de cejas intensamente negras. --?Cual es su habitacion? --insistio. Reacia y con resentimiento, le indico una puerta mas alla en la misma galeria en que se hallaban. Fueron hasta el lugar y Razul Bey la observo mientras se calzaba sus botas de montar y se ajustaba la capa que utilizaba por el desierto. --?Me lleva a Bar-Soudi? --?Es donde quiere ir? Agnes asintio y lo vio reaccionar con un leve encogimiento de hombros. Ella se volvio hacia la mesa donde la lampara de petroleo aun lanzaba sus llamas. Mientras recogia el latigo, recordo el pasaje de un libro que habia leido sobre un funeral pagano que dos jovenes soldados habian preparado para su hermano muerto en la batalla. Agito el latigo y la lampara fue barrida de la mesa, derramando su contenido por el suelo de madera, que se inflamo inmediatamente. Las llamas saltaron al instante, tratando de alcanzarla, pero un brazo la rodeo por la cintura y tiro de ella hacia la galeria. --!Lo ha hecho a proposito! --los ojos la miraban tan ardientemente como el fuego que se habia apoderado de la habitacion. --Si, Lion apreciara este funeral pagano y el hecho de que todo lo que obtenga de El Oasis sea un monton de cenizas. Solo falta una cosa y es un perro a sus pies. !Deberia ser usted! Durante un buen rato, en tanto que las llamas se avivaban y consumian las cortinas de muselina alrededor de la cama, Razul Bey tenia una vaga mirada en los ojos. No habia senales de ira; sin embargo, Agnes estaba segura de que su comentario lo habia herido. --!Venga! --la llevo apresuradamente por la escalera, ya que pronto el fuego se extenderia. La casa de la plantacion era de madera y no tardaria mucho tiempo en desaparecer bajo el voraz incendio. La joven no sentia el menor remordimiento por lo que habia hecho. Lo que contaba era que habia asestado un golpe a las crueles y despiadadas mentiras que aquel hombre habia manifestado. A la incierta luz del dia, el viento azotaba las palmeras frente a la casa, doblandolas hacia atras y hacia adelante como si fuera a arrancarlas. Agnes se puso la capucha de su manto sobre la cabeza, doblando el cuerpo para vencer la fuerza del viento cargado de arena, mientras seguia a Razul Bey, el cual se dirigia a un grupo de hombres que estaban resguardados tras las protectoras jorobas de sus camellos. Cuando comprendio que se esperaba que cabalgara uno de aquellos animales, que durante una tormenta de arena podian cerrar los orificios de la nariz para evitar la entrada del polvo, grito que queria montar a caballo para ir a Bar-Soudi. Se dirigia hacia los establos cuando una mano cayo sobre su hombro. --Sus caballos se desbocaron anoche. --?Se ha escapado Firefly? --lagrimas ardientes rodaron por sus mejillas, pues a duras penas podia soportar aquella nueva perdida. Acalorada, se enfrento al bey--. ?Me esta diciendo mas mentiras? ?Ha dejado sueltos los caballos en su desierto abandonado de Dios? !Oh, eso si que no se lo tolero! --En su miedo a la tormenta, rompieron las puertas y salieron de los establos --replico--. No correran sueltos mucho tiempo, pronto encontraran un amo. De alguna manera aquellas palabras la hicieron vacilar. <>, penso. <>. Una repentina llamarada, surgida de una de las ventanas del piso superior de la casa, hizo que Razul Bey, con una corta palabra de mando, ordenara a su sequito que se pusiera en pie. Agnes fue conducida a uno de los camellos rojizos, aun arrodillado para que pudiera subir a la silla; cada centimetro de su cuerpo temblo contra el arzon, cuando el bey monto detras de ella. Una vez el animal se puso en pie y echo a andar, los demas lo siguieron con largas zancadas, a traves de las puertas de El Oasis, hacia el desierto. --Ahora vamos rapidos --la voz de Razul Bey resono a traves del gemido del viento. Hablo en ingles, pero cuando volvio la cabeza para dar una nueva orden a sus hombres, hablo en su propio idioma. Era una lengua que Agnes no habia podido dominar durante su estancia en la casa de su abuelo. El no habia alentado el uso de aquellas palabras de sonidos barbaros, sino que se habia aplicado a corregirle su frances hasta que fue casi tan correcto como el suyo. Entonces le dijo: <>. Con el tiempo, la joven la habia perdonado el desprecio hacia su padre. Como Razul Bey, Lion habia sido duro y tirano, creyendo en su propia invulnerabilidad, y mostrandose egoista en lo que respecta a los demas. Tales hombres rara vez desean piedad para ellos o se la conceden a sus semejantes. Con la cabeza protegida por la capucha, observo la casa en llamas, que pronto seria la pira de su abuelo. Queria llorar, pero estaba demasiado pendiente de la proximidad del hombre. El vaiven del camello hacia que sus cuerpos entraran en contacto y cuando esto sucedia ella se encogia pensando en las cosas horribles que el habia dicho y ansiando que el viaje hubiera terminado ya. <>, se dijo, <>. No dudaba de que la dejaria en el Hotel Ramis. No tenia dinero, pero sabia que la cuenta del viejo Lacroix estaba en el banco local. Esperaba tener acceso a ella, como la unica beneficiaria de Lion. Aquel pensamiento la esperanzo e inyecto nuevos animos. Aquellos individuos eran tan enigmaticos como el desierto mismo y apenas podia tolerar la insufrible cercania del que iba junto a ella, pero nada podia hacer para evitarlo, tendria que soportarlo hasta que llegara a Bar-Soudi. Capitulo 2 Agnes desperto de repente; medio ofuscada aun, se dio cuenta de que el vaiven del animal la habia adormecido en la silla. No sabia durante cuanto tiempo. ?Tal vez solo un momento, o habian transcurrido horas? La fila de camellos avanzaba a lo largo de un camino empedrado que gradualmente ascendia por una colina hasta desembocar en unas altas murallas frente a una puerta almenada, que fue abierta por hombres uniformados. Agnes espio a traves de la niebla causada por el polvo, que aun giraba en el aire y se pregunto si serian guardias. Pero, que ella recordase, no habia guardias en Bar-Soudi. Entonces, ?en donde se encontraba? Su ahogado grito debio de transmitirse al hombre, cuyos brazos, mientras conducian el camello, se mantenian alrededor de su cuerpo como un lazo. --Es El Karah --explico--. Estamos entrando en el patio de mi palacio. --?Su… que? --exclamo. Estaba aun un poco adormilada y se sentia inclinada a imaginarse que todo aquello era un mal sueno--. ?No puede dejar de bromear? --Le aseguro que tiene siempre mejor aspecto a la luz del dia --la voz, sobre su cabeza, era impersonal, como si se tratara de un guia y ella una turista--. Su arquitectura es algo confusa en este momento, pero, en mi opinion, se trata de uno de los mejores ejemplos de artesania de la region. Fue construido por uno de mis antepasados, sobre las ruinas donde varios ejercitos lucharon y murieron, cada uno de ellos tan convencido como los otros de que su bandera y su fe eran las verdaderas. Existen camaras aun intactas debajo, donde los prisioneros eran… alentados a cambiar su forma de pensar. --No me importa lo que haya dentro, alrededor o debajo de su palacio --dijo Agnes furiosa; su cuerpo se retorcio en la silla para poder lanzarle las palabras a la cara--. Usted me hizo creer que ibamos a Bar-Soudi. !Es infame que me haya traido aqui! Este es el ultimo lugar de la tierra donde deseo estar. ?Me oye? --Con claridad, mon enfant. --Yo no soy su pequena --estallo--. !No soy nada de usted, ni nunca he querido serlo! !Exijo que me lleven al Hotel Ramis! --?Exige? --una sonrisa entreabrio sus labios, pero no precisamente una sonrisa divertida--. Es usted, sin duda, una costilla del viejo Lacroix. El tambien era un saco lleno de exigencias. --Callese y dele la vuelta al camello --replico furiosa. El entrecerro los parpados ante el tono de voz de la joven, pero esta capto un extrano brillo en aquellos ojos color ambar y sintio la fuerza del hombre que gobernaba El Karah. Un hombre para quien una mujer podia significar menos que un semental entrenado para todos sus caprichos. La autoridad de su alta posicion estaba estampada en sus facciones y Agnes se percato de los grandes peligros que podian acecharla, unos peligros sobre los cuales apenas habia pensado ni siquiera cuando cabalgaba sola por el desierto. --Hay otra cosa historica notable en El Karah --manifesto arrastrando suavemente las palabras--. El viejo mercado de esclavos, con una plataforma de piedra asperamente labrada sobre la cual se realizaba la venta. Acudian de todos los puntos cardinales para contemplar la mercancia y quienes alcanzaban los mas altos precios eran los jovenes vigorosos y las muchachas virgenes. Los camellos se habian detenido y los hombres de la tribu del bey esperaban su orden para desmontar. La joven sintio el latir de su corazon cuando Razul se inclino, acercandose a ella, y descubrio su aturdimiento. Ella habia oido decir que el tiempo se detenia en el desierto, y que, en cierta forma, su gente y sus costumbres permanecian iguales a como habian sido durante incontables anos. Pudo creerlo cuando miro al bey de Karah. Intuyo, con un enorme sobresalto, que, si se hubiera acogido a su oferta original de ayuda, podria ahora estar a salvo en el hotel en Bar-Soudi. Su cultura occidental lo habia mantenido controlado hasta que ella, impetuosamente, habia prendido fuego a la casa de la plantacion. Ahora, el lado barbaro de su naturaleza se habia apoderado de el, por lo que Agnes se dijo que era preciso hallar una formula razonablemente aceptable para convencerle. Las palabras suplicantes la mortificarian no podia rogarle que la llevara a Bar-Soudi y como era mucho mas rico que ella, resultaria absurdo ofrecerle dinero, en especial cuando este dinero deberia salir del legado de Guillaume Lacroix. --La gente de Bar-Soudi se preguntara que me ha pasado --comento--. Las autoridades le acusaran de secuestro, si me retiene contra mi voluntad. --Las autoridades probablemente pensaran que perecio usted en el incendio, junto con el viejo. Usted encendio la llama, pero supondran que la lampara se cayo de la mesa a causa de una rafaga de viento. --Sus hombres saben que me ha traido aqui --Agnes se esforzo por ocultar su panico. --Mis hombres estan atados por una lealtad tal que no puede imaginarla --ahora sus ojos se mostraban burlones--. Ellos nacieron en el desierto; usted no es mas que un terron de azucar en la boca del Kismet. Cuando Razul Bey ordeno a su camello que se arrodillara, la joven contuvo el aliento, abrumada por un sentimiento de angustia, y en el momento en que, una vez en el suelo, intento agarrarla, ella se sujeto fuertemente al arzon, sin lograr otra cosa que la risa de su antagonista a la que hizo coro la de sus hombres. Sintio sus mejillas enrojecer. Un terron de azucar, habia dicho el, como si en El Karah pudiera esconderla, tratarla como se le antojara y pisotear sus derechos. --Es… esto ha ido demasiado lejos --dijo--. Ya esta bien de bromas. Ya se ha desquitado de lo que hice… --?De verdad cree que se trata de una broma? --la arranco energicamente de la silla--. Nadie, senorita, me llama perro, sin pagar por el insulto. Ninguna mujer me llama mentiroso sin aprender algunas dolorosas verdades. Nadie en la ciudad de El Karah movera un dedo si traigo una mujer a mi serrallo, aunque su pelo sea de oro fino. Agnes lo miro fijamente a traves del polvo que el viento habia esparcido por el cielo. Existia algo fatal y como prohibido en el aire, algo que parecia inclinar una parte de su ser a pensar que lo que estaba sucediendo se hallaba escrito en las ardientes arenas. !Pero no! !Aquello solo eran supersticiones tontas! Lo arranco de su mente y se echo atras la capucha.

