libro la ley del espejo pdf
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libro la ley del espejo pdf - Yoshinori Noguchi
https://gigalibros.com/la-ley-del-espejo.htmlA partir de una historia sencilla y emotiva, Yoshinori Noguchi (Hiroshima, 1963), reconocido experto en coaching y asesoramiento psicologico, nos situa delante de un espejo para mirar hacia nuestro interior. A Eiko le preocupa que los companeros de colegio de su hijo Yuta lo maltraten, y se siente impotente y sola ante un problema que no sabe como resolver. Sin embargo, el enigmatico Yaguchi le facilita un metodo sorprendente gracias al cual vivira la situacion mas dificil de todas: enfrentarse a sus fantasmas y seguir adelante con espiritu nuevo. En el ano 2010, los lectores de Espana y America Latina descubrieron este relato de Yoshinori Noguchi y las reflexiones que lo acompanan. Esta ensenanza, a medio camino entre el coaching y las constelaciones familiares, nos acerca a una filosofia oriental renovada y nos propone pautas claras y efectivas para resolver de raiz los problemas de la vida.
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La ley del espejo (PDF) - Yoshinori Noguchi
https://tonina.net/index.php/es/categorias/libros-de-auto-ayuda/item/20395-la-ley-del-espejo-pdf-yoshinori-noguchi7 abr 2020 — La ley del espejo (PDF) - Yoshinori Noguchi · Descarga Gratis La ley del espejo en PDF. Datos del Libro · Editorial: Comanegra · Idioma: Español ...
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Libro La Ley Del Espejo pdf: ¿Qué es y cómo aplicarla?
https://infojoob.xyz/libro-la-ley-del-espejo-yoshinori-noguchi-pdf-gratis/En el libro La ley del espejo , de Yoshinori Noguchi, se argumenta que percibimos todo lo que nos rodea..ley de espejo pdf..ley de espejo..
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Libro la ley del espejo entero pdf - Docsity
https://www.docsity.com/es/libro-la-ley-del-espejo-entero-pdf/4615299/La ley del espejo Yoshinori Noguchi Traducción de Mercé Torra. ... Libro la ley del espejo entero pdf, Guías, Proyectos, Investigaciones de Artes.
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La Ley Del Espejo | PDF | Perdón | Vida - Scribd
https://es.scribd.com/document/466070769/DOC-La-ley-del-espejo-docxYoshinori Noguchi es el escritor del libro más popular que explica como la ley del espejo es capaz de resolver los problemas con solo poner en práctica el ...
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la ley del espejo (edicion especial) - ELIBRO.ONLINE
https://elibro.online/descargar/la-ley-del-espejo-edicion-especial-9788417188696/1 nov 2018 — Descarga el libro LA LEY DEL ESPEJO (EDICION ESPECIAL) de YOSHINORI NOGUCHI gratis ✍ Disponible en formato .epub, .mobi y .pdf.
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Ebook: La Ley del Espejo - Jontrader
https://jontrader.com/ebook-la-ley-espejo/El 90% de los lectores japoneses han llorado con esta historia, que se transmite en el libro “La Ley Del Espejo“. Es que el modo en que está escrito y la ...
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La Ley Del Espejo PDF | Dichos y Refranes
https://www.dichosyrefranes.net/libro/la-ley-del-espejo-pdf.htmlLA LEY DEL ESPEJO. Yoshinori Noguchi. Editorial Comanegra. 4ª edición: Mayo 2010. Reseña de: Mercè Ferriz y Francesc Vieta. En la elección de un libro .
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No se supone. Roberta de Claudia A. Perez R
https://gigalibros.com/no-se-supone-roberta.htmlEs una mujer madura, independiente, "responsable" y sus prioridades en la vida distan del "Se casaron, y vivieron felices para siempre". Ahora se permite hacer cosas que anos atras no haria ni de broma; como el sexo en la primera cita.
Claro que ha dejado de hacer otras; irse de parranda tres dias seguidos, ni de broma...
Le advirtieron que al llegar a los treintas, tendria que comenzar a usar cremas antiarrugas, su metabolismo se alentaria, la resaca duraria dos dias, y tendria que lidiar con el terrible “senora”, pero nadie le advirtio que un Pollito, le erizaria la piel...
Ella es Roberta, acompanala en esta divertida y "madura" historia. -
Corazon de Hielo de Angelica Hernandez
https://gigalibros.com/corazon-de-hielo.htmlHabia una vez, cuatro hermanas que vieron que al mundo le hacia falta algo. Antes, segun la leyenda, el mundo se dividia en partes y en cada parte habia una estacion. Las cuatro hermanas vieron que estas estaciones, deberian ser compartidas, que todos merecian saber como se sentian las diferentes estaciones. Asi que la mas pequena, la mas hiperactiva y caprichosa de todas, escogio la primavera. Ella se encargaria de llevar a todas partes los olores y la armonia de dicha estacion. El verano seria la mas alegre, calida y risuena. Y La que fuera capaz de llevar el calor y la vitalidad a todos los lugares. Despues vino el otono, fue aquella hermana que penso que todos debian tener la capacidad de sonar, enmendarse y de mejorar… Ella lo llevo a todos los rincones. Y al final vino el invierno… el invierno era frio, cruel y despiadado. Cerrando los ojos ante el sufrimiento ajeno. Cuando el invierno llegaba, las demas hermanas se ocultaban. Asi sucedio. Asi lo dicta la leyenda.
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Corazon en penumbra de Jana Westwood
https://gigalibros.com/corazon-en-penumbra.html
Anelise es la hija menor de Selig Vandermer, dueno de una gran naviera y uno de los hombres mas ricos de Nueva York. -
El novio stripper de Liah Jones
https://gigalibros.com/el-novio-stripper.htmlLas dificultades economicas son la causa de que Raul tenga que trabajar como stripper, al principio su novia esta asustada y no confia en esta profesion, que saneara sus cuentas, pero tambien se convertira en toda una aventura. Una aventura que pondra a prueba el amor entre los dos.
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Todo saldra bien de Emilio Ortiz
https://gigalibros.com/todo-saldra-bien.htmlUna nueva agencia de detectives acaba de nacer en Madrid. La forman un grupo de lo mas peculiar y divertido: Mario, un joven emprendedor invidente; Nicolas, su amigo del alma, y Milagros y Juanma, dos jovenes con unas capacidades muy especiales. Juntos intentaran averiguar que le ha sucedido a una joven que lleva meses desaparecida. Al equipo de detectives se unen dos sabuesos de primera: Cross, el extraordinario perro guia ya jubilado de Mario, que tendra que verselas con Jazz, el jugueton pastor aleman que lo acompana ahora. La ciudad esconde muchos secretos y peligros, pero las aventuras en compania son, sin duda, mucho mas divertidas.
