luis hernan castaneda
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luis hernan castaneda - Luis Hernan Castaneda
https://gigalibros.com/mi-madre-sonaba-en-frances.html“Conocer lo mas proximo, lo que se ha despreciado por evidente, solo me seria dado si me alejaba de mi lengua. Asi llego el relato de mi madre, un mensaje intimo disfrazado de extranjero.”
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Todos los libros del autor Castaneda Luis Hernan
https://www.todostuslibros.com/autor/castaneda-luis-hernan4 títulos para "Castaneda Luis Hernan" · Mi madre soñaba en francés / Luis Hernán Castañeda. Castañeda, Luis Hernán.
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LUIS HERNAN CASTAÑEDA | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/luis-hernan-castaneda/137762Luis Hernan Castañeda. Antes de que Islandia fuera el país turístico y desarrollado que es actualmente, era en la imaginación de los viajeros un sitio ...
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Luis Hernán Castañeda - | Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/4276-luis-hernan-castanedaLuis Hernán Castañeda. Biografía. Nació en Lima en 1982. Inició su carrera literaria en 2004 con la novela Casa de Islandia. Es autor de Hotel ...
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El futuro de mi cuerpo : Castaneda, Luis Hernan - Libros
https://www.amazon.es/futuro-cuerpo-Luis-Hernan-Castaneda/dp/1735039926La ruptura amorosa, la investigación policial y la nostalgia del origen son los tres ingredientes principales de la primera novela que Luis Hernán Castañeda ...
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Libros del Autor Luis Hernan Castaneda - Buscalibre España
https://www.buscalibre.es/libros/autor/luis-hernan-castanedaBuscalibre España - Libros del Autor Luis Hernan Castaneda - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, novedades y bestsellers en tu ...
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Luis Hernán Castañeda - LIBROS PERUANOS - Autores
http://www.librosperuanos.com/autores/autor/3170/Castaneda-Luis-HernanDIRECTORIO DE AUTORES PERUANOS ; Un escritor rural · S/. 54.00 ; Cuentos de ida y vuelta. 17 narradores peruanos en Estados Unidos · S/. 55.00 ; Cuadernos de ...
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luis hernan castañeda - Iberlibro
https://www.iberlibro.com/buscar-libro/autor/luis-hernan-casta%F1eda/Hotel Europa (Spanish Edition) de Luis Hernán Castañeda y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.
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Casa de Islandia by Luis Hernán Castañeda - Goodreads
https://www.goodreads.com/book/show/5360961-casa-de-islandia10 mar 2009 — El inicio de esta joven editorial, conformada por alumnos de la escuela de Literatura y Lingüística de la PUCP, presenta dos libros en una ...
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Libros de CASTANEDA LUIS HERNAN
https://www.elvirrey.com/autor/castaneda-luis-hernan/12 resultados para LIBROS DEL AUTOR: castaneda luis hernan · UN ESCRITOR RURAL. Titulo del libro · CUENTOS DE IDA Y VUELTA. Titulo del libro · EL IMPERIO DE LAS ...
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Catedrales de Claudia Pineiro
https://gigalibros.com/catedrales.htmlUna adolescente aparece quemada y descuartizada en un descampado. Treinta anos despues, el crimen sigue sin aclararse y su familia y entorno se han desmoronado.
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El amor no pide permiso (Amores a flor de piel 2) de A.m. Silva
https://gigalibros.com/el-amor-no-pide-permiso-amores-a-flor-de-piel-2.htmlHelena es la madre de Sofia y Fabricio, dos mellizos que son sus tesoros mas preciados. Ella es una mujer fuerte y luchadora que, tras haber estado casada durante seis anos con un hombre egoista, despotico y manipulador, finalmente se ve libre para ser ella misma.
Jose es el guardaespaldas de su hermana Alicia, un hombre decidido y obstinado al que, cuando tiene un proyecto entre manos, no le importa emplear cualquier tipo de artimana para lograr su objetivo.
Pero ninguno de los dos contaba con que el amor es caprichoso y no pide permiso para entrar, y basto una sola mirada para que ambos cayesen rendidos a su poderosa fuerza.
Sin embargo, en la vida todo error tiene consecuencias. ?Podra el amor vencer al engano, a la mentira y a la constante presencia de un exmarido nocivo y danino?
?Te quedaste con ganas de conocer la historia de Helena y Jose, dos de los entranables secundarios de Cuando dejes de huir? ?Te apetece saber que ocurrio la primera vez que se vieron?
Una novela llena de encuentros y desencuentros, con una gran historia de amor, llena de pasion, de deseo, de intriga, de odios y...
Si quieres saber mas, tendras que adentrarte en las paginas de El amor no pide permiso, cuyos protagonistas te seduciran. -
Un amor a la fuerza de Helen Blue
https://gigalibros.com/un-amor-a-la-fuerza.html"Un, dos, tres: Juguemos en el mar..." Elizabeth ahogo un grito al tiempo que se incorporaba rapidamente en la comoda cama. Temblaba. Y ademas su cuerpo estaba repleto de un sudor frio. Respiro hondo, intentando calmar su agitada respiracion. Finalmente se levanto de la cama. Sus pies descalzos recorrieron la habitacion hasta situarse frente a la ventana. Aparto la raida cortina blanca que cubria el exterior y observo el mar a lo lejos. Las olas chocaban con fuerza contra las rocas de la costa en aquella tetrica noche. Elizabeth recordo de nuevo aquel sueno que en los ultimos dias se habia repetido con constancia: Una nina de apenas ocho anos y largos cabellos negros paseaba por la cubierta de un grandioso barco sujetando entre sus manos un viejo oso de peluche mientras cantaba alegremente: "Un, dos, tres, juguemos en el mar..." Elizabeth ahogo un gemido al escuchar de nuevo aquella tierna voz. Poco despues, cuando su pulso de nuevo se tranquilizo, volvio a acostarse entre las blancas sabanas de su mullida cama. Estaba cansada; pero no queria sonar, queria dormir. ***** --!Marco! --grito un atractivo muchacho que se encontraba ante un timon de gruesa madera de roble --. !Alza las velas inferiores! --Pero... capitan... --!Hazme caso! --ordeno el otro--. La tormenta apenas durara unos minutos mas. Las nubes se dirigen hacia el Oeste. El joven muchacho llamado Marco alzo las velas inferiores, obedeciendo a su capitan. Finalmente, este no se habia equivocado. Durante unos instantes toda la tripulacion dudo de sus conocimientos meteorologicos, pero, pasados unos minutos, la tormenta ceso y los truenos se perdieron a lo lejos, entre la oscuridad de la noche. --Estoy empapado --murmuro el capitan con un gesto hosco, mientras miraba sus holgados ropajes--. ?Quedan mantas abajo? --Por supuesto, mi capitan --contesto uno de los tripulantes. --Esta bien. --Suspiro--. Dormire un poco. Eddi, te dejo a cargo del timon. Y sin decir nada mas, Jack, capitan de aquel majestuoso barco, bajo al piso interior de este dirigiendose hacia su habitacion. Habia sido una noche dura, navegar cuando habia tormenta siempre era mas complicado de lo normal, sobre todo si media parte de la tripulacion era completamente inutil y ademas la oscuridad les impedia utilizar el sofisticado sentido de la vista. Jack suspiro mientras se desvestia para cobijarse bajo una calida manta. Encendio un polvoriento candelabro, acto seguido cogio algunas paginas mal escritas de un viejo libro y comenzo a leer, intentando descifrar lo que la borrosa tinta expresaba. Finalmente, dandose por vencido se quedo profundamente dormido. Alguien ataco sus suenos de nuevo: "un, dos, tres: Juguemos en el mar..." Capitulo 1 Jack se desperto sobresaltado: Otra vez aquel maldito sueno. Respiro profundamente y poco despues comenzo a vestirse. Cuando subio a la cubierta del barco les indico a algunos de los tripulantes, que habian pasado alli toda la noche, que fuesen a descansar. Finalmente, con aire sombrio se hizo cargo del timon, dirigiendolo hacia la costa: tenian que buscar algunos marinos mas; ademas, la alimentacion comenzaba a escasear. Por ello, se acercaban rapidamente hacia una prestigiosa isla del lugar, llena de civilizacion. Justo lo que Jack tanto odiaba. Nunca le habia gustado la tierra. El habia crecido en el mar, por ello las aguas eran su unico y mas preciado amor. Tenia una personalidad bastante particular: nadie lo conocia verdaderamente. Y aunque muchos podian hacerse a la idea de como era... jamas estarian completamente seguros, pues dentro de el habia tantas contradicciones que a veces el mismo Jack dudaba de que su cerebro funcionase con normalidad. Sin embargo, aquel dia tendria que hacer una excepcion y encallar el barco en la costa. Beberian ron y pasarian la noche en algun bar repleto de malhechores; mas luego, a la manana siguiente, volverian a partir. --Capitan --dijo uno de los tripulantes que a el mejor le caian--. El viento sopla en contra. --!No importa, Patrick! --Grito este, desde la cubierta, indiferente. --Pero... capitan... tardaremos... un... --He dicho que no importa --puntualizo Jack. Cuando le repetian dos veces las cosas solia ponerse de muy mal humor. Patrick se encogio de hombros. --Traeme una botella de ron --pidio Jack. --Si se acaba de levantar mi capit... Jack le dirigio una malevola mirada que lo decia todo. Sin anadir nada mas, Patrick bajo a la bodega, abrio una botella de ron y se la tendio a su capitan, que bebio como si aquel fuese el desayuno. --Se vuelve a repetir ese maldito sueno --le dijo Jack, cuando supo que estaban a solas y el timon iba en la direccion correcta. Se sento en una tabla de madera, observando el tranquilo mar. --?El sueno de Eveline? --pregunto Patrick. --El mismo. --Deberia hacer algo --sugirio el tripulante--. Puede que ese sueno esconda mas de lo que sabemos hasta el momento. Fue una historia tragica... Pero no se por que, tengo el presentimiento de que aun no ha terminado. --Eso mismo pienso yo --admitio Jack, mientras suspiraba y observaba sus rotos ropajes--. Pero nada puedo hacer hasta que no adivinemos algo mas. Lo que sabemos hasta el ahora no me interesa. Solo es una estupida historia de amor. Algo efimero. Patrick asintio. Aquel sueno de la nina, de largos cabellos negros, se le habia repetido con constancia durante los ultimos nueve anos. Y Jack dudaba que aquello fuese algo casual. La frase: "Un, dos, tres, juguemos en el mar..." se habia incrustado en su mente con un torbellino de misterio a su alrededor. Debia esconder algun significado. Y el estaba seguro de ello. Por suerte no tardaron demasiado en llegar a la Isla Mawerther; donde debian desembarcar. El viento en contra no habia hecho mas que ralentizar su viaje. Jack suspiro, orgulloso. Saco una tabla de madera, junto con los demas, posandola en el canal del puerto. Los tripulantes comenzaron a bajar llevando con ellos los barriles que ya estaban vacios. Un hombre bien vestido, con uniforme de la corte, interrumpio el paso del capitan que avanzaba en primer lugar. --Perdone. --Tosio mientras sujetaba un papel en sus temblorosos dedos, acompanado por una fina pluma--. Encallar el barco en este puerto cuesta tres monedas. Jack pestaneo. Lo miro y rio a carcajadas. El hombrecillo dio un paso atras cuando observo lo que eran aquellos marinos.
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La frontera de Don Winslow
https://gigalibros.com/la-frontera.htmlLa explosiva y mas que esperada conclusion de la trilogia Cartel.
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Oculta en las tinieblas (Canada 2) de Mariah Evans
https://gigalibros.com/oculta-en-las-tinieblas-canada-2.htmlTaylor y Sandra dejaron un asunto amoroso pendiente cuando iban al instituto. El Pentagono recluto por sorpresa a un joven Taylor, que no tuvo ni la opcion de despedirse de ella.
Quince anos despues Taylor vuelve a su pueblo natal, donde un encuentro casual, con la mujer que jamas ha podido olvidar, le hara ser consciente de que aun sigue enamorado de ella. Sandra, dolida por la forma en la que el se marcho, lo rechazara continuamente, aunque en el fondo aun sienta algo por el.
