• paola c alvarez - Paola C. Alvarez

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-lady-sarah.html

    Meses antes de que Napoleon se proclame emperador de Francia, llega a oidos de la defensa britanica la existencia de una organizacion de lores ingleses que esta financiando las campanas militares del corso. Se hacen llamar La Hermandad y el encargado de averiguar quienes estan detras de ella es James Sutton, duque de Rutherford, un exmilitar y espia ingles que vive retirado en el campo.
    Para lograr infiltrarse, necesita ganarse la confianza del conde Seindfield, un hombre depravado y cruel bajo cuya proteccion vive lady Sarah, una joven que ha perdido la inocencia y las ganas de vivir debido al maltrato al que ha sido sometida. Sin embargo, todos los planes de James se veran frustrados tras una noche terrorifica de violencia.
    El inesperado cambio de rumbo le hara replantearse toda su estrategia, si bien el nuevo objetivo le parecera mucho mas interesante; averiguar lo que se esconde tras la mirada amatista de la joven se convertira en su unico deseo, aun a riesgo de perder su corazon.
    Pero no sera el unico en querer conocer lo que Sarah oculta y una sombra planeara sobre ellos hasta conseguir silenciarlos para siempre.

  • Paola C. Álvarez: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Paola-C-%C3%81lvarez/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3APaola+C.+%C3%81lvarez

    1-16 de 28 resultados · Escribir novela romántica: Los 5 pilares fundamentales · El cuento del Lobo: Romance paranormal (Cuentos y secretos nº 2) · Escribir y ...

  • Paola C. Álvarez - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Paola-C.-%C3%81lvarez/e/B00OHMCTHY

    Actualizaciones del autor ; Traiciones ocultas 03-jul-2018 · ( 21 ) ; El secreto de lady Sarah 14-sep-2017 · ( 45 ) ; Volver a empezar: (nueva versión 2019) 12-feb- ...

  • Paola C. Álvarez – cómo escribir una novela romántica

    https://paolacalvarez.com/

    Soy Paola C. Álvarez, escritora de novela romántica, correctora, ... Un libro bien diseñado y maquetado hace que la experiencia de las lectoras sea mucho ...

  • PAOLA C. ALVAREZ | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/paola-c-alvarez/20094176

    PAOLA C. ALVAREZ: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Recibe novedades de Paola C. Alvarez directamente en tu email. Quiero recibir sus novedades.

  • Paola C. Álvarez - Adictas Romántica

    https://adictasromantica.com/paola-c-alvarez/

    No recuerdo con exactitud cuándo empecé a escribir, pero siempre he tenido un boli en una mano y un libro en la otra y desde muy joven hacía mis primeros ...

  • Paola C. Álvarez: libros y biografía autora - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/autor/19374/paola-c-alvarez

    Tras estudiar biología y trabajar como administrativa, Paola C. Álvarez se dedica en la actualidad a cuidar de sus hijos y a escribir novela romántica.

  • Paola C. Álvarez - El Rincón de la Novela Romántica

    https://www.rnovelaromantica.com/escritores/item/paola-c-alvarez

    15 abr 2020 — Sus novelas · Desmontando a Carter · El secreto de lady Sarah · En busca de su destino · Persiguiendo un sueño · Traiciones ocultas · Tras el largo ...

  • Paola C. Álvarez - Volver a empezar - El Rincón de la ...

    https://www.rnovelaromantica.com/criticas/item/paola-c-alvarez-volver-a-empezar

    ... y comentarios de la novela Volver a empezar de la autora Paola C. Álvarez. ... perfectamente su actitud, porque es una mujer que sufre durante el libro.

  • Todos los libros del autor Paola C Alvarez

    https://www.todostuslibros.com/autor/paola-c-alvarez

    Quieres información sobre los libros de Paola C Alvarez? Te damos información detallada de sus obras y te decimos donde comprarlas.

  • Mi historia de éxito: Paola C. Álvarez. corrección, mentoria ...

    https://simplementemj.com/libros-de-romantica-paola-c-alvarez/

    24 feb 2022 — No leo libros de romántica. Creo que es porque mis primeras incursiones se me hicieron bola... muy bola. Pero en esta entrevista con Paola.

  • Traiciones ocultas de Paola C. Alvarez

    https://gigalibros.com/traiciones-ocultas.html

    Alex ha ocultado su doble vida durante demasiado tiempo y no le resulta nada facil dejar atras su pasado. Por eso, a menudo su trabajo como periodista la lleva a tomar riesgos imprudentes.
    Cuando una noche es testigo de un asesinato, las consecuencias seran irrevocables y, para intentar reparar el dano que ha causado, no tendra mas alternativa que confesar quien fue, arriesgandose a perder para siempre al unico hombre que ha ocupado su corazon.
    Solo aceptando la verdad sobre si misma, podra acabar aquello que ha empezado, aunque eso suponga volver a retomar la actividad que la convirtio en una maquina de matar.

  • Los confines del silencio de C. L. Taylor

    https://gigalibros.com/los-confines-del-silencio.html

    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una solida carrera politica, una casa hermosa. Pero cuando su hija Charlotte, que acaba de cumplir quince anos, entra en coma tras un extrano accidente, toda su felicidad se rompe en pedazos, especialmente cuando descubre que el accidente no fue tal. Susan, desesperada, hara lo posible para comprender el acto de Charlotte. Para ello, revisa sus diarios en busca de algun indicio, un rastro que la ayude a entender lo que su hija estaba viviendo. Pero lo que se encuentra, en lugar de tranquilizarla, la inquieta. <>.

  • Los colores de una vida gris de Pilar Munoz Alamo

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    Cinco amigas. Un juego. Cinco razones ocultas para participar. Y un destino truncado.
    ?O tal vez no?

  • Despreciada Cada Vez Mas de Christina Mcknight

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    Un hombre deseando sacrificar todo.

