theodor schindler
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theodor schindler - Bernard von Brentano
https://gigalibros.com/theodor-chindler.htmlAlemania, 1914. Los Chindler son una clasica familia burguesa alemana. En su casa se toca el piano y los domingos se va a misa. Theodor Chindler es diputado en el Reichstag por el Partido Catolico de Centro. Elisabeth, su mujer, es tambien muy conservadora y su principal preocupacion es que su familia ascienda social y economicamente. Ambos piensan que nada pondra en duda su autoridad, ni el orden ni la paz que reina en la familia. Pero ha estallado la guerra y, mientras sus hijos Ernst y Karl se dirigen al frente, en casa se empieza a discutir acaloradamente sobre el emperador, la miseria en los hospitales de campana, la guerra naval… Las fisuras familiares se terminaran de ahondar cuando la hija, Maggie, se va a vivir con su novio socialista y se une a las luchas del movimiento obrero en contra de la voluntad de su padre; mientras Leopold, el hijo mas pequeno, se enamora de un companero de estudios; y a Ernst y a Karl la vida y la muerte en las trincheras les va a cambiar en distintos sentidos. Ya nada sera igual ni en Alemania ni en la familia Chindler, por mucho que Elisabeth quiera seguir viviendo como si la guerra no existiese, como si nada hubiera pasado. Brentano escribio ” Theodor Chindler ” en 1936, desde su exilio suizo. Un retrato del fin de una epoca, y un anticipo de lo que iba a venir despues, a traves de los miembros de una familia burguesa alemana. La novela, que recuerda en parte a ” Los Buddenbrook ” de Thomas Mann, fue comparada con ” El subdito ” y ” El profesor Unrat ” de Heinrich Mann. Conto, entre otros, con los entusiastas elogios de Thomas Mann y de Bertolt Brecht, que se la recomendo a Walter Benjamin.
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schindler theodor - Iberlibro
https://www.iberlibro.com/buscar-libro/autor/schindler-theodor/Pränatale und perinatale Psychosomatik. Richtungen, Probleme, Ergebnisse. de Hau, Theodor F. und Sepp Schindler (Hrsg.): y una gran selección de libros, ...
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Theodor Chindler : Brentano, Bernard von: Amazon.es: Libros
https://www.amazon.es/Theodor-Chindler-Roman-deutschen-Familie/dp/3518397796Theodor Chindler : Brentano, Bernard von: Amazon.es: Libros. ... Theodor Chindler Tapa blanda – 1 febrero 2001 ... "Theodor Schindler" von B. v. Brentano
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Plano general | El Correo
https://www.elcorreo.com/culturas/territorios/plano-general-20180825071019-ntrc.html25 ago 2018 — Sin embargo, el libro va poco a poco revelándose como algo distinto. ... Sven Hanuschek describe 'Theodor Schindler' como «una de las ...
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Crítica de la novela THEODOR CHINDLER crónica precisa de ...
http://www.inperdibles.com/2020/04/critica-de-la-novela-theodor-chindler.html3 abr 2020 — Sus libros fueron quemados por los nazis en 1932. Es un fresco acerca de Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, a través de la familia ...
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Canción de amor en las puertas del infierno | Babelia | EL PAÍS
https://elpais.com/diario/2010/05/15/babelia/1273882341_850215.html14 may 2010 — Crítica:LOS LIBROS DE LA SEMANA ... la ocupación nazi de Polonia por una especie de Theo Schindler, se convierte, por gracia del amor, ...
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La Lista De Schindler | MercadoLibre
https://listado.mercadolibre.com.uy/la-lista-de-schindler -
Libro La Lista De Schindler | MercadoLibre
https://listado.mercadolibre.com.uy/libro-la-lista-de-schindlerEnvíos Gratis en el día ✓ Comprá Libro La Lista De Schindler en cuotas sin interés! ... Libro Theodor Chindler - Brentano, Bernard Von. 2741 pesos$2.741.
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Dime tu nombre de Lina Galan
https://gigalibros.com/dime-tu-nombre.htmlMUNDO REAL DE LUCIA:
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La cima mas profunda de Michel Crisol
https://gigalibros.com/la-cima-mas-profunda.html“!Arriba, arriba! Yo siempre ascendia guiada por el instinto mas certero, confiada en mi empeno y la fuerza de mi cuerpo. Sorteaba cualquier obstaculo de la roca, rapido, sin esfuerzo; al reves de lo que hacia con los enigmas de mi vida… ?Como no iba a lanzarme tras la leyenda, ojos vendados y corazon en la mano, a cambiarlo todo?”.
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El fruto del honor de Elif Shafak
https://gigalibros.com/el-fruto-del-honor.htmlLa historia de una familia kurdo-turca que se traslada a Londres en los anos 70 sirve de motor narrativo para contar el dificil encaje de tradiciones distintas.
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ADN de un Apocalipsis de Lucas Seimandi
https://gigalibros.com/adn-de-un-apocalipsis.htmlAmbientada en una Argentina no muy lejana, ADN de un Apocalipsis experimenta los conflictos de cientos de refugiados que deberan adaptarse a vivir en un edificio sin luz ni ventilacion natural. Mientras las autoridades ocultan informacion para evitar el caos, el mundo fuera del Bunker se devora a si mismo. Marcos vive dentro del Bunker junto al resto de los refugiados, es uno de los pocos sobrevivientes del virus que contagio a los animales y acabo con la humanidad. Junto a Luci, la directora del Laboratorio 7, debera encontrar una cura para poder regresar al exterior… si es que las autoridades del Concejo se lo permiten.
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Muerte de un rey pirata 4 de Josh Lanyon
https://gigalibros.com/muerte-de-un-rey-pirata-4.htmlLa carrera como escritor del librero gay y, muy a su pesar, detective aficionado Adrien English de repente comienza a despegar. El actor de Hollywood Paul Kane, cuya fama es de sobra conocida, ha comprado la opcion por los derechos de su primera novela, El crimen siempre es descubierto.