Un medallon antiguo capaz de desatar el caos mas absoluto es codiciado tanto por lobos como por brujas y hara que se inicie una guerra a tres bandos. Sandra, anticuaria de profesion, no tiene ni idea de que el medallon se encuentra entre las reliquias que conserva en su pequena tienda de antiguedades. Taylor y su equipo tendran que hacerse con ese medallon antes que nadie, por el bien de la humanidad.
?Podra el equipo hacer frente a lobos y brujas a la vez??Podran proteger el medallon y evitar que caiga en malas manos? Y Taylor, entre tanto lio, ?podra ganarse de nuevo el corazon de Sandra?
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Tras las huellas del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva
https://gigalibros.com/tras-las-huellas-del-lobo-volumen-independiente-lola-p-nieva.html -
Kiss Me 3, Inmune a ti de Elle Kennedy
https://gigalibros.com/kiss-me-3-inmune-a-ti.htmlSeis mensajes me esperan cuando reviso mi telefono movil a la salida del gimnasio del campus la noche del viernes. Son todos de Sean, mi ex desde anoche. Y aunque su progresion emocional, de suplica a cabreo, no me pasa desapercibida, no puedo evitar fijarme en sus errores gramaticales. Merezco mas de esto. <
>, en vez de < >. Y dudo que el culpable sea el autocorrector, porque Sean no es precisamente el mas listo de la clase. Bueno, eso no es del todo cierto. Es superinteligente para algunas cosas. Como por ejemplo... para el beisbol. En serio, podria recitar las estadisticas al reves, incluso las que se remontan a los anos sesenta. Pero todo lo que tenga que ver con los libros no es su fuerte. Ser un NOVIO MARAVILLOSO tampoco entra dentro de su lista de fortalezas, por lo menos, no en los ultimos dias. Nunca he querido ser una de esas chicas que corta y vuelve con el mismo chico una y otra vez. De verdad pensaba que yo era mas fuerte, pero Sean McCall me tiene atrapada desde mi primer ano en la Universidad Briar. Me conquisto con su look pijin y su sonrisa de nino pequeno. Esa bonita sonrisa, torcida, con sus hoyuelos... y llena de promesas. Miro mi telefono de nuevo y mi desconfianza crece como la yedra del edificio que tengo a mi espalda. !Argh! ?De que quiere hablar? Anoche ya nos dijimos todo lo que nos teniamos que decir. Cuando le asegure que habiamos terminado, antes de salir corriendo de su casa en la fraternidad, iba muy en serio. Hemos terminado de verdad. Esta es nuestra cuarta ruptura en tres anos. No puedo seguir haciendome esto a mi misma, no puedo seguir en este circulo retorcido de alegria y dolor, sobre todo cuando la persona con la que se supone que deberia estar construyendo un futuro esta decidida a lastrarme. Aun asi, me duele el corazon. Es dificil dejar marchar a alguien que ha sido una parte muy importante de tu vida durante tanto tiempo. Y es aun mas dificil cuando esa persona se niega rotundamente a dejarte marchar. Suspirando, bajo corriendo las escaleras y me dirijo al sendero empedrado que atraviesa serpenteando el campus. Por lo general, me tomo mi tiempo en admirar el paisaje: los magnificos edificios antiguos, los bancos de hierro forjado, los inmensos arboles. Pero esta noche solo quiero correr hasta mi residencia, taparme con el edredon hasta la cabeza y aislarme del mundo. Por suerte puedo hacerlo, porque mi companera de cuarto, Hannah, esta fuera este fin de semana, lo que significa que no podra darme lecciones sobre los peligros emocionales que tiene revolcarme en mi propia miseria. Aunque anoche no me dio ninguna leccion. No, en vez de eso, asumio la responsabilidad de mejor amiga y lo hizo fenomenal. Despues de salir de la casa de Sean, Hannah me esperaba en nuestra sala comun con un bote de helado, una caja de Kleenex y dos botellas de vino tinto, y se quedo despierta hasta la madrugada pasandome panuelos de papel y escuchando mi incoherente balbuceo. Las rupturas son una MIERDA. Siento que he fracasado totalmente. No, mejor dicho, me siento como una desertora. El ultimo consejo que mi madre me dio antes de morir fue que nunca me diese por vencida en el amor. En realidad, ya me habia inculcado eso mucho antes de ponerse enferma. No conozco todos los detalles, pero no era ningun secreto en casa que el matrimonio de mis padres estuvo a punto de desmoronarse mas de una vez durante los dieciocho anos que estuvieron juntos. Pero se esforzaron en seguir adelante. Trabajaron duro por la relacion. Cada vez que pienso en que ayer deje a Sean, se me revuelve el estomago. Tal vez deberia haber luchado mas por nosotros. A ver, yo se que el me quiere... Si te quisiera, no te habria dado un ultimatum. Has hecho lo que habia que hacer, me asegura una voz ronca. Mi garganta se contrae cuando reconozco la voz en mi cabeza. Pertenece a mi padre, que resulta ser mi mayor defensor y admirador. A sus ojos, nada de lo que hago es malo. Es una lastima que Sean no sea capaz de verme a traves de esa lente. Mi telefono vibra cuando estoy a cinco minutos de la Residencia Bristol, donde comparto una suite de dos dormitorios con Hannah. Mierda. Otro mensaje de Sean. Y doble mierda porque dice: Siento mucho habert insultado, amor. No lo decia en serio. Estaba enfadado. Significas todo xa mi. Espero q lo sepas. Un segundo mensaje aparece en la pantalla: Voy a tu habita despues de clase. Asi podremos hablar. Me detengo en seco, una sacudida de panico sube por mi espina dorsal. No tengo miedo de Sean, al menos no en el sentido fisico. Se que el nunca me pondria la mano encima o me montaria un pollo de los gordos. Pero me da miedo su capacidad de persuadirme con palabras bonitas. Es superbueno en eso. Todo lo que tiene que hacer es llamarme < > y sacar a relucir su adorable sonrisa, y estoy perdida. La ira, el miedo y el cabreo lidian una batalla para captar mi atencion mientras releo sus mensajes. Es un farol. No va a venir sin ser invitado, ?verdad? Joder, joder, joder. Con dedos temblorosos, busco el numero de Hannah. Dos tonos mas tarde, la voz tranquilizadora de mi mejor amiga resuena en la linea. --!Hola! ?Que tal? ?Estas bien? Puedo oir a alguien charlando en el fondo. Una voz femenina: Grace Ivers, la novia de Logan. Eso significa que Hannah y su novio, Garrett, ya han salido para pasar el fin de semana en Boston. Me invito a ir con ellos, pero lo rechace porque no me apetecia ir de sujetavelas por partida doble. ?Dos parejas enamoradas con locura y yo? No, gracias. Ahora desearia haber aceptado la invitacion porque me quedo sola este fin de semana y resulta que Sean quiere < >. --Sean va a venir a casa esta noche --suelto. Hannah grune. --?Que? !NO! ?Por que le has dicho que te parece bien que...? --!Yo no le he dicho nada! Ni siquiera me ha preguntado si me parecia bien. Solo me ha enviado un mensaje diciendo que se pasa luego. --Pero ?que cono dice? --suena tan indignada como yo me siento. --Muy fuerte, ?verdad? --Mi panico se desborda--. No puedo verle, Han. Todavia estoy demasiado sensible por la ruptura. Si se acerca a mi, podria terminar volviendo con el. --Allie... --?Crees que si apago todas las luces y cierro la puerta pensara que no estoy en casa y se ira? --?Conociendo a Sean? Se quedara esperando en la puerta toda la noche -- contesta Hannah--. ?Sabes que? No deberia haber aceptado ir al partido de los Bruins. Deberia estar en casa contigo. Espera, le digo a Garrett que de la vuelta... --Ni de cona --interrumpo--. NO vas a cancelar el viaje por mi. Esta es tu ultima oportunidad de hacer algo divertido juntos. El novio de Hannah es el capitan del equipo de hockey de Briar, lo que significa que su calendario de entrenamientos y partidos estara hasta arriba ahora que la temporada ha comenzado. Y eso quiere decir que Hannah no le podra ver mucho. Me niego a ser la persona que arruina un fin de semana de libertad para ellos. --Solo quiero consejo. --Trago saliva--. Asi que, por favor, dime que puedo hacer. ?Le pregunto a Tracy a ver si me puedo quedar en su habitacion? --No, es mejor que no estes en la resi si Sean va a estar vagando por los pasillos. Tal vez Megan... No, espera, su nuevo novio ha venido de visita este fin de semana. Probablemente querran estar solos. --Hannah parece reflexionar--. ?Y Stella? --Ella y Justin acaban de irse a vivir juntos. Justo la semana pasada. No creo que les apetezca una invitada de ultima hora. --Espera un segundo. --Hay otra larga pausa. Oigo la voz apagada de Garrett, pero no puedo entender lo que esta diciendo. Vuelvo a oir a Hannah--. Garrett dice que te puedes quedar en su casa este finde. Dean y Tucker estaran alli, asi que si Sean se entera de donde estas y se pasa por alli, le mandaran a la acera de una patada. --El murmullo de voces llena el fondo de nuevo--. Puedes dormir en el cuarto de Garrett --anade. La indecision me sacude a fogonazos. A ver, todo esto es ridiculo. No puedo creer que este pensando en permitirle a Sean que me eche de mi propia residencia... Pero mi mente se inunda con imagenes de el aporreando mi puerta. O peor aun, de el imitando a John Cusack en la peli Un gran amor fuera de mi ventana con unos altavoces. Uf, ?y si pone la cancion de Peter Gabriel? ODIO esa cancion. --?Seguro que les parece bien a todos? --pregunto. --Si. Totalmente bien. Logan esta escribiendo a Dean y a Tucker en este momento para informarles. Puedes ir en cualquier momento. Una oleada de alivio me inunda junto con una punzada de culpabilidad. --?Me pones en manos libres? Quiero hablar con Garrett. --Por supuesto. Un segundo. Un instante despues, la voz profunda de Garrett Graham aparece en la linea. --Las sabanas limpias estan en el armario de la ropa y es posible que quieras llevar tu propia almohada. Wellsy piensa que las mias son demasiado blandas. --Es que SON demasiado blandas --protesta Hannah--. Es como dormir en una nube de azucar. --Es como dormir sobre NUBES esponjosas --corrige Garrett--. Creeme, Allie, mis almohadas son lo mas. Pero aun asi, llevate la tuya, por si acaso. Me rio. -
Amantes o algo mas de Deborah F. Munoz
https://gigalibros.com/amantes-o-algo-mas.htmlEra oficial: David se habia pasado al meterse con la timida Clara en la reunion preboda de Charles y Adela. Aunque, cuando estaba a punto de disculparse, ella le tiro el agua a la cara y le insulto, seguia sintiendose mal, asi que le pidio a los futuros novios su correo electronico para pedirle perdon y ofrecerle una compensacion.
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Un affaire casi perfecto de Elizabeth Subercaseaux
https://gigalibros.com/un-affaire-casi-perfecto.html?Sera ese el juez Rementeria?, se pregunta un periodista que debe entrevistarlo una hora mas tarde, mientras lo ve escapar del lugar donde ha muerto Amalia Griffin. ?Que hacer en un caso asi? ?Le preguntara que hacia en el Club de Golf? Por otro lado Teresa, la amiga de Amalia, ?aceptara la explicacion que se ha dado a pesar de existir un escrito que incrimina al juez? o ?escarbara hasta saber la verdad? Haber visto a ese hombre escapando y silenciarlo se convierte en la pesadilla de este periodista. Descubrir al asesino se convierte en la unica meta de Teresa. Escapar de si mismo es el ultimo anhelo del juez.
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Entre brasas de Juan Manuel Benayas
https://gigalibros.com/entre-brasas.htmlLa cocina con brasas, esta mas de moda que nunca, se desarrolla en los mejores restaurantes del mundo y tiene millones de seguidores. Una elaboracion con cierta magia cuyos secretos quedan al descubierto en este libro gracias a los conocimientos, tecnicas, consejos y recetas del maestro Juan Manuel Benayas, hijo y nieto de carboneros, y asesor y maestro de grandes cocineros y restaurantes de todo el pais.
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Vikingo de Daniel Santos
https://gigalibros.com/vikingo.htmlLos Vikingos eran barbaros.
O eso me decia mi padre.
Entonces llegaron.
