• libro manual de resistencia - Pedro Sanchez

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  • MANUAL DE RESISTENCIA | PEDRO SANCHEZ PEREZ ...

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  • Manual de resistencia (HUELLAS) (PENINSULA) Tapa dura

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  • Manual de resistencia (HUELLAS) Versión Kindle - Amazon

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    Mirar en el interior de este libro. Manual de resistencia (HUELLAS) de [Pedro Sánchez]. Sigue al autor.

  • Manual de resistencia - Pedro Sánchez | PlanetadeLibros

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    19 feb 2019 — Manual de resistencia, de Pedro Sánchez. Por primera vez en la historia de la democracia española, un presidente publica un libro durante su ...

  • Manual de resistencia - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Manual_de_resistencia

    Manual de resistencia es el libro que da nombre a la biografía de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y secretario general del Partido ...

  • Libro: Manual de resistencia - Sánchez Pérez-Castejón, Pedro

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    Manual de resistencia.[ Sánchez Pérez-Castejón, Pedro; ]. «Nunca una moción de censura ha triunfado en España»; «es imposible ganarle unas primarias al ...

  • Manual de resistencia - Pedro Sánchez -5% en libros | FNAC

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  • Librería Dykinson - Manual de resistencia | 978-84-9942-795-9

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    Resumen del libro. «Nunca una moción de censura ha triunfado en España»; «es imposible ganarle unas primarias al aparato de un partido»; «aquí nadie dimite ...

  • MANUAL DE RESISTENCIA (Libro) | Fundacionsistema

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    MANUAL DE RESISTENCIA (Libro). Pedro Sánchez (crítica de César Luena). Revista Sistema nº 254 – Abril 2019 – págs. 132-135. Compartir:.

  • Manual de resistencia: El libro de Pedro Sánchez, un 'best ...

    https://elpais.com/politica/2019/02/06/actualidad/1549479021_141736.html

    7 feb 2019 — Irene Lozano, secretaria de Estado de la España Global y exdiputada del PSOE y de UPyD, es la autora material del libro Manual de ...

  • Adiccion (Hermanos Duncan 1) de A.g. Keller

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    Max es el hermano mayor de los Duncan, es alto, guapo, de ojos grises y actitud despreocupada. Odia los trajes elegantes hechos a la medida, las declaraciones a la prensa y perder una apuesta. Aunque su apariencia demuestre lo contrario, el es un exitoso empresario, en el mundo de los Video Juegos. Adora los tatuajes que adornan su cuerpo, las mujeres faciles, un buen cigarro y un trago de whisky. A sus treinta anos, Max todavia no se ha casado, no tiene pareja fija y mucho menos hijos. El tiene un defecto, a pesar de lucir como el partido perfecto para cualquier chica inteligente. tiene una adiccion que esta a punto de arruinarlo. Una noche conoce a Nicole Calaway, de manera accidentada en un bar cercano a su oficina. Max queda prendado de su generosa sonrisa, el color castano de sus ojos, y el aleteo coqueto de sus pestanas. Al instante supo que esa mujer era especial. Sin imaginarse de quien realmente se trataba.

  • La muerte del corazon de Elizabeth Bowen

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    <>
    Daily Telegraph

  • Podemos salvar el mundo antes de cenar de Jonathan Safran Foer

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    La mayoria de los libros que abordan la crisis del medioambiente son densos, academicos y estan repletos de estadisticas impersonales. Este no es uno mas. Es accesible, inmediato y ofrece una solucion clara que los lectores pueden poner en practica inmediatamente. El principal porcentaje de las emisiones globales de CO2 proviene de las granjas industriales. Dejar de comer carne es dificil y nadie es perfecto, pero reducir su consumo es mucho mas facil y tiene un efecto positivo e inmediato en el medio ambiente. Solo cambiando nuestra cena (y comiendo carne solo una vez al dia) es suficiente para cambiar el mundo.
    Mezclando ensayo, reportaje periodistico y su propia biografia, historia y actualidad, Jonathan Safran Foer se mete de lleno en uno de los principales dilemas de nuestra epoca de una forma urgente, creativa y sorprendente.

