• sweet melibea libros - Sweet Melibea

    https://gigalibros.com/el-chico-del-chubasquero-amarillo.html

    Alice Evans, disenadora de moda, esta comprometida con Edward Brown, socio del padre de Alice del emblematico hotel de los Evans.
    No obstante, no esta muy segura de dar ese paso, sobre todo cuando Josh, un profesor de musica, sencillo, con pelazo y ojos de infarto se cruza en su camino de forma accidental.
    El destino, a pesar de que Alice no cree en el, pondra a prueba su capacidad de eleccion para poder alcanzar la felicidad.
    ?Y Josh? ?Que papel tendra el en esa decision?
    Descubre esta divertida historia en la que el amor es el protagonista.

  • Sweet Melibea: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Sweet-Melibea/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3ASweet+Melibea

    11 resultados · Match al cowboy · Ni leña ni leches · Mi mala suerte se llama Víctor · Un amor de revista · Querida Navidad, hazme el favor · Tú, yo y más gente · No ...

  • Libros y Ebooks de Sweet Melibea - Amazon

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  • Ni leña ni leches - Sweet Melibea - Babelio

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    Críticas (6), citas extractos de Ni leña ni leches de Sweet Melibea. ... Añadir a mis libros · Sweet Melibea ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Ni leña ni leches by Sweet Melibea - Goodreads

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    Ni leña ni leches book. Read 16 reviews from the world's largest community for readers.

  • Tú, yo y más gente by Sweet Melibea - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/58346205-t-yo-y-m-s-gente

    Tú, yo y más gente book. Read 24 reviews from the world's largest community for readers. Veva es una escritora sin inspiración que decide salir de su zon...

  • ▷ Descargar libro Match al cowboy de Sweet Melibea en pdf ...

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    hace 6 días — DESCARGAR] ✓» Match al cowboy de Sweet Melibea PDF - ePUB - Kindle ». Más de un MILLÓN de libros gratis online para leer.

  • Libros gratis de Sweet Melibea - Hola Ebook

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  • Ni leña ni leches - Sweet Melibea - PDF • Descargar Libros ...

    https://www.debeleer.com/ni-lena-ni-leches-sweet-melibea/

    —No puedes pedirme eso, Hannah —le dije a mi hermana en una súplica. No, es que ni de coña lo haría. —Puedo, y de hecho lo estoy haciendo —me contestó ...

  • Tu, yo y mas gente - Sweet Melibea - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/tu-yo-y-mas-gente-sweet-melibea/

    Bien, ya has conocido a Olympia, mi editora, y me imagino que te habrás percatado de que escribo libros, ¿no? Mi nombre es Genoveva, pero todos me llaman Veva.

  • Un amor tropical de Sweet Melibea

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    Megan y Ava son dos amigas que tienen practicamente todo en comun, sobretodo la ilusion cuando ganan un viaje al Caribe en un concurso de Radio California.
    No obstante, hay algo que las diferencia: el amor.
    Ava no quiere enamorarse y Megan ansia conocer a su principe azul.
    ?Que pasara cuando Byron, Erick y Osmar se crucen en las vidas de las dos californianas?
    Playas caribenas de aguas cristalinas, manjares exquisitos del lugar, risas, celos y, sobretodo, sentimientos, te esperan en esta bonita aventura.
    !Enamorate con Un amor tropical!

  • El ultimo juego de Francisco Gil Cabrera

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    ?Que harias si te proponen jugar a un ultimo juego?, ?te atreverias a adentrarte en el para resolver el misterio que esconde?
    Tu vida correra peligro y solo tu habilidad para resolver los enigmas te ayudaran a seguir con vida y llegar hasta el final.
    Daniel no se lo piensa, y guiado por los consejos de su madre y la ayuda de su novia se sumergera en el juego de su vida.

  • La caja de Pandora de Lindsey Davis

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    La nueva novela de la reina del genero policiaco en la Antigua Roma.

  • Ella piso la Luna. Ellas pisaron la Luna de Belen Gopegui

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    El libro mas personal de Belen Gopegui: un texto poderoso, leido en su dia como conferencia, que reivindica a todas las mujeres cuyos logros no han visto la luz.

  • Martina de Carmela Trujillo

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    La escritora Martina Pena Grande acepta ser maestra rural en un pequeno pueblo del Pirineo aragones. Ella, que desde siempre ha tenido una peculiaridad nada comun (ve espiritus y tiene suenos que luego se cumplen), ha tocado fondo en su vida porque su ex, siempre que le dice “ven”, ella lo deja todo, como en la cancion. Ha tocado fondo porque sus citas no acaban -ni empiezan- bien, porque las liquidaciones de sus libros son minimas... Necesita una nueva vida, como los testigos protegidos de las peliculas.
    Cuando conoce a Ricardo, con sus aires de montanero, ni se le pasa por la cabeza que se estableceria un vinculo especial entre ellos ni que encontraria su hogar junto a el. Y es que comprende que lo que le pedimos a la vida no solo puede tardar veinte anos en llegar, sino que puede aparecer de la mano de la persona mas insospechada.
    Martina tiene una estetica rompedora donde se funden personajes solidos y bien perfilados, un excelente dominio del lenguaje y una trama muy atractiva. Una novela original y magnifica.
    Una novela donde lo cotidiano es casi poetico, con pinceladas brillantes para los detalles y una esencia poderosamente romantica.

  • El diario de Marian de Tommy Owens

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    Segunda mitad del siglo XVIII. Marian es una inocente muchacha de diecisiete anos perteneciente a una noble familia del sur de Espana. Ella se siente completamente dichosa estando junto a su madre, a la que idolatra, y a su buena amiga Margarita, a la que adora. Pero su mundo de felicidad se derrumba cuando su padre la fuerza a contraer matrimonio con un primo parisino muy rico y treinta anos mayor al que ni siquiera conoce, Donatien de Chatillon.

  • Dulce tormento de Giselle Penaloza

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    Mia se preguntaba cada dia como iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la habia abandonado anos atras.
    Tan solo era una nina de diecisiete anos y la vida se le habia roto en mil pedazos. Mudarse a una ciudad desconocida para ella y tener que empezar de cero, no entraba en sus planes, pero Justin irrumpe en su imperfecta existencia y pone su mundo patas arriba.
    El no le conviene y ella es capaz de volverlo loco, una combinacion explosiva que cambiara el rumbo de sus vidas.
    ?Podra recomponer Justin el puzzle en el que se ha convertido el corazon de Mia?
    Apasionante, temperamental, una novela que te cautivara desde el minuto uno.

  • Llamame Yesi de Oscar Gavilan Bolanos

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    Victor quiere morir. Para ello decide romper con todo y conducir donde le lleve la carretera. No le importa dilapidar su fortuna en alcohol y prostitutas. Solo busca marchitarse poco a poco, hasta desaparecer de este mundo ingrato.

  • Anatomia de una mente criminal de Patricia Rodriguez Reyes

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    Martina Stevenson es una sicologa forense de Medicina legal, que ademas de atender en su consulta a asesinos y violadores, tiene como habilidad perfilar acertadamente las motivaciones de los victimarios mas peligrosos del pais. Su fama la precede y aunque su dedicacion en el trabajo, le ha costado su vida personal, el exito laboral solapa cualquier momento de soledad. Martina es una mujer valiente, defensora de la igualdad de genero y de la necesidad de erradicar el machismo de raiz, lo que la anima a ser una de las pocas sicologas que osa trabajar con victimarios, pues piensa que al no hacerlo, la sociedad se quedara reparando victimas para siempre.

  • Porciones de felicidad – Anne Ostby de Anne Ostby

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    Una historia sobre la verdadera amistad, que perdura a pesar del paso del tiempo, y sobre la necesidad de dejar atras el pasado para ser felices.

  • Dulce misterio (Dulce Londres 5) de Eva Benavidez

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  • Mariposas en tu estomago (Primera entrega) de Natalie Convers

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    Hace dos anos... --!Estas quemada como un cangrejo, tia! --me solto mi amiga Marta sonriendo de oreja a oreja. Sus ojos pequenos y verdes me recorrieron de arriba abajo antes de echarse a reir escandalosamente, atrayendo la atencion del grupo de estudiantes que nos rodeaba. Uno de los profesores nos llamo en ese momento para asegurarse de que no nos dispersaramos mientras pasaban lista. --!Eh, nos van a echar la bronca! -- adverti a Marta, dandole un pequeno empujon. Abri la boca perezosamente y di un largo bostezo; apenas lograba sostener en pie mi uno sesenta y cinco de estatura. Acababamos de regresar de nuestro viaje de fin de curso a Barcelona, para celebrar que dentro de no mucho comenzariamos el bachillerato, y ahora estabamos en el aeropuerto de Barajas de Madrid. En breve tomariamos el autocar que nos llevaria de vuelta al instituto, donde nos recogerian nuestros padres para ir finalmente a casa. Suspire; echaba tanto de menos a mi familia... Sobre todo a la pequena Natalia, que habia cumplido los tres anos hacia poco. Orgullosamente, guardaba una foto suya en la cartera, donde aparecia riendose y mostraba el hueco que un diente de leche habia dejado en su dentadura, dandole un aspecto tanto infantil como travieso. --!Me meeeooo! --se quejo Marta de repente, estrechando comicamente los ojos--. Beca, cuidame la maleta, ?si? -- me pidio, sin darme tiempo a responder y dejando tirado su equipaje de un rosa chillon en medio del suelo. Negue con la cabeza y me agache, y al hacerlo vi la cafeteria. <>, pense sonolienta. Eche un vistazo atras; los profesores parecian estar enfrascados en una conversacion seria mientras levantaban los brazos de forma efusiva. Seguramente aquello les llevaria un rato y, por otro lado, el autobus no llegaria hasta al cabo de veinte minutos, asi que cargue como pude mi mochila a la espalda y agarre el abrigo de mi amiga junto con el resto de sus cosas. En cuanto llegue a la barra de la cafeteria, practicamente vacia, salude a la camarera de aspecto agradable y uniformada de azul que la atendia y le hice mi pedido: un cafe con leche con dos cubitos de hielo y mucho azucar. --!Gracias! --me despedi satisfecha tomando el vaso reciclable entre mis manos. Estaba fresquito y olia deliciosamente. Respire el aroma al mismo tiempo que me giraba. De pronto, me tambalee y tropece con una silla. Todo mi cafe con leche fue a aterrizar sobre un hombre que estaba sentado en una de las mesas. Iba trajeado y exhibia una voluminosa barriga, y habia estado hasta aquel mismo instante devorando con gran apetito un desayuno americano a base de fritos y muchas calorias. El hombre levanto de inmediato la cabeza y me dirigio una mirada furiosa. Menudo desastre le habia causado: ademas de mancharle la ropa, de la frente le caian unos goterones marrones. Sin saber que hacer, me mordi el labio mientras el me gritaba cosas en un idioma que, supuse, debia ser ingles. Agache la cabeza varias veces. --Lo siento, lo siento --insisti juntando las manos para que me entendiera. No obstante, el extranjero se levanto de su sitio y apunto hacia su bandeja con un gesto de gran enfado en su cara redonda y empapada. Cogi unas servilletas e intente secarlo, pero el hombre se aparto muy alterado. Si al menos me hubiese esforzado en escuchar en clase de ingles..., pero aquella era la unica asignatura que siempre se me resistia. Respire hondo y por fin, a pesar de los nervios, recorde algo. --Sorry! --grite mas alto de lo que pretendia, sintiendo que el cuerpo comenzaba a temblarme de impotencia. Sabia que algo iba muy mal, porque el senor estaba todavia mas irritado que antes y alzaba la voz, llamando la atencion de la gente sentada en otras mesas. Con el rabillo del ojo vi a la dependienta del cafe saliendo de la barra. Intente calmarme. De pronto, el hombre dio un paso hacia delante y levanto una mano. Automaticamente, me encogi aterrada, esperando el golpe. Pero el golpe no llegaba. Extranada, levante la cabeza y descubri que otra persona habia impedido que asi fuera: un chico alto, de piel palida, no mucho mayor que yo y con el pelo corto de un rubio ceniza poco comun, sostenia el brazo del hombre con el ceno fruncido. Tenia una complexion atletica y del cuello le colgaban unos cascos blancos y grandes de aspecto caro, pero lo que mas me llamo la atencion fueron sus ojos ligeramente rasgados, de un intenso azul electrico, que miraban amenazantes. Definitivamente, habia en el algo peligroso e intimidante, que habia logrado dejarme sin aliento durante los primeros segundos.

