• libro prohibido nacer - Trevor Noah

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    – Mi madre me queria tanto, que tuvo que tirarme de un coche en marcha para que huyera. – Mi padre me queria tanto, que cuando paseaba conmigo lo hacia por la vereda de enfrente, sin mirarme. – Mi padre era suizo, muy blanco. – Mi madre era xhosa, muy negra. – Y, segun las leyes del apartheid, por ser de razas distintas tenian prohibido hacer el amor. – Pero al parecer lo hicieron… porque naci yo. – Lo peor que podia haber hecho. Trevor Noah (Johannesburgo, 1984) nacio en una familia pobre en la violenta Sudafrica del apartheid. Dos decadas despues, es la nueva estrella de la comedia politica en EE. UU. y el principal azote de Donald Trump. <> Michiko Kakutani, ‘The New York Times’

  • Prohibido nacer: Memorias de racismo, rabia y risa - Amazon.es

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    Prohibido nacer: Memorias de racismo, rabia y risa : Noah, Trevor, de las Heras, David, Calvo, Javier: Amazon.es: Libros.

  • PROHIBIDO NACER: MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y RISA

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    18 oct 2017 — El libro PROHIBIDO NACER: MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y RISA de TREVOR NOAH en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Prohibido nacer - Blackie Books

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    TAMBIÉN DISPONIBLE EN FORMATO E-BOOK. CONSULTA EN ESTE ENLACE TODOS LOS PUNTOS DE VENTA. Libros. Sinopsis; Datos técnicos; Prensa. Trevor Noah.

  • PROHIBIDO NACER. MEMORIAS DE ... - Llibreria Altaïr

    https://www.altair.es/es/libro/prohibido-nacer_163789

    Este es un libro de memorias de su infancia, una vida llena de penurias y rechazo ... Trevor Noah, un niño que nació en Sudáfrica cuando lo tenía prohibido.

  • PROHIBIDO NACER. MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y ...

    https://www.puertadetannhauser.es/libro/prohibido-nacer_23368

    PROHIBIDO NACER. MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y RISA, NOAH, TREVOR, 19,90€. «A veces alarmante, otras triste, otras divertidísimo, este libro ofrece una ...

  • Prohibido nacer. Memorias de racismo, rabia y risa - El Español

    https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20180105/prohibido-nacer-memorias-racismo-rabia-risa/274973676_0.html

    5 ene 2018 — A través del prisma de la familia del autor, el libro, a veces alarmante, otras triste o divertido, ofrece una mirada desgarradora a la vida en ...

  • PROHIBIDO NACER. MEMORIAS DE ... - Popular Libros

    https://www.popularlibros.com/libro/prohibido-nacer_883144

    PROHIBIDO NACER (Libro en papel). MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y RISA. de NOAH,TREVOR. PROHIBIDO NACER.

  • PROHIBIDO NACER | MEMORIAS DE RACISMO, RABIA Y ...

    https://traficantes.net/libros/prohibido-nacer

    Servicio de distribución de libros y materiales críticos a librerías y distribuidoras alternativas. 91 185 77 73. [email protected]. Editorial.

  • Prohibido nacer - Trevor Noah - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Noah-Prohibido-nacer/21039

    El libro nos desvela, desde dentro, la realidad de Sudáfrica a finales del siglo XX por un privilegiado espectador que podía saltar, con relativa facilidad, ...

  • Prohibido Nacer . Memorias De Racismo, Rabia Y Risa

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  • Noches de vendaval de Taylor S

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    Cada noche tocabamos el cielo, mientras las estrellas celosas de las palabras que jamas les dirigirian; nos observaban con sigilo esperando el momento en que pudieran transformar la noche en dia y asi romper aquel hechizo.

  • Ojos grises de Claudia Barzana

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    Unos ojos que pueden hacer olvidar el fondo negro del pasado. Unos ojos que pueden hacer que el presente se vuelva claro, al alcance de la mano, intenso. Unos ojos que pueden hacer que el futuro brille diafano si se los conquista, si la promesa de deseo y complicidad que tienen se cumple.

  • El Caso de la mosca dorada de Edmund Crispin

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    Las companias de teatro suelen ser siempre un hervidero de habladurias. Pero pocas son tan intrigantes como la que se encuentra actuando en estos momentos en Oxford. La joven y letal Yseut, actriz algo mediocre y maliciosa, es el centro de todas las miradas, aunque su principal talento consiste en destrozar las vidas de los hombres que la rodean. Hasta que es hallada muerta en extranas circunstancias. Por fortuna, entre bastidores se encuentra el excentrico profesor Gervase Fen, quien halla mayor placer en resolver crimenes que en ensenar literatura inglesa. Y cuanto mas investiga el caso, mas cuenta se da de que todo aquel que conocia a Yseut habria sido candidato a asesinarla; pero ?sera capaz Fen de descubrir quien lo hizo en realidad? El cadaver de la joven ha dejado una pista reveladora: una reproduccion de un extrano anillo en forma de mosca dorada.
    Este es el primer caso del extravagante y genial profesor de Oxford y sabueso aficionado Gervase Fen (“La jugueteria errante”), y una de las cumbres de la Edad Dorada de la novela de detectives inglesa.

  • Te encontre en el olvido de Hilda Rojas Correa

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    David es un hombre de veintinueve anos, tiene dos trabajos, estudia de noche e intenta llevar su relacion amorosa con Ingrid al siguiente nivel.
    Ainelen es tecnico en enfermeria cuya vida amorosa esta llena de malas elecciones y parece que nunca rompe su patron al momento de elegir pareja. Su unico y mas fiel amigo, Marcelo, le dice que es demasiado ingenua e inocente cuando se trata de hombres. Tanto, asi, que acaba de descubrir que su prometido ya lleva un ano de casado con otra.
    Sus vidas estan a punto de cruzarse inesperadamente. El destino le da la peor jugada a David y a la vez le ofrece a Ainelen una oportunidad para cambiar su rumbo.
    ?Sabran como utilizar las cartas que les ha entregado la rueda de la fortuna, o se rendiran sin siquiera jugar?

  • Un lugar donde esconderse de Nora Roberts

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    La nueva novela de suspense romantico de la maestra del genero.

  • Un juego millonario de Emma Winter

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    Storm miro las imponentes escaleras de marmol y penso, no por primera vez, lo impresionante que era el salon. Nunca habia entendido por que Leo Parker habia preferido comprar una casa con una linea tan sobria. No pegaba mucho con su personalidad. A el le pegaba una casa como la que tenia su padre, por ejemplo, de lineas modernas y minimalistas. Sin embargo, su salon tenia una mesa para doce comensales de madera con unos sillones preciosos, pero recargados. Igual que recargada era la chimenea de marmol, o las escaleras del mismo material. Los muebles eran caros, robustos y rusticos. Eran bellisimos, no tenia nada en contra de ellos, pero jamas los hubiese imaginado en la casa de alguien como Leo. El era tan... infantil. Pese a llevarle varios anos, siempre se comportaba de forma inmadura. A veces, en exceso, sobre todo cuando de sus lios amorosos se trataba. Cualquier mujer veria una casa como aquella y se dejaria enganar pensando que es la casa de alguien que pretende asentarse y formar una familia. Por fortuna, Storm no era cualquier mujer. Leo no podia enganarla. Lo habia conocido anos atras, cuando ella no era mas que una adolescente enfadada con el mundo y el habia ocupado el puesto de capitan en el equipo de hockey en el que habia jugado su padre. Leo y su padre tenian una relacion... complicada. Y es que para su padre no fue facil admitir que no podria volver a jugar debido a la lesion que habia sufrido en la pierna. Tampoco lo fue darse cuenta de que un chaval mucho mas joven ocupaba su puesto y la vida seguia como si nada. Por fortuna, justo en esa epoca ella, su madre y su hermano irrumpieron en su vida y pronto el resentimiento paso a ser parte del pasado. No era su padre biologico, pero la adopto con catorce anos y desde entonces ella no habia vuelto a pensar en el que de verdad le dio la vida. Tampoco pensaba mucho en su madre, la verdad. Ya lo hizo mucho en el pasado, cuando se convirtio en la causa de que nunca llegaran a final de mes por sus muchas adicciones. Al principio, cuando murio, Storm se paso la vida justificandola por todo. Incluso justificaba su consumo de drogas. Pensaba que asi se sentiria mejor, pero no sirvio. Lo unico que la ayudo de verdad, o mejor dicho, la unica que la ayudo de verdad fue su tia, Blue, que se ocupo de su custodia y la de su hermano, que era solo un bebe, enfrento su resentimiento adolescente y le demostro que no pensaba ir a ninguna parte. Eso, y que la queria como de verdad debe que querer una madre. Storm todavia se preguntaba cada dia que habia hecho para merecer a alguien como ella en su vida, porque bien sabia todo el mundo que no se lo habia puesto precisamente facil. --?Eres mi regalo? Dime que eres mi regalo. La voz de Leo la saco de sus ensonaciones. Se giro y lo observo detenidamente. Su pelo del color del trigo, sus ojos claros, su sonrisa torcida... Todo en el hacia que una mujer fantaseara inmediatamente con tenerlo a solas, a poder ser sin ropa. Storm, sin ir mas lejos, habia tenido un enamoramiento adolescente con el bastante intenso. Por fortuna crecio y se convirtio en una mujer con otras metas en la vida. --Te encantaria, ?verdad? --pregunto elevando una ceja de un modo sugerente. --No sabes cuanto, tormentita. Odiaba que la llamara asi, aunque fuera el significado de su nombre. Empezo a hacerlo al poco de conocerla, cuando se empenaba en tratarla como a una nina. No tenia ningun problema para flirtear con su tia, pero a ella la trataba como si no tuviera mas de ocho anos. --Lastima que yo no entre en el menu, aunque estoy segura de que es tan extenso y variado que ni siquiera lo notaras. El sonrio, se acerco mas y beso su mejilla. --?Como te va con los chicos Campbell? Los hombros de Storm se relajaron de inmediato. Era el efecto que producia en ella hablar de su trabajo. --Muy bien. Nos seguimos ocupando de que cada persona encuentre su hogar ideal. --Miro en derredor y detuvo el recorrido en el autorretrato de un perro. Ni siquiera era de Leo. Ella sabia bien que jamas habia tenido mascota--. Podrias habernos buscado antes de comprar esta casa. No es muy de tu estilo. --?Y por que no? --Te pega algo mas... juvenil. --Me gustan estos muebles. Son fuertes y bonitos. Demuestran que pueden vencer al tiempo. ?Hay algo mejor que eso? --Supongo que no --claudico, porque sabia que dar su punto de vista no serviria de nada. --Aunque, de haber sabido que trabajabas con ellos, habria tenido en cuenta a la empresa a la hora de buscar casa. Ella le sonrio con cierta arrogancia. --Lo sabias perfectamente, pero te encanta cabrear a Cam y Keith --La sonrisa que se dibujo en su cara fue la confirmacion--. Ademas, no necesito que el amiguito de mi papa me de trabajo o buena fama. Me lo se ganar solita. --No tengo ninguna duda de que eres muy capaz de hacer lo que te propongas --le dijo el con voz suave--. Pero quizas deberia haber aprovechado la oportunidad de pasar mas tiempo contigo... Storm bufo. Y un segundo despues rio. Y luego volvio a bufar. No sabia en que momento Leo habia pasado de portarse como un santo con ella, a insinuarse a la minima de cambio. Lo que si sabia es que para el era una broma. No la veia de verdad como a una mujer con la que pudiera acostarse. Estaba segura. Tenia demasiado arraigado eso de que era hija de un amigo. Dio un sorbo a su copa de champan, lo miro a los ojos y se pregunto que pasaria si decidiera demostrarle que habia dejado de ser una nina hace mucho, y si de jugar se trataba, ella era ya una experta... Leo Estaba preciosa, pero no era una novedad. Storm siempre habia sido una chica absolutamente perfecta fisicamente. Cuando la conocio no lo penso de un modo sexual, desde luego. Ella tenia catorce anos, era una nina a sus ojos. Y lo siguio siendo durante anos. De hecho, deberia seguir siendolo, pero en algun momento, entre su baile de fin de curso, sus estudios universitarios y su incorporacion a la vida laboral Leo se habia descubierto pensando, en mas de una ocasion, como seria Storm sin ropa. Inapropiado. Del todo. Sobre todo porque su padre era uno de los amigos mas preciados para Leo. Empezaron con mal pie, es cierto, pero con el tiempo el jefe asimilo su situacion y empezo a tratarlo como a un amigo. Tuvo mucho que ver su mujer, Blue. Joder, Kilian cambio tanto cuando ella aparecio en su vida que no podia dejar de preguntarse si alguna vez una mujer seria capaz de devolverle la ilusion a el de esa forma. No habia sufrido ninguna lesion, como le paso a Kilian. No, lo de Leo era algo un poco mas enrevesado, porque por fuera todo el mundo percibia a un hombre contento con su presente. Un hombre que estaba celebrando en aquellos momentos una fiesta de jubilacion, porque habia decidido dejar el hockey por voluntad propia despues de haber ganado la copa Stanley, que es el trofeo mas preciado en este deporte. Un hombre que lo dejaba porque aseguraba que preferia marcharse asi, por todo lo alto, y ser recordado como una leyenda. Un hombre que no admitia frente a nadie que sus rodillas fallaban y sabia, porque no era tonto, que de haber seguido jugando habria seguido el camino de Kilian. No queria eso. Habia visto a su excompanero sufrir como si estuviera en el infierno, asi que prefirio adelantarse a la jugada. Tenia 30 anos, estaba retirado y tenia tantas ideas sobre que hacer con su vida que no sabia por donde empezar. No estaba deprimido, no era eso, pero si sentia incertidumbre ante el futuro que se le planteaba. Tenia inversiones que le daban mas dinero que el hockey, y el hockey ya le habia dado mucho dinero. Durante un tiempo, valoro la posibilidad de regresar a Oakbank, Canada, donde se habia criado, pero lo vio absurdo, teniendo en cuenta que hizo que sus padres se mudaran a Nueva York para que estuvieran cerca de el. Su padre trabajo en la construccion toda la vida, hasta que Leo empezo a triunfar. Entonces les compro un piso en Manhattan, lujoso, pero sin exageraciones, porque eran muy humildes y se habrian sentido sobrepasados. Puso a su padre al cargo de algunas de sus inversiones, despues de pagarle algunos cursos, y ahora vivian a escasos minutos caminando de distancia.

