• llucia ramis pareja - Llucia Ramis

    https://gigalibros.com/cosas-que-te-pasan-en-barcelona-cuando-tienes-30-anos.html

    Nuestra protagonista, una joven periodista mallorquina que trabaja para un diario en Barcelona, acaba de cumplir treinta anos. Blai, que pinta retratos envejecidos de sus amigos, es incapaz de pintarla y ella se siente una musa en excedencia, “una idea para un cuadro que no acaba de definirse en un cuadro. Porque quiza se le ha pasado el momento. O no le ha llegado aun. Si es que tiene que llegarle”.
    Su vida, aparentemente estable, empieza a tambalearse cuando descubre que le van a subir el alquiler y a que dentro de seis meses perdera su trabajo. Mientras tanto, sus amigos comienzan a emparejarse, a hipotecarse y a plantearse tener hijos, ella descubre por casualidad una carta que un ingles escribe a una chica de Barcelona en la que le pide matrimonio y duda en si hacersela llegar o no.
    La cubierta de Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 anos ha sido disenada por Marina Gomez, vocalista inconfundible del aclamado grupo indie Klaus & Kinski. La traduccion esta realizada por la escritora Jenn Diaz quien acaba de publicar en catalan la novela Vida familiar que ha recibido el Premi Merce Rodoreda.

  • LLUCIA RAMIS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/llucia-ramis/128237

    Llucia Ramis Laloux (Palma, 1977) és autora de la novel·la Egosurfing, Premi Josep Pla 2010 (Destino), i de Coses que et passen a Barcelona quan tens 30 ...

  • Llucia Ramis - Escritoras

    https://escritoras.com/escritoras/Llucia-Ramis

    Pareja y también en Veus ; además es seleccionada para la antología de nuevas narradoras del siglo XXI de Carmen Velasco . Publica su libro más reciente, Tot ...

  • Llucia Ramis: "El lema de mi generación es la eterna ...

    https://www.diariodemallorca.es/cultura/2018/06/28/llucia-ramis-lema-generacion-eterna-3170379.html

    28 jun 2018 — La escritora mallorquina Llucia Ramis. marta calvo orenga ... Su primer libro, Coses que et passen a Barcelona quan tens trenta anys, ...

  • 5 libros (de 50) que Llucia Ramis recomienda leer ... - Vogue

    https://www.vogue.es/living/articulos/5-libros-de-50-que-llucia-ramis-recomienda-leer-al-menos-una-vez-en-la-vida

    17 sept 2020 — libro recomendaciones llucia ramis ... Con una trayectoria como esta, no sorprende que Llucia Ramis ... “Me lo regaló mi primer novio.

  • Llucia Ramis - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Llucia_Ramis

    En 2018 gana el Premio Anagrama de Novela en catalán con Les possessions, publicada en castellano como Las posesiones (Libros del Asteroide). En 2018 también se ...

  • Todos los libros del autor Llucia Ramis

    https://www.todostuslibros.com/autor/llucia-ramis

    Quieres información sobre los libros de Llucia Ramis? ... treintañera regresa a casa de sus padres desorientada: no tiene pareja ni hijos y a pesar de hab.

  • Acosadores: la pesadilla de las escritoras - La Vanguardia

    https://www.lavanguardia.com/cultura/20210923/7742539/acoso-metoo-escritoras-bonet-ramis-luna-sabina.html

    23 sept 2021 — La escritora Llucia Ramis nos cuenta su caso, cuyos inicios se remontan al año ... un hombre me pidió que le dedicara el libro a su novia.

  • Llucia Ramis: «Me resulta más fácil ... - La Razón

    https://www.larazon.es/local/cataluna/llucia-ramis-me-resulta-mas-facil-comprender-a-la-generacion-de-mis-padres-ML18134923/

    18 abr 2018 — Llucia Ramis confesaba ayer que su razón de estudiar periodismo fue que ... éste había bromeado de que ella y su hijo harían buena pareja.

  • Llucia Ramis retrata el "desencanto" de una generación ...

    https://www.europapress.es/catalunya/noticia-llucia-ramis-retrata-desencanto-generacion-preparada-20130130173552.html

    30 ene 2013 — La periodista y escritora Llucia Ramis se sumerge en las raíces de ... un desengaño", explica Ramis (Palma, 1977), quien en el libro no ...

  • Las posesiones de Llucia Ramis

    https://gigalibros.com/las-posesiones.html

  • Mi Alma Gemela de March Caroline

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    ?Sera capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada?

  • El asesino de La Pedrera de Aro Sainz De La Maza

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    En la fachada de La Pedrera aparece colgado un cuerpo en llamas. La investigacion posterior descubre un grado de crueldad extrema: la victima fue colgada viva antes de prenderle fuego. Todo indica que en la Barcelona para turistas ha empezado a actuar un psicopata. Y politicos, policia y jueces tienen prisa por detenerlo. Para ello, el Grupo Especial de Homicidios de los Mossos pide ayuda al inspector Milo Malart, apartado del servicio por un expediente disciplinario. Solo el parece capaz de detener al monstruo que amenaza con sembrar Barcelona de cadaveres.

  • Y una mierda me quisiste de Mayte Aranda

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    Mina se quedo dormida, hace doce dias, siete horas y veinte minutos, cuando un camion cambio de carril antes de mirar, empujando su vida hasta la cama de un hospital. Y alli descansa sin descanso, mientras su cuerpo decide si piensa quedarse o si prefiere marcharse para siempre al lugar de donde nunca se vuelve. Las reminiscencias de sus recuerdos flotan junto a su aletargado cuerpo, mientras Sam aguarda impotente su muerte o su improbable despertar. El tiempo pasa lento, como una enorme y pesada garra, aranando piel, alma y voluntad, para llevarse consigo cualquier resto de esperanza. Tanto amor no puede morir. Tantos besos guardados, tantos abrazos no dados, tantos recuerdos de tantas cosas no se van sin mas. No pueden. o si. “Y una mierda me quisiste” solo es una bonita historia de amor que un dia alguien dibujo a partir de un bonito recuerdo. Nada mas. Vivela, disfrutala y sobre todo. sientela.

  • El pueblo tras la niebla de Cristian C. Bellot

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    Laura y Fede son una joven pareja que deciden mudarse de Madrid a Luduena, un pequeno pueblo en crecimiento del norte, a pocas semanas del nacimiento de su primera hija. Tras una mala experiencia con un embarazo previo y un reves laboral, afrontan el cambio a un escenario mas tranquilo y con menos presion como un necesario nuevo inicio, confian en que sea el lugar adecuado para criar a la pequena que esta en camino. Para ello contaran con la ayuda de Diego, antiguo companero de universidad de Laura y la persona que les ofrecio la oportunidad del cambio.

  • Los miedos y el aprendizaje de la valentia de Jose Antonio Marina

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    Hay miedos que nos protegen y miedos que nos destruyen. Estos son nuestros enemigos y hemos de declararles la guerra. Jose Antonio Marina dirige esta campana. En primer lugar, hay que evitar que nuestros ninos aprendan los miedos que van a entorpecer su desarrollo. Pero, si ya los han adquirido, hay que ensenarles a afrontarlos y a vencerlos. En todas las culturas, la valentia ha sido la virtud mas apreciada. Ahora sabemos que se puede aprender. Este libro es una pedagogia del coraje. Necesitamos que nuestros ninos, nuestros adolescentes, los padres, los docentes, desarrollen la capacidad de soportar el riesgo, la dificultad, y el esfuerzo, porque son inevitables.

  • Cien canciones para Amelia de Maruja Moyano

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    El dia que Amelia desaparecio parecia un dia normal, como cualquier otro. El otono hacia semanas que arrancaba hojas de los arboles plantados a la entrada de aquel pequeno patio de vecinos y el viento las arremolinaba obcecadamente junto al pozo situado a la derecha de la entrada de mi casa, justo enfrente de la de Amelia Apenas habia comenzado la tarde y corri, como cada jornada, con mi pedazo de pan con chocolate, a pasar unas horas con ella, a contarle los pormenores de mi manana escolar y, mientras me rehacia las coletas con aquellas manos finas y habiles, escucharla cantar las canciones de aquella epoca en la que las heridas de la contienda continuaban sangrando y el Madrid de principios de los anos sesenta se llenaba de gentes de otras partes de Espana, que escapaban de la miseria de sus pueblos y se encontraban de bruces con mas miseria. La puerta estaba cerrada, extranamente cerrada, porque en aquel tiempo las puertas se cerraban solo de noche y la casa de mi vecina siempre estaba abierta y mas a aquella hora en la que yo solia visitarla. Aplique la oreja a la madera despues de llamarla varias veces sin obtener respuesta, y volvi sobre mis pasos mordisqueando con desgana el chocolate, defraudada por el inesperado planton de mi vecina. Nadie habia echado en falta a Amelia aquella manana. Los hombres partian muy temprano hacia el trabajo, aquellos que lo tenian, los demas salian tambien temprano a buscarlo por las obras y los talleres. Habia que caminar un cuarto de hora hasta llegar a una parada de autobus que comunicaba aquel barrio marginal y apartado con el centro de la capital y otros barrios colindantes y mas afortunados. Excepto Pedro, un joven al que una bomba en el ano 44, siendo un nino pequeno, le habia amputado una pierna y le habia dejado privado de la vision de un ojo cuando jugaba con otro nino en el campo. El vivia con su madre, ya anciana, que recogia chatarra y la revendia para abastecerse de lo mas basico; los ninos y ninas, que en aquella epoca abundabamos, acudiamos a la escuela muy pronto, aliviando la carga de trabajo de nuestras madres durante unas horas; las mujeres trabajaban sin descanso desde el amanecer: despues de preparar el almuerzo de sus maridos y el bocadillo que los hijos que ya iban a la escuela comerian en el recreo, calentaban la leche para todos --en el caso de que tuvieran--, despues salian con los orinales repletos de porqueria a volcarlos en el descampado anexo a aquel conjunto de casitas en las que habitabamos, y que crecia con el paso de los meses sin permiso ni control. Aquel era un barrio colonizado por la miseria, sin agua corriente ni alcantarillado, con luz electrica enganchada quien sabe como, rodeada de campo con escasos arboles y un buen monton de basura. Sus habitantes, en su mayoria inmigrantes andaluces, luchaban a diario por sacar la cabeza de los barrizales de los dias de lluvia y las colas de leche en polvo para sus hijos, como resultado de una parte del acuerdo del regimen franquista con EEUU, a cambio de la instalacion de bases militares en territorio espanol. Pero como decia, nadie echo en falta a Amelia. Yo insistia en preguntarle a mi madre donde estaba Amelia, y ella, molesta y un poco celosa por mi interes, me daba razones vagas que no acababan de convencerme: <>, <>, <>. Nadie atendia a mi preocupacion, ni mi madre ni las vecinas del patio. Nadie. En realidad, nunca se hace mucho caso a los ninos, y en aquellos anos menos aun. Nadie parecia percatarse de que mi angustia, la angustia de una nina de cinco anos, era algo lo suficientemente importante como para pararse un momento y escuchar. Fue la senora Josefa la que dio la voz de alarma avanzada la tarde, cuando al sacar agua del pozo encontro las gafas de Amelia con un cristal roto enganchadas en el cubo. Recuerdo que, a pesar de mi escasa edad y de que no entendia muy bien la situacion, el hecho de que todas las vecinas acudieran curiosas y alertadas a contemplar aquella pesca fortuita, evidencia de que algo andaba mal en el vecindario, me produjo cierto alivio. !Por fin se habian dado cuenta de que Amelia habia desaparecido! Padecia una miopia lo suficientemente importante como para impedirle marchar sin sus gafas. Entonces comenzaron los golpes en la puerta, los gritos de llamada, los corrillos y los comentarios morbosos sospechando que ella, mi querida Amelia, pudiera estar en el fondo del pozo de cuyas aguas bebiamos los habitantes de aquel patio; o tal vez un ataque repentino la hubiera dejado muerta o postrada, incapaz de moverse y abrir la puerta. Unas vecinas jaleaban para tirar la puerta abajo, otras, mas prudentes, preferian llamar a las autoridades y que se hicieran cargo de una posible desgracia. Tardaron mucho en decidir que hacer, hasta que dos vecinos en moto marcharon hacia el puesto de policia mas cercano --y bastante lejano-- para alertar del incidente. Era ya de noche y me encontraba acostada en mi cama, a punto de sumergirme de lleno en el sueno, cuando los vecinos volvieron acompanados de varios policias. Escuche las voces de los adultos y el ruido del motor del coche patrulla. Me asome a la ventana: todo el mundo estaba reunido en el patio frente a la casa de Amelia. Sonaron varios golpes en su puerta y la llamada potente de una voz masculina que achaque con acierto a los uniformados. Por fin, el estruendoso golpe de una patada en la puerta de Amelia resono en la noche en medio del sepulcral silencio de los vecinos expectantes. La casa de Amelia estaba vacia. Digo vacia porque ella no estaba; en cambio, su humilde pero primorosamente decorado hogar se presentaba ante los circunstanciales invasores pulcro y acogedor. Yo lo conocia bien, no era necesario entrar para visualizar cada detalle de aquella casa. Empece a llorar al pensar en que aquellos hombres revolverian sus delicadas pertenencias, aquellas que yo no volveria a tocar jamas. Supe, porque me lo decia el corazon desde un lugar no identificado dentro de mi, que no volveria a ver a Amelia, que los dias de dicha en los que me cantaba sus canciones mientras trenzaba mi pelo; que me ensenaba fotos de los anos en que actuaba en los teatros; que me permitia disfrazarme con sus zapatos y sus complementos de coloridas plumas… aquellos dias en los que con dulzura me llamaba <> habian desaparecido para siempre con ella. Al dia siguiente sondearon el pozo, cuyas aguas abastecian a un buen numero de familias, y comprobaron que no albergaba cadaver alguno, calmando asi los peores temores de los vecinos preocupados por su salud. Yo tambien me alegre, pero no porque temiera contaminarme con los fluidos de un cuerpo muerto, sino porque al menos estaba segura de que Amelia no se habia ahogado en aquel oscuro y profundo hueco al que a los ninos y ninas del patio se nos tenia prohibido asomarnos. Una vez lo hice bien agarrada al cuello de mi padre y me dio pavor mirar hacia aquellas profundidades negras como el mismisimo infierno; al menos eso es lo que me sugirio aquel abismo interminable y oscuro, y tambien fue esa la intencion de mi padre: provocarme un sentimiento de miedo hacia el pozo y mantenerme alejada de el. No recuerdo con claridad que paso despues. Las idas y venidas de gente a aquella casa, posiblemente la policia y algunos familiares que fueron localizados, se mantuvieron durante algunas semanas. Lo que si recuerdo es un profundo sentimiento de tristeza, un vacio que permanecio dentro de mi durante mucho tiempo. Llore la ausencia de Amelia como si hubiera sido la de mi propia madre. Creo que escuche la palabra <> por primera vez durante los dias que siguieron a la desaparicion de Amelia. Aquella palabra me produjo una sensacion de desazon inexplicable. No sabia muy bien que pasaba con la gente que moria. Decian los mayores que tras la muerte las personas subian al cielo si habian sido buenas, o caian a las llamas de un infierno aterrador si habian sido malas. Amelia debia estar sin duda en el cielo, no podia imaginarmela en ningun otro lugar si no estaba a mi lado, asi que dirigia mis ojos hacia lo alto, escudrinaba con los ojos semicerrados entre las nubes; trataba de mirar directamente al sol con mis manos por visera; buscaba verla, una senal, un saludo, sus rasgos dibujados en el aire… cualquier cosa que me indicara que no la habia perdido para siempre. No era posible que se hubiera marchado, ni siquiera al cielo, sin despedirse de mi, eso no era propio de ella. A veces escuchaba hablar a mi madre con otras vecinas, y al acercarme curiosa callaban o decian bajando la voz: <>. Y aunque era muy pequena, me producia enfado, me sentia absolutamente sola ante una pena que no me permitian compartir con nadie. Eran mi pena y mi soledad mucho mas grandes que el pecho que las albergaba. Ni siquiera mi madre conseguia calmar los llantos nocturnos que ella atribuia a pesadillas y terrores infantiles. En realidad, cada noche creia que al despertar todo seria como antes, pero nunca fue asi, la verdad se me mostraba implacable cada amanecer. * * * Tan solo hacia tres anos que Amelia ocupaba aquella casita con patio. Tres anos desde el milagro, o eso decia mi madre al recordar lo que pudo haber sido un drama en mi casa y que, gracias a la vecina recien llegada, no llego a pasar. Unas pocas semanas desde que aquella mujer joven, sola y peculiar se instalo en su casa frente a la mia, ocurrio algo inesperado. Era invierno y anochecia pronto, mi madre planchaba y mi padre aun no habia vuelto del trabajo. Yo era muy pequena y lloriqueaba aburrida y sonolienta despues de tomarme un vaso de leche con galletas. No habia mucho mas. Mama decidio acostarme, mas que nada por quitarme de en medio para que la dejara trabajar tranquila en sus quehaceres. Al poco de acostarme, deje de lloriquear y mama continuo con su plancha creyendome dormida. El viento silbaba frio en el exterior. Ella acabo pronto con la plancha y entro en el pequeno cuarto para asegurarse de que estaba bien arropada en mi mantita, pero lo que encontro le hizo gritar de horror: yo estaba boca arriba, fria y con los ojos abiertos, inmovil y segregando una espesa espuma blanca por la boca. Abrio la puerta de la calle gritando desesperada y pidiendo ayuda; los vecinos abrieron sus puertas. Tambien Amelia. Ella fue la primera en entrar, me cogio en brazos y me tumbo en el suelo de la cocina mientras todo el mundo se arremolinaba impotente a nuestro alrededor. Con su propio panuelo limpio mi boca por dentro y por fuera y comenzo a presionar ritmicamente mi pecho, soplando aire en mis pulmones de tanto en tanto. Aquel masaje cardiaco duro unos minutos que a todos les parecieron interminables; eso es lo que me contaron anos despues. De pronto comence a llorar con todas mis fuerzas, despertandome de no se sabe que triste sueno. Mi corazon latia y mis pulmones se llenaban de aire y lo exhalaban de nuevo.

