• si no te veo antes - Eric Lindstrom

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    Suena el despertador y yo lo apago de un manotazo y aprieto el boton del altavoz al mismo tiempo. Stephen Hawking dice: <<5:55 de la manana>>. Solo queria asegurarme, como siempre. Abro la ventana de un tiron y saco la mano. Fresco, neblinoso, pero sin humedad. Es probable que el cielo este encapotado. Me visto --sujetador deportivo, camiseta sin mangas, pantalones cortos, zapatillas de atletismo-- sin molestarme en comprobar nada mas, porque todas mis prendas de correr son negras. Salvo los panuelos. Los palpo con los dedos, comprobando las etiquetas de plastico, decidiendo de que humor estoy. Es raro, pero me siento inquieta, asi que escojo uno que quiza me venga bien: el de algodon amarillo con caritas felices bordadas. Me lo ato alrededor de la cabeza como si fuera una venda, poniendo una sonrisa sobre cada uno de mis parpados cerrados. El sol, recien salido, me calienta las mejillas: el cielo debe de estar despejado, al menos en el horizonte. Cierro la puerta de mi casa y me deslizo la fria llave en el calcetin. Cuando el sendero de entrada se convierte en acera, giro a la derecha y empiezo a correr. Las tres manzanas que hay hasta llegar al campo estan programadas en mis pies, en mis piernas, en mi equilibrio. Tras siete anos haciendo lo mismo, identifico cada bache, cada grieta, cada raiz que asoma de la acera. No necesito ver por donde corro, porque lo siento. --!Parker! !Para! Freno bruscamente y me tambaleo, aleteando con los brazos como si estuviera al borde de un precipicio. Y, si resulta que ayer paso por aqui una retroexcavadora, perfectamente podria estarlo. --!Lo siento mucho, Parker! --la sufrida voz de ama de casa de la periferia de la senora Reiche me grita desde su porche. Ahora esta trotando por el sendero de acceso a su casa, haciendo tintinear las llaves--. El hermano de Len vino anoche... Intento no imaginarme a mi misma estrellandome contra uno de los lados de su furgoneta. Avanzo con las manos extendidas hasta que toco metal frio y cubierto de rocio. --No hace falta que lo muevas --recorro la resbaladiza superficie del coche al tiempo que lo rodeo. --Claro que lo muevo. Cuando vuelvas, ya no estara. Vuelvo a encontrar la acera y sigo corriendo mientras la furgoneta ruge a mis espaldas. Espero en la esquina hasta que la senora Reiche ha apagado el motor para poder escuchar el trafico. No oigo mas que el piar de los pajaros, asi que pongo un pie en el cruce. Cuando toco el alambre de la verja del campo de entrenamiento Gunther, giro a la derecha. Doy catorce pasos hasta el agujero de entrada y giro el cuerpo a la izquierda para atravesarlo, la mano ligeramente adelantada por si acaso hoy es la primera vez en anos que no he calculado bien la distancia. Lo traspaso sin problemas, como siempre. El campo tiene unos noventa metros de ancho. Si han aparecido obstaculos nuevos desde ayer, hay pocas posibilidades de que los encuentre a la primera pero, si ya es una locura correr aqui, mas loco seria todavia hacerlo sin dar antes un paseo de reconocimiento. Llego hasta la verja que hay en la otra punta del campo, a ciento cuarenta y dos pasos. Todo bastante normal y despejado. Despues de unos minutos de estiramientos, me siento lista para correr. Setenta y cinco zancadas a ritmo medio, dos docenas de pasos hasta tocar la otra verja, y vuelta a empezar. Despues de cinco rondas, llega el momento de hacer esprints. Sesenta zancadas me dejan a veinticuatro pasos de la verja de enfrente. A continuacion, me desplazo lateralmente para volver a ponerme en linea, porque me he desviado un poco. El aire no se mueve y es mas calido que ayer, pero la sensacion cuando lo atravieso volando es de frescor. Hace semanas que dejamos atras lo peor del calor del verano. Diez esprints y se acabo. Despues de cruzar la calle, troto lentamente para ir relajando los musculos, pero me pongo a caminar cerca del acceso a la casa de los Reiche. He escuchado como movian el coche, pero cuando se presenta un problema uno tarda un tiempo en olvidarlo. Al llegar al otro lado, en el punto en el que el acceso a la casa se eleva ligeramente para volver a convertirse en acera, vuelvo a acelerar. En cuanto abro la puerta de casa, se que ha pasado algo. No huelo el desayuno. Hasta los dias en que toca desayunar cereales hay tostadas. En la cocina solo escucho los ruidos habituales de una casa aun dormida: el zumbido del frigorifico, el tictac del reloj sobre los fogones, mi respiracion y, cuando me paro a escuchar mas detenidamente, el latido de mi corazon. Me dirijo a las escaleras y me tropiezo con algo que hay en el recibidor. Me acuclillo y descubro a mi padre, tendido en el suelo, vestido con unos pantalones de pijama de franela y una camiseta de manga corta. --?Papa? !Papa! ?Estas bien? --Parker --me dice, con una voz extranamente tranquila. No parece ni cansado ni dolorido. --?Te has caido? ?Que ha pasado? --Escucha --me pide. Su voz sigue sin sonar como deberia hacerlo si realmente estuviera tirado al pie de las escaleras--. Todo el mundo tiene secretos, Parker. Todo el mundo es un misterio. Ahi es cuando me despierto, como siempre. Sin embargo, eso es exactamente lo que ocurrio el pasado 3 de junio, una semana despues de terminar el colegio y dos semanas despues de que fuera mi decimosexto cumpleanos. Salvo por dos cosas. La primera es que si que estuve a punto de estrellarme contra la furgoneta de los Reiche, solo que eso ocurrio otro dia, un par de semanas despues. La segunda es que mi padre no estaba tendido al pie de las escaleras. Estaba todavia en la cama, y llevaba horas muerto. UNO UNO Marissa esta lloriqueando. Otra vez. --Y entonces el... el... el no... --su voz grave parece un grunido. Patetica. Y eso que es una chica lista... Salvo cuando se trata de Owen. --?No podeis hablar vosotras con el? Yo no respondo y Sarah tampoco. Solemos ofrecerle buenos consejos --gratis, incluso--, pero nunca nos involucramos. Se lo hemos dicho a Marissa mil veces; decirselo otra vez seria desperdiciar oxigeno. Solo tenemos que esperar a que se seque las lagrimas. De todas formas, no hay nada que hacer hasta que suene el timbre. El ano pasado, esta misma escena se repetia cada pocas semanas. Si no fuera por estos numeritos, Marissa practicamente no hablaria conmigo. Apenas soy capaz de recordar como suena su voz cuando no lloriquea, se sorbe la nariz, solloza, tose en un mar de lagrimas y mocos, y se congestiona tanto que, si no se suena, se ahoga. Hay una creencia popular de que perder la vista agudiza el resto de los sentidos. Y es cierta, pero no los magnifica. Sencillamente, uno se libra de la apabullante distraccion que supone verlo todo, todo el tiempo. Por otro lado, la experiencia de sentarse con Marissa consistia casi por completo en escuchar todos los sonidos que su nariz y su boca eran capaces de producir con toda su pegajosidad. Asi es como suena en mi mente el amor no correspondido: asqueroso. --?Parker? ?Tu no puedes hacer algo? --Ya lo estoy haciendo. Te estoy diciendo que te busques a otro --callo un momento, como establece el guion, para que ella pueda interrumpirme. --!Nooo! Soy la reina del <>, pero la indiferencia de Marissa ante un patio lleno de personas --el primer dia de clase, ni mas ni menos -- que la contemplan mientras emula a una borboteante fabrica de mocos... Bueno, deja la mia a la altura del betun. --Escuchame, Marissa: las almas gemelas no existen. Pero, si lo hicieran, serian dos personas que quieren estar juntas. Tu quieres estar con Owen, pero Owen quiere estar con Jasmine, lo que significa que Owen no es tu alma gemela. Tu solo eres su acosadora. --Espera... ?Jasmine? --yo disfruto de un momento de paz mientras la sorpresa por la noticia, que ya le contamos la primavera pasada, la deja callada durante un segundo--. Pero ?no es...? --Si, a Jasmine le gustan las chicas. Sin embargo, todavia no ha encontrado a ninguna que le guste lo suficiente, asi que Owen tiene la estupida idea de que aun tiene posibilidades con ella. Por eso, el que Owen la persiga por todos lados es ligeramente mas triste e inutil que ver como tu lo persigues a el. De hecho... Sarah chasquea la lengua y yo se lo que eso significa, pero, cuando cojo velocidad, llevo demasiada inercia como para detenerme o frenar. --... lo unico que Owen y tu teneis en comun es estar enamorados de alguien que no os corresponde. De alguien que ni siquiera conoceis. ?Te has parado alguna vez a buscar las palabras <> o <> o <> en un diccionario? El silencio que sigue es un ejemplo perfecto de lo que mas odio de ser ciega: no poder ver como reacciona la gente a lo que digo. --Pero... --Marissa se sorbe un buen monton de mocos--. Si pasaramos tiempo junt... Salvadas por la campana. Ella y yo. Pero sobre todo ella. iii --Anda, pero si son No Recomendada Para Menores de 13 Anos y su perro lazarillo --el familiar chirrido suena a mi izquierda, acompanado del chasquido de una taquilla al abrirse. --Por favor, dime que su taquilla no esta justo ahi --le digo a Sarah con un teatral susurro--. El verano pasado descubri que soy alergica al PVP. Ahora tengo que llevar en la mochila un boli de epinefrina. --Oh, vaya --dice Faith con su vocecilla insolente--. ?Y yo soy PVP? Eso significa... Personas... Personas... --Polivinilpirrolidona. Se usa en la laca, en la gomina, en las barras de pegamento y en el contrachapado. --Vaya, yo creia que PVP significaba Personas Vastamente Populares. Yo no puedo evitar echarme a reir y salirme del personaje. --!Bueno, bueno, Fay-Fay! ?Se te ha ocurrido a ti solita? --!Pues claro que si! No soy ni la mitad de tonta de lo que tu pareces. El aroma a kiwi y fresa anuncia lo que esta a punto de pasar, asi que afianzo los pies en el suelo. Lo llamaria <> si Faith no fuera demasiado delgada como para que nada de lo que haga recuerde a un oso. La estrecho un poco mas de la cuenta y luego la suelto. --?De verdad llevas un boli de epinefrina? --me pregunta. --Vaya, Fay --comenta Sarah--. ?Acaso sabes lo que es eso? --Mi sobrino es alergico a los cacahuetes. ?Y tu sabes que eres una zorra pretenciosa y condescendiente? --!Claro que lo uuufff...! La rafaga de aire y la respuesta de Sarah me indican que Faith acaba de abrazarla tambien a ella. --?Habeis visto a todos esos bichos raros? --comenta Faith, sin el mas minimo intento por disimular--. Esto se ha convertido en un zoo. --Al menos son ellos los que nos invaden a nosotros... --opina Sarah--. Y no al reves. Es verdad. La localidad de Coastview ya no podia financiar dos institutos, asi que el Jefferson tuvo que cerrar y todos sus alumnos vinieron al Adams. Los pasillos estan tan abarrotados de gente que desconoce las Reglas (y no me refiero solo a alumnos de primero), que he tenido que agarrarme del brazo de Sarah para poder abrirme paso por todo ese caos y llegar hasta mi taquilla. Acostumbrarse a la presencia de todos estos novatos va a ser un lio, pero al menos no tendre que aprender a manejarme en un colegio completamente nuevo. --Ay, vaya, aqui viene otro --dice Faith, mas cerca y en voz mas baja, recordando esta vez la Regla no 2. Me abraza otra vez--. Siento mucho haberme pasado todo el verano en Vermont. Sabes que habria venido si hubiera podido, ?verdad?

  • SI NO TE VEO ANTES | ERIC LINDSTROM | Casa del Libro

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    Sinopsis de SI NO TE VEO ANTES. Parker Grant no necesita usar los ojos para ver cómo eres. Por eso creó las reglas: no la trates de distinta manera por ser ...

  • Si no te veo antes (Biblioteca Indie) : Lindstrom, Eric - Amazon ...

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    Mirar en el interior de este libro. Si no te veo antes de [Eric Lindstrom, Sara Cano Fernández] ...

  • Si no te veo antes | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-romantica-juvenil/7645-libro-si-no-te-veo-antes-9788420484341

    No habrá segundas oportunidades. Si no, pregúntale a Scott Kilpatrick, el chico que le rompió el corazón. ... Si no te veo antes ... Casa del libro.

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    Si no te veo antes, libro o eBook de Eric Lindstrom. Editorial: Alfaguara infantiles y juvenil. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Reseña Si no te veo antes Eric Lindstorm - El Templo de las ...

    http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/critica/si-no-te-veo-antes/1319/

    Con un título tan sarcástico como la propia protagonista, Si no te veo antes nos ofrece la peculiar voz de Parker Grant en un recorrido a través de un ...

  • SI NO TE VEO ANTES - ERIC LINDSTROM | Alibrate

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  • Reseña: Si no te veo antes - Eric Lindstrom - Caos Literario

    http://elcaosliterario.blogspot.com/2017/05/resena-si-no-te-veo-antes-eric-lindstrom.html

    22 may 2017 — El libro nos cuenta la vida de Parker Grant, una joven ciega que debe afrontar multitud de obstáculos en su día a día pero su espíritu de lucha ...

  • si no te veo antes - lindstrom, eric - Librería Sinopsis

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    SI NO TE VEO ANTES, LINDSTROM, ERIC, 17,26€. Parker Grant no necesita usar los ojos para ver cómo eres. Por eso creó las reglas: no la trates de distinta ...

  • No estaras sola de Licena Tuero

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    ?Alguna vez sintieron ganas de dejar todo atras, huir a algun lugar, donde nadie nos conozca, y empezar de nuevo? Fara es una chica de veinticinco anos, cargada de tristezas, errores y decepciones, que ha renunciado al amor. Bautista es el tipico hombre del que te enamorarias a primera vista. Guapo, irresistible, seductor.

