• libro la reina sin reino - Jose Maria Perez Peridis

    https://gigalibros.com/la-reina-sin-reino.html

    Con Esperando al rey, su primera novela, Peridis alcanzo un mas que notable exito de critica y publico. Las claves de su logro fueron contar, de una manera cercana y personal, un episodio fascinante de la historia medieval. Esa tambien es la formula de La maldicion de la reina Leonor y de La reina sin reino, con la que cierra su trilogia sobre la Reconquista, que pueden leerse de forma totalmente independiente.

  • La reina sin reino - Peridis | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-reina-sin-reino/257951

    2 oct 2018 — Sumérgete en una auténtica aventura. Recibe cada mes las novedades de novela histórica. Cargando... Otros libros de Novela histórica.

  • LA REINA SIN REINO | PERIDIS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-la-reina-sin-reino/9788467051100/6433874

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  • La reina sin reino (ESPASA NARRATIVA) Tapa dura

    https://www.amazon.es/reina-sin-reino-ESPASA-NARRATIVA/dp/8467051108

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  • La reina sin reino - Libro de Peridis - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/100622/la-reina-sin-reino

    8 jul 2021 — Resumen y sinópsis de La reina sin reino de Peridis. Con Esperando al rey, su primera novela, Peridis alcanzó un más que notable éxito de ...

  • LA REINA SIN REINO - PERIDIS (José María Pérez)

    http://quelibroleo.com/la-reina-sin-reino

    Los protagonistas de la novela te cautivarán. hace 3 años. 8 -8. Información del libro. Género ...

  • La reina sin reino - José María Pérez - Peridis -5% en libros

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    La reina sin reino, libro o eBook de José María Pérez - Peridis. Editorial: Espasa. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • La reina sin reino (ESPASA NARRATIVA) - IberLibro - Peridis

    https://www.iberlibro.com/9788467051100/reina-reino-ESPASA-NARRATIVA-Peridis-8467051108/plp

    REINA SIN REINO - LA DE PERIDIS, JOSE MARIA PEREZ. ED. ESPASA, 2018, IDIOMA: CASTELLANO. "Sinopsis" puede pertenecer a otra edición de este libro.

  • la reina sin reino - peridis - Librería Luces

    https://www.librerialuces.com/es/libro/la-reina-sin-reino_597888

    LA REINA SIN REINO, PERIDIS, 19,90€. Con Esperando al rey, su primera novela, Peridis alcanzó un más que notable éxito de crítica y público. Las claves de .

  • la reina sin reino - Librería Publics.

    https://www.llibreriapublics.com/es/libro/la-reina-sin-reino_2144712

    LA REINA SIN REINO, PERIDIS, 9,95€. ... Esa también es la fórmula de La maldición de la reina Leonor y de La reina sin reino, ... Otros libros del autor.

  • Esperando al rey de Jose Maria Perez Peridis

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    Valladolid, 1155: Alfonso VII, el emperador, reune a su corte para comunicar una decision trascendental. A su muerte, el reino quedara dividido: Sancho, su primogenito, reflexivo y debil, heredara Castilla, mientras que Fernando, su impulsivo hijo menor, cenira la corona de Leon.

  • Inutil ilusion traicionera de Noe Casado

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    Despues de tres anos de dura investigacion, el juez Fabio Castel asiste al entierro de Ezequiel Zahner, un escurridizo mafioso al que estaba a punto de incriminar. Durante el sepelio aparece una misteriosa y atractiva mujer con zapatos rojos que se despide del difunto.

  • La andaluza, Alissa Bronte de Alissa Bronte

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    La Condesa de Lerma se ve abocada a un horrible destino: su padre la ha condenado en vida forzandola a contraer matrimonio con un hombre al que odia y teme. Durante el largo viaje al que sera su nuevo hogar, unos bandoleros asaltan la diligencia en la que viaja junto a su doncella mas querida. En el ataque, un bandolero le robara algo mas que una joya…

  • Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

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    El mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

  • La ola detenida de Juan Carlos Mendez Guedez

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    Un thriller apasionante, con una protagonista entranable, enamoradiza y divertida que los lectores no podran olvidar

  • Dos mozas de ciudad para dos senoritos de pueblo de Noni Garcia

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    E o1o ra agosto y Patricia no recordaba la ultima vez que habia cogido vacaciones. Cuando termino sus estudios de economia, tras hacer practicas en un hotel y varias empresas de mantenimiento de maquinaria industrial y agricola, comenzo a trabajar en la asesoria contable de la que ahora era socia, desde que fallecio el dueno y uno de los hijos le vendio su parte del negocio, aunque era ella la que lo manejaba todo; su companero de sociedad solo aparecia para hablar del dinero que se generaba y poco mas. Ganancias bastante considerables, ya que se trataba de una de las mas importantes del pais. Y dichos beneficios eran los culpables de que su vida girara en torno al trabajo. Sin importar que fuera lunes o sabado, cada dia se levantaba, tomaba un cafe negro, cogia su maletin, se iba a trabajar y volvia con el tiempo justo para cenar, leer media hora y acostarse a dormir. Asi, un dia tras otro, desde hacia algo mas de tres anos. Se miro en el espejo del bano privado de su despacho, y no le gusto la Patricia que mostraba su espejo, habia dejado de ser ella misma para convertirse en alguien que no conocia. Por primera vez en anos, decidio dejarse llevar, mandarlo todo al cuerno. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando salio por la puerta del edificio donde estaba la sede de la asesoria. Fue hasta su piso y, tras meter algo de ropa en una maleta, volvio a salir, se subio al coche y emprendio un viaje que duraria los cuatro dias que tenia por delante. No sabia adonde iria. Simplemente, condujo sin mirar los carteles de la carretera, le daba igual el destino, y no se fijo en nada mas hasta que, una hora despues, la luz de la reserva de carburante se encendio. Entonces decidio que pararia en la siguiente estacion de servicio. Unos minutos mas tarde, un cartel indicativo le aviso de que el siguiente pueblo, Marquesado de Villosa, estaba a tan solo tres kilometros. Y lo supo. Ahi era donde pasaria esos tres dias si disponian de un hotel o una pension medianamente decente. Condujo con cautela por los siguientes siete kilometros que se le hicieron eternos. La carretera secundaria que conducia al condenado lugar era de doble carril, aunque dudaba mucho que cupieran dos coches en paralelo, y por ello rezo todo lo que supo para no cruzarse con nadie de frente. Las calles del pueblo estaban desiertas. Sabia que iba ser complicado encontrar alguien a esa hora de la tarde, ya que tenia que hacer un calor endemoniado fuera de su climatizado coche. Anduvo algunas calles mas y, como no habia manera de que alguien pudiera darle ninguna indicacion, saco su movil para buscar si habia algun hotel cercano a su ubicacion, pero la suerte no estaba de su parte. La compania telefonica que le daba servicio no tenia cobertura en aquel pueblo. Se vio sin carburante, sin cobertura, sin ayuda alguna y sin saber que hacer. En ese momento, la estupenda idea que tuvo en la oficina se estaba convirtiendo en otro momento de estres; como si no tuviera suficiente con su dia a dia. Decidio bajar del coche y continuar su busqueda a pie. El calor de aquel catorce de agosto hizo que, al respirar aquel aire caliente, sintiera como si sus pulmones se estuvieran quemando, hacia incluso unos grados mas que en la capital. Subio la calle donde habia dejado aparcado el coche, con cuidado de no caerse. Cosa que el inexistente acerado, la pendiente y los adoquines le hacia bastante dificil. Casi se puso a saltar cuando, unos metros mas arriba, vio el cartel de un bar. Acelero el paso, deseosa de encontrar algo de civilizacion que pudiera ayudarla. Sin embargo, su alegria se torno frustracion al llegar hasta el y descubrir que estaba cerrado, y tenia pinta que desde hacia bastante tiempo. Quiso gritar. Para terminar de rematar la faena, los zapatos estaban haciendole dano. Se los quito y mordio el tacon para ahogar el grito que tenia ganas escupir, hasta que cayo en la cuenta de que se estaba cargando unos Manolo que le costaron cerca de ochocientos euros. El asfalto quemaba, asi que corrio calle abajo lo mas rapido que la falda de tubo de aquel traje le permitia sin matarse en el intento... Con lo que Patricia no contaba era con que una de las puertas se abriera y apareciera una senora de unos ochenta y largos anos, bostezando como si llevara dias durmiendo y acabara de levantarse. El susto provoco que cayera al suelo y rodara unos metros, hasta que sus costillas frenaron contra un arbol. Arbol del que cayo un nido, haciendo que tres pequenos huevos impactaran contra su cabeza, chafando su perfecto peinado. Aquella maravillosa idea empeoraba por momentos, aunque peor ya no podia ser. Penso en levantarse rapidamente, llegar a su coche sin mirar atras y salir corriendo de aquel pueblo infernal que tan mal rato estaba haciendole pasar. Intento llevar a cabo su plan, pero sintio un dolor punzante en el costado que la dejo sin respiracion e hizo que apoyara una de sus manos sobre el arbol mientras con la otra se sujetaba el sitio donde habia sentido el dolor, como si aquello fuera a aliviarlo. --!Moza! ?Que te ha pasao? --dijo la anciana, gritando a pleno pulmon, y haciendo que Patricia pensara que aquel grito debio oirse dos pueblos mas alla. --No es nada, senora. Ya me iba... --?Adonde vas asi, mujer? Si tienes que tener rotas, por lo menos, dos costillas. Espera que te llamo al Raimundo, no te muevas de ahi. --No, yo... La senora la dejo con la palabra en la boca y volvio a entrar en la casa de la que habia salido. Patricia solo pensaba en salir de aquel maldito pueblo que en pocos minutos casi la mata, pero la senora tenia razon, debia tener al menos dos costillas rotas y era incapaz de dar un paso sin que aquel dolor punzante se manifestara de una forma mas infernal que el calor que estaba pasando. Un par de minutos despues, la buena senora salio y se acerco a ella, dando pasitos cortos y trabajosos debido a su avanzada edad. Le dio uno de los dos bastones que llevaba para que se apoyara, y Patricia no dudo en hacerlo, porque casi no podia mantenerse en pie. --Acompaname a la casa, moza, que Raimundo tarda una media hora en llegar. Esta asistiendo el parto de una de las vacas de Cipriano junto a David. --?Raimundo es el veterinario del pueblo? --Quiso salir corriendo en aquel preciso instante, pero casi no podia moverse. --No, el veterinario del pueblo es David, Raimundo es mi nieto y es medico en la capital, pero esta pasando aqui unos dias. Viene a visitarme casi todos los fines de semana porque su trabajo es muy estresante. Suspiro al saber que iba a atenderla un medico. Y escuchando hablar a aquella anciana, se dejo guiar hasta que, cuando quiso darse cuenta, ya estaba sentada en una silla, con una mano sobre el costado que le dolia y usando la que tenia libre para remover un cafe que olia a pueblo, que olia a hogar.

  • Lo que sea, pero contigo de Tessa C. Martin

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    Estoy en el lujoso vestibulo del hotel con el. Con un hombre que acabo de conocer.
    ?Como he podido llegar hasta aqui?
    Esto es una locura. ?Por que habre aceptado?
    Podria dar la vuelta y regresar con mis amigas…
    No.
    Voy a hacerlo. Quiero hacerlo.
    Las puertas del ascensor se abren.
    Entramos.
    No hay marcha atras…

  • Enamorado de ella de Dama Beltran

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    Lucia, casada y con varios hijos a su cargo, vive en una familia acomodada de la ciudad. Es admirada y envidiada por el sector femenino que le rodea ya que ha tenido la vida de princesa que sonaban desde ninas. Sin embargo, ella no es feliz. Desenganada e insatisfecha con lo que tiene, busca una salida. En su treinta y cuatro cumpleanos, bajo el soplo de una vela, formula un deseo: “Que mi vida tome otro rumbo”
    El joven empresario Andreu Voltaire esta cansado de tanta burla femenina. No cree en el amor, tras anos de pesadumbres ha descubierto que las mujeres solo le quieren por su dinero. Pero todas esas premisas cambiaran cuando encuentre a Lucia. Una noche, mientras bebe una botella de Jack's Daniels, mira las estrellas y hace un juramento: “No me dare por vencido hasta que esa mujer sea mia”

  • La naturaleza del escorpion de G. G. Velasco

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    TODA DUDA ES UNA VERDAD A MEDIAS…

    Mientras la ciudad Estado de Aldacia se enfrenta a una insolita ola de calor y a los disturbios derivados de su primera huelga feminista, la vida de Dante Riesco, divulgador experto en psicologia positiva, confluye por accidente con la de Nora Sarafyan, una joven aquejada por un trastorno de empatia con quien pronto emprende algo similar a una relacion amorosa.

  • Confesiones de una mascara de Yukio Mishima

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    Koo-chan, el joven narrador de ” Confesiones de una mascara ” (novela publicada en 1949 que fue el primer gran exito literario de Yukio Mishima (1925-1970) y que lo catapulto a la fama), es un alma atormentada por una sensibilidad turbadora que va creciendo con el estigma de saberse diferente a los demas. De aspecto debil y enfermizo, solitario y taciturno, de extraccion menos favorecida que sus companeros, ira descubriendo sus inclinaciones homosexuales cuando se siente atraido por Omi, un chico de fuerte constitucion. No obstante, en el Japon de los anos 1930 y 1940 el protagonista debe ocultarse tras una mascara de correccion y convertir su vida en un escenario, en una representacion en la que confluyen la realidad y las apariencias.

  • Oh my Gothess de Lucia Arca Sancho-arroyo

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    En la red, Dark Gothess es una bloguera que escribe sus reflexiones y sentimientos en una bitacora personal. El misterioso Cold Raven es su mas fiel seguidor.

