no temere mal alguno libro
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no temere mal alguno libro - Abraham Stern
https://gigalibros.com/no-temere-mal-alguno.htmlDurante mas de veinticinco anos estuvo huyendo de su pasado.
Su afamada carrera periodistica le hizo creer que la horrenda adolescencia que vivio en Luisiana habia desaparecido finalmente de su memoria.
!Nunca estuvo tan equivocada!
Justo cuando pensaba que vivia los mejores momentos de su vida, un brutal doble asesinato la hace regresar a Nueva Orleans para reportar el homicidio mas detestable conocido en la historia de la ciudad.
Su participacion en la investigacion resulta fundamental para resolver el crimen.
Con el despiadado asesino bajo rejas, ella siente haber alcanzado la cuspide de su carrera profesional, pero en un juego del destino descubre un secreto de ese pasado personal que creyo haber olvidado y que le hizo salir huyendo sin saber lo que el futuro le tenia reservado.
Madeleine Thomas ha regresado a casa. Ahora es tiempo de que conozca su aterradora verdad. -
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Reseña de «No temeré mal alguno», de Abraham Stern »
https://www.tregolam.com/articulo/resena-de-no-temere-mal-alguno-de-abraham-stern/... un vaivén de emociones que ni siquiera se disipan al terminar el libro. En No temeré mal alguno (Círculo Rojo) el escritor y abogado costarricense narra ...
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Reseña: No temeré mal alguno de Abraham Stern - Entre ...
https://noelautnerstory.blogspot.com/2020/03/resena-no-temere-mal-alguno-de-abraham.html8 mar 2020 — La persona que me ofreció leer este libro gracias a todo el apoyo que nos damos mutuamente. Por ello, mis gracias son para ella. Si queréis ...
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NO TEMERÉ MAL ALGUNO – ABRAHAM STERN - ForoLibro
https://forolibro.com/2019/11/05/no-temere-mal-alguno-abraham-stern-editorial-circulo-rojo-2019/NO TEMERÉ MAL ALGUNO – ABRAHAM STERN – EDITORIAL CÍRCULO ROJO, 2019. Posted on 5 noviembre, 2019. libro-recomendado-fondo-blanco.jpg ...
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Reseña de «No temeré mal alguno» - Editorial Circulo Rojo
https://editorialcirculorojo.com/actualidad/resena-de-no-temere-mal-alguno/Reseña de «No temeré mal alguno». Con los libros pasa como con el vino. Un lector entrenado —y solo es posible entrenarse leyendo, leyendo y leyendo— ...
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No temeré mal alguno» de Abraham Stern - Libros que voy ...
https://www.librosquevoyleyendo.com/2020/02/no-temere-mal-alguno-de-abraham-stern.html8 feb 2020 — Durante más de veinticinco años estuvo huyendo de su pasado. Su afamada carrera periodística le hizo creer que la horrenda adolescencia que ...
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En cuestion de segundos de Abraham Stern
https://gigalibros.com/en-cuestion-de-segundos.html?Hasta que punto puede una mala decision cambiar el destino de nuestras vidas?
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Soy tu primera vez de Laurie Elizabeth Flynn
https://gigalibros.com/soy-tu-primera-vez.htmlEsta noche voy a hacerle un favor a la novia de Evan Brown. Un favor incomodo, sudoroso y torpe. Melanie, o como quiera que se llame, me debe una. Solo que nunca lo sabra. --Espera aqui --le digo a Evan antes de meterme en el vestidor. Lo miro de reojo: esta encorvado, sentado en el borde de mi cama, con los hombros estrechos echados hacia delante y las manos en las rodillas. Es como si fuese a ponerse a jugar a un videojuego. Ahogo una risa. Esta pantalla no se la va a pasar a la primera. Cuando al fin estoy a salvo en el vestidor, me deslizo en unos pantalones cortos de saten rosa y una camisola a juego. Por el miedo en su cara y el olor a sudor nervioso que emana de sus axilas, se que Evan no podria soportar el salto de cama de encaje negro, ni mucho menos el camison de saten rojo, el que tiene una raja hasta arriba. Abro el cajon donde guardo los ligueros y mi coleccion de medias de rejilla y lo cierro de nuevo. Evan no sabria que hacer con un liguero ni con unas medias de rejilla, y no quiero avergonzarlo mas de lo que ya lo esta. Me pinto los labios de rosa y me dejo el pelo suelto sobre los hombros. Esta ondulado, aun humedo de la ducha. Normalmente me lo plancho muy liso, pero creo que por esta vez puedo saltarme el peinado. Me froto la boca para quitarme el pintalabios, pero mantengo la resolucion en los ojos. Evan va a tener lo que, definitivamente, no soy: una buena chica. --Dios, Mercy --dice cuando salgo. Se le quiebra la voz y se pone mas rojo que su pelo, lo que hace que los granos de sus mejillas destaquen aun mas. La pubertad no se ha portado bien con Evan Brown. --No digas eso --le ordeno, encaramandome sobre el. Le tiemblan las piernas. --?Que no diga que? --La voz tambien le tiembla. --Mercy. Ese no es mi nombre. --Pero asi es como te llama Angela. --Angela es mi amiga. Tu, no. Tu eres alguien a quien le voy a hacer un favor. No tienes que llamarme de ninguna forma. En todo caso, llamame por mi nombre. --Mercedes --dice, pronunciando todas las silabas con voz chillona--. Mi madre siempre ha querido uno de esos. --Se da una palmada en la frente --. Mierda, no queria hablar de mi madre. No estoy pensando en ella ni nada. --Se quita las gafas y se frota los ojos--. No creia que fuese a ponerme tan nervioso. Antes me gustaba mi nombre: Mercedes. Hasta que me entere de que me lo habian puesto por un coche. Aquel coche rojo que tanto le gustaba a mi padre, el mismo desde el que se despidio con la mano cuando se fue. Recuerdo que a mi tambien me gustaba aquel coche. Mi padre me sentaba delante y fingia que arrancaba. <
>. Pero no se quedo con nosotras el tiempo suficiente para ser el quien me ensenara. En la boca de Evan, mi nombre no sonaba elegante ni rapido. Solo sonaba complicado, como si estuviese intentando hablar en otro idioma. Supongo que, para Evan, yo soy otro idioma. Sonrio y le paso la mano por el pelo. O al menos lo intento, pero se ha echado tanta gomina que la mano se me queda pegada. --No te preocupes --digo, secandome los dedos pegajosos en su camiseta--. Todo el mundo se pone nervioso. Le beso el cuello. Puedo sentir el pulso latiendo bajo su piel. Muevo las manos hasta la parte de abajo de su camiseta y se la quito por la cabeza. --He traido esto --dice, metiendose la mano en el bolsillo de los vaqueros y sacando una tira de preservativos. Debe de haber unos diez. Intenta esbozar una sonrisa, pero le sale mas bien una mueca. --Siempre es bueno estar preparado --digo--. Pero guarda esos para Melanie. Yo tambien estoy preparada. Me inclino y abro el cajon de la mesilla, donde tengo las cajas apiladas en orden, como soldados. Ultrafinos. Estriados para el placer femenino. Segunda piel. XL. Saco un ultrafino. Da igual lo que crean ellos, la mayoria de los tios son de ultrafinos. Lo justo para estar protegido, sin mayores florituras. Esto lo aprendi muy pronto. Mi madre empezo a hablarme de anticonceptivos cuando el resto de madres estaban aun con los tampones. Ademas, Evan no tiene pinta de XL. --?Hasta donde has llegado con Melanie? --pregunto. --Melody --dice--. Se llama Melody, no Melanie. Melody, como una cancion. --Baja la vista hacia mi escote, que tiene justo a la altura de los ojos --. Me ha dejado meterle mano. Y una vez que sus padres no estaban, casi lo hacemos. Hicimos otras cosas. Me llevo las manos a las caderas. --Vas a tener que ser mas preciso. ?Otras cosas como que? ?La has visto desnuda? ?Le has hecho un cunnilingus? Asiente con la cabeza y se pone aun mas colorado. --Pero no quiso llegar hasta el final. Quiere que sea la mejor noche de su vida. Asi que lo tengo todo planeado. Una cena y tal. --Que romantico --digo con una gran sonrisa. Esta es la razon por la que hago lo que hago--. Parece que te gusta. Y tu le gustas a ella. Me encanta que los tios se tomen el tiempo de planearlo. Y, aunque Evan ha musitado lo de < > sin mirarme a los ojos, se que es mucho mas. Se ha tomado el tiempo de conocer a Melody, saber lo que le gusta y lo que la hara feliz. --Ese es el problema --prosigue--. Dice que me quiere. Y dice que, como me quiere, sabe que voy a hacerle tocar el cielo. Asiento. Esto lo entiendo bien. Melody parece como todas las chicas: espera que la primera vez haya fuegos artificiales. Pero yo se que los fuegos artificiales no se consiguen asi como asi. Hay que prepararlos bien y prender la mecha despacio. Que es exactamente lo que estoy haciendo por Evan. --Pero tu no crees que vayas a hacerle tocar el cielo --digo lentamente --. Por eso estas aqui. --Si, bueno --dice--. Ella esta mucho mas buena que yo. Y mi amigo Gus... sigue con su novia gracias a ti. Se exactamente de quien habla Evan, solo que yo lo recuerdo mejor por su apodo, el que le puse en secreto. El Llorica. Gus fue el numero seis, el que se hizo el duro y practicamente intento ensenarme el a mi hasta que se vino abajo y acabo llorando en mi almohada al terminar. Le pongo las manos en los hombros a Evan. --Bueno, ya habeis avanzado mucho mas que otra gente. Ya os habeis visto desnudos. Eso ya esta hecho. Para alguna gente esa es la parte mas incomoda. --Me bajo los tirantes del camison--. A ver. ?Que harias si yo fuera Melody? --Te diria que eres preciosa --responde--. Te preguntaria si puedo tocartelas. --Bien y mal --repongo--. Siempre esta bien decirle a una chica que es preciosa. Pero nunca le preguntes si puedes hacer algo. Se valiente, porque la confianza en ti mismo es algo que puedes fingir perfectamente hasta que la sientas de verdad. Evan sigue mirandome los pechos fijamente. Su respiracion se hace mas pesada y puedo notar su ereccion a traves de los vaqueros. A lo mejor al final resulta ser XL. --Adelante --le digo--. Aqui puedes cometer errores. Y eso hace. Comete un monton de errores. Me soba las tetas como si fueran pelotas de beisbol, me babea el cuello, me mete la lengua hasta la garganta. Son errores de principiante, de esos que la gente no sabe ver la primera vez. Pero para eso estoy yo aqui. Le digo que cierre los labios, que recorra las curvas de mi cuerpo con las manos, que trace una linea con los dedos y la siga con la lengua. Le enseno a abrir la caja de condones y a coger la punta con los dedos antes de desenrollarlo para que no se quede el aire dentro. Bajo las luces para el acto final, lo guio dentro de mi, no lo castigo por los primeros quince segundos de torpeza en la oscuridad y le felicito por su tecnica mejorada los ultimos quince. Cuando pide una segunda ronda, sacudo la cabeza con firmeza. Nunca he permitido una segunda ronda. --Guardala para Melody --le digo. Se estira bajo las sabanas y entierra la cabeza en la almohada. Aun jadea. --?Quieres que me quede a dormir? --me pregunta--. Podemos volver a hacerlo por la manana. Seguro que aguanto mas. Me tapo los pechos con las manos y me levanto, buscando algo para cubrirme; solo encuentro una bata transparente. Maldigo mi mania de no tener pijamas. Esta es la parte que no me gusta. A oscuras, cuando soy yo la que tiene el control, aunque este totalmente expuesta, me siento menos desnuda que ahora. Luego se enciende la luz y quieren hablar. Hacer preguntas. Preguntas que no puedo ni contestarme a mi misma, mucho menos a ellos. --No te vas a quedar --le digo mientras me ajusto la bata a la cintura--. Ya lo entenderas. A las chicas eso no nos importa tanto como creeis. Sobre todo al principio. Ya lo trabajareis juntos. Sonrie. Esta diferente, mas guapo en cierto modo. Con esta luz mas suave, no se le ven tanto los granos y la mandibula parece mas pronunciada. Creo que Evan Brown puede llegar a ser un rompecorazones algun dia. Pero hoy no es ese dia. Miro al reloj que hay sobre la mesilla. Son las once de la noche de un martes. --Manana hay clase, Evan. Es hora de irte. Tu madre estara preguntandose donde estas. --Supongo que la mayoria lo hace. La mia no, claro. Deja de sonreir y frunce el ceno. --Esto... ?Te debo algo? No se como va esto... --Se le apaga la voz. --No me debes nada. Solo portate bien con ella, ?vale? Recuerda todo lo que hemos hablado. Se que lo hara. Si hasta ha tomado apuntes. -
Austin (Sin reglas ni principio) de Alina Covalschi
https://gigalibros.com/austin-sin-reglas-ni-principio.htmlA fuego lento se derriten los corazones helados. A fuego lento se queman los recuerdos frios. A fuego lento se enciende la pasion.
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Flor de sangre (Resistencia 1) de Louise Boije Af Gennas
https://gigalibros.com/flor-de-sangre-resistencia-1.htmlLa primera entrega de la <
> es un impactante thriller que pone al descubierto las zonas mas oscuras de un poder capaz de manipular la realidad y para el que la verdad es la peor de las amenazas. -
La ciudad de los espejos de Justin Cronin
https://gigalibros.com/la-ciudad-de-los-espejos.htmlEl mundo tal como lo conociamos ha desaparecido.
