• mama no me deja contarlo - Cathy Glass

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    Cuando Reece, un nino de siete anos, llega a casa de Cathy en regimen de acogida, ya ha pasado por otras cuatro familias. Ha sido expulsado de varios colegios por su comportamiento agresivo y alborotador.

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    24 abr 2019 — Cuando Reece, un niño de siete años, llega a casa de Cathy en régimen de acogida, ya ha pasado por otras cuatro familias.

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  • Mi querida Irene de Clara Fuertes

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    Mi querida Irene es una novela que habla de la memoria de las mujeres.
    Habla del amor.
    Y cuenta lo mas triste, el ultimo adios.
    Es un viaje al pasado, a la Segunda Guerra Mundial, a Francia, al corazon de la escritora Irene Nemirovsky.

  • El asesino del camino norte 1 de Rober H. L. Cagiao

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    Los acordes del Sweet Child O'mine la sacaron de aquella terrible ensonacion. Alguien le golpeaba con un Vieira en la cabeza y quedaba inmovil en el suelo, sin apenas poder moverse. Solo era un sueno. Miro el movil y torcio el gesto. Era Palau. Su jefe. -- Dime, Palau... -- Perdona, Comisaria, se que no son horas, de verdad, y se que te digo esto cada vez que te llamo pero necesito que veais algo. Os mando un video. Por favor, despierta a Costoya y echarle un ojo rapido. Salis manana por la manana para Colindres. -- ?Para donde? -- Colindres, Cantabria, Mar, paz, naturaleza, ?no querias un respiro de la ciudad? -- Si, me encanta el cantabrico, ?pero no se nos va un poco de nuestra zona de influencia? -- !A ver, Paola, Colindres esta en el camino de Santiago, el camino norte, ?te suena? -- Se puso la mano en la cabeza y comenzo a recordar los ultimos muertos en Zarautz y Gernika. -- Despertare al vago este pero no le prometo nada, lo oigo roncar desde aqui. ?No me va a adelantar nada? -- No, Comisaria, vea usted el video y luego hablamos. Les dejo desayunar, pero a las nueve los quiero preparados, intentare conseguirles vuelo a Bilbao y desde alli coche de alquiler a Colindres. -- Entendido, jefe, ?solo me llevo a Costoya? -- No, llevese a Ana y a Portela. El resto se quedan aqui, necesito a gente que vigile a los malhechores gallegos. -- ?Y Maria, aun no ha vuelto? -- Sigue de vacaciones en Madrid y no la voy a hacer volver por esto. Segun vaya la investigacion vamos decidiendo. En cuanto vean eso y esten preparados les voy informando. -- Perfecto. Ahora lo vemos -- Colgo el telefono y abrio el archivo que acababa de mandarle Palau. Al principio solo reinaba la oscuridad. Poco a poco empezo a darse cuenta de la escena. Era de noche, pero alguien arrastraba a otra persona por un camino. Le resultaba imposible saber donde estaban. Si escuchaba los quejidos de un hombre que imploraba el perdon. El video sufria un corte y volvia ya con mas luz en una especie de barrio monumental. Suponia que se trataba del lugar del que le habia hablado Palau: Colindres. Otro corte en el video y ahora si se veia nitidamente a una persona atada a los pies de una cama. Vestia ropajes antiguos. Fueron solo unos segundos. Suficiente para que un escalofrio le recorriese el cuerpo. Volvio a verlo. Tenia que ser el mismo. El que llevaban buscando desde hacia dos meses. El asesino del Camino Norte. Asi lo habia bautizado la prensa. Tenia que despertar a sus companeros. Eran las siete de la manana, les quedaban dos horas para intentar entender de que iba aquella nueva escena. II. EL ASESINO DEL CAMINO NORTE Todos habian visto ya el video. A unos mas que otros se les habia atragantado el desayuno. Paola estaba tranquila. Sabia

  • A contraluz (Baltimore 2) de Claudia Cardozo

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    Logan llego al edificio principal de la Escuela de Arte de Maryland quince minutos antes de que iniciara la clase de Retrato y figura humana a la que llevaba asistiendo cada sabado desde los ultimos tres meses. Su premura no estaba relacionada con el hecho de que era escrupulosamente puntual, que tambien. En realidad, y le habia costado reconocerlo en tanto hacia el camino de ida, se sentia un poco nervioso. Hasta entonces, la clase habia sido netamente teorica; incluso, habian llevado un interesante seminario de Anatomia Artistica en que aprendio todo lo relacionado con el estudio de las articulaciones, las proporciones humanas y las perspectivas de movimiento. Ahora, sin embargo, tocaba llevar todo ese conocimiento a la practica. Como un artista aficionado que llevaba dibujando desde que tenia uso de razon, a Logan le gustaba pensar que tenia ya una base solida sobre la cual trabajar y no era tan modesto como para no reconocer que era bastante bueno. Pero nunca habia trabajado con modelos vivos y la idea no dejaba de ser un poco extrana. Dibujar algo que se le ocurria de la nada o recordar a algo o a alguien que deseara perpetuar en el papel no era en absoluto lo mismo que contemplar a un ser humano cuyo unico fin era posar durante horas ante un auditorio que podia analizar cada detalle de su cuerpo para plasmarlo en un block de dibujo. Tal vez se inquietara por nada de cualquier forma, se dijo segun ascendia las escalinatas de marmol que conducian al salon principal. Quiza el fuera un principiante en todo aquello, pero sin duda los modelos no lo eran, y tampoco la extraordinaria maestra que impartia el curso. Casi como si la hubiera conjurado, oyo una voz pronunciando su nombre y giro a su izquierda para encontrarse con la avida mirada de Lisa Vossler. La claraboya en lo alto del vestibulo arranco destellos de su cabello de un rubio dorado que caia en lisas cascadas hasta los hombros y que ella despejo con un movimiento elegante. Iba de negro, como acostumbraba, con un vestido cenido hasta debajo de la rodilla; Logan suponia que era muy consciente de lo bien que le quedaba el color y de la forma en que resaltaba sus curvas, y procuraba sacar al mejor partido a aquello. Cuando un conocido le hablo de ese taller no dudo dos veces en inscribirse. Seguia la obra de Lisa desde que descubrio su trabajo en una galeria de Baltimore y creyo que seria fascinante conocerla y aprender de ella. Y asi habia sido, reconocio componiendo una sonrisa al verla llegar a su lado y ponerse de puntillas para depositar un par de besos sobre sus mejillas, una costumbre a la que no creia que fuera a acostumbrarse. Apoyo las manos sobre sus codos para apartarla con delicadeza y dio un paso hacia atras de forma casi inconsciente. Habia algo en ella, en la forma en que lo veia y la postura que asumia cada vez que se encontraban, que no dejaba de hacerlo sentir incomodo. Se trataba de una mujer muy atractiva, sin duda; voluptuosa y con una sensualidad casi palpable; era, en suma, totalmente su tipo. Y era evidente, ademas, que ella lo encontraba tambien muy atractivo. Sin embargo, Logan no podia evitar el mantener la guardia en alto cuando se encontraba cerca. Deformacion profesional, lo habria llamado su madre. --Has llegado justo a tiempo para acompanarme al salon --Lisa le sonrio y se hizo a un lado la melena con un movimiento delicado; tenia una voz aspera y extranamente musical--. Nos espera una buena clase. --Precisamente pensaba en eso al llegar. Logan la siguio por las escalinatas camino al segundo nivel y, en tanto, desvio la mirada de su rostro para admirar el vestibulo desde lo alto antes de girar en un recodo en direccion al ala destinada a las clases de arte y diseno. Nunca dejaria de estremecerse al contemplar la belleza del edificio; era, de lejos, su favorito en la ciudad. --?Nervioso? Logan parpadeo y llevo su atencion a Lisa, que lo observaba a su vez con una pequena sonrisa sardonica. --Algo, supongo --reconocio el con sencillez encogiendose de hombros--. Nunca he trabajado con modelos vivos; sera un reto. --Lo haras bien. Eres bueno, Logan; mejor de lo que piensas --ella lo sondeo con la mirada y sus tacones resonaron sobre el marmol del corredor--. No entiendo como no te dedicas al arte en exclusiva. --Bueno, eso se debe a que no soy tan bueno como crees; estas siendo demasiado generosa. No soy un artista de verdad, no como tu. Lisa entorno los parpados y lo observo con interes. --Nunca he creido que la modestia sea una virtud tan atractiva como algunos piensan --senalo ella--. Aunque debo reconocer que en ti resulta encantadora. Logan sonrio, sin responder, y dio una mirada hacia adelante, agradecido al reconocer la puerta que conducia al auditorio destinado a la clase, y donde un pequeno grupo aguardaba la llegada de la maestra. Esta, al notar su mirada, hizo un pequeno mohin y simulo una expresion animada de bienvenida que engano a todos, excepto a el. ?Por que no?, se pregunto Logan tras ingresar al salon en tanto ella se ocupaba de saludar a los otros estudiantes. Estaba claro que cualquier avance suyo seria bien recibido y, considerando que aquel era un curso libre, no tenia que enfrentarse a ningun problema de etica por involucrarse con la maestra que lo impartia. Lisa era preciosa, inteligente, y una artista renombrada; la consumacion de sus suenos humedos. Estaba claro, ademas, que lo mismo que el, no estaba interesada en una relacion seria, lo que la hacia practicamente perfecta. Podria invitarla al final de esa clase, llevarla a cenar y algo le dijo que no encontraria muchos obstaculos para pasar una noche estupenda a su lado. ?Por que no, ciertamente?, se repitio al dar un rodeo a las sillas dispuestas alrededor de la plataforma en que se ubicaria el modelo. Eligio el lugar mas apartado a la izquierda en primera fila y rebusco en su mochila para sacar el block de dibujo y los utiles que tendria que utilizar durante la clase para disponerlos en el caballete situado a su derecha. Los otros estudiantes empezaron a entrar tambien y a ocupar sus lugares y dio una nueva mirada a la mujer que se ubico en el centro de la clase. Su mirada se detuvo un segundo en su rostro afilado y ella, al notarlo, le dirigio una pequena sonrisa que termino por convencerlo de que se estaba portando como un idiota. Tan pronto como terminara esa clase le propondria una salida, se prometio, aliviado en parte de haber tomado una decision. Lisa cerro la puerta a la hora exacta en que iniciaba la clase y atenuo las luces del salon hasta que quedaron sumidos en una semi penumbra; pero mantuvo una potente lampara encendida sobre la plataforma. Logan dio una mirada alrededor y comprobo que los otros estudiantes parecian encontrarse en su misma posicion: expectantes y un poco nerviosos. Supuso que todos esperaban que en cualquier momento se abrieran las puertas tras la plataforma y un hombre con el tipo de Apolo reencarnado apareciera para empezar la clase. El auditorio estaba compuesto por hombres y mujeres en similar proporcion: todos artistas aficionados, como el, aunque Logan pudo reconocer a un par de expositores que conocia de sus recorridos por las galerias de la ciudad. Ellos captaron su mirada y le sonrieron alzando las manos; Logan hizo un gesto discreto de saludo y volvio su atencion a la plataforma precisamente en el momento en que las puertas batientes tras ella se abrieron y una figura alta y espigada se abrio paso. Lo primero que Logan penso al mirarla con atencion fue que se habia equivocado de plano con la idea de Apolo reencarnado. Era Artemisa. Sus dedos sujetaron el lapiz que acababa de afilar y lo sostuvo de forma casi inconsciente ante su rostro en tanto analizaba los rasgos de la modelo. Ella vestia una bata blanca que la cubria del cuello a los tobillos y por un momento se permitio admirar su rostro. Tenia una fisonomia realmente extrana, se dijo el; pero en el buen sentido. Unas cejas bien perfiladas enmarcaban unos ojos grandes y de un tono cafe con matices de verde que destellaban bajo la luz; sus pomulos pronunciados y una nariz aquilina remataban en una barbilla puntiaguda que lo llevo a pensar irremisiblemente en un ser sobrenatural. Un duende, tal vez. Y su boca... labios de proporcion perfecta que mantenia entreabiertos en tanto veia a la nada. La vio intercambiar un rapido gesto con Lisa, que se habia puesto un metro a su lado, y una marana espesa de cabello castano corto hasta la barbilla refulgio en el momento en que se puso de espaldas y dejo caer la bata a sus pies. Logan estaba seguro de que no imagino el suspiro colectivo que emitio la clase por el asombro al observar la piel expuesta bajo la luz de la lampara. Hasta entonces habia creido que se sentiria incomodo al encontrarse ante una persona que se desnudaba con el fin de que un grupo de gente estudiara sus formas y la plasmara en el papel; pero en ese momento comprendio que se sentia demasiado fascinado como para hacer nada que no fuera admirarla. Habia visto mujeres desnudas antes. Varias y en distintas circunstancias, y definitivamente estaba lejos de ser un mojigato. Asi que no vio nada que no hubiera contemplado antes; sin embargo, recorrer el cuerpo de la mujer en la plataforma le hizo pensar que nunca se habia detenido a apreciar los muchos matices de la naturaleza humana. Tal vez las ultimas clases tuvieran algo que ver con eso, supuso al tomar el lapiz con mayor fuerza y asentarlo sobre el papel sin ser muy consciente de lo que hacia. Las lineas del cuerpo de la mujer le parecieron perfectas bajo la luz; tenia una figura delgada pero atletica; los musculos de los hombros y los brazos estaban bien definidos y hacian un conjunto armonioso con la linea de los omoplatos y su estrecha cintura. Sus caderas delgadas se unian a unas piernas que le parecieron interminables. --El modelo es una de las armas primordiales del arte. La voz de Lisa lo volvio a la realidad y aparto la mirada de la joven para fijarla en ella, que alternaba sus ojos azulados alrededor de la clase con una expresion levemente sardonica. --Es importante no olvidar esa frase; me la dijo mi maestro de anatomia durante mi primera clase de dibujo humano y la repito ahora --continuo ella iniciando un lento paseo alrededor de la modelo--. Admiren la perfeccion humana e intenten replicarla lo mejor que puedan. Ya hemos estudiado la teoria y ahora es momento de llevarla a la practica; hoy nos centraremos en el contorno. Recuerden la importancia del analisis, la atencion al detalle y dejen que su imaginacion fluya. No se preocupen si tienen problemas esta primera vez y no se encuentran satisfechos con su trabajo al final de la clase; lo intentaremos de nuevo en la siguiente. Lisa apenas habia terminado de decir la ultima frase cuando el sonido de los blocks de dibujo y los lapices siendo afilados reemplazaron a su voz. Logan, que tenia todo ya listo y en las manos, le presto atencion a medias; todos sus sentidos estaban puestos en la modelo y en la forma en que permanecia de pie sobre la plataforma sin mover un solo musculo y sin que pareciera como si le afectara que la maestra se refiriera a ella como un cuerpo sin emociones. Claro que no podia verle el rostro, concluyo Logan; tal vez estuviera lejos de sentirse tan serena como aparentaba. Trazo unas lineas sobre el papel con los ojos entrecerrados; alternaba la mirada de la modelo a sus manos e iba bosquejando el contorno con expresion concentrada. Fue mas sencillo de lo que habia pensado que seria y al mismo tiempo lo mas complejo a lo que se habia enfrentado en su vida; al menos en lo que a su inclinacion artistica se referia. El tiempo paso de una forma extrana, lo que le ocurria siempre que se hallaba embebido en su trabajo. Dibujo sin pausa excepto para beber un trago de agua de la botella que llevara consigo y para tender un borrador al hombre ubicado a su derecha y que por algun motivo parecia haber olvidado algo tan importante. Cuando su mirada se encontro con la suya luego de que le diera las gracias en un murmullo, lo reconocio como uno de sus conocidos de las galerias. Este le sonrio y senalo a la modelo con una cabezada y un guino lascivo que, por algun motivo que no se vio capaz de analizar en ese momento, le provoco estampar su rostro contra el caballete. Tal vez se debiera a que no soportaba a la gente que no podia controlar sus instintos, se dijo luego desviando la mirada con una mueca de desagrado y retomando su trabajo. Se perdio de nuevo en lo suyo y no se detuvo hasta que una campanilla marco el final de la clase. El sonido de los lapices rasgunando el papel se detuvieron de golpe y el dejo caer el suyo con un suspiro y un molesto adormecimiento en la muneca. Al mirar en direccion a la modelo, advirtio que ella se inclinaba para tomar su bata y se vestia con ella con movimientos calmados; luego, se perdio por las puertas por la que habia llegado en un parpadeo. Por un momento, Logan se pregunto si no la habria imaginado, pero al mirar a su caballete y encontrarse con el contorno de su figura y la linea de su espalda que habia dibujado y vuelto a dibujar una y otra vez, se dijo que no, que desde luego que habia sido muy real. Lisa dio otro breve discurso entonces antes de dar una mirada a los trabajos de la clase; senalo errores y alabo avances. Al detenerse ante el suyo, arqueo las cejas y le dirigio una mirada entendida, sin decir una palabra; tal vez quisiera implicar con eso que estaba impresionada, Logan no lo tenia muy seguro, pero no se quedo a averiguarlo. Sus companeros comenzaron a despedirse y el hizo otro tanto, pero cuando llego a la puerta del auditorio recordo que se habia prometido invitar a Lisa al salir. Sin embargo, cuando la vio en medio del salon, reuniendo sus cosas, y sus miradas se encontraron un segundo, la suya expectante, tan solo atino a elevar una mano en senal de despedida y se dirigio a la salida del edificio sin pensarlo dos veces. De alguna forma, la idea de pasar el tiempo con ella le parecio menos tentadora que antes. Estaba cansado, se dijo al encaminarse al estacionamiento en busca de su auto. Habia tenido una semana dificil y le esperaba una mas dura aun. Quiza el sabado siguiente, decidio al iniciar el regreso a casa. Entonces estaria bien. Tara olisqueo el aire y emitio un corto gemido de anhelo al tiempo que su estomago empezaba a rugir. Estaba mucho mas hambrienta de lo que habia pensado y el delicioso aroma proveniente de la cocina que le salio al paso tan pronto como puso un pie en casa solo incremento la sensacion. Pasta. En salsa bolonesa, si su olfato no la enganaba. --?Papa? --llamo en voz alta. --!Lavate las manos primero! Tara sonrio y se encogio de hombros, dirigiendose al bano bajo la escalera para hacer lo que su padre ordenara. No importaba la edad que tuviera, los habitos de higiene del senor Duncan permanecian inalterables. Cuando fue a la cocina, lo encontro afanandose ante la estufa; la pequena mesa bajo la ventana que acostumbraban compartir cuando coincidian a la hora de las comidas se encontraba puesta y Tara se acerco a darle un beso en la mejilla antes de llevar unos vasos y el agua que saco de la nevera. --?Que tal el trabajo? --Pregunto su padre. Tara se encogio de hombros y doblo unas servilletas con expresion concentrada antes de responder. --Aburrido. Como siempre --dijo ella al fin observandolo servir el contenido de la cacerola en una fuente--. Pero esta bien. --Bueno, es una suerte que lo tengas y que sea solo los sabados. No podrias hacerlo entre semana con la escuela y todo lo demas. --Me las arreglaria. Su padre arqueo una ceja rojiza y le tendio la fuente que ella se apresuro a sostener en tanto el cogia el baston que dejara apoyado contra la encimera de la cocina. --Si, claro --comento el-- ?Y cuando dormirias? --En clase, claro. ?Donde mas? El senor Duncan se dejo caer sobre la silla con un suspiro ahogado y sostuvo su plato para que Tara lo rellenara luego de ocupar el asiento frente a el. --Mas te vale estar bromeando --dijo el senalandola con el tenedor. Tara no respondio. No hacia falta; el sabia que bromeaba. Comieron en un silencio armonioso, roto apenas para que ella respondiera las preguntas acerca de como habia ido su dia y si la semana siguiente tendria que salir tambien tan temprano como lo hizo en esa ocasion. Tara respondio con monosilabos, y no solo porque se encontrara encantada con el almuerzo; nunca se sentia comoda respondiendo a las preguntas de su padre referidas a su empleo de fin de semana. --En serio. No es nada interesante; de no ser por lo bien que pagan ni siquiera me lo plantearia --comento ella ante su insistencia. El senor Duncan se limpio la comisura de los labios con una servilleta y la observo por encima de su vaso con el ceno fruncido. --No deberias de hablar asi --la reprendio el--. Y vaya que te pagan bien; en especial considerando que es solo por unas horas. ?Que clase de dibujos dijiste que hace esa gente? Tara bajo la mirada a su plato.