  • Venganza o pasion (Deseo Deseos Prohibidos) de Maxine Sullivan

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    Gemma Watkins se detuvo en seco mientras salia de la sala de espera del hospital. Un hombre alto avanzaba a grandes zancadas por el pasillo. Sus anchos hombros, su andar decidido le recordaban a... <>. En ese instante, el la vio. Dudo un instante y luego apreto el paso hasta que llego junto a ella. -Gemma... La voz de Tate se le deslizo por la piel provocandole un temblor de aprension. Aquel hombre habia sido su amante. El hombre del que habia estado enamorada. El hombre que le habia roto el corazon hacia casi dos anos. No se podia creer que fuera el. Tate Chandler era un empresario australiano que habia llevado el negocio familiar de relojes de lujo a un nivel nunca conocido hasta entonces y le habia dado un gran prestigio internacional. Era un hombre con una presencia imponente fuera cual fuera el lugar en el que se encontraba, tanto si se trataba de su despacho en una de las calles mas prestigiosas de Melbourne, su atico de lujo en uno de las zonas mas ricas de la ciudad o en los pasillos de aquel hospital. Era un multimillonario cuya poderosa apariencia iba mas alla de su increible atractivo. Todo lo que tocaba se convertia en oro y sus caricias tambien lo eran. Gemma lo sabia de primera mano. Trago el panico que se le formo en la garganta. -Hola, Tate. Los ojos azules de el recorrieron la larga melena rubia que cubria delicadamente los hombros de Gemma. Observo el rubor que tenia las mejillas y, entonces, entorno la mirada. -Espero que el hecho de que estes aqui sea una mera coincidencia. -No se a que te refieres. -Mi familia ha inaugurado hoy el nuevo pabellon de pediatria en memoria de mi abuelo. ?No te habias enterado? Ha salido en todos los medios de comunicacion. -No, no me habia enterado -replico ella. Habia estado demasiado ocupada trabajando y tratando de mantener la cabeza fuera del agua-. ?Significa eso que tu abuelo ha... muerto? -Hace tres meses. -Lo siento mucho. Bueno, tengo... -?Que es lo que estas haciendo aqui? -Estoy con... una persona. -?Se trata de un hombre? -Mmm... si. -Por supuesto que se trata de un hombre -se mofo el-. Nada ha cambiado en ese aspecto, ?verdad? -Esto no tiene nada que ver contigo, Tate. Adios. Hizo ademan de pasar al lado de el, pero Tate le agarro el brazo y la obligo a detenerse. -?Sabe ese pobre infeliz que es tan solo uno de muchos? -Yo... -?Tu que? ?Que no te importa? Creeme si te digo que se eso mejor que nadie. Aquellas palabras escocieron a Gemma. Se habia entregado de buen grado a Tate el dia en el que lo conocio en una fiesta celebrada por el arquitecto para el que ella trabajaba. Se habia enamorado instantaneamente de Tate. Despues de lo ocurrido con el, solo podia dar gracias a Dios por no haberle dicho lo que sentia. Por alguna razon, se habia reservado aquel secreto y habia conseguido mantener su orgullo intacto en parte cuando el le dio la espalda despues de llevar un mes de relacion. Durante las breves semanas que pasaron juntos, apenas salieron del atico de Tate. El mejor amigo de Tate era el unico que conocia su relacion. El recuerdo de todo lo ocurrido le hizo echarse a temblar. Aquel inesperado encuentro resultaba muy injusto, pero, a pesar de todo, no podia decirle a Tate la verdad. No podia. Podria ser que el decidiera... -Ah, ahi estas, Gemma -dijo una voz femenina a pocos metros de distancia. Gemma contuvo el aliento y se volvio a mirar a la enfermera que salia de la sala de reanimacion-. Esta bien, cielo -anadio, Deirdre, la enfermera, antes de que ella pudiera preguntar-. Y ya se ha despertado. -!Gracias a Dios! -exclamo. Gemma se olvido de Tate cuando un intenso alivio se apodero de ella. Era una operacion sin importancia, pero, como toda cirugia, no estaba exenta de riesgos. Deirdre observo a Tate y vio que el tenia agarrada a Gemma por el brazo. Entonces, fruncio el ceno. Gemma comprendio que tenia que actuar con rapidez. Se sobrepuso a lo que se sentia y esbozo una sonrisa tranquilizadora. No queria tener que dar explicaciones de nada. Por eso, cuanto antes se alejara de Tate, mejor. -Ya voy, Deirdre. Muchas gracias. La enfermera permanecio inmovil un instante antes de que pareciera que aceptaba que no habia ningun problema. -En ese caso, voy a decirle a Nathan que mama va a ir a verlo enseguida. Con eso, la enfermera regreso a la sala de reanimacion. -?Tienes un hijo? -Si -respondio. No podia negarlo. De repente, la expresion de Tate reflejo una cierta dosis de sospecha. -?Y se llama Nathan? Gemma asintio. -El nombre de mi abuelo era Nathaniel. -Es un nombre bastante comun -repuso ella mientras se maldecia en silencio por haberse permitido aquella unica debilidad. De repente, el lanzo una maldicion. Entonces, solto el brazo de Gemma y se le adelanto. Ella, como una fiera, se coloco delante de Tate y se interpuso entre la puerta y el. -Solo tiene diez meses, Tate -mintio. -?Es de Drake? -!No! Tate nunca la habia considerado inocente en lo que se referia a lo ocurrido con su amigo. Drake Fulton siempre la habia puesto nerviosa dado que se mostraba demasiado amistoso cuando Tate los dejaba a solas juntos, dejando bien claro que la deseaba. Al final, no la habia conseguido, pero se habia asegurado de que Tate tampoco se quedara con ella. -Por lo tanto, tu hijo es de otro hombre. -Si. De el. Rezo para que Tate se diera la vuelta y se marchara. Por el contrario, el la sorprendio y siguio avanzando. Ella lo alcanzo rapidamente. Estaba muy preocupada. -?A... adonde vas? Tate siguio andando en direccion a la sala de reanimacion. -Bueno, me has mentido antes. -No te menti. Yo... Gemma tuvo que esquivar a una joven pareja que andaba por medio del pasillo y luego volvio a alcanzar a Tate. El la ignoro y apreto el boton que habia en el exterior de la sala de reanimacion para abrir las puertas. Gemma entro con el. Deirdre estaba atendiendo a uno de los pacientes. Ella vio como examinaba la sala y como su mirada reparaba en una cuna que estaba mas alla del puesto de enfermeras, apartada del resto de las camas. En ese momento, practicamente con un movimiento sincronizado, los dos echaron a andar. Se detuvieron cuando llegaron junto a la cuna, en la que un nino muy pequeno de cabello rubio jugaba con un osito de peluche. Nathan levanto la mirada y Gemma contuvo el aliento. Tate no podia saberlo. Simplemente no podia... Entonces, Tate se volvio para mirarla. Tenia el rostro muy palido, pero parecia querer asesinarla con la mirada. Ella iba a pagar muy caro por lo que habia hecho. *** Tate sintio que la respiracion se le cortaba en el momento en el que el nino levanto la mirada y le atrapo el corazon para siempre. Durante un instante, Tate estuvo a punto de desear que el nino no fuera suyo, que pudiera darse la vuelta, salir huyendo y no tener que ver a Gemma nunca mas. No queria que ella volviera a formar parte de su vida. Sin embargo, con una mirada habia sido suficiente. Aquel nino era su hijo. El no iba a irse a ninguna parte. Justo en aquel momento, el nino vio a su madre. Dejo el osito y le ofrecio los brazos mientras empezaba a llorar. Gemma empezo a sollozar y echo a correr hacia la cuna para tomarlo en brazos. -Calla, carino. Mama esta aqui -murmuro mientras lo abrazaba carinosamente para tranquilizarlo. -?Que es lo que le ocurre? -pregunto Tate. -Han tenido que ponerle una especie de drenaje en los oidos. Tenia una otitis detras de otra y los antibioticos ya no funcionaban. Sin el drenaje, podria sufrir perdida de audicion y eso podria afectarle al lenguaje y al desarrollo en general. A pesar de que parecia ser algo muy serio, Tate sintio que la tension desaparecia. Dio gracias a Dios porque no fuera nada grave. Entonces, recordo las mentiras de Gemma y la tension volvio a aduenarse de el. -?No se te ocurrio decirmelo? -le espeto en voz baja, consciente del resto de personas que habia en la sala. -?Y por que iba a hacerlo? -Porque este nino es mio, maldita sea. Gemma abrazo con fuerza a su hijo. -No. No es tuyo. -No me mientas, Gemma. Tiene mis ojos. El miedo se apodero de ella. -No. Tiene el cabello rubio como yo. Se parece a mi. No se parece a ti en absoluto. Y, ademas, solo tiene diez meses. Efectivamente, Nathan se parecia a ella... a excepcion de los ojos. -Es mio. Y tiene un ano. Yo lo se y tu tambien. -Tate, por favor... -susurro ella-. No creo que este sea el lugar o el momento apropiado para hablar de esto. -Gemma... -insistio el. Tenia que saberlo. Tenia que estar seguro. Ella se echo a temblar. Entonces, suspiro profundamente. -Esta bien. Si, es tuyo. Al oir aquellas palabras en voz alta, Tate se sintio como si estuviera siendo engullido por una ola. Durante un instante, no pudo respirar. Entonces, miro a su hijo. Queria tomarlo en brazos y sentir el momento, pero, por mucho que lo deseara, se imagino que habia que tomarse con calma la situacion. Gemma parecia estar aterrorizada. -?Que... que es lo que vas a hacer ahora? -En primer lugar, haremos una prueba de paternidad. Ella lo miro asombrada. -?Pero no estabas tan seguro de que es hijo tuyo? -Lo estoy, pero quiero que no quede duda alguna al respecto. Ademas, no seria la primera vez que me has enganado, ?verdad?