  • Momentos de vida de Virginia Woolf

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    Este conjunto de escritos autobiograficos de Virginia Woolf reune textos ineditos seleccionados en los archivos Woolf de la Biblioteca Britanica y la Biblioteca de la Universidad de Sussex. Los <>, como se les llama, pertenecieron a Leonard Woolf. Cuando este consiguio convencer a Quentin Bell de que escribiera la biografia autorizada de Virginia Woolf, puso a su disposicion esos papeles, y el profesor Bell cito breves parrafos de los mismos en la biografia. Despues de la muerte de Leonard Woolf, los papeles pasaron a la Universidad de Sussex, gracias a la generosidad de la albacea testamentaria, la senora Trekkie Parsons. La decision de publicar unos textos que hubieran sido extensivamente revisados por Virginia Woolf, y la mayoria de los cuales --a diferencia de los ensayos publicados con caracter postumo por Leonard Woolf-- no fueron escritos con la intencion de darlos a la luz publica, no fue tomada sin una cuidadosa consideracion previa. El innegable interes y valor de estas memorias alejaron cualquier duda sobre la pertinencia de su publicacion. Poner al alcance de un amplio publico un material que con tanta claridad revela la vision y la sensibilidad de una escritora cuya contribucion a la historia de la literatura inglesa tuvo un caracter tan profundamente individual, seria necesariamente un tributo a su memoria. Estas memorias constituyen una aportacion unica a la documentacion de su vida y su arte. Virginia Woolf solia escribir uno o mas borradores de sus obras y, luego, los pasaba a maquina, efectuando con ello diversas revisiones totales, en ocasiones hasta ocho o nueve. Los textos de esta compilacion se encuentran en diversas fases de revision --en su mayoria estan escritos a mano, solo parte de uno esta escrita a maquina-- pero, con la sola excepcion del primer texto, los escritos llevan la marca de <>, pese a que los tres ultimos apartados fueron leidos por Virginia Woolf a aquellos para quienes los escribio. Estas obras estan sembradas de correcciones, adiciones y tachaduras, y en el caso antes indicado del manuscrito hay parrafos enteros revisados, intercalados en el texto. En la presente edicion no se ha pretendido dar constancia de estas revisiones y variaciones. Hacerlo habria comportado dificultar la lectura a la mayoria de los lectores. Quienes esten seriamente interesados en estudiar este aspecto de las memorias de Virginia Woolf encontraran el material a su disposicion en la Biblioteca de la Universidad de Sussex y en la Biblioteca Britanica. Sin embargo, en ningun caso se ha permitido que el deseo de ofrecer un texto de facil lectura prevaleciera sobre una finalidad de primordial importancia, como es la de seguir fielmente las ultimas intenciones de Virginia Woolf en lo tocante a estos textos, en la medida en que estas intenciones se conocen o pueden deducirse razonablemente o, en caso contrario, dar los motivos por los que no se hace o indicar la existencia de dudas cuando las hay. Esperamos que este <> no constituya un desagradable obstaculo para su lectura --para reducir al minimo este peligro hemos utilizado el recurso de poner notas en cada texto--; sin embargo, que este <> sea visible tiene la ventaja de recordar al lector que Virginia Woolf no habia preparado estos textos para su publicacion, de ahi que no deban ser juzgados con el mismo criterio que se podria aplicar a las obras que publico en vida. Debido a que los textos seleccionados se encontraban en diferentes etapas de revision, en algunas ocasiones ha sido preciso adaptar la practica editorial a la naturaleza de ciertos problemas. En esos casos se ha hecho mencion de ello en la correspondiente nota previa. Con esta salvedad, se han seguido con caracter uniforme los siguientes criterios editoriales. Las tachaduras efectuadas por Virginia Woolf no han sido incluidas, salvo cuando lo suprimido era imprescindible para comprender el sentido del parrafo y la autora no lo sustituyo. En estos casos, las palabras eliminadas se han puesto entre corchetes angulares. Las tachaduras parciales, que no son raras, han sido subsanadas, sin hacer advertencia alguna al respecto. En los raros casos en que la autora anadio una palabra o una frase pero dejo sin suprimir lo necesario para dar cabida al anadido, tambien se ha subsanado el olvido, sin advertencia alguna. Por ejemplo, en <>, la primera version de un parrafo dice: <>. Luego Virginia Woolf anadio las palabras <> junto a <>, pero olvido tachar <>. Las tachaduras que tienen interes por si mismas se han hecho constar. Algunas tachaduras de Virginia Woolf eran incompletas, y lo mismo ocurria con sus anadidos y correcciones. Cuando ha sido imposible incorporarlas al texto, sin causar grave perjuicio al sentido de la frase, estas correcciones y anadiduras han sido omitidas, aunque ello se hace constar en la correspondiente nota. En los casos en que anadio una palabra o una frase de tal manera que se advierte con claridad que lo consideraba una alternativa, se ha seguido la segunda version, salvo cuando la primera era claramente preferible. En muy pocas ocasiones estas expresiones alternativas producen efectos de importancia en el texto. Sin embargo, han sido consignadas cuando tienen interes, o cuando no se puede saber con certeza que expresion habria preferido Virginia Woolf. En sus primeros borradores, las costumbres de la autora en lo tocante a puntuacion, ortografia y empleo de mayusculas eran muy variables y, ademas, utilizaba a menudo abreviaturas que jamas aparecieron en sus obras publicadas. A veces, evidentes negligencias, unidas a errores mecanograficos o correcciones efectuadas con premura, dieron lugar a textos con numerosas incorrecciones. En otras ocasiones, salta a la vista la esmerada atencion que prestaba a estos aspectos y que es un rasgo caracteristico de su obra publicada. Virginia Woolf solia pasar su obra a su marido, Leonard, para que revisara estos detalles, y este ultimo, al publicar las obras postumas de Virginia, no dudo, tal como dice en su prefacio a The Death of the Moth,1 en <> los ensayos y corregir <>. A pesar de que las libertades plenamente justificables que Leonard Woolf podia tomarse no lo serian en el caso de cualquier otra persona, no cabe duda de que su criterio puede, por lo menos, servir de orientacion con respecto a la clase de correcciones que se han efectuado en el presente texto; por eso parece evidente que, en estas memorias --a diferencia de su diario o de sus cartas--, Virginia Woolf habria adaptado la puntuacion, la ortografia y el empleo de mayusculas a los usos generales, salvo en los casos de especifica matizacion, si hubiera decidido publicarlas. En consecuencia, aqui la puntuacion ha sido modificada de manera que fuera acorde con la costumbre seguida por Virginia Woolf en su obra publicada. Cuando era oportuno se han anadido guiones, cursiva, interrogantes, puntos y aparte o la estructura propia del dialogo. El signo & ha sido sustituido por la usual copulativa y se han suprimido las abreviaturas y los numeros en los casos en que era su costumbre hacerlo asi. Con la salvedad de estos ejemplos, que dificilmente cabe discutir, la puntuacion solo ha sido alterada con el fin de evitar ambiguedades, corregir evidentes olvidos, o hacer que concuerde con la formula establecida en una frase o en un parrafo, momentaneamente olvidada por la autora. En absoluto se ha pretendido armonizar, en cualquier otro aspecto, la caracteristica y altamente expresiva puntuacion de Virginia Woolf con los usos generales. Por ejemplo, cuando utiliza un signo de exclamacion en mitad de una frase, el signo se mantiene, si es acorde con el sentido del parrafo. Todos los errores mecanograficos han sido corregidos. La ortografia y el uso de mayusculas se han conformado con la costumbre comun, salvo en los casos en que comportan un matiz expresivo. El sentido de una frase o su estructura gramatical han exigido, en alguna ocasion, la anadidura de una palabra, que ha sido puesta entre parentesis. Sin embargo, como hemos dicho, la aparicion de mas de una palabra entre parentesis, sin una nota al respecto, indica que se trata de palabras tachadas por Virginia Woolf. Todas las frases dudosas y palabras ilegibles han sido objeto de la correspondiente nota, salvo en los raros casos en que se daba una alternativa legible y aceptable. Las notas que preceden a cada uno de los escritos contienen una breve exposicion del tema del texto memorialista, a fin de evitar engorrosas notas. Contienen, asimismo, la fecha y las circunstancias del escrito y una descripcion del texto mecanografiado o manuscrito en el que se ha basado el texto publicado, asi como una referencia a los problemas insolitos que pueda plantear. En las notas, recogidas al final del libro, se han utilizado las iniciales <> y <> para hacer referencia a Virginia Woolf y a Leonard Woolf, respectivamente, en aras de la brevedad. Las hojas manuscritas o mecanografiadas (ms. y mc.) quedan identificadas por su referencia catalografica, como, por ejemplo, <>; sin embargo, despues de la primera mencion se omiten las iniciales <> (Monks House), ya que todos los papeles proceden de la misma coleccion. La biografia en dos volumenes, obra de Quentin Bell,2 se cita simplemente con las iniciales <>, seguidas del correspondiente numero del volumen y de la pagina. Las cartas, en la edicion critica de Nigel Nicolson, se mencionan como Letters, con indicacion del volumen en el que se encuentran. No hemos intentado identificar a las personas que se mencionan en estas memorias. Es decir, cuando la persona era de importancia menor o pasajera para Virginia Woolf, o solamente importante en cuanto encarnacion de un tipo, y asi se advierte claramente por el contexto, no se ha procedido, por lo general, a su identificacion. Quienes esten interesados en estos detalles tienen a su disposicion la biografia escrita por Quentin Bell, que se puede complementar con los seis volumenes de la correspondencia, Letters, ya mencionados, y los cinco volumenes que componen el Diary of Virginia Woolf, editado por Olivier Bell en colaboracion con Andrew McNeillie, cuya traduccion al castellano, en tres volumenes, se titula Diario intimo. El periodo que abarcan estas memorias, en general, y <>, en particular, ha sido ampliamente estudiado.

  • La ultima bruja de Mayte Navales

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    Los nombres tienen poder. Todos lo sabemos. Y los nombres de las brujas siempre han sido mas poderosos que los de los humanos, pues contienen su esencia y su magia.
    <> Eduardo Noriega
    Los nombres tienen poder. Todos lo sabemos. Y los nombres de las brujas siempre han sido mas poderosos que los de los humanos, pues contienen su esencia y su magia. Por eso los ocultan. Esta es la historia de dos brujas milenarias. Y de sus nombres. Y de como sobreviven al tiempo.
    Greta nacio en la Edad Media. Irati, mucho mas vieja, pertenece a una raza extinta que ya no camina la Tierra. Es la ultima de su estirpe. Pero en el mundo quedan otras razas como la suya, tribus que conocen los secretos de los bosques primigenios. Y en el presente, un espiritu ancestral sobrevuela los suenos de un nino de aura azul. No solo las brujas ansian su corazon. Solo necesitan su nombre.

  • Criado para el Amor (Los McCarthys de Gansett Island 1) de Marie Force

    https://gigalibros.com/criado-para-el-amor-los-mccarthys-de-gansett-island-1.html

    Maddie Chester esta decidida a dejar su ciudad natal de Gansett Island, un lugar que solo le ha traido malos recuerdos y rumores muy feos. Entonces sale despedida de su bicicleta cuando se dirige de camino a su trabajo como sirvienta en el McCarthy's Resort Hotel por culpa del “hijo predilecto” de Gansett, Mac McCarthy. El esta de vuelta en la ciudad para ayudar a su padre con los preparativos para vender el complejo de la familia y no tiene intencion de quedarse mucho tiempo. Cuando Mac hace que Maddie salga volando accidentalmente por encima del manillar causandole graves heridas, decide instalarse con ella para asistirla hasta que se recupere y ayudarla con los cuidados de su hijo pequeno. Pronto se da cuenta de que sus planes de hacer solo una visita relampago a la isla se encuentran en serio peligro y que puede que simplemente haya sido “criado” para el amor.

  • Juego terminado de Conchi Aragon

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    <<--?Sabes que es la Ballena Azul?
    --Un juego formado por cincuenta retos en el que cada participante tiene que superar cada uno de ellos. El juego concluye cuando el jugador se suicida>>.

