• libro true man en espanol - Oscar Gonzalez Soto

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    Truman abre los ojos sin que ninguna camara lo este grabando o espectador televisivo alguno observe su despertar. Apoyado contra el cabecero, echa la mano al despertador aun en silencio sobre la mesilla de noche y lo apaga. Toma aliento, se pone en pie y hace que el blanco pijama de tela y largas rayas azules se contorsione al estirarse. Luego, va directo a la ducha. Una vez vestido, se prepara su habitual leche sola con galletas maria, se cepilla los dientes prestando tiempo a cada zona y sale por la puerta del piso, que cierra con dos vueltas de llave. Ya en el ascensor, observa su aspecto. El pelo negro y liso es corto y de corte clasico, ligeramente hacia atras. Sus ojos castanos y oscuros siguen siendo tan castanos y oscuros como el dia anterior. Su nariz, destinada a ser del todo afilada, se encuentra no obstante redondeada en su punta, cual si un estilete hubiese pinchado una pelota de gomaespuma. Sus labios son finos y claros, aunque esto no destaque tanto por un tono de piel de quien no pasa tiempo con el sol en la cara. En el menton poco marcado no hay rastro de pelo: ante la insistencia de su dueno con la cuchilla, ya hace tiempo que ha renunciado a salir. Dos pequenos lunares brillan en su mejilla derecha. Y, sin embargo, ?algo entre todo lo previo importa? Viendole, yo no diria tanto. Porque, ante el espejo, nuestro protagonista solo tiene ojos para que su anodina camisa conserve el planchado de la noche anterior y su puno izquierdo permanezca bien abrochado sobre el viejo reloj de agujas. Tambien para que el pantalon liso y poco entallado debajo se mantenga a la altura debida sobre los zapatos. Y para que estos esten bien limpios, aunque haga mucho tiempo que hayan dejado de brillar y sus esfuerzos por conservarlos en buenas condiciones ya no puedan cumplirse en lo que a las suelas se refiere. Para cuando sale del ascensor, ni siquiera se ha mirado por encima de los hombros. Llegando a la parada de autobus frente a su casa, solo tiene en mente su recelo a la idea de pelearse con prendas nuevas y desconocidas. Pensamiento que le priva de ver como, en la otra acera, una senora guarda un paraguas en un bolso rojo al cruzarse con un tipo renqueando por el peso de su bolsa de supermercado. Por ejemplo. Llegando a su mesa de trabajo desde hace seis meses, cualquier tipo de incomodidad se le quita de encima. Como cada manana, una sonrisa ligera pero socarrona cruza su rostro al contemplar su orden con respecto a las del resto. Despues, se dedica a abrir correos, imprimir documentos, leer parrafadas y cubrir formularios con algo similar a la paz interior. El papeleo, los impresos y las carpetas mas o menos digitales hacen que la tension en sus brazos se reduzca. Aunque a veces... --?No es su hora de descanso? Truman no tiene especial interes por satisfacer a su supervisora. Sabe muy bien que, mientras rinda a su nivel, su puesto esta lejos de peligrar. Casi tanto como cree que los ascensos no llegan a la gente como el, trabajadora y responsable, sino a las parejas de padel o golf de quienes tienen encima. No me malinterpreteis: no es que le preocupe en absoluto. El prefiere disfrutar de la calma y seguridad de su silla --lejos de cotilleos y risas baratas-- para poder acabar con tiempo, repasar y dejar todo recogido. Quien sabe: con suerte en algun momento aparecera un puesto vacante en su tranquila ciudad natal. El cafe es lo de menos. --Si, acabo en un momento y bajo. Oh, lo siento si esperabais otra cosa: en ningun caso la parrafada previa implica que nuestro protagonista sea un hombre asertivo. Asi que, no sin sentir la mirada acusadora de una jefa que lo imagina un trepa, acaba por suspender el ordenador y tomar el camino a la cafeteria. Estrategicamente colocado en linea con algunos de sus companeros y una gruesa columna entre medias, pide un cafe con leche a una senora a la que el azul uniforme ya parece quedarle algo grande. La tacita se presenta bajo las conocidas carcajadas al fondo, con un color mas bien sombrio y cierto sabor a pozo negro. Suspirando, Truman se ve obligado a recurrir al azucar refinado, producto en su lista negra desde cierta lectura meses atras. --!Porque es una chica excelente! !Porque es una chica excelente! Ahora, la menuda camarera se deshace en lagrimones mientras le introducen una banda por la cabeza, al tiempo que la mayor parte del local da palmas o silba con grandes sonrisas. No seais malpensados: el tambien sonrie algo. Aunque si que es cierto que podria ser por la jubilacion del origen del oscuro veneno: eso lo dejo a vuestra eleccion. Agradeciendo su costumbre de pagar por adelantado, Truman acaba saliendo del local a medio pocillo y sin que nadie lo vea, al tiempo que los empleados de la cafeteria empiezan a repartir tarta por las mesas. Algo le dice que la hora de descanso volvera a ser literal para la mitad de la oficina. Nada mas llegar a casa, se quita la ropa y va al cuarto pequeno. Bueno, en realidad, pequenos son todos, a la imagen del estereotipo de apartamento con un alquiler demasiado elevado para su tamano. Cocina de paredes demasiado cercanas, bano con sindrome de metro, una salita para que pueda comer persona y media y un par de habitaciones: la de la cama de noventa con su mesilla de noche y la de los dos armarios, en la que a veces consigue abrir sin problemas la tabla de planchar. Mientras en esta se pone las zapatillas, la camiseta y el pantalon de deporte, el subito pensamiento de que ha sido un dia corto le hace gesticular una leve negacion con la cabeza. Cambiando su reloj de agujas por uno digital de plastico, trata de recordar la vuelta a casa de mediodia, el salmon, el cepillo, el regreso al trabajo para el turno de tarde e incluso parte de esta. Pero no lo consigue. En fin: lo mismo es: ya esta aqui, y su habitual media hora de running acabara con el en la segunda ducha del dia y un buen yogur con cereales antes de una peli seguramente de los 90. !Quizas incluso El show de Truman!

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  • Book | Traductor de inglés a español

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    He's the author of my favorite book.Es el autor de mi libro favorito. 2. (guía telefónica). a. la guía ...

  • el libro se lee - Traducción al inglés – Linguee

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    ... contienen “el libro se lee” – Diccionario inglés-español y buscador de traducciones en inglés. ... In the book of Genesis we read "God created man [...].

  • real book traducción | diccionario Inglés-Español

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    Traducciones en contexto de "book man" en inglés-español de Reverso Context: translated as 'the book man, '

  • book - English-Spanish Dictionary - WordReference.com

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    book - Translation to Spanish, pronunciation, and forum discussions. ... The bookkeeper kept two sets of account books: one for the tax man, and another for ...

  • De la mano de Federico de Lluis Pasqual

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    revela un extraordinario narrador. Un ensayo delicioso, de una sensibilidad y una fuerza narrativa excepcionales.

  • Una Navidad Desastrosa de Noa Xireau

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    No hay mal que por bien no venga, o eso decia su abuela. Karla no lo tenia tan claro.

  • Con un par de huevos de Joan Antoni Miro

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    La tortilla es un plato divertido y agradecido de preparar con el que se puede hacer volar la imaginacion, ya que permite infinidad de combinaciones y formas en su elaboracion. Este recetario agrupa gran parte de las recetas que, a lo largo de cuarenta anos, Joan Antoni Miro ha preparado a diario en su tortilleria, ahora a disposicion de todo el mundo.

  • Berlin 1961 de Frederick Kempe

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    Mucho se ha hablado y escrito sobre la caidadel Muro de Berlin. Muy poco, en cambio,sobre su construccion. Y sin embargo fueel acontecimiento mas decisivo de la guerra friay nunca como en esos meses de 1961 el mundoestuvo tan cerca de la Tercera Guerra Mundial.

  • El curioso mundo de Calpurnia Tate de Jacqueline Kelly

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  • Babilonia (Panorama de narrativas) – Yasmina Reza de Yasmina Reza

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    Elisabeth, ingeniera de patentes del Instituto Pasteur, ha entrado en la sesentena, esta triste por la muerte de su madre, melancolica por el recuerdo de un amor de juventud perdido y algo mas sola desde que su hijo se ha independizado. Por lo demas, vive una existencia placida y monotona con su marido Pierre. Para alegrar el animo, decide organizar una fiesta de primavera a la que invita a varios amigos y vecinos, entre ellos los Manoscrivi, que viven en el piso de arriba. El, Jean-Lino, tambien enfila la sesentena, y ella, Lydie, es cantante de jazz aficionada.

  • Parece que fuera es primavera de Concita De Gregorio

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    Esta novela relata una historia real. Sucedio en 2011. La vivio Irina Lucidi. Esta novela aborda un dolor para el que muchos idiomas no tienen una palabra: <> Irina es una mujer de padre italiano y madre alemana, criada en Belgica y educada en escuelas italianas, abogada, con experiencia laboral en Estados Unidos, Francia y despues en Suiza, donde se caso con Mathias, un suizo aleman que trabajaba en la misma multinacional que ella. Tuvieron dos hijas gemelas, Alessia y Livia, y se separaron. En enero de 2011 el padre se llevo a las ninas, que entonces tenian seis anos, supuestamente para pasar unas vacaciones con ellas. Se suicido en las vias del tren en Italia y dejo una nota a su ex mujer en la que le decia que las pequenas no habian sufrido y que no las volveria a ver. La novela relata la historia de ese desgarro, de ese dolor. La historia de una madre que busca a sus hijas y topa con la burocracia, con la indiferencia, con la desidia, con el olvido. La historia de una madre que debe aprender a vivir con esa ausencia. La historia de una madre que debe aprender a superar la perdida, a cerrar la herida, a mirar hacia delante, a descubrir que <>. Partiendo de un hecho de la cronica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre lo innombrable. Una novela que se adentra en el territorio incierto del sufrimiento y recorre el arduo itinerario necesario para superarlo, para salir adelante. Huyendo del sentimentalismo facil y del sensacionalismo barato, la autora crea una novela concisa, valiente, intensa, sobrecogedora, deslumbrante.

  • Pasion Indomita (Kavanagh 1) de Emily Blayton

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    Sophia Carrington parecia destinada a la solteria. Sus escasos talentos para el flirteo, su dote escasa y una madre recalcitrante y enfermiza que trata de convencerla de que ella no esta hecha para el matrimonio, todo parece conspirar para que se convierta en la solterona de la familia.
    Hasta que conoce a Ephraim Kavanagh, el irlandes. Un caballero guapo y fascinante pero con un oscuro pasado.
    Los lugarenos huyen de ese hombre y se santiguan a su paso. Aseguran que tiene una pesima reputacion y que en verdad esta maldito.
    Todos le advierten que es muy mala idea tener amistad con ese irlandes, pero ella esta harta de hacer siempre lo correcto…

  • Duenos de nuestro destino de Nuria Chinchilla

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    Esta es sin duda una pregunta que esta en boca de todos y que cada vez se va a formular con mas insistencia, ya que es uno de los temas peor resueltos en nuestra sociedad. Este libro, escrito por dos de las mas reputadas especialistas en el asunto, dan respuestas para afrontar esta compleja situacion. Y lo hacen basandose en sus conocimientos sobre esta problematica en Espana y tambien en las soluciones que se han buscado o se estan aplicando en paises de nuestro entorno geografico o social.

