• peleare hasta el ultimo segundo y mi epitafio sera - Jaime Saiz

    https://gigalibros.com/el-ultimo-epitafio.html

    El cadaver de un hombre despierta no solo la curiosidad, sino el temor, ya que es un importante politico. Un pueblo de solo 300 habitantes que prefiere ir muriendose uno a uno los miercoles de cada semana. Un joven con sindrome de Down que se convierte en detective para solucionar el crimen. Un caso entreverado entre asesinato y raras creencias de un pueblo aislado del mundo, habitado por ancianos que fueron abandonados por sus descendientes y estan obsesionados con la muerte. Un alcalde que no recibe salario y un cabo de la policia incapaz de actuar. Entre maldiciones, misterios, el asesino suelto llega al pueblo embrujado el teniente Torrealta quien junto a Ulises trataran de resolver el caso.

  • Pelearé hasta el último segundo, y mi epitafio será - Frases de ...

    https://citas.in/frases/80438-joaquin-sabina-peleare-hasta-el-ultimo-segundo-y-mi-epitafio-ser/

    18 ene 2019 — Pelearé hasta el último segundo, y mi epitafio será: "No estoy de acuerdo.“ - Joaquín Sabina.

  • Epitafio - Joaquín Sabina

    https://www.joaquinsabina.net/epitafio/

    30 oct 2005 — Epitafio. joaquin sabina. Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy de acuerdo. Joaquín Sabina ...

  • Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy ...

    http://www.frasedehoy.com/frase/4039/peleare-hasta-el-ultimo-segundo-y-mi-epitafio-sera-no-estoy-de-acuerdo

    Kuki. Si, claro que sí. quien estaría de acuerdo en estar inmóvil bajo la tierra fría despues de correr más que el viento, de acuero al 100%... yo tampoco ...

  • Sabina... y más Sabina. - Cuando te canses de crecer

    https://sites.google.com/site/cuandotecansesdecrecer/sabina-sabina-y-mas-sabina

    "Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy de acuerdo. ... "La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, ...

  • ¡Grande Sabina! (12 frases + video) - Culturizando

    https://culturizando.com/musica-grande-sabina-en-12-frases-video/

    12 feb 2019 — «Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de ... «La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, ...

  • Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio... - Miniyo

    https://miniyo.tumblr.com/post/69863986865/peleare-hasta-el-ultimo-segundo-y-mi-epitafio-sera

    Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de acuerdo.” - Joaquín Sabina.

  • J/sabina - "ℙelearé hasta el último segundo ...

    https://m.facebook.com/joquinsabinafans/photos/a.1653356338286104/2835659216722471/?type=3&source=48

    1 nov 2020 — "ℙelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: ℕo estoy de acuerdo" — Joaquín ...

  • Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será - Ofrases

    https://www.ofrases.com/frase/3968

    Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de acuerdo. — Joaquín Sabina.

  • Las 110 mejores frases de Joaquín Sabina - Psicoactiva

    https://www.psicoactiva.com/blog/110-frases-joaquin-sabina/

    Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de acuerdo. frases Joaquin Sabina. Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, ...

  • Melodias Del Alma de Varios Autores

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    !Nueve hermosas historias inspiradas en canciones!
    Al igual que los libros, las canciones nos cuentan historias; algunas son felices, otras tristes, pero todas nos hablan de sentimientos profundos expresados en palabras, armonia y melodia. Para realizar esta antologia, Y, tal como ocurre en las Melodias del alma a cada escritora se le asigno una cancion con la cual plasmar en la hoja la historia que su inspiracion le revelo. , canciones, aqui podras encontrar relatos de amor y desamor, de fracaso y superacion, de historias que terminan y de otras que continuan; cada una de ellas, escrita con el alma.

  • En brazos de mi enemigo de Andrea Milano

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    Con el trasfondo del atentado contra la vida del presidente de la nacion Domingo F. Sarmiento en 1873 y el estallido de una inesperada revolucion en Buenos Aires, una joven de familia acomodada se ve obligada a casarse con un hombre a quien desprecia para, luego, enamorarse enloquecidamente de el.

  • La ira de Zygmunt Miloszewski

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  • Asociada con… ?la Muerte? – Megan Marsell de Megan Marsell

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    Leah, la ultima humana y responsable de asegurar la salvacion de la humanidad… ?asociandose con el Jinete Palido?
    Necesitara suerte para sobrevivir a su nuevo entorno… O a Muerte.

  • Maravillosa redencion (Los hermanos Maddox 2), Jamie McGuire de Jamie Mcguire

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    La emocionante segunda entrega de la serie <>, que continua el exito de la trilogia <>.

  • El juego de la pasion de Emma Hart

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    Eres consciente de que su madre le hara cien preguntas sobre ti, ?verdad? --Estoy tumbada en el suelo y levanto la vista en direccion a Braden. --No me digas --murmura--. Por eso le tienes que explicar lo que debe decir. Dejo de pasar las hojas de la revista. --Espera un momento. --Meggy. --No. Cierra la puerta del armario y se sienta conmigo en el suelo. Los mechones de su pelo rubio se descuelgan ante los ojos que posa sobre mi en actitud suplicante. Niego con la cabeza. --Braden Carter, tu has decidido llevarte a Maddie a casa este rn de semana. Tendras que enfrentarte a las consecuencias y sufrir las interminables preguntas de tu madre. --Meeeg --suelta, alargando mi nombre como un nino malcriado pidiendo caramelos. --Ocurrira antes o despues. --Me encojo de hombros y me siento sobre las pantorrillas--. Sera mejor que te enfrentes a la situacion cuanto antes. Ademas --sonrio--, estoy segura de que hara alguna pausa entre pregunta y pregunta para contarle anecdotas de tu infancia. --Vaya mierda --grune Braden; luego suspira--. Por lo menos puedo consolarme pensando que tu estuviste presente en la mayoria de mis estupideces. En realidad es muy probable que fueras la responsable de la mayor parte de ellas. --!Si, hombre! Braden me mira alzando las cejas. En realidad una vez sali corriendo con una escalera y lo deje atrapado en la copa de un arbol. Teniamos esa escalera porque ibamos a ir a no se que trabajo con nuestros padres. Braden se puso chulo y dijo que podria saltar desde lo alto del arbol. Y si que pudo, pero se rompio el brazo. Al final no fuimos a ninguna parte. --Esta bien, es posible que yo provocara una tercera parte. Pero no lo tergiverses todo porque se lo aclarare cuando volvais. --Claro. Lo que tu digas. --Se levanta y sonrie. Alguien llama a la puerta y se abre. Aston entra en la habitacion sin camiseta y con unos vaqueros de cintura baja. Exhibe hasta el ultimo centimetro de su cuerpo: desde la curva de su biceps hasta la hendidura del musculo en V que resbala por debajo de sus pantalones. Yo lo recorro con los ojos y me rjo en su puntiagudo pelo humedo y en la pequena toalla que le cuelga de los hombros. Sus ojos grises interrumpen el profundo analisis que estoy haciendo de su cuerpo y sonrie cuando se da cuenta de que lo estoy mirando. --Me estoy empezando a preguntar si alguna vez te vere en otro sitio que no sea la habitacion de un tio --dice arrastrando las palabras. --Solo lo dices porque no me has visto en la tuya --le contesto apoyandome en las manos--. Y supongo que eso es algo a lo que no estas acostumbrado. Braden pone los ojos en blanco y niega con la cabeza frotandose la cara con la mano como si quisiera estar en cualquier otro lugar. --No creo que encajes en mi habitacion. --Aston se apoya en el marco de la puerta--. No cumple los requisitos a los que esta acostumbrada una princesita rica como tu. --Tampoco estoy precisamente interesada en encajar en el paisaje de tu habitacion. --Incluso aunque sea la suya--. Y es posible que sea una princesita rica, pero no soy ninguna pija. Aston resopla. --?Me estas diciendo que si un tio con mala reputacion, criado en un mal barrio, intentara seducirte no saldrias corriendo? Me levanto y le miro a los ojos. --Que una persona tenga mala reputacion y haya tenido que vivir en un mal sitio no signirca que sea mala gente, Aston. El lugar donde crecemos no derne la clase de personas que somos. No se que percepcion tienes de mi ni lo estirada que crees que soy, pero mi educacion no me define como persona. No soy tan superficial como te crees. Ladea la cabeza un momento antes de esbozar una sonrisa de medio lado. Es una de sus sonrisas chulescas de listillo que me da a entender que acabo de caer en su trampa. --Bueno, es muy facil --dice sonriendo--. Muy sencillo. Eres una pequena bomba de relojeria, ?verdad, Megan? --?Has venido por algo en concreto? --interviene Braden antes de que pueda contestar. --Si, necesito ese libro de literatura inglesa. --Aston mira a su alrededor. --?Cual? Tengo mas libros de literatura inglesa que clases. --Y yo que se, tio. --Aston se encoge de hombros--. El que utilizamos en la ultima clase. Pongo los ojos en blanco y me apoyo en la cama de Braden. --El de Shakespeare. Los dos se me quedan mirando con cara de no entender nada. Sobre todo Braden. Aston por lo menos parece que sabe quien es Shakespeare. --Ya sabes a quien me refiero, Bray. Ese tio que vivio hace muchos anos y que habla tan raro. Le clavo los ojos a Braden y el esboza una enorme sonrisa. --Ah, ese tio. Si. Copie casi todo el trabajo de Maddie. --Braden se vuelve en direccion al escritorio y coge el libro. Luego se lo lanza a Aston. --Gracias, tio. --Aston me mira y me guina el ojo y yo intento no volver a poner los ojos en blanco. Ese chico es completamente irritante. Solo se mete conmigo porque sabe que me saca de mis casillas y esta empezando a darse cuenta de que llamarme princesita rica es la forma mas facil de hacerme enfadar. Yo no tengo la culpa de haber nacido en una familia de clase media-alta. Braden tiene una familia igual y nadie le llama nino rico. Claro, ya lo entiendo. A el nadie le llama asi porque el ochenta por ciento de los chicos que viven en esta casa proceden del mismo entorno. Alargo el brazo, cojo la revista del suelo y la enrollo. Luego la balanceo en direccion a Braden y la uso para darle un azote en la espalda. --!Ay! ?Por que has hecho eso? --Me mira frunciendo el ceno. --Gracias por defenderme, capullo. --Oye, le he hecho callar. Le hago un gesto de burla. --Solo lo has hecho porque te ha molestado que nos pusiera a mi y a su habitacion en la misma frase. --Por lo menos le he hecho callar. Ahora ya le puedes explicar a Maddie lo que le tiene que decir a mi madre. Oh, ya lo creo que se lo dire. Suspiro mirando sus enormes y suplicantes ojos y me encojo de hombros. --Esta bien. Le dire lo que le tiene que decir. --Pues yo creo que tu estabas jugando tus cartas. --Lila se enrolla un mechon de pelo en el dedo. Frunzo los labios por detras del libro y la miro por encima de las paginas. --No se de que me estas hablando. --Mientes fatal, Megs. Sabes muy bien de que te estoy hablando. --Si lo supiera no te habria preguntado. Alarga el brazo, tira del libro y ve mi sonrisa antes de que me de tiempo a esconderla. --?!Lo ves!? --exclama--. Claro que lo sabes. --De acuerdo, esta bien. ?Y que si jugaba mis cartas? Al final todo salio bien, ?no? --Pero por poco se va todo al garete. ?Ya has olvidado que Maddie se fue a Brooklyn? --No --le contesto despacio--. No lo he olvidado. Pero luego volvio y se dieron cana mutuamente. Lila frunce los labios. --?Y nunca te preocupo lo que pudiera pasar? Niego con la cabeza. --La verdad es que no. Ya se que suena fatal y que parece que no me importara, pero sabia que encontrarian el camino. No me digas que la creiste cuando nos dijo que no estaba enamorada de el. --Bueno, no... --Pues eso. Ella se colo tanto como el por ella, Lila. --?Y entonces por que se marcho a Brooklyn? No lo entiendo. Todos sabiamos que estaban jugando a lo mismo. --Tu no estabas delante cuando Braden lo descubrio. --Me muerdo el labio inferior. Fue terrible. Ninguna de nosotras imagino, ni por un segundo, que se presentaria en el dormitorio de Maddie, y menos yo. Debo reconocer que ahi estuve un poco lenta, y a pesar de lo mucho que me esforce por ocultarme no habia forma de hacerlo discretamente--. Se puso como una rera. Estaba muy enfadado. Yo estaba ahi sentada viendo como se le partia el corazon y me senti fatal. La verdad es que vi como se les rompia el corazon a los dos. Braden se volvio loco cuando averiguo lo que ella habia hecho, y despues Maddie descubrio que el habia hecho exactamente lo mismo. Ella estaba avergonzada y se enfado con Braden por lo que habia hecho. Pero lo peor de todo es que se le rompio el corazon y en ese momento ella dejo de creer que Braden se habia enamorado de ella. Lo unico que podia hacer era huir. --Ah. ?Te lo conto Maddie? --No, pero no hay que ser cupido para darse cuenta. --?Y como lo averiguaste tu? Encojo un hombro. --Ventajas de que tu tia preferida se haya especializado en tres ramas distintas de psicologia. Se queda boquiabierta. --?Tres? --Si, ya lo se. Mi familia esta llena de empollones. Creo que yo soy la oveja negra por estar estudiando Literatura y tener esta obsesion por ser escritora. --Por lo menos estas haciendo lo que te gusta. Y para que lo sepas, estoy segura de que serias un gran cupido. --Se rie. --Gracias. --Le lanzo la almohada sonriendo--. Pero como ya he dicho, ahora todo va genial, ?verdad? --Tengo que admitir que jamas pense que veria a Braden Carter llevandose a una chica a su casa. --Lila se lleva mi almohada al pecho. --Ya somos dos. --Sonrio. En realidad nunca pense que le veria tan enamorado. Braden y Maddie comparten la clase de amor magico con el que suenan todas las ninas, por lo menos yo si. Me pasaba horas y horas sonando con ese chico que me llenaria el estomago de mariposas y me haria volar tan alto que jamas querria volver a bajar. El fuego de mis suenos se alimentaba de la biblioteca que mi madre tenia en el despacho. Soy incapaz de recordar las miles de veces que cogia libros a escondidas para leer sobre la clase de amor que mis amigas estaban experimentando en este momento. --?Que lees? --Mi abuela asomo la nariz por encima de mi hombro. Me sobresalte y cerre el libro. --Nada. --?Y entonces por que lo lees? --No lo se. Se inclino sobre el respaldo del sofa y me quito el libro de las manos. Abrio los ojos como platos cuando leyo el titulo. --?Huckleberry Finn? ?Te estas escondiendo para leer esto? --Hum, si. --Trague saliva. Mi abuela abrio el libro. Dejo resbalar los ojos por la pagina y acto seguido lo cerro y le quito la cubierta. --Megan Harper. Escurridiza ladronzuela. Esboce una cautelosa sonrisa. --?Ya sabe tu madre que le has cogido su ejemplar de Orgullo y prejuicio cuando deberias estar leyendo Huckleberry Finn? --No. !Por favor abuela no se lo digas! Tampoco es que Huckleberry Finn sea tan malo, pero no lo quiero leer. Prerero leer sobre Lizzy y Darcy. No me contesto. --Por favor, abuela. --No dire nada, nina. Te dire conrdencialmente que Huck Finn no es ni la mitad de excitante que el senor Darcy. Pero no le digas a tu madre que apruebo que le robes las novelas romanticas. --No se lo dire. La abuela senalo el libro. --?Ya la ha besado? Asenti con alegria. --Es mi parte preferida. --La mia tambien. --Me guino el ojo. Se abre la puerta de nuestra habitacion y entran Maddie y su fogosa melena. --Tienes que ponerme enferma o algo. O rngir que lo estoy. Ah, !ya se! Pintame con pintura facial --balbucea cerrando de un portazo y apoyandose contra la puerta. --?Que? ?Pintura facial? --Frunzo el ceno. --Si. Soy alergica. --Se senala la cara--. Siempre se me hincha la cara y me salen manchas y cosas de esas. --Aparte de que no suelo tener pintura facial debajo de la cama... --comenta Lila--. ?Por que quieres ponerte enferma? Maddie resbala por la puerta hasta sentarse en el suelo y se rodea las rodillas con los brazos. --Es que yo nunca... Ya sabeis. Nunca he conocido a los padres de nadie. --Ohhh --decimos Lila y yo al unisono. --Sus padres no estan nada mal. --La miro--. Te lo digo en serio. Son de las personas mas simpaticas que he conocido. --Es tu mejor amigo. Que vas a decir tu --grune. --Pues si que es mi amigo, pero no lo digo por eso. De verdad, Mads. No tienes nada por que preocuparte. --?Y que pasa si me hacen cientos de preguntas? --Su padre no hara nada de eso. Pero su madre, si. Aunque no seran sobre ti, sino sobre el. --?Y que le digo? --Dile la verdad. --Sonrio--. !Aja! Yo gano. Maddie y Lila me miran a la vez alzando las cejas. --Le he prometido a Braden que le diria a Maddie lo que le tenia que decir a su madre, y le estoy diciendo que le diga la verdad. --Bien jugado --concede Lila. --Supongo que no te habra pedido que me convenzas para que mienta, ?verdad? --Maddie se sienta y sonrie. --Claro que no. Es lo que cree que voy a hacer. --Sonrio--. ?Cuando os marchais? --Despues de la clase de lite. Es la ultima clase de la manana, ?verdad? Asiento y Lila frunce el ceno. --Pensaba que os ibais el sabado por la manana. Me parecio oir que Braden no queria dejar que Megs pasara dos noches seguidas de resta en una casa llena de chicos salidos de la hermandad. Dejo caer la cabeza hacia atras. --Por el amor de Dios --murmuro mirando al techo. --Si, esa era la idea inicial --explica Maddie--, pero le dije que su comportamiento era absurdo y que Megan era perfectamente capaz de defenderse sola en esa casa llena de animales. Vuelvo a levantar la cabeza y le sonrio agradecida. --?Ves? --Miro a Lila--. Este es otro de los motivos por los que sabia que eran perfectos el uno para el otro. Ella le da cana y yo consigo librarme de vez en cuando de su adorable actitud protectora. --Adorable actitud molesta --me corrige Maddie--. A mi me vuelve loca. No se como lo aguantas. --Ya estoy acostumbrada. Lo ha hecho toda la vida; ya no me molesta. Es algo asi como el ruido de fondo. Ademas, ya le suplique a su madre que le diera una hermanita cuando tenia trece anos, pero se nego. --?Tan terrible era? --pregunta Lila riendo. --?De verdad quereis saberlo? --Las miro y ellas asienten--. Esta bien. Teniamos seis anos y era otono. Habiamos pasado todo el rn de semana recogiendo castanas para llevarlas al colegio el lunes y yo habia encontrado una perfecta. Braden siempre me ganaba en todo, pero aquella vez la victoria seria mia. Por aquel entonces habia un nino que estaba colado por mi, Adam Land. Le desafie a una pelea de castanas y gane, pero el odiaba perder contra una chica y me lanzo una a la cabeza. Braden salto sobre el y le mordio. --!?Le mordio?! --grito Maddie, y Lila se rio. Me tapo la boca con la mano y me rio en silencio asintiendo. --Le mordio con tanta fuerza que le hizo sangre. Su madre se puso como loca cuando la llamo el director. --Es genial. Ojala mi hermano hubiera hecho lo mismo --dice Lila con aire reflexivo. --Ahora estoy muy contenta de haberlo convencido para irnos manana por muy preocupada que este por conocer a sus padres. --Maddie intenta sofocar su risa. --?Significa eso que este fin de semana vere una Megan distinta? --pregunta Lila con brillo en los ojos. --Oye, que Braden no este no significa que me vaya a llevar a la cama al primero que pase. --Bajo la mirada--. Aunque tambien puede que si. Ademas resulta que mantengo una perpetua relacion de amor-odio con el chico que me quiero llevar a la cama. Estoy viviendo la clase de amor que hay entre Elizabeth y el senor Darcy en Orgullo y prejuicio. Por suerte los demas solo se dan cuenta del odio. Es mi secreto. Nadie sabe que cada vez que Aston Banks aparece en mi campo de vision en mi estomago entra en erupcion un enjambre de locas y minusculas mariposas. Y de momento no tengo ninguna intencion de compartir ese secreto con nadie.

