rodolfo luna almeida
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rodolfo luna almeida - Rodolfo Luna Almeida
https://gigalibros.com/marinka-una-rusa-nina-vasca.htmlLa sirena del Habana pita dos veces en el muelle de Santurce y la chimenea lanza una fuerte bocanada gris. La nota, grave y sostenida, es la unica musica que hiere el silencio de la despedida. Aferrada a la baranda de cubierta, Marina siente que el alfiler de gancho que prende la tarjeta hexagonal de carton DEPARTAMENTO DE ASISTENCIA SOCIALDELPAIS VASCO – EXPEDICION A LA URSS – No 1391 atraviesa su tapadito, su blusa blanca y va a clavarse en el medio del corazon. Una arana negra y opresora se le instala en el pecho y en el pensamiento. La inocencia de sus diez anos, rasgada sin aviso por la guerra civil, no puede presentir que su vida estara signada por lo que se pierde, lo que naufraga tras la ultima espuma de la estela y queda para siempre en la distancia. Es sabado, 13 de junio de 1937. Va a cumplirse un ano del levantamiento militar contra la Republica, en julio de 1936, frustrado en las principales ciudades de la peninsula pero que ha hecho pie en las provincias mas conservadoras y en los territorios coloniales espanoles de Marruecos, al norte de Africa. Los sublevados confiaban en apoderarse de Madrid y otras ciudades rapidamente y los ha sorprendido una fuerte resistencia popular, de los sindicatos y partidos de izquierda, que han enfrentado a los golpistas con las armas arrebatadas en los cuarteles rebeldes, sobrepasando las vacilaciones del gobierno republicano e incluso las de sus propios dirigentes y han formado milicias obreras por toda Espana. El fracaso inicial del golpe desata la guerra civil. La resistencia popular --particularmente en Cataluna-- deriva en insurreccion, como las de los campesinos y mineros asturianos de 1933 y 1934. Los trabajadores toman el control de numerosas industrias, abandonadas por sus patrones, quienes huyen a la zona controlada por los amotinados. Se colectivizan fabricas, fincas, transportes, el abastecimiento y otros servicios. El orden publico es asegurado por las milicias obreras, asi como el peso del enfrentamiento militar a los golpistas. Ante la crisis del gobierno civil y sus instituciones, el funcionamiento de la vida cotidiana queda en manos de los comites antifascistas, que son el verdadero gobierno en municipios y ciudades. En su lucha contra el alzamiento, los humildes de Espana ven llegada la hora de sacudirse siglos de explotacion e injusticias y arremeten contra los simbolos del poder: el Ejercito, los terratenientes, la Iglesia. Una revolucion social, con foco en Barcelona, atraviesa toda la peninsula. Los alzados, apoyados por las organizaciones paramilitares de la Falange fascista y el Requete carlista, los propietarios de tierras y la Iglesia catolica constituyen gobierno en Burgos y depositan el mando en manos del opaco general Franco luego de la muerte accidental del general Sanjurjo, lider original de los conjurados. En un par de meses, dominan la tercera parte del territorio nacional, una cuna recostada en la frontera con el Portugal fascista de Salazar que va desde Algeciras a La Coruna y que alcanza los Pirineos cortando en dos a la Espana republicana. Al norte queda aislada la franja cantabrica que componen Asturias, Santander, Vizcaya y Guipuzcua. Desde el centro hacia el levante --con Madrid, que tras rechazar varios ataques ha frenado a los sublevados en los suburbios de la ciudad-- el gobierno de la Republica controla Cataluna, Valencia, Murcia, Castilla la Nueva y una parte de Andalucia. La provincia de Vizcaya, bloqueada por mar y por tierra, resiste en el norte la ofensiva del ejercito franquista y es castigada sin piedad por su aviacion que busca destruir fabricas, estaciones, puertos, carreteras y por sobre todo la moral de roca del pueblo vasco. El 26 de abril de 1937, lunes de mercado en Guernica, los modernos bombarderos y cazas de la Legion Condor alemana experimentan las tacticas de bombardeo abierto e indiscriminado de ciudades. Como la Aviacion Legionaria Italiana en Durango un mes antes, en sucesivas oleadas lanzan bombas explosivas e incendiarias y ametrallan a mansalva a la indefensa poblacion que huye al monte para refugiarse. Una conmocion sacude a Euskadi. Su legendaria ciudad, al pie de cuyo roble los lehendakari juran sus fueros, arde entre escombros e incendios. Centenares de muertos y de heridos quedan en las calles. La denuncia de la barbarie recorre el mundo; los atacantes, cinicamente, adjudican la masacre a la propia Republica. En cielo iberico, el fascismo espesa las nubes que dos anos mas tarde descargaran su tormenta belica sobre toda Europa. La guerra, anunciada hace un ano por radio con estremecimiento de rayo, se ha convertido en una lluvia pertinaz, incesante, que permea toda cotidianeidad con su humedad de muerte, empapa la piel, los huesos y las conversaciones, las rutinas y los juegos. Bilbao esta en vigilia ante los bombardeos. Soldados del Euzko Gudarostea --el ejercito vasco-- y milicianos de la anarquista Confederacion Nacional del Trabajo-Federacion Anarquista Iberica (CNT-FAI) y de la socialista Union General de Trabajadores (UGT), cruzan las calles a toda hora hacia un frente cada vez mas cercano; ya se escucha el sordo tronar de la artilleria y los resplandores de las explosiones tras los montes que rodean la ciudad. Los edificios estan protegidos por sacos de arena, las luces reducidas al minimo por las noches. En las paredes, en el tranvia, en el mercado, los carteles convocan a la defensa, llaman a alistarse, a organizar la retaguardia. El bloqueo se hace sentir en la escasez de alimentos y de cualquier insumo. La vida ha cambiado brutalmente para todos los bilbainos, pero los ninos la sufren de manera especial. Muchos tienen al padre, al hermano, combatiendo en el frente. Muchos han quedado huerfanos. Las bombas han sepultado los dias de antes, pareciera que siempre han sido asi, como ahora. En el patio de la escuela, en las aceras del barrio, juegan a la guerra. Se dividen los bandos. Todos quieren estar en el bando republicano. Entonces, para poder armar un bando fascista, se sortea quienes son quienes. Con palos y maderas se improvisan fusiles y pistolas; con hojas de periodicos y cajas de carton, cascos y gorros militares; el empedrado es ya el campo de batalla de Guadalajara, ya el de Jarama, ya el de Madrid. Los vencedores dan paseo a los prisioneros, fusilados sobre las paredes de la escuela o en el muro de San Rafael. La recreacion de las escenas escuchadas en la mesa familiar, en los corrillos de esquina o vividas en estos largos meses, se supera en realismo. En los ultimos paseos, el nino que comanda el peloton de fusilamiento hace brotar cintas rojas cuando da el tiro de gracia al hijo de puta fascista o al sucio rojo, segun sea el caso. En los primeros meses de 1937, con las tropas de Franco cerrando el cerco sobre Bilbao, el gobierno autonomo de Euskadi decide evacuar a los ninos de entre 5 y 14 anos. Protege su futuro frente a los bombardeos cada vez mas frecuentes. Tras la salvaje destruccion de Guernica, el recrudecimiento de los ataques aereos a la capital y con los sublevados a punto de quebrar el Cinturon de Hierro --la linea de fortificaciones que protege Bilbao-- y emplazar sus canones en los cerros para disparar a voluntad sobre la ciudad, el padre de Marina, con el corazon en el puno, finalmente accede al pedido de evacuacion. Poner la vida de sus hijos a resguardo de las bombas pesa mas que separarse de ellos. Primero es Felix, el mayor, quien partio hacia Francia. Ahora es Marina la que prepara su maleta junto a la prima Emilia, la hija mayor de la hermana de su madre, quien ha venido de Asturias a la casa de la calle Zabala 25 piso segundo mano derecha, para ayudar al tio en la crianza de los ninos desde que enviudo hace ya cinco anos. --Te he puesto lo necesario de ropa y algo de comida para el viaje --Emilia intenta que su voz suene lo mas natural posible para no cargar a la nina con eso que le roe el alma desde la partida de Felix. --?Me estas escuchando, Chatilla? Carita ancha y proporcionada, frente limpia, dos gotas de miel que se alargan almendradas bajo unas cejas decididas, nariz pequena --Chatilla--, lacia melena castana peinada al costado con mono. Pequeno y fibroso, pura inquietud, su cuerpo gira y queda de espaldas a la ventana cuyos vidrios estan cruzados con cintas de papel engomado. --Si, Emilia. --Tienes una hogaza de pan, un poco de queso y un huevo duro --sabe que es insuficiente pero es todo lo que ha podido conseguir.-- Se obediente con los maestros y cualquier cosa que te haga falta se la pides a ellos. Tantas veces con su hermano han tenido que tomar el tranvia y llevarle el almuerzo a su padre a la fabrica de amianto donde trabaja. Lo han visto comer en silencio, las manos callosas desanudando el atado, cortando la txistorra con la navaja sobre la rebanada de pan, el humo que sube de la marmita de alubias hacia las pestanas blancas de amianto, el overol engrasado. Y ahora es la prima, que ha hecho de madre para ellos, la que prepara su atado de comida para el viaje. Los delgados dedos de Marina cierran la pequena maleta de carton entelado con refuerzos de cuero y remaches de bronce. Cuando la prima madre y la prima hija ajustan la correa, las manos enciman las manitos en un gesto que ambas quisieran eterno. Las calidas alas de una gallina abrazando el temblor de sus pollitos. --Ya es hora de partir --dice el padre quedamente mientras se pone el saco y se calza la boina; no quiere interrumpir el momento. Bajan los dos pisos por la escalera. Marina desliza su mano sobre la baranda; pareciera llevarse en la palma el recuerdo de la madera o tal vez dejar un rastro de su propio tacto para senalar el regreso. Cuando llegan a la puerta del edificio no mira hacia atras, aprieta fuerte la mano de su prima, el padre carga la maleta y salen. No han caminado una cuadra por Zabala hacia la calle de San Francisco cuando un toque estridente y fatal anuncia el ataque. Saben que cuando suenen las tres sirenas cortas apenas tendran tiempo de correr al refugio calle abajo siguiendo las vias del tren hasta el tunel, antes de que los Heinkel abran sus barrigas celesteblanquecinas pariendo el terror y la muerte. Los bombarderos alemanes e italianos vuelan cada vez mas bajo y a plena luz del dia ante la debil oposicion de la defensa antiaerea y la aviacion republicana. El terror es mayor cuando la ciudad esta en pleno movimiento. La alarma, las corridas, el silencio, el crescendo del ronroneo de los motores, las nubes breves de la artilleria pespunteando el cielo, el aullido de panico de los Stukas lanzados en picada, la jauria desatada de las bombas incendiarias buscando su presa, el aire que hace vacio en los oidos y en el alma, el estallido sordo primero e inmediatamente atronador del impacto, el suelo que tiembla, los olores del miedo, los incendios. Desde hace meses, casi diariamente, el bombardeo repite la misma secuencia. Para Marina cada vez tiene la fuerza de un nacimiento hacia atras. De la muerte a la vida. Del utero de piedra humedo y oscuro del refugio a la sobrevivencia. Entran al tunel al tiempo que la primera bomba impacta alla lejos hacia el lado de los astilleros.
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Rodolfo Luna Almeida | PlanetadeLibros
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El coleccionista de John Fowles
https://gigalibros.com/el-coleccionista.htmlFrederick Clegg es un hombre solitario y anodino que colecciona mariposas. Miranda Grey es una radiante e inteligente nina bien que estudia arte en Londres. Frederick, que admira a Miranda pero es incapaz de abordarla con normalidad, la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sotano en su propiedad, una trampa perfecta acondicionada como una jaula de oro. Fowles recrea un intenso duelo psicologico donde captor y prisionera intercambian papeles con refinamiento y crueldad, cada cual defendiendo sus propios objetivos: Miranda desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesion. El resultado es una novela magistral que, haciendo gala de un engranaje tan milimetrico como febril, ha sido leida por cientos de miles de lectores
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Amanecer (Sombra de vampiro 7) de Bella Forrest
https://gigalibros.com/amanecer-sombra-de-vampiro-7.html!La tan esperada conclusion del viaje de Derek y Sofia!
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Lola (Moteros 3) de Patricia Sutherland
https://gigalibros.com/lola-moteros-3.html.Porque, a veces, el amor llega cuando menos te lo esperas…
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Catarsis de Tamara Carrascosa
https://gigalibros.com/catarsis.htmlAlicia, maga de profesion, vive por y para los trucos de su espectaculo de magia. Despues de un desengano amoroso descubre, a traves de su mejor amiga Sofia, las novelas de la famosa escritora Eris Alhena y se aferra a ellas para resurgir de sus cenizas. Le sirven de punto de apoyo para levantarse y volver a caminar despues del duro golpe recibido con la traicion de Lilith. Tanto es asi, que la autora se convierte en su obsesion.
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La tierra desnuda de Rafael Navarro De Castro
https://gigalibros.com/la-tierra-desnuda.htmlManuel Vilas Decia Luis Bunuel que en su pueblo, en la provincia de Teruel, la Edad Media habia durado hasta bien entrado el siglo xx. Algo asi sucede en el escenario de esta novela, un lugar que puede ser casi cualquiera en la Espana interior. Alli nace, al mismo tiempo que la Segunda Republica, un nino llamado Blas. Y en el mismo lugar muere, ochenta anos despues, sin ser consciente de que se lleva a la tumba una forma de vida milenaria. El es el ultimo.
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El verano que aprendimos a volar, Silvia Sancho de Silvia Sancho
https://gigalibros.com/el-verano-que-aprendimos-a-volar-silvia-sancho.htmlAsier es un enigma. Atractivo, irreverente y descarado, es profesor de tenis durante el verano en un camping de la sierra de Madrid. El sitio perfecto donde esconderse de una realidad que le ha dado la espalda en el pasado.
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Hope de Wendy Davies
https://gigalibros.com/hope.htmlWendy Davies regresa al panorama de la literatura inspiracional con una novela que narra la historia de una nina diferente, un trasunto de Momo, una Matilda adolescente que tiene como complices a una marioneta, al dueno de un pequeno teatro y a sus palabras como escudos frente a una perdida irreparable, pero tambien como peldanos de una escalera de esperanza hacia el futuro.
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Deseo confuso de Amy Meyer
https://gigalibros.com/deseo-confuso.htmlAmanda es una chica joven que nunca ha mantenido relaciones sexuales. Hugo, un chico mayor que ella, se enamora perdidamente de su inocencia hasta el punto que decide cambiar su vida con tal de tenerla.
Todo parece ir muy bien hasta que Hugo decide presentarla a sus padres y Amanda es reconocida como la amante del padre de Hugo. Sin embargo, hay algo que no encaja, la amiga del padre de Hugo murio ocho meses atras y era mayor que la dulce chica.
?Son la misma persona la dulce chica virgen que descubre el sexo con Hugo y la mujer madura que mantuvo relaciones sexuales con su padre? -
La mirada de la ausencia de Ana Iturgaiz
https://gigalibros.com/la-mirada-de-la-ausencia.htmlUna fascinante novela historica con tintes romanticos ambientada en el Bilbao de finales del siglo XIX.
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Doble o nada (Doble o nada 3) de Veronica L. Sauer
https://gigalibros.com/doble-o-nada-doble-o-nada-3.htmlDebo conf esar que no me llamo Veronica L. Sauer. Si asi f uera, si ese f uera mi nombre real, jamas me atrev eria a contarles lo que les v oy a contar. Y si no estuv iera a miles de kilometros del sitio donde comenzo todo, puede que tampoco. Me f ui de Uruguay sin dirigir ni una sola mirada al ay er, con la esperanza de encontrar en el f uturo y en otro lugar, una nuev a historia de amor. Y de poder elegir, que esta v ez f uera la mia. Estoy v iv iendo en New York, lista para enfrentar un nuev o desaf io en esta v ida llena de av enturas que elegi llev ar hace un tiempo. Y no me arrepiento ni lo hare nunca, porque es precisamente mi espiritu av enturero el culpable de que Ana hay a entrado en mi v ida, y junto a ella la esperanza de algun dia poder v iv ir un amor asi. Un bonito amor. En f in; no es nuev o para nadie, que la historia que les acabo de narrar en "Septimo cielo" y "El quinto inf ierno", llego a mi a trav es de Ana. Lo que seguramente nadie sabe, es como llego Ana a mi v ida. Y y o les quiero contar. Ya lo saben, no me llamo Veronica L. Sauer. Pero si me llamo Veronica. Y lo q u e le s v o y a n a r r a r a c o n tin u a cio n, s e g u r o la s v a a s o r p r e n d e r. 1. Cuando llegue a Uruguay el v erano pasado, me senti perdida. Acababa de dejar Barcelona, luego de haber sido durante dos largos anos lo que jamas hubiese querido ser: el adorno de un abogado catalan presumido y f ormal. Y que ademas, me maltrataba. En ese momento no me daba del todo cuenta, pero mirandolo en retrospectiv a, debi mostrarle a ese capullo de que estaba y o hecha. O no... Jordi no era malo. Miento, si lo era. Y disfrutaba enormemente de menospreciarme con diplomacia. Decia cosas como: "Veronica, que bien te la pasas aqui conmigo ?no? Y pensar que hasta hace poco v endias boletos para el bus turistico en la calle..." o "?Que piensa tu f amilia, alla en Sudamerica, de la v ida de reina que te doy, carino? Tenia una incontrolable compulsion a hacerme notar lo que me daba, cada v ez que me lo daba. Y una f orma de decir "Sudamerica" cargada de desprecio que me hacia sentir muy mal la may oria del tiempo. Creo que no estaba del todo errado, sin embargo. Me sentia comoda a su lado, y como todo aquel que no quiere salir de su zona de conf ort, desestimaba las alarmas que sonaban en mi cabeza cada v ez que decia cosas desagradables. O las ignoraba, o las minimizaba, o las justif icaba. "Sudamerica" estaba muy lejos y queria que se mantuv iera a esa distancia siempre. No queria v olv er a mi Gualeguay chu natal ni a palos. No necesitaba mas discusiones, mas presiones... No deseaba enfrentarme a mi papa, el prototipo de marido en serie, y a su sequito de esposas con f echa de caducidad. Ni a mi mama, con su eterna pose de martir. No queria mas mentiras, mas enganos... Mas bien queria estar lejos de todo eso, tan lejos como el oceano me lo permitiera. Y tal v ez por eso f ue que aguante a Jordi tanto tiempo. Pero un dia, todo termino. Y lo mejor (o lo peor) es que no f ue por un acto ref lexiv o de mi parte o por un subito espiritu de arrojo; ni siquiera f ue por hartazgo. Fue porque me lie con el paseaperros y el gilipollas de Jordi me pillo. Me llamo golf a, perra, zorra y algo mas. Tenia razon, desde luego. El me saco del f ango y y o le meti los cuernos con el primero que se me cruzo. Y encima, tan sudaca como y o. Al principio me senti perdida, pero luego acepte el destierro con la may or dignidad. Y lo mas sorprendente de todo es que pudiendome quedar en Casteldef elds con el paseaperros, elegi v olv er a "Sudamerica". Rasque el f ondo de mi hucha y mi amigo sudaca hizo otro tanto. Y asi f ue que logre reunir quinientos euros que junto a millas acumuladas en mi tarjeta de credito, me hicieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, un candente v iernes de enero. No me habia alcanzado para un v uelo directo a Buenos Aires, asi que tendria que cruzar la frontera en micro si queria llegar a mi pais. Inspire hondo y con mi pequena maleta a cuestas, me instale en la parada del bus que me iba a dejar en la terminal, donde tomaria el que me dev olv eria a Gualeguay chu. Solo me quedaban un par de tramos y estaria en casa... En casa. Un dolor punzante en la boca del estomago comenzo a molestarme. Para cuando el bus llego, ese dolor me tenia sin aire... Lo deje pasar. Al bus, porque el dolor se habia instalado. Y por primera v ez en mi v ida me senti perdida. No me habia sentido asi jamas, ni siquiera cuando supe esa v erdad que me hizo huir, o cuando llegue a Barcelona, sin dinero y sin amigos.
