• me robaste el corazon libro - Marta Flores

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    Decidida, asi me habia levantado ese dia, decidida a empezar una nueva vida, sin tener que preocuparme de nada y poder dormir a pierna suelta. Me llamo Almudena, tengo veintidos anos, vivo en Torrente, un pueblo de Valencia. No se quien es mi familia, la verdad es que no se ni donde naci. Me dejaron con seis anos, en casa de una mujer, la abuela Pepa, que era como queria que la llamara. Ella me dio una educacion, me enseno a querer a las personas por lo que eran y no por lo que tuvieran. Siempre me repetia que todos eramos iguales ante los ojos de Dios, se tuviera mas, o se tuviera menos. Mi abuela tenia noventa anos y llevaba dos en cama, yo deje mis estudios para encargarme de ella. Tenia un hijo, mi tio Pedro, por llamarlo de alguna manera, un hombre bueno para nada y al que le tenia miedo cuando estaba en casa, pues ya habia intentado dos veces abusar de mi. Una noche, hace tres anos, le estaba leyendo a la abuela cuando mi mundo se me cayo a los pies.--Almudena, hija, deja de leer un momento. --Que te pasa abu, no me asustes. --Dejame hablar y no me interrumpas, mis dias en este mundo ya se estan acabando y quiero decirte algo. Prometeme que siempre seras una buena nina, que cumpliras todos tus suenos, esos que yo te quite desde que estoy en esta cama --yo estaba empezando a llorar--. Se que te sera dificil al principio, pero yo estare siempre cuidando de ti. --Abuela, tu no me puedes dejar y menos con el tio, sabes que no puedo estar con el, a solas --Hija, eso es lo que mas me preocupa, cuando yo no este, coge los ahorros, ya sabes donde estan, vende la casa que esta a tu nombre y vete lejos donde el, no pueda encontrarte --Abu, no me hagas esto por favor, no te vayas. --Almudena, ven, dame un abrazo, quiero que sepas que lo has sido todo para mi y te quiero muchisimo. Cuando no este llama a mi amiga Juana, ella te dira lo que tienes que hacer, se feliz mi nina, y no mires nunca hacia atras. Esa fue la ultima conversacion que tuve con ella, al dia siguiente ya no vio la luz del dia, pero yo, comence a vivir un infierno. A la semana de enterrar a mi abuela aparecio mi tio Pedro, para reclamar la herencia de su madre, cosa que no le habia dejado ni un centimo, aquello lo puso hecho un basilisco y lo pagaba conmigo. --Ninata ese dinero es mio y me lo vas a dar, era mi madre, tu solo eres la basura que recogio por lastima. ?Donde esta mi dinero? --Tu no tienes nada, no quisiste saber nada de ella, solo le diste una mala vida, igual que a mi.--Contigo tengo algo pendiente y lo sabes, ya no esta tu abuela para defenderte. --Ni se te ocurra ponerme tus sucias manos encima. Vete de mi casa, si no... --Si no, ?que, estupida? Crees que alguien va a venir a defenderte, voy a ensenarte como disfrutan un hombre y una mujer. Me empujo contra la pared y empezo a manosearme. Yo empece a llorar y a pedirle, por favor, que no me tocara, pero estaba claro que no me iba a dejar. Me agarro del pelo y me llevo a mi habitacion, me tiro en la cama y se puso encima de mi. Yo le pedia llorando a gritos que no lo hiciera, pero le dio igual, empezo a bajarme el pantalon y a toquetearme. Me puso bocabajo, arrastrando mis piernas fuera de la cama, yo no dejaba de llorar y gritar, pero no me sirvio de nada, rompio mi braga y abrio mis nalgas, para toquetearme. Yo me queria morir, solo pensaba que me soltara, pero no tenia intencion. --Pero que buena estas putita, te voy a desvirgar todos tus agujeritos y creo que voy a empezar por el de atras, me gusta mas, aunque como lo tienes todo apretadito, da igual por donde empiece. --Por favor Pedro, no lo hagas, te doy todo el dinero, te lo juro, pero no lo hagas --?Sabes?, el dinero me lo daras igual, pero antes voy a probar este culito que tienes, que me esta pidiendo que entre. Pense que me moria cuando me penetro por detras, jamas habia estado con un hombre, claro que sabia lo que era el sexo, pero nunca imagine que me iba a pasar lo que me estaba haciendo. Pense que no terminaria nunca, me dijo que gritara mas, que eso le ponia, ya ni gritar podia, creo que me desmaye porque cuando desperte estaba sola. No me podia mover, el dolor que sentia era inmenso. Poco a poco, me fui levantando de la cama y vi que estaba llena de sangre. ?Que me habia hecho ese desgraciado? Arruinarme la vida, eso hizo. Como pude, me meti en el bano a lavarme bien, no dejaba de llorar mientras me lavaba, pero hasta aqui habia llegado, no me pondria mas una mano encima. Me vesti y fui directa al hospital, el medico que me atendio, me dijo que me habia desgarrado, pero con el tratamiento que me habia recetado, se pasaria en unas semanas. Me aconsejo que fuera a poner una denuncia con el informe que me iba a dar. La verdad es que no tenia pensado hacerlo, no queria mas problemas con el, pero al final me convencio, me dijo que era la unica manera de que no me molestara mas. Le di las gracias y me fui para comisaria. Al llegar a comisaria me atendio un hombre un poco mayor, le dije a lo que iba, y llamo al comisario, el cual me hizo pasar a su despacho --Buenos dias, mi nombre es Hugo. ?En que puedo ayudarla? Madre del amor hermoso... Bueno, si os digo guapo, os mentiria, era mas que eso. Alto, moreno, con unos ojos marrones preciosos, y un cuerpo de escandalo con ese uniforme, no creo que llegara a los treinta y cinco, pero eso era lo de menos. --Buenos dias, me llamo Almudena, venia a ponerle una denuncia a mi tio-- se me quedo mirando y le extendi el informe del medico. Cogio el papel y segun iba leyendo, apretaba los dientes y su cara era de cabreo. Yo, me estaba poniendo cada vez mas nerviosa y con ganas de llorar. --Bien, esto lo vamos a solucionar ahora mismo. Dime el nombre de ese desgraciado. --Pedro Perez Gonzalez. Quiero denunciarlo y solicitar una orden de alejamiento. No quiero verlo ni en pintura, rompi a llorar --Hugo se levanto y me ofrecio un vaso de agua. --No te preocupes, este energumeno lo va a pagar bien caro, voy hacer todo lo posible para que no vea la luz del sol en una buena temporada. --Gracias, no sabe como se lo agradezco, no me imagino lo que pueda pasar la proxima vez --Almudena. ?Con quien vives? ?Vives con el? ?Con tus padres? --No senor, vivo sola desde hace seis meses que murio mi abuela, y la verdad es que ahora tengo mas miedo que antes. --?Acaso ya lo habia intentado antes? --Si senor, cuando vivia mi abuela ella lo evitaba amenazandolo, y solo me manoseaba, pero desde que ella murio, vivo con el miedo a que aparezca y lo siga haciendo-- empece a llorar. --Mira, vamos hacer una cosa. Lo primero es dejar de llorar, lo segundo, llamame Hugo, y lo tercero es que antes de que salgas de aqui ya estara detenido. ?Aun esta en la casa? --No senor, digo, Hugo --me sonrio--. Salio de casa y me dijo que volveria, es lo que hace desde que lo conozco, va y viene, asi ha sido siempre y ahora que no esta mi abuela, no se que hacer. Dio orden de que lo detuvieran, al saber que yo no tenia mas familia, pues al preguntarme si tenia donde ir, le conte toda mi historia. Me dijo que no me preocupara, que me llevaria a casa de su madre que vivia sola y cuidaria de mi. Eso hizo, me llevo a mi casa para que recogiera algo de ropa, y luego a casa de su madre, una casita unifamiliar con un pequeno jardin en la parte trasera, esa mujer ya estaba al tanto, pues mientras recogia mis cosas lo escuche hablando con alguien. --Hola carino. ?Como estas? Me llamo Clara y soy la mama de Hugo, pasa reina que yo cuidare de ti. --Gracias senora, se lo agradezco en el alma-- era guapisima a sus sesenta anos, no me extrana que el hijo fuera tan guapo. --No, no, nada de senora, llamame Clara, que, si no, me enfadare. Ven, te voy a acompanar a tu cuarto. Hugo, ?comes con nosotras? --le dijo a su hijo. --Claro mama, como siempre que vengo. Subimos las escaleras y me llevo al que seria mi cuarto, frente habia otro que era el de Hugo, por lo que su madre me conto y al fondo estaba el suyo. Al entrar en el que seria mi cuarto, me llamo la atencion que habia fotos de una chica rubia, guapisima, asi como el cuarto se veia muy femenino: las paredes en uno rosa palo precioso y la cama y muebles blancos, y con un bano en la habitacion. --?Quien es esa chica tan guapa, Clara? --Es mi hija, murio hace un ano de cancer. --Ohh, lo siento mucho... --No te preocupes mi nina. Anda, vamos a comer que mi hijo estara desmayado. Comimos, contandoles mi historia, como habia ido a parar a casa de la abuela, la enfermedad de ella, y el calvario que nos hizo pasar mi tio. Hugo se despidio de nosotras y me sorprendio cuando al hacerlo de mi, me dio un beso en la mejilla ante la mirada sonriente de su madre. Clara me trataba con tantisimo carino, que se habia convertido en la madre que nunca tuve, ibamos a todos los lados juntas, habia dias que nos ibamos a casa de Hugo a comer, despues ella se iba y nos dejaba solos. Cuando estabamos solos, charlabamos de la vida, o veiamos alguna peli, siempre le pedia romantica y al final el, acababa consolandome, abrazandome y dandome besos en la mejilla, nunca llego a mas conmigo Tres anos habian pasado de ese maldito dia, tres anos con pesadillas y con miedo sabiendo que estaba en la carcel. Entre Hugo y yo, fue creciendo una bonita amistad, me hacia salir con el y sus amigos, me cuidaba como si fuera de cristal y, poco a poco, me fui enamorando de el, sin decir nada. Su madre se daba cuenta y me decia que el, tambien lo estaba de mi, pero me costaba creerlo pues jamas paso de un abrazo o besarme en las mejillas. Un miercoles a la hora de comer, Hugo llego con muy mala cara, que no paso desapercibida, ni por su madre, ni por mi. --Hijo, ?que te ha pasado? Traes muy mala cara. ?No estaras enfermo? --No mama, no estoy enfermo, tranquila. Almudena, tengo que decirte algo y no se como hacerlo, sientate y escuchame bien. --Tu tio, salio ayer de la carcel-- menos mal que me dijo sientate, porque en ese momento empece a temblar--. No temas, que no permitire que te pase nada. ---Me tengo que ir lejos de aqui, no quiero ni cruzarmelo. --Almudena, tranquila, tiene una orden de alejamiento no puede acercarse a ti-- sali corriendo para mi cuarto

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  • Reseña del libro 'Me robaste el corazón', de José Luis ...

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    23 abr 2018 — ARTÍCULO PRESENTACIÓN DE 'ME ROBASTE EL CORAZÓN' Dentro del tiempo pascual, la editorial Bendita María ha publicado la obra titulada 'Me ...

  • Unas merecidas vacaciones de Marta Flores

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    Candela me estaba haciendo un sandwich contra la ventanilla del avion, con la intencion de poder obtener las mejores vistas mientras despegabamos. --Joder, hija, pero que bruta eres--resople. --Mira Lola, no te quejes, que esto te pasa por adjudicarte la ventanilla, tambien tengo derecho a ver--repuso. --Bueno, pues a la vuelta te hare lo mismo--replique. --Como no, mi Lola tocapelotas desde que nacio. Ella es todo solidaridad... --Pero no puedes vivir sin mi. -- Le hice una burla con la lengua y casi me la arranca-- !Animal, echa para alla! --le dije, pues era temible. Candela y yo eramos amigas desde que teniamos uso de razon. Nos conocimos a raiz de que nuestros padres se fueron a vivir a una zona residencial de nueva construccion cuando nosotras contabamos con siete anos. Desde entonces habia llovido mucho, tanto que ahora acababamos de cumplir los veinticuatro. Pasados los anos, seguiamos viviendo en el mismo lugar y nos habiamos convertido en inseparables; eramos carne y una, como dos hermanas. No en vano, desde bien pequenas soliamos quedarnos a dormir la una en la casa de la otra los fines de semana y para colmo estudiamos juntas en el mismo colegio e instituto. La guinda del pastel supuso que las dos nos decidieramos a cursar la carrera de Periodismo, que acababamos de culminar. Y, orgullosos como estaban de nuestro curriculum academico, como regalo de fin de carrera nuestros padres nos pagaron un viaje a una isla del Caribe mexicano llamada Holbox. La isla en cuestion era de las menos explotadas y mas bonitas del Caribe; con hamacas dentro del mar y unos simpaticos carteles de colores dentro del agua que venian a recordarte que estabas en el eden... En definitiva, una autentica pasada. Lo sabiamos de buena tinta porque una amiga estuvo el verano anterior y desde que colgo las fotos en Facebook nos quedamos prendadas de aquel lugar; lo contemplamos como un sueno para pasar unas merecidas vacaciones y por fin habia llegado el momento. El vuelo fue de lo mas desesperante, nada mas y nada menos que diez horas en las que le dimos unas cincuenta vueltas al avion. Ademas, al volar de dia, ?quien era la bonita que dormia? Bueno solo conseguimos hacerlo un par de horas, que ya podrian haber sido unas cuantas mas, pero no... --Candela, no puedo dormir, estoy que me subo por las paredes...--me queje. --Pobrecita ella, mira, te lo advierto, no empieces a dar la brasa que sabes que una de mis virtudes no es precisamente la paciencia. --Ya, pero es que no puedo pegar un ojo, Candela...--insisti. --?Quieres probar mi puno? --Me lo enseno--Puede ser un magnifico somnifero, lo que ocurre es que tu todavia no eres consciente de ello. -- Me sonrio con cara de malvada. --Mira, no te voy a decir lo que puedes hacer con tu puno porque me has pillado en un dia fino, ten amigas para esto--resople. Aquel era el pan nuestro de cada dia, parecia que nos llevabamos como el perro y el gato, pero era pura fachada y apariencia; nada mas lejos de la realidad. Yo por mi Candela MA-TA-BA y estaba segura de que ella sacaria tambien la artilleria pesada si alguien quisiera hacerme dano. Ibamos de lo mas nerviosas; leyendo, escuchando musica, charlando, comiendo todo lo que habiamos comprado en la terminal antes de embarcar, mas aquello con lo que nos habian obsequiado a bordo... En resumidas cuentas, que teniamos muchas posibilidades de aterrizar redondas de tanta porqueria como nos estabamos metiendo en el cuerpo; por decirlo de otro modo, que iba a ser mas facil saltarnos que darnos la vuelta, !que exagerada soy! --?Falta mucho para llegar, por favor? --le pregunto ella a la azafata y yo esboce una sonrisilla socarrona, pensando en que era la misma chiquilla que preguntaba lo mismo una y otra vez a nuestros padres de ninas, cuando ibamos en el coche con los suyos o con los mios. --Pues exactamente quince minutos menos de la ultima vez que me lo pregunto--le respondio la azafata sin senal alguna de que su actitud le molestara. La mire con cara de "eso es lo que hay" y volvio a ensenarme el puno; esperaba no probarlo, no tenia yo ganas de lena. Candela era de lo mas alocada, al igual que yo. La espontaneidad era una constante en ambas y se nos ocurria cada cosa que mas de una vez deberiamos haber dejado de lado; pero eramos impulsivas, por lo que teniamos asumido que no resultaria sencillo cambiarnos. Lo mejor del caso es que nos complementabamos a la perfeccion, y esa era una gran ventaja porque ahi estaba la una para cubrirle las espaldas a la otra siempre que fuera necesario; que era bastante a menudo, por cierto. En el amor habiamos tenido rolletes, no lo ibamos a negar, pero sin pasar a mayores. De hecho, nuestra prioridad siempre fue la de terminar los estudios y convertirnos en periodistas; a poder ser del corazon, nos gustaba el cotilleo televisivo hasta decir basta... Por fin nos avisaron de que el avion iba a aterrizar, de lo contrario me hubiera tirado de todos y cada uno de los pelos de mi cabeza. --Estaba al borde del suicidio, Lola, palabrita del Nino Jesus--rio Candela. --Y yo iba a ver como lo hacias tu para seguir el mismo camino, no podia mas--refunfune. --Ah, no, ?aguantarte tambien en otra vida? Deja, deja--se quejo en broma. --En una y en siete, como los gatos, ?donde irias tu sin mi? --Le di un abracito. Una ola de calor nos azoto al salir, pero lo preferia... En el avion estaba esperando que salieran pinguinos a hacernos compania, pues la temperatura era exageradamente baja; la tripulacion se habia pasado tres pueblos al seleccionarla. --Yo creo que la tension se me ha bajado hasta los pies--murmure al observar el percal. --Pues no te preocupes, que ya veras que la juerga te la eleva, la tension digo... Y otras cosas, la libido, por ejemplo. -- Me guino el ojo y echamos a andar en la misma direccion; claro, no iba a ser en la opuesta. Cien por cien animadas, asi habiamos aterrizado en un lugar con el que tantas veces habiamos sonado. Todo gracias a nuestros padres, que eran unas bellisimas personas y que no habian reparado en gastos para ofrecernos el gran capricho de nuestras vidas. Vivir aquella experiencia con Candela, mi hermana del alma, no tenia precio. Aquel se nos antojaba como un viaje de esos que con los anos terminas contando a tus nietos. Vaya dias que teniamos por delante y vaya lujo poder poner los pies en una zona de esas que sirven para dar color a las portadas de las revistas. Como no, ya me salio la vena reportera... Pasamos el control de migracion, cogimos las maletas y nos subimos en el coche que nos esperaba para trasladarnos hasta el ferry que nos llevaria a la isla. !Ya estabamos en el paraiso! CAPITULO 2 El camino fue alucinante, en plena naturaleza, asi era la zona de Yucatan; color, vida, una mezcla tan explosiva como fascinante... Ambas mirabamos a un lado y otro como queriendo conservar en nuestras retinas un espectaculo vital que no sabiamos si nuestros ojos volverian a presenciar. Parecia mentira pensar en lo estresadas que habiamos estado hasta hacia solo en unos dias, con los examenes finales, y el relax que nos invadia ahora... La noche y el dia; un contraste que me hacia sonreir. Mire a Candela y se me ocurrio que ella debia estar pensando en algo parecido, pues yo percibia que se movia a camara lenta, o esa impresion me daba. Su sonrisa se enmarcaba en un rostro que hablaba de emocion en primera persona. Nos dejaron delante del ferry, sacamos los billetes y embarcamos rapidamente. En tan solo media hora estariamos en nuestro destino, merecia la pena vivir el momento desde la cubierta, Coronita en mano, la cerveza estrella del pais. Llegamos a la isla y un carrito como los de golf nos esperaba. Nos habian informado de que lo ibamos a tener a nuestra disposicion durante toda la estancia para movernos por la isla y subidas en el llegamos a nuestro alojamiento; una habitacion en un pequeno hotel frente al mar. En realidad, su ubicacion se asemejaba a la de alojarte en una calle; delante del hotel estaba la carreterita por donde pasaban los mencionados carros de golf con los que se movian los turistas por la isla; a continuacion, la arena con hamacas de todo tipo y, por ultimo, el mar... Ese infinito repleto de hamacas colgantes de colores y arriba, en letras grandes y a todo color, el letrero con el nombre de la isla, rebosante de vida.

