• mau vazquez - Mau Vazquez

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    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.

  • Libros y Ebooks de MAU VÁZQUEZ - Amazon.es

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    por MAU VÁZQUEZ · ( 5 ). 2,99 € 8,44 €. Hablar de amores es fácil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relación, ...

  • AMORES CON FECHA DE CADUCIDAD Versión Kindle

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  • AMORES CON FECHA DE CADUCIDAD de MAU VÁZQUEZ

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    1 ago 2019 — No tan típica adolescente Agustina Serrano Sinopsis del libro "No tan típica adolescente " Es fácil entrar a la adolescencia, pero salir de ...

  • Amores con Fecha de Caducidad - MAU VÁZQUEZ - Google ...

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    31 jul 2019 — Un joven desempleado, una hermosa barista y un junior mujeriego nos demuestran que sin importar la edad o el estrato social, existen algunas ...

  • El Sol Nace en Tu Mirada - Mau Vázquez | Alma | Amor - Scribd

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  • Alberto Vázquez-Figueroa ›Blog de Juan Herranz

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    ʻO kaʻu mau puke i paipai ʻia e Alberto Vázquez-Figueroa. ... Nā manaʻo e hauʻoli i kāu mau hana hoihoi loa. ... libro-adios-mister-trump.

  • Libros de Vázquez - Ejemplares antiguos, descatalogados y ...

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    Autor: Vázquez Tipo: Libros Modificar búsqueda ... ISABEL TAMARIT - MARC PALLARÉS PIQUER - OSCAR CHIVA BARTOLL - JOSÉ MANUEL VÁZQUEZ ROMERO - MARGARITA MAU.

  • ALBER VAZQUEZ | Casa del Libro

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    ALBER VAZQUEZ: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Ha publicado los libros de poemas Moscas y obras de arte (1994), La plancha de acero (1995), ...

  • Nuevo prisma ; B1 ; libro del alumno - Librairie du Mau

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    Nuevo prisma ; B1 ; libro del alumno. Ruth Vazquez Fernandez, Marisol Rollan De Cabo, Maria Ruiz De Gauna Moreno, Cristina Blanco Santos, Caballero Go.

  • El sol nace en tu mirada de Mau Vazquez

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    El camino al exito de un escritor puede verse frustrado por un amor prohibido. Ruben Valdes, a traves de su valentia emocional nos demuestra que el amor puede surgir de formas tan inesperadas como en lo simple de un amanecer, cuando es con la persona indicada.

  • Cruzare la eternidad de Donna Kenci

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    Alejandria, ano 30 a. C. --Date prisa, muchacho. No hay tiempo que perder --me dijo en voz baja, tras descubrirme bajo las capas de mi atuendo. --?Es aqui? --interrogue a mi viejo amigo. --Si. --Se detuvo mirando hacia un lado y hacia el otro, para cerciorarse de que nadie me habia seguido--. ?Que ha pasado? ?Hemos caido otra vez? --inquirio. --Nos han vuelto a derrotar --le confirme. Echo un ultimo vistazo hacia la oscuridad de la noche, antes de dejarme paso. --?Cleopatra esta...? --Esta bien, hemos escapado --le asegure--. Vive, pero no por mucho tiempo. Esta decidida a quitarse la vida, antes de dejarse atrapar por ellos. No me hizo falta anadir nada mas, su silencio fue acompanado de un gesto de nerviosismo. Una vez en el interior, aparte de mi cabello la gruesa tela con la que me habia cubierto para no ser reconocido. Al instante, el viciado aire de la camara inundo mis fosas nasales. Olia a muerte y no pude evitar sentir una profunda desolacion. Otee la sala con dificultad, hasta que mis ojos se habituaron a la tenue luz que provenia de la abertura, justo al otro extremo de la entrada. --?Donde esta Neith? --pregunte al anciano, sin dejar de atisbar a mi alrededor. --En esa habitacion --me contesto, indicando el lugar con su mano. Al volver a mirarme, su rostro se mostro compungido--. Te dejare con ella a solas, pero no debemos esperar mucho mas o no funcionara. Asenti con la cabeza, incapaz de articular palabra. Mi cuerpo temblaba y un nudo en mi garganta me impedia tragar saliva, pero hube de armarme de valor para enfrentar a lo que me esperaba en aquel lugar. Avance despacio, con pasos titubeantes hasta llegar al umbral, entonces la vi. Yacia sobre una superficie de piedra, apenas cubierta por un fino tejido de lino. Estaba inmovil. Me aproxime para taparla mejor, sin ser consciente realmente de lo que ocurria. No podia ser cierto. No lo era. Me incline sobre su cuerpo con lentitud. Tenia los bellos ojos cerrados, rodeados por sus largas pestanas y coronados por sus perfectas cejas. No debi hacerlo, pero sin lograr reprimirme, la toque. Di un respingo al sentir la frialdad de su piel y me lleve la mano a la frente tratando de contener un lamento, aunque resulto inutil. Mis lagrimas comenzaron a brotar sin remedio, resbalando por mis mejillas. --?Por que lo has hecho? --le susurre con una mezcla de rabia y dolor--. Mi dulce y preciosa Neith. Grite para soltar toda la afliccion que me consumia por dentro, a la vez que estampaba mi puno contra la pared. --?Por que me has dejado? --Me enjugue el reguero salado que corria por mi cara--. Tan solo un dia mas y habriamos sido libres. --Solloce, mientras acariciaba su mano. Recorde su risa, su voz, su intensa mirada. Contemple sus hermosas facciones, esperando que abriera los ojos y me sonriera como tantas veces habia hecho al despertar entre mis brazos. Sin embargo, no ocurrio. ?Que le habia impulsado a quitarse la vida? Tras el anuncio de su padre que acababa de prometerla para contraer matrimonio con el tio de Cleopatra, Neith le confeso que aun seguiamos viendonos, le amenazo con escaparnos si no cejaba en su intento por casarla con aquel hombre. Pero no pudo impedir que su padre se saliera con la suya en contra de su voluntad, asi que Neith y yo decidimos fugarnos en cuanto regresara de la mision que se me habia encomendado. Una suave palmada en la espalda me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con la expresion preocupada del sacerdote sem. --Mi joven Sekani, comprendo tu dolor, pero sabes que no surtira efecto si nos demoramos mas. Esa era mi unica esperanza, asi que intente recobrar fuerzas para concentrarme en lo que tendria lugar a continuacion. Asenti con conviccion. --Adelante, comienza cuando quieras --le confirme. Sus arrugadas manos levantaron mi brazo derecho, palpando mi muneca, no sin antes observarme con gesto interrogante. --?Estas seguro, muchacho? --Sus ojos mostraban lastima--. No habra vuelta atras. Tienes que entender que no es posible saber cuantas veces regresaras de la muerte hasta encontrarla. A lo mejor tienes suerte y en tu primera reencarnacion hallas a Neith, pero ten en cuenta que si la fortuna no esta de tu lado, podrian transcurrir mas de mil anos sin que se cruce en tu camino. Suspire, totalmente convencido de lo que iba a hacer. No me importaba vivir una y otra vez durante cientos de anos, si con eso conseguia permanecer un solo dia mas junto a ella. La idea de perderla para siempre no era una opcion. --No puedo vivir sin ella --conteste. El sabio anciano supo que no cambiaria de opinion, que estaba decidido a llevar a cabo aquella locura, costara lo que costase. Meneo la cabeza con un gesto de desaprobacion, mientras repetia el movimiento que acababa de realizar conmigo. Sujeto el brazo de Neith para girar su palma hacia arriba; a continuacion extrajo de su tunica un objeto punzante, que no logre identificar y comenzo a grabar algo en su muneca, a la vez que susurraba una oracion ininteligible. Me mantuve en silencio, presenciando el extrano ritual que tenia lugar frente a mi, siguiendo cada movimiento con atencion, hasta que me di cuenta de que habia dibujado un ankh en la piel de Neith. --Ella no te reconocera --solto de improviso el sacerdote, sin levantar la vista--. Al estar muerta durante la ceremonia, una de las partes de su alma ya ha comenzado a olvidar, aunque aun no es demasiado tarde--. Se interrumpio para sondear mi expresion--. Tu si lo recordaras todo y tendras la mision de hacer que rememore su primera vida. Neith sentira el vinculo que os une, pero eso la confundira. Debes ser paciente para ganarte su confianza e impulsarla a recuperar sus recuerdos. --Lo hare --le dije con solemnidad. --Es importante que nunca le reveles su pasado --me advirtio--. Si lo haces, Neith no recobrara su memoria jamas. Tendra que hacerlo por ella misma. --Puedo ayudarla, pero no desvelarle nuestro secreto --resumi. --Asi es. El sacerdote sem se dirigio al otro extremo de la sala para limpiar los utensilios en un recipiente con agua. Acto seguido me hizo extender mi brazo para proceder a esculpir otro ankh en mi piel, repitiendo la misma invocacion entre murmullos. El simbolo de la vida eterna quedo marcado en la parte interna de mi muneca. Con cuidado, intente limpiar los restos de sangre, pero no me dio tiempo, senti un tiron en el brazo y vi como el anciano unia mi mano con la del cuerpo sin vida de Neith, quedando las dos palmas pegadas, frente a frente, al tiempo que pronunciaba unas palabras dirigidas a la diosa Isis. --Isis es la unica que puede hacerlo posible, aunque esto va en contra de nuestras creencias, pero ella nunca me ha fallado con este ritual. Funcionara --me explico. Cuando finalizo, avanzo unos pasos hasta detenerse frente a la pared y presiono un pequeno bloque de piedra que sobresalia. La sorpresa me invadio al descubrir como se abria un resquicio, revelando la entrada a una camara secreta. --?Eso es lo que creo? --pregunte con intriga. --Si, es la estancia donde han depositado todas sus pertenencias de valor --me confirmo, mientras se introducia en la oscuridad del habitaculo. Al momento regreso con un objeto en las manos--. Toma. Poseer objetos de su antigua existencia acelerara la recuperacion de sus recuerdos. --Extendio su brazo hasta dejar caer en mis manos un colgante--. Guardalo en un lugar donde nadie pueda acceder a el, para que puedas rescatarlo en el instante en que os reencontreis y se lo entregues. Mi corazon dio un vuelco al fijarme con atencion en la joya. Se trataba del amuleto que yo mismo le habia regalado, una preciosa piedra de lapislazuli, engarzada en un borde grueso de oro. Sin dudar, lo colgue de mi cuello y lo escondi bajo mi atuendo. --Asi sera --le prometi. Me palmeo el brazo para infundirme animo. --?Que pasara con Egipto ahora que hemos sido derrotados? --Cambio bruscamente la conversacion. --No lo se. El destino de Egipto esta en manos de Roma --le explique, abatido. Se llevo las manos a la boca, mientras su mirada se entristecia. Resoplo, pero se recompuso con rapidez, aclarando su garganta antes de hablar

  • Springfield Confidencial de Mike Reiss

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    Se cumplen treinta anos de Los Simpson, esta es la guia definitiva para los fieles seguidores del show animado mas popular del mundo entero.

  • El vuelo de la mariposa negra de Rosa Castro Palza

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    Jane Austen, principalmente con Orgullo y prejuicio, ha impactado en la vida de Elena, quien ha sonado con viajar a Londres para tratar de encontrar algunos pasajes de la novela en el mundo real. Y ese sueno se concreta un dia, embarcandose asi en una travesia solitaria que terminara por despertar sentimientos encontrados sobre su presente y pasado.

  • Tus pasos en la escalera de Antonio Munoz Molina

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    Un hombre anticipa con ilusion el momento de reunirse con su esposa mientras ultima los preparativos de su nuevo hogar en Lisboa. Atras queda una etapa de sus vidas en Nueva York marcada por el indeleble recuerdo del 11-S. El se adelanta con la mudanza mientras Cecilia organiza el traslado de su proyecto cientifico sobre los mecanismos neuronales que rigen la memoria y el miedo.