  • Mision Jaqueca. 2018 de Jesus Maria Saez

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    La novela es una comedia de aventuras y espionaje situada en la decada de los 2000, con amplias dosis de humor extravagante e irracional. En ella se narran las peripecias de Enrique Spasmos, un atolondrado treintanero que vive su vida con absoluta monotonia hasta que atropella de manera casual a Sisi Panthis, una enigmatica mujer de la que queda prendado. Ambos viviran una descabellada andanza que les trasladara desde el Pais Vasco hasta Sevilla y de alli a Londres y Bruselas en busca de una temible arma bacteriologica: las ART (Aspirinas Radioactivas Termonucleares). Mision Jaqueca es ante todo un divertido relato de aventuras y viajes, repleto de situaciones insospechadas e inspirado de alguna manera en los comics de Francisco Ibanez Talavera y sus legendarios agentes de la TIA Mortadelo y Filemon; ademas de beber del absurdo genial de la obra de Enrique Jardiel Poncela.

  • Lo que esta en mi corazon de Marcela Serrano

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    Una novela donde la revolucion mexicana sirve de paisaje de fondo para una conmovedora historia que invita a reflexionar, desde el punto de vista de lo femenino, sobre temas como la perdida de los hijos, de la pasion y las pequenas cobardias cotidianas.

  • Bajo la lluvia (Sobre el arcoiris 1) de G. Elle Arce

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    Hace anos, cuando era muy joven, decidi liberarme de las ataduras emocionales que conlleva tener parejas, manteniendo mis "relaciones" -si es que se le puede llamar de alguna manera-, en un plano meramente fisico, donde solamente reina el placer sexual; haciendome gozar en lugar de sufrir.
    Como en todas las cosas, tenia una predileccion... Ivar. Ivar es un noruego, alto, fuerte y rudo, un chico malo, un motociclista muy atractivo, que me prende con solamente verlo u oirlo.
    Sin embargo, todo eso cambia al conocerlo a el... un hombre que, a simple vista, no era mi tipo; un hombre peculiar, que no se parece a ninguno de mis anteriores pretendientes; un hombre que amenaza con destruir mis creencias, y desmoronar mi interior, hasta dejarme totalmente expuesta.

  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • La Oficina de Estanques y Jardines de Didier Decoin

    https://gigalibros.com/la-oficina-de-estanques-y-jardines.html

    <>
    Marianne Payot, L’Express

  • West End de Jose Morella

    https://gigalibros.com/west-end.html

    Nicomedes Miranda ha pasado los primeros cincuenta anos de su vida sin apenas salir de su pueblo. Todo el equilibro del que goza su fragil salud mental se lo debe a la rutina, a su vida sencilla de campo. Pero la llegada a Espana del turismo masivo augura para sus cuatro hijos una vida mas prospera, y la familia al completo emigra a un lugar del Mediterraneo del que el no conoce ni el nombre: una isla en plena ebullicion que es ahora el epicentro de un cambio radical en la forma de vivir y de sentir, un aire fresco que asusta al torpe y sordido tardofranquismo. Atras quedaran para Nicomedes su paisaje y su oficio, sus muchos afectos y sus cada vez menos seguridades…

  • Igor (Santo Grial del Underground) de Fabiana Peralta

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    En principio, no es un impedimento para entablar una relacion que el chico que te gusta tenga seis anos mas que tu. Sin embargo, si que lo es cuando tu tienes trece pero aparentas doce, y el tiene veinte y es uno de los chicos mas populares del vecindario. En ese caso, solo puedes aspirar a que cuando te salude te revuelva el pelo, porque eres invisible para el y estas fuera de sus limites.

  • Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma facil y saludable de L. Jimenez

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    Este no es un libro de dietas. Es un libro de divulgacion sobre obesidad y nutricion que le ayudara a adelgazar y a ser su propio nutricionista. No encontrara obviedades y consejos inutiles como “para adelgazar lo que hay que hacer es comer menos y hacer mas ejercicio”, conocera los ultimos descubrimientos e investigaciones cientificas que le daran las claves para combatir el sobrepeso y cuidar su salud.

  • Nada es lo que parece de Alejandro Khan

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    311 d.C Pergamo. El joven escriba Lisandro, tiene una habilidad especial, con la que su amo Blasius esta encantado: puede transcribir exactamente cualquier discurso por largo que sea. Tras pertenecer a varios amos, Lisandro llega a ser escriba en la corte de Constantino el Grande, donde transcribira en un codice, todos los detalles de como el emperador consiguio demostrar la falsedad de los origenes de la secta de los cristianos. Si el codice de Lisandro, llegara a hacerse publico.la Iglesia podria desaparecer para siempre. Un abogado, Mark y dos arqueologos, Hector y Emy, empiezan a investigar la extranisima muerte de Fidel, sacerdote y tio de Mark y de Hector Deveris, tambien arqueologo y padre de Hector y Emy. A medida que avanzan en su investigacion, los jovenes se sienten vigilados y amenazados por los que se autoproclaman como los Milites Dei, o soldados de Dios y por los Aureos, escepticos ateos que rinden culto a phi o el numero aureo (F) En una espiral de accion, que les lleva de Malaga a Estambul, Roma e Israel, el Vaticano, la mafia, los Milites Dei y los Aureos, parecen estar buscando algo desesperadamente, pero al final. nada es lo que parece

  • A mis pies de Candis Benitez

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    Celine Walton, una mujer de caracter fuerte, exitosa a la par de hermosa, tuvo que cambiar radicalmente su forma de ser, encerrando su corazon en una fortaleza donde no pudieran destrozarlo nuevamente, negandose la oportunidad de amar.Tiene a todo el mundo a sus pies, haciendo solo su voluntad, y no ha permitido que ningun hombre la haga perder la cabeza al punto de pensar en un futuro juntos.Zacharias Raimond -Zac-, llega a su vida como un huracan que arrasa con todo a su paso.

  • Verano del 36 de Sonia Lasa

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    San Sebastian 1981.

  • Trilogia Especial Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda Moran

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    ?En que momento la vida decide cambiarlo todo? Jacqueline Amoros, es una chica con una vida normal, un trabajo normal y un grupo de amigas no tan normales… Todo va bien, incluso tiene un amor platonico que la fascina, hasta que alguien de su pasado regresa de manera accidental.
    Situaciones freneticas, un sexo delicioso y un misterioso dios griego.
    Klaus Grass, llega a la vida de Jacqueline para ensenarle que es el amor frenetico, sin darse cuenta de que quiza esta apostando mas de la cuenta ?Esta uno preparado realmente para enamorarse?
    Y si es asi… ?Todo vale?
    Trilogia completa con mas de nueve millones de lecturas online, esta vez llega en un nuevo formato para cautivar cada rincon de ti.

  • Tan sutil como la brisa (Boreal Rois 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Cualquier lugar es bueno para encontrar el amor y en cualquier lugar pueden ocultarse secretos. Gabriel Drake tiene treinta y cinco anos, una situacion economica desahogada, un matrimonio herido de muerte y un desafio: negociar en Terranova la inversion de una petrolera para el banco en el que trabaja.
    El clima, la frustracion y el azar jugaran un papel decisivo cuando se tope de frente con Claire Merritt, tan fascinante como misteriosa. A partir de ahi, su vida quedara atrapada por el pasado de la mujer, por saber que secretos guarda en su interior y en su casa. Esa que todos llaman La Rosa de los Vientos, la mansion roja o el caseron de la esquina, pero nadie por su verdadero nombre: Boreal Rois.

  • El fantasmocopio de Carlos Enrique Freyre

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    ?Que pasaria si, de pronto, descubriesemos que la muerte no es el final?, ?que no existe el cielo ni el infierno?, ?si comprobamos la existencia de Dios? ?Que pasaria si pudiesemos comunicarnos con los muertos?

  • Una lista de deseos para Santa Claus de Mariah C

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    La Navidad es sin duda la epoca mas feliz del ano, un periodo de alegria, ilusion y esperanza. Aunque no para Yarek que cree que el gordinflon de las barbas blancas y las ropas ribeteadas de armino que todos los anos lo visitaba para Navidad ha dejado de existir.
    Un denso manto blanco cubre Chicago. La noche de Navidad esta cercana.
    ?Crees en la magia y en como lo imposible se hace realidad?
    Escribe una lista de deseos, pide con el corazon, cierra los ojos, y dejate llevar.

  • En algun Lugar de tu mente de Ailina Shebelle

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    Cuando Amelia entra en esa casa fria y oscura siempre lo hace con incertidumbre y desconfianza, pero todo cambia cuando se atreve a ir mas alla y habla por primera vez con Jackson, el chico de sus suenos.
    Su mente la adentrara en un mundo en el que, con ayuda de Jackson, tendra que salir o quedarse atrapada para siempre.
    Historias de amor se entrelazan con el maravilloso y extrano mundo de los suenos…

  • La chica que no podia respirar de Tania S. Aguilar

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    Estaba a punto de matarme. No era la primera vez que lo intentaba pero si la vez que mas cerca estaba de conseguirlo. Si, la primera vez que me sentia completamente indefensa, que habia aprovechado la ocasion para doblegarme, mis sentidos, mi cuerpo, todo mi ser, quedaban a expensas de sus manos, de su fuerza, de esa fuerza que ejercia sobre mi. Sentia como el agua penetraba en mi garganta y anegaba mis pulmones, sentia sus dedos ejerciendo la presion exacta en el centro de mi cuello tratando de inducirme el mas absoluto dolor y la consecuente muerte. Sentia que perdia la vida, que se me escapaba y que el la recogia. Lo peor no era que yo pudiese morir, lo peor era pensar que me ganaba la partida de un juego al que habiamos jugado los dos durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Lo peor era pensar que todo terminaba aqui, ahora y de esta manera y que mi hijo, el hijo del que el habia renegado en el embarazo, quedaba a expensas de este ser despreciable que no tenia escrupulos en intentar ahogar a su madre. Pero a veces lo peor tambien trae consigo lo mejor. A veces, cuando creemos que todo esta a punto de finalizar, que todo se acaba y que no hay vuelta atras, de repente vemos la luz, se abre paso entre las tinieblas y el corazon recupera su pulso, el aire regresa a los pulmones y la consciencia vuelve a la realidad. Un angel aparece por casualidad y te salva la vida. Todo sucedio dos dias despues de cuando decidi dar un portazo, no solo un portazo a la vivienda que habiamos compartido los ultimos cinco meses si no un portazo a nuestra relacion, un portazo a la pesadilla. Al dia siguiente, deje a Iker con la tia Marivi que vivia cerca de nuestra casa para poder acercarme a la vivienda comun y recoger algunas cosas. Todavia no tenia claro como iba a proceder, el dia despues del incidente en el felpudo, cuando acudi con la Ertzaintza, recogi lo basico para pasar la noche con mi tia pero necesitaba encontrarme en el piso sola, reflexionar sobre lo sucedido, permanecer en silencio y tranquila un rato. Sabia que el estaria trabajando y que disponia de unas cuatro horas hasta las seis que el regresaba del trabajo, aunque yo volveria a casa de la tia hacia las dos para dar el pecho al nino. Estaba agotada, no tanto fisicamente si no mentalmente, habian sido dos dias muy duros y apenas habia podido conciliar el sueno un par de horas entre atender al nino de madrugada para darle las tomas, las preocupaciones de la tia y el agotamiento mental propio de los ultimos acontecimientos. Por eso, mientras estaba en el piso comun, recreandome en la habitacion, tomando un poco de aire en la terraza y observando las fotos familiares que nos habiamos realizado, entre en el bano y se me antojo prepararme un bano con espuma, sales de bano y aromas esenciales con perlas de yoyoba y bolitas de Marsella. No recordaba la ultima vez que habia tenido ocasion de dedicarme unos minutos y disfrutar de un merecido bano relajante, no recordaba la ultima vez que habia disfrutado de mi propio espacio, de mi propio trozo de vida, de mi soledad. Prepare la banera, coloque unas velas aromaticas y me sumergi, sintiendo la espuma por mi cuerpo y jugando con las bolitas y perlas entre brazos y piernas. Aunque no conseguia desprenderme de las ideas que me rompian por dentro y de revivir la escena con el nino en el felpudo y su padre sujetandome por el pescuezo, intente evadirme de la realidad y borrar mentalmente esa secuencia para fundirme con el extasis que me producia el momento de relax burbujeante. Por un instante, me olvide de todo. Por un instante, fui plenamente feliz y senti esas burbujas anidando sobre mi cuerpo como florecillas que se adhieren a una mariposa o a un hada de un bosque y se funden con sus alas. Por un instante, fui protagonista. Pero ese instante se rompio de nuevo. La superficie del agua borboteo por encima de mi cara y algo llamo mi atencion, como una alarma, abri los ojos instintivamente y vi la cara de Damian dibujandose borrosa sobre el agua por efecto de las ondas que esta le producian al observarme, pero antes de que me diera tiempo a reaccionar, coloco sus manos sobre mi garganta, de nuevo, como hacia dos dias y apreto con fuerza. Bajo el agua, apenas distinguia sus rasgos, apenas podia visualizar nada que no fuera una fuerza enfurecida y una ira en su mirada y el gesto de sus labios apretados para imprimir toda la fuerza posible sobre mi. Estaba totalmente indefensa y a diferencia de la otra vez, el agua me impedia moverme mas alla del diminuto espacio que me permitia rebasar los bordes resbaladizos de la banera, golpeandome contra ellos y deslizandome hacia atras en cada empujon. Me veia a mi misma como una ilusion optica, acabando de la peor manera posible, de la peor manera imaginable. Me veia reflejada en el cristal de la mampara que, cubierta por el vaho y la condensacion, evocaba una imagen distorsionada en blanco y negro donde se apreciaban timidamente brazos y piernas y agua desbordandose por la banera. La vida se me escapaba, sin remedio... Pero entonces, un milagro llamado Marivi aparecio por la puerta del bano y atino un sartenazo en la nuca al agresor, dejandolo k.o durante unos minutos. Mientras recuperaba el aliento y recobraba las fuerzas que habia perdido en el forcejeo, mi tia me alcanzaba un albornoz y me animaba a salir de alli: Hija, ya se que estas asustada y aturdida pero vistete rapido y vamonos de aqui, este loco puede despertar en cualquier momento y no se si puedo propinarle otro sartenazo - me explico Marivi. Gracias, tia. Me has salvado la vida - la abrace pero me separo para asegurarse de que habia escuchado y entendido su mensaje, con evidente actitud seria mostrando preocupacio

