• sarah hall everest - Sarah Hall

    https://gigalibros.com/madame-zero-y-la-hermosa-indiferencia.html

    De los acantilados y las llanuras cubiertas de brezo de Cumbria con su historia de ardiente violencia, a la velocidad y el calor del verano en Londres, pasando por un lago misteriosamente tranquilo en los bosques de Finlandia, Sarah Hall evoca los paisajes con asombrosa precision y elegancia. Paisajes en ocasiones inquietantes que perfilan unos relatos que siempre habitan en el territorio entre lo natural y lo urbano, lo prosaico y lo surrealista, lo humano y lo animal; entre la intimidad de la naturaleza y la naturaleza de la intimidad. Sus personajes, ya se trate de un ama de casa frustrada que busca un encuentro apasionante, de una joven que contempla la muerte de su novio o de las fobias de una nina, son verdaderos supervivientes azotados entre oscuras pasiones y deseos que afloran a la superficie: el cuerpo humano, entre conflictos emocionales, proporciona el marco sensual de cada drama. Los relatos agrupados bajo el titulo ” Madame Zero y la hermosa indiferencia ” fueron publicados en ingles en dos volumenes diferentes. Insolitamente perturbadores y profundamente eroticos, sorprendentes y certeros, tristes con un filo de oscura sensualidad, estos relatos confirman a Sarah Hall como una de las grandes escritoras britanicas de su generacion.

  • Rob Hall - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Rob_Hall

    Robert Edwin "Rob" Hall CBE (14 de enero de 1961 – 11 de mayo de 1996) fue un montañista neozelandés mejor conocido por ser el líder principal de la ...

  • 'Everest', la verdadera historia detrás de la película ...

    https://enfilme.com/notas-del-dia/everest-la-verdadera-historia-detras-de-la-pelicula

    15 sept 2015 — Conoce los detalles de la tragedia de 1996 en el monte Everest, ... En su libro, Krakauer señala que Hall les había indicado que la hora ...

  • Araceli Segarra: “La tragedia Everest 1996 fue una suma de ...

    https://www.desnivel.com/expediciones/expediciones-alpinistas/araceli-segarra-la-tragedia-everest-1996-fue-una-suma-de-malas-decisiones-y-mala-suerte/

    29 sept 2015 — Esto fue en 1996, el mismo año y en la misma temporada que tuvo lugar la gran tragedia que relata el libro 'Mal de Altura' y que ahora podemos ...

  • "En la cima del Everest sólo sientes frío y cansancio" | El Correo

    https://www.elcorreo.com/bizkaia/culturas/cine/201509/17/cima-everest-solo-sientes-20150916180214.html

    17 sept 2015 — Entre ellos, dos guías de montaña de contrastada experiencia profesional: Rob Hall y Scott Fisher. Cinco de las víctimas eran compañeros de ...

  • Hall's daughter follows in her father's footsteps - NZ Herald

    https://www.nzherald.co.nz/nz/halls-daughter-follows-in-her-fathers-footsteps/TX6NKUEGRIVM3U7HJ734M35BCM/

    When six year-old Sarah Arnold-Hall arrived at her hotel in Kathmandu she was ... Her mother, Jan Arnold, has always told her the truth about Rob Hall, ...

  • «Everest»: la montaña imperfecta | El Cadillac Negro

    https://elcadillacnegro.com/2015/09/25/everest-la-montana-imperfecta/

    25 sept 2015 — La historia de «Everest» comienza el mismo día que Rob Hall pone rumbo ... libro, «Into Thin Air: A Personal Account of the Mt. Everest ...

  • Rob Hall - Wikipedia

    https://www.wiki.es-es.nina.az/Rob_Hall.html

    8 ago 2021 — Dos meses después de que Hall falleciera en su descenso del Everest, ella dio a luz a la hija de ambos, Sarah Arnold Hall. Índice. 1Montañismo ...

  • How I choose my Impossible Goals - Sarah arnold hall

    https://www.saraharnoldhall.com/blogging/2020/1/5/how-i-choose-my-impossible-goals

    5 ene 2020 — Imagine if Mount Everest was just a sub-goal on the way to your dream?

  • Algo va mal de Fermin Bocos

    https://gigalibros.com/algo-va-mal.html

    <>, dijo el comisario encargado del caso senalando uno de los dos cuerpos que aparecian en la foto con el rostro desfigurado por el impacto de una bala.

  • Entre el cielo y el infierno de Mercedes Perles Ortola

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    ?Que harias si el destino fuera tan cruel y despiadado que pusiera en tu camino a la unica persona de la que no te deberias enamorar? Y si supieras que el unico camino que tienes para separarte y protegerla es el mas macabro a elegir, porque eres incapaz de alejarte y de dejar de amarla mas alla de todo lo posible o lo imposible, ?que harias?

  • Te Tengo de Victory Storm

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    --No lo se, Maya. Quizas es mejor si lo dejamos asi --susurre, intentado calmar la ansiedad que me estaba asaltando. --Ginebra, vamos, dejate llevar por una vez! No estas cansada de tener que someterte a las reglas de tu familia? No me digas que una parte de ti no desea otra cosa que salir del seminario y divertirse, como hacen todas las muchachas de nuestra edad! --resoplo mi amiga, quejandose. Claro que lo queria! Pero no era tan facil para quien tenia sangre italiana de los Rinaldi en las venas. Ser la hija de un jefe de la mafia, significaba tener una vida prestablecida, dentro de un conjunto de reglas y de limitaciones, impuestas por un padre jefe. Incluso si era la hija mas pequena, esto no me hacia mas libre y, cada error o transgresion, era siempre castigado con severidad. Por ello habia aprendido muy pronto a respetar los deseos de mi familia. Me habia siempre comportado de manera impecable, pero en los ultimos anos, desde que habia comenzado la universidad, habia empezado a sufrir por la rigidez tipica de mi padre y por la perfeccion de mi madre. Me sentia cambiada desde que habia entrado en contacto con una realidad tan vasta como la universidad, con sus estudiantes que no eran seleccionados y evaluados de la forma en que lo hacia la escuela catolica femenina en la que habia estudiado hasta ahora. Habia aprendido que existian distintos estilos de vida y que, sin la presencia de mi padre en el consejo del instituto, a nadie le importaba que yo fuera una Rinaldi. Por primera vez en mi vida me habia concedido ser yo misma y abrazar nuevos ideales que mi padre aborrecia. En los ultimos dos anos me habia vuelto la oveja negra de la familia, a quien evitar o tratar como a una pobre desadaptada, pero la verdad era que nunca antes me habia sentido tan viva. Habia roto lentamente las pequenas cadenas que me anclaban a la familia, pero todavia estaba muy lejos de la libertad y de hacer aquello que queria, como tomar una decision clara sobre mi futuro sentimental o profesional. Hasta ese momento me habia limitado a mirar a Maya, la hija del contador del patrimonio de los Rinaldi y mi unica amiga, mientras transgredia las reglas de su familia, que seguia servilmente las leyes de mi padre. Habia envidiado a Maya cada vez que me llamaba por telefono, pidiendome que la cubriera con sus padres cuando queria encontrarse con sus amigos, que no agradaban a sus padres o, cuando salia con un muchacho. Siempre habia admirado la valentia con la que desafiaba los deseos de su familia. Muchas veces habia deseado ser como ella, pero el peso de mi apellido, siempre me habia bloqueado. Sin embargo, Maya tenia razon: no podia continuar asi. Apenas habia terminado mi ultimo ano de universidad y todavia no habia experimentado la emocion de una pequena escapada, de un encuentro secreto con un muchacho o de una pequena locura, como una noche de paseo con personas que no conocia. --Ok, hagamoslo! --exclame entusiasmada, pero con la voz aun cargada de temor. --Veras que ira todo bien. Lo hice cientos de veces y te puedo asegurar que nunca he tenido problemas --me aseguro Maya. --Solo tengo miedo que alguien me reconozca o que mi padre lo descubra. --He tomado todas las precauciones del caso. Mira aqui --me dijo, dandome una peluca rubia con rulos. --Estas bromeando, verdad? --dije horrorizada. --Tesoro, eres la hija del propietario de la mitad de Rockart City. No puedes considerar ir de paseo sin llamar la atencion. --Ya nadie sabe quien soy. Pasaron dos anos desde que mi padre no me incluye mas en sus entrevistas y no me invita ni siquiera a sus ceremonias de inauguraciones. De todas formas, la gente cree que el tiene dos hijos. No tres. Mis apariciones a su lado se redujeron al minimo desde que me hice vegetariana y empece a hablar de derechos civiles. --Todavia no te ha perdonado por ser vegetariana? --se rio Maya. --No, cuando como con el, siempre me hace poner en el plato un bistec, que yo rechazo, lo que hace que se vuelva loco. De todas formas, como casi siempre sola en las dependencias donde me han relegado --conte triste. Era dificil no sentirse aceptada por la propia familia. --Que guay! Alli estas sola y puedes hacer lo que quieres! --Ojala! Recuerda que en mi casa hay tele- camaras por todas partes y la vigilancia siempre esta presente. No existe la privacidad y me pregunto a menudo si podre alguna vez separarme de mi familia y vivir mi vida. Quisiera encontrar un trabajo, casarme con un hombre que ame... --Mientras te quedes en Rockart City, sera imposible. Al este del rio Safe River no se mueve una hoja sin que tu padre lo autorice... Tu unica esperanza es irte muy lejos de aqui, a un lugar donde tu padre no pueda llegar, sabes muy bien, que el no te dejara nunca hacer lo que quieres. Hara de todo para impedirte que trabajes, para asegurarse que no puedas mantenerte y cortar ese cordon umbilical con el que te encadena todavia con veintitres anos! --Y seguro que no me permitiria casarme con quien yo quiera. --Olvidalo! Ginebra, te alcanza con pensar en todas las relaciones amorosas que has tenido hasta ahora. --He tenido solo una. Duro tres dias, en mi ultimo ano de escuela. --Daniel Spencer, verdad? --Si. Apenas pude darle mi primer beso, antes de saber que el y toda su familia habian sido exiliados para siempre de Rockart City. --Todo por un beso... Piensa si hubieras ido a la cama. --Hubiera terminado en las mazmorras del castillo como los prisioneros de guerra --rei debilmente, aunque en realidad siempre habia pensado que lo habria hecho en serio. Todavia no habia olvidado la furia y la cachetada de mi padre, cuando habia descubierto que estaba enamorada del hijo de David Spencer, el hombre que le habia hecho perder un negocio dos anos atras. Edoardo Rinaldi era un hombre que guardaba rencor de por vida. --Bien, te puedo garantizar que esta vez no te pasara nada y tu padre nunca lo sabra --me alento Maya, poniendome la peluca rubia sobre el cabello castano, que me llegaba hasta la espalda. Me mire en el espejo. Me dio ganas de reir porque estaba irreconocible con el eyeliner negro y el cabello largo hasta la cintura. Ademas, el vestido que me habia hecho poner Maya, era lo opuesto de mi look clasico convencional. Ese vestido rojo sin hombros y ese abrigo de piel negro, con mangas tres cuartos me daban un aire de mujer cosmopolita, emprendedora y transgresiva. Todo lo que no era. --Como es posible que tu padre no te haya dicho nada respecto a todas estas compras? -- exclame sorprendida. --Mi padre no es desconfiado como el tuyo, pero me controla cada compra que hago con la tarjeta de credito y mi madre se mete en mi vestidor una vez al mes, si mi padre se queja del extracto bancario. --Tu madre es igual a la mia. Como haces para que no te reganen por este tipo de compras? --Mi madre no sabe nada de esta segunda vida mia. Tengo un acuerdo con la empleada del negocio. Ella me deja probar estos vestidos en casa por un dia y, yo se los devuelvo intactos la tarde siguiente, cuando voy a cambiarlos por algo que se parezca mas a los gustos de mi madre --me revelo, mostrandome la etiqueta todavia adherida al vestido, antes de esconderla dentro del escote, debajo de la axila derecha. --Eres genial! --Lo se, pero recuerda tratar a este vestido con cuidado, porque manana debo llevarlo de nuevo al negocio y debe estar en perfectas condiciones. --Prometido! --Bien, ahora salgamos. La empleada me ha dejado las llaves del coche que usa para hacer las compras y, asi bronceadas, nadie nos reconocera cuando nos dirijamos hacia la salida. Ni siquiera el guardaespaldas que te trajo hasta aqui y que te controla desde el aparcamiento fuera del porton. --Asi lo espero, de lo contrario estoy muerta. --Por precaucion, dejaremos los celulares aqui, de manera que la senal GPS del telefono no nos descubra. Ademas, en la cartera llevaremos solo dinero en efectivo y el documento falso que te consegui. Recuerda que por esta noche yo no sere Maya Gerber, sino Chelsea Faye y tu no seras Ginebra Rinaldi sino Mia Madison, de Los Angeles. --Has pensado en todo, eh? --Ginebra, despues de cinco anos de fugas secretas, podria evadirme incluso de una prision --rio Maya, aliviando la tension. 2 GINEBRA Tenia el corazon latiendome como loco. Era la primera vez que hacia alguna locura y estaba aterrorizada a morir. Silenciosamente, a pesar de los tacos altos, segui a Maya. De todas formas, todos se habian ido a dormir y la casa estaba desierta. Salimos por la puerta trasera y nos acercamos al coche aparcado delante, como habia dicho mi amiga. Entramos en un viejo Toyota Corolla y rapidamente, partimos. Cuando el coche paso el porton, me escondi para no dejarme ver por el conductor del coche que estaba estacionado en la salida. Era el, quien me habia llevado hasta alli y sabia que no se hubiera ido hasta que no me hubiera llevado de vuelta a casa. Odiaba ese control permanente, pero no tenia idea de como hacer para liberarme de esa prision sin barrotes. Ser una Rinaldi seria una cruz que habria llevado hasta la muerte. Solo cuando nos dirigimos hacia la autopista, empece a relajarme, pero apenas pude ver Safe River, senti que me faltaba el aire. Era la primera vez que lo veia en vivo. De repente, senti el miedo que me corria por todo el cuerpo. --Maya, adonde vamos? --me agite viendo a mi amiga pasar el puente que unia la zona este de Rockart City con la oeste. --Vamos donde tu familia no podra encontrarte nunca. --Te has vuelto loca?! Esta prohibido a los Rinaldi, incluso acercarse a este rio! Si un Orlando descubre mi presencia en su parte de la ciudad, me mata! --grite aterrorizada. Odiaba los limites y las reglas que me imponia mi padre, pero esa de no ir jamas mas alla del rio, habia prometido no infringirla nunca sino queria arriesgar morir prematuramente. --Lo se muy bien. Por eso tenemos los documentos falsos. --Eso no me tranquiliza, Maya. --Chelsea! Recuerda que aqui soy Chelsea y tu eres Mia! No te equivoques o estamos perdidas! Continue el viaje, aplastada contra el asiento, con el sonido de mi corazon latiendo en mis orejas e incapaz de disfrutar el panorama de esa parte de la ciudad que nunca habia visto. --Va a estar todo bien, veras --continuaba a repetirme Maya, pero yo estaba lista para escapar y volver atras, prometiendo no volver a hacer algo asi. Apenas me di cuenta, que Maya habia apagado el coche al lado de otro, que tambien estaba aparcado y que tenia a dos muchachos guapos sentados adelante. --El que esta al volante es Lucky Molan. Es el por quien he perdido la cabeza y de quien te he hablado tanto ultimamente. Lo conoci en Clasesparticulares.com. Es el quien me da clases de economia online, a escondidas de mi madre, que esta convencida que soy un genio. Desde hace dos anos que muero por el y solo ahora que me he graduado, ha aceptado salir conmigo. Pero lamentablemente, cuando me propuso salir de a cuatro con su hermano que se ha dejado con la novia, no pude decirle que no. --Por eso estoy aqui, verdad? Para entretener al pobre hermanito, mientras te diviertes con el amor de tu vida. --Yo no lo diria asi, pero... Si, es asi. Te lo ruego, Gin... Mia, es importante que todo salga bien, porque no quiero conformarme con una noche de a cuatro. --Solo hay una cosa que no he entendido. El sabe que eres Maya Gerber? --Claro que no. Sabes que no me gusta revelar mi verdadera identidad. No quiero que alguien descubra que tomo clases privadas. --Entonces su relacion se basa en mentiras. Como crees que puedes construir algo solido y duradero de esta forma? --Por ahora pienso en divertirme, ok? Quiero salir con Lucky y quizas ir a la cama. Tampoco dije que quiero casarme con el!