  • Las Navidades de mi vida de Ariadna Baker

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    --Clara, te acompano en el sentimiento --me dijo Don Damian, el cura del pueblo. --Muchas gracias, se lo agradezco de corazon. --Un corazon muy grande es el que siempre has tenido tu, nina. No cambies, ?eh? --Don Damian, un poco enfadada si que estoy con el de ahi arriba, a usted no le puedo mentir. --Hija mia, no digas eso ni en broma. Dios nuestro Senor ha tenido a bien acogerlos en su seno por alguna razon, ?no te parece? --No, lo siento mucho, Don Damian, pero no me parece. Mire sus lapidas y las lagrimas cayeron como punos desde mis ojos... Con el cuerpo completo perlado de sudor, me sente en la cama de un salto. Un salto mas... Y una madrugada mas sin pegar un ojo. Aquella situacion era insostenible. Seis meses habian transcurrido desde el fallecimiento de mis padres y seis meses en los que estaba por primera vez que lograra dormir a pierna suelta. Imposible hacerlo. No cuando aquella pesadilla me asaltaba una y otra vez. Ni que decir tiene que la clave estaba en que yo no podia soportar su marcha. Me lo decia mi amiga Carla, que estaba estudiando Psicologia. Y me lo corroboraba cada noche, mientras charlabamos un ratito despues de la cena, mi tia Marita, la unica hermana de mi madre, con la que yo me habia marchado a vivir desde la muerte de mis progenitores. --Carino, ?otra vez la misma pesadilla? --Ya la tenia en el quicio de la puerta, como cada noche cuando aquello ocurria. --Me temo que si. Y lo que mas siento es que te despierto a ti, no es mi intencion. --No seas bobita, mi nina. Te voy a preparar un vasito de leche calentita y, si quieres, te doy un poquito de palique mientras te vas durmiendo, como cuando eras pequenita y te quedabas a dormir aqui en mi casa algun fin de semana, ?te acuerdas? --Como no voy a acordarme, tita, si eras la mejor cuenta cuentos del mundo... --Imaginacion si que he tenido siempre, es cierto... Pero es que no me costaba ningun trabajo, carino, tu has sido siempre tan agradecida... --Y tu la mejor tita del mundo... No exageraba, pero lo cortes no quitaba lo valiente. Mi tia, que ademas era mi madrina, siempre habia derrochado carino conmigo, pero ello no le restaba ni un apice de dolor a mi corazon por el fallecimiento de mis padres. Cincuenta anitos tenian, justo el doble de mis veinticinco. Estaban en la flor de la vida, mejor que nunca, ahora que creian que por fin me habian metido en vereda haciendome estudiar. Cuanto me arrepentia de no haberles dado antes ese gusto, pero es que yo estaba convencida de que no servia para hincar codos con los libros. Y ellos, que no habian tenido esa oportunidad de jovenes, morian porque su unica hija fuera universitaria. Total, que, siguiendo mi instinto, me puse a trabajar en la panaderia de la senora Lola a los dieciocho anos, cuando termine el Bachillerato. Y alli permaneci hasta que cumpli los veintiuno. --Hija, que poco nos gusta a tu padre y a mi que te deslomes en esa panaderia por cuatro duros --me decia cada dos por tres. --Mami, pero es que tengo que trabajar, ?o quieres que sea como los ninis esos que no dan palo al agua? --Claro que no, Clarita, pero tu tienes cabeza para hacer la carrera que te venga en gana, otra cosa es que para coger los libros si que eres mas floja que un muelle guita y eso tienes que reconocerlo. Lo reconocia, pero tanto me lo dijeron mis padres que finalmente me matricule en Sociologia a los veintiun anitos. Y justo iba a graduarme cuando ellos fallecieron. Solo una semana faltaba. Ni acudir al acto de graduacion queria. No me sentia con fuerzas. Si no hubiese sido por mi tia Marita, que me llevo practicamente a rastras, alli no me hubieran visto el pelo. Fue acabar el acto y volver para casa. No quise ir a la cena de celebracion con mis companeros. A diferencia de ellos, que se sentian victoriosos, yo pensaba que aquella victoria se la debia a mis padres y ya no estaban para verlo. El verano fue una autentica pesadilla para mi, con unos dias largos que invitaban al ocio y que se me hacian eternos, dado que el mencionado ocio era lo ultimo que me apetecia. A decir verdad, ni me apetecia el ocio ni absolutamente nada. Aquel accidente de trafico habia truncado mis suenos. Mis padres fueron, mientras vivieron, el gran puntal de mi vida y yo me sentia tremendamente desgraciada por su marcha. A medio verano, volvi a trabajar a la panaderia de la senora Lola. --Pero vamos a ver hija, ?se puede saber como una senorita licenciada va a desempenar el mismo trabajo de cuando no tenia estudios? --me recrimino mi tia. --Es que, empezar a buscar trabajo de lo mio, me supone marcharme del pueblo y tenerme que ir a la capital y eso no me llama ahora. Salamanca capital me encantaba y yo habia sido muy feliz estudiando alli, pero desde la marcha de mis padres no habia tenido agallas para volver y ahora solo queria refugiarme en el pueblo. La senora Lola fue la primera sorprendida en verme aparecer por su local con la intencion de trabajar, pero como yo habia dado el callo como la primera mientras estuve alli, me acogio con los brazos abiertos. Desde entonces ya habian transcurrido varios meses y, dado que alli tambien se vendian dulces, con la campana de Navidad a las puertas estabamos a tope. Despues de una noche toledana como la que he descrito, tuve que disimular mis ojeras para poder ir a trabajar como Dios manda. Por el camino me encontre a la senora Ana, quien no tardo en pararme. --?Como estas, Clarita? En el pueblo todos me llamaban por mi diminutivo. Dias atras yo le habia preguntado a mi tia por cuando creia que dejaria la gente de hacerlo y me comento que probablemente nunca. --Hija, es que como pareces una chiquilla... Con esas facciones tan tiernas, ese pelito rubio y esos ojos azulitos, pues que dan ganas de achucharte. Me dio uno de sus achuchones habituales y se quedo en la gloria con su explicacion. Lo peor no era ya solo que me trataran como a una nina, sino que en los ultimos meses habia vivido asi. Atras, en Salamanca capital, quedo mi noviazgo con Cesar. La muerte de mis padres se lo termino de llevar por delante, aunque no voy a decir que ese fuera el unico motivo. Cesar y yo llevabamos saliendo un par de anos. El era el hijo de la pareja que nos alquilo un piso de estudiantes a mi y a mis companeras, Mara y Raquel, mientras duraron nuestros estudios. Un buen dia, cuando ya llevabamos dos cursos alli, Cesar aparecio para sustituir una lampara estropeada y lo que se ilumino entre nosotros fue la llama del amor. Eso si, pasados los primeros meses, la relacion tampoco es que fuera la bomba y un par de anos despues yo me planteaba hasta que punto era el hombre con el que deseaba compartir mi vida. El fallecimiento de mis padres le dio jaque mate a nuestro noviazgo, pues yo me aparte del mundo por completo, lo que le incluia a el. Y tampoco es que Cesar luchara demasiado por lo nuestro. Digamos que ambos fuimos dejando que nuestro amor muriera poco a poco, dando paso a una cierta amistad y poco mas. --Ahi vamos, senora Ana --le conteste con muy pocas ganas de entrar en honduras. --Poco a poco, hija. Ya en nada tenemos aqui las Navidades y... La mujer lo solto de sopeton y en automatico se callo, pues debio darse cuenta de su metedura de pata. Malditas ganas que tenia yo de celebrar las Navidades ese ano. Si hasta me queria zafar de decorar la casa con mi tia y no sabia como hacerlo. La pobre me habia "amenazado" con que el puente de la Constitucion debiamos hacerlo y yo no paraba de darle largas. --Ya, ya... Por cierto, ?y Lucas? Hace mucho que no lo veo. Su hijo Lucas y yo habiamos sido grandes amigos en la infancia y adolescencia. --Dificilito esta que lo veas, hija. Se fue con la muchacha esa con la que salia, con Elsa, a Laponia a vivir. --?A Laponia? --Si, si, hija, a la gran puneta, vaya, que ademas hace alli un frio que pela. Pero como a ellos les ha encantado, pues nada. --Me quedo loca, yo no veia a Lucas demasiado lejos del pueblo, vaya vueltas que da la vida. --Ni yo, hija. Pero se fueron este verano y alli estan, regentando una tienda de galletas de jengibre que por lo visto para los lugarenos son lo mas de lo mas. --Que personaje este Lucas.... Me despedi de la senora Ana y pense en lo sorprendente que era la vida. De ninos, yo le decia a Lucas que seria jefa de una gran compania y el a mi que astronauta. Y ahora resulta que el vendia galletas en Laponia y yo en el pueblo. Y eso pese a que los dos eramos licenciados.... Una casualidad que me saco la sonrisa, cosa que no ocurria todos los dias en los ultimos meses. Llegue a la panaderia y la senora Lola me indico el cerro de trabajo que debiamos realizar. Hasta la espalda se me estaba resintiendo desde que teniamos la Navidad en puertas. --Clarita, ya le he dicho a Lorenzo, mi marido, que como esto siga asi al final vamos a tener que ampliar el negocio. Francisco, el chico del local de al lado, lo deja en breve y creo que seria una gran oportunidad para hacerlo de una vez por todas tambien pasteleria. --?Y no lo es ya, senora Lola? Por el amor de Dios, si aqui servimos mas dulces que gente hay en la guerra. --Es verdad, hija, incluso nuestros turrones artesanales estan teniendo un exito de no te menees. Son ya muchas las personas de otros pueblos que se estan acercando a por ellos. De hecho, yo queria hacerte luego un ofrecimiento, Clarita, a ver que te parece. --De acuerdo --asenti mientras me cambiaba y me ponia el uniforme de trabajo que recientemente la buena mujer habia encargado para mi.

  • ?Y si fuera Lucas? (Cinco chicos con suerte 2) de Mayeda Laurens

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    Despues de la historia de Alex, vuelve Mayeda Laurens con otra divertida novela en esta segunda entrega de la serie Cinco chicos con suerte.

  • Unida a los Viken de Grace Goodwin

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    Como comerciante de arte en Nueva York, Sophia Antonelli trabajo duro para armar su negocio, pero las fuerzas del destino la llevaron a hacer un trato con el crimen organizado. Cuando todo se va al diablo, cae y se le presentan dos opciones: veinticinco anos en prision o participar del Programa de Novias Interestelares. La eleccion es facil, pero Sophia se asombrara al descubrir que no solo sera emparejada con uno, sino con tres guerreros Viken.

  • Erase una vez en Londres de Laura Maqueda

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    ?Puede el modelo mas famoso del mundo enamorarse de una chica corriente?