  • La guerra de las Dos Rosas – Estirpe de Conn Iggulden

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    DOS HOMBRES RECLAMAN LA CORONA, PERO SOLO UNO PODRA ALZARSE CON ELLA.1461. Ricardo de York ha muerto. Su cabeza es exhibida sobre las murallas de la ciudad. La reina Margarita parece imparable; sin embargo, al matar al padre ha desatado la furia de los hijos.

  • Solo con un beso (Entonces tu 2) de Marion S. Lee

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  • Mi prima Rachel de Daphne Du Maurier

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    Philip Ashley, el narrador de esta novela, es un joven huerfano que ha sido criado por su primo Ambrose, un terrateniente de Cornualles veinte anos mayor que el, en una gran casa aislada, de rutinas amables e incontestadas, sin conflictos y sin mujeres. Cuando el primo debe viajar a Italia por razones de salud, conoce a una mujer, Rachel, una pariente lejana educada en Florencia, viuda de un conde que murio en un duelo y la dejo cubierta de deudas. Se casa con ella y poco despues muere subitamente. <>, se dice Philip al conocer la noticia. Pero apenas han pasado unas semanas y Rachel se presenta en Cornualles... y esa animosidad irracional que el joven sentia por ella se va convirtiendo poco a poco en una fascinacion incontrolable que no disminuye a medida que las circunstancias de la muerte de su primo se revelan cada vez mas sospechosas.
    Mi prima Rachel (1951) es una gran novela psicologica, llena de suspense, en la que Daphne du Maurier exploro, como en Rebeca, la influencia fantasmal en una casa de una figura ausente. Es tambien un sutil estudio de lo que un hombre cree que es una mujer y del accidentado viaje que dan los prejuicios cuando se enfrentan a una realidad inesperada.

  • Teoria y practica de Francisco Bitar

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    La pareja de Elisa y Reno tiene los dias contados: mientras se esfuerzan por seguir juntos, crece la fuerza que los conduce a la separacion. Dos adolescentes suenan con hacer un viaje en auto, pero al terminar el colegio todo lo solido se desvanece. Un hombre recorre la casa que habito veinte anos atras y se lo relata en vivo a su exmujer. Tomas acaba de ser padre, Erica esta divorciada, y la atraccion que sienten entre ellos parece salvarlos del fin del mundo.
    Escritos con un estilo propio y despojado, los relatos de Francisco Bitar son directos y emocionales y tienen el poder de transitar por lugares profundos, a veces desoladores. Sus personajes, treintaneros a los que les cuesta madurar, pierden el equilibrio de sus vidas y lo restablecen con lo que encuentran a mano.
    En Teoria y practica, Bitar expresa con tono poetico conflictos que erosionan la individualidad, el amor, la amistad y la vida cotidiana. Los derroteros de una generacion pero tambien el tiempo erratico de la autonomia estan narrados desde el corazon de los hechos.

  • El canto de las montanas de Nguyen Phan Que Mai

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    Mi abuela me decia que, cuando mueren, nuestros antepasados no desaparecen, sino que siguen protegiendonos. Y ahora siento que ella me protege mientras enciendo una cerilla y prendo una varilla de incienso. En el altar de los antepasados, detras de la campana de madera y de las bandejas de comida humeante, los ojos de mi abuela brillan cuando la llama de color azul anaranjado prende el incienso. Agito la varilla para apagarla y, al tiempo que se consume sin llama, las espirales de humo y el aroma ascienden hacia el Cielo, llamando al espiritu de los muertos para que regresen. --Ba oi --susurro, alzando el incienso por encima de la cabeza. Entre la niebla que difumina la frontera entre nuestros dos mundos, la abuela me sonrie. --Te echo de menos, abuela. Una rafaga de viento entra por la ventana y me acaricia el rostro, tal como hacia mi abuela. --Huong, querida nieta. --Los arboles que crecen junto a la ventana susurran sus palabras--. Estoy aqui contigo, siempre estoy contigo. Coloco la varilla en el tazon situado delante del retrato de mi abuela. Sus suaves rasgos brillan con el perfume del incienso. Contemplo las cicatrices de su cuello. --?Te acuerdas de lo que te dije, querida? --murmura su voz entre las ramas incansables--. Los retos que los vietnamitas han tenido que afrontar a lo largo de su historia son tan altos como las mas altas montanas. Si nos detenemos demasiado cerca, no podemos ver las cumbres. Si nos alejamos de las corrientes de la vida, podremos tener una vision completa... Rojo sobre blanco Hanoi, 1972-1973 La abuela me da la mano mientras caminamos en direccion al colegio. El sol es como una gran yema de huevo que se asoma entre una hilera de casas con tejado de hojalata. El cielo es tan azul como la falda favorita de mi madre. Me pregunto donde estara. ?Habra encontrado a mi padre? Me sujeto el cuello de la chaqueta mientras el viento se abre paso y arremolina una nube de polvo. La abuela se inclina y me pone un panuelo sobre la nariz. Mi mochila del colegio le cuelga del brazo y se tapa la cara con la palma de la mano. Volvemos a ponernos en marcha en cuanto se disipa el polvo. Por mucho que me esfuerce, no oigo cantar a los pajaros. Busco, pero no encuentro ni una sola flor a lo largo del camino. No hay hierba a nuestro alrededor, solo montones de ladrillos rotos y metal retorcido. --Guayaba, ten cuidado. --La abuela tira de mi para alejarme del crater de una bomba. Me llama por mi apodo, Guayaba, para protegerme de los malos espiritus que, segun ella cree, rondan la tierra en busca de ninos hermosos para secuestrarlos. Dice que mi nombre verdadero, Huong, que significa 'fragancia', los atraeria. --Cuando vuelvas a casa tendras tu comida favorita, Guayaba --me dice la abuela. --?Sopa pho con fideos? --La felicidad hace que me salte un escalon. --Si... Los ataques aereos no me han dejado cocinar, pero ahora esta todo en calma, asi que vamos a celebrarlo. Antes de que pueda contestar, una sirena rompe nuestro momento de paz. Una voz femenina grita desde un altavoz atado a un arbol. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan los bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --!Oi troi dat oi! --La abuela invoca al Cielo y a la Tierra. Corre tirando de mi. Rios de gente salen de las viviendas como si fueran hormigas huyendo de un hormiguero destrozado. A lo lejos, desde lo alto de la opera de Hanoi, aullan las sirenas. --Por aqui. --La abuela corre hacia un refugio antiaereo excavado al borde del camino. Tira de la pesada tapa de hormigon. --!No hay sitio! --grita una voz desde abajo. En el interior del agujero redondo, en el que solo cabe una persona, hay un hombre medio arrodillado. El agua fangosa le llega hasta el pecho. La abuela se apresura a cerrar la tapa. Tira de mi hacia otro refugio. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se aproximan a Hanoi. Estan a sesenta kilometros de distancia. Las fuerzas armadas se disponen a rechazarlos. --La voz femenina parece mas imperiosa. Las sirenas son ensordecedoras. Vamos refugio tras refugio, pero estan todos llenos. Delante de nosotras, la gente se precipita de un lado a otro como pajaros con las alas rotas, abandonando bicicletas, carros, bolsos. Una nina pequena, sola, llama a gritos a sus padres. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se acercan a Hanoi. Estan a treinta kilometros de distancia. Aturdida por el miedo, tropiezo y me caigo. La abuela me levanta. Tira mi mochila del colegio a un lado de la calle y se agacha para que me suba a su espalda. Me sujeta las piernas con las manos y echa a correr. Un ruido ensordecedor se aproxima; se oyen explosiones lejanas. Me agarro a los hombros de la abuela con manos sudorosas, aplasto la cara contra su cuerpo. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan mas bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --Corred al colegio, no van a bombardearlo --grita la abuela a un grupo de mujeres que cargan con ninos en brazos o a la espalda. A los cincuenta y dos anos, la abuela es fuerte. Pasa corriendo junto a las mujeres y se pone a la altura de las que van delante. Entre sacudidas presiono la cara contra su largo cabello negro, que huele como el de mi madre. Mientras pueda olerlo estare a salvo. --Huong, corre conmigo. --La abuela se acuclilla delante de mi colegio, jadeando. Tira de mi hacia el patio y se mete en un refugio vacio situado junto a un aula. Me deslizo a su lado y el agua me llega hasta la cintura; me agarra con manos heladas. Hace un frio horrible. Estamos a principios del invierno. La abuela se incorpora para cerrar la tapa. Me abraza y el latido de su corazon palpita en mi sangre. Agradezco a Buda que nos haya dado este refugio en el que cabemos las dos. Tengo miedo por mis padres, que estan en el frente. ?Cuando volveran? ?Habran visto al tio Dat, al tio Thuan, al tio Sang? Las explosiones se acercan. El suelo se mece como si fuera una hamaca. Me tapo los oidos con las palmas de las manos. El agua sube de golpe, me moja la cara y el pelo, me nubla la vista. El polvo y las piedras se cuelan por una pequena hendidura y me caen en la cabeza. Se oye el fuego antiaereo. Hanoi devuelve el ataque. Mas explosiones. Sirenas. Gritos. Intenso olor a quemado. La abuela se lleva las manos al pecho. --A Di Da Phat, Nam Mo Quan The Am Bo Tat. --De sus labios sale un torrente de plegarias a Buda. Cierro los ojos y la imito. Las bombas siguen rugiendo. Sobreviene un minuto de silencio. Un ruido estridente. Me encojo de miedo. Una tremenda explosion nos impulsa hacia la tapa del refugio. El dolor me oscurece los ojos. Aterrizo con los pies sobre la barriga de la abuela. Tiene los ojos cerrados, las manos parecen una flor de loto en su pecho. Reza mientras el ruido atronador desaparece y se elevan los gritos de la gente. --Abuela, tengo miedo. Tiene los labios azules, tiembla de frio. --Ya lo se, Guayaba... Yo tambien tengo miedo. --Abuela, si bombardean el colegio, ?se... se hundira este refugio? Se agita en el reducido espacio y me atrae hacia sus brazos. --No lo se, carino. --?Si se cae moriremos, abuela? Me abraza con fuerza. --Guayaba, si bombardean el colegio, quiza el refugio se nos caiga encima, pero solo moriremos si Buda lo consiente. No morimos aquel dia de noviembre de 1972. Despues de que las sirenas anunciaran el final del bombardeo, la abuela y yo salimos, temblando como hojas, y avanzamos tambaleantes por la calle. Se habian derrumbado varios edificios, los escombros cubrian el camino. Reptamos tosiendo por montones de cascotes. Los ojos me ardian con las espirales de humo y polvo. Agarre con fuerza la mano de la abuela mientras contemplaba a las mujeres que se arrodillaban y aullaban junto a los muertos cuyos rostros habian cubierto con ajadas alfombrillas de paja. Las piernas de los cadaveres nos apuntaban. Piernas mutiladas, cubiertas de sangre. De una piernecita colgaba un zapato rosa. La nina muerta tendria mi edad. Empapada, cubierta de barro, la abuela tiro de mi, cada vez mas deprisa, y pasamos junto a trozos humanos dispersos, casas derruidas. Sin embargo, al lado de la sombra del bang, nuestra casa se alzaba bajo un sol glorioso e incoherente. Habia escapado de milagro. Solte la mano de la abuela y corri hacia la puerta de entrada. La abuela me ayudo a cambiarme a toda prisa y me metio en la cama. --Quedate en casa, Guayaba. Baja si vuelven los aviones --dijo, senalando el refugio antiaereo que mi padre habia excavado en el suelo, junto a la entrada del dormitorio. El refugio era lo bastante grande para las dos y estaba seco. Preferia refugiarme ahi, bajo la atenta mirada de mis antepasados, cuya presencia irradiaba el altar familiar situado en lo alto de la estanteria. --Pero... ?adonde vas, abuela? --pregunte. --A mi colegio, a ver si mis alumnos necesitan ayuda. --Me arropo con nuestra fina manta. --Abuela, es peligroso... --Esta a dos manzanas, Guayaba. Volvere corriendo en cuanto oiga la sirena. ?Me prometes que te quedaras aqui? Asenti. La abuela se dirigio a la puerta de la casa, pero volvio a mi cama. Me calento el rostro con la mano. --?Me prometes que no saldras a curiosear? --Chau hua --conteste con una sonrisa para tranquilizarla. Nunca me dejaba ir sola a ningun sitio, ni siquiera durante los meses sin bombardeos. Siempre habia temido que me perdiera. Me preguntaba si mi tia y mis tios tendrian razon cuando afirmaban que la abuela me sobreprotegia porque sus hijos habian sufrido cosas terribles. Cuando la puerta se cerro a su espalda, me levante y cogi un cuaderno. Moje la plumilla en el tintero. <>, escribi, empezando una nueva carta para mis padres sin dejar de preguntarme si les llegaria alguna vez. Se desplazaban con las tropas y no tenian direccion fija. Estaba leyendo otra vez Bach Tuyet va bay chu lun, inmersa en el mundo magico de Blancanieves y sus amigos, los siete enanitos, cuando la abuela volvio a casa con mi mochila del colegio colgada del brazo. Le sangraban las manos, heridas al haber intentado rescatar a las personas enterradas bajo los cascotes. Me atrajo hacia su pecho y me abrazo con fuerza. Esa noche, me deslice bajo nuestra manta mientras escuchaba las oraciones de la abuela y el ritmico sonido de la campana de madera. Rezaba para que Buda y el Cielo terminaran con la guerra. Rezaba para que mis padres y tios regresaran sanos y salvos. Cerre los ojos y me sume a sus oraciones. ?Estaban vivos mis padres? ?Me echaban tanto de menos como yo a ellos? Queriamos quedarnos en casa, pero una notificacion urgente de las autoridades ordeno a los ciudadanos que evacuaramos Hanoi. La abuela tenia que guiar a sus alumnos y a sus familias a un lugar remoto en las montanas, donde seguiria impartiendo clases. --Abuela, ?adonde vamos? --pregunte. --A un pueblo que se llama Hoa Binh. Alli no podran encontrarnos las bombas, Guayaba. Me pregunte quien habria elegido un nombre tan bonito para un pueblo. Hoa Binh eran las palabras que llevaban en las alas las palomas pintadas en las paredes de mi colegio. Hoa Binh en mis suenos era de color azul, el color del regreso a casa de mis padres. Hoa Binh significaba algo sencillo, intangible y valiosisimo: 'paz'. --?Esta muy lejos ese pueblo, abuela? ?Como vamos a ir? --Andando. Esta solo a cuarenta y un kilometros. Si vamos juntas, podremos hacerlo, ?no crees? --?Y la comida? ?Que comeremos? --No te preocupes. Los campesinos nos daran comida. En momentos de crisis la gente es buena --contesto con una sonrisa--. ?Me ayudas a hacer el equipaje? Mientras nos preparabamos para el viaje, la voz de la abuela se elevo en una cancion. Tenia una voz preciosa, igual que mi madre. Se divertian inventando canciones tontas, cantando y riendo. Cuanto echaba de menos aquellos momentos tan felices. Cuando la abuela cantaba, los grandes campos de arroz abrian sus brazos verdes para recibirme, las ciguenas me llevaban en sus alas, los rios me arrastraban con la corriente. La abuela extendio un panuelo. Apilo nuestra ropa en el centro y anadio mi libreta, la pluma, el tintero y el material que ella empleaba para dar clase. Puso encima de todo la campana de rezos y luego ato las esquinas opuestas para hacer un hatillo que pudiera echarse al hombro durante el viaje. Del otro se colgo un largo tubo hecho con una cana de bambu, lleno de arroz crudo. Habia preparado ya mi mochila del colegio con agua y comida para el camino. --?Cuanto tiempo estaremos fuera, abuela? --No lo se, quiza un par de semanas. Me plante delante de la estanteria y pase las manos por el lomo de los libros. Cuentos de hadas vietnamitas. Cuentos rusos. La bija del vendedor de pajaros, de Nguyen Kien, La isla del tesoro, de un autor extranjero cuyo nombre no se pronunciar.