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Casa Cacao de Ignacio Medina , Jordi Roca
https://gigalibros.com/casa-cacao.htmlJordi Roca comenzo trabajando con chocolates de distintos origenes y preparados de formas muy diferentes en sus elaboraciones. Hasta que decidio dar un paso mas y empezar un nuevo proceso creativo a partir del redescubrimiento del cacao. La experimentacion le llevo a afrontar un recorrido a traves de la historia del chocolate, que le ha transportado al lugar de origen del cacao, en la selva amazonica.
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Jauja de Use Lahoz
https://gigalibros.com/jauja.htmlMaria Broto es una reconocida actriz de teatro al filo de los cuarenta. A la salida del estreno de El jardin de los cerezos de Chejov -su representacion sonada-, en la que encarna el papel de Luiba Andreievna, un hombre la espera en la puerta trasera del teatro. A primera vista, Maria no lo reconoce, pero el hombre insiste en explicarle quien es y por que ha venido a buscarla.
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Simplemente perfecto de Jostein Gaarder
https://gigalibros.com/simplemente-perfecto.htmlEl primer dia de universidad, Albert conoce a Eirin. No se habian visto antes pero ya nunca volveran a separarse. Despues de treinta y siete anos juntos, mientras Eirin se encuentra en un congreso en Melbourne, Albert sale de la consulta del medico con una noticia demoledora. ?Como enfrentarse a algo asi? Para buscar una respuesta, decide refugiarse en la Casa de Cuento, la cabana que tienen a orillas de la laguna Glitretjern. Alli, completamente aislado, se dara veinticuatro horas para repasar su vida, para escribirlo todo, incluso lo que ha mantenido en secreto hasta ese 23 de abril de 2009… Y justamente cuando esta seguro de que ante el solo se abren las tinieblas --como en esas noches en las que remaba hasta el centro del lago para escudrinar el abismo--, Albert comprendera que en toda oscuridad, hasta en la mas profunda, hay siempre un lugar para la luz.
En esta nueva novela --honesta y bellisima suma vital--, un Jostein Gaarder en estado de gracia consigue, al mismo tiempo, conmovernos y hacernos reflexionar. Todo con un unico proposito: reconciliarnos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. -
Prins de Cesar Aira
https://gigalibros.com/prins.htmlCondenado de toda la vida a la laboriosa redaccion de novelas goticas, encadenado al gusto decadente de un publico inculto... La fatiga se apoderaba de mi. No podia ni siquiera terminar una oracion. Quiero decir... Una sintaxis decente... No es que no pudiera escribir, siempre podria, era parte de los automatismos adquiridos por mi sistema nervioso, pero hubo un momento en que las sombras se espesaron sobre mi... Los gustos refinados de mi juventud letrada quedaron sepultados bajo los imperativos de las apolilladas convenciones de la novela gotica. Y ademas sufrieron la devaluacion de la cantidad. Ya habia perdido la cuenta de mi produccion, esa parva inicua. La literatura de genero promueve, y hasta obliga a la cantidad. Para empezar, se le exige poca calidad, porque la densidad de la calidad literaria dificulta la lectura, y en los generos la idea es que se lea sin esfuerzo, con placer (dentro de todo, el razonamiento tiene algo de atendible). Siendo asi, se puede escribir rapido. Y los lectores consiguientemente leen rapido, terminan pronto el libro y quieren otro. Se establece un circulo, no se si vicioso o virtuoso, la demanda se satisface, el negocio prospera, y el autor queda preso en la maquina infernal. Cuando se dignaban ocuparse de mi, los criticos no tenian mas que palabras desdenosas. No los culpaba. La novela gotica que yo practicaba era una gastada combinatoria de elementos siempre los mismos. Ya me los sabia de memoria: el manuscrito medieval encontrado en un baul en el desvan de un convento, escrito en griego o arameo y traducido por un providencial monje errante; el castillo en lo alto del monte, rodeado de un profundo foso, con el puente levadizo, las salas ruinosas, los arcos en los que se perdian los murcielagos; el malvado conde dueno y senor del castillo, en lo posible usurpador del dominio; la hermosa doncella huerfana secuestrada en las mazmorras hasta que cediera a los requerimientos lascivos del senor feudal; el joven criado por campesinos que lo encontraron abandonado en el bosque junto con un anillo con un sello de extrano dibujo, y en lo posible una marca de nacimiento en el hombro, en forma de flecha o cruz o estrella; el viejo sacerdote que ha guardado durante cuarenta anos el secreto que le confio en su lecho de muerte la reina o duquesa; el espectro que no dejara de rondar las almenas hasta que se vierta la sangre del ultimo descendiente de los usurpadores; la estatua que cobra vida, la rosa que sangra, las prolongadas catalepsias, los ruidos inexplicables; y como via de circulacion entre todas esas zarandajas, las puertas secretas, los pasadizos subterraneos, los tuneles, los largos corredores a la medianoche en los que una subita corriente de aire apaga la unica vela... Todo era pasto seco para las llamas del escarnio que se abatia sobre mi: lo chabacano y adocenado del raquitico producto de mi imaginacion, de la que ademas se dudaba, por la perenne sospecha del plagio; el dano que le hacia a la promocion de la lectura en la que se empenaba el gobierno para elevar el nivel cultural, pues al promover la lectura me estaban promoviendo tambien a mi, lo que les parecia tan criminal que tenia de desaliento sus campanas; y muy especialmente el numero de libros con mi nombre en la tapa, que era algo asi como la multiplicacion del horror. Yo no solo le hacia mal a mis contemporaneos, sino que se lo hacia en gran cantidad. En fin, habia motivos de todo genero para deplorarme. No deberia haberme importado. El artista, lo mismo que el demonio, se satisface solo, cierra la curva del apetito sobre si mismo, y tal era mi caso; pero aun asi algo de la opinion ajena me penetraba, y se sumaba al inmenso cansancio que me propinaban la edad, mi pasado y el agobio de la obra deleznable en forma de monte de libros. Como la cuestion de la calidad no podia remediarla, pense que podia remediar la de la cantidad, no escribiendo mas. Dejar de escribir. Me di cuenta, a posteriori, que de ese modo remediaba tambien lo cualitativo: en efecto, si no habia nada, no se lo podia calificar ni de bueno ni de malo, la nada es inerte en ese sentido. Puede parecer una decision extrema, pero debo hacer notar que mi estado de animo era extremo; me habia hundido en la amargura y en la anomia. De modo que no escribir mas era lo menos que podia hacer. Hice como el miembro de la familia que en el extremo del hartazgo ante la animadversion de sus parientes les dice que si tanto les molesta va a librarlos de su presencia, y se pega un tiro delante de ellos, sin importarle la presencia de los ninos, a los que salpica con la sangre. No es un simil tan exagerado, porque para mi escribir era vivir. Claro que en el caso del suicida el efecto seria mas fuerte, produciria un sentimiento de culpa sin precedentes en la familia, les amargaria la vida al menos por un buen tiempo. Mi renuncia, en cambio, por mas que fuera a su modo una renuncia a la vida, o a lo mas valioso de mi vida, pasaria inadvertida. El unico amargado seria yo, que ya estaba amargado. Pero ?era realmente <
>? ?Escribir esa basura? Estoy dramatizando. Aunque tengo motivos para el drama. Escribir no era solo mi modo de ganarme la vida sino el trabajo que me mantenia ocupado y mantenia a raya al tiempo, que siempre ha sido mi gran enemigo. Si dejaba de escribir se abria un vacio... Aunque el vacio ya estaba ahi, en las interminables jornadas de tedio gotico, cuando contaminado por la tematica que invadia mi cerebro como una melaza espesa me paseaba, con una impaciencia no justificada por nada, por los salones oscuros de la casa. Retratos cenudos de antepasados dudosos me contemplaban desde los panos de roble. Escudos de armas, herrumbradas armaduras con la visera baja, enormes espadas cruzadas en la pared, tan grandes que era dificil imaginar la contextura inhumana de quien hubiera podido blandirlas en un pasado de leyenda -
El hilo invisible de Gemma Lienas
https://gigalibros.com/el-hilo-invisible.htmlLas dudas atormentan a Julia: ?De verdad quiere a su marido? ?Esta dispuesta a ser madre? ?Terminara a tiempo el guion que escribe sobre el verdadero papel de la cientifica Rosalind Franklin en el descubrimiento de la doble helice del ADN?
Con el objetivo de huir de tanta incertidumbre, acepta una invitacion de su familia francesa para pasar el mes de agosto en la isla de Batz, en la costa bretona. Alli, en la vieja casona familiar, y al lado del mar, la esperan una bisabuela imponente, un tio abuelo extranamente melancolico y un tio, librero de anticuario, muy atractivo.
Gracias a la capacidad de observacion de Julia, que capta un detalle enigmatico en unas fotografias antiguas que se remontan a la segunda guerra mundial, lo que tendrian que haber sido unas vacaciones familiares pronto se convertiran en unos dias de investigacion sobre sus origenes y su identidad. -
El sol y sus flores de Rupi Kaur
https://gigalibros.com/el-sol-y-sus-flores.htmlSegundo y poderoso poemario de esta autora best seller. Dividido en cinco movimientos (marchitarse; caer; enraizar; crecer; florecer), este poemario se desliza desde las profundidades de un desamor y el dolor que conlleva hasta la fuerza y la alegria que pueden florecer tras ese sufrimiento. Un vibrante y trascendental viaje sobre el crecimiento y la curacion, la descendencia y el honor por las raices de uno, la expatriacion y la busqueda del hogar en uno mismo
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El escritor de Gonzalo Carretero Contreras
https://gigalibros.com/el-escritor.htmlDurante mas de una decada, el mundo ha acogido con expectacion las novelas de Arthur Carraway. Poco se sabe del misterioso escritor: rumores sobre sus problemas con el alcohol, sus traumas de la infancia y sus viajes a tierras lejanas solo anaden intriga a la iconica figura. Poco despues de la publicacion de su ultimo libro, su cuerpo es encontrado en la escena de un crimen, inconsciente, tendido sobre el cadaver del anciano senor Emmerton.
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Cazame si puedes. La cazafortunas de Eva River
https://gigalibros.com/cazame-si-puedes-la-cazafortunas.htmlSamuel miro a su hermano directamente a los ojos, con una mirada seria, mientras negaba con la cabeza. --Lo has hecho de nuevo. Me gustaria que entendieras que no puedo estar resolviendote la vida a diario --dijo. --Yo no te pedi que lo hicieras... --!No puedo permitir que mi hermano este preso en cualquier calabozo con prostitutas y drogadictos! --Son gente muy agradable, !si supieras! --?Cuando vas a madurar? --Quiza cuando sea una fruta, ?eh? --Maldicion, Jake --aullo--. No puede ser tan dificil no meterse en problemas durante alguna temporada. Mama estaba de los nervios y papa... ya sabes. --Basta, Samuel. Solo fue una maldita pelea en un bar... Esos polis siempre exageran las cosas. Ademas, deberias estar orgulloso de mi. --Samuel lo miro con absoluta indignacion--. Tio, un tipo enorme estaba golpeando a una chica, yo no iba a permitir algo asi. --Y me imagino que no podias ayudar sin destrozar la propiedad privada, crear desorden publico y atentar con la seguridad de un monton de personas. --Vale, lo admito, la situacion se descontrolo un poco. Pero no es para tanto... --Si es para tanto. Es la sexta vez en este ano en que te saco de la carcel y apenas estamos en mayo. --Te pagare cada maldita fianza, ?de acuerdo? --No es el dinero lo que me preocupa, es tu actitud, tu inmadurez, tienes mas de treinta... Jake suspiro y espero a que su hermanito mayor terminara con la misma cantaleta de siempre. Que no tenia estudios, que no tenia ningun trabajo honorable, que vivia de excesos a costillas de su familia, que era el ser mas irresponsable que conocia y que basicamente era un crio al que ya empezaban a marcarsele las patas de gallo. Samuel era la version completamente distinta de su hermano. Un hombre de exito que habia labrado una gran fortuna gracias a su empresa de seguridad informatica, una de las mas reconocidas de los Estados Unidos; ademas era un hombre serio y responsable. --?Que es esto? --pregunto Jake, interrumpiendo la perorata del otro y tomando una llamativa invitacion del escritorio de su hermano. --Una de esas estupideces de Vacaciones Venus. --Joder, tio. ?Estas buscando esposa? --Por supuesto que no. Esa gente solo pretende embaucarme y se encargan cada ano de enviar una invitacion, como si yo fuera a participar en semejante sandez. --Oye, pero debe haber tias buenas. --Son puras cazafortunas... --Eso esta claro, pero no por ello dejan de ser bellas. Mira, faltan dos meses. Vaya, ?por que no vas? --?Estas loco? Esas mujeres no se diferencian demasiado de una prostituta, solo que sus ganancias van mucho mas alla y la compania te saca hasta los organos mas vitales por estar un mes en su hotel para que te roben la fortuna. Ni loco participaria en algo asi. --No hablo de que te cases, Samuel. Solo diversion. ?Sabes?, estaria genial beneficiarse de ellas. No creo que seas tan tonto como para desaprovechar semejante oportunidad de tener un monton de mujeres a tus pies. Un mes rodeado de bellezas y luego te las sacudes y ya esta. --?Crees que yo soy como tu? --Recuerdo que hace algunos anos lo eras, tio. Fuiste mi mentor, de hecho. --Era demasiado joven y estupido... --Vamos, no tienes nada que perder. Siempre tomas tus vacaciones en julio... --Mis vacaciones ya estan planeadas. --?Ah, si, adonde? --Voy a Egipto a... --Dios, eres tan aburrido, Sam. Apostaria cualquier cosa a que vas solo. --!No tiene nada de malo ir solo! --Claro que lo tiene si cada jodido ano es asi y si tienes una vida social comparada a la de un oso en invierno, si estas podrido en dinero y puedes pagar el maldito hotel, si tienes dos anos de no salir con una chica... Por Dios, comparar Egipto con un hotel lleno de jovencitas dispuestas a hacer lo que sea por ti... ni siquiera tendras competencia, los demas seran puros viejos... A veces dudo que seas mi hermano. 1 Dos veces al ano un grupo de personas de la Compania Venus se encargaba de contactar a los solteros mas adinerados del pais para invitarlos a sus famosas vacaciones. En pleno 2015 ya nadie se andaba con rodeos y no era cosa de sorprender un evento semejante a este. La logistica era sencilla. La compania contactaba a los solteros y solteras, generalmente personas de mediana edad con cuentas de muchisimos ceros, y les ofrecian unas vacaciones exclusivas de un mes en su hotel en California donde encontrarian al amor de sus vidas. Mientras por otra parte recibian solicitudes de mujeres y hombres entre veinticinco y treinta anos dispuestos a emprender el mismo viaje y conquistar alguna billetera. Al Hotel Venus le solian llamar <
>. En el solo habia espacio para cien personas, cincuenta millonarias y cincuenta cazafortunas, todas y cada una de ellas muy bien analizadas. Los y las cazafortunas eran personas academicamente preparadas, de gran belleza y buenos modales; debia ser asi para que el evento fuera un exito, con ello la mercancia se hacia muy apetecible para quien estaba dispuesto a ofrecer su fortuna a cambio de una muy buena compania. Sophia por poco y perdio la compostura cuando vio el remitente del sobre: Venus Company. Sus manos temblaban al abrir el sobre y la garganta se le secaba en exceso. --Madre, me va a matar de los nervios --le dijo Julia--. ?Que dice, que dice? --Calmate, querida, que me pones mas nerviosa. --Sus ojos bailaron de oeste a este a traves del papel mientras leia la carta--. Oh, Dios mio, Julia, !has sido aceptada! Por fin pondras en practica todo lo que te he ensenado. Julia sonrio con nerviosismo y no pudo evitar morderse el labio inferior. --!Deja de hacer esa obscenidad, Julia! Me pones enferma cada vez que sales con alguna de tus vulgaridades. No podras hacer eso en el hotel o de lo contrario ninguno de esos hombres apostara por ti. !Seras la verguenza! --Lo siento, madre. Por supuesto que no volvera a suceder. --Eso espero. He trabajado mucho para pulirte y convertirte en el mejor trofeo, no puedes echarlo a perder. Julia quiso arrugar el ceno y recordarle a su madre que ese < > solo habia consistido en ordenes y reganos mientras que la que habia hecho y pagado todo y seguiria haciendo todo era ella. --No va a suceder asi. Regresare con un diamante en mi anular y tendremos la vida de reinas que merecemos. --Bien. Solo quedan dos semanas para que empiece todo. Tenemos que tener calma. Contratare a un entrenador personal y a un estilista. Ademas, debemos ir a la biblioteca, debes releerte los clasicos. --Mama... --!No me llames asi! --Disculpe, madre... Creo que es innecesario. Me mato cada dia haciendo dietas y ejercicio y esos libros ya me los he leido al menos tres veces... --No digas tonterias. Esos viejos solo saben hablar de libros... Ademas, necesitas saber mas de deportes, politica, cultura general..., oh, no olvidemos la musica clasica y visitar la opera y el teatro este fin de semana. Quiza deberias retomar tus clases de piano y pintura. Hay tanto por hacer... --Madre... --!Silencio! ?Es que no entiendes que debes ser la mujer perfecta? No soportaria que pierdas tu oportunidad, hemos esperado cada dia a que cumplieras los veinticinco anos y a que Venus te aceptara, no me puedes fallar. Seria un fracaso estrepitoso si regresas como una mujer soltera, todas nuestras amigas se burlarian de ti y recuerdalo: viviriamos en la miseria, entre gente vulgar, sin ningun lujo. Lo hemos apostado todo y nuestra unica opcion es ganar. --Lo que usted diga. Siento haberla interrumpido. Loren abrio la puerta e inmediatamente se encandilo con la sonrisa de su sobrina. --Tia, me han aceptado en Venus --chillo Julia. --Jul, carino, ni que te estuvieran dando una beca de arte en Italia. --!No seas asi! Julia entro al piso de su tia y se repantigo en el sofa rojo pecado de la sala de estar. Si Sophia la hubiera visto habria pegado el grito en el cielo. --Cielo, sabes que a mi no me gusta en absoluto ese evento. No consigo entender por que demonios tienes que venderte de esa manera. Tu, tu… --Yo, yo… Yo crei que te gustaria verme feliz. Sabes el monton de cosas que he hecho para poder ser una buena candidata y conseguir mi meta. Ahora estoy muy cerca… --?Tu meta? Esa es la meta de la perra de tu madre. --!Tia! Loren era una mujer exotica. A sus cincuenta anos tenia una melena roja hasta el final de la espalda, unas cejas oscuras con arcos infinitos que casi tocaban el cielo, unos labios del rojo mas apasionado del universo y un closet lleno de prendas coloridas de esas que hasta en la luna se ven. Ademas, tenia una carcajada estrepitosa, una legua perfida y una forma de vivir excitante. Exactamente todo lo que Julia habia aprendido a no ser, porque eso no era otra cosa que vulgaridad, decia su madre. Por supuesto Sophia no soportaba a su cunada y viceversa. --Jul, eres una mujer capaz. Joder, que no necesitas perseguir a un viejo decrepito solo por su cuenta bancaria. Eres una jodida cirujana, podrias conseguir perfectamente un trabajo y labrarte una vida independiente, divertirte, pagar tus propias bragas, financiar tus borracheras, invitar a cenar a un guaperas, enamorarte, tener un monton de pequenos demonios, engordarte un poco… --!Dios! No continues. Yo no soy asi, ni lo voy a ser nunca. ?Trabajar? ?Amor? Tia, ambas sabemos que eso no existe. --Muchas personas del mundo trabajan y otra buena parte buscan trabajo. --!Los pobres! Pero no hablaba de eso, sino del amor. --Dios mio, pero que chica tan tonta. Julia adoraba a su tia, pero en momentos como esos no podia evitar darle razon a su madre. --Tia Loren, ?donde esta tu amor? Porque hasta donde se no tienes ninguno… Loren la fulmino con la mirada. -
Noches furtivas, Mina Vera de Mina Vera
https://gigalibros.com/noches-furtivas-mina-vera.htmlLondres, 1872
Tres anos despues de volver a Espana por dictado de su padre, Ursula Olivan regresa a Londres, donde habian quedado aparcados todos sus suenos: estudiar en la universidad, convertirse en una gran perfumista. y compartir su vida con Edward Green, el unico hombre al que ha llegado a amar. Un encuentro fortuito entre ambos propicia que sus sentimientos renazcan con solo mirarse. Sin embargo, una vez mas Ricardo Olivan impondra su voluntad, prometiendo a su hija en matrimonio con lord Nathan Miller.
