• lou berney books in order - Lou Berney

    https://gigalibros.com/carreteras-de-otono.html

    A Frank Guidry se le ha acabado la suerte. Fiel empleado del capo de la mafia de Nueva Orleans Marcello, Guidry sabe que todo el mundo es prescindible. Pero ahora le toca a el; sabe demasiado sobre el crimen del siglo: el asesinato de JFK. Sin apenas opciones, Guidry se echa a la carretera camino de Las Vegas para ver a un antiguo socio.

  • Order of Lou Berney Books - OrderOfBooks.com

    https://www.orderofbooks.com/authors/lou-berney/

    Publication Order of Standalone Novels ; The Long and Faraway Gone, (2015) ; November Road, (2018) ...

  • Novels by Lou Berney

    https://www.louberney.com/novels

    Lou Berney is the Edgar Award-winning author of NOVEMBER ROAD, THE LONG AND FARAWAY GONE, WHIPLASH RIVER, and GUTSHOT STRAIGHT, all from William ...

  • Lou Berney Official Website

    https://www.louberney.com/

    Lou Berney is the author of NOVEMBER ROAD (a Washington Post Best Book of 2018), THE LONG AND FARAWAY GONE (winner of the Edgar, Anthony, Barry, Macavity, ...

  • Lou Berney (Author of November Road) - Goodreads

    https://www.goodreads.com/author/show/3135045.Lou_Berney

    Lou Berney is the Edgar Award-winning author of November Road (2018), The Long and Faraway Gone (2015), Whiplash River (2012), and Gutshot Straight (2010...

  • Lou Berney - Fantastic Fiction

    https://www.fantasticfiction.com/b/lou-berney/

    He is the author of THE ROAD TO BOBBY JOE, a collection of stories, and his short fiction has appeared in publications such as The New Yorker, New England ...

  • Lou Berney: Books, Biography, Blog, Audiobooks, Kindle

    https://www.amazon.com/Lou-Berney/e/B002PXVASG%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    Author Updates ; November Road: A Novel Oct 9, 2018 � ( 1,392 ) ; The Long and Faraway Gone: A Novel Feb 10, 2015 � ( 1,058 ) ; Gutshot Straight: A Novel Dec 16, ...

  • Lou Berney - The Long and Faraway Gone: A Novel - Amazon ...

    https://www.amazon.com/-/es/Lou-Berney/dp/1094063479

    Lou Berney (Author) ... NOMINATED FOR THE 2015 LA TIMES BOOK PRIZE ... LOU BERNEY is the author of two previous novels Whiplash River, nominated for the ...

  • Lou Berney Book & Series List - FictionDB

    https://www.fictiondb.com/author/lou-berney~63917.htm

    Book List in Order:5 titles ; November Road. Oct-2018 ; Double Barrel Bluff. Oct-2017 ; The Long and Faraway Gone. Feb-2015 ; Whiplash River. Jul-2012 ; Gutshot ...

  • List of books by author Lou Berney - Thriftbooks

    https://www.thriftbooks.com/a/lou-berney/351553/

    Books by Lou Berney ; November Road 0062859560 Book Cover. November Road � $4.39 Save $22.60. List Price: $26.99 ; The Long and Faraway Gone 0062292439 Book Cover.

  • Vacaciones en el Caucaso de Maria Iordanidu

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    En julio de 1914, cuando Ana partio de Constantinopla con destino a Rusia, dejo atras la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de los estibadores, y tambien del barrio europeo donde la sombra de las abuelas aun planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de destazar. Aquella era la epoca en que la Virgen extendia su mano y paraba la lluvia cuando Loxandra hacia la colada. <>, decia Loxandra, y en Constantinopla ese dia no caia ni una gota de lluvia. En agosto de 1920, cuando Ana volvio de Rusia, paso del medievo al siglo XX de un solo salto. La plaza de Karakoy estaba abarrotada de militares ingleses y franceses, de soldados griegos, de refugiados rusos, de judios, levantinos[1] y griegos que habian amasado su fortuna recientemente. Los estibadores y los arabadzides habian desaparecido... Ahora circulaban... !automoviles! En las angostas callejuelas de Galata, los camiones del ejercito frances bocineaban hasta dejarte sordo y eran capaces de matar a la gente con tal de rebasar a los vehiculos ingleses que corrian como omnipotentes angeles del cielo... !Ay de los derrotados! Nous avons gagne la guerre..., cantaba la Madelon de la victoire[2] invitando a cervezas en los bares y en los grill rooms que habian proliferado por todos lados como champinones. Ya ni en la confiteria de Retzepis se podia entrar porque frente a su puerta habia apilados un monton de barriles de cerveza vacios. Uno que se parecia al gobernador general de la provincia de Astracan deambulaba por el puente de Galata con una bandeja en las manos vendiendo pirozhki. Tres Johnnies ebrios, frente a la panaderia de Karakoy, querian golpear al bugatsero porque no vendia whisky. Los organillos, con banderitas griegas clavadas entre las flores de papel que enmarcaban el retrato de Pulu, tocaban melodias patrioticas como <>.[3] !Fotografias de Elefterios Venizelos en los cafes![4] Y por doquier, la gente entonaba al unisono el largo camino a Tipperary...[5] En Pera,[6] ahi donde esta el hotel Londres, era imposible pasar, porque una decena de soldaditos jovenes se habia puesto a media calle a bailar un kalamatianos. Y en la avenida principal el transito estaba detenido porque los escoceses, ataviados con pieles de leopardo, desfilaban tocando sus gaitas y golpeando sus tambores. El hotel Tokatlian daba la impresion de un cadaver hinchado que acabo por reventar. Frente a sus puertas pululaba un hervidero de gusanos: empresarios, agentes extranjeros, traficantes de droga, proxenetas y prostitutas de todos tipos. Un lujo desvergonzado, una juerga enloquecida, !un carnaval! La gran ramera de Babilonia, vestida de purpura y escarlata y adornada de oro, se paseaba por las calles de Pera y de Galata. Ochi chiorniye...[7] sonaba una y otra vez en los cafe-chantant. <>, cantaban las aristocratas rusas vendiendo sus ultimos diamantes para pagar el espumoso vino. Levantinas y judias de Avanos y Tahtakale llevaban velo y se hacian pasar por turcas, porque habia demanda de colorido local y las turcas de verdad se habian escondido. Un negro senegales del regimiento de Mac Mahon se comio la teta de una gran duquesa rusa. Y dos bailarinas del Bolshoi, de puro miedo, sufrieron convulsiones frente al Galatasaray.[8] A Ana le daba vueltas la cabeza. Arrastrando los pies, intentaba subir la cuesta de Akartsa preguntandose: <>. En lo que llegaba a Tatavla, cayo la noche. Las ventanas de las casas comenzaron a encenderse paulatinamente. Habia muchas puertas abiertas y gente sentada afuera, tomando el fresco. Algunos eran conocidos, pero nadie la reconocio. Como una sombra venida de otro mundo, Ana fue pasando frente a ellos, hasta que llego a la iglesia de San Demetrio y dio vuelta a la izquierda. Al cabo de muy poco fue a dar frente a la casa de la tia Agatho, donde estaba segura de encontrar a su mama. Miro hacia arriba, todo estaba oscuro. Se detuvo un momento, los dientes apretados, la frente perlada de sudor, <>. <>. Un gato se froto contra su pierna. Un gato gris. Un gato peludo como el Aslan que tenian. Como el As... !Aslan! --!Aslan! !Aslan!--exclamo Ana llorando--. Aslan querido, ?donde esta Dick? ?Donde esta nuestro perrito? ?Se murio? Una ventana del primer piso se abrio y se oyo un <>. Cuantos anos hacia que Ana no habia oido ese <> de la tia Agatho. Y segundos mas tarde la voz histerica de su mama: --!Me voy a volver loca! !Sostenedme! !La nina! Dos ventanas se iluminaron. Una puerta rechino. La escalera de arriba crujio. Porque asi era esa escalera, crujia. <>, penso Ana, y sabia que en cuanto alcanzaran el pie de la escalera, tropezarian con la mesita en la que esta el jarron chino y comenzarian a discutir. Lo dicho, ya empezaron. --Pero mujer, !que mania la tuya de poner esta mesita aqui! !Un dia nos vamos a matar! Y la tia Agatho: --Pero si su lugar es este, ?donde quieres que la ponga, Klio? El lugar de la mesita era ese, cerca de la escalera. El lugar del taburete pequeno, frente al sillon de terciopelo. Y cuando te sentabas en el canape, no tenias taburetito para los pies. Y es que en las casas, cada objeto tiene su lugar, porque cuando Dios hizo las mesitas y los taburetes y todo lo habido y por haber, lo coloco, en su inmensa sabiduria, tal y como luego lo encontraron las amas de casa en sus hogares. Y las amas de casa, todas, son iguales. Los zares pueden ser derrocados en Rusia, la faz de la tierra puede cambiar, pero a Varvara Vasilievna le sigue mortificando que caiga agua en su sillon de raso--ese sillon que unos dias despues seria lanzado por la ventana junto con sus otros muebles y acabaria, cojo, en la acera--. Y Praskovia Afanasievna, con tal de no perder ninguno de sus enseres domesticos, decidio quedarse en su casa, que estaba en la zona del fuego, y acabo quemandose viva. Lo mismo podria haberle ocurrido a la tia Agatho, y a su mama... Pero no, ahi estaban, tal como las dejo. --!Que no te me adelantes, te digo! Detras de la puerta discutian por quien cogeria primero la llave, quien levantaria primero la tranca. <>. <>. Algunas palabras resuenan como un semantron en el oido,[10] como una voz venida de otro mundo. De un mundo que ya no existe, y runrunean nostalgicas en el mundo que empieza. 2 El primer mundo de Ana habia sido el entorno festivo y hogareno de su casa constantinopolitana. Personas ahitas, de buen corazon, sencillas. Una fiesta ininterrumpida habia sido aquella primera vida suya, siempre pegada al delantal de su abuela Loxandra, y dentro de su cocina. ?Que necesidad tenia de los juguetes de pacotilla del Bon Marche si todo lo habido y por haber en su casa estaba a su disposicion? <>. !Que no harian! ?Abrir los atadijos de las telas y encontrar un trapito para coger las ollas calientes, o limpiar las rosas para hacer mermelada, o tenir los huevos y amasar la harina para los tsurekis de Pascua, o ir a Therapia[11] a felicitar al tio Kotsos que hoy celebra su santo? Cada ano en verano iban al campo, a Halki. Mas tarde, cuando la familia se instalo por un tiempo en el Pireo, ya no tenian necesidad de ir al campo porque su casa estaba sobre el mar, en Kastella. !Ah, que bonitos anos aquellos que Ana vivio en el Pireo! Aunque... ?y que me dices de los anos del colegio, cuando regresaron a vivir a Constantinopla? ?Eh? Esos anos fueron felices entre los mas felices. Tan felices que uno lamenta que hayan pasado. Otros tres anos asi de dichosos le quedaban a Ana por delante hasta terminar el colegio. Y luego se habria ido a estudiar a la universidad si no hubiera llegado aquella fatidica carta desde Batumi. La carta que partio su vida en dos. Por lo general, en su casa, una carta de Batumi era sinonimo de pelea, porque Ana estaba obligada a contestar. Y es que en Batumi vivia el hermano de su madre, el que las mantenia. --Que escribas, te digo--ordenaba Klio. Ana se sentaba con la pluma en la mano y dibujaba un gallito en el papel secante. --Ana, he dicho que escribas. --?Y que le digo? --Dile que le pides a Dios que nos reste dias de vida a nosotras para darselos a el. --!Y un cuerno! Y acto seguido comenzaba la pelea. Ana no era desagradecida y sabia muy bien que el tio Alekos, el que vivia en la Santa Rusia, era quien pagaba un monton de liras para que ella pudiera estudiar en el colegio; era quien antano --es decir, antes de que se casara con la tia Claude, que lo manejaba a su antojo--mandaba caviar y tambien iconos recubiertos de oro, y aquellas cucharitas y vasitos rusos banados en oro y con el aguila bicefala del zar estampada. <>, aprendio a decir Ana de su abuela, y al Paraiso se lo imaginaba ahi, en Rusia, donde todo era grande y abundante, donde todo era interminable, todo, incluso las horas. <>, le decia Loxandra al verdulero cuando este se demoraba. Ana veia al tio Alekos en aquel Paraiso ruso como a un dios. El dios terrible de Abraham y de Isaac, al que habia que cantar himnos con panderos y danzas, con laudes y flautas para ganarselo, porque aunque por un lado ofrecia la Tierra Prometida, por el otro no se lo pensaba mucho para pedir un sacrificio de sangre. Cada ano, cuando se acercaba septiembre, Ana lo pasaba fatal hasta que llegaba la noticia de que la matricula del colegio habia sido cubierta. En cuanto a la universidad, que le habian prometido para despues, Ana estaba dispuesta a hacer por ella todos los sacrificios del mundo. Si hubiera tenido el arpa de David o los cimbalos de Jerusalen, quiza habria podido producir el ruido necesario para expresar su agradecimiento, pero teniendo unicamente la pluma le era imposible. Y, por eso, siempre habia pleito. ?Que le podias escribir o que le podias decir a una persona a la que no habias visto mas de tres veces en tu vida y de la que corrias a esconderte debajo de alguna mesa o detras de algun ropero cada vez que aparecia? La ultima vez que ese tio habia ido a su casa habia traido con el a su mujer para que besara la mano de la abuela, es decir, de su madre, Loxandra. La mujer que el tio Alekos habia tomado por esposa se llamaba Claude y era francesa, una francesa muy delgada que entro en la casa como un huracan y la recorrio completita, por dentro y por fuera. Queria verlo todo, queria saberlo todo. Cuanto aceite se usaba para la comida, cuanto dinero se le pagaba a la sirvienta, por que vivian en esa casa situada en la calle principal de Pera y no se iban a vivir a una casa mas economica. Por que tenian animales. Los animales son portadores de microbios. Habia que deshacerse de ellos. A Aslan, el gato, que por aquel entonces tendria un ano, no le vieron el pelo durante todos los dias que duro la visita de la tia Claude. Se iba muy temprano por la manana y volvia muy tarde por la noche para guardarse bien guardadito en la cocina. A Dick, el perro de Ana, hubo que amarrarlo porque cada vez que veia a la tia Claude grunia. La abuela, que ya no salia de su recamara y que apenas oia, no se percato de nada de todo aquello. A sus noventa anos, ?que sentido tenia decirselo y mortificarla? En cuanto aquellos huespedes se fueron de la casa, el mundo entero respiro aliviado. <>, dijo la madre de Ana apenas cerrar la puerta detras de ellos. Y desde entonces el nombre de la nuera fue <>. El tio Alekos era <> y la culpa de todo la tenia <>. --Estas son maquinaciones de aquella--volvio a decir Klio en cuanto termino de leer la fatidica carta, y estaba a punto de romperla cuando Ana se la arrebato de las manos. Da vertigo pensar de que cosas tan pequenas depende la vida del hombre. Si Klio hubiese roto la carta aquel dia, !que distinta habria sido la vida de Ana! Pero ?quien iba a saber? <>, dicen. Y asi es. La carta era una invitacion a Ana para que hiciera un viajecito de placer a Rusia, un viajecito de un mes. Es decir, hasta que la escuela abriera sus puertas a principios de septiembre. Ana podria tomar rapidamente el Sicilia de la Lloyd Triestino, cuyo capitan era amigo de su tio Alekos. Su madre la embarcaria en Constantinopla y el capitan, personalmente, se la entregaria a la tia Claude en Batumi. La tia Claude, decia la carta, la estaba esperando para recorrer juntas el Caucaso y visitar a una pariente que vivia en el norte, en una ciudad llamada Stavropol.

  • Secretos inconfesables de Emma Colt

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    Un policia de moral intachable. Una sospechosa tan tentadora como misteriosa.

  • El brazalete magico de Rocio Rueda Sastre

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    Lara pasa las vacaciones en Atenas para visitar a su padre, que se encuentra en la ciudad griega trabajando en una excavacion. Haciendo turismo, Lara entra en una tienda de antiguedades en la que un misterioso anciano le regala un brazalete. Ese brazalete conectara a Lara con uno de los secretos mejor guardados de la humanidad, el de la poderosa espada con la que lucho Alejandro Magno y con Elisa, una de las sacerdotisas de Atenea en la antigua Grecia. (2010-10-19)