  • Una noche nuestra de Christian Martins

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    La vida de las hermanas Townsend ya no es lo que era.La atractiva Arianna, esa por la que todos los hombres suspiran en Castle Combe, parece no superar los problemas que la rodean; por mucho que se esfuerce en olvidar a Jason no lo consigue y, ademas, su padre no quiere rendirse y continua intentando emparejarla con el poderoso Steve Lowell.Steve ha resultado no ser lo que parecia, y ese buen hombre adinerado y poderoso, estara dispuesto a lo que sea por lograr la mano de la mediana de las hermanas.Ademas, el pequeno error que cometio Grace tendra fatales consecuencias y la perfecta vida de la pequena Rose se vendra abajo cuando todo por lo que habia luchado se desmorone en sus pies.

  • La casa del arroyo de Conchi Aragon

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    <thriller cuyas claves se encuentran en los secretos que esconden los vecinos de un pequeno pueblo>>

  • El Cabo Del Mundo de Xabier Quiroga

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    Una gran novela galardonada con el Premio de la Critica en Galicia que rescata uno de los episodios mas siniestros y desconocidos del franquismo.

  • Si me escogieras de Elizabeth Urian

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    ?Que puede hacer una mujer cuando casi ha perdido la esperanza que el hombre que aprecia se de cuenta de que existe?

  • Asesinato en la planta 31. El trampolin de acero de Per Wahloo

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    .En un futuro no muy lejano, los crimenes que se cometen son diferentes. Y la policia tambien lo es. El comisario Jensen trabaja bajo una dictadura nordica disfrazada de democracia y sus metodos deben ajustarse a las circunstancias en las que vive. Su mente analitica y su caracter sobrio le han llevado a resolver todos los casos que le han encargado. hasta el momento. Ahora, los problemas a los que se enfrenta pueden ser demasiado grandes incluso para el. Quiza hasta este en juego el destino del pais.Con las dos novelas protagonizadas por el comisario Jensen, Per Wahloo creo un universo compacto, gelido y duro como el diamante. Y lo hizo con la sutilidad de los maestros.

  • El club de los mentirosos de Mary Karr

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    Despues de Tu no eres como otras madres y Regreso a Berlin, otro gran descubrimiento con la marca de la joven edicion independiente de calidad. Cuando se publico por primera vez, en Estados Unidos, El club de los mentirosos fue un exito arrollador y elevo el arte de la narrativa memorialistica a un nivel completamente nuevo.

  • Matrimonio por Contrato de Anna Sanz

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    Eve es una chica normal, todo lo normal que puede ser una persona, claro, tal vez por eso, cuando Daniel, el hombre con quien pasa una noche de borrachera, aparece en su trabajo y le pide que se case con ella no puede creerselo. Al menos no puede creerselo hasta que el insufrible millonario le explica el por que quiere casarse con ella.

  • A partir de ahora (Casi como hermanos 1) (LGBT) de Frances Stone

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    Anthony espera feliz la llegada de su nuevo HERMANITO adoptivo, pero cuando su madre abre la puerta le presenta a su nuevo HERMANO MAYOR, que llega directamente desde el orfanato y no parece tener muchas ganas de hacer amigos.

  • No te enamores del Devorador – Lighling Tucker Wolf de Lighling Tucker Wolf

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    Leah es solo un juguete. Como prostituta en el club "Diosas Salvajes" no tiene derecho a sentir, unicamente obedecer. Pero todo cambia cuando su jefe decide que esa noche es distinta. No atendera a sus clientes habituales sino a alguien aterrador: Dominick Garlick Sin, un Devorador de pecados. Y, a pesar del miedo inicial al verle en el reservado, no puede evitar sentirse atraida. El es diferente, es la personificacion del miedo y, a su vez, la de la provocacion. Dominick decide ir una noche mas al club "Diosas Salvajes" con uno de los novatos que entrena. Las reglas son claras: nada de sexo. Debe mantener una conversacion con una de las chicas y alimentarse de sus pecados. El destino le tiene preparado un cambio radical a su vida. Mientras espera que la sesion del novato llegue a su fin, una asustada humana de ojos azules entra en el reservado. Es una mas de las chicas y, a su vez, distinta a todas. ?Que tiene de especial? Hasta sus propios poderes deciden manifestarse para sentirla cerca. Ademas, la vida se complica cuando un malentendido provoca que la vida de Leah corra peligro. Esa misma noche, con una sola mirada, el destino de ambos se sello para siempre. Son como nosotros, respiran y hablan como los humanos, pero son Devoradores de pecados. Perversos, peligrosos y con ansias de saciarse del lado oscuro de las personas. Mienteles y satisface su hambre.

  • Carnaval brutal de Ales Steger

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    Adam Bely, exdramaturgo y exjefe de cienciologos, vuelve a su natal Maribor despues de anos de ausencia acompanado de Rosa Portero, periodista de radio. Ambos son aliados para desmantelar al Gran Orco y absolver a las almas que lo conforman, mientras intentan permanecer fuera del escrutinio policiaco.
    Diversos personajes -algunos de la esfera politica y empresarial- se despliegan estramboticamente en una brutalidad animal una vez son liberadas sus almas. Diseminadas en una conspiracion misteriosa y disparatada, desfilan ante nosotros las debilidades de nuestra propia civilizacion en una parodia pesada e incomoda. Steger juega con una realidad oscura que colorea con la excentricidad y nos recuerda que el carnaval se vive todo el ano como una repeticion absurda.

  • El septimo nino de Erik Valeur

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    En el orfanato de Kongslund, al norte de Copenhague, no todo es lo que parece. Lo sabe bien Magna, que dirige el centro con mano dura desde hace mas de cuarenta anos. Hay cosas que no deben salir a la luz, y muchos haran lo posible para intentar ocultarlas. Poco antes del sesenta cumpleanos de Magna, seis personas que pasaron sus primeros anos de vida alli durante los sesenta reciben una carta anonima identica que hace referencia a un gran secreto relacionado con las mas altas esferas de poder del pais.

  • El senor Sapo y la pareja feliz de Anys Felici

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    Alguien podria asegurar que no es amor, sino dependencia, una linea muy fina que nuestros protagonistas traspasan una y otra vez. Wendy piensa que el futuro no traera mas esperanza que el presente y no merece la pena arriesgarse.
    El amor de una madre es incomparable, fuerte y grande, capaz de superar los obstaculos que le ponga la vida, de sacrificios inmensos por la seguridad y felicidad de su hijo. Matteo desaparecio un 12 de octubre de la Romeria, tenia dos anos. El duelo de su madre sera un camino pedregoso, cargado de tristeza y desconsuelo. Una soledad y un vacio que nadie podra llenar. A ella la privaron de un lugar donde ir a llorar, un sitio al que visitar y encontrar consuelo. Sobre ella revolotea la incertidumbre, no acepta que su hijo murio y esta dispuesta a encontrarlo. Ana Brenda nos demostrara que no hay dolor como ese, ni palabra que lo defina.

  • La Dama y La Bestia de C.s Luis

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    Evelyn es una reina dedicada, gobernada por deberes reales y leal al clero. Pero son estas las mismas reglas de las que desea separarse.
    Mientras da un paseo se encuentra en las ruinas de un antiguo castillo, perdida en los placeres sucios de sus deseos y excitada por el descubrimiento de su cuerpo despertando.
    Cuando es seductoramente obligada a someterse por una criatura parecida a una bestia, esta convencida de que sus suenos ya no son meras fantasias.
    Abriendo asi un mundo completamente nuevo que ella habia anhelado profundamente. Mientras tanto, sin que Evelyn lo sepa, todo su clero ha estado ocultando una fantasia sexual propia y podria ser un secreto que Evelyn podria arrepentirse de descubrir.

  • El cerebro matematico de Stanislas Dehaene

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    ?De donde vienen realmente los numeros y como llegan a nuestra mente? ?Por que algunas personas tienen facilidad para lidiar con ellos y a muchas otras les resulta tan dificil dominarlos? Este libro ofrece respuestas a estas y otras apasionantes preguntas que delinean lo que Stanislas Dehaene llama "el sentido del numero": nuestra capacidad para representar cantidades y, con un poco de esfuerzo y otro de educacion, para entender esos simbolos abstractos, relacionarlos, sumarlos y, con un esfuerzo mas, multiplicarlos o dividirlos. Al igual que la percepcion del color o el reconocimiento de la ubicacion de objetos en el espacio, este sentido !esta instalado en nuestro cerebro!

  • La tentacion de Adan, Adriana Rubens de Adriana Rubens

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    Libro 2o de la bilogia Pecado original