  • Manos que curan de Barbara Ann Brennan

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    Un libro que ha pasado a la historia de la Nueva Era por sus aportes revolucionarios a la investigacion cientifica, a la practica terapeutica y al conocimiento de los poderes de la energia humana.

  • Tres rosas robadas (Corazones desahuciados 2) de Ascen Nunez

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  • Rebelde & Real 2 de M. J. Maravend

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    Despues de su ruptura con el principe Henry, Adriana Mora decide rehacer su vida en Paris como administradora de los negocios de su amigo, el afamado coiffeur, Xavier. Aunque vive en una ciudad que le encanta y tiene un trabajo que le gusta mucho, Adriana no se siente completa. aun sigue enamorada de Henry aunque se lo niegue a ella misma. Por su parte, Henry se entera de la cruel mentira que lograron separarlo de Adriana y decide hacer todo y mas para obtener su perdon. ?Ella aceptara sus disculpas o lo ignorara? Por otra parte, Chelsy, la ex y actual novia del principe no se quedara de brazos cruzados y les hara la vida imposible a ambos.
    Llega el desenlace y segundo libro de una comedia romantica que esta llena de amor, romance, situaciones desopilantes y humor.
    “Rebelde & Real” es una historia de amor donde se ve el trasfondo de la vida de un principe en el siglo XXI, asi como los problemas y complicaciones que puedan surgir si se enamora de una plebeya latina.

  • Un trato Peligroso de Lorena Valois

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    Sebastian era el barman mas exitoso de la ciudad.
    Engreido, atractivo y tonto, porque se habia enamorado de la bella Sofia Sanders, una mujer fuera de su alcance.
    Lauren era la mejor amiga de Sebastian.
    Confusa acerca de sus sentimientos hacia Alexander Estevez, un joven vicepresidente comercial de una exitosa compania que no sabia quien era ella.
    Sebastian y Lauren deciden hacer un pacto para fingirse amantes, a ver de atrapar a la veleidosa de Sofia y al guapo de Alexander.
    Un pacto que pasara de ser una peligrosa mentira a una oscura y dolorosa verdad.

  • La portavoz de Sophie Saint Rose

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    Katherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.

  • La enfermedad del amor, Moruena Estringana de Moruena Estringana

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  • Nebraska. En el corazon del rancho grande de Ariadna Baker

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    Tras terminar su carrera, Keira vuelve al rancho familiar. En Nebraska no solo esta su familia, tambien un hombre que despertara en ella sentimientos inesperados.
    Izan, quien ahora se encarga de los caballos, se convertira en mucho mas que un simple trabajador.
    Su mejor amiga, Silvia, planea visitarla y, al parecer, ambas encontraran en ese lugar mas de lo que podian imaginar.
    ?Que ocurrira despues de que los sentimientos tomen el control?