?Que clase de mundo surgira en su lugar? -
Cambio de rumbo de Nora Roberts
https://gigalibros.com/cambio-de-rumbo.htmlLas altas montanas y las llanuras barridas por el viento la llamaban. Pero no pensaba quedarse para siempre… hasta que Jake Tanner agito sus emociones como un vendaval de verano y le hizo imposible partir. Ningun hombre, sin embargo, iba a persuadir a Samantha Evans para que renunciara a sus suenos. Ni siquiera un presuntuoso vaquero que hacia arder su sangre…
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No quiero solo un verano de Dama De Hierro
https://gigalibros.com/no-quiero-solo-un-verano.htmlMis vacaciones de verano dieron un giro inesperado cuando papa dijo que se casaria , eso no tendria nada de malo a no ser que la novia, sea la madre del chico que me robo el corazon el primer dia que llegue a este hermoso pais.
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El cerebro del nino explicado a los padres de Alvaro Bilbao
https://gigalibros.com/el-cerebro-del-nino-explicado-a-los-padres.htmlComo ayudar a tu hijo a desarrollar su potencial intelectual y emocional.
Durante los seis primeros anos de vida el cerebro infantil tiene un potencial que no volvera a tener. Esto no quiere decir que debamos intentar convertir a los ninos en pequenos genios, porque ademas de resultar imposible, un cerebro que se desarrolla bajo presion puede perder por el camino parte de su esencia.
Este libro es un manual practico que sintetiza los conocimientos que la neurociencia ofrece a los padres y educadores, con el fin de que puedan ayudar a los ninos a alcanzar un desarrollo intelectual y emocional pleno. -
Peregrinos de Sofia Segovia
https://gigalibros.com/peregrinos.htmlTan lejos y tan cerca como el azar que,
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Hechos poco fieles de Lena Andersson
https://gigalibros.com/hechos-poco-fieles.htmlVuelve el fenomeno escandinavo:
Lena Andersson y la afilada secuela de Apropiacion indebida. -
La tierra de mi legado de Do Pons Ruiz
https://gigalibros.com/la-tierra-de-mi-legado.html -
En ruta al destino, Lee Vincent de Lee Vincent
https://gigalibros.com/en-ruta-al-destino-lee-vincent.htmlCuando Lara Mackenzie dijo con voz firme frente al altar del pueblo de Walden: "No, no acepto", jamas imagino que esa frase le diera a su vida un giro inesperado que la colocaria frente a un enigmatico y apuesto hombre.
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Acero Fundido de Susana Torres
https://gigalibros.com/acero-fundido.htmlLa manana que a tantos les parecia una hora de ininterrumpida actividad en las calles del distrito de Flatiront, no era mas que una experiencia vacia para Arturo Matas. Un hombre que vivia del exito de su compania que claramente se evidenciaba en el lujo de su departamento. Un pent-house ubicado en el One Madison de la calle 23 de Manhattan que, a pesar de su vista alucinante, no le conseguia recompensa alguna en apreciar su entorno porque cada aspecto de su vida tenia de gris los escenarios del dia a dia. Se encontraba determinado a levantarse minutos antes de que sonase el despertador, pero, al igual que siempre, luchaba con la idea de atender asuntos de negocios. Esta seguro de que es hora de despertarse. Los sonidos de las ya activa calles de Nueva York intentan llamar su atencion, pero nada puede llegar a sus oidos. El sol atraviesa los vidrios reforzados que rodean su hogar y reflexionan en un adorno de metal pulido que tiene sobre la mesa de noche al borde de su cama. El brillo y calor que emana de la pequena estrella de su sistema solar, lo mantiene al tanto de la hora que es, a pesar de no haber abierto los ojos aun. Planea levantarse sin muchos problemas; el momento de salir a ganarse la vida ha llegado, para eso se ha esforzado tanto, para eso ha dejado de lado cualquier cosa que pudiese distraerlo de su profesion de ejecutivo importante --o a menos asi le dicen--, que por mas de nueve anos ha practicado en el puesto de dueno, CEO y gerente de su propia empresa. Trata de apagar el despertador con la mano que tiene libre y por fin abre los ojos. Se queda penetrando la ventana con la mirada. Por un momento, como hace cada manana, se pregunta <> con la intencion de encontrarle sentido a su rutina diaria. Se levanta y se dirige al enorme bano de su habitacion para comenzar el proceso de aseo matutino. Lo importante es arreglarse antes de las siete de la manana, para el, el llegar despues de esa hora es un retraso; eran las seis cuando se desperto. Luego de terminar su rutina de limpieza, se arregla con uno de los cientos de traje de etiqueta que siempre usa. Su casa, tan inmensa como solitaria, no esta repleta de la esencia que emana una compania bien merecida. Arturo Matas no tiene a nadie a su lado porque, segun el percibe, sus ambiciones son claras y la unica persona capacitada para entenderlas es el mismo. Las cosas le han funcionado muy bien hasta ahora con esa filosofia, no habia motivos para cambiarla. Al pisar suelo firme, despues de bajar por el ascensor que se conecta con el anexo que le permite ingresar a su hogar, se encuentra con que su coche y quien lo conduce, no ha llegado. Le busca con la mirada antes de sacar su celular del bolsillo con la intencion de llamarlo hasta que se da cuenta que esta estacionado en la calle de al frente. La cruza y luego lo aborda. --Buenos dias Tom --dijo al cerrar la puerta. --Buenos dias senor Arturo. ?Listo para comenzar el dia? --le pregunto animado. --Nunca lo estoy. Por favor, llevame lo mas rapido que puedas. --Como usted diga, senor Arturo --le respondio Tom no se molestaba al perder el tiempo en hablar con Arturo. Este no era de mucha platica, sin embargo, ocasionalmente le proferia alguna respuesta no muy pedante. Pero, despues de todo, la actitud del senor Mata siempre era la misma. Tom arranco el coche, subio el panel que separaba la vista entre el y su pasajero, y tomo las calles correspondientes hasta su trabajo. --!Ah!, Tom, un momento. --dijo Arturo. --?Si? --respondio bajando el panel. --Por favor, si no es mucha molestia, pasa por algun cafe cercano que quiero desayunar. --Le indico Arturo. Tom tomo la sexta para dirigirse a la septima avenida hasta el Seven Grams Caffe. Arturo se bajo, pidio un expreso, unos ponquecillos y se regreso al vehiculo. Una vez adentro, comenzo a consumir su desayuno con la mayor calma del mundo, sin apresurarse, mientras observaba por la ventana del coche las calles de Manhattan hasta llegar al Rockefeller Centre, en donde tenia una de sus sucursales, que, de hecho, era en donde el administraba todo. Al llegar a su oficina, le recibe un juego de diferentes papeles, reportes, llamadas y encargos como de costumbre. <> --su secretario-- penso, cuestionandose la idea de que Kate --la recepcionista-- le informe de ello cada vez que entre. No duda mucho en tomarlas ya que es su responsabilidad atender tales casos, a pesar de que su hermano y asistente (Kyle) es quien debe decirle que tiene pendiente. --!Buenos dias, senor Matas! --le dijo Kate antes de indicarle sus encargos. --Buenos dias, Kate, avisele a Kyle que ya llegue, que prepare mis cosas --respondio Arturo. --No hay problema, yo le hago llegar su mensaje, senor. --Gracias --dijo, mientras caminaba hacia el interior del recinto. Arturo, solo compartia su tiempo con su hermano menor. Kyle no tenia un trabajo estable hasta que se mudo a Manhattan con la esperanza de que su hermano lo tomase en cuenta en memoria de aquellos momentos que vivieron en su juventud, eso les decian a todos. La historia que manejaban aquellos que no fuesen ellos dos, era que Arturo lo contrato como su asistente personal para evitar que su madre le reclamase que no hacia nada por el. En efecto, no compartian tanto como muchos habrian de creer, a pesar de que le tenia afecto, no lo demostraba por su habito de pocos amigos. Nadie se escapaba de su forma de ser, siquiera Kyle. Camino a traves del conjunto de cubiculos que rodeaban lo que era su oficina actual hasta llegar en donde se encontraba su hermano, sentado, atendiendo unas llamadas importantes. En lo que este lo ve, cuelga y se levanta para seguirle el paso. --Arturo, llegaste --senalo Kyle-- Tienes un cafe en tu escritorio junto con los documentos que me solicitaste ayer. --No importa, Kyle, ya desayune. --Bueno, ?Que mas da?, ya voy y me lo tomo. --De acuerdo, ?algo mas? --pregunto sin detener su paso hasta la oficina. --Del resto, nada fuera de lo ordinario. Estoy esperando a que llegue el encargado de las relaciones publicas, tiene mas de dos semanas sin venir y no se ha comunicado para dar por lo menos una excusa. --Te dije que te ocuparas de eso antes de hoy. --Lo se, pero debia esperar dos dias mas para poder hacer cumplir el contrato. Arturo llego hasta su oficina, aparto el asiento y se acomodo en el, mientras, Kyle le seguia hablando. --El caso es que ya nos ha ido lo suficientemente mal como para tener que esperar a que David se indigne en regresar al trabajo. ?ya sabes que hacer? ?No? --le inquirio Arturo Segun el contrato que habia preparado, a aquel que lo incumpliese, le correspondia un despido inmediato. Kyle abrio la carpeta que tenia abrazando a su cuerpo y anoto <
> en la Tablet junto al nombre de David, pensando que, a pesar de que no queria que estuviese despidiendo a las personas, no podia contradecirle ya que despues de todo, era un incumplimiento de su trabajo. --Listo, yo me encargare de eso. --No podemos darnos ese lujo Kyle, y tu lo sabes. --Si, lo se. Ahora toca buscar un remplazo. --Hazle llegar su carta de despido e inmediatamente comienzas a buscar alguien para que le remplace. --?Alguna persona en especial? --inquirio Kyle sin levantar su cabeza de la tableta electronica en donde estaba anotando. --Sorprendeme, no quiero a nadie inutil. Busca posibles candidatos, para pasado manana quiero estar entrevistandole. --Muy bien, hermano. ?Otra cosa? --Si, pide una reservacion para dos en el Eleven Madison Park --?Esta vez quien es la afortunada? --pregunto con un tono travieso. --Una chica que conoci el viernes, haz la reservacion y ya --le espeto Arturo. --?Para cuando? --Para hoy al medio dia, como a eso de las doce y media, habla con Billy, dile que es de mi parte. --Esta bien. Kyle tomo el cafe que habia dejado en el escritorio y se retiro de la oficina directo a realizar lo que su hermano le habia encargado. Escribio en una pagina de empleos la solicitud, llamo a diferentes pasantes y contacto a varias empresas para preguntar si no conocian a algun relacionista bueno en el area. Estaba al tanto de que mientras estuviese sin alguien encargado, el tendria que realizar el trabajo, que no le correspondia, por mas tiempo. Su prioridad era encontrar a alguien. Se paso ambas manos por la cara para despejar el cansancio de las noches sin dormir que le pegaban en el rostro por la misma razon por la que estaba buscando un remplazo. Al finalizar, se sumio en el resto de su trabajo. Tenia la esperanza de que alguien realmente util apareciera para el puesto. A Arturo solo le importaba el bienestar de su negocio. Se catapulto a la cima de su propia empresa como el dueno de una compania lucrativa de conglomerado. Pudo destacar entre ellas los bienes raices, articulos tecnologicos, parte de una revista y agencia de modas, tiendas de retailling y agregar otras poco a poco a lo largo de su carrera con la idea de hacer una corporacion que se aprovechase de un gran numero de multitareas. Parte de su exito no se debia a su carisma ni a su comportamiento abiertamente social, en cuanto a su forma de ser, las personas a su alrededor le percibian serio y reservado. Es un hombre sin muchos fantasmas, pero cuando se trata de mantener una relacion estable --amigos o pareja--, se determinaba a no darle mucha lena a lo que fuese que cobrase vida en su debido momento. Su ocupacion era la vida de negocios, la administracion de su propio trabajo. Nada debia ni tenia la potestad de causar problema alguno. A pesar de ser un hombre relativamente modesto, su forma de ser no