  • Redencion (La Profesional 3) de Kris Buendia

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  • La busqueda de Charlotte Link

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    Varias adolescentes desaparecidas, un cadaver en los pantanos y ninguna pista…

  • En camas separadas de Laura Maqueda

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    Primera regla de la amistad: no enamorarte jamas de tu mejor amigo.
    Hector y Mia han sido amigos desde mucho antes de lo que les alcanza la memoria. Acostumbrados a pasar juntos todo su tiempo libre, han compartido bromas, primeras veces, desenganos. Y han sido precisamente sus rarezas las que los han mantenido como un frente unido.
    Sin embargo, la vida los obliga a tomar caminos separados, y ahora Mia, en Madrid, y Hector, en Japon, deberan aprender a vivir el uno sin el otro sabiendo que es probable que no vuelvan a verse.
    Pasan los anos y Mia, con la sensacion de que le falta la mitad de si misma, se centra en su trabajo mientras fantasea con su guapisimo jefe, convencida de que ella podria ser la mujer de su vida. Pero lo ultimo que Mia se imagina que ocurra es que su mejor amigo regrese.
    A su vuelta del extranjero, Hector hara que su mejor amiga se plantee que es lo que realmente espera de la vida. Ademas pondra su rutina patas arriba al irse a convivir con Mia al pequeno apartamento de esta, lo que no sera cosa facil, porque. los amigos duermen en camas separadas., ?verdad?

  • Cain. la sombra de un caido de Cristo Alcala

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    El carrusel gira. De pie y frente a el, lo observo maravillada. Miro a mi alrededor algo confusa. Porque no se, si es de dia o de noche. Pero el carrusel brilla con sus luces encendidas, por los pequenos focos que en hilera y uno al lado del otro, lo forman y rodean como si fuera esto ultimo. Decorando y sobre el, los caballitos en madera que solo de eso se componen y suben como bajan, desde su eje multicolor y al compas de la musica. Melodia que me recuerda a la cajita de joyas que tenia mi abuelita. Y cual, abriendo esta. Su cancion brotaba de forma suave y pausada mientras una pequena bailarina clasica giraba sobre ella. El carrusel es dorado con sus disenos alegres e infantiles. ?O de oro? Y sobre el medio de este, mientras rota de forma alegre. Un gran arbol de frutos. Un manzano. Muy dentro mio, presiento a verlo visto alguna vez. No lo se. Creo. Pero su grueso tronco con sus ramas y frutos rojos, me es familiar. Aliso mi vestido blanco que llevo puesto para luego con mis manitos entrelazadas por delante dar unos pasos hacia el carrusel, algo timida. Porque es hermoso y te invita a jugar con el. Te llena de paz… Extiendo mi brazo para montarlo, pero en ese momento un llanto llama mi atencion. Crei que estaba sola. Pero, no. Hay un nino y solo un poco mayor que yo. Que en un rincon sentado en el suelo, rodillas desnudas y contra su pecho abrazado a si mismo; llora. Aunque su rostro lo tiene oculto contra el, puedo sentir su dolor y sus lagrimas. Mucho. Como si fueran mios… No lleva ropa, mas que unos pantalones cortos del color de mi vestido. ?Sus lagrimas de dolor, sera por frio? --?Por que lloras, nino? --Pregunto de forma dulce, acercandome e inclinada a el. No me contesta como tampoco eleva su rostro para mirarme. Pero al sentir mi voz, deja de hacerlo. Y un rubor sube a mis mejillas, al sentir su rechazo y juego con un pie en el suelo a la espera. Pero, solo silencio. La melodia del carrusel me llama y me volteo a el sonriendo, mientras me saco el abrigo que me cubre tambien de tono blanco y se lo apoyo sobre sus hombros desnudos. El contacto suave. Calido. Y contra el frio por su textura. Lo hace estremecer y con asombro levanta su barbilla para mirarme, pero sin moverse de su postura. Y para sorpresa mia. Sus ojos son del mismo color de su pelo, algo largo como desordenado. Un plata ceniciento. Hermosos. --Gracias… --Murmura calido. Y extiendo mi mano hacia el. --Ven. --Digo y sin dudar, acepta. Y siento que las luces del carrusel brillan mas fuerte, al entrelazar nuestras manos. Su lindo rostro infantil, hace una mueca curiosa. --?A donde? --Pregunta, incorporandose y sin sacarse mi abrigo sobre sus hombros, mientras se deja llevar por mi y limpia sus lagrimas con el dorso de su otra mano. Le sonrio y senalo el carrusel. --!A montarnos! --Exclamo alegre y por notar que su llanto fueron reemplazado por una timida sonrisa--. Me llamo Sandra… --Me presento. --Septiembre… --Repite, el mes que nos encontramos. Rio con ganas y negando. --No, Septiembre… --Miro a sus ojos plata. --…Sandra… Ahora, el niega. --Para mi, Septiembre… --Dice dulce y timido. Pero decidido. Y mi carcajada infantil, se siente. --Esta bien… --Le murmuro sin soltar su mano--… Septiembre, entonces… --Acepto su forma de llamarme. Y algo golpea mi pecho al decirlo, por sentir mi nuevo sobrenombre en voz alta por mi. Y lo confirma su sonrisa de satisfaccion. Notando. Que esa presion en mi pecho. Es como un sello. Y su mirada sonriente. ?Al igual que el arbol frutal, familiar? Sacudo mi cabeza, porque no puede ser. Somos ninos y lo acabo de conocer. --?Cual es el tuyo? --Pregunto, caminando con el a mi lado. Siendo por la poca edad que parece llevarme, mucho mas alto que yo. Sus pies descalzos se detienen y se cubre mas con mi abrigo, borrando esa linda sonrisa que dibujaban sus labios. --Por eso lloraba… --Susurra triste. --…no recuerdo nada… Oh. Y mi abrazo de consuelo repentino, lo estremece. Porque lo necesita. Senti, la necesidad de hacerlo. --No importa… --Digo apartandome de el y tirando mi rubio pelo hacia atras, pero sin soltar su mano. --…voy ayudarte a que lo descubras… - Le digo convencida. Y sus ojos claros de color casi blanco y ceniciento como su pelo, se abren y un rubor en sus mejillas se iluminan, pese a su palidez. --Septiembre… --Solo repite ese sobrenombre que me puso, sorprendido ante ese contacto, mirandome a mi, para luego mis bracitos envueltos sobre el. Entre feliz. Asustado. ?Y agradecido? Pero no le doy tiempo a ninguna emocion, porque no deseo volver a verlo triste. Yo no quiero, verlo nunca mas asi. Y lo jalo, sonriendo con la musica invadiendo el lugar con nuestras risas y con ella, disfrutando sobre los caballitos multicolor de madera al montarnos al carrusel. Me giro del mio sobre mi hombro y riendo, para ver al nino de cabellos y ojos color plata detras mio sobre otro. El tambien, rie. Mucho. Ambos lo hacemos felices al ritmo bajando y subiendo de ellos. No se, si esto es un sueno o no. Elevo mi mirada al techo multicolor y con su dorado luminoso del carrusel, sobre nuestras risas de felicidad. Y le ruego. En realidad al cielo, sobre el. A Dios. Que yo, quiero. Le pido con mi alma. Que no lo sea. Y bajo mi pedido, por ese ruego. Y ambos nos miramos asombrados por eso. Que el carrusel con sus luces. Y cientos de plumas blancas, caen como si fueran delicados copos de nieve en suspension, bajando por su delicada suavidad. Brilla, mucho mas… Capitulo 1 El par de hielo, flota en miBourbonen un clasico vaso de whisky y con pequenas gotas de miel. Intenso y con cierto dejo dulce, pero sin quitarle su origen escoces como antonomasia de toda la vida de una unica cebada malteada y pura, sintiendo su choque y sostenido este, por mis dedos acoplandose al sonido del agua por estar sentado fuera de un pintoresco bar y a pocos metros de la costa, que por el movimiento con su suave oleaje chocando con ella, como gran y paradisiaco lugar turistico como veraniego que es. Que por su hora y sobre el ocaso. Como un pendulo en su color fuego en tonos naranjas, dorados y ocres, se oculta sobre el horizonte maritimo. Haciendo que pierda mi mirada plata, detras de mis lentes de sol que llevo puesto al paisaje nautico y playero, como gente disfrutando de este e interrumpa mi lectura del libro que sostengo en mi otra mano y apoyandolo, en una pierna cruzada sobre la otra con cierta postura como aire elegante y mi por demas, fino traje en tres piezas que llevo puesto en su negro oscuridad y de corte sastre europeo conforme a la temporada. Pero, muy acorde pese al lugar. No lo mal interpreten, por favor. Dejenme explicarles. Pese a estar en un sitio llamenlo playero. Vacacional. O de descanso y asueto, que por su clima tropical como paisajes y plazas, conformadas por prestigiosas cadenas hoteleras que superan las cuatro estrellas sin titubear. Y donde es eleccion, tanto de familias para distenderse de sus obligaciones rutinarias o puede laboral como social y hasta de ejercitos juveniles con sus hormonas a flor de piel en sus periodos de descanso para venir. Sonrio. Para disfrutar del dia a dia con sus playas y mujeres a la orden de estas, en sus sugerentes bikinis o del abuso excesivo que la noche con sus fiestas y juergas. Que otorgan. Sonrio mas. Y te llevan. A la tentacion. Puedo vestir armonico al lugar en que me encuentro, que bajo su musica calma como tranquila que rodea y envuelve el recinto a la ocasion incitando e invitando a ello. A la elegancia. Por ello, no se confundan damas. Ya que, puedo. Si notan mi presencia. ?Como, les explico? Suspiro dando un pequeno sorbo a mi etilica bebida, para luego apoyar mi brazo en la mesa que estoy y mi barbilla en mi puno de forma tranquila, pero sin perder mi postura refinada en la silla mientras pienso. Y mi media sonrisa vuelve, ante el ciento de sinonimos que me han puesto a lo largo de los tiempos, pero eligiendo uno de mis favoritos. Ser un camaleon. Si, como leyeron. Uno de muchos y que varias veces he sentido que me nombran asi. ?Por que, dicen? Simple. Porque, tengo la asombrosa facultad de cambiar. En el nombrado animal, su color. En mi. De acuerdo a las circunstancias que amerite. Su lengua es rapida. Sonrio mas, sobre otro trago a mi whisky. La mia, tambien. Sus ojos por esa gran capacidad de vision, fascinan y desconciertan. Mientras los mios y en su color unico. Mezcla de agua y el tono plata, al igual que el color natural de mi pelo, cual siempre llevo a medio recoger por su cierto largo. Confunden.

  • Aquella playa desierta de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Puede el encuentro de dos personas ser como un destello de luz?

  • Breviario de historia de Espana de Laura Lara , Maria Lara

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    En los ultimos 20 anos no se ha publicado una Historia de Espana en un solo volumen que sirva de lectura para el publico en general y, a la vez, como manual para los estudiantes que deseen obtener una vision completa y proporcionada desde el Antecessor a la crisis de la globalizacion. Con ese fin, el afan de buscar la verdad y la intencion de generar amistad con nuestra propia Historia, aparece esta obra en la que las autoras reflexionan en clave actual sobre todos los eventos que Espana ha protagonizado. ?Sabia que el Neanderthal ya era detallista cuando ensayo destrezas de joyero? ?El joven Balbo, gaditano y millonario, mostro dotes publicitarias al organizarle la campana a Julio Cesar? ?Que a Alvar Nunez Cabeza de Vaca no lo echaron al caldero gracias a que los nativos lo tomaron por curandero, o que en la Espana de los Austrias el personaje que mas pavor causaba, en ninos y adultos, era el corsario ingles Francis Drake? ?Que nuestro horario es producto de que, en 1942, Franco decidio retrasar 60 minutos los relojes para alinear el tic tac espanol con el huso de Centroeuropa durante la Segunda Guerra Mundial? Todos estos misterios, y mucho mas, se resuelven con un estilo ameno y desde una perspectiva sumamente didactica para que los lectores disfruten descubriendo como ha discurrido la vida en el mayor imperio sonado.

  • El Legado de los Cohen de M. Gema Marin

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  • Y tu de que moriste de Sonia Silva

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    Y TU DE QUE MORISTE? Es una novela comica femenina y disparatada donde su protagonista, Sofia, nos cuenta como podemos convertirnos en la mejor version de nosotros mismos gracias a las desgracias que inevitablemente la vida nos pone por delante, y echar de camino unas risas. Podriamos decir que es una comedia de autoayuda, aunque ni la autora ni el personaje pretenden en ningun momento ayudar, quizas y como mucho invitarnos a hacer una reflexion sobre nosotros mismos y nuestras decisiones basadas casi siempre en el miedo, y lo poco que nos reimos al respecto.Toda una suerte de casualidades desastrosas, una chica bastante ingenua, “tonta de capirote”, y una cuerda… Una aventura imposible politicamente incorrecta desde la primera palabra… pero quizas ese punto irreverente sea lo que la haga especial.Con una opinion sarcastica, esta sujeta, protagonista, antagonista, antiheroe, diferente persona, va a intentar adentrarnos en un mundo agrio, dulce, picante e intenso. La risa y la aventura quedan aseguradas en esta increible novela contemporanea. Disfrutalo y deja tu comentario para que el buen ratito llegue a mas personas. EL AUTOR: Sonia Silva es una artista incansable que ejerce en casi todas las modalidades de arte. Cantautora, escritora y guionista, directora de teatro, actriz, bailarina, pintora, con una trayectoria discreta debido a su caracter reservado y bohemio, tiene en su haber el exito de su comedia alegorica "?Con Quien Hablan las Mujeres?", un cortometraje que pronto vera la luz sobre temas mas dramaticos como el alcoholismo y el derecho a una muerte digna, el presente libro y varias canciones y videos de Youtube en su propio canal. Defensora desde muy joven de los derechos de la mujer y su capacidad de ser protagonista activa en la sociedad actual, intenta siempre impulsar proyectos que reseteen viejas creencias de indefension y limitaciones.

  • La vida secreta de la mente de Mariano Sigman

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    Un viaje a lo mas intimo del pensamiento humano. Como piensan y se comunican los bebes. Como elegimos y que hace que confiemos en los demas. Como nace la conciencia en el cerebro y como nos gobierna el inconsciente. Que sucede en el cerebro durante los suenos. Que hace que nuestro cerebro este mas o menos predispuesto a cambiar. Como podemos aprender y ensenar mejor.

  • Un juego peligroso 2 de Carolina Gattini

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    Eireen Roberts se encuentra delante de la mansion Black ante la decision de pedir trabajo a un noble apodado “el monstruo” o seguir en la pobreza mas absoluta. No sera una decision dificil cuando conozca al “monstruo” de ojos azules que habita en ese lugar. Por otra parte para James Black no sera facil aceptar la presencia de Eireen, que lo vuelve loco con su cuerpo y su belleza, haciendole mas consciente de sus propios defectos y la imposibilidad de tocarla siquiera.

