• libro las supervivientes - Riley Sager

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  • Las Supervivientes Versión Kindle - Libros - Amazon

    https://www.amazon.es/Las-Supervivientes-Riley-Sager-ebook/dp/B078Z2QLWF

    “Las supervivientes” es la historia de Quincy Carpenter. Han pasado diez años desde que fue la única víctima superviviente de la masacre ocurrida en Pine ...

  • LAS SUPERVIVIENTES | RILEY SAGER | Casa del Libro

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    8 mar 2018 — El libro LAS SUPERVIVIENTES de RILEY SAGER en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Las Supervivientes | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/6832-libro-las-supervivientes-9788420428123

    Quincy Carpenter, una estudiante universitaria, fue la única superviviente de la masacre que tuvo lugar en Pine Cottage, donde pasaba el fin de semana con ...

  • LAS SUPERVIVIENTES - SAGER RILEY

    http://quelibroleo.com/las-supervivientes

    Es un libro que no pasaría de 7 estrellas. Le doy 8 porque me gusta el cine slasher y seguramente esta sera la nueva perla del cine en uno o dos años.

  • las supervivientes - sager, riley - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/las-supervivientes_302178

    Es el mejor libro del año.» Lisa Gardner«Sager logra mantener alerta al lector hasta el giro final. Una voz fresca en el género del suspense psicológico.»

  • Las Supervivientes - Libro de Riley Sager - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/99147/las-supervivientes

    6 oct 2021 — Para sobrevivir a un asesino, necesitas instinto asesino. «El primer gran thriller del año. Si te gustó Perdida, te gustará Las ...

  • Las supervivientes - Riley Sager - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Sager-Las-supervivientes/21899

    Críticas (13), citas (4) extractos de Las supervivientes de Riley Sager. Quincy es una superviviente que junto ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • LAS SUPERVIVIENTES (Libro en papel) - Unebook.

    https://www.unebook.es/es/libro/las-supervivientes_123227

    LAS SUPERVIVIENTES, RILEY SAGER, 19,90€. PARA SOBREVIVIR A UN ASESINO NECESITAS INSTINTO ASESINO -El primer gran thriller del año. Si te gustó Perdida, ...

  • Las supervivientes - Anika Entre Libros

    https://anikaentrelibros.com/las-supervivientes

    Título: Las supervivientes. Título Original: (Final Girls, 2017) Autor: Riley Sager Editorial: Alfaguara Colección: Alfaguara Negra,Narrativa Internacional ...

  • LAS SUPERVIVIENTES. SAGER, RILEY. Comprar libro

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    Si te gustó Perdida, te gustará Las supervivientes.» Stephen King Quincy Carpenter, una estudiante universitaria, fue la única superviviente de la masacre que ...

  • Los relatos de Fata Morgana de Jonathan Littell

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    Abajo del todo se alzan las dos torres. Destacan sobre un cielo gris, delicado, de luz contenida. Unos arboles ocultan parte de la segunda, la que esta quemada de abajo hacia arriba. Se yerguen silenciosas como centinelas, indiferentes a lo que sucede a sus pies. El viento agita las hojas de los arboles. Estelas de nubes cruzan perezosamente el cielo. Es un domingo de verano. Al rato el sol pasa por el balcon y calienta el rostro y las piernas. Asi que durante unas horas toca refugiarse en el interior oscuro y fresco del apartamento. Enfrente, hacia la izquierda, al bies sobre la colina, estan las pequenas manchas blancas de las tumbas, un reguero disperso entre las casas. Por encima del cementerio se alza una bonita vivienda, un gran edificio del siglo XIX con alas imponentes y columnas de un lado al otro de la puerta principal. Puede que ese fuese el acceso al cementerio. Es dificil saberlo, porque alli arriba no se puede llegar. Por la noche, cerca de esa casa, hay una luz que es un agujero de fuego en la oscuridad. Quien la ha puesto ahi, tampoco se sabe. Hay gente que debe de saberlo, pero yo a esa gente no la conozco. Una vez visite una casa no muy lejos de ese cementerio. Tambien era domingo, hacia el mediodia. B. me habia llevado para entregarle un paquete a la gente que vivia en ella. Nos quedamos en la terraza una media hora, bebiendo cerveza con el padre mientras la hija, en el jardin, cortaba rosas para B. Estabamos sentados un poco apartados, porque el extremo de la terraza quedaba expuesto. La ciudad se extendia a nuestros pies, con las dos torres de frente por una vez, bajo un cielo azul de verano que viraba a blanco. En el lado de la Residencia del general cayeron algunos obuses. El padre me dijo que no estabamos mas que a ciento cincuenta metros del cementerio; esa informacion me parecio sorprendente. Ayer, prosiguio, una mujer fue asesinada por un obus justo debajo de esta casa. La vispera habia sido en efecto un dia muy malo, mataron a muchas personas. Pero ese domingo yo todavia no sabia hasta que punto el dia anterior habia sido malo. Fue un fin de semana tan hermoso. El sabado, cuando atacaron por primera vez la Residencia del general, yo estaba almorzando en una taberna. Delante de mi mesa reboto una esquirla de obus con un pequeno tintineo, corri a recogerla; volvi a entrar en el cafe riendo, pasandome la esquirla aun ardiente de una mano a la otra, como cuando sacas del horno una patata asada. Mas tarde, ya de cara a la noche, fui a casa de unos amigos a tomar un coctel. Bebiamos en el jardin mientras por encima de nosotros bramaban los cohetes. Varios de mis amigos se asustaron y se acurrucaron al pie de los rosales. Fue muy divertido, nos reimos mucho. A la manana siguiente, otro obus exploto en el jardin de al lado, a unos cincuenta metros de donde habiamos estado bebiendo. Asi que ese domingo, despues de la cerveza cerca del cementerio, me fui con B. a recoger a nuestro amigo A. para ir a almorzar a un restaurante precioso, un poco aislado, con una terraza cerrada solo en parte en la que podias estar al aire libre sin violar demasiado las prohibiciones de la policia. Comimos lentamente durante toda la tarde, chuletas de cordero con una ensalada de cebolla, y nos bebimos una botella de vino tinto. Despues, B. y yo compartimos un puro, estaba demasiado seco pero igual fue un gran placer. Luego compramos pasteles y fuimos a beber alcohol a mi balcon, frente al cementerio, con las dos torres a nuestros pies. No fue hasta el dia siguiente, al leer los periodicos, cuando nos dimos cuenta de lo malo que habia sido el fin de semana. Pero el verano ya llevaba asi seis semanas, y todo apuntaba a que iba a seguir igual. La ciudad estaba completamente cerrada desde finales de mayo. De hecho, todavia quedaba una carretera para entrar y salir, pero era peligrosa. Habia a quien esa sensacion de encierro le ponia de los nervios, pero a mi me alegraba. Me encantaba la idea de estar aqui atrapado para el resto del verano, con el calor y la luz, perseguido a un lado y al otro de la ciudad por los silbidos agudos de los obuses y el ruido obsceno de sus detonaciones. Eso me hacia sentir enormemente vulnerable y me ligaba como un suplicio a esa otra cosa de la que no deberia hablar. Esa otra cosa, me resulta imposible hablar de ella pero tambien me resulta imposible no hablar de ella. Me devastaba el corazon y consumia mis noches: por la manana, al despertarme, colmaba mi cuerpo y lo retorcia de felicidad. Luego me levantaba, me vestia, me dirigia a mi despacho y reanudaba mi trabajo con una atencion y un estado tan febril que, por un tiempo, la dejaba de lado. Pero a veces los bombardeos eran demasiado fatigosos, imposible trabajar, y entonces, entre el miedo y esa cosa, me invadia una enorme pereza que volvia inutil cualquier esfuerzo. Entonces quedaba el balcon, el sol, los libros, el alcohol y los puritos que tanto me costaba procurarme, y a veces tambien el telefono, horas y horas de telefono, un medio odioso y falso pero que en ausencia de su rostro y de su cuerpo alimentaba mi angustia y mi futilidad. Y aqui estoy, hablando de ello, cuando no deberia hacerlo. Deberia hablar de otra cosa. Hacer descripciones, como al principio de este relato, describir el purito palido que me fumo en este momento, el mechero de estano barnizado que tengo delante, un poco rayado por las monedas que llevaba en el bolsillo, el cielo que vira a gris. A modo de proteccion de posibles fragmentos de vidrio, las ventanas de mi despacho estan cubiertas por unas laminas autoadhesivas de plastico translucido; a traves de esas laminas, punteadas por burbujas de aire, todo se ve turbio. Es una lastima, pero por otro lado, delante de mi despacho no hay nada que ver, solo otro edificio gris, sucio, con muy pocas ventanas intactas y estrias de impactos que atraviesan su fachada. Ah, aqui vuelve el sol, a iluminar graciosamente esa horrible fachada. No hay discusion, el sol demuestra una inmensa bondad por las pobres cosas de este mundo. Un poco mas arriba, en este mismo cuaderno en el que ahora tomo notas, hace unas semanas escribi una o dos frases sobre la luz del sol en el cuello de B. Tambien, como por azar, fue un domingo (aunque en realidad no se deba al azar, sino a que trabajo para justificar mi presencia aqui, y a estas historias no les quedan mas que los domingos). Fue uno de los momentos mas aterradores y dolorosos en que me he visto inmerso en los ultimos anos. ?Que me impidio besarla, en ese momento? Todo mi cuerpo y todo mi pensamiento, tan debiles, no tendian mas que a una sola cosa, posar mis labios sobre ese cuello resplandeciente de luz y blancura. Que horror. No me movi, me quede apoyado en la barandilla, luego nos fuimos. Podria echarle la culpa a mi natural timidez, pero algo me dice que eso seria falso, una patetica escapatoria. Mas bien me parece que aquello fue miedo, lo cual no es lo mismo. Bajo esa luz pavorosa, tan cerca de su piel, me quede descolocado, crucificado de miedo y deseo, y ni siquiera llame Elohim, Elohim, estuvimos charlando, luego nos fuimos, le cogi una flor, otra para la tumba de mi deseo, y la lleve a su casa. En verdad no deberia hablar de estas cosas. El verano continua, esta lejos de terminar. No habria que hablar de eso sino despues, mucho tiempo despues. Lo mejor seria no hablar de eso nunca, morir en silencio y que asi desapareciese, esas dislocaciones y esas luces de las que al final veremos que esta hecha la vida, si es que no lo vemos ya, y si es que alguna vez podemos decir de una vida que esta hecha, pero si no logramos callarnos, por lo menos que sea mas tarde, y que haya sido debidamente digerida antes de regurgitarla. El verano ni siquiera ha terminado, las sirenas acaban de ponerse a sonar, habria que aprender a hacerse crecer una piel antes de jugar a despellejarse con navajas de tan pobre calidad. Tanta impaciencia me desconsuela.

  • Tiergarten, Berlin 1945 de Vasili Grossman

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    A finales de abril de 1945, mientras las tropas del Ejercito Rojo se acercan a Berlin para librar la batalla final contra la Alemania nazi, los animales del Tiergarten, el zoologico de la ciudad, perciben en el aire la tragedia. Hombres y animales comparten un mundo librado al caos y la angustia en el que ni unos ni otros parecen tener ningun derecho. La referencia al mundo de los animales, en el que incluso los depredadores muestran una inocencia primordial que desconoce la maldad, permite a Grosmann superar el enfrentamiento politico para situarse en la perspectiva etica fundamental, la que concierne a la vida de cada ser individual. La figura del animal abandonado y perdido en una guerra que no comprende, refleja nuestra condicion, la de seres obligados a obedecer las leyes impersonales de la historia, en un mundo donde ya no es posible ejercer la libertad. Tiergarten, incluido en el volumen de narraciones de Grossman Eterno reposo y otras narraciones, forma parte de las obras de madurez de Vasili Grossman y esta escrito justo antes de su obra maestra, Vida y destino.