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Alguien Como Yo (Mi eleccion 3) de Elisabet Benavent
https://gigalibros.com/alguien-como-yo-mi-eleccion-3.htmlUltima entrega de <
> de @BetaCoqueta, un final de infarto que embriaga y seduce, una experiencia de lectura sugerente y adictiva que cambiara tu manera de ver el amor para siempre. -
Los asesinatos de Portosal de Marina Such
https://gigalibros.com/los-asesinatos-de-portosal.htmlLa ciudad de Portosal es un puerto con mucha actividad donde, en teoria, cualquiera puede ganarse la vida, pero eso no es tan facil para una medio elfa, medio humana como Oona. Lo mismo se dedica a echar a los ladrones de las posadas que cumple los trabajos que le encargan los comerciantes que gobiernan la ciudad.
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Taragh (Saga Anam Celtic 2), Angy Skay de Angy Skay
https://gigalibros.com/taragh-saga-anam-celtic-2-angy-skay.htmlPoder.
Cuando los padres de Taragh fallecen tragicamente en un accidente, ella se queda sola en un mundo dificil, hasta que una noche en el Grand Hotel de Malahide, todo cambia gracias a un trato.
Considerada una mujer fria y sin sentimientos decide enlazar su vida bajo un majestuoso trato con Cathal O’Kennedy, el mismo hombre del que planea poco tiempo despues su asesinato. El, un temible tirano capaz de hacer temblar hasta al mas temible guerrero, ansia poseer todos y cada uno de los tesoros mas valiosos de Irlanda.
Mientras, Maureen, debera involucrarse en la lucha, con mentiras hacia el que sera su futuro marido, lo cual acarreara un final nada deseado.
Llega la continuacion de la saga Anam Celtic, una historia donde el romanticismo, la pasion, la magia y las aventuras son las protagonistas.
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Mi unica reina de Jodi Ellen Malpas
https://gigalibros.com/mi-unica-reina.htmlSu historia de amor comenzo intensa y apasionadamente. La princesa Adeline y Josh Jameson sabian que cualquier futuro juntos era imposible: su estatus de princesa y la posicion de el como un galan de Hollywood lo impedian. Pero las cotas de placer a las que podian llevarse mutuamente fueron totalmente inesperadas. Y poco a poco los limites se hicieron mas y mas borrosos: lo fisico se volvio emocional, y sus corazones se entrelazaron. Pero un giro cruel de los acontecimientos vendra a amenazar su historia y Adeline se vera mas atada que nunca al protocolo que exige su titulo. El ejercito de asesores reales que esconden los secretos y escandalos de la monarquia hara todo lo posible para mantener a raya a los medios… y a Josh lejos de Adeline. Sin embargo, Josh se niega a perder a la mujer que lo ha consumido por completo y ha sido capaz de distorsionar sus limites. ?Triunfara el poder de la monarquia britanica? ?O cambiara su intenso amor el curso de la historia?
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Casualidad o destino de E. Manzanares
https://gigalibros.com/casualidad-o-destino.htmlA veces creemos que la casualidad en la vida nos hace ir hacia un evento que nos cambia por completo el camino que llevamos trazado, otras veces creemos que el destino nos hace cambiar de rumbo en la vida.
Enamorarse puede ser quizas por una obra del destino o simplemente por la casualidad de estar en el momento y el lugar indicado donde conoceras a esa persona que hara que tu destino tome un rumbo diferente al que tenias planeado.
La historia de Andrea es tal vez manipulada por el destino, perder de la noche a la manana a su familia no puede ser una casualidad y que tuviera que tomar las riendas de todo lo que su padre construyo tampoco debio ser una casualidad. Quizas el conocer una tarde al hombre que le hizo latir desbocado el corazon si fue obra del destino.
Ella se enamoro de Emilio y el penso que podria manejar su atraccion por ella, sin contar que el destino podria tener marcado que sus vidas un dia se unieran y que fue una casualidad conocerla aquella tarde. -
Huyamos, ahora que podemos 2 de Garcia De Saura
https://gigalibros.com/huyamos-ahora-que-podemos-2.htmlCuando Ana e Iris pensaron que ya nada podria fallar en su confabulacion por librarse de la justicia, un nuevo reves amenazo con destruirlo. Alguien mas sabe la verdad de lo que ocurrio la noche del accidente en la que se cargaron a Don Pepino, patron del pueblo, y su plan corre peligro. En medio de la voragine, las chicas se iran de viaje con los chicos, Filomeno y Ataulfo, dos hombres en los que confiaron y que las ayudaron desde el principio sin pedir nada a cambio. ?O era solo lo que a ellas les hicieron creer?Descubre el desenlace final de esta apasionante, divertida e intrigante historia, donde nada es lo que parece, y todo parece lo que es.
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Escrito con sangre y seda de Africa Ruth , Marta Cruces
https://gigalibros.com/escrito-con-sangre-y-seda.htmlLondres, 1874. Tras la muerte de lord Wellesley, solo tres personas conocen el secreto de Charlie, su hijo y heredero: es una mujer. Una de ellas es Leo, su hermano bastardo, y las otras dos no descansaran hasta arruinar su reputacion para siempre. Sin embargo, las ultimas voluntades de lord Wellesley alejaran a Charlie y Leo de Londres para emprender una huida frenetica por la Ruta de la Seda. Ciudades exoticas como Alejandria, Calcuta y Canton seran testigos del afan de los hermanos por escapar del pasado y de su temor a enfrentarse a un presente marcado por una pasion prohibida.
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Noche a media luz de Jacquie D'alessandro
https://gigalibros.com/noche-a-media-luz.htmlMallory sabia que estaba dolida por como habia acabado su ultima relacion, pero aquello no duraria mas que una noche. Una noche que tendria que bastarle.
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Conectados. Ahora Y Siempre de S.m. Afonso
https://gigalibros.com/conectados-ahora-y-siempre.html?Nunca has deseado algo realmente con todas tus fuerzas?
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La Magia de Rhonda Byrne
https://gigalibros.com/la-magia.html?Recuerdas cuando eras pequeno y creias que la vida era magica? Pues bien, la magia de la vida es real, y es mucho mas impresionante, imponente y apasionante de lo que jamas imaginaste de nino. Puedes vivir tus suenos, puedes tener todo lo que deseas, !y tu vida puede tocar el cielo! Te invito a que me acompanes en un inolvidable viaje de 28 dias, mientras descubrimos lo deslumbrantes que realmente pueden ser nuestras vidas.
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Cuando menos lo esperaba de Loren Gray
https://gigalibros.com/cuando-menos-lo-esperaba.htmlDenis solo queria hacer bien su trabajo, demostrarle a su padre que era un hijo digno y demostrarse a si mismo que era capaz…
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El corazon de una dama de Olga Salar
https://gigalibros.com/el-corazon-de-una-dama.htmlEl mayor tesoro que un caballero debe anhelar es, sin duda, el corazon de una dama.