  • El jefe de Florencia Palacios

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    Ese puesto parece ser la oportunidad de su vida, al fin un empleo estable, con buena paga en una de los mejores empresas de bienes raices de Boston.
    Hasta que ese apuesto jefe con apellido escoces irrumpe en su vida.
    Desde entonces, nada sera igual para ella…

  • Con sabor a beso de Carla Crespo

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    ?Pueden la brisa del mar, la malvasia y el marisco unir a dos personas aparentemente opuestas?

  • Como si no hubiera un manana de Nieves Herrero

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    Primavera de 1953 en Madrid? No sabia quien era ese hombre que centraba todas las miradas. Ahora que lo veia de frente, comprobo que poseia un gran atractivo. Parecia muy delgado, con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tremendamente magnetica. Le examinaba a poca distancia cuando el paro de hablar al sentirse observado. Todos se giraron para saber el motivo de su silencio y descubrieron a Ava. El corrillo se abrio para que ella se fuera acercando poco a poco hacia aquel hombre. No tenia ni idea de quien se trataba pero sabia que acabarian juntos?

  • El chico de las mil almas de Maria Herrejon

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    Misterio, amor y superacion se unen en esta primera novela de Maria Herrejon.

  • Pajaros de la lluvia de Clarissa Goenawan

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  • La flor mas oscura de P.m. Freestone

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    EN EL IMPERIO DE ARAMTESH EL PERFUME ES PODEROSO.
    Un mundo en el que el perfume es magico y los secretos son mortales.
    Una novela embriagadora que despertara todos tus sentidos.

