• megan marsell libros - Megan Marsell

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    Leah era una chica bajita y delgada, muy pequena aun a sus 20 anos. Tenia el cabello negro con las puntas tenidas de rojo, un corte degrafilado y el cabello un poco por debajo de sus hombros. Vivia con su hermano en la gran ciudad. Nueva York, ya me entienden. Su hermano era un tipo alto, delgado y muy parecido a ella en el rostro. Acababa de ser asesinado por un demonio en su departamento, en frente de Leah… Leah se apartaba el flequillo de los ojos mientras corria por las calles buscandola a ella. Anticipandose a su muerte, su hermano le habia dicho que huyera en su busqueda. Sus pantalones de mezclilla se rasgaron al atorarse en algun escombro de la ciudad en ruinas mientras se escabullia entre el caos que provocaba el apocalipsis. Llego hasta ese pequeno y semioculto local en el que parecia que el desastre no habia llegado. Entro silenciosamente y la llamo. --?Sra. Ollie? Me llamo Leah, vengo de parte de Morton… --Se muy bien quien eres… Una ancianita encorvada y vestida con una tunica bastante extravagante se acerco a ella. Le tomo el rostro entre las manos y la examino. A Leah le recorrio un escalofrio. --No temas. Soy el oraculo de este mundo. Supongo que tu hermano no tuvo tiempo de explicarte… Leah se retorcia las manos en su espalda de nervios. --No… Solo me dijo que usted me ayudaria. La anciana se rio por lo bajo. --No se si sera de ayuda, pero al menos te pondra a salvo. Ayuda al Jinete Palido en su busqueda y recuperaras a Morton… Y a toda la humanidad en realidad. Es bastante simple. Se le acelero el corazon. --?Que Jinete? ?Por que yo? No entiendo nada… La anciana le sonrio amablemente mientras de un estante del oscuro local tomaba un pequeno arbol bonsai y se lo ponia en las manos. --Ya lo entenderas… Buen viaje, hija de Eva. El bonsai resplandecio un instante y despues todo se volvio oscuridad en Leah. * * * * * * * El Jinete Palido, Muerte, avanzaba cauteloso hacia las montanas nevadas que eran el hogar de Padre Cuervo. No habia tiempo que perder si queria salvar a Guerra. Por el camino se iba encontrando abominaciones congeladas que fungian como obstaculos simples. Uno de ellos bloqueaba una cueva. Lo desperto, lo asesino y entro en ella. A veces se encontraban cosas de valor en ellas. Era algo pequena y habia un bulto en el fondo, tirado en el suelo. Se acerco y de una leve patada lo volteo para darse cuenta de que era una… ?humana? Muerte no pudo menos que fruncir el entrecejo. ?Que narices hacia una humana en los dominios de Padre Cuervo? Ella comenzo a moverse y cuando abrio los ojos un gritillo de horror escapo de sus labios mientras corria fuera de la cueva. Se tropezo y se giro para ver a Muerte. El avanzo hacia ella con intencion de interrogarla, pero ella retrocedio al punto de casi caer por el precipicio que se extendia detras de ella. Muerte la tomo de la blusa tirandola hacia delante, contra el muro de roca de la montana. --?Quien eres y que haces aqui? Le espeto de forma amenazadora. --Yo… La pobre Leah no sabia si tiritaba de frio o de temor ante el imponente Jinete. --?Y bien? Muerte no era un hombre paciente. --Me ha enviado el Oraculo de mi mundo. Mi hermano murio, todo es un desastre y ella dijo que debia ayudar al Jinete Palido… Respondio Leah apresuradamente, mientras las palabras se le trababan al intentar salir presurosamente de su boca. Muerte enarco una ceja y la miro como analizandola. Los enormes ojos grises de Leah estaban clavados en los de el, anaranjados y brillantes. --Pues yo soy el Jinete Palido y no necesito tu ayuda, humana. --le dijo comenzando a andar y arrojandole el manto purpura que antes cubria sus hombros encima. --Moriras de frio antes de poder si quiera seguirme el paso. Leah dudo unos instantes. El manto aun estaba caliente. No tenia mas alternativas. Se acomodo como pudo el manto sobre los hombros y comenzo a correr detras de Muerte. II. Miedo a las alturas. --En serio estas decidida, ?eh? Bien, te llevare con Padre Cuervo y eso sera todo. El sabra que hacer contigo. Muerte seguia caminando mientras Leah lo seguia de cerca con la cabeza gacha. No tenia idea de quien era Padre Cuervo, pero sonaba a que seria mejor que estar con un lunatico que tenia finta de pegarle a todo lo que osara si quiera mirarlo de una manera que el considerara inapropiada. Llegaron a un enorme precipicio. Algunas columnas de madera sobresalian del techo y un anciano encorvado y vestido de negro los miraba desde el otro lado mientras murmuraba algo que Leah no alcanzaba a escuchar. De cualquier modo, ?como iban a cruzar aquello? Muerte miraba el entorno analizando sus opciones. Y si… No tenia mas remedio. Suspiro y se coloco dandole la espalda a Leah. --Sube a mi espalda y sujetate fuerte o te caeras. Leah lo miro incredula. --?En serio piensas cruzar esto asi? Es una caida mortal… --dijo asomandose al precipicio. Muerte suspiro algo fastidiado. --Como quieras… --y empezo a andar. --!Esta bien! No tienes que presionar… --dijo Leah subiendose a su espalda y enredando los brazos alrededor de su cuello y las piernas en su cintura. Era como cuando su hermano la cargaba, solo que este tipo era mucho mas grande. Muerte dio un salto y se sostuvo de la primera columna. Leah dio un pequeno gemido de terror clavandole las unas al Jinete en el pecho, aunque el ni se inmuto. Salto a la siguiente columna y el anciano se desvanecio en una parvada de cuervos que se dirigio directo hacia ellos antes de seguir su vuelo. Leah se asusto y hundio la cara en el cabello del Jinete por temor a que la atacaran. Una vez cruzado el barranco, Leah dejo su espalda y siguio andando junto a el. Durante el camino, se cruzaron con varias bestias de hielo. Muerte las despachaba con rapidez mientras Leah solo se mantenia donde no pudiera estorbarle. No mediaron palabra mientras andaban, hasta que llegaron a la sala del trono de Padre Cuervo. --Tu quedate aqui… --le ordeno Muerte en un susurro. --Leah… --solto ella bajito. --?Mmhh? Muerte se giro hacia ella. --Mi nombre… Es Leah… --dijo ella temerosa. --Da lo mismo… --dijo el avanzando. Y, como era una chica testaruda, Leah le siguio de cerca haciendo caso omiso a su orden. --Padre Cuervo… Necesito tu ayuda. --clamo en voz alta el Jinete. --Ah… Jinete… Ya te he ayudado una vez… !Y he estado maldito desde entonces!--dijo agitando algo que parecia un talisman brillante de color verdoso. --!Desearia no haberlo hecho! Muerte no se impresiono. --No he venido a liberarte de tu sufrimiento… Aun no. --?Que es lo que buscas, Jinete? --Revivir a la humanidad. --!JA! Menuda locura… --Pues si es una locura, quien mejor para guiarme que tu. --?Serias capaz de matar a tu hermano por mantener tu preciado equilibrio? --!El es inocente! --grito Muerte molesto. --?Tan seguro estas…? Hay un lugar donde encontraras las respuestas que buscas… Una especie de portal se abrio entre Muerte y el Padre Cuervo. Mostraba un enorme arbol. Leah solo observaba en silencio. --El Arbol de la Vida… --musito Muerte y comenzo a avanzar hacia el. Pero el anciano lo cerro antes de que pusiera un pie dentro--. Abre el portal… --susurro en una voz amenazadora Muerte que le helo la sangre a Leah. --Tu no pasaras mientras yo viva… --dijo Padre Cuervo elevandose del suelo. --Que asi sea… --susurro Muerte. En una nube oscura, aparecio un hombre fornido y armado con un espadon: Guerra. Leah solo se mantenia lejos de donde pudiera recibir un golpe mientras Guerra y Muerte yacian en una encarnizada lucha. Al final, Muerte destruyo la vision y la figura de Padre Cuervo volvio a aparecer. Leah se acerco a Muerte y solto un gritito de sorpresa cuando Muerte le atraveso el torso con la hoz. --Abre… El portal… --le ordeno mientras lo arrojaba al suelo. El pobre anciano solo escupio sangre. --Tus secretos mueren contigo, anciano.--le espeto Muerte. --Los mios si… Pero no los tuyos. El talisman que llevaba se partio en trozos que salieron despedidos y se incrustaron en el pecho de Muerte, quien cayo de rodillas para despues tenderse en el suelo con un gemido de dolor. Leah corrio hasta el y lo tomo de los hombros intentando hacerlo reaccionar. !No podia desmayarse! ?Que haria ella sola? Un enorme agujero negro se abrio debajo de Padre Cuervo y apenas toco a Leah, esta se desmayo sobre el cuerpo de Muerte y ambos fueron absorbidos por la oscuridad. III. Despues de la s

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  • Como una deliciosa tortura de Megan Marsell

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    Era un dia sofocante de humedad. Por fortuna, mientras estaba dentro de la oficina podia sentirse a gusto y tranquila con la ventilacion acondicionada del edificio. Respiro profundamente observando por su amplio ventanal hacia la ciudad entera. Se veia un ambiente de tension como era costumbre en los primeros dias de septiembre. Volteo y sentada sobre su acolchonada silla, comenzo a revisar documentos registrados en su ordenador. La puerta se abrio repentinamente dejando al descubierto a un hombre rubio, de camisa y corbata floja al cuello, que se acerco con una sonrisa socarrona y entrego unos folios a la mujer. --Cooper, puedes ser mas educado y dar los buenos dias, ?no?… --Lo siento, Valery, es que estoy impresionado por las cosas que se andan diciendo por ahi... --aseguro el, masticando un chicle cancheramente y haciendo mas evidente su sonrisa de perfectos dientes blancos. --!Eres chismoso!, ?lo sabias? --convino Valery que con nerviosismo contemplo su brillante alianza de matrimonio en su dedo anular--. ?Que es lo que escuchaste, Geoffrey? --!Oh, ahora me llamas por mi nombre! !Interesada! --Geoffrey Cooper se indigno falsamente cruzandose de brazos, pero unos segundos despues de ver el rostro de su impaciente jefa, chequeo que nadie estuviera cerca de la oficina y cerro la puerta para quedar confidencialmente a solas con ella--. Por lo pronto, dicen que estas enganando a Davidson. --?!Que tonteria es esa! --bufo la mujer que ese mes cumpliria sus veinticinco anos y volvio a mirar hacia el ventanal de detras, poniendose de pie y dandole la espalda con nerviosismo. --Me parecia una tonteria, si... Hasta ahora --puntualizo, pero antes de que ella se volviera para replicar, agrego--: volviendo al trabajo, el disenador Carpenter afirmo que necesitaba una asistente asi que Scarlett tomo el cargo, lo cual te deja sin secretaria y eso es un problema. Mery esta ocupada en la planta de arriba y ademas Astrid no permitiria que su hermana se rebajara a tal puesto en la empresa, siendo ella la esposa de Bering que es el socio de tu marido. No se por que me da la impresion de que Bering siempre manejo mas la empresa y Roger se dedica a mirar y mirar y contemplar el negocio. La cosa es que se siente con mas poder que el propietario, y Davidson no lo negaria... ?Tu lo niegas? --Para nada, continua... Aunque deberia ir a partirle la cara a Carpenter por tomarse libertades, que sea nuestro unico disenador y tenga prestigio no le da derecho --dijo ofendida sobandose un castano mechon indomable de su pelo. --Olvida tu odio por el porque ahora llega la mejor parte: ya que Ronnie fue quien te causo el problema, el ofrecio a una amiga suya, Natalie McDonald, y Roger ya la aprobo para ti --informo para asombro y desagrado de la castana. --!Se supone que soy de maxima autoridad aqui luego de Roger y Maxwell y estoy en la misma instancia que Astrid, pero todo el mundo hace lo que se le viene en gana de todas formas! --reprocho con frustracion--. Gracias por los documentos, Geo. Retirate, por favor. --Muy bien, adios --murmuro el hombre antes de salir. Al recorrer los pasillos, Geoffrey, que era escritor en esa amplia productora editorial, se topo con varias escenas a su vista. Primero cruzo a Roger Davidson, el dueno de la empresa y esposo de Valery, que hablaba por su movil con algun inversionista o futuro cliente, pero se dejaba ver tan poco en los pasillos que se metio rapidamente en el ascensor y seguramente se iria al ultimo piso en donde estaba la oficina principal que era doble, de el y de Maxwell Bering, el socio y mano derecha, aunque todo el mundo sabia que Maxwell no simpatizaba demasiado con nadie y, por lo tanto, no era amigo del dueno tampoco. Luego de eso, no pudo evitar maravillarse ante lo que sus ojos veian; conversaban animadamente, Mery y Scarlett, instruyendo a la nueva secretaria de Valery. La joven era castana (aunque casi llegaba a ser rubia) y poseia unos curiosos ojos color miel. Tenia pelo lacio y recogido y se veia nerviosa mientras ambas morenas le explicaban. No era que fuera un trabajo muy dificil, pero Valery no era muy paciente con los nuevos y sobre todo si esa persona tenia alguna relacion con el disenador Carpenter. Geoffrey adoraba a las mujeres de la empresa --y de cualquier sitio tambien-- pero mas a las trabajadoras de alli, era ciertamente observador, como buen escritor, y tal vez era por eso que se obsesionaba demasiado en mantener conversacion todo el tiempo posible con alguna chica. Igualmente, no paraba de mirar faldas por todos lados, excepto a algunas personas a las cuales les debia respeto, como a Astrid y Valery. Pero hacia tiempo estaba loco por Scarlett y, ?por que no?, tambien por Mery. Salio de su ensueno cuando recibio una palmada en la espalda y lo abrazaron por los hombros. Un castano, poco mas joven que el, venia con una sonrisa poco usual, pero se quedo rigido como un palo cuando sus ojos chocolate visualizaron una figura femenina nunca antes vista por alli. --Esta buena, ?no? --pregunto Geoffrey burlandose de su rostro paralizado y sus brillantes ojos. --No --dijo en un tono indiferente, pero se sin dejar de observarla--. ?Quien es? --!No seas picaro, Webb! Se llama Natalie, es la nueva secretaria de Valery... si es que dura --dijo en broma y dejo a su companero solo y embobado. Las calles estaban algo congestionadas, se acercaba el mediodia y con ello, la hora de almorzar. Ron Carpenter amaba ese momento. Detendria el tiempo si fuese capaz de hacerlo, solo para vivir sentado engullendo algun manjar de los que solia hacer su madre o los que preparaban en aquel cafe de la esquina de la editorial. Aunque habia otro particular momento que si cambiaria por la comida, pero cada vez que pensaba en el, se le revolvia el estomago y cambiaba de ideas. --Se nos hizo tarde... --le dijo su cunado, apenado sentandose frente a el ante la mirada de su indignada esposa pelirroja que esperaba al menos que hiciera a un lado la silla para que pudiera sentarse como siempre hacia. Por alguna razon, Michael estaba enojado con ella y hacia dias que la convivencia era diferente. No era mala, pero si diferente, y aunque a ella no le interesaba demasiado la caballerosidad que antes tenia su marido para con ella, si se hacia notorio que necesitaban una buena charla para aclarar los tantos. Se sento sin decir una palabra y miro a su hermano intimidante. --?Por que querian verme? --pregunto Ron cruzandose de brazos y estirandose hacia atras. --Es por Valery. No puedes seguir trabajando donde ella... --contesto Gemma. Michael se quedo en silencio. --?Por que? Les asegure que ese asunto esta acabado... Ella lo dejo bien claro, ?no? Yo la deje, no la quise y no la quiero, y no sufrio, se caso con Davidson, ?no? --recordo Ron sin demostrar sensibilidad. Gemma chasqueo la lengua. --Si volviste justamente despues de completar tus estudios, no fue para ser un santo. Te conocemos bien, Ronnie. !Volviste para fastidiar!… Hace solo un mes estas aqui y ya trabajas en la empresa de Davidson, el piensa que tu y Valery se llevan bien, y no sabe nada de su pasada relacion... Seguro por eso te acepto... Pero piensalo bien. ?Crees que alguien como el te querria ahi? --inquirio Gemma juntando mucho las cejas. --Me quieren ahi, hasta Bering me acepta porque soy el mejor --se mofo y sonrio de lado--. Y no se vuelvan a meter en mis asuntos. Peterson no tiene nada que ver conmigo... Se levanto del asiento y se fue de alli dejandolos solos e incomodos con esa situacion. Michael miro apenado a Gemma y ella bajo la vista tratando de descifrar por que su hermano actuaba asi tan impulsivamente. Ambos eran abogados, ganaban buen dinero y tenian una casa cerca del rio Tamesis. Ella habria querido que Ron parara en su casa unos dias, pero el simplemente habia conseguido un departamento en un edificio cercano a la oficina y entonces alli se quedo. Se podia connotar que su hermano habia hecho mucho dinero trabajando fuera con otras empresas de publicidades y sobre todo con sistemas de computacion. Era un experto con los ordenadores, excelente disenador. Para eso lo querian, retoques fotograficos de las revistas locales y tapas animadas de libros, o ilustraciones internas de los mismos. El trabajo requeria mucha demanda y al parecer en la empresa de Davidson no tenian a un experto como Ron. Por eso se lo respetaba tanto o hasta a veces mas que los grandes socios, como se los denominaba a Roger y Maxwell muchas veces. Ronnie paso por un local de comida rapida para poder almorzar y subio rapido hasta su piso en el edificio de la empresa. Su piso era el septimo, pero en el segundo se freno el elevador y paso Valery con el menton bien alto. Estaban solos. El apenas la vio entrar se fue para atras y se apoyo contra la pared del ascensor. Valery le dio la espalda y presiono uno de los botones el cual resulto ser un piso menos del que iba el, y mientras las puertas del elevador se cerraban, ella volteo su cabeza y observo como el disenador le miraba el trasero sin disimulo y con una sonrisa traviesa. --?No te cansas de mirar mi culo, Carpenter? --pregunto ella volviendo a mirar hacia el frente. Suspiro. --Se me ocurren cada dia mejores ideas para joderte la existencia. Algo mas sucio diria yo... --contesto. El se inclino un poco poniendose mas en evidencia y la miro hipnoticamente, pensando seriamente algunas cosas. Valery volvio a observar ese gesto desesperante y bufo--. Estaba midiendote, ya sabes como somos los disenadores... Donde ponemos el ojo, ponemos la bala. --Eres un asqueroso y patetico psicopata, pervertido sexual --pronuncio ella irritada. Las puertas se abrieron y salio inmediatamente--, y te odio. Se retiro sin mirarlo, asegurando aquello y Ron sonrio en senal de triunfo. 2 Depravacion Scarlett se sento sobre el escritorio de Ron coquetamente mientras lo esperaba y se llevo la punta de una pluma a los dientes. El disenador entro suspirando luego del episodio con Valery en el elevador. La morena alzo las cejas observando la entrepierna de Ron, bastante pronunciada. --!Oh, Dios mio! No sabia que tuviera tanto poder --ironizo la morena, saltando del escritorio. Su falda corta hizo mas efecto en Ron, aunque realmente estaba en esa circunstancia por la castana a la que habia estado midiendo para sus fines sucios. La chica lo observo voltearse y trabar la puerta perversamente. Scarlett y Ron no eran demasiado amigos ni tampoco enemigos, pero simplemente tenian una quimica especial como companeros de cama. Ella algunas veces se sorprendia de la misma forma en que ahora lo hacia, ya que Ron venia sobre excitado por alguna situacion que nunca revelaba, pero seguia haciendole favores incondicionalmente, ya que el tambien la provocaba a ella. El se acerco. Sin necesidad de que pronunciara palabra, Scarlett lo empujo contra su propio sillon de cuero, haciendolo sentar, se agacho desabrochandole el pantalon y bajandoselo al igual que su boxer. La excitacion del moreno era tal que logro encenderla a ella, hundio su boca alli provocandole un gemido incontrolable y la necesidad de sostenerle la cabeza para que no se retirara de alli fue tal que bruscamente la agarro del cabello y abrio mas las piernas empujandola hacia el. Scarlett se movio repetidas veces devorando su miembro con su boca, generando un sudor en la frente de el. Lo manipulo por varios minutos, cada vez mas frenetica, mas rapidamente, su cabeza hacia arriba y abajo, una y otra vez. El la solto y la dejo actuar sola hacia el final, mientras sus manos se sostenian fuertemente de las manijas de la silla y sentia los labios de la morena envolverlo en su boca manteniendo el calor alli, justo al momento en que su cadera se mecia lentamente tratando de apagar aquel fuego que lo estaba quemando. La chica hizo un ultimo movimiento con su cabeza y se trago el liquido luego de sentir como el llegaba plenamente al orgasmo y explotaba en su garganta. --Ahh, mierda...