  • Experimentos Con Seres Humanos de Carlos Schilling

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    Un arte simple Cuando tenia 13 anos me gustaba dibujar cruces esvasticas en los cuadernos borradores. Cruces esvasticas y variaciones de las mascaras de Kiss. Empezaba desde la ultima pagina y avanzaba en sentido contrario hasta que los dibujos se superponian a los deberes escolares. La coincidencia siempre era extrana. Una levisima sensacion de mareo, un parpadeo desorientado, una busqueda en el vacio. Cuando me quedaba sin espacio para las cruces, levantaba los ojos del cuaderno, miraba alrededor con desconfianza, veia mis companeros, veia las paredes pintadas a la cal, veia los ventanales que daban a un patio interior y, como si mirara desde la Luna, recien entonces me daba cuenta de que estaba en un aula del Liceo Militar. No se si dibujar en las horas de clase era una forma de distraccion o de concentracion en mi rutina de estudiante. Por lo que recuerdo de las isobaras y las isotermas tacharia la segunda opcion en Geografia. Pero como puedo recitar los nombres de los reyes de Francia desde el primer Ludovico hasta el ultimo Luis, deberia elegir la respuesta contraria en Historia. La verdad es que dibujaba sin pensar en el sentido de lo que estaba dibujando. No habia ninguna conexion entre mi cabeza y la mano que sostenia la birome. A los 7 anos, eran cohetes espaciales; a los 10, animales fantasticos, y a los 13, cruces nazis. Me gustaba verlas multiplicarse sobre el papel, una al lado de otra, como si expresaran en terminos simbolicos en vez de porcentuales el avance de una infeccion o una enfermedad mental. Un dato relevante es que dibujaba mas en el Liceo que en mi casa de Los Juncales. Cuando volvia a mi pueblo, los fines de semana, me olvidaba de las esvasticas y me dedicaba a las mascaras de Kiss. Era un acto de exclusion voluntaria. Me encerraba en una pieza para no ser acusado de perturbar la salud auditiva de los Staub y me aislaba del mundo toda una tarde. Siempre que encendia el tocadiscos, el efecto se repetia: los papeles se llenaban de dibujos espectrales. Una vez que logre imitar los rasgos del Gato, el Hombre del Espacio, el Chico Estrella y el Diablo, empece a introducir variaciones en los modelos originales. Al principio se reducian a minimos detalles, tan sutiles que nadie los hubiera notado en un juego de las cinco diferencias. Pero los minimos detalles conducen a los maximos detalles. En poco tiempo, ya estaba disenando mi propia serie de mascaras inspiradas en bestias provenientes de la zoologia, la mitologia o la astrologia. Una sola cosa me frustraba: no podia superar el grado de malignidad de la mascara del Diablo. Intentaba con vampiros, zombies y calaveras, pero la comparacion siempre me decepcionaba. La ventaja de las esvasticas era la simplicidad. Dos trazos que al cruzarse adquirian una potencia negativa incomparable. Parecian perfectas desde el principio. Se completaban a si mismas y a la vez no se terminaban nunca. Yo queria seguir dibujandolas hasta llenar mil cuadernos. Mil anos de cuadernos. La eternidad del Reich se cumplia en sus formas. Generaban una inercia en mi mano, una continuidad infinita. Y aunque no tuvieran significados podian significar cualquier cosa. Por ejemplo: cruces en un cementerio. Si las proyectaba en tres dimensiones formaban largas filas que se dilataban mas alla del horizonte. Hay que tener en cuenta que un espacio importante de mi vida lo ocupaban las fantasias funebres. Estaba pensando en las malas decisiones militares de Hitler (corregia la invasion a Rusia o alargaba los tiempos de prueba de los cohetes V2) y de pronto se moria mi madre. No es que imaginara una enfermedad fulminante, un accidente fatal o un asesinato, ni que abundara en detalles concretos sobre los huesos quebrados o los organos lesionados, nunca veia la cara desfigurada o el cuerpo tapado con una sabana, lo unico que registraba era la ausencia, el resultado final, la conclusion: no tenia madre. Ya no existia. Pero ni siquiera podia llorarla, ni siquiera podia velarla, porque junto con mi madre enseguida se moria mi padre, difuminado, borrado, chupado por el vacio, disuelto en el aire, y tambien era un muerto sin cadaver, una entidad imposible, un hueco mental. No quedaba nada. Ni polvo. Ni ceniza. Ni una losa con su nombre y apellido. Yo me convertia en un huerfano. Un hijo de nadie. Mis principales lazos de sangre se cortaban de un solo golpe, sin causarme dolor fisico, tras una especie de amputacion perfecta de la que solo sentia la accion de la anestesia total. Si habia algo saludable en las desapariciones de mis padres era que no me daban tiempo a reaccionar. Las muertes continuaban a un ritmo cada vez mas urgente. Moria mi hermano, morian mis primas y mis primos, morian mis tias y mis tios, moria mi abuela, morian mis parientes cercanos y lejanos, todos victimas de muertes limpias, muertes no anticipadas por ninguna enfermedad. No habia nada entre el momento en que aun respiraban y el momento en que dejaban de respirar. Sucedia tan rapido que ya no tenia familia. La habia exterminado. Yo era el ultimo de los Staub. Sin embargo, como la gente seguia muriendo, ser el ultimo Staub implicaba ser la ultima persona del planeta. Todos estaban enterrados bajo las cruces que yo mismo habia dibujado. Muchos anos despues hice el ejercicio de descomponer la esvastica en sus dos trazos principales. Es una operacion de exorcismo grafico. Por un lado, en el eje vertical, se obtiene una S, inclinada y rigida, absolutamente inofensiva, una letra tan sola y aislada que parece sentirse excluida del abecedario. Por otro lado, en el eje horizontal, surge una linea quebrada que evoca el minimo segmento reconocible de una escalera descendente. Asi dividida, sin un punto de union, sin un nucleo que la fije, la esvastica carece de poder, se desequilibra, se descompone, gira en falso, deja de presionar sobre si misma, como si le faltara una tuerca y un tornillo, y lo que quedan son dos partes incongruentes de una pinza desarmada. Mas o menos en la misma epoca descubri que la inicial de mi apellido tambien conectaba simbolos que yo siempre habia considerado distantes: la insignia de las SS con la doble S del logo de Kiss. Tengo un album editado en Alemania. En su cubierta salta a la vista una alteracion tipografica comparable a mi descomposicion de la esvastica: las S son transformadas en Z invertidas, como si despues de atravesar un espejo hubieran aparecido en un mundo al reves. A veces siento que entre el Lucas Staub que soy ahora y el Lucas Staub que era a los 13 anos, se interpone el mismo espejo. Pero antes de volver a la version adolescente de mi mismo, quisiera detenerme un instante en los sentimientos que me provoca hoy la cruz gamada. Siempre que pienso en ella no puedo separarla del circulo blanco que la rodea en la bandera del partido nacionalsocialista obrero aleman. Es una bandera roja, obsesivamente simetrica, bellisima, con esa belleza que resulta de la combinacion de colores que evocan la sangre, la muerte y la pureza. Desde un punto de vista estetico, es la obra mas perenne de Hitler. ?Cuantas horas de su vida paso disenando esa bandera? ?Cuantas variantes descarto hasta encontrar la definitiva? ?Cuantas veces volvio a dibujarla solo para confirmar que era perfecta? Ahora su silueta inclinada sobre los papeles se superpone a otra silueta que ya he presentado al comienzo de esta historia. La diferencia es que yo no le mostraba a nadie mis dibujos en el Liceo. Me sentaba al lado del mas estupido o el mas estudioso de la clase (que a veces coincidian en la misma persona) y asi evitaba las miradas oblicuas y las preguntas directas. Cuando por azar un companero descubria el contenido de los cuadernos, no le daba tiempo a reaccionar, lo agarraba de un brazo, lo atraia con fuerza hacia mi pecho y le preguntaba al oido: --?De que signo sos? A cada figura del Horoscopo le correspondia un castigo especial. Si la victima contestaba: --Tauro. La sentencia era: --Vas a chillar como un ternero. Si contestaba: --Escorpio. --Vas a tragarte tu propia meada. Esa ciencia de disuasion astrologica habia sido elaborada en las horas de ocio mientras mi mano dibujaba desconectada de mi mente y todas mis ideas se volvian funebres. No siempre daba buenos resultados, aunque sirvio para espantar a mas de un curioso. El cuerpo ya crecido, las unas largas y el mal aliento combinados con las cruces esvasticas y las mascaras de Kiss me investian de un halo de demencia satanica. Era otra persona cuando me enojaba. Era un animal. Nada en el ecosistema masculino del Liceo podia oponerse a mi involucion. No digo que mis companeros me tuvieran miedo. Solo me clasificaban como un especimen desconocido. Nunca me acusaron de nazi en la cara. Sin embargo yo estaba convencido de que Alemania habria ganado la guerra si Hitler no hubiera invadido Rusia en invierno y si hubiera esperado el desarrollo de los cohetes V2. 2. El viaje secreto No puedo decirle abuelo al padre de mi padre. Nunca lo conoci. Murio dos anos antes de que yo naciera. Se llamaba Adolfo Rodolfo Staub. Comparto su apellido y su primer nombre, pero no nos parecemos en nada. Tengo otros ojos. Tengo otra cara. Cuando murio, a los 60 anos, mi abuelo conservaba todo el pelo en su cabeza, en cambio yo empece a raparme antes de cumplir 30. El padre de mi padre era ingeniero. Ingeniero mecanico. Ademas de algunas fotos en blanco y negro, donde siempre aparece peinado hacia atras y vestido con camisas de mangas cortas abotonadas hasta el cuello, solo queda de el un cuaderno de anotaciones. No es un diario intimo, sino el borrador de un ingeniero, escrito con la caligrafia mas perfecta que he visto en un hombre, letras simples y claras, sin adornos, tan geometricas que se adaptan a las coordenadas del papel cuadriculado como si fueran insectos modelados por una mente divina. Tambien hay numeros, formulas, ecuaciones y diagramas que representan el funcionamiento de los motores de combustion interna. Mi abuelo era un experto en el tema, una autoridad internacional, y entre sus invenciones patentadas figura un motor que transforma el movimiento circular uniforme en movimiento rectilineo alterno. Los planos de ese motor estan enmarcados y expuestos junto a las fotos de nuestros antepasados. Lo mas interesante que contiene el cuaderno es un recorte de diario, fechado en 1941 y titulado Alemania desarrolla una peligrosa arma secreta. El arma era el cohete A1, un prototipo de los misiles V2 que caerian sobre Londres en 1944. El jefe del proyecto era el mismo ingeniero que lanzaria el Apolo 11 a la Luna. Nunca me importo lo que hacian los otros chicos de mi edad. Supongo que volaban con un puno alzado, reptaban por las paredes o proyectaban sombras con forma de murcielago. Mi hermano y yo, en cambio, experimentabamos una gama de mutaciones mucho mas amplia. Podiamos ser cualquier cosa viva o muerta. Podiamos dividirnos y multiplicarnos. Podiamos volvernos naturales o sobrenaturales. Nos escoltaban legiones de criaturas extranas, muchas de las cuales dibuje en mis cuadernos antes de especializarme en cruces esvasticas y mascaras de Kiss. Hubo una fase de nuestra infancia en la que Claus se creia extraterrestre y pensaba que los astronautas lo habian traido de un planeta desconocido del sistema solar. Miraba las estrellas como alguien que busca su mundo perdido. Inspirados en la moda de los cohetes, disenamos nuestras propias naves e intentamos ponerlas en orbita. La estratosfera nos parecia tan cerca que pretendiamos alcanzarla con una tabla de planchar propulsada por aerosoles o con una palangana alimentada con alcohol etilico. Claus no era el unico que tenia una relacion intima con el cielo. Mi prima Luciana Sismondi, por ejemplo, nacio el mismo dia en que el hombre llego a la Luna. Pero esa es otra historia. La cito solo para exponer la clase de relaciones que nos unian con las expediciones espaciales. No importaba cuanta sangre prusiana o piamontesa corriera por nuestras venas, descendiamos de las nebulosas. Nuestra estirpe se remontaba a la via lactea. No es raro que uno de los maximos heroes de los Staub fuera Wernher von Braun, el ingeniero de la V2 y del Saturno 5. El hombre que deposito a Armstrong, Aldrin y Collins en el Mar de la Tranquilidad. El nombre completo de Von Braun suena como una declaracion jurada de sus ambiciones: Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun. Era grande mucho antes de mirar hacia arriba por primera vez. Claus y yo nos sentiamos reflejados en sus aventuras juveniles. Wernher y su hermano tambien habian lanzado una nave espacial domestica cuando eran chicos. En vez de una tabla de planchar o una palangana, utilizaron un carro de madera. El material de ignicion y propulsion consistio en media docena de bengalas, las mas grandes que encontraron en el mercado de fuegos artificiales. Ataron la carga en la parte trasera del carro, que estaba montado en una rampa, y prendieron las seis mechas al mismo tiempo. El carro salio disparado a toda velocidad seguido por una larga cola de fuego, como si fuera un cometa (dicho con la misma imagen que emplea Von Braun en sus memorias). Una vez que los cohetes se quemaron, tras dejar una estela de chispas a su paso y emitir una especie de trueno final, la improvisada nave quedo suspendida en el aire durante un momento deliciosamente antigravitatorio, despues sintio la resistencia de la atmosfera, se desvio de su trayectoria vertical y empezo a caer hacia la Tierra. Tras el impacto lo unico que quedo del carro fueron las ruedas. Von Braun no las interpreta como un simbolo, y yo deberia imitarlo, pero las veo rodar en mi mente y las figuras que trazan me recuerdan el principio rotatorio de las cruces esvasticas. La aventura termina con Wernher y su hermano detenidos por la policia y llevados ante su padre que era ministro de Agricultura de Alemania. ?Los habra retado o felicitado? Da igual. Estoy convencido de que no habia premios ni castigos para Von Braun mas que llegar adonde queria llegar, a la Luna, y por eso era el mismo chico, ahora con cuerpo de hombre, el que caminaba por los pasillos subterraneos de los laboratorios de Peenemunde, con la cabeza desbordada de calculos de balistica y formulas de combustion controlada, porque antes de la Luna, naturalmente, estaba Londres, y habia miles de personas con estrellas bordadas en los brazaletes dispuestas a trabajar dia y noche para que, una vez aniquilado Londres, la Luna fuera posible. Mi padre nos contaba que su padre habia mantenido una amistad epistolar con Von Braun desde antes de la guerra. No se por que razon el recorte del diario doblado dentro del cuaderno de anotaciones era para mi un testimonio indudable de esa amistad. Sin embargo el relato de mi padre no se agotaba en las cartas. Incluia un episodio digno de figurar en una novela de espionaje: Von Braun, Wernher von Braun, el pionero de la astronautica, el ingeniero mas respetado del siglo XX, el cientifico salvado del juicio de Nuremberg por los norteamericanos, habia visitado de incognito a mi abuelo a mediados de la decada de 1950. En plena guerra fria, durante los anos de la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Union Sovietica, ese viaje era una proeza, un peligroso capricho que solo podia permitirse un genio. Von Braun se exponia a que lo raptara una celula de espias comunistas o a que lo ajusticiara un escuadron de judios insensibles al progreso tecnologico. Claus y yo suponiamos que habia viajado de Buenos Aires a Los Juncales por caminos de tierra secundarios, a bordo de un auto negro y enorme parecido a un coche funebre, custodiado por personal de los servicios secretos de varios paises occidentales. La falta de informacion no nos impedia retroceder hasta el principio del trayecto y postular la partida desde un aerodromo clandestino de los Estados Unidos. Era el unico pasajero de un avion camuflado cuyo vuelo dibujabamos con una linea de puntos sobre un mapa del continente. No pasaba por la aduana. No mostraba su pasaporte. Y usaba anteojos oscuros para ocultar su cara. El exceso de detalles imaginarios formaba una niebla perfectamente adecuada a las nubes de polvo que levantaba la limusina de Von Braun mientras avanzaba por nuestras subrutas nacionales. Mi padre nunca mencionaba detalles especificos de ese encuentro que en la historia de Los Juncales equivalia a la visita de un Papa. Simplemente contaba que Von Braun habia almorzado con mi abuelo en la casa familiar y que se habian entendido un poco en ingles, un poco en aleman y otro poco en espanol. No recordaba ni una sola palabra de la conversacion, aunque todo indicaba que habia estado presente y que la habia escuchado con la misma devocion con que nosotros lo escuchabamos a el. Describia a Von Braun como un hombre alto y delgado, de ojos celestes y cabello canoso, que aparentaba ser mas viejo de lo que era porque usaba un traje gris y una corbata oscura. La narracion de la famosa visita siempre degeneraba en una intrincada reflexion sobre la convergencia de la matematica, la fisica de expansion de gases y la quimica en la tecnologia astronautica. Cuando se entero de que Claus queria escribir un relato sobre ese episodio para que su hijo y los futuros descendientes de los Staub conocieran la historia, mi padre lo llamo por telefono y le dijo que la persona que se habia encontrado con su padre era Wernher von Braun, si, Wernher von Braun, pero no el verdadero Wernher von Braun. Se llamaba igual, Wer-nher-von-Bra-un, era ingeniero tambien, solo que no trabajaba para la N.A.S.A sino para la Otto Deutz, la fabrica de tractores y maquinas agricolas. Mi abuelo Adolfo le mandaba cartas a Alemania para conocer detalles de los motores de combustion interna. Escribia en espanol y Von Braun le contestaba en aleman. Cuando el gobierno argentino decidio nacionalizar las corporaciones extranjeras, este Von Braun viajo al pais y visito a mi abuelo en Los Juncales. Segun mi padre, era un hombre de estatura mediana, morrudo y cuadrado, como los tipicos alemanes del sur que visten trajes tiroleses, usan sombreros con plumas y tienen la nariz colorada, lo que en terminos anatomicos significaba que no se parecia en nada al esbelto inventor de los cohetes espaciales. Sin embargo, desde ese dia, mi padre empezo a decir que Wernher von Braun habia viajado de incognito a Los Juncales para ver a su padre. Era su mitologia personal, su conexion directa con las constelaciones. Tantas veces lo conto que al final termino creyendoselo el mismo.

