• mentiras en la hora del te - Susana F. Ameijeiras

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    Consiguio vaciar su habitacion de cualquier trasto inutil a la misma velocidad que eliminaba de su interior todo pensamiento inservible. Los dos habitaculos se eliminaron a la vez sin haberse puesto de acuerdo. Ya no quedaba nada a lo que poder echar mano para seguir buscando; habia agotado todos sus recursos: los externos y tambien los internos. Estaba vacio. --Senor... La cabeza del senor se dio la vuelta muy despacio; le costaba despegar su cuerpo erguido mirando a traves de aquella enorme cristalera que, de manera curiosa, todavia estaba brillante y limpia. La cristalera era la unica superviviente de todo aquello; quizas, aquel senor todavia la necesitaba para algo. --Dime, Carlos. --Creo que ya esta todo, senor. --Querras decir que ya no queda nada. Carlos balbuceo. --Puede que, para usted, senor, no quede nada, pero yo le aseguro que, para mi, irme de aqui hace que comience todo. El senor levanto las cejas; en realidad, las retorcio de una manera extrana. Aquellos ojos parecian moverse de una manera poco usual detras de sus pequenas gafas cada vez que al senor le llamaba algo la atencion. --Entonces, nos vamos ya, senor. --Estoy listo. Carlos conducia el coche mientras aquel hombre iba detras. Una de sus cejas habia quedado arqueada, sintoma inequivoco de que algo estaba pensando. Tal vez su cabeza todavia seguia sin estar vacia del todo; quizas, todavia se agarraba a algo. Siendo sinceros, aquel hombre a poca cosa podia agarrarse, ya que, por no tener, no tenia ni un hogar. Lo habia perdido todo o casi todo. --Carlos, ?has guardado el dinero donde te dije? --Si, senor --contesto Carlos--. ?Sigue queriendo que lo traspase a la cuenta que me dio? --Si, hazlo cuando puedas, gracias. Carlos miraba de vez en cuando a aquel hombre por el espejo retrovisor. Habia sido su mano derecha durante muchos anos, su chofer, su asistente personal, su chico de los recados... Si Carlos no habia fallado, entonces, ?que habia sido lo que habia provocado aquel desastre? Carlos era solo un chico normal, sin mas. No tenia pretensiones; no buscaba reconocimiento. Cualquier persona lo habria etiquetado, tal vez, de pusilanime o, quizas, habria pensado que carecia de objetivos, de foco, de ilusion, de reconocimiento... Todo lo que se le ocurria pensar a aquel hombre eran etiquetas, muchas etiquetas. Todo lo pasaba por una etiqueta. Era posible que las etiquetas pudieran resolver sus dudas. Quizas una mala colocacion de estas habia producido todo aquel caos que lo habia llevado a perder anos de trabajo. Una mala organizacion, un mal enfoque como lider... --Senor, ?se encuentra bien? El hombre levanto despacio la mirada. --Si, estoy bien. Mas de media hora en el coche casi habia conseguido que aquel hombre terminara echandose una pequena cabezada en el asiento de atras, pero ya habian llegado a su destino y debia bajarse. --Senor, deje que le abra la puerta. --Gracias, Carlos. El hombre miro aquella oficina donde debia dejar las llaves de todas sus posesiones. Algo le agarro el pecho. Suspiro levemente y se volvio a sentar. --Senor, debe hacerlo y, cuanto antes, mejor. --Lo se, Carlos, lo se. Hubo un silencio pequeno, o no. --Carlos, ?tienes dinero en la cartera? Creo que necesito dar un paseo, tomar el aire y beber un vaso de agua. Carlos lo miro, sin juicio, solo lo miro. Eran muchos anos con el. Lo normal era que Carlos quisiera asegurarse de que el senor estuviera bien. --Tome, senor, lo espero en el coche. Aquel hombre entro en una cafeteria. Intuitivamente, se sento en la mesa con menos atractivo de todas: la que estaba justo al lado de la puerta de la cocina y por la que salian todos los olores cuando algun camarero la abria. El sitio no podia reflejar mejor el valor que se daba a si mismo: ninguno. --Un cafe, por favor --pidio de manera correcta aquel hombre con el hilo de voz justo para ser amable con alguien una vez mas. El camarero poso un pequeno tazon con algo de leche y dos gotas de cafe. Aquel hombre miro la taza, un poco antigua y con restos de lo que podria haber sido el cafe anterior alli vertido. <>, penso. El senor abrio despacio el sobre del azucar, tambien malogrado por la torpeza del camarero al depositar el cafe encima de la mesa, y comenzo a fijarse como aquellos pequenos granos caian de una manera casi perfecta: no habia una sola arena de aquel azucar que se desviara hacia ningun lado. Siendo el un hombre que, en sus mejores tiempos, tomaba cafe casi a diario, el olor que desprendia aquella mezcla comenzo a parecerle muy desagradable. Su estomago termino por rechazar aquel olor y dejo el cafe. En ese momento en que no tenia ni un cafe que tomar, comenzo a sentir una extrana emocion que no controlaba. Se asusto; aquel hombre siempre lo controlaba todo. Fueron quizas los dos peores segundos en mucho tiempo: sudor, desesperacion, miedo, nervios... Por una vez en su vida sintio lo que siempre habia tenido miedo de sentir: vacio, desesperanza y ansiedad. --Ja, ja, ja. --Algo interrumpio la lucha interna de aquel hombre; unas risas y unas voces que venian de algun sitio llamaron su atencion. El senor miro. Llamo al camarero. --Un boligrafo, un papel y un vaso de agua. --Si, caballero. --Ah, una ultima cosa --continuo el senor--. Llevese este cafe y planteese cambiar de marca. Escribio y escribio, etiqueto y etiqueto; las anotaciones se iban amontonando en la mesa. Pidio mas y mas papel. Sus manos sudorosas empezaron a temblar al no poder seguir el ritmo intenso de su escritura. Carlos ya se habia asomado a la cristalera, tambien brillante (quizas lo unico brillante), de la cafeteria, pero Carlos esperaba; Carlos no tenia prisa. Solo era una persona fiel con ganas de seguir sirviendo a su senor. Carlos no protestaba. Aquel hombre dejo el boligrafo, pidio un whisky y respiro, siempre cabizbajo, pero respiro. Tras pagar la cuenta, salio en busca de Carlos, que esperaba pacientemente en el vehiculo. --Carlos, a mi casa. --Senor... --Lo se, tengo que devolver las llaves, pero todavia me queda algo por coger. Por favor, a mi casa. Carlos no dijo nada, arranco el coche y dejo a aquel hombre justo en la entrada de su casa. El senor abrio el portal, subio las escaleras y abrio la puerta. Solo fueron unos minutos. --Ya esta, Carlos, ahora vamos al banco. --No se preocupe, senor; eso ya lo hago yo como usted me mando. --No, Carlos, hay cambio de planes; yo me encargo del dinero. --Como usted quiera. El senor se fue, tal vez a cualquier habitacion de un hostal. Devolvio las llaves de todas sus pertenencias y tuvo muy claro lo que tocaba hacer a partir de ese momento. Carlos tambien se fue. Sus caminos no se volvieron a juntar.

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  • Mentiras en La Hora del Té - Goodreads

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    Mentiras en La Hora del Té: Cuando la primera mentira envuelve el resto de tus pasos. by. Susana F. Ameijeiras. 2.50 · Rating details · 4 ratings · 1 review ...

  • Cuando la primera mentira envuelve el resto de tus pasos

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  • mienteme si te atreves: claves para detectar la mentira y ...

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  • La mascara del herrero de Susana F. Ameijeiras

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    Las cajas inundaban el suelo y eso hacia que, de un momento a otro, pudiera acabar entrando en colera, pero lo sabia disimular. De hecho, disimular, era una de mis especialidades. --Maca, no creo que te cueste tanto meter al menos la ropa en el armario --dijo Esteban. Esteban nunca fue un hombre demasiado alto, le faltaba algo de pelo, pero sus ojos tenian una caida que solo define a los hombres buenos y profundos… a los hombres bienintencionados y serenos. Macarena, mi hija, era por aquel entonces una adolescente de 15 anos cuando nos mudamos a la nueva casa. Al nuevo hogar. Llegamos una tarde de sabado a finales de septiembre. Habiamos decidido darnos la oportunidad de vivir frente al mar aprovechando el nuevo puesto de trabajo de Esteban en un bufete de abogados de un pequeno pueblo costero de cuyo nombre prefiero no acordarme (para algo sirven las grandes frases de los que fueron grandes sintiendose, a veces, bastante pequenos). A medida que nuestro coche se acercaba a aquella calle estrecha, me iba dando cuenta de que el cielo gris inundaba gran parte del paisaje y de que, apenas al fondo, habia un destello de luz sobreviviendo a los ultimos dias de verano. Aquel dia no supe como describir aquella sensacion, pero, para algun organo de mi cuerpo, no paso desapercibida; algo se movio dentro de mi, ni bueno ni malo, solo algo. Ese efecto duro unas pocas decimas de segundos; era una emocion extrana, casi imposible de saborear. No pude saber que era porque se esfumo de golpe, pero dejo en mi un mensaje que solo unas pocas semanas mas tarde empece a descifrar. Ya no habia vuelta atras, ya estabamos dentro de aquel pueblo medio esperanzador... medio oscuro. Esteban abrio la puerta del maletero; la mayoria de las cosas ya estaban dentro, puesto que la empresa de mudanzas se habia encargado de traerlas unos dias antes. Nosotros solo llevabamos unas cuantas maletas y bolsas con algo de comida, abrigos, zapatos... Mire de frente hacia nuestro nuevo hogar. Dos pequenas plantas se alzaban bajo un escaso terreno de hierbas y maleza que se sumaban al aspecto grisaceo del cielo aquella tarde de sabado. Las paredes eran blancas, recien pintadas. Las ventanas, rojas, algo curioso y pintoresco que no me desagradaba en absoluto. Al entrar, subi directamente las escaleras al primer piso en donde se encontraban los dormitorios. Deje dos maletas y mire por la ventana: el mar azotaba con fuerza y el cielo cada vez se oscurecia con mayor rapidez. "Quizas no haya sido buena idea venir una tarde tan oscura", pense, "No es la mejor hora para hacer cambios". Esteban seguia peleandose con Maca para que, al menos, guardara su ropa y su calzado... el resto podriamos hacerlo poco a poco. Maca no hacia caso, y yo, tampoco. Seguia mirando hacia esa ventana y no conseguia saber que era eso que me incomodaba. La mayoria de la gente quiere estar frente al mar, pero esa imagen idilica e inspiradora que otros parecen percibir en ese enorme charco interminable, yo no conseguia verla. Algo oscuro salia de aquel movimiento que desprendia espuma con el empuje de sus olas. Algo queria decir esa fuerza inquieta e infinita que sabemos que jamas se va a detener: una y otra vez golpea y golpea sin cansarse... --Olivia, no pareces muy contenta de poder tener una casa con vistas al mar --dijo Esteban con un tono carinosos mientras ponia su mano en mi hombro. --No, no es eso, me gusta, pero... tal vez ahora mismo solo sea una sensacion de miedo por empezar algo nuevo --dije mientras lo miraba con una leve y, en cierto modo, fingida sonrisa para que no se preocupase en exceso por mi mas que notable cara de cierta tristeza--. Echo de menos nuestro pequeno piso, supongo. Ademas, es tarde, mejor sera que deje de mirar por la ventana y empiece a colocar lo mas necesario --continue diciendo mientras me dirigia al dormitorio dando zancadas entre las cajas. Esa misma noche cenamos comida preparada que compramos por el camino. Todavia aquella casa no parecia un hogar. Demasiadas cosas sin colocar, demasiado caos alrededor. Supuse que no dormiria de noche, no es que lo haya supuesto, es que creo que fue una sentencia firmada desde el mismo momento en que lo pense. Y asi fue. Al dia siguiente, cuando desperte a las cinco de la madrugada, sin apenas haber dormido unas cuatro horas, me di cuenta de que habia sido una pesima idea haber hecho la mudanza un sabado para amanecer un domingo con el cielo completamente gris y el pueblo hundido en un inquietante vacio. "No estoy preparada para este recibimiento tan cutre", pense. Mire las cajas, y todavia me senti peor. Desorden, cielo gris, frio y soledad. Una buena combinacion para empezar de cero… Baje a la cocina, busque la caja donde se encontraba la cafetera, la cogi y mire hacia los lados tratando de encontrar un lugar donde poder colocarla. Es curioso, primero busque un espacio para unos cuantos gramos de plastico antes que uno para mi, pero asi fue. Supongo que en ese momento pensaba que no era nadie sin un cafe en la sangre, lo mismo que no eres nada sin sangre corriendo por las venas. Una vez que la mezcla de sangre y cafeina empezo a burbujear por mis arterias, consegui levantarme por dentro (por fuera llevaba algo mas de una hora despierta). No sabia que hacer, todavia no eran ni las siete de la manana. Asi que, con mucha pereza y con bastante miedo..., volvi a asomarme a la ventana y ver el mar. "No lo entiendo", pense. "No me parece ni tan bonito ni tan magico como todo el mundo recuerda en sus instantaneas de verano. No consigo ver esa sensacion tantas veces repetida en anuncios de television y campanas publicitarias en las que el mar es el elemento mas persuasivo para vender cualquier cosa, aunque sea una cafetera. Nunca compraria una cafetera en cuyo reclamo publicitario saliera el mar". Mientras terminaba ese pensamiento, volvi a darme la vuelta para ver que podia hacer que no fuera desempaquetar cajas; para eso preferia tener a Esteban y a Maca levantados, y no pasar el tormento yo sola. No se me ocurria nada, solo dos opciones: o arreglar la gran duna de carton que se levantaba a cada paso que daba, o mirar por la ventana y ver el mar. Pocas opciones y, todas, desoladoras. Asi que cogi el movil. Y entonces me senti fatal por mirar a una pantalla teniendo en frente de mi al todopoderoso oceano, al que no queria ni ver. Hubo suerte: Esteban se levanto. --Buenos dias --dijo Esteban mientras trataba de despejar los ojos con sus dos dedos de la mano y si dirigia hacia la ventana--. Que maravilla de vistas tenemos por la manana, ?no te parece precioso? --me pregunto, con una mirada de satisfaccion esperando que yo le contestara con su mismo entusiasmo. --Si, es precioso, llevo viendolo desde que me levante, tenemos mucha suerte de poder vivir cerca del mar --conteste, sabiendo que la ironia se habia adentrado durante unos segundos en mi cuerpo, "sera culpa de la cafeina, tal vez debiera dejar de tomar cafe y conformarme con una sosa infusion". --Veo que has sacado primero la cafetera, buena idea --continuo Esteban, y se dirigio con una envidiable actitud hacia la cocina. Tras desayunar y vestirnos, comprobando asi que la ducha funcionaba, que el calentador funcionaba, que el agua corria con soltura (como no podia ser de otra forma, dado que estabamos al lado del mar), Esteban decidio estrenar su primer dia en el pueblo yendo a buscar el periodico. Me invadio una extrana envidia al percibir la ilusion con la que salia por la puerta, la curiosidad por adentrase en el entorno de su nuevo hogar y captar todos los detalles para hacerlos suyos. Yo no podia, habia una extrana barrera entre ese nuevo espacio que me amenazaba con hacerme un pulso y ser mas fuerte que yo. Tal vez estaban saltando todos mis soldados con sus canones preparados para que el territorio no se revelara contra mi. Una osadia que nunca quise analizar demasiado para no caer en la tentacion de pensar que pudiera ser castigada por querer controlar algo que era mas grande que yo. Tal vez los dioses no me lo perdonaran y apareciera su furia en cualquier momento desde cualquier parte de ese cielo gris a traves de esa ventana desde la cual se suponia que teniamos casi las mejores vistas del pueblo. --Buenos dias, Maca --dije con mucha alegria, pero sin mucho exito, puesto que Maca suele levantarse con los auriculares incorporados en sus orejas y no atiende a nada, no escucha... solo clava la mirada en la pantalla de su telefono y levanta la vista a modo de saludo. Quizas es mucho pedir que levante la mano, y que salga un "buenos dias" de su boca, ya es algo con lo que no cuento desde hace un largo tiempo.