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La caida de Gondolin de J. R. R. Tolkien
https://gigalibros.com/la-caida-de-gondolin.html -
?Por que tenias que ser tu? de Raquel Garcia
https://gigalibros.com/por-que-tenias-que-ser-tu.htmlDave era una cabeza loca, pasando de fiesta en fiesta a sus veintiseis anos creia que el mundo le pertenecia hasta que de golpe sus padres y su hermana mueren en un accidente de coche. Sin tiempo ni para llorar sus muertes, Dave tiene que dejar toda su vida de desenfreno para hacerse cargo de sus dos sobrinos, tomando la decision de dedicar su vida a ellos, no enamorarse y dejar que el tiempo la consumiera… hasta que conoce a Jeyson Shalder un conde al que debe una importante suma de dinero que no puede pagar por culpa de su sobrino adolescente y con quien choca en caracter nada mas conocer…
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La chica que vivio dos veces de David Lagercrantz
https://gigalibros.com/la-chica-que-vivio-dos-veces.htmlLisbeth Salander esta preparada para la batalla final contra la unica persona que, siendo identica a ella, es su opuesta en todo: su hermana Camilla. Pero esta vez, Lisbeth tomara la iniciativa.
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Cuidare de ti de R. M. De Loera
https://gigalibros.com/cuidare-de-ti.htmlMientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --
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A+ Relatos eroticos de un profesor de Kris Buendia
https://gigalibros.com/a-relatos-eroticos-de-un-profesor.htmlHabiamos quedado para conocernos…tomar algo y charlar. Era verano y ella se presento con una falda corta, una blusa ajustada y una chaqueta de cuero. Jess media uno setenta y cinco. Aproximadamente, y yo dos metros, casi tres. Era morena, ojos color miel, unos labios carnosos, 21 anos, malaguena. Nos sentamos en una terraza cerca de la plaza de Lavapies y estuvimos conversando todo el rato, entre risas y cervezas. Hubo muy buena quimica entre los dos, pero siendo la primera cita, era su profesor, era mi alumna en la clase de historia. Cuando me di cuenta que no era correcto y queria irme de inmediato, la bese en la boca notando que ella sacaba su lengua y jugaba con la mia. ?Como carajos iba a detenerme ahora? Estaba sedienta, pero a mi no me importaba y empapaba mi lengua en su boca. Me di cuenta entonces que ella tenia tantas ganas como yo y que era una chica muy traviesa. No nos importaba que estuviesemos rodeados de gente, y tras diez minutos de intensos besos y juegos previos, me invito a su casa. !Mierda, mierda, mierda! Se estaba saliendo de control. Pero la dureza de mi verga me exigia en silencio que accediera. Y lo hice. Durante el trayecto en mi Ducati, no pense hacerle nada, pero, !que mierda! si ella no queria, me quitaria la mano. Podia manejar la moto con una mano, y la otra la apoye en sus muslos. No me detuve y quise ver hasta donde era capaz de llegar ella, asi que subi un poco mas la mano, hasta llegar a sus bragas. La postura de ir en moto sentada hacia que fuese abierta, por lo que mi mano toco directamente su sexo. Lo toque sin vacilar, mientras la brisa nos tocaba tambien. Mi sorpresa fue cuando ella se echo a un lado la braga para que mis dedos tocaran directamente el interior de su sexo para que la siguiera masturbando. !Joder, ambos estabamos mojados! Al llegar a un semaforo en rojo, pense que me quitaria la mano cuando otros coches parasen a nuestro lado, pero mi otra sorpresa fue que ella no hizo nada. Yo ya le habia metido dos dedos en su empapado sexo y ella se movia lentamente apretando contra el asiento. El primer coche en parar fue un taxi, que se coloco a nuestra derecha. Mire al conductor y a los pasajeros que iban atras. Eran dos chicas jovenes, bastante guapas. Luego mire al otro coche que se paro a la izquierda. Un tipo de bastante edad, debo decir. Ese minuto alli parados, masturbando a mi alumna, me parecieron diez. Jess ensenaba sus muslos abiertos y mi mano desaparecia descaradamente entre ellos. El taxista que nos tenia a medio metro miraba descaradamente los pequenos movimientos que hacia mi chica para sentir mas a dentro mis dedos. Seguramente nos hubiese dicho algo, pero de no ser por llevar a aquellas chicas detras, como hombre se que tambien le gustaba lo que miraba. El otro conductor miraba tambien descarado mientras desde nuestra posicion veia como se tocaba la verga por encima del pantalon. Notaba como ella aumentaba el ritmo de cadera sentada sobre mi mano mientras yo la seguia masturbando. Vaya que lo hizo. No quedaba mucho tiempo, pues el semaforo ya estaba intermitente. Mientras Jess estaba apoyada en el baul que llevo detras del asiento y que sirve de respaldo. Abrio un poco mas las piernas, ahora cinicamente y yo empece a frotarle el clitoris con mis dos dedos, haciendo lo posible por rozarle el punto exacto. A los pocos segundos, empezo a temblar y a soltar fluidos que empaparon el asiento y mi mano. Semaforo en verde... El unico comentario que hizo el taxista antes de irse fue: --Que suerte tienes, cabron. Y me guino un ojo antes de que acelerase y les dejase alli a todos con esa imagen de mi pequena Jess corriendose en el asiento de atras de mi Ducati. Pero, mierda. Si solamente supieran que el que le estaba metiendo mano, era su jodido profesor. NOCHE BUENA Siempre se dice que la navidad es una fecha para compartir, mas aun en mi situacion economica, mejorada sustancialmente respecto de aquella en la cual me origine. Veinticuatro, fui a la casa de mi madre llevando regalos para ella, mis hermanos menores y mis sobrinos, ademas de todo lo necesario para preparar la cena; mi pareja de ese entonces no me acompano. Y que bueno que no lo hizo, pues al cruzar la calle y por ser noche buena, los vecinos de mi madre, eran los padres de Less. Mi alumna. El dia fue agotador, por un lado los ninos que iban de un lugar a otro desordenando todo a su paso, y por otro, Less pasando sus manos disimuladamente por mi pierna o la de mi hermano cada vez que se presentaba la ocasion, la calentura subia y bajaba en mi cuerpo a cada agarron o comentario subidito de tono, con lo cual solo queria que terminara la cena para darme un buen revolcon con ella. No era que no lo habia hecho antes. Pero esa es otra historia. Rapidamente nos fuimos y al subir a uno de mis autos, ella me entrego mis regalos de navidad, que me habia dicho aun quedaban, un par de zapatos de cuero negros. En cambio yo, le tenia un vestido negro que se veia ser muy cortito con un gran escote y su espalda formada solo por tiras cruzadas y paralelas que se unian a una vertical en el medio, que naturalmente dejaria totalmente descubierta su espalda y su culito. Solo ver la imagen del mismo en su caja me hacia imaginar el efecto que produciria si se pasease con el en las calles de Boston. Acariciando su pelo, le pedi que se lo pusiese, se maquillase y se soltase su pelo. Siempre le decia que me encantaba su pelo suelto pues hacia destacar aun mas su cara de pequena perra inocente, nuevamente parecia una. Rumbo a casa me pregunto si me habia gustado mi regalo y si me gustaria ser un regalo, por respuesta solo lleve mi mano a su entrepierna y le dije que me encantaria ser regalado, que ella sabia que me calentaba el hacerlo con mi pequena alumna. A lo cual le pregunte si le molestaria que la regalase a conocidos, ya mi calentura no daba mas, mi entrepierna se encontraba totalmente dura Tome una de sus manos y la pose en mi verga para que sintiese lo duro que ya estaba. El contacto la hizo suspirar inmediatamente, y mientras sostenia su mano entre mis piernas, le pregunte: --?Para que naciste, Less? Y sin esperar su respuesta me respondio: --Para ser culpable. --?De quien eres? --pregunte. --De cualquiera, profesor Blake... de todos. --?Puedes prestarlo? ?Puedes venderlo? ?Arrendarlo o regalarlo? Ella solo me miraba y se reia, yo tambien lo hacia. --Me da lo mismo, si voy a hacer un regalo, me da lo mismo
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Cuentos con mecanismo de relojeria de Faruk Sehic
https://gigalibros.com/cuentos-con-mecanismo-de-relojeria.htmlFaruk Sehic ha ido escribiendo estos relatos durante anos para ponerse a salvo de la guerra y de la vida. “?Por que alguien inventaria historias de terror cuando las vivio durante los anos de la guerra? --escribe el autor-- ?De que fantasia hablamos cuando todo lo que vivimos fue fantastico? En nuestro pais, la literatura es a menudo mas que la vida misma, porque es una combinacion de maquinacion y hechos irrefutables“.