  • Aniquilacion de Mariah Evans

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    Tras la llegada de los vampiros al tranquilo pueblo de Banff y la invocacion de la bestia, Christopher se infiltra en la comisaria como agente de policia, con el objetivo de ocultar las pruebas que ponen de manifiesto la guerra iniciada por lobos y vampiros por la conquista del territorio.

  • Los pacientes del doctor Garcia de Almudena Grandes

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    Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo Garcia Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentacion que lo libro del paredon fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benitez, un diplomatico republicano al que salvo la vida en 1937. Cree que nunca volvera a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una mision secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organizacion clandestina, la red de evasion de criminales de guerra y profugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Arguelles una mujer alemana y espanola, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Mientras el doctor Garcia se deja reclutar por el, el nombre de otro espanol se cruza en el destino de los dos amigos. Adrian Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la Division Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la ultima defensa de Berlin, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Peron.

  • Quedate (La chica del servicio ) de Patricia Geller de

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    BAJO del coche en el que hoy, y como viene siendo habitual desde hace dias, soy el copiloto. Casi no me sostengo en pie, mis musculos han perdido fuerza, el agotamiento se ha vuelto mi gran amigo. Miro a mi derecha, la entrada de mi casa, nuestra casa. El refugio de Gisele y mio. Un intenso nudo se me forma en la garganta. Es muy dificil asimilar que cruzare las puertas y ella no estara… Siento una mano en mi hombro, dandome el empujon que necesito. Es Scott Stone, el hermano de mi mujer, que conoce lo dura que esta siendo esta nueva etapa, pues desde que ella se fue, la semana anterior, es mi gran apoyo. Ya estamos en la provincia de Malaga. Volvemos del psicoterapeuta, al que hemos ido para asegurarnos de que el tratamiento sea el correcto, tras haberlo retomado en Madrid y ahora seguir haciendolo, frente a esta enfermedad que esta a punto de acabar con lo que mas quiero en la vida: Gisele Stone. --Tranquilo, todo va a salir bien --me dice mi cunado, colocandose delante de mi--. Anoche su voz era mas alegre, ?no te lo parecio? --Le gusta que yo este aqui… --reconozco compungido--. Sabe que no podia seguir en Madrid, tampoco en casa de mis padres y el Refugio es lo mas nuestro que tenemos. Entonces me vengo abajo. --?Que voy a hacer sin ella, Scott? --Va a volver pronto --me recuerda, tan triste como yo--. Aprovechad este tiempo, recomponeos. -- Me da el llavero, que cojo con manos temblorosas--. ?Necesitas algo…? Juego con las llaves, con la mirada perdida en ninguna parte, sin el valor suficiente para dar el paso y entrar en casa. Hoy la noche de bodas es el recuerdo que mas me duele, aquella noche nos amamos locamente y ahora el vacio frente a esas imagenes es demoledor. --Dejame unos minutos a solas, por favor --le pido, caminando. --Estare aqui. Abro la puerta exterior y cruzo la zona del jardin. El suelo esta humedo, ha llovido bastante estos dias, recordandome lo fria y triste que es esta epoca del ano. El invierno, en pleno mes de enero. No quiero ni mirar a mi alrededor, no puedo soportar tantos recuerdos compartidos. --Joder, joder. --Me sobresalte ante sus quejidos. Al mirarla, vi que se estaba riendo; tenia el cabello alborotado, apenas se le veia la cara. De un manotazo se lo aparto. Sus ojos grises casi cerrados. Hermosa y atrevida--. ?!Te ries!? !Hemos perdido el vuelo! La mire cenudo, sonoliento. --!Es la una, Matt, la una! --Puta mierda. Me deje caer de nuevo hacia atras--. !Levantate! Desnuda, con aspecto salvaje; mi perdicion. Me imagine deslizandome entre sus muslos… --Anda, acurrucate aqui conmigo --le pedi, alzando la mano--. Mas tarde cogeremos otro. --?Otro? !Yo me quiero ir ya! --Me incorpore para verla mejor, con sus brazos en jarras--. Tanto jugar anoche… y mira ahora. Solte una carcajada. --Ven conmigo --le pedi de nuevo--. Un poco mas. Con osadia, se recogio el cabello en un mono alto y corrio hacia mi, haciendonos caer bruscamente hacia atras. Su emocion por viajar era evidente. La haria disfrutar como nunca. --?Como has amanecido, esposo? Pero no disfruto como me lo propuse, la jodi tambien en nuestra luna de miel. Hoy tengo miedo, miedo de no saber recuperarla, de que no vuelva nunca. A pesar de las llamadas diarias desde su marcha, su voz suena muy apagada. Se que no es feliz estando lejos de mi, pero tampoco conmigo. Las constantes y absurdas peleas, mi negativa a tratarme, mintiendole… y mi comportamiento enloquecido la han agotado. No se quererla como merece. Temo que pierda las fuerzas, la ilusion y las ganas de luchar. Inspiro al llegar a casa, son las cinco de la tarde, pero no se si donde ella esta es de dia… o de noche… No ha querido decirme su paradero, sabe que la buscare, pese a haberle prometido lo contrario. No soy tan fuerte como piensa. Justo antes de abrir, suena mi telefono. Nervioso, rebusco en el bolsillo del pantalon oscuro que llevo puesto. Un grunido escapa de lo mas profundo de mi ser. Mi garganta se abre de nuevo. La energia y el aire que necesito me llegan inmediatamente. Es ella, Gisele. --?Carino? --pregunto con agonia. --Hola, Matt. --Hola, preciosa. --?Que tal…? La noto cansada, habla en un tono poco audible. Me siento en la entrada, en los escalones. No puedo mas, desconocer tantos detalles de su vida es un sinvivir. Me duele demasiado esta distancia. --?Como estas, nena? --susurro. --?Y tu? --La oigo suspirar--. Recuerda que si tu estas bien, yo tambien lo estare. He hablado con Carlos… Me gusta ese doctor. --Es amable, si --digo sin ganas, de lo que menos me apetece hablar es de el--. Estoy en la puerta de casa, me falta valor, Gisele. Hay un precario silencio, crudo. --Te quiero mucho, mi vida. Estoy muy orgullosa de ti --musita--. ?Entramos juntos? Una de sus ocurrencias. Sonrio, negando con la cabeza. --Solo no puedo. --No lo estas… Estoy contigo, venga, abreme la puerta. Con mas animo, me levanto y me encamino hacia la puerta. La llave entra a la primera y no dudo en cruzar la sala, su voz es el empujon que necesito. Ahi, fotos de Gisele rodean la estancia. Tambien nuestras, dandole luz a este rincon tan especial. Hay muchas imagenes, sobre todo las de nuestra luna de miel. Una que me hace sonreir es en la que ella esta con su brazo alrededor de mi cuello, sentada en mis rodillas y haciendo burla. Mi cara varia entre la diversion y la sorpresa. Jugueton. --Matt --me llama preocupada--. Dime algo, cuentame cosas. Carraspeo. --Estoy haciendo todos los tramites necesarios y cuando regreses… --Nos quedaremos en Malaga --acaba enseguida, consciente de que me altero si no habla de una pronta vuelta--. ?Has comido? --Algo… En casa de mis padres. Tengo algun que otro mareo, nauseas… Esto es muy dificil, carino. Otro largo suspiro, esta contenida, cambiada. --Carlos me ha contado que, aunque las pastillas son imprescindibles para el estado de animo, la depresion y los episodios… tienen sus reacciones. --Camino por la sala, rozando su imagen con los nudillos--. Se que al principio cuesta, me acuerdo de cuando empezaste la otra vez… --murmura incomoda--, pero ahora cuentas con el apoyo de todos. Y el que mas necesito esta lejos y ni siquiera se por cuanto tiempo. --Te extrano, nena, a veces siento que me voy a volver loco si no te acaricio, si no vuelves pronto. Me haces falta --confieso, mal--. ?Podre enmendar alguna vez tantos errores? --Lo estas haciendo ya… --No se vivir sin ti, Gisele. Me gustaria decirle que no volvere a dejar el tratamiento, que no volveremos a pelearnos por tonterias y que no controlare cada paso que de. Pero se que es pronto y que pensara que sera otra promesa rota. He de ser prudente. --?!Nena!? --Dime… --?No tienes la misma necesidad de abrazarme?

  • Mi Londres de Simonetta Agnello Hornby

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    Cuando Simonetta Agnello Hornby llego por primera vez a Londres, en septiembre de 1963, tenia dieciocho anos. Y desde entonces no ha abandonado la ciudad, salvo para pasar los veranos en su Sicilia natal. Este libro es un homenaje a su ciudad: es el Londres de Simonetta Agnello Hornby, el Londres tolerante y democratico que recibe a la gente de todas las etnias y le da la posibilidad de trabajar, el Londres que no para de crecer y esta en constante movimiento, el Londres que palpita y sorprende, y siempre esta dispuesto a ofrecer algo nuevo al visitante.

  • Promesas incumplidas de Javier Moscoso

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    Promesas incumplidas es una historia sobre la ambicion, ligada a la promesa igualitaria y al desengano que marco el Romanticismo. De la mano de Javier Moscoso, uno de los mejores ensayistas espanoles contemporaneos.

  • Las recetas de Adelgaza para siempre de Angela Quintas

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    ?Perdere peso si como alimentos light? ?Debo comer aunque no tenga hambre? ?Que platos elijo si como fuera de casa? ?Me puedo tomar una copa de vino si estoy a dieta?

  • Conquistando a Rebeca de Maca Ferreira

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    Rebeca tiene un deseo; uno inesperado, intenso, con piel morena, sonrisa tentadora y un aura misteriosa a su alrededor.

  • Un regalo para Emma de Patty Love

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    Para Sarah Morgan, el unico modo de mantenerse a flote en la ciudad pasa por alquilar una de las habitaciones libres de su apartamento a Jude, un imponente y atractivo viudo, que no esta pasando su mejor momento.
    Jude Myers todavia no lo sabe, pero mudarse con su hija Emma al piso de Sarah, una guapa y generosa chica, que conocio por casualidad en un pub, supondra su ultima oportunidad de recomponer los pedazos en los que se ha roto su vida.
    La Navidad esta a la vuelta de la esquina y Emma Myers sabe que en Navidad siempre ocurren cosas magicas, y mas si hay muerdago de por medio. La nina desea mas que nada en el mundo una mama y Sarah es la candidata perfecta.
    ?Podra una magica Navidad en Fort Augustus cumplir el deseo de Emma?