  • Por Todos los Medios Necesarios de Jack Mars

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    Cuando los yihadistas se roban residuos nucleares de un hospital sin vigilancia de la ciudad de Nueva York en el medio de la noche, la policia, en una carrera frenetica contra el tiempo, llama al FBI. Luke Stone, jefe de un departamento de elite y reservado dentro del FBI, es el unico hombre al que se puede recurrir. Luke se da cuenta de inmediato que el proposito de los terroristas es crear una bomba sucia, que buscan un objetivo de alto valor, y que van a atacar en el plazo de 48 horas.

  • La musa (Novela), Jessie Burton de Jessie Burton

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  • Me perteneces de M. A. Petersen

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    Ryan Williams, el “chico estrella" de una importante firma legal, libre de ataduras, guapo, trabajador e inteligente, ha organizado bajo sus terminos cada proximo paso en su vida, partiendo por lo fundamental: gozar de su exito y dejarse querer. Sin embargo todas sus convicciones comienzan a temblar porque su nueva e irreverente secretaria, Elizabeth Miles, ha decidido sin pudor que va a seducirlo, a invertirle los papeles y a ponerlo a arder a su antojo, prometiendo llevarlo a limites insospechados de placer a cambio de una sola intransable condicion: ser su sumiso.
    ?Podra Ryan cederle el control a aquella inusual chica, rompiendo con sus prejuicios masculinos? ?Que tendra planeado Elizabeth para guiarlo hasta entregarse con absoluta y total devocion? Por que, si es lo que ambos desean, ?una relacion que se alimenta esencialmente del mas intenso placer parece no ser suficiente?
    Ven y averigualo...

  • No me llames bana-perros de Iris Vermeil

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    Son las diez menos diez. Faltan diez minutos para que empiece mi jornada laboral. He aparcado mi Vespa a la vuelta de la esquina. Voy esquivando a la gente que pasa a toda prisa por mi lado y sin prestarles atencion miro la pantalla del movil. Llevo los auriculares puestos y escucho una de mis canciones favoritas de bachata y, para no pensar en el dia que me espera imagino que estoy en mitad de un videoclip vestida de fiesta, rodeada de tios buenos, subida a unos tacones de infarto y pintada como una puerta. Camino mirando hacia el suelo y al levantar la vista veo a lo lejos que ya hay varias personas esperandome en la puerta de la peluqueria. Todo lo que habia creado en mi mente se esfuma haciendome volver a la realidad. --Buenos dias, ?hace mucho que esperan? --pregunto educadamente. --No, tranquila. Acabamos de llegar --responde una senora. No se porque siempre la gente suele decir eso ?sera por quedar bien? Seguramente llevan alli un buen rato y no quieren admitirlo. Quito los candados de la persiana y la subo con esfuerzo. Nadie, repito, nadie me pregunta ?Helena, quieres que te ayude? Eso es mucho pedir. Aunque bueno, yo ya estoy acostumbrada. No, no es que vaya al gym ni nada de eso... yo no estoy hecha para levantar pesas ni correr hacia ningun sitio durante minutos eternos. Eso no va conmigo. Yo levanto persianas de las antiguas, de las que pesan mas que un muerto. De esas del siglo pasado, ya que, la buenaza de mi jefa y no lo digo con ironia no se le ha pasado por la cabeza cambiarla por una electrica. No vaya a ser que la mujer se arruine, mejor me arruino yo la espalda. Quito la alarma y rezo para acertar a la primera el numero secreto, como salte nos deja a todos sordos, si lo digo es porque me ha pasado anteriormente. --Pasen, pasen --digo--. Un segundo, voy a cambiarme. --Si, si, no tenemos prisa. Se ve, se ve. Pienso para mis adentros. Me quito los pantalones y al momento, pican al timbre. Debera ser Alma, mi companera. Oigo que los senores le abren. Mejor para ella, porque no pensaba salir en bragas. Las unicas que tenemos llaves de la pelu somos mi jefa y yo, y ella no se ha molestado en hacer mas copias. Me pongo mi uniforme de peluquera canina, una especie de casaca nada sexy de color negra con pequenas huellas de perro de colorines y cambio mis deportivas por unos zuecos blancos. Ah, ?que no os lo habia dicho? Si. Soy peluquera canina. Trabajo como tal desde los veinte anos, cuando deje la carrera de fisioterapia y decidi que mi vida eran los animales. Ahora tengo veintiocho. Adoro trabajar con ellos, sin embargo, reconozco que hay que tener una paciencia... vamos que me falta poco para que me hagan Santa porque hago cada milagrito... Y no solo porque algunos tengan un caracter dificil de controlar, sino, porque los duenos no nos suelen reconocer el esfuerzo que hacemos a diario, a nosotros los profesionales. Como el mes pasado, que vino una senora por primera vez y me dijo que le cortase el pelo cortito a su bichon maltes de seis meses. Todo iba bien hasta que la senora se fue y me quede con el perro. Eso no era un perro, era una oveja. ?Como era posible que tuviera el animal por casa con esos nudos? ?Nudos? Mejor dicho rastas... A punto estuve de llamarla y decirle; Senora, ?usted sabe lo que es un peine? Ademas, no era de color blanco sino gris y del oscuro. Bueno total, que no queria esquilarlo con la maquina e hice lo que habia que hacer. Desenredar y cortar, desenredar y cortar y asi me pase casi dos horas... Se presento preguntando que si ya habia acabado. Le dije con mucha simpatia lo que sucedia y me dijo; Pues, ya me llamaras mas tarde. Cuando finalice el trabajo lo bane con un champu hidratante, le puse acondicionador y lo seque. Una vez seco, volvi a desenredar e hice un corte monisimo con la carita redondita. !Parecia un peluche! Llame a la senora entusiasmada; Senora, que Tobby ya esta listo y perfumado. En cinco minutos la tenia en la puerta. ?Y que creeis que dijo la senora? --!Dios mio! ?!Que le has hecho a mi Tobby!? !!Esta precioso, parece de concurso, eres la mejor peluquera canina Helena!! Voy a recomendar a todas mis amigas del PipiCan que vengan aqui. !!Ja, que os lo habeis creido!! Ya me hubiera gustado ya, que me dijera eso.... --!Parece un conejo! --?Como? --respondi. Ya os podeis imaginar mi cara de incertidumbre. --Lo queria corto pero no tanto. No me gusta. --miro al pobre bichin con cara de asco. Vale. Pense ?La mando a freir esparragos o a la playa? ?Que hubierais elegido? --Quiza esta mas corto de lo que usted se imaginaba, pero Tobby tenia muchos nuditos y hemos tenido que hacerlo asi para que quedara todo igualado. Seguro que el se siente mucho mejor y mas fresquito. --Esta horrible, ?tanto has tardado para esto? Respire hondo y conte hasta diez. --Em... yo lo he hecho lo mejor que he podido y creo que esta guapisimo, si a usted no le gusta... --Ya veras cuando lo vea mi hija, el disgusto que va a tener. --El pelo vuelve a crecer, yo le recomiendo que lo cepille a diario y lo traiga mas a menudo para que su cabello lo mantengamos brillante y saludable. --Bueno, bueno... en casa tambien lo puedo banar yo eh que no es tan dificil... Estaba a una borderia mas de sacar el caracter de leona que tengo escondido. Ese que me viene de familia y que sale cuando me tocan lo que no tengo. --Se que usted puede hacerlo en casa pero de ese modo el se acostumbra a nosotras y al ruido del secador, de las tijeras... --Venga va, cobrame que tengo que ir a recoger a mi nieto al colegio -- interrumpio mi explicacion. --Mire, seran treinta y cinco con veinte. --!!Que!! --grito. --!?Treinta y cinco euros por dejar a mi perro como un conejo?! Diez minutos estuve aguantandola hasta que me cabree y textualmente le dije; --Mire senora, yo he hecho mi trabajo como tenia que hacerlo y lo mejor que he podido. Si usted no lo valora no puedo hacer nada mas. Debo cobrarle por las horas que he pasado con su perro. Pero en realidad queria decirle; Si no le gusta como trabajo, ahi esta la puerta. !No vuelva mas, desagradecida! !A ver en que peluqueria la aguantan! Y se fue pero de pagar vaya si me pago. Dudo mucho que regrese y mejor, porque para soportar cosas asi... Luego hay otro tipo de clientes, los que te son fieles y vienen cada mes. Hablan bien de ti a sus conocidos y asi va prosperando el negocio y tu motivacion al trabajar va creciendo. A esos si que les estoy muy agradecida. --Hola Helena --me saluda Alma al entrar al vestuario--. ?Que tal el fin de semana? --Meh, mas de lo mismo... --?No te fue bien con Santi? --Uf, ni me lo nombres.

  • Una vida entre guerras de Miguel Angel De La Iglesia Garrido

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    Francia 1917, en plena guerra, un nino se queda huerfano a pronta edad. Se vera obligado a vivir con el unico familiar que le queda, un empresario aleman con unas enormes ansias de poder y secretos inconfesables. Crecera dando tumbos, hasta que el nazismo emergente le atrapa. Envidia, egoismo, soledad y traicion conviven cada dia, hasta que conoce a Marie, momento en que se enfrentara a todo lo que habia dado sentido a su vida hasta entonces. Un amor imposible que le lleva a la locura. Descubrira como las decisiones que toma, afectan irremediablemente, a los que le rodean y sus errores lo perseguiran el resto de su vida.

  • Habra tiempo para arrepentirse, Stevie Turner de Stevie Turner

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    Paul despierta con una misteriosa mujer en su cama. Sin recuerdo alguno de como llego ahi, Cat Taylor se adentra en su vida y acaba mudandose a su apartamento. Este arreglo le funciona a Paul – hasta que conoce a Anita Fairfax.

  • O’Quinn (13 Milimetros 2) de Beatriz G. Lopez

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    Diferentes indicios han llevado al narcotraficante Annibal Scorpio y a los suyos a localizar al presunto autor de las famosas muertes. La sanguinaria venganza llevada a cabo no fue suficiente, y Scorpio pide explicaciones al grupo criminal al que pertenecia el asesino. El lider, O'Quinn, no duda en negar su implicacion y buscar una via de escape.
    En la organizacion de Scorpio creian haber borrado del mapa cualquier rastro dejado por el celebre numero trece, pero nada mas lejos de la realidad: se dan cuenta de que sus problemas no han hecho mas que comenzar. Quien se encuentra detras de los ataques no es el unico que acecha al traficante. La policia le sigue muy de cerca, esperando un paso en falso para poder avanzar en la investigacion y, de paso, cazar a Annibal.
    Amenazas, tiroteos, muerte. Y la certeza de que la confianza es un lujo que no se puede permitir.

  • Tiempo de promesas, Elena Garquin de Elena Garquin

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    Ano 917.

  • La construccion del Estado en Espana de Juan Pro

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    El Estado es un fenomeno caracteristico de la Edad Contemporanea: aparece en el siglo XIX como resultado de la Revolucion liberal, y sustituye a la Monarquia del Antiguo Regimen. Se trataba de superar la tradicion monarquica de mantener el orden para hacer realidad la ambicion revolucionaria de transformar el pais: la Administracion publica fue el instrumento ideado para que la accion de gobierno llegara hasta los ultimos rincones del territorio, impulsando el progreso en las mas diversas actividades de una sociedad que se concebia como “nacion”.

  • Un mar violeta oscuro de Ayanta Barilli

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    Una maldicion recorre las vidas de Elvira, Angela y Caterina: elegir a hombres que no las supieron amar.

  • Una fiebre de ti mismo de Gonzalo Torne

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    Una antologia que reune los grandes nombres del romanticismo ingles.

  • Caramelo Explosivo de Laura Lago

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    Mi padre esta en la carcel desde antes de que naciera. Dejo a mi madre con un bombo de tres pares de narices y yo nunca llegue a conocerlo. Mi madre, que nunca llego a casarse con el, se desentendio de su relacion a los pocos anos. Mi padre no tuvo ningun cuidado en portarse bien para salir antes, como muchos otros presos. En su caso, la legislacion espanola y el orden de las carceles se cumple a rajatabla. Por vete a saber que (lo mismo ha matado a alguien ahi dentro que ha estado pasando droga bajo la mirada “despistada” de los funcionarios) se le han ido aumentando los anos de la condena y no tiene pinta de que vaya a salir muy pronto. Por suerte, antes de que lo metieran en chirona se aseguro de dejarnos un buen colchon lleno de dinero. Mi madre no me lo conto hasta que no fui mayor de edad, pero al parecer todavia nos llega el dinero que amaso mi padre mientras estuvo en la calle. Es toda una suerte que se empene en seguir preso: si se llega a enterar de que mi madre iba a dejarlo poco despues de que le entrullaran, dudo que le hubiese dejado la maleta llena de pasta y los dos bidones llenos de billetes de diez mil pesetas. Digo todo esto no para darte pena. No necesito darte pena. Aunque tenga a mi viejo en la carcel, nunca he notado su ausencia. Mi madre se ha cuidado de estar sola y ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. Se nota que le van los piezas; la mitad de los tios con los que ha estado o han entrado en la carcel o han salido de ella, pero todos por delitos blancos. O, como es el caso del ultimo, tampoco es que le quede demasiado para que lo pillen y lo encierren de una vez. Pero no voy a adelantar acontecimientos: estoy hablando de mi. Como decia, el dinero que nos dejo mi padre nos ha proporcionado una vida tranquila. La gente con la que mi madre se ha enrollado estos anos le ha dado contactos y negocios con los que mantenerse a flote, y no me da verguenza afirmar que me he criado rodeada de lujos comprados con dinero negro. Tampoco es que me diferencie demasiado de cualquiera de los hijos de los politicos que vemos en la tele cada dia, despues de todo. Me he educado en institutos privados y me he codeado con la flor y nata de la sociedad espanola. ?Sabeis eso que dicen de que algunos politicos tienen amigos narcotraficantes, y todo eso? Bueno, pues en mi caso es verdad. No querais saber los apellidos que tenian algunos de mis companeros de clase, que se sentaban en el pupitre de al lado sin saber que mi madre era una de las cabecillas de las bandas de la droga que trafican en la frontera. Lo que si sabian, de todos modos, era que yo conocia a la gente adecuada para que les pasase marihuana, coca o lo que les apeteciera en el momento. Yo me sacaba una pasta y procuraba no meterme nada para no perder la cuenta. Siempre he sido mas lista que los demas. Incluso mas lista que mi madre, que se las ha arreglado para seguir surfeando la ola todo este tiempo sin llegar a caerse. Mientras que sus queridos caian como moscas cada vez que la policia abria una investigacion, y aunque a mi madre la han llamado a declarar en varias ocasiones, siempre ha sabido estar un paso por delante para evitar sufrir el mismo destino que mi padre. Yo soy igual. Quiza todavia mas lista. Todavia soy joven y la gente tiende a infravalorarme, pero yo se que puedo hacer muchas cosas que otros no pueden. Si ellos supieran... Hoy, mi madre va a ir a visitar a su prometido, del cual ya os he hablado antes. Yo voy con ella. Me he alisado el pelo y me he pintado los ojos con el doble de cuidado que siempre. Hasta me he puesto algo de brillo y me he vestido con una de mis camisetas nuevas, amplia y atrevida aunque no llega a tener escote. Tengo el cuerpo fibroso y no destaco por las curvas. Despues de tantos anos practicando aikido (mi madre me apunto desde que cumpli los siete anos con la esperanza de hacer de mi una mujer autosuficiente y sin miedo), no tengo tanto pecho como algunas de mis amigas ni mi culo destaca en plan Kardashian. Lo que si tengo son unos brazos firmes y unas piernas que ya las quisieran muchas, y un vientre plano en el que se podrian partir nueces. Pero mi cuerpo no importa cuando se puede mirar como lo hago yo. Y creedme, nunca he necesitado insistir demasiado para enrollarme con los tios que me han interesado desde que cumpli los quince anos.

  • Destinada al Oeste (Destino de reyes 2) de Eilana Osorio Paez

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    Soy la reina del Este. Destinada a un hombre que no conozco y amando a otro. Soy la heredera de un reino por el cual debo luchar, en una batalla de la que espero salir victoriosa. No se trata de poder, se trata de igualdad.

    Una promesa realizada hace milenios, una deuda que se debe pagar con sangre y dolor, un amor empanado por la mentira, el egoismo y el egocentrismo masculino. No se si pueda enfrentarme a lo que se avecina. confio en la esperanza depositada en mi . Porque no es defender un amor, es hacer lo correcto. Soy la Reina. una sola voz ha depositado su confianza en mi.

    – Debes estar dos pasos detras de mi, es la tradicion Yelena -se dio la vuelta y volvio dirigirse a su pueblo-. Deben comprenderla, es de otro mundo y sus costumbres son diferentes -volvio a mirarme, no me habia movido, ergui mi postura, desprendi toda mi energia-. ?Que haces Yelena?
    - ?Acaso no te das cuenta? -su desconcierto me confirmo que esto es lo que debo hacer, por mas que duela-. Tu energia es igual a la mia, estare a tu lado no atras.
    - Aqui es diferente -sonrei.
    - Ya no.

    Hay amores que se cruzan en el camino de tu vida, que no puedes olvidar, por mas que la sabiduria diga que el tiempo lo cura todo. En mi caso esa regla no se ha cumplido, al contrario, el sentimiento se afinca en mi alma al punto de no saber quien es el que domina mi ser. Pero por mas amor que se le tiene a un ser, hay actitudes que no se pueden pasar por alto. Aunque duela, el debera aprender. volvi para ensenarle. Ensenarle a amarme.

  • Susurrame al oido de Yolanda Montiel

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    ?Pondrias la mano en el fuego por la persona a la que confias tu cuerpo?

  • En mal lugar de Esther Mor

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    Ella solo se ha registrado en ese hotel apartado de la civilizacion para una transaccion rapida, un intercambio sin complicaciones con un ciente habitual. Nada debia complicarse, pero desde el primer momento se ve envuelta en una misteriosa trama en la que nadie es lo que parece, empezando por Harold, el anciano gerente del establecimiento. ?Te parece que estas ante un relato sobrecogedor? ?Crees que vas a leer algo espeluznante o terrorifico?Pues te equivocas, querido lector, lo mas probable es que tus carcajadas sean escuchadas por los vecinos a traves de las paredes.