  • El grito oculto de Rafael Soler

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    Ramon se despierta sobresaltado de la siesta, el movil suena sin cesar, su mente, todavia dormida, no encaja el tono que interrumpe el silencio de aquel caluroso dia. La guardia del dia anterior ha sido dura, apenas unas horas antes, se ha cerrado un operativo tras meses de exhaustivo trabajo de investigacion, el seguimiento de un nuevo narco que luchaba por hacerse el amo de todo el arco mediterraneo. <>. La cabeza le da vueltas, esta cansado, agotado, pero la euforia, o quizas la conciencia de un trabajo finalizado con sabor agridulce, no permite relajarse lo suficiente para un sueno reponedor. Lo necesita, lo intenta, gira en la cama sobre si mismo, no encuentra la postura. No puede. El exito de la operacion se ha saldado con la vida de un companero, un precio muy elevado que nadie esta dispuesto a asumir pero que el resto del equipo no ha tardado en senalar a un culpable, Ramon, el jefe de actuacion debia haberse anticipado a ello y evitar asi el fatal desenlace, todos lo esperaban, todos lo exigian, a todos a defraudado. <>. Alarga el brazo entre las sabanas sudadas, el ventilador apenas refrescaba el aire caliente de una habitacion orientada al sur que, en pleno verano, mas que un lugar de descanso, se convertia en una sauna de largas noches de vigilia. --?Inspector Castillo? --Dime Marcial, ya puede ser algo realmente importante porque de lo contrario se te va a caer el pelo. --Inspector, tenemos un herido de bala en el hospital. --?Y? --corta Ramon sin dejar terminar la frase a su companero. --Que en un barranco proximo donde rescataron al chico, encontraron dos cadaveres. --?Y no podias esperar a pasado manana para ponerme al dia en la oficina? --Lo mas interesante viene ahora senor inspector, la cientifica ha tomado muestras de ambos y el cabello de uno de ellos, coincide con el pelo encontrado en la fosa de aquel caso cerrado sin resolver que tan mala fama dio a nuestro colectivo. --Marcial joder, no estoy para jueguecitos, tengo la cabeza que me va a explotar. --Senor, me ha hablado cientos de veces de ese caso, fue su tesis de fin de carrera, su trabajo de criminalistica, su opera prima. En ese momento Ramon queda mudo al otro lado del telefono. Cuando ingreso en la academia, el caso de la fosa, como era conocido en la jerga policial, le marco profundamente, en aquellos anos, con apenas 23 recien cumplidos y siendo un completo novato, no podia evitar sentirse arrastrado por el circo mediatico y social de la epoca, 5 cadaveres enterrados en una montana, dos chicas de edad comprendida entre 13 y 15 anos, dos varones de edad aproximada entre 20 y 25 y una mujer de mediana edad. Un caso horripilante, donde tan solo se pudo identificar a tres de los cinco cuerpos. Los restos pertenecientes a las menores, dos ninas desaparecidas, de las cuales, Espana entera se volco en su busqueda y una enfermera, mujer del que era director de enfermeria de un conocido hospital de Cataluna y candidato a conseller de sanidad. Los otros dos cadaveres, jamas fueron identificados ni reclamados, quizas un ajuste de cuentas, tal vez otro sadico asesinato en el que su autor, aprovechando la zanja decide enterrarlos a todos en el mismo lugar ?quien sabe lo que pasa por la mente de un asesino? Tal y como decian los informes de aquel entonces, los cuerpos llevarian enterrados un lustro, segun corroboraron los diferentes forenses que llevaron las autopsias. A pesar del dano y contaminacion de las muestras, un cuerpo enterrado en una montana, expuesto a los cambios climatologicos de la naturaleza, no era el mejor medio de conservacion, pero los examenes generaron una polemica que ridiculizo la falta de rigurosidad con que se llevo a cabo la investigacion con informes contradictorios que no hacian otra cosa que poner en evidencia a las fuerzas de seguridad del estado. --Creemos que el muchacho era familiar de uno de los dos hombres hallados. --Marcial, pasate a recogerme cagando hostias. --Inspector Castillo, contaba con ello, le llamo desde el coche, en 10 minutos estoy en su domicilio-- y colgo. Ramon, sentado sobre la cama reflexiona las palabras de su companero. Si habia relacion entre el herido de bala y los dos precipitados, podrian reabrir el caso tras mas de 20 anos de expedientes almacenados en las estanterias de los archivos centrales de la policia nacional. Se levanta, busca el botiquin de medicamentos, guardados en riguroso orden en la parte superior del mueble del bano, abre la caja de paracetamol y se toma una grajea. Se lava la cara con intencion de despejarse y abstraido en su propia mirada perdida en su reflejo se dice; !Vamos alla, es hora de reescribir la historia Ramon! CAPITULO 1 Daniela no dudo un segundo cuando su hermano dejo aquel mensaje en el buzon de voz, en menos 24 horas habia aterrizado en Barajas, sin maletas y sin mochila alguna, tan solo un pequeno bolso como equipaje de mano, las llaves, cargador de movil, dinero, documentacion... sus unicos companeros. Tal cual ha comprado el billete, como aquel que dice "con lo puesto", sale en direccion al aeropuerto. Angustiada y nerviosa, no se lo puede creer, Luis ha muerto y segun su hermano, la frase "Daniela, tienes que venir, estamos en peligro" le ronda por una cabeza que amenaza con estallar en cualquier momento. En otra ocasion hubiera cogido el metro para desplazarse, pero las circunstancias hacen que alce el brazo ante la parada de taxis que hay en un hospital proximo a su casa. El tiempo apremia, la angustia se apoderaba de ella, necesita estar en Espana, su hogar. Llega puntual. Odia llegar tarde a cualquier encuentro, por lo que, sentada en una zona exclusiva para usuarios, espera con ansia el llamamiento de la azafata dando paso a los viajeros del vuelo 0231 con destino a Madrid. <<Ahi esta, ya abren la pasarela>> piensa al escuchar aquella dulce voz por megafonia. El avion es enorme, un intercontinental con ocho asientos por fila, tres a la izquierda, dos en el pasillo central y otros tres en la parte derecha. La gente, apelotonada intentando acceder a uno de los asientos no numerados, provoca un tapon en el pasillo en el que tiene que intervenir una guapisima azafata que parece haber salido de un desfile de modelos. A Daniela siempre le habia llamado la atencion la superficialidad de las companias aereas ?acaso una mujer de 1,50 no podia ser azafata de vuelo? ?estaria renida la altura con la eficacia? El viaje promete ser largo. Tener un nino pregunton en el asiento de al lado no es lo mas indicado para una cabeza que busca paz ante tan desastrosas noticias llegadas desde su casa. Por fortuna, localiza al padre del nino, le cede el asiento para asi poder viajar juntos como una familia modelo, cosa a la que accede de muy buenas maneras, a pesar de la insistente negativa por parte de su mujer. Se ha librado del nino. Ya en su sitio definitivo, durante las mas de 8 horas que dura el vuelo, no para de dar vueltas a la grabacion. --?Que habra podido suceder? --?Por que corre peligro? Martin no quiso preocuparla mas de lo necesario, por lo que sin entrar en mas detalles le habia indicado una serie de instrucciones. --No me llames, no intentes contactar conmigo, alojate en el hotel Servicol, buscalo por internet, zona norte, yo te localizare. Esas fueron sus ultimas palabras. Una vez aterriza en Madrid, tras pasar el control aduanero, se dirige al metro, situado en la Terminal 2. Saca la billetera y compra un billete en una de las maquinas automaticas situadas a la entrada. En este viaje, el agotamiento del vuelo y con permiso del cambio horario, no le deja caer en la cuenta de pedir un taxi. Lee el letrero con las indicaciones del metro, lo unico que ve tras aquellos carteles enormes es que ha llegado. Durante unos instantes, ajena al alboroto de su alrededor, enfrascada en sus pensamientos, recuerda que no habia dejado ningun mensaje a su companera de piso, con las prisas y el impacto de la noticia por fallecimiento de su padrastro, apenas ha tenido tiempo de procesar la informacion. Ni tan siquiera se acordo de ponerle comida al gato <>. Saca el movil y escribe un escueto Whatsapp dirigido a su companera de piso: "He tenido que volver a Espana por problemas familiares, siento haberme ido sin despedirme !Ahh! ponle comida a Tobias, su tiesto esta en el balcon, junto la tabla de planchar, con las prisas me olvide del pobre. Ya te contare !nos vemos pronto guapa!" Un mensaje de cortesia que no requiere de conversacion. La respuesta, breve, un simple "Ok, ya me cuentas cuando puedas, espero que no sea nada grave". Finaliza la comunicacion. De nuevo, consciente del lugar donde esta, busca en el plano una conexion de metro con Colmenar Viejo. Era el unico lugar donde localizo un hotel con el nombre que le habia indicado su hermano. Tras un buen rato estudiando el plano, cae en la cuenta de que le resultaria mas sencillo utilizar Google Maps para moverse. <<Vaya, no hay conexion directa, me temo que voy a tardar en llegar mas de lo esperado>>. Cansada del vuelo, algo confusa y un Jet lag que no contribuye a tener una mente despierta y agil, cosa que hubiera agradecido en ese momento elige el primer trayecto indicado por el telefono movil. No ha estudiado las diferentes opciones que le aparecen en pantalla, no tiene tiempo, mas tarde se arrepentiria. Tras un largo dia de viaje, lleno de transbordos en una ciudad desconocida, llega al hotel que, para mas inri, se encuentra en las afueras, cerca de un pequeno poligono industrial. Recorre una carretera paralela a la autovia que conduce direccion al hotel. Atraviesa zonas desiertas, no muy adecuadas para una senorita. Aguanta la burla y la barbaridad de piropos que sueltan algunos camioneros envalentonados ante aquellos mastodontes sobre ruedas. Daniela, con los pies hechos polvo, entra al recinto del hotel, atraviesa la puerta y se dirige al mostrador de recepcion. --Buenas tardes ?en que puedo ayudarla? --Hola, queria reservar una habitacion.

  • Caminos del Aire de Luis Tamargo Alonso

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    El protagonista inicia un periplo personal, despues de ser despedido y quedarse sin trabajo. Una inquietud literaria y el proyecto de retomar un camino a Santiago, tiempo atras postergado, le servira de tregua, a la vez que de acicate, para reencontarse, reinventarse y proseguir su andadura vital hacia adelante. Paisaje y literatura siempre presentes en el texto, brindan una lectura fresca, dinamica, sin complicacion, con un tema de nuestros dias y un mensaje de voluntad y futuro.

  • El hilo invisible de Gemma Lienas

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    Las dudas atormentan a Julia: ?De verdad quiere a su marido? ?Esta dispuesta a ser madre? ?Terminara a tiempo el guion que escribe sobre el verdadero papel de la cientifica Rosalind Franklin en el descubrimiento de la doble helice del ADN?
    Con el objetivo de huir de tanta incertidumbre, acepta una invitacion de su familia francesa para pasar el mes de agosto en la isla de Batz, en la costa bretona. Alli, en la vieja casona familiar, y al lado del mar, la esperan una bisabuela imponente, un tio abuelo extranamente melancolico y un tio, librero de anticuario, muy atractivo.
    Gracias a la capacidad de observacion de Julia, que capta un detalle enigmatico en unas fotografias antiguas que se remontan a la segunda guerra mundial, lo que tendrian que haber sido unas vacaciones familiares pronto se convertiran en unos dias de investigacion sobre sus origenes y su identidad.

  • Un gran favor de Joyce Maynard

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    Cuando Helen conocio a Swift y Ava Havilland en una galeria de arte, su vida se hallaba en su punto mas bajo. Detenida por conducir bajo los efectos del alcohol, habia perdido la custodia de su hijo de ocho anos y solo lo veia cada dos sabados. Atrapada en un trabajo frustrante, Helen asistia todas las noches a las reuniones de Alcoholicos Anonimos y solo muy de tarde en tarde salia con algun hombre.

  • ?Que es el populismo? de Jan-werner Muller

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    Donald Trump, Bernie Sanders, Marine Le Pen, Beppe Grillo, Viktor Orban, Recep Tayyip Erdogan y Nicolas Maduro son prueba de que hay un auge populista en el mundo. Pero, ?de verdad tienen algo en comun todos estos personajes (aparte de su vociferante modo de ser)? ?Existe, de entrada, eso que ellos llaman “el pueblo”? Su forma de actuar en la escena publica, ?reduce la distancia entre el gobierno y la gente, o en realidad es una amenaza para la democracia? ?Hay alguna diferencia entre el populismo de derecha y el de izquierda? Jan-Werner Muller sostiene que el nucleo del populismo es un rechazo extremo de la diversidad: los populistas afirman siempre que ellos, y solo ellos, representan al pueblo y sus autenticos intereses. Analitico, accesible y provocativo, este compacto volumen hace un recorrido historico por diversos rincones del mundo para definir las caracteristicas de este fenomeno politico y social, y propone estrategias concretas para contrarrestar los sofismas que le permiten a un lider o un grupo erigirse --falsamente, desde luego-- como representante unico de la voluntad popular.

  • Mi paraiso eres tu (HQN), Arwen Grey de Arwen Grey

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  • El pecado que mato a Carolina Martin de Eugenia Dalmau

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    El 26 de diciembre una vecina encuentra muerta a Carolina Martin en su casa de la urbanizacion Los Cerezos. A Jaime Reyes, investigador con mucha experiencia a sus espaldas, le asignan como companero al subinspector Manuel Serra, un policia novato. Ambos se encargaran de esclarecer la muerte y notaran detalles extranos. Nadie ha visto a Carolina desde el dia 24 ni se ha preocupado por localizarla.
    Jaime y Manuel se veran inmersos en una investigacion complicada, pues iran descubriendo que los allegados a Carolina tenian un motivo para cometer el crimen; aunque lo que mas les llamara la atencion sera comprobar que la personalidad de los sospechosos encaja a la perfeccion con cada uno de los pecados capitales.
    Las pesquisas de los inspectores, junto a las pistas que iran encontrando, los sumergira en una trama de ambiciones, infidelidades, celos y dinero que destapara los secretos y oscuros intereses de cuantos rodeaban a Carolina Martin. Pero... ?que pecado la mato?

  • El puente de Alexander de Willa Cather

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    Bartley Alexander anda ya por la mediana edad y es un ingeniero de exito, un hombre hecho a si mismo, admirado por los puentes que construye. Casado con una mujer culta y rica, vive en una bonita casa en Boston y parece tambien tener una feliz vida conyugal. Pero en un viaje a Londres vuelve a encontrarse con un antiguo amor, Hilda Burgoyne, a la que conocio en Paris cuando era estudiante -entonces <>[?] y que ahora es una actriz famosa. El reencuentro reaviva <>. A los dos las cosas les han ido bien; sin embargo, quiza no hayan agotado sus posibilidades.