  • La amante del marques de A. R. Cid

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    Poco tenia que opinar al respeto, pero eso no importaba, no al hombre que tozudamente continuaba con su perorata. El marques tenia ganas de arrancarle la cabeza, aunque ambos sabian que no lo haria y, precisamente por eso, iba mas pendiente de lo que acontecia en las calles que recorrian. -- ?No tiene nada que decir? ?No comprende la situacion en la que se encuentra? - inquirio el baron Camoys, golpeando el techo del carruaje con su baston con fuerza. -- ?Ya hemos llegado? -- Debe tomar una decision - insistio el baron -. Amenaza con delatarlo si no lo hace. -- ?Paseamos? - le sugirio, al tiempo que abria la portezuela con rapidez y se lanzaba fuera. El frio no le importaba, no tras toda una vida soportandolo, en cambio, las nubes negras que se desplazaban sobre su cabeza ya no le hacian tanta gracia. Se llevo la mano instintivamente hasta la chistera, sabiendo que no serviria de mucho si el aguacero que se avecinaba era tan fuerte como podia oler en el ambiente. El baron Camoys toco su hombro, el marques ni siquiera se giro para mirarlo. No, sus ojos se habian detenido en un joven de hermosos ojos grises. Sus movimientos suaves, su forma de moverse, se acerco a el sin comprender el motivo. Se detuvo a unos metros, el marques llamo su atencion alzando la mano. Paso por alto el barro que cubria su piel, la ropa raida y los zapatos agujereados que dejaban pasar el frio y la humedad. Lo paso todo por alto, concentrandose solo en su tersa piel, en sus labios rojos y carnosos. No, a el no le gustaban los hombres y, o mucho se equivocaba o, bajo tan burdo disfraz, no se escondia un muchacho. -- Milord, ?desea una? - se atrevio a preguntar el "joven", estirando sus finos dedos, en los que una rosa rosa se mecia. -- ?Cuantas tiene? - pregunto el marques de Carisbrooke llegando hasta ella y torciendo la nariz. No era su olor el que lo llamaba, era lo que intuia bajo la superficie. El color de sus ojos invitaba a perderse en ellos, su forma de morderse el labio era mucho mas sensual que los estudiados movimientos de las amantes que habia tomado los ultimos anos. -- Doce, milord - replico el "joven" bajando la cabeza, encogiendose ante el escrutinio. Maximilian se acerco y rozo la mano de la pordiosera que queria aparentar lo que no era. El marques quiso descubrir lo que ocultaba, jugar con la ratoncita que fruncio el morro. Todo tenia un precio y sobre todo cuando no se tenia nada. -- Deberiamos regresar. Debe tomar una decision para que podamos actuar. - El baron se detuvo al comprender que ni siquiera lo escuchaba. No, el marques estaba perdido en la "interesante" conversacion que mantenia con uno de los muchos vagabundos que alli se congregaban para poder ganar unas cuantas monedas. -- ?Las traeria a mi casa? - pregunto con voz ronca el marques, dejando que sus cuerdas vocales extendieran las silabas mientras se imaginaba desnudandola, observandola al limpiar su cuerpo e impregnarlo con el sutil aroma de las rosas. Era imposible que bajo tanta mugre no se escondiese una beldad, solo una autentica beldad podria ser hermosa incluso cuando trataba de evitarlo. -- Milord, no seria conveniente. Yo... no debo alejarme tanto - replico la joven mirandose los pies, sintiendo que mancharia el hogar del hombre que, plantado ante ella, no se daba por vencido. Tambien temia sus intenciones, no lo reconoceria. -- Podria ofrecerle una buena recompensa por el camino. No me haga perder el tiempo, ambos sabemos que precisa cuanto pueda obtener de mi y yo estaria mas que contento de darselo. - Alzo las cejas y fijo sus ojos azules en los diminutos, casi imperceptibles, bultos que su holgada y sucia camisa trataba de ocultar. ?Por que la joven que tenia ante el habia logrado detener su caminata? ?Que tenia el gris de sus iris que era capaz de hacer que olvidase las palabras que tenia en la punta de la lengua? Quiso vestirla de sedas, cubrir su esbelto cuello con joyas y observarla sonreir, no preciso mas que una acuosa mirada de unos ojos que parecian suplicar por atencion, consuelo y carino. -- Si asi lo quiere... - susurro la joven Noemille, Noemille sin mas. No tuvo que decirle el precio, pues eso habria sido de mal gusto cuando solo tenia que observar el abrigo del marques, su chistera, la cadena dorada del reloj de bolsillo que acababa en su pantalon. Max habria querido acercarse, rozar la palida piel de la joven, provocar, quizas, que se sonrojase, pero estaban en medio de una autentica multitud y no era el lugar, no cuando preparaba planes de boda. Bufo ante la idea de contraer matrimonio con una dama aburrida que nunca podria calentarlo por dentro, que no conseguiria que sus entranas ardieran y desease atarla al lecho. No, la damita era un mal necesario que no lograria evitar que buscase lo que necesitaba, que no tendria de el mas que su titulo, ni siquiera un heredero le regalaria. -- Venga antes de cenar, es cuando mas benevolo soy - gruno, acercandose a Noemille hasta que sus pechos se rozaron. Ella no logro retroceder, sus piernas no le respondieron. El poder que el transmitia la ato, impidiendole reaccionar. No tomo todas las rosas, solo una. La recogio y arrastro con pereza desde la mano femenina, se la llevo a la nariz sin dejar de observarla, memorizando cada uno de sus gestos. -- Huele a belleza, a la pureza mas absoluta - dejo caer el marques con la indiferencia de quien esta acostumbrado a que sus palabras sean tomadas como la ley mas absoluta. -- Gracias milord. - Y acaricio las rosas que quedaban en sus manos, soltando una sonrisa sonadora que la hizo volar lejos y no paso desapercibida a ninguno de los dos. -- No me referia a las rosas. -- ?Y a que se refe...? - Noemille no pudo terminar, no cuando el marques se inclino y anadio sobre su oido: -- Se lo dire a la noche, se lo prometo. - El calido aliento del marques rozo su oreja, su cuello, convirtio sus palabras en una caricia maliciosa que sabia como hacer temblar a una joven inexperta, que sabia crear imagenes en la mente de quien nunca habia hecho el amor. Noemille lo vio marchar con las piernas debiles y la mente embotada, boqueo al comprender que ya no tenia mas que hacer en todo el dia, no cuando ya no le quedaban flores que vender. Se habria alegrado si las horas muertas no fueran el escenario perfecto para que se recrease en el hambre que carcomia sus entranas. La joven tardo mas de media hora en irse, el marques ya estaba muy lejos entonces. Llevo la mano al pantalon y apreto la unica moneda que le quedaba con una sonrisa triste, mientras se colocaba la mascara que siempre portaba cuando regresaba al unico hogar que conocia. -- Hermanito, he llegado. Hoy he tenido suerte, hoy cenaremos como reyes, pero por ahora has de conformarte - solto la joven del tiron, mientras llegaba hasta un nino de tres anos que temblaba sobre un monton de paja diseminada por el suelo. Era dos cucarachas que se escondian en las grietas de una ciudad que no tenia corazon con quienes no contaban con quien los defendiera. Lo recogio en su regazo, lo acuno con la pena de no poder darle mas, no tener mas que ofrecer. El era su vida, lo unico que tenia para no dejarse morir, caer ante cualquier carruaje y permitir que las ruedas la aplastasen. -- ?Por que callas? ?Estas triste? - Su vocecilla tremula, acompanada con un fuerte ataque de tos, consiguio que las lagrimas pendieran de las pestanas femeninas y no tuviera otra opcion que negar con la cabeza -. Deberias dejarme, las mujeres lo dicen. -- ?Por que habria de hacer eso? - consiguio preguntar ella. -- Morire... - jadeo el diminuto y escualido Marcus, sonriendo sin ganas. -- No lo haras. Te lo prometo.

  • No cambies por mi, amor de Sophie Saint Rose

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    Natalya tiene una vida perfectamente ordenada. Ha conseguido el trabajo que siempre habia sonado y tiene unas amigas estupendas. La unica pega es que no tiene novio y por mucho que lo intentaba no conseguia al hombre de sus suenos. ?Era demasiado exigente? Puede, pero estaba en su derecho. Aunque sus amigas consideraban que la conocian lo suficiente para encontrar al hombre que encajara en su vida, ?debia arriesgarse? Mira que tenian gustos muy distintos y podia llegar a salir con hombres que ella ni miraria dos veces. Pero el premio era demasiado tentador.

  • Mi mejor jugada de Blanca Tunez

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    Despues de que Jason fuese valiente y confesase su sexualidad, las cosas no salieron nada bien con su familia. Tras echarlo de casa, Scott lo acoge en su piso y comienzan a vivir juntos, lo que ocasiona problemas con Alex hasta el punto de romper.Sintiendose libre, decidio volver a la universidad para despejarse y avanzar un poco mas en todos los aspectos. ?Podra Alex recompensar lo que ha hecho de alguna forma? ?Jason sera capaz de perdonar, no solo a Alex, si no a sus padres por su desprecio? Al mismo tiempo, Autumn se establece en Minnetsota despues de encontrar a Cameron y de ser cosnciente de lo que hizo en el pasado, se pone de lado de su hermano para apoyarlo en todo lo posible. El tiempo la ayuda a reconciliarse con todos a los que hizo dano en el pasado y con ella misma, estableciendo una nueva vida, conociendo a alguien especial?Sera capaz de no estropear esa relacion? ?Podra enamorarse de nuevo y permitirse ser feliz sin pensar en el pasado?

  • Duro de Amar de Kendall Ryan

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    A Cade siempre le gusto arriesgarse...