  • Ratas en el subte de S. Alfredo Gallone

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    Cuando Gabriel salio de su departamento se encontro con una manana tenida de un gris oscuro, desde la madrugada que la lluvia no cesaba. Observo como el viento sacudia las ramas de los arboles produciendo un sonido crepitante cuando las hojas chocaban entre si. Penso que la tormenta persistiria todo el dia. Resignado levanto el cuello de su campera, introdujo las manos en los bolsillos y camino con brio hacia la avenida. Era un dia muy frio del mes de mayo de 2012 en la ciudad de Buenos Aires, y como casi todos los dias se tomo su tiempo para pasar por el tradicional bar de la calle Corrientes, lugar al que concurria con su padre desde su adolescencia. Pero ahora que su padre ya no estaba lo hacia solo para saludar a Manuel, el viejo policia retirado a quien desde horas muy tempranas se lo podia encontrar tomando un cafe apenas cortado con un poco de leche, en el fondo del anejo y descascarado local. Gabriel sentia que Manuel siempre lo estaba esperando, es por ello que a pesar de estar a menudo apremiado por el tiempo, lo mismo disponia de un momento para pasar a saludarlo, compartir un frugal desayuno y contarle algo sobre su amada policia. El reloj del joven marcaba las diez y treinta de la manana justo en el momento en que salia presuroso del bar. Se encorvo, apreto la solapa de su campera contra su pecho y comenzo a caminar contra la pared de los edificios y comercios tratando de protegerse del agresivo temporal de viento y lluvia. Lamento olvidar su paraguas y el no haberse puesto unas botas. Sus clasicos mocasines marrones al momento de llegar a la entrada del subterraneo estaban completamente empapados. Gabriel Tomasini tenia veintiseis anos. Hacia dos meses que habia fallecido su padre, policia Federal retirado, unico familiar vivo que le quedaba y hombre al que amaba y admiraba profundamente. Es por ello que al hondo pesar se le sumaba la tremenda soledad. Alto, de porte imponente, sus cabellos largos y ondulados tenian un color dorado tirando a rojizo. Desde su graduacion, cinco anos atras, de la academia de policia, estaba asignado a la division homicidios de la superintendencia de investigaciones de la policia Federal Argentina. Por alguna amistad importante que en su momento tuvo su padre dentro de la fuerza, pudo elegir ese destino. Desde muy chico sonaba con ser un investigador de homicidios, y ahora, con su sueno ya cumplido, solo restaba perfeccionarse, acumular mas conocimientos y experiencias a los ya adquiridos en estos cinco anos. Bajo con cautela las escaleras de la estacion Malabia de la linea B del subterraneo. Los escalones con terminacion de metal simulaban una cascada de agua turbia que arrastraba consigo las hojas caidas de los arboles y panfletos que generalmente se reparten en la zona y la gente los termina arrojando descuidadamente a la acera. Todo esto era un condimento ideal para resbalar y darse un buen golpe. Llego a los molinetes, paso la tarjeta por la ranura lectora y empujo con sus piernas la barra de metal que giro hacia adelante permitiendole el acceso a un anden que se encontraba extranamente desierto. El joven policia sentia algo especial en ese lugar, como cuando era nino y se escondia en algun sitio tratando de que nadie lo encontrara, era como una sensacion de aventura que le producia un agradable hormigueo en su estomago... En el subte, esta sensacion era inexplicablemente similar a aquella, muy placentera. De alguna manera esto hacia que se olvidara momentaneamente de la incomodidad que le producia el estar empapado hasta los pies. Podia ver el vaho de su aliento delante de su cara mientras pensaba resignado que hasta la noche no regresaria a su departamento. Micaela Paez tenia veinte anos, sus familiares y amigos le decian Micky. Desde los diecisiete vivia en un hospedaje de senoritas en la calle Malabia. Oriunda de la Ciudad bonaerense de Chivilcoy, hija de chacareros en muy buena posicion economica. Estudiaba medicina en la UBA. Habia sido dotada de un fisico privilegiado, de estatura media, cabellos renegridos largos hasta su cintura, su tez daba la impresion de estar permanentemente bronceada, lo que hacia resaltar sus enormes ojos claros, a estos atributos se le sumaban grandes senos dificiles de ocultar. Compartia su cuarto con otra estudiante, Carina Braco, seis anos mayor que ella. Esta joven carecia completamente de atributos fisicos femeninos, sus modales parecian mas los de un hombre que los de una mujer, estaba mucho mas adelantada que Micaela en la carrera de medicina, reconocida por sus pares y profesores como una alumna brillante, siendo para Micaela una ayuda importante, siempre y cuando no estuviera de mal humor. Carina nunca hablaba de su vida privada, no se sabia si tenia familia ni de donde provenia, solia cambiar rapidamente de tema cuando se le mencionaba algo al respecto. Trabajaba en una farmacia de una amiga en el centro de la ciudad, acomodando sus horarios a conveniencia. Acostumbraba ser muy amable y servicial en los pocos momentos en que no se encontraba estudiando. Ese dia Micaela tenia que rendir un parcial y quedo en encontrarse en la esquina de Malabia y Corrientes con Roberto, quien cursaba con ella. Ambos oriundos de la misma ciudad, en el caso de Roberto de un pueblito cercano a Chivilcoy. Roberto Spada tenia veinticinco anos y estaba un poco atrasado en sus estudios. Micaela cumplia un rol fundamental en su vida. Cuando este se deprimia y queria dejar la facultad, ella le trasmitia confianza, dandole la fuerza necesaria para continuar un poco mas. Roberto vivia en un caseron alquilado por varios estudiantes en la zona de Chacharita. Trabajaba algunas horas por la tarde en un importante laboratorio en el barrio de Barracas. Era un joven muy extrovertido, simpatico, de cara redonda, con una permanente sonrisa como dibujada en su rostro, de mediana estatura, sus cabellos lacios castanos claros le caian permanentemente en su frente estorbandole la vision y en un acto reflejo los acomodaba con su mano hacia atras. Tenia manos pequenas y muy bien cuidadas, se preocupaba mucho en mantenerlas asi, decia que para ser un buen cirujano sus manos deberian estar siempre impecables. Desde el dia en que se conocieron se sintio muy atraido por ella, pero nunca se atrevio a decirle nada. Con el paso del tiempo se fue forjando una sana amistad que el nunca se atrevio a arriesgar; es asi que desde entonces, aparentemente resignando, pareciera conformarse con esa relacion. Roberto la estaba aguardando debajo del alero de un banco HSBC que se encontraba justo frente a la bajada del subterraneo de la linea B que recorria de Leandro. N. Alem a la avenida De los Incas. Cuando la vio venir corriendo con la cabeza gacha en su direccion, se apresuro en ir a su encuentro para protegerla de la copiosa lluvia. Se saludaron con un beso en la mejilla y cruzaron juntos la avenida Corrientes para acceder al subte en direccion al centro. Arreciaba de tal manera el viento y la lluvia que llegaron mojados al anden. Micaela miro la hora y se tranquilizo, venian bien con el tiempo. Escucharon a lo lejos una formacion que se acercaba. Las unicas tres personas que se encontraban en la estacion se aproximaron a las vias para ver de que lado venia el tren. Fue inevitable para el joven policia no prestarle atencion a aquella morocha de cabellos largos renegridos y de grandes ojos claros que se encontraba tan solo a tres o cuatro metros de el, tambien advirtio que un joven la acompanaba. Como el decia ser un hombre de codigos, jamas podria mirar a una mujer que estuviese acompanada por un hombre... Pero, en este caso en particular le costaba abstraerse, pensaba que no podia dejar de admirar tanta belleza. Es asi que en un determinado momento en que muy discretamente la estaba observando de reojo, sus miradas se cruzaron y entonces, algo magico ocurrio, la joven aparto rapidamente la suya un tanto confundida y ruborizada. En ese preciso momento distrajo su atencion un tren que gruno a la distancia y un olor rancio los asalto casi de inmediato. Se acercaron a las vias para comprobar que una formacion se acercaba rapidamente. El tren inundo la estacion con un chirrido insoportable, era el sonido de hierros rozando entre si al aplicarse los frenos. Cuando la formacion finalmente se detuvo accedieron, por distintas puertas, los tres al mismo vagon. La mayoria de los asientos se encontraban vacios. El joven policia aguardo disimuladamente a que la pareja se ubicara, luego lo hizo el de frente a ellos a no mas de tres metros y junto a una de las puertas. A Gabriel todo le parecia muy loco, pero necesitaba cruzar de nuevo una mirada con esa joven, aunque sea una vez. Queria corroborar si lo experimentado en el anden se volvia a repetir, --?o tan solo se trato de un momento unico e irrepetible? --se preguntaba. Pasaron varias estaciones sin que Micaela prestara atencion a otra cosa que no sean los apuntes que tenia entre sus manos. Gabriel se desesperaba tratando de buscar su mirada, debia hacerlo muy discretamente para no llamar la atencion y ofender al hombre que la acompanaba. Pero nada ocurrio, la joven seguia inmersa en sus papeles. Micaela se sobresalto con el suave codazo de Roberto advirtiendole que debian bajar en la proxima estacion. Cuando el tren se detuvo la joven doblo rapido sus apuntes, los coloco bajo sus axilas, se levanto, tomo la cartera que habia dejado en el asiento contiguo y giro para ver donde estaba Roberto, quien ya se encontraba parado frente a una de las puertas de salida, (casualmente junto a la que estaba sentado Gabriel). Micaela se apresuro y se ubico detras de el. Cuando las puertas se abrieron y Roberto dio un paso hacia adelante, Micaela y Gabriel quedaron enfrentados, sus miradas nuevamente se cruzaron, ella tuvo que esforzarse para avanzar, se sintio nuevamente confundida y ruborizada, ninguno de los dos podia dejar de mirarse, esta vez la sensacion fue mucho mas profunda que la anterior, Gabriel solo pudo esbozar una timida sonrisa que Micaela no pudo evitar devolver mientras pasaba lentamente junto a el. Ni bien accedio al anden tropezo de frente con Roberto, quien evidentemente habia sido testigo de lo ocurrido. Le costo seguir el ritmo de su companero, quien contrariado, dio media vuelta y salio como disparado vertiginosamente hacia la salida. Gabriel descendio en la estacion Florida. Entretanto caminaba como un sonambulo por la estacion en busca de la salida, una voz estridente pronunciando su nombre lo hizo salir de su agradable letargo. --!Gabriel!

