• libro las lanzas rotas - Leon Arsenal

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  • LAS LANZAS ROTAS | LEON ARSENAL | Casa del Libro

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    Sinopsis de LAS LANZAS ROTAS. Mediante el protagonista de esta novela, un joven en busca de su identidad, León Arsenal recrea el traumático choque entre las ...

  • Las lanzas rotas - Valdemar

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    En su anterior novela, El hombre de la plata (2000), publicada en esta misma colección, Arsenal nos asomaba al reino de Tartessos para contarnos la búsqueda ...

  • Las lanzas rotas (Narrativas Históricas) Tapa dura - Amazon.es

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  • Las lanzas rotas (Histórica) : Arsenal, León - Libros - Amazon

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  • LAS LANZAS ROTAS - LEON ARSENAL - 9788477023968

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  • LAS LANZAS ROTAS - LEON ARSENAL - 9788435061445

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  • LAS LANZAS ROTAS. ARSENAL,LEON. Comprar libro

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    LAS LANZAS ROTAS 12,30€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Sixto es un joven procedente de la pequeña nobleza celtíbera educado en uno de los principales ...

  • LAS LANZAS ROTAS. Sixto el Celtíbero - ARSENAL LEÓN

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  • las lanzas rotas - Machado Libros.

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    LAS LANZAS ROTAS. ARSENAL, LEÓN. -5%. 10,90 €. 10,36 €. IVA incluido. En stock. Editorial: VALDEMAR; Año de edición: 2002; Materia: Narrativa ...

  • las lanzas rotas - arsenal, león - Librería La Puerta de ...

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    LAS LANZAS ROTAS, ARSENAL, LEÓN, 10,90€. CAJAS DE 36 UNIDADES ... ... Otros libros del autor. EL HOMBRE DE LA PLATA -3%.

  • El hombre de la plata de Leon Arsenal

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    Con El hombre de la plata, Leon Arsenal nos lleva a la Hispania del siglo VI a.C. A Tartessos, en el sur, donde impera en esos momentos la floreciente cultura del mismo nombre, indigena de inspiracion fenicia. Alli rige el longevo y legendario Argantonio, aunque los protagonistas de esta novela son los comerciantes, aventureros, mercenarios de origen griego, fenicio y de las tribus del norte de la peninsula que pululaban por aquellas tierras, atraidas por el esplendor tartesico y las oportunidades de negocio.
    El robo en la tumba de un antiguo rey y la desaparicion de una pieza de plata provocan la accion que se extiende como en oleadas, llevando a los protagonistas a una aventura por las costas y el interior del sur de Hispania.

  • Perdida, Gillian Flynn de Gillian Flynn

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  • Deep (Stage Dive 4) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    No pierdas el ritmo con la cuarta y ultima novela exito en ventas del USA Today de la serie Stage Dive de Kylie Scott

  • Heroes y villanos, espanoles olvidados por la historia de Javier Garcia Blanco

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    En no pocas ocasiones, la Historia -confabulada con aquellos que la escriben y con los caprichos del destino- es injusta y desagradecida. Solo asi se explica que, sin importar la epoca, civilizacion o lugar del globo al que miremos, encontremos siempre un buen punado de personajes a quienes el azar, los historiadores o el vencedor de turno -ya saben aquello de que "la Historia la escriben los vencedores..."- han decidido relegar a las mas reconditas y escondidas "notas al pie" de los libros en los que se glosan victorias, descubrimientos, conquistas y otras grandes hazanas. Y eso con suerte, pues muchas veces se pierden para siempre en el olvido y el silencio de los siglos. Son ya unos cuantos anos los que un servidor lleva escribiendo acerca de temas historicos y, sin importar la cuestion sobre la que me este documentando en cada momento, casi siempre me sucede algo similar. A veces es una mencion vaga en una cronica, otras una pequena pista descubierta por azar, ya sea en un libro o en un documento historico, incluso en un antiguo periodico digitalizado y disponible a traves de Internet. Pero siempre, de una u otra forma, surge un personaje hasta entonces desconocido cuya historia es capaz de atraer nuestra atencion por dos razones: en primer lugar por haber protagonizado algun hecho destacado, merecedor de ocupar un espacio de honor en los libros de Historia; la segunda, precisamente por todo lo contrario, haber sido ignorado casi por completo pese a sus sobrados y destacados meritos como guerrero, estratega, explorador o aventurero. He de confesar que siento una especial debilidad por estos heroes -o villanos- "olvidados", autenticos "grandes secundarios" o actores de reparto de la Historia. Sobre todo si se da la circunstancia de que son espanoles o sus aventuras estuvieron vinculadas de forma especial con Espana. De ahi que, con el paso de los anos, haya ido dando forma a una singular "coleccion" personal compuesta por una nutrida y variada galeria de personajes. Todos ellos con ese denominador comun de ser poco conocidos por el publico y, en algunos casos, incluso por los propios historiadores. Y este ha sido, precisamente, el criterio seguido a la hora de elaborar la seleccion de personajes historicos que dan forma al libro que tiene entre sus manos. He procurado que los protagonistas aqui reflejados cubrieran buena parte de los periodos historicos y, asi, encontramos narrados sucesos que abarcan desde los primeros siglos de nuestra era hasta el reciente siglo XX. En un primer momento habia decidido dar forma al libro presentando una sucesion de historias que intercalaran, de forma mas o menos equilibrada, las peripecias y aventuras de hombres y mujeres "olvidados" por la Historia. Sin embargo, finalmente decidi -excepcion hecha de la historia de la monja Egeria y del capitulo dedicado a Lucrecia de Leon, en ambos casos por razones de similitud tematica con otros personajes-, "excluir" a las damas y reservar, para ellas solas, un futuro trabajo. Ciertamente, material no falta, y sin duda el interes de los episodios protagonizados por estas espanolas de distintas epocas igualan, cuando no superan en muchas ocasiones, al de sus "colegas" masculinos. En cuanto a lo "tematico", he procurado tambien hacer una seleccion lo mas variada posible, presentando a personajes que destacaron en distintos ambitos, ya fueran exploradores, guerreros, pioneros de la arqueologia, cientificos, espias o incluso asesinos de grandes figuras de la Historia. Estoy seguro de que el lector encontrara aqui personajes que ya conocia, pues alguno de ellos ha servido de inspiracion para la realizacion de peliculas, novelas o comics. Sin embargo, incluso en esos casos, dichos heroes o villanos son escasamente conocidos por el gran publico. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el sanguinario Lope de Aguirre cuyas atrocidades, cometidas mientras perseguia las legendarias riquezas de El Dorado, han sido objeto de recreacion en dos peliculas - una dirigida por nuestro Carlos Saura, y otra por el aleman Werner Herzog-, novelas como la de Ramon J. Sender y un par de comics. Y a pesar de semejante "cobertura", Aguirre sigue siendo uno de esos grandes desconocidos. En otros casos, los protagonistas de algunos capitulos si han recibido una Mas sonrojante resulta que algunos de estos personajes -nacidos en la "piel de toro" aunque pasaran a la Historia por protagonizar sucesos ocurridos a miles de kilometros de su hogar-, sean mas conocidos en otros paises que en el nuestro, cuando muchas veces sus hazanas deberian llenarnos de orgullo y ocupar no pocas paginas en los libros de texto. Ese el caso, por ejemplo, de algunos exploradores y aventureros como los Anza, originarios de Hernani, cuyas peripecias se conocen al dedillo los estudiantes de secundaria en toda California, Nuevo Mexico y Arizona, y cuyos nombres y apellidos han bautizado no pocas calles, plazas u hospitales de distintas localidades estadounidenses. Cuentan, incluso, con un Parque Natural que lleva su nombre, y que coincide con la ruta que abrieron, atravesando el desierto mientras se enfrentaban a temibles apaches y comanches, desde el norte de Mexico hasta la region de la Alta California. Algo similar sucede con el conquistador Pedro Menendez de Aviles quien, a pesar de haber derrotado con valor y con inteligencia a media flota corsaria francesa del siglo XVI, y haber fundado la primera ciudad de los Estados Unidos de America -todavia hoy en pie, con un fuerte espanol y repleta de calles con nombres de ciudades peninsulares-, es apenas conocido en Espana, a excepcion de su ciudad natal, donde por suerte se recuerdan sus numerosos meritos. En los dos casos anteriores, basta con echar un vistazo a la bibliografia para descubrir con desanimo que la mayor parte de los textos dedicados a uno y otros personajes estan escritos en la lengua de Shakespeare, cuando deberia ser abrumadora la mayoria de los escritos en la de Cervantes. En otras ocasiones, la falta de documentacion es casi total, y solo la suerte o el azar nos permiten descubrir a quien, oculto bajo un nombre nuevo, esconde una figura tan fascinante como la del navarro Pedro Casenave, quien llego a ser alcalde de Georgetown -nucleo de la actual capital estadounidense-, amigo de George Washington y, ojo al dato, la persona que coloco la primera piedra de la Casa Blanca pues, no en vano, era el Gran Maestre mason que dirigio la ceremonia. Todas las historias que protagonizaron los hombres y mujeres que encontrara a continuacion consiguieron emocionarme cuando descubri por primera vez sus conquistas, descubrimientos, aventuras o incluso sus errores. Espero que al pasar pagina, disfrute usted tanto como hice yo al documentarme y al escribir sobre ellos... Zaragoza, a 22 de mayo de 2012 CAPITULO 1 En busca de las huellas de Dios Durante siglos, miles de personas de toda Europa dejaron atras sus lugares de origen con la intencion de iniciar un viaje hacia lo desconocido. Un periplo hasta los santos lugares de sus respectivas confesiones religiosas que, en algunos casos, dejaron recogidos en sus escritos. No fueron pocos los habitantes de la Peninsula Iberica que, ya desde tiempos remotos, se aventuraron en tan arriesgada travesia para conocer los lugares mas piadosos citados en los distintos textos sagrados. Tierra Santa en general y Jerusalen en particular han atraido desde hace siglos la atencion de miles de personas en todo el mundo. Siglos antes de que la peregrinacion hasta Santiago de Compostela cobrara fuerza y protagonismo, peregrinos de distintas nacionalidades, origenes y credos religiosos ya habian iniciado el viaje hasta los santos lugares del Proximo Oriente. En el caso de los viajeros cristianos, el suceso que marco la "explosion" de las peregrinaciones fue el descubrimiento de la supuesta tumba de Cristo (el lugar hoy conocido como Santo Sepulcro) a comienzos del siglo IV, por parte de Santa Helena, madre del emperador Constantino. A este suceso habria que anadir los escritos dejados por San Jeronimo -autor de la traduccion al latin de la Biblia hebrea y griega-, quien seguramente influyo en el afan viajero de muchos devotos con sus textos relativos a los santos lugares. Junto a los textos del santo, que vivio en Palestina entre finales del siglo IV y comienzos del V, se encuentran otros de vital importancia y que fueron escritos por algunos de los primeros peregrinos. Gracias a estos textos, aquellos que se aventuraban por los peligrosos caminos poseian una especie de guia repleta de consejos y descripciones para viajar hasta Tierra Santa. De este modo los arriesgados viajeros tenian en sus manos una ayuda con la que realizar una visita completa a los santos lugares y poder revivir asi los acontecimientos de la vida de Cristo narrados en los Evangelios. Este es el caso de los textos redactados por el anonimo Peregrino de Burdeos [1] y la monja Egeria, que serian usados durante mucho tiempo por los peregrinos siguientes. Y esta aventurera religiosa es, precisamente, la primera de las protagonistas de este libro. Egeria, la monja que desafio a su tiempo Son pocos los datos que poseemos de esta audaz y valiente monja nacida, muy probablemente, en la Peninsula Iberica. Al parecer, Egeria era la superiora de un convento o eremitorio gallego, que en el siglo IV de nuestra era tomo la decision de viajar hasta los santos lugares para visitar en persona los paisajes descritos en el Antiguo y el Nuevo Testamento y describir despues a sus hermanas todo lo que veia a traves de una serie de cartas abiertas que forman su diario. Aunque se desconoce el lugar exacto desde el que comenzo su viaje, parece claro que este se encontraba en Galicia [2] . La narracion de su diario comienza en diciembre del ano 383 y finaliza en junio del 384. Por tanto, en tan solo seis meses recorrio miles de kilometros, unas veces a pie, otras montada a caballo e incluso a lomos de un camello. Su diario de peregrinacion, Itinerarios, permanecio perdido durante mas de quince siglos, hasta que fue encontrado en la ciudad italiana de Arezzo a finales del siglo XIX. Segun se ha podido comprobar, este diario de viaje esta incompleto, ya que faltan las primeras paginas del mismo. Ademas, su autora solo recoge el segundo de los viajes de peregrinacion que realizo a Tierra Santa, ya que segun relata ella misma en el diario, hizo un primer viaje a Jerusalen del que desconocemos todos los detalles. Posiblemente la monja fue contemporanea del hereje Prisciliano y es probable que conociera sus doctrinas, ya que existen varios pasajes en sus escritos que coinciden en su concepcion religiosa con la de este singular personaje de la epoca. Durante su peregrinacion, la religiosa visito templos, eremitorios y los mas variados escenarios biblicos. En cuanto se encontraba en los lugares descritos por las escrituras, la monja gallega se detenia para leer y meditar los pasajes correspondientes a ese lugar. A lo largo de su peregrinaje, Egeria fue encontrandose con las pretendidas reliquias relacionadas con distintos pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, y asi lo anota puntillosamente en su diario de viaje. Asi, la monja vio conmovida su alma al contemplar la piedra sobre la que Moises quebro las primeras Tablas de la Ley, el horno donde los israelitas fundieron el becerro de oro o la zarza ardiente a traves de la que Dios se manifesto, y que segun la monja aun seguia viva y continuaba echando brotes. En Jerusalen, por ejemplo, Egeria pudo visitar la columna en la que supuestamente habian azotado a Jesus y que <>.

  • Nunca olvides que te quiero de Mar Vaquerizo

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    Nick O'Connor, Delta Force de las fuerzas armadas estadounidenses, esta en Espana colaborando con una Unidad de Operaciones Especiales de los SEALS, mientras busca pruebas para emprender la mision mas importante de su carrera: el amor de su vida esta en grave peligro.
    Valeria Devereux nunca quiso casarse con Mark, pero las circunstancias familiares la arrastraron a un matrimonio concertado para salvarlos a todos. Una decision que le alejo de Nick, a quien no ha dejado de amar nunca.
    Han pasado los anos y, convencida de que la ambicion de su marido la llevara a la muerte, tiene que buscar la forma de ponerse a salvo.
    El equipo SEAL esta dispuesto a ayudar a su hermano de armas, pero necesitan informacion comprometida para lograrlo.
    ?Podran cazar al objetivo? ?Conseguiran Valeria y Nick sobrevivir a la mision mas dificil de sus vidas?

  • Aquellos labios que no bese de Joan Bekker

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    Hay gente que no consigues olvidar jamas…

  • Los fabulosos Frank de Michael Frank

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    <>, oye casualmente Michael Frank que su tia le dice a su madre cuando el es un nino de ocho anos. <> Con estas palabras oidas sin querer entramos en el fascinante mundo de los Frank. Los tios de Michael, Hankie Frank Jr e Irving Ravetch, son unos glamourosos guionistas de Hollywood sin hijos y estan doblemente emparentados: Hankie es hermana del padre de Michael, e Irving, el hermano de su madre. Las dos familias viven a poca distancia la una de la otra en el barrio de Laurel Canyon, situado en Los Angeles. La tia Hankie, con su excentrica personalidad, logra que todos los miembros de la familia se sometan a sus designios. Mujer de talento, temperamental y generosa en sus afectos, aleja a Michael de sus padres y de sus hermanos menores y pasa a ocuparse de su educacion: le indica lo que debe leer (Proust si, Zola no), que pintores debe admirar (Matisse si, Pollock no) y hasta que estilos arquitectonicos debe preferir. La tia educa la mente y la mirada de Michael hasta que esa mirada empieza a ver por si misma. ” Los fabulosos Frank ” conectara con cualquier lector que haya luchado para encontrar una voz independiente en medio de las turbulencias de la vida familiar.

