• stephen dando collins legiones de roma pdf - Stephen Dando Collins

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    La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas

  • Legiones de Roma - Stephen Dando-Collins | PDF - Scribd

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  • Legiones de Roma (PDF) - Stephen Dando-Collins

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    24 may 2017 — Sinopsis: Este libro es la historia completa de cada una de las legiones imperiales romanas de sus victorias como ejército.

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    2 abr 2021 — Descarga Legiones de Roma (Historia) de Stephen Dando-Collins,Teresa Martín Lorenzo Libro PDF - Descargar Libros Gratis en Español Completos ...

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    por X Rodríguez González · 2013 — Stephen DANDO-COLLINS, Legiones de Roma. La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas, La Esfera de los Libros, Madrid, 2012, ...

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    16 oct 2012 — Stephen Dando-Collins ha dedicado treinta años a recopilar datos en ... fotografías, diagramas y planes de batalla, Legiones de Roma es una ...

  • La lluvia en Sevilla es una maravilla de Erina Escala

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    Sevilla es la ciudad mas bonita del mundo, claro, para nosotros los sevillanos. Siendo imparcial, lo es. Yo, siempre he sido una chica que aparte de nacer en Camas, a tres kilometros de Sevilla, soy muy sevillana. Me gustan todas las fiestas, hasta los carnavales de Cadiz. Mis fiestas empiezan en Navidades, me encanta cuando mi madre hace un Belen de exposicion en mi casa. Tiene la costumbre de ir todos los anos a la Avenida de la Constitucion, en Sevilla, medio mes antes de las Navidades y alli, hay un mercadillo de puestos navidenos, y cada ano, se trae algo y ya no le cabe en la mesa, el Belen. Tiene overbooking. Necesitamos una mesa mas grande y eso que es rectangular y grande. Hace campos de sembrados, puestos de telas, caminos de tierras diferentes... Vamos, !una pasada! Precioso. Luego hace el arbol de Navidad con imaginacion, barato y distinto cada ano y queda precioso, y luego esta la comida. Dos dias entre canapes, solomillo al wiski, patatas arrugadas pequenas, los postres, el caldo de gallina con picadillo, el coctel de mariscos, que ya los quisiera un catering. Bueno, mi madre es muy buena cocinera. Se llama Gracia y sabe hacer de todo, o casi de todo. Luego estan los regalos, en Reyes, es como una nina. Una vez que termina la Navidad y tengo en el arbol miles de regalos porque soy hija unica, despues, llegan los carnavales y me voy a Cadiz con mis amigas. A veces conseguimos entrar en el teatro Falla si logramos sacar entradas el dia que salen. Aqui en Camas, nuestros amigos tienen una chirigota tambien, y vamos con ellos a distintos pueblos y han ganado algunos premios. De ahi, pasamos a la Semana Santa, la Feria y el Rocio y tengo trajes para todo, hasta de mantilla negra de Semana Santa, porque me hice hermana de San Gonzalo, que sale el lunes santo. Y de gitana, al menos me compro uno cada dos anos. Sin embargo, no todo ha sido ni es fiesta en mi vida, soy una buena estudiante, inteligente sin vanidad. Y asi pase mi infancia, adolescencia, y juventud, estudiando y con mis amigos y fui una nina querida por mis padres y ellos siempre se llevaron bien. Siempre vi amor en mi casa. En mi casa nunca vi una palabra malsonante entre ellos y nunca me falto de nada, sin estridencias ni lujos caros. Todo era acorde con la situacion economica de mis padres, que eran de clase media baja. Y ahi tambien fui cumpliendo anos, termine la carrera y el master correspondiente. Me encontraba en plena busqueda de mi vida laboral. Aunque llevaba unos anos trabajando los fines de semana por las noches en un bar de copas de Camas para ahorrar un dinerillo y aprender ingles a la perfeccion La lluvia en Sevilla es una maravilla, o eso dice el dicho. Pero eso no me convenia ese dia precisamente. Nunca llueve en Sevilla, salvo ese maldito dia en que yo, no lo necesitaba. Habia acabado la Universidad y un Master en la misma Universidad de Sevilla en Marketing y Publicidad. Era una buena chica, estudiosa y habia sacado buenas notas. Habia hecho mis practicas en dos empresas distintas, en una para el Master y en otra para la carrera. Tenia mis trabajos de fin de carrera y Master con matricula de honor. Pero de lo que no tenia, ni idea, era de trabajar en una Empresa, exceptuando las practicas y de camarera los fines de semana sirviendo copas. Y eso es lo que necesitaba ya, porque iba a cumplir veinticuatro anos y aun no habia cotizado ni un mes. Llevaba ya dos meses mirando infojob y echando curriculums. Me apunte a cuantos portales de trabajo que habia en internet, al sae, hice una lista de empresas de publicidad y marketing importantes y menos importantes y envie mi curriculum y mi carta de presentacion. Salvo mis notas, mi master y hablar perfectamente ingles, ademas de las practicas en las empresas... Nada mas. No me achantaba ante nada, ni ante nadie. Si no habia trabajado en lo referente a mi carrera, no tenia experiencia y si no tenia experiencia... ?Como me iban a contratar para trabajar? Era la pescadilla que se mordia la cola. Y eso le pasaba a la mayoria de los jovenes de mi edad y a mis amigos. Si no tienes padrino, no te bautizas. Yo hablaba ingles perfectamente porque todos los anos en vacaciones de la Universidad, trabajaba como una loca en un bar de copas nocturno los fines de semana, sin asegurar. Guardaba el dinero y el ultimo mes antes de volver a la Universidad me gastaba el dinero en un curso de ingles en Londres. Hasta que aprendi el idioma perfectamente. No tenia coche, ni suerte en encontrar trabajo, por lo visto. Ya que llevaba dos meses buscando y nada, no recibia una llamada por telefono o no me seleccionaban o me eliminaban a la primera de cambio. Ya me estaba desesperando y me veia trabajando en cualquier cosa que en nada tenia que ver con mi carrera. Gracias a los fines de semana en que trabajaba en el bar de copas, en Camas, Sevilla, donde habia nacido y donde vivia, mis padres no tenian que darme una paga semanal para salir. De todas formas, salia poco porque el dinero lo guardaba para Londres. Tengo veinticuatro anos, me llamo Rocio, tengo el pelo algo ondulado y largo y castano oscuro, los ojos verdes y no paso del metro sesenta, si llego. Tengo la talla treinta y ocho. Claro que en el Berska, tengo casi la treinta y cuatro, pero eso, seria enganarme a mi misma. Mi madre me lo dice. No te enganes con las tallas. Los vaqueros elasticos siempre te quitan una talla. Pero lo que tienes es lo que tienes. Me gusta ir al Airesur, o a otros centros comerciales o al centro de Sevilla, como todas las chicas y comprarme alli la ropa, aunque he crecido un poco y ya me gusta menos ir, porque vas a cualquier lado y estamos cinco chicas vestidas iguales, que parece que estamos de uniforme en un colegio de monjas. Asi que rebusco en mercadillos y tiendas del pueblo que son baratas y tienen ropa mona tambien. En los chinos me da rabia entrar. No se por que. Tengo que buscarme la vida. No quiero pedirle dinero a mis padres, que me han pagado una carrera y un master, y aunque haya tenido beca, no ha dado para todo y se que han invertido en mi educacion. Amigas tengo, pero ya casi todas tienen novio. Si salia poco, ahora menos. Y las de la Universidad tengo que coincidir con ellas en Sevilla. Y los fines de semana trabajo... De hombres, ni hablo, mi suerte esta echada hasta que encuentre un hombre y digo hombre, no nino o ninato o tios que beben sin sentido hasta caerse en la calle y eso lo veo los fines de semana. No me gustan los tios que beben, ni con ese tipo de personas voy a tener relaciones sexuales. No se que es eso aun. Ni tampoco tengo ganas de echar un polvo asi de esa manera. No es mi estilo. No es culpa mia no haberlas tenido, o si, pero entre elegir en el instituto al mas feo o al amigo gay, en la Universidad a tu amigo el gordito y al que se pega como una lapa intelectualillo con gafas, elijo quedarme como estoy. Soltera y entera. Es que he tenido mala suerte en ese sentido. Ahora, me gustaria tener una parejita como la tienen algunas de mis amigas. Cierta envidia me dan, cuando van de la mano o se besuquean con sus parejas. Mi vida es maravillosa, si. Un dia que fui al Hipercord, me dio por comprar un par de libros de autoestima, como yo los llamo a ver si me queria un poco mas y me diera alegria para encontrar un trabajo. Compre uno de un escritor argentino, un psicologo, como todos los argentinos, pero este en concreto me gusto y costaban baratos los libros, porque los compro de bolsillo. Creo que se llamaba Stamateas o algo asi, y el libro que compre: gente toxica y me dio un subidon de energia vital y me dije que iba a conseguir lo que queria. Como habia echado tantos curriculums, al final, al cabo de dos meses, me llamaron para una entrevista. Hasta yo misma me asombre de ello. Sin tener experiencia y me llaman. Lo que tenia claro es que si me querian de becaria que buscaran a otra. Yo no iba a trabajar gratis ni por trescientos euros, ocho horas. Me negaba. Preferia ir a limpiar casas por diez euros la hora sin impuestos o servir copas los fines de semana. Se perfectamente que lo de los becarios se lo inventaron para que trabajaramos gratis y los master para que las universidades ganaran dinero. Nos quitaron un ano de estudios, pero para que pagaramos el cuarto al que llamaron master. Menuda cara tienen estos politicos. Bueno. Yo estaba ilusionada, pero mi caracter ariano, me llevo a pensar mas alla. Siempre he sido creativa, imaginativa, pero ya pensaba por adelantado y en mi cabeza me enfadaba hasta con el que me hacia la entrevista, antes de verlo incluso. Tenia conversaciones y enfados. Hasta dialogaba con el tio que me ofrecia ser becaria y lo mandaba al carajo. En fin, tenia que ser positiva. Mi mente corria como la polvora y debia pararla. Habia pasado la Semana Santa y en dos dias yo tendria mi primera entrevista de trabajo. Rebusque en mi armario y encontre una camisa negra y un traje de chaqueta y pantalon ajustado de color blanco, elegante. Unos tacones negros altos. Un bolso negro y me recogeria el pelo en una coleta alta como Angelina Jolie. Debia llevar algunos trabajos de diseno que yo habia hecho, asi que llevaba una carpeta con los trabajos fotocopiados. La empresa era americana, o eso pense por el nombre Cuth12.com. Cuando recibi la llamada telefonica para la entrevista, dos dias antes, desde Torre Triana, quinta planta a las doce de la manana, me fui corriendo, abri mi ordenador y me puse a buscar informacion de la Empresa. Era nueva. Aun no habia comenzado a implantarse en Sevilla, pero si tenia ya dos sucursales en Espana, una en Barcelona y otra en Madrid. Era una empresa joven y buscaba personal para Sevilla. La empresa en cuestion era relativamente nueva. Del 2015. Era una empresa con soluciones globales en marketing. Realizaban un servicio completo de optimizacion web para los motores de busqueda, en realidad un servicio completo de marketing digital. Un rollo para quien no lo entienda, pero a mi me encantaba el marketing y el diseno unido y tampoco me voy a poner a explicar aqui cuatro anos de carrera.

  • La amante del Highlander de Hugo Sanz

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    Cuando Malvina acepta un trabajo en la casa de los McLarcon, no imagina que un simple primer cruce de miradas con Duncan, su jefe, dara un giro de ciento ochenta grados a lo que habia sido su vida hasta ese momento.

  • Fierro de Francisco Narla

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    Lo llamaban Fierro. Y era mentira. La verdad era su pasado y el pasado, una condena que preferia olvidar. No tenia nada, ni siquiera futuro. Por eso vivia en la frontera, un pedazo incierto de tierra olvidado por todos, un lugar maldito donde moros y cristianos sembraban muerte a su antojo. Su unico consuelo eran las colmenas. A ella, perdida en aquel amargo pasado, siempre le gusto la miel.

  • La Daga Espartana – Nicholas Guild de Nicholas Guild

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    Primera mitad del siglo IV a. C.
    Una fria noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jovenes hermanos espartanos, Eurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciacion a la sangre. Una familia -padre, madre e hijo- se aproxima; estan desarmados y no pueden defenderse. Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo despues.
    Rapidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa <>, y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo.

  • Quemame dentro de Sebastian Holik

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    Fue cuestion de suerte, mi mente lo recuerda entre las palabras que mi hermano dijo antes de que saliera de casa. Tal vez esta en lo cierto, no cualquiera llega a conseguir un empleo en plena crisis, menos en esta epoca del ano, sin embargo yo lo he logrado. Como todas las mananas compre el periodico en busca de algo que cubra los gastos que con mi madre no alcanzamos a pagar, y por fortuna lo acabe encontrando. No es precisamente un trabajo del que me este muriendo de ganas de hacer, pero en fin, se que voy a contar con el dinero justo que necesitamos. Llego a la parada despues de haber estado rogando no tener que estar sola, pero asi es, solo me acompana el sol que amenaza con quedarse detras de las nubes el resto del dia. Observo hacia mis costados, siempre es bueno hacerlo, al menos cada tanto, por las dudas de que ocurra algo malo. La delincuencia no tiene horarios, y en mi vecindario menos. Asomo mi vista hacia la calle en busca del bus que me llevara al trabajo. Sigo sin poder creer que alli voy. Despues de tantos dias de busqueda logre conseguir el empleo, y lo hice sin tener que pedirle ayuda a nadie. Viajo como era de esperarse: de pie, aferrada a un asiento para sostenerme, un tanto incomoda por la gran cantidad de gente que me rodea, pero nada importa demasiado con el optimismo que hoy llevo dentro. Bajo chocandome con el frio viento de julio. La tienda esta cerca. Camino hasta que llego a la enorme puerta de cristal rodeada de ladrillos a la vista y de un cartel encima con letras negras. Paso diciendo buenos dias. Mi jefe me responde con una sonrisa detras del mostrador y me indica que me acerque para estrecharle la mano. No puedo evitar sonreirle tambien, el anciano transmite alegria de solo verlo. Ojala la actitud que veo hoy en el se mantenga asi siempre, a veces noto que le cuesta un poco ser amable con la gente. --?Como te encuentras, Emma? Ese era tu nombre, ?cierto? --dice Raffaello. --Si --Asiento con la cabeza. No puedo culparlo todavia de que olvide mi nombre. --?Por donde empezare esta vez? --vuelvo a hablar. --Necesito que repongas la estanteria de la vajilla de la tercera fila. Me encargue de dejarte las cajas a un costado, asi que no tendras tanto que hacer. --Gracias --respondo alegre por haberme facilitado un poco el trabajo, no cualquier jefe haria lo mismo. Despego la cinta de la caja para abrirla. Saco plato por plato para ir ubicandolo en la estanteria. No es un trabajo dificil, pero requiere paciencia, algo que en ocasiones me cuesta tener. Si bien esta no es la primera vez que trabajo estoy nerviosa de echarlo todo a perder. Debo de tener cuidado con todo. Solo asi, en un futuro si todo marcha bien, quizas mi jefe me recompense con un aumento de sueldo. No es que el dinero que me pague no me alcance, de hecho si lo haria si no tuviese que compartirlo con Daniel, con quien salgo. El pobre se ha quedado sin trabajo hace un par de meses y todavia no consigue nada. Ademas, por sobre todas las cosas, tengo que colaborar con los gastos de la casa que mi madre a mas no poder se sacrifica en llevar. Ella estuvo presente cuando mi hermano y yo mas la necesitamos. A sus treinta anos enviudo en plena miseria y supo hacerle frente a ello sin quejarse ni una vez. Nos alimento, nos cuido, nos educo como pudo, pero lo hizo, y yo le respondere de igual forma. De espaldas siento una mano sobre mi hombro. Si se tratara de Raffaello creo que me hubiese llamado a lo lejos como siempre y directamente por mi nombre. Tal vez es algun cliente que no logre percibir. Que tonta me siento, a lo mejor el sujeto me estuvo llamando y yo aqui; sumergida en mis pensamientos sin hacerle caso. Me pongo de pie dispuesta a ayudarlo en lo que sea posible. Doy la vuelta corriendo un mechon de mi cabello castano que se interpuso en mi frente. Al mirar suspiro aliviada, para mi sorpresa es Daniel. --?Que haces aqui? --le pregunto asombrada. No recuerdo haberle dado la direccion exacta de donde trabajo. --Lo siento, no quiero causarte problemas --dice apenado--. Solo pasaba a preguntarte si no querias que salieramos luego. ?Salir?, ?me pregunta? El sujeto no tiene un solo centavo, desde luego yo menos, y de todas maneras me esta proponiendo que salgamos. --Espera --intento no sonar demasiado fuerte; no quiero que el dueno se moleste si llega a enterarse de que Daniel vino para algo poco importante--. No tengo dinero y creo que tu tampoco, ?o si?--No --me confirma tomandome de las manos--. Pero a ti si te queda algo, ?cierto? --Si, de hecho si. No supe que decirle. Tendria que haberle mentido, pero no soy buena mintiendo, mi cara jamas fue complice de mis palabras cuando trate sanamente de enganar a alguien. --Vamos, ?que dices? Quiere que salgamos, hoy mismo. No creo que sea buena idea, debo de abstenerme de ciertas cosas si quiero lograr vivir mejor. Pero el no tiene dinero, por ahora, y ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que salimos juntos. --Bien --digo aceptando su proposicion--, pero no gastaremos mucho, ahora vete antes de que me reprendan. El rostro de Daniel se ilumina por completo, sonrie alegre y me da un fuerte abrazo prometiendome que la pasaremos estupendo esta noche. Al desprenderse de mi noto que alguien tosiendo se oculta detras: Raffaello. Espero no tener que dar demasiadas explicaciones, aunque seria lo justo, despues de todo el es mi jefe. --?Todo en orden? --pregunta molesto el anciano. --Si, senor, lo siento --me disculpo nerviosa. --Excelente. Si ya has acabado quiero que sigas con la proxima fila. --De acuerdo --digo mirando a mi novio que aun sigue de pie sin moverse. Con la mirada intento decirle a Daniel que es hora de que se marche, pero al parecer no lo entiende hasta que lo despido diciendole que pase a buscarme por mi casa a las nueve. No puedo evitar reirme al verlo salir apresurado del local. La incomodidad de la situacion, que de seguro comenzo a notar tras lo que le indique, provoco que estuviese a punto de llevarse una pila de cajas por delante. A veces no entiendo por que salgo con el, es decir, es apuesto, fuerte y en ocasiones logra hacerme reir, sin embargo siento que no son motivos suficientes para estar a su lado. Quizas hay alguien mas esperando por mi, alguien con otras cualidades que tal vez me hagan sentir diferente. Por supuesto, son suposiciones. Que haya un hombre capaz de hacerme perder por completo la cabeza no creo que sea algo que vaya a suceder, no conmigo. --?Sabes una cosa? --me detiene el anciano antes de que siga con el trabajo--. Te contrate porque pareces una buena muchacha, y creo saber que si tanto necesitas el empleo como me lo contaste en la entrevista… sabras valorarlo, ?o me equivoco? Me esta reganando. Al parecer no fue suficiente con haberle pedido disculpas cuando me sorprendio abrazando a Daniel. ?Que espera?, ?que lo haga de nuevo? --Lo siento --Suspiro conteniendo mi enfado. --No quiero volver a ver a ese joven molestando por aqui --advierte con su dedo. --No, senor. --Bien, sigue con tu trabajo. Por un momento cuando por primera vez hable con Raffaello me convenci de que seria un jefe diferente de los que tuve, no sumiso porque para eso es el dueno de la tienda y debe tratarme como la empleada que soy. Lo que quiero decir es que no pretendo que me ayude con las tareas como ya lo hizo, simplemente que sea un poco mas comprensivo. Yo no invite a Daniel, ni siquiera sabia que conocia el local. Pero eso de seguro no lo entenderia, esta enojado y cualquier cosa lo respaldaria frente a los cinco minutos de conversacion que tuve. Estoy en mi habitacion buscando uno de los vestidos que mas me gusta usar cuando suelo salir. Tal vez ya no este muy de moda, pero a mi me sigue gustando de todas maneras. Tiene una textura gris que se ajusta perfecta a mi silueta, botones dorados en los hombros y en la cintura que hacen que con la chaqueta negra arrojada sobre la cama sea la combinacion perfecta. Son las ocho y cuarto, en poco tiempo Daniel vendra por mi. Ya me di una ducha de agua bien caliente. Falta que se me seque el cabello, me maquille y estare lista, claro, si logro encontrar el atuendo que quiero llevar puesto. Me siento en el borde de la cama cubriendome todavia con mi toalla, pensando en donde pude haberlo dejado cuando la puerta suena dos veces. --Emma, ?podria pasar? Encontre el vestido --dice mi madre desde el otro lado. --Claro, pasa. ?Donde lo encontraste? Se la nota algo consternada, como si tuviese miedo de decirme algo que pudiera llegar a hacerme enojar. Esta nerviosa, puedo darme cuenta por sus manos cuando me entrega la prenda y luego retrocede unos pasos para mirarme sin decir nada. --?Que sucede? --pregunto. A ella le hara bien contarme lo que piensa y a mi me lo hara escucharla. --Nada importante, dejare que te cambies --Gira, pero la detengo. --No me dijiste donde lo encontraste. El rostro de mi madre queda enmudecido. Vaya, de eso se trata. ?Que puede ser tan malo como para que no me diga nada? --Tuve que lavar el vestido, estaba un poco sucio. Tu hermano se lo regalo a Neena la semana pasada cuando vino a cenar. Ambos durmieron ayer aqui y pude quitarselo porque lo trajo puesto. Estaba tirado en el suelo junto a la puerta. --?Y es que no les dijiste nada? --Trato de calmarme.

