• no recuerdo si lo hice - Alice LaPlante

    https://gigalibros.com/no-recuerdo-si-lo-hice.html

    Una impactante novela sobre las trampas de nuestra mente.

  • NO RECUERDO SI LO HICE | ALICE LAPLANTE - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-no-recuerdo-si-lo-hice/9788415532705/2218302

    Sinopsis de NO RECUERDO SI LO HICE ... La doctora Jennifer White es una cirujana ortopédica retirada que padece alzhéimer. Cuando su amiga y vecina, Amanda, ...

  • No Recuerdo Si Lo Hice (Éxitos literarios) - Libros - Amazon.es

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    No Recuerdo Si Lo Hice (Éxitos literarios) : Alice LaPlante: Amazon.es: Libros. ... Ha sido considerada Libro del Año por los principales medios escritos ...

  • No recuerdo si lo hice - Libro de Alice Laplante - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/82795/no-recuerdo-si-lo-hice

    Resumen y sinópsis de No recuerdo si lo hice de Alice Laplante ... La doctora Jennifer White es una cirujana ortopédica retirada que padece alzhéimer. Cuando su ...

  • Mis críticas. No recuerdo si lo hice | La librería de Javier

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    4 ago 2020 — Jennifer White es una prestigiosa cirujana ortopédica especializada en operaciones de dedos de las manos. Debido a una demencia con Alzheimer, ...

  • "No recuerdo si lo hice" - Alice LaPlante - Libros que hay que ...

    http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com/2013/11/no-recuerdo-si-lo-hice-alice-laplante.html

    27 nov 2013 — No recuerdo si lo hice es su primera novela, con la que ha cosechado un gran éxito. Ha sido considerada Libro del Año por los principales ...

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    18 oct 2013 — No recuerdo si lo hice, libro o eBook de Alice Laplante. Editorial: Maeva. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • EBOOKS - No recuerdo si lo hice - Ediciones Maeva

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  • NO RECUERDO SI LO HICE - ALICE LAPLANTE - Agapea

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  • no recuerdo si lo hice - LIBRERÍA LA PILARICA.

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    NO RECUERDO SI LO HICE. UNA IMPACTANTE NOVELA SOBRE LAS TRAMPAS DE NUESTRA MENTE, LAPLANTE, ALICE, 17,90€. La doctora Jennifer White es una cirujana ...

  • El hombre sin memoria de Rem Aurismaki

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    Pietro sufre de una particular forma de amnesia y no recuerda nada de Antro, el pueblo donde crecio. Algo tiene que haber pasado cuando era nino. Ahora, con su mujer Bernardina, vive en Occiduo. Un dia, una terrible aluvion destruye Antro, y con el, las ultimas posibilidades de Pietro de acordarse su pasado. Hasta que un sueno lo guia en medio de los escombros y el encuentra un ultimo sobreviviente, Antoni. Pietro cree conocerlo y se lo lleva a casa convencido que este pueda devolverle sus recuerdos.

  • La felicidad es un te contigo de Mamen Sanchez

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    EL despacho del inspector Manchego no era un despacho propiamente dicho, sino mas bien una sala diafana dividida en varios cuadrilateros separados por delgados paneles de pladur, muy practicos, eso si, donde cada cual era libre de fabricar su propio collage de recortes, fotografias, notas con mensajes urgentes, felicitaciones de Navidad, informes policiales y listas telefonicas de restaurantes con envio a domicilio. La distribucion recordaba bastante a la de los probadores de algunos centros comerciales en los que, inevitablemente, dado que carecen de techo y de cualquier sistema de aislamiento acustico, se escuchan comentarios tremendamente indiscretos sobre los diversos tipos de frutas y embutidos con los que puede compararse la anatomia femenina moldeada por un pantalon demasiado estrecho. La diferencia era que alli, en lugar de catastrofes esteticas, se ventilaban asuntos de otra indole; mas del tipo violencia y malos tratos, robos con intimidacion, asaltos a cajeros o peleas callejeras. Palabras como <>, <>, <> y <> saltaban de un cubiculo a otro como pulguillas en un colchon infesto. Tampoco se llamaba Manchego, pero el inspector, cuyo verdadero nombre era Alonso Jandalillo, fantaseaba con la idea de parecerse al Quijote no solo por la coincidencia del patronimico, sino tambien por la inmortalidad de sus gestas --a pesar de que hasta el momento su historial no reflejaba ninguna digna de mencion--, y por ese motivo habia adoptado el alias Manchego en las dos o tres operaciones de campo en las que habia intervenido. Que bien sonaban aquellas tres silabas acompanadas del ruido de fondo del walkie-talkie. A veces, el, que era un hombre de accion por mucha barriga que estuviera echando ultimamente, se lamentaba del sedentarismo al que le obligaba su comoda tarea de despacho en aquella comisaria de barrio a la que lo habian destinado el dia en que cumplio los cincuenta y quedo exento de patrullar las calles de Madrid. Anoraba el subidon de adrenalina que experimentaba al volante de su coche oficial con la sirena a todo volumen y el altavoz intimidatorio: <>. Por eso, la irrupcion imponente del senor Marlow Craftsman y de su interprete, el senor Bestman, en los tres metros cuadrados en que consistia su finca, ambos con traje de chaqueta de tweed y chaleco, maletin de cuero negro, zapatos caros y gabardina gris, le devolvieron la esperanza en aquella profesion que tanto le apasionaba a pesar de que la mayor parte del tiempo no le daba mas que disgustos. Sintio el impulso de levantarse a recibirlos, pero se contuvo a tiempo. Un inspector de policia no es un hombre de negocios, se recordo, no estrecha manos, no sonrie, ni siquiera interrumpe el ritmo mecanico de su teclado. A lo sumo, y como muestra maxima de cortesia, se quita el cigarrillo de la boca y lo golpea un par de veces contra el borde del cenicero, se aclara la garganta con un carraspeo y luego dice: <>. Entonces, una vez que los ojos de los visitantes se encuentran al mismo nivel que los propios y ya no hay modo de que lo intimiden a uno mirandolo de arriba abajo, puede elevar la cabeza y preguntar: <>. Marlow Craftsman rondaba los sesenta anos de edad, a juzgar por las lineas de expresion que rodeaban sus ojillos de rata. Estaba palido como un fiambre, tenia la piel del mismisimo color del jamon cocido y sus labios eran tan estrechos que parecian haber sido dibujados con tiralineas. El interprete era algo mas joven, pero igual de rosa. Tenia mas pelo, gris y negro, y usaba gafas para ver de cerca. --Permitame presentarle a mi jefe --dijo Bestman en un espanol gramaticalmente impecable y acusticamente horripilante--: Mister Marlow Craftsman, de Craftsman&Co. El inspector puso cara de bobo. Lo noto perfectamente. Por la emocion con la que el sujeto habia pronunciado aquel nombre, seguido de un silencio prolongado para dejar rebotar el eco de su voz en el pladur, lo mas probable era que se hallara ante un magnate de las finanzas. Sonaba a banco. Un banco de esos que llevan mas de ciento cincuenta anos en manos de la misma familia de aristocratas ingleses. Porque no cabia duda de que aquellos dos especimenes eran hijos de la Perfida Albion; de ahi sus aires de superioridad y la marca Hamilton de sus relojes, aguda observacion de la que mas tarde tendria tiempo de jactarse, cuando rememorara la escena. --Aja --respondio sin anadir ningun comentario, dado que no tenia ni la mas remota idea de que significaba aquel nombre. --Mr. Craftsman viene de Londres para denunciar la desaparicion de su hijo Atticus Craftsman. Puesto que la ultima residencia conocida del joven senor Craftsman se encuentra en el numero 5 de la calle del Alamillo, hemos sido advertidos por Scotland Yard de la conveniencia de abrir diligencias aqui, en su comisaria, por ser la mas cercana a su domicilio. --?Les envia Scotland Yard? --Aquello prometia. --No exactamente, senor Jandalillo... --Inspector Manchego --le interrumpio el policia. --No exactamente, inspector Manchego --repitio el otro--. Simplemente, hemos sido derivados aqui por la oficina de alla. --Entiendo. --El caso es que el senor Atticus Craftsman lleva tres meses sin dar senales de vida. La ultima comunicacion que establecio con su padre fue a traves de un mensaje telefonico el pasado 10 de agosto. --?Podria escuchar el mensaje? --pregunto Manchego. --Esta en ingles --respondio el interprete al tiempo que abria su maletin y sacaba un smartphone de ultima generacion. Apreto varios botones. Acerco el dispositivo a la oreja del inspector y contuvo la respiracion. Manchego escucho una voz nasal, como de persona constipada, sobre un ritmico sonido de fondo, una especie de lamento o de oracion, y los acordes de una guitarra. Por supuesto, no entendio una sola palabra de lo que decia el interlocutor, pero si pudo intuir que no se trataba de ningun mensaje de socorro porque no habia angustia en el tono de voz. Tambien por la noche, al recordar este detalle, se felicitaria por sus dotes de investigador. --?Que dice? --Tuvo que reconocer que el idioma ingles era su gran asignatura pendiente. --Dice textualmente: <>. El inspector, automaticamente, dirigio una mirada inquisitiva al senor Craftsman. El hombre, a su vez, tenia sus ojillos colorados clavados en los del inspector. --?Y bien? --lo interrogo--. ?Sabe a que se refiere? El interprete tradujo. El senor Craftsman respondio. --Mi jefe dice que probablemente se refiera al trabajo del que se estaba encargando en Madrid. Manchego se echo para atras. Despues de todo, iba a resultar que este caso era como todos. Asuntos feos de estupefacientes y ajustes de cuentas. --Senor Crasman --lo increpo--, ?esta su hijo involucrado en el trafico de drogas? --!No, por Dios! --respondio Bestman sin traducir siquiera--. El joven senor Craftsman, al igual que su padre, aqui presente, su difunto abuelo y todos sus antepasados por linea paterna hasta el siglo XVII, se dedica al negocio editorial. --Entiendo --dijo Manchego. --Es un joven respetable, educado en Exeter College, Oxford, con un expediente academico sobresaliente y una trayectoria profesional intachable. Nunca se ha visto envuelto en ningun asunto turbio de ninguna clase. El es la victima, no el sospechoso. El inspector Manchego le dio una larga calada a su cigarro. Habia dado un paso en falso, cierto, pero es que, segun les explico a los ingleses, era necesario explorar todas y cada una de las posibles causas de una desaparicion, hasta las mas inverosimiles. --Hay que ir descartando opciones --sentencio. --El senor Craftsman se inclina mas bien por la eventualidad de un secuestro --respondio el traductor. --?Por que? --quiso saber Manchego--. ?Han recibido ustedes alguna llamada exigiendo un rescate? ?Tienen alguna prueba de que el joven haya sido retenido en contra de su voluntad? --Lo cierto es que no. --Entonces, cinamonos a los hechos y no divaguemos, senores mios. Era importante mantener siempre una posicion de dominio sobre el ingles, se dijo Manchego. Abrio el programa informatico que contenia los formularios de denuncias, selecciono la pestana <> y escribio: <>, aunque luego lo cambio por <> a instancias del traductor: El denunciante, Marlow Craftsman, denuncia la desaparicion de su hijo, Atticus Craftsman, de treinta anos de edad, un metro ochenta y siete, de complexion mas bien robusta, rubio, ojos verdes, ligera cojera por una antigua lesion de remo... Se detuvo y fruncio el ceno. --?De remo? --Asi es. Una rotura de tendon. Manchego se imagino al joven remando en una trainera por el rio Tamesis. La espalda musculosa, los hombros vigorosos, los brazos fornidos, pero ?las piernas? Casi no se utilizaban las piernas en una trainera. Mentalmente apunto: <>. ... siendo la ultima direccion conocida del joven senor Craftsman el segundo derecha del numero 5 de la calle del Alamillo, Madrid, y habiendose puesto en contacto con su padre por ultima vez el dia 10 de agosto de 2012 a las ocho de la noche, hora de Londres. Se detuvo un momento. Vacilo. Despues tecleo la ultima frase: No hay indicios de que el caso tenga relacion con el trafico de drogas. --Muy bien, senores --dijo despues de tomar aire--. Tramitare la denuncia hoy mismo y la investigacion dara comienzo cuanto antes. Recibiran noticias mias muy pronto. Hizo ademan de levantarse a despedirlos, pero al ver que los dos hombres permanecian sentados regreso a su silla de inmediato. El senor Craftsman daba indicaciones al traductor. Muchas.

  • Esposa de mi jefe de Roxana Aguirre

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    Alexandra Carlin es una chica recien graduada en la universidad, sin exito en el campo laboral. Un dia es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco anos. Oliver esta a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses.

  • Un amor perfecto de Sandra Heys

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    Un matrimonio de conveniencia que dara lugar a un amor irresistible, un deseo irrefrenable y la felicidad para toda la vida.

  • Pack Cita a ciegas de Varios Autores

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    Todo es posible en una cita a ciegas. !Nosotros te proponemos cuatro!

  • Todo vale en la guerra, en Hollywood y en el amor de Olivia Kiss

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    Cuando Sarah consigue el papel de su vida como actriz protagonista en una pelicula, lo ultimo que espera es tener que lidiar con Kevin Larson, su companero de rodaje. No solo es caprichoso, egocentrico y poco profesional, sino que ademas parece dispuesto a arruinar el proyecto en el que ambos estan trabajando, algo que desde luego Sarah no piensa consentir.
    Sin embargo, entre las luces de Hollywood, las fiestas y la fama, ella empieza a darse cuenta de que quizas las apariencias enganen, porque descubre que Kevin no es solo un tipo superficial, sino tambien un hombre acostumbrado a esconder sus sentimientos. Ahora bien, ?esta Sarah dispuesta a poner en peligro su sueno para poder conocerlo de verdad?

  • Encaje de dos orillas de Mirta Perez Rey

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    En esta novela, Mirta Perez Rey va bordando exquisitamente la distancia entre Espana y Argentina y despliega ante nuestros ojos las voces de estas mujeres inolvidables cuyas vidas, tan semejantes a las de nuestras tias, madres o abuelas, estan hechas con la misma madeja fragil y preciosa con la que se bordan los suenos.