  • Colosseum de Jordi Nogues

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    El Imperio romano vive su maximo esplendor en tiempos turbulentos, llenos de intrigas y revueltas. Calicrates, genial arquitecto de origen griego, presenta su nuevo proyecto ante la corte de Vespasiano: un gran anfiteatro que estara a la altura de los dioses, el mayor escenario para la mayor civilizacion. Gran parte de la aristocracia romana, entre ella la princesa judia Julia Berenice, pretende usar el tesoro conseguido en Jerusalen para sus propios fines. Poco a poco, la rectitud y humanidad de Calicrates ponen en jaque a la rancia casta patricia de Roma.

  • Maldito karma de David Safier

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    La presentadora de television Kim Lange esta en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estacion espacial rusa. En el mas alla, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha enganado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cual es su castigo: esta en un agujero, tiene dos antenas y seis patas. !es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel tras haber eludido los hidratos de carbono toda su vida. Ademas, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Solo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escala de la reencarnacion y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser plagado de contratiempos. Un millon de lectores en Alemania ya han disfrutado de esta hilarante novela, que ha colocado a David Safier en lo mas alto de la escena literaria europea. Maldito karma es una historia de desbordante fantasia, una entranable fabula que, entre carcajadas, nos ayuda a reflexionar sobre las prioridades de nuestra vida. Leela y descubre el secreto de la felicidad.

  • Los Penword de Arlette Geneve

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    Una historia cautivadora, una saga familiar al estilo de Lo que el viento se llevo.
    La historia de Justin y Aurora, y la de Ian y Mary por fin juntas en un solo volumen.

  • Dos besos de mas de Minerva Ros

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    Habia sido uno de los turnos mas horribles en los que habia trabajado. Todo habia salido mal, y Lucia era consciente de que si habian conseguido llegar al final del dia sin hojas de reclamaciones o la policia incordiandoles en la entrada habia sido exclusivamente porque Diego habia desplegado todo su encanto. Estaba cabreado porque le habia tocado a el supervisar aquel turno del demonio, porque Lucas se habia puesto a vomitar en la cocina y habian tenido que tirar una tanda de hamburguesas que se encontraba peligrosamente cerca del asqueroso cerco de jugos gastricos del camarero. Todos estaban cansados, porque, aunque se alegraban de que el restaurante fuera bien, los fines de semana eran agotadores y los jefes recortaban todo lo que podian en personal, y no les importaba la tremenda carga de trabajo que tenian que asumir. Les salia mas barato darles un pequeno plus a fin de mes que contratar a mas camareros. Cuando salia el tema, Diego siempre se ponia a blasfemar en argentino por todo el office, sin cortarse. Luego tomaba aire y volvia a salir a sala con la sonrisa de siempre. Aquella noche habian tenido que aguantar un turno especialmente intenso y sin poder suplir a Lucas cuando se marcho a casa con una gastroenteritis de caballo. Uno de los jefes del local, al que hacia poco le habia dado un aire y decia que queria involucrarse en el negocio y no ser solamente socio capitalista, habia hecho mal un pedido, por no tener ni idea y carecer de un minimo de humildad para reconocerlo, basicamente, y al poco de empezar se habian quedado sin la salsa de las patatas fritas estrella de la carta y habian tenido que mandar a uno de los pinches corriendo al supermercado de la esquina a por tomates, y habia sido Diego, y no el jefecillo de los cojones, el que habia tenido que lidiar con las infulas del cocinero porque esos no eran los tomates roma que habia pedido, sino que ponia en el envoltorio que eran tomates pera. --Son lo mismo, Carlo. --No lo son, Diego, !la receta no va a quedar igual! !Este nino es un inutil! --!Son lo puto mismo, Carlo! --insistio Diego con aparente calma, mirandole fijamente e intentando hacerle entender por las buenas que no anadiera lena a aquel infierno. Al rato, un grupo de amigos que estaban en la primera parada de su parranda nocturna, con varias cervezas de mas entre pecho y espalda, se pusieron a gritarle obscenidades a Ana y a tirarle pellizcos al culo cuando les traia los pedidos. Ana, por supuesto, le propino a uno de ellos tal bofetada que le puso a llorar del susto. Gritos, amenazas con llamar a la policia, exigencias de hojas de reclamaciones, Diego que sale, pone orden, manda a Ana a otro lado, se encara con los tipos, los tipos que al final se marchan por no pelearse con ese encargado de mas de metro noventa que esta en mejor forma fisica que todos ellos juntos. Los de la mesa once, una pareja tan acaramelada que estaban empezando a dar un poco de asco, se intentaron marchar sin pagar sobre las diez de la noche. Estallo una copa de vino en uno de los lavavajillas, y hasta que alguien pudo tomarse un rato para deshacerse de los cristales anduvieron corriendo de un lado a otro con los platos sucios e incluso lavando cosas a mano para salir del paso. Cuando por fin echaron abajo la persiana, con todo aun por recoger y fregar, Diego decidio tomarse un momento junto a la salida de atras. Y alla se lo encontro Lucia cuando sacaba una de las primeras tandas de bolsas de basura. Diego fumaba, con los ojos entornados, masajeandose el cuello, y a ella le parecia que no podia existir en el mundo, objetivamente hablando, nadie mas sexy. Ninguna estrella de Hollywood, ningun modelo de ropa interior, con mas atractivo que aquel hombre cansado y sudoroso, y aun asi divino bajo la luz de las farolas. Diego le ofrecio el cigarrillo. --No fumo --dijo Lucia. --Yo lo estoy dejando --comento Diego. Y Lucia cogio el cigarro y le dio una calada porque, basicamente, en ese instante le apetecia mucho tener en los labios algo que hubiera pasado por la boca de Diego. Fumaron un par de minutos en silencio, con cierta complicidad. --Despues de esto necesito librar como tres anos --bromeo Diego restregandose la barba y provocandole a Lucia un pequeno brote de placer. Fue entonces cuando a ella se le paso algo por la cabeza, muy fugazmente. Estaba segura de que aquel arrebato se debia al cansancio y a la tension acumulada del dia, y quiza a que, como todo ser humano que lo tuviera cerca, habia tenido algun que otro sueno erotico con el. Sabia como era Diego, y sabia como era ella. Conocia a la clase de chicas que le gustaban a el, con las que coqueteaba y que solian acompanarlo, incluida aquella ocasion en que lo pillo alli mismo, hacia unos meses, en la parte sin luz del callejon, mientras la rubia de la mesa ocho que no habia dejado de lanzarle miradas coquetas toda la noche estaba de rodillas frente a el. Lucia se acordaba de la verguenza, de la curiosidad y de la irresistible cara de placer de Diego, antes de escabullirse de vuelta al office intentando no ser vista. Diego era de los que dejaba que una clienta le hiciera una mamada en el callejon de atras en pleno turno y despues volvia al trabajo como si nada. Ella no se acercaba siquiera a tener un minimo de aquella osadia, pero en ese momento, como si estuviera borracha, andaba con todos los cables cruzados. --?Tienes algo que hacer despues? --le pregunto, aparentemente indiferente, pero tambien intentando dejar caer que le gustaria llevarselo a casa, o a cualquier otro lugar, y quiza hacerle lo de la rubia de la mesa ocho. --Me ire a intentar dormir todo lo que me deje el cuerpo --dijo Diego con un suspiro de cansancio, mirando el vacio. Lucia aun lo observo un poco mas sin entender si se trataba de una indirecta o no se habia dado cuenta. Fuera lo que fuese, se alegro, porque en el momento en que la supuesta invitacion a acostarse con ella salio de su boca, se le derrumbaron las ganas. ?En que estaria pensando? No iba a ser la primera camarera que se pillaba por Diego y despues de que el se lo pasara bien un par de dias se tenia que acabar marchando destrozada, porque Diego era incapaz de mantener ninguna clase de relacion mas alla de la cama. O de los callejones traseros. Y, lo peor, ella ni siquiera estaba pillada por el. Le gustaba porque tenia ojos en la cara y era imposible no fijarse en sus pectorales, o en su espalda tensa y musculada cuando se agachaba a recoger una caja o a colocar el genero en las baldas, o cuando se desvestia sin disimulo delante de quien fuera en los vestuarios y dejaba al aire los tatuajes y el cuerpo fibroso por todo el deporte que practicaba. Y era un companero agradable y divertido. Pero, mas alla de eso, ni siquiera era su tipo. Mas alla del sexo, nunca tendrian ningun tema de conversacion interesante. Y Lucia no se sentia capaz de estar con alguien solo por el sexo. Ni siquiera con Diego. Se lo habia propuesto muchas veces, pero no le funcionaba. Lucia era de las que sin pensarlo se enamoraba con el primer golpe de viento, y normalmente esperaba que las relaciones fueran mucho mejores de lo que eran en realidad. Ella no sabia estar sin la ternura ni las palabras bonitas, y se le iba toda excitacion de pensar en terminar de follar y levantarse de la cama como si nada. Lucia le devolvio el cigarrillo y estiro los brazos. --Hale, Lucita, nos toca pringar. Lucia volvio a la realidad. Diego se habia liado con muchas, y se acostaria con muchas mas, sin duda. Pero Lucia nunca seria una de ellas, y todo estaba bien asi. Capitulo 1 Dos anos despues No supo bien por que se fijo, porque ella nunca levantaba la cabeza cuando iba de camino a la boca del metro, y menos cuando iba tan embebida en su propio mundo y se acercaba peligrosamente la hora de la comida. Sin embargo, ahi estaba; acababa de pasar por su lado y era el. No la habia reconocido. Ella se giro y le busco con la mirada hasta localizarle entre el gentio, un poco antes de llegar al paso de cebra de la avenida. --!Diego! --le llamo para que no desapareciera--. !Diego! Y el se giro. No pudo evitar sonreir al ver a su viejo companero de trabajo, tan alto, tan rubio, de ojos de color avellana y un atractivo natural como pocos habia conocido en su vida, con el pelo un poco mas largo de como lo recordaba recogido en un pequeno mono desalinado, una camiseta de manga corta que habia conocido tiempos mejores y unos enormes pantalones de payaso de color verde botella bailando en la cintura solo sujetos por unos tirantes a sus hombros. Parecia que estuviera dentro de una piscina portatil. Al principio, cuando el se giro y la reconocio, ella solo sonrio, pero al verle asi vestido no pudo evitar echarse a reir. El la reconocio a lo lejos y tambien sonrio, senalandose los pantalones. Y de repente eran dos viejos amigos partidos de risa en mitad de la calle un dia cualquiera. Quiza fue la impresion de la indumentaria, o que realmente en aquel dia gris se alegraba mucho de encontrarse con alguien que, en su tiempo, llego a ser un buen companero, e incluso un poco amigo a ratos, con quien compartio muchas horas de su vida. El hecho es que, en vez de saludarle de manera normal (llevaban unos dos o tres anos sin verse, desde que ella dejo el restaurante), se acerco a el y le dio un verdadero abrazo de oso, muerta de la risa. Y en ese momento el se quedo bastante impresionado por lo que estaba pasando. No se esperaba el abrazo, ni la risa. Tampoco es que esperase recibir indiferencia al pasearse vestido de payaso por media ciudad, pero el calor de aquel abrazo (la cercania de ella, la risa, y el sol que le hacia desprender un aroma dulzon a su pelo, la mano de ella acariciandole el hombro y dandole una palmadita), los dos o tres segundos que duro, le hizo sentir bienvenido por primera vez en mucho tiempo.

  • El ultimo faraon de Wilbur Smith

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    Egipto es atacado. El viejo faraon Tamoses yace mortalmente herido y la antigua ciudad de Luxor esta rodeada. Solo Taita sera capaz de conducir a su tierra de nuevo a un destino de gloria.
    En la hora mas desesperada, el ex esclavo y ahora general del ejercito de Tamoses se prepara para la batalla final. Su ingenio nunca es mas agudo que cuando todo parece perdido. La oportuna llegada de un antiguo aliado altera el equilibrio de fuerzas y pronto el ejercito egipcio celebra la retirada del enemigo. Pero apenas entra victorioso en Luxor, Taita es atrapado y acusado de traidor. Tamoses ha muerto y un nuevo faraon detenta el poder.

  • La Serpiente Y El Baculo de Barbara Wood

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    Recuerdo dos cosas de la noche en que cayo Jerico. Recuerdo que tenia dieciseis anos y que estaba enamorada. Daba vueltas en la cama, escuchando los sonidos de la ciudad mas alla de mi balcon --Jerico, junto al rio Jordan, nunca dormia--, y en lo ultimo en lo que pensaba era en la guerra. No podia quitarme de la cabeza el hermoso rostro de Benjamin. Aquella noche escuche truenos lejanos. Una tormenta primaveral procedente del Mar Grande, pense. Nubes negras se cernian sobre las poblaciones costeras, sobre Jerusalen, para saciar la sed de Jerico. Demos gracias al Senor, rece para mis adentros. Las palmeras de datiles de mi padre necesitaban la lluvia. En aquel momento mi padre estaba en el templo, sacrificando un cordero joven y pidiendole al Todopoderoso que nos librara de la sequia. Su hermano, mi tio, que era un prestigioso medico, estaba en el barrio pobre, donde la sequia habia causado mas estragos. Todos los pobres lo conocian y lo llamaban <>. Pero aquella fatidica noche de primavera yo no podia pensar en las acciones caritativas de los hombres piadosos. Cerre los ojos, vi la imagen de Benjamin y me deleite en su sonrisa, en sus anchos hombros y en su manera de andar. Sonaba con casarme con el. Benjamin era hijo de una rica familia que controlaba el prospero comercio textil de Jerico. Su padre era un buen amigo del rey. Estabamos prometidos. Aquella noche, mi padre me habia dado un beso de buenas noches y me habia prometido hablar con el padre de Benjamin sobre la fecha de la boda. Se celebraria en verano, porque no hay epoca mas feliz para casarse. Mi vida era perfecta. Mi padre era uno de los ciudadanos mas ricos de Jerico, y mi madre era descendiente de un rey de Siria, en el norte. Viviamos en una casa palaciega con columnas de marmol, dentro de las altas murallas de una ciudad fortificada. Jerico era la ciudad mas segura del mundo, y nuestra casa --la mas elegante despues del palacio del rey-- estaba bajo la sombra protectora de la formidable torre del sudoeste de Jerico, desde la que los soldados defendian la ciudad desde hacia siglos. Teniamos criados y muebles elegantes. Mis hermanas y yo nos vestiamos con ropa de la lana mas delicada, llevabamos joyas de oro y comiamos en platos de plata. Veia ante mi, como un festin servido en una mesa, una vida prospera, feliz y llena de posibilidades. Era la chica mas feliz del mundo. Aquella noche, los truenos se acercaron rodeando las montanas del oeste. Por el balcon me llegaron gritos procedentes de las calles y me pregunte por que podia alguien temer la lluvia primaveral. Y entonces oi un chillido en el piso de abajo. Un estrepito. Pasos recorriendo el brillante suelo de piedra. Salte de la cama y corri hacia la galeria interior que rodeaba el segundo piso de nuestra casa. Mire hacia abajo, hacia la sala central, donde recibiamos a los invitados y celebrabamos fantasticos banquetes. Cuando vi a soldados entrando a grandes zancadas, se me salieron los ojos de las orbitas. No llevaban las tunicas verdes de las tropas cananeas, sino faldas blancas, corazas de piel y cascos cenidos en la cabeza. Al oirlos gritar ordenes a los aterrorizados criados me di cuenta de que eran egipcios. Me di cuenta tambien de que los truenos que habia oido no eran el sonido de la lluvia acercandose a Jerico, sino el ruido de carros de guerra avanzando por las llanuras que rodeaban la ciudad. Me quede paralizada al ver a un soldado agarrando del pelo y arrastrando por el suelo a una de nuestras criadas, que pataleaba y gritaba. Aparecio una ninera con un bebe en brazos: mi hermana menor, que todavia no tenia nombre. Un soldado arranco a la criatura de los brazos de la ninera, la agarro por el pie con su poderosa mano y la lanzo contra la pared. Vi los sesos y la sangre brotando de su blando craneo. Oi pasos detras de mi y me gire rapidamente. Era mi tia Raquel, con un quinque en las manos. Oi el sonido sordo de sus sandalias pisando el suelo de marmol. Su tunica blanca flotaba en el aire como una nube. Estaba palida. --Corre, Abigail --me dijo--. Vistete. Tenemos que ponernos a salvo. Me vesti a toda prisa y bajamos a la planta baja por una escalera de la parte de atras. Encontre a mi familia reunida ante la puerta de un pasadizo secreto. Mi madre abrazaba a mis dos hermanas menores con ojos aterrorizados. Al verla me asuste. Mi madre era una belleza de sangre real, con un aplomo que maravillaba a todo el mundo, pero en aquel momento era la viva imagen del panico. Oiamos los gritos que invadian la casa, el ruido de objetos rompiendose, y temblabamos. Aquellos hombres gritaban en egipcio. Seguro que estaba sonando. Aquello era una pesadilla de la que no tardaria en despertarme. El rey nos habia asegurado la paz entre Jerico y Egipto; habian firmado un tratado. Aparecio el mayordomo, con su larga tunica negra desalinada y el fajin rojo colgando. Se llamaba Abraham y llevaba dos generaciones con nuestra familia. --La casa no es segura, senora --le dijo a mi madre--. Los egipcios estan invadiendo todas las casas. Estaremos mas seguros al otro lado de las murallas. Las llevare a las montanas. --Pero mi marido… --Deprisa, senora. Mi tia Raquel me cogio de la mano. --Vamos, Abigail, tenemos que ponernos a salvo. Mi tia estaba palida. El miedo invadia sus ojos. Su marido --mi tio-- estaba en el barrio pobre, y mi padre estaba en el templo. ?Los protegeria el Todopoderoso? Seguimos a Abraham por un estrecho pasadizo que habian construido entre las paredes hacia mucho tiempo para salir huyendo, porque Jerico habia sido saqueada muchas veces a lo largo de los siglos. Corrimos asustados, con el corazon latiendonos a toda velocidad y los gritos de nuestros criados golpeandonos los oidos. De pronto salimos al caos y al tumulto de la noche. La gente corria por las calles, perseguida por soldados extranjeros a caballo. Nos apinamos y esperamos a que Abraham encontrara la manera de trasladarnos a los campos del otro lado de las murallas. Junto a las puertas abiertas de la ciudad vimos escenas terribles: antorchas encendidas, soldados luchando cuerpo a cuerpo, generales en carros dorados, gritos fantasmales y sangre, mucha sangre. Corrimos. Los habitantes de Jerico huian por todas partes, por las calles y por los campos de cultivo, cargando con sus hijos y algunas posesiones, algunos medio desnudos. Los soldados egipcios los perseguian con espadas y lanzas. Nuestro grupo cruzaba un campo de cebollas a la luz de la luna llena cuando un egipcio montado en un inmenso caballo aparecio de pronto de la nada galopando hacia nosotros. Gire bruscamente para escapar de las tremendas pezunas del animal. Mi madre salio corriendo en sentido contrario y se libro tambien de las pezunas, pero el soldado levanto la espada y trazo un espantoso arco. La hoja rebano el cuello de mi madre tan limpiamente como una guadana segando una gavilla de trigo. Vi su cabeza volando por los aires, con una mirada de estupefaccion en el rostro. El caballo paso de largo y vi el cuerpo de mi madre, con su tunica blanca, derrumbandose como una estatua derribada. Me detuve con la boca abierta. En aquellos momentos no entendia lo que estaba viendo, lo que habia pasado. Busque la cabeza de mi madre con la mirada. No se por que lo hice, pero en aquel momento me parecio importante encontrarla. Despues, lo unico que recuerdo es que unos fuertes brazos me sujetaron y que todo se volvio negro. Cuando recupere la conciencia estaba con un grupo de refugiados en las montanas del oeste de Jerico. Todavia no habia amanecido. Muchos se habian puesto a salvo en las cuevas y en las densas arboledas. Se apoyaban unos en otros y observaban horrorizados como Jerico caia en manos del poderoso ejercito del faraon. Una figura alta y delgada surgio de la oscuridad. Alabado sea el Todopoderoso, era el hijo de Raquel, mi primo Yacov. Me contaron que habia sido el quien me habia trasladado a las montanas y luego habia vuelto a la ciudad para enterarse de lo que estaba pasando. --Rezad una oracion --dijo Yacov--. Los hombres han muerto. Los han acorralado, los han llevado al Templo de la Luna y los han asesinado. Lo he visto con mis propios ojos. --?Mi padre? --le pregunte. --Y el mio --me contesto Yacov con ojos sombrios--. Lo han arrastrado desde la cama de un paciente y lo han matado de forma salvaje. Pero ahora estan con el Todopoderoso. Alabado sea. --Senor Todopoderoso, que sus almas esten contigo --murmuro mi tia Raquel cubriendose la cara con las manos. Se le resbalo el velo, que dejo al descubierto su abundante melena caoba. El pelo y la barba de Yacov eran del mismo color. --!Es el fin de Jerico! --gritaron los demas--. El fin del mundo. --El faraon no destruira la ciudad --intervino Yacov--. No es eso lo que pretende. Lo que quiere es ocupar Jerico, una rica ciudad por la que pasan gran cantidad de lucrativas rutas comerciales, pero no podemos volver a nuestras casas, porque se las daran a ciudadanos egipcios. --Y anadio amargamente--: Asi es como el faraon expande su imperio, conquistando las ciudades y los pueblos de Canaan y convirtiendolos en vasallos de Egipto. Mis hermanas, de nueve y once anos, se estremecieron y gimieron llevandose las manos a la cara. --?Que vamos a hacer? ?Adonde vamos a ir? --Yacov, ?podemos esperar? --pregunto mi tia Raquel--. ?Podemos quedarnos aqui hasta que concluyan las hostilidades y negociar para recuperar nuestra casa? Mi tia se retorcia las manos con fuerza intentando no perder el control. Mis padres muertos. Su marido asesinado. De Raquel y de su joven hijo dependia que los demas nos salvaramos. Yacov nego con la cabeza. --Los egipcios estan violando a las mujeres. Lo hacen para esparcir la semilla egipcia, y asi, con sus bastardos mestizos, asegurarse la futura lealtad al faraon. Madre, ni tu ni las ninas podeis volver. --Pero ?por que, hijo mio? --grito Raquel, que necesitaba entender aquella calamidad. --Dicen que el faraon necesita trabajadores para construir su nueva ciudad. Sus tropas estan asaltando las tierras del sur para capturar prisioneros y llevarselos por la fuerza a Egipto. En su mayoria son habiru, porque los habiru son pastores nomadas indefensos a los que pueden capturar facilmente, pero se han llevado tambien a algunos cananeos.

