• retorno a la isla blanca - Linn Ullmann

    https://gigalibros.com/retorno-a-la-isla.html

    La novela mas reciente de Linn Ullmann, hija del gran director Ingmar Bergman, y quiza la mas autobiografica de las publicadas hasta ahora.

  • Retorno a la Isla Blanca - Laura Gallego - Oficial

    https://www.lauragallego.com/libros/retorno-a-la-isla-blanca/

    Pero el camino sale del bosque y se adentra en tierras extrañas, desconocidas y peligrosas para la Gente Pequeña… Ficha del Libro.

  • RETORNO A LA ISLA BLANCA (4ª ED) | LAURA GALLEGO

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  • Retorno a la Isla Blanca (Historias con Miga) Tapa blanda

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  • Retorno a la isla Blanca Tapa blanda - Laura Gallego

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  • Retorno a la Isla Blanca - Laura Gallego García - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/3707/retorno-a-la-isla-blanca

    Resumen y sinópsis de Retorno a la Isla Blanca de Laura Gallego García ... Cuenta la historia de Única, una joven Mediana de piel azul que cree ser la última de ...

  • Retorno a la Isla Blanca - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Retorno_a_la_Isla_Blanca

    Retorno a la Isla Blanca es una novela de aventuras fantásticas escrita por Laura Gallego García. Publicada por Editorial Brief en 2001.

  • RETORNO A LA ISLA BLANCA - LAURA GALLEGO GARCIA

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  • RETORNO A LA ISLA BLANCA - Librerías Picasso

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    RETORNO A LA ISLA BLANCA, GALLEGO LAURA, 9,00€. ... Para lograrlo, decide seguir el camino de arena blanca que, según la leyenda, ... Otros libros del autor.

  • Retorno a la Isla Blanca - CANAL LECTOR

    https://canallector.com/11978/Retorno_a_la_Isla_Blanca

    Este libro trata de: Bosques, Mundos fantásticos, Aventuras, Búsqueda de la propia identidad, Viajes fantásticos, Viajes marítimos, Diversidad social, ...

  • Retorno a la Isla Blanca by Laura Gallego García - Goodreads

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    Retorno a la Isla Blanca es un libro de una lectora muy ágil,a mi parecer, enfocada a los más pequeños de la casa y perfecta para iniciar a los niños en la ...

  • El dia antes de la revolucion de Ursula. K Le Guin

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    Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975, tiene como protagonista a Odo, la lider de la revolucion que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria. Ursula K. Le Leguin identifica esta sociedad con el anarquismo, que para ella “es la mas idealista, y la mas interesante de todas las teorias politicas”. Pero lo que realmente le interesa a la autora es contar la hisotria de una mujer; no solo como ideologa de la revollucion, sino como persona, y asi la manifiesta en su presentacion: “Agradeci sumamente cuando Odo aparecio de entre las sombras y atraveso el abismo de lo probable pidiendo un relato, no sobre el mundo que contruyo, sino sobre si misma”.

  • ?Para que sirve la Historia? de Serge Gruzinski

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    El mundo de comienzos del siglo XXI, la composicion de las sociedades que lo integran, no es el mismo que los que justificaron la forma de ” hacer ” Historia hasta hace bien poco, marcada por la reduccion a un relato unico y a menudo con una clara perspectiva eurocentrica. En una linea similar a la que propugnan Guldi y Armitage en su ” Manifiesto por la Historia ” , orientada a recuperar la historia a largo plazo y a establecer un dialogo constante entre pasado y presente para intentar alumbrar el futuro, esta importante obra de Serge Gruzinski rompe una lanza a favor de la historia global, que amplia la escala de estudio y conecta compartimentos separados. El analisis que en el lleva a acabo de la expansion portuguesa y espanola en los siglos XVI y XVII provee un ejemplo practico de la utilidad que tiene estudiar episodios pasados para iluminar los mecanismos, ideas y actitudes del presente, asi como sus posible consecuencias.

  • Leon, nunca me dejes ir (Leon 2), Lorena Guerra Mendez de Lorena Guerra Mendez

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    En amor une corazones, Dafne y Hugo son dos victimas del amor, y viven felices en esta nueva etapa de su vida. Hugo es un gran deportista de elite, y Dafne aplaude cada uno de sus exitos, pero ? puede su nueva vida romper aquello que han creado dia a dia? Llega el desenlace de la historia de Hugo y Dafne a traves de ” Leon, nunca me dejes ir” ?Te lo vas a perder? !Te espero!

  • La venganza no prescribe de Eva Zamora

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    El pasado ni olvida ni perdona

  • En que pensamos cuando pensamos en Futbol de Simon Critchley

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    El futbol hunde sus raices en el sentimiento de pertenencia a un lugar y a una comunidad, y en su momento fue parte importante de la cultura obrera: era un deporte de equipo, de asociacion, donde el conjunto esta siempre por encima de las individualidades por importantes que estas puedan ser. Los jugadores vienen y van, mientras que los aficionados son el archivo, la memoria del equipo, quienes lo anclan en la historia. Son parte activa del futbol como experiencia y coleccion de momentos. Aunando pasion y rigor, analisis y devocion Critchley se acerca a este fenomeno planetario desde perspectivas de clase, de genero, tambien de estetica, y nos ofrece un libro que es tanto un inspirado e inspirador ensayo, como un sentido homenaje al futbol.

  • Los lios de Almudena de Cristin Ferro

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    Alvaro, el jefe serio y mandon, es un hombre guapo, sexy y seguro de si mismo que intentara cambiar por hacer feliz a la mujer que tiene a su lado. Empezara dejando atras su caracter hurano y se descubrira a si mismo sonriendo cada vez mas.
    Almudena es una mujer de fuerte caracter y personalidad muy definida, es la unica duena de su vida y de sus decisiones. Debido a su pesima situacion familiar, luchara por mantener siempre el control, le pese a quien le pese. Esa es la razon por la que en sus planes nunca entro acabar con un hombre que la controle, que la domine y le de ordenes.
    Alguien empezara a amenazar la tranquila vida de la pareja. Al principio de forma anonima y sin importancia, para derivar en un acoso sin precedentes. Almudena no se dejara acobardar y eso desembocara en una tension irrespirable entre la pareja. Situacion que acabara provocando encontronazos continuos y miles de peleas que, poco a poco, iran desgastando la relacion.

