rosas corazon
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rosas corazon - Amanda Seibiel
https://gigalibros.com/rosas-al-corazon.htmlMi hermana me tenia la cabeza hecha un bombo de tanto hablar. No hacia mas que quejarse del idiota de su exmarido. Yo estaba tan aburrida y tan agotada que me deje caer en la cama del hotel como una muneca de trapo. Acababa de aterrizar a Nueva York y solo pensaba en regresar a Valencia. Llevaba quince anos yendo y viniendo a esta ciudad y cada vez me gustaba menos. Solo habia sacado dos cosas en claro de todo esto: hablar un ingles perfecto y saber que es lo que no queria en la vida: un marido. --Patricia, ?puedes callarte un momento? --dije--. Ya se que James es un capullo en toda regla, pero dejame descansar un poco. Acabo de llegar y estoy molida. Mi hermana puso cara de ofendida y se echo a llorar. Mi cunado se la habia liado bien gorda con los ninos y ese era el motivo de mi repentina presencia en Nueva York. Patricia se habia casado con James quince anos atras. Se conocieron un verano en Valencia y el yanqui se trajo a mi hermana para los Estados Unidos, donde se casaron y tuvieron dos ninos: James Junior y Dakota. Todo iba genial hasta que el se canso de mi hermana y la vida juntos se hizo insoportable. James utilizaba a los ninos como moneda de cambio, hasta que a ella se le inflaron los ovarios. Su ultima ocurrencia fue durante las vacaciones de verano: se presento en la casa de mi hermana diciendo que iba a pasarlas alli, que no tenia donde quedarse y que los ninos debian estar en el hogar conyugal. Mi hermana me llamo histerica a Espana, con una voz totalmente desesperada: --Ese cabron quiere amargarme la existencia. Si pretende que comparta el mismo techo que el va listo. Antes me lo cargo. --Relajate --respondi--. Lo que pretende es sacarte de tus casillas y, por lo que veo, lo esta consiguiendo. --?Como voy a relajarme, Carla? No se que hacer. Mis ninos son lo primero, pero no soporto a James. Intenta desquiciarme. Ya me ha hecho mucho dano, tu lo sabes. James la habia enganado y luego se lo nego vilmente. Era un cabron de mucho cuidado. Me jodia escuchar a mi hermana en ese estado y mas estando sola en un pais desconocido.
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ROSA CORAZON | Casa del Libro
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Rosa Corazon: Libros - Amazon.es
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Rosas al coraz�n: Relato er�tico - Amanda Seibiel - Amazon
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Todos los libros del autor Corazon Rosa
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corazon rosa casate y veras - Iberlibro
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172 Libro Y Rosas En Forma De Coraz�n Fotos - Dreamstime
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La chica de las botas tejanas de Amanda Seibiel
https://gigalibros.com/la-chica-de-las-botas-tejanas.htmlOtro dia mas de calor espeso. No habia ganas ni de trabajar. Y solo de pensar en el baboso de James intentando meterme mano a la primera de cambio… uf, la moral se me venia abajo. Estaba tumbada boca abajo sobre la cama, en bragas, con mi perra ladrando y sacudiendo la cola con insistencia. Pretendia que la sacara a la calle… --Ya voy, pesada. Me levante y le abri la puerta a Manchas, mi perrita, mi unica amiga verdadera. La encontre hacia ya dos anos, abandonada en mitad de la desertica carretera donde trabajaba. Cuando la rescate del hijo de puta que la habia abandonado, el pobre animal estaba aterrorizado, delgado, temblando. Parecia un amasijo de pelo blanco con manchas negras. Me enamore de ella nada mas verla y ya nunca separamos. --Vamos, meona --dije, dando un par de palmadas--, que se te va a prender fuego el culo con este calor. Manchas volvio a entrar en la pequena y destartalada casa de madera donde viviamos. Lo unico bueno que tenia era el aire acondicionado. Estabamos en pleno desierto de Mojave y ahi las temperaturas podian superar perfectamente los cincuenta grados. El pueblo no tenia mas de doscientos habitantes y yo trabajaba en una solitaria carretera, en el unico restaurante de comida rapida que habia en muchos kilometros a la redonda. Tambien estaba la gasolinera de Kerry. Si no fuera por esos dos negocios, el pueblo ni siquiera apareceria en los mapas. Bueno, por esos dos negocios y porque, supuestamente, viviamos en una zona muy comun de avistamientos ovni. Yo llevaba toda la puta vida alli y el unico extraterrestre que habia visto era el manos largas de mi jefe James. De haber podido, me hubiera ido de aquel lugar en un santiamen, pero la temprana muerte de mi madre y un padre alcoholico que jamas supero lo de mi madre no me pusieron las cosas faciles. Aprendi a convivir entre borrachos, pirados en busca de E.T. y las fulanas que se traia mi padre cuando se dejaba caer por casa algunos viernes. Sonaba con irme a Las Vegas algun dia, pero, de momento, tenia que seguir en aquel pueblo polvoriento. Me vesti con unos vaqueros, una camisa blanca y mis botas tejanas. Teniamos que ir vestidas asi. Cosas de James. Subi al viejo Ford Mustang rojo, la unica herencia que recibi de mi madre, y me dirigi hacia otro dia mas de mi aburrida vida. --!Joder! --grite, una vez baje del coche. Se habia levantado viento y tenia arena en la boca. Apresure el paso y entre en el restaurante; bueno, en el cuchitril de James, mejor dicho. Dora y Lena ya estaban sirviendo cafe por las mesas y, de reojo, vi a algunos clientes sentados, todos ataviados con la tipica diadema con antenas para captar mejor las ondas espaciales. Dora me guino un ojo y escondio la sonrisa maliciosa ante aquella gente peculiar. Suspire, resignada, pensando que eso era lo que me tocaba, que no me quedaba otra. Entre en el cuartito donde teniamos las taquillas para ponerme el ridiculo delantal y coger la libreta para anotar los pedidos. Al entrar en la cocina, un cachetazo en el culo me hizo ver las estrellas. --?Como esta mi camarera favorita hoy? Fulmine a James con la mirada. Tenia unos treinta anos, era muy alto, rubio y llevaba el pelo largo sujeto en una coleta. Las otras camareras iban locas detras de el, pero yo le tenia un asco que no podia con mi alma. --James, si vuelves a tocarme el culo, te estampo la cafetera en la cabeza. No te lo vuelvo a repetir. Sali encendida de la cocina, con el trasero dolorido. --Como has venido hoy, Hope. ?Estas con la regla o que? --le oi decir a mis espaldas, pero no le hice ni punetero caso. Me tenia harta y, como me siguiera buscando, al final me iba a encontrar. Pase todo el dia sirviendo hamburguesas, perritos y tarta de manzana. Me dolian los pies por culpa de las puneteras botas tejanas. Cuando ya oscurecia y apenas quedaba gente en el restaurante, empezamos a limpiar los sofas de color verde y rojo y aquel suelo negro y blanco que parecia un ajedrez. --?Habeis visto al motorista de esta tarde? --dijo Lena en voz baja, sonrojandose. Lena era rubia y de ojos azules. Era una chica un poco suelta y, en cuanto veia a alguien que le gustaba, se lo tiraba. Bien por ella. Lo cierto era que no habia nada mas interesante que hacer en aquel pueblo perdido de la mano de Dios. A mis 24 anos, habia estado con dos tios y lo mejor era ni acordarse de ellos. --?El calvo grandote? ?El de los tatuajes? --pregunto Dora. Yo no me habia percatado de nada. Dora estaba colada por James y este pasaba de ella, cosa que no entendia porque era una morenaza espectacular. Tenia unos ojos verdes y un cuerpazo que quitaban la respiracion. --Si, ese --respondio Lena--. Estaba de paso, pero va a venir a buscarme. Esta noche me lo tiro. ?Habeis visto lo grande que es? Seguro que lo tiene todo asi. --?No te da miedo ir con un desconocido? --dije--. La gente esta muy pirada. --Hope, no seas aguafiestas --me contesto Lena--. Tu puedes tener al hombre que quieras, pero con esa mala leche que tienes los espantas a todos. --Yo no tengo mala leche… --dije--. Solo soy selectiva. Lena y Dora empezaron a reirse de mi en mi propia cara. --Venga ya, pero si te cortaste el pelo a lo chico para que los tios te dejaran en paz. No se como lo has hecho, pero eso les da mas morbo todavia. Seguian descojonandose a mi costa y ya me estaban poniendo de mala leche. --Eso no es cierto --dije--. Me corte el pelo por el puto calor que hace siempre aqui. Vieron que me estaba alterando y dejaron de reir. Me pase la mano por mi pelo corto y fui a por mis cosas para marcharme. ?Tan mala opinion tenian de mi? Sali del bar con direccion a mi coche. Aparcaba siempre en la parte trasera del edificio, pues habia que dejar libre para los clientes el aparcamiento delantero. Eso era lo que nos decia siempre el capullo de James. Al lado del mio habia un coche negro con todos los cristales tintados. Me llamo la atencion porque tenia oscurecidos tambien los cristales delanteros. No sabia si habia alguien dentro, no veia nada, asi que me puse nerviosa. Busque las llaves en mi bolso y no las encontraba. Alli afuera ya no quedaba nadie y aquel coche negro imponia un huevo. --Hope --me llamo James. Nunca pense que me alegraria tanto de verlo. --?Que pasa? Continue buscando las llaves mientras el seguia hablando. --Se me olvido comentarte que manana tambien doblas turno. Lo siento. Lo mire con cara de odio, de asco, de todo lo peor que podia salir de dentro de mi. --Llevo mas de doce horas aqui metida --le respondi--. Me duelen los pies, el cuerpo entero. Hoy ya he doblado turno; ?y pretendes que manana vuelva a hacerlo? Se acerco y me acaricio el hombro. Un siniestro escalofrio me recorrio el cuerpo. --Si no fueras tan borde y te portaras mejor conmigo, tu situacion cambiaria ligeramente. Me aparte de el con brusquedad. Por fin habia encontrado las llaves. --Vete ligeramente a la mierda, James --le espete. No se tomo muy bien mi rechazo y me agarro fuerte de la muneca, tirando de mi hacia el. Me cogio totalmente desprevenida, no esperaba esa reaccion. No era mas que un pesado, pero inofensivo. --Sueltame, imbecil. ?Que te has creido? --?Por que no me deseas? Me he follado a todas tus companeras y tu no vas a ser una excepcion. Me sujeto la cabeza con fuerza e intento besarme. Le di un mordisco en el labio y le golpee en el pecho. Solto un grunido de dolor, pero ni con esas me solto. Empece a tener un poco de miedo. James era fuerte y yo muy menuda. Grite y grite, profiriendole todos los insultas que se me venian a la cabeza. Mientras tanto, James sonreia con cara de depravado. --Grita todo lo que quieras. Aqui nadie va a venir a socorrerte. --Estas loco, dejame. Segui gritando, luchando contra un James descontrolado. Su mano me apreto un pecho con fuerza, lo que me hizo un dano horroroso. Yo intentaba librarme de aquel pulpo, pero tenia la fuerza de un toro. Volvi a golpearlo y levanto la mano para devolvermela. Extasiada, cerre los ojos para recibir el impacto.
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La sirena que se atrevio a amar a un hombre de Brian Lopez
https://gigalibros.com/la-sirena-que-se-atrevio-a-amar-a-un-hombre.htmlEn un mundo donde la masculinidad esta prohibida y cuyo sistema politico oprime al pueblo y limita las libertades individuales, es inevitable que tarde o temprano las fricciones acaben apareciendo y generando divisiones, y mas aun cuando el amor hace acto de presencia.
Desafio, amor, odio, traicion, ambicion y mentiras son los componentes de esta historia en la que Liria, movida por su curiosidad y sus sentimientos, desobedece al sistema y se convierte en un ejemplo real a seguir por todas aquellas sirenas que ansian por encima de todo la libertad. -
La hija de Joyce de Annabel Abbs
https://gigalibros.com/la-hija-de-joyce.htmlZurich, 1934. Lucia Joyce, de 27 anos, cuenta lo que ha sido su vida al Doctor Carl Jung, el mas reputado psicoanalista de su tiempo, al que ha recurrido el padre de Lucia, James Joyce, para encontrar remedio al devastado estado psiquico de su unica hija. En las tensas sesiones, Lucia recuerda su pasion por la danza, el publico que la aclamaba en los mas reputados teatros de Paris. Pero tambien la imposibilidad de seguir su carrera atrapada en el amor destructivo de su padre, que la tenia por su musa, y en la fatal atraccion por uno de los protegidos del padre, Samuel Beckett, y por su profesor de dibujo, Alexander Calder. Asi se conforma el retrato de una mujer joven cuya pasion por la vida, y la desesperacion en la que se hunde cuando no puede seguir el camino que le marca su talento, quedan poderosamente expresados en esta novela, que es a la vez el retrato intimo de la familia Joyce y del Paris de los anos veinte y treinta, uno de los mayores momentos creativos de la historia contemporanea
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Con fina desobediencia de Fermin De La Calle
https://gigalibros.com/con-fina-desobediencia.htmlTodo sobre el rugby : episodios iconicos, jugadores famosos y personajes menos conocidos.
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Sospechas de Herman Koch
https://gigalibros.com/sospechas.htmlCelebrado internacionalmente por obras como La cena, que en los Paises Bajos gano el Premio del Publico y fue decla-rada Libro del Ano en 2009, cautivo a mas de un millon de lectores en todo el mundo y logro situarse entre los diez primeros puestos en la lista de The New York Times, Herman Koch vuelve a abordar sin tapujos el doble rasero moral, la hipocresia y la violencia estructural de la sociedad contemporanea.
