• libro quien se ha llevado a daisy mason - Cara Hunter

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    PREPARATE PARA LEER EL THRILLER MAS ABSORBENTE DEL ANO

  • ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? (LOS IMPERDIBLES)

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    El inspector Adam Fawley trata de no llegar a conclusiones precipitadas, pero sabe que nueve de cada diez veces, el culpable es alguien a quien la víctima ...

  • ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? (DI Adam Fawley nº 1)

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  • ¿QUIÉN SE HA LLEVADO A DAISY MASON? | CARA HUNTER

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    El inspector Adam Fawley trata de no llegar a conclusiones precipitadas, pero sabe que nueve de cada diez veces, el culpable es alguien a quien la víctima ...

  • ¿QUIÉN SE HA LLEVADO A DAISY MASON? | CARA HUNTER

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    17 feb 2020 — El inspector Adam Fawley trata de no llegar a conclusiones precipitadas, pero sabe que nueve de cada diez veces, el culpable es alguien a quien ...

  • ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? - Cara Hunter - Fnac

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    Quién se ha llevado a Daisy Mason?, libro o eBook de Cara Hunter. Editorial: Duomo. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? - Cara Hunter - Lecturalia

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    PREPÁRATE PARA LEER EL THRILLER MÁS ABSORBENTE DEL AÑO Durante una fiesta en una tranquila casa de las afueras de Oxford, una niña desaparece ...

  • ¿QUIÉN SE HA LLEVADO A DAISY MASON? - HUNTER CARA

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    Una niña de ocho años ha desaparecido durante una fiesta en el jardín de su propia casa. Nadie ha visto ni oído nada, pero Adam Fawley, el inspector encargado ...

  • ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? - Cara Hunter - Babelio

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    Una tranquila velada en un barrio a las afueras de Oxford se convierte en el último lugar en el que la pequeña Daisy ha sido vista. A sus 8 años no dispone ...

  • ¿quién Se Ha Llevado A Daisy Mason? - CARA HUNTER

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  • Perversidad de Susan Rodrick

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    Para Adam la mujer es un sujeto pasivo, que le sirve para satisfacer sus perversos impulsos. Su vida es una sucesion controlada de conquistas. Pero llega un momento en que los planes no salen como esperaba. Y se ve envuelto en una peligrosa espiral que puede acabar con el...
    Amor, desamor, sexo, violencia machista y el crimen mas famoso de Suecia.

  • Un verano en tu corazon de Norah Carter

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    Hacia un mes que se habia marchado Lucas, yo estaba afrontando una pequena depresion y no habia tenido ningun tipo de noticias por parte de el; eso era predecible, pero pasarlo dia tras dia, era algo dificil de asumir y hacia que me encontrase en ese estado. Los primeros dias fueron los mas dificiles de mi vida, me acostaba y me levantaba llorando como una enana, tenia la sensacion de que me faltaba el aire para respirar, habia momentos que pensaba que habia tocado fondo y que no queria seguir viviendo. Mi hermana me llamaba y notaba que me estaba pasando algo, estaba realmente preocupada e incluso decia que queria venir pronto a verme. La Semana Santa la pase metida en casa y no sali ni para comprar el pan, luego me incorpore al trabajo y era para lo unico que salia de mi hogar, por lo demas me apetecia refugiarme y vivir mi pena sola. Habia adelgazado varios kilos y estaba animicamente por los suelos, precisamente ese jueves tenia cita con mi medico para que valorarse un poco mi estado. Algo me decia que debia de tener una anemia de ordago. Tenia la sensacion de estar mas sola que nunca y en esos momentos fue cuando realmente me partia el alma no tener a mis padres ahi, desde que murieron los habia echado muchisimo de menos, ademas de haberlo pasado francamente mal, pero esa vez estaba que se me iba el alma de no tenerlos. Tras terminar de tomar el cafe, sali hacia el instituto para afrontar la flojera que traia el comenzar la semana, todo el camino me pase recordando, como siempre, cuando Lucas me acompanaba hasta el trabajo; ahora, el hacerlo sola, hacia que fuese todo con mucho desanimo. A la salida me fui a comer con mi companera Patricia, ultimamente habiamos coincidido poco y no habiamos tenido posibilidad de hablar tranquilamente, aunque en los cafes Express que nos tomabamos diariamente la mantenia informada de todo. Gracias a Dios que hablar con ella de vez en cuando hacia que me desahogara al menos un poco y que no me llegase a sentir tan sola, aunque evidentemente cada una teniamos nuestras vidas. -- ?Que tal estas, mi nina? -- Bueno, ahi vamos, sera cuestion de tiempo --dije mientras ibamos andando hacia el restaurante asiatico. -- Deberias de apuntarte a alguna actividad por las tardes, necesitas evadir un poco la cabeza --dijo mientras me agarraba el brazo y lo acariciaba. -- Ahora mismo no estoy para esas cosas, solo me apetece estar tirada en el sofa y no escuchar nada, imagino que todo sera cuestion de tiempo. -- Ese estado en el que te encuentras es el principio de depresion, como ya te dije, y debes rapidamente tratarla, no vayas a faltar el jueves a tu cita con el doctor, pero sobre todo debes de sacar fuerzas y hacer algo mas que estar encerrada en tu casa. -- Claro que ire al medico, imagino que tendran que hacerme pruebas ya que estoy muy debil y no tengo absolutamente nada de fuerzas, el tema de la ansiedad y de la depresion me imagino que comenzaran a tratarlo. -- Me duele tanto verte asi, imagino que cuando pase el tiempo recordaras esta historia como algo dulce que dejara de causar dolor. -- Ese es el problema, que fue tan dulce y bonito que es incomprensible que algo asi tuviese que terminar, jamas pense que el amor tuviese una fecha de caducidad.

  • El juego de Olivia Saint

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    ?Sabes jugar al Juego del Amor?

    Emanuel y Rosa eran una pareja en la cual el romance comenzo a una temprana edad, los dos sobrevivian con un trabajo normal y un salario que apenas alcanzaba para fin de mes. Las cosas se ponen serias cuando Emanuel es despedido de su trabajo y Rosa tuvo que llevar a toda la familia en su espalda, eso no detuvo que su marido, desempleado, hiciera de las suyas a sus espaldas. Rosa decide tomar las riendas de su vida nuevamente y abrir un nuevo capitulo en su vida, empoderada e independiente se encuentra con otro hombre que la deja encantada, pero a su vez la historia de Emanuel se desarrolla en paralelo.

  • Pasion sobre dos ruedas de Dana Curt

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    Senti que el whisky me quemaba mientras bajaba por mi garganta. Todavia podia recordar cuando papa me dio mi primer trago. Tenia once anos. El agua de vida, dijo. --?Sigues pensando en la rubia con la que te acostaste ayer? -- Cobra interrumpio mis pensamientos, golpeandome la espalda tan fuerte; que casi derramo el whisky del vaso. Cabron. --?Cual? -- Pregunte, girando en mi taburete del bar hacia ellos. Los otros se rieron, Cobra sonrio. --Anoche solo habia dos rubias--, dijo, y en mis labios aparecio una sonrisa. Cobra era un bromista, pero no era bueno para aceptar una chiste. Aunque, no estaba bromeando. Quise decirselo antes, pero luego lo olvide. --Exactamente--, dije, y el se abalanzo sobre mi, arrancandome el vaso de las manos. Anoche habia dos rubias. Claire o algo asi, la de las tetas grandes, y ni siquiera recuerdo el nombre de la otra. Tenia labios rojos y gruesos y recuerdo que me calzaban como un guante de latex alrededor de mi pene. Ella era la unica chica en la que Cobra habia estado interesado desde la semana pasada. Slash y Reyes me lo quitaron de encima, mientras el apretaba los dientes y me abria las fosas nasales. No iba a pelear con el. Me estaba divirtiendo, el era de la familia. No habia razon para que yo recibiera un punetazo. Respiraba con dificultad cuando me lo quitaron de encima e hizo un rapido tiron con las manos para bajarse la camisa que se le habia subido hasta el pecho. --Mas vale que sea tu idea de una broma, Dio--, dijo, y yo mire timidamente a los demas. Estaban sonriendo, pero yo sabia que secretamente esperaban que fuera una broma. ?Le digo que grito mi nombre mientras me estrellaba contra ella por detras? ?Que me dejo tres mensajes de voz esta manana? Fue tan facil irritar a Cobra. En el ultimo ano desde que tomo el lugar de Calavera en el Club, se convirtio en el tipo que usamos de saco de boxeo. No era como si fuera un hermano para mi. Me hubiera encantado ver su cara si le dijera que la chica que le gustaba era de las que se corria a chorros. --Solo bromeo, hermano--, dije en su lugar y me vacie el whisky en la garganta. Cobra se tomo un momento para analizarlo. Paso de fruncir el ceno y resoplar a sonreir y reir en cuestion de segundos. Llame la atencion del "Rey" mientras Cobra se sentaba en un taburete a mi lado y ordenaba otra ronda para todos nosotros. Reyes sabia lo que habia pasado. Me vio ir a la parte de atras del Club con las dos mujeres. Me advirtio con una senal de que era mala idea. Le alce mi vaso vacio y le sonrei. ?Que era la vida si no estaba hecha para follar con cualquiera disponible? Y esa rubia estaba disponible anoche. Yo no hubiera dicho nada si Cobra se hubiera acostado con ella anoche. Siempre y cuando llegara a ella primero. --Saben, podrian darme una mano con esto--, Big T nos trajo nuestros vasos. Siempre habia trabajado en el Club. Se decia que antes se le conocia como "El Psicologo", porque aparentemente, solia recostarse en una de las bancas y escuchar a estos hombres tatuados derramar sus corazones sobre el. Ahora que estaba retirado, era el mejor camarero del Club. Reyes le silbo a Slash como si estuviera llamando a un perro. --Puedes usar a este--, dijo y todos nos reimos a carcajadas. Big T puso los ojos en blanco, dando al mostrador un golpe con el trapo que tenia en el hombro. --?Quieres poner a los dos tipos mas grandes aqui detras de la barra? -- dijo y cruzo sus voluminosos biceps sobre su pecho. Todavia no podiamos dejar de reirnos. Solo pensar en Slash y Big T detras de la barra, apretandose. --Contrataremos a otro mesero, Big T, y no dejes que estos chicos te afecten con sus idioteces--, fue la voz de papa la que interrumpio nuestras risas. Estaba sentado al final del mostrador, rodeado por Coronado y los otros miembros mayores del club. Habia escuchado la conversacion y habia hablado con su voz profunda, que tenia el poder de silenciar a todos en la habitacion. Estas eran las cualidades que importantes para el: Poder Respeto La motocicleta Mujeres Habia hecho todo lo posible para inculcarme esas cualidades, para prepararme para cuando fuera mi turno de ser presidente de los "Outlaws". Era solo que a veces se me confundia el orden en que van esas cosas. --Si, senor--, dijo Big T y volvio a trabajar en el bar. A mucha gente le gustaba llamar a papa --Senor-- o solo --Angello--. Nunca los corrigio. Eramos una gran familia, una familia de hermanos como Coronado solia decir, pero papa se aseguro de que todos supieran quien era el jefe de la familia. Era el. Y luego iba a ser yo. Nos llamo la atencion y levanto un vaso a modo de saludo, yo hice lo mismo, brindamos y bebimos. --Entonces, ?como estaba ella? -- Cobra se habia acercado a mi mientras yo no miraba. Me volvi hacia el, un poco confundido. ?De quien estaba hablando? --Las tetas que te anotaste anoche. !Hombre, la escuche gritar! -- dijo con una risa y bebio un poco de su cerveza. No pude evitar preguntarme cuales fueron los gritos que escucho. --?Quieres que te invite a ver la proxima vez que tenga a una chica inclinada sobre mi motocicleta? -- Pregunte. Reyes y Slash se rieron. Cobra se encogio de hombros y se sento en su silla, inclinandola peligrosamente hacia atras, pero manteniendola perfectamente equilibrada. --Tal vez aprenda algo--, dijo con una risa y yo sacudi la cabeza. Cobra era un buen tipo. Era nuevo en el Club, solo un cachorro, pero me cubria las espaldas. Lo que significaba que yo siempre cubriria la suya. *** Estabamos jodidos. ?Cuanto tiempo habiamos estado bebiendo? El tiempo se habia solapado y entrelazado, para transformarse en un largo chorro de alcohol y chistes malos. --?Quien de ustedes va a arropar a mi hombre esta noche? -- La voz de una mujer nos interrumpio. Todos nos volvimos a la puerta del bar al unisono y vimos a Ruby de pie, con las manos en las caderas. Sus rizos marrones rizados enmarcaban su cara, y sus ojos eran severos. Mama. --Angello, tu vieja esta aqui para recogerte--, escuche a Coronado bromear y papa le dio una sonrisa. La mirada de mama me busco en la oscura multitud del bar y puso los ojos en blanco. Se habia casado con un motociclista. Habia criado a un motociclista. Esta era la vida con la que se habia conformado, no la que habia elegido y, a veces, me daba pena. Vi a papa deslizarse perezosamente de su taburete y alcanzar su chaqueta de cuero, mientras que mama permanecia de pie en la puerta, observando cada movimiento de papa. Se necesito mucha confianza y muchas agallas para forjar el solido matrimonio que mama y papa compartian. No habria sido facil para ella. El codigo de vida de papa incluia a las mujeres. Estaban al final de su lista de prioridades, pero estaban ahi. No tuve que estrujarme el cerebro para recordar cuantas veces lo habia pillado con otra mujer, y cuantas veces mama habia amenazado con irse. En ese entonces culpe a papa. Lo culpe por el dolor que le causo a mama, y jure que nunca haria pasar a otro ser humano por eso. No haria pasar a mis hijos por el dolor de ver a una familia desmoronarse. Por eso Miriam nos dejo a la primera oportunidad que tuvo. No podia soportar ver a mama destrozada, una y otra vez. Aunque papa no le habia sido infiel en mas de ocho anos, Miriam siempre creyo que volviera a suceder. No queria estar cerca cuando sucediera. Ahora vivia en la otra parte de la ciudad, y en secreto me alegraba que se mantuviera alejada del Club. Los chicos no estarian babeando en cada oportunidad que tuvieran de verla. Algunos de los chicos gritaron y vitorearon cuando papa se acerco a mama. Habia visto fotografias de los dos juntos cuando se acababan de conocer, antes de que Miriam y yo nacieramos. Eran muy atractivos y probablemente todavia lo eran. Papa la agarro por el culo y la tiro hacia si, antes de besarla. Puse los ojos en blanco y mire hacia otro lado. Creci viendo a los dos babeando el uno sobre el otro. Que asco. --!Vayanse a casa! -- Les ladre, y los demas siguieron animando. Cuando papa la solto, me miro directamente y arqueo las cejas, antes de volverse hacia los demas. --Todos ustedes deberian irse a casa. Es tarde, chicos--, dijo, con una voz amenazante y autoritaria. A lo largo de los anos, se habia desempenado bastante bien en su papel de matriarca, y yo sabia que eso solo habia fortalecido el matrimonio entre los dos. --Ruby es una gema, ?entiendes? -- Cobra bromeo y yo sacudi la cabeza con indulgencia. --?Como esta Miriam? -- Slash pregunto, sabiendo exactamente el efecto que tendria en mi. Mi cabeza ya nadaba en alcohol y luchaba contra las ganas de seguir el consejo de mama. --A salvo ahora que esta lejos de ti--, le dije y se rio. Miriam estaba fuera de su alcance y todos lo sabian, pero eso no les impidio tomar fotos en mi ausencia cada vez que podian. --Oye, ?no estas satisfecho con una hermana que preguntas por otra? -- Cobra se apresuro a intervenir. Slash habia empezado a ver a Sofia, la hermana de Cobra, y se habian embarcado en una extrana vida juntos. Una relacion que ninguno de nosotros pensaba que iba a funcionar. Sofia era dulce y sabia lo que queria. Slash era joven y desalinado y tenia demasiadas cosas en el pasado de su familia como para reconocer que tenia algo bueno con ella. Pero disfruto de lo mucho que esto molestaba a Cobra, sin embargo. El Rey se puso de pie. Pude ver en su cara que estaba acabado. Desde que papa lo tomo bajo sus alas hace cuatro anos, fuimos los mejores amigos. --?A donde vas? -- Slash le pregunto y Reyes senalo su reloj. Eran las tres de la manana. --?Tienes que decir tus oraciones matutinas? -- Cobra dijo con una risa, y Slash, Reyes y yo le disparamos miradas amenazantes. La religion de Reyes estaba fuera de discusion, al igual que Miriam. Incluso yo pense que era un poco raro cuando lo conoci, pero ya sabiamos que era lo que lo mantenia cuerdo. Solia ser un chico de la calle, la pandilla iba a matarlo si no salia y creia que era su religion la que lo habia traido a Angello. Respetamos sus creencias. Cobra parecia ser un estudiante lento y no se habia dado cuenta lo importante que era respetar los limites. --Recuerda lo que dijo tu madre--, me dijo Reyes, y me hizo un gesto de despedida con dos dedos. Le sonrei. --Reyes--, lo llame mientras lo veia salir del bar, despidiendose de los demas mientras se iba. Ahora solo estabamos Slash, Cobra y yo en este extremo del mostrador, todavia revolviendo nuestras bebidas. Al menos Slash tenia a Sofia esperandolo en casa. Todo lo que yo tenia era Roxana, y no era exactamente un ser humano. Era tarde y habia bebido demasiado, pero tambien era demasiado temprano para irme a dormir. Saque el telefono del bolsillo de mis jeans y me desplace por los mensajes.