  • El mundo de Lisa de Zeneida Miranda

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    Podria comenzar diciendo que. !todas mis amigas estan como cabras! Hala, asi de contundente. Las adoro, si, pero estan locas. Y este libro es un buen ejemplo de ello. ?Quien soy yo? Soy Lisa y era una chica normal, anonima y aburrida hasta que una de mis amigas me reto a que escribiera una historia de Sexo en Nueva York pero con nosotras. ?Acaso tengo yo pinta de Carrie Bradshaw? !Si soy mas alta! Pero, ?sabeis que? !Que lo hice!

  • Soy una mama divorciada, alocada y de nuevo enamorada de Megan Maxwell

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    He retomado mi vida.

  • Los cuerpos de la habitacion roja de Inigo Aguas

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    Me llamo Eric y tengo tres normas:
    Nadie puede descubrir mi secreto.
    Solo podemos hacer el amor dentro de la habitacion roja.
    Y la mas importante, no voy a enamorarme de el.

  • El secreto que cambio mi vida de Soledad Palao Sires

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    Marisol es una nina de nueve anos curiosa e imaginativa. La pension que dirige su abuela en una conocida calle de Madrid es el centro de su atencion desde donde deja volar esa intuicion con la que esta dotada. Trata de descubrir una historia que la conduce hasta uno de los multiples inquilinos, que llegados de pueblos reconditos llegaron a Madrid en los anos 60 para labrarse un futuro mejor.

  • Deseo de Navidad de Nora Roberts

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    Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • Sin alas en el sur de Angelo Azzurro

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    Sin alas en el sur es la primera novela de Angelo Azzurro, una escritora novata de Genova.
    Cuenta una historia parcialmente real, vivida entre Sicilia y Francia. Un giro romantico dara un nuevo impulso a la historia y algunos acontecimientos dramaticos nos haran reflexionar sobre el todavia demasiado oprimido y amenazado mundo de las mujeres. La protagonista es una de muchas, una de nosotras… Algunas querra sonar, algunas mas se reconocera a si misma.
    Increible pero cierto, un extracto fue premiado en el concurso y en otro la novela entera merecio una mencion especial!

  • Nomeolvides (Coraje 1) de Kris L. Jordan

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    Dos hombres diferentes e inmersos en mundos distintos se enfrentaran a sus miedos.
    Martin es un policia de Manhattan obsesionado con resolver un caso de asesinatos en serie. Aterrado con el parecido que tiene su hermana con las victimas, intenta sobreprotegerla. Pero no podra hacer nada frente a la pasion que ella sentira por una persona inadecuada.
    Las pistas que ha dejado el asesino son escasas, el tiempo corre y Martin sabe que habra otra victima. ?Conseguira atraparle a tiempo?
    A su vida estresada, se une la aparicion de un fantasma que parece necesitarle e intenta comunicarse con el de manera desesperada.
    Ivan ha luchado por vivir, por salir adelante en un mundo corrupto. Abandonado en un Hospicio, aprendio a ocuparse de si mismo sin importarle los demas. Anos despues le persigue el sueno visionario de sor Mari, que le previene de una mujer que de manera casual aparecera en su vida. Pero no podra resistirse a su pasion, porque su corazon sera quien tome las riendas.
    ?Que tienen en comun un policia y el dueno del mejor club de striptease y prostitucion de Manhattan?

  • Todo mi otono 1 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.
    Poco a poco, sin que apenas se de cuenta de ello, la curiosidad por descubrir quien es y por que se muestra tan esquiva despertara otra clase de sentimientos en el, y Sean tendra que decidir si, ademas de dejar que se cuele en su apartamento, permitira que lo haga en su corazon.

  • El titan de Wall Street de Anna Zaires

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    Un multimillonario que busca la esposa perfecta…

  • El mar de las Sirtes de Julien Gracq

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    Nada se mueve en la senoria de Orsenna. La otrora capital de un imperio pujante es ahora una ciudad dormida, carcomida por la inercia. Un joven patricio, Aldo, es enviado a la ribera de las Sirtes para vigilar a las tropas acantonadas. Mas alla del mar, la ultima frontera, estan las costas de un ignoto pais con el que la senoria mantiene una guerra de tres siglos, tan aletargada como los propios contendientes. Con la llegada de Aldo, todo empieza a dar senales de vida, y el entusiasmo vital desequilibra el juego de fuerzas sobre el que se sustenta la paz.

  • Efecto Frida de Susana M. Vidal

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    Susana M. Vidal se ha dedicado a investigar la influencia de Frida Kahlo en la cultura popular, arte, moda y movimiento feminista. Fruto de ese trabajo, vio la luz Frida Kahlo: Fashion as the Art of Being, de 2016. A raiz de su publicacion, la autora ha sido reclamada por importantes instituciones para dar conferencias en las que la singular artista mexicana es presentada como un ejemplo vital.

