• libro la mujer del pelo rojo - Orhan Pamuk

    https://gigalibros.com/la-mujer-del-pelo-rojo.html

    La nueva novela del Premio Nobel Orhan Pamuk.

  • LA MUJER DEL PELO ROJO | ORHAN PAMUK | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-la-mujer-del-pelo-rojo/9788439732563/6215343

    El libro LA MUJER DEL PELO ROJO de ORHAN PAMUK en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • La mujer del pelo rojo (Literatura Random House) - Amazon.es

    https://www.amazon.es/mujer-pelo-Literatura-Random-House/dp/8439732562

    La mujer del pelo rojo (Literatura Random House) : Pamuk, Orhan: Amazon.es: Libros.

  • La mujer del pelo rojo Versión Kindle - Amazon.es

    https://www.amazon.es/mujer-del-pelo-rojo-ebook/dp/B0795Z37LJ

    La mujer del pelo rojo eBook : Pamuk, Orhan: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. La mujer del pelo rojo de [Orhan Pamuk] ...

  • La mujer del pelo rojo | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/36989-libro-la-mujer-del-pelo-rojo-9788439732563

    La nueva novela del Premio Nobel Orhan Pamuk. Una historia de amor y parricidio en el Estambul de 1980.

  • La mujer del pelo rojo: Orhan Pamuk, sin energía | Babelia

    https://elpais.com/cultura/2018/05/14/babelia/1526313341_844549.html

    21 may 2018 — El hilo narrativo lo lleva un joven llamado Cem, hijo de un farmacéutico de Estambul implicado en actividades políticas de signo izquierdista ...

  • LA MUJER DEL PELO ROJO - PAMUK ORHAN

    http://quelibroleo.com/la-mujer-del-pelo-rojo

    Es el primer libro que leo de Orhan Pamuk, un Premio Nobel joven con muchos años por delante para crear. Somos afortunados. La Mujer del Pelo Rojo es un ...

  • La mujer del pelo rojo - Libro de Orhan Pamuk - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/98301/la-mujer-del-pelo-rojo

    Mientras excavan sin suerte metro a metro, nace entre ellos un vínculo casi paterno-filial, una dependencia mutua que se verá alterada cuando el adolescente se ...

  • La mujer del pelo rojo - Pamuk, Orhan - Todos tus libros

    https://www.todostuslibros.com/libros/la-mujer-del-pelo-rojo_978-84-663-4700-6

    11 jun 2021 — La nueva novela del Premio Nobel Orhan Pamuk. Una historia de amor y parricidio en el Estambul de 1980. «Hoy por hoy, después de tantos años ...

  • LA MUJER DEL PELO ROJO - ORHAN PAMUK - Agapea

    https://www.agapea.com/Orhan-Pamuk/La-mujer-del-pelo-rojo-9788439732563-i.htm

    Comprar el libro La mujer del pelo rojo de Orhan Pamuk, Literatura Random House (9788439732563) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online ...

  • Sonrie, mi amor, en Nueva York de Silvia Garcia Ruiz

    https://gigalibros.com/sonrie-mi-amor-en-nueva-york.html

    Amanda Black es una arrogante modelo publicitaria que solo se deja retratar por el mejor fotografo, su tio, el unico capaz de captar la alegria que ella perdio tras la muerte de sus padres. Y desde que un impertinente fotografo se cruza en su camino y se atreve a insultar el trabajo de su adorado tio, Amanda jura hacerle la vida imposible, y para ello, nada mejor que convertirse en su modelo en exclusiva durante un tiempo.

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

    https://gigalibros.com/en-los-ojos-de-gabrielle.html

    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • INCRIMINADO de Nora K. Rose

    https://gigalibros.com/incriminado.html

    ?Preparados para leer una novela terriblemente romantica, llena de ternura, carino, emocion, amor y desamor, y. persecuciones policiales?

  • La nueva educacion, Cesar Bona de Cesar Bona

    https://gigalibros.com/la-nueva-educacion-cesar-bona.html

    La nueva educacion es el testimonio sincero y valioso de un maestro de hoy.

  • Hasta que llegaste tu (Stonebridge 3) de Diana Scott

    https://gigalibros.com/hasta-que-llegaste-tu-stonebridge-3.html

    Reed siempre supo que su pasado lo atrapaba en un infierno del que jamas quiso escapar pero tuvo que llegar ella para estropearlo todo…

  • Las horas muertas de Jorge Caneda

    https://gigalibros.com/las-horas-muertas.html

    Samuel e Izan viven aislados en una casa al borde del acantilado. Hace anos que no ven un infectado de cerca. El anciano, testigo del mundo previo al apocalipsis climatico que estallo hace decadas, esta obsesionado con sobrevivir lejos de los zombis y del contacto humano. A diario lucha contra las inquietudes de su nieto, quien ansia saber que habra mas alla de las estacas que los protegen. La rutina diaria se rompe cuando Samuel lleva por primera vez al joven a explorar un pueblo abandonado. Alli encontraran un cuaderno con un extrano mensaje.

  • Bombay sin salida de Alfredo De Braganza

    https://gigalibros.com/bombay-sin-salida.html

    Nada igual le habia sucedido en el pasado. El corazon le palpitaba dolorosamente. Sintio un agudo pinchazo en el pecho. Laura Garcia sabia que iba a morir. --Mierda, me muero --mascullo con el sudor provocado por el panico, victima del proceso conocido como <>. --Te pondras bien --le dijo David apretando con fuerza la herida del costado. Tenia las manos manchadas de sangre. La garganta de Laura emitio un ruido al tragar saliva. La tapiceria del asiento estaba llena de cristales rotos. David habia tenido que romper la ventana para amedrentar al tembloroso conductor de que o los llevaba al hospital o se quedaba sin vehiculo. Laura asintio al tiempo que se puso a temblar, pero empalidecio todavia mas. Trago otra vez saliva con dificultad. --Lo siento. --Habia un deje quejumbroso en su voz. Tenia los ojos anegados en lagrimas, los latidos del corazon le resonaban con fuerza en la cabeza y en el pecho--. No debi haberte llamado. --No es un tema para tratar ahora. Te pondras bien. David Ribas conocia la ciudad de Bombay como la palma de su mano. Con aspavientos, iba dirigiendo desde el asiento trasero al asustado conductor del taxi que camino tomar por las callejuelas intrincadas formadas a base de improvisacion en una ciudad superpoblada. Se encontraron de frente con una inesperada fila de vehiculos obstaculizando el trafico. Ninos, bicicletas y un vendedor de cacahuetes tostados pasaban junto a ellos bajo el calor humedo. David fruncio el ceno en gesto reflexivo. Miro por las ventanas laterales, buscando una salida. No la habia. --!Vamos! --ordeno a gritos antes de quedar taponados--. !Atras, atras! El conductor dio marcha atras, se oyo un sonoro ruido en la caja de cambios y la rodadura del neumatico quedo marcada en el asfalto. Dos motocicletas se apartaron para dejarle paso. El coche dio la vuelta por completo y, cuando lo tuvo enderezado hacia la direccion contraria, piso el acelerador a fondo. A punto estuvieron de que un camion colisionara brutalmente con ellos. Si no sucedio fue gracias a la pericia del conductor del camion, que consiguio esquivarlos en el ultimo momento. Cuando giro bruscamente de nuevo saltandose la mediana, metio tercera y se salto un semaforo el rojo. El coche apestaba a liquido de embrague chamuscado. --!A la derecha! --le grito David indicando la direccion con el brazo extendido hacia un lado. Cruzaron la interseccion Chapekar Chowk para adentrarse en una serie de calles estrechas, haciendo caso omiso de indignados bocinazos. Del Consulado de Espana, situado en la zona de Nariman Point, al hospital mas cercano la distancia no era mucha, pero aquel mediodia Marine Drive, el paseo maritimo tambien conocido como <> (cuando se ve por la noche desde un punto elevado en cualquier lugar a lo largo del malecon, las luces de la calle se asemejan a un collar de perlas) estaba bloqueado por el trafico. Hacia pocos minutos que la explosion por el atentado habia sumido en un autentico caos las inmediaciones y los accesos por carretera de Bombay, capital financiera de la India, ya de por si sujeta a las molestias del crecimiento, asi como a la alterada vision de la incomoda convivencia de la riqueza con la inmensa pobreza, de lo moderno con lo viejo. Tras las rapidas indicaciones del espanol, el conductor entro en una amplia avenida. De repente, dio un volantazo para esquivar a un vendedor ambulante de fruta que pretendia cruzar la carretera empujando su carro lleno de mercancias. Despues, enfilo en direccion recta con un rugido. A David le vino a la memoria algo curioso que habia aprendido en los inicios de su estancia en la India: por reaccion automatica e inconsciente una persona, en caso de emergencia, siempre tiende a desviarse hacia la izquierda. Por este motivo conducir en la India es mas seguro que en otros paises, ya que el conductor con prisas y panico que se sale de la carretera va al arcen; de lo contrario, ocasionaria una colision frontal. Tras indicarle a voz en grito que direccion tomar, el conductor hindu, empapado en sudor y empujado por el nerviosismo, obedecio virando a la derecha, saltando de nuevo otra mediana, internandose en direccion contraria y haciendo posteriormente un giro hacia una calle perpendicular a velocidad supersonica. Intimidados por esta agresiva forma de conducir, los vehiculos que venian de frente se apartaban. Los ojos del conductor pasaban continuamente del frente al retrovisor interior y al lateral. Al entrar en una calle de un solo sentido se toparon con la comitiva de una boda. Frente a ellos, a escasos metros, el novio iba a lomos de un caballo enjaezado. Habia musica y bailes al ritmo estridente de una cancion popular de Bollywood. La gente tiraba petardos, cantaba y bailaba al son de la musica. El aire caliente y humedo que se colaba por las ventanillas del coche olia a humo de polvora a causa de los petardos. Sin tiempo para pensarselo dos veces, la decision fue instintiva. David grito al conductor: --!Atras, atras! !Rapido! A velocidad vertiginosa, el vehiculo retrocedio hasta dar la vuelta por completo y, tras un derrape en el que perdio el tapacubos de una rueda, se impulso hacia delante y tomo una calle paralela de dos direcciones, donde les recibieron bocinas atronando y conductores que agitaban violentamente los punos y les insultaban desde las ventanillas. El nervioso conductor del taxi recitaba en voz alta un rezo en sanscrito al tiempo que tocaba con una mano las coloridas figuras de las deidades hindues pegadas en el salpicadero para llevarse rapidamente los dedos a la altura del corazon y a los labios. Laura Garcia estaba tumbada sobre el regazo de David. Le miro asustada y solto un grunido. --Aguanta… --La beso en la coronilla. --Perdoname --respondio sosteniendo un sollozo ahogado. --Hiciste lo que debias hacer --repuso el acariciandole el pelo. Tenia la frente perlada de sudor. Desde la distancia se escuchaba el ulular de las sirenas. Dos ambulancias cruzaron en sentido contrario. --?Como supiste que habia venido a Bombay a matarte? --pregunto Laura. En su boca tenia un extrano regusto metalico y por experiencia propia sabia que era el sabor del miedo. David la observaba detenidamente y aguardo un instante. --La experiencia... Siguiendo las indicaciones de su pasajero, el conductor atraveso una mediana entre chirridos de neumaticos y mas estruendo de bocinas del trafico que circulaba en sentido contrario. Luego hizo girar en redondo el coche haciendo un torpe cambio de sentido, saliendo a una carretera mas estrecha y de un solo sentido. Gotas de sudor en las sienes, ojos inquietos, aspecto de nina indefensa. Asustada. --Y aun sabiendo que ibas a morir viniste a verme. --Cada palabra caia lentamente como pesadas piedras. David la escuchaba, pero mantenia la vista al frente, controlando las direcciones que el conductor indio iba tomando. --Si. --Lo unico que deseaba era que sucediera algo que pudiera impedirmelo. --Pues mira que suerte la tuya, yo me muero --mascullo angustiada y temblorosa. --No, no te vas a morir. No lo voy a permitir. --La voz de David temblo por la intensidad de las emociones que lo abrumaban. Antes de cruzar la interseccion con Queen's Road estuvieron a punto de golpear a un vendedor ambulante que empujaba su carro lleno de verduras. --Estamos ya en el hospital --dijo David alzando la voz--. Vamos a conseguirlo. Te pondras bien. !Aguanta! Con el grito, Laura abrio los ojos de par en par. --Escuchame... Escuchame... --dijo tan despacio y tan debil que David se vio obligado a inclinarse hasta que sus narices casi se rozaron--. Eres encantador. El se dio cuenta de que su rostro empalidecia. Tenia los ojos hundidos y los labios de color violeta. Entraron a gran velocidad en el parking del Bombay Hospital & Medical Research Centre. Los viandantes saltaban a los lados al tiempo que el conductor golpeaba insistentemente el claxon y soltaba improperios por la ventanilla. El vehiculo paro frente al porche, en un lugar exclusivo para ambulancias. Un enfurecido guardia de seguridad salio corriendo, apresurandose a llamar la atencion al conductor, pero al ver al pasajero banado en sangre sacando el cuerpo de una mujer, a toda vista extranjera y blanca, corrio de vuelta al interior del edificio pidiendo ayuda a gritos. --!Aguanta! --le grito David al tiempo que subia los escalones con rapidez, sujetando en brazos su cuerpo. Laura esbozo una leve sonrisa y alzo la mano para tocarle la mejilla. David miro alrededor mientras seguia caminando y pedia ayuda en marati y en ingles. Un grupo de enfermeros llego empujando una camilla. Le quitaron de los brazos a Laura y la tumbaron. Mientras uno de ellos empujaba, otra persona pinchaba una bolsa de suero y la conectaba a la via del brazo para aumentar el fluido en su sistema circulatorio y reponer la sangre perdida. David los siguio sujetando la mano de Laura. Las brillantes luces de los plafones del techo robaban todo el color a su rostro y le daban una apariencia espectral. Un medico llego corriendo. Mientras los enfermeros empujaban la camilla por el pasillo, uno de ellos le puso al corriente del estado de la paciente. --Quiero inmediatamente dos vias intravenosas de alto flujo y dos litros de suero salino. !Ya! --grito antes de acercar su rostro a Laura--. Aguante, que ya estamos. --Dirigiendose a David, anadio con seriedad--: Vamos a llevarla de inmediato a la planta superior. Frente a ellos aparecio el rotulo luminoso rojo de <>. Un enfermero detuvo a David, que intento entrar en el ascensor con ellos. --Usted quedese en la sala de espera de la segunda planta --dijo poniendole la mano en el pecho--. Alli tendra que rellenar los formularios pertinentes. David sentia las piernas temblorosas, flojas. Queria aferrarse a ella como un clavo ardiendo, pero se quedo de pie, parado en medio del pasillo, con la ropa banada en sangre y sudor. La rabia le subio por la garganta, pero trago saliva para controlarla. Frente a el, la puerta del ascensor se cerro. Primera Parte Vivir o Morir 1 David Ribas estaba encaramado en lo alto de un andamio hecho con palos de bambu y cuerdas. Sentado a horcajadas, divisaba el parque publico situado a escasos metros, donde unos ninos jugaban alegremente al criquet. Hacia un calor y una humedad poco habituales para aquel mes del ano, y se alcanzaban los niveles de una sauna a vapor. Treinta y siete y subiendo, y todavia no eran ni las doce del mediodia. Se limpio el sudor de la frente con la palma de la mano y, dando martillazos a los tablones de madera, se dispuso a reanudar la tarea de reconstruir el techo del colegio. El propietario, llamado Manjit, que ejercia a la vez de director, no pudo contratar a un equipo de expertos. El colegio no pertenecia al gobierno, ya que, de hacerlo, y debido a las trabas administrativas, acabaria corrompiendose, y llegaria a tener que pagar sobornos hasta para conseguir permisos de luz a ciertas horas o incluso por la distribucion del agua. David llamo a sus hombres y bajo del precario andamio para tomar un vaso de lassi [1] que les ofrecia Manjit en una gran jarra de barro. Entre sorbos, el espanol le dijo a Manjit que estaba convencido de que conseguirian terminar antes de que los jovenes estudiantes comenzaran el nuevo curso escolar. Faltaba un mes hasta que se reanudasen las clases. Ya se imaginaba el tejado restaurado y a prueba de goteras para cuando llegara el monzon. Para terminar el trabajo de remodelacion del techo, David se habia traido a cuatro albaniles que eran unos manitas, pues sabian de fontaneria, carpinteria y pintura. Era todo cuanto necesitaba para ayudar al director a reconstruir su colegio para los ninos de primaria y secundaria que vivian en el cercano barrio de chabolas. No habia hecho falta comprar nada, ya que habia obtenido todo el material gracias a los contactos de Hassena, jefa del crimen organizado en Bombay y protectora del espanol. David Ribas habia llegado a la India hacia anos. Su mujer murio asesinada por terroristas islamistas que asediaron el hotel Taj Mahal Palace, donde se hospedaban. El fue rescatado y devuelto a la vida por Hassena, y desde entonces se habia convertido en su esbirro. Hassena le habia dicho que emplease su tiempo libre en otros menesteres, que ya se encargaria ella de mandar a un equipo de profesionales, pero el espanol queria hacerlo por si mismo. Le caia muy bien el propietario del colegio. Manjit era un hombre de unos sesenta anos que aparentaba ochenta, conocido por su labor altruista, sobre todo en su completa dedicacion a la educacion gratuita para ninos. Uno de los ninos que jugaban al criquet, llamado Sameer, siempre estaba ojo avizor. Era un pequeno desgarbado de unos doce anos, --ni el mismo sabia con exactitud su edad--, con pantalon corto roido y camiseta gris de tirantes. Dejo lo que estaba haciendo y salio discretamente corriendo hacia el colegio. A fuerza de ir andando todo el dia descalzo, tenia las plantas de los pies tan duras como las suelas de unas sandalias. Con sonidos guturales, se acerco llamando la atencion del espanol sentado en lo alto del andamio. Desde abajo, realizo signos con sus manos al aire en direccion al tejado. Con movimientos rapidos de sus dedos, el nino mudo le advirtio de que un hombre permanecia escondido dentro de un vehiculo y tomando fotos en su direccion. David le respondio con signos, dandole las gracias, y le pidio que volviese a reanudar el juego con sus amigos. Antes de salir corriendo, Sameer se volvio y solto un gemido hacia el espanol, moviendo con frenesi de nuevo los dedos. Desde el andamio, David le sonrio y respondio que tendria cuidado, que nada malo le iba a pasar. David lanzo una fugaz mirada mas alla, a la sombra de un gran arbol. Alli, en el interior de un vehiculo, vio a un hombre agazapado. Sabia que debia extremar la precaucion desde ese momento. Por la noche, cuando hubo terminado de trabajar, despues de despedir a sus ayudantes y quedar con Manjit para el dia siguiente, decidio irse a cenar a su puesto de comida preferido, un restaurante de comida tipica india a pie de calle. Tras una rapida aunque concienzuda inspeccion de su motocicleta Royal Enfield, concluyo que nadie la habia manipulado. Metio las llaves en el contacto y salio disparado con su inconfundible motor ronroneando, sumergiendose en el atolondrado trafico. Encorvado sobre la moto, zigzagueaba entre el trafico modificando la velocidad. Aparco a cierta distancia y camino hasta el puesto de comida callejera, uno de los muchos que solia frecuentar. Conocia al detalle lo mejor de cada uno y sus horarios. Incluso en horas tan intempestivas como la madrugada, sabia que establecimiento estaria abierto y cual era la especialidad. Caminaba hacia el local aparentemente sin mirar a nadie, pero en realidad no dejaba de observar a cualquier transeunte que estuviera dirigiendo indebidamente la atencion hacia el. El Coromandel presentaba sus clientes habituales sentados en butacas de colores y sillas de plastico. Eran jovenes estudiantes, empleados mal pagados y explotados en centros de llamadas internacionales, popularmente conocidos como call centers. Tambien habia un grupo familiar con sus ruidosos ninos correteando por el local. El camarero iba sirviendo las mesas con agilidad al tiempo que tomaba nota. David tomo asiento en una mesa apartada y, mientras esperaba su pedido, se quedo escuchando las noticias nacionales en lengua marati que proyectaba un raido televisor de pantalla plana colgado de la pared. A pocos metros de distancia, en el interior de una furgoneta Omni, tres hombres contemplaban varias fotografias de David Ribas ampliadas a veinte por veinticinco. Eran instantaneas poco recientes, de su vida anterior en Espana. Las compararon con las imagenes digitales que acababan de captar al sospechoso entrando en el local y las tomadas previamente, mientras trabajaba en la construccion del tejado del colegio. Habia perdido peso, tenia el pelo mas canoso y desalinado, ahora llevaba barba poblada y antes estaba completamente rasurado; sin embargo, la frente y nariz eran las mismas. ?Podia ser el hombre que realmente buscaban? Desde un pequeno ordenador portatil enviaron las fotografias a traves de archivos jpg a un destinatario. No tardaron mucho en recibir respuesta. Las imagenes habian sido sometidas al maximo escrutinio tecnologico y confirmaban que aquel hombre era el espanol David Ribas, dado por muerto hacia anos en el atentado terrorista contra el hotel Taj Mahal Palace de Bombay. 2 Al salir del local despues de cenar, no se fijo en nada en concreto. Sin embargo, seguia asimilandolo todo: transeuntes, coches aparcados y vehiculos que pasaban por la calzada. Un conductor de autorickshaw se aproximo. --?Quiere que le lleve? --le pregunto en ingles con un marcado acento tipico indio. --Donde quiera que me diga, le llevo. Cobro muy barato. El espanol sabia que le habia tomado por un gora [2] , un extranjero mochilero de aspecto hippy. Iba a alzar la mano para indicarle su negativa cuando observo un movimiento por un lateral. --Si quiere fijamos un precio --insistio el conductor al tiempo que manejaba su vehiculo de forma paralela.

