Ver todos los libros de: Dina Reed
Max Harper es representante de deportistas y sabe que la unica manera de conseguir un contrato mas ventajoso para Jeff Bristol, una estrella del futbol y uno de sus mejores amigos, es que siente la cabeza. O, al menos, que lo finja. Jeff es una figura del deporte, guapo y sexy, pero tambien mujeriego y juerguista. Y no piensa cambiar. Por eso, cuando su representante le propone una boda por interes, para limpiar su imagen y conseguir un fichaje multimillonario en un club frances, ni se lo piensa y acepta casarse con la chica que elija Max. Max no tiene ni idea de donde va a encontrar una novia para Jeff, hasta que recibe una llamada de su hermana Gwen. Su padre acaba de cortarle el grifo y esta desesperada. Gwen no ha trabajado en su vida, no tiene experiencia mas que en gastar y en irse de fiesta y necesita un cambio de aires y dinero con tanta urgencia que, cuando su hermano le cuenta que busca una novia para el insoportable de Jeff Bristol, ni se lo piensa. Ella siempre ha querido vivir en Paris y tiene la intuicion de que alli va encontrar su sitio en el mundo, asi que se propone como candidata a novia, a cambio de una cantidad importante de dinero y de vivir en una mansion enorme junto al Sena, en la que no tenga que cruzarse con su marido de pega. A Max le parece un desproposito, pero le cuenta a Jeff que su hermana esta dispuesta a casarse con el en esas condiciones y el acepta sin dudarlo. Gwen le odia tanto que jamas cometeria el error de enamorarse de el y viceversa. Primero, porque el no cree en el amor y, segundo, porque jamas tendria nada, absolutamente nada, con la irritante, caprichosa y tocapelotas de Gwen Harper. O eso cree. Porque en Paris descubriran que lo que parece ser odio, esconde atraccion, deseo, fuego y algo tan fuerte que podria cambiar sus vidas para siempre... Capitulo 1 Aquella manana de mediados de mayo, Max se desperto con la llamada de Vivian, su asistente: --Vivian, ?que pasa? --pregunto Max porque sabia que tenia que pasar algo para que su asistente le llamara a las seis de la manana y mas cuando la noche anterior habia estado en una fiesta hasta las tantas. Fiesta en la que, por cierto, habia acabado enrollandose con una modelo que estaba durmiendo a su lado, una tal Alison o Alice ?o era Meadow? El caso era que la tenia metida en su cama y que lo que menos queria era que despertara. Asi que salto de la cama y se encerro en el cuarto de bano mientras que Vivian se excusaba: --Disculpa que te llame a estas horas. Imagino que anoche te acostarias tarde, pero es que esto es importante. Max se sento en el confortable sillon blanco del lujoso bano de la suite presidencial del hotel mas caro y elegante de Nueva York, apreto las mandibulas y respondio: --Dispara. --La prensa deportiva europea abre hoy con las imagenes de Jeff Bristol de vacaciones en Ibiza. Max resoplo, se paso la mano por la cara y replico temiendose lo peor: --!Mira que le adverti que fuera discreto! !Hoy los de la prensa vuelan drones en cualquier sitio! ?Y como le han cazado? ?Follando? ?Borracho? ?Practicando deportes de riesgo? ?Haciendo...? Vivian trabajaba con su jefe desde hacia diez anos y le conocia tan bien que le interrumpio, antes de que siguiera trepandole la bilis hacia la garganta: --Le han pillado en un barco, metido en un jacuzzi con cuatro bellezas exoticas, dandoles de beber champan de la botella y luego untandoles protector solar en el cuerpo. Max, que ya solo podia pensar en la bronca que le iba a pegar al irresponsable de su representado, inquirio: --?En el cuerpo? --Las chicas estaban desnudas y Jeff sale en las fotos con las manos en los traseros y en los pechos. Max bufo porque se imaginaba el escandalo que estarian siendo las fotos en Europa: --!No quiero ni imaginarme los titulares! A Vivian, para quitarle hierro al asunto, solo se le ocurrio decir: --Ni los comentarios en las tertulias de la television. Pero es verano y estas noticias se toman con cierto cachondeo. Quiero decir que no estamos ante una tragedia. Y ya sabes como son estas cosas, Max, dan que hablar el primer dia, pero luego se olvidan rapido. --?El presidente del club que esta dispuesto a pagar una cantidad indecente de dinero por el loquito de Jeff va a olvidar que es un juerguista, un pendon y un tarambana en el que no se puede confiar en absoluto? --bufo Max que estaba que se subia por las paredes. --No te pases, Max. Jeff es un buen chico. Ha trabajado muy duro este ano y