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Las ninfas a veces sonrien de Ana Clavel
https://gigalibros.com/las-ninfas-a-veces-sonrien.htmlEn ese entonces me daba por tocarme todo el tiempo. Fluia. Me desbordaba. Jugueteaba con mis aguas. Claro, era una fuente. Pero no se crea que hablo en sentido figurado. Era transparente. Inmediata. Entera. Rotunda. Tambien era una diosa. En plenitud de poderes. Decia "viento" y los cefiros mecian el aire. Decia "belleza" y las aguas me devolvian mi imagen. Por supuesto, tuve que ir entendiendo cada cosa en su momento. Mis hermanas mayores me renian: "Te miras demasiado, terminaras por descubrir la muerte". Las desoia y entonces volvia a tocarme. Me envolvia en mis petalos, me gozaba sintiendome. Aspiraba mis olores. Respiraba. Latia. Bullia. Y vuelta a fluir. Yo era mi Paraiso. 2 Me gustaba recoger flores camino del templo. En ese entonces, en el trayecto, habia grandes extensiones sin edificios ni fabricas y los prados crecian a su aire por entre las vias abandonadas de un tren. Amapolas, margaritas, oropendolas, alcatraces, se inclinaban a mis pies, suplicandome que les concediera un lugar en mi regazo. Las elegia segun el arrebato del color, una transpiracion salvaje, el laberinto desnudo de una corola que empezaba a desflorarse. Era una abeja letal zumbando el placer de segarlas y hacerlas mias. Llegaba al templo cargada con un ramo copioso que no depositaba a los pies de ninguna efigie. Ahi tenian vasijas y floreros votivos con lanzas de gladiolas y penetrantes nardos. Asi que, antes de entrar, sacudia mis sandalias y abandonaba el ramo entre los jardines de rosas y narcisos cultivados que miraban con desden la agonia languida de sus hermanas silvestres. Una ocasion en que emprendia el camino de las vias del tren, me di cuenta que un hombre desconocido me seguia. De hecho, lo descubri al salir de la dulceria que estaba a un lado de mi casa, adonde habia ido por la diaria racion que don Eliseo me obsequiaba de corazones de caramelo, mis favoritos. Eran corazones encarnados y macizos pero se podian ir deshaciendo en la lengua con una suave succion. A don Eliseo le encantaba que le mostrase el avance de los dulces reducidos en mi boca, sobre todo porque --decia-- los labios entintados se me volvian mas coquetos que los de una muneca. Recuerdo que aquella vez traia yo puesto un vestido de gasa con unas cintas entretejidas a manera de corse y un ramito de violetas de fantasia en el nacimiento del pecho. "Parece que vas a una cita y aun no estas en edad", me reprendio una de mis hermanas mayores. No le hice caso, feliz del vuelo de la gasa que me envolvia como un capullo. Pero cuando atisbe que el hombre desconocido me habia visto al salir de la dulceria, supe que Teresa tenia razon: Destino se aprestaba a dar uno de sus pasos certeros. Cierto es que yo tambien le ayudaba al Destino: me detenia de tanto en tanto para verificar que el hombre me iba siguiendo. Le marcaba el camino. Tampoco podia evitarlo: el hombre me recordaba a mi padre, el mismo aire de titanes que saben lo que quieren y decirtelo con el palpito de una sola mirada. Y asi lo fui llevando por el sendero de las flores. Recuerdo que me inclinaba para cortar un diente de leon cuando percibi que el hombre estaba a mis espaldas y me tenia a su alcance. Me gire para ofrecerle las flores que habia segado hasta el momento y el se apresuro a tomarlas con todo y mi mano. Todo un senor titan pero cayo de rodillas ante mi y pude verlo a los ojos. Era la mirada que despues he visto en otros: un fervor sufriente, apremiante. Claro, yo era una diosa. Dispensadora de dones. Aparto las flores y me alzo la gasa tenue del vestido apenas lo suficiente para dar con mis pantaletas. Devoto, se inclino hasta hacerlas bajar a los tobillos. Entonces me toco. Conoci un nuevo Paraiso: ese que comienza en ser juguete del deseo de los otros --y disfrutarlo--. Aun puede quitarme el aliento recordar su respiracion entrecortada en mi vientre. O sus dedos tenues abriendome en flor. O sus labios bebiendome apenas sin pausa. 3 Nada que ver con los episodios que le escuche contar a otras diosas en el bosque. Ninas violentadas con el vientre despanzurrado como munecas inservibles. Olas pubescentes que se habian quedado atoradas en miasmas de dolor y ultraje. Fue el caso de Jazmin y el jardinero. Un hombre hermoso como el vigor de su piel, que afilaba las cuchillas de la podadora y la aceitaba con un esmero de amante solicito. Comenzo por ofrecerle granadas que Jazmin atrapaba en la falda del vestido, luego nisperos con los que le fue senalando el camino a una covacha, situada en la tapia de las plantas en sombra. Claro, se trataba de un juego. Siempre es un juego. ?En que momento dejo de serlo? Jazmin se llevo las manos a la boca como para acallar un gemido. Con los ojos bajos dijo: "Por eso no tolero que venga un heroe cualquiera y quiera montarme por detras… De cualquier otro modo, menos por detras". Durante el relato, estaban presentes sus hermanas. Un claro en el bosque y en la memoria de todas. Entonces hablo Dalila y conto que, en vez de nisperos, el jardinero habia usado con ella galletas y suspiros de dulce. Y luego Rosa que confeso que a ella solo tuvo que guinarle un ojo. Era un satiro en toda la extension de su miembro. Rosa reconocio recostandose en la hierba humeda: "Y sin embargo… se mueve". Las otras la miraron con furia. 4 Confieso que era ambiciosa. Un par de monedas podian hacerme sonreir solo de pensar en otros dones: ya lo he dicho: dulces con forma de corazon, un lazo para el cabello, una caja de diamantinas, un frasco para hacer burbujas. El debio de saberlo desde que me vio en la dulceria. El caso es que me espero a la salida de la tienda, lejos de la mirada de don Eliseo, y sin que nadie pudiera percatarse en la calle, ni el portero de palacio, ni los pretendientes de mis hermanas que hacian corro en el cofre de un Mustang estacionado, me mostro una reluciente moneda de plata. Por supuesto, lo segui cuando se introdujo en el corredor central de esa ciudadela donde viviamos. Atravesamos el primer foso. De un lado, aparecio la mujer del vigia con su cara de dragona enfurrunada y me dijo: "Acuerdate que a tu mama no le gusta que juegues en los patios de atras". El hombre habia seguido su camino y yo tuve que cortar hacia un pasadizo lateral. Era un mundo de pasadizos, no se como conseguia llegar alguna vez a mi torre. A punto de subir las escaleras, con un pie en el borde del primer escalon, descubri una mancha de lodo en mis botines de charol negro. Con toda la elegancia de una principessa, saque un panuelito de la manga y prepare un buen trago de saliva que deje estampar directamente sobre la mancha de lodo. Acto seguido, me aplique a limpiar con el panuelito la zona del estropicio que parecia haber aumentado. La mancha se habia tornado luminosa y comenzo a bailar de un lado a otro por la superficie lustrada del botin. Despues, subio por el tobillo hacia la calceta gris y luego a la rodilla y de ahi ascendio en rafaga hacia mis piernas que el vestido rabon no podia cubrir del todo. Me incorpore de un brinco. El brillo me salto al rostro y de ahi a la mirada. No pude verlo, pero lo adivine: desde el patio de luz en aquel mediodia fragante, el hombre de las monedas de plata las hacia espejear resplandores como un experto mago trashumante. Cuando me empujo suavemente al cubo sombrio de las escaleras, yo iba con el si de una sonrisa plena. Queria las monedas magicas. Me deje tocar por el mago que tambien era un caballero de manos dulces. Las monedas de plata me fueron conferidas. Juro que resplandecian en la penumbra con el fulgor de las promesas. Entonces, me llamaron mis hermanas. Primero, Clio; despues, Teresa. Sus gritos eran tan fuertes que tuve que zafarme del mago. El hizo aparecer mas monedas entre sus dedos --o solo una mas, pero la hacia serpentear entre uno y otro como si fueran varias--. Le prometi: "Volvere por mas". Pero mis hermanas me encerraron: "No te das cuenta… Una vez mas, te hemos salvado". Y escondieron la llave hasta que llego el Padre omnipotente. 