  • La mujer de cristal de Caroline Lea

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    El paisaje inhospito y desfigurado por la lava puede tragarse a un hombre sin que los volcanes exhalen un solo suspiro.
    Islandia, 1686. Tras su inesperado compromiso matrimonial con Jon Eriksson, Rosa abandona su hogar para instalarse en la remota e inhospita aldea de Stykkisholmur. Pero sus nuevos vecinos desconfian de los forasteros. Sobre todo, de una mujer que, como ella, procede de los misteriosos umbrales de la civilizacion.
    Pero Rosa tambien abriga sus sospechas. Su marido enterro a su primera esposa solo y en plena noche. Jon se niega a hablar de ello, pero le regala una figurilla de cristal cuyo significado Rosa no entiende. Los lugarenos los miran no solo con recelo, sino con temor. Murmuran siniestras amenazas. Rosa intuye la presencia del mal. Aislada y lejos de su hogar, ve cernerse sobre ella la oscuridad. Y teme ser su proxima victima.
    Con la Islandia del siglo XVII como escenario, con su trasfondo de juicios por brujeria y turbulencias volcanicas, La mujer de cristal es un relato poderoso y apasionante acerca de la supersticion y la salvacion, el amor y el miedo.

  • Oro (Reyes magos 1) de Judith Romero Baeza

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    Quizas no lo sepas, pero los deseos se cumplen. Y no te lo deberia contar, pero los Reyes Magos se encargan de ello. Puede que te hayan practicado un hechizo para que no te acuerdes de su existencia, nos lo hacen a todos, pero antes los recordabas a ellos, y tambien todo lo demas.

  • Los besos que no diste de Kristen Weslyan

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    Aun recuerdo como se oia el retumbar de los altavoces en aquella pequena carpa, en aquel pequeno pueblo castellano, eran creo las dos de la madrugada y la pequena orquesta se disponia a hacer el cambio ansiado por todos nosotros: "!Adios pasodobles!" "!Hola rock and roll! ". !Era nuestra hora! La hora de darlo todo aun mas mientras los compases tranquilos pasaban a dar paso a nuestros saltos y gritos. Pero en ese mismo instante vi como una de las cantantes agarraba el micro y decia: - !Bueno gente! !Me han dicho que hay que elegir rey y reina de las fiestas, asi que durante el descanso el micro y el escenario es todo vuestro!! No sabe lo que hace, otra cosa no, pero a nosotros subirnos achispados a decir tonterias se nos da de vicio y ademas nos gusta. Aunque empece a sospechar que algo raro pasaba porque parte del jurado (mas gente achispada) me miraba un tanto raro... y yo empezaba a pensar que se me habia olvidado subirme los pantalones o que llevaba un trozo de papel higienico pegado al zapato... Mi amiga Paula comenzo a reirse maliciosamente. Paula era morena y tan alta como yo, envidiaba sus...dos dotes femeninas... tenia unos ojos que inspiraban la confianza que efectivamente daba, pero tenia mas mala idea que buena, algo que siempre nos acababa metiendo en alguna aventura compleja. Oh santa lechuga verde.... Paula se encaminaba al escenario, y dado el conocimiento que tenia de "mi secreto a voces" me temia lo peor, y asi era... - !Buenas noches a todos! - dijo mientras arrastraba de una forma bastante peculiar todas las eses, pero teniendo en cuenta la hora y el momento, eso era lo minimo que arrastrabamos todos - !Ha llegado la hora de repartir este par de coronas y ramos para los reyes de este ano! - decia mientras agitaba tanto el ramo que dejo a toda la primera fila bajo el escenario llena de trozos de margaritas -. Que este fantastico ano son: No, no, no, no me mires.... Lo iba a decir a la de una, a la de dos.... - Alejandra y...............!!!!!Marcos!!!!! !Me caguen en todo... maldita seas Paula!! Te pienso quitar todos los pelos del brazo con una pinza de forma lenta y dolorosa... Dios, que alegria oir tu nombre y el del chico del que estas "enamorada", o eso crees, y que ademas me hacia el mismo caso que yo a la profesora de filosofia, es decir, nada de nada. - Vamos Ale no te hagas la remolona que lo estas deseando - dice mientras intenta algo parecido a guinarme un ojo. Paula es una de mis mejores amigas, desde pequenas hemos compartido de todo, y aunque hemos tenido nuestros mas y nuestros menos, la adoro. A ella y su peculiar forma de ver la vida, cree en el amor puro y a la vez desenfrenado para siempre. Yo lo intento. Bueno, alla voy, subo y le doy dos besos mientras le susurro que ya hablaremos ella y yo mas tarde...cuando le pueda tirar el ramo de flores a la cabeza. - ?!Bueno donde esta ese rey!? - grita mientras me zarandea del brazo, yo la mato. Que suerte la mia, todo el mundo sabia que a mis dieciocho anos estaba perdidamente enamorada de Marcos, que jugaba en la liga de los veintitres anazos y me hacia el mismo caso que yo le hago a las verduras que prepara mi madre... (Bravo por mi, Ale, tu si que sabes) y el nuevo rey debia estar vaciando su vejiga por algun lugar recondito del pueblo y con algun que otro whisky-cola en el cuerpo, igual hasta me libro del despeno que se me avecina. - !Por ahi viene! Sube aqui que eres un tardon y dale dos buenos besos a tu reina. Definitivamente, esta es su venganza por echarla de mi cumpleanos cuando solo teniamos ocho o nueve anos. Me mira con cara de inocencia fingida y veo sonrisa de victoria en sus labios, que tia. !Me las pagaras traidora! La gente que estaba en la verbena no nos hacia demasiado caso la verdad, en pleno descanso se hacian grupos para charlar, beber aun mas, o comer algo, pero los de mi edad esperaban con expectacion a ver que haciamos mientras cuchicheaban. Marcos subio y me dio un par de besos sonoros y me dijo algo al oido con desgana y ebriedad. - Luego nos podiamos tomar algo ?no reina? Vaya esto si que es una sorpresa, igual hasta sabe como me llamo. Bajamos del escenario, yo mas roja que los morros de Taylor Swift y el con cara de haberse quedado cuidando de un bebe. - !Que fuerte! - dice Eva con los ojos como platos -. La Pauli lo tenia apalabrado seguro !Vaya careto has puesto!

  • America (Amores Peligrosos 2) de Natalia Divan

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    Sentia un cosquilleo en el estomago. Su corazon comenzaba a acelerarse. Cierta sensacion de mareo se aduenaba de ella. Marina abrio los ojos, abandonando el sueno en el que llevaba inmersa cuatro horas. Tenia ganas de vomitar. Miro a su lado y ahi estaba Tony, en su asiento, dormido, con rostro angelical. Estaba mas guapo que nunca. Mas incluso que cuando lo conocio en su discoteca. Aparto la mirada de el y la dirigio a la azafata que estaba al fondo del pasillo. Le hizo un gesto con la mano y esta se acerco. --?La puedo ayudar en algo? --murmuro para no despertar a Tony. --Estoy mareada --se limito a decir, como una nina indefensa que no sabe que hacer y pide auxilio. --?Quiere que la acompane al bano? --Si, por favor. La azafata la ayudo a desabrocharse el cinturon, que ni de eso se sentia capaz por si sola; le ofrecio su brazo para levantarse del asiento y la acompano hasta el servicio, donde la dejo sola. Se arrodillo ante el vater, levanto la tapa y se preparo para vomitar. No entendia por que se sentia tan mal. El vuelo estaba siendo muy tranquilo y no habia habido turbulencias de ningun tipo. Quizas, su estado se debiera a que no estaba acostumbrada a volar y a que llevaba muchas horas encerrada en el mismo lugar. Eso la agobiaba. Tras un rato intentando expulsar por su boca algo de contenido, se dio por vencida. Parecia que ya no tenia ganas de vomitar, que aquel paseo hasta el bano le habia sentado bien. Se refresco el rostro y regreso a su asiento. Tony ya estaba despierto. --?Estas bien? --Me sentia mareada, pero ya estoy algo mejor --dijo sonriendo, al tiempo que se dejaba hundir en su butaca. --Mira --le indico Tony, que miraba por la ventana--. Ya vemos tierra. En efecto, estaban sobrevolando Brasil y ya habian dejado atras el oceano Atlantico. Marina quedo impresionada con el frondoso paisaje que divisaba desde las alturas. Todo era verde y muy llano, nada que ver con la montanosa Espana. --Es increible --dijo con la cabeza apoyada en el hombro de Tony. --?Verdad que si? --le acaricio el cabello--. Marina, soy feliz. --?Por que? --sabia bien la respuesta. --Por estar junto a ti. En muy poco tiempo te has convertido en el pilar fundamental de mi vida. Una mirada complice se dibujo en Marina y lo abrazo con fuerza. Le encantaba lo que escuchaba. Resultaba delicioso sentirse querida por el hombre del que estaba enamorada. --No tenia ni idea de que los criminales tienen corazon... --dijo en tono jocoso, y ambos rieron sonoramente--. Ya sabes, querido, que yo tambien te amo. Has sido como un terremoto en mi vida. La agitaste y la pusiste patas arriba, y estoy encantada de que lo hicieras. --Gracias por tus palabras, pero... ay --suspiro mirando al techo. --?Que te ocurre? --Que estoy preocupado. Nervioso. Intranquilo. No se explicarte. --Te entiendo, te entiendo. Yo me siento igual, Tony. Tenemos miedo ante lo desconocido. --Asi es. No se como sera nuestra vida aqui, en Brasil. Desde luego, no tan comoda como en Marbella, de eso estoy seguro. Siento no poder cambiar las cosas para que estes mejor. --!No digas tonterias! No necesito vivir en una mansion para ser feliz. Tenerte a mi lado y que tengamos una relacion sana es lo que mas me importa. Lo demas es accesorio, ya lo sabes. --Me alegro de lo que dices, de verdad. Me lo pones muy facil asi. De todas formas espero que todo esto sea algo pasajero. --?De que hablas? ?De lo de vivir en Brasil? Vamos, no te preocupes --lo tranquilizo Marina --. Tienes muchos prejuicios. Quizas, al final, nos encante este pais tan diverso. --Carino, para sobrevivir posiblemente tendremos que hacer trabajos nada agradables --le advirtio Tony--. Ya te avise de ello. Esta no es la vida que te mereces ni la que te quiero dar. Estoy seguro de que soy capaz de conseguir otra cosa para ti, amor. Marina le agarro las manos y lo miro fijamente a los ojos. Se sentia fatal por todas las preocupaciones que atormentaban a Tony. Solo deseaba tranquilizarlo, explicarle que todo estaba bien y que todo lo estaria, que no habia ninguna queja por su parte. Pero, por mas que le decia, el parecia angustiado por el mundo en el que estaban a punto de adentrarse, por todos los peligros que se avecinaban. Parecia poder predecirlos. --Todo esto del viaje a Brasil ha sido muy repentino --dijo Marina--, pero hay unas cuantas cosas de las que me gustaria hablar antes. --!Espero que no te estes arrepintiendo ya! --No, por Dios --rio junto a el--. ?A donde vamos exactamente? --A Santa Francisqua. Se trata de una ciudad no demasiado grande, de unos trescientos mil habitantes, situada en el estado de Mato Grosso, que hace frontera con Bolivia. --!Oh, joder! Eso es el interior del pais, ?no? --Si. Lo siento, se lo mucho que amas el mar... aunque hay grandes pantanos y caudalosos rios, por si te sirve --Marina resoplo visiblemente asqueada. --Senores --la azafata interrumpio amablemente a la pareja desde el fondo del pasillo--. Justo ahora estamos pasando por Macapa. Ambos miraron por la ventanilla y descubrieron una urbe de gran tamano pegada al Amazonas pero que, desde las alturas, parecia casi una ciudad de juguete. --Increible... Brasil en estado puro --dijo Tony embobado con el paisaje. --Retomando el tema de antes, carino... --Marina lo arranco de su ensimismamiento. --Dime. --Comprendo que hemos huido de Espana porque nos persigue la justicia y en un pais no europeo estaremos mas seguros. Vale, de acuerdo. Hasta aqui, todo genial. Pero lo que no logro comprender es, con todo el dinero que tienes, por que no empezamos de nuevo. Es decir, alejados del crimen. Podemos montar un pequeno negocio, humilde. No haria falta contratar a nadie. Entre los dos despachariamos a la clientela... Tony acababa de comprender, por primera vez, la desesperacion de Marina. Hasta entonces, su novia se habia mostrado positiva al afrontar este viaje en el que se acababan de embarcar, pero era ahora cuando comenzaba a dar los primeros signos de arrepentimiento o, como minimo, de querer hacer las cosas de otra manera a como el las tenia planeadas. --Querida mia, soy consciente de que odias todo lo que rezuma a delincuencia, pero... --El crimen es lo que nos ha obligado a huir --lo interrumpio--. ?De verdad vamos a salir de un problema para meternos en otro? Vamos, Tony, no quiero acabar en una carcel brasilena. He visto reportajes, joder. --A mi tambien me encantaria tener una vida normal contigo, pero... --?!Y que nos lo impide!? --volvio a cortarlo. --!Escuchame! --le elevo el tono, ya comenzando a cansarse--. Para hacer lo que dices nos hace falta dinero, y nosotros no tenemos. --?Como que no tenemos...? --Solo disponemos de cinco mil euros en reales brasilenos --le susurro al oido para que la azafata no escuchara nada y apreto con su mano un abultado bolsillo de su chaqueta, indicandole donde estaba el dinero--. Cogi lo poco que habia en casa y saque lo maximo que el banco me permitio. --Pero podemos ir sacando dinero poco a poco, ?verdad? --?Crees que para dentro de un par de horas no nos habran bloqueado todas las cuentas? Ingenua... --Oh, Dios... El mundo parecia venirsele abajo a Marina. El unico as del que creia que disponian, el dinero, le habia fallado. Se sentia como los inmigrantes vulnerables que viajan con una mano delante y otra detras, aunque sabia que no era exactamente su caso: seguian teniendo el apoyo de Ahmed, aunque el estuviese a miles de kilometros de distancia. Ahora se arrepentia de no haberle agradecido con mas ahinco el hecho de que les permitiese volar en su avion privado la ultima vez que se vieron, hacia no demasiadas horas. --Bueno, con cinco mil euros podemos alquilar un buen apartamento durante unos cuantos meses y buscarnos un trabajo normal, ?no, Tony? --?Y vivir en la precariedad absoluta, como millones de brasilenos? No, querida, no es esa la vida que deseo. Rindete ya. Delinquir es lo unico que se hacer, amor mio. Y cinco mil euros, aunque estemos en Brasil, no da para tanto como crees. Ademas, nos hace falta la ayuda de nuestro contacto; ?o acaso tu sabes hablar portugues? Ah, si, el contacto, penso Marina. Espero que no nos deje tirados. --Por cierto, ?quien es el contacto? --pregunto curiosa. --No tengo la mas minima idea --contesto Tony con total sinceridad--. Solo se que responde al nombre de Oliveira. --?Eso es un nombre o un apellido? --Un apellido. Creo. --Por cierto... --?Que? --Me gustaria hablar con Lucia --Tony quedo en silencio. Marina sabia que su novio era consciente de que no le gustaba ni un poco su amiga. --Pues hazlo --dijo con sequedad. --?No te parece bien? --no queria molestarlo, pero tampoco cortar su relacion con Lucia. --A poder ser, me gustaria que no le dijeras en que ciudad viviremos. Es mas: cuanta menos informacion le des, mejor. --No nos va a traicionar, Tony... --dijo algo cansada, como si estuviera harta de repetir lo mismo una y otra vez. --No es que no me fie de ella, es por si a la policia le da por seguirnos el rastro e investiga su telefono. Nunca se sabe. Por cierto, ?le vas a contar...? --?El que? --pregunto sin saber a que se referia

  • Sentencia de pasion de Marta De Diego

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    Brendam, un exitoso abogado, que no cree en los compromisos y disfruta de la vida. O al menos eso cree el.
    Laura, exitosa abogada, que lleva una vida sexual activa, pero no de un modo tradicional.
    Una noche, un incidente, un beso de agradecimiento.