  • El rey del hampa, Marcia Cotlan de Marcia Cotlan

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    Raven, a quienes todos conocen como el Cuervo, es el rey de los bajos fondos londinenses. Cuando un aristocrata llamado Robert Penrose adquiere con el una deuda de miles de libras, Raven decide asegurarse de que el noble va a pagarle con lo que gane apostando a los naipes. Pero considera que este se dara mas prisa en hacerlo si tiene algo verdaderamente valioso que perder, asi que decide secuestrar a su hermana y solo se la devolvera cuando la deuda quede saldada. Lo que no sabe Raven es que Rosalind Penrose es mucho mas que una aristocrata bonita: es una joven inteligente que con su inocencia conquistara el corazon del rey del hampa.

  • El halcon de Esparta de Conn Iggulden

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    EN EL MUNDO ANTIGUO, UN EJERCITO FUE EL MAS TEMIDO POR TODOS, UN EJERCITO CAPAZ DE SOMETER IMPERIOS.

  • Sonrie, mi amor, en la Toscana de Silvia Garcia Ruiz

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    Dominic Norton es un famoso fotografo que acaba retirandose por las criticas de Luca Rossi, un modelo italiano. Evie, que siempre ha querido ser fotografa como su padre, jura vengarse del modelo y lo contrata para una serie de campanas con el fin de ridiculizarlo. Pero lo que no sabe es que el hombre al que esta perjudicando no es Luca sino su hermano gemelo Angelo, que ha accedido a ayudarlo como tantas otras veces.

  • Tiene que llover (Mi Lucha 5) de Karl Ove Knausgard

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    De los anos que captura este libro, apenas quedan unos pocos recuerdos, nos dice el autor. Y, por encima de todos, uno: el de la ignorancia, la ingenuidad, el fracaso. Y, sin embargo, en Tiene que llover un Knausgard concentrado y frontal exprime su prodigiosa capacidad evocativa para, cerrando el circulo, describir el camino por el que llego a convertirse en el autor que conocimos con La muerte del padre, y dar vivido testimonio de los impedimentos, errores y tropiezos que contribuyeron a conformarlo. Un camino que empieza, en 1988, donde terminaria catorce anos mas tarde: en Bergen, con un veinteanero Karl Ove convertido en el alumno mas joven de la Academia de Escritura de la ciudad, y pletorico de un entusiasmo que no tarda en abandonarle. Y es que el precoz novelista se revela inepto en todos los frentes: el social, el amoroso, el literario.

  • El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley

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    Tess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <>. ?Que querian decirle? Tess no encontraba otra explicacion: Que eso le pasaba por confiar en su hermana, resoplo de nuevo. Penso en Sharon. Siempre estaba sonriendo, siempre parecia feliz... y, por lo visto, para ella, tomarse un tiempo para replantearse la vida se reducia a aislarse de la civilizacion. ?Por que habia hecho caso a su sugerencia? Salio del coche dando un portazo. Se tenia que haber recluido en un resort de cinco estrellas en Hawai, penso. Alli no sabia si hubiera podido reflexionar mucho, pero hubiera contado con mas comodidades y el clima seguro que seria mas calido. Ya era tarde para eso. Murmuro entre dientes unos cuantos improperios malsonantes, maldiciendo la idea que habia tenido su hermana. Ahi estaba y ahi se iba a quedar hasta que supiera que hacer con su vida. No iba a volver a casa hasta que no tuviera una idea clara sobre hacia donde dirigir sus pasos. Bastante humillada se habia sentido ante su familia como para regresar igual de avergonzada que se habia ido. Saco su equipaje del maletero antes de dirigirse a la puerta. Era un pintoresco hotel de tres plantas pintado en color claro, rodeado por un pequeno jardin, vacio de flores, por la epoca en la que estaban. Supuso que no tardaria en llenarse de calabazas de Halloween, que se celebraria en un par de semanas. ?A quien le gustaba Halloween?, murmuro molesta. Volvio a resoplar. Asi, quejandose por todo, no podia seguir, se recrimino. Se obligo a dejar ir la frustracion y el enfado que sentia. Cogio aire con intencion de encontrar el lado positivo y disfrutar de su estancia, como sabia que tenia que hacer para empezar a sentirse mejor. La teoria del curso al que habia asistido se la sabia de memoria y parecia ser momento de aplicarla. Seguro que todo iria bien y una ducha caliente la estaba esperando para acabar de llevarse toda la decepcion y la apatia que sentia, se animo. El calor del acogedor hotel la abrazo nada mas entrar la puerta y Tess lo agradecio. Parecia que las cosas se arreglaban. Un pequeno recibidor le daba la bienvenida, aunque habia delante de ella media docena de personas de diferentes edades. Todos parecian estar esperando la llave y ninguno parecia tener prisa. Tess resoplo de nuevo, molesta. Miro hacia la sencilla recepcion. Un hombre con camisa vaquera parecia que estaba intentando organizarse revisando varios papeles de diferentes tamanos a la vez, mientras cogia las llaves de las habitaciones. Miro a su alrededor. Una pequena salita en color crema, con estampados florales en los sillones y una pequena mesa de madera de caoba, se abria a uno de los lados. Habia que reconocer que daba la sensacion de que el hotel era agradable, aunque la espera no lo resultara tanto. Cuando despues de un rato esperando, fue su turno, la poca paciencia que le quedaba y que, de por si, tenia, se habia agotado. --?Su nombre? --le pregunto sin mirarla el hombre que tenia sentado tras el desordenado mostrador. --Tess McVee --le respondio seria. Nathan Murray asintio buscando entre los papeles que habia sobre la mesa. La recepcionista se habia puesto de parto hacia dos dias, dos meses antes de lo esperado, sorprendiendoles a todos. No habian tenido tiempo de contratar a nadie ni formarlo para el puesto, asi que el habia asumido el cargo, suponiendo que no seria tan dificil. Y, probablemente no lo era, si no hubiera sido porque no le gustaban en absoluto las gestiones administrativas, y mucho menos las informaticas. Despues de dos frustrados intentos de trabajar con el ordenador y entender el programa instalado para las reservas, habia optado por la solucion mas tradicional y la mas sencilla para el. El papel y el boligrafo. Cuando Lucy volviera ya se encargaria de pasar al ordenador lo que hiciera falta. Lo malo era que no terminaba de aclararse con sus propias notas ni con un intento de cuadrante que habia improvisado para asegurarse de no colocar a nadie en una habitacion equivocada. --Aqui esta --exclamo aliviado cogiendo la llave asignada --. Es la habitacion 211. Levanto la vista para darsela y se sorprendio de ver ante el a una mujer preciosa y parecia que muy enfadada. Su cabello largo y castano enmarcaba un rostro alargado de nariz pequena y expresivos ojos de color avellana. Tess no se esperaba que el hombre que le tendia la llave y que se habia levantado al mirarla fuera tan alto y atractivo. Ojos claros, cabello corto castano, mandibula cuadrada y nariz recta. Le sorprendio gratamente. Era mas alto que ella, ancho de hombros, parecia delgado, aunque la camisa vaquera no le daba demasiada informacion. Por lo menos, era agradable de mirar, algo que agradecer despues de un largo viaje. Le cogio la llave, ridiculamente grande, que no parecia tener intencion de soltar. --Nathan Murray --se le presento soltando finalmente la llave--. Aviseme si necesita cualquier cosa. --Lo tendre en cuenta --le respondio firme. No estaba alli para hacer amigos, se recordo. --Bienvenida a Dahlonega --le dijo con una sonrisa que casi le quito el aire. Tess asintio obligandose a dejar de mirarlo. No queria saber nada de ningun hombre por muy guapo que fuera. La ultima relacion que habia tenido habia supuesto una experiencia muy desagradable y casi habia terminado con sus relaciones familiares. El muy cretino la habia utilizado para conseguir informacion de su propia empresa y robarle clientes. Se habia sentido tan estupida... A eso habia que anadir que su padre solo contaba con su hermana para la direccion del negocio familiar. Esos dos golpes simultaneos habian sido demasiado para ella y su escasa paciencia y confianza. Se habia despedido por orgullo y ahora estaba alli, en mitad de Georgia, sin trabajo, sin pareja y sus expectativas se reducian a una ducha con agua caliente. Nathan la vio dirigirse al unico ascensor que tenia el hotel. Era alta y estilizada, y tenia bastante caracter a juzgar por la rabia que escondian sus ojos y que, esperaba no se la hubiera producido el tiempo de espera frente a la recepcion. Una mujer asi podria hacer lo que quisiera con un hombre, penso. La vio llamar impaciente al ascensor. Nathan se le acerco para apretar el boton por ella. --Quiza alguien se haya dejado la puerta abierta --le comento despreocupado. Tess le miro. De cerca era mas alto de lo que le habia parecido y tambien mas atractivo. Por su estatura, Tess pocas veces encontraba a hombres con los que necesitara levantar la mirada para hablar. Ademas, percibio que olia a algun perfume caro. --Vamos --le dijo el cogiendole la maleta grande sin esfuerzo--. La acompanare a su habitacion. Empezo a subir por las escaleras que habia junto al ascensor. Tess resoplo mas alto de lo que esperaba sin soltar su maleta de mano, y Nathan se giro para mirarla divertido. --?Ha sido un largo viaje? Aqui descansara bien --le aseguro antes de seguir subiendo. Tess le siguio bastante molesta. No le apetecia nada subir escaleras. Si hubiera querido hacer ejercicio se habria quedado en su casa, con el gimnasio, al que iba a diario, a cinco minutos. Menos mal que las vistas no estaban mal, penso fijandose en los pantalones vaqueros del hombre que subia delante de ella. Cuando llegaron a la segunda y ultima planta del hotel, Nathan cerro la puerta del ascensor que se habia quedado medio abierta inutilizandolo. --Problema resuelto --le dijo antes de mirarla y darle opcion de caminar delante de el por el acogedor pasillo que terminaba en la puerta de su habitacion. Nathan sonrio cuando ella paso por delante de el. Ahora era su turno de apreciar sin disimulo su bonito cuerpo enfundado en un abrigo oscuro. No le habia visto alianza en el dedo ni senal de ella, y aunque hacia mucho tiempo que no tenia ninguna relacion, desde su desagradable divorcio, no le importaria cenar con ella algun dia... aunque para eso, tendria que encontrar a alguien que se encargara de la recepcion. Tess abrio la puerta de su bonita y calida habitacion y cuando fue a girarse para cogerle el equipaje a Nathan, el la esquivo para entrar y llevar la maleta junto a la cama de matrimonio. --Espero que disfrute de su estancia aqui, senora McVee. --Senorita --le corrigio ella dandose cuenta inmediatamente despues, a juzgar por la sonrisa de el, que habia sido un gesto intencionado para enterarse de su estado civil. Nathan le sonrio abiertamente y de una manera muy atractiva.

  • Tras la muerte de don Juan de Sylvia Townsend Warner

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    “Tras la muerte de don Juan” aborda un tema espanol, la fi-
    ?gura de don Juan, a partir de la opera de Mozart, “Don Giovanni”, en el punto en que el autor del libreto, Lorenzo Da Ponte, dejo la historia: su muerte.
    Escrita al mismo tiempo en que la escritora estaba implicada en el apoyo a la Republica espanola, publicando articulos y relatos sobre la guerra, y realizando una intensa labor de activismo politico, puede considerarse, en palabras de su autora, “una parabola [?] o una alegoria [?] de la quimica politica de la guerra espanola, con el don Juan [?] convirtiendose en el fascista del texto”.

  • Retaguardia roja de Fernando Del Rey

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    Desde una perspectiva centrada en los ciudadanos de a pie, a los que se les pone rostro y voz, Retaguardia roja indaga en las logicas subyacentes a la violencia que se desplego de forma brutal contra los adversarios politicos en la zona republicana durante la guerra civil espanola (1936-1939). En contraposicion con las modas y los estudios mayoritarios al uso, que han tendido a priorizar la historia de las ciudades y la poblacion urbana pese al perfil abrumadoramente agrario que presentaba la sociedad de entonces, la mirada se ha focalizado aqui en el mundo rural, escenario privilegiado para calibrar el significado y el alcance politico de los conflictos y contradicciones que recorrieron la Espana de los anos treinta.