  • Ni de broma jefe de Cynthia Walter

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    --Aqui hay demasiada gente. --Eso fue lo primero que dije cuando llegue al vestibulo de Publicity Lion Marketig. Por suerte iba junto a mi amiga Alina. Nos presentariamos al mismo puesto, al igual que otras cien personas. Todos ibamos bien vestidos, preparados para dar nuestra mejor impresion. --Tenemos el doble de oportunidad que el resto. --Bromeo. En realidad, se referia al hecho de que, al vivir las dos en el mismo piso, y estar las dos sin trabajo, casi que nos valia que contratasen a cualquiera de las dos. --?Crees que preferiran chico o chica para el puesto? --Senalo a varias personas. Yo tambien era capaz de verlo, eramos candidatos variopintos. --Pues no lo se. Parecen buscar algo en concreto. --Seria como elegir una aguja en un pajar. Seguramente todos tendriamos la carrera de marketing. Por las edades, y sin querer prejuzgar a nadie, hubiera dicho que algunos la acababan de terminar mientras que otros debian de tener anos de experiencia. --Quiza un palpito o algo asi. --Tia. --Alina me empujo riendose. --No creo, si te soy sincera, que vayan a elegir a su nuevo miembro del equipo de marketing al azar. --Quiza tenia razon pero no veia como iban a decidir, entre tantas personas, sin primera criba aparente, quien se quedaria. --?Senorita Alina? --Dijo una chica acercandose a mi amiga. -- ?Es el numero 1154? --Ella asintio y se fue para pasar a la entrevista. Le desee suerte mientras cruce los dedos. Sin mi mejor amiga al lado, dar vueltas por el centro aglomerado se hizo algo mas complicado. Me agobiaba la gente, y lo hacia enormemente. ?La razon? Lo habia meditado mucho, pero habia llegado a la conclusion de que solo podia confiar en mi misma y eso me hacia querer apartarme de la gente. Porque las medias tintas... No iban con mi personalidad. --?Senorita Ingrid? --Un chico joven con gafas y una lista de nombres que ocupaba mas de tres folios se acerco a mi. --?Llevas el numero 1251? --Si, no hay mas de mil candidatos... --Dije mientras caminabamos. --?O si los hay? --No, solo unos cientos. --Se veia claramente que limitaba la informacion que me daba. --Entra a esta puerta y sientate frente al ordenador. Aparecera un cuestionario. Solo tienes que rellenarlo. Despues sales por la puerta del lado contrario. --Fue a cerrar en cuanto entre. --Si eres seleccionada, te llamaran. Buena suerte. Me sente frente al ordenador que, sin duda, era moderno. La silla era comoda y me tome el tiempo necesario para estar tranquilo antes de darle al boton "iniciar". Cuando pinche encima del recuadro aparecio una habitacion un hombre desnudo en la cama. Me sobresalte. No era eso lo que habia esperado que se proyectara en la pantalla. Pasado el impacto inicial me fije en el texto y las opciones que habia bajo la imagen. "Llegas a esta habitacion buscando una sensacion unica e irrepetible a) Desatas tus fantasias mas oscuras con el hombre que esta en la cama. b) Dejas que el hombre de la cama desate sus mayores pasiones contigo. c) Te tumbas a contarle todas tus locuras e ideas con la proyeccion de encontrar un proyecto unico de marketing." Volvi a mirar la escena y las opciones. ?Como se suponia que en esas tres opciones iba a estar reflejada mi creatividad y mi capacidad imaginativa? Estaba pensando demasiado inmersa en lo mal que me parecia esa prueba y que, sin poder evitarlo, iban a tener mas gente que eligiera la misma opcion, cuando puso en la pantalla que quedaban 30 segundos. Me prepare para marcar la a, luego la b, y por ultimo la c. Finalmente no marque ninguna. Pense que era posible que la siguiente pregunta me definiera mas, pero, para mi sorpresa, salio un mensaje informativo "Fin de la simulacion". ?Que? No podia ser. ?Asi se habia esfumado mi gran oportunidad? Al no haber marcado ninguna opcion salto un cuadro en blanco que permitia escribir para reportar algun error. ?Error? Toda esa prueba era un error. !Y no significaba que yo no tuviera talento! Sali utilizando la otra puerta. Estaba tan enfadada que practicamente corria. No pude parar hasta que note una mano en mi hombro. Alina me abrazo. Posiblemente era capaz de imaginar que si estaba de ese humor era que no me habia salido nada bien. --?Que tal te ha ido a ti? --Preguntar primero era una forma de conseguir tiempo para calmar los nervios. --Eran pruebas extranas. --Se encogio de hombro sonriendo. --?Pruebas? ?Varias? --Pestanee dandome cuenta de algo. No habia tenido razon en mis sospechas. Debia haber contestado cualquier cosa y lucirme en las siguientes. --Con lo del primer tio me quede alucinada, pero luego vino lo de la mujer en la cama y flipe por completo. Parecia mas un cuestionario sobre preguntas sexuales que otra cosa. --Sonrei forzosamente porque me encontraba molesta conmigo mismo. No habia sido capaz de hacer nada. --?Y tu? ?Que elegiste? --Locuras. --Fue mi unica respuesta. Omiti decirle que no conteste nada y que, pateticamente, deje una rabieta como respuesta en el cuadro blanco de reporte de error. --Nos vemos en el piso. Tengo unas cosas que hacer. Me aleje intentando despejar mi mente. Se presentarian mas oportunidades como publicista pero tenia la sensacion de que aquella oportunidad era realmente buena. Al fin y al cabo, era la compania mas rica e importante de la ciudad y entre las mas importantes del pais. Capitulo 2 Izan Estaba agotado de ver las distintas salas donde estaban realizandose las pruebas. Como era predecible, fueron pasando las preguntas. Se suponia que buscabamos una combinacion de respuestas que demostrara una persona, hombre o mujer, con ganas de aventura y capacidad para arriesgarse. --Creo que deberias ver esto. --Antonella, una de las mas antiguas en nuestro equipo creativo coloco en mi tablet un texto del que me pregunte la procedencia. --Un candidato no ha respondido a la primera prueba. Se le ha acabado el tiempo. --?Y pide una segunda oportunidad? Sabes que no las damos. --Me extrano tener que explicarle eso a ella precisamente. --Precisamente eso es lo que me ha llamado la atencion. -- Volvio a abrirme la pestana en el dispositivo obligandome, practicamente a leerlo. --Parece que tenemos cuatro candidatos que han respondido la combinacion deseada, ?pasamos a la segunda fase? --Pregunto mientras Anthony que estaba enfrascado en las pantallas. --Enseguida voy. --La segunda fase se trataba de entrevistas personales en las que ya me encargaria yo mismo de hacerles preguntas que me sirvieran para ver sus inquietudes. No era facil trabajar conmigo como jefe de equipo y por eso yo mismo hacia las entrevistas. "No he elegido ninguna de las respuestas porque todas me parecian demasiado obvias. Se basan en un deseo carnal que nada tiene que ver con la creatividad. De hecho, si hay que elegir es que no nos dejais crear. Que extrano en una empresa de marketing. ?Donde hizo el creador de la empresa marketing? Si hubiera tenido que hacer algo que me produjera una sensacion unica e irrepetible, me hubiera tirado por la ventana que estaba abierta. La sensacion de volar dicen que es unica, pero, si es sin sistema de sujecion, seria irrepetible."

  • Tiempo de rosas de Eneida Wolf

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    Un siglo al que no pertenece.
    Un pasado que la atormenta.
    Un marques con demasiados misterios.
    Durante la boda de su prima, tras un pequeno incidente, Ana despierta en el mismo castillo pero con dos siglos de diferencia. Debera averiguar como ha podido viajar en el tiempo y lo mas importante, como volver.
    El marques dueno del sitio la acoge con demasiada buena voluntad y formulando pocas preguntas. Con pies de plomo para no cambiar la historia, se adentrara en el mundo de las conspiraciones y el poder para lograr sobrevivir.
    ?Seran suficiente sus conocimientos avanzados?
    ?Lo lograra sin wifi, helado y sus clases de yoga?

  • Entrenar Contigo de Manuela Pigna

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    Son las dos de la madrugada, la lluvia golpea con fuerza los postigos de la ventana de mi habitacion y yo acabo de tomar una decision historica: tengo que perder peso, o mas bien quiero. No es que nunca lo haya intentado, no. Lo he intentado alguna vez a lo largo de mi vida. "Alguna vez" quizas sea demasiado limitado; digamos que lo he intentado varias veces. Vale, por lo menos unas cien veces sin haberlo conseguido nunca realmente, pero nunca habia tenido la iluminacion que he tenido esta noche. Hasta hoy, he pasado toda mi vida con sobrepeso y lo he intentado todo con tal de quitarme de encima estos malditos kilos de mas. No es que tenga el mito de las top model en la cabeza, no. No aspiro ni a sonar con llegar a tanto; me conformo con ser "normal". Si, normal. Me conformo con salir de casa vestida con algo que no parezca la tunica de un Tuareg o una bolsa de basura, con todo el respeto por los Tuareg. Me conformo con entrar en una tienda de ropa, elegir las prendas que me gusten, buscar entre las tallas y encontrar la que necesito, asi, sin mas, sin problemas, sin tener que preguntarle a la dependienta, por supuesto delgada como un junco, si por casualidad no tendrian una talla mas (en realidad dos) y luego tener que oir como dice que solo tienen hasta la 44. Me conformo con no tener escalofrios de miedo y terror cuando alguien me propone que vayamos a la piscina o a la playa, y no tener que devanarme los sesos despues para inventarme siempre excusas nuevas y creibles para no ir. Me conformo con no sentirme incomoda cuando la gente me mira. Me conformo con no sentirme, siempre y adondequiera que vaya, como el clasico elefante en una cristaleria. Pero esta noche he descubierto, o quizas solo lo he reconocido ante mi misma por primera vez, que hay algo mas que me gustaria ademas de comprar ropa e ir a la playa con una relativa serenidad. La famosa iluminacion de la que hablaba antes. Ha sido en casa de Marco y Nic. Marco es el novio de Linda, mi mejor amiga, y Nic es su hermano gemelo. Linda y yo somos amigas de toda la vida, somos vecinas y hemos crecido juntas; pero ella es guapisima, es rubia con los ojos azules, tiene una cara practicamente perfecta y nunca ha tenido problemas de peso. No es casualidad que salga con Marco, uno de los "celebres" gemelos, desde hace seis anos. En cambio Nic, diminutivo de Nicola, no quiere saber nada de sentar la cabeza, es mas, yo creo que en los ultimos anos esta batiendo el record de aventuras, por el y por su hermano juntos. Los gemelos han estudiado en diferentes institutos: Marco letras, como Linda y yo, y Nic ciencias. A pesar de eso, ambos eran conocidos en el instituto del otro como "los gemelos Bueno", o solo "los Bueno", por su apellido, pero entendido por las chicas como un diminutivo de "buenorro". Yo no los conoci hasta que Linda empezo a salir con Marco, que desde ese momento tambien ha tenido que soportar forzosamente mi perenne presencia. A fuerza de ir habitualmente a casa de los gemelos Bueno, algo que si alguien me hubiera dicho cuando estaba en el colegio no me hubiera creido jamas, he conocido a Nic un poco mas. Con el tiempo, Nic y yo hemos instaurado una amistad superficial, digamos unos cordiales conocidos. Creo que le caigo bien, pero seguro que no me ve como una potencial "aventura". Eso no me molesta en absoluto, porque aunque sea guapisimo, tiene la cara demasiado identica a la del novio de mi mejor amiga... De hecho no ha sido el el que ha desencadenado mi iluminacion de esta noche, aunque ha sido un chico igual de guapo. Si, porque no se trata solamente de ropa y de vacaciones, la "normalidad" tambien es tener un novio, un amante, un prometido; tener un rollete o una relacion seria, da igual, basta con aparentar que tienes una vida sentimental y sexual. No es normal que mi abuela, en las salas de baile, tenga mas movimiento en este campo que yo, joven de veinticinco anos recien licenciada. Asi que esta noche, cuando Nic ha llegado con Giancarlo, he sentido de verdad la necesidad imperiosa de tener una historia sentimental. Giancarlo es moreno, con los ojos de un azul tan intenso que parecen azul electrico. Pelo oscuro, ojos azules: mi combinacion preferida. Cuando ha llegado y nos han presentado, a pesar de haber hecho la broma que mas odio en este mundo, es decir: <> – y la odio porque Olivia la de Popeye es lo opuesto a mi y porque en primaria me tomaron el pelo hasta el infinito por su culpa y por culpa de mi corpulencia - lo he perdonado porque diciendolo ha mostrado una sonrisa de infarto. A lo largo de la noche me he enterado de que estudia ingenieria mecanica, pero que le queda mucho para licenciarse, que es un apasionado de snowboard y lo practica asiduamente, y que tiene un trabajillo de media jornada en un call center de lunes a viernes. A la hora de cenar, Nic y Giancarlo, alias "Gianca", han ido a por las pizzas y luego nos las hemos comido en casa: este fin de semana los padres de los gemelos no estan, de hecho Linda se ha quedado a dormir alli esta noche. Estabamos sentados al lado y hemos estado bromeando toda la noche, porque no solo es guapo, tambien es simpatico Gianca. La iluminacion me ha llegado despues de cenar, en cualquier caso. Una vez terminada la pizza, Marco y Linda han ido al salon a elegir una pelicula; yo me he quedado sola en la cocina con Nic y Gianca, y estabamos charlando los tres mientras yo recogia - no tenia por que hacerlo, los gemelos siempre me dicen que no lo haga, pero lo hago porque quiero y porque a veces me da un poco de verguenza estar siempre de jueves - hasta que ha sonado el telefono de Nic, y el con una sonrisita ha dicho: <>, y se ha ido a hablar a otra habitacion. Seguro que era uno de sus rolletes. Gianca y yo hemos intercambiado incluso una mirada de complicidad mientras Nic salia de la cocina y, bueno en fin, si no es una buena senal intercambiarse miradas de complicidad con un chico al que conoces desde hace menos de tres horas... Cuando he comenzado a lavar los platos en el fregadero y le he dado la espalda se ha hecho un extrano silencio. He empezado a reflexionar y a imaginar. Me he imaginado que se levantaba de la silla y venia hacia mi, abrazandome por la cintura con sus brazos, que me apartaba el pelo del cuello y me daba una tierna fila de besos, como creando un invisible collar de dulzura; me he imaginado que movia sus manos por mi cuerpo, que me tocaba de verdad. Y ha sido en ese instante cuando he tenido la iluminacion, porque imaginandomelo tan bien, tanto como si fuera a pasar de un momento a otro, casi he notado escalofrios por los brazos. Solo que en vez de sentir placer, he sentido miedo e incomodidad. Y he entendido que en realidad no queria que se levantara de la silla y me pusiera las manos encima, porque habria notado todos mis michelines, habria descubierto todos mis pliegues de carne de la espalda, la chicha que sobresale de los vaqueros demasiado estrechos escondida bajo una camiseta extragrande, los muslos que se tocan sin dejar espacio. Y he entendido que no queria sus manos sobre mi, a pesar de que me gustaba y de que queria sus manos sobre mi. Parece un contrasentido, el razonamiento de una loca, pero no lo es. Siempre pense que queria una historia de amor como todas las chicas de este mundo, pero la verdad, la verdad pura y dura, es que no quiero. No quiero ahora, no asi. La verdad es que no quiero que nadie me toque, y quizas por ese sea uno de los motivos por los que en efecto, nadie me ha tocado. Esta claro que no soy la unica persona con sobrepeso de este mundo, lo se, y he visto a chicas digamos abundantes que se echaban novio tranquilamente, y de hecho cuando veia a esas parejas desconocidas por la calle, siempre pensaba: <>. Ha sido bastante sobrecogedor darme cuenta esta noche de que yo, en realidad, no queria eso. ?Como diantres esta hecha la mente humana? Quiero decir, yo estoy dentro de mi cabeza, ?como ha podido pasar que pensara algo sin darme cuenta conscientemente de pensarlo? En cualquier caso, dejando aparte las elucubraciones filosofico-cientificas, despues de los platos y la iluminacion, hemos empezado a ver la pelicula. Si alguien me preguntara que hemos visto no sabria responder, porque no he hecho otra cosa que reflexionar y hacerme preguntas sobre mi misma y sobre la vida hasta ahora. Me he preguntado: ?que es lo que quiero realmente? Ser feliz. ?Que tengo que hacer para ser feliz? Tener una vida completa. ?Quiero un novio? Si, quiero un novio. La felicidad no es completa si no se comparte con alguien, dicen. Pero no la quiero ahora: no quiero que el chico que comparta conmigo mi felicidad, comparta tambien mis michelines. Y asi he llegado a la conclusion de que, si de verdad quiero cambiar mi vida a mejor, tengo que perder peso. Es imperativo que yo pierda peso. Y luego empezare mi vida en serio. Hare todo lo que no he hecho hasta ahora, y tendre todo lo que no he tenido. Y saldre con Gianca. Asi que esperame Gianca, no te enamores durante los proximos meses, por favor, esperame a mi, y luego enamorate de mi. 2. Al dia siguiente, el domingo, me levanto con paso energico. Vale, a mediodia, pero de verdad con paso energico y decidida a ponerme en marcha enseguida por el buen camino para alcanzar mis objetivos: por primera vez en mi vida pedire ayuda, visto que yo sola nunca he conseguido concluir nada. Entro en la cocina y me encuentro un plato de ensalada en mi sitio, mientras mi madre se esta terminando el suyo. Esta claro que no sera ella a quien pida ayuda. <>, empiezo con voz llana. <>. Me dan ganas de reirme en su cara, pero me controlo. Como de costumbre, cuando mi madre esta en casa, o sea los domingos, cocina las cosas mas dieteticas que se le pasan por la cabeza, con la esperanza de conseguir que adelgace con las dos comidas que prepara a la semana. Mi madre, que es la directora de una revista de moda de tirada semanal, se cree que ella misma es modelo, y lo peor que le podia pasar era tener una hija gorda. A lo largo de mi vida nunca ha escondido que le gustaria verme delgada, y si la decision que he tomado esta noche no fuera extremadamente fuerte e historica, en este momento, ante sus mejillas hundidas y a la ensalada sin alinar que me propina cada domingo, la habria lanzado al mar, solo por despecho, solo por molestarla. Pero el problema es que ya no tengo quince anos sino veinticinco, y no puedo dejar de vivir mi vida al maximo, o al menos como yo quiero, solo por molestar a mi madre. <>, me pregunta para hacerse la madre presente, cuando en realidad del lunes al sabado incluido no nos vemos practicamente nada. Como mucho nos cruzamos. <>, le contesto intentando mantener un tono indiferente, pero que evidencie mi total desinteres por iniciar una conversacion. <>. Volvi en cuanto acabo la pelicula porque me estaba comiendo mucho la cabeza y queria ocuparme enseguida de mi nuevo proyecto, organizando en el silencio de la noche y en la soledad de mi habitacion un plan de ataque. Me encojo de hombros, sin contribuir a la conversacion de ninguna manera util. <> Levanto la cabeza de golpe, sorprendida. Mi madre se encoje de hombros y, pinchando las ultimas hojas de ensalada, anade: <>. Fui a casa de los gemelos con Linda. Luego, tontamente y una vez que ya estabamos alli nos acordamos de que ella se quedaba a dormir alli; queriamos volver a coger mi coche, pero Marco me dijo que me traeria el sin problema. Luego llegaron Nic y Gianca y al final me acompano Gianca, por comodidad. No hace falta decir que no paso nada, pero estuvo muy simpatico y muy lindo durante todo el trayecto. <>, contesto un poco a la defensiva. No solo no quiero pedirle ningun tipo de ayuda, es que no quiero que sepa nada, ni de Gianca ni de mis intenciones: ya se pondra contenta cuando vea que adelgazo. Ella apoya el tenedor en el plato, se echa en el respaldo de la silla y levanta las cejas. <>. Me observa con frialdad. <>. Aprieto los dientes y miro mi plato. Cojo el aceite y la sal y empiezo a alinar la ensalada. No le contesto. <>. Dejo el tenedor y la miro mal. <>, ella continua como si estuvieramos manteniendo una conversacion agradable para ambas. <> No le contesto. <>. <>, le digo con indiferencia, pero estoy sangrando por dentro. En ese momento me dan ganas de comerme todo un buey, pero tengo que pensar en mi vida, en mi vida. Tengo que pensar en Gianca, en cuando haremos snowboard juntos. Tal vez nos vayamos a vivir juntos algun dia, asi no tendre que volver a soportar estas conversaciones los domingos por la manana. <>, responde ella con una calma total. Me levanto y voy hacia la puerta. <>. <>, me grita mientras me dirijo a mi habitacion. *** Sobre las seis de la tarde voy a casa de los gemelos. !Si, otra vez! Pero Linda sigue alli y necesito hablar con ella. Cuando llego, Marco me abre la puerta. <>. Yo lo miro intentando expresarle con los ojos lo mal que me siento por estar siempre en medio: <>. El se rie y me alborota el pelo: <>. Lo miro pasmada: <> El sonrie: <> <>, le contesto dudosa. A lo largo de los anos me he dado cuenta cada vez mas de lo amable y buen chico que es Marco, algo que nunca me habria imaginado cuando lo veia de lejos en el instituto, con ese aura tenebrosa y maldita; pero de verdad, yo creia que un poco le molestaba ver mi cara casi continuamente. Rie socarron: <>. <>, digo poco convencida, pero sonriendole. Espero que no lo dejen nunca: Linda se merece a un tio como el. Me dirijo hacia su habitacion y oigo como el va hacia el bano de abajo. La casa de los gemelos no tiene nada que envidiarle a una de las de MTV Cribs, por eso siempre estamos alli.