  • Una locura de vida de Eva Ramirez

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    La vida de Lara era de todo menos aburrida, como creia el mundo. Era una mujer creativa, una escritora con un circulo social no muy normal y que se enamora de un mujeriego que la pondra al limite. Una historia que rompe las reglas y que no olvidaras.

  • El coleccionista de corazones de Anne Garber

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    Mi nombre es Kyle Thomas Brooks. Soy un ex-presidiario y tengo un hobby un tanto peculiar. Pero mejor te cuento un poco mas, por si te apetece conocer mi historia. Una historia que te aseguro, no te dejara indiferente. La vida me ataco con su cara mas fea y mas cruel. Sufri algo que llevo maldiciendo cada segundo desde que ocurrio, y cambio por completo mi mundo, algo que puedo jurar, a nadie le gustaria pasar por ello. Lo que soy ahora, solo es una mas, de las consecuencias de mi detestable pasado.

  • Nico, por favor de A. M. Irun

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    Recuerdo como le conte a Raul que creia estar colada por una chica. Estabamos en la biblioteca de la Facultad. Ambos cometimos la insensatez de querer convertirnos en periodistas y desde que nos conocimos durante el primer dia de carrera ya no nos hemos vuelto a separar. Estabamos sentados frente a frente, con un monton de folios y fotocopias esparcidos por la mesa, subrayabamos y haciamos anotaciones al margen de nuestros apuntes. Cualquiera que nos hubiera visto desde fuera hubiera pensado que estabamos estudiando, pero un zoom a la mesa habria revelado que las notas al margen eran monigotes y el subrayado localizaba palabras a lo largo del texto con el que formar nuevas frases. Raul me paso un folio con su subrayado especial. Lei las palabras resaltadas: “Esto es… un… sopor”. Me rei y la bibliotecaria me chisto pidiendo silencio. Nos quedamos mirando un momento y Raul pudo ver como mi gesto cambiaba, me mordia el labio y le miraba con preocupacion. --?Que te pasa? --susurro Raul. La bibliotecaria volvio a chistar. Alcance mi movil, reflexione durante unos segundos y le escribi un mensaje. “Creo que me he enamorado”. Cuando Raul lo leyo no pudo contener la sonrisa y se recoloco en el asiento. “Vamos a la cafeteria y me lo cuentas”. Envio el mensaje y me miro. Negue con la cabeza. “No podria contarte esto en voz alta”. Raul escribio a toda velocidad. “?Por que?”. Volvi a morderme el labio. Los pulgares me temblaban. “Porque es una chica”. Escribi lo mas rapido que pude y le di a enviar sin pensarlo dos veces. Los ojos de Raul se abrieron como platos. En ese momento, se le pasaron mil cosas por la cabeza, como mas tarde me confesaria. Que si ya sabia que me iba el rollo bollo, que si pobre de mi, que si pobres de mis padres, que si ahora voy a vivir como yo quiero. Tardo unos segundos en volver a escribir. “Vale. Me lo cuentas cuando quieras :)” Sabia que necesitaba tiempo, que primero tenia que asumirlo yo para poder contar mi historia. Pero tambien sabia que Raul no iba a dejar que me lo callara mucho tiempo mas. H a b ia a bie rt o u n a r e n dij a d el a r m a rio y la lu z m e c e g a b a , p e r o la b ris a q u e e n t r a b a p a r e c ia d ulc e y s u a v e. Capitulo 2 La chica del metro Lo que no recuerdo muy bien es cuando me fije en esa chica. Simplemente, un dia la vi. Bueno, ya la habia visto varias veces antes como parte de ese elenco de extras que me acompanan todas las mananas en el metro y que me dan cierta sensacion de seguridad y casi familiaridad. Pero un dia, no se cual, la mire. Ya he comentado que tiene ese tipo de belleza que solo muestra a quien ella quiere, asi que es probable que fuese ella quien eligiera el dia para mostrarse a mi. Y yo pique. Un dia tras otro. Suele calzar zapatillas de deporte. Alguna vez botas. Siempre vaqueros y una cazadora azul marino con capucha y con pinta de ser muy calentita. Nunca la he visto con el pelo recogido. Lo lleva suelto, negro y de un liso que solo puede ser recien planchado. Y solo en una ocasion, la he visto con gafas, asi que supongo que de normal usa lentillas. Me sudan las manos. Las tengo metidas en el bolsillo de la cazadora y manoseo el papel doblado con mi nombre y mi numero de telefono. Las saco para que se sequen. Tomo aire. Llega un tren y miro el reloj. No es este. Dejo que el mundo entre y salga mientras yo apoyo la espalda en la pared de la estacion. El siguiente tren llegara en dos minutos, anuncia el cartel luminoso. Visualizo la situacion. Siempre me viene bien cuando estoy nerviosa. Bajamos en la misma estacion, con un monton de personas mas porque es un punto neuralgico de la red de metro. Me hare un hueco entre la gente, le tocare el hombro y le dare el papel. No creo que le diga nada. Estoy segura de que lo entendera. Tendria que haber traido un libro, meterle el papel entre las paginas y decirle que se le habia caido o algo asi. Normalmente va con los auriculares escuchando musica y moviendo los labios mientras canta tan bajito que ni su nariz podria escucharla, pero la he visto alguna vez con El senor de los anillos. Muy pocas veces. Seguro que lo coge con muchas ganas por las mananas pero luego se arrepiente de cargar con semejante tocho en la mochila todo el dia. Durante todo este tiempo he estado inventandome una personalidad para ella. Me imagino haciendo escapadas de fin de semana con ella, alquilando un coche y discutiendo por que musica poner (a mi me gusta Lady Gaga y a ella Kings of Leon). Estudia Fisioterapia o Educacion Fisica porque siempre le ha gustado el deporte, sobretodo el balonmano. Seguro que es una buena extremo: delgada pero musculosa y agil. El eco del tren que llega por el tunel me saca de mi mundo de fantasia y noto que algo me hace sombra repentinamente. Cuando levanto la vista, veo a un equipo de jugadores de baloncesto que se van a meter en mi mismo vagon. Nuestro vagon. No, no, no, no. No puede ser. Son como torres enormes y estan especializados en hacer bloqueos y pantallas. Me van a joder el plan. Les miro con odio pero apenas perciben mi existencia desde sus dos metros de altura. Mierda. Capitulo 3 El parto Una vez la chica del metro se sento junto a mi. Casi se me salio el corazon del pecho. Incluso ahora mientras lo recuerdo estoy empezando a tener palpitaciones. Yo habia encontrado un asiento libre en nuestra zona del vagon y me lance a el. Habia salido a correr el dia de antes despues de mucho tiempo sin hacerlo y no podia con mi vida ni con mis muslos. Estaba tan cansada que me daba igual si la chica del metro subia o no. Pero subio y, llamalo casualidad, llamalo destino, la senora que estaba sentada a mi izquierda se levanto y salio del vagon, por lo que la chica aprovecho y se sento a mi lado. Tarde un poco en darme cuenta de eso. Como digo, estaba agotada y todavia era martes. Como hoy. Levante la vista y me vi reflejada en la ventana de enfrente. Al estar en un tunel, la ventana se habia ennegrecido y hacia de espejo. Entonces la vi sentada a mi lado, aunque mirando hacia otro lado. Me quede paralizada, como si tuviera a un doberman salivando y mostrando sus dientes afilados justo en mi oreja. Llevaba los auriculares, como siempre, tenia una mano apoyada en la barandilla junto a su asiento y la otra en su muslo derecho que estaba a un dedo del mio. Sin pensarlo dos veces, hice desaparecer esa distancia y pegue mi muslo al suyo. El calor me inundo. Era agradable y horrible a la vez. Se me acelero el corazon y empece a respirar de manera entrecortada, pero no separe el muslo y ella tampoco lo retiro. Veia por la ventana que ella seguia mirando hacia el otro lado, pero su mano derecha ganaba terreno milimetro a milimetro en su muslo, hasta que su dedo menique rozo mi pierna. Quise gritar, quise abrazarla, besarle. No dejaba de sonreir. Entonces, como ahora, alguien interrumpio el momento. Una embarazada habia puesto su bombo justo delante de mis narices y carraspeo un par de veces. Pille la indirecta y le cedi el asiento. La muchedumbre y mi estado de estupor hicieron el resto y me deje arrastrar hacia el fondo del vagon, lejos de aquel menique. Maldije a todo el tren, embarazada y bebe incluidos, de la misma manera que ahora maldigo al equipo de baloncesto que tengo delante y que no paran de reir y hablar muy alto (en todos los sentidos) y que apenas me dejan ver la puerta de entrada por la que tiene que hacer aparicion mi chica. Mi chica. Siento hormigas en el estomago cada vez que lo pienso. Llegamos a su parada y entra puntual al vagon. La veo entre el poco espacio que hay entre los cuerpos de los jugadores y veo que tambien le sorprende y le fastidia de alguna manera su presencia, pero no alcanza a verme. Pienso que en algun momento se iran y tendre via libre para mirarla. Pero no. Permanecen en el vagon durante todo el trayecto y se bajan en la misma parada que nosotras y que la mayoria de la gente. Avanzamos en manada, casi arrastrandonos y empujandonos unos a otros. Los jugadores de basket estan en todo momento entre la chica del metro y yo, haciendome pantalla. No puedo hacerme un hueco de manera elegante. Tendria que empezar a dar codazos o escurrirme de manera poco natural entre la gente. Veo que se escapa, que es arrastrada por la masa a lo largo del intercambiador hasta que el camino se bifurca y ella toma una salida y yo la otra. Me niego. No he reunido todo el valor que tengo y que no es mucho para que al final me vuelva a casa con las manos vacias. Me doy media vuelta y lucho a contracorriente para seguir los pasos de la chica. Tengo que darle el papel como sea. !Como sea! Parece un parto. Sudo. Empujo, la gente me mira mal, me pisa. Yo tambien piso y pido perdon cada dos pasos. Conforme avanzo, noto que la masa se hace menos densa, que hay mas hueco, y respiro aliviada. Corro hacia la otra salida, busco con la mirada a la chica y la encuentro subiendose a otro tren. --!Espera! --le grito. Ha sido una tonteria gritarle, lo se, me ha salido de muy adentro, de donde salen las cosas sin sentido. Pero la chica se gira y me ve. Le saludo con la mano y con la sonrisa mas bonita que tengo, pero nada mas. Estoy paralizada. La empujan hacia el interior del vagon y ella me mira con gesto triste. Le miro extranada y ella niega con la cabeza. El tren emprende la marcha y desaparece de la estacion.

  • Solo lo compadeci (Cartas robadas 1) de Corin Tellado

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    Merle ha contraido matrimonio con Rex hace apenas dos meses, pero las cosas no marchan como esperaba. Tal como le confiesa a su amiga Irma a la vuelta de la luna de miel, Merle se ha dado cuenta de que comparte muy poco con su nuevo marido. Solo la atraccion fisica, si acaso. De manera que mas que su esposa, ella viene a ser como una amante para el. Y eso la inquieta y la defrauda. Por si fuera poco, un antiguo novio sin escrupulos reaparece ahora en su vida y la amenaza con airear unas cartas muy comprometedoras a menos que le entregue cinco mil dolares.

  • No mires de Lucy Solen

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    Un fin de semana sobre las laderas de la Sierra de Gredos, un lugar donde se narran leyendas y cuentos. Un fin de semana entre amigos dara una espeluznante historia de terror. Carla, Lucia, Maria, Ana, Ivan, Carlos y yo, Irene. Ese viaje se convertiria en nuestra peor pesadilla, un capitulo de mi vida que jamas podria borrar de mi mente y que me perseguira hasta mis ultimos dias, siendo una condena a lo que mis ojos vieron, mi cuerpo sintio y mi mente perturbo.

  • Los caminantes (Aeternum 4) de Carlos Sisi

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    Llega la continuacion de la saga de zombis mas famosa de nuestra geografia. En esta cuarta novela Carlos Sisi recupera a sus personajes mas emblematicos y da respuesta a los interrogantes que planteo en Hades Nebula.