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El misterioso anillo de Claddagh de Virginia Sainz-rasines
https://gigalibros.com/el-misterioso-anillo-de-claddagh.htmlTE queda tan solo una hora y media para terminar tu columna. Imagino que ya estara lista ?no es asi? --De eso puedes estar segura, Amanda, pero ya sabes que me gusta repasar mi trabajo hasta ultimo momento para corroborar que este todo a la perfeccion. En su pequena oficina de metro y medio cuadrado, simulando que leia en su ordenador y agradeciendo a Dios que su jefa no pudiera ver la pantalla, sintio que realmente no tenia escapatoria: el fin de su carrera se aproximaba. Nunca lograria llegar a tiempo con su articulo semanal. A tan pocas horas del cierre, solo lograba ver la cara de desesperacion de Amanda, quien no contaba aun con su columna sobre noticias reales e inusuales de la bellisima ciudad de Nueva York. Mirando la pantalla en blanco, y luego a Arthur en la oficina contigua --su companero de trabajo, un joven descendiente de inmigrantes irlandeses--, se le ocurrio una idea: "Eso es, puedo utilizar internet para investigar su historia y averiguar realmente como inmigraron sus antepasados. Eso me ayudara a inventar algo jugoso". Fue asi como rapidamente y sin perder siquiera un segundo mas de su cuenta regresiva, se dispuso a escribir una historia ficticia. Tal vez lograria cautivar a sus lectores y dejar contenta a su jefa. Lo unico que necesitaba era que nunca se supiera que su articulo trataba sobre una mentira. De ser asi, perderia la poca reputacion que habia logrado como periodista y su incipiente carrera se veria destruida, exactamente como su vida personal desde el dia anterior. Y todo seria aun peor si no le entregaba a su jefa lo que habia prometido tener terminado minutos atras. Sumida en sus pensamientos, tratando desesperadamente de encontrar una buena historia que deslumbrara a las lectoras de Gorgeous Woman Magazine --la revista para la cual trabajaba -- escucho el sonido de su telefono. La llamaba Sophie, su unica amiga en toda la empresa, ya que con Arthur tenia una buena relacion que no llegaba a ser de amistad. --Piper, necesito por favor que vengas urgente a mi oficina. Amanda esta en ataques. Teme que tu articulo no este listo para editar. Imagino que no sera cierto, ?no es asi? --Ya mismo voy para alli --dijo con la intencion de tranquilizarla, aunque solo consiguio ponerla aun mas nerviosa. Sophie ocupaba un puesto preferencial en la empresa. Con tan solo veintisiete anos ya era reconocida dentro del estrato mas alto y mas deseado del periodismo neoyorkino. Hacia dos anos que vivia con su novio en una magnifica y moderna mansion del Upper East Side. Ambas estudiaron juntas en la Universidad de Columbia y se convirtieron en amigas inseparables desde que se conocieron alli. Piper proviene de Ogunquit, Maine; y Sophie, de Boston. Despues de recibirse no tuvieron la misma suerte, a pesar de que Piper habia egresado con honores e incluso habia ayudado a Sophie en sus estudios hasta su ultimo examen. Lo cierto es que Sophie logro obtener su ansiado titulo universitario en periodismo gracias al apoyo continuo e incondicional de Piper. Al poco tiempo, comenzo a trabajar en esta prestigiosa revista femenina de tendencias luego de que su novio, un bohemio y adinerado pintor, la contactara con la mujer mas despreciable e influyente del ambiente periodistico: Amanda Horton.
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El rey recibe de Eduardo Mendoza
https://gigalibros.com/el-rey-recibe.htmlBarcelona, 1968. Rufo Batalla recibe su primer encargo como plumilla en un periodico: cubrir la boda de un principe en el exilio con una bella senorita de la alta sociedad. Coincidencias y malentendidos le llevan a trabar amistad con el principe, que le encomienda, entre otras cosas, escribir la cronica de su peculiar historia. El opresivo ambiente de la gris Espana franquista pronto se quedara pequeno para Rufo, que viajara a Nueva York con poco dinero, grandes esperanzas y el difuso objetivo de hacer algo emocionante con su vida.
Rufo Batalla sera testigo de los fenomenos sociales de los anos setenta, como la igualdad racial, el feminismo, el movimiento gay o el desplazamiento de los grandes centros culturales y la deriva de la cultura hacia nuevas formas de expresion, fenomenos que en buena parte hicieron del presente lo que es hoy. Y dejara constancia, no tanto de los hechos como de la forma en que lo vivieron quienes los presenciaron.
Con la conocida union de maestria narrativa y refinamiento estilistico del autor, personajes reales e imaginarios, tipicos del universo de Eduardo Mendoza, se dan la mano en esta novela, brillante inicio de la trilogia Las Tres Leyes del Movimiento, que recorrera los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX. -
Un pequeno favor, Darcey Bell de Darcey Bell
https://gigalibros.com/un-pequeno-favor-darcey-bell.html -
Siempre sera el de Monica Lezama Zelayaran
https://gigalibros.com/siempre-sera-el.htmlSin saberlo el, le cambio una vida tranquila por un destino diferente al introducirla a un mundo de negocios y relaciones que la envolverian en un remolino de emociones, en donde se convirtio en la mujer que marcaria la vida de los cinco jovenes mas poderosos e importantes del mundo.
Aprendio que, un solo gesto puede representar la ruina o el exito, y por mucho que te amen: el poder, los titulos nobles y el honor pueden mas. -
Riesgos de los viajes en el tiempo de Joyce Carol Oates
https://gigalibros.com/riesgos-de-los-viajes-en-el-tiempo.htmlLa novela mas imaginativa, joven y distopica de Joyce Carol Oates.