Y lo tomaron todo. -
Amando a Zoe de Maria Las Heras
https://gigalibros.com/amando-a-zoe.htmlUn encuentro casual, como cualquier otro llevo a Lucia; quien creia conocerse, quien creia tener definida su forma de amar, a descubrir los limites de la pasion de la mano de quien le llevaria a conocer, mas alla de las fronteras del bien y el mal, mucho mas alla de los limites, el verdadero amor, el que no conoce barreras y que permanece etereo en el aire que respiran los amantes ?Que serias capaz de hacer por amor? ?Cual es el limite? Una situacion al borde del abismo, un plan desesperado, un final inesperado y sorprendente y un amor lleno de pasion eterna... Todos tenemos, hemos tenido, tendremos o deseariamos tener una Zoe en nuestra existencia
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La piel contra el asfalto de Ivan Flix Villegas
https://gigalibros.com/la-piel-contra-el-asfalto.html“La Piel contra el Asfalto" surge del deseo de explorar el lado oscuro de la carretera. Hay un aura de terror y misterio diluidos en el asfalto que ignoramos pero que emerge del subconsciente de vez en cuando: al cruzarnos con un transeunte solitario en plena noche, al ver una vieja cruz en un arcen, al pisar con los neumaticos un charco de vidrio de seguridad desmenuzado... Esta novela intenta recrear esas sensaciones mediante un relato de terror.
La historia comienza hace treinta anos cuando un catatonico es tomado por muerto y utilizado como crash dummy en pruebas de choque con vehiculos. Tras su muerte, se empiezan a producir accidentes mortales en extranas circunstancias. El rastro de tres decadas de victimas hara que cuatro personas coincidan tras sus pasos: un perito de la DGT en horas bajas, un adicto al tunning con la muerte susurrandole al oido, un parroco con un turbio pasado y un paralitico en busca de venganza. -
Mi duquesa espanola de Claire Phillips
https://gigalibros.com/mi-duquesa-espanola.htmlDesde la muerte de sus padres, para Alejandra la vida giraba en torno a sus dos hermanos, Roberto y Teresa. Lo que no podia imaginar es que el unico hombre en el que jamas pensaria posar sus ojos seria el unico que despertaria sentimientos desconocidos. Ella era ajena a su mundo y no deseaba formar parte de el, pero al mismo tiempo era incapaz de ignorar lo que el despertaba y le hacia desear. Admirado por sus pares y deseado por las mujeres, el duque de Chester era un hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba. Lo que no esperaba era que esa joven con la que tropezaron una manana mientras auxiliaban a un par de pilluelos de los alrededores de la propiedad ducal, fuese a ser su destino, un destino al que no se opondria ni resistiria bien era cierto que tampoco esperaba que la joven que seria su destino resultase una joven terca, demasiado inteligente para su bien y, sobre todo, sin deseo alguno de convertirse en duquesa, en su duquesa.
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Ella es Evelyn escandalo de Kate. L Morgan
https://gigalibros.com/ella-es-evelyn-escandalo.htmlPark Avenue, Nueva York, 1860 Se sentia tan feliz, que el tiempo volaba en esa ciudad que le parecia sobrecogedora. Asistia a bailes, al teatro, visitaba monumentos, y no estaba cansada de toda esa actividad sino encantada, salvo por una extrana sensacion que la incomodaba, sobre todo en ese momento pues tenia la sensacion de que la observaban. No estaba segura, pero el cosquilleo en la nuca se habia vuelto incesante durante esos dias. Miro detenidamente a los paseantes que conversaban de forma entretenida en Central Park que le parecio enorme. En un banco cercano se encontraban dos muchachas que reian y conversaban de forma animada. Enfrente de ella, una mujer esperaba a alguien: tamborileaba con los dedos sobre un libro de forma impaciente. El resto de las personas no le parecieron lo suficientemente interesantes como para seguir con su escrutinio. Miro de nuevo el cuadernillo que tenia en las manos, y siguio dibujando todo lo que veia. Cuando regresara a Inglaterra, al menos se llevaria un hermoso recuerdo. Miro hacia el sol, y comprobo que quedaban todavia horas para que se ocultara. Lady Warren y lord Philips, sus amigos, habian decidido comprar algunas bagatelas en Sheep Meadow, pero ya tardaban mas de la cuenta, aunque no se arrepentia de haberse dado una escapada en soledad para dibujar el hermoso jardin pues era mucho mas interesante de lo que habia esperado. La visita al zoologico le habia parecido demasiado estresante porque disponian de poco tiempo. Le quedaban solo cuatro dias para que concluyera ese viaje a la ciudad, y ya habia agotado tres, aunque los habia aprovechado al maximo. Evelyn Brown, unica hija del marques de Dartmoor, se sentia muy feliz de que sus padres la hubieran llevado consigo en su viaje a las colonias. El noble lo habia decidido en el ultimo momento y contra la opinion de la esposa, pero a el no le apetecia estar tantos meses sin la compania de su hija. El marques iba a comprar una extensa propiedad en el este, y la parada en Nueva York habia sido obligatoria para disfrutar de los paisajes e interactuar con la sociedad de la ciudad. Para convencer a su esposa de lo apropiado que era llevarse a la hija en el viaje, habia puesto como escusa la necesidad de que la joven adquiriera un apropiado guardarropa para su presentacion en sociedad en la proxima temporada, y su esposa se indigno por la sugerencia pues ella creia que las mejores modistas estaban en Londres. Pero Andrew Brown se habia salido con la suya, y la hija termino acompanando a los padres en ese viaje tan largo, pero del que estaba encantada. Volvio a alzar su vista de las hojas del cuadernillo y miro los dibujos que ya habia terminado. La verdad es que se le daba bastante bien manejar el carboncillo a mano alzada. Evelyn habia dibujado elegantes plazas, algunos establecimientos que le parecieron curiosos, y las interminables avenidas de la ciudad. Nueva York le parecia fascinante. Lanzo un suspiro largo porque la sensacion molesta de que la observaban seguia presente. Evelyn volvio a mirar en derredor suyo esperando encontrar los ojos que perturbaban su tranquilidad, pero no los encontro. Hizo un encogimiento de hombros, y se dedico a buscar su pequeno bolsito de mano donde guardaba la llave de la habitacion del hotel, dinero, y algunos objetos femeninos, pero no lo encontraba, y se preocupo. Evelyn maldijo su costumbre de centrarse tanto en dibujar que se le olvidaba todo lo demas. Tanteo con el pie bajo el banco por si se le habia caido, pero tampoco estaba. Dejo el cuadernillo y bajo la mano hasta el suelo, pero, por mas que tanteaba, no lograba encontrarlo. Cuando se aseguro de que ninguno de los paseantes le prestaba la mas minima atencion, bajo la cabeza con la suficiente rapidez para buscarlo, pero no lo vio por ningun sitio. --?Ha perdido esto? --la voz profunda le hizo alzar la cabeza de golpe, el sol le dio de lleno en el rostro y la deslumbro. Tuvo que parpadear varias veces porque no distinguia nada. El desconocido dejo el bolsito en el banco, ella quiso mirarlo de nuevo y se volvio a deslumbrar. Parecia que el hombre estaba envuelto en rayos de luz. A la falta de vision se unio la preocupacion porque el hombre se habia acercado demasiado a ella, y no lo habia percibido de tan ensimismada que estaba admirando el paisaje y dibujando. --!Gracias! Se me ha debido de caer sin darme cuenta. --La explicacion habia sonado algo tonta porque era obvio, pero el timbre de voz del extrano la habia inquietado mas de lo que queria admitir pues parecia que estaba muy ebrio. --?Me permite invitarla a una limonada? --ella nego rapidamente con la cabeza. No solia aceptar invitaciones de desconocidos, y menos de uno al que no podia verle el rostro. Ella se dijo que al menos podria cambiar de angulo, pero seguia plantado frente a ella sin importarle que el sol la molestara. --Gracias por su amabilidad, pero tengo que irme. --Evelyn sujeto el cuaderno, los carboncillos, el bolso, y, sin mirar al extrano porque no queria volver a deslumbrarse, corrio en direccion al hotel sin volver la vista atras, afortunadamente el hotel estaba justo enfrente del parque. El caballero observo perplejo la huida apresurada de la muchacha. Desde que la habia descubierto en el parque, no habia podido quitarle la vista de encima. Se habia sentido poderosamente atraido por ella pues poseia unas largas y tupidas pestanas bajo unas cejas bien delineadas que realzaban las oscuras violetas que iluminaban su perfecto y delicado rostro. Lastima que la muchacha se mostrase tan desconfiada pues solo pretendia mantener una ligera charla. Sabia que era inglesa como el, y la necesidad de escuchar un acento que extranaba, le habian impulsado a conversar con ella, pero la mujer no le habia obsequiado ni una palabra amistosa. <
>, se dijo mientras regresaba al hotel para seguir emborrachandose, necesitaba no estar sobrio nunca mas. Maldijo a su padre, maldijo a su destino, y a todas las mujeres de Inglaterra, pero especialmente a una, la culpable de su desgracia. A Evelyn le costaba entender la explicacion que le estaba ofreciendo el recepcionista. Sus padres seguian disfrutando de la velada en la embajada inglesa, y regresarian tarde, por ese motivo ella habia decidido volver al hotel porque se sentia muy cansada. Como no estaba acostumbrada a beber alcohol, el champan que habia tomado se le habian subido rapidamente a la cabeza. Su madre se habia enfadado con ella al verla, pero sus palabras habian llegado demasiado tarde, y ahora estaba mareada. ?Por que las muchachas de Nueva York bebian sin que sus madres se escandalizaran?, se pregunto. Por ese motivo se habia sentido a animada a hacerlo, y ahora pagaba su impulsividad. --?Ha entendido, lady Brown? --Evelyn asintio con la cabeza--. Dado que ha sido un error del hotel, la hemos ubicado en la planta tercera. --?Mis padres seguiran alojados en la planta primera? --pregunto. Ahora debia alojarse dos plantas mas arriba de sus padres. La visita imprevista de un senador, con el correspondiente sequito de seguridad, lo habia cambiado todo. El recepcionista siguio informandole. --Hemos cambiado sus pertenencias a la suite numero trescientos cinco. < >, penso ella. --!Muchacha afortunada! --la voz fuerte de Michael le hizo dar un respingo--. Toda una suite para ti solita. --!Que envidia! --suspiro Helena--. Dormiras lejos del control de tus padres --Evelyn le dio un codazo carinoso. --La verdad que dormir en la misma estancia que mis progenitores me da cierta seguridad -- confeso Evelyn--. Nunca antes he dormido sola fuera de casa. Michael la miro con ojos brillantes, pues Evelyn llevaba en su cuerpo bastante mas de dos copas de champan. --?De verdad que no te vienes al teatro --le pregunto. El recepcionista ya le daba la llave de su habitacion. --Lamento no acompanaros, pero no me encuentro muy bien. Helena la miro con las cejas alzadas. Visitar los teatros de Nueva York era una oportunidad unica. En Sheffield no habia teatros ni atracciones. Lo sentia por Evelyn porque la normas sociales indicaban que no debian dejarla sola hasta que regresaran sus padres de la embajada, pero la habian acompanado al hotel donde no podia ocurrirle nada malo. Michael y ella habian aceptado cuidarla, pero ahora no querian quedarse ni sufrir una velada aburrida porque estaba claro que Evelyn iba a quedarse dormida enseguida. --?De verdad que no te importa que vayamos al teatro Bowery? --insistio la mujer--. Ya sabes que muero por ver El mercader de Venecia? Evelyn sonrio. --Disfrutad, y manana me contais --los animo ella. Michael y Helena eran sus mejores amigos. El padre de ambos habia sido amigo y socio del suyo, hasta su muerte, muerte que los habia dejado en la bancarrota, por ese motivo se encontraban en Nueva York, porque Helena iba a conocer a su futuro esposo: un rico hacendado que los salvaria de la ruina. Era costumbre entre los nobles ingleses con maltrechas fortunas buscarse herederas que salvaran el patrimonio, y, en el caso de los americanos, sus fortunas les servian para entrar en la aristocracia. Las tres semanas de travesia no la habian mareado tanto como el champan que habia ingerido en la embajada inglesa. --Bien, gracias, Evelyn, manana te contaremos --le dijo Helena mientras se despedia de ella con la mano. Evelyn se giro a la vez que suspiraba pues estaba deseando meterse en la cama. -
Ella es lady escandalo de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/ella-es-lady-escandalo.htmlRayner Dankworth trato de escapar del pasado, renuncio a su titulo nobiliario como heredero del ducado de Letterston, se marcho de Inglaterra para comenzar de nuevo, pero ahora tiene que regresar a Pembroke House. Su abuela, la duquesa viuda, ha enfermado de gravedad. Su hermano menor ha desatado un buen lio famiar, y el tiene un asunto que resolver con cierta dama para terminar de enterrar a sus fantasmas.