aportaba mucho para la manera en que los demas le retrataban. Se veia como un empresario exitoso, pero gran parte de eso se debia al triunfo de su empresa, para el exterior, el mundo que lo rodeaba, no terminaba de adaptarse a el. El encargado de hacer de la imagen de la compania y del mismo Arturo fuese adecuada, se negaba a hacer bien su trabajo debido a que no toleraba su actitud. David no aceptaba tener que defenderlo frente a los demas peces gordo de la compania por lo que renuncio de manera indirecta. AArturo no le parecia algo adecuado ser objeto de criticas con respecto a su vida personal, su manejo de la empresa o de la forma en que esta no se llevaba bien con los medios. Cada que hacia una beneficencia, una fiesta importante, rueda de prensas, una junta directiva o lo necesario para catapultar a la organizacion, se veia en la obligacion de pagar de mas a causa de no tener el encargado adecuado. Su hermano, sufria gran parte de ese peso. Y, asimismo como el futuro de su corporacion estaba sufriendo su mala espina, actualmente, se encontraba en relaciones poco duraderas --por asi decirle-- que lo llevaban a gastar dinero o prestar un poco del mismo para evitar que se opusieran a la idea de no tener mas de una experiencia con el. Se alejaba lo mas que podia del compromiso, de las responsabilidades ajenas. Nada mejoraba su situacion. Ocasionalmente se le veia con varias mujeres hermosas: modelos, chicas jovenes, damas adultas. Ninguna relacion era a largo plazo, siempre una conversacion ocasional, un almuerzo en restaurantes elegantes para terminar en su departamento para el coito de media tarde. Ese era su ritual, algo imperturbable e inalienable. O eso creia. * * * * Pasada las horas luego de su llegada, Arturo se encontraba viendo los papeles de oficio que le habia entregado su hermano para que revisara. El reloj estaba a punto de marcar las doce y aun no se presentaba aquella chica con la que habia quedado para almorzar. Asomaba su muneca derecha para revisar si realmente la hora que mostraba su computador no era la correcta. Le disgustaba la impuntualidad, a pesar que el mismo se tomaba su tiempo * * * * Por otro lado, mientras el se encontraba sumido en su trabajo, en la recepcion llego su cita. -- Estoy buscando al senor Arturo Matas--anuncio a Kate. --?Tiene cita con el? --Pregunto la recepcionista. --Si, digale que Karen le esta buscando --le dijo. Karen estaba no muy lejos del aparador que la separaba de Kate, no sabia si estaba preocupada o nerviosa, pero el ambiente del lugar le daba una sensacion que la sacaba de su zona de confort. Era una de sus muchas mujeres de ensueno con las que se topaba Arturo. Aquellas que se acostaban con el hombre encargado de una compania multimillonaria, de las cuales, muchas estaban al tanto de la naturaleza de su relacion. No buscaban mas que sexo ocasional; un sex appeal de magnate, un cuerpo atractivo y ser un soltero cotizado, eran atributos suficientes para no tener una vida sexual dominada por la abstinencia. Las mujeres iban, venian o disfrutaban en el bano de algun establecimiento especial, pero, nunca se quedaban. Kate cumplio con su trabajo. Le comunico al asistente de Arturo que su cita de las doce habia llegado. Una vez la recibio, acercandose a la puerta y asomando parte de su cuerpo, le comunico a su hermano la noticia. --Arturo, Kate dice que hay una tal Karen en la recepcion preguntando por ti. --le dijo. --?Hiciste la reservacion? --pregunto levantando su mirada de los papeles que sostenia. Arturo lo veia como una cita mas, pero, sin embargo, no podia tener una relacion sexual adecuada sin llevar a su chica a un almuerzo elegante o a algun lugar respetable. Si tenia tanto dinero, debia usarlo adecuadamente. --Si, esta todo listo. --Esta bien, dile a Kate que ya voy para alla. --?Regresaras? --Le pregunto Kyle entendiendo el motivo de su cita. --Si, a las tres de la tarde estoy aqui --le dijo levantandose de su asiento. --Por favor no te ausentes, que ya suficiente trabajo me estas dejando --dijo moviendo hacia atras su cabeza en senal de cansancio. --Te dije que regresare, no te preocupes. Encargate de buscar el remplazo que te dije, eso es lo que debes estar haciendo ahora. --Ya estoy en eso --le respondio-- tu ocupate en llegar a las tres. --?Me estas dando ordenes? --le pregunto seriamente en tono desafiante. --No, solo hazlo. Ambos se miraron a los ojos, sin nada que decir. Eran hermanos, por encima de sus cargos, Kyle le hablaba como el hermano que era y Arturo lo dejaba pasar. Lo hacian todo el tiempo si tener animos de discutir, pero las personas a su alrededor lo veian como una relacion disfuncional nada positiva. No lo era. Ambos compartian mas que la sangre. Arturo salio de su oficina y se dirigio hasta la recepcion en donde se encontraba Karen esperandole. Kate le informo a la chica que le esperaba, que Arturo llegaria en cualquier momento, por lo que seria mejor que le esperase sentada. Era una mujer joven, sin muchas aspiraciones en su vida. Al momento en que Karen llego al edificio en donde se encontraria con Arturo se percato que parte del lugar ya era lo suficientemente lujoso para ella. Cuando le dijo que trabajaba en el Rockefeller Centre, no se imaginaba que lo hiciera en su propia empresa. No recordaba haber estado antes en ese lugar a menos que fuese pasando por las navidades a ver los arreglos de la epoca. < > penso, creyendo que podria ser simplemente una forma de atraer mujeres, pero, de todos modos, seguia con la duda. Arturo atraveso el umbral que separaba el interior de lo que dividia aquello que correspondia al area de trabajo con la recepcion mientras se acomodaba los botones del saco de su elegante traje. Karen se levanto inmediatamente lo vio y le demostro una sonrisa cohibida en son de saludo. --Hola, Karen, ?Tienes mucho tiempo esperando? --pregunto Arturo al llegar a la recepcion. --No --le dijo borrando la sonrisa de su rostro para cambiarla por un gesto de descuido-- Llegue hace veinte minutos. --Muy bien, muy bien. --le dijo, hizo una pausa y agrego-- te ves hermosa --agrego, observandola de pies a cabeza. --Gracias --Repuso. A comparacion con la forma de vestir de Arturo, sabia que no estaba ni cerca de sus mejores pintas. El no esperaba que estuviese vestida de gala. --No hay de que --excuso Arturo. --No me lo esperaba, la verdad. --No te preocupes --le indico-- ven, acompaname arriba para ir a comer. --?Arriba? --pregunto extranada-- ?Que hay arriba? --Arriba esta el helicoptero que nos llevara a nuestro destino. Estamos con el tiempo justo. No te preocupes --intento calmarle. --No sabia como debia vestirme, crei que no seria de mucha importancia. --agrego apenada. --No te preocupes, yo pienso que estas mas que perfecta. --le dijo Arturo con una sonrisa en el rostro-- ?nos vamos? Tenemos reservacion en el Eleven Madison Park, estamos un tanto lejos asi que debemos tomar un helicoptero para llegar a tiempo. --Oh... --agrego--, esta bien. Ahora sabia que definitivamente no estaba vestida para la ocasion. Arturo y Karen abordaron el transporte que los llevaria a su destino. Una vez adentro, el le extendio unos audifonos para poder conversar mientras llegaban al restaurante en donde comerian. --Cuentame un poco de ti, Karen --pidio Arturo con animos de parecer amable. --Bueno, tengo 25 anos, estoy estudiando medicina --comenzo a relatarle-- y vivo en el barrio chino. --Eso fue preciso. --Si, no tengo mucho que decir. --le respondio a medias -- y, de ti ?Que hay? --Bueno, como podras ver, tengo mi propia empresa, trabajo todos los dias, y cuando no, me quedo en casa para escaparme del mundo de los negocios. --Es una vida bastante emocionante --le observo sarcasticamente. --Lo es, dificilmente la puedo cambiar. --respondiendo a su sarcasmo. Aterrizaron en un edificio cercano del lugar y fueron en un coche privado hasta las puertas del restaurante. Al llegar a la calle, abordaron el coche negro que le perteneceria a Arturo. --Llevanos al Eleven Madison Park por favor --dijo Arturo al abordar el coche despues de Karen. --De inmediato, senor Matas --dijo Tom antes de arrancar el coche. Ella escucho aquel recado con un tanto de incomodidad; cada que escuchaba el nombre del lugar, del que habia oido hablar antes, le invadia una sensacion de engorro. Se apreto ambos brazos sobre el vientre para disipar la sensacion. --Y entonces, ?por que vas a comer tan lejos de tu oficina? --le pregunto Karen para desviar su atencion a la cantidad de lujos que habia presenciado en menos de una hora. --Bueno, porque puedo, la verdad --le respondio como un nino dice su edad. --?Asi, no mas? --Si, no se me ocurre mas nada. Para algo he trabajado tanto ?No? --Si, espero poder hacer eso algun dia --respondio, diciendoselo mas a si misma que a Arturo. -
Acero y gloria de Alvaro Van Den Brule
https://gigalibros.com/acero-y-gloria.htmlDe Italia a Flandes o de Filipinas a Mexico, los tercios espanoles combatieron por la Monarquia Hispanica con gran honor y bravura.
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Mia en silencio (Confesiones en la noche 2) de Marion Marquez
https://gigalibros.com/mia-en-silencio-confesiones-en-la-noche-2.htmlFrancis Laughton, conde de Welltonshire, no ha tenido una vida facil. A pesar de todo, desde su infancia ha aprendido a enfrentar las adversidades con sabiduria y un increible optimismo. Es por esa razon que reconoce su interes por los mas debiles, hasta el punto de ser incapaz de ignorar la desgracia ajena. Melanie Hefferman, hija de un antiguo vizconde, es una joven envuelta en un pasado demasiado oscuro para que alguien se atreva a traerlo a luz. Ignorada por los ojos de la mayoria, se ha refugiado en la soledad... hasta que se encuentra con el. Francis estara decidido a quitarle la mascara y hacerla hablar, no importando que tenga que soportar y a que deba recurrir, incluso, casarse con ella.
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La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler
https://gigalibros.com/la-justicia-de-los-invisibles-1.htmlLa Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)
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Brujas de Brenda Lozano
https://gigalibros.com/brujas.html<<[…]Un vortice de gravedad que condensa toda la literatura de Brenda Lozano, donde conviven lo oral y lo escrito, las tradiciones populares y cierta perspectiva cosmopolita, el humor y la tragedia. Una inyeccion de electricidad, una musica que se sigue escuchando mucho mas alla de sus paginas.>> Mauro Libertella
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Un amor oscuro y peligroso. Almas mortales de Molly Night
https://gigalibros.com/un-amor-oscuro-y-peligroso-almas-mortales.htmlLa Tierra, ano 2438. El mundo ha cambiado y ahora los vampiros dominan a los hombres. El poder esta en manos del Rey, un monstruo despiadado, cruel y el vampiro mas anciano y poderoso de todos. Alto y de bellos ojos verdes, es incapaz de mostrar amor por nadie, pero se ha obsesionado con una humana y tiene claro que Evelyn Blackburn le pertenece, aunque ella este enamorada de otro. Separada de los suyos y atrapada en un mundo oscuro y frio, en el que su unico confidente es la mano de derecha del rey, un vampiro joven y apuesto que la entiende, Evelyn debera decidir quien ocupara su corazon y como conseguir su libertad.
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Voces en las sombras de Luis Zaragoza
https://gigalibros.com/voces-en-las-sombras.htmlEn este libro hay ocho decadas de revoluciones y contrarrevoluciones, de luchas por la independencia, de guerras civiles, de resistencias a dictaduras. En este libro hay ocho decadas de mensajes cruzados, de verdades ocultas y de mentiras evidentes, de informaciones sin censura y de manipulaciones descaradas. En este libro hay ocho decadas de intuiciones geniales, de operaciones tan costosas como inutiles, de gritos desesperados y de discursos monotonos, de rabia y de ironia, de esperanza, de triunfos y decepciones… En este libro hay ocho decadas de radio.