  • La ultima vez que me dijiste adios de Ray Bolivar

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    En la esquina de Montera, antes de llegar a Gran Via, hay una puta que siempre me tira los tejos. Tiene los ojos grandes y es muy guapa. El pelo le cae rizado hasta la cintura y cuando mira lo hace con tanta intensidad que una se acojona. Me atrae el color de su piel y los labios, pero jamas me atreveria a besarla. La unica vez que bese a una mujer estaba demasiado borracha, demasiado cansada y demasiado perdida. Pienso mientras bebo un sorbo del delicioso Cafe Matte que sirven en el Starbuck de Sol. Todos los sabados vengo aqui y todos los sabados ocurre lo mismo. El chico de ojos claros sonrie y es amable. Su companera toma nota y cuando el pedido esta listo sonrien otra vez. Ni se sabe el dinero que he gastado en cafes y ni siquiera se su nombre. En cambio, el de la puta si lo se. Se llama Elena y es de Republica Dominicana. En cuanto me dijo el nombre pense en Elena de Troya. --Nina, oyeme, muchacha. --Apenas llevaba una semana en el despacho y tenia prisa. Cuando me di la vuelta casi chocamos. --Perdon. --Nada, no tiene importancia. --Usaba un perfume caro y zapatos de tacon, un lunes a las ocho treinta de la manana. Yo tambien usaba tacones, pero no escandalosos. --Me encantan tus ojos, que lo sepas. --Asi me dijo en medio del gentio, del frio y yo con la ansiedad en el medio del pecho porque el trabajo era nuevo nuevisimo y no queria llegar tarde asi que cuando dijo aquello fue como, !tragame tierra! La verdad, no sabia que hacer. No tenia ni la menor idea de como salir del paso. Recuerdo que baje la cabeza por la verguenza y ella aprovecho para acariciarme el rostro. --No tengas miedo, yo te voy a cuidar. --Me escabulli como pude, sofocada y con un palpito en el pecho que casi me mata. En la oficina ese dia las cosas no fueron bien. Mi jefe me miraba y me miraba como si no tuviera otra cosa que hacer. Entraba a mi despacho, hacia un par de llamadas y de nuevo venga a mirarme. Hasta que me lo dijo. --A ti te pasa algo. --?Que? --Fue lo unico que atine a responder. Con los nervios tire las hojas al suelo y un cenicero de porcelana de lo mas hortera que me jefe insistia en mantener sobre mi mesa por si me daba por fumar. De repente el chico de Starbuk me interrumpe y me quedo cortadisima. --Hola. --Me acomodo un mechon de pelos lo mejor que puedo. El chico sonrie y le devuelvo la sonrisa. Senala hacia la ventana. Al principio no comprendo. --!Ah! Gracias. --Es Isabel. Me hace senas desde la calle. Salgo deprisa. Fuera hace frio. --Pero, ?que haces aqui? ?Por que no entras? --Me estampa dos besos euforicos. --!Lo consegui, lo consegui! --No entiendo una palabra. --!Nina! --Casi me sacude--. Juanjo, ayer nos liamos. --?Como? --Asi misma me quede yo. Hemos pasado la noche juntos. No te lo vas a creer. --Pone carita de mujer fatal--. Soy mala, tia, muy mala. Isabel es mi amiga del alma. Tiene dos crios y un perro hermoso. Me duele decirlo, pero la vida le va mejor que a mi. Liga mucho y es independiente. Todo esto desde que se separo de su marido. --Entonces, ?que vas a hacer? --Me voy, tia. --Solo pase a avisarte. --Pero ?no ibamos de tiendas? --Otro dia, cielo. Juanjo me esta esperando. --Me planta otra vez dos besos y me extiende un billete de veinte euros--. Tomate el cafe a mi salud y deseame suerte. --No hace falta que me invites. --!Que si!, mujer. Otro dia me lo devuelves. --Dice antes de cruzar la calle y perderse en direccion al metro. Un cuarto de hora mas tarde dudo entre Zara y Mango. Las dos tiendas estan atestadas de gente y no estoy de humor. En realidad solo deseaba conversar con Isabel y contarle un par de verdades. El telefono suena en ese momento. Es mi madre. No lo cojo. Regreso a casa sin prisa. A las 9: 30 abro la puerta. Un minuto despues llega Miguel. Lo primero que hace es servirse una copa de vino tinto. Estoy en la terraza contemplando las nubes. --Hola, cielo. --Me rodea la cintura con sus brazos. No contesto. --?Pasa algo? --Me volteo. --Anoche no viniste. --Ya, bueno. Los sabados quedo con los amigos. --Se da un trago. --Miguel, por favor. --Huele a perfume barato y a puta africana. No tengo nada en contra de los negros, pero su olor es inconfundible y llevo justo cuatro semanas, cuatro semanas oliendo el mismo olor en la ropa, en su cuerpo. Me mira a los ojos. --Eva, todo esta bien. Se que he estado distante estos meses. --Distante es cinco meses sin follar--. Se que a veces no estoy. --En realidad nunca esta. Entre pitos y flautas pasa mas tiempo, segun el con sus padres que en su casa, porque esta tambien es su casa, en la hipoteca a treinta anos dice, Miguel y Eva. Bebe vino otra vez, me acaricia la pierna. Odio cuando hace eso. Odio cuando dice que no pasa nada mientras el mundo se cae a pedazos. Asi llevamos seis meses, fingiendo que no pasa nada. Yo no se que pensar. Me gustaria que las cosas fueran igual que antes. Lo unico que hago es llorar por los rincones. Tal vez necesito ayuda o darle una patada en el culo, como dice Isabel. --Eva --repite--, no pasa nada. --Me deshago de su abrazo y entro en la casa. El me sigue y me toca el culo. Doy un respingo. --?Que haces? --Nada. --Sonrie burlon. --?Como que nada? --De nuevo se da un trago, pero esta vez es diferente. Lo se por el modo en que me mira. Deja la copa sobre la mesa y se dirige al cuarto. Tocan a la puerta. Es Angel, uno de los amiguitos de Miguel. Cuando me ve se queda extranado. <> El telefono suena otra vez, lo ignoro. --?No vas a entrar? --Claro, claro. --?Que tal la fiestecita? --Angel se lleva la mano a la nuca. Se que esta nervioso. Al final no tiene la culpa. Nunca, nadie tiene la culpa. La histerica soy yo, la loca soy yo. --?Que fiesta? La peste a alcohol casi me derriba. <> Voy al salon en busca de una cajetilla de cigarros. Necesito fumar o lanzarle un bolardo a alguien a la cabeza. --!Eva!, !Eva! --Grita Miguel desde la habitacion. Lo ignoro. Solo pienso en la cajetilla de cigarros. Deberia estar en algun lugar del salon. Entonces me doy cuenta de que Miguel esta parado en la puerta con una mochila en la mano. --?Donde estan los vaqueros nuevos? --No comprendo lo que esta pasando--. !Eva! --Sube el tono de voz. ?Donde estan los vaqueros? --Tocan a la puerta. Empiezo a ponerme nerviosa. --?Que vaqueros? --Miguel resopla. --Los nuevos, Eva, los nuevos. --De nuevo tocan a la puerta. Debe ser la vecina de al lado, le encanta tocar a la puerta cuando discutimos. --No lo se. --Miguel se impacienta. Angel le toca el brazo y le dice algo en voz baja que lo contiene. Regresa a la habitacion sin decir una palabra. Encuentro los cigarros en la cocina, escondidos en el ultimo cajon. Ahi los habia puesto tres anos atras, justo cuando conoci a Miguel. La cajetilla contiene un papel que desenrollo. Leo la primera linea y casi me echo a llorar. Dice lo siguiente: para la Eva del futuro. Si estas de los nervios hazme caso, deja el puto cigarro y cuida tu relacion. Estrujo el papel y lo dejo caer al suelo. Ese ha sido mi lema durante los ultimos tres anos, cuidar de la relacion, tragar y callar como si no hubiera un limite, como si la vida se tratara unica y exclusivamente del otro. No quiero llorar, me lo repito una y otra vez hasta que el portazo desencadena la rabia y el dolor. Lloro porque se que mi mundo, el maldito mundo que tarde tres anos en construir esta a punto de irse a la mierda. La habitacion esta hecha un asco. Miguel ha revuelto los cajones y el armario. Sobre la cama, encuentro su movil. No quiero hacerlo, pero me acerco. Dudo entre abrir el wasap o no. El mensaje en la pantalla tiene mala pinta, pero cuando lo abro es devastador. --?Asi es como te gustan? --En la foto, una morena ensena las tetas. Todavia sigo en shock cuando me percato de la presencia de Miguel. Esta en la puerta de la habitacion con el rostro desencajado. Ni siquiera soy capaz de hablar porque en mi interior tengo un incendio que ha empezado a devorarme. Me tiembla la mano y abro mucho los ojos cuando lo escucho hablar. --!Pero! ?Que cono haces? !Joder! --Me arrebata el movil de la mano y me lanzo sobre el. Capitulo 2 No se que dia es ni donde estoy. El techo esta pintado de blanco y a mi lado hay una persona. La cabeza me duele horrores. --!Eva, Eva! !Gracias a Dios, estas bien! --Intento hablar, sin embargo me doy cuenta de que es imposible. Solo de pensar en abrir la boca me recorre un corrientazo de dolor. Mama esta muy desmejorada. Las ojeras le llegan hasta las rodillas y parte del maquillaje se le ha corrido. Mi madre quiere hablar, pero no le salen las palabras. En vez de eso me abraza y llora. --!Hija!, !perdoname! !Pense que te perdia!, !de verdad! --Mis ojos deben reflejar sorpresa, ansiedad o espanto porque se apresura a explicarme--. Llevas tres dias inconsciente, Evita, !tres dias! --Se enjuga las lagrimas--. !Ahora, Miguel no se va a ir de rositas! !Va a pagar por esto, ya contrate un abogado! !Nadie le pega a mi hija!, !no senor! La cabeza me da vueltas. Me siento aturdida y desbordada. Afuera escucho gritos. No puede ser. <> La puerta se abre y empujan a alguien. Detras entra Miguel afeitado y lustroso, esta guapisimo. --!Evita! --Se arrodilla ante la cama--. !Mi amor! ?estas bien? --Me toma la mano, la aprieta, la besa--. Cielo, !menudo susto me has dado! Todo es tan subito que mi madre se ha quedado paralizada. Cuando reacciona, mi primo Jorge ya esta en pie. <> --!Pero!, ?como te atreves a empujarme? --Grita Jorge. Dos medicos entran en la habitacion y detras un policia. --!Senores!, !esto no puede ser! !Tienen que salir de la habitacion de inmediato! --Miguel esta frente a mi primo con los punos apretados. Cuando quiere es adorable, pero es un hombre con caracter y si quisiera, podria hacerle mucho dano a Jorge. Se pasa la mitad del tiempo entrenando en el gimnasio para estar en forma, aunque no tiene una gota de grasa. Jorge, por el contrario, es como una hoja debilucha arrastrada por el viento. --!Yo tengo derecho, es mi mujer! --Dice Miguel--. !Ni ella --senala a mi madre--, ni nadie puede quitarme ese derecho! !Yo la traje, esta viva por mi! --Lo unico que le falta es golpearse el pecho y orinar en derredor. Esta muy mono. --!Hijo de puta! --Grita mi madre y se abalanza sobre el. El policia la contiene. Yo no puedo mas de la ansiedad. Me retuerzo en la cama como una loca. El medico llama a una enfermera y se sienta mi lado. --Tranquila, Eva. Muy pronto vamos a solucionar esto. No te preocupes. --La enfermera inyecta una solucion en el suero y el panico se convierte en una sensacion placentera, en un deseo enorme de dormir. Capitulo 3 Cuatro semanas mas tarde me encuentro mas recuperada. Los medicos me han explicado que ademas de la fisura en la mandibula han debido tratarme la anemia. Abro los ojos cuando mencionan el tema de la anemia. Por suerte no era grave, pero tienen que estudiarlo. Miguel ha venido todos los dias a verme por la manana y por la tarde. Una vez se presento con flores y casi me muero de la alegria. Se pasa de carinoso y yo me derrito en cuanto lo veo. Es tan varonil que he estado a punto de saltarle encima un par de veces y desnudarlo, pero me contengo, una tiene orgullo y dignidad. No se lo que ha hecho para no coincidir con mi madre. De alguna forma lo han arreglado para evitar encuentros desagradables y lo agradezco. Ahora mismo lo que necesito es tranquilidad. Mi madre insiste en seguir adelante con la denuncia. Miguel no ha mencionado el tema ni una vez, pero se su opinion. En el reporte medico dice que me rompi la mandibula contra una superficie solida e irregular, debido a un resbalon. Mama lo ha repetido una y otra vez desde el primer dia. No se cree una mierda. La vispera del alta recibo la visita inesperada del medico. Es un hombre alto y amable, debe rondar los sesenta anos.