  • Los cuadernos del chico frances de Soledad Enrique Gaitan

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    Apasionante novela que narra la historia de Denis, un chico de principios del siglo XX, a traves de Laura, una adolescente que encontrara un verdadero tesoro familiar en su casa de verano: unos antiguos cuadernos.

  • Tiempos fugaces de Sandra Jaramillo Botero

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    Todos tenemos un destino por cumplir y es por ello que en ocasiones terminamos envueltos en situaciones incomprensibles de las cuales no podemos escapar. Debido a su destino Luna llego a Jepira, una misteriosa isla a la que incluso llegar a ella es todo un secreto. En aquella isla la vida de Luna se entrecruza con la de Samuel y desde su primer encuentro ambos intuyen que estan unidos a un pasado que no logran entender.
    No solamente Samuel marcara la vida de Luna para siempre, tambien lo hara Balar, un enigmatico ser cuya esencia es una mezcla de hombre, sabio y angel. Las extensas conversaciones con el y los extranos acontecimientos que ocurren en ese lugar, llevan a Luna a pensar que se ha transportado a otra dimension de la cual no quisiera marcharse jamas.
    Sin embargo con el paso de los dias Luna se da cuenta que todos los habitantes de Jepira esconden un secreto y ella esta dispuesta a descubrir de que se trata y que es realmente ese sitio.

  • Pequenas cicatrices de Luisa R. Bueno

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    Celia se sentia como una tonta, !una relacion de cinco anos al carajo! Alli iba, a sus veintisiete anos, calle arriba, tirando de dos enormes maletas camino de casa de su madre. Una casa que llevaba casi cinco anos sin pisar y a la que tan solo la imperiosa necesidad del momento le hacia volver. Llevaba la frente alta, digna, queriendo compensar con este gesto su hondo sentimiento de patetismo. La indignacion que sentia le impedia escuchar el estruendo de los dos maletones rodando por el suelo y ni siquiera era capaz de notar como su frente comenzaba a humedecerse con el esfuerzo. Aquel era el agosto mas caluroso que recordaba en mucho tiempo. Apenas eran las nueve de la manana y ya se adivinaba que aquella humedad iba a convertir el dia en otro tan pegajoso y plomizo como los anteriores. A pesar de la hora, la calle permanecia vacia; tan solo, de cuando en cuando, el ruido lejano de algun coche osaba competir con el del rodar de las maletas. <>, se decia mientras emprendia la ultima cuesta con gesto decidido, <>. La rabia que sentia era mayor que las ganas de llorar, !ni una lagrima!, y eso era justamente lo que Enrique le habia reprochado cuando le abria la puerta y le dejaba salir con los dos maletones. --No te apena nada de esto. Yo creia que me querias. Celia le dedico una larga y acusadora mirada. !Pues claro que le queria!, cinco anos juntos eran prueba de ello. Pero eso no significaba que fuera un amor eterno; ?acaso existia algo asi? Cuando salio por la puerta estaba completamente convencida de que la culpa de todo aquello era de Enrique, como siempre. ?No podia dejar las cosas tranquilas? El sabia de sobra que ella no creia en el matrimonio; ya habia visto a su alrededor suficientes matrimonios rotos como para embarcarse en uno de ellos. ?No era mejor vivir el dia a dia sin pensar en otra cosa? Y, sabiendo todo eso, ?como se le ocurria pedirle que se casara con el? Celia habia llegado del trabajo con ganas de darse una ducha, las piernas le estaban matando. Llevaba todo el dia en pie y su mente solo pensaba en la mesita del pequeno salon donde, sin duda alguna, iba a poner sus piernas en alto. Solo necesitaba quince minutos para reponerse, un cigarrillo antes de cenar y una ducha reconfortante. Al parecer eso era pedir mucho. Enrique la esperaba sonriente en la entrada, todavia llevaba puesto el uniforme de policia. Algo importante tendria que decirle para haberle esperado sin ni siquiera cambiarse. Aquel gesto tan suyo de satisfaccion le iluminaba la mirada de tal manera que Celia olvido al instante todo el cansancio. Observo divertida el brillo de sus ojos, verdes como la primavera en el campo, verdes como las ramas de los espartafilos que tenian en la mesa del salon. Aquel brillo tenia la misma intensidad que la de un nino en la manana de Reyes, y eso le hizo sonreir. Se acerco con la intencion de abrazarse a aquel hombre que habia traido paz a su vida cuando mas falta le hacia. Todo en el era bonito: sus manos tenian la virtud de calmarla o excitarla dependiendo de la ocasion. Sus anchas espaldas le daban la seguridad de que nada malo podria pasarle a su lado, y sus verdes ojos sabian leer en ella de una manera sencilla y certera. Se abrazo a Enrique y su boca se lleno con aquellos labios jugosos y dulces que tanto la excitaban. Fue un beso breve, porque el se metio la mano en el bolsillo y puso ante los ojos de Celia una pequena cajita abierta que mostraba un precioso anillo de compromiso. El roce de algo aspero sobre sus parpados hizo que Celia abriese mecanicamente los ojos. Se separo de un respingo de aquel hombre, que parecia la viva imagen de un triunfador y le miro con miedo. --!Casemonos, que ya toca! --Exclamo Enrique moviendo las manos con torpeza delante de la cara de Celia. Los nervios y la excitacion del momento le gastaron una mala pasada y casi se le cae la cajita con el anillo. La cogio al vuelo, enredando, sin querer, sus dedos en el pelo de Celia que permanecia atonita delante de el. Celia dio un paso atras. Contuvo el aire. Apreto los labios. ?Que ya toca? ?Se podia ser mas simple? Sintio la tentacion de salir de la estancia con el deseo de que todo fuese distinto al entrar de nuevo. Su estomago habia sentido una sacudida y no precisamente de alegria. ?A que venia este arranque? Era verdad que estaban muy bien juntos, pero lo que esta bien hay que dejarlo asi y no cambiarlo. Y menos porque <>. La alegria en el rostro de Enrique se fue borrando, dando paso a la incredulidad ante la cara tensa e impavida de Celia. --?Es que no quieres? Celia se dejo caer en el pequeno butacon. De pronto se le habia puesto seca la boca. Tanteo con la mano sobre la mesita de centro buscando su paquete de tabaco. No iba a fumar, pero necesitaba tocarlo. Aquel tacto era lo mas parecido a llevarse un cigarro a la boca y algo tan toxico y adictivo era lo unico que podia calmarla en ese momento. --?Es que no quieres? --repitio. !Pues claro que no queria! Vivir juntos era una cosa, pero casarse era algo mucho mas serio. --?Por que voy a querer? --pregunto indignada--. Sabes que nunca me casare, es algo que nunca ha entrado en mis planes. ?Por que no dejas las cosas como estan? Enrique la miro con expresion desencajada. Con el anillo aun entre los dedos, sonrio con una mueca y hablo de sopeton: --Carino, voy a cumplir los treinta y tres, Cristo murio a esa edad. No quiero pasar mis mejores anos esperando algo que nunca va a llegar. No dijeron mas. Enrique dejo el anillo sobre el aparador de la entrada y se marcho. No hubo despedidas ni explicaciones. Algo muy intimo acababa de romperse entre ellos y Celia casi pudo escuchar el chasquido, el mismo que habria producido una vara de madera al quebrarse, dejandola profundamente confundida. A la manana siguiente Celia se encontro las maletas en la puerta del cuarto. Las mismas que habia usado para mudarse con Enrique. Unas lagrimas quisieron asomarse a sus ojos, pero las seco incluso antes de que salieran. No era pena lo que sentia, era rabia. Una rabia dolorosa y agria porque la sinrazon de Enrique le hacia volver al sitio del que, un dia, vino huyendo. Metio sus cosas apresuradamente, a bulto. De nuevo huia. Llegaria a ser toda una experta en abandonos. Suspiro. Le tocaba volver a la casilla de salida y eso le daba una sensacion de desamparo que le oprimia el pecho. ?Por que tenian que romper por una peticion de matrimonio? Enrique tenia que saber que no iba a aceptarlo. !Jamas habia creido en el matrimonio! Cerro como pudo la ultima maleta y, antes de cogerlas para marcharse, recorrio con la mirada el pequeno apartamento, alli habia sido feliz cinco anos. Se detuvo en las cortinas del pequeno salon, que habian comprado en una tienda de chollos cuando llevaban casi un ano juntos. Seguian arrastrando su tela mal rematada, pero ya no les molestaba verlas asi. Habian bromeado mil veces con quedarse una noche y montar un pequeno taller de costura para arreglarlas, pero nunca encontraron el momento. Despues fijo la vista en el minusculo aparador donde guardaban las llaves. Dentro de un cajon seguia escondido un paquete de tabaco. <>, decian entre risas. No soportaban la falta de un cigarro despues de un buen polvo. Abrio el cajon y miro la cajetilla. Estaba medio vacia. Igual que se sentia ella. Estuvo tentada a cogerla, despues de todo ya no les iba a hacer falta, pero cerro de golpe el cajon. Enrique llego justo cuando Celia abria la puerta. Se miraron. Tenia ojeras, la noche no habia sido buena tampoco para el y, por su gesto serio, se veia que aun estaba dolido. Por un momento penso que venia a disculparse, que nada de lo ocurrido la noche anterior tenia la menor importancia. Pero no. --Piensa bien lo que haces. --Le recrimino con gesto adusto--. Sabes que te quiero, que lo que te pido es lo logico en una relacion. Si te vas, si no me aceptas, el amor acabara por apagarse y no estare aqui siempre. Aun estas a tiempo. Aquello, que sonaba a amenaza, acabo de alterar a Celia que, sin decir nada, cogio las dos maletas y cerro la puerta tras ella. Celia llego a casa de su madre con la frente rociada de sudor por el esfuerzo y el calor. Unos pocos mechones de su negra melena se habian pegado por su cuello y mas que incomoda la ponian de un humor de perros. Aquella manana amenazaba con convertirse en un dia insoportable. Al sonido del timbre acudio una mujer de pelo blanco y profundas ojeras. El paso del tiempo la habia castigado hondamente, pero no habia conseguido quitarle ni un apice de su elegancia natural. Se le ilumino la cara, pero no se sorprendio. Miro primero las maletas y despues el rostro inexpresivo de aquella hija que un dia desaparecio y de la que no volvio a saber nada. Quiso abrazarla, quiso preguntarle si todo en su vida iba bien, pero el gesto distante, con el que Celia camuflo su inquietud ante la reaccion de su madre, apago sus deseos y se limito a cederle el paso. --?Que traes ahi, nina? --pregunto, como si hiciera poco que se habian visto. --!Mis ultimos cinco anos! --espeto con rabia contenida. Paso como una tromba por el pasillo sin pararse ni a saludar. La voz de su tia Leo se escucho al fondo de la casa. --?Quien es, Adela? Se dirigio al que habia sido antes su cuarto, dejando a su madre, tan confundida que renuncio a seguirla. A su espalda Adela contesto dubitativa, como si aquello no pudiera estar pasando: --Es la nena, mi hija. Abrio la puerta de su antiguo dormitorio. Una bofetada de infancia agredio todos los sentidos de Celia. Todo seguia igual, hasta la cinta del pelo que Olga le habia regalado en su noveno cumpleanos seguia anudada a la lampara de la mesilla. Tiro las maletas encima de la cama intentando no pensar. El olor a su vida anterior se le agarraba al cuello impidiendole respirar. Los sonidos del ayer volvian, involuntariamente, hasta sus oidos. El taconeo incesante de la senora Valeria, la vecina de arriba, le recordo que, desde que su marido la habia abandonado, hacia mas de diez anos, seguia arreglada y vestida como si en cualquier momento fuera a volver. El soniquete imperterrito de las teclas del piano de Beatriz, la nina de al lado, le hizo ponerse las manos en los oidos. Celia sonrio con un deje de burla; las notas seguian sonando igual de desacompasadas. El ladrido intermitente de Ruido, el perro que un dia el senor Valentin recogio de un cubo de basura cuando apenas era un cachorro de pocos dias, le hizo recordar la historia que, en mas de una ocasion, el mismo habia contado: --?Pero... que te hicieron, pequeno? --Valentin retiro de encima del cachorro los cascotes de unas botellas y las bolsas de plastico rotas y lo limpio con cuidado con el frontal de su camisa--. ?Que salvaje te tiro alli, mi hijito? El cachorro lamio con ternura las manos de su salvador, poco mas hacia falta para acabar de conquistar a aquel hombre solitario. --!Que hijoputas!, !maldita mala baba, cabrones! --se repetia, entre dientes, mientras acurrucaba al cachorro. Valentin habia llegado a Espana en los anos ochenta huyendo del hambre que asolaba Argentina. Su vida de migrante habia consistido en dar tumbos de un lado a otro, hasta que dio con el apartamento del tercer piso y poco despues encontro el carino de su pequeno amigo. Su vida nunca fue facil. Enlazo trabajos sin conseguir nada fijo y casi llego a acostumbrarse a ese sentimiento cruel de provisionalidad que no te deja echar raices en ningun sitio. Cuando se jubilo se encontro totalmente solo. Penso en volver a su anorada Argentina, pero alli ya no le quedaba nadie. Reunio todo lo ahorrado en aquellos casi cuarenta anos de esfuerzo y se compro un pequeno pisito. No necesitaba mucho, solo tranquilidad y el amor de su pequeno, al que puso el nombre de Ruido.

  • La ultima bala de Juan Jose Revenga

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado. Conoceremos los entresijos del narcotrafico de la mano de uno de los capos mas importantes y mas buscado, el capo del cartel del golfo; o a traves del famoso secuestrador <>, un criminal que estuvo al mando de una red criminal con los mas altos estamentos de la policia mexicana e incluso politicos en su nomina, entre otros.

  • Tentacion al amanecer de Kristel Ralston

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    Despues de seis anos, el efecto que Rohan Carter ejerce en Mitsy Hammonds continua siendo devastador. No se trata solo de la innegable quimica que electrifica el aire cuando ambos estan en el mismo espacio fisico, sino de las cicatrices del pasado que comparten.