  • Victoria de Begona Blasco Laffon

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    Mi abuela siempre tenia a mano un refran. Mas vale callar lo que se sabe, que decir lo que no se sabe. Me pregunto que hubiera sido de mi familia si hubiera hecho caso de este. Por fin han salido a la luz los secretos que guardo tantos anos, y el desastre que origino por decir lo que no sabia. En el salon en el que pase mi infancia, observo a Victoria dormida en el capazo. No estoy segura de cual hubiera elegido la abuela para este momento, pero si de lo orgullosa que se hubiera sentido al saber que su nombre se perpetuaba en la familia. Oigo en mi cabeza su voz dulce: "?ves?, todo llega". Han pasado casi cincuenta anos de su muerte, y me pregunto como es posible que aun recuerde con tanta claridad la ternura con la que me hablaba. Mi madre, en cambio, parecia que solo se hubiera aprendido un refran, y lo repetia cada vez que se le presentaba alguna oportunidad de cambio: mas vale malo conocido que bueno por conocer. Con que ganas le diria lo confundida que estaba. Todavia me invade la tristeza si pienso en las veces que la culpe de no quererme lo suficiente. Ahora que se lo que paso, me asombra que fuera capaz de sacarme adelante. !Que mejor manera de demostrarme su amor y que poco supe apreciarlo! Me acerco a la cuna y acaricio la mano de mi nieta. Desde que viaje a Munich cuando nacio, hace cuatro meses, solo la habia visto en las fotos y videos que mi hija me envia a menudo. Llevan un par de dias instaladas en casa, pero hoy es la primera vez que me quedo a solas con ella. --Madre, te he dejado el biberon en la nevera --ha dicho, como si no hubieramos estado juntas en la cocina mientras lo preparaba--. No creo que lo necesite, normalmente duerme seis o siete horas seguidas. De verdad, en cuanto tomemos las uvas nos volvemos. Sabine, harta de las instrucciones que Paula no paraba de darme por el pasillo, con la excusa !llegaremos tarde!, ha conseguido cerrar la puerta. La pequena hace un puchero y me apresuro a mecerla, al tiempo que con el mando apago la tele. Siempre me ha gustado ver los programas que resumen lo ocurrido durante el ano, pero, hoy, mirar a mi nieta me parece mucho mas interesante. !Una nueva Victoria en la familia! No tengo claro si me gusta que hayan elegido nuestro nombre. Me alegro de que, por lo menos, no comparta tambien nuestra fecha de nacimiento. Aunque recuerdo con carino los cumpleanos compartidos con la abuela, es mejor que Victoria tenga su propia fiesta. Deseo que empiece una nueva saga de mujeres en la familia que sabran mirar al futuro sin el lastre del pasado. Sin prejuicios, sin secretos. Victoria se ha dormido de nuevo. Me acerco al balcon y observo a traves de los cristales el ir y venir de la gente. Las luces de los escaparates y las estrellas que decoran los arboles de la plaza me parecen mas brillantes que las del ultimo ano. Aunque he insistido en que estare dormida antes de que den las doce, Paula me ha comprado esta manana una lata con las doce uvas, ya peladas, y las ha puesto en un cuenco que ha dejado en la mesita, al lado de la lampara. Sin piel, se amontonan en el fondo, languidas, casi translucidas. Me ha hecho prometer que me las comere aunque este sola. Pero no estoy sola. Si entorno los ojos puedo ver a la abuela, que sentada en su butaca frente a la tele, me pide que le pele las suyas; y a mi madre, enfadada porque creia firmemente en la necesidad de cumplir el ritual sin trampas, para que la suerte nos acompanara durante todo el ano. Conocer los secretos de la abuela ha servido para que comprenda por que mi madre se sintio, hasta su muerte, una nina abandonada. Ya no tengo nada que recriminarle, lo unico que lamento es que se fuera sin poder decirselo. Me alejo de la ventana. Con cuidado acerco el capazo al sillon. Me acurruco en el sin perder de vista a Victoria que, dormida, esboza sonrisas que se desvanecen casi al mismo tiempo de aparecer. Siento como si tuviera todo el tiempo del mundo, y protegerla fuera mi unica tarea. Me sorprende ese sentimiento porque ni siquiera con mis hijos he tenido una conexion tan profunda. Recuerdo con pena su nacimiento. Mi instinto maternal quedo oculto tras el parto por un velo de tristeza que no me permitio, hasta mucho mas tarde, disfrutar de ellos. Esta noche dormire de nuevo en el que fue mi cuarto, pero las obras han conseguido, por fin, que el piso deje de pertenecer al pasado. El corcho con las fotos y recortes que mi madre mantuvo durante tantos anos ya solo esta en mi memoria. Sin embargo, solo ha pasado un ano desde aquella manana en la que tuve la sensacion de que el dormitorio me miraba con extraneza, como si se preguntara el motivo por el que, despues de tantos anos, habia vuelto. No supe contestarle. Quiza la llamada de Juan el dia anterior, para decirme que hiciera algo con el piso de mi madre, provoco en mi la absurda pretension de que, si amanecia en mi cama de nina, la pesadilla terminaria, mi familia permaneceria intacta, y la abuela vendria a darme los buenos dias con un beso, como cada manana. El deseo de leer sus cartas y escritos me lleva a levantarme sin pereza del sillon. Hace unos meses que encuaderne todo ello. Me acerco a la estanteria. Se me ha ocurrido la tonta idea de hablarle a mi nieta mientras duerme. Quiero que Victoria conozca sus origenes. Quiza tengan razon los que dicen que de pequenos somos capaces de guardar informacion de cosas que vivimos, aunque despues nuestra mente consciente no pueda recordarlas. Con un poco de verguenza al principio, empiezo a hablar. Mi voz es apenas un susurro en la habitacion hasta ahora silenciosa. --Tienes que imaginar a mi abuela Victoria joven y enamorada. Me quedo pensativa un momento. Si pretendo contarle lo ocurrido estos ultimos meses no puedo irme tan atras en el tiempo. Comienzo de nuevo, mi voz mas firme. --Mejor empezare hace justo un ano, el 31 de diciembre de 2013. Asi sabras como me entere de los sucesos que nuestras antecesoras me ocultaron durante tanto tiempo. 1 Me encogi bajo las sabanas sin ganas de levantarme. La habitacion seguia helada. Por la hora que era, el portero acabaria de encender la calefaccion y aun los radiadores estarian templados. Saque la mano y tantee en el suelo en busca de la manta que recordaba haberme puesto la noche anterior. Sin molestarme en estirar las sabanas revueltas, la eche por encima en un intento de entrar en calor. Sabia que no me iba a resultar facil, el frio habia pasado a formar parte de mi vida desde hacia un tiempo. La conversacion que habia mantenido con mi marido, lejos de haberse borrado tras la noche, continuaba grabada en mi mente. Su habilidad para convertir cualquier intento de dialogo en un monologo cargado de reproches me habia dejado agotada. Quedo claro que lo unico que queria de mi era que desapareciera de su vida, y cuanto antes, mejor. !Como olvidar sus palabras!: Joder, Mavi, siempre llegamos al mismo punto, vendamos nuestro piso de una puta vez, repartimos y se acabo el problema. Ahora que el de tu madre esta vacio ya no tienes excusa. Ya han pasado mas de dos meses, y seguimos igual. Asi que haz algo. Tengo planes y no voy a esperar mucho mas, dijo antes de colgar sin ni siquiera despedirse. Que tenia planes... !Que cabron! ?Y nuestros planes? Cuando Diego se fue a estudiar su master a Vancouver, nos parecio buena idea hacer un viaje para revivir las veces en las que dejabamos a los chicos con mi madre y nos escapabamos un fin de semana en el viejo coche. Su enfermedad hizo que fueramos posponiendo nuestros planes, pero, ahora, tenia claro que la unica ilusionada habia sido yo. Me sobrecogio la forma en la que Juan hablaba de ella. Ni siquiera me habia preguntado que tal estaba. No mejoraba tanto como nos habiamos imaginado, pero eso no significaba que su muerte fuera inminente. Solo pensar lo que costaba la residencia me hacia temblar. ?Cuanto duraria el dinero de su cuenta? Cada mes que pasaba subia la factura, tantas cosas que no estaban incluidas, pero que al parecer eran indispensables para su cuidado. Lo ultimo que me faltaba era Juan con sus prisas y sus maravillosos planes. La rabia que senti al recordar la forma tan ruin en la que me dijo que se iba, me quito el frio de golpe. Hacia una semana que habiamos ingresado a mi madre. Necesitaba volver a la rutina con la que pasabamos tantos fines de semana, yo, leyendo un libro en la butaca, y Juan, tumbado en el sofa, mientras cambiaba una y otra vez de canal sin intencion mas que de dejar pasar el rato hasta la hora de acostarse. Dos meses ya, y todavia me parecia que fue ayer. Acababa de terminar el telediario. La casualidad hizo que le mirara justo en el momento en el que apago la tele. Dejo el mando encima de la mesa, se sento en el sillon y levanto la vista hacia mi. --Quiero decirte algo. He esperado porque sabes que aprecio mucho a Ana Maria y no queria que sufriera todavia mas. --?Algo de mi madre? --pregunte. Volvio a coger el mando de encima de la mesa, por lo que por un momento pense que iba a encender la tele, pero se limito a pasarselo de una mano a otra. Cuando ya estaba a punto de decirle algo, por romper ese silencio que empezaba a asustarme, comenzo a hablar: --Sera mejor que te lo diga sin rodeos. Me marcho. --?Que te marchas? Juan viajaba con frecuencia por su trabajo, no entendia por que me lo anunciaba, esta vez, de una manera tan rara. --Si, he decidido que me voy. --?Adonde? Se levanto del sillon y se quedo en pie, frente a mi. --Lo que intento decirte es que me voy de casa. Quiero a Carla y hemos decidido empezar una nueva vida juntos. --?Carla? Mi mente hacia verdaderos esfuerzos por intentar poner cara a un nombre que me sonaba familiar. --?Tu secretaria? --Bueno, ahora no es secretaria. Hace tiempo que ejerce tambien de abogada en el bufete -- intento justificar Juan, y antes de que pudiera decir nada, continuo: --Si no lo he hecho antes es porque no queria que tu madre tuviera que pasar por esto, pero ahora no veo razon para aplazarlo mas tiempo. ?Entiendes? Incapaz de hablar o moverme, escuche sus explicaciones, sin asimilar todo lo que me decia. --... seamos razonables. A los chicos les parece bien. Oir que hablaba de nuestros hijos me hizo reaccionar. --?Me estas diciendo que sabian que estabas con otra tia? --Bueno, no desde hace mucho. Se lo conte a Paula la ultima vez que vino, y ella me dijo que se lo diria a su hermano. --!Eres un cabron de mierda! Me parecio que se acobardaba ante mi rabia, pero enseguida se envalentono de nuevo. --Solo quieren que seamos felices. --?Felices?, ?!Felices!? Mi grito no consiguio nada mas que una mirada tensa por su parte. --Espero que lo entiendas. Estoy decidido. Me ire manana. --!Como que manana! --conteste hecha una furia, y sin pensarmelo dije--. Si quieres irte, vete, !pero vete ya! --Si es asi como lo quieres... Aun no me habia movido del sillon cuando Juan salio de nuestra habitacion arrastrando dos maletas. Al pasar por mi lado me dijo: --Adios Mavi, hablaremos cuando estes mas calmada. Me gire en la cama incapaz de encontrar una postura comoda. Mi chuleria me habia salido rana. Por lo poco que tardo, tenia que haber preparado las maletas aquella tarde. Las habia visto en la habitacion, pero no imagine que ya estuvieran llenas. !Como habia podido ser tan tonta! El dia que ingresamos a mi madre en la residencia se habia mostrado muy carinoso. Llevabamos tanto tiempo fingiendo una convivencia que no existia, que tendria que haberme dado cuenta de lo que tramaba. Con la pena que tenia, si llego a saber lo que me esperaba, se hubiera acostado aquella noche con el su puta madre. Seguia sin ganas de levantarme. Tenia todo el dia por delante sin nada que hacer mas que esperar a que dieran las doce y tomar las uvas, sola en casa. Mis recuerdos seguian aferrados a aquel fin de semana de hacia dos meses, en el que me resistia a creer que Juan se hubiera marchado y que mis hijos le apoyaran. Me sentia traicionada en lo mas profundo. Aquella noche, cuando consegui reaccionar, cogi el movil y marque el numero de Paula. El timbre continuo sonando hasta que se corto la llamada. Al intentarlo de nuevo me fije en la hora, !eran las dos de la manana! Tendria que esperar hasta el dia siguiente para que me explicara por que no me habia dicho nada. Paula se limito a mandarme un par de wasaps. Alegaba que tenia un trabajo pendiente que entregar y que hablariamos cuando viniera en Navidad. Diego, en vez de darme la razon, habia intentado calmarme, lo que me enfurecio todavia mas. Despues de colgar, sin pensarmelo dos veces meti en bolsas de basura toda la ropa de Juan. Habia esperado a que anocheciera, no queria que los vecinos se enteraran de lo que pasaba, y las tire, con mas rabia aun que la que habia usado mientras vaciaba hasta el ultimo cajon, en el contenedor de la esquina. Ya no hacia falta que volviera, que Carla le comprara lo que le diera la gana. Me habia sentido como Malefica cuando, al final de la pelicula, lucha contra su amado. Aunque yo no pensaba ser tan tonta como ella, que casi muere por creer que el muy traidor se arrepentia. Si Juan queria volver tendria que hacer algo mas para convencerme. Que ilusa. No habian pasado ni veinticuatro horas cuando, un poco borracha, despues de beberme unos buenos tragos del guisqui que Juan reservaba para las grandes ocasiones, me arme de valor y le llame. ?Si?, una voz femenina hizo que mi corazon se acelerara al compas de la ira que empezo a subir desde mi estomago. !Asi que ella si podia usar su movil! !Cabron! Colgue sin contestar. Tire el mio con tanta fuerza que reboto en el respaldo de la butaca y termino en el suelo. Mire el movil, en la mesita de noche, a mi lado. La raja que se habia hecho en el cristal aquel domingo aumentaba cada dia. Decidi que el jueves, en cuanto abrieran las tiendas, iria a por uno nuevo. Ya que no esperaba regalos en Reyes, me compraria el mas caro que encontrara. Que diferencia con las navidades de los ultimos anos, en las que todavia jugabamos a ser una familia normal. Recoger a Paula y a Diego, contagiada de la felicidad que se respiraba en el aeropuerto en esas fechas; los regalos comprados a ultima hora en los que se incluia siempre un tique para facilitar su devolucion, las sobremesas en las que dejabamos a Juan extenderse sobre las ventajas laborales que encontrarian los chicos al terminar sus estudios en el extranjero, sin querer ver que su vuelta a casa estaba cada dia mas lejana. Todo me habia parecido artificial y forzado. Ese dia, en cambio, hubiera dado cualquier cosa por recuperar el dos mil trece, aun con todos sus sinsabores. Ni siquiera habia llamado a mis amigos para decirles que no pensaba acudir al restaurante en el que, en los ultimos anos, nos reuniamos para cenar y tomar las uvas. Lo ultimo que me apetecia era ver las miradas de compasion de las mujeres del grupo al acabar de besar a sus maridos cuando dieran las doce. Recogeria un poco y volveria por la tarde a mi casa en la que me esperaba una lasana congelada. Debia de llevar siglos en el congelador. Cenaria sola, delante de la tele, sin saber siquiera si mis hijos se acordarian de mi. Me entretuve un rato con la mirada fija en las figuras que la luz que atravesaba la persiana entreabierta dibujaba en la pared. No recordaba haberme fijado nunca en ellas, aunque mi cama no se habia movido desde que me instale en esa habitacion unos meses despues de morir la abuela. Se oia ya el bullicio de la gente en la calle. Echaba de menos poder ir de tiendas o tomar algo en un bar sin tener que coger el coche. Juan, sin embargo, siempre habia preferido la tranquilidad del extrarradio de Madrid. La urbanizacion cerrada contaba con vigilancia las veinticuatro horas. Creo que se sentia importante cuando el vigilante le saludaba con respeto al abrirle la verja metalica. A mi me convencio con el argumento de que los ninos podrian jugar libremente en los jardines o banarse en la piscina comunitaria, sin tener que depender de que tuvieramos tiempo para llevarles a un parque o un polideportivo. Sin embargo, tiempo fue lo unico que me sobro en esos anos, hasta que harta de estar en casa, me arme de valor y, aun en contra de su opinion, me acerque al colegio en el que habia trabajado un tiempo antes de casarme. Se apiadaron de mi, y lo que empezo como una sustitucion, se habia convertido en un contrato indefinido. No tenia un gran sueldo, pero eso mejor que nada. Intente pensar en otra cosa, pero solo consegui volver a las palabras de Juan: !haz algo con el piso de tu madre! No me sentia con fuerzas para quitar sus cosas. ?Y si ocurria un milagro y mi madre al volver a casa se la encontraba distinta a como ella la dejo? Pero reconoci que mi resistencia tenia mucho que ver conmigo. A este piso volvio mi madre al quedarse viuda, todavia embarazada, y los recuerdos de mi ninez y juventud estaban asociados a aquellas estancias en las que habian convivido en una armonia un tanto peculiar los mas variados estilos, herencia de la costumbre familiar de no tirar nada. Ahora me iba a tocar a mi hacer lo que mi madre no pudo. La huella dejada por la abuela Victoria, mimamita, habia sido tan profunda que desistio desde el primer momento de la pretension de hacerla suya, nuestra. Para enfrentarme al piso necesitaba alejar los fantasmas de los que habiamos vivido alli, y probablemente la unica manera era tirar todas nuestras pertenencias. Una lucecita roja en el movil, que indicaba que la bateria estaba a punto de acabar, hizo que me levantara de la cama. Abri la persiana para disolver en la luz del mediodia los recuerdos que se resistian a abandonarme, y me vesti rapido, necesitaba un cafe bien cargado. Entre en la cocina y mi ninez cobro vida: encaramada en la banqueta mientras cortaba verduras bajo la atenta mirada de la abuela, el aroma a azafran de sus guisos, el ultimo cumpleanos que celebramos juntas. La nina que fui volvio con fuerza corriendo inocente de la cocina, donde mimamita me llamaba para que le ayudara a decorar la tarta, al salon, en el que mi madre intentaba colgar los globos de colores que habiamos inflado entre todas. Despues de morir la abuela, mi madre no supo encontrar las fuerzas para continuar con las celebraciones en casa, y fue una de mis tias la que tomo el relevo en las ocasiones en que nos reuniamos toda la familia. La cocina estaba aun mas fria que el resto de la casa. El ventanuco del cuarto de la plancha, utilizado tambien como despensa, se habia quedado abierto toda la noche. Mi madre me habia contado que cuando ella era nina, la criada de la abuela, Carmela, dormia alli. Era dificil imaginar una cama en ese espacio tan reducido. Me lleve el cafe al salon y, de pie, pegada a uno de los radiadores, observe el espacio que todavia llamabamos el gabinete de la abuela. Tras su muerte, mi madre decidio comunicar la estancia con el salon. Aun recuerdo lo mucho que me dolio que no respetara esa habitacion en la que tantas y tantas veces mimamita y yo nos encerrabamos. Era nuestro rincon. Me sentaba a su lado a hacer los deberes mientras ella escribia con una pluma de capuchon plateado. Alguna vez me dejaba usarla, y me dedicaba a decorar los margenes con estrellitas de colores o soles sonrientes. Deje la taza en la cocina y el resto de la manana me dedique a clasificar el contenido de las estanterias del gabinete de la abuela. Monte una caja de carton y escribi en su parte superior "guardar" con un rotulador rojo. Me entretuve un buen rato en sacar las fotos de los marcos que no pensaba conservar, regalos de compromiso que siempre me habian parecido horrorosos. La de la boda de mis padres, sin embargo, estaba en un marco de plata que mi madre limpiaba cada cierto tiempo con un liquido que olia muy mal y lo dejaba muy oscuro. Era yo despues la encargada de sacarle brillo. La foto, en blanco y negro, se habia tomado al terminar la ceremonia y los novios y padrinos posaban con el altar al fondo. La primera vez que le pregunte por mi otra abuela, mi madre me explico que no, que la madrina en su boda habia sido una tia de mi padre, ya que mi abuela habia muerto antes de que ellos se casaran.

  • Aforismos de Lev Tolstoi

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    Breve y fiel al verdadero ahinco con que Tolstoi trabajo durante sus ultimos anos de vida, Aforismos nace como una invitacion a la reflexion por medio de una seleccion de pensamientos -tanto del propio Tolstoi como de los grandes sabios de la humanidad- que el apostol de Yasnaia Poliana reunio en el amplio volumen titulado El camino de la vida (aun inedito en espanol). Selma Ancira procura en estas paginas conservar el equilibrio interno de la obra primigenia con una muy nutrida variedad de maximas de la sabiduria popular y de las diversas religiones; reflexiones de filosofos, poetas y humanistas sin distingo de su nacionalidad, pues la finalidad de este libro es dar a conocer su doctrina, transmitir sus ideas.

  • Las mil y dos noches de Carole Geneix

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    Un crimen de cuarto cerrado que homenajea a los mejores clasicos de Maurice Leblanc y Gaston Leroux.
    En 1912, poco antes del viaje inaugural del Titanic, se celebra en Paris una gran fiesta que reune a lo mas destacado de la alta sociedad: una esplendorosa recepcion ofrecida por el cotizado modisto Paul Poiret para presentar su linea de perfumes inspirada en Las mil y una noches. Parte de los selectos invitados a esa noche mil y dos son la caprichosa condesa rusa Svetlana Slavskaya y su secretario personal Dimitri Ostrov, joven judio huido de los bolcheviques. De entre las galas que la aristocrata luce para la ocasion, destaca especialmente un valiosisimo collar de diamantes, regalo de un admirador. Pero, en un momento de la velada, la joya desaparecera de su cuello y el cuerpo de su propietaria, probablemente estrangulada, sera hallado sin vida…
    En esta deslumbrante y atractiva evocacion de la Belle Epoque, Carole Geneix nos ofrece una obra que dialoga con los grandes maestros franceses de la novela de misterio, arrojando una nostalgica mirada sobre un periodo de la historia europea que, muy pronto, la Primera Guerra Mundial se encargaria de reducir a cenizas.

  • Complaceme de J. Kenner

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    Si te apasiono la excitante historia de amor entre Nikki y Damien en la trilogia <>, si seguiste su explosivo romance hasta el ultimo capitulo, no te puedes perder Complaceme.

  • La Luna es de los lobos de Giuseppe Festa

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    Arroyos pintados de plata por la luna, cintas de perfumes multicolores sobre los prados, siluetas de ciervos como manchas de oscuridad en un lienzo de sombra. Y una oscura amenaza mas alla de la frontera. Este es el mundo de Rio, un lobo de los Montes Sibilinos. De el depende la supervivencia de su manada, fustigada por el hambre y la escasez de nuevos nacimientos, obligado a afrontar un largo viaje por los meandros de una naturaleza por descubrir y defender, en el eterno conflicto con un enemigo que unas veces adquiere la forma de una manada antagonista y otras la del hombre y sus perros. La entrada en escena de Greta y Lorenzo, dos jovenes investigadores, marcara el inicio de una cadena de acontecimientos imprevisibles. Entre las maravillas de la naturaleza salvaje y las insidias del mundo de los hombres, el emocionante viaje de una manada en busca de la libertad. Una trama que se transforma en un sorprendente juego de espejos donde cada lector tiene la posibilidad de observar la naturaleza de los animales y la sociedad de los hombres desde el punto de vista de los lobos.

  • Que sera de Nosotros de L. Rodriguez

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    Tras la locura de un club secreto y una ruptura desgarradora,
    Delhy Lugo se encuentra en una encrucijada para decidir su futuro.
    Ella se debate entre dejar que su vida fluya,
    tomando su propio destino o vengando el sufrimiento de un corazon roto.
    ?Podra el senador Santiago Moya perdonar las decisiones erroneas de la mujer que ama y absolver sus propios errores? ?Podra Delhy salir de su nuevo estilo de vida?
    Descubre el esperado desenlace de esta historia,
    donde una mujer enamorada es consumida entre el amor, el odio, la venganza, y sin duda,
    la decepcion de su felices para siempre.

  • Escrito en el destino (Anchor Island 2), Terri Osburn de Terri Osburn

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    Beth Chandler se ha pasado la vida complaciendo a los demas. Por sus abuelos estudio derecho y por hacer feliz a su novio, Lucas, ha tomado un ferri para ir a ver a sus suegros. Su miedo a navegar le provoca un ataque de panico en el barco, que solo un hombre alto y de ojos azules consigue aplacar. Es el mismo que, a la vez, hace que su corazon se acelere. Es, sin embargo, el hermano de su prometido: Joe.

  • Un marido adecuado de Renee Roszel

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    El guapisimo Noah Barrett era el marido que toda mujer sonaba con tener: era carinoso, amable. y no le iba a resultar nada dificil convencer a la familia de Sally Johnson, durante su visita, de que iba a ser un padre maravilloso para el bebe que ella estaba a punto de tener.

  • Solo si es contigo de Maria Garel

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    Devastada por la traicion de su recien esposo, Nuria decide subirse en un crucero que la llevara a reencontrarse con Matias, el amor de su vida. Durante quince dias, viviran encuentros apasionados y aventuras que la haran creer nuevamente en el amor. Pero los secretos del pasado les pasaran factura, y junto con un tormentoso divorcio, las mentiras, abusos y chantajes de Roberto y Raquel, pondran a prueba este amor por el cual tendran que luchar contra viento y marea.

