• libro zapatillas rojas - Terri Reid

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    Un romance breve inspirado en Taylor Swift
    Esta historia esta inspirada en la cancion de Taylor Swift: “You Belong With Me.” ("Estamos hechos el uno para el otro").
    Molly y Jack han sido vecinos y mejores amigos desde que eran pequenos. Pero el verano antes del ultimo curso de secundaria de Jack, el joven pasa todas las vacaciones lejos de Molly. Cuando regresa, no solo es su fisico lo que ha cambiado notoriamente, los sentimientos de Molly por el tambien lo han hecho. Desafortunadamente, el primer dia de clase el nuevo atractivo del chico capta la atencion de la principal animadora y la chica mas popular de toda la escuela. ?Tendra Molly siquiera la oportunidad de conquistar su corazon?
    Hay tres generaciones de fans de Taylor Swift en mi casa. Personalmente, me encanta que sus canciones retraten las preocupaciones y los lios mentales que todos experimentamos sobre todo en nuestra epoca adolescente, sentimientos que, por supuesto, todavia nos invaden en nuestra etapa adulta.
    Me diverti muchisimo escribiendo esta historia que ha sido revisada por una adorable lectora beta pre-adolescente y muchas mujeres quienes dejaron su adolescencia anos atras, y todas lo han disfrutado mucho. Se trata de un romance muy entranable y MUY apto para todas las edades.

  • El Club De Las Zapatillas Rojas: Novela infantil-juvenil ...

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    El Club De Las Zapatillas Rojas: Novela infantil-juvenil sobre amistad. Lectura de 8-9 a 11-12 años. Libros para niñas y niños (El Club de las Zapatillas Rojas ...

  • 1-16 de 97 resultados para "el club de las zapatillas rojas"

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  • EL CLUB DE LAS ZAPATILLAS ROJAS 1 | ANA PUNSET

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    Libros para. Ana Punset · MONTENA , enero 2021. Pertenece a la serie "Serie El Club de las Zapatillas Rojas". Lucía, Frida, Bea y Marta deciden sellar un ...

  • Colección de El club de las zapatillas rojas - Kmeleono

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    3 ene 2021 — En qué orden leer los libros de El club de las zapatillas rojas por Ana Punset · 2. ¡Amigas Forever! · 3. Todo Por Un Sueño · 4. ¡Somos The Best!

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  • El club de las zapatillas rojas - Librería Cervantes

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  • Cabos sueltos de Terri Reid

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    Morir es lo que cambio la vida de Mary O’Reilly. Bueno, en realidad, volver de la muerte y tener la capacidad de comunicarse con los fantasmas, es lo que realmente hizo que asi fuera.
    Ahora, como investigadora privada en la zona rural de Freeport, Illinois, Mary esta tratando de aprender como incorporar su experiencia como policia de Chicago y su nuevo talento recien descubierto, en un trabajo de verdad. Su desafio es resolver misterios, obtener evidencias reales (la palabra fantasma no se sostiene ante los tribunales), y asegurarse de que los habitantes de la ciudad, especialmente el atractivo nuevo jefe de policia, no piensen que esta loca.
    Veinticuatro anos atras, una joven se ahogo en la piscina de un Senador estatal recien elegido. El caso fue archivado como un accidente. Pero ahora, mientras el Senador se prepara para ascender a cargos mas altos, el fantasma se le aparece cada dos por tres a la esposa del politico.
    Mary es contratada para descubrir la verdad detras de su muerte. Ella descubre una conexion entre el asesinato y la desaparicion de cinco ninas cuyos casos, veinticuatro anos despues, siguen sin ser resueltos. A medida que excava mas se convierte en el proximo objetivo de un asesino en serie que quiere dejar bien atados todos los cabos sueltos.

  • Un contrato de seduccion de Janice Maynard

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    Tumor. Incurable. Cancer. Jonathan Tarleton apretaba con fuerza el volante y miraba sin ver por el parabrisas. El trafico en la carretera 526 de circunvalacion de Charleston era ligero a aquella hora del dia. Aun asi, no deberia estar conduciendo. Seguia impactado y lo unico que queria era llegar a casa. Como un animal herido en busca de su guarida, necesitaba esconderse y asumir lo inimaginable. Por suerte, su hermana acababa de casarse y vivia con su marido, el mejor amigo de Jonathan. Si se hubiera dado de bruces con Mazie en la enorme casa de la playa, se habria dado cuenta al instante de que le pasaba algo. Los hermanos estaban muy apegados. En circunstancias normales, ni Jonathan ni Mazie seguirian viviendo en la casa en la que se habian criado, pero su padre era viejo y estaba solo. Muchos de sus amigos se habian ido a vivir a residencias en las que estaban acompanados y atendidos, pero Gerald Tarleton se aferraba a aquella fortaleza que era su casa en una isla barrera. Jonathan entro en el garaje y apoyo la frente en las manos. Se sentia debil, asustado y furioso. ?Como demonios iba a sacar aquello adelante? Era el unico que se ocupaba de la compania familiar de transportes. Aunque el nombre de su padre todavia figuraba en el membrete, Jonathan era el unico que se encargaba de aquel imperio. Su hermano gemelo deberia estar alli para ayudar, pero no se sabia nada del paradero de Hartley. Despues de robar varios millones de dolares a la compania, su padre lo habia desheredado y apartado de sus vidas. Su traicion le habia afectado mucho. Era un dolor interno que le reconcomia de la misma manera que la enfermedad. Su padre y el eran los unicos que sabian lo que habia pasado. No habian querido entristecer a Mazie https://www.facebook.com/novelasgratis 5 ni alterar la opinion que tenia de su hermano. Con mano temblorosa, Jonathan apago el motor, y en cuanto el aire acondicionado dejo de funcionar la humedad empezo a filtrarse en el coche. Los veranos en Carolina del Sur eran muy calurosos. Recogio sus cosas y subio a la casa. Por razones de seguridad, los Tarleton tenian alli dos despachos con la tecnologia mas puntera, ademas de los que tenian en la sede de la compania. No solo era una forma de garantizar la privacidad, tambien de que Jonathan mantuviera informado a su padre. No se sentia comodo en aquella situacion, y tenia un apartamento en la ciudad al que se escapaba de vez en cuando. Para un hombre de treinta y un anos, casi treinta y dos, su vida social era practicamente nula. De vez en cuando salia con alguna mujer, pero pocas de ellas comprendian sus exigencias. Dirigir el impresionante imperio familiar era para el todo un privilegio y tambien una maldicion. Ni siquiera recordaba la ultima vez que se habia sentido unido a una mujer, ya fuera emocional o fisicamente. Pero hacia aquellos sacrificios con agrado. Estaba orgulloso de lo que los Tarleton habian logrado alli en Charleston y queria ver su ciudad prosperar. Se detuvo unos segundos en el salon para contemplar el oceano. El sol de junio se reflejaba en sus aguas y la vista desde aquellos enormes ventanales siempre le habia parecido espectacular. Hasta aquel dia. En ese momento, la inmensidad del mar parecia estar burlandose de el. Los seres humanos no eran mas que pequenas particulas del universo infinito. Los viejos cliches eran ciertos. Afrontar la mortalidad de uno mismo lo alteraba todo. El tiempo, ese recurso que siempre habia considerado una materia prima inagotable, era de pronto mas preciado que cualquier cosa atesorada en la camara acorazada de un banco. ?Cuanto tiempo le quedaba? Los medicos le habian dicho que seis meses, tal vez un poco mas, tal vez un poco menos. ?Como iba a contarselo a su hermana? ?Y a su padre? ?Que pasaria con la empresa familiar? Mazie tenia sus propios intereses, su propia vida. Ella seria la unica duena del negocio, una vez que Jonathan y Gerald desaparecieran. Teniendo en cuenta que nunca habia demostrado el mas minimo interes por participar en la gestion de Tarleton Shipping, tal vez acabara vendiendo el negocio. Eso supondria el final de una era, pero quiza fuera lo mejor. La idea le resultaba dolorosa. Hasta ese dia no se habia dado cuenta de lo https://www.facebook.com/novelasgratis 6 vinculado que estaba emocionalmente a la compania. No era solo un trabajo para el. Era un simbolo del lugar que ocupaba su familia en la historia de Charleston. Momentos mas tarde encontro a Gerald Tarleton dormitando en un sillon del cuarto de estar y no quiso despertarlo. Se sentia devastado y fuera de control. Ademas, le dolia mucho la cabeza. Aquellos dolores habian comenzado hacia un ano. Al principio, eran esporadicos, pero poco a poco se fueron incrementando. Un medico le habia llegado a decir que eran por el estres, otro los habia calificado de migranas. Habia seguido una docena de tratamientos sin conseguir mejorar. Ese dia, su medico le habia dado un punado de pildoras y la receta para conseguir mas. Podia tomarse una, meterse en la cama y dormir hasta que aquel dolor punzante desapareciera. Pero eso no resolveria los grandes problemas. La idea de dejarse llevar por el efecto de los medicamentos era muy tentadora. No queria soportar un minuto mas de aquel dia tan horrible. Pero se dirigio a la cocina, tomo un vaso de agua y se tomo un par de pastillas de acetaminofen. Tenia responsabilidades, responsabilidades que no le llevaban a ninguna parte. Lo unico que habia cambiado era el tiempo que le quedaba. Jonathan siempre habia crecido trabajando bajo presion. La descarga de adrenalina por conseguir lo imposible le hacia esforzarse al maximo. Esa cualidad lo ayudaria a soportar los siguientes meses. Acababa de tomar su primera decision despues del diagnostico: mantendria en secreto la noticia por el momento. No habia razon para entristecer a su familia y amigos. Lo primero que tenia que hacer era trazar un plan. Una serie de ideas empezaron a formarse en su cabeza, cada una mas absurda que la anterior. Tenia que haber una respuesta. No podia permitir que cuando llegara el ocaso final, todo se fuera a la ruina. Necesitaba tiempo para asimilar aquella espada de Damocles que colgaba sobre su cabeza. Ni su dinero ni su poder ni su influencia podian salvarle de aquello. Lisette Stanhope introdujo el codigo de la alarma, espero a que la verja se https://www.facebook.com/novelasgratis 7 abriera y avanzo lentamente con su coche por la propiedad de los Tarleton. A pesar de que llevaba seis anos trabajando para Jonathan Tarleton, no dejaba de maravillarle aquella casa. Los Tarleton llevaban decadas viviendo en la punta de una pequena isla barrera al norte de la ciudad. En sus seis hectareas se levantaban la casa principal y varias construcciones repartidas a su alrededor. Una imponente verja de hierro protegia el enclave. El acceso desde el mar era imposible por el enorme muro de ladrillo que se habia levantado en la arena. Aunque la playa era publica, impedia que se pudiera acceder a la propiedad de los Tarleton tanto para evitar curiosos como por motivos de seguridad. Los huracanes y la erosion hacian que el mantenimiento del muro fuera muy caro, pero el actual patriarca de los Tarleton era por naturaleza paranoico y desconfiado, por lo que la seguridad era una preocupacion constante. Cuando vio el coche de Jonathan aparcado, el corazon se le encogio. Normalmente no estaba en casa a esa hora del dia. Tenia pensado entrar, saludar a Gerald y dejar el sobre que llevaba en el bolso en el escritorio de Jonathan. Podria haber llevado a cabo aquel tramite en las oficinas de la sede donde trabajaba, pero preferia hacerlo en un entorno mas discreto. La decision de presentar su renuncia le producia un nudo en el estomago. Jonathan se quedaria perplejo o se pondria furioso. Cuando leyera su carta, le pediria una explicacion. Ya lo habia pensado y habia estado practicando su discurso: la rutina, nuevos desafios, mas tiempo para viajar... Frente al espejo, le habia resultado casi convincente. Aquello le provocaba una gran desazon, teniendo en cuenta lo buenos que habian sido con ella Jonathan y su familia.

  • Escape Room de Chris Mcgeorge

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    Una habitacion. Un cuerpo. Cinco sospechosos. Tres horas para encontrar al asesino.