  • Los millones de Santiago Lorenzo

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    La carcel de Palencia se llama La Moraleja. El nombre le hacia mucha gracia a Francisco Garcia. El resto de reclusos no entendia el chiste, porque ninguno era de Madrid. La Moraleja es uno de los barrios mas postineros de la capital. Hacia tres semanas que la sala de Modelismo Ferroviario de la prision albergaba la exposicion <>. La componian treinta y dos cuadros realizados con todo tipo de material escolar (ceras, Plastidecor, rotuladores gordos y finos, temperas Pelikan, etc.). Malos a rabiar, parecian reirse de tantos cumplidos que recibian de los visitantes, destinados a que los presos se animaran, recobraran sus puntos de autoestima y sopesaran la posibilidad de dejar de delinquir. Habia un solo oleo en la exposicion. Era distinto a todos. El cuadro representaba un reloj de pared, con sus agujas marcando las doce y siete, y debia de ser obra de algun recluso que se figuraba asi sus dias: a tiempo parado. Ocurria con el lienzo lo que a veces ocurre con cierta obra plastica de aficionados que se encuentra por bares, por domicilios particulares, por entidades de gestion: que la pintura, tras una pesima ejecucion de manual, muestra la impronta de un espiritu derruido, que lame a pincel sin vigor alguno y que, plasmando asi su cansancio desmochado, retrata la desesperacion con cruda verdad. Con mas exactitud, en definitiva, que el espabilado que durmio a pierna suelta, desayuno bien, se puso frente al caballete en soleado estudio y trazo con desparpajo su ejercicio de simulada angustia. El tio del reloj de manecillas inmoviles no estaba para explosiones de animo, y pinto un cuadro desmotivado que lo mismo daba acabar que empezar de nuevo. Retrato un objeto que no estaba en ningun sitio, como si el propio autor tampoco estuviera en lugar alguno. Un homenaje al aburrimiento que al producir tanta lastima resultaba emocionalmente mucho mas eficaz que tanta obra expuesta en galeria. El pintor habia escrito la marca Exactus en la esfera y habia titulado Sin titulo a su cuadro, que ni para denominar Reloj a su pintura reunio ganas. La idea de utilizar el infinitivo con pronombre para traer la palabra <> a la denominacion de la exposicion, con ser una baratez, habia sido muy aplaudida entre los miembros de la direccion gestora. Pero los cuadros le daban igual a todos los internos. Sin titulo, sin embargo, fascinaba a Francisco. Quien hoy, treinta y uno de julio de 1988, tenia en vilo a los dieciocho reclusos que ocupaban la sala. A las 16:56 horas, Francisco se disponia a enchufar a red la toma de corriente general de la inmensa maqueta a escala 1:87, casi como el ano en curso, que los inscritos en el Taller de Modelismo Ferroviario habian construido durante los ocho ultimos meses. Hoy estaba lista para su primer rodaje. Por aparente afan de exactitud, Francisco hizo tiempo con excusas tontas hasta que dieran las cinco en punto en su Casio de plastico: miro el oleo, comprobo que el mando estaba a cero, supuso un inaudible tic-tac al Exactus, se fue al enchufe de la pared, inserto el macho, volvio a la maqueta y acaricio el transformador general. --?Vamos o no vamos? --pregunto un preso que tenia ganas de ver biela en movimiento. --Todavia no. Se tienen que asentar las vias --mintio Francisco--. A en punto la ponemos. 2 Dos anos y medio atras, el quince de febrero de 1986, Francisco habia cumplido los veintisiete. Ya llevaba dieciseis meses bajando todas las mananas a las siete al bar CoyFer, como antes habia acudido cada dia al bar Tembleque, de la Puerta del Angel, y antes al bar Reno, en Nueva Numancia. Siempre para hacer lo mismo. Se colocaba en la barra del bar, a la altura de una baldosa con la esquina partida, y pedia un cafe con leche en vaso de cana con las palabras justas. Luego, con toda discrecion, palpaba bajo el mostrador. Si no habia tres chicles pegados, no pasaba nada. El dia que si los hubiera, sin embargo, tendria que ir a la papelera que habia enfrente del CoyFer y hurgar un poco. Alli encontraria el material explosivo y las instrucciones precisas sobre cuando, como, donde y con que fin habria de llevar a cabo aun no sabia que accion. Seria su primera intervencion directa tras anos de fisgar bajo los tableros de aglomerado de los bares de Madrid. Hoy tampoco habia chicles. Francisco era del GRAPO, grupusculo de accion armada que renqueo desde el mismo momento de su creacion en 1975. Estaba fichado por la policia, por muy corto que fuera el alcance de sus cometidos. Prestando mucha atencion y yendo sobre aviso, su foto podia localizarse en algunos carteles de ciertas comisarias de pueblo. Su cara venia en blanco y negro, y en un grupo de retratos de menor tamano que el resto. Dentro de una supuesta jerarquia de peligrosidad, Francisco jugaba en division regional. No era de extranar. Lo mas importante que le habian dejado hacer en la banda era lo de los chicles. Con eso y todo, y aunque hubiera sido destinado a actividades aun mas banales, ya no tenia forma de dar marcha atras. Aunque el apenas lo percibiera, sabia que en el GRAPO le tenian tan controlado a el como el tenia controlados los bajos de la barra del CoyFer. No se sabia cuantos miembros quedaban en la banda en 1986, no se sabe hoy, pero para Francisco la unica forma de dejarlo era morirse de viejo: porque todos seguian en busqueda y captura, y porque ningun cuadro del GRAPO (<>, los llamo un dirigente en plena negociacion con Interior) iba a permitir ventoleras de desercion. Dedicado a esta tarea de enlace, Francisco no conocia a ninguno de sus companeros. Solo a Jose Ramon Perez Marina. Perez Marina era el fundador del Grupo de Montanismo <>, en el que Francisco ingreso en 1973. Se montaba unas excursiones fenomenales. En 1979, y a instancias de Marina, Francisco ya estaba encuadrado en la estructura informativa del GRAPO. Le vio por ultima vez en 1981. De el solo sabia que continuaba en la clandestinidad, en activo, con nombre falso, y que por las tardes se dedicaba a restaurar objetos religiosos en cierta iglesia de cierta ciudad castellana. Paradero tan secreto que Francisco se borraba de la cabeza el nombre de la tal ciudad cada vez que su memoria lo escribia en su mente. El CoyFer era un ajado local de los que se llamaban <>, cuyos duenos, Fermin y Concha, no conseguian reunir fondos para emprender la reforma de la decoracion, por mas que ahorraban. Los cuatro paneles de formica gris recien instalados eran insuficientes para darle el aire limpito que ellos anhelaban. Cada silla era de una familia, y el mural que cubria la pared de barra estaba repleto de bobadas bienintencionadas: la coleccion de llaveros, el poster del perro disfrazado de camarero con gafas de Blues Brothers, el bote de propinas que regalaba Canada Dry, la garrota CONTRA MOROSOS y mucha grasa por las paredes. A las siete de la manana lo ocupaba parroquia trabajadora, que ya empezaba a traer el bocadillo del almuerzo en papel Albal (lujo poco antes impensable). Se bebia mucho solysombra y un mejunje que habian puesto de moda los trabajadores de la subestacion electrica de Tetuan: el trifasico, a base de gaseosa, ginebra y chinchon, tres bebidas blancas como los enchufes de la pared. El CoyFer olia a bar espanol, un aroma que ni cambia ni remite, asi pasen las decadas. Quedaba en el cruce de las calles Bardala y Platano, en pleno barrio de la Ventilla. En 1982, el gobierno municipal de Tierno Galvan habia aprobado el plan para borrar la barriada con una goma y edificarlo todo de nuevo sobre su misma planta. No obstante, eran aun muy pocas las transformaciones operadas en ese nucleo de aluvion noroccidental en el que los emigrantes del cuadrante noroccidental de la peninsula (Madrid detiene a sus oleadas humanas en el punto al que arriban) se construyeron a mano sus propias vivienditas. Asi que la Ventilla aun se parecia mucho a como fue concebido por sus improvisados creadores, que no la concibieron de ninguna manera. Lo que nunca ha cambiado en el barrio es la triste emocion de sus vacios. Nunca hay nadie por la calle, como si hubieran arrojado esa bomba de neutrones que acaba con las poblaciones pero que respeta los edificios que ya no van a cobijar a nadie. En el CoyFer, la conversacion apenas abandonaba el genero de la tarugada, a base de exponer tenues sandeces para confirmar que no se esta solo (<>, <>, <>, etc.). Francisco, por el contrario, no hablaba con nadie. Obligado a mantener su clandestinidad a toda costa, evitaba los intentos de Fermin y de Concha por resultar amigables con un cliente que, aparte de ser tan fiel, parecia tan pesaroso. Era violento negarse a ellos, porque ambos se comportaban con una bonhomia tan bien sopesada y con unos deseos de agradar tan exactamente amables que daba mucha lastima rehusar sus atenciones. Francisco envidiaba a quien podia permitirse el lujo del comentario bobalan, mananero y trabajador. Pero no le quedaba mas remedio que beberse rapidamente el cafe fortisimo e irse luego con un pobre y corroido <> (<>). Vivia a doscientos dieciocho pasos del CoyFer, en el primero derecha del numero 26 de la calle Santa Valentina. Era un edificio de dos plantas, con una puerta a calle sin cerradura y en el que el era el unico vecino. Bajo la barra del bar Tembleque, su anterior observatorio, encontro un dia, menudo susto al palpar, un sobre con la direccion y la llave de la nueva guarida a la que le mandaban. Ya sabia lo que tenia que hacer. Cogio sus cuatro cosas de la casa baja de Puerta del Angel y se mudo esa misma tarde. En un vaso de la cocina encontro su nuevo destino de vigilancia (el CoyFer) con los datos sobre horas, dias y papeleras. Nunca se entero de quien era el propietario del inmueble. Seria de alguien del GRAPO. O quiza es que sencillamente el dueno no era nadie, porque toda su vida estaba llena de nadies. Nadie dejaba los chicles y, si un dia aparecieran, nadie los habria puesto alli. La casa era una cochambre. Pero para Francisco, que paso la adolescencia preguntandose de donde iba a sacar el para una vivienda, era mucho mas de lo que habia esperado jamas de la vida. Estaba desconchada y remendada, repintada, recompuesta y amarillenta. Cuando Francisco llego a instalarse encontro los escasisimos enseres del piso recubiertos de esa mugre a la que ya no se vence, porque esta hecha de tiempo y no hay detergente que la disuelva. Pero a base de frotar con el aguarras industrial que encontro en las basuras de un taller de maquinaria, los muebles no daban demasiado asco. Todos eran de cocina, en cualquiera de las cuatro estancias de la casa. En el salon habia una alacena mural de melanina, de extranas formas abombadas. Alli tenia Francisco sus siete libros: uno de Pearl S. Buck; Cinco semanas en globo, en Editorial Molino; Hechos que conmovieron al mundo; el finalista del Planeta 1965; Historia universal 3.o BUP; Otelo, de Guillermo (sic) Shakespeare; y el catalogo de juguetes de El Corte Ingles de 1971. Todos forrados con papel de periodico. Habia expuesto su medalla de montanismo de 1975 sobre un pequeno atril hecho con pinzas de la ropa y guardaba en un cajon la navajita de cortar el chorizo de las excursiones de entonces. El resto de los objetos de la alacena (dos ceniceros de loza con la inscripcion <>, un reloj que metia mucho ruido, la cabeza de un caballo de plastico y una moneda de cincuenta centimos) ya estaban en la casa cuando el llego. Habia ademas una mesa de lamina imitando madera de algo, un sofa de gomaespuma, tapado con un cobertor morado, una tele en la que no se distinguian las figuras, porque en el edificio no habia antena, un transistor que si se oia y un video Betamax al que no habia que echar de comer. En la cocina fue donde el habitante mas froto con la parte verde del estropajo. Como no habia quemadores con que usarla, la bombona de butano le servia como mueble auxiliar (colgando las bolsas de las asas y del pitorro). Cocinaba con un infiernillo electrico de resistencia, de los que en 1986 ya estaban prohibidos por la querencia que mostraba el rojo vivo a contagiar su fuego a los cortinajes y a las faldillas adyacentes. Su banera no tenia ducha, pero se habia fabricado una con la goma de la bombona y un bote de suavizante calado como un colador, que podia coger por su asa para restituir el efecto de telefono. Se habia hecho unas cortinas de bano con unas bolsas de basura de comunidad, de un negro satinado que creaba una extrana sensacion luminica a la hora del aseo completo. Habia reforzado la banda superior con cinta aislante, y la habia perforado pinchando con un boli para insertar las anillas de las que colgaba. Pegandoles una base a los cartoncillos de los rollos de papel de vater usado, Francisco se habia compuesto un cubilete para lapices, un costurero y un simpatico tirador de sentido alusivo para la cadena de la cisterna (que no era cadena sino cordel). La casa estaba repleta de utiles como estos, lo suficientemente pueriles y pobres como para llamarlos <>. La mitad de los cierres de sus armarios estaban descoyuntados, pero mantenia las puertas en su sitio a base de tiras de celo. Francisco trabajaba en una decrepita nave de seiscientos metros cuadrados en la calle de Miramelindos, levantada en un descampado hoy urbanizado y en la que el laboraba solo, de ocho de la manana hasta que quisiera irse, segun tarea. Se colocaba ante una inmensa maquina de coser industrial y se dedicaba a fijar las etiquetas falsas de Benetton que fabricaban en un taller de Tarancon (Cuenca) en el cuello de las camisetas falsas que fabricaban en una nave de San Fernando (Cadiz). Luego las doblaba y las iba metiendo en bolsas de celofan. Cobraba cuatro pesetas por cada prenda apanada, y dejaba listas ciento sesenta o ciento setenta por jornada.

  • La conspiracion de la senora Parrish de Liv Constantine

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    Una nueva voz en el suspense psicologico nos presenta este fascinante debut sobre una mujer fria y manipuladora y una adinerada pareja de oro.

  • Atrapados en sus Redes (Nobles Inseparables 4) de Lily Cerda

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    Atrapados en sus Redes

  • Mas que una condena: 2 (Trilogia Sin mentiras), Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton de Norah Carter

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  • El secreto oscuro de la carta de Ariel Omer

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    ?Cuantos de nosotros no nos hemos enamorado? ?Cuantos de nosotros no hemos escuchado una historia y no le hemos dado la minima importancia?

  • La noche del cazador de R. A. Salvatore

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    Los Companeros de Mithril Hall se han reunido de nuevo. El elfo oscuro Drizzt Do'Urden regresa a Gauntlgrym con sus viejos amigos con el objetivo de rescatar a Thibbledorf Pwent, el viejo escolta de Bruenor ahora convertido en vampiro. Pero Drizzt y sus aliados no se enfrentaran tan solo a un peligroso viaje a traves de la oscuridad y de los no muertos que alli habitan, sino que deberan cruzar una colonia de drows, a quienes nada gustaria mas que ver al elfo oscuro muerto.

  • Amos y Mazmorras VII de Lena Valenti

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    Amos VII

  • Las chicas buenas los prefieren malvados de Paola Noguera Franco

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    Clarisse Duran ha huido de Buenos Aires, avergonzada con ciertos sucesos que la marginaron de la alta creme adolescente con la que se codeaba.Esperaba que en Paraguay, aparte del carino de su abuela, tambien encontraria el norte y el sosiego, labrandose un futuro olvidando sus malas experiencias.Pero no contaba con reencontrarse con alguien que de por si, ya le habia hecho dificiles los veranos que venia de visita.Maximiliano Ibarra, su vecino, estaba mas hermoso de lo que recordaba, y con varios detalles agregados: bocon, grosero, sardonico, descarado y pandillero.Todas las cualidades que ninguna madre querria para su hija.El dilema es que Clarisse, como buena representante cliche de las chicas buenas, se sentia irremediablemente atraida a este chico problema.Una peligrosa atraccion que podria poner en riesgo su futuro……

  • Mas Alla del Olvido de Patrick Modiano

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    Una historia de amor desdibujada por el recuerdo --tema recurrente en la literatura-- puede ser tambien la excusa mas eficaz para delatar la ambiguedad y el desasosiego en que discurre la vida. Tal es el caso de la obra de Modiano.

  • Censurado de Darlis Stefany

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    Anabell hizo de todo para que Dylan, su relacion mas larga llevara a la relacion a otro nivel. en la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes. ?Que fue lo que hizo Dylan? Enganarla, enganarla con su prima la rusa. El despecho es peligro ?Pero algo mas peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces con estos dos ingredientes peligrosos Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto con destino a Dylan para demostrarle que hizo la eleccion equivocada de chica rusa. ?El problema? Ella escribio un 0 y no un 8 en el destinario de la foto. Jared solo queria dormir la noche que su celular sono, pero el sueno se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le envio. El no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que vio. Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes y comentarios en persona. En lo que ambos coinciden es en dos cosas: Las fotos no van a detenerse y nadie debe saber mas que ellos de las fotos. Despues de todos son fotos censuradas. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano con desvios sexuales, perversion y muchos recuerdos confusos de una ninez traumatica Anabell y Jared van cayendo el uno por el otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan ellos deberan demostrar que tan capaces son de sostenerse y continuar con su alocada y epica relacion…

  • La dama roja (El espejo roto 1) de Miguel Angel Fece Allue

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    Etienne es un talentoso artista habituado a la buena vida en la corte que ahora vaga por los bosques franceses abandonado por la fortuna y buscando sustento a traves de sus canciones.
    Una oscura noche ve su camino unido al de una misteriosa mujer que porta una capucha roja y una espada negra con la que le salva la vida de una bestia surgida de los cuentos infantiles.
    A su lado comenzara una extrana busqueda de la que sabe muy poco, en la que descubrira que los cuentos de hadas tienen un trasfondo espeluznantemente real.

