• seduciendo al principe pdf - Amanda J. Queiroz

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    Ella solo busca que la quieran en su forma, y no en las millones que existen. Quiere que la quieran unica y no cualquiera. Vive la vida despeinada, fumandose un peta en cada esquina, llorando en la barra del mismo bar que lleva su nombre, yendo de taxi en taxi detras del amor de su vida que olvido decirle cuando iba a ser la proxima cita. Tiene la mirada clavada donde todos, pero mira como nadie. Es una chica sin filtros, sin pelos en la lengua, sin ataduras en el corazon. Dice lo que tiene que decir y siente lo que no quiere sentir. Es la gata que camina por los tejados a medianoche en busca de una caricia y huye al primer roce. Es tan unica que ni siquiera la encuentras en un libro, ni en una fragancia ni en un paisaje. Lo de sus ojeras ya nos lo cuentan las canciones, lo de su sonrisa ya nos lo cuentan las interminables veces en las que tuvo que partirse para ser la chica valiente que ahora es, porque eso si: un dia tuvo tanto miedo, que no tuvo otra opcion que secarse las lagrimas y tomar al toro por los cuernos que dicho sea de paso: ya los llevaba clavados en el pecho. Ella es el sol de The Beatles, la paciencia de Guns N' Roses, la satisfaccion de los Rolling Stones; la voz rota de Kurt, la sonrisa fugaz de Amy, la mirada perdida de Jim, el espiritu rebelde de Janis. Jamas se ha rendido por nada, aunque muchas veces lo ha hecho por alguien. Lo ha dejado todo por un abrazo y ha hecho estallar esa presion del pecho contra otro pecho. Dos corazones que laten al compas es musica para cualquier sentimiento. No la catalogues como una chica rota, porque no lo es, lo que si es: una chica que lleva mil guerras perdidas en la mirada y mil cicatrices bajo la sonrisa." Benjamin Griss Esa manana cuando me desperte, lo ultimo que me esperaba era tener una resaca de mil demonios, y un dolor de cabeza infernal. ?Por que tendria que beber? Eso me pasa por hacer caso a Serena. ?Por que siempre hago caso a esa loca? Mi cabeza palpitaba fuerte y tenia la boca seca, me costaba incluso abrir los ojos o tragar. Aun asi muy despacito abri los ojos, me encontraba en la cama de un hotel que no era el mio. De hecho era como un palacio en comparacion con la choza que Serena y yo habiamos pagado para pasar el fin de semana por mi cumpleanos. Ay, mi cabeza. Me lleve las manos a la cabeza y suspire con pesar. Cuando viera a mi mejor amiga la pensaba matar. Aquel maldito dolor de cabeza se debia a los veintitres chupitos de Vodka que me hizo tomar anoche, uno por cada ano de mi vida. ?En que estaria pensando? Nunca bebi en mi vida, y ahora me pasaba esto. A mis veintitres anos tenia que estar muy gilipollas para hacer caso a Serena. Era una mala influencia y lo sabia, mis padres me lo habian repetido mil veces. Pero no… Tenia que seguirle el rollo a la condenada esa. Tenia pequenos fragmentos de anoche pero todo sonaba tan confuso en mi mente. Creo que vomite sobre alguien… ?O fue Serena? Puede que tambien me cayera sobre algo duro… de ahi que me duela tanto el culo. Arg. Frote los ojos pero algo aspero que me raspaba la cara me freno. Abri los ojos y mire con estupor mi mano izquierda en la que descansaba un anillo de plata sencillo sobre mi dedo anular. ?Pero que…? Me incorpore tan rapido que senti vertigo y ganas de vomitar. Cerre los ojos con fuerza intentando luchar contra el mareo y la resaca. Unos minutos despues, cuando se me paso por fin la sensacion de malestar, abri los ojos y estudie la habitacion. Era una suite francesa, las paredes tenian un color crema suave, y las molduras del techo estaban pintadas de un oro brillante. Todos los muebles eran de color caoba y en el suelo habia varias alfombras egipcias adornandolo. Todo era tan precioso que me quede anonadada. En mi ciudad no se solia ver nada tan bonito, lo unico que se podia apreciar en la granja de mis padres era el paisaje rustico, las vacas, los caballos… Poco mas. No podia creer que todo aquello fuera real, con que tuve que pellizcarme para tener la certeza de que no se tratara de un sueno mas. --Buenos dias princesa.-- una voz ronca y profunda inundo la habitacion captando toda mi atencion. Gire la cara y de una de las puertas de la suite aparecio un hombre desnudo. Si, completamente desnudo. Senti como el calor se subia a mis mejillas dejandolas coloradas al instante. El me sonrio y siguio su camino hacia otra puerta de la suite, yo me limite a seguirle con la mirada. Que culo, Jesus. Solte una risilla nerviosa y me tape los ojos. Si mi madre me hubiera visto en aquel momento… Lo mas seguro era que dijera que iria al infierno por ver a un hombre desnudo. Me destape la cara y volvi a mirar al anillo de mi dedo. Y lo quede mirando y mirando hasta que mi cerebro hizo un pequeno clic y abri los ojos de par en par otra vez. --Oh… No, no, no…-- empece a decir estupefacta y retire la sabana de encima. Estaba desnuda. Desnuda, en una habitacion que no era la mia, con un sexy hombre que ni siquiera conocia. Oh Dios, mi madre me va a matar. Mis padres eran muy religiosos, como se enteraran de esto… Me mataban. ?Como habia podido pasar? ?Me habia acostado con un completo desconocido? Definitivamente estaba muerta, y quiza desheredada a los ojos de mis padres. Eran demasiado religiosos para aceptar lo que acababa de hacer. Me iba explotar la cabeza, la tenia como un bombo, me levante tapandome con la sabana y empece a caminar de un lado al otro en busqueda de mi ropa pero no estaba por ninguna parte. -- ?Buscas tu ropa? Me gire hacia la voz masculina y le vi otra vez. Ahora iba vestido, con un pantalon de mezclilla claro, una camisa azul cielo y mocasines. Bastante apuesto, la verdad. Sus ojos azules se veian de lejos como un maravilloso cielo de primavera. Perfecto. -- Si. -- mi voz sono baja y quebradiza. Tenia tanta verguenza que casi no podia mirarle a los ojos. Aquella situacion era demasiado violenta para mi. Mis padres no me habian educado para hacer algo asi, ir acostandome con cualquier hombre por la vida. --Anoche la vomitaste por completo. --Sonrio y fue hacia una mesita que estaba al lado de la cama. Cogio un reloj que parecia bastante caro a simple vista y se lo abrocho en la muneca izquierda. Donde de hecho llevaba el mismo anillo que yo. Se me hizo un nudo en el estomago y senti fuertes ganas de vomitar. --He pedido que te compraran algo de ropa, esta en el bano, supongo que querras ducharte antes de que bajar a desayunar. --Yo… Gracias. --De nada princesa… Te espero abajo. -- me sonrio ampliamente y se fue de la habitacion como si nada.

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    23 may 2017 — ... la novela romántica “Seduciendo Al Principe (Seduciendo a La Corona Nº 1)” de Amanda J. Queiroz. También disponible en formato PDF.

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    YA DISPONIBLE EL 2º LIBRO DE SEDUCIENDO AL PRÍNCIPE Un protocolo que aprender. Un hombre que conquistar. Un reino que ganar.

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  • Una Sorpresa por Accidente de Annie J. Rose

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    M C A P I T U L O 1 E M IL Y e quedo mirando al cielo monotono y gris por la ventana. Nueva York en primavera, vaya lugar en el que estar. Pero la cuestion era que estaba exactamente donde queria estar. Habia crecido sonando con la gran ciudad: las luces, la emocion; una ciudad donde siempre estaba sucediendo algo. De alguna manera, en el tiempo en que habia estado yendo a la escuela alli, me las habia arreglado para hacerme un lugar. Nueva York era mia. O eso era lo que siempre habia pensado. Suspire discretamente mientras el tren se alejaba del anden. ?Quien sabe cuando volveria a ver estos edificios? Si es que alguna vez los volvia a ver. Intente no pensar de forma tan pesimista, pero la verdad era que simplemente no tenia idea de lo que iba a pasar con mi futuro. Mis pensamientos estaban hechos un torbellino mientras lo contemplaba. Solia tener una vision clara para mi misma. Iba a ir a estudiar en Nueva York. Iba a hacer pasantias en algunas de las mejores casas de moda del mundo y a hacer conexiones. Ya con mi titulo en el bolsillo iba a lanzar mi propia linea con un poco de ayuda financiera de mis padres. Lo mas sorprendente es que todo habia estado yendo tan bien para mi. Todo habia marchado tan bien, hasta que dejo de ser asi. El pasado mes estuvo lleno de grandes cambios. No cosas como una nueva pasantia en algun pais extranjero exotico o algo bueno como eso. Estos fueron cambios malos. Y no cosas como un corte de cabello terrible, o incluso perder la beca de la escuela. Podria haber manejado eso. El tren disminuyo la velocidad al entrar a otra estacion. Salir de la ciudad siempre llevaba un poco de tiempo. No estaba segura de si queria que el tren no saliera nunca, o si queria que acelerara para no tener que quedarme mas tiempo en el lugar que habia llegado a amar. Pasara lo que pasara, no habia vuelta atras. Solo esperaba que este viaje a casa, a Saratoga Springs, me ayudara a solucionar algunas cosas. Desafortunadamente, no guardaba muchas esperanzas para mi estilo de vida actual. Mi apartamento de un solo dormitorio en Manhattan era, sin duda, algo del pasado. Mi posicion en uno de los programas de diseno de moda mas prestigiosos del mundo seria sin duda otra de las perdidas, porque no habia forma de que pudiera costearme la matricula, ni siquiera con mi beca. No habia ningun banco en el mundo que fuera a aceptar prestarme nada; no teniendo en cuenta el error de mi padre al confiar en el hombre equivocado. Deseaba poder entender como habia llegado a este punto. Pensaba que mi padre era un hombre astuto de negocios y un inversionista. ?No habiamos aprendido todos en este punto a no confiar en estafadores? Si tan solo pudieramos retroceder el tiempo al punto antes de que mi padre invirtiera practicamente toda la fortuna de la familia en lo que resulto no ser mas que un esquema Ponzi. Sin embargo, eso era imposible. Deseaba poder sacar lo mejor de la situacion, pero todo era completamente desconocido para mi. Mi telefono sono cuando llego un mensaje de texto de Alyssa. Supongo que eso era algo bueno que habia salido de todo este desastre. No habia visto a mis amigos lo suficiente desde que estaba en Nueva York. A pesar del escandalo, parecian estar listos para recibirme en casa con los brazos abiertos. Odiaba verme obligada a volver a casa, pero al menos podria pasar mas tiempo con todos ellos. Alyssa quiso saber cuando llegaria y si me gustaria que ella me llevara a casa de mis padres. Sabia que se ofrecia porque sentia lastima por mi. Ella sabia que estaba acostumbrada a autos privados con choferes que se sometian a todos mis caprichos. Esta es tu oportunidad para que veas como vivimos los demas, bromeo cuando me lamente por el viaje a casa. Puse los ojos en blanco al leer el mensaje. La familia de Alyssa no estaba para nada tan bien acomodada como lo habia estado siempre mi familia, pero definitivamente les iba bastante bien. Sin embargo, ahora considere su oferta. Habia planeado coger un taxi hasta la mansion de mis padres (o a su antigua mansion, supongo), pero con todo tan inestable, probablemente deberia estar ahorrando cada dolar que tenia. Le respondi el mensaje a Alyssa con la hora de mi llegada y le agradeci por ofrecerse a recogerme. Luego me recline en mi asiento pensando en lo que me esperaba en casa. Sabia que debia dejar de pensar en ese lugar como "casa". La casa ornamentada en la que habia crecido nunca le perteneceria a mi familia de nuevo. No hubo otra opcion mas que venderla. De hecho, esa era la unica razon por la que volvia a casa ahora: para ayudar a mis padres a recoger cualquier pertenencia que tuvieran ahi y trasladarlas de su mansion a un pequeno apartamento de dos dormitorios. Tendrian apenas suficientes ahorros para poder vivir modestamente cuando se jubilaran. Nada mas que eso. Trague fuerte mientras pensaba en ello. Nunca antes me habia sentido tan sola. La familia Andrews siempre habia tenido dinero. No habia sido una preocupacion para mis padres pagar mi matricula, o el alquiler de mi apartamento en Nueva York. Sin embargo, todo eso habia cambiado ahora. Cuando mis padres me dieron la noticia por primera vez, quede conmocionada porque no lo creia. Seguramente se las arreglarian de alguna manera para recuperar su fortuna. Seguro que las cosas mejorarian antes de lo que pensaban. Perderlo todo solo era el peor de los escenarios, y querian asegurarse de que yo estuviera preparada para eso, en caso de que llegase a suceder. En algun punto me di cuenta de que no era solo el peor de los escenarios. Era la realidad. Mis padres lo habian perdido todo; no habia ninguna duda al respecto. No habia manera de recuperar esa fortuna. Fue entonces cuando mis sentimientos se volcaron mas hacia la ingenuidad. No era lo que queria, pero sin duda podria conseguir un trabajo y conservar mi vida tal y como era en gran parte. Atenderia mesas o prepararia cafes, tal vez seria barman algunas noches a la semana. Pero conservaria mi apartamento y seguiria estudiando, aunque eso significara que ya no tendria mucha vida social. Creo que fue mas o menos al momento de mi tercera entrevista de trabajo cuando me di cuenta de que eso tampoco iba a pasar de ningun modo. Seria muy afortunada si encontraba a alguien que estuviera dispuesto a contratarme, dada mi falta de experiencia y el hecho de que el nombre de mi familia estaba metido en todos los tabloides y todos podian leerlos. Incluso si encontrara un empleo, tendria suerte si lograra reunir lo suficiente para pagar el alquiler de mi apartamento, por no mencionar todo lo demas. Pense en entregar mi apartamento. Podria encontrar un companero de cuarto y pagar menos renta. Si hacia eso y conseguia un trabajo, seguramente podria continuar con mi carrera, ?verdad? No me faltaba mucho para graduarme. Pero los unicos lugares para vivir que podria permitirme estaban muy alejados de la escuela, y cuando tome en cuenta los viajes de ida y vuelta a mis clases, supe que nunca podria conseguir suficientes horas en un trabajo para poder pagar mi matricula. ?Como lo hacian los otros estudiantes? Parecia imposible. Me quede mirando el cuaderno de bocetos en mi regazo. La pagina estaba en blanco, tan solo esperando que mi lapiz dibujara algunas lineas audaces. El resto del cuaderno estaba lleno de bocetos de disenos para la linea que esperaba lanzar. Siempre me habia encantado la moda. Me llevo una eternidad tener confianza en mis disenos, pero finalmente lo habia conseguido. Ahora estaba a punto de comenzar la carrera con la que siempre habia sonado, pero parecia que ese sueno estaba a punto de esfumarse. La neblina gris fuera de mi ventana se sentia tan constrictiva como el resto de mi situacion ahora mismo.

