• seduciendo al principe pdf - Amanda J. Queiroz

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    Ella solo busca que la quieran en su forma, y no en las millones que existen. Quiere que la quieran unica y no cualquiera. Vive la vida despeinada, fumandose un peta en cada esquina, llorando en la barra del mismo bar que lleva su nombre, yendo de taxi en taxi detras del amor de su vida que olvido decirle cuando iba a ser la proxima cita. Tiene la mirada clavada donde todos, pero mira como nadie. Es una chica sin filtros, sin pelos en la lengua, sin ataduras en el corazon. Dice lo que tiene que decir y siente lo que no quiere sentir. Es la gata que camina por los tejados a medianoche en busca de una caricia y huye al primer roce. Es tan unica que ni siquiera la encuentras en un libro, ni en una fragancia ni en un paisaje. Lo de sus ojeras ya nos lo cuentan las canciones, lo de su sonrisa ya nos lo cuentan las interminables veces en las que tuvo que partirse para ser la chica valiente que ahora es, porque eso si: un dia tuvo tanto miedo, que no tuvo otra opcion que secarse las lagrimas y tomar al toro por los cuernos que dicho sea de paso: ya los llevaba clavados en el pecho. Ella es el sol de The Beatles, la paciencia de Guns N' Roses, la satisfaccion de los Rolling Stones; la voz rota de Kurt, la sonrisa fugaz de Amy, la mirada perdida de Jim, el espiritu rebelde de Janis. Jamas se ha rendido por nada, aunque muchas veces lo ha hecho por alguien. Lo ha dejado todo por un abrazo y ha hecho estallar esa presion del pecho contra otro pecho. Dos corazones que laten al compas es musica para cualquier sentimiento. No la catalogues como una chica rota, porque no lo es, lo que si es: una chica que lleva mil guerras perdidas en la mirada y mil cicatrices bajo la sonrisa." Benjamin Griss Esa manana cuando me desperte, lo ultimo que me esperaba era tener una resaca de mil demonios, y un dolor de cabeza infernal. ?Por que tendria que beber? Eso me pasa por hacer caso a Serena. ?Por que siempre hago caso a esa loca? Mi cabeza palpitaba fuerte y tenia la boca seca, me costaba incluso abrir los ojos o tragar. Aun asi muy despacito abri los ojos, me encontraba en la cama de un hotel que no era el mio. De hecho era como un palacio en comparacion con la choza que Serena y yo habiamos pagado para pasar el fin de semana por mi cumpleanos. Ay, mi cabeza. Me lleve las manos a la cabeza y suspire con pesar. Cuando viera a mi mejor amiga la pensaba matar. Aquel maldito dolor de cabeza se debia a los veintitres chupitos de Vodka que me hizo tomar anoche, uno por cada ano de mi vida. ?En que estaria pensando? Nunca bebi en mi vida, y ahora me pasaba esto. A mis veintitres anos tenia que estar muy gilipollas para hacer caso a Serena. Era una mala influencia y lo sabia, mis padres me lo habian repetido mil veces. Pero no… Tenia que seguirle el rollo a la condenada esa. Tenia pequenos fragmentos de anoche pero todo sonaba tan confuso en mi mente. Creo que vomite sobre alguien… ?O fue Serena? Puede que tambien me cayera sobre algo duro… de ahi que me duela tanto el culo. Arg. Frote los ojos pero algo aspero que me raspaba la cara me freno. Abri los ojos y mire con estupor mi mano izquierda en la que descansaba un anillo de plata sencillo sobre mi dedo anular. ?Pero que…? Me incorpore tan rapido que senti vertigo y ganas de vomitar. Cerre los ojos con fuerza intentando luchar contra el mareo y la resaca. Unos minutos despues, cuando se me paso por fin la sensacion de malestar, abri los ojos y estudie la habitacion. Era una suite francesa, las paredes tenian un color crema suave, y las molduras del techo estaban pintadas de un oro brillante. Todos los muebles eran de color caoba y en el suelo habia varias alfombras egipcias adornandolo. Todo era tan precioso que me quede anonadada. En mi ciudad no se solia ver nada tan bonito, lo unico que se podia apreciar en la granja de mis padres era el paisaje rustico, las vacas, los caballos… Poco mas. No podia creer que todo aquello fuera real, con que tuve que pellizcarme para tener la certeza de que no se tratara de un sueno mas. --Buenos dias princesa.-- una voz ronca y profunda inundo la habitacion captando toda mi atencion. Gire la cara y de una de las puertas de la suite aparecio un hombre desnudo. Si, completamente desnudo. Senti como el calor se subia a mis mejillas dejandolas coloradas al instante. El me sonrio y siguio su camino hacia otra puerta de la suite, yo me limite a seguirle con la mirada. Que culo, Jesus. Solte una risilla nerviosa y me tape los ojos. Si mi madre me hubiera visto en aquel momento… Lo mas seguro era que dijera que iria al infierno por ver a un hombre desnudo. Me destape la cara y volvi a mirar al anillo de mi dedo. Y lo quede mirando y mirando hasta que mi cerebro hizo un pequeno clic y abri los ojos de par en par otra vez. --Oh… No, no, no…-- empece a decir estupefacta y retire la sabana de encima. Estaba desnuda. Desnuda, en una habitacion que no era la mia, con un sexy hombre que ni siquiera conocia. Oh Dios, mi madre me va a matar. Mis padres eran muy religiosos, como se enteraran de esto… Me mataban. ?Como habia podido pasar? ?Me habia acostado con un completo desconocido? Definitivamente estaba muerta, y quiza desheredada a los ojos de mis padres. Eran demasiado religiosos para aceptar lo que acababa de hacer. Me iba explotar la cabeza, la tenia como un bombo, me levante tapandome con la sabana y empece a caminar de un lado al otro en busqueda de mi ropa pero no estaba por ninguna parte. -- ?Buscas tu ropa? Me gire hacia la voz masculina y le vi otra vez. Ahora iba vestido, con un pantalon de mezclilla claro, una camisa azul cielo y mocasines. Bastante apuesto, la verdad. Sus ojos azules se veian de lejos como un maravilloso cielo de primavera. Perfecto. -- Si. -- mi voz sono baja y quebradiza. Tenia tanta verguenza que casi no podia mirarle a los ojos. Aquella situacion era demasiado violenta para mi. Mis padres no me habian educado para hacer algo asi, ir acostandome con cualquier hombre por la vida. --Anoche la vomitaste por completo. --Sonrio y fue hacia una mesita que estaba al lado de la cama. Cogio un reloj que parecia bastante caro a simple vista y se lo abrocho en la muneca izquierda. Donde de hecho llevaba el mismo anillo que yo. Se me hizo un nudo en el estomago y senti fuertes ganas de vomitar. --He pedido que te compraran algo de ropa, esta en el bano, supongo que querras ducharte antes de que bajar a desayunar. --Yo… Gracias. --De nada princesa… Te espero abajo. -- me sonrio ampliamente y se fue de la habitacion como si nada.

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  • Hotel de las Musas de Ann Kidd Taylor

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    Entre palmeras y puestas de sol de postal, una maravillosa y fresca novela sobre un encantador hotel, amor, perdida y segundas oportunidades en la vida y en el mar.

  • Amanecer a la luz de la luna (Moonlight 1) de Jude Deveraux

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    Primera entrega de la serie <>. Una nueva trilogia ambientada en Edilean.

  • El ingenuo salvaje de David Storey

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    Arthur Machin es hijo de un simple minero y no espera salir de la ciudad industrial del norte de Inglaterra en la que nacio, un agujero de frustracion y aburrimiento, pero su vida cambia cuando el equipo local de rugby lo ficha para la Liga Nacional inglesa.

  • Los Wadlow II: ?Atraccion, amor… o gratitud? de Marisa Maverick

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    Segunda entrega de la Saga Los Wadlow. En la primera, “?Azar, destino… o premeditacion?” conocimos la historia de Adam y Kathy, con final cerrado dicho libro. Aqui sabremos que ha sido de la vida de Johan, hermano de Adam, historia tambien con final cerrado. SINOPSIS Traicionado y manipulado. Insultado y despreciado en su hombria. Johan Wadlow, educado en los principios de amor a la familia, respeto a la ley y fidelidad a la pareja, vio que todo ello era despiadadamente pisoteado. Sus suenos fueron arrollados por una avaricia sin fin. El amor que entrego, azotado por el latigo de la oculta lujuria de ella. Y su personalidad, simplemente, anulada por un espejismo. Con el corazon sangrando, ?es posible superar tanta humillacion y digerir que solo has sido un titere en las codiciosas manos de la persona que amabas? Tal vez no acerto en sus decisiones... Quizas cuando quiso dar un paso al frente ya era tarde, paralizado por el temor a las consecuencias. Por todo ello, hoy es un hombre destruido que sobrevive con la esperanza puesta en un futuro mas amable. Sin embargo, un acto de total generosidad convulsionara su vida y le traera... ?Satisfacer una mera atraccion? ?Un amor... sincero? ?O gratitud como moneda de pago?… Que los hados le sean propicios y escuchen su anhelo lanzado al viento: Ven a mi... Norbert, su padre, tal vez tenga la respuesta al citar: <> Conoce el pasado de Johan en Los Wadlow I ?Azar, destino... o premeditacion?, y descubre los hechos que hicieron que su corazon dejara de sentir.

  • El Camino De Gala de Edurne Cadelo

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    Gala acaba de volver a su ciudad, vive con su amiga Zoe, le repele la palabra “amor” y solo quiere volver a ser feliz, sin complicaciones.

  • Las 4 fuerzas que rigen el universo de Jordi Pereyra

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    Hoy sabemos que cualquier incognita que se nos ocurra, desde por que los planetas tienen la forma que tienen o como los distintos elementos interaccionan entre si, tiene su respuesta en una --o alguna-- combinacion de cuatro fuerzas fundamentales. En este libro echaremos un vistazo al descubrimiento de estas fuerzas para acercarnos a los avances que se estan realizando y plantear la posibilidad de si algun dia se podran unificar en una gran Teoria del Todo.

  • La musa (Novela), Jessie Burton de Jessie Burton

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  • Mas que cuerpos de Susana Martin Gijon

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    Mas que cuerpos es una novela de Susana Martin Gijon que revisa el genero policiaco desde una perspectiva femenina y social en la que se abordan sin reservas el racismo, la homofobia, los nuevos modelos de familia o los crimenes de genero durante un caso de violencia domestica que oculta mucho mas de lo que las apariencias sugieren.

  • Volver el tiempo de Jose Edgardo Zarate

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    Para cuando Joaquin se da cuenta de lo que hizo, su companera de colegio, su amiga, ya no forma parte de su vida. Es por eso que a cada instante, recordando aquella tarde noche, intenta regresar el tiempo y cambiar lo que paso.
    El relato, contado por su propio protagonista, nos hace viajar entre el pasado y el presente, y de a poco nos muestra el verdadero sentimiento de Joaquin para con su amiga.
    Sin embargo, cuando la ha dado casi por perdida, Lourdes reaparece en su vida, para mostrarle que quizas no sea demasiado tarde.

  • Los numeros nos hicieron como somos de Caleb Everett

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    Los numeros han formado la mayoria de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansion y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras tecnicas como la agricultura, la astronomia y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios…), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulacion numerica. Por todo ello, Everett defiende que los numeros han cambiado directa o indirectamente las culturas y el saber humano, tanto en su vertiente social como espiritual.

  • Porque tu lo vales de Noe Casado

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    Me llamo Maria Asuncion Peralta de la Merced y Luengo Medina. ?A que es un nombre elegante? Como no podia ser de otro modo, en mi circulo social todos tenemos nombres similares, aunque cuando cumpli los quince elegi uno mas abreviado e igual de elegante: Sun.

  • Irania – Inma Sharii de Inma Sharii

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    Sandra Ros es miembro de una familia de clase social alta, en la que no encaja debido a sus trastornos mentales. A pesar de los esfuerzos que hace por integrarse y ser aceptada en su mundo, se siente solitaria e incomprendida.
    Despues de anos de una aparente mejoria, una noche, tras un terrible brote psicotico que padece, pierde a su hijo en un accidente. Durante el coma tiene una experiencia magica y espiritual en la que recupera parte de unos increibles dones que ira descubriendo a lo largo de la narracion. Pero al despertar no recuerda nada.
    A partir de ahi comienza la historia de su transformacion y todos los hechos que la conducen a abrir los ojos y a destapar un terrible secreto sepultado en lo mas profundo del subconsciente. Pero tambien conseguira descubrir la verdadera causa de su enfermedad.
    Conspiraciones, suicidios, suenos y espiritus perturbaran su apacible vida, viendose en la necesidad de investigar a los laboratorios farmaceuticos donde trabaja; hechos que la arrastraran al borde del abismo de la locura, donde tendra que decidir, si creer en si misma o dejarse consumir por la oscuridad.

  • La esencia de tu amor de Beyondlovefiction

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    asper Wright es el mariscal de campo del equipo de Futbol Americano de su universidad.Es conocido por ser directo y calculador, lo cual le funciona muy bien en el campo de juego. Pero en lo personal, su vida es un rompecabezas. Solo cuenta con el apoyo y el carino de sus dos amigos cercanos, sus padres demasiado ocupados debido a su agenda laboral, la soledad es una constante de la cual esta desesperado por deshacerse. James Gibbs en cambio es un raton de biblioteca.Dulce pero timido, su mejor refugio son los libros. Su vida universitaria se enfoca en estudiar y estudiar sin descanso, ser consentido por su hermano mayor (un poco sobreprotector) y rendirle cuentas a su repugnante padre que parece tener una botella de alcohol adherida permanentemente a su mano.Siendo tan distintos y con personalidades tan diferentes, ?como surgira el amor entre ambos adolescentes?

  • Promesa bajo la estrella de Oriente de Moruena Estringana

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    -?Me prometes que si no he encontrado marido con veintiocho anos te casaras conmigo?
    -Te lo prometo.
    Tras una inocente promesa bajo el arbol de navidad, Ethan y Chloe no se han vuelto a ver. Los anos han pasado y unas nuevas fiestas navidenas los reunira de nuevo pero no tienen ganas de celebraciones. Uno esta recien divorciado y a la otra la han plantado ante el altar, situaciones que les impide disfrutar de estas fechas.
    Ya no queda nada de esos inocentes ninos. Pero cuando sus miradas se unan de nuevo, sera como si el tiempo anarondo al otro no hubiera pasado. ?Se acordaran de la promesa que se hicieron cuando eran solo unos inocentes ninos?
    La magia existe por Navidad.

