• luna pinon fijo - Luna Pinon

    https://gigalibros.com/diario-de-una-cuarentanera.html

    Sara se siente joven a pesar de rebasar la cuarentena.
    Nunca imagino que su vida, a estas alturas, fuese tan caotica. Tiene un trabajo estresante en una multinacional. Divorciada y sin compromiso, vive con sus dos maravillosos hijos y sus dos perros.
    Su vida amorosa ha sido un desastre. Un divorcio y, posteriormente, una tortuosa relacion fallida con Sebas que la hizo sufrir.
    Ahora no tiene pareja. Y tampoco la busca. Quiere estabilidad y cumplir sus objetivos. Hasta que conoce a Paco. Y Sebas reaparece en su vida.
    ?Cumplira su lista de propositos?
    ?Volvera a enamorarse?
    ?Que le deparara el destino?
    Sumergete en su historia.

  • Una Luna en la Laguna - Amazon.es

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  • Una Luna en la Laguna: Pinon Fijo - CDs y vinilos - Amazon

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  • Una Luna En La Laguna Pinon Fijo | MercadoLibre

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  • Piñon Fijo Oficial auf Twitter: "Comenzó a circular por los ...

    https://twitter.com/pinonfijo1/status/1229853208358608902?lang=es

    18 feb 2020 — #piñonfijo #piñoncito #cabrito #cancionespintadas #jorh #libro ... el libro que ilustra y permite además pintar la canción Una luna en la ...

  • Piñón Fijo - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Pi%C3%B1%C3%B3n_Fijo

    Fabián Alberto Gómez (Deán Funes, Córdoba, 20 de agosto de 1965), más conocido por su nombre artístico Piñón Fijo, es un payaso, actor, ...

  • UNA LUNA EN LA LAGUNA por PIÑON FIJO - 656291220223

    https://www.zivals.com.ar/CD/656291220223/UNA+LUNA+EN+LA+LAGUNA

    UNA LUNA EN LA LAGUNA por PIÑON FIJO. ISBN: 656291220223 - Tema: INFANTILES - Editorial: DBN - Zivals Av. Callao 395 1022 Buenos Aires Argentina +54 11 4371 ...

  • La mejor Luna»» de Liliana Bodoc por Piñón Fijo

    https://compartir.cultura.gob.ar/amigos-por-el-viento-de-liliana-bodoc-por-pinon-fijo/

    Piñón Fijo le da voz a este hermoso cuento de Liliana Bodoc que forma parte del libro Amigos por el viento. Reproductor de audio.

  • 800 canciones infantiles para imprimir y descarga - Web del ...

    https://webdelmaestrocmf.com/portal/700-canciones-infantiles-para-imprimir/

    58, –, Basta de mamadera – Piñón Fijo ... 97, –, Canción para Bañar la Luna (3D) ... 130, –, Cinco Sentidos (en familia) – Piñón Fijo.

  • El nacimiento de un Imperio de Esteban Suarez Miceli

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    EL NACIMIENTO DE UN IMPERIOA punto de estallar la guerra que cambiara el curso de la historia, una guerrera y un centurion luchan por sobrevivir en un mundo lleno de violencia e intrigas.

  • Con sabor a ti de Norah Carter

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    Cuando ella se desperto aquel dia, no pensaba que su vida iba a cambiar de la forma en que lo hizo. Marcos dormia a su lado, al lado de Sara, que tenia que dejar la cama para ir al trabajo. Que rabia. Dejar a Marcos, a su chico, al que conocio hace unos anos en la fiesta de Paloma. Pero Marcos no dormia. Se habia levantado varias veces a lo largo de la noche. Estaba intranquilo. Sara no sabia nada del asunto que parecia preocupar a su marido, pero es cierto que lo notaba un poco mas nervioso que otras veces. Sara suponia que era el exceso de trabajo en el taller o algunos impagos por parte de algunos clientes. No era la primera vez que Marcos le habia hablado de esa clase de problemas en el negocio. Llovia afuera y la calle gris se fundia con una bruma blanca. Sara tomo aire y se dirigio a la cocina. Un cafe. La misma marca. Un aroma seco y aspero. Estaba amoldandose a la nueva vida que habia elegido, saboreandola, disfrutandola, a pesar de todos los imprevistos en los que se habian visto envueltos a raiz del comienzo de esta nueva relacion, pero era feliz y tenia claro lo que queria. Era una mujer con ideas contundentes. A pesar de todo lo que habia tenido que lidiar para estar con Marcos, ella se levantaba feliz, creia en lo que hacia, sabia que, gracias a sus esfuerzos, podrian sacar esa vida que habian sonado juntos en tan poco tiempo, no le hacia falta mucho para disfrutar de aquella relacion. Era feliz con llegar dignamente a final de mes junto al hombre al que habia elegido Marcos se dio la vuelta en la cama y, cuando, con los ojos cerrados, quiso abrazar a Sara, descubrio que ella ya no estaba. Una sonrisa quebrada de insatisfaccion se dibujo en su cara, pero esa sensacion de desamparo no le impidio seguir durmiendo. Sabia que Sara tenia que trabajar temprano. Que los turnos en el supermercado son rigurosos. La empresa no disculpaba jamas los retrasos injustificados. Pero a el le hubiese encantado que ella estuviese en estos momentos a su lado. Le gustaba sentir su piel cerca de el, le gustaba abrazarla y mimarla, la veia como su nina, la nina de sus ojos. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara sorbio de su cafe caliente, y se sintio de repente mas reconfortada. Aun recuerda esa noche en la que le presentaron a Marcos. La discoteca estaba llena de jovenes estudiantes que habian terminado el curso. Marcos se encontraba rodeado de sus amigos del trabajo y ella, que habia olvidado su bolso en la barra, se lo encontro cara a cara. Fue un flechazo. Ella no supo que decir, pero Marcos dejo a sus amigos y se presento formalmente. – Hola, me llamo Marcos. Te he confundido con alguien, perdona. Bendito error, penso. Se habia quedado impactada por ese chico. – No te preocupes. Encantada. Yo soy Sara. Me habia dejado el bolso aqui mismo. Dentro, llevo todas las tarjetas y mi movil. Menos mal que no lo he perdido. – Bueno, siento haberte molestado. No era mi intencion – dijo Marcos, avergonzado. – No te preocupes. Estas cosas suelen pasar. Soy una chica corriente. Es facil confundirme. – De corriente, nada. Eres muy guapa. Creo que me he fijado en ti por eso. – Claro. Eso se los dira a todas, ?verdad? – contesto Sara, sonrojada. – Que va. Soy un ligon patetico - anadio Marcos con una sonrisa burlona. De repente, lo llamaron sus amigos y el chico se despidio con dos besos y Sara se quedo pensativa, tocada seguramente por la espontaneidad de aquel joven, al que no conocia de nada, al que no volveria a ver jamas. O quiza si. Pero el destino siempre tiene la capacidad de sorprendernos y, ahora, despues de tres anos de matrimonio, Sara se despertaba junto a el cada manana. No paro de pensar de la forma que la habia enamorado, fue todo un flechazo, demasiado rapido, demasiado bonito a pesar de todo lo que les habia costado esta relacion. Eran posiblemente dos seres felices, dos seres que se tenian uno al otro, que se miraban como dos extranos para amarse todas las noches. Eran apasionados y quiza esa cualidad fuese una de las que hizo que los dos decidieran vivir juntos, tener la absoluta libertad para yacer uno junto al otro siempre que quisieran, sin depender de citas previas como si fuesen todavia unos quinceaneros. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara volvio a sorber de su cafe. El sabor aspero en el paladar le hizo recordar, mientras la luz alumbraba los objetos de la cocina, que otra noche en la misma discoteca se buscaron y que, al principio, la relacion no fue facil. Los padres de Sara no miraron con buenos ojos a Marcos, porque no era el tipo de novio que querian para su hija, que no habia acabado sus estudios de Derecho.

  • Trueque al desnudo de Federico Soubrier Garcia

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    “Trueque al desnudo” es una novela de aventuras que pretende expresar, mediante un proyecto cientifico actual, la complicada trama de adaptacion social a la que se sometieron los hominidos cuando hace 700.000 anos se desplazaron. Consiguiendo poblar el planeta, estableciendo vinculos entre diferentes culturas y, a veces, sucumbiendo bajo ellas. El principal personaje, el capitan, representa el papel de macho alfa, valiente, inteligente, simpatico y seductor. Habil cazador, pescador y trampero, no encuentra problemas en abastecerse y procurar los medios para la comodidad de Lucia, que ejerce como pareja, un tanto inadaptada al ecosistema y ensimismada con el culto a su cuerpo, intentando colaborar en la medida de sus posibilidades. Viernes y su tribu simbolizan el miedo al contacto con una sociedad desconocida y el valor del trueque, que significo la chispa para prender los origenes del desarrollo cultural y economico a nivel mundial. Una vida idilica en un lugar paradisiaco, dara un vuelco inesperado para el lector convirtiendo esa paz en una situacion inusitadamente peligrosa.

  • Sean Cote es irresistible de Iris T. Hernandez

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    No puedo apartarlo de mi mente… Sabia que un dia u otro ocurriria, aunque me hubiera gustado ser yo quien le dijera la verdad. Ahora ya es tarde. Me ha dejado muy claro que no quiere ni verme, y siento que lo he perdido para siempre.

  • Madre esclava de Liah Jones

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    La desaparicion de Lucia convierte a su madre en esclava sexual, para conseguir pistas que la lleven hasta el paradero de su hija. Lorena tendra que adaptarse a un mundo nuevo y muy diferente del rol de ama de casa que acostumbra. ?Que estara dispuesta a hacer con tal de encontrarla? ?Aguantara los castigos severos que le imponga su ama, la unica persona que parece saber donde esta Lucia?

  • Serie Dulce Perversion de Kelly Dreams

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    Cuatro historias, cuatro hermanos, cuatro formas de entender el placer.
    Adentrate en esta Dulce Perversion…

  • Antes de que digas te quiero de Victoria Vilchez

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    Lucia no habia vuelto a pensar en Asher, el vecino que le robo su primer beso cuando vivia en Londres con su familia, pero cuando viaja hasta alli para visitar a sus padres y se lo encuentra frente a su antigua casa, los recuerdos no tardan en regresar.
    Sin embargo, Lucia va a darse cuenta muy pronto de que Asher oculta mucho mas de lo que muestra, y que puede que no quede nada del chico timido y de mirada triste que conocio tiempo atras.
    Entre canciones y cuentos de hadas, ambos se veran arrastrados por una complicidad que creian olvidada y por mas pasion de la jamas hayan llegado a sentir por nadie.
    Pero, en ocasiones, volver al pasado trae consigo recuerdos demasiado dolorosos. ?Quien se arriesgaria a enamorarse si todo lo que te ha traido el amor hasta ahora ha sido sufrimiento?

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • La Redencion de Logan de Olga Diaz

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    Un asesinato ocurrido hace mas de veinte anos, un secuestro, una victima a consecuencia de la violencia de genero y un padre obsesionado con su hija, son los ingredientes que unen a los protagonistas de esta historia.
    Cuando Logan tenia ocho anos fue testigo del asesinato de su padre; hecho que lo marco emocionalmente y que hizo crecer en el una sed de venganza, por ello secuestra a Amelia, quien es la hija de uno de los empresarios con mas dinero de la ciudad de Nueva York, pero las cosas no siempre salen como se planifican, si sabemos jugar el cazador puede ser cazado.

  • Habana Requiem de Vladimir Hernandez

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    Del ganador del Premio L’H Confidencial, nos llega Habana requiem, un thriller policiaco que nos arrastra por las calles de la Habana Vieja.