  • El lenguaje de las abejas (Grandes Novelas), Cristina Caboni de Cristina Caboni

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  • Y acompasar nuestros pasos por la acera de R. Freire

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    Nuria se tenia por una chica tranquila, poco amiga de aventuras y estrictamente heterosexual. ?Por que, entonces, no trato de escabullirse cuando descubrio que Daniela era su esperada cita a ciegas? ?Era solo curiosidad lo que sentia? ?Como se explicaba que aquella hermosa joven pareciera comprenderla mejor que ningun hombre?

  • Besame, princesa, y quedate conmigo de Marta Lobo

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    Lucia se lanzo al vacio y cayo sin esperar una mano que la salvase. Tendra que luchar por seguir adelante o enfrentarse a la verdad, a su verdad. Pero para ello tendra que ponerse frente a frente con el hombre que le echo de su vida.

  • Perseguida por las sombras de Francisca Herraiz

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    Desde temprana edad aprende a soportar el dolor, la perdida de un ser querido, de su dignidad, de su inocencia. Se ve forzada a madurar de golpe, donde las obligaciones que le impone la vida, chocan con su rebeldia adolescente que grita por saltarse las normas, por ser libre de tomar sus propias decisiones. Una historia donde la fortaleza de una joven, donde su tenacidad, nos demuestra que todo es posible, que, pese a la adversidad, siempre debes seguir adelante.

  • Raven de Akara Wind

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    "Tres veces burlaras a la muerte para despertar el poder de la luna y la luz de su interior devorara las sombras para guiar el destino de la humanidad"

  • La llave de mi destino, Karol Miller de Karol Miller

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    Manuel Baena es un doctor malagueno que pide su traslado a Londres para conseguir al amor de su vida, Alisa MacLeod. Ella es una joven reacia al compromiso, pero tampoco quiere que otras mujeres disfruten de la compania de el.
    Vanesa es una joven universitaria, alegre y divertida, que pasara las navidades con su hermano Manuel en Escocia junto con los amigos de este, los hermanos MacLeod. Alli conocera a Ian, el espiritu libre de los MacKenzie.
    ?Se hara Manuel con el amor de su vida? ?Descubrira Vanesa a un Highlander en sus navidades en Escocia?

  • Alina. Una historia en la oscuridad de Dixiana Silva

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    Esta no es una historia de amor, aunque es ese sentimiento el que me ha hecho invencible.

  • La chica que perdio su zapato (Chicas Magazine 4) de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Gina esperaba durante la cena de la empresa era terminar la noche en la cama de Blake Miller, el hijo pequeno del imperio para el que trabaja en la revista Golden Miller. Pero lo peor no fue eso, no, lo peor fue perder en su dormitorio su zapato, ese del que no existia un par igual en todo el mundo y que tenia que recuperar a cualquier precio.
    Sin embargo, cuando le pide a Blake que se lo devuelva, el no parece dispuesto a entregarselo sin obtener algo a cambio. Y lo que el incorregible y mujeriego Blake Miller quiere es desconcertante: que Gina lo ayude a convertirse en un chico bueno, uno que pueda hacerse cargo junto a su hermano mayor de la direccion de la revista.
    Pero ?puede Blake cambiar? ?Y ella conseguir que lo haga?

  • Los ojos de Said de Mar Montilla

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    El amor. ?Cuantas historias se habran escrito en el nombre del amor? ?Pero existe una
    definicion universal o cada cual lo interpreta a su manera? Hay quien coloca lo bueno y
    lo malo de la persona amada en una balanza, antes de tomar cualquier decision. Y hay
    quien se lanza a la aventura sin medir las consecuencias, dejandose arrastrar por la
    fuerza del deseo y los impulsos del corazon. Asi es Sara, nuestra protagonista.
    Ella es periodista y escribe una columna sobre el mundo arabe.

  • Pide un deseo, Stefania Gil de Stefania Gil

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    Leah y Jonathan estaban realmente enamorados. Comprometidos y planeando la futura boda. Pero un dia, al llegar a casa despues de una larga jornada, Leah se entera de que Jonathan y toda su familia se marcharon sin dar alguna explicacion. Solo dejaron un vacio que ironicamente estaba lleno incognitas que jamas pudo resolver y una tristeza que parecia querer acompanarla de por vida.
    Decide mudarse a la gran manzana pensando que aquella ciudad le ayudaria a empezar de cero. Pero no. Cada ano, en la misma epoca en la que habia ocurrido todo, Leah revivia cada instante de aquel sufrimiento. Era un luto que vivia ano tras ano desde la misteriosa partida de su prometido junto a toda su familia.
    Con el pasar de los anos, entendio que en ningun lugar del mundo encontraria la felicidad y decide regresar a Arlington, junto a su familia y justo en el momento en el que su mejor amiga Ellie, a quien conoce desde que eran bebes, le propone empezar un negocio juntas. Tambien intuye que Ellie quiere emparejarla de una vez y por todas con Ryan, su hermano mayor. Sonaba con verlos juntos y felices desde que eran adolescentes, cuando las salidas en grupo se disolvian en segundos gracias a Ellie, dejandolos a ellos a solas y permitiendo que ciertas cosas ocurrieran por primera vez en la vida de ambos.
    Necesitaba volver a sus raices y buscaria la manera de ponerle punto y final a ese pasado tan amargo que la seguia a todos lados y no la dejaba ser feliz.
    Es durante la mudanza, cuando sufre un accidente que le da la vision que ella tanto estuvo buscando y entonces, lo encuentra. Su amor, por fin, despues de tantos anos y por un segundo fugaz, lo ve. Lo reconoce y en un abrir y cerrar de ojos, lo pierde de nuevo.
    ?Sera la imaginacion de Leah, movida por el amor, la que evoca la imagen de Jonathan? ?Tendra que resignarse a que nunca encontrara respuestas y cedera ante la propuesta de ser feliz que le ofrece Ryan? ?O esta en lo correcto y su amado Jonathan vuelve a ella despues de todos esos anos para retomar lo que el destino les obligo a interrumpir?

  • Bellas de Clayton Dhonielle

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    En el mundo opulento de Orleans, las personas nacen grises, malditas, y solo con la ayuda de una belle y sus talentos se pueden transformar y volverse atractivas. Al igual que el resto de sus hermanas belles, a Camelia Beauregard se la considera casi una diosa en este universo en el que triunfa el culto a las apariencias.

  • Esclava del odio (Salvada por Amor 1) de Margotte Channing

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    Noruega, ano 1225
    Gunnar, un vikingo feroz, al que solo le mueve el odio y el deseo de venganza desde hace anos, secuestra a Rosslyn separandola de las personas que la han criado, unas monjas de un convento situado en una isla remota de Escocia.
    La lleva a su granja en Noruega, convirtiendola en su esclava, aunque, desde que la ha conocido, a cada momento, se le hace mas dificil mantener su deseo de venganza.
    Rosslyn, por su parte, no sabe como reaccionar, ante la crueldad de Gunnar , sin darse cuenta de que la mejor arma que puede utilizar es ser ella misma. Solo con su dulzura y bondad, Gunnar admitira lo que, en realidad, siente en su corazon.

  • Orgullo y dolor de Sandra Gabriel

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    Una historia de amor, orgullo y dolor que se desarrolla en una pequena isla del Caribe en los albores del siglo XX.