  • Diluvia en Madrid de R. Freire

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    Una sola realidad. tres formas distintas de verla y sentirla.
    Entre tres, las posibilidades se multiplican, lo sencillo se complica y lo inimaginable puede suceder. Marta, Jara y Candela tendran que aprender que la vida no es el cuento de hadas que les contaron de ninas, que el principe azul no existe y que, a veces, la bruja termina convirtiendose en un personaje dulce y vulnerable capaz de hacer que se tambaleen nuestras mas firmes convicciones.
    “Mis insultos entre forcejeo y forcejeo no hacen sino avivar el deseo que nos sacude a ambas. Mis manos encuentran sus pechos, que me parecen tan duros y majestuosos como imaginaba. Si Newton levantara la cabeza, tendria que reformular su Ley de la Gravedad, que tal vez funcione con estupidas manazas, pero desde luego no sirve para explicar la firmeza de los senos de Jara”.
    “Si ninguna de ellas impide que la bola se haga mas grande. ?debo ser yo la que vele por la estabilidad de su matrimonio?”
    “De repente, las dos nos estamos mirando, y por un segundo tengo la lacerante seguridad de que ambas pensamos lo mismo: si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre como pasar un fin de semana juntas, puede que nuestra relacion este mucho mas deteriorada de lo que nos gustaria asumir.”
    “?Quien decide lo que esta bien y lo que esta mal? ?Como puede la sociedad establecer el modo en que las personas tienen que ser felices? ?Que es lo normal? ?Copiar lo que hace todo el mundo, aunque no te guste? ?Lo normal es ser heterosexual? ?Por que creemos que lo que hace la mayoria es siempre lo mas acertado?”

  • Navidad. menudo desmadre (Locura 1) de Sarah Rusell

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    ?Que pueden tener en comun siete personas aparentemente diferentes? Un fin de semana en un hotel rural en los Pirineos de Huesca donde disfrutar de la nieve, esquiar, descubrir senderos y pasear por ellos... Pero, a veces, y solo a veces, el destino puede tener otros planes. Empecemos por el principio, y conozcamos a estos siete aventureros. El trio "MAS", tres amigos que decidieron ir a pasar dos agradables dias en aquel rincon de estampa preciosa y nevada, para que dos de ellos limaran asperezas. Marta, una joven descarada de diecinueve anos, bastante borde por lo que dicen quienes mejor la conocen, que, como se suele decir, no tiene ni oficio ni beneficio. En definitiva, que ni estudia, ni trabaja, ni intenciones tiene de ello porque en sus propias palabras "Se vive muy bien en casa de mis padres, que me lo dan todo". Abel, un reconocido influencer de treinta y dos anos, el mejor amigo de Marta y quien mas la soporta porque, en ocasiones, es el unico capaz de callar a esa "localcono" como el la llama. Abel es gay, muy enamoradizo, y busca ese principe de brillante montura. Si, montura, porque el no quiere un hombre que llegue en un precioso corcel blanco, sino en una moto de gran cilindrada, a ser posible negra porque, como el dice: "El negro va con todo". Terminamos este trio tan dispar con Samira, estudiante de enfermeria, veinte anos y prima de Marta. Eso de "se parecen en el blanco de los ojos", desde luego que va con ellas, porque no tiene nada que ver la una con la otra. A pesar de que sus padres son tan pudientes como los de su prima, Samira decidio estudiar, encontrar un trabajo y vivir de ella misma, no de los demas. Entre Marta y Samira no hay feeling, es por este motivo que sus padres decidieron regalarles un fin de semana en ese hotel para que, con la ayuda de Abel, hubiese un acercamiento entre ambas primas. ?Lo conseguira nuestro querido influencer? Seguimos con los huespedes de este particular hotel. Le toca el turno a dos amigos que buscaban desconectar un fin de semana de sus trabajos y pensaron que ningun lugar mejor que aquel donde disfrutar de la nieve. Aitor, un simpatico policia de treinta y cinco anos que, en su circulo de amistades, es quien siempre intenta poner paz en aquellas pequenas disputas que puedan provocarse. Asier, medico por vocacion, cuarenta anos y un hombre de lo mas tranquilo. Procura no meterse demasiado en las discusiones entre sus amigos. Y acabamos con estos siete magnificos huespedes con una pareja que no es tal, al menos de momento, claro esta. Rebeca tiene veintisiete anos, es reponedora en un supermercado y un poco cotilla... Bueno, bastante cotilla. Conocio por Internet a Alan, un escoces de treinta anos que no habla ni papa de espanol, pero con el que congenio a las mil maravillas y decidieron conocerse. Nuestro escoces decidio viajar a Espana para conocerla y pasar juntos un fin de semana como tantas veces imaginaron, riendo, charlando cara a cara y compartiendo esas horas en compania del otro, como tantas y tantas tardes y noches lo hicieron frente a la pantalla del ordenador. Afortunadamente para el, el resto de companeros en su estancia en el hotel hablaban ingles, salvo Marta, que ni siquiera habia intentado aprenderlo. En el hotel se encontraran con Manuel, un hombre bonachon de sonrisa afable que, a sus sesenta anos, lleva toda la vida en ese lugar, pues heredo el negocio de sus propios padres. Le acompanan Pepa, su mujer que deleita a los huespedes con los mejores platos que preparara entre fogones, y su hijo Miguel, un joven de treinta anos que, como hiciera el propio Manuel, seguira los pasos de este, llevando el hotel cuando su padre le pase el testigo. A ese rincon en el que pasar dos dias de ensueno, o eso creen y esperan nuestros huespedes, llegaron aquel viernes de diciembre con ganas de descansar, ademas de desconectar, del ir y venir estresante y agobiante de la ciudad. Entre risas y caidas mientras esquiaban, intentando mantener el equilibrio en el caso de los mas torpes, respirando el aire que les ofrecia la zona de arboles que rodeaba el hotel, tomando cafe y chocolate caliente en el salon junto a la chimenea. Inmortalizando aquel fin de semana con fotos y videos que mirar una y otra vez, solo para recordar el instante en que un pequeno conejo blanco camuflado en la nieve asusto a Samira al salir corriendo, o cuando Abel poso para un video que subir a su red social y un mal traspie hizo que ese momento se convirtiera en el mas visto tras acabar en una caida donde el influencer quedo cubierto por completo de nieve. Y todo ante la atenta mirada de Marta, que no perdia oportunidad para soltar alguna de las suyas. El descanso necesario para un policia un poco estresado y para un medico que, en los ultimos meses, habia tenido demasiadas personas en su mesa de operaciones, salvando vidas y perdiendo alguna otra que se fue demasiado pronto. Dos dias de confesiones entre una pareja que ya se habian contado de todo durante meses, pero que seguian recordando cosas que les habian pasado a lo largo de los anos y compartian con el otro. El domingo tocaba despedirse de aquel rincon, volver a la rutina, al trabajo, a los estudios, regresar al otro lado del mundo donde, a pesar de la distancia, ese agradable escoces seguiria al otro lado de la pantalla de Rebeca. Pero, como el destino a veces tiene otros planes para cada persona, a estas siete les deparaba algo con lo que no contaban. Todos estaban listos para montar en sus coches, los duenos los despedian en la puerta de su hogar, esperando que volvieran a visitarles pronto, hasta que la montana hablo y quiso ser protagonista indiscutible. Una avalancha de nieve empezo a caer ladera abajo, cubriendo por completo la carretera, la unica carretera que los podia sacar de alli y llevarlos de regreso a sus casas, a sus ciudades, a sus vidas y rutinas diarias. Por si la mala suerte que acababan de sufrir fuera poca, la nieve tambien quiso tener su momento estelar, como esa actriz secundaria que en la pelicula hace que la trama de un giro completamente inesperado. Y nevo, por supuesto que nevo. Al calor de la chimenea y con un cafe, mientras veian las noticias de ese fuerte temporal que comenzaba a azotar la zona, Manuel les dijo que las autoridades se habian puesto en contando con el, para saber si tenia localizados a todos sus huespedes, el les indico que si, que seguian todos en el hotel, asi que le informaron que debia hacerse cargo de ellos durante unos dias, que no salieran del hotel, ni siquiera a la zona mas cercana que les rodeaba, ya que debido a las fuertes nevadas y borrascas les seria imposible sacarlos de alli, al menos por el momento. El panico se hizo un poco mas presente, la desesperacion llego a algunos de los huespedes al ser conscientes de que, como decian en las noticias, debido a ese inesperado temporal, no podian enviar helicopteros de rescate a algunos puntos de la zona, como era el caso del suyo. Encerrados, aislados, conviviendo con personas a las que apenas conocian, asi se encontraban desde ese momento. Lo que iban a ser dos dias de relax y tranquilidad se habian convertido en varios dias mas de incertidumbre. Lejos de sus familias y confinados a dos dias de Nochebuena.

  • Nadie es perfecto, Lisa Harper de Lisa Harper

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  • A un clic de mi destino de A.m. Silva

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    Una novela llena de amor, pasion, segundas oportunidades y secretos del pasado.

  • A un minuto de medianoche (Forelsket 1) de Ros Marval

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    Emily Evans siempre tuvo una meta en la vida: ser publicista y vivir en Manhattan. Su tenacidad la llevo a conseguirlo; sin embargo, pronto aprendio que el destino puede llegar a tejer otros planes a tus espaldas.
    Tras la repentina muerte de sus padres, se vio obligada a abandonar su vida sonada para volver a Taylors Falls, su pueblo de origen, y a hacerse cargo de sus dos hermanos adolescentes. Ahora sus dias transcurren entre dos trabajos, facturas y labores del hogar. Apenas tiene tiempo para ella misma y ya ni siquiera suena por las noches.