  • Del Barrio A La Mansion. En Vespa de Hugo Sanz

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    Mire a mi companera de trabajo que se pintaba las unas en su puesto y atendia a un cliente a traves de los auriculares con la mejor de sus falsas sonrisas. Se llamaba Felicity, pero esa de felicidad tenia lo que yo de millonaria, o sea, nada. Era la persona mas borde con la que me habia topado hasta la fecha. Su vida consistia en trabajar e ir a la caza del chollo en las rebajas. El caso era estar comprando de forma compulsiva. Por esa razon jamas repetia un modelito para acudir a su puesto y eso que no recibiamos a clientes en las oficinas. -- ?Te pasa algo? -- pregunto al verme observandola. -- ?Deberia pasarme? -- No se, como me miras... -- Claro, te tengo enfrente, si no lo hiciera terminaria con un torticolis impresionante. Te pusieron en el sitio clave -- me encogi de hombros. -- De todas formas, imagino que te sirvo de inspiracion para estar a la ultima en lo que a tendencias de moda se refiere. -- Claro que me sirves, eres el claro ejemplo de lo que no deberia ponerme jamas. -- Eres un poco envidiosa ?no? -- Puede ser, pero de ti precisamente no -- voltee los ojos mientras soltaba el aire, ya que estaba acostumbrada a aguantar sus payasadas. -- Kora, no tienes ni idea de lo que es el glamur. Es mas, no creo que tengas idea ni de lo que es disponer de un armario de lo mas selectivo como el mio. -- Muero por tu armario -- rei negando. -- Es cuestion de clase... -- Si, sobre todo la que tu tienes -- solte una carcajada y cogi una de las llamadas que estaban entrando. No la aguantaba y llevaba seis meses con ella enfrente ?Se podia ser mas desgraciada? Pedi infinidad de veces que me cambiaran de puesto, pero alli no me hacia caso ni Dios. Yo solo era una mas de las ciento cincuenta teleoperadoras en uno de los tres turnos que habia repartidos durante el dia, con una duracion de ocho horas. Y estaba amargada, pero claro, no tenia otra cosa y mi madre decia que, rascandome las narices en casa, nanai. En cierto modo tenia razon, todo por no haber seguido estudiando. Ahora, a mis veintisiete anos, me lamentaba cada dia. Sali a las tres de la tarde como alma que lleva el diablo. Casi le cuelgo de mala manera al cliente con el que hablaba, pero es que pasaba de regalar a la empresa ni un minuto de mi tiempo. -- ?Te espera tu novio? -- pregunto con sarcasmo Felicity que iba recogiendo sus cosas. -- Tu hermano, que dice que le pongo mas que su novia -- le hice un guino y segui hacia delante sin darle opcion a replica. Me monte en mi Vespa y sali directa hacia mi casa, en la que me estaria esperando mi divertidisima madre... -- Buenas tardes, hija ?Te pusiste el casco? -- Claro, no osaria venir sin el -- aguante la risa. -- Ya, por eso volvieron a llegar dos multas -- su cara era de mono de zoologico. Daba terror, con esos morros contenidos... -- Mama, seguro que son repetidas. -- Se dice duplicadas, a ver cuando hablas bien -- protesto. -- Duplicado y repetido es lo mismo, otra cosa es que quieras decirlo mas fino, pero claro, tan fino puede parecer lo uno como lo otro, segun los oidos que lo oigan. -- Sigue rechistandome que te comes la barra de pan. -- Hombre, eso muy fino no te quedo -- voltee los ojos cuando vi como la barra se estampaba en mi cabeza -- !Mama! -- Mientras vivas aqui vas a cobrar por mal comportamiento y por replicarme. -- Pues cualquier dia me piro, me busco un apartamento y me voy. Veras lo que me vas a echar de menos. -- Eso llevas diciendo desde antes de cumplir los dieciocho, creo que tu vas a esperar para independizarte a que yo me muera para quedarte con el piso. -- !Pero que dices! Me tiro de una azotea antes -- me dio una colleja. -- Por protestona. -- Joder mama, no veas si tienes las manos largas. -- He tenido que estirarla, hacer de madre y padre no fue facil, asi que calladita que deberias estar agradecida. -- Mira no voy a comer, me voy a ir al cuarto a descansar y que corra el aire. Vaya manera de salir de trabajar tan estresada -- resople. -- Vas a comer y vas a recoger la cocina. !Vamos! Que no soy sirvienta de nadie, demasiado he hecho con sacarte adelante y encima no seguiste ni uno de mis consejos. -- Mama que si, que yo recojo la cocina, pero tengamos la fiesta en paz... -- resople. -- En paz si me hubieras hecho caso todos estos anos. Me estaba poniendo de los nervios, como todos los dias. La queria con toda mi alma, pues ante todo era la mujer que me dio la vida, pero que aguantarla tenia tela, tela marinera. Termine de almorzar y me puse a recoger la cocina para poderme ir a mi cuarto a despejarme un rato. Eso de estar ocho horas al telefono intentando convencer a los clientes para que contrataran un seguro era agotador. Me eche en la cama agobiadisima, como siempre el mediodia lo aprovechaba mi madre para soltarme todo lo que podia y mas. Era la mas grunona del mundo, rezaba porque se echara un novio y me dejara un poquito en paz. Una llamada de un numero desconocido me desperto de ese sueno que casi acababa de conciliar. -- Buenas tardes ?La senorita Kora? -- Buenas tardes, la misma que habla -- pense que era para cambiar de compania telefonica o algo por el estilo. -- La llamo de parte del senor Steven, la entrevisto hace un mes para un puesto de cuidadora de su hija de cinco anos -- en aquel momento me acorde, era un tipo que estaba para chuparse los dedos, soltero, forrado en dinero y que tenia una hija que adopto el solo, sin necesidad de pareja. Se trataba de una familia monoparental. -- Lo recuerdo... -- Pues requiere su incorporacion inmediata en caso de que este disponible. -- Depende de las condiciones -- conteste sin pensarlo. -- Trabajaria de lunes a viernes de ocho de la manana a ocho de la tarde... -- Imagino que me daran de comer ?no? -- rei por la locura de doce horas. -- Por supuesto, tendra su tiempo para almorzar, para desayunar, para tomar cafe... Tenga en cuenta que la pequena India -- asi se llamaba -- de nueve a dos esta en el colegio y esas horas las tiene a su disposicion. Seria levantarla, vestirla, bajarla a la cocina, donde Freya la cocinera ya les tendra el desayuno, y luego la llevaria al cole. A la hora de la salida la recoge, la lleva a casa a comer, hace algunos de deberes con ella, que no llevan mas de media hora, y le da un poco de juego hasta las siete. A esa hora la ducha, la prepara y la deja cenando con Freya. -- Muy bien ?Y cuanto cobraria? -- Dos mil euros al mes y el contrato en regla por el total de las horas trabajadas. -- !Acepto! ?Cuando empiezo? -- Manana mismo tendria que estar en la direccion que le pongo en un mensaje a las siete de la manana. -- Imagino que es en la mansion del senor Steven donde me hizo la entrevista. -- Si, en su casa -- se escucho como una risita por lo que yo habia dicho de "mansion", pero para mi si que lo era. -- Pues manana estoy alli. -- Gracias, hasta entonces... Joder, ochocientos euros mas de lo que yo cobraba, eso me daba para independizarme en breve. Llame a mi trabajo y les dije que no volvia. Ni se inmutaron, tenian gente para dar y regalar, ademas de mucha mas dispuesta a trabajar. Sali al salon y se lo conte a mi madre. -- ?Has cambiado tu trabajo por uno de chacha que te llevara doce horas al dia? -- Asi es, con la pequena diferencia de que cobrare casi el doble. -- No creo que dures mucho cuando tengas que aguantar a una mocosa de cinco anos. -- Bueno, tampoco me veias desde las siete de la manana a las tres de la tarde vendiendo seguros, al menos esto es mas relajante. -- No se hija, debiste estudiar una carrera. -- Si claro y como no la estudie ya soy un despojo humano, paso me voy a la calle a que me de el aire, nunca estas contenta con nada -- sali antes de que me tirara lo primero que le pillara a mano. -- !!!Sigue asi de contestona que ya veras!!! -- chillaba mientras yo salia por la puerta. Cogi mi Vespa y me fui a la tienda de tatuajes de mi amiga Zora, con tan solo veintiseis anos estaba triunfando en su profesion. Espere a que terminara a las ocho y que saliera. Al verme sonrio negando. -- ?Ya te has peleado con la Mary? --se refirio a mi madre. -- ?Y cuando no lo hago? -- Negue echando el seguro a la moto y me fui andando con ella a tomar algo. -- Madre mia, es que os las traeis. -- ?Yo? !Pero si es ella! -- Pero si te callaras te ahorrarias muchas disputas. -- Claro, si me callo me da una colleja tambien por ignorarla. A ver, te recuerdo que estamos hablando de la Mary, que no es tu madre, que la mia solo esta a la defensiva. -- Eso tambien -- rio. -- ?Sabes? Me han llamado de la mansion a la que fui por el trabajo de cuidar a una nina ?Lo recuerdas? -- Si, la del tio bueno que me dijiste. -- Ese mismo. -- Pues manana empiezo de ocho a ocho. -- ?En serio? -- Si, por la manana la criatura estara en el colegio, asi que lo tendre de lo mas relajado. Me pagan dos mil pavos, tia. -- ?Que dices? -- Asi es. -- Pues yo te iba a comentar una cosa. -- A ver, sorprendeme. -- Alquilan el apartamento de arriba de la tienda de tatoos, el que reformaron. Tiene dos habitaciones, un salon, un bano y la cocina. Yo sola no me arriesgo, pero si lo alquilamos entre las dos... -- Joder ?En serio me lo dices? -- Son cuatrocientos cincuenta euros incluida la luz, el agua y la comunidad, esta muy bien. -- Si que lo esta, a medias nos sale rentable. Tia, yo tiro para adelante, no aguanto a mi madre mas, te lo juro. -- Y hacemos una compra todas las semanas entre las dos y listo. Ademas, tu comes en la mansion y yo siempre pico algo en el bar, solo seria para las cenas y lo necesario para los fines de semana. -- Si, si, pues por mi de acuerdo. -- ?Llamo entonces? -- Claro. Le falto el tiempo. En tres minutos ya habia quedado con el propietario para la manana siguiente, ya que el apartamento estaba encima de su negocio. -- Listo, manana hay que darle un mes de fianza y el mes corriente. Firmo el contrato con el y me entrega la llave. -- De lujo, pues ahora cuando salgamos de tomar algo pasamos por el cajero y te doy la mitad. !Mi madre va a flipar! -- rei pensando en la cara que pondria cuando le dijera que me independizaba. -- La Mary se va a enfadar, te digo yo que tu madre no puede vivir sin ti. -- Pues que aprenda, que me tiene hasta el mismo. -- Calla, al final la echaras de menos. -- ?Yo? !Tu estas flipada! -- Te voy a decir una cosa, las madres son muy puneteras, pero son nuestras madres y por ellas matamos -- dijo con el dedo para arriba. -- Eso si, pero que ganas tengo de que se eche un novio. -- Le deberiamos buscar uno... -- Que se lo busque ella. Vamos que aparecemos con uno y capaz es de sacar el cuchillo y hacer filetes con nosotras. -- Es que ella es un poco dificil, pero todo seria prepararle algo, no se ?Le publicamos un anuncio? -- Tu estas flipada -- puse mi dedo en la cabeza -- Nos descubre y somos mujeres muertas -- rei. -- Bueno, algo tendremos que pensar. -- Yo lo unico que pienso es que manana salgo de trabajar y me voy al piso, vamos que esta noche meto todas mis cosas en cajas. -- ?Manana mismo? -- Anda que no, me voy a esperar a cobrar diez collejas mas !Tu estas fatal! Eso si que no me lo esperaba. Siempre habiamos hablado de la posibilidad de irnos a vivir juntas, pero ella queria algo cerca del trabajo, no cualquier cosa y que encima estuviera a precio decente, no por las nubes. Por fin llego la hora y yo estaba loca con esa independencia que me permitiria alejarme un poco de mi madre. Despues de tomar un refresco e ir al cajero para darle el dinero, me marche hacia mi casa donde mi madre estaba preparando la cena, momento que aproveche para soltar la bomba. -- Mama, manana me independizo... -- Si claro y yo me caso. -- Pues no te vendria mal, pero lo mio no es broma. Zora encontro un apartamento arriba de su negocio y nos vamos a ir a vivir juntas. -- Pero a ver, alma de cantaro, ?Te vas a independizar para pagar un piso en el que al final viviras con otra persona pudiendo estar aqui gratis? -- Mama, no es lo mismo -- resople. -- Te veo volviendo en un mes, eso de que te tengas que encargar de la casa, comidas y todo lo que conlleva, no va contigo, asi que aqui te estare esperando. -- Senal de que me volverias a recibir -- rei. -- No me queda otra, eres mi hija. -- Vaya !Cuanto amor derrochas! -- ?Mas amor que haberte sacado sola para delante? -- Ya, mama, ya -- solte el aire -- No empecemos con la misma pelicula de siempre. Es cansina. -- Pelicula no, realidad -- hizo una mueca con la boca.

  • No solo sexo de Krista E. Mollet

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    Shaila detesta a su companero de trabajo…. o eso aegura hasta que no es capaz de rechazar una invitacion de Paul y se da cuenta que espera que esa invitacion llegue a algo mas…. ?sexo tal vez?