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Me recuerdas de Marie Ximena
https://gigalibros.com/me-recuerdas.htmlSofia no vive el mejor momento de su vida. Esta en el paro, no le ha tocado la loteria de Navidad, y encima tiene que cenar en Nochebuena en casa de su hermano el triunfador. Por si eso fuera poco, su madre no para de chincharle las narices para que le compre a su cunada la insufrible, un regalito de Navidad. Para no liarla mas y en el ultimo momento se acerca a comprar un disco hasta una tienda del barrio.
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Los sonambulos de Chuck Wendig
https://gigalibros.com/los-sonambulos.htmlYumiko Sakamoto, la mujer que descubrio el cometa, tenia veintiocho anos y era una astronoma aficionada del pueblo de Kurashiki, en la prefectura de Okayama. Lo encontro de chiripa, ya que en realidad buscaba uno del todo diferente que se esperaba que chocase contra Jupiter. Yumiko Sakamoto afirmo que el descubrimiento le habia cambiado la vida. En una entrevista al periodico Asahi Shimbun comento: Hasta ahora me he centrado demasiado en las cuestiones materiales, como conseguir un buen trabajo o encontrar un buen marido, pero he renunciado a objetivos tan mundanos como el romance o mi carrera profesional. Volvere a la universidad y aprendere mas sobre el mundo y el cosmos que lo rodea, no para obtener beneficios economicos, sino porque la busqueda de conocimientos es un objetivo noble de por si. Acto seguido proclamo su intencion de empezar a formar parte de la comunidad asexual y arromantica de Japon, que cada vez era mayor. Sentia que el mundo ya estaba <
> y que no tenia por que ponerle las cosas mas dificiles engendrando descendencia. El cometa, llamado Sakamoto en su honor, paso a 0,1 UA (unidades astronomicas) de la Tierra el 2 de junio. No era lo bastante cerca como para convertirse en un peligro, pero si para contemplarlo a simple vista y que se uniese al grupo de grandes cometas, entre los que se encuentran los famosos Halley o Hale-Bopp. Yumiko Sakamoto iba a comenzar sus estudios academicos el siguiente mes de octubre, pero no vivio lo suficiente para ello. Murio de un aneurisma cerebral la noche en que el cometa surcaba los cielos. PRIMERA PARTE La incubacion 1 El primer sonambulo Los astronomos aficionados tuvieron mucha suerte anoche, ya que recibieron el paso del cometa Sakamoto con cielos despejados y luna nueva. Los ultimos tres grandes cometas habian sido el Lovejoy en 2011, el McNaught en 2007 y el famoso (?o infame?) Hale-Bopp en 1997, que por supuesto dio lugar a la secta Heaven's Gate, cuyos miembros cometieron un suicidio en masa movidos por la creencia de que seria como hacer autoestop en la nave espacial extraterrestre que iba a pasar justo detras del cometa. Estan escuchando a Tom Stonekettle en Stonekettle Radio, 970 BRG. El Show de Stonekettle Radio , 970AM WBRG, Pittsburgh 3 de junio, Maker's Bell (Pensilvania) S hana estaba en pie y contemplaba la cama vacia de su hermana pequena. < >, fue lo primero que penso. La llamo unas cuantas veces. Despues de que Nessie se hubiese quedado despierta hasta las tantas de la noche anterior para ver el cometa a traves del telescopio cutre de papa, Shana supuso que la joven debia de seguir en la cama roncando como un oso. No estaba segura de donde narices podia estar Nessie. Shana se habia despertado hacia una hora para preparar los almuerzos, terminar la colada y sacar tanto la basura reciclable como la no reciclable para llevarla al dia siguiente en la camioneta, por lo que sabia que Nessie no estaba en la cocina. Tal vez estuviese en el bano de arriba. --?Nessie? --Se quedo en silencio y espero--. ?Nessie? Venga ya. Pero no oyo nada. Volvio a pensar. < > En aquel momento no tenia mucho sentido, no como la primera vez que se habia escapado. Habian perdido a su madre, perdido de la manera mas literal. Los cuatro habian ido a un supermercado y solo habian vuelto tres. Temian que alguien la hubiese secuestrado para hacerle dano, pero al cabo vieron gracias a las camaras de seguridad del Giant Eagle que nadie la habia secuestrado. Habia salido por las puertas automaticas como si nada y desaparecido de sus vidas para siempre. Mama se termino por convertir en un enorme signo de interrogacion que se les habia clavado en la mejilla como si fuese un anzuelo. Pero a Shana le habia quedado claro que su madre ya no queria formar parte de sus vidas. Supo desde ese momento que iba a tardar mucho en hacerse a la idea, pero ese no fue el caso de Nessie, que aun no lo habia conseguido. Nessie opinaba que habia sido culpa de papa. Y quiza Shana tambien. Por eso, hacia casi dos anos exactos, despues de que se acabara el curso, Nessie preparo una mochila llena de comida en lata y agua embotellada (y algunas chocolatinas) y se fugo. Encontraron a Nessie cuatro horas despues bajo la marquesina de madera de la parada que habia en Granger, resguardandose de una tormenta inesperada y temblando como un perrito perdido. Se habia puesto a patalear y a dar manotazos cuando papa la intento coger. Habia sido como ver a un luchador intentando detener un tornado. Al final dio el brazo a torcer y papa le dijo: --Si quieres fugarte, fugate, pero si pretendes ir en busca de tu madre, que sepas que no creo que quiera que la encontremos. Fue como ver un vaso de agua derramarse a camara lenta. Nessie se desplomo en sus brazos y comenzo a llorar con tal desconsuelo que solo era capaz de coger aire despues de cada uno de esos sollozos exagerados. Le empezaron a temblar los hombros y metio las manos en las axilas, como si se abrazara a si misma. La llevaron a casa, se paso dos dias durmiendo y luego retomo la vida cotidiana de manera lenta pero seguida. Hacia ya dos anos de aquello. Pero ahora Shana no sabia por que a Nessie se le ocurriria fugarse otra vez. La chica tenia quince anos y no lo estaba pasando tan mal como Shana a su edad. Papa siempre decia que Shana habia pasado una epoca de < >. Depresion, locura y hormonas, como un caballo que no parase de dar coces. Ahora Shana tenia casi dieciocho y ya estaba mejor. Mas o menos. Nessie tampoco estaba tan mal. No es que se hubiera convertido en una mujer lobo. Seguia feliz. Optimista. Los ojos le brillaban como una moneda de cinco centavos recien acunada. Tenia un pequeno cuaderno en el que escribia todas las cosas que queria hacer (bucear con tiburones, estudiar a los murcielagos, tejerse sus propias pantuflas como hace..., como hacia mama), todos los lugares a los que queria ir (Edimburgo, el Tibet, San Diego) y todas las personas a las que queria conocer (la presidenta, un astronauta, a su futuro marido). Un dia le habia dicho a Shana: --He oido que, si te quejas, tu cerebro se reprograma como si tuviese un virus de ordenador y empiezas a ser cada vez mas infeliz, asi que voy a ser positiva, porque estoy segura de que tambien funciona al reves. El cuaderno estaba tirado en su cama vacia. Junto a la cama habia una caja abierta: Nessie habia recibido un paquete por correo, algo de ciencias que habia pedido. (Shana le habia pedido prestada una pequena probeta para guardar la hierba.) Sus sabanas amarillas como narcisos estaban arrugadas como si hubiese dormido en la cama, y su almohada rosada aun tenia la marca de su cabeza. Shana echo un vistazo al cuaderno. Nessie habia empezado una nueva lista: <>. En ella se leia: < >. ?Fotografa?, penso Shana. Esa es la mia. Sintio como la banaba una oleada de rabia. A Nessie se le daba bien todo. Si decidia hacer lo mismo que Shana, seguro que lo haria mejor y ella seria una torpe y se odiarian para siempre. (Bueno, no. Shana odiaria a Nessie. Nessie la querria de manera incondicional, porque su hermana era asi.) Shana volvio a gritar su nombre. --?Ness? ?Nessie? Oyo el eco de su voz, pero nadie respondio. Joder. Papa ya estaria en lo que el llamaba la < > (decia que, si iban a formar parte del movimiento del queso artesanal de Pensilvania, tenia que empezar a llamar las cosas por su nombre, cono) y estaria esperando a Ness y Shana para que ayudaran en el tenderete que montaba junto a la carretera. Luego ordenaria a una de ellas que fuese al cobertizo del queso para comprobar la cuajada del Gouda o para quitar el agua de los azules, despues mezclar el forraje, alimentar a las vacas y, joder, la veterinaria iba a venir ese dia para echarles un ojo a las pobres ubres hinchadas y rojas de Belinda. Despues... Quiza Nessie se hubiese fugado por eso. Las clases ya se habian acabado, y las vacaciones de verano nunca eran tales: todo era trabajo, trabajo y trabajo. (Shana se pregunto si Nessie habria hecho lo correcto. A lo mejor ella tambien se fugaba. Aunque solo fuese un dia. Podia llamar a su amigo Zig para que acudiese a buscarla en su Honda, fumar algo de hierba, leer comics, insultar a los estudiantes que se acababan de graduar...) (Dios, tenia que salir de alli. ) (Si no salia de alli pronto, se quedaria en la granja para siempre. Aquel lugar era como arenas movedizas.) Pero sabia que Nessie era demasiado nina buena como para haberse escapado otra vez, por lo que quiza se hubiera levantado antes que ella y ya estuviese en el tenderete. Menuda curranta. ?Como se llamaba esa cancion del viejo disco de REM que tenia papa? ?Shiny Happy People? Pues esa era Nessie. Shana ya habia desayunado, por lo que fue a buscar el adaptador de objetivo macro para el movil con el que hacia fotos de cosas que estaban muy cerca. Era como descubrir pequenos mundos, lo micro hecho macro. No tenia una camara de verdad, pero estaba ahorrando para comprar una reflex digital algun dia. Mientras, tendria que seguir usando el telefono. Acaso encontrara algo en el establo o en la queseria que estuviese guapo para sacar fotos muy de cerca: oxido descascarillado, la aguja roja del termometro o las burbujas y los cristales del queso. Recordo donde habia dejado el adaptador la ultima vez: estaba sacandole fotos a una arana que colgaba de su ventana y la habia dejado en el alfeizar. Por lo que fue a buscarlo y... Algo que habia fuera le llamo la atencion. Un movimiento en el aparcamiento. Lo primero que penso fue que una de las vacas se habia quedado suelta. Shana se acerco a la ventana. Habia alguien fuera, caminando. No. No era alguien. Una colgada habia recorrido la mitad del aparcamiento en pantalones de pijama y camiseta rosa. Tambien descalza, al parecer. ?Que narices? ?Nessie? Shana corrio a la cocina y se olvido por completo del objetivo. Se puso las zapatillas lo mas deprisa que pudo y corrio hacia la puerta del porche trasero al tiempo que trastabillaba porque una se le habia quedado mal puesta, pero enseguida le dio un buen pisoton con el talon y siguio corriendo. Penso en gritarle a su hermana pequena, pero decidio no hacerlo. No habia razon para llamar la atencion de papa. Seguro que si descubria que aun no estaba en el tenderete les iba a largar un sermon de los suyos y el dia ya habia empezado con suficiente mal pie. En lugar de eso, se limito a correr por el aparcamiento mientras la gravilla crujia bajo sus zapatillas. Las vacas Holstein que habia a la izquierda mugieron. Un joven ternero, que creia que era Moo Radley, se quedo mirandola con las patas torcidas mientras ella iba en busca de la lerda de su hermana. --Nessie --siseo--. !Oye, Nessie! Pero Nessie no se dio la vuelta. Siguio caminando. < > Shana troto hasta ponerse delante de ella y planto los pies como raices. --Por Dios, Nessie, pero que carajo estas... En ese momento vio los ojos de la chica. Estaban abiertos, pero su hermana tenia la mirada perdida. Era como si mirase detras de Shana o a traves de ella. Eran como los ojos de un muerto, como las cabezas inmoviles de unos clavos muy grandes. Ya no brillaban ni tenian esa chispa tan natural en ella. Nessie siguio caminando descalza. Shana no sabia que hacer. ?Apartarse? ?Seguir plantada como un poste telefonico? La indecision la obligo a hacer un poco de ambas cosas, se movio unos centimetros, pero aun seguia en el camino inevitable de su hermana. El hombro de la chica la golpeo con fuerza, y Shana se tambaleo hacia la izquierda despues de recibir el golpe. La carcajada que solto era de sorpresa. Era una risa de molestia, un ladrido de incredulidad. --Eso ha dolido, capulla --dijo al tiempo que la agarraba por el hombro y empezaba a zarandearla. Nada. Nessie se zafo y siguio caminando. --Nessie. Nessie. Shana agito una mano delante de los ojos de su hermana. La agito, una y otra vez. En aquel momento empezo a pensar, se le ocurrio la idea improbable pero que podia ser cierta: < > Pero Shana era la bromista, y los chistes del repertorio de Nessie eran tan malos que hasta papa torcia el gesto, y eso que los chistes malos le encantaban. Pero, por si acaso, levanto el dedo y le apreto la nariz como si fuese un boton. --!Bup! --dijo--. Te acabo de apagar, robotita. Nessie no reacciono. Ni parpadeo siquiera. ?Habia parpadeado en algun momento? A Shana le parecia que no. Luego vio delante de ellas un gran charco de agua de lluvia y aviso a su hermana: --Nessie, cuidado. Hay un... Demasiado tarde. Nessie lo vadeo sin inmutarse. Plis. Plas. Metio los pies en el agua casi hasta los tobillos, pero no se detuvo ni por un instante, como si fuese un juguete al que le habian dado cuerda y solo pudiera caminar en una direccion. Seguia mirando al frente. Seguia avanzando. Tenia los brazos rigidos en los costados. Algo iba mal. La idea impacto el corazon de Shana como si fuera un puno. Se le cerro el estomago y sintio como se le espesaba la sangre. Empezo a sentir miedo, pero de todas maneras intento razonar consigo misma: < > Vale, no. A Nessie nunca le habia pasado algo asi, pero quiza fuera la manera en la que su cerebro habia decidido tratar con las hormonas que recorrian su cuerpo como caballos de carreras. La cuestion era otra: -
El chico del tapersex de Sara Lis
https://gigalibros.com/el-chico-del-tapersex.htmlJulia y Oliver son una pareja joven, apasionada y natural como la vida misma, y tambien, dos personas con caracteres muy diferentes entre si que les hacen chocar en mas de una ocasion.