  • Noches sin luna de Cristina Rodriguez

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    Noches sin luna es una saga familiar sobre mujeres que deberan romper los lazos que las atan y luchar por encontrar su lugar en la vida.

  • Controlare tus suenos de John Verdon

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  • Nunca te hare llorar de Monica Diaz Vazquez

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    Bianca deja una vida acomodada,
    para comenzar a...
    !VIVIR SU VIDA!
    Su corazon lo tiene cerrado al amor...
    Aless, un guapo y famoso modelo,
    se interpone en su camino...
    Esta enamorado de ella desde hace anos...
    Los fantasmas del pasado vuelven a Bianca...
    ?Conseguira Aless volver a abrir su corazon?
    Y ella... ?Se dejara?
    ?Conseguira vencer sus miedos?

  • Estrellas en los ojos de Lia Fd

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    Iria se crio jugando entre las telas de los vestidos de novia en la tienda de su tia. Ahora ella es la propietaria de este negocio y lo compagina con su carrera de disenadora, que empieza a despegar.
    Es feliz con su vida sino fuera por la pesada de su madre que insiste en que encuentre marido y se ha empenado en hacer de Celestina. Un desfile que le absorbe mas horas de las que tiene; un atractivo hombre que aparece en la tienda en el momento mas (in)oportuno, y quien la hara cometer mas de una locura. Sin olvidar todos esos mensajes que recibe y que la hacen suspirar deseando mas.

  • Yo mate a Rebecca Blackwood de Ana Trigo

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    Un violonchelo Stradivarius sobre el que recae una inquietante leyenda.
    Una misteriosa desaparicion.
    Un crimen sin resolver.
    Una historia de fantasmas donde nada es lo que parece.

  • Alguien especial de Andrea Munoz Majarrez

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    Aquella tarde del mes de marzo, en la que el cielo estaba cubierto de nubes, el pub Mackenzie se preparaba para una importante celebracion. El dueno, Dan Mackenzie, por fin se jubilaba y dejaba el negocio en manos de sus dos unicos hijos, Duncan, de treinta y dos anos, y Ronald, al que todos llamaban Ron, de treinta y cinco. Con mucho trabajo y esfuerzo, Dan Mackenzie mantuvo el negocio a flote despues de que su padre, John, se jubilara. Este a su vez lo habia heredado de su padre, Maxim, que fundo el pub en 1908. Dan lo convirtio en un lugar de encuentro que recibia tanto a habitantes de Edimburgo como a turistas venidos de diferentes partes del mundo, ofreciendo una variedad de platos y bebidas tradicionales de Escocia, en un entorno calido y hogareno. El pub estaba situado en Castle Street, en la New Town, justo al lado de los Princes Gardens, uno de los puntos mas emblematicos de la ciudad, asi que la localizacion era perfecta. Lo malo era que habia mucha competencia, porque aquella zona estaba llena de restaurantes, cafeterias y pubs. Sin embargo, tenian clientes fijos, que a su vez invitaban a otros. Todo el personal siempre procuraba que aquel que viniera por primera vez, tuviera ganas de volver. Ayudaba mucho el ambiente agradable y familiar que se respiraba en el lugar, y la buena labor de la cocinera, Kim, una virtuosa de la cocina. Todo sumado en conjunto, daba como resultado un negocio prospero, donde todos los que trabajaban alli estaban contentos. Para Ron y para Duncan aquella era su casa. Pasaban mas horas en el pub que en sus respectivas viviendas. A pesar de que los hermanos Mackenzie tuvieron una infancia feliz, sufrieron un duro golpe. Janis Mackenzie, su madre, fallecio de cancer cuando Ron y Duncan eran muy pequenos, algo que dejo devastado a Dan, que amaba a su esposa con todo su corazon. Fue entonces, cuando Dan se encerro en si mismo, y se volvio un hombre serio y reservado, que solo se preocupaba del trabajo y de sus hijos. Duncan era demasiado joven entonces y apenas recordaba a Janis. No obstante, para Ron y para el, habia una persona a la que consideraban su madre, porque habia ejercido ese papel con diligencia y amor incondicional. Se trataba de Maggie, la pareja de su padre. Ella fue la que, tras la muerte de Janis, curo el corazon destrozado de Dan, y crio a Ron y Duncan como si fueran hijos suyos. Dan y Maggie no se habian casado, pero convivian desde hacia casi treinta anos. Tanto Duncan como Ron le habian recriminado a su padre que no formalizara las cosas, pero a Maggie parecia no importarle. Ella estaba bien asi, y les habia dicho muchas veces que no necesitaba ningun documento para demostrarle al mundo que ella era una Mackenzie. Maggie seguira trabajando en el pub como una especie de mentora, hasta que se jubile. En el equipo tambien estaba Murray, un chaval joven, de unos veinte anos, estudiante, que trabajaba a tiempo parcial alli para pagarse los estudios, y Tess, que llevaba ya cuatro anos trabajando con ellos. Hoy celebraban la jubilacion de Dan Mackenzie, pero hace pocos dias, tuvieron otra celebracion: El quinto aniversario de boda de Ron y su esposa, Phoebe. Cuando se conocieron, daba la impresion de que no tenian nada en comun, pero con el tiempo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Phoebe es una mujer alta, con una melena larga pelirroja rizada, y unos bonitos ojos grises. Trabaja como administrativa en una empresa de publicidad, cuya oficina estaba muy cerca de alli. Es una avida lectora de novela romantica a la que le entusiasma todo lo relacionado con la magia y los temas de misterio. Tiene amigos de todo tipo y condicion, que dan cierto nivel de versatilidad al pub. Ese dia, vino acompanada de su amiga Robin, una mujer alta, rubia, con los ojos verdes, que suele llevar un variopinto vestuario elaborado a base de telas de colores, combinado con un look oriental. Es una especie de pitonisa aficionada al tarot y las ciencias ocultas, a la que le gusta leer las palmas de las manos. Siempre habia alguien interesado en que le leyera el futuro. Duncan, sin embargo, no creia en esas cosas. Todo estaba preparado para recibir al invitado de honor, que desconocia la fiesta sorpresa que le tenian preparada. Solo faltaba la novia de Duncan, Gwen, que ya llegaba tarde, como siempre. Llevaban juntos practicamente toda la vida. Se conocieron en el instituto. El jugaba al rugby y ella era una de las chicas populares. Enseguida se enamoraron, y desde entonces, no se separaron. Cuando Duncan dejo el rugby debido a una lesion, y comenzo a estudiar hosteleria, ella estuvo a su lado. Cuando ella se graduo en la universidad, obteniendo un titulo de Empresariales, el acudio emocionado a su graduacion. Y finalmente, despues de muchos anos, se fueron a vivir juntos. Duncan se sentia el hombre mas afortunado del mundo por tener a Gwen a su lado. Era una mujer maravillosa, guapa, con un cuerpo escultural, carinosa, traviesa y seductora. Tenia una mente brillante y siempre sabia lo que habia que hacer en cada momento. Tenia todo bajo control. Incluso a su novio, que estaba loco de amor por ella. Despues de muchos meses, Duncan habia conseguido ahorrar para poder comprarle un anillo de compromiso. Al dia siguiente iria con Phoebe para que le asesorara. Confiaba plenamente en su criterio. Aunque hay que aclarar que Phoebe no sentia demasiada estima por Gwen, de hecho, le caia bastante mal. Sin embargo, procuraba disimularlo porque apreciaba a Duncan. Este estaba empezando a impacientarse, asi que decidio llamar a Gwen, porque su padre estaba a punto de llegar y aun no habia aparecido. Al llamar, comprobo que tenia el telefono apagado, algo muy extrano. Ahora si que estaba inquieto. ?Le habria ocurrido algo? Como aun quedaba un poco de tiempo, y su casa no estaba lejos, decidio ir a buscarla. --Ron, tengo que ir un momento a casa. Su hermano lo miro frunciendo el ceno. --Duncan, papa esta a punto de llegar. ?Para que tienes que ir a casa ahora? --Es que Gwen aun no ha llegado, y tiene el telefono apagado. No se si le ha pasado algo, asi que voy a comprobarlo. Volvere antes de que llegue papa, te lo prometo--contesto mientras salia por la puerta. Ron no dijo nada en respuesta. Instantes despues, Duncan ya estaba caminando calle arriba en direccion a su casa. En cuanto llego, abrio la puerta y entro en el apartamento. --?Gwen? ?Estas en casa? Parecia que no habia nadie, pero observo que el abrigo de Gwen estaba aun colgado en el perchero de la entrada. Justo al lado, habia otro abrigo que no habia visto antes. De repente, su pulso se acelero. En ese momento, pudo escuchar un ruido proveniente del fondo del pasillo, donde estaban las habitaciones. Camino despacio, con inquietud. A medida que se acercaba, el sonido era mas claro, y pudo distinguir lo que era. Unos gemidos de mujer. Temblo en ese instante pensando lo peor. ?Estaria en lo cierto o eran imaginaciones suyas? Finalmente, llego a la puerta de la habitacion y la abrio de golpe. Y entonces deseo no haberlo hecho. Gwen estaba desnuda, sentada a horcajadas sobre un tipo al cual no habia visto nunca. Los dos le miraron, horrorizados, con los ojos muy abiertos. El trago saliva, y apreto la mandibula y los punos. Tenia unas ganas terribles de pegarle una paliza a ese hombre. Pero al mirar a Gwen, algo le detuvo. Una tremenda sensacion de dolor y tristeza se apodero de el. Empezo a retroceder lentamente, y de repente, perdio la nocion del tiempo y del espacio. Gwen se levanto, y le persiguio por el pasillo, con su cuerpo cubierto por una sabana, diciendole que no era lo que parecia. Lo que suele decirse cuando te han pillado. Duncan tuvo ganas de echarse a reir ante semejante justificacion. ?Que no era lo que parecia? !Pero si estaba gimiendo de placer, desnuda, cabalgando sobre ese tipo, como habia hecho tantas veces con el en todos esos anos! Duncan jamas se habria imaginado que Gwen le enganaria, y que encima le tomara por idiota. No quiso escucharla, no queria saber mas, solo deseaba desaparecer. Salio por la puerta, y no supo como llego al pub. Su padre acababa de entrar, sonriente y feliz ante la maravillosa sorpresa que le habian preparado. Duncan disimulo como pudo, y se acerco a el, poniendo la mejor de sus sonrisas. Pero a su padre no podia enganarle. Agarro su rostro entre sus manos, y pregunto con gesto serio: --Duncan, ?estas bien? ?ha ocurrido algo? El nego energicamente con la cabeza. No iba a estropearle aquel momento tan especial. Ya se lo contaria en otro momento. --Todo esta bien, papa, de verdad--contesto, sonriente, a pesar de que estaba sangrando por dentro. La fiesta continuo hasta muy tarde, entre risas y charlas distendidas. En un momento dado, Duncan hablo con Ron y le pidio que le dejara quedarse en su casa un tiempo. Cuando le explico la situacion, a Ron parecio no sorprenderle, ni a Phoebe tampoco. Por lo visto, ellos intuian que Gwen no era lo que parecia a simple vista. Mas tarde, cuando tuvo ocasion de conversar con su padre y contarle todo, este no dijo nada, solo se limito a escucharle, y a darle animos como bien pudo, al igual que Maggie. A ellos tampoco les gustaba Gwen. Dos dias despues, Gwen y el quedaron para hablar de los terminos de la ruptura. Ella ya habia llevado sus cosas a la casa de su flamante nuevo novio, que era un alto ejecutivo de una empresa, rico y poderoso. --Entiendelo, Duncan. Nunca quise hacerte dano. Pero no pude evitarlo. Me enamore. Surgio sin mas--le explico. Duncan no le dijo lo que verdaderamente pensaba, porque, a pesar de todo, aun la seguia queriendo. Cuando has querido a alguien con toda tu alma, eso no se olvida en dos dias. --Te deseo lo mejor, Duncan. De verdad--dijo acariciandole la mano, como solia hacer siempre. Ese gesto, que antes le encantaba, ahora le daba escalofrios. Se sentia estupido e impotente. ?Como habia sido capaz de entregarse durante todos aquellos anos a alguien asi? ?A alguien a quien su amor le importaba poco? Todos sus planes de futuro con ella se habian ido al traste. Duncan queria formar una familia, tener ninos. Pero parece ser que el no entraba en los planes de Gwen. ?Como habia estado tan ciego? A partir de ese dia, Duncan cubrio su corazon con una solida coraza y lo cerro con un fuerte candado. No volveria a enamorarse de nadie. El amor era un invento del cine y de la literatura. Algo irreal en un mundo lleno de egoistas. El trabajo, su familia y sus amigos se convirtieron en el centro de su mundo. Nada de amor, solo sexo cuando surgiera la ocasion. Volvio al trabajo con toda la energia que pudo reunir, porque aun se sentia un poco abatido. Nadie de su entorno volvio a mencionar el nombre de Gwen, permitiendo asi que el trance fuera mas llevadero. El tiempo haria el resto. Capitulo 1 Edimburgo, un ano despues. Eran las siete de la manana y Duncan se preparaba para ir a trabajar. Estaba mirandose en el espejo, terminando de arreglarse, mientras pensaba en su cita de la noche anterior. Se llamaba Clare, era una mujer preciosa, alta, rubia, con los ojos grises y con unas medidas perfectas. Se habian conocido unos dias atras, a traves de un amigo comun, y al principio, le parecio una mujer agradable y simpatica. Sin embargo, lo que prometia ser una velada fantastica, acabo siendo un largo camino hacia el aburrimiento. Clare resulto ser una mujer superficial, que solo hablaba de si misma. Ademas, tenia un caracter un tanto insoportable. Cuando llegaron al restaurante, que era de un conocido suyo, se comporto como una nina malcriada. Empleaba muy malas formas para dirigirse a los camareros, como si fueran sus esclavos, encontraba defectos en todo, y en cuanto a conversacion, lo dicho, solo hablaba de lo que a ella le gustaba. Al final, a Duncan incluso le parecio fea. Perdio el interes por completo, y se alegro de no volver a verla. Desde que rompio con Gwen, la dinamica siempre habia sido la misma. Salia con muchas mujeres, pero nunca de forma seria. Duncan no estaba abierto al amor, solo a encuentros apasionados y casuales. En alguna ocasion, pensaba fugazmente en Gwen, pero cada vez menos. Al final, el tiempo habia puesto las cosas en su sitio, y ya no estaba enamorado de ella, aunque su corazon seguia cerrado. Finalmente, se dirigio al pub. Ya estaba Ron en la puerta, abriendo el negocio. Se tomaron un cafe y algo para desayunar, como siempre hacian antes de abrir, y enseguida se pusieron manos a la obra para atender a los primeros clientes. El primero en llegar fue el senor Barron, un hombre mayor, ya jubilado, que solia desayunar alli todos los dias. Era otro cliente habitual, divertido y dicharachero, que siempre tenia cosas que contarles. Sobre todo, le gustaba hablar de politica y de deportes. Ojeaba el periodico, les contaba como estaba el mundo, y despues, el daba su opinion, aportando su propia solucion a algun conflicto internacional. Casi siempre proponia una buena juerga con whisky y comida, para poner punto y final a una guerra. Asi de sencillo.