  • La Cadena del Profeta (Los buscadores 2), Luis Montero Manglano de Luis Montero Manglano

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  • El amor siempre va en decadencia de C.r. Narvaez

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    Juno es un joven de diecisiete anos, es hispano y no sabe hablar muy bien el ingles. El llega a esta nueva escuela donde todos son bilingues y millonarios. Vladimir Walsh y Aixa Walsh son los gemelos fraternos mas apuestos y los unicos pelirrojos de toda la escuela. Conocen a Juno Cruz y deciden darle una oportunidad de ser parte del grupo. Lo que Juno no sabe es que terminaria enamorado de ambos y tendria una lucha interna de saber con quien desea pasar el resto de su vida. Lo que Juno tampoco sabe es que Vladimir y Aixa esconden un secreto, el secreto que mantiene la economia de la cuidad de manera ilegal. Ahora Juno le toca una fuerte decision, seguir amandolos sin importar que o contarles a todos todo el dano que ellos causaron en el, contarle al pueblo todos los secretos de los Walsh. ?Podra Juno contra su corazon o dejara que los Walsh lo controlen a el?

  • No puedes ser mi jefe de Dina Reed

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    Audrey entro en el despacho del senor Stone, en uno de los rascacielos mas elegantes de Midtown, a las ocho de la manana en punto, de un lunes de primeros de febrero, y saludo al joven que estaba mirando por el ventanal como no paraba de nevar. --!Buenos dias! --saludo Audrey, convencida de que ese joven no podia ser el senor Stone. Y es que, a pesar de que era un misterio todo lo que rodeaba a la figura de Duncan Stone, porque no concedia entrevistas, no habia publicada ni una sola foto suya y ni siquiera tenia perfil profesional en LinkedIn, Audrey suponia que ese hombre tendria unos sesenta anos y, en cualquier caso, jamas tendria la planta del tio que tenia delante. Porque era un joven de unos treinta anos, alto, moreno, con un cuerpazo espectacular, buen corte de pelo, abundante y liso, y una voz profunda que era como para derretirse ahi mismo. Pero Audrey no se derritio, porque no estaba ahi para eso... --!Buenos dias! !Menudo dia! ?Le ha costado mucho llegar? --pregunto el senor Stone sin despegar la vista del ventanal y con cierto desden. No en vano, esta era la octava asistente que iba a contratar en seis meses y estaba mas que harto. Desde que la senora Carter se habia jubilado no habia vuelto a encontrar a nadie que estuviera a su altura. De hecho, todas las asistentes que habian venido despues de ella, por desgracia, habian salido despavoridas a las pocas semanas de trabajo duro y muy intenso. El no sabia hacerlo de otra manera... Y suponia que con la chica que acababa de enviarle la agencia iba a pasarle lo mismo. Tanto era asi, que ni se habia molestado en ojear su curriculum, para que, si ya sabia lo que iba a suceder con ella. --He venido en metro --respondio Audrey a ese tio que no tenia ni idea de quien era. ?Tal vez el hijo del senor Stone? Porque el traje azul oscuro que llevaba, y que le quedaba perfecto, tenia pinta de ser carisimo. El caso fue que ese joven replico, sin demasiado entusiasmo, justo antes de darse la vuelta: --Es lo mas inteligente que se puede hacer estos dias. Nueva York cuando nieva es... Duncan no pudo acabar la frase, ya que en cuanto se giro y comprobo quien era la chica que tenia en frente se quedo atonito. --!No! --exclamo Audrey que estaba tan perpleja como el. Y es que no podia creerlo. Aquello no podia ser. Era imposible. Y Duncan estaba pensando otro tanto de lo mismo, porque la chica que tenia enfrente no podia ser ella. La mujer con la que habia pasado el mejor verano de su vida... --?Audrey? ?Tu eres la Audrey que me envia la agencia como asistente de direccion? Audrey se encogio de hombros, resoplo y luego asintio sin salir de su asombro: --Yo soy Audrey Lacer. Pero tu no puedes ser el senor Stone. O al menos, el senor que Stone que es dueno de la compania. Tu debes ser Duncan Stone, hijo; o el sobrino del senor Stone, o... Duncan sonrio divertido, pues se alegraba muchisimo de que Audrey estuviera de nuevo en su vida, y replico: --Soy el unico Duncan Stone, soy el dueno de la compania Dunfly. Audrey se quedo boquiabierta, puesto que no podia ser que el chico con el que habia pasado la mejor semana de su vida fuera a ser su maldito jefe: --No, o sea, no. Es que no me lo puedo creer. Duncan se cruzo de brazos y pregunto sin dejar de sonreir: --?Por que te cuesta tanto creer que la compania sea mia? Audrey sabia que era un chico listo, pero habia tantos chicos en Nueva York que estaban sirviendo mesas que replico: --Estaba convencida de que el senor Duncan tendria la edad de mi padre o mas. ?Como demonios puedes tener una compania de aviones privados con treinta anos? Duncan se quedo mirandola, con esa coleta tirante, un traje sastre marron, botines de tacon cuadrado y un bolso de lo mas anodino, y no pudo evitar preguntar: --?Y tu? ?Como has podido vestirte asi? Audrey le miro con el ceno fruncido y replico mosqueada: --?Asi como? --Como si fueras una chica aburrida, formal y gris. --Es un traje de corte recto, elegante y serio. Visto como se supone que tiene que hacerlo una asistente de direccion. Te recuerdo que esto no es Malibu. A Duncan se le encendio la mirada y se le fue la sangre a la entrepierna de solo escuchar la palabra Malibu. --Si esto fuera Malibu, ahora mismo estariamos follando contra esa pared --mascullo Duncan, sin dejar de mirarla. Audrey sintio que un calor subito se le subia hasta el rostro y repuso: --?Que? --Lo que paso entre nosotros fue muy intenso. Una atraccion salvaje. La mas bestia que he tenido en mi vida. Asi que si esto fuera Malibu... --Ya, pero no lo es --se apresuro a decir Audrey. --No. No lo es. Y ademas estoy prometido --dijo Duncan, clavando la mirada en la de ella. Audrey sintio un escalofrio extrano al notar la mirada de Duncan, trago saliva y replico forzando la sonrisa: --Eso es genial. Pero ?tu no eras el que no creias en el amor? Duncan, que no podia dejar de mirarla, sintio tambien algo extrano y unas ganas absurdas de volver a besarla. Pero no le dio la menor importancia y replico sonriendo tambien: --No me caso por amor. Me caso por placer y por negocios. Audrey levanto una ceja de pura perplejidad y repuso: --Lo del matrimonio por interes ?no es algo que esta pasadisimo de moda? --Yo no sigo las modas. Y ahora sientate, por favor, y echemos un vistazo a tu curriculum. Duncan le senalo la silla que estaba frente a el, Audrey se sento y el hizo lo mismo en su sillon giratorio de piel negra, moderno, funcional y elegante. --?Todavia no te ha dado tiempo a echarle un vistazo? Duncan abrio la carpeta donde estaba el curriculum de Audrey y respondio con la misma sinceridad que ella estaba gastando con el: --Las asistentes no me duran demasiado y pense que tu serias una mas. --?Que pasa que en la agencia te mandan a todas las incompetentes o es que tu eres un jefe tocapelotas que no hay Dios que te aguante? Duncan levanto la cabeza de la carpeta y se echo a reir, porque le encantaba como era esa chica. --?Ves? Tu ropa no tiene nada que ver con como eres. Una chica que no tiene pelos en la lengua jamas se pondria ese traje marron tan feo. ?De donde diablos lo has sacado? Audrey bufo, dio un manotazo al aire y replico tras fijarse en que Duncan seguia llevando en su muneca las pulseras de cuentas de madera que le habia comprado en un puesto callejero en Malibu: --!Que pesadito estas con mi traje! Y ahora responde: ?por que no aguantan las asistentes ni dos tardes? --No te pases, tampoco salen por piernas en cuanto me ven, pero si al cabo de unas semanas porque soy un jefe cabron, exigente, duro y si, muy tocapelotas. Audrey que no daba credito, porque la verdad era que le costaba creer que el surfero jodidamente divertido y sexy que habia conocido en Malibu fuera todo un senor don importante, replico: --Supongo que por ser como eres has logrado el exitazo que tienes con tu compania. --Trabajo muy duro, pero tambien he tenido suerte. --Me temo que en tu caso la suerte tiene que ver mucho con el talento tambien --observo Audrey. Y es que le habia conocido lo suficiente como para saber que era un tio muy talentoso, y no solo en la cama... --?Me estas haciendo la pelota, senorita Lacer? Por cierto, si supieras la de veces que me pregunte como te apellidarias... --Jajajaja. A mi tambien me despertaba mucha curiosidad saber cual seria tu nombre completo. Pero como decidimos que era mejor que lo nuestro fuera sin preguntas... Duncan sonrio de solo recordar otra vez aquellos dias tan felices y afirmo: --Y fue genial. Pero ahora que vas a ser mi asistente voy a tener que hacerte unas cuantas preguntas. Audrey sonrio de oreja a oreja y repuso: --Y yo a ti, senor Stone...

  • PROMESAS DE AMOR CUMPLIDAS de Claudia Velasco

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    PROMESAS DE AMOR CUMPLIDAS, segundo libro de la Saga Lancaster, cumple diez anos y lo celebramos con una nueva edicion revisada y actualizada.
    “Despues del exito de El medallon de los Lancaster, primer libro de la serie Lancaster, Claudia Velasco vuelve a unir los destinos de los Forterque-Hamilton y los Lancaster y nos entrega el segundo libro de la saga, Promesas de amor cumplidas, donde conoceremos una nueva y apasionante historia de amor y donde nos reencontramos con Elizabeth y William Forterque-Hamilton, los grandes protagonistas de esta Saga en la que un apasionante viaje en el tiempo nos lleva a la Inglaterra de Enrique VIII.
    Filadelfia, 1920. Madeleine McDonaldson, hija de una acaudalada familia, suena con poder cambiar su destino, esta en contra de las costumbres de su tiempo y se resiste a contraer matrimonio con el hombre que su madre ha elegido para ella. Todos en su familia la ven apenas como a una muchacha confundida por su juventud y cegada por las nuevas ideas que se propagan en la epoca. Cuando la fecha de la boda se vuelve inminente, Madeleine ve como ultimo e improbable recurso para escapar un medallon que ha estado en su familia durante generaciones y del que, dicen, contiene el secreto para viajar en el tiempo.
    Condado de Berkshire, 1537, mientras William Forterque-Hamilton, el respetado duque de Forterque, pena por la ausencia de su esposa Elizabeth, su hermano James, un oficial del ejercito de su Majestad britanica, temido y respetado, se ve sorprendido por la aparicion en sus tierras de una joven misteriosa, que no solo llegara a su condado con las pruebas de un complot para asesinarlo, sino que tambien desatara a su alrededor una gran aventura que los llevara a conocer el amor y una enorme pasion que transformara sus vidas para siempre.