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Todo lo que nunca te dije de Chris Razo
https://gigalibros.com/todo-lo-que-nunca-te-dije.htmlAno 2009. Me llamo Chelsea, tengo diecisiete anos, estoy a tan solo unos meses de cumplir los dieciocho. Vivo en San Francisco, en el distrito de Richmond, aunque naci y creci hasta los cinco anos en Santa Barbara. A mi padre le salio una oportunidad de trabajo, y aqui estamos. Me siento afortunada, tengo buenos amigos y me encanta el barrio donde resido. Justo en la casa de al lado vive mi amiga Arizona con su hermano Matt --suspiro poniendo los ojos en blanco--. Si, lo admito, estoy loca por el, a pesar de que no sea un amor correspondido. Para Matt, dos anos mayor que nosotras, no soy mas que la amiga de su hermana, y la hermana de uno de sus mejores amigos. Es alto, con el pelo algo revuelto y rubio, unos ojos azules que tienen el poder de dejarte hipnotizada. Mi amiga, por supuesto, sabe que suspiro por su hermano, y ambas creemos que es algo imposible. Matt se esta tomando un ano sabatico para reflexionar sobre si quiere ir a la universidad. Mientras tanto, da clases de refuerzo a los alumnos del instituto. Si, no solo es el chico mas guapo, tambien es inteligente, a lo cual, de momento, no le saca partido. Nosotras, por el contrario, ya tenemos pensado a que universidad iremos, a Standford; en realidad, cabe la posibilidad de que sea a Berkeley. Lo que tenemos claro es que no queremos separarnos. Tenemos un grupo de amigas increibles, en el que Arizona es mi apoyo incondicional: Kenisha, Baby, Blue, Lyn, Cady y nosotras dos formamos una pina desde que empezamos en el colegio. Por desgracia, el ano que viene nuestros caminos tomaran rumbos diferentes. Nos hemos hecho una promesa: mantener el contacto, a pesar de que nuestros caminos vayan a separarse. 1 La noche que lo cambio todo Esta misma tarde es la fiesta de fin de curso, Arizona y yo hemos quedado en su casa para prepararnos. Ella esta obsesionada con dejarme uno de sus increibles vestidos, maquillarme y dejarme preciosa. Algo que, por supuesto, no me apetece. Al final, me decanto por un modelo de color azul oscuro y tirantes, nada llamativo. En un principio decidimos que iriamos solo chicas, lo cual no tardamos en romper. Cuando me quiero dar cuenta todas estamos emparejadas, hasta yo. Me han buscado acompanante: Dorian, un chico con el que apenas he cruzado dos palabras y con el que seguramente no tenga nada en comun. Ir a ese baile no me apetece en absoluto, no es mi ambiente, no es mi sitio, aun asi, quiero estar con mis amigas. Los chicos vienen a buscarnos, nos vamos los cuatro en el coche. No puedo evitar estar nerviosa. Ari me coge la mano en varias ocasiones sonriendome. Sabe perfectamente como me siento. Al llegar, todas estamos juntas, pero, conforme avanza la noche, cada una va con su chico, excepto yo, porque Dorian ha desaparecido nada mas entrar, ha encontrado a otra con la que divertirse, lo cual no me parece raro. Me acerco a beber algo, mirando la hora una y otra vez. Observo lo que sucede alli, todo el mundo con sus parejas, bailando, riendo, divirtiendose. Me siento estupida aqui. No tenia que haber venido. Trato de contener las lagrimas, pero las malditas acarician mis mejillas sin poderlo remediar. Salgo de alli despavorida, mientras camino, pongo un mensaje en el grupo de las chicas: The Babies. Chelsea Hola, chicas. Lo siento, no me encontraba muy bien y he decidido marcharme. Nos vemos manana. Un beso. Media hora despues estoy sentada en el jardin de mi casa sin ganas de entrar. Contemplo las estrellas, desde pequena me ha encantado y me aporta tranquilidad. Cuando estoy metida en mis pensamientos, alguien se acerca por detras. --!Eh! ?Ya habeis vuelto? Si que ha durado poco el baile. Es Matt. Va vestido con una chupa de cuero, unos vaqueros ajustados y su pelo revuelto. Tan guapo como siempre. Tan especial... --Bueno, para mi si. Estaba cansada. --?Has vuelto sola? ?Y tu acompanante? --Se sienta a mi lado, me mira esperando una respuesta. Coloco mis gafas y respondo con sinceridad, como siempre. --Ese no es mi sitio, Matt, todos lo sabemos. He ido por las chicas, pero cada una estaba con su pareja --lo digo con tristeza, a pesar de que tendria que tener asumido que eso iba a pasar. --?Y la tuya? --A la mia no le he parecido una buena compania. Suele pasar, para ninguno lo soy. No pasa nada. --Matt me observa desconcertado, acaricia mi brazo y mi vista va directa a sus ojos. Esos en los que nunca me tendria que haber fijado o no de esa manera. --?Por que dices eso, Chelsea? Eres una chica estupenda. El chico que no sea capaz de verlo es un idiota. --Consigue sacarme una sonrisa. --Ya, pero a las chicas simpaticas nunca las besan, solo a las guapas. Me rio porque en realidad tampoco me afecta. No soy fea, si bien tampoco llamo la atencion, y cuando lo hago es por mis gafas y mi poco estilo con la ropa. --Chelsea, no se quien te habra metido todas esas tonterias en la cabeza... Estas muy equivocada. Matt se acerca lentamente a mi, juntando sus labios con los mios. Yo lo recibo con torpeza. Las mariposas revolotean por mi estomago. Nunca hubiera imaginado que Matt fuera a darme mi primer beso, tantas veces lo he sonado..., por fin se ha hecho realidad. No se cuanto dura, lo que si se es todas las emociones que despierta en mi. Nos separamos, lo miro con una sonrisa idiota, y el acaricia mi pelo. --Los chicos besamos a las chicas simpaticas, pero, ademas, es que tu eres preciosa, Chelsea, que nadie te diga lo contrario, por favor. --Me acurruco entre sus brazos y cierro los ojos disfrutando de este instante que se que acabara--. A pesar de que estoy muy a gusto contigo, es tarde y te vas a quedar helada aqui fuera. --?Quieres entrar? --Ni siquiera lo pienso--. No hay nadie en casa en todo el fin de semana. --Al ver su gesto desconcertado, me doy cuenta de que he metido la pata--. Olvidalo, es tarde, tienes razon. Hablamos. --Me levanto y comienzo a andar, el coge mi brazo. --Si quiero, pero no debo. No estoy seguro de ser capaz de parar de besarte, Chelsea. No quiero darte problemas. --No pasa nada. Lo entiendo. Cuando abro la puerta, el vuelve a estar detras de mi. Me coge de la cintura y entramos en casa. Cuando cierro, el me coge la mano, acaricia mi mejilla, y yo, tras cerrar los ojos, tiemblo al sentir de nuevo su roce. Sigo pensando que estoy en un sueno. Matt me quita la chaqueta despacio, vuelve a poner sus labios en los mios, un beso calido, delicado. Una faceta que dista mucho de la que yo conocia de Matt. --?Estas nerviosa? --!Claro que lo estoy! ?Como no estarlo? Estoy con el chico que me gusta, me esta besando, no hay nadie mas que pueda interrumpirnos. Asiento--. Chelsea, no quiero que te sientas obligada a nada. Me gusta mucho todo esto, aun asi, no tiene por que pasar de aqui. --No me siento asi. Es mas, estoy en una nube. Hace muchos anos que nos conocemos, Matt, y tu nunca... --No hablemos de eso ahora. No lo hacemos. Cojo su mano, subimos la escalera y abro la puerta de la habitacion. El se queda embobado observandolo todo. Solo las chicas han entrado aqui hasta ahora. Es mi pequeno rincon. Un sitio muy mio al que no dejo pasar a nadie. Se acerca a los cuadros. --?Esto lo has hecho tu? !Es impresionante! --Si --anado algo avergonzada. --No tenia ni idea de que te gustara la pintura. Siempre pense que tu vida eran los libros. --En cierto modo tambien lo son, pero la pintura es como una via de escape. Me siento feliz cuando cojo los pinceles, solo es un hobby. --?No piensas dedicarte a eso? --?Que? !Claro que no! --Es evidente que mi respuesta lo defrauda. --No lo puedo creer. !Tienes mucho talento! Podrias ganarte la vida con esto. --Gracias por los animos, Matt, en realidad, no creo que eso sucediera. No tengo tanto talento. --?Por que siempre tienes esa desconfianza en ti? --Agacho la cabeza. No entiendo como es capaz de leer en mi todos mis miedos. --Solo tienes que mirarme. --Lo hago. Siempre lo he hecho. --Sus palabras vuelven a ponerme nerviosa. ?Por que me dice eso? El nunca se ha fijado en mi. Para el siempre he sido la amiga de su hermana, nada mas. Me acaricia de nuevo, erizando mi piel--. Chelsea, eres muy especial
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Buscando mi camino (Los hermanos Fuller 2) de Kate Dawson
https://gigalibros.com/buscando-mi-camino-los-hermanos-fuller-2.htmlSegunda parte de la serie de Los hermanos Fuller. Nos encontramos aqui con la historia de Pierce, el mayor de los hermanos.
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Aniquilame. Navidad de Christina Ross
https://gigalibros.com/aniquilame-navidad.htmlEs Navidad en la costa de Maine, junto a Jennifer y Alex, Lisa y Tank, y Blackwell y sus dos hijas. Lo que al principio parecia una buena idea empieza a ponerse en duda una vez que Blackwell exige que sea ella quien haga la cena de Navidad sin ayuda de nadie mas. ?Estara pensando servirles hierbas variadas e invitarlos a masticar hielo o en una cena tipica hecha por alquien que no tiene ni idea de cocina?
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El Rey del miedo (Viento 2) de Olalla Pons
https://gigalibros.com/el-rey-del-miedo-viento-2.htmlSabba, emprende un peligroso viaje hacia las salvajes tierras del Norte, anos despues de la partida de Taru. Su hija Sinda, Xenia y Mihn la acompanan. La Princesa del Viento esta dispuesta a encontrar al hombre del cual se vio obligada a separarse, aunque no tiene ninguna certeza sobre si sigue con vida.
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Memorias de un Heroe Ensangrento de Daniel Nieto
https://gigalibros.com/memorias-de-un-heroe-ensangrento.htmlA mis mas estimados jovenes, sufridores del dia y de la noche, la cual es para vosotros perenne.
Con esta mi mas sincera apelacion, se halla una advertencia, siendo esta la siguiente: -
Independizate de Papa Estado de Carlos Galan Rubio
https://gigalibros.com/independizate-de-papa-estado.htmlEres consciente de que invertir para tu futuro es importante y cada vez tienes mas dudas acerca de la sostenibilidad del sistema de pensiones. Es posible que cuando llegue tu turno para cobrar la pension no quede ni un duro. Estas preocupado. Y con razon. Aun con todo, crees que todavia eres joven y ya habra tiempo de invertir.
Quiza cuando te asciendan, o cuando recibas un dinero inesperado (herencia, premio etc), o cuando conozcas a un millonario que te revele el truco definitivo para ganar en bolsa. Estas esperando el momento perfecto.
Aunque te decidieses a hacerlo hoy mismo, ?por donde empezar? Hay tantos bancos, tantos productos distintos, tantas teorias, tantos libros... que te sientes abrumado. ?A quien hacer caso?
De alguna forma sabes que tienes que hacer algo pero despues de investigar superficialmente sobre el tema te sientes confundido y no haces nada. El TIEMPO pasa… -
Al mal tiempo, mejor cara de Barbara Constantine
https://gigalibros.com/al-mal-tiempo-mejor-cara.htmlCon la tripa pegada al volante, y la nariz al parabrisas, Ferdinand conduce muy concentrado. La aguja del velocimetro no se despega del cincuenta, la velocidad ideal. No solo ahorra combustible sino que ademas le da tiempo a ver desfilar el paisaje por la ventanilla, a disfrutar del panorama. Y, sobre todo, a detenerse a la mas minima alerta, sin exponerse a sufrir un accidente. Hablando de accidentes, justo ahora ve un perro corriendo delante de el por la carretera. Por puro reflejo, Ferdinand pisa el freno. Los neumaticos chirrian, y la grava sale despedida. Los amortiguadores dejan escapar un quejido. El coche da un bandazo y por fin se detiene en mitad de la calzada. Ferdinand se asoma por la ventanilla. – ?Adonde vas, chaval? Por ahi de juerga, ?eh? El perro se aparta, pasa de largo a toda velocidad y se tumba algo mas lejos en la hierba de la cuneta. Ferdinand sale del coche con dificultad. – Anda, pero si eres el perro de la vecina. ?Y que haces aqui tu solo? Se acerca, alarga la mano muy despacito y le acaricia la cabeza. El perro tiembla. Al cabo de un rato, cuando ya se ha ganado su confianza, el animal se decide a seguirlo. Ferdinand le abre la puerta del asiento trasero y vuelve a arrancar el motor. Al llegar a un camino de tierra, abre la puerta del coche. El perro baja, pero se le arrima a las piernas gimiendo, como si tuviera miedo. Ferdinand abre la cerca y lo anima a entrar. El perro repta a sus pies, sin dejar de gemir. Ferdinand recorre el sendero entre dos setos de maleza y llega a la puerta de una casita. Esta entornada. Llama en voz alta... Eh... ?Hay alguien?... No recibe respuesta. Mira a su alrededor, pero no ve a nadie. Empuja la puerta. Al fondo de la habitacion alcanza a distinguir en la penumbra una silueta tendida en una cama. Vuelve a llamar. La silueta no se mueve. Ferdinand olfatea el aire. Ahi dentro apesta... Olfatea otra vez. !Buf, pero si huele a gas! Corre hacia la cocina, cierra la bombona de butano y se acerca a la cama. !Senora, senora! Le da palmaditas en las mejillas. Al principio flojito pero, al ver que la mujer no reacciona, cada vez mas fuerte. El perro ladra, dando saltos alrededor de la cama. Ferdinand tambien se asusta, y ya no son palmaditas sino bofetadas lo que le da a su vecina. Le grita que se despierte. Los gritos se mezclan con los ladridos. !Senora Marceline! !Guau, guau! !Abra los ojos, maldita guau! !Despierte, por guau, por favor, guau! La mujer deja escapar por fin un pequeno gemido. Ferdinand y el perro suspiran de alivio a la vez. 2 CINCO MINUTOS MAS TARDE, MARCELINE SE ENCUENTRA MEJOR Marceline ha recuperado un poco de color en las mejillas e insiste en servirle una copita. No recibe visitas todos los dias. Son vecinos, pero nunca habia puesto un pie en su casa, hay que celebrarlo. Por mas que Ferdinand le dice y le repite que no tiene sed, que solo se ha acercado a traerle a su perro, ella se levanta de todas