• nari springfield - Nari Springfield

    https://gigalibros.com/no-me-llames-muneca.html

    Diana es una chica sencilla con una vida un poco complicada: a sus veintitres anos tiene dos gemelas, trabaja en una pequena libreria en La Cala del Moral y tiene miedo a enamorarse. Desde que su ex pareja la abandono al enterarse de su embarazo le cerro las puertas al amor y se centro en sus hijas y en su apasionante trabajo. Hasta que una noche dos ojos azules, electricos, forzaran la cerradura que tantos anos han mantenido sus sentimientos a raya.
    Matthew es un ligon cuya relacion con las mujeres no va mas alla de una torrida noche de pasion tras unas cuantas copas de alcohol. Sin embargo, tras esa fachada se esconde un escritor sin musa, un nino herido que teme a sus propios sentimientos, a las voces que le dicen que necesita ayuda y a las cuales acalla con fiestas y alcohol. Su vuelta al Rincon de la Victoria, donde paso los veranos de su infancia, es un vago intento de retomar la escritura de su ultimo libro. Pero dos ojos del color del mar le recordaran donde se esconden sus musas.
    Dos historias conectadas por un libro. Dos corazones rotos que buscan la caricia idonea para sanar.

  • Nari Springfield: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Nari-Springfield/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3ANari+Springfield

    Compra online entre un amplio catálogo de productos en la tienda Libros. ... de Iyanga Ndjoli Malonga, Nari Springfield, et ál. | 25 noviembre 2021.

  • NARI SPRINGFIELD | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/nari-springfield/20099228

    NARI SPRINGFIELD: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Nari Springfield fue una de las fundadoras, en 2012, de Prímula Studio, medio y revista que ...

  • Todos los libros del autor Springfield Nari

    https://www.todostuslibros.com/autor/springfield-nari

    Quieres información sobre los libros de Springfield Nari? Te damos información detallada de sus obras y te decimos donde comprarlas.

  • Lazos by Nari Springfield - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/53333242-lazos

    Lazos book. Read 2 reviews from the world's largest community for readers. Sergio nunca se ha sentido a gusto con su propio cuerpo ni con aquello que se ...

  • Libros de Nari Springfield en Librería Cervantes

    https://www.cervantes.com/autor/280603/nari-springfield/

    Nari Springfield. 15.00 €. Comprar. Sin stock actualmente, disponible bajo pedido. Editado por: Nowevolution Idioma: Castellano Encuadernación: Rústica ...

  • isla rubi el rubi de sangre - Librería Publics.

    https://www.llibreriapublics.com/es/libro/isla-rubi-el-rubi-de-sangre_1777253

    ISLA RUBI EL RUBI DE SANGRE, NARI SPRINGFIELD, 15,00€. ¿Quién no ha soñado alguna vez con echarse al mar a vivir aventuras? Jacqueline Laurent es una joven ...

  • NARI SPRINGFIELD - El Corte Inglés

    https://www.elcorteingles.es/bio/nari-springfield/

    Libros de NARI SPRINGFIELDVer todos · Las reliquias de la hermandad: Isla rubí (Tapa blanda) · Isla rubi. El rubi de sangre (Tapa blanda) · Ebooks de NARI ...

  • Las reliquias de La Hermandad, Isla Rubí 2 Nari Springfield

    https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=98114

    18 feb 2018 · 1 publicación · 1 autor

  • isla rubi ( las reliquias de la hermandad ) - Librería Hijos de ...

    https://www.librerias-hsr.es/libro/isla-rubi-las-reliquias-de-la-hermandad-_626180

    ISLA RUBI ( LAS RELIQUIAS DE LA HERMANDAD ), SPRINGFIELD, NARI, 15,00€. ... ... Añadir a favoritos. Comentarios. Sé el primero en comentar este libro ...

  • Amores pasados (Quedate conmigo 1) de Nari Springfield

    https://gigalibros.com/amores-pasados-quedate-conmigo-1.html

    La vida de Mimi nunca ha sido apasionante, pero todo cambia cuando decide mudarse de Nueva York a Los Angeles para estar al lado de su hermano. Tras conseguir un empleo en la prestigiosa y conocidisima multinacional Laksmi, Mimi se reencontrara con su pasado, con las tardes en Central Park mirando el cielo, las risas hablando sobre ovnis y los timidos besos adolescentes. Pero Mimi ya no tiene quince anos, y hace media vida que perdio contacto con la unica persona con la que habia conseguido conectar a todos los niveles.

  • La Destructora, ruinas y ceniza (La Creadora 2) de Haimi Snown

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    Los ergys la tienen y los wises la quieren.

  • Sin fin de M. C. Andrews

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    Daniel sabe que tiene que enfrentarse a los fantasmas de su pasado antes de la boda, por lo que le pide a Amelia que lo acompane a Hartford. Durante el viaje por la campina inglesa, la pareja pone a prueba los limites de su deseo y se entregan el uno al otro de un modo hasta entonces insospechado... <>. M. C. Andrews

  • Los trucos de la bestia de Lide Aguirre

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    Estoy convencido al ciento cincuenta por cien de que es mi vecino quien lo tiene secuestrado. Me da igual su aspecto de angel redentor y que sea el nino bonito de un barrio atestado de momias que ya solo quieren creer y se rinden a sus maneras de oveja encarrilada, a su voz llena de graves que ahora suena a terciopelo de salon pero que hace nada barria los silencios de los locales mas miserables de la ciudad: el sabe donde esta el chico por el que todo el mundo llora. El tiene a Pablo Martiarena. Lo supe ayer, al anochecer. Volvia a casa entre calles brillantes por la lluvia, dejando atras los pasos apresurados de quienes corrian a resguardarse bajo los soportales y sintiendome algo mejor que los dias anteriores, seguramente porque la oscuridad del nuevo invierno parecia darme un refugio y el cuello del abrigo solo me devolvia el calor de mi respiracion. Y entonces lo vi. Salia con su coche por la cuesta del parking de la plaza Cataluna y no me habria fijado en el si no fuera porque volvio la cara y me miro de repente; y sus ojos eran dos agujeros transparentes, no esa mirada azul a lo Paul Newman que tanto explota hoy dia por aqui y que tan bien le funciona, sino dos ojos redondos, vacios, de pirado, que me abrieron la puerta, por un segundo, a los calculos de hielo que se forman dentro de su cabeza. Y detras, en el asiento trasero, estaba el, Pablo Martiarena, el joven de la <>, el nino bien por el que se han levantado las alfombras de la ciudad, con su cicatriz en forma de jota en la sien izquierda, <>, como explicaba su angustiada madre en el programa de ETB de ayer por la tarde, y su pelo rubio cortado a lo casco, un peinado antiguo, de los noventa, que le da aspecto de nino o de yonki, segun quien lo mire. El caso es que vi a Pablo de perfil, a cuatro metros de mi y medio cubierto por una sombra corpulenta que le habia lanzado el autobus 17, que circula por la Gran Via como si se fugara de Alcatraz, pero lo reconoci a pesar del escupitajo oscuro del autobus y las bailarinas de lluvia que se estampaban contra su coche. Pero eso no es todo: algo le estaba sucediendo. Porque habia algo mas ahi, en el interior del vehiculo que conducia mi vecino Ivan Katz; algo lo suficientemente impactante como para que mi conciencia lo eliminara al instante, algo que llevo intentando rescatar desde entonces sin lograrlo. Ahora camino hacia mi casa en el barrio de Gros, en San Sebastian. Hoy no llueve, pero el dia suena a cristal helado. A mi derecha, el horizonte mastica los ultimos restos de la tarde y las paredes de los edificios a mi izquierda se van apagando cubiertas de carteles con el rostro de Pablo, carteles de color naranja fosforito para que destaquen sobre la rona que esta levantando su silencioso imperio de oscuridad sobre las fachadas de este barrio bohemio, obtuso y marino que el chico frecuentaba bastante, segun he podido saber. En los carteles, la familia de Pablo Martiarena subraya que se trata de una desaparicion de riesgo, asegura que se recompensara cualquier informacion sobre su paradero y facilita un numero de telefono. El chaval sonrie en la foto con una tristeza latente que te hace pensar que si no hubiera desaparecido ahora lo habria hecho mas adelante, de alguna otra manera. Tiene una expresion apocada y una mirada ojerosa y descolorida que revela noches de juerga y dias oscuros y tristes. Segun voy leyendo, me entero de que a Pablo Martiarena, donostiarra de 27 anos, se lo trago la tierra hace tres semanas, pero hace solo un dia estaba sentado en el Volvo gris de Ivan, el artista, el emprendedor, el nino mimado que se perdio en las fauces del lobo durante mas de diez anos y se reencontro con su parte ganadora antes de que se lo tragara la bestia. El mismo nino al que todos los demas del edificio teniamos miedo de pequenos. La Ertzaintza, sin embargo, tiene su propia version de lo ocurrido. Una version que me ha roto todos los esquemas. Una version con la que no estoy de acuerdo. Pero empecemos por el principio. Ayer por la noche, cuando llegue a casa y le conte a mi prima okupa lo que habia ocurrido, me convencio de que me acercara a una comisaria de la policia a contarles lo que vi o, mejor dicho, a ponerles al corriente de <>, como la llama ella ahora. No lo hice, no inmediatamente; no lo tenia claro del todo. En cambio, opte por tirar de contactos haciendo uso del listin siglo XXI: Facebook. Alli di con Edorta, un buen tipo con aspecto de toro viejo y espiritu acolchado, antiguo companero de clase en mi primer colegio y ertzaina de profesion. Le envie un mensaje diciendole que queria verle por un asunto que quiza era una tonteria, pero quiza no, y que, eso, que mejor encontrarnos. Y hoy mismo a primera hora me ha contestado animandome a que me pasara por la comisaria de Hernani, un pueblo a pocos kilometros de San Sebastian, <>. Al final, ha sido el quien me ha puesto al corriente de la verdadera situacion de Pablo. Y, en pocas palabras: Edorta desmiente todo lo que se cuenta sobre el caso en los medios de comunicacion. Pablo Martiarena <>, me ha insistido. Ni desaparecido ni en el coche de Ivan Katz. El chico de los carteles esta, simplemente, haciendo su vida muy lejos de aqui con una mujer que ha conocido y que su madre no aprueba. <>, me comenta bastante molesto. Al parecer, la madre se niega a aceptar esa version de la desaparicion y les pone <> alla por donde va, me cuenta. Por otra parte, los familiares de otros desaparecidos han empezado a criticar la repercusion que esta teniendo el caso de Pablo y la supuesta atencion que recibe por parte de la policia, y lo achacan a que el chico viene de una familia con dinero. <>, lamenta mi ex companero. En realidad, todo lo que me ha contado Edorta sobre el caso me ha dejado bloqueado, con una extrana sensacion muy parecida a la de tener las manos atadas y no poder abrir un regalo. Porque nada tiene mucho sentido, y cuanto mas habla el mas nitida se hace en mi memoria la imagen de Pablo en aquel coche. ?Estaba llorando?, pienso. Igual. Igual si. --Es un caso archivado, Mikel, aunque te agradezco la preocupacion --me suelta Edorta tranquilamente apoyado sobre el escritorio de un despacho anodino. Estoy sentado en la tipica sala de paso que imagino es la que utiliza cualquier agente cuando se reune con alguien poco relevante como yo--. Pablo Martiarena Gallardo se marcho voluntariamente a Iquique, en Chile, con su novia, hara tres semanas. Esta localizado y sano y salvo, pero no podemos evitar que su madre insista en que no es asi y se dedique a empapelar la ciudad y a llamar a la tele y a la radio, donde no comprueban la veracidad de casos como este porque son demasiado morbosos y les dan audiencia. El chaval da pena, su madre da pena y viene de una familia bien, y eso vende. En cualquier caso, te agradezco la informacion, Mikel, me alegra que hayas venido, te tenia perdida la pista despues de tantos anos y me ha gustado verte. Seguramente viste a alguien que se parece a Pablo, pero quien sabe, tal vez el chaval haya vuelto a San Sebastian. Nos pondremos en contacto con la madre para saber si ha tenido noticias. Trato de digerir la informacion. No se por que, no me cuadra. --?O sea, que al final lo unico que ha pasado es que se ha fugado con una chilena? --le pregunto con la vista fija en su costado derecho mientras intento poner los puntos sobre las ies. Edorta se ha levantado de su asiento y le hace un gesto a alguien a traves de la pared acristalada que separa el despacho del resto de habitaculos. --Si; bueno, no, no se ha fugado --cuando vuelve a tomar asiento, mi antiguo companero me sonrie con amabilidad y recuerdo fugazmente aquellos tiempos en los que era un nino regordete que me ayudaba a resolver problemas en clase de matematicas, treinta anos atras--. Lo unico que ha hecho es marcharse de mala manera con una chica, lo que hacen algunos enamorados, nada del otro mundo. El padre de Pablo murio hace cuatro anos y el no tiene hermanos, y su madre no quiere creer que se haya ido porque no asume que el hijo unico haya puesto una novia y un oceano entre ellos. Una locura pasajera, al parecer acababa de conocer a la chilena cuando hizo las maletas y se largo, una cosa rara, pero no ilegal. La madre niega la evidencia y asegura que esta secuestrado, que no lo localiza y que ni siquiera cree que este en Chile, pero lo cierto es que, por ahora, tenemos todo: los billetes de avion, su direccion… Ya volvera. O no. De todas maneras, nunca se sabe y es mejor tener todo atado. ?Dices que te parecio que Pablo viajaba en el coche con un vecino tuyo? --Si, en la parte trasera del coche de Ivan Katz, seguro que lo conoces. Ultimamente ha salido bastante en los periodicos. De chaval fue un grafitero bastante popular y ahora dirige una academia de pintura que organiza exposiciones de arte cada dos por tres en toda la ciudad, en Tabakalera y en el Kursaal y… Bueno, en muchos lados. Edorta se encoge de hombros --no lo reconoce-- y empieza a anotar en su ordenador. La luz blandengue de un halogeno cae sobre nosotros como lo haria en la sala de espera de un hospital. --Katz se escribe con k y tz, entiendo --murmura mientras teclea. --Si. Katz, como suena. Su abuelo era aleman. Ivan tiene nuestra edad, 42. Vivia en mi edificio, en la calle Zabaleta. Ahora vive en Segundo Izpizua, casi al lado. --?Y que sabes de el? Porque si has venido aqui sera por algun motivo. La gente no va denunciando a sus vecinos… --la mirada de Edorta se vuelve indescifrable. --Ivan Katz… --me siento como una maruja cotilla, pero trago saliva y me animo a continuar-- es un tipo raro. --?Raro? --Edorta es demasiado bueno para mirarme con mala cara, pero hasta yo me doy cuenta de que mi descripcion no tiene un pase valido en una comisaria. --Es peculiar… Peligroso --continuo, intentando despertar su interes--. Ahora parece un tio normal, asentado, ya sabes. Se esta haciendo un hueco en la sociedad guipuzcoana de renombre, digamos. Abrio la academia de pintura hace unos cinco anos, despues de recuperarse en Proyecto Hombre y…

  • Morir de miedo de Varios Autores

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    Una terrorifica y sorprendente antologia de relatos fantasticos firmados por los mas destacados autores del siglo XIX frances.

  • Eh, soy Les de Andrea Smith

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    Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podria ir peor. Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matematicas.

  • Las gafas de la felicidad: Descubre tu fortaleza emocional, Rafael Santandreu de Rafael Santandreu

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  • Desinformacion de Pascual Serrano

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  • Autumn Passion Love de Lorraine Coco

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    La inspectora Pamela Cassidy (alias la mujer de acero) jamas imagino que, al investigar la misteriosa desaparicion de una mujer, encontraria en su atractivo y descarado hermano a la horma de su zapato. Por suerte sus trabajos impiden que lleguen a algo mas y durante unos meses se cree a salvo. Hasta que una noche recibe una inquietante llamada suya, acompanada de una foto en la que se le ve esposado a uno de los grandes hornos industriales de su afamado restaurante. Incapaz de negarse a rescatarlo e investigar el asalto, vera como no solo su trabajo, su celosa y complicada vida privada, y su remanso de paz y orden, se desintegran para siempre cuando el ultimo hombre al que deberia acercarse se propone convertirla en su siguiente conquista.
    Autumn Passion Love es una historia corta, intensa, sorprendente y divertida. Una aventura que nos ensena que la felicidad se alcanza escuchando a nuestro corazon.

  • Punto de fuga de Jeremias Gamboa

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    Los primeros relatos del autor de Contarlo todo.