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El escudo de David de Lilyam Martino
https://gigalibros.com/el-escudo-de-david.htmlEl Escudo de David es una novela que combina hechos reales con ficcion, para destacar la lucha por la libertad y la defensa de los valores democraticos en un pais llamado Venedicta, gobernado por un regimen despotico que abuso de su autoridad para atropellar los derechos de los ciudadanos a vivir en libertad y con dignidad en pleno siglo XXI. Es una historia que puede ocurrir en cualquier pais si no se advierten y frenan a tiempo las apetencias del poder por el poder mismo por parte de sus gobernantes.Lilyam Martino se aparta de los numeros y el derecho para escribir una novela que destaca y rinde homenaje a la lucha de valientes jovenes guerreros que se cansaron de vivir en la oscuridad, y sin importarles las consecuencias, tomaron las calles para gritar su verdad, conquistar el derecho de un pueblo a ser libre y alcanzar con todas sus fuerzas la gloria de vivir en su pais y sonar con un manana de esperanzas.
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El asesinato de Aveloc de Maria Del Mar Meseguer
https://gigalibros.com/el-asesinato-de-aveloc.htmlRachel , una joven enamorada de la mitologia celta, viaja a un pueblo de Irlanda para ver sus paisajes, conocer sus historias e inspirarse con los bosques donde crecen hadas y ninfas, sin embargo, al llegar a lo que se supone es un lugar tranquilo, la muerte violenta de uno de sus habitantes desconcertara a todo el pueblo.
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La vida secreta de la ultima wiccana de Gema Tacon
https://gigalibros.com/la-vida-secreta-de-la-ultima-wiccana.htmlCuando Iris murio Anastasia penso que no le quedaba nadie mas en el mundo. Conocer sus origenes la embarca en una loca mision suicida en busca de unos artefactos magicos para terminar con un mal que pretende aniquilar a todos los seres sobrenaturales del planeta, los mismos en los que jamas habia creido.
El peculiar aquelarre al que casi le habian obligado a pertenecer fue convirtiendose en su nueva familia y no tardaria mucho en ser capaz incluso de entregar su vida para protegerlos. Cada paso que da la hace mas conocedora de la verdad y comienza a entender por que Iris lo mantuvo en secreto. Todo en esta vida tiene consecuencias y el poder de tres es algo que a Anastasia se le grabara a fuego.
?Podra asimilar las muertes que estan por llegar?
En este libro encontraras la realidad de la religion wicca mezclada con fantasia y humor. Una historia que nos ensena el valor de la amistad y los peligros de una mala eleccion. -
Para siempre es demasiado tiempo de Camille Pagan
https://gigalibros.com/para-siempre-es-demasiado-tiempo.htmlCuando James Hernandez, un escritor de ficcion frustrado, conoce a la poetisa Louisa Bell, esta seguro de que ha encontrado a la mujer de su vida. Pero hay un pequeno problema: Lou es la prometida de su mejor amigo, Rob.
Decidido a quitarse a la joven de la cabeza, James se centra en su faceta de escritor. Sin embargo, con el paso de los anos, sus suenos parecen mas inalcanzables que nunca: no puede ni terminar su novela ni olvidar a la mujer de su amigo.
Pero una noche, el azar y la pasion cambiaran las vidas de James y Lou para siempre. -
Se busca Amante de Deborah Hale
https://gigalibros.com/se-busca-amante.htmlSingapur, junio de 1825 --?Asi que es esto? --apartandose un rebelde rizo caoba de los ojos, Bethan Conway se inclino hacia delante en el barco que se adentraba con ella y sus companeros en el puerto--. No es una ciudad muy grande, ?verdad? Una parte de ella estaba emocionada por haber llegado a su destino tras cinco meses de travesia a bordo, pero otra parte queria suplicarle al hombre que estaba al timon que le diera la vuelta al barco y pusiera de nuevo rumbo al mar. --Este lugar cabria sin problemas en el bolsillo de Newcastle --Ralph, el joven amigo de Bethan, miro a su alrededor, hacia la mezcolanza de construcciones que se alineaban a ambas orillas del rio. Algunas estaban construidas en madera, con grandes tejados de juncos, mientras que otras tenian muros blancos y estaban cubiertas por ordenadas filas de pulcras tejas rojas. --No lleva mucho tiempo construida, ?verdad? Le escuche decir al senor Northmore que no habia muchas cosas cuando sus companeros y el desembarcaron aqui seis anos atras. --A mi no me importaria que solo hubiera jungla --grazno Wilson Hall--. Estare encantado con tal de poder volver a poner los pies sobre suelo solido. !Pobre Wilson! Bethan recordo lo mareado que el y los otros tres muchachos de Durham habian estado al principio del viaje. Envidiaban su capacidad para mantener la comida en el cuerpo incluso con las peores condiciones meteorologicas, pero tambien estaban agradecidos. Si no les hubiera atendido tan bien cuando vomitaban y gemian en sus hamacas, tal vez algunos no se habrian recuperado. Durante los ultimos dias no habian hablado de otra cosa mas que de las ganas que tenian de llegar a su destino y empezar a trabajar en la compania de comercio Vindicara para Simon Grimshaw. Cada vez que escuchaba aquel nombre una oleada de bilis atravesaba a Bethan como un mareo tardio. Los muchachos habian sido contratados en las minas de carbon del norte de Inglaterra para trabajar para el senor Grimshaw, pero ella habia sido reclutada para casarse con el. Si no hubiera estado tan desesperada por alcanzar aquellas orillas tan distantes, nunca se habria comprometido con un desconocido. Pero estaba ansiosa por llegar alli enseguida, cuando todavia quedaba alguna leve esperanza de que alguien recordara que habia sido de su hermano y de su barco. En un principio, su matrimonio estaba demasiado lejano en el futuro como para que le pareciera real. Pero a medida que se acercaba, se iba preocupando mas. Cuando el barco entro en el embarcadero, Bethan aspiro con fuerza el aire calido en el que se mezclaba el olor del mar con un exotico aroma a cafe y especias. Habia dado su palabra. Ahora tenia que cumplirla y hacer todo lo posible por ser una buena esposa para el senor Grimshaw. Solo esperaba que su futuro marido no fuera demasiado viejo, demasiado feo o malhumorado. Apenas habian amarrado en la orilla cuando los muchachos de Durham saltaron a tierra en enjambre. Solo Wilson tuvo la educacion de darse la vuelta y ofrecerle a Bethan una mano para desembarcar, mientras los demas le preguntaban a todo aquel con el que se cruzaban como se llegaba al almacen de Vindicara. Habia mucha gente en el muelle en cuestion. Muchos hombres con el pecho desnudo del color de la madera de caoba, que llevaban turbantes blancos y telas de colores brillantes atadas alrededor de las piernas. Otros hombres de piel mas clara y ojos rasgados cargaban con sacos a la espalda. Llevaban puestos pantalones anchos y tunicas negras. Tenian la parte delantera de la cabeza afeitada completamente mientras que el cabello de la parte posterior estaba recogido en largas trenzas. Hombres altos con barba y turbantes blancos, que parecian sacados directamente de una historia biblica. Lo unico que aquella gente tan extrana tenia en comun era la dificultad para entender el fuerte acento del norte de Inglaterra de los companeros de Bethan. Tras un monton de gritos, gestos y senalamientos con el dedo, Ralph se giro hacia ella. --Creo que estan intentando decirnos que el almacen de Vindicara esta al otro lado del rio. --Alli hay un puente --Wilson senalo por encima del muelle, hacia un punto en el que el rio se estrechaba y un arco de madera conectaba los dos lados del puerto--. Podemos ir andando hasta alli. Los demas estuvieron de acuerdo y se pusieron en marcha al instante. Aunque Bethan se forzo a poner un pie delante del otro y sintio los zapatos extranamente pesados, no tardo mucho tiempo en ponerse a la altura de sus companeros. Los hombres que trabajaban en los muelles se giraban para mirarla cuando pasaba. ?Podria ser porque se habian dado cuenta de su parecido con un joven al que recordaban? La logica le decia que era poco probable. Su curioso interes se deberia probablemente al color de su piel, o al hecho de que fuera una mujer. Pero no le haria dano preguntar de todos modos, ?verdad? Habia ido hasta alli y habia vendido su libertad con la esperanza de encontrar la ultima familia que le quedaba en el mundo. Tenia que empezar por alguna parte. --Disculpe --se giro hacia un joven sonriente que llevaba unas calzas blancas y turbante--. Estoy buscando noticias sobre un tripulante del barco Dauntless, que llego a Singapur hace tres anos. ?Lo recuerda? El hombre sonrio todavia mas al responder en un idioma que ella no entendio. --Lo siento, no se que me quiere decir --Bethan sacudio la cabeza y se encogio exageradamente de hombros--. Ni siquiera sabia hablar muy bien ingles hasta el ano pasado. Y supongo que usted no sabe hablar gales. Se escucho otra voz con fuerte acento pero en ingles: --?Podria repetir a quien esta buscando, senorita? Bethan se giro ansiosa hacia la persona que hablaba, un hombre de ojos oscuros y almendrados que llevaba un enorme sombrero de paja. --Le agradeceria cualquier informacion que me pudiera dar. Se llama Hugh Conway. Es un poco mas alto que usted --alzo una mano para indicar la altura de su hermano, luego se echo el sombrero hacia atras para senalarse la cabeza--. Tiene el pelo de un color parecido al mio. Podria hacer algo mejor que describirle con gestos y palabras que el hombre tal vez no entenderia. Bethan echo la mano hacia atras y desabrocho el relicario de plata que era su posesion mas preciada. Lo abrio para mostrar el retrato en miniatura que albergaba dentro. --Este es el aspecto que tiene. Al menos la ultima vez que le vi. El pequeno retrato no era siquiera de Hugh, pero era lo mas parecido que tenia. Un brillo de interes alumbro los ojos del hombre mientras contemplaba el relicario. ?Reconoceria aquel joven y hermoso rostro? Si habia tan pocos europeos en Singapur como parecia, debian destacar y tal vez resultara facil recordarlos. --?Le ha visto? --pregunto--. Por favor, estoy ansiosa por saber de el. El hombre asintio lentamente. --Tal vez le haya visto. No estoy seguro. A Bethan le dio un vuelco el corazon. Ni en sus mas esperanzados suenos hubiera imaginado tener una pista sobre su hermano desaparecido tan pronto. --Estuvo en Singapur hace tres anos. Tengo una carta suya con sello postal de aqui. ?Sabe que fue de el o de su barco? El hombre arrugo la frente como si estuviera esforzandose por recordar donde y cuando habia visto aquel rostro. --?Puedo verlo mas de cerca? --Si, por supuesto --Bethan le puso el relicario en las manos--. Ojala tuviera un retrato mas grande que pudiera ensenarle. Una pequena multitud se habia congregado a su alrededor mientras hablaban. De pronto alguien le dio un golpecito a Bethan en el hombro por atras. ?Habria reconocido otra persona a Hugh viendo de lejos la miniatura? ?O recordaria su nombre? Se dio la vuelta y solo se encontro con un grupo de rostros inexpresivos que la miraban fijamente. --?Tiene algo que decirme alguno de ustedes? --pregunto--. ?Han visto a Hugh Conway? ?Recuerdan su barco? Ninguno de ellos replico, solo sonreian con gesto atontado. --Creen que es divertido tomarle el pelo a una extranjera, ?verdad? --les espeto Bethan--. Veo que hay cosas que son iguales en todas partes. Con un resoplido indignado, se volvio hacia su informador. Para entonces ya habria tenido tiempo de sobra para estudiar el parecido. Pero cuando miro a su alrededor, lo unico que vio del hombre fue la parte de atras de su destenida tunica azul desapareciendo entre la multitud. --!Vuelva aqui! --grito yendo tras el--. !Al ladron! !Tiene mi relicario! !Que alguien le detenga, por favor! Pero en el muelle no parecia haber nadie dispuesto a ayudarla. De hecho, todo lo contrario. Los hombres que se habian echado a un lado para dejar escapar al ladron volvieron a colocarse al instante en el camino de ella, dificultando el proposito de seguirlo. --!Wilson! !Ralph! --exclamo, aunque sabia que sus companeros de viaje debian estar demasiado lejos como para oirla. No se atrevio a detenerse para buscarlos por temor a perder de vista al hombre que le habia robado el relicario. --!Por favor! --exclamo--. Puede quedarse con la cadena, !pero dejeme el retrato! Vio por el rabillo del ojo el puente, y confio en que el ladron tomara aquel camino y tal vez adelantara a sus amigos. Pero se dirigio a una concurrida calle situada en la otra direccion, con Bethan siguiendole sin aliento. Tras cinco meses a bordo de un barco, no estaba acostumbrada a correr, y menos con un calor tan asfixiante. La desesperacion la empujo a seguir hacia delante. El ladron se metio por una calle lateral. Bethan llego justo a tiempo para verle entrar en la boca de un callejon. Para cuando logro llegar al punto en el que le habia visto desaparecer, resollaba por la falta de aire y tenia las mejillas rojas. El hombre sin duda se habria esfumado, dejandola sin saber por donde se habia escapado. Pero no. Cuando miro hacia el callejon, alli estaba, dirigiendose hacia ella con total descaro. Plantandose frente a el, Bethan le hizo una sena para que se detuviera. --Quiero recuperar mi retrato. Vamos, para usted no tiene ningun valor. El hombre torcio el gesto, como si fuera ella la que habia hecho algo malo. Murmuro una respuesta en su idioma. --!Hace unos minutos podia hablar ingles sin problemas! --grito Bethan--. ?O se le ha olvidado todo mientras salia huyendo con mi posesion? El gesto del hombre se convirtio en una mueca de desprecio cuando paso por delante de ella. --!Oh, no! --se le agarro a la manga--. No voy a volver a perseguirle por las calles otra vez con este calor. !Devuelvame el retrato! Zafandose con brusquedad de su agarre, el hombre solto una riada de palabras que Bethan no fue capaz de entender, pero sabia reconocer la rabia violenta cuando la oia. Aquel era el hombre que le habia robado el relicario, ?verdad? Tal vez tuviera los pomulos un poco mas altos y el rostro algo mas delgado. --Le... le pido disculpas si le he confundido con otra persona --senalo hacia el callejon--. Otro hombre entro corriendo alli. Me ha robado una cosa. ?Ha visto por donde ha ido? El hombre le solto mas palabras malsonantes. Bethan se dio cuenta de pronto de que no estaba sola. Estaba rodeada por una docena de hombres, todos mal vestidos, todos mirandola de un modo que le provoco escalofrios en la espina dorsal. ?Correria el peligro de desaparecer en aquel puesto fronterizo como le habia sucedido a su hermano? Y si asi fuera, ?le importaria a alguien lo suficiente como para ir en su busca? --La pimienta y la nuez moscada se venden a sesenta y cinco reales de a ocho los sesenta kilos --le reformo Simon Grimshaw al capitan sueco al que acababa de comprarle una carga de hierro--. No las encontrara mas baratas en ningun otro comerciante de la ciudad. La situacion de Java ha obligado a todo el mundo a subir los precios. El curtido sueco torcio el gesto. --Tal vez me lleve mi hierro a Batavia y comercie directamente con el duque para comprarle a el las especias.