  • Contra todo esto. Un manifiesto rebelde de Manuel Rivas

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  • La resurreccion de Liz de Pilar Lepe

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    --!Vamos Liz, no te quedes atras! --Vamos a jugarle una broma --propuso Michael de pronto. --A mi hermana no le gustan las bromas --repuso Paul. --No seas aburrido, nos esconderemos y creera que estamos perdidos. La dejaremos que nos busque un par de cuadras y luego aparecemos entre la multitud. --Esta bien, vamos, pero te aseguro que no estara nada contenta. Diane avanzaba, mezclandose entre la gente que desfilaba, celebrando el carnaval, por la avenida principal. Escucho que su hermano gritaba, pero no le entendio, y levanto su mano para que viera donde estaba. Entre tanta gente, se hacia dificil caminar, y sentia que los chicos se alejaban cada vez mas. Un hombre vestido con un disfraz de Fauno la tomo de la cintura para danzar, ella dejandose llevar por el ambiente le siguio la corriente hasta que se dio cuenta que su hermano y su amigo habian desaparecido. Se zafo del abrazo del Fauno y se dio a la tarea de buscar a los mocosos. --Cuando los encuentre no se salvaran del tiron de orejas --refunfunaba mientras miraba con atencion la muchedumbre. De pronto le parecio verlos a lo lejos cuando dio vuelta la esquina. Dirigio sus pasos hasta alli, solo para encontrarse con un parque marcando el fin de la avenida. Miro la plaza y se veia desierta, claro, si toda la gente estaba en el carnaval. Consulto su reloj, ya casi era media noche. A pesar de la multitud, Liz se vio sola en la calle, meditando si volver al carnaval o cruzar hasta el parque. La furia que sentia en un primer momento, se habia transformado en una desesperacion muy fuerte que le oprimia el pecho. A pesar de que el lugar se veia desierto, se decidio a cruzar de todas maneras, con tanta gente bailando cerca, dudaba de que fuera peligroso. --Cuando te encuentre Paul, ya veras. Y ese Michael se ira directo a su casa en el primer vuelo. Diane hablaba sola mientras caminaba por la acera, era un recurso que utilizaba siempre que sentia temor. Recordo que ella le habia dicho a su padre que no llevaran al amigo de Paul de vacaciones, ?para que? Si las vacaciones en Alemania habian sido idea de ella para celebrar que se habia graduado con honores de restauradora en la Escuela de Arte. Sin embargo, su hermano, que estaba en la edad en que los chicos andan acompanados de sus compinches a todas partes, habia insistido en llevar a su amigo, y como sus padres no sabian decir no, se habia salido con la suya. Y ahi estaba ahora, sin saber por donde buscar, en un pais desconocido en donde apenas sabia decir hola o pedir cerveza. De pronto le parecio escuchar una risa de hombre, seguro que eran los chicos escondidos burlandose de ella. Camino hacia donde provenian las risas y los llamo en voz alta. --!Paul! !Michael! !Salgan de su escondite, ya es hora de volver al hotel! De inmediato aparecio una sombra de detras de un arbol. --?Paul? Antes que pudiera reaccionar, Liz, se vio envuelta por algo o alguien. Le dio un empujon con todas sus fuerzas y lo unico que alcanzo a ver fueron unos ojos brillantes, encendidos como los de un animal en la oscuridad. Los ojos la miraron dominantes. Liz se quedo clavada en su sitio, sabia que algo malo estaba a punto de ocurrir, pero no era capaz de gritar y menos aun correr. Dos manos como garras la atrajeron con rapidez para darle un abrazo mortal. Escucho un sonido de algo que se rompia y luego succionaban muy cerca de su oido. No sabia que se trataba de su propio cuello siendo desgarrado, que su propio cuerpo era el receptaculo de la bebida mas apetecida por este ser infernal. En cuestion de segundos sus brazos y piernas se aflojaron como si fuera una muneca de trapo, sus ojos se quedaron mirando al vacio y el ultimo pensamiento que su mente alcanzo a procesar fue que jamas trabajaria en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. Diane quedo tirada en el suelo con su cuerpo desmadejado, pronto se lleno de curiosos y alguien llamo una ambulancia. --?Esta muerta? --No. Aun respira. !Llama a emergencias! Cuando llegaron los paramedicos a examinar a Liz, la declararon muerta pues no tenia signos vitales. El medico de urgencias estuvo de acuerdo con el diagnostico y lleno una ficha en la que decia: Liz Saunders, ciudadana de los Estados Unidos segun consta en su identificacion. El cadaver presenta algunos hematomas y mordidas en el cuello. Se procedera a la autopsia de rigor para determinar la causa exacta de su muerte. 23:30 hrs. Colonia, 20 de febrero de 2014. Luego de esto fue trasladada a la morgue para meterla dentro de uno de los enormes nichos de acero, adosados a la pared, en espera de la autopsia. --Era hermosa --comento uno de los encargados, un hombre mayor de calva brillante. --Que mala suerte morir tan lejos del hogar --acoto la medico forense--. Vamos, Franz. Aun debemos terminar con la mujer del asilo. Tenemos varios antes de pasar a la chica. --Lo se, Ingrid. Los profesionales se alejaron dejando a Liz, encerrada en su mortaja de acero. Aparentemente para ella habia terminado su existencia que habia sido bastante breve. Ya no habria mas amaneceres, mas puestas de sol en la playa, ni mas diversion junto a sus amigas, y menos aun cumpliria su sueno de restaurar las grandes obras que se guardaban en las bodegas del Museo Metropolitano, y por que no, en el mundo entero. Liz Saunders, de veinte anos, desaparecia para siempre en esa noche de festival en Colonia.

  • Entre dos vidas de Jennyfer L.f

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    La vida de Daniela es perfecta, o eso cree ella. A sus casi treinta anos es una mujer de exito que dirige una sucursal bancaria en Barcelona; lleva un nivel de vida a todo tren junto a Cristhian, su pareja, con el que comparte una vision poco romantica del amor.

  • Sin miedo a las estrellas de Chiara Parenti

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    Una historia sobre la importancia de saborear cada momento y de no dejar escapar las oportunidades que te brinda la vida.

  • La culpa de Carlos Sanchez

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    Carlos es el unico responsable de la muerte del marido de la mujer que ama, Angela. Ademas de la culpa, su conciencia tendra que soportar el dolor que siente y la preocupacion por la mujer de la que esta enamorado, conviertiendolo en alguien que no es.

  • En la casa vacia de Manuel Barea

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    “Tu cuerpo no es nada frente a un muro de hormigon.”

    ?En que momento exacto se torcio todo? ?En que punto tu cuerpo se convirtio en un estorbo, en un cruel recordatorio de un pasado al que no tienes mas remedio que volver? Posiblemente estas sean algunas de las preguntas que se hace Eva, la protagonista de esta novela, a quien el peso de las miradas, las palabras y los deseos ajenos resulta cada vez mas insoportable. Presa de un dolor fisico constante y de una rutina que tampoco parece tener fin, se ha visto obligada durante los ultimos diez anos a malvivir encadenando trabajos como chapuzas a domicilio y camarera, realizando dia tras dia el mismo trayecto sin escalas, ese que va desde la apatia a la resistencia y viceversa. Sin embargo, cuando finalmente el dinero se acabe y su casera le ordene abandonar su hogar, Eva tambien se vera obligada a regresar al unico lugar que en el fondo ha conocido, la casa de sus padres, la de su infancia, aquella que una noche abandono sin mirar atras. Ahora, de vuelta en el pueblo donde se crio, el Infierno primigenio, debera elegir entre vivir para siempre en el pasado o recorrer un camino distinto a aquel que los demas ya han elegido por ella.

  • Polos opuestos (Baile 1) de Monica Garcia

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    --Nos vemos manana, chicas --dije. Una a una mis alumnas fueron saliendo del aula en donde impartia clases de baile a ninas de entre seis y diez anos. Suspire mientras avanzaba hacia la parte trasera de la sala. Alli habia dejado mi bolsa y una fina chaqueta por si el dia se torcia. Abri la mochila y saque la botella de agua que siempre llevaba al estudio. La destape y di un gran trago. --Maddie --oi a mis espaldas. Me gire para encontrarme con Hayley, mi alumna mas joven --, tengo una duda. --Muestrame. --No se si he pillado bien el ultimo ejercicio de la coreografia. Le pedi que repitiera el rol rueda y asi lo hizo. Se tumbo en el suelo boca abajo y alzo las piernas a la vez que tenia la barbilla apoyada en el suelo. Poco a poco fue bajando las piernas hasta apoyarlas en el suelo delante de su barbilla, arqueando el cuerpo. La observe con detenimiento mientras ejecutaba el ejercicio. --Lo haces bien, pero debes tener cuidado a la hora de arquear la espalda. Ademas, debes alzar mas las piernas. No se si me he explicado bien --la fui corrigiendo. Ella asintio y repitio el ejercicio tal y como le habia dicho. --Bien hecho. Te veo manana, ?vale? La pequena afirmo con la cabeza con entusiasmo y salio disparada por la puerta hacia los vestuarios. Recogi mis cosas y sali de la sala que Hannah Brown, la directora de todo el estudio, me habia asignado para dar mis clases. Tenia que recorrer medio edificio para llegar al aula veintiseis, en donde ella nos daba clase a mis companeras de grupo y a mi. Diez minutos despues entre en los vestuarios. En ellos solo se encontraba Sarah, una de mis mejores amigas. Cada aula tenia el suyo adherido a ella. Se podia entrar a la clase por alli o por la puerta de entrada, aunque nosotras lo haciamos a traves del vestuario. --Buenas tardes, Maddie --me saludo. --Hola. --?Que tal la clase? Empece a cambiarme de ropa. Cambie mis gastados vaqueros por unas mallas ajustadas y mi camiseta de manga francesa por una camiseta verde sin mangas. --Bien. Creo que ya estan preparadas para competir. --?Se lo has dicho a Hannah? --pregunto. --Todavia no he tenido tiempo de hablar con ella. Me puse las punteras y despues me recogi el cabello en una trenza que me llegaba por debajo de los hombros. A mi lado, Sarah se hizo una coleta. Poco despues de terminar de prepararnos, Samantha, Emma, Tamara y Susana entraron en los vestuarios, todas ellas charlando entre si. --Muy buenas, chicas --nos saludaron, alegres. --Hola. Esperamos a que ellas terminaran de vestirse para ir juntas al aula. Esta era muy espaciosa, con los suelos revestidos en madera. El lado contrario a la puerta principal estaba ocupado por un gran espejo que terminaba un poco antes de donde se situaba la puerta de los vestuarios. Las paredes eran de un blanco impoluto y algunas zonas estaban tapadas por gigantescos posters de bailarines famosos que habian estudiado en ese mismo estudio. Practicabamos baile de lunes a viernes y algunos fines de semana. Empezabamos a las cinco de la tarde y terminabamos a las nueve, aunque habia algunos dias que las sesiones se alargaban o que, debido a algun concurso importante, nos veiamos obligadas a faltar al instituto. Concursabamos todos los fines de semana, los sabados para ser mas exactos. Como era de esperar, llegamos antes que Hannah, quien seguramente estaria entretenida dando clase o analizando concienzudamente algunos papeles. Ella se tomaba muy enserio su trabajo y, por ende, era muy dura con nosotras. Queria sacarnos el maximo partido a todas. Sarah y yo fuimos hacia una esquina y nos pusimos a estirar los musculos mientras charlabamos sobre asuntos triviales. Minutos mas adelante, mientras me tocaba la punta de los dedos de los pies teniendo las piernas completamente estiradas, Hannah Brown irrumpio en la estancia. El cabello lo llevaba recogido en un apretado mono del que se le escapaban un par de mechones castanos. Observo con seriedad el espacio, comprobando que todas estuvieramos alli. --Siento el retraso, chicas. La clase que he tenido a las cuatro se ha alargado considerablemente. --No pasa nada, Hannah --la tranquilizo Tamara, sonriendole. Todas nos acercamos a ella, formando un circulo a su alrededor. Como ya estabamos a mediados de semana sabiamos cual era nuestro papel en la competencia de este fin de semana; en mi caso, solo actuaria en el baile grupal. Estabamos esperando instrucciones. --Bien, chicas. Como sabeis, la competicion de este fin de semana es bastante importante. En ella bailaran los mejores estudios de la zona, asi que debeis ir a por todas. <<Empezaremos por el baile grupal. Despues, Tamara ensayara su solo. Cuando termine con ella, Samantha hara el suyo. Por ultimo, volvereis a practicar lo primero que he dicho --nos explico mirandonos a cada una--, ?entendido? Asentimos con la cabeza, sin decir ni una sola palabra. --Bien, en ese caso podemos comenzar. *** Volvi al Moonlight completamente reventada. El ensayo habia sido agotador, tanto que apenas podia mantenerme en pie. Hannah se habia esmerado con la clase de hoy. Segun ella, todo debia salir a la perfeccion. Sonrei al ver la enorme verja de hierro forjado y los setos que rodeaban los terrenos del orfanato. Saque las llaves de la bolsa y meti la mas pequena en la abertura de la cerradura. La gire hasta que se abrio con un clic. Entre cerrando la verja a mis espaldas y avance por el jardin delantero, plagado de flores y arbustos, hasta llegar a la entrada principal del Moonlight. Repeti el mismo gesto y entre. --Maddie --dijeron Maya y Owen, levantandose del sofa y viniendo corriendo hacia mi. Abri mis brazos y los abrace con fuerza, besando sus coloradas mejillas. --?Que tal estais, preciosos? --pregunte sin soltarles, poniendo la voz mas grave, tal y como se les habla a los ninos pequenos. Despues, avance por el salon hasta sentarme en uno de los numerosos sofas con ellos encima de mi regazo. Maya y Owen eran los mas pequenos que vivian en el Moonlight. Ambos tenian seis anos y eran adorables. Siempre estaban juntos, a todas horas, y nunca se peleaban; es mas, Owen siempre defendia a Maya en el colegio cuando alguien se metia con ella. --Muy bien. Hemos empezado a aprender a escribir palabras largas --dijo con orgullo Owen. --Tambien nos han ensenado a escribir varios numeros --agrego Maya sonriendo. Ambos me miraban con la emocion reflejada en sus rostros infantiles. --!Que mayores os estais haciendo! Que rapido pasaba el tiempo. Todavia recuerdo el dia en que empezaron a ir a preescolar, lo asustados que estaban ambos. Sonrei al recordarlo. Los dos rieron por mi comentario. --Todavia somos ninos, por si eso te consuela --hablo Owen en cuanto paro de reirse. Sonrei con dulzura y, acto seguido, les hice cosquillas. Unos pasos resonaron por toda la estancia, provocando que parara de torturarles. En el salon entro Kara, la directora del Moonlight, seguida de Alvaro, su marido, con quien compartia el cargo. Los dos discutian sobre algo. --...Te digo que no podemos permitirnoslo --decia ella frunciendo el ceno. --Y yo te digo que si. Podriamos... --Alvaro callo al vernos. A pesar de haber pocos internos en el hogar, los gastos eran excesivos. Entre el colegio, el instituto, las extraescolares y los gastos que generaba el Moonlight andaban justos de dinero. Es por eso que yo habia decido dar clases de baile, para ayudarles con los gastos, ya que la academia de baile a la que asistia era muy cara. Como las clases privadas eran las mas costosas, habia decidido pagarmelas. --La cena esta lista, chicos --comento Kara intentando que olvidaramos lo que habiamos oido. En cuanto esas palabras salieron de su boca, los ninos salieron disparados hacia el comedor, dandoles un beso en la mejilla a ambos antes de marcharse por la puerta. --?Tan mal esta la cosa? --pregunte cuando estuve segura de que nadie mas nos oia. Kara se toco el puente de la nariz con frustracion y Alvaro suspiro con pesadez. Las ojeras eran notables en ellos. Parecian agotados y estresados a la vez. --Hablaremos de ello luego. Ve a cenar --me ordeno Alvaro. Asenti con la cabeza. Subi las escaleras de caracol y camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitacion que compartia con Lea. En total habia siete dormitorios: tres para las chicas y cuatro para los chicos. Si a eso se le sumaban la habitacion de los directores mas las de las cuidadoras y la de la cocinera... Ademas, por cada habitacion habia dos personas, salvo en el caso de las ninas mas pequenas, quienes dormian juntas. El caso es que entre y fui hasta el fondo de la estancia. Deje mi mochila de baile en mi cama, bajo una de las ventanas del gran dormitorio. Habia tres camas, aunque la habitacion solo estaba ocupada por Lea y por mi. Habia espejos aqui y alla y tres grandes armarios. Las paredes eran de un tono rosa pastel y el suelo estaba cubierto con una gran alfombra morada. Cuando baje al comedor, todos estaban alli, esperandome. Me sente entre Lea y Maya y, despues, me servi un buen plato de ensalada de pasta. --?Que tal las clases? --pregunto Lea mientras pinchaba una espiral con el tenedor. --Muy bien, la verdad. Cada vez ejecutamos mejor el baile grupal. Hoy, sin ir mas lejos, Hannah nos ha felicitado y nos ha dicho que si lo hacemos con la pasion con la que ensayamos, seguramente ganaremos el concurso del sabado. --?Sabes donde va a celebrarse o todavia no os ha revelado el lugar? Sonrei. --Va a ser aqui, en Portland. Mi amiga, quien habia estado bebiendo un sorbo de agua, casi se atraganto. Empezo a toser, dandose suaves palmadas en el pecho. --?En Portland? --pregunto en cuanto se hubo calmado. Asenti con la cabeza. --!Eso es estupendo! !Podre verte sin tener que salir de la ciudad! Rei al notar el entusiasmo que destilaba su voz. Normalmente los concursos solian ser en ciudades cercanas; por eso estaba tan emocionada Lea, porque se ahorraria el viaje. --?Que pasa en Portland? --pregunto Kara, mirandonos a ambas con el ceno fruncido. Seguro que estaria preguntandose en que andariamos metidas. --El concurso de Maddie --contesto Maya antes de que pudiesemos hacerlo nosotras. Nos la quedamos mirando sorprendidas--. ?Que? --pregunto la pequena--. Hablabais muy alto. --Asi que es en la ciudad... --dijo Alvaro pensativo--. ?Sabes ya la hora? --Empezara a eso de las cinco, mas o menos. Pero yo debo estar dos horas antes para prepararme --explique. --Estaremos ahi para animarte --me dijo Owen. --En primera fila --agrego Amber. Despues de eso, el comedor se quedo en silencio. Solo se oia el ruido que producian los cubiertos al chocar con los platos. Pocos minutos mas tarde, Lea me pregunto por las clases que daba y yo le conte lo orgullosa que estaba de mis ninas. Estaba completamente segura de que estaban preparadas para competir y asi se lo habia dicho Hannah, quien habia quedado conmigo en ver la clase de manana para determinar si estaban preparadas o no para asistir a concursos de baile. --Ojala estes en lo cierto y puedan participar --dijo Lea sonriendo--. Estoy segura de que eres una gran profesora. Me sonroje ante su comentario. Ni siquiera habia pensado en eso. Si mis alumnas tenian el nivel suficiente como para competir, eso significaria que mis clases habian dado sus frutos. --Yo tambien lo espero. Capitulo 2 Eric El maldito despertador casi me provoco un infarto. Maldiciendo, le di un manotazo, tirandolo al suelo. Di media vuelta en la cama, tapandome de nuevo con la sabana. --!Eric, es hora de levantarse! --grito mama desde la puerta de la habitacion pasados unos minutos, tocandola con fuerza. --Cinco minutos mas... --murmure adormilado. Oi como la puerta se abria con fuerza y enseguida empece a escuchar las pisadas de mama. Maldicion, habia entrado en mi dormitorio. --!Vamos o llegaras tarde! --Me zarandeo con fuerza. Me levante a reganadientes. Odiaba madrugar. Maldito instituto que nos obligaba a levantarnos temprano. Mi madre salio de mi territorio y pocos minutos despues fui al bano para darme una ducha de agua fria, a ver si asi lograba despejarme del todo. Cinco minutos despues, sali con una toalla enrollada en mi cintura. Seque mi cuerpo con rapidez y me puse una muda. Acto seguido, cogi del armario unos pantalones vaqueros y una camiseta gris, y me vesti. Cuando baje a desayunar, todos se encontraban en la mesa de la cocina. Papa leia el periodico mientras fruncia el ceno debido a alguna noticia que le desagradaba; mama preparaba el desayuno entonando en voz baja una cancion; Dylan y Andrew discutian tal y como lo hacian todas y cada una de las mananas; y Hayley tomaba en silencio su desayuno. --Buenos dias, familia. --Buenos dias, hijo --dijeron mama y papa a la vez, como si estuvieran sincronizados. Me acerque a mi madre, que seguia preparando el desayuno, y deposite un beso en su mejilla. Repeti el gesto con papa y con Hayley. Dylan y Andrew se creian demasiado mayores como para recibir besos. Me sente al lado de mi hermanita menor y cuando mama deposito mi desayuno en la mesa, lo devore. --Papi, recuerda que debes llevarme a clase de baile --le recordo Hayley. Todas las tardes ella daba clases de baile en la mejor academia de Portland, el Hannah Brown Studio. La que normalmente la llevaba era mama, aunque ese dia no podia porque le habian adelantado una operacion. Mama era cirujana y papa, periodista. --Tranquila, pequena, no lo olvidare. --Dejo el periodico sobre la mesa y sonrio con ternura. Termine mi desayuno y una vez deje mis cosas en el fregadero, subi a mi habitacion. Alli cogi la mochila con los libros. A continuacion, sali de mi habitacion y baje corriendo las escaleras. --!Me voy! --grite para que todos me oyeran. --!Ten un buen dia! --oi que decia mama desde la cocina. Sali de casa cerrando la puerta con un ruido seco. Camine hasta la acera, en donde estaba aparcado mi deportivo negro, regalo de cumpleanos de mis padres. Subi en el dejando la mochila en el asiento del copiloto, meti las llaves de contacto y las gire, provocando que el motor rugiera con fuerza. Sonrei, me encantaba ese coche. Conduje por varias manzanas hasta llegar a la casa en donde vivia mi mejor amigo, John. Ambos habiamos ido a la misma escuela primaria y desde el primer momento estuvimos juntos. Le vi sentado sobre el pavimento, mirando su telefono movil con interes. Toque el claxon antes de parar a unos metros de el. John alzo la cabeza, sobresaltado por el estridente sonido, pero cuando vio que era yo, sonrio burlonamente. --Ya te ha costado llegar --dijo a modo de saludo, rodeando el coche y ocupando el asiento del copiloto, aunque primero tuvo que quitar mis cosas de ahi. --Yo tambien me alegro de verte. Una vez mi amigo estuvo asegurado, arranque de nuevo el coche. --Odio las clases de hoy --comento John mientras miraba por la ventana. --Yo tambien las detesto. Ademas, hoy tenemos dos horas seguidas de matematicas. --Buf, ni me lo recuerdes. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza. --Se llevo las manos a la cabeza exageradamente provocando que se me escapara una sonora carcajada. --!Que dramatico eres! ?Por que no te apuntas al club de teatro en vez de a baloncesto? --me burle. John me miro con total seriedad. --Ni de cona. Todos sabemos que ese club esta plagado de inadaptados sociales. Los siguientes cinco minutos transcurrieron en silencio, sin contar el hecho de que mi amigo se puso a buscar una emisora de radio que al final no encontro, ya que cuando llegamos al aparcamiento del instituto todavia seguia canaleando. Aparque el coche en donde solia dejarlo, cerca de la salida. --?Que tal te fue ayer con Tessa? --me pregunto a la vez que avanzabamos por el mar de gente. Hice una mueca. Ayer habia ido a su casa con la excusa de que me explicara un ejercicio. Habia intentado por todos los medios acostarme con ella, en vano. Esa chica no se enteraba de mis indirectas. --Ha sido horrible. Pese a que lo he intentado con todo, no captaba nada. Estaba empenada en explicarme las malditas derivadas. --Y eso ha sido un duro golpe para tu ego, ?verdad? --se burlo el haciendo una mueca. --No hablemos de mi ego --resople mientras entrabamos. Cuando estabamos lo suficientemente cerca de nuestras taquillas, divise a Jack, a Ethan y a Caden. Los tres estaban rodeados de chicas que iban ligeras de ropa y que coqueteaban con ellos sin parar. --?Que pasa, chicos? --nos saludaron mientras se apartaban de las chicas. Chocamos los punos a modo de saludo y fuimos directamente a nuestras taquillas. Puse la combinacion y la abri. Deje la mochila y saque los libros de las materias que tenia a la manana, en este caso tendria dos horas seguidas de matematicas. Tuve que esperar a que los lentos de mis amigos cogieran sus cosas, ya que de vez en cuando se paraban a hablar como marujas en un mercado. Sonrei ante esa idea. No me los imaginaba en un mercado chismorreando con senoras mayores. El timbre me devolvio a la realidad, y parece ser que les dio el empujon que necesitaban para terminar de coger lo necesario de las taquillas, ya que pocos segundos despues los tenia a mi lado. Los cinco nos pusimos en marcha. Andabamos con tranquilidad, total la clase no se moveria de sitio. De vez en cuando, la gente se giraba para lanzarnos miradas; muchas de ellas eran de admiracion o deseo, y otras, de pura envidia. Nosotros eramos los chicos mas deseados de la escuela. Todas las chicas suspiraban por nuestros pies. Yo nunca habia tenido una relacion duradera; lo mio era rollo de una sola noche. No me gustaba comprometerme y eso las chicas lo tenian claro. Cuando llegamos al aula, esta estaba ya repleta de companeros. En la primera fila ya se encontraban sentadas las empollonas de clase, dos chicas inadaptadas que siempre sacaban buenas notas. Charlaban animadamente sobre un tema que desconocia y que me importaba mas bien poco. A su lado tambien estaban sentados los que querian sacar buenas notas, aunque no lo eran tanto como las de ellas. En las filas centrales se sentaban los alumnos que no sacaban ni buenas notas ni malas notas. Y en las ultimas filas nos sentabamos nosotros, a los que menos nos importaba la asignatura. Nos acomodamos en nuestros sitios y nos pusimos a hablar hasta que el profesor nos mando callar. Las dos horas se me hicieron eternas. No entendia nada de lo que el profesor explicaba, por lo que los ejercicios los hacia de pena. Mis amigos intentaron ayudarme, sin exito. Era un zoquete. Al final de la clase el profesor me pidio que me quedara unos minutos porque queria hablar conmigo. Asi que me despedi de mis amigos y espere a que todos hubieran salido. --Senor Woods --me saludo--, ?sabe por que esta aqui? --No, senor. ?Por que razon querria hablar conmigo ese senor bajito, calvo, gordo y sudoroso? El profesor de matematicas era un tipo peculiar. Sudaba a mares todos los dias del ano y normalmente vestia con unos trajes que realzaban su descomunal barriga, ademas de ser totalmente espantosos. Pero lo peor de todo era su rostro arrugado, cuya guinda del pastel era su horrible uniceja. --Esta a punto de suspender mi asignatura. Palideci. !No podia ser posible! Pese a que se me daban muy mal las matematicas, siempre aprobaba esa maldita asignatura. Ademas, necesitaba aprobar todas para poder jugar en los partidos de baloncesto. --Es imposible --me negue a creerlo. --Mirelo usted mismo. Todos y cada uno de los ejercicios que ha hecho han estado mal. No solo eso, no se esfuerza en mi asignatura. Asi que como suspenda el examen, no aprobara--. Se paso un panuelo por el cuello y por la cara para secarse el notorio sudor. Reprimi una mueca de repulsion. --!No puedo suspender! --La rabia me consumia. No queria creerlo. Necesitaba con urgencia aprobar esa asignatura. --Creame, yo tampoco. Es por eso que se me ha ocurrido ponerle un tutor particular que pueda darle clases por la tarde. ?Que le parece? Lo sopese. Su oferta era muy tentadora. Pero no sabia si serviria de algo o no, teniendo en cuenta que no se me daban bien las mates. Ademas, ?quien sabia quien seria la persona encargada de ayudarme? Lo que menos queria era un friki a mi alrededor, dandome ordenes. Pero, por otro lado, lo necesitaba. Si no, suspenderia. --Esta bien. ?Cuando podria empezar con esas clases y con quien las haria? --pregunte. Sonrio. --Manana mismo puede empezar cuando le presente a su tutor. *** --?Profesor particular? --John no se lo creia. Abria mucho los ojos, tanto que parecia que se le iban a salir de sus orbitas. Hice un movimiento afirmativo con la cabeza. --?Como es eso de que vas a suspender? --Jack estaba estupefacto--. No puedes suspender. --?Crees que no lo se? --exclame pinchando un trozo de carne con el tenedor. Nos encontrabamos en el comedor del instituto, rodeados de gente que hablaba. La intensidad de las voces era tal que teniamos que alzar mucho la voz para oirnos entre nosotros. --?Y quien va a ser el afortunado de aguantarte? --pregunto Ethan. --?Aguantarme? Yo voy a ser el que tenga que aguantarle --dije molesto. La idea de que alguien tuviese que ayudarme no me gustaba ni un pelo--. Ademas --anadi--, el muy canalla del profesor no me ha dicho quien es. --Seguro que es uno de los empollones de clase --comento Caden mirando la mesa en la que estaban sentados un grupo de ellos, charlando animadamente, ajenos a nuestra conversacion. Suspire pesadamente. Lo que menos queria era que fuera uno de los sabelotodos de la clase, pero, bueno, no estaba en mis manos decidirlo. Terminamos el almuerzo y depositamos nuestras bandejas en su sitio. Estabamos avanzando por el pasillo, camino hacia las taquillas para coger las mochilas, ya que por la tarde no teniamos clase, cuando, de pronto, choque contra alguien, quien cayo redondo al suelo. Mis amigos y yo reimos por su torpeza. --Mira por donde vas, friki --dije.