  • En la frontera del tiempo de Lina Galan

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    El caballero, sobre su caballo blanco y al frente de sus leales soldados, por fin siente que el hogar esta cerca. Los bosques de pinos o las suaves montanas daban fe de ello, dejando atras las vastas llanuras. Rodearon la aldea y su muralla y, sobre la elevacion mas alta, aparecio la gran fortaleza rodeada por la mas robusta muralla, como una madre que abre los brazos para proteger a sus hijos. Cruzaron el foso sobre el puente levadizo para entrar en el patio de armas, donde escuderos y pajes se apresuraron a atender a sus exhaustos y polvorientos senores y a sus igualmente fatigadas monturas. El senor de Montsolis, tras bajar de su caballo, alzo la mirada hacia las almenas, como siempre que volvia a casa. Pero, como siempre, nunca encontraba a nadie esperandole. Siempre que regresaba de alguna de las revueltas sarracenas o, como en esta ocasion, de una reunion en Las Cortes, imaginaba, fugazmente, que su dama le esperaba impaciente en alguna de las almenas o sobre el adarve de la muralla. Incluso en ese mismo instante le parecia estar divisando una oscura silueta femenina recortada sobre el rosado cielo del ocaso, con sus ropas y sus cabellos ondulando al viento. Sacudio la cabeza para salir de su ensonacion y volver a la realidad. Se quito el yelmo y se dejo ayudar por Nuno, su escudero, ofreciendole sus armas para su limpieza. Todavia con la cota de malla, aunque sacandose el mismo el almofar y la crespina por la cabeza, subio las escaleras de la torre del homenaje para encaminarse a sus estancias privadas. Primero, como tenia por costumbre, saludaria a su esposa, aunque ya sabia de antemano que ella apenas le devolveria el saludo. Ni siquiera le miraria a los ojos. En realidad, penso, no sabia de que color eran esos ojos que siempre miraban hacia el suelo. Ademas, apostaria su vida a que se encontraria flanqueada por sus inseparables guardianas, sus propias hermanas, que, como hermanas mayores del senor y en su calidad de viudas de sendos senores ciertamente notables, se encargaban de la organizacion domestica. Algo que a la propia senora del castillo parecia agradarle sobremanera, ya que era mas feliz bordando o tejiendo algun tapiz mientras sus cunadas revoloteaban a su alrededor como si quisieran protegerla hasta de su propio marido. Despues de pedir permiso, flanqueo la puerta de la estancia mas soleada del castillo, donde un grupo de mujeres bordaban y tejian y suaves murmullos femeninos llenaban el aire, aunque cesaran de repente al advertir la presencia del senor. Sus hermanas, Elvira y Mencia, tan frias como siempre, fueron las primeras en dirigirle algo parecido a una bienvenida. --Hermano --saludaron con un movimiento leve de sus cabezas. --Hermanas --correspondio el. Y seguidamente dirigio su mirada a su esposa--, esposa --y se Inclino levemente. Amicia parecio mover ligeramente los labios, aunque su marido no estaba seguro si como saludo o como plegaria por su poca deseada presencia. Asi que, volviendose a inclinar, pidio permiso para retirarse y salio para encaminarse a sus propios aposentos. Si, siempre habia deseado volver al hogar, despues de batallas o reuniones con nobles o con el rey. Pero cada dia que pasaba sentia mas un vacio interior y un hueco en su corazon que necesitaba llenar pero que cada vez se hacia mas y mas grande. Siempre tuvo claro que, como heredero de la baronia, tendria que casarse con la mujer elegida para el. Y asi fue. El mismisimo rey Jaime I le habia concertado el matrimonio con Amicia de Bearn, para evitar una guerra promovida por el rey frances que llevaba acechando al monarca desde hacia varios anos. De esta manera, el rey Jaime seguia dominando el sur de Francia y se aseguraba la fidelidad de su caballero al convertirlo por herencia y por matrimonio en Guillem I de Montsolis y vizconde de Bearn. Guillem recordaba ahora el dia de su enlace con Amicia. Nunca se habian visto antes, pero era algo que ocurria muy a menudo y no le importaba especialmente. Pero en el fondo habia esperado algo mas. Sus propios padres se habian entendido bastante bien. Incluso sus desapegadas hermanas habian tenido unos matrimonios aceptables. El habia imaginado al menos una companera que esperase su regreso, o para conversar sobre temas cotidianos, como compania en la mesa y, por supuesto, en su cama. Pero habian sido deseos vanos. Tras un ano de casados, no sabia como era la voz de su esposa, ni tan siquiera el color de su cabello, que siempre llevaba tapado por un virginal velo blanco, casi tan virginal como ella misma. Ese era otro tema que si le preocupaba. Ese matrimonio necesitaba descendencia, ya que la falta de hijos podria acarrear un serio problema incluso a nivel politico, puesto que el rey Luis intentaria reconquistar las tierras a falta de herederos. Pero hacia ya demasiado tiempo que no visitaba la cama de su esposa. Un rictus amargo se le formo en la boca al recordar la noche de bodas. Su experiencia con mujeres nobles podia ser exigua, pero esa noche intento comportarse como el caballero que era. Mientras recorria el angosto pasillo envuelto en su propia sombra proyectada por la luz de las antorchas, recordo. Recordo la camara nupcial, en la mas completa oscuridad, con solo un pequeno atisbo de la silueta de su esposa metida en la cama y tapada hasta la barbilla. A el, colocandose encima, mientras ella, rigida como una tabla, recitaba una letania de oraciones. Despues de esa noche vinieron varias mas, en las mismas condiciones y sin resultado de embarazo tras varios meses. No era de extranar. Pensaba que un acto realizado con tanto miedo y aversion no podria dar nunca como fruto un hijo. Guillem entro en sus aposentos privados y suspiro cansado. Se sintio viejo, aunque a sus veintiseis anos deberia sentirse en la flor de la vida, una mezcla de juventud y experiencia. Miro a su alrededor y se sintio relativamente satisfecho. La estancia, disponia de una antesala, con una mesa, silla y documentos para revisar, y del dormitorio, donde el mueble que mas resaltaba era la gran cama. Podia no importarle que la decoracion y el resto de mobiliario fuesen escasos y austeros, como indicaba la sencilla presencia de un baul, un arcon y una pequena comoda. Pero despues de anos ayudando a su rey en multitud de batallas, sobre todo la conquista de Valencia, viviendo en las mas atroces condiciones, para Guillem eran muy importantes el descanso y la comida. Por eso no encontraba nada frivolo poseer una gran y comoda cama y una mesa donde nunca faltara la buena comida. Mientras le preparaban una tina de agua para el bano, se asomo a la ventana y observo el paisaje. Al menos la vision del entorno familiar que lo rodeaba le daba la seguridad y la fuerza necesarias para pensar en el futuro. Por lo demas, Dios proveeria. Habia vuelto al hogar. CAPITULO 1 Barcelona, mayo de 2014 Correr calle Muntaner abajo para poder coger el tren, sin tropezar y sin que la atropellaran en el intento, era un riesgo al que cada dia se enfrentaba Beatriz, o Bea, como preferia que la llamaran. Bea trabajaba en un hospital de esa zona como enfermera y se consideraba afortunada de tener una profesion que le encantaba y por haber conseguido un puesto para los tiempos que corrian. Pero ese dia deseaba cuanto antes poner tierra de por medio. Hay dias en los que es mejor no levantarse de la cama, le oia decir muchas veces a su madre, y ese, especialmente, habia sido uno de ellos. Al levantarse por la manana, no le habia sonado la alarma del movil, ya que se le habia apagado sin bateria. Sin tiempo para desayunar, habia corrido hasta la boca del metro para descubrir que solo habia servicios minimos por la huelga de transportes, por lo que tuvo que coger un taxi, donde el pobre taxista se habia visto obligado a sortear velozmente el trafico de esa hora de la manana, debido a la orden imperiosa de una usuaria con los nervios de punta. Al llegar, habia tenido que aguantar la mala cara de la companera a la que relevaba y, para colmo, Oscar habia vuelto al hospital tras su excedencia. Ahora, volviendo para casa, y por fin en el interior del vagon, Bea se agarro a la barra, apoyo su frente en ella y cerro los ojos. ?Que mas podia haberle salido mal ese dia? ?Por que habia tenido que volver a verle a el?

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 2 de Andrea Adrich

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    Nathan abandona Madrid dejando a Daniela con el corazon roto y creyendo que la ha enganado, que ha sido simplemente una de tantas en su vida.
    A su vuelta al Eurostars, se encuentra con una Daniela esquiva y dolida, que ha perdido peso y la sonrisa, y que no esta dispuesta a convertirse en su amante, pese a la irresistible atraccion que sigue sintiendo por el.
    ?Conseguira Nathan estar a salvo de su pasado y sus oscuros fantasmas? ?Se atrevera finalmente a confesarle a Daniela cual es su verdadero secreto y salvar la distancia que los separa? ?Sera capaz de construir una nueva felicidad cimentada sobre las ruinas de la que un dia tuvo? ?Podra Daniela conocer realmente al hombre que se esconde tras la fachada altiva, intimidante y misteriosa de Nathan?

  • Antarlia. Una lucha de ideales de Jossy Loes

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    ?Y si de repente el mundo se colapsa, sufriendo grandes terremotos en la corteza terrestre, desplazando los continentes hasta quedar unidos?
    ?Y si a pesar de todo ello, algunos han sobrevivido haciendose el control en paises que se mantuvieron en pie aliandose para formar una sola unidad llamada: Liberty? Creando e imponiendo sus leyes, naciendo una autentica Autocracia, obligando a otros a rebelarse bajo las sombras.
    En Liberty lo saben. Por ello, seleccionaran a diez jovenes para explorar un territorio aparentemente desconocido, eligiendolos mediante un sorteo en todo el ambito mundial.
    Entre ellos esta Kathe Panthar.
    Kathe pensaba que su futuro ya estaba definido, pero a partir de ese instante, comienza a cambiar hasta en esos sentimientos que nacen por el carismatico Romeo. Llevandola a entrar un torbellino de secretos, mentiras y manipulaciones. Aceptando ser una ficha mas de ese juego que ha comenzado el alto mando de Liberty.
    Kathe: no confies en nadie, ni siquiera en los que amas. En Antarlia sabras la verdad.

  • El amor que deseas de Karim Zuloaga

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    Vivianne, una muchacha universitaria inteligente y de bajo perfil, se encuentra envuelta en una situacion amorosa que no ha buscado ni cree merecer. ?Como es posible que un hombre como Erian, quien despierta todos sus instintos, se cruce en su camino? Al mismo tiempo, ?como es posible que ignore su existencia? Confundida, atraer su atencion le parece demasiado bueno para ser verdad. A traves de esta historia, tomara decisiones que cambiaran para siempre la forma en que se percibe. ?Sera capaz el de borrar cicatrices que ella no quiere mostrar?; ?resultara una vez mas danado su corazon?

  • Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love

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    --Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba <>. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen.

  • Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez

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    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.

  • El sueno de la razon de Berna Gonzalez Harbour

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    La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo Jefe Superior de la policia ha logrado su suspension en venganza por una antigua investigacion y Maria esta temporalmente fuera del cuerpo.
    Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al rio Manzanares, y la aparicion de unos animales muertos es el primer indicio de una anomalia que pronto dejara mas huellas letales: la ejecucion de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los puentes del rio. Y no sera la unica.

  • Te quise de verdad de Cristina Salma

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    Nunca piensas que el amor de tu vida puede ser, tambien, tu peor pesadilla. Pero eso fue lo que me ocurrio y no estaba preparada para ello. Mi historia no te dejara indiferente…

  • El anonimo de Natasha Preston

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  • El retorno del cuervo de Alissa Bronte

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    Tras varios anos alejado del que fue su hogar, el laird Raven MacCormac regresa a Jaen por peticion de su amigo el duque de Castro. La rendicion de Granada esta cerca y el Rey Fernando el Catolico necesita toda la ayuda posible para que las capitulaciones se lleven a cabo de la forma mas pacifica posible.
    Silvia de Castro espera ansiosa el retorno del cuervo, ese hombre al que se prometio y al que sigue esperando despues de largos y duros anos, aferrada a la promesa de amor eterno que intercambiaron en su juventud.

  • Nos dejamos llevar por una mirada de Maria Beatobe

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    Lucia y Adri son dos jovenes que se conocen cubriendo un atraco en un Banco, ella: periodista inexperta, el: medico en practicas en el SUMMA.
    Desde la primera mirada saltan chispas. Poco a poco el destino les ira uniendo, su aficion al running hara que compartan mas momentos y la distancia entre ellos se vaya estrechando. Sus miradas hablan mucho mas que sus palabras y algo empieza a surgir entre ellos, un sentimiento que no podran controlar, a pesar de que ambos tienen ya pareja.
    Por otro lado, la vida de Adri esta en un momento tormentoso, la relacion con su madre enferma a causa de sus adicciones, le hara tomar una de las decisiones mas dificiles de su vida. Aunque gracias a sus amigas, que ponen siempre el punto de locura a su vida, no se derrumbara.
    Risas, llantos, diversion, amor, running, deseo, placer, amistad, celos. . . todo ello en una historia que nos invitara a dejarnos llevar y hacerle un huevo al verdadero amor.

  • Escalofrios de Douglas E. Winter

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    He aqui un libro estremecedor que reune a los maestros de la literatura de terror contemporanea. Desde el entusiasmo maniaco de Stephen King hasta el elegante ingenio de Paul Hazel, pasando por el simbolismo enigmatico de M. John Harrison, el psicologismo inquietante de Clive Barker, el estilo implacable de Denis Etchison y el erotismo refinado de Thomas Tessier, esta obra recopila seis pequenas joyas del horror universal. Se trata de seis largos relatos que, por distintos medios, logran un mismo resultado: sacudir las fibras intimas del lector, hacerle participe de espeluznantes experiencias que bordean los imprecisos limites entre la realidad y la ficcion. Una lectura imprescindible para conocer lo mejor de un genero apasionante.

  • Prestame tu calor (Prestame 8) de Iris Boo

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    La ambicion de otros le arrebataron todo lo que mas queria, y le enseno que ser el jefe de la mafia irlandesa en Chicago exige un alto precio. El nunca busco ese puesto, la venganza le puso ahi, pero no puede dejarlo porque es el unico que puede mantener ese precario equilibrio que sostiene la paz en la ciudad.

  • Desatame de Noe Casado

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    Sin trabajo, sin casa, sin amante… La vida de Carla es un autentico desastre, y para rematar la faena se ve envuelta en un turbio asunto en el que Aidan, un policia con aires de don perfecto al que detesta, interviene para defenderla. Lo que el chico de oro ignora cuando se presta a ayudarla a salir del bache, es que ella es una mujer de armas tomar…Desatame, la nueva y esperada novela de Noe Casado. Erotismo, pasion y emocion, te dejara sin aliento.

  • Seis meses de Paloma Carnero

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    Angela, una animadora que trabaja en un hotel de la Costa del Sol, recibe en la noche de Halloween de 2020 un regalo. A la manana siguiente, despierta en Santo Domingo (Republica Dominicana) !pero en 1783! Todos la tratan como la senora de la hacienda, y cual es su sorpresa al ver que su supuesto marido es sospechosamente parecido a un antiguo amor de adolescencia. ?Que demonios estaba pasando?
    Cuando la santera yoruba, Yeji, le explica que es la responsable de todo lo que le ha ocurrido, le propone hacerse pasar por la esposa de Jaime, el dueno de aquellas tierras, porque la vida de todos los que viven de esa hacienda depende de ello.
    Aventuras, amor, magia, un acuerdo matrimonial, y un enemigo al acecho, todo bajo un telon historico real de fondo en la paradisiaca isla espanola de finales del siglo XVIII.