  • Enamorado de ella de Dama Beltran

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    Lucia, casada y con varios hijos a su cargo, vive en una familia acomodada de la ciudad. Es admirada y envidiada por el sector femenino que le rodea ya que ha tenido la vida de princesa que sonaban desde ninas. Sin embargo, ella no es feliz. Desenganada e insatisfecha con lo que tiene, busca una salida. En su treinta y cuatro cumpleanos, bajo el soplo de una vela, formula un deseo: “Que mi vida tome otro rumbo”
    El joven empresario Andreu Voltaire esta cansado de tanta burla femenina. No cree en el amor, tras anos de pesadumbres ha descubierto que las mujeres solo le quieren por su dinero. Pero todas esas premisas cambiaran cuando encuentre a Lucia. Una noche, mientras bebe una botella de Jack's Daniels, mira las estrellas y hace un juramento: “No me dare por vencido hasta que esa mujer sea mia”

  • Olvidando el pasado de Amaya Evans

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    Joseph Powell se enamoro perdidamente desde muy joven de la chica mas hermosa de la pequena ciudad donde vivia. Pero Amanda Hughes era la hija de uno de los hombres mas ricos del lugar y al final, ella lo traiciono cruelmente, mientras el era victima de un engano que lo llevo a pagar anos de carcel de manera injusta.
    Ahora que ha pasado el tiempo, y el es un hombre poderoso ?Buscara vengarse de quien fue el unico y verdadero amor de su vida? ?O tal vez una pequena sorpresa cambiara sus sentimientos haciendo que el pueda perdonar y olvidar su pasado?

  • Principes VerdeAzules de Silvia Aguilar

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    Marta tras multiples decepciones amorosas ha perdido la esperanza de encontrar a su principe azul e incluso, de que exista algo parecido en tonos verdosos. Las experiencias de Miguel con el sexo femenino durante su adolescencia le traumatizaron hasta el punto de huir de cualquier compromiso.
    Cuando las vidas de Marta y Miguel se cruzan, al universo de los Principes VerdeAzules apenas le queda color. Una mujer que ya no espera nada y un hombre que no piensa en nada, lograran quiza dar forma y sentido a este complicado enredo de sentimientos desordenados que no saben si seran capaces de soportar.

  • Las cosas buenas de verdad solo me pasan de noche de Begona Araez

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    Rafa es un tio de lo mas normal, impulsivo, torpe, algo obsesivo. Como el mismo dice “un poco pringao”. Una serie de malas decisiones le lleva a tirar su vida por la borda: un matrimonio reciente con Eva, con la que ha tenido un hijo, Samuel. Y un trabajo fijo en un hotel de prestigio.

  • Lecciones privadas de Linda Howard

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    El pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. <> era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos.

  • Las campanas no doblan por nadie de Charles Bukowski

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    Ineditos que nos traen al Bukowski mas salvaje y lubrico. Un recorrido impagable por la trayectoria de un escritor imprescindible. Hank ayuda a un viejo amigo alcoholico a largarse de un hospital; el empleado de un sex shop cuenta anecdotas estramboticas protagonizadas por algunos clientes, como aquel que debido a sus problemas respiratorios pide que le hinchen una muneca; un solitario masturbador suena con que aparezca la mujer de su vida; un tipo es secuestrado por tres mujeres; una chica acude a una entrevista de trabajo en la que le hacen preguntas sobre practicas sexuales extremas… Este volumen reune relatos de Bukowski aparecidos en periodicos y revistas, como las pornograficas Hustler y Oui. Son piezas banadas en sexo y alcohol, escritas a pie de calle, con la afilada pluma del cronista mas visceral del otro lado del sueno americano. Y como guinda tambien se incluyen algunos de sus dibujos, siempre feroces y procaces.

  • Yo caminare de tu mano de Towanda Richardson

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    Lena Bouvier es una nina prodigio de la informatica. Con solo veinticinco anos, dirige el departamento de programacion de una importante empresa de diseno de aplicaciones para moviles. Es feliz con su trabajo, con su puesto de entrenadora de un equipo de baloncesto adaptado, con sus amigos. Hace mucho tiempo que dejo de llorar por el desgraciado golpe del destino que la dejo postrada en una silla de ruedas cuando solo era una adolescente.

  • En mil pequenas piezas de Lorena R. Jeffers

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    Ser humillado, herido y roto, hasta el extremo de llegar a dudar de su propia existencia. Shiroyama Mitsue sabe como es eso. El ha luchado cada dia, durante anos, contra los recuerdos que de aquel amargo suceso y las pesadillas que vuelven durante las noches lluviosas, para echarle en cara lo debil que es; lo patetica de su existencia.

  • Sexo Duro y Salvaje de Sara Toledano

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    Nina Mala: Sumisa Adiestrada por el Dominante Millonario

  • En manos humanas de Richard C. Francis

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    ?Sabias que el perro pekines procede del lobo? Esto fue posible en un parpadeo evolutivo. Algunos de los animales que hoy son nuestras queridas mascotas o nuestro alimento fueron no hace tanto tiempo animales salvajes que no nos necesitaban para su supervivencia. A causa del desarrollo humano, de la tecnica y de su dominio del entorno, algunas especies animales actuales difieren tanto de sus ancestros originales que resulta increible pensar que puedan siquiera ser parientes.
    La domesticacion conlleva una de las transformaciones mas espectaculares, importantes y fascinantes de la historia de la vida animal. En esta obra, el neurobiologo Richard C. Francis narra la historia de como el ser humano ha conseguido doblegar a naturaleza y modificar bajo su influencia al resto de los companeros mamiferos que habitan la Tierra.

  • Muriendo sin ti de Freya Asgard

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    Luego de cerrar la carpeta que contenia los documentos, el abogado de Jose Fernandez miro a la unica heredera legal, su hija, Victoria Fernandez Subercaseaux, una mujer de veintiseis anos, tez blanca, ojos verdes y pelo negro, no habia heredado los rasgos europeos de su madre. De su padre, nada tampoco. --?Usted me quiere decir que todo lo que menciono ahi es mio? --Todo, senorita. --?Esta seguro que no le pertenece a alguien mas? --Seguro. Usted es la unica heredera, los padres de Jose Fernandez, sus abuelos, ya no viven, no tenia hermanos, tampoco estaba casado. Usted es la unica heredera legal, nadie mas puede reclamar lo que es solo suyo. --?Alguien mas podria o querria hacerlo? El abogado trago saliva y se acomodo la corbata. --Digame, ?hay alguien mas que querria tener eso? --indico la carpeta. --Bueno, si, algo asi, pero el no tiene derecho legal alguno sobre la herencia. --?Quien es? --El encargado de la hacienda, Rodrigo Montero, el aun no esta informado, manana viajo al sur para hablar con el. --?Es el capataz? --No, el es hijastro de don Jose, se crio con el. Victoria se quedo en silencio, no supo que decir; ella, que no habia significado nada en la vida de su padre, habia heredado todo, sin embargo, ese hombre que lo habia tenido todo junto a el, estaba quedando sin nada. Y eso no le gustaba nada. Ella no era una mala mujer, por mas dano que le hubiera hecho su padre. --Manana a las once viajare al sur, ?vendra conmigo? --consulto el abogado. --?En que posicion quedara el? --inquirio Victoria muy preocupada. --Eso sera decision suya, senorita, usted ahora es la duena universal y yo que usted, me quedo con todo, es lo que corresponde, despues de todo, su padre le debe pension alimenticia por muchos anos --respondio con malicia el licenciado.

  • Como acabar con la escritura de las mujeres de Joanna Russ

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    En ‘Como acabar con la escritura de las mujeres’, coeditado entre Editorial Barrett y Editorial Dos Bigotes, la galardonada novelista y ensayista Joanna Russ expone las estrategias sutiles, y no tan sutiles, que la sociedad usa para ignorar, condenar o menospreciar a las mujeres que producen literatura. Publicada originalmente en 1983 y nunca traducida al espanol, esta obra, tan relevante hoy como entonces, ha motivado a generaciones de lectores con su poderosa critica feminista. Con un tono sarcastico e irreverente, Russ examina las fuerzas que sistematicamente impiden un amplio reconocimiento del trabajo creativo de las mujeres.
    La autora se centra en la literatura escrita en ingles a la hora de analizar los once patrones que se repiten para acabar con la escritura de las mujeres, y es por eso que encontramos nombres de escritoras clasicas y contemporaneas, como las hermanas Bronte, Sylvia Plath, Emily Dickinson, George Eliot, Tillie Olsen, Katherine Mansfield, Rebecca Harding Davis, Anais Nin, Sara Teasdale, Anne Sexton, Adrienne Rich, Margaret Cavendish, Mary Shelley, Mary Hogarth, Mary McCarthy, Ursula K. Le Guin, Elizabeth Barrett Browning, Kate Millet, Charlotte Mew, Joan Didion, Susan Sontag, Dorothy Richardson, Alice Sheldon, Christina Rossetti, Amy Lowell, Aphra Behn, Anne Finch, Virginia Woolf, Hilda Doolittle, Marianne Moore, Jane Austen o Jane Anger, entre muchas otras. Si algunas ni siquiera os suenan, Russ os explica por que.
    Exhaustiva sin ser aburrida y seria sin carecer de sentido del humor, esta edicion cuenta con un nuevo prologo de Jessa Crispin, autora de ‘Por que no soy feminista: un manifiesto feminista’.