  • Las gafas de Alejandra de Martina Bouza

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    Estaba desayunando en la terraza del hotel Bliss Spa Resort de Ubud, con vistas panoramicas a los campos de arroz, cuando sono mi telefono. Mi guia, Wayan, llegaria a buscarme en quince minutos. Ese verano me moria de ganas de viajar a Bali y, como no encontraba a nadie que quisiera venirse a la isla, decidi irme sola. No era la primera ni la ultima vez que lo haria. Busque un guia por internet en la pagina web de TripAdvisor. Contacte con el y, gracias a mi <> y al traductor Google, encontramos la forma de comunicarnos, me iba a ensenar Ubud. Llego y me explico el itinerario de ese dia: primero, iriamos a Batulan Temple a ver la danza del Barong; despues, a Pura Tirta Empul Temple; luego, a los arrozales de Tegalalang; a continuacion, a Coffe Luwak, y terminariamos en Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Este ultimo templo lo habiamos dejado para el final porque es un lugar espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz del sol se torna dorada y desciende por el horizonte convirtiendo el templo en una oscura silueta. Cuando llego la hora de comer, mi guia Wayan me dejo en un restaurante y me dijo que me recogeria en una hora y media. El sitio se llamaba TebaSari Resto, bar y lounge Jalan Raya, Tegallalang. Estaba situado enfrente del cafe Luwak, que era la siguiente parada que ibamos a hacer despues de comer. El restaurante era un sitio precioso con unas vistas impresionantes y estaba ambientado con canas de bambu, ademas, su comida asiatica era exquisita. Yo estaba disfrutando de mi tercer coctel cuando vi a un hombre muy atractivo en la mesa de enfrente y observe, por la conversacion que mantuvo al telefono, que era espanol, que tambien estaba solo y que no llevaba anillo de casado. Era un hombre fisicamente atletico. Mediria un metro ochenta mas o menos. Su rostro expresaba mucha tranquilidad. Su piel estaba morena. Tenia mucha cantidad de pelo negro, que lo llevaba por debajo de las orejas y muy alborotado. Sus ojos eran serenos y marrones. Sus labios no eran muy gruesos, mas bien diria que finos y estaban rodeados por una poblada barba negra. Me encantaba su estilo, era muy tropical, perfecto para el lugar. En la parte de arriba llevaba una camisa de lino blanca desabotonada por arriba que dejaba ver el vello de su pecho con las mangas remangadas y sacada por fuera del pantalon. En la parte de abajo vestia con unas bermudas azules tambien de lino y unas alpargatas de esparto del mismo color que su pantalon. Para empezar a hablar con el, usaria una de las tecnicas de seduccion infalible. Le pediria que me hiciera una foto. En ese momento, me puse las gafas de corazones, me pinte los labios de color rojo, saque el movil de mi bolso, recogi mis cosas y me fui hacia su mesa. --Perdona que te moleste. ?Hablas espanol? --Si. --?Te importaria hacerme una foto? Es tan exotico el restaurante que me gustaria tener un recuerdo. --Si, por supuesto. ?Donde la quieres? --Aqui, para que sea vean las canas de bambu que estan en el centro. Toma el movil. --!Que originales son tus gafas! Son muy vintage. Solte una carcajada. --Gracias. Me gusta llevar unas gafas diferentes para que la gente me pueda ver con claridad entre la multitud. --Muy buena respuesta. Esa me la apunto. Me hizo la foto y me devolvio el movil. --?Podria ver como ha salido? --Si, por supuesto. Mira, !ha quedado perfecta! --Perdona, si no es indiscrecion, ?viajas sola o acompanada? --Viajo sola (como me gusta decirle a completos desconocidos que viajo sola, sigo viva de milagro). No me dejaban traer en el avion a los siete gatos con los que vivo. Siguio riendose a carcajadas. --Disculpa, que no me he presentado. Me llamo Jorge. ?Como te llamas? --Me llamo Alejandra. Encantada. --Le di dos besos en las mejillas. --Y bien... Alejandra, ?estas viajando por ocio o por trabajo? --Estoy de vacaciones. ?Tu? --No soy tan afortunado. Estoy por trabajo. Importo ropa y accesorios balineses para llevarlos a Espana donde tengo un negocio. En ese momento me sono el movil. Era Wayan. --Jorge, encantada de conocerte. Me da mucha pena tener que marcharme. Me has caido genial, pero me acaba de llamar mi guia para que sigamos con la ruta. --Una cosa antes de que te vayas... Se me esta ocurriendo... ?Que te parece si nos damos el telefono y continuamos esta conversacion por la noche? Conozco un sitio donde hacen los mejores mojitos de la ciudad. --Suena divertido. Nos dimos los telefonos. --?Sobre que hora regresaras al hotel? --Mi guia me ha dicho que a las siete. --!Perfecto! Mas tarde te escribo para concretar donde te paso a buscar a las ocho. --Genial. --Si te veo a las ocho, comenzare a ser feliz desde las siete. --!Jorge! !Eso es del Principito! Para ligar conmigo tienes que ser un poco mas original, que ya me las se todas --le dije con un gesto divertido. --Eres tremenda --dijo sonriendo. --Adios, Jorge. Te veo esta noche. !Toma ya! El plan habia salido mejor de lo que esperaba. Una vez mas, mis gafas me habian traido buena suerte. --Te escribo en un rato. !Disfruta de la ruta! --dijo mientras me guinaba un ojo. Cuando llegue al hotel, tuve mis dudas de si ir o no ir a la cita, pero pense que estaba en Bali de vacaciones, soltera, y Jorge era terriblemente sexy. ?Que dudas podia tener? Ninguna. A las ocho, sali a la calle y ahi estaba, esperandome. Iba impecable. Volvia a vestir con lino y seguia llevando el pelo despeinado a proposito. Fuimos a cenar a Arang Sate Bar, que estaba en la calle Jalan Raya, al lado del palacio de Ubud, en pleno centro. Era un restaurante con ambiente agradable y moderno sin perder el estilo balines, con musica en directo. El personal era muy simpatico y servicial (como en el resto de Ubud). Primero pedimos algunos small plates para compartir y probar un poco de todo y, a continuacion, brochetas (sate) de gambas, higado de pollo y ternera especiadas con curcuma, jengibre y otras especias que le daban un gusto no picante y delicioso, que acompanamos con una jarra de caipiroska. Todo estaba exquisito y terminamos la cena disfrutando de sus famosos cocktails. --Me ha encantado el sitio, Jorge. Tenias razon, el mojito esta delicioso y la comida estaba buenisima. Ademas, es un lujo poder disfrutar de musica en directo. --Me alegra mucho que te guste, Alejandra. Siempre que vengo a Bali termino comiendo aqui, pero es la primera vez que lo hago teniendo en frente a una mujer preciosa. Me lo dijo mientras me acariciaba las manos. Estaba muy roja y notaba que la cara me ardia. No se si por lo que me acababa de decir, por el alcohol, por el calor que hacia en la isla o por una mezcla de todo. --Gracias, Jorge. Has conseguido que me sonroje y creeme cuando te digo que eso en mi es dificil de conseguir. La verdad que tu tambien me pareces un hombre muy guapo y atractivo --le dije mientras le tocaba los brazos y le miraba con ojos lascivos. --?Te apetece que vayamos a mi hotel? Aqui hay demasiado ruido y me gustaria estar contigo en un sitio mas tranquilo. --Me parece que acabas de tener una muy buena idea Jorge. !Vamos! Llegamos a su hotel. Era una villa privada con una habitacion. Nada mas entrar, te encontrabas una impresionante terraza con piscina privada, solarium, una mesa con sillas y una cocina cubierta. Enfrente, se abria la puerta que llevaba a la habitacion con una cama de matrimonio enorme y un bano Llamo al servicio de habitaciones para que trajeran una botella de vino. Encendio velas y selecciono en su movil la musica relajante Beyond the Missouri Sky, por Charlie Haden y Pat Metheny, para que sonara por los altavoces. Jorge era muy mistico, poseia un lado espiritual muy desarrollado, mas que el promedio de las personas. Demostraba esa espiritualidad o esa conexion con lo que esta mas alla de la vida terrenal en su forma de comunicarse y en su actitud mas bien pacifica, relajada y tranquila, que tenia que ver, sin duda, con esa intima relacion con lo que no podemos comprender racionalmente. --?Nos tomamos unas copas en la piscina? --me ofrecio. Comenzo a tocarme suavemente el cuello, los hombros y la espalda. --Vaya. Creo que tu karma se encuentra algo desalineado. ?Quieres que te ayude a centrarlo de nuevo? Me han ensenado a hacerlo estos dias aqui en Bali. Asenti. --Vale. Pues lo primero que tienes que hacer es relajarte y sentirte comoda Asi, muy bien... Cierra los ojos y respira hondo. No, asi no. Tienes que llevar el aire a la zona que hay a unos cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Asi. Perfecto. Trata de retener aire y cuenta hasta quince. Eso es... Despues, expulsalo muuuuy lentamenteeee...

  • Una joya (Stage Dive 2,5) de Kylie Scott

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    Relato corto con Mal y Anne (Solo fue un juego), de la serie Stage Dive.
    A la atractiva encargada de una libreria hipster le choca ver la enorme lista de libros que ha seleccionado un cliente, todos sobre sexo. El, arrogante, experimentado y muy seguro de sus encantos, inicia un divertido <> verbal con ella para intentar seducirla. La chica se mantiene indiferente hasta que es ella quien lo reta a el a que le muestre los atributos de los que tanto presume. En la trastienda de la libreria la pareja nos regala un final excitante e inesperado.

  • Me enamore de mi mejor amigo de Valeriam Emar

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    CLAVO los ojos en la botella mientras giraba en el suelo. Rogo que se detuviera en Frank. Su mejor amigo no la delataria si su primer beso apestaba. Apreto los punos como signo de victoria cuando el cuello de la botella desvio al tonto Mike. Era un juego estupido, ?pero de que otro modo una nina de doce anos aprenderia a besar? El pecho se le inflo. La botella se detuvo en Frank. Deby, la anfitriona de la fiesta, los hizo pasar al armario. La puerta se cerro cuando ellos ingresaron al pequeno ambiente oscuro. --Por suerte me toco contigo, Alex --dijo el--. No queria besar a ninguna nina --susurro. Frank ademas de ser su amigo, era su vecino. Supo que serian amigos desde el dia que lo vio bajar del camion de mudanza con sus padres. Parecia un nino introvertido y ella se le acerco con su bicicleta y lo invito a la fiesta que daria ese fin de semana, y desde ese entonces, no se habian vuelto a separar. --Tendras que besarme... No podia ver el rostro de Frank, pero sabia que acababa de poner los ojos en blanco. --No lo hare --se nego--. Y no puedes obligarme. --Si no lo haces, les dire a todos que tienes mal aliento --lo amenazo --. Y de ahora en adelante, seras conocido como Frank el apestoso. --Y yo les dire que todavia sigues jugando a las munecas --replico. Ella se quedo boquiabierta. --No es cierto, ya estoy grande para esos juegos de nina. --?Soy tu vecino, recuerdas? Te veo por la ventana cuando le das el te a tus Barbys. Apreto los labios y le dio un pisoton. --No vuelvas a espiarme. Frank solto un chillido y la empujo. --No vuelvas a pisarme. --?Esta todo bien ahi adentro? --pregunto Deby del otro lado. Sabia que todos estaban pendientes de ellos y que esperaban a que salieran del armario con un resultado. Y entre los invitados estaba Sam, su companero de clases. Queria besar a Sam, pero primero debia practicar para hacerlo bien. --?No sientes curiosidad, Frank? --?De que? Solto un bufido. --De lo que se siente dar un beso. --No. --?No prefieres que nuestro primer beso sea con alguien que conoces bien? El se quedo en silencio. --Algun dia tendras que besar Frank, y no sabras como hacerlo y quedaras como un tonto. --Tu ganas --accedio finalmente--. Pero si me llenas de saliva, te pateare el trasero y no me importara si eres nina. Ella sonrio ampliamente. --No lo hare... El se aclaro la garganta. --?Y... como hacemos? --Cierra los ojos, inclina la cabeza... --le fue indicando. Sus bocas se encontraron por varios segundos y se alejaron de golpe. --?Sentiste algo? --le pregunto despacio. --No --respondio el--. ?Y tu? --Tampoco --mintio. En realidad, habia sido asombroso. Ahora estaba preparada para besar a Sam. --Deberiamos salir --dijo Frank, abriendo las puertas del armario. --Frank... --?Si? --Gracias --expreso--. Gracias por ser mi mejor amigo. 1. ENTREVISTA Quince anos despues... APOYO las manos sobre las rodillas para que las piernas dejaran de temblarle. No era la unica que esperaba en la sala para ser entrevistada por Jason Harbor. El elegiria a su nueva asistente. Ella queria el puesto. El era el dueno de una revista de moda y para una disenadora de indumentaria recien recibida, era un paso importante para estudiar de mas cerca el mercado. Tal vez hasta algun dia sus vestidos saldrian en la portada de la revista Harbor. Sus suenos fueron interrumpidos cuando una de las postulantes la codeo y le susurro: --?Conoces a Jason? Estudio a su competidora a traves de los ojos entornado. Si ella queria ser la asistente de Jason Harbor, debia poner manos a la obra para ganarselo. --!Oh, si! --Gimio--. ?Tu no? La postulante nego con la cabeza. --Es mi primera entrevista --le hizo saber--. Tengo miedo de que el sea uno de esos jefes grunones que trata mal a sus empleados. Ella apoyo una mano en su brazo. --Entonces has venido al sitio equivocado --dijo--. Su asistente anterior dejo su puesto porque el la enloquecio... y las malas lenguas dicen que el hasta la golpeo --anadio en un tono de confidencia. La postulante abrio grande los ojos. --?Enserio? --Oh, carino, no quiero que te asustes --murmuro--. Pero deberias pensarlo dos veces si quieres que este sea tu primer empleo. --?Como te llamas? --Alex. --No sabes cuanto te agradezco que me hayas dicho todo esto, Alex. --?Y... que haras? --Seguire buscando en otro sitio --respondio--. ?Y tu porque estas aqui si sabes que el es un asco? --Tengo hijos pequenos que mantener --mintio. --Oh, lo entiendo --levanto los pulgares y agrego--: Mucha suerte, Alex --le deseo antes de salir de la sala. Y acababa de despachar a su primera contrincante. Echo una ojeada a la espaciosa y elegante sala y estudio su competencia. Todavia le faltaban seis mas. Cogio el maletin y se levanto de la butaca para sentarse al lado de la postulante que tenia mas actitud para llevarse el puesto. Saco una goma de mascar y se la ofrecio. --No gracias --continuo--. Una buena asistente no mastica goma de mascar --le dijo la estirada con cara de amargada. Ella le sonrio para mostrarse mas amigable. --?Vienes por el puesto de asistente, verdad? --No, vengo a calentar la silla. --Noto que te gustan las bromas... Aparto la vista hacia la ventana y blasfemo por lo bajo. No seria sencillo deshacerse de ella. Carraspeo y agrego: --?Sabes? Te dire esto porque me caes bien --empezo diciendo--. Trabajo para la revista Harbor y me enviaron para que evaluara a las postulantes. Su contrincante comenzo a prestarle mas atencion. --Y tu pareces tener todas las cualidades para ser contratada --y lo decia enserio. La postulante enarco una ceja. --?Ah, si? --Felicidades, pasaste a la segunda ronda. --?Segunda ronda? Ella abrio el maletin y saco una birome y anoto una direccion en un papel. --Debes ir a este edificio para culminar con la entrevista. La postulante sujeto el papel y leyo la direccion. --Pero queda a una hora de aqui --protesto. Ella le quito el papel de la mano. --No te preocupes, elegire a otra. --No he dicho que no pueda ir --volvio a apoderarse de la direccion. Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa. --Bienvenida a la familia Harvor. --?Debo entregarte a ti todos mis datos? --?Tus datos? !Oh, si! La postulante le entrego su curriculo antes de abandonar el edificio Harvor. Abrio la carpeta y leyo sus datos. Menuda experiencia. No tenia duda, habia hecho bien en sacarla del medio. Tambien lo hizo con las otras postulantes, hasta que finalmente quedo sola en la sala. El famosisimo Jason Harvor salio de su despacho. En persona se veia mas apuesto que en las revistas. Su rostro tenia facciones duras, pero eran condenadamente atractivas. Todo el decia seguridad, masculinidad y poder. Se paso una mano por el pelo y sonrio. Jason era soltero, tenia treinta y nueve anos y le gustaba jugar al tenis. Eso le habia dicho a una periodista en una entrevista que habia leido en la manana mientras desayunaba. --?Y las demas postulantes? --pregunto el, cenudo. Ella se encogio de hombro. --No lo se, parece que he sido la unica a la que le ha interesado el empleo. --Bien, no importa, pasa a mi despacho. Sujeto el maletin y paso por delante de el para ingresar a la oficina. Su perfume importado era exquisito. No pudo evitar ver su precioso trasero cuando rodeo el escritorio y se sento. Ella tomo asiento cuando el se lo pidio y le entrego su curriculo. Jason se puso sus gafas de lectura, abrio la carpeta y empezo a leer sus datos. --?Alex, verdad? --Si. --Hablame sobre ti, Alex. Odiaba cuando las entrevistas comenzaban de ese modo. ?Que mas podia decir de lo que ya estaba escrito en su curriculo? Respiro hondo y sonrio. Un empleado positivo siempre tenia mas chance para ser contratado. --Soy Alex Bloom, y acabo de recibirme como disenadora de indumentaria. El se cruzo de brazos y la miro con sus intensos ojos oscuros. --?Y por que una disenadora quiere ser mi asistente? --Porque seria un honor trabajar para la revista Harvor y creo que... --Bla, bla, bla... no dices nada nuevo --la interrumpio el capullo. Habia hecho un gran esfuerzo para deshacerse de las demas postulante y no dejaria que un gilipollas como el, por mas guapo que fuese, no le diera el empleo. --Si tuvieras que definirte, ?como lo harias, Alex? Como alguien que todavia seguia buscando sus suenos, aunque eso significaba haber comenzado varias carreras y dejado a mitad de semestre porque sentia que no eran para ella, o que el empleo que mas tiempo le duro fue de tres meses. Vale, ella a veces era una persona inestable. ?Pero quien no lo era?