  • El juego de la inocencia de Marisa Sicilia

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    Louis Edmond d'Argenteuil La Rochelle, vizconde de Tremaine, caballero de la orden de Saint-Esprit y senor de Valdecourt y Chenerailles, por citar solo algunos de sus muchos titulos, esperaba con las manos extendidas a que su lacayo le pasase la toalla con la que secarse el rostro tras sus abluciones matutinas. En realidad, el pano estaba justo a su derecha y habria bastado con que Louis se girase muy ligeramente para tenerlo a su alcance; sin embargo, preferia esperar a que fuese Pierre quien se lo tendiese para proceder a su aseo. Ni siquiera se trataba de una decision meditada, era solo la fuerza de la costumbre. Louis se seco con parsimonia y volvio a extender los brazos para que Pierre lo vistiese con la camisa, le acomodase la levita y le calzase las medias y los escarpines. Cuando termino con su atuendo, fue a por una de sus pelucas, la ajusto con cuidado en la cabeza de Louis y procedio a esparcir polvos de arroz por su rostro para dotarlo de una palidez elegante y adecuada. Una vez Pierre dio por concluida su obra, Louis se volvio hacia el espejo y se complacio con lo que vio. La levita mostaza con festones dorados era magnifica y la palidez daba un matiz aun mas frio a su rostro. Sus facciones eran angulosas y no del todo formadas, ya que Louis recien habia cumplido veintiun anos, pero en su rostro juvenil e indolente ya destacaban algunos rasgos. Las pestanas rubias, claras y desdibujadas, los ojos de transparente iris azul palido; la mirada con frecuencia acompanada de soberbia pero viva e inteligente. Y sobre el conjunto destacaban sus labios, gruesos y, a decir de muchos, groseros, mas acostumbrados a las muecas de desprecio que a las sonrisas y, sin embargo, manifiestamente libidinosos y sensuales. Si, Louis tenia justo el aspecto con el que pretendia mostrarse. Un aristocrata joven, ocioso, libertino y hedonista. ?Y es que acaso la vida estaba hecha para algo mas que su disfrute? No obstante, el de aquel no era uno de esos dias en los que Louis pensaba sacar mas partido de la vida. Tenia concertado un encuentro con su tio paterno y tutor legal, Eustache d'Argenteuil, conde de Bearnes. No era la ocupacion con la que habria preferido perder el tiempo. El padre de Louis habia muerto pisoteado por un caballo cuando el tenia tres anos. A su madre se la habia llevado la tisis cuando no habia cumplido ni los ocho. La recordaba vagamente vencida en su lecho, su habitacion estaba siempre a oscuras, olia a enfermedad y corrupcion. Su madre lo llamaba implorante y le pedia que se acercase, pero los accesos de tos la interrumpian, se ahogaba y escupia sangre. Louis se soltaba de la mano de su aya para escapar al jardin y sentir de nuevo el calor del sol en el rostro. No recordaba haber llorado ni cuando la vieja Manon le comunico su muerte. Su tio ejercio la tutoria con rigidez y distanciamiento. Louis tuvo los mejores preceptores, severos y rigurosos, prestos a poner en practica aquello de que la letra con sangre entra. El joven Louis soportaba mal los varazos y palmetazos, pues nunca fue aplicado ni dado al estudio, y se tragaba las lagrimas como buenamente podia. Por fin, un dia, sus estudios se dieron por concluidos. Louis cumplio los dieciseis y como recompensa su tio le cedio la administracion y el dominio del vizcondado de Tremaine y le asigno una renta anual de tres mil ducados. La vida comenzo entonces para Louis. Dio buen uso de los tres mil ducados y, a decir verdad, no le sobraba nunca ni un franco; es mas, con frecuencia se veia obligado a pedir sumas extras a su tio. Normalmente acababa por concederselo, habria sido indigno que un Argenteuil no cumpliera a tiempo con sus compromisos, pero a cambio tenia que soportar sus enervantes reprimendas. Una burda molestia. Ademas, su tio no perdia ocasion de recriminarle su ociosidad y su comportamiento. Louis lo despreciaba. Actuaba como un mediocre burgues. Le parecia cargante y anticuado. El conde de Bearnes solia hacer vida retirada de la corte. Ocupaba su tiempo en reyertas con campesinos y arrendatarios. En sus encuentros de rigor abrumaba a Louis con pesadas charlas sobre el rendimiento de las tierras, nuevas clausulas de aparceria y mejoradas tecnicas de cultivo. Louis no disimulaba su tedio y su tio, el conde, le manifestaba su disgusto con inacabables discursos y reproches. A Louis aquello le resbalaba. Le fastidiaba, pero no le calaba. Solo tenia que esperar a cumplir los veinticinco para recibir su herencia al completo, y su situacion en la corte no podia ser mas aventajada. Era una y carne con Francois Garnier, intimo de la Du Barry, y no descartaba que la misma Maria Antonieta lo invitase algun dia no muy lejano a una de sus apreciadas fiestas pastoriles. Louis ya saboreaba el triunfo y se imaginaba gozando del honor de compartir lecho con su majestad la reina. Por el cristal de la ventanilla de su carroza diviso el perfil del palacio de Bearnes. Era un imponente conjunto de edificios de estilo renacentista y cierto aire italiano, influencia del arquitecto toscano que algun bisabuelo de Louis habia hecho traer expresamente para su construccion. Era mucho mas grande y senorial que Tremaine y, desde luego, mas impresionante. A Louis le mataba la envidia cada vez que lo visitaba. Aquel dia habia mucha actividad en el exterior. Cuadrillas de obreros se afanaban en los jardines. Louis sonrio. El viejo habia sucumbido por fin a la frivolidad y estaba llenando la mansion de fuentes y rotondas. Un nuevo y pequeno Versalles. No podia reprocharselo. El mismo habia gastado la nada desdenable cifra de ciento setenta y cinco mil francos adecentando Tremaine, y habria sido mucho mas si la mezquindad de su tio no lo hubiese frenado. La carroza se detuvo y un lacayo acudio a abrirle la puerta. Louis bajo y contemplo la fachada con aire de futuro propietario. En verdad, Bearnes no estaba nada mal, sus lineas clasicas conjugaban elegancia y tradicion en perfecta armonia. Ademas, se hallaba extraordinariamente bien situado, a un paso de Paris y a tiro de piedra del Trianon. Si, un lugar maravilloso del que disfrutaba el necio de su tio. Mientras avanzaba por las galerias enceradas, Louis se complacia en pensar que algun dia todo aquello seria suyo. La condesa, una mujer insignificante, triste y seca, habia tenido solo embarazos malogrados uno tras otro. En cuanto su tio Eustache falleciese, Louis lo heredaria todo. Si hubiese tenido fe en algo mas que el poder y las intrigas habria rogado al Senor por que tuviese la deferencia de no hacerle esperar demasiado. Pero conforme exigian las modas, Louis era rigurosamente ateo. Aunque por supuesto, en cuanto gozase de su herencia, se encargaria de anotar en su legado esplendidas donaciones a la iglesia. Por si acaso... Un lacayo de espalda encorvada lo saludo dificultosamente y se encargo de abrirle las puertas y anunciarlo. --Su ilustrisima excelencia el vizconde de Tremaine. Louis cruzo la amplia sala con la barbilla alta y la desenvoltura que le proporcionaba frecuentar los mejores salones de Paris y sonrio cordial a su tio. Tambien estaba familiarizado con la hipocresia. --Buenos dias, querido tio. ?Como os encontrais? Espero que esas molestias pasajeras de las que me hablasteis hayan cesado. Os veo francamente bien. Louis no mentia. Habia examinado con atencion el aspecto de su tio buscando senales de ictericia, llagas o tumores, cualquier cosa le habria valido, pero el maldito carcamal lucia tan duro y resistente como siempre. Su peluca vieja y gris, su menton mal afeitado, su piel cetrina y arrugada como la de un labrador... Louis a veces se horrorizaba pensando que pudiese acabar por parecerse a el. No, tal cosa no era posible. --Luces ridiculo, sobrino. Pareces una muneca adornado con tantos lazos. Si tu padre se levantase de la tumba se avergonzaria de ti. Su tio siempre era igual de afectuoso con el. Louis sonrio forzado. Podria haber optado por un vestuario mas discreto. No ignoraba la inquina de su tio por los adornos que eran comunes en la corte, pero Louis era un fiel seguidor de las modas y no iba a ceder en sus costumbres solo por darle ese gusto al cafre de su tio. --Siento que no os guste mi aspecto. --No me gusta nada de ti, Louis. Si no fuese por el respeto que me merecia tu pobre madre, dudaria incluso de que fueras mi sobrino. Louis volvio a estirar sus labios en una fria sonrisa. Si hubiese estado en su circulo habitual, habria tomado un pellizco de rape y habria devuelto el insulto con crueldad y agudeza. Pero no tenia sentido perder el tiempo con chanzas a costa de su tio. No sin mas publico que lo presenciara. --Os subira la tension y nada odiaria mas que alterar vuestra salud. ?Para que queriais verme, tio? Si es por los trescientos luises que os solicite en mi ultima carta no necesitabais molestaros. Bastaba con que hubieseis mandado un pagare a mi cambista. Su tio fruncio el ceno. Era terriblemente avaro y Louis sabia que nada le molestaba mas que el hecho de que le pidiera dinero. Era algo inevitable. Su renta era miserablemente mezquina, y solo el mantenimiento de los veinte sirvientes entre lacayos y doncellas que Louis necesitaba para ser atendido adecuadamente ya consumia esa cifra. Y tambien tenia que sufragar numerosos gastos. Sin ir mas lejos, esa misma semana habia encargado un florete nuevo, con la empunadura guarnecida con perlas y filigrana de plata y el acero mas flexible que podia obtenerse en todo Paris. Tenia mas de una docena aunque jamas habia usado ninguno, pero se lo habia visto al duque de Verlain y no se resistio a encargar otro igual. Ademas, le tenia prometido a Madame de Faberge un relicario de marfil para sustituir el que rompieron cuando la volco un tanto impetuosamente sobre la comoda de su dormitorio. En puridad, no creia que Madame de Faberge tuviese queja de su comportamiento, no le habia puesto el mas minimo reparo y se habia mostrado la mar de satisfecha, pero el original era una pieza exquisita y le habia sabido mal no haber tenido un poco mas de cuidado. --?Dinero? Voy a darte una mala noticia, sobrino. No pienso darte un franco mas. El rostro de Louis se contrajo. Una cosa era hacer una gracia y otra bromear sobre algo tan serio. --No entiendo de que me hablais, tio. --No lo entiendes, ?eh? --gruno el viejo Eustache--. !El senor de Vailles me dijo que te habia pedido audiencia por tres veces este mes para tratar sobre los arrendamientos y que se habia pasado toda la manana esperando a que lo recibieses! Louis hizo memoria. Recordaba fugazmente al senor de Vailles, un hombrecillo insignificante que vestia de negro y le hablaba de quintales de trigo y fanegas de terreno. Si llego a concertar con el audiencia alguna, habia quedado olvidada y habia preferido dormir hasta que el sol estaba bien alto en el cielo. Si al levantarse se encontro con que su ayuda de camara le anunciaba que se habia marchado tras esperarlo en vano, no lo habia lamentado. Ahora recordaba tambien que el tal Vailles venia especialmente recomendado por su tio. Una contrariedad.

  • Highland. En el corazon de Logan de Ariadna Baker

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    Alana no se lo penso dos veces cuando le ofrecieron la oportunidad de irse a trabajar a Escocia.
    Su vida habia sido dedicarse a sus padres hasta que fallecieron. Desde ese momento, lo unico que podia hacer era aceptar el trabajo como interna con la familia Mabry.
    Podia imaginarse de todo, menos que llegaria a considerar esa familia como suya. Sobre todo a Logan, un hombre que nunca habia tenido una relacion seria y quien, sin saberlo, lo que el buscaba en una mujer era lo que podia encontrar en Alana.
    Una familia llena de secretos por algo que ocurrio hace anos y que llego a marcar la vida de cada uno de ellos.

  • Chispa y humo de Sofia Navarro

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    Pidete una copa, elige tu asiento preferido y espera a que suene el jazz. En el barrio de Chueca, todos usan mascara, pero solo una mujer se disfraza de arana. Tarantula esta sola, terminando su ultimo cigarrillo antes de volver a casa. Deja de mirarla y de intentar adivinar quien es, que si la juzgas demasiado, acabara por saberlo todo de ti.

  • La estrategia del cocodrilo de Katrine Engberg

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    Katrine Engberg cambia los pasos de danza por giros literarios inesperados.

  • El legado de Europa de Stefan Zweig

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    Richard Friedenthal, editor y gran amigo de Stefan Zweig, reunio, en “El legado de Europa”, aquellos ensayos en que el escritor austriaco rinde homenaje a los artistas que supieron expresar la esencia de la conciencia comun europea. Tras la fragmentacion de esa patria compartida que fue Europa, Zweig la reconstruyo en el unico mundo que le era posible, el del espiritu. En esta reconstruccion le ayudaron aquellos autores que fueron sus companeros de viaje: Montaigne, Chateaubriand, Wassermann, Rilke, Roth… Artistas y amigos que, a modo de herencia, nos lega para inmortalizarlos en el tiempo, para que permanezcan imperecederamente en nuestra conciencia.

  • La verdadera felicidad de Lorena Lazo

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    Cristina siempre se sintio favorecida por el azar al pertenecer a un hogar de clase alta con unos papas muy importantes en el ambito social. Ella de caprichosa obtuvo lo que se proponia y es entonces cuando se convierte en la esposa de Carlos, un militar millonario que se habia pensionado despues de una tragedia que hizo que no volviera a caminar nunca mas siendo una gran perdida para la defensa del pais.