  • Los dias perdidos de Valentina, A.P. Hernandez de A.p. Hernandez

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    Valentina: una adolescente que puso fin a su vida con un cuter.
    Marta: una madre que no admite el atroz acto de su hija.
    Ismael: un estudiante universitario que comienza a perder sus miedos.
    Lazaro del Rio: ex Inspector Jefe de Policia, expulsado e inhabilitado de por vida.

  • Belleza fatal de Mona Chollet

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    Mona Chollet, referente feminista con mas de 200.000 ejemplares vendidos en Francia, analiza, en este libro, las nuevas formas de alienacion femenina procedentes de la industria de la moda y del culto al cuerpo perfecto.

  • El Libro Negro del Emprendedor de Fernando Trias De Bes

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    Ser emprendedor constituye una postura vital, una forma de enfrentarse al mundo que implica disfrutar con la incertidumbre y la inseguridad de que sucedera manana. No existen ideas brillantes que, por si solas, den lugar a negocios redondos: lo esencial es como un concepto se pone en practica. Sin embargo el 90% de las iniciativas fracasan antes de cuatro anos y solo el 3% de los manuales de empresa se dedican a explicar por que. De ahi la relevancia de este libro. Fernando Trias de Bes, coautor de La buena suerte, analiza los factores clave del fracaso y define los rasgos que debe reunir un verdadero emprendedor: motivacion y talento para ver algo especial en una idea que puede que otros ya conozcan. Pero, por encima de todo, es necesario disponer de un espiritu luchador: no fracasan las ideas, sino son las ilusiones las que se dejan vencer por falta de cintura, imaginacion y flexibilidad para afrontar imprevistos.

  • Una virgen para el millonario de Leona Lee

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    “Un despotico multimillonario al que le encanta mezclar negocios y placer…

  • El paraguas balcanico de Enrique Criado

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    La vivencias de un diplomatico en los Balcanes.

  • Una Sorpresa por Accidente de Annie J. Rose

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    M C A P I T U L O 1 E M IL Y e quedo mirando al cielo monotono y gris por la ventana. Nueva York en primavera, vaya lugar en el que estar. Pero la cuestion era que estaba exactamente donde queria estar. Habia crecido sonando con la gran ciudad: las luces, la emocion; una ciudad donde siempre estaba sucediendo algo. De alguna manera, en el tiempo en que habia estado yendo a la escuela alli, me las habia arreglado para hacerme un lugar. Nueva York era mia. O eso era lo que siempre habia pensado. Suspire discretamente mientras el tren se alejaba del anden. ?Quien sabe cuando volveria a ver estos edificios? Si es que alguna vez los volvia a ver. Intente no pensar de forma tan pesimista, pero la verdad era que simplemente no tenia idea de lo que iba a pasar con mi futuro. Mis pensamientos estaban hechos un torbellino mientras lo contemplaba. Solia tener una vision clara para mi misma. Iba a ir a estudiar en Nueva York. Iba a hacer pasantias en algunas de las mejores casas de moda del mundo y a hacer conexiones. Ya con mi titulo en el bolsillo iba a lanzar mi propia linea con un poco de ayuda financiera de mis padres. Lo mas sorprendente es que todo habia estado yendo tan bien para mi. Todo habia marchado tan bien, hasta que dejo de ser asi. El pasado mes estuvo lleno de grandes cambios. No cosas como una nueva pasantia en algun pais extranjero exotico o algo bueno como eso. Estos fueron cambios malos. Y no cosas como un corte de cabello terrible, o incluso perder la beca de la escuela. Podria haber manejado eso. El tren disminuyo la velocidad al entrar a otra estacion. Salir de la ciudad siempre llevaba un poco de tiempo. No estaba segura de si queria que el tren no saliera nunca, o si queria que acelerara para no tener que quedarme mas tiempo en el lugar que habia llegado a amar. Pasara lo que pasara, no habia vuelta atras. Solo esperaba que este viaje a casa, a Saratoga Springs, me ayudara a solucionar algunas cosas. Desafortunadamente, no guardaba muchas esperanzas para mi estilo de vida actual. Mi apartamento de un solo dormitorio en Manhattan era, sin duda, algo del pasado. Mi posicion en uno de los programas de diseno de moda mas prestigiosos del mundo seria sin duda otra de las perdidas, porque no habia forma de que pudiera costearme la matricula, ni siquiera con mi beca. No habia ningun banco en el mundo que fuera a aceptar prestarme nada; no teniendo en cuenta el error de mi padre al confiar en el hombre equivocado. Deseaba poder entender como habia llegado a este punto. Pensaba que mi padre era un hombre astuto de negocios y un inversionista. ?No habiamos aprendido todos en este punto a no confiar en estafadores? Si tan solo pudieramos retroceder el tiempo al punto antes de que mi padre invirtiera practicamente toda la fortuna de la familia en lo que resulto no ser mas que un esquema Ponzi. Sin embargo, eso era imposible. Deseaba poder sacar lo mejor de la situacion, pero todo era completamente desconocido para mi. Mi telefono sono cuando llego un mensaje de texto de Alyssa. Supongo que eso era algo bueno que habia salido de todo este desastre. No habia visto a mis amigos lo suficiente desde que estaba en Nueva York. A pesar del escandalo, parecian estar listos para recibirme en casa con los brazos abiertos. Odiaba verme obligada a volver a casa, pero al menos podria pasar mas tiempo con todos ellos. Alyssa quiso saber cuando llegaria y si me gustaria que ella me llevara a casa de mis padres. Sabia que se ofrecia porque sentia lastima por mi. Ella sabia que estaba acostumbrada a autos privados con choferes que se sometian a todos mis caprichos. Esta es tu oportunidad para que veas como vivimos los demas, bromeo cuando me lamente por el viaje a casa. Puse los ojos en blanco al leer el mensaje. La familia de Alyssa no estaba para nada tan bien acomodada como lo habia estado siempre mi familia, pero definitivamente les iba bastante bien. Sin embargo, ahora considere su oferta. Habia planeado coger un taxi hasta la mansion de mis padres (o a su antigua mansion, supongo), pero con todo tan inestable, probablemente deberia estar ahorrando cada dolar que tenia. Le respondi el mensaje a Alyssa con la hora de mi llegada y le agradeci por ofrecerse a recogerme. Luego me recline en mi asiento pensando en lo que me esperaba en casa. Sabia que debia dejar de pensar en ese lugar como "casa". La casa ornamentada en la que habia crecido nunca le perteneceria a mi familia de nuevo. No hubo otra opcion mas que venderla. De hecho, esa era la unica razon por la que volvia a casa ahora: para ayudar a mis padres a recoger cualquier pertenencia que tuvieran ahi y trasladarlas de su mansion a un pequeno apartamento de dos dormitorios. Tendrian apenas suficientes ahorros para poder vivir modestamente cuando se jubilaran. Nada mas que eso. Trague fuerte mientras pensaba en ello. Nunca antes me habia sentido tan sola. La familia Andrews siempre habia tenido dinero. No habia sido una preocupacion para mis padres pagar mi matricula, o el alquiler de mi apartamento en Nueva York. Sin embargo, todo eso habia cambiado ahora. Cuando mis padres me dieron la noticia por primera vez, quede conmocionada porque no lo creia. Seguramente se las arreglarian de alguna manera para recuperar su fortuna. Seguro que las cosas mejorarian antes de lo que pensaban. Perderlo todo solo era el peor de los escenarios, y querian asegurarse de que yo estuviera preparada para eso, en caso de que llegase a suceder. En algun punto me di cuenta de que no era solo el peor de los escenarios. Era la realidad. Mis padres lo habian perdido todo; no habia ninguna duda al respecto. No habia manera de recuperar esa fortuna. Fue entonces cuando mis sentimientos se volcaron mas hacia la ingenuidad. No era lo que queria, pero sin duda podria conseguir un trabajo y conservar mi vida tal y como era en gran parte. Atenderia mesas o prepararia cafes, tal vez seria barman algunas noches a la semana. Pero conservaria mi apartamento y seguiria estudiando, aunque eso significara que ya no tendria mucha vida social. Creo que fue mas o menos al momento de mi tercera entrevista de trabajo cuando me di cuenta de que eso tampoco iba a pasar de ningun modo. Seria muy afortunada si encontraba a alguien que estuviera dispuesto a contratarme, dada mi falta de experiencia y el hecho de que el nombre de mi familia estaba metido en todos los tabloides y todos podian leerlos. Incluso si encontrara un empleo, tendria suerte si lograra reunir lo suficiente para pagar el alquiler de mi apartamento, por no mencionar todo lo demas. Pense en entregar mi apartamento. Podria encontrar un companero de cuarto y pagar menos renta. Si hacia eso y conseguia un trabajo, seguramente podria continuar con mi carrera, ?verdad? No me faltaba mucho para graduarme. Pero los unicos lugares para vivir que podria permitirme estaban muy alejados de la escuela, y cuando tome en cuenta los viajes de ida y vuelta a mis clases, supe que nunca podria conseguir suficientes horas en un trabajo para poder pagar mi matricula. ?Como lo hacian los otros estudiantes? Parecia imposible. Me quede mirando el cuaderno de bocetos en mi regazo. La pagina estaba en blanco, tan solo esperando que mi lapiz dibujara algunas lineas audaces. El resto del cuaderno estaba lleno de bocetos de disenos para la linea que esperaba lanzar. Siempre me habia encantado la moda. Me llevo una eternidad tener confianza en mis disenos, pero finalmente lo habia conseguido. Ahora estaba a punto de comenzar la carrera con la que siempre habia sonado, pero parecia que ese sueno estaba a punto de esfumarse. La neblina gris fuera de mi ventana se sentia tan constrictiva como el resto de mi situacion ahora mismo.