  • La isla olvidada de Jose Garrido Mendoza

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    El silencio del bosque nocturno se quiebra al aparecer una figura humana que emerge desde la oscura espesura. El individuo camina rapido, aunque de forma algo torpe. La fiereza que su aspecto le confiere: con una larga barba negra, manos curtidas, ojos de color azabache y un cuerpo fornido a causa del duro trabajo, es solo comparable a lo penoso de su vision. Paso a paso, se acerca al agua y un rayo de luna permite que su rostro pueda verse con mas claridad. Lo tiene cubierto de un liquido rojo y tambien el torso, en el que se adivina una herida que no para de sangrar. Los atavicos ropajes que porta, elaborados a base de pieles de animales, los lleva sucios y raidos. En su mano derecha, carga lo que parece ser una extremidad humana, un brazo. Es de uno de sus enemigos; se lo ha arrancado del tronco, minutos antes, en lo profundo del bosque. Todos en el poblado dormian placidamente cuando el ataque comenzo. Pensaba que, al vivir en una isla, estarian a salvo. Nada mas lejos de la realidad. Llevado por el mas puro instinto de supervivencia, se incorporo, azorado, al oir los primeros gritos. No tuvo tiempo de alcanzar ningun arma ni nada con lo que defenderse, asi que hizo lo propio con sus manos. Encontro al primero justo al abandonar su choza y se enzarzo en una dura pelea con el. Mientras lo hacia, pudo ver como otros dos mataban a su mujer y a su hija, y prendian fuego a su hogar. No pudo hacer nada para evitarlo, ya que su contrincante no le permitia acudir en su ayuda. La rabia que le confirio ser cruel espectador de la escena le permitio acabar con su oponente, metiendo sus dedos pulgares en los ojos de este y dejandolo ciego entre agudos gritos de dolor. Los que habian acabado con su familia se percataron de su presencia y corrieron hasta el. En solo unos segundos, tuvo tiempo de ojear lo que ocurria en el poblado. Sus conocidos morian a su alrededor. Ya todo estaba perdido, incluida su familia, asi que echo a correr hacia el bosque, perseguido por los dos hombres que le habian arrebatado su mundo. Detuvo su carrera, al ser consciente de que le estaban dando caza. Con un rapido movimiento, paro la embestida del primero, alzando sus brazos para contener el arma de su enemigo. Acto seguido, le propino un cabezazo y le arrebato el arma. Con ella, le abrio la cabeza de un golpe seco que hizo que sus musculos temblasen al romperle el craneo. En ese preciso instante, sintio un dolor agudo en su costado derecho: el otro asaltante habia clavado su rudimentario cuchillo alli, sirviendose de la ventaja que le proporcionaba la superioridad numerica. Agarro a su enemigo por el brazo con el que sostenia el arma, impidiendo que este pudiese sacarlo de sus entranas. En su otra mano, aun sostenia el arma roma con la que habia acabado con la vida del otro salteador y golpeo la extremidad enemiga que sostenia el cuchillo una y otra vez, con fuerza, hasta que se la arranco del tronco. Su adversario cayo al suelo de rodillas mientras la sangre le brotaba del tronco como si de una fuente se tratase. Girandose sobre si mismo, volvio a golpearle, esta vez en la cabeza, acabando con los restos de vida que aun quedaban en su cuerpo. Tiro al suelo el arma para usar esa mano para sacar el cuchillo clavado en sus entranas y lo hizo sin proferir ni un solo grito. Segundos despues, seco el sudor de su frente con la misma mano, permitiendo asi que se mezclase con la sangre que la manchaba. Respiraba con dificultad a causa del esfuerzo y las heridas, y su mente se habia extraviado en un extrano sendero lejano, debido a todo lo que sus ojos habian presenciado. Desde su posicion, podia ver el resplandor que emitia en el cielo el que habia sido su poblado, ahora en llamas. Sin saber por que, camino bajo las copas de los arboles y las estrellas del cielo en direccion opuesta a las llamas. En pocos minutos, dejo atras el bosque, llegando a la orilla de una de las playas de la isla. Cada vez le costaba mas respirar y sentia un fuerte dolor que le oprimia el pecho. Se acerco al agua y, cuando sus pies la tocaron, el tacto con el liquido frio le devolvio al mundo de nuevo. Observo que, en su mano derecha, portaba el brazo de su enemigo y lo lanzo lo mas lejos que pudo con un espasmo de repulsion. Despues, se arrodillo en el agua, la cual brillaba de una forma extrana a causa de los rayos de luna. En ese instante, pudo ver su rostro reflejado en ella y le parecio muy diferente a la imagen que guardaba de el en su mente. Limpio la sangre que lo cubria, ayudandose con el agua salada, y volvio a intentar llenar sus pulmones con el aire nocturno. Ya casi no podia hacerlo. La vida se le escapaba por el agujero de su costado a un ritmo acelerado. A su mente acudio el ultimo recuerdo de su mujer y de su hija, haciendo que las lagrimas resbalasen por sus mejillas. La incomprension entre la que navegaban sus pensamientos era total. ?Cual era la causa de toda aquella barbarie? Sin tiempo para mas, se desplomo sobre el agua de bruces y fue ahogandose lentamente, con fuertes espasmos que sacudian su maltrecho cuerpo cada vez que intentaba respirar bajo el agua, hasta que la vida lo abandono por completo y dejo de moverse. Su ser, ya sin vida, fue alejandose lentamente de la orilla, mecido por las suaves olas que llegaban hasta esta. Desaparecia en las negras aguas iluminadas por las estrellas mientras, a unos cientos de metros, el calor y el brillo del fuego asolaban la que habia sido su aldea. En el ultimo instante, el cuerpo se hundio para siempre, perdiendose en el olvido. I 1 Siglo VII a. C. La brisa primaveral acariciaba su rostro como si se tratase de la mano de una mujer, mientras su cuerpo se estremecia cuando imaginaba las aventuras que le aguardaban en su destino. El chico, moreno, de estatura media y algo enclenque, se apoyaba en el mastil del barco mientras observaba la orilla. En su mano derecha, sujetaba con fuerza el betilo [1] negro que Adama le habia regalado antes de partir. Ella lo habia visto caer del cielo, ardiendo, y penso que le protegeria en su travesia. Su madre y su hermana le habian despedido en el puerto de Tiro, con lagrimas en los ojos. El viaje habia sido largo. Contaban ya varios meses desde que diviso la costa de su amada ciudad por ultima vez. La travesia en el barco mercante estaba siendo bastante dura. Pocas veces se intento cubrir tanta distancia en un solo viaje. Las escalas en puertos amigos, tales como Cirene, Leptis, Cartago o Gadir, no resultaron demasiado provechosas. Su esperanza era el ultimo de los puertos fenicios, el que mas atraia a los hombres, uno en el que se daban cita una pletora de mercancias, entre las que destacaba la plata de los tartessos. Ahiram se habia enrolado en la panzuda nave mercante a causa de la muerte de su padre. El chico tan solo contaba diecinueve anos, pero en su ciudad eso era mas que suficiente para ser un hombre. Su padre habia fallecido en la mar, como buen marino fenicio, y ahora era el quien tendria que mantener a su familia, pero algo mas invadia su mente: la idea de conseguir riquezas en aquella lejana ciudad le daba fuerzas para seguir. En Tiro no dejo solo a su familia, tambien estaba ella, su amor, la mujer que nunca podria llegar a tener, aquella que ya habia poseido porque el deseo de dos jovenes podia estar muy contrapuesto a los intereses de sus progenitores: Adama, la mujer que amaba y por la que era amado, que, sin embargo, no podria ser suya jamas, al menos hasta que no regresase cargado de riquezas, cambiando asi su estatus social, siendo un buen pretendiente a los ojos del padre de la chica de la que estaba enamorado. El hippoi [2] navegaba, orgulloso, con su unica vela extendida ondeando al viento, sin necesidad de usar ninguno de sus dieciocho remos. Mas tarde, serian de ayuda. El puerto de Onoba [3] era famoso por la gran cantidad de canales circundantes que llevaban hacia asentamientos vecinos. Si tenian suerte, al llegar a su destino, podrian cambiar las anforas de aceite que consiguieron en Gadir [4] y algo del mejor atun que Ahiram jamas habia probado por la plata tartesica. Fue este el unico puerto en el que consiguieron cerrar un trato con el que el capitan de la nave se sintio medio complacido. Desde que abandonaron Gadir, navegaron bordeando la costa. Antes, habian pasado a traves de las columnas de Hercules, un lugar que el chico deseo ver desde que supo de su existencia. Contaban ya varios dias de navegacion en los que Ahiram habia podido observar desde la cubierta las hermosas playas que tenian enfrente, plagadas de animales que las pisaban en libertad: caballos, jabalies e, incluso, un extrano gato con aspecto felino y que el nunca habia visto antes. Fue este, sin duda, el animal que mas le sorprendio. Estaba claro que esta era una tierra diferente a su hogar, pero hermosa y salvaje; una tierra de oportunidades. Para el era como transportarse a otro mundo. Una vez que pasaron a traves de las columnas, navegaban hacia los confines del mundo. Mas alla, el misterio era lo que quedaba. Todos habian oido historias cuando eran pequenos sobre aquellos que se aventuraban a seguir su viaje alejandose de estas costas hasta islas lejanas y misteriosas, pero esa no era la intencion de Ahiram. La codiciada plata de Onoba era lo que le llevo a embarcarse en un viaje tan largo. Tras unas horas de navegacion desde su ultima parada la noche anterior, el chico pudo divisar algo que le maravillo: la confluencia de dos rios llegando juntos hasta el mar, algo que daba testimonio de que estaban a punto de llegar a su destino. Era una estampa increible; una vision digna de los dioses. --Capitan, hemos llegado --grito el chico, senalando hacia las aguas de los rios. --Lo se, chico --respondio el capitan--. !Remos! --grito acto seguido. Los remeros comenzaron a bogar, siguiendo el curso del rio situado mas a la izquierda, por el que llegarian a la ciudad. Ahiram se habia librado de ser uno de ellos, gracias a que el capitan de la nave era el esposo de su hermana, por lo que consiguio hacer las veces de aprendiz de timonel durante la travesia, sin dejar de ayudar a estibar la carga y acarrear las mercancias que intercambiaban en puerto. El hippoi seguia su camino, subiendo por el rio ayudado por el impulso de sus remos y por su unica vela, que seguia desplegada. En ese momento, el muchacho pudo distinguir una isla a su izquierda en la que se alzaba un gran templo. Habia oido hablar a los marineros del barco sobre la isla prohibida en la que se encontraba el enorme templo dedicado al dios Baal que dio nombre a la ciudad de Onoba: la fortaleza del dios Baal (<>). Desde la nave, la isla parecia ser un paraiso plagado de arboles frutales y aves extranas, y el descomunal santuario era algo impresionante y majestuoso, sin duda, digno de un dios. Se decia que los sacerdotes fenicios habian erigido aquel edificio sobre las ruinas de uno aun mas grande que estuvo dedicado a Hercules. Para Ahiram, la idea de que pudiese haber existido un templo de un tamano mayor al que estaba contemplando le parecia casi imposible. --Es la isla prohibida --dijo el capitan, dirigiendose al chico al percatarse de la expresion de su rostro cuando la contemplaba. Al girarse, Ahiram pudo ver al hombre que le hablaba: de tez morena y curtida, y una gran barba negra, al igual que su pelo rizado en el que ya podian adivinarse unas pocas canas, era mas alto que el y bastante mas fuerte. Un autentico marino de Tiro.--Lo se --respondio el chico. --Y ese es el gran templo del dios Baal. Yo mismo me llamo Barekbaal en honor a nuestro gran dios. --Lo se --volvio a decir. --Si, se que lo sabes todo. Eres un chico listo; tan listo como tu hermana. ?Sabes tambien que significa mi nombre? --El muchacho se mantuvo en silencio con cara de no saber a que se referia Barekbaal--. ?Ves, chico? No puedes saberlo todo. Significa que Baal me ha bendecido y, sin duda, lo ha hecho. Las anforas de ese estupendo aceite y el exquisito atun que trasportamos nos proporcionaran un buen trueque con estos tartessos. Para eso hemos venido. Ademas, hoy es un gran dia, chico. Seguro que tampoco sabias eso, ?eh? --El muchacho siguio en silencio, pues no tenia la menor idea de lo que estaba hablando su capitan--. !Recoged la vela! --grito--. A partir de ahora, usaremos solo remos, asi os ganareis la siguiente comida, perros ingratos. Remad con decision, que los habitantes de la ciudad puedan ver como se gobierna una nave de Tiro. Con maestria, no como esos enclenques de Qart-Hadasht [5] . Esos malditos creen que todo el comercio

  • Las cuatro torres de Leandro Perez

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    ?Quien es Juan Torca? ?Un mercenario, un detective, un asesino? Al desembarcar en Madrid, Torca es un naufrago que vive en un hotel de Gran Via y corre por el Retiro. Todo cambiara cuando se reuna con su compadre, Javier Marse, en una de las Cuatro Torres. Y cuando se crucen en su camino Nerea, una joven recepcionista del hotel, y Adriana, la mujer de Marse.

  • La Dama del Amazonas de Teresa Ortiz-tagle

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    Aventuras, accion, misterio y una mujer que lucho hasta mas alla de cualquier limite.

  • Manual de la casa limpia y ordenada de Pepa Tabero

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    El estado de nuestra casa influira de manera determinante en nuestro animo y en el de nuestra familia. Si queremos que la vida resulte mas facil y fluida, hemos de mantener el orden pero sin estresarnos. Para ello, la autora de este practico manual nos ofrece un sistema inteligente que nos ensenara a:

  • Todo es posible de Rosa Jove

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    La psicologa Rosa Jove, autora del bestseller Dormir sin lagrimas, nos invita a un viaje maravilloso que arranca desde el momento mismo de la concepcion, guiandonos por senderos insolitos que nada tienen que ver con el exceso de estimulacion temprana ni con las <> tan obsesivamente implantadas en la actualidad.

  • Tu en mis suenos de Christine Cross

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    Rafael es un atractivo madrileno de 34 anos. Psiquiatra de profesion y soltero por eleccion, no tiene ninguna intencion de enamorarse. Para el solo tienen valor los datos cientificos y probados, no las emociones, a pesar de que ultimamente una misteriosa mujer aparece en sus suenos y eso lo inquieta.
    Cuando su hermana Marina le pide que viaje a Cordoba para averiguar por que Sofia, la hermana pequena de ambos, no contesta a los mensajes, Rafael debera afrontar la posibilidad de que existe algo que supera los limites de su mente racionalista. En Cordoba se vera envuelto en el fantastico y caprichoso mundo de los suenos donde Sofia ha quedado atrapada. Para ayudarle a regresar al mundo de la realidad, contara con el apoyo de Patricia, companera de piso de Sofia. Un hecho que pondra a prueba no solo su mente, sino tambien su corazon, puesto que Patricia no es otra que la mujer misteriosa que aparece en sus suenos.

  • Bajo las cenizas de la Navarreria de Begona Pro Uriarte

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    Desde su exilio en Calahorra, los caballeros navarros vencidos en la guerra de la Navarreria de 1276 ni olvidan ni perdonan. Los ocho anos que han transcurrido desde entonces, no han contribuido a restanar las heridas. Lo han perdido todo: sus bienes y sus tierras han sido confiscados y sus apellidos han quedado marcados con el infamante calificativo de banido. Mientras luchan por preservar su estatus en Castilla, el reino que les prometio ayuda frente a los franceses y que les abandono en el ultimo momento, los desterrados no dejan de mirar a Navarra, a la espera de una senal que les permita regresar y recuperar todo aquello que les fue arrebatado.

  • El manana sin mi de Emili Bayo

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    Novela ganadora del premio Valencia 2019 Alfons el Magnanim de Narrativa en Castellano.

