• margarita martin ortiz libros - Margarita Martin Ortiz

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  • Todos los libros del autor Margarita Martin Ortiz

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    7 t�tulos para "Margarita Martin Ortiz" � La magia de las l�grimas � Mientras te rend�as.

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  • MIENTRAS TE REND�AS | MARGARITA MART�N ORTIZ

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  • Mientras Te Rend�as - MARGARITA MARTIN ORTIZ - Agapea

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    Otros libros de Mart�n Ortiz, Margarita son La Magia De Las L�grimas, El Orgullo De Las Marionetas y Juglares Del Siglo Xxi. Otro libro de Barona de Guzm�n, ...

  • Margarita Mart�n Ortiz - Iberlibro

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  • Autor archivos - Peripecias Libros

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    Margarita Mart�n Ortiz. ... Autora de cuatro libros y un op�sculo publicados , y un sexto libro, ... Manuel Ravina Mart�n naci� en C�diz en 1949.

  • Tres veces tu (Ditton 1) de Erina Alcala

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    Gaby tenia 30 anos, y era un broker de la bolsa de Nueva York. Presumido, elegante, extrovertido, ademas de alto, guapo y ojos grises como un dia nublado.
    El estres del trabajo lo llevo por azar a Ditton, un pueblo pequeno de Montana, donde conoceria a Gina. Gina, trabajaba en la cafeteria del pueblo como camarera y ademas se convirtio en su casera.
    Empezaron una historia de amor, hasta que Gina se quedo embarazada y Gaby en un viaje a Helena, tuvo un accidente en que perdio la memoria y volvio a Nueva York, olvidandose de ella y de su hijo.
    Gina fue en su busca pasado un ano, pero el no estaba preparado para tener familia ni hijos. y Gina, conocio a Jim, un abogado de Manhattan. ?Volveria a darle una nueva oportunidad a Gaby? ?El tiempo los volveria a unir de nuevo?

  • Atrapada de Carolina Fuentes

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    Soy Nicole Soza, una graduada hace 1 ano de Doctorado, tengo 30 anos y mi nuevo jefe me tiene prisionera, y yo, solo tengo una opcion, seguirle el juego, es mi unica arma de defensa si quiero salir de aqui, comportarme de acuerdo a lo que Erick me pide y esperar a que me saque de este lugar para cumplir con “mi mision de cautiverio”. Darle un hijo. No tengo que olvidar eso, quien soy y que tengo que hacer de toda esta situacion, el quiere algo, yo tambien. Mi libertad.

  • Entre Fantasias de Fanny Ramirez

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    Hay veces que vivimos de suenos, de fantasias. Dejarte llevar por la imaginacion es de lo mas excitante. Te doy cada uno de los ingredientes para convertirte en el protagonista. Que puedas sentir el cosquilleo de mis palabras. Intensidad, deseo, pasion… Entre fantasias se hace el amor. ?Aceptas el reto?

  • Tejido de favores. Asuntos pendientes de Alex A. Moresti

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    Han transcurrido dos anos. Gema Romero comienza a rehacer su vida, tras el duro golpe que le asestaron la empresaria Stela Miro y su exmarido Javier Marquez, arruinando su vida personal y profesional.

  • Doce Campanadas Y Un Beso de Olivia Ardey

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    Celia, recibe este anillo, simbolo de mi amor por ti --dijo, deslizandolo en su dedo--. Esta alianza te recordara cada dia cuanto te amo, que te soy y sere fiel y que, pase lo que pase, siempre me tendras a tu lado. Ella le tomo la mano derecha y lo miro a los ojos. --Alvaro, recibe este anillo --pronuncio, al tiempo que se lo colocaba en el dedo anular--, como simbolo de mi fidelidad, de mi entrega a ti y que te recordara siempre lo grande que es nuestro amor. El sonrio. Tomo la mano de Celia y se la llevo a los labios. --Te quiero --silabeo en silencio, antes de besar la alianza que acababa de ponerle y ella que no se quitaria jamas. Mosen Silvino continuo con la ceremonia y Celia se hizo un nudo en la garganta al escuchar su precioso alegato, que hablaba de dos manos unidas para siempre, dos corazones en un solo latir, dos almas y una sola vida. Emocionada, observo de reojo a su suegra que, al lado de Alvaro, miraba hacia el cielo en un esfuerzo imposible por contener las lagrimas. Celia atisbo hacia la derecha, su padre y padrino de boda sacaba en ese momento un panuelo del bolsillo del uniforme de gala de Infante de Marina. Miro con disimulo por encima del hombro y al ver a su madre tan guapa, con dos lagrimones y la nariz roja como un tomate, ya no pudo contenerse. Una lagrima se le escapo, a pesar de haberle prometido a Alvaro que no lloraria. Al verla coger el panuelo de la mano de su padre, Alvaro le tomo el rostro entre las manos y le seco la mejilla con el pulgar, con cuidado de no estropearle el maquillaje. --Es de felicidad --se excuso ella, ya que el no queria llantos en un dia tan feliz. --Lo se. --murmuro Alvaro con una sonrisa. En ese momento se sentia el hombre mas completo de la tierra y supo que recordaria esas lagrimas de Celia hasta el dia de su muerte. Convertidas en el simbolo de su felicidad, que valiosas eran. El cura carraspeo para que los novios le prestaran atencion y ellos dos miraron al frente para retomar el hilo de la ceremonia. A unos metros por detras, Nicolas Roman se estiro el chaque y cogio a Max de la mano. Todo estaba saliendo a la perfeccion. Ya tenian experiencia en lo tocante a organizar bodas de tronio, puesto que el enlace de Susana y Javier, celebrado tambien en la casa Grande durante el otono anterior, habia supuesto la prueba de fuego para su restaurante y fue todo un exito. Nico miro a su alrededor, que maravilloso se veia el jardin de la finca. Parecia un homenaje a la primavera: las sillas con sus faldones de blanco pique, las flores, el templete emparrado de hiedra sobre el altar. Penso en el banquete que habia preparado, y que constituia su regalo de boda a sus dos mejores amigos. Estaba seguro de que las sorpresas exquisitas que les tenia preparadas arrancarian aplausos entre los invitados. El reputado enologo Maxim Dupres miro a su marido. --Estas orgulloso, ?a que si? --murmuro apretando sus dedos unidos. --Gracias a ti --aseguro Nicolas con una sonrisa agradecida; el apoyo incondicional de Max era su seguridad. Aquella era una dichosa y soleada manana de finales de mayo. Todos los alli reunidos, el pueblo entero de Taraban, ademas de los invitados llegados de los alrededores, de Madrid, Cartagena y otros puntos de la geografia, eran la imagen de la felicidad. Todos, menos un hombre. Solo uno de entre todos los presentes, tenia la mirada ensombrecida por los recuerdos tristes. Diego Nuno odiaba las bodas desde hacia dos anos y medio, pero Alvaro y el habian sido amigos de juventud. Solo era un ano mayor que Nico y que el, pero los tres pertenecieron a la misma pandilla que recorria los pueblos en verano de verbena en verbena. Diego habia regresado a Taraban hacia seis meses y la invitacion a la boda de Alvaro Siurana lo pillo por sorpresa, pero habria sido un feo gesto por su parte rehusar asistir. Diego suspiro con alivio al escuchar los primeros acordes de la marcha nupcial, que indicaban que el mal trago tocaba a su fin. La fiesta posterior ya seria otra cosa. El agape, los gritos pidiendo <>, las risas y el baile no se le hacian tan cuesta arriba. Diego Nuno contemplo a los novios cuando desfilaron por el pasillo cogidos de la mano. Tuvo que tragar en seco. Hacia ya mucho que habia asumido que Paula se habia marchado para siempre. Pero le costaba hacerse a la idea de que su vida no era la que habia imaginado el dia de su boda, cuando caminaba con ella del brazo sonriendo a los invitados, con la misma felicidad contagiosa que irradiaban los rostros de Alvaro y de Celia en ese momento. En lugar de un matrimonio dichoso, el destino habia convertido su existencia en una continua prueba de obstaculos. Y no por la soledad; era muy duro enfrentarse al dia a dia, viudo a sus treinta y cinco anos y padre de dos ninas pequenas. * * * Acabo la balada y vino el aplauso. El baile quedaba inaugurado. Los novios se retiraron de la explanada, que fue literalmente invadida en cuanto los musicos la emprendieron con un ritmo latino. Alvaro entrelazo los dedos con los de Celia y la llevo hacia la mesa de las bebidas, en la que Nicolas pedia a un camarero, justo en ese momento, una botella de cava que este le entrego junto con dos copas. --Nunca podremos agradecerte todo esto, Nico --dijo Alvaro, agarrando a su amigo en un fraternal abrazo--. Mas que un regalo de boda, nos has preparado un autentico homenaje. --Nada que vosotros no merezcais, asi que no me des las gracias -- concedio satisfecho--. Me conformo con que me traigais un iman para la nevera de Sicilia. Celia y Alvaro se miraron sonrientes. La bella isla del Mediterraneo era el lugar escogido para su luna de miel y, aunque se sentian felices de tener alrededor a tantas personas queridas, apenas faltaban unas horas para poder gritar el tan deseado <>. --Me voy a ver si encuentro a Max por ahi --decidio Nicolas--. Ya es hora de que brinde con el por lo bien que esta saliendo el convite. Y tu, ten cuidado --advirtio a Alvaro, senalandole a Celia con la barbilla--, que los italianos disparan a todo lo que se mueve. A ver si en un descuido te la van a quitar. Alvaro miro a Celia y sonrio con orgullo. --No hay peligro --aseguro--. Mi mujer no tiene ojos para otro. --Mi mujer --repitio emocionada--. !Ay, que bien suena eso en boca de mi marido! --Mmm… Que bien suena esa palabra en boca de mi esposa --murmuro Alvaro, comiendosela con la mirada. Nico simulo estremecerse, con cara de disgusto. --Y que angustia me esta entrando a mi con tanto almibar pasteloso. Pareceis un par de recien casados. Alvaro premio la broma con un amistoso golpe en el brazo y Nico se escabullo entre los invitados en busca de Max, antes de que se enfriara la botella de cava que llevaba en la mano. Imagino a su marido en medio de un corrillo de mujeres, embobadas con su encanto, su cabello rapado a lo presidiario y sus gafas de chico intelectual. O de hombres, quiza. Su irresistible acento frances seducia hasta a las piedras, a pesar de que Max marcaba las distancias en lo tocante al genero masculino. Le bastaba con seducir cada dia al hombre de su vida. Nico esbozo una sonrisa de orgullo porque ese hombre no era otro que el, y nadie mas que el. Los padres de Celia, acompanados del abuelo Cele, se acercaron a los recien casados. El anciano, una vez mas, dio la enhorabuena a Alvaro por la joya de mujer que se llevaba mientras Rosita achuchaba a su hija con unos cuantos besos emocionados y le arreglaba la cola del vestido, a esas horas llena de rodales de tierra y pisotones.

  • Una casa junto al Tragadero de Mariano Quiros

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    En un territorio selvatico impreciso, cerca del rio Tragadero, en el norte argentino, vive con su perra el Mudo, el protagonista de esta historia. El Mudo dejo Resistencia buscando la calma de la naturaleza y vivir rodeado solo por <>. Se relaciona con Insua, el dueno de un almacen de viveres que se quedo con su camioneta a cambio de proporcionarle todo lo que necesitaba para emprender la vida en solitario. Y siente como intrusos a otros personajes que merodean por su territorio, como Soria, que vive con su hijo, o los jovenes ecologistas de la Fundacion Vida Salvaje, que en su dia lograron que Insua liberara en el rio los yacares que tenia como mascotas, sin calibrar las consecuencias. En medio de la aspereza de una naturaleza hostil, entre pajaros, monos y caimanes, el lector asiste con una tension creciente a los peligros del rio y a las amenazas de los desconocidos, cuyas verdaderas intenciones adivinamos de manera inquietante desde los ojos del protagonista, que hizo proposito de no molestar a nadie, ni de que le molestaran.

  • Como detener el tiempo de Matt Haig

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    Tom Hazard esconde un secreto: puede que parezca un hombre de unos cuarenta anos pero, debido a una rara enfermedad, lleva vivo desde hace varios siglos.
    De hecho, tiene aproximadamente cuatrocientos anos y, entre otras muchas cosas, ha actuado con Shakespeare, ha explorado el mar con el capitan Cook y ha compartido cocteles con Scott Fitzgerald.
    Tom debe cambiar a menudo de pais y de identidad para preservar su secreto. De este modo, ha sido testigo y protagonista de grandes momentos historicos. Ahora solo desea sentirse un hombre mas. Asi,
    se instala en Londres tratando de llevar una vida corriente y empieza a trabajar en un instituto como profesor de Historia, donde ensena a los ninos sobre guerras y sucesos de los que ha sido testigo de primera mano.
    Una historia de amor eterno sobre un hombre perdido en el tiempo, la mujer que podria salvarlo y las vidas necesarias para aprender a ser feliz.

  • Escrito en el agua (Planeta Internacional), Paula Hawkins de Paula Hawkins

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  • Jamas te enamores de mi, Ivy Bass de Ivy Bass

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    Los privilegiados, elegantes y encantadores hijos de la clase alta argentina no pueden escapar a los escandalos. Su controversial vida social esta rodeada de lujos, fiestas e hipocresia.
    Bianca, la joven y hermosa heredera de un rico legado y una “it girl” en su momento, trata de sobrevivir a la presion de una posible bancarrota mientras debe enfrentarse a un compromiso impuesto para salvar la reputacion de lo que queda de su familia disfuncional. Un matrimonio por interes amenazado por los oscuros secretos y el picante de las noches de fiesta de las sociedades secretas mas poderosas y ricas de Buenos Aires.
    Pero aun mas importarte, Bianca jamas imagino que el compromiso estaria puesto a prueba por un joven guapisimo, problematico y rebelde que dara vuelta a su mundo como un peligroso amor imposible, como un tornado dispuesto a sacudir toda sus fibras sensibles.
    Este libro es el placer culposo que revelara los secretos de la sociedad rica y adinerada de la ciudad. Amistades traicionadas, amores repentinos y tentacion por doquier. ?Cuanto serias capaz de hacer por amor? ?Soportarias ir contra el mundo solo por el?