  • La Ciudad de los Hombres Santos (Los buscadores 3) de Luis Montero Manglano

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  • Acero Fundido de Susana Torres

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    La manana que a tantos les parecia una hora de ininterrumpida actividad en las calles del distrito de Flatiront, no era mas que una experiencia vacia para Arturo Matas. Un hombre que vivia del exito de su compania que claramente se evidenciaba en el lujo de su departamento. Un pent-house ubicado en el One Madison de la calle 23 de Manhattan que, a pesar de su vista alucinante, no le conseguia recompensa alguna en apreciar su entorno porque cada aspecto de su vida tenia de gris los escenarios del dia a dia. Se encontraba determinado a levantarse minutos antes de que sonase el despertador, pero, al igual que siempre, luchaba con la idea de atender asuntos de negocios. Esta seguro de que es hora de despertarse. Los sonidos de las ya activa calles de Nueva York intentan llamar su atencion, pero nada puede llegar a sus oidos. El sol atraviesa los vidrios reforzados que rodean su hogar y reflexionan en un adorno de metal pulido que tiene sobre la mesa de noche al borde de su cama. El brillo y calor que emana de la pequena estrella de su sistema solar, lo mantiene al tanto de la hora que es, a pesar de no haber abierto los ojos aun. Planea levantarse sin muchos problemas; el momento de salir a ganarse la vida ha llegado, para eso se ha esforzado tanto, para eso ha dejado de lado cualquier cosa que pudiese distraerlo de su profesion de ejecutivo importante --o a menos asi le dicen--, que por mas de nueve anos ha practicado en el puesto de dueno, CEO y gerente de su propia empresa. Trata de apagar el despertador con la mano que tiene libre y por fin abre los ojos. Se queda penetrando la ventana con la mirada. Por un momento, como hace cada manana, se pregunta <> con la intencion de encontrarle sentido a su rutina diaria. Se levanta y se dirige al enorme bano de su habitacion para comenzar el proceso de aseo matutino. Lo importante es arreglarse antes de las siete de la manana, para el, el llegar despues de esa hora es un retraso; eran las seis cuando se desperto. Luego de terminar su rutina de limpieza, se arregla con uno de los cientos de traje de etiqueta que siempre usa. Su casa, tan inmensa como solitaria, no esta repleta de la esencia que emana una compania bien merecida. Arturo Matas no tiene a nadie a su lado porque, segun el percibe, sus ambiciones son claras y la unica persona capacitada para entenderlas es el mismo. Las cosas le han funcionado muy bien hasta ahora con esa filosofia, no habia motivos para cambiarla. Al pisar suelo firme, despues de bajar por el ascensor que se conecta con el anexo que le permite ingresar a su hogar, se encuentra con que su coche y quien lo conduce, no ha llegado. Le busca con la mirada antes de sacar su celular del bolsillo con la intencion de llamarlo hasta que se da cuenta que esta estacionado en la calle de al frente. La cruza y luego lo aborda. --Buenos dias Tom --dijo al cerrar la puerta. --Buenos dias senor Arturo. ?Listo para comenzar el dia? --le pregunto animado. --Nunca lo estoy. Por favor, llevame lo mas rapido que puedas. --Como usted diga, senor Arturo --le respondio Tom no se molestaba al perder el tiempo en hablar con Arturo. Este no era de mucha platica, sin embargo, ocasionalmente le proferia alguna respuesta no muy pedante. Pero, despues de todo, la actitud del senor Mata siempre era la misma. Tom arranco el coche, subio el panel que separaba la vista entre el y su pasajero, y tomo las calles correspondientes hasta su trabajo. --!Ah!, Tom, un momento. --dijo Arturo. --?Si? --respondio bajando el panel. --Por favor, si no es mucha molestia, pasa por algun cafe cercano que quiero desayunar. --Le indico Arturo. Tom tomo la sexta para dirigirse a la septima avenida hasta el Seven Grams Caffe. Arturo se bajo, pidio un expreso, unos ponquecillos y se regreso al vehiculo. Una vez adentro, comenzo a consumir su desayuno con la mayor calma del mundo, sin apresurarse, mientras observaba por la ventana del coche las calles de Manhattan hasta llegar al Rockefeller Centre, en donde tenia una de sus sucursales, que, de hecho, era en donde el administraba todo. Al llegar a su oficina, le recibe un juego de diferentes papeles, reportes, llamadas y encargos como de costumbre. <> --su secretario-- penso, cuestionandose la idea de que Kate --la recepcionista-- le informe de ello cada vez que entre. No duda mucho en tomarlas ya que es su responsabilidad atender tales casos, a pesar de que su hermano y asistente (Kyle) es quien debe decirle que tiene pendiente. --!Buenos dias, senor Matas! --le dijo Kate antes de indicarle sus encargos. --Buenos dias, Kate, avisele a Kyle que ya llegue, que prepare mis cosas --respondio Arturo. --No hay problema, yo le hago llegar su mensaje, senor. --Gracias --dijo, mientras caminaba hacia el interior del recinto. Arturo, solo compartia su tiempo con su hermano menor. Kyle no tenia un trabajo estable hasta que se mudo a Manhattan con la esperanza de que su hermano lo tomase en cuenta en memoria de aquellos momentos que vivieron en su juventud, eso les decian a todos. La historia que manejaban aquellos que no fuesen ellos dos, era que Arturo lo contrato como su asistente personal para evitar que su madre le reclamase que no hacia nada por el. En efecto, no compartian tanto como muchos habrian de creer, a pesar de que le tenia afecto, no lo demostraba por su habito de pocos amigos. Nadie se escapaba de su forma de ser, siquiera Kyle. Camino a traves del conjunto de cubiculos que rodeaban lo que era su oficina actual hasta llegar en donde se encontraba su hermano, sentado, atendiendo unas llamadas importantes. En lo que este lo ve, cuelga y se levanta para seguirle el paso. --Arturo, llegaste --senalo Kyle-- Tienes un cafe en tu escritorio junto con los documentos que me solicitaste ayer. --No importa, Kyle, ya desayune. --Bueno, ?Que mas da?, ya voy y me lo tomo. --De acuerdo, ?algo mas? --pregunto sin detener su paso hasta la oficina. --Del resto, nada fuera de lo ordinario. Estoy esperando a que llegue el encargado de las relaciones publicas, tiene mas de dos semanas sin venir y no se ha comunicado para dar por lo menos una excusa. --Te dije que te ocuparas de eso antes de hoy. --Lo se, pero debia esperar dos dias mas para poder hacer cumplir el contrato. Arturo llego hasta su oficina, aparto el asiento y se acomodo en el, mientras, Kyle le seguia hablando. --El caso es que ya nos ha ido lo suficientemente mal como para tener que esperar a que David se indigne en regresar al trabajo. ?ya sabes que hacer? ?No? --le inquirio Arturo Segun el contrato que habia preparado, a aquel que lo incumpliese, le correspondia un despido inmediato. Kyle abrio la carpeta que tenia abrazando a su cuerpo y anoto <> en la Tablet junto al nombre de David, pensando que, a pesar de que no queria que estuviese despidiendo a las personas, no podia contradecirle ya que despues de todo, era un incumplimiento de su trabajo. --Listo, yo me encargare de eso. --No podemos darnos ese lujo Kyle, y tu lo sabes. --Si, lo se. Ahora toca buscar un remplazo. --Hazle llegar su carta de despido e inmediatamente comienzas a buscar alguien para que le remplace. --?Alguna persona en especial? --inquirio Kyle sin levantar su cabeza de la tableta electronica en donde estaba anotando. --Sorprendeme, no quiero a nadie inutil. Busca posibles candidatos, para pasado manana quiero estar entrevistandole. --Muy bien, hermano. ?Otra cosa? --Si, pide una reservacion para dos en el Eleven Madison Park --?Esta vez quien es la afortunada? --pregunto con un tono travieso. --Una chica que conoci el viernes, haz la reservacion y ya --le espeto Arturo. --?Para cuando? --Para hoy al medio dia, como a eso de las doce y media, habla con Billy, dile que es de mi parte. --Esta bien. Kyle tomo el cafe que habia dejado en el escritorio y se retiro de la oficina directo a realizar lo que su hermano le habia encargado. Escribio en una pagina de empleos la solicitud, llamo a diferentes pasantes y contacto a varias empresas para preguntar si no conocian a algun relacionista bueno en el area. Estaba al tanto de que mientras estuviese sin alguien encargado, el tendria que realizar el trabajo, que no le correspondia, por mas tiempo. Su prioridad era encontrar a alguien. Se paso ambas manos por la cara para despejar el cansancio de las noches sin dormir que le pegaban en el rostro por la misma razon por la que estaba buscando un remplazo. Al finalizar, se sumio en el resto de su trabajo. Tenia la esperanza de que alguien realmente util apareciera para el puesto. A Arturo solo le importaba el bienestar de su negocio. Se catapulto a la cima de su propia empresa como el dueno de una compania lucrativa de conglomerado. Pudo destacar entre ellas los bienes raices, articulos tecnologicos, parte de una revista y agencia de modas, tiendas de retailling y agregar otras poco a poco a lo largo de su carrera con la idea de hacer una corporacion que se aprovechase de un gran numero de multitareas. Parte de su exito no se debia a su carisma ni a su comportamiento abiertamente social, en cuanto a su forma de ser, las personas a su alrededor le percibian serio y reservado. Es un hombre sin muchos fantasmas, pero cuando se trata de mantener una relacion estable --amigos o pareja--, se determinaba a no darle mucha lena a lo que fuese que cobrase vida en su debido momento. Su ocupacion era la vida de negocios, la administracion de su propio trabajo. Nada debia ni tenia la potestad de causar problema alguno. A pesar de ser un hombre relativamente modesto, su forma de ser no aportaba mucho para la manera en que los demas le retrataban. Se veia como un empresario exitoso, pero gran parte de eso se debia al triunfo de su empresa, para el exterior, el mundo que lo rodeaba, no terminaba de adaptarse a el. El encargado de hacer de la imagen de la compania y del mismo Arturo fuese adecuada, se negaba a hacer bien su trabajo debido a que no toleraba su actitud. David no aceptaba tener que defenderlo frente a los demas peces gordo de la compania por lo que renuncio de manera indirecta. AArturo no le parecia algo adecuado ser objeto de criticas con respecto a su vida personal, su manejo de la empresa o de la forma en que esta no se llevaba bien con los medios. Cada que hacia una beneficencia, una fiesta importante, rueda de prensas, una junta directiva o lo necesario para catapultar a la organizacion, se veia en la obligacion de pagar de mas a causa de no tener el encargado adecuado. Su hermano, sufria gran parte de ese peso. Y, asimismo como el futuro de su corporacion estaba sufriendo su mala espina, actualmente, se encontraba en relaciones poco duraderas --por asi decirle-- que lo llevaban a gastar dinero o prestar un poco del mismo para evitar que se opusieran a la idea de no tener mas de una experiencia con el. Se alejaba lo mas que podia del compromiso, de las responsabilidades ajenas. Nada mejoraba su situacion. Ocasionalmente se le veia con varias mujeres hermosas: modelos, chicas jovenes, damas adultas. Ninguna relacion era a largo plazo, siempre una conversacion ocasional, un almuerzo en restaurantes elegantes para terminar en su departamento para el coito de media tarde. Ese era su ritual, algo imperturbable e inalienable. O eso creia. * * * * Pasada las horas luego de su llegada, Arturo se encontraba viendo los papeles de oficio que le habia entregado su hermano para que revisara. El reloj estaba a punto de marcar las doce y aun no se presentaba aquella chica con la que habia quedado para almorzar. Asomaba su muneca derecha para revisar si realmente la hora que mostraba su computador no era la correcta. Le disgustaba la impuntualidad, a pesar que el mismo se tomaba su tiempo * * * * Por otro lado, mientras el se encontraba sumido en su trabajo, en la recepcion llego su cita. -- Estoy buscando al senor Arturo Matas--anuncio a Kate. --?Tiene cita con el? --Pregunto la recepcionista. --Si, digale que Karen le esta buscando --le dijo. Karen estaba no muy lejos del aparador que la separaba de Kate, no sabia si estaba preocupada o nerviosa, pero el ambiente del lugar le daba una sensacion que la sacaba de su zona de confort. Era una de sus muchas mujeres de ensueno con las que se topaba Arturo. Aquellas que se acostaban con el hombre encargado de una compania multimillonaria, de las cuales, muchas estaban al tanto de la naturaleza de su relacion. No buscaban mas que sexo ocasional; un sex appeal de magnate, un cuerpo atractivo y ser un soltero cotizado, eran atributos suficientes para no tener una vida sexual dominada por la abstinencia. Las mujeres iban, venian o disfrutaban en el bano de algun establecimiento especial, pero, nunca se quedaban. Kate cumplio con su trabajo. Le comunico al asistente de Arturo que su cita de las doce habia llegado. Una vez la recibio, acercandose a la puerta y asomando parte de su cuerpo, le comunico a su hermano la noticia. --Arturo, Kate dice que hay una tal Karen en la recepcion preguntando por ti. --le dijo. --?Hiciste la reservacion? --pregunto levantando su mirada de los papeles que sostenia. Arturo lo veia como una cita mas, pero, sin embargo, no podia tener una relacion sexual adecuada sin llevar a su chica a un almuerzo elegante o a algun lugar respetable. Si tenia tanto dinero, debia usarlo adecuadamente. --Si, esta todo listo. --Esta bien, dile a Kate que ya voy para alla. --?Regresaras? --Le pregunto Kyle entendiendo el motivo de su cita. --Si, a las tres de la tarde estoy aqui --le dijo levantandose de su asiento. --Por favor no te ausentes, que ya suficiente trabajo me estas dejando --dijo moviendo hacia atras su cabeza en senal de cansancio. --Te dije que regresare, no te preocupes. Encargate de buscar el remplazo que te dije, eso es lo que debes estar haciendo ahora. --Ya estoy en eso --le respondio-- tu ocupate en llegar a las tres. --?Me estas dando ordenes? --le pregunto seriamente en tono desafiante. --No, solo hazlo. Ambos se miraron a los ojos, sin nada que decir. Eran hermanos, por encima de sus cargos, Kyle le hablaba como el hermano que era y Arturo lo dejaba pasar. Lo hacian todo el tiempo si tener animos de discutir, pero las personas a su alrededor lo veian como una relacion disfuncional nada positiva. No lo era. Ambos compartian mas que la sangre. Arturo salio de su oficina y se dirigio hasta la recepcion en donde se encontraba Karen esperandole. Kate le informo a la chica que le esperaba, que Arturo llegaria en cualquier momento, por lo que seria mejor que le esperase sentada. Era una mujer joven, sin muchas aspiraciones en su vida. Al momento en que Karen llego al edificio en donde se encontraria con Arturo se percato que parte del lugar ya era lo suficientemente lujoso para ella. Cuando le dijo que trabajaba en el Rockefeller Centre, no se imaginaba que lo hiciera en su propia empresa. No recordaba haber estado antes en ese lugar a menos que fuese pasando por las navidades a ver los arreglos de la epoca. <> penso, creyendo que podria ser simplemente una forma de atraer mujeres, pero, de todos modos, seguia con la duda. Arturo atraveso el umbral que separaba el interior de lo que dividia aquello que correspondia al area de trabajo con la recepcion mientras se acomodaba los botones del saco de su elegante traje. Karen se levanto inmediatamente lo vio y le demostro una sonrisa cohibida en son de saludo. --Hola, Karen, ?Tienes mucho tiempo esperando? --pregunto Arturo al llegar a la recepcion. --No --le dijo borrando la sonrisa de su rostro para cambiarla por un gesto de descuido-- Llegue hace veinte minutos. --Muy bien, muy bien. --le dijo, hizo una pausa y agrego-- te ves hermosa --agrego, observandola de pies a cabeza. --Gracias --Repuso. A comparacion con la forma de vestir de Arturo, sabia que no estaba ni cerca de sus mejores pintas. El no esperaba que estuviese vestida de gala. --No hay de que --excuso Arturo. --No me lo esperaba, la verdad. --No te preocupes --le indico-- ven, acompaname arriba para ir a comer. --?Arriba? --pregunto extranada-- ?Que hay arriba? --Arriba esta el helicoptero que nos llevara a nuestro destino. Estamos con el tiempo justo. No te preocupes --intento calmarle. --No sabia como debia vestirme, crei que no seria de mucha importancia. --agrego apenada. --No te preocupes, yo pienso que estas mas que perfecta. --le dijo Arturo con una sonrisa en el rostro-- ?nos vamos? Tenemos reservacion en el Eleven Madison Park, estamos un tanto lejos asi que debemos tomar un helicoptero para llegar a tiempo. --Oh... --agrego--, esta bien. Ahora sabia que definitivamente no estaba vestida para la ocasion. Arturo y Karen abordaron el transporte que los llevaria a su destino. Una vez adentro, el le extendio unos audifonos para poder conversar mientras llegaban al restaurante en donde comerian. --Cuentame un poco de ti, Karen --pidio Arturo con animos de parecer amable. --Bueno, tengo 25 anos, estoy estudiando medicina --comenzo a relatarle-- y vivo en el barrio chino. --Eso fue preciso. --Si, no tengo mucho que decir. --le respondio a medias -- y, de ti ?Que hay? --Bueno, como podras ver, tengo mi propia empresa, trabajo todos los dias, y cuando no, me quedo en casa para escaparme del mundo de los negocios. --Es una vida bastante emocionante --le observo sarcasticamente. --Lo es, dificilmente la puedo cambiar. --respondiendo a su sarcasmo. Aterrizaron en un edificio cercano del lugar y fueron en un coche privado hasta las puertas del restaurante. Al llegar a la calle, abordaron el coche negro que le perteneceria a Arturo. --Llevanos al Eleven Madison Park por favor --dijo Arturo al abordar el coche despues de Karen. --De inmediato, senor Matas --dijo Tom antes de arrancar el coche. Ella escucho aquel recado con un tanto de incomodidad; cada que escuchaba el nombre del lugar, del que habia oido hablar antes, le invadia una sensacion de engorro. Se apreto ambos brazos sobre el vientre para disipar la sensacion. --Y entonces, ?por que vas a comer tan lejos de tu oficina? --le pregunto Karen para desviar su atencion a la cantidad de lujos que habia presenciado en menos de una hora. --Bueno, porque puedo, la verdad --le respondio como un nino dice su edad. --?Asi, no mas? --Si, no se me ocurre mas nada. Para algo he trabajado tanto ?No? --Si, espero poder hacer eso algun dia --respondio, diciendoselo mas a si misma que a Arturo.