  • Esa no soy yo de Sophie Saint Rose

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    Grace ni en sus peores pesadillas imaginaria el dia que estaba a punto de tener. Una casualidad hace que se encuentre con una mujer que cambiaria su vida y la de sus hermanas, poniendola patas arriba. Al parecer tenia otra familia, incluido un primo que le alteraba la sangre.

  • El triciclo rojo de Vincent Hauuy

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  • Fran o Francesca de M. N. Mera

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    Esta no es una sinopsis cualquiera, creo que Fran se merece algo diferente, igual que su historia, de modo que en vez de escribir una sinopsis al uso, voy a plasmar la opinion de una lectora que lo explica mucho mejor que yo. Firmado. Maria N.Mera.

  • Por amor a la musica de Jan Swafford

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    En Por amor a la musica, el reconocido misicologo y compositor Jan Swafford nos muestra que, a lo largo de los siglos, la musica clasica ha sido cosas muy distintas, y dentro de su rica historia todos podemos encontrar algo con lo que conectar. Swafford traza aqui la historia de toda la musica occidental, convirtiendose en un guia complice y experto que nos introduce en los compositores y sus obras, y comparte con nosotros las ideas y percepciones que confieren a la musica sus cualidades universales y su capacidad unica para transmitir amor, esperanza, entusiasmo o desesperacion.

  • Julia desaparece de Catherine Egan

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    Julia espia. Julia roba. Julia… desaparece.

  • En la casa vacia de Manuel Barea

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    “Tu cuerpo no es nada frente a un muro de hormigon.”

    ?En que momento exacto se torcio todo? ?En que punto tu cuerpo se convirtio en un estorbo, en un cruel recordatorio de un pasado al que no tienes mas remedio que volver? Posiblemente estas sean algunas de las preguntas que se hace Eva, la protagonista de esta novela, a quien el peso de las miradas, las palabras y los deseos ajenos resulta cada vez mas insoportable. Presa de un dolor fisico constante y de una rutina que tampoco parece tener fin, se ha visto obligada durante los ultimos diez anos a malvivir encadenando trabajos como chapuzas a domicilio y camarera, realizando dia tras dia el mismo trayecto sin escalas, ese que va desde la apatia a la resistencia y viceversa. Sin embargo, cuando finalmente el dinero se acabe y su casera le ordene abandonar su hogar, Eva tambien se vera obligada a regresar al unico lugar que en el fondo ha conocido, la casa de sus padres, la de su infancia, aquella que una noche abandono sin mirar atras. Ahora, de vuelta en el pueblo donde se crio, el Infierno primigenio, debera elegir entre vivir para siempre en el pasado o recorrer un camino distinto a aquel que los demas ya han elegido por ella.

  • Como la primera vez de Julieta Bono

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    Habia pasado demasiado tiempo, segun yo, pero aqui estaba, frente a el y mi cuerpo temblaba.
    Nos volviamos a encontrar, mas maduros, pero con las mismas ganas que la primera vez.
    Despues de tanto tiempo, estabamos en cero. Cuando la vida parecia perfecta, todo se empezo a derrumbar. no sabiamos lo que pasaria, ambos estabamos lejos del otro, hasta ahora que estabamos de vuelta donde todo comenzo.
    Alli las mariposas comenzaron a aletear.
    Pero cuando se empezaba a sentir bien estar tan cerca de el nuevamente y cuando estaba confiando en el amor. me volvi a sentir en el limbo.
    No estoy segura que el amor sea para mi. descubrir esto lo cambia todo.

  • Parece que fuera es primavera de Concita De Gregorio

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    Esta novela relata una historia real. Sucedio en 2011. La vivio Irina Lucidi. Esta novela aborda un dolor para el que muchos idiomas no tienen una palabra: <> Irina es una mujer de padre italiano y madre alemana, criada en Belgica y educada en escuelas italianas, abogada, con experiencia laboral en Estados Unidos, Francia y despues en Suiza, donde se caso con Mathias, un suizo aleman que trabajaba en la misma multinacional que ella. Tuvieron dos hijas gemelas, Alessia y Livia, y se separaron. En enero de 2011 el padre se llevo a las ninas, que entonces tenian seis anos, supuestamente para pasar unas vacaciones con ellas. Se suicido en las vias del tren en Italia y dejo una nota a su ex mujer en la que le decia que las pequenas no habian sufrido y que no las volveria a ver. La novela relata la historia de ese desgarro, de ese dolor. La historia de una madre que busca a sus hijas y topa con la burocracia, con la indiferencia, con la desidia, con el olvido. La historia de una madre que debe aprender a vivir con esa ausencia. La historia de una madre que debe aprender a superar la perdida, a cerrar la herida, a mirar hacia delante, a descubrir que <>. Partiendo de un hecho de la cronica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre lo innombrable. Una novela que se adentra en el territorio incierto del sufrimiento y recorre el arduo itinerario necesario para superarlo, para salir adelante. Huyendo del sentimentalismo facil y del sensacionalismo barato, la autora crea una novela concisa, valiente, intensa, sobrecogedora, deslumbrante.

  • Navidad de los Demonios de Becca Berger

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    Los Demonios del Infierno deciden festejar Navidad y Ano Nuevo. ?que podria salir mal?

  • Las Luces de Septiembre de Carlos Ruiz Zafon

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    Un misterioso fabricante de juguetes vive recluido en una mansion gigantesca poblada de seres mecanicos y sombras del pasado.
    Un enigma en torno a las extranas luces que brillan entre la niebla que rodea el islote del faro. Una criatura de pesadilla que se oculta en la profundidad del bosque. Estos y otros elementos tejen la trama del misterio que unira a Irene e Ismael para siempre durante un magico verano en Bahia Azul.

  • Una lista de propositos y treinta noches de verano de Yanira Garcia

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    Podria empezar mi historia presentandome y, quiza, hablando de mi; mi nombre, apellido, edad, de donde soy o contaros que tengo una hermana gemela, claro, podria; pero creo que es mejor hablar de el, pues es el culpable de esta historia. El, Axel, que ya su nombre suena exactamente a eso, a pecado, justamente a lo que es. Podria decir que es un hombre sencillo y que no es capaz de trastocar tu mundo y el de todo el que se cruza por su camino, sobre todo, si hablamos de feminas; pero, no, el caso es que el unico mundo que decidio poner patas arriba fue el mio y yo, yo me sentia una veleta con el cerca. Puede que si deba deciros que todo empezo con un cambio de vida y tachando de mi lista uno de esos propositos que tanto me definen, pero creo que seria mas sencillo aceptar que la vida te tiene preparado un camino y que siempre terminaras cogiendolo, aunque te empenes en dar un rodeo. Axel llego a mi vida como el verano llega tras la primavera. Ponte unas chanclas, un pantalon corto y deja que lo que hay dentro de estas paginas te cuente mi verano, el verano que cambio nuestras vidas.

  • Sometida a tus caricias de Sophie West

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    La senorita Anatolia Eidenburg, hija bastarda del conde de Townstill, esta en la mas absoluta miseria. Sola, desamparada y sin hogar, la unica familia que le queda reniega de ella a causa de sus origenes ilicitos. La unica opcion que tiene de evitar el hambre y la pobreza, es aceptar el trato que le ha ofrecido el duque de Castle, un hombre altivo y frio que solo quiere a una muchacha de buena familia que sea pura e inocente, para convertirla en su amante sumisa y asi ganar una apuesta con sus amigos.
    El duque le ensenara a disfrutar de los placeres de la carne y, a cambio, ella descubrira que se esconde detras del corazon aparentemente frio del Amo al que sirve.
    ?Podran evitar enamorarse el uno del otro?
    Pasion, amor y drama, la combinacion perfecta para una historia que sacudira tus sentimientos. y algo mas.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Mi mejor error de Gema Samaro