  • Intento de seduccion de Cat Schield

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    London McCaffrey habia hecho un trato para vengarse a cualquier precio. El objetivo era uno de los hombres mas influyentes de Charleston, pero el impresionante piloto de coches Harrison Crosby se cruzo en su camino como un obstaculo muy sexy.

  • Sirens 4 de Lena Valenti

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    Historia original de Lena Valenti y Valen Bailon.

  • Sal con alguien que no lea de Charles Warnke

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    Para todos los amantes de la lectura… y del amor.
    Si dudas, regalale este libro.

  • Desde la otra Orilla de Patricia Alcantud Obregon

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    ?Hasta donde llegarias por amor? ?Y por desamor? ?Cual es el limite que indica que ha llegado el momento de decir adios?
    Todo eso se pregunta Irene, sin poder encontrar las respuestas. Ella, una chica joven como cualquier otra, vive sumida en una rutina que, poco a poco, esta acabando con su ilusion. A pesar de llevar anos viviendo con su pareja, no consigue sentir esa palabra que muchos llaman felicidad.
    Ella es consciente de que el refran que tantas veces ha escuchado: No hay mayor soledad que la que se siente aun teniendo compania, es cierto; por eso sabe que ha llegado el momento de dar un giro a su vida y romper con todo lo que conocia hasta entonces.
    Irene se siente sola, incompleta y perdida en este mundo que no se detiene nunca. hasta que conoce a Dani. Por destino o por casualidad, este chico moreno de ojos oscuros llega a su vida justo cuando mas lo necesita. Asi, sin esperarlo, casi sin darse cuenta, se va enamorando como nunca antes lo habia hecho. Pero. siempre hay un pero; y esta vez ese pero es que a Dani y a ella los separan muchos kilometros de distancia.
    ?Podra su amor salvar esa barrera? ?Es conveniente abandonar el pasado y lanzarse a vivir un futuro incierto? ?Sera capaz de dejar todo atras y arriesgarse a vivir el verdadero amor, por mucho que este duela?
    Eso. solo lo descubriras leyendo esta historia.

  • Que No Panda El Cunico de Patricia Hervias

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    Angela tiene una vida tan perfectamente organizada como mortalmente aburrida, asi que, a pesar de las protestas de sus atribulados padres, le cuesta muy poco aceptar la propuesta de su novio (perdon: prometido) y mudarse a Barcelona en busca de nuevos aires.

  • Las mentiras de Amalia (Amalia 2) de Puta Cordura

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    !Quien no apoya no folla! La musica estaba demasiado alta para que ninguna pudieramos escuchar lo que decia Triana, pero la conociamos tan bien que no hacia falta oirla para adivinar sus palabras. Ella nunca bebia sin apoyar antes, era una de sus normas. Como la de no permitir a sus ligues dormir en su casa o la de no acudir nunca a una cita si no era subida a unos tacones de infarto. Las cuatro pusimos cara rara mientras mordiamos el limon. --?De quien ha sido la idea de pedir chupitos de tequila? --pregunte a gritos mientras hacia un gran esfuerzo porque no me saltaran las lagrimas, me habia esmerado con mis smoked eyes y no queria estropearlos. --!Culpa mia! --reconocio Irene sacudiendo las caderas al ritmo de la cancion que sonaba a todo volumen haciendo vibrar nuestros timpanos. La mire sin dejar de preguntarme como podia ser que todo lo que se hacia en el pelo le quedara bien. En su ultimo arrebato habia renunciado al naranja valenciana y se lo habia tenido de un fucsia chillon que me recordaba vagamente a los chandales noventeros con parches que vestia Triana cuando la conoci. Menudo equipo, pense. Estaba acostumbrada a que Triana insistiera en transformar nuestras cenas de chicas en una partida de caza (en busca de una buena pieza de macho de la especie humana, se entiende) pero es que desde que Irene habia plantado a Leo, se habia vuelto igual... o incluso peor. En ese momento las dos joyas de la corona habian abierto hueco en medio de la pista y bailaban culo con culo, haciendo un movimiento de twerking que podia ser muy sexi... o muy bochornoso, segun se mirase. --A estas dos no hay quien las controle --me grito Laura al oido. --!No sere yo la que lo intente! --respondi levantando las palmas de las manos entre risas. Laura y yo nos habiamos quedado rezagadas en la barra del Marmarela. Triana e Irene nos habian arrastrado hasta alli despues de nuestra ya tradicional cena de viernes en El Portal. A pesar de que yo hubiera preferido estar durmiendo a esas horas, tuve que reconocer que en una discoteca de diseno con decoracion ibicenca junto al puerto y al aire libre estaba, al menos, mas fresquita que en el zulo. Exacto, ahora yo vivia en el zulo. Irene se habia mudado a su nuevo apartamento hacia poco mas de un mes, justo el mismo dia que firmo las escrituras y el que despacho a Leo por ser un cabron casado, mentiroso y aprovechado (todo un derroche de virtudes, ?verdad?). Desde entonces yo me habia proclamado como la reina y senora de aquel vasto imperio de treinta y cinco metros cuadrados. Por supuesto, y a pesar de que su piso seguia siendo pareciendose mas a unas oficinas desvalijadas que a una casa, Irene me ofrecio que me fuera con ella. Pero yo sabia cuanto habia deseado ese momento de tener algo que fuera suyo, y preferi dejar que disfrutara de empezar su nueva vida en su nueva casa a solas. Como al contrato de alquiler del zulo le quedaban tres meses para su vencimiento, acordamos que yo seguiria alli mientras buscaba otro lugar mejor... lo cual no seria dificil. Estabamos a finales de junio, el verano no habia hecho mas que empezar y aquel micropiso, con su unica ventana dando a un estrecho callejon, era el agujero mas asfixiante de la Tierra. Bien mirado, por dimensiones y temperatura, hubiera sido una fantastica sauna finlandesa. --?Tu crees que si me marcho se daran cuenta? --me pregunto Laura dejando escapar un suspiro y cambiando el peso de un pie al otro. Esa noche estaba espectacular (lo cual no era ninguna novedad) con su falda negra con vuelo y un bodi claro con escote corazon. No me explico como no teniamos un corro de tios empalmados a nuestro alrededor. Supuse que seria su mirada lo que les disuadia de acercarse. Algo en Laura gritaba alto y claro que no estaba alli buscando tema, y que cualquier valiente dispuesto a arriesgarse a pesar de sus inequivocas senales acabaria llevandose un buen rapapolvo. Es que Laura se habia tomado muy en serio su intento de arreglar las cosas con Ismael. Durante la cena en nuestra mesa de la esquina le habiamos preguntado al respecto, pero a ella siempre le ha costado hablar de sus cosas (y mas si tienen que ver con lo que ocurre entre las sabanas de su dormitorio), asi que debimos conformarnos con un timido: <>. Todas podiamos imaginar que levantar un matrimonio despues de una infidelidad no debia ser sencillo. Laura seguia sintiendose culpable por el dano que habia causado a Ismael, y no entraba en sus planes volver a poner lo suyo en peligro por un flirteo con un tio cualquiera en aquella discoteca. Nuestra Sherezade habia descubierto que era debil, mas de lo que hubiera creido, asi que las tentaciones cuanto mas lejos... mejor. --?Serias capaz de abandonarme aqui con estas dos? --proteste haciendo como que no me percataba de lo que pasaba por su preciosa cabecita para no agobiarla, e hice un gesto con la mano hacia la pista. Alli estaban Triana e Irene dandolo todo, como si hubiera salido la luna llena y de pronto se hubieran convertido en lobas en celo. Solo les faltaba aullar. Lo cual visto lo visto tampoco parecia ser imprescindible. Intui que debian estar lanzando otro tipo de senales mas discretas que los aullidos pero igual de efectivas, porque ellas si que tenian un par de tios restregandose a saco mientras hacian como que bailaban. Nos habiamos acostumbrado a ver asi a Triana, pero lo de Irene estaba siendo todo un descubrimiento. Mientras que la primera tenia mucha experiencia en la materia a sus espaldas, la segunda se habia convertido en una alumna con prisa por ponerse a la altura de su maestra. De hecho, el nuevo pelo fucsia de Irene estaba demostrando tener el poder de fascinar a un maromo y mantenerlo revoloteando en torno a ella como una polilla atraida por la luz. Resultaba evidente que Irene se estaba esforzando por olvidarse de Leo, y yo hubiera dicho que lo estaba consiguiendo. Sobre todo cuando la polilla le metio la lengua hasta las amigdalas. Aunque hay que reconocerle que era una polilla muy atractiva, eso si. Triana, por su parte, estaba arrimando la cebolleta con un tio que parecia recien salido de Mujeres y hombres y viceversa. No le faltaban los vaqueros tobilleros rotos por las rodillas tan ajustados que eran casi una segunda piel, ni el tupe descomunal que desafiaba las leyes de gravedad con ayuda de kilo y medio de gomina. Era evidente que el cerebro de Triana, afectado por una incipiente intoxicacion etilica, hizo una relacion de las suyas y le entro la curiosidad por averiguar si lo tenia todo tan empinado como el flequillo. En ese momento tuve clarisimo que no les importaria que Laura y yo nos marcharamos. Probablemente ni siquiera se dieran cuenta. Y respire aliviada. Yo tampoco queria estar alli. La verdad era que solo tenia ganas de hacerme un ovillo y acurrucarme para lamerme las heridas que seguian abiertas. De vez en cuando sangraban y escocian, como recordatorio de lo estupida que puedo llegar a ser cuando me lo propongo. Hasta entonces mis heridas eran dos, y tenian nombre propio. Aquel no era mi lugar. Yo no era mas que una treintanera despechada (por partida doble, para mas inri) que desentonaba bastante mas que el pelo fucsia de Irene. Joder, como me seguia fastidiando eso de haber cumplido los treinta. Me sentia mas vieja que nunca. Y tonta, eso tambien. Al parecer mi mayor talento en la vida era el de escoger mal a los hombres. Menuda mierda, ?verdad? Ya podria haberme tocado el carisma de Triana, la alegria de Irene, o la serenidad de Laura. Me hubiera conformado con cualquiera de esas cualidades, pero no, la mia era la de elegir siempre mal. Fatal, para ser honesta. Al menos estaba decidida a aprender de mis errores, a no dejarme enganar... otra vez. Aunque sabia que una cosa era decirlo y otra muy distinta hacerlo. Nada es tan facil como parece, y mucho menos eso de no enamorarme del hombre equivocado. Asi fue como me convenci de que la mejor manera de no volver a cagarla seria no permitir que ningun tio se me acercara. Sin oportunidad no habria error. Esa era la clave: blindarme por fuera para que no me hicieran dano por dentro. Resople. ?Seria capaz? Mi unica certeza era que estaba decidida a que asi fuera... y pondria todo mi empeno en conseguirlo.

  • La ciudad silenciosa de Jose Luis Caballero

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    ?Que ocurriria si un dia, de forma inexplicable, toda la poblacion del planeta quedara atrapada en edificios y espacios cerrados, incapaz de salir al exterior?

  • Varsovia de Carlos Sisi

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    La humanidad por fin se ha puesto de acuerdo en algo: hemos decidido dormir y sonar hasta desaparecer.

  • Furia Un thriller psicologico de amor, misterio y suspense (Suspenso romantico 3) de Pablo Poveda