  • El Cabo Del Mundo de Xabier Quiroga

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    Una gran novela galardonada con el Premio de la Critica en Galicia que rescata uno de los episodios mas siniestros y desconocidos del franquismo.

  • Las aguas rebeldes de Sara Raasch

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    Una revolucionaria. Un pirata. Un principe.

  • Tiempo para amar de Awilda Castillo

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    En su primera novela romantica Awilda Castillo, escritora venezolana, nos invita a leer una historia de amor con sobresaltos y cambios entre dos protagonistas

  • ?Cuanto pesan las nubes? de

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  • Atardecer en Central Park de Sarah Morgan

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    En el caos de Nueva York puede ser complicado encontrar el amor verdadero incluso aunque lo hayas tenido delante desde el principio.

  • El vicio espanol del magnicidio de Francisco Perez Abellan

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    Un denominador comun une los magnicidios y los grandes atentados que cambiaron al menos cinco veces la historia de la Espana contemporanea. Prim, Canalejas, Canovas, Dato y Carrero Blanco, todos ellos presidentes del Gobierno, fueron asesinados en circunstancias escandalosamente extranas. Francisco Perez Abellan, el hombre que revelo la verdad sobre la muerte de Prim, desmonta todas las versiones
    oficiales.

  • Retablo de Marta Sanz

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    Dos cuentos en un libro. Dos mundos enfrentados. Habitantes de dos universos que estan obligados a ocupar las mismas calles. Aquellos que siempre pasearon por ellas y aquellos que transitan de nuevas. La atmosfera castiza, tradicional, las personas de toda la vida frente a la fauna vintage, hipster, la gente de moda. La pequena fruteria o merceria frente a la barberia en la que sirven champan o la galeria de arte de objetos imposibles. Las ciudades y los ciudadanos de los paises evolucionan bajo las condiciones de los fenomenos de gentrificacion, de turismo desbordante o de outlet masivo comercial. Un tono satirico, esperpentico, critico cubre esta realidad en manos de Marta Sanz, una de las escritoras indispensables de la actual literatura espanola.

  • Amberly, la esposa perfecta (Hermanas Davenport 1) de Veronica Mengual

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    Descubre a las hermanas Davenport en esta trilogia.
    Tres hermanas que haran su “pequena revolucion” dentro de la epoca en la que les toca vivir.

  • Tres mujeres de Lisa Taddeo

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    Un retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto

  • Corazon congelado (Corazones en Manhattan 5) de Camilla Mora

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  • La sonata sin nombre de Beatriz O'shea

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    La historia de amor imposible entre una joven de la alta sociedad y un violinista de origen rumano en el entorno de posguerra y espionaje del Madrid de los anos cincuenta.