  • Jamas en la vida de Fernando Ampuero

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    Historias breves de experiencias cruciales --quince historias, para ser precisos; unas son de corte realista, otras (pocas) de impronta fantastica--, que se proponen indagar en el misterio de la existencia. De esto va Jamas en la vida, la nueva coleccion de cuentos de Fernando Ampuero. Libro ironico, ambiguo, evocativo, donde los personajes traen a su paso un aire liviano pero cargado de significados. Como muchos libros del autor, Jamas en la vida recrea con prosa tersa y sencilla los gozos y penurias del encandilado asombro de estar vivos.

  • La mentira os hara libres de Fernando Vallespin

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    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • La sombra de Erin (Celtic 1) de Adriana Rubens

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  • Autopsia blanca de Luis Miguel Cajal

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    Aquel pueblecito perdido en la Espana mas profunda habia amanecido un poco frio, con un todavia timido sol que luciria con fuerza a lo largo del dia y con una muy ligera brisa. Era jueves. Jose estaba desayunando con unos amigos en el bar de toda la vida. Mientras la television estaba a todo volumen para que los clientes en la barra pudieran escucharla con atencion, algo que pasaba raras veces, el preferia charlar con el companero jornalero que tuviera al lado o enfrascarse en la lectura del periodico si no tenia nada que decir. Le incomodaba profundamente ver el telediario porque en algunas ocasiones, mientras estaba comiendo, aparecian en la pantalla imagenes muy desagradables. Y con sonido. El agricultor preferia por ese motivo leer el periodico tranquilamente y pasar las paginas que no le interesaban. Jose no era desconocedor de que los periodicos tenian un <>, y tampoco podia fiarse mucho de lo que en ellos estaba escrito. En mas de una ocasion comparaba, si podia hacerlo, dos periodicos distintos para contrastar mas las noticias. No le gustaba ser enganado. A Jose no le interesaba mucho la politica. El era un hombre de campo, desde pequeno. Su interes por la mundanal actualidad no era excesivo, le interesaba mucho mas el estado de sus tierras. Lo que hubiera pasado en cualquier otra parte del pais o del mundo no era algo que le quitara el sueno. Simplemente leia el periodico cuando la conversacion con los otros companeros no le resultaba interesante. Cerro el diario, pago su consumicion y despidiendose de sus colegas del campo salio del establecimiento. Se monto en su Cuatro latas y se dirigio a las afueras del pueblo. Conduciendo el viejo Renault, primero por las calles de Mestre y luego por una carretera secundaria que comunicaba dicho pueblo con la partida de Cuerno, llego a su finca; un terreno situado a diez minutos de cualquier atisbo de poblacion. Aminoro la marcha del vehiculo para tomar un camino de tierra con algun que otro bache totalmente salvable para los resistentes amortiguadores del coche. Ese dia penso en podar algunos de los arboles que tenia en su pequena parcela. Posiblemente empezaria con los almendros. Habia escuchado como algunos de los otros jornaleros recomendaban la poda de aquellos arboles a principios de otono o a finales de invierno. Pero Jose preferia guiarse por su intuicion y por el aprendizaje que le daba dia a dia el campo; ademas, aquello no era una ciencia exacta, las estaciones no siempre eran iguales de un ano a otro. Las temperaturas muy frias no venian bien a aquellos arboles, asi que decidio que enero seria una buena fecha para empezar las podas. Echo un vistazo a los cultivos. Era una zona preciosa. El sol ya empezaba a brillar poco a poco y la tierra banada por la luz mostraba unos colores verdosos, amarillentos y cobrizos impresionantes. A pocos metros de donde habia aparcado el coche habia una vieja casa en la que Jose guardaba sus aperos de labranza. Antiguamente esa casa habia estado habitada por un maestro de escuela. Posteriormente, sus padres y el vivieron en ella. Fue entonces cuando su padre se hizo con algunas de las parcelas de alrededor. La casa quedo deshabitada con el fallecimiento de sus progenitores y solo la utilizaba como almacen para sus herramientas, puesto que al casarse decidio vivir en una zona mejor comunicada para que su mujer pudiera hacer la compra de manera mas comoda y no tener que limpiar una casa tan grande, porque por dentro era mas amplia de lo que parecia. Se metio la mano en el bolsillo para buscar las llaves que abririan el candado de la puerta principal. Miro el manojo de llaves que habia en su palma y eligio la indicada. A pocos metros de la entrada fue cuando se percato de ello. El candado no estaba. Jose fruncio el ceno. La puerta estaba entreabierta. --Me cago en todo… --musito Jose. Habia vuelto a pasar. No era la primera vez que forzaban la pequena puerta principal y terminaban destrozandola. Aquella era la tercera ocasion en la que alguien se colaba en el interior de la casucha. La otra puerta que tenia la vivienda, de mayor tamano y de hierro y madera, era, al parecer, impenetrable. Todos los ladrones preferian reventar un candado de acero en lugar de forzar los goznes de la pesada puerta. En una ocasion incluso intentaron abrir un boquete en la vieja estructura, sin conseguirlo. --La pena negra… !Otra vez! --se lamentaba el agricultor. Como todo hombre de campo, llevaba encima una navaja. La abrio para tener algo con lo que protegerse si acaso en el interior se encontraban todavia los ladrones y tenia que defenderse. Jose abrio la puerta y echo un vistazo al interior. La casa tenia una estancia principal con una chimenea, usada como salon hacia muchos anos, una cocina con un amplio fregadero, un bano y tres habitaciones con espacio para dos camas. Jose habia pensado en mas de una ocasion en volver a vivir alli, pero su mujer le habia convencido de no hacerlo: si se mudaban a esa zona dependian del coche para todo, puesto que el pueblo mas cercano estaba a unos nueve o diez kilometros de distancia. El agricultor se asomo a la cocina. Vacia. Avanzo hasta la estancia principal y noto el desorden que alli habia. Sin duda alguien habia entrado en la casa. Habian estado revolviendo todos los pocos enseres que habia dentro y habian tirado al suelo botellas y tazas de porcelana. Algun que otro plato de cristal se habia hecho anicos y habian volcado algunas sillas. --?Que cono andarian buscando? --se pregunto Jose. Decidio mirar en las habitaciones. Quizas habian entrado para robar los colchones y los somieres, ya que otros objetos de valor no habia. En la primera habitacion, a la derecha del salon, la puerta estaba entreabierta. No le hizo falta acercarse mucho para ver, por la estrecha abertura, el extremo de una de las camas. Con alguien tumbado en ella. Tal y como estaba la puerta solo alcanzaba a ver los pies de la persona. Parecia alguien joven por las zapatillas deportivas que llevaba. Jose respiro hondo, agarro con fuerza la navaja y abrio de un empujon la puerta. --!Tu! --grito con enfado--. !Arriba, cojones! Sobre el viejo colchon de la cama se encontraba tumbada una chica. Parecia una adolescente. Jose suspiro aliviado al ver que era una joven y no, por ejemplo, el tipico vagabundo de aspecto amenazante. --!Eh, tu! !Despierta! --dijo Jose dando una patada a la cama--. ?Que haces aqui? La chica seguia tumbada, sin moverse. Ni siquiera abrio los ojos. Jose se acerco mas y meneo con su mano uno de los pies de la intrusa. --!Oye! --dijo Jose acercandose mas a la chica--. ?Estas dormida? En ese momento fue cuando se dio cuenta de que la chica no reaccionaba. Pudo ver con claridad como la cara de la adolescente presentaba un color extrano. Estaba muerta. Jose salio corriendo de la casa. Se monto de nuevo en el Renault 4 y condujo a toda velocidad hacia el cuartel de la Guardia Civil.

  • Poesia reunida de Roberto Bolano

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    Toda la poesia publicada por Roberto Bolano por primera vez en un solo volumen y en edicion revisada.

  • El lector de Spinoza de Javier Saez De Ibarra

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    Este esplendido libro de relatos demuestra que aun se puede escibir uene literatura [Babelia, El Pais]. Con una prosa compleja, arriesgada y brillante, Javier Saez de Ibarra emplea distintois registros literarios en los difentes contenidos de estos cuentos en los que demuestra una gran experiencia y un profundo trabajo.

  • Maldito ex. diario de una ruptura de Isabella Marin

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    Que tu novio corte contigo, cuando tu ya habias fichado el vestido de novia, es una desgracia.

  • Mariana… siempre Mariana de Mirta Torrez

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    Novela romantica con detalles historicos que tiene todas las pasiones, sentimientos,diferencias sociales, ambicion,venganza, traiciones. De a ratos es una historia romantica y por momentos se carga de suspenso y accion y se vuelve un thriller.

  • Cibertormenta de Matthew Mather

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    Mike Mitchell es un hombre corriente, con una vida corriente, que hace todo lo posible por mantener a su familia unida, pero de pronto se encuentra luchando solo para mantenerla con vida cuando una extrana cadena de desastres empieza a destruir el mundo que los rodea. Internet se cae.

  • 19 de Luis Torres Vitolas

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    En las afueras de Madrid, un cuerpo es hallado descuartizado en 19 piezas. Mientras la seleccion espanola de futbol se juega su pase a la final de la Eurocopa, van apareciendo mas cadaveres en los cuales el mismo numero, el 19, se repite de manera siniestra y brutal. Inmerso en un ambiente totalmente corrupto, en el cual la policia no escapa a la degradacion social, el sargento Elejalde se ha propuesto resolver este caso a como de lugar. Ira hasta donde que haya que llegar, sin importar las consecuencias.

  • Narrenturm de Andrzej Sapkowski

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    El fin del mundo no llego en el Ano del Senor de 1420, aunque senales muchas hubo de que asi habiade ser… Transcurre la turbulenta primera mitad del siglo XV en Silesia, un pais entre los grandes reinos polacos, alemanes y bohemios. Los seguidores de la herejia fundada por Jan Hus -los husitas- se extienden por la region. Aceptada por pobres y villanos, la nueva fe produce convulsiones sociales y politicas. Los grandes senores estan divididos: algunos se muestran a favor de los husitas, otros en contra. La poderosa Iglesia de Roma lanza una cruzada tras otra contra los herejes, intentando destruirlos. La horca y la antorcha recorren los campos del corazon de Europa. Pero los espias husitas estan por todas partes y sus ejercitos, formados por campesinos y aldeanos, derrotan a los nobles y los pasan a cuchillo. Reinmar de Bielau, llamado Reynevan, es un joven noble silesio, un medico estudioso de la alquimiay ferviente partidario de trovadores y minnesanger. Su apasionamiento por una mujer casada lo llevara a enfrentarse a una poderosa familia, los Sterz. Perseguido por encargo de ellos, Reynevan huye por todo el centro de Europa, escondiendose de los asesinos a sueldo. En un principio la huida es poco mas que un juego, pero pronto las cosas empiezan a complicarse. Reynevan no lo sabe, pero la huida emprendida transformara por completo su vida. Encontrara asiel verdadero amor y la verdadera amistad, vivira aventuras y peligros, y por fin participara en laguerra del lado de los mas debiles. O al menos eso cree.

  • Brillaras de Anna K. Franco

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    ?Quien dice que dos hermanas tienen que ser parecidas?
    Hilary y Valery son el agua y el aceite.
    Hilary es popular, exitosa y divertida. Val, en cambio, se define a si misma como "un
    desastre".
    La vida parece llevar un curso normal, sin embargo, todo se derrumba cuando Hilary muere. La familia queda al borde del abismo. Con una madre devastada y un padre que se refugia en el trabajo... Val se
    siente sola.
    La tristeza la domina, y justo cuando parece que nada tiene remedio, encuentra una lista de su hermana. Hilary dejo bien claro que queria hacer antes de irse, pero no tuvo tiempo. Val decide entonces cumplir con los
    suenos que su hermana dejo inconclusos, aunque implique sumergirse en mundos donde jamas habria entrado.
    No sabe que, en realidad, esta emprendiendo su propio camino. Un viaje de redescubrimiento
    en el que comprendera que las
    personas no suelen ser lo que parecen. Que el "desastre" que ella creia ser no tiene nada
    que ver con lo que en realidad es.

  • Enparejarte de Nacho Tornel

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    Por mas que pasen los anos, el amor, la pareja (y sus problemas) nunca pasan de moda. Con una experiencia de mas de diez anos como terapeuta familiar, Ignacio Tornel nos ofrece un utilisimo libro de autoayuda para todas aquellas parejas que estan pasando por un bache, o simplemente para aquellas parejas que quieran reforzar su amor.

  • El misterio del rodaje 4 de Margotte Channing

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  • Simplemente Perfecto (La pareja perfecta 1) de Karin Doyle

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    No por falta de propuestas de matrimonio, y luego de llevar mas de cuatro anos dando vueltas por entre los mas respetables salones de bailes londinenses, lady Lucinde Aldridge se encuentra soltera. Sus esperanzas de encontrar un marido que cumpla con sus requisitos parecen estar perdidas, y cada dia esta mas convencida de que vivira en una eterna solteria. Ella no pide demasiado, lo unico que desea es que su futuro marido sea alguien que vea mas alla de su exterior y su cuantiosa dote, que trate de conocer como realmente es, y que tal vez, solo tal vez, encienda en ella la chispa de la que tanto ha oido hablar.

  • Cristina de Maria M. Villen

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    Cristina, una estudiante de Bellas Artes de diecinueve anos, coincide con Carlos, un atractivo millonario de mas de treinta, en una de las discotecas de moda de la ciudad. Aunque ella no lo sabe, es el vastago de una de las familias mas ricas del pais, que ha venido a hacer negocios con Santiago Altamiranda, dueno y senor de todos los negocios de la zona y del gran complejo Dark Side, donde se ofrecen todos los placeres a manos de prostitutas de lujo. Aprovechando una deuda con el padre de Cristina, Santiago la obliga a trabajar para el en el complejo. Asi es como la joven, apenas una nina, empieza su horrible andadura en el mundo de la trata de mujeres.

  • Una noche de pelicula de Teresa Mercedes Bueno Santamarina

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    Elena se embarca en un nuevo futuro despues de un pasado lleno de obstaculos. Sin embargo, a pesar de su incansable lucha y la amistad de Marco, nada sucedera como espera.

  • El tiempo de la memoria de Carlos Pena

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    Una indispensable reflexion sobre el rol de la

  • La ninja de los libros de Ali Berg , Michelle Kalus

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    Una novela fresca, divertida y tierna sobre como encontrar el amor a traves de los libros. Porque el amor entre dos personas es posible aunque sus gustos literarios sean totalmente opuestos. Las autoras tambien son ninjas de los libros. Nunca valores un libro por la portada y jamas juzgues a un hombre por sus gustos literarios Frankie Rose desea desesperadamente encontrar el amor. Pero tambien se conformaria con una relacion satisfactoria. O incluso con ligar con alguien mas o menos normal. Y no sera porque no lo haya intentado: Frankie es la reina de las citas online.