Viendo que negarse a esa union es imposible si no quiere arruinar la reputacion de su padre, Ursula se vera obligada a conseguir que el propio Nathan se retracte de su proposicion. Desinteresarlo sera una ardua tarea, sobre todo porque su afecto por el crece dia a dia, si bien de noche continua viendose con Edward y disfrutando de furtivos y ardientes momentos de pasion.
No obstante, Ursula no es la unica que guarda secretos. Tanto Nathan como Edward comparten un oscuro pasado que ninguno revelara a Ursula pero que lo cambiara todo cuando la verdad salga a la luz.
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Pide un deseo de Lana Fry
https://gigalibros.com/pide-un-deseo.htmlNuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
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El elefante que sonreia de Gustavo Vazquez Lozano
https://gigalibros.com/el-elefante-que-sonreia.htmlEn medio de la Gran Depresion un circo estadounidense se traslada a Mexico con sus personajes deformes, fantasticos, caracteristicos del circo norteamericano. Huyendo de la miseria y de historias personales insoportables, el senor Carothers y sus artistas comienzan de nuevo, acompanados de sus contrapartes mexicanos. Durante anos recorren el pais, envejecen y ven como su espectaculo pasa de moda. Con la intencion de atraer mas gente y salvar el circo, el mago recurre a la hipnosis colectiva y al espectaculo-horror. Para ello acude a Cecilia, una acrobata cuya cara le fascina y repele al mismo tiempo. Como una sombra pesa sobre todos la virgen de Jalapilla, una nina asesinada que tiene fama de hacer milagros y esta enterrada en una tumba clandestina.
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La hija del jardinero de Natalia Roman
https://gigalibros.com/la-hija-del-jardinero.htmlAngel y Demonio
?Como dos hermanos que crecen juntos y con las mismas normas de educacion pueden ser tan distintos?
La vida de Cristina se vera marcada por una guerra sin cuartel entre los hermanos Osoro. Uno es un psicopata asesino; el otro, un juez respetable.
No existe nada peor en la vida que los celos y la sed de venganza, y esos sentimientos nublaran la razon del pequeno de los Osoro convirtiendolo en un hombre sin sentimientos. Un hombre capaz de todo y con un unico proposito: ver llorar a su hermano lagrimas de sangre.
Cristina se convertira en el blanco de todos sus macabros y despiadados planes de venganza, pero por mas que intente destruirla Robert siempre la amara y estara ahi para recomponerla.
?Puede el amor restaurar un corazon destrozado?
?Dejarias que el odio y la venganza de un hombre marcaran tu vida? ?O serias capaz de dejar de lado todo el dolor y aferrarte a ese otro hombre cuya pasion te hace olvidar tanta barbarie?
Amor y odio, pasion y venganza. Dos hermanos con unos sentimientos muy distintos hacia una misma mujer: la hija del jardinero. -
La Cadena del Profeta (Los buscadores 2), Luis Montero Manglano de Luis Montero Manglano
https://gigalibros.com/la-cadena-del-profeta-los-buscadores-2-luis-montero-manglano.html -
Los dias que nos separan de Laia Soler
https://gigalibros.com/los-dias-que-nos-separan.htmlAbril esta obsesionada con sus suenos. Desde que se cruzo con ese desconocido en la biblioteca, el se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onirico, el chico es Victor, un burgues de la Barcelona de 1914, y ella… Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Victor. Mientras la historia de los dos jovenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir que significan esos suenos. “Los dias que nos separan es un asombroso debut, tanto por la juventud de su autora como por la elaborada magia que emana esta novela.
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Kwan. En la lista (TZK Systems 2) de Nq Palm
https://gigalibros.com/kwan-en-la-lista-tzk-systems-2.htmlCalifornia, Estados Unidos. En la actualidad. o utilice el avion de la compania para desplazarme a California, preferia dejarlo para Zev; seguia en su luna de miel particular y estaba seguro de que en algun momento decidiria viajar con su chica y el hijo de ambos. Habian vuelto hacia pocos dias de Tasmania, aun asi, no les queria dejar sin el medio de transporte, al fin y al cabo, toda mi vida habia viajado en aviones comerciales, no necesitaba transporte privado y tampoco habia ningun viaje de negocios programado. Alquile un todoterreno en el aeropuerto internacional de Sacramento, nada mas aterrizar, y me desplace hacia la direccion que me habia dejado escrita la persona anonima, en la carta que recibi en mi oficina de TZK Systems. La idea era aterrizar en Los Angeles y buscar la ubicacion de ese otro laboratorio clandestino que habia descubierto Hache, pero decidi desviar los planes. Tal vez, esa chica sabia algo y yo lo unico que adivine es que era una mujer. Takeshi y Zev no conocian la existencia de ese anonimo y estaba seguro de que se cabrearian si supieran que estaba acudiendo, solo y desarmado, al encuentro de alguien que bien me podria estar tendiendo una trampa. Pero habia algo muy personal en aquellas letras, algo que me hacia dejar a un lado mi desconfianza hacia el projimo y dar un paso al frente. Sobrepase el cartel de carretera, el cual anunciaba mi llegada a Roseville, y continue hacia Newcastle por la I-80E. Decidi detenerme antes en Loomis para tomar un cafe y estirar las piernas, aun me quedaban unos kilometros por recorrer hasta llegar a Auburn: el lugar de encuentro. Entre en la cafeteria que estaba atestada, la mayoria eran hombres y, a juzgar por los camiones que habia en la entrada, debia ser un lugar habitual para detenerse a desayunar. El sitio era estrecho y largo, con una barra a la derecha y mesas a la izquierda, dejando un pasillo bastante ajustado en medio, olia a cafe recien hecho y a comida. Tome asiento cerca del acceso a los banos y una chica joven, demasiado para estar en un lugar asi, se acerco y me sirvio un cafe largo. --?Que va a ser? --pregunto, casi sin levantar la vista de la pequena libreta que saco del bolsillo de su uniforme rojo, con unas grandes letras amarillas con el nombre de la cafeteria y una pequena placa, que colgaba de un imperdible, con el suyo; se llamaba Glenda. --Desayuno continental, gracias. Asintio y saque el sobre con la carta, que llevaba doblado y guardado en la cartera, para leerla de nuevo. A la atencion del senor Kwan North: Querido senor North, me dirijo a usted para pedirle una cita en persona. No puedo desplazarme a Atlanta, aunque me gustaria, pero temo levantar sospechas si lo hago, ya que creo que me vigilan. Soy alguien que trabajaba en el laboratorio de una farmaceutica, soy tecnica clinica con conocimientos de hematologia e inmunologia, que tuvo acceso a informacion confidencial. Investigue por mi cuenta, ya que lo que vi capto mi atencion. Descubri que habia cierta persona involucrada en asuntos gubernamentales de alto secreto y su nombre, senor North, aparecio en una lista. Despues vi en la television la caida de cierto senador y ate cabos. Comprendere que no quiera reunirse conmigo. Aun asi, estare el sabado a las cuatro de la tarde en la direccion que le escribo a continuacion... Ese ya no era mi apellido, asi que era cierto que esa persona habia visto algo sobre mi en algun documento, tambien estaba el hecho de que trabajaba en un laboratorio. Eso era lo que habia despertado mi interes. Deje de darle vueltas cuando Glenda me planto un plato con tres huevos fritos, cuatro tortitas, bacon y un gran bote de sirope de fresa. --?Cafe o zumo? --Cafe, gracias. Guarde de nuevo la carta y empece a masticar sin dejar de observar a los otros comensales, nadie parecia haberme seguido y ninguno de ellos me prestaba atencion. Solo un par de mujeres me observaron y sonrieron desde dos mesas mas alla. Termine de engullir y saque un par de billetes para dejarlos sobre la mesa, Glenda estaria contenta con la propina. Le hice una senal con la cabeza a modo de despedida, ella estaba al otro lado de la barra, y sali del local. Al entrar en el todoterreno mire la hora, solo eran las diez de la manana. Tenia previsto llegar hasta el lugar indicado y recorrer el entorno, quedarme con los rostros y asegurarme de que ninguno de ellos permanecia mas tiempo de lo habitual en aquel espacio. Mi telefono movil estaba apagado, Zev y Tak se cabrearian, pero no estaba dispuesto a dejar ningun rastro sobre el camino que habia tomado. El vehiculo no llevaba GPS, asi lo habia pedido al alquilarlo; aunque estaba seguro de que disponia de algun dispositivo de seguimiento, muchas empresas de alquiler de vehiculos lo hacian; pero eso no me preocupaba, necesitarian una orden judicial para rastrearme y, para entonces, ya habria hablado con mis socios. Casi una hora mas tarde llegue a Auburn. Estacione en la zona comercial en la que habiamos quedado y me dirigi a pie hasta el bistro que la chica me habia nombrado en la carta. No entre, sino que di la vuelta alrededor y camine por la zona. Una tienda de deportes, un centro comercial y mas alla una pista de baloncesto. A parte del restaurante, no habia mucho mas. Volvi al coche a buscar mi cazadora de cuero, estabamos dejando el verano atras y se notaba mas por estas latitudes. Auburn quedaba a una buena altura sobre el nivel del mar. Enclavado cerca de las montanas, los pinares llegaban hasta donde alcanzaba la vista. Finalmente me sente a esperar y puse la calefaccion. En la radio sonaba Is This Love de Whitesnake, me quede mirando la pantalla y cambie de emisora. Los coches iban y venian y, despues de las horas que llevaba alli, ya habia ubicado los que eran de los trabajadores y los que solo estaban de paso. A las cuatro menos cuarto mi atencion se centro en la entrada del restaurante. Habian hecho cambio de turno y solo vi a un par de asiaticos y a un tipo negro con cara de estar hasta los huevos de cargar cajas del camion de reparto a, lo que supuse, era la entrada de la cocina, que estaba a unos diez metros de la principal. Una pareja con un bebe, dos chicos de unos veinte anos y un matrimonio de avanzada edad entraron al cabo de un rato. Tambien paso una patrulla de la policia y sus ocupantes accedieron, aunque se quedaron en la barra. Ya era casi la hora y no creia que ninguno de ellos fuera mi contacto. Pare la calefaccion, tenia gasolina, pero no era cuestion de arriesgar. Baje y entre, ya volvia a tener hambre. Pedi un sandwich en la barra, cerca de los polis que charlaban con el dueno del local, y me sente en una de las mesas en cuanto me sirvieron, al lado de las grandes cristaleras. *** Aparque enfrente de la tienda de deportes, no sabia quien era Kwan North y, aunque me habia planteado que podia ser peligroso, necesitaba saber que habia de cierto en los videos que habia copiado y escondido en un lugar seguro. Llegaba cinco minutos tarde, pero lo preferia asi. Pasee tranquilamente hasta el restaurante y me alivio ver un coche de policia estacionado delante de la entrada. Si no me gustaba la pinta del tal Kwan, saldria de alli deprisa o pediria ayuda en caso de necesitarla. Me recoloque el bolso que llevaba al hombro, por encima del abrigo, y entre. Salude a Maxi, el dueno del restaurante, y me sente en uno de los taburetes escuchando 100 Ways de Jackson Wang. Los polis me echaron un vistazo y me saludaron. Hacia solo tres anos que trabajaba en la farmaceutica a las afueras del pueblo, pero en ese tiempo todos me conocian y tambien al bruto de mi exnovio, Zack. Un neandertal recien salido de las cavernas al que no desenmascare hasta que fue demasiado tarde. Ahora el tenia una orden de alejamiento y yo un problema cada vez que salia de casa o de trabajar, siempre estaba alerta. Su tendencia a presentarse en el momento menos indicado o a invadir mi apartamento, me llevo a poner una denuncia y el cabreo que el llevaba encima era monumental. Pero me daba igual, tenia que mirar por mi integridad fisica. Al fin y al cabo, nunca me habia puesto la mano encima, lo suyo era un problema de celos y un gran afan por apartarme de todo y de todos; por no hablar de lo irascible que se habia vuelto en los ultimos meses. Hasta que un dia me canse y le deje. --Aqui tienes, Joyce, siento lo del cierre de la farmaceutica --me animo Maxi, sirviendome el zumo de tomate de siempre. --Buscare otro trabajo, ya estoy en ello. --Eso es bueno. ?Quieres comer algo? --ofrecio solicito. --No, gracias. He quedado con un amigo de la universidad. Inconscientemente, estaba buscando la manera de que alguien supiera que tenia una cita por si pasaba algo, los polis tambien estaban atentos a mis palabras. Los tenia vistos, pero nunca habia hablado con ellos. Preferia que pensaran que ya conocia al chico a que dedujeran que estaba a punto de encontrarme con un desconocido. Me tomarian por una cabeza hueca. Estaba bebiendo mi zumo cuando un chico negro con unas largas rastas, que habia estado observandonos, se levanto y vino hacia mi. Era alto, corpulento y muy atractivo. Su rostro era anguloso, perfecto, como si lo hubieran cincelado los antiguos griegos. Sus ojos oscuros, clavados en los mios, no me dejaron en ningun momento. Era guapo, muy guapo. Y solo podia ser el. Lo reconoci al acercarse, habia visto su imagen. --?Joy? --pregunto con voz grave, acortando mi nombre y sorprendiendome con un beso en la mejilla--. Supongo que despues de estos anos no me has reconocido, soy Kwan. Mi mente se quedo en blanco durante unos segundos, pero me obligue a reaccionar. --Lo siento, Kwan. Estas muy cambiado --logre articular. --Tu tambien, llevas el pelo mucho mas largo y, sin esas horribles gafas de pasta que llevabas, estas mucho mas guapa. ?Que? La madre que lo pario. ?Que se estaba inventando? --Gracias, supongo --conteste entrecerrando los ojos--. A ti tambien te quedan mejor las rastas que el estilo afro que solias lucir... junto a los brackets. Vi un atisbo de sonrisa, pero el tal Kwan se mantuvo firme y siguio serio. --Vamos, tenemos que ponernos al dia. --Ofrecio su mano para ayudarme a bajar del taburete y la acepte con una sonrisa, que debia parecer mas bien una mueca, aunque se la solte en cuanto toque suelo. Caminamos juntos hasta el fondo del local, dejando atras mi zumo, y un miedo atroz se apodero de mi. A su lado yo era muy poca cosa, mi metro sesenta y cinco se veia muy ridiculo frente a su estatura. Solo con una de sus manos podia romperme el cuello. Debi aminorar la marcha ante tal pensamiento, porque se detuvo y se acerco a mi oido. --Tranquila, soy inofensivo --susurro. <