  • Un ano para maravillarse de Clemency Burton-hill

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    Este libro que en poco menos de un ano se ha convertido en un clasico en el Reino Unido, es un original texto que busca compartir con todo el mundo las maravillas de la musica clasica. La autora selecciona una pieza musical para cada dia del ano con una breve explicacion del compositor, su contexto y las razones por las cuales la ha escogido.
    Una forma inigualable de acercarse, entender, apreciar y maravillarse con la gran variedad de musica clasica existente.
    Seleccionada con mimo e investigada con rigor, este es un libro tanto para amantes de la musica clasica como para quienes quieren conocer de que se trata y nunca nadie los ha guiado hacia ella.
    El unico requisito para maravillarse con este libro es tener tanto los oidos como la mente abiertos.

  • El jardin de los enigmas de Antonio Garrido

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    En el Londres industrial de mediados del siglo xix, Rick Hunter es un <> que sobrevive vendiendose al mejor postor y al que acompana un oscuro deseo de venganza.

  • Un sueno por cumplir (Los Sauces 2) de Virginia V. B

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    RUTH
    Sabia que era una locura aceptar la herencia de mi amiga Judith. Sabia que aquello me acarrearia enfrentamientos que no buscaba, sobre todo con mi madre y con Unai, dos personas con las que nunca me habia llevado bien y que, ya iba siendo hora de poner en su sitio. Por supuesto que sabia que la decision de quedarme en Los Sauces traeria consecuencias en mi matrimonio, y no buenas precisamente. Me dio exactamente igual. Para ser sincera, hasta lo deseaba. Si, claro que sabia que cumplir el sueno de mi amiga, para bien o para mal, me cambiaria la vida, aun asi, firme aquel papel que me pusieron delante de las narices, con todas las consecuencias.
    !Yo no era una cobarde!

  • Una familia para Elena de Galder Izarzugaza

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    Elena es una joven colombiana de 24 anos, estudiante de enfermeria, con un pasado un tanto convulso y ciertas carencias emocionales. A la vez que intenta sacar adelante la carrera universitaria trabaja en dos sitios para intentar ayudar en la economia familiar: por las tardes trabaja en una tienda de ropa y por las noches da un giro a su vida trabajando de modelo webcam.

  • El verbo de las culturas de Clotaire Rapaille

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    Un recorrido por diversos paises de Europa, America y Asia para saber cual es su verbo clave y a la vez entender mas su cultura.

  • Hielo y fuego de Diana Palmer

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    Margie Silver sabia muy bien que iba a atraer las miradas de los comensales masculinos que cenaban en aquel restaurante tan selecto de Atlanta en el que se hallaba sentada, esperando. El color de su vestido de seda, un verde muy vivo, era de por si llamativo, pero lo verdaderamente imponente era el corte: de manga larga, cenido y con un escote muy pronunciado, en pico, que bajaba casi hasta la cintura, rodeada por un ancho cinturon. Unido a la melena negra y a los ojos verdes de Margie, el efecto de aquel vestido era explosivo. La falda tenia una abertura lateral que subia hasta encima de la rodilla y dejaba entrever las piernas, largas, cubiertas por unas medias muy finas que enfundaban tambien los pies, pequenos y calzados con zapatos negros de tacon alto, muy sexys. Bebio un sorbo de su ginger-ale. Los dedos de Margie, que en ese momento sujetaban el vaso, eran largos, de pianista. Llevaba las unas pintadas de rosa. Aunque tenia el aspecto de una modelo de alta costura, en realidad se ganaba la vida escribiendo novelas romanticas de tipo historico bajo el seudonimo de Silver McPherson, una autora muy famosa. No le estaba permitido mencionarlo esa noche, porque semejante revelacion caeria como un jarro de agua fria sobre el nuevo amor de su hermana Jan. Margie tenia el presentimiento de que aquella invitacion a cenar tan de ultima hora encubria un cara a cara con el futuro cunado de Jan, el ricachon, y habia elegido ese vestido tan llamativo con el deseo expreso de provocar. Fruncio los labios, irritada. Cuando Jan la habia llamado esa tarde, estaba escribiendo y se hallaba en medio de una escena especialmente dificil. Su hermana le habia rogado que estuviera en el restaurante a las siete; eran las siete y media y no habia ni rastro de Jan. Estaba furiosa. Cambio de postura y se miro el vestido de seda con expresion divertida. Jan iba a quedarse horrorizada: le habia explicado que los Van Dyne eran muy conservadores en cuanto a las formas, y tambien lo que pensaba el hermano mayor de las mujeres llamativas y estridentes. Habia advertido a su hermana mayor que se mostrara comedida, y le habia sugerido que se vistiera como una monja. Asi que Margie, naturalmente, como detestaba que le dieran ordenes, habia sacado del armario el vestido mas llamativo y se habia maquillado como una vedette. Le brillaban los ojos solo con imaginarse como reaccionaria Jan, para no hablar de Andrew Van Dyne y su hermano mayor. Si lo que Jan habia pretendido era crear un encuentro improvisado entre ellos, se iba a divertir de lo lindo. <>, decia Jan, refunfunando, cada vez que le daba por hacer una de sus extravagancias, como colocar una estatua de Venus, completamente desnuda, delante de su casa, cuando sabia que la pobre senora James, su vecina, pasaba un apuro tremendo cada tarde al cruzar por alli para ir a regar sus propias plantas. Por lo menos en la foto de la solapa de su ultima novela, Ardiente pasion, aparecia solo su cara. Habia amenazado a Jan con fotografiarse en salto de cama, y su hermana le habia asegurado que, si se atrevia a hacer tal cosa, emigraria y se marcharia a vivir a otro pais. Pero ella seguiria viviendo como le apeteciera y urdiendo nuevas maneras de escandalizar a Jan. Su matrimonio, que habia sido muy breve, estaba en el origen de aquel modo de comportarse suyo tan alocado. Las extravagancias eran su manera de protegerse del mundo y encubrir su vulnerabilidad. Su marido habia muerto en accidente dos meses despues de la boda, y para ella habia sido casi un alivio, pues ya para entonces habia perdido todas sus ilusiones en lo que se refiere a la intimidad con un hombre y al matrimonio. Habia aprendido la leccion: uno no conoce de verdad al otro hasta que no convive con el y tenia buenas razones para recordarlo. En aquella epoca, con apenas veinte anos, creia realmente que estaba enamorada de Larry Silver. El era joven y, aparentemente, tenia un caracter agradable y una prometedora carrera de abogado. Habian salido unas cuantas veces, luego se casaron y pronto descubrieron que eran incompatibles. Larry murio al cabo de dos meses en un accidente de avion y ella, mas que destrozada, se sentia culpable. Habian transcurrido cinco anos y desde entonces Margie no se tomaba nada demasiado en serio. Tomarse las cosas en serio era un suicidio mental, solia decirle a Jan, aunque a menudo pensaba que su hermana menor no se dejaba enganar por su aparente superficialidad. Dio otro sorbo a su ginger-ale y suspiro. Si Jan y Andy no aparecian en los diez minutos siguientes, se marcharia. Faltaba apenas un mes para la fecha limite que le habia marcado su editor, no tenia tiempo para andar saliendo a cenar con desconocidos. A pesar de que sabia que su hermana estaba cada vez mas encarinada con Andy, no tenia el menor de deseo de conocer al hermano de este. Miro a su alrededor, se sentia como si hubiera caido en una trampa. Sabia que <>, como lo habia apodado, desaprobaba la relacion de su hermano con Jan. Jan era secretaria de un despacho de abogados. El millonario, claro, queria que su hermano se emparejara con la hija de alguno de sus poderosos amigos de Chicago, no con una insignificante secretaria de Atlanta. Los padres de esas jovencitas controlaban el mercado de la confeccion y los Van Dyne eran grandes fabricantes de ese mismo sector. Para el hermano de Andrew seria una union de ensueno. Sintio un hormigueo en la nuca como si alguien la estuviera mirando. Giro la cabeza y se encontro mirando fijamente a un hombre cenudo de ojos oscuros que acababa de entrar. La impresion hizo que el vaso casi se le cayera de la mano. Nunca habia visto unos ojos semejantes ni una cara parecida. El recien llegado era alto, grande, y tenia un rostro duro, como tallado en madera de teca. La miraba con hostilidad y Margie sintio que aquellos ojos la fascinaban. ?Por que ese completo desconocido la miraba con tanto antagonismo? La desaprobacion que leia en su rostro la divertia y, sin pensarlo, fruncio los labios y formo el inconfundible perfil de un beso, al tiempo que parpadeaba con coqueteria. Luego esbozo una sonrisa seductora y se giro de nuevo. Dejo el vaso en la mesa y se llevo la mano a la cara para disimular un ataque de risa. La cara que habia puesto aquel hombre era digna de verse. Un poco de diversion la ayudaria a disipar el aburrimiento y la irritacion que sentia. Jan se escandalizaria cuando se enterara de como pasaba el rato su hermana mayor. Vio una sombra a su lado, levanto la vista y descubrio al desconocido junto a ella. Su expresion era tan severa que habria servido para detener el trafico. --Cualquiera diria que es la sombra del mismisimo monte Rushmore --murmuro Margie con una sonrisa traviesa. Se giro hacia un lado y apoyo el brazo en el respaldo de su asiento mientras lo miraba de arriba abajo--. Sientate, encanto, y tomate una copa conmigo. El no sonrio. Mas aun, parecia como si nunca en su vida hubiera sonreido. Sus ojos miraban a Margie con creciente desaprobacion. --No, gracias. Tengo una cita con una joven --enfatizo esa ultima palabra como si quisiera insinuar que el termino no era aplicable a Margie. A esta le gusto su voz de inmediato. Era profunda y algo aspera, muy masculina, propia de una persona educada. --?Una cita a ciegas?

  • Seduciendo al canalla de Olivia Kiss

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    Sebastian Cook ha conseguido todo lo que tiene a base de trabajo duro y sacrificio, asi que se prometio que jamas caeria en las redes de una de esas damas de la alta sociedad para las que durante anos fue invisible. Ahora, siendo rico, poderoso y atractivo, es famoso en Londres por sus escarceos amorosos y por dirigir junto a su socio uno de los clubs de juego mas conocidos. Por eso cuando Daphne Smith irrumpe en su local con una propuesta de lo mas escandalosa, el no duda en intentar deshacerse de ella lo mas rapido posible. En primer lugar, porque es una solterona y no quiere verse metido en ningun lio. En segundo lugar, porque la chica resulta ser mas interesante y avispada de lo esperado. Y, en tercer lugar, porque presiente que si la deja entrar en su vida podria terminar siendo su perdicion. Pero ?como librarse de esa joven que parece destinada a cruzarse en su camino?

  • La primera vez que mate de Gonzalo Jerez

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    <>. Verano en Madrid. Un adolescente sale a pasear de madrugada para intentar calmar el calor sofocante que derrite la ciudad cuando, sentado en un parque, se encuentra en una situacion que le hace reaccionar de una forma inesperada. Esa noche sera el pistoletazo de salida para una doble vida en la que se dedicara a dar rienda suelta a su imaginacion, creando obras de arte a la par que imparte justicia contra aquellos que, segun el, merman de un modo u otro la sociedad, haciendoles formar parte de sus creaciones.

  • Mas dulce que el cafe 1 de Miki Russo

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    Kari es una chica que esta por cumplir treinta anos. Tiene un trabajo un tanto particular, gusta de usar Converse, beber lattes de vainilla y salir con sus amigos.
    Lleva una vida comun y corriente, hasta que tras un curioso incidente conoce a Roberto, un hombre mayor, demasiado elegante y correcto para ella.
    Kari y Roberto no tienen nada en comun pero ?Y que importa eso? ?Que podria salir mal? Probablemente todo...
    El cafe por definicion es amargo, pero si le pones suficiente azucar puede quedar muy dulce ?Existira algo mas dulce que el cafe? Kari descubrira que el amor, al igual que el cafe, puede ser dulce y amargo a la vez.

  • Lionheart de Ana Roux

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    Oceano Atlantico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aerea britanica y la napoleonica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navio Lionheart del capitan Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por naufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitan, quien lejos de la civilizacion ha descubierto la libertad.

  • Los pasatiempos de la reina que buscaba catarinas de Jean Baptiste Andrea

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    A traves de la voz y el pensamiento de un nino al que todos consideran <>, Jean-Baptiste Andrea celebra la infancia, pero tambien la crueldad que puede nacer de los juegos mas inocentes.

  • Los ratones de dios de Luis Rendueles

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    En julio del 2011, los canonigos de la catedral de Santiago de Compostela se dieron cuenta de que faltaba el Codice Calixtino, el manuscrito iluminado del siglo XII considerado como la primera guia de viajes del mundo y referente para millones de peregrinos cuando realizan el Camino de Santiago. El robo del Codice Calixtino, una obra rodeada de misterio, leyendas y controversia desde sus origenes hasta nuestros dias --y de valor incalculable--, conmociono a toda la sociedad espanola e internacional. Para recuperar la famosa reliquia, se puso en marcha un operativo liderado por la Brigada de Patrimonio Historico. Para su investigacion, los policias tuvieron que viajar a Santiago --y tambien en el tiempo--, al entrar en un mundo gobernado por las leyes de Dios, ejecutadas por el dean, jefe del templo, y sus colaboradores, los canonigos. Inevitablemente, las pesquisas que el inspector jefe Tenorio y el juez Vazquez Tain hicieron abarcaron todos los rincones mas oscuros de la catedral y desvelaron chantajes sentimentales, guerras entre canonigos, acusaciones de homosexualidad y drogas, y permitieron averiguar, ademas, que habia ratones que robaban dinero de los peregrinos desde hacia muchos anos ante la <> de los sacerdotes, segun dictamino el tribunal que juzgo el caso. El caso tambien desvelo que la razon para robar el Codice Calixtino no era ni mucho menos la que los investigadores se esperaban.