  • Apostando todo (Poker Guy 1) de Gabriele Foncis

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    Las maquinas de cafe expres estaban listas, y la clientela seguia formandose para entrar. Los pedidos de capuchinos, lattes y la famosa crema de coco mokaccino salian cada minuto. Los miercoles por la tarde siempre se hacian muy atareados, y ese en particular lo estaba, porque era la ultima semana de agosto; coincidiendo con el comienzo del periodo academico. La cafeteria era el lugar favorito de muchos geeks, lectores implacables y todo tipo de estudiante universitario que buscaba socializar. CafeLivre fue el primer sitio hipster que visite cuando me matricule en la Universidad de California. Ademas, el dia que vi el anuncio en el que buscaban a alguien para trabajar tomando los pedidos en la caja registradora, no vacile en solicitar la vacante; y por suerte me quede con el empleo. Desde entonces, trabajaba medio tiempo cada tarde despues de asistir a mis clases de ingenieria. De ahi que, sino no estaba en la facultad, lo mas habitual es que me encontrara sentado frente al mostrador de la cafeteria. Temprano esa manana, recibi una llamada de mi madre recordandome que debia ir al aeropuerto de Santa Monica a recoger a mi hermano. Por supuesto, no lo habia olvidado. Tenia la fecha de su llegada apuntada en el calendario sobre la pared de mi dormitorio, y cada dia que transcurria mientras se acercaba la fecha lo iba tachando. Lo que sabia de su visita a la ciudad, era que el entrenador de la Universidad Internacional de Florida lo enviaba para realizar pruebas en el club de futbol profesional Los Angeles Spark, y Ansel mostraba muchas ilusiones de quedar fichado en el equipo. Debo admitir que la alegria que me causaba el que mis amigos conocieran a mi gemelo, me mantuvo con un animo elevado durante todo ese mes. Ansel estaba haciendo un gran trabajo en el club de futbol de la UIF, y por esa razon, habia recibido ofertas de muchos clubes profesionales en todo el pais. Debido a sus logros en el campo, se hizo con el titulo de capitan y delantero, y al mismo tiempo, mantenia un promedio academico sobresaliente. El siempre se destaco mucho mas que yo en los deportes, ademas, en la escuela secundaria fue la estrella del equipo por ser el mejor anotador durante dos temporadas seguidas. Despues de la graduacion, Ansel se fue a Miami y yo me mude a Los Angeles, y el dia que nos despedimos en el aeropuerto de Ohio, fue la primera vez que estariamos en extremos opuestos del pais. No se como explicar que se siente separarse de alguien con quien has pasado tanto tiempo, ya que incluso antes de que nacieramos, estabamos juntos. Lo que si puedo decirte es que, sin lugar a dudas, me resulto raro quedarme sin el complemento que era mi hermano en mi vida. Sin embargo, supongo que con el tiempo ambos nos acostumbramos a las llamadas de larga distancia. Por lo general, mis dias pasaban entre mis clases, el CafeLivre y los viajes al centro con mis amigos. Aunque ese lunes por reves, pase todo el dia abrumado. Ser el chico detras de la caja registradora a veces era muy agotador, y mucho mas cuando las filas para entrar se extendian por toda la cuadra. Sin embargo, dejando eso de lado, mi empleo tambien tenia sus pequenas y particulares ventajas. Una centena de bebidas cafeinadas totalmente gratis a mi disposicion, y un tarro de granos recien tostados traidos desde Colombia en los que me gustaba meter la mano para revolverlos. Lo que acepto habia dejado un olor inmortal a cafe en todos mis dedos. Mientras terminaba de facturar una orden de capuchinos, mi companera de cuarto Nancy entro a la cafeteria con nuestra amiga Abigail. Ambas tambien eran estudiantes de la UCLA y tenian la costumbre de tomar cafe todos los dias por la tarde. Las dos habian llegado en el momento perfecto, la hora exacta marcaba las cinco y media, y como no habia mas personas en fila, crei que era una buena ocasion para conversar. Estaba sonando New Rules de Dua Lipa. Los murmullos por los cotilleos se sobreponian uno sobre otro. Sin duda alguna el estilo de la cafeteria era unico, la decoracion hipster atrapaba a cualquiera, y lo mejor de todo era el cafe que servimos todos los dias. Me corri por debajo del mostrador sin que mi jefa Darcy lo notara, odiaba que los empleados dejaramos nuestro lugar, pero Nancy me hizo senas cuando vio que se habia distraido. --?Como estan las chicas mas guapas de la facultad de periodismo? -- Coloque la bandeja sobre la mesa. --Como siempre mas bellas. --afirmo Abigail tomando su taza. Nancy prosiguio. --?Que tal ha ido tu dia guapo? --Es lunes, como siempre ajetreado. --mire hacia la caja para ver si habia alguien--Pero nos las sabemos arreglar. --CafeLivre siempre esta a punto. --senalo Nancy. --Saturada querras decir. --manifesto Abigail. Reimos luego de ese comentario, y a pesar de que no estaba equivocada, siempre era nuestro sitio favorito para trabar conversacion. En mi opinion, creo que no hay mejor momento que una tarde despues de un dia dinamico, para quedar y tomar algo con tus amigos. --?Iras hoy por tu hermano? --pregunto Nancy. --!Si! Debo pasar por el a las ocho. --?Y cuanto tiempo planea quedarse? --siguio Abigail. --Supongo que un par de semanas, viene por un fichaje de futbol. --Debe ser genial que tu hermano sea un deportista destacado--opino Nancy--?Has dicho que juega en Miami no? --Si, --afirme --Es el delantero del equipo de la Universidad Internacional de Florida. --?Y tambien es gay? --solto Abigail mientras se quitaba la crema del bozo. --!ABIGAIL! --destrabo Nancy. --?QUE? Es solo curiosidad. --replico. --No, no es gay. --Me cubri la cara con la mano y crei ver que los chicos de la mesa de al lado me miraban sorprendidos. Suponer que el hermano gemelo de un chico gay, tambien es gay. Es casi dar por hecho que serlo se debe a la mala crianza de los padres o a un gen hereditario, pero no hay nada mas alejado de la realidad. Cuando Ansel y yo dejamos de ser ninos y usar la misma ropa, el siempre estuvo en lo suyo, y yo en lo mio, y al final el unico que llevaba novias a casa era el. --Al menos espero que sea guapo como tu. --salvo Nancy. Bufe. --!No esperes que nos parezcamos! -- Me dio un fofo empujon por el hombro. --?Y podemos ir a verlo a los entrenamientos? --curioseo Abigail. --No lo se, --de verdad no tenia idea--. Pero espero que podamos ir. --Que su hermano gemelo vaya a verlo en compania de las chicas mas guapas de la UCLA, seguro lo motiva a jugar mejor. --Lo has dicho Amiga. --apunto Abigail. --O quiza puede distraerse y fracasar. --dije sonriendo. --Que aguafiestas eres Aiden. --aporto Nancy. --Lo se. Eran las siete y cuarto cuando concluyo mi turno. Insolita cuenta la que se habia facturado. En seguida cuando llego Tom, mi relevo, le pase el reporte diario y brinque de prisa del asiento. Fui en marcha al area de casilleros, y Darcy la gerente, me dirigio una mirada reparona desde su sillon reclinable. Me habia pillado hablando con mis amigas y me planto una amonestacion. Se trataba de la segunda que me colocaba, aunque era Tom quien tenia el record de haber acumulado siete en un ano. Si no fuera porque Darcy pasaba la mitad de su tiempo de trabajo comiendo en su oficina, no la aguantaria. Abri el casillero de trancazo sacando mi mochila de golpe. Debia estar a las ocho en el aeropuerto para recoger a Ansel, asi que lo llame un par de veces, pero la llamada se desviaba al buzon. Los cordones del tenis en mi pie izquierdo estaban sueltos, y casi tropiezo al cruzar la calle cuando el semaforo cambio la luz. El reloj en mi muneca me indicaba que iba atrasado, mientras que todos los taxis en la avenida estaban ocupados. Me cargue de estres, pero no podia detenerme. El sermon de Darcy me habia hecho perder veinte preciados minutos, y quiza a Ansel le hubiese tocado dar vueltas en la terminal mientras me esperaba. Me subi a un vehiculo a tres cuadras del Bulevar de Westwood, y le solicite que me trasladara lo mas rapido posible al aeropuerto. Como era mitad de semana, las calles y avenidas hacia esa ruta estaban llenas de turistas. Me encantaba Los Angeles, pero en ultima instancia, ese trayecto era uno que en definitiva hubiera preferido evitar. Mientras iba en el taxi rumbo al aeropuerto, el conductor me comento que era de Venezuela. Me tomo un tiempo ubicar el pais en mi mapamundi mental, y logre recordar que esa manana habia visto en CNN las noticias sobre las manifestaciones en su capital. Transmitian un informe sobre las protestas, las calles llenas de personas y la crueldad de la dictadura no tenia escrupulos para reprimir a las masas. Senti pena por el cuando me dijo que habia emigrado a los Estados Unidos dejando a toda su familia atras. Sin embargo, durante todo el viaje que nos llevo de Westwood a la terminal, mantuvo una sonrisa en su rostro --La mas sincera que habia visto. Baje en el estacionamiento del Aeropuerto e ingrese a la sala de espera. Habia perdido el aliento tras correr por el pasillo ancho de la terminal, y cuando llegue trate de buscar a Ansel entre la multitud. Eche un vistazo a la pantalla de arribo para comprobar si su vuelo estaba retrasado, pero hacia diez minutos desde que los pasajeros habian descendido. - ?Acaso Ansel se habia marchado del aeropuerto? - Mi madre fue muy obstinada recordandome que yo tenia que pasar por el, y no creia que hubiese insistido tanto, si Ansel no estuviera al corriente de que yo iria por el. Todos los gemelos tenemos una antena imaginaria sobre nuestras cabezas, por lo que, si a uno se le ocurria una idea, de manera sobrenatural el otro la solia recibir directo desde su conexion inalambrica; y el vinculo que Ansel y yo teniamos era poderoso. Fue en ese momento que espabile que tenia mi telefono celular, y lo mas viable es que el ya hubiese encendido sus datos moviles. WS: Hey Ansel, estoy en la sala de espera, ?donde estas? WS: ????? WS: ANSEL???? Me preguntaba si habria perdido su vuelo. Ansel (Hermano) WS: Estoy en la cafeteria, moriamos de hambre. Ansel (Hermano) WS: ?Pedimos una hamburguesa para ti? WS: No tengo hambre. ?Estas con alguien? Ansel (Hermano) WS: !Si! Estamos al fondo en la cafeteria. WS: Vale, voy para alla. Ansel (Hermano) WS: !Genial! te espero aqui. Lo vi desde lejos cuando entre, el cabello rubio erizado y la camiseta del equipo de futbol universitario me hicieron saber de inmediato que se trataba de mi hermano. Ansel se encontraba conversando con un joven sentados en una de las mesas. El tipo estaba de espaldas a mi, por lo que apenas alcanzaba a distinguir su pelo negro. Me parecia curioso que hubiese llegado acompanado por alguien, pero especule que tal vez podria tratarse de algun companero de equipo. Ansel advirtio que me dirigia hacia ellos, y el sujeto que se hallaba con el volteo clavandome la mirada. Tan pronto cuando lo hizo, aparte los ojos de mi hermano, y estos quedaron fijados en los de aquel muchacho. Dos conjuntos grises con atisbos rasgados de azul que me dejaron con la boca abierta. De topetazo me precipite contra su mesa. --Oye ten cuidado. --el habia evitado mi colosal caida. Una sonrisa torcida se delineo en mi rostro. --!Estoy bien descuida! --intente reponerme irguiendome de golpe. --?Es tu hermano? --pregunto. Ansel se levanto y me abrazo con entusiasmo --Si, por supuesto que es el. --Rodeandome con sus brazos. --?Estas mas Alto o es idea mia? ?Y que es ese olor? ?Cafe? --Olfateandome. --!Auxilio! --grito mi subconsciente. Mi cara no podia ponerse mas colorada. --!Si, lo es! Ten un poco de cuidado Ansel. Con el rabillo del ojo alcanzaba un vistazo sostenido del suave y agraciado niveo perfil del muchacho frente a nosotros. Sus mejillas parecian oprimirse en el borde de su boca, como si estuviese tratando de contener un gesto; y sus ojos danzaban de Ansel hacia mi con una peculiar oscilacion. --Lo siento, --dijo Ansel. --el es James --seguido de --y este es mi hermano Aiden. El chico me estrecho la mano, --Un gusto, soy James. --con tono gracil. Lance mi mano en caza de la suya y la inquietud me hizo cerrar el apreton justo a la mitad de sus nudillos. --Que tal, soy Aiden. --mi voz rechino aguda. Su rostro se mantuvo apacible cuando acogio mi pesimo agarre, dandome un fuerte apreton. --Es un placer Aiden. --Me observaba directo a los ojos. --No esperaba que fuesen tan similares. Me encogi de hombros - Tambien es un placer. El se quedo estoico observandome. -- James y yo nos hemos conocido en Miami. --dijo Ansel. --Ah ?si? ?tambien eres jugado? Ambos rieron jocosos. --!No! --dijo James-- En lo absoluto. La menuda sombra de una barba se marcaba alrededor de su mandibula, y sus pomulos eran angularmente muy masculinos. Sus cejas gruesas y perfiladas enmarcaban sus refulgentes ojos. Ademas, en su contextura se podia notar que tenia un porte definido, y sobre todo en su aspecto resaltaba una exagerada sofisticacion. Entonces su celular sono. Cuando se alejo de nosotros para atender la llamada, no pude evitar llenarme curiosidad. La mirada de Ansel sobre el me parecia extrana, en especial porque lo estaba observando con un brillo especial en sus ojos. Un destello que me resultaba poco usual. Pero lo que me daba mas intriga era que mientras hablaba por telefono, James nos miraba fijo desde la distancia. --?Y que haces con el? --pregunte. La atencion de Ansel salto hacia mi. --?Con James? Es un tipo muy genial. --?Genial? --Disimule mi interes frunciendo el ceno. --!Si! Ha ido hasta Miami solo para recogerme, --Las expresiones de Ansel me hicieron pensar que el intuia que yo entendia lo que decia--ha viajado desde Inglaterra y me ha dicho que estan muy interesados en mi fichaje en Los Angeles Spark. --?De verdad? --mire a James confundido. --!Ah claro! --exclamo--es el nuevo dueno de los Spark. Quede impresionado, --?el dueno del equipo? --lo dije casi susurrando. --Ha vuelto a los Estados Unidos porque su padre ha muerto. Mire a Ansel con inquietud. --Si, Jhon Spiegel... --Ansel alcanzo un folleto de los Spark de su mochila que tenia la foto del hombre en cuestion. Lo reconoci casi de inmediato. Jhon Spiegel era un acaudalado empresario de Los Angeles, propietario de la corporacion deportiva mas grande de la metropoli, y un destacado filantropo. Sin embargo, una semana atras lo habian encontraron muerto en su oficina en el centro de la ciudad. Su muerte fue la bomba de chismes que corrio en el CafeLivre todo el fin de semana. Segun el parte oficial, el hombre se habria suicidado disparandose a si mismo en la cien, y las primeras opiniones sugirieron que el motivo del hecho era debido a problemas financieros. Pero despues de las exhaustivas investigaciones del departamento de policia, salio a la luz publica que su esposa, la modelo Andrea Piper, resolveria matarlo para quedarse con su fortuna. Su compania SPIEGEL COMPANY LCC habia estado creciendo de manera exponencial en todos los mercados financieros durante todo el ano. Ademas, el hombre era un gran inversor y propietario de muchos otros negocios exitosos en todo el condado de Los Angeles. Sin embargo, la manana en que encontraron su cuerpo, todos los noticieros locales hablaban sobre el presunto hecho. Pero tres dias despues de que lo encontraran, el periodico local dedico dos paginas enteras al homicidio, donde detallaba que su mujer lo habria matado dentro del auto y luego llevaria su cadaver a su oficina para simular el suicidio. --?Y no te parece todo esto inoportuno? --?Que cosa? --Ansel estaba distraido. --Bueno... --pense algunos segundos--Que haya decidido ir en persona por ti a Miami. --Te he dicho que ahora es el dueno del equipo --habia tomado sus audifonos. --!Ansel! --sone increpante. --Relajate, solo ha estado de paso por la ciudad y se entero que el equipo habia solicitado que yo viajara a Los Angeles. -- encendio su reproductor y continuo-- Solo me ha hecho un favor trayendome en primera clase. No sabria explicar si en ese momento lo que pasaba por mi mente era curiosidad, o que era muy raro que el hijo de un millonario que habria sido asesinado hacia pocos dias, se hubiese tomado el tiempo de ir por Ansel hasta Miami. Pero preferi creer que, al ocupar el lugar de su padre en la gerencia de sus negocios, el fichaje de Ansel era pertinente para ellos en ese momento. --Entonces, ?nos vamos? --interrumpio James. Ansel me arrojo una de las maletas que traia consigo --!Claro! Quede desconcertado --?A donde? --James nos llevara en su auto. --?Nos? --Si. Luego Ansel se fue andando con James, y no tuve mas opcion que seguir tras ellos. Un hombre alto de tez oscura, calvo y corpulento nos esperaba junto a una camioneta negra sin matricula. Por un instante me resulto sospechoso que el vehiculo careciera de placas, pero cuando el sujeto abrio el maletero, salte a toda prisa para meter el equipaje. James se dirigio a el como Conrad y nos dejo ver que este era su chofer. --Lamento lo que le ha sucedido a su padre--musito el hombre. --Todos lo lamentamos. --enuncio James con un aparente desapego en sus palabras. --?Y ya la esposa esta en prision? --Sonsaco Ansel. --!Ansel por favor--me escandalice. --Pero si ha sido ella. --replico. --Por favor, no te preocupes. --dijo James--Ya le he contado a Ansel lo que ha sucedido con mi padre. Lo mire con afliccion--De verdad ha sido una pena lo que ha pasado con el senor Spiegel. --Si, de alguna forma lo ha sido. --dijo James, su voz sonaba serena. --Por favor suban al vehiculo. --insto Conrad. Me sente junto a Ansel en la parte de atras, y le golpee un par de veces con el codo. Miraba con reserva a James en el asiento de copiloto, y al mismo tiempo trataba de hacerles muecas disimuladas a mi hermano. Habia subido a una camioneta sin placas, y que ademas habia pertenecido a un hombre que fue asesinado por su esposa. Me fastidiaba el hecho de que Ansel estuviese teniendo tanta confianza con esos hombres. En el fondo estaba muy contento de que Ansel hubiese ido hasta Los Angeles, y sobre todo de que fuese sido propuesto como fichaje para uno de los mejores equipos de futbol profesional del estado. Yo era un torpe con el balon de futbol, pero Ansel habia heredado todas las cualidades deportivas de nuestra familia, y particularmente en el futbol era el tipo mas diestro que habia conocido. Que Ansel y yo fuesemos gemelos no era lo mejor de todo, por el contrario, lo mejor que teniamos era lo diferente que resultabamos ser. --?Es el fichaje de Los Angeles Spark? --pregunto el chofer mirandome con duda por el retrovisor. --Es Ansel, --dijo James. -- el que tiene la sudadera. --?Que tal? -- Ansel levanto la mano --Aunque todavia no he sido fichado, solo he venido por las pruebas. Conrad nos observaba con detenimiento por el espejo. --Si... Son gemelos identicos. --dijo James. --Puedo imaginar lo que diria su padre en este momento senor. --manifesto Conrad, negando con la cabeza. --El ya no esta aqui--exteriorizo James. Despues de ese comentario se dio una atmosfera tensa dentro de la camioneta. Conrad lucia como un tipo frio, y a pesar de aparentar estar en sus treinta y tantos, se veia muy tosco. Cuando James dijo aquello, el lo miro con reprobacion, sin embargo, no emitio ningun comentario al respecto, pero aseguraria que pude percibir que en torno a ellos dos se daba cierta tension, pero quiza solo habria sido mi imaginacion. --?Y a donde llevamos a estos caballeros? --rompio el silencio. Entonces fue Ansel quien me golpeo con el codo. --Mi departamento esta en Westwood, --mire a Ansel--en la calle doce del cruce con la UCLA. --Perfecto, --dijo James --llevemoslos a Westwood. --proporcionandome una sonrisa. James se apreciaba tranquilo y radiante conversando con Ansel, y el chofer junto a el permanecia indiferente conduciendo sin quitar la vista del camino. Sin duda estaba por completo seguro que, si mi companera de cuarto Nancy se llegaba a enterar siquiera que estuve sentado en el automovil que habia pertenecido al hombre mas rico de la ciudad, no titubearia en pedirme a mi o a Ansel, que intercedieramos por ella para obtener una entrevista personal con James para el blog de noticias de la universidad. Solo imaginar su insistencia para conseguir una primicia de la propia voz del hijo desconocido de la victima, me hizo querer dar de baja esos pensamientos. - Entonces, ?me decias que comienzas los entrenamientos manana? - inquirio James. --Si, --respondio Ansel--Debo presentarme a las ocho en el campo. -- ?Y cuantos dias estaras entrenando? -- pregunte. --No lo se, todo depende del entrenador Harrison. -- ?Peter Harrison? --Consulto Conrad. --Si, el entrenador Peter Harrison. --afirmo Ansel. --Senor, ?sabe de quien se trata? --dirigiendose a James. --Si, por supuesto. --confirmo James --Peter Harrison es socio de mi padre. Entonces el rostro de Ansel se alumbro, y desde nuestra conexion inalambrica invisible me llego a la mente lo que estaba pasando por la suya. Sin embargo, no podia consentir que Ansel si quiera considerara insinuarle que mediara por el con el entrenador. Sobre todo, porque estaba convencido de que el talento de mi hermano era lo suficientemente bueno como para quedar fichado en cualquier equipo por sus propios meritos. --?Entonces ahora es tu socio? --Le lance a James. Se quedo en silencio unos segundos. --Si, supongo que ahora lo es. --No todos gozamos la suerte de tener esas conexiones. --remate. Ansel carraspeo la garganta --!claro! !claro! --profirio --no todos. James permanecio impasible. --Aiden, las conexiones nunca dependen de la suerte. --Su voz sonaba disconforme. <<Aiden...>> James habia pronunciado mi nombre, y a pesar de la impavidez con la que lo habia hecho, cada letra de <> las senti como si fueran sido susurradas a mi oido con su tersa voz. Ese hombre comenzaba a causarme un chocante apremio que no sabria explicar. Pero sin duda desde el momento en que lo vi me dejo deslumbrado, pero al mismo tiempo, me llenaba de desconfianza. Era algo obvio que apenas estaba enterandome de que el senor Spiegel tenia un hijo, y me parecio curioso que en ninguna de las notas de prensa que habia leido sobre el despues de su muerte, se le hubiese hecho referencia a James. Ni siquiera en la columna donde habian lanzado la bomba del asesinato, figuraba alguna mencion de su descendencia. No obstante, aqui estaba el, un joven que acababa de aterrizar con mi hermano, y que quitando las arrugas y el sobrepeso que tenia Jhon Spiegel, era su viva imagen. --Hemos llegado caballeros. --anuncio Conrad. --?Aca esta tu departamento? --pregunto James. --Si, esta es la calle. --afirme, intentando alar la manija para abrir la puerta. Conrad desbloqueo los seguros y baje del vehiculo. La exaltacion y la verguenza me inundaron y mi mente me gritaba que saliera corriendo llevandome a rastras a Ansel conmigo. Cogi la pesada maleta que habia dejado en el maletero y Conrad le entrego la otra a Ansel. Aunque el todavia se encontraba conversando con James. --?Entonces, vendras a ver los entrenamientos? --Intentare estar alli. --indico. --Senor ya debemos irnos, --Conrad los interrumpio--recuerde que debe reunirse con los acreedores manana. --Tienes razon, --dijo James --espero verlos pronto. --James le estrecho la mano a Ansel y luego me miro --ha sido un gusto Aiden. Me puse nervioso cuando le aprete de nuevo la mano, y el no dejo de mirarme como si tuviese algo en la cara. Pense que tal vez lo hacia porque aun se sorprendia del parecido que teniamos Ansel y yo, pero crei poco probable que resultaramos ser los primeros gemelos identicos que el conociera en su vida. La camioneta cruzo la manzana y desaparecio en la oscuridad de la noche. Despues de que se fueran, Ansel y yo entramos en el edificio y tomamos el elevador. Mientras subiamos el indicador punteaba poco a poco cada piso que ibamos traspasando y una atmosfera cargante se formaba alrededor de nosotros. --?Te ha gustado James? --Ansel rompio el silencio. --!?QUE?! --Exclame -- Que boberias estas diciendo Ansel. En ese instante las puertas se abrieron en el sexto piso y sali de prisa. --Creo que te comportabas demasiado extrano. --Ansel iba apresurado detras de mi. Bufe--no se de que hablas. --- intente ignorarlo. --Ademas...--me alcanzo mientras sacaba las llaves--no creo que sea porque acabas de conocerlo. --Es guapo, lo admito--divague --pero decir que me ha gustado seria exagerar. -- quise cortar la conversacion. --!En serio! --manifesto--no tengo problema si te ha gustado. --Estas alucinando, --puse los ojos en blanco--debes estar cansado. --No me evadas Aiden. --!NANCY! --Anuncie al tiempo que abria la puerta.