  • Brilla todo lo que puedas de Sara Rattaro

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    El amor no pide permiso. Aparece subitamente. Asi fue para Emma cuando conocio a Marco. Todo con el es perfecto. Hasta que un dia Marco empieza a tener repentinos cambios de humor y es incapaz de contener sus celos. Se obsesiona. Cada ocasion es buena para alejarla de sus amigos, sus padres, su mundo entero. Emma descubre que aquello que se llama amor a veces no lo es. Ya no sabe quien es. Y no sabe como recuperar su vida. El nacimiento de su hija Martina le da el valor para cambiar su destino. Para decir basta. El corazon, incluso si esta roto o herido, sabe siempre como volver a volar. Como volver a brillar. Mas fuerte incluso que antes.

  • El blanco color del odio (Cronicas de las Camaras 1) de Abigail Villalba Sanchez

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    Las Camaras son el ultimo resquicio de rebeldia de aquellos que son como Ertael: angeles caidos, malditos por la furia de Dios y condenados a una existencia de permanente sufrimiento. Pero alli, ocultos a la vista de El, los angeles se deshacen de su luz y buscan entre las sombras ese momento de paz que tanto anhelan… pues, por encima del dolor, se alza el orgullo que busca la libertad.

  • Hasta donde nos lleve el amanecer de Laura Ever

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    Desde el primer momento en que la vi, supe que esa chica iba a traerme problemas. Lo llevaba escrito con luces de neon. ?Por que no lo vi? Nunca pense que algo tan pequeno pudiese tener tanta furia en su interior. Era una pequena fiera que nunca me daba tregua, y eso es lo que mas me gustaba de ella. La vi entrar en nuestro apartamento con esa elegancia que tanto la caracterizaba, mirandolo todo con curiosidad, hasta que su mirada se cruzo con la mfa. Fue en ese momento cuando supe que estaba perdido. ?Quien era esa chica y por que estaba en mi salon? --Esta es Olivia--explico Hope con una pequena sonrisa de disculpa. Me quede pensando unos instantes. Accedi a tener una nueva companera, no a dos. ?Que me habia perdido?--. Ha venido de visita este fin de semana, espero que no os importe. Ella nunca avisa cuando viene, ?verdad, Oli? Hay algo llamado telefono movil, a ver si lo usas para algo mas que no sea mirar las redes sociales --dijo dirigiendose a su amiga. Me cruce de brazos y la observe mientras le dirigia una mirada de reproche a Hope. Sonrei divertido. Iban a ser unos dias interesantes. Desde ese momento no pude dejar de pensar en esa chica morena, terca y malhumorada. Aunque, claro, solo parecia pagar su malhumor conmigo, con David y Hope era una persona completamente diferente. Atenta, divertida..., incluso amable. Sonreia y todo, lo que parecia todo un logro viniendo de ella. A mi solo me dirigia miradas de odio que no entendia muy bien a que venian. Desde ese momento nos convertimos en archienemigos, como le gustaba llamarlo a Hope. Mi meta en la vida era hacerla rabiar, y para ella lo mas importante en esta vida era tocarme los cojones. Si, he dicho cojones, ?que pasa? Perdonad, pero es que esa chica saca lo peor de mi. ?Por donde iba? Ah, si. Olivia hacia todo lo posible por amargarme la existencia desde que habia aparecido en mi vida, o mejor dicho, en mi salon. Algunas veces parecia esa amiga simpatica que decia Hope que tenia, pero la mayor parte del tiempo no la soportaba. En cuanto entraba por la puerta ya queria que se largara. Y como nunca avisaba cuando venia, no habia manera de decirle que no la queria en mi apartamento. ?Tan dificil era avisar? Por lo visto si. Por esa razon, cuando dijo que se mudaba a Manchester casi consigue que me atragantara con la comida. ?Habia escuchado bien? Daba gracias de que estuviera buscando otro piso en el que quedarse que no fuera este. Porque queria que se fuera, ?verdad? Lo que paso meses atras fue un error, un error que no se repetiria. Del que me arrepentia tanto como ella. Lo que tampoco esperaba era que se llevara tan bien con su nuevo companero de piso, Hector. Me fui de alli hecho una furia, repitiendome que para mi Olivia no era nada. Esa pequena fiera no iba a conseguir confundirme. La queria fuera de mi vida. O al menos eso intentaba decirme la mayor parte del tiempo Capitulo 1 Olivia Unos meses antes... Cuando me sente en el coche, arranque el motor y puse direccion a Manchester, no lo pense detenidamente, simplemente me subi al coche, encendi el motor y me dije: ?por que no? Nunca habia sido demasiado de pensar las cosas. Normalmente era de las que hacian algo y despues se paraba a pensarlo. En esta ocasion, ni siquiera tuve tiempo de hacerlo. Iba concentrada en la carretera, pensando en el tiempo que hacia que no veia a mi amiga y eso me rompia por dentro. Hope siempre habia sido un miembro mas de mi familia, y ella lo sabia. Podriamos haberla adoptado si hubiese querido. Sabia lo mal que lo habia pasado con su padre, y por esa razon me costo mucho irme a la universidad. Al principio no queria irme porque sabia que, de hacerlo, ella caeria. Me prometio que no, pero no pudo evitarlo. El ultimo dia que la vi fue cuando salio del hospital. Me quede con ella unos dias, ya que nadie mas lo hacia. Les prohibio a mis padres que se hicieran cargo de ella, pero a mi, por mucho que me lo prohibiera, sabia que no le haria caso. Era cabezota, pero yo aun lo era mas. Asi que, ahi me encontraba, despues de meses, intentando llegar a una casa en la que nunca habia estado. Me paso la direccion en cuanto se mudo alli, por si algun dia queria ir de visita. Tenia mucha curiosidad por su nueva vida. Sabia que lo habia dejado todo atras y que habia empezado de cero en un nuevo sitio, y estaba muy orgullosa de ella. Hablaba con Hope todos los dias y por eso conocia sus progresos. Tambien habia escuchado hablar mucho de sus companeros de piso: David y Alex. Alex... ese con el que compartiria unas palabras tan solo verlo. Si lo reconocia, claro. Hope no paraba de hablar de el. Que si Alex esto, Alex lo otro, como me ayuda Alex, si no fuese por Alex... Odiaba a ese tal Alex, y ni siquiera lo conocia. Estaba pensando en el y en la rabia que le tenia cuando tire con demasiada fuerza del vestido y senti como la tela se desgarraba. Mierda, ?que me pasaba esa manana? No tuve mas remedio que parar de camino y comprar otro. Maldito sea. Me pare delante del edificio y me quede de piedra al verlo. Era precioso e impresionante. ?A quien habia tenido que sobornar Hope para terminar viviendo alli? Mire la pantalla del telefono para asegurarme de que estaba en el lugar indicado. Un par de veces, por si acaso. Nunca se sabia. Me alise el vestido nuevo, que me habia costado mas de lo que tenia previsto, la verdad. Pero era tan bonito... En cuanto lo vi, supe que tenia que ser mio. Era de color marron y hacia juego con el sombrero que me compre hacia tan solo unas semanas y que, casualmente, me habia puesto esa manana. Cogi aire y me dirigi hada la puerta. Muy probablemente habria estado bien llamarla y avisar de que me dirigia hacia alli, pero no me iba demasiado eso de anunciar mi llegada. Me arriesgaba mucho, lo sabia, quiza no estaba, pero entonces ya la llamaria. De momento, queria sorprenderla. Y al parecer, lo consegui. --?Olivia? --pregunto Hope cuando me vio parada en la puerta de su apartamento--. ?Que estas...? --No logro terminar la frase. --!Sorpresa! --grite mientras me tiraba a sus brazos. Despues de la impresion inicial, me abrazo con fuerza. !Como la habia echado de menos!--. He venido a pasar unos dias contigo, ?no es fantastico? --?Dias? --pregunto perpleja--. Sabes que puedes llamar antes de venir, ?verdad? No creo que te pasara nada por decirlo unos dias antes. --Hice una mueca. --Bueno, Hope, ya me conoces. Soy un alma libre. --Ella puso los ojos en blanco--. Ademas, no creo que pase nada porque me quede aqui un par de dias, ?no? --Se encogio de hombros--. Solo sera el fin de semana, tranquila. --No, claro que no. --Despues murmuro algo que no llegue a entender. Pero en ese momento, no le di demasiada importancia. Cuando me separe, eche un vistazo a todo lo que me rodeaba, observandolo con detenimiento. Si el aspecto de fuera ya era impresionante, por dentro era aun mejor. Nunca habia visto un apartamento asi. Y tan limpio. Yo solo tenia una habitacion y... bueno, digamos que no estaba tan limpia y ordenada como deberia. Cuando me di la vuelta, me tope con unos ojos verdes que me miraban con curiosidad. Era un chico alto, de cabello oscuro. Un chico muy atractivo, debo anadir. Se me corto la respiracion de la impresion. --Esta es Olivia --explico Hope a ese chico de ojos claros--. Ha venido de visita este fin de semana, espero que no os importe. Ella nunca avisa cuando viene, ?verdad, Oli? Hay algo llamado telefono movil, a ver si lo usas para algo mas que no sea mirar las redes sociales --dijo mientras me miraba. Ese chico se cruzo de brazos y me fulmino con la mirada. --Asi que Olivia. --No me gustaba nada su mirada--. Soy Alex. --Asi que aquel era el famoso Alex. Interesante. --Como ya sabes mi nombre, no hace falta que me presente --dije mientras me cruzaba de brazos--. ?Por que no te apartas? Necesito pasar. --?Y tu por que no te largas? Este es mi apartamento --dijo recalcando la palabra mi--, y tu visita inesperada hace que tenga que cambiar mis planes. ?Habia dicho atractivo? Lo retiraba. Idiota. --Vaya, cuanto lo siento --En realidad, no lo sentia ni un poquito--. Lamento haber trastocado tus planes, Alex. No volvera a pasar. Desde ese dia, me prohibi a mi misma avisar cada vez que pisara su casa. Capitulo 2 Alex Esa manana, me levante con ganas de afrontar el dia con energia. Habia estado esperando ese momento durante semanas. Y cuando por fin llego, me sentia muy bien. No podia esperar hasta salir. Para algunos parecera una tonteria, pero para mi era el acontecimiento del ano. Durante un solo dia pondrian en el cine mi pelicula favorita en version original, y no podia esperar para ir a verla. Me habia comprado las entradas en cuanto las pusieron a la venta, y convenci a Rachel para que me acompanara. Aunque tampoco me hizo falta mucho para eso. Decirle que despues la invitaria a cenar basto para que me dijera que si. Pero un imprevisto hizo que todo mi dia se fuera a la porra. Sono el timbre y todos nos miramos. No esperabamos a nadie. --?Hemos pedido pizza? --pregunte. Normalmente nadie llamaba a nuestro timbre a no ser que hubiesemos pedido algo. Hope se encogio de hombros y salto de la silla. Tardo en reaccionar despues de abrir la puerta y no pude evitar preocuparme cuando vi que no se movia

  • Los seguidores del miedo (Las mascaras de porcelana 2) de M. Montenegro

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    Un ano despues de resolver el caso de las Mascaras de Porcelana, en Vigo han hallado un cadaver colgado en los bordes de un precipicio. Lo mas impactante de todo, es que no hay heridas punzantes ni rastros de veneno. Andrea Harris y Nabar Balder resolveran este caso que les obligara a cruzar el oceano atlantico para atrapar a un asesino en serie peor que Doplegunger.

  • 40 DIAS DE FUEGO de Mario Villen Lucena

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    A mediados del siglo IX una flota de mas de cien barcos vikingos recorrio el perfil de las costas de la peninsula hasta llegar a la desembocadura del Guadalquivir, por donde penetro en territorio de al-Andalus. Los normandos remontaron el rio hasta la isla de Qabtil (Isla Menor), donde establecieron una base de operaciones para el saqueo de Sevilla. Durante cuarenta dias robaron, quemaron, violaron y mataron sin mostrar clemencia. Sevilla se desangraba mientras Abd al-Rahman II organizaba una ofensiva que fuera capaz de derrotar y expulsar de sus tierras a los mas de dos mil vikingos que las asolaban. En estas circunstancias, el destino reune a personas dispares en un grupo de supervivientes que intentara mantenerse con vida en una ciudad acosada, entregada a las ansias de botin de los temibles piratas del norte…

  • Diario de un Cuerpo de Erika Irusta

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    Diario de un cuerpo es un texto intimo y de una sinceridad extraordinaria. Ilumina infinidad de aspectos ocultos de los estadios por los que pasa el cuerpo femenino a lo largo del ciclo menstrual. El libro tiene la capacidad liberadora de hacernos ver como normal aquello que hasta hoy era entendido como un estorbo o una debilidad.