  • The Hot Affaire. una cita inolvidable de Lina Galan

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  • Entre seco y toques dulces de Devil Alel

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    Soy Paula del Mar Gadea. Tengo 24 anos y vivo en Alicante de 1809, en plena Guerra de la Independencia Espanola. Vivi durante tres anos en Zaragoza con mi marido, el era de alli. Mi hermana era mi vecina, tambien se traslado por amor, pero durante el primer conflicto mi marido murio y regrese como pude con los mios. Alicia, mi hermana, decidio quedarse alli y luchar junto a su marido. Por suerte, Alicante estaba a salvo de la guerra, pero un ano despues mi cunado murio en pleno asedio por una enfermedad. Eso fue en febrero de 1809. Ella estaba embarazada, asi que mi padre y yo decidimos ir en su busca en plena zona de conflicto.

  • Los peces de la amargura de Fernando Aramburu

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    Es dificil empezar a leer las historias en principio modestas, de una enganosa sencillez de Los peces de la amargura, y no sentirse conmovido, sacudido -a veces, indignado- por la verdad humana de que estan hechas, una materia extremadamente dolorosa para tantas y tantas victimas del crimen basado en la excusa politica, pero que solo un narrador excepcional como Aramburu logra contar de manera veridica y creible. Un padre se aferra a sus rutinas y aficiones, como cuidar los peces, para sobrellevar el trastorno de una hija hospitalizada e invalida; un matrimonio, fastidiado por el hostigamiento de los fanaticos contra un vecino, esperan y desean que este se vaya de una vez; un joven recuerda a su companero de juegos, que luego lo sera de atentados; una mujer resiste cuanto puede los asedios y amenazas antes que marcharse… A manera de cronicas o reportajes, de testimonios en primera persona, de cartas o relatos contados a los hijos, Los peces de la amargura recoge fragmentos de vidas en las que sin dramatismo aparente, de manera indirecta o inesperada -es decir eficaz-, asoma la emocion y, con ella, la denuncia y el homenaje.

  • Rosas para Emilia de Virginia Camacho

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    ?Como podrias amar al hombre que una vez destruyo tu vida? ?Como enamorarse de alguien que una vez llamaste monstruo? Emilia tiene mil razones para odiar a Ruben, y Ruben todas las razones para amarla. Uno de los dos tendra que ceder. Pero el camino es largo y lleno de curvas, lo que una vez fue el motivo de tus lagrimas, hoy podria ser la plenitud de tu felicidad. ?Quien sabe?

  • La puerta de las Tinieblas (Condenados 2), Glenn Cooper de Glenn Cooper

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    Imagina un mundo similar al nuestro, pero completamente distinto. Un mundo poblado por los personajes mas abyectos de la Historia.
    Ese mundo es el Infierno y tu unica opcion es volver.

  • Donde Caben dos, caben tres de Noelia Medina

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    Naiara Bonnet se mete en un buen lio al escapar de su anterior vida de novia perfecta, y mudarse a un piso de metros reducidos con dos nuevos companeros que no pasaran desapercibidos en su dia a dia.
    Hugo, atrevido e irresistible; Sam, extremadamente sensual y misterioso. Dos polos opuestos los mires por donde los mires. Dos personas tan diferentes que, segun Naiara, juntos formarian el hombre perfecto; ese que supuestamente no existe.
    ?Estara dispuesta a enfrentar su nueva vida? ?Sera verdad que jugar a dos bandas es tan peligroso como parece? Unos dicen que tres son multitud, y otros, que donde caben dos caben tres. ?Te atreves a comprobar cual de las dos es cierta?

  • Regreso a Irlanda de Jojo Moyes

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    Tres mujeres, tres voces de distintas generaciones. Una oportunidad para reencontrarse.

  • He dicho de Miguel Delibes

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    Estructurado en seis capitulos -‘La tierra y sus pobladores’, ‘Mundos de papel’, ‘El cine cumple un siglo’, ‘Adios a los amigos’, ‘Las cosas de la vida’, ‘Una vida vivida’- He dicho pasa revista a temas tan diferentes como la situacion de los agricultores espanoles en el seno de la Union Europea, las manipulaciones de los periodistas, o cuestiones relacionadas con la ecologia y la naturaleza. Asimismo evoca recuerdos -su viaje a la Croacia prebelica- y el retrato de amigos indelebles, algunos desaparecidos, como Felix Rodriguez de la Fuente, a la vez que alterna opiniones literarias o cinematograficas con sus inigualables cronicas cinegeticas. Decir que He dicho es una recopilacion de textos de Miguel Delibes no es suficiente. Ciertamente, el libro aglutina una miscelanea de articulos, notas y publicaciones e incluso el discurso que pronuncio el escritor con motivo de la concesion del Premio Cervantes. Pero al enhebrar sus preocupaciones recurrentes, al presentar algunos recuerdos u homenajes, Miguel Delibes nos ofrece, con la serena energia de su voz, una semblanza autobiografica de una lucidez poco comun.

  • Amor y dolor (Rosa blanca 3) de Laura A. Lopez

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    Tercera entrega de la serie de romance historico <>.

  • Solo busco tu piel de Priscila Serrano

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    INTRODUCCION Ser el primo de la chica que me gustaba no entraba en mis planes, como tampoco sentir como mi corazon se desbocaba cuando la veia salir de la piscina con ese bikini que tapaba poco mas que... Era mejor para mi no recordarlo. Y todo fue por culpa de Mikel, mi mejor amigo, en aquella fiesta, la misma fiesta que se suponia solo seria una reunion de amigos para celebrar mi cumpleanos; ninguna chica de por medio, segun el. Todo fue al reves, lo que mas habia eran chicas y, entre ellas, Luna, mi primita de tan solo dieciseis anos. No era que yo fuera mucho mayor, solo nos llevabamos dos anos, pero ya era mayor de edad y eso hacia que cambiasen algunas cosas. Cuando mis ojos se clavaron en los suyos, en ese mismo instante, supe lo que sentia por ella, era un amor de los que te quitaban hasta el aire. En algun momento de mi vida lo pense, mas no quise hacerle caso. Aquellas senales no podian ser ciertas, nosotros no podiamos ser nada mas de lo que ya eramos: familia, primos, casi hermanos, y nuestros padres jamas estarian de acuerdo en esto. Sin embargo, era verla y se me aceleraba el corazon. Una noche, antes de aquella fiesta, me vi caminando descalzo hasta su habitacion; era de las que mi tio Hugo y mi padre cogian para pasar tiempo juntos, la noche de futbol la habian llamado. Esa noche decidieron que yo me podria unir a su banda de hombres, ya me creia uno de ellos, aunque no fuese lo suficientemente mayor como para entender algunas actitudes, sobre todo de mi tio; era un crio. Cuando se acabo la noche, cada uno se fue a su habitacion, no obstante, mi intencion no fue mas que ir a la suya y verla dormir, observar lo hermosa que era. Luna era la chica mas bonita que mis ojos habian visto jamas, su piel canela y ojos verdes hicieron que mi alma se viese alterada y creo que, desde que tenia memoria, fue asi. Nos llevabamos muy bien, demasiado para ser solo primos, casi inseparables. Aunque ambos tuvieramos nuestros amigos, siempre intentabamos buscar un momento para pasarlo nosotros y juro por Dios, que no cambiaba ninguna de esas horas de mi vida por nada en este mundo. CAPITULO 1 Luna Un ano antes. Miraba por la ventana, la noche era tan bonita, era de esas noches en las que quedarte despierta para ver las estrellas era lo mejor. Sali al balcon con una mantita fina rodeando mis hombros, apenas estabamos entrando en primavera, pero aun por la noche refrescaba. Me sente en una de las sillas que mi padre habia comprado para dejar mi lugar favorito perfecto; mi habitacion era la unica que tenia balcon en toda la casa y, al ser la estancia mas pequena de nuestro hogar, era mia y solo mia... Bueno, la compartia con Eloy, mi primo y mejor amigo, la unica persona con la que podia contar y en la que confiaba ciegamente. Tenia amigas, claro que las tenia, pero con ellas no tenia la misma complicidad que con el. Mi mejor amiga era Eva, la conocia desde primaria y, de todas las chicas con las que hablaba, era la que mejor me caia. Sin embargo, estaba enamorada de Eloy y eso me molestaba, por estupido que pareciera. Eloy era mayor que yo por solo dos anos, pero no era impedimento para llevarnos como nos llevabamos y era eso por lo que no me gustaba que saliera con ninguna otra chica. Si llegaba a suceder, ?que ocurriria conmigo? Ya no pasaria tiempo a mi lado y eso no podia permitirlo. Podria decirse que era una nina a mis quince anos, pero era muy madura, ?no? A veces lo dudada. Escuche unos pasos acercarse y me gire para comprobar quien era; mi padre salio al balcon conmigo y se sento a mi lado. --?Que haces aqui tan sola, princesa? --se intereso, mirando el cielo. --Nada, solo miraba las estrellas --respondi. --?Sola? Que raro, tu primo parece que vive aqui --inquirio, molesto, lo que hizo que lo mirase fijamente. --?Te pasa algo con Eloy? No respondio y eso me preocupo, parecia enfadado y, que yo supiera, mi primo no habia hecho ninguna de sus tantas trastadas, las mismas que nos metian en lios de vez en cuando. --No, nada. --Se levanto--. Vamos, la cena ya esta lista y ya sabes como se pone mama cuando no bajas a tiempo. Sonrei asintiendo, tenia razon. Mi madre, todo lo que tenia de buena y amorosa, lo tenia de diabla cuando se enfadaba. Me quede unos minutos sola antes de bajar. Me levante y cogi mi movil para enviarle un wasap a Eloy. Luna: Primito de mi alma y mi corazon, ?que has hecho ya? Mi papa esta cabreado contigo y no se por que. Espere su respuesta, pero, al no llegar, deje el movil en la mesilla y sali de mi habitacion para bajar a cenar. Mi abuela estaba con nosotros unos dias y eso me encantaba, la adoraba, sobre todo sus mimos. Al entrar, ya estaban todos sentados, incluso mi tio Hector, lo cual me extrano. --Hola, tio. ?Donde estan mi tia y Eloy? --Le di un beso y me sente a su lado. --Estan en la casa, yo solo habia venido para arreglar unas cosas con tu padre. Ya sabes, trabajo. --Me guino un ojo. --Claro y mi abuela te ha embaucado con su comida, ?a que si? --Solto una carcajada, asintiendo. --Ya sabes que su comida me encanta, pero no le digas a tu tia o me matara --eso ultimo me lo dijo al oido. --Cuidado con la pequena Robles, se las gasta --menciono mi padre, como siempre, metiendose con mi tia Judith. --No empieces, Hugo --lo regano mi madre. Aun no sabia el motivo por el que no se llevaban demasiado bien, yo sabia que lo intentaban, procuraban no pelearse cada vez que estaban juntos, pero a veces les era imposible y eran muy comicos, al menos las cosas que se decian. Algun dia le preguntaria a mi mama el motivo de esas peleas entre ellos, algun dia, cuando fuera mayor..., no creia que me lo contase ahora. Cenamos en familia, aunque faltaran dos personas en la mesa, siempre era asi; estabamos muy unidos. Aunque tambien faltaba mi tio Jesus, una de las personas mas importantes de mi vida. Era mi tio perfecto, el padre que habria tenido si los mios no hubiesen hecho las paces a tiempo; esa historia si que me la contaron, como se separaron y mi madre se entero de que estaba embarazada de mi. Esa historia tenia sus partes dolorosas, pero tambien, un final feliz. Cuando acabe de cenar y ayude a mi abuela Dora a recoger todo, deje a mis padres en el salon, solos, les gustaba ver peliculas antes de ir a dormir, era el tiempo que utilizaban para estar juntos, dado que ambos tenian demasiado trabajo. Intentaron que yo me quedara con ellos tiempo atras, pero no consiguieron nada, no me gustaba el cine, yo era mas de series sangrientas, fantasia pura y dura. Ya en mi habitacion, cogi el movil para comprobar que mi primo me hubiese respondido, pero no fue asi. Me sente, pensativa, era raro que Eloy no me contestase a los mensajes, normalmente, cuando le hablaba, lo hacia de inmediato con una llamada. ?Habria pasado algo? De pronto unas manos taparon mis ojos y me tense asustada. --?Quien soy? --En cuanto escuche su voz me relaje, mi primito y sus bromas. --!Eloy! --grite, quitando sus manos de mis ojos. Me levante y me gire para asesinarlo con la mirada por el susto. Su sonrisa fue tan grande y reluciente que solo con eso me quito cualquier estado de animo negativo que me provocara antes. --Shhh --chisto, cogiendome de la mano para tirar de mi y llevarme al balcon. Nos sentamos en las sillas, uno al lado del otro, y paso su brazo por encima de mis hombros para abrazarme. --?Por que no puedo gritar? --pregunte. --Porque no quiero que tu padre sepa que he venido. Su respuesta me recordo el comentario que mi padre me solto hacia rato e, inmediatamente, me levante, cruzandome de brazos y alzando una ceja mientras lo miraba para que me contase todo. Estaba segura de que habia hecho algo para que mi padre se hubiera enfadado con el. --?Que? --Arrugo la frente--. No he hecho nada, esta vez no. --?Entonces por que no quieres que mi padre sepa que estas aqui? --Por nada, solo es tarde y no quiero que te reganen. No quiero que despues me echen la culpa porque te quedes dormida por la manana y faltes al instituto. ?Te imaginas la cara de tu padre? Seguro que me mataria --aseguro, mas yo no le crei ni una palabra. Aunque no le podia quitar una parte de razon, si llegaba a faltar un solo dia al instituto por culpa de que mi primo no me habia dejado dormirme temprano, nos mataba a los dos. Mi padre, en ese sentido, era muy estricto; los estudios eran algo muy importante para el y que yo sacase buenas notas, lo que mas. Volvi a sentarme soltando un suspiro que no le paso desapercibido, pues me abrazo de nuevo, pero esta vez mas apretadamente, cosa que provoco que suspirase otra vez. Aspire su aroma, cerrando los ojos; me encantaba su olor, me tranquilizaba. Me gustaba el tacto de sus manos, su piel era muy suave. Por unos instantes, me deje llevar por el silencio, el momento, las estrellas alumbraban de manera magica y me relaje tanto que me quede dormida. Por la manana, el despertador sono con tanta fuerza que por poco me cai de bruces contra el suelo. Abri los ojos de par en par y mire mi alrededor, recordando como habia llegado a mi cama, pero me fue imposible, pues no llegue por mi propio pie. Habia sido Eloy quien me dejo en la cama cuando se percato de que me habia quedado dormida y una estupida sonrisa seguida de un suspiro se me escapo de entre los labios. ?Que me estaba pasando? Ultimamente, me sentia demasiado bien a su lado, mas de lo normal. Mi primo y yo estabamos muy unidos, tanto que lo haciamos todo juntos, pero ibamos creciendo y habia cosas que teniamos que evitar, y nos costaba demasiado.