  • Los amantes anonimos de Salvador Gutierrez Solis

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    Carmen Puerto esta despierta desde hace una hora, pero no quiere comenzar este lunes, esta semana, y finge dormir. Continua, ficticiamente, el sueno de la pasada noche. Ha sonado que paseaba entre las dunas de una blanca y luminosa playa, como si fuera una de las mujeres que aparecen en el cuadro de Alex Katz que cuelga en una de las paredes del salon; que se banaba en un mar esmeralda, agua templada, acogedora; que se tumbaba en la arena, desnuda, relajada. Corria, gritaba, era feliz. Ha sonado que un hombre, alto, moreno y guapo, muy musculoso, el pelo corto y rizado, encrespado, la esperaba tumbado sobre una toalla, tambien desnudo. Cuando llegaba a su lado, el hombre la abrazaba, la besaba, la acariciaba, y comenzaban a hacer el amor. El hombre, se parecia a Alberto pero no era Alberto y hacia el amor hasta quedar sin fuerza, felices ambos, desmayados de tanto placer. A continuacion, reian, bebian cerveza y comian bocadillos, antes de volver a hacer el amor. Cuando desperto, Carmen estaba desnuda y muy excitada, y siguio sonando, ficticiamente, mientras se acariciaba con un pequeno vibrador violeta. Quiere seguir sintiendo a ese hombre a su lado, volverse a banar en ese mar esmeralda, cuando la pantalla del ordenador portatil, que la acompana en la cama, se ilumina. --?Estas despierta? --No, por eso te respondo. --Ese humor tuyo... --El humor tiene horario nocturno. --A veces ni eso. --No escoges la serie adecuada. --No te imagino riendote con una teleserie. --Deberias llevar tu imaginacion al gimnasio... --?Hay gimnasios para la simpatia? --Los cerraron con esto de la crisis. --Y a ti no te pillaba uno cerca... --Te dejo, me voy al gimnasio --en la pantalla de su Iphone puede leer JJ1 . Carmen Puerto minimiza la ventana del chat y atiende la llamada de telefono. --Dime --su voz es seria y ronca, como si pretendiera exhibir que le molesta que la llamen tan temprano, todavia en la cama. Al mismo tiempo, Carmen abre una fotografia en la pantalla de su ordenador portatil: un hombre de unos cuarenta anos, moreno, alto, con nariz prominente, ojos grandes, marrones, cejas muy pobladas, y negras, como su cabello, con facciones agradables, con una gabardina de un gris verdoso. Es Jaime Cuesta. --Carmen, disculpa la hora, pero necesitamos tu ayuda -- la conoce Jaime y sabe que tono de voz y que palabras debe emplear. --?Estas con esa? --enfadada, interrumpe a Jaime. --?Como, quien? --Esa, tu companera o lo que sea, la tal Julia... --Si, si... --disimula Jaime, pero Julia, a su lado, sabe que habla de ella y recrea un gesto de incertidumbre. --Dile que no vuelva a intentar localizarme, que no lo vuelva a intentar, que me deje en paz -- dice Carmen muy despacio, grave, amenazante. --Yo se lo digo, no te preocupes. --Jaime, no me has entendido, quiero que se lo digas ahora mismo... --?Ahora? --Ahora. --Diselo tu --le indica, y Julia arquea las cejas, preguntando. --?Que cono pasa? --le susurra Julia a Jaime, muy cerca del oido. --Yo no voy a hablar con esa tipa, diselo tu... --ordena Carmen. --No creo que... --divaga Jaime, en medio de una situacion, violenta y embarazosa, ante la que no sabe como reaccionar. --Adios, Jaime, adios... --amenaza Carmen con finalizar la conversacion. --Cono. --Adios, adios... --Espera. --Diselo. --Julia, por favor, no vuelvas a intentar localizar a Carmen --por fin dice Jaime, que se lleva un dedo a la sien, escenificando locura, mientras que Julia frunce el ceno, visiblemente contrariada. Hace por hablar, pero Jaime se lo impide, tapandole la boca con la palma de la mano. --Que no lo vuelva a hacer --imagina Carmen la escena al otro lado del telefono. Puede ver a Julia muy enfadada, histerica, haciendo lo imposible por arrebatar el movil de Jaime. --No lo hara --trata Jaime de conservar el equilibrio, contentando a Carmen, manteniendo en silencio a Julia. --Si lo hace... --no concluye Carmen la frase. --No te preocupes. Tras un incomodo silencio de varios segundos, Carmen pregunta con desinteres: --?Que habeis encontrado? --Julia te lo acaba de enviar al WhatsApp. --Julia... --Si, ya lo tienes. Carmen abre una nueva fotografia en la pantalla del ordenador. En ella se puede ver a una mujer de unos treinta y largos, cuarenta tal vez, pelo rubio muy corto, cara delgada, mas atractiva que guapa, cuello muy estilizado, ojos amplios, luminosos, de un azul cielo, sin pendientes en las orejas, de piel blanca. Es una fotografia de Julia Nunez. --Ahora te llamo --interrumpe Carmen bruscamente la conversacion. Julia se separa de Jaime, se muerde los labios y golpea con fuerza su hombro derecho. --!Eres el puto perro de la pirada esta, el puto perro, puto perro, que lo sepas! --le recrimina con violencia. --Vete a la mierda. No se detiene Carmen a contemplar las tres imagenes que ha recibido en su telefono movil, directamente las reenvia a su cuenta personal de correo electronico. El dormitorio permanece a oscuras, apenas unos rayos de sol se cuelan por las primeras rendijas de la persiana. Sin embargo, Carmen se mueve con agilidad en la oscuridad, esta acostumbrada a ella. Abandona la cama, busca a sus pies la parte superior de un chandal azul marino con tres rayas blancas en las mangas, que se coloca a toda velocidad, no cierra la cremallera, y recorre el pasillo y el salon, entre una densa penumbra que fabrica un decorado fantasmagorico; en la cocina, introduce una taza de agua en el microondas, selecciona un minuto en el temporizador, escoge al azar un tarro de capuchino --varios tarros se apilan sin orden junto a la placa de vitroceramica, sobre la encimera--; lia un cigarrillo con tabaco, Cutters Choice; anade dos pastillas de sacarina al agua caliente y cuatro cucharadas de capuchino en polvo; se dirige al desordenado y oscuro salon, durante varios segundos contempla un cuadro de Alex Katz en el que aparecen dos mujeres caminando entre las dunas de una playa --Partida --, en la pared que prosigue al pasillo, y el sueno de la pasada noche regresa fulgurante y electrico durante un segundo. Enciende el cigarrillo y lo coloca sobre un cenicero de cristal, transparente, toma asiento en un sofa de cuero marron, frente a una pantalla de plasma de 50 pulgadas, bajo otra reproduccion de Alex Katz, Blue umbrella , que representa a una mujer con la cabeza cubierta con un panuelo y bajo un paraguas en un dia de lluvia. Conecta la pantalla de plasma y, ayudandose de un teclado inalambrico, accede a su correo electronico y comienza a examinar las tres fotografias que se ha reenviado desde su telefono movil. En la primera fotografia puede ver una blanca y palida mano de mujer, seccionada limpiamente donde arranca la muneca, con las unas pintadas de un rojo intenso. --Un corte limpio, una sierra electrica con toda probabilidad. Sin rastros de sangre, unas en perfecto estado, pintadas una vez fallecida --repite en voz alta lo que escribe en una libreta de pastas verdes. La segunda fotografia corresponde a un pie, seccionado a mitad de tobillo, igualmente blanco y palido, tambien limpio de restos de sangre, igualmente las unas perfectamente pintadas, pero en esta ocasion de un azul marino muy brillante. Con una pequena cicatriz junto al menique, no reciente , tal vez un corte de la infancia, deduce mentalmente Carmen. --?Te gusta el color? --se gira Carmen, y le pregunta al cuadro de Alex Katz que tiene a su espalda: Karen (La sonrisa de Karen ). En la tercera fotografia aparece un corazon humano, cortadas las arterias y venas a ras, dentro de una de esas bolsas de plastico transparente que se utilizan para conservar alimentos. --Vaya, ha pasado por el super --murmura Carmen Puerto, sin apartar la vista de la pantalla. Carmen abandona momentaneamente el sofa de cuero, se coloca en cuclillas delante de la pantalla y, como si estuviera escaneando o memorizando las imagenes, examina las tres fotografias centimetro a centimetro. Se detiene especialmente en las unas pintadas de la mano y pie, en sus llamativos colores. Bebe el resto de capuchino con un gesto de desaprobacion, ya frio, y a ella le gusta muy caliente, lia un nuevo cigarrillo, y marca el telefono de Jaime (JJ1 ). --?Por que habeis sacado el pie y la mano de sus bolsas? --le recrimina a Jaime, nada mas escuchar su voz. --Ahhh --duda Jaime, se lleva la mano libre a la nuca, centra su mirada en Julia, que continua furiosa--, para que se vieran mejor en las fotografias --concluye. --No alteres mortajas, hijo mio ... Habeis manipulado unas pruebas --le advierte Carmen. No puede evitar pensar en Hilario Pino cada vez que habla con Jaime. --Nosotros no hemos hecho nada, ya sabes... De todos modos, lo han hecho siguiendo el procedimiento, no temas, las bolsas tambien van a ser analizadas --trata de ser convincente Jaime. --Cuando hagan las pruebas los batiblancas descubriran que los restos corresponden a tres personas diferentes, a tres mujeres, con toda probabilidad. Pero esto no quiere decir que sean victimas preferenciales --explica Carmen Puerto mientras recorre con su mano la pantalla, tal si estuviera acariciando los miembros encontrados. --Tres mujeres... --intenta decir Jaime. Julia escucha cerca de su hombro. --Tres mujeres de mas o menos la misma edad, si, tres mujeres... --se detiene un instante Carmen, hipnotizada por el azul de las unas del pie--. Estan congelados todos los restos, y me atreveria a decir que hasta hace no tanto estuvieron en un congelador, a muy baja temperatura, veinticinco o treinta grados bajo cero. Seguramente, no se trata de un congelador domestico, mas potente. --Si, estaban congelados... --confirma Jaime, sorprendido. --Teneis que haberlos encontrado en un lugar muy publico, muy popular, necesita llamar la atencion, presentarse ante todos como es debido... a lo grande: es su carta de presentacion. Ya estoy aqui , nos esta diciendo --sigue hablando Carmen mientras no cesa de mirar las fotografias de la pantalla. --Carmen, los han encontrado en tres puntos diferentes -- le rectifica Jaime, y los labios y ojos de Julia fabrican un gesto de satisfaccion. --Joder, tres sitios diferentes, joder, mas a lo grande de lo que imaginaba... Va a por todas el hijo de la gran puta. --Si, en tres. --?Donde? --Madrid, Barcelona y Sevilla. --Joder, joder, si que apunta alto. --Si, y en lugares muy populares, como tu decias --una apostilla de Jaime que contraria a Julia. --Evidente. --El pie en Madrid, en la Plaza del Callao, a escasos metros del edificio Capitol. En Barcelona, en Plaza Catalunya, la mano. El corazon, en Sevilla, a unos pocos metros del Ayuntamiento. En los tres casos, dentro de papeleras, perfectamente envueltos, bien protegidos, en esas bolsas... -- le informa Jaime. --Esas bolsas que han estropeado. --Las van a analizar --repite Jaime. --?Ya hemos