  • Compromiso temporal de Natalie Anderson

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  • I love you, mon amour de Tamara Balliana

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    Cassie ha cruzado el charco para aterrizar en el corazon de la Provenza. En esta idilica region francesa, la norteamericana podria desempenar su ultima mision como consultora del grupo hotelero Richmond. Si supera con exito el trabajo, alcanzara el sueno de su vida: dirigir su propio hotel. Sin embargo, la experiencia va a ser muy distinta de lo que ella espera. Los encantadores pueblos y paisajes, el agradable soplo del mistral, la deliciosa gastronomia, el canto de las cigarras, la pintoresca familia de su companera Olivia... la sumergiran en un universo de ensueno, al que se sumara el turbador atractivo de Damien, el director del hotel. Con todos estos ingredientes, ?conseguira Cassie seguir el plan que se habia trazado? ?O se interpondran la Provenza y el amor?

  • Simpatia por el diablo de Agustin Diaz Yanes

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    Al ordenar las hojas, Isabel no pudo por menos que reparar en su contenido. Cerro la puerta del despacho y las leyo a fondo. Se asusto: lo que tenia entre las manos era el plan de una conspiracion para apoderarse del Estado. La casualidad convierte a Isabel, la secretaria del banquero mas importante del pais, en la heroina que pone en marcha la red de resistencia que se enfrentara a los poderosos de este mundo: politicos corruptos manejados por banqueros al servicio de oscuros intereses dispuestos a vender Espana al mejor postor. Una Espana que no es exactamente la que vivimos, pero que se parece en todo, es el tablero donde se juega esta apasionante partida, narrada con el estilo inconfundible de uno de los creadores mas personales de la actualidad.

  • No mas miedo de Erica Jong

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  • Dame una cita, Lucia de M. Cavani

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    Lucia lleva alrededor de un ano asegurando estar enamorada de su primer novio cuando el que le gusta es otro, Luciano, el chico consentido de la secundaria Eyre y la proxima sensacion del futbol internacional; pero que pasara cuando ya no pueda resistirse a lo que siente por el, ?sera capaz de vencer sus temores y arriesgarse por amor, o tal vez sea demasiado tarde?
    Dame una Cita, Lucia es una novela juvenil de la autora de Quinceanera.

  • Todas las veces que quieras de Armando Prieto Perez

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    Sangre cubana y un amor casi carnal por el arte, Luis es un seductor instintivo, de los que carecen de reglas e inhibiciones; por eso, ninguna mujer se le resiste, y sus conquistas terminan puntualmente en el taller de Navigli en el que pinta. Sobre sexo, cree saber incluso mas de lo que necesita, al menos, hasta que conoce a la propietaria de una tiendecita de vinilos en la que el tiempo parece haberse detenido, quien, sin pedirle permiso, pasa de ser su enemiga jurada a ser su obsesion. Todo por culpa de un huron. Pues si, porque, cuando la graciosa mascota comienza a sobrar en casa de ella, una noche de primavera en la que Milan parece magica, Luis se transforma en el Principe Azul: se ocupara de Lucky, pero, a cambio, ella tendra que posar para el una tarde a la semana, durante seis semanas. Un contrato autentico, del que Luis perdera pronto el control, arrebatado por una pasion que lo llevara, en el juego del placer, mas lejos de lo que nunca ha llegado. Y, mientras persigue la inspiracion y, poco a poco, conquista a su presa, no se dara cuenta de que, en realidad, el cazador ha sido cazado y de que puede que, con ella, haya encontrado el amor. Pero ?esta listo para reconocerlo y aceptarlo?

  • La vida secreta de los Brandon de Mercedes De Miguel

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    Han transcurrido unos anos desde que Beatriz y William contrajeran matrimonio. En Londres, la vida de la joven pareja transcurre placidamente, ella como psiquiatra y el como funcionario del Ministerio del Interior. hasta que William es reclutado por el MI5.

  • La casa de los veinte mil libros de Sasha Abramsky

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    Durante decadas, Chimen Abramsky y su esposa, Miriam, organizaron encuentros epicos en su fascinante casa llena de libros, y reunieron a muchos de los grandes intelectuales de la epoca, de Eric Hobsbawm a Isaiah Berlin. Hijo ateo de uno de los rabinos mas importantes del siglo, Chimen nacio en 1916 cerca de Minsk y paso sus primeros anos de adolescencia en Moscu; luego emigro a Londres, donde descubrio los escritos de Karl Marx. Asistio brevemente a la Universidad Hebrea de Jerusalen, hasta que la Segunda Guerra Mundial interrumpio sus estudios. De regreso en Inglaterra, se caso, y durante muchos anos el y Miriam se ocuparon de una respetada libreria judia en el East End de Londres.

  • Amor Complice, Cova Galena de Cova Galena

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  • Blake Wolf de Arwen Mclane

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    Blake Wolf es el CEO de una gran multinacional en la ciudad de Philadelphia. Es un hombre frio y poseedor de un duro corazon. No tiene piedad, ni siente lastima por nada ni nadie, ya que la vida se ensano desde bien pequeno con el.

  • El cielo sobre Darjeeling de Nicole C. Vosseler

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    Exitosa novela alemana en la linea de Sarah Lark con una nueva ambientacion exotica: la India, en concreto las primeras plantaciones de te en Darjeeling a finales del siglo XIX.

  • Para Claire con amor de Africa Huertas

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    Relato sobre el amor y el tiempo. Lo que perdura a pesar de todo, del mundo, del destino caprichoso y los acontecimientos. Para Claire con amor te hara viajar a dos epocas, en dos tiempos y dos vidas.

  • El principiante de Julie Miller

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    De pronto habia algo mas importante para el inexperto agente Josh Taylor que destapar aquella red de trafico de drogas en la universidad y convertirse en detective. Porque, en mitad de aquella investigacion que estaba realizando infiltrado en la universidad, habia conocido a la profesora Rachel Livesay; aquello habia encendido todas las alarmas de peligro… y de pasion.

  • La traicion de Roma de Santiago Posteguillo

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    Ultima novela de la Trilogia de Roma, en la que descubriremos el epico final de dos de los personajes mas legendarios de la historia: Escipion y Anibal.

  • Hasta que el viento te devuelva la sonrisa, Alexandra Roma de Alexandra Roma

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  • La legion de los olvidados de Claudette Bezarius

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    La livida mano de una siniestra criatura con apariencia de mujer se extiende hacia ti. Sus largas y puntiagudas unas son tan oscuras como el abismo, su rostro blanco parece haber perdido todo rastro de sangre. Este extrano ser de femeninas formas te hace una tentadora invitacion: quiere que te unas a La Legion de los Olvidados. ?Aceptarias o rechazarias una oferta asi de extraordinaria? La eleccion de Dahlia Woodgate definira el incierto destino de la humanidad entera. Miles de vidas penden del delicado hilo que separa a la luz de las tinieblas, dos fuerzas que habitan en su poderosa alma humana. Ambas luchan entre si por dominar la conciencia de una valiente joven. Y ella todavia no comprende la magnitud de la encarnizada batalla ancestral que amenaza con desatarse, una vez mas, si toma la decision equivocada ?Cual sera su resolucion final?

  • Mary y la serpiente de A.l. Kennedy

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    El espiritu de El principito reelaborado para el siglo XXI.