  • Como una deliciosa tortura de Megan Marsell

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    Era un dia sofocante de humedad. Por fortuna, mientras estaba dentro de la oficina podia sentirse a gusto y tranquila con la ventilacion acondicionada del edificio. Respiro profundamente observando por su amplio ventanal hacia la ciudad entera. Se veia un ambiente de tension como era costumbre en los primeros dias de septiembre. Volteo y sentada sobre su acolchonada silla, comenzo a revisar documentos registrados en su ordenador. La puerta se abrio repentinamente dejando al descubierto a un hombre rubio, de camisa y corbata floja al cuello, que se acerco con una sonrisa socarrona y entrego unos folios a la mujer. --Cooper, puedes ser mas educado y dar los buenos dias, ?no?… --Lo siento, Valery, es que estoy impresionado por las cosas que se andan diciendo por ahi... --aseguro el, masticando un chicle cancheramente y haciendo mas evidente su sonrisa de perfectos dientes blancos. --!Eres chismoso!, ?lo sabias? --convino Valery que con nerviosismo contemplo su brillante alianza de matrimonio en su dedo anular--. ?Que es lo que escuchaste, Geoffrey? --!Oh, ahora me llamas por mi nombre! !Interesada! --Geoffrey Cooper se indigno falsamente cruzandose de brazos, pero unos segundos despues de ver el rostro de su impaciente jefa, chequeo que nadie estuviera cerca de la oficina y cerro la puerta para quedar confidencialmente a solas con ella--. Por lo pronto, dicen que estas enganando a Davidson. --?!Que tonteria es esa! --bufo la mujer que ese mes cumpliria sus veinticinco anos y volvio a mirar hacia el ventanal de detras, poniendose de pie y dandole la espalda con nerviosismo. --Me parecia una tonteria, si... Hasta ahora --puntualizo, pero antes de que ella se volviera para replicar, agrego--: volviendo al trabajo, el disenador Carpenter afirmo que necesitaba una asistente asi que Scarlett tomo el cargo, lo cual te deja sin secretaria y eso es un problema. Mery esta ocupada en la planta de arriba y ademas Astrid no permitiria que su hermana se rebajara a tal puesto en la empresa, siendo ella la esposa de Bering que es el socio de tu marido. No se por que me da la impresion de que Bering siempre manejo mas la empresa y Roger se dedica a mirar y mirar y contemplar el negocio. La cosa es que se siente con mas poder que el propietario, y Davidson no lo negaria... ?Tu lo niegas? --Para nada, continua... Aunque deberia ir a partirle la cara a Carpenter por tomarse libertades, que sea nuestro unico disenador y tenga prestigio no le da derecho --dijo ofendida sobandose un castano mechon indomable de su pelo. --Olvida tu odio por el porque ahora llega la mejor parte: ya que Ronnie fue quien te causo el problema, el ofrecio a una amiga suya, Natalie McDonald, y Roger ya la aprobo para ti --informo para asombro y desagrado de la castana. --!Se supone que soy de maxima autoridad aqui luego de Roger y Maxwell y estoy en la misma instancia que Astrid, pero todo el mundo hace lo que se le viene en gana de todas formas! --reprocho con frustracion--. Gracias por los documentos, Geo. Retirate, por favor. --Muy bien, adios --murmuro el hombre antes de salir. Al recorrer los pasillos, Geoffrey, que era escritor en esa amplia productora editorial, se topo con varias escenas a su vista. Primero cruzo a Roger Davidson, el dueno de la empresa y esposo de Valery, que hablaba por su movil con algun inversionista o futuro cliente, pero se dejaba ver tan poco en los pasillos que se metio rapidamente en el ascensor y seguramente se iria al ultimo piso en donde estaba la oficina principal que era doble, de el y de Maxwell Bering, el socio y mano derecha, aunque todo el mundo sabia que Maxwell no simpatizaba demasiado con nadie y, por lo tanto, no era amigo del dueno tampoco. Luego de eso, no pudo evitar maravillarse ante lo que sus ojos veian; conversaban animadamente, Mery y Scarlett, instruyendo a la nueva secretaria de Valery. La joven era castana (aunque casi llegaba a ser rubia) y poseia unos curiosos ojos color miel. Tenia pelo lacio y recogido y se veia nerviosa mientras ambas morenas le explicaban. No era que fuera un trabajo muy dificil, pero Valery no era muy paciente con los nuevos y sobre todo si esa persona tenia alguna relacion con el disenador Carpenter. Geoffrey adoraba a las mujeres de la empresa --y de cualquier sitio tambien-- pero mas a las trabajadoras de alli, era ciertamente observador, como buen escritor, y tal vez era por eso que se obsesionaba demasiado en mantener conversacion todo el tiempo posible con alguna chica. Igualmente, no paraba de mirar faldas por todos lados, excepto a algunas personas a las cuales les debia respeto, como a Astrid y Valery. Pero hacia tiempo estaba loco por Scarlett y, ?por que no?, tambien por Mery. Salio de su ensueno cuando recibio una palmada en la espalda y lo abrazaron por los hombros. Un castano, poco mas joven que el, venia con una sonrisa poco usual, pero se quedo rigido como un palo cuando sus ojos chocolate visualizaron una figura femenina nunca antes vista por alli. --Esta buena, ?no? --pregunto Geoffrey burlandose de su rostro paralizado y sus brillantes ojos. --No --dijo en un tono indiferente, pero se sin dejar de observarla--. ?Quien es? --!No seas picaro, Webb! Se llama Natalie, es la nueva secretaria de Valery... si es que dura --dijo en broma y dejo a su companero solo y embobado. Las calles estaban algo congestionadas, se acercaba el mediodia y con ello, la hora de almorzar. Ron Carpenter amaba ese momento. Detendria el tiempo si fuese capaz de hacerlo, solo para vivir sentado engullendo algun manjar de los que solia hacer su madre o los que preparaban en aquel cafe de la esquina de la editorial. Aunque habia otro particular momento que si cambiaria por la comida, pero cada vez que pensaba en el, se le revolvia el estomago y cambiaba de ideas. --Se nos hizo tarde... --le dijo su cunado, apenado sentandose frente a el ante la mirada de su indignada esposa pelirroja que esperaba al menos que hiciera a un lado la silla para que pudiera sentarse como siempre hacia. Por alguna razon, Michael estaba enojado con ella y hacia dias que la convivencia era diferente. No era mala, pero si diferente, y aunque a ella no le interesaba demasiado la caballerosidad que antes tenia su marido para con ella, si se hacia notorio que necesitaban una buena charla para aclarar los tantos. Se sento sin decir una palabra y miro a su hermano intimidante. --?Por que querian verme? --pregunto Ron cruzandose de brazos y estirandose hacia atras. --Es por Valery. No puedes seguir trabajando donde ella... --contesto Gemma. Michael se quedo en silencio. --?Por que? Les asegure que ese asunto esta acabado... Ella lo dejo bien claro, ?no? Yo la deje, no la quise y no la quiero, y no sufrio, se caso con Davidson, ?no? --recordo Ron sin demostrar sensibilidad. Gemma chasqueo la lengua. --Si volviste justamente despues de completar tus estudios, no fue para ser un santo. Te conocemos bien, Ronnie. !Volviste para fastidiar!… Hace solo un mes estas aqui y ya trabajas en la empresa de Davidson, el piensa que tu y Valery se llevan bien, y no sabe nada de su pasada relacion... Seguro por eso te acepto... Pero piensalo bien. ?Crees que alguien como el te querria ahi? --inquirio Gemma juntando mucho las cejas. --Me quieren ahi, hasta Bering me acepta porque soy el mejor --se mofo y sonrio de lado--. Y no se vuelvan a meter en mis asuntos. Peterson no tiene nada que ver conmigo... Se levanto del asiento y se fue de alli dejandolos solos e incomodos con esa situacion. Michael miro apenado a Gemma y ella bajo la vista tratando de descifrar por que su hermano actuaba asi tan impulsivamente. Ambos eran abogados, ganaban buen dinero y tenian una casa cerca del rio Tamesis. Ella habria querido que Ron parara en su casa unos dias, pero el simplemente habia conseguido un departamento en un edificio cercano a la oficina y entonces alli se quedo. Se podia connotar que su hermano habia hecho mucho dinero trabajando fuera con otras empresas de publicidades y sobre todo con sistemas de computacion. Era un experto con los ordenadores, excelente disenador. Para eso lo querian, retoques fotograficos de las revistas locales y tapas animadas de libros, o ilustraciones internas de los mismos. El trabajo requeria mucha demanda y al parecer en la empresa de Davidson no tenian a un experto como Ron. Por eso se lo respetaba tanto o hasta a veces mas que los grandes socios, como se los denominaba a Roger y Maxwell muchas veces. Ronnie paso por un local de comida rapida para poder almorzar y subio rapido hasta su piso en el edificio de la empresa. Su piso era el septimo, pero en el segundo se freno el elevador y paso Valery con el menton bien alto. Estaban solos. El apenas la vio entrar se fue para atras y se apoyo contra la pared del ascensor. Valery le dio la espalda y presiono uno de los botones el cual resulto ser un piso menos del que iba el, y mientras las puertas del elevador se cerraban, ella volteo su cabeza y observo como el disenador le miraba el trasero sin disimulo y con una sonrisa traviesa. --?No te cansas de mirar mi culo, Carpenter? --pregunto ella volviendo a mirar hacia el frente. Suspiro. --Se me ocurren cada dia mejores ideas para joderte la existencia. Algo mas sucio diria yo... --contesto. El se inclino un poco poniendose mas en evidencia y la miro hipnoticamente, pensando seriamente algunas cosas. Valery volvio a observar ese gesto desesperante y bufo--. Estaba midiendote, ya sabes como somos los disenadores... Donde ponemos el ojo, ponemos la bala. --Eres un asqueroso y patetico psicopata, pervertido sexual --pronuncio ella irritada. Las puertas se abrieron y salio inmediatamente--, y te odio. Se retiro sin mirarlo, asegurando aquello y Ron sonrio en senal de triunfo. 2 Depravacion Scarlett se sento sobre el escritorio de Ron coquetamente mientras lo esperaba y se llevo la punta de una pluma a los dientes. El disenador entro suspirando luego del episodio con Valery en el elevador. La morena alzo las cejas observando la entrepierna de Ron, bastante pronunciada. --!Oh, Dios mio! No sabia que tuviera tanto poder --ironizo la morena, saltando del escritorio. Su falda corta hizo mas efecto en Ron, aunque realmente estaba en esa circunstancia por la castana a la que habia estado midiendo para sus fines sucios. La chica lo observo voltearse y trabar la puerta perversamente. Scarlett y Ron no eran demasiado amigos ni tampoco enemigos, pero simplemente tenian una quimica especial como companeros de cama. Ella algunas veces se sorprendia de la misma forma en que ahora lo hacia, ya que Ron venia sobre excitado por alguna situacion que nunca revelaba, pero seguia haciendole favores incondicionalmente, ya que el tambien la provocaba a ella. El se acerco. Sin necesidad de que pronunciara palabra, Scarlett lo empujo contra su propio sillon de cuero, haciendolo sentar, se agacho desabrochandole el pantalon y bajandoselo al igual que su boxer. La excitacion del moreno era tal que logro encenderla a ella, hundio su boca alli provocandole un gemido incontrolable y la necesidad de sostenerle la cabeza para que no se retirara de alli fue tal que bruscamente la agarro del cabello y abrio mas las piernas empujandola hacia el. Scarlett se movio repetidas veces devorando su miembro con su boca, generando un sudor en la frente de el. Lo manipulo por varios minutos, cada vez mas frenetica, mas rapidamente, su cabeza hacia arriba y abajo, una y otra vez. El la solto y la dejo actuar sola hacia el final, mientras sus manos se sostenian fuertemente de las manijas de la silla y sentia los labios de la morena envolverlo en su boca manteniendo el calor alli, justo al momento en que su cadera se mecia lentamente tratando de apagar aquel fuego que lo estaba quemando. La chica hizo un ultimo movimiento con su cabeza y se trago el liquido luego de sentir como el llegaba plenamente al orgasmo y explotaba en su garganta. --Ahh, mierda...

  • El Invitado Tigre de Songling Pu

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    Las historias elegidas para este libro pertenecen en su mayoria al Liao-Chai de P'u Sung-Ling. Datan del siglo XVII. De P'u Sung-Ling se sabe muy poco salvo que fue aplazado en el examen del doctorado de letras hacia 1651. A ese afortunado fracaso debemos su entera dedicacion al ejercicio de la Litetatura y, por consiguiente, la redaccion del libro que lo haria famoso. En la China, el Liao-Chai ocupa el lugar que en el Occidente ocupa el libro de Las Mil y Una Noches. A los relatos de P'u Sung-Ling hemos agregado dos no menos asombrosos que desesperados, que son una parte de la casi infinita novela Sueno del Aposento Rojo. Nada hay mas caracteristico de un pais que sus imaginaciones. En sus pocas paginas este libro deja entrever una de las culturas mas antiguas del orbe y a la vez, uno de los mas insolitos acercamientos a la ficcion fantastica. Jorge Luis Borges.

  • El hombre enmascarado de B.j. Daniels

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    Llevaba el rostro cubierto con una mascara… pero unos impresionantes ojos azules hipnotizaron a Jill Lawson y la arrastraron hasta el. Un malentendido la estaba metiendo en mas de un problema; ahora la acusaban de asesinato. Por no mencionar que habia hecho el amor apasionadamente con un completo desconocido.

  • Las ganas de los dos de Mary Kate Williams

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    No eramos novios.
    No eramos amigos.
    Pero se convirtio en mi romantico pervertido. Nos dimos derechos y beneficios.

  • Disparo al corazon de Emma Fraser

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    Sam Smith se levanto antes de que llegara el alba, tal y como tenia por costumbre, y preparo todo para comenzar un nuevo dia en su empresa. Podia presumir de ser el dueno de una de las companias informaticas mas importantes de Estados Unidos: Smith Corporation. Amasaba una fortuna que era la envidia de sus conocidos. A lo largo de toda su carrera empresaria se habia ganado tanto aliados con los que aumentar sus ingresos como enemigos, personas a las que habia pisoteado para escalar hacia la cima en la que se encontraba. Era una persona a la que le gustaba vestir con trajes de marca. Nadie lo habia visto jamas con otro tipo de ropa que no fuera un traje de Versace o cualquier otra marca importante. Tenia la suerte de vivir en una gran mansion a las afueras de Nueva York que, por lo que sabia, habia pertenecido a una gran celebridad de Hollywood y que la habia vendido tras arruinarse. Su nueva mujer se habia encaprichado de ella y no habia podido resistirse a comprarla. Con el paso de los anos, su figura habia aumentado como su fortuna. Era un hombre de complexion fuerte y estatura baja. Su pelo rubio siempre habia encandilado a la que fue su mujer, fallecida en un accidente de trafico, y sus ojos azules se habian empequenecido con el aumento de las bolsas de sus parpados. Cuando murio su primera mujer, estuvo a punto de caer en una profunda depresion. Sin embargo, Mary, la que era su secretaria, logro sacarlo del pozo en el que se habia sumido y se casaron un par de anos despues de la muerte de su esposa, algo que jamas acepto su unica hija, de la cual fue perdiendo poco a poco el carino, ya que pensaba que nunca habia querido realmente a su madre. Con el paso del tiempo y el aumento de su fortuna, su fanfarroneria y extravagancia tambien se acrecento, algo que enfurecia a los que consideraba sus enemigos e incluso a sus empleados, a los que trataba como si fueran la peor escoria. A principios de mayo, varios empleados hackearon el sistema informatico de una empresa del sector que estaba aproximandose a las cuantiosas ganancias de Smith Corporation. Aquella iniciativa fue llevaba a cabo sin su permiso y despidio a todos los culpables para evitar manchar el buen nombre de su empresa. Suspiro cuando paso por delante de la puerta de la habitacion que habia pertenecido a su hija, Ashley. Hacia ya mas de dos semanas que no sabia nada de ella desde la ultima pelea que habian tenido. La joven no soportaba la presencia de Mary en su casa y cuando regreso de la universidad de terminar sus estudios tuvo una gran pelea con ella. Sam no quiso posicionarse con ninguna debido a que las queria a ambas, y aquello fue lo que mas le dolio a su hija, que hizo las maletas y se fue a vivir a Lehigh, un municipio del condado de Northampton. Su orgullo le impedia llamarla para pedirle perdon y para que regresara junto a el para trabajar en la empresa familiar. Sin embargo, la joven le habia dicho claramente que no queria saber nada de el ni de su empresa. A pesar de eso, Sam habia enviado a varios de sus hombres para que siguieran su rastro y saber donde estaba y a que se dedicaba. No podia dejar a su hija sola. Sacudio la cabeza para alejar de el esos pensamientos tan negros y preparo su maletin para ir a trabajar. Con lentitud, bajo las escaleras que conducian al garaje donde su Porche descansaba resguardado de la incesante lluvia que sacudia Nueva York ese dia de principios de junio. Pisando el acelerador y disfrutando del camino, llego rapidamente al edificio donde habia montado su empresa. Esta era una construccion con una veintena de plantas y cuyas paredes estaban recubiertas en su totalidad de cristales. Su despacho se encontraba en la ultima planta del edificio y desde alli podia disfrutar de unas impresionantes vistas de las calles principales de la ciudad. Con parsimonia, subio al ascensor y tras diecinueve pisos accedio al ultimo, donde lo recibio la secretaria que habia ocupado el puesto de su actual mujer. --Buenos dias, senor Smith --lo saludo casi con miedo. La joven conocia el temperamento de su jefe y no queria provocarlo desde tan temprano--. Ya tiene el correo sobre su mesa. Sam asintio casi de forma imperceptible, pues casi nunca se detenia a hablar con sus empleados, ni queria que ellos se tomaran esa libertad, ya que consideraba que si el era el lider, no debian dirigirse a el como uno mas de la plantilla. Con pasos firmes y rapidos se dirigio a su despacho. Deseaba saber si ya habia llegado la carta que estaba esperando con los resultados de las encuestas sobre las empresas dedicadas al sector informatico. Abrio con la llave que siempre llevaba encima y se aproximo con rapidez a la mesa. Sin embargo, el correo era el que normalmente llegaba a su mesa. Ni rastro de la carta que estaba esperando. Las tiro como si nada sobre la mesa, pero una de ellas logro escurrirse y cayo al suelo. Esta llamo la atencion de Sam, puesto que no tenia remitente y era un tipo de sobre que no solian usar con el. Lo palpo antes de abrirlo y fruncio el ceno con extraneza. Cogio su abrecartas y rasgo el papel. Con cuidado, saco un folio y lo abrio. Su corazon comenzo a palpitar con fuerza y necesito sentarse para leer de nuevo el contenido de aquella carta. Por un momento, penso que se trataba de una broma, pero despues de leerla una y otra vez, supo que no era asi. Numerosos recortes de periodico formaban un mensaje claro y contundente: "Tu querida hija morira en pocos dias. Ella pagara por todo lo que me has hecho". No podia creer lo que sus ojos veian a pesar de que releia la carta una y otra vez. Volvio a mirar dentro del sobre y descubrio una foto en la que aparecia su hija saliendo de la que parecia ser la casa que habia alquilado en Lehigh. Un circulo en rojo rodeaba la cabeza de Ashley, completamente ajena al peligro que se avecinaba. Alargo la mano hacia el telefono y, con dedos temblorosos, marco el numero de un amigo suyo, cuyo hijo acababa de recibir una distincion honorifica, a pesar de su juventud, como detective.