  • La peligrosa amante del jeque de Elizabeth Lennox

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    Shanelle Basara se subio un poco mas el formal vestido, irritada por tener que llevar un atuendo como ese. El hecho de que tuviera que estar alli era ridiculo, sobre todo porque se habia tenido que arreglar tanto para un idiota arrogante y engreido. Habia dejado bastante claro a los poderes facticos que no tenia ningun interes en estar alli ese fin de semana, pero alli estaba. Desgraciadamente, no tenia la opcion de ignorar la citacion sin mas. !Era el jeque! ?Pero que hacia ella alli? Shanelle miro a su alrededor y vio a muchisimas mujeres ansiosas y entusiasmadas, la mayoria de ellas mas bellas y preparadas que ella. Claro que algunas de esas diferencias eran intencionadas. Habia restado importancia a su aspecto a proposito, apenas se maquillo y eligio el vestido menos favorecedor que pudo encontrar. El vestido sin espalda era de un gris plateado que hacia que su piel pareciera palida y amarillenta. El corte del vestido hacia que sus caderas parecieran enormes y sus pechos apenas eran visibles, a diferencia de las elecciones hechas por muchas de las senoritas presentes. El corte del dobladillo probablemente mostraba demasiada pierna, pero era lo mejor que pudo conseguir con tan poco tiempo. Nadie diria que estuviera gorda, pero se negaba a morirse de hambre como muchas otras mujeres. Tenia una cintura pequena, ?pero a quien le importa la linea? Sus piernas eran bonitas, pero no demasiado tonificadas como las de la mujer que tenia a la derecha. Ni eran tan largas y delgadas como las de la mujer a su izquierda. Caminaba al lado de su madre y de su padre sintiendose inepta, cohibida y amargada, deseando ser otra persona y estar en otro lugar. No entendia por que habia tantas mujeres invitadas al gran baile en el palacio. Si los rumores eran ciertos, el jeque buscaba una esposa. Pero el hombre tenia treinta y seis anos y habia estado soltero hasta el momento. ?Por que cederia a la tradicion y se casaria ahora? No tenia ningun sentido. Desde luego, tampoco tenia mucho sentido que ella y sus padres estuvieran alli. Su padre era adinerado y caia en gracia al gobierno, pero no era un funcionario de alto nivel ni el director de una institucion. Su madre no trabajaba, pero ayudaba a su padre con la socializacion, lo que Shanelle sabia que era una parte muy importante de la vida en Canaan. Igual que en muchas carreras politicas gubernamentales, gran parte del trabajo del gobierno se realizaba durante los eventos sociales, durante negociaciones discretas con una copa de vino o bourbon que terminaban con un apreton de manos. Pero aquello no tenia nada que ver con Shanelle, asi que le resultaba muy extrano que la invitaran cuando nunca habia formado parte de esa red social hasta el momento. Asi que los rumores de que el jeque necesitaba encontrar una esposa debian ser ciertos. Puesto que aquella no era una posicion a la que Shanelle aspirara, deseaba darse la vuelta y volver a casa, acurrucarse en su comoda silla y leer un buen libro. Claro que tambien podria dedicar unas cuantas horas mas a estudiar para los examenes de derecho del proximo mes en los que se habia inscrito. Mientras esperaba en la cola a que la anunciaran, miro alrededor intentando averiguar como escabullirse de esa ridicula charada. No queria llamar la atencion, queria pasar desapercibida. Estar en segundo plano. -Papa, necesito ir a refrescarme -dijo ella y solto la mano de su brazo antes de que el pudiera replicarle. Sonrio a su madre para tranquilizarla, pero giro sobre sus tacones y se marcho en direccion opuesta. Detuvo a uno de los sirvientes que llevaban una bandeja con copas de champan, le pregunto donde estaba el servicio y se dirigio hacia alli lo mas rapido posible. Si tuviera mucha suerte, podria quedarse en la zona lujosa hasta que acabaran todos los anuncios. Shanelle tenia un plan. No era un plan muy bueno, pero le permitiria permanecer invisible. Volvio a asomarse al cabo de diez minutos e inspecciono el pasillo. Seguia habiendo una fila de personas que avanzaban hacia el salon de baile, pero al menos sus padres ya estaban dentro. Eso queria decir que ya no era necesario que la anunciaran formalmente a su llegada. !Podia ser anonima! Sonrio, se levanto la falda y recorrio el pasillo por donde los camareros iban de un lado para otro. Ser invisible seria mucho mas facil si pudiera pasar por la entrada de los sirvientes en lugar de la puerta principal. Sospechaba que el jeque y su sequito estaban esperando al pie de la escalera, saludando a cada uno de los invitados a medida que los anunciaban. Con una sonrisa de deleite, oteo el pasillo, entusiasmada por la idea de haber despreciado al jeque de esa manera. Era poca cosa y quiza insignificante, pero no era buena idea despreciar abiertamente a un hombre tan poderoso. Asi que esas pequenas rebeliones eran todo lo que podia ingeniar de forma segura. Se detuvo en la esquina, se giro un poco y miro al salon, intentando descubrir si era seguro entrar por ese pasillo o si debia buscar otro. Malik Badri del Rahal, Jeque de Canaan, vislumbro con el rabillo del ojo el destello de plata en la esquina. Levanto la mano y el ayudante que caminaba a su lado quedo en silencio inmediatamente. Si no hubiera sufrido tantos intentos de asesinato recientemente, jamas habria accedido a la celebracion de ese fin de semana. Pero incluso Malik acepto que la mejor manera de detener los atentados contra su vida era casarse rapidamente y engendrar un heredero. O varios herederos, como le habian aconsejado en muchas ocasiones. Malik se habia resistido a la idea, pues preferia concentrarse en hacer que el pais creciera. La idea de tomarse el tiempo para casarse y engendrar un heredero le parecia un desperdicio ridiculo. Pero tras el cuarto atentado contra su vida, Malik supo que debia hacerse algo drastico. No era que no le gustara la compania de mujeres. No, indudablemente disfrutaba esa parte de la vida. !Incluso con mucho placer! Lo que le fastidiaba era simplemente la idea de estar atado a una mujer. Sus consejeros le habian dicho una y otra vez que estar casado no implicaba que no pudiera disfrutar de la variedad, solo que deberia ser mas discreto al hacerlo. Ese pensamiento le dejo un mal sabor de boca, pero ya se habia hecho a la idea del matrimonio. Y la manera mas apropiada de cumplir la tarea era reunir a tantas mujeres aptas como fuera posible en el palacio y seleccionar una que pudiera cumplir el trabajo. Aquel era el tercer fin de semana y, hasta el momento, ninguna mujer le habia llamado la atencion. En ese momento, Malik deseaba senalar a una de ellas y terminar ya con la decision. Aquello parecia vulgar, pero estaba cansado de aquellos fines de semana llenos de bailes y cenas elaboradas. Tenia cosas que hacer y pasar el tiempo socializando con un grupo de mujeres excesivamente maquilladas, acicaladas y muertas de hambre no parecia una buena forma de pasar el tiempo ni de gastar el dinero. El destello de plata desaparecio por el pasillo de los sirvientes y Malik camino rapidamente en esa direccion con la determinacion de capturar a quien estuviera colandose en el salon. Sabia que no era un sirviente, ya que estos llevaban uniformes dorados y bermellones. Se le paso por la cabeza que, si pudiera capturar el destello de plata, quiza podria conseguir algunas respuestas sobre el plan para librarse de el. Si pudiera descubrir quien intentaba matarle, podria eliminar la amenaza y no tendria la necesidad urgente de casarse y engendrar un heredero. Malik sabia que su ayudante lo seguia, sin saber por que no estaban yendo hacia el salon de baile. El publico ya se estaba reuniendo con ansias por ver al jeque y presentarle a sus hijas para que las examinara. Pero lo que vio cuando giro la esquina era mucho mas fascinante que cualquier intencion criminal. El trasero curvo y exuberante que habia ante el hizo que su cuerpo reaccionara con un interes inesperado. ?Por que alguien enviaria a una mujer para matarlo? Cuando el bonito trasero desaparecio bajo el voluminoso vestido de baile, observo con un interes mayor como una pierna larga y esbelta aparecia por la parte frontal. La mujer tiro del material plateado que tenia sobre esa pierna pero a Malik no le importo, ya que aquello hizo que levantara un poco la mirada. La agradable y seductora vision del pecho de la mujer cautivo su atencion. Solo pudo ver el costado y la mayor parte del pecho estaba cubierta con el fabuloso vestido, pero pudo entrever suficiente para captar su interes. <>, penso con placer. Malik recorrio el pasillo e hizo una senal a sus guardias para que se adelantaran a la mujer por el pasillo paralelo pero sin detenerla. Sus ordenes eran esperar mientras el descubria cuales eran sus intenciones. Mientras observaba, la belleza del vestido plateado caminaba sigilosamente por el pasillo. Por que intentaba ser tan silenciosa era un misterio, pero la forma en que echaba un vistazo a cada pasillo perpendicular era adorable, dandole a el otra vision de su adorable pompis. A medida que ella avanzaba por el pasillo, comenzo a sospechar que esa mujer no era del tipo criminal. Era demasiado obvia y muy poco sigilosa. Ademas, la expresion de su cara tenia algo que no parecia propio de alguien con intenciones de asesinar. Parecia demasiado alegre, demasiado encantada con su travesura. Cuando llego al final del pasillo, se acerco con intencion de verle la cara. Despues de haber observado su cuerpo durante los ultimos minutos, admitio que estaba mas que un poco intrigado. Fascinado seria una expresion mas adecuada. Se acerco mas y observo con interes como ella cruzaba los dedos a su espalda para despues asomarse a la entrada del salon de baile. <>, penso el. De ninguna manera iba a permitir que esa pequena belleza se perdiera entre la multitud, como sospechaba que intentaba hacer. Una asesina no cruzaria los dedos a su espalda. Sacaria una pistola u otra arma. Tampoco llevaria un vestido plateado que atrapara la luz, haciendo que toda su figura brillara. No, una asesina pasaria desapercibida, posiblemente con un vestido negro o incluso marron. Algo que muchas otras mujeres vistieran. O se vestiria como una camarera. Pero aun asi, ella destacaria. Ese cabello negro y reluciente trenzado en la parte trasera de su cabeza resaltaba su delicada estructura osea. <>, penso el mientras la luz del salon de baile iluminaba sus rasgos. Sus ojos eran de un marron chocolate oscuro, su piel tenia un color cremoso con tonos melocoton que el no creia que fuera maquillaje. Tenia unas pestanas largas y gruesas que rodeaban esos ojos almendrados, haciendo que tuviera un aspecto sensual sin usar montones de maquillaje. Incluso el hecho de que llevara menos de la mitad de maquillaje que las demas mujeres habria hecho que destacara. Por no mencionar el entusiasmo de sus adorables y expresivos ojos cuando se mordia su carnoso labio inferior. No, esa mujer no era una asesina. El se apostaba la vida literalmente con ese instinto cuando se acerco mas y se apoyo contra la pared justo detras de ella. En esa posicion, ella estaba demasiado ocupada mirando a la vuelta de la esquina, pero el pudo ver debajo de ese bonito vestido aquellos pechos que sus manos repentinamente ansiaban sostener y examinar. Eran abundantes y exquisitos y el corte del vestido le dio una seductora vision del profundo escote y las interesantes sombras. Sus ojos percibieron el lazo que mantenia el corpino sin espalda en su lugar y deseo con desesperacion estirar de ese provocador cordel para poder ver completamente esos pechos

  • Una familia normal de Alejandra Parejo

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    El mismo dia en que le ofrecen uno de los proyectos mas importantes de su carrera, Olivia se da cuenta de que esta embarazada. Tiene 31 anos, una relacion aparentemente solida con Mario y una economia estable, pero nada de eso la convence de que ha llegado su hora de ser madre. ?En que consiste ser una mujer independiente? ?Que significa ser una buena pareja, buena hija, buena amiga, buena profesional?

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • Para siempre es un comienzo de Patricia Morenz

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  • La Bella Y El Baron de Larissa De Silva