  • Malditas palabras de amor de Monica Maier

    https://gigalibros.com/malditas-palabras-de-amor.html

    <>
    Eva necesita distancia. De Marco. De ella. De los lugares comunes que le recuerdan lo que ya no son. Por todo ello, decide dejar su ciudad y refugiarse en un pequeno pueblo cerca de la Costa Brava donde busca la calma que le permita dar un nuevo rumbo a su vida. Un lugar sin sobresaltos, hasta que Eva tropieza con un huracan de ojos azules que arrasara con todo lo que creia saber y la empujara a enfrentarse a lo que mas teme: ella misma.
    Una historia intensa y emotiva que nos habla de las conversaciones, a viva voz o silenciosas; las decisiones, cobardes o valientes; y las mentiras y verdades a medias, que condicionan nuestra vida y felicidad.

  • El ultimo caso de Johnny Bourbon (Pero sigo siendo el rey 2) de Carlos Salem

    https://gigalibros.com/el-ultimo-caso-de-johnny-bourbon-pero-sigo-siendo-el-rey-2.html

    Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano a los lugares donde ya nadie me espera. Me niego a consultar el reloj de plastico en mi muneca para conocer la hora. Seria un insulto a la placidez de los gatos que reinan en el cementerio y saben que el tiempo, como suele decir un casi amigo mio, era otra cosa. En todo caso el sol, que tiene algo de gato recostado alli arriba, dice que es mediodia. La hora sin sombra. El momento en el que Peter Pan descansa y el capitan Garfio suena con hacerse unas botas de piel de cocodrilo para pisar sus propios miedos. El mediodia tiene algo de frontera. Si miras hacia delante o hacia atras, no adviertes diferencias. Y siempre hay diferencias. Yo estoy vivo, aunque desorientado. Tu estas muerta. 1/ La Dalia Roja La mitologia de la novela negra y el cine del mismo tono llevan decadas convenciendonos de que las rubias son portadoras de lios y las pelirrojas llevan la tragedia enredada en sus melenas. Se equivocan. Las verdaderamente peligrosas son las muchachas de pelo verde. La primera vez era lunes, y la vi venir a tiempo. Yo asomaba por la puerta de mi despacho y un taconeo demasiado festivo me detuvo. Entorne la hoja de cristal traslucido y la vi doblar el pasillo que viene desde la recepcion de la agencia. Delgada pero con curvas. Piernas largas y el paso inexacto de quien va pensando en otra cosa. En demasiadas cosas. Llevaba una minigabardina de vinilo rojo, un bolso muy pesado para sus hombros y una boina negra y ladeada, que le afrancesaba el rostro y le quitaba unos cinco anos a sus casi treinta. Tenia el pelo verde. Retrocedi, cerre la puerta y me pegue a la pared. Su silueta se recorto borrosa contra el cristal y el punito golpeo con timidez. --?Senor Arregui? --dijo la voz pequena, propia de quien llama a un lobo del mismo modo que a un cachorrito--. Necesito hablar con usted, por favor. Es un asunto de vida o muerte. En mi oficio, cuando alguien te dice eso, por lo general se trata de localizar a un marido que no quiere ser localizado, recabar datos para la disputa de una herencia dudosa, o un prosaico caso de cuernos. Odio los casos de cuernos. Si el cliente (o la clienta) acierta con sus sospechas y se las confirmas, te mira como si fuera culpa tuya. Y si le aportas pruebas de que su pareja no tiene ninguna relacion clandestina, creen que no has hecho bien tu trabajo, cuando, si hicieran bien su propio trabajo sentimental, no tendrian de que preocuparse. --?Senor Arregui? --repitio la vocecilla. Yo calle, como un cobarde, mientras repetia mentalmente: pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde. Estudie los rodapies del despacho, en busca de una hormiga. En un tiempo, sembraba los rincones de migas de pan empapadas en agua y azucar, para convocarlas. Pero desde que en verano hicieron la desinfeccion anual de las oficinas, me siento un poco mas solo. --Me voy, senor Arregui --se dio por vencida--. Pero volvere. Y yo senti lo que habran sentido los japoneses cuando MacArthur pronuncio esa misma frase en 1942. El tozudo general yanqui cumplio su amenaza. Y la chica del pelo verde tambien lo haria. Como corresponde a un hombre de mi historial, habituado al peligro, espere una hora y media antes de salir de mi escondite. Mariana, la secretaria, se habia marchado a comer y me ahorro el trabajo de reganarle por dejar pasar a un cliente a mi despacho sin avisar. Tampoco le habria dicho nada. Desde hace seis anos mantiene una relacion sentimental con Maximo Legrand, mi socio, y aunque ella se sigue comportando como siempre, yo no acabo de hallar la manera de tratarla. Supongo que no me incomoda tanto que Legrand le doble la edad, como el hecho de que estan enamorados. Los enamorados creen que solo ellos respiran de verdad y en todo encuentran motivo para la maravilla. Resultan agotadores. Max y Mariana mantienen el tipo en la agencia, pero fuera no se sueltan de la mano ni para rascarse la nariz. No exagero. Solemos quedar a tomar una copas en el Malone y los he visto, a el mover apenas la nariz, y a ella, alzar las manos entrelazadas para rascarsela sin soltarse. Empalagan. Y me provocan cierta envidia. Mucha. Yo queria ser asi con Claudia, pero no podia. No sabia. Cuando a uno le cuesta expresar sus sentimientos, en lugar de hacer algo al respecto, se dedica a lamentarlo como si dijera <> y lo sigue haciendo hasta que es demasiado tarde. Despues de que Claudia muriera, hace ya casi once anos, he pensado muchas veces en todas las tonterias que me hubiera gustado compartir con ella. Pero ya no podia. Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano. Como el dia en que la mataron. Pero eso es otra historia. Siempre es otra historia. 2 / El viaje de su vida Fue una semana rara. De llamadas raras y visitas inesperadas. Ya casi me habia acostumbrado al trabajo rutinario del despacho, y la inminencia de mi cincuenta cumpleanos me tenia bloqueado. Hubiera sido inutil hablar del asunto con mi socio. Maximo Legrand me hubiera dicho, como siempre, que yo estaba hecho un chaval, que ya quisiera uno de treinta y cinco estar tan en forma, y que lo que tenia que hacer era dejarme de ligues y volver a enamorarme, que lo de Olivia (el tambien la seguia llamando asi) no habia sido del todo culpa mia. Asi que llevaba dias tratando de evitarlo a el y a Mariana, aunque nada me salvaria de la comida de cumpleanos del viernes. Despues de comer, me sorprendio la llamada al telefono fijo de casa. No era domingo, sino lunes. Solo una persona usa ese numero y solo llama en domingo.

  • Breve historia del liberalismo de Juan Granados

    https://gigalibros.com/breve-historia-del-liberalismo.html

    La apasionante historia del pensamiento libertario, contra toda forma de dominacion. Desde los origenes mas o menos lejanos del pensamiento liberal, rastreables en Aristoteles, Ciceron o los neoplatonicos florentinos y de forma mas clara en el pensamiento politico del siglo XVII europeo, con Baruch Espinoza y John Locke a la cabeza; se analiza la evolucion del liberalismo de los siglos XIX y XX en sus diferentes escuelas y tiempos, desde el esbozo de la teoria y su configuracion doctrinaria, a traves del estudio de los grandes movimientos revolucionarios de 1830 y 1848, su posterior desarrollo economico y politico a traves de los siglos XIX y XX, hasta el varapalo que supuso para sus presupuestos teoricos la profundisima crisis economica en la que aun nos hallamos inmersos

  • El demonio escondido de Jose Antonio Jimenez-barbero

    https://gigalibros.com/el-demonio-escondido.html

    El aparente suicidio de un adolescente problematico. Una presencia malvada, hambrienta, acechando entre los centenarios muros de un estricto colegio religioso. Una conspiracion de silencio. Y el miedo, siempre el miedo, que se palpa, que se huele.