  • El destino de Ana H. Murria de Maite R. Ochotorena

    https://gigalibros.com/el-destino-de-ana-h-murria.html

    <>
    INSPIRADA EN HECHOS REALES.
    Que opinan los lectores de esta novela de Intriga y Suspense:

  • Manto del Firmamento (Los Devonshire 4) de Maria Isabel Salsench Olle

    https://gigalibros.com/manto-del-firmamento-los-devonshire-4.html

    Georgiana o, como la llamaban, Gigi era una Cavendish. Y, como tal, poseia una belleza extraordinaria asi como una personalidad singular y, en ocasiones, controvertida.
    Poseedora de una inteligencia que asustaba a los hombres del 1845 e interesada en estudiar medicina en una sociedad que se lo prohibia , finalmente, encuentra su alma gemela en Thomas Peyton.

  • La Piedra De Moises de James Becker

    https://gigalibros.com/la-piedra-de-moises.html

    UN ANTIGUO CODIGO. UN SINIESTRO SECRETO… UNA PERSECUCION A VIDA O MUERTE EN BUSCA DE LA VERDAD. El detective Chris Bronson es enviado a Marruecos a investigar las misteriosas muertes de dos turistas. Alli comienza a seguir una serie de pistas que le conducira desde un bullicioso mercado marroqui a las deserticas cuevas de Qumran; desde los ecos siniestros de un tunel completamente inundado bajo la ciudad de Jerusalen, hasta una fortaleza azotada por el viento, cuyo nombre significa muerte.Amenazado a cada paso por un grupo de peligrosos individuos que tienen sus propios planes, se ve envuelto en un misterio que lleva sin resolver desde tiempos biblicos, pues la piedra que debe encontrar es mas antigua y mucho mas mortifera de lo que nunca habria podido imaginar.<>--Clio <>--Variety <>--Diario de Ferrol

  • Un instante eterno de Yolanda Revuelta

    https://gigalibros.com/un-instante-eterno.html

    Cuando Grace Morales llega al rancho, en Aspen, despues de recibir la peor noticia de su vida se percata de que tiene que pasar pagina lo antes posible si quiere dejar atras su pasado y hacer frente a su inminente presente. Su prioridad es que las heridas del ayer no se abran y regresar lo antes posible a Nueva York, la ciudad que ha escogido para vivir y que la mantiene alejada de Cooper. Pero no todo es tan sencillo porque se da cuenta de que no es inmune al amor del vaquero que la conquisto en su juventud.

  • No cambiaria nunca, Eli Jane Foster de Eli Jane Foster

    https://gigalibros.com/no-cambiaria-nunca-eli-jane-foster.html

    Amanda era descarada, vestia como le apetecia ignorando las reglas sociales y practicamente hacia lo que le daba la gana. Aunque en su trabajo era eficiente, asi que su jefe no podia echarla. Respecto a los hombres, no llegaba a encontrar lo que realmente necesitaba y eso que lo buscaba. No paraba de buscarlo, pero nada. Frustrada salio de fiesta con una amiga para encontrarse con lo que menos se esperaba...

  • El arte de la entrevista de Rosa Montero

    https://gigalibros.com/el-arte-de-la-entrevista.html

    Una seleccion de las entrevistas mas emblematicas de una de las grandes del periodismo.

  • Conquistada (Soul Circus 1) de Nisha Scail

    https://gigalibros.com/conquistada-soul-circus-1.html

    Sacada a la fuerza de su casa y depositada sobre la acera de su edificio con nada mas que lo puesto, Helena supo lo que era vivir una pesadilla. El hombre con el que llevaba viviendo desde hacia mas de un ano, se habia esfumado llevandose todo lo que tenia y la habia dejado en la calle con una desorbitada cantidad de deudas.

  • Dulces mentiras de Caz Frear

    https://gigalibros.com/dulces-mentiras.html

    Cat Kinsella siempre ha sido el ojito derecho de su padre, hasta el verano de 1998, cuando ve a su padre coqueteando con Maryanne Doyle, una chica de diecisiete anos. Cuando mas tarde Maryanne desaparece y su padre niega conocerla, la relacion con el cambia para siempre. Han pasado dieciocho anos y ahora Cat es una agente de la Policia Metropolitana de Londres. Cuando acude al escenario del crimen de un asesinato cometido en King’s Cross, descubre el cuerpo de una mujer, Alice Lapaine, que ha sido estrangulada no muy lejos del pub que ahora regenta su padre. Cuando las pruebas relacionan a Alice con Maryanne, que aun continua desaparecida, afloran de nuevo todos los antiguos miedos que Cat tenia respecto de su padre. ?Es posible que de verdad sea un asesino? Decidida a enfrentarse al pasado, Cat empieza a investigar el caso.

  • Sonando con Molly de Lori Beasley Bradley

    https://gigalibros.com/sonando-con-molly.html

    Cuando la exitosa autora Sherri Lambert regresa a su ciudad natal despues de 40 anos, no espera encontrarse con Dylan Roberts, el rompecorazones de la escuela secundaria, ni tampoco con las visiones que atormentaron su infancia.

  • Un dia en la vida de un editor de Jorge Herralde

    https://gigalibros.com/un-dia-en-la-vida-de-un-editor.html

    Prologo de Silvia Sese
    <>, dice Jorge Herralde, y el oficio al que se refiere es, claro, el de editor.
    Este libro arranca precisamente con la minuciosa descripcion de un dia cualquiera en la vida de un editor. Y, a partir de ahi, una sucesion de textos de origen diverso articulos, discursos, entrevistas, entradas de diario.-componen un completisimo recorrido por los secretos del sector editorial y por la evolucion y las entranas de Anagrama desde su fundacion en 1969 hasta el presente.
    El lector tendra acceso a una vision de insider -perspicaz y con toques de fina ironia marca de la casa- del mundo editorial; de los primeros anos de andadura de Anagrama en el tardofranquismo y la Transicion -incluidos los combates con la censura, los secuestros de libros y hasta un incendio provocado en la distribuidora; de la creacion y desarrollo de colecciones imprescindibles como <>; de la importancia del humor british en el catalogo; de la intensa relacion del editor con Latinoamerica, con especial atencion a Mexico y Argentina; de su paso
    por las ferias del libro -Frankfurt, Guadalajara, Paris.-; de los contactos con autores y colegas editores, como los que se producen durante un viaje por Estados Unidos con visitas a Grace Paley, Eudora Welty, Lawrence Ferlinghetti, Tom Wolfe, Sonny Mehta.; del encuentro con esa insuperable generacion de autores ingleses bautizada como British Dream Team; de la intensa vida social y cultural durante una estancia en Paris evocada en un diario.
    Ademas del impagable anecdotario, el libro ofrece una rica panoramica del universo de la edicion, retratos de escritores como Luis Goytisolo o Bolano, de editores como Jose Manuel Lara Bosch y Jerome Lindon, y reflexiones muy jugosas sobre la industria del libro: los peligros de la concentracion editorial; el futuro cargado de incertidumbres, pero tambien de posibilidades.
    Un dia en la vida de un editor se suma a libros anteriores de Jorge Herralde como Opiniones mohicanas y Por orden alfabetico en la construccion de una suerte de memorias abocetadas mediante la suma de textos diversos que, a modo de piezas de un mosaico, perfilan la trayectoria del fundador de Anagrama, una de las editoriales europeas verdaderamente imprescindibles de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI.

  • Al ritmo de tus besos, Sarah McCourt de Sarah Mccourt

    https://gigalibros.com/al-ritmo-de-tus-besos-sarah-mccourt.html

  • Nobleza de espiritu de Rob Riemen

    https://gigalibros.com/nobleza-de-espiritu.html

    Un valeroso libro cuyos ensayos nos recuerda que la cultura no puede florecer sin libertad, la libertad sin cultura no vale la pena.