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Ardiente pasion – Adrian Blake de Adrian Blake
https://gigalibros.com/ardiente-pasion-8211-adrian-blake.htmlLeo Johnson es oficial de la brigada ciento dieciocho del cuerpo de bomberos de Nueva York. En una fiesta de disfraces de Carnaval, conoce a Taylor, una preciosa mujer disfrazada de conejita de Playboy con la que mantiene una torrida sesion de sexo.
Todo se complica cuando descubre que ella es su nueva vecina de enfrente. El intentara seducirla, convencerla de tener una relacion con el, pero Taylor acaba de divorciarse y no cree en el amor. ?Conseguira Leo hacerla cambiar de opinion?
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The End, El Nuevo Mundo de G. Michael Hopf
https://gigalibros.com/the-end-el-nuevo-mundo.htmlPara Gordon Van Zandt, la lealtad y el deber para con su patria eran tan evidentes que, tras el 11 de septiembre, dejo la universidad y se alisto al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos; sin embargo, no tardo en abandonar este idealismo juvenil en una ciudad iraqui devastada por la guerra. Diez anos mas tarde, Gordon Van Zandt continua luchando contra los fantasmas de su pasado cuando, de repente, el y su familia deben enfrentarse a una nueva realidad. America del Norte, Europa y el Lejano Oriente sufren un superataque de pulso electromagnetico con consecuencias devastadoras que afectan las redes de electricidad y todos los dispositivos electricos. Tras el colapso total de toda la infraestructura economica --sin automovil y sin telefono--, Gordon sabe que debera luchar por unos recursos cada vez mas limitados y escasos. Junto con otros vecinos amigos, Gordon decide tomar todas las medidas que sean necesarias, y entre las cuales no se incluye el respeto por los demas.
Gordon debe tomar todos los dias decisiones que en el “viejo mundo” hubieran parecido extremas y sumamente brutales, pero que ahora son vitales para la supervivencia. -
Creer en el amor (Jazmin Secretos Y Mentiras) de Day Leclaire
https://gigalibros.com/creer-en-el-amor-jazmin-secretos-y-mentiras.htmlLa oportunidad de su vida.
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Sigo siendo yo (Antes de ti 3) de Jojo Moyes
https://gigalibros.com/sigo-siendo-yo-antes-de-ti-3.html -
Especial luna de miel de Rebeca Montes
https://gigalibros.com/especial-luna-de-miel.htmlAquel no era su primer viaje en avion. Ni siquiera se podria decir que fuese su primer viaje con el. Pero mientras caminaba apresurado entre el gentio del aeropuerto, su maleta rodando detras, no pudo evitar sonreir, feliz. En aquel rincon del mundo que se asemejaba mas a una burbuja turistica, los idiomas que se escuchaban por todas partes variaban de un espanol que Keith entendia solo a medias y un ingles fluido. Las personas apresuradas a su lado tambien parecian proceder de los mas variados destinos, a juzgar por retazos de conversaciones que el no llego a comprender. --?Donde vamos ahora? --pregunto mientras se detenia y se colocaba junto al que, desde hacia mas de un ano, era su marido. --Tenemos que buscar la empresa donde reservamos el coche. No fue dificil encontrar la hilera de cristaleras con decenas de anuncios sobre el renting y los precios. Chris ignoro a todos aquellos que intentaron llamar su atencion desde las puertas para entrar en la indicada. Alli, un joven de tez morena y bonitos ojos oscuros los atendio en un ingles perfecto, les hizo rellenar un monton de papeles y los acompano afuera, hacia un aparcamiento donde un reluciente coche azul los esperaba. --Es automatico, como lo pidieron. Y podra devolverse en nuestra empresa del aeropuerto del Chetumal en la fecha acordada. Disfruten de su viaje. El calor nada mas salir le hizo transpirar en apenas cinco minutos. No estaba acostumbrado a esa humedad sofocante que a las once de la manana parecia succionarlo todo. Se habia banado en repelente para protegerse de los mosquitos, y su piel se veia aun mas palida por el exceso de crema protectora para el sol. Chris habia tenido el tino de ignorar el inmenso sombrero que compro en el aeropuerto de Nueva York para cubrirse tanto la cabeza como los hombros. Ya sabian los problemas que tenia con las quemaduras. Keith habia debatido largo y tendido con su esposo sobre el destino de su viaje. Iban a ser diez dias y queria pasarlos lo mas relajados posible. La suma de mar y naturaleza seria un conjunto perfecto para que ambos pudieran deshacerse de algo del estres propio de los ultimos meses. El plan, en un principio, no era ir a Cancun, sino a un lugar mas pequeno y, supuestamente, menos concurrido en aquellas fechas: Tulum. Segun las fotos, aquel pueblecito turistico tenia uno de los yacimientos mayas mas importantes pegado a la playa. Una playa caribena, para mas enfasis. Desde alli se podian visitar, ademas, un monton de lugares que en imagenes parecian paraisos perdidos en medio de selvas hermosas. --?Quieres comer algo antes de partir o cuando lleguemos al hotel? Chris, con unas bermudas oscuras y una camiseta de algodon amplia, no habia conseguido en absoluto aquello que busco: el pasar desapercibido. Sus cabellos rubios, sus ojos castanos y aquel rostro atractivo no hacian sino atraer miradas de forma constante. Llevaba ademas aquel aura de seguridad que uno inmediatamente vinculaba con el dinero. Era algo que para aquellas alturas se pegaba de forma innata a su esposo. Por suerte, al final decidio no ir con aquellas chancletas horribles y se pudo unas zapatillas deportivas. --Cuando lleguemos. Sera junto la hora de comer, ?verdad? No deberiamos tardar ni dos horas, se supone. --Entonces solo compraremos agua para el camino y listo. Fue Chris quien se acerco hasta un puesto junto a la salida donde vendian botellas de todo tipo. Tras comprar un par de ellas, metio las maletas en el maletero mientras Keith configuraba el GPS del coche. Era una carretera recta, por lo que no deberian tener problemas. El aire acondicionado pronto se hizo necesario y Keith no dejo de mirar por su ventanilla, inmerso en un paisaje donde solo se veia verde y mas verde. De vez en cuando pasaban algun pueblo pequeno, que usualmente detenia el recorrido de los coches con altos resaltos en la carretera. Llegaron a Tulum antes de las dos. El pueblo era diminuto. Apenas unas calles que se extendian alrededor de la avenida principal. Pero por insistencia de Chris, que no creia que fuese necesario quedarse en un hotel alli, ambos tenian una bonita habitacion en el paseo de la playa, donde los hoteles mas caros se apinaban con sus rincones al mar privados y sus suites de lujo. Nada mas llegar, un chico uniformado los recibio, los dejo aparcar en un lugar privado y los condujo hasta la recepcion. Desde ella se veia una piscina larga que terminaba en una especie de cristalera con vistas al mar. Mas alla, una especie de terraza restaurante con bancos acolchados y toldos oscuros. Pero la mayor sorpresa fue cuando ese mismo muchacho los guio a traves de un camino de tierra y madera hasta dar con una cabana de dos pisos oculta entre arboles. Era como una casita encantada en medio