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • Papeles falsos de Valeria Luiselli

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    A diferencia de muchos cementerios en Europa, San Micheleno es un destino tan frecuente para el turismo necrologico intelectual y por eso no existen guias ni mapas precisos, ni mucho menos una lista con las coordenadas de sus muertos celebres, como los que hay a la entrada de cementerios como Montparnasse o el Pere Lachaise. En San Michele se encuentran otros personajes conocidos --Ezra Pound, Luchino Visconti, Igor Stravinsky, Sergei Diaghilev-- y sus tumbas estan senaladas, pero en un letrero apenas visible, frente a la pequena seccion apartada donde reposan sus restos. Si uno no sabe que los extranjeros notables estan separados de los venecianos comunes --como si en una necropolis tambien fueran inevitables los ghettosartisticos--, puede pasar horas deambulando entre los Antoninos, Marcelinos y Francescos, sin saber que nunca encontrara ahi ecos de Los cantos ni reverberaciones de La consagracion de la primavera. San Michele es una isla rectangular, aislada de Venecia por un brazo de agua y una muralla. Vista desde un avion, la isla del cementerio podria parecer un enorme libro de tapa dura: uno de esos diccionarios robustos, pesados, donde descansan eternamente las palabras como esqueletos en descomposicion. Hay algo de ironico en el hecho de que Joseph Brodsky este enterrado ahi, frente a la ciudad en la que siempre estuvo y siempre quiso estar solo de paso. Tal vez el poeta hubiera preferido una sepultura lejos de Venecia. A fin de cuentas, la ciudad era para el como un <> o, si se quiere una metafora mas literaria, una Itaca cuya fuerza atractiva consistia en estar siempre lejana, en ser siempre un lugar efimero, imaginado. Se suma a esto que Brodsky declaro durante una entrevista que queria ser sepultado en los bosques de Massachusetts, o que quizas hubiese sido correcto que el cadaver regresara a su natal San Petersburgo. Pero supongo que no tiene sentido especular sobre los deseos postumos de una persona. Si la voluntad y la vida son dos cosas imposibles de separar, la muerte y el azar lo son tambien. SERGEI DIAGHILEV (1877-1979) Despues de buscar la tumba de Brodsky durante varias horas y no haber encontrado siquiera la de Ezra Pound, estuve a punto de tirar la toalla. En lo que reunia fuerzas para encaminarme a la salida del cementerio, me sente a la sombra de un arbol y me fume un cigarro. En su ensayo Correr tras el propio sombrero, Chesterton decia que de encontrarse frente a una vaca en una caminata por el campo, solo un verdadero artista podria pintarla; mientras que el, no sabiendo copiar las piernas traseras de los cuadrupedos, preferia pintar el alma misma de la vaca. Yo, que ni soy artista ni soy Chesterton, no sabria como hacer ninguna de las dos cosas. Nunca he sido como esa clase de personas --a las que envidio profundamente-- que son capaces de perderse en la meditabunda contemplacion del vuelo de un pajaro, en el trabajoso ir y venir de las hormigas, en la suspension beatifica de una arana que cuelga en sus propias viscosidades. Soy, desafortunadamente, demasiado impaciente para encontrar poesia en los ritmos suaves de la naturaleza. Pero en un cementerio no hace falta tener una sensibilidad especial hacia los reinos animal y vegetal: basta permanecer sentado en silencio lo que dura un cigarro prendido, para dejarse poseer por la vitalidad que florece entre las tumbas. Bajo los cipreses, como manecillas de gigantescos relojes de sol, el tiempo se ensancha y fluye. Quiza sea el silencio mismo el que magnifique los aleteos freneticos de los insectos; tanta calma, la que trastorne el languido reptar de los lagartos; tanta muerte, la responsable de animar las hojas morbidas de los chopos. Bien dice un sabio desconocido: <>. Estaba por apagar mi cigarro cuando estallo una algarabia de graznidos. Primero unos pocos, y luego decenas, tal vez centenares --como si el graznido, al igual que la risa, fuera algo contagioso entre las aves. Henri Bergson aseguraba que la risa solo puede surgir si su objeto es, o se asemeja, a lo propiamente humano; que un gato o un sombrero no pueden provocarnos risa, al menos que veamos en ellos una expresion, una forma, o una actitud humana. Puede ser. Puede que, al menos de lejos, esos graznidos de pajaro fueran como las carcajadas de viejos tuberculosos, y que solo por eso yo estallara tambien en una carcajada en medio del silencio. En todo caso, si no me di por vencida en el empeno de encontrar la tumba de Brodsky, fue por el buen humor que me provoco de subito esa tertulia de gaviotas broncas. Si no encontraba al poeta, podia al menos averiguar si si eran graznidos o mas bien viejos venezianos al borde de la muerte. Ademas, ?por que no correr tras una tumba o tras unos pajaros si Chesterton, tan gordo, tan digno y tan inteligente, era capaz de correr tras un sombrero? EZRA POUND (1885-1977) Las tumbas de los extranjeros celebres del cementerio no solo se encuentran en un recinto apartado de los venecianos comunes (no vaya a ser que un gondolero se acueste junto a la mujer de Stravinsky), sino que incluso entre los extranjeros hay divisiones. Los rusos que frecuentaban Venecia, por un lado; los demas, por otro. Lo extrano e ironico es que Joseph Brodsky no descansa con la intelligentsia moscovita ni leningradense, sino en un recinto diferente, a un lado de su gran enemigo Ezra Pound. La tumba del ruso, a diferencia de las demas, no esta senalada en un cartel oficial del cementerio a la entrada del recinto, sino que algun alma benevolente escribio su nombre con liquid paper entre el nombre del poeta de Los cantos y la flecha que indica la direccion de ambas tumbas: RecintoEvangelicoEzraPound(IosifBrodskji) Imagine que encontraria al menos un punado de groupies afanados en dejar un amuleto o un beso sobre la tumba de Brodsky. Pero quizas Brodsky sea menos celebre que Julio Cortazar o que Jim Morrison, y yo simplemente guardaba el mal sabor de boca que me habian dejado tiempo atras los cementerios franceses. Pero en el Recinto Evangelico no habia nadie. Nadie, salvo una anciana, cargada con todo tipo de bolsas de mercado llenas de bartulos, parada frente a la tumba de Ezra Pound. No preste mucha atencion y me encamine directamente hacia el ruso, como si marcara mi bando: tu con Pound, pues yo con Brodsky. JOSEPH BRODSKY (1940-1996) Sobre la tumba de Brodsky, inscrita con las fechas 1940-1996 y su nombre en cirilico, habia chocolates, plumas y flores. Pero sobre todo, chocolates. No habia, como suele haber en casitodas las tumbas de los cementerios italianos, un retrato del difunto incrustado en la lapida. Habia esperado con ansiedad ver el ultimo rostro de Joseph Brodsky. En su libro sobre Venecia, Marca de agua, Brodsky escribe: <>. De una forma laxamente paradojica, el anonimato es una caracteristica de la ausencia: es la ausencia de caracteristicas. Un rostro joven es anonimo; esta vacio de expresiones y de rasgos que lo identifican y nombran. A medida que envejece, adquiere las huellas que lo distinguen de los demas. Una cara que se va arrugando es cada vez menos anonima. Pero mientras un rostro envejece y adquiere mayor definicion, se expone, al mismo tiempo, a mas y mas miradas de desconocidos --o, para seguir con la imagen de Brodsky, a mas espejos de cuartos de hotel por donde han pasado tantos reflejos que todos devuelven el mismo semblante, deshecho como sus camas deshechas. Asi, un rostro tambien va perdiendo la definicion que ha ido tomando con los anos, como si a fuerza de ser visto tantas veces a traves de ojos ajenos, tendiera a volver a su principio informe. De esta manera, el exceso de definicion que adquiere un semblante con el tiempo, y que culminaria tal vez en un monstruoso exceso de identidad --en una mueca--, se contrarresta con la simultanea perdida de esa identidad. Es quiza por ese motivo que todos los bebes y todos los ancianos se parecen entre si sin parecerse a nadie en particular. En el principio y en el trecho final los rostros son anonimos. Es logico, entonces, que un muerto ya no tenga rostro alguno. Las caras de los muertos deben ser, en todo caso, como las que vislumbro Ezra Pound en el metro de Paris: <>. Sobre la lapida de Brodsky no habia ningun retrato. Era justo que no existiera ese sello definitivo de identidad; era mas honesto el gris liso y opaco de la piedra --reflejo del anonimato de un hotelmensch por excelencia, hombre de muchos cuartos de hotel, muchos espejos, muchas caras. Mejor detenerse frente a la tumba y tratar de recordar alguna fotografia deBrodsky sentado en una banca de Brooklyn, o traer a la memoria una de esas grabaciones de su voz, al mismo tiempo poderosa y quebradiza, como de quien ha pasado muchas horas en soledad y ha adquirido contundencia a base de dudar: Un arbol. Su sombra, y la tierra; las raices que la penetran y se aferran. Monogramas entretejidos. Barro y piedras firmes. Las raices se entretejen y mezclan. Las piedras tienen una masa propia que las libra de la atadura de un arraigo normal. Esta piedra se sujeta firmemente. Uno no puede moverla ni desenterrarla. Las sombras de un arbol atrapan al hombre, como las redes a los peces. El resultado de un encuentro largamente esperado con un desconocido suele ser decepcionante. Lo mismo con un difunto, solo que en este ultimo caso no hace falta disimular nuestra decepcion: un muerto, en ese sentido, es siempre mas agradable que un vivo. Si al llegar frente a el nos damos cuenta de que en realidad no teniamos nada que hacer ahi, que lo entretenido era buscar su tumba y lo de menos era encontrarla --?que cosa dirian las piedras de Venecia que no le hayan dicho ya a Ruskin hace mas de un siglo y medio?--, podemos darnos la media vuelta a los pocos minutos y el muerto no nos lo reprochara. Con los muertos no hace falta ser bien educados, aunque la religion haya intentado inculcarnos siempre un comportamiento absurdamente decoroso en las misas y en los cementerios. Guardar silencio, rezar y caminar despacio con la cabeza gacha, las manos dobladas a la altura del vientre, son costumbres que poco le importan a quien reposa bajo tierra. Por eso resulto tan oportuna la anciana que habia estado parada junto a la tumba de Pound -- segun me parecia hasta ese momento, en una meditacion profunda. La mujer se arrimo a la sombra del arbol donde estabamos Brodsky y yo en un silencio ya incomodo, y se empezo a rascar las piernas como si tuviera pulgas o lepra. Despues de rascarse se acerco un poco mas y se detuvo frente a la sepultura de Brodsky. Con toda tranquilidad, como quien efectua labores domesticas de rutina, empezo a guardarse los chocolates que le habian dejado al poeta. Cuando habia terminado con estos, se guardo tambien las plumas y los lapices. Despues, como para no quedar mal, le dejo una flor que, supongo, se habia robado de la tumba de Pound. Imagine, por la familiaridad con la que se movia entre las dos tumbas, que era una vieja amiga de los poetas, o quiza la duena de la pension donde Brodsky se hospedo en algunos de sus viajes a Venecia. Le pregunte, timida y balbettando en mi italiano fracturado, si habia conocido a Joseph Brodsky, y si lo habia venido a visitar. <>. La anciana suspiro y se agacho para rascarse otra vez las piernas; recogio las bolsas pesadas, llenas de souvenirs necrologicos, y salio del Recinto Evangelico, como los venados del poema de W. H. Auden que Brodsky siempre citaba: silently and very fast.

  • Antes del Amanecer de Joanna Wayne

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    Su rudo vecino le alteraba el corazon con solo mirarla. Pero cuando las amenazas demostraron que las pesadillas de la infancia de Sara Murdoch eran muy reales, Nat Anderson entro en accion. Y una vez que su hija y ella estuvieran a salvo, Sara se juro descubrir el misterio de por que un hombre solitario como el sabia calmar todos sus miedos... cuando parecia que tambien la peor pesadilla de el habia vuelto.

  • Cenizas de Damian Comas

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    <> Eduardo Antonio Parra

  • Vendra la muerte y tendra tu rostro de Jose Luis Tomas Porta

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    "Solo se ama de verdad lo que se puede perder, aquello que te puede destruir".

  • En realidad la amiga soy yo de Helena Apalategui

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    (VICTORIA y ARTURO ensayan una escena de baile. El la recoge del suelo y ella, suspendida en el aire, rodeada por sus brazos, se encuentra cara a cara con el. Se rozan los labios. Despues, despacio, el la deja en el suelo. Ella le mira mientras el permanece con los ojos cerrados.) ARTURO. (Se distancia dos pasos.) Muy bien, ha quedado bien. Sobre todo, la ultima parte. VICTORIA. Si. La proxima vez nos liamos. Ha faltado poco. ARTURO. (Saliendo de la sala, como si no la hubiera oido. ) Me voy a cambiar. VICTORIA. Si. Yo tambien. (VICTORIA se queda sola en la sala de ensayo. Recoge una toalla del suelo y se seca el sudor de la nuca. Observa el suelo con la mirada perdida.) INTERIOR/TARDE; VESTUARIO (ARTURO y tres mujeres se cambian en el vestuario. ARTURO, sin camiseta y con una toalla alrededor de la cintura, mete su neceser en la taquilla. VICTORIA se acerca a ARTURO y le acaricia la espalda con un dedo indice hasta la cintura mientras avanza hacia la suya. ) VICTORIA. !Vaya David de Miguel Angel! (Con media sonrisa y dirigiendole la mirada ya desde su taquilla.) Es que no se puede estar mas bueno. No te falta un musculo por marcar. (ARTURO la observa serio y continua cambiandose. Las mujeres que se estaban vistiendo salen del vestuario despidiendose.) MUJER 1a. !Adios! MUJER 2a. Hasta el viernes. MUJER 3a. !Adios, chicos! VICTORIA. Adios. ARTURO. (Sin mirar a VICTORIA.) No soy gay. (VICTORIA de espaldas a ARTURO, se gira sorprendida y mira a ARTURO, que continua hablando.) ARTURO. No se si te das cuenta, solo te diriges a mi cuando no estamos ensayando, para hablarme de mi culo o de mi cuerpo. (Levanta la cabeza y la mira fijamente.) No soy gay. ?Lo sabes?, ?no? VICTORIA. (Todavia vestida, le mira perpleja y balbucea nerviosa.) ?Que? ARTURO. No soy gay, no me gustan los tios. Me gustan las mujeres. (Avanzando lentamente hacia ella.) Esas son las tipicas cosas que le dices a tu amigo gay, o a un stripper al que estas pagando. Lo digo porque me tratas como a un trozo de carne, me tocas como si no me importara, (a medio metro de VICTORIA) y te has tomado unas confianzas conmigo que no creo que te haya dado. Y solo conmigo, ademas. (Carraspea. ) Con el resto eres muy respetuosa. (ARTURO y VICTORIA se miran unos segundos en silencio.) ARTURO. ?Y? VICTORIA. Es que no se..., no se me... ARTURO. ?Te gusto? VICTORIA. (Agachando la cabeza y fijando la mirada al suelo.) ?Que dices? ARTURO. ?Te estabas insinuando? ?O eres una descarada? (VICTORIA levanta la mirada con una sonrisa nerviosa, establece contacto visual unos segundos y vuelve a apartar la mirada.) ARTURO. Si te gusto, en vez de tocarme el culo en el gimnasio, me podrias haber invitado a una cerveza... Dime. VICTORIA. (Mirandole a la cara.) Si. ARTURO. (Bajando la mirada.) Hay un bar a diez minutos de aqui, que han abierto hace poco. Hay musica en directo. (Alza de nuevo la mirada.) Si estas libre el viernes despues del ensayo, vamos. (ARTURO se gira y se aleja unos pasos.) Si te apetece, claro. VICTORIA. (Mirandole.) Vale. ARTURO. (Mirandola de perfil.) Bien. (ARTURO agarra un jabon de la taquilla, sale del vestuario y se mete en la ducha. VICTORIA resopla y comienza a desnudarse. ) INTERIOR/TARDE; CAFETERIA (ANA, sentada en una mesa, bebe una copa de vino y mira el reloj; a los pocos segundos entra ALICIA y la saluda, muy expresiva, desde la puerta. Se acerca a ANA y la abraza. Desplaza una de las sillas de la mesa, cuelga el bolso del asa y el abrigo en la silla, se sienta y hace una senal a un camarero. Este se acerca.) CAMARERO. Hola, ?como estas? ALICIA. Muy bien, ?y tu? CAMARERO. (Mirando a las dos.) Muy bien. ALICIA. ?Los ninos? CAMARERO. Muy guapos; e insoportables. ALICIA. Lo normal a esa edad. CAMARERO. Estoy por quedarme solo con uno de ellos. Como son iguales, al otro no lo echare de menos. (Riendose.) ?Que te pongo? ALICIA. A mi una copa de vino. (Con un gesto de la mano le pide al camarero que se acerque y le susurra algo al oido.) CAMARERO. (Sonriendo y mirando a ANA.) Oido. Enseguida. (El camarero se retira.) ANA. ?No habras pedido que traigan una tarta? ALICIA. !Ay! Que pesada. Es vuestro cumpleanos. (Efusiva.) !Felicidades! No te he dado ni un beso. (ALICIA se acerca a ANA la besa, abraza y se vuelve a sentar.) ANA. ?Y que tienes? ?Treinta y ocho velas en el bolso? Que !por cierto! Julia es una pesada. Me dijo que llegaria puntual. ?Ni en su cumpleanos? ALICIA. Mirala. (Senalando a JULIA que entra a la cafeteria.) Ahi viene la otra melliza de Santa Clara. (JULIA se acerca a la barra antes de saludar y habla con el camarero, despues abraza a ALICIA y le tira de la oreja a