  • Avaricia de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/avaricia.html

    Las olas estaban agresivas aquella manana. Asi lo penso Jerry Wilson cuando estaciono cerca de la costa y contemplo a distancia el indomito mar en el cual tenia intenciones de zambullirse para surfear. Las primeras horas de un sabado en la manana de clima frio, aunque tolerable, era el momento perfecto para practicar su deporte favorito sin tener que toparse con nadie. Segun lo acostumbrado, la costa apenas recibiria sus primeras visitas en un par de horas. Jerry no se arrepintio de su decision. Ningun factor en contra superaba sus ganas de surfear. Era justo la clase de olas que constantemente esperaba, durante sus visitas al litoral, para lanzarse a la aventura de conquistarlas. Si bien ya no era el mismo jovencito imprudente de antes, todavia conservaba la energia y el impetu de sus mejores anos. A sus casi cuarenta lucia en excelente forma. Nunca descuido su alimentacion y llevaba una vida dedicada al ejercicio. Aunque era un hombre deportista, era el surf la actividad fisica que mas le apasionaba. Sin pensarselo dos veces, Jerry cogio su tabla y se adentro en el mar. La realidad no contradijo su anterior impresion visual. En efecto, el mar estaba iracundo e impaciente, tal como el mismo lo estaba al querer montar la primera ola que viniera a su encuentro, con el proposito de olvidar todo lo que no fuera el presente. Habian sido meses dificiles para Jerry desde que murio su padre, el hombre que lo crio a el y sus hermanos luego de que su madre los abandonara, y quien lo inspiro a convertirse en policia. Fue el unico entre sus hermanos en continuar esa tradicion, que de padre a hijo se siguio cabalmente durante generaciones en su familia. Jerry penso que era lo apropiado por ser el primogenito. Sin embargo, tambien lo hizo porque le complacia. Una de las razones por las cuales queria tener un hijo era para ensenarle a surfear. Lo cierto era que todavia lloraba por la ausencia de su padre. A veces le sobrevenian las ganas de hacerlo en los momentos mas inoportunos, cuando algo le recordaba a el. Jerry era un clasico tipo rudo, al cual no le gustaba demostrar de forma abierta su lado mas sensible. Incluso entre quienes lo llegaban a conocer mas profundamente asumia siempre el caracter protector y fuerte, aparentando que nada le afectaba. A su vez preferia enmascarar el dolor con el sarcasmo. Preferia ser el bufon del grupo y nunca la nube negra de la cual era preferible alejarse. La muerte de su padre activo una conexion distinta con el sufrimiento que antes no habia experimentado, ni siquiera cuando lamentaba el abandono de su madre siendo el mayor entre sus otros dos hermanos, todavia demasiado pequenos para que les afectara realmente. Era como si aquella muerte lo obligara a confrontar la acumulacion de dolor que nunca se dio la oportunidad de desahogar. Nada de eso importaba, en verdad, cuando nadaba aferrado a la tabla hasta que fuera el momento perfecto de subirse a ella y poner a prueba el equilibrio. Jerry sentia el aire frio y humedo obligandole a entrecerrar los ojos. No le hacia falta tener pleno dominio de la vision en ese instante porque se conducia por puro instinto. No importa cuanto tiempo pasara sin surfear, su cuerpo nunca olvidaba como actuar. Minutos mas tarde Jerry se colocaba encima de la cresta de varias olas que pretendian regresarlo a la orilla. Tal como previo, el mar estaba enfurecido y no se dejaria domesticar con facilidad. Eso era justo lo que el queria; una fuerza retadora que lo obligara a tensar todos sus musculos e incluso a sentir pavor si fuera necesario. En otras circunstancias habria sido mas prudente, considerando que incluso para un surfista profesional existian limites al momento de decidir cuando detenerse. Aun asi continuo montando las olas, a pesar de que le costaba mantenerse en pie. En un par de oportunidades se resbalo de la tabla y tuvo que nadar a contracorriente para mantenerse a flote. Tras varios intentos, Jerry al fin decidio rendirse, al menos momentaneamente. Todavia no estaba dispuesto a abandonar la costa, aunque solo fuera para permanecer sentado en la orilla contemplando el hermoso paisaje mientras lamentaba su derrota. Tenia la intencion de recuperar fuerzas para intentarlo nuevamente. La playa seguia siendo toda para el, por lo cual seria insensato no aprovechar y alargar tanto como pudiera ese rato de introspeccion y soledad que necesitaba. Asi que puso la tabla a un lado y se tendio, poco ajeno a prestarle importancia a detalles superfluos, como la arena que se le meteria en el traje de bano. En la posicion de la orilla donde se encontraba, todavia el mar lo banaba hasta la altura de los muslos cada vez que la corriente alcanzaba su maximo punto. Esa sensacion de frialdad lo calmaba hasta el deseo de querer quedarse durmiendo alli. No obstante, era consciente de que seria riesgoso y comprometido dejarse llevar por la somnolencia que lo embargaba. Asi que Jerry opto por ponerse de pie nuevamente al sentir que los parpados le pesaban, esta vez con la intencion de caminar a lo largo de la orilla, todavia sujetando la tabla en caso de que se animara a lanzarse otra vez a la caza de olas. Al cabo de un minuto de caminata Jerry noto un extrano objeto encallado a cierta distancia. A medida que se acercaba se dio cuenta de que era una trampa de langostas, la cual llevaba algo en su interior. Por logica, el policia asumio que se trataba de una langosta o algun otro desafortunado animal. En el caso de que siguiera vivo, estaba dispuesto a liberarlo. Si bien no era vegetariano y el mismo disfrutaba la ingesta de langostas, le parecia razonable salvarlo si estaba en sus manos hacerlo. A escasos metros de distancia entre el y la trampa, no eran los contornos reconocibles de una langosta lo que el objeto retenia en su interior. Tampoco parecia un animal. Jerry sintio un nudo en la garganta mientras acorto los pasos restantes, corriendo para comprobar que su vista no le estaba haciendo una mala jugada. --!Dios santo! --exclamo horrorizado--. ?Como es posible? Jerry no era facilmente impresionable, de ninguna manera, tomando en consideracion lo que atestiguaba con frecuencia en su trabajo. A pesar de eso, encontrar una trampa para langostas que se ondula entre las olas y lleva dentro una mano cortada era razon suficiente para agradecer que todavia no hubiera desayunado. El hallazgo le resulto chocante porque siempre habia considerado ese lado de la costa como un refugio de paz y serenidad. Ahora aquella mano mutilada le recordaba que no existia lugar alguno que no pudiese ser afectado por las consecuencias del crimen. Tras unos segundos de cavilacion antes de tomar una decision al respecto, opto por dejar caer la tabla contra las rocas cercanas y correr hasta su camioneta para buscar el telefono movil. Antes de marcar el numero que tenia en mente regreso de nuevo al lugar donde dejo su tabla y la trampa para langostas. No era conveniente moverla de su sitio en vista de que se trataba de la escena de un crimen. Por otra parte, Jerry temia que la trampa se desatascara a efectos de la corriente y retornara al oceano. Era probable que quien la haya colocado alli tuviese la intencion de que eso fuera lo que sucediera. El policia no quito los ojos de la trampa mientras llamaba al contacto que mejor sabria actuar ante una situacion como aquella: el detective David Hensley. Al primer intento de Jerry, el detective no atendio la llamada, tras esperar prudencialmente cuatro repiques antes de colgar. El policia dejo pasar unos minutos para intentarlo de nuevo. Era probable que Hensley no atendiera la llamada si es que se encontraba disfrutando un dia de familia junto con su esposa. A Wilson le daba pena molestarlo, pero temia tomar una decision erronea. Solo alguien como David sabria decirle cual era la mejor alternativa antes de hacer una llamada oficial a la estacion de Policia. Por fortuna para el indeciso Jerry, Hensley le respondio al segundo intento. El tono de su voz no disimulo la molestia respecto a ser molestado tan temprano durante un fin de semana. --Disculpa la molestia, David --saludo Jerry--. Eres la primera persona en la que pense cuando... --?Te das cuenta de que hora es? --Hensley grune al otro lado de la linea antes de que el policia pueda seguir disculpandose--. ?O acaso olvidaste que es sabado? Jerry duda antes de continuar. Considera apropiado insistir en su disculpa hasta conseguir que el detective suene mas calmado para poder contarle sobre su hallazgo. --Comprendo que debes estar descansando junto con tu esposa. Nuevamente te pido disculpas. Yo tambien andaba disfrutando de mi tiempo libre. --Ya me molestaste, Jerry. Supongo que no daras marcha atras, para mi desgracia. Ahorrate los rodeos y dime que ocurrio. ?Te metiste en un problema? El tono aspero y directo del detective, aunque con un ligero dejo de cinismo y camaraderia, era una buena senal para el policia. Hensley estaria dispuesto a escuchar lo verdaderamente importante aun al margen de su impertinencia. --Es dificil describir lo que encontre porque yo no lo creeria. ?Has visto alguna vez una trampa de langostas? Encontre una en la costa con una mano dentro de ella. --He visto algunas de esas trampas --respondio Hensley, asumiendo esta vez un tono mucho mas serio--. Pero nunca con una mano dentro de ella. Supongo que es humana, ?cierto? ?No sera una jugarreta de adolescentes? --Luce como una mano real para mi --insistio Jerry--. Por supuesto, no pretendo tocarla para confirmarlo. Ese mensaje es un poco mas de lo que Hensley puede digerir a esa hora de la manana. Asi que, en lugar de continuar la conversacion, simplemente cuelga. Jerry esta sorprendido, pero no demasiado. Hensley puede ser dificil a veces. En parte, supuso que lo estaba castigando por haberlo importunado. No tenia caso volver a llamarlo, ya que era evidente que no estaba dispuesto a prestarle ninguna colaboracion extraoficial que danara sus planes para el fin de semana. A Jerry le habria gustado hacer lo mismo y desentenderse de aquel asunto como si nada hubiera ocurrido, para que fuera otro el que lo descubriera. Pero eso ya no era una alternativa para el segun los limites de la etica en su profesion. Con o sin Hensley, le correspondia actuar. En vista de que no obtuvo el consejo que buscaba del detective, no le quedo otra opcion mejor que llamar a la comisaria para reportar la situacion. Esta vez la respuesta al otro lado de la linea no se hizo esperar. Tras identificarse, describio la naturaleza de su descubrimiento y el lugar donde se encontraba. El sargento de la recepcion hace una pausa por una fraccion de segundo, lo suficiente para interpretar el mensaje de Jerry. --?Y donde dijo que encontro la trampa para langostas, senor? --pregunto el sargento--. ?Esta seguro de que no es una broma? --No, no es una mano de mentira --replico Jerry exasperado--. He venido a la costa para pasar un sabado tranquilo. No estoy en mis horas de trabajo y esta clase de asuntos no deberian ser de mi competencia. Yo soy el primer importunado con esta lamentable situacion. --Pasare el reporte, oficial Wilson. Y nos ocuparemos de inmediato. El sargento le pidio que le diera su ubicacion exacta, a pesar de que Wilson ya la hubiera mencionado. --?Puedo comunicarme con algun detective en relacion a esto? --pregunto Jerry, aunque evitando revelar que llamo a Hensley antes de comunicarse con la comisaria--. Sally Lonsdale ha lidiado con situaciones similares. Quiza seria pertinente llamarla.