  • La decision de Jacob (Security Ward 5) de N. Q. Palm

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    La vida de Jacob Hawk es un verdadero misterio para sus companeros, a duras penas conocen a su familia y el es tan reservado que es un milagro que se hayan enterado de que Sasha, su mujer, le acaba de pedir el divorcio. Algo que lo destroza.
    Aprovechando un descanso en el trabajo decide ir a visitar a sus hijos a Paris, aunque eso signifique volver a tratar con ella. Pero un encuentro fortuito y una mision, en la que no debia estar, le llevan a descubrir que las cosas no son lo que parecen, y que ciertas personas aparentan ser lo que no son.
    Doc se siente abrumado por sentimientos contradictorios, tiene que recuperar a su familia, pero su corazon esta dividido.
    La decision de Jacob; seguramente el final que no esperas. ?Te atreves a descubrirlo?

  • El amor puede fallar de Matthew Quick

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    Tras sufrir una gran decepcion, Portia Kane decide abandonar a su marido, y con ello, la vida de lujo que llevaba en Florida. Asi, se traslada a su ciudad natal, donde recuperara antiguas amistades y recordara al unico hombre que la ayudo a creer en ella: Nathan Vernon, su querido profesor de literatura inglesa que tuvo en el instituto.El senor Vernon la ayudo a creer en ella, a descubrir que tipo de persona queria ser, a luchar por sus suenos. ?como ha podido olvidarlo? Ahora esta decidida a recuperar el contacto con el, pero Vernon ya no es lo que era, ahora vive deprimido y solo tras un traumatico accidente en las aulas.Portia no esta dispuesta a rendirse, y asi, con la ayuda de una monja de armas tomar, un ex heroinomano, un nino fanatico de la musica y su acaparadora madre, intentara visualizar un futuro esperanzador.”El amor puede fallar” trata de los grandes altibajos de la vida: de las dolorosas y valientes decisiones que necesitamos tomar para llegar a ser lo que estamos destinados a ser.

  • ZAC (Huida desesperada 3) de Sabina Rogado

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    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • Por las trincheras de Navid Kermani

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    Al este de Alemania comienza una region, resquebrajada por varias guerras y catastrofes, que a los europeos sigue resultandonos ajena. Por ese territorio que atraviesa Rusia y llega a Oriente, y por las trincheras politicas y humanas que se abren a traves de el, nos guia Navid Kermani. Desde Colonia -su ciudad- hacia el oeste hasta el Baltico, y luego en direccion sur, cruzando el Caucaso, de camino a Isfahan -de donde proceden sus padres-, el viaje lo lleva por la zona de asentamiento judia de la epoca zarista, por las tierras de sangre de la Segunda Guerra Mundial y por la grieta que existe entre este y oeste, alli donde la Guerra Fria no ha terminado.

  • El corazon de una Campbell de Edith Stewart

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    Colin McGregor ha conseguido salir con vida del paramo de Culloden, no sin gran esfuerzo. Herido, busca refugio en una cuadra donde sus fuerzas le abandonan y cae desmayado.
    Brenna Campbell, duena y senora del castillo de Cawdor, no puede creer que el herido en sus cuadras sea un McGregor. Sabe que si los ingleses lo descubren alli, el clan sera acusado de traicion a la corona. Pero ese no es su unico problema, Brenna tiene que lidiar con las atenciones del capitan Fullarton quien pretende cortejarla. Pero ella jamas se casara con un sassenach, asi que esta dispuesta a pedirle a Colin McGregor, una vez repuesto de sus heridas, que se haga pasar por su prometido para alejar al baron ingles.
    Lo que comienza como una farsa ante los ojos de todos, pronto dara paso a la pasion mas abrasadora.

  • La patrulla de Ben Kane

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    Invierno de 218 a. C. En la Galia Cisalpina, una patrulla cartaginesa se mueve sigilosamente en la espesura de los bosques. Esta patrulla esta dirigida por Hanno, uno de los jovenes oficiales de Anibal, y por Mutt, su segundo al mando. Hambrientos y muertos de frio, necesitan encontrar una poblacion en la que haya alimento. Pero en los galos no se puede confiar y, ademas, los romanos, aunque derrotados, todavia conservan patrullas en la zona. Rodeados de peligros y previendo una posible emboscada, ni Hanno ni Mutt tienen la certeza de lograr sobrevivir.