  • La coincidencia perfecta de Annie J. Rose

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    D 1 C L A RA ebia pensar rapido. Nunca imagine que se apareceria asi, ni que tendria que presentar pruebas de mi novio imaginario. Ella conocia a todos mis empleados, asi que no podia llamar a Brett para que fuera mi tapadera. No habia tiempo de llamar a una agencia de empleos temporales y contratar a alguien. Me quedaba media hora. Me quede mirando los hermosos pasteles y galletas de la vitrina frente a mi. Queria llenarme la boca con ellos, pero tampoco habia tiempo para eso. No podia decir que mi novio imaginario estaba trabajando; acababa de responderle un mensaje diciendole que estabamos pasando el dia juntos. Eso fue antes de saber que mi madre estaba en Los Angeles, no bien lejos en algun lugar de Asia. Me volvi hacia el cajero. Guapo, de cabello oscuro, hombros anchos y sabia usar cajas registradoras: es el elegido. Eran tiempos desesperados. Me incline sobre el mostrador y le susurre: --Te ofrezco mil dolares en efectivo si te vas de aqui conmigo, te reunes con una mujer en el cafe de enfrente, te llamas Blake y finges ser doctor. ?Has visto Anatomia Segun Grey? Bueno, no importa. ?Puedes hacerlo? --?Que? --dijo, mirandome como si estuviera loca. Y, de haber tenido un espejo, estoy muy segura de que yo tambien me habria visto de la misma manera. --Mira, es mi mama. Es un dolor de cabeza, y cree que tengo novio porque me invente uno. Me canse de que me dijera mierdas por estar soltera. !Dirijo una compania, por Dios santo! Uno pensaria que eso contaria por… Olvidalo. ?Lo haras? --?Me llamo Blake? --Si, asi que, ya sabes, quitate el delantal. ?Tenemos un trato? --?Por mil dolares? Claro. ?Como te llamas? --pregunto. --Me llamo Clara Rider. ?Y tu eres…? --Blake, por supuesto --dijo con una sonrisa astuta. Mi estomago dio un vuelco como si estuviese en una montana rusa y mis mejillas se calentaron por su contacto cuando estrecho mi mano. Quizas acabo de gastar mil dolares para generarme un monton de problemas. --Aqui esta la historia resumida --le dije mientras lo apuraba por la acera--. Tengo una aplicacion… Dos anos de mi vida y cada centavo de mis ahorros. No esta funcionando bien. Mi madre queria que renunciara y volviera a trabajar para ella. Me negue. Esta amenazandome con quitarme el apoyo del unico inversionista que me queda, que es amigo suyo, a menos que pueda probar que le aplicacion funciona. Es como Tinder, pero menos indecente. --Y de alguna manera Blake es tu prueba --dijo. Asenti, sorprendida de que lo entendiera tan rapido. Tal vez necesitaba replantearme lo mucho que he subestimando a los hombres que trabajan en ventas. --Si no logro presentarle una pareja perfecta para mi, me quitara el apoyo del inversionista y ganara mis acciones mayoritarias en la compania de diseno. --?Por que hiciste una apuesta asi? --pregunto. --Desesperacion. Fue la unica tactica evasiva que funciono, puesto que queria aplastar mi empresa y volver a tenerme bajo su poder. --Suena encantadora --dijo con una media sonrisa que tuvo efecto en mi; como convertir mi estomago en miel fundida. Tenia que concentrarme. No tenia tiempo para fantasear con el chico de la panaderia. --Es complicada, pero supongo que todo el mundo lo es. --Sabotear tu compania no es ser complicado; solo es ser cruel --senalo. --Si, bueno, es mi batalla, y ahora debo ir a ganarla. --A menos que yo sea Blake --dijo. --Si. Eres doctor. Nos conocimos a traves de mi aplicacion: Slay. --Ese es un nombre un poco agresivo para una aplicacion de citas. --Agresivo... Como mujer que trabaja con tecnologia, nunca me lo habian dicho. Que original --dije poniendo los ojos en blanco--. Ahora vas a decir que no soy lo suficientemente simpatica. --No necesito que me agrades. Soy tu creacion, tu novio perfecto, un doctor. ?Desde hace cuanto estamos juntos? ?Solemos ir de vacaciones? ?Vivimos juntos? --Como dos meses. Y no, no tengo tiempo para eso. --?No tienes tiempo ahora para discutir lo que supuestamente hemos hecho o no tienes tiempo para irte de vacaciones y coger? --Ambas --respondi--. Ya llegamos. Intenta lucir bonito y no hablar demasiado --dije--. Y gracias por hacer esto. --Te dire <> mas tarde, si sale bien --dijo. Extendi la mano hacia la puerta del lujoso restaurante, pero el la alcanzo primero y la sostuvo. Levante una ceja. --?Que? Blake es todo un caballero --dijo con una media sonrisa que parecio retorcer mi ropa interior. E 2 A D RIA N staba loca de remate. Esta chica era demasiado exagerada. Todo era una emergencia. Me ofrecio mil dolares para ir a tomar un cafe con su madre. No necesitaba el dinero, eso estaba clarisimo. Pero ?todo el entretenimiento? Eso si que me vendria bien. Parecia que iba a ser una gran historia. La proxima vez que estuviese en Hong Kong en una de las fiestas aburridas de Daniel, tendria una anecdota divertida sobre aquella ocasion cuando ayude a mi hermana en la tienda y una mujer extrana me rogo que fingiera ser su novio. No me molesto que fuera hermosa. Habria estado igual de dispuesto a ayudar a una mujer menos atractiva, pero la verdad era que, cuando entro con esas piernas largas y su cabello castano con rizos apilado en un mono desordenado, estuve dispuesto a aceptar cualquier cosa que me pidiera. Fue bueno que me pidiera hacer algo legal, porque habria sido humillante tirar toda mi carrera por la borda por ser atrapado traficando droga para una chica sexy e hiperactiva que me abordo en una panaderia. Era una distraccion, y su draconiana madre prometia ser igual de salvaje por la forma en que hablaba de ella. Yo si que sabia de padres controladores, despues de todo, y pense que seria buen karma apoyar a esta mujer Clara en su aprieto. Yo habia venido a este restaurante. No me impresiono. Era un lugar de almuerzos de moda entre comensales pretenciosos con ropa de disenador, donde solo servian tres gotas de salsa verde en un plato. Tuve una reunion alli una vez, y luego tuve que comprarme una hamburguesa porque moria de hambre. Clara estaba visiblemente nerviosa, de pronto incomoda con sus tacones mientras buscaba con la vista a su madre. La vi enderezar los hombros y la postura. La curva de su cuello, donde se encontraban dos mechones de cabello castano sueltos, era elegante, lo suficientemente seductora como para hacerme querer besar el lugar donde se curvaba su hombro. <>, pense con una sonrisa. Casi podia sentir su piel suave bajo la calidez de mi boca, la respiracion sorpresiva que daria antes de inclinarse de nuevo hacia mi, con su espalda derritiendose contra la solidez de mi pecho. Una mujer se puso de pie, lo que hizo girar un poco su extrano poncho rojo sobrecargado por un collar de oro reluciente. La reconoci instantaneamente. No habia visto el parecido entre Clara y la empresaria de medios Cynthia Rider. Cynthia habia empezado en noticias locales, consiguio su propio programa de entrevistas sindicado y ahora era duena de varias cadenas y de un imperio de estilo de vida que lo tenia todo, desde almohadas decorativas con piel de imitacion para infomerciales, hasta una linea de relojes de platino a traves de una marca de lujo italiana. En algun punto de camino a dominar el mundo, tuvo una hija. Una hija que me habia ofrecido dinero para que le mintiera a su madre, lo cual parecia indicar que Cynthia Rider era mejor en los negocios que como madre. Mientras Clara hizo ademan de besar a Cynthia en cada mejilla sin tocarla, yo me quede alli con las manos en el bolsillo y me pregunte que pensaria de mis vaqueros rotos y mi camisa descolorida de los Giants. Ella no me reconoceria tan rapido como yo a ella, pero existia el riesgo de que mi alto perfil pudiese descarriar la tactica de Clara antes de que comenzara. Seria mi responsabilidad asegurarme de que eso no pasara. Me pase con tosquedad una mano por el cabello, desordenandolo un poco. Queria verme tan ordinario como fuera posible, tan intimidado como lo estaria un tipo promedio al conocer a la madre internacionalmente famosa de su novia. Cuando Cynthia extendio su mano, timidamente saque una mano para sacudirla.

  • La revolucion transhumanista de Luc Ferry

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    Ha surgido una nueva ideologia con sus sabios y sus profetas, sus eminencias y sus intelectuales, que lleva el nombre de <>: una corriente cada vez mas poderosa, que, con el apoyo de medios cientificos y materiales considerables, milita a favor del uso intensivo de las celulas madre, la clonacion reproductiva, la hibridacion hombre/maquina, la ingenieria genetica y las manipulaciones germinales, que podrian modificar nuestra especie de forma irreversible, todo ello con el fin de mejorar la condicion humana. El progreso de las tecnociencias en estos ambitos es de una amplitud y una rapidez inimaginables, es silencioso, no llama la atencion de los politicos y apenas la de los medios de comunicacion, de modo que se produce a espaldas de la mayor parte de la poblacion y practicamente no esta regulado. Esta nueva situacion nos obliga a reflexionar, a anticiparnos a las abisales cuestiones que estos nuevos poderes del hombre sobre el hombre plantearan inevitablemente en los proximos anos, en los planos etico, politico, economico, pero tambien espiritual.

  • Por lealtad a una reina de Mills Bellenden

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    Dos personas entregadas a lealtades distintas, opuestas, en pugna, se cortejan, se buscan: como dos espias que intentan obtener la informacion del otro. Uno es un lord ingles, la otra una dama escocesa. Ambos comprenden que juegan un juego peligroso; ambos comprenden que la atraccion tambien surge de la rivalidad.

  • Ataduras de Domenico Starnone

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  • Antes de partir de R.m. De Loera

    https://gigalibros.com/antes-de-partir.html

    Los japoneses atacaron suelo americano y el pais entro en guerra. Los hombres partiran al siguiente dia y solo les quedan unas horas para decir adios.

  • Ciencia Ficcion. Seleccion 40 de Aa. Vv

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    En esta seleccion se incluyen varios relatos clara y deliberadamente inspirados en grandes temas y autores de la narrativa fantastica.

  • Obsidiana negra de Victoria Quinn

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    Estaba de pie en el bar esperando a un amigo cuando sucedio.
    Cuando mi vida cambio para siempre.
    La mujer a la que habia deseado toda mi vida entro. Preciosa. Perfecta. Inmaculada.
    Supe que tenia que tenerla.
    Y para el final de la noche, asi sera.
    Mi proxima sumisa.

  • La cuna de los dioses, Thomas Quinn Miller de Thomas Quinn Miller

    https://gigalibros.com/la-cuna-de-los-dioses-thomas-quinn-miller.html

    En el mundo de Allwyn, los seres humanos estan casi extintos.

  • Redencion (La Profesional 3) de Kris Buendia

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  • El pantano de las mariposas de Federico Axat

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    Las desapariciones de personas en confusos episodios se suceden ano tras ano en Carnival Falls. Pero donde algunos ven tragedias sin conexion, otros aseguran que existe un patron comun, y que detras de ellas hay algo mas oscuro que simples accidentes.
    En 1985, Sam y Billy tienen doce anos y se preparan para lo que suponen sera un verano grandioso: excursiones por el bosque, largos paseos en bicicleta y la postergada construccion de la casa del arbol. Sin embargo, la llegada a la ciudad de una nina de clase alta llamada Miranda, cuya belleza no les dejara indiferentes, lo trastocara todo. Juntos transitaran ese intrincado paso de la ninez a la adolescencia, un camino de aprendizaje y revelaciones, y se embarcaran, casi sin proponerselo, en una aventura que podria llevarlos a conocer la verdad detras de las desapariciones.
    Un pacto de amistad los guiara en un verano imborrable, un tiempo de metamorfosis que marcara el inicio de muchas cosas, y tambien el final de su infancia.

  • Menospreciada – Linda Leigh y Annabelle Lee de Annabelle Lee , Linda Leigh

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    Florence tiene 16 anos y ha tenido que cambiar de ciudad por el traslado de trabajo de su padre. Aunque viene de familia adinerada, se siente incomprendida por ellos. Ha tenido que dejar su antiguo instituto y, tambien, a sus mejores amigos a tan solo un ano de graduarse.