  • Desesperada (Novias 2) de Eva Alexander

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    Ni la mitad. Estaba recorriendo la carretera que me llevaba a mi ciudad natal y no sentia ni la mitad de la felicidad que deberia sentir, esa felicidad que era un sueno para mi. Mi primer recuerdo era de la entrada a la ciudad, el camino rodeado de arboles verdes y altos hasta el cielo. Recuerdo que iba sentada en el asiento de atras sosteniendo un muneco de Mickey Mouse, mirando por la ventanilla del coche y escuchando a mis padres hablar. Se por lo que me contaron mis padres y por las fotos que llenaban cada pared de nuestra casa que ese dia volviamos de Disneyland, que me llevaron para celebrar mi tercer cumpleanos, pero lo unico que yo recuerdo es que estaba muy feliz, que mientras el coche iba por esa carretera era la nina mas feliz del mundo. Mi madre decia que era porque era la primera vez que salia de la ciudad y que nada se puede comparar con la felicidad de volver a casa. No digo que no tenia razon, pero no he vuelto a sentir esa felicidad, ni ahora ni en las otras veces que he vuelto a casa. Tal vez tiene algo que ver con el hecho de que mis padres ya no estan. ?Tal vez? Seguro que si. Estaba volviendo a casa, mejor dicho, estaba corriendo de vuelta a casa. He conseguido hacer un desastre de mi vida y todo por buscar esa felicidad que ahora me doy cuenta de que no existe para mi. Anos y anos de busqueda para nada, tiempo perdido, esfuerzo y lagrimas en vano. El nunca llego. El, el hombre que me haria tan feliz como mi padre hizo a mi madre. Se que estas pensando, que estoy persiguiendo un sueno que no es mio, que si algo fue bueno para mi madre no necesariamente sera bueno para mi. Que estoy buscando algo para sentirme cerca de ellos, de tenerlos a mi lado a pesar de que llevan veinte anos muertos. Deberia saber mejor que eso, ?verdad? Al fin y al cabo, soy psicologa, se todo lo que hay que saber sobre traumas. !Dios! A cualquier paciente le diria que deberia olvidar el pasado, le ayudaria a encontrar algo mas en que centrar su atencion. Pero ?lo hago? No, yo sigo adelante con la busqueda de ese hombre sin importar las consecuencias y eso es lo que me ha llevado a este momento, a volver a casa llorando. Abandone mi consulta, mis pacientes, mis amigos, para ir a casa a llorar, a curar mis heridas. Lo que no sabia era si iba a conseguirlo, nunca en mi vida estuve tan herida, tan humillada y avergonzada. Nunca senti ese dolor tan atroz en mi corazon. La ultima vez que pase por algo parecido consegui sobrevivir aqui, en casa, tuve ayuda, mucha, y por eso estaba volviendo. Kent Village, mi ciudad natal, la ciudad de mis padres, la ciudad donde nacieron mis abuelos y bisabuelos. Un pueblo pequeno en la montana rodeado de bosques, donde la gente vivia tranquila y eso era justo lo que necesitaba. Soledad, tranquilidad. Queria ir a pasear por el bosque, respirar el aire fresco y aclarar mi mente. Queria poner orden en mi vida y este era el lugar perfecto. Poco despues de entrar en el pueblo gire a la derecha echando un vistazo a la senal oculta por las ramas de los arboles. Mountain Lounge. !Dios! Mi padre era el mejor del mundo, pero ahi habia fallado y mira que no era muy dificil encontrar un buen nombre para las cabanas. No se como hizo para encontrar clientes, pero lo consiguio. Las cabanas estaban siempre reservadas, invierno y verano, los huespedes llegaban para pasar un buen rato. No habia mucho que ver excepto la montana, pero me imagino que eso era lo que ellos buscaban. Soledad, tranquilidad. Se notaba la falta de cuidados y no solo en los hierbajos que rodeaban el camino, el propio camino era un desastre. Mi pequeno hibrido Lexus de color rojo solido era perfecto para la ciudad, para la montana no tanto y solo de pensar en la factura del taller mecanico me entraba un ataque de panico. Habia ahorrado durante mucho tiempo para comprarme el coche y no pense que un dia iba a tener que hacer un viaje en la montana por caminos llenos de rocas, baches y socavones que iban a destrozarlo. Era mi culpa por haber salido corriendo de la ciudad y no pensar en el coche, pero la verdad es que no pense en nada mas que no fue correr. Correr de mi vida. Correr de esa mirada que veia cada vez que cerraba los ojos. Correr de esa palabra pronunciada con tanto asco. Desesperada. Ahora tampoco era un buen momento para pensar en lo que me hizo coger el coche y venir aqui, tenia que concentrarme en llegar a las cabanas con el coche de una sola pieza. Muchos minutos despues llegue al claro que debia ser el aparcamiento, pero en cambio era solo un mar de hierbajos. Ni loca iba a dejar a mi precioso coche ahi asi que segui adelante y me detuve delante de la fuente. Justo enfrente estaba la cabana principal y a los lados las otras cabanas. Tres a la izquierda, tres a la derecha y otras cuatro detras de estas. Todas formaban un circulo y en el medio estaba la fuente, una que habia construido mi madre con piedras que recogio en el rio que bajaba de la montana t corria detras de la propiedad. Tenia una forma extrana, piedra sobre piedra con el agua saliendo de un lugar que no podia ver, y de pequena pasaba horas mirando e intentando averiguar que era. A veces me parecia que era un elefante, otras que era una nube. Cuando estaba convencida de que habia conseguido dar con la forma justa iba corriendo a contarle a mi madre y ella me abraza riendo, diciendo que debia intentar una vez mas. Nunca averigue lo que mi madre quiso construir y tal vez no esta mal, tal vez es asi como debe ser, tal vez deberia pasar el resto de mi vida sentada en el porche intentando descifrar el misterio de la fuente. Las cabanas estaban en mal estado y no queria imaginarme como estaban en el interior, con el exterior tenia suficiente. Pintura que una vez fue blanca ahora estaba gris ahi donde quedaba algo, algunas ventanas estaban rotas, el techo de la cabana Rosa tenia un agujero. Si, cabana Rosa. Mi padre nombro el establecimiento y mi madre las cabanas. Rosa, Blanca, Roja, Azul, Verde, Morada, Gris, Violeta, Amarillo y Turquesa. La verdad es que mis padres hicieron muchas cosas que ahora me cuesta entender, mira que hicieron con los nombres con lo facil que hubiera sido poner numeros como en los hoteles. Baje del coche y al poner el pie en el suelo maldije. Mis sandalias eran tan ideales para este sitio igual que el Lexus para un camino de montana. Salir corriendo no fue una buena idea y ahora me tocaba pagar el precio. Maldije entre dientes mientras caminaba y sentia los tacones hundiendose en el barro, mientras la hierba raspaba mis tobillos. Me sente en el pequeno banco que estaba enfrente de la fuente y mire la cabana principal. Mi casa. Yo naci ahi, mi madre se puso de parto durante la nevada mas horrible de ese invierno y sobrevivi gracias a que mi abuela estaba de visita y ayudo a mi madre. Creci ahi, dije mis primeras palabras, di mis primeros pasos, hice muchas cosas y me faltaban muchas por hacer. Este sitio siempre fue mi lugar feliz y ahora solo era uno abandonado, deteriorado por el tiempo y por el dolor. Veinte anos cambian un lugar, cambian a las personas. Cerre los ojos y recorde como estaba antes. Las cabanas blancas, las flores de todos los colores brillando en tiestos en cada porche. El sonido del hacha de mi padre cortando los troncos para la chimenea. El olor a galletas que estaba horneando mi madre. Las risas de los ninos que llegaron por la manana con sus padres y se hospedaban en la cabana Blanca. No habia soledad o tranquilidad, solo ruido, risas y felicidad. Lo queria para mi, lo busque sin encontrarlo durante los ultimos diez anos de mi vida y empiezo a creer que lo estuve buscando en el lugar equivocado. Abri los ojos mientras una idea se formaba en mi cabeza, pero no tuve tiempo para dejarla fluir. El sonido de un coche llego y aun despues de tantos anos reconoceria ese motor entre miles. Era un milagro que todavia estuviera funcionando y tambien era un milagro que la persona que lo estaba conduciendo pudiera hacerlo. Me quede quieta mientras aparcaba el coche, mientras bajaba y caminaba hacia mi y solo cuando se detuvo detras de mi me levante. --Hola, abuela --dije sonriendo. --Hija. Eso fue todo, una sola palabra y las lagrimas empezaron a salir a una velocidad increible como si el tono de la abuela fue la senal de que podrian comenzar. --Hija --repitio la abuela mientras yo le rodeaba los hombros con los brazos y la abrazaba con fuerza. Llore recordando la ultima vez que lo hice en los brazos de ella. Fue hace veinte anos cuando la policia llamo a la puerta y dijo que mis padres habian fallecido en un accidente de coche. El ultimo fin de semana de cada mes era para mis padres, era su ritual, su tiempo de enamorados como lo llamaba mi padre y el accidente ocurrio justo cuando volvian de uno de esos fines de semana. Nunca supe a donde iban, si iban en coche o en avion, y no me importaba ya que ellos volvian felices. Yo pasaba esos dias con los abuelos y hacia todo lo que mis padres me prohibian. Era feliz hasta ese dia, cuando mi padre ignoro los avisos de tormenta y condujo a casa, bueno, debido a la falta de visibilidad y a la carretera mojada condujo hacia un barranco. Cayeron, el coche exploto, se incendio y no quedo nada para enterrar. Me quede huerfana a los diez anos y gracias a mis abuelos, los padres de mi madre, he sobrevivido. Estaba en su casa cuando me dijeron sobre mis padres y es ahi donde me quede hasta que me fui a la universidad. Nunca mas volvi a casa. Dos dias despues del funeral la abuela quiso llevarme a casa para recoger algo de ropa y en cuanto tomo el camino que llevaba a las cabanas empece a llorar y a gritar. Paso lo mismo semanas despues, meses despues, hasta que entendieron que no podia, que no queria volver a este lugar que habia sido mi hogar. Ya no lo era, lo que lo convertia en mi hogar eran mis padres y ellos ya no estaban ahi asi que no tenia sentido volver. Los abuelos respetaron mi decision, no vendieron la casa, no la cuidaron, no la tocaron, la dejaron como estaba que fue lo que yo les pedi. Hasta cuando llego el momento de enfrentar al pasado, de olvidar y de darle una oportunidad al futuro, de darme la oportunidad de ser feliz sin la necesidad de tener lo que ellos tenian. Sin amor. La abuela sintiendo que mi crisis habia terminado rompio el abrazo y en esos dos segundos que tarde en bajar mis brazos ella consiguio sacar un panuelo que me entrego. Blanco, planchado, doblado perfectamente y con sus iniciales bordadas. C.A.K. Caroline Anne Kent, mi abuela que a sus ochenta anos tenia una mirada que expresaba vitalidad, confianza y optimismo y eso es algo que yo no habia heredado. La confianza la tenia, bueno, en mi vida profesional si, en lo de privado no tanto. ?El optimismo? Nunca lo tuve y con cada paciente que no conseguia ayudar me iba mas hacia el lado oscuro, ese en el que no habia esperanza. --Has vuelto --dijo la abuela. --Si --asenti limpiando mi rostro con el panuelo que olia a vainilla. --Vamos a devolverle la gloria a este lugar --dijo ella mirando hacia las cabanas. ?Como diablos sabia que habia vuelto para hacer justo eso cuando ni yo misma no lo sabia hasta hace poco? La mire con los ojos entrecerrados y ella me atrapo. Se acerco, levanto la mano y acaricio mi mejilla. Sus ojos azules, y los de mi madre, brillaban con una emocion desconocida mientras que sus labios esbozaban una pequena sonrisa ensenando sus dientes perfectos. Ochenta anos y tenia la dentadura perfecta, el cutis de una mujer de sesenta y el cabello blanco, pero ni una de esas cosas delataban su verdadera edad. Para cualquiera podria pasar por una mujer mucho mas joven y mas de una vez me pregunte como lo hizo. Como sobrevivio a una infancia dificil, a la perdida de dos bebes, a la muerte de la unica hija que le quedaba y finalmente a perder al que fue su amor durante mas de cincuenta anos, el abuelo.--Este es tu lugar, Jane, siempre lo fue. Solo tenias que darte cuenta tu misma --declaro la abuela antes de darse la vuelta y caminar hacia la casa principal. Me quede mirandola, extranada por la agilidad de sus pasos. Parecia que estaba flotando, su chaqueta de punto que le llegaba hasta los tobillos pareciendo la capa de un superheroe. Malva, su chaqueta era de color malva igual que la falda y la camisa. El pequeno sombrero era blanco como el cabello que le caia poco por debajo de los hombros. Seguramente olvido que tenia cita en la peluqueria para cortarlo, a la abuela le gustaba el mismo corte desde hace mas de cincuenta anos. Corte bob a la altura de la mandibula y le sentaba tan bien que hace anos se lo robe, ahora era mi corte de cabello y la unica diferencia era que mi color era castano, un castano normal y aburrido. La abuela llego a la puerta y empezo a buscar en sus bolsillos, en los de la chaqueta, en los de la falda. Nada, la llave no estaba. Sonrei acercandome al pillar del porche, el de la izquierda donde justo a metro y medio de altura habia un escondite. Mi padre hizo un agujero en la madera y ahi guardaba la llave de repuesto, mejor dicho, las llaves. Veras, la abuela es muy olvidadiza en cuanto a las llaves y no es de ahora que ya tiene ochenta anos, no. Eso le viene de muy joven, es alguna mierda genetica que heredo mi madre y luego yo. Mi padre, harto de volver de donde estaba para abrirle la puerta a mi madre cada vez que ella olvidaba las llaves tuvo la idea de esconder algunas. Llaves, muchas llaves. Es extrano como funciona la mente humana, mi madre recordaba cada lugar en las que estaban escondidas, pero nunca recordaba coger la llave cuando salia de casa. A mi me pasa algo parecido, tanto que tengo al cerrajero en la lista de contactos favoritos. Intente todo lo posible, poner una nota en la puerta para verla antes de salir, colgarla de una cadena a mi cuello como los ninos, hice cincuenta copias y las guarde en todos mis bolsos. ?Y sabes que? Pues que en vez de mirar hacia la puerta y ver la nota yo miraba mis zapatos, la cadena me la quitaba cuando llegaba a casa y olvidaba ponerla de nuevo, las cincuenta llaves se acabaron un dia y olvide hacer otras copias. Al final renuncie y puse una cerradura electronica ya que el codigo nunca se me olvidaba. La parte mala es que no es muy barata y para reemplazar todas las cerraduras de las cabanas iba a salir muy caro, tanto que no podia permitirmelo. Voy a tener que seguir el ejemplo de mi padre y encontrar nuevos lugares para guardar llaves fuera de la casa. Recordar hacer copias tambien era buena idea. Menos mal que no hay muchos robos en el pueblo que si no los ladrones tendrian una manera muy facil de entrar a mi casa. --Jane, la puerta se ve muy floja. ?Por que no le das una patada a ver si la abres? -- pregunto la abuela. Mire la puerta despues de recoger la llave de su escondite y muy floja no parecia, la verdad es que la madera se veia muy solida. Y sucia, me arme de valor mientras miraba las telas de aranas y buscaba a esos bichos que me provocaban un miedo atroz. --?Por que romper la puerta si tengo una llave? --pregunte acercandome. --Esta es mi chica. --Sonrio la abuela. Meti la llave en la cerradura y la gire, la puerta se abrio haciendo un ruido espeluznante y juro que casi espere ver una arana gigante en la casa. Pero no, el sonido era algo normal en una puerta que llevaba veinte anos cerrada. Tal vez deberia reconsiderar mi decision. Tal vez. Segui a la abuela dentro, pero mientras ella iba hacia la cocina Dios sabe porque, yo me quede en la entrada. Justo delante estaba el escritorio que usaba mi madre para todo relacionado con las cabanas. Encima estaba el ordenador y la agenda de mi madre con su boligrafo favorito. Detras, en la pared, estaba el armario de las llaves con llaveros coloridos para saber a que cabana pertenecia. Amaba ese rincon, de pequena me sentaba ahi y me imaginaba que era mayor, que este era mi negocio. Pero lo que mas amaba era la agenda de mi madre, que no se porque razon encontraba tan fascinante. Me acerque al escritorio e ignorando el polvo cogi la agenda y la abri. Nombres, fechas, numeros de telefonos. Mi madre nunca me dejo tocarla y creia que ahi escondia secretos oscuros, pero lo unico que habia era la lista de clientes y las citas de mi madre. Jueves, diez de la manana, peluqueria. Viernes, ocho de la tarde, cena en el CP. Sabado, diez de la noche, CP con FP. Esas eran las ultimas notas de mi madre, las ultimas citas que hizo y de repente ya no quise recordar. Cerre la agenda y la deje en el mismo lugar. Limpie el sudor de mis manos en el vestido veraniego que llevaba y camine hacia el salon. Era el lugar en el que mas tiempo pasabamos como familia, fue mi lugar favorito, pero ahora solo podia sentirme agobiada. Las paredes de un marron extrano, las estanterias que cubrian todas las paredes de la habitacion, los muebles grandes y feos, los objetos que llenaban cada superficie. Me estaba ahogando, la habitacion parecia que me queria ahogar y tuve que dar media vuelta e ir a buscar a la abuela. La encontre en la cocina. Limpiando. --?Abuela? --Coge un trapo y ayudame --dijo ella. Despues de seis horas de conducir sin una sola parada para comer o ir al servicio, lo que menos me apetecia era limpiar suciedad de veinte anos. Estaba mirando los trapos y buscando la manera de convencer a la abuela de que esto era una mala idea cuando ella se dio la vuelta, puso las manos en las caderas y me miro. --?Vas a limpiar o vamos a casa y me cuentas sobre lo que te ha traido de vuelta a casa? --pregunto la abuela. Suspirando di un paso hacia la mesa y cogi un trapo. --Voy a limpiar --murmure. --Lo sabia. Claro que lo hacia, ella lo sabia todo y antes de darme cuenta iba a saber la razon de mi vuelta, pero no ahora. Lo que importaba en ese mismo instante era pasar tiempo con la abuela en lo que fue mi casa durante los primeros anos de mi vida y lo que esperaba que iba a ser mi hogar hasta el fin de mis dias.