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    Sabia que iba a pasar. Lo sabia. Lo senti, pero no queria sentirlo. No sabia si era porque vivia en la negacion, o solo porque la idea de que volviera a suceder me asustaba. Pero senti calambres, y luego, tal vez tres minutos despues, habia comenzado. Otro periodo. Otro fracaso. Sabia que Roger tenia que ser la primera persona en saberlo. El estaba involucrado en esto, tal vez incluso mas que yo. Habiamos tenido suerte. No habia sido necesario. No habiamos tenido ninguna perdida todavia. Habiamos empezado a ir a un especialista, pero el proceso de Fertilizacion In Vitro todavia estaba lejos. La Dra. Zaphyr habia dicho que teniamos suerte de no haber concebido todavia. Ella recomendaba un terapeuta a todos aquellos cuyo embarazo habia terminado en un aborto. Despues de que nos dijo eso, se quedo mirando. Como si quisiera que le pidiera que le recomendara un terapeuta. Pero aun no estabamos alli. Lo estabamos intentando, y eso era todo lo que podiamos hacer. Fui al bano, me arregle el maquillaje con manchas de lagrimas y me limpie la nariz antes de volver a la sala de estar. Roger estaba viendo la television, golf creo, y apenas me miro mientras yo sacudia lentamente la cabeza. No dijo nada. --Roger --dije, tratando de evitar que mi voz temblara. Entonces levanto la vista, y nuestras miradas se encontraron por un largo segundo. --?Que? --Lo siento --dije, aunque me habia dicho antes que no iba a disculparme por esto otra vez. --Tengo mi periodo. Miro a la television nuevamente. Murmuro algo, pero no pude oirlo. --?Que fue eso? Me miro otra vez. --Nada --dijo, y luego se enderezo un poco. --No es una maldita sorpresa, ?verdad? Conociendote. Pestanee. --?Crees que yo hice que esto sucediera? Tardo mucho en responder. Cuando oi su voz, ya no estaba en la sala de estar. *** El divorcio, me aseguro mi abogado, iba bien. No tenia ningun punto de comparacion, nada con lo que relacionarlo, y no estaba particularmente interesado en profundizar en el proceso. Mientras me quedara con lo que era mio, el podia protestar todo lo que quisiera. Todos mis amigos me dijeron que deberia ser capaz de ver lo que habia pasado entre nosotros como una bendicion disfrazada -no querias realmente un nino con ese tipo, ?verdad?- pero no se sentia como una bendicion. Se sentia como una bofetada en la cara, como si no hubiera logrado escapar de nuestra relacion con dignidad. El habia sido el que presiono por el nino, y yo siempre quise complacerlo, pero me habia dado cuenta de que yo tambien queria desesperadamente un bebe. Resulto que el divorcio fue un proceso largo e interminable, y aunque una parte de mi se decia a si misma que era arcaico preocuparme por haber pasado mi mejor momento antes de quedarme embarazada, no podia permitirme ir por ello sola. Y la idea de encontrar un hombre… no era solo desagradable. Era tan absurda como la luna hecha de queso. Sabia lo que tenia que hacer. Tenia que mantener la cabeza baja, seguir haciendo mi trabajo, y preocuparme por eso, y solo eso. Eso era lo que mi terapeuta me habia recomendado. Era gracioso, habia terminado pidiendole a la Dra. Zaphyr una recomendacion despues de todo. Por eso segui yendo al trabajo, aunque cada vez que interactuaba con un nino, sentia una tristeza muy particular e insidiosa. Sabia que no iba a desaparecer, pero si no era capaz de traer a mi propio hijo a este mundo, lo menos que podia hacer era asegurarme de que los ninos que me rodeaban fueran tan felices y saludables como pudieran serlo. --?Quien es el siguiente en llegar? --Le pregunte a mi asistente, que estaba obedientemente a mi lado. --Se llama Tatiana Wilde-Garcia. Tiene tres anos y medio. --?Tres y medio? ?Para un nino sano? --Le pregunte. --La familia se acaba de mudar a la zona --respondio Kelly. --Son un poco… --Espera, ?entonces esta es su primera visita? --No para nuestra practica --dijo Kelly--. Solicitaron otro medico despues de ver al Dr. Dayleview por primera vez. Parpadee un poco. --?Dijeron por que? --Querian a alguien un poco mas… minucioso. No pude evitar reirme de eso. --Bien, de acuerdo --dije--. Supongo que tendre que hacer un gran espectaculo de esto. --Si. El padre esta un poco… parece un poco ansioso por la salud --dijo Kelly, su forma educada de decir que este padre iba a ser una pesadilla fuera de lo comun. --Lo entiendo --respondi--. No te molestes en entrar y tomar la historia antes que yo, entonces. Yo me encargare de eso. Sus ojos se abrieron de par en par. --?Esta segura, Dra. West? --Absolutamente --dije--. No quiero que tenga que seguir repitiendo lo mismo, y se hara a la idea de que soy mas atento que el Dr. Dayleview, lo cual todos sabemos que no es cierto en absoluto. Solo quedate conmigo, Kelly, y toma notas detalladas. Podria ser una de esas personas cuya ansiedad se alivia con el conocimiento. --?Lo crees? Le sonrei antes de llamar a la puerta de la habitacion cinco. --Quiero decir, honestamente, solo puedo esperar --respondi en voz baja antes de proyectar mi voz en la habitacion--. !Vamos a entrar! Abri la puerta sin mucho aviso. La nina estaba caminando, mirando el techo, que estaba pintado de colores, y el padre estaba sentado en una silla de plastico, mirandola. No pude verlo tan bien, porque su cara estaba alejada de mi, y estaba encorvado. Pude ver que era alto, porque sus piernas eran tan largas que casi me tropece con el. Tardo un poco en reposicionarse, mirandome despues de lo que parecia una eternidad. Lo primero que note en el, aparte de lo alto que era, fue lo cansado que parecia. Habia bolsas oscuras bajo sus ojos claros, y aunque parecia que habia intentado hacer un esfuerzo con su pelo, estaba claro que habia estado a medio camino, en el mejor de los casos. Sus ropas estaban limpias, pero cuando me arrastre hasta sus pies, note que sus calcetines no hacian juego. --Dra. West --dijo mientras se ponia de pie. Extendio su mano hacia mi--. La han recomendado mucho. Le sonrei mientras estrechaba su mano. Note lo suave que era su palma, pero las puntas de sus dedos tenian callos y sus unas eran un poco largas. El apreton de manos fue un poco incomodo antes de que se alejara de mi. Empece a hablar. --Asi que esta es tu… --Si, mi hija --dijo--. Es mi hija, y esta enferma, y quiero saber que le pasa. La observe un poco. Era una nina tranquila, de tamano normal para su edad, con grandes ojos y una pequena sonrisa en su rostro. No decia nada, lo que me sorprendio un poco, pero cuando obtuvo mi atencion, sonrio y me saludo. Sonrei y le hice senas para que se acercara y me arrodille. --Hola --dije--. Me llamo Dra. West. ?Como te llamas? --Tati --dijo en voz baja. --Hola, Tati --dije--. Tu papa me dice que te sientes un poco mal. ?Puedes senalar donde te duele? Sacudio la cabeza y note que su nariz estaba un poco tapada. --Bien --dije--. Hazme un favor, ?vale? Tu papa te va a ayudar a subirte a esta mesa por mi, y luego solo necesito que te quedes quieta para que pueda ayudarte a sentirte mejor pronto. ?Puedes hacer eso por mi? Ella asintio de nuevo. Su padre entro, la levanto y ella sonrio. Antes estaba bien, pero definitivamente parecia estar mejor en sus brazos. El le devolvio la sonrisa, pero habia algo en la forma en que la sostenia. --Mi asistente va a necesitar que extiendas tu brazo --dije mientras indicaba a Kelly. --Y la maquina va a apretar tu brazo un poco. Solo quedate quieta para que no tengamos que hacerlo de nuevo, ?de acuerdo?” --?Oiste eso, Tati? --dijo el padre. Ella asintio con la cabeza. --Es timida --dijo mientras Kelly se ponia a trabajar. Me gire para mirarlo. --Tiene un pequeno resfriado, pero parece estar bien. ?Ha tenido fiebre? --No --respondio--. No hay fiebre. --?Alguna tos seca o estornudo? Sacudio la cabeza. --?Que hay de perdida del apetito? --No lo se --respondio, encogiendose de hombros. --Es dificil alimentar a un nino pequeno. --Absolutamente --dije--. Lo entiendo. ?Esta mas malhumorada que de costumbre? Sacudio la cabeza. --No, honestamente, siempre ha sido una bebe muy facil de llevar --dijo --. Desde entonces… durante los ultimos meses, ha estado mas tranquila de lo normal. --Bien --dije--. ?Asi que te preocupa que su cambio de actitud este relacionado con su salud? --Oh, no. Su actitud cambio hace un tiempo --dijo, mirandome y levantando las cejas cuando no dije nada. --Su madre murio. Estamos adaptandonos. Pase saliva. --Siento mucho su perdida --dije. --Gracias --respondio. --Entonces, ?ha estado mas callada desde entonces? --No lo se --dijo--. Ocurrio de repente, y creo que, desde entonces, las cosas no han sido exactamente iguales. Estoy preocupada. Se que tiene poco sentido, pero parece que de alguna manera ella es mas vulnerable a enfermarse. Volvi a asentir con la cabeza. Tendria que preguntar mas sobre la historia familiar, y sabia que probablemente tendria que remitirlo a terapia familiar, pero no podia simplemente dejarlo asi. -- ?Le molesta si le pregunto que paso? --Cancer --dijo--. Pancreatico. Etapa cuatro en el momento en que fue descubierto. Nuevamente pase saliva. --Lo siento mucho. Es horrible. --Yo tambien --dijo--. Solo tenia treinta y seis anos. Nunca espere que criara a mi hija yo solo. Espere a que dijera algo mas, sobre todo porque no sabia que mas decir. Me sonrio, un poco triste. --Lo siento --dijo--. No quise hacerte sentir incomoda. --No lo hiciste --respondi--. ?Cuando ocurrio? --Justo antes de Navidad --dijo. Asenti con la cabeza y mire la tabla en mi mano, aunque no necesitaba leer nada. --Bueno, es un gran cambio --dije--. Dudo que le afecte fisicamente, pero puede que note algunos cambios de personalidad. El duelo es extremadamente dificil para los adultos, y los ninos pequenos no pueden decirnos como se sienten al respecto. Asintio con la cabeza, mirando entre Kelly y su hija. --Bueno --dijo--. Estoy haciendo terapia de duelo, y ella esta haciendo terapia de juego. No se si esta ayudando. Volvi a asentir con la cabeza. --Lo entiendo completamente --dije--. Es un proceso. --Gracias --dijo, su expresion se suavizo un poco. Luego cruzo los brazos sobre el pecho. Se lamio los labios antes de empezar a hablar de nuevo. --Creo que el Dr. Dayleview penso que estaba siendo paranoico, pero solo quiero que ella este bien. --Entiendo --respondi--. Bueno, dejeme examinarla, pero parece una nina feliz y saludable. Sonrio, pero aun asi parecia devastado. Me incline antes de que pudiera pensar en ello. --Escucha --dije--. Normalmente no hago esto, pero entiendo que sus circunstancias son un poco diferentes a las normales. Levanto las cejas. --Te voy a dar mi numero de telefono personal --le dije--. Enviarme un mensaje de texto es mas facil si tienes alguna pregunta, ?de acuerdo? Normalmente estoy un poco ocupado para responder. Pero si crees que ayudara… --Gracias, Doctora --dijo, sonriendome, y esta vez, se veia un poco mejor--. Se lo agradezco mucho. --?Tienes tu telefono? --Si --dijo. Lo saco de su bolsillo y estaba a punto de darme un telefono tan grande que apenas cabia en mis manos. Lo abrio primero, antes de darmelo. --Gracias de nuevo. Ha sido tan dificil, tuvimos que mudarnos justo despues de que muriera, y ha… ha sido un gran cambio. --Apuesto que si --dije mientras veia a Kelly echarme un vistazo--. Bien. Voy a examinar a su hija ahora, de acuerdo, Sr… --Wilde --dijo--. Pero puedes llamarme Oscar. Lo mire, parpadeando. --Esta bien --dijo--. Te dejare hacer una broma sobre ello, ya que eres la medica de mi hija y todo eso. Me rei. --Me abstendre. Aunque es curioso. --Una medica muy recomendada, y muy educada --dijo--. No se que mas podria haber pedido. --Soy muy competente, Sr. Wilde --le dije, sonriendole. --En serio --respondio--. Oscar esta bien. CAPITULO DOS Oscar --Lo estas haciendo muy bien --le dije a mi pequena. Ella me miro con esos enormes ojos marrones y fruncio el ceno--. La doctora dijo que estas bien y saludable. Siento que tu nariz haya estado congestionada ultimamente. No dijo nada. --Bueno, supongo que eres muy pequena para preocuparte mucho por tu estado de salud --dije mientras caminaba con ella hacia mi coche--. Pero te has portado muy bien, y eso merece una recompensa. ?Que te gustaria? Continuo mirandome fijamente. --Bien, supongo que estas cansado de la doctora --le dije mientras la ponia en su silla en el asiento trasero. Siempre habia sido una nina pequena, y me parecio aun mas pequena desde que Camila murio. Habia crecido tan rapido cuando llego al mundo, pero senti que la muerte de su madre habia proyectado una sombra tan grande sobre nosotros que su pequeno cuerpo no podia seguir creciendo. Sabia que no estaba siendo razonable, sabia que era solo una extrana conexion que mi mente habia hecho, otra cosa sobre la que pensaba que podria tener poder. Otra cosa para discutir con mi terapeuta, supuse, mientras abrochaba el cinturon a Tati. --Vamos entonces, monito --le dije--. Vamos a llevarte a casa y luego podemos ver a Moana juntos. ?Que te parece? --!Si, papa! --respondio, agitando los brazos con entusiasmo. Le devolvi la sonrisa, le bese la cabeza y me subi al coche. No estaba lejos, pero nuestro apartamento estaba en el centro, y habia mucho trafico en el camino. Sali del garaje y segui esperando en el trafico. El trafico era una de mis formas menos favoritas de pasar el tiempo, pero estaba decidida a pasar todo el tiempo que pudiera con mi hija. Me habia llevado demasiado tiempo darme cuenta de que el tiempo que habia pasado con mi difunta esposa habia sido muy poco, muy valioso. No queria parpadear y perderme nada que pudiera ser importante, no con mi bebe. Solia tener choferes para hacer este tipo de cosas, para ir por ahi y hacer mis recados, pero ya no. No desde que perdimos a Camila. Habia sido duro. Me di cuenta de que todavia habia mucha gente que hacia mis tareas por mi, pero eso estaba bien, porque eran las tareas que habrian cortado el tiempo que pasaba con mi hija. Me costo mucho, pero me di cuenta, cuando mi esposa murio, que el tiempo es el bien mas valioso. No importa cuanto dinero tengas… deberia saberlo… porque el tiempo es un regalo. Cada momento, cada segundo. Incluso cuando no se siente asi. Eso es lo que me dije a mi mismo mientras miraba a mi pequena en la parte de atras del coche. Ella estaba durmiendo entonces, muy cansada de su dura cita con la pediatra. Yo tambien tenia ganas de dormir una siesta, pero tenia que llevarnos a casa antes de poder hacerlo. Tosio un poco, dando vueltas en su sillita. Mi corazon se hundio hasta el estomago. La doctora puede que no haya encontrado algo, pero eso no significo nada. Todo lo que podria haber significado es que ella no estaba alli en el momento adecuado, o que la doctora no vio algo obvio. Eso fue lo que paso con Camila, asi que no vi por que no podia pasar con Tatiana. Habia una parte de mi que queria volver y que la revisaran de nuevo. Me dije a mi mismo que no fuera paranoico. Esto no era algo que yo pudiera controlar, y no habia necesidad de que me volviera loco. Todavia no. No hasta que la llevara a otro especialista, porque claramente, esta se habia quedado corta. Fue una pena, porque me habia gustado. Parecia inteligente, competente, y como si fuera buena con los ninos. Ciertamente era muy buena con Tati. Bueno, habia sido buena manejandola, pero no pense que fuera necesariamente buena en su trabajo. Tati tosio de nuevo y senti un escalofrio en mi columna vertebral. El trafico se habia sentido mal antes, pero tan pronto como empezo a toser, parecio reducirse a un goteo. Me pase todos los semaforos en rojo, un auto al azar me corto el paso varias veces, y habia una larga fila antes de que pudiera entrar al estacionamiento cubierto que estaba paralelo a nuestro edificio. Para cuando la desabroche, me senti listo para vomitar. La sostuve cerca, y ella se movio y sonrio. --Hola, papa --dijo. La abrace fuerte. Se rio, pero se retorcio en mis brazos. --Estas apretando demasiado fuerte. Afloje mi control sobre ella. --?Estas bien, monito? --Estoy bien --dijo--. ?Moana? --Bien. Vamos --dije. Le bese la parte superior de la cabeza, mas que nada para ver si estaba caliente, pero no lo estaba. No volvio a toser, y senti que mi ansiedad disminuyo un poco. No mucho, solo lo suficiente para llevarla al ascensor y subir las escaleras. No dijo nada. Parecia estar bien, ni siquiera inquieta o de mal humor. No estaba caliente, no se quejaba, y ya no tosia. Me dije a mi mismo que habia estado paranoico. Aun asi, saque mi telefono del bolsillo y mire el numero de telefono y la tarjeta de contacto de la Dra. West. Me pregunte si su oferta habia sido sincera. No queria tener que llamarla, pero no sabia si iba a tener muchas opciones. --?Papa? --Tati dijo, mirandome. --?Si, carino? --Pareces triste --dijo. Me mordi el labio inferior, e intente evitar que llorara. Cada vez que se daba cuenta de lo triste que me veia, hacia todo mucho mas dificil. --Estoy bien --dije--. Solo estoy cansado. Yo tambien tuve un gran dia. Me dio un abrazo y mis ojos se llenaron de lagrimas. --Veremos la pelicula juntos --dijo, repitiendo como un loro algo que le habia dicho un millon de veces. --No ayudara para siempre, pero ayudara un poco, y eso es todo lo que necesitamos.

  • Juguetes rotos de Itziar Mateo Antunano

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    Lucia, una mujer ambiciosa, ve como su vida esta abocada al fracaso. Hace anos penso que su vida iba a cambiar al lado de Oscar, su marido, una promesa del futbol, pero la realidad se impuso y sus suenos se truncaron.
    Ahora se encuentra casada con un hombre incompetente, sin dinero y sin trabajo, por lo que se ve obligada a buscar un empleo para poder mantener a su hija Ada.
    La suerte le sonrie cuando Angel, un ginecologo muy importante, la contrata como secretaria. Ve una nueva oportunidad en su jefe, el hombre de exito que ella necesita. Esta casado, pero eso no es obstaculo para ella.
    Aprovechando que su mujer, Carolina tiene una escuela de danza, apunta a su hija Ada a la academia para poder acercarse a su rival.
    Cuando conoce a Carolina se da cuenta de que no va a ser tan sencillo. Es ella la que va a tener problemas, al despertar fantasmas del pasado, y descubrira que su mala suerte no fue obra del destino.
    ?Que estamos dispuestos a hacer para lograr el exito? ?Serias capaz de matar para conseguir tu objetivo? Todo acto tiene un precio y unas consecuencias.
    Juguetes Rotos es una historia sobre las oportunidades perdidas en el camino y la capacidad de volver a empezar de nuevo.

  • Dime que no es un sueno de Anabel Botella

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    Cuando el amor verdadero llega a tu vida ni la muerte podra arrebatartelo

  • Nuestros dias en Bravelands de Paula Gallego

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    La gente que llega a Bravelands suele hacerlo por dos motivos: porque huye de algo o porque lo busca. En el tiempo que llevo aqui, he aprendido que asi es mas o menos con todos. Puedes distinguir a la gente que ha nacido a orillas de este lago de los forasteros con una sola mirada. Cuando ves sus ojos, te das cuenta de que algo falta en ellos. De todas formas, nadie suele quedarse mucho por aqui: unas semanas, unos meses, quiza un par de estaciones... y regresan a sus vidas. Asi se suponia que iba a ser conmigo, pero hace ya tres anos que encontre este sitio por casualidad, me enamore de sus misterios y leyendas y sigo aqui. Eso si, para todos continuo siendo una forastera. Ni siquiera yo se si escapaba o buscaba algo; quiza fue un poco de ambas cosas. Tampoco recuerdo bien como decidi venir a este lugar. Creo que acabar aqui es el resultado de un cumulo de casualidades, pero a una parte sonadora de mi le gusta creer que, quiza, el destino tuvo algo que ver. Se supone que, a estas alturas, tendria que estar en mi tercer ano de Derecho, a unos quinientos kilometros de aqui, y no en Bravelands, trabajando en esta posada a media jornada y completamente fascinada por los secretos del Lago Aureo. Pero la vida es caprichosa y ahora soy la mejor empleada que tienen Olle y Martha; la mejor, y la unica, todo hay que decirlo, aunque me gusta pensar que la entranable pareja me aprecia bastante. Tambien soy la unica ayudante que tienen en la fundacion que estudia el lago, localizada a solo doscientos metros del Refugio. Tanto la posada como la fundacion son unicas en Bravelands, que no tiene mas de mil habitantes y en sus mejores meses los turistas hacen ascender un poco esa cifra. Es un pueblo antiguo, construido a orillas del Lago Aureo: un gran lago custodiado por altos picos cuyas cumbres siempre estan nevadas. No hay casas que tengan mas de tres pisos y todas comparten una extrana armonia de colores ocres y pardos. La posada esta casi a un kilometro del pueblo; es una de las construcciones mas cercanas al lago, igual que la fundacion. Antes debia de haber mas casas pegadas a sus orillas, pero las nuevas normas de construccion han hecho que el nucleo del pueblo crezca algo lejos de aqui, donde las carreteras son mas regulares y el terreno, menos farragoso. Hace un par de semanas que entramos en otono y los veraneantes habituales que quedan por aqui se marchan junto con los ultimos rescoldos de calor. Los buzos cientificos, los biologos e incluso los aficionados que aprovechan los meses mas calidos del ano para realizar sus incursiones en el lago tambien han abandonado estas tierras, y ahora solo la fundacion custodia las aguas doradas bajo las montanas. Los otonos son frios en Bravelands, muy frios. Sin embargo, eso no impide que sigan llegando algunos turistas atraidos por la naturaleza salvaje que rodea el pueblo: las calles irregulares, las casitas pintorescas, los arboles altos y esbeltos... y, ahora, los calidos colores terrosos de la estacion. Sin embargo, la atraccion principal es el lago, toda la imaginaria que rodea este lugar, las leyendas, los mitos y las historias que se han contado de generacion en generacion haciendo que el turismo prospere. A pesar del frio de las mananas, tengo la sensacion de que durante los anos que llevo aqui algo en mi interior ha cambiado, reorganizando los horarios de sueno de mi reloj interno y haciendo que despierte siempre al amanecer. Hoy el cielo sigue teniendo un bonito color azafranado cuando me levanto. Mi habitacion da al este, justo al otro lado del lago. Las primeras semanas, Martha se dedico a ensenarme otros cuartos, pero a mi tambien me gusta el bosque. Desde aqui, veo el largo camino empedrado que se pierde entre los arboles de ramas bajas y cobrizas, los helechos oscuros y la fina niebla que se posa sobre la hojarasca cada manana. El lago prefiero contemplarlo sin cristales de por medio, frente a frente, mientras mis pies cuelgan del embarcadero de la fundacion y veo mi reflejo y el de las montanas recortados contra sus aguas doradas. En cuanto me incorporo y abro la ventana, dejo que el aire otonal me reciba, revolviendome el cabello cobrizo. Pucca, mi preciosa rottweiler de tres patas, salta sobre la repisa de la ventana y se agazapa, escudrinando las sombras del bosque. En realidad, no es mia. Es de Martha y Olle, pero Pucca llego poco despues de mi y la he visto crecer desde que apenas era una bolita de pelo, muerta de miedo, cuando la pareja de abuelitos la encontro abandonada en un contenedor por su condicion y la trajo a casa. Este lugar no es solo un refugio para las personas; tenemos varios perros, unos cuantos patos, un caballo con cataratas, una burrita patizamba, cabras medio locas y un numero ingente de gatos. De verdad, puede que haya un millon de gatos. Sigo la direccion de la mirada de Pucca y busco aquello a lo que mira con tanta atencion mientras mueve la cola. Quiza haya visto alguna ardilla o, tal vez, haya encontrado algun zorro o corzo pequeno. Durante la noche los animales suelen bajar al lago desde las montanas a beber agua, y no seria la primera vez que nos encontramos cara a cara con uno. Sin embargo, no es eso a lo que Pucca mira con semejante interes. Descubro que alguien se acerca por el camino cubierto de hojas perennes, en direccion a la posada, con andar rapido y sigiloso. Desde aqui no lo veo bien, pero parece un hombre. Lleva una gran mochila echada al hombro y ni siquiera repara en el paisaje mientras se acerca. De pronto, Pucca comienza a ladrar y yo doy un respingo, sobresaltada. El intruso tambien la escucha. Maldita sea. La han escuchado en quince kilometros a la redonda. --Pucca, calla --la regano, acariciando su hocico y tirando de ella para que se aparte de la ventana. Cuando vuelvo a asomarme, descubro que el recien llegado se ha quedado mirandonos en medio del camino. Esbozo una sonrisa de disculpa, aunque no creo que pueda verla, y alzo la mano para saludarlo. El ladea la cabeza, curioso, y me contempla unos instantes mas antes de seguir caminando, con la vista fija en el suelo. Pucca salta, aterrizando sobre sus tres patas, entusiasmada, y da un par de vueltas sobre si misma antes de marearse y detenerse mientras me mira, expectante. La acaricio entre sus orejas y me preparo con rapidez; vaqueros cenidos, jersey holgado y botas negras. Estoy despeinada y, probablemente, tenga pelos de loca, pero si el visitante quiere que alguien lo reciba, tendra que soportar mis rizos rebeldes. Para cuando bajo las escaleras, procurando no hacer ruido, y Pucca me sigue con el cuidado de un elefante dentro de una cacharreria, el ya esta frente al mostrador. La perrita me adelanta y pasa junto a mi como una exhalacion. Me pongo un poco nerviosa y espero que el cliente no sea demasiado asustadizo, porque he de reconocer que, si un ejemplar como Pucca viniese hacia mi con ese tamano y esa velocidad, me pensaria dos veces si viene a jugar; aunque en realidad es mas mansa que un corderito. Escucho como Pucca patina sobre el suelo de madera, extasiada, y decido bajar mas rapido por si acaso. No queremos que nadie se ponga a gritar desde tan temprano. Cuando llego al primer piso, descubro que todo esta bajo control y me relajo. El recien llegado ha dejado su equipaje junto al mostrador y ahora esta agachado atendiendo a la perrita, que reclama su atencion mientras da vueltas sobre el suelo y exige caricias. Se me escapa una risa cuando la veo y, entonces, el alza sus ojos hacia mi. Son del color de una tempestad y de una calidez insolita e inesperada. Dos cejas largas y gruesas enmarcan una mirada poderosa y salvaje, y unas tupidas pestanas hacen que resulte un poco mas dulce. Lo que mas me llama la atencion de sus ojos, sin embargo, es el gran moraton cardeno que cubre su ojo izquierdo: es oscuro e irregular y un abanico de colores rojizos y violaceos lo adornan. El joven se pone en pie despacio. Es alto, ancho de hombros y esbelto de cintura. Bajo el cuello de su jersey gris se adivinan las lineas de un tatuaje y lleva el pelo oscuro, ondulado, cubierto por un gorro negro. Cuando clava sus ojos en mi, no puedo evitar pensar que hay cierto halo emocionante e inhospito que lo rodea. Los tatuajes, los mechones oscuros que caen sobre su frente, el ojo amoratado y el labio inferior partido..., todo le da un aire problematico muy logrado. Y es bastante imponente. Ladea un poco la cabeza, sin dejar de mirarme y, de pronto, caigo en la cuenta de algo. Lo conozco. Conozco a este hombre. Hace anos que no lo veo, justo desde que me marche. Ha llovido mucho desde entonces; ahora el deberia tener unos... ?veintitres? Esta mas alto, sus rasgos se han endurecido y tengo la impresion de que no habia tatuajes asomando por el cuello de su camiseta la ultima vez que lo vi. Pero se que es el. Ese aspecto es dificil de olvidar. He debido de quedarme mirando mas de la cuenta porque, antes de que lo salude como es debido, es el quien habla con voz grave pero melodica. --?Os quedan habitaciones?