  • Dejame Enamorarte de Dylan Martins

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    Mire hacia la puerta y vi de nuevo entrar a Rosario, la vecina mas pesada de toda la avenida donde estaba la sucursal del banco donde yo trabajaba. Llevaba un ano por ahi viviendo en el pueblo, cuando quedo viuda se compro un piso en este y se vino de la ciudad. Me quise meter debajo de la mesa para que eligiera a la otra companera, pero ya me habia visto y venia hacia mi como una flecha. --Buenos dias, Rosario --sonrei con amplitud. --Buenos dias, Carolina. Tengo un problema-- dijo sentandose con cuidado. No es que fuera muy mayor, pero ya tenia su edad. --Digame, intentare ayudarle. --Veras, mi hijo Hugo que estaba destinado afuera por un curso de ascenso, ya que es militar... --No sabia que tuviera un hijo militar. --Si, es muy buen chiquillo. Pues ahora se vino ya con su destino aqui fijo y se compro una unifamiliar de las de la entrada del pueblo, le prometi regalarle todos los muebles de la casa. Como tu sabes puse todo mi dinerito en el plazo fijo del banco y creo que no lo puedo sacar hasta diciembre, pero me haria falta ya ?Se puede solucionar de alguna manera? Si mi hijo se entera me mata, no quiere que le regale nada, pero yo quiero tener ese detalle. --Claro, puede rescatar una parte, perdera algunos intereses, pero se puede hacer. --Pues quiero doce mil euros, es lo que le voy a regalar para que ponga su casita como quiera. --Ahora mismo lo miro --entre en su plazo fijo y vi que no habia problema, asi que se lo traspase a su cuenta. --Listo, firme aqui. --Y otra cosa... ?Como lo puedo pasar a la cuenta que tenemos los dos en comun y que el tiene la tarjeta? --Ahora mismo se lo traspaso. La volvi a hacer firmar y listo, operacion arreglada y Rosario ya saliendo de las oficinas. Ese dia no habia dado mucho por saco. Un poquito mas y la hora de la salida... Mire a mi companera Adara, que ya estaba en el momento de recoger las cosas y coger la puerta. Demasiado tenia la pobre, con dos mellizas de cinco anos, Elsa y Adara, aunque tenia quien las recogia del cole y una chica que le limpiaba, cocinaba y se encargaba de las ninas, ella intentaba estar pendiente a todo, pero vamos, lo tenia facil. Adara tenia cuarenta anos, cinco mas que yo, se caso cuando tenia treinta, pero a los treinta y tres viendo que no se quedaba embaraza se puso en tratamiento para hacerlo por inseminacion artificial y de ahi vinieron las mellizas. Su marido Jorge, tenia mas o menos su edad y era dentista, poseia una buena clinica cerca de la sucursal, aunque yo siempre pense desde que entre en el banco tres anos atras, que ella estaba liada con Federico, el director, un hombre de unos cuarenta y cinco anos que estaba para chuparle hasta las unas de los pies. Federico tambien estaba casado y tenia un nino de diez anos que se llamaba como el. Su mujer era Lola y no hacia mas que fundirse lo que el marido ganaba, no trabajaba y vivia como una reina. Luego estaba Martina, la chica de caja, veintiocho anos y con un cuajo que no podia con ella, no se enteraba de nada, le pasaba un tren por encima y ni se inmutaba, esa tenia que estar alli por enchufe, eso por descontado... Y por ultimo en otra mesa Martin, un seductor nato, el terror de las ninas, con unos cuarenta anos, soltero y tenia babeando a todas las feminas del pueblo. Luego estaba yo, un caso aparte, sin mas. Con treinta y cinco anos, vivia sola en un pisito que me compre muy humilde, sin novio, sin ganas de ello y soportando diariamente las llamadas de mi madre que volvia loco al mismisimo demonio. Por eso me independice, me estaba volviendo majara, estaba como una cabra, sin mas, asi era mi madre. Trabajo toda la vida de limpiadora en el hospital del pueblo, me crio sola, ya que mi padre la dejo a la nada de tenerme, ella dice que se fue con otra, yo pienso que se fue por no aguantarla y nunca supimos nada de el. Yo la queria con locura y sabia el esfuerzo que habia tenido que hacer para sacarme hacia adelante, pero es que era demasiado, era un control obsesivo el que tenia sobre mi y encima con menos logica que una nina de quince anos, asi que por eso me independice, cosa que me costo que no me hablara en un mes, que ya podrian haber sido dos o tres, pues poco duro la paz. Sali del trabajo y me fui hacia casa, tenia para comer unas lentejas que me habia llevado mi madre el dia anterior. Me puse a comer y me llegaron mensajes de mi mejor amiga Ines, era viernes y esa noche saliamos, me dijo que sobre las nueve pasaria por mi casa. Ines vivia con sus padres, Luis y Noelia, el profesor y ella ama de casa, adorables como la vida misma y a mi me querian como si fuera una sobrina. Despues de comerme las lentejas me eche en el sofa un rato, estaba reventada de la semana, eso de levantarse a las siete para ir a currar era lo que peor llevaba, me costaba la vida y no habia manera de acostumbrarme. Capitulo 2. Hugo. Observaba la unifamiliar que me habian acabado de entregar, preciosa, como yo la queria, amplia y con mucha luz, ahora solo quedaba amueblarla. En ese momento recibi una llamada de mi madre. --Hijo, ?sobre que hora vendras a comer? --Ya voy de seguida, estan terminando de medir la cocina para hacerla, ya elegi cual queria. --En la cuenta de los dos te puse un regalo, doce mil euros para la cocina y que amuebles la casa. --Mama, ya sabes que tengo dinero reunido, no hacia falta... --Eres mi unico hijo, no hay nada de lo que hablar y no me tardes. --Tranquila, ahora voy. Mi madre era una mujer muy buena, pero era muy pesada, desde que murio mi padre anos atras de un infarto se volvio seca, grosera y era casi imposible sacarle una sonrisa. Estuve una temporada fuera para ascender, ya era oficial de Marina, Alferez de Fragata. Ahora con mi vuelta compre la unifamiliar y me iba a independizar pese al dolor que eso le producia a mi madre, pero necesitaba volar, sentir mi casa como mia y desconectar un poco del nido familiar. Mi vida habia sido muy feliz hasta que murio mi padre, entonces fue cuando mi madre se volvio de aquella manera y tuve que aguantar todos sus arrebatos, malestares, cambios de forma de ser, muchas cosas que pudo haber gestionado de alguna manera, pero que ella lo hizo de esa sin pensar el dano que sin querer me estaba haciendo. Ahora tenia ganas de vivir mi vida en la unifamiliar, independizarme, ir a verla, pero con mi espacio mas marcado, sin tener que levantarme escuchando mil y un consejos que daba de corazon, pero que no tenian ni pies ni cabeza. Esa noche habia quedado con mi amigo Lorenzo, tambien era militar, suboficial, sargento, pero de Infanteria de Marina. Desde que me marche al curso no lo habia visto y estaba loco por tomar unas copas con el y volver a salir como antes haciamos cada fin de semana. Lorenzo era soltero, vivia solo, el si se independizo hacia mucho y la verdad es que el tio vivia como queria, no habia femina que fuera capaz de cazarlo y hacerlo vivir una vida en pareja, eso para el no existia. Llegue a casa de mi madre que ya estaba con la comida puesta sobre la mesa. --Hijo, te veo mas delgado. --Mama estoy mas definido, hago mucho deporte. --No me gusta verte asi... --Bueno, no empecemos, estoy bien y sano ?No es eso lo que importa? --Claro, pero te veo demasiado delgado. ?Cuando te montan la cocina? --El martes, ademas ya escogi el resto de muebles y me lo llevan el lunes, asi que pronto tendre la casa montada. --Y, ?cuando te piensas ir a vivir alli? --La semana que viene, en cuanto lo tenga todo organizado. --?No es muy pronto? --?Y a que tengo que esperar? --Aqui lo tienes todo conmigo, te lavo la ropa, te pongo la comida sobre la mesa... --Lo se mama, pero necesito vivir mi vida y hacer esas cosas, no eres criada de nadie. --Pero soy tu madre... --Ya lo se, no es necesario que me lo recuerdes --sonrei negando. --Espero que vengas a menudo a comer... --Algun que otro dia, no te preocupes por eso, no te dejare en el olvido, aunque seas un poco quisquillosa, sabes que te amo. --Lo se, pero soy quisquillosa porque quiero lo mejor para ti. --?Y no estas orgullosa de mi ascenso? --Mucho, hijo, mucho, pero eso no quita que te quiera seguir cuidando. --Mama, ya tengo edad para saber cuidarme solo --la mire sonriente y ella ni media sonrisa, eso no lo entendia, pensaba que aun era un nino. Le ayude a recoger la cocina y me fui hacia mi dormitorio, necesitaba descansar para coger fuerzas para esa noche, sabia que con Lorenzo nos daria el amanecer en la calle y terminariamos desayunando churros con chocolate en cualquier rincon del pueblo. Capitulo 3. Carolina. Y dale con el timbre... !La iba a matar! --Imagino que se te quedo el dedo pegado --dije al descolgar el telefonillo. --Venga baja, protestona, que la noche nos espera. --Voy... Baje por el ascensor donde me encontre a mi vecino Juan Diego, era joven, unos cincuenta anos y se quedo viudo hacia pocos meses, el pobre daba pena verle la tristeza que reflejaba en su rostro. --Buenas noches, Carolina. --Buenas noches, Juan Diego. ?Que tal? --Pues ahi voy, me llamo mi hermano Paco y vamos a salir a cenar, ya sabes que no he salido de mi casa desde que murio Rosalia. --Pues me parece genial, tienes que salir, eres muy joven para quedarte encerrado en casa. --Ya, pero me esta costando un poco tirar hacia adelante... --Lo se, pero ya es hora de coger algo de impulso. --Claro que si. Y tu, ?bien? --Bueno, no me puedo quejar, tengo salud y trabajo, en los tiempos que corren esas dos cosas son un premio. --Por supuesto. Pasalo bien. --Igualmente --sonrei despidiendolo y me acerque a mi amiga que estaba en una llamada de movil. Le hice senas para que colgara la llamada y me saco la lengua, comenzamos a caminar hacia el centro, saludando a todo Dios, que nos ibamos cruzando. Aquello era un pueblo y alli te sabias hasta los nombres de los perros que, por cierto, uno comenzo a seguirnos y tuvimos que irnos a la puerta de su dueno y llamar para que entrara, de lo contrario el canino se habria hasta de marcha con nosotras. --Por cierto, tengo que hablar contigo --me echo el brazo por el hombro. --Eso es que me vas a pedir algo --rei. --Veras, ya he decidido comprarme el coche. --?En serio? --Si, de verdad, ahora llega el verano y necesitamos uno para movernos. --Pues si y no sere yo quien lo compre --rei. --Por eso ?Crees que en tu banco me lo financiaran? --Claro, estas trabajando fija y tienes la nomina alli. --En la aplicacion me sale que tengo un prestamo preconcedido de hasta veinte mil euros, yo con diez mil me vale, ya que tengo ahorros y el coche me sale por dieciseis mil. ?Que papeles hay que llevar? --Ninguno. Si te sale en la aplicacion, pincha, pones la cantidad que quieres, te saldra el tiempo a elegir y las cuotas, le das a aceptar la que mejor te venga y al instante tienes el dinero en la cuenta. --?En serio...? --Asi es. --Ahora lo vamos a hacer y como sea verdad, me voy el mismo lunes a comprar el que quiero al concesionario. --Menos mal que me lo estas diciendo sin estar borracha, de lo contrario, te hubiese quitado el movil pensando que estabas haciendo una tonteria. --En serio, lo digo en serio, quiero el coche. --Yo me niego a comprar uno y eso que me saque el carne, pero es que no salgo del pueblo, aqui me compro la ropa, hago la compra del supermercado, la playa la tenemos aqui -- senale, pues estaba por todas partes --y salimos aqui de marcha. --Lo tuyo sera comprarte un patinete electrico --rio. --Pues te juro que lo habia pensado. Nos sentamos en la terraza de una plazoleta llena de bares y restaurantes, aquello estaba abarrotado. Como cada noche y dia, alli se concentraba todo el pueblo y parte de los alrededores. Un poco de picoteo para cenar y unas copas de vino mientras Ines iba haciendo lo de la aplicacion y... --!Bingo! --grito al ver el dinero del prestamo en su cuenta --Voy a tener coche !No me lo creo! --Y letras del banco --rei. --Se me puso muy buena la cuota, ni me enterare. --Pues felicidades, espero que lo estrenemos rapido -- sonrei negando. Brindamos con las copas de vino y empezamos a comer esas tortillas de camarones que tanto nos gustaba, ademas de unos rollos de mariscos que ponian a modo de tapas que estaban para bailarles un fandango !Que ricas! --Joder no podia aparecer por aqui otro que Raul --se le dibujo el asco en la cara. --Pues lo mismo que todo el pueblo que sale por la noche y pasa por aqui --resople riendo y levantando la mano para saludarlo, conmigo se llevaba bien. --Ya podia hacer turnos con su taxi por las noches. --Si claro, el pobre, que lo hayais dejado no significa que tenga que pagar por todo lo que os hicisteis los dos. --Yo aguante mucho --dijo con una seguridad que no se creia ni ella. --Fue mutuo, tu una celosa de diez pares y el un huevon de cojones. --Tonteaba con muchas chicas... --Era amable, Ines --voltee los ojos desesperada, pues no habia manera de hacerla bajar del burro. --Paso !Que asquito le cogi! Ines era de lo mas graciosa, pero tenia la capacidad de que cuando se cerraba en algo y creia tener la razon, no habia Dios que le hiciera ver lo contrario. Era preciosa, el pelo liso hasta los hombros, con el flequillo recto sobre la frente, rubia con algunas pequitas que la hacia de lo mas sensual, era una munequita. Yo todo lo contrario, morena con la melena hasta media espalda o mas, con volumen y la cara redonda, pero las dos eramos delgadas, no mucho, pero lo suficiente para darnos por satisfecha con nuestros cuerpos.

  • El secreto del rey (El Sendero del Guardabosques 2) de Pedro Urvi

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    La guerra se ha desatado en el Norte. El Senor Corrupto del Hielo ha invadido Norghana con una hueste del Continente Helado. ?Conseguiran El Rey y los Guardabosques detenerlo o moriran en el intento?

  • Al mal tiempo, mejor cara de Barbara Constantine

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    Con la tripa pegada al volante, y la nariz al parabrisas, Ferdinand conduce muy concentrado. La aguja del velocimetro no se despega del cincuenta, la velocidad ideal. No solo ahorra combustible sino que ademas le da tiempo a ver desfilar el paisaje por la ventanilla, a disfrutar del panorama. Y, sobre todo, a detenerse a la mas minima alerta, sin exponerse a sufrir un accidente. Hablando de accidentes, justo ahora ve un perro corriendo delante de el por la carretera. Por puro reflejo, Ferdinand pisa el freno. Los neumaticos chirrian, y la grava sale despedida. Los amortiguadores dejan escapar un quejido. El coche da un bandazo y por fin se detiene en mitad de la calzada. Ferdinand se asoma por la ventanilla. – ?Adonde vas, chaval? Por ahi de juerga, ?eh? El perro se aparta, pasa de largo a toda velocidad y se tumba algo mas lejos en la hierba de la cuneta. Ferdinand sale del coche con dificultad. – Anda, pero si eres el perro de la vecina. ?Y que haces aqui tu solo? Se acerca, alarga la mano muy despacito y le acaricia la cabeza. El perro tiembla. Al cabo de un rato, cuando ya se ha ganado su confianza, el animal se decide a seguirlo. Ferdinand le abre la puerta del asiento trasero y vuelve a arrancar el motor. Al llegar a un camino de tierra, abre la puerta del coche. El perro baja, pero se le arrima a las piernas gimiendo, como si tuviera miedo. Ferdinand abre la cerca y lo anima a entrar. El perro repta a sus pies, sin dejar de gemir. Ferdinand recorre el sendero entre dos setos de maleza y llega a la puerta de una casita. Esta entornada. Llama en voz alta... Eh... ?Hay alguien?... No recibe respuesta. Mira a su alrededor, pero no ve a nadie. Empuja la puerta. Al fondo de la habitacion alcanza a distinguir en la penumbra una silueta tendida en una cama. Vuelve a llamar. La silueta no se mueve. Ferdinand olfatea el aire. Ahi dentro apesta... Olfatea otra vez. !Buf, pero si huele a gas! Corre hacia la cocina, cierra la bombona de butano y se acerca a la cama. !Senora, senora! Le da palmaditas en las mejillas. Al principio flojito pero, al ver que la mujer no reacciona, cada vez mas fuerte. El perro ladra, dando saltos alrededor de la cama. Ferdinand tambien se asusta, y ya no son palmaditas sino bofetadas lo que le da a su vecina. Le grita que se despierte. Los gritos se mezclan con los ladridos. !Senora Marceline! !Guau, guau! !Abra los ojos, maldita guau! !Despierte, por guau, por favor, guau! La mujer deja escapar por fin un pequeno gemido. Ferdinand y el perro suspiran de alivio a la vez. 2 CINCO MINUTOS MAS TARDE, MARCELINE SE ENCUENTRA MEJOR Marceline ha recuperado un poco de color en las mejillas e insiste en servirle una copita. No recibe visitas todos los dias. Son vecinos, pero nunca habia puesto un pie en su casa, hay que celebrarlo. Por mas que Ferdinand le dice y le repite que no tiene sed, que solo se ha acercado a traerle a su perro, ella se levanta de todas maneras, avanza tambaleandose hasta el aparador y saca una botella de licor de ciruela que quiere a toda costa que pruebe para saber que opinion le merece. Es la primera vez que lo prepara. Digame a ver que le parece, a ver si esta bueno. De acuerdo, Ferdinand asiente con la cabeza. Ella empieza a servirle y, de pronto, se detiene y pregunta, preocupada, si luego tiene que conducir. El le dice que ya se va para casa, esta solo a quinientos metros, !podria recorrer el trecho con los ojos vendados! Mas tranquila, termina de servirle la copita. Apenas le da tiempo a mojarse los labios cuando Marceline siente un mareo. Se deja caer pesadamente sobre una silla, con la cabeza entre las manos. Incomodo, Ferdinand se concentra en el mantel de hule, en deslizar el vaso sobre las lineas y los cuadros. Ya no se atreve a beber ni a decir nada. Al cabo de un largo silencio le pregunta, casi en un susurro, si quiere que la lleve al hospital. – ?Al hospital? ?Para que? – Pues para que la examinen. – Pero si solo me duele un poco la cabeza. – Ya, pero... con lo del gas... – Ya... – No es bueno... – No, claro. – Puede haber efectos secundarios. – ?Ah, si? – Vomitos, me parece. – Ah. No lo sabia. Otro largo silencio. Marceline tiene los ojos cerrados. Ferdinand aprovecha para mirar a su alrededor. La habitacion, pequena y oscura, esta repleta de cachivaches. Enseguida piensa que en su casa ocurre exactamente al reves, casi hay eco de vacia que esta. Esa idea le deprime, asi que vuelve a concentrarse en el mantel de hule. Por fin se anima a decir: – Por lo general no me suelo meter en la vida de los demas, Marceline, bien lo sabe usted. Pero ?no sera porque tiene usted muchas preocupaciones por lo que ha... por lo que ha...? – Por lo que he ?que? – ?El gas? – ?Que pasa con el gas? – Pues eso... A Ferdinand le cuesta hablar. Es un tema personal. No se le da bien hablar de temas personales. Sabe que tiene que decir algo, pero es incapaz de ir al grano, asi que se pone a hablar y hablar para no decir nada, intentando hacerse entender con medias palabras. (Tambien le gusta mucho la expresion <>.) Esta tan convencido de que las palabras traicionan el pensamiento que preferiria funcionar por instinto y dejar que este se encargara de todo. !Aunque no le falta lucidez para reconocer que mas de una vez se la ha jugado, el muy sinverguenza del instinto! Pero, sin querer, una cosa lleva a la otra, y teme provocar un exceso de emocion, le da miedo que la mujer se eche a llorar para desahogarse o le desvele algun secreto, y esas cosas a el no le gustan nada. !Cuanto mas facil seria la vida si la gente se las apanase siempre sola! Con su mujer tenia un truco para evitar la trampa de las conversaciones demasiado intimas: en cuanto notaba que ella iba a ir por ese camino, Ferdinand evocaba el pasado. Una palabra nada mas, como quien no quiere la cosa, y listo, ya podia escucharla sin prestarle atencion, como quien oye llover. Como le gustaba hablar a su pobre difunta... De cualquier cosa, de tonterias. Era una autentica cotorra. Pero lo que mas le gustaba, por encima de todo, era hablar del pasado, de su juventud. Solia decir que todo era mejor antes, que todo era mucho mas bonito. !Sobre todo antes de conocerlo a el! Siempre terminaba enumerando con rabia todo lo que habria podido vivir en otra parte, en America, en Australia o en Canada, quiza. !Pues si, por que no, claro que habria podido ser asi! Si no la hubiera sacado a bailar, si no le hubiera susurrado palabras tiernas, si no se hubiera arrimado tanto a ella, en ese dichoso baile del 14 de julio. Que lastima. Ferdinand no le guardaba rencor por hablar asi. El tambien habia tenido suenos. El tambien habia sonado con cosas bonitas. Pero no habia tardado en comprender que los suenos y el amor no iban de la mano. A lo mejor porque el no estaba hecho para esas cosas. O quiza seria en otra ocasion. !O en otra vida, como los gatos! Bueno, toca volver al presente. Esta en casa de su vecina. La mujer tiene un problema pero no parece querer hablar de ello, pese a las preguntas que el le hace discretamente. No sabe gran cosa de ella excepto que se llama Marceline, que vende miel, fruta y verdura en el mercado, y que es un poco extranjera. ?Rusa o hungara, quiza? Del Este en todo caso. No hace mucho tiempo que se instalo aqui. Bueno, unos anitos ya si que hace. ?Seis o siete? Si, por lo menos seis o siete ya... Ferdinand vuelve a mirar a su alrededor. Esta vez repara en que no hay calentador encima del fregadero, ni tampoco hay nevera, ni lavadora ni televisor. Ninguna comodidad moderna. Como cuando era nino, tan solo la radio para enterarse de las noticias, y agua fria en la pila para lavarse. Recuerda que en invierno siempre buscaba la manera de escaquearse. Y tambien intentaba librarse de hacer la colada, la ropa salia tiesa y helada del lavadero, y el tenia que ayudar a escurrirla, con las yemas de los dedos moradas de frio y arrugadas como garbanzos. !Anda que no era dificil todo en aquellos tiempos, me caguen diez! Se dice a si mismo que tal vez la pobre senora Marceline se haya cansado de esa vida tan dura y tan llena de incomodidades. Se habra desanimado. Y tambien se habra deprimido por estar lejos de su pais y de su familia, ?no? Lo mismo es ese el motivo por el que... Siente que no se va a poder librar, que no va a tener mas remedio que hablar. Y no de tonterias, de si va a llover o si va a hacer bueno. O incluso de su perro. !Que chucho mas listo, oiga! Que suerte tener uno asi. Yo el ultimo que tuve era tonto perdido, pero muy carinoso. Este... Ah, ?que es una perra? ?Esta usted segura? No me habia fijado. Inspira hondo y se lanza a hablar. De un tiron le dice que lo entiende, que a el tambien le han dado ganas un par de veces en su vida. Tres, en realidad. Bueno, venga, para ser del todo sinceros, cuatro. Si, pero... el se tomo el tiempo de pensarlo bien antes, y encontro muy buenas razones para no hacerlo. Como por ejemplo... Asi de sopeton no se le ocurre ninguna. !Ah, si, claro, sera tonto: sus nietos! Los nietos son maravillosos. Apasionantes. Nada que ver con los hijos. Si, si, de verdad. Son mas guapos, mas vivos y mucho mas listos. A lo mejor tiene que ver con la epoca en que vivimos, los tiempos han cambiado. A no ser que seamos nosotros, tal vez al hacernos mas viejos nos volvamos mas pacientes. Puede ser... ?Usted no tiene nietos? ?Ninguno? Vaya. Que pena. Pero hay otras cosas por las que vale la pena vivir. Espere, dejeme pensar... Marceline levanta los ojos para mirar al techo. Ferdinand se rasca la cabeza. Tiene prisa por encontrar algo. – Mire usted, de vez en cuando tambien es bueno acordarse de que hay gente que esta peor que uno. Asi uno pone los pies en la tierra. O, si prefiere, pone las cosas en perspectiva. A veces es necesario, ?no cree? Marceline parece estar en otra parte. Ferdinand busca algo gracioso que decir. – Bueno, y como nadie ha vuelto nunca para decir si al otro lado estan mejor las cosas, lo mismo no merece la pena adelantarse, ?eh, senora Marceline? Puede que sea mejor esperar a que llegue tu hora, y ya esta. Suelta una risita. Espera su reaccion. No hay reaccion. Entonces ya si que se preocupa. Se inclina hacia ella. ?Me entiende cuando le hablo? A lo mejor hay alguna palabra que no... Marceline tiende la mano hacia la tuberia de la cocina y, temblandole la voz, dice que ya esta, que llevaba un rato pensandolo pero que ya se acuerda, que todo ha sido por su viejo gato. Hace ya varios dias que ha desaparecido. ?Se habra muerto? Espera que no. Seria dolorosisimo para ella... Y, mientras tanto, su casa es un caos. Los ratones hacen lo que les da la gana. No paran de bailar, todo el dia y toda la noche. En los armarios, debajo de la cama, en la despensa... Roen, roen y roen sin parar. !La estan volviendo loca! Si siguen asi, al final se subiran a la mesa y comeran de su plato, los muy descarados. Ferdinand ha desconectado, ya casi no la escucha. Divaga por completo la pobre mujer. Debe de ser por el gas. Eso que cuenta del gato muerto y los ratones que bailan no tiene ni pies ni cabeza. La mira hablar y luego le observa las manos. Bonitas y estropeadas. Piensa que es por trabajar la tierra, deberia cuidarse, ponerse crema, lo necesita. Pero el caso es que parece mas joven de lo que el pensaba. Tendra unos sesenta, calcula... De pronto, la mujer se pone de pie. Sorprendido, Ferdinand da un respingo y se levanta a su vez. Ella le dice que es muy frustrante hablar y que nadie te escuche. Pero bueno, ya se encuentra mejor. Gracias por todo, ya puede irse, ahora se va a tumbar a descansar un poco. El gas la ha dejado aturdida. Ferdinand mira el reloj: las cuatro y media, es pronto para acostarse, le extrana. Ella le dice que no lo acompana hasta la puerta, que ya se las apanara el solito. El le dice que si, escondiendo una sonrisa. !No hay mucho peligro de perderse en una casa que solo tiene una habitacion! Le acaricia la cabeza a la perra. Bueno, pues nada, adios, senora Marceline. Si necesita algo, lo que sea, no dude en llamarme. Si, gracias, asi lo hare. Se encoge de hombros y masculla en voz baja: en cuanto me instalen el telefono, no te digo...