  • Rosas amarillas para conquistar a la senorita Remington de Ana F. Malory

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    Lancaster, Reino Unido, 1840 Demasiado excitada como para permanecer sentada, la joven senorita Elizabeth Grant caminaba de un lado a otro del dormitorio deteniendose de tanto en tanto frente al espejo del tocador. Estudiaba con atencion la imagen que este le devolvia, sonreia satisfecha y reanudaba el paseillo ante la divertida mirada de su prima Anna. --No comprendo como puedes estar tan tranquila --manifesto la muchacha, revisando por enesima vez su aspecto, atusandose los rizos que le enmarcaban el rostro y ahuecando el abullonado de las mangas de su vestido antes de girarse hacia su prima con una deslumbrante sonrisa en los labios--. ?No estas emocionada? Yo siento que podria estallar de un momento a otro, tan alborotada estoy --concluyo con una risita de puro jubilo. --Es comprensible, estas a punto de asistir a tu primer baile --senalo Anna, coreando la risa de Beth al ver que sus palabras no hacian mas que avivar el entusiasmo de la mas joven, y contagiandose del mismo. A fin de cuentas, esa tambien seria su primera temporada, aunque su edad distara mucho de ser la de una debutante. La inesperada muerte de sus padres tres anos atras la habia mantenido largo tiempo sumida en el dolor, la tristeza y el duelo, alejada de los salones y reuniones. Detalle este que, dado su caracter extrovertido, y a decir de su tia un tanto levantisco, le traia sin cuidado. Intentaria disfrutar de las fiestas y el baile como cualquier otra joven, sin importarle que el resto de la sociedad la considerara, a sus veintiun anos, poco menos que una solterona. A lo largo de aquella semana su tia Clarissa la habia abrumado con interminables sermones sobre como tenia que comportarse en el baile de presentacion de Beth. Ante todo, debia evitar ponerse en evidencia, pensando siempre en su futuro y en el de su prima que, con seguridad, esa misma temporada lograria prometerse con algun respetable y, por supuesto, adinerado caballero. --Con suerte, siempre y cuando tu conducta sea intachable, tu tambien encontraras esposo. Estas habian sido sus palabras la noche anterior. Palabras que en ese instante resonaban en su cabeza casi como una amenaza. <>. Ni mucho menos estaba en contra del matrimonio, pero tampoco lo consideraba una obligacion. Si algun dia se casaba lo haria por amor y no porque el caballero fuera adecuado, acaudalado y socialmente conveniente. Tampoco porque la sociedad asi lo dictara. --No tienes de que preocuparte. --Tranquilizo a Beth con una calida sonrisa, olvidandose de las monsergas de su tia y de un futuro que, por el momento, no le inquietaba lo mas minimo--. Causaras sensacion. Estas preciosa. --Eres muy amable, Anna, y me encantaria poder decir que tambien tu luces estupenda, pero... las dos sabemos que ese vestido rosa que mama ha escogido para ti no es precisamente favorecedor --apostillo con un mohin de disculpa. Anna se acerco al espejo, contemplo su imagen y dejo escapar un suspiro de resignacion. --Tu madre queria asegurarse de que esta noche fueras tu la que brillara, y para ello me ha convertido en una col rosa --senalo con gesto comico--. Creo que, de haber podido, habria hecho lo mismo con el resto de invitadas --anadio, muy seria. Su expresion solemne no logro enganar a Beth y un segundo despues ambas estallaban en carcajadas. --Llevas razon, pero no lo ha hecho con maldad, aunque he de reconocer que se le ha ido un poco la mano. Continuaban riendo cuando la puerta del dormitorio se abrio sin previo aviso. --?Que escandalo es este? --pregunto Clarissa, horrorizada. --Ha sido culpa mia, le contaba a Beth... --Dios bendito --la interrumpio con apurados movimientos de las manos--, a este paso terminare de los nervios --dijo mas para si que para las muchachas, que la observaban con fingida seriedad. Tomo aire y lo expulso despacio antes de volver a hablar--. Los invitados comienzan a llegar y debemos recibirlos como corresponde. Sabeis lo que debeis hacer, ?verdad? --pregunto al tiempo que las hacia abandonar la estancia y, saliendo tras ellas, acomodaba los volantes del vestido de su hija--. Anna… --?Si, tia? --Espero que recuerdes todo cuanto te he dicho estos ultimos dias. --Por supuesto que lo recuerdo, tia. --Clarissa, satisfecha, se les adelanto, dedicandoles una ultima mirada antes de comenzar a bajar las escaleras--. ?Como olvidarlo si ha pasado toda una semana martirizandome con ello? --susurro en cuanto la mujer les dio la espalda. --?Has dicho algo? --inquirio aquella, deteniendose para mirarla por encima del hombro. --!Oh! Nada importante, tia. --Beth a duras penas podia contener la risa--. Que puede estar tranquila, no se me ha olvidado ni una sola palabra de cuantas me ha dicho. --Confio en que asi sea, querida. --Respiro despacio y bajo a reunirse con su esposo, que ya recibia a los primeros invitados. *** Clarissa se sentia exultante; todos elogiaban su fiesta y comentaban lo encantadora que era su hija Elizabeth. Prueba de ello era que su carne de baile se habia completado en un abrir y cerrar de ojos, y varios caballeros, los menos avispados, habian perdido la oportunidad de disfrutar de su compania durante la danza. Anna tambien habia bailado, aunque preferia permanecer en un segundo plano. No resultaba agradable exhibirse con aquel horrible vestido lleno de lazos, sin mencionar que la mayoria de caballeros alli presentes solo tenian ojos para las mas jovenes de la reunion. Hacia un buen rato que observaba a las parejas moverse en el centro del salon, cuando diviso entre el gentio al senor Taylor. Recordo entonces que el nombre del caballero figuraba dos veces en su carne; por lo tanto, la buscaba. Habia bailado con el al inicio de la velada y sabia que sus pies no soportarian un nuevo encuentro con los desmanados zapatos del joven. Sin rastro de remordimiento, huyo, mezclandose entre los invitados que bordeaban la pista de baile, hasta despistarlo. Terminar junto a una de las puertas que daban al jardin le sirvio para escabullirse fuera y librarse asi de la tortura que supondria bailar con el. El aire fresco de la noche la hizo estremecer, pero preferia pasar frio a volver a la atestada sala donde, con total seguridad, el senor Taylor continuaria buscandola, al menos durante unos minutos. Con pasos distraidos y sin apenas ser consciente de ello, tomo el camino que conducia a los rosales. Era su lugar favorito del jardin, porque le gustaban las rosas, en especial las amarillas. Eran flores hermosas y delicadas, pero a la vez temibles, con sus grandes y afiladas espinas; le fascinaban. Le recordaban un poco a si misma: de apariencia fragil y fuerte caracter. Quizas por eso la cautivaban. Durante la caminata se cruzo con varias parejas, unas paseaban sin mas para descansar del barullo del salon, otras buscaban rincones un poco mas discretos, con seguridad para decirse palabras de amor e, incluso, besarse con pasion, penso, suspirando. Se pregunto si alguna vez hallaria un hombre que se fijara en ella. Cierto que habia despertado el interes de varios caballeros, pero, a su modo de ver, eran demasiado jovenes o demasiado mayores. Tal vez su aspecto menudo, carente de sugerentes curvas, su cabello anaranjado, herencia de su padre, y sus ojos tremendamente verdes, no fueran del agrado de los hombres que ella consideraba interesantes.

  • Susurros desde la oscuridad de Melani Abascal

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    Bienvenido a esta tierra oscura, yerma y espinosa, donde a cada paso que des no podras asegurar a ciencia cierta si viste a alguien acecharte desde el ultimo recodo de tu campo visual. Quizas fuese mas algo que alguien...La niebla que mora aqui nunca llega sola, siempre trae consigo voces inquietantes del pasado, susurros frios de lo ya muerto tiempo atras.Cada relato que encontraras en esta recopilacion inquietante rebuscara en lo mas hondo de tu ser y tratara de que no duermas tranquilo esta noche.?Oyes ese ruido tras de ti? ?Puedes sentir el escalofrio que recorre tu espina? Cuando te gires para ver que lo produce ya sera demasiado tarde.

  • El escudo de los dioses de Lorena Concepcion

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    Scarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.

  • La vida desnuda de Monica Carrillo

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    Una llamada de telefono lo cambio todo. Cuando Gala emprende el viaje para despedirse de su abuela Rosario no puede imaginar que pronto descubrira que nada es lo que parece en su familia: a pesar de las apariencias, o precisamente por ellas, todos tienen una vida publica que muestran al mundo, una vida privada reservada para unos pocos y una vida secreta que permanece oculta para todos. Poco a poco, Gala ira destapando las distintas capas que envuelven a sus padres, a su hermano Mauro y a su tia Julia. Y en la cima de tantos descubrimientos hallara aquello que siempre busco y que se le resistia: el amor sin condiciones. LA VIDA DESNUDA Monica Carril o Premio Azorin de Novela 2020 Esta novela obtuvo el Premio Azorin de Novela 2020, concedido por el siguiente jurado: Reyes Calderon, Manuel Cifo Gonzalez, Juan Eslava Galan, Jose Ferrandiz Lozano, Luz Gabas, Julia Parra, que actuo como presidenta del jurado, Belen Lopez Celada y Amparo Koninckx Frasquet, que actuo como secretaria sin voto. La Diputacion Provincial de Alicante y Editorial Planeta convocan y organizan el Premio Azorin de Novela. Editorial Planeta edita y comercializa la obra ganadora. A Alex y a Vega. Por ensenarme nuevas formas de amar Me doy cuenta tambien de que he vivido tres vidas: la vida publica, la vida privada y la vida secreta. GABRIELGARCIA MARQUEZ Mi vida Vida 1 La culpa me pesa desde el dia en que mate a mi abuelo. Llevaba mas de un ano postrado en una cama tras sufrir un ictus que le habia dejado medio cuerpo paralizado. La hemiplejia habia relegado la vida del yayo Fermin a una habitacion, donde su unico entretenimiento era mirar el techo y las paredes recubiertas de gotele, en las que imaginaba siluetas y rostros de otras vidas que pudieron ser. Aquel dia su cuerpo dijo basta. Esa fue la version oficial del equipo medico que lo atendio durante todo el proceso degenerativo, aunque yo, y nadie mas que yo, sabia la verdad. Aquel 15 de septiembre de 1995 su nieta Gala corto el fino hilo que sujetaba a Fermin a la vida. Para entonces mi abuelo ya no era mi abuelo. Ya no hablaba y apenas nos reconocia. Con suerte algunos dias, sobre todo a primera hora de la manana, lograba abrir los ojos y sonreirnos con la mirada. Al menos eso interpretaba yo, o eso queria entender de sus escasos gestos. En algunas ocasiones, mientras le acariciaba el entrecejo para que lo relajara, me apretaba suavemente la otra mano. Como diciendo: <>. Fermin fue muchas cosas, pero en el carne de identidad se podia leer que su profesion era la de practicante. Nos ponia las inyecciones con una destreza que no he vuelto a ver en nadie tantos anos despues. El abuelo hervia el material en una cazuela para esterilizarlo y lo reutilizaba luego en cada una de las nalgas que se le ponian a tiro. Aquella diminuta sala de tortura tenia un olor muy particular. Una mezcla de alcohol, medicamentos y miedo. Porque el abuelo seria muy diestro y atinado en lo suyo, pero eso no impedia que mi hermano y yo temblaramos cada vez que nos tenia que pinchar el antibiotico con aquella aguja cargada por el mismo diablo. Fermin el Agujas, el Espadachin, el Lanzaflechas: al abuelo le acompanaban muchos motes en el pueblo. Mi favorito era el de Azotaculos. Y era cierto. El ritual siempre se repetia: cogia una gasa y la empapaba en alcohol, te daba unos golpecitos en el gluteo y te hincaba la aguja sin piedad hasta descargar todo el contenido de la inyeccion. Una vez que el embolo tocaba el extremo, el abuelo repetia las mismas palabras: <>. Y se reia. Los dias previos a su muerte, su salud habia empeorado mucho y los mayores --como mi hermano y yo llamabamos a los adultos en aquellos tiempos-- decidieron ingresarlo de nuevo en el hospital. Ya no salio de alli con vida. Lo intubaron, oxigeno, suero, sondas… Aquel si que ya no fue mi abuelo nunca mas. Mi recuerdo de aquella nueva habitacion era aun peor que el que conservaba de su casa. En el hospital compartia el reducido espacio con otro paciente, un hombre con una enfermedad terminal a quien, como a Fermin, le quedaba un resuello de vida. Fueron cuatro o cinco dias de internamiento en los que apenas pudieron hacer nada por el. <>, dijeron mis padres a la tia Julia. Con ocho anos, yo no era capaz de saber a que se referian exactamente. ?Que tipo de trastorno tendria el abuelo? ?Acaso era posible empeorar mas? Yo lo miraba y veia las llagas de las caderas en carne viva, las extremidades retorcidas y la inapreciable masa muscular, fruto de la apisonadora del tiempo que juega en contra. A mi mente inocente e infantil le parecia imposible que hubiera algo peor que aquello. Pero lo hubo. Hay veces en las que, por muy luminoso que se haya despertado el dia, en nuestra casa anochece pronto. Aquel iba a ser uno de esos dias. Veinticinco anos despues de ese 15 de septiembre de 1995 recibi una llamada que me transporto en el acto a aquel momento: a la noche en que le quite la vida a mi abuelo. Vida 2 Existen personas a las que sabes que no podras olvidar en toda la vida, pero llega un dia en el que dejas de quererlas. No fue mi caso. Nunca llego ese dia. El tiempo solo curo las heridas que ya no importaban, lo intrascendente, lo que era ajeno a mis sentimientos. Practicamente nada. Fuera llovia. Era una de esas tardes en las que esta justificado enfundarse el pijama y arroparse con la manta sin salir de casa, y justo eso habia decidido. Estaba dibujando ensimismada en mis bocetos cuando sono el telefono. Sin saber por que, me inquieto. <> Fue un mal presagio, aunque al segundo siguiente lo estaba achacando a alguna operadora telefonica dispuesta a tentarme con una oferta. Me equivocaba. --?Si? --Hola, preguntaba por Gala. Era la voz de un chico joven. Tenia un timbre agradable. --Si, soy yo. --!Hermanita! Soy Mauro. Perdona, no te habia reconocido. Me quede bloqueada, aturdida, paralizada. Mi hermano nunca me habia llamado al fijo, no sabia a que venia aquello. Otra vez el mismo presentimiento. --!Vaya sorpresa! --acerte a decir al fin--. Yo tampoco te habia reconocido. Que raro que me llames a este telefono. --Tienes el movil apagado. Lo mire: sin bateria. --?Va todo bien? --pregunte, directa al grano. --Bien… Bueno, mas o menos. Te llamo por papa. Me ha pedido que lo haga. --?Que le ocurre? --me apresure a preguntar. --No, tranquila, el esta como siempre, Gala. Es la abuela… Mi corazon se agito con violencia y senti que me mareaba y me fallaban las piernas. Me acerque con el inalambrico al sofa donde un momento antes disfrutaba placidamente de la entrada del otono y me sente despacio. --?Que ha ocurrido, Mauro? No me asustes. --Bueno, el diagnostico es complejo, pero por la evolucion de las ultimas horas, creo que no hay mucho margen de mejora. Gala, la vida de la abuela se apaga y hemos creido que deberias saberlo. --?Donde esta? ?Donde esta la abuela? Lance la pregunta con un grito seco, desesperado, mientras un intenso dolor se instalaba en mi garganta y me comprimia las cuerdas vocales, impidiendome articular correctamente las palabras. La voz me temblaba al compas de las manos, que de repente se tornaron frias como el cristal que tenia delante. Esa ventana a traves de la cual habia contemplado el paso de las horas, vacias de todo salvo de recuerdos. --Esta en el Hospital del Norte. Hemos preferido que la ingresen aqui porque asi puedo tratarla yo mismo. Ahora estoy de guardia -- anadio mientras yo pensaba si seria mas rapido el puente aereo o un AVE a Madrid. Vida 3 Me deje caer a plomo en el asiento: coche 11 del AVE Sants-Atocha, ventanilla. Habia llegado por los pelos despues de una carrera hacia el control de seguridad, de un traspie que me lanzo de bruces contra el suelo camino de los andenes y de un esprint final con la mochila para viajes relampago a la espalda, mientras el ultimo revisor gritaba: <>. El doble pitido de aviso me pillo en el aire, literalmente, saltando para salvar los escalones y no quedarme en tierra. No podia creerme lo que habian dado de si los ultimos cinco minutos. Por lo general, el tiempo, y en muchas ocasiones tambien la vida, me pasa por encima. Las horas transcurren lentas y rapidas a la vez. Y yo continuo imperterrita, haciendo caso omiso al devenir de las rutinas. Siempre ha sido asi. Desde nina he tenido una enorme facilidad para quedarme embobada observando el aleteo de una mosca, la laboriosa tarea de una hormiga que carga con una pipa o las mil y una imagenes distintas que adivino en el suelo de marmol en casa de mis padres. --Gala, ?que haces? --me preguntaba mas de una vez mi padre desde el otro lado de la puerta del cuarto de bano. --Estoy en mi trono, que para algo soy una princesa --le respondi ufana en una ocasion. --?Todavia seguis ahi, alteza? Se os van a dormir las piernas. -- Mi padre siempre fue muy rapido en las respuestas. --Mejor. Si se me duermen, quiza suenen con algo bonito --le conteste igual de deprisa. Nos encantaba hacer eso. Era como jugar un partido de tenis que se va convirtiendo en otro de ping-pong; cada vez las respuestas mas veloces y el ritmo mas endiablado. Escuche la risa de mi padre desde el otro lado, pero ya no dijo nada. Espero a que se abriese la puerta para espetarme a bocajarro: --?Y bien? ?Con quien han sonado esas piernas dormilonas?