  • Solo podria amarte a ti de Sandra Bree

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    Nueva York, 1880 Max Kerrick cerro la puerta del despacho con un golpe seco. Con pasos largos llego hasta el escritorio que estaba en el centro de la sala y observo la correspondencia amontonada. Todo estaba en riguroso orden, tal y como le gustaba. Los rayos de sol penetraban en la estancia a traves de los visillos blancos. La ventana estaba abierta y la tela se hinchaba con la brisa matinal refrescando el cuarto. Con manos temblorosas cogio el fajo de sobres buscando uno en especial. No le deberia ser dificil dar con el ya que lo habia estado ojeando hacia un par de horas. Sin embargo, no lo veia. A punto de llamar a su empleada aparecio la carta. Con un languido suspiro rodeo la mesa, se sento en la silla y se preparo a responder la misiva. No estaba contento en absoluto con lo que iba hacer, pero ya no tenia mas opcion. Despues de darle muchas vueltas habia llegado la hora de dar una leccion a su nieta. --!Esta nina del diablo! --mascullo entre dientes soltando la pluma por unos segundos. Se froto la sien apaciguando el dolor de cabeza. Ultimamente pensar en Valentine le provocaba molestias. !Ella no podia hacer lo que se le antojara! No lograba entender como habia cambiado tan de repente. Siempre habia sido una nina buena y dulce, y de la noche a la manana se habia vuelto una respondona y una desobediente. Estaba seguro de que la culpa era de ese hombre, de Trevor. Desde que el aparecio en Nueva York todo se habia vuelto patas arriba. De ser una familia intachable habian pasado a ser la comidilla de todos los chismes de las reuniones, tanto sociales como politicas. Y Max habia luchado mucho en su vida para mantener esa posicion que habia transitado de generacion en generacion, como para ahora permitirse el lujo de que su nombre fuese arrastrado por los suelos. Capitulo 1 Texas (El Paso) Era uno de esos dias calidos de junio en que los rayos de sol se filtraban en la estancia donde Jane Wingate habia ubicado el nuevo despacho de su hermano mayor, Wolf. En ese momento el aporreo la pared con el puno haciendo que uno de los cuadros cayese hecho anicos al suelo de piedra. Estaba enfadado, y no era para menos. Llevaba sonando con el rancho de Max Kerrick durante toda su vida, y de mil maneras diferentes habia estudiado el modo de hacerse con el, de restaurar la propiedad y darle unos usos que ahora no tenia. El rancho llevaba mucho tiempo abandonado de la mano de Dios. El se habia puesto en contacto con el dueno en varias ocasiones y habia llegado a ofrecer mas de lo que en si valia. Sin embargo, Max Kerrick habia rechazado todas sus ofertas. Pero ahora... ahora se la cedia mediante un contrato matrimonial. Lo malo de todo es que el no deseaba casarse. No era contrario a los esponsales, pero definitivamente odiaba que alguien quisiera imponerselo. Wolf Wingate era el mayor de cuatro hermanos y el responsable de sacar adelante a su familia. Su padre, Leonardo, era un borracho al que se lo podia encontrar mas facilmente en la cantina que en cualquier otro sitio. Mas de una vez habian tenido que recogerlo a altas horas de la madrugada en un estado de total embriaguez. Petter, el menor de todos, tenia doce anos y era el unico que parecia interesado en seguir sus pasos. Era responsable y le gustaba estudiar y aprender. Luego estaban Jane y Julian, que eran mellizos. Tan parecidos y tan dispares a un tiempo. Julian estudiaba en Inglaterra, o al menos fingia que lo hacia, ya que tenia que haber concluido su carrera hacia mas de un ano, puede que dos, y todavia no parecia acercarse el dia en que terminase. Pocas veces acudia a la casa familiar si no era por alguna ocasion especial o por falta de dinero. Y Jane, sin embargo, se creia duena absoluta de la residencia. Organizaba fiestas y reuniones redecorando continuamente las habitaciones y haciendo lo que le venia en gana. La ultima habia sido dejarse embarazar negandose a decir quien era el padre. Wolf intuia que se trataba de un hombre casado al que ella queria proteger. El caso es que esa ultima disputa con ella lo habia impulsado a acelerar su prisa por independizarse. Deseaba tener su propia casa y su propia vida sin la necesidad de sentirse avergonzado a cada momento por lo que hiciese su familia. Pero de ahi a casarse tan rapido existia un abismo. Posiblemente por genes maternos, su mente era agil y despierta, eso lo habia llevado a ejecutar varios negocios con bastante exito. Habia invertido mucho dinero en reses triplicando los beneficios. Con su duro esfuerzo y trabajo habia podido mantener el nivel de vida al que siempre habian estado acostumbrados. Es decir, antes de que Leonardo se diera al alcohol y al juego y comenzara a despilfarrar como si el dinero creciese en lo alto de los arboles. Si Wolf ahora era un ganadero de renombre, creador de su propio imperio, no era gracias a nadie mas que a si mismo. Wolf poseia tierras en Boston, era socio mayoritario de un club de hipica en Nueva York, y tenia una hacienda en Mexico llamada como su difunta madre: <>. Cerro los ojos y la vision del rancho Kerrick se aparecio ante el como un espejismo. Los altos muros exteriores de piedra gris, ahora semiderruidos y derrumbados por multitud de sitios; la casa agrietada de bellas lineas antiguas que alojaba toda clase de plantas y enredaderas creciendo de forma silvestre; el amplio terreno que lo circundaba, ideal para el pasto del ganado... La imagen desaparecio de su mente tan rapido como habia llegado. La entrada de su amigo Richard en la camara atrajo su atencion. --He escuchado el golpe y creo que no he llegado en buen momento, ?me equivoco? -- comento, observando la habitacion hasta que sus ojos oscuros se posaron en los restos del cuadro --. !Vaya, yo tambien actuaria asi si me hermana me hubiese puesto el despacho de esta manera! ?No es un divan demasiado femenino? Quiza si fuese en otro color en vez de ese rosa brillante seria otra cosa. Wolf no se habia fijado en eso y al hacerlo fruncio mas el ceno. ?Como diablos se le habia ocurrido a Jane poner ese mueble alli? Recorrio con la vista el resto del despacho. El divan no era lo unico desagradable, tambien lo eran el delicado servicio de te que decoraba una estanteria acristalada y la cenefa celeste que partia las paredes en dos. Tener una charla con su hermana iba a ser lo siguiente en hacer. De momento se limito agitar la carta que tenia en su mano. Sus ojos grises de mirada intensa y peligrosa le dijeron a Richard que Wolf no se hallaba asi por la decoracion del estudio. --?Que pasa? ?Te ha llegado la contestacion de Kerrick? Wolf afirmo. --Esta vez no me da una negativa directa, sino que me hace una contraoferta. --!Pero eso son estupendas noticias! --exclamo, jubiloso. --No lo son. --Wolf le hizo una senal para que se sentase en el divan, pero Richard prefirio el banco de madera que estaba junto a la estanteria. Ambos se conocian de toda la vida y entre ellos el afecto quiza era mas fuerte de lo que Wolf sentia por sus propios hermanos--. Su contraoferta no se trata simplemente de dinero. Richard aflojo el panuelo de seda que llevaba atado al cuello. --Entonces ?de que se trata? Wolf le tendio la carta y camino hasta la ventana, dejando vagar la mirada sobre los campos. Los rayos de sol banaban los trigales y los prados, y los colores verdes se mezclaban con los tonos dorados. --!Vaya! --silbo Richard, abrumado--. El viejo parece haberlo pensado muy bien --comento despues de leer--. Siempre se ha dicho que estaba un poco loco, y desde luego muy cuerdo no debe de estar si quiere entregarte a su nieta sin siquiera conocerte. --Dejo la carta sobre la mesa del escritorio y volvio a su sitio--. ?Que tipo haria algo asi? Wolf, con los ojos aun sobre el paisaje, se encogio de hombros. --Tu lo has dicho: solo a un loco se le ocurriria hacer algo asi. --Es una decision dificil. ?Que vas a hacer? --pregunto Richard. Se volvio a el agitando la cabeza. --No voy a pensarlo siquiera. Todo tiene su precio, pero el que el pide es excesivo. Richard solto un fuerte suspiro. --!Que desilusion! Supongo que eso significa que renuncias a la propiedad; bien, tal vez puedas ir mirando otras. Wolf apreto los punos contra las caderas. Richard sabia cuanto deseaba el aquellas tierras. --Si has leido bien, aunque me casase con esa mujer tampoco me otorgaria la totalidad. Ella tendria la mitad de todo.

  • La manipulacion del lenguaje de Nicolas Sartorius

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    Con motivo de los ultimos acontecimientos politicos en Cataluna, se ha puesto de manifiesto el mal uso del lenguaje y de algunos conceptos acunados a lo largo de la historia, tanto por los politicos, como por los medios de comunicacion o la sociedad en general.

  • El ultimo de mi estirpe de Sonia Lopez Souto

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    Ano 1156, 6 de Enero, batalla de la Epifania, Islay Desde la muerte de Olaf en el ano 1153 a manos de sus sobrinos, su hijo y heredero, Godred Olafsson, se habia dedicado a gobernar las islas con mano dura, algo que a sus jefes parecia no gustar demasiado. Y tal vez por ello, la idea de que Somerled, casado con la hermana de Godred, se ocupase de sacarlo de su trono, les pareciese un buen arreglo. Fue Thorfinn Ottarsson quien se encargo de hablarle del cambio a Somerled que, siempre avido de poder, se presento en Islay la noche del 6 de Enero con 80 de sus mejores birlinns para hacer frente al ejercito de Godred y usurpar su lugar como Rey de las Islas. --Pronto --Somerled hablo en susurros pues estaban ya cerca de la costa-- todo esto sera tuyo, hijo. Eres joven, pero tambien fuerte y decidido. Yo estare a tu lado siempre, pero se que lo haras bien. A pesar de que Dougal no era su primogenito, era el primer hijo que habia concebido con la hija de Olaf y por ese motivo, seria el quien se alzase como Rey de las Islas. Aquella habia sido la unica condicion que le habia impuesto Thornfinn a cambio de su ayuda para derrocar a Godred. Querian a alguien que llevase la sangre de Olaf Godredsson para evitar habladurias. --No os decepcionare, padre. Dougal solo contaba con 16 primaveras y aquella era su primera batalla real, pero estaba muy dispuesto a demostrarle a su padre que seria un digno sucesor. Desde su nacimiento, habia tenido que competir con su medio hermano Gilliecallum y con sus hermanos menores por las alabanzas de su padre. Somerled siempre alentaba aquellas pequenas disputas entre ellos, incluso cuando con el paso de los anos, dejaron de ser tan inofensivas. Sobre todo las que sucedian entre el y su medio hermano, al que su padre habia llevado esa noche a la batalla tambien. --Se que no lo haras. Yo me encargare de ello. Dougal sonreia a su lado, lleno de orgullo, hasta que escucho sus ultimas palabras y vio como Gillie lanzo por encima del hombro, su prepotente sonrisa, como tantas otras veces habia hecho, solo para fastidiarlo. Los ocho anos que le aventajaba en edad, siempre habian jugado en su contra a la hora de enfrentarlo y ambos lo sabian. Aun asi, Dougal jamas se rendia. --Mira y aprende, hermanito --le dijo Gillie, cuando su padre dio la orden de replegar las velas y de ocupar puestos en los remos. No era su primera batalla y se lo estaba restregando por la cara. Pero ahora que la batalla estaba proxima, Dougal no presto atencion a las provocaciones de Gillie, sino que se concentro en sus propias emociones. En su interior bailaba una mezcla de temor y expectacion. Habia escuchado cientos de veces las historias que los hombres de su padre contaban durante las largas noches de invierno y sabia que debia esperar de todo esto, pero era su primer enfrentamiento y solo podia pensar en no fallar. No queria ser un cobarde a ojos de su padre, pero sobre todo, no queria cometer un error ante su medio hermano, pues no soportaria sus burlas. Tampoco queria que descubriese el miedo en su mirada, que crecia con cada remada, pues sabia que lo usaria para avergonzarlo ante su padre. Si vencian aquella noche, se convertiria en Rey de las Islas, algo a lo que Gillie jamas podria optar y decidio que ese seria su aliciente para ser valeroso durante la batalla. Y lo seria. Les demostraria a todos que era un guerrero y que seria un digno regidor de las Islas, sin necesidad de que su padre supervisase cada una de sus acciones. Desde que le habia dicho que seria el rey, las ideas sobre como queria gobernar, habian bullido en su mente sin descanso. Seria un buen rey. --Navios aproximandose --grito el vigia de repente. A pesar de ser plena noche, la luna llena iluminaba su camino y Dougal no tardo en ver las naves del rey Godred. La lucha estaba a punto de comenzar y, con ella, el momento de demostrar su valia. A pesar del miedo, estaba preparado. Llevo su mano a la espada para asegurarse de que seguia y respiro hondo, para insuflar valor en su cuerpo. --Dejad los remos --escucho gritar a su padre con voz autoritaria y profunda--. Preparaos para el abordaje. Dieron alcance a los primeros barcos y muchos de los hombres de su padre iniciaron el asalto, entre gritos de guerra y golpes de espada. Dougal los observo a todos durante unos minutos, paralizado por el ruido infernal que producian. --?Tienes miedo, hermanito? --la pregunta, hecha con pura malicia, lo saco de su ensonacion. --Mas quisieras, Gillie --grito, a pesar de que su medio hermano ya se alejaba. El agua salpicaba la cubierta del barco convirtiendola en una plataforma resbaladiza y traicionera, pero el joven Dougal logro recorrerla sin caer. Salto al barco enemigo y se dio de bruces contra un hombre que le doblaba en tamano. Apenas logro detener su fuerte estocada y retrocedio como pudo hasta ponerse en pie y atacarlo a su vez, con mayor ventaja. Lucharon incansables, hasta que Dougal lo vio caer muerto, a sus pies. Fue su primera muerte, pero le falto tiempo para pensar en ello porque los enemigos lo asaltaban por doquier. Cuantos mas mataba, mas llegaban. Su espada, sus brazos, su ropa y su rostro, todo, se tenia con el rojo de la sangre derramada. Y por que no, con alguna propia, aunque con el calor de la batalla apenas sentia sus heridas. --Cuidado. Alguien grito tras el, pero cuando se giro en busca del peligro, fue demasiado tarde. Un hombre casi tan alto como su padre y mas corpulento, lo sujeto por el cuello y lo lanzo por el aire como si no pesase nada para el. El golpe contra el suelo lo dejo sin aliento, mas no tuvo tiempo para recuperarse, pues el mismo hombre corria hacia el dispuesto a partirlo en dos. Se levanto, apenas un segundo antes de que el hombre lo lanzase de nuevo por los aires, haciendolo chocar contra la baranda de popa. Sintio como se esparcia por su pecho y espalda un dolor agudo que lo obligo a toser, hasta que la sangre salio por su boca. --Muere escoria --dijo el guerrero, alzando su espada para asestarle el golpe final. Dougal reacciono de la unica forma que pudo en ese momento; se lanzo por la borda y cayo pesadamente al agua. Emergio al poco tiempo, escupiendo agua y sangre. Por suerte para el, su padre habia obligado a todos sus hijos a aprender a nadar cuando no eran mas que unos crios que apenas se tambaleaban al caminar. Y obligar era la palabra correcta, pues los habia lanzado al rio sin miramientos, esperando que regresasen a la orilla por su propio pie o se ahogasen en el intento. Habia sido duro pero efectivo. Comenzo a nadar hacia la orilla, a sabiendas de que la accion habia terminado para el si no encontraba un modo regresar a los barcos y se lamento por su mala suerte. Le hubiese gustado poder matar a mas islenos, para demostrarle a su padre que era un hijo digno, pero ahora solo podia esperar que alguien lo hubiese visto todo, para que su medio hermano no pudiese inventarse cualquier mentira para dejarlo en evidencia ante su padre. --Como que me he tirado a proposito para huir de la batalla --refunfuno, mientras sus brazadas eran mas rapidas por la ira. De repente, un chapoteo no muy lejos de el, llamo su atencion. Alguien parecia estar teniendo problemas para seguir a flote en el agua y sin pensarlo, Dougal cambio su rumbo para ir en pos del hombre que ya agonizaba. --Tranquilo, amigo --le dijo, sujetandolo por la espalda para que no lo arrastrase al fondo con el en su ansia por salvarse--. Te acercare a la orilla, pero deja de bracear. No parecia mucho mayor que el, pero pesaba tanto, que sacar su cuerpo del agua se llevo el resto de sus reservas de fuerza. Se dejo caer en la hierba, boca arriba, y trato de controlar su agitada respiracion. El hombre a su lado no parecia estar mucho mejor que el, aun asi fue el primero en hablar. --Me habeis salvado la vida --dijo entre toses. --No ha sido nada --logro decir, sofocado. Todavia le costaba respirar con normalidad. --Ha sido mucho mas --se incorporo y Dougal lo imito para mirarlo --. Ahora tengo una deuda con vos. --No me debeis nada. Simplemente tenemos que --se puso en pie, mirando hacia los barcos-- encontrar el modo de regresar a la batalla. --Godred no tardara en hacerlos bajar a tierra --le dijo con calma--. En el agua, los hombres de Somerled les aventajan. --?Luchais por Godred? --busco a tientas su espada al hablar, solo para descubrir que no la tenia. Se habia quedado olvidada en la cubierta del barco la primera vez que lo lanzaron por los aires. --Y vos no --continuo sentado, manteniendo la misma calma que habia mostrado antes--, al parecer. --Somos enemigos --lo miro con desconfianza ahora--, deberiamos estar luchando el uno contra el otro, no hablando. --Ya he dicho que tengo una deuda de vida con vos --se levanto al fin, evidenciando que era mucho mas alto que el--. No voy a haceros dano. --?Se supone que debo fiarme de vos? --sus palabras no le servian como garantia y estudio su actitud ante aquella situacion, mientras decidia que hacer. El azul de sus pupilas era intenso, tanto, que parecia atravesarlo sin contemplaciones. Habia en ellos algo peligroso que lo instaba a mantenerse en guardia; y sin embargo, su relajada postura logro serenarlo lo suficiente para comprender que aquel hombre no le haria dano. Al parecer, la deuda de vida de la que le habia hablado era importante para el. --De donde yo provengo --le explico, entonces, dando a entender que no se habia equivocado --, una deuda de vida es algo serio. Vos me habeis salvado y ahora debo dedicar esta vida que he ganado, a protegeros. No importa en que bando estaba antes, pues ahora os seguire alla donde vayais para saldar mi deuda. --?Y cuando la habreis saldado? --Cuando muera. --No me parece muy justo --se cruzo de brazos--. Yo os salve la vida una vez y vos decis que me protegereis mientras vivais.