  • La isla de las mujeres del mar de Lisa See

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    Una inmersion fascinante en una cultura en vias de desaparicion.

  • Snap de Belinda Bauer

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    <>, dijo su madre antes de desaparecer carretera arriba en busca de ayuda. <>. Jack, de once anos, y sus dos hermanas pequenas se quedan dentro de un coche averiado y asfixiante, peleandose, lloriqueando y jugando a ‘Veo veo’ mientras esperan a su madre. Pero, aunque salen a buscarla, esta no vuelve. Y despues de ese dia de verano largo y caluroso, ya nada sera igual.
    Tres anos despues, al otro lado de la ciudad, una mujer llamada Catherine While se despierta y encuentra una navaja junto a su cama con una nota que dice: <>. Aunque la policia esta buscando a un misterioso ladron al que llaman Ricitos de Oro por su costumbre de dormir en las camas de las casas en las que roba, Catherine no le ve sentido a avisarla o a preocupar a su marido.
    Mientras tanto, a sus quince anos, Jack sigue a cargo de sus hermanas. Su padre ha desaparecido, y el se ocupa de alimentarlas y de que nadie sepa que estan solos en casa. Y, cuando accidentalmente descubre la misteriosa navaja, es posible que este a punto de averiguar quien mato a su madre.
    Pero la verdad puede ser peligrosa…

  • Una destacada aprendiz de Regina R.

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    --En B & D Energy, nos enorgullecemos de dos cosas: de conseguir que la gente tenga la energia que necesita en la forma que desea, y de ganar dinero. Durante los ultimos tres anos, hemos conseguido llevar a cabo lo primero y ahora ha llegado el momento de lograr lo ultimo. Tenia a todos los ejecutivos junior reunidos en la sala de juntas. Durante los ultimos tres anos, mi compania de gas natural se habia enfocado en adaptar nuestras necesidades al publico en general. Nos ramificamos y ampliamos a toda la costa este, pero ahora habia llegado el tiempo de enfocarnos en obtener algo de dinero. --Si bien la compania ha estado creciendo, no podemos dejar de comparar los ultimos tres anos con los diez anteriores, y las cifras muestran que nuestras ventas e ingresos en realidad han disminuido --dijo Norman. --Ahora, ?cual es la explicacion instintiva a esa afirmacion? --Nuestra expansion --respondio Julian. --Esa es la respuesta habitual, si. Ahora, ?alguien puede decirme por que esa es una explicacion mediocre? --Porque la expansion a otros estados deberia significar mas consumidores, aunque no deberiamos olvidar las deudas que estamos contrayendo para conseguir el dinero --explico Julian. --?Alguien mas en la habitacion esta despierto? --pregunte--. ?Anderson es el unico ejecutivo que vino a trabajar hoy? Los murmullos de los ejecutivos junior incompetentes rebotaban en la habitacion, y todo lo que podia hacer era suspirar. Julian Anderson era el unico hombre prometedor del grupo, pero incluso el necesitaba un poco de refinamiento. Norman Dyer era mi mano derecha, sin mencionar que tambien era el hombre al cual le compre la compania hace ocho anos. Le estaba yendo bien solo, pero tenia miedo de diversificarse y le asustaba llevar su compania al siguiente nivel. No se puede dirigir una empresa en la base del temor, asi que entre y decidi hacerlo por el. Al principio estaba molesto. ?Por que confiaria en un hombre mas joven, como yo, que entro con un traje a medida y una serie de empresas con las que solo habia pasado unos pocos anos, proclamando que podia resolver todos sus problemas de repente? Incluso, si me pongo en su lugar, hubiera olido a estafa. Pero estaba seguro de mi mismo y le dije que podia pasar dos semanas mejorando todo lo que lo rodeaba, sin costo alguno. Si no le gustaban los cambios y no veia la mejora, yo seguiria mi camino y el ni siquiera tendria que pagarme. Demas esta decir que probe mi punto. Las cosas mejoraron y me pagaron. --?Puedo descartar la primera idea? --pregunto Julian. --Eso es mejor que lo que todos los demas estan haciendo --contesto Norman. --Suponiendo que las proyecciones nos hagan tener utilidades el proximo trimestre, ?por que no ampliamos los contratos con el gobierno? --agrego Julian--. Estamos estancados en Baton Rouge por el amor de Dios, y estamos a una hora de distancia de Nueva Orleans. Solo los contratos de la marina ayudarian a esta compania. --Esta bien --dije--. Suponiendo que eso sea bueno para nuestra imagen, ?por que no comienzas a investigar esa avenida, Julian? De esa forma, si lo hacemos, sera algo que podras usar en tu curriculum. Esa declaracion empapo el paladar de la perezosa sala de ejecutivos junior que habia reunido. De repente, sus bocas estaban riendose como hienas listas para dar un mordisco a la carne que se les presentaba, y yo estaba mas que feliz de complacerlos. A veces solo basta un poco de tentacion para generar resultados. Y crear tentacion es lo que hago mejor. --?Que hay de este trato "del gas"? --pregunto otro ejecutivo--. ?Que pasa si nos metemos en eso? --Unete a la investigacion --dije. --?Que nos impide expandirnos a la costa oeste? --agrego otro. --!Investigacion! --exclame. --?Que pasa con las obras de caridad? --comento alguien mas--. ?La empresa dona dinero? En esta cultura, si una empresa apoya una causa de caridad, generalmente produce mas ingresos con su actividad principal. --Profundiza en eso y luego vuelve a mi --sugeri--. En realidad, es una idea en la que he estado pensando en las ultimas semanas, pero no he tenido tiempo para analizarla en detalle. --?Algo mas? --pregunto Norman. Despues de algunos latidos de silencio, asenti con la cabeza. La habitacion se comenzo a desocupar cuando los entusiasmados ejecutivos se retiraban charlando sobre sus nuevas tareas. Arregle los archivos frente a mi, preparandolos para volver a colocarlos en mi maletin, pero luego una mano ligera se poso sobre mi hombro. --?Si, Norman? --le pregunte. --Tengo algo que preguntarte. --Algo que no era apropiado para la reunion, supongo. --Correcto. Es mas un… favor personal. Lance mi mirada hacia el antes de asentir, diciendole que podia continuar. Si habia algo que disfrutaba de Norman Dyer, era el hecho de que nunca pidio nada. Era ingenioso, tenia conexiones con personas que abarcaban tres rolodex completos y tenia una cabeza decente sobre sus hombros. Despues de todo, el era quien habia construido la compania para convertirse en la compania de gas natural mas utilizada en Luisiana. Yo solo acababa de llegar, aunque la converti en la compania de gas mas utilizada en la costa este.--Bueno, escupelo, Dyer. ?Que es? --Realmente me ayudaria si lo consideraras. --Norman, en todos los anos que te conozco, nunca me has pedido nada. Valoro mucho tu amistad, no solo tu actitud y conocimiento profesional. Haria casi cualquier cosa por ti. Tu lo sabes. ?Que diablos es, hombre? --Ciara esta en casa. Ya termino la universidad. --Bueno, apuesto a que es divertido para tu nueva esposa --le dije, sonriendo. --Ella esta creando un infierno en la casa, Matt. Me refiero a un infierno serio. Y esta haciendo enojar a Kayla. --Estoy bastante seguro de que Kayla todavia esta pasando por la pubertad, por lo que cualquier cosa puede molestarla. --No es divertido. --Eso es lo que obtienes por casarte con alguien que es solo unos anos mayor que tu hija. ?Que edad tiene Ciara ahora? ?Veintitres? --Veintidos. --?Y Kayla? Meti mis manos en mis bolsillos y espere a que Norman respondiera. Me encantaba fastidiarlo sobre su nueva esposa. Ella era la belleza exotica estereotipica: rasgos finos y delgados, piernas largas, cabello oscuro con ojos profundos y melancolicos a juego. Incluso si ella simplemente estaba mirando al espacio, parecia como si estuviera tratando de descubrir el origen del universo mismo. --Veintiseis --respondio, casi en un murmuro. --Ella nunca envejece --dije, riendome--. ?Y que es lo que necesitas? --Ciara es una chica inteligente. Realmente lo es, pero nos esta volviendo locos. Tenerla en la casa es demasiado para los dos. Ella necesita algo para ocupar su tiempo y que coincida con su titulo. --Ella fue a Dartmouth College, ?verdad? ?Cual es su titulo? --Licenciatura en negocios. --Igual que su padre, ya veo. --Honestamente, no lo supe hasta la mitad de su carrera universitaria. Cuando llegaba a casa, la unica cosa de la que hablaba era de fiestas, alcohol y chicos. --Suena como una nina salvaje, pero de nuevo, ella siempre ha sido asi. --Me encogi de hombros. --Ella no tiene ningun deseo de conseguir un trabajo decente, ningun deseo de mudarse, ningun deseo de comenzar una vida propia. Se queda sentada en la casa fastidiando a Kayla y a mi, y provocando el huracan de maldad que le gusta crear. --No te mentire. Es facil hacer enojar a Kayla. Yo tambien lo haria por diversion si pudiera... Ahora, ?que es lo que necesitas, Norman? --Me preguntaba si tenias una pasantia aqui que ella pudiera tomar. La solicitud me sorprendio por un segundo. ?Queria que tomara a su hija gamberra como pasante? Eramos una compania de gas natural y de los labios de esa joven se escupia suficiente aire caliente como para volar la mitad de las plataformas petroliferas de Luisiana. --Eso la sacaria de la casa --agrego Norman--. Le daria algo de experiencia en el campo en el que consiguio su titulo, y eso nos daria a Kayla y a mi algun tiempo para respirar. --Y para tirar, supongo. --Matt. --Oye, tu eres el que esta preguntando. --Puedo darme cuenta que no estas muy interesado. --Me estas pidiendo que aborde a una persona que incluso tu describes como una salvaje. Si, estoy un poco indeciso de hacerlo. --Solo piensalo por un segundo, ?de acuerdo? --pregunto--. Mira a estos ejecutivos que acaban de salir de esta habitacion. Has cogido a un grupo de idiotas inadaptados y los has convertido en trozos de carne de primera calidad para el mundo de los negocios. Las ideas que arrojaron aqui son muy buenas, y es por tu tutela. --No me tienes que besar el culo en este caso, Norman --le dije, sonriendo. --No, estoy hablando en serio. Si hay alguien que puede poner a Ciara en forma, eres tu. Honestamente no me importa sobre que sea la puta pasantia, siempre y cuando tenga algo aqui en lugar de algo en mi casa. --Te das cuenta de que estas hablando de tu propia hija, ?verdad? --Mira, todo lo que digo es que Ciara necesita un poco de orientacion. --?Orientacion que su propio padre no puede darle? --Mira, Matt, las cosas fueron dificiles. Cuando Abby murio... Norman dirigio su mirada por la ventana, y en el momento en que sus ojos comenzaron a brillar, supe que aceptaria la pasantia. Sabia que fue una experiencia dificil cuando su esposa murio. Fue una de las cosas que fortalecio nuestra amistad. Entendi su dolor por perder a su esposa, porque yo habia perdido la mia hace poco mas de una decada. Norman al principio no habia tenido ningun deseo por crear alguna relacion sustancial con alguien, y mucho menos con una mujer, pero luego lo vi rebotar de mujer en mujer hasta que un dia tomo la decision de casarse con una joven bastante idiota solo unos pocos anos mayor que su hija.--Lo se Norman, creeme. Lo entiendo. Si hay alguien en esta jodida compania que te ayudara, soy yo. Pero tienes que entender que no soy padre… --Eso es cierto. No lo eres. Todo lo que estoy preguntando es si hay alguna pasantia que mi hija pudiera solicitar. Ella necesita la experiencia por si alguna vez quiere hacer algo con su titulo o con su vida. Todo el mundo sabia que Ciara habia empeorado cuando Abby fallecio, pero era algo que Norman no sabia como manejar. El habia estado lidiando con su propia perdida, y Ciara necesitaba a su padre, cuando llego el momento, ella no lo tuvo. Al menos, asi fue como lo vi. --Ni siquiera tienes que pagarle --agrego, mientras volvia su mirada hacia mi. --Le pagare por la pasantia, pero tendre que descubrir donde encajara mejor. Seria una mala idea ponerla como pasante para los ejecutivos junior. Esos tipos se la comerian viva. --Entonces, ?lo haras? --pregunto. --Si, lo hare. --Muchas gracias, Matt. En serio. Solo informame que hara y cuando comenzara. Le dire esta noche que tenemos algo. --Te avisare cuando lo tenga. Norman se retiro del salon, y pase mi mano por mi cabello. No podia creer que acabara de acordar asumir tener al mismisimo diablo entre mis pasantes. Ciara causaba problemas dondequiera que fuera, y parecia enorgullecerse de ello. Ella era obviamente inteligente. Obtener una licenciatura en negocios de una escuela de la Ivy League no era poca cosa, pero no tenia dudas. Era facil ver por que Kayla la queria fuera del camino. No podria acercarla a los ejecutivos junior. Esos hombres no se la comerian viva porque era una joven sin experiencia, sino porque era hermosa. Incluso yo podia apreciar la belleza femenina mas joven cuando se presentaba de la manera adecuada, y Ciara era el ejemplo perfecto de la forma femenina apropiada. Tenia tetas grandes, una cintura pequena y un trasero en el que podias botar una moneda. Norman habia hecho solo medio esfuerzo para criar a una hermosa hija que lo unico que haria seria coquetear con los ejecutivos todo el dia. Si iba a ser pasante en esta compania, al menos tendria que obtener algo de su trabajo, pero si no podia fraternizar con los ejecutivos junior, realmente habia un solo lugar donde podria vigilarla y moldearla de la forma en que Norman queria que lo hiciera. Debia tenerla a mi lado. La unica opcion que tenia era hacerla mi asistente personal. Durante anos me habian estado diciendo que buscara una secretaria, pero no queria gastar dinero solo para que alguien se sentara fuera de mi oficina. Pero una asistente personal haria mas que solo contestar el telefono. Realmente podria ayudarme con algunos trabajos y me dejaria tiempo para hacer cosas mas importantes. El unico problema seria mantenerla distraida de los jovenes que circulan por este lugar. Si esos muchachos la vieran realmente, estarian encima de ella. Y a ella le encantaria. Tener la atencion de los hombres para una chica que sabe lo sensual que es, es como encender los focos de un escenario, entraria en escena y ya no podria controlarla, ni a ellos. Si hay algun hombre en esta compania que puede controlarse con una mujer hermosa, ese soy yo, por no mencionar la relacion personal que tengo con su padre. Tenerla a mi lado y trabajar conmigo no solo representaria una oportunidad de tutoria, sino que la mantendria a salvo. Podre espantar a los perros hambrientos y mostrarle que el lugar de trabajo no es un lugar de confraternizacion. Eso es algo que una chica escandalosa como Ciara realmente necesita aprender. Confiaba en mi mismo, asi como en mi relacion con su padre, mas que nada en este planeta, asi que me dirigi a recursos humanos para notificarles sobre mi decision y tuve que hacerles saber que tenian que hablar con la contabilidad para liberar los fondos necesarios para contratar a Ciara Dyer como mi asistente personal. 2 CIARA Me acoste en mi cama y busque imagenes en mi aplicacion de citas. Cada vez que encontre a alguien que coincidia conmigo, me senti muy decepcionada. Ninguno de esos chicos justificaba ningun tipo de esfuerzo. Ninguno de ellos parecia tener experiencia debajo de sus cinturones. Yo queria un hombre, alguien que pudiera usar su lengua para algo mas que sobreestimar su destreza sexual. Queria a alguien exitoso que tuviera sed de exito tanto como sed de mi cuerpo. Estos muchachos eran todos jovenes, tontos y yo habia tenido suficiente de eso en Dartmouth. Un golpe en la puerta sono en mi habitacion de la infancia, y mi telefono me golpeo la cara. Gruni, tirando mi telefono al piso. Entonces escuche que se abria la puerta antes de que la voz de mi hermana sonara. --Ciara, es hora de cenar. --Paso --dije. --Ciara, vamos. No puedes simplemente ignorar el mundo para siempre. --No lo se. Puedo hacer lo que sea que me proponga, Alba. Ella se cruzo de brazos, y una sonrisa burlona me cubrio la cara. Me encantaba fastidiar a mi hermana. Era mi actividad favorita despues de molestar a la nueva esposa de papa. --Vamos --insistio ella--. ?Por que no te unes a nosotros para la cena? --Porque nunca hicimos lo de la "familia" hasta que Kayla aparecio en la escena. Ahora todo es "sentarse a la mesa a cenar" y "ver una pelicula familiar" y "no salir los viernes porque es noche de familia". ?Quien demonios hace eso? --Eso es lo que hacen las familias normales --dijo Alba. --Bueno, no hemos sido una familia normal desde que mama murio. Mama murio cuando tenia quince anos. Maldito cancer. Se arrastro sobre ella como un fantasma y la tomo antes de que supieramos lo que estaba pasando. Fue su autopsia la que revelo el cancer, no los medicos que habian declarado que querian "salvar su vida". Claro, me dolio. Pero tambien tuve que planear el funeral. Tambien tuve que estrechar la mano de aquellos que vinieron con comida durante semanas. Tambien tuve que obligar a mi padre a comer mientras Alba se encerraba en sus estudios porque nadie mas sabia que diablos hacer con ellos mismos. Lo menos que podian dejarme hacer ahora era comer en mi estupida habitacion. --Entiendo tu punto, lo entiendo. De verdad lo hago. Pero estas viviendo bajo su techo, y no parece que planees mudarte pronto. Si quieres vivir aqui, debes seguir sus reglas. --?Te refieres a las reglas de Kayla? --le pregunte. --Las reglas de quien sea. Y si no quieres, entonces adelante. Come en tu habitacion todas las noches. Deja todos tus montones de ropa sucia y platos de comida a medio comer en cualquier lugar que desees. --?Estas molesta porque mi habitacion es mejor que la tuya? --le pregunte, sonriendo. --?Mejor? Huele como un vertedero de basura. ?Alguna vez lavas la ropa? --Cuando lo necesito, seguro. Pero de todos modos estoy descansando desnuda, ?quien necesita ropa limpia? --Ugh. Baja a cenar, Ciara. Deja de ser una perra. --?Por que no consigues un apartamento conmigo? --le pregunte mientras se volvia para irse--. Seria mas barato para las dos. --Buen intento. Eres una perra odiosa. Estoy muy bien viviendo con papa y su juguete, y lo hare hasta que termine mis estudios de posgrado. --Oh si. El master en Musica. ?Que planeas hacer con eso? --Convertirme en uno de los mejores directores femeninos del mundo. --Suena apasionante. --Mejor que obtener un titulo en negocios para tratar de llamar la atencion de papa. --No obtuve ese grado para el. Lo tengo porque quiero dirigir mi propia empresa algun dia. Quizas empiece mi propio negocio. Franquicia. Diversificarme. Dominar la costa oeste antes que papa o algo asi. --Bueno, para alguien que quiere apoderarse del mundo o lo que sea, tu actitud es de una mujer bastante perezosa. --No soy perezosa. Solo estoy esperando mi momento. No te iras hasta que baje a cenar, ?cierto? --No. --?Puedo bajar desnuda? --le pregunte. --Solo si quieres que Kayla te vea como una competencia. --Eso podria ser divertido --le dije, sonriendo. --No hagas eso. Ven ya. Ven a comer. Honestamente, no queria. Hubiera sido mas feliz subiendome a mi automovil y conducir por la carretera para conseguir una hamburguesa. Pero para hacer eso tendria que justificarme con mi padre y luego enfrentar la idiota mirada de "mama" de Kayla. Que desastre. Me levante de la cama y recogi mi cabello en un mono. Cogi mi telefono y lo meti en mi bolsillo trasero. Si me aburro en la mesa, simplemente seguiria deslizando. Incluso si los muchachos de mi telefono no supieran absolutamente nada sobre lo que necesitaba una chica como yo, al menos serian guapos de ver. Pero cuando llegue a la mesa, una bomba cayo sobre mi que me hizo olvidar sus caras en un abrir y cerrar de ojos. --Te consegui una pasantia en la empresa, Ciara --anuncio papa. --Espera. ?Que? --Seras la asistente personal de Matt Benjamin --dijo, sonriendo. --!Oh, eso es fabuloso! --exclamo Kayla--. Carino, ?como demonios pudiste conseguir algo asi? --Probablemente le chupo el pene o algo asi --murmure. Alba me dio un codazo mas fuerte de lo que esperaba, y me frote la caja toracica. Aparentemente, papa no me escucho. Estaba demasiado ocupado contemplando los profundos ojos oscuros de su exotica prostituta legal. --Vas a trabajar para el, desde manana --aclaro. --Eso no es necesario, papa. Ya he postulado para algunos puestos gerenciales de tiempo completo en varios lugares. Estare bien. --Me costo mucho convencerlo para obtener este puesto, y con Matt nada menos. Cualquiera clamaria por este trabajo. --Entonces dejalos clamar por eso. Estoy esperando saber de mis aplicaciones. --Sera bueno para ti, Ciara --intervino Kayla. --Si --dije, mirandola--. Me sacaria de la casa. Ella no mordio el anzuelo. Kayla solo se encogio de hombros y tomo un sorbo de vino. --Comienzas a las ocho de la manana --dijo papa. --?Ocho de la manana? !Papa! ?Por que diablos te interesas por mi ahora? --!Ciara! --exclamo Kayla. --?Por que de repente tienes interes en mi ahora, papa? --reformule mi pregunta sin siquiera mirarla. --Eres mi hija. Siempre he tenido interes en ti. --?Es por eso que no sabias lo que estaba estudiando hasta la mitad de mi carrera? -- pregunte. --Llegabas a casa y hablabas mas de chicos que de cualquier otra cosa. ?Como se supone que iba a saberlo? --Con solo preguntarme, papa. Kayla puso los ojos en blanco y, de repente, quise tirarle un punado de la ensalada que tenia enfrente. Ella era altanera, era una mocosa, y gastaba el dinero de mi padre casi tan rapido como el lo ganaba. --?Por que no usas ese costoso titulo tuyo para algo mas que un cargo gerencial basico? -- pregunto ella. --?Que? ?Como casarme con alguien rico? --le pregunte. --Es suficiente. Ciara --Papa alzo la voz--. Ya hemos terminado. Tuve una larga conversacion con Matt, y el te recibira manana. O apareces o no tendras lugar en esta casa. --No lo puedo creer, ?estas bromeando? --le pregunte. Alba me dio un codazo otra vez, y patee su espinilla debajo de la mesa. Si realmente pensaba que iba a retroceder en esta pelea, estaba muy equivocada. --Levantate temprano manana y ve a tu nuevo trabajo. Es una pasantia remunerada y todo. Quince dolares por hora, con el potencial de crecer si deseas permanecer mas de un ano. Y si no quieres ir, entonces haz las maletas. --?En serio me vas a echar si no aparezco? --pregunte. --Levantas un infierno constantemente en esta casa --intervino Kayla--. Lo menos que puedes hacer es ser productiva antes de llegar a casa y hacerlo. Mire a Kayla y a mi padre antes de descubrir el verdadero sentimiento detras de sus ojos. De eso se trataba todo esto. A Kayla no le gustaba tenerme cerca, asi que papa me estaba tirando a algun lado donde sabia que estaria a salvo, para que su hermosa esposa no tuviera que lidiar conmigo. No podria soportar mas esto. Arroje mi servilleta sobre mi plato, trague el te que tenia delante y me levante. ?Que demonios estaba haciendo? ?De repente se intereso en mi? !No se ocupaba de mi desde que tenia quince anos! Desde que mama murio. ?Por que demonios penso de repente que ahora tenia algo que decir en mi vida? Tenia veintidos anos y tenia una buena cabeza sobre mis hombros. Claro, alborote un poco las cosas en esta casa. Tambien me gustaba mirar a hombres ardientes. Pero, ?a que mujer no? --Que demonios. --Golpee la puerta de mi habitacion detras de mi antes de arrojarme de nuevo sobre mi cama. ?Por que mi padre no podia seguir jugando solo a la "casa" con su esposa Barbie? ?Por que diablos tenia que arrastrarme a eso? Ya no queria estar en la casa, asi que busque las llaves del auto, agarre mi bolso y revise para asegurarme de que tenia la tarjeta de credito de papa. Luego me aventure a salir por la puerta antes de que alguien pudiera detenerme. Si el gustaba de personas que gastaban su dinero mas rapido de lo que podia contarlo, entonces eso era lo que yo empezaria a hacer. Si el queria jugar a la familia feliz, seria la chica caprichosa, consentida y divertida de papi. Mal gastaria su sueldo, total bien poco le importaba que la "mami" reventara sus tarjetas de puro gusto. Subi a mi auto y maneje al bar mas cercano. Comi algo y pronto ya habia bebido cuatro tragos. Me reia con el camarero mientras se inclinaba y me sonreia, y por un breve segundo, pense en llevarlo a casa. Si realmente quisiera enfadar a mi padre, podria despertarme con un chico en mi habitacion a la manana siguiente, pero habia algo atractivo acerca de tener sexo borracha en el auto que se me hizo agua la boca. Pero un letrero de neon atrapo mi mirada por la ventana, asi que me volvi para ver que era. El cartel parpadeante decia <>, y me atrajeron sus colores. Pague mi cuenta y deje una cantidad insana de propina para el hermoso hombre que hizo mis bebidas. Luego sali del bar y cruce la calle. Mis labios sonreian y mi nariz estaba entumecida, y cuando pude tomar un respiro decente, un hombre estaba agarrando mi teta. --?Estas segura de que quieres hacer esto? --pregunto. --!Adelante! --exclame. El alcohol entumecio el dolor de los piercings, y por un momento, lo olvide todo. Me olvide de mi madre muriendo y del funeral. Me olvide de todas las manos que tuve que sacudir. Me olvide de caminar sola ocho kilometros hasta su tumba todos los dias porque papa no podia soportar llevarme. Me olvide de todos los chicos que me gustaron y de los que no pude hablar con mi madre y de todos los consejos que no se habian dicho porque papa estaba demasiado incomodo con esos temas. Me olvide de como papa desfilo a diferentes mujeres cada semana antes de que nos diera cuenta de que se estaba casando con Kayla. Olvide de como el no estuvo presente en el momento de subir al escenario para obtener mi diploma universitario. ?Como podia haberlo olvidado? Claro, el habia llegado para abrazarme despues de la ceremonia, pero la mirada en sus ojos me decia que habia algo mas importante. Junto con los chupones en el cuello de Kayla, era facil darse cuenta de con que se habia enredado y que era mucho mas importante que la graduacion de su hija menor. Sone con dirigir mi propio negocio algun dia. Suenos de convertir mi propio negocio en un conglomerado. Suenos de intervenir como el CEO de una empresa. Suenos de tener suficiente dinero como para comprar una empresa, como lo hizo Matt Benjamin con la de mi padre. Espera. Iba a trabajar para Matt Benjamin. Iba a trabajar a su lado... Esto en realidad podria ser util para mi. --Aqui tienes --dijo el tipo--. ?Como se sienten? Mire hacia abajo a mis piercings de pezon y sonrei. Las barras eran de oro rosa y tenian pequenas bolas de discoteca en cada extremo. Atraparon la luz y brillaban todos los colores que pude imaginar, y eran perfectos para alguien como yo. Desde nina nunca pude elegir que color era mi favorito. El amarillo era tan brillante. El rojo era tan sensual, y el azul simplemente llamaba la atencion. ?Por que no podria tener todos los colores? Bueno, ahora lo tenia, alli mismo en mis tetas.