  • La mitad de la noche de Mayra Montero

    https://gigalibros.com/la-mitad-de-la-noche.html

    Un domingo de agosto de 1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la playa de Biarritz con la intencion de ahogarse. La nina de siete anos, Elsa, advierte algo extrano en la actitud de su madre y consigue escapar tras un forcejeo. El nino pequeno en cambio, de solo dos anos, muere ahogado y Magdalena es internada en un psiquiatrico por el resto de su vida.

  • Descubri lo que de verdad importa (Serendipity 6) de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/descubri-lo-que-de-verdad-importa-serendipity-6.html

  • Visiones en la niebla de Jose Sanchez San Martin

    https://gigalibros.com/visiones-en-la-niebla.html

    Ayer enterramos a Jeronimo. Fue una de esas tardes grises y desapacibles que no se olvidan. La niebla se filtraba por los intersticios del cuerpo y el viento imponia su sonido sibilante sobre el gimoteo de los allegados y las herramientas de los obreros. Mientras asistia a la inhumacion, pense que el dia era apropiado para tal fin. Como si el lo hubiera elegido a proposito. Le agradaba inmiscuirse en medio de la voragine invernal, para desafiar a los elementos e imponer su presencia sobre ellos. Era asi de intempestivo y osado. Doblegarse significaba para el tanto como perder su intrinseca estima personal. En una de esas frases pretenciosas que a veces le gustaba citar y a mi me enervaban decia que preferia soportar la adversidad antes que ceder en las convicciones personales. Una solemne tonteria. Como si la vida, en su inherencia, no tendiera espontaneamente a la permisividad y la componenda. Quien no lo conociera podia pensar, oyendole hablar asi, que era un hombre incapacitado para aceptar la vida tal como es; pero creo que, en el caso de Jeronimo, habria que interpretar su enfatica declaracion como un reconocimiento explicito de ingenita tenacidad que le inhabilitaba para aceptar el estado natural de las cosas y le compelia a la busqueda de un ideal perfectivo. Digo esto porque, debido a esa terquedad suya en no ceder ante las conveniencias, hubo de soportar muchos contratiempos, entre ellos, el ultimo y definitivo, que le llevo a la tumba. No seria por no haberselo advertido. --Jeronimo, no fumes. Asumes un riesgo innecesario para tu salud, ademas de practicar un habito insipiente, anacronico y vulgar. Mi consejo era sincero, aunque no del todo desinteresado. Miraba por mi salud tanto como por la suya. El humo que expulsaba con pertinaz insistencia por boca y nariz me hacia toser y lagrimear, ademas de impregnar ropas y pelo de un nauseabundo olor a combustion. Mis advertencias jamas hicieron mella en el. En aquella epoca, llevar el pitillo en la boca era signo destacado de hombria, como sujetarlo entre los dedos resultaba un elemento de distincion. A nadie, ni siquiera a los medicos, se le ocurria pensar en la nocividad del tabaco. A mi tampoco, pero la vision de una chimenea ennegrecida por el humo me sugeria la idea aterradora del mal. Como reaccion a mis jaculatorias preventivas, Jeronimo expelia con virulencia el humo sobre mi rostro y me miraba con fingida lastima, esperando la asfixia momentanea. Yo hacia aspavientos para dar a entender que, en efecto, estaba a punto de quedarme sin aire, lo que motivaba sus carcajadas por la hazana. --!Aprende a fumar y actua como un hombre! --me decia con sarcasmo. Yo me apartaba con repugnancia del cerco humeante, pero el me perseguia arrojandome su vaho con pertinaz insistencia. Pese a esta pugna cotidiana a cuenta del tabaco, Jeronimo y yo nos entendiamos a la perfeccion. El solia comentar, con no poca admiracion, la buena amistad que manteniamos desde tantos anos ha. Era verdad, a pesar, anadia yo, picajoso, del obstaculo inevitable que interponia el tabaco. Jeronimo, como prueba irrefutable de que este nunca nos podria separar, echaba mano al bolsillo del pantalon, extraia el paquete de cuarteron y comenzaba a fumar, mientras ratificaba esa buena relacion entre nosotros. A veces, cuestionabamos en que podia fundamentarse tal amistad, considerando el divergente modo de ser y de pensar de cada uno: yo amaba la regularidad, el orden, la habitualidad; el, por el contrario, sentiase bohemio hasta el tuetano, gustaba del desorden, la diversidad, la ocasion excepcional. Yo era puntual, pacifico, disciplinado, ahormado en la moral imperante y sumiso al compromiso social. El buscaba el enfrentamiento para demostrar su superioridad, asumia la rebeldia como el mejor modo de asentar su personalismo y era tan reacio a cualquier moral como renuente al orden establecido. Tales contrastes de personalidad debieran habernos alejado el uno del otro, pero acontecio lo contrario, que nos ahormaron hasta hacernos inseparables. Jeronimo decia que precisamente lo que nos faltaba a cada uno era lo que servia para unirnos, complementandonos mutuamente. Asi debio de ser, cuando nos permitio fraguar una solida amistad que perduro para siempre. Con Ramiro, el tercer miembro del grupo, la amistad, aunque sincera, no tenia la misma intensidad. El se parecia en muchos aspectos a mi, y eso, quieras que no, siempre originaba controversias por cualquier tiquismiquis. Ambos pretendiamos imponer nuestro criterio, evidenciar la respectiva preparacion cultural o la agudeza de nuestro pensamiento. Hasta en lo fisico pretendiamos imponernos el uno al otro, aunque teniamos practicamente la misma estatura y una efigie mas bien vulgar. Con Jeronimo, sin embargo, todas estas prevenciones y piques estaban de mas. Asumiamos de principio que sus peculiares prendas fisicas, su acusada masculinidad, le hacian superior a nosotros. Tanto a Jeronimo como a Ramiro los conoci en el instituto, cuando estudiabamos el bachillerato. Eramos companeros de curso, aunque apenas si habiamos intercambiado media docena de palabras. Fue una manana de noviembre de aquel lejano tiempo cuando nuestros destinos se unieron. A la entrada en clase nos comunicaron la ausencia del profesor y nos dieron tiempo libre durante dos horas. Este era un lapso enorme para nosotros, que intentamos aprovechar a discrecion. A sugerencia de un companero, decidimos hacer una excursion a lo largo del cauce fluvial, no lejos de donde se ubicaba el centro docente. Deambulamos sin prisa, con descuido, a traves del camino de sirga. Ibamos en pandilla, aunque la estrechez del sendero nos permitio formar grupos de tres o cuatro chicos. En uno de ellos coincidi con Jeronimo. Intercambiamos pocas palabras, intrascendentes, como para quejarnos del intenso frio reinante o alabar la belleza del rio en aquel paraje que transitabamos. Ambas constataciones, por mas que evidentes y manidas, eran certeras. Recien salidos de los Santos, ya el frio novembrino se dejaba sentir como anticipo del invierno al que nos abocabamos. La humedad que se desprendia del rio acrecia esa sensacion de malestar y nos hacia apretar el abrigo contra el cuerpo, en una instintiva actitud de defensa. La andadura, no obstante, reactivaba la sangre y nos hacia reaccionar contra el frigido elemento. Eramos jovenes y el ejercicio nos servia para actualizar nuestra energia vital. Surgieron las primeras bromas y las risas afloraron con facilidad. Hubo amagos de empujar a alguno y arrojarlo al agua, lo que ocasiono pugnas apasionadas entre los que empujaban y los que resistian, con general jolgorio. La manana, ciertamente, resultaba desacostumbrada para nosotros. A esa hora debieramos estar enclaustrados en un aula, escuchando con gesto aburrido y displicente las explicaciones del profesor de turno. Pero con la oportuna e inesperada ausencia de este, nos propiciaba una excursion insolita, a traves de parajes exoticos y bellisimos. Lo que mas apreciabamos en ese momento era la inmediata sensacion de libertad que nos acuciaba. El grupo abigarrado de cincuenta muchachos disfrutabamos de la excepcionalidad de una escapada insospechada, a traves de un mundo novedoso y primordial. La constatacion de ese particularismo servia de acicate a nuestra despreocupacion y permitia aflorar nuestro mejor talante. El mismo aire que respirabamos, cargado de sutiles aromas campestres, nos permitia interiorizar la vivencia unica que disfrutabamos. Aspirabamos con delectacion esa atmosfera perfumada con los sutiles aromas de bosques y humedales, como si quisieramos saturar nuestro organismo con esas esencias de la naturaleza, para que perduraran en nosotros. Las conversaciones joviales, el retoce juvenil y las risas faciles, propensas a la escandalera, no nos impedian ponderar la apabullante belleza del paisaje que contemplabamos. El rio en aquella zona que transitabamos se expandia con ampulosidad al discurrir por tierras bajas y sin obstaculos, lo que propiciaba que las aguas fluyeran tranquilas, parsimoniosas. Mostrabase asi el cauce fluvial, al fondo de los ribazos, como un inmenso espejo, cuyos bordes fueran escrupulosamente vigilados por nucleos de chopos centenarios. El leve tintineo de sus hojas, a impulsos del suave cefiro, ponia contrapunto al contenido murmullo del agua en su lento discurrir. La epoca otonal en que nos encontrabamos tenia con patina dorada parte de las masas arboreas, propiciando, junto al cristal purisimo del rio, una conjuncion cromatica, subyugante y venusta, de naturaleza inmaculada, como recien surgida del halo magico de la creacion. Era facil extasiar la vista por ese escenario natural y admirar la serenidad y plenitud formal de un mundo magnificente, que parecia puesto a proposito para nuestro disfrute. Para influir mas en nuestro sobrecogido animo y darle un toque de misterio e irrealidad al apabullante paisaje, estaba la niebla. No tenia la densidad de los dias de invierno, cuando cae sobre nosotros como un manto pesado, oclusivo, que entorpece la vista e invade nuestra intimidad con sus vapores sinuosos. En aquella manana excepcional, nos envolvia una bruma sutil, ligera, que apenas sobresalia un metro por encima del suelo, suficiente para darnos la sensacion de que caminabamos entre algodones y de que los arboles que nos flanqueaban, asi como el terroso camino serpenteante, o todos los demas elementos que nos rodeaban, carecian de base y flotaban ingravidos sobre el lecho nebuloso. Pero la sensacion mas asombrosa procedia de la vision que ese espacio espectral nos sugeria. Ante su percepcion global, la realidad del paisaje se difuminaba para ser sustituida por el simbolismo de un mundo magico, preternatural, recien creado con retazos de cielo, tierra y agua, para nuestra contemplacion y deleite. He visto despues, a lo largo de mi vida, muchos parajes hermosos; pero la vision paradisiaca de aquel mundo primigenio y sublime permanece en mi recuerdo a traves de los anos como la idealizacion de un orbe sin macula, formado a imagen y semejanza de nuestra exultante juventud. No duro mucho aquel extasis natural, quiza para que aprendieramos a asumir que los momentos de exaltacion de la belleza no se prodigan y, en su oportunidad, deben ser apurados al maximo. Nuestra andadura continuaba en progresion indefinida, hasta que una de las corrientes tributarias del caudaloso rio nos hizo desviar el rumbo. Atravesabamos ahora tierras labrantias, alternantes con campillos y rozas de gleba, dejando a nuestra espalda el cauce fluvial. Pasado el instante de encantamiento, regresaron las bromas zafias y las risas prontas. Tan pronto pisoteabamos surcos perfectamente delineados en espera de la sembradura, como nos adentrabamos en tierras esteriles, de cascajal. El acicate de nuestra andanza residia en la carencia de rumbo; avanzabamos a donde nos conducian nuestros pasos, conscientes de que era el viaje mismo quien motivaba nuestro entusiasmo. No pretendiamos llegar a ninguna parte; solo deambular y descubrir lo que la andadura nos propiciaba, a traves de aquellas tierras llanas, sin alcores a la vista. El tiempo parecia desaparecido de nuestras vidas. Asumiamos con toda naturalidad que nos habiamos constituido en seres privilegiados, recien asomados a la pletorica pubertad, y disfrutabamos plenamente de nuestra privilegiada condicion. En medio de la inmensa paramera que ahora atravesabamos, gozabamos de nuestra juventud, liberados de la prision del tiempo, errantes por mundos ineditos sin un destino fijo. En cierto momento de nuestro nomadismo, uno de los companeros creyo reconocer el paraje por donde a la sazon transitabamos. Segun el, nos encontrabamos cerca del lugar donde antano hubiera un ventorro famoso, muy visitado en las epocas veraniegas y ahora medio en ruinas. Acuciados por la curiosidad de ver ese arcaico establecimiento, nos dejamos guiar por el chico que nos informara. Atravesamos ejidos y pisoteamos cornijales en erratica marcha, cual formas fantasmagoricas pululantes en medio de la tenue neblina. El improvisado guia parecia bastante desorientado y retrocediamos o ladeabamos el rumbo segun la ocasional inspiracion de aquel. En un determinado momento se detuvo y miro alrededor. Era evidente su confusion, lo que motivo que le arrojaramos gruesas pullas y lo avergonzaramos por su ineptitud. Hacia tiempo que el poderoso murmullo del rio se habia mitigado y un silencio forzado, de naturaleza muerta, se imponia en el ambiente. Hicimos un alto forzados por la desorientacion, mientras nuestro companero-guia daba cortos paseos de un lado a otro. Segun el debiera estar alli el objeto de nuestro interes, mas ninguna obra de hombre se veia a nuestro alrededor. Estabamos en medio de una amplia meseta, de suelo desigual, formado a base de canto y tierra. En el extremo de la irregular perspectiva el terreno se elevaba ligeramente para formar un monticulo rocoso. Era una zona extremadamente lata y arida, sin restos de yerbajos o ratizos. Para descansar de la caminata, nos sentamos un momento mientras reelaborabamos sugestiones e iniciativas. Nuestra incipiente aventura se frustraba y los animos se enfriaban a la vez que los ateridos cuerpos. Permaneciamos todavia sentados sobre el frio suelo, ajenos a la incomodidad, como si el tiempo se hubiese inmovilizado y nosotros estuvieramos cautivos de el. Nadie acerto a definir un proyecto que nos sedujera, por lo que nos incorporamos y enfilamos el camino de regreso. Estabamos lejos de sospechar que esa andadura aparentemente residual nos conduciria directamente a lo que, para Jeronimo y para mi, constituiria, muchos anos despues, un destino inesquivable, plagado de sugestiones, incertidumbres y sobresaltos. El punto de encuentro con el se encontraba en las afueras mismas de la ciudad, no muy lejos de nuestro instituto. Se trataba de un viejo, aunque robusto, edificio, construido en piedra, de amplias dimensiones, cuya fachada principal, sobria, sin aditamentos, estaba horadada por sendas aberturas sin trazos decorativos. Solo el vano de la puerta, en forma semiesferica, se permitia un cierto ornato, al rodearla con una linea de impostas, como si la forma curva pudiera provocar osada perturbacion en la tarea contemplativa, y se quisiera paliarla con el simbolico e inmediato cerco de lineas rectas, hechura de una existencia que no se permite la duda. Todos los vanos estaban oportunamente cegados. Incluia el edificio en uno de sus laterales airosa torre de tres cuerpos, el superior de los cuales aparecia trepanado a cada lado por una ventana, de dimensiones mas pequenas que las de la fachada. Quiza en tiempos pasados la atalaya rematara en forma de terraza almenada, pero ahora mostraba cubierta de teja, con la indudable finalidad de dar servicio a ese espacio suplementario. La singularidad del accesorio fue la que dio nombre al edificio, que en la ciudad se conocia popularmente como <>. Estaba rodeada por un amplio terreno, ahora arenoso, con un exiguo resto de miseros arbustos, que en tiempos debio de constituir el jardin de la peculiar mansion. Cercano a la edificacion se encontraba un pozo de amplia embocadura, hermeticamente protegida con tapa metalica, oportunamente candada. Sobre el brocal, se erigia un arco de hierro, en funciones de cigonal, que remataba airosamente el circulo de piedra. El senorial conjunto estaba resguardado por un tapial de mamposta, como de metro y medio de altura, sucio, destrozado en varios puntos, con apenas restos de su antiguo enlucido. La cancela de hierro que ocluia el lugar, de planchas en la parte inferior y de verja en la superior, rematada a modo de lanzas que apuntaban al cielo, estaba oxidada, con costurones como cicatrices que hendian la ferrea piel y mostraban sin piedad los desgarros seculares. A saber cuando dejo de cumplir su funcion la cerradura que aparecia medio desencajada del cuerpo de la cancela. Tal era el estado de abandono que, cuando pretendimos mover la pesada puerta para acceder al interior, los agarrotados goznes se negaban a girar; solo despues de un vigoroso esfuerzo conjunto conseguimos entreabrirla, entre el agudo rechinar del mecanismo, quejoso del imprudente trato. El companero que propuso adentrarnos en los terrenos de la obsoleta mansion hizo saber que estaba deshabitada desde muchos anos antes y que podiamos deambular por alli sin cuidado alguno, como si estuvieramos en la calle. Asi lo hicimos, intentando abrir la tapa del pozo para husmear en su interior, pero el grueso candado impidio nuestros propositos. Nos acercamos al palacete y tocamos con admiracion sus grandes sillares, heridos en varios puntos por la inclemencia del tiempo. Los mas cercanos al suelo eran los que mostraban mas desperfectos, habiendo perdido parte de su volumen, desmoronandose con facilidad en cuanto se hurgaba en ellos. Fue en este curioseo cuando descubrimos que, en la parte posterior del edificio, una de las piedras limitrofes con el suelo estaba desencajada y dejaba una hendidura, estrecha y oscura. Del inquieto grupo estudiantil surgio al instante la impertinente pregunta acerca de que habria en el interior. --Eso lo podemos saber ahora mismo. El que hablo fue Jeronimo, y su iniciativa nos permitio conocer su audacia y decision. Aparto a los que estabamos cerca de la abertura siniestra y la observo con detenimiento. Jeronimo era muy alto, con estructura fisica atletica y rasgos de cara armonicos y finamente delimitados. Me repugnaba apreciar la belleza masculina, asi que preferi pensar que las mujeres considerarian a Jeronimo como un hombre muy guapo. Se peinaba con raya al lado, en una epoca en que los chicos soliamos dirigir el pelo hacia atras. Como marca visible, mostraba en la mejilla izquierda, junto a la patilla, un lunar en forma ovalada, como de un centimetro y medio de largo; lo que en otro hubiera quiza supuesto un defecto natural, constituia en el un motivo mas de atraccion. Sin decir palabra alguna, se despojo del abrigo, que me alargo para que lo sostuviera. No tenia importancia aquel gesto, ya que era el companero mas cercano; pero me lleno de orgullo, porque, de algun modo, me hacia participe de la aventura que iba a protagonizar. Despues rebusco en los bolsillos y extrajo una caja de cerillas, que tambien me dio, con el encargo de que se la facilitara cuando estuviera dentro. Su voz era suave, agradable, sin rastro de nerviosismo o vacilacion. La decision de Jeronimo nos parecia a todos, mas que valerosa, temeraria. Causo tal impacto en mi que solo me atrevi a decirle que tuviera cuidado. Era tanto como animarle a seguir, para que no se frustrara nuestra curiosidad. Jeronimo, con admirable tranquilidad, introdujo las piernas en el agujero, ocupando totalmente el perimetro de este. Era imposible que el ampuloso pecho de Jeronimo cupiera por alli. ?Y si el valiente companero quedaba ocluido en medio del orificio, sin poder entrar ni salir? Este pensamiento me agobio durante un momento, el preciso en que Jeronimo, con admirable flema, dijo: <>. Expulso el aire para comprimir el torax y dio un fuerte impulso hacia abajo. Acontecio lo que me temia: pese a su prevision contractora, el pecho ocupaba todo el escueto espacio y no era posible deslizarse por el. Fueron unos segundos comprometidos, en los que algunos cambiamos angustiosas miradas, que traslucian el pensamiento aterrador de que nuestro companero quedara eternamente aprisionado. No seria el primer caso. Recorde, al efecto, la fachada sur de nuestro templo catedralicio, en una de cuyas ventanas, escueta y cegada, sobresalia el busto en piedra de una figura humana. Segun la leyenda, se trataba de un intruso que se introdujo en el templo con intencion de robar. Al ser descubierto, quiso huir por la escueta ventana, pero su fuerte complexion corporal le impidio traspasarla, quedo atrapado y, como castigo divino, convertido en piedra. Era una leyenda que a los muchachos nos espantaba, sin que prejuzgaramos el hecho sorprendente de que la carnalidad de un hombre fuera trastocada en petrea materia. !Pero si lo decian nuestras madres es que era verdad! En la ocasion presente, viendo a Jeronimo aprisionado en el agujero, sin posibilidad de moverse, recorde la siniestra leyenda catedralicia y me horrorice. Como portavoz autorizado por el hecho de sostener el abrigo de nuestro heroe, di un paso adelante y grite con desesperacion: --!Hay que hacer algo, antes de que se convierta en piedra! Los demas companeros me miraron estupefactos, sin comprender lo que queria decir. Tambien Jeronimo, desde su incomoda postura, me dirigio una mirada intencionada, cargada de ironia. Era evidente que conocia la leyenda del ladron, porque me dijo: --No te preocupes, que yo no me voy a quedar aqui eternamente. Lo expreso con desparpajo, como si estuviera disfrutando con la situacion. Tan pronto como termino de hablar, extendio los brazos hacia arriba para facilitar el resbalamiento, dio un fuerte impulso hacia abajo y desaparecio bajo tierra. A partir de ese momento, se produjo entre los que estabamos fuera un silencio respetuoso, como si temieramos que el companero hubiera desaparecido para siempre, devorado por las fauces siniestras de algun monstruo subterraneo. A impulso del miedo y la curiosidad, me acerque a la siniestra boca. Solo veia oscuridad. En esa posicion indagatoria y temerosa estaba cuando del antro surgio una garra, seguida de un grunido sobrecogedor: Lance un alarido de terror y pedi auxilio a los companeros, con voz angustiosa. Antes de que pudieramos reaccionar, se escucho una risita sarcastica y la voz de Jeronimo en tono de guasa: --Soy yo, hombre. No seas cobardica. Acercate y dame las cerillas. Fingi suficiencia y valor, como si mis anteriores palabras hubieran sido tambien expresion de broma. Pero mi corazon latia todavia sobresaltado. Introduje la mano en el orificio con la cajetilla. Al instante, senti como me la arrebataba Jeronimo desde dentro para, a continuacion, tirar con fuerza de mi brazo. Yo solte una risa forzada, aunque interiormente no las tenia todas conmigo.