  • Toda la verdad (Seleccion RNR), Lola Rey de Lola Rey

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  • Hija de la guerra de Baltasar Perez Gimeno

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    Noviembre de 1998. Claudia, una espanola residente en Nueva York, tras la muerte de su marido John, tendra que darle explicaciones a su hija Adriana, cuando esta descubra un diario oculto en un viejo escritorio durante casi sesenta anos. Claudia, arrebatada por su pasado, luchadora y tenaz, le contara todo lo ocurrido en la Espana de los anos 1933 a 1939, desde que empezo a estudiar en la universidad para ser dama enfermera, su compromiso con Salvador, al que no amaba, hasta los horrores que presencio y vivio en la Guerra Civil. ?Por que callo, misteriosamente, tanto tiempo? ?Que acontecimientos vivio durante los crueles y tenebrosos anos de la Guerra Civil para esconderlos por completo?

  • No mas miedo de Erica Jong

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  • El nino que fuimos de Alma Delia Murillo

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    “Pertenecian al grupo de personas que necesitan el poder de irse.”

  • Aunque me haya ido de Mary Elise Albar

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    La vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Se hace tarde y anochece de Cardenal Robert Sarah

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    “En la raiz de la quiebra de Occidente hay una crisis cultural e identitaria. Occidente ya no sabe quien es, porque ya no sabe ni quiere saber que lo ha configurado, que lo ha constituido tal y como ha sido y tal y como es. Hoy muchos paises ignoran su historia. Esta autoasfixia conduce de forma natural a una decadencia que abre el camino a nuevas civilizaciones barbaras”. Esta afirmacion del cardenal Robert Sarah resume el proposito del tercer libro de entrevistas con Nicolas Diat, la profunda crisis espiritual, moral y politica del mundo contemporaneo: crisis de la fe y de la Iglesia, declive de Occidente, traicion de sus elites, relativismo moral, globalizacion sin limites, capitalismo desenfrenado, nuevas ideologias, agotamiento politico, entre otros.

  • Dejate llevar (Citas de amor 2) – Anna Dominich de Anna Dominich

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    Lisa es una timida profesora de primaria que siempre esta rodeada de ninos. Lleva una vida tranquila y sin sobresaltos, pero siente que le falta algo. Decepcionada consigo misma, con una vida amorosa inexistente y menospreciada por su madre y por su mascota, decide plantarse y buscar una solucion.
    Cuando ve el anuncio de una pagina de contactos llamada <>, se atreve a crear un perfil con la esperanza de conocer a alguien especial. Alli empieza a hablar con Toni, un profesor de secundaria culto y elegante con el que tiene muchas cosas en comun. Sin embargo, no todo es lo que parece. Las dudas surgen justo en el momento en que conoce a Raul, un hombre con pendientes y muchos tatuajes por el que siente una atraccion inmediata.
    Lisa debe elegir entre quedarse con lo seguro y apostar por una vida confortable al lado de Toni o arriesgarlo todo y lanzarse a la aventura con Raul, alguien que a todas luces es lo opuesto a ella y que sigue anclado en un pasado tormentoso.

  • Homicidium de Jerusalem Elizondo

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    Clara Schafer, una joven y novata investigadora, recien incorporada al Grupo de Delitos Civiles y Politicos de la Policia Foral de Navarra, recibe el aviso de un asesinato en las ruinas romanas de Santa Criz, una ciudad romana semidesenterrada por los arqueologos.
    La inspectora tendra que hacer frente a una serie de crimenes cuyas victimas tienen un nexo en comun, su trabajo en la Universidad Publica de Navarra. En sus pesquisas contara con importantes aliados, pero no todo sera lo que parece, ni el caso resultara tan sencillo, en una investigacion contrarreloj por descubrir a la persona culpable antes de que siga asesinando.
    Homicidium se desarrolla en torno a la universidad y a la arqueologia romana en Navarra, en una trama compleja, que combina las acciones policiales con los asuntos mas oscuros del mundo universitario, creando un ambiente de intriga y sospecha sobre las motivaciones de los personajes.

  • Noble y Plebeya de Kate L. Morgan

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    Una vez, Carol Hemsley habia amado con todo su corazon, y lo habia perdido todo. Durante los ultimos anos ha luchado en silencio para olvidar, mientras oculta a todos un secreto, pero el destino la llevara a enfrentarse con el fantasma de su pasado… y una pasion aun mayor.

  • El espiritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia de Patricio Pron

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    Una novela sobre la responsabilidad de padres y abuelos en los hechos tragicos de la historia reciente. Una historia universal que afecta a todos aquellos que han vivido y muerto por defender una idea.

  • Destino (Encrucijada 2) de Merche Diolch

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    Se encontraban en la habitacion central de la cabana de los Ancianos. Rodeados de velas esparcidas por pequenos rincones, en un intento de facilitar la vision de Ninox y no impedir la de los otros comensales. Habian pasado ya mas de dos semanas desde la llegada de los hermanos a Nueva Esparta y ahora estaban decidiendo, junto al resto de los neoespartanos, como llevar a cabo su plan contra Hyaena. De pronto, el sonido de un telefono retumbo por la estancia y todas las miradas se centraron en el jefe de seguridad de la familia Rapax. --Falco, es el tuyo --dijo Caetus. --!?Que dices?! --pregunto con burla--. Como va a haber cobertura aqui, si estamos perdidos en la nada. Su amigo miro a Seneca con una gran sonrisa. --Diselo a el --le senalo. --Hemos estado incomunicados estos dias por las tormentas, pero ya podemos recibir llamadas aunque no imagenes --indico el Anciano mientras el telefono sonaba, repitiendose una y otra vez una antigua melodia--. Hace tiempo, hackeamos uno de los satelites de tu familia, lo que nos permite tener comunicaciones con el exterior. Falco miro la pantalla del reloj, donde aparecia el nombre de quien llamaba y que no pertenecia al cuerpo de seguridad de la familia Rapax, ya que estos habrian utilizado el dispositivo intracraneal para comunicarse con el, al ser mas directo. --Ninox, es Feles --anuncio. --?Feles? --repitio su hermana, recibiendo como contestacion un movimiento afirmativo, mientras pulsaba el boton del reloj para comunicarse con ella y se lo acercaba a la oreja, ya que sin imagenes debia usar el metodo tradicional. --!Feles! --la saludo. --Falco... --La voz de la mujer se escucho por la habitacion. --?A que no sabes quien dice que se nos casa? --pregunto, pero no espero respuesta--. La pequena Ninox. Mi hermana ha encontrado a alguien al que martirizar --le guino un ojo a Gabriel--, y dice... --!Chrys! --le grito, acallando su diatriba. Hacia mucho que Feles no utilizaba ese nombre para dirigirse a el. El silencio se asento al otro lado de la linea. --?Estas bien, Feles? --El tono de preocupacion atrajo la atencion de los que le rodeaban. La tension se reflejo en el rostro de Ninox, al percatarse de que algo no iba bien. Falco estaba atento al sonido del otro lado de la linea. Su afilado sentido sensorial, conseguido gracias a su operacion genetica, le avisaba de que Feles no estaba sola. El suave deslizamiento de la hoja de un cuchillo al rozar el cuello de la mujer le llego con claridad. Un sordo sollozo acompano a ese ruido, consiguiendo que sus dedos se encresparan alrededor del reloj al presentir que era lo que le sucedia. --Falco... --La voz de un hombre le llego sin distorsion. --?Que le has hecho? --pregunto, remarcando el odio que sintio al reconocerle. Una carcajada aterradora resono en la sala. --Todavia nada --anuncio. --Como... --La impotencia se reflejo en el rostro y la voz de Falco. --?Que haras? --interrogo, sin dejar terminar la amenaza de su interlocutor, y volvio a reirse. --Hijo de puta. --Chrys... --Feles le llamo con un debil susurro. Los dedos que agarraban el reloj estaban cada vez mas blancos. --No la toques, porque si no... --Si no que, sobrino. El pitido continuo de la linea telefonica le informo de que la conversacion habia acabado. Miro el aparato sin comprender y dejo que sus negros ojos se posaran por el rostro del resto de ocupantes de la sala, hasta que se detuvo en el de su hermana. --Chrys... --La voz debil de Ninox le devolvio a la realidad--. ?Que sucede? El hombre expulso el aire que retenia sin darse cuenta y se paso una de sus manos por el cabello moreno. --Hyaena tiene a Feles. Capitulo 1 --!Voy con vosotros! --grito Ninox. Se paro delante de algunos de los hombres que transportaban cajas de alimentos, sacos y utiles necesarios para usar en alta mar, impidiendoles que siguieran trabajando. Vestida con ropa de abrigo, ya que el frio habia regresado hacia unos dias, y con las gafas que le permitian vislumbrar algo de lo que le rodeaba, en su rostro mostraba la determinacion de sus palabras. Falco se aparto el cabello negro de la cara, suspiro y se enfrento a su hermana. --Tienes que quedarte en Nueva Esparta --indico mientras sus ojos se fijaban en el hombre que habia detras de ella--. Gabriel tampoco viene. --Pero... --Ninox, ya lo hemos hablado. --El mencionado poso la mano sobre su hombro y asintio mirando a su futuro cunado--. Falco viajara hasta Nueva York Twin y nosotros le esperaremos aqui. Ella los observo y dejo que sus brazos cayeran sin fuerzas a lo largo de su cuerpo. --Se trata de Feles. Gabriel abrazo a la mujer que le habia robado el corazon y le dio un beso en la mejilla. Falco miro a la pareja y se reafirmo en su decision: ellos debian quedarse en Nueva Esparta. Dejo que sus negros ojos recorrieran todo lo que les rodeaba. Observo el bosque proximo a la aldea, situada en la montana, lejos del puerto donde se encontraban en esos instantes. Escucho con claridad el relincho de los caballos, gracias al viento que se habia levantado hacia unas horas, acompanado de los trinos de las aves que poblaban esa region. Animales que creia extintos hasta que recayo en esa tierra de leyendas, descubriendo lo equivocado que estaba. Las ensenanzas que le habian inculcado desde nino habian desaparecido cual espejismo. Llego hasta alli en busca de su hermana pequena, raptada por aquellos que creia enemigos, los neoespartanos. Nueva Esparta formaba parte de lo que se habia calificado como la Resistencia. Terroristas que buscaban atentar contra el estado de Nueva America, contra las normas implantadas por los haddasus. Un sistema que lideraba Hyaena, su tio, y que se habia deteriorado desde la muerte de su padre. Su sorpresa fue enorme cuando descubrio que el enemigo no era Gabriel, el neoespartano que habia secuestrado a Ninox y que con su accion solo habia buscado alejarla del verdadero peligro, de Isatis. Los acontecimientos que vivieron les revelaron que el secretario de Hyaena estaba obsesionado con Ninox. Sin experiencia ninguna y armado solo con su perfeccionado olfato, salio a la mar en busca de su amada. Las tormentas le sorprendieron y Falco termino rescatandole. Todavia a dia de hoy, el jefe de seguridad de la familia Rapax se reprochaba no haberse dado cuenta antes de lo que pretendia ese lobo con piel de cordero. Si no hubiera sido por Gabriel... Miro al hombre que susurraba palabras tranquilizadoras a su hermana en ese momento, y sonrio al recordar su primer encontronazo. Las ganas de matarle nada mas conocerle se apoderaron de el y ahora, cuando observaba lo enamorado que esta de Ninox y como la cuida, se alegraba de no haberlo hecho. Gabriel secuestro a Ninox, por ordenes de los Ancianos, y le robo el corazon a la haddasu. Si no hubiera sido por la llamada de Feles, todo habria terminado como los cuentos infantiles, con un <<...y comieron perdices>>. Pero la realidad esconde la crudeza de la vida. Observo el devenir de los neoespartanos, agricultores o ganaderos, oficios que ya creia extintos hasta la llegada a esa tierra. Saludo a uno de ellos que, cargado con un par de bidones de agua dulce, pasaba por su lado en direccion al barco que preparaban para regresar a la capital de Nueva America. Diez dias... Mucho tiempo... Apenas habia descansado desde que habia respondido a la llamada telefonica de Feles. A una orden de Seneca, miembro del consejo de Ancianos que coordinaba la vida de Nueva Esparta, ademas de las misiones de exploracion del resto del mundo, los bellatores se pusieron en marcha tras escuchar el sonido del telefono inerte cuando Hyaena colgo la llamada. Habia que equipar un barco para regresar a Nueva York Twin. La mision: rescatar a Feles de las garras de Hyaena. Los dias estaban siendo una agonia para Falco. Las horas se le pasaban con demasiada lentitud y las noches eran un infierno. Las pesadillas se sucedian en su subconsciente, suenos en los que encontraba a Feles sin vida porque no habia llegado a tiempo para salvarla, despertandose de improviso cuando oia su voz llamandole... <<--Chrys...>> Cuantas veces habia deseado que Feles le llamara por su verdadero nombre, como antano, cuando compartian intimidad, y que no utilizara el nombre de Falco como fria defensa hacia el, hacia todo lo que habian compartido... --Falco, Seneca te necesita. --La voz de Caetus le alejo de esos negros pensamientos. Observo como el recien llegado saludaba a Gabriel con una palmada en la espalda y le daba un beso a Ninox en la mejilla. Todavia recordaba como se sintio al descubrir que su amigo formaba parte de la Resistencia desde hacia bastante tiempo y aunque al principio creyo que su <> le habia traicionado, cuando se le revelo la verdad de Nueva Esparta, los tejemanejes de su tio para mantener su status en Nueva America y la posible relacion de Hyaena con la muerte de su padre, comprendio que en realidad Caetus no era un traidor sino un haddasu que buscaba la verdad. --Caetus, dile al cabezon de mi hermano que me deje ir con vosotros --Ninox le suplico. El hombre de piel oscura miro a los dos hermanos, y poso sus ojos en Gabriel quien encogio los hombros en un gesto de resignacion. --Ninox, ya lo hemos hablado. Te necesitamos aqui, en Nueva Esparta. Ella se cruzo de brazos y se alejo de las caricias de su futuro marido. --Creo que sere de mas utilidad en Nueva York Twin. Falco agarro las manos a su hermana y la acerco hasta el. --Seneca quiere que te quedes --indico mientras le acariciaba la mejilla--. Necesitamos que ejercites ese poder que escondes aqui. --Le dio con carino en la cabeza--. Cuando regresemos tenemos que saber cuantos territorios habitados hay para realizar expediciones, descubrir si hay mas tierra seca aparte de Nueva Esparta o averiguar como subsisten el resto de los habitantes de este planeta donde el agua lo invade casi todo. Ninox dejo sus ojos fijos en los negros de su hermano. --Chrys, prometeme que salvaras a Feles. Falco acaricio su mejilla y asintio con la cabeza. --Te lo juro. El silencio envolvio a los cuatro amigos ante la solemnidad de la promesa. --Caetus, te necesitamos. --El requerimiento de uno de los neoespartanos rompio lo que estaban compartiendo.

  • El feminismo lo cambia todo de Silvia Claveria

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    El feminismo, por fin, ha conseguido un poco de atencion en la sociedad y en los medios de comunicacion. Nos hacemos preguntas y buscamos respuestas pero, en demasiadas ocasiones, nos encontramos ante falsedades y medias verdades. O incluso ante conceptos indescifrables. ?Mansplaining, manterruption?

  • Como perder un pais de Ece Temelkuran

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    Este libro arranca con aviones de combate sobrevolando Estambul, con bombas y disparos. Es el 15 de julio de 2016, y la autora contempla a traves de la ventana el desarrollo del chapucero golpe de Estado que Erdogan sofocara en pocas horas, y que le proporcionara la excusa para activar un engranaje de detenciones y purgas. ?Como llego Turquia, que aspiraba a ser europea y moderna, a semejante situacion?
    Es tan claro como terrible: el populismo y el nacionalismo corroyeron el sistema y derivaron en tentacion autoritaria. Pero eso no es exclusivo de Turquia. Lo vemos en Venezuela, y en Hungria, y hay senales de alarma en los Estados Unidos de Trump, en la Gran Bretana del Brexit y en la Europa de la ultraderecha, que tambien ha llegado a Espana.

  • Mujer en punto cero de Nawal El Saadawi

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    “Todos los hombres que he conocido solo me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro”.

  • La caza de M. A. Bennett

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    Una exclusiva invitacion de los Medievales, el grupo mas poderoso de la elitista escuela STAGS, para un fin de semana de <> parece una gran oportunidad para que la recien llegada Greer descubra un mundo de lujo y excesos. Ademas, segun los rumores, al invitado que mas impresione a los Medievales se le concedera el privilegio de convertirse en uno de ellos, pero Greer no debe olvidar que.

  • Guerrera Alfa de Daniel Santos

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    Aina era una mujer diferente a las demas.
    Ella no era la esposa de nadie.
    Ella era una guerrera. La mejor de todas.
    Y como tal. la mas deseada.