  • Oasis Diner de M.a. Vegara

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    En algun lugar entre Albuquerque y la pequena localidad de Grants, en pleno desierto de Nuevo Mexico, existe un extrano bar de carretera llamado “Oasis Diner”, donde habita una oscura presencia que atrae a los viajeros que se desplazan a lo largo de la interestatal 40. Sin embargo, no todos podran sentir la misteriosa atraccion de este lugar; solo aquellos a los que el Oasis Diner elija seran capaces de percibir su siniestra y tenebrosa llamada.
    Un lugar perdido en mitad de ninguna parte, donde el tiempo se detiene y en el que el terror no tiene rostro. Un terrible lugar del que no podras escapar si los extranos seres que lo habitan deciden pronunciar tu nombre, el cual dejara de pertenecerte para permanecer eternamente escrito entre las fantasmagoricas sombras del mas alla.

  • Me prometiste el cielo pero yo queria volver de Patricia Hervias

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    Lorena vive tan ajetreada que el dia que tiene un accidente de coche y pasa al <> se da cuenta de que le queda mucho por vivir. No ha conocido al hombre de sus suenos, no se ha enamorado y no ha podido cumplir muchos de los deseos que tenia.

  • Sugar Daddy de Lucia Alfaro

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    El no pensaba permitir que a ella le faltara de nada y ella a cambio debia estar completamente disponible para el.
    Un contrato mutuamente beneficioso, lo llaman.

  • El verano de Seb (Hombres de Maine 3) de K. C. Wells

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    Un enorme agradecimiento, como siempre, a mi maravilloso equipo de betas. Sois lo maximo. Un agradecimiento especial a Jason Mitchell, por seguir siendo el alfa mas maravilloso y la mejor caja de resonancia. Donal Mooney, por permitirme utilizar parte de nuestra conversacion en un dialogo. Kazy Reed, por su inestimable ayuda. Ha estado presente en los tres primeros libros de la serie, pero en este se necesitaba un conocimiento un poco mas experto, y ella lo ha proporcionado. Jack Parton, por sus inestimables conocimientos sobre Maine, pero tambien por sus consejos. No podria haber escrito este libro sin el, y nunca habria descubierto al Dr. Carl Hart. Gracias por dar vida a Marcus. PROLOGO Anteriormente, en El Jefe de Ben… --!Me cago en mis muertos! !No puedo creer que me este pasando esto! --Seb, vas a despertar a la abuela --dijo Ben--. Acercate aqui y calmate ?Que ha pasado? Seb se dirigio a grandes zancadas hacia donde estaban sentados, sus manos como punos a ambos lados de su cuerpo y su pelo revuelto de tanto frotarlo. --Esa era mi madre al telefono --su pecho subia y bajaba rapidamente. --Respira, colega --dijo Ben. Nunca habia visto a Seb en ese estado--. Ahora, cuentanos, mas relajadamente, que ha pasado. Seb hizo un obvio esfuerzo por complacerle e intento relajarse. --Mi tio Gary ha ido y se ha roto la jodida pelvis, eso es lo que ha pasado --dijo y se paso la mano por el pelo, rastrillandolo con los dedos. No era la primera vez que hacia eso, sospecho Ben, y fruncio el ceno. --?Sois cercanos? ?Es esa la razon por la que estas tan afectado? --pregunto Ben. Solo que Seb no estaba exactamente afectado. Parecia enojado, hasta el punto de que su cuerpo estaba vibrando, visiblemente, con lo que parecia ira. --No, no somos cercanos --dijo Seb--. Bueno… eramos cercanos cuando yo era un crio, pero no le he visto desde hace mucho tiempo. Nos fuimos distanciando, supongo. Y lo que esta pasando, es que mi madre le ha dicho a mi tio que yo le ayudaria porque, aparentemente, soy el unico que puede. --Lo que estas diciendo no tiene ningun sentido --dijo Ben. Seb se sento en la silla mas cercana, se inclino hacia delante y oculto su rostro entre las manos. --Yo tenia planes, me cago en la puta. Iba a relajarme, salir, follar, follar algo mas… -- inspiro profundamente--. El tio Gary tiene su propio negocio de pesca ahi abajo, en ese pequeno sitio que posee en la costa: Cabo Porpoise. Un nombre encantador, ?eh? Es exactamente como suena. Encantador, pintoresco, idilico… y tranquilo. Tranquilo como la muerte de tranquilo porque alli no hay nada. Nunca pasa nada. Y, mi madre, le ha dicho al tio Gary que iria a quedarme con el y le ayudaria el resto de mis vacaciones de verano. Ben se mordio el labio, intentando, con gran esfuerzo, contener la risa. --?Vas a pescar? --pregunto y no pudo evitar reir. No deberia reirse. Realmente, no deberia. Pero, bueno, la situacion era hilarante. Seb alzo la cabeza como si hubiese recibido un latigazo, sus ojos salvajes. --No es gracioso, colega --dijo ofendido. --Lo es desde donde yo estoy --contesto Ben--. Recuerdo ese verano que fuiste a ayudar, ?cuando eramos mas pequenos? Eso era lo que hacia toda tu familia, ?no? Haciais turnos para ser mano de obra para el puerto durante el verano --sonrio abiertamente--. Recuerdo que cuando volviste no paraste de quejarte y lamentarte, fuiste un drama y juraste que esa iba a ser la ultima vez en tu vida que alguien te meteria en un barco de pesca. Seb le miro, atonito. --?Y lo que es peor? --dijo consternado-- Voy a hacer todo eso gratis. Deberias haber oido a mi madre: “Eres profesor, ya tienes un salario. No necesitas el dinero” --dijo imitando la voz --. Como que no, !joder que no! “Ayudale y toma las riendas”, me ha dicho. Si, claro. ?Vosotros podeis verme --a mi--, levantandome a las putas no se cuantas de la manana o lo que sea, para salir en un bote como un famoso marinero de cubierta? Porque eso es todo lo que voy a ser --se irguio en la silla--. ?Sabeis que? Ni siquiera voy a pensar en esto, porque seria como aceptar su existencia y eso no va a pasar. Gary puede encontrarse otro grumete --se puso en pie--. Lo siento, chicos. Me voy de aqui. Esa llamada me ha amargado la noche. Os llamare pronto --se despidio y se dirigio ofuscado hacia la salida del recinto. CAPITULO 1 13 de junio. Lo que sea que Seb Williams estuviese sintiendo en ese mismo momento iba mucho mas alla de estar meramente enojado, y todo lo que habia necesitado para llegar a ese estado habia sido una llamada de su madre. Volvio con paso firme al interior de la casa, parando en seco --en el ultimo segundo--, antes de dar un portazo, porque la parte logica de su cerebro se puso en marcha y le recordo que podria despertar a la abuela si hacia eso. <>. Aun no podia creer que le hubiese metido en toda esa mierda. <>. Bueno, pues de ninguna jodida manera iba --el-- a pasar sus esperadisimas y sonadas vacaciones de verano --con las que habia estado fantaseando durante todo el ano--, limpiando boyas, preparando anzuelos, acarreando contenedores y asegurando las pinzas de las langostas. Incluso le horrorizo el darse cuenta de que sabia todo lo que habia que saber sobre esa mierda. Ese trabajo estaba grabado a fuego en su memoria. <>. Cuando Seb cogia su chaqueta de uno de los percheros que habia en la pared al lado de la puerta, Levi salio de la cocina. --Oye, ?algo va mal? --pregunto. Seb se forzo a respirar profundamente antes de contestar. --Oye, colega. Es un gran fiesta y todo eso, pero voy a irme. Acabo de tener una conversacion realmente desagradable con mi madre y, si me quedo, voy a arruinar la noche a todo el mundo. Te llamare, ?vale? Al segundo siguiente habia salido y caminaba en direccion al coche, agradecido por no haber bebido demasiado alcohol durante la fiesta. Hacia casi dos horas desde que se habia tomado la ultima cerveza, pero esa llamada habia sido como un jarro de agua helada y le habia devuelto la sobriedad al instante. Abrio el coche, se puso tras el volante y resistio el impulso de dar rienda suelta a su ira y proferir a gritos lo que estaba pensando. <>. Su telefono sono y se retorcio sobre el asiento intentando liberar el movil del bolsillo de sus vaqueros. --?No has olvidado algo? --dijo Levi segun contesto la llamada. --?Aparte de mis modales? No lo creo --contesto Seb. <>. --Y ?que hay de los invitados que iban a pasar la noche en tu casa? Ben, Dylan y Aaron, ?no iban a quedarse contigo esta noche? <>. --Mierda, si --dijo Seb. Se habia olvidado de ellos completamente. <>. Antes de poder anadir palabra, Levi se le adelanto. --Mira, no te preocupes por ellos, pueden quedarse aqui esta noche. Preparare la habitacion de invitados. <>. --No tienes por que hacer eso. --Si, si tengo. No creo que estes de humor para entretener a ningun invitado. Mandame un mensaje cuando llegues a casa, ?vale? Solo para saber que no has decidido envolver un arbol con tu coche o algo por el estilo. --Claro. Gracias, Levi --dijo Seb y colgo. <>. Luego, recordo el resto de sus planes para ese fin de semana: iban a ir todos a su casa, para almorzar. <>. Si se veia capaz de mejorar su estado de animo, a lo mejor. Condujo de nuevo hasta Ogunquit, en casi absoluto silencio, excepto por el extrano y virulento "!Joder!" que se escapaba de vez en cuando de su boca. Cuando llego a su casa, su rabia habia disminuido ligeramente. <>. Seb se habia dejado el culo trabajando en el colegio y necesitaba recargar sus baterias y, por como se sentia en ese momento, sabia que necesitaria todos y cada uno de los dias que le quedaban hasta que el colegio empezara de nuevo, a finales de agosto, para conseguirlo. Abrio la nevera y saco una botella de cerveza. Su telefono vibro sobre la mesa y miro hacia la pantalla con terror. <>. Cuando vio que no era ella, respiro con mas tranquilidad. Era un numero desconocido. Seb cogio el telefono y pulso "Contestar", esperando que, quienquiera que estuviese al otro lado, hablara primero. Si era una llamada de publicidad, se encontraba en un estado de animo perfecto para estallar con ellos. --?Seb? ?Estas ahi? Reconocio la voz de su tio inmediatamente. --Hola, tio Gary --saludo. <>. Parecia que esta mierda iba a empezar a ponerse seria. Una risa burlona inundo sus oidos. --Por el amor de Dios, chico, ya eres un poco mayor para esa mierda de tio. Llamame Gary --dijo y por la voz parecia agotado. Seb tenia que darle la razon. Llamarle tio le hacia sentir como si tuviera ocho anos de nuevo. --Me ha llamado mama. Me ha dicho que has tenido algo de mala suerte --dijo mientras sacaba una silla de la mesa de la cocina y se sentaba. Gary resoplo. --Mierda, ya te digo. Perdona si mi jodido lenguaje ofende tus delicados oidos. A pesar de su estado de animo, rio. Parecia que Gary no habia cambiado nada. --?Como te has roto la cadera? Espera, no me lo digas, ?te resbalaste con un pescado? Oh, no, ya se. ?Una langosta te hizo la zancadilla? --Ja-ja. Muy gracioso, chico. Mi maldita moto me dejo tirado. Y no esta rota, esta fracturada. Confia en tu madre para exagerar todo el puto asunto --dijo Gary. Seb oyo una voz amortiguada de fondo seguida de un grunido de Gary--. No, no voy a dejar de decir tacos en mi jodida casa. Por el amor de Dios, mujer. Voy a estar en tus garras las proximas ocho semanas o mas. Sera mejor que te vayas acostumbrando a mi lenguaje, porque no tengo intencion de abandonarlo en un futuro demasiado proximo. --?Quien esta ahi contigo? --pregunto Seb. --Tu tia Annie. Y es como tener un enorme grano en el culo --gruno Gary. Seb oyo de nuevo la voz de Annie, elevandose al otro lado del telefono, y luego lo que parecio ser un forcejeo--. Hola, Seb, soy Annie. --?Acabas de luchar con Gary por el telefono? --Estupida vieja mula --se quejo Annie, pero Seb percibio el tono afectuoso en el insulto. --?Como es de grave? --pregunto. --Lo suficiente como para que hayan tenido que usar tornillos para volver a poner todo en su sitio. Y no escuches ni una palabra de lo que te diga. Fractura, mis cojones --gruno--. Ahora me tiene maldiciendo a mi tambien. Llevo solo cinco minutos a su lado y ya soy tan soez como un marinero de cubierta. Lo que necesita ahora es descanso total sobre una cama. Los medicos han dicho que puede tardar de ocho a doce semanas en recuperarse por completo, asi que me lo llevo a casa conmigo. No puede quedarse aqui solo. Ademas, tu ya tienes suficiente con lo tuyo sin tener que hacer de enfermera para un viejo amargado. --!Oye! --Oh, callate. Sabes que tengo razon. Ademas, si te quedas aqui lo unico que haras sera criticar todo lo que haga Seb. Tim sabe lo que esta haciendo, ?verdad? --Seb oyo a Gary, al otro lado del telefono, dando su aprobacion reganadientes--. ?Ves?, todo ira bien. Dejas a Tim al mando, Seb hara lo que le digan que haga y tu te centras en recuperarte. --Otra pausa--. !Ve a hacer te! --ladro Gary. La voz de Annie se atenuo y el suspiro de Gary inundo el oido de Seb--. Tiene buenas intenciones --explico-- y se por que esta haciendo todo esto. Todos tus primos han abandonado el nido y ella necesita a alguien al que cuidar de nuevo, ?no es cierto? Y ha decidido que ese alguien, voy a ser yo. <>. --?Te duele? --pregunto Seb. --?Estas bromeando? Me tienen atiborrado a unas pastillas que me hacen volar tan alto como una jodida cometa --hizo una pausa--. Mira, siento todo esto, pero fuiste el unico que me vino a la mente. Seb forzo un profundo suspiro. --Lo entiendo. Mi madre ya me expuso toda la situacion y argumento que "tu estas libre todo el verano". Y Annie tiene razon. Al menos, ella sera capaz de cuidar de ti. --Asi que… --empezo Gary-- ?A que hora puedes estar aqui manana? <>. --?Perdona?

  • El vestido de novia de Mariana Garcia Luna

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    Son los anos cincuenta, Raquel y Alejo se aman a escondidas: los prejuicios del padre de Raquel les impiden verse libremente. Sin embargo, las precauciones para no ser encontrados fallan y una noche los protagonistas son sorprendidos. El castigo es la separacion, la que llevara a Raquel a Paris y a Alejo, a la Amazonia peruana.
    Carmina, Nana y Santiago entraran en sus vidas de maneras inesperadas, muchos anos despues.
    Estos cinco personajes se veran relacionados con el vestido de novia, y cada uno de ellos narrara la historia desde su propia perspectiva, aunque alguno tenga que hacerlo desde la mismisima muerte, convertido en un fantasma que vaga por el Amazonas.

  • Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti

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    Esta noche estoy solo. Mi companero (algun dia sabras el nombre) esta en la enfermeria. Es buena gente, pero de vez en cuando no viene mal estar solo. Puedo reflexionar mejor. No necesito armar un biombo para pensar en vos. Diras que cuatro anos, cinco meses y catorce dias son demasiado tiempo para reflexionar. Y es cierto. Pero no son demasiado tiempo para pensar en vos. Aprovecho para escribirte porque hay luna. Y la luna siempre me tranquiliza, es como un balsamo. Ademas ilumina, asi sea precariamente, el papel, y esto tiene su importancia porque a esta hora no tenemos luz electrica. En los dos primeros anos ni siquiera tenia luna, asi que no me quejo. Siempre hay alguien que esta peor, como concluia Esopo. Y hasta peorisimo, como concluyo yo. Es curioso. Cuando uno esta afuera e imagina que, por una razon o por otra, puede pasar varios anos entre cuatro paredes, piensa que no aguantaria, que eso seria sencillamente insoportable. No obstante, es soportable, ya se ve. Al menos yo lo he soportado. No niego haber pasado momentos de desesperacion, ademas de aquellos en que la desesperacion incluye sufrimiento fisico. Pero ahora me refiero a la desesperacion pura, cuando uno empieza a calcular, y el resultado es esta jornada de clausura, multiplicada por miles de dias. No obstante, el cuerpo es mas adaptable que el animo. El cuerpo es el primero que se acostumbra a los nuevos horarios, a sus nuevas posturas, al nuevo ritmo de sus necesidades, a sus nuevos cansancios, a sus nuevos descansos, a su nuevo hacer y a su nuevo no hacer. Si tenes un companero, lo podes medir al principio como a un intruso. Pero de a poco se va convirtiendo en interlocutor. El de ahora es el octavo. Creo que con todos me he llevado bastante bien. Lo bravo es cuando las desesperaciones no coinciden, y el otro te contagia la suya, o vos le contagias la tuya. O tambien puede ocurrir que uno de los dos se oponga resueltamente al contagio y esa resistencia origine un choque verbal, un enfrentamiento, y en esos casos justamente la condicion de clausura ayuda poco, mas bien exacerba los animos, le hace a uno (y al otro) pronunciar agravios, y, algunas veces, hasta decir cosas irreparables que enseguida agudizan su significado por el mero hecho de que la presencia del otro es obligatoria y por tanto inevitable. Y si la situacion se pone tan dura que los dos ocupantes del lugarcito no se dirijan la palabra, entonces tal compania, embarazosa y tensa, lo deteriora a uno mucho mas, y mas rapidamente, que una soledad total. Por suerte, en este ya largo historial, tuve un solo capitulo de este estilo, y duro poco. Estabamos tan podridos de ese silencio a dos voces, que una tarde nos miramos y casi simultaneamente empezamos a hablar. Despues fue facil. Hace aproximadamente dos meses que no tengo noticias tuyas. No te pregunto que pasa porque se lo que pasa. Y lo que no. Dicen que dentro de una semana todo se regularizara otra vez. Ojala. No sabes lo importante que es una carta para cualquiera de nosotros. Cuando hay recreo y salimos, de inmediato se sabe quienes recibieron cartas y quienes no. Hay una extrana iluminacion en los rostros de los primeros, aunque muchas veces traten de ocultar su alegria para no entristecer mas a los que no tuvieron esa suerte. En estas ultimas semanas, por razones obvias, todos estabamos con caras largas, y eso tampoco es bueno. De modo que no tengo respuesta a ninguna pregunta tuya, sencillamente porque carezco de tus preguntas. Pero yo si tengo preguntas. No las que vos ya sabes sin necesidad de que te las haga, y que, dicho sea de paso, no me gusta hacerte para no tentarte a que alguna vez (en broma, o lo que seria muchisimo mas grave, en serio) me digas: <>. Simplemente queria preguntarte por el Viejo. Hace mucho que no me escribe. Y en este caso tengo la impresion de que no hay ninguna otra causa para la no recepcion de cartas. Solo que hace mucho que no me escribe. Y no se por que. Repaso a veces (solo mentalmente, claro) lo que recuerdo haberle escrito en algunos de mis breves mensajes, pero no creo que haya habido en ellos nada que lo hiriera. ?Lo ves a menudo? Otra pregunta: ?como le va a Beatriz en la escuela? En su ultima cartita me parecio notar cierta ambiguedad en sus datos. ?Te das cuenta de que te extrano? Pese a mi capacidad de adaptacion, que no es poca, esta es una de las faltas a las que ni mi animo ni mi cuerpo se han acostumbrado. Al menos, hasta hoy. ?Llegare a habituarme? No lo creo. ?Vos te habituaste? Heridos y contusos (Hechos politicos) --Graciela --dijo la nina, con un vaso en la mano--. ?Queres limonada? Vestia una blusa blanca, pantalones vaqueros, sandalias. Los cabellos negros, largos aunque no demasiado, sujetos en la nuca con una cinta amarilla. La piel muy blanca. Nueve anos; diez, quiza. --Ya te he dicho que no me llames Graciela. --?Por que? ?No es tu nombre? --Claro que es mi nombre. Pero prefiero que me digas mama. --Esta bien, pero no entiendo. Vos no me decis hija, sino Beatriz. --Es otra cosa. --Bueno, ?queres limonada? --Si, gracias. Graciela aparenta treinta y dos o treinta y cinco anos, y tal vez los tenga. Lleva una pollera gris y una camisa roja. Pelo castano, ojos grandes y expresivos. Labios calidos, casi sin pintura. Mientras hablaba con su hija, se habia quitado los anteojos, pero ahora se los coloca de nuevo para seguir leyendo. Beatriz deja el vaso con limonada en una mesita que tiene dos ceniceros, y sale de la habitacion. Pero al cabo de cinco minutos vuelve a entrar. --Ayer en la clase me pelee con Lucila. --Ah. --?No te interesa? --Siempre te peleas con Lucila. Debe ser una forma que ustedes dos tienen de quererse. Porque son amigas, ?no? --Somos. --?Y entonces? --Otras veces nos peleamos casi como un juego, pero ayer fue en serio. --Ah si. --Hablo de papa. Graciela se quita otra vez los anteojos. Ahora muestra interes. Bebe de una sola vez la limonada. --Dijo que si papa esta preso debe ser un delincuente. --?Y vos que respondiste? --Yo le dije que no. Que era un preso politico. Pero despues pense que no sabia bien que era eso. Siempre lo oigo, pero no se bien que es. --?Y por eso te peleaste? --Por eso, y ademas porque me dijo que en su casa el padre dice que los exiliados politicos vienen a quitarle trabajo a la gente del pais. --?Y vos que respondiste? --Ahi no supe que decirle, y entonces le di un golpe. --Asi el papa podra decir ahora que los hijos de los exiliados castigan a su nena. --En realidad no fue un golpe, sino un golpecito. Pero ella reacciono como si la hubiera lastimado. Graciela se agacha para arreglarse una media, y quiza tambien para tomarse una tregua o reflexionar. --Esta mal que la hayas golpeado. --Me imagino que si. Pero ?que iba a hacer? --Tambien es cierto que su padre no deberia decir esas cosas. El sobre todo tendria que comprendernos mejor. --?Por que el sobre todo? --Porque es un hombre con cultura politica. --?Vos sos una mujer con cultura politica? Graciela rie, se afloja un poco, y le acaricia el pelo. --Un poco si. Pero me falta mucho. --?Te falta para que? --Para ser como tu padre, por ejemplo. --?El esta preso por culpa de su cultura politica? --No exactamente por eso. Mas bien por hechos politicos. --?Queres decir que mato a alguien? --No, Beatriz, no mato a nadie. Hay otros hechos politicos. Beatriz se contiene. Parece a punto de llorar, y sin embargo esta sonriendo. --Anda, traeme mas limonada. --Si, Graciela.

  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 1 de Moruena Estringana

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    PARTE I

  • El mundo en 2050 de Lauren C. Smith

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  • Balada de amor para un soldado de Nut

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    Idris Mackie, desde que decidio abandonar la musica, vive sumergido en una desidia que le lleva a desentenderse de todo aquello que no sea pasar el rato bebiendo cervezas con sus amigos, fumar maria y disfrutar del sexo sin inhibiciones ni compromisos. Un buen dia recibe una carta que contiene un Cd con una cancion, y cuyo remitente es el soldado Kevin Miller, alguien que esta seguro de no conocer pero que parece dispuesto a irrumpir en su anodina vida. Amistad, sexo, soledad, amor, son algunos de los ingredientes que componen esta Balada de amor para un soldado que tiene como telon de fondo la musica, ese lenguaje universal, y a la ciudad de New York como testigo silencioso de como dos almas a la deriva, presas de las decisiones que han marcado su existencia, se buscan sin saberlo.

  • La fiesta en el jardin de Katherine Mansfield

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    Los Sheridan preparan una fiesta en el jardin de su casa. Laura la hija pequena se entera de la muerte de su vecino Scott. ?Se suspendera la fiesta en el jardin? Eso es lo que espera la joven. Relato sutil y prodigioso, el ultimo que publico en vida la magnifica autora neozelandesa considerada por muchos como una de las mas importantes escritoras de relatos de todos los tiempos. La delicadeza que transfiere a los personajes de sus cuentos y su capacidad para condensar en gestos e imagenes una pluralidad de conciencias y sentimientos, todo ello entrelazado con meditaciones sobre las diferencias entre clases sociales, la vida y la muerte, la ilusion y la realidad.

  • Miel de verano de Sara Paborn

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    Es un remitente inusual en ese tipo de revista semanal. Estoy sentada en la salita de espera, pasando las paginas. La columna que ha logrado captar mi atencion lleva por nombre <> y el tema es: <>. La carta esta firmada por <>. Solemne y seria, entre recetas de galletas y consejos para que los jacintos aguanten el invierno y sobre como limpiar manchas de grasa en tejidos de seda. Empiezo a leer con creciente interes. La carta dice asi: Estimada Monica: Te escribo porque en los ultimos meses he empezado a pensar cada vez con mas intensidad en un joven con el que mantuve una relacion en mi juventud. Tuvimos una breve pero intensa historia de amor el verano de 1955. El era estudiante de arte y se hospedo durante un par de semanas en la pension que regentaba mi madre, en la peninsula de Bjare. Nos separamos en circunstancias un tanto dramaticas y desde entonces no he vuelto a saber de el. La cuestion es que mi marido murio hace poco mas de cuatro anos. Estuvimos casados seis decadas y tuvimos una vida hermosa y gratificante juntos, aunque no llegamos a tener hijos. A lo largo de todos estos anos, casi nunca he pensado en el otro, pero ultimamente su recuerdo me viene cada vez mas a menudo, e incluso sueno con el por las noches. ?Que significa eso? ?Esta intentando comunicarse conmigo o no es mas que una fantasia que me he montado yo sola? ?Que debo hacer? Tengo setenta y nueve anos. Te agradezco una pronta respuesta. UNA QUE SUENA Y luego la contestacion, cuando menos sorprendente, por parte de la medium, que aparece en una foto: una mujer regordeta con mejillas brillantes y una especie de tiara en la cabeza. Estimada Una que suena: !Tu viejo amor esta vivo! Me llega una clara imagen de un hombre muy elegante, ahora cano. Lleva una camisa azul celeste y saluda alegre con la mano. A veces, personas que han estado muy unidas en el plano fisico pueden seguir en contacto en el plano espiritual, incluso despues de muchos anos. No es infrecuente que alguien presienta que otra persona ha sufrido algun tipo de accidente y necesita su ayuda. Tambien puede ser que haya emociones no trabajadas por tu parte. ?Cual fue el motivo de vuestra ruptura? Dices en tu carta que os separasteis en circunstancias dramaticas. A lo mejor es en estas en las que tienes que ahondar para conseguir la paz que buscas. ?Sabes donde esta ahora el amor de tu juventud? Si es que no, ?has probado a hacer algo tan sencillo como buscarlo en internet? !Te deseo mucha suerte! Un calido abrazo, MONICA Primero, no oigo al terapeuta cuando me llama por mi nombre. Estoy conmovida. Han pasado sesenta anos. Y luego esta la pregunta que la autora de la carta le hace a una persona a la que no conoce de nada ni ha visto nunca. ?Y si la medium hubiese contestado: <>? Dejo la revista en la mesa a reganadientes y le estrecho la mano a Joar. No nos hemos visto demasiadas veces, pero ya lo considero un viejo conocido. A lo mejor de algun festival de musica de mi juventud. La combinacion de pelo crespo de color castano, la postura un tanto alicaida, los tejanos negros ajustados y los ojos mas afables del mundo me resulta familiar y reconfortante. Me sujeta la puerta de su consulta, donde nos reciben dos butacas y un gran escritorio. La luz del sol bana la mesita de contrachapado con los panuelos de papel de rigor. Joar saca una carpeta que ha ido engordando hasta adquirir proporciones preocupantes y toma asiento. El llavero que lleva colgado de la cintura del pantalon tintinea. --Bueno, ?como has estado? --Me mira con carino. --Jodida --digo yo. Joar sonrie. --?Has hecho los ejercicios de relajacion que acordamos? --Si, pero me cuesta concentrarme. Y tampoco noto ninguna diferencia. Me parece todo bastante imposible. Cambio de postura en la butaca. --Las cosas no tienen por que ser imposibles solo porque asi nos lo parezcan --me recuerda Joar--. El efecto de los ejercicios no suele notarse hasta pasadas varias semanas. Es importante que les des una oportunidad. Si no, nunca sabremos si te sirven o no. Lo miro con cierta suspicacia. Joar es joven, puede que ronde los treinta, pero su presencia es solida. En las paredes hay algunos posteres de arte. En el escritorio reina un orden impecable. En la pizarra blanca ha pintado unos triangulos bajo el titulo <>. --?Existe siquiera el ruido este? --pregunto--. ?O soy yo la que se lo ha inventado? --Tu lo oyes, por tanto, existe. ?No es asi? --Joar me mira con atencion--. Hay personas a las que les molesta muchisimo un volumen aparentemente bajo y otras que pueden estar oyendo un tono estridente sin que les afecte demasiado. Todo depende de las vivencias de cada cual. Empieza a ojear la carpeta que tiene en el regazo. Acudo a Joar por tantas razones que cada area requiere de su propia pestana. Quiza los acufenos sean el menor de mis problemas. Tambien esta la culpa por haber dejado a Tom y darle a Oskar unos padres divorciados. El enamoramiento con Erik y la ruptura. La humillacion publica que vino luego. La perdida del ya mencionado Erik. La depresion de baja frecuencia. Y, como guinda, la preocupacion por los encargos laborales, o por la falta de estos. Los acufenos son mas bien un glaseado que lo recubre todo. --Desde la ultima vez que viniste, he estado investigando un poco acerca de los acufenos -- dice Joar, y asiente con la cabeza--. Muchos lo consideran un problema moderno que se debe a agresiones auditivas, pero el fenomeno parece existir desde el comienzo de la humanidad. He encontrado algunas cosas interesantes. Entre otras, un texto sobre el tratamiento medico en la epoca de los faraones del Antiguo Egipto. Entonces vertian un aceite especial en el oido de la persona afectada. Se creia que el oido estaba embrujado. Joar saca una hoja del monton de papeles. --Y la teoria de Aristoteles era que, en realidad, los acufenos son un viento que se ha quedado atrapado en el oido y no puede salir. La persona puede adquirir capacidades sobrenaturales: presentir sucesos, viajar en el tiempo y cosas por el estilo. En otras palabras, tenia su punto. Pero el tratamiento no era demasiado efectivo: consistia en abrir un orificio en el craneo para dejar salir el viento que estaba atrapado. Obviamente, el paciente moria durante la operacion. Asi que hemos dejado de hacerlo. Perforar craneos. Joar sonrie, dejando al descubierto un hueco entre sus incisivos. --Por cierto, ?quieres un poco de agua? Me llena el vaso con una jarra. Joar esta prometido, lleva un anillo liso de oro en el dedo. En otono sera padre. Creo que es feliz, es la impresion que da. Me gusta pensar que el y su novia se cuidan mucho el uno al otro. Que se escuchan. El tipo de pareja que nunca alza la voz por vicio, que consiguen infundirse seguridad mutua. Me pregunto si Joar tiene algun viejo amor que acecha entre bastidores. No, no lo creo. Si lo tuviera, seguro que a estas alturas ya habria roto con ella. Joar prefiere el presente, no es una persona que se preocupe ni les de vueltas a las cosas. Es alguien que cree en la toma de decisiones. En nuestras sesiones hago anotaciones que luego tiendo a esconder en sitios seguros. La idea es que me entren ganas de sacarlas y empezar a aplicar los consejos en lugar de pasearme por casa sin nada que hacer. Pero lo cierto es que no lo he conseguido. Me olvido de donde he metido las notas, igual que me pasa con casi todo lo demas. Por otro lado, algunas me las se de memoria. Genera calma y paz. Espera que pase la tormenta, buscar un puerto seguro. No actues cuando estes en el climax emocional. !Miralo todo desde fuera! Deja pasar el tiempo. Los consejos son pequenos ventiladores de esperanza que, por lo menos durante un breve instante, pueden hacerme creer que vendran tiempos mejores. Desgraciadamente, a menudo el efecto va desapareciendo a medida que me alejo de la consulta. Llevo mal lo de aplicar los consejos en mi propia vida. El terreno entre la mente y el corazon se me antoja escarpado. Y los caminos que me recorren por dentro estan tan transitados que cada intento de voladura para abrir uno nuevo en la roca me supera por completo. Aun asi, aqui, en la pequena consulta de Joar, puedo tener la sensacion de que el cambio es posible. Se estira para coger un folleto de su escritorio. --Me acaba de llegar esto de imprenta. Cogelo, a lo mejor encuentras algo que te sirva. Me entrega el folleto: <>. Cuando el siguiente paciente ha entrado en la consulta y la salita de espera vuelve a quedar vacia, me acerco de puntillas a la mesa, arranco discretamente la hoja de la revista con la carta al director y me la guardo en el bolsillo. Luego salgo, cojo el ascensor, bajo al oscuro vestibulo y me lanzo al apremiante sol que brilla en la acera. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al estar sola. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al ser querida. Tanto lo uno como lo otro son un error. Son muy pocas las cosas que acabas recordando, ni siquiera aquellas que te prometiste que no olvidarias nunca. Puedo recordar momentos puntuales en los que pense: <>. Como cuando estaba de pie en un paso de peatones bajo una lluvia torrencial el otono que acababa de conocer a Erik. <> Luego lo olvide. Ahora me paso la mayor parte del tiempo metida en el piso de una sola habitacion que compramos en las afueras, un autentico horno, tratando de hallar algo a lo que aferrarme: un futuro, un plan, una forma de vivir el resto de mi vida. Menudencias asi. Hace veinte anos estaba convencida de mi indefectible capacidad de ver cual era el camino correcto para mi. Ahora me veo en una cuneta llena de hierbas y matojos sin poder siquiera distinguir por donde transcurre el camino. Me parece oir que mas adelante esta pasando algo, me llega el bullicio, pero hay demasiadas cosas tapandome la vista. Ademas, el ruido bien puede provenir de mi propio oido. Estoy desorientada y atormentada, no es ninguna exageracion. De camino a casa paro en una pasteleria. Me pido un cafe y un pastel y me siento en una mesa de la terraza, ubicada en el chaflan, justo donde el sol de principios de verano arroja sus elegantes rayos. Era uno de los placeres de domingo que compartiamos Erik y yo: ir a diferentes pastelerias y fingir que eramos del barrio. El siempre se pedia alguno de los pasteles mas empalagosos, con mazapan verde o gelatina temblorosa. Yo solia pedirme un rollito o tartaleta de mazapan. Ambos leiamos el periodico y nos ibamos turnando las secciones. Ambos bebiamos cantidades ingentes de cafe. Ambos gustabamos de quedarnos en ese espacio, de visitar un domingo el barrio de otra gente. Coger el autobus y el metro hasta Estocolmo me parece viajar atras en el tiempo, cuando aun conservaba mi empleo de presentadora de programa de radio y jamas tenia tiempo para sentarme en una cafeteria en pleno dia. Un viaje a un yo mas joven y despreocupado. Quiza por eso vengo a este barrio, aqui sigo teniendo a mi dentista y ahora tengo a Joar. En realidad no tengo dinero ni para la terapia cognitivo conductual ni para los pastelitos de una de las cafeterias mas caras de la ciudad. Pero elijo, pese a todo, interpretar este papel, sentarme en una terraza y hacer como que esta pausa para el cafe forma parte de mi rutina diaria, como un leve deseo de vivir. Treinta y dos coronas por un dulce de mazapan. Treinta y ocho por un cafe solo. Menos mal que te dejan rellenar la taza. Y coger algunas servilletitas cuadradas con el nombre Tosse impreso en azul regio. Me meto unas cuantas en el bolsillo de la chaqueta junto con un sobre de azucar. Nunca se sabe cuando lo vas a necesitar. Por el rabillo del ojo veo a un hombre de pelo plateado y bien peinado, sentado unas pocas mesas mas alla, que me mira con suspicacia. Diez anos atras quiza se habria inclinado un poco, con cierta timidez, y me hubiese dicho: <>. Y yo habria respondido cortesmente: <>. Y luego habria vuelto a acomodarme como una lagartija bajo el sol. Pero ahora las cosas son como son. Ya nadie me reconoce. En las fotografias de estudio que aparecen en la contraportada de mis libros de autoayuda no hay ningun rastro que conduzca hasta mi actual cara palida y mas angulosa. Nunca os vayais a dormir peleados, Ama a diario y Lo mejor de <> son todos mis titulos. Superventas. Al menos en esta nacion. Desgraciadamente, el libro que me arrepiento de haber escrito, teniendo en cuenta todo lo que paso despues, Divorciate feliz, se comento mas de lo que se vendio. Siempre habia algun consejo sabio del que burlarse en relacion con mi propia y sucia separacion. Todos esos libros fueron escritos en mi vida anterior, cuando creia que casi todo podia remediarse con buena voluntad y obstinacion. No hay nada que la gente quiera oir mas que eso. Que las cosas saldran bien siempre y cuando lo desees lo suficiente. Que puedes influir en todo. Que te puedes convertir en lo que tu quieras. Decidir tu destino. Simplemente, no es cierto. Si hay alguien que lo sabe, soy yo. Tambien hay algo impredecible, un pequeno rio de la vida que corre hacia mares que no conocemos y de cuya existencia no estabamos enterados. Despues de rellenarme la taza de cafe, saco del bolsillo la carta al editor, la despliego sobre la mesa y la vuelvo a leer. Me pregunto que aspecto tendra la mujer que la ha escrito. ?Como se llamara? ?Donde estara? ?Vive en una casa o en un piso, o quiza en un geriatrico? ?Todavia se les llama geriatricos? Me pregunto si tiene alguna intencion de buscar a su amor de juventud. ?Que le dices despues de sesenta anos? ?Te he echado de menos? ?Donde has estado? La autora ha perdido a su marido al mismo tiempo que yo. El suyo ha muerto. El mio solo me ha dejado. Pero mientras yo apenas tengo fuerzas para mirarme al espejo, ella ha empezado a fantasear con su amor de juventud. Una que suena. Suena con que su viejo amor todavia piensa en ella y trata de ponerse en contacto con ella despues de todo el tiempo que ha pasado. Hace unos anos, yo habria ventilado rapido el asunto tildandolo de sandeces. No se si es la edad o la crisis o una repentina transformacion en mi naturaleza, pero ya no puedo despachar a los demas con la misma facilidad con la que lo hacia antes. Era tan agradable tener claro quien era listo y quien era estupido…, estar convencida de mi buen juicio y de que controlaba la situacion… Incluso sentia cierta alegria cuando veia a otros cometer errores. Me jode que la vida me haya quitado hasta esa pequena satisfaccion. Ahora, en el mejor de los casos, me rio con los demas. Si me rio de alguien es por panico, porque la linea que separa su desgracia de la mia es demasiado fina. Nunca me he mostrado especialmente solidaria con la gente mas vulnerable. He salido asi, punto. Una que suena quiere ver el destello de viejas ondas en el agua. Una que suena se pregunta como puede sentirse en paz. No es la unica. Sea como sea, no deja de parecerme conmovedor que haya gente que es capaz de poner su vida en manos de una persona completamente desconocida cuando el asunto que les concierne les viene demasiado grande. Durante muchos anos estuve trabajando de reportera en un popular programa de radio al que la gente podia llamar y hablar de amor y relaciones. Cumpli tan bien con mi papel que al final consegui mi propio programa, Laboratorio de amor, con un plantel de expertos. Intentabamos ayudar al soltero o a la soltera de la semana a encontrar una pareja adecuada, bromeabamos con los fallos de la primera cita y dabamos consejos para la relacion de pareja. Cuando una editorial me llamo para pedirme que escribiera un libro, me lo tome como una consecuencia natural. A ese primer libro le siguio otro. Los dos tuvieron mucho exito. Di por sentado que asi serian las cosas de ahi en adelante. Presentaciones en auditorios llenos. Propuestas infinitas para colaboraciones en esto y lo otro. Mi marido, Tom, y yo eramos la viva prueba de que se podia conservar el amor de juventud. Nos habiamos conocido con poco mas de veinte anos y eramos una pareja duradera y luchadora. Yo lo usaba a menudo de ejemplo en mis libros y compartia anecdotas graciosas y moralejas sacadas de nuestra propia vida. Preferiblemente, de pequenos desacuerdos que terminaban con final feliz. No podiamos estar mas de acuerdo en que nos completabamos el uno al otro. Yo era espontanea, el era reflexivo. El hacia planes a largo plazo, yo pensaba mas a corto. Su personalidad era azul. La mia era roja. Los dos nos aburriamos. Ahora lo unico que tengo es una cronica en una revista mensual, aunque el redactor ha expresado cierta preocupacion por que mis textos actuales mas bien hacen que el publico quiera terminar con su vida, no vivirla. Los contratiempos solo tienen atractivo comercial cuando ocurren en la vida de personas exitosas, cuando el lector puede sentirse reconfortado por la certeza de que son pasajeros. La miseria pura y dura vende mal. Para llenar un poco la caja, este ultimo ano he hecho un curso online de creacion de crucigramas y me invento algunos rebuscados para distintos periodicos, en los que me gusta meter palabras como <>, <> y <>. Asi, algunas personas se ven obligadas a pensar en esas cosas aunque no quieran. Me tomo la tercera taza y reemprendo a reganadientes mi marcha en direccion al metro. No tengo nada a lo que volver, pero en algun momento hay que hacerlo. En cuanto me siento en el vagon, abro el folleto de Joar sobre los acufenos. Tinnitus, o acufeno, viene del latin tinere, <>. Puede describirse como un pitido o un zumbido, un chirrido, un siseo o un timbre constante. Algunos de los remedios que se han empleado a lo largo de los anos para el tinnitus han sido la prescripcion de grasa de zorro, bilis de buey, pulgon, savia de cedro, aceite de rosa, miel, vinagre y vino blanco. Al vino blanco me apunto. Miro por la ventana sucia del metro. Justo estamos pasando por la parada cerca de la que Erik vive con su nuevo amor. El vagon traquetea. Llevo varios meses sin hablar con el. Puede que ahora este sentado en alguna parte por encima de mi cabeza, a la mesa de la cocina, con ella; o quiza ella este tumbada en el futon donde solia acostarme yo mientras el pega la oreja a su barriga para oir los ruiditos que hace el bebe. En cualquier caso, yo estoy debajo de el. Muy por debajo, en el subsuelo, en un tunel de roca. Intento que no parezca algo cargado de simbolismo. Un fugaz recuerdo me viene a la mente: los dos tumbados en su cama y el diciendo: <>. Las ruedas chirrian cuando el tren frena. Cierro los ojos y noto la corriente de aire en el anden. He empezado a dormir hasta tarde por las mananas ahora que no tengo trabajo fijo. Cuanto mas duermes, mas parte del dia te saltas. Tambien es bueno para la piel. Cuando los demas terminan de comer, yo empiezo a pensar en levantarme de la cama. Pero justo hoy me despierta el telefono, que ayer me olvide de apagar. Echo un vistazo al reloj. Las nueve y media. Plena noche, vaya. Es Anna, la redactora de la revista para la que escribo. --Hola, Ebba, ?como lo llevas? --Su voz suena dispersa, ausente. --Bien --digo yo somnolienta--. O todo lo bien que puedo. --Ya. Oye, hemos estado hablando un poco, aqui en la redaccion. --Hace una pausa. Oigo ruido y voces de fondo, los sonidos normales de gente que tiene un trabajo al que ir--. Hemos llegado a la conclusion de que ha llegado el momento de hacer un cambio en materia de cronicas. --?Que significa eso? --Me incorporo lentamente en la cama. --Necesitariamos fichar a una redactora nueva, alguien que no venga de los medios de antes. --Anna se aclara la garganta--. Se que tu columna es muy apreciada y todo eso, pero hace bastante tiempo que la tienes y este ultimo medio ano la sensacion ha sido…, bueno, como si estuvieras yendo un poco al ralenti. A lo mejor tampoco es bueno para ti eso de volcar tus problemas personales en la revista, ?no crees? Si te digo la verdad, estoy un poco preocupada por ti. Me quedo callada. La mano que esta sujetando el movil se ha quedado helada. --Ademas, nos lo exigen desde arriba. Tenemos que reconfigurar. --Es mi unica fuente de ingresos estable --digo. La voz de Anna suena forzada. --Entiendo que te pueda resultar duro, pero la situacion es la que es. Tenemos que hacer cambios. --?Que significa eso? ?Que me tome un descanso? --Significa que ahora mismo no hay ninguna posibilidad de continuar con la colaboracion. Al menos no con la actual, pero pueden aparecer otros encargos. Trabajos puntuales. --Pero mi siguiente cronica ya esta terminada --protesto con voz estridente--. La que habla de la fatiga mental y la inseguridad personal. --Esa saldra segun lo planificado, pero despues… pensamos coger a otra persona. No se me ocurre nada mas que decir. Me quedo mirando por la ventana. El pino de fuera ha perdido las agujas. --Ebba, ?estas ahi? --La voz de Anna suena intranquila. --Estoy aqui --miento. --Podemos seguir hablando de esto mientras tomamos un cafe despues de las vacaciones, pero ahora mismo tenemos la agenda apretadisima. --Tapa el microfono e intercambia unas palabras con alguien de fondo. Cuando vuelve conmigo, su voz suena apresurada--. Tengo una reunion. Ya hablamos. Cuidate. Me cuelga.