  • Rivales de dia, amantes de noche (Un romance en Londres 1) de Nieves Hidalgo

    https://gigalibros.com/rivales-de-dia-amantes-de-noche-un-romance-en-londres-1.html

    Barbara Ross, tras la muerte de su unico pariente, se ve obligada a viajar desde Edimburgo a Londres para ponerse a cargo del tutor elegido por su tio para ella. No sabe nada de ese sujeto salvo su nombre: Alan Chambers, vizconde de Maine. Imagina que sera un caballero de edad avanzada, como lo era su tio, pero Maine no es, ni por asomo, lo que la muchacha espera encontrar.

  • Caminos separados (Bombers & Devils 1) de Mimi G. Moliner

    https://gigalibros.com/caminos-separados-bombers-038-devils-1.html

    Mc/Dark Romance. #Hillstrandt1#.

  • Premonicion de Mariano Gambin

    https://gigalibros.com/premonicion.html

    La vispera de los carnavales de Rio de Janeiro es un momento en el que solo cabe pensar en divertirse. Luis Ariosto se reune con Antoinette de Montparnasse en la ciudad carioca para disfrutar de unas vacaciones merecidas. Pero sus planes se ven interrumpidos inesperadamente durante la recepcion al presidente de Rusia de visita en Brasil. Un peligro inconcebible es descubierto por la francesa.Ariosto y Antoinette se convierten en poseedores de un secreto vital por el que los servicios secretos de varios paises estan dispuestos a matar.

  • El eco de la piel de Elia Barcelo

    https://gigalibros.com/el-eco-de-la-piel.html

    LA HISTORIA DE DOS GRANDES MUJERES A TRAVES DEL TIEMPO Y LAS PALABRAS.

