• m baeza - M. Baeza

    https://gigalibros.com/sacame-de-aqui-un-psiquiatrico.html

    < --Mete tu ropa aqui --me ordeno mientras yo aun intentaba ubicarme--. Te marchas de casa.
    No me dijo adonde me iba a llevar, pero tampoco hizo falta; en las pocas ocasiones en las que recobraba la consciencia despues de mi ultima noche con Andre, pude oir a mis padres barajando la idea de internarme en un centro psiquiatrico... Aunque jamas pense que llegarian a hacerlo, porque a mi no me pasaba nada>>

  • Libros y Ebooks de M. Baeza - Amazon.es

    https://www.amazon.es/M.-Baeza/e/B083RD1XY3%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    Libros de M. Baeza ... por M. Baeza ... Este libro estaba diseñado para ser bonito, pero en el último momento cambié de opinión, y decidí hacerlo real; ...

  • M. Baeza: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-M-Baeza/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AM.+Baeza

    El libro de las enfermedades alérgicas. de José Manuel Zubeldia Ortuño, M.ª Luisa Baeza Ochoa de Ocáriz, et ál. | 8 noviembre 2021.

  • Todos los libros del autor Baeza M

    https://www.todostuslibros.com/autor/baeza-m

    44 títulos para "Baeza M" · Amar con los brazos abiertos · El príncipe, el león y los cuatro vientos · ROBERTO BOLAÑO UNA NARRATIVA EN EL MARGEN · AMAR EN TIEMPOS ...

  • Todos los libros del autor M Baeza

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  • Todos los libros de M Baeza en Imosver.com

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    De M Baeza disponemos en nuestra tienda online de 0 publicaciones con libros digitales (ebooks) como, HIGIENE Y PREVENCIÓN DE LA ANSIEDAD, VIVENCIAS DE UN ...

  • Presentado el libro oficial de la Semana Santa de Baeza para ...

    https://9laloma.tv/noticias/baeza/2022/03/07/presentado-el-libro-oficial-de-la-semana-santa-de-baeza-para-2022/

    7 mar 2022 — Un libro de horarios que, en palabras de la alcaldesa de Baeza, se ha convertido a lo largo de los años gracias a su calidad en un objeto de ...

  • 33 SESIONES PARA OLVIDARTE de M. Baeza - Libros A ...

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    13 ene 2022 — DESCARGAR] ✓» 33 SESIONES PARA OLVIDARTE de M. Baeza PDF - ePUB - Kindle ». Más de un MILLÓN de libros gratis online para leer.

  • Ayuntamiento De Baeza - Facebook

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    Quieres colaborar en el Libro de Feria 2019? El Ayuntamiento de Baeza está preparando, como cada año, el libro de la feria y fiestas en honor a la...

  • M. Baeza archivos - PDF • Descargar Libros Gratis - Debeleer ...

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    Amar En Tiempos De Tinder – M. Baeza · Poesía | Romántico. Si ahora mismo estás conociendo o saliendo con alguien, y ése alguien comienza a comportarse de ...

  • 11-M, LA TRAMA : E.T.A - ALVARO BAEZA - 9788488485533

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  • Amar en tiempos de tinder de M. Baeza

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    Ghosting, benching, orbiting, breadcrumbing… El amor en la epoca de tinder parecia facil y divertido, pero nunca ha sido tan complicado.

  • El regreso de Hisham Matar

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    En marzo de 2012, treinta y tres anos despues de haber pisado por ultima vez la tierra de sus origenes, el autor de este libro regreso a Libia junto a su madre y su mujer. El derrocamiento de Gadafi habia abierto un tiempo nuevo en el que cabia la esperanza de refundar una sociedad devastada por los abominables crimenes de la dictadura, recuperando un sistema de valores basado en la justicia y el respeto por la vida humana. Sin embargo, mas alla de sonar con un pais en libertad y progreso, en la mente de Hisham bullia el deseo de cerrar una herida profunda y dolorosa que habia marcado su vida y la de su familia. En 1990, su padre, Jaballa Matar, un prospero y culto empresario, amante de la poesia y lider de la disidencia en el exilio, habia sido secuestrado en El Cairo y confinado en una prision libia. Seis anos mas tarde, las escasas noticias que llegaban se interrumpieron: el rastro de Jaballa se perdio definitivamente.
    Asi pues, de esa infatigable busqueda de la verdad trata, entre otras cosas, esta conmovedora historia. La depurada prosa de Hisham Matar --que el publico lector pudo apreciar en Solo en el mundo e Historia de una desaparicion, sus dos novelas anteriores-- nos invita a compartir sus emociones mas intimas, desde las luminosas estampas de una infancia mediterranea en Tripoli y Bengasi hasta el aspero presente donde se mezclan la ilusion, la rabia y la impotencia. Transitando con maestria entre las convulsiones personales y los acontecimientos historicos, este sincero y poliedrico relato autobiografico no se limita a tratar de comprender las aflicciones del pasado, sino que senala una y otra vez el consuelo reparador que ofrecen el amor y la amistad, la literatura y el arte.

  • Territorio de luz de Yuko Tsushima

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    El apartamento tenia ventanas a los cuatro lados. Cuando mi hija era todavia pequena, vivimos durante un ano en el ultimo piso de un viejo edificio de tres plantas; eramos las unicas inquilinas, y por esa razon teniamos la planta entera para nosotras, asi como la azotea. En el bajo habia una tienda de fotografia, y las dos siguientes plantas albergaban oficinas. Una pertenecia a una empresa que fabricaba y enmarcaba escudos familiares de oro macizo; la segunda era una asesoria contable, y la tercera, una escuelita para aprender a tejer. En todos los meses que pase alli, solo hubo una oficina que no se ocupo nunca: una de la segunda planta que daba a la avenida. A veces, por las noches, mientras mi hija dormia, me colaba alli a hurtadillas, abria un poco la ventana y disfrutaba de las vistas, ligeramente distintas a las del tercero. Otras veces me limitaba a pasearme por las habitaciones vacias; era como estar en un lugar secreto que nadie mas conocia. Por lo visto, antes de mi llegada, toda la tercera planta habia sido la vivienda del antiguo propietario del edificio, lo cual explicaba que solo se pudiera acceder a la azotea desde mi apartamento y que en esa azotea hubiera un cuarto de bano enorme. Eso estaba muy bien, pero por esa misma razon parecia que el cuidado de la torre de agua y de la antena de television habia recaido sobre mi, y la nueva propietaria dio por hecho que yo me ocuparia de bajar las escaleras para cerrar la persiana mecanica de la entrada por las noches, cuando la gente de las oficinas ya se hubiera marchado. La empresaria que habia comprado el bloque se apellidaba Fujino y era bastante conocida en la ciudad. Rebautizo su adquisicion como <>, con la idea de empezar a alquilarlo con fines residenciales y no para albergar oficinas, como habia sido el caso hasta entonces. Yo fui su primera inquilina. Al parecer, como no estaba segura de si lograria alquilar el piso --al fin y al cabo, se trataba de un edificio bastante deteriorado y los apartamentos no tenian una distribucion normal--, le puso un precio muy bajo, para tantear el mercado. Tuve mucha suerte, porque fue una tremenda casualidad que yo lo encontrara justo en ese momento, como tambien fue casualidad que el edificio hubiera sido bautizado con el apellido del hombre que todavia era mi marido. A esto se debio que la gente me confundiera constantemente con la propietaria. Al subir por las escaleras rectas, estrechas y empinadas, se llegaba a una puerta de aluminio, que quedaba justo enfrente de otra puerta, esta vez de hierro: era la salida de emergencia. Habia muy poco espacio en el descansillo entremedias, y para abrir la puerta del piso habia que, o bien bajar un peldano, o bien inclinar el cuerpo hacia el umbral de la salida de emergencia. La llamaban <>, pero en realidad no era mas que una serie de barrotes de hierro perpendiculares al suelo; de ocurrir alguna emergencia, habria sido mas seguro rodar escaleras abajo con mi hija en brazos. Sin embargo, en cuanto abria la puerta, me encontraba en un apartamento que derrochaba luz a cualquier hora del dia. El parque rojo que se extendia desde la entrada hasta el fondo del salon hacia que la sensacion de luminosidad resultara especialmente intensa, hasta tal punto que tenia que entornar los ojos cuando llegaba con la vista acostumbrada a la penumbra de las escaleras. --!Anda, que calentito! !Que bonito! Mi hija, que estaba deseando cumplir los tres anos, se puso a soltar grititos la primera vez que se sumergio en aquel bano de luz. --Es muy calido. El sol es una maravilla, ?verdad? --le dije. Mi hija empezo a corretear por el salon y respondio, toda orgullosa: --Claro que si, ?es que no lo sabias? Me di cuenta entonces de que aquella luz me estaba permitiendo, ya desde el primer momento, proteger a mi hija del gran cambio que acababa de producirse en su vida, y senti el impulso de darme a mi misma una palmadita en la espalda. La ventana que recibia la luz de la manana estaba situada en una pequena habitacion de menos de dos tatamis, contigua a la entrada. Decidi que ese seria mi dormitorio. Al asomarme por aquella ventana orientada al este podia ver el vecindario, los tendederos de ropa y las azoteas de otros edificios mas pequenos que el Fujino. Se trataba de una zona comercial ubicada enfrente de la estacion de tren y no habia casas con jardin, pero daba gusto ver las macetas y las tumbonas que la gente colocaba en alfeizares y azoteas, donde de vez en cuando aparecian personas mayores envueltas en sus yukata.[1] Habia ventanas orientadas al sur en cada una de las habitaciones que se sucedian en fila --en la pequena, en el salon y en el cuarto de seis tatamis--; al asomarse, uno podia ver parte del tejado de una casa vieja y una callejuela con bares y restaurantes de yakitori. El trafico era intenso a pesar de lo estrecho de la calle, y el estruendo de las bocinas llegaba hasta el salon. Al oeste, es decir, al fondo de aquel piso tan angosto y alargado, habia una gran ventana por la que el sol y el ruido se infiltraban sin piedad. Desde esa ventana se veia la avenida, con sus autobuses y su rio de cabezas negras atravesando el paso de cebra, hacia la estacion si era por la manana, hacia el lado contrario si era por la tarde. Tambien se veia a la gente esperando el autobus en la parada situada frente a la floristeria, al otro lado de la carretera. Cada vez que pasaba el autobus, o algun camion, el piso entero se ponia a temblar y los platos tintineaban dentro del aparador. En la esquina de mi edificio confluian tres vias, dibujando una interseccion en forma de cruz si se tenia en cuenta la callejuela que se extendia al oeste. Varias veces al dia el semaforo y el trafico se sincronizaban, dando lugar a un breve silencio que apenas alcanzaba a disfrutar: desaparecia enseguida cuando el semaforo se ponia en verde y los coches aceleraban impacientes haciendo tronar sus motores. Desde el extremo izquierdo de esa misma ventana tambien se atisbaba el bosque, un parque extenso que antano habia formado parte de la mansion de un daimio. Solo se veia un trocito, pero ese pedazo de verde era fundamental para mi. Suponia el principal atractivo de la ventana. --?Eso? Eso es el Bosque de Bolonia --les decia a las visitas cuando me preguntaban al respecto. Aquel parque situado a las afueras de Paris me sonaba a cuento de hadas, aunque solo fuera por el nombre, como Bremen o Flandes. El mero hecho de pronunciarlo me resultaba de lo mas divertido. A lo largo de la pared norte del salon se alineaban un armario, un aseo y las escaleras para subir a la azotea. El aseo tenia su propia ventana, por la que se veian los trenes y la estacion. A mi hija le encantaba aquella pequena ventana. --!Se ven los autobuses y los trenes! !Toda la casa se echa a temblar! --empezo a presumir en la guarderia delante de sus maestras y amigos. Sin embargo, nada mas mudarnos, le subio la fiebre y se paso en cama casi toda una semana. La tuve que dejar en casa de mi madre, que vivia sola en otro barrio, no muy lejos de alli, para poder ir al trabajo. La biblioteca estaba dentro de las oficinas de una emisora de radio, y yo me encargaba de organizar los documentos relacionados con la programacion, ordenar las cintas, tramitar los prestamos, etcetera. Despues del trabajo me acercaba a casa de mi madre, me quedaba con mi hija hasta pasadas las nueve y finalmente volvia sola a mi edificio. Estoy segura de que, si hubiera llamado a mi marido, me habria ayudado sin dudarlo, pero yo preferia importunar a mi madre antes que depender de el. No dejaba de sorprenderme el miedo que tenia a que mi marido volviera a acercarse a mi. Me aterraba mi exceso de dependencia. Mi marido me sugirio repetidas veces que regresara a casa de mi madre. --Tu madre esta sola, debe de sentirse triste, y para ti tambien es duro cuidar a la nina por tu cuenta. Me quedaria mas tranquilo si supiera que, despues de nuestra separacion, vas a estar con tu madre. El ya habia encontrado un apartamento a orillas del ferrocarril. Tenia previsto mudarse al mes siguiente de que el piso se quedara libre. Yo, en cambio, no sabia adonde ir, no podia pensar, todavia no habia sido capaz de asimilar su decision. Seguia albergando la esperanza de que quiza, al dia siguiente, me dijera entre risas que todo habia sido una broma. ?Para que entonces iba a preocuparme de si me mudaba o no me mudaba, y adonde? --No pienso volver a casa de mi madre --respondi--. Cualquier cosa menos eso. No quiero tratar de disimular asi tu ausencia. Fue en ese momento cuando me dijo que me ayudaria a buscar piso. --Si intentas hacerlo sola, seguro que te enganan. Y si terminas mudandote a un sitio raro me quedare intranquilo y no podre dormir. Asi que no te preocupes y dejamelo a mi. Estabamos a finales de enero y llevabamos varios dias de buen tiempo cuando empece a visitar inmobiliarias con mi marido. Nos citabamos a la hora de comer en alguna cafeteria cercana a mi trabajo y preguntabamos en las agencias de los alrededores. Lo unico que yo tenia que hacer era estar callada y seguirlo a el. Mi marido les explicaba a las inmobiliarias las caracteristicas que queria: un piso de dos habitaciones con mucha luz y un bano completo, y que no costara mas de 30 000 o 40 000 yenes al mes.