  • Que tengo de malo de Maria Jose Caro

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    “Me quede en silencio asustada de lo que pudiera pensar. Pero ella introdujo la mano en su casaca de jean y me ofrecio un cigarro. Cuando lo acepte, entendi que ella podia convencerme de cualquier cosa”.

  • Autumn Passion Love de Lorraine Coco

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    La inspectora Pamela Cassidy (alias la mujer de acero) jamas imagino que, al investigar la misteriosa desaparicion de una mujer, encontraria en su atractivo y descarado hermano a la horma de su zapato. Por suerte sus trabajos impiden que lleguen a algo mas y durante unos meses se cree a salvo. Hasta que una noche recibe una inquietante llamada suya, acompanada de una foto en la que se le ve esposado a uno de los grandes hornos industriales de su afamado restaurante. Incapaz de negarse a rescatarlo e investigar el asalto, vera como no solo su trabajo, su celosa y complicada vida privada, y su remanso de paz y orden, se desintegran para siempre cuando el ultimo hombre al que deberia acercarse se propone convertirla en su siguiente conquista.
    Autumn Passion Love es una historia corta, intensa, sorprendente y divertida. Una aventura que nos ensena que la felicidad se alcanza escuchando a nuestro corazon.

  • Dulce enemistad de Eva Benavidez

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    Sus pasos urgentes resonaban en las frias baldosas; habia perdido su sombrero hacia rato. El sudor resbalaba por la frente y por el cuello mientras corria intentando sortear desperdicios, animales famelicos y bultos humanos, los cuales habitaban los apestosos callejones. Desesperado, doblo en una esquina; su pie piso algo viscoso y por poco cae de bruces. Sin importar el dolor, siguio avanzando. En el fondo sabia que era inutil escapar; no importaba cuanto corriera o donde se escondiera: lo encontraria. Y cuando eso ocurriera… El terror lo invadio; tropezo y cayo con un golpe seco. Jadeando, intento levantarse, pero las piernas no le respondian. Lagrimas de impotencia y de terror nublaron su vista; no podia mas, no podia seguir. De repente, un escalofrio le subio por la espalda y los vellos de la nuca se le erizaron. Lentamente, giro su cabeza; entonces, lo vio. A solo unos pasos estaba su verdugo. Las piernas, separadas e inmoviles. Las sombras lo envolvian y el silencio lo rodeaba. No escuchaba murmullos provenientes de las tabernas ni de los antros; ni tampoco ladridos de perros furiosos. Extranamente, oia un llanto desesperado; cayo en cuenta de que era el suyo. Sin decir palabra, el hombre comenzo a acercarse. A cada paso, el sentia su corazon estallando dentro de su pecho. Nunca penso que su vida acabaria asi: muriendo en un callejon lleno de mugre y hedor. El desconocido siguio avanzando; la luz de la luna ilumino su rostro por un instante. Lo miraban unos ojos oscuros y frios que no habia visto antes. No reflejaban nada: ninguna emocion ni atisbo de pensamiento; ni siquiera parecia estar agitado por la carrera. Lo asombro descubrir que su perseguidor aparentaba al menos ser un caballero, pero uno como jamas habia visto, uno sin alma. Un demonio. La sangre se le congelo en las venas; el caballero levanto su mano derecha y apunto su arma hacia el. Quiso gritar, pero su boca no emitio sonido. Intento levantarse, tal vez podria convencerlo de alguna manera. Frenetico, metio las manos en los bolsillos. El tenia mucho dinero, seguramente podria… La fuerte explosion resono en las paredes y, un segundo despues, cayo en la oscuridad. Capitulo 1 Raiz de todos los males es el amor al dinero. 1deg Timoteo 6:10 No mires su apariencia; pues el simple hombre mira lo que esta delante de sus ojos, pero Dios mira el corazon. 1deg Samuel 17:6 Nicholas Bladeston, noveno duque de Stanton, dejo suavemente el periodico sobre la mesa de desayuno, pensativo. Hace un tiempo, su naturaleza curiosa habia captado una serie de hechos: asesinatos de hombres pertenecientes al mundo elegante, precisamente. Las victimas fueron halladas en diferentes callejones de los peores bajos fondos de Londres. Pero lo mas curioso era que todos habian muerto de una misma manera: de un unico y certero disparo. Las autoridades, al parecer, pensaban que existian indicios suficientes para creer que se trataban de hechos aislados. Pero el no estaba de acuerdo; demasiadas coincidencias y muchos abismos en las investigaciones de cada hecho alimentaban sus dudas. Sin contar que ninguno de los muertos frecuentaba los lugares donde habian sido hallados sus cuerpos; no habia testigos ni mas pistas, todo era muy turbio y el estaba seguro de que las autoridades callaban algo. Como los asesinatos continuaban, Nicholas decidio ponerse en contacto con una persona de confianza del rey y averiguar si sus sospechas eran certeras. Lo que descubrio lo dejo de una pieza. No solo era atinada su conjetura de la conexion entre las muertes, sino que todas las victimas estaban, de alguna manera, involucradas en el contrabando que acaecia entre Francia e Inglaterra. El mismo incluia tanto armas como mercancias y el negocio mas peligroso: la venta de informacion. Por lo que, de inmediato, concerto una cita con el ministro de guerra; antes habia trabajado para el pasando informacion y datos utiles. El ministro le confio que estaban tras una pista de espionaje y posible traicion al rey Jorge. Ademas, al parecer, alguien se habia percatado de esto y el cabecilla de la organizacion intentaba cubrir su rastro eliminando sus miembros mas expuestos. La seguridad britanica tenia la certeza de que el asesino y posible traidor era un noble; alguien ubicado en el corazon de la nobleza, con las mejores conexiones, lo que le permitia ir siempre un paso adelante. Por esto, se le encomendo ponerse a disposicion de la corona y usar el acceso y los beneficios que su titulo de duque le otorgaban para intentar desenmascarar al traidor y descubrir sus planes. La puerta del comedor se abrio y aparecieron su madre --la duquesa-- y su hermana menor. No parecian tener secuelas de haber regresado a altas horas de la noche, luego de haber asistido a otro interminable baile. Su hermana, que acababa de ser presentada en sociedad y que --por lo que habia escuchado-- ya causaba sensacion entre la poblacion masculina, lo miro y arqueo una dorada ceja. --?Jugando al detective otra vez, hermanito? --La risa le bailaba en los ojos. --Buenos dias, madre --dijo Nicholas poniendose de pie--. Estas radiante como siempre, hermana --dijo, haciendo una inclinacion con la cabeza. Su hermana le saco la lengua juguetonamente y luego tomo un plato para ella y para su madre. Con una sonrisa, Nicholas volvio a sentarse. <>, penso mientras la observaba servirse. Seguramente las viejas matronas de la alta sociedad se escandalizarian de que personas de su rango se sirvieran la comida sin llamar a los lacayos. Pero desde que tenia memoria era asi. Su padre, el antiguo duque, no les habia dado una educacion muy ortodoxa. A duque le gustaba desayunar en familia y que se sirvieran ellos mismos. Incluso les enseno a montar sin silla. El mismo se ocupo de ensenarles a escribir, leer, pescar, nadar y hasta manejar un carruaje. Su prematura muerte los habia destrozado. Su ausencia todavia le dolia. Sacudio la cabeza; deberia aprender de su madre, que lo recordaba con alegria y risa. Ella le toco el brazo, como sacandolo de sus melancolicos pensamientos. --Hijo, ?estas bien? Llevo horas hablandote y tu solo me miras como un pez moribundo. --<>, penso Nick. --Lo siento, siempre me agrado la vida marina, ya sabes --dijo sonriendo. La risa de Clarissa resono en la habitacion; su madre la fulmino con la mirada y luego le pellizco el brazo. Su sonrisa se transformo en una mueca dolorida. Se quejo en voz alta y murmuro: --Perdona, madre, ?decias? --Te contaba del gran baile que se celebrara esta noche. Sera el acontecimiento de la temporada; todo aquel que se considera alguien asistira. Nicholas sabia a donde queria llegar. A sus veintiocho anos ya era experto en eludir tediosas fiestas, donde estaria rodeado de virgenes ruborizadas, debutantes vestidas de blanco y, lo peor, madres y damas de compania avidas de cazar un titulo. Eso sin contar a los caballeros deseosos de congraciarse con el, con obvias intenciones de acceder a su abultado bolsillo. La sola vision lo aterraba; podia pasar del gran acontecimiento. Miro a su madre, que lo observaba expectante, mientras su hermana parecia adivinar sus pensamientos. --Por supuesto, madre, que puedes asistir. Si quieres algun accesorio para tu vestuario, no tienes mas que decir… --Ella lo interrumpio con un ademan. --!Oh, por favor! ?Olvidas que te di la vida? --dijo con un gesto dramatico --. ?Que yo misma teji tus primeros pantaloncitos? --Nick no pudo evitar ruborizarse, sabiendo que eso divertia mucho a Clarissa. Su madre continuo: --Se que intentas eludirme otra vez, pero !no lo lograras, Nicholas! Nick conocia esa mirada. Honoria habia activado su lado casamentero. Suspiro presintiendo la derrota. --Madre, esta noche tengo planes, y esos si que no puedo eludirlos

  • Coaching de John Whitmore

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    Esta edicion revisada y ampliada de la <> del coaching profesional revolucionara como se aborda tradicionalmente la cultura de las organizaciones. Ejercicios practicos, ejemplos corporativos, dialogos de coaching y un glosario nuevo refuerzan el proceso de aprendizaje, mientras que un capitulo nuevo y crucial explica como medir los beneficios del coaching en terminos de rendimiento de la inversion.

  • Solo tres citas… y una mentira – Victoria Vilchez de Victoria Vilchez

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    Cuenta la leyenda que originalmente los humanos poseian cuatro piernas, cuatro brazos, dos rostros y una sola cabeza, y en ellos convivian el sexo femenino y masculino; pero Zeus, sintiendose amenazado por la fortaleza de estos seres, les lanzo un rayo y los dividio en dos, condenandolos a vivir sin su mitad y a vagar en busca de ella para estar completos.

  • El poder del bosque. Shinrin de Dr. Qing Li

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  • Corazones de plomo de Jose Gil Romero

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    A finales de septiembre de 1859, y tras los dramaticos sucesos relatados en EL MECANISMO DE LOS SECRETOS, todavia ocurrieron unas cuantas cosas que merecian ser contadas.