  • Hija unica, Anna Snoekstra de Anna Snoekstra

    https://gigalibros.com/hija-unica-anna-snoekstra.html

    Tu casa puede ser el lugar mas peligroso del mundo.

  • Desde el infierno, con amor (Operacion Khaos) de Alissa Bronte

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    Cuando la Guardia Civil de Almeria desarticula una parte de la organizacion dedicada a la prostitucion y trata de blancas que investiga a nivel internacional, el teniente Cobos recibe una informacion muy valiosa sobre el paradero de Soledad, a la que lleva buscando sin descanso desde hace anos.

  • Extranjeros, bienvenidos de Barbara Pym

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    Cuando Barbara Pym murio en 1980, dejo una cantidad considerable de material inedito. Entre este, una novela temprana, EXTRANJEROS, BIENVENIDOS, de 1936, y <>, el unico documento escrito en el que Pym habla acerca de su carrera como escritora y de los origenes de su personalidad literaria. En EXTRANJEROS, BIENVENIDOS una joven pareja, formada por Cassandra Marsh-Gibbon y su egocentrico marido escritor, Adam, se ve sacudida por la llegada de un misterioso hungaro a su pueblo. Cassandra, una de las primeras <> que tan bien supo retratar Pym, buscara en la huida de su monotona vida y en la figura del extranjero la realizacion de las hipocritas palabras de su marido: <>.

  • Coincidencias de Luis Goytisolo

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    ?Es Coincidencias propiamente una novela? Lo es, pese a que en un principio a mas de un lector pueda parecerle algo atipica. Hasta que, estimulado por los golpes divertidos, desopilantes, del relato, la acepte sin problemas como tal. Y no ya porque cumple con todos los rasgos que caracterizan al genero, sino porque la aparente dispersion inicial propia de una narracion colectiva termina por configurarse en un todo estructurado y coherente.

  • Conquistando a Tiago de Dylan Martins

    https://gigalibros.com/conquistando-a-tiago.html

    Abigail es una chica independiente que vive en un pequeno apartamento en la ciudad de Vigo. Trabajadora de una de las mayores empresas de venta online, vive sin mayores complicaciones.
    Hasta que una noche sale con Emmy, su companera de trabajo. En un intento por sacar a su amiga de la tristeza tras la ruptura con su pareja, Abigail no puede imaginar que esa noche sera su vida la que cambie. Un pequeno incidente con un chico hara que su mundo quede patas arriba. Y no solo el suyo, tambien el de Emmy.
    Tiago, el misterioso hombre detallista e improvisador, sera el responsable del caos en el que se convertira la vida de Abigail, haciendola ver todo desde una perspectiva muy diferente.

  • Todo lo que sucedio en el valle – Ramon Solsona de Ramon Solsona

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    El asesinato de un guardia civil sera el hilo conductor de esta novela ambientada en los anos sesenta y que narra el proceso de construccion de las grandes obras hidroelectricas en los Pirineos. Miles de trabajadores procedentes de toda Espana encontraron trabajo en aquellas faraonicas obras de ingenieria, con mas de 50 kilometros de galerias subterraneas, pozos verticales y grandes centrales invisibles desde el exterior. En una zona geografica frecuentada por contrabandistas, militares y fugitivos, se daran cita una serie de personajes de diferentes origenes que lucharan por obtener una vida mejor.

  • A traves de mi ventana de Ariana Godoy

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    !Llega por fin la novela juvenil que esta triunfando en Wattpad!

  • Infectum de David Pardo

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    Ano 2020. La civilizacion se consume.

  • Un hombre audaz, Diana Palmer de Diana Palmer

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    El antiguo agente de fronteras Dalton Kirk penso que su vida habia acabado, literalmente hablando, cuando una banda de traficantes lo dio por muerto. Desafiando todo pronostico, sobrevivio a la dura prueba y regreso a su cercano rancho de Wyoming para dedicarse a una vida mucho mas tranquila y hogarena. Hasta que la encantadora Merissa Baker llamo a su puerta.

  • El coleccionista de libros de Alice Thompson

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    NO HAY NADA MAS TERRORIFICO QUE UN CUENTO DE HADAS. <>. IAN RANKIN <>. STEPHEN KING En la Inglaterra eduardiana, Violet parece llevar una vida de ensueno: un marido caballeroso, un hijo adorable, una lujosa residencia… Pero la creciente obsesion por uno de los preciados libros que colecciona su esposo ;un misterioso volumen de cuentos de hadas guardado bajo llave; hara que su idilica existencia comience a tambalearse. Asediada por unas perturbadoras alucinaciones que amenazan su cordura, ingresa temporalmente en un sanatorio. Pero cuando, a su regreso, descubre que una bella y enigmatica ninera ha ocupado su lugar, los horrores padecidos durante su internamiento no seran nada en comparacion con los que su propio hogar le tiene reservados… Alimentada en su fondo por la siniestra leyenda de Barba Azul, Alice Thompson nos ofrece una novela oscura y macabra, una creacion elegantemente diabolica que, a la vez que homenajea a Rebeca y a la Angela Carter mas transgresora, no pierde de vista en ningun momento el verdadero proposito de la mejores historias de terror: que el escalofrio que nos sacude durante su lectura se prolongue mas alla de la ultima pagina.

  • El ciclista de Juan Francisco Andrade Bellido

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    Cuando una joven es brutalmente asesinada en pleno paseo maritimo de Malaga durante una lluviosa noche de diciembre, el subinspector de Homicidios, Fernando Muriel, no imagina hasta que punto este caso va a poner en riesgo muchas de las cosas que mas ama. Se trata de una nueva victima de un peligroso depredador al que, mas tarde, apodaran El Ciclista.

  • Antes de medianoche de Kristel Ralston

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    Agobiada porque su visado de trabajo en Holanda esta a punto de expirar, Lauren Wade empieza una carrera contra el tiempo en plenas festividades navidenas para lograr un empleo que le garantice permanecer en Amsterdam. Nada le importa con tal de conseguir sus metas. Por eso, cuando una anciana, en absoluto indefensa, le ofrece un empleo a cambio de que logre que su obtuso nieto asista a una fiesta familiar, Lauren no se lo piensa dos veces. El verdadero reto empieza cuando conoce a Caleb Bescott, y se da cuenta de que no solo es un hombre atractivo, sino tambien un formidable enemigo cuando descubre que intentan manipularlo o burlarse de el.

  • El fantasma enmascarado de Raul Garbantes

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    Illinois, 1960. Nathan Jericho es un hombre anticuado y el detective perfecto para clientes que necesitan resolver casos imposibles. Son especialmente las mujeres en apuros quienes tienen una afinidad especial con el detective caradura y hallan en el un protector reservado que no cejara en su empeno por hallar la verdad, sin importar los riesgos. En esta oportunidad una viuda desequilibrada solicita sus servicios para que la salve de ser asesinada por su esposo, el cual ha muerto hace muchos anos y ahora se le aparece usando la misma mascara que llevaba el dia que la conocio en un baile de disfraces. ?Como es esto posible? ?Testimonio de locura o experiencia paranormal? Jericho no cree en historias de fantasmas y debera resolver este misterio antes de que sea demasiado tarde.

  • Soldado de Carlos Valdelagua

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    Gonzalo se desperto en el fondo de un barranco con una brecha en la cabeza y tan malherido que no podia ponerse en pie. No recordaba nada, ni siquiera su nombre. Imagino que era soldado de alguno de los regimientos que luchaban en tierras valencianas y solo confiaba en que alguna persona caritativa se apiadara de el y le ayudara.

  • Cuando encontre tus alas de Alejandra Beneyto

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    Melina trabaja en una importante agencia de publicidad, tiene una relacion estable, aunque no apasionada, con su novio, una familia a la que esta muy unida. Su vida funciona, o eso cree ella hasta que en su agencia contratan a Lucas, periodista especializado en analisis politico. y su amor del pasado.