  • Beseme, Duque (Liga de Caballeros Incasables 5) de Tamara Gill

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    HABIAN LLEGADO. Por fin. Molly bajo del carruaje y se estiro, disfrutando del calido sol mediterraneo que calentaba su sangre y curaba los muchos dolores y molestias de semanas de viaje. Roma. El solo pensamiento de donde estaba le envio un escalofrio por la columna y la expectativa le recorrio la sangre. Tantos lugares maravillosos para visitar y ver, y gracias a sus increibles amigos en Londres y al duque de Whitstone, se le habia asegurado un alojamiento de un mes en la Villa Maius. El caballero que residia aqui estaba fuera de la casa, pero sus sirvientes cuidarian de ella y su acompanante durante el poco tiempo que estuviera en la ciudad. La puerta principal de la villa se abrio y una mujer voluptuosa de cabello gris salio a la calle, con una sonrisa tan calida como el sol que brillaba en su espalda. "Signora, Molly Clare, bienvenida. Bienvenida a Roma. Venga, le serviremos refrescos. Debe de estar exhausta." Molly sonrio, aliviada de ser recibida con tanto carino en la casa. No sabia nada del senor Farley, que vivia alli, aparte de que era amigo del duque de Whitstone. Siempre habia existido una pequena preocupacion en su interior de que el personal pudiera estar molesto con su llegada, siendo desconocidos para ellos como ella era, pero no parecia ser asi. "Gracias por hospedarme. Espero que no sea una gran molestia estar aqui". Entro por la calle a un pequeno vestibulo que conducia a una gran habitacion rectangular parcialmente techada. En el centro habia una fuente, un querubin desnudo echando agua por la boca. Molly miro hacia arriba y noto que la abertura en el techo estaba directamente sobre la fuente y, en la antiguedad, seria el lugar donde la villa habria recogido el agua para la familia. "Oh, no, no, no. Estamos muy contentos de tenerla aqui". El sirviente ordeno a un hombre alto y de cabello oscuro que atendiera el equipaje mientras ella los conducia hacia un conjunto de escaleras. "El senor Armstrong no esta aqui. El estara en Napoles mientras dure su estadia y lo hemos estado esperando. Nos informo a todos antes de irse el mes pasado, para cuidarla bien. Tienen amigos en comun, ?no?" Molly miro alrededor de la villa. Pisos de mosaicos adornaban el espacio, imagenes de la vida romana, de escenas agricolas y animales. Todas las habitaciones del piso inferior tenian las ventanas abiertas y las cortinas ondeaban con el calido aire mediterraneo. La brisa olia a sal y especias, a naranjas y hierba recien cortada. Se detuvo un momento, contemplando la vista desde una de las ventanas que podia ver a traves de una puerta. El jardin del patio, lleno de olivos, la invito a sentarse y saborear su belleza. "Lo tenemos, si. El duque de Whitstone. Aunque nunca conoci al Sr. Armstrong, le estoy muy agradecido por permitirme quedarme aqui". La ama de llaves sonrio, aparentemente complacida por el cumplido a su empleador. "Es el mejor de los hombres a quien lamento que no tenga el honor de conocer". La mujer empezo a subir las escaleras de piedra. "Soy Maria, querida, la ama de llaves de Villa Maius. Si necesita algo, simplemente aviseme y hare todo lo posible para que su estadia sea placentera". "Gracias." Subieron las escaleras, el segundo piso se abria a una gran sala rectangular con sillas de mimbre reclinables. Un balcon estaba al final de la habitacion. Molly no podia pasar sin contemplar la vista. Salio al balcon, con el aliento atascado en sus pulmones. La vista daba a la calle por la que habian entrado. A esta altura, le daba un mejor punto de vista de la ciudad mas alla. Roma. Su gloria se extendio ante ella como un regalo de los dioses. Sus dedos se curvaron alrededor de la balaustrada de piedra, anclandose para no salir corriendo de la villa y ver de primera mano la antigua ciudad. Se oyeron sonidos que la provocaban e instaban a irse y explorar. Pronto, prometio. Tan pronto como se hubiera banado y bebido una taza de te. "El centro de Roma esta a pocos pasos de aqui. En el otro extremo de la villa hay otra habitacion similar a esta que da al rio Tiber. Sin embargo, siempre puede tener el carruaje a su disposicion si no quiere caminar. Para ver el Vaticano, tendra que hacer uso del vehiculo". La emocion vibraba por sus venas, y se inclino sobre la barandilla, espiando a algunas personas en las calles, algunas contemplando las vistas mientras otras ejercian su oficio. "Que ciudad tan magnifica. Siempre quise hacer turismo y ahora puedo. Increible." "Temo el viaje de regreso, sin embargo", dijo su companera, la senorita Sinclair, uniendose a ella y mirando a la ciudad con aire de descontento. "?Tomamos te?" Molly se mostro reacia a abandonar la magnifica vista, una de la que deseaba formar parte, y tampoco permitiria que la aversion de la senorita Sinclair por las distancias que habian atravesado apagara su emocion. Si su companera no deseaba ver Roma, podia quedarse en la villa. Molly iba por Londres la mayor parte del tiempo sola, no estaria fuera de lugar para ella. "Si, vamos, y luego puedo comenzar a explorar esta maravillosa ciudad". "?Le gustaria tomar el te en el balcon, signora Molly?" "Gracias, si", respondio ella, al ver el escenario al aire libre y sentarse. Los criados se apresuraron por la casa, llevando sus baules a las habitaciones. Molly casi podia pellizcarse a si misma solo para confirmar que efectivamente estaba en Roma. Su tiempo era precioso, solo un mes, y luego emprenderian el viaje de regreso a Inglaterra. El viaje le llevaria varias semanas y queria visitar otras ciudades del continente antes de regresar a Londres la nueva temporada. El te era dulce y refrescante, y carinosamente, el ama de llaves habia hecho unos bizcochos con almendras, que le aplastaron el estomago. Molly se reclino en su silla, dejando su servilleta, saciada despues de la fugaz comida. "?Terminamos el recorrido por la casa, veremos nuestras habitaciones y luego decidiremos adonde ir primero?" "Por supuesto, senorita Molly", dijo la senorita Sinclair, bostezando. Habia sido un dia largo, pero Molly estaba demasiado emocionada, habia esperado bastante para estar en Roma para acostarse por la tarde. Queria explorar, caminar por las calles, visitar los mercados y ser parte de la cultura aqui en esta antigua ciudad. "Si esta cansada, senorita Sinclair, siempre puedo salir sin usted. No me importa." Los labios de la senorita Sinclair se fruncieron en una delgada linea de desaprobacion. "No, eso nunca funcionaria. Necesita tener una acompanante y compania para mantenerse a salvo. Simplemente tendre que soportarlo". "No deseo que soporte Roma. Quiero que lo disfrute tanto como yo pretendo hacerlo". "No creo que eso sea posible, senorita Molly. Tengo aversion al calor, y si no lo percibio, hace mucho calor afuera". Molly se volvio hacia el balcon, la ligera brisa que entraba por las puertas le refresco la piel. Si, hacia calor, pero en Inglaterra siempre hacia mucho frio. ?Como podria alguien no aprovechar un clima tan hermoso y explorarlo? El ama de llaves dio un paso adelante y llamo la atencion de Molly. "Tenemos un criado aqui, senorita Clare. Estaria mas que feliz de acompanarla por Roma para que pueda ver algo de nuestra maravillosa ciudad". Molly le sonrio a la senorita Sinclair. "Ve, estare perfectamente a salvo. Podra tener la tarde para descansar y recuperarse, y esta noche nos reuniremos para cenar antes del baile de la noche". "?Tiene la intencion de asistir al baile de Lord y Lady Dalton esta noche? ?A pesar de que llegamos hoy?" "Por supuesto que tengo la intencion de ir". Molly nego con la cabeza a su companera, teniendo la sensacion de que no queria ir ni hacer nada mientras estuvieran alli. La perspectiva no era util ni seria posible. Molly tenia cuatro semanas para visitar esta maravillosa ciudad, y simplemente tendria que ignorar las quejas de su companera acerca de todo lo que pudieran hacer en ese tiempo. "Maria, ?me puede mostrar mi habitacion, por favor?" El ama de llaves se apresuro a recorrer un ancho pasillo hasta llegar a una habitacion que daba a mas terrenos de la villa, prados y jardines que nadaban con una variedad de colores. El tintineo del agua llego hasta ella y busco la fuente, pero no pudo verla desde su habitacion. Tendria que bajar las escaleras para encontrarla ella misma. Su habitacion era un piso de mosaico de baldosas que estaba hecho con una variedad de flores brotando. Su cama era grande, opulenta con su colcha y con abundancia de almohadas. Ella tambien era partidaria de tener muchas almohadas en las camas. De alguna manera las hacia parecer completas. Perfectas. Un pequeno escritorio ocupaba el espacio frente a una ventana, y un gran sofa estaba sentado frente a su fuego. Aunque no creia que necesitaria eso en absoluto mientras estuviera en Roma. No con el clima tan calido. "Hay agua dulce y ropa de cama detras del biombo para usted, senorita Molly. Cuando este lista para salir, baje las escaleras y le buscare a Marcus. El la mantendra a salvo y le mostrara todos los mejores sitios que ofrece Roma". "Muchas gracias. No puedo expresarle lo emocionada que estoy de estar aqui". El ama de llaves sonrio antes de dejarla con sus abluciones, el sonido de la voz de la senorita Sinclair mientras la llevaban a su habitacion resonaba en el pasillo. Molly camino hacia el pequeno balcon que tenia su habitacion y miro hacia el jardin. Levanto la cara hacia el sol, respirando hondo. Que lugar tan idilico para vivir. Una podria acostumbrarse a un lugar asi y nunca volver a casa en el viejo, lugubre y lluvioso Londres.

  • Kidon, los verdugos del Mossad de Eric Frattini

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    Desde la creacion del Mossad en marzo de 1951, sus agentes se dedicaron a buscar a los oponentes al Estado de Israel en lo mas recondito del planeta. La primera operacion autorizada ‘politicamente’ por un jefe de gobierno a la entonces unidad de Nokmin (Vengadores) sucederia en mayo de 1960, cuando David Ben-Gurion permitio a Isser Harel el secuestro y posterior traslado a Israel de Adolf Eichmann, uno de los maximos responsables de la llamada ‘Solucion Final’ nazi, que vivia bajo otra identidad en la ciudad de Buenos Aires. Eichmann seria ajusticiado en la horca en 1962.

  • El coleccionista de libros de Alice Thompson

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    NO HAY NADA MAS TERRORIFICO QUE UN CUENTO DE HADAS. <>. IAN RANKIN <>. STEPHEN KING En la Inglaterra eduardiana, Violet parece llevar una vida de ensueno: un marido caballeroso, un hijo adorable, una lujosa residencia… Pero la creciente obsesion por uno de los preciados libros que colecciona su esposo ;un misterioso volumen de cuentos de hadas guardado bajo llave; hara que su idilica existencia comience a tambalearse. Asediada por unas perturbadoras alucinaciones que amenazan su cordura, ingresa temporalmente en un sanatorio. Pero cuando, a su regreso, descubre que una bella y enigmatica ninera ha ocupado su lugar, los horrores padecidos durante su internamiento no seran nada en comparacion con los que su propio hogar le tiene reservados… Alimentada en su fondo por la siniestra leyenda de Barba Azul, Alice Thompson nos ofrece una novela oscura y macabra, una creacion elegantemente diabolica que, a la vez que homenajea a Rebeca y a la Angela Carter mas transgresora, no pierde de vista en ningun momento el verdadero proposito de la mejores historias de terror: que el escalofrio que nos sacude durante su lectura se prolongue mas alla de la ultima pagina.

  • En suenos fue de Una Fingal

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  • Mujer sentada riendo de Amparo Saborido

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    Clara, una joven malaguena guia del Museo del Prado, debera volver a su ciudad natal para desalojar la vivienda de su bisabuela fallecida. Alli encontrara los restos de una vida completamente desconocida para ella llevandola a recorrer el hotel mas emblematico de la Malaga de los anos veinte, y obligandola a regresar a Paris para ahuyentar fantasmas de su pasado

  • Lady Elyse de Sophie Saint Rose

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    Era el momento mas importante para una dama de alcurnia. Habia llegado su presentacion en sociedad y Lady Elyse estaba mas nerviosa que en toda su vida por la reaccion de la gente al verla por primera vez. Iba a tener que enfrentarse a las miradas de pena que la habian acompanado casi toda la vida y eso la horrorizaba. Solo queria un hombre al que amar y que la amara por ella misma sin importar su inmensa fortuna o su apariencia. Su pasado siempre se reflejaria en su presente, pero sonaba con que no destrozara su futuro.

  • El ultimo aliento de Cesar de Sam Kean

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    En El ultimo aliento de Cesar, Sam Kean nos invita a emprender un viaje alrededor del mundo y a traves del tiempo para narrar la historia del aire que respiramos. Una historia que resulta ser la misma que la historia de la Tierra y de nuestra existencia en ella.

  • La dolce vita de Rachel Rp

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    Mudarse al otro lado del pais para vivir con su mejor amigo parecia una buena idea. Lo que no parece tan buena idea es que en la misma casa viva su nuevo jefe.
    Amor, amistad, trabajo, chicos, todo se mezcla en esta discoteca, entra a conocer La Dolce Vita

  • La sexta planta de Diego Garcia Andreu

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    Jaime Murillo, escritor de novelas de terror con un exito mediocre, vive en la sexta planta de un edificio en un barrio alejado de Madrid con Noelia Pineda, su mujer, y Javier Murillo, su hijo de nueve anos.
    Ante la crisis financiera que arrastra la familia, Jaime se propone escribir la novela que lo catapulte hacia el exito, sin embargo, ningun hilo argumental lo satisface. Despues de mucho meditarlo, al fin se decide: ?sobre quien iba a escribir, si no?
    El proyecto parece avanzar a buen ritmo, hasta que un dia recibe una carta sin franqueo revelando una terrible premonicion. Si, quiza escribir sobre ello no habia sido una buena idea, pero ahora ya no hay vuelta atras y el terror, la intriga y el desconcierto estan servidos.
    Esta novela podria considerase una segunda parte de El proceso del mal, no obstante y aunque guarda un ligero hilo conector, la obra es independiente.

  • Ama de Jose Ignacio Carnero

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    Ama. Madre en euskera, o quiza la tercera persona del presente del verbo amar. Pero tambien las memorias de un joven abogado que descubre que la literatura ni siquiera puede embellecer las miserias de la vida -la precariedad, el desamor, o el duelo-.