  • Soy una mama de Megan Maxwell de

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    Las manos aterciopeladas y fuertes de mi guapo marido recorren mi cuerpo, produciendome millones de estupendas sensaciones, y no solo sexuales. <> El olor a los aceites corporales con los que me masajea me hace suspirar con deleite, mientras siento y escucho la dulce y suave musica chill out que suena a nuestro alrededor y me dejo llevar por el momento. !Que paz! !Que tranquilidad! Esto es vida. <> <> Abro un ojo sobresaltada. ?Que suena? ?Que es ese punetero <>?, y ?donde estan Alfonso y la musicachill out? !Oh, noooooooooooooooo! Al instante, soy consciente de la realidad. Estoy sola en medio de mi enorme cama, porque mi currante maridin ya se ha marchado a trabajar y lo que suena es mi despertador. !Que asco! Las 7.30. Alargo la mano y lo apago. Esperare a la segunda alarma. Tengo cinco minutos antes de que suene la del movil y tenga que ponerme como Rambo, alerta y en accion. Me arrebujo debajo del edredon de plumitas de oca. <>, pienso mientras dejo que mi cuerpo entre en un perezoso coma, hasta que de pronto oigo: <>. !La alarma del movil! Rabiosa, niego con la cabeza. Pero ?ya han pasado los puneteros cinco minutos? Resignada, y tras acordarme de todos los antepasados habidos y por haber del listo que un dia invento el madrugar, saco un pie del edredon de plumitas de oca. --Uf..., !que frio! Pero antes de que mi cabeza piense en meter el pie de nuevo debajo, me reactivo y busco las zapatillas, que, oye..., siempre alguna se cuela bajo la cama. ?Por que mis puneteras zapatillas tienen que hacer lo mismo casi todas las mananas? Cuando consigo rescatarla, me la pongo y, aun con las pestanas pegadas por el sueno, me dirijo hacia las habitaciones de mis tres hijos. Angelitos, seguro que duermen como troncos, cuando digo desde el pasillo abriendo las dos puertas al mismo tiempo: --!A levantarse! Vamos..., vamos..., que hay que ir al cole. Como es habitual, no me hacen ni caso. ?Para que? Simplemente se arrebujan en sus edredones de plumitas y continuan durmiendo a pata suelta. Cinco minutos despues, despues de lavarme los dientes, mirarme en el espejo y maldecir porque no soy la chica que fui hace anos, que a cualquier hora estaba lozana como una lechuga, vuelvo al ataque amenazando como una posesa: --Una de dos: u os levantais o vais al cole en pijama. Ni que decir que a esa segunda llamada, y en especial por mi tono de voz de mala malota, abren los ojos, me miran con ganas de decirme de tooooooooo..., pero se levantan. !Ja! Menuda soy cuando me pongo en plan madrastrona. Una vez que veo que han puesto sus piececitos en el suelo, regreso a mi habitacion y me visto con rapidez. Vaqueros, camiseta y deportivas. ?Donde quedaron los tacones y los trajes que hace anos me ponia y me hacian estar impresionante? Ay..., que pena..., que pena me doy a veces. Con lo que yo fui, lo mona que iba a trabajar a la gestoria y lo que actualmente soy. Eso si, lo soy por dejada, no porque sea un trol, porque fea, fea, no soy. Lo se, no hace falta que nadie me lo diga. Pero lo que si es cierto es que fue tener ninos y deje de sacarme partido. ?Por que? Cuando tuve a Nerea, mi hija mayor, un flotadorcillo aparecio alrededor de mi cintura. Con Aaron, se afianzo y, tras David, el flotadorcillo se instalo definitivamente y, aunque haga ejercicio o me ponga a dieta, no desaparece. Sin duda, ya es parte de mi. Eso si, cada manana, cuando lo veo, pienso: <>. Y lo pienso porque Alfonso, mi marido, desde hace tiempo es un obseso de la dieta y el ejercicio. El tio esta fibroso y estupendo. Tambien se lo curra. Como diria mi insoportable suegra: <>. !Lamadrequelapario! ?Por que no se quedaria muda al nacer? Pero llega el lunes, y mi poca falta de voluntad me hace comerme un cruasan con mantequilla para desayunar, y pienso: <>. Al dia siguiente, en vez de un cruasan, me como dos y, cuando estamos a miercoles, vuelvo a pensar: <>. Saber..., saber..., se que lo empezare un lunes. Lo que queda por determinar es de que ano sera. Una vez acabo de arreglarme, bajo a la planta inferior de mi bonito adosado, ese que mi maridin y yo compramos con esfuerzo y sudor, y comienzo a preparar desayunos, almuerzos y mochilas. Cuando pongo un pie en la planta baja, mi perra, esa gran... gran... GRAN bonachona y paciente que nos soporta a todos y a la que llamamos Torrija, se levanta con las orejas aun a la virule y me saluda. Ay, Dios, !que rica es mi perra! Nos la encontramos hace tres anos una Semana Santa que fuimos a Toledo a ver las procesiones. Al regresar al coche, la vimos asustada y temblando como una hoja debajo de las ruedas del vehiculo. Cuando conseguimos sacarla ensenandole una de las ricas torrijas que habiamos comprado, la pobre se abalanzo sobre ella y, con el cachondeo de <>, con Torrija se quedo, y por supuesto se vino con nosotros a casa para ser uno mas de la familia. Donde caben cinco, caben seis. Tras nuestro saludo mananero de lametazos y cabezazos mientras le digo cosas como si la pobre fuera tonta del bote, la dejo satisfecha de mimitos y entro en la cocina y me pongo en accion. Abro la nevera, saco leche, mantequilla y embutido. Luego, de un armarito, cojo cereales, Cola Cao, pan de molde, papel de plata y galletas. Todas las santas mananas, lo mismo, !que monotonia! Con rapidez, preparo los desayunos y me enfrasco en los almuerzos. Si, esos sandwiches que envuelvo en papel de plata por las mananas y que, a veces, revisando las mochilas de mis queridos retonos, aparecen chafados y con un extrano color verde del tiempo que algunos llevan alli olvidados. Cuando mis tres hijos, Nerea, Aaron y David, entran en la cocina, es el mismo cantar de todas las mananas. Si la mayor no se pega con el pequeno, el mediano chincha a la mayor, o el pequeno empuja al mediano. !Todos los santos dias lo mismo! Al final, como siempre, tengo que ponerme en plan Cruella de Vil --ya lo de madrastrona les sabe a poco--, doy quince voces, porque con dos no reaccionan, y asi consigo poner algo de orden. Pero no..., no creais que el orden dura mucho. Es darme la vuelta y el show de mis ninos vuelve a comenzar. Veinte minutos despues, llega el momento <>. Oh, Dios..., ?como no? Ese tambien es otro clasico mananero. Pero, !ja!, ya soy graduada en dolores matutinos y no les hago mucho caso, que me los conozco. Se que, si presto atencion a esas dulces vocecitas o miro sus ojillos candorosos y suplicantes de <>, me compadecere del liante en cuestion y dos horas despues lo tendre repanchingado en el sillon, mas feliz que una perdiz jugando con la PlayStation y con una cara de satisfaccion al mas puro estilo <>, y no, !eso se acabo! Tras conseguir que desayunen, dejen de pegarse y cojan sus mochilas, logro que se pongan los abrigos. Nerea se lo abrocha. A sus catorce anos, !por fin! se ha dado cuenta de que, si no se cuida, enferma, pero Aaron, con diez, y David, con casi seis, es otro cantar. Estamos en febrero, hace un frio que pela, pero mis hijos parecen nordicos: !nunca tienen frio! Eso si, se cogen unos gripazos que es para matarlos. Por mas que les explico que cuando hace frio uno tiene que abrigarse, no lo entienden, y cuando voy a recogerlos al colegio, se me ponen los pelos como escarpias al verlos salir remangados y sin el abrigo puesto. Pero ?en que idioma tengo que hablarles? En fin, salvado el tema de salir abrigaditos de casa, abro la puerta y, una vez fuera de nuestra parcelita, nos dirigimos los cuatro juntitos y en armonia al colegio. Bueno, lo de la armonia es un decir, porque aunque yo quiero mucho a mis ninos, reconozco que son pesaditos... pesaditos, pero pesaditos, y continuan martirizandose los unos a los otros todo lo que pueden y mas, hasta que de pronto, las suplicas del que le dolia la tripa y sus malas caras se esfuman al ver a su amiguito o amiguita en cuestion, y eso me hace creer con fervor que seguramente voy a tener un hijo o una hija que dentro de unos anitos ganara el Goya al mejor actor dramatico y podre poner la estatua sobre la chimenea como un trofeo. Uisss..., !que mono me va a quedar!

  • Bienvenidos a Occidente de Mohsin Hamid

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    Bienvenidos a Occidente es una bellisima fabula sobre los refugiados, una novela con una solida posicion etica que nos cuestiona en que mundo queremos vivir. Por Mohsin Hamid, uno de los autores mas reputados de la actualidad.

  • Los Roockford de Mara Caballero

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    Devan Roockford se entera de una noticia importante: su padre ha sufrido un infarto y de paso se entera de la nueva crisis de la empresa de la familia. Inmediatamente viaja desde Los Angeles a la ciudad de Londres despues de anos de haberse marchado para buscar su propio camino lejos de su pasado.
    Anne Freeman es la directora de una revista de moda en Espana, decide ir a Londres cuando su madre le informa del infarto de su padrino; A su llegada descubre que Devan esta en la ciudad y despues de un suceso tragico, ella se entera de la crisis de la empresa de los Roockford, encuentra una solucion y la propone a Devan, este duda pero ambos deciden dejar a un lado sus diferencias del pasado, entonces elaboran un contrato donde al final hay una clausula muy importante donde se especifica que durante un ano ante el mundo seran.
    Los Roockford.

  • Terelu Campos. Frente al espejo de Teresa Viejo Jimenez

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    Con prologo de Raphael y fotografias ineditas, Frente al espejo recoge las memorias y confesiones de Terelu Campos.

  • La pasion del duque de Emma G. Fraser

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    Ewan Smith, duque de Norfolk, es un alto cargo del ejercito ingles, pero al ser traicionado por su mejor amigo, Malcolm, pierde su puesto, su titulo y casi toda su herencia. Tras jurar vengarse de el, anos despues se cruza en su camino Tyra Stone, una bella y rebelde joven que cabalga sola por el bosque y lo acusa de ser un ladron.
    Cuando descubre que es la prometida del hombre que lo traiciono, Ewan la secuestra la noche de su fiesta de compromiso, pero su belleza y su caracter fuerte hacen que el joven tenga serios problemas para llevar a cabo su venganza, pues el fuego y la pasion que se desata entre ellos hara que surjan nuevas traiciones a las que ambos tendran que hacer frente y las cuales los pondran en peligro en mas de una ocasion.

  • La decision de Julie (Bilogia Julie 2) de Carlota Manzano

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    Tras pasar cinco meses de lo acontecido con Brian y Frank, los dos hombres que habian ocupado su corazon, Julie decide que ya es hora de volver a tomar las riendas de su vida. Para ello se instala de nuevo en su duplex y marca distancia con ambos.
    No obstante, una serie de acontecimientos hara que descubra que lo que ella cree real, no lo es en absoluto. En ese momento, el desconcierto se apodera de la protagonista.
    ?Se volvera loca al descubrir que una vez mas ha caido en las redes de la mentira?

  • Escribiendo juntos de M Suarez

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    Manuel es un escritor de novelas de ciencia ficcion que distribuye su carrera entre la Ciudad de Mexico y Los Angeles.

  • Amando a un duque de Claire Phillips

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    Maximiliam regresaba al hogar tras muchos anos al servicio de la Marina Real de su Majestad. Regresaba a casa para hacerse cargo de sus responsabilidades como heredero del ducado de Frenton y sabia que entre ellas se hallaba el encontrar la esposa adecuada y aportar nuevos herederos al titulo. Nunca penso que sus planes originales sufrieran un reves al reencontrarse con una Amelia convertida en una mujer hermosa, sensual y arrolladoramente atractiva que despertaba en el deseos muy alejados de los que deberia sentir quien siempre la habia considerado una hermanita pequena a la que proteger y cuidar.

  • Mi vida es sueno de Merche Diolch

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    Eres fuerte. No sufres. No lloras. Estas. rota.
    Mimi lucha cada dia por seguir adelante tras lo vivido hace un ano. Interpreta un papel por su familia a la que adora, porque puede soportar su dolor, pero no el de la gente que quiere. Es por eso que se levanta cada manana con el proposito de conseguir que sea un poco mejor que la anterior. Por ellos. Hasta que se reencuentra con el.
    Solo eran unas vacaciones familiares, nada complicado para mantener su imagen, pero con lo que Mimi no contaba era con Dante. Su amigo de la infancia, su confidente, su antiguo amor. Al que no ve desde hace mucho tiempo y que, por casualidades del destino, pasara las vacaciones junto a ellos.
    Le habia olvidado. Le odiaba. Se mentia.

  • La jefa suprema (Los jefes 4) de Victoria Quinn

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    Me habia traicionado.

  • Un Distinguido Amor de Lily Cerda

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    Un Distinguido Amor.

  • El taller de libros prohibidos de Olalla Garcia

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    Un thriller historico ambientado en el fascinante mundo del libro en el siglo XVI.

  • Trucos para escribir mejor de Carlos Salas

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  • Los recuerdos sumergidos de Ana I. Martin

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    Una historia de superacion de una mujer valiente y fuerte a la que la vida le dara una segunzda oportunidad para ser feliz.

  • El porque del color rojo de Francisco Bescos

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    Comienza la vendimia en La Rioja Baja. Los tractores invaden las carreteras y las cuadrillas de temporeros, llegadas de todas partes, se afanan en la recoleccion de la uva. Al amanecer, una llamada anonima avisa al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra: el cadaver de un joven ha aparecido abandonado en un vinedo cercano a Aldeanueva de Ebro. Todo hace pensar que se trata de un temporero ilegal procedente de Europa del Este, forzado a trabajar por una mafia. La teniente Lucia Utrera, alias la Grande, comienza investigando el caso como un asunto de poco calado con la unica ayuda de un equipo de guardias inexpertos y un sacerdote con problemas para controlar su ira.

  • Como arena entre tus dedos – Gadea Fitera de Gadea Fitera

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    Margarita Ruiz de Lihory era una joven y bella aristocrata que decidio ser libre. En una epoca, los anos veinte, en la que ser mujer significaba estar atada a duros convencionalismos sociales, ella se salto las normas y disfruto de una vida apasionante llena de intrigas y aventuras. Espia, pintora, empresaria, triunfo en todo lo que hizo y consiguio poner el mundo a sus pies. De las arenas del Rif al palacio presidencial de Mexico, de las calles de La Habana a la elite social de Boston, Margarita conocera el amor de los hombres mas poderosos y vivira dos guerras que cambiaran el rumbo de su vida.