  • Preso de su Amor (Directo a ti 4) de E. R. Dark

    https://gigalibros.com/preso-de-su-amor-directo-a-ti-4.html

    Laura entro a su luminoso loft en la Barceloneta dejando escapar un suspiro de alivio. Al fin en casa. Dejo las llaves en un pequeno cuenco en la entrada y se quito los tacones apoyandose en la pared. Estuvo tentada de dejarlos alli tirados, pero en el fondo era una persona ordenada. Tras cambiarse de ropa y ponerse comoda, saco un plato de comida de la nevera y lo calento en el microondas, mientras metia el uniforme de la clinica en la lavadora. Cuando se sento a comerse el revuelto de verduras con pollo a la plancha dio gracias de ser su propia jefa y, poder tomar un largo fin de semana cuando quisiera, siempre que no se presentara una urgencia. Era viernes al medio dia, lo que significaba que tenia dos dias y medio por delante para descansar y coger fuerzas. No parecia tener nada en su agenda social, lo cual agradecio por un lado, pero por otro le parecia patetico tener treinta y tantos con una vida social que parecia desmoronarse por momentos. Habia pasado un dia de pena, agotada por no dormir tras pasar la noche con Hector, algo que se juro mil veces que no iba a volver a pasar. Claro que tambien se prometio olvidar al imbecil, creido y prepotente de Borjamari, por lo que llamo a Hector para invitare a tomar una copa cuando acabaran del trabajo. Sin embargo, todo acabo con los dos desnudos y jinkando como locos en el piso del poli. Enterro la cara entre las manos al recordarlo. Le odiaba, aunque no tanto como lo deseaba y eso la ponia furiosa. Metio el plato en el lavavajillas y se dejo caer en el sofa. Encendio la television; ni si quiera se fijo en el canal, solo necesitaba una conversacion de fondo para ayudarla a dormir la siesta. No solia hacerlo, pero la manana en la clinica tampoco habia sido de las mejores. Se sentia agotada fisica y mentalmente, los ojos le pesaban y no entendia nada de las voces que salian del televisor... Estaba quedandose dormida cuando el maldito movil pito trayendola de nuevo a la consciencia. Encontro un mensaje de Agnes. Era viernes y eso significaba noche de chicas. Al menos antes. Desde que cinco meses atras Agnes y Oscar se casaran, ella era la unica soltera del grupo. La unica sin compromisos que los viernes aun se tomaba una cerveza en el Rabbit, pero sola. <> Laura sonrio. La excamarera era la mejor motivando al personal. Se froto los ojos para despejarse tras la breve siesta que el mensaje interrumpio. Bostezando se sento y se estiro antes de mirar la hora. --!Joder! ?Como demonios he dormido tanto y no me he enterado? --exclamo levantandose de un salto, mientras salia corriendo hacia el bano a darse una buena ducha y prepararse para pasar una noche con sus chicas, al fin. Cuando Laura entro en el Rabbit Hole, Izar, Elena y Agnes ya estaban sentadas en una de las mesas con bancos de cuero y madera cercanas al escenario. Oscar ya no actuaba alli, pero Los Lobos si, y eso era sinonimo de buena musica, aunque Agnes insistia en que sonaban mejor cuando su marido era el bajista y bromeaba con la idea de que dejara la empresa y volviera al grupo. Lo que no admitia era que eso la mataria, porque la cantidad de sujetadores que le caian encima no era decente. Eso no significaba que ya no se lanzara lenceria al escenario o que las fans incondicionales no siguieran aullando, para nada. Todo continuaba igual y Laura seguia pensando que mas de uno del grupo tenia un buen polvo. --!Buenas noches, chicas! Siento llegar tarde. El dia ha sido de locos --saludo Laura al llegar junto a ellas y sentarse en el mismo banco que Agnes, frente a las otras dos. Las tres sonrieron al verla y Agnes amplio su sonrisa de oreja a oreja al ver las ojeras que casi le arrastraban. Al ser tan blanca y con aquellas mejillas pecosas, resaltaban mucho mas. --?Una noche loca? --pregunto en cuanto se sento a su lado. --Apenas empieza la noche, pero si, espero que sea loca --replico Laura haciendose la despistada ante la insinuacion. --Venga, la cara que llevas es de no haber dormido mucho y arrastrar un dia duro. --Si que ha sido duro y agobiante. Ahora mismo mi mejor amigo tiene tres velocidades y se llama Orbegozo. --!La madre que la pario! ?Y cuanto mide este? --inquirio Agnes interesada. --Cuarenta centimetros, segun la caja. No me he parado a comprobarlo. En cuanto llego a la clinica lo meti en mi despacho y lo puse a trabajar. Las tres se quedaron mirandola con los ojos muy abiertos y Laura entendio enseguida. --Sois unas mentes sucias. Es un maldito ventilador, que mi despacho parece un horno. Rompieron a reir al unisono por la cara de estupefaccion de Laura y el equivoco. Bueno, viniendo de ella bien podia haber sido lo que pensaron. Agnes no podia ni hablar, como el resto de las chicas, pero fue la primera que, tras secarse las lagrimas, consiguio articular palabra. --Si, si. El dia en la clinica ha sido de mucho calor, como en todas partes, sin embargo, yo te preguntaba por la noche anterior. ?Quien es el? ?Esta bueno? ?Mas que el morenazo? --indago impaciente. Odiaba que hiciera eso. La muy bruja leia en ella como en un punetero libro abierto o un muro de Facebook. Poniendo cara de pocos amigos, replico: --Claro que esta bueno. Infinitamente mas que ese idiota al que te refieres --afirmo, aunque sin mirarla a los ojos. --No creo que muchos superen a Borja, aparte de Dario, claro --intervino Izar guinandole un ojo a Agnes, que sonreia triunfante. A la rubia se le habia metido entre ceja y ceja que la veterinaria necesitaba un hombre a su lado y no pensaba dejar escapar ninguna oportunidad que tuviera para lograrlo, menos ahora que contaba con las demas para apoyarla en su empeno. Laura cogio la cerveza de Agnes y le dio un trago bien grande antes de responder. --Este lo hace sobradamente --dijo, queriendo zanjar el tema de una vez. --Pues yo creo que no. Aunque lo adoro, mi hermano no es tan guapo como Borja --aseguro Elena, dejandolas a todas con la boca abierta. Si, todas sabian que Laura y Hector seguian acostandose, pero tras su ruptura oficial siempre se evitaba el tema delante de la friki. Al fin y al cabo, era su hermano mayor y contar como se manejaba en la cama o que lo usaba solo para rascarse los picores era algo que Laura trataba de evitar por el bien de su amistad. --!Yes! --exclamo Izar, mientras golpeaba la mesa con la palma de la mano--. Hay que reconocer a un hombre cuando es sexy y guapo a rabiar. --Es mi hermano, se de sobra lo que hay entre vosotros y no me importa en absoluto, pero creo que tendrias que ampliar objetivos --aclaro Elena, al ver la expresion de Laura que la miraba como si no la conociera. ?Donde demonios estaba la chica timida que se sofocaba ante la mencion del sexo en cualquier conversacion? --Sois lo peor. ?Y vosotras os haceis llamar mis amigas? Desde que jinkais a diario se os han secado las escasas neuronas que teneis. Os odio --solto Laura. --Nos empotran varias veces al dia, querras decir --apuntillo Agnes levantando ambas cejas. La cara de Laura era de incredulidad. ?En serio? Eso debia ser mas ficcion que los libros de Izar, aunque entonces recordo la verdad detras de sus historias… --Necesitare algo mas fuerte que mi pobre Terminator para superar eso. ?De verdad? ?Varias veces? --En mi caso, si. Dario es muy creativo, ya me entendeis. Cuando me estaba arreglando, me ha empotrado contra los azulejos del bano --dijo Izar sonriendo. --He de admitir que me pasa como a Izar. Oscar siempre esta hambriento. Sobre todo, por las mananas... Practicamente me desayuna a mi, ya sabeis a que me refiero. Y os aseguro que cuando regrese a casa, me estara esperando desnudito en la cama. Lo ha prometido y el cumple sus promesas --aseguro Agnes con cara de pilla. --Que puedo decir… La fama de amante italiano sumamente experimentado que le daba la prensa, si es verdad. Mamma mia… --apostillo Elena, poniendose roja hasta la raiz del pelo. Aun no se terminaba de acostumbrar a ser la senora de Sandro Lombardi. Laura levanto la mano para pedir unas bebidas con urgencia y algo de comer. Iba a necesitar mucho alcohol para superar aquella noche. --Creo que necesito mas de una copa bien cargada y amigas nuevas. Pero como lo primero es mas facil, empezare por un ron con naranja, la cerveza me parece poco. Volvio a levantar la mano llamando la atencion de la joven que servia su lado del local. --?Invitas tu? --solto Izar. --Pues mira, esta vez si. Ya que no puedo haceros descuento en la castracion de vuestros chicos, os invito a una ronda. Hoy necesito que mi cerebro desconecte de todo --comento dandose aire con la mano. --Eso no lo digas ni en broma --dijo horrorizada Agnes--. Con lo bien dotado que esta mi marido. --!Camarera! Mi copa que sea doble --grito Laura al escuchar aquello a la chica que acababa de tomarles nota. Las tres rompieron a reir

  • Huir del amor de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/huir-del-amor.html

    Tessa ha conseguido el trabajo de sus suenos en el despacho de abogados mas prestigioso de Londres. Su vida se esta desmoronando y su nuevo jefe le hace la vida imposible pero ella no se deja llevar por la desesperacion. Hasta que estalla…

  • Desobedecer de Frederic Gros

    https://gigalibros.com/desobedecer.html

    Desobedecer es obedecerse a si mismo.

  • La maestra de Marilo Montero

    https://gigalibros.com/la-maestra.html

    La maestra es la historia de Maria de Maeztu y su sueno de abrir la mente, el estudio y la universidad a las mujeres de su epoca.

  • Matrimonio en guerra (Los Knightley 1) de Ruth M. Lerga

    https://gigalibros.com/matrimonio-en-guerra-los-knightley-1.html

  • Un libro de martires americanos de Joyce Carol Oates

    https://gigalibros.com/un-libro-de-martires-americanos.html

    La monumental y polemica nueva novela de <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya) es una profunda reflexion sobre el aborto y la pena de muerte, pero tambien sobre los problemas esenciales de nuestras sociedades y de nuestras propias vidas.