  • Sometida a tus caricias de Sophie West

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    La senorita Anatolia Eidenburg, hija bastarda del conde de Townstill, esta en la mas absoluta miseria. Sola, desamparada y sin hogar, la unica familia que le queda reniega de ella a causa de sus origenes ilicitos. La unica opcion que tiene de evitar el hambre y la pobreza, es aceptar el trato que le ha ofrecido el duque de Castle, un hombre altivo y frio que solo quiere a una muchacha de buena familia que sea pura e inocente, para convertirla en su amante sumisa y asi ganar una apuesta con sus amigos.
    El duque le ensenara a disfrutar de los placeres de la carne y, a cambio, ella descubrira que se esconde detras del corazon aparentemente frio del Amo al que sirve.
    ?Podran evitar enamorarse el uno del otro?
    Pasion, amor y drama, la combinacion perfecta para una historia que sacudira tus sentimientos. y algo mas.

  • El vuelo de la mariposa negra de Rosa Castro Palza

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    Jane Austen, principalmente con Orgullo y prejuicio, ha impactado en la vida de Elena, quien ha sonado con viajar a Londres para tratar de encontrar algunos pasajes de la novela en el mundo real. Y ese sueno se concreta un dia, embarcandose asi en una travesia solitaria que terminara por despertar sentimientos encontrados sobre su presente y pasado.

  • Tu alteras mi mundo de

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  • La Eternidad y un Dia de Lauren Kate

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  • Pasion fantasmal de Esmeralda Lynn

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    A pocos meses de casarse con su novio de toda la vida, la desempleada Cassy recibe una extrana noticia; ha heredado una vieja casona victoriana que le pertenecia a sus ancestros.

  • Un encuentro casual de Ana Agudo

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    E 1 l fuerte dolor de cabeza hizo que Nuria cerrara los ojos tan solo una decima de segundo despues de abrirlos. Intento incorporarse a la vez que se echaba las manos a la cabeza. O al menos lo intento, pues algo las sujetaba firmemente. Abrio nuevamente los ojos ignorando el pinchazo en su frente y no vio nada. Todo estaba oscuro. Intento forzar la vista, que sus ojos se acostumbraran a esa negrura e intentar atisbar algo. Nada. Todo seguia oculto a sus sentidos. Empezo a notar un hormigueo en los dedos, cada vez le costaba mas llevar aire a sus pulmones, una gran presion se lo impedia. A cada inspiracion sentia como sus oidos empezaban a pitar tenuemente, ganando intensidad segun la ansiedad iba creciendo en su interior. Una semana antes. --Julia, me dice mama que no vas a poder venir estas navidades. Lo cual no me extrana nada. Y es que desde que mi hermana se marcho a Estados Unidos con 18 anos recien cumplidos siguiendo a su novio, el Crapula, la relacion entre ellas empezo a resentirse. Ademas, cuando a los dos meses la dejo porque iba a ser padre con otra, mama creyo que recuperaria a su pequena. Pero no, ella decidio continuar alli. Al poco, mientras estudiaba un curso de informatica y trabajaba en una tienda de cupcakes, conocio al Profident, un corredor de bolsa que tenia los dientes mas blancos del mundo gracias a las carillas que se ponia cada dos meses, ya que se le estropeaban a una velocidad de vertigo de tanto frotarselos con coca, cosa de la que nos enteramos cuando la exigua cuenta corriente de Julia iba haciendose mas y mas delgada, ademas de la sospechosa desaparicion de los pocos objetos de valor que tenia en casa. En ese momento mama penso que regresaria asustada y escarmentada. Mas volvio a equivocarse. Julia se hizo mas desconfiada. Decidio que nunca mas la manipularia nadie. Queria convertirse en el karma. Y vaya si lo consiguio. Se hizo una experta de la informatica en su acepcion mas oscura. Se hizo un hueco en ese submundo donde la informacion es poder, donde por unos miles de dolares podias saber, por ejemplo, las horas que un tio anodino de la ciudad de Probo en Utah se pasaba delante del ordenador viendo porno, si se la cascaba con la izquierda o si se fumaba despues un piti (en su caso, Marlboro). Era capaz de encontrar los trapos mas sucios de cualquiera, siguiendo la pista del dinero usado para comprar droga, manipulando camaras de seguridad, en fin, controlaba todo aquello que estuviera conectado a una red. Era la mejor. Logicamente a mama le horrorizo saber a lo que se dedicaba su hija pequena, no era algo de lo que pudiera pavonearse delante de sus amigas en sus partidas de bridge dominicales, y por ello el hilo que las conectaba practicamente se rompio. Sin embargo, y para cierto alivio de nuestra madre, pues parecia una olla expres a punto de reventar, hace dos anos que mi hermana decidio dar un nuevo giro en su vida. Tomo el macuto, apago el telefono tan solo despues de una escueta llamada en la que me dijo "hermanita, necesito desconectar. Ya te volvere a llamar", y tres semanas despues en una nueva llamada aseguro estar "limpia" y comenzo a trabajar en una pequena empresa de publicidad llevandoles todo el tema de redes sociales. --No Nuri. --Solo a ella le permito que utilice ese diminutivo--. Creeme que querria ir para verte, pero ahora mismo no puedo pedir dias libres. Estamos a tope con la campana de publicidad de los Hoteles Hyatt, tenemos que entregarla en enero y nos estamos pillando los dedos con los plazos. --Lo comprendo, no obstante, te echo terriblemente de menos. ?Cuanto hace que no nos vemos? --Dos anos, cuatro meses y... --Julia guarda silencio momentaneamente mientras yo sonrio. --Y 5 horas exactas --termino diciendo yo provocandola una carcajada. --?Tanto hace que mama se caso con el Viudo? --pregunta sorprendida Julia. --Si, y quiza deberiamos empezar a cambiarle el nombre a Tomas, ?no crees? --Tal vez, podriamos llamarle Job. --?Por su paciencia infinita con mama? --Y por su abultada cartera. No te olvides que el santo era un tipo rico. Posiblemente de esta salga siendolo aun mas, pues la Dramas --nuestra senora madre-- es la tentacion enviada por el demonio para hacerle caer. Me empieza a doler la tripa de la risa y las lagrimas asoman en mis ojos. Julia siempre consigue hacerme reir y sorprenderme por partes iguales. ?De donde saca tantos datos de temas tan dispares? --En tal caso creo que no me queda mas remedio que acercarte un poco de la magia navidena espanola, que ahi se os terminan las fiestas muy pronto. --Oh, Nuri, !me encantaria que vinieras! ?Pero puedes escaparte del trabajo unos dias? --Unos dias, unos meses y los anos que me vengan en gana. --?Que ha pasado? --me pregunta preocupada. --!Pues que me han echado! --Eres la jefa --me replica con el tipico tono de paciencia contenida mas propia de una madre con su hijo pequeno que entre hermanas adultas. --Un motin. --Nuriaaa... --Solo me llama asi (y alargando las aes) cuando pierde la paciencia. --Vaale, he decidido vender mi parte del negocio a Alfonso. Ya no me sentia realizada alli y bueno, he decidido dar un cambio a mi vida profesional. --?Y que nuevo enfoque le puede dar una fotografa? --me pregunta Julia con cierta guasa en la voz.--Pues que me he cansado de fotografiar siempre caras felices, miradas complices, sonrisas impostadas y ninos repelentes. --Es lo que hace una fotografa de bodas… ?que es lo que no me estas contando Nuri? Mierda, mi hermana me conoce mejor que nadie y es imposible omitir ningun tipo de informacion, aunque nos separe un oceano entre medias. --Se casa. --Finalmente claudico. --!No me jodas que ha sido capaz de pedirte que le hagas tu el reportaje de su maldita boda! --replica enojada mi hermana. --Preboda y postboda incluidas --afirmo de repente muy cansada--. Segun el soy la mejor y la que mejor los conoce... --Como para no conoceros. !Era tu novio y tu mejor amiga! --replica acalorada Julia. Ha pasado cinco meses desde que pille al cabronazo de Raul con Silvia, en nuestra cama. Se supone que tenia un reportaje con una pareja de novios en Toledo, por lo que iba a pasar gran parte del dia y hasta bien entrada la noche fuera de casa. Sin embargo, por un problema de salud del padrino habian tenido que posponer el enlace. Por tanto, apareci por el apartamento, en el madrileno barrio de Malasana, a las calurosas cuatro de la tarde de un 24 de junio. Mientras iba subiendo las estrechas escaleras empece a oir los jadeos y gritos. Por un momento me detuve en el descansillo del tercero antes de subir al ultimo piso. La mayoria de los vecinos eran ancianitas de pelo blanco o azulado, con puntillas en todas las superficies de sus pequenos pisos (si, tambien envolviendo el papel higienico). Llegue a pensar que alguna pudiera estar siendo objeto de un robo con agresion, por lo que me pare a escuchar y a dejarme guiar por los sonidos. Cuando estos me llevaron a la puerta de mi casa mis neuronas dejaron de conectar entre si. No podia (o mas bien, no queria) asociar esos sonidos a nada en concreto, pero mi corazon se salto varios latidos por la angustiosa anticipacion de lo que me iba a encontrar al abrir la puerta. Restos de comida en la mesita frente al televisor. Una botella de vino vacia. Dos copas. Una de ellas con la marca de un pintalabios rojo. Rojo puton verbenero. Ropa esparcida por el suelo, sofa, muebles. Con el Fly me to the moon de Frank Sinatra como banda sonora. Note una gota de sudor recorrerme la espalda, mientras retorciendo las manos me fui acercando a la habitacion que habia frente a mi, con la puerta abierta invitandome a pasar. Y ahi estaban, ella encima de el. Como si fuera una pelicula a camara lenta observe como el pelo de ella, rubio y largo e increiblemente liso se agitaba en cada acometida, sus manos sobre el pecho de mi novio, las manos de el acompasando el movimiento de las caderas femeninas, los ojos velados de placer en su cara. Tan concentrados estaban uno en el otro que no se percataron de mi presencia, y como una intrusa decidi salir despacio y sin hacer ruido de mi casa. --Ya bueno...digamos que este era el empujoncito para dar un giro a mi vida. Voy a utilizar el dinero ahorrado y viajar con mis camaras y objetivos, y vender mis imagenes como freelance. --Me parece genial Nuri, ya sabes que siempre me ha parecido que desaprovechabas tu capacidad de hablar con imagenes. --Y es cierto, cada dos por tres me picaba con su aguijon de avispa cojonera. --Si, mama. --Me burlo. --!Eh, un respeto a tus mayores! --Pero, pero... --Shhh, emocionalmente soy mayor, y punto en boca. --Y no le falta razon, quiza los golpes sentimentales que le ha dado la vida la han hecho madurar mas rapido--. Bueno, y dime, ?cuando vienes?

  • 49 penurias de Troy, C.J. Benito de C. J. Benito

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  • Disparando al cielo de Silvia Cruz

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    Claudia y Jorge son dos personas a las que su pasado les ha tratado mal. Se sienten solos e incomprendidos hasta que se conocen, bajo extranas circunstancias y rodeados de terror y locura. El amor nace entre ellos y luchan por cerrar sus heridas. Pero nada es lo que parece y el pasado vuelve a llamar a sus puertas. Un thriller pasional y sorprendente, que te enganchara hasta el final.

  • Orfancia de Athos Zontini

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    Un nino demasiado delgado dentro de un mundo demasiado insipido. Un padre y una madre obsesionados con la comida: una lucha en familia que solo puede acabar en tragedia. O en comedia, en una comedia muy negra.
    <>
    El protagonista de Orfancia se siente perseguido por sus padres, una pareja de Napoles que quiere verlo rollizo y feliz. El esta convencido de que, llegado el momento, todos los adultos devoran a los ninos y no tiene claro que quiera acabar asi. Pero la vida tiene un sabor imposible de resistir…

  • EL DESPERTAR DEL FENIX (Hasta los Hueso 5), Lena Valenti de Lena Valenti

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    Y yo iba a abrir los ojos y alzar el vuelo para descubrir la verdad. Lo arriesgaria todo. Mi alma y mi corazon.

  • Nadie ha muerto en la catedral de Estela Chocarro

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    La muerte del ultimo campanero de la catedral de Pamplona lleva a un insolito descubrimiento: en una habitacion secreta del edificio se hallan los cadaveres de dos hombres y un cuadro que parece ser de Dali.Cuando llaman a la experta en Dali Rebeca Turumbay para autenticar el cuadro, esta regresa a la tierra de su familia en Navarra. Alli se reencuentra con el periodista Victor Yoldi, ademas de con su tio Daniel y sus amigos de Carcar. Victor y Rebeca emprenden juntos una investigacion para descubrir la identidad de los cadaveres de la catedral.Pronto descubriran que este turbio asunto esta relacionado con un sonado robo que tuvo lugar en la catedral de Pamplona en 1935, y que hay personas muy interesadas en que la verdad no salga a la luz. Alguien que sigue muy de cerca a Victor y a Rebeca, y que esta dispuesto a matar si es necesario.

  • KimoKawaii de Enrique Planas

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  • Te Amo, My Valentine, Ellen Simon de Ellen Simon

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    Un trabajo deprimente y con pocas perspectivas, una familia lejana, unas amigas que compiten por encontrarle marido, una gata negra traviesa che destroza todo, un pequeno apartamento en un barrio pobre y un secreto, oculto a plena vista. Esta es la vida de Jeny, recien llegada a los treinta, casi licenciada en Literatura, claramente al borde de una crisis existencial.
    Un encuentro inesperado con su escritor favorito la obligara a fingir ser lo que no es. ?Durante cuanto tiempo podra llevar adelante esta compleja farsa, sobre todo si termina por enamorarse?, ?Encontrara el valor de confiarle ese pequeno, gran secreto?

  • No temere mal alguno de Abraham Stern

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    Durante mas de veinticinco anos estuvo huyendo de su pasado.
    Su afamada carrera periodistica le hizo creer que la horrenda adolescencia que vivio en Luisiana habia desaparecido finalmente de su memoria.
    !Nunca estuvo tan equivocada!
    Justo cuando pensaba que vivia los mejores momentos de su vida, un brutal doble asesinato la hace regresar a Nueva Orleans para reportar el homicidio mas detestable conocido en la historia de la ciudad.
    Su participacion en la investigacion resulta fundamental para resolver el crimen.
    Con el despiadado asesino bajo rejas, ella siente haber alcanzado la cuspide de su carrera profesional, pero en un juego del destino descubre un secreto de ese pasado personal que creyo haber olvidado y que le hizo salir huyendo sin saber lo que el futuro le tenia reservado.
    Madeleine Thomas ha regresado a casa. Ahora es tiempo de que conozca su aterradora verdad.

  • El mesias ario de Mario Escobar

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    Madrid, verano de 1914. Varios profesores se han automutilado en la Biblioteca Nacional y dos agentes, Hercules Guzman Fox y George Lincoln, tienen que averiguar por que lo han hecho. Todo parecer tener relacion con un enigmatico libro traido a Europa por Vasco de Gama en su primer viaje a la India. Ambos deberan emprender una vertiginosa carrera que los lleva de una clave a otra, descifrando mensajes ocultos durante siglos. Un rompecabezas que debera resolverse antes de que Europa entre en guerra y las profecias se cumplan. El origen de la leyenda del advenimiento del Mesias Ario y las profecias del Cuarto Rey Mago.