  • Novia Tropical (Novias del Paraiso 1), Vicky Loebel de Vicky Loebel

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    Cuando Anna Williams obtiene un lugar en el reality show "Novia Tropical", espera poder darle a su padre enfermo un respiro del invierno de Milwaukee, no ganar un marido rico. Eso es bueno porque el atractivo hombre de mantenimiento, cuyas espaldas anchas y ojos azul claro llamaron su atencion, no es ni rico ni parte del concurso… ?o si?

  • El ultimo de los nuestros de Adelaide De Clermont-tonnerre

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    Ambientada en Nueva York en los anos setenta y en Dresde durante los ultimos dias de la Segunda Guerra Mundial. Una historia de amor imposible, en un tiempo en el que todo parecia posible. Werner Zilch es un joven y atrevido empresario en el Nueva York de a principios de los anos setenta que busca el reconocimiento y el exito. Werner fue adoptado cuando era un bebe por una familia de clase media de Nueva Jersey. No sabe nada de su procedencia ni de su familia biologica, pero tampoco parece estar particularmente interesado en el tema. Pero cuando conoce a Rebecca, la hija de una familia acomodada e influyente de Nueva York, se enamora de ella locamente. Lo que no sabe es que corre el riesgo de perderla a menos que descubra la verdad sobre su propio pasado.

  • Memorias de una nueva gorda de Ruth Arenas

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    Yo era una chica bombon. Ahora soy una chica bombona.

  • El ultimo proceso de Kafka de Benjamin Balint

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    ?A quien pertenece Kafka?
    La historia del verdadero proceso sobre su obra.

  • Aire entre las manos (Aire y viento 1) de Marta Marquez

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  • La extranjera de Astrid Nilsen

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    Una misteriosa joven extranjera de adentra en la gotica Catedral de Burgos. Aunque se dirige al confesionario, tras sus palabras no hay confesion alguna sino preguntas sin respuesta. Durante cuatro dias relatara al sacerdote como su padre asesino a sangre fria a su madre, todo ocurrio veinte anos atras en un pequeno pueblo de Noruega. Un asesinato que nadie comprendio en su dia y tras el cual su padre huyo del pais abandonandola.
    El sacerdote espanol escuchara la confesion de la extranjera queriendo consolarla. Pero el relato de ella cobrara tanta fuerza que el cura se vera obligado a visitar su propio pasado. Un pasado que querria seguir manteniendo oculto y olvidado, un pasado de dolor, muerte y sacrificio del que ya no puede huir.

  • Mujeres de Camborne de Pilar Lepe

    https://gigalibros.com/mujeres-de-camborne.html

    Dos bellas historias unidas por lazos de sangre:

  • Mientes tan bien de Audrey Ferrer

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    Matias, con su descaro, su sonrisa turbia y ese puntito canalla que lo delata, llega a una aldea casi deshabitada. Necesita alejarse de uno de sus desastres. Ya ha asumido que alli va a catapultarlo el aburrimiento, pero se equivoca: ese diminuto universo con habitantes singulares parece hecho a medida para sus calamidades. Entre los nuevos vecinos le espera ella…Tessa es dureza, vehemencia, desafio, irreverencia, pasion. La chica con gasolina en vena que uno desearia inflamar. Ella luchara para alejarlo. El batallara para conquistarla con sus versos teatrales y su ingenio. Pero no sera sencillo... Ambos deberan aceptar que las guerras contra las mentiras que uno se cuenta estan abocadas a rendirse en los labios ajenos. ?Que verdades y que mentiras les pertenecen?

  • Beauty Too (2a parte), Susana Rubio Girona de Susana Rubio Girona

    https://gigalibros.com/beauty-too-2a-parte-susana-rubio-girona.html

  • Mientras suenas (Rancho Triple K 4) de Laia Sinclair

    https://gigalibros.com/mientras-suenas-rancho-triple-k-4.html

    Hannah Summer ha estado enamorada durante toda su vida de Mac Rayne y ni el tiempo ni la distancia han conseguido hacer que lo olvide. Cuando Mac regresa a Cascade para ocupar la plaza de sheriff, cree tener una oportunidad, pero el comportamiento distante de Mac y una monumental pelea con sus padres, hacen que Hannah decida tomar las riendas de su vida y dejarlo todo atras para perseguir su sueno.
    Pero Mac tambien esta enamorado de Hannah, aunque un oscuro secreto de su pasado, que lo reconcome y lo averguenza, lo ha mantenido apartado de ella.
    ?Sera capaz Mac de superar sus miedos e ir a buscarla para declararle su amor? ?Conseguira convencerla de que le de una segunda oportunidad? Y Hannah, ?podra perdonarle todo el dolor que le ha causado? ?Sera capaz de volver a confiar en el?

  • El viento idiota de Peter Kaldheim

    https://gigalibros.com/el-viento-idiota.html

    La historia real de un hombre que cometio todos los errores posibles, pero encontro la forma de superar la tragedia para construirse una nueva vida.

  • Penumbra de Esteban Navarro

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    La comisaria de Jaca inicia unas obras por reformas, por lo que los agentes se trasladan durante un tiempo al Seminario, un edificio propiedad de la Diocesis conocido porque anos atras habian ocurrido una serie de hechos calificados como inexplicables.

  • Lo estas deseando de Kristen Roupenian

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    En diciembre de 2017 Kristen Roupenian publico en el New Yorker el relato <>. De inmediato se hizo viral y se convirtio en uno de los mas comentados y que mas revuelo han generado entre los publicados por la revista, junto con los ya clasicos <> de Shirley Jackson y <> de Annie Proulx.

  • Bajo la luz del norte de Louise Fuller

    https://gigalibros.com/bajo-la-luz-del-norte.html

    El objetivo de el era conseguir que las relaciones romanticas fuesen faciles.

  • Multimillonario & Canalla de Ella Valentine

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    Adam Walter ha tenido una vida de excesos: drogas, alcohol, mujeres. Pero ahora que ha salido de la clinica de desintoxicacion y esta apunto de asumir un cargo en la multinacional que dirige su padre, necesita limpiar su reputacion con urgencia. Para ello contrata a un especialista en la rehabilitacion de personajes publicos, quien le asegura que la mejor forma de conseguirlo es fingiendo una relacion estable con una chica normal.

  • Promesa bajo la estrella de Oriente de Moruena Estringana

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    -?Me prometes que si no he encontrado marido con veintiocho anos te casaras conmigo?
    -Te lo prometo.
    Tras una inocente promesa bajo el arbol de navidad, Ethan y Chloe no se han vuelto a ver. Los anos han pasado y unas nuevas fiestas navidenas los reunira de nuevo pero no tienen ganas de celebraciones. Uno esta recien divorciado y a la otra la han plantado ante el altar, situaciones que les impide disfrutar de estas fechas.
    Ya no queda nada de esos inocentes ninos. Pero cuando sus miradas se unan de nuevo, sera como si el tiempo anarondo al otro no hubiera pasado. ?Se acordaran de la promesa que se hicieron cuando eran solo unos inocentes ninos?
    La magia existe por Navidad.

  • Viaje al fin del oceano de Karina Luz

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    ?Alguna vez te has enamorado del mar? Viaje al fin del oceano es un canto a la belleza de los suenos imposibles haciendose posibles, a ese amor entre seres afines y al mismo tiempo opuestos, que encontraran el amor verdadero mientras libran infinitas batallas de supervivencia en un realidad paralela, junto a Dioses, reinas, corceles alados y criaturas monstruosas. Hulsh es una joven nomada que dejo su tragico pasado atras; quedara embelesada con la luz azul inmarcesible y esplendorosa, que terminara por transportarla a otro mundo, mas maravilloso, mas real. Alli conocera al oceano en persona, conocera la poesia y luchara por descifrar un poema misterioso que encierra la clave de su destino.

  • Infidelidad (Mentiras con amor 1) de Chris Razo

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    Primera entrega de la trilogia <> de Chris Razo.

  • No mas secretos, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Carlo. Una promesa, tequila y pasion de Claudia A. Perez R

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    Carlo Lastiry, orgulloso mexicano originario de Jalisco, es uno de los duenos de la reconocida marca de tequila “Don Arturo”. El es sinonimo de franqueza, lujuria y diversion, un Potro indomable que combina su pasion por los caballos de fina estampa con su trabajo en la empresa familiar.
    Los negocios nunca han sido un problema para el, tiene una capacidad ingeniosa con la que logra lo que se propone, aunque la despreocupacion y sus largos fines de semana aparenten lo contrario.

  • Recuerdame quien soy de Gisela Moon

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    a su vida y acaba de sufrir un divorcio complicado que la ha marcado de una manera dificil de digerir. Guiada por su pilar mas fuerte, su abuela Marina, decide mudarse por un tiempo a la casa en la que se crio su abuela en plena montana, en la Pontevedra mas profunda.Ella, junto con su amado companero Lor, un pastor aleman imponente de pelo largo, viviran ambos una de las experiencias mas enriquecedoras de sus vidas.Con lo que ella no cuenta al hacer este viaje para alejarse de todo y de todos, es con la reaparicion de un viejo amigo de su mas pequena infancia, el que en un primer momento no consigue recordar.Y es que, a veces, es necesario desaparecer para asi poder resurgir y reconectarse nuevamente con uno mismo, con una raiz fuerte e imperecedera.Gisela Menendez nace en Asturias hace treinta y cinco anos. Cantante y violinista de profesion se muda ya hace unos anos a Galicia. Se enamora de ella en todos los sentidos: aqui conoce a su actual marido y, recientemente abren un restaurante juntos en un paraje montanoso impresionante. Publica ahora su primera novela inspirada en este precioso lugar que ha tenido el placer de conocer.

  • A traves del tiempo de Brian Weiss

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    El doctor Brian Weiss, analiza en este libro la capacidad de curacion de la terapia de regresion a vidas pasadas.