necesita desconectar y divertirse. Tampoco ha hecho nada malo... --No, que va, !dejarse retratar en un entorno de sexo, alcohol y seguramente drogas es algo de lo mas sensato y prudente cuando estamos negociando el contrato del ano! --grito Max, sin tenerle sin cuidado si la tal Alice, o Britney o como diablos se llamara, se despertara y saliera pitando de alli. Al contrario, deseaba que lo hiciera porque no habia nada que le diera mas pereza que la tipica conversacion mananera, despues de un polvo de una noche. --!No exageres tampoco! No habia drogas por ninguna parte, solo esa botella de champan y el protector solar. --!Me figuro las bromitas que estaran haciendo a costa del protector solar de las narices! --Helen Black, la reina de las mananas, ya sabes, dice que Jeff Bristol ha protagonizado, sin proponerselo, la mejor campana de prevencion del cancer de piel. Max, a pesar de que estaba que rabiaba, no pudo evitar reirse, pues lo de su asistente no tenia remedio: --!Espera que todavia voy a tener que llamarlo para felicitarle por su buena accion! Vivian, que por supuesto que sabia lo que se estaban jugando y solo queria que salieran del entuerto de la manera mas airosa posible, afirmo: --La situacion se ha vuelto un tanto delicada, pero estoy segura de que tiene arreglo. Por eso, y aun sabiendo que te iba a despertar, te he llamado... Max lo unico que sabia era que tenia que plantarse delante de ese inconsciente para cantarle las cuarenta: --Voy a tomar el primer vuelo que pille para Espana. Necesito hablar con Jeff. No puede seguir asi. !Tiene que dejar las mujeres y las fiestas de una maldita vez! --?Y que vas a hacer? ?Encerrarle en un monasterio? --replico Vivian con guasa. A Max le cabreo la bromita de su asistente, pero al momento se le paso por la cabeza una idea que hizo que entornara los ojos y murmurara: --O hacer que siente la cabeza por narices... Vivian, perpleja por las palabras de su jefe, pregunto ansiosa por saber que estaba tramando: --?Como que por narices? --Que a este no le puedo meter a monje cartujo porque tiene que entrenar y jugar los partidos, pero como que me llamo Max Harper que yo a este tio lo caso. Vivian solto una carcajada, pues para nada pensaba que su jefe fuera a salir con algo parecido: --!Estas de broma! !Solo puedes estar de cona! !Es que no puedo creerlo! Max estaba tan cabreado que, con la vena hinchada del cuello y el ceno fruncido, activo la camara del telefono movil para que Vivian le viera: --?Esta es la cara de un tio que no esta hablando en serio? --inquirio a su asistente. Y Vivian al ver que su jefe estaba como Dios le habia traido al mundo, solo pudo tragar saliva porque aquello era un autentico espectaculo. Max Harper era sin duda el tio mas bueno que habia visto en su vida. Y mira que ella estaba acostumbrada por su trabajo a ver a tios buenos a diario. Max era representante de deportistas y por la agencia pasaban autenticos dioses griegos, pero Max era otra cosa. No solo tenia un cuerpo para perder el aliento, porque hacia mucho deporte y lo marcaba todo... Es que era guapo como el solo, castano, de pelo abundante, peinado con raya al lado, tenia unos ojos enormes de un verde salvaje, la nariz recta, la boca en su justo grosor, el menton marcado, la sonrisa perfecta... Aunque bueno, ?habia algo que no fuera perfecto en Max? Pues hasta eso que no habia podido evitar mirar de refilon lo tenia increiblemente bien, tanto que mascullo: --!Madre mia! Sin embargo, Max se lo tomo por otro lado y replico: --!Pues eso mismo! No voy a permitir que Jeff Bristol se arruine la carrera y que de paso pisotee mi prestigio y mi reputacion. Manana mismo me plantare en Ibiza y le exigire que corte con su faceta de vividor y mujeriego. El presidente del club que le quiere fichar es un tipo estricto, serio y riguroso al que no creo que le haya hecho ninguna gracia ver a su proximo fichaje estrella hacer el mamarracho en un barco. Vivian, que por mucho que dijera su jefe seguia pensando lo mismo, insistio: --Hace lo que cualquier joven soltero que... Vivian, de repente, se callo porque escucho a una voz femenina muy melosa decir: --Max, cielo, ?vuelves a la cama? Esta gata en celo tiene ganas de mucho mas... Vivian tuvo que morderse los labios para no partirse de risa y Max en cambio gruno: --!Cierra la puerta, por favor! !Estoy trabajando! Y no tengo tiempo de nada mas. Coge tus cosas y vete, si eres tan amable... La gata en celo le miro alucinada de estar escuchando