  • Indestructibles de Xavier Aldekoa

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    < no es un libro de ganadores, aunque sus protagonistas a veces triunfen. Tampoco de perdedores, aunque algunas de estas historias africanas tengan finales amargos. Este es un libro sobre seres humanos que lo intentan. Hombres y mujeres que sufren, rien, opinan, evolucionan, se rebelan y luchan. Protagonistas activos de sus vidas que se revuelven ante un destino que los quiere sometidos, encadenados, victimas. Para quienes la rabia es una forma extrana de esperanza. Tambien es un libro de personas que viven mas alla de las luchas nobles y los grandes dramas. De gente normal. Indestructibles es un libro sobre seres humanos que no se rinden.

  • Desatame 2 de Christina Ross

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    De Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.

  • Reinos de Cristal 1 de Encarna Abad

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    El futuro del reino de Castilla esta en manos del destino. Descubre en la saga Reinos de Cristal y en este primer volumen, La Comitiva del Milagro los avatares de una comitiva real que se dirige al reino de Portugal con una mision: Traer una nueva esposa para el principe Enrique de Castilla.
    Su padre, el rey Juan II, quiere zanjar el fracaso de su primer matrimonio, pues el futuro rey; Enrique IV, quedara a merced de las intrigas cortesanas, ante la falta de un heredero al trono."
    El azar hace que se entrecrucen las vidas del rey Enrique IV de Castilla, llamado el Impotente y la de Manuel Acosta, un joven portugues que huye por salvar la suya.
    Las dificultades continuan y las intrigas se apoderan de la corte... ?Como hacer que Enrique y Juana engendren un hijo? Solo el poder de la ciencia... y la mano de Dios, en forma de Milagro pueden conseguirlo...

  • Lady Marian de Jane Mackenna

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    Marian Mackencie, desde que tiene uso de razon ha tenido suenos extranos y la sensacion de no pertenecer a ningun sitio. Al morir Esmeralda y Marcus quienes creia sus padres, descubrira al fin el secreto que le ha sido ocultado durante toda su vida, quedando asi dividida entre su amor prohibido y su deseo por regresar a su verdadero hogar, del que fue arrancada sin piedad siendo un bebe.
    Eric Darglinton, condenado por sus padres a casarse sin amor con una rica heredera, pero decidido no acceder a un matrimonio igual de infeliz que el de ellos, rompera todo vinculo con su tierra y emprendera el mas arriesgado de los viajes en busca de la mujer que verdaderamente ha amado toda su vida.
    El sera el proximo Duque de Darlington y ella una simple criada.
    Dos mundos distintos, dos corazones que no entienden de clases sociales.

  • ?Que hay despues de ti?, Fanny Ramirez de Fanny Ramirez

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    Silvia deja su antigua vida de lujo para emprender una completamente distinta junto a Ernest, dueno de la hacienda Vidal y su gran amor. Hasta que una enfermedad le arrebata la vida y Silvia queda sola, con la odiosa compania de su cunado, a quien odia hasta el infinito.
    Fernando esconde un secreto y es que, desde que la vio, vive amandola en silencio. ?Como declararle sus sentimientos cuando se ha pasado todos estos anos forjando una relacion basada en el odio?
    Enamorate de Ernest, odia y ama a Fernando y vive en la piel de Silvia. Llora, rie, grita a viva voz… Pero esto… es solo el principio.

  • Senales de humo de Rafael Reig

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    Martin es un catedratico recluido en un sanatorio mental. Desde alli recuerda que empezo a realizar autenticos viajes en el tiempo desde que, muy joven, intento suicidarse. Ahora ya no los controla a voluntad y, sin proponerselo, aparece en una ciudad medieval oyendo como cantan las jarchas mozarabes un grupo de brujas, o como los juglares escenifican el Cantar de Mio Cid, o como el arcipreste de Hita le desvela su libro repleto de anecdotas en verso.

  • Relatos ‘Segundas Oportunidades de Becca Berger

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    Gracias a ti que tienes el libro en tus manos, y le das una oportunidad a estas historias cortas. Espero que las disfrutes, y pases un momento agradable. Gracias a cada una de mis queridas Abogadas del Demonio, cada dia es un placer hablar con ustedes, conocer un poco mas de cada una, aunque en ocasiones quieran matarme. Las aprecio mucho, y espero que disfruten este libro. Clara (Socia), por el apoyo y soportarme durante todo el proceso de este libro, y las historias que pasan por mi cabeza. Cada una de ellas no podria ser posibles sin ti, nunca me cansare de agradecerte y molestarte. Y sobre todo porque tu y Mery le dieron las alas a estas historias que hoy seguirian siendo anonimas. Gracias Mery por los consejos, paciencia y apoyo que me das todos los dias, espero pronto tener tu libro entre mis manos, te adoro, y siempre estare ahi para ti. Gracias Nicotina (Majo Suazo) por tu sinceridad y amistad. Ange por hacer un trabajo expres con la historia, y dedicarle tantas horas para pulir cada uno de los relatos, muchas gracias. Y espero pronto vernos en Chile. Elizabeth Michel, MJ Daniels, Clara Hernandez y Annie Hernandez de Flores por tomarse el tiempo para leer y compartir conmigo sus comentarios y observaciones. Caro y Magaly por estar siempre ahi y apoyarme a cada paso que doy, las quiero infinitamente. Mosqueteras para siempre. Gracias Aide por tu amistad y las locuras que hemos vivido. A mi familia por apoyarme en cada paso que doy, sin ellos jamas habria podido. Los amo, gracias una y otra vez. Este va en especial para mi Papa por ser quien siempre esta ahi no importa si esta cansado o fue un mal dia, gracias por escucharme en todo momento y apoyar cada paso que doy, te amo. A todas las personas que me han apoyado en este largo camino son tantas que no quiero dejar a ninguna afuera, pero si por algun motivo olvido mencionar a alguien, pido una disculpa, los llevo siempre en mi corazon, y tiene mi permiso de jalarme las orejas. Lidiane Gomes. Izamari de Chaos Angeles gracias por tu apoyo y compartir a nuestro querido Acheron, Viri Villareal gracias por el apoyo y ser tan genial, Annie de Trance de Letras no tengo palabras para agradecerte. Eli de Adictabooks !Muchas gracias!, Guadalupe de Suenos entre paginas, Dai Alvarado de Viviendo dentro de las paginas siempre te estare agradecida. Prima (Ale) por tu sinceridad y esencia, Distrito 12 (Romi, Osita, Ale, Jols, Victor, Roman, Beto y Amo x Mexico) por ser tan especiales y unicos. Gracias por su amistad y apoyo: Anabelle, Janira, Laura, Amafle, Yerleris, Karina Pasos, Miriam beffa, Edith Vazquez, Mary Salazar, Tamis, Brenda, Yess, Ilse, Ainhoa, Valentina, Liliana, Pau Lopez, Annie, Athiziri, Bertha, Fabiana, Gabriela, Gerina, Jenny, Laura, Lupita, Malle, Miguelina, Pato, Saibel, Sandy, Sofia, Vero, Dianna, Silvia, Kath, Gaby, Abigail, Cili, Isabel, Sonia, Iliana, Iris Castillo, Yorl, Niyireth, Majo y Pilar muchas gracias, este libro es para cada una de ustedes. Las quiero. Mas alla del divorcio Con un suspiro, Clara miro su reloj. Unos minutos mas y se iria de aquel lugar. No entendia por que le habia dicho a sus companeras de la oficina que iria si sabia que no estaria a gusto en aquella fiesta. Con una triste sonrisa recordo otra epoca en su vida en la que hubiera disfrutado de estar junto a su esposo, bailando y disfrutando del momento. Nego con la cabeza y se regano por pensar en el. Aunque lo negara, sabia que jamas habria otro hombre en su vida. Algunos la invitaron a salir, pero nunca aceptaba sus invitaciones, el solo imaginar que alguien mas la tocara o besara hacia que quisiera salir corriendo y que su corazon se retorciera de dolor ya que solo despertaban en ella dolorosos recuerdos. Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no noto que la entrada de un misterioso y atractivo extranjero atrajo la atencion de todas las personas. Era mas alto que todos los hombres en la sala, con cabello oscuro y facciones marcadas que le daban un aura peligrosa. Alexander en cuanto entro, la localizo. Se encontraba en un rincon apartada de todos. Tuvo que contenerse para no ir corriendo hacia ella y besarla como habia sonado todas esas largas noches solitarias; en cambio, camino lentamente mientras disfrutaba de la vista. Vio a Eduardo, uno de los companeros de trabajo de su esposa que se habia atrevido a invitarla a salir. Apreto los punos y tuvo que contenerse de no ir y estamparlo contra la pared, asi todos sabrian que Clara era suya y lo que podria pasarles si se atrevian a buscar algo mas con ella. Fruncio el ceno y sacudio ligeramente la cabeza para calmarse, se recordo que pronto estaria con el de nuevo y eso hizo que se tranquilizara y concentrara en su mujer y la reaccion que tendria cuando lo viera. Habia decidido darle tiempo cuando se dio cuenta que ella huyo de Atenas. Sabia que fue injusto el pensar que con tan solo dieciocho anos se acostumbraria a su estilo de vida, y su familia no le habia facilitado las cosas. Fue un duro golpe el firmar los papeles de divorcio, pero para el, Clara seguia siendo su mujer y era hora que ella ocupara ese lugar. Cuando estaba a solo unos pasos de ella, una mesera aparecio a su lado y le ofrecio una copa de Champagne, el le contesto con un simple gracias sin apartar la mirada de su objetivo. Clara reconocio esa voz a la distancia, y un escalofrio recorrio su piel. Se giro lentamente a medida que sus palabras lograban penetrar en su cerebro una y otra vez, mientras rogaba que no fuera Alexander. El mundo parecia haberse quedado suspendido en el aire, casi no podia respirar. Al verlo, solo pudo quedarse en silencio mientras sus mejillas perdian el color de golpe. Pasaron mas de cinco anos desde la ultima vez que lo vio, cuando firmaron los papeles de divorcio. Un dolor casi insoportable que habia logrado dormir por meses resurgio con tal intensidad que le costaba respirar, sabia que si no se movia sus piernas fallarian en cualquier momento. Se encontraba en estado de shock. No podia creer que estuviera ahi. El debio sentir su turbacion porque le ofrecio aquella sonrisa que era solo para ella, llena de ternura, y una mirada perversa y divertida. Todo alrededor se paralizo. Clara tuvo que luchar para ocultar el dolor en su mirada e intento poner cierta distancia retrocediendo. Pero Alexander tenia otras intenciones. Camino hacia ella con la elegancia de un puma acechando a su presa. --Hola, Clara. ?Pensabas irte sin saludar a tu esposo? --dijo con voz ronca, recorriendo con avidez cada una de sus delicadas facciones, disfrutando mirar aquellos hermosos ojos color ambar. --Alex… ?Que haces en Guadalajara? --tartamudeo nerviosa, sin saber que decir. --He venido por algo que me pertenece. --Algo en su voz y tono ligero hizo que se estremeciera. No la enganaba, detras de aquel aspecto indiferente podia sentirlo tan tenso como ella. --Entonces, te deseo suerte en tu busqueda. Si me disculpas, me tengo que ir. --Sin esperar respuesta se dio la vuelta y se alejo de el, pero Alexander fue mas rapido y le paso un brazo por la cintura. Intento separarse, pero el apreto su agarre y le susurro al oido. --A menos que quieras hacer un escandalo frente tus companeros, vendras conmigo y hablaremos en un lugar mas tranquilo, Agapi Mou. --No me llames asi --siseo molesta, pero fingiendo una sonrisa. Que la llamara asi como en los dias mas felices que compartieron fue como echarle sal a la herida. Sabia que estaban llamando la atencion de los invitados y no queria que su jefa se acercara a ellos, no queria ver como trataria de conquistar a su ex-esposo--. Tu amor es Atenea. --No pudo evitar que su voz sonara dolida y llena de resentimiento. --No juegues con mi paciencia, pequena. Antes de que pudiera decir nada mas, el bajo sus labios y la beso. Fue un golpe demoledor. Ella se resistio por unos segundos, pero sin darse cuenta envolvio los brazos alrededor de su cuello y se pego a el. Clara no queria que esto pasara, pero su cuerpo no escuchaba. Bastaba un simple roce de Alexander para que perdiera el control y se dejara llevar. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se separo y se llevo una mano a los labios. --No vuelvas a tocarme, Alexander. Hace mucho perdiste el derecho de hacerlo --solto con amargura. --?Y de quien fue la culpa? ?Quien huyo de su casa a medianoche sin avisar? --exploto cuando ella solo lo miraba con resentimiento.