  • Kwan. En la lista (TZK Systems 2) de Nq Palm

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    California, Estados Unidos. En la actualidad. o utilice el avion de la compania para desplazarme a California, preferia dejarlo para Zev; seguia en su luna de miel particular y estaba seguro de que en algun momento decidiria viajar con su chica y el hijo de ambos. Habian vuelto hacia pocos dias de Tasmania, aun asi, no les queria dejar sin el medio de transporte, al fin y al cabo, toda mi vida habia viajado en aviones comerciales, no necesitaba transporte privado y tampoco habia ningun viaje de negocios programado. Alquile un todoterreno en el aeropuerto internacional de Sacramento, nada mas aterrizar, y me desplace hacia la direccion que me habia dejado escrita la persona anonima, en la carta que recibi en mi oficina de TZK Systems. La idea era aterrizar en Los Angeles y buscar la ubicacion de ese otro laboratorio clandestino que habia descubierto Hache, pero decidi desviar los planes. Tal vez, esa chica sabia algo y yo lo unico que adivine es que era una mujer. Takeshi y Zev no conocian la existencia de ese anonimo y estaba seguro de que se cabrearian si supieran que estaba acudiendo, solo y desarmado, al encuentro de alguien que bien me podria estar tendiendo una trampa. Pero habia algo muy personal en aquellas letras, algo que me hacia dejar a un lado mi desconfianza hacia el projimo y dar un paso al frente. Sobrepase el cartel de carretera, el cual anunciaba mi llegada a Roseville, y continue hacia Newcastle por la I-80E. Decidi detenerme antes en Loomis para tomar un cafe y estirar las piernas, aun me quedaban unos kilometros por recorrer hasta llegar a Auburn: el lugar de encuentro. Entre en la cafeteria que estaba atestada, la mayoria eran hombres y, a juzgar por los camiones que habia en la entrada, debia ser un lugar habitual para detenerse a desayunar. El sitio era estrecho y largo, con una barra a la derecha y mesas a la izquierda, dejando un pasillo bastante ajustado en medio, olia a cafe recien hecho y a comida. Tome asiento cerca del acceso a los banos y una chica joven, demasiado para estar en un lugar asi, se acerco y me sirvio un cafe largo. --?Que va a ser? --pregunto, casi sin levantar la vista de la pequena libreta que saco del bolsillo de su uniforme rojo, con unas grandes letras amarillas con el nombre de la cafeteria y una pequena placa, que colgaba de un imperdible, con el suyo; se llamaba Glenda. --Desayuno continental, gracias. Asintio y saque el sobre con la carta, que llevaba doblado y guardado en la cartera, para leerla de nuevo. A la atencion del senor Kwan North: Querido senor North, me dirijo a usted para pedirle una cita en persona. No puedo desplazarme a Atlanta, aunque me gustaria, pero temo levantar sospechas si lo hago, ya que creo que me vigilan. Soy alguien que trabajaba en el laboratorio de una farmaceutica, soy tecnica clinica con conocimientos de hematologia e inmunologia, que tuvo acceso a informacion confidencial. Investigue por mi cuenta, ya que lo que vi capto mi atencion. Descubri que habia cierta persona involucrada en asuntos gubernamentales de alto secreto y su nombre, senor North, aparecio en una lista. Despues vi en la television la caida de cierto senador y ate cabos. Comprendere que no quiera reunirse conmigo. Aun asi, estare el sabado a las cuatro de la tarde en la direccion que le escribo a continuacion... Ese ya no era mi apellido, asi que era cierto que esa persona habia visto algo sobre mi en algun documento, tambien estaba el hecho de que trabajaba en un laboratorio. Eso era lo que habia despertado mi interes. Deje de darle vueltas cuando Glenda me planto un plato con tres huevos fritos, cuatro tortitas, bacon y un gran bote de sirope de fresa. --?Cafe o zumo? --Cafe, gracias. Guarde de nuevo la carta y empece a masticar sin dejar de observar a los otros comensales, nadie parecia haberme seguido y ninguno de ellos me prestaba atencion. Solo un par de mujeres me observaron y sonrieron desde dos mesas mas alla. Termine de engullir y saque un par de billetes para dejarlos sobre la mesa, Glenda estaria contenta con la propina. Le hice una senal con la cabeza a modo de despedida, ella estaba al otro lado de la barra, y sali del local. Al entrar en el todoterreno mire la hora, solo eran las diez de la manana. Tenia previsto llegar hasta el lugar indicado y recorrer el entorno, quedarme con los rostros y asegurarme de que ninguno de ellos permanecia mas tiempo de lo habitual en aquel espacio. Mi telefono movil estaba apagado, Zev y Tak se cabrearian, pero no estaba dispuesto a dejar ningun rastro sobre el camino que habia tomado. El vehiculo no llevaba GPS, asi lo habia pedido al alquilarlo; aunque estaba seguro de que disponia de algun dispositivo de seguimiento, muchas empresas de alquiler de vehiculos lo hacian; pero eso no me preocupaba, necesitarian una orden judicial para rastrearme y, para entonces, ya habria hablado con mis socios. Casi una hora mas tarde llegue a Auburn. Estacione en la zona comercial en la que habiamos quedado y me dirigi a pie hasta el bistro que la chica me habia nombrado en la carta. No entre, sino que di la vuelta alrededor y camine por la zona. Una tienda de deportes, un centro comercial y mas alla una pista de baloncesto. A parte del restaurante, no habia mucho mas. Volvi al coche a buscar mi cazadora de cuero, estabamos dejando el verano atras y se notaba mas por estas latitudes. Auburn quedaba a una buena altura sobre el nivel del mar. Enclavado cerca de las montanas, los pinares llegaban hasta donde alcanzaba la vista. Finalmente me sente a esperar y puse la calefaccion. En la radio sonaba Is This Love de Whitesnake, me quede mirando la pantalla y cambie de emisora. Los coches iban y venian y, despues de las horas que llevaba alli, ya habia ubicado los que eran de los trabajadores y los que solo estaban de paso. A las cuatro menos cuarto mi atencion se centro en la entrada del restaurante. Habian hecho cambio de turno y solo vi a un par de asiaticos y a un tipo negro con cara de estar hasta los huevos de cargar cajas del camion de reparto a, lo que supuse, era la entrada de la cocina, que estaba a unos diez metros de la principal. Una pareja con un bebe, dos chicos de unos veinte anos y un matrimonio de avanzada edad entraron al cabo de un rato. Tambien paso una patrulla de la policia y sus ocupantes accedieron, aunque se quedaron en la barra. Ya era casi la hora y no creia que ninguno de ellos fuera mi contacto. Pare la calefaccion, tenia gasolina, pero no era cuestion de arriesgar. Baje y entre, ya volvia a tener hambre. Pedi un sandwich en la barra, cerca de los polis que charlaban con el dueno del local, y me sente en una de las mesas en cuanto me sirvieron, al lado de las grandes cristaleras. *** Aparque enfrente de la tienda de deportes, no sabia quien era Kwan North y, aunque me habia planteado que podia ser peligroso, necesitaba saber que habia de cierto en los videos que habia copiado y escondido en un lugar seguro. Llegaba cinco minutos tarde, pero lo preferia asi. Pasee tranquilamente hasta el restaurante y me alivio ver un coche de policia estacionado delante de la entrada. Si no me gustaba la pinta del tal Kwan, saldria de alli deprisa o pediria ayuda en caso de necesitarla. Me recoloque el bolso que llevaba al hombro, por encima del abrigo, y entre. Salude a Maxi, el dueno del restaurante, y me sente en uno de los taburetes escuchando 100 Ways de Jackson Wang. Los polis me echaron un vistazo y me saludaron. Hacia solo tres anos que trabajaba en la farmaceutica a las afueras del pueblo, pero en ese tiempo todos me conocian y tambien al bruto de mi exnovio, Zack. Un neandertal recien salido de las cavernas al que no desenmascare hasta que fue demasiado tarde. Ahora el tenia una orden de alejamiento y yo un problema cada vez que salia de casa o de trabajar, siempre estaba alerta. Su tendencia a presentarse en el momento menos indicado o a invadir mi apartamento, me llevo a poner una denuncia y el cabreo que el llevaba encima era monumental. Pero me daba igual, tenia que mirar por mi integridad fisica. Al fin y al cabo, nunca me habia puesto la mano encima, lo suyo era un problema de celos y un gran afan por apartarme de todo y de todos; por no hablar de lo irascible que se habia vuelto en los ultimos meses. Hasta que un dia me canse y le deje. --Aqui tienes, Joyce, siento lo del cierre de la farmaceutica --me animo Maxi, sirviendome el zumo de tomate de siempre. --Buscare otro trabajo, ya estoy en ello. --Eso es bueno. ?Quieres comer algo? --ofrecio solicito. --No, gracias. He quedado con un amigo de la universidad. Inconscientemente, estaba buscando la manera de que alguien supiera que tenia una cita por si pasaba algo, los polis tambien estaban atentos a mis palabras. Los tenia vistos, pero nunca habia hablado con ellos. Preferia que pensaran que ya conocia al chico a que dedujeran que estaba a punto de encontrarme con un desconocido. Me tomarian por una cabeza hueca. Estaba bebiendo mi zumo cuando un chico negro con unas largas rastas, que habia estado observandonos, se levanto y vino hacia mi. Era alto, corpulento y muy atractivo. Su rostro era anguloso, perfecto, como si lo hubieran cincelado los antiguos griegos. Sus ojos oscuros, clavados en los mios, no me dejaron en ningun momento. Era guapo, muy guapo. Y solo podia ser el. Lo reconoci al acercarse, habia visto su imagen. --?Joy? --pregunto con voz grave, acortando mi nombre y sorprendiendome con un beso en la mejilla--. Supongo que despues de estos anos no me has reconocido, soy Kwan. Mi mente se quedo en blanco durante unos segundos, pero me obligue a reaccionar. --Lo siento, Kwan. Estas muy cambiado --logre articular. --Tu tambien, llevas el pelo mucho mas largo y, sin esas horribles gafas de pasta que llevabas, estas mucho mas guapa. ?Que? La madre que lo pario. ?Que se estaba inventando? --Gracias, supongo --conteste entrecerrando los ojos--. A ti tambien te quedan mejor las rastas que el estilo afro que solias lucir... junto a los brackets. Vi un atisbo de sonrisa, pero el tal Kwan se mantuvo firme y siguio serio. --Vamos, tenemos que ponernos al dia. --Ofrecio su mano para ayudarme a bajar del taburete y la acepte con una sonrisa, que debia parecer mas bien una mueca, aunque se la solte en cuanto toque suelo. Caminamos juntos hasta el fondo del local, dejando atras mi zumo, y un miedo atroz se apodero de mi. A su lado yo era muy poca cosa, mi metro sesenta y cinco se veia muy ridiculo frente a su estatura. Solo con una de sus manos podia romperme el cuello. Debi aminorar la marcha ante tal pensamiento, porque se detuvo y se acerco a mi oido. --Tranquila, soy inofensivo --susurro. <>, pense ironica. Aunque llevaba una cazadora encima de la camisa oscura, se podia apreciar la amplitud de sus hombros y podria asegurar que su brazo era del tamano de mi muslo, tal vez mas ancho. --Te gusta ir al gimnasio, ?eh? --Valiente idiotez para decir, pero queria romper el hielo. --Algo asi. Me mostro el asiento y el se sento enfrente, al otro lado de la mesa. --Bueno, ahora que hemos revivido viejos tiempos, me gustaria que me hablaras de lo que encontraste. No pude evitar sonreir, el hombre pretendia que me sintiera comoda. El problema era que ahora, que lo tenia delante, me estaba costando hablar de lo que habia hallado en aquel pendrive. --No se por donde empezar, vas a pensar que soy una ladrona o algo por el estilo. Junto las manos sobre la mesa y entrelazo los dedos. --No suelo juzgar a la gente. --Es un alivio. Saco el sobre que le habia enviado, desplego la carta sobre la mesa y lo senalo con un dedo. --?Como diste conmigo? --Es una larga historia. Asintio y volvi a reparar en su rostro, en esos ojos oscuros e insondables y en esos labios gruesos que me hacian pensar en cosas que no debia. ?Tan necesitada estaba? L Capitulo dos a vi entrar y ni siquiera la tuve en cuenta como candidata a ser mi informante, solo admire sus largas piernas y su bonito rostro. Su cabellera azabache, en largas ondas, caia sobre su espalda y esos grandes ojos de color azul oscuro, en contraste con su piel clara, me dejaron anclado a ella, estudiando su sonrisa y sus gestos. Pero sus palabras... trabajaba en una farmaceutica, y el vistazo que echo a su alrededor buscando a alguien; me hizo prestar atencion. Reparo en mi un momento, pero continuo buscando, imagine que conocia a aquellas personas del restaurante y por eso dijo que tenia una cita con un companero de universidad. Lo cierto era que, ademas de preciosa, habia sido muy aguda y su mente reacciono deprisa, desconcertandome. Mientras esperaba a que ordenara sus ideas, pedi un par de cafes. --Trabajaba en una farmaceutica, como te dije en el correo que te envie: la Farmaceutica Olof. Me dedicaba al control de calidad en el laboratorio, junto a otras dos personas --comenzo --. Hace tiempo que nos hacian unos enormes encargos y todos eran sedantes, oxicodona... opiaceos en su mayoria. --Entiendo. --Un dia se presento un hombre y pregunto por el jefe tecnico, mi superior. Cuando fui a buscarlo empezaron una discusion, algo sobre un retraso en los pedidos. Mi jefe me pidio que saliera de la oficina, pero debido al alto volumen de sus voces en la airada conversacion, pude escucharlo todo. --?Y que es lo que oiste? --Le pagarian el triple al propietario de la farmaceutica si solamente trabajaba para ellos, pero para eso tenian que modificar algunas formulas. Junte las cejas, no terminaba de entender que tenia que ver eso conmigo. --Solo vi al senor Olof una vez, era ruso... --?Era? --inquiri cortandola. Cerro los ojos un instante y despues enfrento mi mirada. --Murio la semana pasada; tuvo un accidente de coche. Segun los rumores, iba borracho y perdio el control. Tuve claro en ese momento que Joyce no creia que eso hubiera ocurrido asi. --Al dia siguiente del accidente --continuo--, nuestro jefe tecnico nos insto a recoger todo el laboratorio, el hizo copias de los archivos de los ordenadores y despues los destruyo. --?Por que? ?Que escondia? --No lo tengo muy claro, pero ha desaparecido y nos ha dejado sin trabajo. --Lo siento. Saco un pendrive del bolso y lo dejo sobre la mesa cubriendolo con la mano, despues lo deslizo, sin descubrirlo, hasta la mia. --Te advierto que tengo un duplicado a buen recaudo --dijo seria, aunque note cierto temblor en su voz. --?Por que confias en mi? Ni siquiera me conoces. Desvio la mirada hacia el exterior. --Porque vi lo que hay en su interior y tal vez no debi hacerlo. Se le cayo a Alex, asi se llamaba mi superior. Fui la ultima en salir y lo encontre en el suelo, al lado de la puerta. Iba a devolverselo, pero su coche ya no estaba y, como ya te he dicho, ha desaparecido; no esta en su casa ni contesta al telefono. Lo tuve durante dos dias y, al saber que el laboratorio habia cerrado definitivamente en Auburn, lo busque y lo conecte a mi ordenador portatil. Seguia perdido, aunque deduje que lo que habia en el dispositivo, tenia que ver conmigo. --?Era todo legal? Quiero decir, ?tenias contrato? Parecio sorprenderse. --Por supuesto, pero me temo que Olof firmo alguna clausula que despues no cumplio. Vi el miedo en los ojos de Alex aquel dia. Eso no pintaba bien. --?Que hay en estos archivos? --inquiri mirando mi mano, donde tampoco dejaba a la vista el dispositivo. --Unas instalaciones que nunca habia visto y tu. Imagenes y video. --Su mirada no conectaba con la mia, sino que se fijaba en sus manos--. Informacion sobre ti y TZK Systems. Pense que tenias derecho a saber que eso circulaba... --Y decidiste hacer de buena samaritana --la corte. Mierda. Me molestaba que esa chica me hubiera podido ver en mis peores momentos. --Gracias, me ocupare del asunto --anadi aseptico--. ?Como puedo localizarte? Saco una tarjeta del bolso, me la entrego y la guarde en el bolsillo de los vaqueros sin mirarla. --Un consejo: destruye esa copia, puedes tener muchos problemas. Abrio los ojos con sorpresa, pero reacciono rapidamente. --Otro para ti: huye --dijo en voz baja, tal vez pensando que no la oiria. Me levante y la deje alli, pague los cafes en la barra y sali del restaurante sintiendo que aquella chica tan bonita sabia mas de mi que yo de ella. Tak, Zev y yo sabiamos que nos tenian localizados, aunque no podian tocarnos. Pero que imagenes nuestras circularan por ahi, era algo a lo que aun no nos habiamos enfrentado. Todo era alto secreto y confiabamos en que quemarian unas pruebas que los pondrian en tela de juicio, por muy conectados que estuvieran con el gobierno. Arranque el coche, pero no me fui muy lejos, queria saber donde vivia Joyce Temple, ya que en su tarjeta de visita solo ponia su nombre y apellido, numero de telefono y profesion. Diez minutos despues estaba siguiendola hasta que se detuvo en un moderno bloque de apartamentos en el centro de Auburn.

  • Especie (inspectora Camino Vargas 2) de Susana Martin Gijon

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    Hace un calor del demonio. Son las diez de la noche pero el termometro no baja de los treinta y cinco grados. A pesar de los manguerazos del camarero, el asfalto sigue hirviendo y contribuye a mantener un ambiente torrido y asfixiante. Camino lleva una camisa verde oliva y una falda blanca de lino que realza sus piernas bronceadas. La estira cuanto puede para evitar el contacto con la butaca de plastico que se le pega al culo. Se ha recogido el largo cabello rubio en una coleta y se ha puesto unos pendientes verdes a juego con la blusa. Hace menos de media hora que ha salido de casa recien duchada, pero ya ha roto a sudar de nuevo. Se mira bajo las axilas y comprueba disgustada que se le han formado los cercos oscuros que tanto detesta. Saca el abanico del bolso y trata de airearlos, pero se detiene con disimulo cuando divisa a Paco en la distancia. A el no parece pasarle factura el calor. Va lidiando con sus dos muletas con destreza. Lleva una camisa floreada al mas puro estilo hawaiano y un pantalon corto con bolsillos a los lados. No esta acostumbrada a un estilo tan informal, aunque reconoce que le sienta bien. Como siempre que le ve, se le hace un nudo en el estomago y se vuelve terriblemente torpe. Para aparentar normalidad, agarra el botellin y lo vacia de un trago. Despues juega con el, pasandoselo de una mano a la otra mientras Paco acaba de llegar. Tras salir del coma, los doctores fueron muy cautos sobre la posibilidad de una recuperacion total. Uno incluso llego a decir que no volveria a andar; se equivocaba. Al inspector Arenas no le gana nadie a testarudo y el estaba decidido a reponerse. Asi que eso es justo lo que esta haciendo. Ella sonrie al ver como se esfuerza en los ultimos pasos. Ahora se da cuenta de que el tambien esta sudando a mares, pero no aparenta importarle lo mas minimo. Le parece increible el cambio operado en solo un par de meses. --Estas mas gordo --le suelta por todo saludo cuando alcanza la terraza del bar. --Falta me hacia --Paco sonrie. Eso en boca de Camino es un halago. Ni sabe ni quiere hacerlo mejor--. El hospital me dejo en los huesos, parecia un puto esqueleto. --Tampoco es que hayas sido nunca un luchador de sumo. --Pues tu en cambio estas muy bien. Camino se sonroja. Segun los canones de belleza actuales, le sobran diez o quince kilos. A ella esos estandares sociales le importan un pimiento. Ya hay bastantes reglas que obedecer en la vida de adulta como para autoimponerse alguna mas. Ademas, le gusta su cuerpo de curvas generosas compatible con una buena forma fisica. Pero aun no se acostumbra a los nuevos modos del inspector. Antes jamas le hubiera lanzado ni medio piropo. Tambien con respecto a ella se ha obrado un cambio desde que salio del coma. Y eso es algo que le da mucho vertigo, aunque se acerca al borde del precipicio cada vez que puede y mira de frente a sus propios miedos. Esta dispuesta a vencerlos. --?Que tal el fin de semana? --Paco lanza la pregunta al aire, como si fuera poco mas que una formula de cortesia, pero esta lejos de serlo y Camino lo sabe. Lo ve en el fondo de sus ojos. Curiosidad, intriga, y algo mas que atisba y no acierta a descifrar. ?Celos? --Normal, lo de siempre --dice ella con una mueca de quitarle importancia. --?Saliste a bailar? --Habia campeonato de salsa en el Azucar. Quedamos los terceros. --No esta mal. ?Que se cuenta Victor? Victor es el companero de baile de Camino. Hacen una pareja desigual. El, con diez anos menos, espigado y finolis; ella, tosca y regordeta, muy distinta a las jovenes esbeltas que frecuentan la academia. Pero cuando se juntan los dos, se compenetran como nadie y a menudo acaban cediendoles el centro de la pista. --Ha roto con su novio. Tuve que emborracharme con el despues de los bailes. --Que coraje, lo que hay que hacer por los amigos. --Lo que haga falta --Camino hace una sena al camarero para que traiga otros dos botellines. --Pues se ve que os pillasteis una buena cogorza, todavia se te notan las ojeras. --?Cuando vuelves al tajo? --ella cambia de asunto. Lo cierto es que se ha despertado esta manana en la cama del speaker que animo la competicion, un cubano mestizo de pelo afro que la hipnotizo con su forma de moverse y con los mojitos que aparecian en sus manos como por arte de magia. Desde que Paco salio del coma habia dejado a un lado su parte mas promiscua, y ahora se siente rara. Se ha despertado con un remordimiento absurdo y ha salido pitando del piso del cubano, que estaba preparando un desayuno al estilo de la isla y se ha quedado con un palmo de narices y el mandil puesto sobre los slips de superheroe. --Dame un respiro, anda. No hace ni dos meses que me mandaron a casa. --Ni hablar. Vuelve ya, estoy harta de ser la jefa. --Pues yo creo que se te da bien. --No digas tonterias. --De hecho, creo que deberias seguir asi. --?Asi, como? --Como hasta ahora. Coordinando el Grupo de Homicidios. Camino entorna los ojos. Deja pasar unos segundos, el tiempo de calibrar las palabras del inspector. --?Y tu? --dice, temiendose la respuesta. --Yo ya estoy viejo. Es hora de pasarme a la fila de atras. --Pero bueno, ?es que esa bala que tienes ahi metida te esta friendo el cerebro? --La bala esta quietecita. Y que siga asi. Camino se muerde el labio. A veces se pasa de bruta. --Perdona. Pero, ?puedo saber a que viene eso? --Solo estoy pensandolo. --Pues no lo pienses mas. Te necesitamos. Paco da un trago a su cerveza y coge la carta. Estudia el listado de raciones como si acaso no se las supiera ya de memoria. --?Unas puntillitas? --Adobo --ella le mira desafiante. --Las dos cosas. --Tu mismo. Ya veras que pecha nos vamos a pegar --Paco sabe tan bien como ella que las raciones son enormes. Pero no sera Camino quien se acochine. Si quiere pedir, que pida. Y que se ponga gordo. --Estupendo --dice el mientras llama al camarero por su nombre de pila y sonrie satisfecho. Ha logrado su objetivo: aparcar el tema. Camino se percata demasiado tarde. Intuye que no tiene que apretarle mas, pero no le ha gustado lo que ha oido. Ella cuenta los dias para que Paco Arenas regrese a la Brigada y tome los mandos del Grupo de Homicidios. No es solo que a ella no se le de bien dirigir un equipo, es que le echa muchisimo de menos. Y asi, al menos tendra la excusa de verle a diario. --Ya se ha jubilado Teresa --deja caer como quien no quiere la cosa. --?Ya? --Cumplio los sesenta y cinco la semana pasada. --Vaya, como pasa el tiempo. Estaria feliz. --Como unas castanuelas. Dice que va a dedicarse a ser abuela a tiempo completo. --Pues tiene para entretenerse. --Ya lo creo. Ocho polluelos. Por cierto, esta organizando una barbacoa en su casa. Vendras, ?no? --No lo se. --Vamos, tienes que ir. Todos estan deseando verte asi de recuperado. Paco frunce el ceno. La verdad es que le apetece reunirse con su equipo. Y despedir por todo lo alto a la mujer policia mas veterana de Sevilla. Pero teme que traten de convencerle igual que Camino. Y, aunque a ella aun no se lo reconozca, lo tiene decidido. Ya ha pasado demasiados anos de su vida entregado a la profesion. Le falto poco para no contarlo, y no quiere ponerse en riesgo de nuevo. Quiere vivir, y quiere tomar las decisiones que siempre fue relegando. --Me lo pensare. ?Quien vendra en sustitucion de Teresa? --Ya ha venido, empezo el martes pasado. Eva Gallego. Evita, quiere que la llamen. Como si tuviera seis anos. --?Y que tal? --Un poco desaboria. Y habla como una senorita, toda fina ella. Ademas, esta muy verde. --Habra que ensenarla. --He pensado en poner a Fito de pareja con ella --en los ultimos tiempos, Camino se ha acostumbrado a contarle las decisiones a Paco y dejar que le de su opinion. Es lo que tanto necesito cuando el entro en coma y a ella le asignaron de forma provisional la Jefatura del Grupo de Homicidios. Se sintio terriblemente sola, sin su amigo y su mentor. Asi que ahora que puede, se aprovecha. --?A Fito? ?Por que a el? --Por ser subinspector. Es el unico que no es de la escala basica. --Si ese es tu criterio, Fito no es el unico. --?Yo? --ella ve por donde va--. Lo que me faltaba. Adiestrar a una pipiola. --Es lo que hice yo contigo. --Yo no estaba tan verde. --Que te lo crees tu. Camino suelta un bufido que hace reir al inspector. --Viene de Seguridad Ciudadana, pero parece que viene de Dora la exploradora. --No seas mala. --Que no, que cada vez entran mas perdidos, de verdad. --Eso mismo decia yo. La carcajada de Paco se oye en toda la terraza. --Menos guasa, tu. Ya sabes que no tengo paciencia para esas cosas. Y con el hablar redicho que se gasta, me saca de quicio. No la aguantaria ni media jornada. ?Ves como tienes que volver? Tu ensenas a la pipiola y yo sigo a lo mio. --Claro, claro. Anda, cuentame con que estais ahora. A eso el veterano no se puede resistir. Dieciocho anos en Homicidios son muchos anos. --Nada importante. Algunos casos antiguos sin resolver, alguna que otra desaparicion. En ese momento ve a Rafa, el hijo de Paco, acercarse con el perro. Ella achina los ojos. Siempre aparece. Esta segura de que le manda Flor, a quien nunca le ha gustado Camino y de la que no se fia nada. Y hace bien.