>, pense ironica. Aunque llevaba una cazadora encima de la camisa oscura, se podia apreciar la amplitud de sus hombros y podria asegurar que su brazo era del tamano de mi muslo, tal vez mas ancho. --Te gusta ir al gimnasio, ?eh? --Valiente idiotez para decir, pero queria romper el hielo. --Algo asi. Me mostro el asiento y el se sento enfrente, al otro lado de la mesa. --Bueno, ahora que hemos revivido viejos tiempos, me gustaria que me hablaras de lo que encontraste. No pude evitar sonreir, el hombre pretendia que me sintiera comoda. El problema era que ahora, que lo tenia delante, me estaba costando hablar de lo que habia hallado en aquel pendrive. --No se por donde empezar, vas a pensar que soy una ladrona o algo por el estilo. Junto las manos sobre la mesa y entrelazo los dedos. --No suelo juzgar a la gente. --Es un alivio. Saco el sobre que le habia enviado, desplego la carta sobre la mesa y lo senalo con un dedo. --?Como diste conmigo? --Es una larga historia. Asintio y volvi a reparar en su rostro, en esos ojos oscuros e insondables y en esos labios gruesos que me hacian pensar en cosas que no debia. ?Tan necesitada estaba? L Capitulo dos a vi entrar y ni siquiera la tuve en cuenta como candidata a ser mi informante, solo admire sus largas piernas y su bonito rostro. Su cabellera azabache, en largas ondas, caia sobre su espalda y esos grandes ojos de color azul oscuro, en contraste con su piel clara, me dejaron anclado a ella, estudiando su sonrisa y sus gestos. Pero sus palabras... trabajaba en una farmaceutica, y el vistazo que echo a su alrededor buscando a alguien; me hizo prestar atencion. Reparo en mi un momento, pero continuo buscando, imagine que conocia a aquellas personas del restaurante y por eso dijo que tenia una cita con un companero de universidad. Lo cierto era que, ademas de preciosa, habia sido muy aguda y su mente reacciono deprisa, desconcertandome. Mientras esperaba a que ordenara sus ideas, pedi un par de cafes. --Trabajaba en una farmaceutica, como te dije en el correo que te envie: la Farmaceutica Olof. Me dedicaba al control de calidad en el laboratorio, junto a otras dos personas --comenzo --. Hace tiempo que nos hacian unos enormes encargos y todos eran sedantes, oxicodona... opiaceos en su mayoria. --Entiendo. --Un dia se presento un hombre y pregunto por el jefe tecnico, mi superior. Cuando fui a buscarlo empezaron una discusion, algo sobre un retraso en los pedidos. Mi jefe me pidio que saliera de la oficina, pero debido al alto volumen de sus voces en la airada conversacion, pude escucharlo todo. --?Y que es lo que oiste? --Le pagarian el triple al propietario de la farmaceutica si solamente trabajaba para ellos, pero para eso tenian que modificar algunas formulas. Junte las cejas, no terminaba de entender que tenia que ver eso conmigo. --Solo vi al senor Olof una vez, era ruso... --?Era? --inquiri cortandola. Cerro los ojos un instante y despues enfrento mi mirada. --Murio la semana pasada; tuvo un accidente de coche. Segun los rumores, iba borracho y perdio el control. Tuve claro en ese momento que Joyce no creia que eso hubiera ocurrido asi. --Al dia siguiente del accidente --continuo--, nuestro jefe tecnico nos insto a recoger todo el laboratorio, el hizo copias de los archivos de los ordenadores y despues los destruyo. --?Por que? ?Que escondia? --No lo tengo muy claro, pero ha desaparecido y nos ha dejado sin trabajo. --Lo siento. Saco un pendrive del bolso y lo dejo sobre la mesa cubriendolo con la mano, despues lo deslizo, sin descubrirlo, hasta la mia. --Te advierto que tengo un duplicado a buen recaudo --dijo seria, aunque note cierto temblor en su voz. --?Por que confias en mi? Ni siquiera me conoces. Desvio la mirada hacia el exterior. --Porque vi lo que hay en su interior y tal vez no debi hacerlo. Se le cayo a Alex, asi se llamaba mi superior. Fui la ultima en salir y lo encontre en el suelo, al lado de la puerta. Iba a devolverselo, pero su coche ya no estaba y, como ya te he dicho, ha desaparecido; no esta en su casa ni contesta al telefono. Lo tuve durante dos dias y, al saber que el laboratorio habia cerrado definitivamente en Auburn, lo busque y lo conecte a mi ordenador portatil. Seguia perdido, aunque deduje que lo que habia en el dispositivo, tenia que ver conmigo. --?Era todo legal? Quiero decir, ?tenias contrato? Parecio sorprenderse. --Por supuesto, pero me temo que Olof firmo alguna clausula que despues no cumplio. Vi el miedo en los ojos de Alex aquel dia. Eso no pintaba bien. --?Que hay en estos archivos? --inquiri mirando mi mano, donde tampoco dejaba a la vista el dispositivo. --Unas instalaciones que nunca habia visto y tu. Imagenes y video. --Su mirada no conectaba con la mia, sino que se fijaba en sus manos--. Informacion sobre ti y TZK Systems. Pense que tenias derecho a saber que eso circulaba... --Y decidiste hacer de buena samaritana --la corte. Mierda. Me molestaba que esa chica me hubiera podido ver en mis peores momentos. --Gracias, me ocupare del asunto --anadi aseptico--. ?Como puedo localizarte? Saco una tarjeta del bolso, me la entrego y la guarde en el bolsillo de los vaqueros sin mirarla. --Un consejo: destruye esa copia, puedes tener muchos problemas. Abrio los ojos con sorpresa, pero reacciono rapidamente. --Otro para ti: huye --dijo en voz baja, tal vez pensando que no la oiria. Me levante y la deje alli, pague los cafes en la barra y sali del restaurante sintiendo que aquella chica tan bonita sabia mas de mi que yo de ella. Tak, Zev y yo sabiamos que nos tenian localizados, aunque no podian tocarnos. Pero que imagenes nuestras circularan por ahi, era algo a lo que aun no nos habiamos enfrentado. Todo era alto secreto y confiabamos en que quemarian unas pruebas que los pondrian en tela de juicio, por muy conectados que estuvieran con el gobierno. Arranque el coche, pero no me fui muy lejos, queria saber donde vivia Joyce Temple, ya que en su tarjeta de visita solo ponia su nombre y apellido, numero de telefono y profesion. Diez minutos despues estaba siguiendola hasta que se detuvo en un moderno bloque de apartamentos en el centro de Auburn. -
La perla rusa. Trilogia Tu+Yo completa de Phavy Prieto
https://gigalibros.com/la-perla-rusa-trilogia-tu-yo-completa.htmlIrina Luciana Komarova es una brillante joven con un futuro prometedor, puesto que algun dia heredara el imperio de negocios que creo su padre. Deseosa de demostrar su valia, abandona su Rusia natal para realizar unas practicas en la sede Espanola que empresas Komarov tiene en la capital, aunque comete el error de enviar una imagen poco adecuada a la persona menos indicada.
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Alex, la indomita sobrina del conde de Nieves Hidalgo
https://gigalibros.com/alex-la-indomita-sobrina-del-conde.htmlLondres. 1819 El intenso olor penetraba por los resquicios de la ventana que aun no se habia reparado, desgajada por un rayo que se habia colado por ella y recorrido la galeria de lado a lado dos noches antes. Por mas que intento sujetar los tablones que, de momento, cubrian los desperfectos, las intensas rafagas de viento los soltaban una y otra vez. Era como si el cielo hubiera querido castigar Londres durante los ultimos quince dias: las calles se encontraban casi intransitables y el Tamesis, utilizado como alcantarilla de la ciudad, se habia desbordado en diversos puntos, provocando que la pestilencia se extendiese por toda la urbe. Jerome Graham recoloco el tablon y maldijo en voz alta, en un tono tan subido que su reverberacion le sobrecogio. Se cerro cuanto pudo el cuello de su levita de pano grueso y se dispuso a acabar la ronda. No le gustaba aquel trabajo, pero daba gracias por tenerlo; al menos, podia llevar un plato de comida caliente a su casa, lo que ya era mucho despues de haberse pasado meses buscando ocupacion. Alli se estaba caliente y la tarea no era fatigosa. Sin embargo, tener que deambular solo durante las grises tardes por las distintas salas, una vez cerradas a los visitantes, lo ponia nervioso. La enorme mansion del siglo XVI en el barrio de Bloomsbury habia sido adquirida por el Gobierno a cambio de veinte mil libras, para convertirla en el museo que habia abierto al publico sesenta anos antes, justo el 15 de enero de 1759. El funcionario que lo contrato le aseguro que era una suerte servir de celador en un lugar repleto de cultura y obras de arte, pero a el le importaban poco los libros, manuscritos o cuadros, asi como las antiguedades egipcias, griegas, o de donde procedieran. Lo unico que le movia a hacer sus solitarias rondas, provisto del candil de aceite, era el digno jornal que permitia comer y vestirse a su familia. Por el, hubiera vuelto a los muelles; entre el barullo de los estibadores no tenia que estar constantemente mirando a su espalda. Alli, por el contrario, el silencio del museo lo impresionaba de tal manera que en cada rincon creia ver figuras que se movian, y con los susurros del aire por cualquier corriente el vello se le ponia de punta. Sobre todo, aquella tarde. Juraria que habia escuchado pasos en la sala donde se exponian los restos egipcios, pero se convencio de que su imaginacion, siempre propensa al recelo, le jugaba una mala pasada. ?Quien iba a colarse en el museo para robar? Todo cuanto se exponia en vitrinas o sobre pedestales era mas viejo que Matusalen y la mitad estaba roto. Incluso aquella piedra, que habian traido de lejos y que todo el mundo iba a admirar, no era mas que un trozo de basalto lleno de garabatos que ni el mas listo podia entender. Desde luego, si el fuera un ladron, la casa Montagu seria el ultimo lugar al que entraria a desvalijar. Con andar cansino atraveso la sala en la que se custodiaban los famosos manuscritos de sir Hans Sloane, aquel medico y naturalista que dejo en testamento su herencia al Gobierno britanico, paso despues por otra anexa que contenia cientos de volumenes antiguos, y se dirigio hacia la zona del museo en la que se encontraban los restos del antiguo Egipto. Esas salas en concreto eran en las que con mas recelo hacia su ronda. Cada vez que entraba en ellas tenia la sensacion de que alguien tiraba de su desgastada levita. Procuraba inspeccionarlas lo antes posible, sin detenerse a mirar los ojos vacios de las estatuas o los cuerpos envueltos en putrefactas vendas que descansaban en las vitrinas. Comprobado que todo estaba en orden, tomo el camino de las escaleras que bajaban a los sotanos. Alli habia multitud de cajas sin abrir, cuadros envueltos en papel aceitado y hasta un feretro de solo Dios sabia la epoca. Su rutinario trabajo pasaba por confirmar que todo estuviera tranquilo y si, por casualidad, se hubiera colado alguna rata en el recinto, acabar con ella. Alzando el farol por encima de su cabeza recorrio el lugar, miro a un lado y otro, reviso los rincones donde dias antes viese algun roedor muerto y regreso hacia las escaleras. Dio un vistazo al reloj de bolsillo, unica herencia de su padre, y comprobo que en una hora mas acabaria su turno. Peter Sunset lo reemplazaria para hacer el de la noche. Ascendia ya cuando creyo oir un crujido. Se volvio, levanto el candil y sus ojos atisbaron el lugar. El sonido se repitio. Ya no le cupo duda de que algun infecto bichejo estaba haciendo de las suyas. Renegando entre dientes desanduvo el camino y se armo con la porra que siempre colgaba de su cadera. --Ven aqui, precioso --dijo a la oscuridad--. Ven con papa. El silencio lo envolvio como un mal presagio, pero siguio su avance tratando de ubicar al animalejo. Algo se movio detras de una pila de cajas y Jerome mostro su dentadura mellada forzando una sonrisa, seguro de haber localizado al intruso. Avanzo con cautela dispuesto a aporrearlo, rodeo el feretro de madera pintada y... Antes de que pudiera saber lo que estaba sucediendo, un objeto contundente choco contra su craneo obligandole a sumirse en la inconsciencia. La figura embozada que lo habia dejado fuera de combate paso por encima del cuerpo, escondio la pequena estatua que acababa de sustraer bajo los pliegues de su capa y desaparecio en la oscuridad. Capitulo 1 Londres. 1819 Regresar a Londres habia sido, sin duda alguna, una de las peores decisiones de su vida. Lejos de Inglaterra, abstraida por la voragine que suponia cada hallazgo, el recuerdo doloroso de su desden se habia mitigado, aunque, no por ello, estaba olvidado. Si algo tenia era buena memoria y jamas se lo perdonaria. La aficion de su madre por la cultura egipcia arrastro a su padre, anos atras, a abandonar su trabajo como profesor en Eton para sumarse al equipo arqueologico de Giovanni Battista Belzoni. Ella, por tanto, se habia criado a caballo entre Londres y la tierra de los faraones, llegando a convertirse en una aplicada colaboradora. Como cualquier joven, a veces echaba de menos acudir a las fiestas londinenses, aunque en Egipto no faltaron las veladas en algun hotel o en la mansion de un millonario excentrico deseoso de agasajarlos. Ella procuraba alejarse de toda la parafernalia que, por costumbre, seguian manteniendo sus padres: acicalarse para las cenas, aunque estuvieran rodeados de dunas y polvo. Lo veia una estupidez suprema, a la que la mayoria de las veces tenia que plegarse para no enfadarlos. Como el esnobismo de Belzoni de tener que utilizar a un capataz de intermediario cuando queria preguntarle algo a uno de los egipcios que achicaban tierra. En mas de una ocasion se lo dejo ver porque para ella cualquier hombre era igual a otro, pero el italiano solo sonreia, se encogia de hombros y la dejaba con la palabra en la boca. Lo que si echaba de menos cuando no estaba en Londres eran las partidas de ajedrez con su tio, reir con las bromas de su primo Jason y ponerle al dia de sus secretos a Nicole, su esposa. No era un bicho raro, como solia decir de ella la condesa viuda en tono jocoso, a la que, a pesar de no ser su abuela, tenia como tal. Pero si era cierto que ciertas costumbres de la aristocracia no iban con ella. Se encontraba mucho mas a gusto enfrentandose a la amplitud de los espacios abiertos y recibiendo el sol en el rostro, que poniendo buena cara a personas que no le interesaban. Era la vida que deseaba y que le agradaba. Por desgracia, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, seguia sin poder evitar que un hombre le quitase el sueno. Uno a quien, parecia haber quedado claro, ella no le interesaba en absoluto. El trabajo en las excavaciones apenas le habia dejado tiempo para pensar en otra cosa que no fuera extraer de las arenas del desierto los vestigios de una civilizacion milenaria. Pero la actualidad mandaba y hubieron de regresar a Londres para poner al dia las inversiones de su padre en la industria textil, interesarse por una fundacion en la que colaboraba y estar presentes en la celebracion en honor del heredero de Jason y Nicole, vizcondes de Wickford: Cayden Lionel Rowland. [1] Sabia que pisar Creston House implicaba volver a enfrentarse a la espiral de emociones que para ella suponia la presencia de Daniel Bridge. Creyo poder controlarlas, que iba a ser capaz de dominar los latidos de su corazon cuando volviera a verlo, mostrarse distante con el. !Que ilusa! Apenas pisar el salon donde todos se encontraban reunidos, aquel estupido organo enamoradizo comenzo a dar saltos en su pecho. Porque el estaba alli, como bien suponia. Daniel Bridge no solo era el medico de la familia Rowland, sino amigo personal de Jason desde que le salvara la vida durante la guerra, y se contaba con el para cualquier acontecimiento; incluso disponia de una habitacion permanente reservada para su uso en Creston House. Ahogo un suspiro porque, si cabia, lo encontro mas guapo aun que cuando se marcho a Africa por ultima vez. Relego el momento de saludarlo tanto como pudo, dedicandose a repartir sonrisas y abrazos a los demas, consciente de la presencia de Daniel en la sala y de su inevitable reencuentro. Alto, ancho de hombros, luciendo ese cabello rubio que ella sono tantas veces con despeinar y aquellos ojos azules que, mal que le pesara, habian invadido sus noches, era imposible obviarlo. Su boca la llamaba como un canto de sirenas y no pudo sino recordar aquella primera vez en que, como despedida, antes de que partieran de Inglaterra, la habia besado. Para ella habia supuesto un vuelo hasta las nubes, materializar un anhelo tanto tiempo deseado que quiso repetir. Asi se lo pidio, como una boba, con los ojos colmados de ilusion juvenil. Como respuesta, Daniel la habia apartado de el, dejandola con una sensacion de frustracion que se prolongo hasta el ridiculo por haberse manifestado tan entregada. Claro que peor fue a su regreso, en aquel maldito baile de mascaras en el que el se presento disfrazado de Lucifer, todo vestido de rojo, por completo irreconocible, y la abordo cuando buscaba un momento de paz en los jardines. Habia tomado su mano para llevarla hacia la espesura, la habia besado y luego, cuando ella se encontraba en el septimo cielo, la habia dejado aturdida con una frase que arruino sus expectativas: --Sigues besando como una nina. Evocar el modo en que se burlo de ella hizo que se la llevaran los demonios de nuevo. No lo habia olvidado, era imposible dejar de lado su desprecio. Se le avinagro el gesto. Y justo entonces, a su espalda, escucho su voz. --Hola, Alex. Se volvio esbozando una sonrisa forzada. Aunque consiguio mantenerla asi, fria y desangelada, dandole a entender que se la dedicaba por puro compromiso, empezo a escuchar en su interior el retumbar de unos latidos que la delataban. Tan fuertes eran que temio que Daniel pudiera escucharlos, asi que se ladeo un poco para aceptar la copa de champan que le ofrecia uno de los criados, tratando de darse tiempo y calmarse un poco. --?Como te va, Bridge? --pregunto de modo escueto, rehusando mirarlo a la cara. Daniel se mordio los labios para contener una sonrisa por su saludo tan banal. Alexandra no habia cambiado en nada, seguia siendo aquella muchacha discola, empecinada y tozuda. Bueno, si que notaba un cambio en ella: estaba preciosa, mucho mas bonita. Con razon habia acaparado su atencion desde el mismo momento en que hizo acto de presencia: su cabello rubio claro recogido en bucles, sus ojos vivaces e inteligentes, casi plateados, su estrechisima cintura... Y !condenada fuese!, con un escote que magnificaba sus atributos mas de lo que el hubiera querido y que le provoco un tiron en la ingle.