  • Nos vemos en el museo de Anne Youngson

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    A veces hace falta que un extrano te muestre quien eres… Una novela epistolar sobre las pequenas alegrias y las sorpresas cotidianas, pero tambien sobre la perdida y las vidas que no elegimos.

  • Hombres que caminan solos de Jose Ignacio Carnero

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    Caminan solos alrededor de los contenedores y los barcos de los puertos de Africa. Hombres jovenes que cubren sus rostros para protegerse de la humedad del mar y que recorren el muelle cuando el sol cae. Son hombres sin dinero y eso les hace parecer menos hombres. Han perdido todo lo que tenian. Tambien el dinero de la familia; ni tan siquiera era suyo. Lo habian recaudado entre parientes y vecinos para que lo emplearan en llegar a Europa. Eran sus representantes, los elegidos, los mas sanos y valiosos del clan; eran ellos los que recibian ese fajo de billetes atado con una goma. Y, en fin, ya se sabe que quien recibe dinero ha de entregar algo a cambio; para eso se invento, para eso sirve el dinero. Pero esos hombres no pueden traer nada de vuelta a sus aldeas. Han sido enganados por alguna mafia local que les prometio llegar hasta las islas Canarias, y ahora, de vuelta al mismo lugar del que partieron, lo unico que pueden hacer es vagar, caminar sin rumbo, sobrevivir entre la chatarra, los contenedores, y el pescado podrido que se apila en el muelle. Viaje a Thiaroye-sur-Mer, una ciudad de la periferia de Dakar, en busca de una historia que contar; una historia que llevase por titulo Hombres que caminan solos, y que narrase la vida de los deportados que no regresan a sus casas por el estigma del fracaso. O la vida de aquellos hombres que entregaron su dinero a otros que les prometieron llegar a Europa, y que, sin embargo, lo que hicieron fue enganarles. Les dejaron en una playa cualquiera de Senegal, o de Mauritania, y les dijeron que eso era Espana. Alli, en Thiaroye-sur-Mer, me contaron el relato de uno de esos hombres. Un hombre que, cuando la embarcacion llego a su destino, camino largo tiempo junto al resto, y que, al alcanzar la cima de una duna, grito: <>. Al oir ese grito, los otros hombres se detuvieron, se miraron entre ellos, y confirmaron algo que llevaban horas sospechando: que, efectivamente, aquella tierra que pisaban no era la de Europa. Despues, muy lentamente, intercambiaron algunas palabras, mas bien murmullos, y comenzaron a caminar. Pero alguien advirtio que aquel hombre que dio el aviso seguia detenido en lo alto de la duna. --!Vamos! --le gritaron. --No puedo ir. Ese es mi pueblo --contesto aquel hombre senalando unas luces lejanas. Entonces todos siguieron descendiendo el arenal, porque sabian que aquel hombre no podia volver al lugar del que habia partido. Podia avanzar o detenerse, pero nunca volver atras. Tenia sed y hambre, y los pies llenos de heridas, pero no sentia nada de eso. Sentia la verguenza del fracaso. Asi que se dio la vuelta y comenzo a caminar hacia ese puerto lleno de chatarra, y contenedores, y pescado podrido que se apila en el muelle. Escuche esa historia justo antes del viaje en coche que haria por Marruecos con mis amigos. Yo les contaba una y otra vez el relato del hombre que caminaba de regreso al puerto. Le iba anadiendo detalles que lo hacian mas interesante, y mis amigos me decian: <>; o bien, <>. <> --?Y cual es la historia? --me dijo Aitor tras unos minutos de silencio. --La historia es --le conteste tras pensarlo-- que la autentica fuerza que mueve el mundo es el miedo al fracaso. Mi frase parecia reveladora, pero no causo ningun efecto en mis amigos. Se mostraron indiferentes mientras miraban por la ventanilla. Y, bueno, algo de razon tenian, porque me di cuenta de que, ciertamente, no era esa la historia que tenia que contar, ya que ninguna buena historia se puede narrar si uno, al comenzar a escribirla, sabe de que va. Las historias se descubren a medida que se escriben, o no son buenas historias. Lo se porque las formas de narrar tambien se heredan. Yo herede de mi madre una especifica forma de contar las cosas. Esa que aprendi de ella y de las mujeres de mi barrio. Las mujeres se reunian en el salon y pasaban horas hablando. Entonces los ninos poniamos la oreja y escuchabamos esas narraciones que iban y venian, narraciones aparentemente improvisadas que describian sucesos, uno tras otro, episodios que parecian desconectados entre si, que se acumulaban, avanzaban, retrocedian y hacian perder el hilo de la conversacion, pero que esas mujeres, cuando llegaban al final de su relato, encajaban y daban sentido como solo el mejor de los novelistas seria capaz de hacer. Parecia entonces que toda la narracion cobraba sentido. Era una ultima pirueta, un triple salto mortal, que repetian una y otra vez y que siempre ejecutaban con destreza. Por ejemplo, mi madre podia estar hablando de los estragos que causan las drogas en algunos vecinos y, de pronto, interrumpiendo el hilo de su relato, decia: <>. Entonces yo, que todavia no habia aprendido los trucos de ese estilo de narracion, intervenia con cierto desden: <>. <> Asi acababa la historia, se cerraba el circulo y no se podia decir mucho mas. Existia, por tanto, una arquitectura en esa forma torrencial de narrar que todavia hoy, muchos anos despues, me sigue influyendo mas que todos los libros que pueda leer. Tiene que ver con el asombro del descubrimiento. Ese que siente el narrador al ir contando una historia que desconoce, pero que ira comprendiendo a medida que es desenterrada. Bien, lo hare asi: al modo de aquellas mujeres de mi barrio y, por tanto, lo que aqui contare no sera aquello que fui a buscar a Thiaroye-sur-Mer, o no exactamente al menos, sino otro relato que comienza en ese coche que acelera por las polvorientas carreteras de Marruecos. Mis amigos miran por la ventanilla, y yo conduzco mientras suena una cancion de Johnny Cash. Una cancion que me salvo la vida, pero que tambien me arrastro hacia la oscuridad. Este podria ser un buen inicio para esta historia. Todo sucedio hace aproximadamente dos anos. Lo se porque fue en aquel tiempo cuando publique un libro acerca de mi madre. Recuerdo con precision que fue entonces, porque en aquel viaje llevaba en la mochila unos folios con las ultimas correcciones de la novela. A veces, incorporaba alguna frase a boligrafo, pero eran ya pocas las palabras que podian brotar. A pesar de eso, yo seguia intentando escribir mas. Necesitaba recordar a mi madre, y escribir era la forma de hacerlo, pero ahora, pasado ya un tiempo desde entonces, creo que he logrado el efecto contrario, es decir, olvidarla. Cuando escribes acerca de una persona que ya no esta aqui lo que en realidad estas haciendo no es retratarla, sino desdibujarla, abandonarla, sepultarla en un libro para siempre. Eso es lo que, en realidad, estas haciendo, y eso era lo que yo, sin saberlo, estaba llevando a cabo en aquel viaje a Marruecos. Escribia y pasaba el duelo. Sobre todo, escribia. Marruecos no es un buen lugar para pasar ningun duelo, porque se hace complicado conseguir alcohol en ese pais. El alcohol, por mucho que digan los medicos y los psicologos, es un buen remedio para los problemas. El alcohol y el Orfidal son la misma cosa. De hecho, el prospecto del medicamento dice que, si los tomas juntos, potencian sus efectos. Es decir, que tan diferentes no seran. Dicen del alcohol que es un remedio temporal. ?Y que hay del Orfidal y de los antidepresivos? Probad a dejar de tomarlos y os caereis por un precipicio. El alcohol, al menos, enlaza con cierta tradicion artistica. Yo, al menos, escribo mejor borracho que atiborrado de pastillas. Cuando me tomo dos o tres Orfidales solo puedo dormir, y dormir es como estar muerto, pero sin estarlo. Cuando me emborracho, a veces me pasan cosas buenas: conozco a extranos, me imagino en otros lugares, y, a menudo, me pongo a escribir. Habitualmente, lo que escribo en ese estado, al dia siguiente, cuando lo leo, me parece una basura, pero, en cualquier caso, todo lo que ha pasado mientras tanto es mucho mejor que estar muerto, que es como estar dormido, pero sin estarlo.

  • Una vida perfecta de Mario Escobar

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    La novela definitiva de suspense, con el telon de fondo de uno de los temas mas controvertidos de la actualidad, el Regimen Bolivariano y la situacion de Venezuela.
    !ESCRITOR MAS VENDIDO EN EL 2017 SEGUN DATOS DEL PROPIO AMAZON!
    Esta es la historia de una carrera trepidante contra el tiempo y, sobre todo, contra un enemigo sofisticado e implacable.

  • Lobo Feroz de Elena Romero

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    Mario no es un hombre cualquiera.
    Y todo el mundo en la ciudad lo sabe.
    Guardabosques. Vive solo en la montana.
    Y nunca sale de noche a la ciudad.

  • Trilogia de las damas, Candice Hern de Candice Hern

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  • Mas que un cuerpo de Monica Katz

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    ?Como enfrentar un paradigma de belleza y delgadez que pone en riesgo nuestra propia salud? Katz enfrenta el discurso de los medios de comunicacion, la creciente epidemia de “dietismo”, un ideal de belleza inalcanzable y un modelo cultural alcanzar nuestra propia (y unica) belleza.

  • Eres el ingrediente que me faltaba de Lina Galan

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  • Ave Fenix. Se puede renacer por amor de Christian Martins

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    Tras la muerte de su padre, Madison Harvey y su madre se trasladan a un pequeno pueblo con la intencion de comenzar una nueva vida; pero la joven Maddi no tarda demasiado en darse cuenta de que en ese lugar los habitantes se comportan de una forma muy extrana.

  • Yo no soy de nadie de Tamara Marin

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    Alba ha tenido una infancia muy dura que le ha hecho no creer en el amor y no querer comprometerse con nadie, bajo ningun concepto. Ella no es de nadie. Tiene suficiente con su floristeria, sus amigas y algun ligue de vez en cuando.

  • Un cielo de hechizos de Morgan Rice

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    En UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS), (LIBRO # 9 de EL ANILLO DEL HECHICERO – THE SORCERER’S RING), Thorgrin finalmente regresa a ser el mismo y debe enfrentarse a su padre de una vez por todas. Se produce una batalla epica, cuando los dos Titanes se enfrentan unos a otros y Rafi usa su poder para convocar a un ejercito de muertos vivientes. Con la Espada del Destino destruida y el destino del Anillo en la balanza, Argon y Alistair tendran que convocar a sus poderes magicos para ayudar a los valientes guerreros de Gwendolyn. Pero incluso con su ayuda, todo podria estar perdido si no fuera por el regreso de Mycoples y su nuevo companero, Ralibar.