  • Donde braman los vientos de Constanza Chesnott

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  • Antes de que todo se rompiera de Ruth Ibanez Amez

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    Todas las mananas el mismo desconcierto. Alex siempre tarda unos segundos, que a el le parecen horas, en saber donde esta. Extrana la cama, ve la ventana en el lado equivocado, y donde debia haber una mesilla con una lampara, hay una pared con la que se golpea cuando intenta dar la luz. Poco a poco se da cuenta: esa no es su habitacion. No la que fue suya durante quince anos, no la de su casa en Madrid. La luz tenue crea sombras y lo recuerda de golpe. Esta en Vitoria, en el cuarto de la casa nueva, con su nuevo hermano, con su nueva madre. Y con el padre de siempre. El que lo trajo aqui hace ya mas de un ano. El dia apenas ha amanecido y una fina niebla cubre los tejados que puede ver desde la cama. El ruido del agua en el bano le dice que alguien se le ha adelantado. Sera Ander, porque ni su padre ni Sara madrugan tanto, y ninguno de los dos se pasa veinte minutos bajo la ducha. Mea en el bano pequeno, y antes de llegar a la cocina se da cuenta de que se ha olvidado el movil. Mejor. A veces, el ruido de los mensajes no le deja oir su propia voz, aunque lo tenga en silencio. Esa obligacion de estar siempre conectado, siempre disponible, siempre ahi para quienquiera que tenga una chorrada que compartir, un chiste malo, la ultima foto manipulada de quien toque esa semana, le genera un estres que le ha costado identificar. Prepara el cafe bien cargado mientras piensa en como seria su vida si no existieran los moviles. <>, se dice mientras sonrie al poner el bote de Colacao en la mesa, porque le sigue haciendo gracia que Ander tome Colacao. <>. Se prepara un par de tostadas y se sirve el cafe solo y sin azucar. Esta tan fuerte que le hace guinar los ojos. Perfecto. A su padre le va a encantar. Sara va a hacer un chiste sobre drogas duras, va a rellenar el vaso de leche y a endulzarlo tanto que deje de saber a cafe. Anos atras, su padre y el se habrian reido de ella al unisono, como se reian siempre de los que piden caramelo en el cafe del Starbucks. Anos atras, cuando su padre y el compartian bromas y gustos, como el cafe solo y sin azucar, como los malotes de las peliculas, como las actrices pechugonas y de labios grandes. Antes de que todo se rompiera. Se sienta a la mesa y unta con mantequilla una tostada, la mirada adormilada y perdida. Repasa el dia que tiene por delante, los libros que debe meter en la mochila. Esta repitiendo curso y se ha prometido a si mismo que ya no mas, que no piensa quedarse en la ESO para siempre; si no consigue pasar a Bachiller con Ander, dejara de estudiar, o se metera en un ciclo de Formacion Profesional o algo, pero no va a volver a pasar por el trago de ser el repetidor, el tonto del instituto. Consiguio pasar de curso en septiembre, todo un logro teniendo en cuenta que da las clases en euskera y el lleva poco mas de un ano aprendiendo el idioma, pero tiene que andarse con ojo. Lengua la tiene aprobada, Euskera la va a suspender si o si, porque milagros, los justos. Toca darle fuerte a las Matematicas, incluso si eso supone arriesgarse a pencar otra. Deberia haberse puesto a estudiar mucho antes. Deberia haber pasado las tardes con los libros, en lugar de haciendo el tonto en la calle. Oye a alguien en el pasillo. Se pone tenso. Cuando su padre asoma por la puerta, aparta la vista. --Buenos dias --dice Martin. Su voz es timida, precavida--. Has hecho cafe. Menos mal, el de Sara no sabe a nada. Alex se mantiene en silencio. Mastica esforzandose en no hacerlo rapido, pero tampoco despacio. Se esta aprendiendo de memoria el dibujo del baldosin. Esta cocina necesita una reforma. Es digna de una abuela. Martin se sirve una taza y se sienta a la mesa frente a el. --?Tienes el horario muy cargado hoy? ?Muchas asignaturas dificiles? Mirar a su padre es como mirarse en un espejo que adelanta, en el que puede ver como sera el cuando tenga su edad. Lo unico que los diferencia es el pelo, de un rubio mas oscuro en su padre; los ojos, la nariz y la boca son identicos. Alex da un trago de cafe y vuelve a su tostada. Martin no se rinde. --?Os han dado ya las fechas de los examenes? --Sabes que si --contesta Alex sin mirarlo--. Ander le enseno el papel a Sara la semana pasada. Su padre asiente. Nunca admite cuando miente, ni cuando lo pillan. Por eso es tan buen abogado. --Empezais mas tarde que en Madrid. Mejor, mas tiempo para estudiar. --Silencio--. ?Que te cuentan los de tu antiguo instituto? ?Sigues en contacto? Alex levanta la cabeza y lo mira con ojos entrecerrados. --?Por que lo preguntas? ?Quieres quitarme el movil? ?Bloquearlos? ?Hacerme cambiar de numero? --Claro que no, ?a que viene eso? No quiero que pierdas tus amistades de Madrid. --Ah, ?no? Pensaba que me habias sacado de alli precisamente por eso. Para que no anduviera con gente rara. Martin abre la boca, se lo piensa, vuelve a cerrarla. Su voz, cuando por fin habla, suena tranquila, demasiado. Esta haciendo un esfuerzo por no perder el control. Alex sabe que no es por el. Lo que no quiere es que su novia lo oiga gritar o perder la paciencia con su hijo adolescente. Sara no lo hace nunca. Pero claro, Ander no es como el. --Sabes perfectamente por que te saque de alli. Estabas al borde de hacer una estupidez. --De tal palo, tal astilla. Golpe bajo. Su padre parpadea, pero es el unico gesto que se permite. No mostrar debilidad es una de las premisas de su trabajo. --Te he pedido perdon un monton de veces, no puedo hacer mas. Lo que yo hiciera no es excusa para que pongas tu vida en peligro, Alex. Esa gente con la que andabas... --No soy imbecil. Se donde parar. --No lo parecia. Joder, Alex, desapareciste de casa tres dias, casi me da algo. Te di por muerto, hijo. --Mira, igual que yo durante quince anos. Ya sabes lo que se siente. Martin se calla y mete los labios hacia dentro. Algun dia va a dejar de disimular y le va a pegar el grito que Alex sabe que lleva dentro, algun dia en el que Sara no este cerca y no pueda aparecer en cualquier momento. Como ahora, que se asoma por la puerta. --Buenos dias. --Sus ojos bailan entre uno y otro. No se atreve a entrar en la cocina de su propia casa--. Eh... ?Os dejo solos un rato? --Mejor os dejo solos yo. --Alex se levanta y deja el plato vacio y la taza en el fregadero. Alguien tendra que vaciar el lavavajillas en algun momento, porque empiezan a tener mas platos sucios fuera que limpios dentro. Esquiva a su padre y se detiene para dar un beso en la mejilla a Sara, que se lo devuelve con ganas--. ?Ha salido Ander de la ducha ya? --Creo que si. Otra cosa es que haya salido del bano, ya sabes que le cuesta media hora peinarse. --Ay, Dulcinea del Toboso, que guerra da. Sara rie y le acaricia la cara. Ahora hablaran de la conversacion, Martin dira aquello de <>, y Sara contestara con lo de <>. Alex resopla. Llega al bano, donde el secador sustituye al ruido del agua. Golpea con el puno cerrado. --Venga, Ander, cojones, que si, que estas muy guapo, que el mechon esta perfecto. Sal ya, cono, que me vas a hacer llegar tarde. --La puerta esta abierta, gilipollas, no hace falta que la tires abajo. Ander se esta secando el pelo delante del espejo, una toalla atada a la cintura, el torso desnudo. Es un poco mas bajo que el, aunque mas alto que la media, y su espalda es mas ancha, su cuerpo mas de hombre que el suyo, a pesar de tener un ano menos. Le esta cambiando la cara y empieza a atisbarse el adulto que se oculta bajo esos rasgos que ya no son de nino: mandibula cuadrada, pomulos fuertes, cejas espesas, una cara que en otra persona seria agresiva, pero la curva de sus labios siempre sonrie, y esos ojos marrones, que a veces son verdes, encierran toda la inocencia que Alex perdio hace tiempo. Su rostro oculta algo delicado, casi femenino. <>. Pero es su obligacion tomarle el pelo: --Joder, lo que te cuesta ducharte. Ni que fueras una tia, colega. --Soy de esos especimenes de macho a los que les gusta estar limpios, que le vamos a hacer. --Alex empieza a desvestirse y Ander aparta la vista de su reflejo en el espejo. Alex sonrie. No es la primera vez que lo pilla haciendo eso--. ?Ya has desayunado? --Con lo que has tardado, me ha dado tiempo a desayunar y a tener la primera bronca del dia con mi padre. Ya tengo dos cosas de la lista hechas. Ander se gira hacia el, el pelo olvidado. --?Que ha pasado? ?Que te ha dicho? --Nada, en realidad. --Alex abre el agua y comprueba la temperatura con la mano--. Pero me toca los cojones que vaya de padre guay despues de lo que me hizo. Que si sigo en contacto con la gente de Madrid, me pregunta. ?Y que mas te da, si no vas a dejar que los vuelva a ver? Alex entra en la ducha y ve la imagen de Ander desde el otro lado de la mampara empanada. Se esta mordiendo el labio, como hace siempre cuando piensa. --No puedes pasarte la vida enfadado con el. Algun dia vas a tener que perdonarlo. --Algun dia. Pero no hoy. Alex mete la cabeza debajo del agua y deja que le empape el pelo, los hombros, la espalda. Nada como una charla con su padre a primera hora de la manana para tensar todos los musculos del cuerpo. Apoya las manos contra la pared y cierra los ojos. Se esta bien ahi dentro. Ander golpea el cristal de la mampara y el se vuelve. Esta serio, el mechon de pelo sobre su frente perfecto, la toalla aun en la cintura. Lo mira con sus enormes ojos de cachorro de pastor aleman. --Piensalo --le dice, y Alex le oye a pesar del agua--. Si no llega a ser por lo que te hizo, tu y yo seguiriamos siendo hijos unicos. --Con lo bien que vivia yo entonces… --Sonrie Alex. Ander le ensena el dedo corazon y sale del bano hacia su cuarto. Alex se frota los ojos un buen rato antes de coger el champu. 2 Vitoria es un ser esquizofrenico hecho ciudad. En el mes de abril puedes estar un dia a dos grados, con los puertos de montana de alrededor cerrados o con cadenas, y a la semana siguiente te planteas ponerte zapatillas de verano sin calcetines, con veinte grados a la sombra y picos de calor que ni en pleno agosto. La hierba acaba de brotar en el parque que esta al lado del instituto y entona cantos de sirena cuando estas en clase mirando por la ventana: lo unico que te apetece es tirarte al sol e ignorar la voz de la conciencia que te dice que deberias estar en clase, mira que si hoy explican lo que va a caer en el examen, ay como te pille tu madre. La voz siempre gana en el caso de Pedro, porque su madre es profesora de ese mismo instituto y, con su suerte, seguro que se la cruza de camino al parque. Nada de tirarse a la bartola para el. Porsiaca. Friolero por naturaleza, Pedro se ha abrigado tanto como si estuvieran en pleno febrero porque no se fia de los cambios de temperatura. Nada mas salir a la calle empieza a sudar. <>, piensa mientras recorre los doscientos metros que lo separan de la bocacalle donde suele quedar con sus amigos para ir a clase; ser friolero en Vitoria es su penitencia por los males que debio de causar en una vida anterior. Friolero en Vitoria. Como vivir frente a la playa y tener alergia a la arena. Como ser hijo de pastelero y diabetico. Como tener un padre torero y ser animalista. Un conazo, vaya. Llega temprano, como siempre. La puntualidad se hereda, y el se parece a su madre tambien en eso, aunque por suerte ha sacado la altura de su padre. Estos cinco minutos de paz antes de que empiece la voragine del dia le saben a gloria. Deja la mente vagar tranquila; se fija en las pocas personas que se han puesto en marcha ya a esta hora, en el olor a humedad que hay en el ambiente (<>), en las sensaciones que recorren su cuerpo. <>. Su padre dice que es lo que toca, por la edad, que luego estara en tu mano parar esa voragine. Pedro no lo tiene tan claro. Los adultos de su entorno no parecen pasar demasiado tiempo consigo mismos. Menos sus padres. Pero sus padres siempre han sido un poco raros en ese sentido. Sacude la cabeza. Como le diria Ander: <>. Ha sido pensar en el y verlo aparecer. Por un instante, Pedro cree que su deseo lo ha convocado. Viene con Alex, como siempre, dandole empujones y recibiendolos en ese lenguaje adolescente de los chicos que sustituye abrazos por golpes y <> por <>. <>, piensa Pedro. No habra muchas personas en el mundo que se hayan encontrado con un hermano de su edad hecho y derecho, sin tener que pasar por los celos de crecer juntos o esos enfados que, segun dicen, son normales entre quienes comparten la infancia. Como en un cuento de hadas, un dia se levantaron y se encontraron con un colega de su edad en su propia casa, un amigo con el que compartirlo todo, incluso a sus padres. Pedro los envidia mas de lo que reconocera nunca. Ya le gustaria a el haber vivido algo asi. Aunque, con su suerte, seguro que su hermano seria gilipollas. O estaria tan bueno que se enamoraria locamente de el, y ay, se liaba gorda en casa. O era una hermana. Puaj. Cambia de postura para recibirlos. Quiere que su lenguaje corporal diga: <>. Pero en lugar de eso parece que se esta meando, asi que adopta de nuevo la pose algo encorvada que es natural en el. Los dos hermanos lo alcanzan y el se une a su paso sin molestarse en saludar. Se ven demasiado para formalidades como esas. --?Llegamos tarde? --dice Alex al tiempo que mira el reloj. --No, que va, soy yo el que ha llegado pronto. No he calculado bien. --Yo cuando no calculo bien llego diez minutos tarde, no antes. Que raro eres, Pedrito. --Ya ves, Alejandro, cada uno tiene sus manias. --Que no me llames Alejandro, capullo. --Pues tu no me llames Pedrito, mamon. --Cuanto amor a estas horas de la manana, que armonia, que maravilla --se une Ander. Alex le golpea el hombro. --Calla, ander the table, que para ti tambien tenemos. --Me podia haber callado. --No aprendes, broda. --Alex se dirige a Pedro, que va a su lado--: ?Que, ya te han hecho ponerte a estudiar? Menos de cuatro semanas para el primer examen, tu madre ya te habra metido prisa. --Como no. --Pedro resopla--. En cuanto pusieron las fechas empezo a apretarme las tuercas. --Tiene que ser horrible lo de tener una madre profesora. --Se rie Alex--. No puedes hacer pira, ni liarla en clase ni dejarte los deberes. --Ni contestar mal a un profesor, ni sacar menos de un siete en un examen, ni pedir ir al bano demasiadas veces... --?En serio? ?Hasta eso? --Te lo juro. --Venga ya, Pedro, que tu madre no es asi --le corta Ander. Pedro siente un cosquilleo travieso en la nuca al oir su nombre de sus labios--. No me la imagino yo preguntando a nadie que tal vas o pidiendo que se chiven de ti. --Lo primero: tu solo has visto a mi madre de buenas, asi que ni puta idea del monstruo en el que se convierte cuando se enfada. Y segundo: no se si pregunta o se lo cuentan sin que ella quiera, pero que se entera de todo todo todo lo que hago, ya te digo yo que si. --Pero seguro que alguno tambien te sube la nota porque le cae bien tu madre, o para no tener bronca con ella luego. Alguna ventaja seguro que tiene. --Alguna ventaja, a ver, veamos... --Pedro finge un gesto de concentracion, la mirada perdida a lo lejos--. Nunca me equivoco con las fechas de los examenes. --Una pausa de tres segundos --. Ya. --Tambien te enteras antes que nadie de cuando son. Y sabes tu nota antes de que la digan en clase. --Pedro levanta las cejas, dispuesto a negarlo, pero Ander es mas rapido--: No mientas, tio, que canta un huevo. Siempre sabes tu nota antes de que repartan los examenes. --No siempre --murmura. Alex le da una palmada en la espalda. --?Te habla alguna vez de la gente de clase? Seguro que de Gorka te ha contado alguna cosa. --No, nunca. --Alex lo mira esceptico--. Te lo juro, nunca. A mi padre si, alguna vez, cuando cree que no la oigo, pero a mi nunca. Si que se le cambia la cara cuando hablo de segun que gente, pero nunca dice nada. --?Segun que gente? ?Como quien? --Vosotros, por ejemplo. No hace mas que decirme que no ande con malas companias. --Que profesional lo de no contarte nada de lo que pasa en clase. --Alex tuerce la cara en un gesto de burla--. Yo no podria callarme nada. --?En serio? --Ander esquiva la colleja de Alex, que hace amago de revolverle el pelo--. El pelo ni tocar, capullo. --Uy, si, perdona, a ver si te vas a tener que pasar otros veinte minutos acicalandote cuando lleguemos. --No he tardado veinte minutos. --Media hora. --Mentira. Ni un cuarto. --Ahi esta Gorka. Senal de que ahora si que vamos tarde. --Que desastre es el tio. Ni un solo dia va con la ropa bien puesta. Pedro quiere defender a su amigo, pero Alex tiene razon. Gorka lleva la camiseta a medio meter bajo el abrigo desabrochado y mal colocado sobre los hombros, la mitad de la capucha escondida entre su espalda y el abrigo. Su cabeza no parece haber visto un peine recientemente y, aun a distancia, se le distinguen las comisuras de los labios sucias, con pegotes del Colacao del desayuno. Pedro baja la cara para ocultar una sonrisa. --Pues ha mejorado una barbaridad. Tenias que haberlo visto en primaria --dice Ander. Mira a Pedro, que asiente con la cabeza--. ?Te acuerdas aquel dia que vino con el pijama por debajo de la ropa porque se le habia olvidado quitarselo al vestirse? --Si. --Pedro se echa a reir--. O cuando se trajo la agenda y el cuaderno de su padre pensando que eran los suyos, y vino el hombre todo desesperado a buscarlos al colegio. Era el teniente de alcalde en aquel momento y debia de haber informacion muy comprometida en aquellos cuadernos. --Una vez acumulo cinco mudas sucias en la mochila de gimnasia porque su madre decidio que ya era hora de que aprendiera a hacerse cargo de sus cosas y dejo de vaciarsela ella. !En sexto! --Los tres sueltan una carcajada--. Llamo la consultora del centro a su casa, diciendoles que aquello ya era un caso de negligencia grave. Como olia aquello cuando la abrio, que peste. --Y su madre volvio a vaciarle la mochila, ?no? --pregunta Alex entre hipidos. Gorka esta ya a pocos pasos. --Si. Hasta hoy, creo. --?Que pasa? ?De que os reis? --Del capitulo de la piscina de Mr. Bean. Un clasico. El recien llegado alza las cejas y asiente, confuso, antes de cambiar de tema: --Oye, que venia pensando. --No te esfuerces tanto, a ver si te vas a hacer dano. Gorka ignora a Pedro. --Estamos casi a fin de curso. Nos queda nada y menos para los examenes. A partir de ahora, nuestra vida va a ser un puto infierno hasta que terminemos bachillerato, y luego igual peor, porque en la universidad nos vamos a cagar. --Joder, macho, que positivo te levantas tu por las mananas, ?no? --le corta Alex, que aun no ha podido dejar de reirse. Gorka hace un aspaviento con las manos para hacerle callar. --Necesitamos hacer algo antes de que empiecen los examenes. Una buena juerga, pero mas que eso, un desmadre, un... No se, algo. --Podemos echar un kinito este fin de semana --apunta Ander--. La plaza esa donde quedamos el otro dia no estaba mal. --?Eso es para ti un desmadre? --Alex acaricia la mejilla de Ander. Pedro se derrite por dentro--. Hermanito, cuanto tengo que ensenarte. --?Y que quieres hacer tu? ?Puenting? --Mejor que beber kalimotxo en una plaza llena de meados. --?Y donde hacen puenting por aqui cerca? --pregunta Pedro--. Ademas, ?no se mato una chica hace poco? --Porque salto antes de que la ataran, que hay que ser torda. --A mi no me apetece mucho lo de tirarme por un puente. --Es lo que siempre nos dicen en casa. Si los demas se tiran por un puente, ?tu vas detras? --En mi casa dicen <>. Si los demas se tiran por la... --!Fin de semana en Santa Cruz de Campezo! --grita Gorka. Se callan de golpe--. Podemos pasar un fin de semana en la casa de mis padres en Campezo. --?Donde esta eso? --pregunta Alex. --Donde Cristo perdio el mechero. ?Hasta alli quieres ir? --se extrana Ander. --Es media hora en coche, un poco mas en autobus, no esta tan lejos. La zona es muy chula, y mis padres tienen una casa muy guay, con jardin y todo. --Pero si eso es un pueblo de mala muerte --insiste Ander, mientras Pedro recuerda un rio, un camping y cuatro casas--. Solo hay gente en verano, la mitad del pueblo esta vacio el resto del ano.--?Y que mas da? La cosa es estar juntos, nosotros solos, sin padres. --Gorka, si me quieres llevar a lo oscuro, no te hace falta una casa perdida por ahi. --Alex le guina un ojo--. El bano del instituto es suficiente. --Mas quisieras tu que catar este cuerpo, chaval. Esta reservado exclusivamente para las chatis. --Pues no se que vas a pillar en Campezo, aparte de catarro, si solo vamos los cuatro --le dice Ander muerto de risa--. ?O piensas pillarte alguna campezana? --?Campezana? --Pedro lo mira con extraneza. Ander imita su gesto. --?Campezotarra? ?Santacrucense?