  • Avisame cuando este muerto de Frank Gran

    https://gigalibros.com/avisame-cuando-este-muerto.html

    ‘Avisame cuando este muerto’, es una novela de suspense y trhiller psicologico.Si pudieras saber donde y como acaba tu vida, y aun sabiendo el motivo de tal desenlace, no pudieras recordarlo. Manana podria ser tarde. A unas pocas horas para el final, pensarias en aquello que nunca has hecho y debieras haber resuelto. Te castigarias hasta el ultimo momento, o bien, jugando tu ultima carta, intentarias volverte en contra de todo lo que te ha sometido a tal tragedia.Bernie se despierta solo en una pequena embarcacion. Perdido en medio del oceano. No recuerda como ha llegado alli, ni el porque de su precario estado. Debera luchar, no solo por recobrar su memoria, sino tambien por su vida. Sin agua ni comida, apenas podra sobrevivir unos dias. Su destino esta a punto de llegar a su fin. Solo una persona puede ayudarlo a escapar de semejante final. El mismo. Sabe que no puede sucumbir a la muerte sin mas. Recordar, aunque eso le duela mas que cualquier castigo fisico.

  • No confies en el Devorador de Lighling Tucker

    https://gigalibros.com/no-confies-en-el-devorador.html

    La periodista Chloe Chapman suena con ascender en la redaccion en la que trabaja. Harta de reportajes absurdos, la oportunidad surge ante ella con una entrevista, poco esperanzadora, en la base militar de Alice Springs; la mas remota del pais. El mundo elucubra sobre ellos, dicen que son seres perversos y oscuros, aunque no son mas que simples personas aburridas viviendo en un lugar lejano.
    Con pesar, se embarca en un viaje de avion, tren y coche para llegar a ese sitio nada divertido. Su contacto a encontrar es Nick, el segundo al mando.
    Y justo cuando el aparece tras las puertas de aquella amurallada base, todo parece cambiar. No es un hombre aburrido, es diferente a todo lo conocido y, a su vez, peligroso.
    Nick Carson tiene una vida perfecta o casi. Todo gira entorno a sus obligaciones laborales y placeres nocturnos, ha encontrado la mezcla idonea para que su vida fluya perfectamente. Aunque todo sufre un vuelco cuando una nueva periodista llama a su puerta. Chloe no es una historia mas, ella decide acabar con su zona de confort para sacudir su vida de golpe.
    Ambos, sin saberlo, sellaran su destino con un articulo.
    Son como nosotros, respiran y hablan como los humanos, pero son Devoradores de pecados. Perversos, peligrosos y con ansias de saciarse del lado oscuro de las personas. Mienteles y satisface su hambre.

  • Teoria de la gravedad de Leila Guerriero

    https://gigalibros.com/teoria-de-la-gravedad.html

    En esta seccion de columnas, publicadas a lo largo de mas de cinco anos en la contraportada de El Pais, Leila Guerriero, una de las grandes firmas del periodismo narrativo latinoamericano, se coloca a si misma en su afilado punto de mira. Con una prosa feroz y precisa, la autora bucea en lo sutil para, desde el asombro con el que es capaz de iluminar la realidad cotidiana, alumbrar lo que permanece oculto en nosotros.

  • El Amor de Christina de Maria Serrano

    https://gigalibros.com/el-amor-de-christina.html

    Christina era una joven universitaria que sonaba ser una administradora de empresas. Sin embargo el destino tenia preparado varios tropiezos en su vida. Por consecuencia y falta de dinero, forzosamente Christina decide tomar un empleo de acompanante sexual, es en ese momento cuando entra en accion Mark, un joven muy guapo y popular que se enamora de ella. Podran estar juntos? que hara Christina? no nos adelantemos mucho, deseas saber que pasa con esta bella historia de amor?

  • Un solo dia, Alexandra Danell de Alexandra Danell

    https://gigalibros.com/un-solo-dia-alexandra-danell.html

    Crystal nunca penso que cumplir la mayoria de edad pudiera marcar toda su vida. No solo por conocer algunos de los secretos que su despegada familia guardaba, si no porque el amor le toco demasiado profundo.
    Harold, el novio de su desconocida y odiosa prima, se convertira en su primer amante, ahora solo queda saber si eso sera amor por parte de los dos.
    Una familia peculiar, una heredera rebelde y un joven britanico que llego para poner su mundo patas arriba.

  • Dejame ser tu chico malo de Silvia Garcia Ruiz

    https://gigalibros.com/dejame-ser-tu-chico-malo.html

    Roan Miller es un nino estirado y altivo al que sus padres intentan moldear para que se convierta en el digno sucesor de su abuelo, un rico empresario. Falto de carino y sintiendo su casa como una prision, no puede evitar enamorarse de su traviesa vecina, quien lo reta siempre a seguir sus juegos y a convertirse en su chico malo.