  • La enlazadora de mundos de Nelly Fortet

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    Todo el mundo ama a un guerrero solar. Son poderosos, son majestuosos, son los encargados de mantener el equilibrio entre las criaturas de Peumayen. Son las criaturas elegidas para obtener un poder mas alla del entendimiento.

  • Territorio de luz de Yuko Tsushima

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    El apartamento tenia ventanas a los cuatro lados. Cuando mi hija era todavia pequena, vivimos durante un ano en el ultimo piso de un viejo edificio de tres plantas; eramos las unicas inquilinas, y por esa razon teniamos la planta entera para nosotras, asi como la azotea. En el bajo habia una tienda de fotografia, y las dos siguientes plantas albergaban oficinas. Una pertenecia a una empresa que fabricaba y enmarcaba escudos familiares de oro macizo; la segunda era una asesoria contable, y la tercera, una escuelita para aprender a tejer. En todos los meses que pase alli, solo hubo una oficina que no se ocupo nunca: una de la segunda planta que daba a la avenida. A veces, por las noches, mientras mi hija dormia, me colaba alli a hurtadillas, abria un poco la ventana y disfrutaba de las vistas, ligeramente distintas a las del tercero. Otras veces me limitaba a pasearme por las habitaciones vacias; era como estar en un lugar secreto que nadie mas conocia. Por lo visto, antes de mi llegada, toda la tercera planta habia sido la vivienda del antiguo propietario del edificio, lo cual explicaba que solo se pudiera acceder a la azotea desde mi apartamento y que en esa azotea hubiera un cuarto de bano enorme. Eso estaba muy bien, pero por esa misma razon parecia que el cuidado de la torre de agua y de la antena de television habia recaido sobre mi, y la nueva propietaria dio por hecho que yo me ocuparia de bajar las escaleras para cerrar la persiana mecanica de la entrada por las noches, cuando la gente de las oficinas ya se hubiera marchado. La empresaria que habia comprado el bloque se apellidaba Fujino y era bastante conocida en la ciudad. Rebautizo su adquisicion como <>, con la idea de empezar a alquilarlo con fines residenciales y no para albergar oficinas, como habia sido el caso hasta entonces. Yo fui su primera inquilina. Al parecer, como no estaba segura de si lograria alquilar el piso --al fin y al cabo, se trataba de un edificio bastante deteriorado y los apartamentos no tenian una distribucion normal--, le puso un precio muy bajo, para tantear el mercado. Tuve mucha suerte, porque fue una tremenda casualidad que yo lo encontrara justo en ese momento, como tambien fue casualidad que el edificio hubiera sido bautizado con el apellido del hombre que todavia era mi marido. A esto se debio que la gente me confundiera constantemente con la propietaria. Al subir por las escaleras rectas, estrechas y empinadas, se llegaba a una puerta de aluminio, que quedaba justo enfrente de otra puerta, esta vez de hierro: era la salida de emergencia. Habia muy poco espacio en el descansillo entremedias, y para abrir la puerta del piso habia que, o bien bajar un peldano, o bien inclinar el cuerpo hacia el umbral de la salida de emergencia. La llamaban <>, pero en realidad no era mas que una serie de barrotes de hierro perpendiculares al suelo; de ocurrir alguna emergencia, habria sido mas seguro rodar escaleras abajo con mi hija en brazos. Sin embargo, en cuanto abria la puerta, me encontraba en un apartamento que derrochaba luz a cualquier hora del dia. El parque rojo que se extendia desde la entrada hasta el fondo del salon hacia que la sensacion de luminosidad resultara especialmente intensa, hasta tal punto que tenia que entornar los ojos cuando llegaba con la vista acostumbrada a la penumbra de las escaleras. --!Anda, que calentito! !Que bonito! Mi hija, que estaba deseando cumplir los tres anos, se puso a soltar grititos la primera vez que se sumergio en aquel bano de luz. --Es muy calido. El sol es una maravilla, ?verdad? --le dije. Mi hija empezo a corretear por el salon y respondio, toda orgullosa: --Claro que si, ?es que no lo sabias? Me di cuenta entonces de que aquella luz me estaba permitiendo, ya desde el primer momento, proteger a mi hija del gran cambio que acababa de producirse en su vida, y senti el impulso de darme a mi misma una palmadita en la espalda. La ventana que recibia la luz de la manana estaba situada en una pequena habitacion de menos de dos tatamis, contigua a la entrada. Decidi que ese seria mi dormitorio. Al asomarme por aquella ventana orientada al este podia ver el vecindario, los tendederos de ropa y las azoteas de otros edificios mas pequenos que el Fujino. Se trataba de una zona comercial ubicada enfrente de la estacion de tren y no habia casas con jardin, pero daba gusto ver las macetas y las tumbonas que la gente colocaba en alfeizares y azoteas, donde de vez en cuando aparecian personas mayores envueltas en sus yukata.[1] Habia ventanas orientadas al sur en cada una de las habitaciones que se sucedian en fila --en la pequena, en el salon y en el cuarto de seis tatamis--; al asomarse, uno podia ver parte del tejado de una casa vieja y una callejuela con bares y restaurantes de yakitori. El trafico era intenso a pesar de lo estrecho de la calle, y el estruendo de las bocinas llegaba hasta el salon. Al oeste, es decir, al fondo de aquel piso tan angosto y alargado, habia una gran ventana por la que el sol y el ruido se infiltraban sin piedad. Desde esa ventana se veia la avenida, con sus autobuses y su rio de cabezas negras atravesando el paso de cebra, hacia la estacion si era por la manana, hacia el lado contrario si era por la tarde. Tambien se veia a la gente esperando el autobus en la parada situada frente a la floristeria, al otro lado de la carretera. Cada vez que pasaba el autobus, o algun camion, el piso entero se ponia a temblar y los platos tintineaban dentro del aparador. En la esquina de mi edificio confluian tres vias, dibujando una interseccion en forma de cruz si se tenia en cuenta la callejuela que se extendia al oeste. Varias veces al dia el semaforo y el trafico se sincronizaban, dando lugar a un breve silencio que apenas alcanzaba a disfrutar: desaparecia enseguida cuando el semaforo se ponia en verde y los coches aceleraban impacientes haciendo tronar sus motores. Desde el extremo izquierdo de esa misma ventana tambien se atisbaba el bosque, un parque extenso que antano habia formado parte de la mansion de un daimio. Solo se veia un trocito, pero ese pedazo de verde era fundamental para mi. Suponia el principal atractivo de la ventana. --?Eso? Eso es el Bosque de Bolonia --les decia a las visitas cuando me preguntaban al respecto. Aquel parque situado a las afueras de Paris me sonaba a cuento de hadas, aunque solo fuera por el nombre, como Bremen o Flandes. El mero hecho de pronunciarlo me resultaba de lo mas divertido. A lo largo de la pared norte del salon se alineaban un armario, un aseo y las escaleras para subir a la azotea. El aseo tenia su propia ventana, por la que se veian los trenes y la estacion. A mi hija le encantaba aquella pequena ventana. --!Se ven los autobuses y los trenes! !Toda la casa se echa a temblar! --empezo a presumir en la guarderia delante de sus maestras y amigos. Sin embargo, nada mas mudarnos, le subio la fiebre y se paso en cama casi toda una semana. La tuve que dejar en casa de mi madre, que vivia sola en otro barrio, no muy lejos de alli, para poder ir al trabajo. La biblioteca estaba dentro de las oficinas de una emisora de radio, y yo me encargaba de organizar los documentos relacionados con la programacion, ordenar las cintas, tramitar los prestamos, etcetera. Despues del trabajo me acercaba a casa de mi madre, me quedaba con mi hija hasta pasadas las nueve y finalmente volvia sola a mi edificio. Estoy segura de que, si hubiera llamado a mi marido, me habria ayudado sin dudarlo, pero yo preferia importunar a mi madre antes que depender de el. No dejaba de sorprenderme el miedo que tenia a que mi marido volviera a acercarse a mi. Me aterraba mi exceso de dependencia. Mi marido me sugirio repetidas veces que regresara a casa de mi madre. --Tu madre esta sola, debe de sentirse triste, y para ti tambien es duro cuidar a la nina por tu cuenta. Me quedaria mas tranquilo si supiera que, despues de nuestra separacion, vas a estar con tu madre. El ya habia encontrado un apartamento a orillas del ferrocarril. Tenia previsto mudarse al mes siguiente de que el piso se quedara libre. Yo, en cambio, no sabia adonde ir, no podia pensar, todavia no habia sido capaz de asimilar su decision. Seguia albergando la esperanza de que quiza, al dia siguiente, me dijera entre risas que todo habia sido una broma. ?Para que entonces iba a preocuparme de si me mudaba o no me mudaba, y adonde? --No pienso volver a casa de mi madre --respondi--. Cualquier cosa menos eso. No quiero tratar de disimular asi tu ausencia. Fue en ese momento cuando me dijo que me ayudaria a buscar piso. --Si intentas hacerlo sola, seguro que te enganan. Y si terminas mudandote a un sitio raro me quedare intranquilo y no podre dormir. Asi que no te preocupes y dejamelo a mi. Estabamos a finales de enero y llevabamos varios dias de buen tiempo cuando empece a visitar inmobiliarias con mi marido. Nos citabamos a la hora de comer en alguna cafeteria cercana a mi trabajo y preguntabamos en las agencias de los alrededores. Lo unico que yo tenia que hacer era estar callada y seguirlo a el. Mi marido les explicaba a las inmobiliarias las caracteristicas que queria: un piso de dos habitaciones con mucha luz y un bano completo, y que no costara mas de 30 000 o 40 000 yenes al mes.

  • Cuando el me amo de Susana Oro

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    Isabela Brandal es una importante ejecutiva de una reconocida empresa constructora, pero en un parpadear pierde todo lo que ha logrado y no tiene mas remedio que aceptar la invitacion que, a traves de una carta, le ha hecho llegar su desconocida tia Ernestina para que vaya a pasar una temporada a sus campos. Nunca se imagino que ella, una elegante mujer de ciudad que combina las prendas a la perfeccion, terminaria dando ordenes en el huerto de verduras de su tia; y mucho menos que tendria que lidiar con un empleado arrogante, descarado, holgazan y encima mal vestido, que no sabe nada de huertos; aunque segun tia Ernestina, que lo adora, es el mas noble de los vecinos del pueblo.

  • Situaciones de la vida de Sara Witch

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    Esperando el autobus o sentada en el metro observo a la gente que comparte el mismo espacio que yo, imaginando como seran sus vidas, con quienes las compartiran y, entonces, las neuronas comienzan a vibrar. Un rostro, una frase, una noticia de actualidad son suficientes para activar mi imaginacion. Asi surgio Situaciones de la vida. Historias cortas, momentos puntuales en la vida de los personajes que os acercaran a posibles desenlaces que, quizas, podrian ser reales.