maneras, avanza tambaleandose hasta el aparador y saca una botella de licor de ciruela que quiere a toda costa que pruebe para saber que opinion le merece. Es la primera vez que lo prepara. Digame a ver que le parece, a ver si esta bueno. De acuerdo, Ferdinand asiente con la cabeza. Ella empieza a servirle y, de pronto, se detiene y pregunta, preocupada, si luego tiene que conducir. El le dice que ya se va para casa, esta solo a quinientos metros, !podria recorrer el trecho con los ojos vendados! Mas tranquila, termina de servirle la copita. Apenas le da tiempo a mojarse los labios cuando Marceline siente un mareo. Se deja caer pesadamente sobre una silla, con la cabeza entre las manos. Incomodo, Ferdinand se concentra en el mantel de hule, en deslizar el vaso sobre las lineas y los cuadros. Ya no se atreve a beber ni a decir nada. Al cabo de un largo silencio le pregunta, casi en un susurro, si quiere que la lleve al hospital. – ?Al hospital? ?Para que? – Pues para que la examinen. – Pero si solo me duele un poco la cabeza. – Ya, pero... con lo del gas... – Ya... – No es bueno... – No, claro. – Puede haber efectos secundarios. – ?Ah, si? – Vomitos, me parece. – Ah. No lo sabia. Otro largo silencio. Marceline tiene los ojos cerrados. Ferdinand aprovecha para mirar a su alrededor. La habitacion, pequena y oscura, esta repleta de cachivaches. Enseguida piensa que en su casa ocurre exactamente al reves, casi hay eco de vacia que esta. Esa idea le deprime, asi que vuelve a concentrarse en el mantel de hule. Por fin se anima a decir: – Por lo general no me suelo meter en la vida de los demas, Marceline, bien lo sabe usted. Pero ?no sera porque tiene usted muchas preocupaciones por lo que ha... por lo que ha...? – Por lo que he ?que? – ?El gas? – ?Que pasa con el gas? – Pues eso... A Ferdinand le cuesta hablar. Es un tema personal. No se le da bien hablar de temas personales. Sabe que tiene que decir algo, pero es incapaz de ir al grano, asi que se pone a hablar y hablar para no decir nada, intentando hacerse entender con medias palabras. (Tambien le gusta mucho la expresion <
>.) Esta tan convencido de que las palabras traicionan el pensamiento que preferiria funcionar por instinto y dejar que este se encargara de todo. !Aunque no le falta lucidez para reconocer que mas de una vez se la ha jugado, el muy sinverguenza del instinto! Pero, sin querer, una cosa lleva a la otra, y teme provocar un exceso de emocion, le da miedo que la mujer se eche a llorar para desahogarse o le desvele algun secreto, y esas cosas a el no le gustan nada. !Cuanto mas facil seria la vida si la gente se las apanase siempre sola! Con su mujer tenia un truco para evitar la trampa de las conversaciones demasiado intimas: en cuanto notaba que ella iba a ir por ese camino, Ferdinand evocaba el pasado. Una palabra nada mas, como quien no quiere la cosa, y listo, ya podia escucharla sin prestarle atencion, como quien oye llover. Como le gustaba hablar a su pobre difunta... De cualquier cosa, de tonterias. Era una autentica cotorra. Pero lo que mas le gustaba, por encima de todo, era hablar del pasado, de su juventud. Solia decir que todo era mejor antes, que todo era mucho mas bonito. !Sobre todo antes de conocerlo a el! Siempre terminaba enumerando con rabia todo lo que habria podido vivir en otra parte, en America, en Australia o en Canada, quiza. !Pues si, por que no, claro que habria podido ser asi! Si no la hubiera sacado a bailar, si no le hubiera susurrado palabras tiernas, si no se hubiera arrimado tanto a ella, en ese dichoso baile del 14 de julio. Que lastima. Ferdinand no le guardaba rencor por hablar asi. El tambien habia tenido suenos. El tambien habia sonado con cosas bonitas. Pero no habia tardado en comprender que los suenos y el amor no iban de la mano. A lo mejor porque el no estaba hecho para esas cosas. O quiza seria en otra ocasion. !O en otra vida, como los gatos! Bueno, toca volver al presente. Esta en casa de su vecina. La mujer tiene un problema pero no parece querer hablar de ello, pese a las preguntas que el le hace discretamente. No sabe gran cosa de ella excepto que se llama Marceline, que vende miel, fruta y verdura en el mercado, y que es un poco extranjera. ?Rusa o hungara, quiza? Del Este en todo caso. No hace mucho tiempo que se instalo aqui. Bueno, unos anitos ya si que hace. ?Seis o siete? Si, por lo menos seis o siete ya... Ferdinand vuelve a mirar a su alrededor. Esta vez repara en que no hay calentador encima del fregadero, ni tampoco hay nevera, ni lavadora ni televisor. Ninguna comodidad moderna. Como cuando era nino, tan solo la radio para enterarse de las noticias, y agua fria en la pila para lavarse. Recuerda que en invierno siempre buscaba la manera de escaquearse. Y tambien intentaba librarse de hacer la colada, la ropa salia tiesa y helada del lavadero, y el tenia que ayudar a escurrirla, con las yemas de los dedos moradas de frio y arrugadas como garbanzos. !Anda que no era dificil todo en aquellos tiempos, me caguen diez! Se dice a si mismo que tal vez la pobre senora Marceline se haya cansado de esa vida tan dura y tan llena de incomodidades. Se habra desanimado. Y tambien se habra deprimido por estar lejos de su pais y de su familia, ?no? Lo mismo es ese el motivo por el que... Siente que no se va a poder librar, que no va a tener mas remedio que hablar. Y no de tonterias, de si va a llover o si va a hacer bueno. O incluso de su perro. !Que chucho mas listo, oiga! Que suerte tener uno asi. Yo el ultimo que tuve era tonto perdido, pero muy carinoso. Este... Ah, ?que es una perra? ?Esta usted segura? No me habia fijado. Inspira hondo y se lanza a hablar. De un tiron le dice que lo entiende, que a el tambien le han dado ganas un par de veces en su vida. Tres, en realidad. Bueno, venga, para ser del todo sinceros, cuatro. Si, pero... el se tomo el tiempo de pensarlo bien antes, y encontro muy buenas razones para no hacerlo. Como por ejemplo... Asi de sopeton no se le ocurre ninguna. !Ah, si, claro, sera tonto: sus nietos! Los nietos son maravillosos. Apasionantes. Nada que ver con los hijos. Si, si, de verdad. Son mas guapos, mas vivos y mucho mas listos. A lo mejor tiene que ver con la epoca en que vivimos, los tiempos han cambiado. A no ser que seamos nosotros, tal vez al hacernos mas viejos nos volvamos mas pacientes. Puede ser... ?Usted no tiene nietos? ?Ninguno? Vaya. Que pena. Pero hay otras cosas por las que vale la pena vivir. Espere, dejeme pensar... Marceline levanta los ojos para mirar al techo. Ferdinand se rasca la cabeza. Tiene prisa por encontrar algo. – Mire usted, de vez en cuando tambien es bueno acordarse de que hay gente que esta peor que uno. Asi uno pone los pies en la tierra. O, si prefiere, pone las cosas en perspectiva. A veces es necesario, ?no cree? Marceline parece estar en otra parte. Ferdinand busca algo gracioso que decir. – Bueno, y como nadie ha vuelto nunca para decir si al otro lado estan mejor las cosas, lo mismo no merece la pena adelantarse, ?eh, senora Marceline? Puede que sea mejor esperar a que llegue tu hora, y ya esta. Suelta una risita. Espera su reaccion. No hay reaccion. Entonces ya si que se preocupa. Se inclina hacia ella. ?Me entiende cuando le hablo? A lo mejor hay alguna palabra que no... Marceline tiende la mano hacia la tuberia de la cocina y, temblandole la voz, dice que ya esta, que llevaba un rato pensandolo pero que ya se acuerda, que todo ha sido por su viejo gato. Hace ya varios dias que ha desaparecido. ?Se habra muerto? Espera que no. Seria dolorosisimo para ella... Y, mientras tanto, su casa es un caos. Los ratones hacen lo que les da la gana. No paran de bailar, todo el dia y toda la noche. En los armarios, debajo de la cama, en la despensa... Roen, roen y roen sin parar. !La estan volviendo loca! Si siguen asi, al final se subiran a la mesa y comeran de su plato, los muy descarados. Ferdinand ha desconectado, ya casi no la escucha. Divaga por completo la pobre mujer. Debe de ser por el gas. Eso que cuenta del gato muerto y los ratones que bailan no tiene ni pies ni cabeza. La mira hablar y luego le observa las manos. Bonitas y estropeadas. Piensa que es por trabajar la tierra, deberia cuidarse, ponerse crema, lo necesita. Pero el caso es que parece mas joven de lo que el pensaba. Tendra unos sesenta, calcula... De pronto, la mujer se pone de pie. Sorprendido, Ferdinand da un respingo y se levanta a su vez. Ella le dice que es muy frustrante hablar y que nadie te escuche. Pero bueno, ya se encuentra mejor. Gracias por todo, ya puede irse, ahora se va a tumbar a descansar un poco. El gas la ha dejado aturdida. Ferdinand mira el reloj: las cuatro y media, es pronto para acostarse, le extrana. Ella le dice que no lo acompana hasta la puerta, que ya se las apanara el solito. El le dice que si, escondiendo una sonrisa. !No hay mucho peligro de perderse en una casa que solo tiene una habitacion! Le acaricia la cabeza a la perra. Bueno, pues nada, adios, senora Marceline. Si necesita algo, lo que sea, no dude en llamarme. Si, gracias, asi lo hare. Se encoge de hombros y masculla en voz baja: en cuanto me instalen el telefono, no te digo... -
Perdido en tu piel (Un amor para siempre) de Isabel Acuna
https://gigalibros.com/perdido-en-tu-piel-un-amor-para-siempre.htmlMichael Donelly y Lori Stuart, se encuentran despues de siete anos de tomar rumbos separados. Sobre ellos pesa una noche que le cambio la vida a Lori y de la cual Mike no recuerda nada. Inmersos en un proyecto laboral, Mike no entiende la animosidad de la que considera su amiga. Lori teme volver a caer en la profunda atraccion que sintio por el.
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El Secreto de las abejas de Carlos Laredo
https://gigalibros.com/el-secreto-de-las-abejas.htmlLos pintorescos pueblos de Cee y Corcubion, en la bella y salvaje Costa de la Muerte gallega, se ven sacudidos por un atraco millonario en una caja de ahorros local, de cuya investigacion se hara cargo el cabo de la Guardia Civil Jose Souto, conocido por todos como cabo Holmes. El guardia volvera a aplicar toda la perspicacia, perseverancia e intuicion que lo caracterizan y que le han permitido resolver complicados casos en el pasado; sin embargo, en esta ocasion tendra que enfrentarse tambien a sus propias debilidades y vencer una irresistible tentacion para conseguir llegar a un desenlace tan escondido como sorprendente.
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La hermana luna (Las Siete Hermanas 5) de Lucinda Riley
https://gigalibros.com/la-hermana-luna-las-siete-hermanas-5.htmlLa hermana luna es el quinto volumen de la emocionante saga de Lucinda Riley Las Siete Hermanas, una serie de novelas basada en la mitologia griega y en la astrologia que enamorara a sus lectoras y que en este caso nos transporta a Granada, Barcelona y Madrid.
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Diez (Maeva Young) de Gretchen Mcneil
https://gigalibros.com/diez-maeva-young.htmlUna lectura llena de suspense, mezcla de terror, venganza y romance.
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Aunque suene con tu nombre de Natalia Sanchez Diana
https://gigalibros.com/aunque-suene-con-tu-nombre.htmlUnas reliquias, un libro publicado en la epoca victoriana, un hombre misterioso y mucho deseo en esta nueva novela para amantes de las flores y del romance.
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Hija de la Fortuna de Isabel Allende
https://gigalibros.com/hija-de-la-fortuna.htmlEliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaiso en 1849, el ano en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquin Andieta, parte hacia el norte decidido a encontrar fortuna, y ella decide seguirlo. El viaje infernal, escondida en la cala de un velero, y la busqueda de su amante en una tierra de hombres solos y prostitutas atraidos por la fiebre del oro, transforman a la joven inocente en una mujer fuera de lo comun. Eliza recibe ayuda y afecto de Tao Chi’en, un medico chino, quien la conducira de la mano en un itinerario memorable por los misterios y contradicciones de la condicion humana. Hija de la fortuna es un retrato palpitante de una epoca marcada por la violencia y la codicia, en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasion y el valor. En esta, su mas ambiciosa novela, Isabel Allende presenta un universo fascinante, poblado de entranables personajes que, como tantos otros de la autora, se quedan para siempre en la memoria y el corazon de los lectores.
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El retiro de Mark Edwards
https://gigalibros.com/el-retiro.htmlHace dos anos, Julia perdio a su familia en un tragico accidente: su marido murio ahogado tratando de salvar a la hija de ambos en el rio que discurre junto a su casa. Pero lo cierto es que el cadaver de la pequena Lily nunca se encontro. Destrozada por el dolor, Julia esta convencida de que su hija aun sigue viva en alguna parte.
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Mapa del Corazon de Susan Wiggs
https://gigalibros.com/mapa-del-corazon.htmlCamille Adams habia enviudado a causa de una gran tragedia, pero consiguio seguir adelante con su vida en una tranquila ciudad de la costa junto a su hija adolescente, Julie. La llegada de un misterioso paquete abrio de par en par la puerta a los antiguos secretos de su familia.
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Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez
https://gigalibros.com/las-cosas-que-perdimos-en-el-fuego.htmlEl mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <
>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia. -
La magia de la vida de Viviana Rivero
https://gigalibros.com/la-magia-de-la-vida.htmlLa magia de la vida es una novela luminosa que habla del coraje y del amor verdadero, ese que sana y que cree en las segundas oportunidades.