  • Segundas primeras impresiones de Sally Thorne

    https://gigalibros.com/segundas-primeras-impresiones.html

    Uno de los supuestos beneficios de trabajar en la oficina administrativa del complejo residencial para mayores Providence Retirement Villa es que recibo comentarios sobre todos y cada uno de los aspectos de mi estilo de vida y de mi apariencia, los quiera o no. (No los quiero). Estas son las tres preguntas que siempre me hacen los residentes: * ?Cuantos anos tienes? (Veinticinco). * ?Tienes novio? (No). * ?Por que no? (Los motivos son diversos, y ninguno de ellos les convenceria). --En la vida hay mas cosas aparte del hecho de tener novio --le dije en una ocasion a la senora Whittaker, mientras caminabamos hacia su casa. El suelo estaba resbaladizo por la lluvia, asi que iba tomada de mi brazo--. Estoy justo donde quiero estar, ayudandoles a todos ustedes. --Ruthie, querida, en eso tienes razon. Eres una buena trabajadora, pero los novios son una parte muy agradable de la vida. Yo tuve tres al mismo tiempo en una ocasion. --Entro en la casa poco a poco, con el baston golpeteando contra las baldosas. Justo cuando yo estaba pensando para mis adentros que la habia entendido mal, anadio por encima del hombro--: Se conocian entre ellos, asi que todo iba como la seda. Madre mia, !que agotamiento tenia yo encima! Eres mas guapa que yo en mi juventud, podrias probar a hacer algo asi. Me quede alli, parada en el escalon de la entrada, batallando contra el impulso de hacer varias preguntas sobre lo que acababa de oir; basicamente, mi principal duda era la siguiente: * ?Como? La senora Whittaker tiene ochenta y siete anos, y yo creo que todavia podria ligar mas que yo. Pienso a menudo en aquella conversacion. Mientras Sylvia (mi jefa) esta de crucero, puedo usar su mesa de trabajo y disfrutar de las buenas vistas que tiene. Estoy escribiendoles un correo electronico a los de mantenimiento, y al mismo tiempo estoy lidiando con la oleada diaria de melancolia de las tres de la tarde. Tengo preparado un yogur para este preciso momento. Melanie Sasaki, la ayudante temporal, ocupa en estos dias la mesa que suelo usar yo; lo de moderarse es un concepto que no le queda nada claro, asi que come a las 10:30 y estoy oyendo como le suena el estomago mientras abro mi yogur. De repente, en un arranque desesperado que rompe el silencio, me dice sin mas: --Ruthie, estaba pensando en ti. Yo preferiria que no lo hiciera. --Deja que termine este correo para los de mantenimiento primero, despues hablamos. Si, ya se que parezco una capulla estirada, pero para sobrevivir como directora interina durante los proximos dos meses he intentado establecer una politica de <>. Cuando Sylvia esta aqui, jamas le hablo si esta tecleando... o clicando, o a menos que ella me hable primero. !Hacia anos que no me sentia asi de relajada! --Tendriamos que crearte un perfil para buscar pareja por Internet --insiste Melanie, que seguro que hablaria incluso estando bajo anestesia general. --?Como sabes que no tengo uno? --contesto yo, rompiendo mi propia norma sobre lo de guardar silencio. Esta tomandome el pelo, eso esta claro. Los habitantes de Providence son, por regla general, brutalmente sinceros conmigo, pero siempre de forma bienintencionada. --Ni siquiera tienes una cuenta de Instagram, asi que no eres exactamente de las que se lanzan a conocer gente nueva. ?He acertado? Pues si, ha acertado. Vuelvo a activar los Escudos del Silencio. --Dejame terminar esto, Mel. Hago un cambio en la solicitud que estoy escribiendoles a los de mantenimiento: el ?Se puede saber donde cojones estais? lo reemplazo por un mas diplomatico Tal y como solicite en mi ultimo mensaje. Si, YouTube me sirve para aprender algo de bricolaje, pero hasta cierto limite. Una vez que eso esta enviado, encuentro un documento de Word titulado RUTHIE_PERFIL en mi carpeta personal; segun el historial, no he vuelto a abrirlo desde que lo cree el ano pasado en un extrano momento de soledad, cuando lo de buscar pareja por Internet me parecio buena idea durante unos segundos. Quien sabe, puede que no sea tan descabellado. ?Un util borrador basico de un perfil personal que me ayudara a encontrar a mi hombre ideal? Si no tuviera a Melanie observandome fijamente, lo leeria mas tranquilamente. ?Te apetece que te lleve a casa a conocer a mis devotos padres? Soy un alma muy vieja (24 anos que parecen 124). Solo he visto un pene al natural brevemente, y no me impresiono tanto como para ir en busca de otro (aunque supongo que deberia hacerlo). Busco un alma gemela que tenga paciencia, alguien con quien acurrucarme abrazadita y que me avise si llevo mal abrochada la rebeca. Vivo y trabajo en un complejo residencial para mayores; a este paso, acabare por jubilarme aqui. Vale, la unica actualizacion que le haria a esto es que ahora tengo veinticinco anos que parecen ciento veinticinco. --?Has terminado ya? --me pregunta Melanie, como si fuera mi impaciente supervisora. Yo contraataco despues de borrar las pruebas del delito. --?Como llevas la ficha del nuevo residente que te pedi que metieras en el sistema? Ella frunce los labios, como diciendo <>. --No se por que no quieres aprovechar mi verdadero talento, el que no puedo poner en mi curriculum. --Hace una pausa teatral--. !Hacer que la gente encuentre amorcito del bueno! Si supieras a quien tienes sentada enfrente, estarias aprovechando esta oportunidad sin pensartelo dos veces. No se puede negar que la oferta resulta tentadora cuando ves que una persona esta tan segura de si misma. --Bueno, la verdad es que tienes un monton de cosas en el curriculum. Melanie extiende los brazos por encima de la cabeza. --Estoy viviendo a tope la vida de trabajadora temporal, ya lo sabes. Voy pasando el rato con todos los trabajos hasta que encuentre el ideal para mi. Y lo mismo en lo que a los hombres se refiere. Respondeme a esto sin pararte a pensar: ?estas lista para enamorarte? --Si. --No soy lo bastante fuerte como para contener dentro de mi la palabra, y es humillante la fuerza con la que ha salido mi respuesta. Cada noche, como parte de mi ronda de seguridad, recorro el extremo oeste de Providence para asegurarme de que la puerta corredera que protege los contenedores de basura tenga el candado echado. Si, ya se que nadie quiere robar la basura. Me apoyo en la valla metalica y bajo la mirada hacia las luces de la ciudad... Mi alma gemela podria estar justo ahi, bajo esa luz estrellada en concreto, pero soy demasiado gallina como para ir en su busca, y esa realidad me tiene el corazon que parece un dolor de muelas: si no me ocupo de el pronto, es posible que al final haya que extraerlo de raiz. Cada noche, al revisar el candado, contemplo las luces y le pido de nuevo perdon a mi alma gemela. Melanie esta mirandome abiertamente con tanta empatia que trato de disimular lo mucho que significa ese <>. --A ver, todo el mundo espera encontrar... --Shhh... No, no, no... --insiste hasta que ceso en mi intento de guardar las apariencias--. No te preocupes, voy a ayudarte. Mel ha tenido tres citas como minimo en las tres semanas que lleva aqui, todas ellas en un bar de tapas al que llama <>. Antes de cada una se pone una extension en el pelo (una coleta negra excesivamente larga), y me hace revisarla desde todos los angulos habidos y por haber; ah, y tambien anota los detalles de cada cita, <>. ?Confia en mi para ser su testigo ante la policia? No se hasta que punto deberia sentirme halagada. Consulto el calendario otra vez... Pues si, asi es, solo lleva tres semanas aqui. Quizas deberia aprovechar la oportunidad de consultar con esta profesional tan curtida, es como una electricista para mi vida amorosa. --Bueno, ?que pone en tu perfil? Siempre lleva el movil en la mano, puede abrir la aplicacion sin tener que bajar la mirada. --Mira, yo puse esto: <>. No puedo afirmar de forma categorica que yo descartaria de antemano a alguien por alguno de esos factores. --Pero ?que pasa si resulta que tu alma gemela es alguna de esas cosas? Un... rarito pobreton o... Miro fijamente el platano y el balsamo labial que tengo encima de la mesa. La vida esta llena de variables. El cuello se me esta perlando de sudor bajo la coleta. --No lo sera --contesta Melanie con conviccion--. ?Crees en lo de las almas gemelas? Que sorpresa, no me lo esperaba de ti. --Me observa con cara de <>--. Eres toda una romantica, !que calladito te lo tenias! --No hace falta que me ayudes, lo hare yo misma. Mi intento de dar marcha atras llega demasiado tarde, ella ya ha tomado las riendas del caso por su propia cuenta; despues de pasar a una pagina en blanco de su colorida libreta decorada con purpurina, procede a preguntarme: --Nombre: ?prefieres Ruth o Ruthie Midona? --Ruthie esta bien. Da pie a menos rimas graciosillas. Los profesores solian usarme como fuente de informacion si tenian que ausentarse del aula y se encontraban con un caos al volver (vamos, que para ellos era como la caja negra de un avion), y de ahi salio una frasecita que solian decirme en el colegio: <>. Era la chica que iba a misa y usaba zapatos de tiendas de segunda mano; mis companeros de clase tenian ponis y motos de agua. Melanie tambien esta distraida. --Ah, tengo un mensaje. De cero a diez, le daria un cuatro. Mira, ?lo ves? Un pito. --Me muestra la pantalla y si, en efecto, es un pito. Necesitaria un platano o un balsamo labial para verlo a escala. Ella hace una mueca burlona mientras prepara una respuesta--. Siempre contesto con una foto del pito de una cebra, eso les ayuda a ver las cosas con algo de perspectiva. --Y procede a mostrarme tambien el pito en cuestion. ?Que pito humano mereceria un diez de diez? Me doy cuenta de que esta es la primera pagina de una demanda. Pitos en el lugar de trabajo, Sylvia se pondria furiosa. --Deberiamos trabajar, la verdad es que no tengo tiempo de salir con nadie. --Archivo varios documentos en la A de <>. --Venga ya, claro que tienes tiempo. No entiendo como has aguantado dieciseis anos en este lugar. --?Cuantos anos crees que tengo? --Veo como baja la mirada hacia mi ropa--. Llevo seis anos aqui, Mel. No dieciseis. --No te ofendas, pero yo tengo contrato hasta Navidad y eso ya es una eternidad. Ante semejantes palabras, dichas ademas en un tono de total desolacion, tan solo puedo responder: --Tengo un yogur de sobra si lo quieres. --!Uy, si, por favor! Y ambas hallamos las fuerzas necesarias para continuar. --Tengo veinticinco anos. --No se por que, pero me da un poco de verguenza admitirlo. --!Veinticinco! --lo dice maravillada mientras lo anota--. !Solo tienes tres mas que yo!, ?como puede ser? --Se da cuenta de como ha sonado eso y procede a intentar arreglarlo--. Pero tienes muy buena piel. Solo me refiero a que eres muy madura y tal, dirigiendo este lugar. Voy a usar el formato de perfil que me ha sugerido. --Plebeya poco exigente de veinticinco anos, asi soy y me arrepiento de muchas cosas. Ella suelta una risita y golpetea la libreta con el boli. Sus ojos oscuros me observan penetrantes, con mirada critica. --?Como sabes que eres poco exigente? --Mirame. --No solo es cuestion de apariencia. --Melanie es una persona caritativa. No estoy mal, pero tampoco soy nada del otro mundo--. ?Te gusta que tu chico este encima de ti a todas horas? Mandandote mensajes de texto cada dos por tres, llevandote a un monton de sitios, regalandote cosas... ?Quieres que este obsesionado contigo o prefieres a alguien que te de algo de espacio? --Se da cuenta de algo--. !Uy, perdona! Si no te van los hombres, pues genial tambien. --Pues la verdad es que no lo tengo claro. --Intento explicarme mejor al ver que me mira perpleja--. Me gustan los hombres, pero no se si quiero tenerlo encima a todas horas. (Mentirosa, eso me encantaria). (Bueno, eso creo). --?Como era tu ultimo novio? --Eh... --Lo unico que se me ocurre es que era muy religioso, asi que junto las manos como rezando. Espero que eso sea respuesta suficiente--. Ha pasado mucho tiempo. Ella entorna un ojo con suspicacia. --?Cuanto, exactamente? No puedo responder a eso sin exponerme a una total y absoluta crucifixion. Si esto fuera una pelicula para adolescentes, en este momento se insertarian varias escenas: yo vestida para la fiesta de graduacion durante un baile lento con un Joven Devoto llamado, literalmente, Adam. Pasamos entonces a una escena en la que estamos los dos en una cama individual, parcialmente desnudos; Adam esta de espaldas a mi, los sollozos sacuden sus hombros. Si crees que ese recuerdo no puede ir a peor, a ver que opinas si te digo que: * Mi padre es reverendo. * Adam acudio a el a la manana siguiente para pedirle consejo. * Si, consejo sobre el pecado que habia cometido conmigo. * Pues eso. En cuanto a mi, la tarea de aconsejarme fue trasladada a mi madre, quien me dijo que papa estaba <> por mis <>; al parecer, la decepcion fue tan grande que no hemos tenido una conversacion en condiciones desde entonces, y yo no he vuelto a tomar una mala decision. --Quieres reactivar tu vida social. --Melanie procede a escribirlo en su libreta--. He redactado los perfiles de todas mis amigas y el de mi hermana mayor, Genevieve. Y resulta que mi vestido de dama de honor es de color pistacho, asi me lo agradece. ?Una hermana prometida en matrimonio? Vaya, entonces tiene unas credenciales de peso, pero esto empieza a parecer el comienzo de otra pelicula para adolescentes y no tengo intencion alguna de participar en ella. --No publiques nada sin mi permiso, por favor. --Claro que no. --Se la ve tan sorprendida que me averguenzo de haber sido tan suspicaz--. Crearemos un calendario de actividades para hacer en casa y empezaremos muy poquito a poco, y al final estaras en la Cupula del Trueno con un tipo de lo mas sexi besandote el cuello. No elegiremos al primero que aparezca; para cuando me vaya de aqui, tendras pareja. --!Eso es totalmente imposible! --alcanzo a decir, boquiabierta. --No, no lo es cuando sigues el Metodo de Melanie Sasaki. --Lo escribe y lo subraya un monton de veces--. El Metodo Sasaki, !que bien suena! Parece el titulo de un libro de autoayuda, !podria ser una serie de Netflix! --Ha vendido los derechos a los diez segundos de tener la idea. Ella no es la unica que esta adelantandose a los acontecimientos, yo misma todavia estoy dandole vueltas al concepto ese de los besitos en el cuello y el tipo sexi. Para cuando Melanie haya obrado su magia y se marche de aqui, estare viendo el especial navideno de mi serie favorita, Un regalo del cielo, sentada en mi sofa con alguien que quiere besarme. ?Sera realmente posible algo asi? --Bueno, ?que me dices? ?Te apuntas al Metodo Sasaki? -- Melanie esboza una sonrisa de oreja a oreja--. !Sera genial! --?Me lo puedo pensar? --Digamos que soy una persona que prefiere pensarse bien las cosas. --Quiero una respuesta antes de salir del trabajo este viernes. -- Estamos a lunes. Melanie se gira hacia su ordenador y se pone a teclear. Justo cuando estoy pensando que ha ocurrido un milagro (!esta trabajando un poco!), en mi ordenador suena un aviso: se me solicita que confirme una reunion para este viernes a las cinco de la tarde. ?El tema a tratar? El Metodo Sasaki, por supuesto. Clico en aceptar y, sin mas ni mas, esta conversacion no se da por terminada, tan solo ha sido reprogramada.

  • El secreto de la isla de Viveca Sten

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-isla.html

    La sospechosa muerte de un joven hace cuarenta anos nunca fue resuelta, y hay alguien que no desea que caiga en el olvido.

  • Lady V. no quiere casarse de Veronica Mengual

    https://gigalibros.com/lady-v-no-quiere-casarse.html

    Lady V. ha resuelto ser una mujer sofisticada, sin ataduras, desdenosa de los compromisos. No le importan, incluso, las maledicencias y las murmuraciones que se hacen sobre su nombre. La libertad en su vida cotidiana, la liberalidad en el amor, la espontaneidad de sus decisiones la guian hasta que optar se le haga ineludible: hasta que su deseo la obligue a elegir.

  • Lo que define a una llama de G. G. Velasco

    https://gigalibros.com/lo-que-define-a-una-llama.html

    Al tiempo que la isla de Noralbia se prepara para votar en el referendum del que depende su futuro politico, Miranda Cadalso, inspectora de policia marcada por la violencia domestica y por la desaparicion en extranas circunstancias de su hija, afronta el caso mas dificil de su carrera tras el hallazgo de un cadaver parcialmente calcinado en el casco historico de Puerto Corvino, la capital del pais.