  • Asesinato Cronologico de Ainhoa Aragones Vazquez

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    !Tok, tok! --Pase. --Senor, quisiera que viera estos informes. En ellos revelan con seguridad, de que se trata de un asesino en serie. --Pero bueno, ?es posible que siga con esa tonteria? Ya le he dicho, que son casos aislados y no tienen relacion unos con otros. Ocupese de casos reales y no pierda el tiempo con esto. --No lo hago, ya que lo investigo en mi tiempo libre. --Pues que vida mas insulsa tiene si la dedica a tonterias. --Podria dedicarle a mi vida privada mas tiempo, si aqui hariamos las cosas como se tienen que hacer. --A usted lo que le molesta, es que no le dieran mi puesto. --Esta muy equivocado, ya que me lo ofrecieron hace dos anos antes que a usted y lo rechace. --Pues ahora a apechugar con lo que hay. Las ordenes, las doy yo. --Se esta cargando la comisaria. No se da cuenta de nada. Es un majadero. --Queda suspendido, hasta que me de la gana. --De eso nada. Dimito. Y dando un portazo, se dirigio a su mesa y comenzo a recoger sus cosas. Los companeros al verle le preguntaron que sucedia. --Estoy harto de que nos de ordenes un incompetente. Nosotros resolvemos los casos siguiendo nuestro instinto, ya que el carece de ello. !Encima, se lleva el merito! --Pero, ?a donde vas? No puedes irte. El ano pasado se fue Anderson. ?Y ahora que? ?Te vas tu? No vamos a quedar nadie. --Pues a ver si de este modo, los de altos cargos se dan cuenta de la equivocacion que cometieron al nombrarle jefe. --!Eh, Amanda! ?Has colocado las camisas en la estanteria y has hecho el inventario de los fulares? --Si y si. Mandona. ?Algo mas desea su Majestad? --Nada mas subordinada, puedes seguir con tus quehaceres. --Muchas gracias. Ja, ja, ja !Oye! ?Que tal van los estudios de tu hija? ?Aprobo con la nota que necesitaba para entrar? --Si. Con un nueve y medio. Se exige demasiado a si misma. --Bueno, en su justa medida esta bien. --Tu lo has dicho, en su justa medida, pero ella quiere ser la mejor para llegar a conseguir sus objetivos. --!Madre mia! ?Ha querido ser siempre criminologa? Va a tener que estudiar mucho. --Siempre lo ha tenido muy claro, desde pequena. --Pues nada, a ver que tal resulta. Dale recuerdos de mi parte. Hara como un ano que no la he visto. --Se lo dire. --En fin, voy a atender a ese cliente, a ver que necesita !Disculpe caballero! ?Puedo ayudarle en algo? El hombre se dio media vuelta, se miraron fijamente unos segundos y dijo: --Te necesito. Y se fue sin mediar ninguna palabra mas. --?Que queria? --Nada. Se habia equivocado de seccion. Oye, me voy a merendar. --Vale ve, que te lo has merecido. --Eres muy graciosilla. Hasta luego. Amanda se dirigio a la oficina de la Jefa de Personal. Llamo y entro. --Disculpe, pero tengo que coger una excedencia por motivos personales. --?Es muy grave? --No se hasta que grado lo es. Pero, no tiene buena pinta. En cuanto salio de la oficina, se cambio de ropa, se recogio el pelo con una coleta e hizo una llamada telefonica. --Hola, buenos dias. ?Podria ponerme con el Capitan Peterson, por favor? --Lo siento, pero ya no trabaja aqui. Se jubilo hace dos anos. Puede hablar con el que le sustituye... el Capitan Carter. --No gracias. No es importante. Adios. --<>. Y dando un volantazo se dirigio hacia su casa. Recogio algo de ropa y se fue al aeropuerto. Varias horas despues, cuando llego, se monto en un taxi. Al llegar a su destino, toco a la puerta y salio un senor con aspecto cansado, aparentaba ser mas mayor de lo que ya era. --!Amanda! ?Que haces aqui? --Bill, ?que demonios esta pasando? ?No dijiste que nunca dejarias el trabajo? --Las cosas han cambiado y mucho. Practicamente me obligaron a jubilarme. Ahora, todo se rige por politica. Pero, pasa por favor. ?Quieres tomar algo? --No gracias. Algo esta pasando, Florian vino a verme al trabajo. --Pues si ha ido a verte despues de dos anos sin veros, algo muy gordo tiene que haber pasado. ?Sigues con tus anos sabaticos? ?Que es de tu vida? --Pues trabajo en una boutique. !No pongas esa cara! Queria cambiar radicalmente de trabajo y de ciudad. Y asi lo hice. --Lo puedes jurar. ?Cual va a ser tu siguiente paso? --Pues investigar. Ire a la comisaria y me incorporare. --Tenme al corriente. --Como siempre, Capitan. Dicho y hecho. Lo primero que hizo fue ir a un hotel para registrarse y despues, se dirigio hacia la comisaria. Mientras iba de camino, le venia a la memoria los anos atras cuando estuvo alli. Fueron buenos tiempos. Al llegar, echo un vistazo a la estancia y estaba todo igual como lo recordaba, incluso el olor a cafe recien hecho pero, percibio que las cosas habian cambiado. Le dejaron entrar para poder hablar con el Capitan Carter, que la esperaba despues de que ella pasara por la oficina de contratacion y darse de alta. --?Mandi? ?Eres tu? --Si Alfred, tampoco he cambiado mucho. Un par de kilos me acompanan pero no es para tanto. --?Que par de kilos ni que nada? Estas estupenda. Ven y dame un par de besos. --?Que tal estais? --Lo llevamos. !Que alegria me das! ?Que miras? No busques que no encontraras a tu companero. Dimitio. --?Que hizo que? Me lo cargo. ?Tim y Teresa? --Tim pidio el traslado hace un ano, y Teresa, seis meses despues de irte tu. Ademas, tenemos un Capitan... --Si, ya he oido hablar de el. ?Por que dimitio? --Incompatibilidades. En unos dias me entenderas perfectamente. De repente, alguien le dio una palmadita en el trasero. Se volvio sin dar credito a lo sucedido. --Mira tio, conservas la mano porque no se me ha ocurrido pensar que hubiera alguien tan estupido para hacer lo que tu has hecho. Espero que hayas disfrutado, ya que no habra una segunda vez. --?Me desafias? --Es una advertencia. En ese momento el Capitan la llamo. Entro y a los diez minutos, salio. --?Que tal Mandi? --Pues ya ves. Me ha dado la bienvenida y todos estos informes pendientes. Pero no me importa, me gusta hacerlo, ya lo sabes. Tengo mucha paciencia. --Te va a hacer falta. Pasados unos dias... --Siento que este con tanto papeleo, mientras sus companeros entran en accion dia tras dia. --!Uy! No se preocupe Capitan. Tengo el titulo de administrativa y estoy como pez en el agua. Ademas, asi puedo observar como funciona esta nueva comisaria que desconozco. --Pues si hubiera sabido que le gusta el papeleo, desde el primer dia le habria puesto entonces a investigar. --?Disculpe? --Para empezar, esta noche voy a enviarle a una mision. --?De que se trata? --Se van a reunir con unos tipos a los que tienen que convencer de que los contrate a usted y a su acompanante, para hacer un trabajo. Tienen que venderse bien, decirles por ejemplo, que son los mejores para hacerlo. Ellos les diran que hacer. --?Con quien voy? ?Cual es mi papel? --Ira con el agente Rodolfo. Es bueno. Dejelo hablar a el. No tiene que hacer nada, solo aparentar ser su pareja. !Ah!, y vaya sexy. En dos horas aqui. --?Sexy? ?Rodolfo el pulpo? Vamos hombre, no me fastidie. ?Sabe usted que estamos en el S. XXI? Creo que es algo misogino. --?Misog... que? --Busquelo en el diccionario. !Ah perdon!, que no sabra hacerlo... busquelo en el Google. A las dos horas... --?En serio? ?No podrias haberte puesto algo mas sexy? --?No crees que esta sexy? A ver, que lleva unos vaqueros cenidos, una cazadora negra, camiseta blanca, botas negras, el pelo suelto y ondulado... !Uauuu! --Gracias Alfred, eres un cielo. Lo que sucede, es que a Rodolfo le hubiera gustado una mini falda con medias de rejilla, ?verdad? Aprovecho para decirte que no te pases. Las manos quietecitas, el culo esta prohibido, mano a la cintura solamente... --Hare lo que me plazca. --Pues atente a las consecuencias. --Ala venga, que nos esperan. Se fueron a un poligono a las afueras de la ciudad. Salieron del coche y se dirigieron hacia una farola que desprendia una luz tenue. --Chsss esa manita tuya que no se vaya mas hacia abajo. Se pararon y Rodolfo se puso detras de ella. La cogio de la cintura y comenzo a lamerle el cuello mientras ella intentaba que hubiera algo de espacio entre los dos. --?Interrumpimos? Aparecieron dos sombras de la nada. --No, no, es que mi chica y yo queremos... pero bueno... ?Que tenemos que hacer? Los negocios antes que el placer. --?Quieres estarte quieto? --Creo que ya estaremos en otra ocasion, no sois como esperabamos. Queremos especialistas y no un sobon con su...querida. --!Esperen! No soy su querida. Yo soy la que buscan. --?Que dices carino? --le dijo mientras intentaba retorcerle el brazo hacia atras. Le dio un pisoton, el se inclino hacia delante, le solto el brazo y con el otro le propino un golpe en la nariz que le empezo a salir sangre a borbotones. --?Que significa esto? --dijeron los desconocidos. --Esto significa, que este tio es un "supuesto actor" muy malo. No me sirves. Lo contrate para que se hiciera pasar por mi pareja y socio, pero como han visto, es solo un sobon. --?Y por que hizo eso? --Porque mi pareja tiene un negocio y esto lo hacemos por hobby. Se suponia que era venir aqui, aceptar por si nos interesaba e irnos y asi, no hacia falta que viniera. Contrate a... este para que se hiciera pasar por el pero no ha sido capaz de hacerlo. Dejenlo que se vaya. --!No! Vamos a ir los cuatro a ver a su amigo. Entraron en el coche. Ella de copiloto y su "companero" atras con el otro individuo. Les dirigio a una discoteca muy concurrida llamada "Infierno". --No nos van a dejar pasar. Solo dejan a personas selectivas. Se dice del dueno que es un tipo extrano. ?Esta dentro su pareja? --Eso espero. Es el dueno de la discoteca. El de seguridad les dejo entrar al verla a ella. El recinto era muy amplio. En cuanto entrabas, hallabas una pista grande para bailar, varias barras para consumir bebidas y los banos. Subiendo las escaleras de caracol, habia otra pista algo mas pequena, otras dos barras y varias mesas para poder conversar. Todo estaba oscuro, solo se iluminaba por varias luces de colores intermitentes. El unico sitio en el que las luces eran estaticas, era al fondo de las pistas. Alli habia un sillon en forma de media luna en el que se podria sentar al menos diez personas y solo se hallaba un hombre, que a cada lado de el habia una chica. Amanda se dirigio con paso firme y decidido hacia donde el estaba. Se le planto delante y este la miro fijamente. Chasqueo los dedos y las chicas se fueron yendo. El se levanto sin dejar de mirarla. Ella le susurro: --Besame, por favor. Estoy infiltrada. El le cogio del cuello con las dos manos y la beso. Fue profundo y tierno. --No tienes porque pedirmelo. Ella se sento con el a su lado. --?Quienes son ustedes? --Pues estos hombres querian contratarnos. No quise molestarte y pacte con este individuo para que se hiciera pasar por ti, pero ha suspendido.

  • Los colores de una vida gris de Pilar Munoz Alamo

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    Cinco amigas. Un juego. Cinco razones ocultas para participar. Y un destino truncado.
    ?O tal vez no?

  • Clarissa y las mujeres sin importancia de Alicia Cameron

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    En Inglaterra, en la epoca de la Regencia, la Academia para senoritas de la Sra. Thorne esta a punto de cerrar debido al fallecimiento de la madre de la joven Clarissa, hace ya un ano. Esto deja a Clarissa Thorne, de solo dieciocho anos, y a sus tres amigas sin mas opcion que acudir a la caridad de sus familias, para ser por siempre las despreciadas “parientes pobres” – y atender a todo deseo y necesidad que ellos manifiesten por el resto de sus vidas.

  • Mi sabor preferido eres tu de Andrea Adrich

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    Eva esta lejos de ajustarse a los canones de belleza que dicta la sociedad. Sus complejos e inseguridades impiden que fantasee con la idea de que un hombre como Adrian Montenegro pueda desearla.
    El es guapo, sexy, elegante. y puede tener a la mujer que quiera. Pero el dijo que la queria a ella.
    Sin embargo, el secreto y los miedos con los que convive Eva pueden mandarlo todo al traste y acabar con cualquier oportunidad para ellos. Sobre todo cuando se da cuenta de que el pasado y sus fantasmas tienen una y mil formas de pasar factura en el presente.

  • Entre vidas de Laura Tarraga

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    La Ecumenica y el Hotel Vista Roja unen a Manuela y Ela sin saberlo. La guerra que cambio el mundo entra en sus vidas a pesar de los anos que las separan.
    Manuela ha decidido que el pueblo se le queda pequeno. En el ano 40 tiene que enfrentarse a sus miedos y dejar atras a su familia.
    Ela esta obsesionada con la Guerra a pesar de que en el ano 80 nadie quiere hablar de ella. El Memorial se acerca y una excursion con su colegio hara que su vida de un vuelco.
    Dos chicas de diecisiete anos y un hecho que cambiara sus vidas para siempre

  • Binti. Hogar de Nnedi Okorafor

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    Cinco, cinco, cinco, cinco, cinco, cinco --susurre. Ya estaba ramificando, con los numeros dando vueltas a mi alrededor como granos en una tormenta de arena, y senti un profundo chasquido cuando algo en mi interior cedio. Produjo un dolor agradable, igual que al crujir los nudillos o estirar un musculo. Me hundi mas y halle calidez. Podia oler la sangre en mis venas y el aroma terroso del otjize que me habia aplicado en la piel. La habitacion desaparecio. La mirada sorprendida en el rostro de Okpala, mi profesora de matematicas, desaparecio. Aferraba mi edan, y las puntas de su forma estrellada se me clavaban en las manos. --Oh, cielos --murmure. Algo le estaba pasando. Abri las palmas ahuecadas. Como no sabia que no debia soltarlo, lo habria dejado caer si no me hubiese hallado en meditacion matematica profunda. Lo primero que pense fue en la bola de hormigas que vi una vez, con seis anos, rodando por una duna; asi se desplazaban cuesta abajo las hormigas del desierto. Habia corrido para observarla de cerca y chille con alegria y asco ante la fluctuante masa viva de sus cuerpos. Mi edan se retorcia y revolvia ahora como una bola de hormigas del desierto; las laminas triangulares que lo componian giraban, rotaban y cambiaban entre mis palmas. La corriente azul que habia invocado oscilaba rodeando y adentrandose entre las placas como un gusano. Se trataba de una nueva tecnica que me habia ensenado la profesora Okpala y que habia perfeccionado durante los ultimos dos meses. Incluso la llamaba la corriente del <> por su forma y porque requeria emplear la metrica de estos agujeros para activarla. <>, me dije. Una parte reprimida de mi queria lamentarse porque la corriente que atravesaba el edan lo estaba desmontando; debia parar, nunca seria capaz de juntar todas las piezas de nuevo. Sin embargo, abri la boca y volvi a susurrar el numero tranquilizador. --Cinco, cinco, cinco, cinco. <>, pense. Senti una rafaga de viento en la cara, como si algo hubiera pasado por delante. Me pesaban los parpados. Deje que se cerraran... -- oOo -- Me hallaba en el espacio. Oscuridad infinita. Ingravidez. Volaba, caia, ascendia, atravesaba el quebradizo polvo metalico de un anillo planetario. Unas piedras minusculas me acribillaban la piel. Abri un poco la boca para respirar y el polvo me azoto los labios. ?Podia respirar? Un aliento lleno de vida broto en mi pecho desde mi interior y senti que los pulmones se expandian, llenandome. Me relaje. --?Quien eres? --pregunto en el dialecto de mi familia una voz que procedia de todas partes. --Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka de Namib, ese es mi nombre --respondi. Silencio. Espere. --Hay mas --dijo la voz. --Eso es todo --repuse, irritada--. Ese es mi nombre. --No. El fogonazo de rabia que me atraveso me pillo por sorpresa. Pero enseguida lo acogi con agrado. Conocia mi nombre. Estaba a punto de gritarlo cuando... -- oOo -- ...Me halle de vuelta en el aula. Sentada delante de la profesora Okpala. <>, pense. <>. Esa furia era un sentimiento horrible. En casa, las sacerdotisas de las Siete Deidades podrian haber dictaminado que tal nivel de rabia era impuro. Uno de mis okuoko con aspecto de tentaculo se contrajo. Fuera, el segundo sol se estaba poniendo. Su brillo se mezclaba con el del otro sol e inundaba el aula de un color que me encantaba, una combinacion intensa de rosa y naranja que los nativos de Oomza Uni llamaban <>. Los ntu ntu eran unos insectos del planeta que ponian huevos de ese intenso rosa anaranjado que resplandecian con un brillo tenue en la oscuridad. La luz ilumino mi edan, cuyas partes simetricas flotaban ante mi en una red de corriente. Nunca lo habia visto tan desmontado y no habia sido mi intencion hacerlo. Lo que pretendia era que el objeto se comunicara por si mismo al filtrar una corriente entre sus trazados. Segun Okpala, eso solia funcionar y yo queria saber lo que mi edan tenia que decir. Sufri un pinchazo de ansiedad. <>, pense con desesperacion. Llena de alivio, observe que todas las partes del edan que se habian separado regresaban lenta y sistematicamente a su lugar. Completo de nuevo, el edan se poso en el suelo ante mi. <>, pense. Tanto el azul de la corriente que seguia envolviendo al edan como el intenso ntu ntu brillaban en la cabeza gacha de Okpala. Tenia una libreta y un lapiz de verdad en la mano, elementos muy terricolas. Escribia con frenesi con uno de esos rudos lapices que confeccionaba ella misma a partir de la rama de un arbol parecido al tamarindo que crecia cerca del edificio de Matematicas. --Te has caido de la rama --dijo sin levantar la mirada. Asi llamaba a ese momento cuando alguien estaba ramificando y de repente dejaba de hacerlo--. ?A que ha venido eso? Por fin habias conseguido que el edan estuviera dispuesto a abrirse. --?Eso es lo que hacia? ?Entonces es algo bueno? --La profesora se rio entre dientes sin dejar de escribir. Yo frunci el ceno y sacudi la cabeza--. No lo se... Ha ocurrido algo. --Me mordi el labio--. Ha ocurrido algo. Centre mi atencion en ella cuando alzo la mirada. Hubo un momento en el que me pregunte si era su estudiante o su objeto de estudio. Deje que la corriente se disipara, cerre los ojos y descanse la mente con la ecuacion tranquilizadora de f(x) = f(-x). Toque el edan. Solido de nuevo, menos mal. --?Te encuentras bien? --pregunto la profesora Okpala. A pesar de curarme con la ecuacion calmante, la cabeza empezaba a dolerme. Y entonces una ira cegadora me inundo como agua hirviendo. --Uf, no lo se --respondi, masajeandome la frente y con el ceno mas arrugado--. No creo que lo que ha pasado tuviera que pasar. Ha ocurrido algo, profesora Okpala. Algo raro. La profesora solto una carcajada. Aprete los dientes, enfadada. Otra vez. Tanta furia... No era propia de mi. Y ultimamente se estaba convirtiendo en parte de mi, porque ocurria muy a menudo. Pero ?mientras ramificaba? ?Como era posible? No me gustaba ni un pelo. Aun asi, llevaba un ano terricola trabajando con la profesora Okpala y si algo habia aprendido era que trabajar con cualquier tipo de edan, sin importar en que planeta se hubiera encontrado, significaba trabajar con lo impredecible. <>, solia decir Okpala. Cada edan hacia algo distinto por distintas razones. El mio, ademas, era ponzonoso para las medusas; aquello me salvo la vida cuando me atacaron en la nave. Por eso Okwu nunca venia a ver mis sesiones con Okpala. Sin embargo, si yo lo tocaba, no me producia ese efecto. Incluso me habia arriesgado a tocar el edan con uno de mis okuoko. Solo asi me di cuenta de que, por muy medusa que fuera esa parte de mi, yo seguia siendo humana. --Ha sido una deconstruccion aislada --dijo la profesora Okpala--. Habia oido hablar de ella. Nunca la habia presenciado. Bien hecho. Lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. <>, me pregunte. Ensanche las aletas de la nariz para calmarme. No, eso no era propio de mi. El tentaculo volvio a contraerse y un pensamiento extrano y bastante solido se instalo en mi mente: <>. Me atraveso un escalofrio electrizante de rabia y pegue un salto. ?Quien intentaba hacerle dano? Me esforce por parecer tranquila. --Profesora, tengo que irme. ?Puedo? --dije. Dejo de escribir y me dirigio un ceno fruncido. La profesora Okpala era tamazight y, por lo que mi padre decia tras anos vendiendo a los tamazight, eran gente de pocas palabras, aunque contundentes. Podria haber sido una generalizacion, pero resulto ser cierto en mi profesora. Conocia bien a Okpala; tras ese ceno se daba toda una galaxia repleta de accion. Sin embargo, debia marcharme, y debia marcharme ya. Okpala alzo una mano y la agito. --Vete. Me levante y casi choque contra una maceta que habia detras de mi al darme la vuelta con torpeza hacia donde tenia la mochila. --Cuidado --me dijo--. Estas debil. Recogi la mochila y sali antes de que cambiara de opinion. La profesora no era directora del departamento de matematicas por nada. Seguro que cuando me conocio ya lo tendria todo calculado. No fue hasta muchisimo mas tarde cuando me percate del peso de esa sucinta advertencia. -- oOo -- Tome la lanzadera solar. Como el segundo sol se estaba poniendo, la lanzadera de la universidad se habia cargado por completo e iba a maxima potencia. Tenia forma de serpiente, pero era tan espaciosa que cabian cincuenta individuos del tamano de Okwu sin problema. La capa externa estaba hecha de la piel mudada de alguna criatura gigantesca que residia en alguno de los muchos bosques en Oomza. Me contaron que el cuerpo de la lanzadera era tan resistente que una colision no le dejaria ni un aranazo. Se apoyaba y viajaba sobre un lecho de <>, un aceite verde y resbaladizo secretado sobre la via por unas plantas insectivoras enormes que crecian junto a la estacion.