  • El cerebro femenino de Louann Brizendine

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    ?Como piensan las mujeres? ?Que es lo que valoran? ?Como se comunican? ?A quienes aman? Todas las respuestas estan en el cerebro. La investigadora y doctora en medicina Louann Brizendine ha recopilado numerosos datos cientificos para explicar de manera clara como la estructura cerebral es fundamental para entender la forma de pensar de las mujeres.

  • Sin miedo a nada de Anna Casanovas

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    Alejandro Cruz es el guitarrista del popular grupo de rock espanol Malditos Bastardos. Es un hombre misterioso, acostumbrado a conseguir cualquier cosa que se le antoje. Las drogas y el sexo han sido sus fieles companeros durante anos, hasta que sufre un accidente de coche y tiene que someterse a un tratamiento de rehabilitacion.

  • El origen de las dos reinas (Furyborn 1) de Claire Legrand

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    La profecia lo anuncio: llegara una Reina de la Sangre para destruir el mundo, y una Reina del Sol para reconstruirlo. No se sabe cuando, no se sabe quien. Pero sucedera.

  • Verdades enterradas de Michael Hjorth

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    ?Cuanto tiempo hacia que se habia ido de alli? Anos. Varios anos. Pero ?cuantos? Menos de diez, seguramente. Era irrelevante. Bien podrian ser muchos mas, y deberian serlos, y mas largos, penso al ver la silueta familiar de la ciudad que se extendia al otro lado del cristal del autocar. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Sinceramente. Habian pasado diez anos, asi que… ?para que? ?Por que le importaba? En verdad, le daba igual. No tenia el menor interes en saber que le habia pasado a ninguna de las veintinueve personas con las que se habia visto obligada a compartir tres anos de su vida. Que hacian ahora, si tenian familia o no, en que trabajaban, donde vivian. Eso le importaba una mierda. Todas ellas le importaban una mierda. Y tambien dudaba mucho que ella fuera a importarle nada a ninguna de ellas. Nunca habia significado nada para nadie. ?Acaso se acordaban de ella? Quiza algunos si. Deberian hacerlo. ?O acaso la gente se olvidaba de las personas de las que habia abusado? ?Solo existian mientras se las podia atormentar, y desaparecian en cuanto dejaban de ser vulnerables? A lo mejor, las nuevas victimas sustituian a las viejas, en todos los aspectos. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? No es que volviera con un sentimiento de triunfo. No era una revancha exitosa. No albergaba ninguna esperanza de que fueran a juntarse a su alrededor ni verla con mejores ojos porque se hubiese vuelto famosa o le hubieran ido bien las cosas. No estaba en posicion de ensenarles nada. El patito feo no se habia convertido en ningun cisne. El patito feo solo se habia hecho mayor, se habia curtido. Asi que ?que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Quiza queria mostrar que seguia viva, que se atrevia, que no habian logrado destrozarla. Pero ?era asi? Quien sabia si su vida habria sido distinta si aquellos anos hubiesen sido diferentes… Mejores. Soportables. Sin los Tres, que decidian que ella no era siquiera digna de despertarles irritacion. Que la trataban como si fuera aire. Como si no fuera nada. Sin el sequito silencioso, tan inseguros todos, tan temerosos de acabar en el lugar que ocupaba ella, los que lo hacian posible. Sin Macke y Philip. No, alli no iria. Ahora no. Todavia no. Se los quito de la cabeza: los pensamientos, los nombres, aquella noche. Pero iban a estar alli, se dijo a si misma. Se encontraria con ellos. Esta noche. En la fiesta, o como se le pudiera llamar a aquello. Reencuentro no, desde luego. Para poderte reencontrar hace falta sentir algun tipo de pertenencia. Ellos iban a estar alli. A lo mejor esa era la razon por la que iba alli, el autentico motivo por el que volvia. El sueno. Recurrente. La primera vez lo tuvo la noche siguiente de recibir la invitacion. Luego, despues de haber dicho que si, se repetia mas a menudo. El sueno en el que se hacia justicia. En el que se plantaba. Por fin. En el que les daba su merecido. A veces tan real, tan vivido, que se despertaba con una sensacion de triunfo, la cual se esfumaba en cuanto se levantaba y volvia a la realidad, como no podia ser de otra manera. El autocar paso junto a los carteles que senalaban que se estaban adentrando en Karlshamn, que habia vuelto a la ciudad que habia dejado atras. Que habia abandonado. De la que habia huido. El nudo en el estomago que ella habia creido que era arrepentimiento y angustia debia de ser otra cosa, se dijo. Determinacion. Expectacion. Un odio lentamente resucitado que llevaba mucho tiempo reprimiendo, pero al que ahora pensaba darle permiso para crecer. Por eso habia vuelto. Eso era lo que pensaba hacer. Devolversela. Calle Kungsgatan. Angelica Carlsson ni siquiera trato de reprimir la sonrisa de satisfaccion al girar para adentrarse en ella. En Karlshamn habia casas mas grandes y mas lujosas, pisos mas bonitos, direcciones con mas renombre. Pero en apenas cuatro meses practicamente se habia mudado a un piso amplio de dos habitaciones en la calle Kungsgatan. No estaba nada mal, a pesar de todo. Ciento doce dias despues de conocer a Nils. Ciento trece desde que se habia puesto en contacto con el en una de las numerosas aplicaciones de citas en las que estaba registrada y que visitaba con regularidad. Diecisiete anos mayor que el. Parecia buena persona, divorciado, una hija que ya se habia ido de casa, su perfil era perfecto, justo el tipo de hombre que ella estaba buscando, aunque tampoco podia estar segura del todo. No fue hasta la quinta cita, o quiza la sexta, cuando entendio que habia dado en la diana. Con la mirada caida, habia puesto una mano encima de la de el con cierta timidez y le habia preguntado si no le apeteceria que se vieran mas a menudo, que a ella le gustaria mucho que… fueran algo mas, o sea, algo estable. El se habia reido un poco cortado, y seguro que habria abierto los brazos si no fuera porque ella le estaba reteniendo una mano. --?Para que quieres a alguien como yo? Ella no dejo que la burbujeante alegria se le reflejara en ningun momento en la cara, sino que se limito a mirarlo seriamente, le dijo que no fuera tonto, que por que se infravaloraba, si se veia a la legua que era un hombre fantastico. Por eso queria pasar mas tiempo con el. Aquella noche habian paseado cogidos de la mano hasta su casa. La primera vez que ella puso un pie en el piso de la calle Kungsgatan. Unas semanas mas tarde dejo caer el nombre de Dick. Su exnovio, un idiota sin remedio. Habia quedado con Nils en su casa despues del trabajo, y ella se habia presentado un tanto desanimada y distraida. El se percato de que algo no iba bien, desde luego, pero ella no queria hablar del tema, no queria que se viera involucrado. Mantuvo su postura hasta que presintio que en breve el ya no le preguntaria nada mas, que haria lo que ella le estaba pidiendo y se olvidaria del tema. Entonces se lo conto todo, como a reganadientes. Para cuando hubo terminado ya se habia hecho de noche. Fue asi como Nils supo todo lo que habia que saber sobre como ella y Dick se habian conocido, en una epoca en la que ella era muy joven y tonta, cuando le habia parecido emocionante participar de los planes ambiciosos e irreales de Dick, sus alocadas travesuras, su estilo de vida despreocupado. Pero debajo de esa apariencia desenfadada y carismatica se escondia una faceta oscura y controladora. Con lagrimas corriendole por las mejillas, ella le habia contado que al cabo de unos anos se habia quedado embarazada, que Dick no queria tener hijos bajo ningun concepto, que la habia obligado a elegir entre el y el bebe, y que apenas unos meses despues de abortar la habia abandonado de todos modos. Nils la habia abrazado en el sofa mientras la escuchaba, ella se habia enjugado las lagrimas, se habia dejado consolar. Le habia dado unas vueltas a como continuar a partir de ahi, pero el se lo habia facilitado a base de preguntarle por que estaba pensando en Dick justo ese dia, en ese momento. ?Habia pasado algo? ?Se habia puesto en contacto con ella? Si, algo habia pasado. Si, se habia puesto en contacto. Hacia unos anos que el habia vuelto a aparecer en su vida, le explico Angelica. Dick habia empezado a cortejarla otra vez. Le habia dicho que la echaba de menos, que lamentaba la manera en que la habia tratado, que se habia dado cuenta de lo mal que se habia comportado. Habia madurado y se preguntaba si podian volver a estar juntos. Le habia insistido y suplicado. Y ella habia cedido. Se habia creido que el realmente habia cambiado. Que le brindaria la seguridad que ella buscaba. La cosa habia empezado bien, a los seis meses habian decidido irse a vivir juntos, se habian comprado un piso en Gotemburgo. Pero al cabo de unos meses volvio a asomar la cara celosa y controladora de Dick. Esta vez se habia vuelto violento. Ella habia logrado sacar fuerzas de alguna parte para liberarse. Despues de aquello era materialmente imposible que el fuera a recuperarla, dijera lo que le dijera, le prometiera lo que le prometiera. Habia terminado con Dick. Pero el no habia terminado con ella, ni muchisimo menos. A intervalos regulares la llamaba, le exigia, la amenazaba, la presionaba, hacia cuanto podia para ponerle las cosas dificiles y fastidiarla. Ahora era por algo del piso de Gotemburgo y la hipoteca, no lo tenia del todo claro, le habia colgado el telefono en cuanto el se habia puesto a dar berridos. Ella lo habia bloqueado, pero Dick ya habia conseguido colarse bajo su piel. Por eso se habia presentado en casa de Nils tan alicaida, pese a tener motivos de sobra para sentirse feliz. Con su vida. Con el. Aquella noche se acostaron por primera vez. Despues, ella estuvo llorando entre sus brazos. Le dijo lo contenta y agradecida que se sentia de haberlo conocido. El conseguia que se sintiera tan segura, tan cuidada… --Me gusta cuidar de ti --le susurro el, y le acaricio el pelo con delicadeza. Ella lo abrazo en silencio, era justo lo que habia esperado oir. Las semanas siguientes se podria decir que se fue a vivir con el. Iba mas a menudo, se quedaba mas tiempo, se llevo una muda o dos, el le cedio un estante, un cajon, sitio en el armario. A la exmujer no la habia visto ni oido, la hija sabia de la existencia de Angelica, pero no parecia tener ningun problema con que su padre hubiese conocido a otra mujer. No es que tuvieran un contacto muy estrecho, precisamente. Nils y su hija se llamaban cada quince dias, en el mejor de los casos. Durante el tiempo que Angelica habia estado en el piso, la hija no les habia hecho ninguna visita, pese a vivir en la ciudad de Helsingborg, a menos de dos horas de alli. Angelica dio los ultimos pasos hasta el portal. Ahora no le quedaba mas remedio que borrar la sonrisa de satisfaccion. Debia sustituirla por la preocupacion y la angustia. Habia llegado el momento de dar el siguiente paso. Hoy Dick habia logrado comunicarse otra vez con ella. La habia amenazado con ir a la policia y llamar a la Agencia Tributaria y no sabia que mas. No habia logrado entender todo lo que el le habia dicho, pero Dick pensaba vender el piso de Gotemburgo y le reclamaba dinero. Tenia que subir al piso alterada, desgarrada, entre lagrimas, necesitada del consuelo que solo Nils podia darle. Y que le iba a dar. Pero no podria hallar la paz. Esta noche no. Dick le pedia doscientas treinta y cinco mil coronas. Eso era mucho mucho mucho dinero. ?De donde iba a sacarlo? Hasta ahi podia planear, luego tendria que improvisar sobre la marcha. En el mejor de los casos, Nils se ofreceria al instante y por voluntad propia a prestarle el dinero, sin cuestionar nada ni hacer ninguna comprobacion. Lo mas probable era que le propusiera ayuda juridica, quiza incluso poner una denuncia. Si era el caso, ella tendria que escurrir el bulto, actuar sin prisa pero sin pausa y, con cuidado, sembrar la idea de que Nils podria ayudarla a ser libre de una vez por todas. Su paladin del corcel blanco. Un prestamo. Una suma que para el era perfectamente asumible, mientras que para ella era decisiva. Al menos hasta que surgiera el siguiente problema y necesitara mas. Metio la llave en el portal y cerro los ojos, noto las lagrimas brotando en sus ojos. Joder, que buena era. La practica hace al maestro. Cuando volvio a abrir los ojos, le quedaban ocho decimas de segundo de vida. Solamente. La bala viajo a una velocidad de casi ochocientos metros por segundo al abandonar la boca del canon del rifle. Mas del doble de rapido que el sonido, por lo que Angelica no tuvo ni tiempo de oir el petardazo sordo antes de recibir un disparo en la sien y caer muerta en su querida calle Kungsgatan. Kerstin Neuman Bernt Andersson Angelica Carlsson Philip Bergstrom Aakif Haddad Lars Johansson Ivan Botkin Annie Linderberg Peter Zetterberg Milena Kovacs El tercer cuerpo, el tercer asesinato. Vanja echo un vistazo a la ambulancia, que cruzo sin prisa alguna el cordon policial de la calle Kyrkogatan, donde un grupo de curiosos se habia agolpado junto a la cinta blanquiazul. El vehiculo amarillo lima fue grabado por varios moviles mientras, sin sirena ni luces encendidas, ponia rumbo al hospital mas cercano que tuviera morgue. Vanja no sabia donde quedaba, no habia tenido tiempo de familiarizarse lo suficiente con la ciudad. Ursula si lo sabia, habia estado alli para sacar sus propias conclusiones de las heridas que presentaban las dos victimas anteriores. Por lo demas, lo unico que sabian de estas era lo que habian podido leer en comisaria despues de que la policia local les hubo cedido oficialmente el caso. La primera, una mujer de sesenta y ocho anos, Kerstin Neuman, asesinada por arma de fuego mientras recogia el correo en el buzon, ubicado en el cruce del camino principal. Ahi no habian encontrado gran cosa a la que aferrarse, la senora vivia en una casita aislada que quedaba a unos diez kilometros del nucleo urbano. Un aislamiento que Kerstin Neuman habia buscado a proposito, dedujo Vanja al leer el informe del caso. No habia ninguna amenaza directa contra ella, pero todo el mundo --o al menos mucha gente-- en Karlshamn sabia quien era Kerstin Neuman. Lo que habia hecho. O, mejor dicho, en lo que habia participado, puesto que nunca se la declaro oficialmente responsable. En el accidente de autobus. La segunda victima se llamaba Bernt Andersson, cincuenta y tres anos, pero aparentaba diez anos mas, al menos en la foto que colgaba del tablon de la oficina provisional que habian montado en la comisaria, a unas pocas calles de alli. Era el resultado de una vida dura. Se habia pasado un buen punado de anos consumiendo todo lo que se podia consumir. En sus ultimos dias, segun las personas que de vez en cuando se cruzaban con el cuando deambulaba por Asarum, donde vivia, se habia centrado en la bebida, principalmente. Era un rostro conocido para la policia local, habia pasado la borrachera infinidad de noches en el calabozo, lo habian detenido por alteracion del orden publico, lo habian acusado de todo tipo de delitos por estupefacientes, pero siempre habia logrado librarse con una simple multa. Algunas de las mujeres con las que ocasionalmente habia conseguido instalarse durante un tiempo lo habian denunciado por robo y malos tratos. Pero no habia ninguna sentencia condenatoria. Lo habian encontrado tirado sobre una de las maquinas de un gimnasio al aire libre junto a una arboleda tres dias despues de que dispararan a Kerstin Neuman. Un tiro en la sien, muerte fulminante. Por lo visto, el mismo rifle en ambos casos. Fue entonces cuando Krista Kyllonen, la jefa de area de la policia local, habia logrado convencer a su superior de Region Sur de Malmo para que solicitara el apoyo de la Unidad de Homicidios. Era poco habitual que lo hicieran para casos que apenas llevaban una semana abiertos, pero no dejaba de tratarse de un francotirador en ambos casos y no habia testigos ni evidencias tecnicas, aparte de las balas, no habia casquillos en las escenas del crimen, ni huellas de neumatico ni nada sospechoso en las cuatro camaras de vigilancia que habia repartidas por la ciudad. No tenian ningun hilo del que tirar y necesitaban ayuda. Decir que habian llegado a una ciudad que vivia presa del panico habria sido exagerar, pero no cabia duda de que un tercer asesinato en el transcurso de ocho dias espolearia el miedo y la preocupacion, y entonces la rabia nunca estaba muy lejos. Vanja solto un suspiro. Aquello podria convertirse facilmente en una pesadilla. Pero no podia permitir que eso sucediera. Le tenian puesto un ojo encima. Era su primer caso importante desde que habia asumido el mando de la Unidad de Homicidios en diciembre. Desde que sustituyo a Torkel. Volvio a mirar calle arriba, al cordon policial del siguiente cruce, el de la calle Sodra Fogdelyckegatan. Vanja no sabia que significaba ese nombre ni si era siquiera una palabra de verdad. Sonaba inventada. Alli tambien se habia acumulado gente curiosa, pero no tanta, y habian sacado menos telefonos moviles. Quedaba mas lejos del escenario del crimen, desde alli las fotos no debian de mostrar mas que una calle normal y corriente de una ciudad de provincias. Como mucho, cogerian a Ursula, que estaba agachada sacando fotos del sitio donde habia estado la victima, que segun el carnet de conducir hallado en el bolsillo de su abrigo se llamaba Angelica Carlsson y tenia treinta y nueve anos. --Vanja.