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Nunca dije que fuera cierto de Sheina Lee Leoni Handel
https://gigalibros.com/nunca-dije-que-fuera-cierto.html?Cuantas oportunidades puede ofrecerte la vida en cuestiones de amor? Una, dos, varias....ninguna...
Eso se pregunto Fabian Molina cuando creyo estar enamorado nuevamente muchos anos despues de perder a su inolvidable companero Lazaro Ansureno, al cual habia querido con todo su corazon.
-Nunca podre olvidarte, fuiste todo para mi, ?Como pretendi que podria siquiera fijarme en otra persona? -sollozaba el hombre sin encontrar consuelo entre las diferentes personas que intentaban convencerlo de que tenia derecho a probar un nuevo camino.
Pero lo que este ignoraba, era que el Senador Raul Viller nunca cejaria en sus intentos de conquistarlo, porque sabia que Fabian y el se merecian una segunda oportunidad.
-Soy muy terco-insistia el hombre llamando a su enamorado sin darse por vencido. Y voy a demostrarte que podemos comenzar una historia diferente, sin olvidar ni menospreciar la que un dia vivimos… Soy yo otra vez-afirmo Raul escuchando a su gran amor del otro lado del telefono-Y necesito que me prestes atencion. -
Tu, mi deuda pendiente de Scarlett O'connor
https://gigalibros.com/tu-mi-deuda-pendiente.html!Scarlett lo ha hecho de nuevo! <
> es una novela llena de sensualidad y erotismo que te volvera a hacer creer en el amor.
-Melanie Rogers -
Amor Complicado (Angeles de la Guarda 1) de Maryah Well
https://gigalibros.com/amor-complicado-angeles-de-la-guarda-1.html?Que harias si amenazaran a tu familia? ?Buscarias la ayuda divina o la ayuda humana? ?Y si pudieras encontrar las dos?
Gaspar Merino, un acaudalado hombre de negocios, lo tiene muy claro. Ante la amenaza a su familia decide contratar a la agencia “Angeles de la Guarda S.L.”, una agencia en la que solo trabajan mujeres en todas sus areas, para que se ocupen de la seguridad de los miembros de la familia. Sin embargo, el hombre no quiere que sus hijos se enteren del peligro que corren.
Los guardaespaldas contratados se hacen pasar por el chofer, la administrativa y una auxiliar de vuelo para que puedan cuidar de ellos sin que ninguno sospeche.
Aunque eso no es lo complicado para las chicas, al fin y al cabo, es el trabajo de su dia a dia, pero lo que no podran evitar sera sentirse atraidas por sus respectivos protegidos como las polillas a la luz. -
Me canse de ti de Walter Riso
https://gigalibros.com/me-canse-de-ti.htmlSi tu pareja te ignora, te vigila, te hace dano o te miente. ?por que seguir con ella? ?Por que soportar una relacion que te hace sufrir? Aqui te va una verdad dolorosa: El amor no es suficiente para mantener unida a una pareja. Y, en algunos casos, aquello que tu consideras <
> no es mas que posesion, miedo y costumbre. Walter Riso explora algunos de los motivos que llevan a las personas a cansarse de su relacion. Si estas incomodo con tu vida amorosa, y lo has intentado casi todo, quiza sea hora de replantearse algo mas de fondo. ?El amor se termino o eres tu quien se canso de ese amor? A partir de cartas de despedida escritas por el autor, aprende a decir adios cuando solo puedes pensar: < >. Deja de sufrir inutilmente y permite que el realismo se imponga. -
Fantasias Eroticas 2 de Jacinda Minx
https://gigalibros.com/fantasias-eroticas-2.htmlUna coleccion erotica de historias y fantasias prohibidas que atraparan sus sentidos y le llenaran de deseo
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Estados Unidos de Japon de Peter Tieryas
https://gigalibros.com/estados-unidos-de-japon.htmlLa deslumbrante novela que el Financial Times recomendo como una de sus lecturas de verano de 2016.
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Cambio mundo por universo de Beatriz M. De Lagos
https://gigalibros.com/cambio-mundo-por-universo.htmlYO
Me llamo Eva, tengo treinta y seis anos, estoy casada y tengo dos hijas. La relacion con mis padres es buena y aunque soy hija unica, mi amiga Paula ha sido desde el colegio como una hermana para mi. Soy coordinadora en una empresa que organiza fiestas y eventos sociales. Me encanta mi trabajo, hace que me sienta activa y me da la oportunidad de conocer a mucha gente. Vivo en una ciudad comoda para vivir y pequena para esconderse.
Soy infiel y estoy enamorada. -
Permafrost de Eva Baltasar
https://gigalibros.com/permafrost.html -
Renaceran mil rosas de Mariana Guarinoni
https://gigalibros.com/renaceran-mil-rosas.htmlMariana Guarinoni le imprime su sello a esta novela tan cercana a su corazon y pinta con trazos inolvidables un gran fresco de la vida de las mujeres en Buenos Aires, en el pasaje del siglo XIX al XX.
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Vuelo directo al amor (Unicornios 1) [LGBT] de
https://gigalibros.com/vuelo-directo-al-amor-unicornios-1-lgbt.htmlDice el refran que los polos opuestos se atraen.
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Cazame si puedes. La cazafortunas de Eva River
https://gigalibros.com/cazame-si-puedes-la-cazafortunas.htmlSamuel miro a su hermano directamente a los ojos, con una mirada seria, mientras negaba con la cabeza. --Lo has hecho de nuevo. Me gustaria que entendieras que no puedo estar resolviendote la vida a diario --dijo. --Yo no te pedi que lo hicieras... --!No puedo permitir que mi hermano este preso en cualquier calabozo con prostitutas y drogadictos! --Son gente muy agradable, !si supieras! --?Cuando vas a madurar? --Quiza cuando sea una fruta, ?eh? --Maldicion, Jake --aullo--. No puede ser tan dificil no meterse en problemas durante alguna temporada. Mama estaba de los nervios y papa... ya sabes. --Basta, Samuel. Solo fue una maldita pelea en un bar... Esos polis siempre exageran las cosas. Ademas, deberias estar orgulloso de mi. --Samuel lo miro con absoluta indignacion--. Tio, un tipo enorme estaba golpeando a una chica, yo no iba a permitir algo asi. --Y me imagino que no podias ayudar sin destrozar la propiedad privada, crear desorden publico y atentar con la seguridad de un monton de personas. --Vale, lo admito, la situacion se descontrolo un poco. Pero no es para tanto... --Si es para tanto. Es la sexta vez en este ano en que te saco de la carcel y apenas estamos en mayo. --Te pagare cada maldita fianza, ?de acuerdo? --No es el dinero lo que me preocupa, es tu actitud, tu inmadurez, tienes mas de treinta... Jake suspiro y espero a que su hermanito mayor terminara con la misma cantaleta de siempre. Que no tenia estudios, que no tenia ningun trabajo honorable, que vivia de excesos a costillas de su familia, que era el ser mas irresponsable que conocia y que basicamente era un crio al que ya empezaban a marcarsele las patas de gallo. Samuel era la version completamente distinta de su hermano. Un hombre de exito que habia labrado una gran fortuna gracias a su empresa de seguridad informatica, una de las mas reconocidas de los Estados Unidos; ademas era un hombre serio y responsable. --?Que es esto? --pregunto Jake, interrumpiendo la perorata del otro y tomando una llamativa invitacion del escritorio de su hermano. --Una de esas estupideces de Vacaciones Venus. --Joder, tio. ?Estas buscando esposa? --Por supuesto que no. Esa gente solo pretende embaucarme y se encargan cada ano de enviar una invitacion, como si yo fuera a participar en semejante sandez. --Oye, pero debe haber tias buenas. --Son puras cazafortunas... --Eso esta claro, pero no por ello dejan de ser bellas. Mira, faltan dos meses. Vaya, ?por que no vas? --?Estas loco? Esas mujeres no se diferencian demasiado de una prostituta, solo que sus ganancias van mucho mas alla y la compania te saca hasta los organos mas vitales por estar un mes en su hotel para que te roben la fortuna. Ni loco participaria en algo asi. --No hablo de que te cases, Samuel. Solo diversion. ?Sabes?, estaria genial beneficiarse de ellas. No creo que seas tan tonto como para desaprovechar semejante oportunidad de tener un monton de mujeres a tus pies. Un mes rodeado de bellezas y luego te las sacudes y ya esta. --?Crees que yo soy como tu? --Recuerdo que hace algunos anos lo eras, tio. Fuiste mi mentor, de hecho. --Era demasiado joven y estupido... --Vamos, no tienes nada que perder. Siempre tomas tus vacaciones en julio... --Mis vacaciones ya estan planeadas. --?Ah, si, adonde? --Voy a Egipto a... --Dios, eres tan aburrido, Sam. Apostaria cualquier cosa a que vas solo. --!No tiene nada de malo ir solo! --Claro que lo tiene si cada jodido ano es asi y si tienes una vida social comparada a la de un oso en invierno, si estas podrido en dinero y puedes pagar el maldito hotel, si tienes dos anos de no salir con una chica... Por Dios, comparar Egipto con un hotel lleno de jovencitas dispuestas a hacer lo que sea por ti... ni siquiera tendras competencia, los demas seran puros viejos... A veces dudo que seas mi hermano. 1 Dos veces al ano un grupo de personas de la Compania Venus se encargaba de contactar a los solteros mas adinerados del pais para invitarlos a sus famosas vacaciones. En pleno 2015 ya nadie se andaba con rodeos y no era cosa de sorprender un evento semejante a este. La logistica era sencilla. La compania contactaba a los solteros y solteras, generalmente personas de mediana edad con cuentas de muchisimos ceros, y les ofrecian unas vacaciones exclusivas de un mes en su hotel en California donde encontrarian al amor de sus vidas. Mientras por otra parte recibian solicitudes de mujeres y hombres entre veinticinco y treinta anos dispuestos a emprender el mismo viaje y conquistar alguna billetera. Al Hotel Venus le solian llamar <
>. En el solo habia espacio para cien personas, cincuenta millonarias y cincuenta cazafortunas, todas y cada una de ellas muy bien analizadas. Los y las cazafortunas eran personas academicamente preparadas, de gran belleza y buenos modales; debia ser asi para que el evento fuera un exito, con ello la mercancia se hacia muy apetecible para quien estaba dispuesto a ofrecer su fortuna a cambio de una muy buena compania. Sophia por poco y perdio la compostura cuando vio el remitente del sobre: Venus Company. Sus manos temblaban al abrir el sobre y la garganta se le secaba en exceso. --Madre, me va a matar de los nervios --le dijo Julia--. ?Que dice, que dice? --Calmate, querida, que me pones mas nerviosa. --Sus ojos bailaron de oeste a este a traves del papel mientras leia la carta--. Oh, Dios mio, Julia, !has sido aceptada! Por fin pondras en practica todo lo que te he ensenado. Julia sonrio con nerviosismo y no pudo evitar morderse el labio inferior. --!Deja de hacer esa obscenidad, Julia! Me pones enferma cada vez que sales con alguna de tus vulgaridades. No podras hacer eso en el hotel o de lo contrario ninguno de esos hombres apostara por ti. !Seras la verguenza! --Lo siento, madre. Por supuesto que no volvera a suceder. --Eso espero. He trabajado mucho para pulirte y convertirte en el mejor trofeo, no puedes echarlo a perder. Julia quiso arrugar el ceno y recordarle a su madre que ese < > solo habia consistido en ordenes y reganos mientras que la que habia hecho y pagado todo y seguiria haciendo todo era ella. --No va a suceder asi. Regresare con un diamante en mi anular y tendremos la vida de reinas que merecemos. --Bien. Solo quedan dos semanas para que empiece todo. Tenemos que tener calma. Contratare a un entrenador personal y a un estilista. Ademas, debemos ir a la biblioteca, debes releerte los clasicos. --Mama... --!No me llames asi! --Disculpe, madre... Creo que es innecesario. Me mato cada dia haciendo dietas y ejercicio y esos libros ya me los he leido al menos tres veces... --No digas tonterias. Esos viejos solo saben hablar de libros... Ademas, necesitas saber mas de deportes, politica, cultura general..., oh, no olvidemos la musica clasica y visitar la opera y el teatro este fin de semana. Quiza deberias retomar tus clases de piano y pintura. Hay tanto por hacer... --Madre... --!Silencio! ?Es que no entiendes que debes ser la mujer perfecta? No soportaria que pierdas tu oportunidad, hemos esperado cada dia a que cumplieras los veinticinco anos y a que Venus te aceptara, no me puedes fallar. Seria un fracaso estrepitoso si regresas como una mujer soltera, todas nuestras amigas se burlarian de ti y recuerdalo: viviriamos en la miseria, entre gente vulgar, sin ningun lujo. Lo hemos apostado todo y nuestra unica opcion es ganar. --Lo que usted diga. Siento haberla interrumpido. Loren abrio la puerta e inmediatamente se encandilo con la sonrisa de su sobrina. --Tia, me han aceptado en Venus --chillo Julia. --Jul, carino, ni que te estuvieran dando una beca de arte en Italia. --!No seas asi! Julia entro al piso de su tia y se repantigo en el sofa rojo pecado de la sala de estar. Si Sophia la hubiera visto habria pegado el grito en el cielo. --Cielo, sabes que a mi no me gusta en absoluto ese evento. No consigo entender por que demonios tienes que venderte de esa manera. Tu, tu… --Yo, yo… Yo crei que te gustaria verme feliz. Sabes el monton de cosas que he hecho para poder ser una buena candidata y conseguir mi meta. Ahora estoy muy cerca… --?Tu meta? Esa es la meta de la perra de tu madre. --!Tia! Loren era una mujer exotica. A sus cincuenta anos tenia una melena roja hasta el final de la espalda, unas cejas oscuras con arcos infinitos que casi tocaban el cielo, unos labios del rojo mas apasionado del universo y un closet lleno de prendas coloridas de esas que hasta en la luna se ven. Ademas, tenia una carcajada estrepitosa, una legua perfida y una forma de vivir excitante. Exactamente todo lo que Julia habia aprendido a no ser, porque eso no era otra cosa que vulgaridad, decia su madre. Por supuesto Sophia no soportaba a su cunada y viceversa. --Jul, eres una mujer capaz. Joder, que no necesitas perseguir a un viejo decrepito solo por su cuenta bancaria. Eres una jodida cirujana, podrias conseguir perfectamente un trabajo y labrarte una vida independiente, divertirte, pagar tus propias bragas, financiar tus borracheras, invitar a cenar a un guaperas, enamorarte, tener un monton de pequenos demonios, engordarte un poco… --!Dios! No continues. Yo no soy asi, ni lo voy a ser nunca. ?Trabajar? ?Amor? Tia, ambas sabemos que eso no existe. --Muchas personas del mundo trabajan y otra buena parte buscan trabajo. --!Los pobres! Pero no hablaba de eso, sino del amor. --Dios mio, pero que chica tan tonta. Julia adoraba a su tia, pero en momentos como esos no podia evitar darle razon a su madre. --Tia Loren, ?donde esta tu amor? Porque hasta donde se no tienes ninguno… Loren la fulmino con la mirada. -
Cartas a mi amor imposible de Luna Duenas
https://gigalibros.com/cartas-a-mi-amor-imposible.htmlUna preciosa historia de amor, realista y humana, en la que una chica se vera atrapada en medio de la presion social por cumplir unas expectativas y entre dos amores que marcaran su vida para siempre.