  • Un angel de Sonia Lopez Souto

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    Tras la muerte de su esposo, siendo ella todavia muy joven, la duquesa de Sheffield decidio alejarse de la vida social en Londres y centrarse en sacar adelante los negocios que heredo de John, mientras su cunado se daba a la bebida y al vicio para acallar el dolor de su perdida.Pero un cambio en la vida de Jason, que se enamora perdidamente, servira para que Amanda regrese a los circulos sociales en busca de la felicidad de su cunado. Claro que para ello, debera lidiar con el hombre mas serio, intransigente e insoportable que ha conocido.El duque de Castlemaine no esta dispuesto a que su unica sobrina caiga en manos del marques de Durham, al que considera indigno de ella. Pero la cunada de este, con su caracter indomable y su fiera determinacion, sera el punto debil en su plan para mantener a Melissa lejos de Jason.Ninguno de los dos piensa en amor cuando se miran a los ojos, desafiantes, y aun asi, algo comienza a nacer mientras ambos intentan ganar esa batalla que han iniciado por Jason y Melissa.

  • Traicion y furia (Miniserie Bianca), Caitlin Crews de Caitlin Crews

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  • Mandame al infierno pero besame de Gray Lucinda de

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    Miraba su aparatito intimo con resignacion. Llevaba casi un ano sin tener relaciones sexuales con ningun hombre desde que termino su vinculo matrimonial con ese super-mega-imbecil. Si, porque eso es lo que era, una mala persona, una persona traicionera. Era un perfido y vil Judas que le habia hecho mucho dano. Es mas, aun seguia haciendoselo con solo acordarse de lo que paso, porque es que todavia no era capaz ni de pronunciar su nombre, y asi se dirigia a ese infiel que tuvo por marido. Lo llamaba: el. Lo cierto es que no podia, ni queria, pronunciar ni pensar en su nombre. Demasiado tenia ya con escuchar a su hermano comentar alguna situacion graciosa que habia vivido con su ex como si pensara que ella no tenia sentimientos, que no podia sentirse herida ni nada por el estilo. ?Acaso pensaban todos que estaba esculpida en piedra? Pues no, no lo estaba, y queria gritarlo y que la oyeran hasta en la Polinesia. Habian estado casados durante cinco anos, y eso sin contar, claro esta, los anos que habian compartido como novios. Suspiro irritada. Demasiados. Volvio a mirar el aparato que le servia de desahogo en las interminables noches de soledad desde su separacion, con rebeldia. Al principio lo compro pensando que era preferible a volver a meter a un hombre en su cama, en su vida, pero a medida que fueron pasando los meses y su necesidad de sentir un orgasmo en condiciones, de sentirse plena, fue aumentando, ya no lo veia con tan buenos ojos. Se pregunto que por que tenia que estar alejada del sexo. A ella le gustaba, es mas, lo disfrutaba mucho, muchisimo. Jolines, le encantaba. Que ese imbecil la hubiese rechazado de la forma como lo hizo, no significaba que ella tuviese que guardarle luto o algo parecido. Despues de todo a quien enganaron de la forma mas ruin fue a ella misma. Apreto los dientes en un gesto de impotencia. Lo cierto es que el muy cretino no es que la hubiese rechazado, mas bien la habia estado utilizando como tapadera todos aquellos anos. Y ella que nunca se habia percatado de nada, seria tonta. Eso es lo que mas le habia dolido. La habia humillado tanto, se habia sentido, y se sentia, tan miserable y estupida por no haberlo visto venir, que a veces se odiaba por ello; es mas, odiaba a todo el genero masculino por ello. Entrecerrando los ojos decidio que no era ella la estupida; lo era el. Su ex era un imbecil por no haber sabido ser sincero consigo mismo ni con ella. Por haberla enganado todos esos anos en los que penso que su vida era perfecta, que su matrimonio era perfecto. Y era un egoista y una mala persona por haberle causado tanto dano, por haberle roto el corazon como lo hizo. Por eso habia tomado una decision. Una que pensaba llevar a cabo por el resto de su vida. No volveria a permitir que le hicieran dano. Nunca, nunca mas se expondria como lo habia hecho con el. Nunca nadie conoceria sus sentimientos, y si lograba no tenerlos, pues mejor que mejor. Habia sido demasiado duro porque, a pesar de lo que todos creian saber de ella, habia sufrido enormemente con aquella traicion. Habia sido tan doloroso conocer la verdad de la forma en que lo hizo, que era consciente que nunca podria sobreponerse a ello. Es mas, aun estaba padeciendo lo indecible porque su familia simplemente se habia limitado a darle una palmadita en la espalda, como si aquello no fuese tan malo, despues de todo; manteniendo su amistad con el como si tal cosa, sin importarles el dano que le habia causado; sin importarles que a ella aun le seguia provocando un dano enorme que se pronunciase su nombre en su presencia. Como si lo unico importante en la vida fuera que nadie conociese el motivo real de su ruptura y asi evitar los chismes sobre su familia, su poderosa familia. !Pues bien que le habia servido a ella tanto poder! -penso ironica. Apreto los labios con furia porque estaba en el pleno convencimiento de que nunca podria recuperarse de ese duro golpe, y se enojo todavia mas porque su familia no lo comprendiese y la compadeciese. !Se podrian ir todos a freir monas! Volvio a suspirar, esta vez con resignacion. Asi eran ellos: primero las apariencias, despues se solucionaria todo lo demas, y era mejor no aparentar estar mal. Pues ella no pensaba permitirlo. Mina se encargaria de buscar soluciones a los problemas, a sus problemas, a todos. Y en ese momento su mayor apuro era aliviar su acuciante necesidad, una penuria que no era afectiva. Tragando saliva lentamente, se pregunto: ?Entonces que es lo que quieres? --Sexo, eso es lo que quiero, la escasez de el me esta matando. Daria lo que fuera porque un hombre me tomara y me empotrara contra una pared de forma animal. Metio el consolador con forma de pintalabios, obsequio de una de sus mejores amigas, la unica que sabia la verdadera razon de su separacion, en su estuche; y despues se dirigio al chifonier color melocoton y estilo victoriano que adornaba su dormitorio, con decision. Aquel mueble era un punto divergente en su habitacion, decorada al mas puro estilo minimalista. Habia sido la unica concesion de el en cuanto a la decoracion del dormitorio que ambos compartian, y Mina estaba orgullosa de su triunfo, por eso guardaba sus cosas mas preciadas dentro de ese enser. Y lo adoraba. Era consciente que tenia que haberlo visto venir, pero estaba tan enamorada de Juste que jamas hubiese imaginado que era homosexual, mucho menos que mantenia una doble vida. Y que esa doble manera de vivir le afectaria directamente a ella. !Cabron! Intentando ignorar esos pensamientos, tomo el mando del iPod y puso su cancion favorita, Fever, procurando que la sensual musica penetrase por cada poro de su piel. Aunque si encima de que estaba que se subia por las paredes de las ganas que tenia de echar un buen polvo, oia dicha melodia, seria capaz de llamar a Telepizza y tirarse al enclenque pizzero cuando viniese a traer el pedido. --Vamos, Mina --se animo mientras se movia de forma pausada, con elegantes movimientos al compas de la musica-, tu eres una mujer decidida, valiente, asi que tienes que ir directamente a por lo que quieres, y lo que quieres esta claro. A continuacion, abrio el ultimo cajon sin dejar de tararear la melodia, donde guardaba aquellas prendas que se habia comprado para tener una noche de lujuria y desenfreno con el que fuera su marido. Ilusa. Noche que sin duda hubiese tenido si no hubiera descubierto su jueguecito y que, por algun motivo, que en ese instante no lograba recordar, habia pensado que nunca tendria con otro. !Menos mal que no las tire a la basura presa de la rabia o se las regale a Piluca! Rebusco entre las prendas un poco hasta que encontro lo que buscaba. --!Aqui estan! --exclamo feliz. Saco del cajon un pequeno cofrecito plateado y lo abrio. La verdad es que aquellas prendas le habian costado una fortuna. Sonrio al ver el delicado tanga de encaje negro abierto por la parte de la vagina y se sintio enloquecer. Desde hacia unas semanas, la necesidad de practicar sexo habia hecho presa de ella, y esa noche no pensaba quedarse con las ganas de un buen revolcon. Seguramente se debia a que ya habia superado aquella traicion, al menos en lo referente a desear estar con otro hombre. Y si no era por eso…, se encogio de hombros, para que buscar respuestas; el caso es que tenia ganas de tener una buena experiencia carnal que la ayudara a deshacerse de sus fantasmas. Un hombre, eso es lo que necesito, refunfuno, si, eso exactamente, precisamente lo que no era mi ex. Ya estaba un poco cansada del pintalabios; es cierto que habian pasado buenos momentos juntos pero, !leches!, necesitaba el contacto humano, por lo que decidio acudir a la fiesta que su hermano habia organizado en el chalet que sus padres tenian en la costa marbelli. La guarida se llamaba la finca y, Alex, aprovechando que estos estaban en Bali, habia decidido montarse un fieston. Segun su hermano, habia invitado a mucha gente, la mayoria de fuera de su circulo social, para poder divertirse a gusto y que nadie le fuera con el cuento a su estricta y dominanta progenitora.

  • El Caso de la mosca dorada de Edmund Crispin

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    Las companias de teatro suelen ser siempre un hervidero de habladurias. Pero pocas son tan intrigantes como la que se encuentra actuando en estos momentos en Oxford. La joven y letal Yseut, actriz algo mediocre y maliciosa, es el centro de todas las miradas, aunque su principal talento consiste en destrozar las vidas de los hombres que la rodean. Hasta que es hallada muerta en extranas circunstancias. Por fortuna, entre bastidores se encuentra el excentrico profesor Gervase Fen, quien halla mayor placer en resolver crimenes que en ensenar literatura inglesa. Y cuanto mas investiga el caso, mas cuenta se da de que todo aquel que conocia a Yseut habria sido candidato a asesinarla; pero ?sera capaz Fen de descubrir quien lo hizo en realidad? El cadaver de la joven ha dejado una pista reveladora: una reproduccion de un extrano anillo en forma de mosca dorada.
    Este es el primer caso del extravagante y genial profesor de Oxford y sabueso aficionado Gervase Fen (“La jugueteria errante”), y una de las cumbres de la Edad Dorada de la novela de detectives inglesa.

  • Trump, Vicente Valles de Vicente Valles

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    Donald Trump ha conseguido lo impensable: ganar la presidencia de Estados Unidos frente a Hillary Clinton. Ningun analista lo esperaba y todos buscan ahora explicaciones.

  • Secretario de Compania de Noni Garcia

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    Los rayos del sol entraban tenuemente por la acristalada pared del despacho de Daniela. A pesar de ser tan solo las siete y media de la manana, ella ya habia tenido tiempo de hacer varias gestiones y contestar mas de diez correos. Era adicta al trabajo desde que creo, un par de anos atras, su empresa de organizacion de eventos. Se levanto de la silla maldiciendo que todavia no hubiera llegado Adrian, su secretario, para prepararse un cafe, aunque no podia quejarse. El chico, a sus veinticinco anos, habia resultado un gran fichaje unos meses atras, cuando su amiga Aitana se habia ido a vivir a Nueva York con Henry. Recordar la boda que le habia organizado con aquel rubio larguirucho la hizo sonreir mientras la maquina siseaba al expulsar el cafe de la capsula. Hacia un par de dias que no sabia nada de ella, ahora sus horarios eran tan diferentes que era complicado coincidir, asi que saco su movil y le mando un mensaje que leeria unas horas despues. La echaba mucho de menos, pero sabia que Henry era su felicidad y que estaba donde debia estar. Soplaba el cafe que ardia como el mismo infierno cuando escucho a alguien abrir la puerta. Bien podia ser la persona que enviaba la empresa de limpieza cada manana, pero no, era Adrian, que como siempre llegaba con bastante tiempo de antelacion a su hora de entrada. Adrian era alto, pelo castano, ojos verdes, cara aninada y desbordaba timidez, siempre escondido tras sus gafas de pasta y su mirada gacha. Lo observo durante el tiempo que el no fue consciente de su presencia, vio como se deshacia del abrigo y, sin entender muy bien por que, deseo que siguiera quitandose ropa. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su cabeza y carraspeo para que el supiera que estaba alli, que ella estaba observandolo. El chico levanto la mirada, en ese momento desnuda de sus gafas, que estaban impregnadas de la fina lluvia que estaba cayendo en ese momento sobre Madrid. Por primera vez, en el tiempo que llevaba trabajando para ella, Daniela se encontro con una mirada llena de seguridad que hizo que su corazon saltara un latido. --Buenos dias --dijo Adrian, volviendo a esconderse en su halo de timidez. --Buenos dias, Adrian. ?Que tal el fin de semana? --Bien. Tranquilo. Estudiando en casa y poco mas. --No sabia que estabas estudiando. --Si, un master. --Me has dejado sorprendida. ?De que es? --De Direccion de Empresas. --Si te soy sincera, no entiendo que haces trabajando de secretario para mi. Estoy segura de que podrias aspirar a mucho mas. --El mercado laboral no esta muy bien, y necesitaba el dinero, aunque voy a tener que seguir trabajando los fines de semanas para poder pagar todo... --Adrian puso cara de no haber querido pronunciar esas ultimas palabras. --?Trabajas los fines de semana? ?De que? --En la noche. --Eres una caja de sorpresas, chico. Bueno, vamos a trabajar que hoy tenemos muchas cosas que hacer. Adrian siguio a su jefa pensando en la conversacion que acababan de tener. Cuando unos meses atras encontro el trabajo, se prometio que dejaria de hacerlo en el mundo de la noche, pero eran tantos los gastos que tenia con los estudios y la hipoteca, que mucho se temia que tendria que volver a retomarlo. Solo esperaba que no le afectara en su actual empleo. Se sento donde le habia indicado con su bloc de notas y su boligrafo, y espero pacientemente las tareas que Daniela tenia para el. Tenia razon su jefa al decir que tenian mucho trabajo por delante ese dia y toda la semana. No tendria tiempo para aburrirse, y menos para estudiar, porque mucho se temia que iba a trabajar bastantes horas extras. Salio del despacho, se sento en su sitio y comenzo a hacer llamadas. Con un poco de suerte, terminaria temprano y tendria tiempo de ir a alguna clase esa tarde, aunque tuviera que comer un bocadillo en la cafeteria que habia en la esquina. La manana paso volando y el reloj marcaba las dos y media cuando la puerta del despacho se abrio y salio Daniela. Lo miro extranada, hacia media hora que habia terminado su jornada laboral y pensaba que, probablemente, Adrian le habia dicho que se iba, pero, como estaba tan enfrascada en sus cosas, no se habia dado cuenta. --Crei que ya te habias marchado. --No, me quedan por enviar un par de correos... --Pues ya lo haras manana. Ahora vete a casa a descansar que el dia ha sido bastante intenso. --Ya no me da tiempo de ir a comer a casa. Tengo clase a las cuatro y no quiero faltar. --?No vas a comer? --Si, ahora parare en la cafeteria de la esquina y pedire un bocadillo para comermelo en el metro. --No vuelvas a hacer eso. Tu hora de salida es las dos, si no te da tiempo a terminar algo, me avisas y listo. Yo lo hago o se hace al dia siguiente. --Vale. Pero ya hoy voy a terminar... --No vas a terminar nada. Te invito a comer y te llevo adonde tengas que ir. --No... --Siii. Daniela lo aparto de su mesa, aprovechando que la silla tenia ruedas, y apago el ordenador. Adrian sonrio y no pudo evitar que el pulso se le acelerara al ver tan de cerca el precioso trasero de su jefa. Sacudio la cabeza y desecho cualquier pensamiento calenturiento que pudiera provocarle la mujer que tenia delante. Su madre siempre le habia dicho un refran que cumplia a rajatabla: <>. Incluso en su otro trabajo, cosa que solia ser bastante complicada, pero esa era el unico limite que habia puesto cuando empezo a trabajar para la agencia. Salieron del edificio y se dirigieron al bar de la esquina, donde Adrian tenia pensado comprar el bocadillo, pero Daniela hizo que se sentara y pidieron algunas tapas. --Y... ?donde trabajas los fines de semana? --No me gusta hablar de ello. --Organizo eventos, no voy a asustarme de nada. --Ya... Bueno... Soy un poco reservado. --No hace falta que me lo jures, creo que esta es la conversacion mas larga que hemos mantenido desde que empezaste a trabajar para mi. --No soy muy hablador. --Ya no te hablo mas de tu otro trabajo. ?Tienes que hacer practicas para el master? --Si, pero las hare cuando termine el curso... --?Estas hablandome en serio? --Si. --Manana tienes una nueva tarea que hacer. Incluye Dan Events en la red de empresas colaboradoras del master. Asi convalidare las practicas con tus horas de trabajo. --Pero... Yo solo soy tu secretario. --Haces labores que van mucho mas alla de las de un secretario, y pondre mis conocimientos a tu disposicion. --Pues estaria bien. Asi podre ir a visitar a mi familia cuando tenga vacaciones. --?De donde eres? --De un pequeno pueblo de Cadiz. --?Y que haces en Madrid? --Estudiar. Continuaron hablando durante un buen rato de los estudios de Adrian, hasta que llego la hora de ir a sus clases. Daniela lo llevo hasta el lugar que el le indico y volvio a la oficina. Tenia muchas cosas que dejar resueltas antes de volver a casa y darse ese bano relajante que tanto le gustaba