  • 49 y mas alla de Isabel Cortijo

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    La ventana de la habitacion se encontraba entreabierta y el aire, que hasta hacia unos dias habia sido tan agradable sentir por la manana, me obligaba a estirar de la sabana y arroparme hasta el cuello. Dormia en un colchon de uno cincuenta. Una cama en la que podia dar vueltas de lado a lado sin encontrar obstaculos, porque desde hacia mas de seis anos no compartia con nadie besos, abrazos y gemidos. Era una mujer de cuarenta y nueve anos y mi vida, en aquella epoca, transcurria apaciblemente entre mi trabajo, mis hijos, mis amigos y mi madre. Atras quedo mi separacion, el duelo por la muerte de mi padre y mi cancer de mama. Me habia divorciado de Victor y, salvo los dos primeros anos despues de la separacion, en los que tuvimos bastantes asperezas, nuestra relacion era cordial. Durante mi enfermedad me presto una gran ayuda. Se comporto como el mejor padre y atendio a los chicos con la mayor dedicacion. Sabia que necesitaba gran parte de mi energia para curarme y asumio lo que yo no podia sobrellevar; eso hizo que olvidara rencores y volviera a sentir un verdadero afecto por el. En apariencia, mi vida no habia cambiado mucho, pero solo en apariencia, porque esos acontecimientos vividos en los ultimos anos me marcaron y me hicieron mirar con otros ojos mi presente. A veces tenia la sensacion de que, antes de esas situaciones traumaticas, mi vida no era la mia. A excepcion del nacimiento de mis hijos, me deje guiar por los caminos que te lleva la inercia, y aquellos choques emocionales me habian hecho despertar, hacer un stop, mirar a mi alrededor y darme cuenta de que mis pasos, quiza, me condujeron a donde no queria ir. Existia un antes y un despues, una especie de linea divisoria que separaba a <> de vivir aquellos sucesos de <>. La nueva Elisa ya no se dejaba llevar por inercias y habia aprendido a tomar decisiones, reduciendo los miedos que se agrandan en la mente y que dejan poco espacio para volar. Estaba experimentado lo que Julia me contaba: <>. Y lo sentia asi, a pesar de que en algunas ocasiones a <>, en el trasiego de lo cotidiano, tambien le enrabietaran las pequenas contrariedades, aunque le fuera dificil mantener el enfado cuando se percataba de que carecia de sentido enojarse por una nimiedad. Despues de la destruccion y pasado el duelo, la reconstruccion me estaba haciendo sentir mas viva y fortalecida, renovada tras desprenderme de la piel muerta. Consciente de la brevedad y la fragilidad de la existencia, queria saborearlo todo. Degustaba las cosas mas sencillas, los pequenos detalles, intentaba compartir mas momentos con las personas que queria y consideraba todo aquello como un regalo de la vida... Si, disfrutaba de casi todo, salvo de una parcela que pensaba que se habia borrado para siempre. No habia vuelto a retomar mi vida en el plano sentimental. Esa parte la suprimi. Tenia la sensacion de que en el terreno sexual y amoroso todo estaba acabado para mi. Habia recibido alguna que otra proposicion y aceptado alguna que otra cita, aunque no sabia muy bien por que lo hacia. ?Quiza con la idea de que surgiera algo? Pero cuando llegaba o se insinuaba el <>, no queria ni podia continuar hacia adelante. A veces me dejaba dar algun que otro beso para ver si el sapo se convertia en principe, y no, no habia principes para mi. La ultima proposicion fue la de Pedro. Pedro era el asesor fiscal de la empresa en la que trabajaba. Un viudo tan solo unos anos mayor que yo, de buena presencia, con los hijos ya independizados y la vida resuelta economicamente. Empezo a frecuentar la oficina. Se mostraba siempre dispuesto a personarse en la empresa ante cualquier contratiempo y a resolver el mas minimo problema, aunque a veces parecia que los creaba el para justificar su presencia. Nieves y Rosario, que eran mis ayudantes, me lo decian: <>. Yo no le prestaba atencion hasta que un dia me invito a cenar. Me pillo con el dia tonto y le dije que si. Pedro tenia un atico al final de la avenida del Oeste, enfrente del Mercado Central. Era un piso de esos que te dejan con la boca abierta: mas de doscientos metros y una terraza espectacular desde la que se divisaba la Valencia monumental, con sus tejados, torres y cupulas. Un escenario unico, embellecido con la calida iluminacion nocturna de la ciudad. Era una noche de verano y en la terraza habia preparada una mesa adornada, vestida con un mantel blanco de ligeros bordados, un jarron de cristal con flores frescas, velas perfumadas con llamas que temblaban ligeramente a cada golpe de brisa, y una vajilla y cristaleria muy vistosas y coloristas. Colgaban por la pared, enredadas en algunas plantas, ristras de diminutas lucecitas que creaban una atmosfera con un cierto toque navideno. Todo un entorno que parecia sacado de la mejor revista de decoracion. El conjunto estaba predispuesto con todos los detalles para abandonarse a los sentidos. El mismo se molesto en preparar personalmente la cena. Se deshacia en atenciones. La velada estaba siendo agradable, hasta que empezo a intentar algun que otro acercamiento que me llevo a <>, buscando distancia fisica. A cada aproximacion, yo iba levantando una barrera mas alta, no una simple valla que se cae con el viento, sino un verdadero muro que me separaba del deseo de sentir el cuerpo de aquel hombre. El problema no era que no me hiciera tilin, el problema era que no me hacia tilin ningun hombre. Me habia convertido en una especie de <> sexual, ajena a todo lo que suponia una atraccion por el otro sexo, incluso se podria decir que sentia rechazo. En lo relacionado con el deseo estaba muerta y enterrada. Los acercamientos fisicos para intentar besarme habian sido frustrados, por lo que Pedro opto por las palabras. Me cogio la mano que tenia languidamente apoyada sobre la mesa y me la apreto con la suya. --Elisa, te quiero decir que llevo bastante tiempo pensando en ti, no se si te habias dado cuenta. --Si, me he dado cuenta de que pasabas a menudo por la oficina sin una necesidad real. --Habia una necesidad: la de verte. Estaba viviendo una situacion incomoda. Su mujer habia fallecido hacia dos anos y el no era ningun picaflor; me estaba desnudando su corazon y yo, en lo que se referia a la piel, era una cyborg. Pedro continuo hablandome. --Me gustaria tener una relacion contigo. Me gustas. Me apetece rehacer mi vida, compartirla con una mujer como tu. Creo que eres idonea para mi. En honor a la verdad, me senti atraido por ti antes de quedarme viudo, pero respetaba demasiado a mi mujer como para haberte insinuado algo. Yo escuchaba atenta su discurso que, tras una pausa, como para tomar aliento, continuo. --Si te digo que empezaste a gustarme cuando estabas en pleno tratamiento y llevabas la peluca... Iba alguna vez por la oficina, te veia por el cristal de tu despacho y Nieves me decia que apenas faltabas al trabajo y que tu talante era el de una mujer positiva y luchadora; y eso, precisamente, es lo que empezo a gustarme de ti: me parecias una mujer fuerte. A mi mujer la quise mucho, pero se quejaba por todo y la menor contrariedad le superaba. --No soy tan fuerte, no lo creas. El cancer lo viven cientos de hombres y mujeres y seguro que con mas valentia que yo. Por suerte, el mio lo cogieron a tiempo y no fue muy virulento, pero he de confesarte que tuve bastantes momentos de debilidad. Aunque me resulta curioso lo que dices, que te sintieras atraido por mi cuando entonces, fisicamente, estaba hecha un adefesio. !Vaya, tambien era un hombre sensible! !?Que mas se podia pedir?! No sabia que decir para no herirle. Era encantador y poseia muchas cualidades: todavia guapo, con buena conversacion, con un agradable perfume a Acqua di Parma y me miraba con los ojos embelesados. Cualquier mujer se hubiera sentido halagada y estaria saboreando esos momentos. Desde luego, el problema debia estar en mi. --Pedro, no se que decirte --le conteste--. Yo, de momento, no me veo compartiendo mi vida con un hombre. --No digas eso, Elisa. Eres una mujer todavia joven y atractiva --me dijo con una expresion indefinida, supongo que intentando disimular su decepcion al escuchar mis palabras. No le explique que, para tener una relacion, lo primero que habia que sentir eran ganas y yo habia dejado de tenerlas. Ya no me apetecia meterme en la cama con un hombre. Recordaba los ultimos encuentros sexuales con Victor. Por decirlo de alguna manera, el hacia el amor por un lado y yo por otro, es decir, no lo haciamos. Esos encuentros se convirtieron en una sucesion de movimientos mecanicos, desapasionados y sin conexion que buscaban la propia satisfaccion sin pensar ya en el otro, o eso es lo que me parecia a mi. Pero ?que sentiria el cuando me venia a buscar y yo, simplemente, me dejaba hacer? Seguro que percibia mi falta de ganas..., pero nunca lo hablamos; ya habia demasiadas cosas rotas entre nosotros que no tenian reparacion alguna. Incluso esos encuentros sexuales llegaron un dia a terminarse e inicie una especie de hibernacion, un letargo sexual. Dormia en el larguero de la cama evitando cualquier contacto que supusiera un comienzo de la ceremonia sexual. El calor se esfumo y en nuestra cama se formaban tempanos; podian construirse iglus. Seguro que todo eso me habia dejado huella, pero ?por que no pusimos remedio antes a aquella situacion? ?Tal vez no habia tenido buen sexo y para mi empezar una nueva relacion era como retomar mas de lo mismo? ?Existia el buen sexo? ?Podria volver a recuperar el deseo? ?Queria volver a recuperarlo? ?Para que lo necesitaba? ?Por que crearme una necesidad que no tenia? Acabamos la cena y el pobre Pedro, en los meses siguientes, insistio alguna que otra vez mas, hasta que desistio, y yo me alegre. Capitulo 1 Al levantarme, antes incluso de pasar por el aseo, iba derecha a poner la cafetera. Me gusta el cafe de cafetera italiana. Hasta me resulta agradable escuchar su pitido y ver como sale el vapor cuando empieza a subir. Mi madre me habia regalado una de capsulas que solo usaba cuando venia de visita. Se empenaba tambien en traerme de vez en cuando las dichosas capsulas, pero yo se las regalaba a mi amiga Julia y hacia como que las gastaba para que no sospechara que seguia prefiriendo el olor y el sabor del cafe de mi cafetera italiana. Que mentirijillas tan absurdas usamos los humanos; todo para no herir su corazon cuando se enterase de que su regalo no me habia gustado y no tenia ninguna intencion de darle uso. Al olor del cafe aparecia Rocco, reclamando tambien su desayuno. Un poco de pienso y arreglado. El siguiente paso era la emision de unas cuantas voces combinadas con la apertura de las puertas de las habitaciones de mis hijos para invitar a Violeta y Marcos a levantarse. Al poco tiempo, aparecian por el pasillo, somnolientos, dirigiendo entre bostezos sus pasos a la cocina, que se convertia en el primer lugar de encuentro familiar al empezar el dia. Violeta estaba a punto de cumplir los dieciseis y Marcos tenia veinte. No eran ningunos ninos, pero su madre, que era yo, les seguia preparando las tostadas y su vaso de leche, con la intencion de que se fueran bien desayunados a clase. Cosas de las madres. Ellos tomaban el desayuno en la mesa, pero yo habia cogido la costumbre de dejar el mio sobre la encimera de la cocina. De pie, agarraba mi taza de cafe y, entre sorbo y sorbo, ponia el lavavajillas o hacia cualquier otra cosa de logistica domestica. Esos eran mis desayunos diarios salvo los fines de semana, en los que me acercaba a la terraza del bar de al lado y me sentaba, sin mirar el reloj, a tomar un capuchino y leer la prensa acompanada de Rocco. Le encantaba bajar conmigo el sabado y el domingo por la manana. Se tumbaba en el suelo con paciencia y, cuando lo miraba, me parecia que pensaba: <>. Creo que Rocco pensaba eso, y he de decir que yo tambien. Ya estaba establecido que era yo quien bajaba al perro por la manana. Habia optado por dejar de renir con mis hijos; desgastaba mas el entrar en debates mananeros sobre a quien de los dos le tocaba sacarlo que madrugar un poco mas y bajarlo sin batallas. Despues de ducharme ya lo tenia detras de mi porque sabia que era la encargada de su paseo matutino. Desayunados, duchados y vestidos saliamos de la casa para afrontar el dia, dejando a Rocco como guardian del hogar. Tardaba en llegar a mi lugar de trabajo unos veinte minutos a pie; habia decidido hacer el trayecto andando para disfrutar de un paseo mientras aspiraba el aire de la manana y, de paso, hacer un poco de ejercicio. Usaba zapato plano para hacer el recorrido, pero en la taquilla de mi despacho siempre guardaba dos pares con algo de tacon, unos negros y otros marrones, que me calzaba en ocasiones para ir por la oficina.

  • Melodia Inmortal (Lazos Inmortales 1) de Olga Salar

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    Cuando nuestro amor por la musica se vuelve casi una obsesion, la pregunta es muy sencilla.
    ?Que precio estas dispuesto a pagar por ella?
    ?A que serias capaz de renunciar?
    ?Y si con ello perdieras a la persona que mas quieres?
    ?Volveria a amar tu corazon?
    ?Nos dara la vida una nueva oportunidad?
    ?O estaremos condenados eternamente a no escuchar mas que el silencio?

  • El color de los angeles de Eva Diaz Perez

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    Un dia de enero de 1682 Bartolome Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontandose a su ninez y adolescencia en la aun poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrara en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoria de su glorioso pasado.
    Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, tambien sera el favorito de acaudalados mercaderes y aristocratas caprichosos. El mejor pintor de angeles que se vera envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lubrico y secreto de una Sevilla contradictoria.

  • Fabrica de prodigios de Pablo Andres Escapa

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    Un pajaro exotico, inmovil ano tras ano en la jaula de una barberia, parece extender un hechizo a su alrededor que acabara decidiendo el destino de un viajante de comercio.