  • Victoria O Derrota (Todo Saldra Bien 11) de Roser A. Ochoa

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    Noviembre del 2019, la humanidad habia vuelto a dar un paso al frente en su lucha para erradicar esa plaga que crecia poco a poco, pero que, en algun momento, podria terminar siendo un peligroso enemigo de la humanidad: los vampiros. Un grupo de cientificos elegidos, despues de muchas discusiones y con suma meticulosidad por parte de los gobernantes de los principales paises, habian unido fuerzas para desarrollar el arma definitiva contra esos seres <> que tenian amenazada la poblacion sin que esta, tan siquiera, fuese consciente del peligro con el que convivia a diario. El lema de <> reverberaba en la cabeza de esos poderosos dirigentes en el momento en que dieron luz verde a la propagacion de ese virus, ?que podia salir mal? El primer humano afectado de Covid-19 murio poco tiempo despues. La alarma estallo y de pronto todo se precipito hacia un desenlace para nada esperado. Los dirigentes de esos mismos paises intentaron, por todos los medios posibles, frenar el avance de ese feroz e invisible enemigo que poco a poco diezmaba su poblacion, hasta llegar a un punto de inflexion y de pronto, esos fuertes lideres mundiales, simplemente se rindieron. Esa noticia afecto de distintos modos a esos otros habitantes del planeta Tierra, algunos reian de la estupidez humana, sin embargo, otros estaban preocupados por el desarrollo de los acontecimientos, hasta el punto de que marzo del 2020 supuso ese momento que pasaria a los anales de la historia como el punto de inflexion en el que los vampiros se vieron en la dificil situacion de decidir si salvar a la humanidad o quedarse de brazos cruzados viendo como esta se extinguia. Esa manana los primeros rayos de sol descubrieron a Johan abrazado al cuerpo de Sora, que dormitaba de manera placida, respirando de forma tranquila y acompasada. --?No ha sonado el despertador? --pregunto la chica, entreabriendo los ojos. --Si --confirmo Johan--, pero estabas tan cansada que lo he apagado. --Hoy es el dia. --Sora no pudo evitar cierto tono de preocupacion. --Lo es --solto en un soplido Johan, saliendo de la cama--. Voy a irme en un rato... solo queria verte despertar. --Sonrio el. --Te quiero --dijo Sora desde la cama, sin apartar la mirada de el mientras empezaba a vestirse--, te quiero mucho --repitio, sin poder evitar que los nervios rompieran su voz. --Voy a lograrlo --afirmo el chico, volviendo a gatas por encima del colchon para poder abrazarla--. No te va a pasar nada, ?me oyes? Voy a convencerlos... --Ellos odian a los humanos, y con la sangre sintetica ya no os hacemos falta... --Sora --dijo Johan agarrandola por las mejillas para alzar su rostro--. Siempre has confiado en mi, no pierdas la esperanza--. ?Cuando te he fallado? --Nunca --confirmo Sora, abrazandose al frio cuerpo de su pareja. Siempre habia confiado en Johan, una confianza ciega y sin reservas. Desde el momento en que se habia enamorado de un vampiro su vida habia sido un caos tremendo, y ahora que parecia que todo iba a salir bien entre ellos, despues de tantas vicisitudes, pasaba eso. Sora no pudo evitar estremecerse, y no supo discernir si por sus pensamientos o por el tacto mortecino de su amante. Si alguien podia salvar a la poblacion mundial ese era Johan, pues aun siendo vampiro era mucho mas humano que muchos otros. Cuando el chico salio del apartamento, se dio cuenta de que el estado de la ciudad era desolador, las calles vacias, el ambiente triste, el miedo que se condensaba a su alrededor... El Gobierno, en un ultimo intento de salvar a la poblacion, los habia instado a quedarse confinados en casa, una medida poco popular aunque hasta la fecha, bastante efectiva. Aunque Johan se preguntaba cuanto durarian intactos los animos en la poblacion. Cogio el coche y arranco, intentaria llegar todo lo lejos que pudiera como un humano normal, el resto del camino, de ser necesario, lo realizaria usando otras formulas. Dos dias despues diviso por fin su destino. Esa manana Sora desperto sola en la cama, que sentia grande y vacia sin Johan al lado, lo extranaba como jamas penso que anoraria a alguien. Desde que se habian conocido su vida habia dado un vuelco, todo en lo que creia y todo en lo que no creia se habia mezclado y agitado, y le habia explotado, casi de manera literal, en la cara. Sonrio al pensar en esas primeras citas y en cuando descubrio toda la verdad del chico del que ya estaba irremediablemente enamorada. Estar sin el era duro, sin embargo, confiaba en ese hombre mas que en cualquier otra persona en el mundo. Se ducho sin prisas, desayuno ojeando la prensa internacional en el movil y se vistio mientras en los telediarios se dedicaban a mostrar y tergiversar datos y estadisticas, numeros y nada mas que numeros, las cifras era importantes, las personas ya no. Cuando salio de casa la sorprendio una pequena caja con una envoltura de plastico perfecta sobre su felpudo, al agacharse a recogerla escucho pasos de la puerta de enfrente. --!Son galletas! --grito la vecina para dejarse escuchar a traves de la madera--. Que tengas una buena guardia Sora. --Gracias --dijo ella conmovida. --!Buena jornada, Sora! --Se escucho desde otro de los pisos. --!Animo! --dijo otro de los vecinos. --Venga, Sora, !todos estamos contigo! --dijo una voz un par de plantas mas abajo. --Muchas gracias, vecinos --exclamo la chica con un nudo en la garganta. Cuando salio a la calle la ciudad tenia el mismo aspecto desolado de las ultimas semanas, sin embargo, sentia un intenso calor en su interior que la reconfortaba y llenaba de renovadas fuerzas. Llego al hospital aun con el corazon agitado, feliz y con ganas de empezar la jornada. Tenia todas sus energias reservadas para esas maratonianas guardias y daria lo mejor de si misma un dia mas. --Siempre sonries --dijo una companera al pasar por su lado. --Por supuesto --afirmo con conviccion. --Me gustaria poder ser tan positiva como lo eres tu --lamento la chica, con cara de cansada. Sora solto un suspiro y no pudo evitar pensar en Johan, lo echaba muchisimo de menos, con el al lado era mas facil sonreir, esperaba que consiguiera su objetivo. ?Podia un vampiro tener dolor de cabeza? Seguramente solo fuera en su imaginacion, no obstante la sensacion de presion intracraneal era bastante real. Ya llevaban discutiendo cinco dias y estaba claro que el consenso todavia quedaba lejos. --?Por que deberiamos ayudarlos? --dijo Saul, uno de los lideres de mas antiguedad--. No debemos olvidar que son ellos los que han intentado matarnos --sentencio cargado de razon, a lo que la audiencia ahi presente vitoreo. --?Debemos dejarlos morir entonces? --inquirio Viktor, el vampiro europeo mas longevo de todos. Puede que su ascendencia eslava y el frio de sus tierras hubieran obrado tal milagro en el. --!Deberiamos! --exclamo un joven en representacion de una de las facciones americanas. --Todos estamos movidos por el odio y por el rencor pero, creo que deberiamos meditar bien nuestros actos, pues de ellos va a depender no solo el futuro de la humanidad, sino en gran parte el nuestro propio --sentencio el representante africano. --Nuestra raza y la raza humana siempre han estado entrelazadas y jamas ha existido una sin la otra --argumento Viktor, con su siempre calmada voz. Eran obvias las reticencias de muchos a tender una mano amiga a esos seres a los cuales siempre habian considerado inferiores, mero producto de consumo. Sin embargo, las implicaciones del exterminio de los humanos era algo imposible de calcular, era imposible predecir los efectos a corto, medio y largo plazo de la extincion humana, y por mas animadversion que sintieran por esa raza, estaba claro que, en el fondo, todos sabian que no podian simplemente dejarlos morir. --Ellos han creado ese virus solo para matarnos --siguio Saul--. Ellos no han mostrado ningun tipo de consideracion hacia nuestra especie, ni tan siquiera se plantearon que ocurriria sin nosotros, al igual que nosotros estamos pensando en ellos. --?Eso significa que si ellos actuan de forma estupida nosotros debemos hacerlo tambien? --se atrevio a apostillar Johan, el cual llevaba un rato callado. --Llevamos habitando el planeta por un largo tiempo --dijo de nuevo Viktor--, sabemos que la inteligencia de los humanos es escasa y limitada, son incapaces de pensar en nada mas alla de los pocos anos que duran sus cortas vidas y, precisamente por eso, deberiamos ser nosotros quienes velemos por ese futuro que ellos son incapaces de alcanzar a ver. --Buen punto, Viktor --concedio a reganadientes Saul--. ?Johan...? --?Es serio vamos a escucharlo a el? --bramo otro de los americanos--. ?Acaso no es un traidor al enamorarse de una humana? --Jamas pense que mis relaciones personales empanaran mi dilatada experiencia y todos mis estudios... --Bla, bla, bla --respondio el hombre. --Muy maduro --reprendio otro.

  • Diamantes y mentiras de Tracy Wolff

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    Cuando dos examantes trabajan juntos, !saltan las chispas!

  • Y ahora, volved a vuestras casas de Evelyn Mesquida

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    La tragica y olvidada historia de los espanoles que combatieron al enemigo nazi.

  • Guapa Lista y Madridista de Janis Sandgrouse

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    Damaris es una joven alegre cuyo sueno es ser periodista.A pesar de que la vida le ha golpeado muy duro, ella no pierde nunca esa sonrisa que le hace ser alegre y, junto a sus tres amigas de toda la vida, que forman esa peculiar familia, tratan de vivir al maximo el dia a dia y las situaciones que pasan en su camino.Cuando menos lo espera, en el momento mas dificil, su novio, la persona en la que mas confiaba y por quien lo habria dado todo, decide tomar otro rumbo.A partir de ahi se apoya en sus amigas para superarlo, viviendo las cuatro juntas momentos que nunca olvidaran.Amores, desamores y unos escoceses que al cruzarse en sus vidas les daran mas de una sorpresa.?Que les espera vivir a Damaris y sus amigas con los escoceses?

  • ?Quien mato a Alex?: El secreto desvelado, Janeth G.S de Janeth G. S.

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  • Triangulo amoroso de A. De Luna

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    Regresar a Bahamas despues de una breve aventura de verano con el actor Alec Blanchard era, para Libby, la manera de probarse que el pasado habia quedado en el olvido. Nunca lamentaria haber tenido a Sam, pero ya era hora de mirar el futuro... con Michael; un hombre bueno, confiable y que la amaba. Solo que Libby nunca penso que Alec regresaria a la isla con la firme determinacion de conocer a su hijo, echando por tierra todos sus planes....

  • La proxima persona que encontraras en el cielo de Mitch Albom

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    15 anos despues llega la esperada continuacion de Las cinco personas que encontraras en el cielo. Una novela que nos recuerda que cada final es tambien un nuevo comienzo.

  • Paranoia, Franck Thilliez de Franck Thilliez

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    Ilan sigue sin recuperase de la perdida de sus padres, fallecidos en extranas circunstancias. Una manana reaparece en Paris Chloe, su expareja, quien le propone embarcarse en una aventura a la que no podra negarse. Nueve personas encerradas en un antiguo complejo psiquiatrico aislado en plena montana. De repente, una a una empiezan a desaparecer. Encuentran un primer cuerpo. Asesinado. Se desata la Paranoia.

  • Solo hace falta esperar de Alma Sandher , Josefina Fernandez

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    Alma y Laura deciden hacer un viaje especial con destino, Varadero. Con entusiasmo y ganas de disfrutar cada momento, emprenden su aventura, con vivencias que jamas podrian haber imaginado. Regresan con las maletas cargadas de recuerdos inolvidables, y una nueva vida. Aunque a veces las cosas no son lo que parecen, y entre sorpresas, encuentros, verdades y mentiras, las dos amigas se subiran a una montana rusa de emociones con un destino inesperado. Una historia donde la amistad y el amor dan sentido a todo. La vida les regalara un gran aprendizaje, solo hace falta esperar, para que te suceda todo lo que mereces, ser feliz.

  • Mas calor (Serie Castle 8) de Richard Castle

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    El asesinato de una periodista se convierte en algo mas que un asunto profesional para Nikki Heat cuando los responsables anuncian quien sera su proxima victima: su marido, Jameson Rook.

  • Un asesino enamorado (Atraccion peligrosa 1) de Alina Covalschi

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  • Ella es Evelyn escandalo de Kate. L Morgan

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    Park Avenue, Nueva York, 1860 Se sentia tan feliz, que el tiempo volaba en esa ciudad que le parecia sobrecogedora. Asistia a bailes, al teatro, visitaba monumentos, y no estaba cansada de toda esa actividad sino encantada, salvo por una extrana sensacion que la incomodaba, sobre todo en ese momento pues tenia la sensacion de que la observaban. No estaba segura, pero el cosquilleo en la nuca se habia vuelto incesante durante esos dias. Miro detenidamente a los paseantes que conversaban de forma entretenida en Central Park que le parecio enorme. En un banco cercano se encontraban dos muchachas que reian y conversaban de forma animada. Enfrente de ella, una mujer esperaba a alguien: tamborileaba con los dedos sobre un libro de forma impaciente. El resto de las personas no le parecieron lo suficientemente interesantes como para seguir con su escrutinio. Miro de nuevo el cuadernillo que tenia en las manos, y siguio dibujando todo lo que veia. Cuando regresara a Inglaterra, al menos se llevaria un hermoso recuerdo. Miro hacia el sol, y comprobo que quedaban todavia horas para que se ocultara. Lady Warren y lord Philips, sus amigos, habian decidido comprar algunas bagatelas en Sheep Meadow, pero ya tardaban mas de la cuenta, aunque no se arrepentia de haberse dado una escapada en soledad para dibujar el hermoso jardin pues era mucho mas interesante de lo que habia esperado. La visita al zoologico le habia parecido demasiado estresante porque disponian de poco tiempo. Le quedaban solo cuatro dias para que concluyera ese viaje a la ciudad, y ya habia agotado tres, aunque los habia aprovechado al maximo. Evelyn Brown, unica hija del marques de Dartmoor, se sentia muy feliz de que sus padres la hubieran llevado consigo en su viaje a las colonias. El noble lo habia decidido en el ultimo momento y contra la opinion de la esposa, pero a el no le apetecia estar tantos meses sin la compania de su hija. El marques iba a comprar una extensa propiedad en el este, y la parada en Nueva York habia sido obligatoria para disfrutar de los paisajes e interactuar con la sociedad de la ciudad. Para convencer a su esposa de lo apropiado que era llevarse a la hija en el viaje, habia puesto como escusa la necesidad de que la joven adquiriera un apropiado guardarropa para su presentacion en sociedad en la proxima temporada, y su esposa se indigno por la sugerencia pues ella creia que las mejores modistas estaban en Londres. Pero Andrew Brown se habia salido con la suya, y la hija termino acompanando a los padres en ese viaje tan largo, pero del que estaba encantada. Volvio a alzar su vista de las hojas del cuadernillo y miro los dibujos que ya habia terminado. La verdad es que se le daba bastante bien manejar el carboncillo a mano alzada. Evelyn habia dibujado elegantes plazas, algunos establecimientos que le parecieron curiosos, y las interminables avenidas de la ciudad. Nueva York le parecia fascinante. Lanzo un suspiro largo porque la sensacion molesta de que la observaban seguia presente. Evelyn volvio a mirar en derredor suyo esperando encontrar los ojos que perturbaban su tranquilidad, pero no los encontro. Hizo un encogimiento de hombros, y se dedico a buscar su pequeno bolsito de mano donde guardaba la llave de la habitacion del hotel, dinero, y algunos objetos femeninos, pero no lo encontraba, y se preocupo. Evelyn maldijo su costumbre de centrarse tanto en dibujar que se le olvidaba todo lo demas. Tanteo con el pie bajo el banco por si se le habia caido, pero tampoco estaba. Dejo el cuadernillo y bajo la mano hasta el suelo, pero, por mas que tanteaba, no lograba encontrarlo. Cuando se aseguro de que ninguno de los paseantes le prestaba la mas minima atencion, bajo la cabeza con la suficiente rapidez para buscarlo, pero no lo vio por ningun sitio. --?Ha perdido esto? --la voz profunda le hizo alzar la cabeza de golpe, el sol le dio de lleno en el rostro y la deslumbro. Tuvo que parpadear varias veces porque no distinguia nada. El desconocido dejo el bolsito en el banco, ella quiso mirarlo de nuevo y se volvio a deslumbrar. Parecia que el hombre estaba envuelto en rayos de luz. A la falta de vision se unio la preocupacion porque el hombre se habia acercado demasiado a ella, y no lo habia percibido de tan ensimismada que estaba admirando el paisaje y dibujando. --!Gracias! Se me ha debido de caer sin darme cuenta. --La explicacion habia sonado algo tonta porque era obvio, pero el timbre de voz del extrano la habia inquietado mas de lo que queria admitir pues parecia que estaba muy ebrio. --?Me permite invitarla a una limonada? --ella nego rapidamente con la cabeza. No solia aceptar invitaciones de desconocidos, y menos de uno al que no podia verle el rostro. Ella se dijo que al menos podria cambiar de angulo, pero seguia plantado frente a ella sin importarle que el sol la molestara. --Gracias por su amabilidad, pero tengo que irme. --Evelyn sujeto el cuaderno, los carboncillos, el bolso, y, sin mirar al extrano porque no queria volver a deslumbrarse, corrio en direccion al hotel sin volver la vista atras, afortunadamente el hotel estaba justo enfrente del parque. El caballero observo perplejo la huida apresurada de la muchacha. Desde que la habia descubierto en el parque, no habia podido quitarle la vista de encima. Se habia sentido poderosamente atraido por ella pues poseia unas largas y tupidas pestanas bajo unas cejas bien delineadas que realzaban las oscuras violetas que iluminaban su perfecto y delicado rostro. Lastima que la muchacha se mostrase tan desconfiada pues solo pretendia mantener una ligera charla. Sabia que era inglesa como el, y la necesidad de escuchar un acento que extranaba, le habian impulsado a conversar con ella, pero la mujer no le habia obsequiado ni una palabra amistosa. <>, se dijo mientras regresaba al hotel para seguir emborrachandose, necesitaba no estar sobrio nunca mas. Maldijo a su padre, maldijo a su destino, y a todas las mujeres de Inglaterra, pero especialmente a una, la culpable de su desgracia. A Evelyn le costaba entender la explicacion que le estaba ofreciendo el recepcionista. Sus padres seguian disfrutando de la velada en la embajada inglesa, y regresarian tarde, por ese motivo ella habia decidido volver al hotel porque se sentia muy cansada. Como no estaba acostumbrada a beber alcohol, el champan que habia tomado se le habian subido rapidamente a la cabeza. Su madre se habia enfadado con ella al verla, pero sus palabras habian llegado demasiado tarde, y ahora estaba mareada. ?Por que las muchachas de Nueva York bebian sin que sus madres se escandalizaran?, se pregunto. Por ese motivo se habia sentido a animada a hacerlo, y ahora pagaba su impulsividad. --?Ha entendido, lady Brown? --Evelyn asintio con la cabeza--. Dado que ha sido un error del hotel, la hemos ubicado en la planta tercera. --?Mis padres seguiran alojados en la planta primera? --pregunto. Ahora debia alojarse dos plantas mas arriba de sus padres. La visita imprevista de un senador, con el correspondiente sequito de seguridad, lo habia cambiado todo. El recepcionista siguio informandole. --Hemos cambiado sus pertenencias a la suite numero trescientos cinco. <>, penso ella. --!Muchacha afortunada! --la voz fuerte de Michael le hizo dar un respingo--. Toda una suite para ti solita. --!Que envidia! --suspiro Helena--. Dormiras lejos del control de tus padres --Evelyn le dio un codazo carinoso. --La verdad que dormir en la misma estancia que mis progenitores me da cierta seguridad -- confeso Evelyn--. Nunca antes he dormido sola fuera de casa. Michael la miro con ojos brillantes, pues Evelyn llevaba en su cuerpo bastante mas de dos copas de champan. --?De verdad que no te vienes al teatro --le pregunto. El recepcionista ya le daba la llave de su habitacion. --Lamento no acompanaros, pero no me encuentro muy bien. Helena la miro con las cejas alzadas. Visitar los teatros de Nueva York era una oportunidad unica. En Sheffield no habia teatros ni atracciones. Lo sentia por Evelyn porque la normas sociales indicaban que no debian dejarla sola hasta que regresaran sus padres de la embajada, pero la habian acompanado al hotel donde no podia ocurrirle nada malo. Michael y ella habian aceptado cuidarla, pero ahora no querian quedarse ni sufrir una velada aburrida porque estaba claro que Evelyn iba a quedarse dormida enseguida. --?De verdad que no te importa que vayamos al teatro Bowery? --insistio la mujer--. Ya sabes que muero por ver El mercader de Venecia? Evelyn sonrio. --Disfrutad, y manana me contais --los animo ella. Michael y Helena eran sus mejores amigos. El padre de ambos habia sido amigo y socio del suyo, hasta su muerte, muerte que los habia dejado en la bancarrota, por ese motivo se encontraban en Nueva York, porque Helena iba a conocer a su futuro esposo: un rico hacendado que los salvaria de la ruina. Era costumbre entre los nobles ingleses con maltrechas fortunas buscarse herederas que salvaran el patrimonio, y, en el caso de los americanos, sus fortunas les servian para entrar en la aristocracia. Las tres semanas de travesia no la habian mareado tanto como el champan que habia ingerido en la embajada inglesa. --Bien, gracias, Evelyn, manana te contaremos --le dijo Helena mientras se despedia de ella con la mano. Evelyn se giro a la vez que suspiraba pues estaba deseando meterse en la cama.