  • El suave susurro de los suenos de Christina Courtenay

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    Y ahora, jovencitas, como os podeis imaginar, la ultima voluntad de vuestros padres no contiene ninguna sorpresa, excepto por... A lo que me refiero es que a todas os corresponde una cuota igual en la herencia, por supuesto. Sobre eso no existe ninguna duda. El senor Parker, el abogado de la familia, estaba sentado en el borde del sofa; en la mesa de cafe se extendian varios documentos dispuestos en montones ordenados. Madeline Browne y su hermana pequena, Olivia, ocupaban los dos sillones de enfrente y esperaron en silencio a que continuara. --Si, ?y...? --Olivia, tan impaciente como siempre, le insto a que prosiguiera en cuanto no lo hizo de inmediato. --Bueno, hay un pequeno detalle que todavia tengo que revelaros --dijo al fin--, aunque no afecta en absoluto al asunto de la herencia. --Se le veia claramente incomodo y tuvo que aclararse la garganta un par de veces. Una mosca zumbo en la ventana intentando escapar hacia la libertad que proporcionaba el exterior. Maddie deseo poder hacer lo mismo, pero tuvo que conformarse con tragarse las lagrimas que amenazaban con volver a desbordarse. Toda aquella horrible situacion la estaba sobrepasando. --Vuestros padres anadieron un codicilo en el testamento segun el cual... Bueno... Tengo que deciros que... En resumidas cuentas, ellos creian que debiais saber que no sois hermanas de sangre --dijo de sopeton. Inmediatamente despues anadio--: Maddie, eres adoptada. Maddie solto un jadeo y miro al abogado. --?Adoptada? --Si, asi es. --El senor Parker hizo un gesto de asentimiento para dar mayor enfasis a su revelacion y se dispuso a ordenar una pila de papeles que estaba perfectamente alineada. --?Pero que...? Quiero decir, ?por que...? --Maddie no podia creerse lo que estaba oyendo y a su cerebro le costo horrores procesar la informacion. Tenia una extrana sensacion en el estomago, como si se hubiera tragado una bolsa llena de cubitos de hielo y se le hubiera entumecido la parte superior del torso. Sabia que la lectura del testamento seria dolorosa, pero aquello era algo del todo inesperado. ?Como podian sus padres haber mantenido un secreto asi durante tanto tiempo? ?Por que demonios no se lo dijeron? Tenia veintisiete anos, ya no era ninguna nina. Como si le estuviera leyendo el pensamiento, el senor Parker dijo: --Me temo que no se por que no te lo quisieron decir antes. Tal vez pensaron que era lo mejor para ti. --Se encogio de hombros--. Nunca me contaron nada sobre este asunto. Otro silencio, esta vez mucho mas incomodo. El senor Parker se movio nervioso en el sofa y se inclino hacia delante para volver a ordenar los papeles. Maddie se habia quedado paralizada, incapaz de mover ni un solo musculo, aunque las siguientes palabras de su hermana la sacaron de aquel trance. --Si Maddie no es mi hermana de verdad, ?por que tiene derecho a la mitad del dinero de mis padres? --!Olivia! --El abogado abrio los ojos claramente escandalizado por tal pregunta, pero Maddie ni siquiera pestaneo. Es mas, aquello casi le arranco la primera sonrisa desde que le comunicaron la noticia del accidente de trafico de sus padres. La pregunta era un claro ejemplo de la forma retorcida y egoista en que funcionaba la mente de su hermana. Nadie la conocia mejor que ella. --Como hija adoptiva de tus padres, Maddie tiene los mismos derechos que tu, Olivia. Todos los documentos estan en orden. --El abogado tenia los labios apretados en una tensa linea y el ceno fruncido en un gesto que mostraba su profunda desaprobacion, pero aun asi Olivia ni se inmuto y se limito a enarcar las finisimas y depiladas cejas sobre sus maquillados ojos intentando fingir una expresion de candida inocencia. --Pero si no tenemos ninguna relacion de consanguinidad, ?no deberia por lo menos llevarme la parte mas cuantiosa? --Bajo la espesa capa de maquillaje Olivia mostraba una expresion fria, de total indiferencia. No habia ningun atisbo de dolor por el fallecimiento de sus padres. Ni rastro de culpa por querer despojar a su hermana de la herencia. Nada que indicara que entendia la crueldad de lo que estaba diciendo. El senor Parker abrio la boca incredulo. --!Olivia, en serio, esto esta completamente fuera de lugar! --Se volvio hacia Maddie con una mirada de disculpa. Se notaba que aquel giro de los acontecimientos le habia pillado desprevenido. Empezo a juguetear con una elegante pluma estilografica, quitandole y poniendole el capuchon. --Me he quedado sin palabras --anadio de forma innecesaria. Maddie decidio que ya era hora de acudir en su ayuda. Mientras escuchaba las preguntas de Olivia, se vio invadida por una furia contenida. Se dio cuenta de que no se trataba de algo que hubiera surgido de repente. No, la ira habia ido creciendo con los anos, pero siempre se habia controlado por respeto a sus padres. Ahora, sin embargo, ya no habia ninguna razon que le impidiera dejarla salir y esa rabia le dio la fuerza suficiente para lidiar con aquello de una vez por todas. --No se preocupe, senor Parker. --Se inclino hacia delante para colocar una mano sobre su manga, intentando tranquilizarle--. Como bien puede imaginarse, esta noticia me ha causado un gran impacto, pero tambien me ha hecho ver una cosa muy clara. Olivia no es y nunca ha sido una hermana para mi. A pesar de lo mucho que he luchado por que tuvieramos una relacion mas cercana, no lo he conseguido. Siempre me he preguntado por que, pero hoy me acaba de dar la respuesta. Gracias. --Ya estas haciendote la santa, como siempre --susurro Olivia en tono despectivo. Maddie no mordio el anzuelo. Anos de practica le habian ensenado a ignorar las pullas de su hermana para evitar dar un disgusto a sus padres, que detestaban las confrontaciones de cualquier tipo. Ademas, no iba a ganar nada contraatacando. Olivia tenia la piel mas dura que un armadillo y al final, no sabia muy bien como, siempre se salia con la suya. --Tus padres te adoptaron porque creyeron que no podrian tener hijos propios --intervino el abogado--. Los he conocido durante anos y siempre te quisieron como si fueras hija de su propia sangre. Y eso no cambio cuando fueron bendecidos... --vacilo ligeramente y lanzo una mirada dudosa en direccion a Olivia-- ...con una hija biologica. --Lo se, senor Parker. --Maddie alzo una mano para detenerle. Todo era muy reciente, todavia seguia con las emociones a flor de piel y preferia no seguir hablando. Lo unico que ansiaba era salir de esa estancia, de esa casa y alejarse de Olivia--. Estoy de acuerdo con usted, no he podido tener mejores padres. Me dieron lo que mas necesitaba cuando estaban vivos: su amor. Ahora no quiero nada mas de ellos. Deje que Olivia se quede con todo. No me importa. --Pero Maddie, claro que importa. Estamos hablando de una cantidad considerable de dinero. --El rostro del abogado volvia a tener la misma expresion de incredulidad de antes. --No. Lo digo en serio. La conozco mejor que nadie. --Ahora fue el turno de Maddie de mirar a Olivia--. Y se que no parara hasta que no se salga con la suya. Olivia aparto la vista y se dedico a estudiar sus perfectamente pintadas garras como si la discusion no fuera con ella o no hubiera sido la culpable de meter al zorro en el gallinero. Maddie apreto los dientes. --No hay nada que Olivia pueda hacer al respecto --protesto el senor Parker--. Todo esta en regla. --No me importa. Ni siquiera quiero volver a verla o hablar con ella. Asi que, si es tan amable de ayudarme a recoger algunos objetos personales y recuerdos, puede quedarse con lo demas. Se encargara usted del papeleo necesario, ?verdad? --Maddie estaba que echaba humo, incluso podia sentir sus emociones al rojo vivo burbujeando en su interior y dispuestas a salir como llamas incandescentes en cualquier momento, pero estaba decidida a controlarse. Ya lloraria mas tarde, cuando estuviera sola. Ahora, sin embargo, saldria de aquel lugar de la manera mas digna posible y no se molestaria en mirar atras. Nunca regresaria. Era la unica forma de hacerlo. Olivia, que habia estado escuchando sus ultimas palabras con una sonrisa de satisfaccion en los labios, fruncio el ceno de repente y la miro de forma sospechosa. --?Que es lo que vas a recoger? No se te ocurra llevarte el mejor... --!Olivia! --ladro el senor Parker con una voz que le recordo a la de un director recriminando su comportamiento a un alumno dificil. Si los padres de Olivia hubieran intentado ir por ese camino en alguna ocasion, lo mas seguro es que no hubieran tenido que mantener esa conversacion ahora--. Te sugiero que des las gracias por la suerte que has tenido --continuo el abogado, fulminando con la mirada a su hermana-- y dejes que Maddie se lleve lo que quiera. Si no, hare todo lo posible para conseguir que acepte su parte de la herencia. No vayas a creerte ni por un momento que no soy capaz de hacerlo. O incluso, si es necesario, puedo retener un fideicomiso en favor de sus futuros hijos. --Se le veia tan determinado por lograr su objetivo que Olivia asintio en silencio. --No te preocupes, Olivia --Maddie esbozo una tensa sonrisa--. Nunca hemos tenido los mismos gustos, asi que lo mas probable es que no me lleve nada a lo que le tengas mucho aprecio. --Se puso de pie y se dirigio hacia la puerta. --Ya veremos --mascullo Olivia mientras seguia a la que hasta ahora habia sido su hermana fuera de la estancia con los brazos cruzados sobre el pecho de forma beligerante. El senor Parker cerraba la comitiva con la ira e incredulidad reflejadas en su rostro. Cuando alcanzo a las dos hermanas, Maddie vio su expresion confundida y le susurro: --En serio, senor Parker, es mejor asi. Ahora sere libre para siempre. Confie en mi, merecera la pena. Al senor Parker no le quedaba mas remedio que creerla.