  • Lady Johanna de Sophie Saint Rose

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    Johanna, sentada ante su tocador, se miro al espejo. No se podia creer lo que habia cambiado su vida en dos meses. De ser una de las herederas mas perseguidas de Londres y ser agasajada por innumerables pretendientes, ahora se encontraba casada con un bruto escoces que no tenia ningun tacto y que la trataba como si fuera un estorbo. Le odiaba. Le odiaba tanto que ni siquiera soportaba su presencia. Y eso le habia quedado claro a su reciente esposo, ya que no le dirigia la palabra desde que se habian mudado a la nueva casa, que su suegro les habia regalado en Mayfair, cerca de Hyde Park. De hecho, casi no le veia. Por la manana se levantaba muy temprano para no coincidir con el y cuando no estaba cabalgando en el parque, se iba de visitas con su madre y con su amiga Liss, la duquesa de Stradford. En los unicos momentos que no podia ignorar del todo su horrible presencia, era en las cenas o en los bailes a los que tenian que acudir, donde su indiferencia a su apuesto marido, fomentaba los rumores de que su matrimonio no era tan dichoso como el de su querida amiga. Se miro su espeso cabello negro, que caia por su espalda hasta las caderas. Cansada despues de acudir a otro aburrido baile esa misma noche, cogio el cepillo y se lo paso por el cabello en su rutina antes de acostarse, como su madre le habia inculcado desde pequena. Apreto los labios al ver que sus ojos color miel parecian apagados y sin brillo. Incluso tenia ojeras. Eso tambien se lo debia a su horrible marido, porque desde que le habia conocido, no habia vuelto a dormir bien ni una sola noche, cuando ella siempre habia dormido como un tronco. Maldijo su caracter impulsivo que la habia metido en ese lio. Tenia que haberle hecho caso a sus padres y casarse con alguno de los amigos de su padre en Boston. Se lo habian aconsejado mil veces, pero al ver que su unica hija no se decidia, la habian obligado a ir a Londres pues a su madre le habia hecho ilusion que su hija se convirtiera en Lady. --Mi hija debe ser condesa o duquesa --decia Rose Sherman a su marido, que harto de escucharla, le dio la razon preparando su viaje a Europa en uno de sus barcos. Eran ricos, muy ricos y en cuanto llegaron a Londres les abrieron las puertas de las casas mas importantes. En una de las fiestas, que habian celebrado en la opulenta casa que su padre habia comprado, habia conocido a Liss. Sonrio pensando en su amiga. Liss era soltera el dia que la conocio, pero no tardo en casarse con uno de los solteros mas cotizados de Londres, el Duque de Stradford. Gracias a ellos, conocio a su suegro el Marques de Wildburg y en una aventura maravillosa fueron todos a Escocia para buscar a su primogenito, acompanados de la dama de compania de Liss, Susan Gibson, que hacia de su carabina en las posadas donde descansaban, compartiendo su habitacion. Fue una sorpresa para Johanna, que cuando llegaron a una de esas posadas a descansar a pocas millas de su destino, conociera a un atractivo escoces que le robo el aliento en cuanto sus ojos cayeron en el. Era tan apuesto y descarado, que le robo el corazon. ?Que podia hacer ella para conseguir su atencion y de paso casarse con el? Hacer que la sorprendieran en su lecho. No fue dificil. El escoces le abrio la puerta en cuanto llamo y con una sonrisa la miro de arriba abajo, repasando su recatado camison blanco. Johanna en su afan por conquistarlo, sonrio y le dijo con voz ronca mirando sus preciosos ojos verdes --Milord, ?os gustaria pasar la noche conmigo? Intrigado se hizo a un lado y Johanna entro en la habitacion lentamente sin dejar de mirarle a los ojos. James cerro la puerta sin dejar de mirarle y dijo con voz ronca --Desnudate. Johanna se sonrojo recordando con que descaro se habia levantado el camison quedandose en cueros. Habia tirado el camison al suelo al lado de la cama y puso las manos en jarras mientras el la miraba sin mover el gesto. --Ahora te toca a ti. James elevo las manos agarrando su camisa por la espalda y se la saco rapidamente. Todavia recordada como su corazon latia alocado en su pecho al ver su maravilloso torso. Estaba tan absorta en ese musculoso pecho y en el vello rubio que tenia entre sus pectorales, que ni se fijo en como se quitaba los pantalones, quedandose desnudo ante ella. Cuando dio un paso hacia Johanna, el movimiento entre sus piernas la hizo mirar hacia abajo, tragando saliva al ver su sexo erecto. No era una mojigata, sabia lo que era el sexo por sus correrias por los muelles de Boston, pero ver aquel miembro en todo su esplendor, casi la mareo de deseo. El le levanto la barbilla para que lo mirara, provocando que su roce le erizara la piel y separo sus labios deseosa de sentirle, dandose cuenta que le sacaba la cabeza. James se agacho lentamente, pero Johanna reacciono y carraspeo antes de que besara sus labios. --?Te gustan los juegos? --?Juegos? --Confundido se aparto mirandola con el ceno fruncido. -- ?Que hablas de juegos, mujer? --Me gustaria atarte a la cama. James se echo a reir y miro a su alrededor. --?Y con que pensabas hacerlo? --Con las cuerdas que he dejado al lado de la puerta. ?Las recoges? Su escoces divertido abrio la puerta, echandose a reir al verlas en el suelo donde ella habia dicho. Las cogio y volvio con ella, que se habia sonrojado de gusto mirandole el trasero. --Y eso que aparentas ser una doncella. La vida no deja de darme sorpresas. --Tumbate, amor. --dijo ella pensado que debia darse prisa para que todo estuviera preparado cuando su amiga la buscara. James aparto las sabanas y se tumbo boca arriba separando las piernas. -- Soy muy fuerte, preciosa. Deberas emplearte a fondo. --Tranquilo --dijo maliciosa--. Te aseguro que la pasion no hara que te sueltes. Eso te lo garantizo. El se la comio con la mirada y Johanna se acerco a la mano que tenia mas cercana. --?Y que piensas hacerme? --Algo que te encantara. No seas impaciente --dijo concentrada en el nudo marinero que le habia ensenado Robert en el puerto de Boston cuando era nina--. Vas a quedar muy contento e impresionado. --Eso ha sonado prometedor. Espero que uses la boca. Tienes unos labios muy apetitosos. Le miro sorprendida, porque nadie se lo habia dicho nunca. --?Eso crees? --Estoy deseando probarlos. Ven aqui. No podia distraerse. Liss o su dama de compania Susan llegarian en cualquier momento, asi que en cuanto aseguro el nudo, rodeo la cama para atar su otra muneca. James tiro de su agarre e hizo una mueca-- ?Me ensenaras como lo has hecho? --Te ensenare lo que tu quieras --dijo terminado el segundo nudo--. Tendremos tiempo para eso y para mucho mas. James se echo a reir divertido y levanto la cabeza para ver como ataba su tobillo. --Interesante tecnica. Sonrio aliviada porque ya era suyo y se acerco al otro tobillo. --?Sabes, carino? Me has impresionado. --Me pasa mucho. Johanna se echo a reir asintiendo. --Tan apuesto, tan varonil... me has alterado el corazon. --El sonrio jactancioso y Johanna termino el nudo acariciando su pierna lentamente hasta llegar a su rodilla. --Me has impresionado tanto, mi amor, que he decidido que nos casemos. James perdio todo el color de la cara al ver que cubria su enorme cuerpo con una sabana y se sentaba a su lado cubriendose tambien. --No tiene gracia. --Tiro de sus ligaduras con fuerza y Johanna se echo a reir. --!Sueltame, muchacha! --Me llamo Johanna. --le aparto un mechon rubio de la frente antes arrancar un pedazo de sabana. Ella puso cara de pena. --Carino, se que esto no te va a gustar tanto, pero... El abrio la boca para gritarle cuando ella le amordazo. --Lo hago por tu bien. Tampoco te gustaria que nos vieran en esta situacion todos los de la posada. --Sonrio encantada antes de besar su frente. James se movio con fuerza haciendo temblar la cama y Johanna dio un golpe en la pared provocando que su presa abriera los ojos como platos antes de volver a tirar de las cuerdas intentando liberarse. --No sufras, manana todo estara arreglado y empezaremos nuestra maravillosa vida juntos. --Ella estaba inmensamente feliz sabiendo que estaba en lo cierto. Ese hombre debia ser suyo si o si. Despues de todos los peleles que habia conocido en Londres, no se le escapaba. El resultado fue el que Johanna preveia. Susan, que era la encargada de su proteccion durante el viaje, al darse cuenta que no estaba en la cama, comenzo a buscarla y cuando la escucho pasar ante la puerta dijo simplemente --!Estoy aqui! La cara de Susan cuando abrio la puerta y la vio, fue de risa, pero los gritos de la mujer no se los esperaba, pues aparecio el Duque, el Marques de Wildburg y su amiga Liss, que protesto porque tendria que casarse con un escoces. Evidentemente tenian que casarse, pero su escoces se resistia diciendo que no habia hecho nada y no tenia por que. El duque, el conde y el sacerdote le convencieron para que cediera. Y se habia encontrado casada con su gigante, que estaba realmente de mal humor. No, no estaba de mal humor, estaba furioso. Durante unos dias la trato realmente mal y de manera humillante. La dejaba en ridiculo cada vez que podia e incluso la hizo dormir en el suelo alegando que las perras dormian alli. El enamoramiento de Johanna se fue apagando poco a poco, pero el problema real estaba aun por llegar porque su escoces resulto ser el hijo del Conde de Wildburg. El se negaba a aceptar la realidad y Johanna le presiono para que reclamara lo que le correspondia, provocando que su marido dijera las palabras que mas dano le habian hecho.

  • El jardin de las sonrisas eternas, Diana G. Romero de Diana G. Romero

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    Sofia es una joven sonadora que, por una serie de coincidencias, acaba adentrandose en el jardin de una casa por la que pasa todos los dias y que le atrae irremediablemente.
    Alli conoce a Cristian, el hurano a la par que misterioso chico que pasa las horas junto a la ventana de su habitacion, que da al jardin.
    Dia tras dia, se adentraran juntos en una historia escrita por el padre de Sofia, que les transportara a una isla perdida en la que se elaboran los suenos humanos.
    Mientras se sumergen en la historia, iran surgiendo sentimientos entre ambos que les eran desconocidos al tiempo que tendran que enfrentarse a sus secretos y temores.

  • Contactos peligrosos (Las cronicas de Krinar 1) de Anna Zaires

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    De la autora de Secuestrada, la novela superventas en las listas del New York Times, llega ahora la adictiva y emocionante historia de un amor oscuro situado despues de la invasion de la Tierra…

  • La habitacion de las maravillas de Julien Sandrel

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    Thelma es una madre soltera de unos cuarenta anos, cuya atareada vida profesional le deja poco espacio para la esfera privada. Cuando su hijo de doce anos, Louis, es atropellado por un camion y queda en coma, los medicos no le dan muchas esperanzas: si no se despierta en las proximas cuatro semanas, quiza nunca llegue a hacerlo. En casa, Thelma encuentra en la habitacion de Louis un cuaderno con una lista de deseos que contiene todas las cosas que Louis quiere realizar en su vida. Thelma se aferrara a esta lista para salvar la vida de Louis e ira cumpliendo cada uno de ellos, en una aventura tierna, alocada y esperanzadora en la que se cruzara con variopintos personajes que transformaran su manera de ver la vida.

  • La muchacha que se hizo libro de Leticia Merono Catalina

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    Hay hechos que destruyen vidas, lagrimas que nunca se secan y miedos que nunca se pierden. Una mujer encierra sus temores entre cuatro paredes debido a un suceso de su juventud que marco su existencia. Leer es su gran pasion y el rincon donde ahogar sus penas, pero empieza a perder la vista… ?Que habra influido en Elisabeth para llegar hasta esta situacion? “Los hechos afectan de manera diferente, y lo que para ti es algo sin importancia puede que destruya mi vida…” ***************************************************** Drama, suspense, desasosiego, intriga… Un thriller sobre los miedos, la melancolia, la sin razon… ?Hasta donde puede llevarnos la tristeza?

  • Caleidoscopio de Samantha Pardo Carmona

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    La vida daba muchas vueltas y en cada una de ellas, algo nuevo se formaba. La luz, el color, la perspectiva, todo ello unido hacia que se creasen ilusiones que maravillaban a las personas.
    Las estaciones se sucedian unas tras otras sin que nadie lo evitara. La primavera daba paso al verano y este al otono con sus miles de colores para traer el frio del invierno.
    En un pequeno lugar, cerca del bosque y la naturaleza, ocurrio una historia inesperada que llevo a todos al borde de sus emociones. Alli fue donde aparecio Alanna por primera vez tras mudarse, sola en un sitio desconocido, con miedo a perder todo de nuevo. Y luego estaba Matt, el chico que vivia no muy lejos de ella y que le enseno a ver el mundo de otra forma, como si de un caleidoscopio se tratase.
    Juntos formaron una historia de superacion, miedos y alegria. De luchas y casualidades. Crearon sus vidas conociendose, pero tambien dejandose conocer. Y es que Alanna no estaba por la labor de confiar en nadie y Matt no queria darle una segunda oportunidad al amor.
    Eran tantos los desafios que tenian que superar para llegar al final que tal vez descubrieran no todo era blanco o negro, que el sol pasaba a traves de las copas de los arboles y creaba esas ilusiones para ellos.
    Y esta es la historia de un chicos y una chica, de un verano complicado y de una segunda oportunidad.

  • Un toque ardiente de Bianca De Santis

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    Necesito algo que me haga sentir lo que ningun hombre ha logrado

    Era un dia como cualquier otro en el trabajo hasta que Valeria entra por la puerta del local de tatuajes y perforaciones. Una mujer hermosa, con caderas pronunciadas y tentadoras curvas que capturan la atencion de todos...sin excepciones.

  • El poder del fuego (Cazadores de brujas 3) de Ada Cruz

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    La reina del Aquelarre oscuro los ato a ella extrayendo su energia, y ahora, ellos, cazadores inmortales, buscan destruir la brujeria y todos cuantos la practican, pero el asunto no es tan simple como ellos creen.
    Arnau perdio lo que mas queria a manos del Aquelarre Oscuro y vivio un infierno de inmortalidad atandose a sus recuerdos, pero el destino le da una nueva oportunidad para resolverlo y recuper todo.
    Mina, la hija heredera de la reina del Aquelarre Oscuro debe atrapar y llevar a Arnau hasta su madre, pero en el juego del gato y el raton nunca se sabe quien es el cazador y quien la presa, y en este proceso todo puede ocurrir, incluso que se enamore de su enemigo.
    La trama de los cazadores de brujas continua mostrando las peculiaridades del Aquelarre Oscuro desde los ojos de Mina, la hija heredera de la reina, y reflejando el juego de poder que los brujos llevan realizando desde hace siglos, alimentados por odios ancestrales y rivalidades.
    Es el tercer libro de los Cazadores de brujas. Los anteriores: El Inquisidor Negro, y La ira de la tierra, tambien los puedes descargar en Amazon.

  • Antes de las lluvias, Dinah Jefferies de Dinah Jefferies

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    Eliza es una mujer muy independiente para la sociedad britanica de los anos treinta. Fotografa de profesion, tras haber perdido a su marido en un desafortunado accidente, regresa a India por encargo de la administracion britanica. Alli paso su infancia hasta que su padre murio en un atentado.

  • Suicidios inducidos de Gemma Herrero Virto

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    Una joven salta desde el Puente de la Salve tras recibir una llamada de movil. Aunque en un primer momento el caso se cierra al considerarlo un suicidio, todas las alarmas saltan para la joven forense de la Ertzaintza Natalia Egana cuando nuevas muertes van uniendose a este primer misterio.
    ?Que hace que jovenes aparentemente normales y felices corran hacia la muerte con una sonrisa en los labios?

  • Un mundo lleno de futuro de Leila Guerriero

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    "Hay aqui diez historias relacionadas con, entre otras cosas, la innovacion, la educacion, la ciencia y la tecnologia en America Latina, contadas por algunos de los mejores periodistas de la region con el pulso narrativo de las grandes cronicas; historias de gente que lo pasa bien, mal y peor, intentando curar lo que parece incurable, llevar agua donde no la hay, educacion donde tampoco, haciendo brotar tecnologia en sitios impensados. Historias que hablan de las cosas extraordinarias que le pasan a la gente comun y de las cosas comunes que hace la gente extraordinaria (...)

  • Mi rubia debilidad de Carolina Paz

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    Rachel y George tienen una historia antigua. Una historia que no termino del todo bien. De hecho, esta es una historia inconclusa.
    Ella se entrego por completo en lo que pensaba era una relacion, mientras que el no se dio cuenta de lo que tenia hasta que lo perdio.
    Luego de un tiempo alejados, vuelven a encontrarse y esto provoca que los sentimientos guardados afloren por una de las partes y la confusion se apodere de la otra.
    El la quiere de vuelta en su vida, pero sabe que tiene que volver a ganarsela. Tiene que hacer el gran gesto que a Rachel le haga volver sin pensar en nada a sus brazos.
    Pero nada les sera facil. Encontraran obstaculos en el camino los cuales deberan sortear si es que desean estar juntos.
    ?Sera capaz George de enfrentar a quien sea con tal de recuperar la confianza de Rachel?
    ?Podra ella perdonar al hombre que ama y volver a construir una historia juntos?

  • La ultima cripta de Fernando Gamboa

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    Atrevete con esta increible aventura que ya suma mas de 200.000 lectores en todo el mundo, y descubre por que se ha convertido en la novela mas vendida en la historia de Amazon Espana.