  • Comandante (La Casa Blanca 2) de Katy Evans

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    La pasion de Matt y Charlotte llega a la Casa Blanca
    Nos enamoramos en la campana electoral.
    Y eso solo fue el principio.
    Ahora el es el presidente de Estados Unidos.
    Y me desea. Desea mi cuerpo.
    Mi corazon. Mi alma.
    Y me quiere a su lado.
    En la Casa Blanca.

  • Conquistando a la Perla de Sophie Kiss

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    Cuando menos lo esperamos o ni siquiera lo pedimos el amor aparece. Eso le ha currido a Sabrina Lutens, una periodista que espera aventuras en su trabajo, su jefe la envia a cubrir una noticia a un lejano bosque que sera destruido. James, un adinerado y poderoso empresario encabeza la resistencia para salvar el bosque, lo que nadie sabe son los motivos por los cuales el quiere salvarlo, Sabrina reportea todo descubriendo un mundo de sensaciones. Por otro lado Kenneth, el ex novio de Sabrina, padece de una adiccion afectiva hacia ella, jamas pudo superar el terminar su relacion, se va a buscarla donde sea necesario para quedarse a toda costa con ella.

  • Quiero escribirte esta noche una carta de amor de Angeles Caso

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    La asombrosa correspondencia pasional de quince grandes escritoras
    y las historias amorosas que las inspiraron,
    por la ganadora del Premio Planeta.

  • Aprende como Einstein de Steve Allen

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    Cuando era mas joven, nunca fui sobresaliente en mis clases. No sabia como estudiar o aprender. Esperaba hasta la ultima noche para meter en mi cerebro toda la informacion antes de dar un examen que habia sido programado hace meses. Era pesimo tomando notas y confiaba en mis amigos para ayudarme. En resumen, era un estudiante francamente malo. Simplemente no me importaba aprender y preferiria pasar el tiempo haciendo otra cosa. Sin embargo, algo sucedio en la universidad que cambiaria mi mundo para siempre. Quise impresionar a una chica de mi clase. Esta es una motivacion noble y poderosa que puede ser el propulsor para muchos cambios en la vida de un hombre joven. Tuve la suerte de sentarme directamente detras de ella y resulta que constantemente se volteaba y me pedia ayuda. Sin embargo, al principio mi animo se fue al piso porque me di cuenta de que no tenia idea como responder a sus preguntas. ?Y si ella empezaba a preguntar a los otros chicos? !No queria eso! Con eso en mente, comence a estudiar y aprender para que ella tuviera razones para seguir volteandose a hablar conmigo. Es increible lo que puedes hacer cuando tienes la motivacion adecuada para ello. Comence a utilizar un conjunto masivo de tecnicas de memorizacion y de aprendizaje. Finalmente aprobe el curso con una de mis mejores calificaciones en mi carrera academica, aunque nunca llegue a ninguna parte con ella. Aun asi, descubri que cuando tienes una meta o un proposito en mente, puedes lograr mucho mas de lo que crees. Sin embargo, la mayoria de las veces no tenemos este tipo de motivacion. La mayoria de las cosas que aprendemos o estudiamos son por obligacion y no es un placer aprender. Pero aqui estas otra vez, frente a un libro intentando aprender mas sobre un tema especifico. Ya sea para tu trabajo o simplemente por conocimiento en general, puede ser realmente dificil absorber y mantener nuevos conocimientos en tu cabeza cuando ya estas tratando de mantener el resto de tu vida en orden. En algun momento de la vida el aprendizaje deja de parecer algo facil. Pero no te desanimes, esto ha ocurrido porque has aprendido solo por instinto y en este libro lo solucionaremos. La clave esta en aprender a aprender. Hay un arte en esto, y cuando seas capaz de dominarlo tendras una habilidad que durara toda la vida. Mucha gente no se da cuenta de que tiene la habilidad de aprender y de ser inteligente. Piensan que es algo con lo que se nace o no, pero eso no podria estar mas lejos de la verdad, y tu tambien puedes aprender a aprender como un genio. Este libro esta disenado para ti. Contiene una coleccion de tecnicas de aprendizaje garantizadas para que retengas mas informacion y aprendas mas rapido, incluso si se trata de un tema que no te apasiona. Aprender a aprender es una de las habilidades mas valiosas que puedes desarrollar, es la raiz del exito en lo academico, en los negocios, en el liderazgo, en las relaciones personales y en todas las areas de la vida. No es una sorpresa que las personas mas exitosas del mundo lo declaren asi, pero lo que si es una sorpresa es que los metodos para pensar con claridad y aprender con eficiencia se pueden ensenar y se pueden aprender. Nuestro cerebro tiene capacidades sorprendentes, pero lamentablemente no viene con un manual de instrucciones. Mi objetivo en este libro es ensenarte a usar tu cerebro para que te conviertas en un mejor aprendiz. Lo que aprenderas esta basado en solidas investigaciones de la neurociencia moderna, de la psicologia cognitiva y tambien se basa en la experiencia de docenas de profesionales lideres en tecnicas de aprendizaje acelerado. Ya seas novato o experto, en este libro encontraras nuevas herramientas para mejorar tus habilidades y tecnicas para aprender. Te ayudare a transformar la manera como piensas sobre el proceso del aprendizaje, a reducir tu frustracion y a aumentar tu comprension y retencion de la informacion. Para leer este libro no necesitas tener conocimientos profundos sobre ningun tema en particular. Solo tienes que tomar estas tecnicas y aplicarlas inmediatamente. Bienvenido a este apasionante viaje de autodescubrimiento. !Comencemos! La mentalidad de un genio Quiero que cierres los ojos por un minuto e imagines un genio. Piensa en quien viene a tu mente y observa las cosas adicionales que aparecen en tu mente cuando piensas en esa persona. Probablemente pensaras en alguien como Albert Einstein o Steven Hawking. Echemos un vistazo un poco mas profundo. ?Que es lo que estas pensando sobre esa persona? ?Piensas en esa persona como un maestro? ?Como un cientifico? ?O tal vez te fijas en su apariencia extravagante? Pero, ?Pensaste en esa persona como un estudiante que necesita aprender? Probablemente no. Cuando pensamos en un "genio", muchos asumimos que es una persona inteligente y capaz que ya sabe lo todo lo que esta pasando en el mundo y lo que tiene que hacer. Pocos pensamos en un genio como una persona que necesita aprender, o que esta tratando de aprender algo nuevo. Necesito que elimines ese prejuicio de tu cabeza. Un genio, o la mentalidad de un genio, no necesita saber todo. De hecho, no necesitas saber nada para tener la mentalidad de un genio. Un genio no tiene nada que ver con el conocimiento, sino que su principal caracteristica es la capacidad de aprender, y eso es lo que aprenderas a desarrollar en los siguientes capitulos. Para permitir que tu mentalidad evolucione necesitas olvidar todo lo que sabes sobre aprender y debes abrazar una nueva forma de hacer las cosas. Nunca asumas que hay una unica manera de aprender, y no te aferres a los patrones de aprendizaje que has estado utilizando hasta este momento. Probablemente esos metodos te funcionaron en el pasado, pero no te estan dando los resultados que deseas en este momento. En este libro la palabra mas importante es "mentalidad", y comenzaremos hablando de un concepto llamado "mentalidad de crecimiento". La investigadora Carol Dweck ha realizado multitud de investigaciones sobre el tema, y encontro que las personas tienen una mentalidad de crecimiento o una mentalidad fija. Las personas con mentalidad fija creen que la inteligencia y la capacidad de aprendizaje son innatas, fijas y que estan determinadas por la genetica. Por otro lado, las personas con mentalidad de crecimiento creen que la inteligencia y la capacidad de aprendizaje son el resultado del esfuerzo y el trabajo duro. Esta es una extension del mito que discutiremos mas adelante sobre la nocion de que tienes un limite genetico para tus habilidades. En estudios posteriores, Dweck encontro que las personas con mentalidad fija tendian a aprender mucho peor que las personas con mentalidad de crecimiento, porque creian que si no eran inmediatamente proficientes en algo, significaba que estaban geneticamente destinadas a ser malas. Para las personas de mentalidad fija el exito es una senal de donde deben concentrar sus esfuerzos, y el fracaso es un signo de algo que deben evitar, ya que no creen que puedan mejorar. Por otro lado, las personas con mentalidad de crecimiento abordan los temas nuevos con una expectativa de lucha y desafio, y saben por sus experiencias pasadas que el trabajo duro puede ayudarles a superar lo que al principio parece imposible. La mentalidad de crecimiento genera la creencia optimista de que puedes lograr casi cualquier cosa si inviertes el suficiente trabajo y tiempo. La importancia de la piramide del aprendizaje Una de las claves para el aprendizaje es comprender la piramide del aprendizaje. Muchas personas han cuestionado la exactitud de la piramide, pero yo diria que no debe ser tomada como un numero exacto, sino como una guia que demuestra que lo que realmente importa. La piramide es la siguiente: – Retienes el 5% de la informacion cuando escuchas una conferencia. – Retienes el 10% cuando lees. – Retienes el 20% de mediante el procesamiento audiovisual. – Retienes el 30% cuando te demuestran algo. – Retienes el 50% mediante la discusion en grupo. – Retienes el 75% al hacer. – Retienes el 90% al ensenar a otros. Como puedes ver, los numeros exactos no son tan importantes y el orden puede diferir entre algunas personas, pero los extremos del espectro son absolutamente ciertos. Cuanto mas proactivamente proceses y participes en el analisis de la informacion, mejor la conservaras y aprenderas. De igual forma, cuanto mas pasivamente consumas la informacion sin un segundo procesamiento, menos conservaras y aprenderas. Veamos un ejemplo. Si deseas aprender sobre la historia de la humanidad, es cierto que puedes aprender mucho al procesar pasivamente la informacion. Podrias tomar notas o ver un documental, y serias facilmente considerado como alguien instruido en el tema. Sin embargo, imagina cuanto mas aprenderias si diseccionaras y discutieras con otras personas la historia del imperio romano, la revolucion industrial, o crearas un video para demostrar como Cristobal Colon navego a traves del oceano Atlantico. Imagina como mejoraria tu capacidad para revisar y analizar la informacion "aprendida" si permites que otras personas te hagan preguntas. Es un nivel muy diferente de aprendizaje el que se produce cuando "te enrollas las mangas" y realmente procesas un tema en comparacion a simplemente leerlo.

  • Yo tambien tengo mi Amor de Sophie Rose

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    PREPARATE PORQUE NUNCA SABES A DONDE NOS LLEVA EL DESTINO Y EL JUEGO DEL AMOR

  • El club del Grim (Witches 2) – Tiffany Calligaris de Tiffany Calligaris

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    La vida de Madison Ashford ha dado un vuelco en el ultimo ano. No solo encontro al amor de su vida, sino que ademas el desperto su magia a traves de un hechizo y la convirtio en bruja. Madison debe decidir si esta lista para asumir un compromiso tan grande mientras todavia lucha por sobrellevar los recuerdos de su secuestro. Sobre todo ahora, cuando Alexa Cassidy, la exnovia de Michael, la sigue de cerca.

  • El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza

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    Las enigmaticas desapariciones de ninas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se vera envuelto en toda clase de percances de los que lograra salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente. Aparentemente nivelada y lisa, la escritura de Mendoza constituye un esplendido ejemplo de investigacion literaria personal, ajena a todo mimetismo, que ahonda en las posibilidades de volver del reves, sin infringirlas a primera vista, las posibilidades del relato tradicional, e indagar asi, como un buen detective, o como un personaje de Henry James en el dibujo que se nos muestra al dorso del tapiz de la trama. Una farsa burlesca y una satira moral y social que tiene sus raices ultimas en la picaresca y en el modelo cervantino.

  • Los destellos de Sara de Marie N. Vianco

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    En Puerto Nevado, un pequeno pueblo de Asturias, vive Sara Areces, una joven de envidiable inteligencia y belleza, pero con un gran vacio en su interior por haber sido siempre la sombra de su hermana Alba. Sara es fisicamente fuerte, Alba es debil, con un corazon delicado que le ha impedido llevar una vida normal y con el que ha acaparado todo el carino de su padre y de su esposa Clemencia.
    La monotona vida de las hermanas Areces cambiara cuando Samuel Falcon, un ingeniero civil, llegue a Puerto Nevado con la mision de construir una nueva carretera que les ayude a mejorar sus condiciones de vida durante el invierno.
    La vida continuara de forma armoniosa hasta que un hecho inesperado hara que el mundo de Sara se venga abajo por completo.
    En momentos de sombras, ?conseguira la luz de la verdad abrirse paso e iluminarlo todo de nuevo?