comprobado las camaras de seguridad? --Si, y de momento no hemos encontrado nada. --Nada, nada... --replica Carmen y amplia nuevamente las fotografias de los tres miembros. Conoce la posicion de las camaras , escribe Carmen Puerto en su libreta. --Estamos tratando de buscar con cuantas de las denuncias por desaparicion que tenemos coinciden. Estamos en ello, ya sabes... --le gustaria a Jaime ser mas preciso. --Con ninguna coincidira, ya te lo digo --sentencia Carmen y se dirige a la cocina para prepararse otro capuchino--. Todavia no hay denuncias. --?Tu crees? --Necesita llamar la atencion --dice Carmen a la vez que abre fotografias de los lugares indicados, a traves de la aplicacion de Google. --No te puedes imaginar la que se ha montado --comienza a decir a Jaime, pero Carmen lo interrumpe. --?Cuando los habeis encontrado? ?Con cuantas horas de diferencia? --pregunta Carmen, con un lapiz en la mano. --La mano de Barcelona, ayer por la noche. El pie de Madrid cuatro horas despues, sobre las dos de la madrugada y el corazon de Sevilla hace un rato... a las siete. En ese orden los hemos encontrado. --Vaya juerga que se ha metido el cabron --comenta Carmen. Anota en una libreta: BCN, ?sabado 31M/1J?, Mad 1J, ?Sev 1J/2J? --Estamos comprobando si le podria haber dado tiempo a una sola persona... --dice Jaime. --Le ha dado --y rodea con un circulo las abreviaturas de las fechas y de las ciudades anotadas. --?Tu crees? --escucha Jaime en su telefono el crujido, al quemarse, del papel del cigarrillo que Carmen esta fumando. --Estos han sido los fuegos artificiales... --masculla Carmen. --?Fuegos artificiales? --Volvera a matar --sentencia Carmen, al tiempo que despliega sobre la pantalla un programa pirata por el que puede acceder a las camaras de seguridad de los tres lugares en los que se han encontrado los miembros. --?Como? --Volvera a matar. Y no tardara en hacerlo. LUNES, 2 DE JUNIO DE 2014. 9:00 H. A pesar de la llamada que la saco de la cama poco antes de las ocho, Carmen Puerto se entrega a su rutina diaria. Como cada manana, salvo la de los domingos, a las nueve en punto conecta la camara del videoportero de la puerta al ordenador y aguarda la llegada de Jesus mientras fuma, toma un capuchino y escucha las noticias en la radio. Aunque ella misma ha sido la que ha construido y mantiene esta excusa a lo largo de los anos, en realidad no solo lo hace por esperar la llegada de Jesus. En estas esperas, frente a la pantalla del ordenador, cada manana contempla a sus personajes habituales: los clientes del bar de la esquina, en direccion a la Avenida de Andalucia, Manuel, el propietario del taller de motocicletas, y sus caracteristicos silbidos; la duena de la fruteria de la esquina, Rocio, ese anciano de estirado pelo negro que saca a pasear su perro, un boxer con el cuello blanco, a Monica, la dependienta de la pequena tienda de ultramarinos de enfrente. Con suerte, tambien puede contemplar Carmen a otras nuevas personas, desconocidas, anonimas, a las que asigna actividades y personalidades de todo tipo. <>. Cuando era una nina, con su hermana Ana, Carmen Puerto jugaba a algo parecido, se asomaban al balcon y trataban de adivinar quien apareceria bajo el arco de la plaza. Contabilizaban los aciertos en una libreta y la que antes llegaba a diez era la ganadora. A las 9.02 h. aparece Jesus en la pantalla del ordenador. A pesar de que la imagen no es lo nitida que Carmen desearia, puede verle ojos de sueno y gesto de lunes. Carmen se reincorpora, apoya los antebrazos sobre el cristal que cubre la mesa. Repite Jesus la camisa negra, con doble cuello, que se compro en las ultimas rebajas y unos vaqueros gastados, manchados en la parte posterior de la rodilla izquierda, descubre Carmen. Como siempre, su bolsito azulon colgando de su hombro derecho. Y como casi siempre, justo despues de levantar la persiana metalica, Jesus se queda un instante, menos de un segundo, mirando hacia la camara del portal adyacente a su establecimiento. Tal vez sea su manera de desear buenos dias cada manana. --Buenos dias --dice nada mas dejar de verlo--. Karen, se ha cortado demasiado el pelo esta vez, le hace cara de tonto -- se gira Carmen sobre ella misma y le comenta al cuadro que tiene a su espalda. Como la mayoria de las ubicadas en la zona, la casa de Carmen Puerto cuenta con dos plantas, fachada estrecha, rectangular, rematada por una azotea. Calle Padre Pedro Ayala, barrio de Nervion, en Sevilla. Es una zona muy tranquila, familiar, con aspecto de pueblo en la mayoria de sus calles. Muy cerca de la antigua fabrica de cerveza Cruzcampo y de la Prision Provincial, <>, como se la conoce en la actualidad. Nada dejo al azar, la situacion geografica de la vivienda de Carmen Puerto surgio de un minucioso estudio previo: a menos de 15 minutos, caminando, de la estacion de tren de Santa Justa; a menos de dos kilometros, tras finalizar la Avenida de Andalucia, de la SE30 , que conecta con Cadiz, Huelva, Malaga y Cordoba; y a menos de 10 minutos, en coche, del aeropuerto de San Pablo. La planta baja de la casa de Carmen Puerto la ocupan la puerta de entrada, tras la que se encuentra la empinada escalera que conduce a su vivienda, y la peluqueria para <> de Jesus, Jesus Fernandez Cortes, su particular inquilino. Aunque exteriormente pueda parecer mas amplio, a tenor del tamano de la fachada, el piso de Carmen Puerto, situado en la primera planta del edificio, es relativamente pequeno: 66 metros cuadrados. Un dormitorio con dos ventanas que dan a la calle, pero que siempre estan cerradas, las persianas hasta abajo; un amplio salon cuadrado y oscuro; un cuarto de bano y una cocina rectangular, que concluye en un pequeno lavadero, en el que se eleva una escalera metalica, de caracol, que conduce a la azotea. Todavia sentada frente a la pantalla de plasma, Carmen da por concluida la conexion con la calle de esta manana, una vez que Jesus ha accedido a la peluqueria. Recupera las fotografias de los tres miembros seccionados que le han enviado Jaime y Julia. Contempla las imagenes una a una, las examina y analiza de forma individual, y a continuacion de manera colectiva, estableciendo posibles vinculos que desarrolla mentalmente. No escribe en su libreta, de momento. Visita las portadas de las ediciones digitales de algunos periodicos, necesita comprobar que, de momento, nadie ha filtrado la noticia. A traves de una de sus cuentas falsas, escoge @arga2 en esta ocasion, accede a la cuenta de Twitter de Pedro Gines, un periodista de <>, celebre por sus apariciones televisivas y por sus informaciones <>. --De momento este cabron no ha dicho nada --murmura Carmen, tras comprobar que su ultimo tuit es del 31 de mayo. A continuacion, como si alguien le indicase los pasos a dar, Carmen se coloca unas gafas de sol, unas Rayban metalicas con cristales verdes, descuelga un manojo de llaves de un clavo en la pared, a la izquierda del cuadro de Alex Katz de las dos banistas que pasean relajadamente entre las dunas y se dirige a la cocina. Se prepara un capuchino: agua muy caliente, cuatro cucharadas y dos comprimidos de sacarina. Introduce una de las llaves en la cerradura de seguridad de la reja metalica negra que separa la cocina del lavadero. Una lavadora, un pequeno tendedero y tres estanterias de pvc . Nada mas comenzar a subir la escalera de caracol, escucha: <>, que exclama un My Little Pony de tonos violetas, rosas y grisaceos, con voz aguda de cuento infantil, sentado en el septimo peldano. La voz del pequeno unicornio no sorprende a Carmen Puerto, que se detiene a medio camino de la escalera e introduce una llave en la cerradura que hay en la trampilla del techo. Ayudandose de las dos manos levanta la portezuela de acero y una avalancha de luz, de rayos de sol, se proyecta sobre su rostro. Por unos segundos, instalada en la oscuridad, Carmen Puerto se siente indefensa, vulnerable, atropellada, a pesar de la proteccion de las gafas. Aun asi, la rutina traza el recorrido, repite los movimientos de cada manana, tiene memorizadas todas las distancias, y accede a la azotea sin mayores complicaciones. Flanqueada en sus cuatro costados por un tupido y alto canizo artificial, desde la azotea de Carmen solo se contempla el cielo, interminable y azul, como una infinita cupula monocolor. Ningun edificio, antena o similar a la vista, como si se tratara de un lugar en mitad de la nada o por encima de todo. Carmen Puerto camina hasta la parte delantera, donde se alza la fachada principal del edificio hacia la calle Padre Pedro Ayala y ayudandose de una manguera azul marino riega un amplio arriate donde crecen sus plantas de marihuana. Verdes y frondosas, rezuman salud y atencion permanente. Comprueba el estado de las hojas, busca imperfecciones, examina el color y grosor de los tallos, toca la tierra para cerciorarse de que la humedad es la adecuada. Seguidamente, busca en la parte inferior de un armario de aluminio una llave, oculta en la parte interna, que no tarda en encontrar. Abre el armario, de la balda superior coge un cenicero, papel de fumar y boquillas marrones, un encendedor y una cajita de madera. Toma asiento en una hamaca de lona, en el centro de la azotea, y lia dos cigarrillos con marihuana. Durante unos segundos contempla el cielo, sin nubes, azul, monotematico, que lo cubre todo, mas alla de los canizos que la protegen de posibles miradas. A continuacion, con naturalidad, es un ritual que repite la mayoria de los dias que luce el sol, se despoja del chandal azul marino que la cubre, tambien de la ropa interior, bragas y sujetador blancos, de algodon, y desnuda se deja caer sobre la hamaca. Comienza a fumar la marihuana con los ojos cerrados. Sigue teniendo Carmen un cuerpo menudo y armonico, los anos aun no se han cebado con ella; su piel continua siendo palida y tersa, con un mapa de pecas en el pecho y en las mejillas. Delgada, de ojos inquietos, de un marron miel, nariz con intencion aguilena. Desde los veinticinco, dentro de unos meses cumplira cincuenta anos, Carmen tine su pelo de una intensa tonalidad cobriza que subraya la delgadez de su rostro. Raramente usa pendientes, anillos o pulseras, como en tantas otras cosas es una mujer sencilla, austera. Si tuviera que elegir Carmen una parte de su cuerpo se decantaria por sus manos, puede que lo haya confesado en alguna ocasion, afiladas, de unas cuidadas, jamas pintadas. Le gusta mirarlas cuando habla por telefono o cuando fuma marihuana desnuda en la azotea, como en este momento. Pero ahora, Carmen no mira sus unas, sigue reproduciendo las tres fotografias que le han enviado Jaime y Julia. Trata de establecer conexiones, puentes, con otras imagenes similares que conserva en su memoria. Una mano, un pie y un corazon congelados, envueltos en bolsas de plastico de las que se emplean para la conservacion de alimentos. <>, deduce.