  • Lo mejor de nuestras vidas de Lucia Galan Bertrand

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    < Un verdadero aprendizaje de vida, un descubrimiento profundo de mis emociones, de las de mis hijos y de las de cientos de familias que pasan por mi consulta.
    ?Que siente mi hijo? ?Que siento yo como madre? ?O tu como padre? Una lectura para no desperdiciar ni un solo minuto de la vida de nuestros hijos, instantes que ya no volveran. ?Que te gustaria que recordaran tus hijos de ti y de su infancia cuando sean mayores? !Atrevete a descubrirlo!>>

  • La felicidad es un te contigo de Mamen Sanchez

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    EL despacho del inspector Manchego no era un despacho propiamente dicho, sino mas bien una sala diafana dividida en varios cuadrilateros separados por delgados paneles de pladur, muy practicos, eso si, donde cada cual era libre de fabricar su propio collage de recortes, fotografias, notas con mensajes urgentes, felicitaciones de Navidad, informes policiales y listas telefonicas de restaurantes con envio a domicilio. La distribucion recordaba bastante a la de los probadores de algunos centros comerciales en los que, inevitablemente, dado que carecen de techo y de cualquier sistema de aislamiento acustico, se escuchan comentarios tremendamente indiscretos sobre los diversos tipos de frutas y embutidos con los que puede compararse la anatomia femenina moldeada por un pantalon demasiado estrecho. La diferencia era que alli, en lugar de catastrofes esteticas, se ventilaban asuntos de otra indole; mas del tipo violencia y malos tratos, robos con intimidacion, asaltos a cajeros o peleas callejeras. Palabras como <>, <>, <> y <> saltaban de un cubiculo a otro como pulguillas en un colchon infesto. Tampoco se llamaba Manchego, pero el inspector, cuyo verdadero nombre era Alonso Jandalillo, fantaseaba con la idea de parecerse al Quijote no solo por la coincidencia del patronimico, sino tambien por la inmortalidad de sus gestas --a pesar de que hasta el momento su historial no reflejaba ninguna digna de mencion--, y por ese motivo habia adoptado el alias Manchego en las dos o tres operaciones de campo en las que habia intervenido. Que bien sonaban aquellas tres silabas acompanadas del ruido de fondo del walkie-talkie. A veces, el, que era un hombre de accion por mucha barriga que estuviera echando ultimamente, se lamentaba del sedentarismo al que le obligaba su comoda tarea de despacho en aquella comisaria de barrio a la que lo habian destinado el dia en que cumplio los cincuenta y quedo exento de patrullar las calles de Madrid. Anoraba el subidon de adrenalina que experimentaba al volante de su coche oficial con la sirena a todo volumen y el altavoz intimidatorio: <>. Por eso, la irrupcion imponente del senor Marlow Craftsman y de su interprete, el senor Bestman, en los tres metros cuadrados en que consistia su finca, ambos con traje de chaqueta de tweed y chaleco, maletin de cuero negro, zapatos caros y gabardina gris, le devolvieron la esperanza en aquella profesion que tanto le apasionaba a pesar de que la mayor parte del tiempo no le daba mas que disgustos. Sintio el impulso de levantarse a recibirlos, pero se contuvo a tiempo. Un inspector de policia no es un hombre de negocios, se recordo, no estrecha manos, no sonrie, ni siquiera interrumpe el ritmo mecanico de su teclado. A lo sumo, y como muestra maxima de cortesia, se quita el cigarrillo de la boca y lo golpea un par de veces contra el borde del cenicero, se aclara la garganta con un carraspeo y luego dice: <>. Entonces, una vez que los ojos de los visitantes se encuentran al mismo nivel que los propios y ya no hay modo de que lo intimiden a uno mirandolo de arriba abajo, puede elevar la cabeza y preguntar: <>. Marlow Craftsman rondaba los sesenta anos de edad, a juzgar por las lineas de expresion que rodeaban sus ojillos de rata. Estaba palido como un fiambre, tenia la piel del mismisimo color del jamon cocido y sus labios eran tan estrechos que parecian haber sido dibujados con tiralineas. El interprete era algo mas joven, pero igual de rosa. Tenia mas pelo, gris y negro, y usaba gafas para ver de cerca. --Permitame presentarle a mi jefe --dijo Bestman en un espanol gramaticalmente impecable y acusticamente horripilante--: Mister Marlow Craftsman, de Craftsman&Co. El inspector puso cara de bobo. Lo noto perfectamente. Por la emocion con la que el sujeto habia pronunciado aquel nombre, seguido de un silencio prolongado para dejar rebotar el eco de su voz en el pladur, lo mas probable era que se hallara ante un magnate de las finanzas. Sonaba a banco. Un banco de esos que llevan mas de ciento cincuenta anos en manos de la misma familia de aristocratas ingleses. Porque no cabia duda de que aquellos dos especimenes eran hijos de la Perfida Albion; de ahi sus aires de superioridad y la marca Hamilton de sus relojes, aguda observacion de la que mas tarde tendria tiempo de jactarse, cuando rememorara la escena. --Aja --respondio sin anadir ningun comentario, dado que no tenia ni la mas remota idea de que significaba aquel nombre. --Mr. Craftsman viene de Londres para denunciar la desaparicion de su hijo Atticus Craftsman. Puesto que la ultima residencia conocida del joven senor Craftsman se encuentra en el numero 5 de la calle del Alamillo, hemos sido advertidos por Scotland Yard de la conveniencia de abrir diligencias aqui, en su comisaria, por ser la mas cercana a su domicilio. --?Les envia Scotland Yard? --Aquello prometia. --No exactamente, senor Jandalillo... --Inspector Manchego --le interrumpio el policia. --No exactamente, inspector Manchego --repitio el otro--. Simplemente, hemos sido derivados aqui por la oficina de alla. --Entiendo. --El caso es que el senor Atticus Craftsman lleva tres meses sin dar senales de vida. La ultima comunicacion que establecio con su padre fue a traves de un mensaje telefonico el pasado 10 de agosto. --?Podria escuchar el mensaje? --pregunto Manchego. --Esta en ingles --respondio el interprete al tiempo que abria su maletin y sacaba un smartphone de ultima generacion. Apreto varios botones. Acerco el dispositivo a la oreja del inspector y contuvo la respiracion. Manchego escucho una voz nasal, como de persona constipada, sobre un ritmico sonido de fondo, una especie de lamento o de oracion, y los acordes de una guitarra. Por supuesto, no entendio una sola palabra de lo que decia el interlocutor, pero si pudo intuir que no se trataba de ningun mensaje de socorro porque no habia angustia en el tono de voz. Tambien por la noche, al recordar este detalle, se felicitaria por sus dotes de investigador. --?Que dice? --Tuvo que reconocer que el idioma ingles era su gran asignatura pendiente. --Dice textualmente: <>. El inspector, automaticamente, dirigio una mirada inquisitiva al senor Craftsman. El hombre, a su vez, tenia sus ojillos colorados clavados en los del inspector. --?Y bien? --lo interrogo--. ?Sabe a que se refiere? El interprete tradujo. El senor Craftsman respondio. --Mi jefe dice que probablemente se refiera al trabajo del que se estaba encargando en Madrid. Manchego se echo para atras. Despues de todo, iba a resultar que este caso era como todos. Asuntos feos de estupefacientes y ajustes de cuentas. --Senor Crasman --lo increpo--, ?esta su hijo involucrado en el trafico de drogas? --!No, por Dios! --respondio Bestman sin traducir siquiera--. El joven senor Craftsman, al igual que su padre, aqui presente, su difunto abuelo y todos sus antepasados por linea paterna hasta el siglo XVII, se dedica al negocio editorial. --Entiendo --dijo Manchego. --Es un joven respetable, educado en Exeter College, Oxford, con un expediente academico sobresaliente y una trayectoria profesional intachable. Nunca se ha visto envuelto en ningun asunto turbio de ninguna clase. El es la victima, no el sospechoso. El inspector Manchego le dio una larga calada a su cigarro. Habia dado un paso en falso, cierto, pero es que, segun les explico a los ingleses, era necesario explorar todas y cada una de las posibles causas de una desaparicion, hasta las mas inverosimiles. --Hay que ir descartando opciones --sentencio. --El senor Craftsman se inclina mas bien por la eventualidad de un secuestro --respondio el traductor. --?Por que? --quiso saber Manchego--. ?Han recibido ustedes alguna llamada exigiendo un rescate? ?Tienen alguna prueba de que el joven haya sido retenido en contra de su voluntad? --Lo cierto es que no. --Entonces, cinamonos a los hechos y no divaguemos, senores mios. Era importante mantener siempre una posicion de dominio sobre el ingles, se dijo Manchego. Abrio el programa informatico que contenia los formularios de denuncias, selecciono la pestana <> y escribio: <>, aunque luego lo cambio por <> a instancias del traductor: El denunciante, Marlow Craftsman, denuncia la desaparicion de su hijo, Atticus Craftsman, de treinta anos de edad, un metro ochenta y siete, de complexion mas bien robusta, rubio, ojos verdes, ligera cojera por una antigua lesion de remo... Se detuvo y fruncio el ceno. --?De remo? --Asi es. Una rotura de tendon. Manchego se imagino al joven remando en una trainera por el rio Tamesis. La espalda musculosa, los hombros vigorosos, los brazos fornidos, pero ?las piernas? Casi no se utilizaban las piernas en una trainera. Mentalmente apunto: <>. ... siendo la ultima direccion conocida del joven senor Craftsman el segundo derecha del numero 5 de la calle del Alamillo, Madrid, y habiendose puesto en contacto con su padre por ultima vez el dia 10 de agosto de 2012 a las ocho de la noche, hora de Londres. Se detuvo un momento. Vacilo. Despues tecleo la ultima frase: No hay indicios de que el caso tenga relacion con el trafico de drogas. --Muy bien, senores --dijo despues de tomar aire--. Tramitare la denuncia hoy mismo y la investigacion dara comienzo cuanto antes. Recibiran noticias mias muy pronto. Hizo ademan de levantarse a despedirlos, pero al ver que los dos hombres permanecian sentados regreso a su silla de inmediato. El senor Craftsman daba indicaciones al traductor. Muchas.

  • Estacion Sol de Gregorio Leon

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    Julia es una joven fotografa que empieza a trabajar en El Universal. Con su camara a cuestas, capta la imagen de Alfonso XIII entrando en un chale de la mano de una mujer que no es la reina, Victoria Eugenia de Battenberg, sino una amante. El director del periodico se niega a publicar esa foto, y encomienda a Julia un reportaje sobre las obras de construccion de un modernisimo medio de transporte que va a alterar la vida de Madrid: el Metropolitano; y mas aun cuando poco despues aparece el cadaver del capataz de las obras.

  • Corazon escoces de Miranda Bouzo

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  • La ley del menor de Ian Mcewan

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    Acostumbrada a evaluar las vidas de los demas en sus encrucijadas mas complejas, Fiona Maye se encuentra de golpe con que su propia existencia no arroja el saldo que desearia: su irreprochable trayectoria como jueza del Tribunal Superior especializada en derecho de familia ha ido arrinconando la idea de formar una propia, y su marido, Jack, acaba de pedirle educadamente que le permita tener, al borde de la sesentena, una primera y ultima aventura: una de nombre Melanie. Y al mismo tiempo que Jack se va de casa, incapaz de obtener la imposible aprobacion que demandaba, a Fiona le encargan el caso de Adam Henry. Que es anormalmente maduro, y encendidamente sensible, y exhibe una belleza a juego con su mente, tan afilada como ingenua, tan preclara como romantica; pero que esta, tambien, enfermo de leucemia. Y que, asumiendo las consecuencias ultimas de la fe en que sus padres, testigos de Jehova, lo han criado, ha resuelto rechazar la transfusion que le salvaria la vida. Pero Adam aun no ha cumplido los dieciocho, y su futuro no esta en sus manos, sino en las del tribunal que Fiona preside. Y Fiona lo visita en el hospital, y habla con el de poesia, y canta mientras el violin de Adam suena; luego vuelve al juzgado y decide, de acuerdo con la Ley del Menor. Con lo que ocurre despues para ambos compone IanMcEwan, con un oficio que extrae su fuerza de no llamar nunca la atencion sobre si mismo, una pieza de camara tan depurada y economica como repleta de conflictos y volumenes; una novela gracil y armoniosa, clasica en el mejor sentido de la palabra, que juega su partida en el terreno genuino de la escritura mas indagadora: el de los dilemas eticos y las responsabilidades morales; el de las preguntas dificiles de responder pero imposibles de soslayar. La ley del menor habla del lugar donde justicia y fe se encuentran y se repelen; de las decisiones y sus consecuencias sobre nosotros y los demas; de la busqueda de sentido, de asideros, y de lo que sucede cuando estos se nos escapan de las manos: lo hace con la seguridad tranquila de un maestro en la plenitud quintaesenciada de sus facultades.

  • Amistades peligrosas de Alvaro Rey

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    Daniel siempre ha sido un picaflor y gracias a su increible fisico y a su alegre personalidad, la mayor parte de su vida se ha dedicado a usar a las mujeres. Hasta que aparece Rose y le cambia la vida.
    La chica inglesa que ha llegado a Espana a practicar el idioma y a buscar trabajo, lograra que por primera vez el se enamore y deje de ver a las mujeres como solo sexo.
    Uno de sus ligues de siempre, Marta, no estara de acuerdo con la eleccion de Daniel y quiere volver a tenerlo a su antojo, amenazandolo con destruir su relacion si no hace lo que ella quiere.
    El aceptara los chantajes para que Rose no conozca su pasado, pensando que Marta se olvidara rapidamente de el, sin saber que solo es el inicio de la gran pesadilla de su vida.

  • Te juro que no lo he hecho a proposito de Erina Alcala

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    Karen vivia en un pequeno pueblo de Montana, llamado Bell. Habia cuidado a sus abuelos, los unicos familiares vivos que tenia y que habian cuidado de ella desde el accidente en que murieron sus padres cuando apenas era nina. Perdio por el camino su adolescencia, su juventud y a ellos, junto con el dinero que tenian. Y ahora necesitaba un trabajo desesperadamente, irse a Helena, la capital y trabajar y estudiar en la universidad a distancia. Realizar su sueno de ser Profesora de Literatura.
    A Belle llego, Mat, un hombre rico con una cadena de restaurantes repartidos por todo el pais. Sus padres tenian una cabana en Bell y alli se quedo Mat, curandose las heridas de un accidente de trafico que sufrio al ir a ver a sus padres que vivian en Helena.
    karen lo cuido mas de tres meses, y antes de irse Mat a Nuerva York y Karen a Helena, tuvieron un encuentro sexual a modo de despedida.
    Anos despues el destino habia cambiado para Karen y alli estaba ahora en Nueva York, dandole las gracias a Mat.
    Pero Mat, ahora la queria en su vida y en su cama. Y ella nunca lo olvido. Estaba enamorada de ese hombre sexy y guapo desde la primera vez que lo vio.
    Un obstaculo se cruzaba en sus caminos, ?Podrian superarlo?

  • Confesiones de mi Ninera de Bianca De Santis

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    Yo no tenia el talento que se necesitaba para redecorar un apartamento, asi que crei que necesitaria algo de ayuda… mas adelante. Debia prepararme para una cena de negocios que ya estaba cerca. Sabia que debia cambiar el ambiente de mi apartamento, porque era muy distinto al que mi esposa y yo habiamos habitado con Enrique. Me costaba mucho adaptarme a el. Era un lugar mucho mas pequeno y sencillo, con lo cual se me hacia mas facil cuidarlo, pero extranaba la calidez que Elena le daba. El tamano me parecia bien, pues debia prestarles atencion a todos los detalles, pero aun asi no parecia tener el encanto que Elena habia puesto en nuestro hogar. Jamas habia querido que buscaramos a un disenador, a pesar de mi fortuna. Consideraba que tenia la personalidad y el talento suficientes para lograr que la casa y sus alrededores fuesen lo suficientemente confortables para todos. Pero ese no era mi caso. Entre en mi oficina despues de sentirme feliz al ver jugar a Enrique, y revise mis notas para la cena. El estaba en su habitacion, con sus juguetes favoritos. Con sus cinco anos de edad, decidi que le compraria otros para favorecer su imaginacion, que ya estaba despertando mas que nunca. Me di cuenta de que debia hacer algunos cambios en las notas. Busque mi boligrafo entre mis bolsillos, pero fue inutil. Siempre perdia todos mis boligrafos, incluso aquellos hermosos que me regalaban con tanto carino. Habian pasado dos anos desde la muerte de mi esposa Elena, pero su recuerdo estaba intacto en mi mente. Me habia parecido una mujer hermosa desde que la conoci, con un fisico con el que cualquier hombre se volveria loco: larga cabellera rubia, ojos impactantes y hermoso corazon. Fui el primer hombre que se enamoro perdidamente de ella. Ella sintio lo mismo y al poco tiempo nos casamos. Recorde el amor que habia sentido por ella al encontrar un boligrafo, detras de una antigua foto de ella. Era el unico boligrafo que me quedaba. Lo supe al buscar en mi escritorio y ver que mis cajas de boligrafos eran historia. Veia a Elena cada vez que veia los ojos de Enrique. Y los boligrafos tambien me recordaban a ella, pues siempre estaba pendiente de poner uno en mi traje, ademas de recomendarme que tomara todas las previsiones, trazara planes en caso de algun imprevisto y me tomara las cosas con calma. Era parte de su personalidad. Pensaba en ella tambien cuando me acostaba y su espacio estaba vacio, y de ella solo quedaba el recuerdo de su cuerpo en la ropa de dormir. El recuerdo era tan fuerte que habia decidido no tener otra relacion desde su muerte. Me parecia lo mejor. Sentia que era una especie de traicion a ella, a su memoria y lo que vivimos juntos. Sentia que estaba mal llevar mujeres a nuestra casa y que Enrique las viera entrar y salir. Queria dar un buen ejemplo a Enrique, ensenarle como ser un caballero, como tratar bien a todas las mujeres y como comportarse en una relacion de pareja. Y lo haria con o sin su madre. Pero ahora que estaba sin ella, mi vida era sumamente dificil. Con el aniversario de su muerte los recuerdos me inquietaban. Como director ejecutivo de una de las empresas de desarrollo de software de ingenieria mas importantes del pais, necesitaba estar muy concentrado. Enrique corria en su cuarto mientras volaba uno de sus aviones de juguete y luego llego hacia mi, haciendo ruidos de disparos y agitando sus pies. Vi los papeles de nuevo cuando me sente otra vez en la silla de mi escritorio antes de sonreirle a Enrique. Trate de olvidar por un momento a Elena. Mi hijo me necesitaba y mi carrera tambien. “Hijo mio. Ya iba a tu cuarto para hablar contigo”, le dije. Lo abrace y bese su frente. “?Que ibas a decirme?”. “Que esta noche voy a trabajar”, le informe con desconsuelo. “Que triste… Cuando sales de noche a trabajar me siento muy mal”, dijo sonando desanimado “Si, te entiendo. Debo ir a una cena por negocios. No puedo faltar”, le dije. Puso su frente en alto. “Puedo ayudarte con esos negocios si quieres”, me dijo. “Volvere despues de la cena y te recogere. Es solo por esta noche. Te lo prometo. Podras ayudarme despues, cuando crezcas. Incluso podrias hacer mas cosas que solo ayudarme”, le respondi, “pero esta noche me gustaria que te quedaras en la casa de tu abuela”. “?Ire en el metro?”. Rei con su pregunta. “Si. Llegaras mas pronto que si te llevo en mi auto. Puedes ir de ida y de regreso tambien. ?Que opinas?”. “Bien”, dijo, mirando hacia el techo. “Me parece perfecto ir a su casa en el metro y pasar la noche alla, pero debo meter algo de comida en mi bolso, porque no me gusta la comida del tren, y llevar tambien mi osito de peluche. Me gusta compartir con la abuela, porque prepara galletas para mi y me cuenta historias para dormir, tan buenas, que siempre quiero esperar al final. Incluso me dejo quedarme despierto la ultima vez que fui para que terminar de ver una pelicula, como si fuese un nino mas grande”. “Veo que sabes negociar. Has aprendido de mi. Acepto tus condiciones”, le dije sonriendo. “No creo que necesites negociar conmigo si pasaras la noche negociando”. Mis ocupaciones recientes me impedian estar mas tiempo con el. Cerre la carpeta con mis notas y tome un largo respiro. La mirada de tristeza se asomaba en sus ojos. Estaba mal porque queria estar conmigo. “Podriamos comer un helado”. “Claro”, dijo con alegria. “De acuerdo”, le respondi. “Iremos a Los Pinos, a ese lugar que tanto te gusta. Ve a vestirte”. “Hagamoslo”, grito mientras corria y salia de mi oficina. Podria pasar un rato con mi hijo y luego ir a trabajar. Sonrei y movi mi cabeza, llevando mi mirada a la gaveta donde estaba la foto de mi esposa Elena. Me levante y contuve la respiracion, tratando de recuperar mis fuerzas. Apague la luz. A fin de cuentas, el trabajo no se iria de alli. Habia una hermosa chica afuera del apartamento. Era Sandra, la hija de los vecinos, estaba en el pasillo cuando salimos. Habia crecido y ya no lucia como una joven inmadura. Me parecio que era otra chica, por sus jeans ajustados y su camiseta universitaria, su largo cabello ondulado y sus sinuosas curvas. “Sandra”, le dije con alegria. “Regresaste de la universidad. ?Como has estado?”. “Hola, senor… Alonso”, dijo ella sonriendo. Aun estaba sorprendido por su buen cambio. “Puedes llamarme Andres”, le dije. “?Recuerdas a mi hijo Enrique?”. “Si,” dijo. Le sonrio a Enrique. “Vine a casa a pasar mis vacaciones. Pude haberme quedado alla, pero me hacia falta mi familia y El Trigal. Entonces decidi venir”. “?Que tal la universidad?”. “No muy bien, pero ya sabia que la Universidad Andina no seria facil en absoluto. Sin embargo, me gusta el reto, aunque me hacian falta unos dias de descanso como estos. Por cierto, planeaba pasar por tu casa mas tarde para que conversaramos”. Rio. “?Sobre que? ?Decidiste finalmente estudiar informatica para trabajar con nosotros despues de graduarte?”. “De hecho, no. Quiero seguir estudiando Educacion. Solo queria ofrecerme en caso de que te haga falta una persona que se encargue de Enrique durante los proximos dias. Puedo ser su ninera. Podria ganar algo de dinero mientras estoy aqui, ya que mientras estoy en la universidad me cuesta mucho. Asi mi padre no tendria que mantenerme y podre pagar mis cuantiosas deudas con mis tarjetas de credito”. Sandra rio. Rei con sus palabras. “Lo entiendo. Si fuese tu padre te lo agradeceria”. “El estara muy agradecido”. Sandra sonrio. “De hecho, tengo una cena de negocios. No puedo postergarla porque son clientes antiguos e importantes, que estan esperando esta cena hace mucho tiempo. Es muy importante y no puedo faltar. Mi ninera suele venir en ocasiones como estas, pero salio de la ciudad hace unos dias. Podria venir, pero esta un tanto lejos. Vive en un lindo sector de Pueblo Nuevo, pero tardaria dos horas para llegar y dos horas mas para retornar. Enrique tendria que dormir alli porque no me gustaria despertarlo cuando termine la cena. Tendria que tomar el metro para viajar dos horas a mitad de la noche para regresar a casa. Seria una locura. Bueno, ya sabes lo que sucede, asi que podrias cuidarlo esta noche”.

