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Francisco Gonzalez, se preparaba para otro dia laboral. Se acomodo la corbata frente al espejo, pero sin querer su mirada se dirigio al lado izquierdo donde se reflejaba una fotografia. Dio media vuelta, se acerco lentamente hacia la mesa de noche donde tomo la fotografia. En ella aparecia el junto a su fallecida esposa Cintia, respiro con pesadez al recordar el dia de su muerte. Dejo el portarretratos de nuevo a su lugar, y cerro el cajon que se encontraba entre abierto donde unos documentos se visualizaban. Salio poco despues de su habitacion hacia el comedor donde su pequena hija Valeria, lo esperaba para desayunar. --Buenos dias mi princesa--la saludo con amor. Valeria, al verlo se levanto de su asiento y lo abrazo fuertemente. El la sostuvo mientras ella practicamente lo asfixiaba. --Buenos dias papi--respondio con una amplia sonrisa. Francisco la contemplo por un momento, tenia mucho parecido con su difunta esposa: su cabello era Castano y lacio, su piel era como la porcelana y sus ojos eran verdes como una esplendida esmeralda. La pequena al ver que su padre la miraba con nostalgia interrumpio sus pensamientos. --La extranas ?cierto?--le pregunto su hija aun sujetandose de su cuello. Francisco sonrio levemente para disimular su dolor. --Si, como todos los dias--respondio--. Pero te tengo a ti para recordarla siempre. Eres tan parecida a ella--le dijo dandole un beso en la frente--. Sera mejor que desayunemos, debes ir a la escuela y yo a trabajar--le comento ayudandola a ponerse de pie. Valeria regreso a su lugar. Muchas veces su padre le mencionaba su gran parecido con su madre, sino fuera por las fotografias que el mismo le mostraba dudaria de su afirmacion. Ella no pudo conocerla ya que murio despues del parto. A pesar que Valeria solo tenia seis anos, era una nina muy madura para su edad. Se entristecia al ver a su padre solo y nostalgico, ser padre soltero y viudo era dificil. Comenzo a desayunar mientras pensaba en sus amiguitas de la escuela quienes tenian a una madre con quien jugar, charlar o simplemente les leian un cuento. Francisco, a pesar de haber tenido un par de citas en los ultimos anos, jamas pudo encontrar a una mujer con la cual pudiera compartir una vida. Vio con detenimiento a su pequena y se dio cuenta que ella necesitaba una figura materna, pero en especial necesitaba encontrar a alguien que lo hiciera feliz y con la cual pudiera olvidar todo el dolor que sentia su alma: una que estaba totalmente rota. En ese instante con un motivo en especifico se le ocurrio una idea: necesitaba urgentemente encontrar a una mujer que estuviera dispuesta no solo en ser una madre para su hija, sino tambien en ser su esposa temporal. Capitulo II Valeria, llego al salon de clases donde su amiga Karen la estaba esperando. Su maestra la senorita Gutierrez ingreso poco despues. --Buenos dias ninos, como sabran en dos dias iremos al zoologico. Les dare esta nota para que sus padres firmen el permiso--le menciono entregandoselos a cada uno. La senorita Gutierrez, se mudo de su pequeno pueblo al culminar la secundaria para estudiar lo que mas le apasionada: la docencia. A sus veinticinco anos era una joven hermosa, gentil, honesta, humilde y con un gran corazon. Para ella sus alumnos eran como los hijos que no pudo tener, ya que los habia perdido en los numerosos abortos que su cuerpo no soporto; esta fue la causa principal de su divorcio. A pesar de los golpes de la vida, ella jamas perdia la sonrisa que la caracterizaba, miraba con otros ojos las pruebas que Dios le deba a cada ser humano. El dia escolar finalizo rapidamente. Los padres o encargados llegaban a recoger a los ninos; sin embargo, Valeria se encontraba todavia en la banca exterior donde los ninos debian esperar. Decidio sentarse al lado de la pequena para hacerle compania. --Hola mi nina ?Todo bien?--le pregunto con una dulce sonrisa. --Si Miss, Sandra no tardara en llegar--le respondio la pequena refiriendose a su nana--, Pero al parecer se le hizo tarde--le dijo la pequena. --Bueno en ese caso llamare a tu padre para informarle que todavia estas aqui--le comento Su maestra. La informacion que tenia de la vida familiar de su alumna era basica. Sabia que solo vivia con su padre y su nana. Valeria al observar la calle, se dio cuenta que la persona que estaba ingresando al centro educativo no era su nana, sino su padre. --No es necesario miss, mi papi acaba de llegar--contesto la pequena alegremente. Francisco se acerco a su hija y la saludo fuertemente. --!Papi que bueno que viniste por mi!--le dijo la pequena con emocion. --Cancele una junta hoy para pasar el resto de la tarde contigo princesa--le informo su padre. --!Eso es fantastico papi!--musito dando brinquitos--. Papi, te quiero presentar a mi maestra favorita--le dijo llevandolo de la mano hasta donde se encontraba Abigail. -- Miss Gutierrez, le presento a mi padre Francisco --menciono la pequena con una gran sonrisa. Abigail lo observo bien: su cabello estaba corto, cabello negro, piel morena, cuerpo corpulento y ojos color caramelo. --Es un placer conocerlo senor Gonzalez--logro decir con nerviosismo. El, estrecho su mano para corresponsales el saludo. Francisco tambien quedo impresionado por la belleza de la docente: su cabello era castano hasta la cintura, su piel era como la nieve, sus ojos eran como el azul del cielo y su sonrisa era como la de un angel. --El placer es mio senorita Gutierrez--le respondio tomando su mano contra la suya. Una calidez se instalo en su interior al sentir el contacto de su piel. Se pregunto mentalmente si habia encontrado a la mujer que estaba buscando. Capitulo III Francisco no pudo olvidarse de Abigail, le habia parecio una mujer realmente hermosa. Los dias posteriores iba a la escuela con la excusa de recoger a su hija, pero en realidad deseaba ver a la mujer que lo tenia sonando despierto. Despues de tanto pensarlo tomo el valor de invitarla a salir. --Senorita Gutierrez, disculpe mi atrevimiento con lo que le voy a decir--se disculpo anticipandose a una respuesta negativa--. ?Le gustaria salir a cenar conmigo este viernes?-- interrogo con nerviosismo, no recordaba la ultima vez que se sentia tan nervioso por una invitacion. Abigail, se sorprendio por la invitacion de Francisco y aunque etica y personalmente ella misma juro no involucrarse con ningun padre de sus alumnos; el tenia algo especial que le atraia, no sabia si era quimica o que simplemente era amor a primera vista. Luego de unos segundos de lucha interna, tomo la decision de aceptar la invitacion: ella desea profundamente esa cita. Con las mejillas sonrojadas y la verguenza invadiendola acepto. Francisco, tuvo que disimular su felicidad expresando una leve sonrisa; no obstante, internamente saltaba como un nino pequeno que acababa de ganar un premio. Despues de pedirle su numero telefonico, Francisco se despidio de ella. --Pasare por usted este viernes a las ocho de la noche. Que tenga una linda tarde--le dijo despidiendose caballerosamente. Francisco, con una nueva ilusion en su pecho se alejo del lugar, mientras Abigail lo observaba alejarse en su auto con el corazon acelerado. Ahora, ambos debian esperar que las horas pasaran velozmente para su tan anhela: primera cita.
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