  • La nina perfecta de A. R. Cid

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    El dia que Carmen y Tomas descubrieron que serian padres se imaginaron como seria su retono. El mas hermoso, el mas listo, el mas sincero... el mas perfecto. La perfeccion siempre ha sido dificil de alcanzar, no obstante, a sus ojos la criatura que Carmen llevaba en sus entranas no tenia defectos, ?como tenerlos si, sin haber nacido, ya era lo mas grandioso que habian creado? Era fruto de un amor juvenil, pasional, de un amor que les obligo a enfrentarse a la realidad, pero no logro separarlos. El dia que Carmen y Tomas sonaron con como seria, con sus ojos, su sonrisa... fueron dichosos como nunca antes. I Noemi era tan perfecta como sus padres habian deseado. Siempre callada, tranquila, jamas se manchaba ni elevaba el tono. Todos los que la conocian solo tenian buenas palabras hacia ella, alabandola ante una madre que cogia su mano con orgullo cada vez que salian a la calle. Ademas, de preciosa claro esta. Noemi sonreia cuando le preguntaban algo que no debia contestar, pues no esta bien mentir. Ella no comprendia exactamente por que no estaba bien, tampoco lo cuestionaba. Si le preguntaban si era feliz sonreia, si le preguntaban si queria ir a casa de la tia sonreia, si le preguntaban si queria a mama sonreia. Habia aprendido que los que la rodeaban hacian cuando ella deseaba si sabia convencerlos adecuadamente y por eso la nina escondia sus oscuros secretos con celo y cuidado. Eran tan sumamente perfecta que a Noa, su profesora, le causaba repelus. Cuando los grandes ojos verdes de la pequena se posaban en ella Noa preferia alejarse, ponia distancia entre ambas sin comprender el motivo que la llevaba a recelar, ?que podia decir de malo de una nina que no gritaba, no peleaba, siempre recogia sus cosas y hacia sus tareas? ?Que podia tener de malo aquel rostro inexpresivo que, cuando percibia que era observada, soltaba una tensa sonrisa? Noemi llevaba un vestido morado esa manana. Era dia de colegio y habia preparado la mochila con antelacion. Semanas le habia llevado escoger todo lo que alli guardaba, por primera vez su sonrisa parecia genuina, incluso dio breves saltitos mientras se acercaba al colegio. Ya podia oir los gritos de sus companeros y quiso mas, mucho mas. Ante la inmensa puerta de metal azul se detuvo y respiro, tomo aire. Se sacudio la falda, a la que se habia adherido alguna que otra brizna de hierba al pasar por el jardin del vecino, con autentico odio. No soportaba las imperfecciones, sin embargo, las encontraba alli a donde mirase. Apreto con fuerza la mochila contra su pecho. Lo hizo con desesperacion, necesitaba de lo que alli llevaba. Dio el primer paso con una pregunta en la mente a la que no dio gran importancia. ?Por que aquel dia? Podria haber esperado, ?entonces por que? Se sacudio los pensamientos y los dejo marchar. No era el momento de dudar, no era algo aceptable y ella jamas dudaba. Mama la limpiaria despues, tendria que hacerlo... Mama la esperaria en cama. Cogio la manilla y tiro con la determinacion de quien sabe que no hay vuelta atras. Sintiendo fuego liquido en las venas y algo nuevo, capaz de hacerse adictivo, continuo su camino. --Sentaros ninos. Hoy vamos a aprender la tabla del 3. Espero que todos hayais hecho los deberes --solto la maestra, era una frase que apenas variaba y en la que ya no pensaba. Cuando el timbre sonaba lo dejaba ir sintiendo que ya quedaba menos para que su dia terminase y pudiera tomarse un relajante bano. --!!Siiiiii!! --gritaron la mayoria mientras alzaban la mano derecha. Se rieron, se miraron unos a otros y Noa sonrio por dentro. ?Cuando habia sentido ella ilusion por algo? Por un momento Noa comprendio que no le acudia ninguna respuesta. "Demasiado tiempo", dijo para sus adentros proponiendose que debia cambiar. Tras dos anos de monotona relacion no podia seguir esperando un cambio. Tampoco es que le disgustase su vida, solo que sentia que se marchitaba sin remedio, preguntandose si llegaria a vieja mucho antes de que su cuerpo mostrase las senales. !Si solo tenia 25 anos! ?Por que debia conformarse con una visita al cine por semana y sexo cada dos? Solo les faltaba marcarlo en el calendario... suspiro cansada para recobrar fuerzas y sonreir a los que ella consideraba el futuro. --Eso espero porque lo comprobare. ?Que os parece si os hago una pequena prueba? --pregunto con su cara mas malvada. --Noooo, maestra --dijeron muchos. --Lo dejare pasar si encuentro un voluntario para escribir en la pizarra --comento con indiferencia mientras alzaba su brazo, del cual terminaba su mano aferrando una libreta--. ?Alguien? Los ojos de todos se giraron hacia Beatriz, que se levanto encantada por la oportunidad. Como en todas las clases alli cada uno tenia su papel. Inevitablemente, y como siempre le ocurria, Noa volvio sus ojos hacia Noemi. Algo extrano sucedia, solia ser la primera en ponerse a escribir, pero no se habia dignado a sacar la libreta. En su lugar habia apoyado ambos brazos sobre el pupitre y su menton sobre ellos. Su manera de mirarla... Noa quiso escapar, trago saliva sintiendose estupida. --Bea --se aclaro Noa la voz--, intenta aprovechar todo el espacio o no te cabra. Entonces Noemi alzo la mano. --Profe, ?puedo hacerle una pregunta? --pregunto la nina con una voz neutra, falta de toda emocion. No, no, no... le gritaba su mente, Noa no quiso escuchar. --Por supuesto. Si puedo ayudarte lo hare --solto Noa tensa. --?Recuerda cuando Tato murio? Tato habia sido el hamster que habian tenido el ano pasado como mascota, una perdida que a muchos de ellos les habia costado superar. --Claro, lo queriamos mucho todos --replico Noa. --?Cree que sufrio? --insistio Noemi queriendo profundizar en un tema demasiado escabroso para la profesora. Noa todavia tenia muchas incognitas acerca de lo acontecido aquella tarde. Pasadas las semanas sin encontrar respuestas habia decidido dejarlo pasar, al menos hasta ahora. --Si he de ser sincera no lo se --hizo una pausa para evaluar la reaccion de cada uno de sus alumnos a sus palabras--. Sin embargo, ahora se encuentra en un lugar mejor y es lo que todos debeis recordar. --?Y que lugar es ese? --continuo la pequena, haciendo que todos dejasen de lado lo que hacian. Ya nadie fingia escribir mientras se mantenian atentos, todos querian respuestas y la conversacion era demasiado interesante. Habian querido mucho a Tato y era un tema escabroso que, por algun motivo, los invitaba a sumergirse. La muerte, era un tema demasiado complejo hablar de eso con ninos de siete anos. Los miraba y comprendia que una mala palabra y tendria a muchos de sus padres pidiendo su cabeza. No obstante, estaba alli para que los pequenos aprendieran y la muerte formaba parte de la vida que habrian de recorrer. --No lo se, uno tan hermoso que no logro imaginarmelo. --?Y le gustaria verlo? Fueron esas palabras, pronunciadas con lentitud, como si hubiera paladeado cada una de ellas, las que la hicieron volverse hacia la pizarra como queriendo escapar. --Dejemos el tema o perderemos toda la hora. Continuaremos con... --La incomodidad de Noa era evidente. Hay momentos en los que cometemos un error, uno que habremos de pagar, pero no nos percatamos hasta despues. Demasiado tarde. --Si es tan hermoso, ?por que no quiere verlo? --insistio Noemi. --Algun dia lo hare, pero tengo mucho que descubrir en esta vida --susurro Noa, aunque su voz resono en un aula en la que el murmullo mas suave atravesaba la estancia. Noemi se levanto. La maestra estaba ocupada, tensa. ?Acaso no la queria? Era la unica que nunca trato de abrazarla, le sonreia, pero no le decia lo guapa o lista que era. No, definitivamente a la maestra no le gustaba. ?Le importaba eso? Abrio la mochila y lo saco. Pocos la miraban ya, los que lo hacian se quedaron mudos. Primero dejo algo sobre la mesa. Pequeno, sin forma. Las manos de la nina, carmesis ahora, volvieron a introducirse en la mochila de Peppa Pig. Ella estaba concentrada. Uno, dos, tres... el minutero pasaba, el tiempo, sin embargo, se habia paralizado en la clase de segundo de primaria. Solo Noa seguia sin saber lo que habia provocado el silencio, que se le antojaba asfixiante. --?Que...? --Noa no termino la pregunta --Noemi, ten cuidado. Sueltalo, por favor, puedes hacerle dano. --Morira, lo he visto antes --comento ella, cansada de que la maestra no la comprendiera. Queria aprender, ?tan malo era? --Por eso, ?acaso quieres hacerle dano? Noemi se encogio de hombros. --Ira a un hermoso lugar, usted lo dijo --argumento Noemi. Lo simplificaba de tal manera que era imposible negar que tuviera razon, aunque la nina deformaba sus palabras de forma grotesca. --Debes soltar el cuchillo y dejarlo ir. Debes comprender que lo que estas haciendo esta mal, la vida es algo valioso que debemos proteger. --Trato de razonar creyendo, mas bien suplicando, ser capaz de convencerla de desistir--. No te castigaremos, lo prometo. --No he hecho nada malo. --Noemi apreto un poco el cuchillo contra el cuello de Ruben, una fina linea se dibujo en su piel morena, ella lo miro hipnotizada. Era hermoso, ?acaso nadie mas lo percibia? Su piel se rasgaba con tanta facilidad...

  • Reino de fieras de Gin Phillips

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  • Amantes o algo mas de Deborah F. Munoz

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    Era oficial: David se habia pasado al meterse con la timida Clara en la reunion preboda de Charles y Adela. Aunque, cuando estaba a punto de disculparse, ella le tiro el agua a la cara y le insulto, seguia sintiendose mal, asi que le pidio a los futuros novios su correo electronico para pedirle perdon y ofrecerle una compensacion.

  • La llama de la pasion de Javier Pina Cruz

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    Un pequeno homenaje a todos esos padres y madres, que tienen que criar solos a sus hijos.

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

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    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Una noche contigo de Christian Martins

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  • Atrevete a sonar junto a mi de Amelia Chardin

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    Paula tiene su vida perfectamente organizada. Huerfana desde muy pequena, siempre ha tratado de evitar todo aquello que pueda conllevar complicaciones: cosas como enamorarse, dejar su comodo pero aburrido trabajo para buscar otro mas emocionante o conocer a nuevas personas aparte de sus dos companeros de piso y su adorada amiga de la infancia.

  • Mitos y leyendas Inuit de Knud Rasmussen

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    Asi comienza esta compilacion de Mitos y leyendas inuit, un volumen unico y revelador que nos invita a conocer de primera mano la cosmovision y creencias de uno de los pueblos mas ancestrales, enigmaticos y poco conocidos de nuestro planeta. Mucho se ha hablado y especulado sobre la forma de vida de los habitantes de las zonas mas frias de la Tierra, pero casi siempre se reduce a una vision sesgada y llena de estereotipos.
    Este volumen ofrece una cuidada seleccion de las transcripciones que Knud Rasmussen, intrepido explorador del siglo pasado y perteneciente al pueblo inuit, realizo durante toda una vida dedicada a recorrer gran parte del vasto Artico para documentar y dar voz a una de las tradiciones orales mas hermosas y apasionantes, a veces tambien descarnada, de la civilizacion humana.

  • ?Quien cerro las puertas al amor? de India Alvarez

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    Dos libros en uno, dos historias de amor que te enganchara.