  • Furia Un thriller psicologico de amor, misterio y suspense (Suspenso romantico 3) de Pablo Poveda

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    No podia disimular su expresion corporal, por mucho que deseara pasar desapercibido. Los musculos de la cara se le habian encogido. Su rostro blanquecino despertaba la curiosidad de los que caminaban en direccion contraria a el. El barrio estaba despierto, las mesas de los bares ocupaban las terrazas de la calzada y las parejas de enamorados paseaban de la mano para disfrutar del sol dominical. Habia vuelto a despejarse el cielo, a salir el sol y todo pronosticaba que seria un domingo de ensueno. No obstante, lo que parecia una estampa primaveral y castiza, llena de color y energia, no lo era para el arquitecto, que caminaba hacia su domicilio tras haberse apeado del coche. Despues de contemplar como el vehiculo se perdia a lo lejos por el final de la calle, la voz de aquel hombre todavia resonaba en su cabeza. De pronto, levanto su mano a la altura del esternon y sintio los latidos del corazon golpeando la puerta de su pecho. No era miedo lo que arrastraba. Tampoco era el odio lo que le hacia bombear asi. Una extrana sensacion, poco habitual en el y, afortunadamente, casi desconocida: furia. Mientras la lengua coloquial hablaba de esta como un mero enojo, para Don significaba algo mas que eso. Los romanos habian llamado Furias a las diosas violentas engendradas con la sangre de los testiculos de Urano, dos temibles criaturas capaces de enloquecer al propio Zeus. Para el arquitecto, aquella historia mitologica tenia sentido. Enfurecer, en el maximo esplendor de la expresion, era lo que habia evitado durante tanto tiempo a traves de sus actos, sus cambios de personalidad, de profesion e incluso de apariencia. Un trabajo de artesano al que habia dedicado toda una existencia y que estaba a punto de convertirse en pedazos a causa del infortunio. Lo que menos le preocupaba era perder todo lo que habia conseguido. Despues de todo, lo material carecia de sentido para el. Sin embargo, temia perder a Marlena. Temia que, a causa de un descontrolado y frenetico ataque, perdiera la cordura y se convirtiera en alguien totalmente irreconocible para ella. Tres dias. Eso era todo lo que tenia en sus manos para encontrar el modo de salir airoso. Si es que existia. Frente a la puerta del edificio, encontro su reflejo en el cristal que habia tras la reja negra. Tenia el cabello despeinado a causa del temporal matutino, bolsas en los ojos y un semblante cadaverico. A diferencia de la mente, el cuerpo no tardaba en manifestar los excesos que el propio dueno era capaz de darle. Demasiados viajes en pocos dias, largas horas de coche, cortas noches de sueno y una fatidica visita inesperada que le ponia en jaque por momentos. Se mecio el pelo, introdujo la mano en el bolsillo de su pantalon y saco un juego de llaves metalicas. Despues abrio la puerta. Antes de subir el escalon de la entrada, un pequeno gorrion se poso sobre el bordillo. Era pequeno, redondo y tenia las plumas de color marron. Don observo al pajarillo como cantaba, libre y sin miedo ante la presencia humana del arquitecto. En un lapso, se imagino a si mismo agarrandolo con la mano y apretando el puno con fuerza hasta ahogarlo. Asi se sentia el en esos momentos. Confundido, meneo la cabeza para olvidar el desagradable pensamiento y comprobo que el ave ya se habia marchado. No era su mejor momento, aunque el peor todavia estaba por llegar. Cuando cruzo el umbral de su apartamento, nada de lo que habia frente a sus ojos volvia a ser como lo habia sido antes: el sofa, las cortinas blancas de tela, la television de pantalla plana, la cadena de musica, su coleccion de discos de musica clasica, la estanteria de libros... El unico refugio en el que se sentia recogido tras una jornada de trabajo, tras una actuacion temeraria o un desencuentro con la vida, ahora, se habia convertido en un lugar extrano, aseptico y sospechoso. Habitar entre aquellas cuatro paredes no seria lo mismo. Cerro de un golpe y paso el seguro de la puerta. Despues camino con sigilo hasta las habitaciones y se aseguro de que no hubiera nadie, al menos, esperando alli dentro. Mientras muchos madrilenos pasaban el mediodia dando una vuelta por el centro de la ciudad o visitando el parque del Retiro, Don estaba dispuesto a encontrar cada uno de los dispositivos de espionaje que habian instalado en su vivienda para controlar sus movimientos. Cada rincon era un buen lugar para escuchar, ver o sentir al arquitecto. Paso las cortinas, se acerco al sofa y observo las instantaneas que habia encontrado bajo el mueble. Agarro las fotos en las que aparecian los cadaveres de Ferrec y Baumann y puso a un lado la de Marlena. Despues se dirigio al fregadero, cogio una caja de cerillas del mueble de la cocina y prendio fuego a las imagenes. Como una cinta de video acelerada, los fotogramas de su ultimo viaje pasaron a toda velocidad por sus ojos mientras las imagenes se doblaban entre llamas hasta reducirse a cenizas. Ambos eran historia y ahora debia centrarse en ese misterioso hombre de pelo canoso y mirada gelida. Ni siquiera sabia como se llamaba, pero ese era un asunto que resolveria mas tarde. Miro el reloj y comprobo que eran las once y media de la manana, una hora perfecta para poner patas arriba el apartamento. Mientras intentaba idear que hacer con las horas que tenia por delante, decidio empezar por limpiar su apartamento de una vez por todas. Desconecto la conexion de red, de telefono y comprobo las lamparas de las habitaciones. Ni rastro, pero no se iba a dar por vencido tan rapido. Busco con esmero, en los armarios, en el cuarto de bano y bajo los cojines del sofa hasta que, hastiado, se sento por un segundo para recuperar el aliento y volvio a comprobar la hora en el reloj que habia junto al televisor. Un reloj redondo de sobremesa marcaba las tres de la tarde con sus agujas. Era de color negro, cuadrangular y tenia una esfera dorada en el centro. Un objeto de decoracion por el que habia pagado mas de cuatro mil euros en una subasta y por el cual no tenia el mas minimo aprecio. De pronto, el arquitecto recordo que solo habia dado cuerda una vez al artefacto, el mismo dia que se lo llevaron a su casa. De aquello habia pasado mas de medio ano, por lo que, en caso de funcionar, detalle del que dudaba, el reloj debia seguir sin el cambio de horario de invierno. Tomo un angulo recto y saco el telefono movil de su bolsillo para comprobar la hora. El telefono indicaba las tres de la tarde. Alguien lo habia puesto en hora. Se acerco al aparato y lo observo de cerca. Podia ver su rostro reflejado en el pendulo dorado que colgaba del viejo reloj. En el centro, bajo las agujas, habia un pequeno lunar oscuro que se convirtio en una lente a medida que acercaba la vista. --Malditos hijos de perra... --dijo hacia sus adentros. Un ano era demasiado tiempo para haber convivido en el mismo apartamento. Las escuchas y las imagenes habrian sido suficientes para recabar informacion sobre el arquitecto y seguir sus pasos, saber cuando entraba y salia para que nunca les cogiera desprevenidos. Probablemente, aquella era la unica camara en todo el salon, pero con una les bastaba. Estaba colocada en un lugar estrategico desde el que podia capturar todo lo que sucedia en la habitacion y en la cocina contigua. Sabian que Don pasaba la mayor parte del tiempo alli, ya fuera por las mananas, durante sus sesiones de ejercicios, o por las noches frente al ordenador. Lo habian visto todo: su intimidad, sus rutinas, sus ataques insanos de agresividad, las mujeres con las que se acostaba y como maquinaba los planes para encontrar a sus victimas.

  • No soy mi ADN de Manel Esteller

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    ?Puedo heredar las enfermedades de mis padres o abuelos? ?Es posible que mis hijos hereden las mias? ?Hasta que punto una disciplina como la epigenetica puede tener repercusion en la prevencion y tratamiento de enfermedades como el cancer, el Parkinson o el Alzheimer?Y, sobre todo, ?que es la epigenetica?Manel Esteller, todo un referente internacional en el ambito de la epigenetica y un excelente comunicador, responde a estas y a otras muchas preguntas en este esclarecedor libro. Y lo hace de una forma muy ilustrativa. A partir de doce ejemplos basados en casos reales y cotidianos, Esteller expone las claves para entender mejor las bases de esta disciplina cientifica y ofrece un panorama de las infinitas posibilidades que genera su estudio. De este modo, los conceptos teoricos encuentran su aplicacion practica en los consejos para llevar una vida saludable que nos permita, en la medida de lo posible, prevenir el desarrollo de alguna de estas enfermedades.