  • Angustia de Daniel Gonzalez

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  • El funeral de las Cadenas: LA MISMA SANGRE – Adhemar Antunez de Adhemar Antunez

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    Rosana, es una joven como el resto. Reparte su vida entre la Facultad, y la desesperacion de vivir en dos casas diferentes. La separacion de sus padres, es algo que con insistencia la empuja a tomar decisiones que la van desgastando. Pero la sangre no miente, aunque pasen los anos y los recuerdos se olviden, ella siempre regresa para encontrar su lugar.
    Hay veces que el color de la piel, crea murallas dificiles de sortear. Hoy medimos el amor, solemos ponerlo a prueba para descubrir si es verdadero. No aceptamos que algunas cosas, queden lejos de nuestro alcance. En esta historia, mundos diferentes seran puestos a prueba, y en ellos la piel jugara un papel que lo cambiara todo. La juventud de un mundo chocara con el otro, que lejos de lograr encontrar una salida, sigue repleto de sufrimiento. Si te animas, te desafio a permanecer sin derramar una sola lagrima hasta el final. Eso es todo lo que voy a decirte, te prometo que no te vas a arrepentir de leerla.

  • Segunda Oportunidad en Miami (Hermanos Walker 2) de Marcia Dm

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    Estados Unidos, es la antitesis perfecta a ciudades como Nueva York o San Francisco. Quiza esa sea la razon por la cual me guste tanto este lugar: Nueva York me deprime, California me ahoga con su esnobismo y el centro del pais es demasiado tradicionalista. Con un suspiro, apoyo mis pies en el suelo de madera fria y me siento en el borde de la cama. En mi mesa de noche, hay un pequeno boton que abre las cortinas lentamente y me ensena el mar turquesa que parece sacado de un cuadro. Es en esos momentos en que mis ojos se posan en el oceano que no puedo evitar pensar en Emma, se que este color le fascinaria. Estas pensando en ella de vuelta, Luca... Patetico. Tomo aire, llenando mis pulmones y estiro mis brazos por encima de mi cabeza. Soy un hombre rutinario, me gusta, me siento comodo en la rutina y si me mantengo a raya, entonces nada puede salir de control, por una simple razon. Yo soy control. Mi empresa, mi vida, mi cuerpo. Absolutamente todo pasa por un escrutinio peligrosamente obsesivo. Me levanto de la cama y siento la brisa de la manana por todo el cuerpo, me gusta dormir desnudo y creo que es uno de los pocos momentos donde me permito ser vulnerable. Tengo una extrana relacion con mi desnudez y no tiene que ver con mi autoestima, porque se perfectamente que mi cuerpo es deseado --por ambos sexos--. Creo que la relacion esta ligada a la libertad que implica la desnudez y, como mi unico vecino es el mar, me puedo dar el lujo de caminar por mi casa con mi trasero al aire. Cafe, periodico en papel, no esas versiones digitales completamente horribles que existen; frutas y nueces. Mi ama de llaves, Ana Maria, sabe perfectamente como quiero mis comidas y las deja preparadas para mi. Ella viene todos los dias, pero en los horarios donde yo no me encuentro en la casa, fue casi un acuerdo que hicimos. Me gusta mi soledad y se lo di a entender muchas veces, creo que aprendio a respetarlo cuando entro a mi casa y me encontro desnudo. O follando con alguien. Si, Ana Maria no va a volver a entrar fuera de sus horarios. Cargo los utensilios en el lavavajillas y me preparo para una larga sesion de gimnasio. Mi entrenador, Luis, viene todas las mananas. El es cubano-americano, especialista en ju-jitsu y practicamos este hermoso arte marcial desde que me mude aqui hace algunos anos. Usualmente comenzamos calentando el cuerpo, luego tenemos cuarenta minutos de practica y despues sesenta minutos de levantamiento de peso. --Luca... --saluda, cuando abro la puerta para dejarlo entrar. --Buenos dias, Sensei --respondo siguiendo la tradicion del arte. No importa que Luis no sea japones, en esta practica, el es el lider y es el unico momento del dia donde interactuo con alguien que tiene mas autoridad que yo. Bueno, al menos que hable con mi hermano, Silas, el CEO de Property Group, la compania de mi padre. Por suerte, cuando nos dividimos las sucursales, acordamos que cada uno va a tener total autonomia sobre las oficinas, pero el siempre es el que le da el visto bueno a todo. Luego de una practica exhaustiva, Luis se retira y me dirijo directamente a mi bano. Ducha, muda de ropa y a trabajar. Las oficinas de Property Group Miami estan en el edificio mas alto de la primera avenida. Actualmente la oficina posee dos pisos, aunque crece cada dia mas y pienso hacer lo posible para que sea la numero uno de todas las sedes de Property Group. Somos cuatro los hermanos Walker, Silas es el CEO y el General Manager de New York, Oliver tiene Texas, Killian tiene California y yo, Florida. Cada uno con su espacio. ?Mencione que somos competitivos? Ah... detalle. Nuestro padre nos crio para ser los mejores en todo, incentivando la competencia entre los cuatro. Por eso no podemos evitar ser quien somos. Obsesivos. Competitivos. Buscadores compulsivos de retos. Pero, a pesar de todo eso, nos queremos, muy... muy en el fondo. Al menos yo intento incentivar ese sentimiento una vez por ano cuando los invito a mi casa. Mientras estaciono mi coche, un Audi R8, en el espacio reservado con el nombre L. Walker, mi movil suena. Brenda llama. Mi asistente. --Brenda --respondo. Mi tono siempre suele ser un poco duro, no se por que salio mas duro de lo normal esta vez. Sera que quiza aprendi la leccion con respecto a mis asistentes en el pasado. Parece que a ninguna le llego el memorandum: Follar no pone un anillo en tu dedo. Y honestamente me canse de entrevistar una tras otra, mi oficina parecia la pasarela de Victoria Secret. No mas, de ahora en adelante, puro profesionalismo en la oficina, con todos; nada de obligarme a ser mas amable de lo que en realidad quiero ser con las personas. Por eso el tono. --Senor Walker, solo llamaba para recordarle de su cita a las doce con Great Ideas. Miro el reloj. 11:56. --Estoy estacionando el maldito coche, Brenda. --Oh, lo siento --se corrige--. Solo queria confirmar si... Corto la llamada. Esta ultima semana estuve entrevistando a las mejores companias de marketing que tiene Florida. Great Ideas es la ultima y honestamente, espero que me guste porque las otras apestaron. Parece que la creatividad murio hace muchos anos en este pais. Miro mi reflejo en las puertas del ascensor y perfecciono un poco mas mi imagen. Acomodo mi camisa blanca por debajo del traje negro, ajusto mi corbata de satin negra y arreglo mi cabello. No es vanidad, es perfeccion y la perfeccion connota seriedad. Las puertas del ascensor se abren y camino de memoria por los pasillos de mi oficina, mientras envio un e-mail. Querido senor Eyre, Espero que este mail lo encuentre muy bien. --Senor Walker, lo acompano --dice Brenda, mientras da pasos atropellados a mi lado--. Ellos lo estan esperando en la sala Gaudi. --Bueno. Envio este mail remontandome a la conversacion que tuvimos en la marina dos dias atras, cuando quiera recorrer las mejores propiedades de Miami Beach, por favor, contactese con mi asistente. --Hay un servicio de cafe, pero si quiere algo en particular, dejemelo saber. --Su voz suena agitada. Brenda tiene que empezar a ejercitarse si quiere seguirme el ritmo. Sigo escribiendo. Ella va a concretar una cita y yo personalmente voy a encargarme de que invierta en el lugar correcto. Coloco mi mano en la barra de metal y empujo la puerta de vidrio. Atte. Luca Walker. Enviar. Camino hasta la silla de la cabecera. Puedo ver de reojo a dos personas que se levantan tensamente cuando me ven entrar. Un hombre y una mujer. --Buenos dias a todos --digo mientras apago la pantalla del movil. Cuando levanto la vista, me enfoco casi automaticamente en la mujer en la sala y el movil se desliza de mi mano y cae sobre la mesa de conferencias, haciendo demasiado ruido. Emma. Emma Green. Mi gran amor de la infancia. -Senor Walker --dice ella, extendiendo su mano para estrecharla con la mia. --Emma... --Me atraganto, mi voz sale rasposa, fuera de control y excitada. Brenda y quien sea el otro idiota parado alli, nos miran con pura confusion. Estiro mi brazo y tomo su mano. Su piel se siente tibia, extranamente suave para alguien que solia dibujar todo el dia. --Oh, ?se conocen? --pregunta el hombre. Ya lo odio, su voz suena pedante, como la clase de hombre que cree que tiene el mundo a sus pies. Dije, cree, no tiene. Mi respuesta es casi automatica en mi cerebro: Claro que la conozco, fue la unica mujer que ame alguna vez. La unica que me hacia reir. La unica que me hacia venirme en mis pantalones con solo una mirada. La unica que despertaba los sentimientos mas vibrantes y sofocantes. --Si --responde ella, yo aun no puedo hablar--, soliamos ser companeros de colegio. ?Companeros de colegio? ?Que carajos? Fuimos mucho mas que simples companeros de colegio, maldicion, fuimos... fuimos.... -Oh, crei que no eras de Miami --dice el hombre en un tono acusatorio. Eso me despierta y finalmente despego mis ojos de ella, para fijarlos en el. --No lo es. Yo tampoco --aclaro. ?Por que la defiendo? No se lo merece. --Bueno --dice, desabrochando su traje y sentandose otra vez como si este lugar fuese su casa--, definitivamente el mundo es un panuelo. Tengo que estar de acuerdo con este idiota, no puedo creer que ella este aqui. Lo ultimo que supe fue que vivia en New York con su hermana, Lauren. ?Que paso? ?Por que esta aqui? ?Sabia que iba a encontrarse conmigo? Emma intenta soltarse de mi agarre, no me di cuenta que todavia la tenia sujetada. Dios, no cambio casi nada, su cabello sigue siendo rubio, lacio y largo. Sus ojos verdes zafiros, su cuerpo mas esculpido y relleno de lo que recuerdo. Trago saliva. Emma fuerza una sonrisa y se sienta, yo la sigo en el movimiento, hasta que escucho a alguien carraspear en la sala. Cierto, Brenda esta aqui. --Puedes retirarte --digo sin mirarla. En cambio, me acomodo en mi silla y espero por este show, porque puedes apostar lo que quieras a que, si Emma Green tiene que venderme algo, voy a volverla malditamente loca. Es hora de equilibrar la balanza. CAPITULO 2 EMMA Sabia que era un error venir aqui. !Lo sabia! ?Acaso escuche mi propio consejo? !No! Dios, mi hermana tiene razon, si que puedo ser terca a veces. Chad, mi jefe, comienza a hablar sobre quien es Great Ideas, con ese tono presumido que usa a veces, ese tipo de tono que tiene alguien con demasiada autoestima y el ego mas inflado que un globo aerostatico. Lo dejo hablar porque, en primer lugar, es mi jefe y segundo, no es mi momento de hablar. Por supuesto que esto esta ensayado con anterioridad, necesitamos esta cuenta. Pero yo le dije a Chad, que si era Luca Walker quien iba a entrevistarnos, esa tecnica no iba a funcionar. Y... !!No esta funcionando!! Luca tiene una media sonrisa burlona y una ceja alzada, observa a Chad como si fuese un especimen que le da un poco de pena, un poco de gracia y un poco de preocupacion. De vez en cuando me mira a mi, intentando buscar complicidad, pero yo pretendo no darme cuenta que es lo que le molesta de Chad. En cambio, escucho a mi jefe hablar como si fuese el mismisimo Buda dando sus ensenanzas en Nepal. Soy buena pretendiendo. --Espera, espera... --interrumpe Luca y le hace esa tipica sena que hace alguien cuando no sabe tu nombre y espera que tu se lo digas, un movimiento con la mano, casi invitandolo a revelar su nombre. --Chad --dice mi jefe de forma orgullosa. --Chad --repite Luca--, tengo una pregunta. Oh, no, aqui vamos. --Si, claro. --?Quieres venderme la empresa? Chad me mira por un segundo y yo le devuelvo la mirada de te lo dije. Se acomoda en su asiento con mucha incomodidad y esboza su sonrisa cordial. --No, claro que no. --Entonces ?por que pierdes el tiempo relatandome la historia de ella? Estoy aqui por sus ideas, eso es lo que tienen que venderme. Me siento erguida en la silla y decido rescatar la situacion. --Senor Walker --digo llamando su atencion, la cual cae directamente sobre mi, como la energia mas pesada que haya sentido nunca jamas--, tiene razon, comencemos con la presentacion, ?les parece? --Gracias --responde con un tono irritado. Me levanto y camino hacia la pantalla justo delante de el. Se que esta mirando mi cuerpo, lo puedo ver en el reflejo de los vidrios de la oficina y por eso elegi este atuendo. Uno que no usaria en la oficina normalmente, pero como supuse que Luca iba a posar sus ojos sobre mi, hice un esfuerzo. Un conjunto simple de blazer y pantalon color rosa palido, con una camisa blanca y unos zapatos que no cubren mucho el pie, pero me da altura. Y cuando estas en presencia de Luca Walker, luego de casi veinte anos sin verlo, necesitas altura. Porque Luca tiene ese tipo de miradas tan intensa, que cuando mira para abajo se oscurece y te dan ganas de correr y enterrarte en la tierra. Me estremezco de solo recordar su mirada severa. Y de golpe, un recuerdo azota en mi cerebro. La imagen de Luca el dia que termino todo entre los dos, el dia que vi una tristeza imposible de evadir, una lagrima que caia desde su ojo derecho. No, shuu, shuu, vete memoria, !no es el momento! Enderezo mi espalda, ya que tiendo a estar un poco encorvada porque paso muchas horas pintando y comienzo con mi presentacion. No miro a Luca cuando hablo, miro a Chad, como una cobarde, ya que eche una mirada hacia donde esta el y mi estomago se contrajo con solo verlo. Derecho. Serio. Inamovible. Indescifrable. Su barba oscura cubre gran parte de su rostro, pero todavia puedo ver lo hermoso que es debajo de ella, su cabello esta mas corto de lo que recordaba, sus labios gruesos y besables. --Buscamos trasmitir elegancia cuando se trata de Property Gorup Florida --continuo--, por eso buscamos imagenes que connoten exactamente eso. --Miro hacia la pantalla y con el puntero y voy cambiando las imagenes que busque exclusivamente para el. Mansiones en la playa, edificios exclusivos, la vida en Miami lujosa y extravagante. --Vuelve --ordena Luca y eso hace que me detenga por completo, lo observo con una mirada confusa, temerosa. --?Q-que? --Mi corazon golpea en el pecho. Luca me mira como si le molestara mi mera presencia y repite lo que dijo: --Vuelve una imagen atras. Oh, se referia a eso... Uff, que alivio. Oprimo el boton dos veces, hasta que grita: --Alli, detente. --Detengo la imagen y observo una mansion moderna, una imagen que encontre en Google hace unos dias cuando preparaba esta presentacion--. Esa es mi casa. !?Que!? ?Ahi es donde vive ahora? --Oh... --balbuceo mirando la imagen otra vez, esta vez con otros ojos, casi intentando descubrir a Luca en los detalles de la arquitectura. Pero no lo veo. --!Que coincidencia! --dice Chad, riendo como si esto no fuese un momento tenso entre los dos. --No quiero que usen mi casa para publicidad. --Su tono rigido y sin chiste. Estoy por decirle que es mera coincidencia, que su mansion aparecio en una busqueda rapida de Google, pero en cambio digo: --?Eso significa que vamos a trabajar juntos, senor Walker? La severidad en las cejas de Luca se desarma cuando digo eso y una media sonrisa aparece en la comisura de sus labios. Dos pueden jugar este luego, Luca. --Termina con tu discurso primero, Emma. --Su tono es firme, pero detras hay una sonrisa que siempre ame. Maldicion, lo que me gustaba mas de Luca, era que su sonrisa era solo para mi.