  • Segun venga el juego de Joan Didion

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    ?Que hace malvado a Iago?, preguntan algunos. Yo nunca pregunto. Otro ejemplo, uno que me viene a la cabeza porque esta manana la senora Burstein ha visto una cascabel pigmea entre las alcachofas y desde entonces esta intratable: yo nunca pregunto por las serpientes. Por que deberia Shalimar atraer a los bungaros. Por que habria de necesitar una serpiente de coral dos glandulas de veneno neurotoxico para sobrevivir mientras que una serpiente rey, tan similar, no necesita ninguna. Donde queda la logica darwiniana. Podrias preguntarlo. Yo nunca lo hago, ya no. Recuerdo un incidente recogido no hace mucho en el Herald-Examiner de Los Angeles: cerca de Boca Raton encontraron muerta en su caravana a una pareja de luna de miel, oriunda de Detroit; una serpiente de coral seguia enroscada en la manta termica. ?Por que? A menos que estes dispuesto a pensar a largo plazo, no existe una <> satisfactoria para tales preguntas. Pues eso. Soy lo que soy. Buscar <> no tiene sentido. Pero como aqui se dedican a buscarlas, me preguntan. Maria, si o no: Veo una polla en esta mancha de tinta. Maria, si o no: Un gran numero de personas tienen malas conductas sexuales, creo que mis pecados son imperdonables, el amor me ha decepcionado. ?Como podria contestar? NADA VIENE AL CASO, escribo con el lapiz IBM imantado. Que viene al caso, preguntan despues, como si la palabra <> fuera ambigua, abierta a interpretaciones, un fragmento dudoso de una runa islandesa. Solo existen ciertos hechos, digo, intentando otra vez participar amablemente del juego. Ciertos hechos, ciertas cosas que ocurrieron. (Por que molestarse, podrias preguntar. Yo me molesto por Kate. Aqui juego por Kate. Carter ingreso a Kate y yo voy a sacarla.) Malinterpretaran los hechos, inventaran conexiones, extrapolaran razones de donde no las hay, pero ya te lo he dicho, es a lo que se dedican. Asi que me sugirieron que dejara sentados los hechos, y los hechos son los siguientes: Me llamo Maria Wyeth. Se pronuncia mar-ay-a, que quede claro desde el principio. Aqui hay gente que me llama <>, pero yo nunca lo he hecho. Edad, treinta y un anos. Casada. Divorciada. Una hija, de cuatro anos. (Aqui no hablo con nadie de Kate. Donde esta Kate le ponen electrodos en la cabeza y agujas en la columna e intentan averiguar que fallo. Es otra version mas de por que una serpiente de coral tiene dos glandulas de veneno neurotoxico. Kate tiene una debilidad en la columna y una sustancia quimica anomala en el cerebro. Kate es Kate. Carter no pudo acordarse de la debilidad de la columna o no habria permitido que la pincharan ahi.) De mi madre he heredado el fisico y la tendencia a las migranas. De mi padre he heredado un optimismo que no me abandono hasta fecha reciente. Detalles: naci en Reno, Nevada, y a los nueve anos me mude a Silver Wells, Nevada, poblacion entonces 28 habitantes, ahora 0. Nos trasladamos a Silver Wells porque mi padre perdio la casa de Reno en una partida privada y de casualidad se acordo de que era propietario de un pueblo, Silver Wells. Lo habia comprado o lo habia ganado o quiza se lo dejara su padre, no estoy segura y a ti no te importa. Teniamos muchas cosas y lugares que iban y venian, un rancho de ganado sin reses y una estacion de esqui pagada con la segunda hipoteca de alguien y un motel que habria estado convenientemente situado a la salida de la autopista si hubieran construido la autopista; me educaron para creer que la siguiente tirada siempre seria mejor que la anterior. Ya no lo creo, pero te cuento como era. Lo que teniamos en Silver Wells eran ciento veinte hectareas de mezquite y algunas casas y una gasolinera Flying A y una mina de cinc y un apartadero de los ferrocarriles Tonopah & Tidewater y una tienda de baratijas y luego, cuando a mi padre y a su socio Benny Austin se les ocurrio la idea de que Silver Wells era una atraccion turistica natural, un campo de minigolf y un museo de reptiles y un restaurante con algunas tragaperras y dos mesas para jugar a los dados. Las tragaperras no eran exactamente rentables porque la unica persona que jugaba era Paulette, con monedas de la caja registradora. Paulette regentaba el restaurante y (ahora lo veo) se tiraba a mi padre y a veces me dejaba fingir ser la cajera despues de clase. Digo <> porque no teniamos clientes. Paso que la autopista con la que contaba mi padre nunca llego y el dinero se agoto y mi madre enfermo y Benny Austin regreso a Las Vegas, me tope con el en el Flamingo hace unos anos. --El unico Waterloo de tu padre fue que siempre vivio veinte anos avanzado a su tiempo --me informo Benny la noche del Flamingo--. El plan de la ciudad fantasma, el minigolf, la idea del blackjack automatico, ?que ves hoy en dia? Hoy Harry Wyeth podria ser un Rockefeller en Silver Wells. --Hoy Silver Wells no existe --repuse--. Esta en pleno campo de lanzamiento de misiles. --Hablo de entonces, Maria. De como era. Benny pidio una ronda de cubalibres, una bebida que yo no habia visto pedir a nadie mas que a mi madre, mi padre y Benny Austin, y le di unas cuantas fichas para que jugara por mi y fui al servicio y nunca volvi. Me dije que porque no queria que Benny viera con que clase de hombre estaba, estaba con un hombre que jugaba al bacarra con billetes de cien del otro lado del cordon, pero no fue solo por eso. Ya puesta, no me andare con rodeos, me incomoda el <>

  • Hasta la eternidad (Samsari 3) de Mia Martin

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    Ultima y apasionante entrega de la trilogia <> de Mia Martin.