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Mas alla del equinoccio de primavera de Natsume Soseki
https://gigalibros.com/mas-alla-del-equinoccio-de-primavera.html -
Mensaje en una botella de Nicholas Sparks
https://gigalibros.com/mensaje-en-una-botella.htmlLa botella fue arrojada por la borda una calida tarde de verano, horas antes de que la lluvia empezara a caer. Igual que todas las botellas, era fragil y si la hubieran lanzado a medio metro del suelo, se habria roto. Pero bien sellada y echada al mar como hicieron con esta, es uno de los objetos que mejor navega en el mundo. Flotaba sin problemas atravesando huracanes o tormentas tropicales, podia avanzar sobre las mas peligrosas corrientes de resaca. Era, en cierta forma, el sitio ideal para conservar el mensaje que llevaba en su interior, un mensaje que se envio para cumplir una promesa. Como todas las botellas abandonadas a su suerte en el mar, su destino era impredecible. Los vientos y las corrientes juegan un papel determinante en el rumbo que sigue cualquier botella; tambien las tormentas y los desechos pueden desviar su curso. En ocasiones, una red de pescadores atrapa una botella y la conduce docenas de kilometros en direccion opuesta a la que llevaba. El resultado es que si se arrojan dos botellas al mar, de manera simultanea, cada una podria terminar en un continente distinto o hasta en lugares completamente opuestos del planeta. Esta botella contenia un mensaje que iba a cambiar para siempre a dos personas que de otro modo nunca se hubieran conocido. Durante seis dias floto lentamente hacia el noreste, empujada por los vientos de un sistema de alta presion que se encontraba sobre el Golfo de Mexico. Dos semanas y media despues de que la lanzaron, la botella comenzo a flotar hacia Nueva Inglaterra. Sin la Corriente del Golfo que la empujara, la botella avanzo con mas lentitud y zigzagueo durante cinco dias cerca de las costas de Massachusetts hasta que aparecio en la red de pesca de John Hanes. Hanes la hallo rodeada de cientos de percas que se agitaban y la tiro a un lado mientras examinaba su pesca. La botella estuvo cerca de la proa por el resto de tarde hasta que cayo la noche y el bote inicio su regreso a Cape Cod. A las ocho y media, una vez que se encontro a salvo dentro de los confines de la bahia, Hanes tropezo de nuevo con la botella y la arrojo por la borda sin rnolestarse en mirarla. La botella floto unos dias mas antes de tocar tierra en una playa cerca de Chatham. Y fue ahi donde, despues de veintiseis dias y mil ciento ochenta y siete kilometros, finalmente termino su viaje. Capitulo 1 Soplaba un viento de diciembre y Theresa Osborne se cruzo de brazos mientras contemplaba el mar. Al llegar un poco mas temprano, algunas personas caminaban por la playa, pero en cuanto se dieron cuenta de los nubarrones se marcharon. Se encontraba sola en la playa y observo el paisaje que la rodeaba. El mar se veia del mismo color del cielo, parecia de hierro liquido, y la niebla, que comenzaba a hacerse densa, ocultaba el horizonte. En otro lugar, en otro tiempo, habria percibido la majestuosa belleza que la rodeaba, pero en ese momento, de pie en la playa, noto que no sentia nada en absoluto. En cierta forma le daba la impresion de que no estaba realmente ahi, como si todo aquello no fuera mas que un sueno. Apenas recordaba el viaje desde Boston aquella manana, y al contemplar el mar agitado que se arremolinaba comprendio que en realidad no deseaba quedarse. Conduciria de vuelta a casa en cuanto terminara con lo que tenia pensado llevar a cabo, sin importar le tarde que fuera. Cuando estuvo lista, Theresa comenzo a caminar con lentitud hacia el agua. Llevaba bajo el brazo una bolsa que habia empacado con esmero esa manana. Pronto llegaria la marea alta y ese era el momento en que por fin lo haria. Encontro un lugar en una pequena duna que se veia comoda, se sento en ella y abrio la bolsa. Busco en ella hasta encontrar el sobre que queria. Aspiro profundo y parsimoniosamente levanto el sello. En el interior habia tres cartas dobladas con sumo cuidado, cartas que habia leido mas veces de las que podia recordar. El uso una pluma fuente para escribirlas y se veian manchas en varios lugares en los que la pluma habia goteado. El papel de la carta, con la imagen de un velero en la esquina superior derecha, comenzaba a cambiar de color con el paso del tiempo. Sabia que llegaria el momento en que seria imposible leerlas, pero tal vez despues de ese dia ya no sentiria la necesidad de regresar a ellas con tanta frecuencia. Cuando termino de leerlas las volvio a meter en el sobre de manera tan meticulosa como las habia sacado. Despues de poner el sobre en la bolsa, miro de nuevo la playa. Desde donde estaba sentada podia ver el sitio en el que todo eso habia comenzado. Recordo que en cuanto amanecio se fue a correr. Era el inicio de un hermoso dia de verano. Iba percibiendo poco a poco el mundo a su alrededor: oia el chillido agudo de las golondrinas de mar y el suave golpeteo de las olas que rompian en la arena. Aunque estaba de vacaciones, se habia levantado a correr muy temprano para no tener que cuidarse de ver por donde pasaba. En unas cuantas horas la playa estaria llena de turistas tendidos sobre sus toallas bajo el calido Sol de Nueva Inglaterra, recibiendo sus rayos. Cape Cod siempre se encontraba repleto en aquella epoca del ano, pero la mayor parte de los paseantes solian dormir hasta mas tarde y Theresa disfrutaba de la sensacion de correr por la dura y lisa arena que quedaba al bajar la marea. Lo consideraba como un tipo de meditacion, por lo que le gustaba hacerlo a solas. Aunque adoraba a su hijo, se sentia feliz de no tenerlo a su lado. Todas las madres necesitan un descanso de vez en cuando y ansiaba tranquilizarse mientras estuviera ahi. Sin partidos vespertinos de futbol ni reuniones de natacion ni el canal MTV siempre sonando estrepitosamente en el fondo, sin tareas en las que tuviera que ayudarlo. Tres dias antes habia llevado a Kevin al aeropuerto para que tomara un avion y fuera a visitar a su padre, su ex marido, en California, y solo cuando ella se lo recordo, el se dio cuenta que no le habia dado un beso de despedida. -Lo siento, mama -habia dicho mientras le echaba los brazos al cuello-. No me extranes mucho, ?de acuerdo? -luego se volvio hacia la sobrecargo para entregarle su boleto y casi salto al avion.
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1775 Calles de Jose A. Gomez Iglesias
https://gigalibros.com/1775-calles.htmlImagina que toda la inmensidad de tus suenos y anhelos, tus sentimientos y emociones, buenos o malos, pudieran ponerse en fila ante tus ojos. Imagina pasarles revista, ponerles nombre y descubrir que cada nombre tiene un lugar y cada lugar una calle. 1775 son las calles de Vigo, 1775 formas de ponerle un nombre al amor.
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La mascara sagrada de Klara Delgado
https://gigalibros.com/la-mascara-sagrada.htmlEste no es un libro convencional, es un librojuego, y tu eliges el desarrollo de la historia. ?Llegaras con exito al final?
Por fin se acabaron las clases y comienzas tus vacaciones de navidad. Un mensaje de WhatsApp te despierta y su inquietante contenido da lugar al comienzo de la historia.
Tu mejor amigo te avisa de que ambos estais en peligro de muerte. En una nota anonima os piden que devolvais una mascara que no teneis. ?Que podeis hacer?
Ahora tu te conviertes en el protagonista, tomas las riendas de esta historia y eliges lo que quieres hacer. ?Tus elecciones te llevaran a conseguir el exito de la mision o, por el contrario, el final sera un autentico desastre?
Sumergete en tu propia aventura. -
Ella lo sabe, Lorena Franco de Lorena Franco
https://gigalibros.com/ella-lo-sabe-lorena-franco.html<
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La rutina de Andrea, una escritora de thrillers traumatizada por un horrible suceso del pasado y un matrimonio que esta a punto de romperse, se ve interrumpida por la inesperada llegada de su cunado. Victor es un tipo silencioso y extrano del que no sabe nada.
Su mania de fisgonear a traves de la ventana de la cocina la vida de sus vecinos, la llevara a descubrir que una madrugada estival cualquiera, en la calle de la urbanizacion en la que vive y donde nunca pasa nada, su vecina Maria se sube en el coche de su cunado. El vuelve pero Maria no.
<lo que aparentamos.>>
Nicolas Maquiavelo
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Aguas turbulentas de Gayle Wilson
https://gigalibros.com/aguas-turbulentas.html -
La bruja de los zapatos rojos de Helen C. Rogue
https://gigalibros.com/la-bruja-de-los-zapatos-rojos.htmlAri es la supervisora de una cadena de restaurantes. En uno de ellos, conoce a Marcos, el gerente. Desde el primer momento se sienten atraidos el uno hacia el otro. Pero una serie de circunstancias hace que se distancien. Cuando vuelven a encontrarse, estalla la bomba de relojeria… Un relato donde la tension sexual es patente desde el minuto uno, y donde lo peor es enfrentarse a unos sentimientos ocultos pero que estan a flor de piel.