  • Helena de Paulina Vieitez

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  • Cenizas de carnaval de Mariana Travacio

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    Un anciano que cumple con la ultima voluntad de su esposa y arroja sus cenizas en el rio. Una madre obsesionada con la limpieza que obliga a los hijos a rituales insolitos. Un hombre perturbado por el movimiento de las cosas pretende que todo quede inmovil, como el mosquito que mato en la pared. Una hija que recuerda a su madre muerta, que nunca la escuchaba y la hacia comer todo el tiempo.

  • Un amor de pelicula de Rachel Winters

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    Tras siete anos como asistente, Evie Summers esta lista para obtener la promocion que se merece. Pero la agencia de cine donde trabaja esta en la cuerda floja y Evie perdera su trabajo si no consigue convencer a su cliente mas importante y arrogante para que termine de escribir el guion de una comedia romantica de Hollywood.
    Cuando el guionista confiesa que no hay nada escrito, Evie le propone un pacto: si ella puede probarle en tan solo tres meses que es posible enamorarse en la vida real como en una pelicula, el escribira el guion. Evie se embarca en una mision a contrarreloj: recrear todos los primeros encuentros de las peliculas romanticas para conocer a un hombre de la misma manera que Sally conocio a Harry o Hugh Grant se enamoro de Julia Roberts en Notting Hill.

  • Charmed (Traduccion) de Alexa Riley

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    Todos los dias, Charlie va a dibujar un hermoso edificio que esta en construccion. Ella se siente atraida por alguna razon, y hace que sus pinturas cobren vida. El dia en que se termine la pintura, el desfile del Dia de San Patricio esta en la ciudad. Pero una escaramuza entre su bandeja de pinturas y una gran bestia malhumorada con un traje la hace huir por seguridad.

  • El fin del amor de Tamara Tenenbaum

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    Nacida y criada en una comunidad judia ortodoxa en el corazon de Balvanera, Tamara Tenenbaum aprendio las costumbres afectivas y sexuales del mundo laico como una antropologa que descubre los modos de ser y hacer de una civilizacion desconocida. A partir de la filosofia y la militancia feminista, de las conversaciones con amigas y companeras, y del intento de convertir el propio cuerpo y la propia experiencia en un laboratorio de reflexion personal y colectivo, Tenenbaum explora los desafios que enfrentan hoy los y las jovenes en el inicio de su vida como adultos.

  • La gravedad que nos atrae (Los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry

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    Graham Russell es un escritor de exito, pero esta atrapado en un matrimonio infeliz y nunca ha conocido el amor de verdad.
    Hasta que Lucy, una joven florista, llega a su vida.
    Poco a poco, la gravedad ejercera su poder de atraccion y Lucy sanara las heridas del pasado de Graham.

  • Para Helga de Bergsveinn Birgisson

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  • El multimillonario prohibido (Los Sinclair 2) de J. S. Scott

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  • El enemigo interior de Sergio Alejo Gomez

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    En esta segunda entrega de la saga, Tito Valerio Nerva y sus companeros de contubernio continuan enfrascados en la investigacion para resolver el asesinato de Marco. El objetivo de los legionarios es averiguar quien forma parte de esa trama de conspiracion para acabar con la vida de Augusto. Aunque la tarea no va a ser nada sencilla, ya que enfrente tienen a dos enemigos que no van a vacilar a la hora de intentar acabar con ellos, ya que saben demasiado sobre el tema. Pero la trama no girara unicamente entorno a Valerio y sus camaradas, sino que en esta ocasion, tomara protagonismo otro de los personajes que ya parecieron en la primera parte, el implacable asesino Apio Claudio, que aceptando el encargo del mismisimo Cayo Sexto Apuleyo se infiltrara en el campamento de la IV legion Macedonica con un objetivo claro: acabar con la vida de todos aquellos que saben de la conjura. ?Seran capaces los valerosos legionarios de hacer frente a una amenaza de tal magnitud? ?Podra un solo hombre matar a un grupo de curtidos soldados de Roma? Si quieres saberlo, te invito a que te sumerjas en las paginas de esta apasionante historia en la que podras tener un poco de todos lo generos literarios: el historico, el belico y como no, el de la novela negra. Todo un coctel de emociones y aventuras en la convulsa Hispania del ano 27 a. C.

  • De entre el humo de Xabier Gutierrez

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    Despues de un tiroteo que casi acaba con su vida, el subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra se reincorpora a su puesto. Ya en su primer dia, se topa con un caso duro de roer: acaban de hallar un cadaver sin identificar dentro de un contenedor en llamas a las afueras de San Sebastian.

  • Azul de Prusia de Philip Kerr

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    1956. El general Erich Mielke, un alto mando de la Stasi al que no le gustan las negativas como respuesta, ha viajado hasta la Riviera francesa para obligar a Bernie Gunther a asesinar a una mujer. Es una mision suicida y Gunther lo sabe, asi que huir es su unica opcion. Mientras escapa de los agentes de la Stasi, el antiguo detective rememora otro caso: en 1939 fue enviado a Baviera a resolver un asesinato cometido en la segunda residencia de Hitler. Diecisiete anos separan ambas historias, pero los vinculos entre pasado y presente nunca se acaban de romper.

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Bajo la luz del norte de Louise Fuller

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    El objetivo de el era conseguir que las relaciones romanticas fuesen faciles.

  • El precio de la muerte de J. Jackson

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    .La inspectora Carolina Arnal espera en la sala de reuniones de su comisaria la llegada del inspector jefe Cuadrado y del Comisario Galvez, seguramente acompanados por alguien del servicio secreto. Aunque lo hayan tratado de disfrazar como una reunion informal, es consciente de que sus palabras podrian dejar en evidencia a muchas de las personas con las que se habia cruzado en las ultimas dos semanas.

  • Las chicas robadas (Lottie Parker 2) de Patricia Gibney

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    Cuatro chicas desaparecidas. Un secreto enterrado en el pasado.

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Noches de neon de Scarlett De Pablo

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    Cuando Butterfly conoce a Blake Novak, un luchador de artes marciales, instantaneamente se siente atraida hacia el. Lo que Blake no sabe de ella es que vive una doble vida, y que debajo de ese encanto infantil y las pelucas de colores, esta Mia Gabrielli, la hija de un jefe del crimen organizado.

  • Pecado Original de Eva Hart

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    Para toda historia existe un principio… Pero no siempre es el que nos han contado.
    Evangelina Constantino vive su vida sin saber que por sus venas corre la sangre de un linaje ancestral. Dia a dia, invierte sus energias en su trabajo de restauradora de arte, especializada en obras del renacimiento, en uno de los museos mas importantes de Florencia, Italia. Para ella, eso basta. No necesita de mas. Aunque sus suenos digan lo contrario, y la arrojen, noche tras noche, a los imaginarios brazos de un hombre que ni siquiera sabe si es real.
    Lo es… y su nombre es Dante Sfeir.
    Filantropo. Millonario. Empresario hotelero. Poseedor de una anatomia digna del Olimpo y un atractivo unico, provocador y cautivador.
    Los caminos de ambos se cruzaran por algo mas fuerte que una simple casualidad. Porque el destino, cuando de Evangelina se trata, cuenta con senderos bien definidos… y Dante Sfeir, un hombre plagado de secretos, esta en ellos.
    Un amor maldito. Un amor marcado por la traicion.
    Pasion, arte y religion enlazadas en una lucha sin tregua, en una guerra de puro deseo.

  • Por la fuerza de Pilar Parralejo

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    Despues de ser raptada por el mismo tipo que provoca su despido, y despues de ser “extorsionada” por su padre, se encuentra a si misma casada con Ayron: un autentico desconocido, alguien que tiene todo lo que una mujer podria desear en un hombre, todo salvo la odiosa familia a la que pertenece, gente con un ego desmesurado que esta dispuesta a cualquier bajeza para intentar separarlos.