  • Siempre seras tu (FBI 3) de Vega Manhattan

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    No podia quitarme esa frase de la cabeza. Llevaba dias martirizandome y haciendome sentir como lo peor del mundo. No se le podia decir eso a nadie, era lo mas cruel del mundo. Sobre todo para alguien como yo. Habia tenido pocas relaciones en mi vida. La verdad es que casi podia asegurar que ninguna. No era problema de mi fisico, no en el lado negativo al menos. Al contrario, por culpa de mi fisico es que eso ocurria. Los hombres me veian como un trofeo en su cama, pero como nada mas. No me habia importado hasta el momento, no es que yo quisiera nada con nadie, asi que vivia y disfrutaba del momento. Pero llega un punto o una edad en la que necesitas o quieres algo mas. Mis hermanos, Liam y Alice eran felices con sus parejas, habian encontrado el amor. Y yo seguia sola, parecia que eso no estaba hecho para mi. Era algo que costaba asimilar, pero que se terminaba aceptando. Otra cosa muy distinta es que el hombre por el que empezaba a sentir algo porque creia que era diferente, me dijera, claramente y sin tapujos, que solo era sexo. Un polvo muy bueno, si, pero solo un polvo. Como si con esa aclaracion estuviera arreglando las cosas... Toda mi familia habia estado en casa de mis padres y no hacia mucho que se habian marchado. Yo estaba alli, en el jardin, mirando a la nada. Aun vivia con ellos y como me iban las cosas, iba a tardar en poder independizarme. Tampoco era algo que me preocupase, con ellos no estaba cohibida en ningun sentido. --?Que haces aqui tan sola? Me sobresalte al escuchar la voz de Alan. Se sento a mi lado, en el cesped y miro al cielo. --Pense que te fuiste con los demas. --Tu madre me puso un chocolate caliente al que no me pude resistir --rio. --A mi madre le encanta cebarnos a todos --resople. --Como a la mia. --Siempre lo hizo. Una sonrisa se dibujo en mi cara cuando recorde algunos de los momentos vividos con la familia de Alan. Momentos que gracias a la union de las dos familias, volvian a repetirse. Eso me encantaba. --?En que piensas? --En todo y en nada --suspire y me deje caer en el cesped. El hizo lo mismo y los dos miramos al cielo. --Estan preocupados por ti. --Lo se --resople. Mi hermana Alice habia estado intentando sonsacarme que era lo que me ocurria, pero sin exito. No era algo de lo que quisiera hablar con nadie. Aunque sabia que necesitaba hacerlo. --Me he acostado con mi jefe --solte de sopeton. Mire a Alan de reojo, para ver como reaccionaba. Creo que ni pestaneo... --Ah... --fue toda su respuesta. --Varias veces. --No necesito detalles, Hannah, creeme. --Esta casado. --Entiendo... --apreto la mandibula. --Creia que sentia algo por mi, ?como pude ser tan ingenua? --Supongo que todos lo somos de vez en cuando. --?No vas a criticarme? --?Quieres que te juzgue? --giro la cabeza y me miro-- No lo hare nunca. Es tu vida, tu decides como la vives. --Meti la pata. Me crei cada una de sus palabras. Eres especial, voy a dejarla... Seis meses he estado asi, Alan. Seis malditos meses y cuando le he reclamado un poco mas de atencion, ?sabes que ha hecho? --Sorprendeme --dijo con ironia. --Me ha dicho que soy un simple polvo para el --lo dije con toda la rabia que sentia dentro. Resople y volvi a mirar al cielo. Estaba precioso y yo podria pasarme horas alli, solo mirandolo. --?Y que vas a hacer? --pregunto. --Olvidarlo. No quiero nada con el. Pero me siento tan idiota... --?Y el trabajo? --Tengo que quedarme. Me amenazo con una demanda si lo rompia. Tendre que aguantar los dos meses que me faltan y marcharme. --Puedes romperle las pelotas e irte. --No es tan facil. --Si pudieras demostrar lo que hubo entre vosotros y el chantaje si. --Ya... Pero no puedo --suspire. El se quedo unos segundos en silencio. --Me ire cuando termine, con el finiquito montare mi empresa. --Espero que asi sea... Nos quedamos callados, solo disfrutando de esa hermosa vista. --A veces los envidio, ?sabes? --?A quienes? --pregunto. --A Liam y a Eva. A Alice y a Noah... Es tan bonito verlos enamorados --suspire cual quinceanera. --Lo viviras. --No creo --sonrei con tristeza. --?Por que no? ?No quieres eso? --Pues hasta hace poco no --rei, negando con la cabeza, el me miro con una sonrisa--. Pero desde hace un tiempo... Es bonito imaginar que tal vez hay alguien en el mundo para mi y con los mismos deseos que yo. --Seguro que si. --?Que deseas tu, Alan? El no tuvo que pensarlo demasiado antes de responder. --Lo quiero todo. --?Que es todo? --Boda. Hijos. Casa grande. Un para siempre... --rio, avergonzado-- Como ves, por algo estoy solo. --Mereces eso y mas, seguro que lo consigues. --No lo se, Hannah --miro al cielo. --Tienes que creer en ello, ?no es asi? Si me dices que yo crea, ?por que no hacerlo tu? --Porque la persona con la que quiero mi "todo" ni siquiera se da cuenta de que existo. Lo mire con el ceno fruncido. --No pasas desapercibido para nadie, Alan. Las mujeres suspiran por ti. Y lo sabes. --Pero no la que quiero --se levanto del cesped y me ofrecio la mano--. ?Un chocolate caliente conmigo y me despido? Agarre su mano y me ayudo a ponerme en pie. --Solo si me cuentas quien es ella. --Va a ser que mejor me despido ya... --comenzo a caminar y yo a seguirlo. --Vamos, Alan --rei--. Yo te cuento mis secretos, es tu turno. --Algun dia, que no sera hoy. --?Por que no? --Ahora preocupate por estar tu bien --puso su mano alrededor de mis hombros--. Ellos se preocupan de verdad. Yo tambien. Solo queremos verte feliz. Sonrei, la verdad es que todos eran de lo mejor. --Lo hare, todo estara bien. --Lo se --sonrio--. Y nosotros estaremos contigo. Al menos los tenia a ellos. La mejor familia y amigos del mundo. Aunque mi autoestima como mujer fuera una mierda. Aunque odiara que me vieran como un simple objeto sexual y que nadie se parase a querer conocer que habia en mi interior. --Si acabamos los dos solos, siempre podemos irnos juntos de viaje cuando seamos viejos -- rei--. Con las dos parejas de tortolitos. --?Con esos cuatro? Ni muerto --exclamo haciendome reir. Igual que no se soportaban, no podian estar unos sin los otros. A la vista estaba de que Alan se pasaba ya media vida en casa de mis padres, no se le podia echar de alli ni con agua caliente. Mi vida sentimental podia ser un desastre, pero la familiar... Esa era, ademas de para no aburrirse, casi perfecta gracias a todos ellos. --?Sabes, Alan? Creo que yo tambien quiero un "todo" de los tuyos --suspire, haciendolo sonreir. Alan Estaba enamorada de su jefe. Maldita fuera mi suerte, ?por que me lo tenia que contar a mi? A veces odiaba ser su amigo porque habia cosas que preferia no saber. Que Hannah estaba rara ultimamente y que su humor estaba mas agriado de lo normal era cierto, pero ahora entendia por que. Estaba enamorada de alguien que la habia usado, de un tipo que solo la habia tratado como a un objeto. Maldito imbecil, no tenia derecho a hacer sentir mal a nadie. Llegue a mi casa y, tras una ducha, me tumbe en la cama. Sentia una pequena opresion en el pecho desde que Hannah se habia sincerado conmigo. Hubiera preferido que se lo hubiese guardado para ella. Hannah era una gran amiga para mi. Sobre todo desde que nuestras familias, con el paso de los anos, volvieron a unirse. Eramos adultos y la amistad entre nosotros se retomo rapidamente, convirtiendose en una mejor. Porque en el pasado eramos dos crios que no entendiamos lo que verdaderamente significaba el ser amigo de alguien. Pero ella me hacia sentir algo mas. No sabia que, solo que necesitaba verla bien. No echa una mierda, como parecia estar, por un gilipollas como debia de ser su jefe. Era lo que habia... Era el precio a pagar por ser amigo de una mujer. Ser invisible para ella mientras escuchaba las penas sobre los demas. Ese era mi papel y no es que yo quisiera otro, que va. Solo... Bueno, que habia cosas que preferia que se las contara a su hermana o a la mia antes que a mi. En fin... Que para que iba a negarmelo a mi mismo. Habia cosas de mi amiga, de la mujer por la que sentia algo mas que una simple amistad, que no queria saber. Porque aunque Hannah a mi no me viese de esa manera, para mi desgracia y con el paso del tiempo, yo estaba enamorandome de esa mujer. Y por eso mismo iba a hacer lo que un hombre maduro haria: iba a salir corriendo hasta que se me pasase la jodida calentura. Porque habia que estar loco para enamorarse de una mujer como Hannah. Una asi, me atraparia cada vez mas y el dolor por no ser correspondido podria llegar a hacerme mucho dano. Yo no estaba dispuesto a sufrir. Claro que tampoco estaba dispuesto a sacarla, por completo, de mi vida porque joder, era mi amiga. Asi que eligiera lo que eligiera, estaba jodido. Esa era la unica cosa que sacaba en claro con todo esto. Eso y que tenia que alejarme un poco y quizas, al volver, me diese cuenta de que estaba equivocado y exagerando las cosas. Era posible, ?no?

  • La receta secreta de las segundas oportunidades de J. D. Barret

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    Lucy Muir ha decidido dejar a su marido. Es un tema complicado.
    Teniendo en cuenta que son copropietarios y chefs de uno de los mejores restaurantes de la ciudad, no va resultar facil cortar por lo sano. Pero, seamos realistas, una no puede soportar eternamente que le pongan los cuernos, le roben las recetas y la menosprecien.

  • Solo los inocentes de Rachel Abbott

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    LA AVENTURA DE LA AUTOPUBLICACION
    Cuando Rachel Abbott decidio autopublicar su primera novela, tuvo que enfrentarse a una larga serie de obstaculos que le hicieron jurarse que no volveria a prescindir de la colaboracion de un buen editor. A pesar de todo, logro posicionar su novela tan bien dentro de las listas de e-books que alcanzo el puesto numero uno de los mas vendidos en Gran Bretana, de modo que Amazon decidio publicar la novela en papel en su coleccion de novelas de misterio Thomas & Mercer.