  • Y vendra la oscuridad de Katy Rose Pool

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    Durante generaciones, los Siete Profetas usaron sus visiones del futuro para poner fin a las guerras y mantener unidas las naciones: hasta que llego el dia en que desaparecieron, cien anos atras. Lo unico que dejaron fue una ultima profecia, secreta, que predecia la llegada de la Era de la Oscuridad y el nacimiento de un nuevo Profeta que podia salvar al mundo… o causar su destruccion.
    En mitad del caos, cinco vidas se cruzaran:
    Un principe exiliado de su reino.
    Una asesina implacable conocida como la Mano Palida.
    Un lider leal en una encrucijada entre su deber y su corazon.
    Un jugador que tiene el poder de encontrar a cualquier persona o cualquier objeto.
    Una chica al borde de la muerte y a punto de darse por vencida.
    Uno de ellos, o todos ellos, podrian desencadenar el fin del mundo.
    ?Seran los salvadores o los destructores de la humanidad?

  • Escondete (Detective Warren 1) de Lisa Gardner

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  • Besos de murcielago de Silvia Hervas

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    La gente caminaba de un lado a otro arrastrando las maletas por el pulido y brillante suelo del aeropuerto. La multitud se mostraba desorientada y acudia a toda prisa a los pequenos puestos de informacion como si les fuese la vida en ello. Una muchacha malhumorada, acompanada de sus padres, esperaba hastiada frente a la puerta de llegadas procedentes de Londres. Repiqueteo con el pie en el suelo con actitud desafiante, intentando mostrar sin tapujos su pesimo estado de animo. Su madre le dirigio una sonrisa encantadora; estaba euforica. --!Levanta mas el cartel, Kelsey!, no vaya a ser que no nos vea --dijo mientras su marido le rodeaba los hombros con un brazo. <>, penso Kelsey. Ladeo la cabeza y, sintiendose estupida, alzo las manos todo lo que pudo, se puso casi de puntillas y movio de un lado a otro aquel ridiculo cartel, en el que se leia en letras grandes y redondas: <>. Deberia haber estado celebrando el inicio de las vacaciones navidenas con sus amigos; sin embargo, se encontraba alli anclada con la ridicula pancarta, esperando la llegada de un completo desconocido, gracias a que sus adorables padres habian decidido acoger en casa a uno de esos aburridos estudiantes de intercambio. Un ingles, para ser mas exactos. Kelsey nunca habia simpatizado con aquellos amantes del te; se le antojaban demasiado refinados, y ella tendia a ser despreocupada y poco detallista. --Como esperemos mas, celebraremos el fin de ano en el aeropuerto --farfullo con un deje de aburrimiento. Su madre le dirigio una mirada de desaprobacion. --Comportate con nuestro invitado, Kelsey --ordeno respaldada por los continuos asentimientos del padre con la cabeza--. Pasara un mes con nosotros, asi que, lo quieras o no, tendras que llevarte bien con el. --Entonces, ?se supone que el famoso inquilino queda bajo mi proteccion? Si es asi no durara ni dos dias con vida. Esto es America --espeto, y solto un bufido. --Chist... El senor Graham le indico que guardase silencio. Kelsey alzo la vista hacia 5 la puerta de llegadas, por donde habia comenzado a salir gente. Todos le parecieron raros, estrafalarios o indignos de entrar en su casa. La joven era bastante reservada --contrariamente a sus solidarios padres--, asi que no simpatizaba con la idea de tener que convivir con un extrano; mas bien le aterrorizaba. Estaba segura de que, por callado e invisible que fuese aquel ingles, se sentiria invadida e incomoda. Se giro sorprendida cuando unos dedos firmes y seguros golpearon suavemente su hombro derecho. Miro de arriba abajo al muchacho que se encontraba frente a ella y le dedicaba una mueca desagradable. Tenia el cabello rubio y lo llevaba perfectamente peinado hacia atras --ni un solo mechon suelto rompia aquella inusual armonia-- y en su rostro destacaban unos llamativos ojos grises y penetrantes. --Yo... soy James. --?Tu eres el estudiante que...? --comenzo a preguntar Kelsey, pero fue interrumpida rapidamente por su efusiva madre. --!James! !Ya pensabamos que no llegabas, carino! --La senora Graham lo estrecho entre sus brazos, con lo que desperto de inmediato el desagrado del joven, que, un tanto arisco, no disfruto demasiado aquel confiado contacto fisico. --Encantado --dijo el padre de Kelsey, al tiempo que le estrechaba calurosamente la mano--. Ya veras lo bien que te lo vas a pasar estas vacaciones; te hemos preparado una habitacion, espero que te guste. Apenas tardaremos en llegar a casa, esta a veinte minutos en coche. Kelsey clavo la vista en el suelo, muerta de verguenza. ?Por que sus padres tenian que comportarse siempre como si estuviesen pirados? ?Tan dificil era ser un poco normal? Ser normal significaba para ella no abrazar al chico de intercambio, ni llamarle <>, ni enrollarse hablandole de su nuevo hogar. Espero impaciente, fingiendo que no estaba alli, hasta que el euforico encuentro se calmo. James habia esbozado poco a poco una mueca de terror. No era de extranar. Ni por asomo habia esperado aquel recibimiento y, teniendo en cuenta que ambos padres hablaban a la vez, apenas entendia nada. Durante el trayecto en coche asintio con la cabeza ante todo lo que le decian con la esperanza de acertar en algo. --Bien, ya hemos llegado --anuncio Abigail cuando el senor Graham aparco frente a una acogedora casa de dos pisos. James bajo del coche sintiendose asqueado. Hubiese dado cualquier cosa por no estar ahi en aquel instante. Observo los alrededores y deseo desaparecer de inmediato. La urbanizacion se encontraba en el campo, alejada de la ciudad. El odiaba profundamente todo lo que tuviera con que ver 6 con la naturaleza: desde la mas fina y tierna hierba que crecia en la tierra humeda hasta los grandes abetos que invadian el terreno. Torcio el gesto mientras comenzaba a planear mentalmente de que modo podria huir de alli. Quiza si robase el coche del senor Graham en plena noche... --?James? !Vamos, pasa! Aun tenemos que presentarte a nuestro hijo. --Abigail le sonrio de forma exagerada--. El pobre se quedo toda la noche haciendo un trabajo en casa de un amigo y hoy estaba tan cansado que no ha podido ir al aeropuerto. ?Mas gente? Ya tenia suficiente con aquella chica que le miraba de reojo constantemente como si fuese un bicho raro. Kelsey vestia realmente mal, bajo su punto de vista, con unos vaqueros desgastados y una sudadera deportiva para nada femenina. --!Marcus! --grito la madre, jovial--. !Vamos a entrar! Abrio la puerta de la habitacion, despacio, como si esperase encontrar dentro a un oso enfurecido. James dio un paso atras, temeroso ante la oscuridad que invadia aquella especie de bunker. Distinguio en la penumbra la larga silueta de Marcus, que tenia la cara adherida a la almohada, que aferraba con las manos. --!Desaparece, mama! --exclamo con brusquedad. --Ha llegado el chico de Inglaterra --explico la mujer. --?Y a mi que me importa? --le espeto sonoliento. A continuacion, Abigail cerro la puerta suavemente. James la miro desconcertado, cuestionandose si acababa de ser testigo de una bienvenida habitual o su sorpresa se debia a que hacia mucho tiempo que no entraba en casas ajenas. --Es un rebelde --aclaro la mujer sin perder aquel perpetuo positivismo. --Ya veo... --respondio James. La senora Graham parecio algo incomoda y, tras morderse pensativa el labio inferior, le indico a Kelsey que condujese a James a su habitacion para dejar las maletas. --Claro, no te preocupes mama, ya hago yo de guia turistica --le reprocho con desgana--. Vamos, sigueme. Cuando llegaron al dormitorio Kelsey explico: --Pues esto es la cama. --Senalo un solitario colchon--. Y ahi tienes un armario, que sirve para guardar ropa. --Gracias por las aclaraciones --dijo James--. No habria podido deducir todo eso sin tu ayuda. 7 Kelsey entorno los ojos y descubrio de inmediato que el nuevo inquilino le traeria problemas. --Oye, no te pases --le advirtio apuntandole con un dedo acusador--. Mi actitud es de lo mas comprensible, estoy siendo tolerante, pero a nadie le gusta pasar las vacaciones de Navidad con un desconocido. --En eso estamos de acuerdo. --Entonces, ?por que estas aqui, pudiendo haberte quedado en Inglaterra bebiendo litros y litros de te? --le acuso. --Me han obligado --reconocio James frunciendo el ceno--. Cosas de padres. Piensan que me ira bien conocer otras culturas. Obviamente se equivocan. Lo unico que podria lograr conociendo a gente como vosotros es que mi ego crezca. Y no me interesa, lo tengo suficientemente alto. --No hace falta que lo jures. --Puso los ojos en blanco. James se dirigio con resolucion hacia la puerta de la habitacion y la cerro bruscamente. Sus relucientes ojos grises se clavaron en los de Kelsey como dos dagas afiladas. --Hablemos de las normas --exigio. La joven parpadeo sorprendida. --?Que normas? --De las que ahora mismo fijaremos. --Le dedico media sonrisa que a Kelsey se le antojo casi tenebrosa--. Tu no quieres que este aqui, y yo no quiero estar aqui; en eso estamos de acuerdo. Bien, lo mejor sera que nos ignoremos mutuamente durante el proximo mes --explico--. No pienso conocer a tus amiguitos americanos, ni salir contigo a ver peliculas de lloriqueo al cine ni cortarle el cesped del jardin a tu padre, ?queda claro? Kelsey necesito un momento para procesar toda aquella informacion. Quedo asombrada ante el tono de voz del que James hacia uso; como si fuese un marques recien llegado al nuevo continente. --Oye, ?quien te has creido que eres? !No puedes poner normas nada mas llegar! --se quejo, indignada. --?Intentas decirme que quieres pasar tiempo conmigo? --No, pero... --Sabia que era eso. --Chasqueo los dedos--. De verdad, siento decepcionarte, pero no eres mi tipo. Kelsey rio con nerviosismo ante el nuevo rumbo que habia tomado la conversacion.

  • Me ensenaste a vivir de Rose B. Loren

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    Abigail siempre ha tenido un sueno: ser periodista. Pero hasta ahora no lo habia conseguido. Con treinta y cinco anos, ama de casa, casada con un medico pretencioso y madre de un joven que pronto abandonara el nido para ir a la universidad, su vida parece estar ya completa y estable, pero da un giro cuando, mientras viaja a Nueva York para disfrutar de unas merecidas vacaciones, choca con un hombre en el aeropuerto y es en ese momento cuando todo su mundo se pondra patas arriba.

  • SANGRE DE REYES (Alastir 2) de Miguel A. Fuentes

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    Muchos lo pintan como una leyenda. Otros como un vagabundo que recorre los caminos sin un lugar en el que caerse muerto. Pero si hay algo de cierto en todos los rumores e historias, es que nadie sabe quien es realmente el solitario encapuchado que deambula por el mundo con una espada oxidada cenida a la espalda a quien recurres cuando todas las demas opciones han resultado infructuosas. Muy pocos tientan a la suerte de contar con alguien que no reconoce ni a dioses ni a reyes, alguien capaz de burlar a la propia muerte.

  • Mi destino en tus manos de Laura Castro

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    Chloe es una chica extrovertida y decidida que, a pesar de saber lo que quiere, la persigue un pasado complicado lleno de errores que me impide acercarse a los hombres.
    Robert es un chico atractivo y seductor con una vida complicada de la que intenta escapar sin exito.
    El destino va a juntar sus vidas de la manera mas inusual, y este largo camino que empieza en la carretera no estara exento de peligros para ninguno de los dos.
    Robert intentar alejarse para proteger a Chloe. Sin embargo, sus esfuerzos seran nulos en el momento en el que alguien del pasado descubra lo importante que es ella para el.
    Un romance que nos llevara por diferentes sitios de Espana e Italia. El amor y el sufrimiento colman las paginas de esta novela hasta el punto que te haran replantearte si merece la pena luchar para seguir los dictados del corazon.

  • Conversaciones con mi enano de jardin de Jean-paul Didierlaurent

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  • Ocultos de Jordi Sierra I Fabra

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    ?Quien no ha oido hablar alguna vez de los libros prohibidos?