  • Brianda de Gema Samaro

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    Brianda de Valdivia, duquesa de Encinares, es una joven viuda que debe defender su legado en un mundo hostil. Su primo, el marques de Moncada, esta dispuesto a todo para hacerse con su patrimonio. Incluso a contratar los servicios de Baldassare, un mozo de cuadras, para que espie y controle los movimientos de Brianda, con el fin de que descubra algun secreto con el que poder chantajearla y tenerla al fin a su merced.
    Sin embargo, los planes del marques se trastocan desde el momento en el que Brianda se encuentra por primera vez con Baldassare, un joven atractivo y descarado que asegura ser un principe venido de un lugar lejano. ?Pero quien es realmente ese hombre? ?Un impostor? ?Tal vez un loco? El caso es que el sirviente no solo decide ser leal a la duquesa sino que la atraccion y la fascinacion iran creciendo entre ambos hasta el punto en el que se veran inmersos en una pasion irrefrenable que podria hacer peligrar todo.

  • El mapa de los afectos de Ana Merino

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    Valeria, una joven maestra de escuela que tiene una relacion secreta con Tom, que le lleva treinta anos, se enfrenta al dilema de los sentimientos y quiere entender el significado del amor. En el pueblo donde ensena, Lilian desaparece sin motivo aparente mientras su marido esta en la otra punta del mundo. Greg, un hombre a quien le pierden las mujeres, frecuenta un club de alterne de los alrededores para ahuyentar su descontento, hasta que un dia se ve descubierto de la peor manera posible.

  • El secreto de la buena digestion de Angela Quintas

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    Nos sentamos a la mesa, pinchamos con el tenedor un trozo de comida, nos la llevamos a la boca, la masticamos, la deglutimos. ?Y luego que?
    Comemos al menos tres veces al dia durante toda nuestra vida, pero no sabemos casi nada de lo que ocurre dentro de nosotros cuando ingerimos un alimento. Como consecuencia, a menudo tampoco entendemos el modo en que nuestro cuerpo reacciona frente a lo que hemos comido. ?Por que hay cosas que nos sientan bien y otras que no? ?Que relacion hay entre lo que comemos y las enfermedades que desarrollamos a lo largo de la vida? ?Que nos dice el estomago cuando hace ruido? El mal aliento, las migranas, las hinchazones abdominales, las alergias, la obesidad y hasta las depresiones pueden tener su origen en una mala digestion.
    Este libro, lleno de curiosidades, toca cada aspecto relevante de nuestro proceso digestivo, incluso hasta llegar a esa gran desconocida: la caca, que tanto puede contarnos sobre nuestra salud. Entender de manera sencilla la complejidad del intestino nos hara mas conscientes a la hora de decidir que vamos a comer manana para sentirnos mejor.

  • La nina de maiz de Joan Llensa

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    Llevandose una tostada untada con mantequilla y azucar a la boca, la pequena Martina dejo que el crujido eliminase cualquier sonido. Sentir los trozos de pan mezclandose con la deliciosa mantequilla que se derretia en su paladar era algo que percibia como una maravilla. Y cuando el azucar con su edulcorado sabor le impregnaba la lengua, miles de cristalitos brillantes la convertian en un hada de los bosques. Asi lo apreciaba ella. Y ese pequeno detalle, que al parecer de muchos pudiera ser considerado insignificante, para ella tenia un significado especial. Magico. --Abuela --la llamo con los labios untados--, ?ya se han ido todos? --Claro, chiquilla. Hoy hay reunion de ultima hora en el ayuntamiento para la Feria y han salido pronto para que tengamos el mejor sitio posible. Ya sabes que a quien madruga, Dios le ayuda y, si veneramos a las Virgenes y los Santos como merecen, nos bendeciran con un ano lleno de buena prosperidad. Martina dio un gran bocado y desvio la mirada hacia la ventana. La claridad del cielo era de ese color pastel que cuesta definir. Cuando el sol se apresura a tenir con trazos largos y gruesos la oscuridad con sus pinceles de luz. --Creo que hara un buen dia, abuela. --Asi lo quiera Dios --sentencio. Tras terminarse el desayuno, la pequena Martina recogio las migajas que quedaron en la mesa y ayudo a la abuela a fregar los platos. Las dos salieron al exterior por la puerta de la cocina. Vivian en un antiguo molino que era el sustento de la familia. En total, eran siete miembros; la abuela era la mas mayor, despues estaba Valentina, su hija, y Pancracio, el marido de esta. Casados desde hacia anos y tocados por la mano del senor, como decian ellos, por el fruto de su amor: sus cuatro hijas. Josefina, la mayor y mas seria a quien todos llamaban Fina; Jacinta, la rebelde; Maria, la buena; y la pequena Martina. El viejo molino consistia en una construccion de dos plantas. En la primera, se distribuia una amplia sala que hacia a la vez de comedor y cocina, todo junto con una gran mesa de madera maciza y sus sillas, con frondosos y mollencos cojines que ellas mismas se habian encargado de hacer. En uno de los rincones, un gran fuego a tierra daba el calor necesario a las frias noches de la comarca. De la estancia, aparecian en el rincon contrario las escaleras. Unas ascendian hasta la primera planta, donde se encontraba una sala comun con un sillon desvencijado de color crema y una mesa con cuatro sillas. Esta sala se comunicaba con tres puertas que comunicaban con los respectivo dormitorios. Uno, de los padres; otro, de las tres hijas mayores; y un tercero que compartian Martina y la abuela. Por otro lado, y debajo de la planta inferior, la sala del molino con las grandes piedras de moler y todos los engranajes que aprovechaban la corriente del rio para las harinas y demas. En el exterior, el viejo molino tenia el aspecto de una casa normal y corriente, con una construccion que recordaba a las casas de la zona; sus paredes de piedra y cemento, sus ventanas de un tamano mas bien pequeno y las tejas marrones con tenedores de barro colocados en las esquinas. <>, segun decia la abuela. --Abuela --llamo la nina al salir de la casa, tirandole de la falda de cuadros negros y grises--, ?has visto? Uno de los tenedores se ha roto. La abuela alzo la vista y se cercioro de que Martina tenia razon. Una de las horquillas se habia caido. --?Significa eso que las brujas podran entrar en casa? -- pregunto la pequena con evidente cara de susto. --Ni hablar --le puso la mano en la cabeza y la zarandeo de un lado a otro--, aun quedan mas. Ademas, antes de que esas hijas del mal se den cuenta de ello, tu padre lo habra arreglado. --?Y como lo va a hacer si no esta aqui? --Debe de estar al caer. El pueblo de Camprodon no esta muy lejos y sabe que para la Feria es necesario que este aqui. Mientras, le pediremos a tu hermana que vaya a la iglesia a bendecir el barro con el que haremos la nueva pieza y asi cuando tu padre haya vuelto podra solucionarlo. --Tengo muchas ganas de verle... --Pero recuerda que llegara muy agotado. El viaje en carro agota hasta al hombre mas fuerte. --Lo cuidare como a un rey. --No tengo la menor duda de ello, cielo. --La abuela puso una mano en la cabeza de la nina y le revolvio el pelo--. Pero antes ven, una doncella debe estar siempre presentable, y con esa melena al viento pareces una salvaje. Martina se rio a carcajadas y, mientras la abuela le recogia la melena en una trenza, ella se imagino recorriendo los bosques de la comarca y descubriendo tesoros de valor incalculable. En cuanto acabaron, abuela y nieta siguieron el caminito que ascendia al lado del molino hasta un monticulo. En el, la familia habia adecuado el terreno con un huerto bastante grande. Se podian ver los surcos en los que hortalizas y verduras crecian esplendorosas, dando sus mejores frutos. A un lado, dos grandes bidones de color azul oscuro almacenaban el agua de la lluvia que recogian las canaletas situadas estrategicamente y les servia para poder regar las plantas cuando era necesario. Asi se ahorraban traerla del rio, cosa que agradecian sus articulaciones. A unos pasos de alli, un terreno mas grande con plantaciones mas generosas cubria la mayor parte del prado. Alli sembraban maiz, colza y demas segun la temporada. --Vamos, pequena. Queda mucho por hacer y el tiempo no se detiene por nadie, excepto por los muertos. A Martina le dio un escalofrio. <>, habia dicho. Enseguida, recordo aquella chica que se le aparecia entre los campos. ?Era posible que se tratara de una muerta? Y, si asi era, ?que queria de ella? Capitulo 2 Jacinta se relamio los labios al ver al mozo apoyado en la columna de madera del pajar. Oteo a ambos lados asegurandose de que nadie se fijaba en ella mientras daba unos pasos en direccion a el y se mordia el labio inferior. El joven sonrio y le guino un ojo, dio un brinco, se puso a la carrera y se perdio entre las callejuelas de la ciudad. Jacinta se levanto la larga falda plisada hasta las rodillas y emprendio la persecucion. Cada esquina le permitia ver durante el tiempo justo la direccion que tomaba el joven. Aunque podia ver que el aguardaba el tiempo justo para estar seguro que ella veia la direccion que tomar y el brillo de su sonrisa picara y luminosa. Aunque si le hubiera perdido, los rastros le permitirian seguir sus pasos con certeza. No tenia la menor duda. Con cada paso, su respiracion se agitaba, se aceleraba y le hacia sonreir un poco mas. En cada esquina, le aguardaba la senal. Como si se tratara de migajas de pan como en el cuento de Hansel y Gretel, la joven doncella iba encontrado las suyas. La flores talladas de un color lila brillante destacaban en los alfeizares oscuros y las paredes humedas. Ella las recogia y se las llevaba a la nariz aspirando su aroma dulzon. Era un tesoro. Se habia alejado del centro y una enorme puerta de madera entreabierta aguardaba ante ella. En la cerradura, un pequeno ramillete colgaba de el. Jacinta lo cogio entre sus manos y lo junto con las flores que ya tenia. Dio la espalda a la puerta apoyandose en ella como quien no quiere la cosa. Sus ojos repasaron la calle, las ventanas y las sombras dando un rapido vistazo al exterior y, en lo que dura un parpadeo, camino hacia atras, dejandose engullir por la oscuridad. El establo estaba a oscuras. Los ojos de la joven tardaron unos segundos en acostumbrarse a la penumbra y las sombras que, poco a poco, dieron paso a perfiles mas definidos del lugar donde se encontraba. Aunque no le hacia falta ver mucho, ya que conocia aquel sitio a la perfeccion, Jacinta agradecia tener las referencias visuales bien presentes. El suelo blando, las columnas de madera, los cercados paralelos a estas y los movimientos de los animales al otro lado. La primera vez que entro en el establo se asusto cuando los caballos relincharon y profirio un grito que retumbo en el vacio, devolviendole un eco sordo seguido del consiguiente estruendo de patadas de los animales. Aquel dia, Jacinta tuvo que salir por patas --y nunca mejor dicho-- del establo. Imagino los rostros asustados de los vecinos pensando que un demonio les habria hecho una visita a los animales. O que las brujas querian llevarselos. Incluso ella misma tuvo pesadillas durante semanas en las que se repetia una y otra vez. Ahora, Jacinta tanteo las escaleras de madera que la llevaban a la parte superior, en un altillo desvencijado. Peldano a peldano, su cuerpo esbelto ascendia al tiempo que su corazon palpitaba con mas fuerza y teson. Cuando su cabeza supero el limite, las balas de paja esparcidas por alli le hicieron resoplar. <>, se pregunto sin hacer ruido recorriendo con la mirada las porciones doradas.

  • Mariela de Yolanda Guerrero

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    Esta historia apasionada, epica e inolvidable nos habla de como la vida y el amor se abren paso incluso en la oscuridad de la mayor de las tragedias.

  • La novia gitana de Carmen Mola

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    La novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.

  • Guerreros de Iberia de Benjamin Collado Hinarejos

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    <> Pompeyo Trogo. Poeta galo-romano del siglo i a.C. La antigua peninsula Iberica estuvo poblada por poderosos y muy diversos pueblos que tenian como rasgo identitario comun hacer la guerra. Desde los iberos hasta los lusitanos, pasando por los celtiberos, los vettones, los vacceos o los cantabros entre otros, todos luchaban por defender su estatus social y territorio en guerras internas o, por lo que son mas conocidos, contra el invasor romano. Este libro, una relevante investigacion sobre el mundo de la guerra en Iberia, con un relato riguroso y vibrante al mismo tiempo, muestra al lector de forma unica su manera combatir, el armamento que utilizaban, su organizacion en la batalla y, tambien, la arqueologia del campo de batalla que ha llegado hasta nuestros dias y que nos permite conocer mucho mas de aquellos excepcionales pueblos que marcaron profundamente la historia de Iberia.

  • El marido de mi madrastra de Aurora Venturini

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    Como escribir un prologo cuando el libro colma todo lo que debe existir y nada mas se necesita? Me viene a la mente la sentencia filosofica de algunos prisioneros de guerra: no mas palabras, no mas palabras. Como los cantantes celebres con banda soporte, la gente los escucha solo con el deseo de que terminen cuanto antes. O las parejas miticas, Beauvoir y Sartre, donde un hijo estorbaria. Un prologo entonces tiene que ser como los cementerios de Estambul, con sillas de hierro al lado de las tumbas mientras cae la nieve; una conversacion entre los visitantes y los muertos. ?Que pasaria si Aurora Venturini viajara en tren con madame de Sevigne, que pasaria si Aurora Venturini charlara toda una velada con Edith Wharton? Escuche el nombre de Aurora Venturini por primera vez en 2007, en el largo trayecto hacia Francia. El mismo ano y el mismo mes, ella levantaba el tubo en su casa de La Plata y oia lo que habia deseado toda su vida: el reconocimiento. Yo me estaba yendo a buscar la escritura en otra lengua, a una Paris que solo existe en el arte, ahi donde Aurora se autoexilio y vivio en frances junto a Violette Leduc, Camus y la pareja mitica. Cuando lei a Aurora fue un verdadero descubrimiento, eso que describe Pascal en Memorial. Leer, leer de veras, es el sindrome de Stendhal, un bombardeo, Aurora Venturini lo es. Este libro de cuentos se divide en dos, como esos juegos de terror de los parques de atracciones. La puerta numero uno lleva por un pasadizo secreto a la puerta numero dos, el segundo libro dentro del libro. Puerta perversa que invierte-pervierte lo horroroso y abyecto. Pero ?que no es horroroso y abyecto? <>, dice Venturini. <>, escribe ella. Venturini es capaz de escribir sobre la familia con la tecnica de heliografia de 1826 o las fotografias post mortem de ninos con las madres tras un cortinado sujetando el cuerpo inerte del bebe. Este libro es una de esas casas burguesas donde no se sabe quien esta muerto y quien no, los cadaveres con largos vestidos blancos en movimiento o simulando dormir. El marido de mi madrastra es esa luz espectral y escalofriante. En El marido de mi madrastra no encontraran, oh, lectores, esposas felizmente casadas, sino mujeres que fajan a las hijas. Encontraran criptas, fosos, sotanos, ninos-monstruo, viejos-travesti, viejas-joven, familia-gitana, hombre-momia, fantasmas, salones con muertos en las vitrinas. Como las mujeres shakesperianas, las muertas vivas, las jovenes viejas, las castas libidinosas. El marido de mi madrastra es una escritura de caida de los prototipos. Una caida politica, como descolgar el cuadro de un genocida o una horda derribando la estatua de un tirano. Venturini no es Puig porque vuelve otra cosa el habla popular. Venturini nos senala, como Osvaldo Lamborghini, como Correas, que todo es una mierda pero que es fascinante. Y que no hay mensaje para la juventud. Arreglenselas solos, che. Aurora escribe contra el lenguaje, contra las convenciones de lo escrito, como en Las primas, como en Las amigas; hay una oralidad precaria en el sentido de una filosofia donde lo que se precariza es la lengua que es hablada, la lengua del control automatico. Con su voz disidente y a destiempo, Aurora supo ponerse en la boca de todos. Tan a destiempo que se estan reeditando sus libros cuando ya murio, una paradoja que bien podria sucederle a la Chona, una de las protagonistas del cuento <>: <>. Hermanada con sus personajes, Venturini no esta muerta del todo. El marido de mi madrastra es liminal, no tanto un No Man's Land, sino un lugar descentrado, ahi donde la verdad de la literatura no se puede legislar. En estos relatos Aurora no elige entre literatura alta y literatura baja, sino que se posiciona en una enunciacion periferica, en la unica posicion de enunciacion posible para una escritora como ella. Escuchen la musica de <>, que comienza asi: <>. Como los dos personajes de Kafka, Karl Rossman en la novela America al salir del circulo familiar para ir a dar en territorio lejano e ignoto y el artista del relato Un artista del hambre, muerto de hambre en una jaula, los personajes de Venturini responden a la premisa kafkiana: <>. ARIANA HARWICZ EL MARIDO DE MI MADRASTRA Carbuncula Carbuncula Tartaruga sale al anochecer apoyada en sus gruesos bastones de madera durisima, acaso sea roble. De otra manera, esos soportes se hubieran doblado y hasta se hubieran quebrado, tal la enormidad seudohumana de la usuaria, porque Carbuncula es inmensa. Carbuncula es torpe en su caminar lentisimo. Tan lento... Avanza con tal lentitud que se dijera se desliza como los caracoles y las babosas. Deja tras ella un lampo blanquecino y fofo. Viene con su resbaloso modo susurrando algo ininteligible. Asegura que reza. No aclara a quien dirige su oracion. Carbuncula nunca aclara nada a nadie; es sombra redonda, robusta, olorosa, inquietante de si misma. Resulta horrenda, pero se acepta, ella lo hace con aparente goce y satisfaccion. <>, comienza sus chacharas feas. Digo feas porque son en contra de alguien. Ella, segun ella, es perfecta y no habra juez que se atreva a juzgarla, <>; y ahi se saldan la teoria, la tesis y la conclusion. Lleva grabadores en todos los bolsillos de sus chaquetas y en su casa los hay hasta en los arboles del parque. <>, repite al oido temeroso de aquellas mujeres a las que ella supone amigas. Alguna, remisa, intento zafarla: <>. Siempre procede de tal suerte. Se viste con la ropa de hombre que heredo de su papa, un ser tan raro como ella. Aseguran que Carbuncula mato a su mama. En mis momentos de gran melancolia, pienso que tuvo una buena razon para aniquilar a su vieja: el hecho de traerla al mundo. Vive sola en la mansion de habitaciones barrocas, muebles barrocos, cuadros y estatuas. Tiene la casa un altillo al cual se sube por una escalerilla caracol de hierro ya muy herrumbrado. Suele alquilarlo, pero los inquilinos duran poco. En su cocina mugrienta, cocina potajes y sopas. A veces compra las vituallas y entonces se sirve a si misma en el comedor barroco, tan que en cada uno de los motivos florales o rostros hay tierra apelmazada por anares. Cuando la mugre invade, ella acude a una sirvienta a la que le paga unos pesos por hora. En mis momentos de gran melancolia, me he interrogado a mi misma acerca de por que las sirvientas que lo fueron de Carbuncula jamas han contado aquello que les borro las ganas de ofrecerse para trabajar afuera o con cama adentro. Y yo inquiri a mas de una. Y mas de una exclamo: <>. Ninguna quiso contar. Las paredes de la mansion Tartaruga estan tapizadas de libros. Posee infinidad de libros, uno al lado del otro, inmoviles, con esa inmovilidad confesa de los objetos que aseguran que no han sido tocados nunca. Se ve que no lee. Mira los cuadros con las caras y el cuerpo hasta la cintura, al oleo, de sus antepasados, y resuella. Ella supone suspirar, pero no. Las piezas, seguiditas, forman como una via de ferrocarril interminable. No es posible contarlas. En la mansion, la monstruosidad elude cualquier logistica. Hay un bano; en el hay una banera no instalada. Adentro de la banera hay trastos inservibles: ropa, palanganas y escupideras desfondadas, zapatos antiquisimos, sombreros, etcetera. Junto al inodoro, un balde

  • Joaquin Sabina. Perdonen la tristeza de Javier Menendez Flores

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    Esta edicion, ampliada y puesta al dia, supone el retrato biografico mas completo del artista andaluz. El autor, el unico periodista que ha escrito un libro sobre Sabina con el propio Sabina, el que mas veces lo ha entrevistado y quien mejor conoce las claves de su cancionero, ha revisado el texto original y analizado los aspectos mas relevantes de su trabajo a partir del irrepetible 19 dias y 500 noches (discos de estudio, recopilatorios y en directo; giras propias y compartidas; colaboraciones con otros musicos; libros). En total, mas de un tercio de este volumen es inedito.