  • Romance Extremo, Alvaro Ganuza de Alvaro Ganuza

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  • La reticente amante del principe (Atracciones innegables 2) de Elizabeth Lennox

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    Wyndi Carmichael contuvo el aliento cuando el hombre, sorprendentemente alto y escalofriante, entro en el restaurante barato y grasiento del muelle. Se sento a una mesa de la zona donde estaba ella, recogio el menu plastificado y contemplo las opciones. Definitivamente no encajaba entre la clientela habitual que frecuentaba ese restaurante barato y grasiento. Ella lo observo detenidamente, desconfiando al momento y limpiandose las manos con nerviosismo en el sucio delantal que llevaba atado alrededor de la cintura. Ese hombre era alto y elegante, y de el emanaba un poder en cierto modo escalofriante. Sus ojos negros otearon el restaurante como si el fuera el dueno, y tambien al resto de clientes. Su nariz de aguila y su mandibula cuadrada anadian un toque de peligro a su aspecto. No se le podia considerar guapo de ninguna forma, pero era locamente atractivo. Habia un aspecto crudo en el que era… tentador, a muchos niveles, haciendo que fuera el doble de peligroso. Wyndi se acerco a su mesa con precaucion, insegura de que esperar. El vestia ropas demasiado caras para ser de la misma clase socioeconomica que sus clientes habituales y sus ojos estaban inquietos, como si buscara a alguien. ?O quiza esperaba a alguien? No estaba segura. Pero el estaba en su zona, asi que se acerco a la mesa. No pudo mostrar su sonrisa habitual, pero intento mostrar un semblante educado en lugar de su tipica amabilidad publica. Le gustaba relacionarse con otras personas, le parecian fascinantes. Uno de los motivos por los que era tan buena en su trabajo. Las propinas que recibia como camarera estaban por encima de lo normal, pero incluso en las raras ocasiones en que recibia una propina mayor que la media, la cantidad no era excesiva. En ese restaurante de esa parte de la ciudad, los clientes no ganaban montones de dinero como en Wall Street. No vestian a la ultima moda y desde luego que no tomaban vino para comer. Lo normal era una cerveza el dia de la paga, y agua el dia de antes, cuando iban justos de dinero. Asi que, ?por que estaba ese hombre, vestido con un traje que probablemente costaba mas que los sueldos de todos los demas clientes juntos, sentado a una mesa y mirando en direccion a ella con expectacion? Wyndi se acerco a la mesa, fingiendo que no le temblaban los dedos mientras rebuscaba su boligrafo y libreta de comandas en su delantal. -?Que desea tomar hoy? -pregunto, mas alejada de la mesa de lo que estaria normalmente. Acostumbraba a apoyar la cadera o el muslo contra la mesa, conectando en cierta manera con los comensales. Pero aquel hombre era aterrador. Su mirada penetrante le creaba una sensacion de poder amenazante. La observaba con aquellos ojos negros, quiza atravesandola, evaluandola. Tamar levanto la mirada y se sorprendio al ver los delicados rasgos de la encantadora criatura que le devolvia la mirada. Sus ojos azules y sus gruesos rizos rubios eran sorprendentemente bellos. Tenia una boca amplia con unos labios sensuales que se mordia con unos dientes blancos y bonitos. Pero lo que mas le llamo la atencion fueron los asustados ojos azules que le devolvian la mirada. Normalmente no causaba ese efecto en las mujeres. Se amontonaban ante el, invitandole al juego del apareamiento. Por su experiencia, la mayoria de ellas esperaba conseguir un dije caro; la mas ambiciosa buscaba el prestigioso titulo de esposa. Los ojos azules de esa mujer eran precavidos, como si ella pudiera sentir el poder que el tenia y lo temiera. Para el era un misterio por que esa adorable mujer estaba tan nerviosa, pero estaba intrigado. -?Que me recomendarias? -pregunto el, fascinado por el destello de sus iris y su respiracion entrecortada. Su cuerpo respondio del mismo modo mientras pensaba en todas las maneras en que le gustaria morder ese carnoso labio inferior. Entre otras partes exquisitas de su cuerpo. Wyndi vio el fulgor de su nariz, el calor que emanaba de aquellos ojos negros y misteriosos, y quiso huir, esconderse en algun lugar hasta que ese hombre perturbador desapareciera. La asustaba hasta los huesos, y ella no era alguien a quien le gustara burlarse del peligro o provocar a un oso. Aunque, desde luego, ese hombre no podia ser considerado un oso. <>, penso ella cada vez con mas escalofrios de conciencia que se esforzaba por sofocar. No era que creyera que el pudiera saber cual era su mision secreta. Cuando ella lo miro a los ojos, sospecho que podria saber el resto de cosas. Lo cual era mucho, mucho peor. Ella aparto la mirada y se metio las manos en los bolsillos. -Hay una hamburgueseria genial tres locales mas abajo. Tamar se rio levemente de esa <>, sorprendido no solo porque intentara mantener la distancia, sino por que intentara echarlo del restaurante. -He escuchado que la comida aqui es bastante deliciosa -mintio sin remordimientos. El unico motivo por el que se encontraba en ese restaurante era porque sus tecnicos habian rastreado la senal de un hacker hasta esa direccion. Encontrar a ese angel entre los trabajadores del lugar no fue mas que un hecho fortuito. Ella parpadeo extranada por su lenguaje formal, insegura de que pensar de el. Definitivamente no encajaba alli. Aquel era un barrio obrero. Los clientes del lugar eran del tipo brusco que se toman una hamburguesa rapida y varias cervezas tras un duro dia de trabajo en los muelles. El lugar de aquel hombre parecia ser una sala de juntas, no sentado en la cabina de una excavadora. Ella hubiera apostado a que ni siquiera se habia ensuciado las manos nunca. Probablemente tampoco seria muy bueno en una pelea a punetazos, aunque sus hombros parecian bastante anchos y robustos bajo el tejido fino de su traje. Wyndi se encogio de hombros, como si la comida fuera pasable. -No parece usted el tipo de hombre que come hamburguesas y bebe cerveza -contesto, preparada para despacharlo. -Quiza tu y yo podamos cenar esta noche y ver que tipo de hombre soy -ofrecio el, fascinado por la nerviosa criatura. En un instante, supo que esa bella rubia de precavidos ojos azules seria su siguiente amante. Se froto la barbilla mientras calculaba mentalmente cuanto tardaria en tenerla ronroneando, rogandole que la tocara. Wyndi jadeo, sorprendida por lo directo que era el. -No lo creo -replico ella-. ?Va a pedir algo? Si no, hay otras mesas que debo atender. Tamar solto una risita mientras la observaba atentamente. <>, penso. -Traeme la especialidad de la casa -le dijo el devolviendole el menu plastificado y ligeramente grasiento. Wyndi le devolvio la mirada, intentando comprender que pretendia. ?Quien se creia que era? ?La especialidad de la casa? Aquello era un restaurante de un barrio de clase obrera, no el Ritz. No tenian una especialidad de la casa. Pero en lugar de discutir con el, se encogio de hombros, ignoro el menu ya que su sitio estaba en los asperos soportes de madera que habia sobre la mesa, al lado de la ventana, y se dio la vuelta sobre el tacon revestido de sus zapatillas deportivas. ?Queria la especialidad de la casa? <>, penso con una sonrisa de deleite. El no podia verla, por suerte, pero ella escribio algo en su libreta de comandas y despues clavo el papel en la rueda metalica de comandas, girandola para que Billy, el cocinero ese dia, pudiera ver la comanda. Tras hacer eso, fue a las demas mesas, sonriendo y saludando a los clientes. Relleno sus tazas con cafe o sus vasos con agua e ignoro completamente al hombre de la mesa, que ahora hablaba por el movil. Intento escuchar disimuladamente, sin importarle que fuera de mala educacion. Solo queria comprender que hacia el alli. Era muy extrano, pero hablaba en un idioma que ella no podia entender, asi que se alejo con la intencion de dejarle en paz todo lo posible. Cuando Billy grito que la comanda estaba lista, ella volvio a la cocina y sonrio en anticipacion a lo que venia. Llevo el pesado plato a la mesa y lo coloco delante del hombre junto a una gran jarra de agua y un vaso. -!Buen provecho! -dijo ella, intentando ocultar su diversion mientras el observaba el enorme plato. Tamar contemplo el plato de comida con interes, inseguro de que era exactamente, pero pudo ver en la encantadora mirada de ella que creia haberle hecho una jugarreta. Lo que ella no sabia era que el viajaba por todo el mundo en representacion de los intereses de Surisia. Su primo era el jeque y habian crecido juntos desafiandose el uno al otro a probar las comidas mas exoticas que pudieran encontrar. Aquella hamburguesa con multitud de condimentos no iba a poder con el. -?Imagino que el agua es por mi propio bien? -pregunto el. Su deseo de llevarse a esa mujer a la cama, de doblegar su voluntad, era incluso mas intenso ahora que ella le habia desafiado de esa manera. Wyndi se encogio de hombros, mirandolo y sonriendo triunfante. -El chile es bastante picante. Y los jalapenos tampoco se quedan muy cortos -ella se pauso, intentando esconder su sonrisa-, pero si desea otra cosa, solo tiene que decirmelo. Tamar rio, encantado con ella. -Tiene una pinta maravillosa. Gracias por tu ayuda. Le excitaba tanto el travieso destello en la mirada de ella que queria levantarla, sentarla sobre la mesa y besarla hasta que ronroneara bajo sus caricias. No dudo ni un momento mas y agarro la hamburguesa con ambas manos como si fuera un profesional devorando las comidas mas pringosas posibles. Wyndi se aparto, sintiendose derrotada de alguna forma. Se esforzo por ignorarlo, pero mientras atendia el resto de tablas mantenia la mirada sobre ese hombre y su hamburguesa. Cuando dio el primer bocado y no se quejo, ella comenzo a sentirse culpable. !Era una hamburguesa enorme! !Tenia guacamole, un huevo frito, montones de rebanadas de jalapeno, una gran cucharada de chile picantisimo y tambien crema agria! Era una de esas hamburguesas que algunos se comian por la noche, tras un largo y duro dia de trabajo, y normalmente les encantaba. !Pero aquel hombre no era uno de ellos! Era demasiado elegante, demasiado refinado. Ella se dio la vuelta cuando el dio otro bocado, pensando que deberia pasar otra comanda para el. Quiza una buena ensalada o algo ligero. No tardaria en tener el estomago revuelto. !Bueno, lo tendria si seguia comiendose esa maldita cosa! Se sintio tan mal por lo que habia hecho que ni siquiera podia mirar en direccion al hombre. Se quedo mirando fijamente la bandeja de vasos limpios, con el corazon retorciendosele por la sucia jugada que le habia hecho. Ese hombre la habia asustado, ?

  • Eres una madre maravillosa de Lucia Galan Bertrand

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    Cuando el cerro la puerta, ella deseo con todas sus fuerzas que con el y con su maleta se llevara las noches que pasaria sin dormir pensando en lo que pudo haber sido y no fue, en lo que fue y no tenia que haber sido, y en lo que estaba a punto de ser. Antes de que pudiera derramar una sola lagrima, antes siquiera de volver a coger aire porque se le habia olvidado respirar, el llanto de su hija la devolvio a la realidad. Se acababa de despertar de la siesta y reclamaba, como cada tarde, el abrazo calido de su abnegada madre. Su hermano mayor jugaba en su habitacion con sus cochecitos, ajeno a la nueva vida que su madre estaba a punto de emprender. <>, penso su madre mientras caminaba hacia la habitacion de su hermana. Una vez tuvo a su hija en brazos, se miro al espejo y vio a una joven madre llena de heridas que nadie mas supo advertir, que nadie mas que ella podia curar. Y entonces lo tuvo claro. Miro de nuevo y fijamente esos ojos arrasados por los destrozos que dejan los suenos rotos y se dijo: --Nadie nos conto esto, ?verdad? Crecer duele. Pero tu puedes, nosotras podemos. Es momento de recoger todos tus trocitos, rehacerte, sanar todas y cada una de tus heridas, olvidar lo malo, mantener vivo e intacto lo bueno y salir ahi fuera. ?Me oyes? ?Quieres conciliar? Pues lucha, pelea, emprende. ?Necesitas llorar? Pues llora, pero hazlo de verdad, al desnudo, toda tu. --?Y si mis hijos me ven? --pregunto la madre real. --Pues que te vean. En esta casa tambien se llora. La tristeza y la melancolia son emociones tan validas como la felicidad o el entusiasmo. Son las que nos hacen explorar las profundidades de nuestro ser mas intimo, las que consiguen que nos movamos, que cambiemos, que mejoremos. --?Y si no tengo todas las respuestas a las preguntas de mis hijos? --No pasa nada. Nadie las tiene. Tu tampoco. Sabras encontrar las respuestas con una caricia, con un abrazo, con el amor que derrochas por cada poro de tu piel. !Eres amor! --?Sere capaz de enamorarme de nuevo? --?Que si seras capaz? --pregunto entre risas la madre del espejo--. Te recuerdo que antes de ser madre eras mujer. Y sigues siendolo, ?o no? No solo te enamoraras, sino que enamoraras alla por donde pises en cuanto te liberes. En cuanto te despojes de todos los lastres que te impiden ser una mujer real y libre. Te enamoraras como hasta ahora no te habias enamorado y te entregaras total y absolutamente al amor, sin fisuras y sin miedos; desde la madurez y la libertad que te da el haber pisado por esas tierras antes. ?Y sabes que? Que si decides compartir tu vida con otro hombre lo haras porque le quieres, no porque le necesites. Esto ya te lo contare mas adelante, querida…, cuando llegue el momento. --?Y la culpa? ?Como la gestiono? --pregunto la madre real algo mas tranquila ya. --?La culpa, carino? La culpa para el que roba, para el que mata, no para el que ama. Se acabo la culpa. ?Me oyes bien? Se acabo la culpa. ?Que te creias? ?Que la maternidad era un camino de rosas? ?Un cuento de hadas con principes azules, bellas damas, hijas con largas trenzas y castillos en las montanas? No, querida, ahora ya ves que no. La maternidad y lapaternidad no son un reinado; son un viaje, un intenso, maravilloso e irrepetible viaje en el que, tras las caidas, las lagrimas, los miedos y las sombras, descubriras que todo ha merecido lapena. Que no habraexperiencia mas fascinante en todatu vidaque laque estas viviendoahora. --?Y el padre de mis hijos? --El padre de tus hijos esta hablando ahora mismo con su yo en el espejo, que le esta diciendo exactamente las mismas palabras que te digo yo a ti. La maternidad --la paternidad-- es un sentimiento universal. Desde el mismo instante en que ambos deseais lo mejor para vuestros hijos, desde el mismo momento en que ambos estariais dispuestos a dar vuestra propia vida por ellos, estais unidos para siempre. Hombres y mujeres somos diferentes, sentimos diferente, tenemos distintas velocidades, distintos tiempos, pero en lo esencial, en lo verdaderamente importante, compartimos la misma esencia: el amor hacia nuestros hijos, lo mejor de nuestras vidas. Guarda y conserva este sentimiento. Llevalo contigo alla donde vayas. Siempre. --Lo hare --contesto la madre real embargada por la emocion mientras seguia mirando su imagen en el espejo y a su hija acurrucada en su regazo. --Y te voy a decir una ultima cosa: se acabo ser la mujer perfecta, la profesional perfecta, la companera perfecta, la amante perfecta, la amiga perfecta, la hija perfecta, la hermana perfecta y, por supuesto, la madre perfecta. !Basta ya! Porque para ser una buena madre no hace falta ser una madre perfecta. !Tu eres una madre maravillosamente imperfecta! --?Estas lista para comerte el mundo? --Si, lo estoy --contesto firmemente. --?Estas preparada para salir ahi fuera? --!Claro que lo estoy! --!Pues vamos a por ello! !Salgamos ahi fuera! Pero escuchame, con la cabeza alta, tan alta como tus suenos, porque tu, querida, siempre has sonado a lo grande y, ahora, lo haras mas que nunca. ?Estas lista? 1 LA CARRERA DE MEDICINA PARA LA QUE NADIE ME PREPARO Cuando, muy de vez en cuando, tu profesion te regala uno de esos momentos con los que tanto habias sonado y salvas una vida y, curiosamente, al llegar a casa y tras abrazar a los tuyos, rompes en llanto, comprendes que la vida pende de un hilo muy fino… Y nadie te habia preparado para esto. Desde mi mas tierna e inocente infancia he querido ser madre y pediatra. Desde que tengo uso de razon jugaba a curar a mis munecas, que ademas eran mis hijas. Todas ellas: las Barriguitas, las Nancys y los Nenucos. Los arropaba cada noche en sus cunitas, les daba los besos que minutos antes me habia dado mi madre a mi, les contaba los cuentos que cada noche mi padre me contaba entre susurros y besos de mariposa. ?Como? ?Que no sabes que son los besos de mariposa? Los besos que se dan con el aleteo de las pestanas y el cosquilleo del bigote. Deliciosos… Tras salir del hospital, a mis cinco anos, una vez recuperada de la meningitis meningococica que casi arrasa con mi vida y con el alma de mis padres, lo tuve claro: --Yo de mayor quiero ser medico de ninos para que ninguno pase por lo que yo he pasado -- sentencie mientras bajaba las escaleras del Hospital Central de Asturias. Y lo consegui. Fueron unos anos de mucho esfuerzo, de mucho estudio y sacrificio, de muchas horas enterrada entre apuntes y libros. De muchas noches de pesadillas en las que sonaba que al llegar a la facultad habia un examen que yo no habia preparado porque sencillamente no me habia enterado y el panico se apoderaba de mi cuerpo. Fueron anos tambien de partidas de mus en la cafeteria de la facultad, de conversaciones inspiradoras con amigas tiradas en el cesped mirando las nubes, de fiestas de fin de curso donde no perdiamos los apuntes, pero si los papeles… <> Cuando por fin termine la carrera de Medicina me dije: --!Guau! !Ya soy medico! Si, soy medico. Voy a salvar vidas. Y me creia alguien importante. Mis companeros y yo pensabamos que el mundo se habia detenido y que, ahora que eramos nosotros los medicos, el mundo arrancaria de nuevo. !Que ilusos! Nos sentiamos dioses. Los salvadores del universo acababan de aterrizar en el planeta Tierra. La infancia goza de una inocencia maravillosa, pero ?y la juventud? Durante la juventud saltas de nube en nube, de espejismo en espejismo, de sueno en sueno… hasta que de pronto, una manana cualquiera, cuando vas a saltar a otra de tus nubes de fantasia, te encuentras saltando al vacio y segundos despues aterrizas en la realidad, a veces, dura realidad. Y asi fue. Cuando pise por primera vez el hospital con mi titulo de medico en mano y mi plaza de medico residente en pediatria bajo el brazo, me di cuenta de que si, de que habia pasado por la facultad, si, de hecho con un expediente brillante, pero que de medicina sabia poco o muy poco. Cuando empece a asistir a un parto detras de otro, a presenciar el milagro de la vida en directo, sin filtros, rodeada de madres exhaustas, pero embargadas por un llanto de alegria renovador, con padres a tu lado temblorosos y llorando como ninos y con diminutas criaturas que sujetas tu en tus manos, antes incluso que sus propias madres; ahi, en ese instante, te das cuenta de lo pequenos, fragiles e insignificantes que somos. Y nadie te lo habia contado. Cuando la vida te regala momentos tan maravillosos como el primer agarre de un bebe recien nacido al pecho turgente de su madre mientras el padre mira la escena con una ternura que te conmueve, comprendes que, por muy medico que seas, en ese momento sobras… Y esto nadie te lo habia contado. Cuando tienes exactamente dos minutos para pensar de que manera les vas a explicar a unos padres angustiados que su angustia tenia toda la justificacion del mundo porque su hijo tiene una enfermedad grave, cuando te tiembla la voz y no encuentras las palabras. Cuando no sabes si cogerles de la mano, abrazarlos o directamente no hacer nada. Cuando el miedo a equivocarte en un diagnostico o en un tratamiento te paraliza, entonces comprendes que no solo no sabes lo suficiente, sino que te pasaras la vida estudiando y aun habra cosas que no sabras y que no llegaras a saber nunca. Y esto nadie te lo habia contado. Cuando la muerte te mira de frente, fijamente, te reta y te amenaza con llevarse la vida de un nino que aun no ha dado sus primeros pasos, ni los va a dar…, cuando ella gana la batalla y has de recomponerte, beberte todas y cada una de tus lagrimas y tragar todos y cada uno de tus suspiros ahogados en la pena para informar a los padres y convertirte en la persona que les va a comunicar la peor noticia de sus vidas, entonces, en ese preciso instante, descubres que nadie te habia preparado para esto. Cuando, muy de vez en cuando, tu profesion te regala uno de esos momentos con los que tanto habias sonado y salvas una vida y curiosamente al llegar a casa y tras abrazar a los tuyos rompes en llanto, comprendes que la vida pende de un hilo muy fino… Y nadie te habia preparado para esto. Cuando una manana cualquiera llegas a la consulta y tu primer paciente que aun no levanta un metro del suelo, ni suma siquiera tres anos de edad te dice: --Lusssia, vengo a que me cures. Estoy malito. Solo tu puedes curarme. Y te abraza con todo su diminuto cuerpo, apoyando su cabeza en tu pecho y escuchando un suspiro incluso, un suspiro que revela un <>. Y te sorprendes a ti misma tragando saliva, abrazando a ese nino que huele como olian tus hijos a su edad, y le acaricias tan dulcemente como acaricias a los tuyos. Ahi, en ese momento, y aunque nadie te lo habia dicho, piensas: <>. Cuando durante los largos anos de estudio tus profesores te repiten hasta la saciedad que hay que construirse una coraza para no sufrir con las historias que pasaran por nuestras manos, cuando la construccion de ese muro se convierte en una prioridad durante las practicas como estudiante y de pronto una manana cualquiera harta de recibir consejos que no has pedido te pones la bata y te quitas la mascara, descubres que, viviendo y sintiendo junto a tus pacientes, todo cobra sentido. Que todos aquellos <> de la medicina estaban equivocados, que lo bonito de esta profesion es precisamente eso: acompanar a los enfermos y a sus familias en todo el proceso. Y de repente, como si de una revelacion se tratara, lo ves claro:

  • Nublares de Antonio Perez Henares

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    Ojo Largo es uno de los jovenes mas destacados de Nublares, un clan primitivo que ha creado su propia sociedad. Valeroso e inteligente, Ojo Largo es demasiado independiente para aceptar las reglas sin mas, como lo demuestra su deseo por Mirlo, la mujer del brujo de la tribu.
    En esta incipiente sociedad, las pasiones humanas reflejan valores ancestrales y eternos como el amor y la lealtad, en un mundo donde la naturaleza impone sus propias exigencias.
    Pocos escritores se han atrevido con las aventuras de sus remotos antepasados prehistoricos. El escritor y periodista Antonio Perez Henares lo hace de forma soberbia con Nublares, que inicia una magistral saga.