  • La Redencion de Logan de Olga Diaz

    https://gigalibros.com/la-redencion-de-logan.html

    Un asesinato ocurrido hace mas de veinte anos, un secuestro, una victima a consecuencia de la violencia de genero y un padre obsesionado con su hija, son los ingredientes que unen a los protagonistas de esta historia.
    Cuando Logan tenia ocho anos fue testigo del asesinato de su padre; hecho que lo marco emocionalmente y que hizo crecer en el una sed de venganza, por ello secuestra a Amelia, quien es la hija de uno de los empresarios con mas dinero de la ciudad de Nueva York, pero las cosas no siempre salen como se planifican, si sabemos jugar el cazador puede ser cazado.

  • La caja vacia de Anabel Samani

    https://gigalibros.com/la-caja-vacia.html

    La vida de Andrea ha cambiado mucho en los ultimos tiempos. Despues de perder la vista en un accidente, su familia deja Espana para irse a vivir a Estados Unidos. Y Andrea sabe que ella es la razon de ese traslado.

  • El secreto de Xein (Guardianes de la Ciudadela 2) de Laura Gallego

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-xein-guardianes-de-la-ciudadela-2.html

  • La casa del caracol de Sandra Garcia Nieto

    https://gigalibros.com/la-casa-del-caracol.html

    Cuando hace algun tiempo llego esta historia a mis manos, me cautivo desde sus primeros acordes... Maridar mitologia, leyendas, tradicion y realidad es algo que me produce una inmensa curiosidad a la vez que conecto con mis miedos del pasado, de cuando eramos ninos y creiamos que los monstruos existian... Pero La casa del caracol no es solo un cuento para adultos. Es tambien una reflexion sobre los traumas que condicionan nuestro destino y sobre la capacidad del ser humano de dar respuesta a hechos de dificil entendimiento. En todo este universo cerrado y claustrofobico donde se desarrolla la historia hay un personaje que llena de luz los oscuros parajes de Quintanar, es Berta, una mujer dulce y hermosa que guarda un secreto que la ata a esa tierra, a esa gente, y no la deja escapar. Ese hechizo que envuelve a todos, tambien la atrapo a ella. Y, aunque penso que jamas seria amada, la visita inesperada de este escritor afamado, hara que algo en ella sane y florezca con fuerza. Si, el verdadero amor va siempre mas alla. Leer el libro e interpretar a Berta ha supuesto para un viaje de vuelta a mis origenes, reconectando con mi Andalucia, la tierra que me vio crecer. Paz Vega Actriz protagonista PROLOGO II Esta peli ha sido un viaje muy especial... me lei la novela, el guion y me gusto, hable con Macarena por videoconferencia y descubri a una mujer valiente que queria llevar al limite al personaje de Antonio. Trabajamos meses de manera online y una semana antes de empezar a rodar nos desplazamos a Malaga y tuvimos bastantes dias de intenso trabajo. La complejidad de Antonio radica en que el se cree a si mismo un hombre creativo, melomano y triunfador pero en realidad interprete a un personaje con problemas de creatividad, inseguro, alcoholico que cuando llega a ese pueblo llamado Quintanar, descubre su complejidad y la muestra al resto de personajes tan inspiradores para el, va moldeandose de tal forma que acaba por encontrarse a si mismo y descubrir un nuevo camino para su novela. Con Antonio regresamos a su pasado, ese fue el trabajo, para darle profundidad a toda esa complejidad mental, decidimos buscar al nino, acompanarlo, transitar por su orfandad, el cole, como fueron sus amistades... conforme trabajabamos ese pasado, mas claro era el camino que debia recorrer el Antonio de la pelicula. Todos los personajes de la novela tienen su pasado, todos tienen algo que ocultar, son personalidades ricas y complejas que hace que la lectura sea una delicia. Cualquier accion en el presente es consecuencia de algo que ocurrio en el pasado y ese hace que el lector desarrolle su actividad y vaya encajando las piezas poco a poco de este puzzle psicologico. Javier Rey Actor protagonista 1 LA HUIDA Cuando una batalla esta perdida, solo los que han huido pueden combatir en otra. Demostenes Antonio aprieta el boton del CD mientras conduce su todoterreno negro. Comienza a sonar la musica, su preferida... <> de Don Giovanni. Dicen que la musica amansa a las fieras. Al menos eso le decian en las terapias. Pero el no esta seguro de eso. Como tampoco cree en las terapias. Lo que si sabe es que esa musica le reconforta. Aunque no le saque del todo de su ansiedad y mucho menos de su propia vida. Por eso mismo trata de huir de ella. ?El destino? El destino es lo de menos. Lo importante es la huida... quizas una huida hacia la nada. ?Acaso ensenan eso en las terapias? No, en las terapias todo es bla, bla, bla... Muchas veces piensa que la mayoria de los psicologos deberian tener su bla, bla, bla en sus propias terapias. Y seguramente lo tengan. Tiene que ser muy complicado vivir de problemas ajenos uno y otro dia. Sobre todo cuando todos tenemos los nuestros. Por eso su destino lo eligio por Internet... El sur de Espana. No es muy ortodoxo escoger asi un destino a la primera, pero la chica de la agencia fue especialmente amable y supo vender bien su producto. ?Que pensarian en la terapia de eso?, ?y que mas da? Indudablemente, ver esos paisajes de ensueno mientras conduce le hace relajarse y pensar que no se ha equivocado en absoluto. ?Por que no? Nada peor que vivir encarcelado en una ciudad que te ahoga hasta el infinito, incluso cuando ya de por si te sientes ahogado. Da una calada a su cigarro electronico. Otras de las perfectas recomendaciones de las terapias: nada de alcohol, nada de tabaco, en definitiva... nada de nada. Y de la nada, nada se saca... o quiza si. Un sabor insipido y un humo artificial. Aunque siempre