  • Tu te lo buscaste! 2 de Emma Green

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    Valentine Seguramente tengo la autoestima muy alta (o al menos pienso que mi sistema reproductivo es muy inteligente) ya que llegue a pensar que la pildora del dia siguiente no funcionaria conmigo y que yo seria parte del 5 % de las mujeres con hormonas invencibles. Lastima. Pense que una diosa de la fertilidad se acoplaria bien con un vikingo sobrehumano con trenzas. A pesar de los problemas infinitos que pudieron haber sucedido con el, me habria gustado verme como Artemisa, con el cabello corto, mi aljaba, mis flechas y con un vientre grande, defendiendo la vida cueste lo que cueste; o quiza verme como Juno, con esos senos tan grandes que se salen de su toga romana, sola, dando a luz a un semi-dios, mientras su infiel Jupiter se divierte haciendo del cielo y de la tierra lo que le viene en gana. En una de mis crisis de necedad extrema, incluso busque cual es el nombre de la diosa fertil en la mitologia escandinava: Frigg. ?Suena hermoso, no? Es un nombre muy dulce, muy calido. No es para nada un nombre frigido. No, en verdad, la cultura nordica no esta hecha para mi. Seguire llamandome Valentine y guardare mis suenos de tener pequenos Nils en un rincon (bien escondido) dentro de mi cabeza, dentro del cajon que dice << deseos que nunca se deben saciar >>. Desde hace seis meses me alegro cada dia por no haber repetido la historia familiar; por no haberme embarazado del hombre equivocado, demasiado guapo para ser real, demasiado estupido para quedarse (y sobre todo demasiado extraordinario como para conformarse con una morenita con la que se acosto en la parte trasera de una pick-up en la selva de Madagascar). Seguramente, para Nils Eriksen, esa solo fue una noche como cualquier otra. La prueba de ello es que ya me reemplazo por una putita pelirroja de senos tan saludables que se desbordan y que son capaces de alimentar a una familia numerosa, incluso a pequenos vikingos hambrientos. Entre Nils y esa famosa Rita, las cosas pudieron no haber durado. Jamas debi haberme enterado de su relacion. Sin embargo, ella tenia que hacer un poco de teatro, sus caprichos de actriz joven y mostrar fotos un tanto escandalosas para que la gente hablara de ella. Y, por consiguiente, de el. Una de esas fotos llamo mi atencion, una bella manana, por coincidencia, mientras yo hojeaba con verguenza una revista de espectaculos en la sala de espera del dentista. Cuando el doctor Wong me llama, justo estoy leyendo la nota de una maldita foto: La monumental Rita Shank no le teme a nada... ni siquiera a los resfriados. Estas lineas estaban escritas debajo de un cliche donde la actriz baja de un automovil y donde se veia que al parecer habia olvidado ponerse pantaletas. Cuando el doctor Wong repite: << ?Valentine Laine? >> con un tono interrogativo y un poco impaciente, acepto quitar los ojos de la revista barata y cruzo la mirada con el unico paciente que esta en la sala. Se trata de una persona de sexo masculino y de edad avanzada que levanta las manos para convencer al dentista de que el no se llama Valentine. Yo, muy amablemente, dejo que aquel viejo inocente pase antes que yo a la silla de tortura para asi poder terminar mi lectura. El articulo dedicado a Nils y a Rita no pasa de las seis lineas y termina con esta frase: << Aparentemente, este guapo rubio de porte sueco, que le abre la puerta, esta acostumbrado a las corrientes de aire fuertes. !No parece tenerles miedo! >> !Es noruego, bola de idiotas! No, no le tiene miedo a nada. Y, efectivamente, puede darle calor a quien sea... Cierro secamente la revista, como si el golpe de las paginas pudiera convertirse en una bofetada directa, de mi parte, sobre la mejilla de Rita Shank. Despues espero nerviosa mi turno, mientras pienso que voy a llegar tarde a la oficina; que no debi haber dejado pasar antes que yo al << Senor Valentine >>; y que incluso la sensacion de la fresa de acero en mis dientes sera una tortura insignificante comparada con esta maldita foto que se quedo grabada en mi mente. La imagen de Nils con su traje gris obscuro; Nils con su cuerpo de gladiador; Nils y su cabello rubio casi blanco, que le ha crecido desde la ultima vez que lo vi; Nils y su mano inmensa abierta hacia arriba, tomando elegantemente los dedos barnizados de Rita; Nils con sus hermosos ojos grises entrecerrados, quiza porque admiran el espectaculo de la actriz exhibicionista, o quiza porque les molesta el flash del fotografo. El zumbido metalico que se escucha del otro lado de la pared me pone un poco mas tensa y mi interior sadico se divierte torturandome una vez mas, al revelarme los recuerdos invisibles sobre la foto: los sublimes tatuajes tribales que danzan en sus grandes hombros; el contraste de los dibujos negros y misteriosos sobre su piel blanca, casi angelical; su cabello largo y sedoso de aquel entonces, que se escurria entre mis dedos; la fuerza delicada de sus mano, siempre suaves y viriles, sobre mi cuerpo; la marca de mi mordida de placer en la palma de su mano, prueba de nuestra noche ardiente que seguramente ya se le borro. ?Por que estas imagenes me atormentan aun? ?Por que todas mis sensaciones parecen estar muertas despues de todas las que el me provoco? !Dr. Wong, venga a buscarme! !Y provoqueme dolor, por favor, para que pueda olvidarlo! *** Despues de una limpieza bucal indolora (y completamente incapaz de completar su << mision de sensaciones >>), llego justo a tiempo a la torre Cox a la reunion de las diez de la manana. Me dirijo directamente hacia la pieza principal, con mi saco y mi bolso todavia sobre los hombros. - ?Te tomaste la manana? - me pregunta mi padre que ya esta sentado a la cabeza de la gran mesa en forma de U, con Lana a su lado-. No se si este comentario es una broma tonta de oficina, una tentativa de complicidad entre padre e hija, o solo una de sus observaciones de control freak adicto al trabajo que nunca pensaria en comenzar su jornada laboral despues de las siete y media de la manana. - Gracias por preocuparte por mis horarios, Darren - contesto completamente seria -. La proxima vez te pedire un permiso para ausentarme antes de hacer cita para mi Papanicolaou anual. Tranquilo, no hay nada que temer. No hay descendencia a la vista. No tendras que agregar a otro hijo no deseado en tu testamento. A menos de que alguien mas quiera darte ese regalo voluntariamente... Sin que yo tenga siquiera que mirarla, Lana (que es el brazo derecho de mi padre y su amante favorita) se sonroja y esconde la cara entre los documentos que tiene cerca. Parece que no se da cuenta de que esta mirando un monton de hojas escritas al reves y que evidentemente olvido voltear antes de intentar guardar la compostura. Mi padre se conforma con aclararse la garganta, ajustarse el nudo de la corbata que estaba perfectamente bien colocado y con sonreir falsamente a Faith y a Lewis que apenas acaban de llegar. Inmediatamente despues vienen Becca, Jeff y Rory, los tres jefes de servicio que faltaban. - Ya estamos todos. Podemos comenzar - anuncia rapidamente Darren para romper el silencio incomodo, mientras frota ruidosamente sus manos secas una contra otra-. Ignoro su tic de impaciencia y empiezo la reunion diciendo que nuestro nuevo servicio de trueque va a poder lanzarse en version beta. Evidentemente se espera que el servicio tenga exito e incluso que revolucione el mercado de ventas en linea. Exceptuando a mi padre, todos alrededor de la mesa muestran una sonrisa orgullosa, victoriosa... y cansada. Apenas han pasado seis meses desde que estamos llevando a cabo esta idea para ganarle terreno a nuestra competencia directa. Junto con Faith, mi nueva asistente, los equipos de innovacion y desarrollo, el personal creativo y los agentes de ventas, trabajamos sin descanso en esta carrera contrarreloj. En toda la historia del grupo Cox, nunca se habia pensado, concebido y producido un servicio en tan poco tiempo. Darren, al igual que cualquier gran directivo, deberia estar maravillado. Sin embargo, solo asiente con la cabeza, agitando su cabello blanco (que se deja un poco largo para verse joven). Sus pequenos ojos negros y serios no demuestran ningun tipo de expresion (pero traicionan mucho sus 64 anos). Hay cosas que ni siquiera una fortuna de diez billones de dolares puede pagar... Cansada de su indiferencia, le doy la palabra a Lewis Cole para los detalles tecnicos y, sobre todo, para las cifras que deberian interesar un poco mas al gran directivo Cox. Con su voz monocorde, Lewis me aburre mas rapido de lo que pense. Aprovecho esto para dejar que mi mente se distraiga discretamente. Mi cabeza se divierte resumiendo la situacion: yo, Valentine Laine, me acoste con el hombre que contrato mi padre para traerme sana y salva de un secuestro violento en Madagascar. Por cierto, lo contrato, no para proteger a su unica hija sino para asegurar el futuro de su grupo adorado. Esto podria ser un poco triste y, evidentemente patetico, pero, visto desde este angulo, la situacion casi me hace reir. El dinero del mismisimo Darren Cox pago mi noche de sexo demente a la luz de las estrellas. Es la primera vez que me dan ganas de decir sinceramente << !gracias, papa! >>. ?Y si hago que me secuestren de nuevo...? Pienso en esta idea tonta mientras garabateo sin pensar en la esquina de una hoja, hasta que me doy cuenta de que dibuje figuras misteriosas y tribales que rellene de color negro y que Faith intenta descifrar mientras mira sobre mi hombro. [Al menos finge que estas poniendo atencion a la reunion... !No como yo!] escribo con pequenas letras para que Faith lo lea, y despues agrego una carita que le guina el ojo. ?Como puedo perder todo mi prestigio profesional en menos de diez segundos por un maldito rubio colosal y tatuado que me olvido tan rapido como me sedujo? Yo deberia hacer lo mismo que el. Deberia borrarlo de mi memoria. De mi piel. Ya pasaron seis meses y estoy segura de que mi cerebro hizo mas bellos los recuerdos que tengo de esa noche. Que patetico. !Nils Eriksen, sal de este cuerpo! !Ahora mismo! Si no, regresa a quedarte dentro, suavemente, profunda y locamente, como bien sabes hacerlo... !No! !Alto! Cierro la boca que tenia estupidamente entreabierta, volteo mi hoja garabateada y vuelvo a tomar una postura mas pro, con los ojos fijos en el buen viejo Lewis Cole. Mientras recita sin ninguna modulacion todos esos datos, que sin embargo son interesantes, su camisa se tensa sobre su gran barriga y la tela se separa peligrosamente entre dos botones, justo a la altura del ombligo. No sabia que alguien podia estar tan velludo en esa zona. Por cierto, ?como era el vientre de Nils? Musculoso, si, pero ?imberbe o no? !Dijimos alto!

  • Perfecta para mi de Rita Morrigan

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    Julieta Diaz no era una persona sin expectativas; de hecho, en algunas ocasiones habia llegado a creer que sus suenos se habian convertido en el centro de su existencia. Cuando solo faltaban unos dias para su trigesimo quinto cumpleanos podia asegurar, sin atisbo de dudas, que sus objetivos eran claros. Sabia exactamente lo que queria, lo unico que le impedia lograrlo era su total y determinante falta de dinero. Lo que no dejaba de ser hasta cierto punto paradojico, pues desde pequena habia hecho todo cuanto le habian dicho que tenia que hacer para conseguir sus propositos. Sus padres se marcharon de la aldea a la gran ciudad y siempre habian subsistido con multiples dificultades. Fueron ellos los que le inculcaron la necesidad de un buen curriculum academico para optar a los mejores empleos. Y pronto Julieta se dio cuenta de que esto ultimo era esencial para alcanzar una posicion economica que le permitiera una existencia feliz. Estudio mucho hasta licenciarse con honores en Turismo. Habia elegido este sector porque era un valor en alza para el futuro. No obstante, cuando habia llegado el momento de comenzar a recoger los frutos de su esfuerzo surgio la dichosa crisis economica, y los valores seguros dejaron de existir. Aunque se podia decir que ella todavia contaba con el ultimo de ellos: la esperanza. Apenas se permitia el pago del alquiler de su apartamento con las traducciones esporadicas que algunas empresas le encargaban, pero ella seguia creyendo que algun dia conseguiria vivir tal y como queria. Y lo que deseaba con todas sus fuerzas era poder restaurar la casa que su abuela le habia dejado en herencia para devolverle su antiguo esplendor, convirtiendola en un encantador hotel rural a donde la estresada gente de la ciudad acudiera en busca de paz. Sus padres habian ahorrado para que ella y su hermano pudiesen ir a la universidad. Jamas se habian ido de viaje y en diciembre, cuando a su padre le daban vacaciones en la fabrica de coches en la que trabajaba, su familia se trasladaba a la aldea en la que sus abuelos vivian, a la casa en la que varias generaciones de Diaz habian nacido. Alli, fuera del claustrofobico piso urbano que compartia con su familia en la ciudad, Julieta habia sido feliz. Toda aquella situacion aportaba cierto grado de ironia a su existencia. Pues sus planes consistian en contradecir el sacrificio que sus padres habian realizado treinta anos atras, cuando abandonaron el pueblo. Habian llevado una existencia sin lujos para que sus hijos aspiraran a una vida mejor, y ahora ella creia haber encontrado su futuro en aquel mismo sitio. Al final, resultaba que su felicidad se encontraba en el lugar del que sus progenitores habian huido. No solo resultaba ironico; era comico, y hasta tragico. A diferencia de sus preocupados y atareados padres, el recuerdo de sus abuelos siempre le habia transmitido mucha serenidad. Como pescador, su abuelo habia desarrollado un caracter paciente que a Julieta le recordaba a una roca en mitad del oceano. Por el contrario, la abuela era una mujer pequena y nerviosa que se pasaba el dia de un lugar a otro. A Julieta le encantaba ir a pescar con su abuelo. Le gustaba caminar largas distancias entre los senderos de la costa para luego sentarse mirando al mar, aguardando a que los peces picaran. Claro que ningun pez, ni siquiera uno despistado, habia caido nunca en su anzuelo. Pero el tiempo a solas con su abuelo les permitia hablar durante horas, con la unica compania de los pajaros suspendidos en el viento y el fascinante sonido del mar. --Tu abuela es como la marea --le dijo el un dia mientras observaban el horizonte, aguardando a que algun pez mordiera el anzuelo. Julieta le miro con curiosidad, y el sonrio al ver su gesto de desconcierto. --Ella va y viene, y algunas veces se agita nerviosa como el mar --explico. Julieta observo el horizonte con aire sonador cuando el sol ya comenzaba su descenso hacia el ocaso. --?Y tu que serias entonces? --pregunto, volviendo los ojos a su abuelo--. ?Un barco? La sonrisa de el se hizo aun mas amplia, hasta que las arrugas se le marcaron alrededor de los ojos. --Eso lo dices porque me trae y me lleva a su antojo --dijo, con la voz afectada por la risa--. No, Julieta. Yo seria el acantilado; que aguanta las tempestades, impidiendole desbordarse. Sonriendo, Julieta asintio. Pero se quedo largo rato en silencio pensando en la metafora de su abuelo. Adoraba oirles discutir hasta que los dos terminaban muertos de la risa, hasta que su abuelo tomaba en brazos a su abuela y los dos desaparecian durante horas. Eran la pareja perfecta: diferentes, pero aun asi complementarios. Como la marea y el acantilado. A Julieta le gustaba fantasear con que en el mundo existia una persona igual para ella. Desde hacia tiempo, aprovechaba cualquier oportunidad para escaparse al pueblo para verles. Despues de cincuenta anos juntos, los abuelos parecian vivir en un eterno noviazgo. Tal vez fue por eso que, tras la muerte de su marido, su abuela apenas espero dos meses para reunirse con el. Le fue imposible vivir sin su roca. Y Julieta sintio como la base de su pequeno y perfecto universo junto al mar se tambaleaba Varias semanas despues de aquello, descubrio sorprendida que le habian nombrado como heredera de su casa. El viejo caseron se encontraba en la costa, a tan solo unos kilometros del pueblo. El alto y escarpado acantilado se encumbraba sobre el oceano como una fortaleza inexpugnable, y alli, encarando a los vientos, se alzaba la vivienda de sus antepasados. Frente a ella, unicamente se extendia el horizonte infinito que el cielo dibujaba con el mar. **** La senal luminosa que indicaba que la bateria de su camara digital se terminaba, aparto a Julieta de sus cavilaciones y la trajo al presente. Debia darse prisa en terminar aquellas fotos de la casa de sus abuelos, o tendria que volver al dia siguiente; siempre y cuando eso fuera posible ya que, por el aspecto del cielo y el atronador ruido del mar en los acantilados, se diria que se avecinaba una buena tormenta. Y si eso acontecia no sabia cuando podria volver, pues con las fuertes lluvias el camino hasta alli se volvia intransitable. Ese era precisamente uno de sus encantos; estaba lejos de todo y era tan hermoso que sobrecogia. Miro a traves del objetivo de la camara, intentando que la desnuda rama del roble centenario apareciese en primer termino. La idea era que los desconchones de la fachada se apreciaran lo menos posible. Su casa debia presentar el mejor aspecto en su Plan de Empresa, aquel informe en el que basicamente exponia su idea de la forma mas atractiva posible a los bancos e instituciones. Con todo lo que habia aprendido en la universidad y la ayuda de una amiga economista, Julieta aguardaba que aquel dossier que llevaba dias preparando terminase por conquistar a muchos inversores. Porque la reforma iba a ser cara, y ella apenas conseguia llegar a fin de mes con sus limitados ingresos. Los abuelos le habian contado que la vivienda habia sido edificada por un rico antepasado cubano como regalo para una amante, la cual, al parecer, decidio abandonarle en cuanto descubrio lo inhospito del lugar. La influencia de la arquitectura colonial era clara: los dos pisos y la buhardilla del desvan, la doble escalinata de acceso a la entrada principal, el majestuoso pasamano de piedra al que le faltaban varios balaustres, la gran vidriera de la galeria que ocupaba todo el frontal del primer piso, y que era uno de los elementos que a Julieta mas le apetecia ver restaurado. El edificio habia estado pintado de azul cielo pero, salvo en algunas esquinas en las que todavia se apreciaban algunos restos de pintura, nada quedaba del color original de la casa, que ahora ofrecia una triste mezcla de tonos ocres. Todo en el decadente palacete revelaba el pasado de una familia que desde hacia decadas habitaba una vivienda desproporcionada a su estatus. Pues, ?cuantos pescadores podian mantener un palacio al borde del mar? Julieta apreto el boton de la camara tras echar otro vistazo al desconsolado aspecto de la casa de sus antepasados. Estaba decidida a rescatarla de la demolicion y a construir su futuro alli. Dispuesta a no prestar atencion a quienes le decian que lo mejor que podia hacer era venderla, tomar el dinero que le dieran por aquella ruina, y olvidarse del asunto