  • La silueta en la niebla de Jorge Galan

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    Esta novela, que es una mezcla entre el genero negro y la ciencia ficcion, cuenta la historia de Benjamin, un heroe atormentado, que posee el extrano talento de la telekinesia. Cuando sucede una desgracia apocaliptica en su pais natal, Benjamin, que ha vivido lejos desde que era casi un nino, regresa para buscar a su madre. Lo que encuentra es una sociedad que en nada se parece a lo que recuerda. Jaurias de perros salvajes que cazan en la oscuridad, un pueblo de asesinos que habitan en un cerro, una iglesia dominada por un hombre al que llaman el profeta, un fantasma que ronda por las casas abandonadas, todo bajo una lluvia que no se aleja nunca.

  • Una esposa para Navidad de Carolyn Connor

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    Como cada dia, Hope estaba en la cocina preparando todo lo necesario para hacer la comida. Bajo la luz de la manana, cortaba verduras mientras tarareaba y revisaba el pollo en el horno para que quedara perfecto. Le gustaba su vida sencilla y tranquila, aunque no fuera la habitual para una muchacha de su edad. La familia poseia una pequena, pero comoda casa, en un barrio situado no muy lejos del centro del pueblo. Su ubicacion les permitia tener cierta intimidad y a la vez estar cerca de las tiendas, la iglesia y el mercado. Pero Providence no era su ciudad natal. La familia Dobbs se habia mudado de Boston hacia ya casi tres anos, cuando a su padre Edward Dobbs le ofrecieron un trabajo como encargado del mantenimiento de la presa de esa ciudad. Un trabajo que les permitio empezar de nuevo y dejar atras todo el dolor que habian sufrido. A Hope no le gustaba recordar sus dos ultimos anos en Boston, le traia el recuerdo de la muerte de su madre Madelene. Una mujer dulce y buena que fallecio por culpa de unas fiebres, y que la dejo al cuidado de su padre y del pequeno de la casa: Harry, de tan solo dos anos. Desde esa tragica muerte, Hope se habia convertido en la hermana y en la madre de Harry, a pesar de que ella, por aquel entonces, solo contaba con quince anos. Ahora, cinco anos despues, Harry ya era un nino de siete anos y ella una mujer de veinte primaveras. Sabia que pronto tendria que casarse, pero estaba en una encrucijada de la que no encontraba salida. Por una parte, no podria permanecer soltera por mucho tiempo, si queria formar su propia familia; pero tampoco podia abandonar a su padre y a Harry cuando estaban tan unidos y tanto la necesitaban. Tampoco podia imponer a su futuro esposo que vivieran los cuatro juntos, al no ofrecerles la intimidad necesaria en un matrimonio. Por ese motivo, el tiempo pasaba y Hope seguia soltera. Pero ante una manana tan esplendida como esa, ningun problema parecia importante. El sol estaba en lo alto del cielo y todo indicaba que el buen tiempo del verano se negaba a marcharse. --Bueno, esto ya esta --declaro satisfecha al haber terminado de preparar las verduras. Ahora solo le quedaba esperar a que el asado estuviera y cocer las verduras que lo acompanarian. Decidida se aparto del mostrador para coger una olla cuando la puerta de la cocina, que comunicaba al patio trasero, se abrio de golpe. --?Ya esta la comida? Como si se tratara de un huracan, Harry entro en la cocina, completamente despeinado y con las ropas sucias y arrugadas. Al verlo Hope suspiro, pues era una tarea imposible mantener a su hermano limpio. --Harry, ?cuantas veces te he dicho que te limpies el barro de los zapatos antes de entrar en casa? --No lo se, han sido tantas que ya ni las cuento. A Hope le encantaba el espiritu inquieto y travieso de su hermano, aunque en ocasiones como esta lo que de verdad deseaba era estrangularle. Queriendo asustarle, Hope cogio la cuchara de palo y la oscilo delante de su cara. --Pues sera mejor que te acuerdes o la proxima vez te voy a dar con esto en el trasero. Harry la miro a la cara con ojos apesadumbrados y Hope supo que estaba perdida. Harry podia hacer todas las travesuras del mundo, pero cuando le ponia esos ojillos lastimeros estaba perdida. Y por como la observaba el granuja, este lo sabia. --?Que voy a hacer contigo? --dijo exasperada mientras dejaba la cuchara de palo sobre el mostrador. --No me has contestado. ?Esta la comida? --No, le falta media hora. Asi que aprovecha este tiempo para lavarte y recoger tu cuarto. Harry no parecio haber escuchado esto ultimo, pues se acerco a ella con una brillante sonrisa. --?Que tienes en las manos? --pregunto Hope cuando vio que su hermano mantenia las manos unidas, una sobre la otra, como haciendo una pequena prision entre sus dedos. Ensanchando la sonrisa, Harry se le acerco otro paso y alzo las manos hasta dejarlas frente a la cara de Hope. Luego, orgulloso, abrio las manos revelando un gran sapo sentado entre sus palmas, con la piel nudosa y verrugosa, ojos de color ambar brillante y pequenos dedos palmeados. --!Puaj! !Harry! --grito, alejandose de el--. ?Por que tienes eso? --Voy a hacerle una broma a papa --declaro convencido--. Tengo que buscar un buen escondite donde dejar al sapo hasta la hora de comer. --Ni se te ocurra tener esa cosa dentro de la casa. Y menos aun en mi cocina. --?Por que no? Es solo un sapo. --Por eso mismo. No puedes... --Te hace falta ese molde que esta sobre la mesa --le interrumpio Harry, pues no prestaba atencion a sus palabras. --Claro que me hace falta. --Entonces lo guardare dentro de una cacerola. --!De eso nada! La pequena criatura trato de escapar de las manos de Harry que se esforzo por mantenerlo bien sujeto. Desesperada, Hope se puso firme al no estar dispuesta a consentir que ese animal siguiera sufriendo. Por no mencionar que le daba asco. Aunque, por supuesto, no podria demostrar su animadversion por el sapo, o todos los dias se encontraria uno escondido en algun lugar de la casa. De eso estaba segura, pues solo hacia un dia que su padre, mientras comian, le confeso a Harry su miedo a estas criaturas y Harry ya habia encontrado uno para asustarle. Y solo Dios sabia de donde lo habria conseguido. --!Harry! !Saca a ese pobre sapo de la cocina! --indico Hope. Harry la observo sonriendo y haciendo que sus mejillas, normalmente rojas, se enrojecieran aun mas. Con su cabello rojo rizado, sus pecas, sus ojos verdes y sus hoyuelos, Harry parecia la viva imagen de un duendecillo irlandes. El cabello de Hope, sin embargo, era una mezcla entre el de su padre rubio y su madre pelirroja, y sus pecas ya no se le notaban tanto. Algo que ella agradecia pues, aunque eran encantadoras en su hermano, en su cara no le resultaban tan interesantes. Lo que si compartia con su hermano era su mirada de color verde jade. --?Por que no puedo tener un sapo en la cocina? --inquirio el pequeno--. Tu traes muchos animales y yo no te digo nada. Hope suspiro, luego tomo aire y conto hasta tres para tranquilizarse. --Los pollos, los peces, las perdices y los conejos son para comer, no para tenerlos de mascota en la cocina. Harry miro con asco al pobre sapo que lo observaba con ojos inexpresivos. --Entonces, ?si quiero tener al sapo en la cocina hasta que venga papa, luego tendre que comermelo? Hope estuvo a punto de soltar una carcajada, pero se contuvo y continuo mirandolo seria. --!Eso es algo asqueroso! !No pienso comermelo! --solto Harry enfurrunado. --Entonces, ya sabes lo que tienes que hac... El sonido estridente de la puerta al abrirse de golpe y chocar con la pared hizo que se callara. --Coge todo lo que puedas de valor y salir corriendo al bosque. --La voz alterada de su padre estremecio a Hope y a su hermano. --?Que pasa, papa? Edward estaba visiblemente alterado, asi como sudoroso. Parecia que habia llegado corriendo, y por la expresion de espanto de su rostro, no parecia traer buenas noticias. --Ahora no hay tiempo para que te lo explique. Solo coge lo que te he dicho y marchaos al bosque. Cuando Edward, aun en la puerta de la cocina vio que ninguno de sus hijos se movia, les grito: --!Quereis hacerme caso! Edward odio los rostros asustados de sus hijos, pero no habia tiempo para explicaciones. Si queria salvarlos debian darse prisa o seria demasiado tarde. --Por favor. --Cambio su tono de voz y se mostro mas dulce--. Tengo que seguir avisando a la gente. Vosotros solo hacerme caso. Hope asintio mientras se acercaba a su hermano. No sabia por que, pero algo en la expresion de la cara de su padre le indicaba que tenia que protegerlo. --Os quiero --senalo su padre con ojos vidriosos. Y mirando a Hope le dijo--: Cuida bien de tu hermano. Despues la sirena del pueblo comenzo a sonar y su padre se marcho dejandolos solos en la cocina. --?Que sucede? --se pregunto. Hope trepidaba a causa del miedo. Algo muy grave debia de estar pasando. Con las piernas temblando se asomo por la ventana y vio a gente apurada que salia de sus casas. Tambien observo a su padre corriendo calle arriba mientras gritaba que se pusieran a salvo en el bosque. Pero el no huia desesperado en esa direccion, sino todo lo contrario. Corria hacia la presa. --!La presa! Sin perder ni un segundo mas Hope fue hacia la habitacion de sus padres y con manos temblorosas abrio el pequeno joyero de su madre. En su interior habia un par de pendientes, un broche y un collar de perlas. Sin detenerse a pensar, metio todo en su bolsillo y regreso a la cocina donde Harry permanecia en el mismo sitio, llorando y con el rostro palido y asustado. --?A donde ha ido papa? --pregunto el pequeno. --Creo que a la presa --le contesto. Sin mas, lo cogio de la mano y tiro de el hacia el exterior de la casa. Mas personas habian salido de sus hogares y miraban freneticas a su alrededor, como si esperaran que en cualquier momento algo espantoso llegara al pueblo. Otras, sin embargo, habian decidido huir tras escuchar la sirena de aviso de la presa y corrian hacia el bosque lo mas rapido posible. El caos entre los que se quedaban parados sin saber que hacer, los que escapaban asustados y los que cargaban carros con sus pertenencias llego a ser tan grande, que resultaba dificil andar por la calle sin chocar con alguien. Hope penso si debia detenerse e informar a los menos osados para que se marcharan, pero al mirar a su hermano supo que lo unico que podia hacer era ponerlo a salvo. --Harry --llamo a su hermano para que le prestara atencion--. Ahora tienes que agarrarte fuerte a mi mano y correr lo mas rapido que puedas. Y si por algun motivo nos separamos.... --!No! --la interrumpio Harry llorando. --Escuchame con atencion, si nos separamos, corre lo mas rapido que puedas hacia el bosque y subete a un arbol. ?Lo entiendes? Harry asintio y se seco las lagrimas de su cara con la manga. --Te juro que si nos separamos te encontrare --le prometio Hope para que Harry no estuviera tan asustado. Y sin mas, Hope comenzo a correr por la calle en direccion al bosque. Mientras lo hacia, no queria pensar en la gente que se quedaba atras, ni en su padre; solo podia pensar en apresurarse y en sujetar fuerte la mano de Harry. <>, pensaba. Apretaba la mano de su hermano tan fuerte, que sabia que le estaba haciendo dano. Aun asi, no la aflojo y agradecio en silencio a Harry que no protestara ni se parara. Apenas les quedaban unos metros para salir del pueblo, cuando escucharon un fuerte y atronador crujido que resono por todo el valle. Hope estaba sin aliento, pero no se detuvo para mirar hacia atras. Ese sonido indicaba que algo horrible habia sucedido y que el tiempo para ponerse a salvo, se les acababa. De pronto, Harry tropezo y cayo al suelo. Delante de ellos estaba el bosque, y a sus espaldas, un sonido estridente que cada vez sonaba mas cerca. --Vamos Harry --le animo a que se levantara y continuara. Cuando miro los ojos de su hermano vio tanto horror y tristeza que su corazon se partio. Harry era muy pequeno, pero entendia lo que estaba pasando. Incluso, si lo pensaba con claridad, estaba segura de que todas las personas del valle ya lo sabian, pero solo unas pocas se atrevian a admitirlo y corrian hacia el bosque. --Se ha roto la presa --alguien grito tras ellos confirmando sus peores temores. El agua llegaria hasta ellos en cuestion de segundos y los ahogaria. Pero Hope no estaba dispuesta a parar, no cuando tenia que salvar a su hermano como su padre le habia pedido. Miro hacia atras y vio como una enorme ola de agua se precipitaba ladera abajo escapando de su confinamiento. Resultaba impactante observar esa enorme cantidad de agua fluyendo a toda velocidad montana abajo, sin que pudiera hacerse algo para impedirlo. A Hope le hubiera gustado gritar y que su padre la abrazara, pero no podia aflojar su determinacion. Ella era lo unico que tenia su hermano para salvarse, y aunque le costara su propia vida, estaba dispuesta a hacerlo. Con esfuerzo, consiguio mover sus pies, los cuales parecian pegados al suelo, y temblorosa cogio en brazos a su hermano y continuo corriendo. Notaba como la tierra temblaba cada vez mas y supo que la ola gigantesca estaba cerca. Ya habian conseguido llegar al bosque, pero necesitaban encontrar un terreno mas elevado. Sus fuerzas la estaban abandonando y no creia que pudiera seguir aguantando. De pronto, escucho gritos tras ella, asi como crujidos, y supo que la ola habia llegado al pueblo. Penso en todas esas personas que habia visto paradas en sus porches, con la mirada perdida. Sintio como su cuerpo se estremecia. El estruendo tras ella fue tan fuerte, que supo que la ola estaba arrasando todo a su alrededor. Casas, tiendas, personas, todo lo que conocia estaba siendo engullido por el agua. <>, se recordo. Tambien habria sido destruida y con ella... su padre. --Papa --susurro entre lagrimas al necesitarle. Temia no ser lo suficientemente fuerte para poner a su hermano a salvo. Entre sollozos escucho a Harry llorando y noto como este se aferraba a ella con todas sus fuerzas. Y lo supo. Tenia que ser fuerte y protegerlo, costara lo que costara. Su hermano solo la tenia a ella y no pensaba defraudarle. --Lo vamos a conseguir, Harry. Papa y mama nos ayudaran. Resoplando por el esfuerzo, comenzo a subir con mas brio la pendiente, hasta que vio como una pareja que corria delante de ellos se subia a un arbol. A su alrededor, otras personas optaban por seguir corriendo para alejarse lo maximo posible, pero Hope comprendio que apenas le quedaban fuerzas para continuar. Si decidia seguir corriendo, podia acabar demasiado cansada para trepar o para resistir el envite del agua cuando les alcanzara. Tenia que tomar una decision en un segundo y asi lo hizo. Se paro en un arbol robusto y alto y se dejo caer de rodillas al suelo. --Tienes que subir al arbol --le dijo a su hermano. Hope sabia que Harry treparia sin esfuerzos, pues era algo que le encantaba hacer. Sin embargo, ella con sus faldas y su cansancio, no lo tendria tan facil. --Vamos Harry --le insto, apartandole los brazos de su cuello. Tembloroso, Harry la miro y asintio sin decir nada. A Hope le hubiera gustado abrazarlo y consolarlo con palabras tiernas, pero no habia tiempo. Ahora, lo importante era salvarse, despues vendrian los abrazos. Para ganar tiempo, alzo a Harry por la cintura y lo observo subir. El rugido del agua estaba cada vez mas cerca y sabia que le faltaba poco para que los alcanzara. Los gritos ya apenas se escuchaban en la lejania, asi como tampoco se oia el canto de los pajaros o cualquier otro sonido que no fuera el del agua. Darse cuenta de que el cese de los gritos solo podia significar que la gente del pueblo ya estaba muerta, la estremecio, y le hizo desear estar en otro lugar donde la muerte no la acechara. Sin saber por que, miro hacia atras, y lo que contemplo la dejo paralizada por el horror. Providence habia sido sepultada por la gigantesca ola y solo podia verse el campanario de la iglesia. Pero eso no fue lo peor, lo que de verdad la asusto, fue ver como la ola estaba mucho mas proxima a ella de lo que esperaba. Desesperada, comenzo a subir el mismo arbol donde se encontraba Harry. Notaba como la aspera corteza danaba sus manos y como se desgarraba su ropa. Pero no le importo y continuo subiendo. Harry estaba trepando justo delante de ella, con mas agilidad. --Sube todo lo que puedas --insistio Hope, con el fin de darle animos. Sentia las manos pegajosas, pero no ceso. Continuo sin descanso cuando escucho mas gritos cerca de ella. Subio con determinacion y rezo a Dios para que los salvara, no solo a ella, sino a toda la gente que estaba a su alrededor. A los que se quedaron atras y a los que iban mas adelantados. De pronto, noto como el arbol se tambaleaba y desesperada aferro el cuerpo de su hermano. Habian llegado lo mas alto que podian y solo esperaba que fuera suficiente. --Agarrate con fuerza. --Habia conseguido su proposito. Estaban en la parte mas elevada y solo les quedaba esperar. Rezo cuando sintio el agua fria mojando su ropa y supo que el tiempo se les habia acabado. Ahora estaban en manos de Dios y solo el podia salvarlos. Cerca de ellos, vio el cuerpo inmovil de un hombre flotando en el agua y sintio deseos de gritar. Necesitando consuelo busco a la pareja que se habia subido a un arbol, y se quedo horrorizada. El agua lo habia sacudido con mas fuerza y estaba mas inclinado. Tal vez fuera, porque soportaba mas peso al tener dos personas adultas aferradas a su tronco, o porque el arbol era mas estrecho. Lo unico que Hope sabia, era que la mujer permanecia agarrada al tronco con una mano, y con la otra trataba de sujetar al hombre para que la corriente no se lo llevara. Y un segundo despues, las manos se separaron y el hombre fue brutalmente apartado de una desconsolada mujer, que tuvo que observar mientras gritaba, como su companero era empujado por las aguas contra el tronco de otro arbol. La fuerza con que fue empujado fue tan brutal, que se pudo escuchar con total claridad el crujido de su espalda al romperse. Despues, el cuerpo se alejo inmovil y laxo siguiendo la corriente. Desesperada por un poco de esperanza continuo rezando, sin perder de vista a su hermano. Si eso le sucediera a Harry, si la corriente se lo llevara, ella se lanzaria a por el sin pensarselo. No porque fuera muy valiente, sino todo lo contrario, era demasiado cobarde para enfrentarse a la vida sola. Como la mujer del otro arbol. Despues de lo que parecio una eternidad, el agua comenzo a bajar y su fuerza descendio de intensidad. El peligro parecia que habia pasado. Ahora solo quedaria descubrir quien habia sobrevivido y quien habia muerto. Hope no tenia muchas esperanzas de encontrar a su padre con vida.