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    No podia disimular su expresion corporal, por mucho que deseara pasar desapercibido. Los musculos de la cara se le habian encogido. Su rostro blanquecino despertaba la curiosidad de los que caminaban en direccion contraria a el. El barrio estaba despierto, las mesas de los bares ocupaban las terrazas de la calzada y las parejas de enamorados paseaban de la mano para disfrutar del sol dominical. Habia vuelto a despejarse el cielo, a salir el sol y todo pronosticaba que seria un domingo de ensueno. No obstante, lo que parecia una estampa primaveral y castiza, llena de color y energia, no lo era para el arquitecto, que caminaba hacia su domicilio tras haberse apeado del coche. Despues de contemplar como el vehiculo se perdia a lo lejos por el final de la calle, la voz de aquel hombre todavia resonaba en su cabeza. De pronto, levanto su mano a la altura del esternon y sintio los latidos del corazon golpeando la puerta de su pecho. No era miedo lo que arrastraba. Tampoco era el odio lo que le hacia bombear asi. Una extrana sensacion, poco habitual en el y, afortunadamente, casi desconocida: furia. Mientras la lengua coloquial hablaba de esta como un mero enojo, para Don significaba algo mas que eso. Los romanos habian llamado Furias a las diosas violentas engendradas con la sangre de los testiculos de Urano, dos temibles criaturas capaces de enloquecer al propio Zeus. Para el arquitecto, aquella historia mitologica tenia sentido. Enfurecer, en el maximo esplendor de la expresion, era lo que habia evitado durante tanto tiempo a traves de sus actos, sus cambios de personalidad, de profesion e incluso de apariencia. Un trabajo de artesano al que habia dedicado toda una existencia y que estaba a punto de convertirse en pedazos a causa del infortunio. Lo que menos le preocupaba era perder todo lo que habia conseguido. Despues de todo, lo material carecia de sentido para el. Sin embargo, temia perder a Marlena. Temia que, a causa de un descontrolado y frenetico ataque, perdiera la cordura y se convirtiera en alguien totalmente irreconocible para ella. Tres dias. Eso era todo lo que tenia en sus manos para encontrar el modo de salir airoso. Si es que existia. Frente a la puerta del edificio, encontro su reflejo en el cristal que habia tras la reja negra. Tenia el cabello despeinado a causa del temporal matutino, bolsas en los ojos y un semblante cadaverico. A diferencia de la mente, el cuerpo no tardaba en manifestar los excesos que el propio dueno era capaz de darle. Demasiados viajes en pocos dias, largas horas de coche, cortas noches de sueno y una fatidica visita inesperada que le ponia en jaque por momentos. Se mecio el pelo, introdujo la mano en el bolsillo de su pantalon y saco un juego de llaves metalicas. Despues abrio la puerta. Antes de subir el escalon de la entrada, un pequeno gorrion se poso sobre el bordillo. Era pequeno, redondo y tenia las plumas de color marron. Don observo al pajarillo como cantaba, libre y sin miedo ante la presencia humana del arquitecto. En un lapso, se imagino a si mismo agarrandolo con la mano y apretando el puno con fuerza hasta ahogarlo. Asi se sentia el en esos momentos. Confundido, meneo la cabeza para olvidar el desagradable pensamiento y comprobo que el ave ya se habia marchado. No era su mejor momento, aunque el peor todavia estaba por llegar. Cuando cruzo el umbral de su apartamento, nada de lo que habia frente a sus ojos volvia a ser como lo habia sido antes: el sofa, las cortinas blancas de tela, la television de pantalla plana, la cadena de musica, su coleccion de discos de musica clasica, la estanteria de libros... El unico refugio en el que se sentia recogido tras una jornada de trabajo, tras una actuacion temeraria o un desencuentro con la vida, ahora, se habia convertido en un lugar extrano, aseptico y sospechoso. Habitar entre aquellas cuatro paredes no seria lo mismo. Cerro de un golpe y paso el seguro de la puerta. Despues camino con sigilo hasta las habitaciones y se aseguro de que no hubiera nadie, al menos, esperando alli dentro. Mientras muchos madrilenos pasaban el mediodia dando una vuelta por el centro de la ciudad o visitando el parque del Retiro, Don estaba dispuesto a encontrar cada uno de los dispositivos de espionaje que habian instalado en su vivienda para controlar sus movimientos. Cada rincon era un buen lugar para escuchar, ver o sentir al arquitecto. Paso las cortinas, se acerco al sofa y observo las instantaneas que habia encontrado bajo el mueble. Agarro las fotos en las que aparecian los cadaveres de Ferrec y Baumann y puso a un lado la de Marlena. Despues se dirigio al fregadero, cogio una caja de cerillas del mueble de la cocina y prendio fuego a las imagenes. Como una cinta de video acelerada, los fotogramas de su ultimo viaje pasaron a toda velocidad por sus ojos mientras las imagenes se doblaban entre llamas hasta reducirse a cenizas. Ambos eran historia y ahora debia centrarse en ese misterioso hombre de pelo canoso y mirada gelida. Ni siquiera sabia como se llamaba, pero ese era un asunto que resolveria mas tarde. Miro el reloj y comprobo que eran las once y media de la manana, una hora perfecta para poner patas arriba el apartamento. Mientras intentaba idear que hacer con las horas que tenia por delante, decidio empezar por limpiar su apartamento de una vez por todas. Desconecto la conexion de red, de telefono y comprobo las lamparas de las habitaciones. Ni rastro, pero no se iba a dar por vencido tan rapido. Busco con esmero, en los armarios, en el cuarto de bano y bajo los cojines del sofa hasta que, hastiado, se sento por un segundo para recuperar el aliento y volvio a comprobar la hora en el reloj que habia junto al televisor. Un reloj redondo de sobremesa marcaba las tres de la tarde con sus agujas. Era de color negro, cuadrangular y tenia una esfera dorada en el centro. Un objeto de decoracion por el que habia pagado mas de cuatro mil euros en una subasta y por el cual no tenia el mas minimo aprecio. De pronto, el arquitecto recordo que solo habia dado cuerda una vez al artefacto, el mismo dia que se lo llevaron a su casa. De aquello habia pasado mas de medio ano, por lo que, en caso de funcionar, detalle del que dudaba, el reloj debia seguir sin el cambio de horario de invierno. Tomo un angulo recto y saco el telefono movil de su bolsillo para comprobar la hora. El telefono indicaba las tres de la tarde. Alguien lo habia puesto en hora. Se acerco al aparato y lo observo de cerca. Podia ver su rostro reflejado en el pendulo dorado que colgaba del viejo reloj. En el centro, bajo las agujas, habia un pequeno lunar oscuro que se convirtio en una lente a medida que acercaba la vista. --Malditos hijos de perra... --dijo hacia sus adentros. Un ano era demasiado tiempo para haber convivido en el mismo apartamento. Las escuchas y las imagenes habrian sido suficientes para recabar informacion sobre el arquitecto y seguir sus pasos, saber cuando entraba y salia para que nunca les cogiera desprevenidos. Probablemente, aquella era la unica camara en todo el salon, pero con una les bastaba. Estaba colocada en un lugar estrategico desde el que podia capturar todo lo que sucedia en la habitacion y en la cocina contigua. Sabian que Don pasaba la mayor parte del tiempo alli, ya fuera por las mananas, durante sus sesiones de ejercicios, o por las noches frente al ordenador. Lo habian visto todo: su intimidad, sus rutinas, sus ataques insanos de agresividad, las mujeres con las que se acostaba y como maquinaba los planes para encontrar a sus victimas.

  • La isla sin nombre de Manel Ronda Carrasco

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    El cuerpo de Pablo Ayala cuelga de una soga cuando un terremoto provoca que el techo se venga abajo, salvandole la vida justo antes de exhalar su ultimo aliento. Habia tomado esa drastica decision al recibir la noticia mas dolorosa que jamas hubiera querido escuchar. Su esposa, junto a otras nueve mujeres, habia sido fusilada en la carcel del Faro, condenada por subversion contra el regimen que lidera con mano de hierro el general Alonso del Potro.
    A pocos quilometros de alli, en el colegio San Rafael, el seismo no deja supervivientes. Sin embargo, el cuerpo de Diego, el hijo del general, es el unico que no ha aparecido bajo los escombros. El Chino Perrone, un sicario sin escrupulos a sueldo del Estado, debera dar con su paradero en una carrera contra el tiempo.
    ?Que tienen en comun estos hechos? ?Quien esta detras del ultimo intento por derrocar a la sangrienta dictadura de Alonso del Potro?
    El pasado volvera a la isla sin nombre para saldar cuentas pendientes, en esta historia de venganzas, traiciones y amores no correspondidos.

  • Corazon cautivo de Lori Foster

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    Cuarto de la saga. Jordan Sommerville era capaz de seducir a una mujer solo con la voz, pero no utilizaba tal poder muy a menudo. Sus hermanos decian que se reservaba para una mujer perfecta que fuera un modelo de virtud… y no habia muchas asi en Buckhorn. Pero entonces conocio a Georgia y rompio todas sus normas.Georgia Barnes mantenia a sus hijos gracias a su trabajo de bailarina… exotica. Si Jordan no lo aprobaba, podia irse a paseo. Por mucho que fuera el hombre mas atento, carinoso y atractivo que habia conocido en toda su vida, seguia siendo un hombre como los demas…

  • La carne de Eva de Casaseca

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    Si Margarita hubiese recibido el nombre de la santa del dia en que nacio, al igual que sus hermanos, se habria llamado Carmen. Carmen es un nombre muy bonito. La clase de nombre que llevaria una gran dama, alguien de clase y con posibles. Quizas por eso don Alonso se nego a ponerselo, porque penso que no seria apropiado para la hija de un minero negro.

  • Contando estrellas (Bdb) – Christina Birs de Christina Birs

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    Mencia de Cusanza, una joven erudita del siglo XV, regresa a Compostela tras haber pasado los ultimos anos en Roma. Consciente de que alguien la persigue, se refugia en la iglesia de Santa Maria Ligure, al sur de Genova, a sabiendas de que alli estaran a salvo tanto ella como el contenido del pequeno cofre que porta consigo.
    En la actualidad, la figura de Mencia es objeto de estudio por parte de un equipo de investigadores encabezado por la arqueologa Sira Lopez, quienes, con el proposito de aportar luz sobre ciertos detalles un tanto oscuros de la historia, acometen una excavacion en el entorno de las ruinas de Santa Maria Ligure. Inmersa en el trabajo que la acercara al objetivo profesional que tanto ansia, un expolio llevado a cabo en extranas circunstancias hara que la vida planificada al milimetro de Sira se desestabilice. Pero no tanto como lo supondra la llegada del lugarteniente Enzo Fossati, con quien, muy a su pesar, se vera obligada a trabajar con el fin de esclarecer el caso.

  • El baile del reloj de Anne Tyler

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    Vida de una mujer como tu.

  • Pellizcos On the road (2 relatos) de Lara Rivendel

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    Extranos en un AVE – Lara Rivendel
    Valme y su marido suben al AVE en la estacion de Atocha con destino a Zaragoza. Agobiada por los problemas del dia a dia, cuando ocupa su asiento en una mesa para cuatro cree que al fin va a poder relajarse un rato, pero cuando su mirada se cruza con la de su vecino de mesa, sabe que eso va a ser imposible: el pasado la esta mirando a los ojos.

  • Historias asombrosas de la segunda guerra mundial de Jesus Hernandez

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    El conflicto mas salvaje de la historia de la humanidad esta, no obstante, plagado de
    historias y anecdotas tremendamente sorprendentes y llenas de humanidad.

  • La esperada lluvia de Myriam Imedio

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    Un secreto milenario, una cuenta atras y un cielo a punto de estallar. Nadie escapara de la tormenta ni de la verdad. No se puede huir del destino.

  • Por el cielo y mas alla de Carme Riera

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  • El Efecto Humano de Miguel Angel Caro Galan

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    Ariadna Rhod, una mujer con un extrano pasado y a la que no le importa nada ni nadie despierta sola en un planeta desconocido sin recordar como llego hasta alli. En su viaje para averiguar lo que ocurrio, descubrira que su vida jamas volvera a ser la misma y sentira algo que la cambiara para siempre. El efecto humano. Este libro esta dedicado a los amantes de la ciencia ficcion. Los que cada noche suenan con tiempos futuros, tecnologias que aun no se han inventado y viajes a sitios que aun no se puede llegar. Todos imaginamos mundos mejores, pero por mucho que odies en el que vives, siempre hay algo por lo que vivir.

  • Solidaridades misteriosas de Pascal Quignard

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    Mireille Methuen se caso en Dinard el sabado 3 de febrero de 2007. Claire fue alli el viernes. Paul no quiso acompanarla. No conservaba ningun vinculo con lo que quedaba de la familia. Hacia las once, Claire sintio apetito. Estaba siguiendo el rio Avre. Prefirio dejar atras Breux, Tillieres, Verneuil. A la salida de Verneuil, se detuvo a comer en un area arenosa y vacia. Era el bosque de L'Aigle. Atraviesa el parking en direccion a una mesita de hierro posada ante un chalet alpino. En la mesita habian colocado una maceta con forsythias amarillas. Ante la maceta de forsythias esta el menu del dia, escrito con tiza en una pizarra. Examina el menu. Un hombre de unos cincuenta anos sale timidamente del albergue. Lleva un delantal a grandes cuadros rojos y blancos. --Senor, ?puedo comer ahi, al sol? Claire senala la mesita de hierro en el exterior. --?Pero se da cuenta de que aun no es mediodia? --?Le causa un problema cocinar ahora mismo? --No. --Entonces me gustaria instalarme ahi, en ese rayo de sol, aunque aun no sea mediodia. El hombre parece algo remiso. No responde. Se comporta de forma extrana. Examina a Claire atentamente. Esta se le acerca, le toma del brazo, casi le dobla en altura. --Estoy hablando con usted, le estoy preguntando si puedo sentarme ahi, al sol. --?Ahi? --Si, ahi, donde da el sol. El posadero alza sus ojos azules hacia ella. --Senor, quisiera comer algo, aunque solo sea una ensalada, ahi, a pleno sol, a las once, en pleno mes de febrero --repite ella. Silencio. --Senor, me parece que deberia usted responderme. Entonces el posadero se adelanta, retira el letrero, la pizarra donde figura el menu del dia, y el tiesto de las forsythias. Lo lleva todo al chalet. Regresa con una esponja. Limpia lentamente la mesa. Al limpiarla, se nota que la mesa esta coja. El posadero se arrodilla. Las raices han levantado la tierra. Desliza un guijarro bajo una de las patas de la mesa. Aun con la rodilla en tierra, enarcando las cejas, alza la vista hacia Claire y dice, en tono tranquilo: --Estaba indeciso, senorita, porque hay un autillo. Senala con el dedo hacia la copa del arbol. Los dos al mismo tiempo alzan la mirada. El aire es ligero y azul. El roble parece desnudo, pese a que los rayos de sol acarician sus hojitas tiernas. --Supongo que a estas horas el autillo estara dormido --dice Claire. --?Usted cree? Claire asiente. --?De verdad lo cree? El posadero, aun con una rodilla en tierra y los brazos cruzados sobre la otra, la observa en silencio. --Estoy segura --dice Claire. Coge la silla, se sienta ante la mesita, y se echa, suavemente, a llorar. La cita en la alcaldia es a las diez y media. Claire ha tomado el desayuno lo mas temprano posible (en cuanto la patrona del hotel ha ido a buscar el pan a la panaderia), a las siete y cuarto. A las nueve, va al mercado. Deambula. Contempla una cestita de fresas perfectamente fuera de temporada. No resiste las ganas de tomar una fresa, metersela en la boca, sentir su perfume. Cierra los ojos. La paladea. Estaba saboreando una fresa bastante insipida, cuando oyo una voz que le afecto de forma indescriptible. Sintio que el interior de su cuerpo se dilataba, sin entender muy bien que le pasaba. Abrio los ojos. Se dio la vuelta. Un poco mas lejos, a la izquierda, una vendedora de verdura ecologica sostenia una animada conversacion con una senora de edad avanzada. Se acerco lentamente. Las verduras expuestas a la venta en aquel puesto no tenian un aspecto magnifico: su apariencia era penosa; el volumen, informe; la piel estaba llena de tierra. La voz procedia de una dama pequenita que estaba ante ellos. Llevaba un delantal blanco y --por encima-- un panuelo con un motivo rosa de florecillas sobre fondo negro, demasiado pequeno para la masa de su cabello. La senora vieja estaba preguntando como estaban los puerros. A Claire le gustaba su voz, que oia a diez pasos de distancia. Adoraba aquella voz. Buscaba el nombre que darle a aquel timbre tan claro, a aquella especie de oleaje de frases ritmicas que la atraian. La voz ascendia de las lechugas romanas y de las remolachas negras. La voz pidio, bruscamente, con autoridad, un manojo de rabanos. Luego la voz pidio unas acelgas, y entonces los ojos de Claire Methuen ya se llenaron de lagrimas. No llego a llorar, pero con la vista empanada vio, sin extranarse, la mano y el anillo, que surgian por encima de las grandes hojas oscuras de los ramos de espinacas, para alcanzar la bolsa deslucida, de papel reciclado, que le tendia la vendedora. Claire empujaba a la gente que hacia cola. Los que formaban la cola se pusieron a murmurar y a refunfunar. --Senora Ladon --murmuro Claire, muy bajito. Nada. La anciana no se volvio. Repitio mas fuerte: --!Senora Ladon! Vio que la espalda de la anciana se contraia y su rostro se volvia lentamente hacia ella. La anciana tenia ojos castanos y gafas doradas. Alzo la mirada hacia el rostro de Claire y parecio muy intimidada al encontrarse ante aquella joven tan grande, tan alta, el doble de alta que ella, que la llamaba por su nombre. La senora Ladon no reconocio de inmediato a Claire. Estaba observandola cuando un senor, cubierto con un sombrero suizo, exigio a Claire que se pusiera al final de la cola. --Senora Ladon --repitio Claire. Claire tomo la bolsa de la compra de manos de la vieja. La dejo en el suelo. Le tomo la mano, le acaricio los dedos, tan bellos, tan transparentes, tan articulados, tan apergaminados. Los acaricio de uno en uno, como solia hacer tiempo atras. La mirada de la anciana se habia endulzado. Tenia el cabello muy fino y blanco, un poco azul. Algunos mechones blancos flotaban sueltos alrededor de la cara. --No me lo puedo creer. ?Eres la nina de los Methuen? Entonces se apartaron en silencio de la cola y del mostrador. --?Has vuelto? --Usted tambien, senora, ha vuelto a Bretana. ?Ha vuelto a Saint-Enogat?1 --pregunto Claire. --Exactamente. La tendera estaba tan emocionada como parecian estarlo las dos mujeres --era una tendera muy comprensiva. Deposito junto a la balanza la segunda bolsa de papel reciclado de la que asomaban los puerros. Los rabanos eran tan pequenos como grosellas y eran mucho mas palidos. --Eres la hermana mayor de Marie-Helene --dijo la senora Ladon con dulzura. Claire asintio. No era capaz de decir nada. Se le cerraba la garganta. --?Y el pequenin? --Paul esta en Paris. --Tengo que acabar las compras, pero prometeme que antes de irte vendras a verme a casa sin falta.--?Cuando? --Ven a verme, a Saint-Enogat, esta tarde despues de comer. --Esta tarde no puedo, es la boda de Mireille. --?La hija de Philippe Methuen se casa? --Si, hoy se casa Mireille, pero manana aun estare aqui. --Entonces manana domingo. Despues de misa, cuando quieras. --?En la misma casa de siempre? --En la misma. Ya era de noche. Claire habia bebido demasiado vino durante el banquete de boda. En la habitacion de hotel, con el mapa de la ciudad desplegado sobre la cama, verificaba como ir en coche, a partir del hotel de Dinard, a casa de la senora Ladon, en Saint-Enogat. Luego se durmio. A las nueve, tomo el desayuno en el cuarto. Desplazo el sillon hasta la ventana. Encendio un cigarrillo. Busco en el listin telefonico del hotel abierto sobre las rodillas los nombres de su infancia. Encontro el nombre de Evelyne. Los timbrazos resonaron en el vacio. Ella no estaba en casa. No habia contestador. No encontro el nombre de Simon Quelen. Encontro el nombre de Fabienne Les Beaussais. Fabienne respondio a la primera. --Soy Claire. Claire Methuen. ?Te acuerdas de mi? --Estas loca. Es domingo. --?Te acuerdas de mi, de Claire Methuen? --Si, claro, claro que me acuerdo. --?Te he despertado? --Si. --?Estas sola? --Si. --Entonces ven a desayunar conmigo. Quedaron en el cafe del puerto, La Barque de Festivus, frente al transbordador a las islas. Fabienne dejo la bici de Correos en la acera, cerca de la mesa donde Claire estaba ya sentada con una taza de cafe. Claire se incorporo pero no llegaron a besarse. Se rozaron las mejillas con los labios. A continuacion Fabienne llevo una silla a la acera y se sento a su lado. --?A que te rompe los esquemas? Tu mejor amiga es cartera.