  • La quinta montana de Paulo Coelho

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    En mi libro El Alquimista, la tesis central esta en una frase que el rey Melquisedec dice al pastor Santiago: <>. Creo absolutamente en esto. No obstante, el acto de vivir el propio destino incluye una serie de etapas que exceden en mucho a nuestra comprension, y cuyo objetivo es siempre reconducirnos al camino de nuestra Leyenda Personal; o hacer que aprendamos las lecciones necesarias para cumplir el propio destino. Pienso que puedo ilustrar mejor lo que digo contando un episodio de mi vida. El dia 12 de agosto de 1979 me fui a dormir con una unica certeza: a los treinta anos de edad estaba consiguiendo llegar a la cumbre de mi carrera como ejecutivo de una firma discografica. Trabajaba como director artistico de la CBS de Brasil, acababa de ser invitado a ir a los Estados Unidos a hablar con los duenos de la empresa discografica y, seguramente, ellos pensaban darme todas las posibilidades para realizar todo lo que deseaba hacer en mi area. Claro que mi gran sueno --ser un escritor-- habia sido dejado de lado, pero ?que importaba eso? Al fin y al cabo, la vida real era muy diferente de lo que yo habia imaginado; no habia lugar para vivir de la literatura en el Brasil. Aquella noche tome una decision, y abandone mi sueno: era preciso adaptarme a las circunstancias y aprovechar las oportunidades. Si mi corazon protestara, yo podria enganarlo, haciendo letras de canciones siempre que deseara y, de vez en cuando, escribiendo en algun periodico. Por otro lado, estaba convencido de que mi vida habia tomado un rumbo diferente, pero no por esto menos excitante: un futuro brillante me esperaba en las multinacionales de la musica. Cuando me desperte, recibi una llamada telefonica del presidente de la empresa discografica: acababa de ser despedido, sin mayores explicaciones. Aunque llame a varias puertas durante los dos anos siguientes, nunca mas consegui un empleo en ese campo. Al terminar de escribir La Quinta Montana, me acorde de este episodio, asi como de otras manifestaciones de lo inevitable en mi vida. Siempre que me sentia absolutamente dueno de la situacion, pasaba algo queme derribaba. Yo me preguntaba: ?por que? ?Estare siempre condenado a acercarme, pero jamas a cruzar la linea de llegada? ?Sera que Dios es tan cruel como para hacerme ver las palmeras en el horizonte, solo para matarme de sed en medio del desierto? Tarde mucho tiempo en entender que no era exactamente asi. Hay cosas que son colocadas en nuestras vidas para reconducimos al verdadero camino de nuestra Leyenda Personal. Otras surgen para que podamos aplicar todo aquello que aprendimos. Y, finalmente, algunas llegan para ensenarnos. En mi libro Diario de un mago procure mostrar que estas ensenanzas no estan necesariamente unidas al dolor ni al sufrimiento; bastan disciplina y atencion. Aun cuando esta comprension ha significado una importante bendicion en mi vida, me quedaron sin entender algunos momentos dificiles por los que pase, incluso con la mayor disciplina y atencion. Uno de los ejemplos es el caso antes citado; yo era un buen profesional, me esforzaba al maximo para dar lo mejor de mi, y tenia ideas que hasta hoy considero buenas. Pero lo inevitable sucedio justamente en el momento en que yo me sentia mas seguro y confiado. Pienso que no estoy solo en esta experiencia; lo inevitable ya rozo la vida de todo ser humano en la faz de la Tierra. Algunos se recuperaron, otros cedieron, pero todos nosotros hemos experimentado el roce de las alas de la tragedia. ?Por que? Para responderme esta pregunta, deje que Elias me condujese por los dias y noches de Akbar. PAULO COELHO Y prosiguio: y puedo aseguraros que ningun profeta es bien recibido en su propia tierra. En verdad os digo que habia muchas viudas en Israel en tiempos de Elias, cuando el cielo se cerro por tres anos y seis meses, reinando la gran hambruna en toda la Tierra; y a ninguna de ellas fue Elias enviado, sino a una viuda de Sarepta, de Sidon. Lucas, 4, 24-26 PROLOGO A comienzos del ano 870 a. J.C., una nacion conocida como Fenicia --a la que los israelitas llamaban Libano-- conmemoraba casi tres siglos de paz. Sus habitantes podian enorgullecerse de sus logros; como no eran politicamente fuertes, se vieron obligados a desarrollar una envidiable capacidad de negociacion, unica manera de garantizar la supervivencia en un mundo asolado por constantes guerras. Una alianza hecha alrededor del ano 1000 a. J.C. con el rey Salomon de Israel habia permitido la modernizacion de su flota mercante y su expansion comercial. Desde entonces, Fenicia no habia dejado de crecer. Sus naves ya habian llegado a lugares tan distantes como Espana y el oceano Atlantico, y hay teorias --aun no confirmadas-- de que habrian dejado inscripciones en el nordeste y sur del Brasil. Transportaban vidrio, cedro, armas, hierro y marfil. Los habitantes de las grandes ciudades, como Sidon, Tiro y Biblos, conocian los numeros, los calculos astronomicos, la fabricacion del vino, y usaban, desde casi doscientos anos atras, un conjunto de caracteres para escribir que los griegos conocian como alfabeto. A comienzos del ano 870 a. J.C., un consejo de guerra reuniase en un lugar distante, llamado Ninive. Un grupo de generales asirios habia decidido enviar sus tropas para conquistar las naciones situadas a lo largo de la costa, en el mar Mediterraneo. Fue Fenicia el pais elegido para ser invadido en primer termino. A comienzos del ano 870 a. J.C., dos hombres, escondidos en un establo de Gileade, en Israel, esperaban morir en las proximas horas.

  • Aroma de azafran de Almudena Navarro Cuartero

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    Aroma de azafran es una apasionante novela costumbrista con tintes de novela policiaca, ambientada en pequeno pueblo manchego a finales del siglo XIX.

  • Como enamorarte de un hombre que vive debajo de un arbusto de Emmy Abrahamson

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  • La reina de la casa de Sophie Kinsella

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    <> Emprendedora y eficiente abogada de la City londinense, Samantha no solo adora su trabajo sino que vive para el. Adicta al estres y la presion extrema, ha llegado hasta el punto de enviar y recibir emails durante las sesiones de relajamiento con su terapeuta. La adrenalina es su combustible y convertirse en socia de un prestigioso bufete su objetivo declarado. !Que menos! Y cuando esta a punto de conseguirlo surge la catastrofe en forma de un error, pero no un simple error, sino un error garrafal que cae sobre su persona como un meteorito. !Madre mia, tragame tierra! ?Que hacer? Pues huir, huir lo antes y lo mas lejos posible, y tan lejos que en su ofuscacion acaba ocupando el puesto de ama de llaves en una aristocratica mansion. Ni ella misma se lo cree… ?Como puede haberle ocurrido? ?Ha sido su culpa o tal vez alguien…? Tiempo habra de analizar lo sucedido, puesto que antes hay que salir del infierno domestico en que se ha metido: lavadoras, plancha, infinidad de cacharros y utensilios, y una amplia cocina le reclaman demostrar sus presuntas habilidades. ?Lograra Samantha triunfar en su nuevo e inaudito oficio? ?Llegara algun dia a ser la reina de la casa? Sophie Kinsella autora de No te lo vas a creer y de la popular serie Loca por las compras vuelve a sorprendernos con una historia tan descabellada como desternillante que crea adiccion. Para reirse de principio a fin.

  • Fantasias de amor de Vicente Cabrera

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    Se dice que la vida para una persona empieza realmente cuando se enamora. Si, en ese momento en que al enamorado o enamorada, se le instala en su mente un pensamiento unico y permanente, como es el que tiene respecto a la persona por la que siente un afecto especial. Luis, uno de los personajes principales de esta novela, no es que sintiera pasion por Maria, la otra protagonista, sino que en su estreno en el amor a los diecinueve anos, podria decirse que era una alienacion mental con una perdida del sentimiento de su propia identidad como consecuencia de la dependencia que sentia por su hallado gran amor, tantas veces anhelado en noches de historias sin fin. Si, en esas noches en las que al irse a dormir y estando ya en la cama, su imaginacion creaba historias de amor que, como si fuesen realidad, vivia en ese momento con la mujer idealizada y que no tenian nunca final porque siempre se quedaba dormido antes de llegar al "the end". Esta novela se refiere a esa relacion entre Luis y Maria, primero como novios y despues como casados, asi como, al grado de satisfaccion que el pudo tener, finalmente, respecto a esas fantasias de amor de su juventud. CAPITULO I El tilin Eran las siete de la tarde del primer sabado del mes de noviembre de 1972 y Luis esperaba a su amigo Manuel en el portalon del Palacio de la Prensa, sito en la Gran Via madrilena. Habian quedado para pasar la tarde juntos en la discoteca J J, la cual se encontraba en la planta baja del citado edificio. Manuel llego diez minutos tarde --dentro del plazo de cortesia por el que se entiende que alguien llega a su hora--, saludo a su amigo y le comento que esa tarde tenia que prescindir del baile, pues habia quedado con dos chicas para acompanarlas a realizar unas compras en El Corte Ingles. Asimismo, le pregunto: --?Quieres venirte? Esto lo dijo con cierto interes por su parte, ya que "bebia los vientos" por una de las amigas y asi, yendo tambien su amigo, podia tener mas relacion de parejita con la que le interesaba. Luis dijo que no le apetecia, pues deseaba pasar la tarde en la discoteca, bailando y viendo la actuacion de Los Pop Tops, grupo musical de gran exito en esos momentos y del que era ferviente seguidor. Manuel, sin embargo, le insistia: --Bueno, para las diez y media o asi, seguramente estaremos en el Sherry. Te lo digo, por si tuvieras ganas de acercarte y estar un rato con nosotros. Sherry, era un meson que los dos amigos conocian perfectamente, pues habian estado en alguna ocasion y se encontraba en una de las callejuelas aledanas a la plaza del Callao, muy cerca del Palacio de la Prensa, donde se hallaban en ese momento hablando. --Vale, de acuerdo --dijo Luis. Para este, la tarde en la discoteca fue estupenda, bailo con varias chicas y, sobre todo un buen rato, con una que era modelo, segun ella le comento. Despues, alli mismo, disfruto del concierto de su grupo musical favorito, los Pop Tops. Al salir de J J, siendo las diez de la noche y pensando que todavia podia tener un tiempo de entretenimiento, decidio ir al encuentro de su amigo Manuel que, de acuerdo con lo que le habia dicho, estaria en Sherry junto a sus dos acompanantes femeninas. Este meson era un local en el que se hacian realidad los versos de Antonio Machado: "Guitarra del meson que hoy suenas jota, manana petenera, segun quien llega y tane, las empolvadas cuerdas". Cualquiera podia coger una guitarra que se encontraba en el establecimiento a disposicion del publico y, enseguida, por los efectos de los "caldos" que se tomaban y por los sones del instrumento musical, hacian a la clientela, sobre todo a la femenina, arrancarse a bailar por sevillanas o por cualquier otro baile flamenco, siendo acompanada por el sector de palmeros y por los cantes de todos. Luis llego al local y, efectivamente, vio que alli, junto a una mesa, estaban su amigo y las dos chicas de las que Manuel le habia hablado. Asi que, despues de las salutaciones de rigor, se sento junto a ellos. El camarero, que estaba muy atento, enseguida le trajo una copa y su amigo, inmediatamente, le sirvio de una botella de color negro un oloroso fino de Jerez que tambien estaban ellos tomando. El ambiente estaba muy animado, pero sobre las doce de la noche, las chicas dijeron que tenian que irse, por lo que los chicos pagaron entre los dos las consumiciones y junto a sus acompanantes, Rosa y Maria, que asi se llamaban las amigas, salieron del local e iniciaron una caminata que termino en el Cafe Nacional, sito en la Glorieta de Bilbao, donde las dos feminas habian quedado con unos companeros de trabajo y que Luis y Manuel no pudieron conocer porque las chicas se despidieron a la entrada de la cafeteria. Aunque Rosa ya se lo habia advertido a Manuel antes de quedar, sin embargo, el hecho de que ellas continuaran la noche, “no sabiendo como”, con unos companeros de trabajo, a Manuel no le gusto nada. No obstante, antes de despedirse, Luis que, ese fin de semana, se encontraba solo en su domicilio porque sus padres y hermana, con los que convivia, se habian ido al chale que tenian en la Sierra madrilena, les propuso pasar en su casa la tarde del domingo --dia en el que ya se encontraban--, organizando el un pequeno guateque para los cuatro. Asi minoraba los efectos de la desilusion en su amigo Manuel, aunque tambien pretendia poder estar de nuevo con Maria, pues le habia hecho cierto "tilin". Todos aceptaron. CAPITULO II Novios Era ya domingo por la tarde y Luis se afanaba en tener todo recogido, porque, aun cuando su madre lo mantenia todo limpio como una patena, sin embargo, al quedarse solo en casa, se despreocupaba un poco dejando todo por medio. Estaba preparando la intendencia para la fiesta, como bebidas y cosas para picar, cuando sono el timbre de la puerta. --!Ya estan aqui! --penso. Abrio y efectivamente eran ellos, Maria venia mas guapa todavia de lo que le habia parecido el dia anterior y, ademas, tenia cierto aire de inocencia que le hacia mas atractiva. El anfitrion disponia de una bateria de discos de musica romantica que, durante el transcurso de la tarde, fue pinchando --Beatles, Adamo, Simon & Garfunkel,...-- y viendo, en un momento determinado, que la situacion se estaba caldeando en el sofa entre Manuel y Rosa, decidio poner "Je t'aime" de Jane Birkin & Serge Gainsbourg, cancion que por su sensualidad estaba prohibida en aquellos tiempos en Espana, pero que, sin embargo, mucha gente habia logrado obtener el disco. Luis, que era bastante timido, mientras bailaba con Maria, opto por la via educada o tonta, segun se mire, y le pregunto: --?Te puedo dar un beso? Su pareja de baile, secamente, respondio: --No. Durante el resto de la tarde, tampoco pudo intentar alguna aproximacion que no fuera la del estricto baile, pues, aunque este era agarrado, sus cuerpos estaban distanciados por los codos de Maria que actuaban como barrera. Siendo ya las nueve y viendo que sus padres podian estar al llegar, Luis propuso que le ayudaran a recoger todo un poco y continuar la fiesta en algun otro sitio tomando algo que les sirviera ya de cena. Lo que se acepto por todos. En un meson cerca de Ciudad Lineal, con unas cervezas y alguna que otra racion, pusieron el epilogo a esa agradable tarde, aunque para Luis "improductiva". Sin embargo, ello le motivo para proponer alguna que otra quedada, lo que asi ocurrio en dias posteriores. Unas pocas veces mas salieron los cuatro, pero un dia, Luis decidio pedirle a Maria pasar alguna tarde los dos solos. Siendo aceptado por ella. Se citaron unos cuantos dias mas para ir al cine, a merendar, al parque del Retiro, etc, pero llego el inicio del periodo navideno y Maria acostumbraba a desplazarse en esas fechas a casa de sus padres que vivian en un pueblo de Badajoz, de donde tambien era ella. Asi que, el fin de semana anterior a su partida, Luis, cogiendo fuerzas, le propuso que. a partir de ese momento, podian considerarse novios. Ella, sin pensarlo mucho, acepto. El ahora "prometido", sin preguntar ya nada, se decidio y le dio un beso en la boca. El dia que Maria viajaba a su pueblo, Luis la acompano a la estacion de autobuses de Auto Res. Estuvieron charlando un buen rato y, cuando avisaron por los altavoces de que el autobus con destino a Badajoz estaba ya preparado en la darsena correspondiente para su salida inminente, se dieron un beso prolongado. Acto seguido, ella accedio al vehiculo. El autocar inicio la marcha y Maria, desde una de las ventanillas, decia adios con la mano mientras Luis, viendo como se iba alejando, notaba un sentimiento de tristeza como nunca antes le habia ocurrido. Estaba enamorado.