  • Guardame el secreto de Carol Martin

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    Yo, lo unico que tenia que hacer, era cubrirle las espaldas a mi mejor amiga. No necesitaba en mi vida mas complicaciones pero, muy a mi pesar, accedi a ayudarla para que enganara a su pareja, quien, ademas, era mi empleado.
    Nunca podria haberme imaginado que ese hombre llegaria a convertirse en alguien mas para mi y que, ahora, quienes teniamos que guardar un secreto, eramos nosotros.

  • Recuerdos congelados de Jose M. Julia

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    La mujer sin nombre desperto en mitad de la nieve, sin memoria, desorientada. Fue rescatada por un hombre timido y carinoso, y toda su familia la acogio como una mas; pero pronto la mujer sintio despertar dentro de ella unos deseos que creia olvidados, y junto con su nuevo amigo, descubrio que podia usar el sexo para encontrarse con sus recuerdos.
    La mujer sin memoria emprendio asi una busqueda para encontrar su identidad y para entender el origen de aquella pasion que, si bien en algunas ocasiones la llevaba a las estrellas, en otras le devolvia visiones de un inquietante pasado y de un misterioso centro de investigacion…

  • La guerra de la polvora ( Temerario 3 ), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • Mujercitas de Louisa May Alcott

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    La Navidad se acerca y cuatro hermanas adolescentes, Meg, Jo, Beth y Amy, se disponen a celebrarla junto con su madre, Marmee, con la inquietud que conlleva la precariedad de dinero. Meg trabaja y aporta lo que puede; Jo ayuda cuidando a la tia March en su mansion de Plumfield y suena con ser una escritora famosa; Beth se ocupa junto con su madre del cuidado de la casa y siempre esta presta a apagar cualquier conato de disputa; Amy en fin, pese a ser la mas pequena, parece ser muy consciente de lo que quiere y de lo que le importa. Todas ellas inician, sin saberlo, un ano que marcara su desarrollo y su personalidad, pues a lo largo de el habran de buscar o encontrar su lugar en la sociedad y en el mundo, satisfaciendo cada una a su manera las expectativas sociales que les vienen impuestas o, como en el caso de Jo, impulsiva y viva de genio, resistiendose a ellas.

  • Perdiendo el juicio de Patricia Hervias de

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    <> ?Por que, en cuanto fui consciente de que ya no estaba durmiendo, me dije eso? Porque el martilleo, constante e in crescendo, iba a acabar matandome definitivamente y sin ningun tipo de remordimientos. Acerque el reloj a lo que intentaba que fuera lo mas cerca de cualquiera de los dos ojos, el que reaccionara primero. <> Fue el mas pegado a la almohada el que, despues de un pequeno esfuerzo, se abrio por completo. --!Joder! --solte a la par que intentaba incorporarme en la cama. Era tardisimo y a primera hora tenia que estar en el juzgado para revisar una documentacion relativa a uno de los juicios que estaba a punto de cerrar; ni siquiera tenia redactada la mitad de la sentencia. Bostece intentando desperezarme mientras me preguntaba como era posible que sintiera una ligera comezon en la entrepierna... como si alguien hubiera estado rozando alli su barba cual lija de pulir madera de cedro. --Buenos dias, nena. Creo que pegue el grito mas grande que nunca antes se habia oido. Ni en una pelicula de Wes Craven, vamos. No queria mirar; no, no, no... Me prometi, aunque sabia que se trataba de otra mentira mas, que eso tampoco volveria a pasarme. Otra noche mas en la cama de alguien y sin acordarme de nada recien levantada. Voy a explicarme, porque, si no lo hago, esto puede interpretarse como algo que no es. El tema esta en que, cuando duermo, lo hago de verdad. Reseteo de tal manera mi cerebro que no me centro hasta que no pasan unos minutos despues de tener el ojo abierto. ?Que quiere decir esto? Que no me voy borracha a la cama y luego no me acuerdo de con quien he estado, no. Simplemente tengo muy mal despertar, lento, y eso es lo que me estaba pasando en ese instante. No era consciente de donde estaba, pero, por lo visto, no era en mi cama. Asi que tenia dos salidas: una, esperar a recordar, y ya lo estaba haciendo; dos, darme la vuelta para ver con quien y donde habia pasado la noche. Sin malgastar un segundo mas, pues no estaba para perder tiempo, me incorpore definitivamente y, al girar el rostro, me encontre con la mirada de un tipo con carita de perrito desvalido. Y si, tenia barba, por ello entendi lo de mi entrepierna. Me sonreia con aspecto somnoliento. No estaba mal, pero que nada mal... y de pronto mi memoria funciono a la perfeccion. La noche anterior habia salido de fiesta con las chicas; teniamos pendiente celebrar que, despues de mucho estudiar, hacia ya un tiempo que habia conseguido aprobar la oposicion para ser jueza. Lucia habia venido a pasar unos dias a Madrid, y esa noche habia dejado a su pequeno con Rodrigo en casa de sus padres. Lourdes habia regresado de Mexico por unas semanas, para visitar a sus familiares, y Nuria aprovecho la conjuncion para aparcar a su marido. Llevabamos sin vernos casi un ano, el tiempo que hacia que Lourdes se habia casado, y por eso la celebracion habia quedado pospuesta hasta ese momento. Fue una noche memorable y, claro, cuando ellas decidieron retirarse a sus reales aposentos, a mi me estaba tirando la cana un hombre que estaba de toma pan y moja. Por supuesto, soy la unica soltera del grupo y he de aprovechar las oportunidades que la madre naturaleza pone frente a mis ojos. He de dar rienda suelta al calentamiento global humano que mi cuerpo desprende. --Alfonso... --Lo mire timoratamente, temiendo que me hubiera equivocado al recordar su nombre. --Eso es --asintio a la vez que se acercaba con la rapidez de un halcon a colocarse en posicion de cucharita y situaba una mano en uno de mis pechos, para ser exactos, a excitar un pezon, y la otra se entretenia en mi sexo... <> --Buenos dias, rubita juguetona. --Se dirigio a mi con suavidad, mientras ponia sus manos en mi cintura, levantandome para colocarme a cuatro patas. Asi me penetraba con mas fuerza, mientras sentia como una de sus manos me apretaba un pecho y acariciaba con la otra mi clitoris con destreza. Ni dolor de cabeza, ni naranjas de la China. <>, como diria Mafalda. <> A ver, esto si que no lo diria ella. !Mi madre!, no sabia lo que ese tio estaba haciendo exactamente con su cuerpo y el mio, pero, en menos de cinco minutos, un orgasmo intenso recorrio todas y cada una de mis terminaciones nerviosas. Grite mucho y aprete con fuerza las sabanas, que acabaron enrolladas entre mis manos. Poco despues se corrio el y se dejo caer sobre mi espalda. Fue uno de esos polvos mananeros arrolladores que hacen que no se te quite esa sonrisa de gilipollas que se te pone despues de follar. Si, porque eso era lo que habia hecho, y en ese momento lo recordaba... pasar toda la noche follando sin parar con ese tio, y acababamos de rematarlo con una de las posiciones que habiamos probado un par de veces. Lo aparte de mi con brusquedad, para que mentir, y lo mire a los ojos. La verdad era que el tio estaba bueno a rabiar.

  • Furia, Jonathan Kellerman de Jonathan Kellerman

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  • El secreto de Marrowbone de Sergio G. Sanchez

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  • Ropa musica chicos de Viv Albertine

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    Como los viejos elepes, este libro tiene una cara A y una cara B. La primera podria titularse <>. La segunda, <>. Viv Albertine llega a Londres en 1958 con cuatro anos, procedente de Sidney. Estas memorias arrancan con su infan-cia y adolescencia, entre descubrimientos musicales -John Lennon, los Kinks, Marc Bolan-, conciertos –de los Stones, David Bowie…-, primeras escapadas -a Amsterdam- y primeras experiencias adultas -con ladillas incorporadas-. A finales de los setenta, dos encuentros lo cambian todo: conoce a Mick Jones y descubre a Patti Smith. A partir de ahi, Viv se integra en la emergente escena punk y vive en primera linea aquellos anos de revuelta, provocacion y excesos: los Sex Pistols, Malcolm McLaren, Vivienne Westwood, los Clash, Sid Vicious y Johnny Thunders, la formacion del grupo de chicas The Slits, en el que toca la guitarra, los locales miticos, el Soho, con sus cines porno y sus clubs, los conciertos salvajes, la heroina, las peleas con skinheads, el descubrimiento del free jazz y la gira a la que invitan a Don Cherry…, hasta que a principios de los ochenta su banda se disuelve. Arranca entonces la cara B, con la necesidad de reinventarse, el interes por el cine, un aborto, una hija, el cancer de cuello de utero, el divorcio tras un largo matrimonio y su nueva situacion como mujer madura, tema al que dedica una cancion: <>.

  • Hijas del castillo Deverill de Santa Montefiore

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    Otros referentes podrian ser Diana Gabaldon o Florencia Bonelli.

  • Venganza de Calavera 2 (AMOS Y MAZMORRAS 14) de Lena Valenti

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    KODA KUMAR ES EL PEQUENO DE LOS CALAVERA. EL QUE POSEE EL
    DON DEL CHAMAN. Y EL QUE HA VIVIDO SIEMPRE PARA LOGRAR SU VENGANZA.
    AHORA ESTA A PUNTO DE LLEVARLA A CABO, PERO DESCONOCE LAS CONSECUENCIAS.
    SKY SABE DE JUEGOS, DE SEDUCCION Y DE LEER ALMAS. PERO HA VIVIDO
    PERMANENTEMENTE DOMINADA POR EL PODER DEL PATRON.
    CUANDO KODA KUMAR LA SECUESTRA NO SE IMAGINA COMO DE CARA
    VA A SER SU LIBERTAD. PERO ESTA DISPUESTA A LUCHAR POR ELLA.