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Un cielo de hechizos de Morgan Rice
https://gigalibros.com/un-cielo-de-hechizos.htmlEn UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS), (LIBRO # 9 de EL ANILLO DEL HECHICERO – THE SORCERER’S RING), Thorgrin finalmente regresa a ser el mismo y debe enfrentarse a su padre de una vez por todas. Se produce una batalla epica, cuando los dos Titanes se enfrentan unos a otros y Rafi usa su poder para convocar a un ejercito de muertos vivientes. Con la Espada del Destino destruida y el destino del Anillo en la balanza, Argon y Alistair tendran que convocar a sus poderes magicos para ayudar a los valientes guerreros de Gwendolyn. Pero incluso con su ayuda, todo podria estar perdido si no fuera por el regreso de Mycoples y su nuevo companero, Ralibar.
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El tiempo es lo unico que no vuelve de Ana Hernandez Sarria
https://gigalibros.com/el-tiempo-es-lo-unico-que-no-vuelve.htmlNo hay lazo mas fuerte que el de la amistad.Los sentimientos y los suenos son la materia prima de nuestras vidas, lo que nos define y hace que todo tenga sentido.
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Un Mal Nombre (Dos amigas 2) de Elena Ferrante
https://gigalibros.com/un-mal-nombre-dos-amigas-2.html -
La red purpura de Carmen Mola
https://gigalibros.com/la-red-purpura.html -
Riu Lough. El misterio del plan Bonnie & Clyde de Uriel Morales Valverde
https://gigalibros.com/riu-lough-el-misterio-del-plan-bonnie-038-clyde.html?Crees en las maquinas del tiempo?, ?crees que puedes detener el universo?, si respondiste que si, sigue leyendo.
Esta historia continua, la confianza absoluta tiene un nuevo nivel, Riu Lough ha dejado de ser el protagonista para darle la oportunidad a Cuatro de lograr su plan.
Bonnie ha demostrado ser la mujer perfecta, una mente agil, noble y carinosa que sabe demostrar que su confianza es infinita. Cuatro ahora aprendera la leccion de su vida, pero para esto su mundo caera, su destruccion sera inminente y solo si es capaz de reconocer la conclusion universal podra recuperar su mundo.
Las reglas ya no existen, la sociedad ha quedado en el olvido y asegurar el siguiente paso ya no es necesario.
Un plan, un metodo para obtener lo que sea, y la magia de Riu Cuatro acompanan esta historia para ensenarnos que nosotros mismos podemos convertirnos en verdugos de nuestro mundo. -
El obrador de los prodigios de Christian Escriba , Silvia Tarrago
https://gigalibros.com/el-obrador-de-los-prodigios.htmlAlba decidio convertirse en pastelera cuando se entero de que su madre no supo que estaba embarazada de ella hasta no probar unos pastelillos de Tortosa hechos en el obrador de Mateu Serra. Pero el camino no le resultara facil. Alba hace de la cocina su universo, un laboratorio de dulces donde trabaja incansablemente.
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Sentada al borde de la cama de Roberto Sanchez
https://gigalibros.com/sentada-al-borde-de-la-cama.htmlNo lo podia entender. No me cabia en la cabeza que hubieras dejado tu vida en mis manos. Y menos que lo hubieras escrito en ese papel del demonio. Era imposible que supieras nada cuando lo firmaste. Al dia siguiente se cumplia el plazo, Marta. Se habia empezado a descubrir toda la verdad sobre ti, sobre mi. Quedaban veinticuatro horas para que me dieras alguna senal y tomara una decision. Si hubieras podido oirme, habria bastado ese tiempo para ponerte al dia de lo que ocurrio desde que entraste en ese sueno profundo, en ese silencio que te estaba matando a ti y que nos habia condenado a las dos. Me costo reconocerte. Quizas porque entre deslumbrada. Llegue con los ojos llorosos, como se me ponen cada ano por esas fechas cuando empieza la primavera lanosa de Madrid. Vi el numero en la puerta: 227. Como para no creer en las casualidades. El veintidos, Marta, el de la suerte. Y el veintisiete, el que nos salvo una vez; tu numero fetiche. Entre mi conjuntivitis y la media luz, no me habia fijado, pero aquella habitacion tenia hechuras de una suite de hotel a la que hubieran ido vaciando poco a poco; ahora un cuadro, mas tarde un aplique, manana una alfombra, hasta que la dejaron unicamente con lo puesto, en los huesos. Como estabas tu. Pero una suite, al fin y al cabo. Llevabas un ano ajena a todo, dormida, inmovil, en mitad de aquel vacio, en una cama pequena, diminuta, amarrada a la vida por un lio de cables y tubos. Olia a clavo y a zotal. A consulta de dentista. Tambien habia algo tuyo en el ambiente. Me transporto a mil momentos, aunque se me agolpaban todos y ninguno era capaz de colocarse en su sitio. Lo intento ahora al escribirlo. Observe un frasco medio abierto de tu perfume de toda la vida sobre el estante inferior, junto a un liquido desinfectante y tu reloj de pulsera que seguia parado. A saber desde cuando. Por la hora podria ser desde el instante fatal. Me costo reaccionar. Me debati entre dar aquel paso o salir huyendo. Cuando estaba a punto de sentarme junto a ti, volvi una vez mas hacia la puerta para preguntar cuanto tiempo podia quedarme. Desee que me dijeran, marchese, vayase cuando quiera. En cambio, me respondieron que estuviera tranquila, que me tomase mi tiempo: <
>. Me temblaba todo. Queria que despertaras. Lo deseaba, y sin embargo te hablaba en susurros, como cuando me colaba a hurtadillas en tu habitacion a la hora de la siesta. Pero no vi tus zapatillas ni a un lado ni otro de la cama, ni tuve que apartar tus trapitos que habrian estado hechos un higo, tal cual hubieran caido en aquel galan que era otro esqueleto, o revueltos de cualquier manera sobre la butaca en la que deje el bolso. Un sillon abatible para las visitas. Me hubiera quedado a dormir alli mas de una noche, pero sabes que no podia correr ese riesgo. Llevaba los documentos que habia leido millones de veces. Los entendia menos que los valores de las dos pantallas que te custodiaban. Respecto a estas, supuse que todo estaria bien mientras fueran marcando una misma cadencia, mientras no saltara la alarma y se llenara todo aquello de enfermeras. Imagino que tambien de policias. Me fio de ti. De lo que escribiste. Por muy sospechoso que resultara que antes del accidente hubieras sido capaz de dejar las instrucciones sobre tu legado dispuestas con tanta precision. Si descartamos la brujeria, no se me ocurre ninguna otra posibilidad. He barajado muchas hipotesis, pero no dejan de ser conjeturas. Ninguna de ellas esta exenta de cierta dosis de conspiranoia. Y no faltan razones para alimentarlas: desde tu posible conexion con las tramas corruptas del excomisario Bermejo, a tu peligrosa cercania con el ministro del que fuiste companera de pupitre. No habia aparecido todavia el tipo del tatuaje, el que conducia el Tiguan de color negro. No habia sido capaz de encontrarlo. Tampoco quedaba rastro del dinero. Cada manana, cuando me despertaba, lo unico que sabia es que era martes, o lunes, o jueves ...y que me llamaba Alicia. Poco mas. Me sorprendia alli, donde fuera, boca abajo, restregandome con una almohada desconocida, intentando recordar donde habia dormido. Hundia bien la nariz y aspiraba con fuerza. Nunca me resultaba familiar la funda aspera de turno que habrian lavado mil veces, aunque no recientemente. Digo mil porque es cuando empiezan a brotarle esas pequenas borlitas con las que me aranaba las mejillas. Era la casa de un hombre. Otro mas. Un tipo que ni siquiera habia tenido el detalle de colocar unas sabanas limpias. Aquellas desprendian un olor espeso, con una solera que no se consigue facilmente. Mira que hay que vestir una cama durante muchos dias seguidos y que no le hayan concedido ni unos minutos diarios de ventilacion para llegar a acumular ese buque al que me refiero. !Que asco, por Dios! Bueno, esas no serian precisamente las blasfemias que saldrian de mi boca unas horas antes, cuando las hubiera mordido con todas mis fuerzas, cuando estuviera poniendo de mi parte para aumentar el pozo sin fondo de germenes que acumulaba. Soy asi de generosa cuando me lo estan dando todo, ya lo sabes. A ese tipo tambien le habria dicho que me llamaba Alicia. Una de todas esas Alicias en las que me habia convertido durante ese ano. Todas las que habian estado buscando a nuestro hombre. He perdido la cuenta de las mentiras a las que he tenido que recurrir para llegar a saber la verdad, Marta. En ninguna de esas citas habia sido quien soy para quienes creen conocerme: la mujer que acaba de cumplir los cuarenta --cuarenta y pocos--, la profesional de exito, la de la envidiable solvencia economica para los tiempos que corren; esa tipa con una formacion solida, leida, cultivada, intelectualmente inquieta, con ciertas necesidades culturales. Y sin abuela que estoy. Eso es. Empece sin una idea sobre lo que podia ocurrirme. Sin prejuicios. Total, era una mujer soltera, sin obligaciones ni ataduras sentimentales; que seguia sin conocer lo que es tener una relacion estable; que sabia que a su edad eso no es muy normal; que no esta bien visto socialmente; que levanta sospechas. Todavia hoy en dia. Sobre todo, en una mujer. Das pie a que te tachen de rarita, a que les des mala espina y quieran salir huyendo. <>, se pregunta el personal. Sabes que no soy de esas que tienen aversion a las de su especie. En todo caso soy algo timida. Me obsesiono por el que van a pensar de mi si hago esto o si digo aquello otro. Quizas sea esa la coraza con la que me protejo de mis inseguridades y mis complejos y la que acaba dando una idea bastante distorsionada de mi; de una persona altiva o distante. Eso recuerdo que me dijiste nada mas conocernos, Marta. O Dolly, porque en la Facultad de Derecho todos te llamaban asi. ?De donde te venia? De muneca, explicabas; que asi te habian bautizado en el instituto de Connecticut donde cursaste el equivalente al COU espanol. Claro que, con el tiempo, cualquiera que llegara a conocerte sabia que era mucho mas cauto poner en cuarentena todas las anecdotas con las que tu misma, cuando no tus hagiografos, contribuyeron a alargar la sombra de tu carisma hasta convertirte en una leyenda. Habia que ir con sumo cuidado al aproximarse a tu perfil, no fuera a ser que acabara contaminado por alguno de esos bulos prenados de intencion. Tambien me dedique a eso: a indagar. Porque siempre habia dado por bueno lo que me contaste sobre tu pasado. ?Por que tendria que dudar? Supuse que el hecho de ser una profesional del engano no obliga a ser una mentirosa compulsiva con la gente que quieres. Hemos sido amigas y me has querido, ?verdad, Marta? A grandes rasgos, si una se pone a bucear en tu biografia, parece que no existe ninguna duda de que Marta Suarez Enjuanes nacio en Elche, en 1976. Hija de Margarita, aparadora de calzado de profesion, y de un viajante de comercio al que nunca llegaste a conocer. O sea, a efectos de inventario, toda la vida has llevado a cuestas el sambenito que se le pone en los pueblos a las hijas de madres solteras. Porque poco o muy poquito se sabia de quien te habia dado el Suarez del primer apellido. Nunca te contaron ni tan siquiera que tipo de estampados, de telas o de pulimentos llevaba ese vendedor en su cartera. El tal Suarez dejo de dar senales de vida despues de recibir la noticia de que de su ultima visita no habia fructificado unicamente un pedido millonario de los que solia facturar a Calzados Anton. Ahi entrariamos en el capitulo de las especulaciones. Ninguna probada. Aunque me contaste, con cierta guasa, que habia dos teorias que corrian como la polvora y con mejor suerte que el resto: las dos tenian en comun tu parecido con el propio patron de la marca, con Amadeo Anton, una retirada que iba algo mas alla de la casualidad. Mas adelante descubriste que tambien teniais maneras de proceder muy similares. Eso mismo, tal cual me lo confiaste, lo pude corroborar sobre el terreno. Alli volvi a oir la hipotesis que sostiene que nunca hubo un Suarez como tal, sino que tu serias la consecuencia de la furtiva relacion de tu madre, Margarita, con el patriarca de la empresa. Una relacion consentida por su mujer. ?Consentida? ?Por que? Al parecer, a cambio de que Amadeo Anton no le pusiera a ella cortapisas a sus pulsiones amatorias, que iban en direccion contraria, ya me entiendes. Las verdaderas preferencias sexuales de la senora eran conocidas, pero tanto los padres de uno como de otra no las tuvieron en cuenta. Es mas, las pisotearon cuando arreglaron la boda entre ellos. Lo hicieron con noble intencion de salvar su alma. Tambien para que no se diluyera la sociedad patrimonial que sumarian entre las dos familias. Pero, chica, sigue teniendo peso y hace furor entre el chafardeo la otra escuela, la que argumenta realmente eras nieta de Amadeo Anton, nada de hija. Porque este, en uno de sus escarceos extramaritales, dejo embarazada a una alemana que, camino de Denia para embarcar hacia las islas y perder sus rumbos en las playas ibicencas, recalo en Elche sin saber muy bien ni como ni por que. E igual que aquel destino no entraba en sus planes, tampoco le encajaba en su futuro idealizado lo de cargar con la criatura del bombo que se llevaba de recuerdo. A Anton no le resulto dificil convencerla de que volara ligera y que dejara a su cargo al bebe; tu madre, a la postre. Puso en el empeno una dosis de afilada labia, incluida una sutil insinuacion que quizas a alguien muy quisquilloso le podria haber sonado como un principio de extorsion. Tambien puso en la mochila de la alemana un argumento muy atractivo: un rulo de billetes de mil pesetas. Asi se las gastaba el abuelo. -
Te vere esta noche de Susana Rodriguez Lezaun
https://gigalibros.com/te-vere-esta-noche.htmlUna desaparicion. Una persecucion. En la guerra todos pierden.
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La invencion de la soledad de Paul Auster
https://gigalibros.com/la-invencion-de-la-soledad.htmlAuster comenzo a escribir La invencion de la soledad cuando murio su padre repentinamente. Este es un homenaje a la figura paterna, una reflexion sobre su influencia, sobre el papel de hijo y sobre su propia paternidad. Consta de dos textos: en <
>, Auster analiza un hecho misterioso del pasado familiar y las consecuencias en el caracter del padre; sobre < >, Enrique Vila-Matas escribio que es < >.
La invencion de la soledad es un libro autobiografico en el mismo tono que su ultimo y exitoso libro Diario de invierno. -
Seis formas de morir en Texas de Marina Perezagua
https://gigalibros.com/seis-formas-de-morir-en-texas.htmlVarios personajes, dos continentes y un corazon: una tragica encrucijada de destinos.
Esta es una novela sobre varias personas cuya suerte queda ligada por un corazon. No se trata de un corazon simbolico, sino de un organo que palpita y da la vida. y tambien la muerte.