hay cosas que merecen la pena, mas alla de las terapias. A traves del retrovisor comprueba que su perro esta placidamente dormido. A Zeus, que es como se llama, le encanta al igual que a el la musica clasica. Y, evidentemente, Zeus no es una fiera. Es un labrador de pelo largo que parece conocerle mas que nadie en esta vida. No esta muy acostumbrado a viajar en el trasero del coche, pero se amolda a todo. Se lo regalo Sara cuando era un cachorro. Nunca penso en tener perros. Pero Zeus no es solo un perro... es simplemente su vida entera. Antonio contempla un paisaje agreste y de elevadas cumbres, muy verdes. Alineaciones montanosas que dejan ver el rio que desciende formando un alargado valle. En definitiva, un paisaje idilico. Ciertamente, el paraiso deberia parecerse de alguna forma a esto. Desde luego, podria serlo... Un cartel al fondo indica: BIENVENIDO A ANDALUCIA Ironicamente piensa: <>. Antonio sonrie. Conduce despacio. No tiene prisa por llegar, aunque haya quedado con la de la inmobiliaria a cierta hora. Pero aun queda tiempo de sobra Solo quiere impregnarse de tanta belleza natural. Abre la ventanilla. Necesita respirar. No puede dejar de notar el aire que huele a azahar, tan puro y tan limpio, que entra en el coche. El sonido del viento le hace volver la vista atras. Zeus despierta y sacude las orejas: --?Te he despertado, chico? No queria hacerlo, pero tienes que sentir esto. Esto no tiene precio, Zeus. Es... es la unica cosa que deberia ansiar una persona... vale, o un perro... o tu y yo, que demonios. Lo importante es respirar aire libre. Y siempre caminar hacia un aire mas limpio. Zeus agacha la cabeza. Las paginas de un manuscrito que reposan en el asiento trasero comienzan a moverse agitadas por el viento. Zeus ladra. Antonio cierra la ventanilla, el manuscrito vuelve a su sitio. Es un manuscrito de una novela: El inicio, una novela de Antonio Prieto. Es su segunda novela, la primera, La calma, tuvo un relativo exito. Incluso estuvo dentro de las veinte mas vendidas. Pero con esta segunda, la editorial tuvo muchas mas dudas. El tambien las tiene. Para que negarlo. Asi es el trabajo del escritor: hoy te encumbran... y manana te matan. Y lo peor de todo es que uno nunca esta satisfecho del todo con lo que escribe. Y podria volverlo y volverlo a escribir... incluso cuando ya te han dado premios y considerado como alguien importante. Tu sientes que siempre algo falta o falla en tu novela. Antonio sonrie: --!Vale, Zeus!, te tendras que ir acostumbrando al viento. Los dos lo haremos. El movil suena. Antonio lo mira, aunque lo omite. Es Sara, su representante. Diez anos mayor que el, atractiva y, sobre todo, muy segura de si misma. Al menos en apariencia. Representante, confidente y, a veces, amante ocasional. Antonio canta la opera para distraerse del sonido del movil, pero finalmente salta el contestador: --Hola, Toni. Llevo toda la noche sin dormir... Estoy preocupada, sobre todo al ver tu cara despues de la estupida reunion de ayer. Te fuiste sin decir nada... aunque creeme que te entiendo. !Hijos de puta! ?Que cono sabran ellos? !Dios! !Ya los conoces! !Son unos autenticos cretinos! Pero eso es lo de menos... Esperaba hablar contigo... No se, tomarnos algo... En fin, que narices, despotricar, reirnos de ellos y del mundo, y acabar borrachos como una cuba como haciamos antes en cualquier bar inmundo. Antonio suspira, baja el volumen de la musica y conecta el manos libres: --Hola, Sara. --!Joder, Toni! --Si te refieres a como acababamos borrachos follando en mi sofa... eso era antes. Antes de que tu te enrollaras con uno de esos cretinos... Sara, los cretinos... son cretinos, pero el viento no sopla igual para todo el mundo. Y te aseguro que tendrias que sentir este viento. Sinceramente, dan ganas de dejarlo todo. --Pero... ?que dices, Toni? ?Donde estas? --?Que mas da eso? --!A mi no me da igual! !Somos amigos! Antonio sonrie. --!Pues claro! Por eso no quiero quitarte el sueno. Y ciertamente... esos putos cretinos, incluyendo al tuyo, tienen razon en una cosa: mi novela no es buena. --?Que estas diciendo? !Claro que es buena! --!Da igual, Sara! Necesito desconectar de todo, incluso de ti. Perdona, no te ofendas. --?Desconectar? ?Que cono significa desconectar? Querras decir que te tomas unos dias para aclarar tus ideas. Se que los necesitas... Ultimamente estas un poco tenso... Bien, aprovecha el fin de semana, el lunes vuelves y hablamos de la reunion. Antonio vuelve a sonreir. Sube la musica para que Sara la escuche. --!Toni, Toni...! ?Me estas escuchando? Vale, pues el martes o el miercoles... Tomate tu tiempo. Antonio canta al son de la opera fuertemente: --Andiam, andiam, mio bene... Sara esta fuera de si. --!No hagas tonterias, Toni! Firmaste un contrato... Sabes que tienes que volver... Nos jugamos mucho. Antonio sigue cantando: --A ristorar le pene... Sara esta cada vez mas nerviosa. --!Al menos, dime donde vas! Antonio sigue cantando sin escucharla. --D'un inocente amor... !Adios, Sara! !Ya te llamare! Antonio desconecta el movil y sigue cantando. No es que Sara no sea su amiga, y ni siquiera le reprocha su relacion con el editor de turno. Al fin y al cabo, es logico. Y, ciertamente, es la unica que se ha ocupado de el en los ultimos anos. Incluso cuando mas solo y mas perdido ha estado. No la puede culpar de nada. Hace su trabajo como nadie, y siempre ha estado cuando la ha necesitado. Pero la amistad es algo que para Antonio entrana toda una paradoja. Al igual que el amor. Porque ambas son palabras complejas, y mezclarlas puede ser tan peligroso como mezclar el fuego y el agua. Sobre todo... porque esas palabras para el son simples palabras propias solo de una novela, sin sentido ninguno. Solo palabras.