  • Un cielo sin Luna (Polos Opuestos 3) de Andrea Longarela

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    A Luna no hay nada que le guste mas que descubrir el mundo a traves del objetivo de su camara. Y, mientras lo hace, busca de forma incansable eso con lo que lleva toda la vida sonando. Eso a lo que algunos llaman amor y de lo que otros huyen. Lo que nunca hubiera imaginado es que chocaria con el demasiado pronto y de un modo unico. Lo que jamas hubiera esperado es que apareceria bajo la nieve y de la mano de un hombre que le ensenaria que, en ocasiones, lo mejor de la vida llega cuando no debe. Un tren, una isla, fotografias, una noche en Paris, una tarta de chocolate y un beso eterno no dado es lo que ambos necesitan para aceptar que existen sentimientos tan fuertes como para no poder ignorarlos demasiado tiempo. Eso y compartir un prologo interminable antes de comenzar la historia mas especial de sus vidas. ?Cuanto puede tardar una persona en enamorarse? Lo que tarda en llegar al suelo un copo de nieve.

  • Cementerio de Babel (Negra y recortada 1) de Fernando De Cea Velasco

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    Felix es un marido celoso, que no aguanta mas los flirteos de Paula, su mujer. Quiere romper con ella, pero eso significa perder la empresa que tanto le ha costado crear, ya que Paula le engana con uno de sus socios. El problema no parece tener solucion hasta que un empresario amigo de Felix le propone resolverlo de una forma extrema…

  • La Jefa (La Fiesta de San Valentin 2) de Nina Klein

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    Si el infierno existe, es una fiesta de San Valentin en la oficina.
    Fiona esta aburrida, aburrida, aburrida. Aburrida al cubo. Contando los minutos para poder desaparecer de la fiesta a la que habia ido a reganadientes.
    Lo unico que queria era llegar a casa para meterse en un bano de burbujas con una novela.
    ?Patetico para un viernes por la noche? Quizas, pero despues de su divorcio, lo ultimo que le apetecia era celebrar San Valentin en la oficina, la verdad.
    Hasta que aparece su secretario --perdon, su ayudante-- y tienen un desacuerdo sobre si esa manana ha enviado unos emails o no.
    Una situacion embarazosa, una apuesta y un final que ninguno de los dos esperaba...

  • Los bordes del mundo de Gilda Manso

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    "Los bordes del mundo" reune buena parte de las microficciones y cuentos publicados hasta la fecha por la escritora Gilda Manso. El lector podra encontrarse , y eso lo aseguro, con una de las voces mas destacadas de la narrativa actual. Con ocho libros publicados en distintos paises de Latinoamerica , Gilda Manso aborda desde una decada tanto la microficcion y el cuento como la novela y la divulgacion historica, demostrando su capacidad y riqueza de registros.Avertencia: quienes buscan retruecanos, juegos de palabras, humoradas acidas y otras variantes del ingenio, se sentiran excedidos por "Los bordes del mundo".

  • Despues del <> de Chantelle Shaw

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    Asi que tu eres el sucio secretito de Leandro. Marnie aparto la vista de la puerta del restaurante por la que debia de llegar Leandro y miro al hombre que se habia sentado a su lado en la barra. Se pregunto si habia oido mal. -?Perdone? El sonrio y le tendio la mano. -Disculpa la broma. Soy Fergus Leary, director financiero de Vialli Entertainment. Todo el mundo en la empresa siente curiosidad por saber por que Leandro mantiene a su novia en secreto. Solo nos enteramos de tu existencia cuando le pidio a su secretaria que te llamase para la fiesta. Marnie intento no sentirse mal a pesar de que se le habia encogido el estomago. Fergus le habia caido mal desde el principio, pero sonrio educadamente. Al menos este le habia hablado, no como el resto de empleados de Leandro. Habia llegado al restaurante en el que se iba a celebrar la fiesta ella sola y muy nerviosa, y las miradas de curiosidad de los presentes solo habian conseguido que se sintiese todavia peor. Al parecer, todo el mundo estaba esperando a Leandro, que llegaba un cuarto de hora tarde. Marnie habia intentado llamarlo, pero estaba todo el tiempo comunicando. Era lo habitual. Solo habia conseguido hablar con el un par de veces en las dos ultimas semanas, en las que este habia estado de viaje de negocios en Nueva York. -A Leandro le frustra mucho la constante presencia de los paparazzi, asi que evitamos restaurantes y bares que sean muy conocidos -le explico ella a Fergus. De hecho, ella habia empezado a preguntarse recientemente por que Leandro nunca le pedia que lo acompanase a ningun evento, como a un estreno cinematografico al que habia acudido la semana anterior. -Voy al estreno porque es una buena oportunidad de negocio y un buen lugar para relacionarse -le habia dicho el cuando, por primera vez desde que habian empezado a salir juntos, Marnie le habia preguntado por que no la invitaba a acompanarlo-. No vas a conocer a nadie y te vas a aburrir. Ella debia de haber puesto gesto de decepcion, porque Leandro habia anadido en tono conciliador: -Saldremos a cenar cuando vuelva de Nueva York. De hecho, podriamos irnos un fin de semana a alguna parte. Elige el destino y yo lo organizare todo. ?Que te parece Praga? Has dicho varias veces que te gustaria conocerla. Despues habia evitado continuar con la discusion llevandosela a la cama, pero despues Marnie se habia dado cuenta de que habia vuelto a entretenerla con la promesa de un viaje y con sexo, lo que solia hacerle sentir que, a pesar de tener con el una relacion poco convencional, eran muy felices viviendo juntos. Y el hecho de que estuviese alli aquella noche, en aquella fiesta que Leandro habia organizado para sus empleados, para celebrar la conclusion de un proyecto, era la prueba de que la habia escuchado. Aunque tambien era cierto que lo habia hecho a ultima hora y a traves de su secretaria. Decidida a ir vestida para impresionar en su primera aparicion publica con Leandro, habia ido a comprarse un vestido nuevo a Bond Street. No obstante, no habia disfrutado de la experiencia. Por un lado, por el precio de la ropa y, por otro, porque le habia hecho recordar cuando, con dieciocho anos, la habian acusado de haber robado en unos grandes almacenes. Si se hubiese mirado un poco mejor al espejo de la tienda, en vez de tener tanta prisa por terminar con aquello, se habria dado cuenta de que el vestido le quedaba un poco justo, penso mientras se miraba de reojo en el espejo que habia detras de la barra. El terciopelo negro se pegaba a su cuerpo curvilineo, que habia engordado un poco recientemente. Tenia la esperanza de que el collar de perlas que llevaba al cuello desviase parte de la atencion del generoso escote. Miro a su alrededor y se dio cuenta de que todas las empleadas de Leandro eran mas delgadas y elegantes que ella. Se sintio insegura. Cuando habia conocido a Leandro en el bar en el que por entonces habia estado trabajando, otra de las camareras le habia advertido que tenia fama de mujeriego al que le gustaba salir con modelos y mujeres de la alta sociedad. Marnie sabia que ella era solo medianamente atractiva y jamas habia comprendido que Leandro se hubiese fijado en ella cuando habria podido tener a cualquier otra mujer. Le llamo la atencion el movimiento que habia al otro lado del local y el corazon le dio un vuelco al ver que se abria la puerta y aparecia el. Leandro Vialli era alto y delgado, y muy guapo. Y no parecia que acabase de bajarse de un avion despues de un largo vuelo. Parecia un modelo salido de una revista de moda. El corte de la chaqueta realzaba sus anchos hombros y los pantalones le marcaban los musculosos muslos y enfatizaban sus largas piernas. Estaba moreno y tenia el pelo grueso y oscuro, normal teniendo en cuenta su origen mediterraneo, aunque hablase con cierto acento americano. La prensa rosa lo llamaba el playboy italiano mientras que la seria hablaba de su meteorica carrera. Leandro era el dueno de varios teatros en el turistico barrio londinense de West End y era responsable de la restauracion de algunos edificios historicos de la ciudad. Y Vialli Entertainment era solo una filial de su gigante inmobiliario Vialli Holdings, con base en Nueva York, una empresa con una cartera por valor de miles de millones de dolares. Su gesto duro jamas revelaba lo que estaba pensando, pero su sonrisa cinica hablaba de un hombre seguro de sus capacidades y de su desprecio por los tontos. Rebosaba un poder y un carisma que para Marnie eran irresistibles. Lo habia echado mucho de menos durante su viaje y en esos momentos deseo correr a sus brazos, pero se contuvo, consciente de que a Leandro no le gustaban las muestras publicas de afecto. Controlaba las emociones incluso cuando estaban a solas y solo se dejaba llevar cuando hacian el amor. Se bajo del taburete y se paso una mano por la larga melena rubia. Sonrio, pero vacilo al ver que Leandro recorria el local con la mirada y ponia gesto de sorpresa primero y de irritacion despues al descubrirla alli. En ese momento, a Marnie se le encogio el estomago y volvio a sentirse insegura. Cinco dias antes habia sido su primer aniversario como amantes, pero Leandro no la habia llamado desde Nueva York para felicitarla. Cuando la habia llamado, un dia despues, ella no habia querido recordarselo, aunque en el fondo habia tenido la esperanza de que Leandro tuviese planeado celebrarlo cuando volviese a casa. En esos momentos, mientras se dirigia hacia donde estaba ella, no tenia cara de celebracion. Debia de estar cansado despues del viaje. Aunque en la cama no parecia cansarse nunca y podia hacerle el amor varias veces en una noche. Marnie se dijo con firmeza que no podia permitir que sus inseguridades, que sospechaba que se debian a que su padre la habia abandonado de nina, estropeasen lo que tenia con Leandro

  • Con C de Cretino de Liah S. Queipo

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    ?Quereis que os de un consejo? Id siempre con la verdad por delante; aunque duela, decidla. Yo siempre lo hago y, por ahora, me va bien. Normalmente no me creen, pero ese ya es su jodido problema. Las mujeres, y si, voy a generalizar, tan solo escuchan lo que quieren oir. Les dices que solo quieres un polvo y ellas, aceptan gustosas mientras que su pequena y retorcida mente imagina que no has querido decir eso realmente y que, en realidad, quieres casarte con ellas. No, queridas. Solo os quiero para un rato. ?Tan dificil os resulta aceptarlo? No te esfuerces, no intentes ser la mejor novia del mundo; solo me interesa pasar un buen rato. Uno en el que los dos gocemos y se acabo. Despues, dejaras de interesarme. No es por ti. No es que seas mala, ni fea, ni nada por el estilo; directamente, ya no tengo interes en repetir. Podemos disfrutar de dos polvos en una noche pero manana no esperes que te llame, porque no lo hare. Si quieres que duerma contigo en plan "cucharita", o esperas que te prepare el desayuno, lo llevas mal; mal no, fatal. Yo no duermo con nadie, es mas, me molesta hacerlo. No te voy a regalar bombones, ni pienso arrastrarme en busca de tu carino. Si me quieres, tomame, pero tengo fecha de caducidad, como todo lo bueno en esta vida. Si seguis mi consejo os ira bien. Quizas os insulten, tal vez os odien; pero sereis felices. El problema aparece cuando te mientes a ti mismo, cuando llega un punto en el que no sabes como ni por que, pero lo que empezo como un juego se convierte en una obsesion. Cuando tienes ganas de dormir con esa persona, cuando no te corresponde, cuando esta prohibida, para eso... Para eso no tengo putos consejos.

  • Pequeno pais de Gael Faye

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    Galardonado con el prestigioso Goncourt des Lyceens, entre otros muchos premios, este <> fue la sensacion literaria en Francia en 2016. Su desgarradora belleza, su honda melancolia y su intenso dramatismo conquistaron el corazon de miles de lectores, un fenomeno extraordinario que ha generado una venta de mas de setecientos mil ejemplares hasta la fecha.

  • A medianoche de Sophia James

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    Las mas oscuras horas de la noche traian las mas intensas pasiones…