del bosque, y justo frente a la playa. --Esto no es lo que reservamos --murmuro confundido. Christopher se volvio hacia el, atrayendole de la cintura mientras sus labios se posaban sobre los de Keith en un breve y sonoro beso. --?Sorpresa? Pense que te gustaria. !Y como no! Una hamaca grande pendia de dos arboles robustos, un porche de suelo de madera tenia unos sillones grandes y seguramente comodos. La puerta era de cristal, pero unas telas blancas cubrian en interior. El trabajador abrio la puerta y Keith, simplemente, sintio ganas de llorar. Verdaderamente parecia algo salido de un cuento. Con decorados rusticos y cuidados, telas claras y diafanas, sillones llenos de cojines. Era amplio y abierto, ofreciendo las vistas al mar. Era perfecto. --Gracias --susurro. El chico salio de la casa tras entregarle Chris la propina. Keith no sabia que queria hacer mas, abrazar a aquella persona insufrible por momentos o correr hacia el mar para lanzarse de cabeza a las cristalinas aguas. Gano el, como siempre, y cuando casi salto sobre ese cuerpo alto y hermoso, Chris le agarro para ayudarle a colocar las piernas alrededor de su cintura. --Me encanta --susurro mientras dejaba un rastro de besos por aquella piel que empezaba a dejar notar la barba del dia. Le encantaba sentir la aspereza contra el, sentirle a el apretado contra su cuerpo. Chris lo cargo por la casa, seguramente buscando la habitacion, y Keith se encontro pronto tendido en suaves y frescas sabanas. La cama tenia una tela fina que colgaba del techo y Keith, mientras elevaba el trasero para dejar a Chris sacar su ropa interior, penso que los mosquinos se quedarian fuera aquella noche. Le escucho grunir algo mientras se deshacia de su propia ropa, alli frente a el. Y Keith, durante unos instantes, penso que quizas deberia apuntarse a un gimnasio. Su cuerpo delgado no era propenso a conseguir grasa de mas, pero comparado con aquel cuerpo moldeado y marcado, parecia bastante simple. --Estas pensando demasiado, Keith --dijo Chris--. Tendre que esforzarme mas. --No hace falta, esposo. Solo me recreaba con esos abdominales tuyos. Quizas me apunte a tu gimnasio. --No duraras ni dos semanas. --Eso no es... Pero aquella boca le silencio con un beso, y Keith gimio mientras le sentia tumbarse junto a el, acariciando su abdomen y bajando la mano hasta encontrar su miembro, ya mas que despierto. --Esposo, aun tengo la camiseta. Fuera. El sonrio, esa sonrisa ladina que tan bien se le daba, y se separo un momento para sacarla. Con el tiempo, Keith habia descubierto que su marido tenia una suerte de fetiche con las bocas. Le gustaba besar. Podian tirarse mucho tiempo acostados en la cama, despues del sexo, mientras que aquellos labios finos volvian una y otra vez sobre los suyos. Le besaba durante el sexo. Y a veces cuando estaban solos. Chris no era persona de muestras publicas de afecto. Keith pronto aprendio aquello tambien, pero no importaba. Porque mientras aquellos dedos se enredaban en su cabello y tironeaban de el, colocando las piernas de Keith sobre sus hombros y abriendole a su ereccion, lo unico que tenia claro era que lo amaba. --Voy --susurro Chris contra su oreja mientras se introducia en el, y Keith le dejo hueco cuando empezo a mordisquearle la oreja, empezando un lento vaiven que pronto encontro aquello que buscaba. Fue rapido al final, ambos buscando el placer en brazos del contrario. Fue hermoso por ser quien era, si. Y tambien por estar donde estaban. Tiempo despues, y limpios de los estragos del sexo, ambos salieron en busca de comida, demasiado hambrientos como para pensar si quiera en ir a banarse un rato. El comedor era enorme y bonito, como con grandes ventanales que rodeaban todo permitiendo las vistas y manteniendo fuera los mosquitos. --Cuidado con el picante. No querras pasarte el resto de los dias malo del estomago --dijo Chris una vez los sentaron a la mesa y tomaron el menu. --Me gusta el picante --respondio mientras revisaba los pescados frescos del dia. --El picante de casa no es nada comparado con este. Aquella parte de Keith que habia ganado confianza en si mismo y que queria libertad de elegir, casi le hizo ir a por cualquier platillo tipico mexicano con su buena racion de chile. Por suerte, su parte racional era mas inteligente que eso, y finalmente pidio consejo al camarero en cuanto a los pescados. Chris opto por carne y ambos comieron frente a las aguas azules mientras el aire acondicionado refrescaba sus pieles. Fue a media comida que lo noto. Las miradas. Uno pensaria que con el tiempo se habria acostumbrado, pero de hecho no era asi. Y las mujeres que se comian al rubio con la mirada, muchas de ellas medio vestidas en sus ropas de bano y con algun pareo, eran siempre un recordatorio contante de lo diferentes que eran ellos. Miro su plato, subitamente enfadado, y tomo toda su copa de vino de un trago, casi ahogandose al instante. --?Que demonios estas haciendo? No tienes ningun aguante con el alcohol. Para su disgusto, Keith chasqueo la lengua, mirando a su esposo con el ceno fruncido. Sabia que no debia parecer muy amenazador, pero Chris alzo una de sus cejas mientras preguntaba: --?Que pasa? --Nada. Nada --repitio con mas enfasis.
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Unas cuantas calles de Juan Francisco Polo
https://gigalibros.com/unas-cuantas-calles.htmlPolitica, sexo y rock’n’roll para los chicos de barrio en el Madrid de los setenta.
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Los 40 son los nuevos 30 de Amanda Peters
https://gigalibros.com/los-40-son-los-nuevos-30.htmlLucia Iriarte esta a punto de vivir un dia que recordara para siempre. Esa manana recibira tres noticias diferentes que trastocaran todo su mundo y se sumira en un pequeno caos personal del que no sabra salir sin ayuda de sus amigas.
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Una lista de propositos y treinta noches de verano de Yanira Garcia
https://gigalibros.com/una-lista-de-propositos-y-treinta-noches-de-verano.htmlPodria empezar mi historia presentandome y, quiza, hablando de mi; mi nombre, apellido, edad, de donde soy o contaros que tengo una hermana gemela, claro, podria; pero creo que es mejor hablar de el, pues es el culpable de esta historia. El, Axel, que ya su nombre suena exactamente a eso, a pecado, justamente a lo que es. Podria decir que es un hombre sencillo y que no es capaz de trastocar tu mundo y el de todo el que se cruza por su camino, sobre todo, si hablamos de feminas; pero, no, el caso es que el unico mundo que decidio poner patas arriba fue el mio y yo, yo me sentia una veleta con el cerca. Puede que si deba deciros que todo empezo con un cambio de vida y tachando de mi lista uno de esos propositos que tanto me definen, pero creo que seria mas sencillo aceptar que la vida te tiene preparado un camino y que siempre terminaras cogiendolo, aunque te empenes en dar un rodeo. Axel llego a mi vida como el verano llega tras la primavera. Ponte unas chanclas, un pantalon corto y deja que lo que hay dentro de estas paginas te cuente mi verano, el verano que cambio nuestras vidas.