  • A sangre caliente de Adrian Mani

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    Un dosel de estrellas luminosas se materializo entre el oceano de oscuridad. Ese mar que era el cielo, hoy estaba algo aburrido, pero habia la cantidad justa de estrellas brillantes para iluminar aquella noche sin luna. Sophia Stone entro en el gran salon de la vieja escuela, ahora convertido en una gran pista de baile, un lugar adecuado para su reunion. Su melena rojiza y sus ojos claros destacaban sobre su piel blanca. Llevaba un vestido que era lo suficientemente resplandeciente como para reemplazar a la estrella mas lucida. --Hermosa como siempre --alguien le dijo a Sophia. Era un hombre atletico, de pelo castano, barba de dos dias perfectamente arreglada y bonita sonrisa que ahora le mostraba a ella. --Oh, hola Jerry. Cuanto tiempo sin verte… --dijo ella dandole un abrazo--. ?Como estas? -- continuo con una sonrisa en su rostro. --Excelente --exclamo el hombre, mientras sonreia--. Tengo mucho que contarte sobre mi. Pero ahora hablame de ti, escuche que has sido ascendido a… --Jefe Medico Forense, en Massachusetts --dijo ella antes de que ella acabara la frase. Un hombre repeinado con un fisico imponente y mandibula muy marcada se acerco e interrumpio su conversacion. --Steve Wilson… bueno, ?quien diria que me reuniria con el presidente en una reunion? -- Sophia sonrio junto con sus amigos y le dio la mano a Steve. Los tres estaban teniendo una pequena charla que fue cortada por un hombre que llego con cara de absoluta indiferencia, pero aun asi alegre, que llamo a Sophia: --!Soph, mi amor! --!Mas despacio, Dean! --Jerry no estaba tan contento de ver al hombre acercarse. --Dean, tu tan loco como siempre… --Sophia se rio y fue a abrazarlo--. Chicos, y ahora ?a que se dedican? --Soy policia --respondio Jerry. --En cuanto a mi, trabajo en una granja aqui cerca. Toda mi vida al lado de esta maldita escuela. No es un trabajo del que estoy orgulloso, pero al menos gano algo de dinero para vivir --Eso es lo que importa, Dean. --Y yo soy presidente --dijo Steve y se echo a reir. --Tienes el mejor trabajo de mierda en este pais, amigo. --?Donde estan los otros? --pregunto Sophia mientras miraba a su alrededor. --Ahi esta Abigail, por supuesto espiando y chismorreando, no ha cambiado para nada --dijo Jerry senalando a una mujer que estaba parada junto a un hombre mucho mas alto que ella, a pesar de que usaba tacones altos con los que podia tocar la luna. --El hombre que esta a su lado es el chico de baloncesto que te gustaba en el primer ano de secundaria, pero no trates de reconocerlo, cambio mucho --continuo--. !?Como no hacerlo?! Dios sabe con que lo esta torturando Abigail, quiero decir con que chismes --Steve se rio. --?Esa de alli es Martha? --Sophia miro en el camino donde se encontraba una mujer con una coleta muy larga y gafas de ver. --Si, escuche que todavia esta encerrada en los libros. Ella trabaja en una biblioteca o algo asi. --Chicos, chicos, y ?donde esta la cara muerta? --?Te refieres a Morticia? Despues del asentimiento de Dean, Jerry dijo: --Oh, bueno, ella esta cerca, supongo. Puede mantenerse fuera de la vista. Realmente no tengo ganas de lidiar con ella. --No hables de ella asi. Era una especie de chica rara, lo admito, pero tal vez solo porque era timida o asustada. Ella no podia entrar en tu zona de amigos, Steve, y creo que le gustaste. Sin embargo, ella parecia amable. Me ayudo con la quimica una vez. --No es que necesitaras ayuda Soph, siempre has sido una persona de buen corazon. No puedo evitar notar que te ves impresionante esta noche, te ves igual que hace diez anos. --Gracias, Jerry --dijo Sophia con una sonrisa. --Di lo que quieras, Jerry, pero no me robaras su corazon --dijo Dean y guinandole un ojo a Jerry. --De todas formas, ella no es como mi Jessica. --El presidente miro a su alrededor para encontrarla, pero penso que habria salido a fumar porque no podia verla. --?Te casaste con Jessica Cornwell? --pregunto Sophia con incredulidad. Si. Me sorprende que no lo supieras, si estaba en todas las noticias. --Steve rio. --Amigo, ?esa perra? --!Dean! !No te atrevas a llamarla asi! Ella ha cambiado ahora, y te sorprenderia cuanto. --Ok, ok. No te enfades, estoy feliz por ti. Por cierto, esta tu ex novia bebiendo ponche. Ve a saludar. --!Jane! --Steve llamo a la mujer vestida con un largo vestido rojo sin mangas. --Hola, Steve. ?Como estas? --dijo ella despues del breve abrazo que le dio al presidente. --Eran una gran pareja. --Lo unico que importa es que el este feliz en este momento --dijo Sophia queriendo terminar los cotilleos. --?Por que no viniste antes? --pregunto Jerry. --?Antes? --Sophia estaba confundida. --Si. Todos nos quedamos en un hotel cercano durante tres dias. Ya sabes, preparar este lugar para la fiesta, decorarlo. Oh, mira Soph, esta es una de mis canciones favoritas, ?te gustaria bailar conmigo? --Por supuesto. Disculpa, Dean --dijo ella con media sonrisa. La fiesta fue genial, o al menos asi parecia. La buena musica, el ambiente y los reencuentros ocuparon a la gente en el gran salon. Fue el grito que todos escucharon lo que les hizo dejar de beber, bailar o cualquier otra cosa que estuvieran haciendo. 2 Una mujer pelirroja vestida con un vestido corto pero elegante se paro en la entrada del gran salon y grito horrorizada. El terror se podia ver en sus ojos. El presidente Steve Wilson, Dean Davison y Jerry Dawson corrieron hacia ella y le pidieron que tomara un respiro y les contara que estaba pasando. --Ella… ella… esta muerta --repetia la mujer continuamente. --!Muchacha! ?Quien esta muerta? --Steve sacudio sus hombros suavemente. --Jess Cuando el presidente escucho ese nombre, se congelo. Todas las personas en la habitacion comenzaron a entrar en panico y fue Jerry quien trato de calmarlos y practicamente empezo a dar ordenes. --Nadie sale de este lugar hasta que sepamos lo que esta sucediendo y lo que ha pasado. Es por su propia seguridad. El presidente, Sophia y yo iremos a ver el lugar donde se ha encontrado el cuerpo de nuestra amiga. Hubo algunas protestas de personas escepticas que pensaron que esto era solo un juego estupido, pero al ver que Steve ya habia abandonado la sala, tal vez se habia metido en problemas. Jerry decidio lidiar con los "imbeciles" mas tarde. --Molly, cuentanos todo lo que viste y donde --Sophia le pregunto a la amiga de Jessica tan pronto como salieron del gran salon. --Vi su cuerpo sin vida… --Molly todavia estaba sacudida por lo que habia visto. --?Donde? --pregunto Steve listo para volar hacia su esposa. --En el vestuario, donde hace anos solia hacer bromas sobre Morticia. Los tres corrieron hacia el vestuario, solo Molly se quedo quieta y parecia su mente estaba en otro lugar. Estaba pensando que la felicidad habia desaparecido del mundo. Tan pronto como llegaron al lugar donde estaba el cuerpo, Sophia comprobo el pulso, aunque por la apariencia del cuerpo se podia ver que Jessica ya estaba muerta. Su cuerpo estaba palido, seco, sin una gota de sangre. Estaba en una especie de posicion extrana si una persona moria por una causa natural. Sus ojos todavia estaban abiertos y eso complicaba un poco las cosas. Steve estaba en malas condiciones al ver a su esposa fallecida, por lo que Sophia le pidio a Jerry que lo escoltara fuera de la habitacion. Mientras ella intentaba averiguar alguna evidencia posible para determinar la causa de la muerte. De todos modos, con respecto a la posicion del cuerpo y la sangre drenada, era bastante obvio que Jessica no murio por causas naturales. Todo apuntaba a un asesinato, pero Sophia no queria sacar ninguna conclusion. --Que piensas, ?Soph? --pregunto Jerry tan pronto como regreso al vestuario. --Necesito estar segura y seria lo mejor enviar el cuerpo a mi laboratorio para que podamos saber con certeza lo que realmente sucedio. De todos modos, ella murio aproximadamente entre las once y las doce de esta noche. --Puedes decirmelo, Soph. Estoy seguro de que ya sabes si murio de un ataque al corazon o si fue asesinada. --Jerry… sospecho algo, pero honestamente espero estar equivocada. --Jerry entendio lo que eso significaba con su expresion facial. --Hasta que no sepamos con certeza, sugiero que no le digamos nada a Steve. Se pondra como loco, porque estoy noventa por ciento seguro de que uno de los invitados de esta noche es el que hizo esto. --Pienso asi tambien. Significa que todos estamos en peligro… --Ey, mira, ?no has notado que parece que estaba senalando algo antes de morir? Sophia reviso la mano de inmediato y dijo: --No fue antes de morir, su mano ha sido movida despues. Al lado de la pared, exactamente donde senalaba la mano del cuerpo de la mujer muerta, habia un trozo de papel con algun tipo de simbolo debajo del cual habia una fecha: <<23-05>>. La fecha en que ocurrio el "asesinato". --Esto se esta volviendo mas y mas extrano. --Creo que soy yo el que se esta empezando a enfadar y no Steve. Pensando que alguien puede considerar todo esto como una broma, o un juego al que espera que juguemos ahora. Sin embargo, no vamos a contarle a nadie sobre este mensaje y asi veremos las reacciones de estas personas con las que hemos estado estudiando alguna vez. !Maldita sea! Este caso es tan… --Jerry no pudo terminar su pensamiento, porque Dean entro en la habitacion.

  • La verdad de Anna Guirao de Lorena Franco

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    NUNCA SE ESTA LO SUFICIENTEMENTE CERCA DE LA VERDAD

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • El aroma de la rosa del desierto de Beatrix Mannel

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    Beatrix Mannel es una de las autoras mas importantes del landscape en Alemania, pais de origen de todo un genero que ha irrumpido en medio mundo.

  • El renacer de Roman de Kris L. Jordan

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    Roman se alejo de Espana hace siete anos huyendo de un error. Hoy regresa intentando escapar de la muerte y de un pasado turbio que le ha dejado marcado.