  • Eres mi mejor sueno de Clara Albori

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  • Mi mal de amores eres tu (Seleccion RNR de Emma J. Care

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  • Los viejos amigos (Volumen independiente), Silvia Soler de Silvia Soler

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  • Venganza (El Diablo sobre la isla 2) de Joan Pont Galmes

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    Carlos, el asesino profesional adicto a la morfina que sembro el panico en la isla de Mallorca varios anos atras, recibira en esta ocasion un encargo muy especial de una fundacion estadounidense: ejecutar la denominada “justicia historica”. Aceptara el trabajo a reganadientes impactado por la fotografia de una mujer, Maria Garcia, a la que debe vengar, con la esperanza de de lograr olvidar a Elena y de reencontrarse algun dia con su desconocida hija Macken. Esta vez ira acompanado de Esther, que se cruzo en su vida de una manera fortuita y con la que formara un vinculo sangriento que recorrera varios continentes. Carlos, siempre pendiente de si mismo, no adivina que acaba de crear un monstruo peor que el.

  • Todo lo que encontre en la ciudad de Georgia Moon

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    Elionor esta cansada de su monotona vida y decide dejarlo todo atras e irse a Londres; estudios, amigos, familia y a Eddie, su gato. Necesita un cambio, algo diferente para seguir teniendo la ilusion de despertarse cada manana y sonreir en aquella nueva ciudad. Lo que Elionor no espera es que el encuentro con la mirada azul de un joven musico en la estacion de Baker Street sera la que le hara dar ese giro en su vida, llenandola de curiosidad por el y el cuaderno que siempre le acompana, maravillandose por todo lo que escribe y por el misterio de la duena de todos sus pensamientos; la belle Marie. Una historia sobre lo que dos personas encontraron al conocerse, y el tragico desenlace de un amor olvidado en el pasado.

  • A pocos centimetros de Jadine Tyne

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    Conozco a Jadine Tyne, o mejor dicho a la persona que se esconde tras el seudonimo, desde hace ya muchos anos. Anos de amistad en los que nos unio nuestra pasion por los libros y desde entonces, a pesar del tiempo, hemos seguido en contacto buscando ayudarnos o apoyarnos en cada una de nuestras nuevas locuras. El dia que recibi un mail de Jadine para decirme que si le escribia el prologo de este libro, de A pocos centimetros, he de reconocer que me sorprendi. Estaba ante una nueva locura en la que se habia metido de lleno, y nada menos relacionada con la infidelidad o con el diferente cariz que puede esconder este tema en cada persona. Romance… quizas. Pasiones… puede. Relaciones romanticas… tal vez. Infidelidad… ?que es la infidelidad? A pocos centimetros esconde esto y mucho mas. Tres guiones con historias muy diferentes entre si pero con un hilo en comun, la pluma de Jadine Tyne que termina siendo un gran descubrimiento para el lector. Unas historias que con un formato de cine, consigue que sean muy visuales y que el lector se imagine todo lo que les rodea a los personajes sin demasiados artificios pero con ideas muy claras. Tres aventuras donde el amor, la traicion o la ?infidelidad? hace que pensemos en las distintas maneras que hay de vivir la vida porque una vida no es unica y cada uno sabe en realidad como descubrirla. Un placer y un honor abrir este libro con este prologo que es mas un alegato de intenciones que un prologo al uso, donde solo intento que os intereseis por esta historia que busca sorprenderos, como lo ha conseguido conmigo. Sorprenderos con Jadine Tyne, su historia y sus relatos. Atrevete a descubrir y sonar. Adentrate en una aventura donde todo lo que sabes, todo lo que te han inculcado desde nino puede derrumbarse, donde puede que una infidelidad no sea tan mala… ?o si? Merche Diolch Tres toallas y un albornoz PANTALLA EN NEGRO Letrero (en blanco): Tres toallas y un albornoz SE OYE el agua de una ducha. ABRE DE NEGRO INTERIOR – BANO – DIA Una puerta translucida muestra la figura de un cuerpo masculino desnudo, de la puerta cuelgan dos toallas y un albornoz. Cerca de la ducha esta una ventana, un cesto de ropa sucia, el retrete, el lavabo y un espejo encima de este. A la izquierda del lavabo, la puerta del bano, entreabierta, y SE VE una cama. INTERIOR – DORMITORIO – DIA Una ventana grande muestra unos arboles que son mecidos por el viento. Una cama de matrimonio frente a una puerta entreabierta, HOMBRE 1 (27) con el pecho descubierto duerme encima, suelo enmoquetado, dos mesitas a cada lado de la cama, en una de ellas un despertador y en la otra un telefono, dos sillas cerca de la puerta, las dos tienen encima ropa de caballero, se distinguen las camisas blancas y los pantalones oscuros, debajo de las sillas hay sendos pares de zapatos. Delante de la cama hay dos corbatas dispersas en el suelo. MUJER (30) le mira desde el umbral de la puerta. Ella no va maquillada, viste un traje de noche negro y esta descalza. INTERIOR – BANO – DIA La puerta de la ducha se abre y sale HOMBRE 2 (35) con una toalla a la cintura. INTERIOR – DORMITORIO – DIA La mujer camina hacia HOMBRE 1 despacio, se sienta en la cama le acaricia la mejilla y le da un beso en los labios. HOMBRE 1 se mueve, abre los ojos, la mira y sonrie, ella le devuelve la sonrisa y le besa de nuevo. MUJER se levanta de la cama y sale de la habitacion. HOMBRE 1 se sienta, mira al bano y ve salir a HOMBRE 2. HOMBRE 2 se acerca a la cama, se sienta, posa su mano en la espalda de HOMBRE 1 y le da un beso en la mejilla. HOMBRE 1 sonrie timidamente, baja la vista, HOMBRE 2 levanta la cabeza de HOMBRE 1 y acerca su cara a la de el, pero se interrumpe. MUJER esta en el umbral de la puerta, HOMBRE 2 la mira, ella, calzada, camina hacia el, se sienta en la cama y le besa en los labios. HOMBRE 2 se levanta y va hacia una de las sillas, se empieza a vestir, HOMBRE 1 mira a MUJER y VE que ella esta con la mirada fija en HOMBRE 2. HOMBRE 2 mira a MUJER, se lleva una mano a la garganta, la desliza hasta el estomago y la sube de nuevo, MUJER se levanta, coge una de las dos corbatas del suelo y se la da a HOMBRE 2, que sonrie. HOMBRE 1 se levanta, esta desnudo, HOMBRE 2 y MUJER se acercan a el. HOMBRE 1 estrecha la mano de HOMBRE 2. HOMBRE 1 da dos besos a MUJER. HOMBRE 1 se va al bano, mientras que HOMBRE 2 y MUJER se besan largamente. INTERIOR – BANO – DIA HOMBRE 1 entra en la ducha. SE OYE el agua caer. INTERIOR – BANO – DIA HOMBRE 1 esta desnudo frente al espejo, coge el albornoz que esta encima del retrete y abre la puerta. INTERIOR – DORMITORIO – DIA HOMBRE 1 sale del bano, ve la cama hecha y un sobre encima de ella. Camina hacia la cama, se sienta, coge el sobre, lo abre, lo vacia encima de la cama y SE VEN billetes de euros caer. CIERRA DE NEGRO Madame Forestier o El fin de los prejuicios PANTALLA EN NEGRO Letrero en blanco: Madame Forestier o El fin de los prejuicios ABRE DE NEGRO PANTALLA EN BLANCO Letrero en negro: Madrid, 1990 ABRE DE NEGRO INTERIOR – COMEDOR – NOCHE Una mochila esta apoyada en una pata de madera. Pertenece a una mesa rectangular que tiene varias sillas a su alrededor. Encima de la mesa hay libros de estudio, boligrafos y papeles. Tambien hay una lampara de estudio encendida. Otra lampara alumbra. Por una puerta aparece PANDORA, de unos 40 anos, mira la mesa, apaga la luz del flexo, camina hacia la otra puerta y la atraviesa. INTERIOR – PASILLO / CUARTO DE JORGE – NOCHE PANDORA prende la luz del pasillo, camina, se detiene en el primer umbral y VE a JORGE de 15 anos en la cama, abrazado a un PERRO negro. La manta esta en el suelo. PANDORA coge la manta y tapa a JORGE y al PERRO. INTERIOR – CUARTO DE PANDORA – NOCHE Una lampara encendida. Esta en una mesita. A su izquierda esta PANDORA metida en una cama de matrimonio con MIGUEL, de la misma edad que ella, a su lado durmiendo. PANDORA apaga la luz de la mesita. INTERIOR – CUARTO DE JORGE – NOCHE La persiana esta bajada, las rendijas permiten entrar la luz del dia, que ilumina un poco una cama. Sobre ella esta tumbado boca arriba JORGE y el PERRO negro. JORGE abre los ojos despacio, se incorpora, acaricia de nuevo al PERRO, le da un beso, se levanta de la cama y sale por el umbral de la puerta de la habitacion. El PERRO ocupa la cama. SE OYE el sonido de unas llaves. El PERRO abre los ojos, baja de la cama y sale de la habitacion. INTERIOR – ENTRADA – NOCHE JORGE tiene las llaves en una mano. Esta andando hacia la puerta de salida. Cerca hay una mesa con una correa. El chico llega hasta la manilla. La coge con una mano. SE OYEN pisadas. El PERRO esta detras. JORGE abre la puerta sin mirar atras, el PERRO sale, JORGE coge la correa y sigue al PERRO cerrando la puerta tras de si. INTERIOR – PASILLO – NOCHE Del primer umbral sale JORGE. Tiene sobre su espalda la mochila. SE OYEN unos ruidos al final del pasillo, donde hay una puerta entornada. JORGE camina en direccion a la puerta y se detiene. Se da la vuelta, va hacia el fondo, los ruidos SE OYEN mas cercanos, JORGE ha llegado al umbral de la puerta. En una cama VE a PANDORA desnuda de cintura para arriba y el resto del cuerpo tapado con la sabana, MIGUEL esta debajo de ella. INTERIOR – CUARTO DE PANDORA – NOCHE PANDORA se esta moviendo mientras MIGUEL le acaricia los pechos con suavidad. Ella jadea mas fuerte, el hombre posa sus manos en la cintura de ella.

  • Donde duerme tu nombre de Ana Maria Draghia

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    Abril tiene veintiseis anos y trabaja en un estudio de animacion. Aunque parece ser feliz, solo piensa en averiguar quien es su padre. Y, por si esto fuera poco, cuando Eric reaparece, todo su mundo se pone del reves. Queriendo alejarse de el, se acerca a su jefe, Christopher, envuelto en mas secretos de los que ella espera.

  • Voces humanas de Penelope Fitzgerald

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    Penelope Fitzgerald vuelve a inspirarse en su propia vida para trazar una inolvidable historia sobre la guerra y la brutalidad con la que afecta a las vidas de las personas. En Londres, en pleno Blitz, un plato de la BBC se trasforma en un gigantesco dormitorio compartido. Decenas de hombres y mujeres se hacinan en un edificio que en cualquier momento podria ser alcanzado por el enemigo. Sam Brooks, un director de programa desesperado, busca consuelo en los brazos de sus asistentes: Vi Simmons, una mujer practica y animada; Lise Bernard, una medio francesa embarazada o Della, una gran seductora. Amor, tragedia y aprendizaje. Experiencias humanas que se entrelazan en un opresivo microcosmos, mientras las bombas resuenan en el exterior y cada nueva noticia mantiene en vilo a toda una nacion.

  • Italiano Descarado de Jorge Borges

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    Mi nombre es Giulio.
    Pero tu puedes llamarme Dios.

  • Papel de amate de Ricardo Torres Marzo

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    Se ha hallado un fragmento de un codice maya prehispanico en una excavacion arqueologica en la Peninsula de Yucatan. Es un descubrimiento extraordinario y el Templo de Akan, una sociedad de fanaticos implicados en el trafico de arte maya, esta interesado en conseguirlo por todos los medios.

  • Tu me salvaras de Angie Garcia Lopez

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  • El otro Hollywood de Eve Babitz

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    <<Me parecia a Brigitte Bardot y era la ahijada de Stravinsky.>> Asi se definia Eve Babitz, musa del Los Angeles de los sesenta y setenta que con apenas treinta anos publico estas memorias dignas de una estrella de Hollywood.

  • ?A todo riesgo o a terceros? (Sensaciones 1) de Mia Alcaraz

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    Trabajar duro es para Paula la unica opcion viable para poder conservar lo poco que le queda de su padre.

  • La cocina de las legumbres de Fundacion Alicia

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    ?Sabias que las alubias negras contienen un 50% mas de hierro que un filete, que los garbanzos aportan tanto acido folico como las espinacas o que la primera espuma que hizo Ferran Adria fue de legumbres?

  • La rebelion del rey (El principe cautivo 3) de C. S. Pacat

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    La verdad ha salido a la luz y ahora Damen debe elegir entre el trono y el amor

  • La ultima noche en Tremore Beach de Mikel Santiago

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    La fascinante historia de un compositor que intenta recuperar la inspiracion en una casa en la costa de Irlanda.

  • La chica que no sabia decir adios de Sandy Mejia G

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    Una chica y la historia de su primer amor. Un adios inesperado y una promesa. Decisiones que llevaran su vida por caminos que no esperaba, a conocer lugares del mundo que no imaginaba. Si nuevos amores u oportunidades, solo ella lo sabe. La vida la sorprende con sonrisas y lagrimas, sera ella quien decida no solamente el rumbo sino tambien la forma. ?Es posible vivir la vida que una vez sono? ?es real el amor para siempre?
    De nina a mujer. De risas a lagrimas. De suenos a corazones rotos. De promesas a noches en soledad. De besos de miel a abrazos de hielo.