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Ciudad berraca de Rodrigo Ramos Banados
https://gigalibros.com/ciudad-berraca.html<
>. < >. < >. Las frases fueron escritas con pintura roja en las murallas, delante de la fila de extranjeros que culebreaba por las soleadas calles de Antofagasta hasta el edificio de la gobernacion, a un costado de la plaza Colon, la plaza principal de la ciudad y centro social antes de la construccion del mall. Tambien la llamaban la plaza de los gitanos, pues ellos se banaban en las dos fuentes de agua casi todo el ano, a excepcion del invierno, cuando el municipio secaba los platos. Era junio el unico mes cuando se sentia realmente el frio y los colombianos se abrigaban hasta el cogote. El resto del ano caminaban con camisetas, sueltos, extrovertidos, alegres, y esa alegria, esa verborrea y esa sensualidad de cuerpos libres contrastaban con ciertas personas de alli, de movimientos apretados como robots viejos y miradas punzantes, como si en sus ojos tuvieran dos porciones de fuego lanzadas por el canon de un averno intestino para incinerar lo que parecia malo. Eso, lo malo, era sin duda lo que no se conocia, lo distinto, como el raro entusiasmo que puede ser el carnaval de una nueva vida, la alegria de una nueva oportunidad de los extranjeros que semanas antes habian sido desahuciados por la guerrilla. Para esos muertos, llegar a Antofagasta era como alcanzar el cielo que dibujan los Testigos de Jehova en su tornasol revista Atalaya, aunque en este caso fuera un atosigante paisaje ocre sacado de las cronicas marcianas. Pocos en la provincia se esforzaban por conocer a los extranos, pues pertenecian a un mundo pequeno y aislado, lleno de divertidos prejuicios socarrones. Un mundo que era como un enorme cementerio de neumaticos de camiones mineros, de esos que parecen escarabajos fosilizandose a un costado de la Panamericana, porque las carreteras, en el norte de Chile, estan llenas de fosiles industriales. Y viajar por ellas hace sudar el culo, sobre todo en el momento en que el sol desvanece la sombra al punto de hervir la piel y aturdir la vista hasta partir el paisaje en minusculos granos rojos como los de la granada. A los colombianos sobrevivientes solo les quedaba disfrutar del nuevo mundo desertico al que en las revistas economicas comparaban con Bahrein, pero esto no era ni la periferia de Bahrein ni nada parecido y tocaba celebrar la vida en una tierra extrana, sin importar lo que dijera el resto; por eso la musica, la parranda, la soltura y el baile. Y claro que no les iban a asustar las miradas recelosas si venian de la guerra. Y por supuesto que las miradas eran punzantes si estos inmigrantes querian transformar esto en Antofalombia. A la plaza Colon tambien la llamaban la plaza de las palomas, la de los lustrabotas, la de los jubilados y la de los libreros, esto ultimo por dos hombres que recopilaban articulos del diario sobre las anejas salitreras transformandolos en libros, que vendian bien. Los pampinos habian adornado con tanta obsesion el pasado, ese pasado de chusca, sudor, sol y balas, que lo habian convertido en una suerte de eden, negando el presente, encuevados en sus villas. A la plaza le decian asimismo la de los colombianos, porque acampaban de madrugada en sus recovecos esperando turno para legalizar los papeles en la oficina de extranjeria que estaba al frente, y armaban alli pequenas rumbas de un hibrido entre cumbia, salsa y regueton. Hasta un platano habia brotado de la nada a un costado de la plaza, justo donde pernoctaban los colombianos, y ese perturbador arbol, de tallo laxo como el miembro de un caballo negro, horrorizaba a los nativos, pues de un dia para otro se habia transformado en el simbolo de eso que llamaban despectivamente una ciudad bananera, una ciudad del tropico. Pero esto era Chile, el frio Chile, el antartico Chile, el sureno Chile, el europeo Chile y el blanco Chile: un pais sin platanos. Cada tanto los rayados eran borrados con pintura por la municipalidad luego de las cartas tipo denuncia de xenofobia que aparecian en El Mercurio de Antofagasta, el diario que masificaba la manera de pensar de los poderosos, con un tiraje promedio de ocho mil ejemplares en una ciudad de al menos cuatrocientos mil habitantes. Cartas firmadas por una elite progre o de izquierda o influenciada por los jesuitas, que habia adoptado como forma de vida la defensa hacia los extranjeros, pues no soportaba el maltrato que le daban algunos de los antofagastinos, sus coterraneos. Los colombianos habian arribado en oleadas desde Buenaventura y Cali, aunque ellos decian que provenian del Valle del Cauca y algunos lo imaginaban como un valle de moscas y sangre en cuyo corazon podria estar la hacienda de Escobar en decadencia, con hipopotamos canibales, tesoros llenos de billetes y cocaina de la buena enterrada por alguna parte. Llegaron desplazados por la guerrilla interna, con la esperanza de vivir tranquilos en una ciudad que, segun habian escuchado, demandaba trabajo para la mineria, donde se pagaba bien y donde se podian hacer negocios de los buenos y de los otros, y enviar el dinero seguro, que se multiplicaba en Colombia, por Ria o Western Union. Pronto, en la noche, y a veces frente a la mirada indiferente de los madrugadores inmigrantes, los rayados xenofobos resurgian como un terco sarpullido ante los rostros a los que solo podia ahuyentar una rafaga de balas en la fogosa vegetacion del valle, del famoso Valle del Cauca. En esa sucesion de escritos y borrados se encontraba la ciudad cuando, en la primavera de 2012, arribo la familia Parrada Castillo. Entre esos afrodescendientes latinoamericanos, o negros latinos, o colombianos negros, o colombianos de Tumaco, o negros pobres, o grones, o simplemente negros, estaba Jean, un chico de dieciseis anos que llego con la mision de ayudar a su padre, asi se lo encomendo, en todo lo que le solicitara. Habia que sobrevivir. Pero el chico sabia que su padre era imprevisible y que, de un dia para otro, podia desaparecer del mapa, y por eso todo lo que le decia le entraba por una oreja y le salia por la otra como un eructo. El apoyo, le diria su padre, consistia en cargar sacos, tirar de un carreton, cuidar la fruta o, cuando tuvieron casa, quedarse protegiendo a sus dos hermanos menores mientras los padres vendian las papas rellenas que cocinaban afuera de la casa en una olla ennegrecida por la quema del fuego a lena; a su madre no le gustaba prepararlas de otra forma, o mas bien no habia gas para hacer funcionar la cocina. Eso fue en un principio, porque las cosas mejoraron con el paso de los dias y en esa ciudad berraca que vivia su esplendor economico --gracias al precio del cobre que estaba en las nubes de la bolsa de valores de Londres-- el billullo empezo a llegar a todos. Ni hablar de estudios, pues Jean habia cursado hasta lo que en Chile denominan el primero medio; le quedaban pendientes tres cursos o tres anos para alcanzar la posibilidad de hacer estudios superiores, algo que estaba por completo descartado por su padre. El problema para Don Parrada era que el adolescente Jean, de mirada esquiva cuando le hablaba, no tenia entre sus planes desarrollar una vida tan simple, ni menos ser lo mismo que su padre: un desplazado que se las arreglaba, en cada lugar adonde iba, trabajando en cualquier cosa aunque en nada fuera de la ley, aclaraba tocandose la barbilla como filosofo; y asi lo repetia como mantra cuando iba camino a Chile, nada fuera de la ley, aunque por experiencia sabia que la ley de la calle era mucho mas efectiva al momento de condenarte que la otra, esa ley que se podia comprar. El senor Parrada estaba condenado por la calle de Tumaco a la pena de muerte. Su hijo, mientras su padre le repetia con obsesion lo que tenia que hacer cuando la familia avanzaba por los serpenteantes caminos costeros del sur de Peru, se imaginaba en cambio conduciendo un tanque. Lo hacia para sentirse protegido. Le gustaba jugar a los militares, a la guerra. La madre, cuando Jean tenia cinco anos, le habia regalado una bolsa con soldaditos de plastico, a la cual se sumo otra y otra mas hasta juntar una cantidad considerable. Una de ellas venia con unos tanques similares a los vehiculos blindados del ejercito colombiano. Eran los dias en que los militares, paramilitares, las FARC y las AUC --y luego otras guerrillas y hasta la policia-- mantenian incendiada la selva cocalera y la propia ciudad de Tumaco, conocida como la perla del Pacifico, dejando un monton de muertos, heridos, viudas y huerfanos. Jean imaginaba a las tanquetas circulando por la ciudad y los bosques en llamas. Aunque era solo un juego, esos dias tambien le tocaba observar como llegaban a relajarse a Tumaco los milicianos, algunas veces sin el uniforme, cuando bebian como quien lo pasa bien entre amigos, y entonces nadie entendia nada. Sin la metralleta eran criaturas normales, a veces eran los mismos del barrio. Lo cierto es que cualquiera ahi podia llegar a ser un militar y tambien cualquiera podia sembrar una hectarea de coca bien plantada. Armas, en este Vietnam colombiano, se podian conseguir en todas partes. Pero Jean guardaba la esperanza. Incluso mas alla de las limitaciones que le imponian los chilenos, que lo tildaban de grone, colombiano y pobre; lo ultimo era lo que mas le molestaba, pues el queria prosperar. No era lo que pensaba el bando de los anticolombianos del Chascon Marcos, cuyos miembros rayaban las paredes de Antofagasta y argumentaban en favor de su espontaneo odio. Una de las razones mas comunes que daban en contra de los colombianos era que se habian tomado la calle Condell, aquella donde antes proliferaban con cierta modorra los locales nocturnos para trabajadores, unos borrachines que se deshacian en sudor viendo girar los pollos en una asadora gigante mientras picoteaban papas fritas en cambuchos de carton. Ahora cuanto habia cambiado la ciudad desde que llegaron los colombianos, cuyas mujeres habian destruido las familias y elevado las cifras de enfermedades de transmision sexual como la sifilis, segun habia dicho el intendente a la prensa, ante el escozor de los progres. Estos observaban la inmigracion como un proceso en el cual, en el futuro, de la misma forma como habia sucedido en Nueva York, los turistas podrian visitar la Little Colombia de Antofagasta, la Antofalombia y hasta la Antofalopa. -