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    Yago llevaba una hora de lectura placida recostado en una de las tumbonas mas alejadas de la piscina, cuando le sobresalto una musica atronadora: --?Que es eso? --pregunto levantando la cabeza de su Kindle. Diego, su sobrino, que estaba a su lado, respondio como si tal cosa, con la vista clavada en su libro: --Fonsi y Demi Lovato. --Ya, ya se quienes son. Conozco la cancion. Pero ?nos van a tener toda la manana dando por saco con la musiquita? --Imagino que la tarde tambien. !Me encanta! --Te encanta porque no estas leyendo Antifragil de Taleb, un tocho de ochocientas paginas que es incompatible con este atroz ruido ambiental. --Lee otra cosa, si quieres te paso uno de Los Compas --replico Diego, risueno. Yago bufo, miro a ese pequeno diablo que no entendia aun como podia habersela jugado de esa manera, y dijo: --Para ti todo es muy divertido, pero... Yago no pudo acabar la frase porque, de repente, se escucho una voz dulce canturrear: --!Hola, hola, caracola! !Buenos dias! !Bienvenidos a nuestro hotel Atardeceres Rosas! !Comenzamos el dia con un temazo y lo que nos queda! !Va a ser genial! !Que disfruteis mucho de la manana y os recuerdo que en diez minutos comienza la clase de aquagym! !Os espero, caracolas! Yago se quedo mirando al kiosco de madera de donde procedia la voz y la vio a ella tras un equipo basico de musica. De pronto, en medio de ese desproposito aparecio una chica con una sonrisa enorme y preciosa, ojazos que intuia verdes, nariz fina y puntiaguda, media melena ondulada castana con reflejos naturales de color rojo y miel, de estatura normal y curvas que se intuian a traves de una horrible camiseta naranja de dos tallas mas y unos pantalones azules cortos que le llegaban a mitad del muslo. El uniforme no podia ser mas antisexy, pero daba lo mismo, hasta con ese atuendo tan espantoso ella destacaba como una flor de hibisco en medio de un estercolero. --?Que te pasa que te has quedado atontado? ?Te gusta la animadora? --inquirio su sobrino metiendole un codazo. Yago dio un respingo, miro ofuscado a su sobrino y respondio agitando el Kindle al aire: --Pasa que esto es un infierno, pasa que yo no tenia que estar aqui, pasa... Diego le interrumpio muerto de risa para preguntarle con los ojillos chispeantes: --Pasa que te has quedado pillado por la animadora. ?Quieres que me entere de como se llama y luego que te la presente? Yago clavo la mirada a su sobrino, bufo y respondio para que dejara de decir estupideces: --La culpa de todo esto la tiene tu madre. --?Mi madre? ?Que tiene que ver mi madre con que te hayas quedado pasmado al ver a esa chica tan guapa? --pregunto Diego, que no podia parar de reir. Yago se paso la mano por la cara, resoplo y le contesto muy serio, pues tenia que pararle los pies ya mismo: --Tu madre te tiene todo el dia viendo peliculas y series romanticas y eso te tiene trastornado. --!Tu eres el que se ha quedado flipado al ver a esa chica! --exclamo Diego, apuntandole con el libro. Yago se recosto otra vez en la tumbona, clavo la vista en la lectura al tiempo que mascullaba: --!No digas bobadas! --Digo la verdad, por eso estas asi de picado. Por cierto, ?te has dado cuenta de todos los idiomas que habla esa chica? Ahora esta dando los buenos dias en klingon... Yago se habia dado cuenta perfectamente porque esa chica no paraba de repetir lo mismo en distintas lenguas: --Es neerlandes, pero celebro que conozcas el klingon. Eso me da alguna esperanza. --He visto Star Trek con el abuelo. Es un hombre muy sabio que, por cierto, dice que vamos a ser muy felices en este sitio. --Pues yo de buena gana me marchaba ahora mismo --aseguro Yago, que solo tenia ganas de huir. --Porque eres un trol de fango que no sabe disfrutar de lo bueno de la vida. Yago alzo la vista hacia las laderas deserticas, hacia los cultivos hidroponicos de tomates y hacia ese mar que languidecia al fondo y solo pudo refunfunar: --!No me toques las narices! Estoy que me subo por las paredes desde que tuve que cancelar mis vacaciones a Indonesia para venirme a este sitio horripilante contigo. --Te gane una apuesta --le recordo Diego, feliz. --!Me pillaste volando bajo! Tuve un mal dia, me dolia la cabeza, estaba desconcentrado... Y paso. Me ganaste esa maldita partida de ajedrez. !Pero una y no mas! Diego dejo el libro en el regazo, coloco las manos detras de la cabeza, suspiro y luego musito: --!Te gane porque el amor mueve montanas! Yago le miro ofuscado, apreto las mandibulas y casi que gruno: --!Ya estamos! Diego con la mirada sonadora puesta en el cielo que para el lucia mas azul y mas bonito que nunca, confeso sin importarle para nada lo que pudiera pensar su tio: --Creo en el amor. Llegados a ese punto, Yago considero conveniente abrirle los ojos al pobre pardillo de su sobrino antes de que la vida lo cosiera a guantazos: --A ti te han hecho que creas, porque por culpa de tu madre te pasas el dia consumiendo esas mierdas romanticas. Y los deseos son mimeticos... --?Y eso que es? --pregunto Diego, convencido de que por mucho que dijera su tio no iba a dejar nunca de amar a Yasmina Trujillo. Yago se puso mas serio todavia, ya que habia llegado la hora de quitarle la venda a ese mocoso, aunque le doliera y contesto: --Muchas veces creemos que nuestros deseos son nuestros y realmente son los deseos de los otros. Tu crees que estas enamorado, pero en verdad lo que haces es imitar lo que te venden en esas peliculas y series. Sin embargo, a Diego esa verdad de su tio le parecio tan absurda que mascullo: --Yo se muy bien lo que siento. !A mi no me cuentes cuentos! --Algun dia me agradeceras que te este abriendo los ojos. !Espabila! Diego se incorporo para replicar a su tio, al que le costaba asumir su derrota: --!Espabila tu! Y acepta de una vez que perdiste una apuesta y que estas en el mejor lugar del mundo con tu sobrino favorito. A Yago no le quedo mas remedio que soltar una carcajada, pues aquello no podia ser mas gracioso: --Jojojojojo. --Te ries porque sabes que tengo razon. --Si, seguro que si --murmuro ironico. --Ademas no se de que te quejas tanto si no tenias deseos de nada. --!De estar tranquilo! --!Que aburrimiento! --repuso Diego, fingiendo un bostezo. --?Te parece poco? Pues para mi no hay nada mejor que estar tranquilo mientras disfruto de la naturaleza, de la belleza salvaje, de la aventura... Joder, !solo de pensar en que a estas horas tendria que estar subiendo el volcan Merapi, me pongo enfermo! --!Que perezon subir a un volcan con este calor! --?Hay algo que a ti no te de perezon? --!Y encima solo! --exclamo Diego con cara de asco. Yago se envaro y dijo con orgullo, pues era algo que llevaba muy a gala: --Solo estoy tan ricamente. No hay nada que disfrute mas que de mi soledad. --Pero esos deseos de estar tranquilo, ?son tuyos o es lo que te dicen que tienes que desear? Yago fulmino a su sobrino con la mirada y, antes de que se le siguiera subiendo a las barbas, le exigio: --!No me vaciles, Diego! Y escuchame... Una de las grandes lecciones que debes aprender en esta vida es a estar solo y a disfrutar de estar contigo mismo. --Ya, bueno, si. Que me vas a contar si soy hijo unico. De todas formas, el abuelo dice que la familia es lo mas importante. Estas mucho mejor aqui y conmigo. A Yago no le extrano que su sobrino sacara a colacion a su abuelo, porque para el era su dios, pero con todo le aclaro: --A ti te padezco todo el ano. Y yo necesito unas vacaciones de verdad, no esta tremebunda pesadilla. Diego fue a replicar algo, pero no pudo ya que ansioso por reencontrarse con Yasmina y por dejar de escuchar al plasta de su tio, le dio por mirar a la puerta de acceso a la piscina y aparecieron ellos. Los Trujillo. Y los miro admirados porque no podian molar mas... Eran tan guapos y estaban tan felices que parecian sacados de un anuncio de Halcon Viajes. El padre con su gorra Goorin Bros con un gallo estampado, su porte de bombero de calendario y cargado con dos bolsones de paja. La madre con un impecable look piscinero al que no le faltaba de nada, ni las unas decoradas con pequenas sandias, pues para algo regentaba un centro de unas. El hijo pequeno, que tenia siete anos, el pelo de pincho y la cara de travieso, y que habia salido disparado hacia la piscina infantil y luego estaba ella... Yasmina. Con el pelo largo de sirena, rubio y liso, los ojos azules, la sonrisa divina y los andares de princesa de cuento, aunque llevara unas sandalias de dedo de plastico. Diego creyo que se le iba a salir el corazon y musito llevandose la mano al pecho: --!Ya estan aqui! Capitulo 2 Yago miro a su sobrino con el ceno fruncido porque no sabia que mosca le habia picado y replico: --Ya estan aqui, ?quienes? ?Los de la invasion zombi? ?Por que tienes esa cara? --Porque acaban de llegar los Trujillo y no hay nada mejor en el mundo que ellos. Yago conocia a los Trujillo de los cumpleanos y las fiestas del colegio de Diego y sabia perfectamente lo que a su sobrino le pasaba con ellos. Pero decidio no ahondar en la herida y decir restandole importancia: --Son una familia mas. Diego nego con la cabeza y preciso, pues no podia consentir que su tio dijera semejante cosa: --No. Son lo mas. Mario es un bombero que salva vidas, Barbi es una gran artista de unas, Iker es el nino mas divertido que conozco y Yas es mi crush. Yago miro a su sobrino horrorizado y le pidio para que no continuara por ahi: --!No sigas diciendo esas cursilerias porque estoy a punto de vomitar el desayuno de la manana! Diego guardo su libro en la mochila, se levanto, se quito la camiseta blanca que llevaba y replico a su tio encogiendose de hombros: --Es lo que siento. Y, ahora, levanta el culo que tenemos que ir a hacer aquagym. --Yo ya he ido al gimnasio esta manana mientras tu dormias como un oso. --!Tu si que roncas como un oso! !Me he despertado ochenta veces por tu culpa! Y eres mi tio, no puedes dejarme solo en esto. Yasmina me ha contado que todas las mananas y todas las tardes hacen aquagym. !Vienen a este hotel desde siempre! Y, miralos, !ya se han quitado la ropa y estan en traje de bano! !Tenemos que hacer lo mismo que ellos! Y no porque sea un mitetitico, es porque necesito estar cerca de ella. Y contigo doy menos el cante. Disimulo mas. ?Lo pillas? Yago tenia tan claro que no iba a meterse en la piscina para hacer coreografias absurdas al son de la musica que se limito a responder manteniendo la calma: --Mimetico. Se dice mimetico. Y no cuentes conmigo para hacer el ridiculo. Gracias. Yago se enfrasco de nuevo en la lectura de su ensayo en tanto que Diego se acuclillo a su lado y le suplico: --Por favor, Yagui, hare lo que me pidas. Yago no pensaba ser el que le ensenara a su sobrino que las cosas no se conseguian con burdos chantajes, pero si el que le ensenara a negociar. Por eso replico con una sonrisa de oreja a oreja: --!Hecho! Yago se desabrocho la camisa blanca, la dejo sobre la tumbona, se levanto y se calzo las chanclas a la vez que su sobrino se incorporaba de un salto y exclamaba exultante de felicidad: --!Genial! Yago, que no pudo evitar sentir ternura por esa pobre criaturita, saco el protector solar de su mochila y le pidio a sobrino: --!Antes de ir al agua, dejame que te ponga crema!

  • Lionheart de Ana Roux

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    Oceano Atlantico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aerea britanica y la napoleonica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navio Lionheart del capitan Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por naufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitan, quien lejos de la civilizacion ha descubierto la libertad.

  • Dream High de Rachel Rp

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    ?Conoceis la historia del Patito feo? Pues esta es la historia del cisne que queria ser Patito.
    Cansada de ser juzgada por su aspecto Molly Stone se muda al otro lado del pais a vivir con su ex novio del instituto que ademas es su mejor amigo y regenta el titulo de rompecorazones del campus. Mejor dicho, comparte titulo con el mismo que comparte piso, Mason Somerfield
    Su mejor amigo y companero de piso le ha pedido que por favor deje que se mude con ellos su ex novia del instituto. Esto no puede acabar bien, ninguna mujer aguanta la puerta giratoria de mujeres que pasan por su piso y el no piensa cambiar.

  • El atentado de Alfredo De Braganza

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    Terroristas islamistas siembran el caos en Madrid con un devastador atentado. Siguiendo la pista a los autores materiales, todo indica que uno de ellos procedia de la India. Los acontecimientos se confabulan para que David Ribas sea reclutado por una organizacion secreta de la inteligencia espanola, recien creada, para eliminar a los responsables antes de que vuelvan a atentar.

  • El Bosque de los Pigmeos (Memorias del Aguila y del Jaguar 3) de Isabel Allende

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    Con El Bosque de los Pigmeos, Isabel Allende cierra la trilogia <>.

  • Cuando encontre tus alas de Alejandra Beneyto

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    Melina trabaja en una importante agencia de publicidad, tiene una relacion estable, aunque no apasionada, con su novio, una familia a la que esta muy unida. Su vida funciona, o eso cree ella hasta que en su agencia contratan a Lucas, periodista especializado en analisis politico. y su amor del pasado.