  • Volvere aqui de Corin Tellado

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    Volvere aqui Burt, junto con el socio de su tio, Li-Chan-Yen, llevara acabo una venganza contra lord Crowther despues de lo sucedido hace quince anos y que Burt nunca ha olvidado.

  • Ni una palabra de Harlan Coben

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    ?Que haria un padre por proteger a su hijo? ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar? ?Le espiaria? ?Llegaria a mantenerle localizado permanente por el GPS de su movil? Es lo que hacen Tia y Mike Baye, aunque vigilarle asi no impedira que Adam, su hijo de 16 anos, desaparezca tras el suicidio de su mejor amigo. Ambos se lanzaran a una agonica busqueda, mientras van conociendo con
    espanto que, en el fondo, no saben nada de la vida de su hijo. Mientras que, a su alrededor, se pone en marcha un mecanismo estremecedor: los vecinos corren el riesgo de perder a su unico hijo necesitado de un pulmon, una joven aparece brutalmente asesinada disfrazada de prostituta, una ejemplar madre de familia es secuestrada mientras hacia la compra, un profesor insulta y se rie de Yasmin, la mejor amiga de la hija pequena de los Baye…
    La inspectora jefe Loren Muse y el fiscal Paul Copeland, a punto de casarse, no encuentran el hilo del que tirar. Hasta que todo acabe por explotar. ?Tiene salvacion el futuro de nuestros hijos?

  • El anillo del griego de Lynne Graham

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  • El camino del perdon de David Baldacci