  • Bonita Avenue de Peter Buwalda

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    A finales de los noventa, Siem Sigerius es uno de los personajes publicos mas notorios y extravagantes de su pais. Antiguo campeon de judo, genio matematico de renombre internacional, amante del jazz y rector de una universidad emergente de provincias, su nombre suena como favorito para ocupar la cartera de ministro de Educacion; y a su acogedor domicilio conyugal, una granja cercana al campus, acuden todo tipo de curiosas personalidades.

  • Antologia de relatos romanticos. Navidad 2019 de Varios Autores

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    Querida lectora: De nuevo ponemos en tus manos una coleccion de relatos de Navidad creada por autoras y autores de Selecta. Cada uno de ellos narra un romance acontecido en esta magica y entranable epoca del ano y lo protagoniza un personaje secundario de alguna de las novelas que puedes encontrar en nuestro catalogo. Es posible tambien que alguno de nuestros autores haya querido regalarte una escena navidena de los protagonistas de su libro para que vuelvas a saber de ellos. Esta Antologia de relatos navidenos es un obsequio a las miles de lectoras de Selecta que cada mes se entusiasman con nuestros titulos. Me consta la ilusion, el empeno y el infinito carino que han puesto todas las personas que han participado en la creacion de cada historia, pues ademas de escribirla con la dedicacion y el amor con que lo hacen siempre, han puesto su corazon al preparar este regalo en exclusiva para ti. Ojala que con este aperitivo te apetezca leer las novelas de los autores a los que, con la presentacion de su narrativa que es el relato que aqui encontraras, aun no conocias. Espero que disfrutes y que te emociones con cada pagina de esta recopilacion. Escritoras, escritores y quienes formamos parte de Selecta te deseamos una muy feliz y romantica Navidad 2019. Lola Gude Editora de Selecta Erase una vez… Ana Alvarez Despues del reencuentro en la facultad de derecho en Sevilla, Maika habia vuelto a retomar el contacto con sus antiguos companeros. Crearon un grupo de WhatsApp al que llamaron <> y raro era el dia en que no intercambiaban algun mensaje. Por eso se sorprendio cuando aquella tarde recibio una llamada de Carlos. Habia pasado mas de un mes desde el encuentro y penso que la propuesta para tomar un cafe o una copa se quedaria en un proposito, de esos que siempre se dicen y nunca se cumplen. --Hola, Carlos --saludo. --Hola. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Podria responderte lo mismo, pero eso haria esta conversacion convencional e intrascendente. --?No estas bien? --Digamos que no estoy mal, pero podria estar mejor. --?Que te ocurre? Espero que no sea algo grave. --No. Solo he tenido que salir del pais por motivos de trabajo durante varias semanas. Eso me ha impedido llamarte antes. --Ah. De repente no supo que responder. ?Carlos trataba de decirle que no estaba bien porque no habia podido llamarla? --Seguro que creias que habia olvidado la invitacion a tomar un cafe que te hice en Sevilla. --No he pensado mucho en ello, la verdad. Son cosas que se suelen decir y lo vas posponiendo, hasta que ya parece ridiculo realizar la llamada. --No es mi caso. Estoy muy decidido a retomar el contacto contigo. Me ha contrariado mucho este viaje urgente que ha pospuesto mis intenciones. --Bien, ya estas de vuelta. --Asi es. Y para compensarte por la tardanza, ?que tal si en vez de a cafe te invito a cenar? Una sonrisa afloro a su boca. --Me parece bien. ?Cuando? --?Esta noche? --?Hoy? Si que tienes prisa. --Quiero recuperar el tiempo perdido. --Un mes no es tanto tiempo --rio divertida. --Depende de como se mire. --De acuerdo, esta noche. ?Donde? --?Conoces Ginkgo, en Plaza de Espana? --He oido hablar de el. --Pues, si te parece, nos vemos alli a las nueve. ?O prefieres que te pase a recoger en algun sitio? --No, me reunire contigo en la puerta. --Hasta luego entonces. *** Pasaban unos minutos de la hora cuando Maika bajo de un taxi en Plaza de Espana, profusamente iluminada con la decoracion navidena. Un leve vistazo a su alrededor le basto para verlo, de pie en la puerta. Una radiante sonrisa le iluminaba el rostro cuando se acerco hasta ella y la beso con efusividad en ambas mejillas. --Has sido puntual --dijo el. --Hace frio, no hubiera estado bien hacerte esperar. --Se esperar cuando hace falta --afirmo con una sonrisa--. ?Subimos? --Si. Le poso una mano en la cintura, guiandola hacia el ascensor. Maika sintio el leve contacto a traves del abrigo, como si el calor de la piel traspasara la tela. Miro la cara sonriente de su antiguo companero de estudios y no vio al estudiante desalinado de entonces, sino a un hombre maduro y muy atractivo. La edad habia mejorado su aspecto en vez de pasarle factura. Llegaron a una mesa ya reservada, desde la que se divisaba una vista espectacular de Madrid. El restaurante rebosaba clase y elegancia, y no tuvo dudas de que era un sitio fuera de lo comun. --Intuyo que hoy no cenaremos hamburguesas con sabor a carton. --Puedes apostar a que no. Esta es una ocasion especial, y se merece una comida y un escenario acorde a la importancia del momento. --?Por que especial? --Porque es la primera vez que salimos solos tu y yo --dijo Carlos clavando en ella una mirada cargada de intenciones--. Y espero que no sea la ultima. --?Nunca salimos juntos en el pasado? --No. Puedo afirmarlo. --?Como estas tan seguro? --Porque me acordaria. Nunca hubiera olvidado una cita contigo. Los ojos marrones se oscurecieron mas, y ella sintio una corriente calida recorrerla entera. <>, se dijo mientras tomaba un sorbo de vino. Pero no lo era. Era un hombre que le estaba haciendo sentir mariposas en el estomago con solo mirarla. --Entonces --alzo la copa en un brindis, a pesar de que ya habia bebido unos sorbos--, por nuestra primera cita. --Por nosotros --anadio el. Les sirvieron la comida, pero le costaba disfrutarla del todo. Unas sensaciones largo tiempo olvidadas se estaban apoderando de ella, porque Carlos no se molestaba en disimular que aquella cita no era precisamente amistosa, y tanto con sus palabras como con su actitud le dejaba muy claras sus intenciones. Y ella no tenia ganas de salir corriendo, como habia hecho otras veces cuando un hombre se le insinuaba. Durante anos, su fracaso matrimonial la habia impelido a huir de las relaciones, a disfrutar de su libertad y de su independencia, pero algo en la insondable mirada del hombre que se sentaba enfrente la atraia como un iman, y supo que se dejaria arrastrar a donde la llevara. Carlos la observo titubear durante un momento y posar la copa sobre la mesa. --?Te sientes incomoda por mis palabras? --pregunto. --Estoy un poco sorprendida, eso es todo. Esto… --ella senalo a su alrededor--, no es una cena entre amigos, ?verdad? --Maika --dijo con firmeza, agarrandole una mano sobre la mesa--, esto es lo que tu quieras. Ya no somos crios y, al menos yo, se muy bien lo que deseo. Estuve enamorado de ti durante toda la carrera, pero tu comenzaste a salir con Javi, y ni siquiera te insinue mis sentimientos. Ahora te he vuelto a encontrar y eres libre; los dos lo somos, y mi corazon ha vuelto a latir mas fuerte al verte. La chica reivindicativa, feminista y atrevida que me enamoro se ha convertido en una mujer preciosa, y no tengo dudas de que igual de reivindicativa, feminista y fuerte. Se que ha pasado mucho tiempo y no somos los mismos de entonces, aunque me volveria a enamorar de la mujer que eres ahora sin ningun esfuerzo; pero, insisto, si tu solo quieres amistad, es lo que tendremos. Eso si, no dejare que perdamos el contacto de nuevo. La vio afrontar su mirada con valentia. --Debo confesar que yo no reconozco en ti al joven de antano. Pero aquel chico no me atraia y no puedo decir lo mismo del Carlos de ahora. No se si estoy preparada para una relacion, no me he planteado volver a estar con nadie en serio despues de mi divorcio, y te mentiria si te dijera que la idea no me asusta. Pero ahora, mirandote a los ojos, se que quiero correr el riesgo. Dejo aflorar una sonrisa y apreto la mano aun mas. Los dedos femeninos se aferraron a los suyos por encima del mantel, transmitiendo sensaciones por todo su cuerpo. Si, se enamoraria de ella de nuevo, estaba seguro. Si es que alguna vez habia dejado de estarlo. --No te presionare. Seguiremos viendonos y que sea lo que tenga que ser. ?Te parece? --Si. Terminaron de cenar envueltos en un halo de euforia, A traves de las amplias cristaleras vislumbraban las luces navidenas que decoraban la plaza y las calles aledanas. Despues de los postres, Carlos propuso tomar una copa, pero era tarde y Maika sentia una especia de vertigo en su interior, como si se estuviera precipitando por un tobogan muy alto que ignoraba donde la llevaria. --No quiero beber mas, con el vino ha sido suficiente para mi. Manana tengo una reunion importante y necesito la mente despejada. Mejor damos un paseo hasta una parada de taxis. --De acuerdo. Tras pagar la cuenta, que Carlos insistio en abonar a pesar de las protestas de su invitada, salieron a la fria calle. Echaron a andar uno junto al otro, como habian hecho muchos anos atras. De nuevo acompasaron el paso, adaptandose uno al otro, como si el tiempo no hubiera transcurrido. --?Que planes tienes para Navidad? --pregunto el. --Nochebuena la pasare con mi familia. Para Nochevieja no tengo planes. Tal vez vaya a casa de unos companeros de trabajo, pero aun no lo he decidido. ?Y tu? --Una de las dos celebraciones la pasare en Francia con mi hija Nicole, pero la otra estoy disponible. Puedo ir en Nochebuena y volver para Nochevieja, si te apetece que hagamos algo juntos. Por un momento el corazon de Maika se paro. --?Algo como que? --Por su mente giraron infinitas posibilidades para comenzar el ano. --Pues, tomar las uvas en la Puerta del Sol, como muchos madrilenos, y despues… improvisamos. --Me gusta eso de improvisar. De acuerdo, si a tu hija no le importa, reservame la Nochevieja. Habian llegado a la parada de taxis, pero ninguno tenia ganas de irse. Continuaron parados en medio de la acera de Gran Via charlando de trivialidades durante mas de quince minutos. Al fin, la gelida temperatura reinante les hizo moverse. Antes de acercarse al primer vehiculo de la fila, Maika se volvio y clavo en el unos ojos traviesos. --?Vas a dejarme ir asi? --?Asi como? --Sin intentar besarme. --?Quieres que lo haga? --pregunto esperanzado. --En realidad, no. Prefiero besarte yo. Se acerco despacio y, alzandose un poco sobre los altos tacones, rozo con mucha suavidad los labios masculinos. Los brazos de Carlos se cineron a su cintura y profundizo el beso. De pronto todo desaparecio a su alrededor: la calle, los viandantes y el frio. Solo el resplandor de las luces se filtraba a traves de los ojos cerrados. Despues de una eternidad, se separaron y se miraron a los ojos. --Tengo que irme. El asintio. --Nos vemos en Nochevieja. --Que sepas que entonces te besare yo. --Me parece bien. --Esbozo una sonrisa y entro en el taxi. Carlos permanecio de pie en la acera viendo como se alejaba, y sintiendo aun en sus labios el sabor de esa boca tanto tiempo deseada. Los personajes pertenecen a la novela ?Solo amigos? https://www.megustaleer.com/autor/ana-lvarez/0000104205/ La despedida Ana Castellar Era la ultima tarde que pasaba en aquel trabajo. Era limpiacristales en un gran edificio de oficinas. Aquella tarde estaba vacio, la proximidad de la Nochebuena habia hecho que la gente saliese muy pronto ese dia. En es momento, despues de muchos malos trabajos, habia conseguido otro en una ciudad diferente, donde iba a ser fijo, con un mejor salario y con el mismo horario todos los dias, ya no tendria que estar de un turno a otro sin un sueldo cada mes. Esa tarde la volvio a ver cuando el pasaba a recoger su material de trabajo. Ella, tan bella como siempre, sentada en su silla, trabajando en su ordenador. No lo habia saludado, estaba concentrada en la pantalla del computador y el no quiso molestarla. Salio a la calle y fue a una cafeteria cercana a la que solia ir despues del trabajo. Hacia frio, y se dio cuenta de que era ese momento o nunca para invitarla con algo caliente. Cogio dos cafes y dos magdalenas, que la gente llamaba cupcakes o muf ins, y volvio al edificio, recorrio otra vez el largo pasillo que lo llevaba hasta el rincon donde ella tenia su mesa. --Hola --susurro nervioso. --Hola --le contesto ella, sonriente. --Te invito a merendar, me fije que hoy no tenias tu termo encima de la mesa, y hace mucho frio. --?Es para mi? --pregunto sorprendida. --Para los dos, si me dejas sentarme aqui contigo. --Si, claro, a estas horas no hay nadie, podemos estar tranquilos, pero no quiero retrasarte en tu trabajo. --Ni yo en el tuyo, sera rapido. --No, tranquilo, el mio ya esta hecho, solo estaba esperando que diera la hora para irme. Ella cogio el cafe y lo destapo, no le gustaba beber con la tapa de plastico, ya se habia manchado alguna vez. El le acerco la magdalena, y ella sonrio con la inocencia de una nina. --Me has alegrado el dia --le dijo el deseando decirle que le habia alegrado todos los viernes de los ultimos dos anos. --Que dices, tu eres el que me lo ha alegrado a mi, creo que eres uno de los pocos que me ve en este sitio. --Lo mismo digo. --Y levanto su cafe para brindar. Los dos sonrieron, llevaban viendose todos los viernes a la misma hora. El pasaba y la saludaba con un timido <> que ella recibia alegre, y poco mas. Habian intercambiado algo sobre el tiempo, si se iba de vacaciones, que bien que habia vuelto. --Me voy --le dijo el. --Pero si no has acabado. --Me voy de esta empresa, me ha salido un trabajo fijo en otra ciudad y ya no estare aqui el proximo viernes, por eso me he atrevido a esto, si no, no me hubiese atrevido nunca… --Pasarian los viernes, las semanas y los dos seguiriamos con nuestras rutinas. Los dos se miraron. --Me alegra mucho que lo hayas hecho, yo alguna vez tambien he pensado en invitarte algo, decirte algo, pero me daba verguenza. No sabia como empezar. El se rio. --!!Vaya dos!! --exclamo, y ella se rio con el. Estuvieron hablando unas horas hasta que sono su alarma, era el momento de irse y salir del trabajo. --Ya es la hora, ?nos vamos juntos? --le pregunto ella. El acepto, fue a recoger su material para dejarlo ordenado para su sustituto mientras ella entraba en el bano antes de marchar. En la puerta de aquel edificio, los dos se despidieron. Ella le dijo que deseaba que todo le fuera bien, y los dos se quedaron quietos sin atreverse a acercarse. Ella empezo a caminar y el se quedo viendo como se alejaba perdiendose entre la gente. El volvio el lunes a primera hora antes de partir a su nuevo destino, queria volver a verla, le habia comprado un pequeno detalle por Navidad. Camino hasta su mesa, pero no la encontro, su ordenador estaba apagado, quizas llegaba tarde. Miro su movil, ella estaba en linea, pero no se atrevia a mandarle un WhatsApp. Como le explicaria que habia guardado su telefono de una vez que habia escuchado como se lo decia a una companera. Ella pensaria que era un psicopata. Espero un rato, decidio acercarse a la mesa de unas companeras que estaban en otro recoveco y les pregunto por ella. Las dos se miraron. --Ella ha fallecido --le dijeron. El no se lo podia creer. --?Cuando? ?Como? --pregunto. --El jueves al salir del trabajo, un coche la atropello mientras ella esperaba para cruzar en verde, dicen que fue muy rapido, no sufrio, ni se entero. Todavia no nos lo creemos, es como si estuvieramos esperando a que llegue en cualquier momento. --No puede ser, yo estuve con ella aqui el viernes. No puede ser, esto es una broma de mal gusto, si no quiere saber de mi, ya esta, pero esto… --Tranquilizate, no es una broma, no ibamos a bromear con algo asi, ?por quien nos tomas?, y ella era una buena chica. Habras confundido el dia que la viste. El busco su movil y se los enseno. --Mira, tiene la foto de la magdalena que le compre el viernes, la puso en el WhatsApp y pone lo mejor del dia con muchos emoticonos, sonriendo. --Si, lo subio por su cumple, se lo compramos nosotras, nos enteramos por casualidad y quisimos tener un detalle con ella, y le encanto. --No puede ser. --El se acordo de cuando ella habia entrado al bano. <>, recordo el, esas luces se encendian con el movimiento. No se habia fijado hasta ese momento. --Si quieres, te doy el numero de sus padres y puedes hablar con ellos. --La chica apunto lo en un post-it y se lo dio--. Lo siento, no sabia que erais tan amigos. El se fue dandole vueltas a lo que le acababa de suceder, tenia el telefono de sus padres, pero no sabia si llamar. Una mano le toco la espalda. --Perdona. --Si. --No se como decir esto sin estar loca. Esta manana, cuando venia hacia aqui, yo…, venia hacia aqui y… me parecio verla de lejos, sonriente, con su bufanda blanca que la hacia mas bajita de tantas vueltas que le daba, y, cuando me sente en mi mesa, vi un CD con un lacito y una nota: <>. Me habia hablado de ese cantante y sabia que hoy es mi cumpleanos. Ese CD no estaba el viernes por la manana cuando me fui, estoy segura de ello. No se que ha pasado, esto es muy raro. Los dos se quedaron en silencio. El salio del edificio sin decir nada, no entendia nada de lo que habia pasado. <>, se pregunto. Estaba muy confundido. Decidio seguir con sus planes, empezar su nueva vida en una nueva ciudad. Termino de hacer las maletas y cargar su furgoneta con ellas. Se sento en el asiento del conductor y se quedo unos minutos alli. Estaba muy nervioso con todos los cambios que se le avecinaban. Arranco el coche y puso rumbo a su nueva vida, no sin antes volver a pasar por el lugar donde ella trabajaba. Todavia era muy pronto y la ciudad apenas estaba amaneciendo. Y alli la vio subiendo por el parque camino a su trabajo. Paro el coche, bajo y corrio para alcanzarla. El grito y ella se giro, le sonrio y se despidio con un gesto con la mano. El se quedo alli parado, mirandola quieta y sonriente. Un coche toco el claxon y el se giro, habia dejado la furgoneta en medio de la carretera. Se volvio a dar vuelta rapidamente, buscandola, pero ella ya no estaba. El sonrio, ya se habian despedido, ya nada lo retenia en esa ciudad.