  • Un escalon para besarte, Angie Garcia de Angie Garcia

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    Violeta acaba de cumplir treinta anos cuando su estable vida en Barcelona se desmorona y tiene que volver a su pueblo, a vivir de nuevo en casa de su madre.

  • Entre el corazon y la razon (Between 3) de Gema Martin Munoz

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    Tercera y ultima entrega de la serie Between.

  • Las noches en las que el cielo de Cristina Prada

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    La historia de Reese y Sophie y todas las situaciones que aparecen en ella estan inspiradas en la ciudad de Pristina y otros lugares de Kosovo, y los conflictos en la antigua Yugoslavia que tuvieron lugar entre 1991 y 1999. Hemos querido ser tan fieles a la realidad como hemos podido, pero nuestra intencion es contar las emociones que se vivieron y se viven alli y, sobre todo, una historia acerca de la amistad, la felicidad y, como siempre, el amor mas incondicional. Agradecimientos Este libro es un sueno hecho realidad. Desde que me autopublique hace ya dos anos he vivido muchisimas cosas maravillosas y todas os las debo a vosotros. A mi marido Giuseppe y a mi hijo Pasquale. Os quiero muchisimo. Sois toda mi felicidad y nunca tendre palabras suficientes para agradeceros todo lo que me apoyais. A ti, que aguantas los <> o <> y que siempre tienes una sonrisa y un abrazo que darme, que me haces reir cada dia, que me haces feliz cada dia, que te quiero mas y mas cada dia. Y a mi pequeno, que promete portarse bien para dejar trabajar a mami y que se arma de paciencia y siempre acepta cuando le digo que hoy no podemos ir al parque, pero que manana vamos a estar el doble en los columpios. SOIS MI VIDA. A mi familia, a la que tiene DNI espanol y a la que usa Carta de Identidad italiana. Ya sea aqui, en Napoles o en cualquier parte del mundo, os quiero muchisimo, aunque a veces discutamos. Ademas, llevarse bien absolutamente todo el tiempo tiene que ser muy aburrido. A Carmen. Eres una persona increible y te mereces que te pasen cosas no buenas sino espectaculares. Me apoyas, me escuchas, me ayudas y siempre sabes coger al unicornio desbocado por el cuerno, mirarme a los ojos y decirme: bajate de la nube y haz las cosas bien. Ademas, eres la mejor organizadora del tiempo que he conocido y la creadora de expresiones geniales como <> o <>. Te quiero mucho querida. A Tiare. ?Que haria sin ti? Solo espero poder devolverte alguna vez todo lo que haces por mi: el apoyo, la paciencia y los consejos que me das. Eres una persona generosa y buena y cualquiera que te conozca mas de dos segundos sabe que es una suerte tenerte como amiga. Me encanta trabajar contigo y espero poder seguir haciendolo muchos anos. !Arriba Empotradoras Films! A Silvia, Montse, Aroa y Tiare (otra vez). Desde que montamos el chat del Messenger nos hemos reido, hemos llorado y nos hemos contado todo lo que nos pasaba. Ahora resulta que si no os digo buenos dias por las mananas y buenas noches cuando ya estoy en la camita, parece que me falta algo. Sois increibles y lo unico que nos falta es que nos toque a alguna el sueldo Nescafe para toda la vida y nos costee a las demas una quedada una vez al mes para beber Martinis Royale y reirnos en directo. Os quiero muchisimo. A mis chicas del Face. A Patri, Campanilla, Jessica, Nacary (y su guapisimo Lionell), Irene, Super Emma (!Vivan el Capitan America y Marty McFly!), Pam, Beatrice, Adeila, Beatriz, Abby, Danny, Iris, Ana, Sam, Rebekah, Macarena, Olimar, Cecilia (gracias por todo lo que haces por nosotros), Rocio, Elena, Saray, Loli (tienes un arte que no se puede aguantar), Ana Belen, Noe, Esther, Mitera, Noelia, Rita, Laura, Reyes... y todas las chicas del grupo Aqui Manda Ryan Riley y las que llevan los perfiles de Ryan y Maddie en Twitter (son geniales)... Nada de lo que me ha pasado seria lo mismo sin vosotras, chicas. A la Editorial Planeta y a sus sellos Esencia y Zafiro. A todas las personas que trabajan alli. Un libro es el resultado final del esfuerzo de mucha gente, no solo del escritor. Muchas, muchas gracias a todos. Tambien quiero aprovechar para dar las gracias y mandar un saludo a todas mis compis, de mi editorial o no, con las que me encanta charlar y pasar el rato. Son unas profesionales increibles y unas companeras todavia mejores: Patri, Chloe, Chari, Lola, Scarlett, Sam (otra vez), Elena, Irene, Ana, Connie, Maria (Alissa), Alejandra, Mita... y se que me estoy olvidando de alguien, asi que como dirian en Napoles: !un beso circular para todas!

  • Una fotografia para Victoria de R. Cherry

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    ?Que pasa cuando tu vida da un giro de ciento ochenta grados? Todo cambia, ?no? Pues eso es lo que le ha ocurrido a Victoria, despues de mucho esfuerzo y dedicacion ha tenido que abandonar su amado Boston para llegar a San Francisco, donde le esperara una empresa llena de gente que no hara mas que traerla de cabeza. Por casualidad, Victoria conocera a un hombre de ojos miel: Samuel, tan terriblemente atractivo como inteligente, casi perfecto, o eso cree ella... Lo que no sabe es que, en su camino se cruzara un misterioso hombre, el mismo que despertara su curiosidad y, la envolvera en una enigmatica nube que provocara a todos sus sentidos.
    ?Descubrira Victoria quien ese hombre? ?O sera Samuel quien la conquiste?

  • La fuerza de un destino de Marti Gironell

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    Con veintiun anos, Ceferino Carrion huye de la gris y asfixiante Espana franquista en busca de aires nuevos, por lo que embarca en un buque desde Le Havre con destino a los Estados Unidos. En Nueva York cambiara de identidad y se convertira en ciudadano estadounidense como Jean Leon. Su peripecia vital lo lleva hasta California, donde su espiritu emprendedor y una serie de golpes de suerte lo situan a un paso de la gloria, junto a las estrellas de cine a las que admira y de las que se convertira en amigo y confidente.
    Con James Dean planea abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, seconvertira en un referente en el Hollywood de los anos cincuenta y sesenta y que conto con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy.
    Con una vida de pelicula, Jean Leon demostro que, con sacrificio y esfuerzo, los suenos, incluso el de elaborar su propio vino, estan al alcance de la mano.

  • El dia que nos conocimos de Emilia Hover

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    Soy una mujer joven en busca de su primer trabajo.

    Las cosas no han salido muy bien en el ultimo ano... perdi a mi padre y eso cambio todo mi mundo.

  • Moscas de Agustin Pery

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    ?A que huelen las nubes de esta novela? Las nubes de esta novela huelen a podredumbre. El asesinato de un periodista de investigacion en la isla de Mallorca y la torpe serie de acciones y reacciones que desencadena sirven como hilo conductor a esta trepidante narracion. Un magnifico thriller que retrata -con un estilo conciso y directo, y con gran conocimiento de causa- las relaciones que tejen y anudan la corrupcion en Espana. Es esta una narracion dura -violenta en muchos aspectos- como no podia ser de otra manera, pues la voz del narrador se acerca a la del protagonista principal, un policia nacional curtido en las alcantarillas de la lucha antiterrorista y sobrado de testosterona

  • Antologia de relatos romanticos. Navidad 2019 de Varios Autores

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    Querida lectora: De nuevo ponemos en tus manos una coleccion de relatos de Navidad creada por autoras y autores de Selecta. Cada uno de ellos narra un romance acontecido en esta magica y entranable epoca del ano y lo protagoniza un personaje secundario de alguna de las novelas que puedes encontrar en nuestro catalogo. Es posible tambien que alguno de nuestros autores haya querido regalarte una escena navidena de los protagonistas de su libro para que vuelvas a saber de ellos. Esta Antologia de relatos navidenos es un obsequio a las miles de lectoras de Selecta que cada mes se entusiasman con nuestros titulos. Me consta la ilusion, el empeno y el infinito carino que han puesto todas las personas que han participado en la creacion de cada historia, pues ademas de escribirla con la dedicacion y el amor con que lo hacen siempre, han puesto su corazon al preparar este regalo en exclusiva para ti. Ojala que con este aperitivo te apetezca leer las novelas de los autores a los que, con la presentacion de su narrativa que es el relato que aqui encontraras, aun no conocias. Espero que disfrutes y que te emociones con cada pagina de esta recopilacion. Escritoras, escritores y quienes formamos parte de Selecta te deseamos una muy feliz y romantica Navidad 2019. Lola Gude Editora de Selecta Erase una vez… Ana Alvarez Despues del reencuentro en la facultad de derecho en Sevilla, Maika habia vuelto a retomar el contacto con sus antiguos companeros. Crearon un grupo de WhatsApp al que llamaron <> y raro era el dia en que no intercambiaban algun mensaje. Por eso se sorprendio cuando aquella tarde recibio una llamada de Carlos. Habia pasado mas de un mes desde el encuentro y penso que la propuesta para tomar un cafe o una copa se quedaria en un proposito, de esos que siempre se dicen y nunca se cumplen. --Hola, Carlos --saludo. --Hola. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Podria responderte lo mismo, pero eso haria esta conversacion convencional e intrascendente. --?No estas bien? --Digamos que no estoy mal, pero podria estar mejor. --?Que te ocurre? Espero que no sea algo grave. --No. Solo he tenido que salir del pais por motivos de trabajo durante varias semanas. Eso me ha impedido llamarte antes. --Ah. De repente no supo que responder. ?Carlos trataba de decirle que no estaba bien porque no habia podido llamarla? --Seguro que creias que habia olvidado la invitacion a tomar un cafe que te hice en Sevilla. --No he pensado mucho en ello, la verdad. Son cosas que se suelen decir y lo vas posponiendo, hasta que ya parece ridiculo realizar la llamada. --No es mi caso. Estoy muy decidido a retomar el contacto contigo. Me ha contrariado mucho este viaje urgente que ha pospuesto mis intenciones. --Bien, ya estas de vuelta. --Asi es. Y para compensarte por la tardanza, ?que tal si en vez de a cafe te invito a cenar? Una sonrisa afloro a su boca. --Me parece bien. ?Cuando? --?Esta noche? --?Hoy? Si que tienes prisa. --Quiero recuperar el tiempo perdido. --Un mes no es tanto tiempo --rio divertida. --Depende de como se mire. --De acuerdo, esta noche. ?Donde? --?Conoces Ginkgo, en Plaza de Espana? --He oido hablar de el. --Pues, si te parece, nos vemos alli a las nueve. ?O prefieres que te pase a recoger en algun sitio? --No, me reunire contigo en la puerta. --Hasta luego entonces. *** Pasaban unos minutos de la hora cuando Maika bajo de un taxi en Plaza de Espana, profusamente iluminada con la decoracion navidena. Un leve vistazo a su alrededor le basto para verlo, de pie en la puerta. Una radiante sonrisa le iluminaba el rostro cuando se acerco hasta ella y la beso con efusividad en ambas mejillas. --Has sido puntual --dijo el. --Hace frio, no hubiera estado bien hacerte esperar. --Se esperar cuando hace falta --afirmo con una sonrisa--. ?Subimos? --Si. Le poso una mano en la cintura, guiandola hacia el ascensor. Maika sintio el leve contacto a traves del abrigo, como si el calor de la piel traspasara la tela. Miro la cara sonriente de su antiguo companero de estudios y no vio al estudiante desalinado de entonces, sino a un hombre maduro y muy atractivo. La edad habia mejorado su aspecto en vez de pasarle factura. Llegaron a una mesa ya reservada, desde la que se divisaba una vista espectacular de Madrid. El restaurante rebosaba clase y elegancia, y no tuvo dudas de que era un sitio fuera de lo comun. --Intuyo que hoy no cenaremos hamburguesas con sabor a carton. --Puedes apostar a que no. Esta es una ocasion especial, y se merece una comida y un escenario acorde a la importancia del momento. --?Por que especial? --Porque es la primera vez que salimos solos tu y yo --dijo Carlos clavando en ella una mirada cargada de intenciones--. Y espero que no sea la ultima. --?Nunca salimos juntos en el pasado? --No. Puedo afirmarlo. --?Como estas tan seguro? --Porque me acordaria. Nunca hubiera olvidado una cita contigo. Los ojos marrones se oscurecieron mas, y ella sintio una corriente calida recorrerla entera. <>, se dijo mientras tomaba un sorbo de vino. Pero no lo era. Era un hombre que le estaba haciendo sentir mariposas en el estomago con solo mirarla. --Entonces --alzo la copa en un brindis, a pesar de que ya habia bebido unos sorbos--, por nuestra primera cita. --Por nosotros --anadio el. Les sirvieron la comida, pero le costaba disfrutarla del todo. Unas sensaciones largo tiempo olvidadas se estaban apoderando de ella, porque Carlos no se molestaba en disimular que aquella cita no era precisamente amistosa, y tanto con sus palabras como con su actitud le dejaba muy claras sus intenciones. Y ella no tenia ganas de salir corriendo, como habia hecho otras veces cuando un hombre se le insinuaba. Durante anos, su fracaso matrimonial la habia impelido a huir de las relaciones, a disfrutar de su libertad y de su independencia, pero algo en la insondable mirada del hombre que se sentaba enfrente la atraia como un iman, y supo que se dejaria arrastrar a donde la llevara. Carlos la observo titubear durante un momento y posar la copa sobre la mesa. --?Te sientes incomoda por mis palabras? --pregunto. --Estoy un poco sorprendida, eso es todo. Esto… --ella senalo a su alrededor--, no es una cena entre amigos, ?verdad? --Maika --dijo con firmeza, agarrandole una mano sobre la mesa--, esto es lo que tu quieras. Ya no somos crios y, al menos yo, se muy bien lo que deseo. Estuve enamorado de ti durante toda la carrera, pero tu comenzaste a salir con Javi, y ni siquiera te insinue mis sentimientos. Ahora te he vuelto a encontrar y eres libre; los dos lo somos, y mi corazon ha vuelto a latir mas fuerte al verte. La chica reivindicativa, feminista y atrevida que me enamoro se ha convertido en una mujer preciosa, y no tengo dudas de que igual de reivindicativa, feminista y fuerte. Se que ha pasado mucho tiempo y no somos los mismos de entonces, aunque me volveria a enamorar de la mujer que eres ahora sin ningun esfuerzo; pero, insisto, si tu solo quieres amistad, es lo que tendremos. Eso si, no dejare que perdamos el contacto de nuevo. La vio afrontar su mirada con valentia. --Debo confesar que yo no reconozco en ti al joven de antano. Pero aquel chico no me atraia y no puedo decir lo mismo del Carlos de ahora. No se si estoy preparada para una relacion, no me he planteado volver a estar con nadie en serio despues de mi divorcio, y te mentiria si te dijera que la idea no me asusta. Pero ahora, mirandote a los ojos, se que quiero correr el riesgo. Dejo aflorar una sonrisa y apreto la mano aun mas. Los dedos femeninos se aferraron a los suyos por encima del mantel, transmitiendo sensaciones por todo su cuerpo. Si, se enamoraria de ella de nuevo, estaba seguro. Si es que alguna vez habia dejado de estarlo. --No te presionare. Seguiremos viendonos y que sea lo que tenga que ser. ?Te parece? --Si. Terminaron de cenar envueltos en un halo de euforia, A traves de las amplias cristaleras vislumbraban las luces navidenas que decoraban la plaza y las calles aledanas. Despues de los postres, Carlos propuso tomar una copa, pero era tarde y Maika sentia una especia de vertigo en su interior, como si se estuviera precipitando por un tobogan muy alto que ignoraba donde la llevaria. --No quiero beber mas, con el vino ha sido suficiente para mi. Manana tengo una reunion importante y necesito la mente despejada. Mejor damos un paseo hasta una parada de taxis. --De acuerdo. Tras pagar la cuenta, que Carlos insistio en abonar a pesar de las protestas de su invitada, salieron a la fria calle. Echaron a andar uno junto al otro, como habian hecho muchos anos atras. De nuevo acompasaron el paso, adaptandose uno al otro, como si el tiempo no hubiera transcurrido. --?Que planes tienes para Navidad? --pregunto el. --Nochebuena la pasare con mi familia. Para Nochevieja no tengo planes. Tal vez vaya a casa de unos companeros de trabajo, pero aun no lo he decidido. ?Y tu? --Una de las dos celebraciones la pasare en Francia con mi hija Nicole, pero la otra estoy disponible. Puedo ir en Nochebuena y volver para Nochevieja, si te apetece que hagamos algo juntos. Por un momento el corazon de Maika se paro. --?Algo como que? --Por su mente giraron infinitas posibilidades para comenzar el ano. --Pues, tomar las uvas en la Puerta del Sol, como muchos madrilenos, y despues… improvisamos. --Me gusta eso de improvisar. De acuerdo, si a tu hija no le importa, reservame la Nochevieja. Habian llegado a la parada de taxis, pero ninguno tenia ganas de irse. Continuaron parados en medio de la acera de Gran Via charlando de trivialidades durante mas de quince minutos. Al fin, la gelida temperatura reinante les hizo moverse. Antes de acercarse al primer vehiculo de la fila, Maika se volvio y clavo en el unos ojos traviesos. --?Vas a dejarme ir asi? --?Asi como? --Sin intentar besarme. --?Quieres que lo haga? --pregunto esperanzado. --En realidad, no. Prefiero besarte yo. Se acerco despacio y, alzandose un poco sobre los altos tacones, rozo con mucha suavidad los labios masculinos. Los brazos de Carlos se cineron a su cintura y profundizo el beso. De pronto todo desaparecio a su alrededor: la calle, los viandantes y el frio. Solo el resplandor de las luces se filtraba a traves de los ojos cerrados. Despues de una eternidad, se separaron y se miraron a los ojos. --Tengo que irme. El asintio. --Nos vemos en Nochevieja. --Que sepas que entonces te besare yo. --Me parece bien. --Esbozo una sonrisa y entro en el taxi. Carlos permanecio de pie en la acera viendo como se alejaba, y sintiendo aun en sus labios el sabor de esa boca tanto tiempo deseada. Los personajes pertenecen a la novela ?Solo amigos? https://www.megustaleer.com/autor/ana-lvarez/0000104205/ La despedida Ana Castellar Era la ultima tarde que pasaba en aquel trabajo. Era limpiacristales en un gran edificio de oficinas. Aquella tarde estaba vacio, la proximidad de la Nochebuena habia hecho que la gente saliese muy pronto ese dia. En es momento, despues de muchos malos trabajos, habia conseguido otro en una ciudad diferente, donde iba a ser fijo, con un mejor salario y con el mismo horario todos los dias, ya no tendria que estar de un turno a otro sin un sueldo cada mes. Esa tarde la volvio a ver cuando el pasaba a recoger su material de trabajo. Ella, tan bella como siempre, sentada en su silla, trabajando en su ordenador. No lo habia saludado, estaba concentrada en la pantalla del computador y el no quiso molestarla. Salio a la calle y fue a una cafeteria cercana a la que solia ir despues del trabajo. Hacia frio, y se dio cuenta de que era ese momento o nunca para invitarla con algo caliente. Cogio dos cafes y dos magdalenas, que la gente llamaba cupcakes o muf ins, y volvio al edificio, recorrio otra vez el largo pasillo que lo llevaba hasta el rincon donde ella tenia su mesa. --Hola --susurro nervioso. --Hola --le contesto ella, sonriente. --Te invito a merendar, me fije que hoy no tenias tu termo encima de la mesa, y hace mucho frio. --?Es para mi? --pregunto sorprendida. --Para los dos, si me dejas sentarme aqui contigo. --Si, claro, a estas horas no hay nadie, podemos estar tranquilos, pero no quiero retrasarte en tu trabajo. --Ni yo en el tuyo, sera rapido. --No, tranquilo, el mio ya esta hecho, solo estaba esperando que diera la hora para irme. Ella cogio el cafe y lo destapo, no le gustaba beber con la tapa de plastico, ya se habia manchado alguna vez. El le acerco la magdalena, y ella sonrio con la inocencia de una nina. --Me has alegrado el dia --le dijo el deseando decirle que le habia alegrado todos los viernes de los ultimos dos anos. --Que dices, tu eres el que me lo ha alegrado a mi, creo que eres uno de los pocos que me ve en este sitio. --Lo mismo digo. --Y levanto su cafe para brindar. Los dos sonrieron, llevaban viendose todos los viernes a la misma hora. El pasaba y la saludaba con un timido <> que ella recibia alegre, y poco mas. Habian intercambiado algo sobre el tiempo, si se iba de vacaciones, que bien que habia vuelto. --Me voy --le dijo el. --Pero si no has acabado. --Me voy de esta empresa, me ha salido un trabajo fijo en otra ciudad y ya no estare aqui el proximo viernes, por eso me he atrevido a esto, si no, no me hubiese atrevido nunca… --Pasarian los viernes, las semanas y los dos seguiriamos con nuestras rutinas. Los dos se miraron. --Me alegra mucho que lo hayas hecho, yo alguna vez tambien he pensado en invitarte algo, decirte algo, pero me daba verguenza. No sabia como empezar. El se rio. --!!Vaya dos!! --exclamo, y ella se rio con el. Estuvieron hablando unas horas hasta que sono su alarma, era el momento de irse y salir del trabajo. --Ya es la hora, ?nos vamos juntos? --le pregunto ella. El acepto, fue a recoger su material para dejarlo ordenado para su sustituto mientras ella entraba en el bano antes de marchar. En la puerta de aquel edificio, los dos se despidieron. Ella le dijo que deseaba que todo le fuera bien, y los dos se quedaron quietos sin atreverse a acercarse. Ella empezo a caminar y el se quedo viendo como se alejaba perdiendose entre la gente. El volvio el lunes a primera hora antes de partir a su nuevo destino, queria volver a verla, le habia comprado un pequeno detalle por Navidad. Camino hasta su mesa, pero no la encontro, su ordenador estaba apagado, quizas llegaba tarde. Miro su movil, ella estaba en linea, pero no se atrevia a mandarle un WhatsApp. Como le explicaria que habia guardado su telefono de una vez que habia escuchado como se lo decia a una companera. Ella pensaria que era un psicopata. Espero un rato, decidio acercarse a la mesa de unas companeras que estaban en otro recoveco y les pregunto por ella. Las dos se miraron. --Ella ha fallecido --le dijeron. El no se lo podia creer. --?Cuando? ?Como? --pregunto. --El jueves al salir del trabajo, un coche la atropello mientras ella esperaba para cruzar en verde, dicen que fue muy rapido, no sufrio, ni se entero. Todavia no nos lo creemos, es como si estuvieramos esperando a que llegue en cualquier momento. --No puede ser, yo estuve con ella aqui el viernes. No puede ser, esto es una broma de mal gusto, si no quiere saber de mi, ya esta, pero esto… --Tranquilizate, no es una broma, no ibamos a bromear con algo asi, ?por quien nos tomas?, y ella era una buena chica. Habras confundido el dia que la viste. El busco su movil y se los enseno. --Mira, tiene la foto de la magdalena que le compre el viernes, la puso en el WhatsApp y pone lo mejor del dia con muchos emoticonos, sonriendo. --Si, lo subio por su cumple, se lo compramos nosotras, nos enteramos por casualidad y quisimos tener un detalle con ella, y le encanto. --No puede ser. --El se acordo de cuando ella habia entrado al bano. <>, recordo el, esas luces se encendian con el movimiento. No se habia fijado hasta ese momento. --Si quieres, te doy el numero de sus padres y puedes hablar con ellos. --La chica apunto lo en un post-it y se lo dio--. Lo siento, no sabia que erais tan amigos. El se fue dandole vueltas a lo que le acababa de suceder, tenia el telefono de sus padres, pero no sabia si llamar. Una mano le toco la espalda. --Perdona. --Si. --No se como decir esto sin estar loca. Esta manana, cuando venia hacia aqui, yo…, venia hacia aqui y… me parecio verla de lejos, sonriente, con su bufanda blanca que la hacia mas bajita de tantas vueltas que le daba, y, cuando me sente en mi mesa, vi un CD con un lacito y una nota: <>. Me habia hablado de ese cantante y sabia que hoy es mi cumpleanos. Ese CD no estaba el viernes por la manana cuando me fui, estoy segura de ello. No se que ha pasado, esto es muy raro. Los dos se quedaron en silencio. El salio del edificio sin decir nada, no entendia nada de lo que habia pasado. <>, se pregunto. Estaba muy confundido. Decidio seguir con sus planes, empezar su nueva vida en una nueva ciudad. Termino de hacer las maletas y cargar su furgoneta con ellas. Se sento en el asiento del conductor y se quedo unos minutos alli. Estaba muy nervioso con todos los cambios que se le avecinaban. Arranco el coche y puso rumbo a su nueva vida, no sin antes volver a pasar por el lugar donde ella trabajaba. Todavia era muy pronto y la ciudad apenas estaba amaneciendo. Y alli la vio subiendo por el parque camino a su trabajo. Paro el coche, bajo y corrio para alcanzarla. El grito y ella se giro, le sonrio y se despidio con un gesto con la mano. El se quedo alli parado, mirandola quieta y sonriente. Un coche toco el claxon y el se giro, habia dejado la furgoneta en medio de la carretera. Se volvio a dar vuelta rapidamente, buscandola, pero ella ya no estaba. El sonrio, ya se habian despedido, ya nada lo retenia en esa ciudad.