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Sone con demonios de Monse Santiago
https://gigalibros.com/sone-con-demonios.htmlRecuerdo perfectamente el momento en el que decidi que queria ser enfermera. Tenia diez anos y me habian ingresado en el hospital por una infeccion renal. Jamas habia estado tan mala como para acudir a un hospital y de repente ahi estaba, compartiendo habitacion con otros tres ninos y tremendamente asustada. Entonces ella entro en mi habitacion. Recuerdo que era rubia, pero no su nombre; llevaba un pijama verde, diferente al blanco que llevaban las demas, y bordado en el bolsillo de la camisa lei DUE. Ella fue la que me puso la via periferica, me tranquilizo y me explico que estar alli seria divertido para mi, porque no iria al cole y haria amigos nuevos. Yo la miraba fijamente. Me tenia completamente cautivada; a pesar de haberme pinchado, en poco tiempo habia conseguido hacerme sentir mejor, parecia increible: hacia unos minutos mi cuerpo temblaba por la fiebre y los nervios y ella, una persona a la que no conocia de nada y que habia entrado a hacerme dano, supo calmarme y darme paz. --?Que significa DUE? --le pregunte a mi madre. --Es la enfermera, carino --me respondio. --Pues quiero ser como ella, quiero ser enfermera y conseguir que gente que esta malita como yo se sienta mejor gracias a mi. Aquel 12 de marzo de 2020, a pesar de que la vida me hubiera llevado a estar siete anos apartada de la enfermeria, ese sentimiento seguia vivo dentro de mi y me hizo armarme de valor para llamar al Hospital La Paz, que al parecer estaba totalmente colapsado, y ofrecerme para ayudar. Me incorpore el dia 16, tan nerviosa que temblaba. Tenia miedo a no estar a la altura, tenia miedo a cometer un error, tenia miedo a ser mas un estorbo que una ayuda y tenia miedo a encontrarme con el virus de frente. Y entonces la vi. Fue la primera cara que me recibio en la tercera planta de Traumatologia del Hospital La Paz, que se asemejaba mas a un campo de batalla que a lo que yo recordaba como una planta de hospital. --Soy Monse, la supervisora, ?eres una de las enfermeras nuevas? --Si --le conteste y acto seguido, sin dejarle anadir nada mas, le dije que llevaba siete anos sin trabajar. Dejo entonces la planilla de la planta que la estaba volviendo loca, parecia estar haciendo malabares por la cantidad de bajas, y me miro fijamente como si no entendiera nada. --Yo ahora trabajo de otra cosa, no de enfermera --le dije--, pero me dijeron que los hospitales estaban colapsados y he venido a ayudar. En ese momento me volvio a mirar fijamente a los ojos y creo que fue consciente de mi estado de nervios. Dejo el boligrafo con el que estaba cambiando turnos y me dijo: --No te preocupes, ahora te voy a llevar con una enfermera, pegate a ella y ayuda en lo que puedas, estate tranquila, ellas te van a guiar. Dicen que si observas bien a lo largo de tu vida, consigues ver los mismos ojos en diferentes personas y los ojos de Monse eran familiares para mi, ya los habia visto. De nuevo vino a mi cabeza aquella imagen que me inspiro con diez anos. Monse me cautivo desde el momento en que cruce la puerta de su despacho: reconoci los ojos de una persona fuerte, compasiva, inteligente y empatica, cualidades que me mueven por dentro y que admiro profundamente. Creo que no fue casualidad que la vida me llevara el 16 de marzo a la tercera planta de Traumatologia del Hospital La Paz, donde encontre a Monse, e igualmente creo que no fue casualidad que ella, unos meses antes de la llegada del covid-19, sonara premonitoriamente con demonios. ANGELA ROZAS SAIZ <
> @MADAMEDEROSA (INSTAGRAM) Capitulo 1 El sueno No se bien como he llegado hasta aqui..., pero me encuentro inmersa en un lugar inhospito, oscuro y tenebroso, lleno de almas que no conozco, con caras cansadas, tristes, grises, llenas de sufrimiento. El lugar no invita para nada a la diversion, y desde luego nadie rie. Caminamos como automatas, en silencio, sin saber a donde vamos, vacios, sin pensar en nada... Se oye un grito desgarrador y todo se pone en movimiento. Cada uno huye por donde puede, en un caos desolador, intentando salvar su propia vida. Parece un bombardeo en una guerra. Ayudo a levantarse a algunos sin exito. Pesan demasiado y he perdido la fuerza para moverlos. Aun asi, continuo intentandolo. No los relaciono ni con mi familia, ni con amigos, ni con nadie conocido, pero se me rompe igualmente el corazon al verlos tan fragiles. Llega un momento en que tengo que dejarlo todo y correr sola como nunca lo habia hecho, porque unos seres indescriptibles reparan en mi existencia y me persiguen sin piedad por todo ese mundo indefinible. Salto, corro, casi vuelo, me resbalo y caigo, y con gran esfuerzo me levanto. Intento gritar pidiendo ayuda, pero no consigo emitir ningun sonido. Mi voz es inaudible porque mi garganta esta bloqueada. Las piernas flaquean, incapaces por la fatiga. La respiracion se entrecorta, el corazon se me acelera, me duele hasta el alma de tanta agitacion. Cuando me derrumbo de cansancio y estan a punto de pillarme, vuelvo a recuperar mis fuerzas y sigo corriendo, nerviosa y asustada. Consigo esquivarlos en varias ocasiones y con miedo, mucho miedo, me escondo y... logro ver sus rostros. Ahora si, ahora si que he podido chillar fuerte, gritar de terror, soltar mis emociones... !!!!!!!RIIIINNNNNNNNNGGGG!!!!!!! * * * No puedo precisar que dia ocurrio esto, pero una manana me despierto sobresaltada, nerviosa, asustada, con palpitaciones que me dejan durante unos segundos sin capacidad de reaccion. Pienso que todavia estoy dentro..., ?dentro de que? Ah, si, logro centrarme: es una pesadilla, un mal sueno. Pero no es real, nada de lo que he sentido es real, me digo para tranquilizarme. Voy a la ducha mas calmada, pero todavia con una sensacion desagradable, con mal cuerpo. Mientras me arreglo, recuerdo que me perseguian unos seres feos, con las caras llenas de bultos, como bubas, que las hacian inhumanas y grotescas, y al recordarlas me hacen estremecer de miedo. En ningun momento nadie los nombro ni ellos me hablaron, pero tuve claro desde el principio que esos horribles seres eran demonios que pudrian todo lo que tocaban a su alrededor. Me persiguieron y acosaron con burlas, con el proposito de aduenarse de todo y de todos... y de mi. Me escondia y aparecian con esos rostros oscuros que me provocaban terror y hacian que estuviera en constante huida. Como en las peliculas, el protagonista lo pasa mal, queda muy tocado, pero al final siempre se salva. Y yo era la protagonista de mi sueno en el que sufri, pase miedo, pero no pudieron lograr lo que pretendian. No le hubiera dado mayor importancia a este hecho si no fuera porque poco despues lo relacione con lo que la vida nos puso delante. Nunca he sido de las que creen que los presagios oniricos se cumplen, pero este mio no me cabe duda de que fue una premonicion que vaticino todo lo que despues sucederia. -
Corredora del Desierto de Dawn Chapman
https://gigalibros.com/corredora-del-desierto.htmlAcompana a Maddie Vies en su peligrosa aventura a traves del desierto de Maicreol. En plena temporada de cria del tromoal, la corredora contara con la ayuda de su fiel vehiculo Hog para cruzar sus peligrosos territorios de caza. Y no lo hara sola. Tendra que aprender a dejar de lado sus instintos y confiar en un visitante, Alex, que cumple un papel fundamental para poder cumplir con su mision. Juntos atravesaran el caluroso desierto para llegar a Port Troli y entregar un importante paquete, ademas de informacion muy valiosa para la politica de las ciudades.
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La mujer del pelo rojo de Orhan Pamuk
https://gigalibros.com/la-mujer-del-pelo-rojo.htmlLa nueva novela del Premio Nobel Orhan Pamuk.
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La Fragilidad de los Cuerpos de Sergio Olguin
https://gigalibros.com/la-fragilidad-de-los-cuerpos.htmlUn conductor de trenes se suicida y deja una carta en la que pide perdon por su responsabilidad en la muerte de cuatro personas. Las ambiguas referencias a un nino entre las victimas llaman la atencion de Veronica Rosenthal, la implacable redactora de la revista Nuestro Tiempo. Periodista de raza, apasionada defensora de la verdad y la justicia, fumadora empedernida, con especial debilidad por las bebidas alcoholicas y los hombres casados, Veronica no detendra su investigacion ante nada. Mucho menos ante los criminales y politicos corruptos con los que tendra que enfrentarse. Pero Veronica descubrira mucho mas que una trama siniestra: se enfrentara al lado mas oscuro de sus deseos junto a Lucio, un maquinista dispuesto a seguirla en los laberintos de un juego sadomasoquista de imprevisibles consecuencias. Una trama policial de ritmo trepidante, una historia de amor loco y un universo de personajes inolvidables, en la que los cuerpos --amados, perdidos, asesinados-- ocupan un lugar preponderante.
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El duque del cielo de R.m. De Loera
https://gigalibros.com/el-duque-del-cielo.htmlMirela Imamovic conocio el significado de la intolerancia cuando apenas era una nina y la guerra estallo en Bosnia y Herzegovina, lo que era la antigua Yugoslavia.
Veintitres anos despues ella es una de las mejores controladoras aereas del mundo. Esa pasion por el cielo le nacio quizas por todas las mudanzas que enfrento junto a sus padres. Mirela amaba observar a los aviones surcar los aires. Una especie de hoguera incendiaba su corazon.
Su vida tomo un nuevo rumbo hacia unos meses cuando fue juez de los preliminares en el festival de acrobacias que se celebraba en la ciudad de Gothenburg en Suecia. Alli se reencontro con el. el duque de Gotland. Lo dirigio durante unas inundaciones en Croacia, si bien, nunca se vieron. Durante el festival el piloto y ella se quedaron solos y hablaron de su amor por los aviones y el cielo hasta que fueron interrumpidos por un militar. El imam de Brcko, el padre de Mirela, los caso una semana despues. Su amor era como un cuento de princesas. -
El premio de Brenda Joyce
https://gigalibros.com/el-premio.html“Devlin O'Neill, celebre capitan de la Marina Real britanica, vive consumido por el deseo de destruir al conde de Eastleigh, el hombre que asesino brutalmente a su padre. Tras llevarlo al borde de la ruina, aguarda el momento de asestarle el golpe de gracia. Y su oportunidad se presenta en forma de una impetuosa joven americana, sobrina del conde, que esta dispuesta a hacer estallar en llamas su vida fria y calculadora.