  • Culpa de Juan Yanni

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    Son las siete de la manana. Suena el despertador como casi todos los dias del mes de octubre. A diferencia de cualquier otro dia laborable, no le cuesta incorporarse de un salto de la cama. Lo primero que hace es abrir las dos puertas de madera de la contraventana y otear el tiempo que hace. Esta nublado, pero parece que se trata de una niebla baja, ya que un cielo azul se divisa a lo alto, a traves de una especie de claraboya que se dibuja en las nubes de la manana. El viento es sur, el que esperaba y el que necesita. Le duele algo la cabeza, pero no le importa, <>. Se viste rapidamente, prescinde de la ducha y se pone ropa de abrigo: pantalones de pana, camiseta, camisa de lana y tres jerseis por encima. Un par de calcetines y botas de montana; el resto, chaleco de plumas y parka, guantes y gorro de lana le esperan en el coche. Los va a necesitar encima del arbol. Llego ayer desde Madrid, via Pamplona. Cogio el coche y recorrio los cuarenta kilometros que unen la capital navarra con Roncesvalles, en el Pirineo navarro, cuna del Camino de Santiago. Disfruta conduciendo por esa carretera, con puertos de montana que serpentean hacia arriba y donde solo es posible adelantar en sitios muy concretos. De hecho, piensa que podria conducir con los ojos cerrados. Quizas si le molesta algo mas la cabeza de lo que pensaba. Su amigo, el dueno de la posada donde se hospeda, no tenia intencion de dejarle ir a su habitacion a una hora prudente y le engano con algo tipico de estos pueblos, la espuela, la ultima copa: un patxaran, un vodkatonica... junto con una conversacion que rememoraba batallas pasadas con anecdotas repetidas ano tras ano. Fue una conversacion solo para dos. Cierra la puerta tras de si, sin llave, aqui no hace falta, y camina por el pasillo casi a oscuras. Conoce el recorrido. Baja las amplias escaleras de madera y ceramica hasta la planta baja y abre el amplio porton que da a la calle. Antes de dirigirse al coche, se dirige hasta la parte de atras de la casona, al lado de la huerta y de un pequeno riachuelo, desde donde se divisa el valle y las montanas. Estaba en lo cierto, una neblina baja inunda el valle, con el cielo azul naranja del amanecer asomando por encima formando una espectacular estampa. Comienza a andar hacia el coche con ese nudo en el estomago que le es tan familiar desde hace muchos anos, desde que su padre, cuando el era un nino, se la transmitio. Antes, entra en un pequeno garaje adyacente para buscar a su companero de manana, Beto, un magnifico braco aleman. Se alegra al verle, parece compartir la emocion de su amo. Arranca el coche, el termometro exterior marca cero grados centigrados. Posa su mirada sobre el cartel que senala la distancia a Santiago de Compostela, setecientos treinta y ocho kilometros y ve a un peregrino que prepara sus aperos para iniciar la marcha, su primera o segunda etapa del camino, dependiendo de que haya iniciado su aventura desde la localidad francesa de Saint Jean de Pied de Port o de Roncesvalles. De conocer bien esta zona, sabe que hay muchos caminantes que evitan la etapa francesa, dado que es un recorrido de veinte kilometros atravesando senderos por el monte, en continua subida y donde es muy facil perderse, maxime si el tiempo no acompana, algo frecuente en esta zona de los pirineos. Le vienen a la mente varias desapariciones y muertes en los ultimos anos en ese tramo, generalmente debido a imprudencias de peregrinos que no se toman en serio las inclemencias del tiempo en dias de frio y ventisca con tormentas de nieve que hacen que te desorientes, pierdas el estrecho camino y mueras por hipotermia. No sabe por que le han venido estas historias concretas a la cabeza, observandole, pero enseguida comienza a pensar en lo suyo mientras esboza una sonrisa. Conduce despacio, bajando la ventanilla, para que el helado viento le acabe de despertar. Conforme asciende el pequeno puerto de montana, la niebla se va disipando convirtiendose en bruma y cuando llega al Alto ha desaparecido por completo. Para el coche, desciende y disfruta de una incomparable vista. Un mirador desde el que se divisa todo el valle con Francia a lejos. Al otro lado observa las ovejas que pastan en lo alto de la colina, signo de que el tiempo que se espera es bueno. El viento sacude su cara, suave pero energicamente, confirmando que viene del sur. Sonrie. Sube al coche y conduce doscientos metros hasta un pequeno camino a su derecha; acostumbra a conducir rapido, se lo conoce, aminorando las marchas en las curvas, pues apenas caben dos coches por ese camino rural. Le gusta ese trayecto entre hayas centenarias y mas todavia ahora, en la segunda mitad de octubre, con la caida de la hoja, que hace del bosque un lugar encantador, magico y, tambien, resbaladizo. Tras tres kilometros, aparca su coche bajo unas hayas, bien resguardado. Abre el maletero y Beto salta excitado. Se pone la chamarra, los guantes de lana, se cala un gorro y coge su mochila. Se cuelga al hombro una escopeta enfundada y camina hacia el interior del bosque. Las hojas crujen debido a la escarcha de la manana. Pasados ochenta metros encuentra su haya. Comienza a ascender a ella a traves de su empinada escalera de madera. Lo hace con determinacion, pero con prudencia. No es la primera vez que ha habido un accidente al partirse un peldano por la humedad. Es un haya imponente. Asciende treinta metros hasta lo alto, abre una portezuela y entra en el cubiculo de madera forrado de helechos. Se incorpora, deja la mochila sobre un pequeno banco, descuelga su escopeta y le quita la funda. Lo primero que hace es cargarla. Dos cartuchos. Perdigon del siete. Se siente orgulloso de su escopeta paralela marca AYA, realizada y fundida en las fabricas armeras de Eibar, en Guipuzcoa, y heredada de su padre. Treinta anos hace ya. Asomado desde lo alto del magnifico arbol y, a pesar de haberlo visto muchas veces, todavia se asombra de la belleza del valle a sus pies. Esta solo en las alturas. Esta feliz. Comienza a recordar cuando fue la primera vez que subio a un arbol con una escopeta, debia tener ocho o nueve anos. Cazo su primera paloma torcaz, quizas con doce anos, con la escopeta de catorce milimetros de un solo cartucho que su padre le regalo. Es la unica caza que le gusta. Detesta la mayor. Cosas que se heredan

  • Un polvo en condiciones de Irvine Welsh

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    Despues de sus devaneos por Miami con La vida sexual de las gemelas siamesas, Irvine Welsh regresa a Edimburgo, piedra angular de su universo literario alrededor de la cual orbitan unos personajes que se van entrecruzando en las sucesivas novelas ambientadas en la ciudad.
    Aqui el protagonista es un viejo conocido, Juice Terry Lawson, que ya habia asomado la jeta en Cola y Porno. Resumamos sus credenciales: de profesion taxista, pero tambien chulopiscinas e incansable seductor de tias buenas, traficante de drogas, encargado de una sauna regentada por mafiosos, adicto al sexo y actor porno amateur, que rueda peliculas cutres para la web de SickBoy.
    Y mientras un tremebundo huracan amenaza con arrasar Escocia, Terry se ve envuelto en andanzas de lo mas variopintas: se reencuentra con una antigua amante en un funeral; ayuda al simplon Wee Jonty a buscar a su chica desaparecida, la hermosa Jinty Magdalen; lleva en su taxi a una joven dramaturga suicida; le detectan un problema de corazon que le obliga a guardar abstinencia sexual, y hace de chofer para un americano llamado Ronald Checker, rico promotor inmobiliario y presentador de un exitoso reality (si, el personaje tiene evidentes paralelismos con Donald Trump) que ha venido a Escocia en busca de un exclusivisimo y carisimo whisky…
    Un polvo en condiciones es Welsh en estado puro: desmelenada, escatologica, pornografica, lisergica, iconoclasta, argotica y descacharrante. En ella, el lector que no se amilane ante las emociones fuertes se encontrara con escenas de incesto, violacion y necrofilia, !y hasta con un par de inauditos capitulos en forma de pene!

  • Una dulce madrilena de Samuele Beni Abram

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    Una historia de amor intensa que pocas parejas pueden decir haberla vivido.Samuel, un italiano de 45 anos, un seductor nato, encuentra a Martina, una madrilena de 20 anos que ha llegado hace poco a Barcelona.Un destino que hara que luchen entre el corazon y la razon. Un amor pasional y perturbador, en el que el sexo y el erotismo se viven mas alla de los limites en una aventura unica y emocionante.En un Swinger en Barcelona - Dos chicos en Formentera - El lesbico con la holandesa y con su amiga intima - El travesti Armandino - Dos masajistas africanos en Cabo Verde - El castillo a Montenegro - El hidromasaje en Paris - Una fiesta privada - Un convento en Roma - Un desconocido...Y otros lugares y otra gente y otras aventuras de amor, de sexo, de erotismo que vale la pena leer. Porque el amor, el de verdad, no es el encuentro de dos cuerpos que banalmente se unen, sino de dos almas nacidas para estar juntas que van por el mundo buscandose para poder amarse. Y ninguna de las dos podra ser feliz sin el alma que le corresponde.

  • Miedo a amar de Concepcion Marin Albesa

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    Laura es una mujer que lo tiene todo. Descubrir que si marido la engana, desmorona su mundo perfecto. En su huida, encontrara a un joven que despertara en ella una pasion dormida y el temor al escandalo.

  • Espiritu de invierno de Elena Morilla Margallo

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    El rey Filian de Baldrenia esta muy enfadado con sus nortenos, tanto que ha decidido ir en persona a poner orden entre los pueblerinos. El siempre debe tener lo que desee, aunque los intereses no coincidan con los de sus subditos. Llevado por el orgullo y la codicia pierde la vida al caer a un lago helado. Cuando parece que todo ha terminado para el aparece la Senora del Invierno. La reina de los espiritus de la estacion le da una nueva forma para que pueda pagar la deuda que ha contraido con ella. ?Podra el ambicioso monarca hallar la forma de solventar sus errores?

  • Amor Sin Palabras de Lucy Monroe

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    UN AMOR SIN PALABRASLucy MonroeDescubrir que su jefe, el magnate Andreas Kostas, ten’a intenci-n de casarse fue un golpe devastador para Kayla. Pero entonces Andreas le propuso que fuera ella quien llevase su anillo de compromiso.Seis a-os atr+s, Kayla hab’a experimentado el incandescente placer de sus caricias y hab’a escondido su amor por el desde entonces.Era la proposici-n que siempre hab’a so-ado, pero Ase atrever’a a arriesgar su coraz-n sabiendo que Andreas no cre’a en el amor?