  • Los Buenos de Hannah Kent

    https://gigalibros.com/los-buenos.html

  • El Loro En El Limonero de Chris Stewart

    https://gigalibros.com/el-loro-en-el-limonero.html

    Las vidas de Chris, Ana y su hija Chloe continuan en su cortijo El Valero. Un loro algo misantropo se colara en la familia, la chica lleva adelante su vida escolar en el pueblo, montan el telefono, los vecinos siguen con sus algo locas historias de amor y pendencias, y de golpe descubren que su amado valle quizas este una vez mas bajo la amenaza de ser sumergido por la construccion de una presa. Al mismo tiempo comienza la vida literaria de Chris y, tras el exito de su primer libro, Entre limones, los periodistas hacen el sendero del aislado cortijo hasta golpear inesperadamente su puerta y el hace recuento de su anterior vida: los duros tiempos en que iba a esquilar ovejas a Suecia (cruzando mares helados para llegar a remotas granjas); su primera toma de contacto con Espana para aprender a tocar la guitarra flamenca a los 20 anos; o su ilustrisima carrera musical, primero como bateria de un grupo escolar llamado Genesis (expulsado a los 17 anos, nunca hubiera podido ser un Phil Collins) y con su paso por el circo de sir Robert Fossett. Nuevos e irresistibles episodios de una historia entre limones.

  • Mi mejor medicina de T. Rubio

    https://gigalibros.com/mi-mejor-medicina.html

    Adam y Alice eran unos ninos cuando se conocieron en la habitacion de un hospital. Alice abandono el hospital y nunca mas recibio noticias de Adam. Diez anos despues, al tener que volver de nuevo al hospital, Alice, descubre algo que la deja impactada. A los pocos dias recibe una misteriosa llamada de alguien que dice ser Adam, sin dar explicaciones de donde ha estado todo este tiempo…

  • Los secretos del multimillonario (Los Sinclair 6) de J. S. Scott

    https://gigalibros.com/los-secretos-del-multimillonario-los-sinclair-6.html

    Xander Sinclair, una estrella del rock en horas bajas, ha abandonado el centro de rehabilitacion, pero no ha dejado atras todos sus problemas. Vive encerrado en su mansion de Amesport, torturado por el recuerdo del asesinato de sus padres y aislado de sus hermanos.

  • Chicas en la luna de Janet Mcnally

    https://gigalibros.com/chicas-en-la-luna.html

    Todo el mundo en la vida de Phoebe Ferris cuenta una version diferente de la verdad. Su madre, Meg, exestrella de rock y evasora profesional de preguntas, comparte solo el final de la historia: la calma despues de la fama que Phoebe siempre ha conocido. Su hermana, Luna, estrella emergente de rock alternativo, predica una verdad tormentosa de su propia creacion, ignorando selectivamente los hechos que no le placen. Y su padre, Kieran, el cofundador de la venerada banda de Meg, no ha dicho palabra desde que dejo de llamarla hace tres anos. Pero Phoebe, poeta en ciernes en busca de una identidad propia, esta cansada de medias verdades y explicaciones vagas. Cuando viaja a Nueva York a visitar a Luna, decide averiguar como encaja ella en esta familia de contadores de historias, y como lograra ser capaz de escribir la suya.

  • El gran circo de la economia de Peter T. Leeson

    https://gigalibros.com/el-gran-circo-de-la-economia.html

    ?Sabia que, en la Inglaterra del siglo xix, habia subastas en las que se compraban y vendian mujeres para luego casarse con ellas? ?Que, durante 250 anos, Italia persiguio penalmente a las cucarachas y a los grillos? ?O que en Liberia, aun hoy, los acusados de un crimen beben a veces veneno para determinar su destino?

  • Todas Nuestras Vidas (Luna 3) de Violet Haze

    https://gigalibros.com/todas-nuestras-vidas-luna-3.html

    Un pasado misterioso.

  • Guardian 1 de Nesa Costas

    https://gigalibros.com/guardian-1.html

    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas cohabitan sin mezclarse.
    Una inesperada infeccion pondra fin a la distancia al amenazar toda vida. Clara es debil e inutil, y su supervivencia se debe a sus companias. Sin embargo, una dolorosa traicion la cambiara por completo. Tras un accidentado itinerario, Clara al fin llega a una fortaleza donde pasado, presente y futuro convergen.
    En un parpadeo, Tarik se ve relegado de guerrero a siervo. Un error lo convierte en guardian a las ordenes de una desconocida. Su mundo se reduce y lo unico que importa es ella. La Clara que el conoce representa todo lo que odia. Lo ultimo que quiere es protegerla, lo ultimo que espera es enamorarse de ella.