  • Un angel vestido de escarlata de Paulina Maggi

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    Un angel vestido de escarlata narra la historia de superacion de una mujer que se creia una cascara vacia.

  • Mas Que Amigos de Stephanie Foss

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    Abrio su boca para dejarse besar, saboreando el ligero sabor a vainilla del whisky. Nick no besaba de la misma manera que Steve. Besaba bien. Besaba con intencion. Pero no besaba con la misma pasion que la habia dejado sin aliento, no de la manera como lo habia hecho Steve.
    -Pareces pensativa.
    Solto una risita.
    -No, lo siento. Es solo. Un amigo paso por casa el otro dia con una historia absolutamente absurda, y se quedo grabada en mi cabeza. Disculpame. Un par de besos mas y estoy segura de que me olvidare de todo eso.
    Nick solto una carcajada.
    -?Estas segura, eh?
    -Oh, si. -Lo jalo hacia ella para darle otro beso-. Tus besos tienen mucho poder de distraccion…

    Ria Cameron ha sido machorra toda su vida. A los veinticinco anos de edad, su vida esta dividida entre montar bicicleta, hacer excursiones en las montanas y ver partidos de rugby con su mejor amigo, Steve.
    Steve. El sexy, alto y musculoso jugador estrella del equipo de rugby. El unico chico que ha amado. Excepto que, Steve nunca la ha visto como algo mas que una amiga. De hecho, nadie se habia fijado en ella.
    Pero cuando Ria es seleccionada para unas pasantias con una prestigiosa firma de abogados, necesita un nuevo vestuario y un cambio de look, y necesita que sea rapido. Nuevo vestuario, nuevo corte de cabello, y de repente, todas las miradas estan sobre ella. Ria se siente incomoda al principio, hasta que se da cuenta de que los hombres le estan prestando atencion por primera vez en la vida.
    Pero Steve comienza a comportarse de manera extrana. Y cuando Ria atrae la atencion de Nick, el companero de equipo de Steve, Steve pasa de apoyarla a molestarse. ?Acaso esta en lo cierto cuando insiste en que Ria no esta a salvo con Nick? ?O su conducta se debe a que esta celoso?
    Ria no logra descifrar lo que esta pensando Steve. Ella pensaba que nunca voltearia a verla.
    Ahora es demasiado tarde.
    Ella ha escogido a Nick, decidio confiar en el, y ahora esta lista para entregarse a el.
    Pero cuando cierra los ojos, Steve sigue apareciendo en sus suenos mas salvajes…

  • Bajo tu toque de Rebeca B

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  • Mio [LGBTI] de Raquel Tirado Fernandez

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    En este libro encontraras la puerta a un mundo en el que para escapar de tu pasado debes convertirte en lo que mas temes.
    Conoceras a una madre que construia edificios de recuerdos y a una hija que sonaba con una casa frente al mar.
    Y descubriras la historia de una joven que se escribia cartas a si misma en busca de respuestas que no queria encontrar.
    Tres mundos.
    Tres mujeres.
    Tres historias diferentes pero con un mensaje en comun: a veces, las mascaras, las mentiras y la ficcion son la unica forma de contar la verdad.

  • Corazon culpable de Janice Maynard

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    -!La respuesta es no! Mazie Tarleton termino la llamada, deseando tener un telefono antiguo para colgar con fuerza el auricular. A sus espaldas, Gina, su mejor amiga y companera de trabajo, se acabo el ultimo bocado del bollito de canela y se chupo los dedos. -?Quien te ha enfadado tanto? Las dos mujeres estaban en el despacho de Mazie, un rincon al fondo de All That Glitters, la exclusiva joyeria de Mazie en el centro historico de Charleston que a tantos turistas y paisanos atraia. -Es otra vez la agente inmobiliaria de J.B. dandome la lata -comento Mazie. -No te quejes. J.B. te ha hecho una buena oferta por este edificio que se cae a cachos. -?De que lado estas? Mazie y Gina se habian conocido en el primer curso de la escuela de arte y diseno de Savannah. Gina conocia el desprecio que Mazie sentia por el empresario mas deseable y sexy de Charleston. -Hay carcoma en el desvan y la calefaccion es prehistorica, por no mencionar que la cuota del seguro se triplicara en la proxima renovacion. Se que los Tarleton sois muy ricos, pero no por eso tenemos que ignorar una buena oferta. -Si viniera de otra persona que no fuera J. B. -murmuro Mazie con tension en los hombros. Jackson Beauregard Vaughan, el hombre al que amaba tanto como odiaba desde que tenia dieciseis anos. Lo detestaba y queria hacerle tanto dano como el que el le habia hecho a ella. -?Que es lo que te hizo? -pregunto Gina. Su expresion de perplejidad era comprensible. J.B. Vaughan era el prototipo de hombre alto, moreno y guapo. Tenia una sonrisa arrogante, brillantes ojos azules y rasgos marcados, ademas de unos hombros muy anchos. -Es complicado -murmuro Mazie, sintiendo que le ardia la cara. Los recuerdos le resultaban humillantes. Mazie no recordaba ningun momento en el que J.B. no hubiera formado parte de su vida. Mucho tiempo atras lo habia querido como a un hermano. Pero cuando sus hormonas empezaron a enloquecer, lo habia visto desde una nueva perspectiva. El baile de primavera de su colegio se habia presentado como la oportunidad de jugar a ser adultos. Lo habia llamado una tarde de un miercoles del mes de abril. Con los nervios a flor de piel y el estomago encogido, le habia hecho la invitacion. J.B. se habia mostrado evasivo. Entonces, apenas cuatro horas mas tarde, habia aparecido en la puerta de su casa. Su padre estaba encerrado en su estudio bebiendo, y Jonathan y Hartley, sus hermanos, habian salido a hacer unos recados. Asi que habia sido ella la que habia abierto la puerta. Como se habia sentido incomoda de invitarle a pasar, a pesar de que ya habia estado antes un monton de veces, habia salido al porche y le habia sonreido con timidez. -Hola, J.B. No esperaba verte hoy. Se habia quedado apoyado en el poste, en aquella postura tan varonil. En pocas semanas cumpliria dieciocho y seria legalmente un adulto. -Queria hablar contigo cara a cara. Has sido muy amable invitandome al baile. Me siento halagado. -Todavia no me has dicho si iras conmigo. Sintio las manos heladas y empezo a temblar. -Eres una chica encantadora, Mazie, y me alegro de que seas mi amiga. No hacia falta que dijera nada mas. Era inteligente y sabia leer entre lineas, pero no estaba dispuesta a dejarlo escapar tan facilmente. -?Que intentas decir, J.B.? -Maldita sea, Mazie. No puedo ir al baile contigo. No deberias habermelo pedido. Eres una cria. -No soy una nina. Soy solo un ano mas pequena que tu. -Casi dos. Le sorprendio que lo supiera con tanta exactitud. Avanzo unos pasos hacia el. Se habia venido abajo, pero no estaba dispuesta a que se diera cuenta de cuanto afectaba a su autoestima. -No te inventes excusas, J.B. Si no quieres ir conmigo, ten las agallas de decirmelo a las claras. El maldijo entre dientes y le aparto un mechon de pelo de la cara. -Eres como una hermana para mi. No podia haber dado con una excusa menos convincente. ?Por que se empenaba en levantar muros entre ellos? Respiraba con tanta agitacion que corria el riesgo de hiperventilar. Era evidente que lo habia malinterpretado. J.B. no habia ido hasta alli aquella noche porque sintiera algo por ella o porque quisiera verla. Estaba alli porque era todo un caballero incapaz de decirle que no por telefono. Otra persona se lo habria puesto mas facil, pero Mazie estaba cansada de ser buena. Lo rodeo por la cintura y apoyo la mejilla en su amplio pecho. Llevaba una camiseta azul marino, unos vaqueros desgastados y sus nauticos de piel. Era el clasico James Dean, un chico malo e inconformista. Cuando lo toco, todo su cuerpo se puso rigido. Nada se movio, excepto una unica cosa, algo bastante abultado. Jackson estaba excitado y como Mazie se habia abrazado a el, le era imposible ocultarlo. Sus bocas se encontraron y volco toda su pasion de adolescente en aquel beso desesperado. J.B. sabia de maravilla, tal y como habia imaginado en sus suenos. Por un momento, se habia sentido vencedora. La estrecho contra el y su boca se fundio con la suya. Su lengua se deslizo entre sus labios y acaricio el interior de su boca. Las piernas no la sostenian y se aferro a sus hombros. -J. B. -susurro-. Oh, J.B. Sus palabras lo sacaron del hechizo en el que habia caido. Se aparto tan bruscamente que Mazie dio un traspie. J.B. ni siquiera alargo la mano para ayudarla a recuperar el equilibrio. Se quedo mirandola, iluminado por la poco favorecedora luz amarillenta del porche. El sol se habia puesto y la noche habia caido con todos los olores y sonidos de la primavera. Se paso la mano por los labios para secarselos. -Como te he dicho, Mazie, eres una cria, deberias salir con los de tu edad. -?Por que estas siendo tan cruel? A continuacion vio como tensaba los musculos del cuello, y los ojos se le llenaron de lagrimas. Pero no iba a permitir que cayeran. -Creo que hemos terminado con esto. Hazme un favor, J.B. Si alguna vez ocurre un desastre y tu y yo somos los unicos seres humanos que sobrevivimos en el planeta, pierdete. -Mazie... Hola, Mazie. La voz de Gina la devolvio al presente. -Lo siento, estaba sumida en mis pensamientos. -En J.B., ?verdad? Estabas a punto de contarme por que detestas a ese hombre despues de tantos anos y por que no quieres venderle este edificio a pesar de que te ofrece tres veces su valor. Mazie trago saliva, olvidandose del pasado. -Me rompio el corazon cuando eramos adolescentes y se porto muy mal. Asi que si, no quiero ponerselo facil. -No estas siendo razonable. Olvidate del dinero. ?Acaso no te ha ofrecido tambien otros dos locales en una ubicacion privilegiada para nuestra tienda? !Esta dispuesto a hacer un intercambio! ?A que estas esperando, Mazie? -Quiero hacer que se arrastre. J.B. habia comprado todos los metros cuadrados en una franja de dos manzanas cerca de Battery. Tenia planeada una impresionante rehabilitacion en aquella zona de la ciudad, respetando las normas de conservacion del patrimonio historico de Charleston. A nivel de calle estarian los comercios, siguiendo el tipico estilo sureno. Sobre ellos, la idea de J.B. incluia lujosos condominios y apartamentos, algunos de ellos con vistas al puerto. Lo unico que se interponia en los planes de J. B. eran Mazie y su local. Gina agito la mano ante la cara de Mazie. -Baja ya de la nube. Puedo entender que quieras vengarte del tormento de tu juventud, pero ?de veras te vas a cerrar en banda? -No estoy segura de querer vendersela. Necesito tiempo para pensar. -?Y si la agente inmobiliaria no te vuelve a llamar? -Lo hara. J.B. nunca se da por vencido. Es una de sus virtudes y tambien la mas detestable. -Espero que tengas razon. J.B. se sento en un taburete y alzo la mano para llamar la atencion del camarero. Se habia puesto chaqueta y corbata para una reunion. En aquel momento, se habia quitado la corbata y llevaba el primer boton de la camisa desabrochado. Jonathan Tarleton estaba sentado a su lado, tomando agua con gas. -Tienes mal aspecto -comento J.B. -Son estos malditos dolores de cabeza. -Tienes que ir al medico. -Ya he ido. -Entonces, tienes que encontrar otro mejor. -?Podemos dejar de hablar de mi salud? Tengo treinta anos, no ochenta. J.B. queria insistir en el tema, pero era evidente que Jonathan no estaba interesado. -De acuerdo. Tu hermana me esta volviendo loco. ?Puedes hablar con ella? No queria mencionar la verdadera razon por la que necesitaba ayuda. Mazie y el eran como el agua y el aceite. Ella lo odiaba y J.B. llevaba anos tratando de convencerse de que no le importaba. La verdad era muy diferente. -Mazie es muy cabezota -dijo Jonathan. -Es una cualidad de los Tarleton, ?no? -Tengo el proyecto paralizado porque me esta tomando el pelo. -A mi hermana no le caes bien, J.B. -Eso ya lo se. Mazie no quiere hablar de vender. ?Que se supone que debo hacer? -?Mejorar la oferta? -?Pero como? No quiere dinero. -No lo se. Siempre me he preguntado que hiciste para enfadarla. Se ve que mi hermana pequena es la unica mujer de Charleston inmune a tus encantos. J.B. apreto el menton. -No tengo tiempo para andar con juegos. Necesito empezar las obras antes de mediados de enero para cumplir lo programado. -Le gustan los bombones. Jonathan habia hablado en serio, pero J.B. sabia que se estaba burlando de el. -?Me estas diciendo que le compre bombones? -Bombones, flores,... no se. Mi hermana es una mujer complicada. Es lista como el hambre y tiene un gran sentido del humor, pero tambien tiene un lado oscuro. Te lo va a hacer pagar caro. Estate preparado para arrastrarte. J.B. dio un trago a su bebida e intento olvidarse de Mazie. Todo en ella lo volvia loco, pero no se podia dejar llevar. Se atraganto y tuvo que dejar el vaso para recuperar la respiracion. Los hijos de los Tarleton eran guapos. J.B. solo recordaba de la madre de Jonathan que era una mujer bella, con un eterno aire triste. Jonathan y Hartley habian heredado la tez morena de su madre, asi como sus ojos oscuros y su pelo castano. Mazie tambien era morena, pero su piel era mas clara y sus ojos de un marron dorado. Su hermano llevaba el pelo muy corto y Mazie lucia una melena por el hombro. Solia dejarse caer por casa de los Tarleton en Accion de Gracias, pero ese ano habia estado ocupado con otros asuntos. Sin darse cuenta, ya estaban en diciembre. -Seguire el consejo de los bombones. -Vere lo que puedo hacer, pero no te aseguro nada. En ocasiones, cuando le sugiero algo, hace justo lo contrario. Ha sido asi desde siempre. -Porque siempre ha querido estar a la altura de sus hermanos y los dos la habeis tratado como a una nina. -No fue facil despues de que mi madre ingresara en la clinica. La pobre Mazie nunca tuvo un referente femenino. No puedo ayudarte si te lo esta poniendo dificil. Solo Dios sabe por que lo hace