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Ciudad espejo de Jose A. Bonilla Hontoria
https://gigalibros.com/ciudad-espejo.html--?Donde esta el nino? La mujer tenia la cara desencajada, el corazon en un puno. Su marido habia empalidecido, su rostro transformado en una enfermiza luna como la que se aferraba al cielo aquella noche, mas alla de la cima de los titanicos edificios que los rodeaban. Sus labios temblaban, la voz entrecortada, sus pupilas vibrantes, desesperadas, buscando sin encontrar... ?El nino? ?Donde estaba el nino? El nino habia desaparecido. Clavados al suelo, enraizados a la angustia, se miraban sin comprender lo sucedido, procurando una exigua explicacion que no hallaban. Debia de estar con ella. Debia de estar con el. Pero no estaba con ninguno de los dos. Un oceano de gente pasaba a su lado sin prestarles la menor atencion, una riada humana cargada de bolsas y paquetes que discurria por las aceras, cerca de los luminosos aparadores engalanados para las fiestas navidenas, yendo y viniendo, con los bolsillos cada vez mas vacios, pero con las ilusiones llenas. Faltaban apenas tres dias para Navidad, los comercios hervian de actividad y los villancicos que salian de algunas de las tiendas, o que proyectaban altavoces estrategicamente colocados en las calles, recordaban de forma machacona que era tiempo de compras, de dispendio, de regalos, de obligada felicidad... --!Tenia que estar contigo! --le recrimino la mujer, las lagrimas rodando por sus encendidas mejillas, fuera de si, temblando de rabia y temor. --Pen... pensaba lo mismo. Se separo de mi mano y crei... crei que iba hacia ti. De verdad, ha sido tan solo un segundo. Un miserable segundo… --Solo eso es suficiente, ?no lo entiendes? Un maldito segundo. Un segundo...-- Sus ojos no dejaban de escudrinar entre la muchedumbre buscando a su pequeno, pero no veia mas que perfiles desconocidos, caritas sonrientes y luminosas que no eran las de su hijo. Sentia una fuerte opresion en el pecho, el corazon golpeando con fuerza contra su esternon, galopando desbocado. No podia sufrir uno de sus ataques de ansiedad, no en aquellos momentos. Su hijo la necesitaba. La necesitaba mas que nunca. Tenian que buscarlo, tenian que encontrarlo. Probablemente estaria con la naricilla pegada a uno de los escaparates de los alrededores, contemplando con los ojos repletos de emocion sus juguetes preferidos, si, seria eso, seguro que era eso, tenia que serlo. Por favor, que lo fuera. --!Marc! !Marc! Marc, ?donde estas? --Su voz fue ahogada por los acordes navidenos de All I want for Christmas is you de Mariah Carey que comenzaron a vomitar unos potentes altavoces colgados en una farola. No recordaba que aquella cancion le hubiera resultado otras veces tan irritante, tan agobiante; le estaba crispando sus ya de por si alterados nervios. --!Marc, hijo! !Marc! --Su marido se abria paso entre los viandantes a base de codazos, de premura, de urgencia. Los transeuntes le dedicaban miradas desagradables, acompanadas de muecas de sorpresa y enfado. No entendian lo que sucedia y el no tenia tiempo de dar explicaciones. No podia perder ni un suspiro, ni un latido, ni un halito de su vida en hacerlo. Tan solo habia sido un segundo... !Joder! No podia andar muy lejos. Jamas habia rezado a nadie, pero, en aquellos instantes, la plegaria que se repetia como un perverso soniquete en su cabeza era ferviente y devota. Si existia un dios al menos que no se hiciera el sordo, que escuchara sus suplicas, luego ya arreglarian cuentas. ?Donde estas, hijo? ?Donde? Aun podia recordar las yemas de sus deditos desprendiendose de los suyos, creyendo que iba en busca de su madre, a escasos metros de el, como tantas veces hacia, entretanto el decidia que ordenador portatil comprarse entre los expuestos en el escaparate de la tienda. Y ya esta. Habia sido suficiente. Un parpadeo y el nino se habia sumergido en una marea humana que lo habia devorado, engullido para siempre, arrastrado al olvido igual que la putrefacta tabla de un naufragio. ?Por que pensaba aquellas cosas? !No, no, Marc tenia que estar cerca, muy cerca! Lo peor es que habian perdido unos valiosisimos segundos antes de darse cuenta de lo que sucedia, unos alarmantes momentos que ahora se le antojaban simas abismales imposibles de superar. Entre la muchedumbre, sus ojos tropezaron con una pareja de la policia local. Su corazon le dio un brinco en el pecho. Ellos podrian ayudarlos. Corrio hacia los agentes mientras su mujer seguia gritando a los cuatro vientos, cada vez mas angustiada, el nombre de su hijo. Paraba a los peatones y, con atropelladas palabras, les preguntaba si habian visto a su pequeno. La mayoria la esquivaban asustados, otros le dedicaban duras miradas de indiferencia y, los que menos, negaban con la cabeza huyendo lejos de los problemas, como si aquella mujer pudiera trasmitirles un contagioso virus. No, no lo habian visto. La calle estaba llena, repleta de ninos que iban de las manos de sus padres, de sus abuelos, de sus familiares, no sabian a cual de ellos se referia, y tampoco deseaban saberlo, continuando su camino, cabizbajos, procurando olvidarla cuanto antes y dejandola sin esperanzas, arrancandole un pedazo mas de vida. El hombre, afligido, al borde del llanto, les comunico a los policias lo que habia sucedido. Los agentes avisaron por radio de inmediato a sus companeros de la patrulla movil, que se encontraba cerca del lugar, dandoles una breve descripcion del nino para que procedieran a vigilar la zona e identificar cualquier actividad sospechosa. Al verlos llegar con su marido, la mujer, con el rostro contraido en una mueca descompuesta y el maquillaje convertido en dramaticos tizonazos trazados por las lagrimas, corrio hacia ellos como si fueran su ultima salvacion. Su esposo sintio una punzada de dolor cuando paso por su lado sin dirigirle una misera mirada complice, agarrando del brazo a uno de los agentes, una mujer que debia tener mas o menos su edad, y a la que, vomitando su dolor, le explico lo sucedido. El se acerco para arroparla, para proporcionarle un atisbo de consuelo, pero fue respondido con un frio y brusco gesto de desprecio. Y entonces supo lo que eso significaba. El era el culpable de la perdida de su pequeno. El, y unicamente el, habia permitido, con su torpe y egoista negligencia, que la oleada humana se lo llevara, que su hijo se encontrara solo y perdido en aquella marabunta carente de alma y de corazon. Y no se lo perdonaria. Jamas. Alli, aquella maldita noche del recien inaugurado invierno, se rompia su proyecto en comun, su matrimonio, su amor. Nada seria capaz de compensar lo que habia sucedido, nada seria capaz de reparar su imprudencia, ni tan siquiera el encontrarlo sano y salvo. O quizas eso si. Quizas, despues de todo, aun existia una posibilidad de enmendar su error. Y eso le acongojo todavia mas. ?Y si no lo encontraban? ?Que sucederia con Marc? ?Que seria de ellos, de sus vidas? No queria ni imaginarselo. Pensarlo le colapsaba los sentidos, abotargaba sus sentimientos, provocandole un terror desconocido y feroz que le destrozaba por dentro. Nunca habia experimentado un miedo tan atroz, tan salvaje, tan violento, un miedo que te anulaba, que te impedia pensar, actuar, que te inhabilitaba como persona. !Tenia seis anos recien cumplidos, por el amor de Dios! ?Como habia sido capaz de perderlo?, se volvio a preguntar, flagelandose, asumiendo toda la culpa de su desdicha. ?Como no habia reaccionado a tiempo y le habia dejado marchar sin comprobar que acabara en manos de su madre? Ella tenia razon, se merecia cuanto le sucediera, pues el era el responsable de que la sangre de su sangre se hubiera desvanecido ante sus ojos. Estaba helado y no era precisamente por el frio. La sensacion de perdida, de impotencia y vacio era una astilla gelida recorriendo el interior de sus arterias y venas, desgarradora y cruel. Podia comprenderla. ?Como no iba a hacerlo? Pero ella debia de darse cuenta de un detalle que parecia habersele olvidado, que parecia haber pasado por alto. El era su padre y amaba a Marc como a nadie en el mundo. Su llegada le habia devuelto las ganas de vivir, le habia convertido en el hombre que era. Y... y... y, despues de todo, tambien le habria podido suceder a ella, ?verdad? ?O no? Sabia la respuesta. Y eso le resulto aun mas doloroso. Incapaz de contenerse, empezo a temblar, y las lagrimas, que durante los ultimos minutos habian enturbiado su vision, quemandole como acido, comenzaron a derramarse por sus mejillas, calcinando sus ultimas esperanzas. Marc, hijo, ?donde estas? PROLOGO Marc sintio que tiraban de el. Supuso que era su madre, que queria ensenarle uno de los juguetes que habia pedido para Navidad, uno de tantos que se exponian en aquellas enormes tiendas repletas de colores y luces que llenaban la calle en la que se encontraban. Por eso se dejo separar de su padre, por eso dejo de sentir el contacto de sus dedos con los de el y por eso se habia dejado llevar. Mas, tras aquel suave tiron de su bracito, no estaba su madre, sino una senora a la que no conocia. Entrecerro los ojos y penso en llamar a su mama, pero dudo unos instantes y la senora aprovecho para apartarle a un lado, haciendose paso entre la gente, agachandose y poniendose a su altura. Busco a su alrededor. No vio a sus padres cerca. ?Donde se habian metido? Mama siempre le decia que no debia perderlos de vista, para evitar extraviarse. Pero en realidad no lo habia hecho, estaba alli con aquella senora que, por otro lado, a primera vista, le resulto bastante agradable. --Hola, pequeno, ?te gustan los perritos? ?Te gustaria ver uno? ?Ver un perrito? !Eso era mejor que los juguetes de las tiendas! Le encantaban los perros, sobre todo si se dejaban acariciar. Era muy gracioso cuando movian la colita y empezaban a saltar a tu alrededor, ladrando contentos, su lengua rebotando descolocada. Si, claro que le gustaria verlo. Por supuesto. Pero sus padres le habian advertido que no debia irse con desconocidos. Que habia gente mala. Claro que… ver un perro no podia considerarse nada muy terrible. Aun asi, no estaba muy convencido de querer aceptar la proposicion de aquella senora a la que le brillaban intensamente los ojos. --Mis papas dicen que no debo hablar con desconocidos --dijo el, con firmeza y rotundidad. --Tus papas tienen toda la razon del mundo. Me llamo Carla, ?y tu? --Yo me llamo Marc Isern Garcia. --Ahora ya nos conocemos, Marc. --Sonrio--. Te he visto hace un rato. Eres muy guapo. Y... he pensado que quizas te apeteciera ir a ver a mi cachorrito. ?Que te parece? Marc inclino la cabeza hacia un lado, pensativo. Aquella mujer se llamaba Carla y tenia un cachorro que le queria ensenar. Nunca la habia visto, pero le habia dicho su nombre. Ademas, no pensaba tardar. Le diria a aquella senora que le trajera al mismo sitio y asi sus padres no se preocuparian. Si, podia ir a ver al perrito, decidio. ?Por que no? Ademas, le hacia una ilusion barbara. Y, si le gustaba mucho, aun tenia tiempo de escribir a Santa Claus y pedirle que le trajera uno por Navidad.
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La muneca ciega de Giorgio Scerbanenco
https://gigalibros.com/la-muneca-ciega.htmlUna muneca a la que le han arrancado los ojos es abandonada en un hospital. Al mismo tiempo, el multimillonario Deravans, quien quedo ciego a causa de un accidente de trafico, podria recuperar la vista mediante una intervencion que solo el doctor Linden, amenazado de muerte si se atreve a llevarla a cabo, es capaz de realizar. Jelling, un empleado de la Policia de Boston que cuenta con una sorprendente habilidad para recordar delitos y perfiles de criminales, tendra que seguir las huellas de un crimen que aun no ha sido cometido para evitar un posible homicidio. Sirviendose de la tension inducida al lector a traves de inquietantes senales casi imperceptibles y de la originalidad de la trama, Scerbanenco vuelve a lograr que el lector perciba el angustioso hedor <> que transmite La muneca ciega.
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Esta tormenta de James Ellroy
https://gigalibros.com/esta-tormenta.htmlJames Ellroy retoma la historia de Perfidia con esta nueva y brutal entrega del segundo Cuarteto de Los Angeles, durante los anos de la Segunda Guerra Mundial.
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Caballeros de Xydonia de Barb Capisce
https://gigalibros.com/caballeros-de-xydonia.htmlEn un futuro no muy lejano de nuestro tiempo, distopico, audaz, la raza humana debera enfrentar la respuesta a su pregunta mas profunda: ?Estamos solos en el Universo? No hubo preambulo, llegaron y arremetieron sin previo aviso, sin negociacion. No hubo tiempo a nada, ni siquiera a correr. Si algo quedara en pie del mundo, tal como lo conociamos, los titulares de las noticias en todos los idiomas darian un solo saldo: estamos perdiendo.
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Un pequeno favor de Darcey Bell
https://gigalibros.com/un-pequeno-favor.htmlTe pidio que cuidaras de su hijo.
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La nacion de las bestias. El senor del Sabbath de Mariana Palova
https://gigalibros.com/la-nacion-de-las-bestias-el-senor-del-sabbath.html“?No estas harto de tener miedo? ?No querrias tener la certeza, pro primera vez en la vida, de que no estas loco? ?De saber que todo lo que ves y lo que te pasa… es real?” Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie mas puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mistica India, el pais donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans, con la esperanza de volver a encontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebe. Pero lo que Elisse no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla, y devorada por furiosos huracanes, se encontrara con mucho mas que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio y hasta en su propia sangre.