  • Asesina otra vez (Los casos de Marina Altamirano 3) de Mar P. Zabala

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    Tercera entrega de la trilogia negra <>.

  • El asesinato del hombre perfecto de Elizabeth Gill

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    Una obra de teatro excepcional, su singular autor y el productor, melodramatico y desmesurado. Una joven encantadora y su prometido: el intelectual lord Charles Kulligrew. Un millonario siniestro, un profesor despistado, su intransigente hermana y… el Tigre.

  • Un hipster en la Espana vacia de Daniel Gascon

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    Que bonito es despertar aqui. Un poco antes de las seis se oye el canto del gallo. No mucho mas tarde llegan los primeros sonidos del pueblo que amanece: Tomas con la mula mecanica, Javier con la mula mecanica, Rogelio con el tractor, Paco con la mula mecanica. Me quedo unos minutos leyendo La Espana vacia en la cama. Luego, cuando suenan las campanas de la iglesia, salgo preparado, con una energia que no tenia en mucho tiempo. La sensacion de estar haciendo algo importante de verdad, de encontrarme en armonia con la naturaleza, pero tambien conmigo mismo. ?Sera la sensacion de proposito? ?Saber que estoy aqui, lejos de la frivolidad y la velocidad vacua de la vida moderna, implicado en un proyecto realmente transformador, una iniciativa generosa y transversal? Le pedi a mi tia que tomaramos leche de oveja. Ella dice que no, parece que la toma en tetra brik porque hace unos anos tuvo brucelosis. Pero a primera hora va al corral, ordena a la oveja y cuando bajo a la cocina tengo la leche hervida (tres veces). Es maravillosa la gente sencilla. Yanis salta, esta contento, espera en el patio cuando salimos. Me encanta ver lo feliz que esta aqui. 19 de febrero Dia de inspeccion en el pueblo. Es agradable ir a la tienda. Saludas, pasas ahi un rato por la manana, las mujeres van contando sus cosas. La gente sabe mucho del tiempo. Hay dos tiendas. A una la llaman el estanco, aunque no es un estanco propiamente. La otra tiene puesto el nombre de Dardo en la puerta, pero todo el mundo la llama la de Lucia, aunque la que lo lleva no se llama Lucia (creo que era su madre). He estado un tiempo buscando la seccion de productos organicos, pero no la he encontrado. Tampoco he visto Hola Coffee. Preguntare manana. La dependienta estaba hablando con una senora, parecia una conversacion importante. He hablado con la secretaria (alguacila, la llaman) del Ayuntamiento para ver si puedo ver al alcalde y explicarle el proyecto. Parece que esta muy ocupado en la serreria. Las noticias llegan por la megafonia del Ayuntamiento. La secretaria lee los pregones. Siempre vienen anunciados por una jota. Hay dos bares, el de la carretera y el de Lorenzo. El de Lorenzo se llama Tropezon pero todo el mundo lo llama el de Lorenzo. Casi todos los hombres del pueblo estan jubilados o no trabajan. Por las tardes, unos van primero al de la carretera y luego al de Lorenzo, y otros van primero al de Lorenzo y luego al de la carretera. Todavia no tengo claro en que grupo integrarme. ?Me pasara como en el circulo, donde defendi una tercera via, y acabe quedandome en tierra de nadie? Por la tarde bajo a dar un paseo. Los ancianos (varones) juegan a la petanca en una explanada que unos llaman Banco de los Abuelos y otros Cruz de los Caidos. Es increible como la polarizacion y el clima hostil de las redes sociales llegan a un sitio tan alejado y apacible. El atardecer desde alli es precioso. He intentado hacer una foto con Yanis para subirla a Instagram pero no habia cobertura. Manana volvere a intentarlo. Mentiria si dijera que no echo de menos los tejados de Madrid que veia cuando miraba por la ventana de la buhardilla de Lina. Pero el aire es puro, fresco y por la noche se ven todas las estrellas. 20 de febrero En el bar. Camaraderia. Humor rudo, entranable. Uno de los trabajadores de la serreria extiende la palma de la mano (solo tiene dos dedos) y dice: <>. Todos nos reimos, aunque me suena que hizo el mismo chiste ayer y antes de ayer. El alcalde, dueno de la serreria, estaba. He intentado hablar con el pero me ha dicho que no era el momento. Los exmineros jubilados son agradables. Se pasan la tarde bebiendo botellin tras botellin. Dos, Javier y Ramiro, me han contado anecdotas de caza y de sus perros, sobre todo de uno que lo llaman Santi, y que tiene muy mal genio. Cazan perdices, codornices, zorros. Lo que mas les gusta es el jabali. Yo les he dicho que no era partidario de la caza, que me parecia que debiamos respetar a los animales y su condicion de seres sintientes, aunque entendia que podia ser necesario regular las poblaciones puesto que la intervencion humana habia alterado el equilibrio de los ecosistemas. Javier ha preguntado si soy un poco maricon. Lourdes, la camarera, le ha dicho: <>, y todo se ha resuelto amablemente. He intentado publicar la foto en Instagram pero no he podido. 21 de febrero En la granja con mi tio Rafael. Una pequena explotacion. Me ha pedido que le eche una mano y asi de paso me familiarizo. Yanis ha disfrutado, correteaba. Le asustaba un poco el perro de mi tio, pero se han acabado llevando bien. Hemos estado trabajando un rato en el huerto. Luego, le he ayudado con los animales. Me sorprende la estructura heteropatriarcal del gallinero. Es realmente barbaro como ha trastocado nuestra cultura la vida de los animales. (He pensado en Walter Benjamin.) No se si Rafael me ha entendido bien cuando se lo he dicho. Pero en todo caso esto sera algo que tendremos que cambiar cuando pongamos en marcha nuestro proyecto. Le he dicho a Rafael que preferia volver solo. La verdad es que creo que en La Canada usan demasiado el coche. No me parece que sea respetuoso con el medio ambiente. Le he dicho que preferia volver caminando. Luego se ha hecho de noche y me he perdido. No ha sido grave. En poco mas de tres horas he encontrado la carretera y al cabo de un rato he visto que venia un coche. Ha parado y era Lourdes, la camarera del bar de la carretera. Me ha dicho que cerca del repetidor, en las eras, hay un sitio con buena cobertura. Tambien me ha dado una crema para curarme las manos, estaban llenas de callos por la azada. <>, ha dicho. Mi tio Rafael se ha reido de mi cuando he llegado. 22 de febrero No hay la nube de contaminacion de Madrid pero muchas tardes, cuando sopla viento del este, llega un olor fuerte. <>, dice mi tia. Es el olor de las granjas de cerdos. 23 de febrero Por fin me ha recibido el alcalde. Ha ido bien. Le he explicado nuestro proyecto, las lineas generales. La idea de hacer lo que, en lenguaje neoliberal, podria ser una start-up, pero cuya funcion seria potenciar la conexion organica y una relacion profunda entre los seres vivientes y su entorno, basada en el respeto comun entre los generos y las especies, el desarrollo sostenible en una plataforma de horizontalidad colaborativa que permitiese la interrelacion dinamica entre lo ancestral y lo moderno lejos de las pulsiones esclavizantes del capitalismo tardio, cuyos mecanismos de actuacion resultan destructivos para el planeta y las personas. --?Y para que tanto? --ha preguntado. Le he explicado un poco mas, el miraba con escepticismo. --Algo de perras querreis, seguro. Cuando le he dicho que no necesitabamos nada de eso, solo el beneplacito del Ayuntamiento, se ha quedado mas tranquilo. Al final cuando me marchaba he oido que decia a la secretaria. --Este quiere algo. Me ha parecido una senal de que cree en el proyecto. 24 de febrero He sonado que veia Dersu Uzala en la Filmoteca. 25 de febrero En el bar. Ramiro dice que los politicos son todos iguales y que solo quieren robar. Yo he intentado matizar, le he dicho que quiza estaba sacando conclusiones precipitadas, que era necesaria una vision mas compleja. Me ha preguntado si lo tomaba por imbecil. Le he dicho que en absoluto, que le rogaba que no fuera tan susceptible. <>, le ha preguntado a Javier, su hermano. Lourdes ha calmado un poco las cosas. Ramiro se ha empenado en pagar. No encuentro quinoa en la tienda de Lucia. Tampoco Hola Coffee. No esta donde los otros cafes. A ver si consigo hablar con ella manana. Estaba hablando con la misma senora del otro dia, la conversacion tambien parecia importante. Pascual, en la plaza, me ha dicho: <>. Habra que comprar una correa.

  • La otra; Historia de la amante de Magela Gracia

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    Un libro se gesta con una idea, sin duda alguna. Puede llegar de un recuerdo, un sentimiento, una vision o un sueno. Pero nunca llega a ser lo que es sin la gente que te rodea. Ellos ayudan a darle forma, a que se convierta en lo que luego rellenara paginas que, con suerte, amarillearan en un estante de tu salon... ... porque no habras querido deshacerte del libro. A mi, por fortuna, me han rodeado una gran cantidad y calidad de personas dando forma al libro, moldeando mis recuerdos, mis fantasias, mis anhelos. Marcos. Editor, corrector, critico. Ese hombre que acompana mis noches de fantasias y mis mananas de realidades. Que me levanta cuando me salen mal las cosas, y me baja a la tierra cuando me salen demasiado bien. El unico que conoce mis secretos... y los convierte en realidades. El unico que mis realidades... las convierte en secretos. Si Oziel tiene voz propia es gracias al morbo de sus palabras. Se le ha acumulado mucho trabajo estos meses, porque es el que suele corregir todo lo que escribo, incluso hojas de reclamaciones. Elena. Critica, cerebro de la portada del libro. No me leeria ni muerta, pero al final accedio a punta de pistola. Ahi la tengo, encanonada, compaginando sus cosas con leer a la pesada que se empena en mandarle los capitulos por mail y le insiste en que lo haga en vez de jugar al Candy Crash. Me acepta como soy, imperfecta a mas no poder. Y, aun asi, me invita todas las semanas a almorzar, porque sabe que no me gusta comer sola. Y yo vuelvo, aunque me de de comer cosas raras... y no tenga cafe. Raquel. Coartifice de la portada. Hay mujeres que tienen una sensibilidad especial para tratar una portada, y ella elige con mimo cada detalle para que todo quede perfecto. Podria morirme si tuviera que abrir el Photoshop, no digamos nada de usarlo correctamente. Tiene una paciencia infinita conmigo, y a pesar de la distancia, salva el problema con energia y entusiasmo. !A por la tercera! Pavel. Publicista, critico, coartifice de la portada. El hombre que me sirve un cafe todas la mananas para que me desperece y que luego tiene que tirar porque no llego a tiempo a tomarmelo. Un ser malvado recubierto de bondad, historias de zombis y eternos paseos en moto. Haces facil lo que a mi me resulta imposible. Se parte de risa con mis escasos conocimientos de ingles. Por eso, friki, hacemos un magnifico equipo. Javier. Fotografo. No le hace falta hacer nada mas, porque con retocarme la piel para que no se notara que tenia frio ya hizo suficiente. Creo que fue el quien se empeno en que se hicieran las fotos en invierno para castigarme por tenerlo cuatro horas al dia trabajando, y el que se alegro de que no hubiera calefaccion mientras me desnudaba. Me las cobre haciendo que se arrastrara por el suelo. Hay una foto que lo demuestra por algun lado... Alexis. Coaching. Me abrio su casa para que con sus paredes jugara a desnudarme y diera vida a La Otra. Pero, antes de eso, me ha dicho mil veces que valgo, que las mujeres emprendedoras son un tesoro, que el esfuerzo siempre merece la pena. Es el amigo que toda mujer quiere tener a su lado, aunque me dejara una noche tirada y tengamos mas relacion por mensajes que cara a cara. Espero que se haya revalorizado el valor de la casa...