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Medias verdades de Lisa Unger
https://gigalibros.com/medias-verdades.htmlLa periodista Ridley Jones recibe un dia la visita del FBI y una desagradable sorpresa: en varias de las fotografias que ha tomado durante sus vacaciones, aparece siempre un misterioso personaje confundido entre la multitud. El fantasma de su tio Max Smiley, su padre biologico, el hombre al que quiso toda su vida y que demostro tener un lado oscuro y criminal, vuelve a acecharla. Lo sorprendente es que Max esta muerto y la propia Ridley vio quemar su cuerpo? De nuevo, su fragil mundo se desmorona y deja a la vista una realidad demasiado cruel para creerla. Y, como antes, sabe que ha de seguir intentado descubrir la verdad? aunque le cueste la vida.
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Si manana muero de Eugenio Fuentes
https://gigalibros.com/si-manana-muero.htmlRuben es un joven pintor ilusionado porque en 1936 logra su primera exposicion en Madrid y, ademas, vender de inmediato su mejor cuadro. Pero no se espera la afrenta del comprador, un tal Jeronimo de las Hoces, que acaba quemando la obra en su presencia. El estallido de la guerra lo precipita todo. Destinado al Servicio de Propaganda, Ruben conoce a Marta Medina, una violista que estudia en el conservatorio, y a su companero Marcelo. Junto con otros milicianos, los tres acabaran destinados al frente de Extremadura, a Breda, una poblacion importante y de valor estrategico, porque podria detener el avance de los militaresgolpistas, que pretenden unir la zona sur de la Peninsula con la bolsa del norte. Pero en Breda tambien reside un extrano terrateniente aficionado al arte que, enfermo de melancolia, ha construido un tumulo misterioso, un monumental mausoleo en memoria de su esposa fallecida.Entretanto, las historias de algunos de los habitantes de Breda, de sus humillaciones y traiciones, se entrecruzan con las vidas de los militares que llegan de Madrid, y con el destino de los falangistas joseantonianos dispuestos a hacer meritos.
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Se alquila habitacion de Anne Aband
https://gigalibros.com/se-alquila-habitacion.html -
Carvalho. Problemas de identidad de Carlos Zanon
https://gigalibros.com/carvalho-problemas-de-identidad.htmlSin saber bien como ni por que, Carvalho anda desgarrado entre Barcelona y Madrid. En Barcelona le quedan los restos de su tribu y el despacho en el que sigue trabajando. En Madrid anda perdido en el laberinto de una mujer casada con un prohombre de la politica nacional, y que le ha desestabilizado mas de lo que consiguio nadie antes. Quiza se esta haciendo viejo o le asaltan -como al propio pais- problemas de identidad a todos los niveles: ?quien eres, Carvalho?, ?que quieres?, ?que buscas? Estamos en 2017 y las placas tectonicas de la sociedad parecen moverse de un modo inedito. Los problemas de siempre, la desaparicion de una prostituta o una vieja amiga que acude en busca de ayuda por un sangriento crimen familiar. En lo personal, la complicidad con Biscuter pasa por horas bajas, y su salud no es la mejor noticia del momento.
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Una dulce herencia de Elena Bargues
https://gigalibros.com/una-dulce-herencia.htmlSantander. Verano, 1918. Una abuela desconocida. Oscuros secretos familiares. Un amor poco adecuado.
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No eras tu, es el de Angel Curt
https://gigalibros.com/no-eras-tu-es-el.htmlUn amor al limite de lo prohibido, donde la lujuria y la pasion juegan un rol protagonico al correr los capitulos.
Ella, debe darse cuenta que su esposo y la vida que escogio no era su verdadero destino. Sin embargo lo mas dificil de ello fue darse cuenta que el amor no estaba tan lejos. El hermano de su esposo era todo lo que ella podia sonar en un hombre, protector, honesto y sensual. Ser juzgada por un divorcio no era parte del sueno, pero hay cosas que no se pueden evitar... y enamorarse es una de ellas. -
Una muerte merecida de Peter Swanson
https://gigalibros.com/una-muerte-merecida.htmlMatar es facil, cualquiera puede hacerlo. Pasa constantemente, en un arrebato de furia la mujer mata al marido o viceversa.
Pero matar sin que te pillen, eso es lo realmente dificil. Por suerte, Lily cree haber encontrado la solucion.
Sin cuerpo no hay asesinato. Sin cuerpo, un muerto se convierte en un desaparecido.
No es que Lily encuentre placer en ello, aunque tampoco siente remordimientos; hay personas en el mundo que merecen morir y hay asesinos que merecen salirse con la suya. Asi de simple, piensa en la gente que muere en un huracan, solo que el huracan que encontraran Ted, el marido, Miranda, la mujer, y Brad, el amante, se llama Lily.
?Crees que puedes entender a un asesino? Cuidado, Lily puede acabar convenciendote. -
La senora Harris en Nueva York de Paul Gallico
https://gigalibros.com/la-senora-harris-en-nueva-york.htmlLa senora Ada Harris y la senora Violet Butterfield, que vivian respectivamente en los numeros 5 y 9 de Willis Gardens Street, en el barrio londinense de Battersea, se estaban tomando la taza de te de todas las noches en el pisito de la primera de ellas, una casa pulcra y adornada con flores, en el semisotano del numero 5. La senora Harris era senora de la limpieza, de ese tipo robusto y tipico de Londres que se pasa el dia yendo de un lado a otro dispuesta a adecentar la ciudad mas grande del mundo; su amiga de toda la vida y companera del alma, la senora Butterfield, era cocinera por horas y tambien limpiaba. Las dos atendian a una elegante clientela de Belgravia, donde corrian diversas aventuras a lo largo de la jornada, enterandose tambien de algun que otro chisme interesante de los excentricos personajes para los que trabajaban. Por las noches se juntaban para tomar una ultima taza de te y contarse esos chismes. La senora Harris rondaba los sesenta anos, era baja y enjuta, tenia unas mejillas que parecian manzanas glaseadas y unos ojillos traviesos. Aunque tenia un lado muy eficiente y pragmatico, tendia a idealizar las cosas, al optimismo y a ver la vida muy simplificadamente, en blanco o negro. La senora Butterfield, tambien de unos sesenta anos, era una mujer rechoncha, sinuosa y temerosa, de un pesimismo absoluto, que imaginaba que todo el mundo, ella incluida, vivia siempre al borde del desastre. Estas dos buenas senoras eran viudas desde hacia muchos anos. La senora Butterfield tenia dos hijos casados, y ninguno de ellos la ayudaba a mantenerse, cosa que no le extranaba; le habria sorprendido que lo hubieran hecho. La senora Harris era madre de una hija casada que vivia en Nottingham, a la que escribia todos los jueves por la noche. Las dos llevaban una vida provechosa, ocupada e interesante, se brindaban apoyo fisico y espiritual, y se consolaban en su soledad. Habia sido la senora Butterfield quien, al ocuparse temporalmente de los clientes de la senora Harris, habia hecho posible que esta cogiera un avion a Paris con el emocionante y romantico objetivo de comprarse un vestido de Dior, un trofeo que ahora colgaba de su armario y que le recordaba a diario lo maravillosa y trepidante que puede ser la vida para alguien con un poco de energia, tenacidad e imaginacion. Comodas y a gusto en el pulcro piso de la senora Harris, bajo el resplandor de la pantalla de la lampara, con la caliente y fragante tetera debajo de la funda amarilla y florida que la senora Butterfield le habia tejido por Navidad, las dos mujeres se contaban los acontecimientos del dia. La radio estaba encendida y de ella salia una serie de ruidos horribles atribuibles a la grabacion hecha por un tal Kentucky Claiborne, cantante estadounidense de musica hillbilly. [?]Y le dije a la condesa: <
> -contaba la senora Harris[?]. Que tacana es esa mema. < >, me contesto, <>. !Que nos sirva un ano mas! Cada vez que toco el condenado trasto, me suelta una descarga que me baja hasta los pies. Le he dado un ultimatum. < > [?]declaro. Echar las llaves de un piso por la ranura de un buzon era la forma clasica en que una senora de la limpieza anunciaba su dimision. La senora Butterfield le dio un sorbo al te. [?]No lo comprara -aseguro en tono sombrio[?]. Conozco a las personas como ella. Todo el dinero se lo gastan en si mismas, lo demas les da igual. Desde el altavoz de la pequena radio de mesa, Kentucky Claiborne cantaba entre gemidos: Adios con un beso, mi mustang querido, adios con un beso a lo que hemos sido. Los malos me han pegado un tiro, me temo que he sido abatido. Adios con un beso, mi mustang querido. [?]!Buf! -exclamo la senora Harris[?]. Ya no aguanto mas esos quejidos. Tesoro, quita eso, por favor. Obedientemente, la senora Butterfield se inclino y apago la radio mientras comentaba: [?]Hay que ver la pena que da que al hombre le peguen un tiro y luego quiera darle un beso a su caballo. Ahora nunca sabremos si llega a hacerlo. Sin embargo, si llegaron a enterarse, ya que por lo visto los vecinos eran grandes seguidores del cantante de baladas norteamericano, y todo el folletin de tragedias y amores del Lejano Oeste se filtro por las paredes. Otro ruido distinto llego a la cocina en la que estaban las dos mujeres: un leve golpe seco y despues un aullido de dolor, tras los cuales el volumen de la radio subio enseguida para que el punteo de la guitarra y los grunidos nasales de Kentucky Claiborne tapasen los sollozos. Las dos senoras se irguieron inmediatamente, con un gesto triste y muy preocupado. [?]Que gentuza -susurro la senora Harris[?], estan volviendo a zurrar al pobre Henry. [?]Ay, pobre criatura -dijo la senora Butterfield, y anadio[?]: Ya no le oigo. [?]Por eso han subido la radio. Ada se acerco a un punto de la pared en el que era evidente que antes habia una compuerta y en el que el tabique era mas fino, y lo golpeo fuertemente con los punos. Casi en el mismo momento le contestaron con los mismos golpes. Acerco la boca al tabique y grito: [?]Oigan, dejen de pegar al nino. ?Quieren que llame a la policia? La respuesta del otro lado de la pared fue clara y concisa: [?]Vayase a freir esparragos -le espeto una voz masculina[?]. ?Quien esta pegando a nadie? Las dos mujeres esperaron cerca del tabique, angustiosamente atentas, pero no oyeron nuevos sintomas de sufrimiento, y al poco tambien perdio intensidad el ruido de la radio. [?]!Que gentuza! -repitio la senora Harris[?]. El caso es que no le pegan lo bastante fuerte para dejar marcas, porque si no podriamos llamar a la Sociedad Nacional para la Prevencion de la Crueldad contra los Ninos. Manana les dire muy claro lo que pienso. La senora Butterfield aseguro, abatida: [?]No servira de nada, despues se desquitaran con el y ya esta. Ayer le di un trozo de bizcocho que me habia sobrado de la merienda. Madre mia, como se abalanzaron sobre el esos mocosos de los Gusset, se lo quitaron antes de que pudiera llevarselo a la boca. De pronto aparecieron dos lagrimas de frustracion y rabia en los ojos azules de la senora Harris, que solto una retahila de palabras muy malsonantes e irreproducibles para describir a los vecinos, la familia Gusset. La senora Butterfield le dio unos golpecitos en la espalda a su amiga y dijo: [?]Vamos, vamos, querida, no te alteres. Es una pena, pero ?que podemos hacer? [?]!Algo! -respondio la senora Harris con ahinco. Luego repitio[?]: Algo. Es que no lo aguanto. Es un chiquillo adorable. -Le aparecio un brillo en la mirada[?]. Seguro que si yo fuera a Estados Unidos podria encontrar a su padre sin demasiadas complicaciones. En algun sitio tiene que estar, ?no? Sufriendo mucho por su pequeno, sin duda. El rostro regordete de la senora Butterfield adopto un gesto de espanto, la papada se le empezo a agitar y sus labios, a temblar. [?]Ada -dijo con voz tremula[?], no estaras pensando en viajar a Estados Unidos, ?verdad? Recordaba muy bien que, en una ocasion anterior, a la senora Harris se le habia metido entre ceja y ceja que lo que mas deseaba en el mundo era un vestido de Dior, y que despues se habia tirado dos anos apretandose el cinturon y ahorrando; luego habia cogido un avion a Paris y habia vuelto triunfante con el vestido. A la senora Butterfield le causo gran alivio ver que lo que su amiga era capaz de hacer tenia un limite, ya que esta anadio, apenada: [?]Pero ?como iba a hacerlo? Aunque esto me parte el corazon. No aguanto ver como maltratan a un nino. Esta tan flaco que no puede ni tenerse en pie. Todo Willis Gardens conocia la historia del pequeno Henry Brown y los Gusset, una tragedia de la epoca posterior a la guerra que, desgraciadamente, se repetia demasiadas veces. En 1950, George Brown, un joven piloto norteamericano destinado en alguna base aerea, se habia casado con una joven camarera del pueblo mas cercano, una tal Pansy Cott, con la que habia tenido un hijo llamado Henry. Cuando, al acabar su periodo de servicio, a George Brown lo volvieron a enviar a Estados Unidos, la mujer se nego a acompanarlo, se quedo en Inglaterra con el nino y exigio una manutencion. Brown regreso a su pais y fue mandando el equivalente a dos libras semanales para el cuidado del pequeno. Tambien se divorcio de su mujer. Pansy y Henry se trasladaron a Londres, donde ella encontro trabajo y tambien conocio a otro hombre, que mostro interes por el matrimonio. Sin embargo, no queria tener nada que ver con el nino, y el precio que puso para convertir a Pansy en una mujer decente fue que se desembarazara de el. Ella no tardo en dejar al pequeno Henry, que por aquel entonces tenia tres anos, en casa de una familia apellidada Gusset, que vivia en Willis Gardens y que ya tenia seis hijos; se caso con su novio y se mudo a otra localidad. A lo largo de tres anos, la libra semanal que Pansy habia acordado pagar a los Gusset para que se ocuparan del pequeno Henry (con lo que claramente se sacaba una libra de beneficio) no dejo de llegar, y el nino, aunque tampoco es que se atiborrase de comida gracias a semejante opulencia, no vivia en condiciones mucho peores que los hermanos Gusset. Pero un dia la libra no llego, y a partir de entonces no volvio a hacerlo. Pansy y su nuevo marido se habian esfumado y no hubo modo de dar con ellos. Los Gusset tenian una direccion del padre, George Brown, en Alabama. Una carta que mandaron a estas senas, en la que pedian dinero, les fue devuelta con una inscripcion sellada que decia < >. La familia se percato de que no podia deshacerse del nino, y a partir de entonces las cosas se pusieron feas para Henry. Desde ese momento, en el barrio quedo claro que los Gusset, que ya tenian fama de ser una familia parecida a los Juke, 1 estaban tomando represalias contra el nino. Henry se convirtio en gran motivo de preocupacion para las dos viudas que vivian a izquierda y derecha de los Gusset, pero sobre todo para la senora Harris, a quien conmovia el infeliz chiquillo, legalmente huerfano, cuya desgracia se le aparecia en suenos por las noches y tambien en sus ensonaciones diurnas. Si los Gusset lo hubieran tratado con mayor