  • Operacion Barbarroja de Christian Hartmann

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    A primera hora de la manana del 22 de junio de 1941, las tropas alemanas invadieron la Union Sovietica. Acababa de comenzar la <> y durante los cuatro anos siguientes, el pais se sumergiria en una epoca de violencia. Christian Hartmann, uno de los mas reputados y aclamados historiadores militares alemanes, describe el curso de la guerra de conquista y aniquilacion en el este sobre la base de las mas recientes investigaciones, lo incorpora al relato dramatico del conflicto y describe sus efectos, que aun pueden apreciarse hoy en dia. De este modo, presenta una sintesis, magistral, critica y profunda, largamente esperada, que sintetiza las investigaciones mas recientes llevadas a cabo en los ultimos anos sobre el teatro de operaciones mas decisivo de la Segunda Guerra Mundial.

  • Abrazando tu alma (Hibridos Puros 1), Fabiola Pereyra de Fabiola Pereyra

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  • Y, de repente, un beso, Calista Sweet de Calista Sweet

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    ?Hasta donde serias capaz de llegar por amor?

  • Historias eroticas para viudas del Punyab de Balli Kaur Jaswal

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  • Nombre en clave: Romeo de Kelly Dreams

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    Novela corta / Comedia romantica /
    Esta es una novela de corta dimension, una lectura para pasar el rato sin mayores pretensiones.
    Si estas buscando un joya literaria, te recomiendo que te des un paseo por los clasicos ^^
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    Un jefe dispuesto a probar suerte.
    Una repartidora de correo con una profunda vena ironica.
    Un perro mucho mas adorable que su chalado dueno.
    Una absurda proposicion que la sacara de quicio.
    Un hombre que no sabe cuando rendirse.
    Su nombre en clave es:
    ROMEO

  • La Huella. Relatos de Mikel Santiago

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    “Me llamo Eric Rot y escribo estas ultimas lineas de mi vida para confesarme: soy un asesino.Yo lo hice. La mate. Linda Fitzwilliam esta muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa. La hija del magnate John Fitzwilliam, mi jefe y amigo durante los ultimos 20 anos, murio estrangulada la noche del 13 de agosto de hace cinco anos, en Paris. Esa es la verdad.”Asi comienza HISTORIA DE UN CRIMEN PERFECTO el relato de cabecera de esta coleccion que reune los primeros relatos de Mikel Santiago. Con estas piezas, inicialmente publicadas en un blog para amigos y lectores casuales, Mikel consiguio llegar a a la lista de best sellers en Espana y Estados Unidos y suscitar el interes del mundo editorial. En LA HUELLA reunimos ocho de sus mas aplaudidas creaciones cortas.

  • Espana en el corazon de Adam Hochschild

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    ?Que motiva a alguien para luchar por un pais que no es el suyo? Desde los primeros compases de la Guerra Civil espanola, esta se convirtio en una cuestion internacional. Hitler y Mussolini enviaron aviones y tropas a los generales golpistas. Millones de personas en todo el mundo sintieron que el fascismo que asolaba Europa debia ser detenido en Espana. Mas de 35.000 voluntarios de decenas de paises ayudaron a defender la republica espanola. Hochschild, el aclamado autor de “El fantasma del rey Leopoldo”, evoca este periodo tumultuoso a traves de las vidas de los estadounidenses involucrados en la guerra, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Hemingway.

  • Malicia de Celia Velasco-saori

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    Salvador Nunez llega desde Aguilas (Murcia) a Madrid para estudiar periodismo. La casualidad hace que entre a desayunar en la taberna de Tomas, donde sus duenos le acogen con tal amabilidad y carino, que se convierten en su segunda familia. Alli conoce a un singular personaje quien, durante muchos dias reunidos, le cuenta su tragica historia, manteniendole en vilo hasta conocer su final, y de la que es protagonista Mali, una bella tailandesa sin escrupulos que le ha destrozado la vida.

  • La regata, Manuel Vicent de Manuel Vicent

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    La nueva novela de Manuel Vicent, una historia sobre el paraiso que un dia todos decidimos perder.

  • Memoria del olvido de Jacqueline Diamond

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    Irrumpir en la boda de su novia del instituto iba mas alla de lo que le exigia el deber, pero el oficial Joseph Lowery habia percibido algo inquietante, incluso siniestro, en el inminente matrimonio de Erin Marshall con un hombre al que ni siquiera recordaba haber dicho que si. Despues del terrible accidente Erin no habia podido recordar nada del dia en que habia estado a punto de morir. Y ahora la desconcertada heredera iba a pasar lo que habria sido su luna de miel esquivando balas junto al policia que habia arriesgado su placa… y su vida para protegerla.