  • El medico frivolo del campo de Melissa Eyre

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    Cuando el medico visita el hospital balneario, apenas puede creer lo que ven sus ojos…..

  • Noviembre y diciembre (Los chicos del calendario 5) de Candela Rios

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    He recorrido el pais entero, lo he puesto patas arriba buscando un chico que valiera la pena, alguien tenia que hacerlo, y al final la que ha acabado patas arriba, desmontada y con el corazon desbocado he sido yo. Y no lo cambiaria por nada del mundo.

  • Las Juventudes Hitlerianas de Michael H. Kater

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    Eric Hobsbawn

  • La condesa despojada (Damas poderosas 2) de Noa Pascual

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    Lady Abigail Yvaine Allende de Aberdeen siente el peso del mundo sobre sus hombros. Ser una mujer con titulo en su epoca es motivo de envidias y recelos. Pero ella es fuerte y sabe lidiar con sus enemigos.
    Tiene poder para elegir con quien quiere casarse, y ella cree en el amor. La pena, es que el unico hombre que la comprende y con quien desea estar en todo momento no cree en el amor: el duque de Hamilton, que sigue soltero y no muestra interes en desposar a ninguna dama.

  • Una noche con ella, Anabella Franco de Anabella Franco

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    Helena es el deseo de muchos, pero no puede desear ni sentir. El pasado ensombrece su alma: si hay una vida feliz parece solo reservada a los demas. Solo un angel negro, un alma oscura como la suya, podra adentrarse en su conciencia y despertar en ella sus fantasias mas ocultas.
    Mariano, un hombre solitario y sin afectos, encuentra en Helena a su reflejo. Y lo que comenzo como un juego de seduccion y negocios, les planteara un desafio: ?podran dominar los sentimientos o terminaran por quebrar las reglas? ?Aprendera Helena que existe el placer y Mariano, que no es tarde para amar?
    Anabella Franco, autora de “Nada mas que una noche”, nos abre una puerta en esta vibrante novela erotica a la intimidad de conocidos y nuevos personajes. Como en una inmensa marea, los lectores -igual que los personajes de esta novela- se dejaran llevar en un viaje de luz y oscuridad, de deseo y pasion.

  • Susurros desde la oscuridad de Melani Abascal

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    Bienvenido a esta tierra oscura, yerma y espinosa, donde a cada paso que des no podras asegurar a ciencia cierta si viste a alguien acecharte desde el ultimo recodo de tu campo visual. Quizas fuese mas algo que alguien...La niebla que mora aqui nunca llega sola, siempre trae consigo voces inquietantes del pasado, susurros frios de lo ya muerto tiempo atras.Cada relato que encontraras en esta recopilacion inquietante rebuscara en lo mas hondo de tu ser y tratara de que no duermas tranquilo esta noche.?Oyes ese ruido tras de ti? ?Puedes sentir el escalofrio que recorre tu espina? Cuando te gires para ver que lo produce ya sera demasiado tarde.

  • Reconstruyeme de Tahereh Mafi

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  • El secreto (El manuscrito 1), Blanca Miosi de Blanca Miosi

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  • El vigilante del fiordo de Fernando Aramburu

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    El <> es un hombre de mediana edad destinado a una inhospita cabana solitaria, en las orillas de un fiordo noruego, con la mision de alertar de la presencia de terroristas en la zona, por lo que debe permanecer dia y noche ojo avizor. Esa situacion de pesadilla, intimamente relacionada con el enloquecedor sentimiento de culpa que asedia a un funcionario de prisiones, conforma la atmosfera claustrofobica del relato que da titulo a este excepcional libro de cuentos. Y algo de esa angustia provocada por el terrorismo se reconoce tambien en <>, donde el miedo empuja a un matrimonio a huir de ciudad en ciudad, o, ya en su maxima expresion, en <>, un mosaico impactante a partir de las vivencias de varios personajes en la tragedia del 11-M. Otras conmociones mas intimas se recrean en la historia del adolescente que descubre la catadura moral de su padre durante unas vacaciones; en el personaje que se encuentra cada dia con el dolor de una mujer que llora en una estacion de metro, o en el que asiste a su propia muerte.

  • El laberinto de Ariadne de G. S. Santos

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    G. S. Santos presenta una nueva aventura de ciencia ficcion, con trepidante accion y suspense, ademas de un romance que trascendera la muerte, la distancia y los universos paralelos.

  • Desnudame de Clara Montecarlo

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    He esperado toda la vida al hombre de mi vida. Joven, soltera, trabajadora, independiente, divertida... Y sigue sin aparecer. Hasta hoy. Abdominales de acero, sonrisa de diablo. Corbata de empresario, mirada de cazador. John Corvus es el hombre de mi vida. Lo se. Mi corazon se detiene al verle. Me muerdo el labio. No habia visto a nadie asi en mi vida. Decidido, confiado, comprensivo, seductor. Inteligente, salvaje, protector, divertido. Y me quiere a mi. Noto como me devora con la mirada. Yo soy una princesa. Nunca se lo pongo facil. Pero es dificil resistir cuando su mirada te quita el aliento. Estoy cansada de ser la chica buena que termina sola. Es hora de que descubra quien es la verdadera Ann Jones.