  • !Y tenia que ser mi jefe! 6 de Monica Hoff , Norah Carter

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    Davinia y Peter siguen sin tenerlo facil. La duda de la paternidad del ex jefe y toda una serie de circunstancias que pondran en riesgo la vida de ambos, sera una dura prueba a pasar.
    Quizas el amor no tenga nada que decir cuando la vida parece querer decidir por ellos. Ahi comienza su pelea por mantenerse vivos y, sobre todo, a salvo.
    Dudas, traiciones y la lucha por la persona que aman son los ingredientes de esta explosiva entrega de El Jefe.

  • El dia antes de Sorj Chalandon

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    Una novela magistral de uno de los mejores autores europeos del presente.

  • Seductora inocencia (Knight 1) de Gaelen Foley

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    La venganza los unio, ?los separara el amor?

  • La Tienda de James Patterson

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    En un futuro de comodidades sin igual, una megatienda digital puede hacer llegar cualquier cosa que desees a tu puerta, anticipandose a las necesidades que ni siquiera sabias que tenias. A la mayoria de personas les parece bien. Hace que sus vidas sean mas faciles y placenteras. Pero Jacob y Megan Brandeis, dos escritores neoyorkinos, no lo ven tan claro. De incognito, empiezan a trabajar para La Tienda a la vez que desentierran sus secretos mas oscuros. Algunos tan inquietantes que pondran a su familia en peligro. ?Conseguiran escapar de la vigilancia de La Tienda y publicar su libro antes de que la verdad desaparezca con ellos?

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Los Versos del Capitan de Pablo Neruda

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    Cuando estos versos aparecieron, Pablo Neruda prefirio callar su nombre, pero muchos fueron los lectores que reconocieron en ellos la inconfundible voz del gran poeta latinoamericano, hombre de lucha y de pasion, en quien lo poetico y lo vital se suman armoniosamente. Solo a partir de la tercera edicion, el nombre de Neruda presidio estos poemas que funden el impulso revolucionario con el mas tierno y ardiente amor. Los versos del Capitan cuentan ya entre los mas famosos y leidos libros amorosos de nuestro tiempo.

  • Entre la mentira y la ilusion de Gloria Losada Pena

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    Marta es una chica normal de principios de los anos 80 cuya maxima aspiracion es poder estudiar y hacerse maestra, pero Luis y un embarazo imprevisto se cruzan en su camino, obligandola a casarse y a renunciar a sus suenos. A pesar de ello, los primeros anos de su matrimonio Marta es feliz, hasta que Luis comienza a cambiar a la vez que prosperan economicamente. El comportamiento agresivo de su marido lleva a Marta a huir con su hija y buscar refugio en casa de una amiga. Durante un tiempo permanecen separados, sin embargo cuando el regresa pidiendole perdon, Marta cree que tal vez merezca la pena intentar recuperar la relacion. Pero no cuenta con que ya ha conocido a alguien que se ha colado en su corazon sin remedio.
    Marta tendra que luchar entre la duda de salvar un matrimonio que ya esta muerto, o intentar hacer real esa nueva ilusion que la ronda.

  • Amor Sublime de

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    Fernando Alvarado vive atormentado por su suerte, ser el senor de Bellavista con el trasfondo que eso encierra. Lo unico que aplaca el alma del rico y joven heredero es la llegada de las vacaciones y el arribo de la senorita Celeste a la hacienda vecina. Cuando lo mandan a estudiar a Europa, teme que a su retorno la encuentre comprometida, le ruega que lo espere, que a su regreso la convertira en su esposa y sellan el pacto con un beso en los labios: <>.

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

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    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.

  • No quiero! Una melodia para mi corazon de Celia Del Rio

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    !No quiero!

  • La debilidad de Graig (Fast River 1) de Mar Fernandez

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    La vida en el rancho Walker transcurre con normalidad hasta que el patriarca sufre un infarto y es trasladado a un hospital de Oklahoma, sumiendo a toda la familia en una pesadilla que no sabe como afrontar.

  • La caja del olvido de Montse Baste

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    Una historia de intrigas familiares, donde el amor y la expectacion participan a partes iguales.

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    Han transcurrido unos anos desde que Beatriz y William contrajeran matrimonio. En Londres, la vida de la joven pareja transcurre placidamente, ella como psiquiatra y el como funcionario del Ministerio del Interior. hasta que William es reclutado por el MI5.

  • Un guardaespaldas de sangre azul de Joyce Sullivan

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    Rory Kenilworth se quedo de piedra al descubrir quien era realmente, pero con tantos “accidentes” y tantas balas volando por los aires, no tenia tiempo para lamentarse. Tenia que reclamar lo que le pertenecia… y tratar de resistirse a la ardiente mirada de su tutor y guardaespaldas, el misterioso y guapisimo Sebastian Guimond.

  • La guerra invisible de Marcelo Larraquy

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    El capitan de navio Carlos Corti habia servido como vocero de la dictadura militar argentina. Ahora tenia estatus diplomatico con residencia en Paris. Corti era hombre del almirante retirado Eduardo Massera. Su mision era politica. Intentaba presentar en Europa al ex jefe de la Armada como figura de recambio, el candidato ideal para la sucesion presidencial, y limpiar las denuncias sobre secuestros y desapariciones en el centro clandestino de la Escuela de Mecanica de la Armada. En su faz publica, Corti era titular de la Subcomision Naval de Compras Argentina en la Republica Francesa, designado por decreto de Estado. Este cargo, de manera imprevista, lo habia obligado a nuevas tareas: la supervision de la compra de catorce aviones Super Etendard (SUE) y diez misiles Exocet aire-mar 39 (AM-39), que las empresas Avions Marcel Dassault y Aerospatiale habian vendido a la Armada. A fines de 1981 solo habian llegado cinco aviones y cinco misiles. Francia habia priorizado la venta de cien misiles a Irak. Y habia prometido completar el envio para abril de 1982. Pero ese mes la Argentina ocupo las islas Malvinas y la entrega se suspendio. El capitan Corti quedaria enmaranado en la busqueda de misiles en el mercado negro en medio de la contienda belica. Lo haria hasta el dia de la rendicion. El proceso de compra de aviones y misiles se habia iniciado cinco anos atras. En 1977, los Douglas A-4Q Skyhawk estaban llegando al final de su vida util y no habia un avion seleccionado para suplirlos. La Armada queria que Estados Unidos le vendiera su variante mas avanzada. O, en el peor de los casos, que le entregara repuestos para los A-4Q. Pero la enmienda de HumphreyKennedy a la ley de Asistencia Extranjera, aprobada por el Congreso norteamericano, bloqueaba las ventas de armas para la Argentina. Frente a la necesidad de armamentos, en la Armada cada sector jugaba para su lado. Un grupo de marinos habia iniciado tratativas per se para la compra de aviones britanicos Harrier. Otro sector preferia insistir con la compra en Estados Unidos. En la jefatura de la Aviacion Naval, que tenia entre sus facultades la adquisicion de aviones, dos capitanes de corbeta tambien quisieron intervenir. Revisaron en un catalogo que presentaba las novedades de la industria aeronautica y vieron el Super Etendard, armado con misiles de ultima generacion. La Marina francesa habia aceptado los primeros prototipos presentados por la empresa Marcel Dassault, pero el avion todavia estaba en proceso de fabricacion. Francia tenia una oficina para la exportacion de su material militar aeronautico. Dependia de su Ministerio de Defensa. Se denominaba Ofema (Of ice francais d'exportation de materiel aeronautique). Su representante era Adrien D'Arboumont. El capitan de corbeta Carlos Ricaldoni, asignado en la Jefatura de Aviacion Naval, y el capitan Julio Italo Lavezzo lo citaron en la sede de la Armada, el Edificio Libertad. Querian saber si el Super Etendard podia operar en el portaviones ARA 25 de Mayo. Necesitaban precisiones tecnicas. D'Arboumont no quiso adelantar informacion. Le parecio que aquellos eran dos oficiales de baja jerarquia para gestionar compras de aviones y prefirio que el interes se diluyera: les dijo que los costos serian muy altos para la Argentina. La respuesta molesto a los marinos. Antes que el costo, querian conocer su factibilidad, si el avion podia adaptarse a las caracteristicas del portaviones. Frente a la insistencia, D'Arboumont explico: "Mi pais quiere una nota oficial". Ricaldoni presento un pedido de diez puntos con los requerimientos tecnicos y lo firmo en soledad, sin el conocimiento de sus superiores. Pedia las dimensiones, las velocidades para la catapulta y el aterrizaje, precisiones sobre el sistema de cable de frenado. Francia tomo en serio la nota y el proceso evoluciono. En febrero de 1978, con un aviso de ultimo momento, aterrizo una mision francesa en Buenos Aires con diez personas. El contralmirante Rafael Serra, de la jefatura de Aviacion Naval, pregunto quien los habia convocado. Los expertos del Super Etendard se presentaron por su cuenta en el Edificio Libertad. Se trataba de un jefe de Operaciones, un jefe de Armas y un senalero. Abrieron las carpetas, presentaron los folletos. La Armada los llevo a la Base Aeronaval Comandante Espora, en Bahia Blanca, para que expusieran sobre el avion y su sistema de armas frente a los oficiales. Los franceses conocieron a los pilotos y caminaron sobre el portaviones 25 de Mayo. La jefatura de Aviacion Naval recomendo la compra al jefe de la Armada, almirante Armando Lambruschini. El presupuesto inicial era de 272 millones de dolares. Incluia catorce aviones, diez misiles Exocet para integrar al sistema de armas, repuestos para cuatro mil horas de vuelo, un simulador a instalarse en la Base Espora, y el entrenamiento en Francia para los pilotos y el personal de mantenimiento. La Armada francesa, que habia programado con Dassault la compra de setenta y nueve aviones Super Etendard, saco catorce de la linea de la produccion para venderselos a la Argentina. El "contrato bandera" se firmo en noviembre de 1979. Participaron distintas fabricas: Dassault para el avion, Thomson-CSF para el radar Agave, Snecma para el motor, Aerospatiale para los misiles. El contrato especificaba el costo por la estadia de los pilotos en Francia, el alojamiento y la atencion medica. Todas las eventualidades estaban contempladas. Excepto la guerra. La compra genero un tropiezo comercial y geopolitico. Estados Unidos interpuso obstaculos. Argumento que la computadora del avion que conectaba al sistema de armas, la central inercial, era de produccion norteamericana, y por ende debia ser incluida en la enmienda HumphreyKennedy. El Super Etendard no podia venderse a la Argentina. En su interes de hacer caer la operacion con la Armada francesa, Estados Unidos modificaria su rigidez inicial. Acepto vender dieciocho turbinas que se necesitaban como repuesto para los aviones A-4Q Skyhawk. Una comision de la Armada volo a una base militar norteamericana y traslado el material en un avion Electra. La operacion, realizada en secreto, habia vulnerado el bloqueo, pero de todos modos el proceso de compra con Francia continuo. La Base d'aeronautique navale de Landivisau, en la region de Bretana, fue elegida como centro de adiestramiento para los pilotos argentinos. Se utilizarian para las pruebas los aviones comprados por la Armada. El capitan Lavezzo, que habia sido el factotum de la operacion, fue incorporado a la Subcomision Naval de Compras. Viajo a Paris para supervisar la recepcion de los aviones y los misiles junto al capitan Corti y otros tres marinos: el capitan de corbeta Carlos Alberto Quintana Casalot, el capitan de corbeta ingeniero Alberto Etchegaray y el teniente de navio ingeniero Ruben Alfredo Fernandez. Esta fue la mision permanente de la Subcomision, designada ad hoc por decreto oficial en noviembre de 1979, que luego, tras el desembarco argentino en las islas Malvinas, tendria que salir a pisar el mercado negro en busca de misiles. La compra de aviones Super Etendard le permitia a la Armada Argentina mantener actualizados sus planes militares, con Chile y las islas Malvinas como hipotesis de conflicto. Asi lo venia haciendo desde los anos sesenta. Era la unica fuerza que tenia bases y guarniciones en Tierra del Fuego. Sus pilotos se adiestraban en el sur. Volaban en forma visual. No tenian cartas aeronauticas de la zona, pero conocian cada una de las estancias. Habian pintado los techos de los galpones con un numero rodeado de un circulo blanco, que observaban desde el avion para tener una referencia de donde estaban. El sector de la Ruta Nacional 3 proximo a la base de Rio Grande habia sido ensanchado para los aterrizajes de emergencia, desde la estancia Las Violetas, en el norte, hasta Punta Maria, en el sur. En sus origenes, la Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de la Aviacion Naval, a la que le serian asignados los Super Etendard, volaba con los cazas norteamericanos Corsai, que estaban entre los mejor considerados por sus prestaciones en la Segunda Guerra Mundial: habia llegado a derribar setenta aviones japoneses en solo cinco dias de combate. El Corsai se desplegaba desde el portaviones ARA Independencia y de las bases aeronavales del sur como patrulla de exploracion y ataque por incidentes fronterizos con Chile, o para la deteccion de submarinos no identificados en el mar argentino --estaban equipados con cargas de profundidad--, e incluso formarian parte de las contiendas belicas internas de las Fuerzas Armadas. Dos aviones Corsai habian sido derribados por el fuego antiaereo del Ejercito en ocasion de la disputa entre las facciones castrenses de "azules" y "colorados" en abril 1963, cuando la Aviacion Naval ataco los cuarteles militares de La Plata y Magdalena. Para la instruccion en Francia se conformo una escuadrilla de diez pilotos, seleccionados entre aquellos que tenian determinada cantidad de horas de vuelo en Douglas A-4Q Skyhawk y experiencia como senaleros de aterrizaje en portaviones. El plan era que cada piloto pudiera formarse con cincuenta horas de instruccion basica. La instruccion era "de avion a avion", con el instructor frances dando las indicaciones desde la otra aeronave. Los oficiales estaban al mando del capitan de corbeta Jorge Luis Colombo. Era el mayor de todos. Su primer enganche en un portaviones habia sido en 1965. Tenia 38 anos. Siempre recordaba que a la Argentina el portaviones le habia costado sangre, sudor y lagrimas. Como docente de la Escuela de Aviacion, habia visto matarse a pilotos cuando aterrizaban, delante de el, en el Independencia y el 25 de Mayo.