  • Angel suicida de Charlotte Backman

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    Y una mierda. Si creian que no formaria parte de la investigacion, significaba que me conocian muy poco. El shock inicial se convirtio en tristeza y ahora, un dia despues de haber encontrado el cadaver de mi hermanastra tirado en el campo de futbol de debajo del Puente de Manhattan, solo siento ira. Esta ira sera la que me ayude a resolver que sucedio la pasada noche alrededor de las nueve y media, que fue, segun ha revelado la autopsia, la hora en la que Alice, con tan solo veinticuatro anos, perdio la vida. Segun mis superiores esta ira puede nublar mi mente y conseguir que no me centre; yo he logrado convencerles que no sera asi. Que nadie mejor que yo para atrapar al mal nacido que ha lanzado a mi hermanastra de un puente acabando con su vida. --Hacia cinco anos que no la veia --confese--. Somos hermanas por parte de padre, nos llevamos trece anos y nuestra relacion siempre ha sido nula. Para mi, aunque tengamos la misma sangre, es practicamente una desconocida. Dios sabe que me estaba muriendo por dentro; que solo podia recordar a Alice cuando era un bebe indefenso y yo una nina de trece anos a la que se le caia la baba y la besuqueaba todo el tiempo. A pesar de todo, logre sacar fuerzas. A pesar del sueno, a pesar del cansancio, a pesar de no poder entender nada ni el porque de todo esto. Mi serenidad logro convencerles. Todos estan de mi parte; no quiero su compasion, trato de no derramar lagrimas en publico y de disimular mi tristeza mostrandome mas seria y concentrada de lo normal. Aun no he pasado por casa, Jerry me ha aconsejado que deberia descansar y que Matt ha preguntado unas ciento tres veces por mi. Lo mas duro de todo esto ha sido llamar a mi padre. Se ha quedado mudo, se que durante unos segundos ni siquiera ha podido respirar. Una parte de mi tiene ganas de abrazarlo. La otra, prefiere esconderse. Me aterra tenerlo delante y tener que mirarle a los ojos en el momento en el que tenga que ver a su nina pequena sobre una camilla de metal. Blanca, pura y preciosa; con su melena rubia bien peinadita y sin su risa caracteristica o su mirada traviesa. Alice era una buena chica. No merecia este final. Nadie merece un final asi y quien haya creido que si, lo va a pagar muy caro. El examen toxicologico no ha dado muestras de alcohol u otro tipo de sustancia en su sangre. ?Accidente? Descartado. ?Suicidio? Me niego. ?De quien era si no el trozo de tela? Alguien la tiro del puente. La sangre del vagabundo era la de mi hermana y el trozo de tela perteneciente a una camisa a cuadros roja y negra, una prueba concluyente en la investigacion. Mi hermana debio arrancarsela al asesino antes de caer. Hoffman, el vagabundo, recibio una buena reprimenda por haber entrado en el campo de futbol donde cayo mi hermana, haberse llevado una prueba y haber tocado la sangre. Por lo demas, no se han encontrado mas huellas que las de Hoffman; mechones de cabello o restos de piel debajo de las unas de la victima, por ejemplo. Alice no se defendio. O no le dio tiempo a defenderse. Mi padre llega al anatomico forense donde esta el cuerpo de Alice a las tres de la tarde. Abatido y ausente, nada mas llegar me da un frio abrazo. No lo siento aqui. No conmigo. Esta en otro lugar que no logro alcanzar. --?Que le han hecho a mi nina, Gaby? ?Que le han hecho? Estoy segura que en estos momentos se alegra de que la madre de Alice falleciera hace tres anos a causa de un cancer. Las madres nunca superan las perdidas de sus hijos y menos en circunstancias tan extranas e inexplicables. Los padres tampoco, pero sobreviven en la mayoria de casos. Mi padre sobrevivira. Se niega a ver el cuerpo de Alice. Es algo extrano, pero cada uno reacciona a su manera. --No quiero verlo. No puedo, Gaby. No puedo. Se echa las manos a la cara; se derrumba delante de mis narices y pienso que de un momento a otro se va a desmayar. No lo hace, es duro como el acero. Yo, sin embargo, estoy alimentandome a base de cafes americanos y creo que la tension, que esta por las nubes, me va a pasar factura. --Papa, se que es muy duro. Pero tienes que recordar algo. ?Alice tenia algun enemigo? ?Sospechas de alguna persona? --Hacia tres meses que no la veia, Gaby --reconoce, con las mejillas inundadas en lagrimas--. No queria saber nada de mi. Su respuesta me paraliza; no se hacia donde llevar la conversacion. ?Tres meses sin verla? ?Tres meses en los que Alice no queria saber nada de papa? ?Por que? ?Que habia pasado? ?Que me habia perdido? CAPITULO 3 15 de septiembre, 2014 Alice Papa me llama cientos de veces a lo largo del dia. Pero no puedo dejar que me vea asi. No puedo. Es la tercera vez que me pega. Me he quedado en un rincon del apartamento aguantando sus punetazos, sus tirones de cabello y las dolorosas patadas en las costillas. Apenas me puedo mover. ?En que me he convertido? <> Lloro. Lloro hasta que me quedo sin lagrimas y entonces, cuando menos lo espero, me quedo dormida. Estoy dentro de un profundo sueno del que no quiero despertar, porque, al abrir los ojos, la realidad me golpea aun mas fuerte que el. Es un Monstruo. No tiene piedad. Bebe sin control y se que los porros y la coca lo estan dejando sin neuronas. Deberia ir a la comisaria mas cercana y denunciarlo. O llamar a Gaby. Gaby siempre saber solucionarlo todo. No es precisamente la hermanastra de los suenos de cualquier joven de veinticuatro anos, pero cuando la llamo esta. No quiero molestarla, tiene un hijo pequeno, su propia familia y un trabajo que la absorbe practicamente las veinticuatro horas del dia; pero hoy, mas que nunca, necesito hablar con ella. Contarle la verdad. Decirle que soy lo peor a la hora de tomar buenas decisiones. Que no soy como ella y que me arrepiento de no haber escuchado a mis amigas, cuando aun estaba a tiempo de dejarlo. Me levanto. Apoyo la mano en la pared y por poco me llevo la cortina por delante. Camino a rastras, me doy cuenta que me sale sangre de la cabeza al ver como gotea por el suelo de parque. <>, pienso. Voy hasta mi dormitorio. Me agacho con mucho esfuerzo y cojo una cajita de laton; en su interior hay un diario que tengo abandonado desde hace tiempo. Tengo

  • Un perfecto caballero de Pilar Eyre

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    En enero de 1939, las tropas de Franco entran triunfantes en Barcelona. Con ellas va Mauricio Casasnovas, guapo como un artista de cine. Es el heredero de una empresa textil, al que espera una mujer sumisa y un futuro dorado de noches en el Liceo, los mejores sastres y fulanas de lujo. Pero la brutalidad de la guerra ha abierto una grieta en su corazon que no deja de agrandarse. Mauricio, a pesar de estar casado, conoce por primera vez el amor y la pasion con una obrera de su fabrica, cuyo marido esta encarcelado. Atormentado al no poder poseer a esta mujer por completo, Mauricio comete un hecho terrible cuya culpa lo perseguira para siempre. Ademas, su vida conyugal esconde un enigma tan devastador y sorprendente que ni el ni nadie ha podido sospecharlo jamas.

  • La iglesia y sus enigmas de Lourdes Gomez Martin

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    La historia de la Iglesia esta llena de fenomenos sin explicacion aparente, personajes con facultades extraordinarias y objetos a los que se les atribuye un poder divino. Aunque la teologia catolica defiende que no sustenta su fe en estas manifestaciones, en las biografias de los santos encontramos multitud de prodigios y los templos cristianos estan rodeados de leyendas fascinantes. Esta obra profundiza en las reliquias mas importantes, como el Grial o la Sabana Santa; se adentra en los santuarios marianos que acogen las advocaciones mas enigmaticas, como Guadalupe o Fatima; asi como en el mundo de los milagros, las animas, el exorcismo o las luminarias.

  • Los ultimos espanoles de Mauthausen de Carlos Hernandez De Miguel

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    En este libro se habla de victimas y de verdugos. Los ultimos espanoles supervivientes de los campos de exterminio nazis nos recuerdan su sufrimiento y la forma en que perdieron a miles de companeros a manos de los siniestros miembros de las SS. Sus palabras nos llevan a un mundo de torturas inimaginables, pero tambien de dignidad, solidaridad y resistencia. Esta es la historia de esos hombres y mujeres que sobrevivieron o murieron entre las alambradas de Mauthausen, Buchenwald, Ravensbruck o Dachau. Y es tambien la cronica periodistica que denuncia a los politicos, militares, empresarios y naciones que hicieron posible que mas de nueve mil espanoles fueran deportados a los campos de la muerte.

  • Imperfecta armonia de Paula Gallego

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    Grite. Pero nadie escuchaba. Aunque estaba sola en casa y nadie me oiria, mi alma gritaba por dentro, sin atreverse a levantar la voz. Sabia que era aquello. Sabia que si mi interior desataba todo lo que habia guardado esos meses, estaria algo mas en paz y no tendria ni que plantearme lo que me disponia a hacer en esos instantes. Pero esa era la unica forma que tenia de desahogarme. Y por eso me encerre en el bano, me sente en el suelo de marmol y vacile con la cuchilla sobre mi piel unos segundos para, despues, cortarme. Y ahi estaba. La sangre, la liberacion. Ya me sentia mejor. No era ingenua. Habia leido sobre ello. Sobre los "cutters"; gente que se autolesiona, que generalmente se corta, buscando una forma de expresar lo que no puede decir con palabras. Se por que lo hacia. Se que el subidon que experimentaba justo antes de cortarme, y la descarga de tension despues, el alivio, eran lo que me llevaban a hacerlo una y otra vez. Era mi droga, mi adiccion. Y era completamente consciente de ello. Pero no tenia intencion de parar. No era una suicida, ni una persona que quisiera llamar la atencion. Si la gente lo supiera, habria dicho que estoy enferma. La mayoria no lo entenderia, es "insano". Pero, para mi, en cambio, era la unica forma de mantenerme mentalmente "sana". Si no pudiera cortarme, me habria derrumbado hace mucho tiempo. Me levante despacio, y limpie la sangre y la cuchilla. Me la meti al bolsillo, baje las mangas de mi camiseta y volvi a mi cuarto, para esconderla en el cajon de los calcetines. Mi tia Beatrice no suele fisgar. De hecho, no creo que entre nunca en mi habitacion. Pasa mucho tiempo fuera de casa, y yo me encargo de hacer mi propia colada y de mantener ordenado mi cuarto; no soporto el desorden. Me acerque al tocador. Y una chica paliducha de dieciseis anos me devolvio la mirada desde unos ojos azules y cansados. Frente al espejo habia un cepillo y a su lado un botecito con pastillas. Es triste que a mi edad estuviera tomando antidepresivos. Pero me consolaba la idea de que podria ser peor. Si mi tia o mi psicologo se enterasen en algun momento de que me cortaba… Bueno, me imagino que los antidepresivos habrian sido el menor de mis males. Guarde la cuchilla que llevaba en el bolsillo, cogi una de las pastillitas, y me asegure de que eran las cuatro de la tarde. Cerre los ojos y la trague sin pensar. Despues me arrepenti de no tener cerca un vaso de agua, pero ya era tarde. Aun asi, con un desagradable regusto en la garganta, baje al piso de abajo a por uno. Mire mi muneca desnuda. Alli, hacia tan solo una hora, habia estado mi querida pulsera azul; la que me regalo mi madre por mi noveno cumpleanos. Y su perdida, en parte, era una de las cosas por las que estaba triste aquel dia. Mi tia Beatrice me habia regalado una blusa de una de aquellas tiendecitas autonomas del centro, esas demasiado pobres como para asentarse en la Gran Avenida, pero que se encuentran a tan solo unas calles de distancia de esta. No me quedaba bien, y tenia que ir a descambiarla. Tendria que haber ido con mi tia, porque odio ir de compras sola. De hecho, odio cualquier actividad que implique salir sola de casa. Pero el caso es que la tienda cerraba pronto y era el ultimo dia para descambiar la prenda. Mi tia estaba trabajando y tenia que acercarme yo sola. Y ademas de la verguenza que pase diciendole al dependiente que la mayoria de la ropa que me ensenaba no me gustaba, habia perdido mi pulsera azul. No es que fuera algo irremplazable. Hacia mucho que no me la ponia, pero ultimamente me gustaba llevarla conmigo. Ahora ya no podria hacerlo. Dentro de la tienda habia estado jugueteando con ella, y seguramente la habia perdido en un descuido. Suspire, resignada, y enfile las escaleras. Cuando subi, me quede paralizada en la puerta de mi cuarto. Deje caer el vaso y se hizo anicos sobre el suelo de madera. Delante de mi, y al otro lado de la habitacion, habia un chico mirando distraido por la ventana. Con unos dedos delgados y alargados retiraba cuidadosamente la cortina, con la vista fija en la calle otonal. Era alto y moreno. Llevaba unos vaqueros ajustados, y una camiseta negra con la que se le marcaban los biceps. Me quede sin respiracion, y me recorde a mi misma que lo impactante no era su fisico, sino que se hubiese colado en casa. Sacudi la cabeza para reponerme y entonces cai en la cuenta de que podria ser peligroso. Pero me daba miedo moverme, mi tia aun tardaria en llegar. Ademas, si intentaba salir corriendo puede que me alcanzara; a lo mejor resultaba ser rapido. Bueno, mas rapido que yo seguro. Me decante por el plan B. --?Quien diablos eres tu y que haces aqui? --Eso me preguntaba yo. --Su voz era suave, pero grave. --?Quien eres? --Me llamo Jack. --Muy bien, Jack… ?Y que se supone que haces en mi casa? --Ya te he dicho que no lo se. Entonces oi que se abria la puerta del piso de abajo. Escuche el tipico repiqueteo del llavero de mi tia y me relaje un tanto. Ella sabria que hacer. No parecia un tipo peligroso, pero aun asi podria ser alguien desequilibrado. Volvi a darle un repaso; no parecia un loco. --!Beatrice! --Grite sin apartar la mirada del extrano que habia irrumpido en mi cuarto. Espere. --!Beatrice, date prisa! --Ya voy, ya voy. Sus tacones resonaron en el entarimado de madera. Por fin, tras unos interminables segundos en los que imagine como el guapo y pacifico Jack se convertia en Jack el destripador y nos mataba a las dos, Beatrice llego a mi lado. La mire a ella y, despues, al frente. Ella siguio mi mirada. Bien. No parecia asustada. ?Tal vez lo conocia? ?Estaria haciendo el ridiculo? --!?Pero que has hecho?! --Exclamo. --?Te encuentras bien? --Miro al vaso hecho pedazos en el suelo y luego me miro a mi. --Beatrice… --Susurre, alzando la mano hacia el desconocido. Pero ella se me adelanto, y camino hacia el con paso seguro y firme. --?Por que tienes esto a oscuras? !Por eso se te ha caido el vaso, porque no veias nada! -- Dijo, mientras se dirigia a la ventana, hacia donde estaba Jack y… y paso por delante de el. Por su lado, sin inmutarse siquiera. Incluso pude ver como rozaba su brazo sin que se dignara a levantar la cabeza hacia el; como si no lo hubiera visto. Ahogue un grito y me quede con la boca abierta. Mi tia volvio a mi lado y me dijo que iria a por una escoba. Yo asenti, sin apartar la mirada del desconocido que se encogia de hombros como si la cosa no fuera con el. Instintivamente, mire hacia el bote de pastillas del tocador. Y entonces cai en la cuenta de que me habia vuelto rematadamente loca. Era oficial. La senorita Mel estaba peor que una cabra. Capitulo 2 Cai derrotada sobre la cama. Tenia dos opciones: me lo callaba, o lo contaba. Ambas incluian cosas buenas y cosas no tan buenas que me preocupan mas. Si hablaba, era probable que me medicasen aun mas, que doblasen las sesiones del psicologo y, probablemente, que descubriesen lo que hacia con mi cuerpo… Y, con un poco de mala suerte, quiza me internasen en algun centro. Pero si no lo decia… Bueno, lo unico que estaba en juego era mi propia salud mental. Jack cotilleaba, curioso, cada rincon de la habitacion mientras yo iba acostumbrandome a mi locura con la cara enterrada entre las manos. Estaba en shock. Despues de un rato, en el que ninguno hablo, me decidi a romper el hielo. --Jack. --Pronuncie, con prudencia. --?Que haces aqui? --Dimelo tu. --Dijo mientras jugueteaba con el marco de una foto. --Oh. Asi que… ?Quien eres en realidad? ?Un espiritu o un angel que quiere que descubra por mi cuenta por que necesito su ayuda? --No. --Nego con la cabeza. --Cuando te he dicho que me lo dijeras tu, era exactamente porque creia que tu lo sabrias mejor que yo. No tengo ni idea de que hago aqui. Solo se que me has traido tu. --Aja… --Murmure con cansancio, sintiendome ridicula por seguirle la corriente a un producto de mi imaginacion, de mi mente. --?Y quien eres exactamente? --Soy Jack. --?Jack que mas? --Solo Jack. Me deje caer en el colchon. Madre mia, !estaba hablando con alguien que no existia! Tras unos segundos de absoluta desesperacion, me incorpore y cruce el pasillo que separaba mi cuarto del bano. Lo acabas de hacer. No, no lo hagas. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer… --Me repeti, una y otra vez, delante del espejo. Pero no tenia fuerza de voluntad. Busque una cuchilla de depilar, pues no queria que mi nuevo amigo Jack viese como sacaba mi cuchilla especial del cajon de los calcetines, y la hice vacilar sobre la piel de mi brazo. Lo acabas de hacer. Otra vez no… --Grito alguien desde algun rincon de mi interior. Pero nadie le escucho, porque los gritos de mi alma afligida amortiguaron el sonido. Y en mi cabeza solo podia pensar en la gloriosa sensacion que vendria despues de hacerlo. Derrame un hilillo de sangre. No mucha, la suficiente para sentirme mas serena. Limpie todo concienzudamente y volvi a mi cuarto, donde me esperaba mi nuevo trastorno. Pase a su lado sin prestarle atencion y me pregunte que debia hacer. Tenia que distraerme hasta la hora de la cena. Pero solo pensar en ver los programas que retransmitian a esas horas en la tele… me ponia enferma. Tampoco queria salir. En esos instantes, no me apeteceria ver a nadie. Y, aunque quisiera, ?con quien podria quedar? Seamos sinceros, solo tenia una amiga y casi siempre estaba ocupada. Pero ese no era el mayor de mis problemas en aquel momento. El mayor de mis problemas media mas de uno ochenta, era moreno y tenia una sonrisa de infarto. Ojala pudiera decir que solo era la tipica chica colada por el bombon de clase. Ojala. Pero no era asi. Cogi un libro y baje al salon. Por algun motivo, me daba reparo quedarme a solas con el. Me tire en el sofa y escuche a Beatrice mover cacharros en la cocina. Eso me relajo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, oi como Jack bajaba las escaleras y se acercaba a mi. --?Tu quien eres? --Me dijo, como si fuera el el sorprendido. No le conteste, volvi a distraerme con la lectura y procure no prestarle atencion. --Dime al menos como te llamas. Yo te he dicho mi nombre. Hice como que no le escuchaba. --!Eh, vamos! --Me chillo. --!No grites, trato de leer! --Le espete, malhumorada. --?Dices algo, Mel? --Oi la voz de mi tia desde la cocina. --No… Nada. --Le dije, consciente de que acababa de gritarle a mi propia imaginacion. Volvi a mi habitacion atropelladamente y me encerre dentro. --No me hables en publico. --Le pedi a Jack. --Entonces prestame un poco de atencion cuando estemos a solas. --Alzo una ceja. Sacudi la cabeza. No podia creer lo que estaba pasando. --Escuchame. --Le dije, senalandolo con el dedo. --No pienso hablarte, ni mirarte, ni prestarte atencion. Estas en mi cabeza, y cuando deje de pensar en ti, te iras. Entonces tome una decision. Haria como si todo fuera normal. Jack podia ser un efecto secundario de los antidepresivos. Seguramente, si dejaba de pensar en el, se acabaria yendo. Desapareceria sin mas, igual que aparecio…