  • Besame Diez Veces de Karo Leiva Arriaza

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    --Quizas aun estan estudiando no seas paranoica, Matilde-- le dice Josefa, su madre, mirando desde la puerta de cocina como su hija se comia las unas mientras estaba al lado del telefono esperando la llamada de Agustin, su novio. Hace mas de una semana que no se han hablado y mucho menos visto, desde el miercoles anterior, cuando se vieron para estudiar y el le comento que iria a casa de Felipe en Quintero a estudiar para el examen de grado que se acercaba de manera insoportable, y claro, tenia mucha logica... el lugar era perfecto para concentrarse, ella lo conocia habian pasado alli algunos fines de semana juntos. --Si, mama tienes razon, no se que me pasa yo no soy asi. Pero aunque no me creas tengo algo aca en el pecho que no me deja tranquila, angustia quizas, no lo se. Josefa paso por su lado y deposito un beso en su coronilla dandole algo de tranquilidad, pero no dijo nada, volvio a la cocina a terminar el pastel para el te. Matilde, estudiante Diseno Grafico, cursa cuarto ano de Universidad, y con Agustin, estan juntos desde el primer ano, se conocieron cuando ella entro a la facultad y el fue el encargado de "mechonearla" en la bienvenida a los novatos, le habian arrojado un balde con vinagre y otras sustancias de las que no se sabia su procedencia, pero si el aroma, y era repugnante. En ese entonces, Agustin no supo por que, pero la aparto del monton de novatos escondiendola en un pasillo de la facultad, en donde con sus ropas le limpio los ojos y el rostro del liquido asqueroso... fue quimica inmediata, Matilde sentia que su corazon iba a explotar y Agustin, tuvo todas las intenciones de besar en ese momento exacto sus labios hinchados, rosados y brillosos, pero temio asustarla, mas que mal aun eran desconocidos y ese un muy mal momento. Tiempo despues siguieron viendose hasta que se hicieron inseparables, ella se enamoro como una idiota, pero lo mejor fue lo complices que se convirtieron... estudiaban juntos y tenian muchas cosas en comun, como los gustos musicales y literarios, eran una pareja de enamorados bellisima, se les veia siempre muy compenetrados. Agustin Miller, era un joven tranquilo muy inteligente y con unos ojos maravillosos, no eran verdes ni azules, pero eran hermosos, color miel decia ella, tenian luz propia, algo que a Matilde le fascinaba. Desde que se vieron por primera vez no se separaron mas. Por lo que la relacion se basaba al cien por ciento en la confianza, nunca hubo celos ni aprehensiones por parte de ninguno de los dos. Pero aquello habria cambiado de pronto hasta hace poco mas de un par de semanas en donde Agustin, actuaba de manera extrana con Matilde y cada vez que podia esquivaba su compania. Ella entendia que los nervios de un examen de grado conllevan querer aislarse del mundo y lo dejo, no quiso ser la tipica novia obsesiva e histerica, esos no eran rasgos de su personalidad, sino todo lo contrario. --!De pronto es mejor que salgas a tomar algo de aire, Mati!--grito su madre desde la cocina--. Quizas el encierro te este agobiando. --Si, puede que tengas razon, ire a buscar a Irene, para que me acompane un rato al rio. --Esta bien, pero ten cuidado, y relaja la mente hija tal vez si haces eso que tanto te gusta hacer para bajar las revoluciones, te sientas mejor. Te aseguro que no pasa nada Agustin llamara pronto. --Si--respondio Matilde con la mirada perdida--. Debo ser yo, no hay nada que el yoga no calme, vuelvo luego. A pesar de sus angustias y presentimientos Matilde tomo su equipo de yoga y lo metio en su bolso, conecto sus auriculares al equipo de musica y salio camino a las faldas del cerro cerca del rio, donde acudia normalmente con Agustin, alli llenaba su alma y espiritu de paz, el mismo le habia ensenado como hacerlo anos atras, cuando sus padres se habian separado y los nervios la tenian vuelta una adolescente neurotica y depresiva. Desde entonces intentaba meditar y hacer yoga cada vez que el cuerpo la traicionaba y la hacia preocuparse por todo y por nada. Antes de llegar al claro paso por la casa de Irene, quien ha sido su mejor amiga desde la infancia, para que la acompanara, aunque fuera a conversar un rato y despejar su mente de los supuestos del porque Agustin no se habria pronunciado, pero esta no se encontraba en casa. Le marco el celular pero salto el buzon de voz al segundo timbre, no le tomo mayor importancia, no era novedad que Irene no estuviese en casa era una amante de la libertad, lo que la hacia odiar mantenerse en casa por un par de horas, en cambio a Matilde le encantaba la paz de su habitacion el silencio y tener su espacio. Eran muy distintas pero muy amigas. Asi, oyendo la musica para meditar que emitian sus audifonos siguio su rumbo hasta el lugar en donde acostumbraba a ejercitarse con las energias de la naturaleza, se encontraba sentada en la posicion del loto concentrandose en que el aire llegara bien a su estomago, cuando un ruidola saco del modo << ommanipadmehum >> unas risas complices, los arbustos se movieron un poco mas abajo de donde ella estaba, penso en los chicos del colegio cercano, los habia visto antes reunirse en ese lugar; se sintio extrana, no era su costumbre curiosear, pero algo la impulso a acercarse... Y lo hizo cautelosamente, por un pequeno espacio entre las hojas de los arbustos y maleza los vio. Felipe e Irene... digamos que << divirtiendose >> , ella se encontraba sin su camiseta y Felipe disfrutaba de su generosa anatomia. Irene se retorcia y gimoteaba como actriz de pelicula para adultos, mientras Felipe ahogaba sus gemidos con besos poco carinosos, sino mas bien desesperados y agresivos. Matilde se quedo de piedra y cuando se dio cuenta que estaba observando a escondidas retrocedio de inmediato, se sintio voyerista y se avergonzo, sabia que su amiga era una loca, y aunque jamas la habia juzgado por ello no podia creer que estuviese con Felipe. Conocian a la novia de este, es mas, pertenecian al mismo circulo de amigos de ambos. Por otra parte se suponia que Felipe estaba en Quintero con Agustin estudiando, habia algo alli que no cuadraba para nada. Tomo todas sus cosas lo mas rapido que pudo y salio del lugar antes que cualquiera de los dos pudiera descubrirla y pensar que los habia estado observando !Que verguenza! Solo de pensarlo se le subian los colores al rostro, esa tarde estaba siendo realmente extrana. --?Y a ti que te pasa? Ni que hubieses visto un fantasma. ?O sera que tu amado principe azul aun no te llama? << Ojalahubiese sido un fantasma >> --penso--. !Y a ti que te importa! No seas intrusa--. Le respondio de mala gana a su hermana Marcela, una adolescente bastante odiosa y entrometida, como todas las hermanas menores. Matilde entro directo a su habitacion, la tarde de yoga y meditacion habia sido un completo fracaso, no podia sacarse de la cabeza las imagenes de su amiga con Felipe, y aunque se sacudia la cabeza como sacandose tierra del cabello, no pudo olvidarlas. Se metio en la ducha e intento lavar su memoria, siendo eso absolutamente imposible. --?Mama?-- pregunto con la esperanza de recibir una buena noticia. --No carino, no ha llamado, ?Porque no vas a su casa y hablas con su mama? Asi quizas te quedaras mas tranquila. --No me gusta parecer una desesperada-- respondio, negando con la cabeza y mirando la nada. --Lo se, pero una semana sin noticias es un tiempo razonable para acercarse y preguntar. --Si, tienes razon, pasare manana despues de clases. --Esta bien, entonces no te espero a almorzar. --No, mejor sera que no lo hagas, Maritza no dejara que salga de su casa sin comer con ella. --Esta bien, yo me ire a dormir carino, intenta relajarte. Por favor no pienses tonteras y descansa, cierra bien las ventanas esos malditos zancudos anoche acabaron conmigo.--Musito Josefa ya bostezando. --Si mama, descansa tu tambien-- contesto con voz apagada. Se besaron como todas las noches a modo de despedida y Josefa fue directamente a su habitacion, dejando a Matilde en la sala mirando la nada. Casi ya no le quedaban unas, tenia un presentimiento extrano y para eso ella era buena, generalmente obedecia a sus voces internas. En fin, al siguiente dia terminaria con ello que no la dejaba en paz. A primera hora se levanto tomo de desayuno lo que su estomago producto de los nervios le permitio digerir y partio a clases, como buen dia lunes estuvo intenso y agotador, termino casi a las 4 de la tarde. Llamo a casa de Agustin para avisar a Maritza, su suegra, que llegaria en treinta minutos mas o menos, eso si el trafico no era mucho. El telefono de casa sono y sono pero no contesto nadie, su suegra tenia un taller en casa, alli se dedicaba a tallar

  • El rompecabezas de los gatos blancos de Vlad Strange

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    Despues de dos anos, Arturo regresa a Mexico para asistir al funeral de Andrea, una companera de preparatoria. Ahi se reencuentra con Blanca, su exnovia y hermana gemela de su mejor amigo. Ella, totalmente destrozada, le comenta a Arturo sus sospechas sobre el supuesto suicidio de Andrea. Llevado por los sentimientos que Arturo aun tiene por Blanca, el accede a ayudarla a resolver el misterio tras la muerte de Andrea, sin prever que en su investigacion no solo descubriran las incognitas de un posible crimen, sino que tambien se destaparan los secretos de todos los que los rodean.