5 Padre omnipotente --fulgurator, lucetius, pluvius, celestial, stator, terminus, tonante, victorioso, summanus, feretrius, optimus maximus, alias el magnanimo-- me mando llamar. Estaba en su trono y escuchaba el recuento del dia cuando entre a la sala de audiencias. Hice las reverencias necesarias y con su venia me acerque. "Asi que otra vez has hecho de las tuyas…". Baje la mirada. Me dio tres nalgadas y un jalon de orejas que era vehemencia, puro beso contenido. 6 Habia placer por todos lados. Hasta en recoger chicles pegados del suelo y volver a mascarlos. Competencias entre Pancho Pantera y Juan Pistolas para ver quien terminaba primero el tazon de ambrosia con cereal. Me gustaba mi nombre delicado y etereo --papa habia elegido el eco de un nombre con alas y poderes magicos-- pero no tenia empacho en convertirme en Juan Pistolas o en Aquiles Magno con tal de que reflejase todo mi poderio. El impetu de mis piernas bullentes, la entereza de mi espalda, el goce del aire en mi pecho, sin necesidad de coraza alguna. Sola la fuerza de mi espada… o de mis pistolas. Unos trabajadores del servicio de calderas del palacio habian hecho apuestas sobre quien entre todos los delfines se arrojaba desde el primer balcon sin romperse una costilla. Hicimos cola para medir nuestras destrezas en el arte de rebotar trovando pues ademas habia que cantar una cancioncilla antes de estamparse. Quisieron negarme el paso y sacarme de la fila: "Dijeron delfines, no infantas infantiles", me espetaron. Yo les dije: "Infantes ustedes, yo soy hija de monarcas, ?no conocen a las delfinas?" Entonces David, que traia su envidiada chamarra de cuero, blandio su honda ante los ojos de mis rivales: "Dejenla en paz, si quiere despanzurrarse… ella sabra". Pero no me despanzurre: cai perfecta sobre mis piernas de silfide amaestrada y les gane a todos porque a la hora de la caida se lastimaban un hombro, la cadera, un tobillo. Solo David, que era de mi tamano, cayo como pastorzuelo experimentado de barrancos y precipicios. Pero se le olvido entonar el himno: "Cuando se muere por una sirena, se va con ella al fondo del mar", que coreaban como buenos piratas los de la caldera. Y asi, con el titulo de Delfin Juan Pistolas, princesa Ada para mas senas, me coronaron vencedor de abejorros y picaflores. Por supuesto, los chicos se molestaron. Solo David, que ya he dicho era de mi tamano, me invito a jugar con el, traspuesta la honda y una montanita de piedras por si los otros se acercaban. Le comparti un caramelo acorazonado que chupamos por turnos. Me presto un caleidoscopio magico de letras que formaban mensajes cifrados. Cada vez nos ibamos acercando mas. Nos estampamos besos de vampiro en los brazos que quedaron con huellas amoratadas de tanta succion y en los que despues me volveria toda una especialista. Nos frotamos la piel hasta extraernos un exquisito eau de parfum no. 5 de gallina concentrado. De pronto, me cobijo entre el compas de sus piernas. El cuerpo y la piel eran una alegria rotunda, como en el principio de los tiempos, la piel y sus abismos, siempre la piel. El cuerpo que se enciende y cuyo goce es el mas profundo de los saberes. Solo estabamos sentados, uno adentro del otro. Yo recostaba la frente en su hombro para calmar tanto Paraiso, cuando llegaron a interrumpirnos. "Miralos, estan jugando a papa y mama…" Por supuesto, fueron a acusarnos. Esta vez llegaron Talia y el arcangel Azrael, que al igual que padre, trabajaba todo el dia, blandiendo nubes y truenos. David se asusto y sin que le pidieran explicacion alguna, confeso: "Solo jugabamos a las cebollitas…" "Asi que muy hortelanos, ?no?", nos amenazo Azrael secundado por Talia, "pero la proxima vez, los expulsamos del Paraiso".
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Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez
https://gigalibros.com/inapropiadamente-hermosa-confesiones-en-la-noche-1.htmlIncapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.
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Lazos de amistad de Susan Mallery
https://gigalibros.com/lazos-de-amistad.htmlDespues de cinco anos desempenando la labor de ama de casa, Gabby Schaefer estaba deseando volver al trabajo. Pero cuando sus planes se vinieron abajo por una impactante noticia y las demoledoras expectativas de su marido, Gabby tuvo que luchar por el derecho a tener una vida propia.
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Juego y Distraccion de James Salter
https://gigalibros.com/juego-y-distraccion.htmlJuego y distraccion, que toma prestado su titulo de un versiculo de El Coran, narra la historia de amor entre Philip Deane, un universitario norteamericano que vaga por Europa, y Anne-Marie Costallat, una joven dependiente francesa. La historia de estos desventurados amantes nos llega, evocada en todo su esplendor erotico, a traves de la imaginacion de un solitario compatriota de el.
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Las mujeres de mi vida de Colette Green
https://gigalibros.com/las-mujeres-de-mi-vida.htmlPedro es un hombre bien dotado dispuesto a complacer a toda aquella que lo desee. su capacidad de convencimiento hace que todas sus mujeres accedan a lo que el desea.
Conoce su historia y disfruta de sus experiencias imaginando que eres parte de ella. -
El gigolo seducido de Noelia Gonzalez Fernandez
https://gigalibros.com/el-gigolo-seducido.htmlAlison, una chica joven, con un trabajo estable y una vida sencilla, se encuentra, de un dia para otro, con la peor noticia que le podrian dar: se esta muriendo. A partir de entonces, decide hacer todo lo que siempre quiso hacer antes de que sea demasiado tarde. Contrata a un gigolo, Marc, segura de que con un profesional podra disfrutar de todas las experiencias sexuales habidas y por haber, ademas de asegurarse de que los sentimientos no seran un problema. Lo malo es que el corazon no entiende de situaciones complicadas y termina haciendo acto de presencia por parte de ambos. Los dos se gustan, se atraen, todo es perfecto. Hasta que llega el dia en que todo se descubre, y aquello que fue en un principio de color rosa, se vuelve negro.
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La habitacion de los susurros de Dean Koontz
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Dulce desvelo 1 de Megan Marsell
https://gigalibros.com/dulce-desvelo-1.htmlTanto Beth como Maddox tienen un pasado traumatico, un pasado marcado que les causa horribles pesadillas, obligandolos a permanecer despiertos.