  • Fantasias de amor de Vicente Cabrera

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    Se dice que la vida para una persona empieza realmente cuando se enamora. Si, en ese momento en que al enamorado o enamorada, se le instala en su mente un pensamiento unico y permanente, como es el que tiene respecto a la persona por la que siente un afecto especial. Luis, uno de los personajes principales de esta novela, no es que sintiera pasion por Maria, la otra protagonista, sino que en su estreno en el amor a los diecinueve anos, podria decirse que era una alienacion mental con una perdida del sentimiento de su propia identidad como consecuencia de la dependencia que sentia por su hallado gran amor, tantas veces anhelado en noches de historias sin fin. Si, en esas noches en las que al irse a dormir y estando ya en la cama, su imaginacion creaba historias de amor que, como si fuesen realidad, vivia en ese momento con la mujer idealizada y que no tenian nunca final porque siempre se quedaba dormido antes de llegar al "the end". Esta novela se refiere a esa relacion entre Luis y Maria, primero como novios y despues como casados, asi como, al grado de satisfaccion que el pudo tener, finalmente, respecto a esas fantasias de amor de su juventud. CAPITULO I El tilin Eran las siete de la tarde del primer sabado del mes de noviembre de 1972 y Luis esperaba a su amigo Manuel en el portalon del Palacio de la Prensa, sito en la Gran Via madrilena. Habian quedado para pasar la tarde juntos en la discoteca J J, la cual se encontraba en la planta baja del citado edificio. Manuel llego diez minutos tarde --dentro del plazo de cortesia por el que se entiende que alguien llega a su hora--, saludo a su amigo y le comento que esa tarde tenia que prescindir del baile, pues habia quedado con dos chicas para acompanarlas a realizar unas compras en El Corte Ingles. Asimismo, le pregunto: --?Quieres venirte? Esto lo dijo con cierto interes por su parte, ya que "bebia los vientos" por una de las amigas y asi, yendo tambien su amigo, podia tener mas relacion de parejita con la que le interesaba. Luis dijo que no le apetecia, pues deseaba pasar la tarde en la discoteca, bailando y viendo la actuacion de Los Pop Tops, grupo musical de gran exito en esos momentos y del que era ferviente seguidor. Manuel, sin embargo, le insistia: --Bueno, para las diez y media o asi, seguramente estaremos en el Sherry. Te lo digo, por si tuvieras ganas de acercarte y estar un rato con nosotros. Sherry, era un meson que los dos amigos conocian perfectamente, pues habian estado en alguna ocasion y se encontraba en una de las callejuelas aledanas a la plaza del Callao, muy cerca del Palacio de la Prensa, donde se hallaban en ese momento hablando. --Vale, de acuerdo --dijo Luis. Para este, la tarde en la discoteca fue estupenda, bailo con varias chicas y, sobre todo un buen rato, con una que era modelo, segun ella le comento. Despues, alli mismo, disfruto del concierto de su grupo musical favorito, los Pop Tops. Al salir de J J, siendo las diez de la noche y pensando que todavia podia tener un tiempo de entretenimiento, decidio ir al encuentro de su amigo Manuel que, de acuerdo con lo que le habia dicho, estaria en Sherry junto a sus dos acompanantes femeninas. Este meson era un local en el que se hacian realidad los versos de Antonio Machado: "Guitarra del meson que hoy suenas jota, manana petenera, segun quien llega y tane, las empolvadas cuerdas". Cualquiera podia coger una guitarra que se encontraba en el establecimiento a disposicion del publico y, enseguida, por los efectos de los "caldos" que se tomaban y por los sones del instrumento musical, hacian a la clientela, sobre todo a la femenina, arrancarse a bailar por sevillanas o por cualquier otro baile flamenco, siendo acompanada por el sector de palmeros y por los cantes de todos. Luis llego al local y, efectivamente, vio que alli, junto a una mesa, estaban su amigo y las dos chicas de las que Manuel le habia hablado. Asi que, despues de las salutaciones de rigor, se sento junto a ellos. El camarero, que estaba muy atento, enseguida le trajo una copa y su amigo, inmediatamente, le sirvio de una botella de color negro un oloroso fino de Jerez que tambien estaban ellos tomando. El ambiente estaba muy animado, pero sobre las doce de la noche, las chicas dijeron que tenian que irse, por lo que los chicos pagaron entre los dos las consumiciones y junto a sus acompanantes, Rosa y Maria, que asi se llamaban las amigas, salieron del local e iniciaron una caminata que termino en el Cafe Nacional, sito en la Glorieta de Bilbao, donde las dos feminas habian quedado con unos companeros de trabajo y que Luis y Manuel no pudieron conocer porque las chicas se despidieron a la entrada de la cafeteria. Aunque Rosa ya se lo habia advertido a Manuel antes de quedar, sin embargo, el hecho de que ellas continuaran la noche, “no sabiendo como”, con unos companeros de trabajo, a Manuel no le gusto nada. No obstante, antes de despedirse, Luis que, ese fin de semana, se encontraba solo en su domicilio porque sus padres y hermana, con los que convivia, se habian ido al chale que tenian en la Sierra madrilena, les propuso pasar en su casa la tarde del domingo --dia en el que ya se encontraban--, organizando el un pequeno guateque para los cuatro. Asi minoraba los efectos de la desilusion en su amigo Manuel, aunque tambien pretendia poder estar de nuevo con Maria, pues le habia hecho cierto "tilin". Todos aceptaron. CAPITULO II Novios Era ya domingo por la tarde y Luis se afanaba en tener todo recogido, porque, aun cuando su madre lo mantenia todo limpio como una patena, sin embargo, al quedarse solo en casa, se despreocupaba un poco dejando todo por medio. Estaba preparando la intendencia para la fiesta, como bebidas y cosas para picar, cuando sono el timbre de la puerta. --!Ya estan aqui! --penso. Abrio y efectivamente eran ellos, Maria venia mas guapa todavia de lo que le habia parecido el dia anterior y, ademas, tenia cierto aire de inocencia que le hacia mas atractiva. El anfitrion disponia de una bateria de discos de musica romantica que, durante el transcurso de la tarde, fue pinchando --Beatles, Adamo, Simon & Garfunkel,...-- y viendo, en un momento determinado, que la situacion se estaba caldeando en el sofa entre Manuel y Rosa, decidio poner "Je t'aime" de Jane Birkin & Serge Gainsbourg, cancion que por su sensualidad estaba prohibida en aquellos tiempos en Espana, pero que, sin embargo, mucha gente habia logrado obtener el disco. Luis, que era bastante timido, mientras bailaba con Maria, opto por la via educada o tonta, segun se mire, y le pregunto: --?Te puedo dar un beso? Su pareja de baile, secamente, respondio: --No. Durante el resto de la tarde, tampoco pudo intentar alguna aproximacion que no fuera la del estricto baile, pues, aunque este era agarrado, sus cuerpos estaban distanciados por los codos de Maria que actuaban como barrera. Siendo ya las nueve y viendo que sus padres podian estar al llegar, Luis propuso que le ayudaran a recoger todo un poco y continuar la fiesta en algun otro sitio tomando algo que les sirviera ya de cena. Lo que se acepto por todos. En un meson cerca de Ciudad Lineal, con unas cervezas y alguna que otra racion, pusieron el epilogo a esa agradable tarde, aunque para Luis "improductiva". Sin embargo, ello le motivo para proponer alguna que otra quedada, lo que asi ocurrio en dias posteriores. Unas pocas veces mas salieron los cuatro, pero un dia, Luis decidio pedirle a Maria pasar alguna tarde los dos solos. Siendo aceptado por ella. Se citaron unos cuantos dias mas para ir al cine, a merendar, al parque del Retiro, etc, pero llego el inicio del periodo navideno y Maria acostumbraba a desplazarse en esas fechas a casa de sus padres que vivian en un pueblo de Badajoz, de donde tambien era ella. Asi que, el fin de semana anterior a su partida, Luis, cogiendo fuerzas, le propuso que. a partir de ese momento, podian considerarse novios. Ella, sin pensarlo mucho, acepto. El ahora "prometido", sin preguntar ya nada, se decidio y le dio un beso en la boca. El dia que Maria viajaba a su pueblo, Luis la acompano a la estacion de autobuses de Auto Res. Estuvieron charlando un buen rato y, cuando avisaron por los altavoces de que el autobus con destino a Badajoz estaba ya preparado en la darsena correspondiente para su salida inminente, se dieron un beso prolongado. Acto seguido, ella accedio al vehiculo. El autocar inicio la marcha y Maria, desde una de las ventanillas, decia adios con la mano mientras Luis, viendo como se iba alejando, notaba un sentimiento de tristeza como nunca antes le habia ocurrido. Estaba enamorado.

  • Viajes de niebla de Pedro Sorela

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    Los Viajes de Niebla son los que emprenden un conde anarquista y los otros personajes de esta novela de una orilla a otra del Atlantico, creando un triangulo, en los anos centrales del siglo.

  • Teoria King Kong de Virginie Despentes

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  • La razon de los locos de Ana Moreno-alcazar

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    La vida monotona y aburrida de Lucia Agramunt dio un giro inesperado la noche en la que conocio a Gabriel, un joven y apuesto profesor de economicas de la Universidad de Barcelona. Dos vidas destinadas a encontrarse para enfrentarse juntas al capricho de un futuro incierto marcado por la angustia, el desespero y los limites entre la razon y la locura. ?Es posible cruzar la linea divisoria entre lo real y lo imaginario para encontrar consuelo en los tormentos del alma? ?Puede el corazon ser el unico aliado en un mundo irrumpido por lo irreal? Mientras Lucia intenta comprender la fragilidad de la mente humana y encontrar una respuesta a estas preguntas, el reloj corre en su contra si quiere descubrir la verdad.

  • Suspiros al Alba de Katy Molina

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    Suspiros al Alba es un libro compuesto de tres historias cortas romanticas y eroticas.

  • La fiesta en el jardin de Katherine Mansfield

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    Los Sheridan preparan una fiesta en el jardin de su casa. Laura la hija pequena se entera de la muerte de su vecino Scott. ?Se suspendera la fiesta en el jardin? Eso es lo que espera la joven. Relato sutil y prodigioso, el ultimo que publico en vida la magnifica autora neozelandesa considerada por muchos como una de las mas importantes escritoras de relatos de todos los tiempos. La delicadeza que transfiere a los personajes de sus cuentos y su capacidad para condensar en gestos e imagenes una pluralidad de conciencias y sentimientos, todo ello entrelazado con meditaciones sobre las diferencias entre clases sociales, la vida y la muerte, la ilusion y la realidad.

  • Diario de un skin de Antonio Salas

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    Un topo en el movimiento neonazi espanol. Un ano camuflado bajo la piel de un skinhead. De este modo cabe resumir la experiencia que Antonio Salas cuenta sin escrupulos en este libro.

    Diario de un skin
    es la confesion de quien ha logrado, por primera vez, infiltrarse sin levantar sospechas en un grupo tan peligroso que no perdona los errores. Armado con una camara oculta y parapetado tras una falsa identidad, construyo un personaje lo suficientemente convincente como para ganarse la confianza de sus <> y vivir desde dentro la terrible realidad de los cabezas rapadas.