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Donde Quieras de Zoe Hanley
https://gigalibros.com/donde-quieras.html?Ana? ?Que pasa? ?Va todo bien? --respondi al movil automaticamente, apenas habia abierto un ojo para mirar la pantalla. --!!Feliz ano nuevo, hermanita!! --su grito termino de despertarme. --?Tienes resaca? --No, no. !Feliz ano, Anita! Estaba demasiado desorientada. Mire el despertador: las ocho. Apenas llevaba cuatro horas en la cama… y Sergio no estaba. Como siempre. Pero… ?cuando dormia? --?Que haces despierta tan pronto, Ana? --Todavia no me he acostado. Bueno, acostarme… me he acostado, pero sabes que me gusta despertarme en mi cama… --sutil como solo mi hermanita pequena sabia ser. --Bueno, me alegro de que hayas tenido una buena salida y entrada de ano… --no pude evitar hacer el chiste facil y la oi reirse al otro lado del auricular. --Ya, ya… seguro que la tuya tampoco ha estado nada mal. Con un novio con el tuyo, hasta yo me plantearia seriamente la monogamia. --No es mi novio. Solo es… ?Mi chico? ?Mi amante? ?Mi amigo… que se enfada cuando le llamo amigo? Era demasiado confuso. Mi Amo, lo unico que sabia y lo unico que no podia decir. --Eso, Clari, ?que es? --odiaba cuando mi hermana actuaba como la voz de mi conciencia. --No lo se. Y no me llames asi que sabes que no lo soporto. Solo no es mi novio y punto. --Veo que ni siquiera el ha conseguido quitarte el mal humor de por las mananas. Pero Clara, si estais viviendo juntos… --Solo me estoy quedando en su casa unos dias. --Ya, en una casa que ha buscado solo para estar cerca de ti. --Ana, eso no es asi exactamente. --Entonces ?como es? ?Como llamas a un chico con el que vives, que cambia de ciudad para estar contigo, que corre a presentarse a tu familia? Pero si solo le falto arrodillarse y pedirle tu mano a papa. --Ana, Sergio no… --?Por que estas tan cerrada? Hay algo que no me estas contando. ?Esta casado? --No, no esta casado --o al menos eso creia. Tampoco se lo habia preguntado directamente… --Es solo que no… no se lo que quiere. --?Que quieres decir? --Me confunde, mucho. --Por favor Clara, pareces nueva. Vale que has tenido novio desde hace ?cuantos? ?cien anos? y no estas acostumbrada a jugar. Pero tienes que echarle ovarios y dejarle las cosas claras. Tu pones las reglas. Lo importante aqui es lo que tu quieras. ?Que quieres tu? --Ana, no es tan facil… --Clara, ese chico esta loco por ti. ?Que mas tiene que hacer para que te des cuenta? No se lo que esta pasando pero si sigues su juego solo conseguiras que te haga dano. ?Quieres que te diga lo que va a pasar? Voy a leerte el futuro. Te vas a enamorar de el y despues, cuando tenga que volver a Alemania, ?que vas a hacer? Mi hermanita pequena dandome consejos amorosos, y lo peor era que, para no tener ni idea de lo que estaba hablando, estaba acertando de pleno… para un chico normal. Sin embargo, la simple idea de "echarle ovarios y dejarle las cosas claras" a Sergio, no podia menos que hacerme temblar. --Llamarte, al menos siempre podras contarme tu ultimo rollo. Ahora, cuentamelo todo sobre el chico de anoche – o – --Clara, ven aqui --me acerque a el y, en un solo movimiento, me sento encima de sus piernas y su mano derecha se perdio por debajo de mi camison de hilo blanco. --Quiero oirlo ahora --ni siquiera sabia a que se referia. Cerro el portatil y lo aparto descuidadamente a un lado. Despues de la desesperante aunque divertida conversacion con mi hermana, habia bajado a su despacho. No sabia el tiempo que podia llevar enfrascado en lo que estuviera trabajando pero, fuera lo que fuera, no habia terminado. Me habia prometido todo el dia para mi en cuanto acabara, y decidi que era el momento perfecto para dedicarme un poco de tiempo a mi misma. Me habia preparado un cappuccino y, mientras me deleitaba observando las gotas de lluvia caer en la terraza, me sente en la cama para devolver todas las llamadas perdidas y mensajes de familia y amigos felicitando el ano. La conversacion con mi madre habia sido la mas agotadora con diferencia. Cuando se ponia en modo interrogatorio era imposible, daba igual los anos de entrenamiento que llevara, ella siempre tendria mas horas de vuelo que yo. Y aun asi sus esfuerzos por sonsacarme cualquier detalle sobre como avanzaban las cosas con Sergio eran en vano, ni siquiera yo tenia respuestas. Tampoco era el momento para pensarlo. Del que no habia vuelto a tener noticias era de Killian. Me sentia muy mal por la forma en que habiamos terminado, pero me extranaba que no se hubiera puesto en contacto conmigo, al menos para pedirme perdon. Se me paso por la cabeza llamar a alguno de sus amigos para saber como estaba, pero descarte la idea inmediatamente. Estaba echada en la cama leyendo un libro en la tablet mientras escuchaba la playlist de Marlango, cuando me interrumpio una llamada perdida. Sergio. Y aunque no sabia lo que significaba, habia conseguido despertar mi curiosidad. No llegue a entrar en su despacho, solo me asome por la puerta. Estaba imponente en su sillon detras del escritorio, y mas, ataviado como estaba, solo con unos pantalones de pijama. --?Que deseas oir, mi Amo? Empezo a acariciarme y fue instantaneo, mi cuerpo se relajo sobre su pecho desnudo. Sentia su piel caliente en mi espalda, incluso en la mitad inferior cubierta por la fina tela del camison. Sus dedos se movian dulces alrededor de mi sexo, despertando el deseo muy lentamente. Respondi al segundo, humedeciendome para el. Mi cuerpo habia aprendido a reaccionar a su contacto exactamente como el queria en cada momento. --El otro dia, cuando salimos a comer, no contestaste mi pregunta. Quiero que lo hagas ahora. No voy a poder concentrarme hasta que lo oiga. Me quede blanca. Sabia perfectamente a que pregunta se referia. Me la habia hecho dos dias antes y albergaba la esperanza de que se le hubiera olvidado. Pero no lo habia hecho, y si no le habia importado esperar hasta ahora para repetirla, era porque sabia la respuesta. --Parece que necesitas que te refresque la memoria, preciosa. Silencio. --?Por que sigues aqui si sabes lo cruel que puedo llegar a ser? --un escalofrio me recorrio como la primera vez que me la hizo. Seguia muda. --Dejame que lo ponga con otras palabras, -- su nariz retiro el pelo de mi oreja, para que sus susurros no encontraran ningun obstaculo --?por que sigues a mi lado aun sabiendo que lo que te he hecho hasta ahora no es nada comparado con lo que puedo llegar a hacerte? Era como un depredador acechando a su presa. Sabia perfectamente lo que queria y no me iba a soltar hasta que lo obtuviera. Mi sexo se mojo aun mas de lo que estaba, y esta vez sabia que la culpa no era solo de sus dedos. --Contesta. Quiero oirlo ahora --repitio. --No lo se, mi Amo. --No. Lo sabes perfectamente. Sus labios se movian en mi hombro mientras su mano izquierda recorria la curva de mi escote, adentrandose timidamente solo para volver a salir. La piel de todo mi cuerpo se erizo. Se sonrio al comprobarlo. --Mi Amo… si lo sabes, ?por que quieres que lo diga? --Ya te lo dije, me encanta oirtelo y hoy te lo voy a sacar, aunque tenga que arrancarlo de tus labios. Me da igual lo que me cueste. Su mano izquierda avanzo por el escote del camison y abarco mi pecho derecho cubriendolo con su palma. Aparto la tela de su alrededor hasta dejar que asomara por encima. Despues repitio la operacion con el izquierdo. Temi por la fragil tela, adoraba ese camison, y sobre todo, como reaccionaba cada vez que me veia con el. Ignoro mis pezones, que se habian puesto duros como respuesta, y siguio recorriendome despacio. Su mano derecha, abajo, seguia rodeandome, evitandome. Sus dedos se desviaban por la parte inferior de mi vientre, mis ingles, o el perineo, causando que toda mi vagina se empapara por la anticipacion. Podia imaginarme su estrategia, dejarme con tantas ganas de el que estuviera dispuesta a cualquier cosa con tal de que me tocara. --?Piensas torturarme, mi Amo? --No, todo lo contrario, preciosa. Pienso darte tanto placer que no podras evitar gritarmelo. !Dios! Eso si era crear expectativas. Me inunde con sus palabras, porque tenia el convencimiento de que iba a pasar exactamente como el auguraba. Acabaria haciendo lo que el quisiera, no me cabia la menor duda. Solo podia retrasarlo, pero iba a disfrutar el proceso… De un manotazo, despejo el escritorio de papeles, que cayeron al suelo desordenados. Me levanto y me tendio sobre la mesa. Sus manos se colaron por debajo del camison, subiendo por mis caderas. Me agarro y me acerco deslizandome sobre la madera hasta chocar con su pelvis. Levante mi cabeza para reclamarle un beso, pero su mano en mi pecho me retuvo. Mi atencion se poso despues en el bulto que tiraba de la tela de sus pantalones, que se alzaba como un tronco robusto, largo y grueso. Solo adivinarla me hacia temblar. La necesitaba. Intente alcanzarla con mi pie, aunque sabia de antemano que no me lo iba a consentir.
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El escudo de los dioses de Lorena Concepcion
https://gigalibros.com/el-escudo-de-los-dioses.htmlScarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.
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Compartiendo La Misma Cama de Penelope Dunn
https://gigalibros.com/compartiendo-la-misma-cama.htmlEstoy totalmente impresionada. "?Como dices?", pregunto. "Es absurdo", manifiesta con sorpresa mi hermana menor. El abogado de mi padre, Alexis, intenta mostrarse relajado y peina su cabello suavemente. No tengo motivos para desconfiar de el. De hecho, confio totalmente en cada una de sus palabras y acciones. Ha laborado tantos anos para nosotros que se considera un integrante mas de nuestra familia. "Se que papa no seria capaz de atreverse a hacer eso. Supongo que todo es una equivocacion. Es realmente insolito", digo en voz baja, pero el niega con su cara. "Quiero ver su testamento, por favor, porque pienso lo mismo", dice Natalia. Le cede los documentos a mi hermana. "Ana, Natalia, era su voluntad, se los aseguro", dice viendonos fijamente. "Yo mismo escribi su testamento, luego su padre lo leyo, estuvo de acuerdo y firmo los papeles necesarios. Era su voluntad, se los aseguro". Hablamos sobre ese tema con mama unos dias antes de la partida definitiva de nuestro padre. Por eso, Natalia esta tan asombrada como yo. Entiendo lo que esta pensando, pues el mismo pensamiento atraviesa mi mente. En ese momento, nos acercamos a la cama de nuestra madre. Sabiamos que solo podiamos brindarle calidad de vida, porque su enfermedad la habia deteriorado tanto que ya no era posible sanarla. Esperabamos que se sintiera bien en sus ultimos dias de vida. "Quisiera pedirte algo", revelo mama en voz baja. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidiera. "Seguro, mama", le dije, con toda la seriedad del mundo. "Quiero pedirte que hagas todo lo necesario para conservar nuestra casa. "Siento que este hogar es parte de nuestras vidas. En estos muros estan las historias de mis padres y mis abuelos. Hay vida aqui, lo se. Esta ha sido mi casa desde que naci. Lo mismo paso con mis padres, y con ustedes. No quiero que nadie, salvo tu, se haga cargo de ella. Como eres la hija mayor, debes prometermelo. Quedara en tus manos, asi como mi madre la dejo en las mias al partir para siempre. Debes cuidarla hasta que tengas un hijo y puedas darselo como herencia familiar tambien. Debemos... conservarla", dijo, tomando mi mano con la poca fuerza que le quedaba. "Te lo prometo, mama", dije con fuerza. La idea de que otra persona comprara nuestro hogar no habia pasado por mi mente hasta ese momento. Esperaba tener hijos y que crecieran en ese espacio, al igual que mis sobrinos, si Natalia finalmente decidia tener hijos. Era nuestra casa, y mi deseo era que siguiera siendolo mientras estuvieramos vivos. No podia estar en otras manos que no fuesen las mias, porque era parte de nuestra identidad y nuestras vidas, como decia mama. Esperaba honrar ese compromiso, y no me importaba si eso implicaba cualquier sacrificio. Sin embargo, las cosas estaban cambiando. Al parecer, alguien me lo quitaria. Nos lo quitaria. Esa persona era Cristina. Nos quitaria nuestro hogar, ese que mi madre adoraba con toda su alma. Cristina estaba sentada en silencio, y su atuendo negro de pies a cabeza le ayudaba a simular que de verdad lamentaba la perdida de papa. "!Papa no le habria heredado La Estancia a esa... mujer!", dijo Natalia con fuerza. "Ella no simpatizaba con este lugar, o, mejor dicho, lo detestaba, y el era consciente de ello. Dijo que era una montana de excremento. !Lo dijo en las narices de papa!", dijo, senalando con su mano a nuestra madrastra. "Entiendo, Natalia, y no sabes cuanto lo lamento. Realmente tengo las manos atadas. La Estancia, el area circundante y todas las hectareas de bosque cercanas pasan a manos de Cristina por decision de su padre", dice nuestro abogado, y nos ve con una expresion de melancolia. Papa habia dicho que dejaria la casa en mis manos. Entendia lo especial que era el lugar para nosotras, en especial para mi. Mama le habia pedido como ultimo deseo que me la dejara como herencia. Y la habia puesto a mi nombre, pero solo por un tiempo, con la unica finalidad de evadir impuestos. Habia sido idea de su contador. Luego le habia asegurado a mi madre que, al fallecer, la pondria permanentemente a mi nombre. Fui testigo presencial de ese hecho. Incluso habia llorado al momento de decirselo. Entonces me siento en el borde de la cama. Aun no creo lo que esta sucediendo. No