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La vida es suero: Historias de una enfermera, Enfermera Saturada de Enfermera Saturada
https://gigalibros.com/la-vida-es-suero-historias-de-una-enfermera-enfermera-saturada.html -
El murmullo de los arboles de Karen Viggers
https://gigalibros.com/el-murmullo-de-los-arboles.htmlLeon siempre ha cuidado de la gente que tenia a su alrededor y de los arboles de su parque. Ahora, lejos de su isla de Bruny natal, al sur de Tasmania, el joven debera encontrar su lugar en el mundo, hacer amigos y descubrir su objetivo en la vida. Su nueva vida entre hombres duros que se dedican a la tala de arboles no sera facil. Leon crea nuevos lazos de amistad con Max, un nino acosado por sus companeros de colegio, y Miki, una chica que anhela ser libre y escapar del yugo de su hermano, que la condena a vivir recluida y sin poder moverse con libertad. Cuando los intereses de su nueva comunidad choquen con la conservacion de un eucalipto milenario, Leon debera decidir que significa ser un buen hombre.
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Ella si que estaba de Monica Benitez
https://gigalibros.com/ella-si-que-estaba.html?Por que no os venis tu y Esteban a cenar el sabado a casa? Mario hara su famosa lasana... --me sugiere mi mejor amiga. De pronto me arrepiento de haber quedado con ella en esta cafeteria, sabia que tarde o temprano tendria que contarle la verdad a Isa, pero no me apetece, y tras esa pregunta que acaba de hacerme y por el rumbo que esta tomando nuestra conversacion, al final voy a tener que hacerlo. --Otro dia Isa, estoy muy liada con el trabajo este fin de semana--digo con un gesto agotado que no la convence. --Venga ya Vane, cuentale el rollo a otra, disenas paginas web, tu no tienes horarios-- responde molesta. --Es verdad, pero tengo mucho trabajo acumulado Isa, y habia pensado ponerme al dia este fin de semana. Siento cierta presion en el pecho cuando clava su mirada en mi y sus ojos se empequenecen, esa es la cara que Isa pone cuando sospecha algo, y ante su mirada acusadora soy incapaz de mentir, lo he intentado varias veces pero no funciona, Isa me conoce demasiado bien y siempre me acaba pillando. Le basta con poner ese gesto y hacerme la pregunta para la que desea una respuesta y yo me siento desarmada y traspasada por la profundidad de sus ojos negros. --?Va todo bien entre Esteban y tu? Y ahi esta la pregunta, la odio cuando hace eso, no solo porque no puedo ocultarle nada, sino porque ademas me toca aguantar sus sermones. --?Podemos hablar de eso en otro momento Isa? Me gustaria tomarme el cafe tranquila... -- le pido en tono conciliador. --!Por Dios Vane! Dime que no has dejado a Esteban--dice elevando la voz y haciendo aspavientos con las manos. Miro en todas direcciones, la cafeteria esta bastante llena y el enfado de mi amiga ha captado la atencion de varias personas. --?Por que no gritas un poco mas alto? --Pregunto con ironia--yo creo que los de aquella mesa todavia no se han enterado--contesto de mal humor. --Que les den--dice sin inmutarse--. No te entiendo, te juro que no te entiendo Vane... Esteban esta colado por ti y es un buen chico, haceis una pareja estupenda, creia que te gustaba, ?que mas necesitas? --pregunta tan sorprendida como cabreada. Durante un segundo me quedo en silencio pensando en su pregunta, tiene razon, Esteban es lo que cualquier chica querria tener a su lado, es guapo, atento, carinoso y ademas es cierto, esta colado por mi. Pero por lo visto yo no soy cualquier chica. --No lo se Isa--contesto decepcionada conmigo misma--tal vez haya confundido todas sus atenciones con el amor y me he dejado llevar, pero creo que no es amor lo que yo siento por el-- le confieso aturdida. --?Como cono vas a saber si sientes algo por el si no te das tiempo Vanesa? Siempre haces lo mismo, en cuestion de dos meses te los ventilas a todos. Su ultima frase me duele un poco, suena peor de lo que realmente es, pero no deja de ser cierta, no he conseguido aguantar con ningun chico mucho mas de ese tiempo. Mi amiga esta claramente molesta y parece que su enfado crece por segundos, se esta poniendo colorada y me mira como si se esforzara por entender mi comportamiento. --?Os habeis acostado? --pregunta de pronto. --?Como? --Respondo aturdida--?a que viene esa pregunta, Isa? Aunque Isa es mi mejor amiga nunca he hablado de estas cosas con ella, soy una persona bastante reservada, me cuesta abrirme, sobre todo en ciertos temas, y el sexo es uno de ellos. Siempre que saca temas de ese tipo suelo desviar las conversaciones porque me siento incomoda, cuando quiere chincharme hace algun comentario morboso y no para hasta que me pongo como un tomate, pero ahora no es el caso, su pregunta va en serio y me estoy poniendo muy nerviosa. --Es una pregunta muy simple Vane, ?habeis follado? --insiste elevando la voz. --!Joder Isa! ?Quieres hablar mas bajito? --le pido avergonzada. --Contesta Vanesa--insiste traspasandome con la mirada--?te lo has tirado o no? El pulso se me acelera y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, estoy segura de que si estuvieramos en su casa o en la mia es muy probable que le dijese cuatro cosas, pero estamos en una cafeteria a las cinco de la tarde, rodeadas de abuelas cotilla y estudiantes que oyen la palabra sexo y les saltan todas las alarmas, asi que respiro hondo intentando contener mi enfado y me rindo ante la insistencia de mi amiga. --No, no me lo he tirado--confieso sin mas. --!Yo alucino! --dice abriendo mucho los ojos. --Si vuelves a levantar la voz me levanto y me largo--la amenazo. --Vale, vale, perdona, ya me calmo--concede por fin--?con Ivan hiciste lo mismo? ?Lo dejaste sin haber mantenido relaciones? --me pregunta mas serena. Creo que todas las personas tenemos en nuestro circulo de amigos a un confesor para ciertos temas, con unos nos es mas facil hablar de unas cosas y con otros de otras, y ahora mismo me estoy dando cuenta de que el hecho de que no hable de sexo con Isa no se debe solo a mi timidez, es simplemente que con ella no me siento comoda hablando de esto y no entiendo por que, es uno de sus temas favoritos. Quiza se deba a que ella habla de sexo como algo que simplemente sirve para dar placer, como algo que se debe hacer siempre que se puede y yo no soy asi, no me van los lios de una noche, no soy de polvos ocasionales y si me acuesto con alguien es porque siento algo hacia esa persona, o por lo menos eso es lo que creo en ese momento y por eso no paro de cagarla. --Con Ivan me acoste una vez--contesto con desgana. --?Y? --pregunta alzando las cejas. --Le deje, ?recuerdas? --pregunto