brutalidad, la senora Harris podria haber tomado alguna medida inmediata y drastica en cooperacion con la policia. Pero los vecinos eran demasiado listos para hacer algo asi. Nadie sabia a ciencia cierta a que se dedicaba el padre para mantener a la familia, pero su actividad se desarrollaba en el Soho, a veces de noche, y en general se opinaba que estaba relacionada con algo turbio. Fuera cual fuera esa actividad, se sabia que a los Gusset les inquietaba en especial llamar la atencion de la policia, y por lo tanto, en lo que respectaba al pequeno Henry, cumplian la ley al pie de la letra. Estaban muy al tanto de que, cuando habia un nino de por medio, la policia solo podia actuar en casos de crueldad extrema y visible. Nadie podia decir con exactitud hasta que punto el chico pasaba hambre o se le infligian lesiones. Pero la senora Harris sabia que habian convertido su vida en un infierno continuo de raciones escasas, bofetones, golpes, pellizcos e insultos, con los que los Gusset se vengaban de el por la desaparicion del dinero. Henry era el criado y la victima de esta desastrada familia, y cualquiera de los seis hijos, cuatro chicos y dos chicas entre los tres y los doce anos, podia darle patadas, pellizcarlo y ofenderlo con impunidad. Aunque lo peor de todo era que el nino se estaba criando sin amor ni carino de ninguna clase. Al contrario: lo odiaban, y esto era lo que mas dolia tanto a la senora Harris como a la senora Butterfield. La senora Harris tambien habia recibido bastantes golpes; en su mundo eran algo que se esperaba y se aceptaba, pero ella era de naturaleza calida y acogedora y habia conseguido criar a una hija; lo que veia del nino de al lado y del trato que recibia empezo a causarle un dolor y una inquietud continuos, a convertirse en algo que siempre le rondaba la cabeza, de lo que nunca se olvidaba del todo. Muchas veces, cuando, en consecuencia con su caracter, estaba contenta, animada, sin preocupaciones y entregada por completo al trabajo, a sus clientes y a sus amigos, se acordaba de pronto y con gravedad de la desgracia del pequeno Henry. Entonces se sumia en una de sus ensonaciones, de esas que en torno a un ano antes la habian llevado a emprender la gran aventura de su vida en Paris. La nueva ensonacion tenia el tono de las historias romanticas a las que era muy aficionada, y que leia en las revistas que muchas de sus clientas le pasaban cuando ya las habian terminado. La opinion de la senora Harris, trasladada a sus ensonaciones, era que Pansy Cott, o fuera cual fuera ahora su nuevo apellido, era la mala de la historia; Brown, el piloto desaparecido, el heroe; y el pequeno Henry, la victima. Entre otras cosas, estaba convencida de que el padre seguia manteniendo al nino, y de que Pansy se quedaba con el dinero. Todo era culpa de Pansy: ella se habia negado a acompanar a su marido a Estados Unidos, que era lo que le dictaban sus obligaciones de mujer casada; ella habia apartado a Brown del nino; ella, para contentar a un novio, habia colocado al chiquillo en casa de esa monstruosa familia; y, por ultimo, ella se habia esfumado con el botin y habia abandonado al pequeno a su espantosa suerte. George Brown, por otro lado, era uno de esos hombres nobles por naturaleza; seguramente, en los anos transcurridos se habia hecho rico, que era lo tipico en Estados Unidos. A lo mejor se habia vuelto a casar, a lo mejor no, pero se hallara donde se hallara estaria anorando a su Henry perdido. Esta valoracion de George Brown se basaba en lo que la senora Harris habia visto de los soldados estadounidenses destinados en Inglaterra, que siempre le habian parecido simpaticos, de buen corazon, generosos y especialmente carinosos y atentos con los ninos. Recordaba que, durante la guerra, nunca habian dejado de compartir su racion de dulces con los chiquillos que vivian en las inmediaciones de sus bases. Tendian a ser ruidosos, gritones, fanfarrones y derrochadores, pero, cuando se les acababa conociendo, en el fondo eran mas buenos que el pan. Evidentemente, tambien eran las personas mas ricas del mundo; la senora Harris erigio una especie de palacio de fantasia en el que en esos momentos debia de estar viviendo George Brown, y donde el pequeno Henry tambien podria estar disfrutando de lo que le correspondia por derecho de nacimiento, si su padre estuviera al tanto de sus desventuras. No le cabia la menor duda de que, si de un modo u otro pudiera encontrar al senor Brown y ponerle al corriente de la situacion, este haria acto de presencia, tras haber viajado en un avion a reaccion mas veloz que el sonido, para recuperar a su hijo y alejarlo de la tirania y la esclavitud a que lo tenian sometido los espantosos Gusset. Solo hacia falta que un hada madrina tirara levemente de los hilos del Destino y pusiera el mecanismo en marcha. Tanto le afectaban los padecimientos del pequeno Henry que no tardo en considerar que ella era esa hada madrina. En esa ensonacion, de un modo u otro, se trasladaba a los formidables Estados Unidos de America, donde, gracias a una mezcla de astucia y suerte, encontraba casi enseguida al desaparecido George Brown. Mientras la senora Harris le contaba la historia del nino, el padre empezaba a llorar, y, cuando ella terminaba, el ya estaba sollozando sin freno. < > Era una ensonacion muy feliz. Sin embargo, como se ha dicho antes, la senora Harris no era unicamente dada a construir castillos en el aire. Era realista, pragmatica, y sabia perfectamente cual era la situacion del pequeno Henry y de los Gusset; tambien, que nadie habia podido localizar al padre, a lo que se sumaba el hecho de que tampoco nadie lo habia intentado de veras. Por debajo de esos suenos estaba la certeza creciente de que, si se le presentaba la ocasion, trataria de encontrarlo; una certeza a la que no restaba la menor intensidad la circunstancia de que solo supiera de el que se llamaba George Brown y habia sido miembro de las Fuerzas Aereas de Estados Unidos. II En el fondo de su corazon, la senora Harris sabia muy bien que, para ella, un viaje a Estados Unidos era tan improbable como uno a la luna. Era verdad que habia llegado a cruzar el canal de la Mancha, y que gracias a los aviones el oceano Atlantico solo era una masa de agua que se podia sobrevolar a toda velocidad, pero las consideraciones practicas de los gastos, la manutencion, etcetera, hacian que un viaje asi le resultara inalcanzable. Habia conseguido ir a Paris y materializar su sueno despues de dos anos de ahorros y economias, pero ese esfuerzo habia sido de los que se hacen una vez en la vida. Ahora era mayor y consciente de que ya no se veia capaz de intentar reunir la cantidad necesaria de libras para financiar semejante expedicion. Tambien era verdad que l'af aire Dior se habia iniciado porque habia ganado cien libras en una quiniela de futbol, sin las cuales quiza no habria llegado a emprender la tarea de ahorrar otras trescientas cincuenta. Seguia jugando a las quinielas, pero sin la honda conviccion gracias a la cual a veces la fortuna sonrie. Y sabia perfectamente que ese tipo de rayo nunca caia dos veces en el mismo sitio. Sin embargo, en el mismo momento en que al pequeno Henry, silenciado por los espantosos aullidos de Kentucky Claiborne, lo estaban zurrando en la cocina del numero 7 de Willis Gardens, y mientras lo mandaban a la cama mal alimentado una noche mas, el Destino ya estaba preparando el terreno para un cambio asombroso que iba a producirse no solo en la vida del nino, sino tambien en la de Ada Harris y la senora Butterfield. No se obro ningun milagro, ni hubo nada sobrenatural; solo paso que dos grupos de hombres se reunieron frente a frente en una mesa de direccion de la sala de juntas y reuniones de un gigantesco estudio de Hollywood, de cine y television, a nueve mil quinientos kilometros de distancia, mientras se lanzaban miradas asesinas con toda la mala fe que pueden llegar a albergar unos hombres codiciosos, enzarzados en una lucha por el poder. Despues de siete horas, ciento tres cafes y cuarenta y dos Havana Perfectos, la maldad de las miradas no se habia atenuado, pero la batalla habia terminado. Se envio un cablegrama que tuvo consecuencias directas e indirectas en la vida de un extrano conjunto de personas, algunas de las cuales ni habian oido hablar de la North American Pictures and Television Company Inc. Entre los clientes a cuya casa la senora Harris < > no solo con regularidad sino tambien con entusiasmo, pues tenia sus preferencias, estaban el senor Joel Schreiber y su mujer, que vivian en un piso de seis habitaciones en la ultima planta de una de las casas reformadas de Eaton Square. Joel y Henrietta Schreiber eran una pareja de estadounidenses, de mediana edad y sin hijos, que llevaban tres anos instalados en Londres, donde el senor Schreiber trabajaba de representante y director de distribucion en Europa de la North American Pictures and Television Company. Habia sido gracias a la bondad de Henrietta Schreiber como la senora Harris habia podido cambiar sus libras, que tanto le habia costado ganar, por los necesarios y exportables dolares que le habian permitido pagar el vestido de Dior en Paris. Ni una ni otra habian tenido la menor idea de que al hacerlo estaban violando la ley. Tal como lo veia la senora Schreiber, ?acaso no iban a seguir las libras estando con ella en Inglaterra, sin salir del pais, que era lo que querian los britanicos? Tambien es cierto que la senora Schreiber era una de esas personas aturulladas que nunca llegan a entender del todo como funcionan las cosas, o como deben funcionar. Con la ayuda diaria y los consejos de la senora Harris, la mujer habia llegado a acostumbrarse a llevar una casa en Londres, a ir de compras por Elizabeth Street y a cocinar ella sola, mientras, gracias a la energica aparicion de Ada dos horas al dia, su piso estaba impoluto. Era muy probable que, si surgian contratiempos o un cambio repentino, a la senora Schreiber le diera un ataque. Al ser una persona que, antes de instalarse en Inglaterra, se habia visto obligada a aguantar al tipo de servicio domestico disponible en Hollywood y Nueva York, Henrietta era una ferviente admiradora de la rapidez, eficiencia y facilidad para que el polvo desapareciera de la senora Harris, y, sobre todo, de su capacidad de lidiar con casi cualquier situacion que se presentase. Joel Schreiber, como el soldado raso de Napoleon que portaba una vara de mariscal en el macuto, llevaba en el maletin un sello de presidente de una gran empresa imaginaria. Era un tenaz hombre de negocios que habia ido ascendiendo en la North American Pictures, que habia pasado de recadero a su puesto actual, pero siempre en el ambito ejecutivo; tambien tenia aspiraciones vinculadas a las artes y las letras, y sonaba con lo que haria si fuera presidente de la North American, una posibilidad tan remota que ni siquiera llegaba a comentarla con su Henrietta. El puesto que ocupaba el senor Schreiber no llevaba a la presidencia, ni a la creacion de estrategias, ni a reuniones con las grandes y medianas estrellas del sector del cine y la television. No obstante, cuando termino la reunion en Hollywood mencionada anteriormente y se mando el cablegrama, este tuvo como destinatario nada mas y nada menos que a Joel Schreiber, con las instrucciones de que trasladara tanto su despacho como su domicilio a Nueva York para ejercer durante cinco anos de presidente de la North American Pictures and Television Company Inc. Dos facciones de poder que luchaban por el control de la empresa, ninguna de las cuales era lo bastante fuerte para imponerse a la otra, proximas al agotamiento, habian accedido al fin a nombrar a Schreiber, un candidato inesperado y ajeno a ambas; por consenso, acabaron convirtiendolo en presidente de la North American. Despues del cablegrama que Schreiber recibio en su despacho esa tarde, se produjeron conferencias telefonicas, milagrosas conversaciones en < > celebradas con oceanos y continentes de por medio, en las que cinco personas (una en Londres, dos en California, dos en Nueva York) hablaron por telefonos distintos y lo hicieron como si todas estuvieran en la misma sala, y cuando el senor Schreiber, un hombrecillo fornido de mirada inteligente, llego a casa a ultima hora de esa tarde, estaba que no cabia en si por la ilusion y las noticias. No pudo contenerse, lo solto todo de golpe en cuanto cruzo la puerta. [?]Henrietta, !lo he CONSEGUIDO! Tengo que contarte una novedad, una importante. Soy presidente de la North American Pictures, !soy el responsable de todo! Van a ponerme una oficina en Nueva York. Tenemos que irnos dentro de dos semanas. Vamos a vivir en un piso enorme de Park Avenue, la empresa ya me ha buscado uno; es un atico, un duplex. Henrietta, ahora soy el mandamas. ?Que te parece? Formaban una pareja carinosa y afectuosa, asi que en primer lugar se abrazaron; a continuacion, el senor Schreiber dio unos pasos de baile con Henrietta, hasta que ella empezo a jadear mientras su corpulento y acogedor cuerpo se agitaba. [?]Te lo mereces, Joel -le dijo[?]. Lo tendrian que haber decidido hace mucho tiempo. Entonces, para tranquilizarse y ordenar las ideas, se acerco a la ventana y contemplo la sosegada y arbolada sombra de Eaton Square, con la calzada que la atravesaba por la mitad, y con una punzada penso en cuanto se habia acostumbrado a esa vida apacible, cuanto le habia gustado, y cuanto habia temido que la volvieran a llevar al barullo y el ritmo frenetico de Nueva York. Schreiber se paseaba entusiasmado por la casa, incapaz de sentarse, mientras docenas de pensamientos, grandes emociones e ideas nuevas, relacionados con su nueva posicion superior, le venian a la cabeza; de pronto se detuvo y solto: [?]Henrietta, si hubieramos tenido un hijo, ?no habria estado orgulloso de su padre ahora mismo? La frase se le clavo a la mujer en el corazon, donde se quedo temblando como un dardo lanzado a una diana. Sabia que aquello no pretendia ser un reproche, porque su marido no era un hombre de esos; eran palabras que solo surgian de las ganas que el habia sentido tanto tiempo de ser padre, ademas de marido. Y, ahora que de un dia para otro se habia convertido en alguien importante, ella entendia que ese deseo hubiera cobrado mayor intensidad. Cuando se aparto de la ventana, tenia lagrimas al borde de los ojos y solo pudo decir: [?]Ay, Joel, pero que orgullosa estoy de ti. El vio enseguida que la habia herido; se acerco a ella, le paso un brazo por los hombros y le dijo: [?]Oye, Henrietta, no me malinterpretes. No te eches a llorar. Somos una pareja muy afortunada. Ahora somos importantes. Piensa en lo bien que lo vamos a pasar en Nueva York, en las cenas que vas a organizar para un monton de gente famosa. Como suele decirse, seras la anfitriona perfecta, ya lo veras. -
La vida es un cuento de Alejandro Jodorowsky
https://gigalibros.com/la-vida-es-un-cuento.htmlJodorowsky revisa y amplia su libro de cuentos El tesoro de la sombra, dandole nuevas dimensiones y practicamente duplicando el volumen.