  • La magia no existe… ?O si de T. Camacho

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    Barcelona, Enero de 2015 Rosario, la abuela de Marc, una anciana de 82 anos y andaluza de nacimiento es una de los tantos que emigraron a Cataluna en la postguerra. Y por mucho que se esfuerza en hablar correctamente, no deja de soltar alguna que otra "perla" en su vocabulario. -Marc, te he cogido hora en la peluqueria para que te arregles esos pelos, que te pareces al leon ese de la peli, ?como era? "Mustafa"... eso. -Mufasa abuela… Esta bien, tu ganas. Ire a cortarmelo. La verdad es que empieza a molestarme. -Si tienes que ver a esos clientes tan importantes, tu imagen es la mejor tarjeta de presentacion hijo. ?Por que no te pones las bambas esas que te he comprado que llevan beicon? -!?Beicon abuela?! -Si hombre, !eso que se pega! -!Velcro! Abuela, velcro. – Pues eso hijo, beicon. -Confirmo Rosario alzando el brazo con la palma hacia arriba. Y encogiendose de hombros.- Marc poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza - !No tienes remedio abuela! ?A que hora me has cogido cita? -A las 11h. Asi que venga no te entretengas, que llegaras tarde, y me han hecho un favor porque tenian la agenda muy "apreta". -Esta bien... ya me voy. Nos vemos despues a la hora de comer abuela. Por cierto ?Me vas a preparar esas lentejas tan ricas que tu haces? !Ah! Y esta tarde he quedado con Lucas, para tomar algo y llegare tarde. Te lo digo por si luego lo olvido, para que no te preocupes. ?Vale? -Anda si... zalamero, claro que te preparo esas lentejas. Tira y vete ya. Llego a la peluqueria y una senora que hay en recepcion, que debe ser la jefa, me hace pasar a la zona de espera. Hay otra senora esperando, que ojea una revista. Al verme, levanta la cabeza y me escanea de arriba abajo. "No te cortes mujer, que mirar es gratis", pienso para mi. Cojo una revista y empiezo a ojearla. Bueno ojearla es por decir algo, mas bien paso paginas por hacer algo. Oigo una voz cantarina que pronuncia mi nombre y levanto la cabeza. Hacia mi va acercandose un angel...Bueno eso es lo que a mi me parece. Tiene una cuerpo proporcionado, no es muy alta, pero esa cara...Esa cara risuena que me sonrie...tiene un no se que, que me engancha. -Buenos dias, ?Marc?… -!Si! Si ese soy yo. – le digo, saliendo de mi embobamiento. Tengo que tener cara de idiota ahora mismo.- – Hola, soy Sandra, ?me acompanas por aqui, por favor? -Claro.-Le digo.- Me hace seguirla hasta un tocador. Lleva un pantalon negro y una bata con un escote bastante cenido, el pantalon marca sus caderas. El movimiento de estas junto con el de su melena de un rubio oscuro se balancea en una coleta alta y al mismo son, eso hace que me quede embelesado sin escuchar lo que me dice. -Sientate, y dime ?Como quieres que te corte el pelo?…. ?! Marc!? -Perdon, no te he escuchado. -?Que como quieres que te corte el pelo?, repite ella con una sonrisa. -Ah, bueno, solo queria arreglar un poco el corte. Suelo llevarlo un poco largo, no me gusta demasiado corto. -De acuerdo, pues veamos que podemos hacer. Tienes un pelo muy bonito. Sandra lo mira a traves del espejo discretamente, (es guapisimo, vaya con el nieto de la senora Rosario), piensa. Intentando que no note que lo observa, le pregunta mientras empieza a cortar. -Me ha dicho tu abuela, que estaras una temporada por aqui. ?Trabajo? -Bueno principalmente si, pero aprovecho para pasar unos dias con ella. No la veo muy a menudo, ya que vivo en Londres. Pero tengo un proyecto para restaurar un palacete cerca de aqui. Soy arquitecto. -Si, tu abuela me ha puesto al corriente, porque habla bastante de ti, Te quiere mucho y le apena no poder disfrutar de tu compania lo que a ella le gustaria. ?Sabes?… En el fondo es como si ya te conociera. – !Uy!, disculpa un momento, voy a avisar a la senora Manuela, se ha quedado dormida en el secador, tiene media cabeza fuera de el y no se le va a secar el pelo. Enseguida vuelvo. Se gira y va hacia un secador que parece un casco espacial, donde hay una senora mayor que dormia. Con mucho sigilo para no asustarla, la llama con cuidado… !Manuela! De golpe, la senora se gira y veo volar un objeto que pasa rozando la cara de Sandra. -!Manuela, que me muerdes!, grita Sandra muerta de risa. No me lo puedo creer, el objeto no era otra cosa que la dentadura de la senora que al girar bruscamente habia salido despedida. La pobre senora azorada le dice: – Perdona hija es que me molesta y me la he soltado, pero no me he dado cuenta y me dormi. Tras el pequeno incidente que produjo mas risas que otra cosa, Sandra volvio conmigo con la cara roja de reirse. Tiene unas facciones muy dulces y salpicadas de pecas que contrastan con unos ojos azules como el mar en un dia de sol. -Esto no pasa todos los dias…. aunque tengo que decirte que a veces se producen situaciones un tanto anecdoticas. Es lo que tiene trabajar con el publico. Bueno Marc, ?que tal por Barcelona?, y ese palacete que dices que tienes que restaurar, ?es de por aqui cerca? Habla muy deprisa y Marc se queda embelesado con el movimiento de su boca. -Si, esta en la zona de Pedralbes. -Le contesta saliendo del trance- Pertenecia a un antiguo conde. Y por cierto me han contado una antigua leyenda que habla de la ultima esposa del conde. Aunque no deja de ser una leyenda, es muy surrealista. Aunque si te gustan las historias de misterio, te la puedo contar. – Cuenta, cuenta…. Sandra iba trabajando, sin dejar de mirarlo de reojo a traves del espejo. -Se dice que en 1903, el Conde Ferran de Montblanc contrajo nupcias con una doncella llamada Felicia, hija de un orfebre de la villa. Como regalo de bodas entrego a su hija un espejo con el marco labrado en broce y con una inscripcion que, segun cuentan, era un conjuro hecho por una hechicera. La ultima vez que vieron a la esposa del Conde, fue al dia siguiente del nacimiento de su hija. Quedo tan abatido que no supero la pena. Pensaron que se habia vuelto loco por que decia que los dias de Luna llena veia a su esposa a traves del espejo llamandolo. Sus familiares temiendo por su salud hicieron desaparecer el espejo. A su hija, llamada Sara por su abuela paterna, la criaron sus abuelos maternos. El Conde no podia verla porque le recordaba a su dulce Felicia. Nunca mas se ha sabido del espejo. Aunque todos los que posteriormente visitaron el palacete dicen que se oia una dulce voz que llora con desconsuelo. -!Vaya!… que emocionante. -Ella se quedo con el peine y las tijeras suspendidas y lo miraba atentamente- -?Y nadie volvio a ver ese espejo? -No. Segun dicen lo escondieron, pero nadie sabe donde fue a parar. -Bueno pues ya me contaras si llegas a averiguarlo. Ahora me has dejado sin el final del cuento, jajaja. -Ya he terminado Marc, ?Que tal te ves? -Bien, me gusta mucho, has acertado con lo que queria. Marc quiere volver a verla, y sin pensarlo le propone salir a tomar algo. -Cambiando de tema Sandra, estoy pensando, que esta tarde he quedado con un amigo y unas amigas de este, a las que aun no conozco, ?te apetece unirte al grupo para tomar unas cervezas? Marc espero que Sandra aceptara, le apetecia mucho seguir conversando con ella. Sintio una necesidad imperiosa de continuar a su lado. Y sobre todo de tenerla muy, muy cerca. -Dejame tu movil, y luego te llamo, le preguntare a Angi, es mi companera de piso, habiamos quedado tambien para salir un rato. El saco su movil del bolsillo y le pidio su numero. Lo marco hasta que hizo senal de llamada, para que ella lo guardara en el suyo. Y asi, de paso memorizo el de Sandra. "Numero conseguido", penso triunfal. -Vale pues espero esa llamada. Hasta luego…, si os decidis. Espero verte, creo que lo pasaremos bien. Y salio de camino a la caja, pago y se marcho, no sin antes mirar por encima de su hombro para verla por ultima vez. CAPITULO 2 Sandra. Llego a casa, y me voy quitando los zapatos de camino a mi habitacion, que por cierto, algun dia tendre que ordenar. !No encuentro nada! Esto no es un armario, parece mas bien el bolsillo magico de Doraemon. Sale de todo. !Anda mira las pelotas de tenis que pensaba que habia perdido! ?Que me pongo? (nota mental: renovar el vestuario de invierno). Me meto en la ducha. En ese momento oigo la puerta de la calle cerrarse, lo que me indica que ha llegado Angi, -!!Hola Angi!! -Le grito desde la ducha- ?Te apetece quedar esta tarde con un chico que he conocido esta manana?, es el nieto de una buena clienta, y estara aqui unos dias. No conoce a mucha gente y nos ha invitado para salir con el, un amigo y unas amigas de este. -Hola a ti tambien Sandra, me dice asomando la cabeza por la puerta del cuarto de bano. -Por mi bien me apetece salir y conocer gente nueva. La pobre desde que lo dejo con su ex, Pablo, no levanta cabeza. El muy capullo se la pego con su secretaria. Aunque el muy borde todavia dice que la quiere, que fue un error. Si va a ser verdad eso de que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. -Muy bien, estupendo pues lo llamare y quedare con el. Es muy simpatico, y ademas !esta buenisimo! - Tiene unos ojazos verdes que cuando te miran te hipnotizan. Unos labios bien formados, que dicen !besame! -Esto ultimo lo dijo canturreando- -Uy Sandra, que me da que este mozo te ha entrado muy fuerte ?NO? -No se Angi, hay algo en el que hace que me sienta bien, me gusta su conversacion…entre otras cosas…-Le digo moviendo las cejas arriba y abajo- Mientras salgo de la ducha, cojo una toalla y me envuelvo en ella. -Anda y vistete que vas a pillar un resfriado. Voy a cambiarme. Hemos quedado a las ocho en un bar al que solemos ir a tapear, esta cerca de casa, asi que vamos andando. Llegamos cinco minutos antes de la hora, y Marc ya esta en la puerta esperandonos apoyado en la pared con los pies cruzados y las manos en los bolsillos de la chaqueta. Y no veas que planta tiene el muchacho.... -Angi, te presento a Marc, Marc esta es Angi mi companera de piso de la que te hable. -Hola Marc, encantada de conocerte, ya me ha contado Sandra que estaras por aqui una temporada. -Si, supongo que por lo menos unos meses, depende de como vaya el trabajo por el que he venido. Le contesta el. -Bueno ?entramos y esperamos a tus amigos con una cervecita?, aqui fuera hace un poco de frio, ?no os parece?, dice Angi frotandose las manos para entrar en calor. -Si, por supuesto. Asi vamos cogiendo mesa. El local esta bastante lleno. -Contesta Marc.- Ya dentro, nos colocamos en una de las mesas del fondo. El bar esta lleno a esas horas, y ademas hay partido de futbol, con lo que el bullicio esta servido. Nos acaban de servir nuestras bebidas, cuando entran tres chicas y un chico, Marc se levanta al ver a su amigo Lucas y estos se dirigen hacia nosotros. Marc nos presenta a su amigo y este a sus tres amigas, Carmen, Montse y Rosa. Son muy simpaticos y enseguida entablamos una agradable conversacion. Nos explican que Lucas es pareja de Carmen, que es hermana de Rosa y Montse es amiga de ambas. Montse y Rosa, de seguida hacen buenas migas con Angi, ya que resulta que habian ido al mismo colegio de pequenas. El mundo es un panuelo. Con lo que se lo pasan pipa recordando a los profesores y companeros de aquella epoca. Yo me giro hacia Marc, y le pregunto. -Marc, ?has ido a ver a los clientes del palacete?, se intereso Sandra. -Si, precisamente he estado con la propietaria, ya que su marido estaba de viaje. Y hemos quedado en ir manana a verlo para definir que es lo que quieren hacer y empezar a trabajar lo antes posible. A Marc se le pasa por la cabeza que quiza podria invitar a Sandra a que lo acompanara a ver el palacete, es una oportunidad para volver a verla. Por lo que no se lo piensa y le pregunta. -?Que te pareceria venir conmigo y lo ves por dentro? Aunque lleva deshabitado muchos anos. No esperes gran cosa aparte de polvo y telaranas. Pero a lo mejor si investigamos, encontramos ese espejo oculto. -Le dice moviendo las cejas- Y desentranamos el misterio. Marc sonrie entusiasmado y hace palmas. -!Me encantaria!, !Tiene que ser emocionante! ?Y si esa leyenda es verdad y realmente pulula por sus estancias el fantasma de la bella Felicia, esperando reencontrarse con su amado en otro mundo paralelo? -Le dice con aire de misterio, entrecerrando los ojos.- -Creo que has leido muchas novelas de ciencia ficcion Sandra. Dijo Marc riendose. -No te digo que no, pero ?quien sabe?, las leyendas pueden tener algo de reales, ?no crees? ?Y que fue de su hija Sara? -No lo se, no se me ocurrio preguntar. -Comento riendose- Que mal investigador seria ?No? -Los nuevos propietarios son un matrimonio que viene de Alemania y siempre habian querido trasladarse aqui. El es un adinerado hombre de negocios y su esposa una mujer a la que le gusta coleccionar antiguedades. Por eso buscaban algo asi. Ella fue la que me explico la leyenda del palacete, por lo visto este tipo de historias le encantan. Creo que hariais buenas migas. -Entonces manana, ?a que hora quedamos? -He quedado con ellos a las cinco, o sea que te recojo a las cuatro y media. ?De acuerdo? -Genial, nos vemos entonces. El resto de la tarde paso entre risas. Nos despedimos a eso de las diez y media. Cuando llegamos a casa, Angi estaba muy contenta porque habia reencontrado a antiguas companeras y prometieron volver a quedar y salir de copas algun dia. CAPITULO 3 Estoy super nerviosa. El solo hecho de volver a ver a Marc, hace que mi estomago parezca un tablao flamenco con todo un cuadro de bailarines zapateando en el. Son las tres, he llegado del trabajo hace media hora y aun tengo que comer algo y pensar que me pongo. Creo que paso de comer. Me tomare un zumo y algo para picar y andando. Me pongo mis tejanos, una camiseta blanca con topitos azules y mis Convers azules. A las cuatro y veinticinco Marc me llama al telefonillo, !que puntual! Cojo mi abrigo y bajo las escaleras de dos en dos. -!Hola Marc! Me da un ligero beso en la mejilla y al instante se queda observando mi cara de, ?"que ha sido eso"? El, un poco azorado dice: perdona ha sido instintivo, lo siento si me he tomado demasiadas libertades. -No… Pasa nada, es solo… que no me lo esperaba. Bueno, ?dispuesto a ver ese palacio encantado? Nos metemos en su coche, un BMW 520 negro con asientos de piel. -?Te molesta si pongo algo de musica?, pregunta Marc, -No, al contrario, le contesto. Al ponerla en marcha suena una cancion de Dire Straits que me gusta mucho. "Romeo y Julieta". No puedo evitar cerrar los ojos y sin darme cuenta empiezo a tararear la cancion. Cuando termina, me giro hacia el un poco avergonzada, veo una sonrisa en su cara y noto que me pongo como un tomate. -Perdona por el concierto, no puedo evitarlo, esta cancion me encanta, me transporta a mi infancia. Mis padres la ponian a menudo, es uno de sus grupos favoritos y a mi acabo gustandome tanto como a ellos. -A mi tambien me gustan mucho, dijo riendose, como casi toda la musica de esa epoca. Por eso la tengo. Y no te preocupes…, no lo haces tan mal. Al cabo de veinte minutos estamos aparcando. Conforme vamos acercandonos a pie al palacete noto un cosquilleo en el estomago que, achaco a la imponente figura de la construccion que tenia delante. -?Que te parece por fuera? ?No crees que es impresionante? -me pregunta entusiasmado por lo que ve. Ha sacado su vena de arquitecto, se le nota a la legua que le encanta su trabajo.- -!Impresionante! Tu lo has dicho. -Yo tambien estoy embelesada con lo que veo.- Es un edificio de tres plantas rectangular, con 4 ventanales en las dos plantas superiores y uno a cada lado de la gran puerta de entrada. Es un porton doble de casi tres metros de alto con la parte superior con forma de medio arco. En el centro de cada puerta cuelga una aldaba de hierro con forma de cabeza de leon, de su boca sale una argolla circular. Llamamos con tres golpes secos y esperamos. Al cabo de unos minutos las puertas se abren con un chirrido digno de una pelicula de terror y esperamos que aparezca la Sra. Morticia Addams. Pero no, la que aparece ante nosotros es la Sra. Erika Bender, propietaria del palacete. Toda una dama de unos 45 anos, alta, media melena rubia y ojos azules, que nos saluda muy educadamente. En contra de su apariencia de mujer fria, nos sorprende su forma de actuar dulce y familiar: -Hola Marc, eres muy puntual. Veo que has traido compania, y esta bonita chica ?es?… -Hola Sra. Bender. -Llamame Erika, por favor. -Bien Erika, pues esta es Sandra, una amiga. Espero que no le importe que me haya acompanado, le hace mucha ilusion poder ver el palacete por dentro. Mas, despues de haberle contado la leyenda que me relataste. -Encantada Sandra, es un placer conocerte y comprobar que aprecias las antiguedades, y los misterios...-Dijo ella elevando las manos y moviendolas como si fuese un fantasma a la vez que entrecerraba los ojos.- Yo soy una apasionada en ese campo, de hecho, es mi profesion. Entramos en un patio enorme rodeado por una balconada en cada planta, por donde se accede a unas escaleras centrales que se bifurcan en dos. En el centro hay una fuente con la figura de una mujer en forma de hada, con sus dos alas abiertas y los pies juntos de puntillas como a punto de levantar el vuelo. De sus manos cae languidamente un pergamino medio desplegado, tallado en la misma piedra que la escultura. En el, reza la inscripcion: " Luna viam illustrat", a malas penas legible por el paso del tiempo. Segun nos explica Erika, esta escrito en latin, y quiere decir "La Luna ilumina el camino". Nos adentramos en la planta baja, que consta de una antesala a modo de recibidor, en la que hay un escritorio de estilo Barroco y un sillon de madera tallada. En las paredes hay apliques de forja con tres brazos y sus correspondientes velas medio consumidas. Desde aqui accedemos a una sala con un gran fuego a tierra en la pared principal y encima de este hay un marco enorme con el retrato de una preciosa dama en una actitud sonadora y unos preciosos ojos azules que dan la sensacion de estar sumida en sus pensamientos sin atender lo que le rodea. Los suelos son de madera, que se mantienen en muy buenas condiciones a pesar del polvo que los cubre. Alrededor hay diferentes sillones tapizados en un tono verde pastel a juego con los grandes cortinajes que aun cuelgan de los ventanales. Todo el conjunto da la sensacion de haber sido en su dia un gran salon de baile, donde se habrian celebrado mas de una fiesta con gente de la alta sociedad de la epoca. Erika nos conduce hasta las plantas superiores. En la primera hay unas ocho habitaciones, la mayoria ellas poseen una gran cama con dosel, armario, tocador y una chimenea, que en su conjunto y en su dia debian de ser acogedoras. Entramos en una, y me quedo con la boca abierta, esta, alberga una gran biblioteca. Todas sus paredes del suelo al techo estan repletas de estanterias cubiertas de libros. Por lo visto, el conde poseia una de las mayores colecciones de libros de la epoca. La segunda planta es la que quieren adaptar como vivienda, y el resto dejarlo para visitas turisticas, ademas de adecuar las salas de la planta baja para albergar algun evento o fiestas particulares. Incluso alguna exposicion artistica eventual. Paseando por el palacete, te da la sensacion de haber hecho un viaje a traves del tiempo ya que aun conserva ese aire de grandeza, que antano debio de poseer. Yo voy mirando todo a mi alrededor como una nina pequena a la que llevan al circo la primera vez. No lo puedo remediar, mi cara es muy expresiva. Solo me falta babear...Por Dios, ?Es que no puedo controlarme?

  • Robinson Crusoe de Daniel Defoe

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    Despues de ser apresado y convertido en esclavo en Africa, como consecuencia de un naufragio, Robinson Crusoe llega a una isla deshabitada cerca de la desembocadura del rio Orinoco y se enfrenta al reto de crear un nuevo modo de vida, partiendo de cero.

  • Cuatro dias de enero de Jordi Sierra I Fabra

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    Primera entrega de la serie de novela policiaca ambientada en la Barcelona de postguerra <>, de Jordi Sierra i Fabra. Una conmovedora historia que habla del hambre, de la venganza y, por encima de todo, del amor.

  • La casa veneciana, Mary Nickson de Mary Nickson

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  • Viento de otono de Brenna Watson

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    Una novela clasica del genero historico romantico ambientada en la Escocia del siglo XIV y con una protagonista de origen espanol.

  • La pareja imperfecta de Becca Devereux

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    Una apuesta…
    Un trato tentador…
    … Y un mes para fingir que son la pareja perfecta.
    Javi es excentrico y odia las ataduras. Andrea es policia, independiente y testaruda.
    A ambos les gusta estar solteros. Y les gusta todavia mas cuando se conocen. Porque son muy diferentes. Porque no se soportan. Y porque consiguen sacar al otro de sus casillas.
    Pero ahora van a fingir que son la pareja perfecta delante de todo el mundo. Y el roce hace el carino. Y del odio al amor hay un paso… O quiza unos cuantos. Y, quien sabe, puede que despues de todo sean la pareja imperfecta mas perfecta que existe.

  • La tentacion de tu piel de Dina Reed

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    Aunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...

  • Encantada por el Conde de Amanda Mariel

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    ?Podran Rose y Hunter superar sus diferencias y aceptar el amor verdadero?

  • El amante de A. Martin

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    La novela mas erotica que puedes leer.

  • El abismo de la mente de Olivia Ortiz

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    Marie Odette a sus padres mato, con un hacha las cabezas corto, en las manos se las dejo, a observarlos ella se sento…

  • La herencia de Vigdis Hjorth

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    Cuatro hermanos, dos casas de verano en Hvaler y un terrible secreto. El reparto de la herencia familiar se convertira en un tema de desencuentro.
    La aparente disputa entre los hermanos por las propiedades encierra algo mucho mas profundo: los fantasmas del pasado regresan y lo que parecia olvidado revive en la familia.
    Galardonada con los mas prestigiosos premios literarios de su pais, La herencia se convirtio desde su salida en un exito de ventas en Noruega y genero, junto a la serie Mi lucha de Karl Ove Knausgard, un importante debate sobre la relacion entre literatura y realidad. Marmara y Nordica nos unimos para publicar una de las grandes novelas de la literatura europea de los ultimos anos.