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    <> La agente especial del FBI Atlee Pine alzo la mirada para contemplar la lugubre fachada del complejo penitenciario que albergaba a algunos de los depredadores humanos mas peligrosos del planeta. Habia venido hasta alli esa noche para visitar a uno de ellos. La carcel de Florence estaba a unos ciento sesenta kilometros al sur de Denver y era la unica prision de maxima seguridad reforzada del sistema federal. El modulo de maxima seguridad era uno de los cuatro edificios independientes que formaban este complejo correccional federal. Habia un total de novecientos internos encarcelados en este polvoriento lugar. Desde el cielo, con las luces de la prision encendidas, Florence podia parecer un punado de diamantes sobre fieltro negro. Los hombres que se encontraban alli, tanto los guardias como los internos, eran tan duros como esa piedra preciosa. No era un lugar para los debiles de espiritu o para quienes se dejaban intimidar con facilidad; sin embargo, los muy perturbados eran bienvenidos. En ese momento, en esta prision de maxima seguridad cumplian condena, entre otros, el Unabomber, el terrorista de la maraton de Boston, varios terroristas del 11-S, algunos asesinos en serie, uno de los complices del atentado de Oklahoma City, diversos espias, lideres supremacistas blancos y un variado repertorio de jefes de los carteles de la droga y de la mafia. Buena parte de los internos moririan en esa prision federal, mientras cumplian multiples cadenas perpetuas. La carcel estaba en mitad de la nada. Nadie habia logrado jamas escapar, pero si alguien lo hiciera algun dia, no tenia donde esconderse. La topografia alrededor de la prision era llana y de campo abierto. En el entorno del complejo no crecia ni una brizna de hierba, ni un solo arbol o arbusto. Todo el perimetro estaba rodeado por muros de tres metros y medio de alto coronados con alambre de espino, con detectores de movimiento intercalados. A su alrededor circulaban patrullas armadas con perros de ataque las veinticuatro horas de los siete dias de la semana. Cualquier preso que llegase hasta alli acabaria falleciendo casi con toda seguridad victima de los colmillos o las balas. Y a muy poca gente le importaria que un asesino en serie, un terrorista o un espia terminara muerto con la cara contra la tierra de Colorado. En el interior del recinto, las ventanas de las celdas, incrustadas en los gruesos muros de cemento, eran de diez centimetros de ancho por un metro de largo, y desde ellas solo se podia ver el cielo y los tejados del complejo. La prision de Florence estaba disenada para que ningun recluso pudiera saber en que parte del edificio estaba encerrado. Las celdas eran de 2 x 3,5 metros y en ellas practicamente todo, excepto los reclusos, era de cemento. El agua de las duchas se cortaba de forma automatica, las puertas de los lavabos no se podian cerrar con pestillo, las paredes estaban insonorizadas para que los reclusos no pudieran comunicarse entre si, las puertas dobles de acero se abrian y cerraban mediante un mecanismo hidraulico y la comida se introducia en las celdas a traves de una pequena abertura en el metal. La comunicacion con el exterior estaba prohibida salvo en la sala de visitas. Para los presos mas indisciplinados, o en caso de una crisis, habia un modulo de castigo conocido como <>. Las celdas de esa zona permanecian siempre a oscuras y las camas de cemento tenian correas de sujecion. De hecho, aqui el confinamiento solitario no era algo excepcional, sino mas bien la norma. La prision de maxima seguridad reforzada no estaba pensada para que los reos hicieran nuevas amistades. Para permitirle acceder al complejo, los guardias habian parado y revisado el todoterreno ligero de Atlee Pine y habian comprobado su nombre y su documento de identidad en el listado de visitantes. Superados estos tramites, la escoltaron hasta la entrada principal, donde tuvo que ensenar a los guardias que custodiaban la puerta sus credenciales de agente especial del FBI. Tenia treinta y cinco anos y los ultimos doce los habia pasado con una reluciente placa en el bolsillo. El escudo dorado estaba coronado por un aguila con las alas desplegadas, bajo la cual aparecia la Justicia sosteniendo una balanza y una espada. Pine consideraba muy apropiado que en la insignia del organismo de seguridad mas relevante del mundo apareciera una figura femenina. Tuvo que entregar la Glock 23 a los guardias. Habia dejado en el coche la Beretta Nano que solia llevar en una pistolera en el tobillo. Era la primera ocasion en que recordaba haber entregado de forma voluntaria el arma. Pero la unica prision de maxima seguridad reforzada de Estados Unidos tenia sus propias reglas, a las que debia amoldarse si queria entrar alli, y lo cierto es que deseaba esto ultimo con todas sus fuerzas. Era alta: descalza media casi un metro ochenta. La altura le venia de su madre, que pasaba del metro ochenta. Pese a su estatura, Pine no era ni agil ni esbelta. Jamas habria podido trabajar como modelo de pasarela ni aparecer en la portada de una revista. Era corpulenta y musculosa, debido a que levantaba pesas a diario. Sus muslos, pantorrillas y gluteos eran roca pura, tenia los hombros y los deltoides esculpidos, los brazos fibrosos y con la musculatura marcada, y sus abdominales eran de hierro. Habia participado en competiciones de artes marciales mixtas y de kickboxing, y conocia practicamente todas las tecnicas mediante las cuales una persona de menor tamano podia dominar y bloquear a otra mas fornida. Todas estas habilidades las habia aprendido y pulido con una unica motivacion en la cabeza: la supervivencia en un mundo mayoritariamente masculino. La fuerza fisica, la dureza y la confianza que le aportaban eran una necesidad. Tenia un rostro anguloso que resultaba muy atractivo, casi hechizante. Llevaba el cabello negro hasta la altura de los hombros y los ojos de un azul turbio transmitian una impresion de gran profundidad. Era la primera vez que accedia a la prision de Florence y mientras dos corpulentos guardias que no se habian dignado a dirigirle la palabra la escoltaban por el pasillo, lo primero que le llamo la atencion fueron el silencio y la tranquilidad casi inquietantes que reinaban en el lugar. Como agente federal, habia visitado muchas carceles a lo largo de su vida. Lo habitual era que fuesen una cacofonia de ruidos, gritos, silbidos, maldiciones, obscenidades, insultos y amenazas, con manos agarradas a los barrotes y miradas amenazantes emergiendo de la oscuridad de las celdas. Si no eras un animal al entrar en una prision de maxima seguridad, te habrias convertido en uno al salir. De lo contrario, eras hombre muerto. Era El senor de las moscas . Con puertas de acero y lavabos. Y, sin embargo, aqui parecia que estuviera en una biblioteca. Pine estaba impresionada. Era toda una proeza para unas instalaciones que albergaban a un grupo de hombres que, en su conjunto, habian asesinado a miles de sus semejantes mediante bombas, pistolas, cuchillos, venenos o sus punos desnudos. O, en el caso de los espias, a traves de sus actos de traicion. <> Pine habia venido en coche desde St. George, Utah, donde habia vivido y trabajado hacia anos. Esto le habia supuesto atravesar todo el estado de Utah y la mitad del de Colorado. Su GPS le indico que le llevaria algo mas de once horas recorrer los mil kilometros. Lo habia hecho en menos de diez gracias a su determinacion como conductora, al potente motor de su todoterreno y al detector de radares para esquivar los controles de velocidad. Habia hecho una unica parada para ir al lavabo y comprar comida para el resto del trayecto. Por lo demas, no habia levantado el pie del acelerador. Podria haber tomado un avion hasta Denver y haber hecho el resto del camino por carretera, pero disponia de tiempo y queria pensarse bien que iba a hacer al llegar a su destino. Y un largo viaje en coche por las vastas y desiertas planicies de America era el escenario idoneo para eso. Pine habia nacido en el Este, pero se habia pasado la mayor parte de su vida profesional en las llanuras infinitas del Suroeste americano. Y confiaba en poder seguir alli el resto de su existencia, porque adoraba la vida al aire libre y los espacios abiertos. Despues de unos cuantos anos en el FBI, habia podido elegir destino. Y ello se habia debido a un unico motivo: queria ir a donde ningun otro agente deseaba poner los pies. La mayoria de sus colegas ansiaban un destino en una de las cincuenta y seis sedes del FBI. A algunos les gustaba el calor, de modo que aspiraban a las de Miami, Houston o Phoenix. Otros querian trasladarse a las mas relevantes dentro de la administracion del FBI, de modo que luchaban por conseguir un puesto en Nueva York o Washington. La de Los Angeles era popular por un monton de motivos, lo mismo que la de Boston. Sin embargo, a Pine no le interesaba ninguno de esos sitios. Le gustaba el relativo aislamiento de una delegacion en mitad de la nada. Y mientras obtuviera resultados y mostrase compromiso con su trabajo, nadie la iba a molestar alli. A menudo, en esas llanuras inmensas, ella era la unica agente federal en cientos de kilometros a la redonda. Y eso tambien le gustaba. Algunos podrian llamarla solitaria, obsesiva o antisocial, pero no era ninguna de esas cosas. De hecho, se llevaba bien con la gente. Y es que no se podia ser un buen agente del FBI sin poseer unas notables habilidades sociales. Pero si le gustaba preservar su intimidad.