  • Al vuelo de la pagina de Juan Malpartida

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    Al vuelo de la pagina, de Juan Malpartida, es un diario que abarca la ultima decada del siglo XX. El autor no se limita a reflejar su punto de vista, sus observaciones sobre literatura, filosofia, politica y vida literaria, sino que deja testimonio de su dialogo con escritores, desde la lectura pero tambien desde la amistad, como Octavio Paz, Fernando Savater, Juan Gil-Albert, Enrique Molina, Charles Tomlinson y muchos otros que vemos aparecer en estas paginas que se convierten, asi, en un testimonio historico.

  • La Octava Condicion (Ordinales 2) de Phavy Prieto

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    Segunda obra literaria de la Saga Ordinales.

  • Un lugar en el mapa de Shaun Prescott

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    Shaun Prescott es uno de los autores revelacion de la nueva literatura australiana: un relato alegorico y mordaz sobre la desaparicion de los pueblos.

  • El largo camino a casa de Alan Hlad

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    En septiembre de 1940, mientras las bombas alemanas caen sobre Gran Bretana, la joven Susan y su abuelo Bertie hallan consuelo criando y entrenando palomas mensajeras que el Ejercito usara para transmitir informacion sobre los movimientos de los nazis en la Francia ocupada.

  • Prometo no amarte hasta que el pacto nos separe de Vega Manhattan

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    Dina abrio uno de sus ojos y miro el movil que habia cogido a ciegas, tanteando sobre la mesilla de noche. Las seis de la manana, no habia sonado antes de tiempo, aunque a ella le pareciese asi. Gimio a la vez que metio la cabeza bajo la almohada. Ultimamente parecia que las noches eran demasiado cortas, se pasaban en un plis plas. A veces ni tiempo le daba a abrir los ojos cuando la dichosa alarma estaba sonando. Saco la cabeza de su escondite, abrio los ojos y miro a traves de la ventana de su habitacion. Aun no habia amanecido. Pero su dia ya deberia haber comenzado. Dia que no contaba con las horas suficientes, asi que no podia permitirse el lujo de quedarse en la cama ni un minuto mas. Y a veces, muchas en realidad, le gustaria hacerlo. Ser como esas personas que ponian la alarma a una hora y la iban retrasando cada cinco minutos para disfrutar del momento. A este paso ni cuando seas vieja. Pues seguramente no. Seria una anciana que aun estaria con doble o triple trabajo para pagar deudas, pero era lo que le tocaba. Habia gente que nacia con estrella y otras personas estrelladas. Ella habia nacido ya estampada y hecha una tortilla en el suelo. En fin... Se levanto rapidamente y un alarido salio de su garganta cuando al salir del dormitorio se golpeo el dedo pequeno del pie, haciendo que se doblase en una postura antinatural. --!Me cago en...! (Piiiii) !Hijo de...! (Piiiii) !Todos tus...! (Piiiiiiiiiiiiiiii) Mejor ni escribo lo que dijo que hay gente muy susceptible por aqui y despues todo son problemas y criticas estilo "que vulgar" y cosas asi. Y como que no me apetece porque yo cuento historias para reirnos y para que disfrutemos. Para problemas ya estaba Dina. Que por si no tuviera nada encima, la pobre estaba saltando a la pata coja. Como diria mi abuela, "dobladita de dolo'". Muy de mi tierra la expresion. --!Tu... (piiiiiiiiiiiii) madre! Vale, pense que habia terminado… Desde ese momento en que se levanto, nunca mejor dicho, con mal pie, ya se presagiaba un mal dia. --Veras el dia de mierda que voy a tener --gimio unos minutos mas tarde cuando la cafetera expres medio exploto y el contenido de la capsula de cafe llego hasta el techo. Adonde Dina miro de malos modos, acordandose de todos los dioses habidos y por haber. Y por si tener que comprar una cafetera nueva no fuera poco, tendria que ver si lo de que no le hubiese llegado el agua caliente al bano la noche anterior era un problema que necesitase de un fontanero o solo era algo puntual que se arreglaba solo. Si era lo segundo, que solia pasar muchas veces ya que solo ocurria por joder un rato, bien. Pero si era lo primero... Iba a tener que plantearse, y ya en serio, el vender alguno de sus organos no vitales. Empezaria por el primero que apunto en la lista. Y si, tenia una lista sobre ello, asi de mal le iban las finanzas. Asi de preocupante era el asunto. Pero tenia que seguir, si o si. Como fuera. Por la mujer a la que le estaba cogiendo la mano en ese momento, tras sentarse a su lado, en la cama. Dina suspiro tras apretar el agarre a la anciana. Solo por ese momento merecia cualquier pena. --Buenos dias --sonrio y miro a esos cansados y tristes ojos azules. La anciana miro a Dina con curiosidad, su ceno fruncido. --?Quien eres? --pregunto, con voz somnolienta. --Tu nieta --sonrio Dina haciendo, como siempre, un esfuerzo para que no se le notase la tristeza que sentia cada vez que su abuela no la recordaba. Era una parte dura de su enfermedad, una entre tantas. --Ah... --la anciana asintio con la cabeza, como si con eso ya no tuviese lagunas, pero en sus ojos podia verse que no la reconocia. --Con la lata que te he dado siempre, como para que no me reconozcas. --No digas eso --le dio un cate a la mano de Dina--. Si has sido muy buena --sus despobladas y casi inexistentes cejas, unidas. --Ah, ?si? --esa vez, Dina sonrio de verdad. Por esos momentos en los que su abuela recordaba algun pequeno detalle, merecia la pena todo lo demas. --Si. Un poco cabezota y con un... ?Como se dice eso? --?El que? --Cuando... --la anciana refunfuno al ver que no podia explicarse-- Cuando alguien se enfada. --Ah, enfadado. --No --dijo enfadada ella, haciendo sonreir a su nieta. --?Cabreado? --la anciana la seguia mirando de mala manera, esa palabra tampoco era-- ?Enfurrunado? --Que no, cono --solto su abuela. Dina solto una carcajada. --Mucho genio tienes tu --rio la nieta. --Me parezco a mi madre, ?conoces a mi madre? A veces viene a verme. --Ah, ?si? Tocaba conversacion sobre fantasmas que venian a visitarla. --Si y tiene un genio de los mil demonios, pero no es mala. Como tu. Que vaya caracter, pero eres una santa. --No todos piensan igual, abuela --rio Dina, divertida. --!Que sabran ellos! --refunfuno la abuela-- Si te conocieran de verdad, pensarian diferente --miro a Dina fijamente--. ?Como me dijiste que te llamabas? Dina suspiro, pero mantuvo la sonrisa. Asi eran las cosas con su abuela. Eso y pasar de un tema a otro sin sentido. Y tener paciencia mientras organizaba las palabras en su mente y terminaba una frase. Eso y tantas cosas mas. --Dina, abuela. Soy Dina. --Ah... Dina --asintio un poco con la cabeza--. A tu madre siempre le gusto ese nombre --pues si, asi era--. ?Yo conozco a tu madre? --La pariste tu, si no la conoces... --?Y dolio? --Segun siempre me habeis contado, un poco mas y se te cae sola --rio Dina.

  • Cenizas antiguas de Rocio Verdejo

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    Aaron estaciono su coche justo frente a un edificio grande de vidrios oscuros, el cual, se muestra imponente en el centro de la ciudad, es una de las construcciones mas innovadoras que se ha desarrollado en aquel lugar, el cual, en los ultimos anos, ha tenido un crecimiento economico vertiginoso. Tras poner su pie sobre el pavimento, Aaron sabia que estaba tomando la decision correcta al llevar a cabo uno de sus planes mas ambiciosos. Cierra la puerta del coche, ajusta su corbata, da algunos retoques a su traje oscuro muy elegante, se cerciora de que sus zapatos esten limpios, es un hombre, cuya atencion a los detalles, siempre lo ha caracterizado. En sus munecas, se pueden visualizar unos gemelos de oro, los cuales, tienen forma de una especie de cruz. No es la cruz habitual que solemos ver en cualquier lugar, tiene puntas afiladas con cierta curvatura, que las hacen lucir un poco mareadas. Parecen gemelos hechos a mano, artesanales, pero del oro mas puro que se haya extraido jamas de una mina. Cualquiera que lo vea, puede quedarse impactado, ya que, la estatura de Aaron es bastante imponente, alcanza casi los 2 metros de altura, resultando un hombre fuerte, estilizado, y muy moderno. Lleva una barba muy bien cuidada, su cabello estaba perfectamente peinado, su mirada estaba fija en el edificio, parece que esto se ha convertido en su unica obsesion durante los ultimos dias, asi que, despues de verificar que su coche ha quedado perfectamente cerrado, comienza a caminar hacia su destino. Dejaba pasar a algunas personas frente a el, mientras parecia estudiar el comportamiento de los habitantes de Dealon. Las personas apenas estaban comenzando a adaptarse a la transformacion de la ciudad, la cual, tan solo hace algunos anos atras, era un simple pueblo minero, el cual, simplemente se dedicaba a actividades agricolas, y apenas tenian electricidad y telecomunicaciones. La llegada de inversionistas y descubrimientos inesperados, habia hecho que el pueblo experimentara una explosion economica, atrayendo a una gran cantidad de estudiosos, los cuales, habian comenzado a hacer vida profesional en Dealon. Poco a poco, aquellos que habian tenido una vida tranquila en el poblado, habian sido desplazados, siendo presionados para abandonar sus tierras mientras se levantaban importantes edificios, centros comerciales y empresas, era un cambio drastico de 180deg para todo lo que habian vivido los habitantes de Dealon. Para Aaron, parecia algo absurdo lo lujoso que podia llegar a ser un edificio construido en un lugar como este, pero este, era un reflejo de la personalidad de su creador, con quien se encontraria por primera vez en esta oportunidad. Habia tenido algunas conversaciones via telefonica, incluso, por correo electronico, pero nunca habia tenido la posibilidad de encontrarse frente a frente con Terrance Ford. Tras entrar en aquel lugar, camino directamente hacia el elevador, y coincide en su paso con una rubia espectacular, la cual, capta su atencion desde el primer momento, y a pesar de que trata de enfocarse en otro punto, aquella mujer le roba la atencion desde el primer Instante. No solo era su figura, la cual, era muy ardiente y despampanante, con una cadera ancha, con unas nalgas de acero, una cintura delgada y apretada, piernas alargadas y senos voluptuosos. Era toda una escultura, pero mas alla de esto, Aaron parecia tener la habilidad de ver por encima de estas caracteristicas. Veia a traves de las personas, y aquella mujer, parecia proyectar una seguridad en si misma, un espiritu aguerrido y una personalidad avasallante. Parecia poco probable que una simple mirada pudiese revelar tanta informacion, pero era la experiencia que habia logrado desarrollar a lo largo de su existencia este personaje tan particular y misterioso, el cual, finalmente habia llegado a la puerta del elevador. Habia dejado que la chica presionar el boton, y ambos habian cruzado una sonrisa de cortesia mientras esperaban. La hermosa mujer, tomo su movil mientras hacia tiempo, y parecia muy enfocada en sus asuntos, era del tipo de chica que no iba por el mundo distraida o esperando que el tiempo se quemara sin ningun objetivo, esta mujer era una adicta al trabajo, eso podia verse a leguas. La observo de manera discreta, no queria llamar su atencion, no queria ser visto como un acosador o un psicopata, asi que, simplemente daba miradas de reojo periodicamente, mientras trataba de detallarlas. Su cabello era liso hasta los hombros, perfectamente peinado hacia un lado. No habia una sola cosa imperfecta en esta chica, su piel era suave, a simple vista se veia que la cuidaba mucho, tenia ese brillo particular de una dermis humectada y bien tratada. En su mano llevaba un bolso, en la otra sujetaba un abrigo colgado en su antebrazo, mientras su movil era manejado con destreza. Finalmente, la puerta del elevador se abrio, salieron un grupo de ejecutivos, ellos se apartaron para que salieran, y finalmente Aaron permitio que la chica ingresada. En esta oportunidad, serian solo ellos dos los que utilizarian el elevador, y por primera vez, escucho la voz de Alice. --?Hacia que piso te diriges? --Pregunto la chica. Aquella dulzura que emano de la hermosa joven de cabellos rubios, dejo a Aaron sin palabras, se quedo atontado, viendola como si fuese idiota, simplemente perdido en su belleza, en sus facciones, y la perfeccion de las lineas de su rostro que parecian ser dibujadas por el propio Leonardo da Vinci. --Disculpa, necesito que me digas hacia que piso vas, o tendras que viajar conmigo hasta mi destino. --Dijo la rubia con una sonrisa en su rostro. Esta vez, pudo ver sus dientes, eran grandes, simetricos y perfectamente cuidados, posiblemente con ortodoncia, aunque se inclinaba mas por una genetica infalible, ya que, aquella chica parecia haber nacido en una cuna dorada. Era bella, dulce, inteligente y decidida, con todas las caracteristicas que pudieran llamar la atencion de un hombre como Aaron. --Lo siento, estoy un poco distraido. Voy al ultimo piso. Creo que es el 22. --Dijo Aaron, mientras veia el tablero del elevador. --Oh, que casualidad Yo tambien voy para el piso 22. --Respondio ella, mientras presionaba el boton. Estaban encerrados alli, y esto parecia haberle generado una sensacion completamente distinta a la chica, ya que, ahora no se veia tan segura como en un primer plano. Ahora estaba insegura, nerviosa, no parecia estar acostumbrada a estar en lugares cerrados con otras personas, esto, le genero cierta curiosidad a Aaron, quien puede notar como aquella joven tan espectacular, movia sus pies de manera nerviosa, golpeando la superficie del suelo del elevador mientras esperaba a que aquel objeto subiera lo mas rapido posible. --?Ocurre algo? Te ves un poco incomoda. --Dijo Aaron. --Detesto los elevadores. No me gustan las alturas. --Respondio de una manera timida a su acompanante. --Tengo entendido que este es uno de los edificios mas importantes de la ciudad, ha sido creado con una tecnologia de primera, asi que, creo que no tienes nada porque preocuparte. -- Respondio Aaron. Ella no respondio, simplemente, sonrio de una manera cortes y trataba de controlar sus nervios. En cada oportunidad que tenia que subirse a un elevador, o encontrarse en un punto alto, su actitud era completamente descontrolada. No podia tener dominio de aquellas reacciones que se generaban, habia sudor, temblores, no podia hablar con normalidad, las palabras parecian quedarse atragantadas en su garganta, como si su cerebro dejara de funcionar de manera normal. Ante aquella incomodidad proyectada por la rubia, Aaron decidio guardar silencio y comenzar a hacer hipotesis en su mente, ya que, una chica tan hermosa y sexy en un lugar como este que fuese al mismo destino que el, posiblemente iba con otras intenciones. Rapidamente, cambio de parecer, era posible que aquella hermosa rubia, fuese una de esas que eran contratadas por los millonarios para darse un gusto de vez en cuando. Era muy probable que esta despampanante mujer, fuese un escort de lujo, un acompanante de altos ejecutivos, la cual, podria cobrar por sus servicios una fuerte suma de dinero. Esto no la hizo menos interesante, ya que, posiblemente este tambien podria contratar sus servicios si realmente este fuese el caso. Aquel viaje sirvio para que Aaron imaginara mil y una cosas, simplemente con tenerla alli frente a el, era una oda a la perfeccion, su silueta, su actitud, el aura que emanaba de ella, todo era simplemente espectacular. Como si se tratara de un milagro, finalmente, las puertas del elevador se abrieron, y Alice salio rapidamente de aquel objeto infernal, el cual parecia convertirse en su principal enemigo cada vez que entraba. Ella, camino rapidamente por el pasillo, olvidando que aquel hombre le habia iniciado una conversacion, esta no parecia interesada en hacer conexion con absolutamente nadie, era una joven timida, reservada e introvertida. Esto, potencio mucho mas el interes de Aaron, ya que, queria explorar cuales eran esos misterios que emanaban de una mujer tan enigmatica y bella. Era evidente que dejaria salir a la chica primero, ya que, de esta manera tendria la posibilidad de detallar con mucho mas detenimiento las dimensiones de su culo, asi de descarado era Aaron, y no se contuvo. Apenas la tuvo frente a el, avanzaba a paso lento, degustando se con lo que sus ojos veian. Ni siquiera noto que su lengua paso por su labio, aquella delicia que estaba contemplando le habia despertado el apetito sexual. Sintio como aumentaba su ereccion instantanea, pero siguio caminando detras de ella, tratando de fingir que nada estaba pasando. Era un fanatico de las mujeres, de esto no habia duda, le encantaban, le fascinaban, le entretenia mucho poder seleccionar una nueva victima, saciarse con sus talentos, con su carne, darse placer con sus atributos, y posteriormente, seguir con su vida ajetreada dedicada a el cumplimiento de sus planes principales. Mientras camina por aquel lugar, las personas que lo miran, lo observan con cierto recelo, es un hombre misterioso y que no se ajusta al esquema de los habitantes de Dealon. Es evidente que es la primera vez que ingresaba alli, y su unica fuente de atencion son dos personajes hasta el momento, el hombre con quien se reunira, y la rubia que camina justo delante de el con aquel vestido color gris plomo, el cual se ajusta de manera entallada a su figura. Un par de mujeres, comentaron acerca de la belleza de aquel hombre, era imponente, masculino, irradiaba una seguridad tremenda, y al hacer contacto visual con ellas, estas sintieron que se estremecieron de manera instantanea. Aaron les sonrio a ambas, y estas, casi experimentaron un orgasmo al momento, era un tipo de esos que solian aparecer en las portadas de revistas de negocios, pero que muy perfectamente podria ocupar la portada de una revista fitness. Su cuerpo era majestuoso, se veia que entrenaba, o al menos eso era lo que asumieron aquellas mujeres, las cuales, comenzaron a preguntarse de donde habia salido aquel especimen tan perfecto. Aquellas mujeres no eran nada feas, eran bastante atractivas y sensuales, de esas que facilmente podria poner de rodillas simultaneamente, y que compartieran una sesion de sexo oral con su gran miembro expuesto en el bano de aquel edificio. Se veian que eran mujeres faciles, lujuriosas, pero para el, no es momento de distraer su atencion. Va camino en la misma ruta de aquella rubia, y en algun punto, se preocupo de que esta pensara que la estaba siguiendo.