  • El dilema de Sofia de Luz Hidalgo

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    Con cuarenta anos, una vida resuelta y acomodada, Sofia se da cuenta de que no vale la pena luchar por un matrimonio basado en mentiras. Nada mas formalizar el divorcio, recibe noticias de su padre despues de muchos anos separados. Esa carta, le da el empujon para dejar Espana y viajar a su pais de origen, Londres. Alli descubre que la amistad no tiene limites, que se puede volver a empezar. Lena, su amiga de la infancia, se vuelve imprescindible en esta historia, aportando frescura y recordando que la amistad no tiene fecha de caducidad. Por otro lado, esta James, un hombre frio, distante, sombrio. Ahi empieza el gran dilema de Sofia. Descubrir el secreto de aquel hombre enigmatico, o dejarlo correr y no arriesgar su seguridad emocional. En esta entrega, la autora, rescata a Sofia de su primera novela y crea una historia que la traslada al pintoresco pueblo de Castle Combe, adentrandonos en sus preciosas calles, descubriendo asi algunos de sus rincones mas emblematicos. CAPITULO UNO UN DETALLE QUE LO CAMBIA TODO Noviembre de 2019 Me deje caer al suelo, las piernas no me sostenian. No podia creer lo que estaba leyendo. Relei la carta coronada con el membrete de un prestigioso urologo de la ciudad. Las manos me temblaban mientras buscaba en el movil el significado de la palabra azoospermia [1] . Imaginaba su significado, pero queria estar segura antes de aceptar aquella realidad, que habia descubierto por casualidad. Me lo temia, Carlos era esteril. Habia llegado a aquella conclusion despues de leer el informe medico que habia permanecido oculto en el caos de su escritorio. Cuando me fije en la fecha monte en colera. Hacia tres anos que Carlos habia recibido el diagnostico. !Tres! Me tape la boca y contuve la ira y las ganas de gritar. Las lagrimas resbalaron por mis mejillas. No fue por la noticia, sino por la mentira que habiamos estado viviendo durante tanto tiempo. Mi marido habia intentado evitar que descubriera la verdad a toda costa. Que cobarde... Carlos me encontro sentada en el suelo, llorando. La carta destacaba en el calido suelo del parque. --!Sofi! !Carino!, ?que te ocurre? ?Te has mareado? --susurro, carinoso, mientras se agachaba a mi lado. Su mirada denotaba preocupacion. Cuando intento cogerme las manos, reparo en la nota que habia en el suelo, justo a mi lado. Se distinguia claramente el sello de la clinica privada que habia visitado tiempo atras. El mundo se le vino encima en aquel instante. Se sento junto a mi con gesto abatido. Su querida esposa habia descubierto el engano que durante tanto tiempo habia intentado enterrar. --Sofia...--Por fin levante la cabeza. Lo mire directamente a los ojos. --Como has podido... --Pretendia decirtelo, en serio, pero no encontraba el momento. Sofi, carino, no me atrevia. Preferia que creyeras que algun dia lo conseguiriamos. Mientras tanto, tenia que pensar en la posibilidad de adoptar. --Pero ?que estas diciendo, Carlos? No tienes ni idea de lo que dices. La mentira es injustificable. !Me has hecho creer que no podia tener hijos! Que cruel has sido... !Me has mentido durante todo este tiempo! Carlos no sabia que decir. No insistio en su inocencia. No me suplico. Era consciente de que su comportamiento no tenia justificacion. Sabia que aquello seria demasiado para mi. No hacia ni un mes que habia descubierto que se habia acostado con Lucia, la mujer de su amigo, y ahora esto. Nuestro matrimonio ya no tenia sentido. Se habia convertido en una carga demasiado pesada para mi. El sabor amargo que invadio mi boca me supo a ruptura definitiva. Me levante lentamente y lo deje alli sentado. Abandone el salon sin mirar atras. No podia. Ya no. *** 1 de diciembre de 2019 Un dia lei esto en alguna parte: Volver a resurgir. Como si nada. Como si a mi vida no le hubieran abierto una herida con bisturi, dejandola sangrar sin contemplaciones. Sin puntos, sin anestesia. Cuando tu mundo se resquebraja de tal manera no hay forma humana de reconstruirlo. No hay mejor manera de explicar lo que sentia en esos momentos. La infidelidad fue el primer golpe que causo la pequena grieta. La mentira sobre su esterilidad, el golpe final que hizo anicos mi confianza. Sentia que el tiempo se me acababa. Con cuarenta anos, no podia esperar mucho mas para ver convertido mi sueno en realidad. Sin embargo, en aquellos momentos no podia pensar en rehacer mi vida de nuevo. Antes tenia que sobrevivir a la soledad. No tenia ninguna amiga especial a la que recurrir en busca de consuelo. Las pocas que tenia lo eran tambien de Carlos y no tenia ni las ganas ni el animo de recuperar una relacion que habia dejado de ser sincera. Durante el ejercicio de mi profesion como directora de un hotel nunca me faltaron enemigos. Me costaba entablar amistad con mis companeras de trabajo. Habia ido escalando puestos sin remordimiento alguno, realizando mas de un despido injusto. Mi fama de mano dura me habia dejado mas sola que la una, pero aquello jamas me preocupo. Para mi, lo mas importante era la familia. Y, ahora, de aquella familia anorada solo quedaba yo. Un dia, al regresar del trabajo, no me moleste en aparcar en el garaje. Ataviada con mi traje chaqueta y mis altos salones, encare el caminito de piedra que conducia a la entrada principal de mi casa. Aquella noche de principios de diciembre mis pasos resonaban en la calle. Dirigi una rapida mirada al buzon; a traves de la rendija se veia un sobre. Extranada, abri la carta. La letra del remitente me resultaba familiar y mis sospechas se confirmaron cuando reconoci la caligrafia del remitente. --Papa --susurre--. Cerre los ojos y la imagen de mis padres aparecio ante mi. En aquellos momentos, ignoraba cuanto tiempo hacia que habiamos perdido el contacto. Decidi entrar en casa; el frio de diciembre se mezclo con la temperatura de mi corazon. Recordar el dia en que me despedi de mis padres dolia y mucho. Naci en Inglaterra, en un pueblecito llamado Castle Combe, situado al sudoeste del Reino Unido, a dos horas de Londres. Tenia siete anitos cuando a mi padre le ofrecieron trabajo en el Consulado britanico, en Barcelona. Por supuesto, no pudo rechazar aquella oferta, asi que los tres emigramos a Espana con las maletas llenas de ilusion y tambien de incertidumbre. Sophie, que era mi nombre real, se convirtio en poco tiempo en Sofia; resultaba mas sencillo de pronunciar en la Barcelona de entonces. Me amolde de maravilla a mi nuevo hogar. Aprendi pronto el idioma e hice amigos. Tuve una infancia feliz abrigada por el amor de mis padres, que me sobreprotegian porque era hija unica. Creci feliz y despreocupada; era el ojito derecho de papa. En el consulado acostumbraban a llamarle Sir Henry Jones. Teniamos una conexion especial. Cada noche, cuando llegaba de trabajar sin importar lo cansado que estuviera, jugabamos juntos. Con mi madre mantenia una relacion mas fria. No desempenaban ese papel a proposito, pero asi lo establecieron. Alguien tenia que llevar por el buen camino a la nina y aquella ingrata tarea le correspondio a mi madre. O eso era lo que yo creia hasta que todo estallo. Desde bien pequena, despunte en las clases de ballet. Nunca me cansaba de ensayar. Me matricularon en el conservatorio de la Ciudad Condal y me forme hasta el ultimo curso. Consegui destacar a base de esfuerzo. Mi sueno en aquel entonces era convertirme en bailarina profesional y viajar por el mundo deleitando a los espectadores con aquellas piruetas imposibles. No me importaba la dureza del entrenamiento. Hasta que no conseguia ejecutar un perfecto fouete no salia de la clase. Practicaba durante horas para perfeccionar mis movimientos. Mi estricta vida como bailarina me marco para siempre. Compagine el amor por la danza con la carrera de publicidad y relaciones publicas, pero, cuando acabe la carrera y comence a trabajar, a mi padre lo destinaron de nuevo a Londres. Teniamos que regresar a nuestro pais, pero yo no estaba dispuesta a acompanarlos. No queria sacrificar todo lo que habia conseguido. Tenia diecinueve anos cuando me enfrente a mis padres y les dije que me quedaba en Espana. Aquello provoco un distanciamiento que se acentuo con los anos. Mis padres se sintieron muy dolidos por mi decision irrevocable. Mi madre no encajo bien que la desobedeciera y nunca me lo perdono. Aquel hecho me marco para siempre. Vivi anos de penurias, ya que mis padres se negaron a mantenerme y me busque la vida como pude. Aquellos recuerdos me abrumaron. Estuve a punto de tirar la carta al cubo de la basura, pero senti una anoranza repentina y me sente en el comodo sofa, apenas iluminado por la lampara de pie que habia junto a el. Abri el sobre con sumo cuidado, tome aire lentamente y me dispuse a leer la carta que cambiaria el rumbo de mi vida. <>. No pude seguir leyendo. Mi madre se habia ido sin despedirse de mi. Nunca hubiera imaginado que aquella noticia me doleria tanto. El vinculo que nos unia se fue apagando con el paso de los anos. La frialdad de mi madre hizo que el amor que sentia por ellos se fuera diluyendo. Aquella carta me hizo recordar mi ninez. Por un momento senti el olor a citrico de mi padre, senti sus calidas manos agarrando las mias, escuche su voz ronca, tan personal, susurrandome palabras llenas de ternura. !Que solo tenia que sentirse en aquel momento! Confieso que me dolia mas la soledad de mi padre, el dolor que yo imaginaba que estaria experimentando, que el hecho de que mi madre hubiera fallecido. El tendria que lidiar con aquella soledad. En mi boca se dibujo un rictus amargo. Que caprichoso era el destino. Estabamos casi en la misma situacion; la soledad nos envolvia como un manto negro, aunque nos separasen cientos de kilometros.