  • Mo Vikingr de Angy Skay , R. Cherry

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    Egil Thorbransson, un vikingo de los pies a la cabeza, hijo del Jarl Thorbran, de la aldea de; Rygjafylki. Tras la perdida de su madre, y el fuerte sentimiento de repudia que se creo en su interior, Egil tuvo que permanecer junto a su gente, hasta que ella aparecio.
    Gala, una mujer de cabellos rojizos como el fuego, fuerte, tan salvaje y delicada a la vez, como la mismisima Freyja, hara que Egil pierda la cabeza, arriesgando su propia vida.
    Sobre ellos se cernira la profecia de la volva, pero hasta que el cielo no se tina de rojo y la sangre caiga del Valhalla, nada ocurrira. Raudharr, la hechicera de Arnar, creara dolor y sufrimiento, haciendo que tras el lloro de Freyr este marche, dejando atras a la criatura que nacera, y al que los dioses protegeran.
    Mo Vikingr es una novela en la que la mitologia nordica predomina en todo su apogeo, mientras un amor arriesgado y complicado surge entre sus protagonistas.

  • Piel de Cebolla de Nieves Rodriguez Rivera

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    La relacion con mi madre nunca habia sido buena. Eramos dos mundos opuestos e irreconciliables. Toda mi vida habia sido una lucha constante contra su autoridad. Mi madre habia sido una mujer educada en las mas estrictas normas y costumbres; mientras que yo siempre fui una rebelde contestataria que me habia dejado la piel en luchar contra ellas. Sin embargo, con los anos habiamos aprendido a mantener una pacifica guerra fria.

  • Rusia, Edward Rutherfurd de Edward Rutherfurd

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    Guerreros y eremitas, boyardos y siervos, heroes y heroinas romanticos, ancianas damas ricas, buscadores de fortuna y exiliados? Los personajes de Rusia habitan en un mundo contradictorio de bosques, estepas, iconos y hachas, fe ortodoxa y persecucion a los judios, hermosas iglesias, palacios magnificos y pueblos miserables; de arte popular ruso y operas suntuosas, de Tolstoi y Lenin, Chaikovsky y Rasputin.
    Desde las tribus nomadas de las grandes planicies de Eurasia hasta hoy en dia, a traves de la vida de un pequeno pueblo al este de Moscu, Rutherfurd sigue las tribulaciones de cinco familias desde la invasion tartara hasta el reinado de Ivan el Terrible y los salvajes cosacos, la dinastia de Pedro y Catalina hasta el drama de la Revolucion y los posteriores sucesos contemporaneos componiendo el mosaico al que nos acostumbro con Londres, Nueva York o Paris a la vez que consigue, con su extensa documentacion y su escritura trepidante y veloz, atraparnos en las redes de uno de los paises mas contradictorios y fascinantes del mundo.

  • Volveras de Maria Girardet

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    Santiago un hombre soltero rico y empresario, solitario por su forma de ser amargada y poco divertida debido a sus obligaciones y poco interes en la sociedad, se vera atrapado en las riendas del amor, el cual, sin tan siquiera imaginarselo llegara a su vida en la noche de su cumpleanos, una noche que como decia su fallecida madre, traia consigo buenos augurios cuando esta, fuera tan oscura y estrellada al mismo tiempo, ese buen augurio, tiene nombre y apellido, <> quien trae consigo, un gran secreto y unas dulces espinas, que haran a Santiago. . Enloquecer.

  • El paraiso de las mil islas de Elena Clarke

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    Una mujer. Un viaje a un paraiso de playas virgenes. Una historia de amor prohibida.

  • Somos eternos (Trilogia Mi tarea pendiente 3), Marta Lobo de Marta Lobo

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    Si, parece que habia conseguido controlar mi vida, que por fin Nueva York era mi hogar
    y habia encontrado el amor, pero aquella punetera entrevista me hizo saber que no era asi.