  • el constructor de muros de Natalia Walsh

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    Tenia poco mas de diez anos cuando lo conoci. Aun puedo percibir el olor a tierra humeda y el sonido de mis zapatos recorriendo el camino hasta su casa, la casa de los Ardwell. Decenas de viviendas georgianas poblaban ambos lados de la calle. Yo las contaba al ritmo de mis pisadas, hechizada por el color ahumado de los edificios. --De prisa, Valery --dijo mi madre. Interrumpi la cuenta--, y recuerda: debes portarte bien. No levantes la voz ni pidas algo si no te lo ofrecen. Se educada y… Mama, que tiraba de mi como solia hacerlo con Paul, nuestro mastin, detuvo la marcha y saco un panuelo de su bolsillo. Me levanto la barbilla y froto mi menton. --?Volvera Paul si me porto bien? --pregunte--. Dime, ?volvera? Sonrei al imaginar a mi amigo brincando por el patio de nuestra casa en Marsella, jadeando como cuando papa le hacia corretear de un lado a otro. --No es el momento, Valery. Y espero no tener que repetirtelo: nada de separarte de nosotras, ni de acariciar animales si los hay, ni de tocar los muebles. Y mucho menos… Clave la mirada en el cielo mientras mama seguia parloteando y tirando de mi con fuerza. Unas enormes nubes negras borboteaban alli arriba y comenzaban a caer las primeras gotas. Escuche refunfunar a mi hermana unos pasos mas adelante. Maldito Edimburgo, decia, maldito y estupido clima. Aunque su pelo seguia liso, no como el mio, Melissa no paraba de tocarselo sin perder de vista el cielo oscuro. Llevaba un vestido negro precioso y el maquillaje impecable. Cuando yo tuviera veinte anos, pense, querria verme como ella. Un zarandeo de mama me devolvio a la realidad. Caminamos durante diez minutos, hasta detenernos junto a una casa algo mas grande que el resto. En total conte tres pisos de piedra ahumada y cuatro enormes ventanales. El jardin frontal consistia en una pequena alfombra de hierba y varios arbustos. En cuanto cruzamos el estrecho camino de piedra que conducia a la puerta mama llamo al timbre. Melissa se sacudio los zapatos y volvio a arreglarse el pelo. Poco despues un hombre vestido de pinguino nos abrio; entonces mama apreto mi mano y me puse muy tiesa. --La senora Ardwell las espera en el salon. Melissa esbozo una sonrisa deslumbrante y siguio a aquel hombre. Yo me deje arrastrar por mama. El techo del hall era altisimo y de el colgaba una lampara de lagrimas que me corto la respiracion. Deje de mirarla al descubrir los mosaicos de las paredes, pero note un empujon que me obligo a seguir. Pronto nos encontramos en una sala de estar de aspecto antiguo, donde aguardaba una mujer mucho mas joven que mama. Tenia la frente amplia y el menton muy marcado, al igual que los pomulos. Tarde un poco en darme cuenta de que el cabello, oscuro y rizado, le colgaba hasta la cintura, y es que iba completamente vestida de negro. Sus ojos me dedicaron un guino. A su lado habia un chico de la edad de Melissa, que saludo a mi hermana con un apreton de manos. Cuando reparo en mi se agacho para besarme. --Pinchas --le dije, frotandome la mejilla. El joven echo a reir. Mas tarde supe que era Robert, el hijo mayor de la senora Ardwell. --Saluda tu tambien a Valery, William. Entonces lo vi. Papa solia decir que nadie recuerda el momento en que aparece la Persona que lo Cambiara Todo, de la misma manera en que se pasa por alto el encuentro con un desconocido. Un apreton de manos, contaba, no es suficiente para leer el futuro. Aquella tarde papa llevaba tres semanas dentro de la caja que unos hombres habian enterrado bajo la hierba del cementerio, y con el sus palabras, por eso mire a William Ardwell creyendo saber quien era. El estaba sentado en el sofa, absorto en un libro. Cuando su hermano mayor le dio una colleja alzo la vista y me escruto durante unos instantes. Gruno, cerro el libro y echo a andar hacia la puerta. Quise ir tras el, pero la mano de mama se me clavo en el hombro. Segui a William con la mirada hasta que desaparecio. Retales Seis noches tardo mama en terminar el vestido que Melissa llevo a casa de los Ardwell, puntada a puntada, con la ayuda de una maquina vieja de coser. Incapaz de dormir, yo la observaba trabajar y me entretenia con los retales que caian al suelo. Cuando viviamos en Marsella, mama solia animarme a disenar vestidos para mis munecas usando la tela que sobraba. Los haciamos por decenas, pero su armario en Edimburgo estaba tan vacio como el mio y alli nadie tenia tiempo para ayudarme con las puntadas. Terminada la noche de faena, mama apagaba la maquina, barria alrededor y los pedacitos de tela iban a parar a la basura. No hubo retales durante nuestra primera semana en Escocia, sin embargo. Hasta el dia en que acompanamos a papa al cementerio mama se nego a salir de la pension. Llegado el momento las tres nos pusimos nuestros mejores vestidos y, mientras caia la lluvia, observamos como dos hombres con la camisa arremangada resoplaban y recubrian de tierra la caja de madera. Nadie salvo el cura dijo una sola palabra. Nadie mas que el nos acompano. Despues de permanecer un rato larguisimo frente a la tierra humeda y revuelta nos invito tomar el te en una salita de los locales parroquiales. --Aun… Aun no puedo creerlo. Mama miraba algun punto en el fondo de la sala, la mano sosteniendo una cucharilla hundida en el azucarero. Me fije en como Melissa la sacudia con disimulo, hasta que solto el cubierto. El cura colmo nuestras tazas de te. --Has vuelto a casa, Ann, a Edimburgo, y tus hijas estan contigo. Los ojos de mi madre empezaron a ponerse vidriosos. Clave los mios en la bandeja de pasteles situada en el centro de la mesa y elegi al azar dos o tres que fueron a parar a mi plato con mas estruendo del necesario. Melissa me pellizco por debajo de la mesa y ahogue un grito. Aunque yo habia intentado no levantar la cabeza del plato, mi mirada se cruzo con la del cura. Era mucho mayor que papa y no sonreia, aunque le caian por encima de las orejas unos mechones pelirrojos parecidos a los de el. --Ann, mirame. --El cura levanto la barbilla de mi madre--. ?Cual es vuestra situacion? Silencio. Pronto ya no quedarian pastas en mi plato, me dije. De un salto baje de la silla y bordee la mesa, hasta alcanzar la bandeja. Melissa no me reprendio cuando me servi casi todas las que quedaban. --En Marsella teniamos el taller --dijo ella--. Habia empleadas, incluso una pequena tienda. Haciamos arreglos, mas que todo. Los meses antes del cierre yo tambien cosia. --?Es suyo el traje que llevas? Todas nos giramos para mirar a Melissa, incluso mama. Mi hermana asintio y se puso de pie. --Bueno, no soy un entendido, pero podria servir. --El cura rodeo los hombros de mama--. Escuchame, Ann. Lo primero sera encontrar un colegio para Valery… Un lugar en el que podais vivir. Melissa te ayudara con el trabajo, y yo te dare algunos contactos. No digo que sea sencillo, pero pondremos los medios y dejaremos que Dios haga el resto. ?Estas dispuesta? Mama murmuro que si. Volvimos a ponernos nuestros abrigos y el cura nos despidio despues de entregarnos una caja muy pesada que apenas pudo sostener con ayuda de Melissa. --Vais a necesitarla… Hay muchos retales que recomponer. De vuelta a la pension, aquella noche, el color volvio al rostro de mama al acariciar la vieja y oxidada maquina de coser. Medidas --El padre McAnthony me ha hablado maravillas de ti. ?Es tuyo ese vestido? La senora Ardwell dejo la taza de te sobre la mesa y senalo el atuendo de mi hermana. Mama asintio; tenia las mejillas rojas. --Es precioso. --Yo... Gracias, senora. --Brenda, Ann, llamame Brenda. Mama se sonrojo aun mas y volvio a asentir. Cuando extendio la mano para alcanzar la tetera a punto estuvo de volcarla. --?Conoce... conoce al padre desde hace muchos anos, Brenda? --!Diria que desde siempre! Oficio mi confirmacion, mi matrimonio y bautizo a los chicos. Nos ha acompanado en algunos momentos dificiles, tambien. --La senora Ardwell agito su larguisima melena--. Pero no hablemos de el, Ann. Me gustaria mucho ver alguno de tus otros trabajos. Llevas anos dedicandote a la costura, ?verdad? --Diria... --Mama esbozo una pequena sonrisa--. Diria que desde siempre. --!Es la mejor! Sus vestidos son los mas bonitos que yo haya visto, solo tiene que mirar el de Melissa. --!Valery! Mama me dedico una mirada dura y yo agache la cabeza. Cuando me atrevi a levantarla, la senora Ardwellreia. --Asi que el vestido mas bonito del mundo. --!Claro que si! --Senora Ardwell, disculpela, no... --empezo mama. --Dime, Valery, ?crees tu que me sentaria bien uno parecido? --Asenti de nuevo y su sonrisa se hizo mayor. Entonces echo la silla hacia atras mientras miraba a mama--. Pues no se hable mas. ?Que te parece si me tomas las medidas, Ann? Mi madre se puso de pie al momento y comenzo a hurgar en su bolso. Melissa apuro el te e indico a la anfitriona que se levantara. --Tardaremos un momento. No sera nada, de verdad, y quedara usted encantada… Se alegrara de habernos hecho venir. Aproveche el revuelo para escabullirme, no sin antes esconder un punado de pastas en mi bolsillo. Solo la senora Ardwell, en pie para que mama le tomara las medidas, noto que salia, y me dedico un guino. Volvi al vestibulo y me asome al salon, donde ya no quedaba nadie. Contemple la majestuosa escalera de madera y aferrada a la barandilla subi un par de peldanos. Dude entre seguir o regresar al salon; luego imagine que William habia tomado ese camino y ascendi uno mas. Al hacerlo, recorde la advertencia de mama: portate bien. Baje los escalones de puntillas y me sente a contemplar la lampara de cristal mientras engullia las pastas. --Melissa, pasame otro alfiler. Eso es, con que anadamos cinco o seis centimetros al bajo es suficiente... ?Y Valery? ?Donde se ha metido esa chiquilla? Corri al salon de te al oir mi nombre y me apresure a regresar a mi asiento. Mama me reprendio con una mueca pero pronto volvio a arrodillarse junto a la senora Ardwell. Su hijo mayor, el chico de la barba pinchuda, entro al poco. Pense que William vendria con el, pero nadie le siguio. --Robert, ?has visto? El padre McAnthony tenia razon. Finalmente Ann cosera un vestido identico al de Melissa, para mi. --Genial, mama. Vi como sus ojos se cruzaban con los de mi hermana y a ella se le escapaba la cinta metrica. Ambos se agacharon para recogerla y entendi por que mama habia sugerido anadir unos centimetros al vestido. Aquella tarde volvimos a casa en taxi, y mi madre insinuo que pronto podria estrenar zapatos nuevos. Melissa resplandecia: como comento, no tardariamos en regresar a la casona. Antes de que la puerta se cerrara detras de nosotras volvi la cabeza en busca de William. El ya no estaba, pero lo estaria. Luto Desde que la senora Ardwell requirio nuestros servicios habia dias en los que ni siquiera pasabamos a que me cambiara despues de clase. Tomabamos el te en, al menos, tres casonas distintas, y solo habia sustitutos para mi uniforme si vivian ninos en alguna de ellas. Mas que un maniqui, yo solia ser objeto de burlas por culpa de mi acento. Terminado el repertorio de vestidos nuevos, que despues vendian, nada mas quedaban las risas de aquellos ninos. Para Melissa, en cambio, cualquier tarde era divertida. Ella parloteaba con los hermanos mayores entre taza y taza de te, mientras mama media y sonreia. Yo era demasiado joven para entender por que nadie se reia de su acento. Una noche, cuando el vestido de la senora Ardwell comenzaba a parecer tal, me acerque a la maquina de coser. --Apartate de la luz, Valery --dijo mi madre. --?Puedo…? --?Es que no me escuchas? --Yo solo… Levanto los ojos de la prenda y senalo una silla proxima. Me sente con las manos sobre la falda hasta que parecio olvidarse de mi presencia. --?Crees que hablo mal en ingles? --pregunte. --Siempre se te ha dado muy bien. ?A que viene eso? --?Y Melissa? ?Habla Melissa mejor que yo? Mama no contesto. --?Tu sabias frances cuando conociste a papa? --insisti. Una vez mas, silencio. Suspire y segui con desinteres el trazo de la aguja, hasta que, incapaz de aguantar un minuto mas sentada, me acerque a la maquina de coser. --Mama, ?por que la senora Ardwell lleva trajes negros? Hice ademan de acariciar el vestido. Mi madre me dio un manotazo y grito que no se me ocurriera poner las manos sobre la tela. --Vuelve a sentarte. !Mas atras! --?Por que negro, mama? El negro es feo y oscuro, ademas se ensucia enseguida… Tironee de su brazo. --Supongo que la senora Ardwell es viuda, y las viudas deben vestir de luto --dijo al final. --?Y por que no haces tu lo mismo? Mama paro la maquina y me miro a los ojos. --Yo tengo que trabajar, Valery. --?Volveremos algun dia a Marsella? Suspiro, me espanto de su taller y siguio cosiendo. La muneca El pago de la senora Ardwell me llego en forma de una muneca Barbie que mama compro en cuanto tuvo su adelanto en la mano. Aquello me hizo pensar que las cosas iban mejor de lo esperado. La prueba definitiva del vestido tuvo lugar dos noches de costura mas tarde. Caminamos las cuatro hasta la casa de la senora Ardwell: mama, Melissa, mi muneca y yo. Aquel dia vimos el sol en Escocia por primera vez, de ahi que nadie echara de menos un taxi. Mucho rato despues, ya en el recibidor en penumbra de la casona, sentia calor en las mejillas. Le pregunte a mi hermana si le ocurria lo mismo, y sus ojos brillantes me contestaron que tambien habia pensado en Marsella. La senora Ardwell nos hizo pasar de inmediato al jardin. --Un dia como este no puede desperdiciarse. !Y en pleno octubre! !Vamos, todos fuera! Melissa, cielo, quitate esa chaqueta. !Me estas dando calor! Mi hermana lo hizo y tambien yo, aunque percibieramos la temperatura como la del mas cruento invierno en Francia. La senora Ardwell comenzo a poner la mesa bajo la pergola. --Lo habia olvidado, ?sabe? --dijo mi madre. --?Te refieres a tratarme de tu, y no de usted, como insistes en hacer? Mama forzo una sonrisa. --Me refiero... me refiero a que aqui tambien sale el sol. La senora Ardwell le froto los hombros. --Pues claro, mujer. El sol sale todos los dias. Todos, aunque haya veces que este detras de las nubes. -- Giro sobre si misma--. !Robert! Hacen falta dos sillas mas. ?Las traes tu? --Volvio a mirar a mama--. No importa donde estemos, Ann. Lo importante es la compania. Mama se quedo parada durante un instante, y luego comenzo a repartir servilletas con gesto ausente. Melissa y Robert aparecieron a los pocos minutos cargados con las sillas que faltaban. Sirvieron te y una generosa racion de pastas. Yo probe unas migas y enseguida me levante de la mesa. La hierba era tan esponjosa como la habia imaginado. Me sente a unos metros de la pergola, lo bastante cerca como para que mama pudiera verme pero lo bastante lejos como para que no me prestara atencion. Cepille el pelo de mi muneca con mimo, pensando en cuantas mas tendria si la senora Ardwell decidia llenar su armario de vestidos nuevos. De vez en cuando levantaba la cabeza en busca de William, pero el no se dejo ver. --... Brenda, no voy a aceptar tanto. --Quiero que lo cojas todo, Ann. --No es justo que... --!No protestes! Mientras los hoteles funcionen todos debemos comer y vestirnos. Hazlo por la nina, y sobre todo por ti. --Yo... --Estoy pensando en un traje de falda y chaqueta; ademas William necesita unos arreglos en su Kilt. Tomatelo como un adelanto. !O un regalo!