  • La Serie completa Nosotros de Patricia Bonet

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    <>. ?Un vuelo agradable? Si tuviera que definirlo, se me ocurren muchas formas de hacerlo, pero desde luego ninguna de ellas seria <>; me ha tocado pasillo, por lo que me he pasado la mitad del tiempo levantandome para que la senora que tengo al lado pudiera ir al aseo. No sabia que alguien podia mear tantas veces seguidas. Pero no contenta solo con eso, no se ha callado. Ni un momento. Me ha hablado de su hija Lana, de su perro Scooby y de su nieto Carl, que es la alegria de su vida, aunque el a ella no la quiera nada y le escupa cuando la ve. Asi, tal cual. Y ella tan contenta diciendo que son solo cosas de ninos. De un nino que, por cierto, ya tiene diez anos, y no es que yo sea un lumbreras, pero a esa edad ya saben lo que hacen, ?no? En fin. Ni conozco a esta senora ni voy a volver a verla en mi vida, asi que yo solo he sonreido y he fingido escucharla todo el trayecto. En realidad, lo que he estado haciendo ha sido cerrar los ojos y pensar. ?En que? En lo que llevo pensando desde que mi trabajo en Nueva York termino y supe que era hora de volver a casa. Podria haberme quedado alli. La gente me queria, era bueno en mi trabajo y el sitio no estaba nada mal. Hice algunos amigos, como Scott, mi jefe. Aunque era unos cuantos anos mayor que yo, congeniamos enseguida. Supongo que porque yo necesitaba una figura paterna, alguien que me diera un poco de seguridad y familiaridad en un sitio en el que me encontraba a miles de kilometros de los mios, y el buscaba un sustituto para el capullo de su hijo, porque, si algo definia a ese especimen de hombre, era <>. Tambien echaria un poco de menos mis salidas matutinas a correr por Central Park o el desayuno de los domingos por las mananas en la teteria de la esquina del trabajo. Me costaba mas de cuarenta y cinco minutos ir andando, pero valia la pena solo por esos bollitos de canela rellenos de limon. Pero bueno, no quiero mentir, todo eso estaba bien, pero no terminaba de ser lo mio. Aunque estaba rodeado de personas por todas partes, pues en la oficina eramos mas de cuatrocientos trabajadores y tenia buena relacion con todos, y ademas tenia a Scott, pero, como ya he dicho, me sentia muy solo. Me faltaba mi gente. Mis amigos, sobre todo Pedro, los tocapelotas de mis hermanos, mis padres y, para que mentir, ELLA. Mierda. Es que no me la quito de la cabeza ni medio segundo. Y si, antes ya era una tortura, pero mas o menos podia llevarlo; total, la tenia a miles de kilometros de distancia. Pero ?y ahora? Ahora la tengo demasiado cerca como para poder ignorarlo. El avion acaba de dar una sacudida, lo que significa que hemos tomado tierra. He estado tan metido en mi mundo que ni me he dado cuenta. Suspiro, cojo aire y lo suelto tres veces seguidas, me seco las palmas de las manos en los vaqueros y cuento hasta diez. Me levanto incluso antes de que las luces que indican que ya puedo desabrocharme el cinturon se apaguen, pero necesito coger mi ordenador y salir de este agujero que me esta asfixiando por momentos. Me giro para sonreir a mi nueva <> y decirle adios con un ligero movimiento de cabeza, y salgo por la puerta como alma que lleva el diablo directo al autobus que me llevara hasta la sala de recogidas de maletas, para poder coger la mia e irme a mi casa. Hogar, dulce hogar. Se me hace tan raro estar aqui de vuelta que, por un momento, una milesima de segundo, me han dado ganas de dar media vuelta, volver al avion con el comandante como se llame y pedirle que me lleve de vuelta a las Americas. Pero no, estoy aqui, he vuelto y lo hago para quedarme. Cuando ya estamos todos en el autobus como sardinas en latas -y esta claro que algunos sin ducharse-, ponemos rumbo al edificio que alberga nuestras pertenencias mas valiosas, que en mi caso es una pequena maleta. No es que haya sobrevivido todo este tiempo con tres pantalones y dos polos, es que mis padres vinieron hace un par de meses y se trajeron casi todas mis cosas. De valor no tenia nada, porque los muebles y demas pertenecian a la casa de alquiler en la que me alojaba, pero si se trajeron la ropa de invierno, zapatos y chaquetones, asi que me deje lo esencial: algunas prendas basicas y mi ordenador portatil. Por fin llega la mia, esa que regalaba el banco hace mil anos, marron, fea de cojones, que toda la poblacion espanola tiene, y me dirijo hacia la salida para coger un taxi. No ha venido ninguno de los mios a buscarme. No porque ellos no quisieran, sino porque yo no los he dejado. Me gusta muchisimo estar con ellos, pero pueden llegar a ser tremendamente agobiantes, y yo necesito un poco de espacio para habituarme a mi nueva situacion y pensar en como me voy a enfrentar a todo lo que se me viene encima. Y porque les he mentido. No me siento orgulloso de ello, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. O como se diga. Les he dicho que llegaba mucho mas tarde. Casi por la noche, vamos. No a las ocho de la manana. Al unico al que le he dicho la verdad es a mi hermano Javier, al que, por cierto, le mando un mensaje para avisarlo de que ya estoy aqui. Y es que con el no tengo ningun problema. Si yo le digo que no quiero que venga a recogerme, no hace preguntas, me dice que vale y se queda en su casa; o en el bar, depende de la hora. No he querido que venga nadie porque solo tengo ganas de llegar a casa, darme una ducha, quedarme en calzoncillos y dormir todo lo que no lo he hecho estas ultimas semanas. ?Que por que no he dormido? Porque estoy cagado de miedo. He sonado con volver desde antes de marcharme, he sonado con verla desde antes de despedirme y he sonado con volver a hablar con ella desde antes de mandarlo todo a la mierda. Pero una cosa es sonar y otra muy distinta, la realidad. Y la mia es que estoy aqui, que he vuelto y no tengo ni idea de por donde empezar. Me aterra tenerla enfrente de mi otra vez porque no sabria que decirle ni como actuar. No se si me odia -aunque estoy convencido de que si- ni si tiene ganas de verme -estoy convencido de que no-. Llevo mas de tres anos sabiendo cosas de ella a traves de los demas. Jamas acompano a ninguno en sus viajes, ni se sumaba a las felicitaciones y llamadas a traves del Skype, ni participaba en los regalos conjuntos que me llegaban. Si, ponia su nombre, estaba su dedicatoria, pero no era su letra. Mejor dicho, no eran sus palabras. El taxi llega por fin a la puerta de mi casa; le pago y bajo, sacando yo mismo la maleta del maletero porque ahora me han entrado las prisas. Necesito sentirme seguro, protegido, y mi casa se convierte en mi refugio. Subo los peldanos hasta llegar a la puerta principal poco a poco, disfrutando del momento y maravillandome de lo que encuentro a mi alrededor, porque, para que negarlo, mi casa me encanta. Al subir arriba del todo, dejo las maletas en el suelo y meto la mano en el bolsillo derecho del pantalon para sacar la llave, la cual aprieto tan fuerte que hasta me hace un poco de dano en la palma de la mano. La meto en la cerradura y la giro dos veces, lo que me confirma que mi hermana no esta en casa. Cuando me marche, me pregunto si podia mudarse aqui. Adora a mis padres, pero, palabras textuales, <>. Siempre han sido un poco controladores con los tres, para que negarlo, pero debo reconocer que con mi hermana han llegado al acoso. Asi que no tuvo que suplicarmelo mucho, aunque me habria encantado verla de rodillas pidiendo clemencia. Cogio la copia que guardaba para las emergencias y se instalo aqui. Para mi tambien supuso un alivio, asi tenia a alguien que cuidaba un poco de ella en mi ausencia. Hablo de mi casa, claro; mi hermana se vale ella sola. Y, ademas, asi cuidaba de las pequenas plantas que tengo en el jardin. Aunque miedo me da cuando salga a ver como estan. Cojo la maleta, entro y cierro la puerta detras de mi. A simple vista esta tal y como la deje, a excepcion del sofa, que tuvimos que reemplazar por culpa de un pequeno percance, del cual prefiero no hablar. La cocina esta impoluta y, por lo que puedo divisar a traves de la cristalera, el jardin y mis plantas estan perfectas. Debo empezar a confiar mas en Paula. Cierro la casa con llave, una pequena mania -o una de muchas-, dejo la maleta en el suelo y recorro mi hogar poco a poco, tocando los muebles y admirando el olor a jazmin que lo impregna. Me acerco hasta la libreria, pero no para ver los pocos libros que hay, sino las fotos, en concreto una en la que salimos los cinco el dia del cumpleanos de Javi hace ya siete anos por lo menos, todos disfrazados de mejicanos, con las mejillas sonrosadas y los ojos vidriosos de tanto reir. Paula esta a caballito de Pedro, Javi a su derecha haciendo el mono, y yo a su izquierda, con Eva subida a mi espalda. Tiene la sonrisa mas bonita que he visto en mi vida, y la echo mucho de menos. Estoy cansado de verla a traves de las fotos, ahora necesito hacerlo en directo. Dejo la foto en su sitio, voy hasta la cocina y abro la nevera con la esperanza de encontrar algo de comida en ella. Me doy por satisfecho. Tengo queso, jamon e incluso cerveza, asi que me preparo un sandwich, me lo como rapido y subo a mi habitacion para poder darme una ducha bien fria y acostarme un rato, que bien lo necesito. [?] <>. Parece musica, pero no se de donde viene. Por poco se me sale el corazon por la boca del susto que me he dado. Me incorporo en la cama e intento calmarme, con los cinco sentidos alerta e intentando acostumbrarme a lo que tengo alrededor. Me doy cuenta de que estoy en mi casa de Valencia y de que esa musica viene del piso de abajo. Debe de ser mi hermana, que ha llegado y no se ha enterado de que hay alguien arriba.

  • Salvaje y libre de Veronica A. Fleitas Solich

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    Cada ser humano debe librar distintas batallas.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • El mito de la transicion pacifica de Sophie Baby

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    La existencia de violencias politicas plantea, en toda sociedad, una serie de desafios que conocemos bien: en primer termino, la accion violenta y su contencion -sea en dictadura o ya en democracia-, pero tambien cuestiones de memoria y reconciliacion nacional, del papel de la ley y la violencia estatal, del papel politico de las victimas; muchas cuestiones que cabe abordar en un marco inedito -la transicion-hasta la aparicion de este magnifico libro. <> constituye un analisis revelador y pionero tanto de las violencias politicas que sacudieron Espana durante la transicion como del modo en que dichas violencias condicionaron y marcaron el devenir de la joven democracia espanola.

  • El Ano del Diluvio de Eduardo Mendoza

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    Mendoza narra el conflicto en el que se ve envuelta sor Consuelo, una monja que administra un ruinoso hospital. Para conseguir la financiacion, se dirige al cacique de San Ubaldo de Bassora, aunque todo empieza a complicarse cuando este la seduce. La invencion expresiva constante de Mendoza y su inigualada habilidad para la recreacion de estilos y generos sustenta el canamazo de una historia rica en hallazgos y sorpresas. Por su maestria narrativa, desplegada en los mas varios registros, y por el empuje y poder de conviccion con que transmite al lector un mundo propio y unos personajes de contorno imborrable, El ano del diluvio se cuenta entre los logros mayores de Eduardo Mendoza.

  • Diciembre en el fin del mundo de Yamila Bianqueri

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    Un accidente que practicamente la destruye, alienta a sus amigas a llevarla a un viaje en el cual, sin saberlo, un nuevo comienzo la espera ?Sera la ciudad mas austral del mundo, el destino para Saiana?

  • Deseos rojos (Chasing Red) de Isabelle Ronin

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    Llega aquello que todos los fans de <> estaban esperando: la historia de Kara y Cameron.

  • Un pie en el paraiso de Ron Rash

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    Oconee, condado rural de los Apalaches, principio de los anos cincuenta. Un antiguo territorio cheroqui esta a punto de ser de nuevo arrebatado a sus legitimos pobladores: la compania electrica Carolina Power ha adquirido todas las tierras del valle para construir una presa, un inmenso lago que anegara por igual granjas y cultivos. Sin embargo, una inclemente sequia castiga ese verano y el maiz y el tabaco crujen bajo los pies en los agostados surcos. El sheriff y veterano de guerra Will Alexander es el unico en kilometros a la redonda en haber pisado una universidad, pero ?de que sirve eso si no se es capaz de encontrar un cuerpo? El de Holland Winchester, que no regreso a casa a mediodia y cuya madre oyo un disparo en la propiedad vecina…

  • La dama del paso, Marisa Sicilia de Marisa Sicilia

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    Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

  • Bailando espero al hombre que yo quiero de Shirin Klaus

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    Manu es el culpable de que mi novio me haya dejado. Lo se. Ese juerguista mujeriego ha conseguido que Javi quiera mas mujeres en su vida. Maldito Manu, que disfruta no siendo mas que un trozo de carne y haciendo que la temperatura de la sala suba en cuanto empieza con sus clases de Zumba. Pero si eso es lo que a el le gusta, ser deseado y disfrutar del sexo, no tiene nada de malo que yo me aproveche. !El papel de clavo que saca otro clavo le va que ni pintado! Que quede claro que yo jamas saldria con el, que no lo quiero de novio ni borracha, pero. a nadie le hace dano un baile. Ya sea en la pista o en la cama.