  • Grande y fabulosa de Larissa De Silva

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    “Tienes que decirme como estuvo”, dijo mi mejor amiga. Ella me miraba fijamente. Habia sido una noche tranquila en la sala de emergencias y nos habiamos entretenido con las historias de nuestros antiguos novios, incluyendo a nuestros companeros de la escuela de medicina, cuando no estabamos actualizando los historiales o revisando a los pacientes. No es que ninguna de las dos hubiera tenido mucho tiempo para salir con exito con alguno de nuestros companeros. Ellos estaban ocupados y nosotras tambien, y la mayor parte del tiempo, estabamos demasiado ocupadas para salir o tener aventuras de una noche con nuestros companeros. Las cosas no estaban tan agitadas despues de graduarnos, pero no se hicieron mucho mas faciles. Finalmente estaba saliendo de nuevo y me resultaba dificil mantener el contacto con algunos de los hombres que me interesaban. Al menos ellos parecen estar interesados en mi, lo cual era agradable, pero apenas podia recordar sus nombres. No queria nada serio, no tenia tiempo para nada serio, pero me gustaba pasar tiempo con algunos de ellos. No es que hubiera encontrado a alguien que pudiera recordar tan bien. Ella me pincho en el hombro. “Hola”, dijo. “?Vas a decirmelo o que?” Le sonrei. “Eso es inapropiado, Dra. Comely”. Levanto las cejas. “Oh, ?asi es como estamos haciendo esto?” Me rei, sacudiendo la cabeza. “No”, respondi. “Desafortunadamente, no hay mucho que informar. Fue amable y me hizo reir, pero no se, faltaba alguna chispa”. Bajo su voz a un susurro mientras se acercaba un poco mas a mi. “?Asi que no te acostaste con el?” Abri los ojos en un simulacro de shock. “No lo hice”, respondi. “Queria hacerlo, pero me acobarde. No quise llevarlo a mi casa, porque, ?y si fuera un asesino o algo asi?” “Pero no te preocupaste por eso antes de tu cita”. “Si, lo hice”, dije. “No pense exactamente que me iba a asesinar delante de todos los demas en un restaurante. Eso definitivamente haria que la gente dejara de comer”. a “Y crees que a un asesino le importaria eso”, dijo. Me rei. Estabamos sentadas en la parte de atras de Urgencias y ella habia subido la cortina a nuestro alrededor. Las pequenas salas de consulta que teniamos estaban frecuentemente sobrecargadas y aunque el hospital habia estado hablando de construir una nueva ala de urgencias durante anos, parecia que nunca se llegaba a hacer por una razon u otra. Por eso teniamos estas improvisadas y anticuadas bahias de cortinas. No proporcionaban mucha privacidad, pero eran mejores que nada en una crisis. Afortunadamente, nada parecido a una crisis parecia estar sucediendo en esa tranquila noche de miercoles. Cam miro su tablet y suspiro. “?Sabe lo que le paso al Sr. Hysinger?” “Si”, dije. “Lo transfirieron a urologia”. “Huh, extrano. Creo que hay un problema con…” La interrumpieron los fuertes pasos de alguien que se acercaba a nosotros. Ambas nos dimos la vuelta para ver a la enfermera de turno, una mujer mayor blanca de pelo negro azabache y cejas finas. La mirada de Teri se interpuso entre nosotros antes de decidir que no le importaba. “Acaba de entrar un joven”, dijo. “Las constantes vitales estan bien, pero fue apunalado en el brazo y el cuchillo esta… en movimiento”. Levante las cejas. “?Lo esta moviendo?” “No”, dijo. “Se esta moviendo, como, cuando mueve su cuerpo. No creo que sea profundo, pero no quiero…” “Entiendo”, dije. “?Algo mas?” “Debe tener entre veintitantos y treinta anos, esta lucido, creo que hay otras lesiones porque debe haberse metido en una pelea, pero no me dejo examinarlo a fondo”, dijo. “Le pedi que se quitara la ropa, pero no quiso hacerlo”. “Vaya”, dije. “Bien”. Gracias, Teri.” “De nada, Dra. Meyer”, dijo, mostrandome una pequena sonrisa, que era la mayor aprobacion que iba a obtener de ella. “Esta en la habitacion tres”. Asenti con la cabeza. Camine hasta la habitacion, mirando mi tablet para ver el historial del paciente. Mis ojos pasaron por alto su nombre mientras miraba sus signos vitales, su edad y la descripcion de su condicion. Llame a la puerta. “Pasa”, dijo una voz masculina apagada. Abri la puerta y mire hacia arriba desde la tablet. Inmediatamente, senti que el suelo se habia movido y que iba a ser tragada por la tierra. Nunca habia sido una buena actriz, asi que estaba haciendo todo lo posible para fingir que todo estaba bien, aunque definitivamente no todo lo estaba. Este no era un paciente. No era un paciente cualquiera, era alguien que conocia, alguien que habia intentado olvidar. Y se veia mejor que nunca. Solo tuve un segundo para decidir como iba a reaccionar al hecho de que Jody Banks estaba sentado en una silla azul en un rincon de la habitacion, el era el chico con el que habia salido en la secundaria. El que me habia roto el corazon. En esa epoca era delgado, alto y guapo, con hombros anchos y una complexion atletica facil. Todavia era delgado, alto y hermoso, pero habia trabajado en esculpir esos musculos en una obra de arte, tenia un tatuaje negro envuelto alrededor de su brazo como una vid, hasta su cuello, y desaparecia en la parte de atras de su camisa. Parecia mas alto tambien, pero podia decir que era solo porque estaba sentado derecho. Tambien me miraba a mi, con unos curiosos ojos abiertos que no dejaban de moverse. Se lamio los labios cuando me acerque a el, mi mirada se dirigio hacia el suelo. No queria mirarlo y no queria necesariamente que pensara que lo reconocia. Aunque yo era una mala actriz y lo sabia, las posibilidades de que me reconociera eran muy altas. “?Sr. Banks?” Pregunte cuando me acerque a el. “Puedes llamarme Jody”, dijo. Podia oir la risa en su voz. “?Como debo llamarte?” “Dra. Myer”, respondi, mirandolo a los ojos por primera vez mientras dejaba la tabla en la mesa de al lado. “?Que le paso?” “Me cai en el estante de los cuchillos”, dijo, mostrandome una sonrisa. Me fije en sus dientes. No habian sido arreglados, y sus caninos, que siempre habian sobresalido un poco, eran quizas mas visibles ahora que habia crecido. “Es un problema. Dra. Myer.” “Se cayo en el estante de los cuchillos”, repeti, lentamente. “?Como?” Parpadeo. “?Como que como?” “?Se resbalo?” “Yo… si, claro”, dijo. “Me resbale”. “?Y por que sobresalia el cuchillo?” Pregunte. “Bueno, me cai, tirandolo, y luego… ya sabe, cayo al suelo, y estaba sobresaliendo, y no pude detenerme, asi que me apunalo. ” Me mordi los labios. “?Sabes por que se cayo?” “Porque me resbale”, dijo. “El suelo de la cocina estaba resbaladizo”. “?Estaba cocinando?” Penso por unos segundos. “Si”, dijo, eventualmente. “Lo hacia”. “Genial”, dije. “Voy a mandarle a hacer una radiografia. No hay muchas venas o arterias donde usted, uh, cayo en su cuchillo, exactamente, pero me gustaria descartar cualquier cosa que pueda significar que necesita cirugia.” Hizo un gesto de dolor, y por primera vez desde que lo vi en la oficina, parecia asustado. “?Cree que necesitare cirugia?” Hice lo que pude para mantener mi voz neutral. “Es una posibilidad”, dije. “Pero es muy pequena. Solo quiero estar segura. Los accidentes de cocina no son una broma”. Asintio con la cabeza. “Bien”. “Me gustaria examinarlo”, dije. “O puedo buscar que lo haga otra persona, si se siente mas comodo con eso. Sus heridas podrian ser un poco peores de lo que parecen a primera vista. ” “?Quiere examinar mi brazo?” “Toda la parte superior de tu cuerpo”, dije. “?Puede quitarse la camisa?” Parpadeo. “Claro”, dijo. “Quiero decir, supongo.” “?Puede hacerlo?” Se miro a si mismo y sacudio la cabeza. “No”, dijo. “No puedo”. “Bien”, respondi. “Normalmente, nuestros paramedicos la cortarian, pero…” “Esta camisa es cara.” “Entiendo”, dije. “Tendre cuidado, entonces.” Me acerque para enfrentarlo. La camisa parecia cara, una camisa de manga corta azul bebe y verde ceruleo claro con botones blancos que se ajustaban a su cuerpo. La camiseta blanca de cuello en V debajo de ella al menos hacia las cosas un poco menos incomodas, aunque no lo suficiente. Agarre el cuello de su camisa con la punta de los dedos y respire profundamente mientras me concentraba en la camisa y no en el hombre que la llevaba puesta. Intentaba ser lenta, delicada, porque no queria tirar del cuchillo o empeorar su herida. Era dificil hacer algo asi con cuidado, especialmente cuando podia sentir la mirada de Jody sobre mi. Me miraba fijamente, sin dejar de hacerlo nunca, mi calma fabricada no era rival para su tranquila pero resuelta intensidad. Pense que probablemente era mejor romper la tension y admitir finalmente que nos conociamos. De esa manera, al menos las cosas podrian ser un poco mas… manejables. Tal vez no, pero valia la pena intentarlo. “Entonces”, dije mientras desabrochaba el boton superior de su camisa, mirando directamente a sus ojos verde avellana. “?Como esta tu madre?” “Esta bien”, dijo. “Bien, pero decepcionada”. “Me alegro de oirlo. ?Y tu hermano?” “Esta bien”, respondio. “Ahora vive en Japon, ensenando ingles a los ninos de las zonas rurales.” Sonrei. “Bien”, dije. “Eso parece el tipo de cosa que le vendria bien. ?Es feliz?” “Esta feliz porque esta lejos de aqui”, respondio, encogiendose ligeramente de hombros, lo que hizo que mis dedos resbalaran un poco, y termine tocando su piel por una fraccion de segundo. Me aleje, sintiendo las puntas de mis dedos como si me hubiera quemado. No queria que me tocara, sobre todo cuando parecia tener tanto efecto en mi. Pense que no lo haria… habia superado lo de Jody Banks, habia intentado toda mi vida olvidarme de el. Y, en su mayor parte, lo habia hecho. Pero el estaba sentado frente a mi, vulnerable y con mejor aspecto que nunca y yo… Dios, yo era inutil frente a el, aunque el era el paciente, y aunque el era el que estaba sentado en la mesa del paciente y tenia un cuchillo en el brazo. Tosi y me aleje de el. “?Estarias mas comodo si otro medico hiciera esto?” Sonrio, su mirada se encontro con la mia. “No dejaria que nadie mas hiciera esto”, dijo. “Asi que no”. Casi habia terminado. Su camisa estaba abierta y tuve que tirar de su manga para que no tocara el cuchillo, que sobresalia de su brazo. Extendio su brazo izquierdo, ileso, para que yo pudiera quitarle la manga. Me puse detras de el para tener una mejor vista de lo que estaba haciendo. La tela de la manga se habia recogido detras del boton, lo que significaba que iba tener que ser muy cuidadosa para bajarla sin hacerle dano. Eso era bueno, al menos, porque no queria tirar del cuchillo y hacer que su herida fuera peor de lo que ya era. Camine a su alrededor, hacia su brazo derecho, y tire de su camisa y la aleje, sacando la tela de su cuerpo y luego lenta pero seguramente empujandola hacia abajo y alejandola de el. Finalmente la aleje de su brazo lo suficiente como para evitar el cuchillo. Contuve mi respiracion mientras el se agarraba la manga y tiraba hacia abajo tan fuerte como podia. Cuando la camisa aterrizo en el suelo de baldosas delante de nosotros, senti que podia respirar de nuevo

  • El caso Malaussene (Me mintieron 1) de Daniel Pennac

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    Despues de casi dos decadas, regresa Benjamin Malaussene, el carismatico heroe de Daniel Pennac. A pesar de haber envejecido, este esceptico y bonachon alter ego del autor se encuentra en plenitud de facultades y vuelve bien arropado por los celebres miembros de su estrambotica <>, asi como por un nuevo coro de personajes que se incorporan a la legendaria saga.

  • Las visiones de Edmundo Paz Soldan

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    Un juez comienza a tener visiones de los hombres que ha condenado a la carcel. Un doctor encargado de experimentos con armas quimicas se dispone a probar un compuesto letal con su propia gente.

  • La ultima carta de amor de Jojo Moyes

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    Una cautivadora novela para romanticos que evoca una decada llena de encanto y elegancia, por la autora de Yo antes de ti.

  • Cosas que haremos tu y yo cuando volvamos a vernos de Felicidad Ramos

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    Olivia toma la decision mas dura de su vida cuando descubre, de la peor forma, que esta enferma. El miedo y la falta de informacion sobre su dolencia, le llevan a poner tierra de por medio y dejar atras a todo y a todos, creyendo que este sacrificio impedira el dolor de los suyos. Pero, ?y si esta equivocada? ?Y si el amor le demuestra que no puede pasar por esto sola?