  • Pan de limon con semillas de amapola, Cristina Campos de

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    Durante el invierno de 2010, en un pequeno pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina, dos hermanas que fueron separadas en su juventud, se reencuentran para vender una panaderia que han heredado de una misteriosa mujer a la que creen no conocer.

  • No todos los principes han sido ranas de Sweet Melibea

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    Ay, mi madre! --Me lleve las manitas a la boca, asombrada ante la belleza de aquel vestido que me iba a prestar mi amiga Cayetana. Cayetana tenia un vestidor de envidia y yo, lo cierto es que, en los ultimos anos habia tenido que renunciar a ciertos caprichos, pues Carmen, mi pequena hijita de tres anos, se habia convertido en mi prioridad en todos los sentidos. --?Te gusta? --me pregunto Cayetana, sonriendo. --?Que si me gusta? --pregunte yo, emocionada--. !Es una preciosidad! La verdad es que lo era. Era un vestido precioso de seda color marfil con ribetes dorados y sisa.--Quedara perfecto con una americana --me aconsejo Cayetana. Asenti, haciendo mover asi mi larga coleta de caballo de color rubio. --De eso si que tengo --dije poniendo morritos, despues cogi el vestido de las manos de Cayetana, el cual estaba metido en una funda de plastico y lo admire de nuevo. --Es un Dior, querida, cuidalo. --Is in Diiir, quirida, ciidili --se burlo Alejandra de Cayetana para despues guinarme un ojo. Ahi estabamos de nuevo las tres, como las tres mosqueteras, solo que, sin espada, pero siempre dispuestas a ayudarnos las unas a las otras. Le saque la lengua a Cayetana. --Te lo cuidare genial --le asegure convencida. Aquel dia era especial, pues Carmencita empezaba su primer dia de colegio, al igual que yo, ya que habia encontrado una plaza en la bolsa de trabajo en la que me habia apuntado y, ademas, tenia una cita. Hale, hale, alegria, todo junto. Lo ultimo es lo que mas preocupada me tenia, pues Carmencita era una nina muy extrovertida y estaba segura de que su adaptacion al colegio no seria un gran problema para ella, y en cuanto a mi nuevo trabajo, estaba encantada, pues ademas era en el mismo centro educativo al que iria Carmen y estaria cerca de ella, a pesar de que no pudiera verla. En efecto, me dedicaba a la docencia y habia tenido la suerte de poder dedicarme a ello nada mas terminar la carrera, algunos anos atras. Estudie un doble grado de magisterio infantil y primaria y, si bien habia trabajado ya con los ninos y ninas mas mayores, en primaria, aquel ano me habia tocado infantil. Pero mi gran drama era que, en aquel momento, en el que tenia casi veintisiete anos, para mi desgracia, todavia no habia encontrado a ese hombre que seria para mi un principe azul, porque, por supuesto, yo si creia en aquellos seres de cuya existencia han dudado la mayoria de las mujeres, asi que lo que mas angustiada me tenia era eso: la busqueda. No queria darme por vencida, pues Dani, el padre de Carmen y mi primer novio formal, perdio el azul de su capa de principe, asi que ansiaba encontrar un nuevo amor que tuviese aquellas caracteristicas. Mi relacion con Dani se habia convertido en algo un tanto toxico, pues tantos intentos nunca son buenos, por lo que hacia tiempo que habia decidido cortar de raiz cualquier lazo amoroso y tener una relacion meramente cordial por Carmen, la unica union que teniamos. Si habia tardado tanto tiempo en hacer aquello habia sido porque Dani era demasiado. Chupa de cuero, pelito de punta, algun que otro tatuaje escondido, chico de gym... tu ya me entiendes. Ademas, a todos esos atributos se sumaba el tiempo que habiamos estado como pareja y todos los momentos que habiamos pasado juntos. Pero, pese a todo eso, no dejabamos de ser incompatibles y eso yo lo sabia de sobra. Por supuesto, mis amigas Alejandra y Cayetana, habian decidido tomar partido en aquel asunto y, con fin de aportar su granito de arena, presentarme un par de chicos para que tuviera algunas citas. Nunca se sabia donde se podia encontrar el amor verdadero. --Seguro que impresionas a Miguel --dijo Cayetana. Asenti con la cabeza, aunque no las tenia todas conmigo, pues los nervios solian jugarme a menudo malas pasadas. Miguel era una de aquellas citas, amigo de Cayetana, y con el que quedaria para cenar aquella noche. --Y el a ti --anadio Alejandra sonriendo. --!Ya me diras! Alto, guapo, rubio como tu, nena. Y piloto. --Cayetana me guino un ojo. --Me estais poniendo nerviosa --admiti borrando toda sonrisa de mi cara--, y cuando me pongo nerviosa me hago cacota, asi que, por favor, os pido que... --Uy, cacota, dice --se carcajeo Alejandra interrumpiendome--. Carino, tranquila, todo va a salir bien. Eso no sucedera hasta esta noche, primero tienes que llevar a Carmen a su primer dia de escuela. Trague saliva, un apice mas tranquila, Alejandra tenia razon, aunque... --Un momento, ?me estas diciendo que esta noche si me cagare encima? --pregunte con la ceja arqueada. Alejandra solto una risotada. --!No! --exclamo--. Solo era una forma de hablar. Tengo que irme, mi turno en el hospital comienza en nada. Alejandra beso nuestras mejillas y se marcho de mi casa. Habiamos quedado pronto, justo antes de que me marcharse al colegio con Carmen, porque durante el dia, entre unas cosas y otras, nos seria imposible vernos. --Yo tambien me voy --dijo Cayetana. --?Tienes algo que hacer? --le pregunte interesada al tiempo que cogia el babi del colegio de Carmen y lo metia en su mochila de Peppa Pig, la cerdita rosa de dibujo animado que traia loca a mi hija. --Lo cierto es que no --contesto Cayetana mirandose una una--, asi que supongo que ire un rato al spa. Arrugue el ceno. Cayetana era asi, tenia dinero y solamente se dedicaba a actuar en recitales de piano. Menos mal que desde que Alejandra recupero su buena suerte, una vez la hubo perdido por haber interrumpido un ritual, nosotras tambien sufrimos el rebote de la buena fortuna y la habiamos recuperado tambien, y Cayetana habia logrado de nuevo subirse a un escenario y yo que me hija comiese como antes, ya que me escupia el pure en la cara y, por supuesto, volver a tener citas. Me encogi de hombros y Cayetana se levanto del sofa para marcharse, haciendo resonar por las baldosas del suelo sus caros zapatos de tacon. --Llamame cuando Miguel te haya traido a casa. --De acuerdo. --Un besito, cielo. --Cayetana se despidio con la mano antes de salir del apartamento y despues cerro la puerta. Fue en ese momento, cuando me quede sola, con Carmen un tanto adormecida en el sofa como unica compania, que tuve que respirar para controlar los nervios. <>, pense. --Carmen, bonita, ?al cole? --pregunte a mi nina con una sonrisa, conteniendo aquellas tontas ganas de gritar que habian aparecido de pronto. La pequena me miro a los ojos y asintio sin rechistar. --Perfecto. Vamos a ello. Y asi, comenzo mi dia, como tambien el resto de mi vida, aunque yo todavia no era consciente. Capitulo 2 Como habia esperado, la puerta del colegio estaba abarrotada de mamas y papas emocionados por el primer dia de colegio de sus retonos, sobretodo en el area de infantil. Los futuros companeros de clase de Carmen lloraban desganitados, tornandose asi rojas como los tomates sus caras; otros soltaban algun que otro gemido lastimero al tiempo que los moquillos salian de su nariz. Y luego estaba Carmen, que parecia totalmente impasible a lo que sucedia a su alrededor. --Mira todos tus amigos, Carmen --le dije agachandome para ponerme a su altura. Ella miro a su alrededor y despues mordio una de sus unitas, algo que habia heredado de mi. --Estan llorando, mama --dijo con la boquita pequena. --Si, tienen un poco de miedo, pero no va a pasar nada --le dije sonriendo, no fuera a ser que se pusiera a llorar ella tambien, con lo que bien que iba todo--. Tu no lloras, eres muy valiente. Ella me miro y me sonrio ladeando un tanto la cabeza, haciendo que sus dos coletitas se movieran. --?Me tengo que ir con la profesora? --Claro, aunque esta profesora es de ninos y ninas mayores, como tu. --Es verdad. --Vas a jugar un monton --le recorde acariciandole la pequena espalda con la palma de mi mano. Ella sonrio y asintio con la cabeza. En ese momento, la atencion de las madres se desvio hacia una persona que venia hacia el lugar en el que nos habiamos concentrado; suponia que seria la profesora, que venia a por sus pequenos alumnos, por lo que no preste demasiada atencion. Suerte que, al principio, durante algunas semanas, entraban de forma escalonada para que la adaptacion fuera menos dura. --?Es mi profe, mami? --pregunto Carmen, estirandome de la camiseta. Arquee mis cejitas. --Pues... Entonces, de entre todas las miradas que tenia a su alrededor, se centro en la mia, como si la estuviera buscando, como si realmente esperara encontrarme ahi. --?Nerea? Parpadee un par de veces, un poco aturdida. !Menuda casualidad! --Si --atine a decir, nerviosa. ?Por que? Pues no se, si no pasaba absolutamente nada, pero yo era asi, asi que vete acostumbrando a mis meteduras de pata por ponerme taquicardica. --Nerea Robles, si --dijo el chico, abriendose paso entre las mamas y papas, que comenzaban a mirarme con mucho interes. Sonrei. --Nacho, ?que haces aqui? --pregunte.