  • Dime que no es cierto. Perdon (Emily 2) de Sarah Rusell

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    Una mentira tras otra, eso es lo que llevo recibiendo de la gente desde que tengo uso de razon. El desprecio de todo el mundo, que me usen como si no valiera nada en absoluto. ?Que le habia hecho yo a Kevin Acker para que jugara conmigo las ultimas semanas? ?Que? ?Y a mis hermanas? Ellas lo tenian todo desde que nacieron, eran las favoritas de nuestros padres, sus ojitos derechos, las consentidas, las que todo lo que pidieran les llegaba en apenas unas horas, cosa que, a mi, no. Ellas no saben lo que es tener que ganarse la vida pasando penurias como yo, no se hacen una idea de lo mal que se pasa cuando tienes facturas que pagar y no sabes si tendras suficiente dinero a fin de mes. Nunca me ha faltado un plato de comida en la mesa, pero estoy segura de que ellas no pasan el dia con una sopa de sobre y un sandwich en sus delicados estomagos. Estaba entrando en casa, me volvia a sonar el movil, ya no sabia ni cuantas lo habia hecho. Lo saque del bolso y vi que era Kevin. Se corto antes de que lo cogiera, pero es que no me apetecia hablar con el. Tenia varias llamadas y mensajes suyos, asi como de Jens. Pidiendome que contestara, que les llamara, que volviera. Pero iban listos si pensaban que iba a hacer lo que ellos me pidieran. Sono de nuevo y pense que si, que iba a contestarle, pero no le daria opcion alguna a que dijera la mas minima palabra. --Escuchame bien, Kevin Acker --dije, en tono serio--. Deja de llamarme, no me escribas mas, olvida que existo --dije, en tono serio--. Deja de llamarme, no me escribas mas, olvida que existo y no se te ocurra presentarte en mi casa, o cerca de ella, porque llamo a la policia y te denuncio por acoso. Y quiero que me ingreses el finiquito de los dias que he trabajado, y lo quiero ya en mi cuenta. No te olvides de los extras por el viaje a Varsovia, que capaz eres de no ponerme ese dinero. Mandame los papeles con un mensajero y los firmo, porque no quiero verte la cara nunca mas en mi vida. Colgue, sin darle tiempo a replica, y automaticamente le bloquee para no recibir mas llamadas ni mensajes suyos. Pense que al menos a Jens le debia una respuesta, asi que le mande un mensaje. Emily: Estoy bien, he llegado viva a casa, procura que tu hermano cumpla con lo que le he pedido por telefono. Cuidate, Jens. Listo, a este no lo iba a bloquear, por el momento. Me deje caer en la cama llorando, cansada de lo que llevaba soportando todos esos anos. Estaba mal y no podia hablar con nadie, ni desahogarme, no tenia cerca una persona que me abrazara y me dijera que todo iba a salir bien. Nadie se preocupaba por mi, nadie. Sola, siempre sola. ?Quien iba a echarme en falta si me pasara algo? Nadie en absoluto. No sabia de donde salian todas esas lagrimas que parecian no acabarse nunca, pero no podia dejar de llorar. La impotencia de saber que mis hermanas, sangre de mi sangre, habian tramado un plan en mi contra, utilizando a Kevin, me habia desgarrado el alma. Pero mas aun lo habia hecho el saber que el, se habia prestado para eso, que me habia estado utilizando a conciencia sin importarle el dano que estuviera haciendome. Tenia el corazon roto en pedazos, y es que esa traicion no la esperaba de un hombre como el, ese a quien yo tenia por una persona integra y de fuertes valores. Pero no le habia temblado el pulso a la hora de jugar conmigo y mis sentimientos, tratarme con dulzura y conseguir aquello que los tres habian planeado, que me enamorara de el. Porque si, lo habia hecho, sin apenas darme cuenta me fui enamorando poco a poco de el. Las palabras de Dana de dias anteriores se me vinieron a la cabeza, yo era la otra, la tonta que no sabia nada de lo extras por el viaje a Varsovia, que capaz eres de no ponerme ese dinero. Mandame los papeles con un mensajero y que estaba pasando a su alrededor. Desde luego, que bien se lo habria estado pasando ella que sabia todo el tejemaneje que se traian el jefe y las gemelas entre manos. ?Y ellos tres? La de risas que se habran echado a mi costa, pensando en lo tonta que era la pobrecita de Emily. Las horas se pasaron mientras lloraba, al punto de que cuando quise darme cuenta, ya era de noche. Me levante y, tras volver a ponerme el abrigo, sali de casa con una idea en mente. Camine por las calles de la ciudad sin un rumbo fijo, contemplando todo cuanto me rodeaba. Las risas de los ninos que paseaban de la mano de sus padres, seguramente de vuelta a casa tras una cena en familia. Las parejas que caminaban de la mano, sonrientes y felices, o aquellas que, sin importar lo que pensara el resto del mundo, se paraban en mitad de una plaza a darse un bonito beso diciendose asi, sin palabras, lo mucho que se querian. Habia llegado alli donde queria, donde sabia que podria ponerle fin a todo, a absolutamente todo. Nadie iba a echarme de menos, ni siquiera mis padres, esos que me dieron la vida para que la viviera al limite de mis fuerzas constantemente. Mucho menos lo harian mis hermanas, si habian conspirado en mi contra para terminar de hundirme la vida mas de lo que ya estaba. Me apoye en la barandilla, mirando el agua que corria y pasaba por debajo de esa carretera. Durante unos minutos, me quede ahi si pensar en nada, pero decidida a lo que habia venido a hacer. Comprobe que no venia nadie por un lado ni por el otro, apenas pasaban coches y, tras tomar aire y soltarlo de nuevo, me sente en la barandilla, agarrandome a ella. Cerre los ojos y pense en soltarme, en abrir las manos y dejarme caer hacia adelante. Asi acabaria con esos anos de sufrimiento, y con los que sabia que estaban por llegar. --No crei que fueras a ser tan cobarde --dijo una voz de hombre a mi espalda. Las parejas que caminaban de la mano, sonrientes y felices, o aquellas que, sin importar lo que pensara el resto del Me apoye en la barandilla, mirando el agua que corria y pasaba por debajo de esa carretera. Durante unos minutos, Abri los ojos y le mire, sin soltarme de la barandilla, para encontrarme con Mike alli de pie, vestido con su traje negro, sin corbata, y las manos metidas en los bolsillos. --Pues ya ves que las personas no siempre son lo que pensamos --conteste, encogiendome de hombros y volviendo a mirar hacia el agua que habia bajo mis pies. --No puedes querer hacer esto de verdad, Emily, aun eres joven, te queda mucho por vivir. --Es precisamente por eso que lo hago, porque he vivido mucho, y nada ha sido ni bueno, ni bonito. Miento -- levante el dedo, pero sin soltarme de la barandilla--, si que he vivido dias bonitos estas ultimas semanas, pero no han sido mas que una farsa. --Kevin me ha puesto al corriente, y siento todo esto. --No me hables de el, si quieres que tu y yo nos llevemos bien, al menos, ahora mismo --le pedi. --Esta bien. --?Que haces aqui, de todos modos? ?No me habra puesto un chip de rastreo de esos en el movil, el muy gilipollas? --Frunci el ceno. --No --Mike sonrio, mientras negaba--. Me pidio que te llevara la maleta a casa, iba a salir del coche cuando te vi empezar a caminar, asi que, te segui hasta aqui. Crei que ibas a tomar un cafe o algo, no a recorrerte la ciudad. --Ya no voy a necesitar la maleta --conteste--. Ni nada de lo que tengo, que es poco. --Emily, la vida es lo mas valioso que tenemos, te lo digo yo. --No intentes convencerme, voy a saltar. --No, no lo vas a hacer. ?Quieres saber por que? --Ilustrame. --Porque si saltas, voy detras para intentar salvarte. Y puede que lo haga, o puede que no, y que yo tampoco salga de esta. En caso de que fuera lo segundo, dejaria a mi hijo de cinco anos solo, viviendo con sus abuelos. Aquello me dio que pensar, desde luego, y es que yo sabia lo que era no tener el carino de mis padres cuando lo habia necesitado. --Porque si saltas, voy detras para intentar salvarte. Y puede que lo haga, o puede que no, y que yo tampoco salga Mire a Mike, y ya habia empezado a quitarse la chaqueta. --Ponte eso, y ayudame a bajar de aqui, que me estoy mareando y como me caiga, veras que alegria para el cuerpo nos llevamos los dos. --?Tienes vertigo? --arqueo la ceja, aguantandose la risa. --Y aqui he estado diez minutos como una campeona aguantando. Mike, por tu madre, cogeme que me caigo. Se echo a reir, camino hasta mi y me cogio en brazos para bajarme. --?En serio ibas a tirarte, pequena? --Y tanto, no me iba a echar nadie de menos, ya te lo digo yo. --Vamos, te acompano a casa --dijo, pasandome el brazo por los hombros, y no se por que, pero le rodee la cintura, abrazandome con fuerza. En ese momento, aquel hombre se habia convertido en mi salvavidas. No dijo nada en todo el camino, permanecio en silencio tan solo haciendome compania. Cuando llegamos a mi calle, fuimos directos al coche, cogio la maleta y me acompano hasta el apartamento. --?Seguro que vas a estar bien? --pregunto, cuando entre y el se quedo en la puerta. --Si, seguro. --Bueno, te llamare manana para comprobarlo. --No me voy a tomar un bote de pastillas, si es lo que piensas. Mas que nada, porque no tengo, y porque tampoco puedo comprar, estoy con el dinero justo para subsistir. --?Quieres un prestamo? --dijo, sacando la cartera. --!No! Ni se te ocurra --le sujete la mano para que no sacara el dinero--. Si no se lo cogi al imbecil de tu jefe, no te lo voy a coger a ti. Ademas, no creo que tarde mucho en llegarme el finiquito. --Como quieras, pero que si algun dia necesitas algo... me lo pides. --No me voy a tomar un bote de pastillas, si es lo que piensas. Mas que nada, porque no tengo, y porque tampoco --!No! Ni se te ocurra --le sujete la mano para que no sacara el dinero--. Si no se lo cogi al imbecil de tu jefe, no --Tranquilo, que no hara falta. Gracias por acompanarme, Mike --le abrace y el me correspondio. --Manana hablamos, pequena. Se marcho y cuando empece a deshacer la maleta para lavar la ropa, se me vino el mundo encima. Habiamos pasado un bonito fin de semana en Potsdam, y se habia ido todo a la mierda por sus mentiras. Ahora entendia las llamadas, los mensajes, debia ser alguna de mis hermanas para preguntarle si la tonta de Emily ya estaba enamorada por completo. De todos modos, ?que clase de hermanas tenia? Una de ellas estaba saliendo con Kevin, y le pedia que me sedujera, y se acostara conmigo, solo para hacerme dano a mi. No lo entendia, de verdad que, por mas que lo intentaba, no entendia nada. Me hice un cacao caliente, era lo que me pedia el cuerpo en ese momento, y es que, haber estado sentada en la barandilla, pensando si tirarme o no, me habia dejado con mal cuerpo. Tan mal me vi, tan mal me encontraba despues de saber que no valia nada, ni siquiera para mi propia familia, que no les importaba lo mas minimo hacerme dano a toda cosa, que quise acabar con todo, poner fin a esta vida a la que, como todo el mundo, yo no pedi venir. Me seque las lagrimas que habian comenzado a salir de nuevo, y me dije a mi misma que hasta ahi. Ese habia sido el final de una etapa, ahora tenia que comenzar una nueva. Buscaria un empleo, empezaria por ahi y despues, que pasara lo que tuviera que pasar. --Tranquilo, que no hara falta. Gracias por acompanarme, Mike --le abrace y el me correspondio. --Manana hablamos, pequena. Se marcho y cuando empece a deshacer la maleta para lavar la ropa, se me vino el mundo encima. Habiamos pasado un bonito fin de semana en Potsdam, y se habia ido todo a la mierda por sus mentiras. Ahora entendia las llamadas, los mensajes, debia ser alguna de mis hermanas para preguntarle si la tonta de Emily ya estaba enamorada por completo. De todos modos, ?que clase de hermanas tenia? Una de ellas estaba saliendo con Kevin, y le pedia que me sedujera, y se acostara conmigo, solo para hacerme dano a mi. No lo entendia, de verdad que, por mas que lo intentaba, no entendia nada. Me hice un cacao caliente, era lo que me pedia el cuerpo en ese momento, y es que, haber estado sentada en la barandilla, pensando si tirarme o no, me habia dejado con mal cuerpo. Tan mal me vi, tan mal me encontraba despues de saber que no valia nada, ni siquiera para mi propia familia, que no les importaba lo mas minimo hacerme dano a toda cosa, que quise acabar con todo, poner fin a esta vida a la que, como todo el mundo, yo no pedi venir. Me seque las lagrimas que habian comenzado a salir de nuevo, y me dije a mi misma que hasta ahi. Ese habia sido el final de una etapa, ahora tenia que comenzar una nueva. Buscaria un empleo, empezaria por ahi y despues, que pasara lo que tuviera que pasar.

  • Para siempre contigo (Eres mi adiccion 3) de Laurelin Paige

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    El desenlace de la trilogia superventas <>. Un viaje vertiginoso y torrido de la mano de la pareja mas excitante.

  • Los espias del Papa de Eric Frattini

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    A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y cuyos nombres he preferido que no aparezcan en este libro. A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y que me han pedido no ser citados en este libro. A Domenec Pastor Petit, el primero y mas importante historiador espanol sobre los servicios de inteligencia. Los de mi generacion han aprendido mucho con su medio centenar de libros sobre la materia. A Giuliana Bullard y Susan Cooper, del Archivo Nacional de Estados Unidos (NARA), por facilitarme el acceso a los documentos <> (IWG). A los miembros de la Comision para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Republica Argentina (CEANA), Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Al padre Piaras Jackson, S.J., del Centro de Comunicacion Jesuita de Dublin. A Siobhan O'Donovan, de la Biblioteca Nacional de Irlanda. A Ugo Carandino, de la Casa San Pio X de Roma. A Alison Weir, por su magnifica documentacion sobre el reinado de Maria Estuardo y su epoca y por sus ricos conocimientos sobre la figura de David Rizzio. A David M. Cheney, por permitirme revisar sus magnificos y bien documentados archivos historicos sobre la jerarquia catolica y la Curia romana. Sin ellos me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A Salvador Miranda, de la Florida Internacional University Library, verdadero maestro y experto en la historia del Sacro Colegio Cardenalicio. Sin su documentacion me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A la Oficina de Prensa de la CDU, Union Democrata Cristiana de Alemania (Christlich Demokratische Union Deutschlands), por su informacion sobre Josef Muller. Al Institute of Documentation for the Investigation of Nazi War Crimes en Haifa (Israel), por haberme facilitado toda la documentacion relativa a las relaciones del Vaticano con la Alemania nazi, la informacion sobre las relaciones de miembros de la jerarquia vaticana en la evasion de criminales de guerra nazis, asi como los expedientes originales relativos a altos jerarcas nazis que mantuvieron contactos con Pio XII durante la ocupacion de Italia. A Pilar Cortes, mi muy querida editora, por creer en esta historia y en mi. Y por ultimo, y muy en especial, un agradecimiento a todas aquellas personas y organismos que me han puesto trabas, barreras y cortapisas para evitar que este libro fuese como es hoy. Ello me ha permitido agudizar mi sentido de la curiosidad y, por lo tanto, mi investigacion. A t o d o s e l l o s, mi ma s humi l d e y s i nc e r o a gr a d e c i mi e nt o. Una p a r t e d e e s t e l i b r o e s d e t o d o s e l l o s. Nota del autor Hace ya cuatro anos aparecia publicado mi libro La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano en la editorial Espasa Calpe. En el relataba de forma pormenorizada y documentada las operaciones del servicio de inteligencia papal desde 1566 a 2004, desde el papa Pio V al papa Juan Pablo II. La obra se convirtio rapidamente en un gran exito de ventas, siendo traducida y publicada en otros paises como Portugal, Canada, Francia, Brasil, Polonia, Rusia, Estados Unidos, Australia, o Gran Bretana, Bulgaria, Rumania e Italia. Mas de dos centenares de libros resenados en su bibliografia, 39 archivos consultados y centenares de documentos fueron utilizados para relatar las operaciones de la Santa Alianza desde los tiempos de Felipe II, Isabel de Inglaterra o Enrique IV de Francia a la epoca de Ronald Reagan, Lech Walesa o Juan Pablo II. Aquel era un libro sobre la historia del servicio de espionaje, conocido hoy dia como La Entidad. Esta obra que tienen ahora entre sus manos, LOS ESPIAS DEL PAPA, bien podria ser definida como una segunda parte de la anterior, como una continuacion, una historia de aquellos actores o, mejor dicho, espias desconocidos que jugaron un papel decisivo en esa misma historia, defendiendo los intereses de Roma, del Papa, del catolicismo y del Vaticano a lo largo y ancho de todo el mundo. Este libro relata la vida y avatares de veintiun agentes y jefes del espionaje papal que se convirtieron en la llamada <>, en los soldados de las sombras siempre a las ordenes del Sumo Pontifice de Roma. David Rizzio, Lamberto Macchi, Roberto Ridolfi, Tebaldo Fieschi, Umberto Benigni, Michel d'Herbigny, Gunther Hessner, Nicolas Estorzi, Edouard Gagnon, Carlo Jacobini o Luigi Poggi son algunos de los hombres que operaron bajo el protector manto de la Santa Alianza. Ninguno recibio preparacion alguna en tareas de espionaje, pero todos ellos tuvieron una mejor oportunidad sobre otros espias de paises enemigos de llevar a buen termino las operaciones encomendadas por Roma. Mientras los agentes de la CIA operaban para defender el estilo de vida americano y los agentes del KGB el estilo de vida comunista, los agentes de la Santa Alianza espiaron y operaron siempre en defensa de la fe catolica. Ellos contaban con la proteccion del Sumo Pontifice y la cruz. No son James Bond, ni nada por el estilo, pero para muchos el haber estudiado sus vidas y dejarlas reflejadas en este libro bien podria no solo ayudar a comprender mejor el papel que los Sumos Pontifices jugaron en la historia de Europa, sino tambien a conocer los sacrificios de muchos de estos <> para llevar hasta los mas reconditos confines de la tierra la palabra de Dios, incluso a riesgo de su propia vida en lugares como la Inglaterra protestante, la Francia revolucionaria, la Alemania nazi o la Rusia comunista. Estas son sus historias… ERIC FRATTINI Prologo Anatomia de un <> ?Quien es, realmente, Eric Frattini?, ?que es y que no es? Se le ha podido presentar como <>. Los antropologos susurrarian de el: <>. Por mi parte, yo diria de Frattini que <>, y, a despecho del tiempo que pasa en archivos de Estados Unidos, Gran Bretana, el Vaticano e Israel, nadie alli le ha insinuado metodologias o contactos para desentranar cientos de misterios. Si el lector me lo permite, anadiria que yo se como es, debido a que yo soy algo asi como su doble. Eric Frattini es tal vez el gran heredero de mi casi medio siglo como historiador de los servicios de inteligencia de todo el mundo. Frattini no solo ha sido capaz de adentrarse en la madriguera del MI6 en Londres o de la CIA en Langley (Virginia); en la sede del FBI en Washington o del FSB (Servicio Federal de Seguridad) en Moscu, sino tambien en el corazon de La Entidad, el servicio de inteligencia vaticano. Ya con una obra anterior, La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano (Espasa Calpe, 2004), que ha sido tambien publicada en Portugal, Francia, Polonia, Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canada, Australia, Gran Bretana, el autor nos revelaba la vida y milagros de los superdotados espias de la inteligencia vaticana. Eric Frattini, como uno de los mayores expertos historiadores de los servicios secretos, acaba de traspasar el umbral de algo que a mi, tambien como historiador, se me antojaba como tabu. El autor no es un ente que se nutre de mitos, morbosidades, ni ansias de poder o dinero. En su idiosincrasia no queda espacio para ejercer el arte de epater, palabra francesa para describir una sensacion de desconcierto en el lector, y es que el autor de este libro es un <> nato y puro. No podia ser de otro modo para osar, como el ha hecho, enfrentarse a organizaciones criminales como Al Qaeda o la mafia italiana; a grupos empresariales, como los magnates de la prensa, o al regimen de Saddam Hussein; a grupos politicos como la propia ONU o el Estado Vaticano; o a servicios secretos como la CIA, el KGB, el Mossad o el MI6. Llevado en su afan de conocerlo y abarcarlo todo, algun dia broto ese aguijon afilado que le sirvio para franquear esos altos muros eclesiasticos y encararse con la Curia romana: los agentes secretos papales y sus cinco siglos de operaciones encubiertas. ?Que subyace en los textos de Eric Frattini?; sin duda, el analisis profundo del dolor y la maldad que el poder provoca, y de ahi sus documentadas indagaciones, para comprender y hacer comprender.