  • Uno. Jugada Perfecta de Moruena Estringana

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    Cam no podia creer que su novia, su mejor amiga, su mitad perfecta le hubiera hecho aquello. No podia ser verdad… El habia visto a Blanca con ese chico y habia temido que lo dejara, que se diera cuenta de que eran tan diferentes que no estaban hechos para estar el uno con el otro. Cam era muy serio. Siempre habia sido un nino responsable, y Blanca era divertida, amante de las emociones y de los planes creados en el ultimo segundo. <>, penso el joven. Fue a buscar a su chica y, en cuanto la vio, dijo lo primero que se la paso por la cabeza. Estaba tan triste que hablo sin pensar. —Me has sido infiel… Me has puesto los cuernos. Blanca lo miro impactada. —?No me vas a permitir dar mi version? —pregunto Blanca dolida. —Os he visto juntos. Soy iguales…, tan perfectos… Ni siquiera se que haces con alguien como yo. Para ti solo ha sido un juego. —!!Yo no me he liado con Noel!! —?Y como sabes que estoy hablando de el? —!Porque es la unica persona con la que me pueden relacionar! —!Porque sabes que tengo razon! ?Como has podido hacerme esto? —Como has podido tu, Cam. Confiaba en ti mas que en nadie, y me has juzgado sin mas. Creia que tu si eras capaz de ver como soy en verdad, pero me equivoque. Que te aprovechen tus prejuicios. Blanca se marcho corriendo para que Cam no viera sus lagrimas deslizarse por sus mejillas. Lo queria mas que a nadie y, aunque eran diferentes, eso no cambiaba lo que sentia. La habia juzgado como todos, pensado de ella cosas que no son. No pensaba volver a dirigirle la palabra… Solo asi conseguiria olvidarlo. Capitulo 1 Blanca La madrastra de Cam me ha dejado con el para ir a su casa a darse una ducha. No puedo creer que haya estado a punto de morir por conducir rapido. El, que se sabe al dedillo todas las normas de seguridad y es el cenizo que te las recuerda si te las saltas. Ha salido del peligro, pero, hasta que no despierte, no pueden saber el alcance de sus heridas en la cabeza. Me acerco a el. No he sido capaz de irme de su lado desde que supe la noticia. Colin, su hermano mellizo, me llamo para decirmela. El estaba de viaje y ahora ha regresado para estar junto a su hermano. Me imagino que esas horas lejos de Cam se le hicieron eternas. Miro a Cam deseando que despierte y me mire con sus ojos verdes. Seguramente me taladrara con la mirada y me dira que me marche, pero hasta que eso ocurra, pienso seguir aqui. Sin aparentar que no me importa, que me da igual lo que le suceda. Una parte de mi siempre sera suya. De repente, noto que Cam se mueve… Me sobresalto y lo miro. Su mirada esta vidriosa, y sus ojos, rojos por el golpe en la cabeza. —Eres una aparicion… —Eso quisieras tu, que aparte de ser infiel estuviera muerta —le digo mordaz. Sonrie de medio lado antes de dormirse de nuevo. Con el corazon dolorido y acelerado, voy a buscar al doctor para informar que ha despertado; que hable es buena senal, pero sus palabras no nos aclaran si va a tener una lesion cerebral o no. Informan a la familia de todo y regreso al lado de Cam hasta que la puerta se abre, y aparece Colin. —Cam… —Colin ni me ve. Solo puede mirar a su hermano. Llega a su cama y lo abraza con cuidado al tiempo que llora como un nino—. Si te pasa algo, me muero… Me marcho para dejarles intimidad. Voy a la zona de espera y veo a la novia de Colin. Me acerco a ella. Es un poco rara, pero llevan ya mucho tiempo y ellos se entienden bien. —Hola. ?Como esta? —me pregunta. —Esperan que lo peor haya pasado, aunque yo no me quito de la cabeza que Cam corriera tanto con el coche. —Yo tampoco —dice Luke, que acaba de volver con Roy. Han estado yendo y viniendo desde lo sucedido. —Cam no iria a esa velocidad a menos que pasara algo grave —anade Roy—. Esperemos a que se despierte para saber lo sucedido. —Mira por la sala—. ?Y su querida prometida? ?Sigue sin aparecer? —Si, tiene el movil apagado. No han podido localizarla —respondo. —A saber si no paso algo con esa bruja —dice Luke, al que no le cae muy bien la que fue su ex hace anos. Bueno ni a el, ni a nadie. No se como Cam pudo no confiar en mi y sigue al lado de alguien con tan pocos escrupulos como Carla, su prometida. Le ha dado mil y un motivos para no confiar en ella, pero sigue ahi. Cuando el padre de Carla acabo en la carcel por todos los delitos que cometio, todos esperabamos que rompiera su compromiso, pero Cam no… Cam se ha mantenido fiel a su palabra y ha protegido a esa arpia, que es igual de mentirosa y mala que su padre. Que Carla no este aqui me hace pensar si ella no ha tenido la culpa de lo sucedido. Me espero todo de ella. Al final me convencen para irme a casa a descasar. Al llegar, Emily y Peyton me preguntan por Cam y les cuento lo que ha pasado al despertar. —No deberia volver… —digo agotada—, pero tampoco puedo estar lejos hasta que no este bien y pueda seguir odiandolo como siempre. —Te entendemos. Me despido de ellas y me meto en mi dormitorio. Me tiro sobre la cama y me quedo dormida al instante. * Nada mas despertar, me doy una ducha, como algo y me marcho al hospital. Al llegar, Colin me informa que se ha despertado otra vez y que sus recuerdos estan todos bien salvo las ultimas horas antes del accidente. No recuerda por que iba a esa velocidad. —Mis padres se han ido a tramitar unos papeles en la comisaria. Yo tengo que ir con mi hermano pequeno. ?Puedes quedarte un momento hasta que regresen? —Claro. Si sucede algo, os informo. —Gracias. De mis amigos, soy la que no tiene trabajo. He acabado la carrera y me esta costando encontrar algo. He echado curriculums y hasta ahora no he conseguido nada. Nada que no sea trabajar con mi padre, el nuevo alcalde de la ciudad. Cada vez que pienso que ha vuelto para ser alcalde y no por mi, me enfado con el… Mi madre me abandono al nacer y siempre hemos sido el, yo y sus negocios. Siempre me ha dicho lo siento con un regalo caro por no poder pasar mas tiempo conmigo, y lo entiendo. Tiene mucho trabajo. Cuando era nina contrataba nineras para que me cuidaran. No siempre eran las mismas, porque no queria que me encarinara demasiado con ellas y, cada seis meses, buscaba una nueva para que no olvidara que ellas no eran mi familia, sino simples trabajadoras. Se que tenia miedo de que otra persona ocupara su lugar y las quisiera mas que a el, pero eso nunca paso. No tenia tiempo para quererlas y, como cambiaban tanto, me daba tanta tristeza despedirme que acabe por ser fria con personas que en verdad no queria dejar de ver. Era mejor eso que sufrir sus despedidas. Conozco a Cam de toda la vida. Mi padre es amigo de sus padres y su casa esta aqui, aunque no viva mucho en ella. Por eso, cuando empece la universidad, tras la ruptura de Cam, decidi independizarme y vivir sola, para que asi dejara de contratar cada seis meses personas para mi cuidado y poder vivir con gente que no se marchara. Fue la mejor decision, aunque provoco que mi padre aumentara el numero de regalos, porque sentia que estaba mas sola. El nunca ha tenido tiempo para mi, pero se que me quiere; no por los regalos, como el piensa, sino por las veces que me llama para preguntarme si estoy bien. El tiempo ha pasado y conozco poco al hombre del que llevo su sangre, y ahora que ha vuelto, es peor. Siempre esta liado para sacar esta ciudad para adelante tras el destrozo que hizo el anterior alcalde. Entro al cuarto de Cam y me siento cerca. Lo miro fijamente y, sin quererlo, recuerdo el dia que me di cuenta de que ese chico al que conocia de siempre me gustaba mas de lo que debia. Habia una comida en su casa y a mi padre le habian invitado, pero, como no podia acudir, me mando en su lugar. La tarde caia y algunos jovenes aburridos de la fiesta propusieron jugar a algo. Colin saco unas barajas de cartas del juego del Uno y, a los que no sabiamos como jugar, nos explico las reglas. Jugamos todos menos Cam, que estaba sentado cerca viendolo todo sin participar. Algo que hacia siempre