  • Venganza de amor de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1845 Las manos comenzaban a dolerle de tanto tallar el piso, dejo de fregar las baldosas para levantarse y estirar el cuerpo. Casi lloro al ver que su vestido se habia mojado con el agua del cubo, estaba destrozado. No es que fuera un buen vestido, pero por lo menos cubria su cuerpo proporcionandole el calor que necesitaba. Maldijo al ver que se le estaban empezando a formar ampulas de tanto fregar. Esa era la tonica de todos los dias desde que habia llegado a ese orfanato. Bueno, tal vez no siempre, pero si desde que las demas ninas se encargaban de hacerle la vida imposible, siempre salia reganada y con un castigo tras otro. Suspiro pensando que aun le faltaba lavar las sabanas de las camas y, gimio pensando que las tenia que pasar por el agua caliente para que quedaran pulcramente limpias. Sophie no comprendia a sus once anos de edad como la vida daba tantas vueltas. Vivia en una pequena casita junto a sus padres, que eran campesinos. Mientras ambos vivieron, ella tuvo la mejor infancia que una nina puede tener, aunque no tenian muchas pertenecias, por lo menos si todo el amor de sus progenitores. Hasta que la desgracia toco a su puerta: las fuertes tormentas subieron la creciente del rio, sus padres, al percatarse de que su pequena parcela se destruiria, salieron para tratar de salvar lo poco que les permitiera el clima, sin saber que la corriente los arrastraria a los dos dejandola en el abandono. Esa fue la historia que le dijeron a ella cuando le dieron la amarga noticia. No tenia ningun familiar al cual le pudieran dar su custodia, realmente fue una suerte que alguien se preocupara por ella, y no la dejara desamparada. Claro que ahora que sufria todo ese maltrato por parte de las huerfanas del orfanato, deseaba que nadie la hubiera ayudado, aunque se quedara en la indigencia. Termino de fregar el suelo, y para cuando tiro el ultimo cubo de agua, sus manos estaban practicamente en carne viva. En cuanto llego a la habitacion que compartia con otras quince ninas, saco un saquito de tela que guardaba de debajo de la cama y contenia un unguento que le habia dado una senora en el mercado al ver el estado de sus manos. La buena mujer se habia quedado horrorizada al ver las llagas que habia en ella, y en un gesto de compasion le regalo el unguento para que se lo aplicara por las noches. Tal vez funcionaria con mayor eficacia si no tuviera que estar todo el dia fregando pisos y cacharros. Las demas companeras ya estaban en sus camas mientras ella lloraba curandose las manos. Sintio unos brazos rodeandola y se limpio las lagrimas antes de darse la vuelta y fundirse en un abrazo con Lidia, otra de las huerfanas que habian llegado tambien tras perder a sus padres. --Te duele mucho, Sophie. Te prometo que manana te ayudare a fregar los pisos. --No es necesario, Lidia. --Miro su amiga con sus ojos marrones; tenia una melena castana trenzada de manera que no se le soltara ningun cabello--. Ahora me pondre este unguento y se me calmara el dolor. --Dejame ayudarte a trenzarte el pelo. Dejo que su amiga la ayudara, mientras ella terminaba de curar sus heridas, despues se puso su bata de dormir de tela rigida que le habia dado la madre superiora, y se acostaron juntas en la misma cama. --?Sabes, Lidia? Algun dia saldremos de aqui, y haremos lo imposible por no tener ninguna carencia. Te lo prometo. Entraremos en sociedad y tendremos hermosos vestidos que seran la envidia de todas las debutantes-- dijo mientras acariciaba el cabello de su amiga. --Si, y nos casaremos con un conde, nos llevara a vivir a su castillo. --Si, nos llevara a vivir a un castillo. Sonrio pensando que esperaba encontrar la fuerza para cumplir con esa promesa, porque no pensaba seguir viviendo en la miseria. Eso lo juraba. Capitulo 1 Londres 1853 El corazon amenazaba con salirsele del pecho, solo tenia unas semanas para buscar un lugar donde irse a vivir junto con Lidia. La madre superiora habia sido muy clara: se tenian que ir de ahi porque ya pasaban de la edad aceptada dentro del orfanato. --Por suerte he pedido algunos favores para no dejarlas en la indigencia. Una modista las estara esperando para que la sirvan. Deben de ayudarla en todas las labores que ella les pida. A cambio tendran techo y comida. Pero ya se arreglaran con ella en cuanto lleguen. Tienen una semana para prepararlo todo, en cuanto llegue la carreta con las provisiones, se marcharan con ellos. Te dare una carta para Madame Rosset. Ahora toma esto. --La madre superiora le tendio un pequeno bolsito de tela mugriento--: eran las pocas cosas de valor que encontraron en tu choza. Al escuchar esas palabras, miles de sentimientos se agolparon en su pecho. Su infancia estaba atrapada en ese pequeno bolsillo. Lo tomo con las manos temblorosas, sabiendo que ahi estaba su vida. --?Sabe si aun esta disponible la casa donde vivian mis padres? --No, desafortunadamente la casa solo era arrendada; como todas las de la zona, le pertenece al conde de Kent. La dio en alquiler en cuanto saliste de ahi. Lo siento. Sabia que no le quedaba nada, pero por un segundo guardo la esperanza de darle una visita al que en algun momento fue su hogar. Acaricio el lacito con el que estaba amarrado el pequeno bolsito, ahi estaba todo lo que significaba su pasado. --Gracias, madre superiora. Estaremos preparadas para partir. Salio del despacho de la mujer que habia sido para ellas la unica figura materna en los anos que estuvieron ahi. Lidia estaba sentada en el banquillo donde se cepillaban el cabello. Su amiga miraba al vacio, sumida en sus pensamientos, ajena a la preocupacion que embargaba a Sophie. En cuanto las dos pusieran un pie fuera del orfanato, nada seria igual; unicamente se tendrian la una a la otra para protegerse. --?Que sucede Sophie? No me digas que se entero la madre superiora de que hemos metido otro gatito al orfanato. Debemos convencerla de que las ninas pequenas se han encarinado tanto con el que no podemos dejarlo en la calle. --No, de hecho, me mando llamar para decirme que tenemos que tener nuestras pertenencias listas, saldremos de aqui en cuanto llegue la carreta con las provisiones. Al parecer, una modista nos estara esperando para que comencemos a servir para ella. --!?Nos estan echando de aqui?! No pueden hacernos esto, ?como vamos a sobrevivir? Las demas huerfanas... ?Que pasara con ellas? ?Quien las cuidara ahora? --Tenemos que irnos, es hora de comenzar una nueva vida fuera de estas paredes, las hermanas de la caridad ya no pueden mantenernos. Tenernos aqui genera gastos. Y sabes que las donaciones de las damas de sociedad cada vez son menos. --?Y adonde vamos a ir? No conocemos nada mas alla de estas paredes. --Lidia parecia realmente afectada. --Ya veras como nos ira mejor --dijo tratando de infundirle algo de animo. --Tengo miedo de lo que vamos a encontrar alla afuera. Quiero seguir aqui. --Sabes que la unica forma de que te quedes aqui es tomando los habitos y consagrando tu vida a Dios. ?Tu has sentido el llamado del Senor? Porque yo definitivamente no lo he sentido. Necesito saber que nos depara la vida fuera de aqui. Por mucho que la nueva experiencia le diera miedo, tambien sentia un cierto nerviosismo por descubrir cosas venideras. --Tampoco lo he sentido, pero me aterra pensar que andaremos las dos solas por el mundo. Recuerda lo que le paso a Emily, no supimos nada de ella hasta que la encontraron tirada en un callejon oscuro del puerto. Solo Dios sabe lo que tuvo que pasar. Pero su muerte fue horrible. --Ay, Lidia, no debemos pensar que nos pasara algo asi. Ademas, nosotras trabajaremos para una modista. No creo que nos suceda nada malo, simplemente no debemos acercarnos al puerto. Sabes que esa zona es peligrosa. Trabajaremos todo lo que podamos para comenzar una vida. --Tengo miedo, Sophie, miedo de no saber como vivir. ?Acaso tu no tienes miedo? --Si, claro que tengo miedo, pero tambien una deuda pendiente que cobrar y, para eso necesito salir de estas paredes. --No entiendo de que estas hablando.

  • La Amante Cautiva Del Jeque de Jessica Brooke

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    Emma James queria escapar del aburrimiento de su vida. Todo lo que hacia era predecible. Despues de terminar con honores en la universidad de Dartmouth, iba a estudiar derecho en Harvard en otono, tal y como habian hecho su padre y su hermano mayor antes que ella. Si Emma se pareciera en algo a su hermano mayor, Bradley, encontraria al <> en Harvard, se casaria al acabar derecho, y estaria cargada de ninos poco despues de convertirse en socia junior de un importante bufete de Washington DC. Estaba predestinada. Despues de todo, el senador Alan James Senior lograba todo lo que se proponia. Esa noche Emma habia ido con sus dos mejores amigas, Alexis y Parker, al local de moda de Georgetown, para fantasear con que era libre. Fue una especie de rebelion por tener que estar otras dos semanas mas enterrada bajo gruesos tomos de jurisprudencia y encadenada a la biblioteca preparando el inicio de las clases. Su padre insistio en que se acostumbrara primero a los textos legales, puesto que sabia lo duro que le resultaria, al haber sido el mismo abogado antes de convertirse en senador. Tras haber estado varias horas encerrada en el sotano, tuvo la sensacion de que la vida pasaba por delante sin disfrutarla. Necesitaba un respiro. --Es tu cuarto Grey Goose. --La reprendio Alexis, mientras se apartaba un largo mechon color miel de la cara. Cuando fruncio el ceno, su nariz aguilena parecia aun mas angular y pronunciada. --Solo es medianoche. ?No prefieres que nos vayamos? Emma puso los ojos en blanco y dio un trago a su vodka con tonica. --Apenas bebo. Que diablos, apenas hago nada aparte de estudiar. --Lo se, y por eso lo vas a lamentar en menos de dos horas. --respondio Alexis, bebiendo tranquilamente su ron con cola, y anadio: --Pero, ?que es lo que te agobia tanto? Emma suspiro y miro a la multitud. Parker ya estaba bailando, flanqueada por dos chicos de la fraternidad enfundados en polos de color pastel con los cuellos levantados. Era una chica alta, esbelta, de largas piernas, justo lo contrario que Emma, que, lejos de ser fea (su madre siempre decia que tenia <>), no era exactamente lo que en la avenida Madison considerarian una belleza. Su cabello era rubio natural, tan claro que parecia blanco, y tenia los ojos azules, aunque no era exactamente delgada. Es decir, tenia sus curvas, y un cuerpo voluptuoso y algo rubenesco. Con un metro sesenta, era bajita, can anchas caderas y un busto mas generoso de lo que a ella le hubiese gustado. Nunca seria tan espectacular como Parker, que podia ser modelo si los estudios universitarios le fallaban, ni como Alexis, a la que se le pegaban los chicos fuera donde fuese. La opcion que le quedo a Emma fue convertirse en la lista del grupo, la alumna estudiosa y aplicada, la paciente amiga que ayudaba a los demas a enfocar mejor sus problemas. Normalmente no le importaba su fisico, pero entre otro sermon de su padre y su inminente ingreso en la facultad de derecho, Emma estaba empezando a preocuparse por todo. --Es que quizas no es todo tan genial. Alexis resoplo. --Soy yo la que no tiene mas remedio que estudiar derecho en la universidad estatal. Tu eres muy afortunada, querida. --Quizas yo no pienso asi-- murmuro Emma, antes de terminar su bebida y saltar a la pista de baile. Tal vez otra persona podria dejar de lado esas preocupaciones y dejarse llevar por la locura de la noche, aunque en realidad ella nunca habia sido ese tipo de chica. En el instituto solo tuvo un novio y, despues, un fugaz compromiso en su ultimo ano en Dartmouth. Kevin, su prometido, habia resultado ser un completo idiota. Emma se lo encontro en la cama con otra al regresar pronto de un viaje, tras entrar en el apartamento que compartian ambos. Desde entonces, su vida habia sido basicamente la de una monja. Un infierno para su autoestima, pero excelente para sus notas. Dirigiendose al grupo de Parker, Emma sorteo a la gente que danzaba y reia, hasta llegar al lado de su amiga, y se unio al baile. Le encantaba. Sintio el repiqueteo del bajo, y el calor de la gente que la rodeaba, mezclandose entre si, bajo las luces estroboscopicas que destelleaban sobre la pista. Cerrando los ojos, Emma se apoyo en Parker moviendo las caderas al ritmo de su amiga. Se escucharon silbidos y aplausos por parte de la gente que las observaban, y, por un momento, fue divertido formar parte del grupo con el que todo el mundo queria bailar. Una vez que se calmo el alboroto, Parker se separo y se fue con los dos chicos, dejando a Emma bailando sola y sintiendo como su pulso se aceleraba al ritmo del tema de hip-hop que salia a todo volumen por los altavoces. Cuando abrio los ojos de nuevo, fue porque Alexis le estaba dando golpecitos en el hombro. Unos inquietos ojos verdes se clavaron en los suyos. --Parker se ha ido a casa con Grant y Matt. Y ha llamado mi hermana, que esta al final de la calle, en el restaurante Sullivan's. ?Quieres venir conmigo? Emma se obligo a no fruncir el ceno mientras seguia a su amiga hasta una esquina de la pista de baile. Cada vez que comian juntas, pasaba lo mismo, pero esa noche haria todo lo posible por evitarse el mal rato. Cuando Emma iba a un restaurante, lo hacia, obviamente, para pedir comida y disfrutar de ella. La hermana de Alexis, por el contrario, no tomaba mas que una minuscula ensalada y un vaso de agua… para luego pasarse el resto de la noche sermoneando impertinentemente a Emma sobre lo malo que es cenar en exceso. Lo ultimo que queria era juntarse con alguien que la reganara mientras saboreaba la ultima copa de la noche Pero Alexis era una buena amiga, por lo que Emma encontro la manera de declinar su invitacion con sutileza. Fingiendo un bostezo, sonrio. --No. Ve tu. Prometi a mis padres que volveria pronto para poder almorzar con ellos manana. Deberia irme antes de que todo me empiece a dar vueltas. Alexis dudo, y miro de reojo hacia la puerta del local. --Hemos aparcado a varias manzanas y esta bastante oscuro. --Y resulta que estamos en Georgetown, rodeadas de universitarios y boutiques. No hables como mi padre, que esto no es el centro ni hay cerca ningun fumadero de crack. --Cierto. Solo quiero que llegues bien a casa. Pero si estas segura… -- anadio su amiga, mordiendose el labio. --!Por supuesto! Todo esta controlado. No esta tan lejos, ?que podria pasarme? --respondio Emma, yendo en direccion a la mesa y recogiendo su bolso. Dejo unos billetes de propina para el camarero, que habia sido muy amable, y al fin y al cabo, alguna ventaja tenia que tener vivir en una jaula de oro. Al menos podia dar buenas propinas a los desafortunados que habitualmente tenian que lidiar con los borrachos del mundo. --Te llamo cuando llegue a casa. Si no tienes noticias mias en una hora, es que me ha pasado algo, ?de acuerdo? --Vale. Aunque no te va a pasar nada por ir a comer algo al Sullivan's, y asi luego nos vamos juntas. Solo que Allison no le quitaria el ojo de encima y soltaria su risita con cada patata frita que rozara sus labios. No, gracias. --No, me marcho a casa, estoy cansada, luego te llamo ?vale? --insistio ella, abrazando a su amiga. Despues de todo, ?que le podia pasar por caminar sola cuatro ridiculas manzanas? *** Durante el primer tramo, todo fue bien. No era tan tarde, y de vez en cuando se cruzaba con grupos de universitarios de su edad, que iban de bar en bar por aquella calle. Pero al cruzar a la siguiente manzana, una zona apartada de los locales y mal iluminada, Emma dejo de ver a otros jovenes. En la tercera manzana se dio cuenta de que un escalofrio le recorria lo mas profundo de sus entranas. Habia un hombre detras ella. Al principio no estaba muy segura. Al fin y al cabo, lo mas probable era que tambien se dirigiera al aparcamiento, pero habia algo raro. La iba siguiendo muy de cerca, y sus pasos parecian coordinarse con los suyos. Hasta le parecio notar su aliento caliente y putrido en el cuello. Cuando se detuvo en seco, el hizo lo mismo. Tragando saliva, apreto su bolso con fuerza y empezo a correr. En un primer momento, Emma penso que todo habia sido paranoia suya, porque el hombre no se puso a correr tras ella, pero de repente sintio como apresuraba el paso. Se paro y miro por encima del hombro a su supuesto perseguidor. Parecia estar caminando con rapidez, adrede. Su piel se veia oscura bajo la luz de la farola, tenia una tez olivacea y unos ojos negros que se cruzaron con los de ella. Pero lo que mas la alarmo fue su barba; era larga y gruesa, y le recordo a las que lucen los terroristas de Oriente Medio en los telediarios. Dios mio, ?Que esta pasando? Hacia la cuarta manzana, Emma corria hacia su coche a toda velocidad, y de pronto, el hombre se puso a correr. Ella jadeaba, mientras el sudor le corria por la frente. De repente, al girar la esquina del area de estacionamiento, perdio una de las sandalias, y con una patada se deshizo de la otra. Al cuerno. Podia comprar otras, podia hacer cualquier cosa siempre que ese tipo no la tocara. Cuando llego a su Volkswagen Escarabajo, busco en el bolso, apartando a un lado el movil y el maquillaje. Su llavero era grande, una cabeza de Yoda por la que sus amigas le tomaban el pelo, pero que era muy util para encontrar las llaves tanto en el apartamento como en el fondo del bolso. En ese momento, se sintio muy afortunada de tenerlo. Emma tomo las llaves y pulso el boton para abrir el coche. Estaba rozando el tirador de la puerta cuando su perseguidor la alcanzo. La agarro con fuerza del brazo, y ella grito !Fuego! tan alto como pudo. Hacia tiempo que le habian ensenado que esa palabra es mas efectiva que cualquier otra para pedir ayuda en una situacion asi. El hombre trato de tirar de ella, pero Emma se echo hacia atras, contenta, por una vez, de tener unos kilos de mas, haciendo que su asaltante perdiera el equilibrio. --!Zorra!--grito el, y anadio un sonido desagradable y gutural, en un idioma que ella no pudo identificar. El extendio la mano de nuevo con la intencion de agarrarla, pero Emma estaba preparada. Con un movimiento rapido, le dio un rodillazo en la entrepierna. Su aspirante a captor gimio y cayo al suelo. Gracias a Dios. Emma no espero. Se retorcio para abrir la puerta y entro en el coche de un salto. No se molesto en cerrarla antes de poner en marcha el motor. --!Vamos, vamos! Fue entonces cuando sintio una descarga de electricidad provocada por una pistola taser, y se dio cuenta, con horror, de que habia mas de un hombre, y que habian venido preparados para secuestrarla. *** La sacudida de la pistola electrica fue suficiente para hacerle perder el conocimiento. Cuando desperto, se encontro en la parte posterior de un VUD. Por desgracia, tenia las ventanas tintadas, tan oscuras que se pregunto si el tinte seria legal. Nadie podia verla. Con el corazon latiendole a mil por hora, intento acercarse a la ventana para golpearla y llamar la atencion de la gente para que la liberaran. Pero sintio el frio canon de una pistola clavandose en sus costillas. --!Ay! --Grito, y al parpadear distinguio a cuatro hombres que la rodeaban. Los asientos del todoterreno se habian recolocado de forma que quedaban unos frente a otros, como en las limusinas en las que su padre se desplazaba al Capitolio. Escudrino a los cuatro hombres a la vez, eran grandes y musculosos, y no le quitaban el ojo de encima. Todos tenian el mismo color de piel y lucian largas y tupidas barbas negras. --?Que esta pasando? ?Quienes sois? Uno de ellos, el mas alto, y al que le faltaba un ojo, centro su atencion en ella. Tiro de la solapa de su chaqueta hacia atras, lo suficiente para revelar la pistola taser alli escondida, haciendole entender a Emma que habia sido el el que la habia dejado inconsciente. --Trabajamos para el Jeque Munir Yassin de Yoman.