  • Amor y tequila de Maria Jose Vela

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    Es curioso como, en los peores momentos, aquello que odias puede convertirse en tu unica salvacion. A Sara no le gustaba conducir y, sin embargo, hacia meses que no perdia la oportunidad de hacerlo. Y es que asi, con las manos en el volante y la mirada fija en la carretera, nadie podia pedirle que preparara un biberon, que realizara una craneotomia de urgencia o que hiciera el amor. Cuando conducia, solo cuando conducia, el mundo parecia detenerse y darle una tregua. Por eso, aquella manana no dudo en hacerse con las llaves del monovolumen para ir al aeropuerto. No le importo la cara de sorpresa que puso Juan ni tampoco el hecho de que fueran mal de tiempo. Porque iban mal. Muy mal. Para evitar mirar el reloj otra vez y estresarse mas que un camaleon en un parque de bolas, Sara echo un vistazo por el retrovisor. Mala idea. Juan intentaba dormir apoyado en la silla de la pequena Loreto, su bebe de veinte meses. Estaban cogidos de la mano y, por como fruncian el ceno, hundiendo algo mas la ceja derecha que la izquierda, seguian disgustados. Sara emitio un largo suspiro, directo desde su pecho. Estaba cansada. Preparar un viaje como aquel en tiempo record no habia sido nada facil. Y eso que su destino era Cancun, un paraiso del Caribe mexicano donde puedes vivir experiencias trepidantes, como ponerte hasta arriba de micheladas y tacos al pastor, [1] bailar en el Coco Bongo hasta morir o, si eres idiota, perder la virginidad. Pero el de Sara no era un viaje de placer, no. Se trataba mas bien de una aventura improvisada, una desgracia en toda regla, una pesadilla dantesca que se desato cuando Cayetana, su hermana pequena, la llamo en plena noche para anunciar: <>. Ante semejante drama, Sara no dudo en prometerle que irian a verla lo antes posible. De nada sirvio la insistencia de Juan en recordarle aquella tonteria sin importancia de que llevaban trece anos sin dirigirse la palabra ni enviarse una postal por Navidad. No, no habia sido facil organizar un viaje asi. Ni siquiera le habian hecho a la nina el pa... sa... por... te... --Juan, ?puedes mirar en mi bolso si llevo el pasaporte, por favor? --pregunto Sara. Juan busco la mirada de Sara en el retrovisor y, aunque no la encontro, pudo sentir su nerviosismo. --?Donde lo tienes? --Mira en el bolsillo interior. --Aqui solo esta el de Loreto. --?Puedes buscarlo donde sea, por favor? --lo insto Sara, el corazon a mil por hora. Tras adentrarse en las profundidades del inmenso bolso de su mujer, donde encontro un tanga medio mojado que olia a suavizante, un estetoscopio y hasta un tubo pegajoso de pomada para hemorroides, Juan sentencio: --No esta. Sara se revolvio nerviosa. Quiso tragar saliva, pero tenia la boca seca. Miro el reloj. Iban con el tiempo tan justo que dar la vuelta y volver a casa para buscar el pasaporte ya no era una opcion. Si hubieran salido a la hora prevista... Pero fue imposible. Juan se empeno en despertar a Loreto, una decision absurda tratandose de un bebe que no dormia nunca mas de cuatro horas seguidas. Y a ella no le gusto, claro. El desconcierto inicial de verse obligada a dejar de dormir, dio paso a un tremendo llanto del que tuvo que hacerse cargo Sara mientras le preparaba un biberon y recogia algunas prendas del tendedero que termino metiendo arrugadas en su bolso. Nada parecia consolar a la pequena, ni siquiera Po, el perrito de peluche marron que siempre la acompanaba. Solo cuando tuvo que concentrar toda su energia en hacer algo de suma importancia (una caca bien grande), el llanto ceso. Sara la llevo a la habitacion, le quito el panal y se dio cuenta del desastre. Cuantos panales y toallitas tenian en casa estaban repartidos entre las maletas y la mochila de la nina, y todo, absolutamente todo, se lo habia llevado Juan al monovolumen sin preguntar. Sara lo llamo al movil, pero como todo el mundo sabe, los garajes subterraneos se disenan a proposito para que no haya cobertura. Lo intento una vez mas y otra y otra... No pudo localizarlo hasta que aparecio por la puerta, nervioso porque su mujer no bajaba con la nina. Juan tuvo que correr de vuelta al coche a por toallitas y un maldito panal y asi, con media hora de retraso, consiguieron salir de casa. --Sara, no puedo creerlo, ?se te ha olvidado el pasaporte? --balbuceo Juan desde el asiento de atras. --Creo que si. --Hay que ir a la comisaria y no tenemos tiempo. --Calla, dejame pensar... --?En que, Sara? Sin pasaporte no puedes volar a Mexico. Tenemos que ir a la comisaria del aeropuerto a para ver si te hacen uno provisional --insistio Juan. Como si de las trompetas del Apocalipsis se tratara, los altavoces del monovolumen comenzaron a sonar con desesperacion. Era una llamada de Loreto, la amiga de Sara responsable de que su hija se llamara asi. --Dime, Lore --contesto Sara, casi sin voz. --?Se puede saber donde estais? Os estamos esperando. --Estamos llegando, pero tenemos un problema. Me he dejado el pasaporte en casa --dijo Sara. Un tenso silencio se formo a ambos lados de la linea. --?Me estais vacilando? --!No! --gritaron Sara y Juan a la vez. --Vale. A ver, no os pongais nerviosos. --Hay que ir a la comisaria --dijo Juan. --Si, eso me suena. A Abi le paso algo parecido hace poco. Ella sabe que hay que hacer, os la paso. Abi y Loreto, las amigas de Sara, habian quedado con ellos en el aeropuerto para hacerse cargo del monovolumen. Asi no tendrian que pagar un dineral de parking si su estancia en Cancun se alargaba mas de lo previsto. --Sara, tranquila, en la comisaria de policia de la T4 pueden hacerte un pasaporte provisional. Creo recordar que esta en un extremo de la terminal --dijo Abi, cuya torpeza habitual la habia convertido en una experta en solucionar situaciones tan extraordinarias, que podria sobrevivir hasta en Gilead, la republica de El cuento de la criada. --Abi, ?podeis buscarlo en internet y confirmarmelo, por favor? --suplico Sara. --Si, espera, Loreto lo esta mirando. Pongo el altavoz. Aunque solo tardaron unos segundos en consultarlo, dentro del monovolumen parecieron horas. --La comisaria esta al final de la zona de salidas y esta abierta --confirmo Loreto--. ?A que hora teneis que embarcar? --A las nueve, tenemos menos de dos horas. ?Crees que nos dara tiempo? --De sobra. Id hasta el fondo de la terminal, nosotras vamos para alla. Con los nervios de punta, llegaron al aeropuerto. Sara siguio con suma atencion las senales para no equivocarse de camino, solo le faltaba aparecer en la terminal equivocada. En cuanto enfilo el carril habilitado para dejar pasajeros, no le costo mucho identificar a sus amigas. Abi trataba de compensar sus problemas de estatura saltando para llamar su atencion. Loreto, sin embargo, no necesitaba moverse. Le bastaba su estilo gotico, sus piercings y sus tatuajes para que la reconocieran. Sara detuvo el coche frente a ellas y, antes de que pudiera tirar del freno de mano, Loreto salto al asiento del copiloto y empezo a dar instrucciones precisas: --Sara, ve con Abi. Ya tenemos localizada la comisaria. Juan, tu y yo vamos a dejar el coche en el aparcamiento por si todo sale mal y no podeis viajar. --!Leto! --grito el bebe, que se alegraba de ver a su siniestra tocaya. --!Hola, Mini Yo! !Te vas a Mexico! --exclamo Loreto. Con el alma llena de esperanza y el corazon a punto de explotar, Sara salio del coche y corrio junto a Abi hacia la comisaria. Una vez alli, fueron directas hacia un hombre uniformado que guardaba la puerta y que bien podria haberse llamado Goliat. --Buenos dias, ?que desean? --las saludo con una enorme sonrisa. --Hola --jadeo Sara--. Tengo que coger un vuelo a Cancun, en Mexico, y no tengo mi pasaporte. Ademas, voy con una nina pequena. ?Puede ayudarme? --?A que hora tiene que embarcar? --A las nueve. El agente Goliat miro su reloj y torcio el gesto. --Los companeros que realizan estos tramites no llegan hasta las ocho. --?Hasta las ocho? Eso es casi una hora y no tengo una hora, !voy con un bebe! --protesto Sara. --Senora, es lo que hay. Sientese ahi y espere --ordeno Goliat, con una templanza envidiable hasta para un monje budista. --Sara, tranquila, yo me quedo esperando. Tu ve a ese fotomaton de ahi y hazte unas fotos. Te las van a pedir --dijo Abi. --Buena idea --confirmo el agente Goliat, que miraba a Abi con inusitada atencion--. Me suena mucho su cara, ?la conozco de algo? Abi sonrio emocionada y le dedico una coqueta caida de ojos. --Si, puede ser, presento las noticias de madrugada del Canal 12 --dijo apartandose el pelo de la cara como si fuera una celebrity. Goliat entorno los ojos y ladeo la cabeza. --?Canal 12? Ni siquiera sabia que existia. --Vaya por Dios... --suspiro Abi, de vuelta al anonimato. --Pero estoy seguro de que la conozco... !Ya se! Usted estuvo aqui hace poco. !Es la periodista que se desmayo! Una repentina y sospechosa tension se apodero de todos los musculos de Abi. --?Cuando te desmayaste? --pregunto Sara, extranada por no conocer esa historia. --?No te acuerdas? Te lo conte, tonta. Iba a Paris con un companero para hacer un reportaje y me deje el DNI en la oficina. Me enviaron aqui y, con los nervios, me desmaye --mintio Abi. Mintio, si, porque en realidad no se desmayo. Tan solo simulo un desvanecimiento para que la atendieran antes que a nadie y, aunque se salio con la suya, ahora ese policia podria descubrir el engano si Sara no dejaba de mirarla con cara de sospecha. --Sara... !Las fotos! --dijo Abi. Con los nervios de nuevo en el estomago, Sara fue hacia el fotomaton que habia a unos pocos metros. Abrio las cortinas y se sento en la banqueta. La cabina era agobiante, demasiado pequena para su metro ochenta de estatura. Al ver su aspecto en el reflejo de la pantalla, saco de su bolso el tubo de pomada para hemorroides y se aplico a pequenos toques una buena cantidad bajo el parpado inferior. Era un ritual mas que otra cosa, porque hacia meses que ese truco ya no funcionaba. Enderezo la espalda y se dio cuenta de que su cabeza se salia de los limites de la foto. Se levanto y bajo la altura del asiento dandole vueltas hasta que llego al tope. Volvio a sentarse y compuso un poco sus rebeldes rizos dorados. Siguio las instrucciones que vio en la pantalla y... Tres. Dos. Uno. !Flash! Listo. Las fotos estarian en un minuto.

  • Tu por mi de Raquel Moreno

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    Dos extranos, cada uno arrastrando las consecuencias de su propio pasado se encuentran una noche como resultado de un error fatal. Emma se recluye en lo mas profundo del bosque huyendo de todo contacto humano. Jacob solo puede pensar en la venganza de su familia. Pero la terrible historia de odio, traicion y muerte que les rodea les va a atrapar a los dos de tal manera que su unica opcion sera depositar su confianza en el otro.

  • Legiones de Roma, Stephen Dando Collins de Stephen Dando Collins

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    La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas

  • Esta princesa ya no quiere tanto cuento de Anabel Garcia

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    La vida parece divertirse poniendome en situaciones limite de las que no se como salir. Pero esta vez se trata de un gran dilema, pues mi camino se ha bifurcado de repente y me lo juego todo a cara o cruz.

  • La chica y la bestia (Chicas Magazine 3) de Olivia Kiss

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    Todo el mundo teme a Dominic Miller, el director de la revista mas vendida de Nueva York, al que sus trabajadores apodan como "la Bestia". Es hermetico, imperturbable y su mirada fria y gris es capaz de conseguir cualquier reto que se proponga.
    Solo Ava Bell, su nueva y eficiente secretaria, parece ser capaz de seguirle el ritmo. Sin embargo, cuando Dominic le pide que se haga pasar por su novia para cerrar un trato con unos importantes inversores, hasta ella empieza a tener dudas. El problema es que Ava esconde secretos y, para conseguir huir de un pasado que la atormenta, necesita ese trabajo, especialmente cuando Dominic le promete un aumento de sueldo si acepta el trato.
    Pero ?es realmente su jefe tan insensible como aparenta? ?Y seran capaces de fingir que son novios sin terminar salpicados por su propia farsa?

  • Bajo la lluvia (Sobre el arcoiris 1) de G. Elle Arce

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    Hace anos, cuando era muy joven, decidi liberarme de las ataduras emocionales que conlleva tener parejas, manteniendo mis "relaciones" -si es que se le puede llamar de alguna manera-, en un plano meramente fisico, donde solamente reina el placer sexual; haciendome gozar en lugar de sufrir.
    Como en todas las cosas, tenia una predileccion... Ivar. Ivar es un noruego, alto, fuerte y rudo, un chico malo, un motociclista muy atractivo, que me prende con solamente verlo u oirlo.
    Sin embargo, todo eso cambia al conocerlo a el... un hombre que, a simple vista, no era mi tipo; un hombre peculiar, que no se parece a ninguno de mis anteriores pretendientes; un hombre que amenaza con destruir mis creencias, y desmoronar mi interior, hasta dejarme totalmente expuesta.

  • Criadas y senoras de Kathryn Stockett

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    Jackson, Misisipi, 1962. La joven Skeeter vuelve a su casa, sin la menor ilusion por buscarse un marido; ella suena con una vida diferente, entregada a la literatura. Al conocer a Aibeleen y Minny, que como la mayoria de las mujeres negras de la ciudad se dedican a servir en las casas de los ricos, comienza a imaginar un proyecto clandestino y liberador. Criadas y senoras permanece en la lista de los libros mas vendidos en Estados Unidos desde su publicacion, en febrero 2009. La historia de estas tres increibles mujeres se ha convertido en un autentico fenomeno literario, que ya ha sido traducido a mas de veinte paises.

  • La candidata perfecta Andrea Munoz Majarrez de Andrea Munoz Majarrez

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    Una apasionante y romantica historia ambientada en la epoca victoriana que apasionara a los lectores de mano de Andrea Munoz Majarrez.

  • Escribir ficcion de Edith Wharton

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    Wharton, la primera mujer en recibir el prestigioso Premio Pulitzer y, seguramente, la novelista norteamericana mas importante de su generacion, publico en la revista Scribner’s a mediados de los anos veinte una serie de ensayos dedicados a la tecnica, la practica y el oficio de la creacion literaria. Escribir ficcion es una brillante aproximacion a las claves de la ficcion moderna, en el que, con sencillez y rigor, desgrana tecnicas y recursos para desarrollar el estilo y la estructura narrativa, contar un cuento o desarrollar los personajes, entre otros aspectos y mecanismos.

  • La mujer que aranaba las paredes de Jussi Adler-olsen

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    Primera entrega de Los casos del Departamento Q, un imparable best seller en toda Europa (Novela negra)

  • Paradise Ranch de Pilar Parralejo

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    Tras la muerte de su tio, Senay hereda un rancho a las afueras de la ciudad. Un rancho enorme y precioso, al lado del mar, y con miles de metros cuadrados. Un lugar que se asemeja mas a un pequeno paraiso que a un lugar de la tierra. Pero hay un pequeno problema: para poder quedarse con el, necesita pagar cierta cantidad que su tio percibio como fianza por la venta de esa finca.