  • El hermano del famoso Jack de Barbara Trapido

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    Como no tengo otro, escojo de prefacio el que escribio Jacob, y que lei a escondidas hace quince anos, cuando lo encontre sobre la mesa de desayuno de los Goldman, junto a los cereales: <>. Era un matrimonio que se caracterizaba, entre otras cosas, por el cambiante animo de Jacob, alternativamente enfurecido o encantado con Jane en el papel de tenaz esposa rural. No cabe duda de que eso influyo en los caminos que decidi recorrer yo. Conoci a Jacob Goldman cuando me entrevisto para una plaza universitaria en Londres, durante mi ultimo ano en un elegante colegio privado del norte de la ciudad al que mi madre me habia mandado. Mi madre, viuda de un verdulero local modestamente acomodado, lo habia hecho con cierto sacrificio y con la esperanza de que yo adquiriese el acento apropiado y estuviese en condiciones de participar en los circulos apropiados. Y dado que los padres estan destinados a que sus hijos les decepcionen, creo que a ella le decepciono que la consecuencia de su decision fuera, en cambio, que yo sacara siempre buenas notas y que Jacob se convirtiera en mi profesor. Jacob (un impresionante y corpulento filosofo de izquierdas procedente del East End) nos hablaba con maravillosa y convincente fluidez sobre la dialectica trascendental, en un tono de voz formidable y barriobajero plagado de oclusiones gloticas, como de ayudante de fontanero. Era el catedratico de filosofia en aquel laberintico edificio victoriano y enseguida se convirtio en mi figura paterna y mi referente cultural. Yo habia leido las alusiones de lord David Cecil a sus <> de Oxford, pero Jacob no me entrevisto en ningun lugar que pudiese dignificarse con esa palabra. Me entrevisto en lo que parecia ser apenas un recoveco ventilado. --Te sere sincero --dijo--. Te he hecho venir hasta aqui porque el informe del director de tu colegio es tan negativo que me induce a sospechar que quiza seas mas lista que el. Puede que no seas, claro, mas que una rebelde testaruda. ?Que crees tu que eres? Me traspaso desde debajo de unas cejas de negra crin con una mirada de indisimulada antipatia. Eso fue, claro esta, mucho antes del dia en que le vi mandar pasar a su cocina a un grupo de testigos de Jehova empapados por la lluvia y ofrecerles tazas de te, porque era la persona mas buena del mundo. Como si del relleno de un cojin se tratara, del cuello de su camisa abierta salia pelo a juego con las cejas. Yo debi de encogerme de hombros con algo de desden. ?Como podia transmitirle mi situacion? ?Hasta que punto estaba impulsada timoratamente por un deseo de complacer y en cambio me sentia obstinadamente incapaz de hacerlo obedeciendo a valores que no fuesen los mios? Dado que mis valores no eran compartidos por quienes me rodeaban, estaba destinada al fracaso. Creo que la falta de reconocimiento me hacia mostrarme presuntuosa, en un intento de forzar el interes de aquellos que ejercian sobre mi su autoridad. --A veces presumo --conteste. --Yo tambien --dijo Jacob. En el colegio era rebelde a un nivel modesto, siempre correcta, culpable de poco mas que de leer a James Joyce por debajo de la mesa en las clases de religion, de faltar a todos los acontecimientos deportivos y de no llevar el uniforme del colegio con la delicadeza con que otras lo hacian. De rechazar, en suma, aquellos aspectos del colegio que me parecian perifericos respecto al proceso educativo. La educacion, de acuerdo con lo que siempre habia esperado de ella, es lo que recibi de Jacob. Jacob tenia cierta afinidad con los mas inconformistas, entre otras cosas porque, segun supe mas tarde, en su rebelde juventud hubo de verselas con un bondadoso juez conservador. Y creo que el conservadurismo del juez le habia ensenado a Jacob (respecto al conservadurismo y a otras formas de villania) a odiar el pecado y no al pecador. Algo que se le daba muy bien. --Dices que te gusta leer. Encendio uno de sus repugnantes cigarrillos proletarios con una cerilla de cocina que saco de una caja enorme y me cedio la palabra. Recuerdo retrospectivamente con cierto rubor que le conte, entre otras cosas, que pensaba que Wordsworth tenia <>, que creia que Jesucristo habia sido un socialista utopico y que no me gustaba el sexo en D. H. Lawrence. Es una costumbre que tengo, ahora bajo control, la de compensar mi timidez natural con estrafalarios fogonazos de prepotencia. --A mi mujer tampoco le gusta --dijo el, lo que me sorprendio en gran medida--. Ella considera que mas que sexo es exhibicion impudica indecente. Pero ?no hay, y perdona, porque no es mi huerto de coles, no hay en eso algo del entusiasmo propio del pionero? ?No hay una cierta ingratitud en lo de trepar hasta los hombros del pasado y burlarse? --No lo se. Pero no me gusta tener que estar agradecida por algo. Jacob se tomo eso con una alentadora sonrisa contenida. --Por supuesto, a mi nunca han llegado a golpearme con jade chino --dijo--. Me han tirado a la cabeza una lata de rabo de buey Heinz y no han acertado, pero eso no tiene ni por asomo el mismo poder simbolico. Despues pase a complicarme la vida hablando del unico libro de filosofia que habia llegado a leer, una edicion de bolsillo de un libro de Bertrand Russell publicado por la Home University Library que habia comprado en el mercado de Camden Town, sospecho que para fastidiar a mi madre, que creia que me estaba convirtiendo en una marisabidilla que ahuyentaba a pretendientes estupendos. La que huia de los hombres era yo, claro, pero el asunto operaba en ambas direcciones. Como dice Robert Frost: <>. Luego le conte a Jacob que mi novela preferida era Emma. El comento con ironia que al menos en ella no habia nada de sexo. Yo aun lo ignoraba, pero el sexo era uno de los temas favoritos de Jacob. Me ruborice y dije con pasion para defenderme: <>. Jacob lanzo una sonora carcajada rabelesiana y propuso ir a tomar un cafe, que compramos en una maquina expendedora que habia al final del pasillo. --Mira, preciosa --me dijo cuando ya me marchaba--, la gente que viene aqui lo hace a costa del contribuyente britanico. Y yo lo que exijo es que esa gente se esfuerce. Si no se esfuerzan hago todo lo que esta en mi mano para que los echen. Durante las vacaciones de verano recibi la notificacion (el ultimo cumplido que me dirigiria Jacob) de que el departamento me admitiria sin importarles mis notas finales.

  • Pan con chocolate de Ana Castellar

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    Cuando los suenos se rompen y las ilusiones se hacen trizas el unico consuelo es la esperanza.

  • Cuchillo (Harry Hole 12) de Jo Nesbo

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    EL CASO 12 DE HARRY HOLE.

  • Alas de confianza (Edentown 10) de Annabeth Berkley

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    Nora Reaves miraba orgullosa la fachada de la casa que habia comprado en Edentown. Tenia toda la confianza y la ilusion puesta en su nuevo hogar y en la reciente oportunidad que se habia dado a si misma para empezar de nuevo. Sus ojos azules brillaban iluminando aun mas su sonrisa Miro a su amiga que estaba junto a ella, como siempre que daba un paso adelante en la vida. Shelby Payne le cogio la mano en senal de apoyo. Su alegria y sonrisa eran sinceras. --Todo ira genial a partir de ahora, ya lo veras --le susurro Shelby--. Me alegro muchisimo de que estes aqui. Nora asintio con un suspiro de esperanza. Tomar la decision de salir de Nueva York no habia sido facil. Estaba acostumbrada a la seguridad que le daba su apartamento, a lo cerca que estaba la editorial que publicaba sus libros y a la proximidad del instituto de su hijo, pero nada de eso le habia proporcionado esa tranquilidad que tanto buscaba y que habia perdido desde que Doug comenzara las clases. Su complicada edad adolescente y los pesimos companeros que habia elegido como amigos le habian obligado a dar el paso de irse de la ciudad por miedo a que las cosas fueran peor de lo que ya estaban yendo. --Si --le respondio, reafirmando su decision--. Estoy segura de que todo ira bien aqui. --Esto es una mierda --exclamo un malhumorado adolescente rubio, de ojos tan azules como los de su madre, situandose a su lado. Las dos amigas miraron al chico que habia terminado de dar la vuelta a la casa seguido de Scott, el hijo de Shelby, de ocho anos y fiel escudero del que consideraba su primo. --?Como pudiste comprar esta casa? Es una casa de viejos --siguio refunfunando. Megan Saint James, la duena de la inmobiliaria a traves de la que habia hecho todas las gestiones, llegaba justo en ese momento con las llaves en la mano y uno de sus habituales vestidos largos y vaporosos que no disimulaba su avanzado estado de gestacion. --Tienes toda la razon --comento despreocupada por la queja del joven--, pero asi podras dejar la habitacion a tu gusto tras la reforma. Hola, chicas --le tendio las llaves a Nora--. Ahora si que es oficial, bienvenida a Edentown. Nora sonrio a Megan. La habia conocido en alguna de sus anteriores visitas a Shelby, y habia visto la casa con ella poco despues del fallecimiento de su anterior propietaria, madre de la administrativa del alcalde. Cogio las llaves y todos juntos fueron hacia la puerta. Ya sabia que a Doug no le habia gustado la idea de la mudanza. Se lo habia dejado claro muchas veces. Tambien suponia que no se lo iba a poner facil, aunque estuviera muy unido a Scott, pero queria pensar que solo duraria un tiempo y luego volveria a ser el nino carinoso y respetuoso que siempre habia sido. Doug tenia razon. El interior de la casa, aunque se veia limpio y cuidado, estaba muy pasado de moda y bastante abarrotado de muebles oscuros y voluminosos. --Todo esta sin tocar desde que Gertrud fallecio, ya te conte --les explico Megan abriendo las ventanas del salon para airearlo--. En menos de media hora vendra la empresa que Erin contrato para desocuparla totalmente. A primera hora de la tarde podras hacerte mejor una idea de como puede quedar. El agua y la luz no se dieron de baja, asi que no tendras problemas para instalarte cuando quieras. Nora asintio con una sonrisa. Habia seguido un impulso comprandola en cuanto Shelby le habia hablado de la posibilidad, sin dar opcion siquiera a que saliera a la venta y habia aprovechado para verla muy fugazmente en una anterior visita a su amiga. Pocas veces solia dejarse llevar por impulsos en las decisiones importantes, pero en ese momento lo habia visto como un regalo del cielo. El salon le parecia un poco pequeno, aunque junto a el habia una pequena habitacion que servia de trastero o de almacen y supuso que podria unirlos. Lo mismo haria con la cocina que pese a estar recogida y despejada, se veia tremendamente antigua. --?Quieres que avise a Cameron para que te haga la reforma? Supongo que querras hacer obras y Cameron trabaja muy bien. --Perfecto --acepto Nora, confiada y agradecida apoyando la mano en una de las paredes--. Si tiro esta pared podre comunicar la cocina y el salon --comento, ilusionada con la obra. --Cameron te resolvera cualquier duda --le aseguro Megan llevandose la mano a su abultado vientre. --?Te encuentras bien? --le pregunto Shelby. --Si, si --le respondio Megan--. Ha debido despertarse y se esta estirando. Las dos amigas sonrieron. Para ellas quedaban muy lejanos sus embarazos. Shelby se llevo la mano a su vientre y Nora la miro sorprendida, pero sin decirle nada. Subieron al piso superior donde habia solo un cuarto de bano y cinco dormitorios no muy grandes. Uno de ellos estaba lleno de posters antiguos, banderines de un equipo de beisbol y pompones de animadora. --Ya tengo ganas de empezar con las obras --les confeso Nora--. Quiza se pueda tirar alguna de estas paredes. Siempre he querido un vestidor con acceso desde mi dormitorio. --Pero si no tienes tanta ropa --le comento Shelby. Nora hizo una mueca. Llevaba tanto tiempo trabajando desde casa que su guardarropa dejaba mucho que desear. Mallas, leggins, camisetas, sudaderas y solo un par de vestidos que se habia comprado para salir con Stuart, el hermano de su editor, que habia sido su ultima y fracasada relacion. --Eso va a cambiar. Ahora los jueves acudire a las exposiciones esas que se hacen frente a la pizzeria o ire al Shamrock alguna vez. --?Cual sera mi habitacion? --le pregunto Doug entrando y saliendo de todas ellas con una mueca despectiva. --La que tu quieras, Doug, cuando el senor Cameron venga le puedes pedir que te haga lo que quieras en ella. --Con que me ponga conexion wifi me vale --le respondio--. Esto es una mierda. No se por que hemos venido aqui. Nora lo miro enarcando una ceja, amenazadora. --?Quieres que te repita las razones? Doug miro desafiante a su madre y luego bajo la mirada. No queria que Shelby las conociera, aunque sospechaba que las sabia pese a que no le habia dicho nada al respecto. --Vamonos abajo --le dijo a Scott. --Adolescentes --sonrio Megan justificando sus comentarios negativos. --Ya te tocara --suspiro Nora--. Sera mejor que nos vayamos y volvamos cuando este la casa vacia despues de comer. ?Puedes decirle al senor Cameron que venga a las cuatro? Megan sonrio. --Es solo Cameron, Cameron Lawrence --la corrigio mientras bajaban las escaleras--. Se lo dire y no creo que tenga ningun problema. Le dare tu telefono por si acaso. Nora se lo agradecio y siguio a las dos jovenes, satisfecha ante las nuevas perspectivas que la decision que habia tomado le ofrecia. Cuando Nora llego por la tarde a su nueva casa la encontro totalmente vacia y su aspecto le gusto todavia mas. Habia manchas en el papel de las paredes donde se habian apoyado los muebles, pero todo parecia mas amplio y limpio. Lamento que Doug se hubiera quedado en casa de Shelby, porque seguro que le hubiera gustado mas que antes verla asi. Volvio a recorrerla emocionada. Tenia muy buen presentimiento con respecto a esa mudanza. Confiaba en que todo cambiara para ellos. O por lo menos eso esperaba que sucediera. Queria volver a tener esa relacion de cordialidad que tenia con su hijo y que habia perdido desde que el empezo el instituto. Todo entre ellos se habia enfriado y tensado cada vez mas. Doug nunca habia sido muy influenciable, pero juntarse con los mas gamberros del instituto habia sido devastador, por lo menos para la relacion entre ambos. Ella lo achacaba a la falta de una figura paterna a la que imitar, y, por esa razon, se habia animado a salir con Stuart, despues de muchisimos anos sola, pero no habia funcionado. Ni siquiera habian pasado de la tercera cita. Nunca habia tenido suerte en el amor. Su novio en la universidad y padre de Doug se desentendio de ambos en cuanto supo del embarazo, y desde entonces ella no habia vuelto a abrir su corazon a nadie mas. Habia salido alguna vez con algun otro hombre, pero para ella lo unico que le importaba era su hijo, y que el estuviera bien atendido. Sus padres tambien le volvieron la espalda tras la noticia de su embarazo y habia tenido que dejar los estudios y ponerse a trabajar desde ese momento para que ni a su hijo ni a ella les faltara nada. Durante ese ultimo trimestre habia cursado la asignatura de literatura, algo que siempre le habia gustado, y en sus pocas horas libres habia empezado a escribir pequenos relatos. Con el apoyo incondicional de Shelby, companera de clase por entonces, se habia decidido a contactar con algunas editoriales y despues de un tiempo, mucho trabajo duro y bastantes noches en vela, habia conseguido vivir de sus novelas muy bien. Ahora solo rezaba para que su hijo se adaptara sin mayores problemas al instituto, aunque probablemente perdiera ese ano por sus bajas calificaciones. Sonrio al abrir uno de los dormitorios pequenos del piso superior. Quiza pudiera conseguir ese vestidor del que estaba decidida a disfrutar. Bajo al salon. Tenia muchas ganas de empezar con la obra. Vio junto a la puerta una esquina despegada del papel de la pared y no pudo evitar la tentacion de cogerla y tirar con fuerza para comenzar a quitarlo. La satisfaccion que sintio mientras lo hacia era indescriptible. Ilusion, satisfaccion, esperanza... dio un fuerte tiron. --Joder --exclamo malhumorado Cameron Lawrence, que entraba por la puerta en ese momento.

  • Besos con sabor a lluvia (Town Hope 1) de Mar Fernandez

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    Los ultimos meses no han sido faciles para Cloe Campbell. La muerte de su madre ha sido un duro golpe, y tras un largo curso universitario esta deseando regresar a Austin, junto a su hermano, la unica familia que le queda. Pero cuando llega a su hogar nada es como esperaba y se ve obligada a pasar el verano en Town Hope.

  • Lucia (Serie Hermanas Egea 1) de Marilo Lafuente

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    Lucia es una mujer alegre, guapa, presumida y tambien muy responsable. Estudio Direccion de empresas y dirige el negocio familiar: una fabrica de cafes, junto a sus hermanas y padres, donde ponen todas sus energias e ilusion.
    Manuel, su novio, es un hombre serio, reflexivo e inteligente. Tambien estudio Direccion de Empresas, como Lucia y se convirtio en un agresivo directivo de una famosa multinacional.
    Se conocieron en la universidad y lo suyo fue amor desde el primer tropezon. Durante los primeros anos, viven en Barcelona muy cerca de la playa y su convivencia es la de una pareja normal, con sus enfados y sus momentos de pasion. Pero siempre hay algo que enturbia ese amor y en este caso, el orgullo de ambos sera un mal ingrediente, ya que antes de dar su brazo a torcer, seran capaces de destrozar su vida.
    Lucia; el primer volumen de la serie, Las Hermanas Egea, llega para demostrarte que a veces, lo que mas importa no es el orgullo, si no la persona que tienes al lado. ?Podran doblegar cada uno su caracter?

  • El retiro de Mark Edwards

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    Hace dos anos, Julia perdio a su familia en un tragico accidente: su marido murio ahogado tratando de salvar a la hija de ambos en el rio que discurre junto a su casa. Pero lo cierto es que el cadaver de la pequena Lily nunca se encontro. Destrozada por el dolor, Julia esta convencida de que su hija aun sigue viva en alguna parte.