  • Erase una vez en diciembre de Claudia Cardozo

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    ELIZA El ano de Eliza Summers no habia hecho mas que empeorar desde el momento en que empezo. Primero fue lo de su madre, que eligio esperar a la manana despues de que celebraran la llegada del nuevo ano para anunciar que habia decidido mudarse a Canada con su nuevo novio. A Canada. Con un hombre al que apenas conocia. El hecho de que aquel hombre le agradara y que le pareciera el mejor tipo con el que su madre se habia involucrado desde que podia recordarlo no fue un gran consuelo. Hasta entonces solo habian sido ella y su madre y de pronto se vio diciendole adios sin saber cuando volveria a verla. Bueno, en realidad no era cierto aquello de que solo habian sido ella y su madre. Tambien estaba su hermana Linda, pero ella tambien se fue; lo hizo mucho antes, cuando se caso y formo su propia familia, asi que a Eliza no le habia quedado otra alternativa que hacerse a la idea de que ella y su madre eran una especie de equipo de dos, companeras. Pero claro, la senora Summers no habia estado de acuerdo. A la marcha de su madre habia seguido el cierre de la empresa de diseno grafico en la que habia trabajado durante tres anos. Su jefe la mando a llamar a mediados de mayo para decirle que habia decidido vender porque las cuentas no daban para mas. Era una empresa pequena y apenas habia conseguido sostenerse en el ultimo ano; era dificil mantener una cartera de clientes que les permitiera sufragar los gastos cuando las nuevas tecnologias habian dado un bandazo en el mercado. Muchas personas que habian recurrido a ellos hacia unos anos ahora se volcaban a realizar sus propios disenos en linea a un costo mucho menor del que ellos podian permitirse cobrar. Su jefe fue muy amable, incluso le dio una pequena gratificacion que no le correspondia y le deseo la mejor de las suertes; segun el, seguro que con su talento para el dibujo podria encontrar algo mejor muy pronto. Unos meses despues, en tanto Eliza se afanaba por cambiar el pienso de la jaula de un huron particularmente malhumorado, tuvo que reconocer que las predicciones del bueno de Owen estaban lejos de haberse concretado. No solo no consiguio un buen trabajo sino que no pudo dar con uno relacionado con su especialidad antes de que sus ahorros empezaran a descender de forma alarmante. Asi que no le quedo mas alternativa que buscar algo mas. Cualquier cosa que le sirviera para pagar las cuentas. Lo bueno fue que no le tomo mucho esfuerzo encontrarlo; no solo eso: la paga era decente y le quedaba cerca de casa. Lo malo... bien, lo malo era que no era precisamente la clase de empleo que habria tomado de haber podido elegir. --?Como le va a Cosmo? ?Esta comodo? Eliza ahogo un suspiro y sonrio al oir los pasos de la senora Fitzwilliam tras ella. La mujer era un encanto, se recordo cuando la vio introducir un dedo por entre los barrotes de la jaula para acariciar los morros del animal que, como por obra de gracia, habia decidido enroscarse y parecer muy pacifico, nada que ver con las poses de demonio de Tasmania que asumia siempre cuando ella se le acercaba. --Ya me gustaria a mi sentirme tan a gusto --respondio ella dirigiendole una mirada recelosa --. Estaba a punto de terminar con el y luego me pondre con Buster. La senora, que era una de las mujeres mas altas que habia visto, mantenia una postura encorvada y reia entre dientes mientras hacia algunas carantonas al animal. --Bien. He visto que parece estar mejor pero hay que mantenerse muy atentas con el. Solo por si acaso. Buster, el pequeno erizo, era el residente mas viejo de la tienda de mascotas y el consentido de la senora Fitzwilliam. La duena de la tienda hacia los ruiditos mas graciosos para llamar su atencion cada vez que pasaba junto a su jaula y nada parecia alegrarle mas que cuando el erizo elevaba la cabecita con suavidad para fijar sus ojos oscuros en ella. A Eliza no terminaba de convencerle esa comunicacion que la senora parecia entablar con todos los residentes que tenian en la tienda, como ella les llamaba, pero tampoco se esforzaba por encontrarle sentido. Le gustaban los animales como al que mas, pero estaba lejos de ser un doctor Dolittle. --Nunca hubiera pensado que un erizo requeria tantos cuidados. La senora Fitzwilliam asintio al oir su comentario en tanto la veia asegurar la jaula del huron, que parecio muy satisfecho de que lo dejaran en paz. --Son muy fragiles, pero valen la pena; son los animalitos mas afectuosos que puedas imaginar. A Eliza no se le ocurrio contradecirla aunque la verdad era que le parecia que eran mas bien indiferentes, como la mayoria de los que se encontraban en la tienda. El negocio de la senora Fitzwilliam se encontraba cerca del edificio de apartamentos en que habia vivido siempre, algo apartado del centro de Boston. Era una zona muy poblada y tan lejos de las mas renombradas de la ciudad que los alquileres eran accesibles y, segun le conto la senora cuando llevaba un par de semanas trabajando alli, fue eso lo que le permitio reunir el dinero para rentar el espacio y cumplir su sueno de tener una tienda de ese tipo. El lugar en si no era muy grande pero el senor Fitzwilliam era contratista y habia logrado dotar al espacio de una apariencia muy agradable. Aprovecho los techos altos para acomodar una hilera de estantes multicolores en los que apilaban los juguetes para mascotas que eran el orgullo de la senora Fitzwilliam y las enormes bolsas de comida estaban dispuestas en un semicirculo en un extremo del lugar. Habia una trastienda que fungia de almacen y un pequeno espacio en el que Eliza acostumbraba comer cuando no le daba el tiempo para ir al cafe que tenian al otro lado de la calle y que ofrecia unos almuerzos bastantes economicos. Habian sido unos cinco meses muy raros, se dijo ella en tanto seguia a la senora al mostrador. Jamas hubiese imaginado que terminaria trabajando en un lugar como aquel, pero aunque no hubiera sido sincera de no reconocer que echaba de menos su viejo empleo, donde podia hacer lo que en verdad le gustaba, alli tampoco le iba tan mal. --Voy a necesitar que manana te quedes una hora mas despues del cierre. Traere algo de casa para que ambas podamos cenar ?que dices? El senor Fitzwilliam dijo que hoy prepararia lasana y pense en guardar un par de trozos para nosotras... Eliza fruncio el ceno; no tanto por el pedido en si, que no era poco habitual; no era raro que se quedara un rato mas al menos una vez por semana para hacer un inventario o pasar las ordenes de algunos pedidos de ultima hora. Lo que le llamo la atencion fue la expresion ilusionada en el rostro de la senora; no parecia como si resintiera tener que quedarse tambien y sacrificar el poco tiempo que podia pasar en compania de su marido y sus tres bulliciosos hijos. --Claro. No hay problema. Su jefa parecio encantada con su respuesta; tanto, que Eliza la vio dar palmaditas y no pudo menos que arquear una ceja. --Procura traer ropa comoda --sugirio la senora al vuelo. --De acuerdo... --Nada inflamable. --?Que? La senora se inclino para tomar una pecera enorme y la sostuvo como si no pesara nada en tanto le dirigia una mirada sonriente en la que Eliza creyo distinguir un leve tinte de verguenza. --Es posible que me haya pasado un poco el ano pasado y tuvimos un pequeno incidente. Nada serio --se apresuro a aclarar ella ante su expresion intrigada--. Unas cuantas llamas. Ni siquiera hizo falta llamar a los bomberos; lo solucione de inmediato con el extintor. --Ya. ?Que es exactamente lo que vamos a hacer? --Pregunto Eliza empezando a sentirse un poco preocupada. --Pondremos las decoraciones navidenas, por supuesto. --Pero... todavia estamos en noviembre. --Fines de noviembre --corrigio la senora luego de dejar su carga sobre un aparador--. Vamos con mucho retraso, en realidad. Siempre me ha gustado empezar en octubre, pero estas semanas hemos tenido demasiado trabajo... --Octubre --susurro Eliza, consternada-- ?Decora la tienda para Navidad en octubre? La senora rio e hizo un gesto distraido. --!No seas tonta! Sacamos las cosas del almacen en octubre, pero no empezamos a decorar hasta inicios de noviembre --aclaro ella. --Aun asi. Es demasiado pronto... --No lo creo. El tiempo pasa muy rapido, y ademas, la Navidad es una epoca tan bonita que me gusta alargarla tanto como puedo. ?Cuando acostumbran ustedes poner el arbol y esas cosas? Eliza estuvo a punto de decir que ya no habia un <> en lo que a ella se referia. Sin la presencia de Linda y ahora, tras la partida de su madre, su pequena familia se habia reducido a un solo miembro: ella. Y si de por si, cuando estaban las tres, nunca se habian afanado mucho por celebrar la Navidad mas alla de los correteos para decorar la casa al descuido un par de dias antes de la vispera y las acostumbradas carreras para comprar los regalos y preparar una cena sencilla, ese ano no tenia planeado hacer nada en especial. Aun mas, en lo que a ella se referia, pensaba hacer como si fuera un dia cualquiera. Pero no quiso sonar rara ni tener que dar demasiadas explicaciones respecto a por que le emocionaba tan poco la temporada, de modo que se encogio de hombros para dar a entender a la senora que no era algo acerca de lo que le apeteciera hablar. Por suerte, ella parecio entenderlo porque enrumbo su artilleria a un tema menos peliagudo que no fuera el escaso entusiasmo de su ayudante. --Bueno, de cualquier forma tenemos que poner manos a la obra. El ano pasado ganamos el concurso y no podemos ser menos este --comento ella. --?Que concurso? --El de decoracion navidena --explico ella--. Se organiza todos los anos entre los negocios de la zona. --?En serio? --Si, claro. Y tuvimos tambien una mencion especial como el mejor iluminado. Eliza contuvo un grunido. --Por eso lo de la ropa inflamable --aclaro la senora luego de tenderle una ruma de revistas de psicologia animal--. El senor Fitzwilliam dijo que debio de tratarse de un cortocircuito por una sobrecarga... demasiadas luces. Tendre mas cuidado, pero solo por si acaso... y sujetate bien el cabello. El ano pasado estuve a punto de desaparecerme el flequillo. Eliza se llevo una mano a su cabello castano que llevaba suelto sobre los hombros y lo echo hacia atras por instinto. --Esta bien --acepto ella a reganadientes. --Estupendo. Sera divertido; el ano pasado no tenia a nadie que me ayudara y tuve que hacerlo todo sola --comento la senora con un suspiro de agrado antes de observarla con expresion ansiosa-- ?Tienes algun pedido en especial? --?Pedido? --Musical --explico ella--. A mi me gustan los clasicos. Un poco de Sinatra, algo de Armstrong, pero tengo todo tipo de discos; podemos poner lo que gustes. --?Se refiere a villancicos? --Si, claro. ?Te gusta Buble? Mi hija lo adora. Eliza hizo un gesto vago. --?Acostumbra oir villancicos mientras decora? --!Por supuesto! ?Tu no? Iba a ser una hora muy larga, se dijo Eliza forzandose a contener una mueca y esbozar lo mas parecido a una sonrisa que pudo fingir. --?Sabe que? Usted escoja --ofrecio ella--. Lo que prefiera estara bien. --Como quieras. Eliza abandono la tienda unas horas despues con el torso embutido en su chaqueta favorita, que era lo bastante mullida para protegerla del aire frio que habia empezado a azotar los arboles de la calle. Le parecia increible que estuvieran ya a puertas del invierno y, por ende, de la Navidad. De no ser por la senora Fitzwilliam, era posible que no hubiera reparado en ello hasta unos dias antes; tan poco le importaba ese ano. En realidad, habria preferido que su jefa no mencionara nada porque asi hubiera sido mas facil ignorarlo. Ahora, aunque pensaba mantener a raya toda esa tonteria en su apartamento, iba a verse obligada a fingir un entusiasmo que estaba lejos de sentir solo para no decepcionar a la senora. Nunca entenderia por que la gente le daba tanta importancia a esa celebracion, se dijo al dar una patada a una piedra con la que estuvo a punto de tropezar. Era una excusa para gastar de mas, beber mucho y comer hasta reventar; ademas de medir el afecto que uno pudiera sentir por alguien gracias a los regalos que la mayoria se afanaba en comprar. Todo el mundo finge ser mejor de lo que en verdad es en Navidad, musito entre dientes al arrebujarse mejor en su abrigo y dar una mirada alrededor para estudiar los comercios de la cuadra que, descubrio con horror, habian empezado a decorar sus escaparates. Incluso creyo reconocer la espantosa figura de un enorme muneco de nieve inflable asomando del techo de una zapateria. Tira de chiflados despilfarradores. Eso era lo que eran, se repitio una y otra vez tras fruncir el ceno y desviar la mirada hacia una esquina poco iluminada, donde hasta el mes pasado funcionaba una heladeria que siempre le parecio demasiado elegante para la zona. No fue raro que el negocio cerrara al poco de abrir y tampoco que un anuncio de <> permaneciera colgado durante semanas antes de notar que lo habian retirado hacia algunos dias. Desde entonces, cada vez que pasaba por alli al dirigirse al trabajo y volver horas despues, habia advertido un ruido proveniente del interior que indicaba que estaban haciendo algunos trabajos para adaptarlo a lo que fuera que pensara abrir el nuevo inquilino. Eliza sentia curiosidad, lo mismo que el resto de la cuadra, e incluso habia comentado el tema con la senora Fitzwilliam, que parecio un poco preocupada ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algun tipo de competencia, pero Eliza intento tranquilizarla entonces al decir que a su parecer debia de tratarse de un establecimiento de comida, que eran los mas populares en la zona. En ese momento, se detuvo unos minutos ante la cristalera tapiada y aguzo el oido por si le llegaba algun sonido ademas del golpeteo que le sirviera de pista, pero no hubo nada que pudiera considerar un indicativo del giro que pensaban dar al negocio, asi que, tras dar una ultima mirada, se encogio de hombros y se dirigio a la parada del autobus. Mientras apoyaba la frente sobre el cristal una vez que ocupo un asiento en la ultima unidad que pasaba por alli a esa hora, y se ajustaba los auriculares, se dijo que en lugar de husmear donde no le incumbia, deberia preocuparse por lo que le esperaba al dia siguiente. Una hora junto a la senora Fitzwilliam decorando la tienda con villancicos como acompanamiento musical. Seria un milagro si salia de una pieza de algo como eso, se dijo refundiendose en el asiento con los ojos entornados por el fastidio. De una pieza y con su cabello intacto.

  • El desafio de Dorian de Julio Sanchez

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    Agosto de 2003. La extrana muerte en accidente de trafico del conocido empresario Alonso Escamez destapa un sordido juego.
    Un grupo de pretenciosos internautas aficionados a los juegos de rol veran perturbadas sus vidas de forma inesperada con la irrupcion de Dorian un inquietante y enigmatico personaje que convertira a un empresario de exito, a un magistrado caduco, a un influyente editor y a un timorato profesor de economia en marionetas de un macabro desafio.
    El periodista Juan Valcarcel y la hija del fallecido trataran de esclarecer las circunstancias de su muerte y su relacion con el extrano juego viendose involucrados en una vertiginosa investigacion relacionada con las ciudades de Amsterdam, Londres y Fez y con el mundo de la pintura como desconcertante trasfondo.

  • Una lista de deseos y treinta noches de invierno (Jacaranda 2) de Yanira Garcia

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    Puede que, de nuevo, no sea necesaria la carta de presentacion. No la mia, porque ya me conoceis, pero a el no. El, Ethan, el chico de la armadura de cristal, el chico serio que no sonrie con cualquier broma, el chico de la mandibula recta y las perfectas patillas, el chico frio, tan frio como el hielo. El chico que teme que le hagan dano, humano, sensato y parco en palabras. El chico de los secretos inconfesables y la magia sin trucos. El. Una vez mas, el. Lo que estoy segura de que si que debo contaros es que he regresado a Jacaranda de nuevo y no lo he hecho sola, tampoco en verano. La estacion ha cambiado, la temperatura tambien y las gotas de sudor han sido sustituidas por el vaho que se escapa cuando confiesas tus deseos, cuando escribes una lista que no esperabas escribir y cuando un mes cambia por completo el resto de tu existencia. Ethan llego a mi vida como el invierno llega tras el otono. Ponte unas botas de montana, una bufanda y un gorro de lana y deja que lo que hay dentro de estas paginas te cuente mi invierno, el invierno que cambio nuestras vidas.

  • Un escoces en la oscuridad (Escandalos y Canallas 2) de Sarah Maclean

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    La senorita Lillian Hargrove ha vivido casi toda su vida sola, en una jaula dorada, anhelando amor y compania. Cuando un famoso artista la tienta con hermosas promesas y le ruega que pose para un escandaloso retrato, Lily no vacila., hasta que ese mentiroso canalla la deja en evidencia. Cuando el cuadro se hace publico, a Lily no le queda mas remedio que recurrir al unico hombre que puede salvarla de la ruina.

  • La hija de la nieve de Nuria Esponella

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    Enrique, un ingeniero auxiliar del tren cremallera de Nuria, y Juana, una camarera que acabara siendo profesora de esqui, se conocen a casi 2000 metros de altura, cuando los <>, de la FMGP
    (Ferrocarriles de Montana a Grandes Pendientes), estan construyendo la obra de ingenieria a mas metros de altitud de toda la peninsula iberica. Todo va bien aunque, en un momento determinado, la guerra rompa la relativa placidez de sus vidas.
    Mas tarde, en los anos cuarenta, Juana tendra que hacer una travesia por las cumbres de los Pirineos, arriesgando su vida para poner a salvo las de mujeres y ninos huidos de la guerra europea, con consecuencias que cambiaran su vida para siempre.

  • El acuerdo de Liss Moura

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    Soy un espiritu libre, no dejare que ningun hombre me domestique. Si todas mis amigas se casan no significa que yo tenga esa misma necesidad. El amor siempre termina mal y no expondre a mi corazon a ello.

  • Alicia en el pais sin wifi de Nina Minina

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    Alicia Trevi vive su particular vida de GLAMUR en Madrid. Pronto estrenara pelicula, esta mas delgada que nunca, goza de una privilegiada tarifa de datos que satisface su NOMOFOBIA y, ademas, se esta tirando al GUAPAZO nacional del momento.
    ?Que mas podria desear? Lo tiene todo.

  • Solo tu me besas (Amor en Nueva York 3) de Lola Cooper

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    A Hannah no le gustan los gatos. Ni su casero. Ni los ruidos de las obras del piso de arriba. Tampoco le gusta ese tipo, Steve, el encargado de la obra que no hace mas que interrumpirla a todas horas, aunque no tiene mas remedio que reconocer que es guapisimo.
    Steve es un hombre sencillo con una vida normal. Entonces, ?por que le gusta tanto esa extrana pelirroja, enganchada a los videojuegos, a la comida basura, adicta a hackear paginas web y a meterse en los ordenadores y las vidas ajenas?

  • Dulce sangre mia (Cronicas del Supramundo 1) de John Corwin

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    ?DE CERO A LA IZQUIERDA A HEROE?

  • El valle de dos caras de Amador D. Gervasio

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    Al final de la Guerra de Secesion, en un minusculo pueblo del Salvaje Oeste, Abigail y su madre son atormentadas por un terrible circulo religioso recien llegado. Un enigmatico reverendo viene para imponer su fanatismo a base de versiculos biblicos y condenar a los infieles.
    Un oscuro secreto del pasado obligara a Abigail a reclamar una vida arrebatada. Un juicio impredecible la llenara de desilusion, brutalidad y depravacion hasta el punto de cuestionar su propio codigo moral.

  • Los muertos de Alvaro Bisama

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    Muertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros mas muertos que ellos. Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueologos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura.
    Muertos que no saben que estan muertos.

  • A Quemarropa de Richard Stark

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    Parker era un profesional. Cada uno de sus trabajos era garantia de exito. No importaba cuan dificil o peligroso pudiera ser: si conseguia reunir un buen equipo y los beneficios eran razonablemente elevados, no habia banco o caja fuerte que se le resistiera. Incluso bajo las condiciones mas desfavorables, su sangre fria y su falta de escrupulos pasaban por encima de cualquier obstaculo que se interpusiera en su camino. Por ello, cuando su mujer y sus socios creyeron que seria una buena idea traicionarle y huir con su ultimo botin, cometieron sin saberlo el mayor error de sus vidas. Peor aun: cuando le dispararon a quemarropa para acabar con su vida, deberian haberse cerciorado de que, efectivamente, Parker jamas seria capaz de levantarse de nuevo para cumplir la mas sangrienta y cruel de las venganzas. A quemarropa, publicada por primera vez en 1962, no solo es una de las obras cumbre de Richard Stark (seudonimo de Donald E. Westlake), sino que ha acabado convirtiendose en un titulo imprescindible de la literatura criminal norteamericana.

  • Goodbye Days. Un mensaje. Tres despedidas de Jeff Zentner

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  • Un Dia Maravilloso de Amabile Giusti

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    Grace Gilmore lo tiene todo. A los dieciocho anos, su mundo es un puzle en el que cada pieza ocupa su lugar preciso: padres ricos y afectuosos, novio tipo principe azul, proximo acceso a la Universidad de Yale… Hasta que tres golpes bajos del destino en un solo dia hacen que su universo se desmorone y la joven se rebele ante ese futuro perfecto que los demas han elegido para ella. Con su decepcion y los pedacitos de su antigua vida a cuestas, Grace se embarca en un road trip por Estados Unidos en busca de sus suenos y siguiendo solamente su instinto.

  • El secreto del boticario de Amanda Clark

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    Ano 2018. Paola Godoy es una joven periodista que trabaja desenmascarando a farsantes que aseguran tener cualidades paranormales. Cuando le asignan investigar a Lorenzo Santillan, un famoso hipnotista, no imagina que su vida dara un giro de ciento ochenta grados. Unos extranos recuerdos afloraran desde lo mas profundo de su mente.

  • Feminismo para torpes de Nerea Perez De Las Heras

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    Partiendo de escenas cotidianas, planteadas desde el humor, y desde su propia experiencia, Nerea Perez de las Heras analiza de manera critica todos los aspectos relacionados con el feminismo: el patriarcado y la manera de estar en el mundo de los hombres, los hitos de la historia del feminismo, los cliches del negacionismo machista, los mensajes que la sociedad envia a las mujeres sobre como deben comportarse, cosas que parecen feministas pero no lo son. Todo ello desgajado en escenas cotidianas cargadas de humor que sirven como punto de partida y a la vez como toque de atencion de la presencia del machismo en el dia a dia.

  • Viaje al fin del oceano de Karina Luz

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    ?Alguna vez te has enamorado del mar? Viaje al fin del oceano es un canto a la belleza de los suenos imposibles haciendose posibles, a ese amor entre seres afines y al mismo tiempo opuestos, que encontraran el amor verdadero mientras libran infinitas batallas de supervivencia en un realidad paralela, junto a Dioses, reinas, corceles alados y criaturas monstruosas. Hulsh es una joven nomada que dejo su tragico pasado atras; quedara embelesada con la luz azul inmarcesible y esplendorosa, que terminara por transportarla a otro mundo, mas maravilloso, mas real. Alli conocera al oceano en persona, conocera la poesia y luchara por descifrar un poema misterioso que encierra la clave de su destino.