  • Nightflyers de George R. R. Martin

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    Nomadas nocturnos

  • Suenos en una botella de Nut de

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    A ver... ?quien quiere salir ahora? --pregunto Mary. Varias docenas de manos infantiles se alzaron con precipitacion, sacudiendose en el aire para mostrar su descontrolada impaciencia. Mary las contemplo henchida de orgullo; el entusiasmo de sus pequenos alumnos de seis anos siempre la llenaba de una satisfaccion profesional que en ocasiones rozaba la inmodestia. --Jason. --Apunto con el menton a un nino regordete sentado en el tercer pupitre de la fila central--. ?Quieres ensenarnos tu dibujo? Jason bajo de la silla ilusionado, tanto que los nervios le hicieron trastabillar y a punto estuvo de caer al suelo. Los otros alumnos celebraron su torpeza a carcajadas. El, luciendo una sonrisa pintada de chocolate, correteo con el dibujo apretujado entre los dedos hasta donde su profesora le esperaba, ignorando feliz las agudas risas. --?Como se llama tu monstruo, Jason? --le interrogo la mujer acuclillandose a su lado. El nino estiro los brazos y mostro su obra a los expectantes companeros sujetandola con ambas manos, tan tensa su pose que el papel amenazaba con rasgarse. --!El Terrible Hombre Brocoli! --anuncio usando un tono grave y tenebroso que pretendia asustar, aunque lo unico que logro fue arrancar mas risotadas infantiles. En el papel, entre pegajosas manchas marrones, se podia apreciar una figura imprecisa, que recordaba vagamente a un ser humano de color verde musgo con cabeza de alcachofa. --?Y que te da miedo del <>? --inquirio Mary, recogiendo detras de la oreja del crio un rizo rebelde de su negra pelambrera. --Mis padres dicen que si no me como todo el brocoli vendra el y me comera a mi --declaro abriendo mucho los ojos y asintiendo con el convencimiento de un erudito. La sonrisa benevolente de Mary no desaparecio, pero tras sus labios los dientes se apretaron hasta rechinar unos contra otros. Los padres, siempre ellos. Necios egoistas que infiltraban en aquellas maravillosas mentes miedos y baldias supersticiones sin querer ser conscientes del dano que sembraban. En honor a esos padres olvidadizos y pateticos, empenados en repetir con sus hijos los mismos errores que sus progenitores cometieron con ellos, cada Halloween ponia en practica junto a sus ninos <>, como le gustaba definir aquel sencillo experimento mas sicologico que pictorico. --Pero no tenemos que tenerle miedo, ?verdad, Jason? --El nino sacudio la cabeza a un lado y a otro con tanta fuerza que le temblaron los mofletes--. Porque los monstruos... --!No existen! --concluyeron los ninos con un grito triunfal y escandaloso. --Por eso no pueden hacernos dano --sentencio Mary, irguiendose con aire victorioso, acogiendo aquellas voces estridentes como el mejor premio a sus esfuerzos. Si de pequena alguien hubiera tenido la deferencia de ayudarla a deshacerse de sus monstruos como ella ayudaba a sus alumnos, quizas su infancia no seria el lugubre recuerdo invadido de sombras e indefinidos temores que era. <>. Durante anos, aquella repetida amenaza domestica la hizo vivir en un estado de aprensivo nerviosismo. Crecio como una nina asustadiza e insomne, que por las noches, al cerrar los ojos, intuia en los rincones de su dormitorio la presencia agazapada de aquel hombre sin rostro que aguardaba alerta para saltar sobre ella justo en el instante en que dejara de ser una nina buena. Un ente de quien sabia, unicamente, que existia para causarle un incierto dano que por desconocido, era aun mas aterrador. --?Quien quiere salir ahora? --pregunto, desterrando de sus pensamientos al Hombre Oscuro, obsoleto fantasma vencido hacia ya mucho tiempo a fuerza de voluntad, y animando a Jason con un empujoncito maternal a regresar a su asiento. De nuevo los ninos apuntaron al techo con sus energicos brazos. Incluso aquellos que ya habian participado mostrando su dibujo se unieron al resto, deseosos de repetir aquel instante de inocente gloria. Y de nuevo Mary, para su disgusto, percibio, al igual que habia ocurrido en cada anterior ocasion, la ausencia de una mano alzada en el ultimo pupitre de la fila junto a la ventana. La nina que lo ocupaba, fiel a su mal habito, no se habia dignado a mostrar el mas minimo interes por lo que sucedia a su alrededor. Mary torcio el gesto. En cada curso, con cada nueva avalancha de ninos, aparecian uno o dos alumnos que, por indescifrables motivos, le inspiraban un frio rechazo, el cual, aun siendo poco profesional, se veia incapaz de remediar. Ese era el caso de aquella criatura introvertida y taciturna. No sabia que detestaba mas de ella, si el pelo encrespado y negro que coronaba su testa siempre inclinada, el rostro macilento y anguloso, los huidizos ojos azules que nunca miraban de forma directa a nadie o la inquietud y repulsa que inspiraba en los otros alumnos. --Lily, ?has hecho tu dibujo? --le pregunto, a sabiendas de que muy posiblemente no habia cumplido con su tarea. Lily no respondio, se levanto sin alzar la vista y, tomando de su pupitre una hoja de papel, camino con pasos cortos y amortiguados bajo la mirada atenta y silenciosa de los demas alumnos. Al llegar junto a Mary se detuvo, los huesudos brazos flaccidos a los lados del cuerpo y la hoja pendiendo de su mano inerte. --?Como se llama tu monstruo? --la interrogo, alzando suspicaz una ceja. --El Hombre que Sonrie --respondio en un susurro. Algunas risitas afloraron entre los ninos. <>, penso Mary, resignada. <>. --?Y por que te da miedo? --continuo, sin mucho interes. --Porque por las noches se mete en mi cama --respondio en una pausada locucion que hizo que todos los ojos se posaran en ella con recelosa curiosidad--. Se sienta encima de mi, me aplasta y me hace dano. Mary percibio la corriente de alarma que, semejante a un latigazo, recorrio el aula. --No te puede hacer dano --se apresuro a corregir Mary--. Porque los monstruos... --!No existen! --corearon los ninos, pero sin el entusiasmo esperado. Lily inclino un poco la cabeza para poder mirar de soslayo a su profesora. --El mio si --musito con voz ronca. Mery no supo si fueron los inesperados golpes en la puerta lo que la hicieron dar un respingo o la vision fugaz de las hondas, dilatadas y huecas pupilas, que eran los ojos de aquella nina. --Senorita Renfield. --La airosa cabeza de la directora asomo tras la puerta--. El senor Myers, el padre de Lily, ha venido a recogerla --anuncio --. Tiene cita con el medico. --Ve a por tus cosas. --No sin cierto alivio, Mary empujo a la nina apartandola de su lado--. No hagas esperar a tu padre --le insto, al tiempo que distraida tomaba la hoja que Lily le tendia--. Ningun monstruo es real. Solo existen en los cuentos --recito examinando con desaprobacion el dibujo--. Por eso no pueden hacernos dano. <>, cavilo con desden mientras contemplaba la torpe ilustracion esbozada en el papel de un hombre alto y por completo calvo, que lucia una sonrisa ancha trazada de oreja a oreja, y que por ojos tenia un par de borrones azul cobalto pintados con exagerado vigor.

  • Adulterio de Paulo Coelho

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    Linda esta casada con un hombre rico, tienen dos hijos y la familia vive en una hermosa casa en Ginebra, Suiza. Trabaja en el periodico mas importante del pais, es guapa, viste bien y tiene todo lo que se pueda desear. A ojos de todos, su vida es perfecta. Sin embargo, no es feliz; una gran insatisfaccion la corroe y se siente culpable por no ser capaz de disfrutar de lo que tiene. Por eso no habla con nadie de lo que sucede. Ama a su marido pero la relacion con el se ha vuelto rutinaria, apatica.

  • Movie Star 1 de Alex Cartier

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    Ophelie es una joven asistente de prensa que trabaja en el mundo del cine. Vive en Paris con su gato Romeo, su pez rojo Julieta, un novio ideal, sus encantadores padres, su mejor amiga (totalmente ninfomana) y su fantasia erotica de toda la vida: Michael Brown, uno de los actores mas taquilleros y mas sexys de Hollywood. Una vida corriente, hasta el dia en que su jefe la envia a Deauville. Este sera su primer festival de cine y alli se encontrara frente a frente con Michael. Ese es el principio de una historia de amor tan ardiente como peligrosa. Ophelie se convertira entonces en el centro de todos los focos por ser la nueva chica corriente que aparece del brazo de una de las estrellas mas sexys del mundo.

  • Recuerdos de vida de Juan Eduardo Zuniga

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    A sus cien anos, Juan Eduardo Zuniga sigue escribiendo. Quien lea estas memorias entendera por que. En Recuerdos de vida, Zuniga describe sus anos de aprendizaje en el Madrid de la caida de la monarquia y la proclamacion de la republica, la guerra civil y la larga posguerra. Son los anos del descubrimiento del mundo y de los intentos de acomodarse en el a traves de las herramientas que a Zuniga le han servido para conocerse y conocer: los libros, las lenguas, la escritura.