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La cita de al lado (Cita para Rehacer 3) de Susan Hatler
https://gigalibros.com/la-cita-de-al-lado-cita-para-rehacer-3.htmlLo unico peor que deshacer las maletas es deshacer las maletas dos veces, y estoy deshaciendolas por tercera vez desde que me mude al centro de Sacramento. Si, !yo! No. En mi agenda, deshacer las maletas esta a la altura de fregar la olla despues de hacer macarrones con queso, quitar chicle de la suela de mis zapatillas favoritas o intentar encontrar una habitacion de alquiler en una casa compartida con alguien que no conozco. Asi que me converti en la reina del courchsurfing... hasta aquel dia. Previo a saltar de sofa en sofa por los apartamentos de mis amigos del centro, habia estado viviendo con dos de mis cuatro hermanos a las afueras de la ciudad y me habia cansado de ir al trabajo. ?Trafico en hora punta dos veces al dia? Paso. Tras vagabundear en el sofa de mi amiga Krista y luego en el sofa de mi amiga Abigail, me encontraba oficialmente de alquiler en una habitacion de la casa de mi mejor amiga de la infancia, Lucy Remington. Lucy y yo siempre habiamos hablado de compartir residencia en la universidad, pero luego ella se marcho a Princeton mientras yo entre en la universidad local, en U.C. Davis. Tras todos aquellos anos, Lucy y yo viviamos juntas por fin. Me encontraria saltando de alegria si no hubiera estado, ya sabeis, deshaciendo las maletas. Inspeccione mi nueva habitacion en su elegante casa adosada: techo alto, ventanas con adornos blancos con cortinas romanas y mi colchon doble, somier y foto que habia usado desde la universidad. Mi mirada se poso en Lucy mientras ella alzaba uno de mis vestidos de verano hasta su pecho y luego examinaba su reflejo en el espejo de cuerpo entero de la habitacion. Ella acababa de sacar ese vestido de una de las muchas cajas de carton que yo habia subido por las escaleras de la nueva casa adosada de Lucy, que su madre le habia comprado (pago en efectivo, fijate) solo para que Lucy viviera cerca de sus padres. Debia ser genial aquello. Lo ultimo que me compro mi madre fue una caja de dulces en el cine cuando vimos la ultima pelicula de Jennifer Lawrence. Pero, en defensa de mi madre, mis padres no estaban tan bien situados como los Remington. Lucy tenia una tarjeta de credito de sus padres sin limite de saldo y compraba en boutiques de disenadores, mientras que yo normalmente compraba mi ropa en estantes de rebajas y tiendas de segunda mano. A pesar de nuestras polaridades financieras, nacio una fuerte union entre nosotras cuando eramos ninas. Mis hombros se tensaron cuando colgue una chaqueta de mezclilla en una percha y despues la coloque en la percha dentro del armario. Desembalar, desembalar sin fin... Luego agarre un par de vaqueros, los doble y meti en un cajon de la comoda y me di la vuelta en busca del vestido de verano que mi amiga habia estado sosteniendo y que, en aquel momento, se encontraba arrojado en la caja que acababa de vaciar. --!Lucy! --Recogi el vestido mientras ella se volvia hacia mi, con su mano tocando la chaqueta que yo acababa de colgar. Ella retiro la mano y puso una mirada inocente. Sus ojos se agrandaron. --?Que pasa, Hannah? --Te estas perdiendo toda la parte de deshacer las maletas --dije, inclinando la cabeza hacia la izquierda, haciendo rebotar mis rizos oscuros sobre mi hombro--. Te ofreciste a ayudar, no a trabajar en mi contra. --Estoy tan emocionada de que finalmente vivamos juntas --Lucy sonrio y luego tomo el vestido y lo puso en una percha mientras yo regresaba a por otra caja aparentemente sin fondo--. Compartir ropa es practicamente un requisito de companeras de casa. Solo estoy revisando mis opciones. --Oh, ?es eso lo que estas haciendo? --Me rei mientras ella indagaba mas profundamente en mi armario casi a reventar. El armario de Lucy estaba lleno de Prada y Gucci, mientras que el mio tenia hallazgos de tiendas de segunda mano y compras gangas. Combinados, nuestros conjuntos de ropa serian definitivamente unicos. --Pero ninguna de estas faldas negras lisas o abotonadas va a funcionar en mi cita de esta noche --gruno Lucy, arrojando un par de opciones rechazadas por encima de su hombro, de vuelta a una caja de carton--. Este es el ultimo intento de encontrar un novio con el que puedo contar antes de renunciar a ello para siempre, asi que mi look tiene que reflejar ese objetivo o voy apanada. --Sin meter presion, eh --dije, levantando una ceja. --?Vale? Bueno, si Derek me estuviera preparando la cena en casa, uno de estos conjuntos podria haber funcionado, pero me llevara a The Boat House a cenar. ?Sabes ese restaurante en el rio en Old Sac? Asenti con la cabeza, sintiendo un poco de envidia. --Debe ser genial tener una cita. --Saliste con Patrick por alli durante un tiempo --dijo, mirandome de una forma que explicaba que no le gustaba Patrick y que no es que lo echara de menos exactamente. --Patrick era agradable --dije, encogiendome de hombros--. Solo que un poco tambien... extravagante para mi. --Yo tambien soy algo extravagante --Ella asintio, agarrando un punado de la nueva ropa de oficina que habia comprado tras mi reciente promocion laboral --. Asi que tampoco encuentro vestuario para mis citas. --Es mi nueva ropa de trabajo, ?vale? --dije, ordenando el desorden de Lucy. De hecho, habia estado arreglando el desorden de Lucy desde el primer dia de la escuela primaria cuando accidentalmente se le cayo la bandeja de la cafeteria en el comedor y lloro. Limpie su desastre, comparti mis rodajas de manzana con ella, y nos convertimos en las mejores amigas desde entonces. Me quede mirando mi nuevo look de oficina y suspire. --He soportado mucha presion en el trabajo desde que mi jefa renuncio y emprendio su propio negocio de maletas. --Jennifer, ?verdad? Pense que te habia ascendido antes de irse. --Lo hizo, pero ahora tengo que estar a la altura del aumento de sueldo impresionando a un cliente que mi nuevo jefe quiere que consiga. --Tu nuevo jefe todavia te esta probando, ?eh? --Por no decir otra cosa --dije, estudiando la falda de tubo a rayas que sostenia, que era una desviacion de mi estilo normalmente mas informal--. Si no logro que este cliente firme, creo que mi jefe me va a despedir. Yo no era su eleccion para el trabajo y Jennifer tuvo dificultades para convencerlo de que me diera una oportunidad. Solo tengo esta oportunidad, asi que no puedo desaprovecharla. Llevaba dos anos trabajando en la prestigiosa empresa de marketing Haskell & Haskell y recientemente me habian ascendido a jefa del recien creado departamento de redes sociales. A pesar de mi experiencia en la empresa, a Peter Haskell, el director ejecutivo, no le encanto que fuera licenciada en sociologia. Todo giraba en torno a quedar bien en el papel y aparentemente mi curriculum no se ajustaba a mi sueldo. Yo no era su primera (o segunda) opcion para el puesto, por lo que se dedicaba a examinar todos mis movimientos en la oficina. Afortunadamente, Jennifer habia convencido al Sr. Haskell de que me dejara dirigir el departamento de redes sociales, algo imprescindible en el mundo del marketing actual. Pero tenia que demostrar mi valia y hacerlo rapidamente. ?Mi prueba? Contratar a Ray Livingston para Haskell & Haskell, el millonario disenador de moda que se hizo a si mismo. ?El problema? Todas las demas empresas de la ciudad querian su cuenta. ?Nivel de estres? Alto. ?Como podria yo, Hannah Griffin, con una falda de ganga y tacones de tienda de segunda mano impresionar al multimillonario Ray Livingston? Si, eso es lo que todavia estaba tratando de averiguar. Pero pense que comenzar con un atuendo de trabajo sobrio (lease: aburrido) no haria dano. Lucy puso una mano en mi hombro, haciendome saltar. --No te preocupes, Han. Vas a conseguir a ese cliente y luego tu jefe se dara cuenta de que Jennifer tenia razon al promocionarte. --Gracias por tu fe, pero no lo se... --Mi estomago se revolvio. La cabeza me dio vueltas. Cada segundo que dedicaba a deshacer maletas era un segundo en el que podria estar elaborando una estrategia sobre como conseguir ese nuevo cliente. Pero no parecia estar progresando en el frente de desembalado gracias a que mi mejor amiga seguia centrada en su cita. Mire alrededor todo el desorden en mi habitacion y entre en panico. --Me van a despedir. --No, lo tienes hecho --Ella me dio un pequeno apreton en el hombro--. Se que lo haras. --No estoy tan segura --dije, deseando por primera vez haberme graduado en marketing para que el senor Haskell estuviera mas contento conmigo. En realidad, habia elegido estudiar sociologia porque parecia que me iba bien en esas clases y las disfrutaba. Me gradue, consegui un trabajo y tres anos despues todavia no habia encontrado mi pasion hasta que consegui el trabajo como asistente de Jennifer y poco a poco me di cuenta de lo que queria hacer a tiempo completo: marketing en redes sociales. Era mi oportunidad. Realmente pensaba que era buena en eso y creia que podia ayudar a Ray Livingston a mejorar la visibilidad de su marca a traves de las redes sociales. Tenia grandes ideas. El problema era que yo era una joven de veintiseis anos cuyo curriculum decia: sociologia, camarera y asistente. ?Quien escucharia mis sugerencias? No Peter Haskell, eso estaba claro. --Le vas a encantar a ese cliente --insistio Lucy, mirandome a los ojos y asintiendo con la cabeza como si estuviera segura--. Te lo vas a quedar. --?Pero como? --pregunte, recogiendo mis nuevos tacones negros y mostrandole un rasguno que no habia notado antes. Senti que era injusto que no venir de una familia adinerada me dejara en desventaja--. Ray Livingston no me tomara en serio si cree que no luzco como una profesional, lo cual admito que no importa en este momento ya que ni siquiera puedo lograr que conteste mis llamadas o que me llame por telefono. Este tipo es multimillonario, Lucy. Necesito tacones de Christian Louboutin para dar una buena impresion, no tacones de segunda mano.