  • El canto de las montanas de Nguyen Phan Que Mai

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    Mi abuela me decia que, cuando mueren, nuestros antepasados no desaparecen, sino que siguen protegiendonos. Y ahora siento que ella me protege mientras enciendo una cerilla y prendo una varilla de incienso. En el altar de los antepasados, detras de la campana de madera y de las bandejas de comida humeante, los ojos de mi abuela brillan cuando la llama de color azul anaranjado prende el incienso. Agito la varilla para apagarla y, al tiempo que se consume sin llama, las espirales de humo y el aroma ascienden hacia el Cielo, llamando al espiritu de los muertos para que regresen. --Ba oi --susurro, alzando el incienso por encima de la cabeza. Entre la niebla que difumina la frontera entre nuestros dos mundos, la abuela me sonrie. --Te echo de menos, abuela. Una rafaga de viento entra por la ventana y me acaricia el rostro, tal como hacia mi abuela. --Huong, querida nieta. --Los arboles que crecen junto a la ventana susurran sus palabras--. Estoy aqui contigo, siempre estoy contigo. Coloco la varilla en el tazon situado delante del retrato de mi abuela. Sus suaves rasgos brillan con el perfume del incienso. Contemplo las cicatrices de su cuello. --?Te acuerdas de lo que te dije, querida? --murmura su voz entre las ramas incansables--. Los retos que los vietnamitas han tenido que afrontar a lo largo de su historia son tan altos como las mas altas montanas. Si nos detenemos demasiado cerca, no podemos ver las cumbres. Si nos alejamos de las corrientes de la vida, podremos tener una vision completa... Rojo sobre blanco Hanoi, 1972-1973 La abuela me da la mano mientras caminamos en direccion al colegio. El sol es como una gran yema de huevo que se asoma entre una hilera de casas con tejado de hojalata. El cielo es tan azul como la falda favorita de mi madre. Me pregunto donde estara. ?Habra encontrado a mi padre? Me sujeto el cuello de la chaqueta mientras el viento se abre paso y arremolina una nube de polvo. La abuela se inclina y me pone un panuelo sobre la nariz. Mi mochila del colegio le cuelga del brazo y se tapa la cara con la palma de la mano. Volvemos a ponernos en marcha en cuanto se disipa el polvo. Por mucho que me esfuerce, no oigo cantar a los pajaros. Busco, pero no encuentro ni una sola flor a lo largo del camino. No hay hierba a nuestro alrededor, solo montones de ladrillos rotos y metal retorcido. --Guayaba, ten cuidado. --La abuela tira de mi para alejarme del crater de una bomba. Me llama por mi apodo, Guayaba, para protegerme de los malos espiritus que, segun ella cree, rondan la tierra en busca de ninos hermosos para secuestrarlos. Dice que mi nombre verdadero, Huong, que significa 'fragancia', los atraeria. --Cuando vuelvas a casa tendras tu comida favorita, Guayaba --me dice la abuela. --?Sopa pho con fideos? --La felicidad hace que me salte un escalon. --Si... Los ataques aereos no me han dejado cocinar, pero ahora esta todo en calma, asi que vamos a celebrarlo. Antes de que pueda contestar, una sirena rompe nuestro momento de paz. Una voz femenina grita desde un altavoz atado a un arbol. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan los bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --!Oi troi dat oi! --La abuela invoca al Cielo y a la Tierra. Corre tirando de mi. Rios de gente salen de las viviendas como si fueran hormigas huyendo de un hormiguero destrozado. A lo lejos, desde lo alto de la opera de Hanoi, aullan las sirenas. --Por aqui. --La abuela corre hacia un refugio antiaereo excavado al borde del camino. Tira de la pesada tapa de hormigon. --!No hay sitio! --grita una voz desde abajo. En el interior del agujero redondo, en el que solo cabe una persona, hay un hombre medio arrodillado. El agua fangosa le llega hasta el pecho. La abuela se apresura a cerrar la tapa. Tira de mi hacia otro refugio. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se aproximan a Hanoi. Estan a sesenta kilometros de distancia. Las fuerzas armadas se disponen a rechazarlos. --La voz femenina parece mas imperiosa. Las sirenas son ensordecedoras. Vamos refugio tras refugio, pero estan todos llenos. Delante de nosotras, la gente se precipita de un lado a otro como pajaros con las alas rotas, abandonando bicicletas, carros, bolsos. Una nina pequena, sola, llama a gritos a sus padres. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se acercan a Hanoi. Estan a treinta kilometros de distancia. Aturdida por el miedo, tropiezo y me caigo. La abuela me levanta. Tira mi mochila del colegio a un lado de la calle y se agacha para que me suba a su espalda. Me sujeta las piernas con las manos y echa a correr. Un ruido ensordecedor se aproxima; se oyen explosiones lejanas. Me agarro a los hombros de la abuela con manos sudorosas, aplasto la cara contra su cuerpo. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan mas bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --Corred al colegio, no van a bombardearlo --grita la abuela a un grupo de mujeres que cargan con ninos en brazos o a la espalda. A los cincuenta y dos anos, la abuela es fuerte. Pasa corriendo junto a las mujeres y se pone a la altura de las que van delante. Entre sacudidas presiono la cara contra su largo cabello negro, que huele como el de mi madre. Mientras pueda olerlo estare a salvo. --Huong, corre conmigo. --La abuela se acuclilla delante de mi colegio, jadeando. Tira de mi hacia el patio y se mete en un refugio vacio situado junto a un aula. Me deslizo a su lado y el agua me llega hasta la cintura; me agarra con manos heladas. Hace un frio horrible. Estamos a principios del invierno. La abuela se incorpora para cerrar la tapa. Me abraza y el latido de su corazon palpita en mi sangre. Agradezco a Buda que nos haya dado este refugio en el que cabemos las dos. Tengo miedo por mis padres, que estan en el frente. ?Cuando volveran? ?Habran visto al tio Dat, al tio Thuan, al tio Sang? Las explosiones se acercan. El suelo se mece como si fuera una hamaca. Me tapo los oidos con las palmas de las manos. El agua sube de golpe, me moja la cara y el pelo, me nubla la vista. El polvo y las piedras se cuelan por una pequena hendidura y me caen en la cabeza. Se oye el fuego antiaereo. Hanoi devuelve el ataque. Mas explosiones. Sirenas. Gritos. Intenso olor a quemado. La abuela se lleva las manos al pecho. --A Di Da Phat, Nam Mo Quan The Am Bo Tat. --De sus labios sale un torrente de plegarias a Buda. Cierro los ojos y la imito. Las bombas siguen rugiendo. Sobreviene un minuto de silencio. Un ruido estridente. Me encojo de miedo. Una tremenda explosion nos impulsa hacia la tapa del refugio. El dolor me oscurece los ojos. Aterrizo con los pies sobre la barriga de la abuela. Tiene los ojos cerrados, las manos parecen una flor de loto en su pecho. Reza mientras el ruido atronador desaparece y se elevan los gritos de la gente. --Abuela, tengo miedo. Tiene los labios azules, tiembla de frio. --Ya lo se, Guayaba... Yo tambien tengo miedo. --Abuela, si bombardean el colegio, ?se... se hundira este refugio? Se agita en el reducido espacio y me atrae hacia sus brazos. --No lo se, carino. --?Si se cae moriremos, abuela? Me abraza con fuerza. --Guayaba, si bombardean el colegio, quiza el refugio se nos caiga encima, pero solo moriremos si Buda lo consiente. No morimos aquel dia de noviembre de 1972. Despues de que las sirenas anunciaran el final del bombardeo, la abuela y yo salimos, temblando como hojas, y avanzamos tambaleantes por la calle. Se habian derrumbado varios edificios, los escombros cubrian el camino. Reptamos tosiendo por montones de cascotes. Los ojos me ardian con las espirales de humo y polvo. Agarre con fuerza la mano de la abuela mientras contemplaba a las mujeres que se arrodillaban y aullaban junto a los muertos cuyos rostros habian cubierto con ajadas alfombrillas de paja. Las piernas de los cadaveres nos apuntaban. Piernas mutiladas, cubiertas de sangre. De una piernecita colgaba un zapato rosa. La nina muerta tendria mi edad. Empapada, cubierta de barro, la abuela tiro de mi, cada vez mas deprisa, y pasamos junto a trozos humanos dispersos, casas derruidas. Sin embargo, al lado de la sombra del bang, nuestra casa se alzaba bajo un sol glorioso e incoherente. Habia escapado de milagro. Solte la mano de la abuela y corri hacia la puerta de entrada. La abuela me ayudo a cambiarme a toda prisa y me metio en la cama. --Quedate en casa, Guayaba. Baja si vuelven los aviones --dijo, senalando el refugio antiaereo que mi padre habia excavado en el suelo, junto a la entrada del dormitorio. El refugio era lo bastante grande para las dos y estaba seco. Preferia refugiarme ahi, bajo la atenta mirada de mis antepasados, cuya presencia irradiaba el altar familiar situado en lo alto de la estanteria. --Pero... ?adonde vas, abuela? --pregunte. --A mi colegio, a ver si mis alumnos necesitan ayuda. --Me arropo con nuestra fina manta. --Abuela, es peligroso... --Esta a dos manzanas, Guayaba. Volvere corriendo en cuanto oiga la sirena. ?Me prometes que te quedaras aqui? Asenti. La abuela se dirigio a la puerta de la casa, pero volvio a mi cama. Me calento el rostro con la mano. --?Me prometes que no saldras a curiosear? --Chau hua --conteste con una sonrisa para tranquilizarla. Nunca me dejaba ir sola a ningun sitio, ni siquiera durante los meses sin bombardeos. Siempre habia temido que me perdiera. Me preguntaba si mi tia y mis tios tendrian razon cuando afirmaban que la abuela me sobreprotegia porque sus hijos habian sufrido cosas terribles. Cuando la puerta se cerro a su espalda, me levante y cogi un cuaderno. Moje la plumilla en el tintero. <>, escribi, empezando una nueva carta para mis padres sin dejar de preguntarme si les llegaria alguna vez. Se desplazaban con las tropas y no tenian direccion fija. Estaba leyendo otra vez Bach Tuyet va bay chu lun, inmersa en el mundo magico de Blancanieves y sus amigos, los siete enanitos, cuando la abuela volvio a casa con mi mochila del colegio colgada del brazo. Le sangraban las manos, heridas al haber intentado rescatar a las personas enterradas bajo los cascotes. Me atrajo hacia su pecho y me abrazo con fuerza. Esa noche, me deslice bajo nuestra manta mientras escuchaba las oraciones de la abuela y el ritmico sonido de la campana de madera. Rezaba para que Buda y el Cielo terminaran con la guerra. Rezaba para que mis padres y tios regresaran sanos y salvos. Cerre los ojos y me sume a sus oraciones. ?Estaban vivos mis padres? ?Me echaban tanto de menos como yo a ellos? Queriamos quedarnos en casa, pero una notificacion urgente de las autoridades ordeno a los ciudadanos que evacuaramos Hanoi. La abuela tenia que guiar a sus alumnos y a sus familias a un lugar remoto en las montanas, donde seguiria impartiendo clases. --Abuela, ?adonde vamos? --pregunte. --A un pueblo que se llama Hoa Binh. Alli no podran encontrarnos las bombas, Guayaba. Me pregunte quien habria elegido un nombre tan bonito para un pueblo. Hoa Binh eran las palabras que llevaban en las alas las palomas pintadas en las paredes de mi colegio. Hoa Binh en mis suenos era de color azul, el color del regreso a casa de mis padres. Hoa Binh significaba algo sencillo, intangible y valiosisimo: 'paz'. --?Esta muy lejos ese pueblo, abuela? ?Como vamos a ir? --Andando. Esta solo a cuarenta y un kilometros. Si vamos juntas, podremos hacerlo, ?no crees? --?Y la comida? ?Que comeremos? --No te preocupes. Los campesinos nos daran comida. En momentos de crisis la gente es buena --contesto con una sonrisa--. ?Me ayudas a hacer el equipaje? Mientras nos preparabamos para el viaje, la voz de la abuela se elevo en una cancion. Tenia una voz preciosa, igual que mi madre. Se divertian inventando canciones tontas, cantando y riendo. Cuanto echaba de menos aquellos momentos tan felices. Cuando la abuela cantaba, los grandes campos de arroz abrian sus brazos verdes para recibirme, las ciguenas me llevaban en sus alas, los rios me arrastraban con la corriente. La abuela extendio un panuelo. Apilo nuestra ropa en el centro y anadio mi libreta, la pluma, el tintero y el material que ella empleaba para dar clase. Puso encima de todo la campana de rezos y luego ato las esquinas opuestas para hacer un hatillo que pudiera echarse al hombro durante el viaje. Del otro se colgo un largo tubo hecho con una cana de bambu, lleno de arroz crudo. Habia preparado ya mi mochila del colegio con agua y comida para el camino. --?Cuanto tiempo estaremos fuera, abuela? --No lo se, quiza un par de semanas. Me plante delante de la estanteria y pase las manos por el lomo de los libros. Cuentos de hadas vietnamitas. Cuentos rusos. La bija del vendedor de pajaros, de Nguyen Kien, La isla del tesoro, de un autor extranjero cuyo nombre no se pronunciar.

  • Un oceano de dudas de Laura Flanagan

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    El universo de Winnifred se ha roto en pedazos tras descubrir que Ashton, su novio de toda la vida, le ha sido infiel. Una semana antes de que empiece la universidad, su prima Rachel decide llevarla lejos de Sacramento para que se distraiga y deje de pensar en su ex.
    Melbourne resultara ser el antidoto a todos sus males. Alli, Winnifred conocera a Craig, un chico totalmente opuesto a ella: ligon, inmaduro y con un pequeno secreto. Juntos viviran un viaje de autodescubrimiento en el que cada uno sera un apoyo fundamental para el otro.
    ?Que pasara cuando Fred tenga que regresar a Sacramento? ?Estaran ambos dispuestos a luchar por sus suenos o se dejaran arrastrar por las olas?

  • El color de la luz de Marta Quintin Maza

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    Una novela intimista, construida con maestria, que explora diversos tiempos y lugares (Espana, la Guerra Civil, el Paris de los anos veinte, Nueva York…) y plantea una historia de amor descarnado, imposible por la propia naturaleza humana, por la inseguridad, por el miedo…, por la incapacidad de reconocer que tal vez el error fue no amar.

  • Nos vemos en esta vida o en la otra de Manuel Jabois

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    Una de las caracteristicas del mal es dejar de ser una tentacion. Eso fue lo que me empezo a interesar de la historia de Gabriel, conocido como Baby y al que la prensa apodo, despues de los atentados del 11-M en Madrid, El Gitanillo. Su normalidad era comun hasta que se hizo demasiado grande para mantenerla como tal.

  • La Hermana Sol de Lucinda Riley

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    De Manhattan a las majestuosas llanuras africanas, el sexto libro de la serie < Siete Hermanas>> es una historia romantica e inolvidable.

  • Hoy te quiero mas que ayer, ya manana se vera de Benito Troya

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    Comedia romantica que nos muestra la vision masculina del amor y las primeras citas.

  • Buenas y enfadadas de Rebecca Traister

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    Traister rastrea la historia de la ira femenina como combustible politico, desde sufragistas que marchan en la Casa Blanca hasta empleadas de oficinas que abandonan sus edificios despues de que Clarence Thomas fuera confirmado ante el Tribunal Supremo. Explora esta ira tanto con los hombres como con otras mujeres; la ira entre aliados y enemigos ideologicos; las diversas formas en que se percibe la ira en funcion de su dueno, la historia de la caricatura y deslegitimacion de la ira femenina y la forma en que su furia colectiva se ha convertido en un combustible politico transformador, como ocurre en la actualidad. Ella deconstruye la condena de la sociedad (y los medios de comunicacion) a la emocion femenina (en particular, la rabia) y el impacto de sus repercusiones resultantes.