  • Me gusta este idiota de Linda Meller

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    Giulia:

  • Hiddensee de Gregory Maguire

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    UNA VERSION MAGICA Y FANTASTICA DEL CUENTO DE EL CASCANUECES <> Kirkus Reviews <> Booklist <> People Magazine Gregory Maguire combina la leyenda del origen del Cascanueces con la vida de Drosselmeier, su creador.Tras transportar a sus seguidores a Oz gracias a Wicked y al Pais de Nunca Jamas con After Alice, Maguire nos lleva en esta ocasion a los reinos de los Hermanos Grimm y E.T.A. Hoffman, a la encantada Selva Negra de Baviera y a los salones de Munich. Hiddensee trata los origenes del Cascanueces: ?como se tallo esta fascinante criatura? ?Como acabo guiando a una nina enferma llamada Klara a un paraiso de ensueno en Nochebuena? Hiddensee no es una mera version de un cuento clasico. En el prospero romanticismo aleman, Maguire descubre un bosque emigrante perteneciente a un misterioso culto helenico y sopesa una cuestion trascendental: a pesar de los pormenores, enganos y retos de la vida, ?como puede una persona acceder a unos secretos que beneficiaran a desamparados y desvalidos? Lo que Hiddensee ofrece es una brizna de esperanza. Si en una oscura noche de invierno, el infeliz del padrino Drosselmeier puede llevar un Cascanueces encantado a una nina en apuros, quizas todo el mundo, por muy solo o marginado que este, posea un objeto preciado que pueda compartir

  • Pena Amaya de Pedro Santamaria

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    Ano 572. Hace un siglo que el Imperio Romano de Occidente ha caido y mas de ciento cincuenta anos desde la irrupcion de los barbaros en Hispania. Pese a las constantes guerras Cantabria, un pais diminuto, se mantiene independiente en parte gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya, lugar donde se reune su Senado.
    Despues de sus exitosas campanas contra los bizantinos en el sur peninsular, el rey visigodo Leovigildo sitia la ciudad rebelde de Corduba. Pero su ambicion va mas alla: el monarca pretende unir toda Hispania bajo sus leyes y, para ello, debera marchar con sus huestes hacia el norte de la peninsula.
    Tomas, un joven cantabro que en otro tiempo fue guerrero, ha abrazado la verdadera fe y se ha unido a Emiliano (San Millan), hombre santo cuya fama se extiende por todo el norte peninsular. Este, en un sueno turbador, vera la destruccion de Amaya y elegira a Tomas para que lleve la palabra de Dios a los cantabros, paganos en su mayoria, como unica garantia de salvacion.
    Tomas tendra que enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necon, que sera el encargado de defender Amaya, y con ella toda Cantabria, del ataque visigodo.
    Pedro Santamaria, con su habitual prosa fluida, nos presenta un relato heroico cargado de accion, que reflexiona sobre los limites del amor y la resistencia.

  • Nostalgia por lo particular de Iris Murdoch

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    Las primeras etapas del pensamiento filosofico de Iris Murdoch, una escritora excepcional en el panorama intelectual del siglo XX.