  • Olvida que antes de Irene Ferb

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    Carol tiene tanta hambre que hasta envidia el chicle que mastica Lola con esa extravagancia caracteristica suya y hasta imagina que podria nutrirse algo. Celos de un chicle, es patetica… ?tendra algun alimento o sera verdad eso que dice su madre de que son derivados del petroleo? La observa atentamente, tan diva, tan esbelta que parece una estatua, con esa cara de gata iracunda a punto de estallarte, que te desanimaria a acercarte, y, sin embargo, es la mas popular del colegio porque es como el rey Midas: si te toca te conviertes en oro, lanzandote directamente al grupo de los intocables, los <>. Otra pompa, ya lleva diez. Y ella que mataria por masticar y sacar algo de jugo, pero no puede, desde hace mas de un ano. Su mandibula, acorde a su cuerpo, esta mal hecha y su mordida es inaceptable segun el ortodontista, por lo que su madre saco la tarjeta de credito sin preguntarle y ahora lleva unos aparatos que le corrigen la boca y no le dejan morder nada solido. No, no le pregunto si queria ser el objeto de todas las burlas de su clase, de nuevo, por lucir el aparato mas exagerado de todo el colegio. Ahora la llaman presa, porque su boca parece una carcel. Cuando aparecio con el corse para la escoliosis no tardaron en bautizarla como <>, se burlaban de que su cuerpo parecia hecho a piezas. A todo se acostumbra uno… o no, puede que ella nunca lo haga. Su madre le dice que es hipersensible y que deberia importarle un comino lo que los demas digan de ella. Su madre va de fuerte, pero la mira y sabe que habla desde la ignorancia porque nadie se ha burlado jamas de ella, !que sencillo es asimilar los dramas de la vida desde la barrera! En su momento ocupo el lugar que ahora ocupa Lola. Su madre y su perfeccion… ?como puede ser su hija? Su estomago vuelve a rugir, ya van cinco veces, solo espera que durante la clase de etica no le suene, porque suelen estar en silencio haciendo deberes y se va a morir de la verguenza. Si al menos le hubieran dejado el zumo… pero se lo han quitado todo, el flan y el zumo. Anoche no ceno por dolor de tripa y apenas ha desayunado porque se ha despertado muy tarde. Lleva dieciocho horas sin darle trabajo a su estomago. Tiene unos companeros de la peor calana que viven por y para amargar la existencia a los corquis. Corquis: persona que, segun su escala de medir, no esta terminada y prefiere sacar buenas notas antes que estar todo el dia haciendo el ganso. No hace falta aclarar que ella esta en el top cinco de las corquis del cole. Lo que mas le fastidia es que no se lo toman: se lo quitan y encima lo pisotean delante de su cara y se marchan corriendo, como carreras de caballos, haciendo ruido con sus burlas. Y no, es mejor no decirselo a los profesores, solo le faltaba sumar a su lista de apodos el de chivata. Roa vuelve a meter un gol. Van cuatro en veinte minutos. Se rumorea que le va a fichar el Real Madrid, que le ha visto un ojeador. Es muy bueno. Aprovecha que todo el mundo lo hace para mirarle y asi no llamar la atencion… <>. Total, que para no dar mas que hablar prefiere disimular y de refilon ver como se abraza con Alberto, el otro idolo de masas de su colegio y que, a la vez, tambien, es su hermano mayor. Despues chocan los punos y camina en solitario hacia el centro del campo con la cabeza alta, recordandole a esos jugadores profesionales tan chulitos que ponen en la tele. A Roa se le ve de lejos que ha nacido para triunfar. Eso se nota. A ella no… Y por eso, aunque el se pasa tardes enteras en su piscina no sabe ni como se llama. Alberto le saca tres anos, el ya tiene dieciseis. Tambien es muy guapo y debe de ser muy simpatico, pero a ella no le hace ni caso. Vive por y para el deporte y para sus amigos. No se porta mal con ella, directamente la ignora. A veces, ha presenciado como la calana se burla de ella y ha seguido a sus cosas como si nada. Y eso duele mas que cualquier empujon. ?Como no puedes importarle nada a alguien de tu familia? Cuando era mas pequenita se reia mucho con ella y jugaban juntos, ella le adoraba, pero fueron creciendo, se hubo de convertir en invisible y se fue olvidando de ella. Carol de el tambien, poco a poco, pero a veces le cuesta y se le hace nudo. Las chicas de clase vienen hacia ella. Se ha quedado guardando el sitio mientras ellas ensayaban en un rincon el baile de fin de curso. Bea la mira avergonzada, ella es su unica amiga y no suelen separarse para nada, pero la han elegido como su correctora y se ha ido a ver si todas bailaban sincronizadas. --?Que tal, Carol? --le pregunta al tomar asiento. --Pues muerta de hambre. --?Te han vuelto a quitar el desayuno? Con pereza, afirma con la cabeza. --No te preocupes, tengo en mi mochila galletas, ahora te las doy. La mira agradecida. Bea es un sol. Con ella no se meten porque es muy dulce y a la vez atrevida y su hermano Aitor si que la defiende. Las chicas hablan y hablan sobre el baile y Bea y ella escuchan un poco apartadas. A ella no le ofrecieron participar, baila fatal y odia hacerlo. Suena la alarma. Termina el recreo. Se baja del murete y hace un poco mas de ruido de lo normal porque se tropieza con una piedra. No sabe que pasa, tampoco ha sido para tanto, ?por que todos la miran?, ?ehh? ?Por que la senalan y se rien? Busca a Bea, ella esta igual de sorprendida. Se hace un corro a su alrededor, hasta Roa y su hermano han llegado, entre tantas voces los escucha: --?No es tu hermana esa? --Si, tio, vamonos. --!Pobre cria, vaya hermano mas capullo! --Vamonos, macho… que se apane ella. No entiende nada, esta paralizada de la verguenza, sabe que hay algo en ella que les hace reir y hasta algunos juraria que ponen cara de asco. Se mira. ?Que, que es esto? ?Por que tiene tanta sangre en el pantalon? --!Bea! Ella se da cuenta a la vez y le tapa con su cuerpo. --Vamos al bano --le dice al oido--, tranquila… Hay que ser constante, no claudicar jamas, es su leitmotiv desde hace anos. Carol reconoce en todas las entrevistas que concede que asi consigue cualquier objetivo que se propone, y para sus adentros se guarda que asi elimino el horrible acne de su adolescencia y que fue el detonante de la Carol que es hoy en dia. Rutina por la manana y por la noche, cada dia, desde hace quince anos, cinco mil cuatrocientos setenta y cinco amaneceres y las mismas lunas. Le sigue encantando contar. Grano o marca que desaparecia gracias al protocolo de: limpieza, tonico, balsamo, crema antigrasa, serum e hidratante, la hacia sentir una victoria tal, que se animaba a seguir pese al cansancio y asi fue efervescendo su amor por la rutina. Carol es enemiga del azar. Ella no se lo puede permitir, hay quien tiene la suerte de triunfar sin apenas trabajo y consciencia, pero ella cada paso que da esta mas que medido y calculado, y si alguna vez se ha despistado, dejando escapar un centimetro a su arrinconada rebeldia, derrapa. Y no mas caidas, hieren, y ella ya se ha curado muchas cicatrices, se le ha agotado el botiquin. Entra en su habitacion. Observa el vestido de esta noche. Un lujo. Y todo lo que conlleva esa palabra viene a cargo de su madre. Se entero de que este ano si que estaba invitada a la fiesta de la radio y no ceso hasta convencerla de que el vestido era muy importante y que con un Elie Saab que se compro la temporada pasada iba a presumir de figura. Aunque se lleven casi treinta anos, su madre y ella usan la misma talla, asunto que puede ser algo preocupante, pero que para estos menesteres le sale mas que rentable. Carol jamas invertiria tanto en ropa, y no solo se refiere a dinero, es tambien cuestion de tiempo. Ella prefiere leer, ver una buena pelicula, salir a cenar, tomar una copa de vino, ir a pasear mientras escucha podcast, visitar museos, nadar… y comer queso. No hay nada que le guste mas que el queso. Coge una nota que hay sobre la cama: Tu hermano pasara a las ocho a recogerte. Vino ayer de Londres. No puedes ir a un evento asi sola. No seas estupida con el, lo esta pasando mal. <>, se dice Carol. Llevan quince anos sin apenas concederse algo mas que conversaciones de ascensor y hoy se van a tener que comunicar lo quieran o no. Su prometida le ha abandonado dos meses antes de la boda y el se ha vuelto a Espana porque no podia asumir el fracaso y, segun su madre, esta hecho un roto. ?Y cuando ella le necesitaba?, ?el hacia algo para ayudarla o la ignoraba como a un homeless? <>, se repite como un mantra… el mantra que escucho todos los lunes y miercoles a Ricardo en la consulta, durante diez anos. Ya no va, no puede porque ahora son intimos. El es su mejor amigo varon, y el siempre le dice que con ella perdio a una clienta, pero gano a una hermana. Su infancia fue borrascosa, a sus padres les costo entenderlo, pero una vez que lo comprendieron y pidieron ayuda, Ricardo, un recien licenciado en psicologia que ficho el colegio, se cruzo en sus vidas y la vida de Carol se impregno, poco a poco, de nuevos colores. A Ricardo le debe en quien se ha convertido, ella esta orgullosa de si misma y, sobre todo, de que el permanezca en su vida. El y Bea, su amiga desde la prehistoria. Ahora su socia. Carol le envia un mensaje para contarle quien va a ser su acompanante en la velada de esta noche. Sabe que no la va a poder contestar, hoy tenia muchas reuniones. Bea se ocupa de la gestion y legislacion de su empresa, Carol de la parte tecnica, ella es la cara visible. Son las duenas de una pagina web lider en su sector. Carol estudio periodismo, trabajo en varios lugares, hasta dar con la guia Michelin que le apasiono, se formo en el tema, hizo varios cursos y un master en critica gastronomica y ahora se dedica a publicar resenas de restaurantes, hoteles y clubs de Espana, Portugal, Francia e Italia, de momento. Las resenas no solo son escritas, hay videos, entrevistas, opiniones, de forma que el cliente se hace una idea completa del lugar que va a escoger. Son resenas personalizadas, no de plantilla, no un copia y pega como en otras paginas, ese es el secreto de su exito. Llevan tres anos y estan triunfando. Desde hace un ano, tambien organizan viajes a medida. Eso fue idea de Bea que, aunque es la gestora, tiene una cabecita loca llena de ideas. Aunque la ducha suele calmarla, hoy la visita de su hermano la mantiene estresada. Es una adulta, se relaciona con mucha gente al dia, pero Alberto… el puede evocar a sus fantasmas, esos que extinguio tras mucho esfuerzo en la consulta de Ricardo y no quiere ni pensar en revivirlos. Apenas se han visto en los ultimos anos. En navidades y si era indispensable. El vivio varios anos en Catar como jugador de futbol profesional y ahora residia en Londres con su prometida, Alissa, una matematica que trabajaba en Huawey, que se ha enamorado a ultima hora de una mujer. No entiende como a su madre se le ha ocurrido obligarle a ir con el… ?Como estara? Hace bastantes meses que no se ven. Aunque eso le haga ser peor persona, el saber que el esta deprimido le hace sentir un poco de ese gustirrinin que negarias si o si a cualquiera que te preguntase. Es politicamente inaceptable disfrutar del sufrimiento de otros, y por eso no es disfrutar la palabra que ella escoge para autojustificarse, es <>. A Alberto todo se le ha puesto de cara en la vida, ya le iba tocando pasar por la casilla de bancarrota. A ver que tal se relaciona con su equipo de radio, Los clandestinos. Un programa nocturno en Onda radio en el que diseccionan todo lo que tenga relevancia cultural, desde el humor y el amor por el arte. A Carol le apasiona, toda la semana se prepara el tema de turno y habla y aprende de sus companeros, cineastas, periodistas, escritores. A ella la ficharon por sus conocimientos sobre gastronomia, tal cual, porque siempre se ha fijado en los platos que se cocinan en las peliculas y en los libros, y tiene esa diferencia que aportar. Como agua para chocolate fue el inicio de ese amor y nunca penso que podria sacarle provecho. Relacionarse con gente tan culta y tan interesante es fascinante. Nada mas terminar de calzarse suena el timbre de la puerta. Antes de ir para alla, Carol se echa un ultimo vistazo y se ve fabulosa con el vestido, su madre sabe lo que hace. Es elegante y a la vez atrevido. Negro con un importante escote camiseta, entallado en la cintura y con una falda vaporosa con transparencias geometricas. Se ha recogido el pelo en una coleta alta y maquillado suave y le convence el resultado. Carol se gusta hasta recien despertada, eso tambien se lo debe a Ricardo. Toma aire profundo varias veces para relajarse antes de abrir, ensaya una sonrisa, la mantiene y gira el pomo. La luz automatica se enciende e ilumina a Alberto. Y no ve lo que esperaba, un hombre desecho. Encuentra frente a ella a un atractivo y atletico treintanero, moreno de ojos castanos claros, con una sonrisa brillante, un aroma embriagador y una postura de triunfador. --!Dios Santo! !Estas preciosa! --Y para su sorpresa tira de ella y se ve estrechada entre sus musculosos brazos--. !Cuanto me alegra verte tan bien! Ella omite reconocerle que ella siente justo lo contrario… --!Hola Alberto! !Como me despeines te asesino! --espeta--. A ver si no me has abrazado en treinta anos y hoy que me peino has asaltado una tienda de gominolas y vienes carinoso. Alberto se separa, por un momento Carol cree que se ha pasado de dura y esto puede violentar la velada que acaba de empezar, pero cuando le escucha reirse a carcajadas, recuerda que hay pocas cosas que le ofendan. Alberto es como su madre, de otra pasta, asi como de hormigon armado; ya tendria tarea el lobo de los tres cerditos y soplar hasta salirle una hernia, que no derrumbaria a su madre y a su hermano ni con la ayuda de la huracanada Dana. --Se me habia olvidado lo sincera que eras, hermanita. --Normal que se te olvide, con que te acuerdes de como me llamo me doy con un canto en los dientes --le reprocha y despues a si misma porque con esa actitud la noche va a ser infernal. Alberto vuelve a reir. --Creo que era algo como Carolina… --Carol --le corrige ipso facto. --Y que odias que te llamen asi, no me has dejado terminar. Se muchas mas cosas de ti de las que piensas --dice tan pagado de si mismo que cualquier poligrafo dictaminaria que dice la verdad. --Ya lo dudo. Espera que cojo el bolso y cierro. --Carol se da la vuelta y entra en su casa. Mientras recoge, apaga luces y saca las llaves, se dice a si misma que debe frenar la hostilidad y llamar a filas a su cordialidad. --?No me vas a invitar a entrar en tu choza? --le pregunta Alberto cuando le tiene de nuevo frente a ella. Su aroma vuelve a sorprenderla, huele a limpio, pero con unas trazas tostadas e incluso picantes que se aduenan de su pituitaria. --No vamos bien de tiempo --le responde cerrando la puerta energica, como si hiciera un simil consigo misma: ni entras en mi casa, ni en mi vida--. Otro dia. --Vale, vale --su hermano ha captado el impetu--, pero por lo que veo te van bien los negocios, !menudo chalet y que buena zona! --Si, trabajo mucho, Alberto. --Lo se, mama me habla mucho de ti.

  • La fuerza de un destino de Marti Gironell

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    Con veintiun anos, Ceferino Carrion huye de la gris y asfixiante Espana franquista en busca de aires nuevos, por lo que embarca en un buque desde Le Havre con destino a los Estados Unidos. En Nueva York cambiara de identidad y se convertira en ciudadano estadounidense como Jean Leon. Su peripecia vital lo lleva hasta California, donde su espiritu emprendedor y una serie de golpes de suerte lo situan a un paso de la gloria, junto a las estrellas de cine a las que admira y de las que se convertira en amigo y confidente.
    Con James Dean planea abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, seconvertira en un referente en el Hollywood de los anos cincuenta y sesenta y que conto con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy.
    Con una vida de pelicula, Jean Leon demostro que, con sacrificio y esfuerzo, los suenos, incluso el de elaborar su propio vino, estan al alcance de la mano.

  • El Jardin de la Memoria (El adepto de la Reina 3) de Rodolfo Martinez

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    El adepto descubre los misterios del enigmatico Oriente

  • La madreselva de Tierra Salvaje

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    La protagonista, una chica de familia adinerada con problemas de adiccion, es internada en un centro de mujeres para tratar su problema. Alli le daran un trato muy distinto al que acostumbraba en su vida diaria y encontrara respuesta a lo que lleva preguntandose mucho tiempo sobre su preferencia sexual.

  • Fuego y furia de Michael Wolff

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    Los primeros nueve meses de la presidencia de Donald Trump han sido tempestuosos, atroces. y absolutamente fascinantes.

  • Mientras dure el verano de Jessa Lacey

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    Ariadna no era consciente de que ese verano y esa familia iban a poner su mundo patas arriba. Su nuevo y extravagante trabajo no era ni mas ni menos que el de fingir ser una sobrina lejana de la familia para conseguir controlar y vigilar al hijo de los Walker que ya no sabian que mas hacer para que su hijo no dejase echar a perder mas su vida entre fiestas, mujeres y malas companias y que ademas que poco se responsabilizaba del negocio familiar.

  • La luz invisible de Jesus Valero

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    Una gran traicion, una aventura a traves de los siglos y un misterio que lucha por salir a la luz.