  • Volvere aqui de Corin Tellado

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    Volvere aqui Burt, junto con el socio de su tio, Li-Chan-Yen, llevara acabo una venganza contra lord Crowther despues de lo sucedido hace quince anos y que Burt nunca ha olvidado.

  • Olvide Decirte Quiero de Monica Carrillo

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    Tras sufrir un terrible accidente de coche, en la difusa linea que separa la vida de la muerte, a Malena se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir: palabras de amor, de perdon, de amistad, de reconocimiento... Por su mente desfilaron todos sus amores, los felices y los fallidos: aquel que la hizo sufrir, aquellos otros que le sirvieron para olvidar y su amor actual, a quien tanto debe y de lo cual hasta ahora no se habia dado cuenta; su mejor amiga, a la que olvido decir <> antes de que se fuera; su familia y, sobrevolandolo todo, el personaje de su perrita Mia, una figura entranable, divertida y sorprendente que conseguira encauzar el destino de Malena para que nunca mas olvide decir <>.

  • Las chicas buenas tambien pueden ser malas, Sarah Myers de Sarah Myers

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    Se podria definir a Wendy como; una buena chica.

  • El enigma de Leon (Investigador Pedro Iniesta 3) de Francisco Sempere Sanchez

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    Pedro Iniesta sale literalmente del fango del rio Guadalquivir para embarcarse en otro misterioso caso que le llevara al limite fisico y mental. En la mente de este sicario es donde reside su peor enemigo.
    Dos historias que confluyen y nos llevaran a comprobar como las ambiciones del ser humano permanecen inalteradas a lo largo de los siglos.
    No importa que nos encontremos en la Cordoba de los Omeya o en el Munich del siglo XXI, diez siglos despues el acero sigue siendo la unica forma efectiva para resolver los conflictos.
    Hay una diferencia, pero solo es en las formas: lo que antes se solucionaba con una daga hoy dia se arregla con una 9 mm.
    El hampa en tierras de Castilla va a recibir la siempre incomoda visita de Pedro Iniesta, al igual que diez siglos atras recibiera a otro asalariado del gremio con parecidas intenciones.

  • Entonces, me beso de Gei

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    Estoy sentado con la nariz a pocos centimetros del monitor. Escucho una voz que me habla detras y asiento. Debe ser Emanuel, mi companero de departamento. Me dice algo mas y vuelvo a asentir. Y asi por buen rato. A ver, los dos sabemos que no lo estoy escuchando y los dos sabemos que esto cuenta como hacer trampa. Emanuel aprovecha mis momentos de concentracion para comentar las cosas a las que quiere que le diga que si sin chistar. No se muy bien en que me estoy metiendo, pero no puedo evitarlo. Vuelvo a acercar mi vista tanto que creo que me voy a poner bizco y acomodo la linea un par de pixeles mas antes de cambiar el zoom y ver como quedo. Casi bien. Cuando me giro, Emanuel ya no esta. Le mando un WhatsApp: Yo: Q me decias antes? Ema: jo de te Miro el grupo de amigos a ver que me perdi en las… tres horas que estuve con este diseno. Martina se peleo con el novio, el novio la esta acosando, se vienen a quedar a casa hasta cualquier hora. Bien, ese es un buen resumen. Martina es la companera de departamento de Lorena, la ex de Emanuel. Terminaron como amigos, y si no creen que eso sea posible, esperen y vean. No es que lo de Ema con Lore se pueda considerar un noviazgo ni nada; se vieron un par de veces. Ambos no tienen ningun prejuicio con el sexo, fue todo muy natural entre ellos, al igual que la ruptura. Entre nos, creo que a Ema le va Martina. Pero Martina tiene novio, un novio que es casi un secreto de estado, desde los catorce anos; nadie, jamas, lo ha visto. Aunque desde que la conozco, que es mas o menos unos seis meses, estan dejandose. Renderizo mi trabajo, que, a pesar de mi potente Alienware tarda lo suyo y me aseguro de que el archivo quede bien guardado. Creo que me voy a sacar buena nota. Estudio diseno digital, aunque hago varios trabajos en el area de diseno grafico de manera free lance. Aprendi a usar Photoshop, Ilustrator y Blender con tutoriales online. Es que siempre quise disenar, en especial, juegos. Si, lo se, disenar juegos con mega graficos es el astronauta del siglo XXI, pero me tengo fe. Soy bueno, tengo <>. Mis dibujos a mano fueron halagados mas de mil veces y algunos no me creen siquiera que sean a mano. <> me dicen. Por desgracia, no. No logro por nada en el mundo que esos dibujos que me salen a mano se vean igual en la compu. Y por eso es que estudio. Ademas de diseno, hago cursos de programacion y animacion. Pero aun tengo un largo camino entre el papel y la era digital. Suena el timbre y atiendo con un: --Bajo. El portero esta roto. Arriba no escuchamos quien es; no nos queda otra que simular que sabemos y bajar de una. -- ?Que haces, boludo? --me dice Gaston, mi ex. ?Que les dije? Existe la amistad despues del noviazgo. Solo que con Gaston si fuimos novios, porque… bueno, prefiero no hablar de eso ahora. --No sabia que venias --le digo mientras lo hago pasar con su nuevo novio a quien saludo con un asentimiento de cabeza. El novio de Gaston se llama Juan algo, pero el se presenta como Johnny y no le va mal. ?Se acuerdan de ese dibujo de Johnny Bravo? Bueno, es igual. Mientras se mira en el espejo y acomoda una remera que compro dos talles mas chicos, me centro en Gaston. --Me aviso Ema que Martina esta hecha mierda --dice. --Ojala el pelotudo ese se presente por aca, asi lo podemos cagar bien a trompadas. ?Cuantas veces la hizo llorar este mes? Pasamos a mi departamento y Gaston pone las bebidas que trajo en la heladera. Luego se ponen a tranzar con Johnny en mi cocina; solo cortan cuando el nabo quiere hacerse una selfie. Si quieren saber que pasa esta noche, entren a su cuenta de Instagram y van a ver el minuto a minuto. Si lo pasan rapido, es casi una pelicula con subtitulos en hashtags. ?Se preguntan si siempre soy asi de bruja? La respuesta es no. Pero creo que cuatro meses sin sexo es mi tope. El timbre suena otra vez, bajo, y un grupo de chicas, de las cuales solo conozco a Martina y Lorena, pasan como un tornado hablando a los gritos. Las botellas de vidrio hacen ruido y una grita: --!Cuidado que ahi puse el Campari! --No, boluda, el Campari esta en mi mochila, aca esta el fernet. --?Trajiste coca? --Si, una de dos litros. --Nos vamos a quedar cortas… Ok. Plan de la noche: mamarse hasta el coma. Me acerco a Martina y le paso un brazo por los hombros mientras hace un intento por no llorar. Cuando creo que no lo va a conseguir, se escucha un grito atras mio. --Esperen --dice Ema. Viene pisandonos los talones y haciendo malabares con botellas de cerveza. Veo lo que me parece una media sonrisa en labios de Martina y niego con la cabeza. --Dejame que te ayudo --dice ella con esa voz super dulce que tiene. Es de esas chicas que hablan bajito, como si siempre tuviesen verguenza. Yo, que vivo en las nubes, le tengo que hacer repetir todo mil veces. En cambio, Ema, bueno… el puede escucharla hasta cuando no habla. --Puedo solo, no hay drama --contesta en un intento de hacerse el macho de America. Antes que el equivalente al PBI nacional en cerveza se desperdicie en el palier, lo ayudo. Un grupo de chicas ya subieron en uno de los ascensores --no se puede llamar a los dos a la vez--, asi que esperamos. Como Ema y Martina mantienen una conversacion en ese volumen tan propio, me giro a Lore. --?Con quien hablas? Lore, como el Yin y el Yang, contrarresta a su amiga y en lugar de murmurar, grita. --Con un companero. --?De cual de todas las carreras? Lorena se rie. Ella misma hace chistes sobre sus problemas vocacionales. Ema la conocio este ano en Ciencias de la Educacion, pero el ano pasado estudiaba ingenieria en la UNR, y ahora esta segura que su futuro esta en musica. --En industrial --dice haciendo referencia a Ingenieria industrial --, esta super bueno, asi que sigo en contacto. Le tire onda un par de veces, pero cero. Ahora esta medio saliendo con otra flaca, pero me parece que la dejo… !Ah! Por cierto, es de Pergamino, como vos. Capaz lo conoces, es de mi edad. El ascensor llega y subimos con tantas botellas que temo que se caiga y nos tengan que ir a rescatar. --?Como se llama? ?A que escuela fue? --pregunto sin mucho interes. Lorena es de un pueblo de Santa Fe, cerca de Venado Tuerto, con algo asi como dos mil habitantes, por lo que esta acostumbrada a que todos se conozcan. Los rosarinos, en cambio, se piensan que mi ciudad es un pueblo, asi que tambien esperan que nos conozcamos todos. Por eso no le doy mucha bola al <>. --Damian Laurenti, fue al industrial… --Damien --le corrijo con la voz ronca. Creo que se me atoro algo en la garganta. !Ah, si! Ya se. Se me atoraron tres anos de enamoramiento y desesperanza. Toso. --?Lo conoces? --?Por que no le decis que se venga? Al parecer va a caer mucha gente --digo senalando las botellas. Es ley, cuatro meses de abstinencia es mi limite a la estupidez. Damien --?Te jode si me acuesto? --dice Milena tirandose en mi cama. Como vivo en un monoambiente, mi cama esta contra la pared y hace las veces de sillon cuando no estoy durmiendo. Yo le digo que no, pero no me uno. No tengo ganas. A decir verdad, lo unico que quiero es que se vaya. No se muy bien porque accedi a que venga a estudiar a casa. Prefiero mil veces la posibilidad de huir que me da ir a casa de ella. En cambio, ahora, si le digo algo, quedo como un maleducado. --Es medio tarde… --intento. --Uf, si. Mal. Se me paso volando y creo que no me quedo nada para el parcial. Me rio. Yo si pude estudiar, porque a diferencia de ella, que se la paso tirando indirectas, lei toda la jodida tarde. No quiero tener sexo con ella. Milena no es el problema; es linda y simpatica y no parece buscar que nos pongamos serios ni nada… El problema es que yo no quiero. Desde mi viaje a Bariloche, hace casi tres anos, que estoy asi. Se supone que el sexo es para pasarla bien, pero para mi es un compromiso. Algo que hago para que no me tachen de <>. Estoy por hacerme el cansado cuando mi celu suena. Lore: Previa en lo de un amigo… te sumas? Salvado. --Che, Mile, ?no te jode? me tengo que ir. Me re colgue… habia quedado con unos amigos y nada. Se me paso la tarde. --Le regalo una sonrisa que es toda una mentira. Ella decide creersela, mejor para todos. --Si, sorry. Yo tambien cuelgo mal cuando estoy con vos. Yo: Dire… Lore: San Juan al 3000. Hace sonar cuando llegues y bajo. Yo: ok. --Voy en la K ?vos? --Dale, vamos juntos --me dice. Hace el intento de besarme en el ascensor, pero no me siento con ganas ni de eso. Tampoco tengo ganas de estar en una fiesta rodeado de extranos. No es que tenga la mejor onda con Lore tampoco, al fin de cuentas tambien se me tiro… Pero es mas facil zafarla. Voy, paso el rato y me pego la vuelta. Yo: llevar algo? Lore: Abajo hay un market si queres bebida. Me bajo, paso por el kiosco, compro una cerveza no retornable y le aviso que llegue. --?Que haces? --me dice y me abraza al mejor estilo Lore--. Pense que no te ibas a prender. --Estaba aburrido. --?Mucho estudio? --Bastante, estamos en parciales. Creo que regularizo todas, pero promocionar… --?Promocionar??Promocionar? no me suena la palabra, ?estas seguro que la RAE la acepta? Me largo a reir. Llegamos al piso y esta lleno de gente. Mejor, asi me puedo perder un poco y no tengo que estar pegado a Lore toda la noche. --Che, Alejo aca vino tu vecino --dice Lore a los gritos y siento un par de miradas en mi. A mi pesar me pongo colorado --. Alejo te conoce de Pergamino. Vos sabes que siempre pense que te llamabas Damian… --Error comun. No se muy bien de que se la quisieron dar mis viejos cuando me pusieron Damien. Es como Braian, asi, con <>. Lore larga una carcajada. Mi chiste no es tan bueno, supongo que ya debe estar algo tomada. --O las Cinthyas, que no sabes donde poner tantas letras juntas. Cuando el tal Alejo se acerca lo reconozco enseguida. Me pongo algo incomodo al saludarlo. Intento disimularlo y es peor, el se da cuenta. Me da la impresion que hace un encogimiento de hombros y empiezo a sentirme fatal. Es que se que el es gay, y el sabe que yo se y no se si los demas saben, o… Interrumpo mi diatriba mental. --?Este es tu depto? Traje una cerveza --digo de manera apresurada. --Hola --me contesta y me siento un imbecil. No le dije <>. Por suerte, Lorena estaba hablando con alguien mas y no vio cuando quede como un pelotudo frente a su amigo. --Hola --me rectifico y sonrio. Me devuelve la sonrisa y siento que me acaban de tocar con un cable pelado. Ok, eso fue raro. --Veni --me dice y yo no me muevo--, la cocina --aclara con un ademan de cabeza y yo parpadeo antes de reaccionar. --Ah, si. Perdon. ?Me parece a mi o se acaba de reir a mis espaldas? --No voy a decir nada de que no te hayas presentado, solo porque se tu nombre. --Mira mi cara de desconcierto y aclara--: del indu. Yo soy Alejo, tambien fui al industrial, pero un ano atras tuyo. --Si, se quien sos. Eh, digo, te tengo visto… Me sostiene la heladera para que meta la cerveza. Me sorprendo de la cantidad de botellas que hay, sobre todo en proporcion con la escasez de alimentos. Un huevo, medio tomate y una lata de atun abierta. --No deberias dejar el atun en la lata… -- !Ah, no! ?En serio dije eso? Listo ?Donde entregan los diplomas de pelotudos? Me acabo de recibir con honores. Alejo larga una carcajada. --?Que queres para tomar? ?Cerveza, fernet, Campari… un Cosmo? Ahora el que se rie soy yo. Pero la risa me sale mitad divertida mitad nerviosa. Alejo se esta burlando con ganas y yo no paro de darle material. Sabe que mi incomodidad es porque el es gay y si, debo admitir que no se como tratarlo. Suena horrible y es horrible. No es que haya una forma en particular, es solo que… bueno, tantos anos de escuchar las palabras <>, <>, <> y casi siempre seguido con un <> dejaron una huella en mi. Una huella de la que me averguenzo e intento cambiar, sin mucho exito hasta el momento. --Fernet --contesto y cuando se da vuelta para buscar la coca largo el aire y me relajo. Alejo es un tipo copado y mi excusa para no quedarme en casa con una minita… <> me reprendo. No quiero pensar en por que no puedo estar con Milena, ni con otra, para el caso. Y, sobre todo, no quiero pensar en eso cerca de Alejo, porque es algo… ?amenazante?