  • Los relatos de Fata Morgana de Jonathan Littell

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    Abajo del todo se alzan las dos torres. Destacan sobre un cielo gris, delicado, de luz contenida. Unos arboles ocultan parte de la segunda, la que esta quemada de abajo hacia arriba. Se yerguen silenciosas como centinelas, indiferentes a lo que sucede a sus pies. El viento agita las hojas de los arboles. Estelas de nubes cruzan perezosamente el cielo. Es un domingo de verano. Al rato el sol pasa por el balcon y calienta el rostro y las piernas. Asi que durante unas horas toca refugiarse en el interior oscuro y fresco del apartamento. Enfrente, hacia la izquierda, al bies sobre la colina, estan las pequenas manchas blancas de las tumbas, un reguero disperso entre las casas. Por encima del cementerio se alza una bonita vivienda, un gran edificio del siglo XIX con alas imponentes y columnas de un lado al otro de la puerta principal. Puede que ese fuese el acceso al cementerio. Es dificil saberlo, porque alli arriba no se puede llegar. Por la noche, cerca de esa casa, hay una luz que es un agujero de fuego en la oscuridad. Quien la ha puesto ahi, tampoco se sabe. Hay gente que debe de saberlo, pero yo a esa gente no la conozco. Una vez visite una casa no muy lejos de ese cementerio. Tambien era domingo, hacia el mediodia. B. me habia llevado para entregarle un paquete a la gente que vivia en ella. Nos quedamos en la terraza una media hora, bebiendo cerveza con el padre mientras la hija, en el jardin, cortaba rosas para B. Estabamos sentados un poco apartados, porque el extremo de la terraza quedaba expuesto. La ciudad se extendia a nuestros pies, con las dos torres de frente por una vez, bajo un cielo azul de verano que viraba a blanco. En el lado de la Residencia del general cayeron algunos obuses. El padre me dijo que no estabamos mas que a ciento cincuenta metros del cementerio; esa informacion me parecio sorprendente. Ayer, prosiguio, una mujer fue asesinada por un obus justo debajo de esta casa. La vispera habia sido en efecto un dia muy malo, mataron a muchas personas. Pero ese domingo yo todavia no sabia hasta que punto el dia anterior habia sido malo. Fue un fin de semana tan hermoso. El sabado, cuando atacaron por primera vez la Residencia del general, yo estaba almorzando en una taberna. Delante de mi mesa reboto una esquirla de obus con un pequeno tintineo, corri a recogerla; volvi a entrar en el cafe riendo, pasandome la esquirla aun ardiente de una mano a la otra, como cuando sacas del horno una patata asada. Mas tarde, ya de cara a la noche, fui a casa de unos amigos a tomar un coctel. Bebiamos en el jardin mientras por encima de nosotros bramaban los cohetes. Varios de mis amigos se asustaron y se acurrucaron al pie de los rosales. Fue muy divertido, nos reimos mucho. A la manana siguiente, otro obus exploto en el jardin de al lado, a unos cincuenta metros de donde habiamos estado bebiendo. Asi que ese domingo, despues de la cerveza cerca del cementerio, me fui con B. a recoger a nuestro amigo A. para ir a almorzar a un restaurante precioso, un poco aislado, con una terraza cerrada solo en parte en la que podias estar al aire libre sin violar demasiado las prohibiciones de la policia. Comimos lentamente durante toda la tarde, chuletas de cordero con una ensalada de cebolla, y nos bebimos una botella de vino tinto. Despues, B. y yo compartimos un puro, estaba demasiado seco pero igual fue un gran placer. Luego compramos pasteles y fuimos a beber alcohol a mi balcon, frente al cementerio, con las dos torres a nuestros pies. No fue hasta el dia siguiente, al leer los periodicos, cuando nos dimos cuenta de lo malo que habia sido el fin de semana. Pero el verano ya llevaba asi seis semanas, y todo apuntaba a que iba a seguir igual. La ciudad estaba completamente cerrada desde finales de mayo. De hecho, todavia quedaba una carretera para entrar y salir, pero era peligrosa. Habia a quien esa sensacion de encierro le ponia de los nervios, pero a mi me alegraba. Me encantaba la idea de estar aqui atrapado para el resto del verano, con el calor y la luz, perseguido a un lado y al otro de la ciudad por los silbidos agudos de los obuses y el ruido obsceno de sus detonaciones. Eso me hacia sentir enormemente vulnerable y me ligaba como un suplicio a esa otra cosa de la que no deberia hablar. Esa otra cosa, me resulta imposible hablar de ella pero tambien me resulta imposible no hablar de ella. Me devastaba el corazon y consumia mis noches: por la manana, al despertarme, colmaba mi cuerpo y lo retorcia de felicidad. Luego me levantaba, me vestia, me dirigia a mi despacho y reanudaba mi trabajo con una atencion y un estado tan febril que, por un tiempo, la dejaba de lado. Pero a veces los bombardeos eran demasiado fatigosos, imposible trabajar, y entonces, entre el miedo y esa cosa, me invadia una enorme pereza que volvia inutil cualquier esfuerzo. Entonces quedaba el balcon, el sol, los libros, el alcohol y los puritos que tanto me costaba procurarme, y a veces tambien el telefono, horas y horas de telefono, un medio odioso y falso pero que en ausencia de su rostro y de su cuerpo alimentaba mi angustia y mi futilidad. Y aqui estoy, hablando de ello, cuando no deberia hacerlo. Deberia hablar de otra cosa. Hacer descripciones, como al principio de este relato, describir el purito palido que me fumo en este momento, el mechero de estano barnizado que tengo delante, un poco rayado por las monedas que llevaba en el bolsillo, el cielo que vira a gris. A modo de proteccion de posibles fragmentos de vidrio, las ventanas de mi despacho estan cubiertas por unas laminas autoadhesivas de plastico translucido; a traves de esas laminas, punteadas por burbujas de aire, todo se ve turbio. Es una lastima, pero por otro lado, delante de mi despacho no hay nada que ver, solo otro edificio gris, sucio, con muy pocas ventanas intactas y estrias de impactos que atraviesan su fachada. Ah, aqui vuelve el sol, a iluminar graciosamente esa horrible fachada. No hay discusion, el sol demuestra una inmensa bondad por las pobres cosas de este mundo. Un poco mas arriba, en este mismo cuaderno en el que ahora tomo notas, hace unas semanas escribi una o dos frases sobre la luz del sol en el cuello de B. Tambien, como por azar, fue un domingo (aunque en realidad no se deba al azar, sino a que trabajo para justificar mi presencia aqui, y a estas historias no les quedan mas que los domingos). Fue uno de los momentos mas aterradores y dolorosos en que me he visto inmerso en los ultimos anos. ?Que me impidio besarla, en ese momento? Todo mi cuerpo y todo mi pensamiento, tan debiles, no tendian mas que a una sola cosa, posar mis labios sobre ese cuello resplandeciente de luz y blancura. Que horror. No me movi, me quede apoyado en la barandilla, luego nos fuimos. Podria echarle la culpa a mi natural timidez, pero algo me dice que eso seria falso, una patetica escapatoria. Mas bien me parece que aquello fue miedo, lo cual no es lo mismo. Bajo esa luz pavorosa, tan cerca de su piel, me quede descolocado, crucificado de miedo y deseo, y ni siquiera llame Elohim, Elohim, estuvimos charlando, luego nos fuimos, le cogi una flor, otra para la tumba de mi deseo, y la lleve a su casa. En verdad no deberia hablar de estas cosas. El verano continua, esta lejos de terminar. No habria que hablar de eso sino despues, mucho tiempo despues. Lo mejor seria no hablar de eso nunca, morir en silencio y que asi desapareciese, esas dislocaciones y esas luces de las que al final veremos que esta hecha la vida, si es que no lo vemos ya, y si es que alguna vez podemos decir de una vida que esta hecha, pero si no logramos callarnos, por lo menos que sea mas tarde, y que haya sido debidamente digerida antes de regurgitarla. El verano ni siquiera ha terminado, las sirenas acaban de ponerse a sonar, habria que aprender a hacerse crecer una piel antes de jugar a despellejarse con navajas de tan pobre calidad. Tanta impaciencia me desconsuela.

  • La cuarta pregunta de Elmer Mendoza

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    Hay preguntas clave que nunca llegan a pronunciarse, otras que habria sido mejor omitir, algunas mas que no sabemos como responder y por supuesto hay respuestas que prefeririamos no escuchar.

  • El cuaderno de las flores de Kayte Nunn

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    Dos mujeres aventureras, un viaje y la busqueda de una flor que puede dar y quitar la vida

  • Por la fuerza (Parte 2 de 2) de Pilar Parralejo

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    Continuacion de Por la fuerza.

  • El Tigre (edicion ilustrada) de Joel Dicker

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  • Sexo y Dinero de Blanca Moral

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    Idolo Sexual: Sexo y Romance con la Estrella de Rock y la Fan Virgen
    No soy una chica facil. No soy chica de polvos de una noche.
    De hecho, soy virgen. A mis 19 anos.
    Pero es dificil resistirse a mi idolo de la adolescencia.
    Al mejor cantante de Rock del pais.
    El final del concierto termino en su cama.
    El ultimo sitio en el que esperaba encontrarme.
    El sueno de toda fan hecha realidad.
    La mejor noche de mi vida.
    Sin embargo, ?que podia hacer al despertarme?
    Vi sus abdominales de acero, su sonrisa traviesa durmiendo.
    Abrumada por tener al hombre de mis suenos al lado. corri.
    Recogi mi ropa, incluyendo las bragas en la lampara del techo, y corri.
    Sin embargo, Angel King no iba a rendirse tan facilmente.
    Yo habia sido el mejor polvo de su carrera.
    Virgen, joven, entregada, servicial. Enamorada.
    Intente resistirme, pero el era todo lo que queria.
    Rompio todos mis esquemas. Me demostro quien era de verdad.
    Y me enamore perdidamente, sin vuelta atras.