  • Muneca Bonita y Rota de Magenta Perales

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    Grayce tenia una vida normal.
    24 anos. Un marido normal.
    Una casa normal. Un trabajo normal.
    Y un secreto bien escondido.

  • Yo voy, tu vas, el va de Jenny Erpenbeck

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    A Richard, profesor universitario aleman con una exitosa carrera profesional a sus espaldas, le ha llegado el momento de la jubilacion. Desde el escritorio de su casa, mientras contempla el lago tras la ventana, se pregunta como llenar todo el tiempo libre del que dispondra. Se entera entonces de la existencia de un campamento de refugiados en Berlin y decide echar una mano.
    Alli escuchara historias desgarradoras y esperanzadas de jovenes llegados desde paises lejanos, que vienen huyendo de la guerra y la miseria. Pero la comunicacion no siempre es facil, y en mas de una ocasion se producen malentendidos o directamente choques culturales, mientras las autoridades se limitan a aplicar la ley con fria determinacion.
    Esta es una novela que aborda sin maniqueismos, sensibleria o topicos faciles una tragedia candente de la Europa actual. Pero no es solo eso: es tambien el potente retrato de un grupo de seres humanos, cada uno con sus cuitas, en cuyo centro se situa el recien jubilado Richard. Y a traves de su peripecia personal emergen en el libro otros temas de calado: como afrontar la vejez, la soledad y las heridas abiertas del pasado -la desaparicion de la mujer con la que compartio su vida, fallecida hace anos-, pero tambien como convivir con el deseo que pervive, y que le despierta una etiope mucho mas joven que ensena a los refugiados aleman y los rudimentos de las formas verbales: Yo voy, tu vas, el va…
    Una novela deslumbrante forjada con la suma de muchas pequenas historias personales que se entrecruzan y dan forma al gran drama del presente. Un libro que nos muestra la verguenza de la crisis de los refugiados y la necesidad de entender a los otros por encima de las diferencias culturales.

  • Cuando un highlander ama a una mujer de Brenna Watson

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    ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar un highlander por el amor de una mujer?

  • Mi Irresistible Jefa de Wendy Etherington

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    ?Como podia conseguir una chica que un hombre cayera rendido a sus pies?

  • Una promesa de gloria de Morgan Rice

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    En UNA PROMESA DE GLORIA (Libro #5 de El Anillo del Hechicero), Thor se embarca con sus amigos de La Legion en una busqueda epica en la vasta selva del Imperio para intentar encontrar la antigua Espada del Destino y salvar al Anillo. Las amistades de Thor se profundizan mientras viajan a nuevos lugares, enfrentan monstruos inesperados y luchan en una batalla inimaginable. Encuentran tierras exoticas, criaturas y personas mas alla de lo que podrian haber imaginado, a cada paso de su viaje aumenta el peligro. Tendran que convocar todas sus habilidades si quieren sobrevivir, mientras siguen el rastro de los ladrones, mas y mas profundamente en el Imperio. Su busqueda les llevara hacia el corazon del Inframundo, uno de los siete reinos del infierno, donde los No Muertos gobiernan, y los campos se alinean con los huesos. Mientras Thor debe invocar sus poderes, mas que nunca, se esfuerza por comprender su naturaleza.

  • Los medicos no pagan ni el cafe, Paco Albano de Paco Albano

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  • Jodido Doctor de Abril Lainez

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    Emma no estaba segura de poder hacerlo. No lo iba a conseguir. Le resultaba imposible administrar el oxigeno que entraba en sus pulmones. Se recordo que debia volver a ponerse en forma, cuanto antes, con caracter de urgencia. Jadeando, con la boca abierta, con las mejillas a punto de entrar en erupcion, y con una rodilla dolorida, debido a los constantes golpes recibidos por una de las hebillas de su bolso de viaje durante la carrera, subio los escasos tres escalones que le separaban del interior del vagon y se sujeto a una de las barras que se encontraban junto a la puerta. Escucho el pitido que anunciaba el cierre de las puertas, y se pregunto si todavia estaba a tiempo de abortar la operacion y bajar al anden. No se veia con fuerzas de buscar su asiento y mucho menos de enfrentarse a las miradas de algunos viajeros, que la observaban como si fuera una terrorista con una granada en la mano. ?Que estaba ocurriendo? O bien todas esas personas nunca habian visto a alguien correr --algo no demasiado extrano en una estacion de tren--, o bien los sonidos que emitia su garganta, en un intento de normalizar su respiracion, eran algo exagerados. Emma prefirio no seguir indagando en la respuesta, lo unico que le interesaba en ese momento era encontrar su asiento; rezo para que no estuviera demasiado alejado. <>, se dijo. Solo tenia que atravesar seis vagones, solo seis. Cuando por fin llego a su destino, se arrepintio de no haber dedicado mas tiempo e interes a realizar la reserva. De haberlo hecho, se habria centrado mas en escoger una fila con un solo asiento, pero no fue asi, al parecer iba a viajar con un companero de viaje. Observo que su acompanante era un hombre joven que, a juzgar por su expresion nada mas verla a ella, se sentia igual de entusiasmado por tener compania. Emma cogio su bolso de viaje y lo alzo sobre su cabeza para colocarla en la estanteria que se encontraba sobre los asientos. Al alzar los brazos, la fina tela de su blusa se sumo al movimiento dejando parte de su torso desnudo. Esa sensacion le produjo un escalofrio e hizo que sus brazos flaquearan, provocando que el bolso cayera justo en el regazo de su futuro companero de viaje. El hombre dio un respingo. No solo por el intruso que habia aterrizado en su regazo sino por el dolor que le produjo el impacto. Alzo bruscamente la cabeza con el ceno fruncido y la fulmino con la mirada. Si hubiera podido volatilizarla no lo hubiera dudado. --Lo siento, se ha caido --logro decir Emma avergonzada consciente del fuego que se habia instalado en sus mejillas. --Ya lo he notado --exclamo el con frialdad. A continuacion se levanto e impulso el bolso para colocarlo. Espero a que ella se acomodara y volvio a sentarse. --Gracias --susurro Emma molesta. No le habia gustado la forma en la que le habia hablado. !Solo era un pequeno accidente! El no se molesto en decirle nada mas. Se acomodo en su asiento y cerro los ojos fingiendo que se disponia a dormir. Emma desvio la mirada hacia la ventana intentando ocultar el malestar que le habia producido ese hombre. El caso es que era guapo... <>, se dijo intentando desviar sus pensamientos. El impresionante fisico de su acompanante no era un asunto que quisiera que permaneciera en su mente. Su amiga Irene se habia ofrecido a llevarla en coche hasta la estacion, pero una vez mas, Emma, antes de aceptar, no habia tenido en cuenta que su forma de conducir solo era apta para aquellos casos en los que no hay prisa, ninguna prisa. En el caso de haberla, lo mas sensato era declinar la oferta o bien emprender el viaje con un par de horas de antelacion. A Punto habia estado, en dos ocasiones, de empujarla del asiento, aunque se encontrara el coche en marcha, para apoderarse del acelerador. No era capaz de entender como a esas alturas todavia no la habian multado por ir por debajo de la velocidad permitida. Una sonrisa se dibujo en sus labios al recordar los dias que habian pasado en Barcelona. Irene era una pesima conductora, al menos desde el punto de vista de una mujer impaciente como Emma, pero una buena amiga. Se sobresalto con el sonido de su movil. Nunca se acordaba de cambiar la melodia que notificaba los mensajes: un pitido agudo y estridente, que por lo general resultaba molesto. Por suerte, no habia reservado uno de esos vagones en los que se debe permanecer en absoluto silencio. A pesar de mantener la vista al frente pudo sentir la mirada asesina de su companero de viaje. Emma no movio ni un solo musculo, no tenia intenciones de disculparse, pero tampoco deseaba que el rubor que habia vuelto a instalarse en sus mejillas se apreciara. Con un movimiento rapido elimino el sonido del aparato y se centro en el mensaje que acababa de recibir. Irene le preguntaba si habia perdido el tren. Le contesto rapidamente prometiendole una llamada al llegar a Madrid. Quedaban tres largas horas por delante y necesitaba entretenerse en algo, o su mente acabaria reproduciendo las mismas imagenes que la habian acompanado durante el ultimo mes. Debia evitarlo a toda costa. Saco un libro de su bolso. No le apetecia leer, pero tenia que obligarse a estar entretenida. Sus pensamientos, si se dejaban en completa libertad, eran un arma muy peligrosa para ella en ese momento. El libro, recomendado por su amiga, era una guia <>, palabras del autor, para que una mujer recuperara su autoestima. Observo la portada centrandose en el titulo. ?Que queria decir exactamente recuperar la autoestima? ?Solo era una guia practica para mujeres que la habian perdido? ?Y si nunca se habia llegado a tener? En ese caso, ?el libro no servia? ?O era tan bueno que se recuperaba la perdida y la que nunca se habia tenido? Ella tenia las paces hechas con su autoestima, al menos eso creia. ?Que le habia hecho pensar a Irene que necesitaba ese tipo de libros? Volvio a introducir el libro en el bolso. De inmediato aparecio en su mente que debia darle una pequena oportunidad y volvio sacarlo. Leyo la introduccion y fruncio el ceno, convencida de que aquel libro no era para ella. Lo apoyo sobre su regazo y lo miro de reojo. ?Tendria algo que Irene habria considerado importante para ella? Lo abrio de nuevo e hizo un intento de leer la pagina siguiente, pero no pudo. Aquello definitivamente no le interesaba. Si esas paginas le indicaran como olvidar a Alvaro de una forma indolora, sin duda se adentraria en ellas. Pero debia incorporar una varita magica, muy magica, para que eso fuera posible. Emma reprodujo en su mente la varita haciendo circulos en el aire al tiempo que invocaba el olvido; dibujo una sonrisa ante su ocurrencia. No, no habia nada tan efectivo. Habia trascurrido poco mas de un mes desde su ruptura con Alvaro y todavia era incapaz de pensar en ello sin sentir que el corazon se le iba a salir del pecho. Dos anos de relacion. Ese era el tiempo que habian pasado juntos desde que se conocieran en Barcelona, la ciudad en la que habia residido Emma, la misma que la vio nacer. Alvaro se encontraba de paso en la ciudad por asuntos de trabajo. Una mirada en un restaurante, unos guantes olvidados en una mesa, una sonrisa de agradecimiento, una invitacion a cenar... Esos fueron los elementos que dieron inicio a su relacion. Alvaro, cansado de viajar constantemente a Barcelona para poder estar con ella, tardo dos meses en proponerle que se fuera a vivir con el a Madrid. Emma acepto sin pensarlo dos veces. Tardo poco tiempo en encontrar un trabajo, su curriculum atrajo el interes de un colegio para cubrir la vacante de recepcionista, aunque sus labores abarcaban muchos campos. Desde hacer fotocopias, abrir la puerta por las mananas --con cuidado de que la marabunta de ninos que esperaban al otro lado no se le echaran encima--; concertar reuniones con los padres, aguantar con paciencia a que una madre de un alumno la visitara en siete ocasiones para comprobar si habia aparecido el gorro extraviado de su hijo; y su preferida: acompanar a los pequenos, a los de tres y cuatro anos, en sus excursiones, como refuerzo para los profesores. Su relacion con Alvaro habia empezado con mucha fuerza, una relacion intensa que solo se veia interrumpida por los frecuentes viajes de trabajo de Alvaro a Japon. Le costo acostumbrarse a ellos, pero con el tiempo lo consiguio. El trabajo de Alvaro como ingeniero en una empresa japonesa le obligaba a viajar dos semanas cada dos meses al pais del sol naciente. Durante esas semanas se comunicaban mediante videoconferencia, aunque era complicado encontrar el momento adecuado, debido a la diferencia horaria. En los meses anteriores a la ruptura habia sido mas complicado. No solo viajaba con mas frecuencia, sino que parecia que el universo conspirara para que todos los vuelos de vuelta a casa estuvieran senalados por todos y cada uno de los contratiempos que se pueden encontrar al viajar en avion: retrasos, huelgas, aterrizajes forzosos por culpa de la climatologia, cancelaciones por... un millon de razones. Cuando ocurria, Emma maldecia esas fuerzas del universo que parecian empenadas en retrasar sus encuentros. !Que ingenua habia sido! Alvaro no tenia tan mala suerte como ella creia, lo que tenia eran pocas ganas de llegar a casa. Habian planeado en mas de una ocasion que Emma le acompanara en uno de esos viajes, pero nunca llegaba la ocasion. En un principio el problema era que Emma no podia ausentarse tanto tiempo fuera del periodo vacacional escolar, pero con el tiempo, aunque dispusiera de vacaciones Alvaro siempre encontraba alguna excusa, bien que se podia prolongar mucho mas, bien que el tipo de reuniones le impediria pasar tiempo con ella. Cada vez los viajes eran mas largos y mas intensos. Japon se quedo sin su visita, las catastrofes aereas dejaron de sobrevolar a Alvaro, y ella dejo de maldecir al destino empenado en que permanecieran juntos menos tiempo, para pasar a maldecir al verdadero culpable de su separacion. Treinta y seis dias antes, acabando el mes de julio, habia recibido la llamada. La ultima llamada. Alvaro habia viajado a Japon apresuradamente, a pesar de llevar tan solo tres semanas en Madrid desde su ultimo viaje, debido a unos asuntos muy importantes que tenia que tratar. Debian pasar al menos dos dias para que recibiera la primera llamada por videoconferencia, tal y como acordaban siempre, pero ese dia la llamada llego un dia antes. --?Alvaro? --pregunto Emma sorprendida al escuchar su voz--. ?Todo va bien? --Emma... estoy en Madrid --pronuncio el con dificultad. --?En Madrid? --No pudo ocultar su entusiasmo. No le importaba la razon por la que el se encontrara en la ciudad, para ella solo podia significar que estaba a punto de verlo. --Escuchame, Emma, se que no deberiamos tener esta conversacion por telefono, pero no soy capaz de hacerlo de otra forma... Yo... --?Alvaro, que ocurre? Me estas asus... --Por favor, escuchame --la interrumpio--. Mi viaje a Japon no es hasta dentro de ocho dias. Te menti. Necesitaba estar solo, pensar y... tomar una decision sobre nosotros. Emma no dijo nada. Estaba intentando procesar la informacion que estaba recibiendo. Siguio escuchando atentamente sus palabras. --Esto se ha terminado, Emma. No puedo continuar. !No puedo! -- le dijo sin hacer ninguna pausa. --A... Alvaro, ?que es lo... lo que no puedes...? --!Emma, no me lo hagas mas dificil! Intento decirte que hemos terminado --aclaro sollozando--. No importan las razones. --?No importan las razones? --Hizo una pausa para respirar--. Veamos, si estas en Madrid, ven a casa y hablamos... !No entiendo nada! ?Que te ocurre? Solo se escuchaba la respiracion agitada de Alvaro. Emma continuo: --No me puedes estar diciendo que hemos terminado, ?que ha pasado? Yo te quiero, tu me quieres, ?no? Estamos bien..., ?no? --Se detuvo para escuchar su voz, pero esta no llego--. !Alvaro! --Emma, se ha terminado. No tiene sentido seguir hablando de ello. Se que mereces una explicacion y que deberiamos haber tenido esta conversacion en persona, pero no quiero pasar por esto --Resoplo con fuerza--. No tengas prisa por recoger tus cosas. Estare en un hotel hasta la proxima semana y luego viajare a Japon. Eso si, cuando vuelva, me gustaria que ya no... que hubieras recogido tus cosas --Suspiro con fuerza. Emma apenas pudo pronunciar las siguientes palabras a causa del nudo que se hizo en su garganta: --?Hay alguien mas, Alvaro? --Logro preguntar. --Te vuelvo a pedir que no lo hagas mas dificil. Por favor, aceptalo. No llegaremos a ningun sitio dandole vueltas. Se ha terminado, Emma. Se hizo un silencio que a Emma le parecio eterno. Se rompio con el pitido que anunciaba que a Alvaro le estaba entrando otra llamada. --Lo siento, pero... --dijo con impaciencia-- Tengo que dejarte, estoy esperando una llamada importante. Yo... !Cuidate, Emma! Emma se froto los ojos alejandose asi de esos dolorosos recuerdos. Cerro los ojos y suspiro acomodandose por quinta vez en el asiento. Pero por mucho que lo intentara no era capaz de apartar esos pensamientos de su mente. Aquella habia sido la ultima vez que habian hablado. Se sonrojo, avergonzada, al recordar las veces que intento comunicarse con el tras ese dia sin que el atendiera sus llamadas. Ese pensamiento la llevo a recordar la conversacion que tan solo un par de dias atras habia mantenido con su amiga Irene. --Emma, entiendo por lo que estas pasando, pero... creo que todavia no has reaccionado --le dijo su amiga con ternura. --?A que te refieres? --contesto con el ceno fruncido. --Emma, pareces estar en shock. Deja el duelo, cuanto antes empieces a ver las cosas como son, antes podras enfrentarte a ello. --?Ver las cosas como son? ?Acaso crees que no lo tengo claro? -- pregunto Emma molesta. --No del todo --le sonrio con dulzura--. Emma, hablas de echarle de menos, de vacios, de bonitos recuerdos... --?Y de que quieres que te hable? --Quiero que veas lo que ha hecho y como lo ha hecho. Todos esos recuerdos estan muy bien, y si quieres conservarlos !estupendo!, pero deberias empezar a ver la clase de final que te regalo. Estaria bien que dejaras el duelo y vieras la realidad. --Irene, se lo que quieres decir, pero todavia estoy un poco...