  • Amor ciego de Alina Covalschi

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    No eran amigos y tampoco novios, sino todo lo contrario. Tenian una relacion complicada y destinada al fracaso.
    Se separaron y tomaron caminos opuestos.
    Pasaron anos y el hilo invisible que los mantenia conectados se enredo y se rompio.
    Pero el primer amor nunca se olvida y siempre deja huellas imborrables.
    Angelica y Raul aprendieron que hay segundas oportunidades, y que son las definitivas.

  • El dia que naciste. Granada, 1996 de Jaime Garcia Simon

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    Granada, 4 de mayo de 1996 En una fresca noche de principios de mayo de 1996, en la vieja Granada, el agua se precipitaba sobre la ciudad con la misma fuerza que lo hace el sol sobre el arido desierto al mediodia. Entre las callejuelas del barrio del Albaicin --origen primigenio de la ciudad de Granada-- y rodeados por un mar de fachadas pulcramente blancas sin orden ni concierto, una pareja corria despavorida y agotada. La mujer portaba en brazos un tremendo tesoro envuelto en un par de mantas mientras trataban de esquivar los torrentes de agua que bajaban por las empinadas cuestas de aquella irregular composicion urbanistica. Con ojos temerosos --almendrados en el caso de ella, algo caidos en el de el--, ambos echaban la vista atras reiteradamente al tiempo que doblaban por una u otra esquina, o placeta laberintica de tan singular lugar, tomando precauciones para no resbalar al pisar las desgastadas y deslizantes piedras que conformaban los escalones que salvaban aquellas incesantes pendientes. Creian haber dado esquinazo a sus perseguidores, pero la intuitiva mujer sabia que su anhelo era infundado, puesto que, de pronto y para su mas hondo pesar, los encontraron de cara a unos pocos metros, corriendo en su direccion. El hombre, desesperado, les lanzo un contenedor de basura que encontro a su lado, ayudandose de la leve pendiente que jugaba a su favor y la estrechez de la zona en la que se encontraban. El primero de los perseguidores lo esquivo sin mayores problemas --no asi los que venian detras--, para enzarzarse con su objetivo en una pelea que acabaria en unos pocos segundos al recibir un certero punetazo en la mandibula y dar con sus huesos en el suelo. La mujer, mientras tanto, aprovechaba para huir con toda la presteza que le permitian sus temblorosas y extenuadas piernas, pero, entre el rumor de la lluvia que la acompanaba en su carrera desesperada por aquel precioso y bohemio barrio, fue capaz de escuchar a mas esbirros acercandose por un callejon colindante al que ella misma recorria. Por eso urdio un plan improvisado sobre la marcha, a la vista de lo complicado de salir indemne de aquella peliaguda situacion. Se detuvo nerviosa y jadeante. Giro sobre si misma y comenzo a mirar las casas que tenia alrededor. La mayoria eran plantas bajas muy modestas. Continuo caminando unos cuatro o cinco metros. Exhausta y muerta de miedo, miraba hacia atras porque oia a sus perseguidores en las cercanias. En un recodo oscuro a su derecha, casi imperceptible y sin salida aparente, hallo la austera entrada a una casa cueva, de la que se intuia una familia tremendamente humilde. Aporreo el porton que la resguardaba del exterior con violencia. Espero unos cuantos segundos, en los que a cada poco miraba a su espalda horrorizada. Cuando observo la luz encenderse por debajo de la puerta y sintio unos pasos que se acercaban a ella desde el interior, la mujer se agacho con los ojos completamente anegados de pena y deposito con ternura infinita a esa preciosa bebe indefensa en el suelo. Estaba envuelta con una calida sabana de franela sobre su delicada piel y otra manta gruesa, empapada por el exterior, al cobijo del diminuto y viejo alero de teja de la entrada a esa casa cueva que desaguaba tras de si. Le quito la manta mojada, deshizo el nudo de un colgante que portaba al cuello y lo poso entre sus manos. Despues cogio una botella vacia de plastico que encontro por el suelo y la envolvio en la manta. Tan solo se permitio una ultima mirada antes de marchar y se fue corriendo, destrozada. Al girar en la siguiente esquina, se topo de frente con su companero, lo que provoco un chillido espontaneo por su parte, por lo inesperado del encuentro. El hombre la abrazo con fuerza mientras se calmaba y, mirando el artificial interior de la manta que llevaba en los brazos, junto con su rostro entumecido por el dolor de su corazon, entendio lo que acababa de hacer. Sus ojos se volvieron vidriosos al instante, pero el rumor de las numerosas pisadas que se acercaban chapoteando en su direccion le hicieron tragar saliva amarga y echar a correr de nuevo, junto a la mujer, para continuar con su dificultoso plan de escape, perdiendose por el incomprensible entramado del Albaicin. Cuando por fin consiguieron llegar a su apartamento, alguien los estaba esperando. La explosion fue de tal magnitud que el edificio de dos plantas fue reducido a escombros e incluso dano la estructura de los inmuebles colindantes. Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Francisco de Asis de Icaza CAPITULO I Granada, 24 de abril de 2019 Un grupo de unas veinte personas caminaba por los pasillos del antiguo edificio de la Diputacion de Granada en semioscuridad --actualmente el edificio del catastro--, en la centrica calle Mesones, donde por alla por el siglo xv, en tiempos nazaries, se emplazaron, extramuros, gran cantidad de tabernas y mesones, bien frecuentados por los visitantes de la ciudad en busca de comida, bebida y aseo. La noche habia caido en el exterior y apenas unos resquicios de iluminacion procedentes de las farolas se colaban por los treinta y nueve balcones de ese lugar con popular tradicion inquietante. --Como os comentaba, aqui se ubico una gran mezquita en periodo nazari, mas tarde la iglesia de la Magdalena y despues unos depositos con el mismo nombre que, posteriormente, fueron comprados por la importante cadena de almacenes americana Wolworth, hasta quedar clausurados --decia Africa, la joven guia de turismo al cargo de aquel grupo de aventureros visitantes--. En todas y cada una de estas etapas se registraron tragedias, accidentes, sucesos inexplicables y suicidios, asi como hallazgos de huesos humanos en algunas remodelaciones, seguramente de ninos --explicaba concienzudamente la joven. >>En 1984, el inmueble pasa a manos de la Diputacion de Granada. Por estos pasillos y entre estas paredes se contabilizan innumerables casos de sucesos sin explicacion logica alguna, al menos desde el punto de vista humano --aseguraba la chica que caminaba delante del grupo muy lentamente y, a cada poco tiempo, se volvia hacia sus clientes para contarles, con voz susurrante y gesticulando mucho con las manos, algunos de los sucesos, supuestamente paranormales, mas famosos que habian tenido lugar en segun que estancia del insigne inmueble--. Cual seria la presion y el grado de alarma de las personas que aqui trabajaban que incluso los responsables de la diputacion accedieron a que se llevase a cabo un estudio por parte de expertos en casos paranormales en diciembre de 1986. Se trataba del conocido Grupo Omega --resenaba mientras comenzaba a descender por unas escaleras, seguida de los sugestionados turistas. >>Los miembros del Grupo Omega fueron autorizados para investigar durante tres jornadas en este misterioso enclave, con Juan Burgos a la cabeza. El mismo que afirmo haber sentido un dolor agudo en una de sus manos cuando se encontraba bajando por unas escaleras --dijo deteniendose en mitad del descenso y mirando con semblante solemne a los amedrentados visitantes de lo oculto--. El medico del equipo le explicaria mas tarde que las marcas halladas en su mano, en el lugar donde previamente habia experimentado dicho dolor, parecian producidas por la mordedura de un nino. ?Adivinais de que escaleras se trataba? --pregunto retoricamente con perverso regocijo para volverse y seguir bajando con una amplia sonrisa de satisfaccion al observar el embrujo de Granada dibujado en las fascinadas caras de sus clientes, que murmuraban acongojados tras de si. >>Al margen de esta evidencia fisica indiscutible, los investigadores obtuvieron pruebas de gran calidad, tales como luces inexplicables de colores, escalofriantes psicofonias de una voz gutural que resultaba verdaderamente amenazante y la aparicion de una figura fantasmal, a la que mas tarde un dibujante granadino daria forma en un retrato --dijo Africa girandose cuando llego al vestibulo del edificio; mientras, veia como las personas contratantes de esa ruta de la Granada mas misteriosa bajaban en cascada y casi a la carrera para abandonar cuanto antes la supuesta escalera encantada. Todos se arremolinaban junto a ella con premura, deseosos de escuchar sus ultimas y eruditas explicaciones para, de esa manera, dar por concluida la sobrecogedora visita al edificio de la antigua Diputacion de Granada y poder salir de alli de una vez por todas.

  • Un juego peligroso 2 de Carolina Gattini

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    Eireen Roberts se encuentra delante de la mansion Black ante la decision de pedir trabajo a un noble apodado “el monstruo” o seguir en la pobreza mas absoluta. No sera una decision dificil cuando conozca al “monstruo” de ojos azules que habita en ese lugar. Por otra parte para James Black no sera facil aceptar la presencia de Eireen, que lo vuelve loco con su cuerpo y su belleza, haciendole mas consciente de sus propios defectos y la imposibilidad de tocarla siquiera.

  • ?No te lo habia dicho, carino? Los polos opuestos se atraen, Claire Phillips de Claire Phillips

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  • El rio que nos separa de Ngugi Wa Thiong'o

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  • p53 de Miquel Angel Lopezosa Criado

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    p53. La molecula de la vida

  • Postales del joven Moss de Alexander Benalal

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    ?Como contemplar nuestro mundo si no vivieramos en el? Asi se desarrolla la atribulada vuelta al mundo de una joven y extranjera pareja en viaje de reconocimiento. A traves de su protagonista constatamos que no es serio todo lo que reluce y que nuestras culturas no resisten una mirada critica llegada del Mundo Exterior. Divertidos y mordaces devaneos en la mejor prosa de un Eduardo Mendoza, un Tom Sharpe o las mejores ocurrencias viajeras de un Bill Bryson.