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Sin reglas de Isabel Arranz
https://gigalibros.com/sin-reglas.htmlLuz Pavones, una famosa presentadora de television, aparece brutalmente asesinada en su camerino del teatro donde representaba una exitosa obra. Lola Vergara es la inspectora jefa de la Brigada de Homicidios que esta al cargo de una investigacion con muchos sospechosos, dada la naturaleza desagradable, lenguaraz y soberbia de la victima. Ademas Lola vive una situacion familiar extenuante, una madre que pide constante atencion, un hijo adolescente y un marido con el que solo coincide en la cama (y durmiendo). Sin embargo, ella puede con eso y mas gracias a su valvula de escape: el humor y sus cuatro amigas. Pero. ?como sobrevivir cuando todo se complica y su vida privada salta por los aires?
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?Y si… es para siempre? 2 de Lory Talbot
https://gigalibros.com/y-si-8230-es-para-siempre-2.htmlAbby y Damien son la pareja perfecta, todo en su mundo va bien y ella es feliz. El dia que celebran su primer aniversario de bodas Abby descubre que esta embarazada, algo que los llena de ilusion y miedos. Pero, ?y si… la vida resulta no ser tan sencilla? ?Y si.. hay alguien esperando el momento propicio para hacerles dano? ?Y si… el amor de Abby y Damien vuelve a ponerse a prueba? Los celos, las dudas y las confusiones pueden hacer mucho dano a una relacion.
Abby debera decidir que es lo mejor para ella y su hijo, pero no sera facil tomar la decision. ?Podra perdonar de nuevo o por el contrario dejara que su corazon decida? Por suerte para ella, Jhon estara a su lado. Lo que ella no sabe es que su gran amigo tiene un secreto ?que hara cuando descubra lo que el esconde?
Amor, pasion, dudas, dolor y amistad. Encontraras todo esto en la segunda y ultima parte de esta historia. -
Como Animales de Jorge Borges
https://gigalibros.com/como-animales.htmlTodo comenzo por accidente.
Un retiro a la casa de las montanas.
10 personas, en mi casa.
Alcohol, cartas, dardos, alcohol. -
Comunicacion no violenta de Marshall B. Rosenberg
https://gigalibros.com/comunicacion-no-violenta.htmlSegun el autor la Comunicacion NoViolenta es un medio para establecer una conexion empatica con nosotros mismos y con el otro. La empatia es una cualidad muy valiosa y profundamente humana que todos podemos desarrollar. La Comunicacion NoViolenta nos ayuda a recuperar de nuevo nuestra capacidad natural de escuchar con el corazon. Marshall B. Rosenberg, conocido mediador internacional, ha ensenado durante cuatro decadas su modelo de Comunicacion NoViolenta en todo el mundo.
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Mia en Navidad de J. S. Scott
https://gigalibros.com/mia-en-navidad.html!Simon y Kara han vuelto!
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La cautiva de Victoria Windspelle
https://gigalibros.com/la-cautiva.html -
Ella si que estaba de Monica Benitez
https://gigalibros.com/ella-si-que-estaba.html?Por que no os venis tu y Esteban a cenar el sabado a casa? Mario hara su famosa lasana... --me sugiere mi mejor amiga. De pronto me arrepiento de haber quedado con ella en esta cafeteria, sabia que tarde o temprano tendria que contarle la verdad a Isa, pero no me apetece, y tras esa pregunta que acaba de hacerme y por el rumbo que esta tomando nuestra conversacion, al final voy a tener que hacerlo. --Otro dia Isa, estoy muy liada con el trabajo este fin de semana--digo con un gesto agotado que no la convence. --Venga ya Vane, cuentale el rollo a otra, disenas paginas web, tu no tienes horarios-- responde molesta. --Es verdad, pero tengo mucho trabajo acumulado Isa, y habia pensado ponerme al dia este fin de semana. Siento cierta presion en el pecho cuando clava su mirada en mi y sus ojos se empequenecen, esa es la cara que Isa pone cuando sospecha algo, y ante su mirada acusadora soy incapaz de mentir, lo he intentado varias veces pero no funciona, Isa me conoce demasiado bien y siempre me acaba pillando. Le basta con poner ese gesto y hacerme la pregunta para la que desea una respuesta y yo me siento desarmada y traspasada por la profundidad de sus ojos negros. --?Va todo bien entre Esteban y tu? Y ahi esta la pregunta, la odio cuando hace eso, no solo porque no puedo ocultarle nada, sino porque ademas me toca aguantar sus sermones. --?Podemos hablar de eso en otro momento Isa? Me gustaria tomarme el cafe tranquila... -- le pido en tono conciliador. --!Por Dios Vane! Dime que no has dejado a Esteban--dice elevando la voz y haciendo aspavientos con las manos. Miro en todas direcciones, la cafeteria esta bastante llena y el enfado de mi amiga ha captado la atencion de varias personas. --?Por que no gritas un poco mas alto? --Pregunto con ironia--yo creo que los de aquella mesa todavia no se han enterado--contesto de mal humor. --Que les den--dice sin inmutarse--. No te entiendo, te juro que no te entiendo Vane... Esteban esta colado por ti y es un buen chico, haceis una pareja estupenda, creia que te gustaba, ?que mas necesitas? --pregunta tan sorprendida como cabreada. Durante un segundo me quedo en silencio pensando en su pregunta, tiene razon, Esteban es lo que cualquier chica querria tener a su lado, es guapo, atento, carinoso y ademas es cierto, esta colado por mi. Pero por lo visto yo no soy cualquier chica. --No lo se Isa--contesto decepcionada conmigo misma--tal vez haya confundido todas sus atenciones con el amor y me he dejado llevar, pero creo que no es amor lo que yo siento por el-- le confieso aturdida. --?Como cono vas a saber si sientes algo por el si no te das tiempo Vanesa? Siempre haces lo mismo, en cuestion de dos meses te los ventilas a todos. Su ultima frase me duele un poco, suena peor de lo que realmente es, pero no deja de ser cierta, no he conseguido aguantar con ningun chico mucho mas de ese tiempo. Mi amiga esta claramente molesta y parece que su enfado crece por segundos, se esta poniendo colorada y me mira como si se esforzara por entender mi comportamiento. --?Os habeis acostado? --pregunta de pronto. --?Como? --Respondo aturdida--?a que viene esa pregunta, Isa? Aunque Isa es mi mejor amiga nunca he hablado de estas cosas con ella, soy una persona bastante reservada, me cuesta abrirme, sobre todo en ciertos temas, y el sexo es uno de ellos. Siempre que saca temas de ese tipo suelo desviar las conversaciones porque me siento incomoda, cuando quiere chincharme hace algun comentario morboso y no para hasta que me pongo como un tomate, pero ahora no es el caso, su pregunta va en serio y me estoy poniendo muy nerviosa. --Es una pregunta muy simple Vane, ?habeis follado? --insiste elevando la voz. --!Joder Isa! ?Quieres hablar mas bajito? --le pido avergonzada. --Contesta Vanesa--insiste traspasandome con la mirada--?te lo has tirado o no? El pulso se me acelera y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, estoy segura de que si estuvieramos en su casa o en la mia es muy probable que le dijese cuatro cosas, pero estamos en una cafeteria a las cinco de la tarde, rodeadas de abuelas cotilla y estudiantes que oyen la palabra sexo y les saltan todas las alarmas, asi que respiro hondo intentando contener mi enfado y me rindo ante la insistencia de mi