  • Susurrale mi nombre al viento (Hermanos McGregor 3) de Josephine Lys

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    Escocia 1180 Nerys MacLeod miro a su marido y jefe del clan, Thane MacLeod. Sabia por experiencia que cuando estaba en silencio durante tanto tiempo, con la mirada perdida, la respiracion cada vez mas agitada y los labios duramente apretados, era que algo le preocupaba tanto como lo enfurecia. Y en este momento no podia negar que Thane parecia a punto de estallar. Intento esperar pacientemente a que le contase que era lo que ocurria, pero llegado a ese punto, la espera la estaba matando y no estaba precisamente en su mejor momento. --Thane, carino, ?puedes decirme que es lo que ocurre? Me estas asustando. Nerys sabia que con esas palabras sacaria a su marido del letargo que lo consumia. Sabia que por nada del mundo queria alterarla, asi que, aunque no estaba orgullosa de sus palabras, una ayudita no vendria mal. Y la verdad es que la espera ya estaba empezando a afectarla. Thane miro a su esposa. Estaba tan hermosa como cuando la conocio y se caso con ella, hacia ya dieciocho anos. Su pelo rubio hasta la cintura, como el oro reluciente, recogido a su espalda, le hizo desear enredar sus dedos en ellos y acariciar la suavidad de los mismos igual que cuando hacian el amor y su calor los envolvia a ambos. Sus expresivos ojos azules lo miraban de forma inquisitiva y tambien preocupada. Por nada del mundo queria que se alterase. Despues de que naciera su hija Isobel, pensaron que ya no podrian tener mas hijos tras varios abortos espontaneos que llevaron a su esposa a perder toda esperanza. Sin embargo, ahora estaba embarazada y de cinco meses. Habian pasado la temida barrera de los primeros meses, cuando los anteriores embarazos se habian interrumpido abruptamente. Sin embargo, el miedo a que esa nueva vida se perdiera los hacia ser demasiado cautos y temerosos. Thane no podia evitar sentirse feliz por la posibilidad de tener otro hijo, y si fuese un nino no podia ocultar que lo haria inmensamente feliz, pero lo que hacia que deseara que aquel embarazo llegase a termino con mayor intensidad, era la felicidad de Nerys, a la que amaba mas que a su propia vida. Temia por la salud de su mujer y aquella noticia, aquel pergamino con el sello del rey Guillermo, seguro que la alteraria como lo habia hecho con el. --No es nada Nerys, solo que me ha sorprendido el mensaje del Rey Guillermo. Nerys no se dejo enganar. Conocia demasiado bien a su marido como para saber que aquella furia que sujetaba con mano ferrea, no era ninguna nimiedad. Asi que se acerco a Thane hasta estar a su lado y le toco la mejilla con suavidad. Su marido, y jefe del clan MacLeod, la miro con una media sonrisa de pesar. --?No puedo enganarte verdad? Nerys sonrio ampliamente viendo como aquel guerrero, fuerte y maravilloso, intentaba protegerla, intentaba en vano ocultarle sus preocupaciones. --No --contesto Nerys con voz suave y casi susurrada. Se acerco a los labios de su marido y le dio un beso suave y tentador que Thane no dejo vacio de respuesta. Acomodo a su esposa encima de sus piernas, sentada sobre su regazo, la envolvio con sus brazos y la beso a conciencia, como deseaba desde que el suave roce de sus labios alimento y avivo su hambre, como siempre hacia que su mujer le tocaba. Con un leve gemido Nerys, interrumpio el beso cuando este estaba tomando un cariz demasiado intimo. --?Y ahora vas a decirme de una vez que es lo que pasa? Se que estas furioso y que es algo que te preocupa profundamente. Lo puedo ver en tus ojos --dijo Nerys tocando con la yema de sus dedos el entrecejo de Thane. Este estaba ligeramente fruncido debido a la tension de sus musculos que se adueno de ellos desde el preciso instante en que el pergamino de Guillermo volvio a ser el centro de sus pensamientos. --Si, pero debes prometerme que no te alteraras y que no te preocuparas. No soportaria que nada te pasase. Juramelo. La fuerza que imprimio a sus ultimas palabras hizo que el corazon de Nerys latiese mas deprisa. El calor que inundo su pecho por la preocupacion y la intensidad de los sentimientos de Thane, solo comparables a los suyos, la hizo temblar. Aunque habian pasado casi dos decadas juntos, Thane seguia amandola como el primer dia. --No puedo prometerte eso, mi amor, pero hare todo lo posible. Y ahora dime que dice el dichoso pergamino antes de que lo destroces con la fuerza de tu mano --dijo Nerys alzando una ceja. Thane miro la mano en la que todavia tenia el trozo de pergamino. De el apenas quedaba algun borde intacto. Era un amasijo arrugado y roto en determinadas partes. --No importa, puedo hacerte un resumen, y creeme que sera lo mejor. Al rey parece que le ha dado por crear lazos entre los clanes. Despues de lo que ha pasado en los ultimos meses sobre el robo de ganado con violencia, con muerte de miembros involucrados, teme que, aunque todo se ha resuelto y la paz parece haber vuelto a los clanes, ciertos odios alimentados durante este tiempo no se extingan y vuelva a haber revueltas y descontentos. Asi que ha pensado que la mejor manera de asentar una paz duradera es que se creen alianzas entre los distintos clanes, y mas despues de que la union entre los McAlister y los McGregor le saliera bien. Por todos era conocido el odio encarnizado que habia enfrentado a esos dos clanes durante mas de un siglo. El rey, harto de los continuos ataques entre ambos, habia decretado el matrimonio del jefe del clan McAlister con una de las hijas del clan McGregor y ahora parecia que ambos clanes, fruto de esa union, habian salvado gran parte de sus disputas, mas despues de que solo un mes atras se hubiesen unido en matrimonio el hermano de McAlister con otras de las hermanas McGregor. --?Y eso que tiene que ver con nosotros? Este clan no ha tenido problemas en cuanto a robos ni han atacado a ningun miembro. Estamos demasiado al norte. --Eso lo sabemos los dos y el rey tambien, pero le ha dado la fiebre por las uniones entre clanes. Nerys comprendio de golpe a lo que se estaba refiriendo. --?Isobel? --pregunto con un nudo en el pecho. Su preciosa hija tenia diecisiete anos y estaba en edad casadera. Thane miro a los ojos a su esposa antes de contestar, aunque Nerys vio la respuesta en la mirada de su marido. --Si, aunque no es un decreto real, no es una orden para que se case con nadie determinado, pero si una cortes invitacion para que Isobel pase unas semanas en territorio del clan MacLaren. El jefe de dicho clan, Grant MacLaren, va a ser el anfitrion de varios miembros de otros clanes por unos dias, con el fin de que determinadas mujeres conozcan a miembros de otros clanes y puedan pensar en la viabilidad de realizar enlaces matrimoniales entre ellos. Una de ellas es Isobel. Nerys sabia que ese dia llegaria pero el temor la inundo de repente. Queria lo mejor para su hija. Era una mujer con un genio vivaz y un tierno corazon. Ella se habia jurado que no obligarian a Isobel a contraer matrimonio en contra de su voluntad, y por lo mas sagrado que no romperia esa promesa. Ella sabia lo que era que la obligaran a casarse con alguien a quien no conocia y en contra de sus deseos. Y, aunque en su caso habia sido lo mejor que le habia pasado en la vida, sabia que normalmente esos enlaces conducian a una vida llena de amargura y pesar. --Sabes que no voy permitir que nadie obligue a Isobel a hacer algo que no quiera --dijo Nerys con un tono de voz duro. Thane esbozo una sonrisa. Ahi estaba su rebelde esposa. Todavia recordaba cuando la conocio. Se habia quedado sin habla cuando la vio aparecer en el salon de aquella misma casa. Tan hermosa, tan desafiante. Con la barbilla levantada, la mirada fuerte y segura y una fuerza interior que haria temblar hasta al hombre mas bragado. --Lo se, y yo tampoco lo permitiria, pero no podemos dejar de acatar esta invitacion. Es como si fuese una orden real. Dejaremos que vaya, y si no encuentra a alguien de su agrado, nada ni nadie la obligara a tratar a un pretendiente para un posible enlace. Volvera de vuelta a su hogar. Y conociendo a tu hija, eso sera seguramente lo que pasara. Nerys por primera vez se permitio una pequena sonrisa. Isobel era muy exigente consigo misma pero tambien con los demas, y habia jurado mas de una vez que nunca se casaria con ningun ignorante cabeza dura de los que abundaban entre los Highlander. Nerys sabia que eso no era cierto, pero a la edad de Isobel poco se podia hacer hasta que ella no tuviera sus propias experiencias. Thane volvio a ponerse serio de nuevo. Nerys lo miro con atencion antes de preguntar. --?Hay mas verdad? Thane asintio con la cabeza antes de responder. Su pelo largo hasta los hombros de color castano rojizo se movio por el impetu de su gesto. --En el pergamino se menciona a alguien mas. Sutilmente dice que, tras lo que ha sido un periodo de luto mas que adecuado, tu sobrina deberia tambien asistir a dicha reunion. Es un miembro importante de nuestra familia y ademas una McEwen de nacimiento y que seria interesante un posible futuro enlace tambien para ella. --?No ha sufrido ya lo suficiente? ?Por que no la dejan tranquila? --pregunto con enojo Nerys apretando los punos por lo injusta que era a veces la vida. --?Como crees que se lo tomara? --pregunto Thane mirando a su esposa, que parecia demasiado alterada. Eso no le gustaba en absoluto. --Ella va a todos lados con Isobel, y tambien ira con ella a esta reunion, aunque sepa lo que conlleva. Nadie podria impedirselo. La quiere y la protege como si fuese su hermana mayor. Pero ten por descontado que no lo aceptara de buen grado. Nerys penso en su sobrina. Hacia cuatro anos que habia llegado alli apenas con un aliento de vida entre sus labios. No queria pensar en todo por lo que habia pasado porque las ganas de matar a su hermano por lo que le habia hecho a su sobrina volvian con fuerzas. Edine habia pasado un autentico calvario. Al principio habian temido por su vida, pero la fuerza interior de Edine era titanica. La habia visto levantarse poco a poco, y convertirse en la mujer extraordinaria que ahora era. Su amistad, su paciencia, su empatia y su amor incondicional hacia Isobel, como si fuese su propia hermana, siempre la habian emocionado. Nadie mejor para acompanar a Isobel, porque aunque Edine era solo cinco anos mayor que su hija, su experiencia vital la habia marcado y la habia hecho madurar demasiado para ser tan joven. --De todas formas ira con Isobel. En tu estado tu no puedes hacer un viaje tan largo --dijo Thane. --Lo se, pero no me gustaria ser tu y tener que decirle que esta vez no solo hara de acompanante de Isobel, sino que tambien sera una posible candidata a casarse. --?Yo? --dijo Thane alzando una ceja en senal de sorpresa --Francamente, esperaba que se lo dijeras tu. Creo sinceramente que asumira mejor la noticia si la escucha de tus labios. Nerys esbozo esa sonrisa triunfal que tanto le gustaba como odiaba, porque significaba que le iba a dar el golpe de gracia y a ganarle con todas las de la ley. --Sin duda es una broma, porque ambos sabemos que una noticia de ese calibre debe comunicarla el jefe del clan y, por cierto, cunado de mi sobrina. No olvides que estuvo casada con tu hermano Brian. Un halo de tristeza cruzo la mirada de Thane. Nerys sabia que a pesar de haber transcurrido tres anos desde su muerte, su marido seguia llorando la perdida de su hermano como el primer dia. Brian habia sido un hombre excepcional. Ella lo habia querido como a un hermano, y un hombre como aquel, culto, sabio y generoso, no se habia merecido aquella larga enfermedad ni tampoco su final. Se habia casado con Edine ya muy enfermo. Cuando Edine llego alli, Brian ya llevaba meses sin poder levantarse de la cama, con sus libros como unica compania. Habia quedado fascinado y prendado de su sobrina y, aunque no podia ser un marido en toda la extension de la palabra, al saber de su historia y de su situacion, le pidio que se casara con el. Queria darle la proteccion de su apellido para que su familia no se atreviera a reclamarla jamas. Estaba segura de que aquello le dio a Brian un motivo para vivir un poco mas, y un fin despues de la muerte. --Entonces nos olvidamos de que se lo digas tu, ?verdad? --pregunto Thane dubitativo. --Si no fuera porque eres el guerrero mas temible que haya conocido jamas, podria pensar que le tienes miedo. Thane endurecio su mirada como si aquellas palabras hubiesen sido el peor de los insultos. --?Como puedes insinuar algo parecido? Yo solo intento velar por sus tiernos sentimientos y siempre es mejor recibir una noticia desagradable de alguien mas cercano y tu eres su tia. ?Que yo le tengo miedo? Pero !que ...! Ni siquiera voy a decir en alto lo que estoy pensando. Creo que no piensas con claridad, mujer, para decir algo asi. Nerys lo miro todo el tiempo y Thane sintio el peso de esa mirada inquisitiva e intuitiva, conocedora de su interior mas que el mismo. --!Maldita sea! De acuerdo, no quiero decirselo yo, pero no porque le tenga miedo, simplemente es que tu sobrina tiene un genio de mil demonios cuando se enfada. Todas las McEwen sois de armas tomar. El otro dia Lane le hizo un comentario de mal gusto y el muchacho todavia no se ha recuperado del susto. Tu sobrina lo acorralo y, sin subir ni si quiera la voz, le dijo algo que le hizo salir como alma que lleva el diablo. Creo que el pobre infeliz todavia esta corriendo. Estoy pensando seriamente pedirle a Edine que tome parte en el entrenamiento de los mas jovenes, para ensenarles tacticas de intimidacion. Nerys solto una pequena carcajada. --?Que te parece si lo hacemos juntos? --dijo Nerys todavia con la sonrisa en la boca. Thane sabia que esa era la mejor oferta que iba a recibir. --Esta bien, preciosa. Asi se hara. ?Sabes? Tu estas preocupada por nuestra hija y por Edine, y yo solo puedo sentir lastima por los posibles pretendientes. Juntas seran como una plaga. Nerys volvio a soltar una carcajada al escuchar las palabras de su marido. Ahora sentia que estaba mas relajada y que en cierta forma el peso que se habia instalado en su pecho desde que Thane le habia dado la noticia se habia desvanecido. Sabia que su esposo era un exagerado, pero habia cierta verdad en sus palabras. Tanto Isobel como Edine, cada una de forma distinta, eran dos mujeres de armas tomar y mas les valia a los futuros pretendientes elegir bien sus palabras y sus acciones, si no acabarian mal parados. Eso definitivamente la dejo mas tranquila. Sin duda serian unas semanas interesantes y ella lamentaba no poder estar junto a su hija durante ese tiempo, aunque tambien, por que no decirlo, lamentaba no ser testigo de la tenacidad y la fuerza de las MacLeod. CAPITULO II Edine levanto la vista al escuchar pasos apresurados. No le hacia falta mirar para saber quien era. Una sonrisa se instalo en sus labios antes de que apareciera. --Buenos dias. ?Pensabas salir a montar hoy sin mi? --pregunto Isobel con una ficticia cara de enfado. Edine la conocia lo suficiente como para saber que esa expresion era pura fachada. El brillo travieso en sus ojos y la tenue sonrisa que trataba de ocultar lo indicaban. --!Vaya! --exclamo con expresion seria--. Sinceramente pensaba que hoy lo lograria. Siempre que voy contigo me retrasas y esta manana tenia ganas de dejar atras al viento. Su prima prorrumpio en una carcajada, y Edine rio con ella. <>, eso era motivo de broma entre ellas. Cuatro anos atras, cuando llego alli, Isobel tenia trece anos y la primera vez que fueron a montar juntas, cuando vio lo buena amazona que era su prima Edine y lo veloz que era capaz de cabalgar, le dijo con expresion asustada que era capaz de dejar atras al viento. A Edine le hizo mucha gracia y desde entonces, cuando le apetecia volar a lomos de Travieso, recordaba las palabras de Isobel. --Pero no te preocupes, yo seguire tu estela y masticare el polvo que vayas levantando --dijo Isobel con una mueca. Edine volvio a reir. En ese instante, Radge, travieso en celta, le dio un suave empujon con su hocico en el hombro. Sabia que estaban hablando de el y queria que le prestaran atencion. -- ?Que, precioso? ?Volamos un poco hoy y hacemos que Isobel y Manchas solo vean tu trasero? --pregunto Edine tocando suavemente a Radge, que buscaba constantemente el contacto de la mano de Edine. --!Ehhh...! Que tampoco hay que exagerar. Manchas no es tan lento y yo me estoy convirtiendo en una gran amazona. --Y modesta tambien --le dijo Edine guinandole un ojo. --Eres terrible --dijo Isobel sacandole la lengua. Edine rio con ganas antes de hablar. --Muy madura. --Asi soy yo. Un dechado de virtudes a cual mas noble. Y Edine tuvo que admitir que su prima se acercaba a esa definicion. La queria como a una hermana, como a esa hermana que, aunque tuvo, perdio por la envidia y los celos. Isobel habia sido para ella lo que Lesi nunca fue. Recordarlo fue hundir un poco mas el punal que tenia clavado en el pecho desde hacia anos, desde que la traicion de su hermana fue casi igual de dolorosa que la de su padre y la de su clan. Iain entro en las caballerizas sacandola de sus pensamientos. --Hola Iain, ?estos pequenos te dan muchos quebraderos de cabeza? --pregunto Edine senalando a Radge y Manchas. --Buenos dias. --Saludo Isobel con su alegria habitual. Iain era el encargado de cuidar los caballos y las caballerizas. Un hombre ya entrado en anos, pero con una vitalidad envidiable. La cicatriz que partia su labio superior hasta la mejilla y la falta de dos dedos en su mano izquierda hablaban por si solas de su pasado como guerrero. --Lamento interrumpirlas --contesto con una sonrisa--. No tengo queja alguna de mis huespedes. Edine sonrio mientras le prestaba mas atencion a Travieso acariciandolo. --He venido a avisarlas de que quieren verlas a las dos en el salon lo antes posible. --?Mi padre? Esta vez no he hecho nada que recuerde --dijo Isobel intentando hacer memoria. --Su padre con seguridad, aunque cuando me lo dijeron estaba tambien presente su madre. --Entonces es grave --dijo Isobel haciendo un verdadero esfuerzo por recordar algo que pudiese haber provocado aquello. Una idea ilumino su cara--. !Espera! A lo mejor no he sido yo, a lo mejor es por ti --dijo con cara de pilla mirando a su prima. Edine no pudo mas que volver a sonreir. --Buena defensa, pero floja, muy floja. Sabes que si yo hiciese algo, jamas me pillarian. En cambio, tu todavia eres joven, inexperta, descuidada... --Vale, vale, lo entiendo. He sido yo, sin remedio. Pero me gustaria saber por lo menos que es lo que he hecho, mas que nada para ir preparando algun tipo de argumento. Edine enlazo uno de sus brazos en el de su prima. --No te preocupes. Yo te ayudare. --?Harias eso por mi? --pregunto Isobel con una ceja alzada y el tono de voz reticente. --La verdad... no. Pero la intencion es lo que cuenta. Isobel rio con ganas cuando vio la cara de su prima. Sabia que la ayudaria en lo que fuera. Desde que llego alli, siempre habia estado a su lado, incluso cuando Edine habia estado tan debil como para no poder abandonar la cama. *** Thane MacLeod miro a las dos mujeres que tenia frente a si. Tan distintas y a la vez tan iguales. Isobel tenia el pelo largo y lacio de su madre. Una extensa melena rubia que llegaba hasta sus caderas. Sus ojos azules y su mirada limpia y cristalina le hacian parecer una delicada flor. Su estatura, un poco por debajo de la media y su constitucion delgada creaban una imagen de ella fria y angelical. Nada mas lejos de la realidad. Edine, sin embargo, tenia el pelo del color del fuego, rojo y ondulado hasta la cintura. Sus ojos verdes, con motas de color pardo, eran grandes y expresivos y su mirada era desafiante e inteligente. Alta y esbelta, pero con curvas, tenia un genio vivo y una personalidad de mil demonios que habia aprendido a sujetar con mano ferrea, lo que le daba una apariencia tranquila y de caracter afable. Pero Thane sabia que dentro de aquella mujer habia una guerrera que podia hacer temblar la tierra que pisaba cuando la llevaban al limite. -- Padre, ?por que nos has mandado llamar? Thane estaba intentando encontrar las palabras adecuadas para iniciar una conversacion que sabia a ciencia cierta que no iba a ser nada facil y que iba a traer tempestades. --Estaria bien saberlo antes de que finalice el dia. Thane miro a Edine con cara de pocos amigos. La sonrisa que curvo los labios de su cunada al decir esas palabras resto cualquier tono mordaz o cinico con el que se podia haber interpretado las mismas. --Eso no ayuda --dijo Thane alzando una ceja. Edine le guino un ojo, lo que hizo que Thane sonriera tambien a su pesar, al igual que Nerys, que miro a su sobrina con carino.