  • A mi este siglo se me esta hacia largo de Luis Piedrahita

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    Unos de los lugares mas desesperantes que existen son las salas de espera. Antes de nacer, la primera sala de espera por la que pasamos es un testiculo. Todos hemos estado alli esperando a que nos llamen. Suelen llamar los sabados. Estas alli y es como cuando vas a ver la Giralda: van llamando por grupos. Salen todos corriendo y a empujones, para subir a una torre y ser el primero en llegar al mirador. Luego, a lo largo de la vida pasamos por varias salas de espera. Los medicos mayores, esos que montan la consulta en una casa, suelen tener una sala de espera tipo asador castellano: con sillones de cuero, ceniceros de bronce, cuadros de perros mordiendole el cuello a un ciervo... Yo siempre me he preguntado quien habra pintado todos esos cuadros de perros mordiendo cuellos de ciervos. ?Cuantos habra en Espana? ?Mil? Yo creo que los medicos los ponen para que los pacientes vean al ciervo y digan: <>. Entras alli y esta todo el mundo en silencio. Dices: --Buenas tardes. Y se oye una especie de rumor... --Mnstardesmnmsn... La primera cuestion es donde sentarse. La norma es sentarse lo mas lejos posible de otras personas. Lo unico que sabes de esas personas es que todas estan enfermas. No sabes lo que tienen, pero todos tienen algo. Ves un senor con ojos de huevo y dices: <>. Cierto que te puedes contagiar, pero tambien te puedes curar... Yo miro de que tiene cara cada uno y luego me siento al lado del que mas me interese. Por ejemplo: si ando un poco estrenido, pues me busco a alguien que tenga cara de gastroenteritis o de andar un poco suelto, y me siento cerquita para ver si nos contagiamos un poco y nos equilibramos. Al entrar, habria que decir: --Buenas tardes, tengo jaqueca por forzar demasiado la vista. ?Hay alguien que tenga ojo vago?--Si, yo. Sientese aqui. Y si nadie quiere hablar, que cada uno lleve un cartelito con su enfermedad. El caballero que va con cartel de incontinencia se sienta al lado de la senora que dice <> y, por la teoria de los vasos comunicantes, se equilibran. Si hubiera comunicacion, la mitad de los casos se solucionarian en la sala de espera. Es curioso. Alli nadie habla con nadie, pero tampoco hay silencio. De vez en cuando suena algun suspiro de senora mayor. <>. Parece que la pobre se esta deshinchando. Las senoras mayores nunca estan solas en una sala de espera. Suelen ir con una amiga de su edad o con una hija y, la verdad, es muy dificil saber cual es la enferma y cual la sana, porque alli todo el mundo tiene carita de pena. Incluso es dificil saber cual es la madre y cual es la hija. Hay gente que tiene cara de llevar alli desde antes de que pusieran la consulta del doctor. --Pero, hombre de Dios, ?cuanto tiempo lleva usted esperando? --No lo se. Yo estaba sentado en una silla en la calle y vinieron unos obreros y construyeron esta salita alrededor. Para mi mejor, que si llueve no me mojo. Siempre hay un momento en el que la senora mayor intenta hablar bajito con la otra, pero todo el mundo las escucha. Es incomodo, porque a veces son temas intimos y susurrados: --Pues este medico fue el que me miro lo del quiste aquel de la axila. --?Y que tal? --Muy bien. Me lo pinto de blanco y negro, y asi parecia que llevaba un balon de futbol debajo del brazo. --?No te lo quito? --El no, pero me lo quitaron unos ninos en el parque para jugar a la pelota. --Claro. En la sala de espera vives situaciones embarazosas con personas que no vas a volver a ver nunca. Esos sillones de cuero falso son terribles. A la minima que te mueves suenan flatulentos. Claro, no sabes que hacer. Todos te miran como diciendo: <>. Entonces, te mueves mucho como para dejar claro que no es lo que parece, pero, por alguna razon misteriosa, el sillon ya no hace ruido. Todos te miran como diciendo: <>. En ese caso, lo unico que te puede salvar es una flatulencia real, para que todos digan: <>. Toda sala de espera que se precie ha de tener una mesita con revistas. Hay algunas que no se a que esperan para cambiar las revistas. He llegado a ver Intervius de antes de que se inventara la silicona. En las salas de espera de instituciones publicas no hay Intervius: hospitales, aeropuertos, Hacienda... Alli no hay sillones, ni cuadros de ciervos, ni mesitas de revistas... Alli hay una pantalla y todo el mundo la mira. Todos con su ticket en la mano a ver si sale su numero. Yo cojo varios, asi tengo mas posibilidades. Siempre que hay que coger numero me cojo veinte o treinta mil, pero no por mi. Lo hago para regalar esa discreta sensacion de alivio a los que esperan con el numero 22 000 y ven que en la pantalla todavia van por el 70. 70, 71... De repente, se ponen en el 21 998, 21 999 y 22.000. Lo hago por ellos, por regalar alivio a la gente que espera. Esas salas de espera de lo publico no tienen sillones de cueripiel. El sistema es otro. Sillas unidas por una barra de hierro. Es como una brocheta de sillas. Le pones unos mangos a los lados y es un futbolin de gente sentada. Si algun dia inventaran el futbolin de jubilados, podrian basarse en esas sillas. La sala de los aeropuertos es un sitio muy curioso para esperar. Llaman por turnos. <>. Para ir todos en el mismo avion y comer en un plato de plastico hay demasiadas castas, ?no? ?Que diferencia de trato cabe ya entre oro, platino, zafiro y rubi? Van delante y llegan al destino unas milesimas de segundo antes que el resto, pero no me parece que valga la pena. Dicen que es para que el que la tenga pueda sentirse un poquito superior. No me parece suficiente. Deberian sacar la tarjeta plutonio. El que la tenga tiene derecho a elegir a un pasajero, comerse su comida y tirarlo por la ventana en pleno vuelo. Asi si que te sientes un poquito superior. La vida no es otra cosa que una sala de espera. Esperas para hacer la digestion y poder banarte en la piscina, esperas que ese dia baje a la piscina la chica que te gusta, esperas a que te conteste un whatsapp, esperas para sacarte el carne de conducir y cuando lo tienes la esperas en el portal, esperas que llegue la noche perfecta, ella se queda en estado de buena esperanza, os desesperais un poco pero al final la esperas en el altar, esperas a que este libre el cuarto de bano, esperas para ir al medico y un dia, sin que nadie se lo espere, te mueres.

  • La guarida del raposo de Antonio Orozco Guerrero

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    La calesa transita con dificultad por la zona de Alcubilla, al oeste de Jerez de la Frontera, ya en las afueras y muy cerca del lugar donde se cruzan el carril de Sanlucar de Barrameda, el camino viejo de Rota y la trocha de El Puerto de Santa Maria, para entrar en la ciudad por el sur. Hace un dia desapacible. Un final de marzo tipico de la zona. El viento de levante se acaba de apaciguar, dando paso a una lluvia debil e intermitente. El carruaje ha salido por la manana temprano del cortijo de los Galvez, y lleva recorridos mas de diez kilometros. Se desplaza entre una marana de chozas, todas casi identicas, a veces apinadas y a veces algo mas dispersas. Las paredes son siempre de adobe, oscurecido por el tiempo y la intemperie, y los techos de enea. En algunas puertas, siempre desvencijadas y viejas, hay ancianos sentados en sillas cuyo asiento esta hecho del mismo material que los techos de los habitaculos inmundos donde viven. Mejor seria decir malviven. Dentro de la calesa, en el sentido de la marcha, estan sentados un hombre y una mujer, ambos jovenes. El es alto, tiene el pelo oscuro y peinado hacia atras. En el rostro, escrupulosamente rasurado, la linea de sus labios parece marcar un caracter resuelto y firme. O tal vez se trata de alguien que esta acostumbrado a hacer siempre su voluntad, de una u otra forma. Los ojos delatarian ante un buen observador a una persona tan educada como cinica. Alguien que gusta de deshacerse en cumplidos y elogios cuando le conviene, pero tambien es capaz de hacer todo lo necesario para desembarazarse de cualquier estorbo, del tipo que sea, sin el menor escrupulo. Ella tiene el pelo mas claro que oscuro, los ojos azules y la tez palida. Entre las manos, algo temblorosas, se mueve, cuenta a cuenta, lentamente, un rosario de fina manufactura. La ropa que lleva es de calidad, aunque sus tonos oscuros desentonan con el rostro. Enfrente de la pareja esta sentada una chica, casi una nina, con cofia y traje inmaculado de criada de buena familia. No suele atreverse a levantar la cabeza salvo cuando es preguntada; y esto no ha sucedido desde que salieron del cortijo, situado algo mas alla de Albaladejo, justo al lado contrario de la ciudad. El conductor de la calesa la detiene de vez en cuando y pregunta a algun anciano de los que estan sentados en las puertas de sus casas, como si no lloviera y estuvieran tomando el sol. Al fin, se detiene delante de una choza. --Don Jesus, aqui es. --Gracias. La pareja permanece en el interior un tiempo. Como si no se terminasen de decidir a bajar. Los dedos de ella recorren el rosario a mayor velocidad y las manos tiemblan ligeramente. La criada baja aun mas la mirada, como si tratara de encontrar la manera de esconderse debajo del suelo. De repente, con un brillo duro en los ojos y los labios apretados, Jesus mira, apremiante, a la criada. --!Nina! ?Se puede saber a que esperas? Ya sabes lo que tienes que hacer. La chica, tremendamente nerviosa, baja de la calesa ayudada por el conductor, que lleva un rato esperando ante la puerta. A continuacion, se dirige a la entrada de la choza y se asoma. Es un habitaculo redondo con un palo vertical en el centro. Hay tres colchones de paja, totalmente ennegrecidos y deformes, en el fondo. Cuatro sillas y una mesa redonda hacia la izquierda, debajo de la cual se puede ver una estufa de picon, que se encuentra apagada. Al lado de la mesa, un armario comido por la polilla y un enorme baul --mejor seria decir una gran caja de madera medio astillada--. A la derecha, una cocina de carbon hecha de ladrillos bastos, junto a la que se encuentra una pila de lena. Sobre la cocina y en la pared de frontal hay varios cacharros totalmente negros por fuera, que sirven para cocinar. Al lado, una tinaja de barro de mas de un metro de altura y una jarra grande para sacar y echar agua. Algunos soplillos de palma, una escoba del mismo material con el mango de cana, un utensilio de madera para lavar la ropa, un cantaro de barro de boca ancha, colgado del palo central, una tina grande de zinc, un pestilente cubo del mismo metal, y pocas cosas mas, completan el <>.

  • El cementerio de los recuerdos rotos de Silvia Ibanez Cambra

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    Miguel y Adelaida son dos jovenes que se abren paso a la vida en la Zaragoza de los anos 30. Con mucha curiosidad ante el mundo y la vocacion de escritor Miguel comienza una investigacion sobre una joven chica cuyo extrano entierro presencia en compania de su amiga Adelaida, una oscura noche en un mausoleo familiar, a la cual alguien le dirige cartas que deja sobre su lapida.

  • Todo tuyo de Judith Galan

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    LAURA. En pocos dias, tres hombres irrumpen en la planificada y tranquila vida de Laura: un atractivo aleman, un vagabundo de mirada intensa y un joven informatico.

  • Querida Enemiga de Vanessa Lorrenz

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    Marian nunca supo lo que era tener una familia, la unica que siempre habia estado a su lado era su amiga Olivia, ambas encontradas el mismo dia abandonadas en la puerta de un orfanato. Eran inseparables y para Marian su amiga era su hermana. Por eso cuando Olivia entra en la alta sociedad londinense al ser hija de un duque, la vida de Marian cambia por completo.
    Intrigas, pasion, enemistades disfrazadas de amistad, una lucha entre dos mujeres por conseguir recuperar su pasado, y el dolor de la traicion, es un poco de lo que encontraras en Querida enemiga: ?Hasta donde eres capaz de llegar por amor?

  • Escrito en el agua (Planeta Internacional), Paula Hawkins de Paula Hawkins

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  • Senderos salvajes de Santiago Mazarro