  • Cowboy de Jorge Borges

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    Ariadna acababa de mudarse.
    No iba a durar ni 2 dias.
    ?Una mocosa de ciudad en este pueblo?
    Imposible.

  • Alba infinita de David Nel

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    A mediados del siglo XXI, Chipre es la envidia de la comunidad internacional. Tras abolir el sistema monetario, convertirse en una EBR (Economia Basada en Recursos) y construir Galatea, la primera ciudad sostenible de la historia, el pueblo chipriota disfruta de una prosperidad y una felicidad no comparables a cualquier otro lugar de un decadente planeta sumido en una crisis financiera, energetica y climatica.
    Pero, ?que llevo a Chipre a prohibir la existencia del dinero? ?Cual es el secreto que posibilita el funcionamiento de su innovador sistema? ?Como afecta este regimen a los habitantes de la utopica ciudad de Galatea? Y… ?cuales son los verdaderos planes de su lider?
    Leah, una psicologa americana que solo busca un hogar decente para su familia. Ande, un astrofisico espanol con una gran obsesion. Marcelo, un ejecutivo chileno enamorado de una bella chipriota. Y Lin, una activista china perseguida por su gobierno. Todos ellos, muy a su pesar, descubriran la respuesta a estas preguntas.

  • Los asesinatos de Manhattan (Inspector Pendergast 3) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    Un nuevo y trepidante caso del inspector Pendergast.

  • Septiembre del 94 de Lola Kabuki

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    Si piensas que ya lo has leido todo y que nada puede sorprenderte, debes leer “Septiembre del 94”. Es un interesante y visual ejercicio literario, ejecutado como si fuera un puzle, que puede ser entendido a diferentes niveles, y en el que todas las piezas terminan encajando.?Que pueden tener en comun, un adolescente rebelde que siempre lo ha tenido todo, un suicida vocacional, una chica bipolar que no se ha enamorado nunca, una millonaria indigente, un fan de Dumbo, un bikini plateado, y un aprendiz de asesino? ?Nada?La historia transcurre al mismo tiempo en diferentes ciudades.

  • Tu eres mi sueno de Sophie Saint Rose

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    Sepi no ha tenido mucha suerte en la vida. Sin familia, sin dinero y sin trabajo, no tiene mas remedio que robar si quiere sobrevivir. Y necesitaba un abrigo. Subir por una escalera de incendios va a cambiar su vida para siempre.

  • El loco de la plaza libertad de Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • Morena del rio (Lazos de sangre 1) de Alexander Shancker