entiendo como es posible. Ahora soy yo quien cree que va a llorar. No puedo creer que nuestro padre haya faltado a su palabra y nos haya dejado a nuestra suerte. ?Por que lo haria? No lo entiendo. Lo acompane hasta el dia de su muerte. "Ana, hija adorada, te amo", susurro. "Eres mi hija mayor. Has sido mi favorita desde que naciste. Organice todo para que nadie ajeno a nuestra familia te perjudique ni te quite la casa", dijo. Sostuve su mano durante su ultimo aliento y me vio fijamente. !Hizo todo lo contrario a lo que dijo que haria! "De todos modos, su padre preparo todo para que ambas puedan vivir en el apartamento que dejo en El Rosal, si Cristina acepta. Pueden estar tranquilas. No van a quedarse en la calle", dice Alexis, tocando el hombro de Natalia. "Creo que no es necesario oir nada mas sobre casas", responde Cristina. "?Eduardo me lego algo mas?", dice. Se nota su molestia. "Desafortunadamente, no. Solo ese apartamento y una pension de por vida que podras disfrutar hasta que mueras", revela con crudeza Alexis. "?Nada mas?", pregunta con fuerza. "?Ese viejo tacano no me dejo nada, nada mas?". "No", responde Alexis. Su cara muestra su creciente molestia. "?Pero y la empresa? Las prendas antiguas de oro, la casa en Canada y la de Malta...", pregunta. Alexis respira con fuerza. "Lo repartio entre toda la familia. De todos modos, la suma mensual que recibiras es alta. Creo que tienes suerte". "?Alta? No quiero pensar como seria si fuese baja", le dice con altivez. "Merezco mucho mas, por todo lo que me esforce por nuestro padre. Ese viejo avaro y vil no me dejo nada mas, a pesar de que tuve que limpiar su tras…". Me levanto con furia. Aunque no se como lo hago, me pongo de pie y camino hacia Cristina. Le doy una bofetada en su mejilla izquierda, y el sonido que produce mi movimiento es tan fuerte que retumba en las paredes. Cuando puede voltear, noto la expresion de odio genuino en la cara de Cristina. No obstante, entiende que sus acciones me han hecho perder la compostura y olvidar mi educacion, asi que frena sus deseos de levantarse y golpearme. Natalia sonrie ante mi osadia. Es la primera vez que lo hace durante la reunion. "Vete. No mereces estar en este hermoso hogar. Solo eres una puta malvada que se caso con mi padre por dinero. No entiendo que vio mi padre en ti. Quiero apretar su garganta, pero no lo hago. "Sera mejor que salgas de aqui", le grito en cambio, con fuerza. "Yo si lo se. No es ningun misterio. Se como cabalgar un pene. Soy mas talentosa que muchas otras mujeres. Tal vez pueda ensenarte a hacerlo. Creo que te hace mucha falta aprender de ese tema", dice, y empieza a reir abruptamente. "!Me das asco!", lanza Natalia. "Sal, o te sacare a patadas", le exijo, con mis manos apretadas. Cruza sus brazos antes de salir. "Lo hare, pero antes de hacerlo les dire que voy a vender esta mierda. Quiero que antes del lunes desocupen este espacio. Si no lo hacen, lo lamentaran", informa, sonriendo maliciosamente mientras nos mira. CAPITULO 2 ANA Creo que voy a tener un infarto. Mi corazon acelerado hace que piense en ello. No puedo decir ni una palabra. Tampoco se que pensar. "Ana, ya puedes estar tranquila. Esa loca se fue", dice Natalia, y pone su mano en mi muneca. Se me ocurre una idea y empiezo a hablar con mi voz quebrada. "Usare mi asignacion mensual para comprar esta casa de una vez", digo. Subo mi mano y sujeto con fuerza la de Natalia. Giro para ver a Alexis. Pero el niega con su cara. "Eso no va a pasar", dice. Lo veo con asombro. "Por otra razon desagradable, supongo", dice Natalia. "Lo que sucede es que puedes disponer de ese dinero solo cuando cumplas veintiuno". "?Como? ?Que llevaria a nuestro padre a decidir algo asi?", digo. La noticia me sorprende aun mas y crea mas incertidumbre. "Algunas personas mayores toman ese tipo de decisiones cuando sus hijos son adolescentes o llevan una vida... un poco intranquila. Tambien lo hacen porque consideran que quienes rodean a sus hijos podrian enganarlos o hacerlos caer en trampas terribles", dice Alexis, y luego grune ligeramente y levanta sus manos. "Ya tengo veinte. La gente que me rodea tiene buenas intenciones, y llevo mi vida con tranquilidad. Papa era consciente de ello". Alexis encoge sus hombros y se queda en silencio. Suspiro y caigo en un sofa cercano. Entiendo que ese divan esta alli porque papa queria que sus clientes se sintieran comodos al visitarlos, pero ahora siento que es parte de una historia. La historia de terror que estoy viviendo por sus decisiones. Mis manos estan atadas mientras el espacio que ha sido el hogar de nuestra familia por cinco siglos es vendido como un pedazo de madera. Quedara en manos de gente ajena a la casa. Se que podrian remodelarlo por completo. Incluso tirar todo. Tal vez usen el espacio en el que esta enterrada mi abuela y mi madre para construir algo mas. No puedo dejar que lo hagan. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no hubiera imaginado, por muy pesimista que fuese, que viviria todas esas cosas tan terribles durante la lectura del testamento de papa. Natalia camina hacia mi, se arrodilla y toca mis manos. "Tiene que haber algo que podamos hacer. Quiero conservar La Estancia. Fue el juramento que le hice a mama. Le asegure que siempre seria parte de nuestra familia, como ha sido hasta ahora", digo, y subo mi cara para ver a Natalia. "?Si hay algo que podamos hacer?", le pregunto mientras me levanto con prisa. El frunce su ceno y luego sonrie ligeramente, aunque su expresion no indica nada mas. Se quita sus gafas para limpiarlas y yo tomo aire en espera de su respuesta. Natalia tambien esta expectante. "Puedes hacer algo, aunque tal vez no quieras hacerlo", responde, revisando los documentos frente a el. "Cuentanos". Aclara su garganta y me ve fijamente. "Como habras notado, ustedes tienen el cuarenta y ocho por ciento de las acciones de la compania de su papa". Natalia no entiende nada. Yo tambien siento que me habla en otro idioma. "No lo habia notado. Y es cierto. No sabia nada sobre el asunto. Solo habia escuchado que ya no seriamos duenas de La Estancia. Continua, por favor". "Antonio Jose Velez es el dueno del cincuenta y dos por ciento restante", dice. Natalia abre su boca de par en par. Antonio Jose Velez. Es un hombre con cabellera negra perfectamente cortada, una piel dorada por el sol, perforaciones en algunas partes de su cuerpo, una expresion desafiante en sus ojos y una anatomia trabajada durante anos en un gimnasio. Su cara es provocativa, pero por lo que habia dicho papa, no debia dejarme llevar por esa apariencia seductora. Es un tipo diabolico para los negocios. Negocios que se tratan casi siempre de comprar empresas. Empresas que se mostraban debiles o con resultados negativos inesperados. Hacia ofertas hostiles a los accionistas para comprarlas e insistia hasta que lo lograba. Aunque me siento cada vez mas confundida y perdida, la imagen de Antonio Velez llega paulatinamente a mi mente. "?Antonio Jose Velez tiene la mayoria de las acciones de la empresa?", pregunto, con mi voz expresando mi incredulidad. "!Dime que es mentira!", pide Natalia. Alexis niega con su cara. "Es verdad. Adquirio esa mayoria accionaria hace dos o tres anos". Dos o tres anos, pero yo no sabia nada de nada. Recorde que papa siempre me contaba lo que sucedia en la compania. Lo habia hecho desde que yo tenia diez anos, para despertar el interes de mi hermana y el mio en la compania. Tomo aire y levanto mi cara para intentar pensar con claridad. ?Por que papa lo habria hecho? Solo una razon llega a mi mente: la empresa estaba tan mal que la unica solucion que habia visto mi padre era cederle la mayoria a Antonio. Papa habia vendido parte de la compania a ese sujeto sin decirnos nada. Se habia desprendido de la mayor parte de su empresa, la que habia fundado y planeaba dejarnos como herencia, supuestamente, a un cazador de empresas en aprietos que seguramente la desguazaria para venderla otra vez y ganar mas dinero. "?Por que? ?La empresa tenia dificultades?", le pregunto. "Hasta donde recuerdo, siempre tuvo buenos resultados", dice Natalia. "Los tuvo. La empresa era exitosa. Me parece que la participacion de Antonio la hizo mas exitosa de lo que ya era. Creo que vender las acciones fue el mejor negocio que pudo hacer su papa". "?De que modo se relaciona ese senor con La Estancia?", pregunto. Otras interrogantes aparecen en mi mente. "De ningun modo. Sin embargo, en el testamento queda claro que, si una persona tiene el setenta por ciento o mas de las acciones de la compania, tendra la potestad de parar la venta o alquiler de la casa o el terreno alrededor. Queda claro que ustedes no llegan a esa cifra, pero en caso de que... de que... te convirtieras en la esposa de Antonio Velez… Cristina no podria vender la casa, y la comprarias cuando cumplas veintiuno, con tu herencia". Natalia abre sus ojos de par en par. "Es un chiste, ?verdad?", pregunto. Mis ojos tambien estan muy abiertos. "No. Solo haciendo eso podras quedarte con La Estancia". ?Entonces debere casarme con Antonio Velez para conservar la casa?
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Las manos quietas, que van al pan de Lara Smirnov
https://gigalibros.com/las-manos-quietas-que-van-al-pan.htmlNina no tiene suerte con los hombres. Harta de sufrir el acoso de jefes y companeros en los restaurantes donde ha trabajado, se presenta al concurso <
>, para conseguir su independencia y abrir su propia pasteleria. -
Farina de Nacho Carretero
https://gigalibros.com/farina.htmlCoca, farlopa, perico, merca, Farina. Nunca Galicia comercializo un producto con tanto exito.
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Entre Dos Mundos de Maca Soler Alba
https://gigalibros.com/entre-dos-mundos.htmlBien, Mal, Paz, Dolor, Sufrimiento, Alegria…todo con un nexo comun: la saltadora.
Cuando Jacqueline Dubois descubre que el infierno en el que se encuentra sumida puede ser su propia salvacion, decide hacer lo que siempre ha sentido que estaba destinada a hacer: luchar, muchas veces incluso consigo misma.
Cuando tu destino esta escrito entre dos mundos es algo de lo que no puedes escapar. -
Amor con H de Aida Del Pozo
https://gigalibros.com/amor-con-h.html<> deberia haberse escrito con H, porque el Hamor no es redondo ni perfecto>>.
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Mi vida cambio por una carta. Mil ciento cincuenta palabras. Viaja conmigo donde quiera que vaya. La conservo en mi corazon me sirvio de guia para hallar la felicidad.
Me llamo Cristina y soy psicologa. En este momento me preocupan dos de mis pacientes, Gloria y Alicia. Gloria no sabe lo que quiere y aun no ha descubierto que todos tenemos todas las respuestas en nuestro interior y que solo hay que desear encontrarlas. Espero ser sus mil ciento cincuenta palabras para que encuentre lo que esta buscando.
En cuanto a Alicia, me preocupa que regresen sus fantasmas. Esta tan cerca de llegar a su meta y ahora.
Tengo miedo de no poder ayudarlas, tengo miedo al fracaso.
Si pudiera conseguir que encontraran al Alvaro que todos llevamos dentro. -
Mi hogar en ti de Africa Huertas
https://gigalibros.com/mi-hogar-en-ti.htmlCuando Julie regreso a su ciudad natal en Sudafrica, despues de un ano, todo habia cambiado. Ella tenia, al fin, la vida que siempre habia sonado: el Acuario, los animales, su familia, sus amigos, su tierra. Lo que nunca imagino fue todo lo que el destino le tenia preparado.
Una historia en una tierra salvaje. Un amor incondicional e inquebrantable. Un viaje a las entranas de Africa banado por un conflicto que se mantiene latente despues de tantos anos. Julie se vera envuelta, sin pretenderlo, en un cambio social que la empujara a tomar nuevas decisiones, un nuevo camino que la llevara lejos. Giros inesperados en un entorno de ensueno.
Mi hogar en ti te llevara a un viaje inolvidable consiguiendo que te enamores locamente. -
El largo viaje a un pequeno planeta de Becky Chambers
https://gigalibros.com/el-largo-viaje-a-un-pequeno-planeta.htmlRosemary Harper se une a la tripulacion de la Peregrina, una vieja nave tuneladora, sin saber muy bien que esperar de su primer trabajo. Aunque la nave ha visto tiempos mejores, le ofrece un pequeno lugar al que llamar hogar durante un tiempo, algo de aventura en los confines mas alejados de la galaxia y, lo que es mas importante para ella, la oportunidad de dejar atras su pasado.
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La ultima raya – Javier Jorge de Javier Jorge
https://gigalibros.com/la-ultima-raya-8211-javier-jorge.htmlUna historia sobre el amor, el sexo y el peso de las decisiones en la vida. Narrada con un lenguaje y estilo directo y con un ritmo trepidante que hace volar al lector por las paginas. Compruebalo pidiendo tu muestra gratis a Amazon.
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Terra Alta de Javier Cercas
https://gigalibros.com/terra-alta.htmlUn crimen terrible sacude la apacible comarca de la Terra Alta: los propietarios de su mayor empresa, Graficas Adell, aparecen asesinados tras haber sido sometidos a atroces torturas. Se encarga del caso Melchor Marin, un joven policia y lector voraz llegado desde Barcelona cuatro anos atras, con un oscuro pasado a cuestas que le ha convertido en una leyenda del cuerpo y que cree haber enterrado bajo su vida feliz como marido de la bibliotecaria del pueblo y padre de una nina llamada Cosette, igual que la hija de Jean Valjean, el protagonista de su novela favorita: Los miserables.