  • Japon inexplorado de Isabella Bird

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    Por primera vez en castellano el relato de un viaje asombroso realizado en solitario por una mujerque hizo epoca al retratar los misterios del inexplorado Japon del siglo XIX. Aislado, cerrado a los extranjeros, muy pocos occidentales se adentraban en el interior del pais, e islas como la actual Hokkaido, habitada por los ainus, guardaban secretos sin desvelar. Autentica pionera, mujer valiente, de solidas convicciones, y mas que probada curiosidad, Bird atraviesa la espina dorsal del norte de Japon desvelando la ignota vida rural del interior y visitando remotas tribus aborigenes como los antiquisimos ainus, de cuya cultura poco o nada se tenia noticia en Europa. No sera un viaje facil, ni comodo. A pie, a caballo, en barco, sampan o kuruma, alla donde va despierta curiosidad y su presencia convoca muchedumbres asombradas. Valiente y nada convencional, la vemos disfrutar a pesar de la comida, las pulgas, la dificultad de los caminos, o la ausencia de intimidad en las chadoyas, mientras que su afilada mirada nos desvela un Japon rebosante de prodigioso encanto.
    Traducido y editado con esmero por el profesor Carlos Rubio, su lectura revive hoy el hechizo de una cultura, lejana y distinta, que no deja de sorprendernos.

  • El destino de una dama de Trixie George

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    El destino de Charlotte Berkeley esta escrito desde su nacimiento. Como hija mayor del conde de Pinecrest se espera de ella que brille en sociedad, que lleve una vida ociosa y que encuentre un buen partido. El problema es que a ella no le interesan ninguna de esas cosas y ni siquiera le preocupa que la pillen en una situacion de lo mas comprometida con Benjamin Thomson, duque de Bainbridge; situacion que, por otra parte, ella misma se ha buscado.

  • La leyenda del lipizano de M. F. Masvil

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    De las cenizas de la guerra nacera una leyenda…

    La lipizana, una de las mas bellas y finas razas de caballos que existe en el mundo… Sus ejemplares son los favoritos de las principales escuelas ecuestres del planeta.
    Son animales muy agiles, dotados de movimientos graciles, mucha inteligencia y agudos sentidos.
    Desarrollan, con sus jinetes, fuertes lazos que solo pueden equipararse con el de los hermanos entre si…
    Estos caballos tienen, ademas, una particularidad que los hace unicos: nacen con su pelaje de color negro o muy oscuro y al crecer, se les vuelve blanco, el por que ocurre este cambio es todo un misterio.
    Toda raza tiene una historia y las mejores merecen su leyenda…
    He aqui un relato que se remonta a antes del principio y cuenta cual fue el origen de todo lo que hace a estos caballos tan especiales.
    Una historia de amor y sacrificio, donde el valor y la mas pura lealtad daran origen a una magica y conmovedora leyenda que sera, simplemente… inolvidable.

  • Vencer o aprender de John Kavanagh

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  • Prisionero del agua de Alexis Diaz-pimienta

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    Cuando se publico por primera vez (Espana, 1998), esta novela cubana gozo de gran acogida entre el publico y la critica. Obtuvo el Premio Alba-Prensa Canaria ese mismo ano. En enero de 1999 la ya desaparecida revista literaria Ajoblanco la selecciono entre uno de los cinco libros “mas buscados” por los espanoles. En diciembre de 1998, en el suplemento El Cultural, del diario ABC de Espana, fue seleccionada como una de las diez mejores operas primas del ano en ese pais.

  • La portadora de almas de Victoria Vilchez

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    Casandra no es una chica normal. Desde su infancia ha vivido torturada por su don. No solo es capaz de ver las almas que han quedado atrapadas en su mundo, sino que ademas tiene la capacidad de guiarlas a traves del tunel que conduce al mas alla.
    La aparicion de Gabriel, un chico desconocido que parece conocer su secreto, la situara en medio de una vieja lucha que lleva siglos desarrollandose.
    Mientras Casandra descubre quien es realmente Gabriel y la irracional atraccion que siente por el se transforma en algo mas profundo, tendra que lidiar no solo con los fantasmas que la acosan, sino con aquellos que ansian hacer uso de su poder.
    ?Y si todo lo que pudieras hacer para salvar a la persona que amas, fuera condenar tu alma?

  • La llave de mi destino, Karol Miller de Karol Miller

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    Manuel Baena es un doctor malagueno que pide su traslado a Londres para conseguir al amor de su vida, Alisa MacLeod. Ella es una joven reacia al compromiso, pero tampoco quiere que otras mujeres disfruten de la compania de el.
    Vanesa es una joven universitaria, alegre y divertida, que pasara las navidades con su hermano Manuel en Escocia junto con los amigos de este, los hermanos MacLeod. Alli conocera a Ian, el espiritu libre de los MacKenzie.
    ?Se hara Manuel con el amor de su vida? ?Descubrira Vanesa a un Highlander en sus navidades en Escocia?

  • Del azul del agave, Monica Penalver de Monica Penalver

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    Novela finalista de VII Premio de Novela Romantica Vergara-RNR

  • Entre damas anda el juego de Ester Gonzalez Escobar

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    Diana, detective privada, debe investigar a Christine, una supuesta cazafortunas que quiere casarse con Angel por su dinero, mientras lidia con sus problemas de pareja.
    Ayudaran a Diana en su cruzada para desenmascarar a Christine sus amigas: Alex, una madre y esposa trabajadora con una vida aparentemente perfecta que, sin embargo, no es del todo feliz, y Noa, una eficiente y malhablada abogada de empresas, que no es tan eficiente escogiendo a los hombres con los que sale.
    Pero sera Christine quien las descubra a ellas y comenzara una guerra para hacerles la vida imposible, poniendo en peligro lo que mas quieren y convirtiendose en un verdadero grano en... bueno, ya sabeis donde.
    ?Lograran las tres amigas desenmascarar a Christine, sin perder aquello que mas aman por el camino?

  • Cinco para una (Volumen independiente), Kayla Leiz de Kayla Leiz

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  • Loca de Amor de Marifer Jorquera

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    La vida de Celeste del Valle era tranquila, o eso presumia ella, tenia todo lo que una mujer de su edad podia desear, hasta que un suceso desencadena una crisis que la deja impactada, decepcionada y fuera de combate por un tiempo.
    Jose Luis Ferrada, es un joven actor que tuvo que luchar con la oposicion de su padre para lograr sus suenos, es un tipo solitario, solo se refugia en la familia de su mejor amiga, que se convierte tambien en su familia.
    Celeste llega a Rayun, un centro terapeutico, en busca de sanar su corazon y entender lo que paso con su vida. Jose Luis llega al mismo lugar en busca de un personaje.
    Inevitablemente surge entre ellos un sentimiento que ninguno de los dos quiere aceptar del todo, sin embargo, los sucesos ocurridos entre ambos los unen para siempre, aunque tambien, estos mismos sucesos los separan.
    Nietzsche dijo: <>.
    ?Podrias dejar atras todo lo que conoces y volverte “Loca de amor”?

  • Sus Munecas de Juan Martinez

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    Ingrid Volkova y Aina Molovic almorzaban tranquilamente mientras observaban los coches pasar en un restaurante de Madrid. Conversaban, reian, vivian. Estaban en paz por primera vez en mucho tiempo, y es que, sorprendentemente, un par de meses atras sus vidas eran muy diferentes, pero en un corto periodo de tiempo y quiza acompanadas por la suerte, su vida cambio por completo. Ambas, nacidas en Volgogrado, una ciudad bastante poblada del sureste de la Rusia europea y que en otra epoca era conocida como Stalingrado, esta ciudad era parada ferroviaria obligatoria, y tambien resultaba ser uno de los puertos fluviales mas importantes de toda Rusia, ya que la ciudad se caracterizaba tambien por tener un amplio parque industrial. Estas chicas, eran amigas inseparables desde que podian recordarlo, habian crecido juntas, eran como hermanas, corriendo y jugando, en algun rincon de la parte mas pobre del barrio obrero de la ciudad. Al salir de la escuela, ambas chicas compartian tiempo y permanecian juntas hasta el final de la tarde en la que era hora de volver a sus casas. Quiza uno de los momentos mas tristes del dia. Los padres de ambas chicas eran companeros de trabajo en las minas de carbon que estaban en las afueras de la ciudad y que en anos anteriores habian servido como impulso para el crecimiento de la ciudad. Las figuras paternas pasaban poco tiempo en casa. La madre de Ingrid era peluquera, y la de Aina era costurera en una fabrica local, por lo que tambien era poco lo que estaban en casa. A pesar de que sus familias trabajaban intensamente, era dificil subsistir en una Rusia cuya economia aun no comenzaba a crecer y se sentian las secuelas que dejo la fallida Union Sovietica. En ese momento, las familias no tenian dinero, ni recursos como el transporte necesario para enviar a las chicas a la escuela, por lo que, al llegar al sexto grado, se vieron obligadas a abandonarla, frustrando sus suenos de continuar con sus estudios y ser profesionales. Las expectativas de un futuro normal parecian desvanecerse con el paso de los dias. Naturalmente, al estar la mayoria del tiempo solas, la una y la otra crearon un vinculo muy fuerte, casi como si fueran hermanas, y es que todos los retos que la situacion social y la calle les ponian los enfrentaban juntas. La diferencia de edad era de poco menos de un ano, pero Ingrid defendia a Aina como si fuera su hermana mayor, nadie podia ponerle la mano encima, y es que, desde siempre, Aina fue una chica sensible. La adolescencia de las chicas fue ruda, cumpliendo con el papel de ama de casa en sus respectivos hogares, pues la madre de Aina habia muerto de una enfermedad terminal meses antes, esta experiencia resulto traumatica para ella, pues fue viendo como la vida se le iba lentamente al ser que mas amaba. Mientras, la madre de Ingrid se habia divorciado de su padre para irse con su jefe, e Ingrid no la culpaba, su padre era un patan, como la mayoria de los hombres rusos de la epoca. La situacion para las dos era bastante pesada, pero ambas encontraban la manera de aliviarse la una a la otra y sortear las penurias que a diario debian enfrentar. La gota que derramo el vaso, e hizo insostenible su permanencia en casa, fue cuando el padre de Aina, despues de llegar una noche ebrio, y viendo que Aina habia estado todo el dia fuera de casa con Ingrid, incumpliendo sus deberes, se enfurecio. Exploto al ver que no estaba lista su cena, y es que el padre de Aina era un hombre profundamente machista, abusivo, retrogrado y con problemas de adiccion al alcohol. En medio de la acalorada discusion, le dio una bofetada a Aina, y que con la fuerza que tiene un minero de profesion, sacudio su joven rostro y haciendole una pequena herida en el pomulo, pero que se convertiria en una enorme punalada al corazon. Ella, llorando, pero en silencio, se retiro. A la manana siguiente, con un hematoma bastante visible y una pequena cortada causada probablemente por el anillo que su padre llevaba, en su pomulo derecho, le conto lo sucedido a Ingrid: --?Quien te hizo eso? --Pregunto Ingrid --Fue mi padre. --Dijo con voz triste. --No tienes por que soportar este maltrato... --Contesto Ingrid. --Pero, ?Que puedo hacer? No tengo a donde mas ir. --Vamonos juntas, huyamos de casa. --Dijo Ingrid con exaltacion. --Es una locura, no podemos hacerlo, no tenemos como... --Mi madre me envia algo de dinero todos los meses, pero debo mantenerlo escondido de mi padre, si no me lo quitaria. --Y, ?a donde iremos? --Pregunto Aina. --Lejos, lo mas lejos que podamos. En ese momento e impulsadas por la desesperacion y la precaria situacion en la que vivian, tomaron la decision, se irian de casa. Ambas ya con mayoria de edad, no necesitaban autorizacion de nadie, lo unico necesario era su pasaporte para irse de casa, desaparecerian sin avisar, no dejarian rastro. Ambas jovenes eran muy hermosas, con unas caracteristicas fisicas sonadas por cualquiera, ojos claros y cabello dorado, tonificadas figuras y grandes senos, no tendrian problema para sobrevivir en ningun pais, en alguna tienda o local necesitarian de alguna chica hermosa para promocionar algun producto o servicio, ser hermosas era una ventaja que debian aprovechar. Esa manana, con las pocas pertenencias que tenian guardadas en un par de maletas, se dirigieron a la estacion de trenes de Volgogrado, y paradas, reflexionando frente a la taquilla, surgio la gran pregunta: --?A donde vamos? --Pregunto Aina. --Lo mas lejos que podamos. --Respondio Ingrid. En el croquis de la ruta que se observaba en la pantalla de la moderna estacion, la ciudad mas lejana senalada, incluso, la ciudad donde terminaba el recorrido de ese tren, era Barcelona, en Espana, una gran ciudad. Era una metropolis de la que las chicas solo habian escuchado hablar maravillas en television o la radio, y que estaba a casi 4500 kilometros de Volgogrado, eran mas de 48 horas de viaje. Estaba decidido, Barcelona seria el destino que elegirian, la ciudad que intentarian transformar en su nuevo hogar, lejos de todo el dolor y la desesperanza que vivian en ese frio barrio de Volgogrado. Antes de abordar el tren, dieron un ultimo vistazo a la ciudad que las vio nacer, y juntas, las inseparables y hermosas chicas tomaron sus puestos en el tren. Se sentaron juntas y emprendieron el viaje que daria un giro de 180 grados a sus vidas, poniendo a prueba su inteligencia, su amistad y su valentia. El recorrido era largo y los asientos del tren eran muy incomodos, apenas llevaban dinero para unas pocas comidas y su equipaje eran solo dos pequenas maletas. Pero la ambicion y las ganas de progresar encendian una llama en sus corazones que las mantenia motivadas y minimizaba cualquier incomodidad pasajera. Durante el largo recorrido que debian hacer, ambas comprendieron que el lazo que tenian, debia durar para siempre, a donde una fuera, iria la otra, se habian convertido en familia, por lo que, todas sus victorias serian compartidas, pero las derrotas, tambien. La primera noche de viaje, a pesar de tener muy poco espacio para acomodarse, ambas descansaron profundamente, como si el universo las preparara para las varias noches de trasnocho y vagando por las calles que estaban por venir. A eso de las 9:00 am del segundo dia, y aun un poco adormecidas, habian llegado a su destino, la estacion de Barcelona Sants, la mas grande de la ciudad y una de las mas importantes de Europa. Luego de recoger su escaso equipaje y haber sellado su pasaporte, lo habian logrado, estaban en la cosmopolita, pero clasica Barcelona. Esta ciudad era hermosa, tenia un aire barroco y clasico que no habian visto jamas en su Volgogrado natal, era una experiencia visual muy satisfactoria y que despertaba curiosidad en Ingrid, quien siempre se habia interesado en la arquitectura y el diseno. Al salir de la estacion, sus nuevas vidas estaban por comenzar, un par de preciosas mujeres rusas con un sueno se aventuraban a descubrir nuevas experiencias, pero no seria tan sencillo. Las chicas dominaban un espanol muy basico, debian buscar esa misma noche, un lugar para dormir, y si era posible, un trabajo de inmediato. La unica manera que tenian de obtener informacion de la ciudad eran sus telefonos, por lo que tras consultar en el buscador el area con los alquileres mas baratos, se dirigieron al lugar que indicaron los resultados, el barrio de Les Corts. Las chicas fueron tocando de puerta en puerta para conseguir un alquiler, en ningun lado querian aceptar a dos chicas tan jovenes y sin trabajo fijo. Casi al llegar la medianoche y tocando el timbre en un edificio bastante antiguo, Dona Magali, una senora de alrededor de 70 anos accede a alquilarles una de las habitaciones de su casa. Magali alquilaba dos de las tres habitaciones de su departamento, y es que ella vivia sola y el percibir ese dinero extra al mes le caia bastante bien. Las chicas compartirian piso con Javier, un estudiante nacido en Andalucia y que estaria en Barcelona por un tiempo mientras hacia su maestria. De noche trabajaba como camarero en un local nocturno muy famoso del distrito. Javier, al observar a sus companeras de piso, penso que era una especie de broma que el universo le jugaba, era el sueno de cualquiera. Dos ardientes rusas, rubias y de divinos pechos naturales estaban en la habitacion de enfrente, parecia el guion de una pelicula porno, no podia pedir mas. Las chicas, despues de presentarse y de una corta charla, aprovecharon para preguntarle donde podrian trabajar. --?Conoces a alguien que pueda ayudarnos? --Dijo Ingrid. --A decir verdad, no, no conozco mucha gente aqui, pero podrian ir a la zona de bares y clubes, alli siempre buscan chicas para atender mesas o recibir clientes. --Contesto Javier. La respuesta no habia sido muy especifica, pero era algo. Las chicas se dedicaron a desempacar y organizar la habitacion que habian alquilado para descansar un poco. Ya habian pasado mas de 14 horas desde su ultima comida, por lo que las chicas, debian comer, el poco dinero que tenian no alcanzaria si no para unos pocos dias de alimento, asi que Aina, decidio hablar con Magali.

  • El Tutor (The Crossroad Company 2) de Nisha Scail

    https://gigalibros.com/el-tutor-the-crossroad-company-2.html

    Cuando Charlotte perdio inesperadamente a su marido, el mundo de le vino abajo. El habia sido su mejor amigo, su amante y el unico que la habia comprendido. Por ello, cuando un ano despues recibe una carta suya recordandole su juego privado, sabe que solo tiene dos opciones, participar de sus planes o perderse a si misma por completo.
    Nolan prometio a su hermanastro encargarse de su mujer y lo hizo a sabiendas de lo que eso significaria para el. Ahora, tras el primer aniversario de su muerte, el fantasma de Chase vuelve a irrumpir en su vida para recordarle su promesa y darle la oportunidad de conquistar a la mujer que siempre ha deseado.
    Un juego de misterio y anhelos ocultos que desvelara las mas oscuras pasiones del alma y del corazon.

  • Margaritas para Lucia, Lorena Doncel de Lorena Doncel

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  • Una perfecta senorita de Laura A. Lopez

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    Nada en la perfeccion permite que sea amada. ?Entonces, para que insistir en lo perfecto si eso nos aleja de lo que mas anhelamos?