  • Como Construir La Autodisciplina de Martin Meadows

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    Prologo: La vida es facil cuando vives de la manera dificil Las unicas decisiones que hacen la diferencia entre la mediocridad y el exito, son las decisiones dificiles. La decision de dejar de comer comida chatarra y cambiar tus patrones alimenticios. La decision de deshacerte de tu televisor y pasar tiempo educandote. La decision de seguir tus suenos en vez de conformarte con la idea comun del exito, la que no te da alegria. La decision de seguir luchando cuando apenas puedes mantenerte de pie. La autodisciplina es la clave que te ayudara a tomar estas decisiones en vez de apegarte a lo que es facil y comodo. Las personas que se enfocan en la gratificacion instantanea - cosas que son seguras, faciles y comodas - raramente alcanzan sus metas a largo plazo. ?Como construir la autodisciplina en tu vida? ?Como resistir a las recompensas a corto plazo con el fin de alcanzar tus metas a largo plazo? Este libro es la respuesta a esas preguntas. Aunque siempre he sido una persona autodisciplinada desde que tengo memoria, (!gracias, mama!), siempre busco mas informacion y consejos acerca de como resistir las tentaciones de manera mas efectiva. Me he abstenido de los alimentos por mas de 40 horas. Durante dos meses, tome dos banos de 5 minutos con agua fria, cada dia. Hice una dieta estricta y perdi mas de 13.6 kilos en 12 semanas. En mas de una ocasion, corri en shorts a -4degF (-20 degC) en 30 minutos. Levante pesas al punto de ver estrellas. Escribi mas de 100,000 palabras en un mes (equivalente a una novela de 400 paginas). ?Por que diablos hice todas esas locuras? La respuesta es mas simple de lo que piensas. No, no soy un masoquista. Las hago para probar mis limites y descubrir que tan lejos puede llegar mi autocontrol. No tengo ninguna duda que, para tener una vida exitosa, no hay nada mas importante que mantener un nivel alto de autodisciplina y fomentar el crecimiento diariamente. Por lo tanto, me he propuesto retos. Quiero saber si puedo resistir la tentacion de comer despues de ayunar por casi dos dias, o volver a casa cuando el aire frio me entumece las piernas. Mis experimentos me ayudan a entenderme mejor y me ensenan cosas utiles sobre la autodisciplina, cosas que pueden aplicarse en la vida de cualquiera. Sin embargo, no te preocupes; tu no tienes que pasar por todos mis locos experimentos (aunque no te haria dano). Tu disposicion de entender como funciona la disciplina y aplicar este conocimiento en tu vida es todo lo que necesitas para cambiar. Ya sea que quieras aprender a adaptarte a tu nuevo patron alimenticio, o trans- formar tu vida entera, encontraras como hacerlo en las siguientes paginas. La mayoria de los consejos compartidos en este libro estan basados en investigacion cientifica citada al final del libro. Para ayudarte a sacar el mayor provecho de este libro en el menor tiempo posible, he decidido a no entrar en detalles sobre cada estudio. En vez de compartirte el "por que" de forma detallada (con descripciones de estudios confusos y aburridos), te dire el "como". Capitulo 1: Los fundamentos de la autodisciplina El principio 80/20 dice que el 80% de los resultados vienen del 20% del esfuerzo. En realidad, solo necesitas saber una cosa para lograr resultados extraordinarios. La autodisciplina no es diferente. Puede ser simplificada en un concepto: automatizar tus comportamientos. No necesitas mas autodisciplina que la que ya tienes ahora, si aprendes como establecer nuevos habitos en tu vida, es decir, acciones predeterminadas que llevas a cabo cuando estas tentado a perder de vista tus metas a largo plazo. Imagina que estas a dieta y alguien te ofrece un chocolate. Tu meta a largo plazo es perder peso y volverte mas sano. Pero la tentacion te mira directamente a la cara - una deliciosa bomba de azucar - y te atrae casi como si no comerla significara la muerte. Te retorceras tratando de sacar tu fuerza de voluntad y decir que no. Dos minutos despues (si no es que antes), el chocolate ha desaparecido. Despues de todo, !que diablos! Un chocolate no arruinara tu dieta, ?verdad? La proxima vez que Estudios demuestran[1] que formar un nuevo habito toma de 18 a 254 dias. En pro- medio, toma un poco mas de dos meses (66 dias) lograr que un comportamiento sea automatico. Cada dia que repitas el comportamiento que quieras automatizar, necesitas menos disciplina para adherirte a el. Sesenta y seis dias despues, se re- quiere de poca disciplina para mantener el habito, ya que se vuelve un comportamiento automatico. Charles Duhigg, el autor de The Power of Habit: Why We Do What We Do in Life and Business Por que hacemos lo que hacemos en la vida y en la empresa), descompone un habito en tres elementos: senal, accion y recom- pensa. Si tu senal es la vista de un chocolate en la tienda, tu accion es comerlo y tu recompensa es el dulce sabor del chocolate en tu boca. Tu cerebro sigue un plan simple: cuando ve la senal, hace que ejecutes la accion (usualmente con poca conciencia) con el fin de obtener la recompensa que desea. Afortunadamente, podemos utilizar el mismo proceso para formar habitos positivos y hacer que nuestros comportamientos sean automaticos. Tambien podemos hacer cambios sobre nuestros malos habitos existentes y transformarlos en positivos. Para tomar el ejemplo del chocolate, vamos a asumir que tu antojo de algo dulce te conduce a comerlo. La siguiente vez que sientas el antojo de comer un dulce, reemplazalo por una manzana. La primera vez que modifiques tu comportamiento sera la mas dificil, es ahi cuando mas necesitas de tu autodisciplina. Podras necesitar poner en practica algunos de los consejos que te compartire mas adelante en el libro. Una vez que repitas varias veces el mismo comportamiento, te sera cada vez mas y mas facil reemplazar el chocolate por una manzana. Luego de algunas semanas, escogeras una manzana de la misma forma que escogerias una barra de chocolate. Se volvera una decision predeterminada. Ni siquiera pensaras en tomar una decision diferente. alguien te ofrezca un chocolate, no seras capaz de resistirte de nuevo. Pronto, terminaras por dejar la dieta y volveras a tus habitos alimenticios regulares. Todo porque no has desarrollado una reaccion automatica cuando alguien te ofrece un chocolate. Ahora imagina que tu comportamiento es automatico, has seguido el principio 80/20 e introducido un habito en tu vida. A la vista de un chocolate te vuelves consciente de tu deseo. Pero en vez de ceder reconoces el deseo por lo que es: una desviacion que te sacara de tu meta a largo plazo. Entonces te recuerdas a ti mismo que puedes eliminar el deseo comiendo una fruta. Todo sucede en un instante. Es tan natural como cepillarte los dientes despues de levantarte (no necesitas ejercer tu autodisciplina para hacerlo, ?o si?). Felicidades, tu comportamiento automatizado ha prevenido que rompas tus propositos. La autodisciplina empieza con los habitos Desarrollar nuevos habitos es la esencia de la autodisciplina. Pero hay una mejor forma de introducir nuevos habitos que introducirlos uno por uno… Enfocate en habitos clave Charles Duhigg nos habla en su libro acerca de los habitos clave, es decir, patrones que llevan a la transformacion de otras areas de la vida. Como era de esperarse, uno de los habitos mas poderosos que llevan a cambiar otros patrones es la actividad fisica regular. Estudios demuestran[2] que la actividad fisica regular puede llevar a la reduc- cion del consumo excesivo de alimentos, el consumo de cigarros y alcohol, y la toma de riesgos. Consecuentemente, un solo cambio en tu rutina diaria puede ayudarte a introducir numerosos cambios de salud con poca o nula resistencia. Son cosas positivas que simplemente "pasan" y transforman tu vida. Inscribanme en esto. !Oh, lo siento! Ya me he beneficiado de este fenomeno. Asi como en el ejemplo de la investigacion citada, el ejercicio tambien me ha convertido en una mejor persona. Cuando comence con el levantamiento pesas, pase de ser una persona debil, con sobrepeso y una dieta poco sana, a ser un hombre sano, fuerte y en forma. Hoy, todos los pequenos habitos poco saludables que formaban parte de mi vida antes que empezara a ejercitarme, no existen. Aun mejor, tengo una resistencia natural a volver a una dieta poco sana u a otros malos habitos que solian gobernar mi vida. Cuando alguien me ofrece una bolsa de de papas fritas no necesito de ninguna disciplina para decir que no. El comer chatarra no es parte de mi nueva personalidad. Otro habito clave que puede ayudarte a hacer cambios en tu vida -con mucha menor disciplina que abordar los cambios por separado- es llevar un registro de alimentos. La investigacion muestra[3] que las personas que escriben su consumo de comida comen menos y toman decisiones mas sanas. Aparte del habito de escribir lo que comieron durante el dia, ninguno de los participantes fue motivado a cambiar otros habitos. El cambio, en el caso de ejercicio, sucedio naturalmente. Yo tambien use un registro de alimentos para llevar un seguimiento de lo que comia. Me ayudo a entender la cantidad de energia y nutrientes que cada comida proporciona (y como usarlos para perder peso o formar musculo). El ejercicio y un registro de alimentos son dos habitos clave que pueden trans- formar tu vida. Pero, ?que pasa si ya tienes una dieta saludable y te ejercitas con regularidad? Los habitos clave no se terminan en esos dos comportamientos. Puedes aplicar los hallazgos de Duhigg en cualquier otra area de tu vida y bus- car otro habito clave. Aqui hay algunos habitos clave potenciales que puedes desarrollar en tu vida y esperar una reaccion en cadena positiva. 1. Meditacion. Existen al menos 20 beneficios de la meditacion cientificamente comprobados, que abordan todas las areas de la vida[4]. Hablaremos detalla- damente sobre la meditacion en otro capitulo mas adelante. 2. Despertar mas temprano. Incluso caminar 15 minutos mas temprano puede traer un gran cambio en tu vida al permitir empezar tu dia con menos estres y sin presion. La tension reducida en la manana puede ayudarte a mejorar tus relaciones con otras personas y a ser mas efectivo en el trabajo. 3. Intentar algo nuevo cada dia. Salir de tu zona de confort y hacer cosas que nunca has hecho te ayudara a descubrir nuevos pasatiempos, conocer nuevas personas y enfrentar tus miedos. 4. Ahorrar dinero. No importa lo que pienses acerca del dinero y la felicidad, un par de meses de ahorros no pueden traer mas que cambios positivos en tu vida, llevando a una reduccion de estres y mayor seguridad financiera que se derramara sobre otros aspectos de tu vida. 5. Expresar gratitud por las cosas que estas agradecido. Estudios muestran[5] que el escribir tres cosas que salieron bien en un dia lleva a un aumento de la felicidad. ?La fuerza de voluntad es un recurso? Varios autores, como Kelly McGonigal[6] y Roy Baumeister[7], describen la fuerza de voluntad en sus libros como un recurso limitado que necesita ser dirigido. Sus hallazgos, basados principalmente en la investigacion de Baumeister, parecen interesantes: nuestra fuerza de voluntad funciona como un musculo, y podemos fortalecerlo y fatigarlo. Su modelo sugiere que la fuerza de voluntad depende de la glucosa en nuestra sangre; cuando desciende, tambien desciende nuestro autocontrol. En otras palabras, las personas con hambre fueron mas propensas a tomar malas decisiones. En mi caso, esto no es asi. Yo sigo un patron alimenticio inusual al ayunar de 16 a 20 horas cada dia, y comer durante un periodo de tiempo corto de 4-8 horas. Aun asi, no cedo magicamente a las tentaciones durante mi periodo de ayuno. Si algo me da, es una mayor claridad. Al investigar la informacion para este libro, encontre evidencia que su consejo podria ser incorrecto. Robert Kurzban y sus colegas[8] creen que la hipotesis de la fuerza de voluntad como un recurso que puede ser reabastecido con glucosa, es improbable que sea correcta. Un estudio aleman[9] confirma las creencias de Kurzban. Incluso algunos estudios[10] demuestran que el nivel de la fuerza de voluntad depende del hecho de que creas que esta se encuentra o no limitada, y no de tus niveles de azucar en la sangre. Confuso, ?eh? Al escribir este libro, decidi adaptar ambos puntos de vista sin el controvertido "consume un poco de azucar para restaurar tu autocontrol." La segunda cosa mas importante para aprender como vivir una vida mas disciplinada, es entender la importancia de la autoconsciencia y la motivacion, y como estas pueden ayudarte a mantener tus propositos, sin importar los niveles de azucar. Y eso es lo que vamos a ver en el segundo capitulo. LOS FUNDAMENTOS DE LA AUTODISCIPLINA: BREVE RESUMEN 1. En promedio, toma 66 dias formar un habito. Una vez que lleves a cabo cierto comportamiento de forma automatica, no tendras que depender de tu autodisciplina para hacerlo. Cuando se presente una senal especifica reaccionaras automaticamente a esta como si te hubieras entrenado para hacerlo. Es la forma mas simple de introducir una mayor disciplina en tu vida. 2. Los habitos claves ofrecen los mejores resultados. Si no lo has hecho aun, introduce un habito de ejercicio con regularidad. Si ya es parte de tu rutina, considera la meditacion, levantarte temprano, expresar gratitud, ahorrar dinero o hacer una cosa nueva cada dia. Capitulo 2: ?Cual es tu porque? La definicion mas basica de autodisciplina es la capacidad de controlar tus impulsos para lograr tus metas a largo plazo. La palabra clave aqui son tus metas a largo plazo: la razon por la que dices no a la gratificacion instantanea. La segunda cosa que te ayudara a apegarte a las promesas que te haces a ti mismo, es tener un fuer- te "porque" y recordarlo cuando enfrentes la tentacion. Imaginemos que tu meta es volverte mas sano y perder peso. Es una buena meta, pero no funcionara cuando alguien te tiente con un chocolate. Esta meta no es lo suficientemente especifica ni provoca una poderosa res- puesta emocional. Cambiemosla a algo mas especifico: quieres perder 9 kilos para finales de ano para entrar en tu sexy vestido o traje rojo (o reemplazalo con cualquier otra prenda favorita de ropa que te haga sentir bien). Imagina que tan ligero y joven te sentiras cuando la tengas puesta. Que tan feliz y sano estaras en control de tu dieta y tu figura. Ahora, mira ese chocolate. ?Realmente vale la pena renunciar a esta poderosa vision por una breve explosion de azucar? Mejor comete una manzana y sientete bien sabiendo que vas por buen camino. Sin embargo, hay algo que hace falta en esta tecnica. Haz una pausa y piensa detalladamente en tu "porque". Piensa en lo que escuchas, lo que hueles, que mas sientes. La meta es darte al menos un minuto para que tu mente descanse del deseo. Cuando vas mas despacio, tu cuerpo recupera su capacidad de resistir a la tentacion. Si tomas una decision impulsiva al enfrentar un deseo, esta decision raramente estara alineada con tus metas a largo plazo. Esta es la tecnica que puedes usar cuando te enfrentes a una tentacion. Sin embargo, esta no es una forma efectiva para motivarte en el dia a dia. Lo mas pro- bable es que, el tan comun metodo de visualizar el objetivo, te saque del camino en lugar de ayudarte a acercarte a tu meta. Vamos a explorar el porque. La forma correcta de visualizar