  • Un beso en Navidad de Jonaira Campagnuolo

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    La Navidad puede ser una epoca de mucha tension, capaz de desequilibrar las emociones de cualquiera. Jessie es una de ellas. Sus problemas familiares y las exigencias en su trabajo la obligaran a descargar su frustracion en una familia de munecos de nieve que adorna la cafeteria de Ethan Martin, poniendo a prueba las fortalezas de ese hombre, quien esta dispuesto a atrapar y aleccionar a la agresora asi tenga que invertir su vida en ello.
    ?Que ocurrira cuando se encuentren?

  • La Sonrisa de Angelica de Andrea Camilleri

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    Una serie de robos ejecutados de forma extremadamente ingeniosa y audaz se extienden de la noche a la manana entre los habitantes mas adinerados de Vigata. Los cacos logran desvalijar simultaneamente la residencia principal y la de veraneo, y, en pocos dias, enormes sumas en efectivo, joyas y valiosisimas obras de arte pasan de las manos de sus duenos a las de estos expertos delincuentes que, en apariencia, lo tienen todo calculado. Con la llegada de una enigmatica misiva anonima en la que el cerebro de la organizacion reta a Salvo Montalbano a jugar una suerte de partida de ajedrez, el caso se convierte rapidamente en un desafio para nuestro comisario. Pero lo que de verdad complica las cosas es la aparicion en escena de Angelica Cosulich, una de las victimas de los robos. La belleza fulgurante de esta joven treintanera de sonrisa luminosa trastorna profundamente a Salvo, pues es la viva imagen de la Angelica del Orlando furioso, el ideal femenino que protagonizo las fantasias adolescentes del comisario. Como Orlando, Montalbano debera luchar simultaneamente en distintos flancos: por un lado, confuso y obstinado, contra los achaques de la edad --se esta acercando a los sesenta--, y por otro, contra la atraccion de una mujer a la que es incapaz de resistirse. Con las hilarantes aportaciones de Catarella y las dosis de genial improvisacion con las que el comisario elude los intentos disciplinarios de sus superiores, La sonrisa de Angelica es una de las aventuras mas emocionantes y divertidas de la serie.

  • El funeral de Lolita de Luna Miguel

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    La esperada primera novela de Luna Miguel, <> (Tua Blesa, El Cultural de El Mundo).

  • Cada parte de mi (Trilogia competa) de Myriam Ojeda

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    “TODA LA TRILOGIA EN UN SOLO VOLUMEN”

  • Viri (Simplemente Amor 2) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • 21 lecciones para el siglo XXI de Yuval Noah Harari

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    Vuelve Harari

  • El mundo de Lisa de Zeneida Miranda

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    Podria comenzar diciendo que. !todas mis amigas estan como cabras! Hala, asi de contundente. Las adoro, si, pero estan locas. Y este libro es un buen ejemplo de ello. ?Quien soy yo? Soy Lisa y era una chica normal, anonima y aburrida hasta que una de mis amigas me reto a que escribiera una historia de Sexo en Nueva York pero con nosotras. ?Acaso tengo yo pinta de Carrie Bradshaw? !Si soy mas alta! Pero, ?sabeis que? !Que lo hice!

  • Jaque Mate (Ronda mortal 3) de Lina Perozo Altamar

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    La revelacion de un secreto, guardado por anos, trastocara el mundo de Gonzalo Dorta, alejandolo de la estabilidad que habia conseguido, gracias al sentimiento que renacia en el y que creia olvidado. Sentira, que debe escapar de Nueva Orleans y dejar atras, todo lo vivido.
    Sin embargo, una vez mas, Deborah Wallis, lo atraera; dandole nuevos motivos para quedarse, pero esta vez, sus intereses habran cambiado; en adelante, se movera dentro del tablero, en funcion de descubrir la verdad, detras de la fachada de la familia Wallis.

  • Asi se domina el mundo de Pedro Banos Bajo

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    Alianzas, manipulacion, rivalidad, guerra psicologica. Mejor que Juego de tronos: las claves de la geoestrategia mundial.

  • Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 anos de Llucia Ramis

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    Nuestra protagonista, una joven periodista mallorquina que trabaja para un diario en Barcelona, acaba de cumplir treinta anos. Blai, que pinta retratos envejecidos de sus amigos, es incapaz de pintarla y ella se siente una musa en excedencia, “una idea para un cuadro que no acaba de definirse en un cuadro. Porque quiza se le ha pasado el momento. O no le ha llegado aun. Si es que tiene que llegarle”.
    Su vida, aparentemente estable, empieza a tambalearse cuando descubre que le van a subir el alquiler y a que dentro de seis meses perdera su trabajo. Mientras tanto, sus amigos comienzan a emparejarse, a hipotecarse y a plantearse tener hijos, ella descubre por casualidad una carta que un ingles escribe a una chica de Barcelona en la que le pide matrimonio y duda en si hacersela llegar o no.
    La cubierta de Cosas que te pasan en Barcelona cuando tienes 30 anos ha sido disenada por Marina Gomez, vocalista inconfundible del aclamado grupo indie Klaus & Kinski. La traduccion esta realizada por la escritora Jenn Diaz quien acaba de publicar en catalan la novela Vida familiar que ha recibido el Premi Merce Rodoreda.