  • Eden de Pilar Parralejo

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    El pequeno reloj de pared marco las seis con su habitual y peculiar crujido, avisando a Ellie que ya era hora no solo de su fin de jornada sino de la particular fiesta de cumpleanos que tenia en menos de una hora. Se levanto, con una sonrisa de oreja a oreja despues de apagar su ordenador y, tras guardar todo debidamente, cogio su abrigo del perchero, lo dejo sobre su escritorio, se colgo el enorme bolso de su hombro derecho y camino hacia el despacho de su jefe, un tipo guapisimo del que llevaba casi tres anos platonicamente enamorada. Y es que… ?Como no estarlo? Chris era un seductor nato, rubio, ojos verdes, cuerpo atletico, alto, con una voz hipnotizadora… Tenia lo que ella consideraba un gran defecto y es que, aunque era como un Dios encarnado, era el tipo mas mujeriego del mundo, nada que una chica decente, como lo era ella, necesitaba. Llamo a su puerta con un par de toques y, cuando Chris le dio permiso para abrir, simplemente le dijo que ya era la hora de marcharse y que, si no necesitaba nada mas, se marchaba. --Puedes irte. --Dijo con una sonrisa--. Pero antes espera. Se levanto de la silla de cuero blanca y se acerco a ella. Ellie trato de dar un paso atras al creer que iba a hacer lo que ella pensaba, y no se equivoco, no al menos del todo. Chris la rodeo por la cintura, trayendola contra si, se inclino ligeramente y la beso. No fue un beso como el que cualquiera hubiera deseado, ella aparto la cara y sus labios terminaron en su mejilla izquierda, hecho que le hizo sonreir ya que Chris sabia que iba a hacer justo lo que hizo. --Feliz cumpleanos. --Gracias --respondio ella, colorada como un tomate. Chris volvio a su sillon con una sonrisa en la cara y ella simplemente salio de alli. En los casi tres anos que llevaba trabajando para Chris, ni una sola vez le habia felicitado en su cumpleanos. Supuso que, como todo estaba patas arriba por la boda de su hermano, el tambien estaba, en cierto modo, un poco traspuesto. Estaba recogiendo su abrigo cuando escucho unos tacones aproximandose. Al girarse se encontro con Tessa, la prometida de Kalos, el hermano de Chris. Esta se sorprendio al verla, como si acabase de pillarla infraganti con algo. --?Ya te marchas? --Pregunto, fingiendo desinteres. Ellie supo a lo que se referia con esa pregunta, y tampoco tenia motivos por los que quedarse, de forma que asintio con la cabeza y se alejo de su mesa--. Buenas noches. --Buenas noches, senorita Carpenter. Tenga un buen fin de semana. --!Tu tambien! --Exclamo con una sonrisa. Tessa era una mujer deseable, preciosa, simpatica, con buen cuerpo y muy buen gusto a la hora de vestir, sexy y provocativa sin ser vulgar. La miro un instante sintiendo algo de envidia, pero siguio su camino hacia el ascensor oyendo como se dirigia al despacho de Chris. Estaba subiendo al autobus cuando recordo la bolsa que habia olvidado bajo la mesa de su escritorio, algo que no podia dejar ahi sin mas hasta el lunes. Era el regalo para su sobrina, quien, de casualidad, tambien cumplia los anos el mismo dia que ella, solo que con casi veinte anos de diferencia. Habia caminado durante diez minutos y supuso que ya no habria nadie en el edificio, normalmente todos salian a la misma hora. --Hola Milo --sonrio al guardia de la entrada. --?Trabajo de ultima hora? --Que va. He olvidado algo de vital importancia en mi mesa. Corrio por la recepcion hasta el ascensor y llamo, esperando impaciente a que bajase. Habia quedado con su familia en una hora y ya habia perdido veinte minutos. Cuando las puertas se abrieron en la planta numero veinte, el corazon se le detuvo. Los gemidos de Tessa se mezclaban con los de Chris y llenaban toda la planta. Lo peor no era saber que su jefe estaba teniendo sexo en su oficina creyendo que no habia nadie, sino saber que, quien estaba teniendo sexo con el no era otra mas que su cunada, la prometida de su propio hermano. Se acerco despacio a su mesa para tirar del regalo de su sobrina y sin querer, desvio la mirada hacia el despacho. Chris arremetia contra Tessa, quien estaba completamente desnuda y pegada al cristal mate que separaba su despacho de la recepcion, desde el que se veia todo, algo borroso, pero sin dificultad, incluyendo a Chris, quien tenia los pantalones en los tobillos. Ella tuvo que ser testigo de ello sin querer. Desvio la mirada inmediatamente, tan avergonzada como deberian estar ellos y, sin hacer el menor ruido, regreso al elevador. En el vestibulo ni siquiera se despidio debidamente del guarda, simplemente le hizo un gesto con la mano y salio del edificio con un sentimiento de injusticia indescriptible. Kalos era un tipo bastante seco, y malhumorado. Fisicamente era igual de atractivo que su hermano Chris, o mas. Su pelo era oscuro, lo tenia algo mas largo que Chris y sus ojos no eran verdes, sino de un tono oscuro que parecia negro. Era mas alto que su hermano y con una complexion mas trabajada. Pero era una persona dificil de tratar en la empresa, solia reganar a los empleados que no hacian bien su trabajo, se enfadaba si las cosas no salian como el queria y era hosco y demasiado estricto con los horarios, todo lo contrario que su hermano, a quien todo parecia darle igual. A pesar de ser como era, le supo mal que, tanto su hermano como su prometida, estuvieran haciendole eso, en el mismo edificio en el que los dos trabajaban. Se arrepintio de haber vuelto a por el regalo, tendria que haber comprado otra cosa de camino y haberle dado el de la oficina en otro momento, de esa forma no se sentiria tan incomoda como lo estaba haciendo. --?Y esa cara? --Pregunto Jackson, el cunado de Ellie, quien estaba fuera, fumando, cuando ella llego. Habia estado tan sumida en sus pensamientos que no se habia percatado del trayecto desde la oficina hasta la casa de su hermana. --No es nada --dijo, sonriendo ampliamente. Adoraba a su cunado. Despues de su padre era el hombre al que mas admiraba. Cuando su hermana Chloe tenia dieciseis anos, se cayo al subir a un autobus, con tan mala pata que se dio contra un bordillo de la acera y se rompio la espalda. Fue la caida mas tonta de la historia, pero le costo sus piernas y desde entonces era invalida. Jackson habia estado toda su vida enamorado de ella y, aunque Chloe le rechazo creyendo que ya no era aceptable para ningun hombre, el insistio e insistio. A pesar de no poder salir con ella como lo haria con cualquier chica, no se separo de su lado y anos mas tarde se casaron. La adoraba, la queria con locura y junto a sus hijas, eran la familia mas entranable del mundo. Se acerco a el y, despues de un abrazo y un beso en la mejilla, entro en la coqueta casita en la que vivian. Saludo a sus padres igual que habia hecho con su cunado, con un abrazo y un beso en la mejilla, se inclino para besar tambien a su hermana mayor y levanto en brazos a la pequena cumpleanera. --Muchisisimas felicidades, mi pequena Missy. --Dijo levantandola por las axilas lo mas alto que pudo y empezo a girar con ella, algo que a la nina le encantaba. --Muchisisimas felicidades, tia Lizzy --rio. A pesar de llamarse Elisabeth, no le gustaba que la llamasen asi ya que le parecia un nombre demasiado serio para lo que ella era, siempre prefirio Ellie o Lizzy. Despues de bajarla, la llevo hasta el uno de los sofas del salon y le dio su regalo. --?Que es? --Pregunto la nina al ver la caja con un papel morado brillante envolviendola. --No es un elefante… --La nina rio--. Tampoco es… un panda… --le dijo, riendo esta vez ella --. Anda, abrela. La pequena no lo penso. Abrio el regalo rompiendo el papel y, cuando vio que se trataba de la muneca que mas queria, solto la caja a un lado y salto a los brazos de su tia. Envidiaba la familia tan bonita que hacian, los envidiaba por no haber podido hacer ella tambien una familia, mas aun, cuando tambien su hermana menor estaba felizmente casada y con un par de gemelos en camino. Pero Ellie no habia conocido al hombre indicado, si a chicos con los que salir a divertirse o con los que pasar el rato, pero no hombres con los que formar un hogar. Ese pensamiento le trajo a la mente a su jefe, al hermano de su jefe y a la prometida de este. Se pregunto si las familias ricas eran todas tan disfuncionales como la que iba a formarse el siguiente fin de semana, cuando la bella Tessa y Kalos se casaran. Mientras la nina corria a ensenarle a su hermana pequena su mas preciado regalo de cumpleanos, Chloe agarro la mano de su hermana y la llevo a la cocina mientras con la otra mano arrastraba su silla. --Hoy estas distante. --Le dijo. --No… Es solo que he olvidado el regalo de la nina al salir y cuando he vuelto a por el he tenido que ser testigo de una infidelidad. --Uuuuh… cuenta, cuenta. --Pidio curiosa. --Eran Chris y la prometida de su hermano. Chloe se llevo las manos a la boca con sorpresa. Ella no conocia a ninguno de ellos, pero Ellie le habia contado lo guapo y sexy que era su jefe. --Entiendo que estes asi… --Estaban en su despacho… contra los cristales de la mampara… --?Y como has contenido a la justiciera que llevas dentro? --Queria sacarla a pasear antes de ir a casa. Iba a ir al apartamento de Kalos, que vive a tres calles de aqui, y a decirle lo que he visto. --No te metas. Esa gente se junta con individuos como ellos. Chris es un mujeriego, la prometida de Kalos una indecente… ?Como crees que sera el? --Ellie levanto los hombros en un gesto de duda. --Casi no lo conozco. Solo lo poco que lo he visto en la oficina. Es despota, y altivo, y soberbio. Es malhumorado y grunon. --A lo mejor por eso su prometida le engana con su hermano, porque es todo lo opuesto. --No se… Pero no importa. No quiero pensar mas en ellos. Volvamos a la fiesta --le dijo, girando la silla de su hermana y empujandola de vuelta al salon. La fiesta no duro mucho, Jackson habia comprado billetes para llevar a su familia a Disney World, en Orlando, por lo que saldrian de viaje esa misma noche y estarian toda la semana en la otra punta del pais. A las ocho de la tarde se despidio de ellos en la puerta de su casita y emprendio camino hasta su apartamento. De camino a la parada del autobus miro en direccion al apartamento de Kalos, vivia a solo una manzana de ahi. Podia ir, decirle que su prometida y su hermano le estaban enganando y volver para coger su transporte. Asi lo hizo. Tomo una respiracion profunda, se aferro con fuerza al asa de su bolso y se encamino al lujoso edificio de tres plantas en el que vivia uno de los dos directivos de la empresa para la que trabajaba.

  • Doble o nada (Doble o nada 3) de Veronica L. Sauer

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    Debo conf esar que no me llamo Veronica L. Sauer. Si asi f uera, si ese f uera mi nombre real, jamas me atrev eria a contarles lo que les v oy a contar. Y si no estuv iera a miles de kilometros del sitio donde comenzo todo, puede que tampoco. Me f ui de Uruguay sin dirigir ni una sola mirada al ay er, con la esperanza de encontrar en el f uturo y en otro lugar, una nuev a historia de amor. Y de poder elegir, que esta v ez f uera la mia. Estoy v iv iendo en New York, lista para enfrentar un nuev o desaf io en esta v ida llena de av enturas que elegi llev ar hace un tiempo. Y no me arrepiento ni lo hare nunca, porque es precisamente mi espiritu av enturero el culpable de que Ana hay a entrado en mi v ida, y junto a ella la esperanza de algun dia poder v iv ir un amor asi. Un bonito amor. En f in; no es nuev o para nadie, que la historia que les acabo de narrar en "Septimo cielo" y "El quinto inf ierno", llego a mi a trav es de Ana. Lo que seguramente nadie sabe, es como llego Ana a mi v ida. Y y o les quiero contar. Ya lo saben, no me llamo Veronica L. Sauer. Pero si me llamo Veronica. Y lo q u e le s v o y a n a r r a r a c o n tin u a cio n, s e g u r o la s v a a s o r p r e n d e r. 1. Cuando llegue a Uruguay el v erano pasado, me senti perdida. Acababa de dejar Barcelona, luego de haber sido durante dos largos anos lo que jamas hubiese querido ser: el adorno de un abogado catalan presumido y f ormal. Y que ademas, me maltrataba. En ese momento no me daba del todo cuenta, pero mirandolo en retrospectiv a, debi mostrarle a ese capullo de que estaba y o hecha. O no... Jordi no era malo. Miento, si lo era. Y disfrutaba enormemente de menospreciarme con diplomacia. Decia cosas como: "Veronica, que bien te la pasas aqui conmigo ?no? Y pensar que hasta hace poco v endias boletos para el bus turistico en la calle..." o "?Que piensa tu f amilia, alla en Sudamerica, de la v ida de reina que te doy, carino? Tenia una incontrolable compulsion a hacerme notar lo que me daba, cada v ez que me lo daba. Y una f orma de decir "Sudamerica" cargada de desprecio que me hacia sentir muy mal la may oria del tiempo. Creo que no estaba del todo errado, sin embargo. Me sentia comoda a su lado, y como todo aquel que no quiere salir de su zona de conf ort, desestimaba las alarmas que sonaban en mi cabeza cada v ez que decia cosas desagradables. O las ignoraba, o las minimizaba, o las justif icaba. "Sudamerica" estaba muy lejos y queria que se mantuv iera a esa distancia siempre. No queria v olv er a mi Gualeguay chu natal ni a palos. No necesitaba mas discusiones, mas presiones... No deseaba enfrentarme a mi papa, el prototipo de marido en serie, y a su sequito de esposas con f echa de caducidad. Ni a mi mama, con su eterna pose de martir. No queria mas mentiras, mas enganos... Mas bien queria estar lejos de todo eso, tan lejos como el oceano me lo permitiera. Y tal v ez por eso f ue que aguante a Jordi tanto tiempo. Pero un dia, todo termino. Y lo mejor (o lo peor) es que no f ue por un acto ref lexiv o de mi parte o por un subito espiritu de arrojo; ni siquiera f ue por hartazgo. Fue porque me lie con el paseaperros y el gilipollas de Jordi me pillo. Me llamo golf a, perra, zorra y algo mas. Tenia razon, desde luego. El me saco del f ango y y o le meti los cuernos con el primero que se me cruzo. Y encima, tan sudaca como y o. Al principio me senti perdida, pero luego acepte el destierro con la may or dignidad. Y lo mas sorprendente de todo es que pudiendome quedar en Casteldef elds con el paseaperros, elegi v olv er a "Sudamerica". Rasque el f ondo de mi hucha y mi amigo sudaca hizo otro tanto. Y asi f ue que logre reunir quinientos euros que junto a millas acumuladas en mi tarjeta de credito, me hicieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, un candente v iernes de enero. No me habia alcanzado para un v uelo directo a Buenos Aires, asi que tendria que cruzar la frontera en micro si queria llegar a mi pais. Inspire hondo y con mi pequena maleta a cuestas, me instale en la parada del bus que me iba a dejar en la terminal, donde tomaria el que me dev olv eria a Gualeguay chu. Solo me quedaban un par de tramos y estaria en casa... En casa. Un dolor punzante en la boca del estomago comenzo a molestarme. Para cuando el bus llego, ese dolor me tenia sin aire... Lo deje pasar. Al bus, porque el dolor se habia instalado. Y por primera v ez en mi v ida me senti perdida. No me habia sentido asi jamas, ni siquiera cuando supe esa v erdad que me hizo huir, o cuando llegue a Barcelona, sin dinero y sin amigos.