  • Kwan. En la lista (TZK Systems 2) de Nq Palm

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    California, Estados Unidos. En la actualidad. o utilice el avion de la compania para desplazarme a California, preferia dejarlo para Zev; seguia en su luna de miel particular y estaba seguro de que en algun momento decidiria viajar con su chica y el hijo de ambos. Habian vuelto hacia pocos dias de Tasmania, aun asi, no les queria dejar sin el medio de transporte, al fin y al cabo, toda mi vida habia viajado en aviones comerciales, no necesitaba transporte privado y tampoco habia ningun viaje de negocios programado. Alquile un todoterreno en el aeropuerto internacional de Sacramento, nada mas aterrizar, y me desplace hacia la direccion que me habia dejado escrita la persona anonima, en la carta que recibi en mi oficina de TZK Systems. La idea era aterrizar en Los Angeles y buscar la ubicacion de ese otro laboratorio clandestino que habia descubierto Hache, pero decidi desviar los planes. Tal vez, esa chica sabia algo y yo lo unico que adivine es que era una mujer. Takeshi y Zev no conocian la existencia de ese anonimo y estaba seguro de que se cabrearian si supieran que estaba acudiendo, solo y desarmado, al encuentro de alguien que bien me podria estar tendiendo una trampa. Pero habia algo muy personal en aquellas letras, algo que me hacia dejar a un lado mi desconfianza hacia el projimo y dar un paso al frente. Sobrepase el cartel de carretera, el cual anunciaba mi llegada a Roseville, y continue hacia Newcastle por la I-80E. Decidi detenerme antes en Loomis para tomar un cafe y estirar las piernas, aun me quedaban unos kilometros por recorrer hasta llegar a Auburn: el lugar de encuentro. Entre en la cafeteria que estaba atestada, la mayoria eran hombres y, a juzgar por los camiones que habia en la entrada, debia ser un lugar habitual para detenerse a desayunar. El sitio era estrecho y largo, con una barra a la derecha y mesas a la izquierda, dejando un pasillo bastante ajustado en medio, olia a cafe recien hecho y a comida. Tome asiento cerca del acceso a los banos y una chica joven, demasiado para estar en un lugar asi, se acerco y me sirvio un cafe largo. --?Que va a ser? --pregunto, casi sin levantar la vista de la pequena libreta que saco del bolsillo de su uniforme rojo, con unas grandes letras amarillas con el nombre de la cafeteria y una pequena placa, que colgaba de un imperdible, con el suyo; se llamaba Glenda. --Desayuno continental, gracias. Asintio y saque el sobre con la carta, que llevaba doblado y guardado en la cartera, para leerla de nuevo. A la atencion del senor Kwan North: Querido senor North, me dirijo a usted para pedirle una cita en persona. No puedo desplazarme a Atlanta, aunque me gustaria, pero temo levantar sospechas si lo hago, ya que creo que me vigilan. Soy alguien que trabajaba en el laboratorio de una farmaceutica, soy tecnica clinica con conocimientos de hematologia e inmunologia, que tuvo acceso a informacion confidencial. Investigue por mi cuenta, ya que lo que vi capto mi atencion. Descubri que habia cierta persona involucrada en asuntos gubernamentales de alto secreto y su nombre, senor North, aparecio en una lista. Despues vi en la television la caida de cierto senador y ate cabos. Comprendere que no quiera reunirse conmigo. Aun asi, estare el sabado a las cuatro de la tarde en la direccion que le escribo a continuacion... Ese ya no era mi apellido, asi que era cierto que esa persona habia visto algo sobre mi en algun documento, tambien estaba el hecho de que trabajaba en un laboratorio. Eso era lo que habia despertado mi interes. Deje de darle vueltas cuando Glenda me planto un plato con tres huevos fritos, cuatro tortitas, bacon y un gran bote de sirope de fresa. --?Cafe o zumo? --Cafe, gracias. Guarde de nuevo la carta y empece a masticar sin dejar de observar a los otros comensales, nadie parecia haberme seguido y ninguno de ellos me prestaba atencion. Solo un par de mujeres me observaron y sonrieron desde dos mesas mas alla. Termine de engullir y saque un par de billetes para dejarlos sobre la mesa, Glenda estaria contenta con la propina. Le hice una senal con la cabeza a modo de despedida, ella estaba al otro lado de la barra, y sali del local. Al entrar en el todoterreno mire la hora, solo eran las diez de la manana. Tenia previsto llegar hasta el lugar indicado y recorrer el entorno, quedarme con los rostros y asegurarme de que ninguno de ellos permanecia mas tiempo de lo habitual en aquel espacio. Mi telefono movil estaba apagado, Zev y Tak se cabrearian, pero no estaba dispuesto a dejar ningun rastro sobre el camino que habia tomado. El vehiculo no llevaba GPS, asi lo habia pedido al alquilarlo; aunque estaba seguro de que disponia de algun dispositivo de seguimiento, muchas empresas de alquiler de vehiculos lo hacian; pero eso no me preocupaba, necesitarian una orden judicial para rastrearme y, para entonces, ya habria hablado con mis socios. Casi una hora mas tarde llegue a Auburn. Estacione en la zona comercial en la que habiamos quedado y me dirigi a pie hasta el bistro que la chica me habia nombrado en la carta. No entre, sino que di la vuelta alrededor y camine por la zona. Una tienda de deportes, un centro comercial y mas alla una pista de baloncesto. A parte del restaurante, no habia mucho mas. Volvi al coche a buscar mi cazadora de cuero, estabamos dejando el verano atras y se notaba mas por estas latitudes. Auburn quedaba a una buena altura sobre el nivel del mar. Enclavado cerca de las montanas, los pinares llegaban hasta donde alcanzaba la vista. Finalmente me sente a esperar y puse la calefaccion. En la radio sonaba Is This Love de Whitesnake, me quede mirando la pantalla y cambie de emisora. Los coches iban y venian y, despues de las horas que llevaba alli, ya habia ubicado los que eran de los trabajadores y los que solo estaban de paso. A las cuatro menos cuarto mi atencion se centro en la entrada del restaurante. Habian hecho cambio de turno y solo vi a un par de asiaticos y a un tipo negro con cara de estar hasta los huevos de cargar cajas del camion de reparto a, lo que supuse, era la entrada de la cocina, que estaba a unos diez metros de la principal. Una pareja con un bebe, dos chicos de unos veinte anos y un matrimonio de avanzada edad entraron al cabo de un rato. Tambien paso una patrulla de la policia y sus ocupantes accedieron, aunque se quedaron en la barra. Ya era casi la hora y no creia que ninguno de ellos fuera mi contacto. Pare la calefaccion, tenia gasolina, pero no era cuestion de arriesgar. Baje y entre, ya volvia a tener hambre. Pedi un sandwich en la barra, cerca de los polis que charlaban con el dueno del local, y me sente en una de las mesas en cuanto me sirvieron, al lado de las grandes cristaleras. *** Aparque enfrente de la tienda de deportes, no sabia quien era Kwan North y, aunque me habia planteado que podia ser peligroso, necesitaba saber que habia de cierto en los videos que habia copiado y escondido en un lugar seguro. Llegaba cinco minutos tarde, pero lo preferia asi. Pasee tranquilamente hasta el restaurante y me alivio ver un coche de policia estacionado delante de la entrada. Si no me gustaba la pinta del tal Kwan, saldria de alli deprisa o pediria ayuda en caso de necesitarla. Me recoloque el bolso que llevaba al hombro, por encima del abrigo, y entre. Salude a Maxi, el dueno del restaurante, y me sente en uno de los taburetes escuchando 100 Ways de Jackson Wang. Los polis me echaron un vistazo y me saludaron. Hacia solo tres anos que trabajaba en la farmaceutica a las afueras del pueblo, pero en ese tiempo todos me conocian y tambien al bruto de mi exnovio, Zack. Un neandertal recien salido de las cavernas al que no desenmascare hasta que fue demasiado tarde. Ahora el tenia una orden de alejamiento y yo un problema cada vez que salia de casa o de trabajar, siempre estaba alerta. Su tendencia a presentarse en el momento menos indicado o a invadir mi apartamento, me llevo a poner una denuncia y el cabreo que el llevaba encima era monumental. Pero me daba igual, tenia que mirar por mi integridad fisica. Al fin y al cabo, nunca me habia puesto la mano encima, lo suyo era un problema de celos y un gran afan por apartarme de todo y de todos; por no hablar de lo irascible que se habia vuelto en los ultimos meses. Hasta que un dia me canse y le deje. --Aqui tienes, Joyce, siento lo del cierre de la farmaceutica --me animo Maxi, sirviendome el zumo de tomate de siempre. --Buscare otro trabajo, ya estoy en ello. --Eso es bueno. ?Quieres comer algo? --ofrecio solicito. --No, gracias. He quedado con un amigo de la universidad. Inconscientemente, estaba buscando la manera de que alguien supiera que tenia una cita por si pasaba algo, los polis tambien estaban atentos a mis palabras. Los tenia vistos, pero nunca habia hablado con ellos. Preferia que pensaran que ya conocia al chico a que dedujeran que estaba a punto de encontrarme con un desconocido. Me tomarian por una cabeza hueca. Estaba bebiendo mi zumo cuando un chico negro con unas largas rastas, que habia estado observandonos, se levanto y vino hacia mi. Era alto, corpulento y muy atractivo. Su rostro era anguloso, perfecto, como si lo hubieran cincelado los antiguos griegos. Sus ojos oscuros, clavados en los mios, no me dejaron en ningun momento. Era guapo, muy guapo. Y solo podia ser el. Lo reconoci al acercarse, habia visto su imagen. --?Joy? --pregunto con voz grave, acortando mi nombre y sorprendiendome con un beso en la mejilla--. Supongo que despues de estos anos no me has reconocido, soy Kwan. Mi mente se quedo en blanco durante unos segundos, pero me obligue a reaccionar. --Lo siento, Kwan. Estas muy cambiado --logre articular. --Tu tambien, llevas el pelo mucho mas largo y, sin esas horribles gafas de pasta que llevabas, estas mucho mas guapa. ?Que? La madre que lo pario. ?Que se estaba inventando? --Gracias, supongo --conteste entrecerrando los ojos--. A ti tambien te quedan mejor las rastas que el estilo afro que solias lucir... junto a los brackets. Vi un atisbo de sonrisa, pero el tal Kwan se mantuvo firme y siguio serio. --Vamos, tenemos que ponernos al dia. --Ofrecio su mano para ayudarme a bajar del taburete y la acepte con una sonrisa, que debia parecer mas bien una mueca, aunque se la solte en cuanto toque suelo. Caminamos juntos hasta el fondo del local, dejando atras mi zumo, y un miedo atroz se apodero de mi. A su lado yo era muy poca cosa, mi metro sesenta y cinco se veia muy ridiculo frente a su estatura. Solo con una de sus manos podia romperme el cuello. Debi aminorar la marcha ante tal pensamiento, porque se detuvo y se acerco a mi oido. --Tranquila, soy inofensivo --susurro. <>, pense ironica. Aunque llevaba una cazadora encima de la camisa oscura, se podia apreciar la amplitud de sus hombros y podria asegurar que su brazo era del tamano de mi muslo, tal vez mas ancho. --Te gusta ir al gimnasio, ?eh? --Valiente idiotez para decir, pero queria romper el hielo. --Algo asi. Me mostro el asiento y el se sento enfrente, al otro lado de la mesa. --Bueno, ahora que hemos revivido viejos tiempos, me gustaria que me hablaras de lo que encontraste. No pude evitar sonreir, el hombre pretendia que me sintiera comoda. El problema era que ahora, que lo tenia delante, me estaba costando hablar de lo que habia hallado en aquel pendrive. --No se por donde empezar, vas a pensar que soy una ladrona o algo por el estilo. Junto las manos sobre la mesa y entrelazo los dedos. --No suelo juzgar a la gente. --Es un alivio. Saco el sobre que le habia enviado, desplego la carta sobre la mesa y lo senalo con un dedo. --?Como diste conmigo? --Es una larga historia. Asintio y volvi a reparar en su rostro, en esos ojos oscuros e insondables y en esos labios gruesos que me hacian pensar en cosas que no debia. ?Tan necesitada estaba? L Capitulo dos a vi entrar y ni siquiera la tuve en cuenta como candidata a ser mi informante, solo admire sus largas piernas y su bonito rostro. Su cabellera azabache, en largas ondas, caia sobre su espalda y esos grandes ojos de color azul oscuro, en contraste con su piel clara, me dejaron anclado a ella, estudiando su sonrisa y sus gestos. Pero sus palabras... trabajaba en una farmaceutica, y el vistazo que echo a su alrededor buscando a alguien; me hizo prestar atencion. Reparo en mi un momento, pero continuo buscando, imagine que conocia a aquellas personas del restaurante y por eso dijo que tenia una cita con un companero de universidad. Lo cierto era que, ademas de preciosa, habia sido muy aguda y su mente reacciono deprisa, desconcertandome. Mientras esperaba a que ordenara sus ideas, pedi un par de cafes. --Trabajaba en una farmaceutica, como te dije en el correo que te envie: la Farmaceutica Olof. Me dedicaba al control de calidad en el laboratorio, junto a otras dos personas --comenzo --. Hace tiempo que nos hacian unos enormes encargos y todos eran sedantes, oxicodona... opiaceos en su mayoria. --Entiendo. --Un dia se presento un hombre y pregunto por el jefe tecnico, mi superior. Cuando fui a buscarlo empezaron una discusion, algo sobre un retraso en los pedidos. Mi jefe me pidio que saliera de la oficina, pero debido al alto volumen de sus voces en la airada conversacion, pude escucharlo todo. --?Y que es lo que oiste? --Le pagarian el triple al propietario de la farmaceutica si solamente trabajaba para ellos, pero para eso tenian que modificar algunas formulas. Junte las cejas, no terminaba de entender que tenia que ver eso conmigo. --Solo vi al senor Olof una vez, era ruso... --?Era? --inquiri cortandola. Cerro los ojos un instante y despues enfrento mi mirada. --Murio la semana pasada; tuvo un accidente de coche. Segun los rumores, iba borracho y perdio el control. Tuve claro en ese momento que Joyce no creia que eso hubiera ocurrido asi. --Al dia siguiente del accidente --continuo--, nuestro jefe tecnico nos insto a recoger todo el laboratorio, el hizo copias de los archivos de los ordenadores y despues los destruyo. --?Por que? ?Que escondia? --No lo tengo muy claro, pero ha desaparecido y nos ha dejado sin trabajo. --Lo siento. Saco un pendrive del bolso y lo dejo sobre la mesa cubriendolo con la mano, despues lo deslizo, sin descubrirlo, hasta la mia. --Te advierto que tengo un duplicado a buen recaudo --dijo seria, aunque note cierto temblor en su voz. --?Por que confias en mi? Ni siquiera me conoces. Desvio la mirada hacia el exterior. --Porque vi lo que hay en su interior y tal vez no debi hacerlo. Se le cayo a Alex, asi se llamaba mi superior. Fui la ultima en salir y lo encontre en el suelo, al lado de la puerta. Iba a devolverselo, pero su coche ya no estaba y, como ya te he dicho, ha desaparecido; no esta en su casa ni contesta al telefono. Lo tuve durante dos dias y, al saber que el laboratorio habia cerrado definitivamente en Auburn, lo busque y lo conecte a mi ordenador portatil. Seguia perdido, aunque deduje que lo que habia en el dispositivo, tenia que ver conmigo. --?Era todo legal? Quiero decir, ?tenias contrato? Parecio sorprenderse. --Por supuesto, pero me temo que Olof firmo alguna clausula que despues no cumplio. Vi el miedo en los ojos de Alex aquel dia. Eso no pintaba bien. --?Que hay en estos archivos? --inquiri mirando mi mano, donde tampoco dejaba a la vista el dispositivo. --Unas instalaciones que nunca habia visto y tu. Imagenes y video. --Su mirada no conectaba con la mia, sino que se fijaba en sus manos--. Informacion sobre ti y TZK Systems. Pense que tenias derecho a saber que eso circulaba... --Y decidiste hacer de buena samaritana --la corte. Mierda. Me molestaba que esa chica me hubiera podido ver en mis peores momentos. --Gracias, me ocupare del asunto --anadi aseptico--. ?Como puedo localizarte? Saco una tarjeta del bolso, me la entrego y la guarde en el bolsillo de los vaqueros sin mirarla. --Un consejo: destruye esa copia, puedes tener muchos problemas. Abrio los ojos con sorpresa, pero reacciono rapidamente. --Otro para ti: huye --dijo en voz baja, tal vez pensando que no la oiria. Me levante y la deje alli, pague los cafes en la barra y sali del restaurante sintiendo que aquella chica tan bonita sabia mas de mi que yo de ella. Tak, Zev y yo sabiamos que nos tenian localizados, aunque no podian tocarnos. Pero que imagenes nuestras circularan por ahi, era algo a lo que aun no nos habiamos enfrentado. Todo era alto secreto y confiabamos en que quemarian unas pruebas que los pondrian en tela de juicio, por muy conectados que estuvieran con el gobierno. Arranque el coche, pero no me fui muy lejos, queria saber donde vivia Joyce Temple, ya que en su tarjeta de visita solo ponia su nombre y apellido, numero de telefono y profesion. Diez minutos despues estaba siguiendola hasta que se detuvo en un moderno bloque de apartamentos en el centro de Auburn.