  • 4 Horizontal de Anna Casanovas

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    Amanda salio de la revista media hora mas tarde que de costumbre. Sam estaba un poco saturado de trabajo: Gabriel seguia en Barcelona, el y Agata habian hecho las paces y no regresarian a Londres hasta la siguiente semana. Se alegraba mucho por ellos; Gabriel se merecia ser feliz y la espanola, ademas de conquistar a uno de sus mejores amigos, era una chica fantastica a la que tambien echaba de menos. Se dirigio hacia el metro y bajo las escaleras silbando. La semana habia empezado bien e iban recuperando la normalidad poco a poco. Los ultimos meses habian sido una locura y Amanda, como secretaria de Sam, el director de la revista, habia ido de craneo e incluso habia llegado a temer que The Whiteboard cerrara para siempre. La publicacion habia vivido momentos muy criticos cuando articulos aun por publicar habian aparecido impresos en la competencia. Afortunadamente, Sam y Gabriel supieron reaccionar a tiempo y pocos dias atras habian atrapado al ladron. Por fin habia vuelto la calma, aunque debido a la ausencia de su mano derecha y redactor estrella, Gabriel, Sam seguia muy liado y hoy la habia retenido alli mas de lo habitual, pero no le importaba, tampoco tenia a nadie esperandola en casa. La puerta del vagon se detuvo justo delante de ella y Amanda entro y se sento en el extremo de uno de los bancos, pegada a la salida. Se coloco el bolso encima del regazo y saco el periodico; ahora empezaba uno de los mejores momentos del dia: el crucigrama. Le encantaba resolver crucigramas; se habia aficionado a ello de pequena, cuando su padre la retaba a que los terminara antes que el y, si lo lograba, le daba una piruleta. Por aquel entonces una piruleta, de esas rojas color sangre, era el mayor de los tesoros, sobre todo teniendo en cuenta que su madre era dentista y le tenia prohibido comer caramelos. El trayecto hasta su pequeno apartamento duraba media hora, ocho paradas encerrada en un metro abarrotado, pero asi tenia tiempo para resolver el crucigrama entero y, para seguir con la tradicion, comprarse una piruleta en el quiosco que habia al salir. El altavoz anuncio su estacion y a Amanda aun le faltaban un par de palabras. Bueno, aquel dia no lo habia logrado. Guardo el boligrafo y se puso de pie. Las puertas se abrieron. -Madagascar. Al escuchar la voz, Amanda se giro y vio a un chico mirandola. -?Perdon? El metro empezo a pitar para anunciar su salida. -Once vertical -dijo el con una sonrisa-. Madagascar. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 1 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas Las puertas se cerraron a la vez que el le guinaba el ojo. Atonita, Amanda miro su periodico. <<11 vertical: Nacion insular situada en el Oceano Indico, frente la costa sudeste del continente africano, a la altura de Mozambique.>> -Madagascar -pronuncio en voz alta para si misma, mientras recuperaba el boligrafo alli mismo para escribirlo. Ahora solo le faltaba una palabra. Desvio la mirada para releer la otra definicion y, ahora si, dio con la respuesta. Habia acabado el crucigrama. Camino contenta hacia el quiosco y sin cuestionarselo demasiado, compro no una sino dos piruletas: una para ella y otra para su misterioso, y demasiado atractivo para ser real, ayudante. A pesar de que estaba convencida de que era imposible que volviera a verlo, Amanda se guardo el caramelo en un bolsillo del bolso, por si acaso. Entro en su casa, se quito los zapatos (usar tacones era uno de sus pocos vicios) y fue a la cocina para ver que podia prepararse para cenar. Las opciones se reducian a dos: leche con galletas o lasana congelada. Opto por la lasana, e incluso se premio con una copa de vino. Estaba contenta: el hermano listo de Brad Pitt -habia decidido llamar asi al chico del metro, pues tenia unos rasgos similares a los del actor pero con gafas y el pelo mas desalinado- le habia guinado el ojo. A ella. A Amanda Sole, castana, de metro y medio y con una figura con demasiadas curvas para los canones actuales. De pequena le habia preocupado, ahora ya no; habia pasado de <> a <>. No se enganaba a si misma, no era Monica Belluci ni Sophia Loren, pero habia aprendido a vestirse y sabia sacarse partido... aunque a veces tenia ganas de gritarles a ese monton de sacos de huesos que poblaban la capital britanica que se fueran al infierno. <> Y ella pecaba… Pero bueno, ahora, con veintiseis anos, y despues de varias dietas fallidas y sesiones maratonianas en el gimnasio, habia aprendido a quererse a si misma y era feliz. Al dia siguiente Amanda podria haber salido puntual pero prefirio mandar un par de e-mails mas y asi coger el metro a la misma hora que el dia anterior. Mientras bajaba las escaleras trato de convencerse de que no lo hacia para ver a ese chico, sabia que era imposible, pero no sirvio de nada y cuando no lo vio en la estacion perdio el buen humor. Se sento en un banco y, justo cuando iba a colocar el periodico en su regazo, el entro y las puertas se cerraron. Llevaba el pelo igual de despeinado que el dia anterior y tras dejar la bolsa en el suelo se coloco bien las gafas. Giro la cabeza a ambos lados, como si buscara a alguien, y cuando sus ojos (c) 2008 2 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas se toparon con los de ella, sonrio. Amanda giro la cabeza, pues penso que debia de saludar a alguien que estaba tras ella y no queria hacer el ridiculo, pero a su lado solo habia una anciana totalmente ajena a lo que estaba pasando. La habia sonreido a ella, asi que le devolvio la sonrisa. Estaba muy guapo pero se le veia cansado; estaba apoyado contra la barra de hierro que hay para sujetarse y un monton de colegialas impedian que pudiera acercarse a ella. Tenia que dejar de mirarlo, y cuando vio que el echaba la cabeza hacia atras y cerraba los ojos, opto por concentrarse en el crucigrama. Pasaron seis paradas y el vagon, aunque habia cambiado de inquilinos, seguia estando abarrotado. Levanto la vista hacia el lugar que habia ocupado el hermano de Brad y vio que ya no estaba. Iba a suspirar cuando escucho: -Kilimanjaro. Alzo la cabeza y lo vio de pie junto a ella. Habia aprovechado esos minutos para cambiar de sitio. -Doce vertical. -Senalo con un dedo. Amanda miro el crucigrama. <<12 vertical: Volcan situado en el parque nacional homonimo en Tanzania, que con sus 5.895 m es la montana mas alta de Africa. >> -Kilimanjaro. Me encanta la geografia -dijo a modo de explicacion. -Es obvio que a mi no. -Apunto la palabra-. Gracias. -De nada. ?Tenia que decir algo mas? ?Que? A ella no le pasaban esas cosas, ella no era una de esas chicas audaces y picaras que siempre saben que decir. No, ella era solo Amanda. Los altavoces anunciaron su parada y empezo a levantarse. Guardo el periodico y el boligrafo en el bolso y, al hacerlo, toco la piruleta. Lo penso un segundo; no, la verdad es que no lo penso. Decidio arriesgarse. -Es para ti. -Le dio el caramelo-. Por lo de ayer. -Vio que el la miraba atonito-. Por ayudarme a terminar el crucigrama. -Ya iba a retirar la mano cuando el cogio la piruleta. -Gracias. -Se la guardo en el bolsillo. El vagon se detuvo y abrio sus puertas. Tenia un pie ya fuera, cuando el le coloco una mano en el hombro. -Me llamo David. Sono el timbre y ella lo miro a los ojos. -Amanda. Aparto la mano para que no se la pillaran las puertas. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 3 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas -Capadocia. -Le guino el ojo-. Diez vertical. Me debes otra piruleta. - Sonrio, y desaparecio junto con el tren. Amanda miro el periodico. <<10 vertical: Region historica de Anatolia central, en Turquia, que abarca partes de las provincias de Kayseri, Aksaray, Nigde y Nevsehir.>> No pudo evitar sonreir. Habia vuelto a terminar el crucigrama, y al salir compro dos piruletas: una para ella y otra para David. Siempre le habia gustado hacer crucigramas pero si hubiera sabido que hombres como ese compartian tambien esa aficion, se lo habria tomado mas en serio. Amanda se dijo que no estaba nerviosa. Cuando Jack le pregunto por que se habia puesto cuatro cucharadas de azucar en el cafe y no dos como de costumbre, le respondio que necesitaba glucosa. En realidad se habia olvidado de contar. Y cuando Sam le dijo que ese dia podia salir antes, ella fingio tener trabajo pendiente. Amanda nunca tenia trabajo pendiente. A la hora senalada, ni un minuto antes ni uno despues, se dirigio hacia el metro. Subio al vagon, y no vio rastro de David por ninguna parte. Las puertas se cerraron y el metro salio de la estacion sin que el apareciera. Suspiro, ya sabia que esas cosas sacadas de pelicula a ella no le sucedian. Le escocieron un poco los ojos. Vaya tonteria. No iba a llorar por algo asi. Saco el periodico, y lo abrio por la pagina del crucigrama. Ojala tuviera una pastilla de chocolate a mano. Ese dia no se compro ninguna piruleta. A decir verdad, paso junto al quiosco mirando hacia el otro lado, y al llegar a casa se cambio en seguida. Ponerse esa blusa entallada habia sido una soberana tonteria. Ceno pasta y fue a acostarse aun enfadada. Era mejor estar enfadada que dolida. David cruzo la calle como alma que lleva el diablo, salto los escalones de la parada de metro de dos en dos y esquivo a todas las ancianas que se interponian en su camino... pero nada evito que se le escapara el tren. Se quedo de pie viendo como el tunel engullia el ultimo vagon y maldijo por enesima vez al estupido de su jefe por haber organizado una reunion a ultima hora. Habia tratado de salir puntual, pero no, el imbecil de Andrew no callaba, y el no podia dejar de mirar el reloj. Si perdia el tren no veria a Amanda. Amanda. El nombre se le ajustaba como anillo al dedo. Era bonito y sensual, pero a la vez dulce, como un susurro. El lunes, cuando la vio por primera vez, casi se queda sin habla. Se la veia tan concentrada, tan preocupada con ese (c) 2008 4 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas crucigrama, y tan ajena a lo sensual que estaba mientras mordia ese boligrafo. El, que llevaba casi un ano sin sentir el mas minimo atisbo de deseo, habia dado gracias a Dios por haber llevado la bolsa precisamente ese dia y poder asi ocultar lo excitado que estaba. Eso no era normal. Al menos no para el. Se paso mas de diez minutos pensando en como acercarsele y cuando vio que iba a bajar, supo que tenia que arriesgarse. Ademas, se moria de ganas de decirle que una de las palabras que le faltaban era <>. Al dia siguiente, cuando ella le dio la piruleta, tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no besarla. Se contuvo por dos motivos: primero, seguro que lo arrestarian, y segundo, ella no querria verlo mas. Y pasara lo que pasara, queria seguir viendola. Despues de ese ano horrible, queria seguir viendo a Amanda. Necesitaba recordar que no todo el mundo era como Eva y Charles. El jueves Amanda salio a la hora habitual, es decir, a la de toda la vida. La noche anterior habia decidido aterrizar en el planeta tierra y olvidarse de David y de todas las peliculas romanticas del mundo. Salio de la revista y se compro una chocolatina como premio por haber tomado una decision tan madura. Llego al metro, subio y... cuarenta minutos mas tarde abria la puerta de su casa furiosa por no haber terminado el crucigrama; ese dia tenia mas toponimos que de costumbre. Leyo un rato y se fue a dormir jurandose que no iba a sonar con guapos desconocidos que guinan los ojos en el metro. David maldijo su suerte y, a juzgar por el modo en que le miro la anciana que tenia al lado, las palabrotas que solto fueron de lo mas explicitas. Amanda no estaba en el vagon. Ni tampoco en la estacion. Mierda. Al llegar a su parada, bajo y, mientras recorria el camino que faltaba hasta su casa, decidio que no iba a resignarse. Ni hablar. ?Que sabia de esa chica? Nada. No, eso no era cierto. Sabia que le gustaban los crucigramas, que tenia la sonrisa mas dulce que habia visto jamas, que le gustaban los caramelos, que tenia los ojos preciosos, que cogia el metro a la misma hora que el y que se bajaba dos estaciones antes. Con eso habia bastante. Si el era capaz de crear el mejor programa del mundo para cualquier banco, bien podia dar con su misteriosa Amanda. Llego a su casa; con el dinero de la venta del piso habia decidido comprarse una pequena y destartalada casa en las afueras. Eva queria vivir en el centro de la ciudad, el no; en realidad lo odiaba. Odiaba las multitudes y los ruidos; le gustaba muchisimo estar alli y poder ir remodelando poco a poco todas las habitaciones. El (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados.

  • Dulce Venganza de Natalia Lee

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    Despues de que la vida la golpeo nuevamente, Kira se ve obligada a buscar la ayuda de su madre, la unica persona a quien nunca quiso volver a ver despues de haber arruinado su vida hace siete anos.

  • Trilogia Especial Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda Moran

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    ?En que momento la vida decide cambiarlo todo? Jacqueline Amoros, es una chica con una vida normal, un trabajo normal y un grupo de amigas no tan normales… Todo va bien, incluso tiene un amor platonico que la fascina, hasta que alguien de su pasado regresa de manera accidental.
    Situaciones freneticas, un sexo delicioso y un misterioso dios griego.
    Klaus Grass, llega a la vida de Jacqueline para ensenarle que es el amor frenetico, sin darse cuenta de que quiza esta apostando mas de la cuenta ?Esta uno preparado realmente para enamorarse?
    Y si es asi… ?Todo vale?
    Trilogia completa con mas de nueve millones de lecturas online, esta vez llega en un nuevo formato para cautivar cada rincon de ti.

  • El Efecto Humano de Miguel Angel Caro Galan

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    Ariadna Rhod, una mujer con un extrano pasado y a la que no le importa nada ni nadie despierta sola en un planeta desconocido sin recordar como llego hasta alli. En su viaje para averiguar lo que ocurrio, descubrira que su vida jamas volvera a ser la misma y sentira algo que la cambiara para siempre. El efecto humano. Este libro esta dedicado a los amantes de la ciencia ficcion. Los que cada noche suenan con tiempos futuros, tecnologias que aun no se han inventado y viajes a sitios que aun no se puede llegar. Todos imaginamos mundos mejores, pero por mucho que odies en el que vives, siempre hay algo por lo que vivir.

  • Esclavos del honor de Raul Borras San Leon

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    La epopeya de los heroes del sitio de Baler.

  • Rojo Carmin de Alan D. D

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    Se mueren por vivir de nuevo.