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    Un violin quebradizo llora desde hace dias la muerte de un hombre libre. Sus notas lanzan una melodia tan tenue que esta manana apenas alcanzaban la orilla civilizada del Misisipi. Imagino que el difunto arrastrara siempre la fama de hombre feroz y extravagante, pero los que le conocimos no ignoramos que, ante todo, y digan lo que digan, don Manuel Lisa fue una buena persona. En realidad, por aqui todos le llamabamos <>, o <>, por los anos en que lidero la compania de comerciantes mas prospera de Norteamerica. Lamento de todo corazon ser el ultimo de nosotros con vida. Habria sido mas facil entender esta historia si la hubiese escrito cualquier otro. Pese a ello, si estais leyendo estas lineas, es porque, nada mas volver de su sepelio, he decidido dejar constancia de quien fue Lisa y quienes fuimos los que le seguimos. Aunque espanol en origen, su verdadera patria fue siempre la frontera, y, con ella, cualquiera de los horizontes que visitamos los anos en que hicimos del mundo indomito y salvaje nuestro autentico modo de vida. Manuel, que en paz descanse, admiraba la curiosidad frente al resto de las virtudes, y sabia hallar fortuna en la libertad absoluta que le conferia su oficio. Tal vez por eso tuvo siempre la valentia de aventurarse en lo desconocido de nuestro continente; de sonar con un mundo nuevo. Los primeros recuerdos que vienen a mi cabeza --y mas ahora que en estas paginas trato de narrar como ocurrio todo-- son de la primavera de 1807. Si cierro los ojos, casi puedo ver a Manuel esperandome en un pequeno banco de la ciudad de San Luis. Yo llegaba a caballo, tras cuatro dias de penurias que ahora no procede contar. Alli estaba el, manos en los bolsillos y rostro inquieto tras una chalina de pano grueso. La enorme espalda apoyada en el respaldo de roble. Las piernas cruzadas, la una sobre la otra. Recuerdo pensar que estaba en plena forma. Era un hombre imponente, bastante alto, fuerte y poseedor de unos penetrantes ojos marrones. Aquel dia iba debidamente arreglado segun la moda de la epoca: frac negro con cuello de piel y sombrero de copa, aunque el pelo negro enmaranado y las botas altas anticipaban en su aspecto costumbres mas de campo que de ciudad. Me acerque. Se levanto lentamente. Pese a la voluptuosidad de sus patillas, no me fue dificil discernir que la herida fea que le recordaba en el cuello se habia tornado en cicatriz. Pocos sabran que se la hizo en la emboscada mas famosa del ano 1801, nada mas arrancado el siglo. Una expedicion de veinte espanoles volvia exitosa a Nueva Orleans tras pasar el otono cazando castores en el curso medio del rio Misisipi. Al parecer, la niebla les hizo acampar en un lugar poco aconsejado, y los indios arikaras defendieron su territorio degollando, uno tras otro, a aquellos hombres cristianos. Que se sepa, solo dos lograron escapar a semejante barbarie. Manuel Lisa fue uno de ellos. Cuentan que, en plena emboscada, se dejo caer bosque abajo, entre la maleza, esquivando los hachazos de los nativos. Por pura fortuna encontro malherido a su hermano, escondido tras un arbusto. Retrocedio unos pasos, aupo el cuerpo sobre sus hombros y le convirtio asi en el segundo superviviente de la velada. Mi padre era aquel afortunado. Joaquin Lisa. Lo que convierte a Manuel en mi tio. Ambos fueron companeros de incursiones durante muchos anos; compartieron no solo un lazo de sangre, sino tambien una de esas hermandades propias de haber vivido cientos de aventuras juntos. Desgraciadamente, mi padre murio al medio ano, fruto del mal curar de sus heridas. Recuerdo el malestar que estas le provocaron durante meses y lo sorprendido que siempre me quedaba cuando le veia bromear con mi tio Manuel sobre arrancarse la costra de cuajo y echarsela de comer a los cerdos. Eran otros tiempos, que decia mi madre. Con ella, por cierto, me fui enseguida a vivir al presidio de San Antonio de Bejar, en la provincia espanola de Texas. Alli pase cinco anos siendo mitad monaguillo en una mision catolica y mitad sirviente en la casa de unos criollos que pocos respetos le guardaban ya al rey Borbon al otro lado del oceano. Aunque hoy dia no me arrepiento, dudo mucho que, de haber conocido las actividades y companias de mi tio Manuel en aquellos anos, le hubiese ofrecido mis servicios tan a la ligera. Mas aun teniendo en cuenta lo que acababa de ocurrirle aquella misma manana. El caso es que, tras bajarme del caballo, le di un fuerte abrazo, y el me lo devolvio sin dudarlo ni un segundo. --Joaquin, cuanto has crecido --creo recordar que fue lo primero que me dijo--. Siento mucho lo de tu madre. De haberme enterado, habria tratado de ir al entierro. --Yo tambien me alegro mucho de verle, tio. Y le agradezco que me haya aceptado como ayudante. Tanta desgracia junta os resultara abrumadora, pero la realidad es que mi pobre madre murio unos dias antes del comienzo de esta historia --tras agravarsele una gripe-- y que yo me quede sin empleo el mismo dia que las tropas de San Antonio se marcharon a rendir cuentas al fuerte del Alamo. No recuerdo si, harto de servir a desconocidos o deseoso de tener a mi familia cerca, robe un caballo mas lento y flaco de lo que hubiera sido aconsejable para que me llevase directo a San Luis, lugar en que vivia mi tio Manuel como ciudadano estadounidense. Como sabreis, Napoleon le habia comprado toda la Luisiana a Espana para tres anos mas tarde vendersela a los Estados Unidos. --?Que tal el viaje? --dijo mi tio, observando la montura escualida que me acompanaba. --Muy bien --menti. Habia sido un autentico desastre. --Has llegado el dia esperado... y a la hora adecuada. Manuel se meso las patillas con calma y miro a su alrededor con un gesto de sospecha. --Tio, de verdad, no se como agradecerle... Pronto le permitire ver que soy una persona responsable... --Tranquilo. Es una buena noticia que estes aqui. Como digo, no podias haber llegado en mejor momento. --Gracias. --Tengo planes para ti. --No volvio a abrir la boca en un buen rato. Manuel Lisa no era hombre de muchas palabras, ni mucho menos. Solo hablaba si era estrictamente necesario, y, cuando lo hacia, era para poner punto y final a un debate, pues poca gente le contradecia. Subio a un caballo negro y robusto de un brinco y tiro de las riendas con agilidad. Yo hice lo propio para seguirle a paso ligero. Lisa era lo bastante conocido en San Luis como para que mas de una persona en el camino parase el carro o la montura con el animo de concederle un saludo cortes. La mayoria, sin embargo, parecia tenerle cierto respeto. Incluso me atrevere a decir que algo de miedo. Avanzamos por un camino de tierra que muy pronto se convirtio en otro elegantemente adoquinado. Me averguenza decir esto, pero otra cosa que me sorprendio nada mas pisar la ciudad fue la actitud y la vestimenta de las mujeres, mucho mas joviales y despreocupadas que en las ciudades de Nueva Espana, donde siempre andaban escondidas tras su misal y su rosario. En San Luis, los carruajes iban y venian con damas jovenes que no dudaban en mirarte de pies a cabeza para concederte una sonrisa. El trajin era sorprendente para tratarse de una ciudad ubicada en tierra tan inhospita. Pronto me di cuenta de que estabamos dando extranos rodeos. --Cuidado ahora. Acercate a mi --dijo Manuel con voz firme y segura--. Bajaremos al rio por la parte trasera; no quiero que nos descubran. --?Quienes? --pregunte. --Haz lo que te digo, Joaquin. --?Alguien nos persigue? --Pero no obtuve respuesta. Muchos habreis oido hablar de la expedicion de Lewis y Clark. Fue la primera llevada a cabo por estadounidenses con el objetivo de encontrar una ruta fluvial desde el Atlantico hasta el oceano Pacifico. Pues bien, hacia apenas unos meses que Lewis y Clark habian regresado a San Luis, y los carteles de bienvenida aun podian verse bajo las ventanas de los edificios mas proximos al rio. Con el objetivo de reclamar la presencia estadounidense en el Oeste americano antes de que franceses, espanoles o britanicos pudiesemos hacer lo mismo, la campana habia sido un gran exito. Y si os cuento esto es porque me parecio curioso enterarme de que mi tio, aun siendo espanol de nacimiento, habia tenido un papel destacado en todo aquello. Conocedor en buena parte de los territorios del oeste --gracias a la experiencia obtenida como cazador e interprete de los indios--, brindo a los estadounidenses un buen numero de consejos, mapas y provisiones a cambio de que el nuevo gobierno de Luisiana le otorgase una sola cosa: la posibilidad de seguir comerciando con los territorios espanoles de Texas y la Florida. Apeados del caballo y casi a hurtadillas, como escondiendonos de algo o de alguien, bajamos por el sendero adoquinado. A medida que nos acercabamos al rio, el numero de las calles iba descendiendo: 6, 5, 4... Finalmente llegamos a una via bastante larga en la que habia un poste del que colgaba un gran cartel: <>. Segui de cerca a mi tio, mirando de reojo a los vendedores de carne de los soportales y a los jovenes que jugaban a las cartas aranando los ultimos rayos de sol frente al muro de una iglesia protestante. No escapo a mi atencion un grupo de cuatro o cinco hombres que, observandonos desde lo lejos, intercambiaron susurros y palabras en un perfecto frances. --Es aqui --dijo Manuel por fin. Su voz era aspera y ruda como ninguna. Mientras atabamos mi caballo y el suyo a la parte trasera de su almacen, al otro extremo del pequeno jardin, desde una altura considerable y apoyado en la barandilla de madera, nos saludo mi primo Remon. Otros cabellos rubios y alborotados asomaban timidamente entre los balaustres. Debian de ser los de su hermano. Dieron las siete de la tarde en la torre de la iglesia. Y justo en ese instante, como si las campanadas hubieran definido con rigor la hora de llegada, subi con atino los peldanos de la casa, y antes de que pudiesemos hacer uso de la aldaba, la puerta se abrio de golpe. Mi tia Polly, a la que llevaba sin ver una eternidad, sonrio nada mas verme y me dio un fuerte beso en la mejilla. --Bienvenido, Joaquin. Siento mucho lo de tu madre. Ya sabes que ella y yo nos llevabamos bien. --Gracias, Polly. --Que mayor estas... ?Cuando fue la ultima vez que nos vimos? --En Nueva Orleans, hace al menos seis anos --respondio mi tio. Aunque hablaba espanol a las mil maravillas, su acento ingles seguia siendo inconfundible. Polly Charles Chew, una viuda a la que Manuel Lisa habia conocido anos atras en Nueva Orleans, era su mujer por aquel entonces. Timida, amable y carinosa, poseia unos preciosos ojos azules que combinaban a la perfeccion con una larga y ondulada cabellera rubia. No digo que no se quisieran, pero siempre tuve la sensacion de que Polly le estaba mas agradecida a mi tio que cualquier otra cosa. A fin de cuentas, Manuel Lisa se habia hecho cargo de ella --y de su pequena hija Rachel-- tanto afectiva como economicamente en un momento de suma delicadeza para sus vidas en la capital. Con el paso de los anos y tras su mudanza a San Luis, el matrimonio habia hecho crecer la familia, trayendo al mundo a Remon y a Manuel, mis dos pequenos primos carnales. --Te hemos preparado una cama en la habitacion de Remon, en el piso de arriba --dijo Polly. Creo que en aquel instante sonrei amablemente, le di las gracias por acogerme en su preciosa casa y segui a mi tio hasta el salon, donde se encontraban los tres ninos. Guardo de aquel momento un recuerdo tierno, de profunda calma y quietud. Los dos pequenos jugaban con un caballito de madera en torno a una mesa con la cena recien servida. Rachel, la mayor, leia junto a la chimenea. Cuando pienso en un hogar, tal vez por no haber tenido uno apropiado a lo largo de mi vida, viene a mi ese preciso instante. Entre en la habitacion y deje en el arcon lo unico que poseia: una camisa a rayas, ropa interior, unos calcetines bien gordos y un medallon de plata que solia cuidar como un tesoro, pues era lo unico que conservaba de mi madre. Pocos minutos despues, sentados a la mesa y tras haber ordenado lo poco que tenia, mi tio saco una botella de vino tinto de un cajon, sirvio tres copas y extendio una hacia mi con cuidado. <>, decia la etiqueta. --Pruebalo, Joaquin. Un barco solia llegar cargado de barricas desde el puerto de Cadiz. Directo a Nueva Orleans. Tu padre y yo las subiamos en bote por el Misisipi y lo vendiamos aqui y en San Carlos. --Mi tio evoco aquel recuerdo como si la llegada de su sobrino hubiese pellizcado de algun modo su memoria. --?Y ya no llega? --pregunto Rachel sin levantar la vista del libro que leia al mismo tiempo que cenaba. --El vino que llega ahora es frances. Todo es frances. ?Que estas leyendo, Rachel? Seguro que tambien es frances. Rachel sonrio, dio la vuelta a su pequeno librito y lo dejo sobre la mesa. El titulo de la portada estaba escrito en ingles: <>. Probe el vino. Estaba realmente bueno. --Creo que la novela es inglesa. Pero la protagonista es francesa --contesto Rachel--. ?Tu sabes leer, Joaquin? --Si que se --respondi orgulloso--, aunque no he tenido oportunidad de hacerlo muy a menudo. --?Cuantos anos tienes? --Veinte. --?Y no has tenido tiempo? No lo entiendo. --Si Dios quiere, pronto leere alguna novela. He oido que el Quijote de la Mancha es muy divertida. Mi padre tenia un ejemplar y solia recitar alguno de sus pasajes de memoria. --No la conozco. En las estanterias del salon habia al menos dos o tres decenas de libros viejos. Los observe con calma. Luego hubo un breve silencio que sirvio a mi tio para medir sus siguientes palabras. --Escucha, Joaquin. --Manuel lisa me miro firmemente--. Esta manana, unas horas antes de que llegaras, ha ocurrido algo. Algo que cambia mis planes. Olvida la carta que te mande: ya no me serviras en el muelle. --?Que ha ocurrido? --Pronto lo sabras. --Sus manos inquietas delataban en el cierto grado de nerviosismo--. Muy pronto. Por el momento, quiero que descanses bien esta noche y que estes preparado. No vamos a estar mucho tiempo en San Luis. --Asenti, acabe con presteza la sopa que Polly habia preparado y apure poco despues la copa de vino. Escuche el coloquio posterior sin volver a abrir la boca. Luego pedi permiso para levantarme de la mesa y retirarme a mi nueva alcoba. Me tumbe en la cama. Una cama dura y rigida de madera sobre la que colgaban sabanas gruesas y amarillentas. Aquella primera noche aprendi que Rachel, la hija adoptiva de Manuel Lisa, leia a menudo novelas de terror. Que Remon y el pequeno Manuel detestaban leer y preferian jugar con sus amigos en los canales del rio. Aquella noche, arropado ya entre mantas de piel, se me escapo una lagrima tras pensar un buen rato en mi pobre madre. No tuve tiempo de despedirme de ella, de poner en orden nuestros asuntos. Todo habia sido tan precipitado... Justo despues escuche a Polly lamentarse. Fuera lo que fuese aquello que habia ocurrido por la manana y que tanto inquietaba a mi tio, preocupaba sobremanera a mi tia. Por el quicio de la puerta vi la silueta apenas iluminada por las llamas de Manuel Lisa. Se acercaba a su mujer para darle un abrazo. Sobre el torso descubierto, y para mi sorpresa, Manuel Lisa lucia un enorme tatuaje. Una forma oscura, geometrica y alargada sobre la que se cruzaban un par de flechas. Entiendase que el impacto que me causo aquello fue debido a que, pese a que era comun entre marinos y otras profesiones, solo en una ocasion habia visto un dibujo similar sobre la piel, concretamente en el pellejo de un indio comanche al que llevaban preso los guardias de Santa Fe. Cuando se hubieron separado, observe como el le mostraba a ella una carta hecha anicos que llevaba en el bolsillo. --Lo haremos por nuestra cuenta --susurro--. No nos queda otra manera. Arrojo los pedazos de papel al fuego y observo lentamente como se consumian. --?Sigues confiando en el dibujo? --?En que dibujo? --El mapa de Heceta. --Por supuesto. --Manuel Lisa giro sobre si mismo y apago la pequena lampara de gas que iluminaba la estancia.

  • Dulces mentiras, amargas verdades 1 de Lily Perozo

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    Entre el desierto y el mar se encuentra Dubai, el pais mas grande en todos los aspectos del mundo, uno de los siete emirates que conforman la union de los emiratos arabes y que en este preciso instante esta haciendo historia con la inauguracion del Burj Khalifa, el coloso de cemento, acero y vidrio, llevandose el record por ser la estructura mas alta creada por el hombre y fue el lugar mas apropiado para celebrar la graduacion con honores de Samuel Garnett, egresado de la universidad Rheinische Friedrich-Wilhelms de Alemania. La impresionante ceremonia de apertura fue en medio de un espectaculo de luces que hacian titilar la majestuosa edificacion, seguido de la fuente danzante, que dejaba a mas de uno con la boca abierta ante la sincronia y altura que alcanzaban las propulsiones de agua, amenizada por la voz de un musico Turco. -Ya me tienen cansado con tantos musicos turcos. esperaba al menos algo medianamente electronico, se supone que hay turistas. -- acoto Thor haciendo un puchero de desagrado. -Thor comportate, te he dicho mil veces que estudies un poco mas las religiones de los paises que visitas, los musulmanes no permiten a Tiesto en estos eventos, ni en ningun otro. ese tipo de musica estridente que te gusta, aqui no es admitida. --le hizo saber, Reinhard reganandolo levemente. -Ni a nosotros nos pasan mucho y aqui estamos, todo sea por los ingresos que les proporciona el turismo, por eso la proxima semana me voy a Ibiza, no puedo perderme el festival electronico, asi que apenas llegues a Brasil nos envias el jet, para desintoxicarme un poco de esto. --expuso moviendo su cuerpo al ritmo del trance, ganandose las miradas de varias personas. -?Regresa a Brasil tio? --pregunto Samuel desconcertado, dirigiendose a Reinhard. --pense que nos acompanaria al rally de manana en el desierto. -No Sam, no puedo quedarme deben continuar la travesia solos, tengo asuntos importantes que atender en Rio. -Como donarle alguna cantidad exorbitante a otra famosa, para fundaciones ficticias. --intervino Thor con una sonrisa complice. -No es tu problema lo que le doy a mis amigas, entendido jovencito. --el padre evidenciaba reproche en la voz, mientras que Ian y Samuel rieron ante el regano a Thor. -Esta bien papa… se que eso lo acordamos… no meterse en tu vida privada. --respondio dandole un codazo a su hermano mayor. -- Deja de burlarte Ian. La voz del musico se opaco en medio de los aplausos del publico proveniente de todas partes del mundo para presenciar el evento mas esperado del 2010, el hombre agradecio con una reverencia. Jalifa Bin Zayed Al Nahayan, se puso de pie y se acerco a una capta huella poso su mano y empezaron a proyectarse imagenes de los pisos que poesia la estructura y del desierto, un despliegue de luces y pirotecnia nunca antes vista cobraba vida ante los presentes, iluminando gran parte de la ciudad, ya que salian de los edificios cercanos, creian que eso era extraordinario hasta que los juegos artificiales empezaron a vestir al Burj Khalifa, haciendo palidecer a los de los ultimos juegos olimpicos. Los gritos de euforia y aplausos no se hicieron esperar entre los miles de asistentes al magno evento y que aun no creian en lo que sus ojos presenciaban, a un lado las fuentes impresionando con sus danzas, hacia el otro la pirotecnia de los edificios cercanos y frente a todos y casi tocando el cielo el Burj Khalifa parecia incendiarse, expidiendo luces de colores con una rapidez sorprendente. Entrada la madrugada el evento termino y los cuatro hombres se encaminaban a los autos de alquiler, escuchando y siendo parte de las impresiones de las personas ante la majestuosa inauguracion. -Padre, ?Pense que nos habiamos hospedado en el edificio mas alto del mundo? --inquirio uno de los chicos. -Si vas a limpiar te puedes quedar Thor. mientras que Sam, Ian y yo nos vamos al Burj Al Arab. --le dijo sonriendo, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros del chico rubio acercandolo a el. -Padre eres un genio. no quedaremos en el unico hotel siete estrellas del mundo, por eso me gusta andar contigo. --pasando su brazo por la cintura del hombre en un gesto carinoso. -Soy empresario, tal vez si fuese genio no tendria tanto. chicos propongo una competencia hasta la isla, el que llegue primero se quedara con la suite principal. --les hizo saber, todos rieron y aceptaron la carrera. Reinhard Garnett, era un hombre de cabellos castano claro y ojos celestes, descendiente de Irlandeses, nacido en Brasil y presidente del grupo EMX, el cual estaba formado por tres companias cotizadas en el mercado bursatil, las empresas que formaban el grupo eran, BEX dedicada a petroleo y gas. MAX energia y logistica, MIN mineria e industria naval. Aunque nacio en Brasil, su juventud la paso entre Suiza, Belgica e Irlanda, donde estudio ingenieria metalurgica y aprendio seis idiomas. Portugues, aleman, ingles, frances, italiano y espanol, de regreso a Brasil, empezo a trabajar en una joyeria para garantizar sus ingresos personales y mantenerse de forma independiente, ya que no le gustaba ser una carga para sus padres, cuando cumplio veinte anos y con las ganancias adquiridas emprendio su primer negocio dedicandose al comercio de oro y diamantes, a los veintidos anos ya contaba con una pequena fortuna valorada en seis millones de dolares, la cual aumentaba desmesuradamente con los anos, con cincuenta y tres anos, era el hombre mas importante de Brasil y el segundo en Latinoamerica, con dos hijos Ian y Thor, ademas de su sobrino Samuel, su estado civil. Divorciado, lo que lo convertia en uno de los hombres mas cotizados del continente, se le relacionaba de manera continua con mujeres del medio artistico, sin embargo se encontraba renuente a casarse una vez mas, un hombre aventurero que le apasionaban los deportes extremos, los cuales llevaba a cabo sin que su edad fuese un impedimento. Reinhard subio a un Mustang gris del ano, dispuesto a ganar la carrera, sin importarle que sus competidores fuesen menores, sus hijos y sobrino, eran mas que sus herederos, eran sus amigos y complices, aun se sentia joven y su apariencia le ayudaba considerablemente, dando la impresion de ser mas bien el hermano mayor de los chicos. Ian Garnett, era de cabello castano oscuro y ojos miel, como los de su madre, de una estatura intimidante aunque fuese un hombre serio, tenia cierto fetiche con los tatuajes por lo que tenia uno por cada ano de vida, con veintisiete anos poseia su propio imperio el cual llevaba por nombre Ardent y estaba asociada con Embraer una empresa dedicada a la aeronautica, fabricacion de aviones comerciales, militares y ejecutivos, la cual fundo con la ayuda de su padre, su sede principal se encontraba en Brasil, pero Ardent poseia delegaciones comerciales y de mantenimiento en los Estados Unidos, asi como oficinas comerciales en Francia, Singapur y China. Su adrenalina llegaba al limite mientras piloteaba un EMB-145H, en las pistas de controles de vuelos, no estaba casado, pero si a pocos meses de hacerlo y al igual que todos, dominaba seis idiomas ya que para Reinhard, era primordial la comunicacion y la mejor manera, era hacerlo sin la ayuda de traductores, valerse por si mismos era de hombres seguros e independientes. La eleccion de Ian fue el Ferrari rojo, le gustaba este tipo de autos por su tamano pequeno, haciendo al vehiculo mas liviano y rapido. Thor Garnett, rubio de ojos azules y su altar; un gimnasio, con tantas citas amorosas como musculos, su padre habia elegido ese nombre por el Dios del trueno y el lo habia adoptado a la perfeccion, inteligente pero estancado en la adolescencia, se habia graduado el ano pasado en la universidad de Oxford y con vientres anos, no se dignaba a enseriarse y aceptar uno de los puestos que su padre le ofrecia dentro del grupo EMX, preferia ser la bitacora de los festivales electronicos alrededor del mundo. Su carro por preferencia y su padre ya lo sabia era un Veilside, en color amarillo, por lo que no perdio tiempo en subir a su nena, como carinosamente le llamaba a los autos. Samuel Garnett, tenia la misma edad de Thor y mas que primos, eran hermanos, asi como Reinhard habia sido un padre para el desde que tenia ocho anos, edad con la cual llego a Brasil y encontro un hogar, cuando creia que todo estaba perdido.

  • El color de la piel de Gema Juarez Quesada

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    A mediados del S. XVIII, Diara sera apartada de su verdadera familia para ser criada por la tribu de los fulani, originaria de Senegal, por entonces colonia francesa. El dominio colonial recuperado por Espana sobre los territorios de America, sufrira en sus propias carnes las atrocidades que hombres de su misma raza llevan a cabo con la tribu por aumentar el poder adquisitivo de sus arcas, en un tiempo donde la esclavitud campaba a sus anchas. Sin ser consciente, conocera a Guillermo Ribas, una de los pioneros desconocido para muchos que se enfrento a la opresion y crueldad del hombre blanco. Este hecho conformara el caracter guerrero y luchador de la pequena Diara, que descubrira que no pertenece ni al mundo blanco ni a la tribu que tanto quiere, y todo por el color de su piel.
    Una bella historia en linea con ” El Patio de las Luciernagas” y ” Pan y Rosas para Katrina”, que te haran emocionarte y vibrar con el transcurso de las paginas.