amiga. --No, no me lo he tirado--confieso sin mas. --!Yo alucino! --dice abriendo mucho los ojos. --Si vuelves a levantar la voz me levanto y me largo--la amenazo. --Vale, vale, perdona, ya me calmo--concede por fin--?con Ivan hiciste lo mismo? ?Lo dejaste sin haber mantenido relaciones? --me pregunta mas serena. Creo que todas las personas tenemos en nuestro circulo de amigos a un confesor para ciertos temas, con unos nos es mas facil hablar de unas cosas y con otros de otras, y ahora mismo me estoy dando cuenta de que el hecho de que no hable de sexo con Isa no se debe solo a mi timidez, es simplemente que con ella no me siento comoda hablando de esto y no entiendo por que, es uno de sus temas favoritos. Quiza se deba a que ella habla de sexo como algo que simplemente sirve para dar placer, como algo que se debe hacer siempre que se puede y yo no soy asi, no me van los lios de una noche, no soy de polvos ocasionales y si me acuesto con alguien es porque siento algo hacia esa persona, o por lo menos eso es lo que creo en ese momento y por eso no paro de cagarla. --Con Ivan me acoste una vez--contesto con desgana. --?Y? --pregunta alzando las cejas. --Le deje, ?recuerdas? --pregunto molesta. --?Tan mal os fue Vane? --pregunta en un tono mas carinoso que me tranquiliza un poco. --No es que fuera mal Isa, es que no me gusto, no senti lo que creo que deberia de sentir--le confieso angustiada. --?Y has dejado a Esteban porque crees que te va a pasar lo mismo? --pregunta sin entender. --No joder, lo he dejado porque me he dado cuenta de que no estoy enamorada de el, y ya esta Isa, no quiero hablar mas de esto--sentencio. --Esta bien, vale, ya hablaremos de tus problemas sexuales en otro momento. Suspiro aliviada, pero me dura poco. --Dime que todo esto no es por lo de tu madre Vane--dice de pronto. El pulso se me acelera en cuanto la nombra. --?Que cono pinta mi madre en todo esto Isa? --pregunto alterada. --Nada, pero se acerca tu cumpleanos y las dos sabemos como te pones en estas fechas. ?Has recibido ya la nota? --No, ya sabes que siempre la recibo el mismo dia, y ya basta Isa, no sigas con esto por favor --le suplico. --No, no basta, ya esta bien de esconderte como una nina, ya va siendo hora de que hablemos sobre el tema Vane, han pasado, ?cuantos? ?Catorce anos? --Quince--le aclaro. --Tu madre no esta, se que es muy duro pero tienes que aceptarlo de una vez y pasar pagina, no puedes seguir haciendo lo mismo todos los anos. Se que mi amiga tiene razon, pero ni estoy preparada ni quiero hablar sobre ese tema con ella ahora. Me duele que piense que lo que ha pasado con Esteban tiene que ver con mi madre, y siento como toda la tristeza que me ha provocado que la mencione, ahora se esta transformando en rabia
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Alguien como tu de Myrian Gonzalez Britos
https://gigalibros.com/alguien-como-tu.html -
Tu nombre entre los abedules de Marie Rusanen
https://gigalibros.com/tu-nombre-entre-los-abedules.htmlEntre las calles frias de Helsinki y los bosques acariciados por el sol, Ulla y Anders sufren ocultando un amor que no esta escrito en el cielo. El abedul es un arbol que tiene la habilidad de crecer en condiciones adversas en los bosques de Finlandia. En ocasiones, eso mismo sucede con el amor. Anders es abedul que se mecen con el viento, integridad y pasion contenida. Ulla es rosas que florecen al sol, dulzura y pasion de una tierra lejana.
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Caleidoscopio de Samantha Pardo Carmona
https://gigalibros.com/caleidoscopio.htmlLa vida daba muchas vueltas y en cada una de ellas, algo nuevo se formaba. La luz, el color, la perspectiva, todo ello unido hacia que se creasen ilusiones que maravillaban a las personas.
Las estaciones se sucedian unas tras otras sin que nadie lo evitara. La primavera daba paso al verano y este al otono con sus miles de colores para traer el frio del invierno.
En un pequeno lugar, cerca del bosque y la naturaleza, ocurrio una historia inesperada que llevo a todos al borde de sus emociones. Alli fue donde aparecio Alanna por primera vez tras mudarse, sola en un sitio desconocido, con miedo a perder todo de nuevo. Y luego estaba Matt, el chico que vivia no muy lejos de ella y que le enseno a ver el mundo de otra forma, como si de un caleidoscopio se tratase.
Juntos formaron una historia de superacion, miedos y alegria. De luchas y casualidades. Crearon sus vidas conociendose, pero tambien dejandose conocer. Y es que Alanna no estaba por la labor de confiar en nadie y Matt no queria darle una segunda oportunidad al amor.
Eran tantos los desafios que tenian que superar para llegar al final que tal vez descubrieran no todo era blanco o negro, que el sol pasaba a traves de las copas de los arboles y creaba esas ilusiones para ellos.
Y esta es la historia de un chicos y una chica, de un verano complicado y de una segunda oportunidad. -
Alegria de Manuel Vilas
https://gigalibros.com/alegria.htmlDesde el corazon de su memoria, un hombre que arrastra tantos anos de pasado como ilusiones de futuro, ilumina, a traves de sus recuerdos, su historia, la de su generacion y la de un pais. Una historia que a veces duele, pero que siempre acompana.
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Manual de seduccion de Lee Vincent
https://gigalibros.com/manual-de-seduccion.htmlMANUAL DE SEDUCCION
Pocas veces la vida nos coloca frente a una tremenda oportunidad.
Eso es lo que le sucede a Patricia Campbell cuando su mejor amiga le propone un plan descabellado mediante el cual podra probar las 58 tesis del manuscrito de su primer libro, Manual de Seduccion, y asi lograr su publicacion con una de las mejores editoriales del mundo. Sin embargo, alcanzar esa meta parece imposible, pues tendra que seducir al CEO de la empresa para la cual trabaja. -
Estefania El arrebato de una pasion, Victoria Magno de Victoria Magno
https://gigalibros.com/estefania-el-arrebato-de-una-pasion-victoria-magno.htmlLondres, 1884 Estefania es una nina hermosa que vive felizmente junto a su padre en la gran mansion Campbell. Sin embargo, la felicidad no es eterna y ella lo descubre cuando el muere dejandola a cargo de su malvada tia Jacinta, quien se apodera de su herencia despojandola de todo cuanto posee en la vida. apodera Al mismo tiempo Anthony, el engreido y lujurioso conde de Woodruff, pretende robar el corazon de Estefania pase lo que pase aunque de ello depende su honor. pero no todo es lo que parece: dentro del corazon de Anthony surge algo que el ignora, algo que el amor modifica y ella percibe. ?lograran la manera de estar juntos aunque sus mundos sean distintos? ?Estefania recuperara su fortuna y su honor aunque todo parezca ir en su contra? Romance, intriga y erotismo revelan una historia apasionante en un Londres donde el dinero no importa tanto como el amor que surge entre los personajes.
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Patito feo (Geminis 1) de Lui Jim
https://gigalibros.com/patito-feo-geminis-1.htmlErase una vez un patito feo al que nadie queria, fue tanta su frustracion que se encerro en si mismo, un dia quisieron poseer su cuerpo, lo que hizo que no soportara que lo tocaran. Y eso que ahora es un bello cisne.