  • Gatita feliz de Juan Martinez

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    El mundo no conocia la existencia de los "cambiaformas", pues esto, simplemente desafiaba las leyes de la logica, la biologia y la genetica, ya que, el simple hecho de pensar en que habia seres sobrenaturales que tenia la habilidad de tomar la forma de un animal cuando lo desearan, era simplemente absurdo. Ni siquiera era un mito, estos seres podrian hacer una vida normal entre los humanos sin alterar el orden natural. Era facil para ellos mimetizarse en una sociedad que constantemente estaba atenta a sus propios asuntos, y que lo ultimo en que pensarian, es que habia una raza paralela viviendo entre ellos. En cada hogar, o al menos en la mayoria, siempre habia una mascota, un gato, un perro, un ave enjaulada, un conejo, y estos, aunque en ocasiones eran tratados como parte de la familia, simplemente eran eso, mascotas o animales que servian de compania. Seres inferiores a nivel de inteligencia y razonamiento, quizas sin sentimientos tan intensos como los de los humanos, o al menos, esto era lo que la ciencia habia demostrado. Seria un fuerte impacto para la humanidad, descubrir que habia muchos de estos animales que se desplazaban entre los humanos, que podian tomar una forma completamente humana y pensar, analizar y racionalizar los eventos de la misma manera en que sus similares. Para no alterar el equilibrio, los cambiaformas, habian establecido reglas y parametros a lo largo de los siglos, manteniendose al lado de los seres humanos para guiarlos hacia una evolucion. Pero esta, habia tardado mas de lo esperado. Los origenes de los cambiaformas, no estaban demasiado claros, ya que, aunque habia algunos registros, muchos de estos habian sido eliminados y destruidos por los grandes lideres de esta raza, los cuales, habian comenzado a ser perseguidos a partir del ano 1900, cuando fueron descubiertos por primera vez. Con el paso de los anos, la presencia de los cambiaformas, se fue haciendo cada vez mas reducida, ya que, estos se aislaban, trataban de asentarse en poblados lejanos, mientras que, otros simplemente renunciaban a su forma animal y desarrollaban una vida comun y corriente. Formaban una familia y obteniendo descendencia, misma descendencia que en ocasiones, tenia en su codigo genetico, la habilidad de cambiar de forma. Estos, los conocidos como hibridos cambiaformas, comenzaron hacerse mas populares, y a su vez, fueron incrementando la poblacion nuevamente de una raza completamente nueva, la cual, podria ser mejor o peor, ya que, esto lo decidiria la naturaleza. Poder cambiar a voluntad, parecia ser una ventaja, ya que, podrian adaptarse a diferentes situaciones, resolver diferentes inconvenientes, y salir de problemas mientras sus habilidades se lo permitieran. Todo habia sido perfecto para los cambiaformas, habia sido todo un paraiso hasta que su caceria comenzo a tener precio, y progresivamente, comenzaron a ser estudiados de una manera mucho mas agresiva por parte de los laboratorios HOFFMAN & GEBER. Esta empresa, la cual tenia muchos anos en el mercado, y abiertamente operaba como una empresa fabricante de vacunas para animales, era muy reconocida, ya que, en todo el mundo se utilizaban sus productos para poder mantener la salud de las mascotas de muchos hogares en optimas condiciones. Pero mas alla de lo que podia verse a simple vista, los laboratorios HOFFMAN & GEBER, eran una simple creacion teatral para poder ocultar sus investigaciones macabras. Lo que realmente buscaban, era la raiz de la conversion de los seres sobrenaturales que podian transformarse de manera voluntaria, abandonando su forma humana para convertirse en animales que iban desde roedores hasta aves. Cada uno tenia el don de convertirse en un animal en especifico, asi que, el estudio se fue haciendo mucho mas obsesivo, los analizaban, los diseccionaban, buscaban la raiz de este origen sobrenatural. Pero muerte tras muerte, todo habia llevado hacia un profundo fracaso que habia afectado generacion tras generacion a la familia fundadora de esta firma farmaceutica dedicada al negocio del estudio de lo inexplicable. La muerte de los cambia formas que caian en las manos de esta compania, la cual, era liderada por dos familias influyentes alemanes, era inevitable, quienes eran atrapados por ellos, siempre terminaban en el mismo punto, un descenso ineludible. Era escalofriante todo lo que ocurria en aquel laboratorio, ya que, se llevaban a cabo torturas, ponian al limite las habilidades de los cambia formas, los estudiaban como simples ratas de laboratorio, y asi, incrementaban la cantidad de informacion y datos que se incorporaban a sus estudios. Quienes quisieran sobrevivir, debian permanecer en secreto, no exponer sus habilidades, no podian reflejar ninguna sospecha, ya que, no tenian la menor idea de quien los estaba persiguiendo o de donde provenia la amenaza. Simplemente desaparecian, nunca mas volvieron a ser vistos, y esto, sembro un panico tremendo en esta raza, la cual, no tenia intenciones de iniciar una guerra contra la humanidad. Sabian que el indice de maldad no era tan amenazante. Entre todos los cambiaformas que se encontraban distribuidos por todo el planeta, destacaba Kat Larsson, una gimnasta profesional que habia tenido la oportunidad de representar a los Estados Unidos en los juegos olimpicos de Alemania. Este, era uno de los momentos mas importantes de su vida, ya que, con apenas 18 anos de edad, tendria la posibilidad de viajar fuera del pais que habia sido su hogar durante toda su vida, y en compania de su grupo de companeros deportistas, tendria la posibilidad de competir en Berlin. Esta seria una experiencia inolvidable, y ella, sin saberlo, persiguiendo un sueno, se estaba acercando a la raiz del peligro. Es una inseparable amiga de Mylan White, un cambia formas, al igual que ella, que habia crecido junto a la chica como un hermano. Eran hijos de dos buenos amigos, por lo que, las reuniones familiares, siempre eran caracteristicas de la presencia de estos dos nucleos familiares, los cuales, despues de eventos desafortunados, habian quedado mucho mas unidos. Mylan se convirtio en el protector de Kat, y a pesar de que solo tenian algunos meses de edad de diferencia, este, siempre se habia destacado por ser muy cuidadoso con cada uno de los pasos que daba su buena amiga. Pero esta proteccion excesiva, habia llevado a que Mylan finalmente comenzar a tener sentimientos por ella. Despues de que habian comenzado a desarrollarse, la belleza de Kat, sus hermosos ojos verdes, su picardia y su elegancia al moverse, habian hecho que Mylan quedara completamente perdido por ella. Era un amor imposible, tendria que traspasar las barreras de la familia, ya que, siempre habia sido tratado con mucha confianza en el hogar, y de la noche a la manana, no podia aparecer con la historia de que se habia enamorado de Kat Larsson. Para el, esto representaba un riesgo, ya que, posiblemente perderia la amistad de la misma para siempre. Mantener el silencio durante todos estos anos, habia sido un verdadero desafio, pero mas que esto, habia sido una profunda tortura, ya que, estaba manteniendo encerrado en un pequeno compartimento, un sentimiento que evolucionaba y crecia con cada dia que pasaba junto a ella. Habian sido anos duros, ya que, Mylan habia tenido que enfrentar la dura prueba de conocer el primer amor de Kat; Brad Hughes, un chico popular de la escuela, con el cual, habia tenido la posibilidad de conseguir su primer beso. La aconsejaba, la apoyaba, la seguia y la cuidaba en cada momento, pero siempre como el buen amigo, como una relacion cercana que no estaba destinada a ir mas alla de las limitaciones que representaba un simple afecto de hermandad. Kat fue hija unica, asi que, Mylan simplemente fue el hermano que nunca tuvo. Lo que agudizaba la proteccion que ofrecia Mylan, era el hecho de que el padre de Kat nunca habia vuelto a casa despues de un viaje de negocios que habia realizado en Europa. Esta, tuvo que ser criada por su madre, una mujer normal, humana comun y corriente, quien tuvo que lidiar con la doble naturaleza de Kat, quien, durante su ninez, habia sido muy rebelde. Le habian asignado su nombre debido a su naturaleza, Kat era una cambiaformas que podia tomar la anatomia y comportamiento de una gata mimosa, la cual, se habia metido en graves problemas, convirtiendose en un gran dolor de cabeza para su madre. Despues de la desaparicion de su padre, un profundo dolor y vacio se genero en el hogar, y aunque aquella mujer habia tenido que criar a su hija sola, y con el apoyo de algunos familiares y amistades, nunca supo realmente cual habia sido el destino del padre de la chica. No habia una referencia clara que pudiese generarle una advertencia del peligro que sufria su especie, ya que, los cambiaformas estaban siempre en el ojo del huracan. Aunque parecia que la amenaza era bastante puntualizada, y que los obsesivos cientificos que estaban detras de cada una de estas criaturas, eran muy reducidos, su poder y alcance era descomunal, ya que, si, era cierto que todo operaba bajo la vigilancia y supervision de dos sujetos unicamente. Pero estos, habian logrado reclutar una serie de colaboradores que gradualmente fueron incrementando su numero para convertirse en un pequeno ejercito que se distribuia por Europa. Tenian intenciones claras de tener alcances intercontinentales hasta poder reunir a todos los cambiaformas del planeta. A Kat siempre le habia costado entender el hecho de que debia tener una vida discreta, vivir de forma sencilla, sin llamar la atencion, ya que, si alguien alcanzaba a ver su transformacion, facilmente se meteria en problemas ya que, lo notificarian a las autoridades y comenzarian a perseguirla como si se tratara de un fenomeno. Pero todo habia terminado cuando cumplio los 18 anos, ya que, esa vida de cautiverio, miedo, inseguridad y aislamiento que le habia proporcionado su madre debido a la sobre proteccion y miedo, finalmente habia terminado. Kat habia decidido emanciparse, buscar la independencia, conseguir un empleo, pagarse sus propios estudios, tener una vida dificil, pero al menos con merito propio. Uno de sus suenos que siempre habia tenido que mantener limitado, era el de practicar la gimnasia, su agilidad, misma agilidad que le proporcionaba su naturaleza de cambiaformas y su ADN felino, le permitia tener un desempeno tremendo en este ambito. Pero su madre, tratando de proteger su integridad fisica, psicologica y social, debido al fuerte impacto que generaria su buen desempeno, le habia prohibido terminantemente practicar cualquier deporte. Siempre era destacada cuando participaba en algunas de estas competencias en la escuela, y ante la curiosidad de sus maestros, su madre, habia tomado las medidas especificas de prohibirle a su hija que se expusiera de tal manera ante sus companeros. Era natural que una chica en busca de popularidad, se mostrara de una manera destacada, con una velocidad tremenda, saltos descomunales, una agilidad incomparable y un instinto que le permitia evadir y superar rapidamente a sus adversarios en cualquier disciplina. Pero lo que mas habia llamado su atencion siempre habia sido la gimnasia, y esto, apenas iba a comenzar. Kat Larsson habia logrado reunir un poco de dinero, y con esto, habia pagado una pequena habitacion en la casa de una mujer de avanzada edad, la cual, necesitaba un poco de compania alli. Su madre, habia comenzado a cortarle el aire, no le permitia casi ni respirar sin supervision, asi que, preferia reducir el tamano donde habitaba, disminuir su calidad de vida, pero al menos conseguir un poco de libertad. Tras inscribirse en el equipo local de gimnasia en la ciudad de San Francisco, rapidamente, comenzo a sacar provecho de sus habilidades. Era un poco discreta, pero sabia que rapidamente podria aprender estas habilidades sin demasiado esfuerzo.

  • Un vaso de colera de Raduan Nassar

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    LA LLEGADA Y cuando llegue por la tarde a mi casa, alla en el 27, ella ya me esperaba dando vueltas en el jardin, vino a abrirme el porton para que yo entrase con el coche y, en cuanto sali de la cochera, subimos juntos la escalera hacia la terraza, y nada mas entrar abri las cortinas del centro y nos sentamos en las sillas de mimbre mirando hacia el lado opuesto y hacia arriba, por donde el sol se iba poniendo, y estabamos los dos en silencio cuando ella me pregunto: <>, pero yo, muy distraido, continue distante y tranquilo, el pensamiento abandonado en el enrojecimiento aquel del poniente, y fue unicamente por la insistencia en la pregunta que respondi: <>, y como ella respondio: <>, yo entonces me levante y fui sin prisas a la cocina (ella vino detras), saque un tomate del refrigerador, fui al fregadero y lo lave, y despues tome el salero de la alacena y me sente enseguida alli a la mesa (ella desde el otro lado acompanaba cada uno de mis movimientos aunque yo displicente fingia que no me daba cuenta), y sin dejar de estar en su punto de mira empece a comer el tomate, echando sal poco a poco a medida que lo iba comiendo, fingiendo un empeno exagerado en la mordida para mostrar mis dientes fuertes como los dientes de un caballo, sabiendo que sus ojos no se despegaban de mi boca, que por debajo de su silencio se retorcia de impaciencia, que tenia mas ganas de mi cuanto mas indiferente yo me mostrase, solo se que cuando acabe de comer el tomate la deje alli en la cocina y fui a buscar la radio que estaba en el estante de la sala y sin volver a la cocina nos encontramos de nuevo en el pasillo, y sin decir una palabra entramos casi juntos a la penumbra del cuarto. EN LA CAMA Al principio, ya en el cuarto, pareciamos dos extranos siendo observados por alguien, y ese alguien eramos siempre ella y yo, y era nuestra responsabilidad vigilar lo que yo hacia, no lo que hacia ella, por eso me sente en el borde de la cama y fui quitandome lentamente los zapatos y los calcetines, tomando mis pies descalzos con las manos y sintiendolos deliciosamente humedos como si hubieran sido arrancados de la tierra en aquel instante, y enseguida me puse, sabiendo muy bien lo que hacia, a andar por el parque, fingiendo que mi caminata por el cuarto seguia pequenos patrones, dejando que la bastilla del pantalon rozara el suelo al mismo tiempo que cubria parcialmente mis pies con cierto misterio, sabiendo que ellos, descalzos y muy blancos, incorporaban poderosamente mi desnudez anticipada, y enseguida yo escuchaba sus inspiraciones profundas alli al lado de la silla, donde tal vez ella ya se abandonaba a la desesperacion, enredandose al quitarse la ropa, enmaranando hasta los dedos en los tirantes que se escurrian por el brazo, y yo, siempre fingiendo, sabia que todo aquello era verdadero, conociendo como conocia su maniaca obsesion por los pies, sobre todo por los mios, de porte firme y bien esculpidos, un tanto nudosos en los dedos y marcados nerviosamente en el empeine por venas y tendones sin que por ello perdieran su aspecto timido de raiz tierna, y yo iba y venia con mis pasos calculados, dilatando siempre la espera con minimos pretextos, pero en cuanto ella abandono el cuarto y fue un instante al bano me quite rapidamente el pantalon y la camisa, y tendiendome en la cama me dispuse a esperarla ya tieso y listo, disfrutando en silencio el algodon de la sabana que me cubria, y enseguida cerraba los ojos pensando en las artimanas que emplearia (de las muchas que sabia), y de esta manera fui repasando en la cabeza cada cosa que haciamos, como ella vibraba con los jeribeques iniciales de mi boca y con el brillo que forjaba en mis ojos, haciendo aflorar lo que en mi habia de mas obsceno y sordido, a sabiendas de que ella, arrebatada por mi lado oculto, gritaria de nuevo: <>, y repase mentalmente ese otro lance trivial de nuestro juego, preambulo con todo de insospechadas tramas posteriores, y tan necesario como comenzar la partida con un movimiento de peon sobre el tablero, y en el que yo, cerrando mi mano en la suya, le acomodaba los dedos, imprimiendoles coraje, conduciendolos bajo mi mando hacia el vello de mi pecho, hasta que ellos, a imitacion de mis propios dedos debajo de la sabana, desarrollaran por si solos una primorosa actividad clandestina, o si no, en una etapa posterior, despues de explorar de manera juiciosa nuestro vello, nuestros huesos, cada uno de nuestros olores, cuando los dos, de rodillas, calculabamos el camino mas largo de un unico beso, las palmas de nuestras manos pegadas, los brazos abriendose en un ejercicio casi cristiano, nuestros dientes mordiendole al otro la boca como si mordieran la carne blanda del corazon, y con los ojos cerrados, abandonando la imaginacion en las curvas de esos rodeos, me vi tambien enredado en ciertas practicas, como cuando en trance despues de levantarme soberbiamente de la montura de su vientre atendia de manera precoz a uno de sus (de mis) caprichos mas insolitos, lanzando en chorros subitos y violentos el fluido lechoso que se le adheria a la piel del rostro y a la piel de los pechos, o tambien aquella otra, menos impulsiva y de lenta maduracion, el fruto que se desarrolla en un crescendo mudo y paciente de energicas contracciones, cuando yo dentro de ella sin movernos llegabamos con gritos exasperados a los estertores de la mas alta exaltacion y pense sin embargo en el salto peligroso del reves, cuando ella de bruces me ofrecia otra hierba y mis brazos y mis manos, simetricos y casi mecanicos, agarraban por abajo sus hombros, comprimiendo y ajustando, area por area, la masa untada de nuestros cuerpos, e iba pensando todo el tiempo en mis manos de dorso largo, muy utilizadas durante toda esa geometria pasional, tan bien elaborada por mi y que la llevaba invariablemente a decir en franca perdicion: <>, y luego me puse a pensar en los momentos de renovacion, en los cigarros que fumabamos despues de cada burbuja envenenada de silencio, o en el transcurso de las charlas con cafe (escapabamos de la cama desnudos e ibamos a profanar la mesa de la cocina), cuando ella intentaba describirme su confusa experiencia del orgasmo, hablando siempre de mi seguridad y osadia en la conduccion del ritual, disimulando mal su asombro por que yo citara insistentemente el nombre de Dios entre mis obscenidades, hablandome sobre todo de cuanto yo le habia ensenado, especialmente la conciencia en el acto a traves de nuestros ojos, que muchas veces vigilaban, piedra por piedra, cada uno de los trechos de una carretera convulsa, y entonces yo le hablaba de su inteligencia, que siempre exalte como su mejor cualidad en la cama, una inteligencia agil y activa (aunque solo bajo mis estimulos), excepcionalmente abierta a todas las incursiones, y yo de pasada acababa hablando tambien de mi, fascinado por las contradicciones intencionadas (algunas no tanto) de mi caracter, pregonando entre otras patranas que yo, canalla, era puro y casto, y yo alli, con los ojos siempre cerrados, pensaba en muchas otras cosas mientras ella no acababa de venir, ya que la imaginacion es muy rapida o su tiempo diferente, pues trabaja y mezcla simultaneamente cosas dispares e insospechadas, cuando presenti sus pasos de vuelta en el pasillo, y solo entonces llego el momento de abrir los ojos para inspeccionar la postura correcta de mis pies asomandose fuera de la sabana, percatandome como siempre de que el vello castano que brotaba del empeine y en los dedos mas largos les daba gracia y gravedad al mismo tiempo, pero de inmediato trate de cerrar los ojos de nuevo al sentir que ella entraria en el cuarto, y ya adivinando cerca su silueta ardiente y sabiendo como comenzarian las cosas, o sea: que ella man- samente, muy mansamente, se aproximaria primero a mis pies que un dia habia comparado con dos lirios blancos