Esta es una novela sobre dos familias y dos continentes. Un hombre es ajusticiado en una carcel china y sus organos son objeto de trafico. Su corazon acaba alojado en el pecho de un norteamericano, y ese trasplante marcara el futuro de las siguientes generaciones. Segun la tradicion budista, si el corazon no se entierra con el muerto este jamas lograra descansar en paz, y por tanto los herederos del difunto deben traer el organo de vuelta a China. -
Natalie no perdona de Erina Alcala
https://gigalibros.com/natalie-no-perdona.html-!Eres una nina tonta! Nadie quiere jugar contigo. -No soy una nina tonta... -Si que lo eres, tonta y gorda -Y Natalie Parker se iba llorando a la casa grande. -Llorona, llorona - le decia haciendole burla Daniel, de doce anos, el hijo de los capataces. Y se reia cuando la pequena nina, se iba llorando con su vestidito y sus trenzas rubias como el trigo en verano. Daniel Cooper, era un nino larguirucho de doce anos. Era hijo de los capataces de los vinedos de los padres de Natalie, Luke y Madison Parker. El matrimonio, se encargaba de las grandes hectareas de terreno de vinedos que tenian los Parker en Dallas, Texas, desde que recien casados se mudaron a los vinedos para trabajar como capataz, el padre de Daniel, Mason y Lucy. La madre, se ocupaba de la casa grande. Llevaban casi toda una vida alli y eran felices. Alli nacio su hijo Daniel y vieron nacer a la hija de Luke y Madison Parker. Luke y Madison Parker, eran un matrimonio adinerado que, ademas, habian heredado de los abuelos unas hectareas de terreno de vinedos en Dallas, Texas, y con la ayuda de Mason Cooper, como buen capataz, habian ampliado el negocio y ahora, eran propietarios de unas de las plantaciones mas grandes y prosperas de la region, tras ir comprando mas vinedos. Los padres de Daniel y el mismo, vivian en una casita de dos dormitorios, separada de la casa grande unos quinientos metros. Era pequena, pero disponian de todo lo necesario. Para Luke Parker, su capataz, Mason, era mas un amigo que un trabajador. Tenian edades similares, ademas de ser el mejor trabajador que tenia. Los capataces, tenian un hijo de doce anos, Daniel y los duenos, Luke y Madison Parker, tenian una hija, que era su princesa mimada y consentida de ocho anos: Natalie. Natalie, siempre estaba incordiando a Daniel, claro que la chica no tenia con quien jugar. Cuando salia del colegio privado en el que la tenian sus padres, se aburria soberanamente en la propiedad. Ambos eran hijos unicos y se llevaban cuatro anos de diferencia. Daniel por otro lado, asistia a un colegio publico y ya con esa edad, ayudaba a sus padres en algunas labores en el vinedo por las tardes, despues de hacer los deberes, pues su padre, se lo llevaba un rato para que aprendiera las labores del campo, porque siempre habia pensado que seria un buen capataz cuando el se retirara. Pero desde pequeno, ya Daniel, tenia sus propias ideas de que queria hacer en la vida. Era un buen hijo, educado y atento, muy inteligente, pero no soportaba a esa nina insufrible con sus vestiditos pomposos por la rodilla y sus dos trenzas rubias, con esos lazos que le ponia su madre en las trenzas, que parecia una muneca pepona y rechoncha. Era una nina guapa, de trenzas rubias y ojos verdes, gordita. Daniel, por el contrario, era moreno de ojos azules muy claros, como su padre, delgado y muy alto para su edad. Asi que cuando Natalie, aparecia por la casa de los capataces, buscando jugar con Daniel, la echaba a patadas, porque se sentia molesto e incordiado. Le decia gorda y rechoncha y fea, que nadie queria jugar con ella. Todo para que se fuese y lo dejase tranquilo. A el le gustaba leer cuando tenia tiempo todo tipo de libros de aviones, y jugar con su avion. Uno que su padre le regalo por Navidad y que habia descuartizado y recompuesto miles de veces. Se sabia las piezas de memoria. Su madre le decia, cuando venia casi de noche de la casa grande: -?Para que rompes el avion y luego lo compones, hijo? -Mama quiero saber que tiene dentro. Sere ingeniero de aviones cuando sea mayor. Su madre, lo miraba con tristeza, porque les resultaria imposible pagarle a su hijo una carrera de ese tipo con los sueldos que tenian. Aunque solo tuviesen ese hijo. Pero durante muchos anos, pidio como regalo de Navidad un avion. Y recibia un avion distinto cada ano. Cuando a los catorce anos, aparecio Daniel una tarde del colegio con una solicitud de una beca para estudiar en un instituto interno, venia contentisimo. Y sus padres, no podian por menos que solicitarle la beca. Era un gran ahorro y al menos era tambien lo que el queria. Como sacaba buenas notas, le dieron una beca para hacer los estudios del instituto en Austin, la capital del estado. Era un buen Instituto interno y alli iban los que sacaban muy buenas notas. El director, cuando fue a inscribir a Daniel se lo dijo a sus padres. Y alli permaneceria hasta los dieciocho anos. Iria a casa en vacaciones y en Navidad. Y Daniel no podia estar mas contento ni ser mas feliz. Era feliz sin la nina incordio de trenzas rubias y gorda y se adapto muy bien al instituto cuando le concedieron la beca. Podia respirar. Alli hizo dos buenos amigos y se hicieron los tres inseparables: Lucas Harper de Randolph y Nick Adams de Austin. Los tres eran altos y larguiruchos y a los tres, les gustaban los aviones, sobre todo a Lucas, que tenia una base aerea en su ciudad. Y les contaba historias a los otros dos y estos lo escuchaban embobados. Lucas era el mas parlanchin y extrovertido. Tenia el pelo castano claro y unos ojos verdes muy grandes. Nick, sin embargo, era moreno como Daniel y de ojos grises preciosos. Nick, era el mas introvertido de los tres, pero era ironico. Tan inseparables se hicieron que a veces, se iban en vacaciones unos a casa de los otros en esos cuatro anos que permanecieron alli en el instituto. Eran muy estudiosos, eso si, y se graduaron con honores. Hasta el dia de la graduacion, los padres de ellos, tuvieron que ir a comer todos juntos, como una gran familia. Se dejaron los telefonos y se hicieron amigos hasta los padres, ya que los tres formaban una pina, como si fuesen hermanos. Tenian dieciocho anos, cuando se graduaron y ya habian solicitado los tres, la misma beca, para estudiar ingenieria aeronautica, en la universidad de Austin. No querian separarse. Ese verano, mientras esperaba la beca con ansiedad, Daniel, ayudaba a su padre en los vinedos. -Si te dan la beca, no podre estar mas orgulloso de ti, hijo. Siempre pense que serias el siguiente capataz, pero parece que no me voy a salir con la mia. Te prefiero ingeniero. No sabes lo contenta que esta tu madre. -Espero que me concedan la beca, papa, si no, tendre que quedarme aqui. -Bueno, ya veremos, ya veremos, has sacado muy buenas notas. -!Jo! !Ahora viene la gordita! Le dijo a su padre cuando de lejos vio a Natalie que venia hacia ellos. -Daniel. Tienes dieciocho anos. Ten paciencia. Es la hija del jefe. Y ya no esta tan gordita. Por favor, se bueno y educado como te hemos ensenado. Es una buena chica, agradable, educada y solitaria. No ha tenido a nadie con quien jugar aqui. -Vale, papa, pero es que me pone de los nervios. Natalie, venia andando por el camino, vestida con un top y unos vaqueros y el pelo rubio largo. Ya no llevaba trenzas. Debia tener catorce anos- penso Daniel- habia cambiado, si. Ya no era la nina gordita, sino una jovencita de incipientes pechos, amaneciendo a la adolescencia. Pero seguro seria el mismo incordio. -!Hola Daniel! -!Hola Natalie! ?Que tal estas? -sentandose ella, en una de las grandes piedras que separaba la casa de los capataces del vinedo, mientras el permanecia de pie. -Bien, me voy al instituto el ano que viene. ?Tu entras en la Universidad? -Si me dan beca, si. Si no, tendre que quedarme aqui a trabajar. -Espero que te la den. ?Que vas a estudiar? -Ingenieria aeronautica. -Siempre te han gustado los aviones. -?Como lo sabes? -pregunto desconfiando de ella. -Tenias uno y lo rompias y lo componias mil veces. Te veia. -!Vaya memoria que tienes! Y tu, ?Que vas estudiar cuando termines el instituto? -Me gustaria ser ginecologa. -Nunca lo hubiese adivinado, ?Que hacias, rompias las munecas, y le metias trapos dentro? -Algo asi -contesto ella con una cierta tristeza. -Perdona. Ha sido una groseria. -No importa, la verdad es que recuerdo ser un incordio de pequena para ti. Todo el dia detras, pero no tenia a nadie mas con quien jugar. -!Estas muy guapa! Y has crecido. -Gracias, tu tambien. Durante ese verano, ellos tuvieron algunas conversaciones, sobre todo del pasado, de la vida en el instituto que a ella tanto le interesaba, de sus amigos Lucas y Nick. Lo cierto, es que la nina se habia convertido en una mujercita que sabia escuchar. Era mas tranquila y serena, pero era pequena. Sabia que ella lo miraba con la misma adoracion de siempre, pero el era un chico de dieciocho anos y le gustaban las chicas mayores y ella no pasaba de los catorce. Y llego el dia en que le vino la carta de la Universidad y la abrio todo excitado y nervioso. Habia logrado su objetivo. Tenia una beca en la Universidad de Austin para estudiar aeronautica. La vida le sonreia. Llamo inmediatamente a sus amigos y a ellos, tambien se la habian concedido. No podia desear nada en el mundo mas que pasara rapido el verano y estar con sus amigos en la Universidad y estudiar lo que siempre habia sonado. Su vida iba por fases. Cuando terminara, solicitaria entrar en el ejercito y ser Formador y aprender todo de los aviones militares y de guerra y dar clases. Pero de momento, estaba la Universidad. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo. La noche antes de irse a la Universidad y Natalie al Instituto, ella, fue a despedirlo y cuando nadie la vio, beso en los labios a Daniel. Fue un beso ingenuo y adolescente. A este lo pillo desprevenido y ella salio corriendo hacia la casa grande. Daniel no habia besado nunca a ninguna chica, ni siquiera en la fiesta de graduacion que, salvo Lucas, su amigo Nick y el no habian invitado al baile ninguna chica, y los labios de Natalie, se quedaron en los suyos con un sabor dulce. Y sonrio. No volvio a ver a Natalie hasta cuatro anos despues. El verano en que el termino la Universidad y ella termino el Instituto. El tenia veintidos anos y ella dieciocho. Cada verano que habia vuelto a casa, a ella, la habian mandado al extranjero a aprender idiomas, a Francia, a Espana, a Italia y a Alemania. Dijeron que, para completar su educacion, con lo cual, ella hablaba perfectamente cinco idiomas. La primera vez que Daniel la vio, se quedo pasmado. Era una belleza de un metro setenta, de pelo rubio y largo y grandes ojos verdes. Estaba delgada. Ya no era la nina rechoncha, ni la adolescente timida. Tenia dieciocho anos y era toda una mujer. El habia tenido unas cuantas relaciones sexuales en la universidad. No habia tenido novia como alguno de sus amigos, pero nada especial. Se habia convertido en un chico formado y con algun musculo debido al ejercicio y media uno ochenta y siete. A ella cuando lo vio, le parecio altisimo y guapo como siempre le habia parecido desde nina. Su pelo moreno y esos ojos azules y transparentes. Habia estado enamorada de el desde siempre, desde nina y ahora era una chica y aun le afectaba verlo. Mas, desde que hace cuatro anos lo beso en los labios de forma impulsiva. Ese verano pasaron muchos ratos juntos, incluso salieron por Dallas a tomar algo y ver alguna pelicula. La relacion que habian tenido desde pequenos habia cambiado con el tiempo, para mejor. A el, le gustaba ella, pero era la hija del jefe de su padre. Las cosas habian cambiado. Ya no le parecia mas joven que el. -?Que vas hacer ahora que has terminado la Universidad? -He solicitado entrar en el mando de Formacion y Educacion Aerea (AETC) del cuartel general de la base aerea de Randolph. -Eso es el ejercito. -Si, mis amigos y yo queremos ir al ejercito de las fuerzas aereas. Quiero aprender todo y formar y educar. Me gusta la formacion. -?Y tienen que admitirte? -Estoy esperando la respuesta. Si me la dan, me voy. -?En cuanto tiempo puedes ser instructor?
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Bajo tu toque de Rebeca B
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La Chica del Camion de Cecilia Campos
https://gigalibros.com/la-chica-del-camion.htmlSumergete en la novela erotica que inunda las listas de los mas vendidos en Europa. Segun los lectores, no te puedes perder esta historia picante con un toque de humor.
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De la mano de Federico de Lluis Pasqual
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Una pareja escandalosa de Marcia Cotlan
https://gigalibros.com/una-pareja-escandalosa.htmlUna novela muy entretenida, que arrancara mas de un suspiro y muchas sonrisas. Aimee Du Maurier es la beldad del condado. Tiene diecisiete anos y pertenece a una de las familias mas antiguas de Carolina del Sur. Obligada a casarse con el mujeriego Edward Robilard, el odio que sienten el uno hacia el otro acabara por transformarse. Marcia Cotlan (Asturias, 1975) ha estudidado Filologia y en la actualidad trabaja como profesora de Literatura. Lectora voraz, la escritura ha sido su camino logico.
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Los dibujos del nino monstruo de Ana Vacarasu
https://gigalibros.com/los-dibujos-del-nino-monstruo.htmlEn una aldea de Bucovina, el hallazgo del cadaver de un nino malformado, saca a la luz una serie de terribles secretos del pasado. En el mundo rural, donde el aislamiento territorial y social puede convertir en victimas a los mas debiles e indefensos, los prejuicios, lo paranormal y las creencias mal entendidas, van de la mano.
De los sentimientos mas puros hasta los episodios violentos, de una crueldad inhumana, “LOS DIBUJOS DEL MONSTRUO” representa el reflejo de una parte de la sociedad rural del siglo pasado. -
Sobre lagartijas y monstruos de Carlos Diaz
https://gigalibros.com/sobre-lagartijas-y-monstruos.htmlPepa y Corso, un matrimonio en la cincuentena, rememoran en primera persona los acontecimientos del verano de 1980, cuando Los Once (su pandilla de amigos del colegio) se disponia a disfrutar de unos meses repletos de mananas de playa, tardes de pesca, amores juveniles y confidencias. Aquel prometedor verano, en la transicion entre la escuela y el instituto, se vera truncado por una tragedia que definira la vida de todos para siempre.
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Lo imperdonable de Norma Lazo
https://gigalibros.com/lo-imperdonable.htmlEddie no era su nombre, Michael la llamaba asi. Tenian poco tiempo de conocerse y los unia una amistad profunda aunque prudente. Eran mayores y habian aprendido que los mejores amigos buscan la distancia adecuada. Al igual que puercoespines, ni tan lejos que de frio, ni tan cerca que espine. Al principio Eddie no hablaba de su vida o de su pasado. Habia callado sus dias salvajes sin destino, las playas banadas de abulia y desasosiego y las horas mirando nubes para adivinar formas de animales mitologicos. Tampoco le habia contado del malestar nacido por la incertidumbre que le provocaba su futuro. Malestar a veces alejado con algun libro robado y, en otras, provocando pleitos en la escuela. Eddie no se habia atrevido a hablar de ello hasta la noche en la que volvio su pasado. Entonces decidio contarle todo a Michael, aunque no supiera como. El destino de Eddie se sello treinta anos atras, mientras esperaba sentada en la barda del colegio a su mejor amigo, Ian, leyendo Mas que humano de Theodore Sturgeon, una novela de ciencia ficcion que tomo prestada de casa de Camilo Garcia Moreno, otro de sus amigos. Pero aquello era un eufemismo, Eddie solo regresaba los libros si alguien le reclamaba. Miro su reloj Swatch de caratula azul. Ian solia ser puntual y ahora llevaba retrasado veinte minutos. Eddie brinco desde la barda del colegio y se asomo por la calle en busca de su amigo. Entre los coches apelotados por el trafico avisto el Mustang color cobre y de llantas achaparradas rebasando impacientemente a los demas automovilistas. Eddie echo la novela de Sturgeon en la mochila y se preparo, como cada dia, para subir al auto. --?Aburrida? --le pregunto Ian desde la ventanilla mientras quitaba el seguro de la puerta del copiloto. Eddie afirmo con la cabeza y avento la mochila en la parte de atras. Reclino el respaldo hasta topar con el asiento trasero. --Nos esperan en la playa --le dijo Ian. Eddie tomo la cajetilla de Camel de la camisa de su amigo y encendio uno. El Mustang rozaba el suelo en cada vuelta. Ian era adicto a la velocidad, a los brincos sorpresivos provocados por los topes y a las miradas reprobatorias de los parroquianos quienes, al verlo venir a lo lejos, se replegaban contra la pared de las aceras. En la playa, recostados sobre el automovil de Ian, el grupo de amigos observaba a las gaviotas clavar sus picos en las crestas del oceano en busca de alimento. Las mas habiles pescaban a su presa en la primera zambullida, en tanto que las torpes levantaban el vuelo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. Cuando Eddie se iba de pinta con sus amigos solian reunirse en las dunas El Infiernillo. Tomaban cerveza envueltos por las bocanadas de aliento salado y caluroso del verano mientras el mar marcaba su frontera de espuma con la que jugaban a salpicarse. Pudo ser un dia cualquiera, inutil y perezoso como el anterior, de no haber sido por la llegada abrupta de Alma Grande. --El menor de los Garcia Moreno se mato --dicho esto, Alma Grande desplomo su enorme cuerpo de ciento veinte kilos y metro noventa de estatura sobre la arena, cayo doblado sobre sus rodillas como los musulmanes en oracion. El menor de los Garcia Moreno se llamaba Mauro y tenia once anos; su hermano, Camilo, era parte del grupo de amigos. Mauro era un nino gordo y rubio, de rostro palido, marcado por las manchas de sol. No hablaba mucho y, taciturno y melancolico, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su recamara escuchando discos. Fantaseaba con ser invisible y pasar inadvertido en el colegio para no dar explicaciones de su aislamiento. En la familia nadie entendia a ese ser silencioso que parecia vivir en otra dimension, distante, perdido en lo mas profundo de los caracoles, alli donde suena el mar pero no atropella con su vaiven violento. El unico que conseguia sacarlo del mutismo era Camilo. Si sus padres salian y el grupo de amigos se aduenaba de la casa, Mauro hacia lo imposible por pegarseles, aunque su hermano no lo permitia, pues todos bebian e incluso algunos ya fumaban marihuana. Penso que alejandolo lo mantendria a salvo. Eddie aun recordaba vividamente al giganton Alma Grande --quiza sea el recuerdo mas nitido de aquellos dias--, sumido en el llanto como un nino que acaba de descubrir la muerte. Alma Grande conto entre sollozos, recriminandose porque solian tratar al nino con indiferencia, que Mauro, a escondidas de su padre, el famoso abogado Raymundo Garcia Moreno, habia tomado la pistola de la biblioteca. A la familia le extrano la chamarra gruesa que llevaba Mauro en ese dia tan soleado, pero nadie le pregunto si no sentia calor. Tambien llevo a la escuela una caja con algunas de sus pertenencias mas preciadas: la coleccion de comics de Linterna verde, los munecos de accion de la Guerra de la Galaxias y sus discos de los Beatles. Les parecio raro su comportamiento, pero nadie imagino lo que vendria. En el colegio, Mauro las regalo todas a los companeros que nunca lo molestaron; la mayoria acostumbraba ponerle sobrenombres relacionados con su gordura, burlarse de su silencio, de la forma en que reprobaba cualquier materia y el estado de abulia perenne. En el salon de clases Mauro se planto al frente, al lado del profesor, y le pidio permiso para dirigirse al grupo. Sin decir palabra, extrajo la pistola oculta bajo su chamarra y se dio un balazo. Cuando Alma Grande termino su relato, el cielo azul se torno gris y brumoso, un temporal imprevisto se avecinaba. Asi era el clima en el puerto, impredecible y fiero como la vida. La ventisca proveniente del norte levanto las toallas de la arena, volaron los vasos de plastico y el liston morado con el que Gabriela habia amarrado su largo cabello negro mientras construia torres de arena. Las olas del mar empezaron a picarse y las pequenas crestas que las gaviotas penetraban se alzaron en violentos muros de agua. En medio de gritos, aturdidos por el tragico relato y el cambio repentino del clima, levantaron sus cosas para entrar al coche. Gabriela grito llamando la atencion de todos, luego senalo hacia la orilla de la playa donde descubrieron a lan desprendiendose del uniforme del colegio para caminar en traje de bano mar adentro, sin voltear, decidido y tambaleante por la fuerza de la corriente. Gabriela miro a los demas esperando respuesta y ante el desconcierto de todos se desprendio del uniforme y corrio tras de Ian. Alma Grande, los hermanos Caiman y Eddie hicieron lo propio, corriendo en traje de bano hacia el ir y venir de las olas que elevaban y descendian los cuerpos indefensos flotando de muertito a la deriva. Relampagos colericos enraizados ferreamente a las nubes parpadeaban semejando raigones viejos. Las olas empujaban al grupo de amigos con furia. Ian les grito que no nadaran y permitieran que estas los llevaran adonde quisieran. Fueron arrojados por remolinos de agua a las piedras y lanzados por el oleaje, salieron del mar con raspones y algunas espinas de erizo enterradas en los pies. Antes de subir al coche alcanzaron a ver una gran ola arrasando las torres de arena construidas por Gabriela. Era la ola mas grande que habian visto en meses. La masa de agua golpeo las torres y las deshizo en moronas de lodo y espuma, para luego retroceder con indiferencia de la misma forma en que la vida lo haria con ellos. 