  • El caso Kurilov de Irene Nemirovsky

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    El hallazgo y la publicacion de Suite francesa volvio a situar a Irene Nemirovsky en la constelacion de los escritores mas importantes de su tiempo, propiciando la reedicion de sus obras, algunas ineditas y otras injustamente relegadas al olvido. Entre las primeras se encuentra El caso Kurilov, excelente muestra de la incisiva caracterizacion psicologica que caracteriza todas las novelas de esta gran autora.

  • La septima silla de Constanza Sartory

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    La psiquiatra Elina Amille esta a punto de retirarse de una prestigiosa carrera de mas de 35 anos. Sin embargo, mediante un acontecimiento inesperado, descubre que existe una forma de saldar, aunque sea en parte, una dolorosa deuda que tiene con el pasado.
    Por otro lado, seis mujeres de distintas edades y ocupaciones, se encuentran al iniciar un novedoso tratamiento a traves del cual pretenden arreglar sus desastrosas vidas.
    El destino se encarga de cruzar los caminos de estas siete mujeres, dando por resultado una compleja historia de suspenso, romance, drama y humor.

  • El Misterio De Raquel Hartman de Elle Sanc

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    La silueta de una mujer, la sombra de su pelo, se mueve bailando sobre un fondo de luz, como las manos que hacen figuras sobre la pared y cuentan historias; el ser humano, tan creador de todo y tan absolutamente aniquilador. Tan facil hacer sombras en la luz como en el alma. Un paso mas, otro... ?cuantos miles de pasos dados pensando en ella? No podia deshacer lo hecho... Era experta en las sombras, tenia tanto tiempo para observarlas... incluso aquellas que aparecian en las noches, sombras sobre oscuro. La negrura nunca es absoluta, siempre aparece algo que se superpone. Tras miles de pasos, estaba convencida de que la oscuridad absoluta y, aun menos, la infinita, no existia; alla donde fuera, en las entranas de la Tierra, en la inmensidad de un agujero negro, ni en uno solo de sus suenos; por mas que no pudiera recordarlos al despertar. Hay imagenes que si recuerda, sonidos, sensaciones... Esta corriendo, escapando de algo o de alguien, y cuanto mas se aleja de donde sea que se encuentra, mas muda la piel, se transforma, incapaz de reconocerse y sin mas remedio que rehacerse; una vida distinta muy lejos de la que un dia fue. Los anos y los huesos duelen, tantos pasos dados se hacen notar; como los finos surcos en su piel o la flacidez en sus musculos; sus dedos, algo mas curvados, siguen la misma rutina adquirida en la ninez: enredar un mechon de su pelo, aunque ahora su melena sea mas corta, y tenida para ocultar el blanco. ?Desandaria lo andado? Vender el alma al diablo para encontrar la paz, demasiada soledad... y todo ?para que? Hay sucesos en la vida que te marcan y van contigo a donde vayas, como una cicatriz mas. No se ven, como las de la piel, pero te conforman, e incluso te transforman; los ojos ya solo parecen ver tal y como sientes... Se acurruca la manta sobre los hombros... Empieza a anochecer. Habia un farillo de luz en la entrada de la antigua casa, con esos jardines multicolores y verdes confundiendose con el horizonte. ?Quien cuidaria los abetos ahora? ?Recogeria alguien las hojas caidas y resecas en forma de corazon de las enredaderas? ?Seguirian resonando aun todas esas notas musicales por doquier, tal y como aun lo hacian en su cabeza una y otra vez? Capitulo 2: Encontrarse Cerraba sus ojos para poder visualizar las distintas notas musicales generando conexiones neuronales en su cerebro; electricidad recorriendo trayectos entre axones y traspasando los centros neuronales y, a una velocidad imperceptible, integrandose e interpretando emociones. No podia imaginar sentimientos mas absolutos que los que tenia cuando lograba concentrarse y hacer que sus pensamientos no fueran mas que notas musicales. Seguia sus distintas formas, las desplazaba y recorria, se dejaba envolver hasta que de ella no quedaba mas que musica. Musica y emociones. El problema era cuando conseguia estos niveles de concentracion sobre un andamio o encima de un tejado... menos mal que existia el arnes y que lo habia convertido en una mas de sus herramientas diarias o ya se habria partido el craneo en alguna de sus muchas caidas. Su cuerpo se relajaba en sentido inverso a la actividad de su mente y solia perder muy facilmente el equilibrio, quedando suspendida en el aire y activando todos sus sentidos para conectar con la realidad de manera inequivoca. La musica desaparecia tras el sentido de alarma y el instinto de supervivencia. No habia sido el caso. Estaba dando una mano de pintura a la parte alta del caseron, una ultima puesta a punto para lo que se venia a partir del dia siguiente... el hotel rural se convertiria en un ir y venir incesante de personas para la asistencia a los cursos que organizaban a principios de primavera y hasta bien entrado el otono. Los grupos eran reducidos, no mas de diez personas, y los cursos no duraban mas de una semana. Aun asi, los mismos alumnos solian repetir, si su economia y su disponibilidad se lo permitia. Termino su trabajo, habia quedado perfecto. La sensacion de lo terminado y bien hecho, tras una jornada agotadora, donde sentia todos y cada uno de sus musculos doloridos y el agotamiento no la dejaba pensar mucho mas. Una cena, un poco de conversacion amiga, algo de lectura y a la cama. Sin preguntarse que seria de ella al dia siguiente, aparte de tratar de esquivar, la mayor parte del tiempo, a los nuevos clientes que invadirian el hotel. Fernando sabia donde podria encontrarla si la necesitaba: merodeando la casona, realizando las tareas precisas para el mantenimiento de los animales, la huerta y los jardines... El resto de los que alli se congregaran le traian sin cuidado. Un grupo semanal mas, hombres y mujeres que buscaban ampliar y derivar sus conocimientos sobre las distintas formas de terapia musical en contacto con la naturaleza; musicos, artistas, psicologos, medicos, terapeutas... Ella no tenia nada que ofrecerles, no directamente, solo estaba unida a ellos a traves de Fernando, y de una forma indirecta, cuando se quedaba a escondidas, escuchando la musica que creaban, la que surgia de sus voces, del roce de sus movimientos al bailar mientras interpretaban a Bach, Mozart... Tiempo de desconectar. Aun sobre el andamio, desencajo el rodillo del mango y comenzo a girarlo, como si se tratara de un palo de lucha libre o una espada, adoptando formas de taichi, buscando el equilibrio y haciendo el saludo final a su reflejo en el cristal de la ventana. Lo que no esperaba era encontrarse a un Fernando indignado, observando tras el cristal de la misma. La impresion la hizo caer, quedando colgada del arnes, como otras muchas veces... Fernando abrio la ventana apresurado y preocupado. --!Terminaras partiendote la crisma! !Haz el favor de bajar de ahi de una vez! --La situacion le parecio tan comica que la hizo reir a carcajadas, contagiando al chico, que no podia mantener su enfado con ella ni unos pocos segundos... Sus risas se podian oir a distancia. --Buenas tardes... --carraspeando para tratar de elevar el tono de su voz--. !Buenas tardes! --Las risas cesaron casi al unisono, y las cabezas se giraron en direccion a aquella voz masculina, el chico parecia arrepentido de haber elevado el tono y algo cohibido por ser el centro de atencion. --?Si? --Eso le hacia falta a ella, que le viniera chillando una senoritingo de ciudad con ese aspecto de intelectual de tres al cuarto. Antes de que el recien llegado pudiera contestar, se balanceo con fuerza para alcanzar el andamio y volver a subirse a el. --!!!Bienvenido!!! --Fernando intervino para salvar la situacion antes de que la vena salvaje de su amiga se mostrara en todo su esplendor frente al que seguramente seria un nuevo huesped y alumno de sus cursos--. Enseguida bajo. --Aun con medio cuerpo asomando por la ventana. --Siento la intromision... --Se dirigio con cautela hacia el andamio, al ver que aquella chica bajaba del mismo algo molesta--. Pero no habia nadie en recepcion y... --Ya, ya imagino... no importa. --Ni siquiera le miraba, mientras se limpiaba las manos con un trapo--. Ahora si que habra alguien en recepcion --dijo, senalando hacia donde habia estado Fernando y tratando de cortar la conversacion, mirandolo desafiante. El recien llegado le mantuvo la mirada. Cuando le desafiaban, tendia a mantener el combate, una fuerza desconocida surgia directa desde su estomago y le hacia permanecer erguido ante el duelo hasta que salia indemne... pero no en esta ocasion. Tuvo que apartar sus ojos de aquellos ojos y darle la espalda. Habia algo en aquella mirada que le doblegaba. Al verse ignorado y desatendido recorrio el camino de vuelta a recepcion, esperando que el chico al que habia visto fuera algo mas amable y educado que aquella salvaje con mono de obrera. OOOOOO --La palabra para hoy... --Abrio el diccionario por una pagina cualquiera y, con los ojos cerrados, marco un punto de la misma con su dedo indice--. <>. --Bonita palabra. Copio su significado en un post-it de color azul y lo pego en su libreta de tapa blanda y folios blancos, de la que nunca se separaba--. <>. --Si abria su cuaderno, encontraba folios repletos de post-its con las palabras y sus significados, que iba aprendiendo cada dia; dibujos a lapiz y carboncillo de cualquier escena cotidiana, sillas, casas, rostros; alguna fotografia de algun lugar o de personas; sus poemas y muchas anotaciones para su libro. Guardo su libreta en una pequena mochila que acomodo en su espalda y, con crema de maxima proteccion solar y un sombrero de paja, se dispuso a afrontar su primer dia en aquel hotel rural. Alberto salio del cuarto de bano y, al verlo tan dispuesto y con aquellas pintas campestres, no pudo dejar de soltar una carcajada, mientras agarraba sus cosas para salir con el de la habitacion. Lo cogio por los hombros y le abrazo. --Estas para comerte... --le susurro al oido. --Eres un capullo... --Sonreia, mientras alzaba su rodilla directa a la entrepierna de Alberto, frenando en el ultimo instante, haciendo que el chico le soltara, en un acto reflejo, para proteger sus partes mas intimas del impacto. --Ejem... Mejor vamos saliendo, que llegaremos tarde... --Alberto sonreia, entre aliviado y divertido, dejandolo pasar mientras le abria, comico, la puerta de la habitacion--. ?Ya tienes tu palabra para hoy? --Atrezo. --Uhm, interesante... --Al salir de su habitacion, en direccion a las escaleras, un gran ventanal introducia en las maravillosas vistas de verdes, azules, blancos... todo un mundo de colores de flores se extendian como en un enorme lienzo--. Alberto alargo su mano en direccion a toda aquella belleza, en la que el aun ni habia reparado, absorto en sus pensamientos rutinarios--. Bienvenido al atrezo que ha dispuesto para ti la vida... al menos, durante unos dias. --Falta el guion. --Estaba realmente impactado ante esas vistas, asi que se quedo parado mientras Alberto comenzaba a bajar las escaleras. --Lo tendras que escribir tu. ?No eres el escritor? --No, soy historiador y bibliotecario, y me apasiona la historia de la vida cotidiana. --Pero siempre estas escribiendo en tus libretas, debes de tener miles acumuladas en algun lugar de tu casa. --Alberto habia continuado hablandole, mientras el no podia apartar sus ojos de aquella inmensa gama de colores, acostumbrado a los blancos, marrones, grises y negros de la biblioteca. Alzo la voz para llamarle--. ?Vienes? Apresuro el paso para alcanzarlo. La recepcion estaba cerca; no era un hotel muy grande, pero lo exquisito se reflejaba en cada detalle. Por muy rustico que pretendiera ser, combinaba toques actuales en la decoracion, los lienzos, los servicios. --Y tu eres psicologo, tendras un monton de informes de tus clientes... Cada cual a lo suyo. -- Cuando queria, sabia saldar un tema rapidamente. Podia llegar a ser muy cortante. Alberto le paso el brazo por los hombros y le acerco a el. --Tranquilo, querido, se perfectamente a lo que hemos venido. --Le guino un ojo mientras sonreia, picaro, antes de que el rictus se le quedara completamente congelado, a la vez que detenia sus pasos. Miro en la direccion que le indicaban sus ojos y alli estaba, tras el mostrador de recepcion, vestida con una falda ajustada azul a la altura de la rodilla y una camisa blanca remangada, de manera desatendida, bajo los codos; su pelo largo, suelto, y su tez morena hacian resaltar sus hermosos ojos. No pudo articular palabra, ni siquiera cuando la chica dirigio su mirada hacia ellos, antes de dar media vuelta y marcharse tras la puerta del mostrador. Sintio la misma inquietud, el mismo deseo de desafiarla y someter ese azul tan aparentemente indomable. Alberto le devolvio al presente tras un sonoro silbido en direccion a las piernas y el trasero de la morena, antes de que su duena desapareciera tras aquella puerta. OOOOOO <>. Trataba de prestar atencion a su lectura, un libro recien adquirido en su libreria preferida. Solia hacerles encargos especiales y acercarse a la ciudad en cuanto los tenian disponible; despues, tomaba un capuchino en una cafeteria cercana, antes del volver al hotel. En esta ocasion, queria acercarse a la tienda de pinturas y encargar los materiales necesarios para hacer un estuco blanco en una de las paredes de la piscina climatizada que tenian en el hotel; pero Fernando habia insistido en acompanarle, el necesitaba mucho mas el contacto con la civilizacion. <>. --Necesito un instrumento de cuerda... !es condenadamente imprescindible que lo tenga para manana! --le inquiria, nervioso--. ?Sabes que es de muy mala educacion leer cuando tienes compania? <>. --Uhm... --Levantando la vista del libro--. Pues coge mi violonchelo, Fernando. --En ese caso, tambien te necesito a ti. --?Otra vez? --Arqueo una de sus cejas, incredula--. Sabes que no me gusta y, ultimamente, me lo has pedido ya en varias ocasiones. ?Que pasa con tus colaboradores? ?O es que lo haces a posta para que yo tenga que participar en tus cursos? --Ya sabes que me vuelve loco verte con ese instrumento entre tus piernas y completamente poseida por su musica, es... es... sublime, magico. Justamente de lo que pretendo hablar, de como la musica puede transformar a una salvaje en pura sensibilidad. --Idiota... --Fernando solto una escandalosa carcajada. Le encantaba picarla y hacerla reaccionar y adoraba la complicidad que habia entre ellos; a veces, creia conocerla mas que a si mismo. --En serio, la musica nos conecta con nuestra esencia, dejandonos sin mascaras y en un espacio completamente atemporal... y tu eres la viva imagen de todo eso mientras tocas tu violonchelo. Quiero que mis alumnos y alumnas lo palpen. --Vale, vale. Ire manana a tu clase, pero, despues, quiero que me dejes tranquila y que no me lo vuelvas a pedir jamas. Recuerda, no pienso decir nada, igual no doy ni los buenos dias. !Llego, toco y me voy! --Claro, claro... --Ambos rieron por la cantidad de veces que habia incumplido la misma promesa--. ?Vamos a por tus pinturas? Despues quiero ir a la biblioteca a documentarme sobre algo, alli podras continuar con tu lectura.