  • Senora Miler (Valkiria 1) de Eva Gonzay

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    Aparco y justo cuando estoy a punto de salir del coche comienza a llover. --Maldita sea--rezongo enfadada. Otra vez he olvidado meter el paraguas en el coche, y ademas odio los dias lluviosos, me ponen de mas mal humor del que suelo tener ultimamente. Apago el motor y me miro en el espejo retrovisor para atusarme un poco el pelo. Me gusta la imagen que veo, a mis cuarenta y tres anos puedo decir que estoy estupenda y, aun asi, ultimamente no me siento bien. Hay algo en mi vida que falla o algo que me falta. Realmente no se lo que es y eso me genera una ansiedad y una tension que me va a provocar alguna arruga nueva. Tengo una empresa de gestion de cuentas con mas de cuarenta personas a mi cargo. Soy una mujer de exito que podria decir que lo tiene todo, incluso un novio apuesto cuatro anos menor que yo que es la envidia de mas de alguna arpia. Y a pesar de todo eso me falta algo. Si es que no me merezco lo que tengo, yo quejandome cuando hay gente que se muere de hambre, a veces me doy asco. Intento ser positiva. Hoy es viernes, esta noche Jorge vendra a casa, cenaremos y con suerte echaremos un polvo aburrido como siempre, pero al menos tendre un orgasmo. --Buenos dias, senora Miler--gritan golpeando en mi ventanilla. Me cago en la leche, menudo susto me acaba de dar Gabriel, el conserje del edificio. Ahi esta, en pie como una estatua al lado de la puerta sujetando un paraguas enorme para acompanarme a la entrada. Me bajo y le dedico una sonrisa tan falsa que seguro que piensa que me he puesto botox o alguna mierda de esas que no te dejan estirar los labios. Me pregunto cuanto hace que no sonrio de verdad. --Buenos dias, Gabriel, siempre usted tan servicial--digo de camino a la entrada. --Siempre es un placer, senora Miler. Suspiro en modo zen para no soltarle un berrido y hacerle comprender de una puta vez que no soy una senora, no me he casado y por lo tanto sigo siendo una senorita. Se que lo hace por educacion y por respeto, pero no me gusta. --Que tenga un buen dia--me despido antes de coger el ascensor hasta la ultima planta. Cuando las puertas se abren ya oigo el barullo desde la otra punta del pasillo. Otra vez me la estan liando estas listillas. Se ha formado un cierto grupito entre mis empleadas mas jovenes, de esos en los que cada vez que es el cumpleanos de una, aparece aqui con tres bandejas de pastas y cafe para todo el mundo. Hacen un corrillo a la hora del desayuno que siempre se acaba estirando mas de la cuenta. ?Que se piensan? ?Que tienen derecho a que yo les regale el dinero? Miro la hora en el reloj de pulsera que Jorge me regalo, es feo de cojones, pero a el le parece una autentica belleza y de vez en cuando me lo pongo para darle el gusto. Son las diez menos cuarto y la hora del desayuno termina a las nueve y media. En cuanto me ven aparecer por la puerta del comedor todas giran la cabeza hacia la pared donde cuelga el reloj como una manada de perras que acaba de encontrar un hueso. Sus caras se descomponen y me miran estupefactas como si la culpa de que las haya pillado encima sea mia. --Buenos dias, senora Miler, ?le apetece picar algo? Es el cumpleanos de Nuria y ha traido algo para desayunar. Ahi esta, la descarada de Valeria, mi secretaria personal. Es la que ha tomado la voz por todo el grupo. Si no fuera porque es bastante mas eficiente que las tres ultimas que he tenido y porque ademas es la hija de uno de mis mejores clientes, la despediria sin dudarlo. A veces me siento como Miranda Priestly en El diablo se viste de Prada, una autentica zorra a la que todas sus empleadas temen, todas menos Valeria. --Ya he desayunado, gracias. ?Os pensais que las llamadas y los correos se contestan solos? --berreo echando chispas por los ojos--espero que al final de vuestro turno os quedeis a recuperar el tiempo que habeis perdido. Esto no es el colegio, aqui no se reparten chuches en los cumpleanos, ni en los santos, ni en todo lo que se os ocurra celebrar. Todas me miran con cara de cordero degollado y van saliendo una a una pasando por mi lado con la cabeza gacha. Algunas pronunciando disculpas en susurros, las que no, seguramente, me maldicen mentalmente. Ya lo se, me acabo de comportar como una autentica zorra sin escrupulos ni empatia, o al menos eso es lo que me dira mi psicologo el lunes cuando acuda a la visita para regalarle cien euros por no ayudarme. Si es que encima soy gilipollas. Me siento fatal conmigo misma cuando me comporto asi, pero soy incapaz de evitarlo. Las palabras comienzan a salir de mi boca sin ningun tipo de filtro, a veces no se ni lo que he dicho hasta que termino de hablar y recapacito, pero para entonces ya es tarde. --Podria haberla felicitado al menos--suelta Valeria al pasar por mi lado. --?Como dices? --pregunto indignada. Lo que me faltaba, que ahora venga la mocosa prepotente esta a decirme lo que tengo que hacer. --Nuria cumplia cincuenta anos, eso no pasa todos los dias. --Hay muchas cosas que no pasan todos los dias, como que os encuentre a todas en vuestros puestos cuando llego. Haz el favor de ir a tu mesa de una vez y prepararme los informes que te pedi ayer. --A la orden. Valeria se da la vuelta muy digna y camina pasillo adelante mientras yo la observo y la maldigo a la vez. Creo que ni siquiera ha cumplido los treinta, pero la cabrona tiene unos ovarios y una seguridad en si misma que me recuerda a mi con su edad, quiza por eso le permito esa insolencia. Le doy unos minutos mientras me hago un cafe en la maquina de capsulas. Valeria trabaja dentro de mi mismo despacho y cuando entre quiero verla en su mesa concentrada en lo que tiene que hacer. Doy un sorbo al cafe y miro lo que queda de las dos bandejas de pastas. La boca se me hace agua, tienen una pinta deliciosa y sin ningun tipo de remordimiento cojo una y me la llevo a la boca. --Umm, joder, que rica esta. Me como un par de ellas mas, me termino el cafe y me limpio la boca para borrar cualquier huella que pueda delatar mi pecado. Cuando entro en el despacho echo un vistazo a la mesa de Valeria, que se encuentra justo en la parte derecha. Teclea algo en el ordenador mientras habla por telefono a traves de los auriculares, pero eso no le impide dedicarme una mirada reprobatoria y cabecear como si pensase algo horrible sobre mi. Suspiro tratando de calmar mis nervios. Aqui la que manda soy yo y a veces tengo la sensacion de que la que tiene el poder es ella. Todavia me pregunto por que le permito toda esa desfachatez que tiene, he echado a otras por mucho menos. Valeria cuelga y al sentarme en mi mesa veo que los informes que le he pedido no estan. --?Todavia no me has preparado los informes? --grazno senalando mi mesa. --Si que los tengo, es solo que la impresora se ha atascado y he tenido que imprimirlos de nuevo. --Ya, claro. Valeria se pone en pie de forma brusca haciendo que su silla acabe estampandose contra la pared, recoge el fajo de papeles que hay en la impresora, los cuadra sobre su mesa hasta que quedan perfectamente alineados y despues se acerca a la mia y los suelta ante mi como si fuesen una bomba. --O empiezas a comportarte como una mujer adulta y con educacion o me vere obligada a despedirte--amenazo recogiendo los papeles. --Si quiere que los demas mostremos educacion y respeto, deberia usted predicar con el ejemplo, senora Miler. Quiza mostrar algo de humanidad con sus empleados facilitaria que todo el mundo aqui se sintiese mas comodo y rindiese mas. Hay unos cursos muy buenos sobre liderazgo y... --Mira, Valeria--la interrumpo conteniendo las ganas de despedirla con efecto inmediato--tu trabajo aqui es hacer lo que yo te pido durante las ocho horas de tu jornada, si no te gusta, ahi tienes la puerta. Valeria no se mueve ni un centimetro, pero me dedica una mirada capaz de congelar un desierto. --Lo imaginaba, ahora vuelve a tu puesto--le ordeno resoplando. Capitulo 2 Por fin llego a casa y me dejo caer en el sofa como si acabase de llegar de correr la maraton de Nueva York. Me siento realmente agotada, es como si llevase una mochila cargada de piedras a todas horas y no pudiese quitarmela ni para dormir. Dentro de un par de horas llegara Jorge, pediremos que nos traigan la comida a casa, sacare una buena botella de vino y despues de charlar un rato, nos iremos a la habitacion para echar otro polvo aburrido. No es que me queje, el sexo con Jorge es bueno. Siempre tiene mucho cuidado de asegurarse de que yo acabe retorciendome entre espasmos con su polla dentro. Pero siempre es lo mismo, el encima, yo debajo, follamos, y cuando nos corremos se da la vuelta y se duerme como un nino pequeno. ?Que hay de las noches intensas de sexo salvaje de las que hablan mis amigas? ?Que pasa con lo de follar en la cocina? O en el porche, o en el jardin como animales porque hemos tenido un calenton. Al principio pensaba que era yo, que no lo pongo lo suficiente o que no soy divertida ni espontanea en la cama. Intento hacer cosas diferentes, proponerle algun juego erotico o vestirme con lenceria tan sexi como cara, pero lo unico que consigo es que se empalme como un animal y me acabe llevando al mismo sitio de siempre; la cama. Cuando llega cuelga su americana en el respaldo de la silla y la plisa con sumo cuidado. Yo lo observo hacerlo con la misma incredulidad que siempre que viene. No acabo de acostumbrarme a sus manias ni a su obsesion por el orden, es un hombre demasiado mecanico y cuyo funcionamiento aprendes demasiado deprisa. ?Sera eso lo que me aburre? --He pedido la cena mientras venia de camino, espero que no te importe, estoy muerto de hambre--dice mientras me da un beso casto y se va al bano. --Claro--digo rascandome el pelo. Me entran ganas de seguirlo al bano, de pronto me siento ardiente y deseosa de sentirle dentro. Me lo imagino sacandose la polla de los pantalones para orinar y solo puedo pensar en acercarme, masajearla hasta ponerla dura como necesito y pedirle que me folle alli mismo. Mi sexo palpita al pensarlo, pero cuando Jorge ve que me acerco al bano estira una pierna y empuja la puerta para entornarla. Resoplo resignada y me voy a la cocina para disponer la mesa. --?Que tal te ha ido el dia? --me pregunta una vez estamos cenando. --Otra vez he vuelto a pillar a esas descaradas celebrando un cumpleanos en horas de trabajo, no se como pueden tener tanta cara--reniego de mal humor. --No seas asi, mujer, que haya buen ambiente entre el personal de trabajo es bueno para ti, asi rinden mas. --?Como van a rendir mas si no estan en sus puestos? --berreo dejando el tenedor sobre la mesa. Lo que me faltaba, como si no tuviese ya bastante con que la lista de Valeria trate de darme lecciones, ahora me viene Jorge y se pone de su lado. --No te enfades, nena--trata de calmarme. --No me llames, nena, te lo he dicho mil veces, joder, no lo soporto. Yo no soy la nena de nadie, ni tampoco una senora ni... --Eh, eh, vale ya, Ingrid--me detiene con las manos en alto--relajate, ?vale? Yo solo digo que no te vas a morir por darles diez minutos extra. --Diez minutos extra por siete personas que habia alli son setenta. Soy yo la que hace frente a los gastos, ?sabes? Dejo de comer y me bebo lo que queda de mi copa de vino de un trago. --Ponme mas, por favor--le pido a Jorge sin apenas mirarlo. --Esta bien, dejemos ese tema--dice mientras me sirve--tengo una sorpresa para ti. --?En serio? --pregunto realmente sorprendida. --Si. Jorge se saca algo del bolsillo de su camisa perfectamente planchada y me lo tiende. Es un pequeno sobre, lo cual me alivia porque por un momento he pensado que iba a sacar una cajita con un anillo y ya se me estaban ocurriendo un monton de formas de decirle que se fuese de mi casa y ninguna era agradable. Abro el sobre y extraigo una tarjeta negra con un logotipo extrano en forma de latigo y las letras La mazmorra escritas debajo. Le doy la vuelta sin comprender que es y en el dorso veo que es un vale por una sesion en el lugar en cuestion. --?La mazmorra? ?Que es esto, Jorge? Suena al sotano de castigo de algun castillo. Jorge sonrie con su dentadura perfecta ante mi cara de poker y da el primer sorbo a su copa de vino. --Dices que el sexo que tenemos te aburre, ?no? --Bueno, no es que me aburra, es que, no se, me falta algo, Jorge, te lo he dicho mil veces. --Pues esa tarjeta es ese algo. --?Como dices? --Se que tengo mucha culpa de ese aburrimiento tuyo, yo soy muy simple, me gusta follar siempre del mismo modo porque me siento comodo y se que el resultado siempre es bueno, ya sabes, cuando algo funciona para que cambiarlo, ?no? Pongo los ojos en blanco, a veces no se que cojones hago con el, en serio. --Se puede follar de muchas maneras, Jorge--digo con los ojos desorbitados. --Ya lo se, nena, quiero decir, Ingrid--se disculpa rapidamente--por eso he contratado esa sesion. --?Has contratado una sesion? ?De que? --Entraremos en una sala con una dominatrix de esas. --!?Que?! --berreo iracunda--?tu te has vuelto loco o que? Yo no voy a hacer ningun trio con nadie. --Que no es eso, Ingrid, no vamos a follar con ella. En la sesion simplemente nos guiara, nos forzara a conocer nuestros limites y nos dara algun que otro azote, nada mas, o eso creo--explica confuso. Vamos, que el muy gilipollas no tiene ni puta idea de lo que es. --Es decir--digo poniendome en pie completamente alucinada por lo que estoy escuchando--que pasas de follarme cada vez que vienes en modo misionero, a querer que una mujer nos pellizque los pezones y te retuerza los huevos mientras nos azota si nos portamos mal, ?es eso? Mi puta vida, si es que no me puedo creer que me este hablando en serio. Jorge ha palidecido en el momento que he hablado de sus preciadas pelotas, esas que nunca quiere que toque porque no se fia de que no le haga dano. --No es eso, mujer, he pedido una sesion de iniciacion, algo suave. Un amigo me hablo de ese sitio, me dijo que puedes aprender a estimularte de muchas formas y que reaviva el sexo en las parejas. --?Hablas de nuestros polvos de mierda con tus amigos? Esto es el colmo. Conociendo como son los hombres, seguro que ahora piensan que la sosa soy yo, cuando aqui, el atontado que tengo delante es incapaz de dejarme meterle mano en el sofa porque piensa que el unico lugar apropiado para el sexo es una cama. --Nosotros podemos reavivar el sexo sin ayuda de nadie, bastaria con que te soltases un poco, que eres mas soso que chupar el palo de un helado. --Intento esforzarme, Ingrid. Pense que te gustaria, pero si te vas a poner asi, lo anulo y problema resuelto. Si hombre, anularlo dice, para una vez que vamos a hacer algo diferente. --No anules nada, iremos a esa sesion y mas vale que te dejes llevar. --Te lo prometo--dice mas relajado. --Y ahora explicame por que has escogido a una mujer. --?Que? Bueno, es lo normal, ?no? --Lo normal, ?por que? Porque tu eres un hombre y pasas de que otro tio te vea la polla, ?no? --Joder, Ingrid, como estas hoy. Lo hice por ti, pense que te sentirias mas comoda si quien nos hacia la sesion era una mujer. Ya, claro, ahora encima se piensa que soy estupida. Aqui el que se va a sentir comodo es el, en fin, no voy a discutir mas. --?Follamos? --pregunta senalando la habitacion. --Si es que eres todo un romantico, si senor--rezongo fulminandolo. Estoy cabreada como una mona y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, pero creo que es mejor un polvo soso que acabe en orgasmo que seguir en esta conversacion de besugos. Cuando Jorge me penetra cierro los ojos y trato de imaginarme que no estamos en esta cama, ni yo debajo con las piernas abiertas y el encima bombeandome de forma mecanica. Intento pensar en algo mas divertido y excitante, pero entonces me agarro con fuerza a sus nalgas porque me apetece que me folle fuerte y sentirlo bien adentro y el se queja de que soy muy bruta y me corta el rollo completamente. --Me vas a clavar las unas, ten cuidado--dice jadeando. --?Cuando es esa sesion? --pregunto dejandome hacer sabiendo que mi orgasmo ya no va a llegar. --Manana, manana por la tarde. ?Te va bien? --Perfecto.

  • Sobre cosas que se ven en el cielo de Carl Gustav Jung

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    Sobre cosas que se ven en el cielo, una de las ultimas obras de Jung, es un estudio del rumor visionario sobre los ovnis. <>.

  • Sangre de barro de Maribel Medina

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    El sorprendente debut de Maribel Medina, una nueva voz femenina del thriller de Espana.

  • Alma armenia de Magda Tagtachian

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    Que pasa cuando el DESTINO se equivoca?
    ?Ganan las raices al huracan de la PASION?
    Un amor contrariado, un viaje a Medio Oriente y una periodista que intenta reunir las piezas de su propia historia. Un mundo de aromas, sabores y belleza se enfrenta a la politica, el poder y la guerra. Como en un tablero de ajedrez, el AMOR hace su jugada.