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https://gigalibros.com/el-oceano-de-la-memoria.htmlMe llamo Alba Monasterio Livingston y naci en 1936, en plena guerra. Mi madre me amamanto hasta los tres anos y a mi padre le hicieron prisionero por el simple motivo de bautizarme. Lo libero un anarquista que penso que tenia derecho a actuar bajo su conciencia. Si el tribunal hubiese estado presidido por otra persona, ninguno de mis hermanos habria nacido y, por lo tanto, esta historia no existiria. Cuando volvio a casa, la barba roja que lucia mi padre dejo claro por que mi melena era del color del fuego en invierno, pero yo no soy el centro de este relato. Solo quiero contar la verdad de lo que acontecio desde entonces hasta nuestros dias. Por que se callaron tantas cosas y se disfrazaron otras. Quiero dejar limpia la memoria de una familia que con sus luces y sus sombras fue simplemente el reflejo de una epoca y una sociedad hipocritas, donde nada podia ser como era y habia que aparentar lo que dicha sociedad consideraba correcto aunque muchos sentimientos y muchas vidas se perdiesen por el camino. Tengo esa edad en la que lo cotidiano se olvida y lo lejano emerge como esculpido en la piedra de la memoria. Mi vida ha sido como un rio remansado, pero con remolinos inapreciables en la superficie capaces de arrastrarte hasta el fondo si no tenias un asidero al que agarrarte. Tampoco ha importado mucho, el foco de la casa siempre estaba en otra parte. Eramos muchos y los demas hablaban mas alto y mas rapido que yo, que me veia obligada a dejar mis frases a medias, suspendidas en el aire sin interlocutor alguno. De aquellos dias solo quedamos en el mismo sitio la casa de Cadiz, que ya ni siquiera nos pertenece, las bodegas, Juana y yo, testigos eternos y mudos de las vidas de otros. Nadie permanece junto a nosotras; la mayoria ya no estan. Las habitaciones se fueron quedando sordas poco a poco. Algunas antes de tiempo. Otros se fueron lejos, huyendo del pasado y la falta de oxigeno para respirar. Es una casa preciosa pero tiene algo de carcel. Algo que desde el amor y la seguridad te oprime los pulmones y te adocena las ideas. Espero que sus futuros habitantes consigan liberarla. En otro tiempo la casa estaba llena de vida, de ruido, de gritos y de musica. Mi padre amaba a los clasicos y tenia pasion por la zarzuela que sonaba obscenamente por todas partes para arremolinarse en el patio, el autentico corazon de nuestras vidas y nuestros suenos. En ese patio celebrabamos los bautizos y las comuniones, rodeados de pilistras, las macetas tipicas de los patios del sur, con el sonido del agua como fondo de las conversaciones al caer la tarde. En ese patio recibia mi madre a sus amigas en verano para tomar el te con pastas, reminiscencias inglesas, y examinaba de pies a cabeza a los posibles pretendientes que tenian que pasar el test de aprobacion, sin el cual, implacable, se encargaba de alejarlos de sus hijas. Eramos guapas, educadas y sabiamos todo lo que una buena esposa necesita saber. Lo malo es que no todas estabamos dispuestas a serlo. Hoy aun se conservan las verdes pilistras, con sus hojas largas y brillantes como cuchillos. La fuente sigue sonriendo agua; a veces tengo la sensacion de que se burla de todos y que sabia de antemano lo que pasaria, como una Casandra liquida y constante. Solo he querido explicar a grandes rasgos el porque de estas paginas y el hecho insolito de que me haya tocado a mi, en calidad de unico testigo vital y contra todo pronostico, dibujar de la manera mas veraz y con la mayor riqueza de matices la historia de la familia Monasterio Livingston, mi familia, una familia mas de la Espana atribulada, asustada y herida de la posguerra. PRIMERA PARTE Capitulo I Alba, esta nina tiene fuego en el pelo y en el corazon, y por los ojos le sale la llama verde de las hechiceras. --Ya estas con tus tonterias, Juana, si solo tiene dias. Alba se reia con los comentarios de Juana. La nina era preciosa a pesar de los tiempos dificiles en los que habia nacido. Espana estaba en medio de una guerra fratricida, y la escasez y el miedo campaban a sus anchas. Juana tenia la misma edad que su senora, veintiun anos. Habia entrado en la casa a servir con catorce, de ahi la confianza y el carino que las dos se tenian. Gregorio, su padre, labrador y con mas hijos de los necesarios, apenas podia alimentar a su prole a base del consabido pan duro a remojo, pimiento, tomate y ajo, todo de la huerta, enriquecido con una pizca de aceite. Lo que una familia podia permitirse en el campo andaluz dominado por latifundios y grandes fincas en donde los aparceros disponian de una humilde casa con una sola estancia, la huerta y alguna cabra a la que exprimir las ubres buscando la leche que les servia para hacer quesos y algun que otro dulce. Las gallinas les permitian comer de vez en cuando los huevos que no vendian en el mercado, y a menudo el matrimonio y los cinco rapaces se afanaban en mojar pan y compartir la clara, que suponia un manjar exquisito reservado solo para los domingos. Juana era la mayor y por tanto tenia que trabajar el doble para ayudar en la casa, recoger esparragos verdes hasta deslomarse o echar unas horas en las casas principales. Desde los ocho anos, Juanita corria de un lado para otro procurando alguna ganancia que llevar a su maltrecho hogar. Juana era pequena y vivaracha, la naturaleza le habia regalado una ligera joroba que en nada mermaba su caracter alegre y dispuesto. A los catorce anos, la madre de Alba, la Inglesa, como la llamaban en los barrios humildes, se apiado de la criatura y la metio fija en la casa de la plaza Mina. Juana trabajaba duro pero al menos tenia un buen sitio en el que vivir, comida y veinticinco pesetas que generosamente la Inglesa le pagaba al mes y que volaban para alivio de la casa paterna. La muchacha era feliz, y ademas Albita, la nina de la casa, tenia su misma edad y se convirtio en una companera de juegos, confidencias y risas, cuando sus quehaceres diarios se lo permitian. Juana tenia adoracion por esa nina rubia de ojos azules, esbelta y voluntariosa a la que su madre, con exigente educacion anglosajona, sometia a clases de mil cosas: ingles, bordado, reposteria, piano y equitacion. Alba se quejaba pero sabia que era inutil resistirse. Se convertiria en la joven mas deseada de la ciudad y eso era garantia de futuro, seguridad economica y reconocimiento social. En un mundo de hombres, las mujeres se median en funcion de una buena boda y no de otros meritos ajenos a la vida de matrimonio. Los sentimientos eran algo secundario; en definitiva, eran cosas de pobres. Cuando Alba lloraba en publico por algo o suspiraba, la Inglesa le recordaba su condicion social y el hecho de que llorar, reir a carcajadas o suspirar eran cosas de pobres y estaban desterradas de la casa de la plaza Mina. Realmente la Inglesa no era tal, la abuela era hija de un comerciante de extraccion humilde, Santiago Belacua, que gracias a sus habilidades en el comercio de ultramar habia amasado una considerable fortuna, lo que le permitio entrar a formar parte de la burguesia gaditana. Su espectacular y pelirroja hija pudo asi conquistar a uno de los solteros de oro, de ascendencia inglesa y perteneciente a la escasa aristocracia de la Tacita de Plata, Mario Livingston. Como consecuencia, mi abuela decidio ser mas inglesa que nadie y soltaba con alegria frases en el idioma de Shakespeare en version gaditana que entusiasmaban a mi abuelo Mario. Implanto el te por las tardes y una ferrea educacion inglesa en todo su dominio, de ahi el apodo, no carente de la consabida guasa del pueblo llano, de <
>. El abuelo Mario era una bellisima persona, paciente y carinoso. Habia heredado la bodega familiar, un precioso edificio con estructura de hierro, disenado por Eiffel. La bodega era el orgullo de la familia y de sus botas salian los mejores caldos para Espana, el resto de Europa y America. El fino, el oloroso, el cream dulce y meloso, el Pedro Ximenez o el brandy eran algunas de sus joyas, criadas y mimadas al amor de los vientos, la humedad del mar y las temperaturas unicas de la zona. De ninos gritabamos de alegria cuando alguien proponia una excursion a las bodegas del abuelo. Era maravilloso poder pisar patios de albero, oir el relinchar de los caballos en las cuadras, subirnos a los carros antiguos en los que se transportaba el vino, jugar con los perros bodegueros de una mestiza raza importada de Inglaterra y creada para perseguir los ratones que abundaban entre las botas y, sobre todo, andar por los vinedos, oliendo a miel en septiembre, con la uva rubia guinandonos un ojo y diciendo con su brillo < >. La bodega era un mundo apasionante por el que corriamos en libertad y jugabamos al escondite. Hoy no vive sus mejores momentos, pero es algo que permanece en nuestra sangre como el viento de levante o las murallas de Puerta Tierra, principio y fin de una ciudad inexpugnable, indomita, que nunca se ha doblegado, rodeada de agua y luz, brillando como la plata por las mananas y tenida de rojo por las tardes. Alba solo tenia un resquicio por el que dejar escapar su ninez, sus ansias de juegos y sus suenos, y ese resquicio se llamaba Juana; y Juana nos contaria una y mil veces las travesuras que mi madre y ella inventaban a escondidas del riguroso control materno. Digo mi madre porque yo soy esa nina de fuegos diversos que Juana anuncio el dia 18 de septiembre de 1936, en plena Guerra Civil. Ese ano nacieron dos cosas: una buena, yo, y otra mala, la guerra que dejaria un millon de muertos por la torpeza de unos y el fanatismo de otros. --Juana, no achuches tanto a la nina que la vas a gastar. --!Ay, Albita, cuando has visto tu que el carino gaste! Mas carino es lo que necesita el mundo y sobre to los crios. Si es que entran ganas de comersela. --Dicen que si se coge mucho a los bebes se encanijan. --Sera por eso que tu has salio tan alta y buena moza, por la falta de brazos de tu madre. El carino alimenta y sobre todo hace personas felices y sin malas ideas. --No sigas diciendo tonterias y traeme agua de limon, anda, que tengo la garganta seca del levante, y si ves a Custo dile que venga, que le echo de menos. --Ese si es un hombre, si yo no te quisiera tanto diria que no te lo mereces. No he visto nunca un marido mas carinoso y un medico tan preocupao por su gente. De el tendrian que aprender muchos de los que estan a tiros por las calles. Juana siempre tenia la ultima palabra y era de una sinceridad palmaria, a la que nadie podia oponer argumento alguno. Mi madre se reia de sus cosas pero la respetaba y la queria como a la hermana que no habia tenido. Sabia que tenia razon, cuantos besos y abrazos le habian faltado en su ninez -
Caballeros andantes espanoles de Martin De Riquer
https://gigalibros.com/caballeros-andantes-espanoles.htmlUn libro, como indica su titulo, sobre los caballeros andantes espanoles, un prototipo social de la Espana del siglo xv, tal como atestiguan las cronicas de la epoca. Si existieron los caballeros andantes fue, en parte, gracias a Lancelote, Curial o Amadis, pero estos reflejan, no siempre tan exageradamente como se ha dicho, la realidad en la que fueron imaginados. Asi, de la mano de quien tambien nos hizo llegar la musica de los trovadores a traves de sus textos, presentamos algunos de aquellos personajes en los que se inspiro la novela de caballerias, el genero que hizo enloquecer al mas inmortal de los hidalgos.
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Seduciendo Al Jefe de Mia Ford
https://gigalibros.com/seduciendo-al-jefe.htmlCliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <
> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. < >, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. < >, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion. -
El chico de la ultima fila (Cabana 2) de Susanna Herrero
https://gigalibros.com/el-chico-de-la-ultima-fila-cabana-2.html?Quien es Dylan Carbonell?
?Ese chico indescifrable, de sonrisas invisibles y miradas impactantes, que copa las revistas y los medios de comunicacion?
?Un genio de la musica?