  • Las hijas perdidas de Simone St. James

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    Un lugar oscuro donde las chicas problematicas, las hijas de madres solteras o las que han cometido un desliz… desaparecen. ?Lograra Fiona Sheridan descubrir el misterio que envuelve Idlewild Hall?

  • La sombra de una mentira (Bilogia Skye 1) de Yolanda Revuelta

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    Madison McAllen vive en Georgia. Es pintora y su mundo se tambalea cuando descubre una carta que su madre le ha dejado antes de morir. Su primera opcion es olvidarla y seguir con su vida, pero la necesidad de saber de donde viene y quien es su familia es cada vez mayor.
    Madison emprendera un viaje del que quiza no pueda regresar jamas.

  • El color de la maldad de Armando Rodera

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    A pesar de sus diferencias, el inspector Bermejo y el sargento Roncero se embarcan juntos en la investigacion de un caso relacionado con el secuestro de una joven pareja. Sin embargo, no tardaran en descubrir que se enfrentan a algo aun mas inquietante: sus pesquisas los ponen tras los pasos de un frio y meticuloso asesino en serie. De pronto empiezan a sucederse homicidios, uno tras otro, y el unico hilo del que pueden tirar son las macabras pistas que el psicopata les deja en los cadaveres que abandona en los escenarios de sus crimenes. Unidos por el deseo de acabar con el salvaje ritual de muerte y destruccion, los agentes intentaran atrapar al monstruo antes de que culmine su malefica serie de asesinatos.

  • No fue solo un beso de Maria Cuadrado Villadiego

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    Tras la muerte de su abuelo, Elizabeth una joven emprendedora se muda a la capital en busca de nuevas oportunidades. En esta nueva ciudad, conoce a un grupo de chicas y aunque todas son muy diferentes, la union y la hermandad crece entre ellas volviendose una familia; estas tratan de que Elizabeth sea un poco mas liberal y a pesar de su caracter nunca cesan en su intento.

  • El tribunal de los pajaros de Agnes Ravatn

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    Aceptar una enigmatica oferta de empleo es la unica salida que encuentra Allis Hagtorn para dejar su vida en suspenso durante un tiempo. Y su nueva vida la traslada a un aislado fiordo en el que pasara a encargarse de la casa y el jardin de un hombre misterioso: el silencioso y hosco Sigurd Bagge. Mientras esperan la vuelta de la esposa de Sigurd, entre el y Allis empezara a forjarse una relacion obsesiva que ira mas alla de las pocas palabras que se cruzan y de los muchos silencios que tinen sus dias. En una tensa y prolongada calma, los retazos del pasado de ambos empiezan a salir a la superficie. Como tallada palabra a palabra, El tribunal de los pajaros es un poderoso thriller psicologico que va forjando un crescendo que dejara al lector sin respiracion.

  • El ojo de medusa de Nuria Pagratis

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    ?Sobreviviran a los insospechados peligros que laten ocultos en la isla? ?Conseguiran descifrar el pasado?

  • Ordesa de Manuel Vilas

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    El fenomeno literario de 2018

  • Beautiful Player. Un seductor irresistible (Beautiful 3) de Christina Lauren

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • 6 Pequenas historias de sexo para todos de Baby Pink

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    PEQUENO LIBRO CON 6 RELATOS CORTOS SOBRE EL MUNDO DEL SEXO. SE ABORDA DESDE EL SEXO GAY, LESBIANAS, DOMINACION, EXHIBICIONISMO… COMO DICE EL TITULO, SON 6 MINICUENTOS EROTICOS QUE PUEDEN DISTRAERTE UN RATO, DIVERTIRTE O ESTIMULARTE. TODOS HAN SALIDO DE MI IMAGINACION, PERO VARIOS HAN SIDO INSPIRADOS EN HECHOS REALES DE GENTE QUE CONOZCO Y CUYO PERMISO TENGO. ES UN LIBRO CORTO, ENTRETENIDO, Y CONTIENE MAS QUE SEXO. CADA HISTORIA LLEVA UNA ENSENANZA, UNA MORALEJA. GRACIAS POR VUESTRA ATENCION.

  • Nosotros en la Luna de Alice Kellen

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    Tras el exito de Deja que ocurra vuelve Alice Kellen con una novela que te enamorara

  • Susurrame al oido otra vez de Chris Razo

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    Hace casi seis meses que me fui de mi casa, y no hay ni un solo dia que no lo eche de menos. No solo a mi casa, a mi gente, tambien a el. No hay dia que no desee con todas mis fuerzas volverlo a ver. Hace meses le bloquee del WhatsApp, pero sigo viendo su foto El tiempo pasa, pero mis sentimientos por el no se van. Mis temblores casi han desaparecido. Sigo en terapia, y mi padre...bueno mi padre me esta ayudando mucho. Viene casi todas las semanas a verme. Hemos conseguido sincerarnos el uno con el otro, y supongo que ha logrado perdonarme. No hablamos casi nunca de Marc. Evita el tema por todos los medios. Aunque el sabe lo que quiero oir y siempre me dice que Marc esta bien. Se que tome la mejor decision al irme, y aunque tan solo estoy a veinte kilometros de el, parece que fueran mucho mas. Dentro de un mes cumplo los diecisiete, y quiero volver a casa. Mi padre no esta muy de acuerdo con eso, pero yo quiero celebrar alli mi cumpleanos, aunque luego tenga que volver aqui. Siento la necesidad de volver a verle. No se como reacciono cuando me fui de casa, ni siquiera se si me echara de menos, pero necesito algunas respuestas, pero sobre todo necesito saber si mis temblores siguen si estoy cerca de el. Decido contarle lo que tengo pensado a mi terapeuta. Me dice que puede ser bueno que vuelva a enfrentarme a la realidad, pero que tambien puede ser que las cosas empeoren. Me dice que eso es una decision que solo yo puedo tomar, y tiene toda la razon. Ni siquiera mi padre puede meterse en eso. Se cuanto le duele lo de Marc, aunque no lo diga, lo veo en sus ojos. Pero es hora de afrontar los problemas. -Papa, quita esa cara. Todo esta bien. -?No podemos celebrar tu cumpleanos en otro sitio? -?Y que mejor sitio que mi casa? -No lo entiendo. -Si lo que te preocupa es Marc, puedes estar tranquilo. Todo va a estar dentro de la normalidad. -Quizas seria mejor que el no estuviera. -La terapeuta me ha dicho que lo mejor es afrontar las cosas. Llevo siete meses sin verle, y necesito saber si mis temblores estan curados. -?Le sigues queriendo? -No quiero hablar contigo de eso. -Nunca hemos hablado de eso. Y creo ya va siendo hora. No eres una nina ya carino. -Claro que le quiero papa, irme seis meses a veinte kilometros de el, no ha hecho que deje de quererle. Solo ha dejado de doler tanto, nada mas. -No creo que verle te haga bien. -La solucion no es seguir huyendo papa. Ademas, segun tu, las cosas con el estan como siempre. Era lo que el queria. No perder tu amistad. -Y no la ha perdido, pero no quiere decir que yo este de acuerdo con lo que ocurrio. -?Te has dado cuenta que en siete meses no me has hecho ninguna pregunta? -Quizas sea porque no quiera escuchar las respuestas. -No puedes quedarte con eso dentro. Se que tienes muchas cosas que decirme. Estoy dispuesta a escucharlas. -No creo que sea bueno remover ese tema. -Los dos lo necesitamos. -Mira hija. Estos meses han sido muy duros. No puedo sentarme a hablar contigo como si no me importaran las cosas. He tratado de dejar el tema a un lado, porque lo que mas me importaba es que tu estuvieras bien, pero duele. -Para mi tambien es doloroso, pero si nunca nos enfrentamos a ello, seguira doliendo. -?Por que nunca me lo contaste? -?Y que querias que te dijera? ?Que me gustaba tu mejor amigo? ?Acaso me hubieras escuchado? -Si me lo hubieras contado, quizas las cosas podrian haber sido distintas. -?Crees que porque te lo hubiera contado hubiera dejado de estar enamorada de el? -!Es que no entiendo el enamoramiento! Uno se enamora cuando convive, cuando esta con a otra persona, cuando la conoce. -?Eso crees? Yo me enamore de el cuando le vi sonreir, cuando de su boca solo salian buenas palabras hacia mi, cuando me cuidaba, me protegia, cuando me miraba papa. ?Tu te enamoraste de mama cuando te fuiste a vivir con ella? Siempre has dicho que lo vuestro fue amor a primera vista. -Lo de tu madre nada tiene que ver con esto. -Claro que tiene que ver papa. Porque al igual que mama y tu, lo nuestro era un amor sincero, el unico problema es que vivimos en una maldita sociedad que tiene la cabeza cuadriculada. Que la gente tiene que estar separada por edades. No puede haber un modelo distinto de familia, al que ya esta establecido, pero ?quien marca las reglas? ?Acaso hay que pedir permiso a alguien para enamorarse? Se que te duele mucho mas porque es tu amigo, pero yo no lo elegi papa. Aunque no tienes de que preocuparte. El no me eligio a mi. Te eligio a ti. – Mi padre comienza a tocarse el pelo. Esta nervioso. -El no me eligio a mi. -Si papa. Decidio que para el era mucho mas importante tu amistad, que el poder estar conmigo. -Creo que eso no fue lo que ocurrio. ?De verdad no ves lo que pasa entre vosotros? !Nadie en su sano juicio se plantearia una relacion con una nina de dieciseis anos! -?Y por que no? Si los dos se quieren, ?que importa lo que piense la gente? -Daniela, no sabes nada de la vida. -Se mucho mas de lo que piensas. Solo quiero que sepas que yo he renunciado a el porque es un maldito cobarde, que no ha sido capaz de afrontar tus sentimientos, porque, aunque te cueste creerlo, el si me queria. Pero es un cobarde que prefiere callarse para no afrontar lo que realmente siente. Asi es el. Eso es algo que nunca podre perdonarle. -Es mejor asi. ?Que crees que iba a durar esa locura? Solo te hubiera hecho mas dano hija. -No sabes nada. No sabes lo que es quererle y tener que alejarme de el, porque cuando veo que no le importo, creo que voy a morir. Me falta el aire, y me duele. -Lo entiendo. -No entiendes nada. Si lo hubieras entendido... -?Si lo hubiera entendido te hubiera echado a sus brazos? -No. -Yo no soy el culpable en esta historia. Entiende que lo mejor es que te hayas alejado de el. Tienes que hacer tu vida. -Vale papa. Pero, yo decido lo que hago. Y quiero volver a casa por mi cumpleanos, eso no puedes prohibirmelo. Igual que no le puedes obligar a que se vaya de casa. -Si es lo que quieres no lo hare. Solo quiero que seas feliz. Ahi se acaba nuestra conversacion. Tantos meses para hablar de ello, y me he dado cuenta de que no hemos resuelto nada. Todo sigue igual. Mi padre sigue creyendo que lo mio con Marc, no es mas que un arrebato de nina pequena. Despues de siete meses, volvere a mi casa. Solo por unos dias, pero para mi sera el comienzo de una nueva vida. Sabre si todo sigue igual, o si el estar lejos ha valido la pena. 2 Hace meses que sueno con este momento, y por fin ha llegado. Tengo la maleta preparada, y estoy lista para volver a casa. Manana es mi cumpleanos, y espero que sea un dia inolvidable, Hace dias que no concilio el sueno. Me pregunto como sera volver a casa. Si estara el alli, si nos saludaremos. Tengo tantas preguntas. -?Estas lista hija? -pregunta mi padre. -Si. Ya voy. Me monto en el coche. Estoy a tan solo veinte minutos de ti. Tengo miedo de mi reaccion al verte, pero no puedo negar que me muero por hacerlo. En poco mas de veinte minutos, estoy subiendo las escaleras de mi casa. Mi padre abre la puerta, y el corazon me da un vuelco. Entro. Todo esta como siempre, el mismo olor, las mismas cosas. Todo sigue igual. -Voy a bajar un momento. -Vale. Yo voy a colocar las cosas. Entro en mi habitacion, dejo la maleta. Paso por el pasillo, y me paro en su puerta. La rozo con los dedos, toco el pomo, estoy a punto de abrir la puerta, cuando mi padre me dice: -No esta. -?Se ha ido? -No. Esta trabajando. Yo tambien tengo que irme. Vendre por la noche. Espero que... -Puedes estar tranquilo papa de verdad. -Sabiendo que estas aqui es imposible estar tranquilo. -Se acerca a mi y me besa en la mejilla. -Nos vemos luego. ?De verdad piensa que despues de siete meses sin vernos, el se va a tirar a mis brazos? Mi padre ha visto demasiadas peliculas. Ni siquiera se si sere capaz de saludarle. En cuanto que recojo todo, llamo a mis amigas. Me muero de ganas por verlas. Hemos estado en contacto todos estos meses, pero echo de menos abrazarlas. Quedamos en casa para cenar, y contarnos todo.