  • Las conspiraciones contra Hitler de Danny Orbach

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    En 1933, Adolf Hitler se convertia en canciller de Alemania. Apenas un ano despues, todas las formaciones politicas, excepto el partido nazi, habian sido ilegalizadas, la libertad de prensa era tan solo un recuerdo y el poder de Hitler se hacia imparable. Sin embargo, el regimen nazi vio como se urdian numerosas conspiraciones que trataron de acabar con aquella creciente tirania, desde las protagonizadas por lobos solitarios como el carpintero Georg Elser hasta la celebre Operacion Valquiria. Este libro cuenta en detalle las reuniones secretas, las crisis de conciencia, el diseno de los planes y la ejecucion de atentados con los que militares, maestros, politicos y diplomaticos -algunos antisemitas y reaccionarios; otros, comprometidos idealistas- no dudaron en arriesgar la vida para acabar con la del Fuhrer.

  • Todos los veranos del mundo de Monica Gutierrez

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    Helena no sabe como sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero esta a punto de averiguarlo.

  • El fruto del honor de Elif Shafak

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    La historia de una familia kurdo-turca que se traslada a Londres en los anos 70 sirve de motor narrativo para contar el dificil encaje de tradiciones distintas.

  • El heredero caido (Los Royal 4) de Erin Watt

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    Rivales. Reglas. Remordimientos. Los Royal acabaran contigo.
    Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
    Pero un dia aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondra su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraida por el, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por que, y eso la hace aun mas irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razon.
    Por primera vez en su vida, la riqueza y la popularidad de los Royal no sera suficiente para Easton.

  • La cancion secreta del mundo de Jose Antonio Cotrina

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    Se llama Ariadna.

    Hace cuatro anos, la policia la encontro en una casa incendiada repleta de cadaveres y cuerpos mutilados. Ella era la unica superviviente de la matanza. Y lo unico que recordaba era su nombre.

  • Un Camino Sin Rumbo de Alexandra Martinez

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    Una historia de drama y ciencia ficcion escrita por Alexandra Martinez, ganadora del 3 deg Galaxy of Book Awards 2017, en la red social para escritores y lectores: Wattpad. Te llevara a vivir una espectacular aventura, en ella, su protagonista Ana, tras haber sido secuestrada por desconocidos, se encuentra perdida en un extrano y despiadado mundo, donde conoce a Leon, un chico que se convertira en su amor y rival, durante una lucha a muerte, para finalmente descubrir un experimento cientifico terrible que lograra explicar cada uno de los desgarradores momentos y le conducira a un desenlace en el cual la aventura apenas comienza: Un Camino Sin Rumbo.

  • La geografia de tu recuerdo de Laia Soler

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    Podria quemarlo todo. Una vela bastaria para convertir este monton de basura en una pira funeraria. Oigo el crepitar de mis peluches, veo sus ojos derritiendose como mantequilla, los papeles ardiendo, el humo pegandose al techo y a las paredes. Podria hacerlo. Lo unico que me detiene es que no hay agua corriente, y no estoy tan loca como para incendiar la casa entera. Imagino el anuncio: <>. La luz de las velas se derrama por las paredes, desnudas por primera vez desde que tengo memoria, y trastabilla por la montana de basura creando un tetrico juego de luces y sombras. Mi viejo colchon gime al dejarme caer sobre el. Ropa, posteres, cuadros, diarios, zapatos, peluches, apuntes, libros, discos. Todas mis cosas estan ahi. Podria quemarlo todo porque no necesito nada de lo que deje en esta casa. Barcelona, eso es lo que necesito. Mi Barcelona, la que me acogio hace tres anos; mi ciudad, mis dos trabajos, mi diminuta habitacion en un barrio demasiado turistico y mis companeros de piso, todos de un pais diferente. Ese lugar desaparecio hace dieciocho dias; el primer viernes de enero sali de casa con dos trabajos y volvi con dos cartas de despido. Ni siquiera me moleste en escuchar las razones de Paula. Desconecte a su tercer <>; firme donde habia que firmar y dije que si, que yo tambien preferia que ese fuera mi ultimo dia. Mientras recogia mis cosas, Carla se acerco a mi mesa para compartir el rumor del dia: Paula y Daniel peleandose por mi. El queria despedirme en diciembre; a ella le horrorizaba la idea de mandarme al paro antes de Navidad. Me fui con mis cosas y el consuelo de las noches en el Molly Malone's. Apareci en el pub dos horas antes de lo habitual, asi que aproveche para calentar la voz con cerveza y la historia de como los cabrones de mis jefes me habian sustituido por dos becarios. Si hubiera sabido que Jorge ni siquiera esperaria a que guardara a Helvetica en su funda para pedirme que hablaramos en el almacen, habria bebido mucho mas. --Sabes que estamos contentos contigo, ?verdad? --Me voy. --No necesitaba escucharle para saber que venia a continuacion. El se puso delante de la puerta. --Espera. La decision ya estaba tomada. Queria decirtelo el domingo, pero visto lo visto, creo que mejor hoy, mejor todas las noticias de golpe, ?no? Las malas noticias de golpe y asi es mas facil… Si, ?verdad? Tu sabes que aqui te apreciamos mucho y que estamos contentos contigo, lo sabes. Pero ya llevas aqui mucho tiempo y a veces es bueno cambiar. Los cambios son buenos. Para todos: para ti, para nosotros, para todos. Y no es facil, a veces uno tiene que tomar decisiones que… Lo siguiente con sentido que escuche fue la mejor excusa de despido que podia esperar: <>. Algo mas irlandes, dijo el muy imbecil. El, Jorge Diaz, me estaba diciendo que yo, Ciara O Rinn, no era lo suficientemente irlandesa para un pub que se creia que estaba en Temple Bar por llamarse Molly Malone's y servir Guinness y tener algunos cuadros con castillos en ruinas colgados en las paredes. No le rompi a Helvetica en la cabeza por respeto a mi guitarra. No merece ese final. Cuando un par de dias despues me trague mi orgullo y volvi al Molly Malone's para hacer cambiar de opinion a Jorge, entendi a que se referia con algo <>. Irlandes, en masculino. Esa noche, tras la barra estaban las tres camareras de siempre, y tras el microfono, donde habia estado yo de miercoles a domingo durante los ultimos dos anos y medio, habia un chico rubio de metro noventa con ojos azules, brazos como troncos y sonrisa de idiota. Esa misma madrugada, tirada en el sofa de casa en completa oscuridad, comprendi, con una certeza abrumadora, que Barcelona estaba rompiendo conmigo. Unas horas despues, compre un billete de ida a Cork y llame a Ailis para anunciarle que volvia al pueblo. Su forma de darme la bienvenida ha sido dejar unas velas en el recibidor junto a una nota: <>. Es coherente, una mujer de palabra. Durante estos ultimos anos, ha hecho lo posible por cumplir lo que me dijo la ultima vez que nos vimos: <>. Desde entonces no me ha llamado ni una sola vez. Siempre ha respondido a mis llamadas, eso si, porque si algo aprendio de Edna es a ser una mujer educada. Dime, Ciara. Hola a ti tambien, Ailis. Hola. ?Como esta Aidan? Bien. ?Y Connor? Bien tambien. ?Ya habla? Tiene seis meses. ?Pero habla? No, Ciara, no habla. ?Algun comprador para la casa? No. ?Ningun interesado? Una pareja. Dijeron que olia raro y que llamarian. ?Y llamaron? No. Cuando le dije que volvia a Kilkerry no me dedico mas de cinco minutos, asi que no deberia sorprenderme que esta tarde no haya venido a recibirme. Y eso que mi vuelta es todo un acontecimiento. Un milagro, habria dicho Edna. Si estuviera aqui, le aclararia que no es un milagro. ?Dos despidos en un dia? Mensaje recibido. Es lo mejor que podria haberme pasado, en realidad. Hace demasiado tiempo que estoy posponiendo este viaje. Se agradecida. Edna vuelve a colarse entre mis pensamientos. El plan de Dios, diria. Da las gracias a Nuestro Senor. Deberia dar las gracias. Por Barcelona, por mis despidos, por esta casa, por esa montana de basura y por esta noche y esta cama y este colchon que no deja de grunir. Deberia dar las gracias, si. Hay que mirar el lado bueno de las cosas. Eso diria Edna, con las manos en las caderas, sus perlas brillando sobre un vestido estampado y una sonrisa dividiendole la cara, y la gente asentiria a su alrededor, porque Edna siempre conseguia que le dieran la razon, aunque estuviera diciendo la mayor estupidez del mundo. Yo no soy ella, asi que le hago una peineta a Dios, al universo o a quien quiera o lo que sea que este observando, si es que hay algo o alguien, y apago las velas para que la noche caiga tambien en la habitacion. La ultima llama se apaga y los fantasmas que cubrian las paredes corren hasta tus parpados. Te remueves en la cama, como hacias cuando de pequena las pesadillas te atrapaban los pies. No puedo moverme, murmurabas en suenos. No puedo moverme, no puedo moverme, no puedo moverme Lo repetias hasta que alguien te oia y corria hasta tu cuarto, y solo entonces, cuando te despertabamos y veias que estabas en tu habitacion, a salvo de los peligros de tus suenos, tu respiracion se calmaba. Esas pesadillas que te atrapaban los pies desaparecieron hace muchos anos. Lo que te ha atrapado esta noche es peor, porque impregna cada rincon de esta casa. Oscuridad y silencio, los companeros que nunca quisiste y que siempre te han sido fieles entre estas paredes. Son ellos quienes empapan tu edredon y hacen que te ahogues y te revuelvas en la cama como si yacieras en un lecho de brasas. Ellos te arrancan palabras desterradas y las dejan caer entre tus suenos para que las escuches ahora y las recuerdes cuando despiertes. Y tu gritas con los labios apretados, pero ya no llamas a nadie como cuando eras pequena y las pesadillas te atrapaban los pies. Dices que no necesitas a nadie y por eso nadie puede ayudarte. Yo siento y te observo y me resigno a ser silencio.