  • Hablemos claro sobre el comercio mundial de Dani Rodrik

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    La globalizacion no ha beneficiado a todo el mundo. Muchos trabajadores europeos y estadounidenses han resultado excluidos debido a la externalizacion de ciertos trabajos industriales a China, Mexico y otros lugares. Al mismo tiempo, el proceso de internacionalizacion ha favorecido al sector de las finanzas y a profesionales altamente especializados, capaces de beneficiarse de unos mercados en expansion descontrolada.

  • El libro negro de la persuasion (Caminos 1) de Alejandro Llantada

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    Mi curiosa mente hizo lo que siempre suele hacer al escuchar una palabra. Prologo: del griego prologos prologos; compuesta por el prefijo pro: "antes que" o "en favor de" y logos -logos: "palabra o discurso". Por lo tanto el prologo es lo que se encuentra antes que la palabra. Siempre he sido un amante de la Semiotica y por lo tanto de la Semantica, que es la rama de la Linguistica que estudia el significado y el origen de las palabras; y es que estoy convencido de que cuando conocemos el origen de las palabras podemos relacionamos mejor con ellas y a un nivel mas profundo y complejo. Prologo = "Antes que la Palabra", pero... ?Que hay antes que las palabras? Antes que las palabras hay una intencion. Y esta intencion existe porque los seres humanos somos un caldero hirviendo en deseos. Deseamos cosas y nuestras acciones van encaminadas en conseguirlas, por lo que si usamos el lenguaje en todas sus variables es porque logramos algo con el. Como Consultor en Imagen Publica he sido un estudioso y continuo practicante de la Propaganda, de hecho los Consultores en Imagen Publica somos propagandista por excelencia, pues es a la ciencia a la que recurrimos cada vez que queremos despertar emociones en las audiencias para moverlas hacia los lugares donde estan los objetivos de nuestros clientes. Propagar es multiplicar, extender, difundir el conocimiento de algo o la aficion a ello; pero ?con que fin?, !pues con el fin de persuadir! Siempre les defino a mis alumnos del Colegio de Consultores en Imagen Publica la palabra Propaganda como "la accion y el efecto de dar a conocer algo con el fin de ganar adeptos para persuadirlos". Persuadir es mover, inducir, incitar, provocar y hasta obligar a alguien a hacer o creer algo que nos beneficie en la satisfaccion de nuestros deseos; y este libro puede ayudarte a conseguir lo que deseas. El fenomeno de la persuasion no es para estudiarlo ni para entenderlo, sino para obtener resultados mediante nuestras acciones. Acciones que en el "Libro Negro de la Persuasion" se transforman en leyes a las que Alejando Llantada les puso nombre y apellido, para familiarizarnos con ellas y poder usarlas a nuestro favor o blindarnos contra su poder. Madame de Stael, la celebre opositora de Napoleon, dijo que "al inteligente se le puede convencer; al tonto, persuadir", dandonos a entender que la palabra persuasion tiene una carga emocional un tanto negativa. Pensamos que el que persuade manipula y acomoda las cartas a su favor... !Y es cierto! Pero esto no tiene por que ser negativo. Manipular es transformar, convertir una cosa en algo diferente, poder encauzar por buen camino lo que nos rodea; y creo que uno de los principales aportes de Llantada es que nos aleja del mal olor que normalmente produce la palabra persuasion. De hecho nos ensena a comprenderla, a usarla, a abrazarla, a respetarla y hasta a quererla. Los grandes lideres han utilizado estas tecnicas. Sabios milenarios como Sun Tzu o pensadores renacentistas como Maquiavelo las han ensenado. Autores contemporaneos como Dale Carnegie o Robert Greene las han retomado creando multipremiados Bestsellers. Y hoy, tu tienes entre las manos un libro que los reune a todos y te introduce de manera amena y sencilla al fascinante mundo de la persuasion. Como este libro pocos. Tu decides si sigues leyendo o sigues siendo incauto. Yo de momento puedo asegurarte que este libro te ayudara a lograr tus objetivos... y por cierto... este prologo fue escrito usando muchas de las leyes que en este libro encontraras. Alvaro Gordoa Mexico, D.F. , 30 de agosto de 2013 INTRODUCCION Toda mi vida estuve a merced de manipulaciones invisibles, hasta que encontre en una carpeta antigua con apuntes de mi padre, una frase que hablaba de una "ley de ventas". Era algo tan simple y a la vez tan poderoso que realmente me abrio los ojos y el entendimiento. Esta carpeta de casos de Harvard hablaba de la "ley de reciprocidad". Descubrirla represento solo el principio de una extensa investigacion en libros y platicas con varios expertos en ventas, psicologia social y persuasion. Pero, ?que es eso de la ley de reciprocidad? Es algo muy sencillo, se percibe cuando una persona hace algo por ti o te regala algo, por ejemplo, una pluma fina. ?Quien no se ha sentido, consciente o inconscientemente, en deuda ante una situacion como esta? Si hacemos un esfuerzo por recordar, podremos ver que hemos sido victimas de esta ley, siendo seducidos para realizar cosas que quiza no queriamos. Como cuando de nino acompane a mi mama en una aventura llamada "tiempo compartido": un truco mercadologico que empieza ofreciendo un desayuno gratuito y como premio, un viaje todo pagado a Cancun. Una vez ahi, despues de anunciar el "premio", un grupo grande de personas gritan brindando por tu nueva adquisicion, mientras preguntas apenado, ?que se supone que compre? Con esta y otras artimanas orillan a la gente a aceptar un contrato truculento y costosisimo de por vida. Muchos se sienten obligados a firmar y "adquirir" un departamento que podra utilizar dos veces por ano, despues de tanta atencion falsa, obsequios y ese anuncio a los cuatro vientos sobre su supuesta decision de compra. Un ejemplo de muchos del por que debemos conocer estas leyes. Aunque se que esta pensando, "a mi no me pasaria". !No este tan seguro! El cuaderno "Harvariano" de mi padre no fue lo unico que me motivo en esta busqueda sobre los botones psicologicos del ser humano, sino la inquietud de responder a esta pregunta: ?que es lo que hace que yo haga algo? En esa misma epoca, un profesor de filosofia me hizo reflexionar con una pregunta: "?Los seres humanos somos libres?". Despues de una serie de dimes y diretes y de repasar las filosofias kantiana, estructuralista y otras tantas que no recuerdo, el profesor, mis companeros y yo llegamos a la conclusion de que no, no somos libres. Todo el mundo nos influye de cierta forma; es mas, existen empresas e instituciones dedicadas especificamente a persuadirnos para realizar algo que no necesariamente queremos hacer. Y si somos sinceros, esta situacion no es ajena a nuestro circulo intimo de influencia personal. Usted, yo y el mundo entero estamos todo el tiempo influyendo y siendo influidos por otros, y no solamente por vendedores, partidos politicos o agencias de publicidad. Conyuges, ninos, sacerdotes, profesores, aplican estos poderosos principios, algunos sin saberlo. Con la misma casualidad (o destino), encontre a Robert B. Cialdini, un famoso autor de los anos ochenta, quien habla de algunos principios en el arte de convencer. De el lei un ejemplo muy ilustrativo: un psicologo social hizo una encuesta de opinion a residentes de cierta zona preguntandoles que es lo que ellos harian si se les pidiera que utilizaran tres horas de su tiempo para recolectar dinero a favor de una fundacion contra el cancer. Todos dijeron que con gusto aceptarian (con tal de quedar bien en la encuesta y no parecer egoistas ante el encuestador). Lo que no sabian es que inmediatamente despues, iban a mostrarles como podian hacerlo desde ese mismo momento. Por haber dicho en primera instancia que si lo harian, se sintieron obligados a aceptar gracias a algo llamado consistencia. Investigando, ya sin tanta suerte y con mas intencionalidad, encontre que existen diversos estudios en psicologia social que sustentan ideas que descubri, algunas de forma heuristica, otras por investigacion y que plasme en esta obra como leyes comprobadas por muchos experimentos y por mi mismo. Mi ofrecimiento es que si usted lee este libro, sabra discernir todas las manipulaciones (algunas buenas, otras malas, otras necesarias) a las que se enfrenta cada dia: el anuncio del yogur que apoya a ninos con cierta discapacidad (ley del chantaje, ley del inconsciente, ley de asociacion); el candidato que dice que si hubieramos votado por el estariamos mejor (ley del antagonismo, ley de consistencia, ley del contraste); cuando el sacerdote nos cuenta una parabola (ley de la metafora); cuando queremos entrar a un lugar aunque este lleno hasta el tope (ley de la prueba social). En fin, toda situacion por la que nos veamos condicionados e influidos para actuar, la revelare en este libro de forma consciente, comprensible y le dare un nombre. Esto le posibilitara tambien para aplicar el conocimiento al reves, a su conveniencia. Claro que la etica de cada persona tendra que estar presente para el adecuado uso de este poder. La pistola esta cargada y en este momento la pongo en sus manos, usted sabra si la usa en defensa propia, para salvar vidas o para abusar de los demas. Su naturaleza original no cambia; la bala disparada siempre penetra, de eso que no quepa la menor duda. 1. LEY DE RECIPROCIDAD: Lo que da, recibe. Si recibe algo que valora, siente el deseo de corresponder con algo de igual o mayor valor. 2. LEY DE CONTRASTE: El blanco lo es mas en fondo negro. Cuando dos cosas se comparan y son realmente diferentes, una mejor y otra peor, resulta mas facil notarlo y decidirse por la mejor. 3. LEY DE AFINIDAD: ?Por que no?, si me cae bien. Si alguien que considera que le aprecia de alguna forma o que se interesa honestamente por usted, le pide algo, se siente orillado a darselo. 4. LEY DE EXPECTATIVA: Lo que piense, eso sera. Lo que presupone de otra persona se hara verdad, para bien o para mal. Consciente o inconscientemente, nuestras expectativas se cumplen. 5. LEY DE ASOCIACION: Si lo usa James Bond es bueno. Se asocian las cosas y las ideas con la gente que las usa o recomienda. Si pensamos algo positivo o negativo de esa persona, lo relacionaremos. 6. LEY DE CONSISTENCIA: Si asi lo dije, entonces asi lo hago. Si se hace una afirmacion donde exista un registro o testigo, se tendera a ser consistente y congruente con lo que se dijo en presencia de la gente que la leyo o escucho. Si uno cree que algo es bueno o malo, tendera a justificar su actuar conforme ese patron. 7. LEY DE ESCASEZ: Entre menos hay, cuesta mas. Es la ley de oferta y la demanda. Cuando algo que se desea se percibe como escaso, la gente tiende invariablemente a pensar que es de gran valia. Si existe en abundancia y cualquiera lo puede tener, es barato y a veces indeseable. 8. LEY DE AUTORIDAD: Lo hago porque el doctor me dijo. Cuando se percibe a alguien como autoridad, se le obedece hasta limites insospechados. 9. LEY DEL CHANTAJE/COERCION: Si no lo hace, vera. Cuando alguien amenaza o promete algo a cambio de que la otra persona haga o deje de hacer determinada cosa, condiciona apelando a sentimientos sabiendo que afectara el comportamiento. Se trata de coercion; un chantaje. 10. LEY DEL ATRACTIVO: Me veo bien y me hace caso. Si se considera a una persona o cosa como bella o atractiva, es mas propenso a acceder a lo que se pida en su nombre. 11. LEY DEL PODER: Si me da poder, lo sigo. Si un personaje hace creer que gracias a el se pueden obtener beneficios de tipo sexual, politico, amoroso, economico o espiritual, sera seguido, aceptado y a veces amado. El deseo de poder del otro, le da poder. 12. LEY DEL INCENTIVO: Gane al estar conmigo. El ser humano actua por estimulos, hara o aceptara cualquier cosa que crea que le conviene para realizar sus intereses particulares. 13. LEY DEL INCONSCIENTE: Conduzca mis suenos. La mente inconsciente actua al mismo tiempo que la consciente, con la diferencia de que las personas no se dan cuenta. Es la parte sumergida del iceberg. Quien guie el inconsciente dirige en gran parte la voluntad de la gente. 14. LEY DEL ANTAGONISMO: Todos contra el. Cuando existe un enemigo, real o imaginario, contra el cual luchar, las voluntades individuales se unen en lo colectivo y se enfocan en un fin comun. Estar en contra de algo influye a todos, es inclusive una ley para sobrevivencia de la especie. 15. LEY DEL PRECEDENTE: Le creo porque ya ha pasado. Cuando hubo algo anteriormente que se creyo que funciono o existio, se percibira como muy posible que vuelva a suceder. 16. LEY DE LO ESCRITO: Aqui dice y es palabra de Dios. Lo que se dice escrito es mas fuerte que lo que se dice sin que quede registro. 17. LEY DE LA FE: Crea en mi y le dare un proposito. La gente accede a mucho por fe. Puede hacer que la gente lo siga y obedezca si logra proyectar una esperanza en algo sublime. 18. LEY DE LA METAFORA: Si digo corazon, entienda amor. La realidad es dura y cruel, una idea indirecta (metafora) es mucho mas facil de asimilar. 19. LEY DE LA SORPRESA: !Que detalle!, no me lo esperaba. Lo que no se espera y es agradable, convence. 20. LEY DEL ELOGIO: !Que inteligente es usted! Todos somos vulnerables al halago, es dificil resistirse. 21. LEY DE PRUEBA SOCIAL: Tanta gente debe tener razon. El que mas gente piense o haga algo en particular, influye para creer que ese algo es aceptable o bueno. 22. LEY DE SIMPLICIDAD: Le quiero porque le entiendo. Si expresa algo de manera simple, agradara e influira mejor. 23. LEY DEL YO SOY: Todos somos uno. Compartimos un espiritu que nos une, si se recuerda esta verdad nos reconocemos en el otro. Las personalidades mas convincentes de la historia han aplicado mas de uno de estos principios para lograr sus objetivos, pero no solo ellos lo han hecho. Todos los politicos, los religiosos, los mercadologos, los consultores en imagen publica, los publicistas, usted y yo lo hacemos, a veces con conocimiento de causa pero la mayor parte del tiempo lo hacemos sin saberlo. ?Quien no ha chantajeado a su novia o a su esposo? ?Quien no ha comprado algo caro solo porque no es muy comun? ?Quien no ha sido victima de una persona atractiva haciendo algo que uno no queria? Estas leyes son tan poderosas que vale la pena analizarlas para profundizar en su comprension. Las escuelas y universidades deberian ensenarlas como parte de la formacion fundamental de cualquier estudiante ya que al conocerlas y aplicarlas lograrian un mejor desempeno en su vida profesional y personal. Es necesario estar prevenidos para no ser victimas de la manipulacion malintencionada de terceros y esto solo se puede lograr conociendo las leyes de persuasion. Conocer los hilos que mueven las voluntades le sera muy util tanto para defenderse de su influencia como para utilizarlos benignamente a su favor. Veritas liberabit vos (la verdad os hara libres).

  • El pasaje de Justin Cronin

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    Una epidemia irrefrenable, desatada por un desastroso experimento militar, inunda el planeta. Los infectados por el virus ya no son seres humanos, sino eficaces e invulnerables maquinas de matar. Solo una nina, una huerfana llamada Amy, parece compartir con los infectados muchos de sus poderes, pero no su sed de sangre. Cuando el mundo tal y como lo conocemos llega a su fin, es Amy la unica que cruzara el pasaje entre un planeta moribundo y un planeta nuevo, donde tribus dispersas de humanos sobreviven como pueden en un mundo hostil que ya no les pertenece. Escrita por un autor multipremiado, El pasaje es la primera parte de una fantastica trilogia que se ha convertido, incluso desde antes de su aparicion, en la novela mas comentada de los ultimos tiempos, al mismo tiempo una formidable aventura llena de accion y suspense y una epica de la resistencia humana frente a a la peor de las catastrofes.

  • Sonrie, mi amor, en la Toscana de Silvia Garcia Ruiz

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    Dominic Norton es un famoso fotografo que acaba retirandose por las criticas de Luca Rossi, un modelo italiano. Evie, que siempre ha querido ser fotografa como su padre, jura vengarse del modelo y lo contrata para una serie de campanas con el fin de ridiculizarlo. Pero lo que no sabe es que el hombre al que esta perjudicando no es Luca sino su hermano gemelo Angelo, que ha accedido a ayudarlo como tantas otras veces.

  • Los pilares de la Tierra (Los pilares de la Tierra 1) – Ken Follett de Ken Follett

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    Los pilares de la Tierra es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocacion de una epoca de violentas pasiones.

  • Recuerdos del pasado de Chris Razo

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    Huir de una vida pasada y de unos recuerdos dolorosos, nunca fue tan complicado.
    Triana, decide cambiar su vida radicalmente y empezar de cero. Lo que no imagina es que, de la manera mas inesperada, el amor volvera a ella, porque este, siempre lo hace sin llamar.

  • El expreso de la Luz Negra de Philip Reeve

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    No es la primera vez que Zen y Nova viajan de un planeta a otro en tren. Provienen del Imperio de la Red, cuyas vias ferreas recorren media galaxia. Pero esta vez es distinto. Han pasado por un portal interplanetario que ni siquiera deberia existir. Han hecho cosas terribles para poder abrirlo, no saben a donde les conduce, y no esta nada claro que puedan regresar.

  • Callame con un beso (Canciones para Paula 3) – Blue Jeans de Blue Jeans

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    El final de la trilogia no deja indiferente a nadie. Paula se marcha a Londres a estudiar y afronta con muchas dudas una relacion a distancia. No sera facil elegir que camino tomar con el que cree que es el chico de su vida: Alex. El escritor ha abierto un biblio-cafe y tiene en una de sus clientas a una de sus mayores admiradoras. Las Sugus, por su parte, se han separado y entre ellas las cosas ya no son lo que eran. Miriam se ve inmersa en una relacion toxica, Cristina ha encontrado el amor y Diana, sigue siendo Diana, aunque ha madurado con Mario a su lado. Fue el desenlace mas esperado de la primera historia que paso de las Redes Sociales al papel.

  • Habia una fiesta de Marina L. Riudoms

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    La historia de una rave que salio mal, marcada por el costumbrismo millennial y el descubrimiento del feminismo a traves de un grupo de turistas posadolescentes.