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Mi propio demonio de Iris Montes Meseguer
https://gigalibros.com/mi-propio-demonio.htmlMI PROPIO DEMONIO.
Adam es un demonio superior cansado de tantos anos de existencia. Pasa casi todas las tardes componiendo y tocando musica que desea que suene el dia de su muerte.
Lorena es un intento de escritora que pasa los dias en su nuevo vecindario intentando concentrarse, y lo haria, de no ser porque su vecino resulta ser un musico loco.
Ella ira a plantarle cara y pedirle el cese inmediato de su actividad.
El conocera a una chica, ajena a su mundo, que no sabe que es y que le amenazara con cosas tan humanas que le producira mas de una carcajada.
?Que pasara cuando ella se convierta en un estorbo? ?Y si la nueva vecina fuera demasiado escandalosa y pusiera en peligro un mundo que era silencioso desde tiempos inmemorables? -
Seis patas, dos amigos de Emilio Ortiz
https://gigalibros.com/seis-patas-dos-amigos.htmlEl perro, el mejor amigo del hombre, ha influido de manera notable en grandes personajes del poder, la ciencia, la politica y la literatura. Sin la compania de estos seres peludos, la historia de la humanidad hubiera sido muy distinta.
Seis patas, dos amigos, el nuevo libro de Emilio Ortiz, nos acerca a la sabiduria canina, que mezcla inteligencia, instinto y su capacidad de aprender del ser humano todo lo bueno y practicamente nada de lo malo.
Un libro tierno hecho a la medida de los amantes de los animales. -
La ventana de la vida de Leonor Sanchez
https://gigalibros.com/la-ventana-de-la-vida.htmlEl dia a dia de Gabi transcurre entre su taller de costura y la casa donde vive con sus padres. Su mayor preocupacion es proteger a su madre de un padre alcoholico.
Sin apenas vida social, un dia se arma de valor y decide salir con sus dos unicas amigas; Alice y Rose. Esa noche su vida cambiara por completo. Descubrira la amistad, sentir que forma parte de algo y el sufrimiento. Descubrira el amor y los celos junto a Dani.
Paralela a su historia de amor, transcurren las historias de las personas que les rodean. -
La bahia de los suspiros (Los Guardianes 2) de Nora Roberts
https://gigalibros.com/la-bahia-de-los-suspiros-los-guardianes-2.htmlSegundo libro de la <
>. -
Un asunto de honor de Arturo Perez Reverte
https://gigalibros.com/un-asunto-de-honor.htmlEra la mas linda Cenicienta que vi nunca. Tenia dieciseis anos, un libro de piratas bajo la almohada y, como en los cuentos, una hermanastra mala que habia vendido su virginidad al portugues Almeida, quien a su vez pretendia revendersela a don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego. --Un dia vere el mar --decia la nina, tambien como en los cuentos, mientras pasaba la fregona por el suelo del puticlub. Y sonaba con un cocinero cojo y una isla, y un loro que gritaba no se que murga sobre piezas de a ocho. --Y te llevara un principe azul en su yate --se le choteaba la Nati, que tenia muy mala leche --. No te jode. El principe azul era yo, pero ninguno de nosotros lo sabia, aun. Y el yate era el Volvo 800 Magnum de cuarenta toneladas que a esas horas conducia el que suscribe por la nacional 435, a la altura de Jerez de los Caballeros. Permitan que me presente: Manolo Jarales Campos, veintisiete anos, la mili en Regulares de Ceuta y ano y medio de talego por dejarme liar bajando al moro y subir con lo que no debia. De servir a la patria me queda un diente desportillado que me partio un sargento de una hostia, y del Puerto de Santa Maria el tabique desviado y dos tatuajes: uno en el brazo derecho, con un corazon y la palabra Trocito, y otro en el izquierdo que pone: Naci para haserte sufrir. La s del haserte se la debo a mi tronco Paco Seisdedos, que cuando el tatuaje estaba con un colocon tremendo, y claro. Por lo demas, el dia de autos yo habia cumplido tres meses de libertad y aquel del Volvo era mi primer curro desde que estaba en bola. Y conducia tan campante, oyendo a los Chunguitos en el radiocassette y pensando en echar un polvo donde el portugues Almeida, o sea, a la Nati, sin saber la que estaba a punto de caerme encima. El caso es que aquella tarde, dia de la Virgen de Fatima --me acuerdo porque el portugues Almeida era muy devoto y tenia un azulejo con farolillo a la entrada del puticlub--, aparque la maquina, meti un paquete de Winston en la manga de la camiseta, y salte de la cabina en busca de un alivio y una cerveza. --Hola, guapo --me dijo la Nati. Siempre le decia hola guapo a todo cristo, asi que no vayan ustedes a creer. La Nati si que estaba tremenda, y los camioneros nos la recomendabamos unos a otros por el VHF, la radio que sirve para sentirnos menos solos en ruta y echarnos una mano unos a otros. Habia otras chicas en el local, tres o cuatro dominicanas y una polaca, pero siempre que la veia libre, yo me iba con ella. Quien la tenia al punto era el portugues Almeida, que la quito de la calle para convertirla en su mujer de confianza. La Nati llevaba la caja y el gobierno del puticlub y todo eso, pero seguia trabajando porque era muy golfa. Y al portugues Almeida los celos se le quitaban contando billetes, el hijo-puta. --Te voy a dar un revolcon, Nati. Si no es molestia. --Contigo nunca es molestia, guapo. Lo que son es cinco mil. Vaya por delante que de putero tengo lo justo. Pero la carretera es dura, y solitaria. Y a los veintisiete tacos es muy dificil olvidar ano y medio de ayuno en el talego. Tampoco es que a uno le sobre la viruta, asi que, bueno, ya me entienden. Una alegria cada dos o tres semanas viene bien para relajar el pulso y olvidarse de los domingueros, de las carreteras en obras y de los picoletos de la Guardia Civil, que en cuanto metes la gamba te putean de mala manera, que si la documentacion y que si el manifiesto de carga y que si la madre que los pario, en vez de estar deteniendo violadores, banqueros y presentadores de television. Que desde mi punto de vista son los que mas dano hacen a la sociedad. Pero a lo que iba. El caso es que pase a los reservados a ocuparme de la Nati, le llene el deposito y sali a tomarme otra cerveza antes de subirme otra vez al camion. Yo iba bien, aliviado y a gusto, metiendome el faldon de la camiseta en los tejanos. Y entonces la vi. Lo malo --o lo bueno-- que tienen los momentos importantes de tu vida es que casi nunca te enteras de que lo son. Asi que no vayan a pensar ustedes que sonaron campanas o musica como en el cine. Vi unos ojos oscuros, enormes, que me miraban desde una puerta medio abierta, y una cara preciosa, de angel jovencito, que desentonaba en el ambiente del puticlub como a un cristo pueden desentonarle un rifle y dos pistolas. Aquella chiquilla ni era puta ni lo seria nunca, me dije mientras seguia andando por el pasillo hacia el bar. Aun me volvi a mirarla otra vez y seguia alli, tras la puerta medio entornada. --Hola --dije, parandome. --Hola. --?Que haces tu aqui? --Soy la hermana de Nati. Cono con la Nati y con la hermana de la Nati. Me la quede mirando un momento de arriba abajo, flipando en colores. Llevaba un vestido corto, ligero, negro, con florecitas amontonadas, y le faltaban dos botones del escote. Pelo oscuro, piel morena. Un sueno tierno y quinceanero de esos que salen en la tele anunciando compresas que ni se mueven ni se notan ni traspasan. O sea. Lo que en El Puerto llamabamos un yogurcito. O mejor, un petisuis. --?Como te llamas? Me miraba los tatuajes. Manolo, respondi. --Yo me llamo Maria. Hostias con Maria. Vete largando, Manolin, colega, pero ya mismo, me dije. --?Que haces? --pregunto. --Guio un camion --dije, por decir algo. --?Adonde? --Al sur. A Faro, en Portugal. Al mar. Mi instinto taleguero, que nunca falla, anunciaba esparrame. Y como para confirmarlo aparecio Porky al otro lado del pasillo. Porky era una especie de armario de dos por dos, una mala bestia que durante el dia oficiaba de conductor en la funeraria Hasta Luego y de noche como vigilante en el negocio del portugues Almeida, donde iba a trabajar con el coche de los muertos por si habia alguna urgencia. Grande, gordo, con granos. Asi era el Porky de los cojones. --?Que haces aqui? --Me pillas yendome, colega. Me pillas yendome. Cuando volvi a mirar la puerta, la nina habia desaparecido. Asi que salude a Porky --me devolvio un grunido--, fui a endinarme una birra Cruzcampo y un cafe, le di una palmadita en el culo a la polaca, eche una meada en los servicios y volvi al camion. Los faros de los coches que pasaban me daban en la cara, trayendome la imagen de la nina. Eran las once de la noche, mas o menos, cuando pude quitarmela de la cabeza. En el radiocassette, los Chunguitos cantaban Punos de acero: De noche no duermo de dia no vivooo… Abri la ventanilla. Hacia un tiempo fresquito, de puta madre. Me estoy volviendo loco, maldito presidiooo… Hice diez kilometros en direccion a Fregenal de la Sierra antes de oir el ruido mientras cambiaba de cassette. Sonaba como si un raton se moviera en el pequeno compartimento con litera que hay para dormir, detras de la cabina. Las dos primeras veces no le di importancia, pero a la tercera empece a mosquearme. Asi que puse las intermitencias y aparque en el arcen. --?Quien anda ahi? La que andaba era ella. Asomo la cabeza como un ratoncito asustado, jovencita y tierna, y yo me senti muy blando por dentro, de golpe, mientras el mundo se me caia encima, cacho a cacho. Aquello era secuestro, estupro, vaya usted a saber. De pronto me acorde de la Nati, del portugues Almeida, del careto de Porky, del coche funebre aparcado en la puerta, y me vinieron sudores frios. Iba a comerme un marron como el sombrero de un picador. --?Pero donde crees que vas, tia? --Contigo --dijo, muy tranquila--. A ver el mar. Llevaba en las manos un libro y a la espalda una pequena mochila. Las rafagas de faros la iluminaban al pasar, y en los intervalos solo relucian sus ojos en la cabina. Yo la miraba desconcertado, alucinando. Con cara de gilipollas. 2. Un fulano cojo y un loro El camion seguia parado en el arcen. Pasaron los picoletos con el pirulo azul soltando destellos, pero no se detuvieron a darme la barrila como de costumbre. Que si los papeles y que si ojos negros tienes. Algun desgraciado acababa de romperse los cuernos un par de kilometros mas arriba, y tenian prisa. --Dejame ir contigo --dijo ella. --Ni lo suenes --respondi. --Quiero ver el mar --repitio. --Pues ve al cine. O coge un autobus. No hizo pucheros, ni puso mala cara. Solo me miraba muy fija y muy tranquila. --Quieren que sea puta. --Hay cosas peores. Si las miradas pudieran ser lentas, diria que me miro muy despacio. Mucho. --Quieren que sea puta como Nati. Paso un coche en direccion contraria con la larga puesta, el muy cabron. Los faros deslumbraron la cabina, iluminando el libro que ella tenia en las manos, la pequena mochila colgada a la espalda. Note algo raro en la garganta; una sensacion extrana, de soledad y tristeza, como cuando era crio y llegaba tarde a la escuela y corria arrastrando la cartera. Asi que trague saliva y movi la cabeza. --Ese no es asunto mio. Tuve tiempo de ver bien su rostro, la expresion de los ojos grandes y oscuros, antes de que el resplandor de los faros se desvaneciera. --Aun soy virgen. --Me alegro. Y ahora bajate del camion. --Nati y el portugues Almeida le han vendido mi virgo a don Maximo Larreta. Por cuarenta mil duros. Y se lo cobra manana. Asi que era eso. Lo digeri despacio, sin agobios, tomandome mi tiempo. Entre otras muchas casualidades, ocurria que don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego, era dueno de medio Jerez de los Caballeros y tenia amigos en todas partes. En cuanto a Manolo Jarales Campos, el Volvo no era mio, se trataba del primer curro desde que me dieron bola del talego, y bastaba un informe desfavorable para que Instituciones Penitenciarias me fornicase la marrana. --Que te bajes. --No me da la gana. --Pues tu misma. Puse el motor en marcha, di la vuelta al camion y desanduve camino hasta el puticlub del portugues Almeida. Durante los quince minutos que duro el trayecto, ella permanecio inmovil a mi lado, en la cabina, con su mochila a la espalda y el libro abrazado contra el pecho, la mirada fija en la raya discontinua de la carretera. Yo me volvia de vez en cuando a observarla de reojo, a hurtadillas. Me sentia inquieto y avergonzado. Pero ya diran ustedes que otra maldita cosa podia hacer.