  • Enterrad a los muertos de Louise Penny

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    Tras Una revelacion brutal y Enterrad a los muertos, este nuevo caso del inspector Armand Gamache es la tercera obra publicada en castellano de una de las series policiacas mas galardonadas y celebradas por la critica internacional. Ganadora de un Anthony Award y elegida mejor novela negra del ano por The New York Times Book Review, El juego de la luz es una nueva leccion magistral de la gran dama canadiense del crimen. Clara Morrow lleva muchos anos trabajando en el mas absoluto anonimato como pintora aficionada en Three Pines, un tranquilo pueblecito de las afueras de Montreal.

  • La Eternidad y un Dia de Lauren Kate

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  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • El secreto mejor guardado de Jackson de Towanda Richardson

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    Tiffany bajo del taxi con una mueca de fastidio. El calor de agosto en Kentucky deberia haberla hecho desistir de llevar aquella ropa, pero hacia anos que Tiffany se vestia cada manana por pura intuicion y que no le importaban ni las opiniones ajenas, ni la incomodidad ni la temperatura reinante en el ambiente. Claro que Tiffany no sabia que aquel dia, su primer dia de trabajo, iba a estar presidido por una ola de calor y por un taxista negligente que no habia revisado a tiempo el sistema de aire acondicionado del coche. Cuando ya estaba a punto de olvidarlo sobre la tapiceria del asiento trasero, tomo su maletin de cuero por el asa y lo transporto (casi casi lo arrastro) hasta la garita donde le habian comunicado que debia presentarse aquel diez de agosto, a las nueve en punto de la manana. La garita de acceso a la carcel de Westmoore Fields, el penal de maxima seguridad del estado. Tiffany habia acabado su carrera de Literatura Inglesa, con no poco esfuerzo, un par de meses antes. Los estudios nunca habian sido lo suyo, pero en su casa eran el peaje innegociable para que sus padres siguieran pasandole una asignacion mensual que le permitia hacer lo que a ella mas le gustaba: comprar. Libros y ropa, fundamentalmente, aunque no hacia ascos a perfumes, maquillajes, muebles y, en general, cualquier objeto disponible en alguna seccion de unos grandes almacenes. Se habia decidido por estudiar Literatura porque leer era una de las pocas actividades que la apasionaba. Desde nina, se habia refugiado en los libros de la sensacion de abandono que los continuos viajes de sus padres le provocaban. Su familia poseia empresas a lo largo y ancho del pais, y los senores Thownsend pasaban demasiado tiempo ocupandose de asistir en ellas a reuniones de los diferentes consejos de administracion, y demasiado poco pendientes de su unica hija. Tiffany habia crecido para ser guapa y casarse bien. Asi, literalmente, se lo habia dicho su padre al cumplir dieciseis anos, durante la gran fiesta de celebracion que habian dado en la mansion de la familia en Newport, que mas bien era la gran fiesta de presentacion de Tiffany en el mercado matrimonial de la costa este. Y, bueno, ella habia cumplido mas o menos bien en lo de ser guapa -la falsa modestia servia de poco cuando la genetica habia sido tan generosa-, pero podia considerarse un completo fracaso en lo del matrimonio. Acababa de cumplir veinticuatro anos y sus experiencias con los hombres se reducian a tres novios, hijos perfectos de los amigos perfectos de sus padres perfectos, a los que habia dejado antes de sentir la tentacion de tirarse por una ventana presa del aburrimiento que le provocaban. Eran buenos chicos, eso estaba fuera de toda duda, pero no eran para ella. Tiffany sonaba con un hombre de verdad, uno que hiciera que la piel le temblara desde el cuero cabelludo hasta las puntas de los dedos de los pies. Un hombre que la hiciera sentir mujer, hermosa, fascinante... sexual. De esa otra faceta, preferia no hablar. Habia probado lo del sexo esporadico durante su estancia en Yale, pero habia conseguido el mismo conteo de orgasmos que en toda la experiencia anterior con sus novios: cero. No se podia caer mas bajo. Cuando acabo la carrera, Tiffany tuvo que tomar una decision crucial. Sus padres se lo habian dejado muy claro: en el momento en que se licenciara, debia elegir entre ser mantenida por un marido o ser autosuficiente. Ellos le cortaban el grifo, indignados con que hubiera puesto mas empeno en acabar la carrera, cuando todos sabian que los estudios no eran lo suyo, que en buscar un buen partido que los hiciera abuelos, jugara al golf con su padre y le ofreciera un nivel de vida similar a aquel al que estaba acostumbrada desde la cuna. Contra todo pronostico, Tiffany dijo que trabajaria. Que le cortaran el grifo, que ella se buscaria la forma de salir adelante. Que no queria casarse todavia, entre otras cosas, porque aun no habia encontrado al hombre que hiciera que los pelos de la nuca se le erizaran solo con mirarla fijamente. Al fin y al cabo, solo tenia veinticuatro anos. No habia prisa en la busqueda. Tiffany podia parecer una valiente, pero lo cierto fue que temblo tanto cuando comunico a sus padres su decision que tuvo que agarrar su telefono ultimo modelo con las dos manos para evitar que se le cayera al suelo. Recordo entonces que, si se rompia en mil pedazos, seria ella quien tendria que pagar un sustituto, y que su nula experiencia laboral no le proporcionaria un trabajo en el que se pudiera permitir grandes alardes. Lo cierto es que Tiffany habia sido tan valiente porque pensaba que sus padres no aceptarian. Que su padre le daria una prorroga a su nina bonita o que su madre le suplicaria al cabeza de familia que no obligara a su hija a hacer algo tan indigno para una mujer como trabajar duro. Habia una manicura que conservar y el posible futuro de Tiffany tirando hamburguesas sobre la plancha de un McDonald's no era la mejor receta para ello. Pero sus padres se habian mantenido firmes en la promesa, y la siguiente vez que Tiffany acudio a su centro comercial favorito, la tarjeta de credito aparecio como denegada en la caja. Y entro en panico, claro. Le quedaban cuatrocientos veintisiete dolares en efectivo, de los quinientos que habia tenido la suerte de retirar unos dias antes, porque siempre le gustaba tener algo de dinero suelto en casa. Aquel dia, Tiffany salio corriendo de la residencia universitaria en la que vivia desde hacia seis anos y se encontro en su buzon la carta que le comunicaba que le quedaban dieciocho dias de estancia pagada. El once de agosto, como muy tarde, debia abandonar su habitacion o abonar ella misma los dos mil seiscientos dolares que costaba el alquiler cada mes. El motivo por el que habia abandonado su habitacion con prisas se incremento. Tenia que hablar con el profesor McMillan. El era el unico profesor de toda la facultad que siempre habia mostrado interes en que ella se aplicara en los estudios, y sabia que la ayudaria a orientar su vida laboral. Entro en su despacho tan despeinada que su madre se habria horrorizado ante la idea de que presentara ese aspecto delante de un profesor. Pero su madre no estaba alli, ni tampoco al otro lado de su cuenta corriente, asi que mostrar aspecto desesperado quiza incluso la ayudara. El profesor McMillan la miro de arriba abajo, probablemente poco acostumbrado a que Tiffany no mantuviera su fachada impecable y sus modales exquisitos, y le pregunto que hacia alli. Dos horas, unos tres litros de lagrimas y dos tazas de te verde despues, Tiffany salia del edificio de la facultad de Literatura con un trabajo bajo el brazo. Seria la profesora de alfabetizacion del modulo de presos de nivel uno de la carcel de maxima seguridad de Westmoore Fields. Que Dios la cogiera confesada. No es que aquel fuera el trabajo de sus suenos. Incluso la idea de servir cafes en Starbucks a todos aquellos companeros que, sin duda, a partir de ese momento la mirarian por encima del hombro le parecia mejor que entrar en una carcel a dar clase a unos tipos que, para empezar, le daban un miedo atroz. Pero el profesor habia conseguido convencerla apelando a su autoestima, que no era una maravilla precisamente, y al hecho de que el trabajo estaba bastante mejor pagado que cualquier otro que Tiffany pudiera conseguir con su expediente academico raspadito y su experiencia laboral, que se resumia en cero dias trabajados en toda su vida. Los mismos que orgasmos disfrutados, por cierto

  • No te alejes nunca de Helena Sivianes

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    Luna ha conseguido lo que con tanto esfuerzo le ha costado: acabar la Selectividad con una gran nota para poder acceder a la misma universidad que su amigo de la infancia, Daniel.
    Tras dos anos separados, y con una relacion de amistad que se ha enfriado por la distancia, ansia poder recuperar esa relacion que tantas buenas cosas le ha dado durante su vida. Lo que no espera es encontrarse a un nuevo Dan, con una nueva vida en la que ella no encaja y a la vez darse cuenta de que tal vez los sentimientos ya no son lo que eran.