  • Hija unica de Mi-ae Seo

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    Se informo del incendio en el barrio de Eungam-dong a las 3.37 de la madrugada del 17 de junio. El aviso <> aparecio en la pantalla de la sala de control del cuartel general de la Direccion Nacional de Bomberos de Namsan y de inmediato se informo al cuerpo de bomberos del distrito Oeste, las comisarias de la zona y el equipo de investigacion sobre incendios de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. El investigador de incendios Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, estaba de guardia cuando llego la informacion, durmiendo en la sala de descanso del personal. Lo llamaron al movil y se levanto frotandose los ojos. Habia dormido apenas dos horas, porque habia tenido que quedarse hasta despues de la una de la madrugada redactando un informe. Los parpados se le caian, pero salio a tomar aire y el viento frio le espabilo. El aire fresco de la madrugada incluso se llevo los ultimos rastros del sueno. Sang-uk fue caminando al aparcamiento. Antes de subirse al coche, llamo a su companero, el sargento Yu Dong-sik. Su voz delataba que tambien lo habian cogido durmiendo. --Ya estoy despierto, ya. Al parecer, lo habian llamado antes desde la Policia de Seul. Aun sin verlo, visualice su reaccion. Estaria sentado en la cama sacudiendo la cabeza para impedir que su mente, que rehusaba despertar, se durmiera nuevamente. Tratando de espantar el sueno y escuchando con los ojos cerrados la voz al otro lado del telefono. Habia veces que el sargento Yu se movia como un nino, lo que contrastaba con su cuerpo fornido. Reprimiendo una risa que se le escapaba entre los labios, Sang-uk le aviso de que se dirigia al lugar del incendio. --No tardes. --Espera… --?Si? Cuando estaba por colgar, Yu le detuvo con prisa. Sanguk, pendiente de las palabras del otro, presto atencion. --?Donde dijiste que era el incendio? Seguramente sabia donde era. Sin embargo, pregunto de nuevo a Sang-uk, quiza porque la informacion se le habia pasado por estar medio dormido o para cerciorarse de que lo habia escuchado bien. --En Eungam-dong. Esta vez, en la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la interseccion del Colegio Chungam. Se oyo al sargento Yu suspirar. Un momento despues, un breve silencio. Estaria tratando de ordenar sus pensamientos. Pero a los pocos segundos se escucho un pequeno gemido y Yu murmuro. Probablemente estaria maldiciendo mientras se levantaba de la cama. Sang-uk se imaginaba como estaba, aunque no dijera nada, porque simpatizaba con el. --Si… A mi tampoco me hace gracia. --Esta bien. Me preparo y salgo enseguida. Nos vemos alli. Sang-uk colgo y se subio al coche. Introdujo la llave para arrancar y miro la hora. Ya eran mas de las cuatro de la madrugada. Suponia que no habria mucho trafico en las calles porque era de madrugada y penso que llegaria a su destino en unos veinte minutos, pasando por la puerta Sungnyemun y la zona de Muakjae. Saliendo del aparcamiento, intento enumerar los incendios que habia habido recientemente en el barrio de Eungam-dong. Desde el inicio de la primavera, la cifra ya ascendia a seis. A estas alturas, en Eungam-dong, un simple comentario sobre alguien con una cerilla ponia los pelos de punta a cualquiera. El primer caso tuvo lugar no muy lejos de unas obras de construccion, en el distrito Siete de Eungam-dong, cerca del Hospital Municipal de Eunpyeong. Habia mucho desorden en la zona por estar en marcha la edificacion de un megacomplejo residencial en las faldas del monte Baeknyeonsan, pues los materiales de construccion se amontonaban por doquier, asi como los camiones utilizados en esas obras. El incendio se produjo en un terreno baldio en la calle Baeknyeonsa-gil, frente a las obras, y lo extinguieron sin que muriera nadie. Aunque se quemaron planchas de madera y otros materiales de construccion, el dano material no fue grande y pudieron reprimir el fuego porque un obrero dio el aviso a tiempo. El cuerpo de bomberos a cargo tampoco encontro indicios sospechosos sobre las causas del incendio, de ahi que concluyera que habia sido accidental, quiza causado por un cigarrillo sin apagar que alguien habia arrojado. Sin embargo, como lo siguieron otros incendios en el mismo barrio de Eungam-dong, empezaron a investigar de nuevo ese primer caso que dieron por accidental. Hasta se planteo una nueva hipotesis: alguien pudo haberlo provocado deliberadamente, aprovechando que por la noche, cuando se interrumpian las obras, casi no pasaba gente ni coches por la zona. El incendio intencionado que mas danos ocasiono fue el tercero. Fue entonces cuando se incorporaron al equipo de investigacion el agente Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, y el sargento Yu Dong-sik, de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. Ese incendio, al otro lado de la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la iglesia que hay detras de la escuela de primaria de Eungam-dong, dejo perdidas serias, pues afecto a un edificio de viviendas al propagarse el fuego por culpa de las tormentas de arena que soplan cada ano en esas fechas. Asi que se quemaron tres apartamentos y fallecieron tres personas que estaban durmiendo, integrantes de la misma familia. Aunque ocurrio alrededor de las tres de la manana, al tener lugar en un area residencial, aparecio un testigo. Este declaro haber visto a una persona con una conducta sospechosa en las proximidades del lugar del incendio mientras regresaba a casa tras hacer horas extra en el trabajo. Atestiguo que, despues de que esa persona desapareciera por la calle principal, el fuego se extendio. Sin embargo, debido a que estaba oscuro, no pudo ver como era ni la ropa que llevaba. Junto con Yu, buscaron y rebuscaron entre las cenizas en el punto donde, segun el testigo, habia comenzado el fuego, para dilucidar las causas del incendio. No obstante, la investigacion se estanco, pues no coincidian las declaraciones del testigo ni el estado fisico del lugar. Los vecinos alegaron que los incendios reiterados podrian tener alguna conexion con el conflicto que existia desde hacia tiempo entre los residentes de la zona y la constructora por un proyecto de reurbanizacion. Le sono el movil a Sang-uk cuando el coche entraba en la calle Moraenae-gil desde la interseccion de Hongje tras atravesar Muakjae. --?Donde estas? --Yu hablaba en tono bajo y serio--. ?Ya has llegado? --No. Estoy en camino. --?No quedamos en vernos alli? --Es ya el sexto, ?no, Sang-uk? --Si. El silencio se prolongo. --?Tienes algo que decirme? --le pregunto Sang-uk en voz alta para asegurarse de que aun seguia al telefono. --Es que… He tenido una pesadilla… --?Un sueno? Sang-uk parecia estar inquieto por la pesadilla que habia tenido y encima va y le dicen que ha habido otro incendio, probablemente intencionado. Ese repentino momento de debilidad del sargento Yu lo perturbo. Nunca actuaba asi. Quiza su conducta se debia al estres por los incendios en serie. Sang-uk y el sargento Yu investigaban juntos los mismos siniestros; no obstante, sus perspectivas diferian. El trabajo de Sang-uk era analizar los restos de los incendios y el estado de los lugares afectados, asi como las declaraciones tanto de los testigos como de las victimas, para llegar a la causa. Mientras tanto, el sargento Yu se encargaba de inspeccionar los lugares de los mismos en caso de existir indicios de dolo o intencion deliberada con base en los hallazgos obtenidos en la investigacion preliminar, con la colaboracion de investigadores como Sang-uk. Luego su objetivo era encontrar rastros de los autores de los incendios y resolver los casos desde el punto de vista criminal. En otras palabras, el trabajo de Sang-uk terminaba en el lugar de los siniestros. En cambio, para Yu ese era el punto de partida. Si se trataba, en efecto, de un incendio intencionado, uno que involucraba un crimen, su trabajo no acabaria hasta encontrar al autor. Colaboraban intercambiando sus opiniones sobre los incendios; pero, inevitablemente, quien padecia mas estres era el sargento Yu. Para colmo, se habian producido varios en serie en un mismo barrio en un lapso de apenas unos meses. Era de esperar que se sintiera angustiado. En situaciones ordinarias, no acudiria al lugar del siniestro con tanta prontitud ante una denuncia. Pero, con el aumento de los incendios en Eungam-dong, a Sang-uk y al sargento Yu los requerian inmediatamente cada vez que surgia un nuevo caso. Sang-uk no sabia como responder. Solo ansiaba que el de ese dia fuera el ultimo. Que cogieran al autor y que no hubiera mas incendios. --?No crees en los suenos? --Si. Mi madre tuvo uno muy revelador durante mi nacimiento, y gracias a ese sueno me converti en bombero. ?No te lo he contado? Sang-uk aludia al sueno de su madre en un tono jocoso, que no solia usar, con la intencion de relajar a Yu, aunque fuera un poco. Pero el sargento, que habia escuchado aquella historia mil veces, colgo antes de que Sang-uk terminara. Sang-uk bajo el movil con una sonrisa y acelero el coche. Aunque faltaban varios metros hasta la interseccion del instituto Chungam, el caos ya avisaba de que habia habido un incendio en la zona. La gente, pese a la hora, estaba en la calle para ver que ocurria y los conductores desaceleraban con el mismo proposito y obstaculizaban el paso. Sang-uk pudo entrar por la calle que daba acceso al templo Baeknyeonsa despues de pitar varias veces, incluso con la luz de emergencia sobre el coche. Esquivando a la gente, logro estacionar en una esquina y se acerco al lugar del siniestro, donde se percibia el ambiente inquieto tipico de estas situaciones.

  • Mas perversa de Sheila Maldonado

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    Frederick Valverde, famoso escritor, lleva una doble vida.Casado con la aristocratica Marlene, y amante de la mejor amiga de esta, Claudia, con la que mantiene desenfrenadas sesiones de sexo duro. La madre de Marlene, Joana, interviene para delatar al infiel marido de su hija, pues ha sorprendido a Frederick en una de sus visitas a un club nocturno muy selecto para exquisitos de experiencias eroticas de diversa indole en el mismo Napoles.
    Frederick descubre quien es realmente Joana, su suegra, en esa escapada a Italia con Claudia,sorprendiendola en ciertas actividades poco recomendables para una senora de su condicion social y sufre una encerrona en las mazmorras de un viejo castillo por parte de esta al ser descubierta. Pronto saldra a relucir el pasado de Joanna, algo oscuro se esconde en la vida de jovencita que tuvo en Napoles, su ciudad natal y por fin se desvelara la verdadera historia de como conocio a Alfred Montalvan,el supuesto estudiante madrileno con el que se caso.

  • Para siempre, contigo (La Posada de Sunset Harbor 3) de Sophie Love

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    Emily miro a la hermosa nina que dormia tranquilamente en la cama de Daniel. Su cabello rubio estaba extendido sobre la almohada blanca. Sus rasgos eran inconfundiblemente los de Daniel. Parecia angelical. Afuera estaba oscuro, la unica luz en la habitacion era un rayo de luna que se deslizaba a traves de las cortinas, haciendo que la habitacion se volviera de un azul apagado. Emily habia perdido la nocion del tiempo, pero a juzgar por el agotamiento que sentia en lo mas profundo de sus huesos, estaba a punto de amanecer. Oyo que la puerta crujia y miro por encima de su hombro para ver a Daniel de pie en la grieta, la calida luz de la chimenea de la cochera iluminando su silueta. Solo con verlo, su corazon dio un vuelco. Era como un espejismo, como un soldado que regreso de la guerra. -- ?Sigue durmiendo?--susurro. Emily asintio. A pesar de que el estaba de vuelta y de pie frente a ella despues de una ausencia de seis semanas, Emily todavia no podia creerlo, no podia bajar la guardia por completo. Fue como si ella estuviera anticipando el momento en que el anunciaria que se iba una vez mas, que estaba sacando a Chantelle de su vida con la misma rapidez con la que el la habia metido en ella. Salieron juntos de la habitacion, cerrando la puerta en silencio para no despertar a la nina dormida. --Debe haber sido un largo viaje desde Tennessee--dijo Emily, al escuchar lo torpe que era su voz, lo antinatural que de repente se sintio en compania de Daniel--. Debes estar exhausto. --Creo que todos lo estamos--contesto Daniel, reconociendo en una declaracion la prueba que el le habia hecho pasar. Mientras se sentaban juntos a la mesa, Daniel miro intensamente a Emily, una expresion sincera en sus ojos. --Emily--comenzo, con la voz quebrandose de inmediato--No se como decir esto, como sacar las palabras. Sabes que lucho con ese tipo de cosas. Sonrio debilmente. Emily le devolvio la sonrisa, pero sintio que su corazon se estremecia de angustia. ?Iba a llegar? ?Estaba anunciando su partida y la de Chantelle? ?Habia vuelto a ella para decirle de frente que se habia acabado? Sentia que las lagrimas empezaban a nadar en sus ojos. Daniel cruzo la mesa y le dio una palmadita en la mano. El gesto fue todo lo que se necesitaba para hacer que las lagrimas que ella estaba tratando de evitar inundaran sus ojos, bajaran por sus mejillas y se terminaran sobre la mesa. --Lo siento mucho--dijo Daniel--. No es suficiente, lo se, pero es todo lo que tengo, Emily. Siento mucho lo que te hice pasar. Respecto a huir de esa manera. Emily tartamudeo, sorprendida de que las palabras para las que habia sido preparada no hubieran llegado. --Pero hiciste lo correcto--dijo ella--. Fuiste a ver a tu hija. Aceptaste tu responsabilidad. No hubiera esperado otra cosa. Ahora le tocaba a Daniel parecer confundido, como si las palabras que el esperaba de ella no hubieran sido pronunciadas--. Pero yo te deje--dijo. --Lo se--contesto Emily, sintiendo una punalada de dolor en su corazon que le dolio tanto como en el momento en que se marcho--. Y duele, no voy a mentir. Pero lo que hiciste te convierte en un buen hombre a mis ojos. --Finalmente, pudo ver a traves de sus lagrimas--. Estas a la altura de las circunstancias. Te convertiste en padre. ?Realmente crees que te lo echaria en cara? --Yo… no lo se--dijo Daniel con un suspiro. Tenia una expresion que Emily nunca antes habia visto en su cara. Era una mirada de alivio total. Se dio cuenta entonces de que el esperaba que ella se enfadara con el, que desencadenara un torrente de ira contra el. Pero Emily nunca se habia enojado, solo estaba aterrorizada de que no hubiera manera de que los dos pudieran forjar una vida juntos ahora que Daniel tenia una hija que cuidar. Ahora era el turno de Emily para consolarlo, para dejar en claro que no necesitaba cargar con ninguna culpa por sus acciones. Ella le apreto la mano. --Estoy contenta--dijo, sonriendo a pesar de las marcas de lagrimas en sus mejillas--. Estoy mas que feliz, estoy encantada. Nunca pense que esto pudiera ser una posibilidad. Que la traerias a casa contigo. Daniel, no podria estar mas feliz en este momento. La cara de Daniel estallo en una sonrisa. Se levanto de la mesa con prisa y levanto a Emily de su asiento y la puso en sus brazos. Le beso la cara, el cuello, como si tratara de besar las lagrimas que habia causado. Emily sintio que todo su cuerpo se relajaba, toda la tension se le escapaba. Su cuerpo habia estado inactivo durante las ultimas seis semanas, y ahora aqui estaba Daniel despertando todas esas partes de ella que habian quedado en reposo. Ella le devolvio el beso, sin querer, con una pasion cada vez mayor. El era su Daniel, con el mismo olor a bosque y aire fresco, con sus manos asperas corriendo sobre su cuerpo, con sus dedos retorciendose en su desordenado cabello. Tenia el sabor a Daniel, de menta y te, un sabor que funcionaba como la campana de Pavlov para despertar a Emily. Cuando se retiro del beso, Emily sintio la enorme ausencia. --No podemos--dijo en voz baja--. Aqui no. No con Chantelle durmiendo. Emily asintio con la cabeza, aunque sus labios temblaban de deseo. Daniel tenia razon. Necesitaban ser sensatos, ser adultos. Tenian la responsabilidad de hacer lo mejor para la nina. Ella tendria que ser lo primero, siempre. -- ?Puedes abrazarme?--pidio Emily. Daniel la miro, y ella reconocio la mirada de adoracion en sus ojos. Habia echado tanto de menos esa mirada, y sin embargo parecia que las seis semanas lejos de ella la habian fortalecido mas. Emily nunca habia sido vista de esa manera, y eso hizo que su corazon saltara un latido. Ella se puso de pie, tomando la mano de Daniel, y lo llevo al sofa. Juntos se sumergieron en el, el toque del terciopelo verde que le recordaba a Emily de inmediato el momento en que hicieron el amor aqui, junto a la chimenea. Mientras Daniel la abrazaba, ella se sintio tan contenta como esa noche, escuchando los latidos de su corazon, respirando su aroma. No habia otro lugar donde ella quisiera estar ahora mismo que aqui, con Daniel, su Daniel. --Te extrane--escucho a Daniel decir--. Demasiado. De alguna manera, con ellos acurrucados en esta posicion, sin contacto visual, Emily encontro mas facil discutir sus sentimientos--. Si me extranaste tanto, podrias haber llamado. --No pude. -- ?Por que no? Escucho el suspiro de Daniel. --Era tan intenso lo que estaba pasando alli que no podia soportar la idea de que te rindieras conmigo. Si te hubiera llamado, habrias confirmado mis peores temores, ?sabes? La unica forma de superar toda esta prueba fue aferrandome a la esperanza de que aun estarias aqui para mi cuando volviera. Emily trago. Le dolio oirle hablar asi, pero su honestidad fue muy bienvenida. Ella sabia que todo esto habia sido increiblemente dificil para el y que tendria que ser paciente. Pero al mismo tiempo, ella tambien habia pasado por una prueba. Seis largas semanas sin noticias, esperando y preguntandose que podria pasar cuando Daniel regresara, o si regresaria. Ni siquiera se le habia ocurrido que el traeria a su hija a casa con el. Ahora tenia que empezar a imaginar de que manera sus vidas y su relacion cambiarian, ahora que tenian una hija que cuidar. Ambos estaban parados en un terreno nuevo e inestable. --Suena como si no tuvieras mucha fe en mi--dijo Emily en voz baja. Daniel se quedo callado. Entonces su mano comenzo a acariciar su cabello--. Lo se--dijo--. Deberia haber confiado mas en ti. Emily suspiro profundamente. Por ahora eso era todo lo que necesitaba escuchar; la afirmacion de que fue su falta de confianza en ella lo que habia convertido una situacion dificil en algo mucho mas dificil de lo que debia ser. -- ?Como era?--Emily pregunto, curiosa, pero tambien en un intento de hacer que Daniel se abriera, para ayudarlo a no sufrir en silencio--. Tu estadia en Tennessee, quiero decir. Daniel respiro hondo--. Me quede en un motel. Visitaba a Chantelle todos los dias, solo para tratar de protegerla, solo para ser una cara calida y amistosa. Vivian con el tio de Sheila. Literalmente no habia nada alli para un nino. --Su voz se tenso--. Chantelle se mantenia alejada. Habia aprendido a no molestar a ninguno de los dos.

  • Vientos de Escocia de Miranda Bouzo

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