  • La cinta de M. C. Andrews

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    Daniel Bond lo tiene todo bajo control. A pesar de su tormentoso pasado, o quiza gracias a el, se ha convertido en uno de los abogados mas reputados de toda Inglaterra. Su vida, planeada al milimetro, esta dominada por unas estrictas normas que rigen todas sus relaciones. Jamas se ha planteado transgredirlas con ninguna mujer... hasta que conoce a Amelia Clark. Amelia hace que se lo cuestione todo; lo reta con cada mirada, con cada caricia. Si solo fuese una cuestion de sexo, Daniel sabria a que atenerse, pero el problema es que cada vez que estan juntos siente la tentacion de explorar placeres que hasta entonces consideraba prohibido. La cinta es un relato corto que complementa la novela Noventa dias. De la mano de Daniel Bond, narrador y protagonista, descubriremos que cada historia de amor es unica e irrepetible.

  • Mi mundo a los 20, Cristina Bermudez de Cristina Bermudez

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    Adriana busca a su principe azul, con tan mala suerte que siempre cambian de color. Tras varios intentos frustrados, conoce a un singular candidato. ?Sera su verdadero principe azul o con el paso del tiempo empezara a destenir?
    Cristian le ofrece diversion, locas noches de amor y nada mas.
    ?Se conformara Adriana con un sucedaneo de novio? O ?buscara un nuevo aspirante a principe?
    Una divertida historia contada con mucho humor y sobretodo, ironia.

  • El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto

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    Los cadaveres de un oscuro funcionario y una camarera aparecen una manana en una playa de la isla de Kyushu. Todo parece indicar que se trata de un caso claro: dos amantes que se han suicidado juntos tomando cianuro.

  • Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Sombras 01 de Laura Lopez

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    No es verdad eso de que es mejor arrepentirse de lo que se hace. Cualquier escenario posible es mejor que este, lo que me lleva a pensar que no deberia haber hecho absolutamente nada. Claro que, por extension, no debi hacer demasiadas cosas. No tengo excusa. No puedo aferrarme a que tuve mala suerte, o que estaba deprimido, o mas loco que cuerdo. La autocompasion no nos lleva a ningun sitio, y menos donde estoy. No se cuanto tiempo voy a estar aqui. El que ellos quieran. Mi situacion esta lejos de ser tranquilizadora. Un necio podria relajarse creyendo que ahora estaria a salvo, pero yo se lo que hay de verdad tras estas paredes. Me tienen justo donde querian. Y no. No espero que nada cambie. No planeo escapar en un futuro. Ni siquiera me atrevo a sonar con la posibilidad de poder salir de aqui. Por desgracia, esto no es una pelicula. Me llamo Bruce. Tenia treinta y cinco anos cuando empezo todo. Perdi la nocion del tiempo hace demasiado, asi que no se ni en que dia vivo. 1 Cada vez me quedo mas convencido de que seria facil engancharse a esto. Entiendo perfectamente a los que lo hacen. Me encanta cuando cojo el colocon. Aunque me hayan rebajado la dosis, adulterandola, para evitar que sea un peligro. En cualquier caso, es indescriptible esa sensacion cuando empieza a actuar y el dolor desaparece lentamente. Al principio apenas se percibe, pero, poco a poco, como si dejara que me recreara, empiezo a flotar. A la par que dejo de sentir, la cabeza se expande y, al final, ya no pienso. Cuando quiero darme cuenta, estoy en un grado de relajacion tal que todo lo que pase de respirar hondo es irrealizable. No es que sea incapaz de moverme; es que echaria a perder el unico momento de paz al que puedo aspirar. Y es tan facil dejarse llevar por esa nube que no tardo en caer en un profundo sueno, sin suenos. Las consecuencias o efectos secundarios no se quedan solo en el colocon, el cual me cuesta cada vez mas conseguirlo. El organismo se termina acostumbrando a casi todo, y llega un momento en que exige mas para lograr lo mismo. Ocurre con cualquier droga. Aparte, es frecuente que me de por vomitar. A veces pienso que es la respuesta del cuerpo a algo que en el fondo se que no necesito. Desde que me lo recetaron, no he podido dejarlo. Consigo por la via legal, con receta medica, una minima parte. No puedo exponerme a dejar que el dolor empiece, y eso es lo que no entiende el sadico de mi medico. A veces tengo la seria tentacion de mezclarlo con la bebida adecuada, fantaseando con la idea de que acabe con toda esta mierda de una vez. Llego a planearlo, pero luego siempre me echo atras. Mi psiquiatra, reacio a que me dieran morfina para el dolor, insistio en que se me administrara cualquier paliativo, o un preparado que redujera los riesgos que conlleva una sobredosis de morfina, por lo que lo maximo que conseguiria es un pedo mas fuerte. Ademas, esta mas que comprobado. Asi que lo que me impide llevarlo a la practica no es solo la certeza de que perderia el tiempo. Es la cobardia, asi de simple. Es lo que no entiendo: por que quiero desaparecer y, sin embargo, me cuesta tanto hacerlo. Tomo la decision de intentarlo e, inmediatamente despues, surge el miedo a que haya algun fallo en la medicacion que me deje como un vegetal. No quiero quedar como un vegetal, ni que encuentren mi cadaver putrefacto tras semanas de peste que alerte a alguien que pase por delante de mi casa. No quiero acabar asi. Apenas recuerdo nada de los ultimos dos anos y pico. Tecnicamente no es tanto tiempo, pero comparando el antes y el presente, me parecen dos vidas distintas. La principal diferencia, que lo resume todo, es que antes tenia una vida en el mas amplio sentido de la expresion. Tenia un presente y, sobre todo un, futuro; con proyectos, planes, objetivos... Lo mande a la mierda en un segundo. Hay tantas tonterias que se oyen a las que no les damos importancia que luego resultan ser verdad que no se pueden enumerar, aunque quisiera. No se pueden hacer planes con certeza, porque no sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de una curva. La rutina es un asco que atonta la mente, convirtiendote en un ser a la misma altura que las ovejas. No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. A la vuelta de esa curva te puedes encontrar un coche que se empotra de morros contra ti. Si sales de esa, debes considerarte afortunado porque tienes una segunda oportunidad, aunque no la quieras. La rutina adormece, hasta que pierdes la tranquilidad y seguridad que te proporciona. Suena muy goloso eso de <> como senal de una vida menos aburrida, presumiendo que tiene que acabar bien. Nadie se imagina que eso que va a ocurrir es que pierdes aquello que le da sentido a tu vida. La unica certeza que tengo es que no deberia estar aqui. Tienen razon esos que salen en television o que escriben diciendo que deberia estar condenado a la perpetua como poco. He matado a tres personas. Y, aunque suene topico, fue un accidente; y, si hubiera muerto yo, tambien. Seria solo una tragedia mas de las que dan las carreteras. No me libraria de la etiqueta de irresponsable y asesino en potencia por la tasa que llevaba de alcohol en sangre, pero al menos todo habria quedado ahi. No puedo volver a conducir, esa fue mi condena oficial. La madre del estudiante que iba en el coche que me comi ha venido a gritarme varias veces, como si creyera que celebro haberme librado. Sigo vivo unicamente por inercia. Este nuevo estado de cosas ha derivado en un abandono fisico. Cualquiera aprecia a simple vista que hace mucho que mi aspecto o mi salud me importan poco. No es que le de importancia, pero nunca he descuidado hasta ahora una ducha, ni he llevado mas barba de la que he querido, ni he salido con ropa sucia o maloliente aunque fuera solo por el correo. Tengo que aclarar que el negro del pelo es natural, aunque suele estar sucio. Es frecuente que me caiga por los hombros una especie de escamas blancas. No es caspa, porque no pica, y, como digo, son escamas. Aunque no tengo una dieta variada, he perdido mucho peso, de tal forma que los ojos verdes parecen querer salirse de sus huecos. A veces, cuando me aburro de no ver mas que pelo por mi cara y me afeito, aprecio cierto tono amarillento. En otro momento me hubiera comido el coco, pensando que tengo algun problema de higado o algo asi. Veo imagenes mias en la television o internet anteriores a todo esto y ni siquiera me reconozco. Lo que digo: dos vidas distintas. Lo mas curioso es que los hijos de puta tenemos dos extremos: o nos apartan como a leprosos, o nos veneran. Tuve una vez la oportunidad de analizar ese comportamiento para la tercera novela que publique con una de los personajes principales. Es facil hablar de la veneracion que se siente por un idolo; todos tenemos los nuestros, por mas que nos cueste reconocerlo. Pero no tiene nada que ver cuando el sujeto que se idolatra es un asesino, un dictador, un mafioso o un banquero, por citar solo algunos ejemplos. Aunque Eve no era la protagonista, ni su amor platonico formaba parte de la trama principal, fue lo que mas trabajo me llevo de El buen alumno. Acabarla fue como quitarse un peso de encima. Lo hice de forma que ni a la editorial ni a los lectores se les ocurriera pedir una segunda parte. Detesto las sagas; estiran una historia hasta deformarla solo por dinero. Terminan creando comunidades de fans que solo conocen al autor por esa saga en concreto, teniendola como punto de referencia y esperando que todo lo que venga despues sea igual. Los mismos que se rien del seguidor de Regreso al Futuro o Indiana Jones, diciendo que despues de la primera el resto son copias baratas, luego hacen cola de varias horas para leer una nueva entrega de porno literario o sobre cargantes seres sobrenaturales. Quien hace sagas es que carece de imaginacion para hacer historias diferentes, con personajes y ambientes nuevos. Es asi de simple.

  • Has sido tu de Chani Aparicio Vela

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    "Has sido tu", es un volumen unico que mezcla diferentes generos, el thriller de intriga, el romance y el drama contemporaneo escrito en un estilo directo y sencillo que facilita a cualquier lector que se acerque a sus paginas.
    En una incesante busqueda de la verdad, Roberto, un joven bien acomodado de Madrid, se ve envuelto en una serie de enganos y mentiras al cambiarle la vida por completo tras el asesinato de su madre en extranas circunstancias, supuestamente a manos de su padre, un hombre perturbado por su demencia. Una apasionante novela de amor, odio e intriga que ira envolviendo al lector de principio a fin.