  • Bajo la luna azul, Maria Jose Tirado de Maria Jose Tirado

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    Cada paso que has dado ha hecho que hoy estes conmigo.

  • Te llamare muerto de Jose De Cora

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    Ano 1900. En una casa de la costa gallega dos mujeres sufren ataques de fuerzas que no atienden a las leyes fisicas. El ruido de cien tormentas antecede al vuelo de los objetos mientras un gorila espalda plateada trata de ejercer con ellas su papel de semental. Nadie se explica que motiva las aberraciones de la Casa de los Muertos..., porque su terrible secreto hay que buscarlo dieciocho anos antes. Tres peculiares personajes coinciden alli para disputar el descubrimiento al arzobispado de Santiago. Son el medico y espiritista Manuel Otero Acevedo, el escritor de esperpentos Ramon Maria del Valle-Inclan y el abogado y periodista Prudencio Landin Tobio. Sin saberlo, cada uno de ellos representa una faceta de esta fabulosa historia basada en hechos reales que enfrenta supersticiones a vanguardia cientifica, carne a espiritu, vivos a muertos.
    Esta es la nueva y sorprendente novela que nos presenta Jose de Cora, autor de “El estornudo de la mariposa”.

  • Asesino de brujas 3. Dioses y Monstruos de Shelby Mahurin

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    Belladona, eufrasia, baya de arrayan, colmillo de vibora y ojo de buho, pizca de flora, pellizco de animal, para vil posesion o proposito puro. Icor de un amigo, icor de un contrario, un alma negra como noche insondable, pues en la oscuridad se halla el almario do surcan las animas lo inescrutable. El hechizo es familiar; oh, si, muy familiar. Nuestro favorito. Ella nos deja leerlo a menudo. El grimorio. La pagina. El hechizo. Nuestros dedos repasan cada trazo de pluma, cada letra difuminada, y cosquillean con una promesa. La promesa de que jamas estaremos solos, y les creemos. Le creemos a ella. Porque no estamos solos, nunca estamos solos, y los ratones viven en nidos con cientos de otros ratones, con muchisimos ratones. Se refugian todos juntos para cuidar de sus crias, de sus hijos, y encuentran recovecos calientes y secos con mucha comida y magia. Encuentran rincones sin enfermedad, sin muerte. Nuestros dedos se enroscan en torno al pergamino y dejan nuevas huellas. Muerte. Muerte, muerte, muerte, nuestra amiga y enemiga, irremediablemente nos llega a todos. Excepto a mi. Los muertos han de olvidar. Cuidado con suenos que impidan dormir. Ahora desgarramos el papel, lo rompemos en pedazos. En trocitos minusculos. Se desperdigan como ceniza en la nieve. Como los recuerdos. Los ratones se refugian todos juntos, si; se mantienen a salvo y calientes los unos a los otros, pero cuando una cria de la camada enferma, los ratones se la comen. Oh, si. Se la zampan entera, enterita, para alimentar a la madre, al nido. El ultimo en nacer siempre esta enfermo. Siempre es pequeno. Devoraremos a la ratoncita enferma, y ella nos alimentara. Ella nos alimentara. Acecharemos a sus amigos, sus amigos (un grunido brota por mi garganta ante la palabra, ante la promesa vacia), y los alimentaremos hasta que esten gordos de afliccion y culpabilidad, de frustracion y miedo. Alla donde vayamos, ellos nos seguiran. Y entonces los devoraremos a ellos tambien. Y cuando devolvamos a la ratoncita enferma a su madre en Chateau le Blanc, cuando su cuerpo se marchite, cuando sangre, su alma se quedara con nosotros para siempre. Ella nos alimentara. Jamas estaremos solos. Capitulo 2 L'enchanteresse Reid La neblina se extendio por el cementerio. Las lapidas, viejas y agrietadas, con sus nombres borrados hace mucho por los elementos, alanceaban el cielo desde donde estabamos, sobre el borde del acantilado. Incluso el mar en lo bajo estaba silencioso. En esta inquietante luz previa al amanecer, por fin comprendi la expresion silencioso como una tumba. Coco se paso una mano por los ojos cansados antes de senalar hacia la iglesia mas alla de la neblina. Pequena. De madera. Parte del tejado se habia venido abajo. No se veia luz alguna a traves de las ventanas de la rectoria. --Parece abandonada. --?Y si no lo esta? --Beau resoplo mientras sacudia la cabeza, pero se paro con un bostezo--. Es una iglesia y nuestras caras estan pegadas por todo Belterra. Incluso un parroco rural nos reconocera. --Muy bien. --Su voz cansada llevaba menos mordiente de lo que seguramente pretendia--. Duerme fuera con el perro. Todos a la vez, nos giramos para mirar el espectral perro blanco que nos seguia. Habia aparecido a las afueras de Cesarine, justo antes de que decidieramos bordear la costa en lugar de ir por la carretera. Todos habiamos visto lo suficiente de La Foret des Yeux para una eternidad. Durante dias, el perro nos habia seguido, sin acercarse nunca tanto como para que lo tocaramos. Receloso, confuso, los matagots habian desaparecido poco despues de su aparicion. No habian vuelto. Tal vez el perro fuese un espiritu atormentado el mismo, un nuevo tipo de matagot. Tal vez fuese solo un mal presagio. Tal vez fuera por eso que Lou todavia no lo habia bautizado. La criatura nos miro, sus ojos eran un toque fantasmal sobre mi cara. Aprete la mano de Lou con mas fuerza. --Llevamos toda la noche andando. Nadie nos buscara dentro de una iglesia. Es tan buen sitio como cualquier otro para escondernos. Si no esta abandonada --segui hablando a pesar de que Beau habia empezado a interrumpir-- nos marcharemos antes de que nos vea nadie, ?de acuerdo? Lou le sonrio a Beau, con la boca muy abierta. Tan abierta que casi pude contar todos sus dientes. --?Tienes miedo? --Despues de los tuneles --le dijo, tras lanzarle una mirada dubitativa--, tu tambien deberias tenerlo. La sonrisa de Lou desaparecio, y se noto como Coco se ponia tensa y apartaba la mirada. La tension enderezo mi propia columna. Sin embargo, Lou no dijo nada mas; se limito a soltar mi mano y dirigirse hacia la puerta de la iglesia. Giro el picaporte. --Abierta. Sin decir una palabra, Coco y yo la seguimos a traves del umbral. Beau se reunio con nosotras en el vestibulo un momento despues, mientras estudiaba la sala en penumbra con una suspicacia clara. Una gruesa capa de polvo cubria los candelabros. La cera que habia goteado hasta el suelo de madera se habia endurecido entre las hojas muertas y demas restos. Nos llego una corriente de aire desde el santuario un poco mas alla. Sabia a salmuera. A descomposicion. --Joder, este lugar esta encantado --susurro Beau. --Ese lenguaje. --Frunci el ceno en su direccion y entre en el santuario. Se me comprimio el pecho al ver los bancos destartalados. Las paginas rotas de los himnarios amontonadas en un rincon para pudrirse--. Esto fue un lugar sagrado en el pasado. --No esta encantado. --La voz de Lou resono con eco en el silencio. Se detuvo detras de mi para levantar la vista hacia la vidriera. La cara suave de santa Magdalena le devolvio la mirada. Era la santa mas joven de Belterra; habia sido venerada por la iglesia por regalarle a un hombre un anillo bendecido, por el cual su negligente esposa habia vuelto a enamorarse de el y se habia negado a separarse de su lado, incluso cuando su marido se embarco en un peligroso viaje por el mar. Se habia adentrado detras de el en las olas y se habia ahogado. Solo las lagrimas de Magdalena pudieron resucitarla--. Los espiritus no pueden vivir en suelo consagrado. --?Como sabes eso? --pregunto Beau, con el ceno fruncido. --?Como es que no lo sabes tu? --replico Lou. --Deberiamos descansar. --Pase un brazo en torno a los hombros de Lou y la conduje hasta un banco cercano. Estaba mas palida de lo habitual, con oscuras sombras bajo los ojos y el pelo enredado y despeinado por el viento despues de varios dias de duro viaje. Mas de una vez, cuando ella creia que no la estaba mirando, habia visto convulsionarse todo su cuerpo, como si luchara contra alguna enfermedad. No me sorprenderia. Habia sufrido mucho. Todos lo habiamos hecho--. Los aldeanos se despertaran pronto. Investigaran cualquier ruido extrano. Coco se instalo sobre un banco, cerro los ojos y se echo la capucha de la capa por encima de la cabeza. Para no vernos. --Alguien deberia montar guardia. Aunque abri la boca para ofrecerme a hacerlo, Lou me interrumpio. --Lo hare yo. --No. --Negue con la cabeza, incapaz de recordar la ultima vez que Lou habia dormido. Notaba su piel fria y pegajosa contra la mia. Si de verdad estaba luchando contra alguna enfermedad, necesitaba descansar--. Duerme tu. Yo vigilo. Un sonido reverbero muy profundo en su cuello mientras ponia una mano sobre mi mejilla. Su pulgar rozo mis labios, se demoro ahi un poco. Igual que sus ojos. --Preferiria mil veces vigilarte a ti. ?Que veria en tus suenos, Chass? ?Que oiria en tus...? --Ire a ver si hay comida en la despensa --musito Beau. Paso por nuestro lado de mal modo y miro atras para lanzarle a Lou una mirada de asco. Mi estomago gruno mientras lo veia marchar. Trague saliva e ignore la punzada de hambre. La repentina y desagradable presion en mi pecho. Con suavidad, retire la mano de Lou de mi mejilla y me quite el abrigo para darselo a ella. --Vete a dormir, Lou. Te despertare al atardecer y podremos... --las palabras quemaron mi garganta--... podremos continuar. Hacia el Chateau. Hacia Morgane. Hacia una muerte segura. Lou habia dejado bien claro que iria al Chateau le Blanc, la acompanaramos o no. A pesar de mis protestas, a pesar de recordarle por que buscabamos aliados para empezar, por que los necesitabamos, Lou seguia afirmando que podia manejar a Morgane ella sola. Ya oisteis a Claud. Afirmaba que esta vez no dudaria. Ella ya no puede tocarme. Afirmaba que reduciria su hogar ancestral a cenizas, junto con toda su familia. Construiremos uno nuevo. ?Un nuevo que?, habia preguntado yo con recelo. Un nuevo todo. Jamas la habia visto actuar con una intensidad tan decidida. No. Obsesiva. La mayoria de los dias, un brillo feroz iluminaba sus ojos, una especie de hambre salvaje, pero en otros, no los tocaba ninguna luz en absoluto. Esos dias eran muchisimo peores. Se dedicaba a observar el mundo con una expresion aturdida, y se negaba a reconocerme a mi o a mis debiles intentos de consolarla. Habia solo una persona que podia hacer eso. Y el ya no estaba. Ahora tiro de mi para tumbarme a su lado, mientras me acariciaba el cuello casi sin pensar. Sus dedos frios hicieron que un escalofrio bajara correteando por mi columna y senti un repentino deseo de apartarme. Hice caso omiso. La sala se sumio en un silencio denso y pesado, excepto por los grunidos de mi estomago. El hambre era una companera constante esos dias; ya ni siquiera recordaba la ultima vez que habia comido hasta saciarme. ?Con Troupe de Fortune? ?En el Hueco? Al otro lado del pasillo, la respiracion de Coco se hizo poco a poco mas regular. Me concentre en el sonido, en las vigas del techo, mas que en la piel gelida de Lou o en el dolor en mi pecho. No obstante, pocos segundos despues, unos gritos brotaron de la despensa y la puerta del santuario se abrio de par en par. Beau salio disparado y paso como una exhalacion hasta mas alla del pulpito. --!Retirada! --Gesticulo como loco hacia la salida mientras yo me levantaba de un salto--. !Hora de irnos! Ahora mismo, ahora mismo, vamonos... --!Alto! --Un hombre encorvado con las vestiduras de un cura irrumpio en el santuario con un cucharon de madera en la mano. De el goteaba estofado amarillento. Como si Beau hubiese interrumpido su almuerzo de media manana. Los trocitos de verduras desperdigados por la barba canosa y descuidada que ocultaba la mayor parte de su cara confirmaron mis sospechas--. He dicho que vuelvas aqui... Freno en seco y derrapo hasta pararse cuando nos vio al resto. Por instinto, me gire para esconder la cara entre las sombras. Lou se echo la capucha por encima de su pelo blanco y Coco se puso en pie, preparada para salir corriendo. Pero ya era demasiado tarde. Una chispa de reconocimiento ilumino sus ojos oscuros. --Reid Diggory. --Me miro de arriba abajo, luego detras de mi--. Louise le Blanc. --Incapaz de reprimirse, Beau se aclaro la garganta desde el vestibulo y el cura lo miro unos instantes antes de soltar una risita burlona y sacudir la cabeza--. Si, tambien se quien eres tu, chico. Y tu -- anadio en direccion a Coco, cuya capucha todavia ocultaba su rostro entre las sombras. Como habia prometido, Jean Luc habia anadido su cartel de <> al lado de los nuestros. Los ojos del cura se entornaron al percatarse de la daga que habia desenvainado--. Guarda eso antes de que te hagas dano. --Sentimos haber entrado aqui sin permiso. --Levante las manos en ademan de suplica, mientras fulminaba a Coco con la mirada a modo de advertencia. Sali al pasillo con disimulo, y empece a dirigirme poco a poco hacia la salida. Detras de mi, Lou hizo lo mismo--. No pretendiamos causar ningun dano. El cura solto un bufido desdenoso, pero bajo el cucharon. --Os habeis colado en mi casa. --Es una iglesia. --La apatia resto enfasis a la voz de Coco, que dejo caer la mano como si de repente no fuese capaz de soportar el peso de la daga--. No una residencia privada. Y la puerta no estaba cerrada con llave. --Tal vez para tentarnos --sugirio Lou con un placer inesperado. Con la cabeza ladeada, contemplo al cura fascinada--. Como una arana con su tela. El ceno del cura se fruncio ante el abrupto cambio de tema, al igual que el mio. La voz de Beau reflejo nuestra confusion. --?Que? --En las zonas mas oscuras del bosque --explico Lou, arqueando una ceja--, vive una arana que caza otras aranas. L'Enchanteresse, la llamamos. La hechicera. ?No es asi, Coco? --Coco no respondio, y Lou continuo hablando con decision--. L'Enchanteresse se cuela en las telaranas de sus enemigos, tironea de sus hebras de seda y les hace creer que han atrapado a una presa. Cuando las aranas llegan para darse el festin, la hechicera ataca, envenenandolos despacio con su veneno singular. Los saborea durante dias. De hecho, es una de las pocas criaturas del reino animal que disfruta infligiendo dolor. La miramos todos con cara de pasmo. Incluso Coco. --Eso es perturbador --comento Beau al cabo de unos instantes. --Es inteligente. --No. --Beau hizo una mueca, la cara contorsionada--. Es canibalismo. --Necesitabamos un sitio donde refugiarnos --intervine yo, con la voz un poco demasiado alta. Demasiado desesperada. El cura, que habia estado observando como renian con una expresion de desconcierto, se giro hacia mi--. No sabiamos que la iglesia estaba ocupada. Nos marcharemos de inmediato. El hombre continuo mirandonos en silencio, el labio un poco retraido. El oro broto ante mi en respuesta. Buscaba. Tanteaba. Protegia. Hice caso omiso de su pregunta silenciosa. No necesitaria magia ahi. El cura blandia solo una cuchara. Aunque hubiese llevado una espada, las arrugas de su cara indicaban que era mayor. Anoso. A pesar de su altura, el tiempo parecia haber marchitado su musculatura y haber dejado a un anciano enclenque y larguirucho a su paso. Podiamos escapar de el sin problema. Agarre la mano de Lou para estar preparados, lance un rapido vistazo a Coco y a Beau. Los dos asintieron una vez a modo de confirmacion.