aquello y replico enroscandose un mechon de pelo rubio en el dedo indice: --Estas vacilandome, ?verdad? Porque te recuerdo que soy Ada Brandon, el sueno de medio mundo. Ada. Se llamaba Ada, penso Max, que solo tenia ganas de perderla de vista para siempre. --No dudo de que seas el sueno de medio universo, pero yo tengo que trabajar --le hablo Max, haciendole gestos con la mano para que se fuera. Sin embargo, Ada, que estaba desnuda y con el pelo cayendole en cascada sobre los pechos, replico: --Los hombres tan ocupados me ponen muchisimo. Te dejo mi tarjeta en la mesilla. Se que vas a tardar muy poco en llamarme. Luego, se paso la lengua por los labios, se pellizco los pezones con ambas manos y se marcho dando un portazo... Capitulo 2 Max se olvido completamente de Ada hasta que su asistente se la recordo cuando iba en el taxi de camino al puerto de Ibiza: --Vivian no paro de llamar a Jeff y no me coge el telefono. ?Cuando fue la ultima vez que hablaste con el? --le pregunto mosqueado. --Hace un rato. Te esta esperando. Le habras pillado haciendo algo... --Solo espero que no se le haya ocurrido ponerse otra vez a untar protector solar a diestro y siniestro --dijo Max mientras se ponia sus gafas de sol de aviador. --No seas duro con el. Ademas, quien este libre de pecado que tire la primera piedra --replico Vivian porque la verdad era que Jeff le caia genial. Y bueno... Tambien habia algo mas. Y no era exactamente que estuviera celosa, porque sabia que su jefe jamas iba a fijarse en una chica como ella, pero le daba mucha rabia que perdiera su tiempo con mujeres como Ada Brandon. Max se revolvio en el asiento molesto, pues su asistente no tenia ninguna razon: --Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la gana. Soy soltero y no estoy a punto de firmar un contrato con un club que esta dispuesto a pagar lo que sea por tenerme. --Eres el representante y tambien tendras que dar una imagen de seriedad y rigor. ?No crees? Max admiraba muchisimo a Vivian, llevaban trabajando juntos desde el primer dia en que monto la agencia, pero a ratos era una verdadera mosca cojonera: --Yo soy un tio discreto, que no va por ahi dejandose retratar a la luz del dia haciendo cosas indecorosas. --!Ay, por favor, hablas como si fueras mi abuelo! --exclamo Vivian divertida. --Hablo como un tio sensato y con cabeza... --Tanta que te lias con Ada Brandon --le recrimino Vivian en un tono tan duro que cualquiera hubiera dicho que estaba celosa. --No se quien es, si te digo la verdad. La fiesta era un aburrimiento, de pronto aparecio esa chica, hablamos, tampoco era que tuviera una conversacion muy estimulante, pero... --Ya, tiene unas piernas interminables, pechos abundantes, cintura de avispa, un culazo de impresion, melenon rubio... --aseguro Vivian con un deje de rabia un tanto extrano. --Pues si, tiene todo eso. ?Y? Vivian penso que lo que sucedia era que ella no podia ser mas normal y corriente, media 1,60 m, era pelirroja, un poco entrada en carnes, de pechos pequenos y culo normal tirando a plano... y en la vida su jefe se fijaria en ella. Eso era lo que pasaba. Y lo llevaba bien. Y a ratitos fatal. Pero en general le tenia cogido el tranquillo a la cosa y sufria lo justo y necesario. Ahora bien, como eso a su jefe no le importaba para nada respondio: --Que si, que es una preciosidad, la modelo con los que todos suspiran... --Yo no suspiro por esa chica. Los dos decidimos pasar un rato agradable y nada mas -- preciso Max, que lo tenia todo clarisimo. Vivian sonrio, respiro aliviada y replico con total sinceridad: --Me alegro porque no te pega para nada. Esa chica es tan frivola y superficial que no se como puedes perder tu tiempo con personas asi. Max arqueo una ceja y murmuro porque la verdad era que le costaba entender que tuviera que explicar algo asi: --Necesito mis momentos de esparcimiento y diversion. Como imagino que tu los tendras y no seran siempre con catedraticos en Filosofia y cosas semejantes. Vivian penso que hacia un monton que no tenia ni rollos porque en su corazon solo habia sitio para una persona: --Yo es que no soy de rollos. Soy de enamorarme y... --le aclaro. --!Y no lo haces desde hace mil anos! --le interrumpio Max--. Puesto que no te he conocido ni un novio en este tiempo. ?O es que te niegas a que los conozca? --?Por que iba a hacer eso? No. No ha surgido, pero estoy genial asi. Me va muy bien. Estoy de maravilla... --mintio porque a veces le daban unas llantinas tremendas. Unas llantinas