  • Aniversario en alta mar de Freya Asgard

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    Maritza se sento frente a su esposo en el elegante restaurant en el que la habia citado. Sostuvo su mirada unos segundos y luego bajo la cara, ni un "hola", mucho menos una sonrisa de parte de su esposo, la recibio. --?Como estas? --le pregunto ella en tono bajo. --Nos vamos a ir de viaje --le explico el con tono autoritario--, vamos a tomar un crucero por el Mediterraneo, estaremos veinte dias fuera. --?Veinte? ?Y tu trabajo? Jamas lo dejas. --Esta es una ocasion especial, es mi regalo de aniversario, no todos los dias se cumplen diez anos de feliz matrimonio. Ella sonrio entre confundida y nerviosa, ?feliz matrimonio? --Ahora, despues de almuerzo, quiero que vayas a comprarte ropa, quiero que seas la mas linda del barco, aunque claro, no para coquetear con otros hombres. --Sabes que no, Ricardo, yo no… --Se que no, carino, yo solo digo. Ella bebio un sorbo de su vino, era muy dulce y suave. --Tambien quiero que te compres ropa interior sugerente, hacer el amor en un barco es muy excitante. --Esta bien. El resto de la comida fue en silencio. Al terminar, el la tomo de la mano y la saco del local como si fuera una nina pequena a la que habia que tener controlada para que no hiciera una maldad. --Nelson te acompanara, ya le di mi tarjeta, el te orientara en lo que espero de estas compras. --El hombre le dio un corto beso a su esposa--. Ah, y nos vamos pasado manana, ten todo listo para entonces. --?Pasado manana? --?Algun problema? --No, no. --Bien. Nos vemos a la noche. Te quiero preparada. --Otro corto beso, se subio al automovil que lo esperaba y se fue. Maritza miro a su escolta, el que tenia una expresion indescifrable, como siempre. --?Le dijo donde comenzar? --Claro que si, senora. Vamos. El hombre le indico una direccion y comenzaron a caminar lado a lado. Durante toda la tarde, todas las horas que tardaron en comprar, Nelson no pronuncio palabra alguna, solo escuetos "No" cuando alguna prenda que ella queria elegir no seria del agrado de su jefe, quien habia sido muy especifico en lo que queria que su esposa llevara. Cada cierto rato, tras varias compras, aparecia el chofer y se llevaba las cajas o bolsas de lo que habia adquirido. En mas de una ocasion, Maritza le dijo que ya era suficiente, sin embargo, el hombre la obligaba a seguir comprando; debia llevar al menos, dos conjuntos diarios. Al llegar a la seccion de ropa interior, Maritza esperaba que el hombre se alejara y, contrario a ello, eligio un conjunto de encaje negro y una diminuta camisola que no dejaria casi nada a la imaginacion. La mujer se puso roja. --En esto, su esposo fue mucho mas especifico. --Menos mal que no me los tengo que probar frente a usted. --No se preocupe, se exactamente como le quedaran. --Supongo que eso no se lo dira a mi esposo, lo despediria de inmediato. --Al contrario, senora, el me enseno un video suyo muy sugerente, por eso tengo claras sus medidas y la forma de su cuerpo. --?Un video? Pero… pero… ?como? Yo nunca… --No se preocupe, nadie mas vera esos contenidos. Tome, este se le vera muy bien y mi jefe quedara muy satisfecho. Ella se lo arrebato de las manos y lo hizo una bola con ganas de lanzarselo por la cabeza. --No se moleste, el solo quiere lo mejor para usted --dijo de una forma que Maritza no distinguio si lo hizo con ironia o con enojo. --Claro, si usted lo dice… --?Lo duda, acaso? --No lo dudo, lo que digo es que usted no tendria por que haber visto nada intimo de mi y mucho menos estar eligiendome la ropa interior. --El paga y tiene derecho a obtener lo que quiera a cambio de ese dinero, asi funciona, ?no? --!Yo no soy un objeto! --No, pero la ropa si y esa la quiere el a su gusto. --Entonces deberia haber venido usted solo, si usted escogio todo. --Escuche, senora, yo trabajo para el, si el me ordena algo, yo lo cumplo. Usted, en cierto modo, tambien trabaja para el. Todos sus gustos y todos sus caprichos salen del bolsillo de el, asi que el tiene derecho a decidir y a exigir lo que se le de la gana y muy esposa suya sera, pero el manda, el decide, el es dueno de su vida y si no le gusta, larguese, a ver donde va a estar mejor. Su familia no tiene todo el dinero del que goza con su esposo, senora, ademas, dudo que la reciban de vuelta despues de las humillaciones que los hizo pasar cuando se convirtio en la gran senora Zegers. Usted queria dinero, joyas, una posicion social… Ahora tiene que pagar el precio y, por el momento, este es el precio, que sepa que yo la vi desnuda en todo su esplendor, que sea yo el que le escoja la ropa interior y, si se me da la gana que se la pruebe para verla, lo hace, porque asi lo ordeno el senor Zegers, ?le quedo claro? Y vaya al vestidor a ponerse esto, cuando este lista me avisa, quiero verla --ordeno de un modo intimidante. --?Y si no quiero? --Tengo orden de llamar a mi jefe y el mismo vendra a ponerla en vereda, ?quiere que lo llame? --?Le dira esto? --No, si usted obedece y hace lo que le digo. --Entonces no lo llame --suspiro y entro al vestidor, resignada. Cuando estuvo lista, lo llamo. El hombre se acerco y abrio la puerta solo un poco y se asomo. --No esperara a que salga, ?verdad? --pregunto casi como un ruego. --Por supuesto que no. Girese. Ella lo hizo. --Bien. Si, mi jefe estara muy satisfecho. --Lo imagino. --Aqui le dejo esta para que se la pruebe. No es necesario que me la muestre. --Gracias. El hizo un asentimiento con la cabeza y cerro la puerta. Ella se probo los conjuntos que le entrego el hombre y luego salio, desecho uno con el que no se sintio comoda; el no insistio. --?Tiene hambre? Su esposo llegara muy tarde esta noche y me dijo que la llevara a cenar cuando terminaramos, ya es tarde. --Si, tengo un poco de hambre, pero seguramente en la casa debe haber algo... --No, no, vamos. ?Quiere ir a algun lugar en especial? --No. --?Algun lugar al que no quiera ir? --Nada muy lujoso, por favor, algo discreto. --Muy bien, conozco el lugar perfecto. Nelson abrio la puerta del automovil que acababa de llegar hasta ellos e hizo subir a la mujer, el rodeo el vehiculo y se subio por la otra puerta. --Llevanos al Barrio Lincoln --ordeno a su chofer. --?Usted ira al crucero con nosotros? --Se atrevio a preguntar ella. --Por supuesto, como tambien Bruno, seremos sus escoltas en caso de que pase algo. --Claro. --Esta enojada. --No, solo estoy cansada. --Ya podra llegar a su casa a descansar. --Dudo que pueda hacerlo, mi esposo me pidio que estuviera preparada. --Entorno los ojos. --A veces el precio de querer todo sin trabajo es demasiado alto, ?no es verdad? --?A que se refiere?

  • El Highlander Enemigo de Matie Cole

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    !Esto no es aceptable! --La voz del laird Mason MacGregor retumbo a traves de los muros de su castillo escoces, mientras trataba de asimilar las terribles noticias. Jackson, su unico hijo, habia sido secuestrado por George Windsor, su mayor enemigo. Lo odiaba con todas sus fuerzas y, con su hijo cautivo, los ingleses creerian que estaban ganando, que tenian ventaja sobre ellos. Esperaba algun tipo de explicacion de sus hombres, pero no obtuvo absolutamente nada. Era como si ninguno tuviera una maldita palabra que decir, y ahora, por culpa de este descomunal error, la guerra entre Gregor Windson y los MacGregor habia subido un nivel y tenia que tomar medidas. --Nos hemos precipitado, no estamos preparados para esta batalla --continuo Mason--. Tendremos que enfrentarnos a las consecuencias y me niego a cometer el mismo error. --Se planto en mitad de la sala para que todos lo observaran--. No debemos ser imprudentes porque la vida de mi hijo esta en peligro. A partir de ahora, todo lo que hagamos tiene que estar planeado a la perfeccion. Miro a Ethan Abercrombie, su mano derecha, y vislumbro un fuego extrano en sus ojos. Era su mejor amigo, tambien su soldado mas experimentado y perspicaz; de modo que, si estaba preparado para luchar, entonces el resto de sus hombres tambien lo estaban. Quizas no era justo para ellos, ya que los escoceses no habian iniciado la guerra, pero Ethan queria que fueran los que la terminaran. --Jackson es vuestro futuro laird. --Mason se planto delante de su hombre de confianza --. Debemos demostrarle lealtad y tenemos que salvarlo antes de que le ocurra algo. Era un nino cuando murio su madre y todos hemos trabajado juntos para hacerlo un hombre. Hemos estado unidos en lo bueno y en lo malo, eso nos ha hecho mas fuertes --alzo la voz para que lo escucharan el resto de sus hombres--. Los ingleses pueden pensar que somos debiles porque es lo que les dice el arrogante de George Windsor. Solo porque piense que puede ganar a Escocia, no significa que vayamos a permitirselo. --?Y si ya le ha sucedido algo malo al joven Jackson? --Una pequena voz del fondo de la habitacion manifesto sus peores temores. Mason sabia que pensar en su hijo solo e indefenso le haria sucumbir al terror, por lo que no podia permitir que eso sucediera. Habia demasiada gente que dependia de el. --No. Los ingleses tambien necesitan a Jackson y lo necesitan vivo --respondio con total confianza--. Sera su mayor herramienta de negociacion. No pueden deshacerse de el cuando podrian usarlo para ganar. --Se detuvo pensativo por un momento--. Pero no ganaran. Los escoceses no permitiremos que George Windsor gane nada. Los vitores estallaron alrededor y Mason asintio, complacido. Reunio a su clan para decidir cuando harian el inminente ataque, pero seria mucho mas tactico y no dejaria que George ganara de nuevo. Por muy furioso que estuviera, debia mantener la cabeza lo suficientemente fria para saber cuando dejar de lado las emociones personales. El era racional, era una de sus muchas cualidades y por eso, precisamente, se habia convertido en un lider respetado. Como necesitaba estar solo, agito una mano de forma autoritaria para indicar a todos que abandonaran la sala y regresaran a sus puestos. Despues de lo que habia pasado, necesitaba a sus mejores hombres en guardia y sabia que podia confiar en ellos. Entre todos, concentraban suficiente orgullo escoces para conseguir que su clan fuera de los mas importantes del pais y harian lo que fuera necesario para que siguiera asi. --Entonces, Mason, ?que tienes planeado? --Solo quedaba Ethan, consciente de que su laird necesitaria alguien con quien discutir sus planes--. ?Tienes alguna idea escurridiza bajo la manga? Mason suspiro ruidosamente. Si era sincero, el secuestro de su hijo lo habia afectado mas de lo que parecia. Permitio que el plan se precipitara y fuera capturado. Claro, que fue Jackson el que insistio en dirigir sus tropas hacia adelante de manera obstinada, como lo habria hecho cualquier otro joven ansioso de accion. El tambien fue igual de impetuoso a su edad, pero debia haberse anticipado, para detenerlo como debia. --No creo que sea facil recuperar a Jackson --admitio ante Ethan--. Los ingleses lo tendran bajo llave, con sus mejores hombres custodiandolo. No podemos entrar alli, sin arriesgar a mas gente y sin poner a Jackson en peligro. Necesito que lo consideren una herramienta de negociacion.

  • Dime la verdad de Tess Gerritsen

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    Dos homicidios sin aparente relacion tienen mas en comun que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadaveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafio que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo victima de un cancer terminal, todavia disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista criptica sobre los dos extranos asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.