  • Torbellino de Joan A.

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    --!Punto de ajuste! --Llamo, incapaz de mantener el regocijo infantil de mi voz. Martin me mira con el ceno fruncido a traves de las gotas de sudor en su frente y hace rebotar la pelota de tenis con rabia. --!Falta! --Me rio, mientras el siguiente saque de Martin se estrella en la red entre nosotros. Su ceno fruncido se profundiza. Despues del inevitable punto final, cruzo la cancha y lo abrazo, nuestras camisetas manchadas de sudor pegadas en el calor de Nevada. --Definitivamente eres mejor abogado que un jugador de tenis --le sonrio. Martin y yo hemos sido amigos desde que tengo memoria. Fuimos juntos a la escuela y nos hemos mantenido unidos, una de las pocas personas de verdad en las que pude confiar despues de que empece a ganar dinero de verdad. Otras personas han ido y venido en mi vida, pero Martin ha permanecido constante. Poco mas de 30 anos, una vida de cenas corporativas y borracheras con los clientes se esta empezando a notar en el. Su cuello se ha vuelto mas grueso y rojo, y el estomago, que antes era plano, ahora esta cubierto con una capa cada vez mayor de grasa de confort. A pesar de ello, sigue teniendo su aspecto juvenil, y el tono gris de las sienes le ofrece un aire mas distinguido que le sirve bien. Su molestia por haber sido demolido profundamente se calma rapidamente, mientras me mira de arriba a abajo. --Esta bien para ti --refunfuna--. Sigues teniendo el mismo cuerpo flaco que tenias cuando eras un adolescente. Me rio. La verdad es que me dirigia igual que Martin hace unos anos. Feliz en una relacion segura y comoda y disfrutando de los frutos de la empresa de diseno de juegos que estableci a los 20 anos. Luego, cuando Laurie… se fue, las cosas cambiaron. Me uni al gimnasio, empece a ver a un entrenador personal 3 veces a la semana, y el hambre por los negocios volvio. Todo para mejor, me digo a mi misma. Aplaudo a Martin en el hombro. --Bueno, no todos los dias puedes comprar tu propio hotel en Las Vegas --digo alegremente --. Hemos probado las instalaciones, !creo que es hora de probar el bar! Martin se rie, toda la mala voluntad del partido de tenis se evaporo. --Cuidado --dice, dandose palmaditas en las tripas--. Terminaras como yo si no tienes cuidado. --?Que? --Digo, mientras nos dirigimos a los vestuarios--. ?Dos veces divorciado y feliz? --!Veamos si podemos encontrar un candidato para el divorcio numero 3! ***** El pelo todavia humedo del spa del hotel; tomo el ascensor con Martin hasta nuestras suites. Un golpe fuerte indica una parada en el vestibulo en el camino. Apenas son las 5 de la tarde, y el trafico peatonal es bastante ligero, pero cuando las puertas se abren, dos chicas entran en la cabina del ascensor con nosotros. Ambas estan bronceadas y son delgadas, y llevan su buena apariencia con ligereza. Evidentemente, acaban de llegar de la piscina, con el pelo brillante por el agua. Siento que Martin se mueve a mi lado y sonrio cuando levanta una ceja. La mas baja de las dos chicas, con un corte de pelo castano ondulado y piel bronceada, mira por encima del hombro y nos sonrie coquetamente. Le devuelvo la sonrisa y siento que Martin hace lo mismo. La otra chica tiene el pelo corto, recortado, casi como el de un chico, pero lo lleva con una confianza tranquila. Su piel es mas oscura que la de la otra chica, como la teca bordeada de miel, y la camisa blanca suelta que lleva atenua las lineas flexibles de su tonificado fisico. Cuando las puertas del ascensor se cierran, me atrapa mirando el reflejo del metal y sonrie suavemente. Nuestros ojos se encuentran por un instante, y yo soy el primero en dejar caer mi mirada. Las chicas salen en el noveno piso, y ambas sonreimos de nuevo mientras la chica mas baja dice un rapido ‘adios’. --?Numero 3? --Martin me susurra, mientras las puertas se cierran una vez mas. ***** El Bell tower Grand Hotel and Casino, domina el borde sudeste de la franja de Las Vegas. Desde la suite del atico, puedo disfrutar de las vistas panoramicas en 3D del horizonte de la ciudad. Al oeste, la ciudad brilla en toda su extravagancia de neon. Al este, la vista montanosa del Parque Nacional de Red Rock Canyon se puede ver simplemente, tenida de rojo y negro en la luz que se desvanece con la puesta de sol. Prefiero la vista desde este lado del hotel. A la mayoria de los clientes les gustaria ver el brillo y la chispa de los casinos y los fuegos artificiales, pero a mi siempre me ha gustado la tranquila soledad de las montanas. Las farolas de abajo todavia brillan, pero parecen transitorias y efimeras en relacion con la solida tranquilidad de esos distantes picos. Suspiro. Habia sido mi idea beber en el bar con Martin, pero ahora, de vuelta en la oscura habitacion del hotel, miro por las ventanas y puedo sentir la emocion del trato, y el zumbido del alcohol, evaporandose. Cuando los inversores se me acercaron inicialmente con la idea de comprar un hotel, me rei. Soy un disenador de juegos, y uno de exito, pero ?que sabia yo de hoteles? Sin embargo, como Martin sigue diciendome, parece que tengo el don de convertir todo lo que toco en oro. Empece con un par de boutiques en Kensington y Chelsea, y luego, 2 anos despues, a la madura edad de 31 anos, me encuentro como propietario de esta monstruosa empresa. Mientras las maquinas tragamonedas hacen ruido y zumbido a 30 pisos debajo de mi, casi puedo sentir el exito que irradia el lugar. Una pena que no se pueda decir lo mismo de mis relaciones. Como el Rey Midas antes que yo, me pregunto si estoy maldito. He dejado a Martin hundiendo cocteles en el bar y me he escabullido de nuevo arriba. Me digo a mi misma que fue por el vuelo de las 7 de la manana que tengo manana, pero en realidad solo queria escapar. Tengo ganas de hibernar, como un oso olfateando el invierno. Miro la brillante pantalla del reloj del hotel y veo que acaban de dar las 10 de la noche. Siempre he sido una lechuza nocturna, pero el zumbido del dia ha dejado un hueco, que espero en vano que el sueno pueda llenar. Me encogi de hombros ante la camisa y el traje confeccionados y los deje caer al suelo sin ceremonia alguna. Mientras me deslizo entre las crujientes sabanas blancas, cierro los ojos y escucho el debil zumbido del aire acondicionado, imaginando que puedo oir los sonidos de juerga y risas a nivel del suelo. La gente estara o bien montando la emocion del juego o bien revolcandose en la desesperacion de los suenos destrozados. La casa siempre gana, y ahora yo soy la casa. Extranamente no encuentro este pensamiento muy reconfortante. --?Crees que puede oirme? --?Crees que es un el? La sonrisa de Laurie ilumina su rostro. Siempre ha tenido un conjunto bastante duro en sus rasgos, una cualidad reservada que la hace parecer distante hasta que la conoces. Luego, cuando sonrie, parece una adolescente, llena de travesuras y asombro. --Claro, un verdadero nino de mama. Mi cabeza descansa en el estomago de Laurie, mis ojos miran fijamente a los suyos. --Asi que --repito--. ?Crees que puede entender a su padre? Su mirada se aleja. --El doctor dijo que el o ella --dice ella de forma puntual--, puede empezar a oir a las 18 semanas. Acaricio mi mano suavemente a traves de su barriga. --Ya sea un el o una ella, van a ser increibles --digo--. Igual que su mama. Un fuerte golpeteo me despierta de sobresalto. Entrecierro los ojos al reloj. A medianoche. --!Alex-an-der! --dice una voz a traves del estruendo. Gimoteo. --!Tenemos un vuelo manana! --Le grito a la puerta cerrada. La verdad es que me siento un poco desorientado. El sueno de Laurie parece aferrarse a mi como el humo. --!Alex, vamos! Abre. Acolche la puerta en ropa interior y la abri. Un Martin Caspers desgrenado esta de pie apoyado en el marco, una botella de champan medio borracha cuelga de una mano. Me sonrie. --?Que estabas haciendo? --pregunta, haciendome a un lado cuando entra en la habitacion. --Tenemos un vuelo a las 7 de la manana --le digo en respuesta, mientras empieza a hurgar en el mini bar. El pesca un gin-tonic premezclado y me lo da. --Vamos, tienes que jugar a ponerte al dia. --Martin --empiezo, pero su cara de fanfarron no admite discusion. Tomo el trago y lo devuelvo, el tonico efervescente y mordiente en el fondo de mi garganta. Sinceramente, agradezco su interrupcion. --Vamos --dice, tomando la botella vacia y entregandome otra--. Vamos a salir. --?Hay algo que pueda decir para convencerte de lo contrario? En respuesta me entrega mis pantalones. Linda --No se tu --dice Kristen, aplicando su brillante lapiz labial carmesi--, pero yo voy a tener sexo esta noche. Me rio. --Bueno, siempre y cuando no los traigas de vuelta aqui --digo--. Creo que puede ser un poco incomodo con tres en una cama. Hemos venido de vacaciones a Las Vegas, ya que Kristen recibio dos entradas gratis de un cliente en su estudio de moda. Ella tiene una pequena tienda con clase en el Soho, Londres, y el mes pasado literalmente se metio en mi apartamento cuando se entero de que uno de sus disenos estaba siendo seleccionado para un desfile de moda en Las Vegas. El desfile ha sido un gran exito, y estamos pasando unos dias extra para relajarnos bajo el sol del desierto. Desafortunadamente, la habitacion que nos han dado es para una pareja, pero no me importa. La cama es tres veces mas grande que la de mi pequeno apartamento en mi casa, y conozco a Kristen desde la escuela secundaria. --Dejare un sombrero en la puerta --sonrie Kristen astutamente, y me lanza el lapiz labial juguetonamente. Lo agarro habilmente y sacudo mi cabeza en un simulacro de horror. --No es mi color --digo. Kristen cruza la habitacion en su sosten y pantalones y me abraza. --!Todavia no puedo creer que uno de mis disenos estuviera en un desfile de moda americana! --dice--. Quiero decir, !Lady Gaga estuvo alli! --No creo que ni siquiera ella se ponga esto --digo, y le devuelvo el lapiz labial. --Estoy orgulloso de ti --agrego. --Gracias --ella sonrie, encogiendose de hombros en un vestido corto de lentejuelas plateadas. El color realza los reflejos de su cabello castano. --Ahora, es hora de beber. Hacemos disparos y luego salimos. La franja de Las Vegas parece invadir todas las ventanas mientras el taxi se desliza entre el trafico. Es como un asalto visual a los sentidos. Kristen resplandece como una nina pequena, todavia montando la euforia de su reciente exito. --Este lugar esta realmente sin descubrir --dice, por tercera vez. Esta un poco borracha y se le ha metido un rubor en las mejillas que la hace parecer aun mas guapa de lo normal. --Asi que, sigue diciendome --le sonrio, pero no me escucha. Sus ojos se centran en el brillante mundo exterior. Estoy realmente feliz por ella, pero una parte de mi se siente deprimida. No puedo poner el dedo en la llaga, pero todo el neon parpadeante y el glamour me hace sentir un poco vacia por dentro. --Estamos aqui --dice Kristen, literalmente aplaudiendo con emocion. El ruido y el calor nos golpea cuando salimos de la cabina. Es mas de medianoche, pero la ciudad no muestra signos de desaceleracion. Todo lo contrario, las cosas parecen estar acelerandose. El ritmo del club se escucha desde la calle. --!Vamos! --dice Kristen, agarrando mi mano mientras le pago al conductor. En el interior, la oscuridad se ilumina con la misma grandeza de neon que la franja exterior. Parece un microcosmos de Las Vegas en si, solo que sin las tragaperras. Kristen se cuela entre la multitud y nos mete en un espacio en el bar. --Crei que habias dicho que este lugar estaba sin descubrir. --Digo, mirando a la masa de gente alrededor. --?Que? --grita Kristen por el ruido. Vuelvo a sonreir y tomamos un par de copas. Nos abrimos paso hasta la pista de baile, y yo ronde por el perimetro. Me siento como un ciervo en la orilla de un lago, mirando a los depredadores. Kristen, por otro lado, es una depredadora. --Tenemos que entrar ahi --dice, senalando un area elevada marcada como ‘VIP’. Parece un punto de calma dentro de la tormenta. Glamorosas personas con ropa cara estan sentadas en profundos sofas, hablando en voz baja. Es evidente que el sonido solo debe llegar hasta aqui con los plebeyos. --Esten atentos a que alguien venga aqui abajo --me dice al oido. Su voz es humeda y gutural contra mi piel. Es como una cuerda de guitarra pulsada, zumbando y resonando. Yo bebo a sorbos mi bebida. Me siento fuera de mi alcance. No se por que exactamente. Nunca he sido del tipo timido y retraido, siempre me he sentido comodo dentro de mi propia piel, pero algo en este lugar me pone al limite. Puedo sentir el sudor picando en el borde de mi cuero cabelludo, y el calor y el ruido son opresivos. Tomo otro sorbo de mi bebida, dejando que el frio alivie mi garganta. El sabor me recuerda a cuando me colaba en los clubes en mi adolescencia, cuando salia para pasar una noche bebiendo y bailando con mis amigos, cuando les decia a nuestros padres que nos quedabamos en las casas de los demas. Creci en Londres, justo en el corazon de la ciudad. Mi madre era profesora, y me habia educado para que tuviera confianza en mi misma y me hiciera preguntas, sin dejarme nunca caer en las trampas con las que vi que muchos chicos de mi edad se veian atrapados. Nunca conoci a mi padre, pero no puedo decir que la falta fuera algo que me preocupara. Mi madre es una fuerza de la naturaleza, y ella ciertamente compenso por dos padres. --Vamos, bailemos --dice Kristen, obligandome a abandonar mi vaso. La presion de los cuerpos en la pista de baile es sofocante, pero Kristen golpea y engatusa a su pequeno marco en un hueco, y el espacio parece abrirse a su alrededor, tanto hombres como mujeres apreciando la vista. Ella se mueve seductoramente con el ritmo, y yo me uno a ella, sintiendome mas libre de lo que he sido en dias. Como un director de orquesta, parece que orquestamos a la multitud, y el DJ responde, recogiendo el ritmo y dejandonos llevar. Mi incomodidad desaparece. Capitulo Dos Alex El club es como un reflejo barato de la ciudad en las afueras. Las luces parpadeantes y la musica ensordecedora no contribuyen a aliviar la tension que siento, y la zona VIP que ha dispuesto Martin apenas es mas tranquila. Me siento a tomar una cerveza y escucho a Martin charlar con dos chicas americanas altas que estan a un trago de caerse del sofa. --Tu solo te haces el fresco y distante --dice sonriendo--, las voy a enrollar. Una carrera de charlar con los clientes le da a Martin un talento notable para sostener su bebida. Se emborrachara, ciertamente, pero solo hasta cierto punto. Parece que entonces se encuentra al borde de la embriaguez total, y a menudo es aqui donde salen a la luz algunas de sus mejores cualidades. En este momento, ambas chicas lo observan con atencion embelesada, la mano de una de ellas colocada selectivamente sobre su rodilla. Yo sonrio en la escena, pero sin ninguna calidez real. Ambas chicas tienen el pelo liso de una botella de peroxido y son delgadas y mimbre. No es mi tipo, y aunque lo hubieran sido, no estoy realmente de humor. Vuelvo a mirar mi reloj y pienso en el vuelo de manana a las 7 de la manana. La musica del club de repente cambia de marcha, ya sea respondiendo a un aumento de energia en la habitacion o dirigiendola. Dejo que mis ojos se desvien a traves de la abarrotada pista de baile y me siento atraida hacia un punto cercano al borde. Parece que la multitud se ha separado y veo a dos chicas bailando alli. Ambas son oscuras, una notablemente mas que la otra, y un completo contraste con nuestra actual compania. La mas baja se mueve seductoramente, el destello de su vestido de lentejuelas como luciernagas en las luces del club. La mas alta baila al ritmo de su amiga, pero algo en su movimiento parece mas seguro de si mismo, mas natural. Lleva un vestido blanco sin hombros, el lado derecho de corto, y dos finos pendientes plateados que se deslizan como gotas a lo largo del borde de su mandibula. Su cabello esta cortado, y esto atenua la curva de su columna vertebral y la piel lisa de su cuello y hombros. A medida que se mueve, su vestido se va perfilando un poco, revelando los muslos de color marron caramelo, tonificados y firmes. El movimiento de la chica es hipnotico. Con una repentina sacudida, los reconozco. Son las dos chicas que vimos antes en el hotel. En mi hotel. El pensamiento se aloja en mi cerebro. --Creo que me voy a enfermar. Una de las estadounidenses de repente se levanta de la mesa, arrastrando a su companera detras de ella. Se escabullen sin demasiada elegancia hacia el bano, el marcado contraste en su aspecto con las dos bailarinas es muy evidente. Martin parece despreocupado. --Creo que he esquivado una bala, amigo --dice. Siguiendo mi mirada, sus ojos se dirigen hacia las otras chicas. Como si sintiera su mirada, la chica mas bajita le devuelve la mirada, esa coqueta sonrisa que vuelve a sonar en sus labios. --?Te apetece bailar? --pregunta, y esta vez no discuto. Linda Cierro los ojos y dejo que la musica me bane. El ritmo se estrella contra mi, se mueve a traves de mi. Me olvido de las multitudes y las luces. Solo estoy yo, y Kristen y la musica. Kristen me roza y se siente sensual, como si la musica misma estuviera acariciando mi piel. Siento los bordes asperos de su vestido contra mi mientras se acerca, su voz calida en mi oido. --Mira detras de mi --grita. Levanto la vista hacia la zona VIP. Dos rubias altas se alejan de una mesa, y hay dos tipos sentados, viendolos salir con sonrisas. Uno de los hombres es mas pesado, con una cara traviesa, mientras que el otro es guapo, pero reservado. Sus ojos parpadean cuando de repente observan la pista de baile, y tiene el pelo rubio bien peinado, brevemente recortado a los lados con un cuidadoso ondulatorio en la parte superior. Podria representar igualmente a alguien que acaba de saltar de la cama, o a alguien que ha pasado horas frente al espejo. No puedo estar seguro. Algo en el hombre rubio me parece familiar. Su traje parece caro, y lo lleva con un aire confiado, pero extranamente sencillo. --Se estan hospedando en nuestro hotel --dice Kristen, y ella mira hacia atras por encima del hombro. Casi puedo sentir el gancho hundirse en el tipo mas grande. En pocos minutos estan caminando hacia nosotros. --?Les importa si nos unimos a ustedes? --dice, caminando directamente hacia Kristen. Me sorprende escuchar un acento londinense. --Depende de si puedes mantener el ritmo --grita Kristen, bailando lejos de el. Se mueve bien para ser un tipo mas grande. La rubia me mira con una extrana intensidad. Noto en el destello de la iluminacion que sus ojos son de un azul penetrante, tan profundos e impenetrables como un oceano. No nos hablamos, pero se mueve a mi lado, sus movimientos son confiados y seguros. Es alto, y puedo sentir su musculoso cuerpo bajo el traje bien cortado. Su baile se siente como un cortejo, formal y a la vez relajado. Nos acechamos unos a otros, como depredadores a la orilla del agua, pesandose unos a otros. Es como si me olfateara para buscar mi debilidad, y encuentro su mirada extranamente convincente. Mi mano roza el interior de su traje, no por casualidad acariciando las duras crestas de su estomago. Al mismo tiempo su mano encuentra mi espalda baja, acercandome por un instante, antes de soltarme y dejarme deslizar. No se cuanto tiempo bailamos, pero puedo sentir una linea de sudor contra la base de mi garganta. Miro hacia arriba, pensando en un trago, y veo a Kristen haciendome senas. Ella esta de pie junto al tipo mas pesado, con una sonrisa en su rostro, pronunciando las letras V-I-P con un regocijo no disimulado. Miro a mi pareja de baile y el tambien sonrie. La accion suaviza sus rasgos, haciendole parecer casi vulnerable. Me coge la mano.