  • En el nombre del Espiritu de Mario Escobar

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    A veces tenia la sensacion de que su vida se encontraba llena de contradicciones. Aquella manana habia asistido a la ultima concentracion del 8 de marzo para celebrar y revindicar la igualdad entre hombres y mujeres, mejor dicho, la equidad, ya que no necesitaba para nada ser igual que un hombre. Habia ido a la ultima misa del dia en la catedral. A veces pensaba que acudia a la iglesia porque era lo que le habia ensenado su madre, aunque su abuela Librada siempre fue contraria a cualquier tipo de religion, pero en el fondo necesitaba algo de sosiego y la paz que experimentaba en un templo no la sentia en ninguna otra parte. Aquel desasosiego que siempre la invadia, esa necesidad de reposar el alma parecia algo totalmente ajeno a su generacion. Tal vez la iglesia habia dejado de cumplir la labor para la que fue concebida, un sitio de amor, comprension y comunidad, para convertirse en un nido de viboras criticonas donde solo se desearia aparentar. Algunas vecinas de banco, a las que conocia perfectamente, la miraban con cierto recelo desde que habia destapado los casos de pederastia del obispado de Oviedo. Muchos feligreses desconfiaban del nuevo obispo, aunque debia de admitir que su actitud era totalmente diferente. Juan Bueno era un hombre joven, apenas pasaba de los cuarenta, de origen canario, siempre con una sonrisa en los labios y unos ojos luminosos que parecian transmitir la paz que ella anhelaba. Sobre todo en un dia como aquel. El obispo subio al pulpito y se dirigio a los fieles. --Queridos hermanos, el mundo parece estar suspendido por un fino hilo, siempre a punto de destruirse y dejar de existir. Nos ha sacudido una pandemia, pero tal vez la mas terrible de las plagas es la falta de amor y empatia. Mientras los politicos juegan al cruel juego de las sillas, mas preocupados de sus puestos que de los ciudadanos, decenas de miles de personas se suman a las que ya se han denominado "las colas del hambre". ?Hasta cuando? No me gusta hablar de politica, creo que la Iglesia ya ha cometido suficientes desmanes a lo largo de la historia a causa de posicionarse politicamente. Mas bien defiendo el Reino de Dios. Denuncio la pasividad de los que deberian ser los servidores publicos y terminan sirviendose del pueblo. ?Hasta cuando clamara la voz de los debiles? Mientras, los unicos beneficiados de este caos son los extremistas, los violentos y los agoreros de los malos tiempos que se avecinan. La voz del obispo atronaba en la amplisima capilla, sin apenas paredes donde retumbar, para terminar muriendo en las conciencias apagadas de los feligreses, deseosos de regresar a sus corrientes y seguras vidas cotidianas. --?Por que nos afanamos tanto? ?Por que agotamos nuestras vidas en conseguir mas cosas? Como dice Eclesiastes, la vida es como correr en pos del viento. Se escapa de nuestros dedos, sin que nuestros ansiosos dedos puedan detenerla. Algunos se movian inquietos en los bancos, muchos feligreses habian apodado al obispo el "cura rojo", aunque el religioso criticaba a derecha e izquierda por igual. --Estamos preocupados por agrandar nuestros graneros y se nos olvida que esta noche Dios viene a llevarse nuestra alma. ?De que vale ganar el mundo entero y perder nuestra alma? Al terminar la homilia la mayoria de los feligreses se marcho de inmediato para evitar saludar al obispo, pero Priscila permanecio en su banco, con la cabeza gacha y una triste expresion de angustia. En cuanto Juan Bueno despacho a las ultimas beatas se sento con la casulla aun puesta al lado de la joven. --Querida Priscila. ?Como estas hoy? --Mal, padre. Mi abuela esta ingresada, no se si lograra salir de esta. El cancer parece muy avanzado. --?Tiene dolores? --pregunto el obispo, mientras sus ojos negros brillaban detras de las gafas redondas de color plateado. Priscila trago saliva para contener las lagrimas. Librada llevaba tres dias ingresada. La habia hallado en el suelo de la habitacion, se habia pasado toda la noche sin poder moverse, demasiado debil para llamar a emergencias o intentar incorporarse. --Le estoy rogando a la Virgen de Covadonga. --Es inutil, padre. Mi abuela ya ha vivido todo lo que tenia que vivir, pero me rompe el corazon verla sufrir. Odia estar encerrada en un hospital, no quiere morir alli. El obispo se froto la frente, como si intentara ordenar sus ideas. --Puedo pedir que la trasladen a la Casa de Maria, es una residencia para enfermos terminales. Priscila fruncio el ceno. --!Unicamente hay algo que odie mas mi abuela que a las monjas, una residencia de ancianos! --Es un lugar especial, cerca del mar, ni notara que esta en una residencia. Las hermanas son todas encantadoras. Si quiere, manana mismo podemos pedir el traslado. --Gracias, se lo dire. El obispo apoyo la mano en el hombro de la joven, ella respiro hondo y estaba a punto de ponerse en pie cuando el hombre le comento. --Te pedi que vinieras por algo, por un asunto que me tiene preocupado. Ella giro la cara y fruncio el ceno. No se esperaba que precisamente el obispo de Oviedo le fuera a proponer un caso. Lo cierto es que no le faltaba el trabajo, la resolucion del ultimo crimen y el caso de los mineros sindicalistas habian logrado que se hiciera aun mas famosa. --Usted dira. --No me hables de usted, no soy tan viejo. El obispo sonrio, su barba cerrada parecia hincharse como si fuera una esponja empapada en agua. --Tengo varios casos entre manos, pero si necesita algo le dare prioridad absoluta. --No es para mi, es sobre la hija de una feligresa. Se llama Jacinta. ?La conoces? A pesar de que conocia a la mayoria de vista, no sabia sus nombres. --Jacinta Bosque. --No caigo. --Es una mujer que se sienta en la ultima fila, tiene el pelo blanco y viste casi siempre de negro, es viuda. --Ya se quien es --contesto Priscila. --Bueno, su hija estudio en Santiago de Compostela, hizo Derecho y despues se fue a vivir a Ponferrada, encontro un puesto en el ayuntamiento de asesora. Desaparecio hace una semana. La policia la ha estado buscando, pero no hay ni rastro de ella. Priscila habia escuchado algo en la television, pero con la situacion de su abuela no le habia prestado demasiada atencion. --?Como se llama? --La joven es Alexandra Bosque. --Hare lo que pueda, aunque no puedo alejarme mucho de Oviedo, al menos mientras mi abuela se encuentre asi. --Te paso el telefono de la madre y hablas con ella. Despues haz lo que puedas. --Si, padre. --Llamame Juan. Aqui en Oviedo la gente es un poco estirada, pero en mi Tenerife natal a los curas se les trata de forma mas cordial. Estoy pidiendo a Dios que me de fuerzas para transformar la diocesis. --Ten en cuenta que en Covadonga se comenzo la Reconquista, te encuentras en el corazon mismo de la Espana cristiana. --Precisamente tengo que ir a Covadonga manana para oficiar una misa. Odio esas ceremonias solemnes, prefiero estar con la gente. Llamame si tu abuela se anima a ir a la residencia. Priscila salio del templo y sintio frio, a pesar de que estaba a las puertas de la primavera. Las nubes cubrian el cielo negro de la noche, dando cierto aspecto fantasmagorico a la plaza. En ese momento sono el telefono. Le dio un vuelco el corazon. Desde que su abuela estaba en el hospital se temia lo peor. Era su madre que, desde que la abuela habia empeorado, no paraba de llamarla, anadiendo mas tension a sus pobres nervios. Decidio no llamarla, se dirigio hacia su coche y despues enfilo camino del hospital. Mientras su cabeza no dejaba de rememorar su ninez cuando su abuela parecia la mujer mas fuerte y sabia del mundo. 2. Urgencia El hospital se encontraba adormecido cuando subio por las escaleras y se dirigio a la habitacion de su abuela. Afortunadamente la cama de al lado estaba vacia, no queria que nadie perturbara su paz, ahora que parecia quedarle tan poco tiempo de vida. Se acerco a la cama casi a oscuras, la unica luz que iluminaba el rostro dolorido de su abuela era la que penetraba por los sucios cristales del ventanal. A sus pies, la ciudad de Oviedo intentaba sobrellevar su adusta y trivial vida llenando las terrazas de los bares o las tiendas de moda. Priscila se aproximo a la anciana y le puso la mano en la frente. Esta reacciono de forma violenta. --!Joder, que todavia no me he muerto! --grito la anciana rompiendo la calma y el silencio del lugar. --Soy yo, abuela. --Perdona hija, creia que era tu madre. Siempre esta por aqui dando el conazo. Ya sabes como es, siempre quiere ser la protagonista. Ya le he dicho, menos dramas bonita, que la que se esta muriendo soy yo. --No hables asi. --Es verdad, carino. La muerte es el ultimo acto de una funcion que siempre se hace corta. Pues algunos estan a punto de robarte tu ultima frase o peor aun, obligarte a que pongan en tu epitafio: "Se cago en todos sus muertos para que la dejaran descansar en paz". --Te veo mejor que esta manana. La anciana intento incorporarse un poco, pero sin exito. --No se manejar estos potros de tortura. Eso que son nuevos, y con ese mando lleno de botones tienes que haber hecho una ingenieria para entenderlo. Priscila incorporo un poco a su abuela. --?Quieres que te ponga un poco la tele? --No por Dios, debian prohibirla como en Corea del Norte. --En Corea del Norte hay television, abuela. --Me refiero a eso de tener tantos canales, para al final no decir nada o, mucho peor, para embrollarlo todo. En una siempre hablan a favor del gobierno, en las otras en contra, todo es siempre la misma vaina. Priscila se sento en la butaca, no se habia dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que lo hizo. Se quito los zapatos de tacon y cerro los ojos. Le encantaba oir grunir a su abuela. Tenia la sensacion de que todo estaba bien cuando la escuchaba refunfunar y despotricar contras los politicos. --?Tu has visto a la "dona Rogelia" que gobierna en Madrid? Por Dios, parece que habla un ventrilocuo o que es la nina del exorcista. Y yo que pense que despues del "bigotes" no podian caer mas bajo en la derecha. --Bueno, ya sabes como es la politica.

  • Al otro lado de la mirada de Carmen Vidal

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    Al otro lado de la mirada, nos habla de amor y nuevas oportunidades. Nos cuenta como llegamos a juzgar todo lo que nos rodea dependiendo de la perspectiva desde donde miremos.
    El bien y el mal pueden estar mas conectados de lo que podemos imaginar, siendo el uno o el otro la llave para alcanzar nuestro destino. La eleccion siempre es tuya.

  • Amor sinfonico de Carmen Ruiz

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  • Andre y Kira. La historia de un beso de M. Cavani

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    Andre ha estado enamorado de Kira desde que llego a su secundaria, mientras ella jamas le ha hecho caso, para Kira el volley es su unico y verdadero amor; pero una noche inesperada sucede algo que ni el azar habria previsto: un beso entre los dos. Desde entonces, Andre no ha hecho otra cosa que tratar de recordarlo mientras Kira solo quiere olvidarlo.

  • El lenguaje de las abejas (Grandes Novelas), Cristina Caboni de Cristina Caboni

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  • Ciudad de Reyes (Nueva York 1) de Mariah Evans

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    Primera entrega de la serie romantica paranormal: Ciudad de Reyes.
    La poblacion de Brooklyn esta sufriendo una oleada de despiadados asesinatos. Una division secreta del Pentagono, con Josh Gallager al mando, es enviada a la comisaria principal de la zona para colaborar en la investigacion.
    Gallager debera trabajar junto al Inspector de homicidios Franklyn, pero sin revelar su verdadera mision ni las atipicas particularidades que les caracterizan a el y a su equipo.
    Sarah es sobrina del inspector y trabaja como secretaria en la comisaria. Cuando es atacada y consigue milagrosamente escapar de los depredadores que tienen aterrada a la ciudad, Josh se vera obligado a protegerla… ocultandole su mas oscuro secreto.
    Una magnifica novela, ambientada en el famoso barrio de Brooklyn, en Nueva York, que te hara temblar y enamorarte a partes iguales.

  • La dama de la ciudad prohibida, Jesus Maeso de la Torre de Jesus Maeso De La Torre

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    Una intriga historica en el exotico mundo de las concubinas imperiales chinas.

  • Las puertas del infierno de Richard Crompton

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    El detective Mollel, destinado a un pequeno pueblo perdido en un extremo del Parque Nacional de Hell’s Gate como <> por denunciar la degradacion de las altas esferas del Gobierno de Nairobi, esta convencido de que su carrera ha terminado para siempre. Ademas, ?es su herencia de guerrero masai un lastre para poder desempenar su labor conforme a las normas del sistema?, ?y si a pesar de estar del lado correcto de la ley resulta casi imposible discernir donde reside la justicia? Pero cuando una trabajadora de unos grandes invernaderos de rosas destinadas a la exportacion aparece ahogada, Mollel empieza a darse cuenta de que los tentaculos de la corrupcion han alcanzado tambien, ese remoto lugar del pais: enemistades tribales, caza furtiva, poblaciones desplazadas, escuadrones de la muerte que superan en numero y en armamento a las autoridades encargadas de detenerlos…
    A la vez que nos transporta a uno de los escenarios mas complejos y fascinantes del continente africano, Crompton radiografia honesta y convincentemente la Kenia actual, una nacion que se debate entre el poderoso apego a las tradiciones y el avance irrefrenable de la globalizacion, logrando asi integrar toda la riqueza de una cultura ancestral en una absorbente y contemporanea trama de novela negra.

  • Emocioname, Susan Mallery de Susan Mallery

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    Maya Farlow tuvo que aprender de la forma mas dura a depender solo de si misma, por eso, cuando se enamoro locamente de Del Mitchell, solo fue capaz de hacer una cosa: huir. Estupefacto, Del abandono Fool’s Gold para labrarse un nombre y una carrera en el mundo de los deportes extremos.

  • La nina que miraba los trenes partir de Ruperto Long

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  • Deseos desordenados. #Need de Barb Capisce

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    Volver no siempre es facil, el origen a veces significa enfrentar recuerdos que creias olvidados, develar secretos que por mucho tiempo se callaron, abrir cajas que debieron permanecer cerradas. Vince debio haberlo sabido.

  • Un millon de pequenas cosas de Susan Mallery

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  • Ensename a olvidar de Erica M. Chapman

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  • Un vaquero dificil de Erina Alcala