  • Complacer a una mujer de Nicole Jordan

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    Marcus Pierce, un increiblemente apuesto aristocrata con una infame reputacion, hereda la tutela de la fogosa Arabella Loring y sus dos hermanas… e inmediatamente declara sus intenciones de casarlas. Pero la encantadoramente desafiante Arabella provoca frustracion, y algo profundamente erotico, en Marcus. Despues de medir su inteligencia y su espada con ella, el posesivo noble llega a la conclusion de que tan hermosa y formidable adversaria debe ser suya. Arabella, que ha renegado del matrimonio y de los hombres, desea que la dejen dirigir su academia para jovenes damas en paz. Con tal fin, audazmente acepta el intimo desafio de Marcus: si el logra cortejar y conquistarla en el periodo de dos semanas, ella ocupara su lugar en su cama y como su esposa. Sin embargo, si consigue resistirse a sus considerables encantos, se les concedera la independencia a las hermanas Loring. Asi, comienza un extraordinario juego de seduccion… SOBRE LA AUTORA: La exitosa autora de novela romantica Nicole Jordan consigue sumergir a los lectores en cautivadoras historias llenas de pasion y sensualidad. Nicole se graduo en la carrera de Ingenieria de Obras Publicas por la Universidad de Georgia y durante ocho largos anos ocupo el puesto de gerente de una empresa de panales y papel higienico. Posteriormente, se traslado de Atlanta a las montanas rocosas de UTA con su particular heroe de carne y hueso --su marido--, y su adorado caballo, todo un campeon de salto de raza irlandesa. Las apasionadas novelas romanticas de Nicole han aparecido en numerosas listas de los libros mas vendidos, incluidas las del New York Times, USA Today, Waldenbooks, y Amazon.com. Una de las novelas de Nicole tuvo el dudoso honor de ser destacada de un modo comico en el programa de Jay Leno "The Tonight Show". Y, desde el punto de vista profesional, ha sido finalista al premio RITA, nominada en los RWA’S y ganadora al premio Dorothy Parker. Escaneado por PACI - Corregido por Mara Adilen Pagina 2 NICOLE JORDAN Complacer a una Mujer 1deg Serie Las Guerras del Cortejo CAPITULO 01 El nuevo conde me va a volver loca con su idea de emparejarnos como si fuesemos animales de cria. CARTA DE LA SENORITA ARABELLA LORING A FANNY IRWIN Londres, mayo de 1817. Matrimonio. La propia palabra era en si amenazadora. Sin embargo, el nuevo conde de Danvers no podia seguir ignorando el asunto por mucho que le pesara. --Es una lastima que el ultimo conde ya haya muerto --dijo interrumpiendo su declaracion con una estocada del florete que llevaba en la mano--. De otro modo, yo mismo lo hubiera ensartado por la jugada que me ha hecho dejandome tres pupilas en prenda para que les haga de alcahuete. Su queja, formulada sobre un fondo de entrechocar de aceros, fue recibida con risas benevolas por parte de sus amigos. --?Alcahuete, Marcus? ?No es algo exagerado? --Describe perfectamente mi responsabilidad. --Casamentero es una definicion mas elegante. Casamentero. Que sombrio pensamiento. Marcus Pierce, anteriormente baron Pierce y ahora octavo lord Danvers, hizo una mueca con desganado humor. Aunque en general disfrutaba ante un reto, en esos momentos renunciaria gustoso a verse responsable de tres bellezas sin dinero… Y, peor aun, con la obligacion de encontrarles esposos respetables. Sin embargo, las hermanas Loring venian en el lote, junto con su nuevo titulo, por lo que se habia resignado a cumplir con su deber antes o despues. Preferiblemente despues. Hasta el momento, Marcus habia disfrutado de treinta y dos agradables anos de solteria, los ultimos diez como uno de los mas esquivos buenos partidos de Londres. Puesto que el matrimonio estaba situado en el ultimo lugar de su lista de preferencias, llevaba posponiendo su obligacion hacia sus no deseadas pupilas desde hada semanas. Sin embargo, en aquella esplendida manana de primavera, se habia obligado a abordar la cuestion mientras se hallaba ocupado en la practica de la esgrima en su mansion de Mayfair con sus dos amigos mas intimos, y, como el, fugitivos del mercado matrimonial. --Pero ?comprendeis mi dilema? --pregunto, ejecutando una rapida finta ante su adversario igualmente experto, Andrew Moncrief, duque de Arden. --!Por supuesto! --respondio Drew entre el estrepito de los estoques. --Quieres casar a tus tres pupilas, pero no crees que vayas a encontrar a demasiados interesados, teniendo en cuenta el escandalo que hubo en su familia. Escaneado por PACI - Corregido por Mara Adilen Pagina 3 NICOLE JORDAN Complacer a una Mujer 1deg Serie Las Guerras del Cortejo --Exactamente. --Marcus esbozo una atractiva sonrisa. --Supongo que ninguno de los dos os ofrecereis para alguna de ellas, ?verdad? Moncrief le dirigio una elocuente mirada al tiempo que saltaba hacia atras para esquivar una habil estocada. --Por mucho que desee ayudarte, viejo amigo, aprecio demasiado mi libertad como para hacer tan abrumador sacrificio; ni siquiera por ti. --Dejalo estar, Marcus. --La voz procedia de una de las esquinas del salon que utilizaba como zona de esgrima. Heath Griffin, marques de Claybourne, estaba alli repantigado en un sofa, mientras aguardaba su turno de practica, describiendo ociosos trazos en el aire con su florete. -- Estas mal de la cabeza si crees que vas a convencernos para que pidamos en matrimonio a tus pupilas. --Se dice que son grandes bellezas --intento engatusarlo su amigo. Heath se rio abiertamente. --Y solteronas todas ellas. ?Cuantos anos tiene la mayor? ?Veinticuatro? --Todavia no. --He oido decir que, ademas, es irritable e impaciente. --Eso me han dicho --reconocio Marcus de mala gana. Sus abogados habian descrito a Arabella Loring como encantadora, pero fieramente obstinada en su deseo de emanciparse de su tutela. --?Aun no la conoces? --pregunto Heath. --No, hasta ahora he conseguido evitarlo. Las senoritas Loring no estaban en la casa cuando acudi a darles el pesame por la muerte de su tio hace tres meses. Y desde entonces han sido mis abogados quienes se han encargado de todo. Pero tarde o temprano tendre que tratar con ellas -- suspiro. --Probablemente viaje a Chiswick la semana que viene. La mansion Danvers se hallaba en el campo, cerca del pueblecito de Chiswick, unos diez kilometros al oeste del moderno distrito londinense de Mayfair, donde residia gran parte de la acaudalada aristocracia. La distancia era apenas un paseo en un carruaje rapido, sin embargo, Marcus no abrigaba ninguna esperanza de que su tarea alli pudiera solventarse con rapidez. --Por lo que he oido --intervino Drew mientras avanzaba tranquilamente--, tus pupilas son bastante poco dociles. No te sera facil casarlas, en especial a la mayor. El asintio con una seca mueca. --Desde luego que no desde el momento en que las tres se declaran abiertamente opuestas al matrimonio. Les he ofrecido importantes dotes para atraer a respetables pretendientes, pero rechazan mi propuesta taxativamente. --Tienen intelectualoides ideas de independencia, ?no es asi? --Eso parece. Es una lastima que no pueda convenceros a ninguno de los dos para que acudais en mi ayuda. Mientras respondia a la decidida ofensiva de Drew, Marcus pensaba que esa habria sido una habil solucion a su dilema. Junto con el titulo de conde, ahora anadido a su largo tiempo detentada baronia, se habia visto Escaneado por PACI - Corregido por Mara Adilen Pagina 4 NICOLE JORDAN Complacer a una Mujer 1deg Serie Las Guerras del Cortejo obligado a hacerse cargo de las empobrecidas propiedades Danvers, asi como de sus refinadas inquilinas, tres hermanas sin un centimo. Las tres poseian un impecable linaje, excelente educacion y envidiable belleza, pero todas ellas estaban solteras y se estaban haciendo ya algo mayorcitas. El hecho de que todavia no se hubiesen casado se debia menos a su falta de fortuna que a un tremendo escandalo vivido por su familia. Hacia cuatro anos que su madre habia huido a Europa con su amante frances. Despues de eso, apenas quince dias mas tarde, su padre habia muerto en un duelo por su ultima amante, lo que habia supuesto la brusca desaparicion de cualquier oportunidad que sus hijas tuvieran de hacer una buena boda. Resuelto a traspasar a sus no deseadas protegidas a manos mas dispuestas, lo que Marcus habia pensado era casarlas proporcionandoles inmensas dotes. Pero eso fue antes de descubrir cuan independientes eran las tres bellezas. Las cartas de la hermana mayor eran intensamente apasionadas en sus requerimientos de control sobre sus propias vidas. --Legalmente, son mis pupilas hasta que cumplan veinticinco anos --explico el conde a sus amigos--, pero Arabella, la mayor, ya casi los tiene. Durante el mes pasado, me ha escrito cuatro cartas proclamando que, a su edad, ni sus hermanas ni ella necesitan un tutor. Lamentablemente para todos nosotros, estoy comprometido por las condiciones del testamento. Marcus se detuvo para rodear a su adversario, y se paso la mano con rapidez por los negros cabellos para apartarselos. --Con sinceridad --murmuro luego--, ojala nunca hubiese oido hablar de las hermanas Loring. Ademas, yo no deseaba este otro titulo, estaba totalmente satisfecho siendo baron. Sus amigos le dirigieron miradas de simpatia, aunque un poco burlonas, lo que impulso a Marcus a anadir: --Espero vuestra ayuda para resolver mi dilema, libertinos pusilanimes. Seguro que se os ocurriran algunos candidatos apropiados para ellas. --Uno de los cuales podrias ser tu mismo --sugirio Heath con un perverso brillo en los ojos. --!No lo quiera Dios! Marcus se estremecio, y esa momentanea tregua en el ataque, hizo que casi se viera ensartado por Drew, que arremetia con su florete. Durante gran parte de su infancia y durante toda su existencia adulta, los tres amigos habian sido inseparables; juntos habian asistido a Eton y Oxford, y luego heredaron sus vastas fortunas e ilustres titulos el mismo ano. Despues de eso, tras verse implacablemente perseguidos por debutantes dispuestas a casarse como fuera y esquivando apenas las trampas puestas por innumerables madres casamenteras, los tres compartian graves reservas respecto a la institucion del matrimonio. Muy especialmente, la clase de union fria y pactada de la aristocracia. Marcus nunca habia conocido a ninguna mujer a la que desease tomar como esposa. Pensar en verse encadenado para siempre a alguien que a duras penas le agradara, y a quien mucho menos amara, le producia escalofrios. Sin embargo, debia a sus titulos, tanto al nuevo como al antiguo, un heredero para los mismos, por lo que tendria que acabar casandose. No obstante, se prometio a si mismo que el fin de su solteria tardaria mucho en llegar. Al comprender que su concentracion se habia visto afectada por toda esa desagradable charla sobre el matrimonio, retrocedio unos pasos y le hizo a Drew un saludo burlon.

  • La sospecha de Fiona Barton

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    Cuando dos jovenes britanicas desaparecen en su ano sabatico en Tailandia, su caso pasa a copar el foco de la atencion mediatica internacional. La periodista Kate Waters esta lista para informar sobre la historia: como siempre, quiere ser la primera en conseguir la exclusiva y descubrir la verdad, y esta vez no sera una excepcion. Sin embargo, a medida que se van conociendo mas detalles de la investigacion, Kate no puede dejar de pensar en su propio hijo, a quien no ha visto en dos anos.

  • Idus de Julio de Felipe Ortin

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    Un alto cargo ejecutivo regresa a su hogar despues de varios meses en el extranjero por motivo de negocios. Al llegar a su casa en plena noche, un asombroso descubrimiento le hace sospechar que su mujer le ha estado enganando con alguien. Pero no un alguien cualquiera, sino uno de sus tres mejores amigos. Pero, ?cual de ellos? Las pistas y los indicios que va recogiendo no le ayudan a desvelar el misterio, mientras su relacion amorosa se desmorona.
    Paralelamente a su vida personal, en el ambito profesional, las cosas tambien han cambiado en la oficina, despues de tanto tiempo, y un ejecutivo envidioso tratara de evitar el ascenso de categoria del protagonista, utilizando rastreras artimanas para conseguir escalar en la compania a costa del personaje principal.

  • Jamas no sera siempre de Rosa Alcantara Menendez

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    Malaga en plena temporada alta es un reclamo seguro para el turismo. Carmen Arjona, enfermera en paro y divorciada con un hijo pequeno a su cargo, empieza a plantearse explotar su centrico piso como alojamiento turistico para aliviar el peor bache economico que recuerda. Solo se resiste por el resquemor a perder su intimidad, por no exponer al nino a desconocidos. Sin embargo acaba cediendo empujada por su mejor amiga, que incluso se ofrece a gestionar el hospedaje a traves de una famosa web.

  • El secreto de la painita de Julio Carreras Llisterri

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    Lucas Benavente es un joven y exitoso informatico que disfruta de una confortable vida, pero todo su mundo se tambaleara cuando Victor, un misterioso personaje, se pone en contacto con el para revelarle un secreto que se esconde tras la muerte de su padre. En su busqueda por descubrir la verdad su camino se cruzara con el de Marc, un montanero que perdio a su esposa, y con Ana, cuya hermana fue asesinada en un robo. Todos ellos tienen algo en comun: Cronium, una poderosa empresa del sector farmaceutico que parece estar detras de lo que les ha sucedido. Poco a poco, con ayuda de algunos amigos, iran componiendo un rompecabezas de dimensiones inimaginables y donde nada es lo que parece ser.
    Conocedores de la verdad, solo les quedara una salida posible, vengarse de Cronium y las personas que se esconden tras la muerte de sus seres queridos.
    Sin embargo hay algo que desconocen, todos ellos son victimas de un plan mucho mayor.
    Inspirada en El Impostor de Jeffrey Archer, y El Conde de Montecristo de Dumas, esta novela, de escritura fresca y dinamica, nos adentra en un mundo de traiciones, sorpresas y accion trepidante.
    “Una historia de enganos y conspiraciones que mantiene en vilo al lector de principio a fin”.

  • Oscuro y perverso de Tania Sexton

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    Jennifer jamas imagino como podia cambiar su vida con una simple carta. Su hermana habia fallecido junto a su marido, dejando a un bebe de meses a su cuidado. No estaba dispuesta a que la familia de su adinerado cunado se lo arrebatara, por lo que opto por suplantar la identidad de su hermana, sin sospechar como una mentira cambiaria su vida.

  • No te apiades del Devorador de Lighling Tucker

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    Pixie Kendall Rey no esperaba que al llegar al hospital con su amiga Grace, que acababa de romper aguas, no la atendieran. Eso la obligo a recurrir al unico lugar al que su madre siempre le habia prohibido acudir: la base militar.

  • La invasion del Tearling (La Reina del Tearling 2), Erika Johansen de Erika Johansen

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    Mas aventuras, intriga y emocion en la fascinante secuela de La Reina del Tearling. La segunda entrega de una adictiva trilogia que ha seducido a los productores y a la protagonista de las peliculas de Harry Potter, asi como a legiones de lectores en todo el mundo.