?La nueva promesa del rock and roll espanol? -
Estacion Central de Lavie Tidhar
https://gigalibros.com/estacion-central.htmlUna diaspora mundial ha dejado un cuarto de millon de personas a los pies de una estacion espacial. Las culturas chocan en la vida real y en la virtual. La vida apenas tiene valor, y la informacion tiene incluso menos. Mucho ha cambiado cuando Boris Chong vuelve de Marte a Tel Aviv. La examante de Boris esta criando a un extrano y familiar nino que puede meterse en el torrente de informacion de una manda con el simple roce de un dedo. Su primo esta enamoradisimo de un robotnik: un soldado ciborg destrozado que necesita mendigar piezas de repuesto. Su padre tiene una enfermedad terminal, una plaga mental multigeneracional. Y una atormentada vampira informatica ha seguido a Boris a un lugar al que tiene prohibido volver. Alzandose sobre todos ellos esta la Estacion Central, el nucleo interplanetario en medio de todo: la Tel Aviv con sus constantes cambios; una potente arena virtual y las colonias espaciales donde la humanidad se ha marcado para escapar de los estragos de la pobreza y la guerra. Todo esta conectado por los Otros, poderosas entidades alienigenas que, a traves de la Conversacion (un torrente inestable de conciencia) suponen el inicio de un cambio irreversible. En la Estacion Central, los humanos y las maquinas siguen adaptandose, prosperando e incluso evolucionando. <
>. Tor.com < >. Guardian < >. Ken Liu, escritor premiado con los premios Hugo, Nebula y World Fantasy, y autor de La gracia de los reyes. < > Adrian Tchaikovsky, Shadows of the Apt -
En todas partes cuecen habas de Montse Giraldo
https://gigalibros.com/en-todas-partes-cuecen-habas.html-No te preocupes mama, yo hago la compra cuando salga de trabajar y le acerco a Montse todo lo que le hace falta- le dice Marla a su madre con prisa en la voz. Desde el fondo del pasillo se escucha la voz de su jefe mas inmediato. Marla trabaja como secretaria de direccion del jefe de marketing. Con un jefe al que no le gusta que sus subordinados dediquen el tiempo de trabajo en cuestiones personales. Marla siempre ha demostrado ser eficiente en sus quehaceres laborales. Lo de esta manana es una excepcion algo que, en el transcurso de este mes se estaba repitiendo mas de lo que a ella le hubiese gustado, pero su hermana pequena ha sufrido un accidente de moto y ha acabado escayolada desde el tobillo hasta la rodilla y esta se negaba a alojarse en casa de sus padres a pesar de vivir sola y necesitar ayuda mientras este lesionada. -Tengo que dejarte- susurra Marla presurosa-... te prometo que mediare con la cabezota de mi hermana. Hasta luego mama- se despide. Consigue ocultar su telefono personal en el fondo de su bolso en el mismo instante en el que el senor Ventura, su superior, cruza el umbral que separa el vestibulo de la zona de despachos designados para el departamento de marketing. Preparada para lidiar con la rutina de la oficina, Marla gira su silla hacia los archivadores en busca de los documentos que faltan para la proxima reunion. -?Todo listo para la reunion? La voz ronca que formula la pregunta hace que Marla de un respingo en su silla giratoria. Estar concentrada en el archivador que hay a espalda de su mesa de trabajo, rebuscando documentacion para uno de sus trabajos pendientes la ha hecho estar despistada. -Todo preparado- confiesa Marla tras soltar un sonoro suspiro tras recuperarse del sobresalto. -?Informes?-pregunta con porte serio su jefe. El senor Ventura y su gesto serio siempre genera una sensacion de mutismo a su paso. La juventud del gerente, su porte atletico y el atractivo rostro atraia las miradas del genero femenino. Hasta que su seriedad y frialdad las echaba hacia atras. -Sobre la mesa de su despacho- contesta Marla regresando su silla hacia el frente de su mesa de trabajo. -?Cuadro de estadisticas?- pregunta su jefe. -Informes preparados sobre la mesa de la sala de reuniones- senala Marla. -?Huecos libres en mi agenda?- -Media hora para la reunion...- comienza a decirle su secretaria, haciendo ademan de abrir la gruesa agenda de tapa oscura que descansaba sobre su mesa de trabajo. -Perfecto- dice el, posando su fornido brazo sobre la tapa de la agenda con el fin de evitar que su secretaria acceda al interior de sus paginas-... puede pasar a mi despacho. Necesito repasar algunos detalles- le senala girando sobre sus pasos, sin esperar respuesta. Pedro Ventura camina con paso firme hasta la puerta de su despacho. Marla le sigue con paso presuroso, llevando entre sus brazos la agenda a la que habia echado mano. En aquel tocho de papel de donde salian miles de tiras de colores, era algo que, pese a ser una eficaz y eficiente secretaria y estar capacitada para lidiar con la tecnologia en la que el siglo XXI ha sumido el mundo laboral, Marla se niega a abandonar. Cuando secretaria y jefe cruzan el umbral del amplio despacho, Pedro Ventura cierra la puerta tras de si. Mudando el gesto serio por una sonrisa lobuna, deposita su mano derecha sobre el trasero de su secretaria, atrapandolo con decision. -!Senor Ventura!- replica Marla con gesto sensual-... creo que ese punto no esta en su agendasenala, posando su mano sobre la de el, para evitar que la retirase de su lugar mientras ella gira sobre sus pasos, para situarse frente a frente. -?Seguro senorita Picon?- cuestiona el, llevando su mano libre sobre el pecho izquierdo de su secretaria-... consulte su abultada agenda- le aconseja al tiempo que rescata de los brazos de su secretaria la susodicha agenda para dejarla resbalar lentamente hasta caer al suelo. La agenda llega al suelo en el mismo instante en el que la boca de Pedro Ventura atrapaba la boca de Marla Picon. Ambos se entregan a ese pasional beso. La pasion que genera hacerlo sabiendo que tienes que esconderte para evitar ser vistos. Para mantener en secreto una relacion jefe-secretaria, secretaria-jefe en la que llevan enfrascados desde hace mas de seis meses. -Esta noche te espero en mi casa- le dice el. Aquello parece mas una orden que una sugerencia. -Sabes que esta noche tengo cena en casa de mis padres. Han pospuesto su cena de aniversario solo porque yo estuve ocupada el fin de semana, con un descomunal trabajo que el ogro de mi jefe me impuso- senala ella ironicamente. -Un trabajo con el que disfrutases- el recuerda el antes de lanzarse sobre el lobulo de la oreja de ella. Tras el primer encuentro de la manana. La relacion de jefe y empleada transcurre con total normalidad. A las tres Pedro Ventura abandona el despacho con los nuevos clientes. La reunion de la manana se iba a prolongar en el confort de un restaurante de cinco estrellas. Marla tiene que terminar de archivar todos los documentos y realizar un informe detallado que debe dejar sobre la mesa de su superior antes de abandonar la oficina. Las horas delante del ordenador le queman la vista y la cansan en demasia. A las cinco de la tarde su mesa esta recogida. Con la americana puesta y el bolso colgado al hombro camina presurosa hacia el ascensor mientras rescata su telefono movil del fondo de su gran bolso. -!Montse!- reclama a traves del terminal-....?quien eres? . Necesito hablar con mi hermanareplica al interlocutor. Dos segundos despues logra comunicarse con su hermana, informandola de sus intenciones de hacerle la compra bajo expreso deseo de sus progenitores -Mira, bonita, voy a hacerte la compra porque sino mama no va a dormir tranquila y acabara yendo a comprar ella misma.- le dices con tono ironico-... y, escucha bien lo que te digo, mejor sera que estes preparada, porque le he prometido a mama que esta noche vienes conmigo a cenar a casa- le dice. -De acuerdo pesada.- bufa Montse, rindiendose a las replicas de su hermana mayor-... promete traerme medio flan de chocolate y vainilla de ese que se que has cocinado esta semana- le pide a su hermana mayor. De todas las experiencias laborales que esta probo mientras se formaba para ser una secretaria eficaz, el puesto de cocinera fue el dejo en ella una huella digna de disfrutar en su rutina cotidiana y de la que disfrutaba apasionadamente. Montse no puede resistirse a soltar un bufido a modo de protesta. A sus treinta y veintiocho anos de edad, las dos hermanas viven con total independencia, cada una en su propio piso, cada una con sus respectivos trabajos y ambas bajo la presion de unos padres tradicionales que no logran entender porque sus hijas prefieren vivir solas en lugar de regresar a la casa familiar. Marla se marcho de casa cinco anos atras, cuando tomo la decision de convivir con su antigua pareja. Un companero de universidad con el que mantuvo una relacion seria desde el primer curso. Despues de romper, ella decidio permanecer en su piso, con su vida. Montse se mudo a un piso compartido en su primer ano de universidad y con el paso de los anos se mantuvo en sus trece y conservo la independencia a la que se habia acostumbrado incluso cuando regreso a Madrid, donde acabo montando una pequena empresa de diseno grafico con la que sobrevive. Tras perder la discusion con su hermana, Montse no tiene mas remedio que claudicar, quitarse el pijama con el que ha pasado los ultimos dias y acompanar a su hermana a casa de sus padres para la cena de aniversario. -Has prometido llevarme de regreso a mi casa- le recuerda Montse a su hermana antes de bajar del coche. Su hermana la mira sonriente. Sabe lo que ha prometido. El desenlace de la velada aun esta por verse. -Y me vas a ayudar a convencerlos- senala con los ojos entre cerrados. -Sabes que todo seria mucho mas facil si les dijeses de una vez por todas que tienes una relacion con tu companera de piso- le suelta Marla, ante la mirada estupefacta de su hermana pequena. -Lo mio con Raquel esta en un punto demasiado delicado como para airearlo- reconoce Montse. A diferencia de las preguntas que Montse esperaba de su hermana, esta simplemente la mira, dubitativa. No es la primera vez que Montse y Raquel tienen un tiempo entre tinieblas, pequenas rencillas que siempre acaban solucionando. -Estoy sopesando el cerrar y cambiar el rumbo- espeta Montse. Durante dos breves segundos, Marla mira fijamente a su hermana, sorprendida. ?A que se referia su hermana con un cambio de rumbo? ?Desde cuando lleva sopesando esa posibilidad? -?Tan mal va el negocio?- se interesa Marla. -La crisis es el motivo principal. Y que necesito reinventarme tambien- confiesa Montse, manteniendo la mirada fija en la carretera. Un pequeno silencio sucede de subito entre las dos hermanas. Cada una procesa toda esa informacion a su manera. -Cuando piensas contarles tu que te estas tirando a tu jefe- le espeta Montse, en pos de cambiar el tema de conversacion. -Tu lo has dicho; me lo estoy tirando. No vivo con el- matiza Marla-... tu velada seria mas comoda para ti si tu relacion se hace visible y Raquel te acompanase- le senala. -Deja de tirarte a tu jefe y comienza una relacion con el de una vez por todas- le dice Montse con tono burlon. Entre risas, las dos hermanas suben los cuatro escalones del portal del bloque de pisos donde residen sus padres. La velada transcurre apaciblemente. Ni las insistencias de su querida madre sirvieron, tras la copiosa cena las dos hermanas abandonan el nido familiar. Marla acerca a su hermana a casa y, pese a sentirse agotada, conduce hasta el chalet en Somosaguas donde Pedro Ventura vive, en busca de una apasionada noche de sexo que ambos anhelaban. DONDE LABORES NO RIEGUES LAS FLORES La noche se prolonga para Marla mas de lo que habia calculado. A las seis y media de la manana la alarma de su telefono movil la saca de los brazos de Morfeo y del abrazo en el que Pedro Ventura la tiene envuelta. Suavemente se desliza por entre las sabanas. Recoge del reguero de ropa que la noche anterior habian esparcido desde la puerta del dormitorio hasta los pies de la cama, para ir ocultando su desnudez prenda a prenda. A las puertas del piso de alquiler en el que vive, el tono que usa para los mensajes suena. Junto con el pompon de lana que usa como llavero rescata el movil para averiguar quien esta levantado a esa hora para comenzar con los mensajitos de WhatsApp cuando aun no son las siete de la manana. -Preciosa, no quiero ser abuson, perooooo, podrias pasar por la tintoreria antes de llegar a la oficina. Gracias, gracias, gracias- escucha la voz suplicante de Pedro Ventura. La ducha es mas rapida y menos relajante de que hubiera deseado. Siguiendo la pauta ante la indumentaria sobre su vestimenta en el ambito laboral, Marla se viste con una falda estrecha por encima de la rodilla de color negro y abertura en la pierna izquierda conjuntada con una blusa negra semitransparente que cubre con un chaleco rosa palo. Como cada manana al edificio donde esta ubicada la empresa con paso ligero, con las camisas de su superior en el interior de una bolsa de lavanderia opaca, una bandeja de carton con dos cafes del Starbucks de la esquina y su bolso de trabajo. -La directora de marketing de la sucursal de Londres esta esperando en el despacho de Ventura desde hace diez minutos- le comenta uno de sus companeros, que la intercepta desde el ascensor hasta su mesa de trabajo siguiendo sus ajetreados pasos. -!No me jodas!- espeta Marla-...Me cago en toda la dichosa puntualidad Britanica. !Tenia cita para las nueve y media!- dice, haciendo memora. Sobre su mesa suelta los cafes y su bolso, verificando en el reloj de pared que hay entre su mesa de trabajo y la de su companero senala las nueve en punto, justo su hora para entrar a trabajar. -Cuelga esto en el perchero, por favor- le pide a su companero mientras que ella alisa su ropa y coge su agenda laboral del fondo del cajon. Rapidamente teclea un mensaje en su telefono, el cual deja dentro del bolso antes de carraspear y caminar decidida al despacho de su jefe. Solo cinco minutos despues, la puerta del despacho vuelve a abrirse, apareciendo un elegante, sonriente y atractivo Pedro Ventura repartiendo cordialidad y alabanzas a la visita que le esperaba en el despacho. Las prisas marcan el dia desde sus horas mas tempranas. La reunion con la asociada de Reino Unido se prolonga mas de lo estipulado en un principio, lo que conlleva la necesidad de hacer una reserva de urgencia para la hora de la comida. Una reserva para dos, algo realmente fuera de lo normal, porque siempre que Pedro Ventura se reune para comer con un cliente o asociado, su secretaria siempre les acompanaba por si necesitaban algo de ella. Marla no quiere pensar en ninguna razon especial para aquel cambio de planes. En cierto modo esa libertad inesperada le viene como anilla al dedo, pues su hermana Montse tiene consulta en el centro de salud y su pareja/companera de piso, se ha buscado una excusa para ausentarse.