  • Hijas del Norte de Sarah Hall

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    Me llamo Hermana. Ese es el nombre que me pusieron hace tres anos. Es como me llamaban las demas. Es como me llamo a mi misma. Antes de eso mi nombre no tenia importancia. No recuerdo que se usara. Ya no respondere a ese nombre ni me oire decirlo en voz alta. No dare muestras de reconocerlo. No existe. Me llamareis Hermana. Fui la ultima mujer que salio en busca de Carhullan. Fue un mes de octubre de lluvias torrenciales cuando me puse en camino. En la ciudad, las hojas habian empezado a caer de los arboles y el suelo estaba cubierto de su pulpa amarilla. Los ultimos frentes tormentosos atravesaban la region del norte descargando aguaceros. El verano se retiraba. Daba la sensacion de que la atmosfera habia estallado por fin, y las mananas y las noches empezaban a ser mas frescas. Era un alivio no despertarme empapada en sudor en nuestra habitacion del barrio de adosados, salir de una pesadilla con esa humedad lechosa en el pecho. Siempre he dormido mejor en invierno, como si la frecuencia del pulso disminuyera. El frescor parecia limpiar tambien la ciudad. El olor a bacterias de la refineria y las plantas de fuel se dispersaba por la noche cuando las nubes se disipaban y aflojaba el calor. Los ultimos anos, desde la Reorganizacion Civil, el bochorno habia durado mas de lo normal; los meses frios se concentraban en una franja mas estrecha del calendario, y viviamos envueltos continuamente en una nube toxica de colza y arenas bituminosas, hacinados como peces en un ahumadero. El cambio de la temperatura trajo consigo una sensacion de euforia, un estado de alerta que iba mas alla de los nervios o la creciente conciencia de los peligros que sabia que estaba afrontando. Era reparador. El frescor me recordaba los tiempos de mi infancia. Las estaciones estaban entonces mas definidas, mas separadas. La gente mayor de la fabrica en la que trabajaba decia que de todas las tradiciones inglesas que estaban amenazadas el tiempo era la mas triste. Como si hubieramos tenido la posibilidad de elegir en referendum aquel clima semitropical. Todavia recuerdo las cosquillas frescas del granizo en la cara en el mes de marzo, cuando esperaba el autobus para ir al colegio. Y el rugido del viento que en otono lo zarandeaba todo, las cosas grandes y las pequenas. El frio en las venas en enero; las manos y los pies entumecidos a pesar de la lana y el vellon. Cuando eres joven no tienes miedo de las posibilidades. No crees que el mundo pueda destruirse o que vaya a ocurrirte una desgracia a lo largo de la vida. Incluso la lluvia es diferente ahora: imprevisible, violenta, no como la constante llovizna gris de las postales antiguas, de los chistes y las cronicas televisivas. Es una lluvia que parece herida. Rara vez se ve nieve en los montes, aunque la gente de la ciudad sigue buscandola por pura costumbre. Me dirigia a una zona alta y remota, y tenia la esperanza de volver a ver esas ventiscas blancas, si es que podia quedarme alli algun tiempo. Sali al amanecer, con la idea de alejarme de Rith sin que nadie me viera. Prepare una mochila ligera para resistir el largo camino hasta las montanas. Llevaba pocas cosas: ropa, botas, unas cuantas latas de comida, galletas, una cantimplora con agua y un botiquin, para el caso de que pudiera quitarme el dispositivo, aunque no sabia si era posible. Y llevaba un fusil de la Segunda Guerra Mundial, entre las sudaderas y los impermeables. La punta roma del canon rozaba la solapa de la mochila. Con el me proponia negociar en Carhullan. La noche anterior escondi la mochila en un callejon, detras de nuestro edificio, para salir sin peso, sin chocar contra las paredes y aranarlas al bajar las escaleras. Lo deje en un hueco oscuro y seco, detras de la camara principal del deposito de lluvia. Lo puse alli mientras las familias de las otras casas estaban cenando y antes de que mi marido volviera del trabajo, tanteando primero en el vacio con un palo para asegurarme de que no habia nidos de ratas. De madrugada sali de la cama sin despertar a Andrew y me vesti sigilosamente en el cuarto de bano comun. Me habia guardado una bolsa de plastico en un bolsillo de los pantalones para meter las cosas que necesitaba. En un estante habia una pastilla de jabon nueva, de la familia con la que compartiamos la casa, y decidi llevarmela. La eche a la bolsa con la pasta de dientes, el desodorante y una cuchilla de afeitar con varias hojas de repuesto. Dude un momento antes de abrir el botiquin de los vecinos. Encontre aspirinas, un paquete de compresas y una bolsita de polvos para la cistitis, caducados. Lo cogi todo. Despues cruce el pasillo y baje las escaleras. En la puerta principal espere unos minutos para asegurarme de que Andrew no me habia oido salir y procure tranquilizarme. El corazon me bombeaba la sangre a chorros. Notaba la corriente de ida y vuelta en las puntas de los dedos. Me dije que todo saldria bien. Llevaba meses entrenandome, levantandome temprano, y habia ensayado la huida. Siempre lograba salir en silencio y sin peligro y recorrer la ciudad a oscuras, evitando las zonas por las que merodeaban los perros asilvestrados, antes de volver a casa. Pero esta vez no era un simulacro. Respire hondo, solte el aire y espere. Lo ultimo que queria era que Andrew me siguiera, que me dijera que estaba loca, que armara un escandalo y despertara a todo el mundo. Jamas me dejaria marcharme con una mochila, salir de las zonas oficiales, a pesar de que estabamos enfrentados, nos odiabamos y no nos dirigiamos la palabra. Yo estaba atada a aquella casa. Los dos lo sabiamos. No teniamos ninguna otra alternativa. Si me hubiera descubierto, me habria llevado a rastras escaleras arriba, o me habria inmovilizado en la calle, a pesar de mis forcejeos, hasta que apareciese un supervisor de la Autoridad, y entonces habria puesto alguna excusa para explicar mi comportamiento, como que estaba colocada o habia tenido una pesadilla. Me habria dicho que esperara un poco, que por muy mal que estuvieran las cosas en ese momento conseguiriamos salir adelante, y despues nos separariamos, cuando el ambiente estuviera menos tenso, cuando fuera menos peligroso. Me apoye en la fachada, atenta al ruido de sus pasos por ultima vez. Lo unico que se oia en el piso de arriba era el zumbido del contador electrico en modo de espera, como una avispa. Levante la mirada. El cielo tenia el color oscuro del asfalto, como el esquisto que trituraban en los tanques de la refineria donde trabajaba Andrew. La mancha blanca de la luna asomaba como una ulcera hinchada y opaca por detras del forro de las nubes. Aun no se habian encendido las luces en Rith y nadie saldria a la calle hasta que se reanudara el suministro electrico, a las seis de la manana, para que la gente pudiera calentar el agua, cocinar y ver el primer parte informativo de alguno de los frentes meteorologicos o el sorteo de la loteria. Para entonces esperaba estar muy lejos. Por fin me acerque al callejon a recoger mi mochila. Sabia que tenia que darme prisa y no pensar mas de lo necesario. Normalmente la ciudad estaba muerta a esa hora, pero siempre era posible encontrarse con una patrulla de la Autoridad. Me ponia mala solo de pensarlo. No tendria ninguna posibilidad de explicarme. Y no queria enfrentarme a lo que estaba haciendo, y flaquear, aunque estaba segura de que no me pasaria. Despues de las ultimas semanas no podia pasarme. Cruce la ciudad, alejandome de las viviendas compartidas, y pase por delante del antiguo centro comercial, con las ventanas cubiertas con tablones, y por delante del almacen de las turbinas, donde las carcasas de metal esperaban apiladas desde hacia anos el momento del reparto. Las calles estaban desiertas y tranquilas. Unicamente los ladrillos rojos, la pizarra y el asfalto reflejaban cierto resplandor, presentando una version de la ciudad que parecia antigua y fantasmagorica. Costaba imaginar que hubiera tanta gente detras de las fachadas, durmiendo dos o tres en la misma habitacion, o despierta, hablando en voz baja para no molestar a las otras familias. Algunos estarian llorando y alguien quiza los consolaria, o nadie les haria caso. A otros les traeria sin cuidado que pudieran oirlos a traves de las paredes, arrastrando el cuerpo dolorido cuando el efecto del chute de efedrina barata empezara a esfumarse. Cada vez que me habia atrevido a ensayar la fuga, el ambiente de las madrugadas me parecia disminuido, como si en lugar de concentrar a la gente hubieran practicado un sacrificio selectivo. Al final de cada hilera de adosados se veian las siluetas de los contadores, como quistes pequenos y ruidosos disenados para leer el flujo de la energia de las tejas fotovoltaicas. Ahora los empleaban para regular el consumo de la antigua red de suministro domestico. Habia habido muy pocas mejoras despues de la Reorganizacion. El plan de recuperacion de diez anos empezaba a convertirse en un mito imposible. Me costaba no volver la cabeza para ver si alguien me seguia o me veia pasar. Me obligue a no mirar. Me dije que la mejor manera de seguir andando era poner la vista en un solo punto: adelante. Se oyo un leve chasquido en el cielo, y un trueno retumbo al oeste. Sabia que pronto empezaria a llover, que tendria que parar a ponerme el impermeable. Pero no podia permitirme el lujo de detenerme mientras siguiera dentro del perimetro. Quiza mas tarde, cuando estuviera lejos de alli y hubiera entrado en calor con el ejercicio, podria desnudarme. Me secaria antes que la ropa. Llevaba anos sin salir de Rith. Ningun civil habia salido de la ciudad, salvo para que lo trasladaran a un centro de detencion. No se permitia el transito de una zona a otra. La gente quedo atrapada en el sector en el que se encontraba cuando se hizo el primer censo despues del colapso. Solamente la Autoridad y los agentes del gobierno tenian necesidad de viajar o medios de transporte, y en esos casos solian ir en tren. Yo habia nacido en Rith y conocia bien el entorno: las calles empinadas y el maremagnum de los tejados, el cerro de Beacon y el castillo enfrente, en la cima de dos penas gemelas. Continue por el antiguo paso elevado de la carretera. Abajo habia montones de basura y escombros, y se oian susurros animales. Mas alla de las fronteras de la ciudad, en las llanuras, las carreteras se habian deteriorado. Estaban mucho peor de lo que me esperaba, hundidas y agrietadas tras anos de desuso. Las riadas se habian llevado tramos enteros. Al plantar el pie tenia la sensacion de estar atravesando un pedregal. En algunas partes habia crateres llenos de agua de lluvia. Metia las botas sin verlos y me empapaba los pantalones hasta las rodillas. Comprendi que era verdad lo que la gente decia en la fabrica y en las reuniones del distrito. Que solo estaban reparando las principales arterias, las que utilizaba la Autoridad. Al principio fui corriendo siempre que podia, muy atenta para no resbalar o torcerme un tobillo, y luego afloje el paso para afrontar el largo dia que tenia por delante. En media hora habia llegado al promontorio donde se encontraba la caseta blanca del puesto de peaje. No tenia ventanas, y una parte del tejado se habia hundido. Recordaba que en una clase de historia local nos contaron que tuvieron que reconstruirla en dos ocasiones, despues de que los escoceses le prendieran fuego. Ahora volvia a estar casi en ruinas. Los duenos debian de haberse marchado a Rith hacia mucho tiempo, con los demas vecinos de la periferia. A los pies del monte, un poco mas adelante, el antiguo puente de Yanwath seguia intacto. Lo habia cruzado muchas veces en coche antes de que se prohibiera el trafico. El semaforo que regulaba la circulacion estaba muerto, con los focos negros de mugre y el poste inclinado en los cimientos de hormigon. En la hondonada de la carretera, antes del punto en que empezaba a subir hacia los contrafuertes del puente, se habia formado un charco de agua arremolinada. Habia residuos flotando, casi imposibles de identificar; tal vez trastos superfluos de las casas de la parte alta del rio. Vadee el charco, llegue hasta el centro del arco y me asome a mirar por el parapeto. El rio Eden corria a mis pies, encrespado y turbio, a una velocidad aterradora. Vi en la penumbra el brillo del agua en movimiento en las orillas, la estela de los remolinos y las crestas blancas. Las lluvias habian reventado la ribera, y el caudal anegaba las acequias y los huertos a ambos lados. Se oian crujidos en las ramas mas bajas ahora que los arboles de la orilla habian perdido sus hojas. Las casas de campo mas cercanas al puente estaban sumergidas en el agua hasta las ventanas. Notaba un olor fuerte, a cemento, a tela mojada y a cieno: el olor familiar de las viviendas inundadas. La corriente se deslizaba por las paredes de las casas, pudriendo alfombras y cortinas. Diez anos antes me habia despertado con el mismo olor, cuando al bajar las escaleras me encontre la casa inundada por las aguas residuales. Sabia que, al otro lado del puente, la carretera pasaba por un pueblo desierto y se adentraba mas adelante en los abandonados parajes del antiguo parque nacional: en la zona que la generacion de mi padre conocia como el Distrito de los Lagos. Era mediodia cuando vi aparecer el coche, y estaba lloviendo a cantaros. Al principio pense que era el ruido del agua que arrastraba el viento o corria por los acuiferos por debajo del asfalto. Despues oi el cambio de marcha. Me aparte de un salto a la cuneta y di media vuelta, casi esperando ver la forma azul oscura de un coche patrulla y dispuesta a esconderme detras de una cerca de piedra. Una furgoneta civil, de color blanco, se acercaba despacio por la carretera destrozada. Parecia que tenia la suspension en mal estado y eso amplificaba el ruido, como si la carroceria se levantara del chasis, y vi que se zarandeaba al pasar por encima de un monticulo o un bache. Llevaba las ventanillas cubiertas de residuos, de vainas y de hojas arrancadas de los arboles por el ultimo diluvio. Desprendia un olor a grasa quemada y negra. Paso a mi lado y freno despues. Me acerque a la puerta del conductor y la ventanilla chirrio al bajarse. --?Adonde vas, chica? --Era un hombre con la cara roja como un trozo de cristal sacado de un horno. Me miro de arriba abajo con sus ojos claros. Estaba hecha una pena. Tenia el pelo chorreando y el chubasquero viejo y blanco empapado y pegado a la piel. Doble los hombros hacia delante y me cubri el pecho con los brazos. Se echo a reir. Tenia los dientes picados en los bordes, deslucidos y cubiertos por una capa amarillenta, y en la linea de las encias se veia una reveladora sutura de plata--. Bueno, parece un buen sitio para ir de excursion. ?Eres de los ultimos de los Wainwright? O a lo mejor quieres ser la primera que vuelve a subir a las cumbres y plantar tu bandera. Eso significa que las cosas han mejorado en la ciudad. Vamos. Sera mejor que subas al coche. Dude. No queria hablar con nadie en el camino y sabia que si me hacia preguntas podia tener problemas, pero me dolian los hombros y los pies y no tarde en decidirme. Di la vuelta por detras de la furgoneta hasta la puerta del pasajero. Me quite el chubasquero empapado y lo escurri. El conductor se inclino para abrirme la puerta, como hacia mi padre cuando me llevaba al colegio. Puso un trapo sucio encima del asiento, para que no lo mojara al sentarme. Deje la mochila a los pies del asiento y subi al coche. --Bueno --dijo--. Que encuentro tan oportuno, ?verdad? Metio la marcha y arranco. Tuve una sensacion extrana. Hacia anos que no subia a un coche. Me obligaron a entregar las llaves y la documentacion, como a todo el mundo, y se me habia olvidado lo que era llevar el control de un vehiculo, estar encerrada en el y al mismo tiempo libre de ir adonde una quiera. Ver como pisaba el embrague o movia la palanca del limpiaparabrisas me parecio un sueno o un recuerdo perdido. Habia un olor muy fuerte en la cabina, acido, como a ropa vieja o a vinagre mezclado con orina, o quiza fuera el olor corporal del conductor, que no se lavaba. Pero no me queje ni hice ademan de bajar la ventanilla. Me alegraba de librarme de la lluvia. Empezaban a dolerme las plantas de los pies, y eso que me habia puesto dos pares de calcetines gruesos. Empezaba a notar como si me clavaran alfileres y agujas en las puntas de los dedos y me puse a encogerlos y a estirarlos. No esperaba volver a viajar en coche. Llevaba meses entrenandome para la caminata en mi tiempo libre, al principio sin rumbo, solamente por pasar el rato, luego con un objetivo, rodeando la periferia de Rith, subiendo hasta la cima del Beacon y bajando otra vez. Andar no era un delito, aunque a Andrew le parecia absurdo que me arriesgara a ser atacada por los perros que buscaban comida en la ciudad y removian la basura en los vertederos. Decia que estaban sucios y desquiciados, y que andar por alli era como pedir a gritos que me mordieran. Atacaban a la gente de vez en cuando, aunque nunca con consecuencias fatales. En esas excursiones no podia llevar la mochila, para no levantar sospechas, y me sorprendio que pesara tanto. Me habia asegurado de comer bien la ultima semana: dos raciones de arroz en vez de una y sardinas para desayunar; incluso pense que estaba acabando con las provisiones y que Andrew lo pasaria mal el resto del mes. Estaba todo lo en forma y bien alimentada que podia. Pero rodear la ciudadela de madrugada y comer una lata de sardinas de mas era muy distinto de atravesar el parque nacional abandonado, con mis bartulos a cuestas. Habia recorrido unos veinte kilometros y estaba reventada. Tenia la espalda agarrotada por el peso de la mochila. Llevaba horas soportando chaparrones intermitentes y me rozaba el dobladillo de la ropa mojada. Cada paso me alejaba de la ciudad y me acercaba a mis propios limites. Que pudiera aparecer un vehiculo era improbable, casi milagroso, y di las gracias.

  • Enredados (Serie Hacker 3) de Meredith Wild

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    Blake Landon, magnate de la industria de software, ha encontrado la horma de su zapato en la obstinada Erica Hathaway. Aunque el caracter dominante de el y el espiritu independiente de ella chocan continuamente, Blake no esta dispuesto a dejar que ella desaparezca de nuevo de su vida.
    Erica ha depositado en el su confianza y su amor, y esta dispuesta a vencer cualquier obstaculo que se presente. Pero cuando Blake le exige mas, poniendo a prueba los limites de su entrega, se ve obligada a afrontar los oscuros deseos que el oculta.
    Cuando los vinculos entre ellos se afianzan y parece que nada podria destruirlos, sus enemigos se disponen a atacar. ?Podran afrontar los problemas a los que tendran que enfrentarse cuando los enemigos de Blake traspasen los limites?

  • Estrella oscura de Danielle Rollins

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    Seattle, 1913
    Dorothy ha pasado toda su vida aprendiendo el arte del engano. Pero tras encontrarse con un desconocido muy especial y embarcarse como polizon en su aeronave, se despierta en una escalofriante version del futuro... Dorothy esta hasta el cuello y, por primera vez, sus dotes como farsante no le serviran para nada.
    Nueva Seattle, 2077
    La chica vestida de novia que se ha colado en la maquina del tiempo de Ash, huyendo de su propia boda, es la viva definicion de la palabra problema. Justo lo que el no necesita si quiere salvar a su devastada ciudad y, por encima de todo, evitar que sus sobrecogedoras visiones del futuro se hagan realidad.