  • Amistad inesperada (Sweet love 1) de Moruena Estringana

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    El nino corrio tras su madre, incapaz de aceptar que esta los abandonaba a su suerte. El, inocente, no entendia que una madre que te quiere pudiera hacer lo que esta les habia estado haciendo a el y a su hermano desde que los tuvo; pero en la inocencia de este nino estaba el deseo de que su madre lo quisiera. De que se quedara por el. La estuvo llamando hasta que su padre se volvio y le cruzo la cara, haciendo que su ceja se partiera por la mitad. Del impacto cayo al suelo y observo a su madre implorandole que fuera hacia el. Que lo abrazara fuerte. Que le aliviara el escozor y el miedo de quedarse solo. Su madre solo lo miro un instante, antes de coger la mano de su padre e irse con el lejos para no volver. --Yo cuidare de ti, como siempre --dijo su hermano Kevin acariciando su ceja--. ?Neill? --Quiero que regrese mama. --No va a hacerlo, y estamos mejor sin ella. Neill asintio, pero en lo mas profundo de su corazon sintio como la pena lo envolvia. A su tierna edad no comprendia por que no era capaz de hacer que su madre lo quisiera. Y aunque era pequeno y entre risas y sonrisas todos creian que habia olvidado este episodio de su vida, lo cierto era que habia marcado su existencia, pues desde entonces no se permitia el lujo de amar, porque subconscientemente pensaba que, si una madre que debe quererte se habia ido para siempre sin mirar atras, nadie podria quererlo. Nadie era capaz de adivinar que, tras su sonrisa, se escondia un corazon herido que se conformaba con poco y en el fondo lo anhelaba todo. * * * Por otro lado, Debbie, de apenas seis anos, veia como el mundo de su amiga se destruia. Como todo cambiaba. Era tal el dolor que podia palpar mientras abrazaba a su amiga Kelly que, cuando regreso a su casa, ya no miro a su madre de la misma forma. Sin darse cuenta de que ese hecho que no le tocaba directamente habia cambado la vida de una inocente criatura. Y es que la mente de los ninos esta llena de suenos, de ilusion, de felicidad, pero tambien de muchos miedos que, si no se expulsan, pueden llegar a condicionar tu vida... y tus decisiones... Capitulo 1 DEBBIE Sigo a mi madre a la casa de la fraternidad. Y solo estoy aqui porque se lo prometi. Y por eso no digo nada cuando mi madre, de casi cuarenta anos, mira todos los cuartos como si fuera esa adolescente que disfruto como nadie de la universidad. Tanto es asi que parece que se ha quedado anclada en esa epoca. Para ella una cancion de cuna era un grito de guerra de las animadoras, y desde nina mis animos para los examenes tenian siempre un <> al que no le faltaban los pompones. Pero no se en que punto dejaron de hacerme gracia las canciones y los bailes. Yo no me parezco en nada a ella. Debe de ser que se quedo toda la efusividad para ella y no me cedio ni un apice cuando naci. De hecho, no se moverme con su gracia, y no digamos lo patosa que soy moviendo pompones; parece mas bien que estoy quitando el polvo. Y ni hablar de volteretas. A lo maximo que llegaba en educacion fisica era a dar una voltereta en la colchoneta que nada tenia de elegante. --?A que es precioso, Deb? --No --le digo sincera, y mi madre me mira de manera recriminatoria--. Solo estoy siendo clara, mama. --Y yo solo espero que no te cierres en banda. Es tu primer ano en la universidad. Toca disfrutar. Me abraza y sigue revisando la casa. Es la primera vez en muchos anos que siento que tenemos algo en comun y no quiero perderlo. Como si temiera que ahora que me marcho de casa ya no habra retorno. Tal vez si vivo en su fraternidad aprenda a conocerla. Aunque en diecinueve anos no lo he logrado. O puede que, cuando era pequena, si. De mis primeros anos solo recuerdo el ir tras mi padre a sus partidos, y los fans de mi padre... Siento un escalofrio. Algunas cosas cuesta olvidarlas, aunque lo intentes. --?Usted es Yovanna Smit? --mi madre, emocionada, mira a la joven de unos veinte anos que la observa desde la escalera. --!Si! Esa soy yo. La joven rubia de grandes ojos azules la mira ilusionada, como si acabara de ver a su idolo, y grita que Yovanna esta en la casa. Y es decir eso y cientos de chicas salen a recibirla. Todas del equipo de animadoras, como lo era mi madre, lo se por sus uniformes. Es una fraternidad de animadoras... Y yo, que voy a estudiar Historia Contemporanea y si muevo un pompon es para alejarlo al maximo de mi, no pinto nada aqui. Me siento fuera de lugar y presiento que me va a costar mucho adaptarme a la universidad. Y, por si esto fuera poco, echo de menos a mis amigas de toda la vida, sobre todo a Kelly. Se ponen a cantar y a saltar y saco el movil para contarlo en el grupo de mis amigas, que, como yo, alucinan con esto. Las canciones que creo mi madre siguen siendo un icono para la universidad. De hecho, al mirar hacia el salon veo una foto de mi madre animando. Era, y es, preciosa. Con su pelo rubio y sus grandes ojos verdes. Solo nos parecemos en los ojos verdes. Su cuerpo estaba lleno de curvas bien puestas y el mio parece una carretera nacional mal construida. No es algo que me moleste. No soy fea, mi pelo es mas castano y no mido el metro setenta de mi madre. Mido apenas uno sesenta. Aunque siempre pienso que soy alta, sobre todo cuando voy a comprar al supermercado, donde casi todo el mundo es mas bajito que yo. Aunque, como dice mi padre, es porque la mayoria han empezado a encoger. Le gusta meterse conmigo por lo de la altura, carinosamente, eso si. El mide casi un metro noventa y mi hermano pequeno va por el mismo camino. A veces me pregunto si me he equivocado de familia. A mi hermano, por supuesto, le encanta el futbol y parece que seguira los pasos de mi padre. En su epoca fue uno de los mejores delanteros y capitanes. Llego a la liga profesional, pero lo dejo todo para heredar la empresa de mi abuelo y cuidar de su familia. Un dia me confeso que en verdad todo tiene sus etapas y que la suya como futbolista habia pasado. Yo a veces siento que tengo parte de culpa en su decision. Y, aunque mi padre no ejerce de futbolista, le encanta escaparse a ver partidos y jugar cuando puede con sus antiguos companeros. Mi madre es como si no hubiera dejado la universidad; su espiritu sigue siendo el de una adolescente. Y eso me asusta un poco. A veces temo que este tan metida en el pasado que no sea capaz de mirar hacia delante o que cuando mire tome una decision drastica... Los anos pasan y ella es la misma. Algo genial, pero siempre crei que las personas adultas se comportarian como adultas y cada ano que pasa su locura se acentua. A veces me siento la mas madura de las dos y eso me hace sentir rara. Tener que decirle a mi madre que guarde la fila y no se cuele, o que no haga el ridiculo cuando no es necesario, deberia ser algo de sentido comun. Es como si cada ano que cumple acabara mandando la verguenza mas a paseo y le diera igual todo. --Ven, Deb, ensenales como mueves la cadera. La muevo como el punetero culo. Y mi madre lo sabe. ?Que hace? La ultima vez que intente bailar como una animadora acabe haciendo la croqueta en el suelo del salon y mi hermano se meaba de la risa mientras yo intentaba hacer algo decente. Todas me miran, y yo espero que se abra la tierra y me saque de esta pesadilla. --No, gracias. Sonrio y guardo dentro de mi la rabia. Es mi madre, deberia conocerme. Estoy aqui, pero no soy como ella. --Vamos, animate --las demas me miran y me evaluan. Se lo que estan pensando: <>. Si, lo soy, aunque no lo parezca. --No --le digo mas seria, y parece que lo pilla. Lo peor es que se pone triste. Me siento fatal; es como si mi madre hubiera esperado que, al entrar en esta casa, que se sabe de memoria y de la que me se cientos de historias, algunas de ellas que ojala no conociera, porque no son para ninos, yo cambiara de golpe y me pusiera a dar saltitos como si me hubieran metido un petardo por el culo. Se van con mi madre al salon y la acribillan a preguntas. Por supuesto, casi todas tienen que ver con mi padre, de como se enamoro del capitan del equipo y vivieron una intensa historia de amor y como lo dejo todo por irse tras el y se ha dedicado a el todos estos anos. La verdad es que las historias de mi madre siempre comienzan desde que conocio a mi padre. Es como si lo anterior no hubiera tenido trascendencia en su vida. Me se todo esto de memoria, por eso me marcho a ver el resto de la casa. Es enorme. Un gran salon con una cocina separada por una isleta. Salgo al jardin: la piscina no es muy grande, pero invita a banarse y con este calor no seria mala idea, pero no lo hare, por supuesto. Ya es demasiado vivir en una casa de mujeres perfectas, como para ponerme a su lado y ver todos estos defectos que nunca me han importado. Es como si, al entrar en esta casa, mi autoestima, por lo general alta, hubiera empezado a descender. No me gusta el camino que esta tomando, pero en parte es debido a todos estos cambios y a tener que compartir casa con personas que no son afines a mi. Pienso en la historia de mis padres. Es cierta. A el le salio un contrato en otra universidad y se fue, y mi madre lo siguio sin pararse a pensar en su carrera. Y dejo los estudios a la mitad. Enseguida se quedo en estado de mi y ya se olvido de lo que ella queria en la vida. Se pasa el tiempo en casa, dando ordenes a la chica que viene a limpiar, y visitando a las vecinas. Trabaja haciendo encargos de customizaciones de ropa. Le encanta dar su estilo a las prendas y recibe encargos de la gente del barrio para que les de un toque unico. No digo que no sea feliz, pero me pregunto si renuncio a demasiado por seguir a mi padre. El amor no deberia basarse en que uno de los dos renuncie a sus suenos, sino en que ambos cumplan sus metas y encuentren el camino para poder compaginarlas con la vida. A veces temo que un dia sea insoportable el peso... Por eso tengo claro que no pienso dejar nunca que el amor domine mi vida. Creo en el amor y tambien se que hay muchos idiotas que te prometen todo con tal de conseguir algo de ti. Eso lo aprendi a base de besar a un par de sapos; el regusto amargo que me han dejado me sigue dando arcadas cuando los recuerdo. Por eso prefiero hacer como si nada. Es mejor no recordar los errores. --Hija --mi madre me abraza por detras--, me voy, pero llamame para contarmelo todo. Y cuando digo todo es todo --me da un codazo complice. Si, mi madre espera que le cuente si me lio con un tio o si me acuesto con el. De hecho, me ha obligado a meter en la maleta varias cajas de preservativos. --Claro. --Y, por favor, pasa las pruebas. Es importante para mi que estes aqui. Es importante para ella porque es como si viviera por segunda vez su paso por la universidad. Asiento y me abraza hasta dejarme sin aire. --Te quiero, osita. --!Mama! --se rie y se aleja. La miro irse y no lo reconocere, pero la voy a echar de menos. Es la primera vez que voy a vivir sola y, aunque a veces me cansan sus excentricidades o que mi padre hable todo el dia de futbol con mi hermano, los quiero. Pestaneo varias veces para secarme los ojos y evitar que asomen las lagrimas y miro a las que seran mis nuevas companeras de casa. --Ven, te ensenaremos donde dormiras hasta que pases la prueba y te asignemos un cuarto. --Las sigo y me llevan a un dormitorio comun con varias candidatas a entrar. Todas me miran y casi todas parecen animadoras, con cuerpos perfectos y sonrisas enormes para impresionar a la capitana, que ni siquiera se como se llama, pero lleva escrito en su camiseta que es capitana. Esta claro que no le gusta nada presumir de ello... Mi madre tiene la misma camiseta, claro--. Deja tus cosas en esa cama vacia. --Asiento--. ?De verdad eres su hija?

  • Al otro lado de Enrique Gomez Medina

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    ?Harry Potter o El Hobbit? ?J. K. Rowling o Tolkien? Quiza no tengas que decidir entre los libros mas vendidos para jovenes de la historia. Llega Piedras Verdes, un universo de aventuras, suspense y fantasia que te arrastrara entre dos mundos en guerra.
    Al otro lado es el esperado desenlace de la saga. En el, nuestros cuatro amigos se internaran en otro mundo en pos de una mision imposible: terminar con el Rey Rojo y su invencible ejercito.
    En su viaje a traves de los Cuatro Reinos aprenderan que nada es lo que parece y descubriran lo mas importante de todo: a si mismos.
    “Ssshhh… que no te cuenten el final”