  • El alma de la radio de Angeles Donate

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    Querida Senorita Leo, Me llamo Elisa y es la primera vez que escribo una carta. !Ojala no hubiera tenido que hacerlo nunca! Se la envio a usted, pero en realidad va dirigida a mis padres. A ellos no tengo el valor de mandarsela. Espero que puedan perdonarme algun dia por lo que estoy a punto de hacer. Estoy cansada y solo tengo diecisiete anos. Pero es que cada dia he vivido por dos y lo que es peor... se que asi sera el resto de mi vida. ?Se imagina usted lo que es eso? Mis padres tuvieron gemelos, pero mi hermano murio con cinco anos. Habia nacido muy debil, con problemas de corazon. Desde entonces, me converti en la superviviente. No soy mas que eso. Haga lo que haga, el siempre esta presente. Por muchos anos que pasen, hay personas muertas que ocupan mas espacio y hacen mas ruido que las vivas. Cuando me miran, no pueden evitar pensar en el y reviven el dolor de su ausencia. Marco es la sombra pegada a mis talones y yo soy la sal que cae en la herida abierta de mis padres, que no les deja cicatrizarla. Cada oportunidad que pierdo la pierdo para mi, pero tambien para el. Si desaprovecho una habilidad, la desaprovecho tambien para el. Cada sueno que no cumplo, cada error que cometo, cada... Y lo peor de todo es que yo tambien echo de menos a Marcos. A veces creo que me estoy volviendo loca. Siento que lo voy a traicionar, porque yo tuve la suerte de quedarme con la vida, la de los dos. Preferiria no haber llegado hasta aqui. Necesito descansar, senorita Leo, espero que pueda entenderme. Todo pesa mucho para mi. Quiero descansar, papa y mama. No lloreis por mi. Por eso digo adios y os pido perdon. Elisa German cerro los ojos. Tumbado en su cama, trato de imaginar a la chica mientras escribia aquella carta tan triste. ?Habria cumplido su amenaza? Tal vez, mientras el escuchaba sus palabras por la radio, Elisa ya no existia, como una estrella lejana que vemos, pero ya se ha extinguido. La voz de la locutora lo habia transportado a una pequena habitacion con las paredes de color celeste. Por algun motivo la imaginaba asi. Alli, una chica de diecisiete anos con mirada de cincuenta se inclinaba sobre una hoja de cuadritos, aferrada a su pluma con el mismo desespero que un naufrago se agarra a lo que queda de su barca. Desde su oscuro cuarto en la pension, German podia incluso ver las palabras de tinta emborronadas por las lagrimas Unos golpes en la puerta le sobresaltaron. --Abra inmediatamente --dijo una voz chillona al otro lado--. ?Como se lo tengo que decir? No es la primera vez que se duerme con el pitillo en la mano... !Un dia se quemara vivo! Y de paso a todos nosotros. German contuvo la respiracion y trato de no mover un solo musculo de su cuerpo. Habia visto en los documentales que algunos animales del Amazonas, para escapar de sus depredadores, se pasaban horas en la misma postura. Si podia hacerlo un bicho cualquiera... ?por que no lo iba a conseguir el, un representante de la especie superior? --No me tome por tonta, senor Gomez. Se que esta usted ahi --insistio la mujer--. ?No me quiere abrir la puerta? !Pues abra el cajon de la mesita! El solitario viajante siguio sin moverse. No le hacia falta obedecer la orden para saber que encontraria ahi dentro: una biblia de bolsillo y un papel plastificado que contenia los Diez Mandamientos de la pension La Perla. El quinto era: <>. German abrio los ojos solo para confirmar que el humo del ultimo cigarro enturbiaba aun la habitacion. Sonrio con satisfaccion. Desafiar a dona Concepcion y a su regimen tiranico en aquel piso de huespedes de la Barceloneta le provocaba cierto placer. Al otro lado de la madera, oyo la respiracion entrecortada de su patrona. Se la imagino olisqueando su puerta como un perro sabueso. --Un dia tendremos un disgusto --murmuro la mujer mientras se alejaba cojeando por el pasillo--. Y todo sera rechinar de dientes y lamentaciones... Solo entonces German se atrevio a revolverse en su cama, dando la espalda a aquella voz agria. Luego se puso en pie. Se dio cuenta de que, al colgar el traje en el armario, se habia quedado abierto. El espejo interior le devolvia ahora su propia imagen: un varon de treinta y muchos, alto para los de su generacion, hombros anchos y una promesa de tripa a corto plazo. Un hombre sin mujer y sin hijos, pero con siete maletas descansando a sus pies. <>, solia decir cuando pedia cama en las pensiones y hostales. De mas joven, cada semana habia buscado clientes en una ciudad distinta. Y, por las noches, los companeros de bar eran todos nuevos. En aquellos primeros anos solo era fiel a Cherie, aunque supiera que su relacion se sustentaba en una mentira. La marca que representaba en exclusiva para el litoral mediterraneo presumia de ser <>. Asi lo explicaba el en las pequenas mercerias que visitaba a lomos de su Seat 1400. --Estos sujetadores vienen de Paris, como los ninos. Solo que a ellos los traen las ciguenas y a esta maravilla de saten la traigo yo --repetia una y otra vez para embaucarlas. Los primeros anos, de tanto decirlo, casi llego a creerselo, aunque los viajes a primeros de mes a la fabrica de Mataro le devolvian a la realidad. Aquello le habia resultado divertido hasta que dejo de serlo. Quince anos despues, ya tenia sus puntos de venta fijos y a las dependientas les daba igual de donde venian los productos. Eran vistosos, salian bien de precio y a las clientas les gustaban, tres motivos suficientes para hacer pedidos generosos. Sus primeros companeros de barra, viajantes como el, se acabaron casando y fueron sustituidos por otros con menos arrugas y una conversacion que le sonaba a repetida. Hacia tiempo que German preferia pasar las noches con su vaso de whisky Dyc en el cuarto, a solas con la voz y las historias que narraba su unica posesion de valor: la radio. Sintonizaba el dial con pericia y, mientras aguardaba el sueno, descubria vida y milagros de otros oyentes a traves de sus cartas al consultorio radiofonico. Lo habia descubierto por casualidad y, al principio, el morbo y el aburrimiento le llevaron a engancharse. Sin embargo, ni uno ni otro tenian ya importancia. Era con ella, fuera quien fuera, con quien se citaba cada noche. Con la presentadora del programa. O mejor dicho, con su voz, dulce pero con un punto seco que impedia que se hiciera empalagosa. <>, suspiro mientras se encendia el ultimo cigarrillo de la jornada. Mil y una noches habia tratado de imaginarse como seria su amiga y cada vez el resultado era distinto. <>, penso. Sin saber muy bien por que, se la imaginaba con una melena castana, no muy alta, y con una talla noventa de sujetador. En su fantasia, la voz de la senorita Leo vivia en el centro de Barcelona. Habia enviudado prematuramente y tenia dos hijos que iban a la escuela, tal vez a la Salle Condal, como su padre. Aunque era mujer, tenia que trabajar para llevar el pan a la mesa. --Hoy te quiero asi --le hablo a la radio, exhalando circulos de humo. Justo en ese momento, la voz repitio el nombre de Elisa, que desplazo a la locutora en los pensamientos de German. --No lo hagas, chiquilla, no lo hagas... Espera un poco. ?No sabes que en menos de veinticuatro horas todo puede cambiar? Aguanta, Elisa, te lo ruego. Solo unos dias. !Espera! No tienes nada que perder. -- Fueron las ultimas palabras que el viajante lanzo a la noche anonima antes de quedarse dormido, sin saber si aquella chica aun podia escucharle.

  • Caramelos de cafe de Paula Dalli

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    Recien cumplidos los dieciocho anos, a Valentina se le abre un futuro lleno de posibilidades: en breve iniciara su vida universitaria lejos de su familia y se trasladara a Madrid a vivir con Melanie, su mejor amiga. Sin embargo, parece que todo se tuerce. Su madre acaba de abandonar la casa familiar para irse a vivir con su nuevo novio, y ahora Vale debe lograr que su padre y su hermano aprendan a cuidarse por si mismos antes de que ella se marche. Solo le consuela desayunar en su lugar favorito, que atiende el barista mas guapo y sensual que ha visto nunca, Jon. Valentina necesita sentirse una adulta independiente y cumplir todos los planes que lleva anos imaginando, pero Madrid le reserva una sorpresa: cierto dia mientras pasea por la calle entra en una especie de pizzeria do it yourself cuyo encargado, casualmente, es Jon, el barista guapo de Altea. Asi comienzan una relacion en la que compartiran su amor por la cocina y el sueno de dedicarse profesionalmente a ello.
    Para lograrlo, se vera envuelta sin quererlo en un revuelto de ingredientes variados: nuevas amistades, reapariciones inesperadas y una sensacion de descontrol al tomar decisiones pensando que improvisar una receta siempre sale bien.

  • Julen. Irresistible y prohibido de Jess Gr

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    La cancion Pump It de Black Eyed Peas resuena por los altavoces ahogando el sonido ronco de mi BMW Serie 3. El viento despeina el pelo de la preciosa rubia con tetas enormes que se sienta a mi lado. Solo necesito una mirada de reojo para saber que esta noche va a ser muy agitada. --!Acelera! --grita, posando su mano sobre mi muslo. No pierdo ni un segundo y hundo el pie en el acelerador. Son las cuatro de la madrugada y las calles de Madrid estan casi desiertas, a excepcion de un punado de coches que no me cuesta nada adelantar. Tal vez deberia cerrar la capota superior del coche, pero la rubia ha insistido en que no lo hiciera. La verdad es que tampoco me molesta demasiado. Ya estamos en junio y las temperaturas son agradables. Ademas, aunque estuviesemos a veinte grados bajo cero, yo no sentiria frio alguno, no despues de todo lo que he bebido y tragado esta noche. --Dame otra --ordeno mirando a la rubia de soslayo. No recuerdo como se llama, Amanda, Alicia… Bah, que importa eso. Acabo de conocerla en una disco, y lo unico que puede interesarme es llevarla a mi picadero y follarmela antes de darle puerta--. !Otra, Rubia! --repito. Se quita el cinturon y gira su cuerpo hacia mi. Enseguida mi mirada va a parar a esos dos melones que sobresalen del sujetador que lleva a modo de camiseta. Coloca una pastilla amarilla en su escote y se acerca aun mas a mi. Yo sonrio de manera ladina y aparto la mirada de la carretera un momento, sin dejar de acelerar, para lamer ese trozo de piel y recoger la pastilla. La trago en seco y sigo chupando su escote al notar como su mano se dirige a mi entrepierna. La tengo dura, vaya que si. La rubia aprieta mi polla por encima del pantalon y siseo de placer. Quiero llegar ya al puto picadero o terminare tirandomela en el coche. --!Cuidado! --Su grito me hace alzar la cabeza justo a tiempo para mover el volante y esquivar un coche que circulaba por el sentido contrario. O tal vez era yo el que no iba bien. Da igual, me he apartado a tiempo. Ademas, ahora mismo dudo que sienta algo si me estampo contra otro coche. Mis extremidades estan adormecidas y me cuesta centrar la vista en la carretera. Supongo que la pastilla ya esta haciendo su efecto--. !Julen! --Un nuevo grito me hace dar otro volantazo. --!No grites, cono! --exclamo girandome de nuevo hacia ella. Veo el miedo en su mirada, y solo entiendo el motivo cuando las luces me ciegan y siento el impacto. [?][?][?] El policia lanza una carpeta sobre la mesa metalica y esta aterriza con un estruendo. --!Te estoy hablando! --grita justo frente a mi cara. Cierro los ojos con fuerza y siseo de dolor. Casi no soy capaz de mantener los ojos abiertos. ?Como pretende que mantenga una conversacion? Llevo horas encerrado en esta mierda de sitio. Se supone que mi abogado iba a llegar hace un buen rato, y hasta ahora no ha aparecido. --Lo se, ?podria hacerlo en un tono mas bajo? --!Oye, ninato, no me vengas con chulerias! --Golpea de nuevo la mesa, esta vez con la palma de su mano, y una vez mas siento un pinchazo en las sienes--. Una cria esta ingresada en el hospital con la cabeza abierta como un puto melon, ademas de varias costillas rotas y la cara desfigurada. ?Crees que esto es una broma? --Respiro hondo por la nariz y me acomodo en la silla echando la cabeza hacia atras. Solo quiero dormir unas cuantas horas tranquilo --. !Me cago en la puta! !Abre los ojos, joder! --Tras resoplar, hago lo que me pide, y el agente griton se apresura a abrir la carpeta y desperdigar un punado de fotos sobre la superficie de la mesa--. Mira esto y dime si es una broma. --Intento enfocar la mirada y analizo las imagenes. En una de ellas aparece la rubia con la cara cortada y cubierta de sangre. Otra esta tomada desde mas lejos, y en ella se puede ver como la chica ha atravesado la luna delantera del BMW. Joder, que putada--. Alison Martinez tiene solo dieciocho anos, y has arruinado su vida. --Fue un accidente --me excuso. --?Un accidente? --Me lanza un papel a la cara y no tengo reflejos para esquivarlo--. Conducias a ciento ochenta kilometros por hora hasta arriba de alcohol y MDMA[1] . No ha sido un accidente. Mierda. ?Me van a meter en la carcel? No creo. !Joder! Pestaneo un par de veces y me enderezo en la silla. Tal vez deba prestar atencion. Puede que este lio sea mas grave de lo que creia. --?Puedo beber agua? --pregunto al notar la garganta seca. Otro agente, que ni siquiera era consciente de que estaba con nosotros, se acerca y me tiende un botellin de agua. Tras beber un trago largo, respiro hondo y me centro de nuevo en las fotos--. La rub… Alison, ?esta bien? --Sobrevivira, pero no, no esta bien. Esa nina nunca volvera a ser la misma. --El agente resopla y se sienta en una silla frente a mi --. Ahora que te veo mas espabilado, explica que fue lo que paso. --No lo se --susurro desviando la mirada. --Si que lo sabes. ?De que conoces a la chica? --!De nada, joder! Sali con unos amigos, fuimos a una discoteca en el centro y la vi alli. Nos liamos y ella me pidio que la llevara a otro lugar para echar un polvo. Nada mas. --?No la habias visto antes de esta noche? --Niego con la cabeza--. Muy bien, ?y a donde os dirigiais? --A la Latina. Un amigo tiene un piso alli, y lo usamos para llevar a… Bueno, para… --A modo de picadero, ?no? --Asiento--. ?Donde conseguiste las drogas: en la discoteca, de algun amigo? Me froto la cara con las manos y niego con la cabeza. --No me acuerdo. Quiero hablar con mi abogado. --Esta a punto de llegar, pero antes vas a decirme de donde sacaste el extasis. Frunzo el ceno y clavo mi mirada en la suya. --No voy a decir una mierda sin mi abogado. El agente esta a punto de decir algo mas, pero la puerta se abre de pronto y un par de hombres entran en la pequena sala de interrogatorios. Tras ellos, puedo reconocer el uniforme de mi padre. Genial, ya ha llegado. --Buenos dias, soy el abogado del senor Julen de la Torre -- senala uno de los recien llegados. Mi padre se asoma tras el y me lanza una de sus miradas intimidatorias que tan bien se ignorar--. ?Alguien va a explicarme por que se esta interrogando a mi cliente sin mi presencia? El agente se levanta y se cruza de brazos frente a el. --La ley dice… --?De verdad quiere hablar conmigo de leyes, agente? --le pregunta el abogado--. Traigo una orden para su puesta en libertad de manera inmediata firmada por el juez don Santiago Tordesillas. --No es posible --sisea el agente arrebatandole el papel de las manos a mi abogado. --Ahi lo tiene. Mi cliente ha de ser liberado, no hay motivos para mantenerlo bajo vigilancia. --Conducia bajo los efectos del alcohol y las drogas superando el limite de velocidad. Eso es un delito contra la seguridad vial que conlleva a una pena de seis meses a dos anos de prision. --Eso hablelo usted con el juez, agente. --Una chica esta en el hospital con lesiones graves. --La familia no va a presentar cargos --aclara mi abogado--. Ademas, segun me han informado, encontraron una gran cantidad de pastillas en el bolso de esa chica. Es posible que ella le proporcionara las drogas. Con solo echarle una mirada a mi padre, se con seguridad que el se ha encargado de todo. Apuesto a que le ha ofrecido una buena pasta a la familia de la chica y el juez es amigo suyo. --Esto es… --El agente resopla y niega con la cabeza--. ?Asi funcionan las cosas en este pais? Un nino rico puede hacer lo que le de la gana porque su papa le saca las castanas del fuego cada vez que se mete en lios. --Agente… --El abogado sonrie y se ajusta la corbata con altivez--. Lo que usted piense o crea, no es relevante. Ahora, libere a mi cliente o presentare una denuncia en su contra. [?][?][?] Me despierto con un dolor de cabeza impresionante, aunque al menos ya no me siento tan ido como al acostarme. Ni siquiera se cuantas horas he dormido. Nada mas llegar a casa, me fui a mi habitacion y me lance sobre la cama. Mi padre no dijo ni una sola palabra en el coche, tampoco al llegar. Supongo que ahora me tocara aguantar uno de sus sermones. Joder, no tengo coche. ?Sera que me compra otro si se lo pido? Tal vez deberia esperar a que se le pase un poco el cabreo antes de hacerlo. Tras pegarme una ducha, me visto con un pantalon de chandal, y descalzo bajo a la planta principal de nuestra casa. Aqui he vivido toda mi vida, en el barrio de Salamanca, lugar donde nacimos mi hermano y yo. Al bajar las escaleras no puedo evitar sentir un pinchazo en el centro del pecho. Aun guardo buenos recuerdos de esta casa, cuando se escuchaban risas por las mananas, a mi madre tarareando alguna cancion. Ahora ella ya no esta, y mi hermano Hugo tampoco. Solo quedamos el Almirante y yo. Respiro hondo y sigo bajando las escaleras. Al asomarme al comedor, lo veo sentado en la cabecera de la mesa con un periodico en la mano. Para no variar, lleva puesto su uniforme. A veces pienso que lo usa hasta para dormir, como si vestirse con el le diera mas poder y autoridad del que ya tiene. Es un puto almirante de la Armada Espanola, esta forrado, y entre sus amigos mas allegados hay jueces y politicos. ?Que mas poder necesita? --Buenos dias --susurro sentandome a la mesa. La unica respuesta que recibo por su parte es una mirada por encima del periodico. Enseguida vuelve a centrarse en su lectura y Marisol, la mujer que trabaja en casa desde que era un nino, llega con mi desayuno. Normalmente me saluda de manera muy efusiva, pero hoy parece preocupada o cohibida por algo. Espero que el Almirante no se haya pasado con ella. En cuanto se marcha, ataco mis tostadas y me bebo el zumo de naranja de un solo trago. Estoy dandole el primer sorbo a mi taza de cafe cuando veo a mi padre doblar el periodico y dejarlo en la mesa junto a su plato, cuadra la espalda y me mira con atencion. --Tenemos que hablar --dice en su habitual tono serio. Ya, ahora es cuando me cae la del pulpo. <>. --?Que pasa? --pregunto tras limpiarme la boca con la servilleta de tela. --Creo que ha llegado el momento de poner las cosas claras -- afirma--. Lo que paso ayer no fue ninguna tonteria, y ya estoy cansado de pedir favores para librarte de los problemas en los que te metes. --Almirante… --No me interrumpas --ordena de manera cortante. Estrangulo la servilleta con el puno y aprieto la mandibula con fuerza, aunque hago lo que me dice. He aprendido a mantenerme callado en algunas ocasiones. Cuanto antes suelte todo, antes acabara esta conversacion y podre volver a mi vida normal--. Ya no eres un nino, Julen. Tienes veintiun anos, y hasta ahora te he estado protegiendo de ti mismo, pero eso se acabo. No voy a volver a permitir que esto pase en mi casa. --?Me estas echando? --pregunto alzando una ceja. Me clava su mirada furiosa y, por primera vez en mucho tiempo, temo lo que vaya a salir por su boca. --Es tu decision marcharte o quedarte, pero si decides seguir viviendo en esta casa, vas a acatar mis normas. --?Que normas? --Vas a entrar en la escuela naval de inmediato. --!Y una mierda! --exclamo. --No es una sugerencia, Julen. Estas descontrolado, lo que sucedio ayer es demasiado grave como para dejarlo pasar sin mas. Siempre fuiste un nino rebelde, desde la muerte de tu hermano… --?Puedes dejar a Hugo fuera de nuestras conversaciones al menos por una vez? --siseo aguantandome las ganas de pegar cuatro gritos. Odio que haga eso, que me recuerde que mi hermano esta muerto. !Ya lo se, joder! --He intentado educarte de la mejor forma posible, pero no fui capaz de llevarte por el buen camino, y me temo que ahora ya es demasiado tarde. La unica forma de enderezar tu conducta es entrando en la escuela naval. Alli sabran disciplinarte como yo no pude hacerlo. --No voy a ser militar --escupo. --No tienes otra opcion. Entras en la escuela naval o te vas de mi casa. Ya eres un hombre y tienes que asumir las consecuencias de tus actos.