  • Tu te lo buscaste! 2 de Emma Green

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    Valentine Seguramente tengo la autoestima muy alta (o al menos pienso que mi sistema reproductivo es muy inteligente) ya que llegue a pensar que la pildora del dia siguiente no funcionaria conmigo y que yo seria parte del 5 % de las mujeres con hormonas invencibles. Lastima. Pense que una diosa de la fertilidad se acoplaria bien con un vikingo sobrehumano con trenzas. A pesar de los problemas infinitos que pudieron haber sucedido con el, me habria gustado verme como Artemisa, con el cabello corto, mi aljaba, mis flechas y con un vientre grande, defendiendo la vida cueste lo que cueste; o quiza verme como Juno, con esos senos tan grandes que se salen de su toga romana, sola, dando a luz a un semi-dios, mientras su infiel Jupiter se divierte haciendo del cielo y de la tierra lo que le viene en gana. En una de mis crisis de necedad extrema, incluso busque cual es el nombre de la diosa fertil en la mitologia escandinava: Frigg. ?Suena hermoso, no? Es un nombre muy dulce, muy calido. No es para nada un nombre frigido. No, en verdad, la cultura nordica no esta hecha para mi. Seguire llamandome Valentine y guardare mis suenos de tener pequenos Nils en un rincon (bien escondido) dentro de mi cabeza, dentro del cajon que dice << deseos que nunca se deben saciar >>. Desde hace seis meses me alegro cada dia por no haber repetido la historia familiar; por no haberme embarazado del hombre equivocado, demasiado guapo para ser real, demasiado estupido para quedarse (y sobre todo demasiado extraordinario como para conformarse con una morenita con la que se acosto en la parte trasera de una pick-up en la selva de Madagascar). Seguramente, para Nils Eriksen, esa solo fue una noche como cualquier otra. La prueba de ello es que ya me reemplazo por una putita pelirroja de senos tan saludables que se desbordan y que son capaces de alimentar a una familia numerosa, incluso a pequenos vikingos hambrientos. Entre Nils y esa famosa Rita, las cosas pudieron no haber durado. Jamas debi haberme enterado de su relacion. Sin embargo, ella tenia que hacer un poco de teatro, sus caprichos de actriz joven y mostrar fotos un tanto escandalosas para que la gente hablara de ella. Y, por consiguiente, de el. Una de esas fotos llamo mi atencion, una bella manana, por coincidencia, mientras yo hojeaba con verguenza una revista de espectaculos en la sala de espera del dentista. Cuando el doctor Wong me llama, justo estoy leyendo la nota de una maldita foto: La monumental Rita Shank no le teme a nada... ni siquiera a los resfriados. Estas lineas estaban escritas debajo de un cliche donde la actriz baja de un automovil y donde se veia que al parecer habia olvidado ponerse pantaletas. Cuando el doctor Wong repite: << ?Valentine Laine? >> con un tono interrogativo y un poco impaciente, acepto quitar los ojos de la revista barata y cruzo la mirada con el unico paciente que esta en la sala. Se trata de una persona de sexo masculino y de edad avanzada que levanta las manos para convencer al dentista de que el no se llama Valentine. Yo, muy amablemente, dejo que aquel viejo inocente pase antes que yo a la silla de tortura para asi poder terminar mi lectura. El articulo dedicado a Nils y a Rita no pasa de las seis lineas y termina con esta frase: << Aparentemente, este guapo rubio de porte sueco, que le abre la puerta, esta acostumbrado a las corrientes de aire fuertes. !No parece tenerles miedo! >> !Es noruego, bola de idiotas! No, no le tiene miedo a nada. Y, efectivamente, puede darle calor a quien sea... Cierro secamente la revista, como si el golpe de las paginas pudiera convertirse en una bofetada directa, de mi parte, sobre la mejilla de Rita Shank. Despues espero nerviosa mi turno, mientras pienso que voy a llegar tarde a la oficina; que no debi haber dejado pasar antes que yo al << Senor Valentine >>; y que incluso la sensacion de la fresa de acero en mis dientes sera una tortura insignificante comparada con esta maldita foto que se quedo grabada en mi mente. La imagen de Nils con su traje gris obscuro; Nils con su cuerpo de gladiador; Nils y su cabello rubio casi blanco, que le ha crecido desde la ultima vez que lo vi; Nils y su mano inmensa abierta hacia arriba, tomando elegantemente los dedos barnizados de Rita; Nils con sus hermosos ojos grises entrecerrados, quiza porque admiran el espectaculo de la actriz exhibicionista, o quiza porque les molesta el flash del fotografo. El zumbido metalico que se escucha del otro lado de la pared me pone un poco mas tensa y mi interior sadico se divierte torturandome una vez mas, al revelarme los recuerdos invisibles sobre la foto: los sublimes tatuajes tribales que danzan en sus grandes hombros; el contraste de los dibujos negros y misteriosos sobre su piel blanca, casi angelical; su cabello largo y sedoso de aquel entonces, que se escurria entre mis dedos; la fuerza delicada de sus mano, siempre suaves y viriles, sobre mi cuerpo; la marca de mi mordida de placer en la palma de su mano, prueba de nuestra noche ardiente que seguramente ya se le borro. ?Por que estas imagenes me atormentan aun? ?Por que todas mis sensaciones parecen estar muertas despues de todas las que el me provoco? !Dr. Wong, venga a buscarme! !Y provoqueme dolor, por favor, para que pueda olvidarlo! *** Despues de una limpieza bucal indolora (y completamente incapaz de completar su << mision de sensaciones >>), llego justo a tiempo a la torre Cox a la reunion de las diez de la manana. Me dirijo directamente hacia la pieza principal, con mi saco y mi bolso todavia sobre los hombros. - ?Te tomaste la manana? - me pregunta mi padre que ya esta sentado a la cabeza de la gran mesa en forma de U, con Lana a su lado-. No se si este comentario es una broma tonta de oficina, una tentativa de complicidad entre padre e hija, o solo una de sus observaciones de control freak adicto al trabajo que nunca pensaria en comenzar su jornada laboral despues de las siete y media de la manana. - Gracias por preocuparte por mis horarios, Darren - contesto completamente seria -. La proxima vez te pedire un permiso para ausentarme antes de hacer cita para mi Papanicolaou anual. Tranquilo, no hay nada que temer. No hay descendencia a la vista. No tendras que agregar a otro hijo no deseado en tu testamento. A menos de que alguien mas quiera darte ese regalo voluntariamente... Sin que yo tenga siquiera que mirarla, Lana (que es el brazo derecho de mi padre y su amante favorita) se sonroja y esconde la cara entre los documentos que tiene cerca. Parece que no se da cuenta de que esta mirando un monton de hojas escritas al reves y que evidentemente olvido voltear antes de intentar guardar la compostura. Mi padre se conforma con aclararse la garganta, ajustarse el nudo de la corbata que estaba perfectamente bien colocado y con sonreir falsamente a Faith y a Lewis que apenas acaban de llegar. Inmediatamente despues vienen Becca, Jeff y Rory, los tres jefes de servicio que faltaban. - Ya estamos todos. Podemos comenzar - anuncia rapidamente Darren para romper el silencio incomodo, mientras frota ruidosamente sus manos secas una contra otra-. Ignoro su tic de impaciencia y empiezo la reunion diciendo que nuestro nuevo servicio de trueque va a poder lanzarse en version beta. Evidentemente se espera que el servicio tenga exito e incluso que revolucione el mercado de ventas en linea. Exceptuando a mi padre, todos alrededor de la mesa muestran una sonrisa orgullosa, victoriosa... y cansada. Apenas han pasado seis meses desde que estamos llevando a cabo esta idea para ganarle terreno a nuestra competencia directa. Junto con Faith, mi nueva asistente, los equipos de innovacion y desarrollo, el personal creativo y los agentes de ventas, trabajamos sin descanso en esta carrera contrarreloj. En toda la historia del grupo Cox, nunca se habia pensado, concebido y producido un servicio en tan poco tiempo. Darren, al igual que cualquier gran directivo, deberia estar maravillado. Sin embargo, solo asiente con la cabeza, agitando su cabello blanco (que se deja un poco largo para verse joven). Sus pequenos ojos negros y serios no demuestran ningun tipo de expresion (pero traicionan mucho sus 64 anos). Hay cosas que ni siquiera una fortuna de diez billones de dolares puede pagar... Cansada de su indiferencia, le doy la palabra a Lewis Cole para los detalles tecnicos y, sobre todo, para las cifras que deberian interesar un poco mas al gran directivo Cox. Con su voz monocorde, Lewis me aburre mas rapido de lo que pense. Aprovecho esto para dejar que mi mente se distraiga discretamente. Mi cabeza se divierte resumiendo la situacion: yo, Valentine Laine, me acoste con el hombre que contrato mi padre para traerme sana y salva de un secuestro violento en Madagascar. Por cierto, lo contrato, no para proteger a su unica hija sino para asegurar el futuro de su grupo adorado. Esto podria ser un poco triste y, evidentemente patetico, pero, visto desde este angulo, la situacion casi me hace reir. El dinero del mismisimo Darren Cox pago mi noche de sexo demente a la luz de las estrellas. Es la primera vez que me dan ganas de decir sinceramente << !gracias, papa! >>. ?Y si hago que me secuestren de nuevo...? Pienso en esta idea tonta mientras garabateo sin pensar en la esquina de una hoja, hasta que me doy cuenta de que dibuje figuras misteriosas y tribales que rellene de color negro y que Faith intenta descifrar mientras mira sobre mi hombro. [Al menos finge que estas poniendo atencion a la reunion... !No como yo!] escribo con pequenas letras para que Faith lo lea, y despues agrego una carita que le guina el ojo. ?Como puedo perder todo mi prestigio profesional en menos de diez segundos por un maldito rubio colosal y tatuado que me olvido tan rapido como me sedujo? Yo deberia hacer lo mismo que el. Deberia borrarlo de mi memoria. De mi piel. Ya pasaron seis meses y estoy segura de que mi cerebro hizo mas bellos los recuerdos que tengo de esa noche. Que patetico. !Nils Eriksen, sal de este cuerpo! !Ahora mismo! Si no, regresa a quedarte dentro, suavemente, profunda y locamente, como bien sabes hacerlo... !No! !Alto! Cierro la boca que tenia estupidamente entreabierta, volteo mi hoja garabateada y vuelvo a tomar una postura mas pro, con los ojos fijos en el buen viejo Lewis Cole. Mientras recita sin ninguna modulacion todos esos datos, que sin embargo son interesantes, su camisa se tensa sobre su gran barriga y la tela se separa peligrosamente entre dos botones, justo a la altura del ombligo. No sabia que alguien podia estar tan velludo en esa zona. Por cierto, ?como era el vientre de Nils? Musculoso, si, pero ?imberbe o no? !Dijimos alto!