  • Entre Fantasias de Fanny Ramirez

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    Hay veces que vivimos de suenos, de fantasias. Dejarte llevar por la imaginacion es de lo mas excitante. Te doy cada uno de los ingredientes para convertirte en el protagonista. Que puedas sentir el cosquilleo de mis palabras. Intensidad, deseo, pasion… Entre fantasias se hace el amor. ?Aceptas el reto?

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • Estrellas Perdidas de Thanya Castro

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    Porque es tan sencillo esconderse bajo la mascara de personajes ficticios sin tener la necesidad de exponer tu propio corazon. Esta es la historia de una chica en alguna pequena ciudad en algun pais. Como tambien puede ser la mia, la tuya y la de todos. Una historia de la vida real, de lo que se queda en las calles de un pequeno suburbio, donde encuentras en lo mas ordinario, una gran mina de belleza, todo a partir de un corazon roto.

  • Solo tuya 2 de Anabel Garcia

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    Despues de sucumbir a lo que sienten, Elizabeth y Sammuel intentan abordar los multiples problemas que surgen en su incipiente relacion, pero parece que estos cada vez son mas fuertes y Elizabeth duda constantemente de que merezca la pena. ?Como se las ingeniara Sammuel esta vez para que no huya mas? ?Sera capaz de conseguirlo o el yo malvado de Elizabeth se saldra finalmente con la suya? Seguimos inmersos en esta caotica historia de amor en la que los dos deben elegir si luchar juntos contra viento y marea, o dejar que el barco se hunda, y lo que es peor, con ellos dentro.

  • Mi jardin secreto de Nancy Friday

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    Todas las fantasias sexuales de las mujeres contadas por ellas
    mismas sin inhibiciones.
    Nancy Friday presenta en este libro los testimonios de mas de 150
    mujeres seleccionadas entre otras muchas con las que se entrevisto o
    mantuvo correspondencia.
    Confesiones en las que esas mujeres exponen de forma
    absolutamente desinhibida sus fantasias sexuales mas secretas.
    Partiendo de esa base documental, la polemica autora
    norteamericana intenta profundizar en una faceta del mundo
    femenino que a menudo se ha mantenido oculta por pudor, por miedo
    o por la imposicion social de adoptar actitudes hipocritas ante el
    sexo.
    Con Mi jardin secreto, Nancy Friday abre la posibilidad de liberar toda
    la energia sexual de la imaginacion no solo a las mujeres cuyas
    fantasias se ven plasmadas en el libro, sino tambien a quien aborda
    su lectura.

  • Cuando los tontos mandan de Javier Marias

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    Este volumen reune los noventa y cinco articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 8 de febrero de 2015 y el 29 de enero de 2017.

  • Cuando todo parecia estar en nuestra contra de Estefania Gea

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    Cuando Violeta creia tener bien sujetas las riendas de su vida… Conoce a Mateo… Y de que forma…
    Tras su peculiar forma de conocerse… No sera el, el que revoluciones su vida, sino su entrometida hermana Lucia, que no dejara de ponerle trabas en el camino.
    Violeta contara con la ayuda de su abuela y su mejor amiga Olivia, que la ayudaran a trazar un plan para acabar con ella.
    ?Se vera afectada su relacion con Mateo?
    ?Sera capaz de hacer caso a los consejos de su amiga?
    ?Conseguira sortear los obstaculos que le ira poniendo?

  • Monstruos de la vida real de Sergio Sepulveda

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    Sergio Sepulveda, quien a lo largo de su carrera profesional ha revelado los casos mas inverosimiles olvidados por la historia y los ha llevado a la pantalla nacional, abre los expedientes de los 15 homicidas mas terribles de todos los tiempos, hombres que saltaron a la fama por su sadismo y sangre fria, y que tocan esa parte oscura de la naturaleza humana tan dificil de creer:

  • Y que le gusten los perros..., ?no era una pelicula? de May Bonner

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  • VOLVER A VERTE de Yolanda Ortiz Alarcon

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    . Es un placer volver a verte Sofia.
    Sofia Boss acude a la entrevista de trabajo que tanto desea, pero en cuanto se baja del taxi sus ojos se quedan literalmente clavados en un hombre increiblemente fascinante. Le cuesta despegar la mirada y siente escalofrios que nunca antes habia sentido cuando el le devuelve la mirada con la misma intensidad. Decidida a creer que son los nervios previos a la entrevista aparta a un lado de su mente este desliz sensual y consigue centrarse en su objetivo. Objetivo cumplido que hay que celebrar junto a su amiga Raquel en el mismo hotel donde ha sido contratada por la empresa Taylor Textil, Ltd., pero., vuelve a ver a su Sir Lancelot (como ella lo describe).
    Sam Taylor no puede creer que el destino haya vuelto a cruzar su camino con esa ninfa (como el la describe) y decide quitarse esa obsesion que ha sentido desde que la ha visto esa manana, llevandosela a la cama. Pero una noche no sera suficiente y tras pasar con ella horas inolvidables se despierta a la manana siguiente solo en su cama y sin saber absolutamente nada de su ninfa, solo su nombre, Sofia.
    Meses mas tarde vuelven a encontrarse y las dudas, la desconfianza y la perplejidad que Sam Taylor siente al verla, lo lleva a manipular todo el mundo de Sofia para descubrir a esa mentirosa. Obsesionado con ella crea autenticos momentos intensos y apasionados en los que los dos crean su propia guerra.

  • Otra Navidad sin ti de Nq Palm

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    Jared se bajo del autobus y dio la vuelta para ir a buscar su petate entre los pasajeros que se agolpaban a los costados del vehiculo, intentando recuperar sus pertenencias. La gente parecia tener prisa, asi que espero. El no tenia demasiadas ganas de correr hacia la casa que su familia tenia al norte de Nueva York. La Navidad anterior se habia librado, su destacamento debia hacer los trabajos de vigilancia en la frontera entre Afganistan y Pakistan. Pero este ano el coronel Jones no habia querido escuchar sus pretextos para quedarse en la base, <>, habia expresado impasible. No era cierto, eran grandes amigos fuera de la vida militar. Jones era mas mayor y habia sido amigo de su padre, y tambien tenia una familia a la que este ano no veria. Jared, pensando en ellos, se habia ofrecido a quedarse para que el pudiera ver a sus nietos pequenos. Aun asi, no lo habia conseguido. Desde su altura podia ver a los hombres, mujeres y ninos que chocaban entre si para salir de manera precipitada de la estacion de autobuses. Resoplo y se agacho a coger su petate, ya habia esperado suficiente, la paciencia no era una de sus virtudes. Camino un par de manzanas hasta llegar al parking donde dejaba su Harley a buen recaudo, mientras estaba fuera del pais. Saco las llaves del bolsillo y, despues de enganchar su bolsa, arranco. El rugido del motor entre sus piernas le dio la primera alegria del dia, eran las ocho de la tarde, pero el viaje en el autobus se le habia hecho eterno y pesado. Subio la cremallera de su cazadora de cuero y se dispuso a volar sobre el asfalto. Tenia su propio apartamento en Manhattan, pero habia prometido a su madre ir directamente a verla y quedarse con ellos unos dias. Mientras conducia a velocidad moderada penso en su padre, ya hacia nueve anos que habia muerto; un maldito cancer se lo habia llevado en tan solo seis meses. Fue una epoca dura para el, con veinte anos necesitaba de los consejos de su progenitor, en lo referente al ejercito y en su cabezoneria por ingresar en los Marines. Su padre tambien lo habia sido y decidio seguir sus pasos. A su madre le habia sentado como un tiro, pero decidio aceptar viendo las malas companias que habia adquirido en su adolescencia. Maggie, su madre, se habia vuelto a casar tres anos despues con un buen hombre. John se habia divorciado de su esposa y tenia una hija adolescente preciosa de la que tanto el como su hermano se habian encaprichado, le parecio bastante gracioso ver al cabron de Tyler perder la cabeza por una mujer. El, que siempre decia que antes de atarse tenia que conocer el amor libre. En aquella epoca, Jared se retiro, ya que ella tambien parecia corresponder a esa atraccion por su hermano pequeno. Tanto su madre como John se quedaron congelados en el sitio cuando su hermano y su hermanastra anunciaron su boda. Y el no queria ni recordar lo que vivio en aquel momento, una mezcla de felicidad por Tyler y unos celos que no habia sentido jamas en su vida. Esa chica se habia instalado bajo su piel y lo supo demasiado tarde. No asistio a la boda, ni queria ni podia. Se casaron jovenes, los dos tenian la misma edad, veinticuatro anos, Jared tenia dos mas. Por suerte, solo los veia una vez al ano. El dia de Navidad era la fecha en que todos se reunian en la casa de John, a la que su madre se mudo despues de casarse con el. El problema era que cuando el la cagaba lo hacia a lo grande; un par de Navidades atras se habia acostado con Kyra. Joder, se habia enredado con la mujer de su hermano. Algo impensable y repentino, pero habia sido el mejor sexo de su vida. Tenerla entre sus brazos habia sido un sueno hecho realidad, aun recordada el toque de su piel y lo adictiva que habia resultado. Se habia enamorado de ella y por eso los evitaba siempre que podia. Tyler era un tipo con suerte y el un capullo por haberse metido entre ellos. La verja de la entrada estaba abierta y la fachada totalmente llena de esas bombillas de colores, se detuvo un momento para admirar la pomposa decoracion y algo llamo su atencion en el tejado, ?habia un puto trineo con sus renos incluidos? Joder, su madre llevaba esto de la Navidad al extremo, conseguiria que John se matara por hacerla feliz. Llevo la Harley por el camino empedrado hasta la misma puerta principal y apago el motor. Estaba estabilizando la maquina en el irregular suelo de gravilla cuando oyo la voz de John. --Jared, todo ese ruido ensordecedor solo podias hacerlo tu --dijo descendiendo los peldanos en su direccion. Era un hombre fornido con el cabello lleno de canas. --Hola, John, lo siento... --No te preocupes por eso, me alegra que este ano hayas podido venir. Tu madre es una mujer feliz desde que llamaste para darle la noticia. --Le tendio la mano y se la estrecho en cuanto bajo de la moto. --Sigues entero despues de subir el trineo... John alzo la cabeza y sonrio. --Esta vez fue a Tyler a quien le toco hacer el trabajo. Oir el nombre de su hermano lo puso en guardia, despues de dos anos sin verse, tendria que enfrentar su ira... o eso suponia. Cogio la bolsa y subio las escaleras al lado del hombre, pero se mantuvo en silencio. --Tu hermano no esta, tenia trabajo en Washington y se fue ayer. Vendra antes de Navidad, pero no ha asegurado el dia. Kyra ya esta aqui, aunque ha salido --informo John. Parecia leer en su mente la pregunta que le rondaba la cabeza. Bien, saludaria a su madre y se iria tambien, no habia necesidad de ver a Kyra hasta la manana siguiente. El destino le daba unas horas mas de tranquilidad. --!Jared! --El grito de su madre le llego desde la cocina, la mujer salio con un trapo entre las manos y cubierta con un delantal rojo con las letras <> bordadas en el. Solto el petate para coger a su madre, que se habia lanzado a sus brazos, al vuelo. --Hola, mama, ?ya te estas pringando en la cocina? Le dio un sonoro beso en la mejilla que el correspondio sonriendo. Cuando su madre se ponia con ganas, hacia comida para todo un batallon, solo se podia esperar salir con diez kilos de mas de esa casa. --Este ano, por fin, os reuno a todos. Tambien vendran vuestros tios y ya sabes que no quiero que falte de nada en la mesa. --Estoy seguro de que eso nunca ocurrira. --Me rellenas como a un pavo para luego ponerme a dieta, eso es bastante injusto, mujer --solto John frunciendo el ceno. --!Hombres! Siempre quejandose --contesto ella, dandose la vuelta--. Nosotros ya hemos cenado, no sabiamos a que hora vendrias. Enseguida te preparo algo, Jared. Ahi tenia su oportunidad. --No te molestes, voy a ver a los chicos, ya cenare algo con ellos. --?Acabas de llegar y ya te vas? --dijo frenando su avance hacia la cocina y dandose la vuelta para encararlo.

  • Naska. El Guardian de Joaquin Perez Ruiz-adame

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    ?Como reaccionarias si descubrieras que en otra vida... hace muchos siglos... fuisteis un rey/reina, o un general, un politico, o un chaman/una bruja o un sabio/sabia o incluso un dios o una diosa? Por que no, ?quien dice que no es posible?
    Alex no ha tenido una vida facil, pero a pesar de todo se ha hecho rico, en tiempo y dinero. Domina una de las profesiones (actividades) mas complicadas que existen en el mundo, el trading intradia en los mercados financieros. Pero algo no va bien. Aun habiendo conseguido su sueno se sigue sintiendo un nino raro e inadaptado. Todo ese malestar le llevara a hacer un viaje, a su pasado mas remoto; la antigua Grecia.
    Una historia de amor. Que te hara reir y reflexionar sobre los mismos temas de siempre. Los que eternamente han existido en cualquier epoca de la humanidad.