  • El Zorro de Frederick Forsyth

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    El legendario Frederick Forsyth, <> segun Los Angeles Times, nos sorprende con un nuevo y oportuno thriller.

  • The Adventures of Tom Sawyer de Mark Twain

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    Tom Sawyer loves adventures. He has them at home, at school, and with his friends -- Huck Finn and Joe Harper. Tom has one adventure in a graveyard, and one in a cave. Who does he see there, and why is he afraid? Level 1 (300 words)

  • El susurro de los ameneiros de Pedro Sande Garcia

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    Despues de un tragico suceso, Mateo Velasco decide iniciar una nueva etapaen su vida y regresa de Madrid a Valdovino, un pequeno pueblo en la costaatlantica gallega. Alli, donde estan sus origenes, entre recuerdos de su pasadoy los paseos por su querida playa de la Frouxeira, inicia una nueva vidamarcada por la magia que desprende la naturaleza que le rodea. Dos acontecimientosagitan de nuevo su vida, la aparicion de un cadaver entre unoscanaverales y el extrano encuentro en su casa, de una pequena y misteriosapiedra de cristal. Su obsesion por resolver lo ocurrido y su amistad con Johnel irlandes, un personaje hurano y con un oscuro pasado, convierten su vidaen la preocupacion de todos los que le rodean. Intenta alejarse de todo loocurrido iniciando un viaje que le llevara a Madrid, Paris y Nueva York, perograves acontecimientos le haran regresar de manera precipitada a Valdovino.La banda sonora, marcada por la aficion de Mateo por la musica, y unamanera muy personal de entender la gastronomia envuelven una narraciondonde la tension ira en aumento hasta el desenlace final.

  • No soy una princesa de Tamara Marin

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    Olivia es una doctora que no ha tenido una vida facil. Lo ha pasado muy mal en el amor y tiene el corazon blindado.Ella no es ninguna princesa y no necesita que nadie la salve.Puede con todo.

  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • Matrimonio pactado de Rosa Saenz

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  • El escritor de Torre del Milano de Alex Garcia Franks

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    Desde el instante en el que posa sus ojos en el joven huesped que acaba de entrar por la puerta de su hotel, Susana queda fuertemente impresionada por el extraordinario parecido que guarda con su hijo Nicolas, desaparecido anos atras en circunstancias misteriosas.
    ?Quien es este joven huesped? ?Es realmente quien dice ser? ?Es la semejanza entre el y Nicolas meramente fortuita? ?Y que hay tras el evidente nerviosismo que exhibe la mujer cada vez que se halla frente a el? ?Por que le incomoda tanto su presencia?…..
    Toda la trama de "El escritor de Torre del Milano" gira en torno a estas dudas inquietantes, un drama cargado de suspense en el que nada es lo que parece y que culmina en un desenlace turbador e inesperado.

  • El paraiso de las mil islas de Elena Clarke

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    Una mujer. Un viaje a un paraiso de playas virgenes. Una historia de amor prohibida.

  • Jaque Mate de Diana Nixon

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    Inteligente, hermosa y ambiciosa, Scarlett Wilson nunca penso que los problemas podrian ser tan irresistibles. Despues de despertar en la cama de un apuesto extrano, sin mas que el vago recuerdo de la noche que pasaron juntos, su vida tendra un subito cambio. Lo que penso que seria el error mas grande, resultara ser lo unico que su cuerpo y mente nunca podran olvidar.

  • Letizia. La reina impaciente de Leonardo Faccio

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    ?Que significa ser reina en el siglo XXI?

  • Quiza de Luisa Geisler

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    Luisa Geisler, seleccionada por la revista Granta como una de las mejores narradoras brasilenas jovenes, aborda en Quiza el desgaste de las relaciones familiares, los conflictos generacionales y las contradicciones de la adolescencia.