Elizabeth decide cumplir por fin su sueno, se apunta para el casting de un musical. Solamente queda ella a todos deja fascinados por su baile harmonioso, por su belleza y erotismo.
Menos a David que es parte del jurado, pero mientras todos ven un cisne, el ve aquel patito feo y asustado, que ella esconde cuando baila.
Puede la pasion cambiar un corazon, David no puede resistirse al deseo que siente por ella, pero ella se resistira a el, luchara por no sucumbir a la pasion, seduccion, erotismo, misterio, amor y sexo.
Pero ambos ocultan secretos, el final te sorprendera.
Primera parte de la trilogia Geminis.
Novela Romantica-Erotica
Para mayores de 18 anos se asimila a historias como “50 sombras de Grey” y “El infierno de Gabriel”, salvando las distancias de estos autores.
Tambien es mi primera triologia -
No quiero odiarte de Valeria Rose
https://gigalibros.com/no-quiero-odiarte.htmlLa lealtad, la pasion, la ternura y la valentia son la clave para poder seguir adelante en una Escocia de ensueno. Moderna y romantica.
Pero el camino siempre es escabroso. El odio, el dolor y la venganza formaran parte de este viaje.
?Sera el amor mas fuerte que el odio que se han jurado mantener? -
Un te con jazmin (Un te con amor 1) de Mar P. Zabala
https://gigalibros.com/un-te-con-jazmin-un-te-con-amor-1.htmlPrimera entrega de esta serie divertida y romantica, en la que cada personaje es mucho mas de lo que aparenta en un principio.
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El hijo de la costurera de Nacho Montes
https://gigalibros.com/el-hijo-de-la-costurera.htmlAmbientada en el San Sebastian y el Paris de principios del siglo xx y basada, en gran parte, en la historia del maestro Cristobal Balenciaga, esta novela es una conmovedora historia de amor, de secretos de amigos y de la divina y eterna ingenuidad de los veranos de la infancia.
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Donde nacen las estrellas de Christian Martins
https://gigalibros.com/donde-nacen-las-estrellas.htmlGina Steven se ve obligada a regresar al rancho en el que nacio y se crio; y ese es un viaje con el que no contaba. Rodeada de barro, de caballos y de un vaquero insoportable al que llevaba diez anos intentando olvidar, se desvivira por procurar solucionar los asuntos que la retienen en Kansas y regresar a la ciudad.
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Si no hubiera manana de Alexis Ravelo
https://gigalibros.com/si-no-hubiera-manana.htmlHay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.
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Pecado Original de Eva Hart
https://gigalibros.com/pecado-original.htmlPara toda historia existe un principio… Pero no siempre es el que nos han contado.
Evangelina Constantino vive su vida sin saber que por sus venas corre la sangre de un linaje ancestral. Dia a dia, invierte sus energias en su trabajo de restauradora de arte, especializada en obras del renacimiento, en uno de los museos mas importantes de Florencia, Italia. Para ella, eso basta. No necesita de mas. Aunque sus suenos digan lo contrario, y la arrojen, noche tras noche, a los imaginarios brazos de un hombre que ni siquiera sabe si es real.
Lo es… y su nombre es Dante Sfeir.
Filantropo. Millonario. Empresario hotelero. Poseedor de una anatomia digna del Olimpo y un atractivo unico, provocador y cautivador.
Los caminos de ambos se cruzaran por algo mas fuerte que una simple casualidad. Porque el destino, cuando de Evangelina se trata, cuenta con senderos bien definidos… y Dante Sfeir, un hombre plagado de secretos, esta en ellos.
Un amor maldito. Un amor marcado por la traicion.
Pasion, arte y religion enlazadas en una lucha sin tregua, en una guerra de puro deseo. -
La chica que podria cambiar el destino de Cassidy Ostergren
https://gigalibros.com/la-chica-que-podria-cambiar-el-destino.htmlLacey es una adolescente normal y corriente. Va a clase, intenta sacar un aprobado en Quimica y pasa los viernes por la noche observando loq que hace el chico que le gusta en Facebook. Es tan normal como cualquier otra adolescente, solo que ella puede cambiar el futuro.
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Quiza de Luisa Geisler
https://gigalibros.com/quiza.htmlLuisa Geisler, seleccionada por la revista Granta como una de las mejores narradoras brasilenas jovenes, aborda en Quiza el desgaste de las relaciones familiares, los conflictos generacionales y las contradicciones de la adolescencia.
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En un lugar del Caribe de Irene Mckinstry Oria
https://gigalibros.com/en-un-lugar-del-caribe.htmlMientras el Imperio espanol y el Reino de la Gran Bretana se enfrentan en elCaribe en la Guerra del Asiento, la hija de un almirante ingles se enamora de unmarino vasco, prisionero de la Real Armada britanica. Anne Stewart e Inigo deIturriaga deciden romper las rigidas normas de una sociedad que habia previstodos destinos muy diferentes para ellos y, a partir de ese momento, se enfrentan alas consecuencias de su arriesgada decision.
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El arte de ser normal de Lisa Williamson
https://gigalibros.com/el-arte-de-ser-normal.htmlLos invitados a mi fiesta estan cantando el Cumpleanos feliz. No suena muy bien. Mi hermana pequena, Livvy, apenas canta. Con solo once anos ya ha decidido que las fiestas de cumpleanos familiares son tragicamente vergonzosas, y deja que mama y papa continuen con el resto de la cancion. La aguda voz soprano de mama choca con el desafinado bajo de papa. Suena tan mal que Phil, nuestro perro, sale de su cesta y se escabulle a mitad de la actuacion algo asqueado. No lo culpo; todo es algo deprimente. Hasta los globos azules que mi padre ha estado hinchando toda la manana se ven palidos y tristes, especialmente los que tienen escrito con rotulador negro: <>. Ni siquiera estoy seguro de que todo este espectaculo que se esta desarrollando delante de mi pueda clasificarse como una fiesta. --!Pide un deseo! --me dice mi madre. Tiene la tarta inclinada para que no me de cuenta de que esta algo torcida. Pone <> en letras de glaseado rojo como la sangre. El <
> de < > esta muy apretujado; seguramente se quedo sin espacio. Catorce velitas azules forman un circulo alrededor del borde de la tarta y gotean cera encima de la cobertura de crema. --!Date prisa! --me dice Livvy. Pero no dejare que me den prisa. Quiero hacer esta parte como toca. Me inclino hacia delante, me coloco el pelo detras de las orejas y cierro los ojos. Intento bloquear los chillidos de Livvy y las lisonjas de mi madre e ignorar a papa, que no deja de trastear con los ajustes de la camara, y de repente todos los sonidos parecen amortiguados y lejanos, como cuando sumerges la cabeza debajo del agua en la banera. Espero unos segundos antes de abrir los ojos y soplar todas las velas de un tiron. Todos aplauden. Mi padre abre un lanzador de confeti manual, pero ni siquiera se dispara, y cuando saca otro del paquete, mama ha abierto las cortinas y ha comenzado a quitar las velas de la tarta, y el momento ya ha pasado. --?Cual ha sido tu deseo? !Me apuesto lo que quieras a que ha sido algo estupido! --exclama Livvy de manera acusadora, enroscandose uno de sus rizos castanos con el dedo corazon. --No te lo puede decir, tontita, o no se cumplira --dice mama, llevandose la tarta a la cocina para cortarla. --Si --corroboro yo, sacandole la lengua a Livvy. Ella enseguida me saca la lengua a mi. --?Donde estan tus dos amigos? --me pregunta, poniendo enfasis en la palabra < >. --Ya te lo he dicho: Felix esta en Florida y Essie en el balneario