  • La debilidad de Alec (Hermanos MacLeod 2) de Jane Mackenna

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    No se exactamente cuanto tiempo ha trascurrido desde mi llegada a Dunvegan. No siento tristeza ni melancolia porque eche de menos a mi antiguo clan, jamas me senti parte de el. Aquellas tierras parecian estar malditas, todo era frio y oscuro, sin vida. Muy distinto de las de los MacLeod. Si Ian creia que enviandome lejos conseguiria olvidar el infierno que me hicieron pasar su padre y su hermano, estaba muy equivocado. No hay noche que no tenga pesadillas en las que revivo una y otra vez aquella tortura; despierto llorando, temblando y gritando. Soy incluso capaz de percibir el dolor que senti cuando me arrebataron la inocencia, el asco que me embargo, e incluso puedo volver a olerlos en mi cuerpo. Nadie viene a socorrerme en medio de la noche. Solo Ian parecia comprenderme por completo, pues fue obligado a ver mi humillacion. Lucho con unas y dientes para liberarse de sus captores y ayudarme, mas no pudo hacerlo. El cree que lo culpo, que lo desprecio, sin embargo, no es asi. Puede que haya dejado de amarlo, porque ese dia no solo perdi mi inocencia, tambien me arrebataron la capacidad de sentir. Ya no soy capaz de querer a nadie, ni siquiera soporto estar rodeada de mucha gente. Los MacLeod han sido generosos y pacientes conmigo, sobre todo, mi senora. En Rosslyn veo mucho de Ian, quien me conto que nunca estuvieron muy unidos por culpa de su padre y de su hermano mayor, ellos intentaron hacer de el otro demonio, sin conseguirlo. No obstante, en el proceso perdio una hermana y muchos anos sin estar al lado de su madre. Solo yo se cuanto le dolia el distanciamiento con ambas. Todas las mujeres MacLeod han intentado ayudarme, tratandome casi como a una igual, cuando no soy mas que una simple criada que practicamente ha sido desterrada de su clan. Mas no consigo sentirme tranquila con casi nadie a mi alrededor. Soporto a mi senora, a Glenda, a la madre de Ian, quien es una santa por no odiarme despues de todo, su hijo mato a su primogenito por mi culpa y fui la ramera de su esposo, aun recuerdo como si fuera ayer la ternura con la que me cuido despues del ataque. *** Mis ojos estan abiertos, pero no soy capaz de ver nada. Escucho como Ian solloza a mi lado y me pide perdon una y otra vez mientras hace un esfuerzo por no tocarme, pues la primera vez que lo ha intentado he gritado, a pesar de que ya no me quedan mas fuerzas para hacerlo. --Buscare ayuda --dice mientras se levanta, aun estando tan malherido como yo--. !Madre! --grita con fiereza y cierro los ojos, rezando para no volver a abrirlos jamas--. !Madre! -- vuelve a insistir. No se el tiempo que trascurre hasta que escucho un grito ahogado que me hace levantar los parpados, hinchados de nuevo, y veo ante mi a la esposa del laird MacKinnion que me mira horrorizada. --?Que te han hecho, criatura? --pregunta, rompiendo a llorar mientras se agacha a mi lado --. ?Quien ha sido el animal que te ha dejado en este estado? --Tu esposo y tu hijo son los responsables --escupe con furia Ian, quien no se ha marchado en ningun momento--. Tienes que salvarla --implora--. Se que no he sido el mejor hijo, pero, por favor, madre... --Detente, Ian --le pide ahora, observandolo con ternura--. Claro que la ayudare, y tu y yo hablaremos largo y tendido despues. Centra de nuevo su atencion en mi, su mirada de compasion es como una punalada en mi corazon. --Ian va a tener que cogerte en brazos --me explica--. Necesitas una buena cama. Tranquila, voy a curarte. --Lo siento --balbuceo, pues noto que mis labios no me pertenecen y el sabor de mi propia sangre me hace tener ganas de vomitar--. Lo siento, mi senora, yo no queria... --!Calla, nina! --ordena espantada--. No vuelvas jamas a pedir perdon por lo sucedido esta noche. Guardo silencio al comprender que esta buena mujer no me culpa por lo ocurrido, y dejo que Ian me tome en sus brazos, a pesar de que me causa tal sensacion de repugnancia que cierro con fuerza mis ojos y mis labios para evitar vomitar; me tenso por el dolor y las ganas de salir corriendo si pudiera. --Te prometo que mi padre y Bruce pagaran por lo que te han hecho --susurra sin mirarme, pues es muy consciente de que no soporto su tacto, ese que antano era capaz de estremecerme--. Los matare. Hay tal fiereza en su voz y su rostro que se me hiela la sangre, se que esta hablando en serio y, a pesar de lo que me han hecho, no podria soportar que se ensuciara las manos con la sangre de su propio padre y hermano. Sin embargo, ahora mismo no me encuentro con fuerzas para discutir, solo quiero dormir y que al despertar todo esto haya sido una terrible pesadilla. No tengo claro en que alcoba me encuentro, pero cuando mi cuerpo mancillado es dejado sobre un colchon de plumas, se con seguridad que no estoy en la habitacion que comparto con dos muchachas mas. --Sigo pensando que no es apropiado que este en tu alcoba, Ian --escucho como su madre discute con el mientras ordena a alguien que le traiga agua y panos. --Me importa bien poco si es lo correcto o no, madre --espeta--. Ayudela. --Deja que te cure a ti tambien --dice ansiosa--. Estas lleno de sangre... --Ahora me limpiare --contesta, restandole importancia--. No permitas que nadie se acerque a ella. *** Aquella noche, ambos sellamos nuestro destino. Ahora Ian es el laird de los MacKinnion, despues de que Cameron MacLeod matara a su padre y el mismo asesinara a su hermano por lo que me hizo. No importo las veces que le rogue que no lo hiciera, ahora ambos demonios deben estar quemandose en las llamas del infierno, pero, aun asi, logran atormentarme. --Siempre que te encuentro estas parada y perdida en tus pensamientos, muchacha --la voz potente de Alec, el pequeno de los MacLeod, me sobresalta y, como ya es costumbre, mi corazon comienza a latir con rapidez--. ?Acaso tu senora no necesita ayuda? --pregunta, adentrandose en la cocina en la cual estoy sola en esos momentos. --Ahora mismo esta con mi laird y el pequeno --tartamudeo, mirando a mi alrededor para encontrar una forma de escapar. --!Deja de hacer eso! --exclama, alzando la voz, y siento que en cualquier momento voy a desmayarme--. No pienso saltar sobre ti --grune mas bajo--. No es que tengas gran cosa que apreciar. --?Puedo ayudarle en algo, mi senor? --pregunto, intentando aparentar una valentia que estoy muy lejos de sentir, ni siquiera soy capaz de levantar la cabeza. --Si --asiente mientras entra contoneandose Gladys, mi peor pesadilla en Dunvegan--. Que trabajes. Estoy harto de verte deambular sin hacer nada. Cuando soy capaz de mirarle, Gladys esta pegada a el recorriendo su cuello, a la vez que me observa muy ufana. Alec lo hace como si me odiara y no comprendo el motivo. No le he hecho absolutamente nada, siempre he procurado mantenerme alejada de su camino, porque, desde la primera vez que le vi, me di cuenta de que era el mas explosivo de los hermanos. --Si, mi senor --asiento avergonzada ante la escena que trascurre frente a mi. --Y no vuelvas a llamar la atencion para que venga alguien a interrumpirnos, estupida -- espeta Gladys. Alec, sin decir mas, la coge entre sus brazos y se pierden en el pequeno cuarto donde guardamos las provisiones. No tardo en escuchar gemidos y gritos. No lo soporto y salgo con rapidez hacia las escaleras buscando algo en lo que pueda ocupar mi tiempo mientras mi senora no me da trabajo. He llegado a pensar que lo hacen a proposito, trabajo mucho menos que cualquier criada del castillo, lo que no me hace muy querida entre ellas, algo a lo que ya estoy acostumbrada. ?Que hay de malo en mi? Soy huerfana de nacimiento, nunca supe quien era mi padre, y mi madre murio al darme a luz. Asi que me criaron las propias sirvientas de los MacKinnion hasta que fui lo bastante mayor como para empezar a trabajar. Rezo para encontrarme con alguna de las senoras, pero es demasiado temprano y el unico con el que me cruzo es Evan, que sale silbando de sus aposentos. Al verme, me mira cenudo, y pregunta con delicadeza... --?Ocurre algo, Moira? --Niego con la cabeza, porque siempre me cuesta encontrar la voz para dirigirme a los hombres, aunque sepa que no van a hacerme nada--. ?Alguien te ha molestado? --Por supuesto que no --me apresuro a responder, no quiero problemas de nuevo con Alec --. Solo queria saber si mi senora necesitaba algo... ?Tal vez su esposa? --insisto esperanzada. --Glenda todavia esta en la cama --dice con orgullo--. Puedes preguntar por si le apetece un bano. Se marcha dejandome frente a la puerta. Suspiro, llamo con delicadeza y no entro hasta recibir respuesta. --Buenos dias, mi senora --saludo--. ?Necesita algo? --Buenos dias, Moira --exclama feliz--. Lo cierto es que si Rosslyn no te tiene ocupada, me gustaria darme un bano. --Por supuesto --respondo enseguida, aunque se me revuelve el estomago al pensar que debo volver a la cocina, y seguramente Alec y Gladys aun no habran acabado. --?Sucede algo? --pregunta, incorporandose en la cama y dejandome ver que esta completamente desnuda. ?Es que en este castillo no pueden parar de encamarse? --No, mi senora --me apremio a decir--. Enseguida le preparo su bano. Me apresuro a llegar a la cocina e intentar no pensar en lo que esta ocurriendo a pocos pasos de distancia. Comienzo a llenar cubos de agua para calentarlos, y casi choco con un pecho desnudo y sudoroso. Alzo los ojos asustada y, como temia, es Alec, que ni se molesta en ocultar que ha estado haciendo. Detesto a Gladys, ?como puede dejarse hacer lo mismo una y otra vez? No podria soportarlo. --Asi me gusta, que trabajes --se burla y se marcha silbando muy alegre. ?Como no?, si ha obtenido lo que deseaba... Continuo con mi trabajo, subo varios cubos por las escaleras con esfuerzo, y de nuevo vuelvo a asustarme cuando unas manos aparecen por detras para quitarme peso de las manos. --Te he dicho que trabajes, no que te deslomes --grune--. ?Son para Rosslyn? --pregunta sin mirarme. --No --respondo, al fin, cuando soy capaz de recuperarme de la sorpresa--. Para Glenda. Asiente y los deja en la puerta, sin entrar. Cuando se marcha, lo hace sin dirigirme una sola mirada. ?Por que me ha seguido? ?Por que me ayuda si esta claro que le molesta mi presencia en el castillo? Son tantas preguntas para las que no tengo respuesta... Cuando entro en la habitacion, la tina ya esta dispuesta. Puede que las demas chicas no me tengan mucho aprecio, pero saben cumplir ordenes. Comienzo a llenarla con agua caliente y preparo todo lo necesario para un buen bano. --Gracias, Moira --agradece Glenda mientras se sumerge con un suspiro en el agua--. Quedate un poco conmigo --me pide con su acostumbrada alegria. No puedo negarme asi que me siento y la escucho parlotear... CAPITULO I Alec MacLeod <>. No puedo parar de pensar en ella, aunque este poseyendo a Gladys. Sus gemidos en mi oido no hacen nada para acallar mi mente. Soy incapaz de olvidar la mirada de terror que me ha dirigido en la cocina, ni la de asco al darse cuenta de lo que ibamos a hacer mi amante y yo. ?Por que demonios le repugno? Nunca le pondria las manos encima, mucho menos sin su consentimiento, y siempre me observa como si estuviera esperando que me abalanzara sobre ella igual que un animal. --Alec --repite Gladys una y otra vez, solo quiero que se calle. Cierro los ojos y sigo penetrandola con fuerza, gruno cuando el placer estalla y me dejo ir encontrando el alivio momentaneo que buscaba. Me retiro y alejo con rapidez de ella, hoy no estoy para estupidas caricias. Desde que regrese a Dunvegan, Gladys se ha vuelto bastante posesiva, y creo que esta haciendose demasiadas ilusiones, tarde o temprano tendre que romper nuestro acuerdo. --?Que ocurre? --pregunta con voz jadeante--. Alec... --Tengo cosas que hacer, Gladys --la interrumpo--. Vuelve al trabajo. Salgo con rapidez, incluso sin haber acabado de vestirme, y algo menudo golpea contra mi; contengo un grunido al darme cuenta de quien se trata. Reconoceria su olor en cualquier parte. <>, pienso, intentando contener mi lengua. No soporto su cara de decepcion, no comprendo por que me mira asi. Desde que la vi por primera vez en tierra de los MacKinnion, supe que me traeria problemas. Ojala, Ian no nos hubiera pedido que dejaramos a Bruce con vida para poder matarlo el, pues yo hubiera cumplido el cometido con gusto. Contemplo su rostro mientras intento alejarla con palabras bruscas. De las heridas ya no queda nada, solo una pequena cicatriz sobre una de sus cejas. Un recordatorio constante de lo que debio sufrir a manos de esos bastardos. Me marcho para alejarme y no comportarme como un miserable con ella. Es tan inocente que no comprende mi forma de actuar, ni yo mismo me entiendo a veces. Pero no puedo mantenerme alejado por mucho tiempo, me he dado cuenta de que esta llenando cubos de agua, lo cual significa que alguna de mis cunadas quiere darse un bano. Como suponia, la encuentro subiendo cuatro; es tan pequena, tan delgada que me sorprende que pueda con ellos. No logro evitar correr para cogerlos yo y que no se haga dano. De nuevo, consigo asustarla y eso me enfurece de nuevo. Una vez cumplido mi cometido, me marcho para una buena sesion de entrenamiento, asi, tal vez, deje de una vez de pensar en ella. Odio los sentimientos que despierta en mi porque no los comprendo. Nunca he sentido por una mujer algo que no fuera deseo, mas Moira es diferente. Hace que ansie protegerla al verla tan destrozada, quisiera que no me mirara como si fuera a danarla, y eso es lo que hace que me enfade y la trate mal. Luego, cuando mi maldito genio se calma, me siento un imbecil y me gustaria poder disculparme, pero se que acercarme a ella es imposible. Dejo de pensar cuando veo a Evan aguardando con cara de pocos amigos, espero que no me de un sermon por llegar tarde, porque no tengo la paciencia necesaria para soportarlo. --Al fin apareces --refunfuna mi hermano Evan--. ?Que demonios estabas haciendo? No respondo y cojo una espada, pretendo descargar toda mi ira y frustracion con mi hermano, y espero que este preparado. --?Donde esta Cam? --pregunto mientras me preparo para atacar. --Sabes que desde que nacio Owen es dificil que aparezca temprano --responde sin quitarme los ojos de encima. --Es el laird --siseo tras hacer mi primer movimiento que esquiva con facilidad. --Cuando seas padre, lo comprenderas --se burla mientras me devuelve la estocada. --?Quien te ha dicho que quiera serlo? --espeto a la vez que esquivo por los pelos su espada. --Al paso que vas, no me extranaria que tuvieras algun bastardo --grune cuando le golpeo. Maldigo ante la posibilidad y dejo de hablar para concentrarme por completo en la pelea. No se cuanto tiempo estamos entrenando, me duelen todos los musculos y el sudor empapa mi cuerpo, solo nos detenemos ante la llegada de nuestro hermano mayor. --?Quereis mataros? --pregunta de brazos cruzados, mirandonos con el ceno fruncido. --Estamos haciendo lo que te corresponde desde hace horas, Cameron --respondo, intentando recuperar el aliento. --?Tienes algo que decirme, Alec? --interroga con aparente tranquilidad, aunque se que esconde un caracter parecido al mio, solo que el ha aprendido a controlarse. Esta preguntandome si cuestiono su liderazgo para con el clan, y no es asi, jamas pondria en duda su valia o su derecho al titulo. Nos retamos con la mirada durante unos instantes, pero soy el primero en apartarla. --Nada --escupo--. No tengo nada que decir. Me alejo de ellos para ir al lago que no se encuentra muy lejos de aqui y lavarme. En esta epoca del ano, el agua esta helada, mas no me importa, estoy mas que acostumbrado. Al llegar, me desnudo sin preocuparme por quien pueda verme, no muchos suelen venir aqui y menos en invierno. Me sumerjo y comienzo a nadar durante un rato, necesito estar agotado para no pensar en el futuro. ?Que me espera a mi? Cameron es el laird del clan, tiene una esposa y un hijo al que adora. Evan tiene a Glenda, y no creo que tarden mucho en aumentar la familia, y yo...

  • El secreto de Ile de Jean-luc Bannalec

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    El secreto de Ile-de-Sein es el nuevo caso del comisario Dupin, el protagonista de la serie de novela policiaca que lleva vendidos mas de 2.500.000 de ejemplares.