  • Cuando despiertes (Bajo sospecha 4) de Mary Higgins Clark

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    Cuarto libro de la serie protagonizada por la reportera e investigadora Laurie Morgan y el equipo del programa de television Bajo sospecha.

  • El ultimo barco de Domingo Villar

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    UN NUEVO CASO PARA EL INSPECTOR LEO CALDAS. La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Alli las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ria de Vigo. Una manana de otono, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presento a una comida familiar el fin de semana ni acudio el lunes a impartir su clase de ceramica en la Escuela de Artes y Oficios.

  • El compromiso del creador de Felix Ovejero Lucas

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    En el arte, desaparecida la tradicion y sus reglas, incapazel mercado de deslindar el trigo de la paja, y con las criticasy las reflexiones esteticas, cuando resultan inteligibles, bajosospecha, los artistas andan perdidos a la hora de tasarla calidad de su quehacer y tampoco confian en unos colegasque, como ellos, empenan la vanidad en el oficio.

  • Temporal de Tomas Gonzalez

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    Mario y Javier salen de madrugada a pescar con su padre. Y desde las primeras lineas de esta novela con tintes de thriller psicologico es claro que la tormenta y el odio que sienten los hijos por el padre amenazaran a los tres personajes, hora tras hora de la travesia, con sumergirlos en la desgracia. No importa que tan abundante sea la pesca ni que tan imponentes sean las imagenes de la naturaleza que los rodea, pues las arremetidas del rencor nunca dejaran de sorprenderlos, y los hermanos se quedaran perplejos ante las ansias de acabar con el padre.

  • Los favoritos de C.J. Benito de C. J. Benito

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    En este recopilatorio encontraras los libros favoritos del autor:

  • Adiccion (Hermanos Duncan 1) de A.g. Keller

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    Max es el hermano mayor de los Duncan, es alto, guapo, de ojos grises y actitud despreocupada. Odia los trajes elegantes hechos a la medida, las declaraciones a la prensa y perder una apuesta. Aunque su apariencia demuestre lo contrario, el es un exitoso empresario, en el mundo de los Video Juegos. Adora los tatuajes que adornan su cuerpo, las mujeres faciles, un buen cigarro y un trago de whisky. A sus treinta anos, Max todavia no se ha casado, no tiene pareja fija y mucho menos hijos. El tiene un defecto, a pesar de lucir como el partido perfecto para cualquier chica inteligente. tiene una adiccion que esta a punto de arruinarlo. Una noche conoce a Nicole Calaway, de manera accidentada en un bar cercano a su oficina. Max queda prendado de su generosa sonrisa, el color castano de sus ojos, y el aleteo coqueto de sus pestanas. Al instante supo que esa mujer era especial. Sin imaginarse de quien realmente se trataba.

  • Mi vida contigo de Andrea Munoz Majarrez

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    ?Te enamorarias de alguien a quien nunca has visto?

  • El profesor de musica de Lizzy Bronte

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    MISTERIO Y ROMANCE SE ENTRELAZAN EN ESTA HISTORIA QUE NO DA RESPIRO.
    -SCARLETT O’CONNOR

  • Ellas hablan de Miriam Toews

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    Durante anos, en la recondita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistematicamente drogadas y violadas mientras dormian. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empenaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginacion, o quiza del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tios, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prision pero que en apenas dos dias seran liberados bajo fianza y regresaran a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones estan a punto de reunirse en secreto para tomar una decision que determinara su futuro. ?Que deben hacer? ?Perdonarlos, como pide el Pastor? ?Responder a la violencia con mas violencia? ?O marcharse para siempre?

  • Muerte. Amor desde la Tumba de Rocio Verdejo

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    Alfredo Ferrer acababa de mudarse a la ciudad de Nueva York, este, habia sido uno de los logros mas significativos de toda su vida, ya que, siempre habia querido vivir en la gran manzana. Habia nacido en la ciudad de Monterrey, y posteriormente, se habia mudado a la ciudad de Mexico, donde habia crecido, y habia desarrollado finalmente estudios en la secundaria y en la universidad. Pero los Estados Unidos, siempre habia estado entre los principales objetivos de Alfredo, quien consideraba que habia nacido en las condiciones equivocadas y de alguna u otra manera, tenia que alcanzar ese estatus que resultaba tan atractivo para el. El de los grandes millonarios que lucian imponentes, y eran conocidos por absolutamente todo el mundo. Pero si algo caracterizaba a Alfredo Ferrer, era el hecho de que queria construir su fortuna de una manera legal y honesta, se le habian presentado diferentes oportunidades a lo largo de su vida donde podia conseguir ese poder tan deseado, pero bajo circunstancias realmente peligrosas. Educado por una madre trabajadora y un padre muy arraigado a los valores familiares, Alfredo habia tenido una vida normal, sencilla, pero sin extrema necesidad. Por fortuna, nunca se habia tenido que ir a la cama sin probar un bocado de comida, sus padres le habian proporcionado un techo, y siempre tenia para vestir. Pero, aunque trataba de ser agradecido con todo lo que le habia sido proporcionado, Alfredo siempre habia esperado mas de la vida, y sentia que esa inconformidad que tenia en su interior, y que lo agobiaba durante las noches mientras desarrollaba sus ilusiones, lo llevaria tarde o temprano por el camino adecuado. Despues de mudarse a Nueva York, el ultimo ano habia sido el mejor de toda su vida, el negocio habia ido muy bien, logrando estandares que ni el mismo se habia imaginado. Su fortuna crecia a un ritmo exorbitante, y todo habia sido gracias al trabajo, la dedicacion y la creencia en si mismo. A lo largo de su carrera, habia asistido a diferentes conferencias donde los expositores vendian las historias de exito como si fuesen muy sencillas de alcanzar. Pero el sabia que nada de lo que le vendian en este tipo de eventos, lo iba a llevar a alcanzar lo que este deseaba obtener si no se enfocaba y conseguia su propia vision del mundo. Habia hombres que construian su fortuna simplemente parandose frente a otras personas a contarles como les habia ido de bien, y la manera en que habian conseguido el exito, pero muy temprano en la vida, Alfredo Ferrer habia comprendido que las formulas no se aplicaban de la misma manera a todo tipo de personas. Por mucho que tratara de emular a sus heroes financieros, Alfredo entendio que no iba a conseguir absolutamente nada mientras estuviese en el mismo lugar, tenia que movilizarse, conseguir dinamismo en su vida, y arriesgarse, ya que, habia heredado una parte muy desfavorable de su madre; el miedo a avanzar. Siempre habia tenido una percepcion completamente clara sobre su madre, era una mujer luchadora que no habia dejado de trabajar un solo dia para llevar el pan a la casa, pero esta, teniendo multiples oportunidades para mejorar su vida, siempre habia sufrido de miedo e inseguridad, por lo que, preferia mantenerse en un ambiente seguro, y no arriesgarse a perder lo poco que tenian. Alfredo, decidido a cambiar por completo este esquema para su propia vida, habia comenzado a explorar territorios fuera de la burbuja del confort, enfocandose en sus estudios y en prepararse para una vida de negocios, que demandaria una mayor disciplina y compromiso. Sus primeros pasos en el mundo empresarial habian sido como vendedor de seguros a domicilio, no era el trabajo de sus suenos, pero las comisiones de este empleo habian sido suficientes para conseguir lo primero que habia comprado con su propio dinero, su primer coche. Algo que para muchos era simple procedimiento de todos los dias, para el era un logro increible poder comprar su primer coche, habia sido el primer paso de una serie de metas y exitos que comenzarian a llegar gradualmente. Para unos era simplemente un vehiculo de cuatro ruedas, pero para Alfredo, era un trofeo, el primero y el mas simbolico, ya que, se habia planteado en lo mas profundo de su ser, que si habia logrado conseguir aquel coche, entonces podria aplicar la misma formula para poder apuntar a elementos mucho mas importantes. De lo que si estaba completamente seguro es que todo no se trataba de lo material y lo superficial, Alfredo habia crecido con fuertes valores por lo espiritual, ya que, debia acompanar a su madre a la iglesia cada domingo, algo que le habia permitido acumular una gran cantidad de conocimientos teologicos. Conocia la biblia, y entendia muy bien el equilibrio entre el bien y el mal. Aunque no era demasiado religioso ni practicaba el catolicismo, sabia que una gran parte de su personalidad estaba edificada bajo las ensenanzas de su madre, quien, durante toda su vida, sirvio como un gran soporte para acompanarlo a lo largo de toda esa carrera hacia el exito que, el mismo por decision propia habia decidido emprender. Habia sido un periodo de trabajo duro, vender seguros a domicilio, no era algo bien visto por parte de los clientes, los cuales, constantemente estaban atentos ante la posibilidad de estafa. El simplemente era un chico inseguro que poco a poco iba desarrollando su propio metodo, pasando por encima de las ensenanzas de sus mentores, los cuales, parecian adiestrarlos simplemente para que fallara y no se convirtiera en una competencia. Y era precisamente este elemento el que habia entendido Alfredo que funcionaba como un engranaje muy importante del motor que lo llevaria a alcanzar sus suenos, los competidores. El podia asumir la posicion del competidor en desventaja o el que era perseguido, y mientras mantuviese este enfoque en su mente, siempre se mantendria dinamico, trazando una estrategia para avanzar en la carrera o simplemente permanecer atento ante el momento en que alguien quisiera pasar sobre el. Fueron largos dias de agotamiento, inclusive, durante algunas noches, solo llegaba a dormir un par de horas, ya que, pasaba gran parte de la madrugada estudiando, buscando la manera de mejorar en lo que hacia. Con solo 25 anos de edad en ese momento, tenia una gran cantidad de proyectos en mente, pero cuatro anos despues, y no precisamente de la nada ni por arte de magia, se habia convertido en el hombre que siempre habia querido ser, un hombre poderoso, millonario, pero que no habia perdido la humildad. Le habia sugerido a sus padres que se mudaran con el a los Estados Unidos, pero ellos tenian raices muy arraigadas en Mexico, asi que, simplemente habian dejado que su pequeno pichon volar hacia nuevos cielos. Era la materializacion de un sueno, y ese momento en el que Alfredo se despidio de sus padres yendose hacia la busqueda de su futuro desde el aeropuerto de la ciudad de Mexico, fue decisivo, era un antes y un despues. La independencia, la emancipacion, la dependencia de si mismo, era algo que lo hacia sentir realmente gratificado cuando veia las cosas que poco a poco iba alcanzando. No se las debia a nadie, no tenia que pagar favores, nadie le habia prestado un solo centavo, todo lo habia alcanzado Alfredo Ferrer con sus propios medios, con sus ideas, sus estrategias, sus habilidades que habia entrenado con largas noches de estudio. El hecho de trabajar para otros, habia dejado de ser una necesidad, ya que, estaba cansado de generar dinero para sus superiores, ahora, el tenia la posibilidad de generar empleo para otras personas, que se encontraban en la misma situacion que el hacia unos anos atras, asi que, de esa manera habia comenzado su camino hacia el poder absoluto. Cuando Alfredo Ferrer abrio su primera oficina en la ciudad de Nueva York, se mantuvo en el mismo sector, habia decidido hacer lo que conocia, vender seguros, pero esta vez, lo haria de una manera mucho mas ambiciosa, invirtiendo hasta el ultimo centavo que tenia, y con la posibilidad de irse a la quiebra si todo fracasaba. Pero era precisamente esa creencia total en sus habilidades, la que le daba una ventaja adicional a Alfredo sobre sus competidores, los cuales, consideraban una gran cantidad de riesgos y evaluaban mucho las condiciones para poder avanzar. Alfredo era un saltador al vacio nato, constantemente, se arriesgaba cuando una nueva idea surgia en su mente, y esto, era lo que lo habia movilizado hacia la evolucion. Se habia mudado de la ciudad de Mexico a la Gran Manzana, dando un salto significativo, ya que, sabia que, en Nueva York, la competitividad era un mayor, y habia personas mucho mas preparadas que el, dispuestas a aplastar a la competencia. Pero el espiritu, la conviccion y la luz que llevaba dentro Alfredo, lo fueron llevando a ver con sus propios ojos, la materializacion de algunos de sus suenos mas extremos. Comprar su primer piso en la ciudad de Nueva York fue otra meta significativa para el, no lo habia pagado a credito, era uno de los pocos que podian darse el lujo de comprar un Pent-house de contado, pagando hasta el ultimo centavo y sin deberselo a absolutamente nadie. Su exito personal, estaba en la cuspide, y sentia que absolutamente nada podia derribarlo de aquel pedestal donde el mismo habia llegado con cada gota de sudor derramada y cada noche invertida en evolucionar su conocimiento. Pero no todo era perfecto en la vida de Alfredo, o al menos no durante toda su vida, ya que, esa creencia, esa casi obsesion en poder alcanzar las metas que para otros serian imposibles, lo habian alejado de una vida normal. No habia tenido demasiadas novias, y aquellas que se involucraban con el, siempre terminaban frustradas ante la incapacidad de este chico de poder conectar sentimentalmente con alguien. No estaba listo para enamorarse, sabia que los sentimientos simplemente lo iban a desviar del camino que queria seguir, era energia que no estaba dispuesto a perder innecesariamente, ya que, necesitaba todo el enfoque para sus proyectos. Era guapo, muy seductor, pero era algo natural, su mirada era profunda, penetrante, casi invasiva, sin querer que asi fuese, y esto, hacia que las mujeres se derritieran para el, sin que este hiciera absolutamente nada mas que ser el mismo. El exito que habia tenido con las mujeres, habia sido natural, nada demasiado sintetico, no tenia que esforzarse como los otros chicos, que se ejercitaban excesivamente para tener algunos musculos en sus pechos, o en sus brazos para poder conquistar a las chicas.