  • El ultimo deseo de Monserrat Vila Cunillera

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    Un leve chapoteo llamo su atencion. Lentamente, alzo los ojos de la botella casi vacia que sostenian sus temblorosas manos. Por entre los barrotes de la terraza busco la piscina. Descubrio el origen del sonido que lo sorprendio: una figura femenina hacia largos en ella. No iba muy rapida, pero si a buen ritmo, con movimientos seguidos, dinamicos. Practicamente no levantaba agua a su paso; simplemente, quedo cautivado por su estilo suave, sencillo y ritmico. Permanecio embobado observandola. Una, dos, tres, cuatro brazadas y respirar; llegaba al final, giro, y vuelta a empezar. Siguio un buen rato contemplandola, acompanandola con la mirada. Tenia una ingenua ilusion: que el vaiven repetitivo lograra adormecerlo. Dos dias registrado en el hotel y aun no habia conseguido pegar ojo. El insomnio lo estaba matando; cada vez necesitaba dosis mas altas de alcohol. Ya al limite de su resistencia, deseo que pronto terminase todo. Empezaba a creer que, quiza, escogio la peor opcion. En lugar de huir, deberia haberse quedado y apechugar con las consecuencias de sus acciones. Con toda seguridad ya no tendria problemas de insomnio. <>, se lamento, con un punto de tristeza. No tenia claro si tomo una decision valiente, o realizo el acto de cobardia mas grande jamas imaginable. Sus peores temores se confirmaron, la suerte no estaba de su lado. No habia conseguido siquiera cerrar un poco los ojos, cuando la joven salio del agua; con agilidad se encaramo por la escalera. Su mano derecha retiro el gorro de bano, liberando una larga cola que deshizo con la izquierda mientras se dirigia a la ducha. La melena oscura medio mojada cayo a lo largo de su espalda hasta casi la cintura, la acomodo con los dedos. Era una mujer joven, no excesivamente delgada ni muy alta, no llegaria al metro sesenta. Se recreo en sus formas redondeadas. Noto un leve cosquilleo en su entrepierna. Chasqueo la lengua y esbozo una sonrisa. Unas semanas antes ni siquiera le habria prestado la mas minima atencion, acostumbrado como estaba a andar con mujeres perfectas, de cuerpos esculturales y gran belleza: actrices, modelos famosas, otras buscando su oportunidad. Esa diminuta dama hubiera pasado del todo desapercibida para el. Movio negativamente la cabeza; todo eso formaba parte de un pasado que ya no volveria jamas. Apuro el contenido de la botella, que dejo en el suelo junto a las otras. Cerro los ojos e intento recordar a las que pasaron por su vida: tres esposas e incontables parejas de mayor o menor duracion, aparte de un sinfin de amantes ocasionales. Aunque se esforzara, sabia que era mision imposible recordar ni sus nombres ni sus caras. Las habia gozado disfrutando de sus cuerpos en la intimidad y lucido en publico. No habia nada de lo que arrepentirse, esa simbiosis fue mutua. Ellas tambien lo habian usado para sus fines, dinero rapido, fama, contactos. Lo deseaban, si, era bueno en la cama y las mujeres se lo pasaban bien en sus brazos, pero nada mas. Tenia gancho, no porque fuera guapo, al contrario, sus facciones eran demasiado rudas para su gusto, pero su cuerpo musculoso le daba aspecto de hombre duro; imaginaba que era eso lo que las atraia. Eso, y lo que representaba: un triunfador, rico y famoso, aclamado por el publico. Las mujeres que eran vistas a su lado enseguida gozaban del favor de la prensa. Tenian las puertas abiertas de la fama facil. Lamentablemente pasaban por su vida sin dejar huella; relaciones tan efimeras y veloces que la mayoria de ellas no tenia tiempo de darse cuenta que era un fraude. Un perdedor. Todo lo contrario de lo que aparentaba. No se equivocaba al afirmar que si le sucediera algo desagradable ninguna se tocaria el corazon por el. Nunca le dieron nada mas que compania y placer. El tampoco les dio nada mas. No dejaron rastro en el, y pondria la mano en el fuego que a ellas les sucedia lo mismo respecto a su persona. No amo a ninguna y estaba seguro de que ninguna lo amo. No lograba recordar ni un minimo atisbo de pena al terminar una relacion; una mujer se iba de su lado, pero siempre tenia el recambio a mano. El unico vacio que dejaban era en su cartera. No necesitaria fingir su muerte y asistir a su funeral de incognito, -recordaba haberlo visto en una vieja pelicula-, para comprobar que nadie lloraba de verdad su perdida. De todas formas, no podria reprochar a nadie que no llorasen por el, ni siquiera confiaba en que asistieran. <>, una risa lugubre se apodero de el. <>. El tambien habia sido parte en su caida en desgracia. De la penosa situacion en la que se encontraba solo el era el unico culpable, no podia a achacar el merito a nadie mas. Ni siquiera le serviria para buscar excusas. Era demasiado tarde para mirar atras y arrepentirse; ya no iba a servirle de mucho. Al abrir nuevamente los ojos, en un timido intento de apartar los tristes pensamientos que lo acechaban, comprobo que la muchacha ya se habia esfumado. Encogio los hombros antes de entrar en la habitacion, llamo a recepcion y pidio una botella de whisky. El hombre que le respondio parecia dubitativo, lo apuro para que no tardara. Solo le faltaba un recepcionista pudoroso y cotilla. No se molesto en regresar el telefono a su sitio, lo dejo caer de cualquier manera encima de la pequena butaca de la habitacion; el aparato siguio su recorrido y aterrizo en el suelo encima de un monton de ropa. Ni siquiera se volvio a recogerlo. Desecho la cama con una mueca de asco: en ella yacian dormidas, evidentemente extenuadas, las dos prostitutas con las que habia pasado una noche de desenfreno y excesos, no mejor ni peor que otras muchas. Hacia tiempo que el sexo solo lograba calmar sus mas bajos instintos, pero no sentia nada. Se sento a esperar al camarero. -Buenos dias, Tomas. ?Hay algo que deba saber? -pregunto la joven con una amplia sonrisa, sentandose tras el mostrador de recepcion. Encima de este la aguardaban un buen punado de cartas por abrir. -Buenos dias, senorita. ?Ha desayunado ya? -interrogo el hombre, respondiendo tambien con calidez a su saludo. Se acerco a la muchacha con una nota en la mano. Rondaria los cincuenta anos, aunque ya entrado en canas, estatura media y complexion delgada, rostro agradable y risa facil: la tipica estampa del bonachon. La muchacha respondio con una mueca de disgusto, el hombre se dio cuenta y rectifico. -Buenos dias, Montse. Nunca me acostumbrare a tutearte -se justifico con sinceridad. -Pues tendras que hacerlo, llevas mas tiempo aqui que yo. He aprendido todo lo que se siguiendo tus pasos cuando era pequena. Acuerdate que pasaba mis vacaciones pegada a tu espalda. Sabes que eres como un padre para mi -le aclaro la muchacha mirandolo carinosamente, antes de proseguir con sus preguntas-. Bueno, dime de una vez: ?hay alguna novedad, puedo ir a comer algo? -dudo unos segundos antes de anadir-, ?o prefieres ir tu primero? -El desayuno de los dos tendra que esperar -aseguro el empleado releyendo la nota que tenia en la mano-. Al parecer, los Gomez han estado quejandose toda la noche por demasiado ruido en la habitacion contigua. Segun me conto el cliente a sus vecinos se les fue la mano con la fiesta: musica alta, gritos, golpes y un sinfin de molestias mas. -Los Gomez estan en la 23, ?no? -pregunto levantando la cabeza de las cartas que estaba repartiendo en grupos. -Si, sus hijos ocupan la 21; al parecer, el alboroto provenia de la 25. -?Crees que sera para tanto y deberiamos hacerles caso? -insistio la muchacha, no muy segura de la queja. Los Gomez eran unos clientes de toda la vida, una familia muy tranquila con tres hijos pequenos, dos ninos y una nina en medio. Se llevarian poco entre ellos y se parecian tanto que practicamente no se distinguian, ademas solian vestirlos exactamente igual. Ahora, quiza, se consideraria un poco friki esa costumbre. -Yo creo que si, ya sabes que los Gomez son clientes del hotel desde hace muchos anos, son un tanto intransigentes y maniaticos, pero nunca han dado problemas que yo recuerde y siempre que se han quejado de algo han tenido razon. Un asunto complicado, deberia ir a hablar con el cliente o los clientes de la 25 y avisarles de que se abstuvieran de incomodar a los otros huespedes y provocar altercados en el hotel. Esa era la unica parte de su trabajo que no le gustaba hacer, odiaba tener que violentarse con los usuarios molestos, pero formaba parte de su cometido como duena de ese establecimiento. Tomas se ofrecio a hacerlo por ella, pero rehuso; no era de esos jefes cobardes que se esconden tras los empleados para que se coman marrones que no les corresponden. Quiso saber quien ocupaba la 25. Tomas recordo que fue el quien lo atendio. Un hombre joven, de aspecto agradable, bien vestido. Llego a media tarde, solo con una maleta pequena, hacia un par de dias solamente. Lo acepto, a pesar de no disponer de reserva previa, sin pensarselo demasiado. Desgraciadamente tenian mas disponibilidad de la deseada, y un cliente nuevo era mas que bienvenido. Dejo la reserva abierta pues no sabia cuanto tiempo se quedaria; solo alojamiento, sin derecho a desayuno ni cena. Se extrano puesto que no recordaba haberlo visto salir de la habitacion, pero tampoco se pasaba las veinticuatro horas del dia en recepcion. Revisaron en el terminal los datos personales, resulto ser italiano, Alessandro Belletti. Al hombre se le antojaba un nombre conocido, igual sensacion tuvo al verlo, su cara le recordaba a alguien, pero no lograba asociar a quien. Un cliente asiduo no era, puesto que no estaba en la base de datos del hotel. Reconocio ante Montse que le estaba dando vueltas desde que llego. La joven apenas se fijo en la fotografia del documento de identidad, levantando los ojos del ordenador aprovecho para bromear con su empleado sugiriendo que deberia parecerse a algun actor famoso, o lo mas probable, conociendo con quien estaba hablando, seguro a un deportista de exito. Tomas era aficionado a todos los deportes. Devoraba horas y horas de competiciones deportivas de todo tipo en la television. Comprobaron el extracto de pedidos de la habitacion y hallaron una de las causas de la fiesta, llevaba consumidas, o al menos cargadas en cuenta, cinco botellas de whisky. -?Solo en un par de dias? -Se sorprendio Montse. -Pues acaba de pedir la sexta -le informo Tomas-. Justo antes de que tu llegaras tome el pedido. Esperaba que llegaras para ir al bar a buscarla. -le informo sin darle demasiada importancia. -?A las nueve de la manana? -Se extrano la joven. Tiro uno de los montones de cartas que habia hecho directamente a la papelera sin abrir, guardo el resto en un cajon de su escritorio. Decidida se levanto, salio de detras del mostrador dispuesta a enfrentarse a ese cliente molesto-. Ni lo suene que se la vamos a subir -agrego en voz alta, sin darse cuenta que era mas un pensamiento que una orden a Tomas. -Vas en contra de tu propio negocio Montse -bromeo Tomas al oirla pronunciar tan rotundamente esas palabras-. A ti que mas te da si se quiere ahogar en alcohol. -Al contrario -aclaro la joven, al darse cuenta que su empleado oyo su ultimo comentario. Se volvio nuevamente hacia el y aprovecho para hacerle, ahora si, una advertencia-. ?Has comprobado su tarjeta? No seria el primero que se aloja, acaba con las reservas de bebidas y luego se larga sin pagar. Ella misma respondio a su pregunta. Eso si fue una orden, de la cual el empleado tomo buena nota para cumplir asintiendo levemente, la chica sabia lo que se hacia, lastima que hubiera heredado una propiedad en tan mal estado, y su hermano solo supiera poner pegas a todo. Bajo su batuta el establecimiento hubiera podido volver al esplendor pasado, tenia los conocimientos apropiados y el empeno necesario, sin olvidar el amor por su trabajo y por el hotel, herencia de sus queridos padres. Montse no oyo como el encargado le daba la razon porque ya andaba en direccion a la escalera con cara de circunstancias. Ascendio a pie hasta el segundo piso, si no iba muy cargada le gustaba usar las escaleras, era bueno hacer ejercicio y los cuatro pisos de altura que formaban el hotel no suponian mucho esfuerzo, aunque tuviera que recorrerlas montones de veces durante su jornada laboral.

  • La corona de invierno (Seleccion RNR), Natalia Lopez de Natalia Lopez

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  • Volver a mi de Laura Miranda

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    ?Donde queda la PASION cuando
    todo en la vida es rutina y deber?
    ?Es posible VOLVER a empezar?
    ?Se puede volver a VIBRAR POR AMOR? Volver a mi retrata la vida de una mujer que cumplio todos los mandatos sociales: ser profesional, esposa y madre, pero que a fuerza de lograr los suenos ajenos olvido los propios. A veces, perderse es la unica forma de encontrarse.

  • Tu rancho por mi olvido de Erina Alcala

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    Derek Porter ha trabajado toda su vida para Daniel Hunter, el anciano dueno de un rancho en Dirvin Village, un pueblecito de Wyominig. Derek habia trabajado duro en el, desde que termino la universidad, pero cuando sabe que a Daniel Hunter le queda poco tiempo de vida, su vida da un rumbo que no esperaba.
    Nadie sabia que Daniel Hunter tenia una nieta espanola, llamada Susana. Por eso es una sorpresa cuando quiere traerla desde Sevilla y hacerla su heredera. Solo hay una condicion: Susana debera casarse con el capataz del rancho: Derek Porter.
    ?Sera tan buena idea realizar un matrimonio de conveniencia? ?Se casara Derek para no tener que dejar el rancho que tanto ama? ?Sera capaz Susana de casarse con alguien que apenas conoce?