  • Hazme una escena de amor, C.M.A de

    https://gigalibros.com/hazme-una-escena-de-amor-c-m-a.html

    Anabela Bregan es una reconocida autora de novela romantica que se enfrenta a un momento decisivo en su carrera, debe re-formularse o extinguirse. Tiene dos opciones: se echa de cabeza de una vez por todas a la moda erotica, o muere a los pies de sus colegas que saben explotar el genero. La derrota es inminente, su falta de creatividad sexual encuentra la base en la inexperiencia personal. Joaquin es el amante perfecto, un autentico maestro del sexo, y algo mas que la casualidad lo llevara a golpear a su puerta con un proposito en particular, ser el trabajo de campo que Anabela necesita. La desesperacion llevara a Ana a tomar una decision no propia de ella, arrojarse en los brazos de ese hombre con la unica intencion de encender su cuerpo y que este haga lo mismo con su imaginacion. ?Que sucede cuando juntas a una especialista del amor con un especialista del sexo? Mmmm…mejor no te lo digo. Descubrelo. !Vamos, ven…hazme una escena de amor!

  • La decision de Ivanova (Ivanova 3) de Clara Ann Simons

    https://gigalibros.com/la-decision-de-ivanova-ivanova-3.html

    Al volver de su ultimo viaje de trabajo en Hanover, Lucia debe enfrentarse a la realidad.

  • Revolucionarios de Joshua Furst

    https://gigalibros.com/revolucionarios.html

    Freedom (Fred) es el unico hijo del Lenny Snyder, legendario activista e icono de la contracultura americana. Ahora frisa la mediana edad y no puede hacer como si su psicodelica infancia nunca hubiera existido: el caos, las manifestaciones, los cambios de ciudad con la familia a cuestas huyendo de la pasma. Lenny fue un tipo de personalidad magnetica, un iluminado capaz de hipnotizar a las masas con sus esloganes, pero no supo conseguir el carino de su hijo y su mujer, a los que trataba con crueldad. Revolucionarios es un viaje cautivador por los feroces anos sesenta, que nos descubre el fin de una decada a traves de los ojos de un nino. Una saga caleidoscopica, una alegoria de Estados Unidos y un retrato profundamente intimo de la relacion de admiracion y rencor entre un padre y un hijo.