  • Somos dos diamantes en el universo de Gema Martin Munoz

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    Primera parte de la bilogia #Diamantes.

  • Benjamin en Capri de Lorenzo Silva

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    En el decimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Benjamin en Capri. Vidas.zip. Ano X es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por decimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2018 hasta la del 2019.

  • Estos anos barbaros de Joaquin Estefania

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    Mas pobres, mas desiguales, mas precarios, menos protegidos, mas desconfiados, menos democratas. Este es el devastador balance que ha dejado la crisis economica en amplias zonas del mundo, en especial en el sur de Europa, convertido en el laboratorio mayor de los experimentos de la denominada ‘austeridad expansiva’. Una combinacion tan desmesurada y tan desfavorable de elementos no se ha dado en la historia contemporanea mas que en cuatro ocasiones: las dos guerras mundiales, la Gran Depresion y la Gran Recesion que empezo en el verano del ano 2007.

  • Difunto de Annemarie Nikolaus

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    Al final: la muerte. ?Pero por que?

  • Soy tu primera vez de Laurie Elizabeth Flynn

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    Esta noche voy a hacerle un favor a la novia de Evan Brown. Un favor incomodo, sudoroso y torpe. Melanie, o como quiera que se llame, me debe una. Solo que nunca lo sabra. --Espera aqui --le digo a Evan antes de meterme en el vestidor. Lo miro de reojo: esta encorvado, sentado en el borde de mi cama, con los hombros estrechos echados hacia delante y las manos en las rodillas. Es como si fuese a ponerse a jugar a un videojuego. Ahogo una risa. Esta pantalla no se la va a pasar a la primera. Cuando al fin estoy a salvo en el vestidor, me deslizo en unos pantalones cortos de saten rosa y una camisola a juego. Por el miedo en su cara y el olor a sudor nervioso que emana de sus axilas, se que Evan no podria soportar el salto de cama de encaje negro, ni mucho menos el camison de saten rojo, el que tiene una raja hasta arriba. Abro el cajon donde guardo los ligueros y mi coleccion de medias de rejilla y lo cierro de nuevo. Evan no sabria que hacer con un liguero ni con unas medias de rejilla, y no quiero avergonzarlo mas de lo que ya lo esta. Me pinto los labios de rosa y me dejo el pelo suelto sobre los hombros. Esta ondulado, aun humedo de la ducha. Normalmente me lo plancho muy liso, pero creo que por esta vez puedo saltarme el peinado. Me froto la boca para quitarme el pintalabios, pero mantengo la resolucion en los ojos. Evan va a tener lo que, definitivamente, no soy: una buena chica. --Dios, Mercy --dice cuando salgo. Se le quiebra la voz y se pone mas rojo que su pelo, lo que hace que los granos de sus mejillas destaquen aun mas. La pubertad no se ha portado bien con Evan Brown. --No digas eso --le ordeno, encaramandome sobre el. Le tiemblan las piernas. --?Que no diga que? --La voz tambien le tiembla. --Mercy. Ese no es mi nombre. --Pero asi es como te llama Angela. --Angela es mi amiga. Tu, no. Tu eres alguien a quien le voy a hacer un favor. No tienes que llamarme de ninguna forma. En todo caso, llamame por mi nombre. --Mercedes --dice, pronunciando todas las silabas con voz chillona--. Mi madre siempre ha querido uno de esos. --Se da una palmada en la frente --. Mierda, no queria hablar de mi madre. No estoy pensando en ella ni nada. --Se quita las gafas y se frota los ojos--. No creia que fuese a ponerme tan nervioso. Antes me gustaba mi nombre: Mercedes. Hasta que me entere de que me lo habian puesto por un coche. Aquel coche rojo que tanto le gustaba a mi padre, el mismo desde el que se despidio con la mano cuando se fue. Recuerdo que a mi tambien me gustaba aquel coche. Mi padre me sentaba delante y fingia que arrancaba. <>. Pero no se quedo con nosotras el tiempo suficiente para ser el quien me ensenara. En la boca de Evan, mi nombre no sonaba elegante ni rapido. Solo sonaba complicado, como si estuviese intentando hablar en otro idioma. Supongo que, para Evan, yo soy otro idioma. Sonrio y le paso la mano por el pelo. O al menos lo intento, pero se ha echado tanta gomina que la mano se me queda pegada. --No te preocupes --digo, secandome los dedos pegajosos en su camiseta--. Todo el mundo se pone nervioso. Le beso el cuello. Puedo sentir el pulso latiendo bajo su piel. Muevo las manos hasta la parte de abajo de su camiseta y se la quito por la cabeza. --He traido esto --dice, metiendose la mano en el bolsillo de los vaqueros y sacando una tira de preservativos. Debe de haber unos diez. Intenta esbozar una sonrisa, pero le sale mas bien una mueca. --Siempre es bueno estar preparado --digo--. Pero guarda esos para Melanie. Yo tambien estoy preparada. Me inclino y abro el cajon de la mesilla, donde tengo las cajas apiladas en orden, como soldados. Ultrafinos. Estriados para el placer femenino. Segunda piel. XL. Saco un ultrafino. Da igual lo que crean ellos, la mayoria de los tios son de ultrafinos. Lo justo para estar protegido, sin mayores florituras. Esto lo aprendi muy pronto. Mi madre empezo a hablarme de anticonceptivos cuando el resto de madres estaban aun con los tampones. Ademas, Evan no tiene pinta de XL. --?Hasta donde has llegado con Melanie? --pregunto. --Melody --dice--. Se llama Melody, no Melanie. Melody, como una cancion. --Baja la vista hacia mi escote, que tiene justo a la altura de los ojos --. Me ha dejado meterle mano. Y una vez que sus padres no estaban, casi lo hacemos. Hicimos otras cosas. Me llevo las manos a las caderas. --Vas a tener que ser mas preciso. ?Otras cosas como que? ?La has visto desnuda? ?Le has hecho un cunnilingus? Asiente con la cabeza y se pone aun mas colorado. --Pero no quiso llegar hasta el final. Quiere que sea la mejor noche de su vida. Asi que lo tengo todo planeado. Una cena y tal. --Que romantico --digo con una gran sonrisa. Esta es la razon por la que hago lo que hago--. Parece que te gusta. Y tu le gustas a ella. Me encanta que los tios se tomen el tiempo de planearlo. Y, aunque Evan ha musitado lo de <> sin mirarme a los ojos, se que es mucho mas. Se ha tomado el tiempo de conocer a Melody, saber lo que le gusta y lo que la hara feliz. --Ese es el problema --prosigue--. Dice que me quiere. Y dice que, como me quiere, sabe que voy a hacerle tocar el cielo. Asiento. Esto lo entiendo bien. Melody parece como todas las chicas: espera que la primera vez haya fuegos artificiales. Pero yo se que los fuegos artificiales no se consiguen asi como asi. Hay que prepararlos bien y prender la mecha despacio. Que es exactamente lo que estoy haciendo por Evan. --Pero tu no crees que vayas a hacerle tocar el cielo --digo lentamente --. Por eso estas aqui. --Si, bueno --dice--. Ella esta mucho mas buena que yo. Y mi amigo Gus... sigue con su novia gracias a ti. Se exactamente de quien habla Evan, solo que yo lo recuerdo mejor por su apodo, el que le puse en secreto. El Llorica. Gus fue el numero seis, el que se hizo el duro y practicamente intento ensenarme el a mi hasta que se vino abajo y acabo llorando en mi almohada al terminar. Le pongo las manos en los hombros a Evan. --Bueno, ya habeis avanzado mucho mas que otra gente. Ya os habeis visto desnudos. Eso ya esta hecho. Para alguna gente esa es la parte mas incomoda. --Me bajo los tirantes del camison--. A ver. ?Que harias si yo fuera Melody? --Te diria que eres preciosa --responde--. Te preguntaria si puedo tocartelas. --Bien y mal --repongo--. Siempre esta bien decirle a una chica que es preciosa. Pero nunca le preguntes si puedes hacer algo. Se valiente, porque la confianza en ti mismo es algo que puedes fingir perfectamente hasta que la sientas de verdad. Evan sigue mirandome los pechos fijamente. Su respiracion se hace mas pesada y puedo notar su ereccion a traves de los vaqueros. A lo mejor al final resulta ser XL. --Adelante --le digo--. Aqui puedes cometer errores. Y eso hace. Comete un monton de errores. Me soba las tetas como si fueran pelotas de beisbol, me babea el cuello, me mete la lengua hasta la garganta. Son errores de principiante, de esos que la gente no sabe ver la primera vez. Pero para eso estoy yo aqui. Le digo que cierre los labios, que recorra las curvas de mi cuerpo con las manos, que trace una linea con los dedos y la siga con la lengua. Le enseno a abrir la caja de condones y a coger la punta con los dedos antes de desenrollarlo para que no se quede el aire dentro. Bajo las luces para el acto final, lo guio dentro de mi, no lo castigo por los primeros quince segundos de torpeza en la oscuridad y le felicito por su tecnica mejorada los ultimos quince. Cuando pide una segunda ronda, sacudo la cabeza con firmeza. Nunca he permitido una segunda ronda. --Guardala para Melody --le digo. Se estira bajo las sabanas y entierra la cabeza en la almohada. Aun jadea. --?Quieres que me quede a dormir? --me pregunta--. Podemos volver a hacerlo por la manana. Seguro que aguanto mas. Me tapo los pechos con las manos y me levanto, buscando algo para cubrirme; solo encuentro una bata transparente. Maldigo mi mania de no tener pijamas. Esta es la parte que no me gusta. A oscuras, cuando soy yo la que tiene el control, aunque este totalmente expuesta, me siento menos desnuda que ahora. Luego se enciende la luz y quieren hablar. Hacer preguntas. Preguntas que no puedo ni contestarme a mi misma, mucho menos a ellos. --No te vas a quedar --le digo mientras me ajusto la bata a la cintura--. Ya lo entenderas. A las chicas eso no nos importa tanto como creeis. Sobre todo al principio. Ya lo trabajareis juntos. Sonrie. Esta diferente, mas guapo en cierto modo. Con esta luz mas suave, no se le ven tanto los granos y la mandibula parece mas pronunciada. Creo que Evan Brown puede llegar a ser un rompecorazones algun dia. Pero hoy no es ese dia. Miro al reloj que hay sobre la mesilla. Son las once de la noche de un martes. --Manana hay clase, Evan. Es hora de irte. Tu madre estara preguntandose donde estas. --Supongo que la mayoria lo hace. La mia no, claro. Deja de sonreir y frunce el ceno. --Esto... ?Te debo algo? No se como va esto... --Se le apaga la voz. --No me debes nada. Solo portate bien con ella, ?vale? Recuerda todo lo que hemos hablado. Se que lo hara. Si hasta ha tomado apuntes.