  • La Amante Robada Del Jeque de Jessica Brooke

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    Amy Monroe sonrio al mirar la postal enviada por su hermana, Alexis. Aproximadamente dos anos atras, su hermana habia sido secuestrada por el jeque Farzad Yassin y ahora era su jequesa. En la foto que le habia enviado, estaban ella y su hijo, Farid, jugando en los vastos jardines de su palacio. Era una imagen adorable y aunque al principio Amy no se habia sentido emocionada con el nuevo rumbo que habia tomado la vida de su hermana, ahora estaba contenta. Este tipo de felicidad no se puede fingir y, ademas, Farid era realmente el nino mas mono que nunca hubiera conocido. Una parte de ella estaba muy celosa de su hermana, que habia encontrado a alguien, aunque hubiera sido practicamente de la forma menos convencional posible. Y si, una parte de Amy tambien se preocupaba porque Alexis practicamente habia arruinado su carrera de abogada por un romance, pero en todo el tiempo que habian vivido juntas, nunca habia visto a su hermana sonreir tanto. Suspirando, dejo la postal y las fotos que la acompanaban y se dirigio a su armario. Buscando torpemente en su interior, se puso el omnipresente conjunto de pantalones negros y camiseta y se paso los dedos por su cabello negro, que llevaba corto y despuntado. No ere su color natural y, en los ultimos tiempos, se habia sentido tentada de hacerse mechas de color azul medianoche o moradas. Trabajaba en una cafeteria proxima al campus de la Universidad de Boston. Probablemente, esto le hacia sentirse mas cerca de formar parte de la contracultura del campus. Poniendose una diadema para sujetar su pelo corto hacia atras, Amy cogio su bolso y corrio hacia la puerta. Iba a ser una larga noche, puesto que tenia el ultimo turno y la cafeteria se cerraba a la una de la madrugada. Siendo un pequeno negocio familiar, se habia hecho todo lo posible que Lem's pudiera obtener el permiso para vender alcohol. Puesto que podian convertir un cafe en cafe irlandes y tenia una lista habitual de bandas de garaje locales y bandas universitarias que tocaban alli, siempre abrian hasta tarde por la noche. Aun asi, Amy lo preferia. Era horrible levantarse antes de que amaneciera, especialmente en los interminables inviernos de Boston. Teoricamente, despues de graduarse, habia ido alli a intentar estudiar un Master en Bellas Artes, en Escritura Creativa. Lo dejo poco despues y se dio cuenta de que, a pesar de que tenia mucha ambicion, ahora mismo lo unico que parecia encajar con su actitud general y su hastio, era servir cafe con muf ins. No era exactamente donde habia pensado que estaria a los veintitres. Cono, fuera de bromas, teniendo en cuenta que dos amigas de su circulo mas intimo eran literalmente reinas de sus propios paises, realmente parecia una vaga. No es que lo fuera exactamente, pero se sentia como si hubiera metido la pata, ya que no tenia ni idea de que se suponia que iba a hacer con su vida o, incluso, que era lo que queria hacer. Claramente, servir cafe mezclado con licor a companeros de estudios borrachos no era lo que queria, pero era lo mejor que podia hacer por el momento. Se acercaba el final de su turno. Era jueves, lo que significaba que no habia bandas tocando (eran los especiales de las noches de los viernes y los sabados) y estaban al inicio del semestre. La gente no estaba lo bastante desesperada todavia para estar tecleando energicamente sus trabajos trimestrales con su sexta taza de cafe. Lo estarian. Coger un buen sitio cerca de una salida en Lem's, en epoca de finales podia convertirse en una competicion sangrienta. Sin embargo era una noche tranquila y, excepto dos clientes habituales sentados en la parte de atras leyendo novelas rusas del tamano de un maldito sujeta-puertas, estaba sola por lo que se puso fregar, restregando el fregadero y la maquina de capuchinos. Al menos, habia estado sola. Veinte minutos antes de la hora de cerrar, el hombre mas guapo que nunca habia visto entro en la cafeteria. Era alto, media mas de un metro ochenta, de hombros anchos y tez morena, olivacea. Sus ojos eran un sorprendente y profundo tono verde jade y llevaba la barba muy recortada. El unico de sus rasgos que podia "estropearle" era una cicatriz cerca de su ceja izquierda, pero, en realidad, estaba segura de que podria hacer volverse a cualquier chica entusiasta. Cuentale la historia de la "herida de guerra" y acabara siendo incluso mas encantador que al principio. Cono, si solo sus ojos eran suficiente para que Amy se perdiera en ellos. "?Como puedo ayudarle?" pregunto ella. "Dvar," dijo el, sonriendo y leyendo despues su identificacion. "Y tu eres Amy." "Asi que, ya sabemos que sabes leer, genial. Entonces, puedes elegir lo que necesites." "?Y que pasa si lo que necesito eres tu?" Ella se sonrojo y se le pusieron los ojos en blanco. No habia tenido una cita desde hacia mucho tiempo. No era que no fuera atractiva. Francamente, desde que habia sido patinadora artistica (no muy buena, pero bueno) cuando era jovencita, siempre habia estado pendiente de conservar su estilizada figura. Estaba delgada, pero tambien era bajita. Media escasamente un metro cincuenta y cinco, si midiera cinco centimetros mas, y era delgada y esbelta. Nunca habia sido el tipo de mujer que dejaba a la gente con la boca abierta cuando entraba en una habitacion. No tenia ese tipo de exito. Sin embargo, la manera en que Dvar la estaba observando, bueno, parecia un hombre que se hubiera arrastrado por el desierto y hubiera encontrado un oasis. Era abrumador, pero le gustaba, admitio para si mientras se ponia el flequillo detras de la oreja. "Eso no esta en el menu, pero tenemos un cafe moka explosivo y quedan unos pocos brownies. La gente adora nuestros bagels de brotes germinados." Dvar solto una risita. "?En serio?" "Cualquiera que sea un estudiante universitario tratando de ser vegano, macrobiotico o lo que sea, lo que no es tan raro." "Creo que prefiero tomar algo con un poco mas de sustancia", dijo, con su voz como un profundo ronroneo. ?Que tienes para mi?" "Tenemos un magnifico capuchino mezclado con Bailey's. Te lo preparare ahora mismo", dijo ella, ya hirviendo la leche. Amy no pudo evitar sonrojarse bajo la mirada fija del hombre. En serio, habia visto modelos de fotografia menos atractivos. ?Seria ese su trabajo? Quiza era un modelo de Nueva York, que, vaya usted a saber por que motivo, habia decidido que era el momento de visitar Boston - porque., ?a quien no le encantan las pilas y pilas de nieve y basura que nunca pueden recogerse? Dios mio, no es que lo use mucho, pero si tiene que volver a sacar su coche de la nieve una sola vez mas, se volveria loca. Dvar le sonrio cuando termino de preparar su bebida. Despues, se agacho a cogerla de su mano y fue obvio que se estaba tomando su tiempo deliberadamente, que no lo habia hecho por error cuando sus dedos se cerraron sobre los de ella al coger la taza. "Ha sido todo un placer que me sirviera una belleza como tu." Amy se sonrojo de nuevo y se retiro el flequillo despuntado de los ojos. Dios mio, ahora desearia haber mantenido su pelo en su color castano dorado natural y con algo que recordaba a los bucles. Cono, hacia mucho tiempo que no tenia a un hombre - y menos aun a uno tan abrasadoramente sexy - prestandole atencion. No era como si siempre tuviera la sensacion de tener el mejor cebo. "Entonces, demuestremelo con una buena propina. Una chica tiene que ganarse la vida." El sonrio y fue una sonrisa de un megavatio como nunca habia visto antes. De repente, parecia como si su teoria de que el trabajaba como modelo no fuera tan disparatada. Dvar saco un billete de veinte del bolsillo de su chaqueta con su mano libre y lo dejo en el bote de las propinas. "Yo no me preocuparia por eso, Amy." "Gracias, pero por muy amable que seas, veinte dolares no van a alejar a los lobos de mi puerta durante mucho tiempo." El asintio con la cabeza y retrocedio, y ella quiso gimotear un poco por la perdida de contacto y de proximidad fisica. "Entonces, ten cuidado con esos lobos. Nunca sabes cuando vas a encontrarte con ellos." Con eso, el senor Alto, Oscuro y Delicioso habia vuelto a salir por la puerta, dejando a Amy con su anodina vida. Suspirando, termino de limpiar la cocina de atras y cogio tambien el cubo de la fregona. Tenia mucho que fregar todavia. *** En Boston hacia un frio terrible. Obviamente, eso no era noticia. Estaban en mitad de la mayor y mas potente ola de frio que la ciudad nunca hubiera conocido. Cada fin de semana parecia haber una nueva tormenta de nieve y todo el mundo hablaba del record de nevadas y como, pronto, seria literalmente el invierno con mas nieve registrado. Al notar que sus dientes castaneteaban al volver hacia su apartamento, Amy se cino mas el abrigo al cuerpo. Se habia dejado las condenadas orejeras en la cafeteria y lamentaba haber cometido un error tan estupido. Ya las sentia como dos cubitos de hielo y aun tenia que caminar, al menos, cuatro manzanas mas. De todas formas, no es exactamente que lo estuviera pasando bien. Los montones de nieve le llegaban a las pantorrillas y se sentia como si se estuviera hundiendo, sin importar como de ligera y agil tratara de ser con sus botas. Puf, necesitaba vacaciones. Bueno, su hermana se habia ofrecido a organizar su visita y el sol del desierto tenia que ser mejor que la interminable aguanieve. Sacudiendo la cabeza, saco el movil y empezo a marcar el largo codigo internacional que le permitiria hablar con Alexis. No habia llegado muy lejos antes de oir unos pies que se arrastraban tras ella. Amy se volvio a mirar y fruncio el ceno. Habia unos cuatro tipos detras de ella y todos ellos eran de tez morena. Algunos tenian barbas pobladas y frondosas, negras o incluso canosas, un poco parecidos a los hombres que habia visto en la ceremonia de la boda de su hermana. Parecian estar un poco fuera de lugar. Fruncio el ceno, arrepentida y se movio hacia el lateral de la ocupada acera. "Lo siento. Estaba ocupando todo el espacio de la calle. No ha sido muy amable por mi parte. ?Saben que? Continuen y ya me preocupare de llamar por telefono mas tarde. " Los hombres no se movieron, solo la miraban fijamente como si fuera un filete gratis en un buffet. Metiendo su telefono en el bolsillo, Amy trato de tomarselo con calma. Asintio y volvio al centro de la acera. "Bien, entonces yo me movere primero. De nuevo, siento haber ocupado todo el espacio, fue sin querer," termino, comenzando a caminar a un ritmo que era mas rapido que antes, pero no era una realmente correr. Tenia miedo de que empezaran a perseguirla si se ponia a correr. Asi fue, en cuanto ella comenzo a andar, ellos comenzaron a caminar detras de ella, los pasos de los hombres sonaban regulares y comedidos detras de los suyos propios. Cuando paso por delante de una peluqueria con los cristales muy tintados, Amy temblaba por razones que nada tenian que ver con el frio. Los cuatro hombres estaban apenas a quince centimetros de ella y caminaban siguiendo sus pasos. Sujetando su bolso con mas fuerza, decidio que tratar de ignorarlos no iba a ayudar. Claramente, querian algo de ella, ella estaba aterrorizada de pensar lo que eso podria significar exactamente. Podia adivinarlo y sin embargo, pensar en ello le revolvia el estomago. Solo quedaban dos manzanas (muy nevadas) hasta su apartamento. Respirando profundamente y deseando lo mejor, comenzo a correr. Le quemaban los pulmones y deseo que no fueran casi la una y media de la madrugada. Dios mio, como deseaba poder ser mas rapida, no sentir que se resbalaba un poco mas a cada paso que daba. En la primera manzana, los hombres siguieron pesadamente sus pasos, tan cerca que uno tiro de la correa de su bolso y le empujo, dejando que se rompiera, dejando que se llevara todo. Ya reemplazaria las condenadas tarjetas de credito mas tarde, siempre y cuando no se convirtiera en una victima mas en las estadisticas. La segunda manzana no fue tan facil. Estaba cerca de su bloque de apartamentos cuando se resbalo en una gran placa de hielo. Amy se estrello duramente, vio las estrellas y el mareo ya llegaba a ella desde que su cabeza se golpeo contra el cemento. Habia cuatro pares de manos sobre ella y se retorcia en su agarre, golpeando y gritando a cada intento de tocarla. No fue suficiente. El mas alto de los hombres, de casi metro noventa y cinco, con una gran barba canosa, finalmente consiguio sujetarle los brazos a la espalda. "!Dejenme ir!" grito. Arqueando el cuello, miro alrededor, pero la calle estaba vacia. "Dejenme ir y no se lo dire a nadie, se lo juro." El mas alto sacudio la cabeza y le paso algo oscuro, una especie de pasamontanas, por la cabeza y no pudo ver nada excepto el tejido negro. "No, senorita Monroe, eso no va a funcionar. Despues de todo, necesitamos llevarle ante nuestro jefe a la nueva jequesa. " Eso fue todo lo que supo porque despues de palabras de tan mal aguero, algo afilado mordio su cabeza detras de la oreja y todo fue oscuridad. Capitulo Dos El jeque Dvar Yassin de Jardania seguramente tenia cosas mas importantes que hacer. Lo cual, en realidad, no era mentira. Sus primos, Farzad y Munir, ambos de naciones vecinas, estaban interesados en conseguir un frente organizado frente a los mercenarios y el ejercito de Lebano [1] , para, finalmente y de una vez por todas, conseguir pararles a ellos y al populacho al que provocaban. Dvar no podia objetar nada a este plan. Despues de todo, el pais beligerante habia creado en Jardania mas problemas de los que le correspondian, especialmente tras su agresion a la frontera oriental. Estaban corrompiendo a los grupos insurrectos dentro de las propias fronteras de Jardania y estaban ocurriendo cosas horribles, atrocidades que nunca hubieran pensado que pudieran suceder en su reino. Habia estado con sus primos en una larga cumbre, de tres dias de duracion la semana pasada. Parecia como si, en este punto, la guerra total fuera inevitable. Dvar solo esperaba que Estados Unidos se alineara con ellos. Despues de todo, Emma, la esposa de su primo Munir, tambien era hija de un poderoso senador. Nada podia ayudar porque los problemas estaban llegando a todas las tierras que gobernaba la dinastia Yassin y solo podia ponerse peor. Pero no podia pasarse la vida encerrado en la sala de guerra, y confiaba en que sus primos fueran capaces de manejar todo el asunto durante una semana o mas, el tiempo que necesitara para consolidar los asuntos que necesitaba poner en marcha. Era posible... bueno no era posible, era seguro, Dvar estaba rabiosamente celoso de sus primos. Ambos habian encontrado novias increibles y seductoras al raptar mujeres americanas. Farzad parecia particularmente encantado con Alexis Monroe y, francamente, tras haber espiado a su bonita y menuda hermana en la celebracion de la boda unos meses antes, Dvar podia ver por que. La familia entera era mas que notable. Se habia enamorado totalmente de la hermana pequena, Amy, desde lejos. Este era el motivo por el que se encontraba sentado a una mesa, en medio del patio principal de la Universidad de Boston, vigilando a la chica. Queria hacerse una idea de como era antes de llevarla con el a Jardania. Hasta el momento, podia decir que sobre todo se cuidaba a si misma. Aunque habia dejado la escuela de graduados, era muy probable que estuviera en el campus, sentada en el patio, viendo pasar a la gente, o no pocas veces encerrado en lo mas profundo de la biblioteca. Era una intelectual. Al recordar su tinte y sus piercings - una verdadera jequesa no los llevaria - se sorprendio un poco. Era bastante reganona, cosa que el habia podido oir por si mismo en la boda. Amy no habia medido sus palabras hablando con Farzad, especialmente respecto a los metodos de seduccion de su primo. Sin embargo, su lado mas tranquilo y amable habia sorprendido y encantado a Dvar. Habia algo en las personas observadoras que podia ser educado, que podia ser controlado y alentado para que llegara a ser el tipo de equilibrio y pensamiento cuidadoso por el que destaca una verdadera jequesa. Ella se movio un poco y miro por encima de su hombro, y el levanto el periodico hasta su cara. Desde que empezo a vigilarla, algunas veces casi le habia sorprendido haciendolo, al casi verle mirarla fijamente. Amy era avispada ademas de estar pendiente de su entorno. Por supuesto, Dvar habia servido y conducido su propio ejercito durante varios anos. Tampoco era facil de sorprender. "Maravilloso," se dijo a si mismo. "Lo hara esplendidamente." *** Hakim, su sirviente de mas confianza, entro en la parte privada de su jet. El hombre mayor llevaba sujeto el paquete pequeno, colorido y blasfemante que Dvar habia estado esperando. "Mi jeque, hemos puesto a salvo a la senorita Monroe, como pidio. Estamos ya en el aire y estaremos en Jardania en las proximas diez horas." El sonrio y asintio en direccion a la chica. "Esta bien, ahora dejanos" "Es un poco problematica, mi senor." Se rio, realmente conmovido de que Hakim estuviera preocupado por el. Aunque si la fierecilla estuviera diciendo palabrotas sin parar y, francamente, tratando de golpear cualquier cosa que estuviera cerca de ella, apenas media un metro cincuenta y probablemente pesaria unos cuarenta kilos chorreando agua. "Creo que podre manejarla." "Fue capaz de magullar a Asaad, senor." "Entonces, puede que ella disfrute con diferentes juegos," dijo, asintiendo hacia Hakim. "Ahora, por favor, vete." Hakim titubeo un momento mas antes de hacer una reverencia y volver a la parte principal del avion. El pasamontanas todavia cubria la cabeza de la chica y sus manos estaban atadas a su espalda con bridas. Dvar se aprovecho de la situacion y cerro la puerta, asegurando la cerradura. "Ahora," dijo el, rodeandola y rozando su clavicula con la mano. Le habian quitado el abrigo antes de atarla. Por eso, lo que vio fue la misma camiseta negra que se cenia incitante a sus bonitos pechos. Podia incluso sentir su piel, tambien, suave y cremosa. "Esta a mas de veinte mil pies de altitud. No puede escapar si quiere hacerlo y no le aconsejo que salga de esta habitacion. Yo juego sucio, senorita Monroe." Ella jadeo y el pudo ver como se encogia incluso bajo la oscura capucha negra que llevaba. "?Por que me esta haciendo esto?" El se encogio de hombros y retiro la negra capucha que cubria su cara. Sus ojos, agudos, inteligentes y tan azules como el cristal tallado, se fijaron en el. Amy parpadeo algunas veces mas, como si estuviera tratando de orientarse. "Te conozco, ?verdad? En cualquier caso, no solo de la cafeteria." El asintio. "Estabas muy enfadada con mi primo, Farzad, y con como habia tratado a tu hermana, segun tu percepcion." Se volvio hacia el, y pudo ver el fuego que quemaba en aquellos inolvidables y profundos zafiros. "?Que tu que? ?Es que me estas gastando alguna broma rara? Yo no estoy metida en esa mierda de la princesa arabe. !Quiero irme a casa!" Se abalanzo contra el y trato de golpearle. Dvar tenia que reconocerle el merito, la chica era rapida. LA esquivo, justo por los pelos y giro para ponerse detras de ella. Empujandola hacia la cama, la giro para que quedara de frente a el, sujetandola entre su cuerpo y el colchon. "Bueno, esto no ha sido muy agradable, fierecilla." Ella se retorcio debajo de el, pero el tenia unos cuarenta y cinco kilos de musculo encima de ella y no tenia ninguna esperanza de poder moverle. "!Joder, quitate de encima!" El sonrio y beso su garganta dejando que su lengua se demorara, lamiendo el punto en el que se sentian los latidos de su corazon. "No, eso vendra despues, mi jequesa. Aunque eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco aqui. ?Nunca has querido unirte al Club de la Milla de Altura?" Se quedo tan quieta como una estatua debajo de el. "Quiero irme a casa. No quiero ser reina como mi hermana y sin duda, no he firmado para esto." "No, no creo que lo hicieras," dijo el. "Ahora, voy a levantarme y tu no te vas a mover de esta cama. Si lo haces, no van a gustarte las consecuencias." Ella asintio desde debajo de el. "No vas a hacerme dano, ?verdad?" "Hay algunos juegos que me gustan, fierecilla, pero nada de eso es relevante aqui o ahora. No te arrojare de nuevo a una cama si tu no huyes o intentas pegarme otra vez. ?Te parece un acuerdo justo? Sere civilizado mientras tu tambien lo seas." "!No se que significa civilizado para ti en ese retrogrado y diabolico agujero del desierto del que vienes, pero para mi significa que no se secuestran mujeres que van del trabajo a casa y se les atan las manos!" dijo ella. El se puso de pie y le devolvio una sonrisa de suficiencia, mientras ella se ponia boca arriba. "Bueno, fierecilla, cada familia tiene sus costumbres. Los hombres Yassin saben lo que quieren. Vemos lo que deseamos y lo cogemos para nosotros. Definitivamente, tu eres algo que, sin mas, deseaba tener desde el momento en el que puse mis ojos en ti." "Bueno, no puedo decir que el sentimiento sea mutuo, imbecil." El se encogio de hombros. "Necesitamos encontrar cosas mejores que hacer con esa boca tuya, Amy." "Creo que tengo millones de cosas que puedo decirte. ?Te he dicho que te vayas al infierno?" El se rio entre dientes. No le extranaba que su primo estuviera embelesado por su hermana Alexis. Tenia mucho caracter, era muy intensa. Suponia un desafio mayor que ninguno planteado por cualquiera de las mujeres de su harem. Definitivamente, era una distraccion que merecia la pena frente a las preocupaciones de la guerra y el caos. Dvar se rio profundamente otra vez y se inclino sobre ella. No se dejo caer de nuevo en la cama o la aprisiono con su peso, simplemente se inclino sobre ella para besarla en los labios. Amy cerro fuertemente los labios y no se movio bajo el. Eso no podia quedarse asi, no si el tenia algo que decir al respecto. Finalmente, estiro una mano y amaso su pecho. Lo noto suave y blando a su contacto, de forma natural. Era pequena y delgada, pero el adoraba la sensacion de tener su delicado pecho en la mano. Ya podia sentir como se endurecia el pezon a traves del fino tejido de la camiseta y el sujetador. Dvar paso su pulgar sobre su pecho y ella se estremecio, el pezon se endurecio instantaneamente debido a sus atenciones. Puso la boca en la oreja de ella. "No te plantees siquiera intentar morderme." "No lo hacia," dijo ella, pero su tono era debil y titubeante. Habia pensado en ello. Una vez mas, probaba que era una luchadora, una excelente cualidad par una jequesa, para una futura madre de la dinastia Yassin. "No me gusta esto." "Tu pezon se ha endurecido con mi contacto" dijo el, enfatizando sus palabras con un movimiento circular alrededor del pezon, disfrutando de como se sentia bajo sus esfuerzos. "Tu respiracion se ha convertido en jadeos irregulares. Joder, hasta se te estan dilatando las pupilas. Estas mas excitada de lo que tu quisieras." Enfatizo sus palabras besandola en los labios, dejando que sus dientes mordisquearan la suave carne. No la hizo sangrar, nada tan dramatico como eso, pero disfrutaba la sensacion de tener su labio, tan suave y vulnerable, entre los dientes. Amy tomo aire bruscamente y se estremecio debajo de el. Sus parpados temblaban y ella lo evaluo, con los ojos entrecerrados y expresion hambrienta a pesar de su enfado. El sonrio de nuevo y la beso, bajando por su garganta y yendo hacia su clavicula. Le rozo el hombro con los dientes, disfrutando la forma en la que se estremecia al tocarla. Su mano todavia masajeaba su pecho y el no podia esperar para sentir su calor rodeando toda su longitud, sentirse en casa al hundir su carne dentro de ella. Pero para eso aun queda mucho tiempo, deja que te lo diga. Nada es divertido si lo coges todo desde el principio. Despues de todo, ?la paciencia no es una virtud? Aun asi, quiza disfrutar un poco mas de diversion no estaria mal. Beso sus labios una ultima vez e incluso permitio que su lengua invadiera la boca femenina, enroscandose con la de ella y luchando por dominar el beso. Incluso entonces, ella se retorcia y luchaba debajo de el, como si ni siquiera un beso fuera algo que Amy rindiera gratuitamente. Dios, ella estaba tan motivada y era tan testaruda como el. Esto se iba a convertir en un duelo de voluntades que el no podia esperar a ganar. Al besarla, hundio su firme dureza en sus caderas, prometiendole mucho mas cuando llegaran a casa, a Jardania. Se puso de pie, sonriendole. "Hasta pronto, fierecilla... ?cuando te volvere a ver?" "?Me dejaras ir, gilipollas egocentrico?" exigio ella, "No, tenemos que jugar, de verdad."

  • El dueno del mundo (Los Austrias) de Jose Luis Corral

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    Fines de primavera del ano de 1539; Carlos de Austria, emperador de Alemania y rey de las Espanas y de las Indias, se encierra, desesperado por la muerte de su esposa Isabel, en un monasterio cercano a Toledo. Entretanto, sus enemigos amenazan su poder y sus dominios. En Gante, su ciudad natal, los comerciantes se rebelan en protesta por los excesivos impuestos. Los turcos avanzan hacia Europa y ganan posiciones en el Mediterraneo. Los protestantes cuestionan su autoridad.

  • Solo tuya 2 de Anabel Garcia

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    Despues de sucumbir a lo que sienten, Elizabeth y Sammuel intentan abordar los multiples problemas que surgen en su incipiente relacion, pero parece que estos cada vez son mas fuertes y Elizabeth duda constantemente de que merezca la pena. ?Como se las ingeniara Sammuel esta vez para que no huya mas? ?Sera capaz de conseguirlo o el yo malvado de Elizabeth se saldra finalmente con la suya? Seguimos inmersos en esta caotica historia de amor en la que los dos deben elegir si luchar juntos contra viento y marea, o dejar que el barco se hunda, y lo que es peor, con ellos dentro.

  • Jaque Mate (Ronda mortal 3) de Lina Perozo Altamar

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    La revelacion de un secreto, guardado por anos, trastocara el mundo de Gonzalo Dorta, alejandolo de la estabilidad que habia conseguido, gracias al sentimiento que renacia en el y que creia olvidado. Sentira, que debe escapar de Nueva Orleans y dejar atras, todo lo vivido.
    Sin embargo, una vez mas, Deborah Wallis, lo atraera; dandole nuevos motivos para quedarse, pero esta vez, sus intereses habran cambiado; en adelante, se movera dentro del tablero, en funcion de descubrir la verdad, detras de la fachada de la familia Wallis.

  • Por ser mujer de Mila Reyes

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    Aqui, los personajes juegan un papel muy importante. Libra, es la oprimida pero que con la ayuda de su madre logra escapar de un futuro de sumision. Yares, es la luz con la que todas suenan y a la que estan dispuestas a seguir. Y Lago Verde, no es otro que el camino hacia la libertad.

  • Destino, ?en que pensabas? de Sara De Dios Valdajos

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    Un accidente puede cambiar tu vida, para bien o para mal.