  • Prohibido desear a Lucky Royal de Ella Valentine, Emma Winter

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    --Lucky, tengo una buena noticia que darte: hemos encontrado una nueva casa de acogida para ti. Lucky alzo las cejas con curiosidad. Cuando Grace Turner, una de las trabajadoras sociales del centro de acogida en el que se encontraba, le habia pedido que le acompanara hasta su despacho, habia esperado una reprimenda por alguna de sus fechorias, no aquella noticia inesperada. Lucky acababa de cumplir los quince anos y sabia que a partir de cierta edad encontrar una casa de acogida era altamente improbable. Y mas en su caso. Lucky era un chico problematico. Su informe de Servicios Sociales tenia el tamano de la Biblia a causa de todos los expedientes que le habian abierto por su caracter rebelde e indisciplinado, cosa que lo habia llevado a internar en un reformatorio en dos ocasiones. Llevaba seis meses en aquel centro de acogida de Henderson, en el area metropolitana de Las Vegas, y desde el inicio todos los trabajadores con los que habia hablado le habian asegurado lo dificil que seria encontrar a alguien interesado en acogerle. No era algo que le preocupara demasiado, pues Lucky tenia un plan de futuro. Llevaba tiempo pensando en ello, desde que en su ultima casa de acogida el senor Cook decidiera amenazarlo con su rifle de caza cada vez que consideraba que el chico no se portaba de forma correcta. Lucky no confiaba en el sistema, no queria seguir entrando y saliendo de casas donde le trataban como si fuera escoria, y por ello habia tomado una decision. Decision que decidio compartir con Grace. --Quiero pedir la emancipacion --dijo alto y claro, fijando sus ojos azules en los ojos oscuros de la mujer rubia que tenia delante. --?Emanciparte? --Grace arqueo una ceja, sobresaltada--. ?Estas seguro? ?Ya sabes lo que significa eso? Lucky asintio despacio, sin apartar su mirada de ella. --Significa que el Estado de Nevada dejara de tener mi custodia y que sere libre para vivir mi vida como quiera. --Tambien significa que perderas la posibilidad de encontrar una familia que pueda adoptarte. --Ambos sabemos que hace anos que perdi esa posibilidad. --Eso no es cierto. Nunca es tarde para encontrar un hogar. --Gracias por esa frase de autoayuda, pero la verdad es la que es --dijo Lucky sonriendo con tristeza--. Hay personas que no estamos destinadas a encontrar un hogar. Lucky percibio la forma en la que los hombros de Grace se hundieron un poco ante sus palabras. Sabia que sentia compasion por el. Le caia bien Grace. Llevaba diez anos trabajando alli, tratando con chicos y chicas de vidas complicadas como la suya, y, a pesar de todos los quebraderos de cabeza que le daban, no habia perdido la capacidad de sonreir. Muchos otros, en menos tiempo que ella, acababan amargados y abandonaban el trabajo por otro menos exigente. Pocos eran los que llegaban para quedarse. --En todo caso, Lucky, no puedes pedir la emancipacion hasta los dieciseis --le recordo--. Aun falta un ano para eso. Lo sabes, ?no? --Lo se, pero preferiria quedarme en el centro hasta entonces. No veo necesidad de ir a una nueva casa de acogida con gente que, en realidad, solo quiere que me quede con ellos por la retribucion que reciben por ello. Todo el mundo sabia que el sistema de acogida del pais se sustentaba en familias con pocos recursos que, ante la pobreza, decidian ofrecer sus viviendas como casas de acogida para poder vivir del dinero que el Estado les daba a cambio. --Entiendo. Pero debes saber que la persona que va acogerte no responde para nada a ese perfil --La mujer golpeo la carpeta azul marino que tenia frente a ella en la mesa con el dedo indice repetidas veces. Tenia una etiqueta en la tapa con un nombre, pero Lucky no fue capaz de leer lo que ponia en la distancia--. De hecho, esta persona ni siquiera va a recibir ningun beneficio por tu manutencion. Los ojos de Lucky se abrieron de hito en hito. ?Quien en su sano juicio acogia a un chico como el sin pedir nada? --?Y eso por que? --pregunto Lucky, intrigado, arrugando un poco la nariz salpicada de pecas que le daba un aire travieso, a conjunto con un pelo moreno que siempre lucia despeinado. --Bueno, se trata de alguien muy sensibilizado con los chicos como tu. --Sonrio--. Es un viejo conocido de Servicios Sociales y tiene a su cargo a tres chicos mayores que tu. --?Tiene tres chicos acogidos? --No, adoptados. Dos de ellos ya estan en la universidad, pero se de buena tinta que eran igual de conflictivos a tu edad. Lucky miro a Grace con incredulidad. No entendia por que motivo un extrano que ya tenia tres hijos adoptados querria acoger a uno mas. Se le pasaron cosas por la cabeza. Cosas feas. Su vida estaba tan llena de sombras y monstruos que no se le ocurria ningun motivo honesto por el que nadie pudiera ser generoso con alguien como el sin esperar una compensacion. --?Donde esta esa casa? --indago Lucky. --En Las Vegas, muy cerca de aqui. A Lucky le encantaba Las Vegas. De hecho, el habia nacido alli y habia vivido en la ciudad hasta que su madre murio de una sobredosis y su padrastro, que le suministraba la droga, huyo de la casa dejandolo solo y desamparado con el cadaver. Le gustaba la idea de volver a vivir en Las Vegas. Puede que tuviera recuerdos amargos de aquella epoca, pero tambien tenia recuerdos buenos. Las ciudades tienen el poder de condensar todo lo bueno y lo malo que vivimos entre sus calles, y a Lucky le encantaba su ambiente festivo y colorido, las luces de neones de los edificios y lo rapido que parecia ir siempre todo. Henderson estaba a pocos kilometros, cierto, pero no tenia medios para viajar hasta alli. La idea de trasladarse a la ciudad, de pronto, le parecio atractiva. --Se que no has tenido mucha suerte en la vida, algo ironico teniendo en cuenta tu nombre, Lucky, afortunado, pero la suerte siempre puede cambiar --anadio Grace al percibir sus dudas --. Puedo asegurarte que, de todas las opciones posibles, esta --volvio a golpear la carpeta azul con el dedo indice, con avidez-- es una de las mejores, por no decir la mejor. Puede que hasta ahora el sistema no se haya portado muy bien contigo, pero dejame demostrarte que aun quedan buenas personas en este mundo, personas honestas con afan de ayudar. Lucky reflexiono sus palabras. Nada de lo que dijera Grace le haria cambiar su opinion sobre el sistema que llevaba anos sufriendo, pero confiaba en ella. Diablos, Grace era probablemente la unica persona en la que confiaba. Si ella le aseguraba que la persona que pretendia acogerlo era honrada, seguro que no mentia. Ademas, tal como ella le habia dicho no podia emanciparse hasta los dieciseis, le quedaba un ano mas de condena y ese centro no era tampoco santo de su devocion. La comida que servian era basura y tenia problemas con algunos de sus companeros cada dos por tres. No perdia nada por irse de alli un tiempo. Asi que, pese a que la idea seguia sin entusiasmarle, acepto la propuesta de Grace. Esta se alegro muchisimo y le aseguro que no se arrepentiria. Lucky no estaba seguro de ello, pero no dijo nada. Grace le explico los pormenores del traslado, que se efectuaria al dia siguiente, y Lucky se levanto de la silla para marcharse de alli. Al rebasar la mesa se fijo en lo que ponia en la etiqueta de la carpeta azul que Grace tenia frente a ella. Era un nombre: Max Royal. Lucky supuso que seria el nombre de la persona que pretendia acogerle. Horas mas tarde, en la habitacion que compartia con cuatro chicos mas, Lucky metio todas sus pertenencias en una mochila y se tumbo en la cama, con los brazos flexionados y las manos bajo la cabeza, sobre la almohada. En esa posicion, dejo que su imaginacion volara. ?Que clase de persona seria ese Max Royal? A lo mejor tenia una casa decente. O, a lo mejor, incluso, tendria una habitacion para el solo. Sonrio ante esa posibilidad, a pesar de saber que era improbable. Hacia anos que no tenia un dormitorio en exclusiva. Aquella noche Lucky se durmio muy tarde, dejando que un mundo de posibilidades revoloteara por su mente curiosa. Sin embargo, ninguna de ellas se ajustaba ni un poquito a la realidad que le esperaba a su llegada a Las Vegas el dia siguiente. En pocas horas, la vida de Lucky daria una vuelta de 180o. En pocas horas, Lucky conoceria a Max Royal, el hombre que, meses mas tarde, decidiria adoptarlo. En pocas horas, Lucky entraria en su nuevo hogar: uno de los hoteles mas importantes de Las Vegas. En pocas horas, Lucky conoceria a sus tres futuros hermanos, con quienes no tardaria en crear vinculos irrompibles. En pocas horas, Lucky aprenderia que, por primera vez en su vida, haria honor a su nombre: seria afortunado. Tremendamente afortunado. 1 Eve Lucky Royal. !Su jefe era Lucky Royal! De haber sabido que seria su jefe directo, Eve no habria aceptado aquel puesto. Diablos, ?a quien pretendia enganar? Lo cierto era que necesitaba el dinero y, cuando este escaseaba, la dignidad se hundia un poquito. Era dificil mantener segun que decisiones con la necesidad mordisqueandole la nuca. Lo cierto era que el alquiler de la caja de cerillas en la que vivia era elevado y la universidad se comia sus ahorros a un ritmo completamente frenetico. No habia obtenido nota suficiente para la beca y, por lo tanto, tampoco podia optar a quedarse en la residencia de estudiantes, puesto que no podia permitirse los gastos. Vivia en un apartamento compartido con un chico que se pasaba el dia jugando a los videojuegos y no sabia lo que era la limpieza. Su vida, en los ultimos tiempos, se habia vuelto un bucle insostenible: no podia estudiar en aquel lugar porque no conseguia concentrarse del todo y se pasaba las horas limpiando en casas ajenas para ganar lo justo para ir tirando, asi que sus notas habian decaido un poco. Nada preocupante salvo porque habia perdido la oportunidad de ganar una beca un tanto exclusiva. Sus estudios seguian en pie, pero necesitaba dinero. Todo habria sido mejor de haber tenido una familia convencional, pero no conocia a su padre y su madre trabajaba como ama de llaves de una mansion como interna. Se habia criado con ella, pero cuando fue lo bastante mayor los duenos dejaron claro que, si no trabajaba en la casa, no podia vivir en ella. Su madre intento convencerla de que lo hiciera, pero se nego. Detestaba a aquella familia. No podia sacar a su madre de alli, por el momento, pero podia marcharse ella, estudiar, intentar ser alguien y, con suerte, en un futuro, dar a su madre un retiro digno. Sacarla de alli y conseguir que no volviera a servir nunca a nadie. Era lo unico que queria: dar paz y tranquilidad a la unica persona que se lo habia jugado todo por ella una y otra vez. Inspiro aire y lo solto lentamente. Ese era el verdadero motivo por el que no podia negarse a los dos puestos de trabajo que acababa de conseguir como bailarina y organizadora de eventos, aunque su jefe fuera el miserable de Lucky Royal. ?Que por que era miserable? Bueno, no se le ocurria una palabra mejor para describir a alguien que dejaba en la estacada a una mujer embarazada. Eve trago saliva, aunque dudo que fuera bilis. Su padre habia abandonado a su suerte a su madre cuando esta se quedo embarazada, quizas por eso habia llevado tan mal aquella historia. Alyson Stewart era hija de Ryan y Denise Stewart, los jefes directo de su madre. Eve y Alyson tenian la misma edad. Su madre encontro trabajo como limpiadora en aquella casa embarazada de tres meses. Ella contaba que se sintio agradecida de que alguien quisiera darle trabajo estando embarazada asi que acepto sin pensarlo. Entro como interna y estuvo trabajando hasta el octavo mes de embarazo porque Denise, la duena, tambien estaba embarazada de dos meses mas, pero a diferencia de su madre, ella se habia pasado todo el embarazo reposando porque, al parecer, no era facil crear un pequeno y perfecto milagro. Se ve que Eve no tenia nada de milagro y por eso su madre podia limpiar sin descanso aun estando en estado avanzado de embarazo. Estuvo trabajando hasta el octavo mes de gestacion porque, cuando Alyson nacio, el mundo se volvio completamente loco, al parecer, y no importaba que la madre de Eve aun estuviera embarazada: tenia que trabajar para que todo fuera perfecto en el hogar de la pequena Alyson. Eve nacio dos semanas antes de lo previsto asi que su madre, realmente, solo descanso dos semanas embarazada y luego dos semanas cuando pario, porque en cuanto los puntos sanaron y empezo a moverse con cierta celeridad, Ryan y Denise consideraron que, dado que permitian que Eve viviera alli con ella, bien podia volver al trabajo. A consecuencia, Eve crecio en una casa con una nina que tenia su misma edad, pero con todos los privilegios mientras ella apenas rozaba los derechos basicos para vivir dignamente. Soporto durante toda su infancia estudiar en un cuartucho, mientras Alyson tenia una habitacion de estudios y otra de juegos. Alyson recibia una profesora diariamente, pero Eve no empezo el cole hasta que el estado obligo a Tala, su madre, porque los senores Stewart no querian que Alyson y Eve compartiesen estudios. Despues de todo, estaban destinadas a vidas muy distintas, o lo que era lo mismo: Eve jamas podria ser alguien importante. Eve apreto los dientes en la actualidad, aquellos recuerdos dolian demasiado, no tanto por el desprecio constante hacia ella siendo una nina, sino porque imaginaba lo duro que habria sido para su madre no poder darle todo lo que queria y deseaba. Saber que su hija sufria y no poder hacer nada, incluso sentirse inferior. Lo cierto era que Eve se sentia extremadamente orgullosa de su madre: hacia un trabajo durisimo, apenas era recompensada y aun asi aguantaba para darle a ella la mejor vida posible. Quizas por eso, en cuanto tuvo conocimiento decidio salir de aquella casa y dejar de ser una carga para su madre. Habia pasado penurias desde entonces, pero no se lo reconocia nunca a Tala, que vivia preocupada por ella. Habia sacrificado toda su vida por ella, era hora de que Eve estudiara y luchara por un futuro en el que Tala por fin descansara tranquila. ?Y que tenia que ver todo aquello con Lucky Royal? Muy facil, hacia algo mas de un ano que en Las Vegas estallo uno de tantos escandalos. Este, en concreto, Eve lo siguio de cerca porque estaba relacionado con Alyson. Esta y Lucky Royal salieron un tiempo, a juzgar por las fotos de revista en las que se les veia besandose en todos los clubs de lujo de Las Vegas. Segun Alyson, lo suyo era serio, aunque Lucky nunca dijera nada publicamente. Pero debia de serlo, porque Alyson quedo embarazada y Eve no pensaba que fuera tan estupida como para dejarse prenar una noche sin mas. Alyson no era la persona que mejor le caia del mundo, pero era inteligente. Lucky Royal se desentendio por completo de aquel embarazo. Segun le habia contado su madre, la mansion de los Stewart fue un completo caos durante dias. Ryan y Denise amenazaron publicamente a la familia Royal si Lucky no se hacia cargo y este, simplemente, no se pronuncio al respecto. Eso no era tan raro, Lucky Royal era conocido por generar escandalos y no pedir perdon nunca, pero si lo fue que nadie mas en su familia emitiera un comunicado al respecto. Max Royal era un empresario de renombre, admirado y respetado en Las Vegas por todo lo logrado con su cadena de hoteles. El caso fue muy sonado, sobre todo porque Alyson perdio al bebe y, segun Tala, se volvio practicamente loca. Gritaba al servicio mucho mas que de costumbre, tanto como para que se escondieran a su paso y solo salieran a la luz cuando no les quedaba mas remedio. La situacion en la mansion se habia vuelto un tanto insostenible incluso para sus padres, segun le contaba a Eve su madre. Eve pensaba que quizas podia parecer un tanto exagerado, pero tampoco podia imaginar el dolor de perder a un hijo... un hijo no reconocido. Un hijo que, de haber nacido, lo habria hecho como ella: repudiado por su padre. Trago saliva. No, en realidad, a ese bebe no le habria faltado de nada. No habria sabido de que modo se rompe un corazon al oir a su madre llorar cada noche por el deseo de tener un vida mejor. Ese bebe nunca habria pasado todo lo que Tala y ella habian pasado. Y, aun asi, se compadecia de Alyson, porque era caprichosa, egocentrica, mimada y, segun Eve habia comprobado durante su ninez, maliciosa en exceso, pero nadie merecia un desprecio semejante. Mientras miraba el contrato firmado, Eve intentaba controlar sus emociones, pero la sensacion de haberse librado de los Stewart para caer en manos aun peores amenazaba con no dejarla dormir en toda la noche.