  • Amor de invierno de Jazmin Riera

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    “No es la pierna el problema, es tu cabeza, Lina -dijo lentamente-. Puedo hacerte una radiografia ahora mismo. Los ligamentos, musculos y huesos de tu pierna estaran normales -dijo en un intento de tocar mi pierna. Me movi con rapidez para quedar lejos.
    -?Que? ?Dices que estoy loca? -comente ironica para luego pararme e ir en busca de mi vestido.
    -No, digo que te castigas por lo que paso -relato-. E intentas alejarte con esas imagenes de algo que piensas que puede lastimarte.”
    Adelina, alias “Lina”, no es la misma de aquel verano hace quince anos atras. Un traumatico accidente en el mar le dejo una cicatriz en la pierna y un dolor insuperable de por vida.
    Lina es ahora la duena de una prestigiosa academia de baile y guia a sus mejores alumnos a competir por la revancha en el campeonato de danza Pavlova, que se desarrolla en pleno invierno en Bariloche. Ella ignora que en el hotel donde se hospedaran se encontrara con sus amigos de antano y con aquel amor que la dejo devastada. Cada uno de los personajes debera enfrentarse a sus propios miedos para salir adelante y retornaran antiguas pujas del pasado, entre confesiones, arrepentimientos y perdones.
    Lina y Shep viviran situaciones limite y tendran que decidir si su amor es lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstaculo.
    Una vez mas, Jazmin Riera nos atrapa en una historia tormentosa, pasional y enloquecedora, que nos hara sentir fuera de pista, bordeando el precipicio de principio a fin.

  • Tango a medianoche de Isabella Marin

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    En la ciudad del jazz y el color, vive una joven mujer profundamente infeliz, atrapada en un matrimonio a la deriva, y un hombre que ha huido de un aserradero de Maine persiguiendo un sueno dorado de riqueza y bienestar.

  • Nuevos Comienzos de Kaera Nox

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    La Navidad no es la mejor epoca del ano para muchas personas. Demasiados recuerdos, demasiadas perdidas. Joanna se enfrenta a su primera Navidad sola y no sabe muy bien como va a superarla, pero una llamada telefonica puede cambiarlo todo.
    Jota Jota trabaja como repartidor en una empresa de envios y, en mitad de un reparto, hace una llamada que le afecta mas de lo esperado.
    La Navidad es epoca de hacer nuevos propositos, de preocuparse por el projimo, de dejarse llevar por la ilusion, el amor, ... en definitiva, de crear nuevos comienzos. ?Quieres conocer el de Joanna y Jota Jota?

  • ?Para que sirve la Historia? de Serge Gruzinski

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    El mundo de comienzos del siglo XXI, la composicion de las sociedades que lo integran, no es el mismo que los que justificaron la forma de ” hacer ” Historia hasta hace bien poco, marcada por la reduccion a un relato unico y a menudo con una clara perspectiva eurocentrica. En una linea similar a la que propugnan Guldi y Armitage en su ” Manifiesto por la Historia ” , orientada a recuperar la historia a largo plazo y a establecer un dialogo constante entre pasado y presente para intentar alumbrar el futuro, esta importante obra de Serge Gruzinski rompe una lanza a favor de la historia global, que amplia la escala de estudio y conecta compartimentos separados. El analisis que en el lleva a acabo de la expansion portuguesa y espanola en los siglos XVI y XVII provee un ejemplo practico de la utilidad que tiene estudiar episodios pasados para iluminar los mecanismos, ideas y actitudes del presente, asi como sus posible consecuencias.

  • Las defensas, Gabi Martinez de Gabi Martinez

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    Ante un ataque de locura violenta, un competente neurologo es ingresado en un psiquiatrico. Solo el sabe que su diagnostico es erroneo. Pero aun no es capaz de imaginar que la misma enfermedad autoinmune a la que ha dedicado obsesivamente su vida lo acecha. Su increible lucha contra la enfermedad y el estres corre pareja a la de la historia de este pais desde la Transicion y a la de uno de los pilares de la democracia espanola, un sistema sanitario herido hoy por la jerarquia y por una corrupcion que castiga o expulsa a quien disiente.

  • Venganza y placer (Deseo 3) de Cat Schield

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    Zoe Alston, que se tambaleaba por un divorcio atroz, hizo un pacto con otras dos mujeres igual de vapuleadas. Su mision era hundir al impresionante empresario Ryan Dailey y para conseguirlo tenia que sabotear la campana politica de su hermana.

  • El pequeno zoologico de Robert Walser

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    Las sorprendentes historias de animales recopiladas en este personalisimo bestiario demuestran una vez mas la independiente modernidad del gran autor suizo.El tratamiento de los seres vivos en la obra de Robert Walser no se distingue por la humanizacion o el anhelo del estado salvaje, sino que supone mas bien una reflexion ludica, aunque en absoluto inofensiva, sobre los lazos del hombre con las criaturas, que a menudo le acompanan como vecinos mudos e indefensos a los que, en su calidad de amo, se ve obligado a mandar o justificar.

  • La fiebre del heno de Stanislaw Lem

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    Una agencia de detectives requiere los servicios de un astronauta norteamericano retirado para que ayude a esclarecer una serie de misteriosas muertes acaecidas en un balneario de Napoles. Varias personas han enloquecido y algunas se han suicidado sin que se conozca motivo para ello. Otras parecen haber muerto accidentalmente. Todas las victimas eran extranjeras, viajaban solas, rondaban la cincuentena y padecian algun tipo de alergia. Tanto la policia local como la Interpol consideran que no hay pistas suficientes para afrontar el caso con garantias, hasta que empieza a cundir la idea de que en cierto modo las muertes obedecen a algo mas perverso. ?Estaran sujetos los asesinatos al jugueton capricho de las leyes de la probabilidad y el caos? Obra maestra indiscutible de la ciencia ficcion, aderezada con los ingredientes de la novela clasica de suspense, La fiebre del heno es un autentico tesoro recuperado del genio Stanislaw Lem y una de las historias mas miticas de un autor irrepetible.

  • Un punado de amigos y dos cerezas (SUMA), Rosa Grau de Rosa Grau

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  • Raices de mujer de Luisa Garcia Martinez

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    Una infancia marcada por el maltrato, la soledad y el aislamiento. Una vida llena de porques. Un lugar al que no le permiten volver.Sara es una periodista reconocida en la ciudad de Londres. Ha luchado con fuerza para enterrar su pasado y forjarse un futuro prometedor, pero la enfermedad de su hermano la obligara a volver a sus raices. Regresara al lugar donde crecio, a sus tierras, al anisado aroma de las vinas. Volvera a sentarse bajo la sombra del arbol gordo, donde conocio el amor por primera vez, un amor que creia perdido.Los fantasmas del pasado la enfrentaran a sus miedos, a revivir pasiones olvidadas y a perderse en los ojos que un dia la cautivaron. ?Es posible recuperar un amor al que se habia renunciado? ?Seran tan fuertes sus raices como para elegir un nuevo destino?

  • Tu eres mi mejor medicina de Paris Yolanda

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    Lucas y Yolanda viajan a Espana con la idea de reencontrarse con sus amigos y revivir juntos un sinfin de buenos momentos. Nada mas lejos de la realidad, puesto que en cuanto pisan territorio espanol, se dan cuenta de que las cosas han cambiado bastante y que ya nadie es lo que era.

  • Laponia. Un viaje a Rovaniemi de Ariadna Baker

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    Evelin, junto a su hija Nicole, se sumerge en un viaje a Rovaniemi, el corazon de la Navidad en Laponia, con el deseo de vivir unas fiestas especiales.
    Lo que no imagina Evelin es que alli conocera a Scott y Chloe, un padre viudo que viaja con su hija con el mismo deseo que ella.
    Algo surge entre los dos desde el momento en que sus miradas se cruzan.
    ?Sera solo un amor de Navidad o algo mas duradero?

  • Dime Otra Vez Te Quiero de Moruena Estringana

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    Mia regresa a casa sabiendo que anos atras perdio a los dos hombres mas importantes de su vida: su padre y su primer amor.

  • Cosas que pasan cuando conversamos de Estrella Montolio

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    ?Que implica que dos personas hablen simultaneamente o se interrumpan con frecuencia? ?De que modo podemos expresarnos asertivamente o defendernos de las agresiones verbales? ?Las formas comunicativas tecnologicas amplian las ventajas del hablar cara a cara?

  • Las pruebas del amor de Liah Jones

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    Una pareja joven, en plena crisis, decide hacer un viaje para solucionar sus problemas de convivencia. Alli conoceran a un matrimonio liberal y muy experimentado, que pondra al limite la relacion de los jovenes con nuevas y peligrosas tentaciones.

  • Cuando desapareciste de John Marrs

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  • Confidencias de un Dios de Claudio Hernandez