  • Disparando al cielo de Silvia Cruz

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    Claudia y Jorge son dos personas a las que su pasado les ha tratado mal. Se sienten solos e incomprendidos hasta que se conocen, bajo extranas circunstancias y rodeados de terror y locura. El amor nace entre ellos y luchan por cerrar sus heridas. Pero nada es lo que parece y el pasado vuelve a llamar a sus puertas. Un thriller pasional y sorprendente, que te enganchara hasta el final.

  • Laberintos en linea recta de Mauro Libertella

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    Laberintos en linea recta reune las tres historias autobiograficas de Mauro Libertella conformando una singular novela de iniciacion a traves del duelo, la constatacion de la mortalidad y el amor.

  • In crescendo de Beatriz Berrocal

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    Roman Salgado llega para ocupar el nuevo cargo de director bancario. Quiere instaurar una nueva forma de trabajo, mas actualizada y cooperativa, algo por lo que no sera bien recibido. A esto se le suma el ser homosexual, un hecho que parece no encajar con la moral estricta y encorsetada de las viejas glorias del banco.

  • La casa de cadenas (Malaz. El Libro de los Caidos 4) de Steven Erikson

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  • Un pequeno favor, Darcey Bell de Darcey Bell

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  • El sueno de Creta de Jose Vicente Alfaro

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    Mucho antes del nacimiento de la Grecia Clasica, hubo otra civilizacion extraordinaria emplazada en Creta, que alcanzo un alto grado de desarrollo cultural y artistico debido al dominio incontestable que poseia sobre el mar.

  • Azul Infinito de Enrique Panao Guarino

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    ?Puede alguien morir mientras sigue vivo?Diego, gaditano de nacimiento, sabe que si es posible. Un acontecimiento traumatico le cambio la vida, tanto que mas que vivo, vive muerto desde entonces.”Mi muerte acontecio el 15 de febrero de 1990. Aquel dia, este que escribe todavia no habia cumplido los treinta y dos anos.

  • La guerra mas larga de la Historia de Lola Venegas

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    La violencia contra la mujer, la intromision violenta del Estado y de los hombres para controlar el cuerpo de las mujeres, esta documentada desde hace casi 4000 anos.

  • Los asesinatos de Manhattan (Inspector Pendergast 3) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    Un nuevo y trepidante caso del inspector Pendergast.

  • En los ojos del highlander de Ana E. Guevara

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    ?Exiten los highlanders tal y como nos los han contado? ?Guerreros musculosos y sin miedo, con falda, y sin nada debajo? ?Crees que no?

  • Un acuerdo inconveniente (Match Point 2) de Kristel Ralston

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    Detras de la personalidad extrovertida y aguda de Kate Blansky se esconde una mujer desconfiada y cinica en el amor. Para ella su unica prioridad es conseguir el empleo de sus suenos en una importante revista fotografica. No necesita complicaciones, pero eso es exactamente lo que implica la presencia de un atractivo y obcecado italiano que pondra su mundo de cabeza. Ella esta decidida a no volver a confiar en los hombres. Sin embargo, ignorar las chispas que surgen cada vez que su mirada se cruza con la de Cesare Ferlazzo sera complicado, en especial cuando descubre que el es un hombre muy recursivo.

  • El Jinete de Wyoming de Luna Davers

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    ‘Chica de ciudad conoce a robusto y atractivo vaquero…’

  • Confesiones de una mascara de Yukio Mishima

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    Koo-chan, el joven narrador de ” Confesiones de una mascara ” (novela publicada en 1949 que fue el primer gran exito literario de Yukio Mishima (1925-1970) y que lo catapulto a la fama), es un alma atormentada por una sensibilidad turbadora que va creciendo con el estigma de saberse diferente a los demas. De aspecto debil y enfermizo, solitario y taciturno, de extraccion menos favorecida que sus companeros, ira descubriendo sus inclinaciones homosexuales cuando se siente atraido por Omi, un chico de fuerte constitucion. No obstante, en el Japon de los anos 1930 y 1940 el protagonista debe ocultarse tras una mascara de correccion y convertir su vida en un escenario, en una representacion en la que confluyen la realidad y las apariencias.

  • La nacion de las bestias. El senor del Sabbath de Mariana Palova

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    “?No estas harto de tener miedo? ?No querrias tener la certeza, pro primera vez en la vida, de que no estas loco? ?De saber que todo lo que ves y lo que te pasa… es real?” Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie mas puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mistica India, el pais donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans, con la esperanza de volver a encontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebe. Pero lo que Elisse no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla, y devorada por furiosos huracanes, se encontrara con mucho mas que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio y hasta en su propia sangre.

  • El Mundo Actual a traves del cine de Tomas Valero

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    “El Mundo Actual a traves del cine” es fruto de la necesidad de dar a la luz una obra que reuniera una coleccion de peliculas historicas que representaran algunos de los principales episodios que jalonan el devenir del mundo con posterioridad al fin de la Segunda Guerra Mundial (1945). Esta rigurosa seleccion llevada a cabo y comentada por Tomas Valero, basada no solo en el rigor historico, sino tambien en valoraciones de las bases de datos Filmaffinity e IMDB y en la prevalencia de las peliculas de reconstitucion sobre las de reconstruccion, proporciona al aficionado al cine y a la historia una guia sumamente amena e interesante, y al profesor y al estudiante una herramienta inmejorable para afrontar o enriquecer varias asignaturas.

  • La novia de Ivy Green (Historias de Ivy Hill 3) de Julie Klassen

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    Varias historias que parecen una cosa y seran otra... Y una novia inesperada que sorprendera a todos.

  • Un amor inesperado (El corazon de un libertino 1) de Kathia Iblis

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    Primera entrega de la nueva serie romantica historica victoriana <>.

  • La comunidad de Helene Flood

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    Me preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.

  • El hombre que volvio a la ciudad de George Pelecanos

    https://gigalibros.com/el-hombre-que-volvio-a-la-ciudad.html

    Michael Hudson acaba de salir de la carcel. Se ha librado de una condena larga gracias a Phil Ornazian, un detective que ha movido los hilos para que retiren la denuncia que pesaba sobre el chico. Decidido a reformarse, Michael quiere buscar un trabajo honrado y llevar una vida tranquila en Washington D. C. Pero Ornazian quiere que le devuelva el favor, y le presiona para que le ayude a dar un ultimo golpe...