--Lo siento --dije por fin, en voz baja. Ella no respondio, y eso me hizo sentir peor aun. Pensaba en aquel don Maximo Larreta, canalla y vulgar, enriquecido con la especulacion de terrenos, el negocio de la construccion y los chanchullos. Desparramando billetes convencido, como tantos de sus compadres, de que todo en el mundo --una mujer, un ex presidiario, una nina virgen de dieciseis anos-- podia comprarse con dinero. Deje de pensar. Las luces del puticlub se veian ya tras la proxima curva, y pronto todo volveria a ser como antes, como siempre: la carretera, los Chunguitos y yo. Le eche un ultimo vistazo a la nina, aprovechando las luces de una gasolinera. Mantenia el libro apretado contra el pecho, resignada e inmovil. Tenia un perfil precioso, de yogurcito dulce. Cuarenta mil cochinos duros, me dije. Perra vida. Detuve el camion en la explanada frente al club de alterne y la observe. Seguia mirando obstinada, al frente, y le caia por la cara una lagrima gruesa, brillante. Un reguero denso que se le quedo suspendido a un lado de la barbilla. --Hijoputa --dijo. Abajo debian de haberse olido el asunto, porque vi salir a Porky, y despues a la Nati, que se quedo en la puerta con los brazos en jarras. Al poco salio el portugues Almeida, moreno, bajito, con sus patillas rizadas y sus andares de chulo lisboeta, el diente de oro y la sonrisa peligrosa, y se vino despacio hasta el pie del camion, con Porky guardandole las espaldas. --Quiso dar un paseo --les explique. Porky miraba a su jefe y el portugues Almeida me miraba a mi. Desde lejos, la Nati nos miraba a todos. La unica que no miraba a nadie era la nina. --Me joden los listos --dijo el portugues Almeida, y su sonrisa era una amenaza.
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Atlantida de David Wood
https://gigalibros.com/atlantida.html?Cual es la verdadera historia detras del legendario continente perdido de la Atlantida y que poder ejercen los atlantes? Cuando la arqueologa Sofia Perez descubre los restos de una ciudad atlante, involuntariamente le da a Dominio el poder de rehacer el mundo segun su propio diseno. Desde las profundidades del Caribe hasta las calles de Paris, a las islas japonesas y mas alla. Unase a los ex marines de la armada que se convirtieron en cazadores de tesoros, Dane Maddock y “Bones” Bonebrake, en una carrera para detener a Dominio de desatar su mayor amenaza en la mas emocionante aventura, !Atlantida!
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El jardin de los ciervos de Patricio Sturlese
https://gigalibros.com/el-jardin-de-los-ciervos.htmlUna novela de aventuras e intrigas por el autor de la superventas El inquisidor.
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Una historia negra de Antonella Lattanzi
https://gigalibros.com/una-historia-negra.htmlEmpieza el juicio a una mujer
que es un juicio a todas las mujeres.
Nadie te ha contado esta historia asi. -
Dos historias para no dormir de Stephen King
https://gigalibros.com/dos-historias-para-no-dormir.htmlUn grupo de chicos y chicas sale a navegar en una balsa sobre un pacifico lago, donde una oscura mancha viscosa los acosa; en la carcel, un interno tiene extranas pesadillas en las que aparece una mujer que le atrae y repele a la vez, porque se convierte en una inmensa rata. Dos cuentos ineditos del gran maestro del terror, un terror que se instala en situaciones cotidianas con total familiaridad. Una realidad sobrenatural que traspasa los limites de lo fantastico para infiltrarse en nuestras vidas y sembrar la angustia en las noches de insomnio.
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El acuerdo de Liss Moura
https://gigalibros.com/el-acuerdo.htmlSoy un espiritu libre, no dejare que ningun hombre me domestique. Si todas mis amigas se casan no significa que yo tenga esa misma necesidad. El amor siempre termina mal y no expondre a mi corazon a ello.
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Y si tu me recuerdas (Alana 2) de Iris Romero Bermejo
https://gigalibros.com/y-si-tu-me-recuerdas-alana-2.htmlSegunda entrega de la trilogia <
> de Iris Romero Bermejo. -
Dejame quererte de Bel Diciembre
https://gigalibros.com/dejame-quererte.html -
Conjuro de luz de V.e. Schwab
https://gigalibros.com/conjuro-de-luz.htmlVivi lo que el destino les depara a tus amados heroes. y enemigos.
El equilibrio de poder finalmente se ha roto. La precaria estabilidad entre los Londres finalmente ha llegado a su punto de quiebre. La oscuridad ha proyectado sus sombras sobre el Imperio Maresh, alguna vez vibrante con la vivacidad roja de la magia. ?Aprovechara otro Londres para resurgir?
?Quien caera? Kell, que creyo ser el ultimo Antari vivo, comienza a flaquear bajo la presion de lealtades rivales. Frente a la tragedia, ?podra sobrevivir Arnes?
?Quien se alzara? Lila Bard, alguna vez una ladrona comun -pero jamas corriente-, ha sobrevivido y se ha vuelto cada vez mas fuerte al atravesar una serie de combates magicos. Pero ahora debera aprender a controlar la magia, antes de que esta pueda consumirla. Mientras tanto, el desprestigiado capitan del Aguja Nocturna, Alucard Emery, reune a su tripulacion y juntos emprenden una carrera contra el tiempo para conseguir lo imposible.
?Quien tomara el control? Ademas, un viejo enemigo regresa a reclamar la corona, mientras un heroe caido intenta salvar a un mundo de la descomposicion. -
Dulce Carolina de Lidia Paez
https://gigalibros.com/dulce-carolina.htmlDesde que Diego la abandona sin ningun tipo de explicacion, Carolina vive dedicada a su profesion y a Martin, su sobrino. La reposteria es su vida y, junto a su hermana y su padre, regenta la pasteleria familiar que abrio su abuelo hace mas de cincuenta anos.
En el edificio en el que vive, y tras un tiempo sin inquilinos, se instala en el piso de arriba un chico que le llama la atencion. Alto, moreno y sonriente, tiene pinta de arrasar alla por donde pasa. ?Como se llama? ?A que se dedica? ?Tiene pareja?
En la intimidad de su habitacion, Carolina fantasea con tener a su vecino bajo sus sabanas, pero ?que pasara cuando se de cuenta de que las fantasias pueden hacerse realidad? -
Despiertame con un beso, Clara Albori de Clara Albori
https://gigalibros.com/despiertame-con-un-beso-clara-albori.htmlNerea, una mujer insegura que no confia en los hombres. Hugo, un hombre mujeriego que jamas se ha enamorado. Tres amigas muy liantas y dos cincuentones muy celestinos. ?A que esperas para descubrirlos?
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El ultimo riesgo (Match Point 1) de Kristel Ralston
https://gigalibros.com/el-ultimo-riesgo-match-point-1.htmlColette esta cansada de ser la oveja negra de su familia, es decir, el proyecto fallido del prestigioso matrimonio Kessler. Ahora, mas que nunca, esta dispuesta a demostrar su valia profesional como periodista. Cuando le llega una oportunidad laboral, acepta jugarselo todo. Pero no cuenta con reencontrarse con la unica persona capaz de confundirla lo suficiente para echar por tierra su determinacion de alejarse de aquello que todos llaman tentacion. Sin embargo, lo mas dificil sera lidiar con un gran secreto que llegara para desequilibrarla, dejandola confusa y vulnerable.
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Somos dos diamantes en el universo de Gema Martin Munoz
https://gigalibros.com/somos-dos-diamantes-en-el-universo.htmlPrimera parte de la bilogia #Diamantes.
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Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1), Priscila S de Priscila S
https://gigalibros.com/hasta-que-el-camino-se-acabe-bilogia-amame-1-priscila-s.htmlLa amistad de anos entre dos familias, rota. Un secreto que marcara, no solo su destino, sino tambien el de sus hijos. Pero la enemistad existente entre ellos y todo lo que hicieron para que no se conocieran, no sera suficiente cuando la vida tiene el camino escrito para ellos.
Anos despues, las familias vuelven a encontrarse. ?Que ocurrira cuando sus hijos se vean las caras por primera vez? ?Habra, entre ellos, mucho mas?
?Podra mas el amor que el odio?
Romance e intriga son los ingredientes principales de esta novela.
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No sin ti de Africa Huertas
https://gigalibros.com/no-sin-ti.htmlEn ocasiones cuando pierdes a alguien importante la vida se detiene, todo cambia de rumbo, todo pierde valor. Cuando sientes un vacio tan inmenso que no puedes respirar, seguir… y entonces sucede. Sucede sin mas. La vida te da una segunda oportunidad para continuar, para valorar lo que habias olvidado.
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Espiando a mi vecina por la ventana de Devora Mela
https://gigalibros.com/espiando-a-mi-vecina-por-la-ventana.htmlMariana acaba de mudarse a una nueva ciudad, y desde la gran ventana en su habitacion puede ver el apartamento del edificio de al lado. Una noche se queda pegada a su ventanal espiando el intenso encuentro sexual de su vecina, deseando que a ella le hicieran lo mismo.
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Redencion de Fernando Gamboa
https://gigalibros.com/redencion.htmlLa nueva novela de uno de los autores espanoles mas leidos en todo el mundo.
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Pide un deseo de Lana Fry
https://gigalibros.com/pide-un-deseo.htmlNuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
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Una Propuesta casi Indecente – Mia del Valle de Mia Del Valle
https://gigalibros.com/una-propuesta-casi-indecente-8211-mia-del-valle.html?Cual seria, la situacion limite por la cual venderias tu alma al diablo?
?El amor tiene precio?
Victoria y Federico entraran en un juego de Caperucita y el Lobo, en el que las reglas y el orden de los factores, no alteraran el producto final.
Amor, dinero y un acuerdo, son piezas claves en esta novela.
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No te apiades del Devorador de Lighling Tucker
https://gigalibros.com/no-te-apiades-del-devorador.htmlPixie Kendall Rey no esperaba que al llegar al hospital con su amiga Grace, que acababa de romper aguas, no la atendieran. Eso la obligo a recurrir al unico lugar al que su madre siempre le habia prohibido acudir: la base militar.
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Entre pleitos y zapatos (Lios legales 1) de Eneida Wolf
https://gigalibros.com/entre-pleitos-y-zapatos-lios-legales-1.htmlCuando un desconocido, por muy atractivo y sexy que sea, te besa en el ascensor, lo logico seria abofetearle, insultarle o huir. Pero, ?y si fuera tu jefe en practicas? ?Y si… quisieras repetir? La abogada con mas pares de zapatos y cafe en vena viene pisando fuerte.