2. LA AMISTAD ENTRA POR LA LENGUA LA HISTORIA DE EDDIE Y MICHAEL PARKER Se conocieron la manana en la que Michael entrevistaba a aspirantes al puesto de traductor. La vio llegar desde el barandal de hierro forjado de su departamento. A juzgar por su apariencia, estaba nerviosa. Su cuerpo empequenecido, fragil, doblado por la pesadumbre de los secretos, se habia enjutado aun mas. Tenia el rostro limpio, sin maquillaje --nunca usaba maquillaje-, ni siquiera algun brillo tenue en los labios. Su ropa era insignificante, casi siempre arrugada y con ese olor a viejo que revelaba su paso por las tiendas de segunda mano. Eddie era una mujer de cuarenta y seis anos, sin pareja --jamas tuvo interes en tener una--, tampoco hijos. Delgada, de pomulos salidos y ojos profundos como pozos sin agua, ocultos detras de sus anteojos de poco aumento, y su cabello negro siempre revuelto, bucles crispados con los cuales luchaba para aparentar que se habia peinado. Desde el instante en el que se conocieron, a Michael le llamo la atencion ese rostro marcado por las ausencias que, si bien no matan, debilitan al cuerpo. Eddie, parada ahi con las palabras atrapadas en la garganta y la timidez exponiendola al cuchicheo de los vecinos, le causo pena. Entonces se adelanto para conducirla al interior de su departamento. Con manos temblorosas ella abrio su portafolios negro y maltratado por anos de uso y le entrego algunas de sus traducciones. Sin levantar la mirada de los papeles le dijo tener excelente redaccion y un ingles tan perfecto como el del mejor parlante no nativo. Eddie no miraba a Michael de frente pero lo escrutaba por el rabillo del ojo. Michael Parker era oriundo de Nueva York y tres anos mayor que Eddie, no obstante, parecia mas joven. Su rostro de nino contrastaba con su vestimenta de otra epoca: camisa blanca y sobria tipo mormon, pajarita azul cielo, chaleco tejido de rombos, pantalones sencillos, oscuros y lisos, sin ningun detalle memorable. Sus lentes de aumento tambien vintage, de pasta gruesa y moteada --simulando ser de carey- montada sobre el armazon dorado expuesto en la parte inferior. Michael odiaba lo moderno, con renuencia compro el celular que usaba como camara fotografica y una computadora para enviar sus textos a The Wall Street Journal y a algunos periodicos locales y del extranjero. El trabajo de su traductor seria transcribir todos sus manuscritos a la computadora y traducir algunos al espanol para despues enviarlos por correo electronico. Michael meso su cabello ralo y rojizo e inicio una conversacion en ingles. Despues de hablar de libros y peliculas con Eddie, quedo satisfecho con su soltura del idioma. --Se nota que viviste mucho tiempo en el extranjero --comento Michael, halagando su acento. --Jamas he salido del pais --respondio Eddie presurosamente. A Michael no le creo suspicacia que Eddie, con tan buena pronunciacion, jamas hubiera vivido en un pais anglosajon. Estaba convencido de los frutos de la tenacidad. --?Que es lo que mas te gusta hacer? --le pregunto. Ella respondio que le gustaban los trabajos solitarios como leer y arreglar cosas. Le seducian los escritores con vidas intensas y conmovedoras. Michael, hablantin y sociable por naturaleza, quiso saber mas de Eddie, por lo que le confeso que le apasionaba su trabajo y, al igual que ella, preferia a ese tipo de autores. La mayoria de sus traductoras fueron eficientes, pero carecian de ese rasgo en comun, aunque tampoco era requisito para ocupar la vacante. De hecho Michael no queria intimarlas mas de lo debido. Pensaba que, si contrataba a alguien con sus mismas aficiones terminaria escuchando una pila de opiniones en las que no estaba interesado. Aunque nunca lo menciono en los avisos de periodico, elegia a mujeres con gustos distintos a los suyos. Debido a su oficio, pasaba la mayor parte del tiempo asido a su asistente, que mejor si se trataba de alguien con poco que decir. Pese a ello, la inexplicable atraccion hacia Eddie lo obligo a pasar por alto sus propias reglas, accediendo incluso apagarle sin comprobantes fiscales. --Perdi mis documentos en la estacion de autobuses -le explico a Michael --, te prometo hacer pronto los tramites para tenerlos en orden. Nunca lo hizo. Eddie y Michael se hicieron amigos recatadamente sin confianzas vulgares o intrusiones incomodas. Ella no permitia gran acercamiento, rehusaba cualquier conversacion intima o ajena a sus obligaciones laborales. Eso lo intrigaba aun mas e inventaba pretextos para romper el hielo, asi que tras varios intentos consiguio que comieran juntos. Eddie accedio despues de pensarlo por unos segundos, como si se tratara de una decision trascendente, y el se avergonzo por haberla intimidado. Para evitar confusiones prefirio confesarle su orientacion sexual, no le atraian las mujeres. --Me asusta mi irresistible seduccion hacia el sexo opuesto --respondio Eddie. Ambos parecieron reirse de su aspecto descuidado y poco atractivo. Eddie comia despacio, dando bocados pequenos masticados por minutos. No habia perdido el aire provinciano. Parecia un personaje de Carson McCullers, de esos sofocados en lo profundo del sur americano. Aqui tambien hay otro sur, no menos brutal, ni menos desolador. --Desde nina quise irme del puerto --le confeso a Michael cubriendose la boca, todavia masticaba un pedazo de strudel de manzana, su postre favorito-, siempre hubo algo ominoso bajo la luz del sol. Lo unico que Eddie echaba de menos de su lugar de origen era el mar. Nadar sorteando las olas fue su pasatiempo favorito hasta que ella y sus amigos iniciaron el juego <
>. Se pautaba con el parte meteorologico, cuando el mal tiempo se avecinaba. Los siete adolescentes se cubrian de heridas causadas por piedras y corales, heridas que eran medallas de guerra; condecoraciones que alardeaban mas tarde chocando las botellas de cerveza. Superficialmente todo seguia normal entre ellos, sin embargo, algo iba cambiando. A Eddie le costaba verbalizarlo. Se trataba mas que de una sensacion, acaso de un mal presagio. La sospecha de no ser los mismos y de que, despues del suicidio de Mauro y la partida de los Garcia Moreno al extranjero, jamas volverian a serlo. El juego era cada vez mas salvaje. Durante una tormenta, con rafagas de viento de hasta ciento veinte kilometros por hora, Alma Grande se estrello contra los costales de cemento en la escollera. Sufrio una contusion. Entre todos lo sacaron del mar. Fue tan arduo como rescatar a una tonina varada en la playa. Entonces se dieron cuenta de que sus vidas pendian de la necesidad de ser afirmadas con fiereza. -
Inseparables de Letizia Lonovich
https://gigalibros.com/inseparables.htmlPor la noche, cuando el rio crecido demasiado mal Anga sol bajo y se sumergio en su agua sirye; cuando el pueblo de pastores obtiene las vacas de los pastos, llevando detras bastante adelgazado para mochilas dia; cuando los chicos del pueblo muchedumbres llevaron hasta el rio, que nadan, y algunos en una guia de los padres; por su enfermera, vaca Marta vino hombre muy viejo. ?Quien es el y donde uno no sabe si el era siempre una parte de la tierra, como la naturaleza eterna. Vendra al rio, mira en alguna parte en la distancia, para ella, suspira y se sienta en uno de los viejos barcos dispersos a lo largo de la orilla. Mucho, mucho tiempo hasta que vea los pastores de los rios, ?va a buscar en un rojo brillante de la luz de la llanta del cielo puesta de sol, y solo se escucha la llamada de su Martha, poco a poco, recuperando de un largo sueno, privstanet y llegar a una horda de chicos hacinamiento en el cruce. Eso es porque el bosque se muestra manada: cansado vaca, partidos de casa apenas volokuschie y animadas gobios jovenes no quieren perder el momento. Aqui es un color rojizo unidades por delante del toro picazo manada anos de edad. De repente se vuelve hacia problemas, y luego toma el turno opuesto. Pastores se siguen lentamente, en silencio, y solo de vez en cuando, sin prestar atencion a la fatiga, a continuacion, uno o el otro a toda prisa para dispersar a los toros-matones, hasta que sus juegos sin pretensiones que no incluyen todas las etapas. Al ver Atmosphere, vacas tomados juntos cantar marcha bienvenida y romperse los ligamentos se rompen en el agua y el corte de cuna agudo. El anciano se reunira con su Martushu en el cruce, dar pan y un trozo de azucar, mira en sus ojos brillantes, un beso en la frente y decir: "Bueno, vamos a ir..." La vaca va a sacudir la cabeza y tiro lentamente despues de que el anciano, de vez en cuando la sustitucion de su lado bajo su la mano de apoyo. Y que se disuelven gradualmente en la niebla por la noche, aunque no desaparecer por completo, como si nunca hubieran existido. Y las largas y ruidosas rabias pueblo, sin prestar atencion a dejar que nadie sabe donde esta el anciano y la vaca. Se utiliza para... II Era una noche de luna tranquila. Cielo salpicado de pequenas estrellas muy a menudo soplo el vacio y envolviendo la tela amante del cielo lechoso. Miro en las ventanas de las casas y llevar la paz a la gente, dandoles los recuerdos de la infancia. Luna mucho, mucho tiempo vagando en el cielo, hasta que de repente la siguiente ventana no se detiene, mirando al joven, y en ese momento todas las luces se congelo juntos en el mismo. Hombre que sacude en su sueno y grito: "Recuerdo! Recuerdo! Me acuerdo!", Y la luna se volvio ... "Ocho dados en toda la velocidad posible escaparon de una colina y se veia en la distancia, en la orilla del rio." No parece demasiado tarde "- penso, y se necesita mas trabajo mas rapido pies. Cada vez mas a menudo, y las piernas, como a proposito, resistieron y no quisieron obedecer. Y atornillado en el suelo, levantando nubes de polvo que la altura, solo se ejecuta un caballo, no una persona. Sudoracion, sin aliento por correr, Kostya estallo en medio de una multitud de muchachos del pueblo que pasaron a traves de el, incapaz de detenerse, se hundio en el agua e inmediatamente probado "delicious" aguas de los rios. Quien lo saco y lo puso en sus pies, que no recordaba, solo recuerda que de pie en un circulo de muchachos de risa, rojo como una langosta, incapaz de decir una palabra. Se quedo en silencio, y los muchachos se rio, y la risa era como el ruido de la una en el cristal, y Kostya no pudo soportarlo, se dio la vuelta y se fue sento en uno de los botes de aluminio. En la boca, dejo un sabor desagradable, escamas de pescado simplemente masticadas, y como no tratar al nino, que no podia deshacerse de el. Alrededor de la misma continuo a morir de risa, mirandolo. --Oh, ?donde esta mi Martusha, --oyo detras de el y se volvio de nuevo en el siguiente barco estaba sentado un extrano anciano, de pelo blanco, como la nieve, con enormes ojos verdes y rostro arrugado. ropa blanca era como la nieve en la cima de la montana, brillante contra el cielo azul, y la vista, y estaba limpio y transparente, precisamente, un arroyo de montana. Penso en el anciano llego algo de luz no esta claro que penetra en la conciencia Kostino, y todas sus entranas, que queria saber la luz, tan seductor y atractivo que era. El muchacho se bajo del barco y lentamente en pequenos pasos se dirigio al anciano se acerco y trato de decir algo, pero no pudo, y simplemente se paro frente a el, sorprendido y fascinado por estos pequenos ojos chispeantes. --Hola, necesitas algo, --dijo el anciano sonrio y miro a los huesos. Se quedo en silencio ... --?De que tienes en silencio? Kostya hacia abajo y, como un nino culpable, que durante mucho tiempo considerado responsable de sus acciones, se alejo y se sento en cuclillas al lado del rio, y, mirando con recelo al agua, empece a tirar piedras a su piso, que se encuentra a sus pies. Sintiendo la espalda mientras el anciano se acerco al nino lentamente se traslado hasta mas cerca del agua, a continuacion, el anciano se acerco y le dio una palmada en la cabeza con las palabras: --Bueno... nada… nada... Y luego grito Kostya, se levanto, se acerco y abrazo al anciano como si fuera la cosa mas preciosa que tiene, y se convirtio en un rugido en su camisa. --Bueno, nada, nada... --continuo el viejo El muchacho empezo a calmarse y pronto dejo de llorar en su totalidad, sino dejar al anciano que no queria, y se agarro mas y mas fuerte en su camisa de algodon, con olor-divina alquitran y hierbas. --MU --se escucho gritando detras de el. No se dio cuenta de que se volvio hacia el rio y vimos las vacas van al rio, como los buzos antes de sumergirse en el agua. De vez en Burenka atraido hacia el su gran cara moteada y pidiendo pan. Kostya se interrumpio con polkuska y le da una miga de masticar. --Vamos, Burenka y su abuela han estado esperando..., probablemente, -- le dice --ir nativo. Burenka sacudio la cabeza y se fue adelante, y Kostya cojeando lentamente despues de el. Una ligera brisa agito su alma huele campo y caminaba lentamente, y penso: "Que extrano y como olia especialmente camisa vieja -- alquitran y forestales hierbas, aparecio tan bien fue inmediatamente, en voz baja, al lado de el" En el momento en el cielo comenzo a adquirir una tonos violeta rojizo, que ya han pasado una cuarta parte del camino. Pero aqui en las vacas se encontro algo, y ella corrio freneticamente rapida y bruscamente tiro en los arbustos, en medio de. Kostya corrio tras ella, hacia abajo valle, a traves de los arbustos, en barrancos, baches y surcos en su manera de luchar contra ella. Ramas azotaban su rostro, y el corre y corre por delante de ella con un pensamiento: "Si tan solo no se pierda. Senor, ayuda!" El nino se desperto cuando estaba completamente a oscuras, solo una vez, y estaba en la oscuridad total. Kostya dio cuenta de que una vaca que hacia tiempo que habia perdido, se escapo nadie sabe donde esta y donde estaba, no sabia absolutamente: por todas partes en persona subio ramas sino hojas, y no se veia nada aun muy oscuro, un negro perfecto. "?Que podemos hacer? ?Donde esta la casa? vaca maldita me volvio a Dios sabe donde. En el vacio... "- penso Kostya. Se fue a tocar y de repente sintio el agua pies sentia bien fria y oyo algun lugar mas adelante algo salpicaduras. "Pero el rio al otro lado! ?Que puede ser? "- penso, y recordo como mi abuela le conto historias sobre el lago podrido y unos espiritus que brillan en la oscuridad. Scary estaba en su corazon, un escalofrio le recorrio la espalda. Kostya se sento y empezo a mirar a su alrededor con cuidado y cautela. Ese derecho es algo que haga clic, luego dejo uhnet buho, en algun lugar, mas alla del lago, el gorrion en su vagar, y como el aire llevara el suave roce de las alas como un susurro de la muerte ... Y aparecio en la distancia un poco de luz ... "Senor, yo tendria que hacer ahora es solo para salir de este lugar!" -- penso el nino, y encogerse de miedo mas bajo y mas cerca del suelo. La luz se acerca cada vez mas, se crio, inflamada, temblando y separo las ramas... Kostya habia saltado, pero luego vio que era el mismo hombre de edad --Esto no es suficiente, la vaca, ahora... ?Que haces aqui, ?eh? --me pregunto el anciano con severidad --Yo... yo estoy buscando una vaca... --Kostya pulverizacion catodica incoherentemente. --Usted, tambien, cada uno esta buscando. --Yo... yo ... --Vamos, estoy tan... --dijo el anciano sonrio y --ir. El muchacho agarro la camisa del anciano y precisa de la cola lo siguio sin soltar por un momento. Durante mucho tiempo anduvieron los caminos, pisando sin hacer ruido sobre el suelo. El anciano se llevo finalmente Kostya al lago, fue en el agua y lo llamo: --Bueno, ?que has venido aqui, --continuo diciendo --bueno, valiente, vamos, vamos. --Voy a estar aqui, --susurro casi inaudible Kostya. --?Que eres, eh? Y como una negrita, --el viejo sacudio la cabeza. --Si, soy negrita --poco mas que un nino dijo --negrita. --Bueno, van bien --el anciano estiro sus brazos hacia el. Kostya fue. El agua es calida, como la leche fresca, susurro algo ininteligible, pero luego se calmo y acepto gentilmente en el tierno abrazo. Se acerco al anciano, el sbryznul la cara con agua y dijo: --Recuerde que todo lo que ha pasado hoy. --Bueno, recuerde, --dijo el nino. Finalmente llegaron a una especie de pista, menea como una serpiente de tamano enorme que abrio, y se fueron a la luz, la luz apenas perceptible a traves de las ramas de un pequeno asterisco. Chispa volvio una linterna encendida en el porche de una casa vieja, en mal estado, cerca de la entrada de la atencion fue Burenka. El anciano los condujo a las afueras del pueblo y dijo adios Costa unica: --Recuerde tambien! --Recuerde, --casi inaudible respondio el muchacho. Kostya dio dos pasos y recordo que no dio las gracias al anciano volvio, pero que ya no estaba... No fue hasta la manana de niebla flotaba sobre el tapiz. Cuando Kostya volvio a casa, mi abuela le hizo una paliza y le pregunto donde estaba. En que el nino le conto sobre las aventuras nocturnas. La abuela apenas se pregunto como el viejo habia encontrado en la oscuridad en los lagos. --No se, --dijo Kostya, --pero a medida que el anciano del nombre, que no conoce el caso? --Con Martha algo que? Pavel Pavlovich Alekhine, en mi opinion. Uh, Kostik, Bueno, quien le pidio que subir en el lago, pero maldita sea esta vaca. Twisted es un lugar nietas, podrido ... --No podrida, prohibido, --Kostya dijo y se volvio hacia la pared. En los registros del chisporroteo de la estufa y se quedan dormidos a su chisporroteante era un placer ... --Recuerdo... recuerdo... --labios apenas perceptibles en voz baja Kostya... Y poco a poco, suave luz de la luna, cae en un sueno profundo. Una azafata noche va a la siguiente pantalla