  • Tatiana cuesta arriba 2 de Rosario Martin Martinez

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    Me desperto el sonido repelente del despertador electrico de mi mesita de noche como cada manana, me gire inconscientemente en la cama para abrazarme a ella y fue ahi cuando cai en la cuenta de lo que habia pasado el dia anterior. Vuelta a la realidad, Alejandro… Aquella noche me dormi llorando, abrazado a la almohada que aun conservaba el olor de Tatiana. No me podia explicar, aunque no paraba de darle vueltas a la cabeza buscando un porque, como Tatiana habia actuado de la forma que lo hizo... Otra cosa a la que no le encontraba explicacion era a como, en tan poco tiempo, habia dado tanto de mi a alguien que conocia desde hacia unos meses. No podia evitar tener la sensacion de haberle dado las herramientas suficientes para hacerme mierda. Ya se lo dije en una ocasion, cuando le entregas a una persona tus miedos, tus inseguridades, tus entranas al fin de cuentas, es como si le estuvieses dando la formula secreta para destrozarte la vida en el momento que le plazca. Tu persona en las manos de otra, un titere, creo que no hay nada mas jodido, bueno si, que esa persona sea cabrona, ahi es donde verdaderamente estaras jodido... Sinceramente, deseaba con todas mis ganas que no usase todo lo que conocia de mi para hundirme. Seguia queriendo y necesitando creer que ella era diferente. Una parte de mi seguia en calma, observando desde un sillon de cuero negro como mi otro yo se autodespellejaba vivo por la incertidumbre. Aquellos nervios jodidos de no saber como podria actuar Tatiana, era como si estuviese en vilo constantemente, eternamente alerta, aunque mi yo que tranquilo observaba desde el sillon negro tuviese la certeza de que Tatiana jamas daria un paso que me hiciese dano, no podia ser falso todo lo que vi en sus ojos tiempo atras, no podia ser mentira todo lo vivido... Recuerdo la primera vez que la vi. Entre en aquella jugueteria buscando un puzle grande para poner en el despacho una vez lo hubiese terminado. Paso frente a mi, no me miro, supuse que le acababan de dar una mala noticia porque la vi limpiarse de la mejilla las lagrimas que le caian de sus ojos turquesas. Poco despues, gracias a mi fuerza de conviccion, me entere de que sus lagrimas eran porque la habian despedido. Fue ahi donde supe que tenia que hacer algo. Me atrajo tanto que hable con Mara, dependienta y companera de trabajo de Tatiana, ex amante mia y buena amiga actualmente. --Mara, ?quien es esa? --senale en su direccion con mi menton. --Tatiana, una de las dos chicas que trabaja en la administracion. --Es guapa. --Muy guapa, pero para tu informacion, creo que esta casada. --No soy celoso --le guine el ojo. --?No piensas cambiar nunca? --?Para que? Me va genial asi. --Creo que la han despedido... A dos companeras de caja tambien le han dado la magnifica noticia. Se esta jodiendo mucho la cosa por aqui. --?Podrias darme su numero de telefono? --No tengo su telefono, Alex… Es mi companera de trabajo no mi amiga... La agarre por la barbilla y la acerque a mi con mi prepotente chuleria. A veces merecia una patada en la boca, lo reconozco. --Estoy seguro de que podras encargarte de eso --le guine el ojo--. Confio en ti. --Eres un psicopata. --Pasamelo en cuanto lo tengas --deje la caja del puzle sobre la cinta de la caja de Mara. --?Un puzle? --Para mis ratitos libres, va a quedarme bastante chulo en la pared de mi despacho. De entre tantos puzles que se apilaban en las estanterias, elegi uno de un puente sobre un rio con una iluminacion natural bastante chulo. Ahora solo quedaba montarlo... --A ver si te enamoras de una vez y dejas de dar bandazos... !Y la lata! --anadio. --No, gracias --le guine un ojo--. Mi compromiso no tiene precio. Aun no ha nacido la mujer que consiga hacerme creer en el amor. Consigueme eso. --Hare lo que pueda pero no te prometo nada. --Confio en ti. Pocos dias despues tenia el numero de Tatiana memorizado en mi agenda. Habia veces que me preguntaba como cojones me verian las mujeres a las que me acercaba. Me ponia en su lugar, si un tio se acercase a mi, pidiendome favores a golpe de guino de ojo o de sonrisita picara, le mandaria a la mierda, directamente, sin pensarmelo. Lo tenia mas claro que el agua. ?Que cono veian en mi para complacerme con cada idiotez que se me antojaba? Mara me dijo que habia abandonado la jugueteria y que andaba mandando curriculums a diestro y siniestro, incluso sin importarle donde llegaban. Estaba desesperada por trabajar, me encanto que fuese tan activa y que no se dejase hundir facilmente. Fingi que habia llegado uno a mi oficina, rece porque no recordase, como ya me dijo Mara, donde habia ido entregandolos. Cuando le dije a Susana que llamase a aquel numero y le ofreciese un puesto en el bufete me dijo que estaba loco, que no necesitabamos a nadie, era cierto, con Susana y conmigo bastaba, pero necesitaba tenerla cerca, no se que cono me paso con ella. La segunda vez que la vi fue en el encontronazo del ascensor. Eso no lo planee, eso si fue capricho del destino, pero me salio a pedir de boca. No queria nada serio con ella, mas bien seguir puteando a Susana. Tatiana me gustaba fisicamente, me atraia de una forma bestial, pero no mas que otras mujeres que habian pasado por mi vida. ?Que fue entonces lo que me engancho a ella desde el primer momento que la oi hablar? Sera eso a lo que llaman flechazo, capricho del destino. No pare hasta follarmela y una vez que lo hice solo desee hacer el amor con ella. La lucha interna que se desato dentro de mi no dio fin hasta hacia apenas unos dias, cuando decidi, como un gilipollas, ir mas alla con ella. ERROR. Si te iba bien siendo un cabron, para que tuviste que ir a mas... Sali de la cama y me dirigi al bano a darme una ducha y a afeitarme. Era un dia importante, tenia juicio. Me pare a mirarme en el espejo y vi reflejado un rostro diferente al del habitual. Hacia tiempo que no veia a ese que estaba mirandome desde el espejo. Las ojeras eran considerables. Me puse el traje negro con raya diplomatica que me daba un toque serio y una camisa blanca. Ultimamente me habia estado vistiendo delante de Tatiana y me encantaba como me miraba, me hacia sentirme tan especial... El tio perfecto me dijo en una ocasion. Nunca nadie me habia visto asi, nunca, jamas, mas bien todo lo contrario; el tio de los mil y un defectos, el que no sabia querer a nadie nada mas que a el mismo, el que unicamente se dedicaba a estar de flor en flor cagado por si algun dia daba con la que descolocase su vida… Sergio estaba esperandome en el portal del bloque de apartamentos donde yo vivia. Estaba apoyado en el capo de su coche fumandose un cigarro, parecia chulesco pero yo sabia lo noble y buen tipo que era. Los dias que tenia juicios siempre pasaba a buscarme en su coche porque yo me ponia bastante nervioso, no soy tan de hierro como quiza quiero llegar a aparentar. Sergio es mi companero de trabajo pero a la vez mi mejor amigo, el si que sabe como soy. Sabe tanto de mi que el dia que nos peleemos tendre que matarlo (notese la ironia). Se podria decir que es el hermano que nunca tuve. Me subi a su AUDI RS7 rojo, me flipaba aquel coche. --Buenos dias, hermano --nos chocamos el puno. --Buenos dias. --?Listo? --Si --dije mirando por la ventanilla. --A ti te pasa algo. !Como me conocia el cabron, joder! --Nada, una mala noche. --?Has follado demasiado y descansado poco? --le mire arqueando una ceja--. Lo se, nunca es demasiado, pero a ti algo te pasa. A el si que no le enganaba, y conociendolo me iba a estar dando tralla hasta que se lo contase. --Movida en el bufete. --?Otra vez Susana? Tio, sacala de una puta vez de tu vida. --Esta vez son dos las que me han dejado como estoy; Susana y Tatiana... --Trio magistral... ?Te has planteado follartelas a las dos a la vez? --Si, justo eso es lo que tengo en mente en estos momentos, tenia pensado hacer un grupo de WhatsApp y concretar dia, hora y lugar... --vacile--. Las he despedido. A Sergio se le paralizo la cara. No era para menos... Sergio sabia lo adicto que me estaba volviendo a Tatiana. El primer consejo que me dio cuando le conte que habia visto una tia que me gustaba en la jugueteria fue: "follatela y a otra cosa, hermano ". Y le hice mucho caso... Tanto que !la contrate en el bufete! Ahora me sentia en tierra de nadie, no me sentia encajar en ningun lado. No encajaba ni en mi propia casa, aun en el bano habia infinidad de cosas de ella, y en mis cajones ropa suya… --?Pero que cojones...? --Susana confirmo lo que yo ya sabia. --No estaba embarazada. !Te lo dije! --Exacto. Nunca lo ha estado. Odio las mentiras, disfrute echandola del bufete. Estaba deseando que llegase ese dia. --?Y Tatiana? --Ella sabia que Susana no estaba embarazada. --?Que dices, tio? --Lo que escuchas. Y prefirio mantenerle la mentira a una tia que me destrozo en el peor momento de mi vida antes que ponerse de mi lado y quitarle la puta mascara juntos, hubiese sido perfecto, pero no, Tatiana es igual que todas las tias que han pasado por mi vida, no era especial, Sergio, no lo era… Los dos nos quedamos callados. Aparco su coche y nos bajamos, Sergio atraia decenas de miradas de las mujeres, el siempre decia que era yo el iman, a mi no me quedaba ninguna duda de que era el… Caminamos con la mirada al frente hasta llegar a los juzgados. Deje mi maletin en el control de escaner y pase el arco detector. Le di la mano a Sebastian, el de seguridad. Me recordaba a mi padre. Sebastian es un tio alto, grande, de unos cincuenta y pocos anos, el pelo canoso y algunas arruguillas que le marcan la frente y los ojos. --Buenos dias, Vidal. --Buenos dias, Sebastian. ?Como esta hoy? --Bien, hijo... Algo cansado. --Unas vacaciones, Sebastian, necesita usted unas vacaciones... --asintio mientras sonreia. --?Hay juicio hoy? --Asi es. --Que tengas mucha suerte, aunque tu no necesitas de eso. Un pitido del arco detector nos saco de nuestra conversacion. --Sergio, las llaves del coche que estan en tu bolsillo derecho... Lo dijo sin apartar la vista de mi para fijarla en Sergio, algo mecanico, como si aquella frase se la hubiese dicho miles de veces. Me rei. --Ostias, perdona, Sebastian. Vi a Pablo y Victor a lo lejos, sentados en uno de los bancos metalizados que habia fuera de la sala, cogidos de la mano. Aquella relacion me parecia bastante fuerte, solida a pesar de no llevar mucho tiempo juntos. Dos hombres que habian luchado por su amor a pesar de que nadie apoyase aquello, a pesar de perder sus puestos de trabajo y, lo que era peor aun, perder familiares como en una ocasion me comento Tatiana que le habia pasado a Pablo. Me parecian dos tios valientes que habian sido capaces de enfrentarse a todo y a todos por puro amor. Cuando supe que Pablo habia sido la pareja de Tatiana durante anos y que vivieron juntos, senti unos celos bestiales, ?por que cojones no me la cruce antes en mi camino? No se por que no llegaba a estar del todo enfadado con ella, mi mente la queria lejos, mi razon me obligaba a conservarla cerca. Se levantaron practicamente a la vez al verme llegar. --Buenos dias, Senor Vidal --Pablo me estrecho la mano y seguidamente Victor. --Buenos dias. El es Sergio, mi procurador. Se estrecharon las manos entre ellos. Estaban muy nerviosos, podia notarlo. No tenian porque estarlo. Aunque era complicado no preocuparse, aquello era pan comido. Por suerte, el juez, habia aceptado la grabacion que aportabamos, en ella se oia a Estela decirle a Pablo que "estaba despedido por maricon, el y su novio". Estaba seguro de que se irian para casa con una buena indemnizacion en el bolsillo.