  • Educar en el asombro de Catherine L'ecuyer

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    ?Como educar en un mundo frenetico e hiperexigente? ?Como conseguir que un nino, y luego un adolescente, actue con ilusion, sea capaz de estar quieto observando con calma lo que le rodea, piense antes de actuar y este motivado para aprender sin miedo al esfuerzo? Los ninos de los ultimos veinte anos viven en un entorno cada vez mas frenetico y exigente, que por un lado ha hecho la tarea de educar mas compleja, y por otro, los ha alejado de lo esencial. Vemos necesario para su futuro exito programarlos para un sinfin de actividades que, poco a poco, les estan apartando del ocio de siempre, del juego libre, de la naturaleza, del silencio, de la belleza.

  • El huido que leyo su esquela, Fernando Delgado de Fernando Delgado

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    Tras haber sido acusado de asesinar al cacique que habia violado a su mujer, a Carlos lo dieron por ahogado en una playa de la isla de Tenerife. En realidad, una vez muerto el cacique, Carlos habia huidoa Paris, donde adquirio una nueva identidad con el nombre de Angel y donde conocio a Erica, con quien formo una nueva familia y se instalaron en Berna. A pesar de ello siguio viviendo el peso o el orgullo de la culpa y su obsesivo deseo de escapada hacia donde fuera. El dia que recibio una carta dirigida a su verdadero nombre,todo el pasado que hubiera querido olvidar regreso a su vida y le llevo a tomar una tragica decision.

  • Lo que el aleman ha conseguido, que no lo joda la Zorrupia (Mafia de tres 2) de Angy Skay

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    La inexpresiva y monotona vida de Angelines Folla Doblado… ?Que? ?Pensabais que estabais leyendo Lo que el anis ha unido, que no lo separe el poli? Pues no. Estais en el libro correcto, en el de la amiga loca por los vehiculos, la misma que, gracias a un golpe de suerte, se gasta casi toda su fortuna en comprarse el coche mas caro de la historia. Uno como el de el.

  • Ni se te ocurra de Gema Samaro

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    Barbara le comunica a su jefe que en un mes deja su trabajo de ortodoncista porque se muda a Perth, Australia, donde va a casarse con Alex.
    Desde ese instante, Gustavo, su jefe, sabe que tiene exactamente treinta dias de plazo para evitar que Barbara se case.
    Y no porque la necesite como el aire en su clinica dental de Madrid, que tambien, sino porque la noticia de la boda hace que se percate de algo que siempre se ha negado a reconocer.
    Gustavo ama a Barbara.

  • El silencio de Clara Lyndon de Elene Lizarralde

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    Su talento la hizo duena de su vida.

  • Escribiendo juntos de M Suarez

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    Manuel es un escritor de novelas de ciencia ficcion que distribuye su carrera entre la Ciudad de Mexico y Los Angeles.

  • La doctrina del Sainte de Peter Handke

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    Escrita a continuacion de ” Lento regreso ” , novela con la cual sostiene un soterrado vinculo, ” La doctrina del Sainte-Victoire ” (1980) marca un punto de inflexion en la obra de Peter Handke (1942), que adopta en ella el narrador en primera persona y encuentra una fecunda veta en la geografia y en el discurso digresivo. Dominada, como la Provenza (escenario en que se situa), por la montana Sainte-Victoire, objeto de numerosas representaciones por parte del pintor Paul Cezanne, asi como por la relacion que el narrador establece con ella, la obra tiene como ejes el paisaje, el tiempo, la representacion artistica y la reflexion acerca de la labor creadora y del desarrollo de la existencia.

  • Con aroma a madera de Luz Barreras

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    Una historia que nos recuerda que cada dia tiene mil cuatrocientos cuarenta minutos para vivirlos, que las cosas sencillas de la vida pueden obrar magia y que hay muchos caminos para llegar al hogar.

  • Un extrano en mi cama de Kristen James

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    Megan despierta de un coma a una vida que parece no ser suya y un marido que actua como si la amara… pero ?le esta mintiendo? ?Enganandola? ?Que esta pasando realmente? Toda la evidencia dice que son felices y legalmente casados, y sin embargo, sus fragmentados recuerdos dicen lo contrario. Todas las personas que conoce parecen estar de acuerdo, a menos que ella este sufriendo de paranoia debido a su lesion cerebral. Ellison es la clave de su pasado y futuro, incluso aunque no pueda confiar en el. Eso no evita su atraccion hacia el. Megan interpreta a un agente doble, trabajando con “Eli” para reconstruir su vida mientras trata de descubrir la verdad. ?Por que haria el eso? ?Sabe ella algo que no deberia? El tiene una explicacion para todo, hasta que las respuestas nuevas conducen a una historia aun mas retorcida. ?Que tendra que hacer para descubrir la verdad y saber quien es realmente?

  • Carlota en las alturas de Mercedes Alonso

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  • Las cartas del corso de Catherine Clare

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    Alison no tiene nada que pertenezca a Napoleon, ni sabe nada que pueda poner su vida en peligro, por eso apenas puede encontrar explicacion a los ataques que ha estado recibiendo. ? Que secretos oculta el hombre mas apuesto del mundo? ? Por que le ayuda? Tiene muchas preguntas que necesitan respuesta, pero ella es tan solo una indefensa dama.

  • Espartero, el Pacificador de Adrian Shubert

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    Esta es una biografia totalmente innovadora y apasionante de la figura mas destacada de la historia de Espana del siglo XIX: Baldomero Espartero (1793-1879). No solo narra su vida, sino que procura tambien iluminar aspectos mas generales de la historia contemporanea de Espana y contribuir a una nueva forma de entender el siglo XIX.
    No hubo un solo Espartero, coherente y consistente. Era un hombre de guerra que entendia que la solucion militar no siempre es la mejor. El general que podia enfervorizar a sus hombres con sus arengas y cuya audacia era decisiva en el campo de batalla se quedaba casi sin palabras en el Parlamento y vacilaba en momentos de crisis politicas, pero se aproximo mas que nadie antes de 1870 a ser un jefe de Estado verdaderamente constitucional. Era un nacionalista espanol para quien la unidad nacional era el santo grial y el mismo su campeon. Era un monarquico ferviente que paso toda su vida publica sosteniendo un trono amenazado, pero que respaldo la Republica cuando esta llego. Valoraba la lealtad a los amigos por encima de todo y la cultivo en su vida politica, por lo que pago un alto precio. Fue un marido fiel y carinoso, emocionalmente dependiente de la mujer que tanto hizo a favor de su carrera, Jacinta, en parte la otra protagonista de esta historia.

  • Jugando a enloquecerte de Sara Pena Lainez

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    Y ahi me encontraba yo, en la puerta de mi casa a dos semanas de mi boda con todas mis amigas euforicas porque hoy es mi despedida de soltera que ellas han organizado con una ilusion descomunal. --Azhar, ?estas preparada para la mejor noche de solteria de tu vida? --dijo Carla muy euforica con una ridicula diadema con una polla en toda la frente, lo peor era que en ese mismo momento Monica otra de mis amigas me colocaban a mi una aun mas grande con un velo de novia pequeno y con luces. --Si. --les dije forzando una sonrisa mientras que en mi mente me santiguaba y rezaba porque esto no se pusiese peor de lo que mi mente imaginaba, a mi parecer mas complicado de lo que iba a ocurrir de eso estaba totalmente segura. --Azhar animate joder es tu despedida de soltera deja a un lado tu yo frigida y disfruta con nosotras. --dijo ahora Claudia mientras que yo seguia rezandole a cualquier dios existente que se compadeciera de mi. --?No habia una diadema mas discreta?--pregunte intentando quitarmela para observarla mejor, cosa que no me dejaron hacer poniendola en mi cabeza. --Si, pero entonces no se te hubiese visto y eso no nos gustaba. --dijo Laura con una sonrisa picara que combinaba muy bien con el guino que vino despues. --Vamos a entrar a esperar a las que quedan y vamos empezando a calentar. --dijo Laura entrando en la casa dejandome a mi en la puerta con las demas no mucho tiempo pues estas la siguieron dejandome con cara de circunstancias y con ganas de decirles a todas que se fueran, que no iria a celebrar nada. --Azhar, ?donde tienes escondido el alcohol? No lo encuentro. --dijo aquella misma mientras escuchaba los muebles abrirse y cerrarse. Mire al cielo y sin pronunciar palabra clame una plegaria porque esta noche me dejara la virtud de la paciencia porque como no me la diera presagiaba que esto acabaria como el rosario de la aurora, cerre la puerta y entre con decision para darles a esas locas lo que pedian, haber si asi con suerte se emborrachaban en mi casa y no teniamos que ir a ningun lado. Capitulo 1 Y aqui estoy en una ridicula limusina rosa chicle, no entendia por que teniamos que hacer esta ridicula celebracion que era para despedir algo que yo no era desde hacia tantos anos que ni me acordaba, empece con Mario cuando apenas teniamos diecisiete anos y fue practicamente mi primer novio enserio y teniendo en cuenta que tenia veintiocho, llevabamos once anos juntos, osea llevaba once anos sin estar soltera. --Azhar dame la copa. --me dijo una Sofia bastante achispada para ser sinceros, antes de que le pudiera dar la copa ya esta habia sido arrancada de mi mano para ser rellenada y devuelta. Mientras habiamos estado en mi casa habiamos acabado con tres botellas enteras, una era de tequila, otra de ron y la ultima de ginebra, a pesar de que yo solamente habia bebido un par de copas y un chupito las chicas habian arrasado. Estabamos dentro haciendo tiempo mientras llegaban todas las invitadas a la despedida y para que pudiera llegar la limusina horrenda color chicle que no tiene nada que ver con lo que a mi gusto se refiere. Aunque siempre habia sido una chica bastante humilde, debo de decir que dedicarme al mundo de la moda, como una recien estrenada periodista de moda, habia hecho mella en mi, siempre fui una chica a la que le llamo la atencion demasiado la moda, fijarme en lo que se llevaba, intentar ir a la ultima y que mi ropa no tuviera ni una misera arruga, eso habia hecho que mucha de las cosas que antes me encantaban y atraian ya me aborrecieran y quisiera huir de ellas como si eso me fuese a pegar una enfermedad que aseguraba mi muerte. --Azhar, bebe que es tu despedida. --escuche que me chillaba Marta haciendome salir de mi ensonacion abruptamente, la busque y vi que me habia chillado desde la otra punta de la limusina con una sonrisa que delataba en el estado de ebriedad que se encontraba la que habia sido companera de carrera. Bebi mirandolas a todas tomandome la copa de champan de golpe con una sonrisa dedicada a todas ellas que estaban ahi, haciendo que todas me vitorearan y volvieran a rellenar mi copa pensando que por fin comenzaba a relajarme. --Chicas, recordemosle a nuestra gran amiga que no se olvidara jamas de este dia. !Chofer sube el volumen! -- chillo Laura euforica mientras que bailaba cuando el pobre chofer atendia su peticion sin rechistar. Las diez mujeres que se encontraban dentro comenzaron a bailar con impetu como si manana se fuese a acabar el mundo y tuvieran que demostrar hoy lo fiesteras que eran. Yo por el contrario me bebi mi copa de golpe intentando coger fuerzas con lo que veia que se me venia encima y la larga noche que me esperaba, miraba hacia abajo y mi aspecto hizo que cogiera la botella y me rellenara la copa dos veces, mis amigas me habian puesto una camiseta horrorosa, rosa fluorescente con letras horribles que ponia en el pecho: "Aqui se encuentra la novia mas perrisimamente y excitante que veras" Despues de ponerme esa camiseta horrenda y la diadema que no queria ni pensar en buscar un adjetivo para definirla porque posiblemente mi mente se destruiria en el acto; llevaba una banda en verde fluorescente tambien, que tampoco entiendo el empeno en los colores fluor si estos ya no se llevan pero en fin creo que las chicas buscaban algo que no fuera para nada con mi estilo, como si no fuera suficiente en la banda ponia: "Novia cachonda" Y ya para terminar con mi ridiculo y avergonzante atuendo llevaba un tutu del mismo color de la banda. Lo unico que deseaba es que pasara rapido la noche y pudiera estar manana con Mario sentados en el sofa mientras el veia alguna serie y yo leia un buen libro o cotilleaba sobre articulos de moda o sobre los ultimos modelitos de las estrellas, eso siempre seria mas agradable que llevar una polla en la cabeza y ser una feria andante. --Azhar ya hemos llegado... --dijo Monica con una sonrisa enorme que a mi me hacia intuir que la noche no iba a mejorar, muy por el contrario iba a empeorar para mi, aunque ellas seguro que iban a disfrutar de lo lindo. Asenti y comenzaron a bajar todas dejandome a mi la ultima, cuando me toco a mi bajar, no me lo pude creer donde me habian llevado, de hecho ahora lo de la limusina no me parecia en realidad tan mala idea, de hecho me gustaria adentrarme de nuevo y no salir de ella, eso seria una gran idea, teniendo en cuenta que ahi dentro no me veria nadie en cambio en ese local seria uno de los focos de atencion ya que a mis grandes amigas no se les ocurrio otra cosa mas idonea y que encajara conmigo que llevarme a un local especializado en despedidas de soltera, un show el cual estaba disenado para cenar y tener cameros y camareras eroticas para despues convertirse en una discoteca, mire a las chicas formulando una pregunta sin verbalizar ni una silaba. --!Vamos entremos! --dijo Maria tan emocionada que no parecia en estos momentos la chica sensata que solia ser siempre. --Chicas en serio, ya sabeis lo que opino sobre estos lugares. --dije en disconformidad, es que era mi despedida de soltera y no habian hecho nada que a mi me gustase. --Vamos Azhar, olvidate de esa periodista de moda en la que te has convertido y recuerda la despedida de soltera que siempre deseaste. --dijo Carla cogiendo de la mano y tirando de ella como si fuese una nina que le da miedo entrar en el colegio por primera vez en su vida. --Carla teniamos, ?cuanto? ?quince, diecisiete anos?--le digo enfurrunada mientras que me dejo llevar donde me lleva ella, total resistirme no iba a servir para nada en realidad. --En realidad teniamos dieciocho pero, la edad no importa tu dejate llevar y ya veras como los prejuicios se van con un par de chupitos. --dijo Laura picara mientras me pasaba el brazo por encima de mi espalda apoyandose en mi. Resople pero viendo que no iba a solucionar nada me deje llevar del todo y pense que ya de perdidos al rio total que seria lo peor que me pudiese pasar, ?pescar una borrachera descomunal? No seria la primera de mi vida.