  • Verano y amor de William Trevor

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    Uno de los mejores narradores irlandeses vivos, a menudo comparado nada menos que con su ilustre compatriota James Joyce. Siete anos despues de publicar La historia de Lucy Gault --editada tambien en Salamandra--, esta ultima obra de Trevor, ambientada en una pequena poblacion de Irlanda durante un verano de finales de los anos cincuenta, ha sido recibida por la critica anglosajona con elogios tan entusiastas como <> y <>. El destino parece haber dictado que Ellie y Dillahan se hayan convertido en marido y mujer. Criada en un orfanato, la joven Ellie es enviada a servir a la granja de Dillahan, donde se encuentra a un hombre que arrastra el sufrimiento de haber perdido a su esposa y a su hijo recien nacido en un extrano accidente. No obstante, ya sea fruto del azar o la necesidad, la vida de la pareja transcurre ordenada y tranquila hasta que, un dia de verano, la aparicion de Florian, un veinteanero melancolico que esta ultimando la venta de la casa de sus padres, despierta las emociones dormidas de Ellie. La pasion, repentina e irrefrenable, empuja a la joven Ellie hacia una turbadora relacion con Florian, que afectara incluso a algunos habitantes del pueblo hasta desembocar en un desenlace sorprendente. La prosa sobria y luminosa de Trevor retrata con precision fotografica los detalles mas reveladores de la vida cotidiana de unos personajes indefectiblemente ligados al entorno y al momento historico que les ha tocado vivir, creando una historia de amor acorde con los mas altos canones de excelencia literaria y estetica. Titulo Original: Love and summer Traductor: Malet Perdigo, Victoria (c)2009, Trevor, William (c)2011, Salamandra Coleccion: Narrativa ISBN: 9788498383805 Generado con: QualityEbook v0.63 WILLIAM TREVOR Verano y amor Traduccion del ingles de Victoria Malet 1 Una tarde de junio de mediados del siglo pasado, la senora Eileen Connulty atraveso la localidad de Rathmoye; partio de la pension Numero 4, en la plaza, hacia Magennis Street, continuo por Hurley Lane, recorrio Irish Street y cruzo Cloughjordan Road en direccion a la iglesia del Santisimo Redentor. Alli pasaria la noche. La vida que acababa de llegar a su fin habia estado marcada por sus buenas obras y firmes propositos, asi como por cierta severidad en los asuntos domesticos y familiares. Las expectativas de satisfaccion personal, que antano la habian influido a la hora de contraer matrimonio y dar a luz a dos hijos, se habian frustrado hacia tiempo: su marido y su hija la habian decepcionado. A medida que la muerte se acercaba, habia temido verse obligada a reunirse con su esposo y rezado para que no ocurriera. Se alegraba de separarse de su hija; habia llorado amargamente por dejar atras a su hijo, que entonces contaba cincuenta anos y habia sido su preferido desde el primer instante en que lo habia tenido en brazos. Las persianas de las casas, echadas mientras pasaba el feretro, se alzaron en cuanto lo hubo hecho. Las tiendas que habian cerrado reabrieron sus puertas. Los hombres que se habian descubierto la cabeza se calaron la gorra o el sombrero, y a los ninos que habian interrumpido sus juegos en Hurley Lane se les permitio reanudarlos. Los empleados de la funeraria bajaron los peldanos de la iglesia. Un obispo oficiaria la misa al dia siguiente; hasta el ultimisimo momento, la senora Connulty tendria lo que le correspondia. Por entonces, la gente decia que la familia con la que la senora Connulty habia emparentado al casarse era duena de la mitad de Rathmoye; una impresion causada por los locales que poseian en Magennis Street, el almacen de carbon en Saint Matthew Street y el Numero 4, la casa de huespedes de la plaza que los Connulty habian abierto en 1903. Durante las decadas transcurridas desde entonces habian adquirido otras propiedades en la localidad; restauradas en su mayor parte, les proporcionaban unas rentas modestas, pero que, sumadas, constituian una cantidad considerable. Aun asi, no dejaba de ser una exageracion afirmar que los Connulty eran propietarios de media ciudad. Rathmoye, apinada y sin nada especial, habia surgido en una hondonada, nadie sabia ni se preguntaba por que. Los granjeros llevaban alli el ganado el primer lunes de cada mes, y pedian un prestamo en uno de los dos bancos locales. Iban al dentista que tenia la consulta en la plaza para que les extrajera una muela, de vez en cuando pedian consejo a un abogado, revisaban la maquinaria agricola en Des Devlin, en Nenagh Road, trataban con Heffernan el vendedor de semillas, y bebian en alguno de los diversos pubs de la localidad. Sus esposas hacian la compra en los grandes almacenes Cash and Carry o, cuando no habia que economizar, en McGovern's; adquirian los zapatos en Tyler, y la ropa, la tela para cortinas y el hule en la merceria Corbally. Anos atras habia trabajo en la fabrica textil y, antes de que llegara la Shannon Scheme, tambien en la planta electrica; ahora generaban empleo la fabrica de productos lacteos y la de leche condensada, las constructoras, las tiendas y los pubs, y la planta embotelladora de agua. En la plaza se hallaba el juzgado, y en un extremo de Mill Street, una estacion de tren abandonada. Habia dos iglesias y un convento, un colegio de Hermanos Cristianos y una escuela tecnica. El proyecto de construccion de una piscina estaba listo, pero se posponia por falta de fondos. Segun sus habitantes, en Rathmoye nunca ocurria nada, pero la mayoria de ellos seguia viviendo alli. Los jovenes se marchaban: a Dublin, Cork o Limerick, o a Inglaterra, a veces a Estados Unidos. Muchos volvian. Eso de que nunca ocurria nada tambien era una exageracion. El funeral se celebro la manana del dia siguiente, y al finalizar, los asistentes se congregaron a las puertas del cementerio, comentando que la senora Connulty siempre seria recordada en la ciudad y sus alrededores. Las mujeres con las que habia trabajado codo con codo en la iglesia del Santisimo Redentor afirmaron que la finada habia sido un ejemplo para todas. Recordaron que no se le caian los anillos ante ninguna tarea, por humilde que fuera; que no se quejaba por pasarse horas abrillantando objetos de laton o rascando la cera derretida de los candelabros. Durante sesenta anos, no habia habido un solo dia en que a las flores del altar les faltara agua fresca, o que no se repusiera el misal de los bancos cuando era menester. Hacia pequenos arreglos a las sotanas, las sobrepellices y las vestiduras sacerdotales, y consideraba un deber sagrado fregar las baldosas del coro y el presbiterio. Mientras compartian sus recuerdos, desgranando elogios sobre la vida que acababa de llegar a su fin, un joven con traje de tweed claro, que llamaba un poco la atencion en la calida manana, fotografiaba a hurtadillas la escena. Un rato antes, habia recorrido en bicicleta los doce kilometros desde el lugar donde vivia, hasta que el paso del funeral lo habia obligado a detenerse. Tenia intencion de fotografiar el cine incendiado, del que habia oido hablar en una pequena localidad parecida a Rathmoye, donde no hacia mucho habia tomado unas instantaneas de una hilera de casas adosadas que un corrimiento de tierras habia arrancado de sus cimientos.

  • Celeste de Carolina Gattini

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    Celeste ha encontrado la forma de librarse de Jorge, un companero de trabajo al que no soporta, encontrando un trabajo nuevo. Cuando cree que todo saldra bien, que su vida tiene un nuevo comienzo y que todo sera maravilloso, nada resulta ser como habia previsto y por si fuera poco vuelve a encontrarse con Jorge, ya que por alguna casualidad del destino…, o tal vez no, a ambos les encargan desde distintas agencias la venta de una propiedad en un pueblo perdido de Galicia. Lo que no sabe Celeste es que Jorge no es lo que parece, y de que tiene unas dotes ocultas que no habria podido imaginar ni en sus mejores suenos eroticos. Una historia de humor y amor donde la paranoica Celeste no dejara de hablar hasta que la dejen sin palabras…

  • Secretos en el desvan de Luz Guillen

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    Julia necesita sentirse valorada por su padre y su hermano. La ocasion de demostrarlo se le presenta cuando le piden que se encargue de organizar una fiesta para celebrar el cuarenta aniversario de la empresa familiar. Para ello tendra que viajar a la mansion de su abuela, donde anos atras tuvo lugar una tragedia que la marco para siempre. Pero no va a estar sola. La acompanara Keith, el atractivo sobrino de su Nana. Psicologo de profesion, la ayudara a enfrentarse a los secretos que han permanecido ocultos durante anos y, al mismo tiempo, buscara el origen de las extranas pesadillas que la persiguen desde hace meses. Y en el camino le ensenara el verdadero significado de la palabra amor.

  • La tia amelia de Myrna Del Carmen Flores

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    ?De donde puede una mujer del Mexico del siglo pasado, obtener la fuerza suficiente para sostener una familia? Una mujer atrapada en un conflicto interno entre sus convicciones, sus pasiones escondidas y el deseo de ver felices a cada uno de sus sobrinos. Una mujer capaz de todo con tal de salvarlos.
    Esa es Amelia, un ser dificil de describir por lo cambiante de sus ideas, las cuales oscilan entre el deseo de sobrevivir en una sociedad de reglas impuestas e inmutables y las ansias de vivir y dejar vivir en plenitud a sus seres amados.
    Una historia contada por once mujeres ligadas a Amelia, con cada una de sus luchas, sus deseos y sus miedos, enfrentando un mundo que no le concede a la mujer la libertad de ser distinta.

  • Lucia en la noche de Juan Manuel De Prada

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    Alguien dijo que los angeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejandonos con la sensacion de que, quiza, nunca estuvieron a nuestro lado.

  • El zorro donde el maizal de Debora Gil

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    Esta novela romantica de contexto historico transcurre en el siglo XIX en Argentina.
    En una estancia al sur de la provincia de Buenos Aires se conocen dos chicos de realidades muy diferentes: Paula, la hija del patron, una nena de la alta sociedad portena de la que se espera, se convierta en una dama distinguida. Y Lorenzo, un chico indio, un gaucho de la estancia que se destaca por su magnifica destreza para con los caballos. Dos existencias tan antagonicas no pueden hacer otra cosa que despertar una curiosidad implacable del uno hacia el otro.
    Pero Lorenzo pronto sera arrancado de su tierra y de todo lo conocido. Su patron lo enviara muy lejos, a Inglaterra, sin que el sospeche la razon. Alla sera educado y formado hasta casi olvidar el lugar al que pertenece. Pasados los anos, aunque ya no tiene nadie por quien volver, su destino lo arrastrara inexorablemente de regreso hecho un hombre, para entender sus raices, encontrarse a si mismo y descubrir el amor.
    A su vez, Paula tendra que lidiar con el lugar de la mujer en esa epoca, en el contexto social de la catastrofe de la fiebre amarilla, el racismo y las bajezas humanas.
    Las intrigas familiares seran el escenario de esta historia llena de secretos celosamente guardados acerca de los origenes de ambos, la que debera develarse para que ese amor encuentre su camino.
    El momento historico que se narra realza la riqueza en tradiciones, destaca los valores y manifiesta como la sociedad Argentina percibia el mundo antes del comienzo del nuevo siglo.

  • Una perfecta senorita de Laura A. Lopez

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    Nada en la perfeccion permite que sea amada. ?Entonces, para que insistir en lo perfecto si eso nos aleja de lo que mas anhelamos?