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    LOS ANGELES/ California (1981) “Mi hermano era lo unico que tenia en el mundo, lo unico por lo que vivia, lo unico por lo que luchaba… y me lo quitaron”. Carmen miraba la lluvia caer frente a la ventana, se veia notablemente cansada y ojerosa. Escondio sus michelines que sobresalian a cada lado de su cintura con un saco. Termino su zumo de naranja y miro el reloj. --!David, se nos hace tarde! Su hermano de 10 anos salio al trote y tomo el emparedado de la mesa, mientras comia a grandes bocados ella se preguntaba si podria con el, a veces lo dudaba. Una chica de 23 anos con una responsabilidad de un nino de 10 anos a cuestas. Aparto ese pensamiento y se sintio avergonzada, ella era su hermana y no lo dejaria jamas. Cuando termino emprendieron el camino. Salieron corriendo por la llovizna. Iban por la avenida a la carrera, y en ese lapso, su hermano se cayo pero ella lo levanto con brusquedad, no tenian tiempo. Cuando llegaron a la estacion de tren corrieron a toda marcha al notar que estaba por cerrarse. Cuando lograron entrar, la puerta se cerro tras ellos y entonces respiraron. Ambos empezaron a reir y chocaron los cinco. El vagon estaba lleno, asi que tuvieron que hacer el trayecto de pie. Carmen miro por la ventana, noto que ahora llovia a raudales e inconscientemente miro su reflejo. Una mulata de pelo negro y crespo, de ojos claros tras unos lentes grandes, de horribles granos en la cara, y un notable y horrible sobrepeso. No, en definitiva no era una belleza, y lo sabia. Pero justo ese dia se empezaba a sentir mas incomoda de lo normal, ?sera por el aumento de peso? Miro a su pequeno hermano, y acaricio su hombro, el estaba pensativo, no se lo decia pero Carmen notaba su incomodidad, ademas de su constante depresion por la perdida de sus padres. David nunca hablaba de ello. Pensar en sacarlo adelante le daba proposito y renovaba sus fuerzas. Pero a David le avergonzaba que su hermana se hiciera cargo de el. El metro llego a su primer destino y su hermano se despidio de ella con un abrazo. --Pasa buen dia, Carmen. Y no trabajes tanto. Ella lo miro y sonrio. --Y tu pasala bien. La puerta se cerro, y ella no pudo evitar sonreir, la ninera lo recibio y echaron a caminar, no lo perdio de vista hasta que su silueta se hacia mas pequena y desaparecio. 45 minutos despues, por fin pudo bajar. Maldijo cuando se tuvo que mojar un poco, tuvo que correr 3 cuadras mas para llegar frente al enorme edificio de Eternity, cuando llego a entrar, se gano las decenas de miradas reprobatorias de los demas, en especial de algunos ejecutivos, y las decenas de modelos del dia que hacian casting. Pero Carmen no tuvo tiempo de sentirse mas humillada, asi que camino hasta el ascensor con la cabeza en alto. Pero cuando se cerro, todo el aplomo se le fue abajo, estaba a minutos de un enfrentamiento con la bestia. La puerta se abrio mostrando un amplio y elegante corredor, casi en cada esquina estaba el rostro de una hermosa rubia que sonreia con elegante sensualidad. “Siempre Flavia”, penso. Camino de inmediato a la oficina, y justo se topo con una mujer negra vestida de traje blanco. --Carmen, ?que diablos te paso? ?Donde te metiste? --Corima, la verdad es que… --!Oh, por Dios! ?Acaso te viste en el espejo? !Amanda, mira como llego! --la otra mujer detras de un escritorio asintio con desaprobacion. --Estas casi toda empapada. --Ya basta, debo entrar ahi ahora, y ustedes no hacen precisamente ayudar. --Lo bueno es que aun no ha preguntado por ti --dijo Amanda antes que abriera la puerta. Cuando Carmen entro a la oficina lo encontro escribiendo en su laptop con su cara oculta tras la pantalla. Solo podia ver su rubia cabeza. Entonces camino lentamente de puntillas al cubiculo que se encontraba a su izquierda. --Siete. Maldijo por lo bajo y se volteo lentamente, aun tenia la cabeza tras la pantalla mientras tecleaba. --Si, senor. --?Me preparaste el informe que te pedi ayer? --Si senor, me tomo tiempo… pero lo termine, arregle las citas para esta semana, contacte a los promotores y les envie el informe del proyecto nuevo… --dijo rogando para que no levantase la cabeza. --Perfecto. Entregamelo. Carmen fue a su escritorio y tomo la carpeta de la pasada noche para entregarselo. --Me tomo un par de horas extras pero… todo quedo en orden --mejor no insistir, ?que esperaba? Un ascenso? El tomo la carpeta para revisarla despacio. Entonces levanto la mirada y la miro con sus azules ojos. !Estaba perdida! --Buen trabajo. Tras esto continuo escribiendo como si ya no existiera. Carmen fue a su cubiculo y se sento en estado de shock. No sabia si sentirse euforica o decepcionada por su falta de atencion. Por su puesto que solia ignorarla, pero esto fue el colmo. Estaba medio empapada y le hizo un excelente trabajo, aun asi parecia no notarla. Se supone que Carmen debia estar aliviada, pero estaba cabreada. ?Habria algun dia en que le dijera gracias por su buen trabajo? Un aumento no vendria mal, necesitaba el dinero. ?Trabajaba duro todo el dia solo para ser tratada como un mero numero? Carmen se acordo del dia en que llego a Eternity. Habian 12 chicas muy bien arregladas esperando entrevistarse. Carmen era la unica que desentonaba con un turbante en la cabeza, falda larga y blusa de mangas largas. Cuando se levanto para irse, justo en ese momento salio junto a Corima la cual portaba una carpeta. --… y diles que me ausentare todo el dia. --Correcto, senor. Pero ?se acuerda que tenemos entrevista hoy? Hay que elegir a la numero 7. En ese momento el la vio de pie, y la miro de pies a cabeza. --Elige a la negra, tal vez haga un buen trabajo como tu. Ya tengo que irme. Luego que se fuera, las otras chicas lo maldijeron por su falta de profesionalismo al elegir a sus empleadas, tras las disculpas de Corima luego se fueron. Carmen la miro con sorpresa pero llena de emocion. --No lo puedo creer, ?en serio estoy contratada? --No cantes victoria, existe un 90% de probabilidades de que el te despida o renuncies antes de los 3 meses. Antes que tu han habido 6. El trabajo es un infierno. --?Que tanto? Carmen la miro reteniendo una risa. --La numero 4 termino presentandole una demanda. Ahora en el presente, Carmen habia conservado su puesto por casi 1 ano, pero aun no era suficiente para llamarla por su nombre. --Numero 7. --?Si, senor? --?Donde esta mi cafe? Carmen se levanto en seguida, antes de que el llegara siempre debia estar listo. En ese momento entro una alta y guapa rubia, y el lugar se lleno de su carisimo perfume, la flamante esposa. Flavia llenaba cualquier lugar con su personalidad y belleza. --Adam, mi cielo, debo contarte sobre Gretchen. El levanto la cabeza y de inmediato dejo lo que estaba haciendo. Ella se sento en sus piernas y de repente se volvio otra persona. Ahora era todo atenciones. La mujer quitaba el aliento. Carmen se dio la vuelta para preparar el cafe, la conversacion de los dos se torno inaudible entre besos. Cuando Carmen volteo con el cafe se dio cuenta que ambos la miraban de pies a cabeza. --?Lo ves? Esta algo mojada y arrugada --dijo la mujer. --Numero 7, ?que le paso a tu ropa? Carmen respiro profundo para ocultar su enojo, cuando se referia a ropas, a la rubia no se le escapaba una. --Me moje un poco en la lluvia cuando venia. --Esto no puede volver a pasar, no nos podemos dar el lujo de presentar esa imagen en mi oficina. En esta empresa hay eticas y debes respetarlas. --?Que paso con la numero 6? --pregunto Flavia. Carmen se irrito mucho mas, no era la primera vez que ella la veia en la oficina. --Era una inepta. No hacia nada de lo que se le pedia. --Ah, me estaba llegando a caer bien, no seas tan duro con esta --dijo mirandola divertida--, estoy segura que fue un accidente. ?Verdad, querida? --Si, senora. Carmen no le iba a agradecer, la rubia era una mujer muy lista. Sabia que le convenia tenerla porque era imposible que su hombre se fijara en ella. Si Carmen se quedara, las aventuras en la oficina quedarian seguramente cerradas. Adam apuro su cafe y luego ambos se levantaron para salir. --Siete, estare fuera un par de horas otra vez. Ya sabes lo que tienes que hacer. --Si senor. Claro que sabia lo que significaba, otro dia largo para ella. Cada vez que el jefe se ausentaba significaba encargarse de recibir mas llamadas, y archivos que debia ordenar a la perfeccion. Ese dia Carmen volvio a avisar a su mejor amiga Celeste para que se hiciera cargo de su hermano. Era algo que no le gustaba hacer. “Ese hijo de perra debe pudrirse con todo y su dinero. ?Por que tiene que hacerte esto? ?Acaso eres una maquina?” --dijo su amiga al telefono. Tras otro torrente de maldiciones a su jefe por dejarla hasta tan tarde, ella acepto como siempre. Cuando las horas volvian a pasar, Carmen veia el escritorio vacio de su jefe. Tras de el, la pared de cristales dejaba ver el crepusculo, el sol ya se estaba yendo y las luces de los edificios empezaban a encenderse. Carmen se levanto, para ir hasta alla, las calles y edificios estaban repletas de luces navidenas. Desde alli arriba se sentia poderosa, capaz de alcanzarlo todo en el mundo. Las calles de Los Angeles. Las puertas tras de ella volvieron a abrirse, y vio a Corima entrar. Las dos se vieron tristes. --Otro dia largo, ?verdad? No sabes como me encantaria que todo fuera diferente. Eso la trajo de nuevo a la realidad. --No te preocupes, Corima. Ya estoy acostumbrada. Ella se le acerco para mirarla a los ojos. --Todos en el edificio se han ido. Pero tu sueles quedarte por todo esto. Nadie merece ser tratado asi. La mujer de 44 anos la abraso. >>No sabes lo mucho que me hubiese gustado que tu suerte fuese distinta. Eres una gran mujer. Tu hermano te lo agradecera cuando crezca. --Gracias, eres una gran amiga. --Oh, tengo una hija de casi tu edad. La veo en ti y no me gustaria que le hicieran lo que a ti. Pero ni modo, asi es Adam Krakovish. Si te hubiese tocado su padre fuese distinto. --?Que le paso a su padre? --Murio, Adam quiso encargarse de todo cuanto antes. Apenas tiene 2 anos al mando, y a sus 31 lo hace muy bien, aunque no con la misma gentileza y corazon que el. --Solo estoy aqui porque necesito el trabajo. Mas adelante, cuando logre comprar una casa pequena para mi hermano y yo entonces me ire. --Que Dios te oiga. Manana es navidad, espero que todo salga bien y no te toquen horas extras. --Gracias, Corima. Muchas gracias. Carmen vio a la mujer salir, y se sintio la persona mas sola del mundo. Respiro hondo, y volvio a su cubiculo a terminar el trabajo. Entonces volvio a mirar el escritorio vacio. Definitivamente se habia enamorado en silencio de el, no importando lo despota que fuese con ella. El que la ignorase dolia mas. ?Como era posible que alguien no distinguiera a una persona despues de meses de conocerse? Carmen jamas tuvo una familia convencional. Nacio en Republica Dominicana, luego vivio en Puerto Rico para mas adelante vivir con su madre en Florida, su padre murio sin antes conocerla, y cuando su madre se caso con otro, ella tuvo que vivir con ellos a reganadientes. Cuando su madre se divorcio de su marido cayo en depresion y murio a los pocos anos, entonces tuvo que hacerse cargo de David al no volver a saber de aquel hombre. Estaba huerfana, pero al menos se consolaba porque tenia a David. De todas formas, no habia espacio en su vida para el amor, y se lo recordaba cada dia. Era hermana y madre soltera a la vez. Un dia Carmen se iria para siempre de aquella oficina, y seria meramente recordada como la numero 7, no pudo evitar derramar unas lagrimas mientras escribia.

  • La casa entre los cactus, Paul Pen de Paul Pen

    https://gigalibros.com/la-casa-entre-los-cactus-paul-pen.html

    El autor espanol de exito internacional, Paul Pen, regresa con un inquietante thriller psicologico.

  • Cuando despiertes (Bajo sospecha 4) de Mary Higgins Clark

    https://gigalibros.com/cuando-despiertes-bajo-sospecha-4.html

    Cuarto libro de la serie protagonizada por la reportera e investigadora Laurie Morgan y el equipo del programa de television Bajo sospecha.

  • Viento y ceniza (Forastera 6) de Diana Gabaldon

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    Corre el ano 1772 en Carolina del Norte. La revolucion ha llenado de muertos las calles de Boston, y el gobernador pide ayuda a Jamie Fraser. Sin embargo, gracias a su esposa Claire, viajera en el tiempo, Jamie sabe que el resultado de la revolucion sera muy desfavorable a los intereses del rey de Escocia. Por una vez, Jamie quisiera que su mujer se equivocara acerca del futuro.

  • El demonio escondido de Jose Antonio Jimenez-barbero

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    El aparente suicidio de un adolescente problematico. Una presencia malvada, hambrienta, acechando entre los centenarios muros de un estricto colegio religioso. Una conspiracion de silencio. Y el miedo, siempre el miedo, que se palpa, que se huele.

  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

    https://gigalibros.com/mentiras-que-seducen.html

    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.