  • Una esposa para el highlander (Fuego y corazon 1) de Sonia Lopez Souto

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    La manana venia fria, propia de la epoca, pero ninguno de los presentes se quejaba, pues sabian que en breve no les preocuparia el tiempo. La batalla estaba frente a ellos, en una tensa espera, a que uno de los dos bandos avanzase hacia el otro. No hacia tanto los Ross habian vencido a los MacKay en una lucha pareja, donde el jefe de los ultimos habia sido asesinado de forma justa, pero aun asi ahora los MacKay buscaban venganza. Aquella era una disputa que nunca tendria fin, pues los hombres de las Highlands eran muy orgullosos y no admitian la derrota facilmente. -Hijo -el jefe de los Ross llamo a Conall-, algun dia sera tu turno para liderar a tu clan contra sus enemigos. No has de titubear jamas. El miedo es valido, nadie te dira que no lo sientas, pero nadie te apreciara si lo demuestras. Has de ocultarlo, disfrazarlo para que nadie sepa nunca que el jefe del clan es como los demas. Has de ser fuerte y leal, seguro de lo que haces y valiente hasta la admiracion. No dejes que nadie dirija tu vida o te diga como cuidar de tu pueblo. Solo tu sabes lo que es bueno para el clan, pues ese es el deber del jefe. ?Lo has entendido, hijo? -Si, padre -asintio el joven de dieciseis anos, tratando de aparentar una valentia de la que el mismo dudaba. Y sin embargo, no se echaria atras cuando la batalla se iniciase. Aquella era su primera batalla y queria demostrarle a su padre que podria hacerlo bien. Queria que el jefe del clan estuviese orgulloso de el, que supiese que seria un digno sucesor cuando llegase la hora de tomar el control. -?Que harias ahora? -senalo hacia los guerreros del otro clan, que esperaban una senal para iniciar la lucha. -Ellos han perdido a su jefe en el ultimo enfrentamiento -dijo, despues de pensar en ello-. Quieren venganza y, por tanto, deberiamos dejar que den el primer paso. -Porque nosotros no hemos hecho nada malo -sentencio su padre, con el pecho henchido de orgullo por aquella respuesta-. Solo nos defendemos. Y asi era como se justificaba la rivalidad entre clanes. Uno moria a manos del otro, pero nadie creia tener la culpa de lo que pasaba, pues en la guerra todo valia. La batalla empezo poco despues, cuando el nuevo jefe de los MacKay, un joven al que habian dejado sin padre de la forma mas inesperada, dio la senal. Y aunque poco antes habian perdido contra los Ross, en esta ocasion estaban mas preparados y pronto se noto en el campo de batalla. -Gavin -grito el jefe de los Ross por encima del ruido de la batalla-, ve con mi hijo y protegelo con tu vida. Si le pasa algo malo, tu sufriras las consecuencias. Cuando la pelea llego a sus puertas, creyeron que podrian ganar, como en el anterior enfrentamiento, pero parecia que el dolor de haber perdido a su jefe daba mas fuerza y determinacion a los MacKay, pues estaban acorralando a sus guerreros como si de un rebano de ovejas se tratase. -Saldra con vida de aqui, senor -le prometio el hombre, que veia como varios MacKay estaban cercando al hijo del jefe. Corrio a socorrerlo, seguro de que este cumpliria la amenaza si su hijo moria en la batalla. Era un lider justo, pero cuando se trataba del muchacho se volvia irracional, lo que lo hacia muy peligroso a ojos de Gavin-. Cuidado. Detras de ti, Conall. El joven guerrero esquivo por muy poco, una estocada a traicion. Parecia como si los MacKay quisiesen vengar a su jefe muerto matando al unico heredero de los Ross. No les garantizaba que el clan sucumbiese, pues para ganarse el puesto de jefe habia que demostrar que valias o nadie te seguiria, pero seria un duro golpe en ese momento. -Espalda con espalda, muchacho -le dijo despues, pegado a el. Durante largo tiempo lucharon asi, defendiendose el uno al otro, alejandose lentamente del fragor de la batalla. Si el joven queria quedarse, no lo dijo, aunque Gavin podia ver como su cuerpo se iba tensando a medida que veia lo que pretendia hacer. -Mi padre me necesita -dijo al fin, cuando ya estaban en el limite del campo de batalla-. Aqui no podre ayudarle. -Tu padre te quiere a salvo, muchacho -replico Gavin. -?Mientras nuestros hombres mueren? -se quejo el-. No es asi como debo dirigir el clan cuando releve a mi padre. El mismo me dijo no hace tanto que debo ser valiente y decidido para que me respeten. ?Que diria mi gente, o mi padre, si me ven huir del campo de batalla cuando todo se pone feo? ?Acaso mi vida vale mas que la de los demas solo por ser el hijo del jefe? Nadie me seguira si hago eso. -Si mueres hoy, no podras hacer nada -lo detuvo, cuando Conall hizo el amago de regresar a la batalla-, ni nadie te podra seguir en un futuro. En ocasiones, hay que... -Al menos, morire protegiendo a mi gente -se libero de su agarre y corrio hacia los hombres que habian cercado a varios Ross antes de que Gavin pudiese terminar lo que le estaba diciendo. No se refugiaria en la distancia, como un cobarde que teme enfrentar a la muerte. Lucharia, asi se encontrase con ella cara a cara. Demostraria que era un digno hijo de su padre. Aquella estaba resultando ser una lucha muy diferente a la que le habian relatado meses atras. Y su padre, seguro de que venceria de nuevo, habia decidido dejarle ir con el despues de insistirle, pero al parecer, estaba arrepentido de ello y por eso lo queria lejos de la contienda. Se sentia frustrado y decepcionado de que el hombre al que mas admiraba creyese que no seria capaz de luchar en iguales condiciones que el resto, pero le demostraria que podia hacerlo. Estaba decidido a ser el guerrero que su padre esperaba que fuese algun dia. -Conall -Gavin lo siguio al momento, pero no pudo parar al joven, que ya estaba metido en una lucha a muerte con un MacKay que le doblaba en tamano-. Tan terco como su padre. Sera un digno sucesor... si no lo matan antes. Acudio en su ayuda, y aunque la mano ejecutora fue la de Gavin, el merito se lo llevaria Conall por la astucia con la que se lo puso en bandeja. Despues de aquello, lucharon codo con codo, reduciendo las filas de MacKay. A pesar de la intensa lucha, a nadie le paso desapercibido que el joven estaba entre ellos, arriesgando su vida por salvar a su clan. Y aunque no lo habia hecho por eso, su audacia le hacia mas merecedor de ser el jefe cuando llegase la hora de que su padre se retirase. De repente, alguien grito a lo lejos y poco a poco la lucha se fue deteniendo. No porque hubiese un claro vencedor, sino porque el clan MacKay habia sido vengado, y los Ross empezaban a pedir la retirada, ahora que su jefe estaba mortalmente herido. -Vamos, muchacho -Gavin tiro de Conall, que parecia ido. Habia escuchado el aviso de que su padre estaba herido y solo podia pensar en buscarlo, aun a riesgo de su propia vida, pero Gavin no se lo permitio. Si el jefe del clan moria finalmente, Conall seria el sucesor mas evidente, asi que debia asegurar su supervivencia ahora mas que nunca. La huida del campo de batalla fue facil, pues los MacKay no los persiguieron, pero el regreso a casa resulto duro y doloroso, viendo como la vitalidad del jefe se apagaba por momentos. Muchos temian que no llegase vivo a su casa y otros simplemente se negaban a pensar en lo peor. -Muchacho -Gavin se acerco a Conall durante la vigilia del segundo dia-, tu padre desea hablar contigo. Yo te relevo en la vigilancia, ve con el ahora. Conall se levanto de mala gana, pues sabia que sucederia a continuacion y lo temia casi tanto como habia deseado conseguirlo cuando era tan solo un nino. Se habia estado preparando para ello toda su vida, pero no se sentia tan merecedor ahora que estaba a punto de pasar. -La humildad es una buena cualidad -le decia a menudo su padre-, pero la valentia y el liderazgo lo son mas. No olvides ser clemente con aquellos que te daran luego su lealtad, pero se implacable con los que te traicionaran a cada rato. Los consejos de su padre siempre eran tan genericos, que temia no saber ponerlos en practica, llegado el momento. Se habia ido quedando con las palabras mas importantes: humildad, clemencia, valentia, liderazgo... y esperaba que su instinto fuese suficiente para saber cuando ejercerlas todas ellas. -Padre -lo llamo al ver que tenia los ojos cerrados. -Conall -la mirada febril de su padre le atraveso hasta el alma-, hijo mio. Me temo que no vere el amanecer de un nuevo dia. -No digas eso, padre. Eres fuerte -lo regano-, aguantaras. Llegaremos muy pronto a nuestro hogar y Edna curara tus heridas. -Ya he vivido para verte convertido en un hombre -le dijo con orgullo en la voz-, no me importa partir ahora de este mundo, sabiendo que seras un gran lider tambien. -Todavia tengo mucho que aprender, padre -insistio. -Lo unico que te falta ahora es la experiencia, hijo, y esa solo se consigue siendo el jefe -una gorjeante tos acudio a el, interrumpiendolo. Cuando se repuso, sujeto la mano de Conall para que le prestase atencion-. Recuerda que el clan siempre ha de ser lo mas importante. No dejes que caiga en desgracia. Pase lo que pase, lucha por y para el. No lo abandones nunca. -Lo hare, padre -prometio-. La gloria del clan continuara en lo mas alto, pero tu todavia tienes que... -Me muero, Conall -lo interrumpio- y no hay nada que se pueda hacer. -Estamos llegando a casa, padre. Edna podra... -No -lo detuvo una vez mas-, de esta no salgo ya, hijo, no importa lo que haga. Un guerrero sabe cuando ha llegado su hora y esta es la mia. Pero no has de estar triste, pues te he preparado bien y sabras estar a la altura. -No quiero estar a la altura todavia, padre -se negaba a dejarlo ir de una forma totalmente egoista. No se sentia preparado para lo que se avecinaba. Habia esperado ser mas mayor cuando el peso del liderazgo recayese sobre sus hombros, pero las circunstancias eran otras y odiaba mas que nunca, ser el hijo del jefe. No queria lidiar con la perdida de su padre, al mismo tiempo que con conservar la direccion del clan, pues sabia que muchos intentarian hacerse con ella, a pesar de todo. -?Crees que yo estaba mas preparado en su momento para asumir el mando del clan? Tu abuelo ni siquiera se molesto en explicarme como funcionaba la politica entre clanes o como debia dirigirme al rey. El solo se preocupo de convertirme en el mejor guerrero, pues solo creia en el poder de la espada. Yo te he dado todas las herramientas, hijo, es el momento de que las uses. Asegura la existencia del clan primero, y luego ya lidiaras con el rey. No dejes que los MacKay se apoderen de lo que es nuestro. Nada importa ahora mas que acabar con las muertes. Deben saber que los Ross no somos unos cobardes y que, hagan lo que hagan, no podran destruirnos. -Lo sabran, padre -le prometio. El guerrero cerro los ojos un momento y dejo salir el aire de sus pulmones en un suspiro profundo. Conall espero a que los abriese de nuevo para continuar hablando, pero solo cuando noto que no respiraba comprendio que no lo haria. Su padre habia muerto. Por un momento permanecio junto a el, temeroso de no ser capaz de cumplir con lo que se esperaba de un jefe de clan. Le temblaban las manos y las lagrimas amenazaban con escapar a su control. No queria parecer un nino ante todos, pero no podia sentirse de otro modo despues de la muerte de su padre. Cuando consiguio tranquilizarse, se levanto y cuadro los hombros. -Mi padre ha muerto -anuncio a todos en voz alta-. Nos vamos a casa. Hay que darle una sepultura decente, digna del gran jefe que ha sido para todos nosotros. No me veo digno de ocupar su lugar, pero hare lo imposible por serlo y por defender a los nuestros de cualquier enemigo que se presente ante nuestras puertas. Una vez repuestos de las bajas, mi padre sera vengado. Esto no quedara asi. Los vitores y aplausos irrumpieron en la tranquilidad del claro en el que se habian apostado y Conall penso que, tal vez, aquello no fuese tan mal, que podria ser un buen jefe para su clan. Al menos lo intentaria, guiado por todos los consejos que su padre le habia dado a lo largo de los anos en su joven vida. En cuestion de minutos, la compania estaba preparada y continuaron su camino. El jefe habia sido amortajado por sus hombres para que soportase el viaje, pero se dieron tanta prisa como les fue posible para que el tiempo no le ajase el cuerpo y fuese inservible para mostrarlo a todo su pueblo en su ultimo adios, como dictaba la tradicion. -Apenas quedan unas millas para llegar -le informo Gavin a Conall-. Tal vez deberia adelantarse alguien para... -No -lo interrumpio-. Yo sere quien lo anuncie. No quiero que mi madre lo sepa por ningun otro. -?No crees que lo sabra cuando no lo vea llegar al frente de su ejercito? Deberias prevenirla para que no llore ante el pueblo cuando lo... -Si llora sera porque amaba a mi padre -lo freno de nuevo -. El pueblo lo entendera y se congraciara con ella. Gavin no dijo nada mas al ver el enfado del joven, pero se sintio arder por dentro de rabia. Siempre habia estado al lado del jefe del clan, aconsejandolo y siendo su segundo al mando, y habia esperado conservar el puesto despues de que este claudicase a favor de su hijo, pero temia que al joven no le atrajese la idea, despues de como le habia rebatido cada una de sus ideas. Decidio guardar silencio y esperar a que estuviesen solos para abordar el tema. No permitiria que un hombre mas joven le robase un puesto que se habia ganado con sudor y sangre. La entrada a la fortaleza no se parecia a lo que Conall se habia imaginado cuando partieron a la guerra. No habia flores a su paso, ni saludos euforicos; no habia aplausos ni gritos de emocion; solo un silencio sepulcral y tension en el ambiente. Podia escuchar los murmullos a su alrededor por ser el quien encabezaba la marcha, o tal vez era solo su mente la que lo percibia, preocupado porque no fuese aceptado como nuevo jefe. Aunque era el heredero, otros se podian presentar para el puesto igualmente y tendria que vencerlos en una lucha cuerpo a cuerpo. Si su padre estuviese vivo y claudicase en su favor, habria sido muy diferente, pues nadie podria cuestionar al jefe, pero habia muerto y le faltaria su respaldo. Tendria que ganarselo. -Hijo mio -su madre se acerco a el, tan entera como pudo fingir, y lo abrazo, para susurrarle-. Debemos hablar en privado cuanto antes. No era habitual que una mujer se inmiscuyese en asuntos politicos, pero su padre siempre habia buscado el consejo de su esposa, por lo que Conall no rechazaria su ayuda, ahora que mas la necesitaba. Sin embargo, no permitiria que gobernase sus acciones por completo pues eso solo lo haria parecer mas debil. Debia encontrar un equilibrio. -Lo haremos, madre -le prometio, antes de dirigirse a su pueblo-. Mi padre, vuestro jefe, ha muerto en batalla. Ha sido un gran lider y un mejor guerrero, si cabe. Se que lo honrareis en su memoria y pronto le daremos, juntos, un adios que se recordara a traves de los tiempos. Ha llegado su momento de descansar y se ira con todos los honores. El pueblo aclamo sus palabras con gestos, pues la pena les podia. Un gran lider se habia ido, dejandolos huerfanos al igual que a su unico hijo. La incertidumbre ganaba ahora, pues aunque muchos esperaban que Conall fuese el jefe, sabian que muchos otros querrian reclamar el puesto. Y no habia nada tan malo como las luchas internas para que un clan acabase en la ruina. -Hijo -Innes Ross miro hacia Conall con ojos preocupados, ahora que estaban solos-, tu padre ha muerto sin pasarte el mando oficialmente y tienes que afianzar tu derecho a la sucesion cuanto antes. Intentaran arrebatartelo y... -Ahora es mas importante enterrar a padre -la detuvo-. Ya me preocupare de eso despues. -No, hijo -tiro de su brazo para que le prestase atencion-. Es lo primordial. Usaran el tiempo de luto para... -Ya basta, madre -grito, molesto por su insistencia, pero mas todavia porque sabia que tenia razon. Y aun asi, no se la queria dar porque necesitaba tiempo para asimilar lo que estaba pasando-. Respetaran el luto porque, si no lo hacen, el pueblo no los aceptara, asi que dejalo estar. -Yo puedo ocuparme de todo -le rogo-, mientras hablas con los hombres en busca de su apoyo. -No hare politica mientras el cuerpo de mi padre todavia se esta enfriando, madre. -La politica se debe hacer siempre, hijo -le replico. -?No tienes corazon? ?Acaso no te duele su muerte? -Mi corazon esta roto en mil pedazos -Innes se permitio dejar ir una solitaria lagrima-, pero si pierdes el clan, sera peor, hijo. Una madre no puede dejar de serlo jamas. -No perdere nada, madre -la tomo de las manos con mas calma, ahora que veia cuanto sufria-. Te prometo que voy a ser elegido por el pueblo. No te preocupes mas por eso. Innes acepto lo que su hijo decia y deseo que estuviese en lo cierto, porque de no ser asi, lo perderian todo. Podrian volver a su clan, pero no serian nadie importante en el, no tendrian privilegios mas alla de ser la hermana y sobrino del jefe. Innes estaba acostumbrada a dirigir la casa, a dar ordenes a mucha gente, y no queria abandonar aquello, si no era a favor de la esposa de su hijo. Esposa que todavia no tenia porque no era mas que un nino, aunque Conall se empenase en hacerle creer que ya era un hombre por haber sobrevivido a su primera batalla real. Se propuso hablar con los hombres mas influyentes de los Ross para que jurasen apoyar a Conall cuando llegase el momento de votar, pero se esconderia de el. Lo que no se podia permitir ahora era despertar la ira de su hijo, pues se veria con malos ojos y lo perjudicaria a la hora de elegir un nuevo jefe. Debia ser discreta para que, llegado el dia, nadie dudase de que Conall era el hombre ideal para ser el lider del clan Ross.

  • El ultimo manuscrito de Maria Correa Luna

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    A Capitulo I Viernes NA Beltran tenia el puno apretado, tan apretado que los nudillos se le habian puesto blancos. Sostenia un reloj pulsera que, en el apuro, no habia logrado ponerse en la muneca. Lo sujetaba tan fuerte que no lo noto hasta que el auto en el que la trasladaban llego a destino y debio estirar la mano para abrir la puerta y bajar. Entonces miro el reloj. Eran las tres de la manana. Tampoco se percato de que llevaba jeans y botas pero que habia olvidado sacarse la camisa del pijama, de que no llevaba sueter y la campera que la abrigaba no era de ella. Se acomodo la correa de cuero del reloj en la muneca y miro el cielo. No habia luna, tampoco estrellas. Era una noche cerrada. Apenas distinguia los contornos de los recintos a su alrededor. Como si esa oscuridad infinita anticipara la escena con la que debia enfrentarse. Criminologa de profesion, Ana estaba acostumbrada a recibir llamados de la Policia Forense en horarios poco convencionales, por eso no le sorprendio que su celular sonara en la madrugada. Sin embargo, que el llamado fuera de Marcos Gutierrez, director de la Editorial Centauro --propiedad de la familia Beltran--, y que lo estuviera haciendo desde la puerta de su casa, significaba que era algo grave. Gutierrez, a quien Ana conocia como la mano derecha de su padre desde que tenia memoria y a quien consideraba un satrapa desde aquel verano nefasto, entro en el departamento y le dio la noticia sin preambulos. A partir de ese momento, los sucesos transcurridos entre que salio de su casa, frente al Botanico, y llego al lugar de los hechos eran parte de una nebulosa. No sabia cuanto tiempo habia pasado entre que escucho de la boca del periodista que habian encontrado a Emerio Beltran ahorcado en la biblioteca del Zoologico de Buenos Aires y el momento en que llego al lugar. Solo queria tratar de recordar cuando habia visitado el zoologico por ultima vez; incluso frente a la gravedad del asunto, solo podia pensar que seguramente ya no venderian mas los copos de algodon dulce y de color rosa que tanto le gustaban. Toda la situacion le resultaba ajena, como si sufriera un proceso de extranamiento en el que ella era una observadora mas, como en cada caso en el que trabajaba. Ana Beltran estaba acostumbrada a ver los crimenes mas macabros, pero no estaba preparada para ver a su padre colgado. Un escalofrio le recorrio el cuerpo. No queria pensar. Se acomodo la campera sobre el pecho y dejo que Marcos Gutierrez la guiara en silencio. Trataba de concentrarse en su respiracion, en el frio que sentia en la punta de los dedos, en los pies entumecidos por la helada de la madrugada, en lo insolito de estar caminando por las callecitas internas del zoologico, en medio de una oscuridad inmensa y acompanada por dos agentes de seguridad nacional. Su mente se desviaba a los copos de algodon y sus pensamientos erraticos se perdian entre el rumor del viento que disimulaba las voces de sus escoltas cuyas linternas no iluminaban lo suficiente como para ver por donde pisaban. Ella caminaba como un automata, escuchando su propia respiracion mezclada con el murmullo nocturno del parque. Volvio a arroparse con la campera, se froto las manos contra los jeans y trato de calentarlas. Continuo firme detras de Gutierrez y de los dos oficiales que se abrian paso rumbo a la biblioteca. Marcos Gutierrez aminoro el paso y se acerco a ella. Se arrimo lentamente y le apoyo la mano izquierda sobre el hombro. Ana levanto la mirada del suelo y agradecio con un leve movimiento de cabeza el gesto. De alguna manera, Gutierrez queria aliviar la situacion. Aunque fuera imposible, al menos queria que ella supiera que contaba con el. Era consciente de que no habian quedado en buenos terminos, y que la criminologa no olvidaba lo sucedido entre ambos. Sin embargo, en ese momento queria dejar los rencores a un lado. Ana tambien lo comprendio asi. Respiro profundo y tomo su mano. En la oscuridad, la biblioteca, que era una replica del Templo de Vesta --construccion en honor a la diosa romana del fuego y el hogar--, se mostraba tenebrosa. De estructura circular y erigida sobre dieciseis columnas adornadas por frisos de bronce, no invitaba a entrar. Sobre la inmensa puerta principal, se podia observar una leyenda en latin: Divae Matri Matutae. <>, susurro Ana antes de dar el primer paso y seguir al oficial que los esperaba en el acceso al recinto. Al tomar conciencia del calor de la mano de Gutierrez, la solto y avanzo hacia la entrada. Ana Beltran no estaba preparada para lo que iba a ver esa noche. Maximo Zaldivar tomo el telefono y marco esperando escuchar una voz conocida del otro lado. Para su sorpresa, atendio el contestador. Dejo un mensaje, corto y sostuvo con firmeza el celular. Ya era muy tarde, no habia posibilidad de escape. Trato de serenarse, volvio a mirar la imagen que habia recibido en su Blackberry y sintio ganas de vomitar.