  • Pedir la luna de Blanca Garcia-valdecasas

    https://gigalibros.com/pedir-la-luna.html

    El dia cuatro de Enero del ano 2.000 Constanza Morales cruza el Parque del Retiro camino de su trabajo. Va deprisa en la manana helada mientras recuerda como fue su vida en el ultimo ano del siglo y del Milenio. A causa de una pelea con su hermana, que involucra a toda la familia, a principios del ano, deja su Sevilla natal y se traslada a Madrid. Alli solo conoce a una prima de su padre, la tia Flora y su marido, Bernardo; son un matrimonio sin hijos y la acogen con gran afecto, y a un chico, Francis, que conocio en el tren y le gusto mucho. Pronto ensancha el circulo de sus amistades, la chica que le busca un piso donde vivir, los habitantes de los otros pisos en la casa, amigas de la tia Flora, companeros de trabajo… Le ocurren mas cosas de las que esperaba y aprende que muchas de ellas no son lo que al principio parecian. I Dicen que habeis llegado. Ademas, sin el ruido y el caos que esperaban algunos. Bienvenido, Tercero. Bienvenido, Veintiuno. Siglo nuevo y un nuevo Milenio: es emocionante. No hay tanta gente que haya vivido esta experiencia. Abuela Joaquina tenia mucha ilusion en llegar, la pobre; solo por tres anos no lo ha visto… una lastima. Y yo, Constanza Morales, una chica sin importancia, os saludo, camino de mi oficina en el segundo dia laborable de este ano dos mil. Es Martes, cuatro de Enero; en realidad, primer dia de trabajo porque ayer no se hizo gran cosa. Tambien espero que sea para mi el principio de muchas cosas buenas y estimulantes, como encauzar mejor mi vida y sacarle mas partido; desde luego lo voy a intentar. Hoy me siento mas real: peso y volumen. Piso la tierra dura, estoy aqui; este sitio que lleno es mio propio. Curioso como todo esta en la cabeza, en la disposicion, no necesariamente en ningun acontecimiento. Y he decidido: voy a ser feliz. Bueno, si me dejan entre unos y otros. He salido mas temprano de casa, asi puedo dar un paseo. El frio de la manana hace brotar de mi nubecitas de vapor si abro la boca. Voy por la calle Principe de Vergara, entrare al Retiro por la puerta que llaman de Madrid y cruzare el Parque hasta salir a la Plaza de la Independencia. No se si de verdad estoy estrenando Siglo y Milenio; se ha armado bastante discusion con eso: que si empieza ahora o en dos mil uno. Yo recuerdo fotos que guardaba mi abuela, seguramente de la suya, de la Exposicion de 1900. Ellos celebraron entonces la entrada del siglo veinte, asi que yo celebrare hoy el XXI y el Milenio y, si viene a cuento, lo volvere a celebrar cuando sea. El ano en si me parece lo mas importante, la sensacion de que acaba uno y otro empieza, la continuidad de esa cinta de anos --anillos de oro alrededor del sol-- que nos lleva por nuestra vida. Fue Arthur quien dijo que el anillo, como se dan los matrimonios, es simbolo de fidelidad porque es un "anito," annellus, y representa la continuidad de la Tierra alrededor del Sol. O al reves, como pensaban antes, el Sol alrededor de la Tierra. Arthur es la unica persona que conozco que sabe latin para hablarlo de corrido. Los anos son continuidad aunque unos sean tan diferentes de otros. Desde luego, el que acaba de terminar habia empezado mas bien aburrido para mi. Monotono, dentro de una rutina, como quien duerme la siesta. Pero a mediados de Enero cambio todo de golpe. Mi hermana y yo tuvimos una bronca monumental que involucro fatalmente a toda la familia, mas algunos amigos cercanos, y acabo haciendome la vida muy dificil. A partir de ese momento las cosas fueron como si salieran unas de otras, desenvolviendose en mas cosas inesperadas. De no haber sido por aquello, mi adorable Jefe del trabajo no habria insistido en trasladarme de la oficina de Sevilla a la de Madrid. Si no hubiera ido a Madrid no habria conocido a Francis, si no hubiera buscado piso nunca habria conocido a Misi. Ni Misi ni yo hubieramos conocido a Martin y Arthur ni… Enfin, nunca ningun ano me habia traido tantas cosas, malas o buenas, como el que acababamos de dejar. Parece mentira, pero hace unos meses estabamos Misi y yo sentadas en una cerveceria de la Plaza de Santa Barbara, bajo la sombra manchada de unos arboles medio tuberculosos, en pleno centro de Madrid; delante de nosotras dos cervezas, aceitunas y dos pinchos de tortilla. Sabado, hora del aperitivo, hartas de andar. Ella me dijo: --?Sabes cual es tu principal problema? Y mio tambien. Que no somos capaces de pedir la luna. Buscabamos vivienda para mi, habiamos visitado tres pisos aquella manana. El ultimo, en la calle Santa Teresa, nos habia llevado a restaurarnos con asiento y las canas. La casa necesitaba aun mas restauracion que nosotras. La fachada amenazaba con perder sus bonitas cornisas y la escalera estaba tan dilapidada que uno quiza se encontrase un buen dia sin poder bajar hasta la calle. Desalentada, habia insinuado que tal vez deberia comprar el apartamento que habiamos visto antes cerca de la Plaza de Castilla: pequeno y sin gracia pero recien pintado. No hacia mas que unas semanas que conocia a Misi y ya era, pensaba yo, una de mis mejores amigas. A las de Sevilla, mi tierra, las habia borrado despues de mi pelea con Macarena y a Queti, la que mas queria, no la veia desde hacia cuatro anos; al acabar la carrera se sumo a una organizacion de voluntarios para trabajar con los mas pobres de no se que lugar en Africa. Ya ni me escribia siquiera; quiza no hubiera alli correo o tenia tanto trabajo que no podia escribirme. Yo la echaba de menos Misi se estaba portando muy bien conmigo. Entonces no sabia cuanto no sabia de la vida de Misi. Solo que trabajaba en una agencia de propiedades pequena, y acaso furtiva, de la que era socia con tres amigas mas. Me encontraba en Madrid: atras quedaban familia, amigos, las calles de mi ciudad con sus arboles y olores, esa calida luz que no se encuentra en ninguna otra parte. Los rincones que amaba del Parque Maria Luisa, la Glorieta de Becquer donde solia ir desde los trece anos a mirar con devocion al poeta del que estaba --y pensaba que siempre iba a estar-- profundamente enamorada… mi mundo, todo. Dura tarea estar sola aqui pero suavizada por la presencia de los tios, Flora y Bernardo, desde luego de Francis desde el principio y enseguida despues por la amistad de Misi. Tal como habian ocurrido las cosas, a Sevilla nunca iba a volver como no fuera de visita; ya no habia sitio para mi en la casa de mis padres. Tenia algun dinero ahorrado de mi trabajo, mas una cantidad que me dejo mi madrina, la hermana mayor de mi padre, al morir. Pobre, una de esas enfermedades que no perdonan. Decidi comprar mi propio piso; no era tan facil como habia imaginado. De momento estaba en una pension con una duena pesada, habladora y llena de pretensiones, a mi ver totalmente injustificadas. Me habia acogido con muestras de aprecio pero habia ido cambiando con el paso de los dias. Tal vez se hartaba de la gente o le molestaba que recibiera a Francis en la habitacion. Me resultaban cada dia mas desagradables ella, su casa y el olor de ambas. A veces me decia a mi misma que seria mejor comprar cualquier cosa antes que seguir alli. --?Estas hablando de cosas personales o de ese apartamento?, -- pregunte a Misi, cuando me dijo lo de pedir la luna. --Ya te he dicho que era tuyo y mio pero es todo el mismo problema. El piso me parece caro para lo que es. Y, no se, a ti no te veo ahi dentro. Tampoco estas entusiasmada y cuando compres tienes que estarlo. Me disgusto que Misi tuviera la sensacion de que se conformaba con cualquier cosa. Merecia ser feliz: era buena persona, guapa, simpatica y cien cosas mas, entre otras una excelente amiga. Ahora lo estaba demostrando. A ella, como agencia, le convenia vender, comprar, hacer negocio y cobrar comisiones. A poco que me hubiera animado me habria decidido; era de agradecer que fuera en contra de sus intereses para ayudarme. Curiosamente el hilo que me llevo hasta Misi habia partido de dona Juanita, mi madre. Le parecia cutre que estuviera en una pension, sonaba mal. Un hotel resultaria mejor pero los hoteles eran caros o malos o las dos cosas. Dio en llamarme por telefono desde Sevilla todos los dias a ver si habia encontrado casa. Todo solia entrarle por rachas, igual me atosigaba sin darme respiro como parecia haberme olvidado por completo. Cuando me dijo que se proponia venir a Madrid, convencida de mi incapacidad para desenvolverme, me espante. --No, por Dios, no vengas. Me sentiria fatal y no te gustaria la pension. --No iria a esa pension en ningun caso. Me iria a casa de mi prima Flora… No era su prima; era prima de mi padre pero se la adjudicaba. Intente convencerla como pude. Que estaba ocupadisima, dije, y era perfectamente capaz de arreglarme yo sola. --!Que vas a ser! Has vivido siempre con nosotros sin tener ningun problema. Asi que ningun problema. Lo deje pasar. Dije que, en realidad, no teniamos los mismos gustos. Es extrana la gente. Puede criticar todo lo que haces o como te vistes; pero cuando dices "no tenemos los mismos gustos", se molesta. Mi madre se molesto. --No seas tonta --dijo--. Por lo menos ve a casa de tu tia Flora y le pides consejo. Ella lleva en Madrid toda la vida y conoce a mucha gente --Me da un poco de apuro --proteste--. No he tenido tiempo de pasar a saludarla y presentarme alli para pedirle un favor… --No seas tonta, --volvio a decir-- anda y le pides ayuda. Siempre ha sido muy carinosa con mis hijas. Era verdad. Aunque solo era prima de mi padre, mi madre y ella eran muy amigas. Anos atras cuando mi padre, en dos ocasiones, tuvo que pasar algun tiempo en Madrid para cursos de ascenso en su carrera militar, fuimos a vivir los cuatro en la casa de la calle de Velazquez donde los tios tenian sitio de sobra. Al salir de la oficina fui en busca de un puesto de flores que habia cerca y compre un ramo de rosas pequenas que olian un poco a tabaco pero no habia mucho donde elegir. Llegue con mi ramo a casa de los tios que me recibieron como si no hubiera pasado tiempo desde aquellos anos de la infancia. Lo primero que me dijo tia Flora: "Me ha dicho tu madre que tienes novio. ?Cuando lo vamos a conocer?". --Novio, no. Salgo con un chico pero es algo como empezando, sabes. No se si resultara. Lo que si sabia, que Francis no queria nada con mi familia ni mis amigos. Me queria a mi pero lo nuestro tenia que ser super reservado. --Bueno, rica, todavia es pronto. Pero como no has venido a esta casa. Estariamos encantados de tenerte, ?verdad, Bernardo? --Verdad, verdad. Ya estuviste aqui de pequenita. ?O es que no te acuerdas? Tio Bernardo tenia mucho pelo muy blanco, la cara rosada, los ojos claros acuosos, un poco abultados. Siempre iba vestido con trajes muy formales de tres piezas, camisas invariablemente blancas con gemelos y corbatas a rayas. --?Como no me voy a acordar, tio? Y todos los recuerdos que tengo de vosotros son estupendos. Era verdad, pero solo en parte. Me gustaba la casa, los tios eran muy carinosos con nosotros --no tenian hijos-- y habia una cocinera bastante vieja, Virtudes, que nos hacia platos especiales. Macarena y yo comiamos en el office, lo que preferiamos con mucho al comedor y las personas mayores, sopa de panecillos, natillas, croquetas… menus hechos solo para nosotras. Por otro lado yo notaba una incomodidad: la sensacion de que no era nuestra casa, mis padres no mandaban alli, eran solo invitados. Una situacion desacostumbrada que no sabiamos manejar. Pero lo peor era mi madre, llena de emulacion por la vida de tia Flora, sus muebles y cuadros, sus muchos amigos, la manera de hablar y de vestirse… no se en que consistia exactamente pero dona Juanita parecia una provinciana algo cateta, queriendo aparentar lo que yo en el fondo bien sabia que no era, queriendo alcanzar donde yo sabia bien que no llegaba. En aquella epoca ni siquiera hubiera podido decirlo con palabras pero estaba ahi, una inexpresable angustia. Verguenza ajena, a la que algunos crios son propensos. Hoy, sencillamente me diria a mi misma: "es una cateta, snob como todas las catetas", y ya esta. --Se lo dije a tu madre, que te vinieras --siguio la tia-- y me dijo que querrias libertad para salir con tu novio, aunque aqui libertad la tendrias toda… y la llave del piso, ademas. Con su edad, cuatro o cinco anos menor que mi madre, no podia decirle que mas que salir con mi novio era cuestion de entrar. La mire con carino: habia tenido muy buen tipo y un bonito pelo rubio, aunque de cara no era guapa. Aun se conservaba joven, y se vestia siempre muy elegante, pero todas aquellas cosas de la juventud y enamoramientos seguramente se le habrian olvidado… y, mirando al tio, era lo mejor que le podia pasar. Demasiado tranquilo casi seguro. --Erais dos chiquitas muy guapas --dijo el tio Bernardo, reminiscente-- Muy distintas. Una morenita y menuda y la otra tan rubia con aquellos rizos y los ojazos azules… una verdadera Marylin Monroe en miniatura. Aunque luego… Ni siquiera suspire, estaba acostumbrada a aquella clase de comentario. Mi madre era rubia con ojos muy azules; Macarena le habia salido a ella, en mejor. Mas alta y mas 'neumatica', con pinta voluptuosa que nunca supe si respondia a una condicion real o era solo el aspecto. El tio, quiza pensando que me habia hecho de menos, seguia. --Pero tu eres mas distinguida, tu tienes clase. Castana y delgada, mucho mas elegante, y tu nariz es perfecta. Quise decirle "los chicos me hablan bien de mis piernas, pero no me han dicho nada de la nariz." La verdad, mis facciones no tienen nada llamativo, estoy un poco delgada de mas para gustar, al menos en Sevilla, y se que tengo cosas a mi favor: buen pelo brillante, buenos dientes, buen cutis y buenas piernas. Para el gusto-de-hombre al lado de mi hermana no tenia nada que hacer. Pero a Francis le gustaba, asi que no estaria tan mal. La nina que cuida de los tios, una filipina tan flaca como yo pero con quince centimetros menos, se llevo las flores y trajo una bandeja del te con bollitos calientes hechos en casa. Nos habiamos sentado en la sala atiborrada de muebles y adornos y, despues de la puesta al dia sobre la familia, que no tardo mucho porque habian venido a la boda de mi hermana poco antes, les conte mi problema. Inmediatamente me volvieron a decir que me fuera a vivir con ellos. --Muchisimas gracias, de verdad os lo agradezco pero me conviene comprar. Tengo una cuenta de ahorro para vivienda y debo emplearla y… puedo hacerlo. La cosa es que no encuentro nada que acabe de gustarme. --?A que agencias has ido? --pregunto la tia Flora. Habia ido a un par de ellas que vi en el periodico. La tia dijo que eso no era arreglo; las casas mejores casi nunca llegaban a estar en los anuncios. Su amiga Nosecuantas tenia una nuera que tenia una hermana que, a su vez, tenia una agencia con otras amigas. Trabajaban muchisimo porque conocian a la mar de gente. Estaban muy bien relacionadas. Dichosas ellas, pense. Y dije: "?No te importaria preguntar a tu amiga?". El mejor favor es el que se hace mas rapido. Al minuto tia Flora estaba hablando por telefono en plan eficiente. "A ver si le encuentran a esta nina una cosa en condiciones… que es mi sobrina. Si, ya se que se lo tomaran con el mayor interes. Muy bien, que la llamen aqui, se va a quedar todavia bastante rato. Entonces esperamos la llamada. Un abrazo muy fuerte… si, tenemos que vernos. No, no, gracias a ti por ocuparte." Volvia a su butaca con la satisfaccion del deber cumplido. --Ya veras como estas te solucionan el problema. --Ojala. Estoy aburrida de buscar. Y me han ensenado cada asco… Es una perdida de tiempo. --Espera y veras. Ya te he dicho que estas conocen a todo el mundo. Decia 'todo el mundo' con la misma entonacion que mi madre, por lo demas no se parecian en nada. El tio Bernardo hablaba de inversiones y lo que deberia pagar por metro cuadrado mientras yo asentia a todo, pensando que algunos metros cuadrados eran mucho mas metrocuadrados que otros. Antes de quince minutos me habia telefoneado una de las cuatro socias, Margarita. Hablaba muy deprisa y era simpatica; me cito al dia siguiente por la tarde en su diminuta oficina en un bajo de la calle Serrano. Alli conoci a las cuatro primeras que trabajaban con otras cinco o seis agencias formadas por otros tantos grupos de senoras como ellas, bien vestidas, visiblemente ricas y mundanas. Ninguna parecia necesitar aquel trabajo. Margarita, la que me habia llamado, era muy guapa, morena, menudita; llevaba un traje de chaqueta color de rosa que casi me deja sin respirar. Con aire eficaz, me aseguro que encontrariamos algo conveniente aunque no veia que yo tuviera mi criterio formado. Todas eran amigas, me dijo. Se comunicaban posibles negocios y se repartian las comisiones con arreglo a un baremo complicado que nunca se saltaban y les funcionaba de maravilla. En los dias siguientes me fueron presentando a las demas, unas y otras se volcaron conmigo, no sabria explicarme por que. Tal vez se volcaran con todo el mundo. Todas tenian Audis o Mercedes, todas eran jovenes aunque mayores que yo, trabajaban sin parar, todas llevaban telefonos moviles con los que hablaban constantemente, organizando visitas y entrevistas… o hasta daban ordenes a personas a su servicio. Todas debian de tener montones de dinero pero llevaban unas vidas mas aperreadas que la mia. La verdad es que ellas se fascinaban por las casas; formaban una raza aparte, de la cual yo no habia conocido antes a ningun ejemplar. Su interes por las casas no bajaba nunca. A veces, si yo iba a ver un piso, por ejemplo, con Sofia, Margarita o Misi se apuntaban: "Ah, yo tambien voy porque ese no lo he visto. No te importa, ?verdad?". Eran geniales. Al principio me sentia apabullada con mi presupuesto pobreton y los conjuntos nuevos de Zara que me habia comprado para quedar bien en la oficina, (con los que hasta entonces me habia encontrado tan mona), frente a sus coches, sus Armanis, sus Pradas, sus Max Maras, sus Valentinos, sus Donna Karanes, Antonios Pernas y demas. Cuando me hice amiga de Misi gane confianza en mi misma, me volvi a sentir comoda. Eso si, me prometi secretamente asomarme por las tiendas de la calle Serrano cuando estuvieran las rebajas. No supe si las socias habian decidido que Misi se encargara de mi o si lo decidimos nosotras; la verdad es que se dedico a solucionarme el problema. Dijo que no me preocupara porque encontrariamos. Casi todos los dias a una hora o a otra me llevaba a ver algo y las mananas de los sabados siempre teniamos varias visitas en perspectiva. Con todas estas cosas llegamos a aquella manana en que me dijo que no sabia pedir la luna. --Mira, Constanza, este asunto lo vamos a tener que enfocar de otra manera. Tu trabajo esta en Alcala, ?no? ?A que altura? --Al lado de la Plaza de la Independencia. Es un piso alquilado en un edificio muy bueno. Llevan anos alli. --Vamos a centrarnos en los alrededores de tu oficina. Por lo menos lo mas cerca posible. No tienes coche, ?verdad? --Tengo, en Sevilla. No me lo he querido traer hasta ver si me manejo en Madrid… No se, a lo mejor le digo a mi padre que me lo venda. Me pregunte cuanto tiempo pasaria antes de que Macarena se apropiara de mi Ibiza amarillo. Quiza me lo habia cogido ya. Lo mejor iba a ser venderlo. --Pero --segui diciendo-- mi novio prefiere que no compre ni en el barrio de Salamanca ni en la zona de Zurbano, Paseo del Cisne, Fortuny y todo eso. --Pero ?por que demonios? ?Porque son zonas caras? ?Y el quien es para decirte donde tienes que comprar? O es que te va a dar el dinero… ?Vais a comprar a medias? Yo creo que es muy mala cosa…. Demasiadas preguntas. Era logico que no entendiera nada. A aquellas alturas ya tenia bastante confianza para decirle la verdad. --Mira, no digas ni media palabra de esto a nadie, por favor. Es que… es que esta casado. Ahi grito. "!?CASADO?! !Por favor! !No me lo puedo creer!" --Pues si y, claro, no quiere que compre el piso ni cerca de donde vive el ni cerca de su trabajo. ?Por que no te lo puedes creer? --Hija, es que no te pega. Eres joven, eres muy mona, tienes un buen trabajo, una buena educacion y una vida agradable. No entiendo que te enredes con un casado. Como si no hubiera chicos de tu edad estupendos y libres… --Pues asi son las cosas. --No, asi no son las cosas, asi las has puesto tu. Pero pueden cambiar y espero que cambien. Eso no es decente, creeme, y tu tambien lo sabes. Me habia deprimido de repente. La silla del bar, de plastico, se me pegaba al cuerpo, la cerveza me habia dejado en la boca un sabor amargo. Era uno de esos dias madrilenos en que no sabes como vestirte; por la manana sales con frio y al mediodia te asas de calor. Misi con un jersey muy fino de color azul porcelana haciendo dibujos se veia tan fresca y planchada como si acabara de salir de una caja atada con un lazo. En la mesa de al lado una pareja ventilaba a gritos sus diferencias, molesta discusion, a base de 'tu has vuelto conmigo porque Veronica te echo de su casa'. La gente que pasaba por Alonso Martinez me parecio feosa, cansada y de mal humor. Suspire; Misi se dio cuenta. --No te preocupes, que encontraremos un buen sitio. Pero vas a pensar primero en ti y en lo que te conviene a ti. Los novios van y vienen. --Si, puede ser… No se… El corazon se me hacia piedra de pensar que Francis se fuera de mi vida… no podia. En parte por el habia dado el paso definitivo de venirme a Madrid y cambiar por completo mis costumbres. --Mira, yo tengo que ir a mi casa ahora sin mas remedio. Pero si quieres a las cuatro nos vemos en la oficina. Estaremos solas y tendremos tiempo y tranquilidad para mirar ficheros. Lleva el cuaderno verde. En un cuaderno apuntaba los pisos que habia visto. Quedamos asi y nos fuimos cada una por su lado hasta las cuatro. Yo no tenia donde ir ni nadie a quien hablar. Miriam, la companera del trabajo con quien compartia despacho, dedicaba sabados y domingos a su novio o sus padres. A comer no podia presentarme en casa de los tios sin avisar, me daba apuro. Camine despacio por la calle Genova para subir por Goya a Serrrano. Al menos tendria la distraccion de mirar tiendas. No podia llamar a Francis el fin de semana, estaba prohibido. Ni siquiera tenia el telefono de su casa sino un movil al que solo podia recurrir en horas de trabajo, si fuera absolutamente imprescindible. Me pesaban las palabras de Misi, estaba claro que me censuraba y ella no era ninguna estrecha. Vivia con su novio pero era viuda y el soltero. Sabia por conversaciones anteriores que habia estado doce o trece anos casada, hasta que su marido se mato en un accidente de automovil. Despues paso algun tiempo sin nadie y con este novio, que se habia ido a vivir a su casa, llevaba dos anos o algo asi. A veces, me dijo, estaba un poco harta. Yo le habia preguntado si pensaba casarse. "No tengo ningunas ganas", me habia respondido. "No lo veo. Fuera por el ya nos habriamos casado pero no me decido. No se si puede ser el hombre de mi vida, le falta… fundamento… Para mala experiencia ya tuve una". Aquel dia me rei, diciendo que tener un voluntario para el matrimonio, tal y como estaban las cosas, me parecia genial. Pero eso de no saber si era el hombre de su vida lo decia como esperando que no lo fuera, que hubiera otro, el autentico. Suspire: unos tanto y otros tan poco. Yo lo unico que queria era casarme con Francis… o, mas honradamente, que Francis estuviera libre. Cruzando el lateral de la Castellana un coche me pito iracundo, casi me atropella. Un senor bien vestido me regano: "Nina, pero como anda usted tan distraida, no se da cuenta del peligro". Que fino, llamandome de usted. Me empareje con el para cruzar el subterraneo que no me gustaba nada. Nunca pasaba por debajo de la calzada si podia ir por encima, de no haber andado despistada habria subido por la Castellana hasta un cruce.

  • Llegaste cuando te habia olvidado de Dalia Ferry

    https://gigalibros.com/llegaste-cuando-te-habia-olvidado.html

    Victoria, es una joven escritora que tendra que hacer frente a su propio pasado y rescribir la historia de su abuela. Una historia que la llevara a Paris y al famoso puente de los enamorados. Alli debera buscar un candado, que solo abre la llave que su abuela le dejo en herencia.
    Pablo es un misterioso chico que aparece de repente en la vida de Victoria, nada mas subir al avion con destino a la ciudad de la luz. Lo que ellos no saben es que el destino es muy caprichoso y en ocasiones uno no sabe de donde puede llegar el amor.