  • Munequita de Lori Beasley Bradley

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    E 1 l calor de la primavera tardia en la casa hacia el aire practicamente irrespirable. Dolly levanto la cabeza de los cojines tras su regazo cuando escucho el carruaje afuera. Dejo la tela a un lado y se acerco a la ventana para ver a Karl, el repartidor de la tienda de Haney, quien se bajaba. Ella fue a la puerta con una sonrisa en su rostro. El estaba alli con sus baneras de lavado para la ropa, las que tenian escurridores para sacar el agua de la ropa --Solo puedo llevarla hasta su porche, senorita Dolly --el vigoroso joven se disculpo. -- Tengo que correr a Holbrook para recoger mercaderia para el Sr. Haney en el deposito o me quedaria para llevarlas a la parte de atras y prepararlas para usted. Dolly se protegio los ojos de la luz del sol brillante con su mano agrietada. Esta bien, Karl. Puedo arreglarmelas desde aqui e instalarlas . Ella no estaba segura de que fuera verdad, pero Dolly sabia que tenia que sacar la caja y su contenido del porche delantero y llevarla al fondo antes de que Martin llegara a casa y las viera. Karl deslizo la gran caja de madera de la parte trasera del carruaje y la llevo al porche. Se quedo esperando hasta que Dolly buscara en el bolsillo de su delantal y sacara una moneda de cinco centavos. --Gracias --dijo y le entrego la moneda al joven. --Gracias, senorita Dolly --dijo mientras dejaba caer la moneda de cinco centavos en el bolsillo del pecho de su gastada camisa a cuadros--, esto me comprara un trago en Bud’s cuando llegue a Holbrook. El conductor se apresuro a cruzar la verja, se subio a su carro, quito el freno y libero a los caballos por la polvorienta calle con potencia. Dolly miro fijamente el cajon desgarbado y penso en como iba a llevarlo al porche trasero donde lavaba la ropa. Agarro la madera aspera y levanto un extremo. Lo bajo de nuevo al porche, agradecida de que no pesara demasiado. --?Necesitas ayuda con eso? Dolly levanto la cabeza para ver a su vecino, Trace Anderson, parado en la puerta. Dolly sintio que se le ruborizaban las mejillas. Habia sido muy dulce despues de haber enviudado hace algun tiempo. --Probablemente pueda conseguirlo, Trace --dijo Dolly--, pero realmente no quiero rayar el piso, arrastrandolo de regreso. Trace abrio la puerta y se dirigio al porche. --?Donde esta Martin? Dolly puso los ojos en blanco. --Tu invitado es tan bueno como el mio. No tengo ni idea de donde esta mi hermano hoy. --Ella abrio la puerta principal y se inclino para agarrar un extremo de la caja--. No es muy pesada. Trace se puso en cuclillas y recogio al otro. --No demasiado pesada --dijo con una calida sonrisa--, simplemente incomodo. Dolly le devolvio la sonrisa al grandulon. --Son tinas nuevas con un juego de escurridores para cuidar mis pobres manos cuando lavo la ropa. --Fue amable de parte de Martin hacer eso por ti. --Yah --dijo Dolly con un suave bufido. Su hermano no habia tenido nada que ver con eso. Dolly habia pagado las tinas con el dinero que habia ahorrado con los huevos y los productos que vendia al senor Haney. Llevaron la caja a traves del salon, con cuidado con las lamparas, y a traves de la cocina ordenada, donde el pollo hervia en una olla alta para hacer bolas de masa, y salieron al porche trasero. --Si tienes una palanca --dijo Trace--, yo hare pedazos esto por ti. --En el cobertizo. --Dolly salio del porche al patio y se dirigio al pequeno edificio detras de la casa conectado a su gallinero. Ella regreso con la palanca de hierro y se la entrego a Trace, quien la tomo y comenzo a arrancar los delgados listones de madera de la caja--. Puedo hacer eso --le dijo Dolly--, si estas ocupado en tu tienda. Trace Anderson tenia un negocio de monturas y tachuelas adjunto a su casa al otro lado de la calle de Dolly y su hermano en Concho, Arizona. Hacia un buen negocio con los rancheros y granjeros mormones de la zona y era muy querido en la ciudad. Las mujeres en la iglesia decian que el era uno de los solteros mas elegibles en la pequena comunidad desde que su esposa habia fallecido dos anos antes. Dolly habia puesto sus ojos en el hacia algun tiempo, pero el hombre nunca le habia prestado mucha atencion. Diez anos mayor que ella, tal vez Trace pensaba que era demasiado joven a los veinticuatro para ser una verdadera esposa y madre. --No es ninguna molestia. --Saco las tablas del extremo de la caja y comenzo a deslizar las dos tinas montadas sobre patas, para que Dolly ya no tuviera que lavar la ropa de rodillas. Saco los dos rodillos y los estudio. --?Que diablos son estos? --Escurridores --dijo con una sonrisa orgullosa. --Los montas en la banera, giras el mango alli y pasas la ropa. --Dolly se encogio de hombros. --Escurren la mayor parte del agua, por lo que la ropa no tarda tanto en secarse. --Seguro que cuidaras tus manos de las exprimidas. --Estudio las tinas--. ?En cual los quieres? --No importa, no importa --le dijo Dolly, y Trace comenzo a colocar los escurridores en una de las tinas galvanizadas--. Martin diria que esto era una perdida de buen dinero, pero son mis manos las que estan cuidando y no las suyas --dijo Dolly con una risa nerviosa--. Y fue mi dinero con el que las compre, no el suyo. Martin probablemente dira que estoy tomando el camino de la mujer perezosa para no lavar la ropa . Trace se aclaro la garganta mientras giraba su rizado cabello castano para mirar a Dolly. --No debes prestar atencion a lo que Martin dice sobre ti, Dolly. Se que trabajas duro para mantener la casa de Martin en orden y cuidar el jardin y las gallinas. --La miro a los ojos azules con los suyos color avellana y Dolly no pudo apartar la mirada--. No tiene derecho a decir las cosas que dice ni a decirlo de la forma en que lo dice. Dolly se quedo atonita por las palabras del hombre. ?Como podia saber que tipo de cosas le decia Martin? Ella miro la tela de queso sobre la ventana abierta de la cocina y suspiro. Martin era un griton como lo habia sido su padre. Cuando estaba bebiendo y queria hacer valer su punto, pensaba que decirlo mas alto haria el trabajo. Trace habia vivido al otro lado de la calle durante mas de diez anos, primero con su difunta esposa, Lucy, y luego solo. ?Cuantas de las furias malhabladas de Martin habria escuchado? ?Eran ellos la razon por la que nunca le habia prestado atencion? La verguenza repentina hizo que las mejillas de Dolly se encendieran y eso la lleno de ira. Respiro hondo y trato de controlar su irritacion. --Lamento que el despotricar de Martin le haya molestado, Sr. Anderson. Me asegurare de recordarle que las ventanas podrian estar abiertas la proxima vez . Trace, con el ceno fruncido en su hermoso rostro, apreto la tuerca final y probo la seguridad moviendo los escurridores con su gran mano. --Creo que lo hara. --Se quedo mirando el monton de listones de madera esparcidos por el porche. Asintio con la cabeza hacia el desastre--. ?Quieres que te las lleve? --Los llevare para la cocina --dijo Dolly sin mirarlo a los ojos--, pero gracias. Ella olio el pollo hirviendo en la cocina y rodeo al gran hombre, que se elevaba por encima de los cinco pies y siete pulgadas de Dolly por una cabeza y tenia hombros tan anchos que tenia que girarlos para atravesar la mayoria de las puertas. --Necesito comprobar el agua de mi pollo antes de que se queme en la olla. Trace volvio la cabeza hacia la puerta de la cocina. --Huele bien --dijo con una sonrisa--, pero toda tu cocina huele bien, Dolly . Dolly sonrio mientras levantaba la tapa de la olla esmaltada en azul. ?Habia estado oliendo su comida? Bueno, vivia al otro lado de la calle. A Dolly le gustaba cocinar y se enorgullecia de sus comidas. Tambien estaba orgullosa de su jardin libre de malas hierbas y sus gallinas regordetas. Todavia le irritaba un poco que Trace hubiese estado prestando tanta atencion a lo que estaba pasando en su casa cuando nunca le habia dado mas que un asentimiento de pasada en publico. Dolly sabia que Trace nunca habia sido un gran conversador. Quizas sea mas un oyente que un conversador. Ella sonrio para si misma. El Senor sabia que, para variar, le vendria bien que alguien la escuchara. Trace entro en la cocina. --Bueno, supongo que me ire si no necesitas nada mas --dijo mientras sus ojos recorrian la cocina ordenada--, pero recuerda lo que dije. Martin no tiene ninguna razon para llamarte perezosa o tratarte como lo hace . Dolly sintio que sus mejillas se ruborizaban de nuevo. --Se lo agradezco, pero Martin me ha estado cuidando desde que mama y papa murieron. --Se mordio el labio mientras reflexionaba sobre que decir a continuacion. --Puso su vida en espera para cuidar de mi. --Repitio las cosas que Martin siempre le decia. Trace resoplo. Te trata como a una nina y te usa como a una esclava domestica, Dolly. Ya no eres esa nina flaca que perdio a sus padres --resoplo--, asi que ten un poco de orgullo y defiendete como la mujer adulta que eres ahora. Has hecho mas de lo que te corresponde para pagarle a ese inutil borracho. --Le debo a mi hermano por cuidarme todos estos anos --protesto, defendiendo a su hermano con lagrimas en los ojos--, ?y que derecho tienes a escuchar nuestras disputas familiares privadas de todos modos, Trace Anderson? --No hay muchas formas de evitar escuchar --sonrio Trace, poniendo los ojos en blanco. Dolly no respondio, salio de la cocina, atraveso el salon y salio por la puerta. Dolly dejo que las lagrimas que habia estado conteniendo se deslizaran por sus mejillas. Si ahora pensaba que ella era una mujer, ?por que nunca la habia cortejado? Trace trago saliva mientras cruzaba la calle angosta que separaba su casa y su tienda de la de Dolly y Martin. ?Por que se habria puesto tan cascarrabias? Solo habia estado tratando de ayudar. ?Como se suponia que no iba a escuchar los alborotos borrachos de Martin cuando el hombre gritaba cada palabra?

  • Un novio por encargo de Tierra Salvaje

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    A las pocas semanas de cumplir los dieciocho me dieron unas fiebres muy altas que, aun a dia de hoy, ni los medicos saben que es lo que paso. Tres anos practicamente en cama, solo podia moverme con gran esfuerzo, con dos muletas y con muchos dolores. Despues de eso, cuando las fiebres remitieron, media mas de un metro ochenta de altura. Pase otro ano recuperando mi musculatura e intentando volver a mi vida anterior. Para cuando cumpli los veintitres y termine, por fin, con todo ya tenia un cuerpo atletico y perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de mi enfermedad, mis amigos, poco a poco, se fueron olvidando de mi, con una unica excepcion, Eva, quien en ningun momento me dejo de lado y estuvo apoyandome durante todo el tiempo. Tras esta experiencia, a mis amigos los clasifico en dos categorias: Eva, en un lado, en el lado bueno de los amigos; y a mil kilometros de distancia, los demas. Eva me habia llamado dos dias antes para quedar, porque segun dijo, me queria pedir un gran favor, algo que, por supuesto y tratandose de ella, si estaba en mis manos lo haria sin pensarmelo dos veces. Llegue antes de la hora acordada, no me gusta llegar tarde. Mientras esperaba aproveche para tomar cafe y ojear el periodico, en eso estaba cuando la vi llegar por la acera, acompanada de una mujer a la que reconoci como una de sus mejores amigas del trabajo, ya que la habia visto desde lejos alguna que otra vez, cuando habiamos quedado y habia ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestion era una de esas mujeres que, cuando entraba en algun sitio todos los hombres se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral, si podia evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas facetas las mantenia perfectamente separadas, amistades incluidas. Cuando llegaron, y tras presentarnos, toco el turno de los saludos. A Eva le di dos besos, mientras que, a su amiga Susana, simplemente le tendi la mano, que ella estrecho mientras le dirigia una mirada de curiosidad a Eva. Fue entonces, justo antes de sentarnos, cuando en mi espalda sono una voz femenina llamandome por mi nombre, Pedro. Cuando me volvi, una rubia me salto en los brazos dandome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi ex. Saludo a Eva y a su amiga, para despues mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba abajo. --Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo... --Tu que me ves con buenos ojos... La que si que esta impresionante eres tu. Solo has cambiado para mejor... --Adulador, que eres un adulador... --me sonrio. --Bueno, Ana, ?y que haces por aqui? Pense que estabas en Valencia. --Y alli sigo, estoy aqui por trabajo, regreso esta tarde... Y, por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte... Me ha encantado verte... --Y a mi, aunque haya sido como la visita del medico --se rio de mi comentario. --Si, tienes razon, para la proxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar, y ponernos al dia, ?te hace? --Hace... Te tomo la palabra... Tras esto y decirme ella que me llamaria, nos despedimos, saludando a Eva y a su amiga, marchandose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me sente sonriendo, observando a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafes para ellas, despues estuvimos hablando durante unos cuarenta minutos, de diversas cosas. La amiga de Eva me parecio una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y, desde luego, yo no pensaba decir nada mientras estuviera su amiga delante. --Vaya, veo que Eva tenia razon cuando me dijo que eras muy discreto --solto repentinamente Susana. -- ?Perdona, ?como dices? --Susana tenia dudas de si debia pedirte ayuda, mas que nada por si podrias mantener la discrecion o no. Le he dicho segun veniamos, que tu no sacarias delante de ella el tema del favor que te quiero pedir --me sonrio Eva. --Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ?verdad? ?Que tiene que ver ella con todo esto? No creo que me conozca de nada. --Si, se que estas perdido del todo --dijo Eva soltando una carcajada--. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompanes a Susana a una boda, por eso esta aqui... --se quedo mirandome sonriente. --A ver, a ver, a ver... que me he vuelto a perder de nuevo... Primero, sabes que, dado que me lo pides tu, si puedo lo hare, y eso no sera problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado tambien en mirar... --Tal y como dices, si. Es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado... ?Entonces acompanaras a Susana a la boda? --Si, claro, pero... joder, es que no me lo creo --me pase la mano por la cara --esto parece el guion de una comedia romantica de Hollywood. --La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar --se rio Eva acompanada por Susana. --Pero hay algo que no entiendo, perdoname si soy un poco brusco --me dirigi a Susana--, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, tambien muy inteligente, divertida y ademas tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrias al hombre que quisieras... -- ?Supongo que lo que no entiendes es por que razon Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompanante por mi cuenta? --Basicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello... --La idea fue mia --replico Eva-- Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podria ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes mas o menos podria tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase venir, aunque simplemente fuese a conocerte... y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida --repuso ironica, mientras me fije en que Susana se sonrojaba. --Bueno, no dire que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros --sonrei arrancandole a las dos una carcajada--, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaria saber que es lo que ocurre con esa boda, supongo que sera algo tan trillado como un exnovio, o una amiga... digamos que en plan vibora, ?o me equivoco? --Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de una comedia romantica, no te lo niego, casi da hasta repelus si lo piensas un poco --repuso riendose Susana--. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos la carrera. Se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos, a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar ir, evidentemente la invitacion era para los dos, pero al romper... --la interrumpi.

  • El camino de Greta de Rosa Boliart

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    Greta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
    Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
    Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida.