  • Mi madre era de Mariupol de Natascha Wodin

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    <>, solia repetir la madre de Natascha Wodin, una frase cuyo misterioso significado se llevaria a la tumba. Su hija tenia entonces diez anos y era apenas consciente de que formaba parte de un subgrupo humano, una especie de residuo de la guerra. ?Por que vivian en un campo para <>? ?De donde era su madre? ?Y que le habia sucedido? Solo decadas despues se atrevio a abrir la caja negra de su origen.

  • Amar O Depender de Walter Riso

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    ?Amar o depender? Un libro de referencia en situaciones de crisis de pareja. Entregarse afectivamente no implica desaparecer en el otro, sino integrarse respetuosamente. El amor sano es una suma de dos, en la cual nadie pierde. La dependencia afectiva a la pareja tarde o temprano genera sufrimiento y depresion. Millones de personas en todo el mundo son victimas de relaciones amorosas inadecuadas y no saben que hacer al respecto, ya que el miedo a la perdida, a la soledad o al abandono contamina el vinculo amoroso y lo vuelve altamente vulnerable. Un amor inseguro es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento y lastimarnos profundamente. Sin embargo, y al contrario de lo que parece establecer nuestra cultura, si es posible amar con independencia y aun asi seguir amando. Es posible eliminar las ataduras psicologicas y, pese a todo, mantener vivo el fuego del amor.

  • No te mentiria dos veces de Diaz De Tuesta

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    “--Callate, tonto --le dijo y se alzo contra el. Le tomo las manos y cubrio con ellas sus pechos--. Si no vas a ayudar, haz el puto favor de callarte.”

  • El secreto de los gatos (Ojos de gata 3) – M.N. Mera de M. N. Mera

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    Val
    Desde que habiamos llegado de Estados Unidos, mi abuela hacia como si Hans no existiera. Al principio me habia sentido apenada, pero habia llegado un punto en el que estaba tan enfadada con ella que me daba exactamente igual lo que pensara. Y sin embargo, aquel dia me habia hecho llamar. ?Que querria?

  • Nosotros en la Luna de Alice Kellen

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    Tras el exito de Deja que ocurra vuelve Alice Kellen con una novela que te enamorara

  • Cinco dias para estar contigo de Altea Morgan

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    Inglaterra, 1852
    Cinco anos antes, Tilly y Gabriel estaban enamorados.
    Cinco anos despues, Tilly y Gabriel no se hablan.
    Cinco anos antes, Tilly y Gabriel deberian haberse casado.
    Cinco anos despues, Tilly esta soltera y Gabriel prometido.
    ?Que ocurrio hace cinco anos?
    Para poner su vida en orden, Gabriel le hace una propuesta desesperada: pasar cinco dias con ella.
    Cinco dias juntos para poder desenmaranar el pasado y aceptar el presente.
    Cinco dias que cambiaran sus vidas para siempre.
    Cinco dias para volver a encontrarse.
    Cinco dias para estar contigo.

  • Historia de una flor de Claudia Casanova

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  • El maestro del Prado de Javier Sierra

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    Al mas puro estilo de los relatos de enigmas de Javier Sierra. El maestro del Prado presenta un apasionante recorrido por las historias mas desconocidas y secretas de una de las pinacotecas mas importantes del mundo, el Museo del Prado.

  • Yo no decidi sonarte de Eva Cornudella

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    Silvia es una abogada en plena crisis personal y familiar, y Lola una profesora de bachillerato que esta inmersa en una relacion tormentosa. Ambas deciden tomarse un parentesis en sus vidas. En esa huida de su realidad coincidiran de la forma mas inesperada y acabaran compartiendo tres dias con Paco, editor profesional, y Mario, neurologo y psicoanalista, viviendo una serie de experiencias que les llevara a creer en la fuerza de lo inexplicable.
    Pero la novela nos lleva un paso mas alla: la conexion que experimentan los personajes escapa de la racionalidad cientifica y los cuatro buscaran una explicacion a lo ocurrido durante esos dias.
    "Yo no decidi sonarte” es una novela inquietante donde la realidad y el mundo inconsciente se mezclan y confunden por momentos.
    Valorada por el departamento de lectura de la agencia Sandra Bruna como una novela "sin cargas retoricas ni pretension de adoctrinar al lector, en la que la autora transmite unas teorias a traves de la voz narrativa de sus personajes y es el lector quien decide la postura que quiere tomar", “Yo no decidi sonarte” nos hace plantear las siguientes preguntas:

  • El Tiempo Heredado de Emilio Gutierrez Caba

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    Un recorrido por la saga familiar que ha definido el teatro espanol durante decadas.

  • Vanessa (Senoritas americanas 4) de Scarlett O'connor

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    ?Quien estaria tan desesperado como para casarse con la arisca Vanessa Cleveland?Desesperado y demente. William Witthall, conocido como el conde Loco, esta en la ruina. Quiza se deba a su mala administracion o, tal vez, a su aficion a hablar de duendes. No lo sabe. Lo unico de lo que esta seguro es de que necesita ayuda para salvar sus tierras, y ?quien mejor que la brillante senorita Cleveland?
    Vanessa no podra resistir el desafio de probar que puede hacer todo aquello que le es vedado, mas aun, cuando los secretos de su pasado vuelvan para atosigarla y la obliguen a averiguar de que estan hechos sus suenos y aspiraciones.

  • Munich de Robert Harris

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    Una novela de espias en el marco del encuentro entre Hitler y el gobierno ingles para impedir la guerra en 1938, por el autor de Patria y Enigma.

  • Los escarabajos vuelan al atardecer de Maria Gripe

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    Cuando tres muchachos se hacen cargo de una casa deshabitada no se imaginan el gran misterio que les aguarda en el desvan, lo que dara comienzo a una serie de intrigantes aventuras. Una trepidante novela que transporta a un mundo de amores tragicos y descubrimientos sorprendentes.