  • La ayudante de Cupido de Lighling Tucker

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    -No ha quedado tan mal. -sonrio Destino mirando una nueva faena hecha. Gracias a el y Cupido habian unido a una pareja que ya habia perdido la esperanza en el amor. Verlos pasear de la mano como si de dos mozuelos se tratara lo conmovio. Era bonito ver el amor abrazar dos personas de setenta anos. Chasco los dedos y el libro donde miraba el mundo humano se cerro. Era un nuevo caso cerrado con efectividad y rapidez y sabia quien habia redactado el informe. -Setenta anos ?eh? -dijo tratando de llamar la atencion de su socio Cupido, el cual andaba mirando los peces de colores que tenia en su despacho. -Un caso muy complicado ?no crees? -Uhm. -asintio su socio complacido viendo nadar los pequenos animales de un lado al otro. Pero Destino no iba a dejar el tema. -?Me pregunto quien habra redactado el informe? Y, al fin, su socio comprendio lo que el estaba tratando de hacer. Dejo de estar encorvado mirando sus mascotas para ponerse recto y encararlo de frente. Su rostro lucia interrogativo, ademas, hizo una mueca de desagrado antes de tomar la palabra. -Sabes de sobra que ha sido Paige. ?Por que? -Esa chica trabaja demasiado. Cupido nego con la cabeza, ese tema lo habian tratado tantas veces que sabia lo que estaba pasando por la cabeza de su amigo. Estaba a punto de estrangularlo, no habia dia que no le sacara el tema de su ayudante y el comenzaba a ceder terreno. -Tienes que enviarla a la Tierra Cupido, su tiempo a expirado. -dijo como si las cosas fueran tan sencillas. En realidad no lo eran, pero Destino tenia que convencerle que la entregara antes de que todo fuera demasiado tarde. -No... -titubeo Cupido. -No puedo hacerlo. -confeso. Y esa era una realidad devastadora, el no podia hacerla partir a la Tierra pero era de vital importancia que dejara libre a Paige. -No puede quedarse mas tiempo aqui. Lo observo caminar hasta el asiento tras su escritorio y dejarse caer pesadamente. Era mas que evidente que le costaba deshacerse de la pequena humana. -Solo un poco mas. -suplico como si de un nino se tratase. No, era el momento. -Eso lo dijiste hace cuatro anos. -tomo aire y continuo:-Esto ha durado demasiado tiempo, debe volver a la Tierra. Hazlo como veas pero tienes una semana para que retorne a su lugar o lo hare yo. Y era una promesa solemne. Cupido, finalmente, se dio por rendido. En realidad, era lo mejor. -Esta bien. Lo hare. -Buena decision. Capitulo 1 -!?Vacaciones?! -bramo llevandose las manos a la cabeza. "Esta bien, que no cunda el panico." -penso antes de lanzarse a la yugular de su jefe. Aquello debia de tratarse de una broma, de lo contrario comenzaba a no tener gracia alguna. -Paige. -la voz profunda de su jefe entro en su mente y lo alboroto todo. No, aquel tono de voz no era de estar tomandole el pelo. -Cupido, no puedes obligarme. El se tomo aquella frase lanzada al aire como un reto, se tomo el menton con la mano derecha y sonrio directo a ella. Si, aquella mujer le provocaba ternura y mas ahora que suplicaba seguir trabajando. Por otra parte, no podia seguir haciendolo, era el momento que aquellos anos a su servicio fiel y total le regalaran un merecido descanso. -A ver... -penso bien sus palabras antes de que Paige las tomara en su contra. -No es un castigo, necesitas descansar. Y la pobre lo miro con la cara desencajada, era mas que evidente que le desagradaba la orden. Su rostro era pura desolacion, todos sus rasgos se habian marchitado en una profunda pena. Era dificil ver a semejante belleza tan triste. Si, Paige Moon era una mujer completamente hermosa. -?He hecho algo mal? -pregunto arrugando entre sus manos, aun mas, su vestido blanco. ?Era algo malo trabajar mas de doce horas diarias? ?Dedicarse en cuerpo y alma a que los humanos encuentren el amor verdadero? ?Saciarles de felicidad para sentirse bien? En el caso de Paige si, ya que llevaba demasiado tiempo sin vivir su propia vida. -Te repito que no es un castigo. Necesitas desconectar de todo esto. Se sentia miserable haciendo pasar aquella alma pura un rato tan amargo pero ella debia de comprender que el reposo era obligatorio. Cupido apoyo el trasero en la mesa de su despacho, mirando sin perder detalle a su ayudante. No recordaba haberla visto tan aterrada en todo el tiempo que llevaba trabajando para el. Tomo un par de respiraciones y penso en que no debia volverse blando, era una decision tomada. -Hoy, en cuanto acabes te iras de vacaciones. Las siguientes palabras de ella fueron tan inconexas que no pudo comprenderlas. Rio y espero a que sus ideas se aclararan. Su indignacion era maxima. ?Como se atrevia su jefe a obligarla a que se tomara un descanso? ?Como habia sido capaz? Ademas de anadir el hecho de que se sentia como si la estuviera castigando por todo el tiempo que habia trabajado duramente con el. *** -No tienes que hacerme un drama por ello. Solo seran unos dias, luego volveras aqui y seguiras trabajando tan duro como de costumbre. Sonrio pensando en lo siguiente que tenia que decirle pero, al mismo tiempo, esperaba que la pobre chica entendiera que aquella era una decision tomada; no iban a convencerle todos los argumentos que podia inventarse. Sabia de buena tinta que aquel trabajo podia llegar a ser duramente adictivo pero, al mismo tiempo, sabia las consecuencias de volcarse demasiado. El habia perdido su vida encauzando las de las demas y no iba a p 8iermitir que su inocente ayudante viviera el calvario en el que el cayo. -Jefe, tengo demasiados casos abiertos, no puedo simplemente dejarlos y desaparecer. -su nerviosismo era palpable en su tono de voz. -Dejalo, Audriel lo hara por ti. Una mueca de desagrado cruzo el rostro de Paige, sabia que no se llevaba bien con su companero pero no se imaginaba que, la sola mencion de su nombre, desencadenara una respuesta fisica tan fuerte. Conto hasta diez para no reirse, no queria enfadarla mas de lo que estaba. Oteo el ambiente, si, ella sentia como si descansar fuera un castigo, si, era el momento justo de poner en marcha su plan. Antes de que te marches me gustaria que pasaras a despedirte por mi despacho. *** Paige, simplemente asintio y comenzo a recoger. El aire agridulce que acaricio su nariz le mostro lo enfadada que estaba. Pobre mujer, no esperaba que se tomara aquello tan a pecho. -Eres la primera persona que veo que se enfada por que le den vacaciones.- la voz de su companera-amiga Andrea le hizo soltar un bufido. ?Por que nadie comprendia que queria seguir trabajando? Nadie le habia preguntado si queria parar, unicamente se habia basado en pura estadistica y habia ido a por ella a decirle que debia descansar. ?Paige descansar? De locos, aquello era para llevar una camisa de fuerza. -No quiero dejar mis casos. -gruno cogiendo un monton de carpetas. Todos aquellos archivos eran personas que merecian encontrar el amor de verdad y ella se queria hacer cargo de encontrar a la persona adecuada. Luego, solo hacia falta pasarle el informe definitivo a Cupido y que el los uniera. -La idea no es solo de Cupido y lo sabes. Si los jefazos quieren que descanses, vete a casa y disfruta. Sabia que su amiga unicamente buscaba animarla pero, en aquellos momentos, ella estaba reprimiendo el impulso de gritarle que dejara los animos para otra persona que quisiera escucharlos. -Si, se que Destino ha tenido algo que ver. E, intuyo, que ha sido por que hace una semana me vio casi dormida en la mesa. Y no lo culpaba por haberse preocupada, la semana anterior Paige se estaba recuperando de la madre de todas las gripes y apenas habia tenido fuerzas para mantener los ojos abiertos. Su jefe la habia descubierto cuando habia decidido que cerraria los ojos un par de minutos para descansar. -?Cuanto hace que no sales, Paige? -Sali hace una semana. -contesto ella recordando el momento. -No a dar un paseo, si no a divertirte. Ligar, reir, beber, follar, algo que requiera que tu cuerpo sienta sentimientos de verdad. -!Claro que tengo sentimientos! Andrea nego con la cabeza y la abrazo. -Lo se. -Y continuo-Pero hace demasiado tiempo que no te dedicas un dia para ti. Si, tenia razon, comenzo a pensar la ultima vez que habia tenido un dia libre y no pudo recordarlo. Llevaba demasiado tiempo trabajando en aquel lugar. Al inicio comenzo haciendo horas extras, luego alargo de ocho a diez horas su jornada laboral y, al final, trabajo de lunes a domingo sin parar. Ya no sabia cuando habian sido sus ultimas vacaciones. Pero los humanos la necesitaban, aquellas personas necesitaban amor, llenar sus vidas con ese sentimiento calido y acogedor. No podia descansar hasta ver la sonrisa en los seres que ayudaba. Era su medio de vida y le pagaban con amor. Algo que jamas habia sentido, no habia tenido tiempo. Paige miro su despacho, de paredes de cristal donde los secretos eran facilmente encontrados, toda aquella planta estaba dirigida a los ayudantes y trabajadores de Cupido. Trabajaba en Loves Forever S.L., una empresa fundada por Cupido y Destino, socios capitalistas de aquel lugar. El edificio contaba con tres plantas y Paige trabajaba en la segunda planta, donde estaban todos los ayudantes de cupidos. Ellos se encargaban de seleccionar perfiles de personas y emparejarlas con otras. ?En que se basaban? Estadisticas, numeros, tablas y mucha intuicion. Elaboraban un informe que Cupido leia concienzudamente y si el lo creia valido unia, gracias a Destino, a esos humanos que tenian marcado conocerse. La planta superior estaba destinada para contabilidad y la primera para Destino y sus ayudantes. ?Que hacian alli? Era un misterio, nadie era mas hermetico que Destino, un hombre que le producia escalofrios solo de pensarlo. ?Y que decir de su jefe? Lejos quedaba la imagen del bebe en panales, con mini alas decorando su espalda y un arco y flechas para unir amores. No, su jefe era caliente, fuerte, peligroso y sexy. Era como comerse un bombon de chocolate relleno de almendra, el summun de los bombones. Largas piernas curtidas en batallas alzaban a un hombre alto, cerca de los dos metros de puro musculo. Era muy ancho de espaldas y los trajes que solia vestir le hacian parecer mucho mas grande. Recordo su olor a lluvia y los largos cabellos negros ondeando al aire, era un hombre que calentaria hasta a la mas frigida de las mujeres. Y su rostro era angelical, rasgos suaves, esculpidos concienzudamente en una nariz pequena, unos labios gruesos y unos enormes ojos verdes esmeralda. Si, ese era su jefe, el bombon que no le permitia su dieta. -Vamos, ya es hora de acabar la jornada. -le susurro Andrea con carino. Cargando sus carpetas salio de su despacho y caminaron el largo pasillo hasta el de Audriel. El susodicho tecleaba algo en su ordenador y ni se molesto en levantar la vista de la pantalla donde trabajaba. -Dejalos encima la mesa, el jefe ya me aviso. Y con esa frialdad Paige sintio que el corazon se le encogia, aquellos humanos eran sus ninos y no podia dejarlo en manos de alguien a quien no les importaba, que unicamente los veia como numeros para llenar un cupo. La mano de Andrea toco su antebrazo derecho, la miro y ella la sonreia cordialmente. Tenia que hacerlo y eso le rompia el alma. -Vamos carino. -la alento su amiga. Esbozo una sonrisa amarga en respuesta y dejo su trabajo sobre el escritorio de aquel hombre tan indeseable. Ahi estaba el trabajo de meses. -Cuidalos. -suplico en un susurro. -Claro, claro y ahora iros que tengo faena. -contesto su companero haciendo aspavientos con la mano indicandoles la salida. Aquel hombre la enervaba y estuvo a escasos segundos de coger la grapadora y ponerle los parpados fijos a la frente. Freno sus instintos sanguinarios y, con toda la dignidad que pudo reunir, salio de aquel despacho. Oficialmente estaba de vacaciones. Capitulo 2 Iam esperaba tranquilamente el autobus, bufo mientras comprobaba que el transporte publico llegaba veinte minutos tarde. No era algo de extranar en Manhattan, seguramente alguna pobre alma se habia tirado a la via del tren y ese era el causante de todo el atraso. Miro, nuevamente el reloj, si se retrasaba mas no iba a poder llegar al juicio a tiempo. En toda su carrera jamas habia llegado tarde al trabajo. Era abogado criminalista y su fama le predecia, era voraz y letal en la sala pero llegar tarde le haria una enorme mancha en su impecable curriculum. Su coche estaba en el taller y el tren no venia, parecia que el mundo se habia confabulado para hacerle un mal dia. Bufo sonoramente y trato de mantener la calma. Su bolsillo vibro y espero que fueran buenas noticias. La pantalla le revelo que se trataba de su secretaria, descolgo y saludo: -Buenos dias, Rose. ?Todo bien? -Si, todo perfecto. Me preguntaba si ya estabas en el tren... Iam sonrio. -No y no parece que vaya a venir en la proxima media hora. Estoy perdido. -Bien, voy a buscarte y te llevo al juicio. -Gracias. Y unas pocas palabras cordiales despues ya habian colgado, estaba claro que aquella mujer cuidaba mejor de el que su propia madre. Estaba atenta a todo y habia escuchado por la radio que habia un gran paron de trenes en su zona. Vivia demasiado lejos del juzgado, debia llegar al Tribunal penal de Nueva York, que estaba a una hora en coche de su casa. Miro nuevamente el reloj, el juicio se iba a celebrar en dos horas y media, unicamente esperaba no dejar a su cliente solo. *** -Sube. -sonrio Rose abriendo la puerta del copiloto desde dentro. Rapidamente se lanzo al asiento y cerro, antes

  • Stay de Lucia M

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    Stay es una historia a contrarreloj en la que John y Anna tendran que decidir si tan solo tres dias de sus vidas seran suficientes para cambiar el resto de la misma.

  • Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh

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  • Llamame Yesi de Oscar Gavilan Bolanos

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    Victor quiere morir. Para ello decide romper con todo y conducir donde le lleve la carretera. No le importa dilapidar su fortuna en alcohol y prostitutas. Solo busca marchitarse poco a poco, hasta desaparecer de este mundo ingrato.

  • Legado de amor (Haven Manor 1.5) de Kristi Ann Hunter

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    Lo que menos esperaba Sarah Gooding era que, al devolverle un camafeo a una anciana senora eso la llevara a conseguir un empleo... y a conocer al nieto de la dama, alguien que, socialmente, esta muy por encima de ella.

  • Reinos de Cristal 1 de Encarna Abad

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    El futuro del reino de Castilla esta en manos del destino. Descubre en la saga Reinos de Cristal y en este primer volumen, La Comitiva del Milagro los avatares de una comitiva real que se dirige al reino de Portugal con una mision: Traer una nueva esposa para el principe Enrique de Castilla.
    Su padre, el rey Juan II, quiere zanjar el fracaso de su primer matrimonio, pues el futuro rey; Enrique IV, quedara a merced de las intrigas cortesanas, ante la falta de un heredero al trono."
    El azar hace que se entrecrucen las vidas del rey Enrique IV de Castilla, llamado el Impotente y la de Manuel Acosta, un joven portugues que huye por salvar la suya.
    Las dificultades continuan y las intrigas se apoderan de la corte... ?Como hacer que Enrique y Juana engendren un hijo? Solo el poder de la ciencia... y la mano de Dios, en forma de Milagro pueden conseguirlo...

  • Tatuaje de Manuel Vazquez Montalban

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    Pepe Carvalho ha dejado la CIA tras 9 prometedores anos y cuando iba a ser ascendido. Ahora es detective privado. Dejo la CIA sin haber ahorrado ni un duro y ahora quiere ser su propio patron, vivir tranquilo y ahorrar para la vejez, pues ya tiene 40 anos y hay que ir pensando en ello. El cadaver de un banista con el rostro descompuesto e irreconocible aparece en la playa y el dueno de una peluqueria de barrio contrata a Carvalho para que averigue el nombre del cadaver. No quiere mas que eso y esta dispuesto a pagar bien. Demasiado bien. No quiere ir a la policia y prefiere pagar a Carvalho para que lo averigue sin tener que implicarse el mismo. El asunto es un poco raro, pero un esceptico Carvalho no pregunta nada mas y acepta el encargo. Carvalho tampoco quiere ir a la policia y prefiere investigar utilizando sus propios recursos. Estos le llevaran de Barcelona a Holanda y vuelta a Barcelona. El nombre del muerto lo averigua con relativa rapidez, pero la manera que tiene de ir enredandose el caso cada vez mas, hace que quiera investigar por su cuenta. Incluso cuando vuelve a Barcelona con la informacion solicitada por su cliente, nuestro detective sigue investigand. Vazquez Montalban nos presenta en esta primera novela de Carvalho como investigador privado, no solo a su protagonista, sino tambien a los personajes secundarios que apareceran en otras historias de este detective.

  • Un paseo por el bosque de Bill Bryson

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    Con casi 3.500 km de longitud, el sendero de los Montes Apalaches es el camino pedestre mas largo del mundo. Discurre por el Este de Norteamerica a lo largo de catorce estados, desde Maine hasta Georgia, y atraviesa algunos de los paisajes mas indescriptiblemente bellos del continente.Sin apenas experiencia en senderismo, desafiando las adversidades meteorologicas y geograficas, y menoscabando el peligro de una fauna hostil (desde el improbable oso americano hasta el amenazado mejillon de agua dulce), el socarron Bill Bryson decide emprender el camino acompanado unicamente de su acida capacidad descriptiva, una mochila cargada de cosas inutiles y su tosco amigo Katz, cuya forma fisica es incluso mas lamentable que la suya propia.

  • Encantado de conocerme de Borja Vilaseca

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    Emprende el cambio desde el autoconocimiento.

  • La maniobra de la tortuga de Benito Olmo

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    Benito Olmo compone una novela policial ambientada en Cadiz en la que los distintos hilos narrativos tejen una red de la que te resultara imposible escapar.

  • Bajo la luna de navidad de Christina Mcknight

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    UN HOMBRE QUE INTENTA ESCAPAR DEL PASADO.

  • Usher (Soul Circus series) de Kelly Dreams

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    Si le dijesen que iba a caerle un meteorito encima, Gwenevere Loft habria preguntado el dia y la hora exacta para apuntarlo en su agenda. Tras lo ocurrido esos ultimos tres meses, creia posible cualquier cosa, pero encontrarse jugando a las cartas para saldar una deuda que ni siquiera era suya, era mas de lo que podia soportar. Sobre todo porque el croupier resulto ser alguien salido del mismisimo infierno, empenado en demostrarle que el cielo tambien podia existir en la tierra.
    Usher supo que su nueva deudora seria un problema en cuanto la vio llevando zapatillas deportivas en el Soul Circus Casino. De espaldas a el, con la larga melena cayendole por la espalda y vestida de blanco, tal y como la habia visto en su vision, Gwen prometia ser un bonito y divertido desafio. El problema era que jugar con ella lo llevaria a tentar al destino, pues esa dulce y tierna mujer estaba destinada a compartir algo mas que un juego de cartas con el, estaba destinada a compartir su futuro.

  • La candidata perfecta Andrea Munoz Majarrez de Andrea Munoz Majarrez

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    Una apasionante y romantica historia ambientada en la epoca victoriana que apasionara a los lectores de mano de Andrea Munoz Majarrez.

  • Excalibur (Britannia. Libro 1), Javier Pelegrin de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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  • Medias verdades de Lisa Unger

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    La periodista Ridley Jones recibe un dia la visita del FBI y una desagradable sorpresa: en varias de las fotografias que ha tomado durante sus vacaciones, aparece siempre un misterioso personaje confundido entre la multitud. El fantasma de su tio Max Smiley, su padre biologico, el hombre al que quiso toda su vida y que demostro tener un lado oscuro y criminal, vuelve a acecharla. Lo sorprendente es que Max esta muerto y la propia Ridley vio quemar su cuerpo? De nuevo, su fragil mundo se desmorona y deja a la vista una realidad demasiado cruel para creerla. Y, como antes, sabe que ha de seguir intentado descubrir la verdad? aunque le cueste la vida.

  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

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    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • Alfileres en el corazon de Erika Gael

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    --Disculpe, senorita, creo que me he equivocado de puerta. Despues de tres meses trabajando en el museo, Danielle necesitaba distracciones con urgencia, de las que habia anhelado cuando decidio cambiar su tedioso pueblo del sur por la alocada Nueva Orleans. Una distraccion como esa, por ejemplo. Clavo sus ordinarios ojos negros en el desconocido que se apoyaba en el quicio con indolencia. Le hizo una radiografia rapida. Pelo rubio, ojos azules, rostro anguloso, musculos por todas partes. Banda de cuero al cuello. Abrigo largo. Todo negro. Y --ooooohhh, siiii, ven con mama, bebe-- NewRocks[1] en los pies. Un autentico pura sangre de los que cabalgan por Decatur Street[2]. Le dedico su mejor sonrisa --su mas caliente sonrisa--. --Depende de que esperabas encontrar del otro lado. El desconocido le devolvio el gesto, ensenando una hilera de dientes perfectos. Habia que ser muy tonta para dejar escapar a un ejemplar del sexo contrario como ese. --Bueno, en realidad venia a hablar con Steph. Oh, claro, Steph. Todos venian a ver a Steph, pero no era algo que reprocharles. Melena rizada y cobriza, grandes ojos verdes, piernas de vertigo enroscadas como hiedras bajo la minifalda. --Steph no esta --aclaro con expresion compungida, casi de verdad--. Ha salido a tomarse un cafe. Y tarda mucho --anadio--. Mucho. Nunca he visto a nadie girar la cucharilla con tanta parsimonia. No te aconsejo que la esperes. El desconocido chasqueo la lengua. Parecia contrariado. --?Quieres que le deje tu recado? --se apresuro a ofrecerle--. Si rellenas este formulario con tu nombre, tus datos personales y tu numero de telefono, sabra quien ha venido y podra llamarte. Un suave aleteo de pestanas --cortas, si, pero tan utiles en casos de emergencia...-- acompano el movimiento de su muneca mientras le tendia un papel cualquiera, tal vez una hoja de reclamaciones, o incluso puede que fuera el ultimo recibo de la luz. Si es que los jefes tenian el valor de pagarle a la compania de electricidad por algo que no se consumia en el siniestro y oscuro Museo del Vudu. Unas cuantas letras y un par de tachones despues, el desconocido se largo por donde habia venido con una mueca suspicaz, y Danielle ondeo su tesoro para que se secara la tinta. Habia que ser redomadamente idiota para dejar escapar a un hombre como ese. Y ella no lo era. Corrio al establecimiento de la senora Laveau en cuanto termino su jornada laboral. Nueva Orleans bullia de excitacion, entre tiendas que aun no habian echado el cierre y bares que ya estaban abiertos. La senora Laveau no era la original senora Laveau --los malos espiritus la tengan con ella--. Era la amiga de la hija de una cunada de la antigua manceba que habia acompanado a la celebre Marie Laveau en sus comienzos como diosa del vudu. En Nueva Orleans todo el mundo lo sabia --en Nueva Orleans todo el mundo se conocia--, pero a pesar de eso le guardaban un gran respeto a la recientemente bautizada como senora Laveau junior. La senora Laveau junior --Dory, para los amigos--, la recibio con una sonrisa y los ojos entrecerrados. Cuando el carrillon sobre la puerta aun no habia dejado de sonar, ella ya se habia precipitado a la lugubre trastienda, desde donde regreso con un monton de cajas cubiertas de polvo. --Sabia que volverias --dijo en cajun[3], con su perfeccionada voz de hechicera popular--. ?Como se llama tu elegido? A Danielle no le hizo falta repasar la informacion escrita en la hoja. Ya se la sabia de memoria. --Kieran Reid. 1525 de Prytania Street. Telefono 504-50... Dory sacudio una mano ante los ojos de la joven, que guardo silencio. --Ya, ya, nina. Te dije que con el nombre seria suficiente. Danielle se encogio de hombros. --Por si las moscas. --?Y por que crees que el es el elegido para ti? --Dory balanceo una rama seca de solo ella sabia que especie vegetal a su alrededor. Romero, identifico cuando su ropa y su pelo quedaron impregnados del fuerte olor. --Es el hombre mas guapo que ha pasado por el museo desde que trabajo alli. Ademas, usted leyo en las cartas que mi hombre llevaria botas militares. La anciana enarco una ceja. --?Y? Mas de la mitad de los hombres de esta ciudad las lucen. --?Como que y? --Danielle se llevo un dedo a la sien--. !Este lleva NewRocks, por el amor de Dios! La senora Laveau se santiguo y corrio a esparcir unas cuantas semillas sobre la mesa tipo altar tras la que despachaba. Hizo varios paquetitos con ellas, que etiqueto con esmero y cerro con varias vueltas de cordel. Despues de sacar pequenas cajas de hierbas y anadirlas al pedido, cogio tres libros de una estanteria, agrego varios folletos, un minusculo bote de agua perfumada, tela de arpillera, varios saquitos de arena, un alfiletero y tres o cuatro amuletos con dientes y colmillos de animales. O eso prefirio pensar Danielle, que tamborileaba los dedos con impaciencia sobre el mantel del mostrador.

  • Actua como si estuvieras loco por mi de Doris P

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    Ocurrian muchas cosas en mi vida, pero estaba bien. Habia heredado un hermoso departamento, tenia un buen trabajo, y despues de un tiempo volvia a tener novio, con todo lo sabroso que eso implica. Sentia que las cosas iban bien.
    Hasta esa manana.
    No crei ser la tercera en discordia, y el muy poco hombre ni si quiera lo nego. Enterarme que todo mi castillo fue construido en el aire me hizo pedazos. Nada que una buena copa de vino con mi mejor amiga no solucione, o empeore.
    No me lo pregunten, pero termine en el departamento de mi vecino, ebria y lastimada, una horrible impresion, sin mencionar que el tipo era una delicia con piernas y brazos musculosos, este no era mi dia, pero no me importaba por el momento, yo simplemente, no lograba entender como un hombre puede jugar asi con los sentimientos de alguien.
    Tuve que ser fuerte, porque habia que volver al trabajo y la vida sigue. Sin creer que una semana despues me toparia de frente con mi ex y su novia, y aqui ustedes me entenderan, siempre digna, los salude, pero mi sorpresa fue mayuscula cuando me invitaron a su fiesta de compromiso. PERFECTO. Estupefacta me quede sin saber que decir, cuando senti como su presencia me contuvo. Mi vecino. El dio una sonrisa hermosa e hizo que mis fuerzas volvieran. Pero mi problema ahora era otro. Se hizo pasar por mi novio y ahora debiamos fingir ser la pareja perfecta.

  • Un amor problematico de Rosemit G

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    Una novela romantica con toques de comedia que te arrancaran suspiros y sonrisas.