  • Abrazame (En tus brazos 2) de Noe Casado

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    ANTES no era preciso que sonara el despertador para ponerse en funcionamiento cada manana, su insomnio cronico la ayudaba a estar despierta con la antelacion necesaria para arreglarse antes de empezar una de sus largas jornadas laborales. Una rutina bien organizada en la que mantenerse evitando altibajos de cualquier tipo y que hasta no hacia mucho funcionaba a la perfeccion. Pero ahora se le antojaba dificil como poco, pues, cuando oia el odioso <> de su alarma, solo sentia deseos de acurrucarse bajo las sabanas y en buena compania. La buena compania en esos instantes dormia placidamente a su espalda, rodeandola por la cintura, por lo que las ganas de ser responsable se diluian en el acto. Extendio el brazo y apago la maldita alarma. Nicole se movio hasta quedar boca arriba y hacer una mueca. Tantos anos de responsabilidad al garete. Sonrio. ?Quien hubiera pensado que la chica mas responsable del planeta ahora queria hacer novillos? No obstante, algo siempre queda; asi que, dandole un beso suave en el hombro a su grunon y pervertido particular, se levanto de la cama dispuesta a ocuparse de unos cuantos asuntos pendientes. La vida glamurosa que se le presuponia a la novia de un exfutbolista famoso no lo era todo, y ahora tenia que ocuparse del cierre definitivo del bufete. No era plato de buen gusto dar carpetazo a aquella empresa, especialmente tras tantos anos de dedicacion, pero las circunstancias asi lo exigian. Su exsocio ahora, quien lo diria, ya no era el adicto al trabajo de antano y habia montado un despacho propio, lo que la dejaba a ella como unica responsable, hecho que le robaria demasiado tiempo y, tras el cambio experimentado en su vida, no queria pasar tantas horas encerrada en un despacho, marchitandose. Nicole, la chica otrora eficiente y profesional, miro por ultima vez la cama y suspiro mientras dudaba entre apartar la sabana y despertar a la fiera o darse una ducha, fria, antes de ir a trabajar. Se mordio el labio mientras se lo comia con los ojos, pero al final opto por acudir a su cita. La esperaban en el despacho y no podia llegar tarde, no al menos cuando se trataba de un cliente importante. Si ya el estado de la oficina daba que pensar, pues su funcionamiento distaba mucho del de otra epoca, encima no podia permitirse el lujo de no estar presente, por mucha tentacion que en forma de novio pervertido la provocara. <>, penso entrando en el cuarto de bano. Programo el termostato de la cabina de ducha y se metio bajo el chorro; necesitaba refrescarse y parecer una mujer seria y decente, nada que ver con la ligerita de cascos que la noche anterior habia sudado y gemido entre las sabanas como una descarriada. Tras el aseo y con cuidado de no despertar a Max, se metio en el vestidor y saco uno de sus trajes sastre, uno gris marengo entallado de esos de aspecto pulcro y profesional que el odiaba pero que le permitia conservar por eso de jugar a la bibliotecaria cachondona, aunque Nicole preferia usarlos solo en el ambito laboral. Tras un ligero maquillaje y con los zapatos de medio tacon en la mano, salio del dormitorio en direccion a su estudio para recoger los documentos que precisaba en la reunion. Que tuviera pensamientos excitantes no significaba desatender sus obligaciones. Miro la hora y apenas le dio tiempo para un cafe rapido, pese a que la cocinera, sin pedirselo si quiera, ya tenia el desayuno preparado. --Senorita Sanders, que esta en los huesos… --protesto la mujer cuando la vio salir sin probar ni una sola de las tostadas. Nicole se dirigio escopetada hacia su Audi y arranco como alma que lleva el diablo para llegar cuanto antes a su oficina. Cuando acabara sus obligaciones ya se ocuparia de tomarse un tentempie. Aparco en la plaza de garaje reservada en el edificio comercial y, con su portafolio bajo el brazo, subio hasta su despacho. Cuando iba a introducir la llave en la cerradura se dio cuenta de que la puerta estaba entornada y eso no era normal. Ahora ya no disponia de secretaria, y a esas horas el servicio de limpieza jamas trabajaba; por lo tanto, habia algun intruso dentro. --Maldita sea… --farfullo a caballo entre asomar la cabeza y comprobar quien podia haberse colado y para que o bien, lo mas sensato, llamar a la policia y que hiciera su trabajo. Oyo un ruido, un golpe de algo cayendo al suelo, y se sobresalto. --!Joder! --oyo alarmandose aun mas. ?Habia pillado a los ladrones in fraganti? Por si acaso, saco su movil y marco el telefono de la policia para estar preparada en caso de emergencia. Despues del incidente con ese malnacido que ni queria nombrar, empezaba a ser respetada en la comisaria. Bueno, por eso, y por tener a un ex con uniforme, que siempre venia bien. --!Joder, vaya puta mierda de caja! <>, penso Nicole cuando de nuevo se oyo un fuerte golpe. Como le pudo la impaciencia, entorno la puerta y entro. --!Deje eso ahora mismo en su sitio! --grito a pleno pulmon. Puede que una mujer indefensa tuviera las de perder, pero irritando timpanos hubiera ganado una medalla. Un tipo de espaldas a ella, vestido con vaqueros desgastados, sudadera deportiva y con una caja de carton en las manos y otra a los pies con su contenido desparramado, se giro despacio para no enervar mas a la histerica que le habia chillado. El intruso se dio la vuelta lentamente hasta quedar frente a ella y la miro achicando los ojos. Nicole abrio los ojos como platos y su bolso, que pretendia utilizar como arma defensiva en caso de ser necesario, cayo al suelo. Miro al tipo de arriba abajo, parpadeando para asegurarse de que no era una vision. --Esto pesa --dijo el con sarcasmo con la intencion de sacarla del trance. --Lo siento, no te habia conocido --murmuro avergonzada. Y es que costaba reconocer a su exsocio. Parecia otro asi vestido. En todos los anos que lo conocia nunca le habia visto de esa guisa. --Si, yo tampoco me reconozco --mascullo Thomas--. No sabia que ibas a venir; estoy terminando de recoger mis cosas --anadio senalando las cajas. --No pasa nada --dijo sintiendose un poco tonta, alli de pie, los dos en la recepcion como si fueran dos extranos. Aunque en cierto modo asi era. --?Como te va? --termino preguntando por hablar de algo y no seguir alli como dos pasmarotes. --Bien. No me quejo. ?Y a ti? --Depende de como se mire --respondio no muy contento consigo mismo. --?Y eso? --inquirio. No porque le interesara realmente, pero ahora procuraba comportarse de forma menos altiva y ser mas comunicativa. Ademas, no costaba nada perder cinco minutos. En ese instante la puerta se abrio… y una morena, ataviada con el chandal mas azul electrico del mundo y con una sonrisa de oreja a oreja, entro convirtiendose en el acto en el centro de atencion. Sin ningun reparo, se acerco a el, le dio una palmada en el culo y dijo riendose: --!Deja de darle a la sin hueso que he dejado el coche mal aparcado! --Y despues se volvio hacia Nicole--: !Cuanto tiempo sin verte! Ambas se dieron dos besos e hicieron caso omiso al refunfunon que sujetaba una caja. --Dame las llaves del coche --pidio Thomas--. Mientras os da por poneros al dia, voy bajando algo. Olivia se las metio en el bolsillo delantero del pantalon y el se marcho; eso si, Nicole tuvo la decencia de mantener la puerta abierta para que pasara. --Te veo estupenda --comento la abogada. --Pues tu tampoco te puedes quejar… Y a todo esto, ?que haces currando? Se supone que tienes una vida glamurosa, repleta de invitaciones y todo eso… --Intento llevar algunos casos sencillos. No todo va a ser ir de fiesta en fiesta --respondio de buen humor--. ?Que tal esta el pequeno Robert? --Mi nino esta para comerselo…, --murmuro orgullosa--. Mira que yo queria una nina, ya sabes, por eso de volver loco a su padre, pero al final Thomas se salio con la suya. --No se como ha consentido que le pongais ese nombre… Nicole conocia la tragedia familiar de su exsocio asi que, cuando supo el nombre escogido, se llevo una gran sorpresa. --Bah, todo es cuestion de persuasion. Ademas, entre Julia y yo le dimos la chapa y, como mi sobrina es la madrina, pues ella eligio el nombre y el padre a callar y punto. Sabe que en casa tiene las de perder y poco a poco le estamos reformando… --Ya me he dado cuenta --adujo con una sonrisita--, es la primera vez que le veo asi. Tan… --?Normal? --Si --respondio sin perder el buen humor. Habia que reconocerlo, hasta no hacia mucho pensaba que su exprometido seria incapaz de cambiar, pero, como suele decirse, torres mas altas han caido. --Me ha costado un triunfo, no veas. Es que, cuando se pone petardo… no hay quien lo aguante, pero si los vaqueros le quedan de muerte. Ah, y no son de marca, que conste --explico Olivia satisfecha. El aludido eligio ese momento para hacer su aparicion y las miro a las dos frunciendo el ceno. --?Tienes para mucho? --pregunto a su mujer con sarcasmo. Sabia que, si insistia para sacarla de alli, mas se empecinaria ella en quedarse; por tanto, mejor insistir lo justo. --No te enfurrunes que te salen arrugas. ?No me digas que no esta mono asi, con barba de tres dias? --pregunto Olivia acariciandole las mejillas. --Bueno… si --convino la otra, acostumbrada a vivir con su propio tipo desalinado. Lo cierto es que ver a Thomas con ese aspecto tan, ?normal?, como habia sugerido su mujer, le hacia parecer menos insoportable. Si ademas le sumabas un caracter menos propenso a la arrogancia, lo cierto es que hasta podian llegar a ser amigos. Thomas hizo una mueca. Lo que habia que sufrir por el bien de su relacion. Si alguien, un par de anos antes, le hubiera mencionado algo asi… Para no seguir siendo objeto de estudio, decidio poner fin a la tertulia de chicas. --Venga, que se nos hace tarde. Y te recuerdo que tu y las normas de circulacion no os llevais nada bien. --La culpa no es mia. ?A quien se le ocurre conducir al reves? Por Dios, que raritos sois --se quejo negando con la cabeza. Nicole se echo a reir. --Ya deberias haberte acostumbrado. --Me niego --adujo toda seria. --Ya discutiremos otro dia ese asunto --intervino Thomas tirando de ella. --Ah, por cierto… --Olivia busco en su bolsillo y extrajo unas tarjetas de visita que entrego a Nicole--, me he hecho freelance. --Joder… --refunfuno el a su lado y anadio mirando a su ex--: no la animes, por favor. --?Freelance? ?Te has metido a periodista? --!Que mas quisiera yo!--se lamento el abogado. Pero ninguna de las dos le prestaba atencion. --No, que va. Soy freelance de la estetica --explico orgullosa Olivia mientras la otra mujer guardaba las tarjetitas en su cartera. --Que conste que he intentado impedirlo por todos los medios --apostillo el evidenciando su desagrado por tal circunstancia. --Bah, ni caso. Veras: es que abrir un centro de estetica, como siempre habia sido mi sueno, me es imposible. --Porque no quieres, que el banco si te daba el prestamo --intervino Thomas recordandoselo. --Ya, y toda la vida trabajando para devolverlo. No, he preferido ir a mi aire. Ademas, de ese modo puedo vivir aqui o en Espana sin estar atada a un negocio. Hago clientas a traves de contactos, me llaman, voy a su casa y las atiendo. !Un negocio perfecto! --Pues me parece una idea estupenda --convino la abogada--. Dame mas tarjetas, que se las paso a mis amigas -- pidio Nicole interesada. Olivia se mostro encantada. --Tambien me ocupo de los novios y amigos… --insinuo Olivia picarona. --No me lo recuerdes… --farfullo un hombre descontento y un pelin celoso. --Pues mira, ahora que lo pienso… Igual podrias pasarte manana por casa… --Lo que me faltaba --protesto el. --Deja de enfurrunarte. Tiene derecho a montar su propio negocio --le recrimino Nicole. --?Ves como es una buena idea? --inquirio Olivia aprovechando la ventaja. --A ver, que quede claro, yo no me opongo. Pero eso de ir todo el dia con el maletin de aqui para alla, de casa en casa, no es serio. Podia haber montado un salon profesional y hacerse con una clientela respetable, pero no, la senora siempre tiene que desbaratar los planes. --Oh, por favor, ya te salio la vena petarda. Tu ni caso --dijo dirigiendose a Nicole--, tengo muchas ganas de pillar por banda a tu novio, que, por cierto, ?cuando lo vas a convertir en un hombre decente? --Un dia de estos --respondio sin comprometerse. --Porque he leido en las revistas que te lo ha pedido unas cuantas veces. --Pero siempre le digo que no --respondio con una sonrisa--. Lo de estar comprometida no es para mi. Su ex se mantuvo prudentemente en silencio. --Pues a lo mejor tienes razon… --reflexiono Olivia--; ademas, si te animas a tener crios no necesitas estar casada. Si te soy sincera, yo acepte por el --hizo una mueca burlona--, porque para estas cosas es de un antiguo… --dijo senalando al <>. --Deja de cotillear --insistio Thomas--, que al final no hacemos nada. --Bueno, pues te dejo, que con un responsable asi, a cuestas, no puedo ir a ningun sitio. Las dos mujeres se despidieron con besos y la promesa de que Olivia los visitaria al dia siguiente para ejercer de freelance estetica con Max. Cuando Nicole se quedo de nuevo a solas, cerro la puerta y comprobo la hora; se percato de que, a pesar de que se habia citado con un cliente y, despues de venir a la carrera, este ni siquiera se habia presentado. Se encamino hacia su despacho y se sento en su confortable sillon de oficina. Dejo sobre su escritorio, como siempre impoluto, los papeles que llevaba y encendio el ordenador. Le daria un tiempo de cortesia a su cliente mientras revisaba los correos electronicos y otras cosillas. Noto una vibracion en el bolso y saco su movil. --?Diga? --Siento el retraso, senorita Sanders. Llegare en diez minutos. Nicole suspiro y se preparo los papeles necesarios para entregarselos y asi perder el menor tiempo posible. Hubo suerte; su visita esta vez si cumplio y pudo despacharla en menos de dos horas. Asi que, con el trabajo terminado, se dedico a navegar un rato por Internet. Encontrar noticias de Max en la red ya no suponia ninguna novedad, pero de vez en cuando convenia echar un vistazo por si alguna mencion estaba fuera de lugar o se usaba su imagen de forma incorrecta. Ahora que le llevaba los asuntos profesionales, ademas de los personales, visitar webs entraba dentro de sus funciones. No encontro nada relevante, amen de algunas fotos en las que tambien aparecia ella, por lo que se quedo tranquila. Sin embargo, justo antes de cerrar el navegador hubo algo que le llamo la atencion y quiso ampliar la informacion que daba el titular… Capitulo 2 --NO puede ser… A cada palabra que leia su perplejidad iba en aumento. Deberia estar curada de espanto. Multitud de mujeres afirmaban haberse acostado con Max y, si bien algunas simplemente se lo inventaban por alcanzar notoriedad, otras aportaban pruebas, como fotos, para dar mas credibilidad a la historia. E incluso daban detalles mas intimos, como gustos personales sobre el cuerpo de su amante o habilidades especiales, lo cual Nicole conocia de primera mano, por lo que escuchar a un monton de mujeres mencionandolo jorobaba bastante. Entendia que el tuviera un pasado, aunque costaba un poco digerirlo. Y eso que Max, siempre que la pillaba martirizandose, la llamaba poco menos que idiota, por dar pabulo a esas memeces. Especialmente porque, cuando asimilo de quien se habia enamorado, lo hizo aceptando todas las condiciones, y su vida pasada entraba en el lote. Lo intentaba y lo conseguia, mas o menos, pero esta noticia era completamente diferente. No era menos cierto que a veces se difundian noticias a las que el medio en cuestion anadia detalles de su propia cosecha para hacer mas jugoso el reportaje, y luego, como no, estaban quienes, a titulo personal, se lo pasaban en grande inventado lios en los que Max era el protagonista. Aun asi, costaba digerirlo. No queria terminar siendo una de esas mujeres celosas que arrancaba los pelos a cualquiera que se acercara a su chico, ya no tenia edad para eso. Era adulta, podia racionalizar las cosas y ser objetiva, pero, utilizando palabras de su chico: jodia, y mucho. Con un nudo en el estomago y la esperanza de que solo se tratase de otra aspirante a vivir del cuento, recogio todas sus cosas y se dirigio a su coche con la idea de dar una vuelta y despejarse un poco. Sentada en el vehiculo, pero con el motor apagado, se planteo donde acudir. A esas horas, Carla, una de las pocas personas a las que podia llamar <> y a la que podia confesarle sus temores sin recibir una sarta de buenas palabras, estaria ocupada en su trabajo. Y conociendola, no estaba muy segura de querer saber su opinion, pues podia ser de todo menos racional. Podia pasarse por casa de sus padres y perderse en la chachara intrascendente de su madre, pero, como suele decirse, es peor el remedio que la enfermedad. No necesitaba acabar la jornada con dolor de cabeza y menos aun inventarse nuevas excusas para justificar que siguieran viviendo en pecado, hecho que Nicole disfrutaba, pero que a su madre todavia le escocia. No era ningun secreto que la senora Sanders se moria por organizar el bodorrio mas espectacular y hortera del mundo para casar a su unica hija. Y Nicole se resistia a ello con todas sus fuerzas. Cuando le preguntaban <>, ella siempre respondia <>. Tambien ciertas amistades le recordaban que su novio era un tipo, por decirlo de manera suave, bastante solicitado, y que, por lo tanto, deberia tener los ojos bien abiertos para evitar que una lagarta se lo levantara, de ahi que casarse fuera <>. Ya, como si a Max o, ya puestos, a cualquier otro hombre fuera a detenerlo un papel en caso de querer ser infiel. Nicole odiaba que intentaran inocularle el virus de la maldita duda; ella solita, como en esos instantes, ya se autoflagelaba lo suficiente como para recibir ayuda extra. Podian ser comprensibles, aunque irracionales, sus dudas y mas si cabe cuando Max nunca le habia dado un solo motivo para ello. Pero era humana y a veces aparecen sentimientos inoportunos que te joroban y que, como tales, no pueden ser mandados a paseo chasqueando los dedos. --Mira que soy estupida --murmuro mientras buscaba las llaves del coche en su bolso. Termino arrancando el vehiculo y, con la prudencia habitual, maniobro para salir del estacionamiento. Lo mejor era regresar a casa y esperar que semejante noticia fuera solo un bulo mas de tantos que corrian por la red. De momento no le comentaria nada a el, pues no tenia sentido hacer una montana de un grano de arena y enfadarle, ya que, normalmente, Max echaba unos cuantos juramentos cuando ella se preocupaba, a lo tonto, de ese tipo de noticias. Nada mas llegar, aprovecho para cambiarse de ropa, pues corria el riesgo de echar el traje a perder si Max la pillaba por banda, ya que tenia cierta obsesion con su ropa de trabajo; segun el, palabras textuales: <>. Eso tenia su gracia, pues, visto desde fuera, su traje sastre era de todo menos picante; pero, con una mente tan pervertida como la de Max, cualquier cosa era posible. Nicole nunca se atreveria a ponerlo en duda, asi que, con algo menos provocativo (ironias de la vida), bajo al gimnasio, donde seguro lo encontraria a esas horas. No le fallo el instinto y, cuando empujo la puerta doble que daba acceso a el, se quedo alli, atornillada al suelo, mientras un tipo que solo vestia un pantalon de deporte sudaba la gota gorda sobre un banco de abdominales acolchado; ella era incapaz de hacer ese practica, ya que con un poco de yoga y pilates le bastaba para estar en forma. Por supuesto sin estar el delante, jamas, pues no haria ni un estiramiento decente. Todavia le costaba realizar ciertas actividades en presencia de Max. Y, ademas, estando sola evitaba las burlas y comentarios jocosos sobre sus ejercicios. Se le hizo un nudo en la garganta. Sintiendose una mirona en toda regla, hecho que antes nunca le preocupo, y aprovechando que Max estaba de espaldas, espero a que el se percatara de su presencia. No iba a jadear como una tonta, pero casi. --Con las prisas y tu mania de llegar pronto, ?hoy no has desayunado? La voz de Max, que para estar haciendo ejercicio no sonaba nada forzada, la saco de su ensimismamiento. Parpadeo antes de poder hablar. --?Perdon? --se vio obligada a pregunta

  • Viajes de niebla de Pedro Sorela

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    Los Viajes de Niebla son los que emprenden un conde anarquista y los otros personajes de esta novela de una orilla a otra del Atlantico, creando un triangulo, en los anos centrales del siglo.

  • Atame (Atrapame 2) de Anna Zaires

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    Mi nueva prisionera es una contradiccion que me vuelve loca: obediente pero desafiante, fragil pero fuerte. Tengo que descubrir sus secretos, pero hacerlo podria truncarlo todo.

  • La promesa del Sucesor (La Ley del Milenio 3) de Trudi Canavan

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    La autora de las <> nos brinda una nueva historia llena de magia, aventuras y emocion en la ansiada tercera entrega de su aclamada saga <>.

  • Feliz Vida de Lorena Franco

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    Si te gusto Maldito karma, disfrutaras leyendo las aventuras de esta ex “Top model” al borde de un ataque de nervios en su inesperada y proxima vida. Laura Smith, una popular y egocentrica top model, muere de manera absurda e inesperada cuando estaba en su mejor momento profesional en Nueva York. En su primer paseo como espiritu en la ciudad de los rascacielos coincide, entre otros, con el mismisimo John Lennon. Pero al llegar a la luz y conocer a San Pedro, este le dice que tiene que volver. Con otro cuerpo, con otra vida y en otro lugar, recordara mas de su anterior existencia que de la actual, con un toque del otro lado que hara que su nueva vida se complique por momentos. Laura empezara a vivir en el cuerpo de Marta, una cajera de supermercado extremena que vivia en un pequeno pueblo de Extremadura con varios problemas a los que la nueva inquilina de su cuerpo se tendra que enfrentar. <>.