  • Mi nombre es Violeta de Santi Anaya

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    Violeta es la chica nueva del instituto. Sus nuevos companeros no conocen nada de su pasado. Y eso ya le va bien. Porque significa que nadie sabe que hasta los cinco anos fue Nacho y todo el mundo la trato como aquello que no era: un nino. Sin embargo, todo eso se vuelve un problema cuando Violeta conoce a Andres. Por primera vez le gusta un chico y siente que tiene que explicarle la verdad. Pero cada vez que lo intenta es incapaz porque tiene miedo de que salga corriendo lejos de ella.

  • La nina dormida de Merche Maldonado

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    Superado su ochenta cumpleanos, tomo una decision inminente: preparar los bartulos para alojarse en la fecha indicada. Al amanecer, lo primero que hizo fue despedirse de sus mascotas. Abrazo sus cuerpos peludos y suaves como si se fuera al campo de batalla y supiese que, quiza, no volveria a acariciarlos. Los canes le ofrecieron carantonas y mimos sin entender que marchaba y podrian no volver a verlo aunque, a decir verdad, suspiro tranquilo. --Hermano, cuida de Dama y Vagabundo. --Rodrigo, sabes que estaran bien --contesto Adrian. --Cuando me instale quiero que vengan a visitarme. ?Los traeras? --Por supuesto. Iremos todos a verte, pero no tienes que marcharte. Lo sabes, ?verdad? --No, no --siguio Salvador, uno de sus sobrinos--. Te cuidaremos como tu nos cuidaste a nosotros. Acuerdate de cuando eramos ninos y nos limpiabas la nariz y arreglabas ese rebelde remolino, herencia del abuelo. Siempre te estaremos agradecidos por todo lo que haces por nosotros. --Salva --dijo Rodrigo con carino--, ya no me queda ese cabello rebelde: se fue cuando cumpli los sesenta --rio sin ganas. --Somos hermanos --expreso Adrian con mirada triste--, y siempre hemos estado muy unidos. Si te vas, nos dejaras sin un pedazo de nosotros. Ya se que no te iras muy lejos, pero, por mi trabajo en la empresa familiar, no se cuando podre ir a la residencia. --No te preocupes, estare bien. Ademas, solo estaremos a una hora de camino. Os echare de menos, pero esto no es un adios, sino un hasta pronto. Necesito que me conteis como sigue todo y como estan mis diablillos. --Senalo con la mirada a sus sobrinos, ambos en la orilla del estanque con los dos canes. --Emitio una leve sonrisa. --Como quieras, Rodrigo --asintio Adrian, resignado--. Te echaremos de menos. --Lo se, y yo tambien, pero teneis que seguir con vuestras vidas, y yo con la mia. Se abrazaron y besaron y Adrian dio unas palmadas en el lomo de su hermano. Despues de la despedida, antes de su marcha, el anciano recorrio la hacienda con la mirada, intentando memorizar cada uno de los detalles, olores, ruidos… Giro sobre si mismo, con torpeza, llevandose consigo todo lo que pudiera retener, mientras arrastraba la pequena maleta que se habia preparado con lo indispensable para el ingreso. Su hermano le acompanaba en silencio, y asi hasta dejarlo en el taxi que esperaba en la puerta. Solo le dedico una sonrisa. Al llegar, Rodrigo encontro una construccion que, por exceso de modernidad, se alzaba apatica y vulgar, con vistas a varios bloques de igual semejanza. Todos ellos formaban un conjunto identico, incluido en un paisaje rural y aledano a una poblacion pequena. El vehiculo lo dejo en la puerta. Asio la maleta direccion al centro, pero el sonido de unos pajaros le distrajo. Se acordo de los detalles impresos en la propaganda y dio media vuelta. Frente al centro pudo observar un gran parque dividido por caminos de tierra que, entre otros parajes, recorrian un merendero. Parecia estar muy concurrido. Mientras decidia si posponer su entrada en el edificio para echar una ojeada, se rasco la barbilla, pensativo. Arrastro su maleta para cruzar la calle. Camino despacio hasta llegar a donde se alzaban unas escaleras a modo de anfiteatro al aire libre. En una zona cercana estaba ubicado el mayor recinto para perros de la comarca, vallado en un rectangulo y decorado con troncos. Fue uno de los reclamos del folleto que llamo su interes. Para poder contemplar mas de cerca los juegos de los canes, se sento frente a la reja. Respiro hondo. El olor de la arboleda era desagradable por el abonado de los campos limitrofes. Supuso que seria diferente en la epoca de la floracion de los almendros, castanos, encinas y madronos. Sobre todo, suspiro agradeciendo la ausencia del cipres, por ser el mas usado en sitios sacramentales, los cuales no tenia la menor idea de recrear. Se sintio cansado y decidio dirigirse hacia la residencia, llena de ventanales y con una pequena recepcion. Despues de presentarse, accedio a lo que seria su hogar de descanso para la tercera edad. Una vez a solas en su cuarto, la primera impresion fue buena, aunque le faltaban muchas de sus pertenencias. Tampoco quiso llenarse de recuerdos. Puso la maleta encima de la cama y, al abrirla, surgieron varios portarretratos. Siempre supuso que cuando llegara el momento de la vejez tendria al lado del lecho una foto familiar con su esposa y dos o tres hijos, pero, al no ser posible, se conformo con la imagen de su hermano y sus sobrinos. No podia faltar la fotografia de sus fieles amigos, sus fieras, ya con evidente edad, que les daba especial talante. Una vez que coloco los objetos elegidos en el sitio que les correspondia, suspiro melancolico. Guardo la foto de su difunta esposa dentro del cajon porque denotaba desconsuelo y no deseaba rememorar aquellos tiempos, sino que pretendia empezar una nueva vida casi al final de sus dias. Suspiro de nuevo, como si se hubiera quitado un peso de encima. Era la primera vez en mucho tiempo en que se sentia util, con sensacion de poder llevar la vida hacia donde deseara y de no sentir dependencia por la gente que amaba. Seria como estar en un hotel de lujo donde lo cuidarian, y solo tenia que seguir vivo para disfrutarlo. Capitulo 2 Miro por la ventana y vio que atardecia. Su estomago rugio cuando el reloj de pulsera corroboro que se acercaba la hora de la cena. Habia pasado el dia descansando. Resoplo. Se levanto de la cama con impetu y, un poco coqueto, se propuso engalanarse para estar mas visible delante de alguna mujer. Calzo zapatos nuevos, despues de vestirse con pantalon tejano y esa camisa a rayas azules que tanto le gustaba. Paso la mano por su barbilla: se habia afeitado por la manana. Solo le quedaba engominar el cabello y esparcir la fragancia sin tacanear. Ni siquiera le dio tiempo a salir del cuarto cuando, para su sorpresa, en el umbral de la puerta le detuvieron tres hombres y una mujer. --Hola, me gusta tu camisa --dijo ella. --Bienvenido --le dijeron los demas al unisono, luciendo una gran sonrisa. --Gracias. Me acabo de instalar y todavia no conozco a nadie. Encantado de conoceros. --Tenemos que ponerte al dia. Me llamo Lola --dijo ella dandole un beso en cada mejilla--. Estos son Angel, Marcos y Teo. --Encantado. Me llamo Rodrigo. --Alargo la mano para saludarlos. --?Quieres que hagamos una visita guiada? --pregunto la mujer apoyada en un baston. --Por supuesto. Caminaron despacio por el corredor. Al pasar por una de las habitaciones, la mujer la indico con la mano: --Este es mi cuarto. Todos son calcados, acorde con cada planta y necesidades. Los venturosos que pueden caminar estan en el primer piso; los impedidos, en el segundo. Hay un tercero, sellado a cal y canto por las enfermeras. Solo ellas y los doctores tienen la llave del elevador, unico punto de entrada, salvo el acceso obligado por la legislacion. --Le guino un ojo--. De eso se mucho. Asciende hacia la demencia y desesperanza, encarcelados para que no puedan huir o porque no sepan volver. --Segun hemos comprobado, rara vez tienen visitas --anadio Marcos--, si acaso algun personaje trajeado acompanando a un familiar, como los letrados que gestionan las ultimas voluntades. --Por suerte tenemos el jardin en la parte de atras, que es una delicia para los favorecidos de poder moverse --siguio Angel. Llevaba un sombrero tapando su negra calva--. ?Vamos? El nuevo inquilino asintio con la cabeza y se desviaron por un nuevo pasillo. Sonrio satisfecho. Teo, un octogenario robusto y atletico, permanecio callado. La femina lo miro con ternura y asio su mano para que los siguiera en su visita por el centro. Al llegar, Rodrigo se detuvo ante el espectaculo que entreveia por la puerta de cristal. Los ojos engrandecieron al admirar la amplia y frondosa zona, acompanada del piar de pajaros. Ante la mirada absorta del recien llegado, Lola comento: --Por el dia podemos disfrutar de este sonido, pero por la noche solo se escucha el aleteo de murcielagos. --Nadie se explica donde se esconden esos vampiros al amanecer y por donde aparecen al ocaso --dijo Marcos, sonriente. --La paz que se respira en la rosaleda nos inspira las partidas interminables de ajedrez, inconclusas por no tener prisa --prosiguio Angel. Rodrigo sonrio. Sus nuevos companeros, contagiados por el gesto, parecian estar orgullosos del trabajo efectuado

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  • Locas, Sexys y Brujas 3 de Katy Molina

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    El mal resurge de sus cenizas buscando venganza, su nombre es Robert y ha regresado de entre los muertos para finalizar lo que no pudo en vida, matar a Ursula.
    Las mujeres Gonzalez, una vez mas, se veran envueltas en sucesos paranormales, pero esta vez escapan a su comprension. Necesitaran de la magia con mas garra y duende para acabar con el mal, y no es otro que el flamenco, la pluma de una gallina, las peinetas de sus antepasadas, el Pacorujo y mucho morro y arte.

  • El secreto de tu nombre de Mel Ulrrich

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    ?Te imaginas tener que dejarlo todo por alguien a quien amas? ?Te imaginas renunciar a todo incluyendo tu nombre? ?Te imaginas tener que cambiar de piel para poder sobrevivir?

  • Sumisa de tres minotauros (Sumisas 4), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Krystal trabajaba para Malik como empleada de hogar, entraba y salia de la mansion cuando queria, mientras que no le molestara demasiado a el no le importaba, hasta que llegaron los senores minotauros, tres imbeciles que llenan la casa de preservativos y le ponen un horario absurdo lleno de exigencias. Pero lo malo llega cuando incumple las normas del mundo de los cambiantes, junto a una amiga se adentra en uno de los locales secretos donde ellos tres la encontraran y arrastraran hacia un mundo de placer, pero alguien los vigila y quieren arrebatarsela.

  • Juicio a Satan de Ray Russell

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    El padre Gregory Sargent, despues de administrar borracho una extremauncion, es trasladado a la pequena parroquia de San Miguel. Acostumbrado a la brillante vida social e intelectual de San Francisco, recibe su nuevo destino como un castigo. Nada mas llegar, sin embargo, tendra que enfrentarse a un caso de <>: Susan Garth, una muchacha de dieciseis anos <>, con una subita aversion a la iglesia, ha empezado a decir obscenidades, y un dia se desnudo frente al antiguo parroco e intento estrangularlo; ademas, el contacto de un crucifijo en el brazo le quema la piel. El obispo Crimmings tiene claro que esta poseida y ordena un exorcismo. El padre Sargent, en cambio, racionalista y metodico, duda... pero ?no sera cierto, como decia Baudelaire, que <>? Mientras tanto, la gente se pregunta si los aullidos de mujer que se oyen en la casa parroquial se deben a una orgia o a una misa negra...

  • La catedral de la luz de Ruben Laurin

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    Una historia de amor, celos y traiciones durante la construccion de la catedral de Magdeburgo, uno de los primeros templos goticos del imperio germanico.

  • Las pioneras de Rita Levi-montalcini

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    “Este libro -escribe la mitica biologa Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina- esta destinado a las nuevas generaciones. Su objetivo es hacerlas conscientes de las fundamentales aportaciones cientificas que hicieron sus antepasadas desde dos siglos antes de la era cristiana hasta el siglo XX. Durante siglos las mujeres estuvieron excluidas. En el pasado las que destacaban por su sabiduria se consideraban brujas y eran enviadas a la hoguera, e incluso cuando se abolio esta persecucion, tan feroz como absurda, los filosofos y los cientificos, incluidos los conocidos como ‘ilustrados’, siguieron alimentando el mito de la absoluta superioridad intelectual del hombre”. Para demostrar que las mujeres tambien tienen un pasado, y un presente, cientifico, mostrando al mismo tiempo las injusticias y dependencias que tuvieron que sufrir a lo largo de siglos, el procedimiento que Rita Levi-Montalcini y Giuseppina Tripodi han seguido en este apasionado y apasionante libro es presentar la incuestionable evidencia que proporcionan sucintas biografias de mujeres cientificas como las matematicas Hipatia, Sophie Germain, Sofia Kovalevskaia y Emily Noether, las astronomas Caroline Herschel, Williamina Fleming, Henrietta Leavitt, Cecilia Payne Gaposchkin, Margaret Burbidge y Vera Rubin, Mary Wortley Montagu, a la que tanto debe la vacunacion moderna, las fisicas Emile du Chatelet, Marie Curie, Lise Meitner, Irene Joliot-Curie, Maria Goepper Mayer y Chien-Shiung Wu, quimicas como Rosalind Franklin y biologas como Gerty Cori, Barbara McClintock, Dorothy Crowfoot Hodkin y Christiane Nusslein-Volhard .