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Nunca te deje de amar de Aitor Ferrer
https://gigalibros.com/nunca-te-deje-de-amar.htmlSiempre se ha dicho que el primer amor nunca se olvida, pero, ?cual es el primer amor de una persona? Tal vez, ?el que se vive cuando se es adolescente? Ese que llega a la tierna edad de quince anos y te hace sentir que estaras siempre con la misma persona. O, por el contrario, ?el primer amor puede ser el que aparece sin esperarlo y tras algunas relaciones? Ese amor del que nunca puedes olvidarte, por muchos anos que pasen, puede llegar a los diez, a los quince, los treinta o incluso a los cincuenta anos. ?Acaso ese primer y verdadero amor debe tener una edad concreta? Creo que no, pues, a mi, ese amor del que aun tengo el mejor de los recueros, ese que nunca podria olvidar, llego a mi vida cuando tenia veinticinco anos. Y es que, como bien es sabido, el amor llega de la manera en que llega y cuando deber hacerlo. No tiene edad, no tiene un tiempo concreto para llamar a nuestra puerta, pero cuando lo hace, se ha de aprovechar hasta el ultimo minuto de ese amor que nos rodea. Aquel verano, hacia ya cinco anos, con la carrera de profesora recien terminada, volvia esa noche a casa despues de celebrarlo con mis companeros y companeras de universidad. Quiso la mala suerte, o tal vez el caprichoso destino, o el que debia poner mas alquitran en la carretera el dia que la hicieron, que pisara en el unico agujero que habia cuando cruzaba y me torciera un tobillo. Es que parece que los tacones tengan iman con esas cosas, de verdad. El caso es que, segun caia mientras parecia que hiciera malabares, pues tenia los brazos extendidos, y que a mi me daba la impresion de hacerlo a camara lenta, pensaba en el topetazo que me iba a dar y el dolor de posaderas con el que acabaria. No, no aterrice en el suelo de manera milagrosa, o, mas bien, gracias a ese caballero andante de brillante armadura que me sujeto para que no acabara sentada en la carretera. --?Estas bien? --nunca olvidaria esa voz con la que me pregunto. Pero, cuando me gire, supe que esos ojos verdes serian mi tormento a la hora de dormir por las noches. --No me duele el culo, pero el tobillo me palpita que da gusto --conteste, algo contentilla por las copas que habia tomado, el sonrio y me ayudo aponerme en pie. Me llevo hasta un banco donde nos sentamos y, tras pedirme permiso, cogio mi pierna con una delicadeza increible y empezo a revisarme el tobillo. Di un leve respingo al notar un pinchazo, pero sus palabras me calmaron, o al menos, despues de saber por que las dijo. --No esta roto, y tampoco hay esguince, manana lo notaras un poco molesto, pero pasado estara como nuevo. --?Que eres, medico? --Si --sonrio, y yo desee que la tierra me tragara--. Vas contentilla, ?eh? --Celebraba el fin de mi carrera --levante las manos. --Ah, pues felicidades, pero, caerte al suelo, ?entraba en la celebracion? --No --rei--, eso ha sido culpa de la carretera, tiene un agujero en todo el centro. --Cierto, la carretera --rio negando. --Me llamo Jaca, muchas gracias por evitar que diera con el culo en el suelo --le tendi la mano. --Ismael, ha sido un placer --cogio mi mano para estrecharla y, ese simple contacto, hizo que cientos, no, miles... !Va! Decenas de miles de mariposas revolotearan en mi estomago. Aquella fue la primera vez que nos vimos, y supe que no seria la unica, incluso antes de que nos dieramos los telefonos tras un par de horas charlando y tomando una copa. Como dijo, Ismael era medico y acababa de salir de trabajar, habia estado de guardia y me comento que se dirigia a tomar una cerveza, solo, para desconectar del que, probablemente, fue el peor dia de trabajo de su vida. Ni el me conto el motivo, ni yo pregunte, tan solo estuve haciendole compania mientras bebia, pues es sabido que beber solo puede llegar a ser peligroso. Vale, con amigos tambien, y mas si estas celebrando algo, pero bueno, me habia ayudado y quise invitarle a una cerveza. Al dia siguiente me llamo para interesarse por mi tobillo, le dije que tan solo tenia una ligera molestia y que, gracias a la pomada que me habia aconsejado lo soportaba bastante. Me pregunto si le aceptaria una invitacion para comer un par de dias despues, acepte encantada pues queria seguir viendo y conociendo, a ese medico de ojos verdes y diez anos mayor que yo. Por aquel entonces vivia con mi madre, Rosa, que quedo viuda unos anos antes y era el principal pilar en mi vida, como yo lo era en la suya. Le hable de Ismael, le dije que habia sentido algo aquella noche y se alegro, tan solo me dijo que fuera con cuidado, que no queria que me hicieran dano. Llego el dia de volver a verlo y me llevo a comer al pueblo de al lado, a un restaurante precioso donde las horas fueron pasando mientras hablabamos de todo en general, y de nada en particular. Le conte que, tras acabar la carrera estaba, opositando, queria conseguir una plaza en alguno de los colegios de la ciudad y que me moria por empezar a trabajar con ninos, ya que eran una de mis debilidades. Ismael me dijo que habia seguido los pasos de su familia, habia muchos medicos y cirujanos desde hacia generaciones, asi que la medicina era algo que llevaba en la sangre, segun confeso, formaba parte de su ADN. Los dias fueron pasando, los mensajes y las llamadas se sucedian unos tras otros, volvimos a vernos en varias ocasiones y, en una de ellas, nos besamos. ?Como fue ese primer beso? Mejor de lo que esperaba. Fue delicado, tierno, pero, a la vez, con ese punto de picardia que ya sabia que tenia Ismael, mordisqueaba y me pasaba el pulgar mientras me miraba a los ojos y yo... Yo queria que ocurriera algo mas. ?Ocurrio? Si, claro que ocurrio. Acabamos en un pequeno apartamento dejandonos llevar por el deseo y esas ganas que nos teniamos, nos amamos bajo las sabanas durante toda la noche, y por la manana tuvimos que separarnos. Nos vimos durante aquel verano, siempre en el pueblo de al lado donde vivia, en aquel apartamento que me dijo era de un amigo suyo que estaba de vacaciones y se lo estaba cuidando. Las horas a su lado pasaban volando, cada dia me sentia mas a gusto y me enamoraba un poco mas de Ismael, mi querido Ismael. Y, como en todo, el amor da sus frutos, y el nuestro llegaria en unos meses. La tarde que iba a contarle que seriamos padres, la felicidad me embargaba, pero como se suele decir, lo bueno dura poco. La cara de Ismael cuando nos encontramos era de funeral total. Y no era para menos, pues asi me senti cuando acabamos de hablar y me confeso lo que menos me habria imaginado. Estaba casado y su esposa esperaba un hijo. Senti que el mundo caia sobre mi, que se derrumbaba ese castillo que, poco a poco, habia empezado a construir entorno a Ismael, mi querido Ismael, que no era mio, pero si querido. O, mejor dicho, la querida fui yo. Una amante, eso es lo que habia sido para ese hombre durante el verano, la otra, una mujer con la que saciar sus ganas en la cama. ?Que habia de cierto en esas miradas, o en sus caricias? ?No habian sido mas que falsas esperanzas para una muchacha de veinticinco anos con la que habia jugado? Casado... El hombre del que me fui enamorando, poco a poco, dia tras dia, estaba casado. Ya tenia una familia, iba a ser padre y yo no era nada para el, no pintaba nada en su vida. Llore, rota por el dolor mientras el, no me dedicaba ni una mirada. Guarde mi secreto, ese que iria conmigo a la tumba cuando el Senor me reclamara a su lado. Aquel dia, la felicidad de saber que llevaba en mi vientre el fruto de un amor tan grande, quedo relegada por el dolor, la pena y el sabor amargo de la desdicha. Ni siquiera deje que me llevara a mi casa, lo deje en el bar donde me habia llevado y cogi un taxi para volver a la ciudad. En ese instante comprendi el motivo de vernos siempre en el pueblo de al lado, y no, no era porque tuviera que cuidar del apartamento de su amigo. Que, a saber, si aquello era cierto. Tal vez era suyo, un picadero al que llevar a las pobres tontas e incautas como yo, y que cayeran ante su galanteria, esa mirada y el sabor de sus besos. Camine durante un rato por el parque, me sente en un columpio como si fuera una nina pequena, llorando mientras con una mano me acariciaba el vientre, prometiendole a mi pequeno angelito que, aunque estuvieramos solos, jamas le faltaria nada y, mucho menos, mi amor, ese que ya sentia desde el momento en que supe que estaba dentro de mi. Llegue a casa y, mi madre, al verme, me abrazo sabiendo que algo habia ido mal. Antes de ir a hablar con Ismael, le conte a mi madre la noticia, me abrazo feliz de saber que iba a ser abuela y cuando vio el dolor en mis ojos, asi como fue obvio para ella que habia llorado, pregunto si es que el no queria saber nada del bebe. Le dije lo que habia confesado Ismael y hasta ella lloro de dolor. Volviamos a ser ella y yo, solas, y ahora llegaria mi angelito, ese que nos colmaria a ambas de felicidad y amor. Y asi fue, mi madre nos ayudo a mi nina, a quien llame Alba, y a mi a salir adelante. Cuando mi pequena nacio cogi plaza en un colegio, un ano despues y con el dinero que habia ido ahorrando, di la entrada para un pisito donde viviria con mi hija, aunque siempre tendria a mi madre y su casa, para lo que necesitara. Alba tenia dos anos cuando nos instalamos definitivamente en nuestra propia casa, donde mi madre venia siempre que queria estar con sus ninas, como nos llamaba a mi hija y a mi. Durante aquellos anos no supe nada del que fue mi primer amor, ese que bien sabia que jamas iba a olvidar. El dia que me marche, llorando tras su confesion, borre su numero del movil, pues bien sabia que el, no me llamaria nunca, asi que al menos evitaba buscar su nombre en mis contactos, ese nombre que tenia grabado a fuego en el corazon, ese que algunas noches me habia hecho llorar al recordarlo.
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El llanto de los elefantes de Genoveva Casanova
https://gigalibros.com/el-llanto-de-los-elefantes.htmlUn desafortunado dia, la rama de un arbol se vencio ante el peso de los elefantes, haciendoles caer sobre los discipulos de un asceta que se encontraba atendiendo sus lecciones debajo de su sombra. Para evitar seguir haciendo dano a los demas habitantes del mundo, los elefantes decidieron desprenderse de sus alas y bajar a vivir a la tierra. Millones de alas cayeron lentamente del cielo, formando asi los majestuosos Montes Himalaya. Desde entonces, los elefantes caminan entre los hombres y demas seres que pueblan este mundo, siendo venerados como deidades, y al mismo tiempo encadenados y forzados a vivir a merced de los caprichos del hombre. Con sus rostros pintados de colores y sus patas sujetas con enormes grilletes oxidados, los elefantes viven resignados. Y cuando las nubes no vienen en mucho tiempo y ellos se permiten anorar aquellos tiempos en que eran libres y volaban muy alto, muy alto, atravesando el viento azul... los elefantes lloran. PARTE I Cuando el timbre sono eran las 12:37. Lo sabe porque siempre mira el reloj en cada acontecimiento del dia. Tiene esa costumbre desde los dias de agenda apretada en sus viajes por la India. Cada vez que alguien entraba en el piso, o que sonaba el telefono, o que pasaba por la calle el afilador de cuchillos, el miraba su reloj, como para cerciorarse de que efectivamente el tiempo seguia transcurriendo y que el mundo seguia funcionando. Era un dia soleado, de una primavera recien comenzada. Como hacia calor habia decidido ponerse unos pantalones color beis comodos y un polo azul oscuro de manga corta. No llevaba zapatos. Siempre estaba descalzo en casa. Al igual que ella, nunca habia soportado bien tener los pies cubiertos. Desde la ventana se veian las copas de los arboles del parque que estaba cruzando la calle, de un verde traslucido que decoraba el bosque como si a las hojas les hubiesen sido esparcidas millones de espejos minusculos. El balcon principal estaba abierto, y entraba con facilidad el sonido del saxofon que animaba las terrazas de los restaurantes de la calle. En ese momento sonaba la melodia de una de sus canciones de jazz favoritas: A case of you. En la cocina, la mujer de la limpieza recogia los cubos y las fregonas que acababa de utilizar para el suelo de madera antigua que tenia en su piso de Paris. Vestia un sari[1] azul marino, con bordados de hilo dorado en los extremos de la tela. Las mujeres indias encuentran dificil dejar de usar la ropa tradicional cuando se trasladan a vivir a Europa o a America. Ella tambien era asi. Trenzaba su pelo con aceite de almendras mezclandolo con unas gotas de sandalo, y colocando algunas flores de jazmin entrelazadas, como le enseno su madre a hacer cuando era pequena y vivia en Chennai[2]. Aunque en esta ciudad el jazmin solo se conseguia durante algunas temporadas. El se encontraba enfrente del mueble chino de madera que decoraba el recibidor, revisando el correo que acababa de llegar. Guardo las llaves de su casa dentro del cajon de la derecha y se dirigio a la entrada. Abrio la puerta el mismo, cosa que nunca habria hecho si no hubiera estado el tan cerca de la puerta, y la muchacha de servicio tan lejos. Pero siendo esta la situacion, lo considero un detalle. De cualquier manera, en Francia no hacia falta ser tan precavido. --Monsieur Rohan Seth? J'ai un package pour vous. Si vous plait, signe ici...[3] Un senor bajito, delgado y con un bigote entrecano, que traicionaba la edad que intentaba aparentar el intenso tinte de su pelo, se encontraba de pie en el descansillo, con una bolsa gris al hombro y un paquete en la mano derecha. Busco en su bolsa y saco un boligrafo y unos documentos, que son los tipicos tramites para una entrega de paqueteria. Asi que firmo en la parte de abajo del papel, en lo que considero el espacio logico para la firma, pues en todos estos anos, desde aquel primer viaje a Paris, habia aprendido muy pocas palabras en frances, y decididamente no lo suficiente como para leer un documento. --Merci, monsieur. Bon journee[4] --dijo el hombre mientras le entregaba el paquete en la mano y le daba la espalda para presionar el boton del ascensor. Cerro la puerta sin prisa, con cierta pesadumbre que permite la edad, y con el paquete en la mano camino hasta su despacho. Junto a la ventana que daba al parque habia instalado su escritorio, atiborrado de libros y papeles desordenados. Le gustaba contemplar las vistas cuando se sentaba a leer o a revisar el correo. A veces se sentaba ahi solo para contemplar el atardecer y sentirse acompanado por las palabras que encerraban todos aquellos libros. Cada uno era una conversacion larguisima con la vida, un secreto muy suyo. Se acerco a la mesa para coger el abrecartas de plata con la figura de elefante que habia traido con el desde Delhi y que habia pertenecido a su padre. Lo clavo en el papel amarillo acolchado y rasgo con descuido el envoltorio, de la misma manera que habia visto a su padre abrir cientos de cartas durante sus anos en la politica. Con la misma autoridad. Fue entonces cuando se encontro sujetando aquel libro con sus manos rugosas y gastadas. Con todo lo que habian tocado sus manos, parecia que sus dedos estaban a punto de fallarle. De pronto, tenia en ellas un libro cuyas letras de la caratula le dolian en los ojos. Letras doradas impresas a relieve sobre el cuero de color marron que cubria la dura pasta, como viejas cicatrices recien reveladas sobre su piel india. Aquel libro le gritaba y lo amarraba. Parecia arrancarle el aire mientras las agujas de su reloj comenzaban a girar enloquecidamente, retrocediendo hasta el momento en donde empezo todo, con las primeras palabras, en la primera pagina... mucho, mucho tiempo atras. CAPITULO 1 Cuando uno se sienta delante de una hoja en blanco, dispuesto a escribir, como estoy yo ahora, solo surge una pregunta: si tuviera que contar la historia de mi vida, ?como empezaria? ?Por donde? ?Como puedo hacer sentir esto, que es tan mio, a otra persona? ?Como doy mis ojos para que alguien pueda ver a traves de ellos todo lo que he visto yo? Todos los dias, todos los anos, todo el tiempo que ha transcurrido... ?como se da todo eso? Por cada segundo, una imagen y un sentimiento... Demasiado. No estoy al final de mi vida, en mi vejez, sentada en mi casa donde solo quedan fotos viejas y ecos de palabras habladas muchos anos atras. No. Soy bastante joven aun. No tengo tantas canas como tormentas colgando de la cabeza. Pero cuando acabe todo esto, espero poder irme habiendo roto cadenas, habiendo soltado alguna que otra alma de la infinitud del silencio. El silencio... Naci el 28 de octubre de 1970 en el Hospital de Nuestra Senora del Rosario de Madrid. Era una tarde fria y lluviosa de otono. Las enfermeras iban y venian con sus cofias blancas, vestidas con sus uniformes tan femeninos, hablando sin parar cosas de las que mi madre no conseguia entender ni una pizca. Llevaba poco tiempo en Espana, desde que se caso con mi padre un ano atras, pero en realidad nunca tuvo interes en aprender a hablar espanol. Como si su relacion con este pais y su gente fuera meramente circunstancial. Se habia criado en una preciosa finca en el sur de Alemania donde sus hermanas y ella recibian una estricta educacion de acuerdo con lo acostumbrado por las familias nobles de la epoca. Clases de ingles, frances, historia, geografia, matematicas, literatura y piano llenaban sus dias de infancia. Al morir mi abuelo, mi madre heredo el titulo de baronesa. No era uno de los mas importantes que tenia, pero ella era la cuarta de cinco hijas, por lo que era bastante logica esa designacion. Habia visto nacer a su hermana menor, la tia Birgit, en aquel palacete de campo con el enorme reloj de la torre y rodeado de campos de trigo, pero no recordaba tanto alboroto.
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Fuego en invierno de Mile Bluett
https://gigalibros.com/fuego-en-invierno.htmlCuando la atraccion es tan fuerte que se vuelve irresistible.
David Jenkins es un Dios Nordico con habilidades para sobrevivir al invierno mas crudo, con una mirada picara y unos hoyuelos en cada mejilla que tienen el proposito de derretir a quien ose mirarlo cuando sonrie. Destaca por su infalible sentido del humor y sorprende por sus artes culinarias para seducir a una dama. En su dia a dia, es un empresario prometedor al que no se le escapa nada, dueno de una innovadora compania de mercadotecnia en linea. -
Amores pasados (Quedate conmigo 1) de Nari Springfield
https://gigalibros.com/amores-pasados-quedate-conmigo-1.htmlLa vida de Mimi nunca ha sido apasionante, pero todo cambia cuando decide mudarse de Nueva York a Los Angeles para estar al lado de su hermano. Tras conseguir un empleo en la prestigiosa y conocidisima multinacional Laksmi, Mimi se reencontrara con su pasado, con las tardes en Central Park mirando el cielo, las risas hablando sobre ovnis y los timidos besos adolescentes. Pero Mimi ya no tiene quince anos, y hace media vida que perdio contacto con la unica persona con la que habia conseguido conectar a todos los niveles.
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Yo nunca de Eduardo Trillo
https://gigalibros.com/yo-nunca.html