  • Apostando todo (Poker Guy 1) de Gabriele Foncis

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    Las maquinas de cafe expres estaban listas, y la clientela seguia formandose para entrar. Los pedidos de capuchinos, lattes y la famosa crema de coco mokaccino salian cada minuto. Los miercoles por la tarde siempre se hacian muy atareados, y ese en particular lo estaba, porque era la ultima semana de agosto; coincidiendo con el comienzo del periodo academico. La cafeteria era el lugar favorito de muchos geeks, lectores implacables y todo tipo de estudiante universitario que buscaba socializar. CafeLivre fue el primer sitio hipster que visite cuando me matricule en la Universidad de California. Ademas, el dia que vi el anuncio en el que buscaban a alguien para trabajar tomando los pedidos en la caja registradora, no vacile en solicitar la vacante; y por suerte me quede con el empleo. Desde entonces, trabajaba medio tiempo cada tarde despues de asistir a mis clases de ingenieria. De ahi que, sino no estaba en la facultad, lo mas habitual es que me encontrara sentado frente al mostrador de la cafeteria. Temprano esa manana, recibi una llamada de mi madre recordandome que debia ir al aeropuerto de Santa Monica a recoger a mi hermano. Por supuesto, no lo habia olvidado. Tenia la fecha de su llegada apuntada en el calendario sobre la pared de mi dormitorio, y cada dia que transcurria mientras se acercaba la fecha lo iba tachando. Lo que sabia de su visita a la ciudad, era que el entrenador de la Universidad Internacional de Florida lo enviaba para realizar pruebas en el club de futbol profesional Los Angeles Spark, y Ansel mostraba muchas ilusiones de quedar fichado en el equipo. Debo admitir que la alegria que me causaba el que mis amigos conocieran a mi gemelo, me mantuvo con un animo elevado durante todo ese mes. Ansel estaba haciendo un gran trabajo en el club de futbol de la UIF, y por esa razon, habia recibido ofertas de muchos clubes profesionales en todo el pais. Debido a sus logros en el campo, se hizo con el titulo de capitan y delantero, y al mismo tiempo, mantenia un promedio academico sobresaliente. El siempre se destaco mucho mas que yo en los deportes, ademas, en la escuela secundaria fue la estrella del equipo por ser el mejor anotador durante dos temporadas seguidas. Despues de la graduacion, Ansel se fue a Miami y yo me mude a Los Angeles, y el dia que nos despedimos en el aeropuerto de Ohio, fue la primera vez que estariamos en extremos opuestos del pais. No se como explicar que se siente separarse de alguien con quien has pasado tanto tiempo, ya que incluso antes de que nacieramos, estabamos juntos. Lo que si puedo decirte es que, sin lugar a dudas, me resulto raro quedarme sin el complemento que era mi hermano en mi vida. Sin embargo, supongo que con el tiempo ambos nos acostumbramos a las llamadas de larga distancia. Por lo general, mis dias pasaban entre mis clases, el CafeLivre y los viajes al centro con mis amigos. Aunque ese lunes por reves, pase todo el dia abrumado. Ser el chico detras de la caja registradora a veces era muy agotador, y mucho mas cuando las filas para entrar se extendian por toda la cuadra. Sin embargo, dejando eso de lado, mi empleo tambien tenia sus pequenas y particulares ventajas. Una centena de bebidas cafeinadas totalmente gratis a mi disposicion, y un tarro de granos recien tostados traidos desde Colombia en los que me gustaba meter la mano para revolverlos. Lo que acepto habia dejado un olor inmortal a cafe en todos mis dedos. Mientras terminaba de facturar una orden de capuchinos, mi companera de cuarto Nancy entro a la cafeteria con nuestra amiga Abigail. Ambas tambien eran estudiantes de la UCLA y tenian la costumbre de tomar cafe todos los dias por la tarde. Las dos habian llegado en el momento perfecto, la hora exacta marcaba las cinco y media, y como no habia mas personas en fila, crei que era una buena ocasion para conversar. Estaba sonando New Rules de Dua Lipa. Los murmullos por los cotilleos se sobreponian uno sobre otro. Sin duda alguna el estilo de la cafeteria era unico, la decoracion hipster atrapaba a cualquiera, y lo mejor de todo era el cafe que servimos todos los dias. Me corri por debajo del mostrador sin que mi jefa Darcy lo notara, odiaba que los empleados dejaramos nuestro lugar, pero Nancy me hizo senas cuando vio que se habia distraido. --?Como estan las chicas mas guapas de la facultad de periodismo? -- Coloque la bandeja sobre la mesa. --Como siempre mas bellas. --afirmo Abigail tomando su taza. Nancy prosiguio. --?Que tal ha ido tu dia guapo? --Es lunes, como siempre ajetreado. --mire hacia la caja para ver si habia alguien--Pero nos las sabemos arreglar. --CafeLivre siempre esta a punto. --senalo Nancy. --Saturada querras decir. --manifesto Abigail. Reimos luego de ese comentario, y a pesar de que no estaba equivocada, siempre era nuestro sitio favorito para trabar conversacion. En mi opinion, creo que no hay mejor momento que una tarde despues de un dia dinamico, para quedar y tomar algo con tus amigos. --?Iras hoy por tu hermano? --pregunto Nancy. --!Si! Debo pasar por el a las ocho. --?Y cuanto tiempo planea quedarse? --siguio Abigail. --Supongo que un par de semanas, viene por un fichaje de futbol. --Debe ser genial que tu hermano sea un deportista destacado--opino Nancy--?Has dicho que juega en Miami no? --Si, --afirme --Es el delantero del equipo de la Universidad Internacional de Florida. --?Y tambien es gay? --solto Abigail mientras se quitaba la crema del bozo. --!ABIGAIL! --destrabo Nancy. --?QUE? Es solo curiosidad. --replico. --No, no es gay. --Me cubri la cara con la mano y crei ver que los chicos de la mesa de al lado me miraban sorprendidos. Suponer que el hermano gemelo de un chico gay, tambien es gay. Es casi dar por hecho que serlo se debe a la mala crianza de los padres o a un gen hereditario, pero no hay nada mas alejado de la realidad. Cuando Ansel y yo dejamos de ser ninos y usar la misma ropa, el siempre estuvo en lo suyo, y yo en lo mio, y al final el unico que llevaba novias a casa era el. --Al menos espero que sea guapo como tu. --salvo Nancy. Bufe. --!No esperes que nos parezcamos! -- Me dio un fofo empujon por el hombro. --?Y podemos ir a verlo a los entrenamientos? --curioseo Abigail. --No lo se, --de verdad no tenia idea--. Pero espero que podamos ir. --Que su hermano gemelo vaya a verlo en compania de las chicas mas guapas de la UCLA, seguro lo motiva a jugar mejor. --Lo has dicho Amiga. --apunto Abigail. --O quiza puede distraerse y fracasar. --dije sonriendo. --Que aguafiestas eres Aiden. --aporto Nancy. --Lo se. Eran las siete y cuarto cuando concluyo mi turno. Insolita cuenta la que se habia facturado. En seguida cuando llego Tom, mi relevo, le pase el reporte diario y brinque de prisa del asiento. Fui en marcha al area de casilleros, y Darcy la gerente, me dirigio una mirada reparona desde su sillon reclinable. Me habia pillado hablando con mis amigas y me planto una amonestacion. Se trataba de la segunda que me colocaba, aunque era Tom quien tenia el record de haber acumulado siete en un ano. Si no fuera porque Darcy pasaba la mitad de su tiempo de trabajo comiendo en su oficina, no la aguantaria. Abri el casillero de trancazo sacando mi mochila de golpe. Debia estar a las ocho en el aeropuerto para recoger a Ansel, asi que lo llame un par de veces, pero la llamada se desviaba al buzon. Los cordones del tenis en mi pie izquierdo estaban sueltos, y casi tropiezo al cruzar la calle cuando el semaforo cambio la luz. El reloj en mi muneca me indicaba que iba atrasado, mientras que todos los taxis en la avenida estaban ocupados. Me cargue de estres, pero no podia detenerme. El sermon de Darcy me habia hecho perder veinte preciados minutos, y quiza a Ansel le hubiese tocado dar vueltas en la terminal mientras me esperaba. Me subi a un vehiculo a tres cuadras del Bulevar de Westwood, y le solicite que me trasladara lo mas rapido posible al aeropuerto. Como era mitad de semana, las calles y avenidas hacia esa ruta estaban llenas de turistas. Me encantaba Los Angeles, pero en ultima instancia, ese trayecto era uno que en definitiva hubiera preferido evitar. Mientras iba en el taxi rumbo al aeropuerto, el conductor me comento que era de Venezuela. Me tomo un tiempo ubicar el pais en mi mapamundi mental, y logre recordar que esa manana habia visto en CNN las noticias sobre las manifestaciones en su capital. Transmitian un informe sobre las protestas, las calles llenas de personas y la crueldad de la dictadura no tenia escrupulos para reprimir a las masas. Senti pena por el cuando me dijo que habia emigrado a los Estados Unidos dejando a toda su familia atras. Sin embargo, durante todo el viaje que nos llevo de Westwood a la terminal, mantuvo una sonrisa en su rostro --La mas sincera que habia visto. Baje en el estacionamiento del Aeropuerto e ingrese a la sala de espera. Habia perdido el aliento tras correr por el pasillo ancho de la terminal, y cuando llegue trate de buscar a Ansel entre la multitud. Eche un vistazo a la pantalla de arribo para comprobar si su vuelo estaba retrasado, pero hacia diez minutos desde que los pasajeros habian descendido. - ?Acaso Ansel se habia marchado del aeropuerto? - Mi madre fue muy obstinada recordandome que yo tenia que pasar por el, y no creia que hubiese insistido tanto, si Ansel no estuviera al corriente de que yo iria por el. Todos los gemelos tenemos una antena imaginaria sobre nuestras cabezas, por lo que, si a uno se le ocurria una idea, de manera sobrenatural el otro la solia recibir directo desde su conexion inalambrica; y el vinculo que Ansel y yo teniamos era poderoso. Fue en ese momento que espabile que tenia mi telefono celular, y lo mas viable es que el ya hubiese encendido sus datos moviles. WS: Hey Ansel, estoy en la sala de espera, ?donde estas? WS: ????? WS: ANSEL???? Me preguntaba si habria perdido su vuelo. Ansel (Hermano) WS: Estoy en la cafeteria, moriamos de hambre. Ansel (Hermano) WS: ?Pedimos una hamburguesa para ti? WS: No tengo hambre. ?Estas con alguien? Ansel (Hermano) WS: !Si! Estamos al fondo en la cafeteria. WS: Vale, voy para alla. Ansel (Hermano) WS: !Genial! te espero aqui. Lo vi desde lejos cuando entre, el cabello rubio erizado y la camiseta del equipo de futbol universitario me hicieron saber de inmediato que se trataba de mi hermano. Ansel se encontraba conversando con un joven sentados en una de las mesas. El tipo estaba de espaldas a mi, por lo que apenas alcanzaba a distinguir su pelo negro. Me parecia curioso que hubiese llegado acompanado por alguien, pero especule que tal vez podria tratarse de algun companero de equipo. Ansel advirtio que me dirigia hacia ellos, y el sujeto que se hallaba con el volteo clavandome la mirada. Tan pronto cuando lo hizo, aparte los ojos de mi hermano, y estos quedaron fijados en los de aquel muchacho. Dos conjuntos grises con atisbos rasgados de azul que me dejaron con la boca abierta. De topetazo me precipite contra su mesa. --Oye ten cuidado. --el habia evitado mi colosal caida. Una sonrisa torcida se delineo en mi rostro. --!Estoy bien descuida! --intente reponerme irguiendome de golpe. --?Es tu hermano? --pregunto. Ansel se levanto y me abrazo con entusiasmo --Si, por supuesto que es el. --Rodeandome con sus brazos. --?Estas mas Alto o es idea mia? ?Y que es ese olor? ?Cafe? --Olfateandome. --!Auxilio! --grito mi subconsciente. Mi cara no podia ponerse mas colorada. --!Si, lo es! Ten un poco de cuidado Ansel. Con el rabillo del ojo alcanzaba un vistazo sostenido del suave y agraciado niveo perfil del muchacho frente a nosotros. Sus mejillas parecian oprimirse en el borde de su boca, como si estuviese tratando de contener un gesto; y sus ojos danzaban de Ansel hacia mi con una peculiar oscilacion. --Lo siento, --dijo Ansel. --el es James --seguido de --y este es mi hermano Aiden. El chico me estrecho la mano, --Un gusto, soy James. --con tono gracil. Lance mi mano en caza de la suya y la inquietud me hizo cerrar el apreton justo a la mitad de sus nudillos. --Que tal, soy Aiden. --mi voz rechino aguda. Su rostro se mantuvo apacible cuando acogio mi pesimo agarre, dandome un fuerte apreton. --Es un placer Aiden. --Me observaba directo a los ojos. --No esperaba que fuesen tan similares. Me encogi de hombros - Tambien es un placer. El se quedo estoico observandome. -- James y yo nos hemos conocido en Miami. --dijo Ansel. --Ah ?si? ?tambien eres jugado? Ambos rieron jocosos. --!No! --dijo James-- En lo absoluto. La menuda sombra de una barba se marcaba alrededor de su mandibula, y sus pomulos eran angularmente muy masculinos. Sus cejas gruesas y perfiladas enmarcaban sus refulgentes ojos. Ademas, en su contextura se podia notar que tenia un porte definido, y sobre todo en su aspecto resaltaba una exagerada sofisticacion. Entonces su celular sono. Cuando se alejo de nosotros para atender la llamada, no pude evitar llenarme curiosidad. La mirada de Ansel sobre el me parecia extrana, en especial porque lo estaba observando con un brillo especial en sus ojos. Un destello que me resultaba poco usual. Pero lo que me daba mas intriga era que mientras hablaba por telefono, James nos miraba fijo desde la distancia. --?Y que haces con el? --pregunte. La atencion de Ansel salto hacia mi. --?Con James? Es un tipo muy genial. --?Genial? --Disimule mi interes frunciendo el ceno. --!Si! Ha ido hasta Miami solo para recogerme, --Las expresiones de Ansel me hicieron pensar que el intuia que yo entendia lo que decia--ha viajado desde Inglaterra y me ha dicho que estan muy interesados en mi fichaje en Los Angeles Spark. --?De verdad? --mire a James confundido. --!Ah claro! --exclamo--es el nuevo dueno de los Spark. Quede impresionado, --?el dueno del equipo? --lo dije casi susurrando. --Ha vuelto a los Estados Unidos porque su padre ha muerto. Mire a Ansel con inquietud. --Si, Jhon Spiegel... --Ansel alcanzo un folleto de los Spark de su mochila que tenia la foto del hombre en cuestion. Lo reconoci casi de inmediato. Jhon Spiegel era un acaudalado empresario de Los Angeles, propietario de la corporacion deportiva mas grande de la metropoli, y un destacado filantropo. Sin embargo, una semana atras lo habian encontraron muerto en su oficina en el centro de la ciudad. Su muerte fue la bomba de chismes que corrio en el CafeLivre todo el fin de semana. Segun el parte oficial, el hombre se habria suicidado disparandose a si mismo en la cien, y las primeras opiniones sugirieron que el motivo del hecho era debido a problemas financieros. Pero despues de las exhaustivas investigaciones del departamento de policia, salio a la luz publica que su esposa, la modelo Andrea Piper, resolveria matarlo para quedarse con su fortuna. Su compania SPIEGEL COMPANY LCC habia estado creciendo de manera exponencial en todos los mercados financieros durante todo el ano. Ademas, el hombre era un gran inversor y propietario de muchos otros negocios exitosos en todo el condado de Los Angeles. Sin embargo, la manana en que encontraron su cuerpo, todos los noticieros locales hablaban sobre el presunto hecho. Pero tres dias despues de que lo encontraran, el periodico local dedico dos paginas enteras al homicidio, donde detallaba que su mujer lo habria matado dentro del auto y luego llevaria su cadaver a su oficina para simular el suicidio. --?Y no te parece todo esto inoportuno? --?Que cosa? --Ansel estaba distraido. --Bueno... --pense algunos segundos--Que haya decidido ir en persona por ti a Miami. --Te he dicho que ahora es el dueno del equipo --habia tomado sus audifonos. --!Ansel! --sone increpante. --Relajate, solo ha estado de paso por la ciudad y se entero que el equipo habia solicitado que yo viajara a Los Angeles. -- encendio su reproductor y continuo-- Solo me ha hecho un favor trayendome en primera clase. No sabria explicar si en ese momento lo que pasaba por mi mente era curiosidad, o que era muy raro que el hijo de un millonario que habria sido asesinado hacia pocos dias, se hubiese tomado el tiempo de ir por Ansel hasta Miami. Pero preferi creer que, al ocupar el lugar de su padre en la gerencia de sus negocios, el fichaje de Ansel era pertinente para ellos en ese momento. --Entonces, ?nos vamos? --interrumpio James. Ansel me arrojo una de las maletas que traia consigo --!Claro! Quede desconcertado --?A donde? --James nos llevara en su auto. --?Nos? --Si. Luego Ansel se fue andando con James, y no tuve mas opcion que seguir tras ellos. Un hombre alto de tez oscura, calvo y corpulento nos esperaba junto a una camioneta negra sin matricula. Por un instante me resulto sospechoso que el vehiculo careciera de placas, pero cuando el sujeto abrio el maletero, salte a toda prisa para meter el equipaje. James se dirigio a el como Conrad y nos dejo ver que este era su chofer. --Lamento lo que le ha sucedido a su padre--musito el hombre. --Todos lo lamentamos. --enuncio James con un aparente desapego en sus palabras. --?Y ya la esposa esta en prision? --Sonsaco Ansel. --!Ansel por favor--me escandalice. --Pero si ha sido ella. --replico. --Por favor, no te preocupes. --dijo James--Ya le he contado a Ansel lo que ha sucedido con mi padre. Lo mire con afliccion--De verdad ha sido una pena lo que ha pasado con el senor Spiegel. --Si, de alguna forma lo ha sido. --dijo James, su voz sonaba serena. --Por favor suban al vehiculo. --insto Conrad. Me sente junto a Ansel en la parte de atras, y le golpee un par de veces con el codo. Miraba con reserva a James en el asiento de copiloto, y al mismo tiempo trataba de hacerles muecas disimuladas a mi hermano. Habia subido a una camioneta sin placas, y que ademas habia pertenecido a un hombre que fue asesinado por su esposa. Me fastidiaba el hecho de que Ansel estuviese teniendo tanta confianza con esos hombres. En el fondo estaba muy contento de que Ansel hubiese ido hasta Los Angeles, y sobre todo de que fuese sido propuesto como fichaje para uno de los mejores equipos de futbol profesional del estado. Yo era un torpe con el balon de futbol, pero Ansel habia heredado todas las cualidades deportivas de nuestra familia, y particularmente en el futbol era el tipo mas diestro que habia conocido. Que Ansel y yo fuesemos gemelos no era lo mejor de todo, por el contrario, lo mejor que teniamos era lo diferente que resultabamos ser. --?Es el fichaje de Los Angeles Spark? --pregunto el chofer mirandome con duda por el retrovisor. --Es Ansel, --dijo James. -- el que tiene la sudadera. --?Que tal? -- Ansel levanto la mano --Aunque todavia no he sido fichado, solo he venido por las pruebas. Conrad nos observaba con detenimiento por el espejo. --Si... Son gemelos identicos. --dijo James. --Puedo imaginar lo que diria su padre en este momento senor. --manifesto Conrad, negando con la cabeza. --El ya no esta aqui--exteriorizo James. Despues de ese comentario se dio una atmosfera tensa dentro de la camioneta. Conrad lucia como un tipo frio, y a pesar de aparentar estar en sus treinta y tantos, se veia muy tosco. Cuando James dijo aquello, el lo miro con reprobacion, sin embargo, no emitio ningun comentario al respecto, pero aseguraria que pude percibir que en torno a ellos dos se daba cierta tension, pero quiza solo habria sido mi imaginacion. --?Y a donde llevamos a estos caballeros? --rompio el silencio. Entonces fue Ansel quien me golpeo con el codo. --Mi departamento esta en Westwood, --mire a Ansel--en la calle doce del cruce con la UCLA. --Perfecto, --dijo James --llevemoslos a Westwood. --proporcionandome una sonrisa. James se apreciaba tranquilo y radiante conversando con Ansel, y el chofer junto a el permanecia indiferente conduciendo sin quitar la vista del camino. Sin duda estaba por completo seguro que, si mi companera de cuarto Nancy se llegaba a enterar siquiera que estuve sentado en el automovil que habia pertenecido al hombre mas rico de la ciudad, no titubearia en pedirme a mi o a Ansel, que intercedieramos por ella para obtener una entrevista personal con James para el blog de noticias de la universidad. Solo imaginar su insistencia para conseguir una primicia de la propia voz del hijo desconocido de la victima, me hizo querer dar de baja esos pensamientos. - Entonces, ?me decias que comienzas los entrenamientos manana? - inquirio James. --Si, --respondio Ansel--Debo presentarme a las ocho en el campo. -- ?Y cuantos dias estaras entrenando? -- pregunte. --No lo se, todo depende del entrenador Harrison. -- ?Peter Harrison? --Consulto Conrad. --Si, el entrenador Peter Harrison. --afirmo Ansel. --Senor, ?sabe de quien se trata? --dirigiendose a James. --Si, por supuesto. --confirmo James --Peter Harrison es socio de mi padre. Entonces el rostro de Ansel se alumbro, y desde nuestra conexion inalambrica invisible me llego a la mente lo que estaba pasando por la suya. Sin embargo, no podia consentir que Ansel si quiera considerara insinuarle que mediara por el con el entrenador. Sobre todo, porque estaba convencido de que el talento de mi hermano era lo suficientemente bueno como para quedar fichado en cualquier equipo por sus propios meritos. --?Entonces ahora es tu socio? --Le lance a James. Se quedo en silencio unos segundos. --Si, supongo que ahora lo es. --No todos gozamos la suerte de tener esas conexiones. --remate. Ansel carraspeo la garganta --!claro! !claro! --profirio --no todos. James permanecio impasible. --Aiden, las conexiones nunca dependen de la suerte. --Su voz sonaba disconforme. <<Aiden...>> James habia pronunciado mi nombre, y a pesar de la impavidez con la que lo habia hecho, cada letra de <> las senti como si fueran sido susurradas a mi oido con su tersa voz. Ese hombre comenzaba a causarme un chocante apremio que no sabria explicar. Pero sin duda desde el momento en que lo vi me dejo deslumbrado, pero al mismo tiempo, me llenaba de desconfianza. Era algo obvio que apenas estaba enterandome de que el senor Spiegel tenia un hijo, y me parecio curioso que en ninguna de las notas de prensa que habia leido sobre el despues de su muerte, se le hubiese hecho referencia a James. Ni siquiera en la columna donde habian lanzado la bomba del asesinato, figuraba alguna mencion de su descendencia. No obstante, aqui estaba el, un joven que acababa de aterrizar con mi hermano, y que quitando las arrugas y el sobrepeso que tenia Jhon Spiegel, era su viva imagen. --Hemos llegado caballeros. --anuncio Conrad. --?Aca esta tu departamento? --pregunto James. --Si, esta es la calle. --afirme, intentando alar la manija para abrir la puerta. Conrad desbloqueo los seguros y baje del vehiculo. La exaltacion y la verguenza me inundaron y mi mente me gritaba que saliera corriendo llevandome a rastras a Ansel conmigo. Cogi la pesada maleta que habia dejado en el maletero y Conrad le entrego la otra a Ansel. Aunque el todavia se encontraba conversando con James. --?Entonces, vendras a ver los entrenamientos? --Intentare estar alli. --indico. --Senor ya debemos irnos, --Conrad los interrumpio--recuerde que debe reunirse con los acreedores manana. --Tienes razon, --dijo James --espero verlos pronto. --James le estrecho la mano a Ansel y luego me miro --ha sido un gusto Aiden. Me puse nervioso cuando le aprete de nuevo la mano, y el no dejo de mirarme como si tuviese algo en la cara. Pense que tal vez lo hacia porque aun se sorprendia del parecido que teniamos Ansel y yo, pero crei poco probable que resultaramos ser los primeros gemelos identicos que el conociera en su vida. La camioneta cruzo la manzana y desaparecio en la oscuridad de la noche. Despues de que se fueran, Ansel y yo entramos en el edificio y tomamos el elevador. Mientras subiamos el indicador punteaba poco a poco cada piso que ibamos traspasando y una atmosfera cargante se formaba alrededor de nosotros. --?Te ha gustado James? --Ansel rompio el silencio. --!?QUE?! --Exclame -- Que boberias estas diciendo Ansel. En ese instante las puertas se abrieron en el sexto piso y sali de prisa. --Creo que te comportabas demasiado extrano. --Ansel iba apresurado detras de mi. Bufe--no se de que hablas. --- intente ignorarlo. --Ademas...--me alcanzo mientras sacaba las llaves--no creo que sea porque acabas de conocerlo. --Es guapo, lo admito--divague --pero decir que me ha gustado seria exagerar. -- quise cortar la conversacion. --!En serio! --manifesto--no tengo problema si te ha gustado. --Estas alucinando, --puse los ojos en blanco--debes estar cansado. --No me evadas Aiden. --!NANCY! --Anuncie al tiempo que abria la puerta.