  • Un dueto oscuro de Victoria Schwab

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    El mundo cae a pedazos. Y ellos tambien. Kate Harker no teme a los monstruos. Los caza. Y lo hace muy bien. August Flynn alguna vez tuvo el anhelo de ser humano. Pero ya no. Tiene un papel que cumplir. Y va a cumplirlo, cueste lo que cueste. EMPEZO LA GUERRA. LOS MONSTRUOS ESTAN GANANDO. Kate tendra que regresar a Verity. August tendra que dejarla entrar otra vez. Y un nuevo monstruo espera… un monstruo que se alimenta del caos y que hace aflorar los demonios internos de sus victimas. ?Cuales seran mas dificiles vencer: los monstruos contra los que pelean, o sus monstruos internos?

  • En la red (Serie Hacker 1) de Meredith Wild

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    Tras una infancia dura, Erica Hathaway aprendio pronto a valerse por si misma. Ahora acaba de graduarse en la Universidad de Harvard y espera financiacion para desarrollar su proyecto: una ambiciosa red social de moda.
    En la negociacion, todo va de maravilla hasta que conoce a Blake Landon, un hombre misterioso, que la arrastrara hacia los mas oscuros placeres.
    El es un hacker peligroso y adinerado, acostumbrado a conseguir siempre lo que desea. Y ahora desea a Erica con todas sus fuerzas.
    ?Caera ella en sus redes? ?Sera capaz el de amarla y ganarse su confianza hasta derribar sus barreras? ?Y que ocurrira cuando se vea obligado a renunciar a ese control al que esta acostumbrado?
    Porque Erica no es como las mujeres que ha conocido, es fuerte, luchadora y hay algo que la atormenta terriblemente.
    Quiza Blake no sea el unico que esconde secretos..

  • Momentos de vida de Virginia Woolf

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    Este conjunto de escritos autobiograficos de Virginia Woolf reune textos ineditos seleccionados en los archivos Woolf de la Biblioteca Britanica y la Biblioteca de la Universidad de Sussex. Los <>, como se les llama, pertenecieron a Leonard Woolf. Cuando este consiguio convencer a Quentin Bell de que escribiera la biografia autorizada de Virginia Woolf, puso a su disposicion esos papeles, y el profesor Bell cito breves parrafos de los mismos en la biografia. Despues de la muerte de Leonard Woolf, los papeles pasaron a la Universidad de Sussex, gracias a la generosidad de la albacea testamentaria, la senora Trekkie Parsons. La decision de publicar unos textos que hubieran sido extensivamente revisados por Virginia Woolf, y la mayoria de los cuales --a diferencia de los ensayos publicados con caracter postumo por Leonard Woolf-- no fueron escritos con la intencion de darlos a la luz publica, no fue tomada sin una cuidadosa consideracion previa. El innegable interes y valor de estas memorias alejaron cualquier duda sobre la pertinencia de su publicacion. Poner al alcance de un amplio publico un material que con tanta claridad revela la vision y la sensibilidad de una escritora cuya contribucion a la historia de la literatura inglesa tuvo un caracter tan profundamente individual, seria necesariamente un tributo a su memoria. Estas memorias constituyen una aportacion unica a la documentacion de su vida y su arte. Virginia Woolf solia escribir uno o mas borradores de sus obras y, luego, los pasaba a maquina, efectuando con ello diversas revisiones totales, en ocasiones hasta ocho o nueve. Los textos de esta compilacion se encuentran en diversas fases de revision --en su mayoria estan escritos a mano, solo parte de uno esta escrita a maquina-- pero, con la sola excepcion del primer texto, los escritos llevan la marca de <>, pese a que los tres ultimos apartados fueron leidos por Virginia Woolf a aquellos para quienes los escribio. Estas obras estan sembradas de correcciones, adiciones y tachaduras, y en el caso antes indicado del manuscrito hay parrafos enteros revisados, intercalados en el texto. En la presente edicion no se ha pretendido dar constancia de estas revisiones y variaciones. Hacerlo habria comportado dificultar la lectura a la mayoria de los lectores. Quienes esten seriamente interesados en estudiar este aspecto de las memorias de Virginia Woolf encontraran el material a su disposicion en la Biblioteca de la Universidad de Sussex y en la Biblioteca Britanica. Sin embargo, en ningun caso se ha permitido que el deseo de ofrecer un texto de facil lectura prevaleciera sobre una finalidad de primordial importancia, como es la de seguir fielmente las ultimas intenciones de Virginia Woolf en lo tocante a estos textos, en la medida en que estas intenciones se conocen o pueden deducirse razonablemente o, en caso contrario, dar los motivos por los que no se hace o indicar la existencia de dudas cuando las hay. Esperamos que este <> no constituya un desagradable obstaculo para su lectura --para reducir al minimo este peligro hemos utilizado el recurso de poner notas en cada texto--; sin embargo, que este <> sea visible tiene la ventaja de recordar al lector que Virginia Woolf no habia preparado estos textos para su publicacion, de ahi que no deban ser juzgados con el mismo criterio que se podria aplicar a las obras que publico en vida. Debido a que los textos seleccionados se encontraban en diferentes etapas de revision, en algunas ocasiones ha sido preciso adaptar la practica editorial a la naturaleza de ciertos problemas. En esos casos se ha hecho mencion de ello en la correspondiente nota previa. Con esta salvedad, se han seguido con caracter uniforme los siguientes criterios editoriales. Las tachaduras efectuadas por Virginia Woolf no han sido incluidas, salvo cuando lo suprimido era imprescindible para comprender el sentido del parrafo y la autora no lo sustituyo. En estos casos, las palabras eliminadas se han puesto entre corchetes angulares. Las tachaduras parciales, que no son raras, han sido subsanadas, sin hacer advertencia alguna al respecto. En los raros casos en que la autora anadio una palabra o una frase pero dejo sin suprimir lo necesario para dar cabida al anadido, tambien se ha subsanado el olvido, sin advertencia alguna. Por ejemplo, en <>, la primera version de un parrafo dice: <>. Luego Virginia Woolf anadio las palabras <> junto a <>, pero olvido tachar <>. Las tachaduras que tienen interes por si mismas se han hecho constar. Algunas tachaduras de Virginia Woolf eran incompletas, y lo mismo ocurria con sus anadidos y correcciones. Cuando ha sido imposible incorporarlas al texto, sin causar grave perjuicio al sentido de la frase, estas correcciones y anadiduras han sido omitidas, aunque ello se hace constar en la correspondiente nota. En los casos en que anadio una palabra o una frase de tal manera que se advierte con claridad que lo consideraba una alternativa, se ha seguido la segunda version, salvo cuando la primera era claramente preferible. En muy pocas ocasiones estas expresiones alternativas producen efectos de importancia en el texto. Sin embargo, han sido consignadas cuando tienen interes, o cuando no se puede saber con certeza que expresion habria preferido Virginia Woolf. En sus primeros borradores, las costumbres de la autora en lo tocante a puntuacion, ortografia y empleo de mayusculas eran muy variables y, ademas, utilizaba a menudo abreviaturas que jamas aparecieron en sus obras publicadas. A veces, evidentes negligencias, unidas a errores mecanograficos o correcciones efectuadas con premura, dieron lugar a textos con numerosas incorrecciones. En otras ocasiones, salta a la vista la esmerada atencion que prestaba a estos aspectos y que es un rasgo caracteristico de su obra publicada. Virginia Woolf solia pasar su obra a su marido, Leonard, para que revisara estos detalles, y este ultimo, al publicar las obras postumas de Virginia, no dudo, tal como dice en su prefacio a The Death of the Moth,1 en <> los ensayos y corregir <>. A pesar de que las libertades plenamente justificables que Leonard Woolf podia tomarse no lo serian en el caso de cualquier otra persona, no cabe duda de que su criterio puede, por lo menos, servir de orientacion con respecto a la clase de correcciones que se han efectuado en el presente texto; por eso parece evidente que, en estas memorias --a diferencia de su diario o de sus cartas--, Virginia Woolf habria adaptado la puntuacion, la ortografia y el empleo de mayusculas a los usos generales, salvo en los casos de especifica matizacion, si hubiera decidido publicarlas. En consecuencia, aqui la puntuacion ha sido modificada de manera que fuera acorde con la costumbre seguida por Virginia Woolf en su obra publicada. Cuando era oportuno se han anadido guiones, cursiva, interrogantes, puntos y aparte o la estructura propia del dialogo. El signo & ha sido sustituido por la usual copulativa y se han suprimido las abreviaturas y los numeros en los casos en que era su costumbre hacerlo asi. Con la salvedad de estos ejemplos, que dificilmente cabe discutir, la puntuacion solo ha sido alterada con el fin de evitar ambiguedades, corregir evidentes olvidos, o hacer que concuerde con la formula establecida en una frase o en un parrafo, momentaneamente olvidada por la autora. En absoluto se ha pretendido armonizar, en cualquier otro aspecto, la caracteristica y altamente expresiva puntuacion de Virginia Woolf con los usos generales. Por ejemplo, cuando utiliza un signo de exclamacion en mitad de una frase, el signo se mantiene, si es acorde con el sentido del parrafo. Todos los errores mecanograficos han sido corregidos. La ortografia y el uso de mayusculas se han conformado con la costumbre comun, salvo en los casos en que comportan un matiz expresivo. El sentido de una frase o su estructura gramatical han exigido, en alguna ocasion, la anadidura de una palabra, que ha sido puesta entre parentesis. Sin embargo, como hemos dicho, la aparicion de mas de una palabra entre parentesis, sin una nota al respecto, indica que se trata de palabras tachadas por Virginia Woolf. Todas las frases dudosas y palabras ilegibles han sido objeto de la correspondiente nota, salvo en los raros casos en que se daba una alternativa legible y aceptable. Las notas que preceden a cada uno de los escritos contienen una breve exposicion del tema del texto memorialista, a fin de evitar engorrosas notas. Contienen, asimismo, la fecha y las circunstancias del escrito y una descripcion del texto mecanografiado o manuscrito en el que se ha basado el texto publicado, asi como una referencia a los problemas insolitos que pueda plantear. En las notas, recogidas al final del libro, se han utilizado las iniciales <> y <> para hacer referencia a Virginia Woolf y a Leonard Woolf, respectivamente, en aras de la brevedad. Las hojas manuscritas o mecanografiadas (ms. y mc.) quedan identificadas por su referencia catalografica, como, por ejemplo, <>; sin embargo, despues de la primera mencion se omiten las iniciales <> (Monks House), ya que todos los papeles proceden de la misma coleccion. La biografia en dos volumenes, obra de Quentin Bell,2 se cita simplemente con las iniciales <>, seguidas del correspondiente numero del volumen y de la pagina. Las cartas, en la edicion critica de Nigel Nicolson, se mencionan como Letters, con indicacion del volumen en el que se encuentran. No hemos intentado identificar a las personas que se mencionan en estas memorias. Es decir, cuando la persona era de importancia menor o pasajera para Virginia Woolf, o solamente importante en cuanto encarnacion de un tipo, y asi se advierte claramente por el contexto, no se ha procedido, por lo general, a su identificacion. Quienes esten interesados en estos detalles tienen a su disposicion la biografia escrita por Quentin Bell, que se puede complementar con los seis volumenes de la correspondencia, Letters, ya mencionados, y los cinco volumenes que componen el Diary of Virginia Woolf, editado por Olivier Bell en colaboracion con Andrew McNeillie, cuya traduccion al castellano, en tres volumenes, se titula Diario intimo. El periodo que abarcan estas memorias, en general, y <>, en particular, ha sido ampliamente estudiado.