  • Calor mortal (Serie Castle 5) de Richard Castle

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  • El Valle del Dragon de Scarlett Thomas

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    El Valle del Dragon es la primera entrega de EL GRAN TEMBLOR, la nueva serie juvenil que cautiva por su ritmo trepidante y su capacidad para crear un mundo imaginario coherente y asombroso. Un emotivo homenaje a la lectura y los libros, con guinos sugerentes a autores considerados clasicos del genero, como J. K. Rowling o Roald Dahl.
    Un cataclismo de proporciones colosales, ocurrido hace cinco anos y recordado como el Gran Temblor, ha acabado con los avances tecnologicos que la humanidad habia desarrollado a lo largo de las ultimas tres decadas. El planeta ha vuelto al pasado, internet es un recuerdo lejano y nadie sabe ya el significado de palabras como <> o <>.
    En esta nueva realidad se desenvuelve Effie Truelove, una nina de once anos muy especial que estudia en el Colegio Tusitala para Dotados, Problematicos y Raros. A Effie le gusta la escuela, pero cuando su adorado abuelo Griffin sufre un ataque violento, no duda un instante en saltarse las clases para acudir a su lado.
    El anciano, agonizante, encarga a su nieta que proteja su biblioteca de la codicia de un tal Leonard Levar, un turbio coleccionista de volumenes antiguos. Pero cuando este se hace con ella, Effie se siente obligada a embarcarse en una aventura repleta de peligros: ha de viajar al Altermundo, descifrar el significado de un libro llamado El Valle del Dragon y enfrentarse a los terribles diberi, un grupo secreto cuyos planes maleficos amenazan con destruir el universo.

  • Un ano para maravillarse de Clemency Burton-hill

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    Este libro que en poco menos de un ano se ha convertido en un clasico en el Reino Unido, es un original texto que busca compartir con todo el mundo las maravillas de la musica clasica. La autora selecciona una pieza musical para cada dia del ano con una breve explicacion del compositor, su contexto y las razones por las cuales la ha escogido.
    Una forma inigualable de acercarse, entender, apreciar y maravillarse con la gran variedad de musica clasica existente.
    Seleccionada con mimo e investigada con rigor, este es un libro tanto para amantes de la musica clasica como para quienes quieren conocer de que se trata y nunca nadie los ha guiado hacia ella.
    El unico requisito para maravillarse con este libro es tener tanto los oidos como la mente abiertos.

  • Entre las azucenas olvidado de Gema Samaro

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    Hugo D'Argel, duque de Fleurus, pertenecia a una de las grandes familias que lo controlaban todo en el mundo: las corporaciones, los recursos, el sistema bancario y comercial...

  • La Cruz del Sur de Mike Sims

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    ?Que sucede cuando todas las estrellas en el cielo estan fuera de lugar y la tierra a nuestros pies tambien? Miguel, un joven de una humilde aldea en Mexico, suena con convertirse algun dia en astronomo. Ese sueno le parece tan lejano como la distancia que separa la luna de la tierra. Sin embargo, las oportunidades llegan de formas insospechadas. Miguel sabe que siempre que mantenga una idea clara de donde esta, la verdad se revelara por si misma. Acompana a Miguel en esta aventura que lo llevara hasta lugares que jamas penso conocer.

  • Y te quedas a mi lado de Judith Priay

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  • Mi condesa italiana (El ducado de Chester 3) de Claire Phillips

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    Lejos del que habia sido su hogar, lady Allegra, se sentia extrana e incomoda. Su mitad italiana se imponia sobre las rigidas normas inglesas y se rebelaba ante la idea de tener que contraer matrimonio con algun noble ingles solo porque las damas de la aristocracia debian buscar un matrimonio provechoso que les asegurase su porvenir. Sin embargo, por mucho que quisiese rebelarse, la muerte de sus padres y el tener que vivir en Inglaterra como pupila del primo de su padre, no iban a facilitar que su destino fuese otro que ese que tanto temia.

  • Te amo, monstruo de Amy Lee

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    Davi, de 19 anos, se caso con un extrano a quien nunca vio para salvar a su hermano pequeno. Despues del matrimonio, se vio obligada a cumplir una determinada mision.
    Su mision es seducir a su marido frio como una piedra que nunca esta romanticamente interesado con nadie y tener a su hijo.

  • Jamas te olvidare (Generacion 2) de Elisabeth M.

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    La melodia de "Lonely Boy" de los Black Keys me desperto de mi fugaz sueno. Siempre que oia esa cancion me acordaba de los cabrones de mis amigos, se mofaban de mi porque decian que estaba hecha a mi medida. Basicamente que me hacia viejo por esperar al amor de mi vida. Me dolia practicamente todo el cuerpo pero tenia que descolgar, podria ser trabajo. La maldita crisis laboral que se estaba viviendo me habia golpeado de lleno. Tenia un buen trabajo en una emisora de radio como tecnico de sonido. Me iba muy bien, pagaba el alquiler de mi diminuto piso en Londres y podia permitirme unos caprichos de vez en cuando. Hasta que se acabo. Ahora no me quedaba otro remedio que hacer trabajos precarios de todo tipo. Jeff me estaba llamando y seguro que era faena. El muy cabron estaba muy bien colocado. --Dime, colega --dije al descolgar el telefono. --Hey tio, ?como lo tienes para encargarte de una mesa esta noche? -- Era una oferta de tecnico de sonido, de puta madre --. ?Estabas sobando? --Si Jeff, anoche tuve que encargarme del sonido de un puto evento electronico -- Fue insoportable --. Sabes que estoy bajo minimos y que cualquier oferta me sirve, si hace falta me arrastraria por el barro por unas cuantas libras. --Vale, pues ven al "Koko 1" volando. No me falles, te he recomendado como un loco para que sustituyas a un gilipollas. Piensan que nos soplamos las nucas, asi que mas vale que lo hagas bien y tendras trabajo para una buena temporada. Tienes la oportunidad de irte de gira por toda Europa. --?Quienes son? -- Necesitaba saber a quien me iba a encontrar, si el grupo me gustaba tendria mucha mas motivacion. --"Vulcano", lo estan petando -- mi colega noto mi resoplido --. Es trabajo tio, no tienen por que gustarte. Y la guitarrista esta tremenda. --Ya sabes lo que pienso de los musicos prefabricados, pero ahora mismo voy para alli. Colgue el telefono. De un salto me meti en la ducha y con otro sali de ella. Me vesti a toda prisa. En ese momento agradeci que mi piso fuera diminuto, era ligeramente ordenado pero no en exceso. Asi que la tarea de buscar mis cosas se reducia bastante. Cogi la bici y fui hasta alli como un rayo. Estaba motivado por la necesidad de tener un empleo que me devolviera la estabilidad que tenia hace seis meses. Encontrar a una chica que me cambiara la vida y disfrutar de ella. Harto de tener que hacer maravillas para poder pagar el piso. No queria volver a casa de mis padres, no por ellos, sino porque una vez de vuelta a mi pueblo natal, se acabaria mi carrera profesional. No estaba dispuesto a eso. Ancle la bici contra una farola y entre decidido. Me tenia que dejar la piel. Sabia que si conseguia el trabajo tendria que lamerle el culo a Jeffrey durante mucho tiempo. Seria muy bueno conseguir engancharme a algun grupo, aunque no me gustara en absoluto la musica que hacian. Por lo general me gustaba toda, pero ultimamente no encontraba algo que me motivara en las novedades de los ultimos anos. Jeff me esperaba en la puerta del recinto. Nos dimos un abrazo a modo de saludo y le agradeci que pensara en mi. --Tranquilo tio, a ver si al final voy a pensar que estas dispuesto a soplarme la nuca por el curro -- Era un cabron que iba de gracioso --. No en serio, eres el mejor tecnico de sonido que conozco para el puesto. El que se ha ido era un autentico payaso, asi que no lo puedes hacer peor. Aunque tienes un careto horrible. --Necesito el trabajo. No pensaba que a estas alturas me veria asi -- Era una mierda tener que suplicar trabajo por calderilla --. Con un cafe me cambiara el careto. --Tu limitate a no cagarla y haz lo que sabes hacer. Se que el puesto es tuyo, eres perfecto para hacerlo -- le dio una ultima calada a su cigarro --. Vamos dentro y te presento al equipo. Entramos alli y fuimos directos a la zona de control. Me presento a unos cuantos companeros mientras tomabamos algo de cafe. Al menos consegui recuperarme un poco de la noche anterior. --Jeff, ya era hora que trajeras a chicos guapos. Asi se trabaja mejor -- dijo una chica encima del escenario. Estaba colocando los Jacks. --No te distraigas Carlee, o si no la jefa te echara bronca --dijo Jeff sonriendo. --A sus ordenes jefe, pero que conste que es tu culpa. Cualquiera no se distrae con chicos asi -- Me guino el ojo desde alli arriba. Soy un tio bastante ligon, pero muy reservado. Muchas veces, por el simple hecho de ser tan timido, he acabado solo las noches de fiesta. Por eso me gane el apodo de "Lonely Boy". Despues de las presentaciones oficiales, me dieron indicaciones de la mesa de mezclas y demas. No tendria ningun problema, estaba acostumbrando a ese trabajo. Al fin y al cabo, el tecnico de sonido era uno mas en el escenario. Me notificaron que el grupo se pasaria por alli para hacer las pruebas. --Ya veras Dom, es una maquina -- Mi amigo parecia prendado de la guitarrista de aquel grupo --. Es una lastima que en la retaguardia tenga al novio vigilando. Vaya pedazo de mujer. --Lo que tu digas, pero una cara bonita es solo para vender mas -- Era mi opinion --. Siempre he pensado que estos grupos, en los que se explota tanto el fisico de un integrante, estan generados para ganar pasta. Pero a mi ya me vale mientras me den el trabajo. --Cuando acabe la noche volveremos a tener la misma conversacion. A ver si opinas lo mismo -- Mi amigo me guino el ojo y me dejo alli solo con otros dos chicos. Uno de ellos estaria conmigo controlando las luces del escenario. Mantuvimos una pequena charla hasta que llegaron los primeros componentes del grupo. --Minerva y Chris no pueden venir --dijo uno de ellos mientras cogia una guitarra. --Carlee y Jeff, os necesitamos aqui arriba --ordeno otro que cogia el bajo. --?Problemas en el paraiso? --preguntaba Jeff mientras se sentaba en la bateria y Carlee cogia la guitarra. --Estoy hasta los huevos, es insoportable. Como esten toda la gira asi renuncio -- Volvio a hablar el guitarrista. --Bueno, dadles tiempo -- Me dio la sensacion de que Jeff los conocia bastante bien --. Por cierto, os presento a Dominik, sustituira a Carlos. Es un profesional, un tio serio y responsable. Estoy convencido de que es nuestro chico. --Hola Dominik, yo soy Ansgar --dijo el guitarrista --. Y mi hermano Mikkel en el bajo y la voz. --Encantado --dije desde alli levantando la mano. --Bueno, empecemos con esta mierda -- Mikkel iba por faena. Por primera vez en mucho tiempo me sentia comodo trabajando. Tuve suerte de haber controlado aquella sala alguna vez. No era de las mas grandes pero tenia buena acustica. Conecte bastante rapido con aquellos tipos. Parecian buena gente.

  • Ojos negros de Frederic Boyer

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    Un nino tiene un encuentro que lo marca de por vida. Ya adulto, no recuerda nada, y emprende la narracion de su infancia para tratar de contar ese olvido, para tratar de recuperar el instante preciso que lo acompanara y que determinara toda su existencia: unos ojos negros que son, al mismo tiempo, la perdida de la inocencia y la lucha inquebrantable por volver a ella. Ojos Negros es el relato de todo lo que un hombre ha recibido del amor: el magnetismo de los cuerpos, los rostros, las historias unicas y repetidas y, por fin, la redencion. Ojos Negros narra, a traves de la vida de un hombre, la existencia de todo el genero humano, su caida, su culpa, su angustia pero, ante todo, el esfuerzo por alcanzar la salvacion a traves del amor y de la reconquista de la infancia.

  • La geek y el highlander (Tecleame te quiero 1) de Isabel Jenner

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    Un apuesto highlander entrenado solo para la batalla… Una timida joven experta en ordenadores… !Y unos juegos de las Tierras Altas repletos de tecnologia en plena Escocia del siglo XVIII!

  • AMAL de Lola Chinchilla

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    Acelere el paso, mientras me subia la solapa del abrigo protegiendome del frio, tenia las manos heladas, los bolsillos no eran grandes, mis manos apenas cabian en ellos. -"Joder" -pense cabreada- "Otra vez, la Charo me ha dejao tirada". Estabamos haciendo un trabajo para la universidad, Chari era mi companera de piso, teniamos que ir a la biblioteca a recoger apuntes, pero como siempre, me dio planton. Probablemente ni siquiera se acordaria que habiamos quedado, estaria en casa de su novio, pasando de todo. Faltaba poco para que oscureciera. La biblioteca estaria abierta hasta las 19:00 hrs. Tenia un margen de noventa minutos aproximadamente para recopilar informacion. -"Joder" -pense mas cabreada aunComo odio el invierno. -!Por fin! -mostre mi carnet a la chica de la entrada, colgue mi abrigo y entre en una amplia sala de la que partian pasillos interminables de altas estanterias con todo tipo de libros. Ya se, estareis pensando: ?"porque no utiliza internet"?. Pues porque la red y yo, no nos llevamos muy bien, prefiero utilizar los metodos de siempre, un buen libro. Aesa hora se estaba bastante bien, al menos la calefaccion aportaba calorcito y apenas habia gente, el material de consulta estaba practicamente en su totalidad a mi disposicion, cogi la hoja de guias y busque en el indice, ordenados por materias. – Antropologia Forense – Composicion corporal, Somatologia, Somatometria y Salud. – Fila 8, estante 12, apartados 7 y 8. Con resolucion me encamine hacia la fila correspondiente y entre en el largo pasillo. El estante no 12 estaba casi en la mitad del corredor, busque en los apartados del epigrafe, facil y rapido. Ahora se planteaba un problema, el libro que queria estaba en el apartado 8, necesitaba una escalera, mire a lo largo del pasillo, nada, ninguna escalinata ni nadie alrededor, me alce todo lo que pude sobre la puntera de mis zapatos, consegui atrapar el libro, un tomo grueso que se me venia encima, pero que no me llego a dar, alguien justo detras de mi lo sujeto antes que me atizara un buen golpe. Percibi de inmediato el olor de un buen perfume, fresco y salvaje al mismo tiempo. -No te vuelvas -me susurro al oido, mientras sus labios rozaban mi oreja. -Pero... -Shhhh, no hables, -dijo acercando su respiracion a mi cuello. Un ligero calor envolvio mi cuerpo cuando senti sus manos en mi cintura, intente volverme, pero el extrano hizo presion con su cuerpo acercandolo mucho al mio, practicamente estaba inmovilizada bajo el abrazo de aquel chico. Asombrada, note como aquel calor que recorria mi cuerpo se acentuaba. El joven me debia sacar una cabeza al menos. Entonces senti la leve presion de sus labios en mi cuello, en ese momento, cerre los ojos intentando en no pensar lo peor. Al abrirlos de nuevo, me dia cuenta que ya no estaba, se habia marchando. Mire a mi alrededor. Nadie. Una pequena nota en el suelo, y en la nota escrito a mano:"10 de Julio, 10.30 Chateau le Brousse". Me guarde la nota en el bolsillo del pantalon y me fui para la mesa. Inquieta mire el reloj. -Ufff…, las siete menos cinco y no he parado de darle vueltas a lo de antes – ?Que queria decir esa nota? ?Era para mi? !Ni hablar! Me fui a casa sin haber conseguido concentrarme en mis apuntes, saque de la nevera algo para cenar, mientras me puse mi pijama de franela verde, un regalo de mi madre. Me tumbe en el sofa con la cena en las piernas, dandole vueltas a lo mismo. Cogi el portatil de Chari y busque el sitio. Descubri que "Chateau le Brousse" es un castillo medieval situado en Aveyron en el sur de Francia. En las fotos se veia un lugar tranquilo, lleno de arboles y de paz. El castillo era gigantesco y por fuera estaba muy bien conservado. Alrededor de el tenia un precioso riachuelo y un puente que, seguramente, llevaria hasta el pueblo. -Un lugar bonito- dije en voz alta, – ademas para ese dia ya he terminado el curso y no estaria mal ir a conocerlo- volvi a repetir, pero mis temores se acentuaban, ?encontraria a ese desconocido? si soy sincera, habia despertado en mi algo que no habia sentido nunca. -Amy, ya he vuelto- dijo Chari desde la puerta. -Amal, ?estas en casa?- repitio de nuevo. -Si, estoy aqui - respondi. Me llamo Amal. Mi madre me lo puso porque era un nombre muy exotico, decia. Me podia haber puesto Maria y asi pasar desapercibida. -?Que haces?- pregunto Chari Aun estaba enfadada con ella, pero los ultimos acontecimientos me tenian los nervios a flor de piel. La mire con cara de granuja y solte: – me voy a Francia El asombro de su expresion me hizo sonreir. Le conte la historia de la biblioteca y con sorpresa para mi, ella me animo, no al viaje, sino que conociera a ese extrano. Segun Chari, me vendria bien una aventura, pues desde que rompi con Alex, bueno, lo pille con otra en la cama. Asi que pense que porque no intentarlo, si ha sido capaz de despertar eso en mi en tan solo unos segundos... Pasaron los meses y por fin llego el momento que, para mi sorpresa, ansiaba. Era por la manana temprano y mi avion salia en unas horas. Chari me llevaria al aeropuerto. Una vez alli, ella me armo de valor otra vez y embarque. Despues de una hora de vuelo y otra hora en coche llegue a mi destino. 2. - Una vez en el hotel deshice las maletas. Aun tenia toda la tarde para visitar el lugar. Era un pueblo muy bonito, lleno de arte al aire libre y muy romantico. Es un sitio pequeno, muy lugareno. Las calles eran adoquinadas y las casas formaban una hilera a lo largo de grandes roca, dispuestas de tal forma, que se mimetizaban con el paisaje natural del entorno. Sus habitantes me miraban como algo extrano, era una extranjera en un pueblo pequeno. Llegue a la plaza principal.