  • Vente conmigo de Marta Vidal

    https://gigalibros.com/vente-conmigo.html

    Cuando el chico del que siempre ha estado enamorada aparece dispuesto a todo por ella, Claudia ya tiene una relacion con Simon, un chico que le da todo y mas.
    En ese momento se encuentra en un dilema. Tiene que elegir entre los dos, entre la calma y la tempestad. No es facil, pero la decision no puede tardar mucho mas.

  • Perdoname… me enamore de Viktoria Yocarri

    https://gigalibros.com/perdoname-8230-me-enamore.html

  • Te oigo, pero no te escucho de Maria Ferrer Payeras

    https://gigalibros.com/te-oigo-pero-no-te-escucho.html

    Marina ha pasado cuatro meses en coma. Despues de una larga rehabilitacion, esta harta de medicos y de seguir encerrada en casa. Por eso, decide instalarse una temporada cerca del mar.
    Tiene un secreto. Desde que desperto, oye una voz en su interior. El psiquiatra le ha dicho que no es mas que ella misma instandose a la accion. Sin embargo, se trata de Tatiana, un alter ego juerguista, mandon y soez que no la deja un minuto en paz.

  • Perros que duermen de Juan Madrid

    https://gigalibros.com/perros-que-duermen.html

    Madrid, 2011. Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y con un pasado de militancia en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir. Se trata de Dimas Prado, un comisario, viejo falangista, que se relaciono en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente.
    Burgos, 1938. Dimas Prado es encargado de la investigacion del espeluznante asesinato de una jovencisima prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigacion, que tendra por objeto borrar cualquier rastro del crimen, permitira relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa.
    Malaga, 1945. El padre del protagonista, Juan Delforo, militar republicano que lucho en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. Dimas Prado intercede por el a cambio de una informacion fundamental para su futura carrera politica y le permite un encuentro con su mujer, Carmen Munoz, a la que le unian lazos nunca revelados.
    ?Por que el viejo comisario quiso como ultima voluntad que Juan Delforo heredara su historia?
    ?Puede un novelista contarlo todo?
    ?Que verdades se esconden tras las lealtades ocultas de estos personajes?
    Juan Madrid, en la que es su novela mas ambiciosa hasta el momento, nos lleva a traves de las paginas de “Perros que duermen” a aquella epoca sombria de la guerra y la posguerra civil, y a sus ecos en la construccion de nuestro presente. Una novela de intriga, inquietante y estremecedora, con personajes complejos, contradictorios y ricos en matices, que nos hara reflexionar sobre el genero humano y sobre la necesidad de contar historias.

  • Yo por dentro de Sam Shepard

    https://gigalibros.com/yo-por-dentro.html

    De madrugada, echado en la cama, debatiendose entre el sueno y la vigilia, un hombre solitario medita, evoca escenas y ajusta cuentas con el pasado. Por su cabeza merodean recuerdos, en ocasiones fugaces, de su juventud, de su carrera como actor, de la relacion compleja con su padre y del papel de las mujeres en su vida.

  • ?Quieres jugar? Hagamoslo de Hugo Sanz

    https://gigalibros.com/quieres-jugar-hagamoslo.html

    Inmerso en un mundo de lujo, que pivotaba en torno a la diversion, Omar creia poseer un corazon blindado para los flechazos. La reaparicion de Vicky, un antiguo amor que perdio por su persistente tendencia a la infidelidad, vino a cambiar las reglas del juego.

  • Historia de Espana de Joseph Perez

    https://gigalibros.com/historia-de-espana.html

    El debate sobre Espana -un proyecto de convivencia civica para muchos, un ideal sagrado segun otros, la madre de todas las desgracias para no pocos-- ha cobrado una intensidad que nadie sospechaba hace unos anos. Hoy mas que nunca es obligado el conocimiento del pasado, no solo para lograr una mayor comprension del presente, sino para decidir con criterio sobre nuestro futuro.

  • Con otra mirada de Anabel Saiz Ripoll

    https://gigalibros.com/con-otra-mirada.html

    Raul es un joven adolescente que vive en una gran ciudad y al que, de repente, la vida se lo pone del reves. Su padre sufre un infarto y, para recuperarse con calma, han de ir al pueblo de la familia materna. El pueblo es pequeno, parece que no ofrezca ningun atractivo, pero alla estan los abuelos de Raul y otros personajes entranables, como Veva, la maestra o Ursula, la contadora de cuentos o Beatriz. Poco a poco Raul se sentira captado por el embrujo del pueblo, por la emocion de las historias que aprende acerca de la familia y otros personajes y por la magia del lugar. Al fin, aprendera a observarlo todo con otra mirada y valorara lo que tiene de una forma muy especial. Raul crecera, sin duda, en las paginas de la novela.

  • Monserrat de Vanessa Nieto

    https://gigalibros.com/monserrat.html

    Algunos anos atras, cuando las personas religiosas aun llamaban a sus hijos por el nombre de algun personaje de la Biblia, santo o virgen, se encontraba Monserrat, una chica que no entendia como su devota madre le habia castigado desde el dia de su nacimiento bautizandole asi. Ella no tenia nada de virgen, su piel no era morena y tampoco sus abuelos eran de la bella Cataluna, de donde procedia su nombre. En checo no existia ningun sonido parecido, por lo cual pocas personas lograban llamarle correctamente. Llego un dia en a notar su nombre, gracias a una postal que recibio de una importante capital de Suramerica. Alli existia una montana llamada Monserrat, con una gran iglesia blanca en su cima, donde se podia contemplar toda la ciudad. Habia sido un amigo de su infancia, cuyos padres se mudaron alli, quien le envio la tarjeta. El queria recordarle su belleza, no solo la de su nombre, no solo la de su apariencia, sino tambien la de su corazon. Todos los dias leia la postal que su amigo le habia enviado varios meses atras. Su mirada se perdia en la foto. Pasaba horas intentando imaginar lo que en aquella iglesia en la cima de la montana se encontraba. Desde muy pequena habia escuchado que los conquistadores construian sus iglesias en los lugares donde los indigenas solian adorar a sus dioses. Estos lugares eran magicos, perfectos escondites de tesoros. La iglesia de aquella foto que jamas se habia imaginado que existiera, y menos con su nombre, le producia mucha curiosidad. Monserrat no creia en nada, ni tampoco pretendia que alguien creyera en ella. Desde la muerte de su madre solo se dedicaba a desperdiciar el tiempo. Con mucha dificultad logro terminar la secundaria y no porque no fuera la estudiante mas brillante, sino porque en todas las clases no hacia mas que concentrarse en observar la ventana del salon, como si su madre estuviera a punto de asomarse, tal como lo hacia de costumbre para saludarle. Despues de terminar sus estudios lo unico que le quedaba por hacer era pasear por la ciudad y trabajar algunas horas del dia en un pequeno cafe. Vivia en el castillo mas grande del mundo: el Convento Central de la Republica Checoslovaca. Las monjas habian intentado expulsarla en varias ocasiones; su comportamiento no era de buen testimonio para las recien iniciadas y despertaba la envidia de las hermanas mayores, quienes deseaban tener juventud y suerte para disfrutar la vida que habian visto pasar frente a sus ojos. La unica plegaria que se le escuchaba rezar era la que cada noche, sentada sobre su cama y junto a una pequena lampara, hacia al leer la postal: "Olvida tu historia personal. Suena y llega tan alto como quieras. Cree". Antes de la firma tambien se podia leer: "Esta foto es del lugar donde las estrellas del cielo se mezclan con las flores del campo". Monserrat se quedaba dormida pensando en la forma de borrar su pasado, buscando olvidar su soledad, el dia en el que murio su madre, las duras penitencias en el convento, los maltratos que sufrio hasta que tuvo edad para defenderse, y el unico lugar en el que le gustaba estar: la escuela. Como olvidar que alli habia aprendido todo lo que creia saber; en su escuela veia, aunque fuera solo en libros, lugares lejanos, con personas distintas y de costumbres extranas. La clase de sociales era su favorita, le permitia volar, ver otros mundos y estar mas cerca de el: el chico mas timido de la escuela, tenia ojos grandes que sobresalian en un rostro palido con algunas pecas sobre las mejillas. El era su mejor amigo y lo conocia desde el primer dia de escuela. Era el unico nino que esperaba en el patio a que su padre llegara a recogerle. Monserrat se acerco y le pregunto: --Ya no hay mas ninos en la escuela, ?que haces aqui? --Si hay mas, ?no ves que tambien estas tu? --Pues yo espero a mi madre, ella es maestra aqui. --Se sento a su lado--, si quieres te puedo ensenar la escuela mientras llegan por ti. Desde entonces se hicieron los mejores amigos. Juntos descubrian no solo los pasadizos mas ocultos de la escuela, sino tambien los de sus corazones. Con el tiempo otros chicos del colegio los empezaron a molestar. Ellos siempre permanecian juntos en el tiempo de descanso y el la acompanaba a casa sin importarle que los demas dijeran que eran novios. El fue el unico que se quedo a su lado, aunque fuese en silencio y por varios dias, mientras ella intentaba procesar la muerte de su madre. Ademas, fue quien le ayudo a cargar, hasta el convento de su tia, la unica herencia que le dejo su madre: viejos y pesados libros que usaba en la escuela. Con el corazon saltando por encima de su pecho, despues de haber corrido un par de kilometros para llegar al convento, sin aire en sus pulmones y con lagrimas secas sobre sus mejillas, el le entrego un pequeno libro con tapas endebles de cuero cafe: Las Mil y una Noches, y con un fuerte y largo abrazo se despidio. Debia mudarse a America del Sur porque a su padre le habian ofrecido la presidencia de Calderas Czech y la representacion de la empresa en la industria de fundicion de hierro requeria su experticia. A sus 15 anos, sin opciones de trabajo, sin la haber terminado la escuela y sin alguna otra alternativa, se mudo a mas de 9.000 km de ella. Monserrat leia las historias mil y una veces, pensando en su regreso, esperando que un dia fuera la voz de su amigo la que susurrara las historias de Sherezade a su oido antes de que, entre sollozos, quedara tendida sobre su cama. Pero eso nunca sucedio, pasaron las semanas, los meses e incluso un par de anos hasta que, finalmente, ella perdio la esperanza. Lo unico que le restaba era empezar a vivir lo que los adultos llaman realidad. CAPITULO 2 Una de las mil y una noches en las que sostenia la postal, que extranamente decia su nombre, intentaba entender como su amigo le pedia olvidar su historia personal. ?Acaso pretendia que se olvidara de el?, ?era solo una astuta forma de decirle que el la pensaba, que, asi como habia un lugar desde el cual se podia ver una capital entera, tambien habia un lugar donde se concentraba todo el jardin del Eden: sus brillantes ojos verdes? El se lo confeso un dia antes de marcharse, le susurro al oido que la amaba, ante lo cual, la unica respuesta de Monserrat fue agachar la mirada. Pretendia guardar en secreto las lagrimas que se derramaban por su partida. Ahora no entendia por que despues de tanto tiempo el habia decidido volver a escribirle. Ella le echaba de menos todos los dias, algunas veces un poco mas que otras, pero esa postal debia significar algo. Se preguntaba si el aun tenia sentimientos por ella y si la pensaba tanto como ella a el. Era tiempo de averiguarlo. A la manana siguiente, a la luz del alba, Monserrat se presento ante su tia, la Madre Superiora, quien la habia recibido de nina en el convento por la promesa que en el lecho de muerte habia hecho a su hermana. Los vestigios de la Segunda Guerra Mundial cobraron con hepatitis la vida del padre de la nina y, anos despues, el contagio de la falla hepatica se transformo en un cancer de higado jamas diagnosticado en su hermana, responsabilizandola de la educacion y el cuidado de la nina. --?A que vienes hija? --Le pregunto la Madre Superiora antes de que ella pudiera pronunciar palabra. --Madre --respondio--, quiero ir a Sur America. Sobresaltada su tia alego: --?pero de que estas hablando?, ?acaso sabes donde queda eso?, ?pero si tu nunca has salido de aqui?, ?en que momento se te han metido ideas tan locas a la cabeza?, ?que vas a ir a hacer a America? Iba a continuar con su sermon, pero el llanto de la chica la detuvo. Monserrat estaba ahogada en lagrimas y entre sollozos replico: --Si es necesario entregar mi vida como misionera para tener tu apoyo y tu bendicion, y asi poder ir a America, lo hare. Tras escuchar aquellas palabras que le mostraban a Monserrat como nunca antes la habia conocido: fuerte, decidida, capaz de entregar su vida por un amor superior al propio; una joven por la que rogo poder ver, le bendijo diciendo: --No es necesario hija, los sacrificios que hacemos al Senor son voluntarios, de lo contrario, no tendrian recompensa. Que Dios te acompane y que te cuide el Altisimo porque yo no lo podre hacer mas. Metio su mano dentro de la tunica marron y, despues de abrir y cerrar algunos bolsillos es su interior, le alargo a su sobrina una pequena bolsa de pano desgastado; hacia parte de los tesoros que su padre les habia dejado a ella y a su madre. Esas pocas monedas de oro le serian de gran ayuda. --Tu madre hubiese querido que las tuvieras contigo para ir al encuentro con tu destino. Su corazon estaba conmovido, jamas le habia dado un abrazo o una caricia a su sobrina. No la volveria a ver. Sabia que el momento habia llegado, que ya estaba escrito que Monserrat debia partir. --Con que este era el sueno --penso mientras levantaba su mirada a la una en punto. Meses atras, mientras dormia en medio de un Ave Maria --podria decirse que era una vision mas que un sueno--, ella vio como un ruisenor daba brinquitos dentro de una jaula, lo detallo por varios minutos, hasta que tuvo piedad y finalmente abrio la compuertilla lateral. La avecilla echo a volar. Se sentia tranquila, estaba haciendo lo correcto al ayudarle. Con una leve reverencia y los ojos aguados, dio media vuelta y se retiro.

  • Somos polvo de estrellas de Anissa B. Damom

    https://gigalibros.com/somos-polvo-de-estrellas.html

    ?Alguna vez has deseado retroceder en el tiempo?
    Ojala fuese tan sencillo como cerrar los ojos con fuerza, desearlo con ganas y despertar tiempo atras, cuando te creias seguro de todas las cosas malas, pero sabemos que el tiempo es inalterable. No podemos evitar que ocurran desgracias, ni impedir que estas nos transformen en versiones de nosotros mismos a quienes no reconocemos.
    Olivia, a sus dieciseis anos, acaba de descubrir que el mundo es un lugar en el que no estas a salvo, que el Destino te puede arrebatar la felicidad en un instante y que querer, incluso a uno mismo, implica tomar decisiones para las que no siempre estamos preparados.
    <> habla sobre la perdida, la amistad, la familia y la lucha por los suenos apostando por la obligacion de volver a sonreir como unica forma de sobrevivir al dolor.