  • Dominada de Sheila Maldonado

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    Frederick Valverde, escritor y musico, atormentado por un pasado siniestro, busca en el sexo la liberacion de sus penas. Se sumerge en ambientes lascivos liberando sus propios demonios. Se encuentra en uno de sus conciertos con una mujer muy especial que se convierte en su musa, pero que sin pretenderlo, la arrastra a sus infiernos. En Venecia la adiestra para que sea su esclava y ella accede a ser su mejor discipula

  • Bajo la Luz de la Luna de Aryam Shields

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    Para Andersson Scott, la luna era todo lo que tenia, era su confidente, lo unico constante en su vida, la que entendia su naturaleza, el la amaba como se ama a una amante que siempre lo consuela, lo conoce y lo acaricia.
    La luna, la noche y el… El, un hombre solitario que fue marcado a fuego por el destino, recluido en su casa donde nadie entraba o salia, la razon no era, precisamente, que se avergonzara de la cicatriz en su rostro, ni del terrible humor del hombre hurano en el que se habia convertido con los anos.
    La verdadera razon residia, en que cada noche, en cuanto el reloj marcaba las doce campanadas, Anderson, se transformaba, su rostro se desfiguraba y su cuerpo se retorcia hasta adquirir otra forma, era cuando el monstruo cobraba vida, ese que en su ser dormia durante el dia.

  • Lady McGregor de Arlette Geneve

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    Nicholas Cameron Worthington es el cuarto conde de Blakwey, pero su nombre y su titulo estan manchados con sangre. Nadie en el reino posee mejor punteria que el, pero el ultimo duelo mantenido con el marques de Bell, ha eliminado cualquier posibilidad de tener un compromiso con lady Rawhide, y Nicholas necesita con urgencia una esposa...

  • Trilogia de Auschwitz de Primo Levi

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    <>. Asi comienza Si esto es un hombre, libro que inaugura la trilogia que Primo Levi dedico a los campos de exterminio nazis. Cronica del horror cotidiano, el libro describe en el lenguaje mesurado y sobrio del testigo la espera de la nada, la privacion cotidiana, el olvido de la condicion humana de los prisioneros.

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • Guapo, pero maldito de Anisa Gjikdhima

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    LA HISTORIA QUE HA ENLOQUECIDO A MILES DE FANS EN WATTPAD

  • Eres mi tiempo de Sandra Lugo

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    Mi nombre es Sofia, soy una joven cooperante de la ONU. He vivido entre monjas toda mi vida, y aunque se supondria que podria complacer los deseo de mi familia de ser una de ellas, eso nunca pasara despues de la llegada de Daniel a mi aldea. Loco de remate y con muchos problemas, pero ha cambiado mi realidad al encantarme con todo su cuerpo, asi que me enamore del loco del pueblo, el hombre mas hermoso que haya visto jamas, alguien que ha cambiado mi reducido y extrano mundo para siempre.

  • El cuerpo humano de Bill Bryson

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    Del autor de Una breve historia de casi todo (200.000 ejemplares vendidosNos pasamos toda una vida con un solo cuerpo y casi no sabemos como funciona. Desde los genes hasta nuestra capacidad de hablar, pasando por nuestras constantes adaptaciones al medio y los riesgos que corremos, este libro nos descubre que nuestro microcosmos es un verdadero milagro, lleno de prodigios y de secretos asombrosos.Explicar el cuerpo humano en toda su integridad, y hacerlo para todos los publicos, solo esta al alcance de un autor como Bill Bryson. Con su habitual talento narrativo, su capacidad para sintetizar amplios conocimientos y su cultura para revelar datos sorprendentes, Bryson demuestra que es el mejor y mas divertido guia para emprender un apasionante viaje hacia nuestro interior.”El cuerpo humano es un mapa de las maravillas, un recorrido por un miembro minusculo” THE GUARDIAN

  • Nada que perder de Isabella Marin

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    Alexia odia las citas a ciegas y el hecho de que su padre se haya empenado en organizarle una. Quiere vivir la vida a su manera, irse lejos de su ciudad natal y empezar de cero. Pero no tardara en averiguar que las cosas no siempre salen segun las has imaginado.

  • No me ames 3 de Norah Carter

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    Habian pasado diez dias desde que Lucia se habia plantado en mi casa para contarme lo que habia sucedido. Las lagrimas arrasaban mi cara y vi tambien como Lucia se estremecia al relatarme con todo lujo de detalles aquella historia terrible que me dejaba a mi como una mierda. Eso es. Yo me sentia como una mierda. No se puede definir mejor. Lucia me abrazo y yo cai al suelo como una marioneta a la que le han cortado los hijos. Ahora era un pelele en manos de todos. Mis sentimientos parecian no importar a nadie. Jamas me habia sentido asi. Ni siquiera cuando Jordi me dejo despues de unos dias de ensueno. No se podia caer mas bajo. No se podia. ?Que clase de vida me esperaba ahora? Lucia no sabia que decir. Por primera vez en mi vida, habia visto que Lucia era incapaz de animarme. Queria abrazarme, pero no podia levantarme del suelo. No entendia sus frases entrecortadas porque el dolor le impedia hablar con claridad. ?Que me importaba vivir ahora? ?Que importaba? Ella tambien se puso a llorar al verme asi. El destino volvia a cebarse conmigo. Y lo peor de todo es que yo tenia razon cuando dije que me daba miedo tanta felicidad. Jordi me prometio que aquello era parte de mi pesimismo y que yo merecia todo, que, a partir de ahora, todos los dias iban a ser tan dichosos y maravillosos como los del crucero junto a Alex y mis amigas de toda la vida. Necesitaba el calor de mis padres. No queria quedarme sola. No queria quedarme sola en esa cama, en esa cocina, que tantos recuerdos me evocaba. Lucia se quedo aquel dia conmigo. No queria dejarme sola y esa euforia y alegria que siempre me transmitia se volvio en una tristeza y en un silencio que no eran propios de ella. --No se que decir en estos momentos, Erika. No puedo bromear sobre esta situacion porque se lo que sientes por este hombre. Ha sido una putada, pero sabes que yo no voy a separarme de ti -- dijo Lucia con una leve sonrisa en los labios. --El mal ya esta hecho, Lucia, y siento que estoy atrapada en una telarana. Cualquier movimiento solamente empeorara las cosas -- anadi yo sin dejar de llorar, recordando cada una de las promesas que aquel cabron me hizo. --Nunca he pasado por algo asi. He roto con chicos, pero, salvo con Yosuf, nunca he tenido un compromiso serio con nadie. Mas de una vez te he dicho que me daba miedo vivir en pareja o casarme. Te admiro en el fondo. --?Por que me admiras, Lucia? --Porque has arriesgado. Has sido una mujer que siempre has arriesgado y, pese a los reveses que te ha dado la vida, siempre te has levantado y eso es vivir, Erika. Vivir es eso -- dijo ella con inteligencia, mirandome fijamente mientras intentaba abrazarme de nuevo para que yo me refugiara en sus brazos. --No sabes lo que te agradezco lo que me dices. Siempre tienes palabras para aliviarme, Lucia. --Pero no puedo animarte como acostumbro. Esta situacion me supera como superaria a cualquiera. --Pero estas aqui conmigo. La soledad me va a matar. --Vente a vivir conmigo, Erika. No te lo pienses -- dijo ella con decision. --Te lo agradezco, pero ahora quiero alejarme de aqui, Lucia. No te ofendas, pero necesito otro tipo de carino. --Como quieras, pero no pierdas el contacto con nosotras, por favor, y no preocupes demasiado a tus padres. Debes levantarte y lo haras porque siempre lo haces -- dijo Lucia besandome en una de mis mejillas mientras las lagrimas cesaban al fin de derramarse. Despues de aquel dia fatidico, yo me habia instalado en casa de mis padres para encontrar en ellos el consuelo que solo unos padres saben dar. Me apetecia volver a ser la nina mimada que con tanto carino habian protegido durante la infancia y la adolescencia. Siempre vi en la casa de mis padres un refugio en el que nada ni nadie me haria dano. Era como volver al vientre materno. Me sincere con ellos y les conte toda la historia completa. Les dolio mucho que estuviese atravesando por esos momentos y se volcaron de una manera sorprendente en intentar ayudarme. Estaban pendientes de mi en todo momento. Me preocupaba, como me habia advertido Lucia, esa actitud de mis padres. Realmente estaban muy preocupados y quiza yo no estaba haciendo lo correcto refugiandome alli. Cualquier decision que tomara en ese momento tenia consecuencias negativas para mi y para los que me rodearan. Lucia y Carmen estaban tambien muy pendientes de mi por telefono, pero evitaban hablar del tema. La verdad es que era lo mejor, pues yo no queria saber absolutamente nada de el.

  • Los inmortales de Chloe Benjamin

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    En 1969, en un barrio de Nueva York, se rumora la llegada de una adivina que asegura conocer el dia de la muerte de las personas. Los hermanos Gold, a pesar de su corta edad, deciden ir y escuchar lo que les depara el futuro.

  • No debiste aparecer de Hugo Sanz

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    Poco podia imaginarme la sorpresita que me encontraria aquella manana al salir con mi pequena Sara a la calle. Corria el mes de marzo y, aunque en Ferrol el tiempo parece estar siempre enfadado, el sol se habia levantado con fuerza ese dia, como preludio de una primavera que estaba a la vuelta de la esquina. Era sabado y Juanjo, mi marido, se encontraba trabajando. No volveria hasta la noche, por lo que habia decidido salir a dar un paseo con mi nina, con idea de comer por ahi y comprarle a el un regalito por sus treinta y cinco anos, que los cumpliria la semana siguiente. --?Donde esta la cosa mas bonita del mundo? --le pregunte sonriendo a mi peque al acercarme a su cama. Con dos anitos y medio nada mas, mi renacuaja no es que entendiera mucho, pero esa pregunta la tenia bien asimilada y cada vez que se la hacia levantaba rapidamente el dedito indice, sonriendome tambien ella picaramente. --Te voy a comer esa naricilla chatunga. !Nam, nam, nam, nam, nam! --hacia como que se la mordisqueaba y Sara se apartaba, nerviosa, dandome manotazos. Me encantaba provocarla de esa manera--. Venga, vamos a desayunar y nos ponemos guapas para salir a dar un paseito. En ese momento me sono el movil. Era mi hermana Clara, desde Badajoz; esa tierra en la que me crie y de la cual me habia marchado hacia ya un tiempo. Reconozco que al principio me costo salir de alli, a pesar de que el nuestro era un pueblo bien pequenito. Ferrol tampoco es Nueva York, las cosas como son, pero yo ya me habia acostumbrado a la vida en esa ciudad gallega y era muy feliz en ella. Mucho mas de lo que imagine en principio que podria llegar a ser. --?Que tal, guapa? ?Como esta mi sobrinita? --la voz de mi hermana al otro lado del telefono siempre representaba tambien para mi un motivo de alegria. --Aqui voy a levantarla, que acaba de despertarse. Pues tu sobrinita esta hecha un trasto, para no variar. ?Que tal por ahi? --Tu sabes, preparando ya las maletas como quien dice. Pasado manana firmamos por fin el contrato de alquiler. --Que guay, estaras loca de contenta, nina. --No lo sabes tu bien, Diana. No veo la hora. Ya sabes que mama es muy buena y muy santa, pero a veces se da dinero por no aguantarla con sus manias. Razon no le faltaba. No es que mi madre sea mala persona, ni mucho menos. Pero es una de esas amas de casa obsesionadas con la limpieza que no deja vivir a nadie a su alrededor. No puede soportar una huella en un mueble de cocina ni los cojines desparramados por el sofa, por poner algun ejemplo. Todo tiene que estar perfecto a todas horas, como si fuesen a pasarle revista en la casa. Es algo que nunca he entendido. A mi tambien me gusta el orden y tener las cosas decentes, pero no hasta ese extremo. Pienso que la casa es algo que tiene que estar al servicio de las personas, y no a la inversa. De la ropa, con ella, ya ni hablamos. Las prendas se tienen que lavar siempre por separado; por un lado, las sabanas, por otro las toallas, por otro los calcetines... Total, quinientas lavadoras al mes a un tercio de su capacidad, sin dolerle los recibos de luz ni el gasto en detergentes de todas las clases. Y una camisa que se ponga un rato, una camisa que va directamente para la lavadora. Eso de volver a colgarla en el armario, nanai de la china. Dice que las prendas que uno se ha puesto, aunque sea solo media hora siempre llevan algo de olor a sudor. Esa es otra; el olfato tan fino que tiene. Cualquiera se la da, no quiero ni acordarme de cuando empece a fumar a escondidas siendo una adolescente. Pero bueno, no es plan de extenderme ahora hablando de ella. --?Y los preparativos de tu boda? --le pregunte a Clara por cambiar de tercio. --Ahi vamos. La semana que viene tengo la primera prueba del vestido. Creo que he engordado un par de kilos desde que lo elegi, asi que... vamos a ver si me cierra la cremallera o si tienen que soltarme las costuras de los costados. Madre mia, que jaleo, que de pijotadas, Dianita de mi alma. --Anda ya, mujer. Seguro que estas divina. --Ya, pero estoy muy nerviosa tambien, y tu sabes... me da por comer como un camionero, bueno, como siempre, para que nos vamos a enganar. Otra cosa, no, pero comer, todo lo que me echen, que te voy a contar yo a ti. --Si, pues dejate de nervios, boba, que no hay motivos para ello. No los habia, la verdad. Clara iba a casarse con un chico estupendo que bebia los vientos por ella y la vida les sonreia a ambos. Sin embargo, es algo que a todas nos pasa llegado el momento. Yo misma estaba hecha un flan dias antes de mi enlace con Juanjo. --Bueno, Diana, pues no te entretengo, era solo por saludarte. --Tranquila, guapa. No tengo ninguna prisa. Juanjo esta en el hotel y hoy tiene alli para todo el dia, asi que vamos a desayunar y ahora en un rato saldre a dar una vuelta por ahi con la nina, que hace un dia muy bueno. --Genial. Dale un beso a la pitufa. Que ganitas tengo de verla. --Se lo dare. Otro para ti, corazon. --Aupa, campeona --le dije a mi peque nada mas colgarle, cogiendola en brazos--. Venga, vamos a prepararnos un Cola Cao y a ponernos bien guapas tu y yo. Con ella a cuestas, baje las escaleras. Juanjo y yo viviamos en un bonito unifamiliar en una zona privilegiada de Ferrol. No era nuestra primera vivienda, pero si la primera en propiedad. Antes viviamos de alquiler en un pequeno piso del centro que no estaba mal, pero tuvimos que irnos enseguida de el por diversos motivos. Por un lado, los vecinos de arriba; una pareja joven, bastante arisca y mal educada (a cada cual peor), que no tenia ningun miramiento con los vecinos. Lo mismo armaban unas juergas de aqui te espero con los amigos cualquier dia de la semana, como que volvian los dos de fiesta un sabado de madrugada a las tantas y seguian en casa con el cachondeo. La senorita no se dignaba ni a quitarse los tacones y se dedicaba a pasear por el piso de punta a punta, dando taconazos como la que esta en la pasarela Cibeles. Si los demas no podiamos dormir, a ella le importaba un pimiento. Por su parte, el cogia la guitarra y se ponia a cantarle hasta desganitarse. Cuando les parecia, tambien se peleaban a grito pelado poniendose a parir. Ellos las gastaban asi y a mi me habian tocado en suerte. El asunto es que nadie se quejaba. Eramos dos vecinos por planta y enfrente de nuestro piso no vivia nadie. Justo debajo vivia Mariana, una anciana sorda como una tapia que se quitaba los audifonos antes de dormir y que, por tanto, no se enteraba nunca de la misa la media.