  • Alas para volar de Miriam Prados

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    Volver a Madrid fue un sueno en si: perderme en sus calles, entre la multitud, sentarme en una cafeteria a leer un guion y vivir sus noches llenas de vida, tambien de recuerdos. Habia cosas a las que todavia no conseguia acostumbrarme, como llamar a ese estudio en el que vivia hogar o el sentimiento de soledad que a veces me invadia; no obstante, al final del dia siempre sentia que era el lugar en el que queria estar, y aunque aun se me escapase el trabajo, estaba recuperando aquella parte de mi en una ciudad que, sin saberlo, guardaba promesas. El tiempo que paso fue... revelador. Echaba en falta a los mios, especialmente a Lucas, quien casi todos los dias que llamaba me preguntaba cuando iba a volver y siempre le contestaba que pronto. Se me rompia un poco el corazon cada vez que lo escuchaba, pero el cambiaba de tema al momento y me contaba cualquier cosa a la que yo prestaba total atencion. Oscar y Nuria se las apanaron bastante bien, mi cunada pidio una reduccion de jornada que le permitia pasar mas tiempo con el nino y, a su vez, invertir en lo que una vez dejo aparcado: su trabajo como maquilladora profesional. Candela me echaba de menos como la que mas, habia venido a visitarme unas tres veces desde que me fui. Cada vez estaba mas cansada de su trabajo, era algo que hacia por inercia, pero aun le daba miedo apostar por algo diferente, algo que ella realmente quisiera hacer. Por otra parte, estaba aprendiendo a respetarse y quererse un poco mas, a dedicarse tiempo y crecer, era algo que admiraba de ella. En cuanto a Hugo, sabia que estaba bien, me lo dijo en algun mensaje que intercambiamos y Candela, que se refugio mucho en el cuando me fui, me aseguraba que asi era. La boda seguia hacia delante y con ello sus planes de futuro. ?Que si lo echaba de menos? Mentiria si dijese que no, sin embargo, es como si sintiera que ambos lo estabamos haciendo bien, quiza porque estabamos creando una calma ficticia, imaginaria, antes de volverla a romper. Capitulo 1 <> Me desperece y remolonee un rato en la cama mientras me llegaba el olor a cafe recien hecho. Matias era una de esas personas que preferian la cafetera italiana y que el olor a cafe tostado inundase la casa antes que someterse a un cafe de capsula. Por si os lo estais preguntando, no, Matias y yo no teniamos una relacion seria, simplemente intentabamos fluir, haciamos cosas juntos de vez en cuando y lo pasabamos bien. Yo diria que nos entendiamos en muchos aspectos, y aunque nunca me presiono ni saco el tema de conversacion mas que algun comentario al aire, se que a el le gustaria que siguiesemos fluyendo mas... a menudo. Algo como dejar mi cepillo de dientes en su casa y viceversa para no cargar con una bolsa cada vez que haciamos planes, pero yo lo tomaba como un paso mas, me asustaba y tiraba balones fuera. A veces, cuando la conversacion se acercaba, maniobraba con un beso y conseguia que nos olvidasemos de ello. Decidi levantarme de la cama y me fui directa al bano a poner en orden mi pelo y lavarme los dientes. Cuando estuve, volvi a mi habitacion, agarre la camisa de Matias para cubrir parte de mi desnudez y me la puse. Sali al salon, lo encontre con un pantalon liviano de pijama, apoyado en la barra de la cocina mientras consultaba su movil. Dejo de mirarlo en cuanto noto mi presencia y esbozo una de esas sonrisas descaradas con las que lograba que me sonrojase. --Buenos dias, Bella Durmiente --dijo apartando su cafe a un lado y colocandome entre sus piernas. Me saludo con un beso casto en los labios y me apoye en el hueco de su cuello--. Vaya, ?te has levantado retozona? Ronronee acariciando su piel con la punta de mi nariz y me estrecho aun mas contra si. --Matias... ?Que haces aqui conmigo? Todavia me lo sigo preguntando. Lo hacia porque el era un hombre pragmatico, profesional, detallista y un amante de categoria mientras yo... Yo era un desastre que vivia de ahorros y pequenos trabajos a la espera de que ocurriese un milagro. --Alejandra... --Levanto mi cara y me miro con esos ojos de un profundo azul--. Me siento bien contigo, ya te lo he dicho mil veces. --Mirate y despues mirame a mi. Por favor, es como si yo fuera la Sirenita macarra y tu el principe Eric con un palacete convertido en atico. Matias se rio y nego con la cabeza, divertido. --Olvidate de los mil motivos que te alejan de mi y piensa en los que te acercan. --?A parte del sexo? --A parte del sexo. Me quede pensativa y me mordi el labio. El sabia que yo era de las que cocinaban los sentimientos a fuego lento, muy, muy lento, especialmente cuando aun no habia olvidado a quien ya sabemos. Eso de que un clavo saca a otro clavo es mentira, ni lo saca ni lo sustituye, solo hace de ese vacio algo mas llevadero. --Tengo que entrar a trabajar en un rato, ?me devuelves mi camisa? --Ni hablar, me queda mejor que a ti. --Nos reimos y le rodee el cuello con mis brazos para acercarlo y juntar mis labios con los suyos en un beso que, segundos despues, dejo de ser inocente. --?Me vas a hacer quitartela? --Me miro con lascivia y mordio mi labio inferior. --Te espero en la ducha. --Me fui tras guinarle un ojo y lo deje terminando aquella taza de cafe. Las mananas de lunes eran, como decirlo, un asco. Olivia, mi amiga y agente, decidia que era dia de vernos para hacer cosas de provecho y asi poder localizar los castines que estaban abiertos. Llegue tarde a aquel Starbucks, tarde y atontada, para que negarlo, el agua y los orgasmos de buena manana eran un somnifero mas que un chute de energia y una patada en el culo. Cuando entre la localice en una de las mesitas con dos comodos sillones, ya que soliamos hablar largo y tendido. Olivia y yo nos conocimos cuando ambas estabamos terminando nuestras carreras, vino al musical que se estreno en mi promocion y se ofrecio desde un primer momento a ser mi agente. Recuerdo que me dijo que iba a parecerme algo de locos, pero que sin conocerme ya creia en mi. Poco despues comenzamos a trabajar juntas y no tardamos en depositar la confianza de la una en la otra, el problema fue que un tiempo despues... Bueno, ya sabeis lo que paso. Por eso, en cuanto volvi a Madrid no dude en llamarla. Me sorprendi cuando me conto que durante varios anos ella tampoco trabajo de agente, se habia dedicado a hacer varios cursos, le encantaban los idiomas, y acabo trabajando como profesora en una academia hasta que se quedo embarazada. Le propuse que volviesemos a trabajar juntas, yo necesitaba una agente y ella vio la oportunidad de volver a retomar todo aquello que una vez dejo y que echaba de menos, asi que volvimos a conectar en una especie de tandem que se extendia mas alla de lo profesional. --Buenos dias, Oli. ?Como esta mi pequenaja? --pregunte acariciando su ya abultada barriga. --Me ha dado una noche horrible, no pienso comer mas chocolate despues de las doce, le gusta demasiado, y lo peor es que me lo hace saber en forma de patadas --se lamento--. No aprendo. --Dile a Ivan que te lo esconda. Eso si, luego no lo amenaces de muerte si no te lo da. Nos reimos, me escape a la barra a pedir nuestros cafes y volvi minutos despues sentandome frente a ella y tendiendole su descafeinado. --?A que se debe hoy tu retraso? --Matias..., ya sabes. Olivia dibujo una sonrisa comprensiva. --Lo intenta. --Y lo aprecio. De verdad, lo hago, aunque aun me cuesta... --Me frote la sien y mire a Olivia --. Es como si sintiera que no es el mejor momento, pero cuando estamos juntos todo va bien. --Piensas demasiado, Ale, tanto que parece que no eres consciente de que no solo Matias lo esta intentando, sino que tu tambien. --Acaricio mi mano en un gesto carinoso y saco su agenda en la que tenia apuntadas mil fechas en un monton de colores a cual mas fluorescente. Estuvimos hablando de ese anuncio en el que participe, de la campana de publicidad que hice con una marca de zapatos y, en especial, de las audiciones fallidas a las que me presente desde que volvi. Le exprese un poco ese desaliento que me agitaba cuando algo se me resistia hasta que, finalmente, ambas nos recordamos que este mundo era asi de incierto, parecia que no cabian las seguridades en el. --Ayer publicaron una nota de prensa. Al parecer van a hacer una adaptacion de la pelicula Por primera vez. No se si sabes cual es, yo la vi hace anos y la verdad es que me gusto. --?Cuando es la audicion? --El dieciocho de mayo --contesto mientras subrayaba la fecha. --En poco mas de un mes... --Di un sorbo a mi cafe y rasque nerviosa ese carton que lo rodeaba. --Tienes que intentarlo, Ale. Yo confio en ti, si no ?que iba a hacer aqui con un bombo de cinco meses? Me hizo sonreir y asenti. Olivia se habia convertido en ese apoyo que necesitaba alli, ella me rescataba cuando me invadian sensaciones poco amables que me hacian dudar de lo que era capaz. Habian pasado muchos anos desde que nos vimos por ultima vez, pero decia que nada de lo que yo era habia cambiado, que seguia teniendo esa luz por la que desde que nos conocimos sintio que tenia que acompanarme ya que, segun ella, iba a llegar alto y lo queria ver. Cuando salimos de la cafeteria dimos un paseo por la Gran Via, me obligo a entrar en una de esas tiendas que tenia cositas en miniatura y a la que no se podia resistir. Cada vez que ibamos salia con algo para Alma, aquella vez fue un conjunto playero de lo mas mono. --Ay, Alma, tu madre no tiene remedio. --No puedo esperar a verla con estas cositas. Voy a esconder la bolsa, como Ivan vea que le compre algo mas me echa de casa. --Tienes muy poca fuerza de voluntad. --Ni te lo imaginas. Tan poca que mira como acabe aquella noche. --Miro hacia su barriga y me rei. Anduvimos hasta la estacion de metro y nos despedimos alli, prometiendole que la llamaria para comer un dia de esa semana. Al llegar a casa recogi todo lo que no me dio tiempo por la manana y me sente en el sofa mientras esperaba a que el suelo se secara. Mi telefono comenzo a sonar apoyado en la barra de la cocina, tuve que saltar del sofa a la silla, apoyar las rodillas en la pequena mesa y estirar uno de mis brazos hasta que lo alcance. --?Si? --respondi con la respiracion agitada. --?Te he chafado un polvo? No me digas que te he chafado un polvo. --No, mas bien ha sido un intento de <>. --Un dia de estos me llaman diciendo que te has roto la crisma por ahi. --Hoy no ha sido el dia, sali victoriosa. --Nos reimos y volvi al sofa--. ?Ya es tu hora del almuerzo? --Podria decirse que si. Mire el reloj y agite la cabeza.

  • Las ganas de los dos de Mary Kate Williams

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    No eramos novios.
    No eramos amigos.
    Pero se convirtio en mi romantico pervertido. Nos dimos derechos y beneficios.

  • Los chicos malos del barrio de Gavin Knight

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    Tres historias reales y tres ciudades que podrian ser cualquier otra…

  • H de homicidio de Sue Grafton

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    Este bien pudiera ser el caso hasta ahora mas peligroso y complicado de Kinsey Millhone. El nombre de la victima era Parnell Perkins y hasta muy poco antes de medianoche habia sido gestor de reclamaciones de la compania de seguros La Fidelidad de California, para la que tambien trabaja a veces Kinsey. Luego, alguien le pego un tiro y lo dejo tieso. Kinsey habia ido alguna vez de copas con Parnell y no le habia parecido un mal tipo. Aun asi, si dependiera de ella, no se habria metido en los lios en los que una tal Bibianna Diaz, cuyo nombre figura en los archivos de Perkins y que teme por su vida porque nadie se cruza impunemente en el camino del maniaco Raymond Maldonado, parece empenada en arrastrarla. Pero la vida nunca es tan simple y a Kinsey le molesta dejar sin mas a un companero en la cuneta y a un asesino suelto por el mundo.

  • Ladronas de Nueva York 2 de Estefania Yepes

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    La vida de las chicas se ha precipitado en apenas unos dias. Ninguna de ellas esperaba que una simple lista escrita a los veinte pudiera haber afectado de ese modo a todo lo que, hasta ahora, configuraba su estable mundo.

  • De que vas, princeso de Rosario Martin Martinez

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    Antes de darte a conocer mi historia me presento, mi nombre es Carla. Siempre fui una chica del monton, de esas que solian pasar desapercibidas y que evitaban, a toda costa, ser el centro de atencion. Nunca me ha gustado destacar sobre el resto y siempre me ha dado bastante rabia las personas que se creen el ombligo del mundo o hacen todo lo posible para ser el centro del universo... Me mude a las afueras de la ciudad porque lo que mas me gusta del mundo, y lo considero un autentico privilegio teniendo en cuenta en el mundo frenetico y caotico en el que vivimos, es la tranquilidad, la paz y la calma. Soy de las que se quedan horas observando a la nada en cualquier postura que me permita estar relajada. Soy una chica que detesta el ruido y que necesita que todo este tranquilo y en calma para realizar cualquier cosa, sea lo sea. Aquel pequeno apartamento luminoso era todo cuanto necesitaba para sentirme a gusto. Un edificio bastante antiguo en el que apenas viviamos cinco familias con dos miembros, como maximo, por apartamento. Un bloque de apartamentos de cuatro plantas y un bajo en las que, sin haberlo planificado, viviamos una familia por planta. Todo en calma, un lujo. Vivia sola desde hacia cinco anos, siempre estuve deseando cumplir la mayoria de edad para independizarme. Mis padres eran de esos padres conocidos como "chapados a la antigua", no querian que me relacionara con chicos, tenia hora de llegada cuando ni el sol ni siquiera habia comenzado a ocultarse, tenian control absoluto de todos los pasos que daba fuera de casa, y un largo etcetera que lo unico que conseguia era despertarme mas necesidad de echar a volar lejos de aquella casa. Solo tengo un hermano, Aitor, el no entendia mis prisas por salir de aquella casa que yo consideraba practicamente una prision en la que estaba presa por el unico hecho de haber nacido chica. Mi hermano jamas tuvo hora de llegada, ni recibio aquella charla bochornosa sobre el uso de los condones que recibi yo a los dieciseis (con la posterior advertencia de que ni se me ocurriera tener relaciones sexuales con algun chico). Mis padres habian hecho muchas distinciones entre Aitor y yo y, sinceramente, estaba harta. Llegue incluso a cogerle un poco de mania a mi hermano a pesar de saber perfectamente que el no tenia culpa de nada. La relacion con mis padres no era buena por esas diferencias que hicieron entre Aitor y yo, digamos que un dia me revele y eche a volar. Ellos no entendian como su hija pequena se habia marchado de casa de un dia para otro, a ver como les explicaba que yo no eche a volar de un dia para otro, yo, con sus formas, fui saliendo de aquel hogar, que para mi era una prision, poco a poco y lo ultimo que saque de alli fue mi cuerpo. Estudiaba arquitectura, era algo que me apasionaba, disenar era una de las partes que mas me gustaba de la carrera. Me sentaba en aquel escritorio de madera oscura de una de las habitaciones vacias de mi pequeno apartamento y alli dejaba volar mi imaginacion sobre los planos vacios. Sabia que aquella carrera era larga pero no me importaba porque, cuando haces algo que te apasiona, poco te importa el tiempo que le dediques... Los estudios lo compaginaba con un trabajo a media jornada en una pequena tienda esoterica, la verdad que cuando empece a trabajar alli pense que no era un trabajo que fuese mucho con mi personalidad pero la verdad que poco a poco fui conociendo algunas cosas que rodeaban aquel mundo que me fascinaban como por ejemplo los olores de aquellos inciensos y velas que vendiamos alli. Empece a tener en mi apartamento velas e inciensos que me daban calma con sus olores y que regulaban la energia de mi pequeno apartamento haciendome sentir en el aun mejor. Como ya he dicho, aquel pequeno apartamento a las afueras parecia estar hecho a mi medida; un salon (con un gran ventanal) hacia tambien de recibidor, no tenia muchos muebles solo un sofa de dos plazas, una mesa en la que cinco comensales ya no comerian a gusto y una pequena estanteria horizontal en la que sobre ella estaba el televisor. Aquella estanteria colmada de libros y de velas reflejaban dos de mis grandes vicios. La cocina estaba separada por una barra americana que odiaba con todas mis fuerzas, me parecia una absoluta horterada que no pegaba ni con cola en aquel apartamento antiguo. El bano no era muy grande pero era super bonito: muebles de madera oscura con tiradores envejecidos, una banera de esas que salen en las peliculas de terror con patitas del mismo color que los tiradores de los muebles, un gran espejo que me encantaba (hasta que llegaba el momento de tener que limpiarlo que ya dejaba de encantarme), una ventana que llenaba la estancia de luz y una estanteria con toallas perfectamente dobladas (ya me encargaba yo de ello) y con velas aromaticas que llenaban la estancia de un olor maravilloso a canela. Aquel apartamento solo tenia dos habitaciones, una la usaba como mi dormitorio en el que tenia una cama con un cabecero de forja, un par de mesitas de noche, un armario bastante mas grande de lo que necesitaba y una alfombra de pelo largo marron a juego con las flores de mi colcha y las lineas de las cortinas. El otro dormitorio lo utilizaba para trabajar en los diferentes proyectos que debia ir entregando en la universidad y estaba practicamente vacio, a excepcion de una silla giratoria y un escritorio. Como has podido leer, todo lo que me rodeaba era paz y armonia, pobre de mi que estaba ajena en aquel momento a lo que estaba a punto de llegar a mi vida y que bien podria describirlo como el caos personificado... Capitulo 2 Fin de la calma Era un lunes de julio como cualquier otro, o al menos eso creia yo, que seguia ajena a lo que pasaria. Estaba sentada en el sofa mezclando mi bol de cereales con leche cuando oi un tropel de personas en el descansillo. Extranada y curiosa, practicamente a partes iguales, me asome a la mirilla. No alcanzaba a ver mucho, solo podia ver algunas cajas apiladas y tres o cuatro hombres "organizando", porque poca organizacion veia yo alli, aquel desastre. --!Es aqui! --escuche como grito aquella voz masculina y seguidamente oi abrirse la puerta del apartamento colindante al mio. No alcance a ver al dueno de aquella voz grave pero, el saber que iba a tener vecinos, me angustio bastante. Pense en esas series de television en las que los vecinos son desastrosos y rece porque los recien llegados fueran personas civicas y que, al igual que yo, adoraran la paz y la tranquilidad. Aquellas cajas apiladas sin ton ni son me ponian de los nervios, juro que estuve por salir y ayudarles a organizar semejante caos pero decidi seguir alli, detras de aquella mirilla coronandome como la maruja del edificio. Era consciente de que mi desayuno se enfriaba sobre la mesa pero el chisme me podia, nunca imagine que yo podia llegar a ser tan cotilla. Los hombres salian y entraban ruidosamente del apartamento de al lado, introduciendo dentro de este las cajas que iban arrastrando por el suelo. Algunas, por el ruido que hacian al caer, intui que eran echadas a volar como si de gorriones se trataran. Un autentico desastre lo mirase por donde lo mirase... Llegue a pensar que los verdaderos duenos de aquellas pertenencias metidas en cajas no debian andar cerca porque yo jamas, en la vida, hubiera permitido que tratasen de esa forma cualquier cosa mia. Cansada de mirar por la mirilla y ponerme enferma ante aquel despliegue de poco tacto, me volvi a sentar frente a mi bol de cereales completamente frio y me dispuse a desayunar. La universidad no empezaria hasta septiembre pero yo seguia inmersa en uno de los proyectos que debia presentar a finales de ano porque yo no soy de esos que lo dejan todo para el ultimo dia. Estaba sentada en la silla giratoria que tenia en el cuarto al que yo llamaba "el cuarto del castigo", le puse aquel nombre porque, cuando entraba en el, no sabia a que hora saldria, era como si yo misma me castigara metiendome entre aquellas cuatro paredes que, a pesar de tener un gran ventanal, era la parte mas oscura de todo el apartamento. Tenia sobre el escritorio un gran despliegue de papeles que intentaba colocar de forma ordenada, a pesar de no estar segura al cien por cien de que los estaba colocando bien. Te preguntaras que, siendo tan ordenada como yo era, como es que el orden de aquellos papeles se me resistia, pues bien, en el apartamento colindante aun seguia el ruido incesante de cajas, muebles y decenas de ruidos mas. Pense en golpear la pared, o acercarme directamente a pedirle a los nuevos vecinos que cesaran un poco con los ruidos, pero no queria empezar con mal pie asi que me puse los auriculares y puse a reproducir, de forma aleatoria, mi lista de reproduccion de sonidos de la naturaleza.

  • Sentencia de pasion de Marta De Diego

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    Brendam, un exitoso abogado, que no cree en los compromisos y disfruta de la vida. O al menos eso cree el.
    Laura, exitosa abogada, que lleva una vida sexual activa, pero no de un modo tradicional.
    Una noche, un incidente, un beso de agradecimiento.

  • O calle para siempre de J. M. Guelbenzu

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    Un mensaje anonimo enviado al parroco que ha de oficiar una boda de postin y el asesinato de un chantajista de medio pelo en mitad de la ceremonia, involucrara a la juez Mariana de Marco y a su pareja, el periodista Javier Goitia, que asistian como invitados. Mariana esta convencida de que alguien de una de las familias de los contrayentes trato de impedir la boda, y que otro de los asistentes fue el asesino del maleante contratado para sabotearla.

  • Falsas apariencias de Noelia Amarillo

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    ?Que pasaria si C3PO y Dracula se conocieran? ?Y si se sintieran atraidos sexualmente? ?Seria sexo intergalactico, robotico o vampirico?
    Luka lleva un dia de perros, se ha quedado sin gasolina y ha tenido que dar un largo y ?agradable? paseo (con tacones, sobre la carretera desconchada, malhumorada) hasta la gasolinera, para colmo de males alli se encuentra con un tipo graciosillo que presencia divertido como ella acaba tirada en el suelo lleno de ?fluidos insanos? del aseo. !Que tipo mas majo!

  • Encantado de conocerme de Borja Vilaseca

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    Emprende el cambio desde el autoconocimiento.

  • La hija del apicultor de Santa Montefiore

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    1973
    La joven e impetuosa Trixie Valentine esta enamorada del cantante de una banda de exito, Jasper Duncliffe, que esta de vacaciones en la isla de Tekanesset, Massachussets. Ella esta decidida a fugarse con el de gira por Estados Unidos y vivir al maximo. Se niega a ser como su madre, una mujer conformista y sin mas ambicion que cuidar de las abejas, con las que parece tener una comunicacion extrana. Pero los suenos de Trixie se ven truncados cuando Jasper recibe una mala noticia y se ve obligado a volver a Inglaterra.

  • Laberintos de la noche de Anne Perry

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  • En espera de ti de Colette Green

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    La verdad mis queridos amigos es que no sabemos quienes somos hasta que nos enamoramos perdidamente. Por amor el mas valiente se vuelve un cobarde, el mas cruel se vuelve sensible y el mas noble encuentra la maldad de su alma.
    Daniela tiene un vida que se podria catalogar como perfecta, pero…conoce el amor

  • El caso Demichellis de Francisco Marin

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    Un intenso thriller que se desarrolla en las calles y juzgados de Ibiza y que atrapara al lector desde las primeras paginas.
    Eduardo Ribas es juzgado y condenado por el homicidio de una enfermera (Ana Lopez Demichellis). Ni Raul Ballesteros, un prestigioso abogado politicamente incorrecto, ni la hermana de la victima (Raquel), una bella y sensual joven, estan convencidos de la culpabilidad del hombre que acaba de ser condenado. Ambos deciden contratar a un extravagante detective pero dotado de grandes facultades deductivas para intentar esclarecer los hechos.
    Una vez iniciada las investigaciones, la primera circunstancia que llama la atencion del detective (Alex Zarco) es el hecho de que el ultimo paciente de Ana, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos, fue un hombre tiroteado.
    Dos crimenes violentos en una isla tranquila como Ibiza en invierno parecen demasiada coincidencia. ?Tendran alguna relacion o sera pura casualidad?

  • Fugaz de Leila Sucari

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    “La primera vez que lo vi me dio asco”. Asi comienza esta novela, cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reaccion le seguiran otras, algunas mas amorosas, otras mas mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar comun y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio. Ella, que eligio dejar atras pareja, casa, perro, familia, como quien suelta amarras para siempre, buscara trabajo, entablara nuevas relaciones y se trasladara de un paisaje a otro en una deriva que por momentos parece acercarla a una verdad. La acompana ese pequeno ser que succiona incansablemente de su cuerpo y la atraccion hipnotica que le despiertan las ballenas varadas en la playa.
    Leila Sucari sorprende otra vez con una novela en la que cada acontecimiento esta hecho de frases iluminadoras que dejan vibrando las palabras como un diamante violento y bello.