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    --?Donde esta ese puto maricon? --pregunto la voz rajada; como si las cuerdas vocales vibraran como las de una guitarra electrica de un grupo de rock. Y al final de todo, se podia escuchar una sonrisita jocosa y malvada a la vez. El papa Francisco se separo el telefono del oido y miro el dispositivo como si alli hubiera algo interesante. Desde que habia abierto una jodida cuenta de Twitter, las criticas eran algo muy comun por parte de los ateos y las alabanzas por aquellos fieles seguidores de la religion eclesiastica tambien. Pero lo que acababa de oir le hizo escuchar los latidos de su corazon en las sienes, y sintio como si alguien con un palo le removiera las tripas, y al final, tristeza y una carga moral y de culpabilidad. Se acerco el telefono al oido lenta y oficiosamente. --Hijo mio. Reconozco que ha habido y hay obispos, arzobispos, curas e incluso cardenales que son de una condicion sexual distinta. A eso me refiero que reconozco que dentro de la iglesia catolica existe lo que se le conoce como hombres homosexuales. A eso se le llama Gay y por su parte podria haber resultado muy grosero con ofender a este conjunto de personas que nacieron en cuerpos distintos o quiza, me atreveria a decir, equivocados. Pero lo respeto. No hay nada de malo en ello si existe consentimiento… --Bueno, dejese de chachara. Lo siento. No queria decir eso exactamente. No va conmigo esta actitud. Pido perdon a toda la comunidad Gay. --Aquella voz se quebrantaba con el discurso y en parte el papa Francisco podia advertir cierto arrepentimiento y a la vez, cierta mentira en su tono de voz. --Esta bien. Lo dejamos ahi. El buen respeto no debe faltar nunca -- acucio Francisco. Se miro el enorme anillo rojo de su dedo corazon y anadio --. ?Es usted creyente? --No. --Dios no acoge solo a los creyentes, sino tambien a aquellos que son ateos y bautizan a sus hijos. Entonces Dios, ?olvidara a ese hombre cuando muera? No. Antes entra un ateo que bautiza a sus hijos que un creyente no practicante que… --Que… que… --interrumpio la voz. Ahora sonaba como un timbre metalico. En el fondo de la comunicacion el silencio era atrapado por los chasquidos que no deberian escucharse en pleno siglo XXI. No era un intercomunicador empleado en la segunda guerra mundial. Era un jodido telefono y de los de ultima generacion. El papa respiro profundamente y sintio que algo malo le iba a decir. Lo presentia y por ello no le temblaria el pulso a la hora de contestar. --Soy paciente. Me acaba de interrumpir y creo que se en lo que esta pensando. No es que lo vea en la distancia. Es solo una intuicion. Digamelo y acabemos con esta conversacion. Reino un silencio ominoso. Las palomas aleteaban sobre la basilica y el ruido era creciente despues, rompiendo en dos, el silencio profundo y lejano. --Acaba de soltarme una perorata con los que Dios elige y ahora me dice que cree saber lo que pienso. La verdad, nunca habia conocido un papa asi. No me lo esperaba para nada. Se nota que la iglesia debe adaptarse a los tiempos que corren… --Sueltelo --le atajo Francisco. Sus ojos no brillaban y sus labios parecian estar sellados como una cremallera ajustada. Se llevo el dedo corazon hacia la boca y la piedra del anillo produjo un ruido seco al tocar sus dientes delanteros. --Esta bien. Se lo dire ya. ?Que opina de los abusos sexuales a los menores dentro de la iglesia? Francisco no contesto de inmediato y escucho el jadeo de aquella voz que no reconocia, preguntandose como demonios habia obtenido su numero de telefono. Al papa le gustaba rodearse de escolta y seguridad Sueca. Algo habia fallado, pero lejos estaba el ponerse nervioso. Impasible como siempre, contesto: --Eso es un pecado que no tiene perdon en estos momentos. Los involucrados deben pedir perdon y marcharse de la Santa Sede. He abierto una guerra contra esto y he pedido perdon al mundo por ello. Si hay que entregar a un cura, un obispo, un arzobispo, un cardenal o un viejo nuncio a la policia para que los juzguen. Lo hare sin titubear. Y si son condenados con penas de carcel, eso estara bien. ?Tiene algo mas que preguntar? Se escucho un chasquido como el resuello de una chimenea. --Creo que eso esta bien --dijo la voz aspera--. Eso esta bien, pero moriran dentro de una semana. Y colgo. El papa Francisco se quedo mirando al telefono como si alli resplandecieran los ojos de aquel hombre, pero no vio nada. Estaba sentado en un sillon rojo y con los antebrazos dorados. Se dejo deslizar en el hueco y dejo el telefono sobre la mesa de madera de roble alargando un brazo pesado y lento. Despues de esto, perdio la mirada mientras rumiaba. Algo le decia que iba a estar mal. Y que despues de todo, seria peor que los pedofilos, porque hablaba de muerte y quiza de tortura. No supo por que esta ultima palabra se le vino a la cabeza, pero si sabia que por delante tenia un camino de espinas que recorrer. Y se pregunto por quien se habia interesado en el comienzo de la conversacion. 2 Cada policia o cuerpo de policia, cuidaba de su perro en su pais y Dios tomaba cuentas en todos los estados miembros de la Union Europea. Asi era y es EUROPOL. Chad Chamberlain, cuyo nombre no era para nada europeo, estaba hostigando un cigarrillo entre sus largos dedos. El humo del tabaco se enroscaba en el aire y penetraba en sus fosas nasales como una droga que necesitaba inhalar para estar en forma. Ese dia llovia. Era otono y el chapoteo de sus zapatos le habia acompanado hasta el porche del edificio, bueno, mas alla de la entrada majestuosa que se levantaba como una montana al que le habia segado una cruel guillotina. Cada gota de agua que se estrellaba sobre su corto pelo, era como un pequeno pellizco sin dolor. La gabardina, oscura como un cuervo, lamia el riachuelo que se habia formado al lado de los escalones. Tenia la espalda humeda y parecia tener una plancha helada entre su gabardina y su piel erizada. Chad tenia barba rala y unos ojos grises que conquistaban a cualquier mujer. Su nariz era larga y curvada. Hacia la izquierda, pero era un defecto que no lo notabas si le mirabas de lado. Su piel, aun estando delante del edificio World Forum Convention Center, en La Haya: era oscura. Los paises bajos le habian sentado bien. Tratar de ocultar su descontento en una oficina en los sotanos le habia convertido en un hombre fuerte, sin emociones, y que se pasaba la mayoria del dia con un semblante serio. No gastaba bromas. No le gustaban los chistes. Era frio y calculador y ahora, parecia que iba a volar de su nido, despues de tantos anos. Su destino; Paris. La Catedral de Notre Dame y no, no creia en las profecias de Nostradamus. Aunque los eruditos o zumbados, decian que algo iba a pasar ese ano. Era delgado y tenia una estatura de 1,85. Calzaba un 47 y tenia un Rolex brillando despues de todo, en la muneca derecha. Aun cuando llovia o nevaba. Siempre brillaba. Se llevo el cigarrillo mojado a los labios encharcados de agua y trago una calada. Respiro profundamente y tras escasos segundos, empezo a soltar humo hasta por los oidos, como una maquina de tren de vapor al que se le habia reventado la caldera. La lluvia seguia acariciandole la cara y el cogote cuando miro aquellas feas nubes que parecian grandes piedras chocando entre si. Tan negruzcas como el carbon. Sus parpados se cerraron un instante. Podia sentir el zumbido de la lluvia y oler la humedad de las paredes, asi como del cesped que rodeaba el edificio. Y la tierra. Tambien olia la tierra. Y se pregunto que demonios habia sucedido, para que al fin le dejasen viajar a otra parte de Europa. EUROPOL estaba coordinada con la policia de cada pais, pero tenia la competencia en los 28 estados de la UE. Aunque no llevaban distintivos ni armas reglamentarias. Siempre, bajo coordinacion, podian enviar a sus expertos en cualquier pais miembro. Y Chad no iba a viajar solo. Estaba Mohamed Khun. El humo del tabaco formo un anillo blancuzco que se elevo lentamente en el aire, desafiando las rasgaduras de las gotas de la lluvia. Y ascendio hasta que se hizo tan grande que formo una niebla opaca y despues, traslucida hasta extinguirse como un pequeno Big Bang. 3 Frederic, capitan de policia en Paris, pues ya estaba en desuso llamarle inspector oficial de Policia, era un hombre menudo, sin barba, pero si con un bigote que terminaba en dos extremos puntiagudos. Tan largos que se convertia en la inquietante sonrisa de un payaso. Sin embargo, tenia los labios prietos y apenas respiraba por no hacer ruido. Su mirada de ojos marrones, estaba clavada en la pared falsa que habian descubierto los operarios de obra justo detras del organo de la Catedral de Notre Dame, un destacado instrumento, obra de Aristide Cavaille-Coll antes de 1900, y que ahora estaba recubierto de un plastico negro como si alla abajo se escondiese un moribundo. --?Como dice que descubrieron esto? --pregunto casi en un susurro. Su voz era ronca y tenia las manos cruzadas a su espalda. Su uniforme se movia en el hueco de la pared como una sombra desvaida. El hombre mayor, vestido con un mono de todos los colores menos azul, movio la mano antes de expresarse: --Teniamos que apuntalar aqui unos andamios cuando al golpear la pared nos dimos cuenta de que se escuchaba un sonido como si fuera hueca. Eso indicaba que no era una pared segura y que un clavo ahi se desprenderia a la primera de cambio. Mi companero Jean. --Senalo a un hombre de estatura alta y ataviado, este si, con un mono azul--. Tuvo la certeza de que la pared estaba hueca. Con sus nudillos hizo una serie de pruebas y me conto que el agujero era demasiado grande como para ser una simple ventana tapiada. Como ya sabe, esta Catedral ha tenido muchas reparaciones y no sospechamos nada al principio, hasta que algo mohoso nos invadio las fosas nasales. Yo me eche para atras sabe… --Bueno, esta bien. Ya ha dicho suficiente --le atajo Frederic con los dientes apretados. Su mirada seguia siendo mas inquietante que lo que habia detras de la pared o lo que suponia que habia, pues todavia no lo habia visto. Los hierros y las tablas estaban en todas partes, como hojas laxas en un bosque. El capitan de policia levantaba quejumbrosamente los pies y soltaba bufidos cuando giraba sobre sus talones al pisar uno de aquellos tubos huecos que proyectaban un chirriante ruido al girar sobre el suelo helado. --Esta bien senor, yo solo queria contarle que abrimos el agujero a la altura del pecho y que tras oler algo fetido de un lugar oscuro, decidimos parar y hacer la llamada de urgencia. No se lo que puede haber aqui dentro. Frederic miro al hombre clavandole los ojos en los suyos. Tenia delante de si, a un hombre liviano, tranquilo, pero que ahora parecia algo nervioso por el descubrimiento. Casi podia ver como le temblaban sus manos. La voz se rajaba como una cana y disminuia de volumen paulatinamente. El otro trabajador, los miraba de forma inquietante sin decir una sola palabra. Al rato llegaron dos hombres mas, en realidad, jovenes que no llegaban a los treinta. Todos estaban sucios y llenos de manchas. --Yo creo que ahi dentro hay un nido de ratas muertas --se apresuro a decir uno de los jovenes. Su dedo indice estaba senalando el agujero del tamano de una pelota de futbol. El hombre de la ley lo miro de reojo y tras esto, aun con las manos en la espalda, se inclino para ver a traves del agujero. Lo unico que vio fue la oscuridad total y percibio, eso si, el olor nauseabundo y mohoso a la vez. Un olor extrano que no era fetido ni aspero. Y penso, que quizas tenia razon el chico: alli dentro habria ratas. Los gendarmes estaban pegados en el culo del capitan como si fueran su propia sombra, pero proyectaban tres siluetas en distintos angulos como si alli hubiera mas de un foco encendido. Como en un estadio de futbol. --Esta bien --dijo finalmente, apartando la cara de aquel jodido agujero. Se apoyo en la parte de un lado del organo y las tres sombras desaparecieron para rodearles bajo una nota que sonaba de un instrumento que adquiria de altos honores para tocarlo--. Os autorizo para ampliar el diametro del agujero. Necesito saber que hay ahi detras. Segun mis superiores no tendria que haber ninguna camara secreta aqui, entre el organo de las narices y la pared. Esto es un buen escondite y los tubos como chimeneas de este trasto hacen que uno nunca pueda mirar por detras. Cuando termino la perorata cabeceo dos veces. El sonido de sus voces respondia en cada pared de la Catedral, en cada silleria del coro y en cada claristorio, dejando para mas adelante, la reverberacion que se producia al final del abside. Y mientras los trabajadores cogieron el martillo para picar la pared, en algun lugar de Europa estaban Chad y Mohamed de camino en un tren Thalys (THA) sin saber una mierda de lo que estaba sucediendo. A Chad le aterraban los aviones. No habia suficientes incertidumbres como para empezar una buena aventura y trazar una investigacion puntillosa y peculiar. No. Al contrario. Las tenian todas. Absolutamente todas. Si algo destacaba en un caso nuevo, es que primero debias pisar la mierda. Asi de sencillo. Porque no sabrias por donde empezar a limpiar esa mierda de la suela de tu zapato.

  • Quiero una vida (im)perfecta contigo de Lina Galan

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