que eran una mezcla de pena por estar enamorada de alguien que jamas iba a corresponderle y de rabia por no poder librarse de ese sentimiento que la tenia carcomida. A Max le gusto saber que su asistente no estaba con nadie, era algo un tanto absurdo y tambien ilogico, porque a el le tenia que dar lo mismo. Pero los novios siempre descentraban y asi estaba volcada a tope en el trabajo. Era un pensamiento un tanto cabron y egoista, pero el no era perfecto. Y en esas estaba cuando el taxista por fin se detuvo, por eso hablo: --Lo celebro, Vivian. Y ahora voy a cortar que ya he llegado a mi destino. Hablamos. Adios. Max pago la carrera del taxi, se apeo y accedio a traves de un elegante pantalan hasta el yate de impresion que habia alquilado su amigo. Una vez alli, pregunto a un marinero que donde estaba Jeff Bristol y le respondio que le estaba esperando en cubierta. Max se subio al yate que era el colmo de la sofisticacion y del lujo y efectivamente en cubierta le esperaba Jeff con banador turbo, gafas de sol de pasta negra y un daiquiri en la mano. --!Bienvenido al paraiso, Max! --le saludo Jeff alzando su bebida. Max torcio el gesto porque no estaba para bromitas y mascullo: --No me toques los cojones, Jeff, que me tienes contento. Jeff se acerco a su amigo, le abrazo porque le queria como al hermano mayor que no habia tenido y luego se justifico: --Estabamos en el quinto pino, en el mar, y esos mamones me cazaron con un punetero dron. --Te lo adverti una y mil veces, pero tu solo vas a lo tuyo --le regano en un tono que sonaba perfectamente a la tipica bronca de hermano mayor. Y es que en el fondo casi que lo era... Max tenia treinta y cuatro anos y Jeff veintiseis, se conocian desde con dieciseis le descubrio en las categorias juveniles de un club ingles y desde entonces llevaban trabajando juntos y mucho mas. Porque a esas alturas eran amigos y casi que tambien familia. No en vano, con quien Jeff pasaba las Navidades y demas fechas senaladas era con Max, entre otras cosas porque no tenia absolutamente a nadie. Su madre le abandono en un orfanato cuando era un bebe y desde entonces estuvo en distintas casas de acogida hasta que, gracias a estar tocado por la fortuna para el futbol, pudo fichar por un club ingles y a partir de ese momento su vida cambio para siempre. Jeff se puso triste al escuchar aquello, ya que si habia una persona en el mundo a la que no queria decepcionar esa era Max Harper: --Joder, tio, lo siento. Los dos vamos en el mismo barco. Yo jamas haria nada que fuera en tu contra. Max trago saliva, pues sabia que las palabras de Jeff eran sinceras. Y es que si algo tenia ese chico era un corazon de oro, y no podia ser mas noble, pero le perdian demasiado las fiestas y las mujeres y esta vez la habia pifiado a lo grande. Por eso se puso muy serio y aseguro: --Pues lo has hecho, campeon. Tu sabes lo que nos estamos jugando. Conoces bien como es el presidente del club con el que llevas toda la vida sonando. ?Que crees que habra pensado al verte retratado tocandole el culo y las tetas a esas tias? Jeff bajo la vista al suelo, avergonzado, nego con la cabeza y le recordo: --Salgo untandoles proteccion solar. No me las folle en el jacuzzi. En eso fui muy cuidadoso, por si me tomaba alguna foto alguien de a bordo. No soy tan estupido, aunque lo parezca, Max. Tome mis precauciones y me encerre con esas cuatro chicas en mi camarote. Ahi si que pasaron cosas, pero en cubierta solo fue la chorrada del champan y del protector solar porque en Ibiza no veas como pega el sol. Por cierto, ?que haces asi vestido, con traje y corbata? Imagino que habras traido banador, ?quieres cambiarte y nos damos un paseito? !Este yate es un desfase! Max contrario el gesto porque ese chico parecia que no estaba entendiendo nada: --Jeff, no he venido a pasar unos dias de vacaciones locas contigo. He venido a decirte que eres un pedazo de irresponsable y de insensato y que tienes que enmendar la pifia ya. Jeff, sintiendose una mierda, se apreto el puente de la nariz y replico cariacontecido: --Claro, Max. He alquilado el yate por una semana, pero si quieres hoy mismo lo devuelvo y me encierro en casa a entrenar duro con maquinas y tal... --Entrenando duro en casa no vas a limpiar tu reputacion de golfo y sinverguenza. Necesitamos un golpe de efecto mucho mas potente. Y yo tengo el plan perfecto...
General
Para leer y descargar el libro "Una boda imperfecta " puedes hacerlo gratis aquí.
una boda imperfecta dina reed