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    Por fin acababa sus estudios. Ese era el ultimo dia y no podia ser mas feliz. Emma llevaba a casa las notas de su master en Derecho Financiero. Y ya por fin, tras cinco anos de estudio a conciencia intensivos, estaba preparada para encontrar trabajo y adentrarse en el mundo laboral. Aunque quiza, se tomara julio y agosto de vacaciones en la casa que tenian en Torremolinos, al lado de la playa y donde vivia con su padre desde que tenia tres anos. Los dos solos. Toda la vida. Ahora tenia veinticuatro anos. Si su padre se tomaba un mes de vacaciones iban a disfrutar los dos juntos. Y en septiembre empezaria a enviar curriculums. No hacia falta que fueran de viaje lejos, ni fuera de Espana, ella ya habia ido a Londres y a Irlanda todos los veranos y sabia ingles a la perfeccion. Ya no necesitaba ir de nuevo, pero si su padre queria ir a algun lugar, irian, y si queria ir solo, se quedaria en casa, banandose en la playa y paseando por la arena. Descansando, porque estaba agotada de esos anos de estudios intensivos. Su padre, Juan Carlos Sanchez, era un neurocirujano de prestigio. Trabajaba en una clinica particular que era suya y en la que tenia acciones con otro socio. Era un hombre alto y atractivo. Lo habia sido mas en su juventud, educado y con clase, tenia los ojos verdes como ella y el pelo castano oscuro. Llevaba gafas y era un hombre tranquilo y paciente. La clinica en la que trabajaba y de la que era socio, era grande e importante en el centro de Malaga y trabajaba mas horas de la cuenta. Emma estaba deseando llegar a casa y esperar a que su padre terminara su jornada laboral y contarle que habia sacado un sobresaliente en el master. Cuando llego, tomo algo que la chica que tenian para limpiar la casa habia hecho, y se echo una siesta. Estaba cansada. Bajaria a la playa mas tarde. La senora de la limpieza se fue a su casa y ella se quedo tumbada en el sofa con las cortinas echadas, dejando el salon en penumbra. La casa a oscuras y en silencio. Y penso en su padre. Tenia sesenta y dos anos. A ella la tuvo con treinta y ocho anos y era hija unica. Provenia de una familia adinerada y tenia mucha clase. Era todo un senor. Y Emma estaba muy orgullosa de el. No entendia como no habia encontrado a otra mujer ni habia querido vivir con ella. Suponia que habia tenido relaciones, pero imaginaba que, para su padre, ella era lo mas importante y nunca quiso traer a casa a ninguna mujer. Su padre era todo su mundo, su vida, y lo queria mas que a nadie en la vida. Cuando sus abuelos murieron, al ser hijo unico, se quedaron solos, sin mas familia, pero habia procurado que nada le faltase a su hija. Era un hombre risueno y amable, tranquilo y carinoso con ella y no recordaba que su padre le rinera nunca. Su padre conocio a su madre, Marina, una noche en que ambos salieron por las discotecas de Marbella, por primera vez. Su padre era diez anos mayor que su madre, tenia treinta y siete anos y su madre veintisiete, y se acostaron juntos. Su madre quedo embarazada y se casaron a los tres meses, sin apenas conocerse. Solo por el hecho de estar embarazada, o sea, por ella. Su padre, por lo que le contaba, si que le gustaba su madre, pero para ella solo habia sido una noche loca. Y cuando ella cumplio tres anos, conocio a un americano y los abandono a los dos, dejando a su padre sumido en el dolor de verse solo, con una nina pequena. Pero habia hecho un buen trabajo. Nunca se hablaba de su madre en casa. Solo Emma le pregunto por su madre cuando estaba en el instituto y su padre le dijo la verdad. Y hasta ahi. Habian sido muy felices durante esos anos. Su padre compro la casa en la playa y alli vivieron anos tranquilos, y metio a una mujer para cuidar a su hija, la casa, y ahora le tocaba a ella buscar trabajo. Cuando desperto de la siesta, se tomo un refresco y bajo un rato a la playa. Solo tenia que cruzar una pequena carretera y estaba en el mar. Su casa estaba en primera linea de playa y era maravillosa. Por las noches, en verano y en invierno, podia oir el mar, el arrullo de las olas y disfrutar de los sonidos del baile del agua. Tenia cinco escalones que subian a una terraza o porche a la entrada de la casa, bastante amplia. En la terraza, tenian su padre y ella largas conversaciones, sobre todo en verano. Sacaban los balancines y una mesa, y alli se contaban de todo, cenaban, leian. La casa tenia dos despachos, un gran salon y comedor, una gran cocina y un patio amplio con todo, incluso una piscina mediana. Y en la parte alta de las dos plantas que tenia, cuatro dormitorios amplios y dos banos. Era preciosa y tenia acceso al bus para ir a Malaga, aunque ella ya no lo necesitaba. Se saco el carne el ano que termino el instituto y su padre le compro un coche para ir a la Universidad. Tenian dos plazas de garaje, una para su padre y otra para ella. Cuando subio de la playa, estaba tan contenta... Se dio unos largos en la piscina y se ducho, esperando que vinera su padre a cenar. Su padre vino a las ocho de la tarde. Serio y taciturno. --?Que pasa, papa? Hoy tengo muy buenas noticias. He sacado sobresaliente en el master. Ya he terminado por fin. --Y lo abrazo. --Me alegro tanto por ti, pequena... --lo dijo con cierta tristeza, abrazandola. --?Papa, que pasa? --Voy a ducharme y hablamos, hija. --?Es algo serio? --Ahora hablamos. Y se quedo preocupada. Su padre siempre se alegraba tanto de sus logros... Seguro que alguna operacion habia ido mal. !Pobrecillo! Cuando bajo de ducharse, ella estaba impaciente y se sentaron en el salon. --Hija, ya eres una mujer, tienes veinticuatro anos, has terminado los estudios que elegiste. Creo que he hecho un buen trabajo contigo. Eres una hija maravillosa que nunca me has dado problemas, ni siquiera te he visto salir con chicos, solo has estudiado. --Lo se, papa. Y tu eres el mejor padre. --Ya no volvere a trabajar. Hoy es el ultimo dia. He estado arreglando documentos esta semana. Llevo dias haciendolo. --Pero, papa, ?te jubilas? --Forzosamente, hija, sabes que mi pasion es la neurocirugia. --?Entonces? Eres joven. Tienes sesenta y dos anos. --Lo se. Tu ya estas preparada para estar sola y vivir tu vida. --A ver, cuentame de verdad, ?que pasa? --Tengo un tumor inoperable en el cerebro. Yo mejor que nadie lo se. Emma se echo a llorar desesperada y lo abrazo. --Papa, pero hay neurocirujanos como tu, radioterapia y quimioterapia. --No voy a hacer eso, es demasiado tarde para mi. No me he notado nada hasta que ha sido demasiado tarde. Me quedan apenas tres meses de vida y no pienso pasarlas en el hospital, el tumor se ha extendido, tengo metastasis en varios organos importantes, no te voy a dar los detalles, porque quiero pasar ese tiempo contigo. Tengo planes para ti. Emma no dejaba de llorar. --No llores, hija. De todas formas, tu tienes que hacer tu vida. Dios me ha dado el tiempo suficiente para dejarte preparada. Y estuvo mas de una hora llorando. El padre tenia que consolarla. --Vamos, hija, eres una mujer. Tenemos que hablar en serio. Debemos dejar muchas cosas solucionadas. --Papa, ?que voy a hacer sin ti? --Vivir, hija, vivir cada dia como si fuese el ultimo. Cuando pasaron unos dias, ella se calmo un poco y pasaban todo el tiempo juntos. Iban a desayunar juntos, a la playa, hablaban de todo y del futuro. Su padre le dijo que queria morir en casa y que solo deberia ponerle morfina los ultimos dias que estuviese en casa, ya estaba al tanto su socio en la clinica y se lo proporcionaria. Le conto que tenia un seguro de vida de cuatrocientos mil euros desde hacia tiempo, y uno de decesos. Queria que lo incineraran y esparcieran las cenizas al mar frente a la casa, una noche, cuando ella quisiera. Emma, a veces, no podia soportar la tranquilidad que su padre tenia y no habia momento que no llorara cuando no la veia. Le dijo que habia vendido la clinica a su socio. Y le dijo el dinero que tenia, aparte de la casa, y que pusieron a nombre de los dos. Le aconsejo que no vendiera la casa de momento, porque tenia planes para ella. Entre el seguro, lo ahorrado y la mitad de la clinica, su padre tenia mas de cincuenta millones de euros. --Papa, esa es una gran cantidad de dinero. --Por eso no quiero que vendas la casa, cuando te vayas, si no te va bien, siempre tienes un lugar donde volver y si estas bien, siempre puedes venderla. --?Donde voy a ir, papa? --Con tu madre a Estados Unidos. He hablado con ella. --Pero, papa, si no la conozco. No he hablado con ella ni una sola vez. --No quiero que estes sola, te quiere alli. Siempre te ha querido. Toma. --Y le dio unas cartas. --Van dirigidas a mi, le ha dado verguenza escribirte a ti, pero nunca te ha olvidado. Me escribia cada mes durante todos estos anos. --Pero, papa, no quiero ir a Estados Unidos. --Quiero que vayas, alli tienes una familia; si no te gusta, te vuelves. Tienes dinero para no trabajar en la vida, pero se que quieres hacerlo, porque has estudiado para eso, podras montar tu bufete alli y tendras a tu madre. Cuando nos divorciamos, se caso con Donald Jones, un ranchero de Montana. Vive en un rancho alli, en Montana. --?En un rancho en Montana?, ?y que voy a hacer alli? --Hay un pueblo grande cerca. Donald, con el hombre con el que vive, es un buen hombre y te acepta alli en el rancho. Ya he hablado con ellos, tenia un hijo antes de conocer a tu madre. Su mujer murio. El hijo, es unos anos mayor que tu. Tendras otra familia.

  • El funeral de las Cadenas_LA MISMA SANGRE de Adhemar Antunez

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    pitulo – 1 El mundo tiene tantas historias como dias girando, sin embargo, todas ellas intentan ser en su complejidad, diferentes a la mia. Y aunque muchas veces las historias contadas son ficticias, no logran conquistar al lector, no lo atraen y lo empujan a sentirse identificado, incluso, no lo hacen encontrar sentido a las palabras que lee. Yo se que mi poesia es ambigua, y se bien que le falta protagonismo, aunque pueda escucharla en mi mente a la hora de crearla, no es buena, la realidad es otra, no logro plasmar lo que en definitiva quiero escribir. Por eso, estoy pensando en dedicarle algo de tiempo a los relatos, a los cuentos, dejar en pausa por un tiempo los versos libres de mis sonetos. Pero no tengo idea, ?por donde comenzar? Es verdad que la inspiracion suele nacer en cualquier momento, en un instante fugaz, que una idea es capaz de florecer, ahi, donde menos se espera. Estoy un poco perdida, me faltan pensamientos y no logro concentrarme, la primera oracion que me indique que voy por buen camino, no se hace presente. No siento las letras que escribo, las vocales y consonantes van y vienen, pero no se llevan, no tiene sentido seguir. Mejor dejo por hoy, no seguire forzando mi cabeza, cuando menos lo piense, una idea vendra a salvarme. Hoy es viernes, y ya se que me espera en la facu. Lo mas seguro es, que el profesor de literatura saldra con una de sus ideas de misterio. Temo que la tarea de esta semana sea todo un reto, o un pensamiento distorsionado, porque en realidad nunca se sabe que pasa por la cabeza de ese loco de las letras. Mientras no sea ir a recorrer las ferias y buscar un libro que perdio hace treinta anos, y que jamas pudo encontrar. !Pobre profesor!, sigue atormentado por el no hallazgo de lo que el cree, es una obra insuperable de la literatura. He llegado a pensar, que ese libro tan extraordinario solo esta escrito en su pobre mente. Bueno, este dia sera toda una prueba a la hora de satisfacer su sueno, pero yo lo entiendo, porque nunca hay que perder lo que aun no se alcanza, y con las mismas ganas, jamas hay que dejar de sonar. Ya se me hace tarde, para colmo los viernes tengo que pasar a levantar todas las fotocopias y llevarlas a la clase. Las de esta semana, son todas referidas a Benedetti. La verdad es una sola, y es que me queda un poco bastante a tras mano ir por ellas, igual nadie me escucha cuando sugiero, que alguien mas tendria que hacer estas tareas. Para mi es toda una historia caminar doce cuadras hasta el ciber, para luego tener que tomarme dos omnibus y llegar a tiempo a clases. !No lo puedo creer!, me olvide del celular arriba de la cama, lo dicho, esto de salir antes para llevar el material y cumplir con todos, me esta haciendo crecer una bolsa repleta de olvidos en la cabeza. Comence a dejar de lado otras necesidades, por culpa de ser tan eficiente. No tengo manera como avisarle a Cecilia, que hoy no puedo pasar a buscarla. Por tener que revisar de arriba abajo en mi bolso en busca de monedas, ya perdi el (144) Espero que ella entienda mi retraso, y que no me espere, pero bueno, no puedo hacer nada al respecto. !Es seguro!, hoy llego tarde a clases. Recien tome el primer omnibus, y lo de siempre, lleno hasta el motor. No hay lugar ni en el descanso para sentarse, donde es preferible no ir, ya que el olor a transpiracion escondido entre perfumes, es intolerable. ?Como extrano el telefono?, por lo menos con el, el viaje se hace mas corto. Hoy no podre adelantar algunas pantallas en el Candy Crush. Parece de otra realidad, las conversaciones mescladas con los ringtones hacen del omnibus un teatro ambulante, donde todos interpretan un papel protagonico. !Permiso, permiso!, guarda, la parada que viene por favor. Si me apuro logro tomar el otro omnibus. El (103) esta recostado sobre el cordon, parece que esta pinchado. Por suerte no, es solo la gente que se amontona igual que hormigas en la puerta para subir. Por fin estoy arriba, a lo sumo llegare quince minutos tarde, siempre y cuando no encuentre a Juan, el vagabundo que pernota en las escaleras de la facu. Hoy no traje nada para ofrecerle, ni siquiera tengo diez pesos para que se compre un alfajor. Todos los dias le traigo algo de casa, pero hoy espero no verlo, no quiero sentirme mal por no ayudarlo. Se bien, que no es mi culpa que se encuentre en la calle, pero tampoco es de el. Unas cuantas veces mantuvimos pequenas charlas, y por su forma de hablar y por lo que me ha contado de su vida, soy testigo que no eligio estar donde hoy esta. !Permiso Profesor!, perdon por llegar tarde, es que perdi el omnibus y aunque no es excusa, es la verdad. Aca estan todas las fotocopias, y ademas tengo que decirle que hoy no tendra que pedirme que pague el celular, porque no lo traje. _?Que te paso Rosana? _Me olvide el celular en casa, por eso no pude avisarte Cecilia. _?Por que no le decis al Profesor, que elija a otro para las fotocopias? _!Ya se lo pedi, y mas de una vez! _?Y que te contesto? _Que aparte de mi, ninguno en la clase incluida vos, lo quiere hacer. _Tenes razon, pero en algun momento tendra que buscar a alguien mas. _!Si!, que lo haga pronto, porque yo ya estoy cansada de ser la de los mandados. Luego de una hora y media interminable, donde diversos autores y sus obras fueron expuestos ante nuestros oidos, ya casi tocaba el timbre y sucedio lo temido. El Profesor comenzo a repartir las tareas para el dia viernes, que fuera de horario desembocaban en el fin de semana, la famosa busqueda de su tesoro. Esta vez hubo cambios, la desesperacion de encontrar su ansiado grial literario, lo llevo a formar parejas mixtas de estudiantes para investigar en distintos lugares; donde el cree, que puede estar el dichoso libro.

  • El ingenio de los pajaros de Jennifer Ackerman

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    Los pajaros son unos animales con una inteligencia fascinante. Nuevos y revolucionarios estudios de investigacion demuestran que algunas especies despliegan asombrosas formas de inteligencia, comparables a las de los primates e incluso a las de los seres humanos. Mientras viaja alrededor del mundo, Ackerman no solo narra la historia de la recien descubierta inteligencia de los pajaros, sino que, ademas, profundiza en los ultimos hallazgos acerca del cerebro aviar, hallazgos que estan cambiando nuestra concepcion de lo que significa ser inteligente.

  • Infierno de hielo (Gideon Crew 4) de Douglas Preston

    https://gigalibros.com/infierno-de-hielo-gideon-crew-4.html