  • Las gafas de Alejandra de Martina Bouza

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    Estaba desayunando en la terraza del hotel Bliss Spa Resort de Ubud, con vistas panoramicas a los campos de arroz, cuando sono mi telefono. Mi guia, Wayan, llegaria a buscarme en quince minutos. Ese verano me moria de ganas de viajar a Bali y, como no encontraba a nadie que quisiera venirse a la isla, decidi irme sola. No era la primera ni la ultima vez que lo haria. Busque un guia por internet en la pagina web de TripAdvisor. Contacte con el y, gracias a mi <> y al traductor Google, encontramos la forma de comunicarnos, me iba a ensenar Ubud. Llego y me explico el itinerario de ese dia: primero, iriamos a Batulan Temple a ver la danza del Barong; despues, a Pura Tirta Empul Temple; luego, a los arrozales de Tegalalang; a continuacion, a Coffe Luwak, y terminariamos en Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Este ultimo templo lo habiamos dejado para el final porque es un lugar espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz del sol se torna dorada y desciende por el horizonte convirtiendo el templo en una oscura silueta. Cuando llego la hora de comer, mi guia Wayan me dejo en un restaurante y me dijo que me recogeria en una hora y media. El sitio se llamaba TebaSari Resto, bar y lounge Jalan Raya, Tegallalang. Estaba situado enfrente del cafe Luwak, que era la siguiente parada que ibamos a hacer despues de comer. El restaurante era un sitio precioso con unas vistas impresionantes y estaba ambientado con canas de bambu, ademas, su comida asiatica era exquisita. Yo estaba disfrutando de mi tercer coctel cuando vi a un hombre muy atractivo en la mesa de enfrente y observe, por la conversacion que mantuvo al telefono, que era espanol, que tambien estaba solo y que no llevaba anillo de casado. Era un hombre fisicamente atletico. Mediria un metro ochenta mas o menos. Su rostro expresaba mucha tranquilidad. Su piel estaba morena. Tenia mucha cantidad de pelo negro, que lo llevaba por debajo de las orejas y muy alborotado. Sus ojos eran serenos y marrones. Sus labios no eran muy gruesos, mas bien diria que finos y estaban rodeados por una poblada barba negra. Me encantaba su estilo, era muy tropical, perfecto para el lugar. En la parte de arriba llevaba una camisa de lino blanca desabotonada por arriba que dejaba ver el vello de su pecho con las mangas remangadas y sacada por fuera del pantalon. En la parte de abajo vestia con unas bermudas azules tambien de lino y unas alpargatas de esparto del mismo color que su pantalon. Para empezar a hablar con el, usaria una de las tecnicas de seduccion infalible. Le pediria que me hiciera una foto. En ese momento, me puse las gafas de corazones, me pinte los labios de color rojo, saque el movil de mi bolso, recogi mis cosas y me fui hacia su mesa. --Perdona que te moleste. ?Hablas espanol? --Si. --?Te importaria hacerme una foto? Es tan exotico el restaurante que me gustaria tener un recuerdo. --Si, por supuesto. ?Donde la quieres? --Aqui, para que sea vean las canas de bambu que estan en el centro. Toma el movil. --!Que originales son tus gafas! Son muy vintage. Solte una carcajada. --Gracias. Me gusta llevar unas gafas diferentes para que la gente me pueda ver con claridad entre la multitud. --Muy buena respuesta. Esa me la apunto. Me hizo la foto y me devolvio el movil. --?Podria ver como ha salido? --Si, por supuesto. Mira, !ha quedado perfecta! --Perdona, si no es indiscrecion, ?viajas sola o acompanada? --Viajo sola (como me gusta decirle a completos desconocidos que viajo sola, sigo viva de milagro). No me dejaban traer en el avion a los siete gatos con los que vivo. Siguio riendose a carcajadas. --Disculpa, que no me he presentado. Me llamo Jorge. ?Como te llamas? --Me llamo Alejandra. Encantada. --Le di dos besos en las mejillas. --Y bien... Alejandra, ?estas viajando por ocio o por trabajo? --Estoy de vacaciones. ?Tu? --No soy tan afortunado. Estoy por trabajo. Importo ropa y accesorios balineses para llevarlos a Espana donde tengo un negocio. En ese momento me sono el movil. Era Wayan. --Jorge, encantada de conocerte. Me da mucha pena tener que marcharme. Me has caido genial, pero me acaba de llamar mi guia para que sigamos con la ruta. --Una cosa antes de que te vayas... Se me esta ocurriendo... ?Que te parece si nos damos el telefono y continuamos esta conversacion por la noche? Conozco un sitio donde hacen los mejores mojitos de la ciudad. --Suena divertido. Nos dimos los telefonos. --?Sobre que hora regresaras al hotel? --Mi guia me ha dicho que a las siete. --!Perfecto! Mas tarde te escribo para concretar donde te paso a buscar a las ocho. --Genial. --Si te veo a las ocho, comenzare a ser feliz desde las siete. --!Jorge! !Eso es del Principito! Para ligar conmigo tienes que ser un poco mas original, que ya me las se todas --le dije con un gesto divertido. --Eres tremenda --dijo sonriendo. --Adios, Jorge. Te veo esta noche. !Toma ya! El plan habia salido mejor de lo que esperaba. Una vez mas, mis gafas me habian traido buena suerte. --Te escribo en un rato. !Disfruta de la ruta! --dijo mientras me guinaba un ojo. Cuando llegue al hotel, tuve mis dudas de si ir o no ir a la cita, pero pense que estaba en Bali de vacaciones, soltera, y Jorge era terriblemente sexy. ?Que dudas podia tener? Ninguna. A las ocho, sali a la calle y ahi estaba, esperandome. Iba impecable. Volvia a vestir con lino y seguia llevando el pelo despeinado a proposito. Fuimos a cenar a Arang Sate Bar, que estaba en la calle Jalan Raya, al lado del palacio de Ubud, en pleno centro. Era un restaurante con ambiente agradable y moderno sin perder el estilo balines, con musica en directo. El personal era muy simpatico y servicial (como en el resto de Ubud). Primero pedimos algunos small plates para compartir y probar un poco de todo y, a continuacion, brochetas (sate) de gambas, higado de pollo y ternera especiadas con curcuma, jengibre y otras especias que le daban un gusto no picante y delicioso, que acompanamos con una jarra de caipiroska. Todo estaba exquisito y terminamos la cena disfrutando de sus famosos cocktails. --Me ha encantado el sitio, Jorge. Tenias razon, el mojito esta delicioso y la comida estaba buenisima. Ademas, es un lujo poder disfrutar de musica en directo. --Me alegra mucho que te guste, Alejandra. Siempre que vengo a Bali termino comiendo aqui, pero es la primera vez que lo hago teniendo en frente a una mujer preciosa. Me lo dijo mientras me acariciaba las manos. Estaba muy roja y notaba que la cara me ardia. No se si por lo que me acababa de decir, por el alcohol, por el calor que hacia en la isla o por una mezcla de todo. --Gracias, Jorge. Has conseguido que me sonroje y creeme cuando te digo que eso en mi es dificil de conseguir. La verdad que tu tambien me pareces un hombre muy guapo y atractivo --le dije mientras le tocaba los brazos y le miraba con ojos lascivos. --?Te apetece que vayamos a mi hotel? Aqui hay demasiado ruido y me gustaria estar contigo en un sitio mas tranquilo. --Me parece que acabas de tener una muy buena idea Jorge. !Vamos! Llegamos a su hotel. Era una villa privada con una habitacion. Nada mas entrar, te encontrabas una impresionante terraza con piscina privada, solarium, una mesa con sillas y una cocina cubierta. Enfrente, se abria la puerta que llevaba a la habitacion con una cama de matrimonio enorme y un bano Llamo al servicio de habitaciones para que trajeran una botella de vino. Encendio velas y selecciono en su movil la musica relajante Beyond the Missouri Sky, por Charlie Haden y Pat Metheny, para que sonara por los altavoces. Jorge era muy mistico, poseia un lado espiritual muy desarrollado, mas que el promedio de las personas. Demostraba esa espiritualidad o esa conexion con lo que esta mas alla de la vida terrenal en su forma de comunicarse y en su actitud mas bien pacifica, relajada y tranquila, que tenia que ver, sin duda, con esa intima relacion con lo que no podemos comprender racionalmente. --?Nos tomamos unas copas en la piscina? --me ofrecio. Comenzo a tocarme suavemente el cuello, los hombros y la espalda. --Vaya. Creo que tu karma se encuentra algo desalineado. ?Quieres que te ayude a centrarlo de nuevo? Me han ensenado a hacerlo estos dias aqui en Bali. Asenti. --Vale. Pues lo primero que tienes que hacer es relajarte y sentirte comoda Asi, muy bien... Cierra los ojos y respira hondo. No, asi no. Tienes que llevar el aire a la zona que hay a unos cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Asi. Perfecto. Trata de retener aire y cuenta hasta quince. Eso es... Despues, expulsalo muuuuy lentamenteeee...

  • Un amor politicamente imposible de Damon Gill

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    El tema central de esta novela esta basado en el amor que un joven militante del partido comunista, siente por una chica de ideologias de derechas, y que su padre no aprueba. Se conocen en la celebracion de las primeras Elecciones Municipales, celebradas en Espana el 3 de abril de 1979. Ambos participan en dichos comicios como interventores, por sus respectivos partidos, y pasan todo un dia juntos en una de las mesas electorales, donde Pablo y Marta que son los nombres de estos enamorados se conocen, y tienen conversaciones, emociones y sucesos que solo dos personas predestinadas una para la otra pueden tener.

  • En el nombre del Espiritu de Mario Escobar

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    A veces tenia la sensacion de que su vida se encontraba llena de contradicciones. Aquella manana habia asistido a la ultima concentracion del 8 de marzo para celebrar y revindicar la igualdad entre hombres y mujeres, mejor dicho, la equidad, ya que no necesitaba para nada ser igual que un hombre. Habia ido a la ultima misa del dia en la catedral. A veces pensaba que acudia a la iglesia porque era lo que le habia ensenado su madre, aunque su abuela Librada siempre fue contraria a cualquier tipo de religion, pero en el fondo necesitaba algo de sosiego y la paz que experimentaba en un templo no la sentia en ninguna otra parte. Aquel desasosiego que siempre la invadia, esa necesidad de reposar el alma parecia algo totalmente ajeno a su generacion. Tal vez la iglesia habia dejado de cumplir la labor para la que fue concebida, un sitio de amor, comprension y comunidad, para convertirse en un nido de viboras criticonas donde solo se desearia aparentar. Algunas vecinas de banco, a las que conocia perfectamente, la miraban con cierto recelo desde que habia destapado los casos de pederastia del obispado de Oviedo. Muchos feligreses desconfiaban del nuevo obispo, aunque debia de admitir que su actitud era totalmente diferente. Juan Bueno era un hombre joven, apenas pasaba de los cuarenta, de origen canario, siempre con una sonrisa en los labios y unos ojos luminosos que parecian transmitir la paz que ella anhelaba. Sobre todo en un dia como aquel. El obispo subio al pulpito y se dirigio a los fieles. --Queridos hermanos, el mundo parece estar suspendido por un fino hilo, siempre a punto de destruirse y dejar de existir. Nos ha sacudido una pandemia, pero tal vez la mas terrible de las plagas es la falta de amor y empatia. Mientras los politicos juegan al cruel juego de las sillas, mas preocupados de sus puestos que de los ciudadanos, decenas de miles de personas se suman a las que ya se han denominado "las colas del hambre". ?Hasta cuando? No me gusta hablar de politica, creo que la Iglesia ya ha cometido suficientes desmanes a lo largo de la historia a causa de posicionarse politicamente. Mas bien defiendo el Reino de Dios. Denuncio la pasividad de los que deberian ser los servidores publicos y terminan sirviendose del pueblo. ?Hasta cuando clamara la voz de los debiles? Mientras, los unicos beneficiados de este caos son los extremistas, los violentos y los agoreros de los malos tiempos que se avecinan. La voz del obispo atronaba en la amplisima capilla, sin apenas paredes donde retumbar, para terminar muriendo en las conciencias apagadas de los feligreses, deseosos de regresar a sus corrientes y seguras vidas cotidianas. --?Por que nos afanamos tanto? ?Por que agotamos nuestras vidas en conseguir mas cosas? Como dice Eclesiastes, la vida es como correr en pos del viento. Se escapa de nuestros dedos, sin que nuestros ansiosos dedos puedan detenerla. Algunos se movian inquietos en los bancos, muchos feligreses habian apodado al obispo el "cura rojo", aunque el religioso criticaba a derecha e izquierda por igual. --Estamos preocupados por agrandar nuestros graneros y se nos olvida que esta noche Dios viene a llevarse nuestra alma. ?De que vale ganar el mundo entero y perder nuestra alma? Al terminar la homilia la mayoria de los feligreses se marcho de inmediato para evitar saludar al obispo, pero Priscila permanecio en su banco, con la cabeza gacha y una triste expresion de angustia. En cuanto Juan Bueno despacho a las ultimas beatas se sento con la casulla aun puesta al lado de la joven. --Querida Priscila. ?Como estas hoy? --Mal, padre. Mi abuela esta ingresada, no se si lograra salir de esta. El cancer parece muy avanzado. --?Tiene dolores? --pregunto el obispo, mientras sus ojos negros brillaban detras de las gafas redondas de color plateado. Priscila trago saliva para contener las lagrimas. Librada llevaba tres dias ingresada. La habia hallado en el suelo de la habitacion, se habia pasado toda la noche sin poder moverse, demasiado debil para llamar a emergencias o intentar incorporarse. --Le estoy rogando a la Virgen de Covadonga. --Es inutil, padre. Mi abuela ya ha vivido todo lo que tenia que vivir, pero me rompe el corazon verla sufrir. Odia estar encerrada en un hospital, no quiere morir alli. El obispo se froto la frente, como si intentara ordenar sus ideas. --Puedo pedir que la trasladen a la Casa de Maria, es una residencia para enfermos terminales. Priscila fruncio el ceno. --!Unicamente hay algo que odie mas mi abuela que a las monjas, una residencia de ancianos! --Es un lugar especial, cerca del mar, ni notara que esta en una residencia. Las hermanas son todas encantadoras. Si quiere, manana mismo podemos pedir el traslado. --Gracias, se lo dire. El obispo apoyo la mano en el hombro de la joven, ella respiro hondo y estaba a punto de ponerse en pie cuando el hombre le comento. --Te pedi que vinieras por algo, por un asunto que me tiene preocupado. Ella giro la cara y fruncio el ceno. No se esperaba que precisamente el obispo de Oviedo le fuera a proponer un caso. Lo cierto es que no le faltaba el trabajo, la resolucion del ultimo crimen y el caso de los mineros sindicalistas habian logrado que se hiciera aun mas famosa. --Usted dira. --No me hables de usted, no soy tan viejo. El obispo sonrio, su barba cerrada parecia hincharse como si fuera una esponja empapada en agua. --Tengo varios casos entre manos, pero si necesita algo le dare prioridad absoluta. --No es para mi, es sobre la hija de una feligresa. Se llama Jacinta. ?La conoces? A pesar de que conocia a la mayoria de vista, no sabia sus nombres. --Jacinta Bosque. --No caigo. --Es una mujer que se sienta en la ultima fila, tiene el pelo blanco y viste casi siempre de negro, es viuda. --Ya se quien es --contesto Priscila. --Bueno, su hija estudio en Santiago de Compostela, hizo Derecho y despues se fue a vivir a Ponferrada, encontro un puesto en el ayuntamiento de asesora. Desaparecio hace una semana. La policia la ha estado buscando, pero no hay ni rastro de ella. Priscila habia escuchado algo en la television, pero con la situacion de su abuela no le habia prestado demasiada atencion. --?Como se llama? --La joven es Alexandra Bosque. --Hare lo que pueda, aunque no puedo alejarme mucho de Oviedo, al menos mientras mi abuela se encuentre asi. --Te paso el telefono de la madre y hablas con ella. Despues haz lo que puedas. --Si, padre. --Llamame Juan. Aqui en Oviedo la gente es un poco estirada, pero en mi Tenerife natal a los curas se les trata de forma mas cordial. Estoy pidiendo a Dios que me de fuerzas para transformar la diocesis. --Ten en cuenta que en Covadonga se comenzo la Reconquista, te encuentras en el corazon mismo de la Espana cristiana. --Precisamente tengo que ir a Covadonga manana para oficiar una misa. Odio esas ceremonias solemnes, prefiero estar con la gente. Llamame si tu abuela se anima a ir a la residencia. Priscila salio del templo y sintio frio, a pesar de que estaba a las puertas de la primavera. Las nubes cubrian el cielo negro de la noche, dando cierto aspecto fantasmagorico a la plaza. En ese momento sono el telefono. Le dio un vuelco el corazon. Desde que su abuela estaba en el hospital se temia lo peor. Era su madre que, desde que la abuela habia empeorado, no paraba de llamarla, anadiendo mas tension a sus pobres nervios. Decidio no llamarla, se dirigio hacia su coche y despues enfilo camino del hospital. Mientras su cabeza no dejaba de rememorar su ninez cuando su abuela parecia la mujer mas fuerte y sabia del mundo. 2. Urgencia El hospital se encontraba adormecido cuando subio por las escaleras y se dirigio a la habitacion de su abuela. Afortunadamente la cama de al lado estaba vacia, no queria que nadie perturbara su paz, ahora que parecia quedarle tan poco tiempo de vida. Se acerco a la cama casi a oscuras, la unica luz que iluminaba el rostro dolorido de su abuela era la que penetraba por los sucios cristales del ventanal. A sus pies, la ciudad de Oviedo intentaba sobrellevar su adusta y trivial vida llenando las terrazas de los bares o las tiendas de moda. Priscila se aproximo a la anciana y le puso la mano en la frente. Esta reacciono de forma violenta. --!Joder, que todavia no me he muerto! --grito la anciana rompiendo la calma y el silencio del lugar. --Soy yo, abuela. --Perdona hija, creia que era tu madre. Siempre esta por aqui dando el conazo. Ya sabes como es, siempre quiere ser la protagonista. Ya le he dicho, menos dramas bonita, que la que se esta muriendo soy yo. --No hables asi. --Es verdad, carino. La muerte es el ultimo acto de una funcion que siempre se hace corta. Pues algunos estan a punto de robarte tu ultima frase o peor aun, obligarte a que pongan en tu epitafio: "Se cago en todos sus muertos para que la dejaran descansar en paz". --Te veo mejor que esta manana. La anciana intento incorporarse un poco, pero sin exito. --No se manejar estos potros de tortura. Eso que son nuevos, y con ese mando lleno de botones tienes que haber hecho una ingenieria para entenderlo. Priscila incorporo un poco a su abuela. --?Quieres que te ponga un poco la tele? --No por Dios, debian prohibirla como en Corea del Norte. --En Corea del Norte hay television, abuela. --Me refiero a eso de tener tantos canales, para al final no decir nada o, mucho peor, para embrollarlo todo. En una siempre hablan a favor del gobierno, en las otras en contra, todo es siempre la misma vaina. Priscila se sento en la butaca, no se habia dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que lo hizo. Se quito los zapatos de tacon y cerro los ojos. Le encantaba oir grunir a su abuela. Tenia la sensacion de que todo estaba bien cuando la escuchaba refunfunar y despotricar contras los politicos. --?Tu has visto a la "dona Rogelia" que gobierna en Madrid? Por Dios, parece que habla un ventrilocuo o que es la nina del exorcista. Y yo que pense que despues del "bigotes" no podian caer mas bajo en la derecha. --Bueno, ya sabes como es la politica.