  • Quiero estar contigo de (libro 3) – Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    Habian pasado tres meses desde aquel dia tan duro en el que me despedi de Victor o, mejor dicho, en el que el se despidio de mi y no fui capaz de decirle que iba a ser padre. Ya me habian dicho que iba a ser una nina y habia decidido llamarla Sonia, como mi madre. Mi padre estaria orgulloso de que yo le pusiera ese nombre sin duda. En el trabajo estaban al tanto de todo y me cuidaban muchisimo. Sabian que estaba sumergida en una pequena depresion sobre la que ellos me habian aconsejado que me quedase en casa una temporada, por lo menos, hasta que diese a luz. Pero eso seria lo ultimo que haria ya que el hecho de estar en casa encerrada lo unico que hacia era que se me cayese mas el mundo encima. Los primeros dias no dejaba de llorar y se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego decidi ser fuerte y afrontar lo que la vida me habia puesto en mi camino. Tenia claro que tenia que sacar a mi hija hacia delante. Eso era lo que me daba fuerzas para venirme un poco arriba, aunque mi corazon seguia amando a Victor por encima de todo. Comenzaba el otono, mi bebe naceria a finales de abril. Estaba deseando montar ya su habitacion, pero habia esperado el tiempo prudencial para saber que todo iba bien, asi que sali de trabajar y me compre un bocadillo. Me fui para Jerez a un poligono a ver unos muebles para la habitacion de Sonia. Era una tienda que esta bastante de moda y las habitaciones eran espectaculares, asi que cuando entre alli vi una que sabia que esa era la de mi nina, una mezcla de color vainilla con rosa palo. Era preciosa, no quise mirar mas. La compre rapidamente y me dijeron que al dia siguiente irian a llevarla y a montarla. Al salir de la tienda, escuche una voz y me gire. Era Rebeca con su madre, la salude fingiendo que me alegraba mucho al verla. Senti una mezcla entre enfado y pena. Todavia recordaba muchas de nuestras conversaciones donde ella demostraba una inocencia y una ingenuidad que rayaban el ridiculo. -- ?Como estas, Rebeca? -- pregunte por preguntar algo. -- Bien, aqui vengo a comprar una habitacion de bebe -- dijo tocandose la barriga con una gran sonrisa en los labios En ese momento, pense que me iba a desmayar, pero tuve que disimular, actuar y poner mi mejor cara -- !Cuanto me alegro! Al final fue rapido. -- Si, !Victor es mucho hombre! -- dijo guinandome el ojo. Me dieron ganas de responderle que !No lo dudo!, pero no era el momento y ademas parecia todo una broma de muy mal gusto. -- Pues me alegro de verte y espero que todo vaya genial. Me voy que tengo prisa-- dije devolviendole dos besos. -- Ya te llamare para tomar un cafe. -- Clavos, Rebeca, hasta otra. Me queria morir, me monte en el coche muy agobiada. Menos mal que al estar yo muy delgada y llevar una blusa suelta no se percato de que yo tambien lo estaba y de un mes mas que ella. No podia digerir la noticia de que mi hija venia ya con un hermano de camino. Que pronto me habia olvidado Victor... Al dia siguiente, llegue a casa muy ilusionada del trabajo ya que venian a colocar la habitacion de mi pequena Sonia. Mientras estaba comiendo llamaron a la puerta. Ya estabamos listos todos para montarla asi que les abri, los deje pasar y termine de comer. Un rato despues fui a la habitacion y ya estaba montada. Estaban recogiendo las herramientas y, al entrar, unas lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. Los montadores se quedaron impactados al verme y uno dijo que eso era de la emocion. Al final terminamos los tres muertos de risa. Imagino que eran mis nervios por ver que ese espacio ya pertenecia a otra persona que estaria en mi vida para siempre. Me quede toda la tarde metida en la habitacion y deseando empezar a llenar los cajones de ropita para mi pequena, asi que los siguientes dias me pasearia por algun centro comercial y empezaria a comprar cosas para ella. Sin saber que hacer, llame a Rocio rapidamente. Hablamos muchos los dias despues de la noticia de mi embarazo. Luego ya no quise llamarla con tanta frecuencia, porque era yo quien debia afrontar todo lo que me estaba sucediendo. Aun asi, hablabamos cada noche. Misteriosamente se habia convertido en una nueva hermana para mi. Nadie mejor que ella podria ayudarme en estos momentos en los que no sabia como actuar. Enseguida se puso al telefono. El hecho de escuchar aquella voz seria me aliviaba lo suficiente para confiar en que todo se arreglaria. -- Hola, Nora. ?Como estas, carino? -- Voy tirando. Como siempre. -- ?Sucede algo? -- pregunto con temor. -- No. No sucede nada nuevo. -- ?Por que me llamas entonces? -- Porque tengo miedo, Rocio. -- ?De que tienes miedo, Nora? No debes preocuparte por la maternidad. Hay muchas madres solteras. Ya te lo he dicho antes. -- No. No es eso. Tengo miedo a echar de menos a Victor -- dije a punto de llorar. -- No. No me lo creo. Es normal que te acuerdes de el. No puedo imaginar lo duro que debe ser recordarlo y callar tu embarazo. Pero ahora debes invertir todas tus energias en tu embarazo. -- Lo se, Rocio. Pero no duermo por las noches. Me he enterado, ademas, de que Rebeca esta embarazada tambien -- dije compungida. -- Vaya un cabronazo. Creo que debes visitar a un especialista que te pueda aconsejar mejor que yo o que tu hermana. ?Por que no vas a ver a un psicologo o a un psiquiatra? Mucha gente lo hace. -- Y si empeoran las cosas, Rocio. Y si me como la cabeza aun mas... -- dije yo con tono de preocupacion. -- No, al contrario, un especialista te ayudara. No basta con que hables conmigo o con tu hermana, Nora. Debes confiar en alguien que pueda darte instrucciones para reorientar tu vida. -- Tienes razon, Rocio. -- A mi me vas a tener siempre, pero debes dar un paso y buscar a alguien que pueda darte consejos practicos que aplicar en tu vida -- dijo ella con seriedad, mostrandose comprensiva al mismo tiempo. -- Te hare caso. -- Mira, tengo una prima que es psicologa. Si quieres la llamo y te acompano a su consulta. Quiza te sientas mejor. -- Esta bien. Cuanto antes empiece con una terapia, sera mejor para mi -- dije convencida y mas animada. -- Voy a llamarla y en cuanto sepa algo, vamos alli. Veras como mejora tu salud y como consigues olvidar a Victor poco a poco. -- Gracias por estar siempre ahi, Rocio. -- No tienes por que agradecerme nada. Poco a poco te has convertido en alguien muy importante para mi, ?sabes? El otro dia se lo comentaba a Pedro. -- Tu te estas convirtiendo en una nueva hermana, Rocio -- le dije con mucha emocion. -- No exageres. Tu harias lo mismo por mi. -- Es verdad, Rocio. Sabes que me tienes para cualquier cosa. Ya veo que has superado lo de Richard. La ruptura con su novio ingles parecia haberla dejado tocada al principio, pero luego la aparicion de Pedro la ilusiono de nuevo. Sin embargo, yo estaba lejos de imitarla. Si no me hubiera enamorado de Victor, si no me hubiera acostado con aquel hombre casado, ahora no estaria pasando por todo esto. Pero ahora de nada sirve arrepentirse. Debia dejar todo eso a un lado y centrarme en mi futuro, en mi trabajo, en mis hermanos. En mi hijo. Tenia razones suficientes por las que luchar, sin duda, como asi le dije a Rocio. -- ?Sabes una cosa? Tengo razones por las que luchar -- dije con decision, intentando aguantar las lagrimas. -- Razones solamente tienes una. Tu hijo o tu hija. Lo demas pasara a segundo plano enseguida. Ya lo comprobaras, Nora. -- Creo que no me vendra mal ver a tu prima. -- Si, a mi me ayudo bastante con mi crisis al principio, cuando el gilipollas aquel me dejo plantada en el altar. Con Richard, ya no ha hecho falta que la visitara. ?Sabes por que? -- Porque yo lo valgo. Porque me miro en el espejo y me digo lo estupenda que estoy. Me doy besos en los brazos y en las manos. Me ayuda mucho. Haz tu lo mismo -- dijo riendo. -- Joder, que tia -- le solte yo con espontaneidad. -- Yo ya estoy curada de espanto. Por esa razon, estoy tan preocupada por ti. Porque, en algun momento de mi vida, me senti identificada contigo, muy identificada, y me da una rabia tremenda que estes sufriendo de esa manera. -- Tus palabras me reconfortan siempre, Rocio -- dije, sintiendome protegida al escuchar todo lo que decia al otro lado del telefono. -- Hablo primero con mi prima para ver que respuesta me da, ?vale? -- Gracias, nunca olvidare lo que estas haciendo por mi. Te quiero mucho, Rocio. -- Voy a hacer todo lo que este en mi mano para que olvides a ese hombre, para que olvides esta miserable etapa de tu vida. Bueno, miserable, no. Vas a tener un hijo y eso es y sera siempre una experiencia maravillosa, inolvidable -- dijo con tristeza, con mucha tristeza. Aquella ultima intervencion de Rocio me dejo sobrecogida. Parecia que ella supiera de primera mano que era ser madre. No quise indagar en aquella intervencion. No quise preguntarle por temor a que se sintiera obligada a contarme algo que, por ahora, ella no queria confesarme. -- No me hago a la idea, Rocio. No me hago a la idea de ser madre -- dije yo con voz temblorosa. -- Te haras muy pronto. Es algo magico... -- dijo con un nudo en la garganta. -- ?Quieres contarme algo, Rocio? ?Te ha pasado algo? -- No. No. Ahora no puedo. Voy a hablar con mi prima y le pido cita. Debes relajarte y seguir adelante con todas tus fuerzas y ella te ayudara mucho. -- Eso espero. Me preocupa que te hayas puesto tan triste al hablar de la maternidad -- dije yo con intencion de que me contara algo. -- No. No es nada. Algun dia... -- no siguio hablando y colgo. Sabia que Rocio y yo, a partir de aquel momento, teniamos una conversacion pendiente. Se que yo la necesitaba, pero ella tambien necesitaba desahogarse conmigo. Los siguientes dias los pase comprando cosas para mi bebe. Se me notaba ya un poco la tripa, aunque aun podia disimularlo perfectamente. Me daba tanta pena no poder disfrutar de esos momentos con mi padre que hacia que me doliera en el corazon. Contra todo pronostico, mis hermanos se habian volcado conmigo desde el momento que supieron que iba a ser madre.

  • El asesino del ano boreal de Claudio Hernandez

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    En el frio invierno de 2017 empezaron los crimenes. Resulto ser quien menos se lo esperaba alguien. Peter lo habia descubierto porque lo habia tocado y entonces habia entrado en el. En una profunda oscuridad y le vio el rostro. El otono no mucho mejor y se repitio la misma historia. En primavera Ann estaba en serio peligro, pero Peter ya empezaba a estar cerca de ella. En el invierno de 2027 volvio un psicopata a hacer de las suyas despertando a los recuerdos muertos, como un revoloteo de hojas marrones en una espiral sin fin. Ahora, dos anos despues, Peter le habia dado el Brillo a Ann para que lo utilizara.
    El asesino era…

  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Medio siglo con Borges de Mario Vargas Llosa

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    Esta coleccion de articulos, conferencias, resenas y notas da testimonio de mas de medio siglo de lecturas de un autor que ha sido para mi, desde que lei sus primeros cuentos y ensayos en la Lima de los anos cincuenta, una fuente inagotable de placer intelectual. Muchas veces lo he releido y, a diferencia de lo que me ocurre con otros escritores que marcaron mi adolescencia, nunca me decepciono; al contrario, cada nueva lectura renueva mi entusiasmo y felicidad, revelandome nuevos secretos y sutilezas de ese mundo borgiano tan inusitado en sus temas y tan diafano y elegante en su expresion. Mi estrecha relacion de lector con los libros de Borges contradice la idea segun la cual uno admira ante todo a los autores afines, a quienes dan voz y forma a los fantasmas y anhelos que a uno mismo lo habitan. Pocos escritores estan mas alejados que Borges de lo que mis demonios personales me han empujado a ser como escritor: un novelista intoxicado de realidad y fascinado por la historia que va haciendose a nuestro alrededor y por la pasada, que gravita todavia con fuerza sobre la actualidad. Jamas me ha tentado la literatura fantastica y pocos autores de esta corriente figuran entre mis favoritos. Los temas puramente intelectuales y abstractos, tenidos de inactualidad, como el tiempo, la identidad o la metafisica, nunca me han inquietado demasiado y, en cambio, asuntos tan terrenales como la politica y el erotismo --que Borges despreciaba o ignoraba-- tienen un papel protagonico en lo que escribo. Pero no creo que estas abismales diferencias de vocacion y personalidad hayan sido un obstaculo para apreciar el genio de Borges. Por el contrario, la belleza e inteligencia del mundo que creo me ayudaron a descubrir las limitaciones del mio, y la perfeccion de su prosa me hizo tomar conciencia de las imperfecciones de la mia. Sera por eso que siempre lei --y releo-- a Borges no solo con la exaltacion que despierta un gran escritor; tambien con una indefinible nostalgia y la sensacion de que algo de aquel deslumbrante universo salido de su imaginacion y de su prosa me estara siempre negado, por mas que tanto lo admire y goce con el. Lima, febrero de 2004 Preguntas a Borges MVLL: Disculpeme usted, Jorge Luis Borges, pero lo unico que se me ocurre para comenzar esta entrevista es una pregunta convencional: ?cual es la razon de su visita a Francia? JLB: Fui invitado a dos congresos por el Congreso por la Libertad de la Cultura, en Berlin. Fui invitado tambien por la deutsche Regierung, por el gobierno aleman, y luego mi gira continuo y estuve en Holanda, en la ciudad de Amsterdam, que tenia muchas ganas de conocer. Luego, mi secretaria Maria Esther Vasquez y yo seguimos por Inglaterra, Escocia, Suecia, Dinamarca y ahora estoy en Paris. El sabado iremos a Madrid, donde permaneceremos una semana. Luego, volveremos a la patria. Todo esto habra durado poco mas de dos meses. MVLL: Tengo entendido que asistio al coloquio que se ha celebrado recientemente en Berlin entre escritores alemanes y latinoamericanos. ?Quiere darme su impresion de este encuentro? JLB: Bueno, este encuentro fue agradable en el sentido de que pude conversar con muchos colegas mios. Pero en cuanto a los resultados de esos congresos, creo que son puramente negativos. Y, ademas, parece que nuestra epoca nos obliga a ello, yo tuve que expresar mi sorpresa --no exenta de melancolia-- de que en una reunion de escritores se hablara tan poco de literatura y tanto de politica, un tema que me es mas bien, bueno, digamos tedioso. Pero, desde luego, agradezco haber sido invitado a ese congreso, ya que para un hombre sin mayores posibilidades economicas como yo, esto me ha permitido conocer paises que no conocia, llevar en mi memoria muchas imagenes inolvidables de ciudades de distintos paises. Pero, en general, creo que los congresos literarios vienen a ser como una forma de turismo, ?no?, lo cual, desde luego, no es del todo desagradable. MVLL: En los ultimos anos, su obra ha alcanzado una audiencia excepcional aqui, en Francia. La Historia universal de la infamia y la Historia de la eternidad se han publicado en libros de bolsillo, y se han vendido millares de ejemplares en pocas semanas. Ademas de L'Herne, otras dos revistas literarias preparan numeros especiales dedicados a su obra. Y ya vio usted que en el Instituto de Altos Estudios de America Latina tuvieron que colocar parlantes hasta en la calle, para las personas que no pudieron entrar al auditorio a escuchar su conferencia. ?Que impresion le ha causado todo esto? JLB: Una impresion de sorpresa. Una gran sorpresa. Imaginese, yo soy un hombre de sesenta y cinco anos, y he publicado muchos libros, pero al principio esos libros fueron escritos para mi, y para un pequeno grupo de amigos. Recuerdo mi sorpresa y mi alegria cuando supe, hace muchos anos, que de mi libro Historia de la eternidad se habian vendido en un ano hasta treinta y siete ejemplares. Yo hubiera querido agradecer personalmente a cada uno de los compradores, o presentarles mis excusas. Tambien es verdad que treinta y siete compradores son imaginables, es decir son treinta y siete personas que tienen rasgos personales, y biografia, domicilio, estado civil, etcetera. En cambio, si uno llega a vender mil o dos mil ejemplares, ya eso es tan abstracto que es como si uno no hubiera vendido ninguno. Ahora, el hecho es que en Francia han sido extraordinariamente generosos, generosos hasta la injusticia conmigo. Una publicacion como L'Herne, por ejemplo, es algo que me ha colmado de gratitud y al mismo tiempo me ha abrumado un poco. Me he sentido indigno de una atencion tan inteligente, tan perspicaz, tan minuciosa y, le repito, tan generosa conmigo. Veo que en Francia hay mucha gente que conoce mi <> (uso esta palabra entre comillas) mucho mejor que yo. A veces, y en estos dias me han hecho preguntas sobre tal o cual personaje: <>. Y luego, al cabo de un rato, he recapacitado y me he dado cuenta que John Vincent Moon es protagonista de un cuento mio y he tenido que inventar una respuesta cualquiera para no confesar que me he olvidado totalmente del cuento y que no se exactamente las razones de tal o cual circunstancia. Todo eso me alegra y, al mismo tiempo, me produce como un ligero y agradable vertigo. MVLL: ?Que ha significado en su formacion la cultura francesa? ?Algun escritor frances ha ejercido una influencia decisiva en usted? JLB: Bueno, desde luego. Yo hice todo mi bachillerato en Ginebra, durante la Primera Guerra Mundial. Es decir, que durante muchos anos el frances fue, no dire el idioma en el que yo sonaba o en el que sacaba cuentas, porque nunca llegue a tanto, pero si un idioma cotidiano para mi. Y, desde luego, la cultura francesa ha influido en mi, como ha influido en la cultura de todos los americanos del sur, quiza mas que en la cultura de los espanoles. Pero hay algunos autores que yo quisiera destacar especialmente y esos autores son Montaigne, Flaubert --quiza Flaubert mas que ningun otro--, y luego un autor personalmente desagradable a traves de lo que uno puede juzgar por sus libros, pero la verdad es que trataba de ser desagradable y lo consiguio: Leon Bloy. Sobre todo me interesa en Leon Bloy esa idea suya, esa idea que los cabalistas y el mistico sueco Swedenborg tuvieron pero que sin duda el saco de si mismo, la idea del universo como una suerte de escritura, como una criptografia de la divinidad. Y en cuanto a la poesia, creo que usted me encontrara bastante pompier, bastante vieux jouer, rococo, porque mis preferencias en lo que se refiere a poesia francesa siguen siendo La Chanson de Roland, la obra de Hugo, la obra de Verlaine y --pero ya en un plano menor--, la obra de poetas como Paul-Jean Toulet, el de Les Contrerimes. Pero hay sin duda muchos autores que no nombro que han influido en mi. Es posible que en algun poema mio haya algun eco de la voz de ciertos poemas epicos de Apollinaire, eso no me sorprenderia. Pero si tuviera que elegir un autor (aunque no hay absolutamente ninguna razon para elegir un autor y descartar los otros), ese autor frances seria siempre Flaubert. MVLL: Se suele distinguir dos Flaubert: el realista de Madame Bovary y La educacion sentimental, y el de las grandes construcciones historicas, Salambo y La tentacion de San Antonio. ?Cual de los dos prefiere? JLB: Bueno, creo que tendria que referirme a un tercer Flaubert, que es un poco los dos que usted ha citado. Creo que uno de los libros que yo he leido y releido mas en mi vida es el inconcluso Bouvard y Pecuchet. Pero estoy muy orgulloso, porque en mi biblioteca, en Buenos Aires, tengo una editio princeps de Salambo y otra de La tentacion. He conseguido eso en Buenos Aires y aqui me dicen que se trata de libros inhallables, ?no? Y en Buenos Aires no se que feliz azar me ha puesto esos libros entre las manos. Y me conmueve pensar que yo estoy viendo exactamente lo que Flaubert vio alguna vez, esa primera edicion que siempre emociona tanto a un autor. MVLL: Usted ha escrito poemas, cuentos y ensayos. ?Tiene predileccion por alguno de esos generos? JLB: Ahora, al termino de mi carrera literaria, tengo la impresion que he cultivado un solo genero: la poesia. Salvo que mi poesia se ha expresado muchas veces en prosa y no en verso. Pero como hace unos diez anos que he perdido la vista, y a mi me gusta mucho vigilar, revisar lo que escribo, ahora me he vuelto a las formas regulares del verso. Ya que un soneto, por ejemplo, puede componerse en la calle, en el subterraneo, paseando por los corredores de la Biblioteca Nacional, y la rima tiene una virtud mnemonica que usted conoce. Es decir, uno puede trabajar y pulir un soneto mentalmente y luego, cuando el soneto esta mas o menos maduro, entonces lo dicto, dejo pasar unos diez o doce dias, y luego lo retomo, lo modifico, lo corrijo, hasta que llega un momento en que ese soneto ya puede publicarse sin mayor deshonra para el autor. MVLL: Para terminar, le voy a hacer otra pregunta convencional: si tuviera que pasar el resto de sus dias en una isla desierta con cinco libros, ?cuales elegiria? JLB: Es una pregunta dificil, porque cinco es poco o es demasiado. Ademas, no se si se trata de cinco libros o de cinco volumenes

  • Dos vidas de Jay Asher

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  • Eligeme de Valeria Rose

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    Claudia conoce a Simon, un chico peculiar que conseguira su amor. Hasta que Pablo, por quien ella ha suspirado hace anos, aparece, dispuesto a conquistarla.
    Es el momento de elegir entre la calma que Pablo le ofrece o la intrepidez que Simon representa.
    ?A quien elegira?