  • Cambio de rumbo de Nora Roberts

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    Las altas montanas y las llanuras barridas por el viento la llamaban. Pero no pensaba quedarse para siempre… hasta que Jake Tanner agito sus emociones como un vendaval de verano y le hizo imposible partir. Ningun hombre, sin embargo, iba a persuadir a Samantha Evans para que renunciara a sus suenos. Ni siquiera un presuntuoso vaquero que hacia arder su sangre…

  • La mirada del lobo de Antonio Perez Henares

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    El cuarto y ultimo titulo de la Saga Prehistorica, tras Nublares, El Hijo de la Garza y El ultimo cazador, vuelve a transportarnos de forma magistral, y a traves de las aventuras de nuestros antepasados, a una epoca poco tratada por la literatura. La novela que relata como el hombre y el lobo unieron sus destinos, en una relacion de lealtad y amistad que perdura hasta hoy. Antonio Perez Henares (Bujalaro, Guadalajara, 1953), es escritor y periodista, autor de La tierra de Alvar Fanez (2014) y la Saga Prehistorica (compuesta por Nublares, El Hijo de la Garza y El ultimo cazador, y la presente La mirada del lobo), publicada en los distintos sellos de Ediciones B.

  • Causalidades de Naobi Chan

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    El tiempo pasa... aunque su caminar en ocasiones es lento y en otras parece viajar a la velocidad de la luz, pero su trascurso es constante y sin pausa. Mientras miraba las manecillas de aquel reloj que marcaban los minutos que me quedaban para marcharme, un fuerte nudo oprimia mi garganta y no podia dejar de pensar que era absurdo, serian tan solo unos dias de viaje y regresaria, no iba a quedarme en Madrid mucho tiempo, pero no podia evitar sentirme como si fuese una despedida permanente. Mientras observaba la esfera blanca que presidia la cocina desde una de sus paredes y que se negaba a detener el tiempo, podia escucharle en el bano, algunosde los frascos de mis cremas cayeron al suelo, como cada dia,mientras se arreglaba para un dia mas de trabajo. La vida continuaria igual cuando regresase, de eso estaba segura, pero algo en el aire me gritaba a voces que nada seria como en ese momento. Cuando el salio del bano dando un portazo supe que su estado de animo no habia cambiado desde la noche anterior, no estaba de acuerdo con ese viaje y yo, en el fondo, tampoco lo estaba, pero era mi trabajo y no podia negarme. Suspire pesadamente y me gire para enfrentarlo, pero sus ojos azules apenas repararon en mi presencia cuando paso por mi lado y ni siquiera me miro. Senti como mi corazon se estrujaba en la mitad de mi pecho y dolio... era como si un punal estuviese tanteando cual era el mejor lugar para clavarse con la estocada final. --Carino... --lo llame en un susurro, pero no obtuve respuesta, el se sirvio un cafe en su taza blanca y no se giro para mirarme--. Por favor... entiendelo, no puedo decirle que no a mi jefe, el solo confia en mi para hacer ese trabajo, soy su asistente personal y conozco los entresijos del caso tan bien como el. Como siempre que se enfadaba su orgullo le precedia, nunca daba su brazo a torcer y tenia que dar yo el primer paso y ceder ante cualquier situacion, sabia que eso no era sano para ninguna relacion y siempre habia intentado evitarlo, pero lo queriatanto que en ocasiones era imposible decir que no, sobre todo cuando me miraba con aquellos ojos tan claros y enigmaticos, acompanados de aquel movimiento de mano para alejar el cabello de su frente. --?Ya has llamado a un taxi para ir el aeropuerto? --su voz sono tosca, casi como en un grunido,y senti como el punal todavia tanteaba buscando un buen lugar, siempre era asi con el. --Tu hermana va a llevarme --conteste en un murmullo y, casisin darme cuenta, mi mirada busco las dos maletas que habia junto a la puerta, solo para asegurarmede que estaban ahi y no me olvidaba de cogerlas antes de salir. --Bien... --mascullo pasando por mi lado de nuevo hacia la puerta-- que tengas buen viaje --lo siguiente que pude escuchar fue un portazo de la puerta principal que me indicaba que se habia ido y que la discusion habia llegado a su final. Pase una mano por mi cabello sintiendo como mi determinacion de irme caia un poco, quizas si llamaba al senor Marquez el lo entenderia y mepermitia quedarme sin ninguna repercusion, no podia irme y dejar la discusion asi, no era bueno para el ni para mi. Busque el telefono movil en el bolsillo trasero de mis tejanosy cuando estaba a punto de pulsar en el boton de llamada el sonido del timbre me hizo dar un respingo, mi corazon comenzo a latir a toda velocidad y senti como las palmas de mis manos se humedecian ?y si era el? ?Si se habia arrepentido y me pedia perdon? Una enorme sonrisa se dibujo en mis labios y casi corri hacia el telefonillo. --?Miguel? --pregunte con impaciencia. --Lo siento,pero no... el idiota de mi hermano se ha ido a toda velocidad y ni me ha visto --la voz de Inessono metalica al otro lado del aparato y todas mis esperanzas murieron con sus palabras--. Lola... ?sigues ahi? --pregunto tras unos segundos de silencio. --Si... ahora bajo. Me trague un sollozo e intente ocultar mi desanimo, Miguelno lo entendia, pero ese era mi trabajo, disfrutaba haciendolo y aunque le molestase tenia que comprender que no iba a renunciar solo porque el no estuviese de acuerdo con los viajes. Habia momentos en los que no soporta su insistencia en querer controlarlo todo, en saber donde estaba a cada momento, con quien estaba, que hacia y cuando regresaria. Sabia que solo era preocupacion, el me queria y solo intentaba protegerme, pero me ahogaba. Incluso en alguna ocasion habia declinado alguno de mis planes para salir, solo por no discutir con el, porque estaba segura de que en el fondo tenia razon cuando me decia que sola podria ocurrirme algo malo, ultimamente la ciudad estaba siendo muy insegura sin importar la hora del dia. El trayecto en ascensor se me hizo demasiado corto, una pequena parte de mi cerebro todavia intentaba buscar una excusa que darle a mi jefe para quedarme, la otra queria irse porque era mi obligacion. Cuando sali a la calle el viento frio removio mis cabellos, busque a Inescon la mirada y ella esperaba apoyada en su coche. En cuando me vio su ceno se fruncio y sus ojos tambien azules se entrecerraron volviendose mas frios. --Dolores, como se te ocurra sentirte mal porque tienes que irte,voy a patear tu culo y despues el del idiota de Miguel porque estoy segura de que es su culpa. --El no ha hecho nada --le defendi, como hacia siempre, porque el solo se preocupaba porque me queria. --Te hace sentir mal... ?no es eso suficiente? --gruno enfadada--. Sube al maldito coche y no se te ocurra intentar convencerme de que de la vuelta, hasta que estes subida a ese avion no pienso estar tranquila. --No seas tan melodramatica --intente poner la mirada en blanco para restarle importancia y que lo olvidase, pero su ceno fruncido me detuvo. --Quiero mucho a mi hermano... !es mi hermano! Pero reconozco que en ocasiones es un poco manipulador y caprichoso, tienes que saber mantenerte firme y hacer valer tus deseos, no puedes dejar que siempre consiga lo que quiere. --Ines, no vengas a decirme como es Miguel, hace dos anos que vivimos juntos y lo se perfectamente --le recorde con una sonrisa mientras guardaba mis maletas en el coche.

  • El rey de las muertas de Laura Cruz

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    Alexander era El Nigromante.
    El Hechicero Negro.
    El Rey de las Tinieblas.
    El Monstruo del Reino Prohibido.

  • Historias comicas de fantasmas de Aa. Vv.

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    Las relaciones entre comicidad y fantasmagoria, pese a poder parecer muy marginales para el estudio critico, y haber permanecido por ello escasamente estudiadas, presentan tanta riqueza y tanta complejidad que resulta imposible abordar, en breve espacio, ni siquiera un mero intento de sintesis. Nos limitaremos, pues, de un modo tan sucinto que debera entenderse como caricaturesco, a exponer los datos esenciales en base a los cuales se ha realizado esta antologia de historias comicas de fantasmas. De cualquier modo, dado el caracter poco usual del tema, consideramos preferible ofrecer al lector una caricatura de exposicion antes que, simplemente, dejarle sin explicacion alguna. Los tratamientos comicos de lo sobrenatural o lo extranatural han sido abundantes en la historia literaria, y a menudo han surgido de ellos obras maestras. Baste con recordar, a titulo de meros ejemplos entre los cientos posibles, a Boccaccio en alguno de sus cuentos, al Maquiavelo de Belfegor, a Rabelais, a Cervantes, a Swift, a Cyrano de Bergerac, a Voltaire... Pero, hasta finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la comicidad en lo extranatural estuvo al servicio mas o menos directo de propositos ideologicos y politicos: reirse de las manifestaciones del mas alla, de los prodigios y los demonios, respondia a la lucha contra la supersticion popular, contra el oscurantismo de los gobernantes, contra el clero, contra el inmovilismo intelectual; y, a veces, se buscaba solo disfrazar con ropaje comico y fantastico algun mensaje intelectual con objeto de burlar la censura. A partir de mediados/finales del siglo XVIII, y hasta bien entrado el XIX, el genero gotico, coincidiendo en el tiempo con la plenitud de la Ilustracion y el primer auge del romanticismo (Maturin, autor de la ultima gran novela gotica Melmoth, 1820), (muere el mismo ano que Byron, 1824), hace que lo fantasmal logre, en literatura, un exito sin precedentes, pero esta vez dentro de coordenadas eminentemente literarias y sin vinculaciones claras con la propaganda politica o ideologica (asi, por ejemplo, el gran impulsor del genero, Horace Walpole, se movia en el ambiente de la Ilustracion). Desbordando a la novela sentimental, el genero gotico se convierte en la literatura mas leida de la epoca, y los espectros, vampiros y toda clase de engendros infernales pasan a los primeros puestos de la popularidad. Aunque el cultivo del genero gotico sobrevive a su decadencia y se prolonga, dando esporadicamente frutos valiosos, incluso hasta nuestros dias, su hegemonia en el campo de la narrativa va extinguiendose durante el primer cuarto del siglo XIX. La perdida de protagonismo literario por parte del genero gotico se produce (dejando aparte los cambios sociales e ideologicos que subyacen al fenomeno) en dos lineas distintas. La primera es, obviamente, la de rechazo, de reaccion contra el genero, y el arma empleada suele ser la comicidad, la ridiculizacion. Ya dentro de algunas de las mejores novelas goticas habia germenes de burla hacia ellas mismas. En 1803 (aunque la obra no se publicara sino en 1818, el ano siguiente al de la muerte de la autora), Jane Austen, en La abadia de Northanger somete al gotico a una finisima satira, en nombre de la vuelta a la apreciacion de la realidad cotidiana. En 1804, Jan Potocki, desbordando en fantasia a los mejores autores goticos, prepara para su edicion (que no se realizara sino varios anos despues) su Manuscrito encontrado en Zaragoza, obra en la que los horrores del goticismo, brillantisimamente manipulados, constituyen la materia prima de una de las obras comicas mas grandes de la historia (sin que por ello deje de ser al mismo tiempo uno de los mas grandes logros de la literatura fantastica). En 1818 (ano de la tardia publicacion de La abadia de Northanger) aparece La abadia de las Pesadillas, de Thomas Love Peacock, satira que, dirigida contra las truculencias del romanticismo, se apoya en las truculencias del goticismo. La segunda via de extincion del gotico como genero hegemonico es, tambien obviamente, la de superacion. Aparecen y se perfeccionan, en su forma moderna, el relato y la novela corta (siendo en ello pioneros algunos de los propios autores goticos: M. G. Lewis, Maturin, el mismo Walter Scott); y estas son las herramientas tecnicas esenciales con que los escritores alemanes de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX propulsan nuevos y profundos tratamientos de lo fantastico, lo horrendo, lo sobrenatural. A diferencia del gotico, no tenemos ya ahi una construccion basicamente apoyada en los <>, sino una nueva concepcion, sombria y renovadora, de la vida y la condicion humanas, en el marco de la revolucion intelectual del Sturm und Drang y el romanticismo. Hof mann, Tieck, Brentano, Arnim, La Motte-Fouque, hasta el propio Goethe, producen obras de horror fantasmagorico que penetran hasta el corazon mismo del movimiento romantico: bajo su directo estimulo, incluso Byron y P. B. Shelley ensayan el cuento de fantasmas; Mary Shelley publica su Frankenstein (significativamente subtitulado <>), Polidori su Vampiro; la fantasmagoria alemana es, visible y a menudo explicitamente, la mas solida raiz literaria de las obras de terror de Nodier, de Hawthorne, Gautier, Nerval, Poe... Lo fantastico, lo horrendo, vuelven, a partir de ahi, a ocupar un puesto predominante. Aunque la sobresaturacion de fantasmas conduce a un cierto cansancio del publico a finales de los anos 1820, los escritores han llevado ya el tratamiento de lo fantasmagorico y lo horrendo hasta tales niveles de calidad, y le han infundido tales potencialidades literarias, que lo fantastico y lo terrorifico siguen siendo constantemente cultivados por autores de primera fila, manteniendose (a pesar del tradicional desprecio academicista) hasta la actualidad en los niveles mas altos de la elaboracion literaria.

  • Flores en la tormenta de Laura Kinsale

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    Un clasico del genero romantico historico, una de las historias de amor preferidas de las lectoras.