  • Venganza y placer (Deseo 3) de Cat Schield

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    Zoe Alston, que se tambaleaba por un divorcio atroz, hizo un pacto con otras dos mujeres igual de vapuleadas. Su mision era hundir al impresionante empresario Ryan Dailey y para conseguirlo tenia que sabotear la campana politica de su hermana.

  • Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne

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    El 28 de julio de 1914, Alfie celebra la fiesta de su quinto cumpleanos que coincide con el estallido de la primera guerra mundial. El padre de Alfie, Georgie, decide alistarse inmediatamente porque cree que es su obligacion de ciudadano y, ademas, esta convencido de que todo acabara antes de que lleguen las Navidades. Despues de cuatro anos y enfrentado a un panorama desolador, Alfie descubre que el padre al que ya daba por muerto no regresa porque esta internado en un hospital militar, asi que decide coger un tren e ir a buscarlo para traerlo de vuelta.

  • Tu me robaste el corazon (Destino austral 2) de Yamila Bianqueri

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    Morena regresa de su viaje dispuesta a luchar por el, por lo que siente.
    ?Sera correspondida su ilusion?

  • Iskari de Kristen Ciccarelli

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    Hace anos se susurraban historias venenosas de magia y oscuridad, ahora prohibidas porque su eco atrae a los dragones. Asha lo sabe mejor que nadie: cazarlos es su deporte favorito. Solo uno la ha derrotado, el responsable de desfigurar su rostro con una horrible quemadura.

  • Tierras de niebla y miel de Marta Abello

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    Oceano Atlantico, marzo de 1899 Decidio marcharse el dia del eclipse, bajo el influjo de la luna roja. Compro un nombre falso, fingio su muerte y con el miedo en las entranas huyo de Nueva Orleans. A sus veintitres anos y quebrando su destino, Martina de Icaza regresaba a Cadiz. La bocina del vapor Montevideo atrono sobre las aguas del Atlantico, tintadas de purpura al atardecer. La joven, vestida de seda negra y tafetan, aferro con sus manos enguantadas la barandilla de popa. Se sintio observada, sin mas certeza que su instinto. Solo estaban ella y aquel mar de duelo dibujando una fragil linea entre el pasado y el futuro. --Senorita… !Si esta lloviendo! ?Que hace aqui? --Erlinda, su doncella mulata, surgio de entre las sombras y luces de la cubierta de botes--. Ya le he planchado el vestido para la cena. !Llevo horas buscandola! La cotidianeidad ahuyento su desazon. Toda la audacia mostrada en la huida desaparecia al recordar los dedos frios de Conrado sobre su cuello, la traicion, el infierno. Sujeto las cintas de su capota de crespon que el viento pretendia arrebatar y se apresuro hacia las escotillas que conducian a los camarotes de segunda clase. --!Ay, senorita! !Digame que no estoy beoda! --El buque escoraba a estribor haciendoles perder pie. Huerfana y criada en uno de los hospicios catolicos de Nueva Orleans, Erlinda solia contar que las monjitas la encontraron hacia dieciocho anos junto a un tonel de miel de cana del muelle y que por eso su piel tomo el color del mar Caribe. Martina siempre prefirio su compania a la de otras sirvientas y ahora era su ancla para no desfallecer ante el humillante regreso a la casa familiar. La osadia de abandonar a Conrado traeria consecuencias: quizas su padre quisiera obligarla a volver o internarla en un convento; quizas su madre intercediera para evitarlo. El final de la alfombra de arabescos del pasillo de camarotes les anuncio que habian llegado al 201, uno interior de cuatro literas situado en popa que compartiria durante los dieciseis dias de travesia con las hermanas Williams, dos viajeras neozelandesas que habian embarcado en La Habana. Las vibraciones de los motores y los gemidos del buque, mas perceptibles en la madrugada, le daban noches insomnes, pero era lo que habia podido pagar. Su partida a America fue en una lujosa suite de primera, con vientos a favor durante la travesia y cenas con aristocratas y estrellas del canto; su vuelta, en un oscuro camarote de segunda y el mar enfurecido. Aun asi, contaba con un colchon confortable, lavamanos con agua fria y caliente y un timbre electrico para llamar al servicio. La libertad no necesitaba ostentacion ni toallas de algodon egipcio. Palpo la limosnera que llevaba a la cintura, alli donde guardaba la cedula de identidad falsa que la identificaba como Catalina Valdivia, viuda, residente en Sevilla. Una mascara para protegerse ante preguntas incomodas. Quisiera Dios que su esposo no descubriera su treta, pero, si lo hacia, aquella cedula despistaria sus pesquisas. Apenas le quedaban unos dolares de plata tras el pago de los pasajes y volvio a contarlos uno a uno, como quien custodia un tesoro. Descorrio la cortina de su litera y se sento en ella sujetando entre sus manos la novela que habia tomado prestada de la biblioteca del barco, Juana Eyre. Acaricio la portada color sepia y la abrio por una de las paginas doblada en la esquina superior: <>. Suspiro. Ya no creia en hados ni predestinaciones. Solo en causas y efectos. --!Hoy ha caido un hombre por la borda, senorita! --Erlinda se santiguo descolgando del armario un vestido de crepe y muselina negra mientras le daba su parte del dia--: Y dos soldados de Cuba estan en la enfermeria de infecciosos y… Con el rizador de pelo en la mano, Erlinda parloteaba apremiandola a asearse y vestirse. Senalo con desden el desorden en las camas de sus companeras de camarote. --Son de la mala vida, que se lo digo yo --dijo enrollando un mechon en el tubo caliente--. Dos mujeres que andan mas cerca de los cuarenta que de los treinta, que viajan solas y no usan corse… Y huelen a jazmin, !como las prostitutas de Nueva Orleans! Martina cabeceo riendo: --Son intelectuales, Erlinda. Mujeres listas que viajan por el mundo. Indiferente a las vidas y cuitas de sus pasajeros, el veloz vapor de la Compania Trasatlantica surcaba el oceano a catorce nudos. Bajo los truenos que rugian impasibles, enfrento la intensa lluvia que comenzo a azotar sus tres cubiertas. Erlinda salio hacia el comedor de tercera con los emigrantes y sirvientes. Martina hacia el de segunda, donde compartia mesa con las Williams y una familia de Barcelona. Los zapatos le apretaban como si quisieran detener sus pasos; mas aun cuando creyo oir la risa de Conrado dentro de un camarote y ver su rostro en un camarero de piso que la saludo al pasar. Se dio prisa en las escaleras que conducian al comedor y se detuvo ante las puertas batientes, tras el trajin de platos y voces confusas. Rebusco en su bolso de mano un botecito de sales y aspiro para recuperar el valor, el mismo que la habia sacado del vacio. El buque chirrio, inclinandose a babor, y se sujeto a la barandilla metalica, paralizada por el vertigo en su estomago al imaginar la furia de Conrado exigiendo que buscaran su cuerpo en el Misisipi, blasfemando ante la escueta nota en la que Martina anunciaba su decision de terminar con todo. El lamento del Montevideo atravesando la tormenta la llevo de regreso a su huida por las calles heladas de Nueva Orleans, aterrada porque habia llegado la hora. Tuvo que retrasar sus primeros planes a causa de la extraordinaria ventisca helada que azoto la ciudad: en sesenta anos no se habia visto temporal igual. El dia de San Valentin se alcanzaron los catorce grados bajo cero y ocho centimetros de nieve cubrieron las calles en un atipico Mardi Gras. La flota quedo amarrada a puerto y su evasion quedo truncada: los vapores corrian el riesgo de sufrir averias en su maquinaria por los pequenos icebergs desprendidos de un Misisipi congelado desde su cabecera hasta el golfo de Mexico. Todos los estados de la Union sufrieron lo que las cronicas llamaron la Gran Ola de Frio, que llevo a Minnesota a alcanzar los cincuenta y nueve grados bajo cero. Todo se helo, como su propia vida. Su exultante llegada a aquella hermosa casa de la calle Bourbon, un edificio de ladrillo espanol, altos techos y grandes ventanales como bocas de fiera, pronto quedo eclipsada por el caracter voluble y colerico de Conrado Lefebvre, por sus escapadas a los antros de Baton Rouge. La paz en el hogar se mantenia con regalos y promesas, con arrepentimientos que para Martina eran falsas monedas. Tal vez se hubiera resignado con alguna migaja de amor; tal vez hubiera acatado el consejo del padre Francois de no reprender sus faltas, de asumir las propias, de olvidar la posibilidad de un divorcio que la condenaria por siempre. Pero cuando aparecio aquel hombre en sus vidas, cuando resquebrajo la vida de Martina como un espejo, de parte a parte, decidio abandonar aquel infierno, asi se congelara como Nueva Orleans. Y huyo para esconder la pena y la humillacion, para liberarse de un secreto que a nadie podria revelar jamas. El padre de Martina, que tras la boda aun andaba por los cafes de Cadiz pavoneandose del buen matrimonio de su hija, que emparentaba a los de Icaza con los Lefebvre de Jerez, le habia asegurado una vida facil, prestigio, riqueza y buenas amistades con lo mas granado de la sociedad espanola y francesa en Nueva Orleans. Demetrio de Icaza no conto con que su buena fortuna, leida en sus manos por una gitana en el parque Genoves, se desmontaria como un castillo de naipes. Y ante el fuego de la sala, con el frio rodeando aquella casa que sentia prision, espero librando la batalla entre lo correcto y lo osado hasta que la aguja pincho su indice manchando su labor con una pequena perla carmesi. Se la entrego a Mammy Dorothea para que la limpiara y conto con los dedos los diez dias que ya habian pasado desde la partida de Erlinda. La doncella, que se habia despedido para seguir a Martina en su huida, la esperaba en una pension cercana al puerto donde trabajaba una de sus antiguas companeras del hospicio. Sus contactos con buscavidas le permitieron vender su sortija de esponsales, disponer un baul con ropa y enseres para el viaje y conseguir una nueva cedula de identidad que eliminara piedras de su camino. Conrado apenas reparo en la ausencia de Erlinda. Cuando Mammy Dorothea le informo, esputo en la fina escupidera de porcelana de la sala y penso que la servidumbre era desagradecida por naturaleza. Aquella mulata seguro que se habia encaprichado de algun marinero de su tierra. <>