  • Dificil perdon de Mercedes Santos

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    Los Lemoine, una de las grandes familias esclavistas de Charleston, lo habian perdido todo tras la guerra de Secesion americana. Muerto en el frente el unico hijo varon y con un padre con las facultades mermadas, tratar de salvar la plantacion Foret rouge recayo sobre las espaldas de las dos hijas, Hortense y Margaux.

  • Seras mi luz siempre de Luna Duenas Jaut

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    Apasionante romance que apasionara a sus lectoras, con unos personajes maravillosos y una prosa fantastica.

  • La chica de ayer de Erina Alcala

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    Lia, tenia una empresa de eventos, junto con su socia y amiga americana Aby. la montaron cuando vinieron de Espana y empezaba a funcionar cuando Lia, al venir de dar un presupuesto de un rancho cercano para una fiesta, paro en el bar de un motel de carretera. Alli conocio a la unica persona que habia, un vaquero guapo y alto, llamado Taylor y se acosto por primera vez con un hombre.
    Al cabo de los anos coincidieron para hacer un evento en el rancho de los padres de Taylor. El, estaba comprometido y a punto de casarse y ella conocio en esa reunion a su hermano Will. Y se dio cuenta de que lo que habia pasado con Taylor anos antes, habia sido…
    Estaba en una encrucijada y Taylor tambien. Sin embargo Will, lo tenia muy claro…
    ?Que pasaria entres los hermanos y Lia? ?lucharia Taylor por ella? o ?Lucharia Will por la mujer de su vida sabiendo que habia sido de su hermano antes?

  • La favorita de Kiera Cass

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    Me subi un poco los tirantes del vestido, para cubrirme los hombros. Carter estaba callado; su silencio me provocaba mas escalofrios que la falta de calefaccion en las celdas de palacio. Habia sido horrible oir sus grunidos de dolor mientras los guardias le golpeaban una y otra vez, pero al menos entonces sabia que respiraba. Estremecida, encogi las piernas y acerque las rodillas al pecho. Otra lagrima me cayo por la mejilla, y lo agradeci, aunque solo fuera por la calidez del liquido sobre la piel. Lo sabiamos. Sabiamos que podia acabar asi. Y, aun asi, nos habiamos visto. Era inevitable. Me pregunte como moririamos. ?Ahorcados? ?De un tiro? ?O quizas algo mucho mas elaborado y doloroso? No pude evitar desear que el silencio de Carter significara que ya habia muerto. O, por lo menos, que fuera el quien muriera primero. Antes que permitir que su ultimo recuerdo fuera mi muerte, preferiria que fuera su fallecimiento lo ultimo que recordara yo. En aquel mismo momento, solos, en aquella celda, lo unico que deseaba era que cesara su dolor. Algo se movio en el pasillo, y el corazon se me acelero. ?Habia llegado el momento? ?Era el fin? Cerre los ojos, intentando contener las lagrimas. ?Como habia ocurrido todo? ?Como habia pasado de ser una de las candidatas mas queridas de la Seleccion a la sentencia por traicion, a estar alli encerrada, a la espera de mi castigo? Oh, Carter... Carter, ?que hemos hecho? No me tenia por una persona vanidosa. Aun asi, casi cada dia, despues del desayuno, sentia la necesidad de volver a mi habitacion y retocarme el maquillaje antes de dirigirme a la Sala de las Mujeres. Sabia que era una tonteria: Maxon ni siquiera me veria hasta la noche. Y para entonces, por supuesto, ya me habria maquillado de nuevo y habria cambiado de vestido. Tampoco es que tuviera mucho efecto lo que yo pudiera hacer. Maxon se mostraba educado y agradable, pero no me parecia que hubiera entre nosotros una conexion como la que tenia con otras chicas. ?Que tenia yo de malo? Aunque sin duda me lo estaba pasando muy bien en el palacio, tenia la sensacion de que habia algo mas, algo que las otras chicas entendian --bueno, al menos algunas de ellas-- y yo no. Antes de entrar en la Seleccion, me tenia por una chica divertida, guapa y lista. Pero ahora que me encontraba en medio de un punado de chicas cuya mision diaria era la de impresionar a un solo chico, me sentia poca cosa, aburrida e insignificante. Me daba cuenta de que habria tenido que hacer mas caso a mis amigas de casa, que parecian tener prisa por encontrar marido y formar un hogar. Se habian pasado la vida hablando de vestidos, del maquillaje y de los chicos, mientras yo prestaba mas atencion a lo que me ensenaban mis tutores. Tenia la sensacion de haberme perdido alguna clase importante, y ahora me sentia rezagada. No. Era cuestion de no dejar de intentarlo, nada mas. Habia memorizado hasta el ultimo detalle de la clase de historia que nos habia dado Silvia unos dias antes. Incluso habia puesto por escrito algunos conceptos para tenerlos a mano por si se me olvidaba algo. Queria que Maxon pensara que era una chica lista y completa. Tambien queria que pensara que era guapa, asi que tenia la sensacion de que aquellos viajes a mi habitacion eran absolutamente necesarios. ?Como lo haria la reina Amberly? Ella estaba esplendida en todo momento, sin hacer ningun esfuerzo aparente para conseguirlo. Me detuve un momento en las escaleras para mirarme el zapato. Parecia que uno de los tacones se me habia enganchado en la alfombra. No vi nada, asi que segui adelante, impaciente por llegar a la Sala de las Mujeres. Al llegar a la planta baja me eche el cabello atras por encima del hombro y pense si lo que estaba haciendo no tendria un sentido mas profundo. La verdad es que queria ganar. No habia pasado mucho tiempo con Maxon, pero parecia amable, divertido y... --!Ahhh! --El tacon se me engancho con el borde de un escalon y cai aparatosamente sobre el suelo de marmol--. !Auch! --!Senorita! --Levante la vista y vi a un guardia que se acercaba a la carrera--. ?Se encuentra bien? --Estoy bien. No ha sido nada. Solo el golpe... !Y el ridiculo! --No se como pueden caminar con esos zapatos. Es un milagro que no tengan todas algun tobillo roto. Me ofrecio la mano, y se me escapo una risita. --Gracias --dije, echandome el cabello atras y alisandome el vestido. --A su disposicion. ?Esta segura de que no se ha hecho dano? --dijo, mirandome algo nervioso, por si tenia algun corte o magulladura. --Me duele un poco la cadera por el golpe, pero, por lo demas, estoy perfectamente --dije, y era cierto. --Quiza deberia llevarla a la enfermeria, para asegurarnos. --No, de verdad --insisti--. Estoy bien. El suspiro. --?No le importaria hacerme un favor e ir de todos modos? Si estuviera herida y yo no hubiera hecho nada para ayudar, me sentiria fatal. --Me miro con unos ojos azules que resultaban terriblemente convincentes--. Y apuesto a que el principe querria que fuera. Seguramente en aquello tenia razon. --De acuerdo --accedi--. Ire. El sonrio, torciendo minimamente los labios. --Muy bien --dijo, y me cogio en sus brazos. Me quede sin aliento de la sorpresa. --No creo que esto sea necesario --proteste. --No importa --dijo el, y se puso a caminar, asi que ya no podia bajar. --Corrijame si me equivoco, pero usted es la senorita Marlee, ?verdad? --Asi es. No dejaba de sonreir, y yo no pude evitar sonreirle a el. --He estado estudiando los nombres de todas para no equivocarme. Lo cierto es que no creo que fuera el mejor en la instruccion, y no tengo ni idea de como he acabado destinado en palacio. Pero quiero asegurarme de que no se arrepientan de esa decision, asi que al menos intento aprenderme los nombres. De este modo, si alguien necesita algo, sabre de quien estan hablando. Me gustaba su forma de hablar. Era como si contara una historia, aunque solo estuviera hablandome de si mismo. Tenia la voz ligera y se le animaba el rostro al hablar. --Bueno, ya has cumplido con tu deber holgadamente --dije yo, para animarle--. Y no seas tan duro contigo mismo. Estoy seguro de que harias una instruccion excelente, si te destinaron aqui. Tus jefes debieron de ver un gran potencial en ti. --Es usted demasiado amable. ?Quiere recordarme de donde es? --De Kent. --Oh, yo soy de Allens. --?De verdad? Allens estaba justo al este de Kent, al norte de Carolina. En cierto modo, eramos vecinos. --Si, senorita --dijo, asintiendo sin dejar de caminar--. Esta es la primera vez que salgo de mi provincia. Bueno, la segunda, contando la instruccion. --Igual que yo. Me cuesta un poco acostumbrarme al clima. --!A mi tambien! No veo la hora de que llegue el otono, pero no estoy seguro siquiera de que aqui haya otono. --Ya te entiendo. El verano esta muy bien, pero no si dura eternamente. --Exacto --dijo, convencido--. ?Se imagina lo rara que sera la Navidad? --No puede ser lo mismo, sin nieve --respondi yo, con un suspiro. Y estaba convencida de ello. Sonaba con el invierno todo el ano. Era mi estacion favorita. --Desde luego que no --dijo el. No sabia muy bien por que sonreia tanto. Quiza fuera porque la conversacion me resultaba muy natural. Nunca me habia sido facil hablar con un chico. Lo cierto era que no tenia mucha practica, pero era agradable pensar que quiza no fuera tan dificil como pensaba. Al acercarnos a la entrada del hospital freno el paso. --?Te importaria dejarme en el suelo? --le dije--. No quiero que piensen que me he roto una pierna, o algo asi. --En absoluto --contesto el, sonriendo y chasqueando la lengua. Me dejo en el suelo y me abrio la puerta. En el interior habia una enfermera sentada ante una mesa. El guardia hablo por mi: --Lady Marlee se ha caido en el vestibulo y se ha dado un pequeno golpe. Quiza no sea nada, pero queriamos estar seguros. La enfermera se puso en pie, aparentemente contenta de tener algo que hacer. --Oh, Lady Marlee, espero que no sea gran cosa. --No, solo me duele un poco aqui --dije yo, tocandome la cadera. --Le echare un vistazo enseguida. Muchas gracias, guardia. Ya puede volver a su puesto. El guardia saludo agachando la cabeza y se dispuso a marcharse. Justo antes de que la puerta se cerrara, me guino el ojo y me sonrio, y yo me quede alli, sonriendo como una idiota. Las voces del pasillo aumentaron de volumen y me devolvieron al presente: oi los saludos de los guardias solapandose unos a otros, todos diciendo una unica palabra: <>. Maxon estaba ahi. Me levante corriendo y me asome al ventanuco de mi celda justo a tiempo para ver como abrian la puerta de la celda del otro lado del pasillo --la de Carter-- y Maxon entraba, escoltado por otros guardias. Hice un esfuerzo por oir lo que se decia, pero no pude descifrar ni una palabra. Tambien oi algun debil murmullo de respuesta, y supe que era de Carter. Estaba despierto. Y vivo. Suspire y me estremeci al mismo tiempo, y luego volvi a recolocarme los tirantes de tul sobre los hombros. Al cabo de unos minutos, la puerta de la celda de Carter se abrio de nuevo; vi que Maxon se acercaba a mi celda. Los guardias le dejaron entrar y la puerta se cerro tras el. Me miro y se quedo sin aliento. --!Dios Santo! ?Que te han hecho? --dijo, acercandose y desabrochandose la chaqueta al mismo tiempo. --Maxon, lo siento mucho --dije, entre lagrimas. El se quito la chaqueta y me envolvio con ella. --?Te han roto el vestido los guardias? ?Te han hecho dano? --Yo no queria traicionarte. Nunca quise hacerte ningun dano. El levanto las manos y me cogio las mejillas. --Marlee, escuchame. ?Te han pegado los guardias? Negue con la cabeza. --Uno de ellos me arranco las alas del disfraz al empujarme para que entrara en la celda, pero no me han hecho nada mas. Suspiro, evidentemente aliviado. Que buen hombre que era, aun preocupandose por mi bienestar, incluso despues de haber descubierto lo mio con Carter. --Lo siento muchisimo --susurre otra vez. Las manos de Maxon se posaron en mis hombros. --Ahora empiezo a darme cuenta de lo inutil que es resistirse cuando se esta enamorado. Desde luego no te culpo por ello --dijo. Yo le mire y vi la bondad en sus ojos. --Intentamos parar. Te lo prometo. Pero le amo. Me casaria con el manana mismo... si aun siguieramos con vida. Deje caer la cabeza, sollozando incontroladamente. Habria querido comportarme como una dama, aceptar mi castigo con elegancia. Pero me parecia tan injusto... Era como si me lo quitaran todo antes incluso de tener ocasion de disfrutarlo. Maxon me froto la espalda con suavidad. --No vais a morir. Le mire, incredula. --?Que? --No habeis sido sentenciados a muerte. Suspire con fuerza y lo abrace. --!Gracias, gracias! !Muchisimas gracias! !Es mas de lo que nos merecemos! --!Para, para! --dijo, tirandome de los brazos. Di un paso atras, avergonzada por haber reaccionado de un modo tan inapropiado despues de todo lo que habia pasado. --No habeis sido sentenciados a muerte --repitio--, pero, aun asi, se os va a castigar. --Miro al suelo y meneo la cabeza--. Lo siento, Marlee, pero manana os van a azotar en publico --dijo. Parecia que le costaba mirarme a los ojos; si no supiera que aquello era imposible, habria pensado que entendia nuestro dolor--. Lo siento. He intentado evitarlo, pero mi padre insiste en que hay que mantener las apariencias; y como ya han circulado imagenes vuestras por ahi, no puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinion. Me aclare la garganta. --?Cuantas veces? --Quince. Creo que la intencion es ser mucho mas duros con Carter que contigo, pero, en cualquier caso, va a ser increiblemente doloroso. Se que hay gente que incluso pierde el conocimiento. Lo siento muchisimo, Marlee. Parecia decepcionado consigo mismo. Yo, en cambio, no podia pensar en nada mas que en su bondad. Levante la cabeza, intentando mostrarme segura de que podria superarlo. --?Vienes a decirme que me devuelves la vida y la del hombre que quiero, y te disculpas? Maxon, no he estado mas agradecida en mi vida. --Van a convertiros en Ochos --dijo--. Todo el mundo lo vera. --Pero Carter y yo estaremos juntos, ?verdad? Asintio. --Entonces, ?que mas puedo pedir? Soportare los azotes, si ese es el precio. Aceptaria tambien los suyos, si fuera posible. Maxon esbozo una sonrisa triste. --Carter me ha suplicado, literalmente, que le dieran a el los tuyos. --No me sorprende --dije, sonriendo yo tambien, mientras los ojos se me llenaban de nuevo de lagrimas, esta vez de felicidad. Maxon meneo la cabeza de nuevo. --Y yo que pensaba que empezaba a entender lo que es estar enamorado, y de pronto os veo a vosotros dos, que quereis asumir el uno el dolor del otro, y me pregunto si he entendido algo. Me cubri mejor con su chaqueta. --Si que lo has entendido. Se que lo has entendido --dije, mirandole a los ojos--. Ella, por otra parte..., puede que necesite tiempo. Esbozo una sonrisa. --Va a echarte de menos. Solia animarme para que saliera mas a tu encuentro. --Solo una amiga de verdad renunciaria a ser princesa en favor de otra persona. Pero yo no estaba hecha para ti, ni para la corona. Ya he encontrado a la persona ideal para mi. --Una vez me dijo algo que nunca olvidare --recordo el, hablando lentamente--: <>. --Tenia razon --dije yo, pasando la mirada por la celda, y nos quedamos en silencio unos momentos--. Tengo miedo. Me abrazo. --Acabara enseguida. Los momentos previos seran lo peor, pero procura pensar en otra cosa mientras hablan. Y yo intentare conseguirte las mejores medicinas, las que usan conmigo, para que te cures mas rapido. Me eche a llorar, abrumada por el miedo, el agradecimiento y mil sensaciones mas. --De momento, intenta dormir todo lo que puedas. Le he dicho a Carter que descanse tambien todo lo que pueda. Eso os ayudara. Asenti, con la cabeza aun apoyada en su hombro, y el me abrazo con fuerza. --?Que ha dicho? ?Esta bien? --Le han golpeado, pero, de momento, esta bien. Me ha pedido que te diga que te quiere y que hagas lo que yo te diga. Suspire, reconfortada por sus palabras. --Siempre estare en deuda contigo. Maxon no respondio. Simplemente me abrazo, hasta que estuve mas tranquila. Por fin me beso en la frente y se giro para marcharse. --Adios --susurre. El me sonrio y dio dos golpes en la puerta. Un guardia le abrio y le acompano a la salida. Yo volvi a mi lugar junto a la pared y encogi las piernas bajo el vestido, usando la chaqueta de Maxon como manta improvisada. Y me deje llevar de nuevo por mis recuerdos...

  • La sensacion de lo que ocurre de Antonio Damasio

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    ?Como puede nuestra mente llegar a conocer? ?Como podemos tener sensacion y consciencia del ser? ?De que manera se produce la transicion de la ignorancia y la inconsciencia al conocimiento y a la identidad del ser? Estas son las preguntas que plantea y responde en este libro Antonio Damasio, uno de los mayores expertos mundiales en neurologia.

  • Una nueva realidad (Invisible 1) de Olga Hermon

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    De princesa a mendiga…
    De noble caballero a verdugo…

  • El Hielo Negro de Michael Connelly

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    Cal Moore, del departamento de narcoticos, fue encontrado en un motel con un tiro en la cabeza cuando estaba investigando sobre una nueva droga de diseno llamada <>. Para el detective Harry Bosch, lo importante no son los hechos aislados, sino el hilo conductor que los mantiene unidos. Y sus averiguaciones sobre el sospechoso suicidio de Moore parecen trazar una linea recta entre los traficantes que merodean por Hollywood Boulevard y los callejones mas turbios de la frontera de Mexico.