Leamington. --Que lastima --dice Livvy con cero simpatia--. Papa, ?cuanta gente vino cuando celebre mis once anos? --Cuarenta y cinco. Todos con patines. Una absoluta carniceria --balbucea papa con tono serio, a la vez que saca la tarjeta de memoria de la camara y la introduce en la ranura de su portatil. En la primera foto que aparece en la pantalla salgo yo, sentado a la cabecera de la mesa con una chapa enorme que dice < > y un gorro puntiagudo de cartulina. Tengo los ojos semicerrados y la frente me brilla. --Papa --gimo--. ?Tienes que hacer eso ahora? --Solo corrijo los ojos rojos antes de enviarselas por correo electronico a tu abuela --dice, haciendo clic con el raton--. Esta destrozada por no haber podido venir. Eso no es verdad. La abuela juega al bridge todos los miercoles por la tarde y no se lo pierde por nadie, y menos por el nieto que menos le gusta. Livvy es su favorita. Pero bien pensado, Livvy es la favorita de todos. Mi madre tambien habia invitado a la tia Jane y al tio Trevor, y a mis primos Keira y Alfie. Pero esta manana Alfie desperto con unas manchas raras por todo el pecho que podrian ser de varicela, asi que tuvieron que disculparse, dejandonos a los cuatro solos para la < >. Mama regresa alsalon con la tarta cortada en porciones, y la pone sobre la mesa. --Mirad todas estas sobras --dice, frunciendo el ceno mientras inspecciona los montones de comida que hemos picoteado--. Vamos a tener suficientes hojaldres de salchicha y pasteles hasta Navidad. Solo espero tener suficiente film transparente para envolverlo todo. Genial. Una nevera llena de comida para recordarme lo increiblemente impopular que soy. Tras la tarta y la accion intensiva de envolver todo en papel film, vienen los regalos. De mama y papa recibo una nueva mochila para el instituto, el set de DVD de la serie completa de < > y un cheque regalo de 130 euros. Livvy me regala una caja de bombones Cadbury y una funda de color rojo brillante para mi iPhone. Luego todos nos sentamos en el sofa a ver una pelicula llamada Ponte en mi lugar. Trata de una madre y una hija que comen una galleta de la fortuna encantada y, entonces, intercambian sus cuerpos durante un dia. Por supuesto que todo el mundo aprende una valiosa leccion antes del inevitable final feliz, y por centesima vez este verano lamento mi incapacidad vital para seguir el argumento de una simpatica pelicula para adolescentes. Papa se queda dormido hacia la mitad de la pelicula y se pone a roncar con ganas. Esa noche no puedo dormir. Estoy despierto tanto tiempo que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y puedo distinguir los bordes de los posteres en las paredes y la pequena sombra de un mosquito volando de aqui para alla por el techo. Tengo catorce anos y se me esta acabando el tiempo. 3 Es el ultimo viernes de las vacaciones de verano. El lunes vuelvo al colegio. He tenido catorce anos durante exactamente nueve dias. Estoy acostado en elsofa con las cortinas cerradas. Mama y papa estan en el trabajo. Livvy esta en casa de su mejor amiga, Cressy. Estoy viendo un episodio repetido de < > mientras un paquete de galletas de chocolate hace equilibrios sobre mi barriga. Tyra Banks acaba de decirle a Ashley que no sera la proxima top model de America. Ashley llora a lagrima viva y todas las demas chicas la abrazan, aunque han pasado todo el capitulo hablando de lo mucho que odiaban a Ashley y que querian que abandonara el programa. La casa de < > es de lo mas cruel. Las lagrimas de Ashley son interrumpidas por el sonido de una llave en la puerta de entrada. Me siento y con mucho cuidado pongo el paquete de galletas en la mesita de centro que hay a mi lado. --David, ya he llegado --grita mama. Ha regresado temprano de su reunion. Frunzo el ceno mientras oigo como se quita los zapatos y tira las llaves con gran estruendo en el platillo que hay cerca de la puerta. Rapidamente cojo la manta de ganchillo que tengo a los pies, la subo para taparme el cuerpo y me la meto debajo de la barbilla, poniendome en posicion justo antes de que mama entre en elsalon. Ella pone mala cara de inmediato. --?Que? --pregunto, mientras me limpio las migas de galletas de la boca. --A lo mejor te gustaria abrir las cortinas, David --me sugiere con las manos en las caderas. --Pero entonces no podre ver bien la pantalla. Ella me ignora y se dirige directamente hacia la ventana y abre las cortinas. La luz del sol de ultima hora de la tarde inunda la habitacion y hace que el aire se vea polvoriento. Yo me retuerzo en elsofa y me protejo los ojos. --Por Dios, David --dice mama--. No eres un vampiro. --Puede que lo sea --murmuro entre dientes. -
Jodidamente Sebastian, Mary Ferre de Mary Ferre
https://gigalibros.com/jodidamente-sebastian-mary-ferre.htmlEl menor de los hermanos, Sebastian Trumper, no las tiene todas consigo cuando hablamos de su chica. Enamorado desde hace mas de dos anos de la mujer que le ha robado el corazon, siente que cada cosa que haga o diga es un retroceso en su relacion. Fracasa captando los mensajes subliminares femeninos y le cuesta entender lo que ella le intenta trasmitir. Su mal vocabulario, su actitud y sus acciones, siempre le han sido suficientes para enamorarla pero ultimamente acaba metiendo la pata. Para el, va a ser dificil reaccionar de una vez por todas y dejar atras su yo infantil que le esta separando del amor de su vida.
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El juego del principe (El principe cautivo 2) de C. S. Pacat
https://gigalibros.com/el-juego-del-principe-el-principe-cautivo-2.htmlPara conseguir la libertad, debera salvar a su peor enemigo
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El secreto de la isla de Viveca Sten
https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-isla.htmlLa sospechosa muerte de un joven hace cuarenta anos nunca fue resuelta, y hay alguien que no desea que caiga en el olvido.
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La muerte siempre encuentra el tiempo de Renato Mendoza
https://gigalibros.com/la-muerte-siempre-encuentra-el-tiempo.htmlLa ambicion de un grupo de investigadores conduce a la raza humana hacia una catastrofe global sin precedentes. Una a una, las ciudades del planeta van manifestando sintomas de lo que podria ser una extincion prematura. Sin embargo, pequenos grupos de personas logran sobrevivir en algunos pequenos poblados. Acorralados por la muerte, un grupo disfuncional de supervivientes logra prolongar su existencia mas alla de lo esperado. La busqueda de respuestas parece ser tan esquiva como la busqueda de la salvacion.
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1 Martini, 2 Palmeras y 3 Idiotas de Patricia Ruffo
https://gigalibros.com/1-martini-2-palmeras-y-3-idiotas.htmlGabriela es una directiva que vive en permanente stress. Se pasa la vida trabajando como loca para una multinacional en un ambiente tremendamente cosmopolita y surrealista. Harta de esta situacion, decide cambiar de vida dando un giro a su carrera de 180a …de pronto un torbellino de situaciones enloquece la rutina de la empresa, aparece un sorprendente cadaver en un despacho… Hilarante, ritmo trepidante y muy divertida este novela nos traslada a lugares indomitos y exoticos, capitales emblematicas, personajes unicos e historias entrelazadas llenas de humor, aguda critica e ironia.
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Un hombre cae de Jordi Baste
https://gigalibros.com/un-hombre-cae.html -
Todos tus nombres de Fernando Garcia Paneda
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Javier Castillo, autor de El dia que se perdio la cordura