  • La dependienta de Sayaka Murata

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    Keiko Furukura tiene 36 anos y esta soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandono a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japones abierto las 24 horas del dia. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores como actuar y que decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.
    Con esta vision hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.

  • Me canse de ti de Walter Riso

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    Si tu pareja te ignora, te vigila, te hace dano o te miente. ?por que seguir con ella? ?Por que soportar una relacion que te hace sufrir? Aqui te va una verdad dolorosa: El amor no es suficiente para mantener unida a una pareja. Y, en algunos casos, aquello que tu consideras <> no es mas que posesion, miedo y costumbre. Walter Riso explora algunos de los motivos que llevan a las personas a cansarse de su relacion. Si estas incomodo con tu vida amorosa, y lo has intentado casi todo, quiza sea hora de replantearse algo mas de fondo. ?El amor se termino o eres tu quien se canso de ese amor? A partir de cartas de despedida escritas por el autor, aprende a decir adios cuando solo puedes pensar: <>. Deja de sufrir inutilmente y permite que el realismo se imponga.

  • No quiero solo un verano de Dama De Hierro

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    Mis vacaciones de verano dieron un giro inesperado cuando papa dijo que se casaria , eso no tendria nada de malo a no ser que la novia, sea la madre del chico que me robo el corazon el primer dia que llegue a este hermoso pais.

  • El reloj mecanico de Philip Pullman

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  • Culpa tuya (Culpa mia 2) de Mercedes Ron

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    Mas romance, traicion y misterio en Culpa tuya, segunda parte de <>, la saga romantica protagonizada por un chico malo con un gran corazon y una chica buena con muchas agallas.

  • Las madres secretas de Monica Crespo

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    Una pareja inicia un proceso de maternidad subrogada; una madre se enfrenta a la naturaleza predadora de su hija; una escritora huye para escribir; una mujer ave y la prohibicion de volar; una pareja en la que el se queda embarazado... Las madres secretas explora las aristas y los espacios marginales de la maternidad, las fragiles relaciones de pareja, las relaciones entre madres e hijos, las contradicciones ante el deseo de ser madre o no, la construccion cultural de este fenomeno biologico, la tension entre la creacion artistica y la maternidad. Los personajes de estos relatos muestran este complejo equilibrio a traves de sus conflictos. La autora, con una intensa voz narrativa, rompe los topicos y las imagenes idealizadas de la maternidad. Historias realistas y fantasticas que ofrecen una reinterpretacion de la familia y la maternidad, que puede ser tan natural como perversa.

  • Un corazon en la pared de Jose Garoe

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    La alarma del movil sono a modo de despertador exactamente a las 7:00 de la manana. Sonaba un tono diferente al de la llamada, seleccionado entre risas y arrumacos por Sara, su ex. Recien comprado su nuevo smartphone, le pidio que se lo configurara porque se le daba muy bien el trato con esos cacharros y el decia que solo servian para hablar y mandar Whatsapp . Hacia poco que le habia pedido que se casase con el en una fiesta sorpresa en un restaurante de alta alcurnia de la calle Betis. Aprovechando que una de sus amigas cumplia anos se las ingeniaron para que no se enterara de nada hasta el momento de la pedida. Paseito al lado del majestuoso Guadalquivir, subida a una barca previamente alquilada, amigos grabando a lo lejos con el movil, transeuntes observando con una sonrisa al ver lo nona que era la escena... pedida romantica en toda regla. Sabiendo la musica que le gustaba a la que pensaba que era la mujer de su vida, eligio la cancion que ella luego opto por poner como tono para la alarma del despertador. Dijo que asi todas las mananas se acordaria de ella y de aquel maravilloso momento. Tenia razon, se acordaba. Marry You de Bruno Mars, donde el bueno del protagonista le pide a su novia que se case con el. Campanas y mas campanas. Por supuesto Sara dijo que Si, sin faltar la respectiva subida de fotos a redes sociales ensenando el anillo, besitos y las sonrisas en cada una de ellas que ensenaban lo feliz del momento. Claro que en la historia de la cancion no sale como a los tres meses pillas a la mujer por la que van a sonar las campanas en la cama con tu companero de piso. Si todos los dias aquel sonido le parecia odioso y le entraban ganas de coger el telefono y lanzarlo contra la pared, esa manana no pudo soportarlo. --!Callate de una puta vez! --grito desesperado. El telefono salio de la mano con la velocidad suficiente para que al llegar a la pared se quebrara la pantalla por varios lados. En realidad no habia dormido nada, hacia todo lo posible por vencer al sueno, ni siquiera se habia quitado la ropa. Estaba acostado en la cama boca abajo cuando sono el despertador. Todavia seguia sin poder evitar llorar. Un llanto que solo se puede conseguir cuando se mezcla el dolor, la culpa, la angustia, la perdida, la impotencia y la rabia. Flotaba, con la sensacion de que aquello no era real, deseando que en realidad todo fuera una pesadilla cruel donde la intensidad de la realidad sonada es tal que se grita desesperado por salir de ahi. La alarma le habia recordado que estaba despierto, que la pesadilla no era tal, que en ese momento la vida era la pesadilla. La almohada estaba empapada, mezcla de lagrimas y sudor. El dolor en la nuca le bajaba por la columna, como si alguien estuviera apretando muy fuerte desde atras y esa tension fuera cada segundo en aumento. Intento incorporarse. Al hacerlo la habitacion empezo a dar vueltas, las nauseas empezaron a nacer desde lo mas profundo del estomago y a escalar de forma imparable. Cayo de rodillas con una palma de la mano en el suelo y la otra en la boca. A la arcada mal contenida siguio un vomito un tanto sanador. Junto con el salio algo de tension, angustia y dolor. Aunque era tal el contenido de esa mezcla dentro de su cuerpo que el alivio se notaba poco. --?Por que, Tomas? --susurro lloroso--. No va a pasar, eres un puto mentiroso. Las lagrimas volvieron a brotar con intensidad. Esta vez el llanto parecia una plegaria, un intento de peticion de clemencia o de conjuro para darle hacia atras al tiempo, esperando con todo su ser que alguien lo oyera. Al llanto acompano gritos de rabia cada vez mas altos, asimilando de forma consciente que nada iba a cambiar lo que habia ocurrido. Empezo a golpear el suelo de su habitacion. El puno cerrado impactaba con fuerza indolora en la madera que forraba la plataforma de cemento. El llanto se cambio por un apretar intenso de los dientes, tanto que desprendia un sonido audible, produciendo un intenso dolor desde la mandibula a los timpanos. El puno derecho ya le sangraba y la hermosa madera ya estaria marcada de por vida por los impactos del desespero. En ese momento se desmayo. La boca pastosa le sabia acida y abrir los ojos estaba siendo un ejercicio de fuerza que le costaba un mundo. Cuando la luz entro por sus pupilas y pudo distinguir algo de lo que estaba a su alrededor, busco rapido con su mirada el reloj que habia sobre la mesilla de noche. Eran las 10:30. El cuerpo se habia auto desconectado en forma de sueno obligatorio al notar que si no paraba algo malo podia pasarle. Los huesos y la carne pasaron a ser hormigon, los brazos dolian, la postura al desmayarse en el suelo habia hecho que su peso descansara sobre ellos, logrando un adormecimiento doloroso. La cabeza tambien queria su protagonismo. Mas que dolor era pesadez, como cuando un cubo esta a punto de rebosar y se dobla por el peso. Una vez pudo, se incorporo y se sento en la cama apoyando los codos en las rodillas y la frente en las manos. Seguia recordando, aunque todo estaba algo borroso, como si una espesa niebla estuviera empezando a esconder las cosas. Deseaba que todo fuera mentira o borrar lo que habia pasado. Respiro hondo para ahogar un poco la pena e intentar que los pulmones le dieran el impulso para poder levantarse. Dejo que el agua tibia lo abrazase durante un tiempo, que lo acariciara mientras tenia las dos manos apoyadas en la pared. Al ver el agua caer, hizo un esfuerzo tremendo para recordar como se habian conocido, como habian llegado a ser casi familia. <> Entro en el coche despacio y se dejo caer derrotado en el asiento. Al mirar a su derecha no reparo en la foto que habia cogido de su casa el dia anterior y que habia tirado en el asiento del copiloto. Estaban el y Ana abrazados sonrientes en el Cof ee Shop donde trabajaba. No estaba Tomas. Le parecio verle alli sentado, junto a el en el coche. Le repetia una y otra vez que no le gustaba que comiese dentro. No era el tipo de hombre que lo tenia siempre impecable, aunque trataba de tenerlo lo mas decente posible por si se tenia que subir alguien importante o alguien interesante. Pero en el lado del copiloto, en el suelo, siempre habia o envoltorios de chocolatinas o de patatas o, lo que era mas asqueroso, unas perfectamente cortadas con la boca. << --Que no me las como, Joky, me las corto con la boca porque se me olvida en casa. Yo las recojo despues, maruja, que eres una maruja. -- !?Maruja?! ?Me estas llamando Maruja? Eres un guarro, un cerdo, un asqueroso, todo lo que defina a un tio que no respeta la propiedad privada. Bueno no se si la propiedad privada, pero la mia, esa zona del coche no la respetas, capullo. ?Sabes lo que me paso ayer? Uno setenta, rubia, cuerpo con mas curvas que la carretera de Despenaperros. Minifalda a nivel de braga. Buen rollete en el bar, tres Gin-tonic cada uno. Cuerpo y cerebro, Tomas, carroceria y motor. Joder, la bomba. "?Nos tomamos otra en otro sitio?", le dije intuyendo la fiesta que habria en mi colchon por la noche, que sabes que llevo tres meses con el churro sequito. Me dijo que si, Tomas. Me dijo que siiiiii. La traigo al coche. Le abro la puerta como un caballero. ?Que pasa a continuacion? Cuando va a entrar, pone su taconazo dentro del coche con la mala suerte que el tacon lo apoya sobre el paquete de Ruffles que dejaste ayer tirado ahi. Se resbala un poco, pero lo suficiente para perder el equilibrio, Tomas. No se como cono paso, pero el tobillo que tenia en la acera se le doblo Tomas, se dio una hostia de campeonato contra el bastidor de la puerta y se cayo en la acera --Tomas no paraba de reir--. Toda espatarrada en la acera, Tomas. La minifalda se le remango al caer, y ahi estaba el pibon de la noche, tirada en el suelo, con el peinado a tomar por culo, con un esguince grado 3 y ensenandome todo el potorro transparentado detras de sus brasilenas que ahora mostraba a todo el que estuviera cerca. Iba a celebrar la Feria de Abril en mi colchon, y por tu puto paquete de Ruffles, estuve toda la noche en el hospital, con un pibon, que al dejarla en casa, me recalco con mucha educacion que me fuera a t-o-m-a-r p-o-r c-u-l-o... Las lagrimas de Tomas no dejaban de salir y las carcajadas se oian desde varios metros de distancia. --Hoy te llevas el coche y me lo lavas, cabronazo --sentencio Joaquin aguantando la risa. --Hecho. ?El potorro estaba cargadito? No pararon de reir todo el dia, con la guasa del potorro.>>

  • Escalofrios de Douglas E. Winter

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    He aqui un libro estremecedor que reune a los maestros de la literatura de terror contemporanea. Desde el entusiasmo maniaco de Stephen King hasta el elegante ingenio de Paul Hazel, pasando por el simbolismo enigmatico de M. John Harrison, el psicologismo inquietante de Clive Barker, el estilo implacable de Denis Etchison y el erotismo refinado de Thomas Tessier, esta obra recopila seis pequenas joyas del horror universal. Se trata de seis largos relatos que, por distintos medios, logran un mismo resultado: sacudir las fibras intimas del lector, hacerle participe de espeluznantes experiencias que bordean los imprecisos limites entre la realidad y la ficcion. Una lectura imprescindible para conocer lo mejor de un genero apasionante.