  • Pasion Indomita (Kavanagh 1) de Emily Blayton

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    Sophia Carrington parecia destinada a la solteria. Sus escasos talentos para el flirteo, su dote escasa y una madre recalcitrante y enfermiza que trata de convencerla de que ella no esta hecha para el matrimonio, todo parece conspirar para que se convierta en la solterona de la familia.
    Hasta que conoce a Ephraim Kavanagh, el irlandes. Un caballero guapo y fascinante pero con un oscuro pasado.
    Los lugarenos huyen de ese hombre y se santiguan a su paso. Aseguran que tiene una pesima reputacion y que en verdad esta maldito.
    Todos le advierten que es muy mala idea tener amistad con ese irlandes, pero ella esta harta de hacer siempre lo correcto…

  • Una asesina rendida (Atraccion peligrosa 4) de Alina Covalschi

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    El destino volvera a unir los caminos de Victoria y Andrew en esta novela que pone fin a esta serie llena de misterios, mentiras, enganos y juegos entre policias y asesinos.

  • Si no te veo antes de Eric Lindstrom

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    Suena el despertador y yo lo apago de un manotazo y aprieto el boton del altavoz al mismo tiempo. Stephen Hawking dice: <<5:55 de la manana>>. Solo queria asegurarme, como siempre. Abro la ventana de un tiron y saco la mano. Fresco, neblinoso, pero sin humedad. Es probable que el cielo este encapotado. Me visto --sujetador deportivo, camiseta sin mangas, pantalones cortos, zapatillas de atletismo-- sin molestarme en comprobar nada mas, porque todas mis prendas de correr son negras. Salvo los panuelos. Los palpo con los dedos, comprobando las etiquetas de plastico, decidiendo de que humor estoy. Es raro, pero me siento inquieta, asi que escojo uno que quiza me venga bien: el de algodon amarillo con caritas felices bordadas. Me lo ato alrededor de la cabeza como si fuera una venda, poniendo una sonrisa sobre cada uno de mis parpados cerrados. El sol, recien salido, me calienta las mejillas: el cielo debe de estar despejado, al menos en el horizonte. Cierro la puerta de mi casa y me deslizo la fria llave en el calcetin. Cuando el sendero de entrada se convierte en acera, giro a la derecha y empiezo a correr. Las tres manzanas que hay hasta llegar al campo estan programadas en mis pies, en mis piernas, en mi equilibrio. Tras siete anos haciendo lo mismo, identifico cada bache, cada grieta, cada raiz que asoma de la acera. No necesito ver por donde corro, porque lo siento. --!Parker! !Para! Freno bruscamente y me tambaleo, aleteando con los brazos como si estuviera al borde de un precipicio. Y, si resulta que ayer paso por aqui una retroexcavadora, perfectamente podria estarlo. --!Lo siento mucho, Parker! --la sufrida voz de ama de casa de la periferia de la senora Reiche me grita desde su porche. Ahora esta trotando por el sendero de acceso a su casa, haciendo tintinear las llaves--. El hermano de Len vino anoche... Intento no imaginarme a mi misma estrellandome contra uno de los lados de su furgoneta. Avanzo con las manos extendidas hasta que toco metal frio y cubierto de rocio. --No hace falta que lo muevas --recorro la resbaladiza superficie del coche al tiempo que lo rodeo. --Claro que lo muevo. Cuando vuelvas, ya no estara. Vuelvo a encontrar la acera y sigo corriendo mientras la furgoneta ruge a mis espaldas. Espero en la esquina hasta que la senora Reiche ha apagado el motor para poder escuchar el trafico. No oigo mas que el piar de los pajaros, asi que pongo un pie en el cruce. Cuando toco el alambre de la verja del campo de entrenamiento Gunther, giro a la derecha. Doy catorce pasos hasta el agujero de entrada y giro el cuerpo a la izquierda para atravesarlo, la mano ligeramente adelantada por si acaso hoy es la primera vez en anos que no he calculado bien la distancia. Lo traspaso sin problemas, como siempre. El campo tiene unos noventa metros de ancho. Si han aparecido obstaculos nuevos desde ayer, hay pocas posibilidades de que los encuentre a la primera pero, si ya es una locura correr aqui, mas loco seria todavia hacerlo sin dar antes un paseo de reconocimiento. Llego hasta la verja que hay en la otra punta del campo, a ciento cuarenta y dos pasos. Todo bastante normal y despejado. Despues de unos minutos de estiramientos, me siento lista para correr. Setenta y cinco zancadas a ritmo medio, dos docenas de pasos hasta tocar la otra verja, y vuelta a empezar. Despues de cinco rondas, llega el momento de hacer esprints. Sesenta zancadas me dejan a veinticuatro pasos de la verja de enfrente. A continuacion, me desplazo lateralmente para volver a ponerme en linea, porque me he desviado un poco. El aire no se mueve y es mas calido que ayer, pero la sensacion cuando lo atravieso volando es de frescor. Hace semanas que dejamos atras lo peor del calor del verano. Diez esprints y se acabo. Despues de cruzar la calle, troto lentamente para ir relajando los musculos, pero me pongo a caminar cerca del acceso a la casa de los Reiche. He escuchado como movian el coche, pero cuando se presenta un problema uno tarda un tiempo en olvidarlo. Al llegar al otro lado, en el punto en el que el acceso a la casa se eleva ligeramente para volver a convertirse en acera, vuelvo a acelerar. En cuanto abro la puerta de casa, se que ha pasado algo. No huelo el desayuno. Hasta los dias en que toca desayunar cereales hay tostadas. En la cocina solo escucho los ruidos habituales de una casa aun dormida: el zumbido del frigorifico, el tictac del reloj sobre los fogones, mi respiracion y, cuando me paro a escuchar mas detenidamente, el latido de mi corazon. Me dirijo a las escaleras y me tropiezo con algo que hay en el recibidor. Me acuclillo y descubro a mi padre, tendido en el suelo, vestido con unos pantalones de pijama de franela y una camiseta de manga corta. --?Papa? !Papa! ?Estas bien? --Parker --me dice, con una voz extranamente tranquila. No parece ni cansado ni dolorido. --?Te has caido? ?Que ha pasado? --Escucha --me pide. Su voz sigue sin sonar como deberia hacerlo si realmente estuviera tirado al pie de las escaleras--. Todo el mundo tiene secretos, Parker. Todo el mundo es un misterio. Ahi es cuando me despierto, como siempre. Sin embargo, eso es exactamente lo que ocurrio el pasado 3 de junio, una semana despues de terminar el colegio y dos semanas despues de que fuera mi decimosexto cumpleanos. Salvo por dos cosas. La primera es que si que estuve a punto de estrellarme contra la furgoneta de los Reiche, solo que eso ocurrio otro dia, un par de semanas despues. La segunda es que mi padre no estaba tendido al pie de las escaleras. Estaba todavia en la cama, y llevaba horas muerto. UNO UNO Marissa esta lloriqueando. Otra vez. --Y entonces el... el... el no... --su voz grave parece un grunido. Patetica. Y eso que es una chica lista... Salvo cuando se trata de Owen. --?No podeis hablar vosotras con el? Yo no respondo y Sarah tampoco. Solemos ofrecerle buenos consejos --gratis, incluso--, pero nunca nos involucramos. Se lo hemos dicho a Marissa mil veces; decirselo otra vez seria desperdiciar oxigeno. Solo tenemos que esperar a que se seque las lagrimas. De todas formas, no hay nada que hacer hasta que suene el timbre. El ano pasado, esta misma escena se repetia cada pocas semanas. Si no fuera por estos numeritos, Marissa practicamente no hablaria conmigo. Apenas soy capaz de recordar como suena su voz cuando no lloriquea, se sorbe la nariz, solloza, tose en un mar de lagrimas y mocos, y se congestiona tanto que, si no se suena, se ahoga. Hay una creencia popular de que perder la vista agudiza el resto de los sentidos. Y es cierta, pero no los magnifica. Sencillamente, uno se libra de la apabullante distraccion que supone verlo todo, todo el tiempo. Por otro lado, la experiencia de sentarse con Marissa consistia casi por completo en escuchar todos los sonidos que su nariz y su boca eran capaces de producir con toda su pegajosidad. Asi es como suena en mi mente el amor no correspondido: asqueroso. --?Parker? ?Tu no puedes hacer algo? --Ya lo estoy haciendo. Te estoy diciendo que te busques a otro --callo un momento, como establece el guion, para que ella pueda interrumpirme. --!Nooo! Soy la reina del <>, pero la indiferencia de Marissa ante un patio lleno de personas --el primer dia de clase, ni mas ni menos -- que la contemplan mientras emula a una borboteante fabrica de mocos... Bueno, deja la mia a la altura del betun. --Escuchame, Marissa: las almas gemelas no existen. Pero, si lo hicieran, serian dos personas que quieren estar juntas. Tu quieres estar con Owen, pero Owen quiere estar con Jasmine, lo que significa que Owen no es tu alma gemela. Tu solo eres su acosadora. --Espera... ?Jasmine? --yo disfruto de un momento de paz mientras la sorpresa por la noticia, que ya le contamos la primavera pasada, la deja callada durante un segundo--. Pero ?no es...? --Si, a Jasmine le gustan las chicas. Sin embargo, todavia no ha encontrado a ninguna que le guste lo suficiente, asi que Owen tiene la estupida idea de que aun tiene posibilidades con ella. Por eso, el que Owen la persiga por todos lados es ligeramente mas triste e inutil que ver como tu lo persigues a el. De hecho... Sarah chasquea la lengua y yo se lo que eso significa, pero, cuando cojo velocidad, llevo demasiada inercia como para detenerme o frenar. --... lo unico que Owen y tu teneis en comun es estar enamorados de alguien que no os corresponde. De alguien que ni siquiera conoceis. ?Te has parado alguna vez a buscar las palabras <> o <> o <> en un diccionario? El silencio que sigue es un ejemplo perfecto de lo que mas odio de ser ciega: no poder ver como reacciona la gente a lo que digo. --Pero... --Marissa se sorbe un buen monton de mocos--. Si pasaramos tiempo junt... Salvadas por la campana. Ella y yo. Pero sobre todo ella. iii --Anda, pero si son No Recomendada Para Menores de 13 Anos y su perro lazarillo --el familiar chirrido suena a mi izquierda, acompanado del chasquido de una taquilla al abrirse. --Por favor, dime que su taquilla no esta justo ahi --le digo a Sarah con un teatral susurro--. El verano pasado descubri que soy alergica al PVP. Ahora tengo que llevar en la mochila un boli de epinefrina. --Oh, vaya --dice Faith con su vocecilla insolente--. ?Y yo soy PVP? Eso significa... Personas... Personas... --Polivinilpirrolidona. Se usa en la laca, en la gomina, en las barras de pegamento y en el contrachapado. --Vaya, yo creia que PVP significaba Personas Vastamente Populares. Yo no puedo evitar echarme a reir y salirme del personaje. --!Bueno, bueno, Fay-Fay! ?Se te ha ocurrido a ti solita? --!Pues claro que si! No soy ni la mitad de tonta de lo que tu pareces. El aroma a kiwi y fresa anuncia lo que esta a punto de pasar, asi que afianzo los pies en el suelo. Lo llamaria <> si Faith no fuera demasiado delgada como para que nada de lo que haga recuerde a un oso. La estrecho un poco mas de la cuenta y luego la suelto. --?De verdad llevas un boli de epinefrina? --me pregunta. --Vaya, Fay --comenta Sarah--. ?Acaso sabes lo que es eso? --Mi sobrino es alergico a los cacahuetes. ?Y tu sabes que eres una zorra pretenciosa y condescendiente? --!Claro que lo uuufff...! La rafaga de aire y la respuesta de Sarah me indican que Faith acaba de abrazarla tambien a ella. --?Habeis visto a todos esos bichos raros? --comenta Faith, sin el mas minimo intento por disimular--. Esto se ha convertido en un zoo. --Al menos son ellos los que nos invaden a nosotros... --opina Sarah--. Y no al reves. Es verdad. La localidad de Coastview ya no podia financiar dos institutos, asi que el Jefferson tuvo que cerrar y todos sus alumnos vinieron al Adams. Los pasillos estan tan abarrotados de gente que desconoce las Reglas (y no me refiero solo a alumnos de primero), que he tenido que agarrarme del brazo de Sarah para poder abrirme paso por todo ese caos y llegar hasta mi taquilla. Acostumbrarse a la presencia de todos estos novatos va a ser un lio, pero al menos no tendre que aprender a manejarme en un colegio completamente nuevo. --Ay, vaya, aqui viene otro --dice Faith, mas cerca y en voz mas baja, recordando esta vez la Regla no 2. Me abraza otra vez--. Siento mucho haberme pasado todo el verano en Vermont. Sabes que habria venido si hubiera podido, ?verdad?

  • La venganza de Lugh (Celtic 2) de Adriana Rubens

    https://gigalibros.com/la-venganza-de-lugh-celtic-2.html

    Si dos personas estan destinadas a estar juntas, siempre hallaran la forma de vencer a la oscuridad que las separa.

    Alana llega a Irlanda dispuesta a mentir, manipular y robar a los dioses celtas. Con lo que no cuenta es con que se convertira en el centro de atencion de alguien tan atractivo como arrogante. Muy arrogante.

  • La cinica, el guapo y el socorrista de Lisa Aidan

    https://gigalibros.com/la-cinica-el-guapo-y-el-socorrista.html

    No hay mejor epoca para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversion, el descanso… y tambien para el amor.