  • Reino de fieras de Gin Phillips

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  • Seres de Luz de Miguel Angel Segura

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    Durante ocho meses de mi vida estuve trabajando como conserje nocturno en un hospital. Vigilantes, enfermeras, celadores y medicos, llegaron a contarme historias sorprendentes sobre este lugar. Lo que mas llamo mi atencion fue la historia de la enfermera negra... una enfermera que, por cierto, solo veian los enfermos que estaban al borde de la muerte. Algunos sobrevivieron a la enfermedad y se salvaron, pero otros perecieron alli. Quiero que conozcan esta historia con todo lujo de detalles... Apenas llevaba unas semanas trabajando en el hospital, cuando comenzo a correr la noticia de que el nuevo conserje (yo), se dedicaba a investigar misterios y divulgarlos en medios de comunicacion. En aquella epoca habia participado en dos ocasiones en Cuarto Milenio y era colaborador asiduo en RNE (Sexta Dimension). Poco a poco, algunos trabajadores se fueron acercando a mi para interesarse por estos temas; algunos incluso me contaron experiencias personales, y otros dieron rienda suelta a los misterios que, a priori, se sucedian en el edificio. Aunque como pasa siempre con esto, cada uno cuenta la pelicula segun la interpreta. Antonio, empleado de seguridad, se acerco a conversar conmigo, y me conto lo siguiente: --Buenas noches, Miguel Angel. --Hola, Antonio. --?Te han explicado lo que sucede en la UCI? --No. ?Que sucede? --pregunte intrigado. --Desde hace anos hay enfermos que asegurar ver a una enfermera negra. --?Una enfermera vestida de negro? --No. Una mujer de color, vestida de enfermera. Lo sorprendente es que aqui no trabaja, ni hay trabajado ninguna enfermera con esos rasgos raciales. --?Y que dicen esos pacientes? --Todos coinciden en la misma descripcion fisica. Ten en cuenta que los enfermos no se conocen entre ellos, ya que los casos se han dado en diferentes epocas. Pues bien; dicen que durante la noche una enfermera muy simpatica ha estado con ellos, y que gracias a sus cuidados se sienten mejor. Algunos de ellos se han recuperado en poco tiempo, aunque otros han fallecido a las pocas horas. --?Hay muchos casos que conozcas de primera mano? --Si, unos cuantos. Esta historia es muy popular en el hospital y se suele comentar bastante, sobre todo por parte de las enfermeras y los celadores. --?Y que les dice esta enfermera fantasma a los pacientes? --Eso es mejor que te lo explique alguna de las enfermeras o celadores que han tenido la oportunidad de hablar con ellos. Segun me han contado a mi, esta supuesta mujer los animaba a seguir adelante y les trasmitia mucha energia. Es como si su labor fuese ayudarles a superar la situacion, aunque en otros casos lo que parece es que esta entidad estaba ahi para ayudar al enfermo a morir de forma tranquila. Es como si estuviese presente para acompanarles en el transito de la vida a la muerte. --?Crees que querran hablar conmigo? --Seguro que si. Cuando vea a Carmen se lo comento y le digo que venga a verte. Ella ha estado presente en varias ocasiones cuando un enfermo ha sido testigo de esta enfermera fantasma. Antonio me dejo perplejo. Tuve que asimilar la informacion que me habia aportado. Tengo que reconocer que este hombre es una persona seria y rigurosa, ademas de un excelente profesional. La fiabilidad de su testimonio era absoluta, por lo que tuve claro que me encontraba inmerso en un caso digno de estudiar. Lo que no sabia en ese momento es que pronto descubriria algo sobre mi que, hasta la fecha desconocia. Lo podria definir como una faceta o habilidad que yacia dormida en lo mas hondo de mi ser... aunque pronto despertaria, y a partir de entonces, ya nada volveria a ser igual. Durante los proximos dias, otros companeros de trabajo se presentaron en la recepcion para contarme sus experiencias. Tambien hubo algunos que hicieron mencion a la famosa enfermera negra. La historia que mas me sorprendio --aparte de la ya mencionada en la UCI-- fue la que me conto uno de los responsables de mantenimiento que, casualmente, tambien se llama Antonio. Cuando era joven vivio una experiencia escalofriante, tras realizar una sesion de espiritismo donde sucedieron fenomenos de efecto fisico que, segun el testigo, no tienen explicacion racional. Este hombre es un experto en electronica y conoce muy bien las leyes fisicas, por lo que su testimonio me aporto una credibilidad absoluta. Al parecer, uno de sus amigos vivia en una casa de dos plantas; abajo tenia un pequeno taller donde hacia reparaciones electronicas, y arriba la vivienda. En numerosas ocasiones este amigo le habia explicado al grupo de colegas que en ese taller sucedian cosas extranas: objetos que se cambian de sitio sin que nadie los toque, luces que se apagan y se encienden solas, y un sinfin de sensaciones extranas. Un dia estaban todos reunidos en la plazoleta, como de costumbre, y a uno de ellos se le ocurrio proponer una sesion de espiritismo en el taller. Todos aceptaron, aunque lo hicieron mas que nada movidos por el morbo y, por que no decirlo, por el escepticismo. Varios de ellos querian echarse unas risas. Sin embargo, el plan termino causando un terror descomunal a todos los presentes. Al llegar al taller se sentaron alrededor de una mesa; se agarraron de las manos y... pronto empezaron las risas, hasta que uno de ellos dijo: <>. En ese momento el silencio se apodero del entorno y los chicos cerraron los ojos... instantes despues, uno de ellos lazo una sugerencia directa al supuesto fantasma: <>. En ese momento, la luz se apago y una vieja radio comenzo a oirse... instantes despues, un fuerte golpe se escucho en la habitacion contigua y, acto seguido, la luz se volvio a encender y la radio se apago. Todos salieron corriendo de alli despavoridos. Una vez que llegaron de nuevo a la plazoleta estuvieron unos minutos en silencio, asustados y digiriendo lo que habia sucedido. Pasado este tiempo, comenzaron a analizar lo que habia pasado, para intentar hallar una explicacion racional, pero no pudieron darsela. Segun me comento Antonio, aquella tarde no fueron capaces de regresar al taller, el miedo los invadio por completo. Al dia siguiente, el propietario del taller explico a sus amigos que el golpe que habian escuchado fue el de una ventana. El cristal habia reventado y el ventanuco se habia abierto. Esto, segun el testigo, era imposible, porque esa ventana daba acceso a un patio cerrado por donde no entran corrientes de aire. Ademas, la puerta de la habitacion estaba completamente cerrada antes de que se produjera el incidente. Otras de las cosas que destaco el muchacho es que algunos objetos estaban cambiados de sitio...

  • Despertando el amor en la naturaleza de Oscar Pascual , Sonia Crespo

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    Iker y Lorena eran una pareja casi perfecta que habian superado muchos obstaculos para llegar hasta el punto en el que se encontraban, lo que les habia hecho comprender que la relacion perfecta hay que construirla dia a dia con mucho amor, respeto, comprension y poder de adaptacion, para afrontar cualquier obstaculo de la vida.
    Lorena habia encontrado en su esposo a su mejor amigo, su confidente, su complice, un padre estupendo para sus hijos y un companero de vida capaz de darle lo que necesitaba anticipandose a ella.
    Iker habia encontrado en su esposa lo mismo que ella en el, pero ademas esa musa que le inspiraba miles de detalles romanticos.
    Su amor era fuerte como una roca, pero iban a comprobar que tambien era fragil como el cristal, al aparecer viejos fantasmas del pasado, que como molestos visitantes invisibles habian aparecido para poner a prueba ese amor.
    Para intentar acabar con ellos decidieron volver ese lugar magico que era tan especial para ellos, los lagos de Covadonga. Alli descubriran que se amaban y debian de hacer lo posible para que la relacion funcionase. Lo harian a traves de la naturaleza. ?Sera eso suficiente para que su amor no se rompa?
    No se pierdan esta historia llena de carino, comprension, pasion, naturaleza y, por supuesto, mucho amor.