  • Duelo de seduccion (Hermanas Arlington 1) de Olympia Russell

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    Aidan O'Sullivan, coronel del ejercito britanico y Baronet de Howth, llevaba dos semanas de juerga en Londres. Dos semanas durante las cuales el desenfreno y los excesos habian sido la norma. Y no, esa no era la forma de actuar habitual para Aidan, pero si era la forma de comportarse cuando decidia divertirse. Para Aidan la vida no tenia termino medio: o era un perfecto caballero o era un perfecto canalla. La primera parte, la de caballero, era la que ocupaba la mayor parte de su tiempo, y la reservaba para su trabajo y para su vida oficial relacionada con su estatus social. Aidan era uno de los coroneles mas respetados del ejercito britanico. Todos los mandos superiores que habian trabajado a su lado decian maravillas de el, y eran muchos los que se lo disputaban para llevar a cabo misiones en el ejercito. Y lo mismo ocurria con los hombres a su cargo. Aidan era el oficial mas respetado por sus soldados, el unico al que jamas le discutian una orden, al contrario, conseguia que sus hombres lo siguieran a misiones que otros regimientos se habrian resistido a llevar a cabo. Todo esto lo conseguia gracias a su caracter. Era respetuoso con todos pero tambien era el mas valiente, el primero que se lanzaba a la batalla y servia de modelo para sus soldados. Respecto a las ocupaciones asociadas a su estatus social, era tambien un noble muy respetado. Hijo unico del III Baronet de Howth, ya fallecido, habia heredado el titulo y dos propiedades: un apartamento de soltero en Londres y un magnifico palacio rodeado de hectareas de terreno a cincuenta kilometros de la capital. Pero Aidan era un hombre de accion y preferia su vida en el ejercito a la gestion de sus propiedades y tierras. Tampoco era muy amigo de los bailes y ceremonias asociados a su estatus social, aunque, cuando era indispensable, cumplia con sus obligaciones sin tacha. Por eso siempre se presentaba en las recepciones reales, donde solia ser admirado por su porte y saber estar. Y tambien acudia a los pocos bailes que no podia esquivar. Esta era la parte que menos le gustaba de su vida, pero aceptaba que era el peaje que tenia que pagar por tener el titulo que tenia, y lo cierto es que lo hacia con elegancia . Pero luego estaba su lado canalla. Y salvaje. Este salia solo cuando decidia divertirse. Lo hacia tan solo seis o siete veces al ano, quince dias seguidos como maximo, pero cuando llegaba el momento, que solia coincidir con los permisos del ejercito, no habia quien lo parara. Aidan se conocia todos los clubes y garitos de juego, bebida y sexo que habia repartidos por Londres, desde lo mas exclusivos, para caballeros nobles como el, hasta los mas sordidos. Habia visitado todos y en todos habia disfrutado de los placeres que se ofrecian. Respecto al juego solo tenia una norma. Durante los meses de formalidad iba reservando una cantidad de dinero para las apuestas, y cuando llegaba el momento del desenfreno se lanzaba a utilizarla hasta que no le quedaba ni una libra. Algunas veces habia dilapidado todo en un solo dia, otras, tenia suerte y acababa su temporada de desenfreno con ganancias incluso. Ganancias que apartaba para la siguiente quincena de juerga. Respecto a la bebida, el unico limite era no perder el sentido. El mismo controlaba los efectos que el alcohol producia en su cuerpo y cuando veia que empezaba a descoordinar, lo dejaba, para volver a beber de nuevo en unas horas. Y finalmente estaba el sexo. Y ahi no habia limites ni lineas rojas. Se acostaba con varias mujeres cada noche y no necesariamente de una en una. Tenia un par de amantes mas o menos oficiales entre las cortesanas mas selectas de Londres, aquellas que solo se acostaban con nobles, pero no les hacia ascos a las jovenes de los garitos mas inmundos del puerto. El sexo para el era una medicina, ademas de una necesidad fisica. Lo necesitaba como respirar. Y, aunque no dudaba en llevar a cabo las fantasias mas atrevidas y extremas, siempre lo hacia previo acuerdo con las mujeres, asi que siempre era bienvenido. Aidan ademas era un hombre muy atractivo. Alto, con la piel bronceada y los musculos muy marcados, fruto de sus ejercicios al aire libre en el ejercito, tenia una melena de color azabache que solia llevar recogida en una coleta y unos ojos negros profundos y grandes, que le hacian muy atractivo y misterioso al mismo tiempo. Asi que las mujeres se derretian a su paso. El, sin embargo, se cuidaba mucho de relacionarse con mujeres en edad casadera, solo se acostaba con cortesanas de pago o con mujeres casadas que no tenian ni una intencion de dejar a sus maridos. Aquello le habia traido algo de incomodidad en sus anos mas jovenes, cuando habia empezado a acudir a bailes de presentacion de jovencitas, que no eran mas que mercados para buscar marido. Al principio se habia sentido agobiado por los requerimientos de las jovenes y, sobre todo, de sus madres: todas le veian como el futuro marido perfecto, pero con el tiempo habia aprendido a capear esos momentos con dos tacticas: primero, acudiendo al menor numero de bailes de ese tipo posible y segundo, dejando pasar el tiempo sin comprometerse con ninguna. Ahora ya tenia treinta y cinco anos y practicamente todas las jovenes de su estatus en edad casadera habian renunciado a cazarlo. Era publico y notorio que el Baronet de Howth no queria hacerlo y las jovencitas recien presentadas y, sobre todo, sus madres, no querian perder el tiempo con el y perder de esa manera la posibilidad de cazar a otro. Pero esto no queria decir que pasara desapercibido. Al contrario, las pocas veces que Aidan acudia a los bailes, todas las miradas femeninas se centraban en el. Era tan apuesto y tenia tal halo de "imposible" que no habia mujer que no suspirara ante sus encantos y lo deseara internamente. A estas alturas de su vida, era vagamente consciente de ese efecto. Al principio, de joven, se habia sentido halagado, pero ahora estaba tan acostumbrado que casi ni se daba cuenta. En cualquier caso, consciente o no, lo que tenia claro y en lo que jamas habia flaqueado era en el tema de no casarse. Le importaba un bledo que sus propiedades y tierras no pasaran a manos de un hijo suyo, asi como el titulo de Baronet de Howth. Tenia un primo segundo en Irlanda que estaba deseoso de que eso ocurriera, ademas y, aunque el no tenia apenas relacion con el, no le hacia ascos a la idea. ?Que le importaba a el lo ocurrido despues de muerto?, solia decir a menudo, para gran escandalo de los nobles que le escuchaban, ya que para un noble no hay objetivo mas importante en la vida que ese: el asegurarse de que el titulo y las posesiones pasan de padres a hijos. Pero Aidan tenia una razon muy poderosa para no casarse y, por tanto, no conseguir un heredero legitimo. Una razon que era, de hecho, el unico nexo comun que habia entre sus dos vidas, por muy dispares y antagonicas que fueran, entre el Aidan caballero y el Aidan calavera: su total y absoluta falta de interes por las mujeres.

  • Todo sobre mi alma de Fran Cazorla

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    Esta es la tercera edicion, revisada y aumentada.
    Muchas veces, pocas palabras dicen mucho mas de lo que parece.
    Un recorrido por los poemas, relatos y microrrelatos de una parte especial de la vida del autor.
    Lee despacio, sin prisas, haciendo tuya cada linea que entre en tu mente.
    Y ante todo: Gracias.

  • Tiempo para amar de Awilda Castillo

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    En su primera novela romantica Awilda Castillo, escritora venezolana, nos invita a leer una historia de amor con sobresaltos y cambios entre dos protagonistas

  • Manos que curan de Barbara Ann Brennan

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    Un libro que ha pasado a la historia de la Nueva Era por sus aportes revolucionarios a la investigacion cientifica, a la practica terapeutica y al conocimiento de los poderes de la energia humana.

  • La gran estafa de John Grisham

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    La justicia no siempre se imparte en el tribunal.

  • Un cafe a medianoche de Santana M. Hernandez

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    Alana regenta un bar con terraza junto al mar. Su vida transcurre con tranquilidad en un pueblo costero, con su activa abuela y su querida amiga y socia Candela. Pero esa tranquilidad se rompe cuando una noche aparece en la terraza un atractivo desconocido que le dedica una nota:

  • La Ninera Prohibida de Annie J. Rose

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    U C A P I T U L O 1 C H RI S TIA N na parte de mi no terminaba de entender el hecho de que mi mejor amigo, desde que tengo memoria, seguia sintiendo la necesidad de tocar la puerta. Aunque pensandolo bien, sin duda Dex me habia visto por la ventana hablando por telefono y probablemente intuyo, por mi postura tensa, que era Nina con la que estaba hablando. Lo salude con la mano y lo segui hasta la cocina con sus ultimas ofrendas de cerveza. Eso me saco una sonrisa. Al menos, despues de que terminase con esta llamada, tendria cervezas y buena compania. ?Como lo supo Dex? No es como si el trajera las cervezas solo por amabilidad. Era un distribuidor de cervezas decente, lo que significaba que siempre obtenia promociones y muestras de regalo. Sin duda solo intentaba vaciar un poco su nevera. Igual apreciaba el gesto. --Christian, prometiste que me apoyarias con esto --me recordo Nina en el otro lado del telefono. Lejos de parecer fastidiosa, sonaba firme. Decidida. Emocionada. Eran todas las cualidades que me habian hecho enamorarme de ella en un principio. Nina era el tipo de mujer que sabia lo que queria hacer con su carrera. Con toda su vida. Ahora estaba en el proceso de contarme que su equipo habia asegurado el financiamiento para su ultimo proyecto, lo que significaba que, para el verano, estaria al Sureste de Asia. --Debes admitir que ha sido algo de ultimo minuto --suspire. --Te lo habria dicho antes, de haber podido --protesto Nina--. Sabes que lo habria hecho, Christian. Pero tal como es, acabamos de recibir la noticia. Sabes como son estas cosas --hizo una pausa--. Esto es muy importante para mi carrera. --Lo se, lo se --dije, mientras mi mente giraba en torno a lo que esto significaba para mi. Significaba que, durante todo el verano, tendria la custodia exclusiva de nuestro hijo, Richie. Comenzaba a sentir el panico creciendo dentro de mi. --Apenas tendre mi revision para ser profesor a tiempo completo este otono, lo cual implica que estare trabajando duro todo el verano en mi articulo. Solo necesito uno mas para conseguir de verdad la atencion del comite. Nina suspiro. --Mira, yo lo entiendo, pero ya hemos hablado de esto una y otra vez. Y mi respuesta sigue siendo la misma. Tendras que buscar la forma de organizarte y ya, Christian. Tal como lo hice yo el otono pasado cuando tu estuviste trabajando fuera. Me senti culpable de inmediato, a pesar de que sabia que no lo habia dicho con esa intencion. Ella estuvo tan emocionada por mi viaje en aquel entonces, y aqui estaba yo, siendo un obstaculo en el de ella. Pero tenia tantas cosas que hacer. Me frote las sienes, sintiendo un dolor de cabeza inminente. ?Habia sido por esto que las cosas no funcionaron entre nosotros? ?Por ser tan dedicados a nuestras carreras? Nunca me arrepentiria de tener a Richie, pero a veces me pregunto que habria pasado de no haber tenido un hijo; si hubiesemos sido libres de perseguir nuestras metas sin tener que preocuparnos por quien cuidaria de nuestro hijo durante el verano. La mayoria de las excavaciones arqueologicas no eran lugar para criar a un nino. Pero cuando ambos padres debian pasar meses en el campo al mismo tiempo, compartir la custodia resultaba dificil. Pero le debia una. Ella tenia razon. --Lo siento --suspire--. Solo estoy nervioso por la titularidad. Sabes como me pongo --hago una pausa--. Estoy ansioso de tener a Richie aqui este verano. Realmente lo estoy. Nos vamos a divertir. --Si es mucho para ti, tal vez podria quedarse con mi mama --ofrecio Nina, lo cual lanzo otra flecha de culpa hacia mi. No queria que Richie pensara que no lo amaba, que mi carrera era mas importante que el. Tampoco queria que se quedara con la madre de Nina todo el verano. Sabia lo que la mujer pensaba de mi, y de la forma en que Nina y yo decidimos criar a Richie. Tan solo podia imaginar lo que pasaria si Richie se quedaba con ella. --Estoy emocionado por tenerlo conmigo --le asegure a Nina de nuevo. --El tambien lo esta --dijo Nina, pero habia cierta renuencia en su voz, como si no estuviera realmente segura de querer decirme eso--. Mira, sin presiones, ?si? Solo no le hagas sentir que es una carga ni nada por el estilo. ?Vale? --!Nina, nunca haria eso! --dije bruscamente, incapaz de mantener la compostura. --Lo se --dijo ella en un tono arrepentido--. Como sea, te informare cuando reserve mi vuelo para que sepas exactamente cuando me ire. --Hazlo --dije asintiendo. Nos despedimos y colgamos la llamada. Dex coloco una cerveza en mi mano vacia inmediatamente y me condujo hasta el patio trasero. Nos dejamos caer sobre las sillas. Por un momento los dos estuvimos en silencio. Pero al final, Dex arqueo una ceja y me mira. --?Y bien? --pregunto--. ?Como va todo? Suspire y me encogi de hombros. --Me siento un poco abrumado --admiti despues de pensarlo un minuto--. No me malinterpretes, estoy feliz por Nina, pero tengo tantas otras mierdas en mi vida profesional en este momento, que simplemente no puedo evitar sentir que me ahogo. -- ?No va muy bien el articulo nuevo? --pregunto Dex de forma simpatica. --Apenas va por el comienzo --le dije--. Ha sido dificil con las nuevas clases que debo impartir este semestre y en otono. He estado hasta el cuello con la planificacion del programa de estudios. Sin embargo, el semestre de primavera ya casi se acaba, y ya envie todo el papeleo previo para los cursos de otono, asi que por fin sentia que alcanzaba el momento en que pudiese enfocarme en el ensayo y adelantar un monton de trabajo. --Si, ay --dijo Dex, observandome beber un largo trago de mi cerveza. Mire la botella con curiosidad y luego a el. --?Cerveza de jengibre? --pregunte mirando la etiqueta. Dex se encogio de hombros. --El chico nuevo intenta impresionarme --explico--. Piensa que puede salirse con la suya promocionando las cervezas como saludables gracias al alto contenido de jengibre. Resople. --Bueno, ?al menos podriamos hacer cocteles con ellas en vez de beberlas directamente? -- sugeri. --Podriamos si mantuvieras tu maldito gabinete de licores abastecido como un adulto -- replico Dex. --Touche --suspire--. No recuerdo la ultima vez que fui a una tienda y menos a la seccion de licores. --Parece que llevas muy bien todo esto de la paternidad --dijo Dex sarcasticamente--. Claramente estas haciendo un excelente trabajo cuidando de ti, ni hablar de Richie. Lo fulmine con la mirada y se rio. --Es broma, amigo. Sacudi la cabeza. --Solo es diferente --dije--. Normalmente, Richie permanece aqui, como mucho, solo cuatro dias seguidos. Es bueno que Nina y yo sigamos viviendo en la misma ciudad. Eso funciona. Significa que, si tengo que ordenar comida para llevar para los dos porque estoy abarrotado de trabajo, y me resulta imposible cocinar lo que sea, pues, no es el fin del mundo. --Pero no puedes vivir asi todo el verano --asintio Dex, comprendiendo el problema. --Exactamente --dije--. Ademas, si voy a tener todo este tiempo con Richie, me gustaria realmente disfrutar parte de ello. Ya sabes, tener la oportunidad de pasar el rato con el. Pero la unica forma en la que podre hacerlo es si hago progresos en los dias en los que si trabajo de lleno, y no puedo hacer eso teniendo a Richie en medio. --Entonces consigue una ninera --sugirio Dex encogiendose de hombros--. De hecho, estoy seguro de que, si pagas algo extra, podrias conseguir una dispuesta a hacer las compras por ti. Sacudi la cabeza. --El problema con lo de la ninera, es que tengo que establecer horas fijas de antemano --le dije--. No se cuando estare totalmente inspirado con mi redaccion. ?Que tal si agendo a la ninera para cuidar de Richie toda la tarde, pero luego al sentarme a trabajar apenas puedo escribir una linea? ?O que tal si no llamo a nadie y de pronto encuentro algo inspirador, pero la ninera ya esta ocupada? Mi horario de redaccion se vuelve... caotico. --Entiendo --dijo Dex, pensativo--. ?Que tal una ninera que viva en la casa? Estoy seguro de que puedes encontrar a alguien que comprenda y sea lo suficientemente flexible. --Dios, eso quisiera --lamente--. Quiero decir, honestamente, eso seria perfecto. ?Tener a alguien que se encargue de la casa y se divierta con Richie mientras trabajo? --Sacudi la cabeza --. Pero, ?donde encontraria a alguien en quien pudiera confiarle todo eso, especialmente tan a ultimo minuto? No son solo las cosas del hogar, es mi hijo. No quiero que Richie la odie. --Tengo una sugerencia, de hecho --dijo Dex sonriendome misteriosamente--. ?Recuerdas a mi hermana menor, ?no? ?Hollie? --Eh, ?si? --dije levantando una ceja. Ella siempre me parecio una buena chica, aunque no creia haberla visto desde la secundaria. Era un poco callada. Estudiosa. ?Seria la candidata ideal para Richie? --Va a comenzar un postgrado en otono de psicologia infantil --dijo Dex. Su sonrisa se hizo mas amplia, como si supiera exactamente lo que estaba pensado--. Ha estado trabajando en la guarderia de la facultad, pero quieren darle el puesto a otro estudiante. El punto es que es muy buena con los ninos. Y tambien mucho mas extrovertida de lo que solia ser. Frunci el ceno dandole vueltas a la idea. De igual forma, ?podia darme el lujo de ser exigente? Por otra parte, no queria que Nina pensara que estaba evadiendo mis responsabilidades paternas, sobre todo si Hollie no lograba conectar con Richie; seria la receta para el desastre. Despues de todo, tal como me recordo una y otra vez, ella se hizo cargo de todo el otono pasado cuando yo estuve trabajando. Pero entonces, ?que se suponia que hiciera? No podia simplemente fallar en mi titularidad porque estaba ocupado encargandome del hogar. Necesitaba esto. Ademas, si Dex la recomendaba, debia ser porque realmente pensaba que era una buena idea. Sabia que Dex queria a su hermana, pero nosotros eramos mejores amigos. No querria ponerme en una situacion dificil. --?Estas seguro de que estaria interesada? --le pregunte--. Trabajar como ninera es muy distinto a trabajar en una guarderia. Dex se encogio de hombros. --Sinceramente esta buscando cualquier cosa que pueda hacer durante el verano que le pague decentemente. Aplazara el pago de los prestamos estudiantiles mientras siga estudiando, pero la matricula de su programa de postgrado suena terrible y por ahora no tiene nada que hacer hasta que su pasantia comience en otono. --Hizo una pausa--. De todas formas, ella ama la playa, y con lo cerca que vives de ella, apuesto que si le das un dia libre a la semana estara encantada. Segui dandole vueltas en mi mente. Honestamente, si ella quisiera llevar a Richie a la playa algunos dias, seria estupendo en lo que respecta a mi productividad laboral. Pero no le dejaria todo el trabajo a ella; esa no es la clase de papa que era o que quisiera ser. Sin importar cuan ocupado estuviese, pasaria bastante tiempo con mi hijo. Pero si estaba interesada, entonces ambos podriamos concretar todos los detalles luego. -- ?Lo consultaras con ella? --le pregunte a Dex. --Ya estoy enviandole un mensaje de texto --dijo Dex, sosteniendo su celular con una sonrisa en su rostro--. Te pondre al tanto en cuanto me responda. --Gracias --dije sintiendo el alivio fluir repentinamente a traves mi. Tal vez las cosas no irian tan mal, despues de todo. Tal vez por fin organizaria mi vida. --Asi que, ?que pediremos para cenar? --pregunto Dex--. Asumo que no hay nada en la cocina. Debiste decirme, habria traido algo para comer. Le pongo los ojos en blanco. --Cerveza es lo que realmente necesito --bromee--. Aunque supe de un nuevo lugar, es peruano. Hacen entregas a domicilio. Pense que, ya que es nuestra noche quincenal de poquer, iria bien con los cigarros. Dex rio. --Eso si que es pensar por adelantado --dijo, asintiendo. Era nuestra noche quincenal de poquer y esta noche me sentia muy afortunado. Solo tenia que esperar que durara. P C A P I T U L O 2 H OL L IE use los ojos en blanco cuando finalmente encontre a Dex sentado al final del "bar". --?Slater's? ?Es en serio? --me queje mientras me deslizaba por la banca hacia el. Mi hermano se encogio de hombros despreocupadamente. --Me debes una --me recordo--. Me hiciste ir a aquel pesimo lugar de comida india la ultima vez. ?Como era que se llamaba? ?El furioso Raj? Hice una mueca de dolor. --Si --suspire--. Supongo que tienes razon. --Estuve intoxicado casi dos semanas despues de eso --dijo Dex sacudiendo la cabeza--. Supongo que ya sabemos por que Raj estaba furioso. --Tambien yo --admiti con una carcajada. Aun asi, Slater's era la personificacion de un bar de mala muerte. Siempre fui vagamente consciente de que servian comida, pero no conocia a nadie que realmente hubiese pedido algo estando sobrio. Era mas bien el tipo de lugar en el que terminabas a medianoche despues de una fiesta, y luego ordenabas una racion de snacks que podrian o no ser palitos de queso mozzarella. --?Entonces que estamos haciendo aqui? --le pregunte a Dex. Dex se encogio de hombros sonriendome. --Estoy trabajando --admitio y yo gruni. --Debi saberlo --suspire--. ?Pero Slater's, de verdad? --?Podrias parar de atacar a mi cliente potencial a oidos de todo el mundo? --se quejo Dex --. Si, Slater's. Tu sabes que se llenan los bolsillos de dinero casi cada noche de la semana. --Solo Dios sabe por que --murmure en voz baja.

  • Pidemelo con flores de Ariadna Baker

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    Rosas, claveles, orquideas, margaritas... no sabria cuales elegir, y es que todas las flores me vuelven loca desde nina. Y mi madre, como si ya hubiese intuido desde antes de yo nacer mi gusto por ellas, tuvo a bien ponerme el nombre de Azucena. Para mas inri, me apellido Ramos. Recuerdo que, siendo aun muy pequena, mi abuela me llevaba por todos esos campos de Castilla plagados de girasoles y amapolas solo por ver mi cara de satisfaccion. Mi sensacion era la de adentrarme en otro mundo; un mundo magico inventado solo para mi. Alli no me hacian falta munecas, ni amigas ni nada por el estilo para entretenerme. Con sus vivos colores, gozaba como la enana que todavia era. Creo que esa pasion la herede de ella precisamente. A mi abuela Maruja tambien le encantaban, aunque tampoco teniamos que ir muy lejos para deleitarnos con tan fascinantes obsequios de la naturaleza. Ese ser tan entranable siempre tenia el suelo del patio de su casa lleno de tiestos con hortensias y geranios. Daba gloria ver tambien las buganvillas rosas y violetas en los macetones, trepando en verano por los enrejados buscando el sol; un hechizante espectaculo multicolor y un embriagador abanico de aromas procedentes de la lavanda y la dama de noche, esta ultima, una de sus flores preferidas. Cuanto daria por volver a verla con la regadera en mano y hurgando con sus dedos entre la tierra de las macetas para trasplantarlas. O podando con las tijeras los rosales del jardin trasero de aquella coqueta casita. Por desgracia, todo eso queda ya tan solo en mi memoria y en un sinfin de fotos que conservo como oro en pano. Contemplandolas, me parece estar oyendola aun. --Mira, Azu --asi solia llamarme carinosamente--, ya van a empezar a abrirse los capullitos de esos claveles. --Me los senalaba con el dedo. --Que bonitos. Van a ser blancos, yaya. --Ummm --negaba con la cabeza--. No, creo que estos van a ser rojos. Yo la miraba incredula, examinando el blanco de las puntas de esos petalos que comenzaban a asomarse. --Que no, yaya, que estos son blancos, mira. Los tomaba entre mis dedos para hacerle ver que era yo quien tenia la razon. Cualquiera me la quita cuando la tengo... --Bueno, ya veras que te estas equivocando --me contestaba con gesto burlon aprovechando mi inocencia. Me contradecia tan solo para picarme. --Te digo yo que seran rojos. O rosas... Asi estabamos siempre. La echo muchisimo de menos. Mi abuela, con ese carisma que tenia, era un personaje al que no solo queria una; la adoraba todo el mundo en el pueblo. Fallecio el dia antes de yo cumplir los quince anos y, ademas, de repente. Sin estar enferma ni nada que se le parezca, el de ahi arriba hizo la "gracia" de pararle su corazoncito una soleada manana de sabado de aquel mes de abril, cuando la pobre mujer se encontraba enfrascada en sus labores de jardineria, para no variar. El mio tambien se detuvo por unos instantes al enterarme de tan fatidica noticia y todavia no me he recuperado por completo de aquel mazazo. Algo se quebro dentro de mi para siempre con su partida, pero ese dia, en mi dolor, me jure que mantendria vivo su legado; que esas maravillosas flores que adornaban su casa no se marchitarian mientras yo pudiese evitarlo. Lo hice durante un tiempo, pero claro... nada dura eternamente. Mi madre y mi tia Carmen decidieron vender aquella casa en que fui tan feliz durante mi infancia aprendiendo el oficio. En nuestro pequeno pueblo segoviano no seria tarea facil encontrar un comprador, pero la casualidad quiso que, al cabo de seis meses, un matrimonio que se encontraba de paso por alli posase sus ojos en el letrero de "Se vende". Y estoy segura de que las flores, todavia en todo su esplendor gracias a mis mimos, jugaron un buen papel en ello. El dia de la entrega de llaves llore lo indecible, a sabiendas de que nunca mas podria poner mis pies alli. No podia imaginarme todo aquello en manos extranas. Me apenaba sobremanera pensar que esos increibles colores se apagaran por dejadez o cualquier otro motivo. --Hija, no tenia sentido mantenerla. Una casa vacia lo unico que hace es deteriorarse. --Mi madre trataba de consolarme. --Lo se, mama, pero no te haces una idea de la pena que me da. Esas personas solo la quieren para vacaciones, asi que las plantas se van a morir en un suspiro. No voy a poder pasar nunca mas por delante de la cancela porque me va a dar algo si miro para dentro. La casa de mi abuela quedaba bastante retirada de la nuestra, casi saliendo del pueblo ya, por lo que podria evitarme semejante sofocon si queria. Sin embargo, me estaba equivocando de medio a medio. La familia en cuestion vivia en Segovia capital y, tras la compra, comenzo a ir por alli todos los fines de semana. Rosalia, la nueva propietaria, parecia compartir el mismo gusto de mi abuela y mio por las flores, y es que no solo las cuidaba con esmero, sino que se dedico a plantar un sinfin de ellas mas, cosa que podia verse a traves de los barrotes. Yo la espiaba a escondidas y en cierto modo me sentia aliviada viendo que nada de aquello se habia perdido. Al reves. El patio lucia como nunca, como si el espiritu de mi abuela estuviese tambien constantemente en guardia velando por el. Justo por aquellos dias comence a salir con Javier, un chico del pueblo al que conocia desde la ninez. El mismo colegio y el mismo instituto nos vieron crecer dia a dia. Javier era hijo del farmaceutico, lo digo asi sin mas senas porque en nuestro pueblo todo se contaba por unidades; una farmacia, un supermercado, una panaderia, una carpinteria... Lo unico que faltaba por aquellos lares era una floristeria, y aunque la idea de poner mi propio negocio de flores era un sueno que siempre me rondo la mente, fue el quien mas me animo a materializarlo. --Carino, no hay nada que te haga mas feliz en este mundo. Estaria genial que te dedicases a eso porque lo de trabajar en lo que a uno verdaderamente le gusta no tiene precio --me dijo.