  • Cristelle de Louis Alexandre Forestier

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    ?Amas las novelas eroticas interraciales? Cristelle despertara tus fantasias mas intimas. Tres inmigrantes negras, una africana y dos haitianas buscan al amor en Buenos Aires, un medio muy distinto al que ellas han conocido. A traves de vicisitudes van acercandose a su objetivo con retrocesos y avances. Cristelle es una nouvelle romantica cargada de erotismo, que explora las relaciones amorosas interraciales. Hay dosis de humor y un cierto contenido de episodios paranormales, vinculados con los sistemas de creencias de las muchachas. Una historia agridulce que te encantara.

  • Juego de Sombras de Aitor Angelats

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    Siguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
    Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.

  • El infierno en tu piel de Camucha Escobar

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    Magia negra. Un pueblo sembrado de cadaveres de mujeres con el corazon arrancado. Un hombre al que todos senalan. Odios politicos que enfrentan a vecinos, amigos y hermanos. La enfermedad endemica del miedo. Y un amor que arde al borde de los convencionalismos.

  • El ultimo acto de Mari Jungstedt

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  • Asesinos seriales de Nestor Durigon

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    La criminologia ha debatido durante siglos sobre como se construye un asesino, como se forja su deseo de matar y como transita el camino que va del deseo a la concrecion.

  • ?Que paso cuando se terminaron las perdices?, Gema Tacon de Gema Tacon

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  • Besame primero de Lottie Moggac

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    ?Dejarias tu vida para asumir la de otra persona?
    Una intensa opera prima sobre los peligros del mundo online.

  • Esclavos de la pasion de Concepcion Marin Albesa

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    ES UNA MUCHACHA CAPRICHOSA. PERO TODO CAMBIARA CON LA MUERTE DE SU PADRE. AHORA SU TUTOR ES SCOTT. UN HOMBRE QUE CAMBIARA SU VIDA PARA SIEMPRE.

  • Pajaros de la lluvia de Clarissa Goenawan

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  • La promesa del conde (Romance en Londres 3) de Emily Jo Cooper

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    Una mujer conocida como “Dama negra” vive sus dias al margen de la nobleza, de la cual huyo para embarcarse en una peligrosa busqueda. Un caballero atado a una promesa del pasado, debe usar sus dotes de espia y rastreador para traer de regreso a una dama que no solo es un trabajo, sino tambien quien rompio su corazon y lo traiciono cinco anos atras.

  • Una vida sin ti de Andrea Valenzuela Araya

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    Nadie puede saber como reaccionara ante una perdida, hasta que no se encuentre frente a ella.
    La muerte de un hijo, indudablemente, es la perdida mas devastadora que pueda existir. Tu vida cambia para siempre desde ese momento, pero no significa que todo haya terminado.
    Es que un hijo jamas deberia partir de este mundo antes que sus padres. Eso dice la logica de la vida, pero. ?Que ocurre cuando esa logica se rompe en su totalidad?
    A un ano y medio de la muerte de su hija, Manuela Fernandez toma la decision mas importante y drastica de su existencia, la de sobrevivir y reconstruirse. Y frente a ello, opta por regresar a una ciudad muy especial, creyendo ingenuamente que en ese lugar podra encontrar lo que el destino, un dia, le arrebato de tan nefasta manera de sus brazos.
    Entre canales y fiordos, entre un clima agreste y una naturaleza indomita, el destino de Manuela ?conseguira sacudirla con todas sus fuerzas, para que logre darse cuenta que el tiempo que le queda no es para malgastarlo?
    Una vida sin ti.
    Porque al fin y al cabo, todo fin siempre sera un nuevo comienzo.

  • Dia 21 (Los 100 2) de Kass Morgan

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    Nadie ha puesto los pies en la tierra en siglos… hasta ahora.

  • Todo lo que no puedo decir de Emilie Pine

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    Cuando lo encontramos, hacia horas que estaba sobre un pequeno charco de sus propias heces. El Hospital General de Corfu es desconcertante. El vestibulo esta atestado de pacientes fumando y no hay ningun indicador de una ventanilla de informacion o de ingresos. Le envio un mensaje de texto preguntandole donde esta, pero no obtengo respuesta. De algun modo, como sabuesos, seguimos su rastro hasta la quinta planta. Esta postrado en la cama. Es casi de noche y dice que no ha visto a una enfermera ni a un medico desde mediodia. Dice que necesita una cuna. Mi hermana y yo hemos viajado mas de veinticuatro horas y no hemos dormido nada. <>, le digo. El dice que ya lo ha intentado, pero no ha pasado nada. <> Coge el timbre y presiona varias veces. Al rato aparece una enfermera con aire estresado, gritandole, gritandonos. Me siento culpable por no saber griego. Mediante gestos inutiles senalo al hombre de la cama, intento transmitir que necesita una cuna, que lo limpien y que le cambien las sabanas. Nada parece causar impresion. La enfermera anade algo mas, levanta las manos y se va. El nos mira con desesperacion. Le pido a mi hermana que se quede con el y salgo al pasillo. Solo veo a mas pacientes y sus familias. Me dirijo al mostrador de enfermeria, pero no hay nadie. Mientras me alejo, sin saber que hacer, una mujer habla conmigo. Como no le respondo, me pregunta en ingles si me encuentro bien y aprovecho y le pregunto si sabe donde estan las enfermeras. <>, me responde. Un hombre mayor apunta: <>. La frase se convertira para nosotras en un mantra durante el tiempo que permanecemos en Grecia tratando de devolver la vida a nuestro padre. Enseguida nos damos cuenta de la escasez de personal del hospital. No hay medicos a partir de las dos de la tarde, y desde las cinco solo queda una enfermera por pabellon. En este pasillo cuento seis habitaciones, cada una con un maximo de seis pacientes. La enfermera apenas alcanza a cubrir las necesidades medicas basicas de toda esa gente y no tiene tiempo para atender a incontinentes. Tambien descubrimos que a esta planta - oficialmente para pacientes de <> la llaman <>. La lugarena que habla ingles me dice que tengo que cuidar de mi padre. Me explica con delicadeza donde comprar panales y toallitas humedas y de papel para la incontinencia. Apenas lo asimilo, pero vuelvo a la habitacion individual que le han dado a mi padre por su estado critico y le expongo a mi hermana la situacion. Me mira incredula. Esta de pie junto al cabezal de la cama de papa, recolocandole las almohadas. Caigo en la cuenta de que apenas he hablado con mi padre, aunque he cruzado Europa para verle. <>, digo. Asiente con la cabeza. Se le ve muy pequeno en la cama, pequeno y perdido. Decido que no puede ser, que tiene que haber algun responsable en algun lugar del hospital. Vuelvo al pasillo y le pregunto a la amable mujer si me ayudaria a buscar a un medico. Habla rapidamente con su familia y luego echa a andar por el pasillo, conmigo detras. Subimos en ascensor a otra planta, pero alli no hay medicos. Regresamos al ascensor y volvemos a intentarlo. Lo hacemos una y otra vez, bajamos y bajamos, hasta que llegamos al sotano y recorremos pasillos. Al final encontramos la unidad de donacion de sangre con su medico responsable. Mi nueva amiga me acompana adentro y luego se despide. Al fondo de la sala hay un hombre tumbado en un sofa con la camisa arremangada y el brazo conectado a una intravenosa. Esta donando sangre y, por lo visto, el medico cree que yo tambien he ido a donar. Al ver mi sorpresa, me explica que en Grecia escasea la sangre y, por ley, los familiares de los pacientes deben donar. Pienso que mi hermana, cinco plantas mas arriba, estara preguntandose por mi paradero. Niego con la cabeza, pero no me salen las palabras. No consigo explicar en ningun idioma que las dos somos anemicas y no podemos donar sangre. Le cojo de la mano y le pido que vaya a ver a mi padre. Le digo que no entiendo nada, que mi padre esta solo en una habitacion y no hay medicos en ninguna parte. Le digo que solo necesitamos que alguien nos explique la situacion, aunque en realidad lo que quiero es que me digan lo que tengo que hacer. El subidon de adrenalina que me ha propulsado hasta aqui de pronto ha desaparecido y me siento vacia. Me quedo alli parada, pidiendole al medico que vaya a ver a mi padre. Muy a reganadientes le dice algo a la mujer del mostrador y abandona la unidad. Cogemos el ascensor para subir a la planta quinta, y volvemos a pasar junto a las compungidas visitas antes de entrar en la habitacion. <>, digo, con mas esperanza que certeza. El medico coge el informe de papa, lo revisa, asintiendo y luego dice: <>. Me parece mas sencillo estar de acuerdo, aunque confiaba en un examen mas exhaustivo. Durante las semanas siguientes esta sera la rutina que seguiremos: horas de espera, seguidas por una batalla por atraer la atencion oficial, solo para que se nos diga lo que ya sabemos. Tras anos ensenando obras de Beckett, al fin vivo en una. Una vez pronunciado el dictamen, el medico vuelve a asentir y se va. A su marcha, miro a mi padre pidiendo consejo, pero el se limita a sostenerme la mirada en busca de una tranquilidad que no puedo ofrecerle. Intento sonreir. Ya llevamos aqui mas de una hora y, aunque le ha aliviado vernos y mi hermana le acaricia la mano y hace que se sienta menos solo, sigue tendido sobre sabanas sucias. Puesto que nadie va a ayudarnos, le pido a mi hermana que me acompane. <> Abajo localizamos la tienda del hospital, que vende una practica combinacion de bebidas y tentempies calientes y los productos necesarios para cuidar del paciente. Compramos toallitas y panales y, pensandolo mejor, mi hermana compra tambien un paquete de guantes quirurgicos. Demostraran ser de un valor inestimable. Cuando le explicamos a mi padre lo que vamos a hacer, se angustia y se violenta. Pero el olor de la habitacion es espantoso y nos anima a ser todo lo eficientes y profesionales que podamos. Lo limpiamos. Una vez amontonadas las sabanas sucias, las llevo a lo que me parece un cuarto de la limpieza y las dejo alli sintiendome culpable. Cojo sabanas limpias de la cama de un ala que me parece abandonada y mantas de otra, pienso que las oportunidades hay que cazarlas al vuelo. Cuando vuelvo a la habitacion, mi hermana se las ha apanado para hacer reir a mi padre. Mientras ajustamos las sabanas limpias alrededor de su cuerpo se hace evidente hasta que punto nuestra humanidad depende de estas cosas basicas. En realidad no ha cambiado nada y no entiendo mejor la situacion medica de mi padre, pero tenemos la impresion de haber alcanzado un gran logro. Se hace tarde. Acordamos que yo pase la noche en el hospital y mi hermana en un hotel de la ciudad. Quiero irme con ella, pero en adelante nos turnaremos para estar con papa. Mi hermana sale del pabellon justo a tiempo: cierran las puertas a las once de la noche. Se acepta la presencia de familiares, pero la puerta impide idas y venidas. Despues de despedirla con un abrazo, regreso a la habitacion. No envidio el viaje solitario de mi hermana en busca de alojamiento, pero tampoco tengo la menor idea de como abordar la noche que me espera en el hospital. Mi padre esta inconsciente. Le escucho respirar, apoyo la mano en su pecho para notarle el corazon, que late a ritmo constante, aunque muy debil. La bolsa de sangre que cuelga junto a su cabeza esta casi vacia. La observo con cautela, pensando en que no me quedan fuerzas para decidir que hacer cuando se acabe. Marco el numero de la aseguradora de mi padre, pero salta un mensaje automatico. Cuando me doy cuenta de que me he dejado el cargador en el bolso de mi hermana, renuncio a la idea de telefonear a nadie mas. Apago la luz y miro por la ventana las montanas que hay al norte del hospital y escucho mientras la calma nocturna se extiende por el pabellon. Hace tanto frio que amontono mantas encima de mi padre. Permanezco sentada con el abrigo puesto y espero. Al rato, se abre la puerta y vuelve a entrar la enfermera estresada. Miro en silencio mientras descuelga la bolsa de sangre vacia, la cambia por una nueva y aprieta para comprobar que funciona. Lleva un delantal apropiado para un carnicero en un matadero. Solo despues de que se vaya caigo en la cuenta de que no llevaba guantes quirurgicos ni se ha lavado las manos. Avanzada la noche aparece otra enfermera y consigo sonreir y ofrecerle el paquete de guantes. Acepta con prudencia un par y se los guarda en el bolsillo. <>, digo, sonriendo obsequiosamente. Le pido mediante gestos que se los ponga, pero ella mueve los dedos para mostrarme que ya lleva guantes. Su par, no obstante, tiene sangre y manchas y mediante mimica le pido que se los quite y use los nuevos. Tanta mimica resulta ridicula, pero, como la loca por la que probablemente me toma, insisto hasta que suspira y se los cambia. Se guarda los viejos en el bolsillo. Gesto que solo comprendere varios dias despues, cuando otra visita explique que el hospital no provee de productos de un solo uso: nada de algodon, papel ni plastico. Las enfermeras tienen que comprarse el material, sacarlo de unos sueldos de por si insuficientes. La pantomima de los guantes se convierte en un hecho habitual, y cada vez que le entrego a la enfermera un par de guantes nuevos me entran ganas de llorar.