molesta. --?Tan mal os fue Vane? --pregunta en un tono mas carinoso que me tranquiliza un poco. --No es que fuera mal Isa, es que no me gusto, no senti lo que creo que deberia de sentir--le confieso angustiada. --?Y has dejado a Esteban porque crees que te va a pasar lo mismo? --pregunta sin entender. --No joder, lo he dejado porque me he dado cuenta de que no estoy enamorada de el, y ya esta Isa, no quiero hablar mas de esto--sentencio. --Esta bien, vale, ya hablaremos de tus problemas sexuales en otro momento. Suspiro aliviada, pero me dura poco. --Dime que todo esto no es por lo de tu madre Vane--dice de pronto. El pulso se me acelera en cuanto la nombra. --?Que cono pinta mi madre en todo esto Isa? --pregunto alterada. --Nada, pero se acerca tu cumpleanos y las dos sabemos como te pones en estas fechas. ?Has recibido ya la nota? --No, ya sabes que siempre la recibo el mismo dia, y ya basta Isa, no sigas con esto por favor --le suplico. --No, no basta, ya esta bien de esconderte como una nina, ya va siendo hora de que hablemos sobre el tema Vane, han pasado, ?cuantos? ?Catorce anos? --Quince--le aclaro. --Tu madre no esta, se que es muy duro pero tienes que aceptarlo de una vez y pasar pagina, no puedes seguir haciendo lo mismo todos los anos. Se que mi amiga tiene razon, pero ni estoy preparada ni quiero hablar sobre ese tema con ella ahora. Me duele que piense que lo que ha pasado con Esteban tiene que ver con mi madre, y siento como toda la tristeza que me ha provocado que la mencione, ahora se esta transformando en rabia
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Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz
https://gigalibros.com/una-historia-de-amor-y-oscuridad.htmlAmor y oscuridad son las dos fuerzas que recorren la conmovedora autobiografia novelada de Amos Oz, publicada por vez primera en hebreo en 2002. El autor narra su infancia y adolescencia en los anos cuarenta y cincuenta, en Jerusalen y en el kibutz de Hulda, marcados por la tragica existencia de sus padres: Yehuda, un estricto bibliotecario, y Fania, una mujer culta, romantica y sonadora. Atrapado entre ellos, el futuro escritor es un nino que soporta sobre sus fragiles hombros la pesada herencia de sus singulares antepasados y asiste atonito a los grandes cambios que marcaran su vida y la de su incipiente nacion. La narracion de Una historia de amor y oscuridad oscila hacia delante y hacia atras en el tiempo y refleja mas de cien anos de historia familiar, cuatro generaciones de sonadores, estudiosos, poetas egocentricos y ovejas negras, que desde Vilna y Odesa, a traves de Polonia y Praga, llegaron a Israel.
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Amar por partida doble, Encarni Arcoya Alvarez de Encarni Arcoya Alvarez
https://gigalibros.com/amar-por-partida-doble-encarni-arcoya-alvarez.html -
Algo para recordar de Lydia C. Ramirez
https://gigalibros.com/algo-para-recordar.htmlSenti el golpe de su mano contra mi mejilla, aunque me esperaba algo parecido, me sorprendio igualmente que lo hiciera, ya que esperarlo no lo hizo menos doloroso, por lo que me cai al suelo de golpe. Mire a mi padre desde el suelo con los ojos llorosos, pero el hizo caso omiso a las lagrimas que luchaban por salir de mis ojos, darme cuenta de ese echo hizo secar mis ojos como si fuera cosa de magia. --Quiero que te largues de mi casa-- me ordeno bajando la mano que aun tenia levantada tras el golpe-- Eres una verguenza para mi. Mire a mi madre que estaba en un rincon como si esa historia no fuera con ella, ni siquiera se digno a mirarme, lo cierto era que nunca habia sido una mujer que se enfrentara a las decisiones de su marido, por lo que no me sorprendio que no dijera nada, es mas yo habria sido la primera en sorprenderme si hubiera ocurrido lo contrario. Jamas trataria a un hijo mio como ellos me estaban tratando... Senti como se formaba un sentimiento frio en mi interior, no queria seguir alli... Posiblemente tenia razon yo era una verguenza, pero no por los motivos que el decia... Yo tampoco queria continuar alli, asi que me levante del suelo y fui a mi habitacion para hacer la maleta. Una hora despues me encontraba a la salida del pueblo haciendo autostop, consegui que una pareja me llevara a la ciudad y observe desde la ventana como ese infierno se hacia mas y mas pequeno... <
> Aunque en ese momento no sabia cuando, ni... como. El Viaje Me desperte con los golpes constantes de mi madre en mi puerta, ella era mi mejor amiga y mi unica familia, pero lo cierto es que nunca habia necesitado a nadie mas aparte de ella, nunca me habia planteado la posibilidad de que mi vida hubiese sido mejor de tener un padre, una familia mas extensa... Por lo menos eso creia en ese momento. --Caitlin, cielo-- dijo entrando y subiendo las persianas, haciendo que toda la luz del sol penetrara en mi habitacion, mientras yo arrugaba la cara en senal de protesta-- Si no empiezas a vestirte, llegaremos tarde. Asenti lentamente haciendo ruidos de queja y la escuche reirse mientras salia de mi habitacion. Tarde unos minutos en levantarme mientras miraba a mi alrededor, la habitacion blanca, con tonos azules claros, habia un escritorio en madera blanca tambien, una comoda y una mesita en el mismo material. Habia veces que me paraba a mirar todo aquello y me decia a mi misma que todo era demasiado blanco, aseptico... Aunque, a decir verdad, algo si desentonaba en toda aquella nube blanca... mi colcha con el simbolo de la paz formado por distintos estampados de colores diferentes, yo misma la habia comprado en una tienda, pase por delante del escaparate la vi y no pude evitar comprarla, era necesario un poco de color en la habitacion, queria hacerla un poco mas personal. Me levante de la cama y casi me tropiezo con la maleta abierta que estaba en el suelo, la aparte de una patada y cogi la ropa que tenia preparada en una silla, me la lleve conmigo al bano y me duche. Cuando sali un rato despues, con la toalla en la cabeza fui directamente a la cocina a por un vaso de zumo de naranja. Por el arco de la cocina que daba al salon vi a mi madre leyendo una carta con los ojos llorosos. --?Que pasa? ?Que dice? -- le pregunte preocupada haciendola sobresaltarse. --No, nada, no te habia visto-- me dijo mientras volvia a meter la carta en el sobre y lo guardaba en una cesta que habia encima de la mesa-- En realidad no estaba leyendola, estaba pensando en otra cosa. --Parecias como… triste-- le dije sentandome a su lado. --Es porque mi nina se hace mayor-- me dijo sonriendo. Lo que quiere decir es que nos vamos de viaje el fin de semana a un spa para celebrar mi veintitres cumpleanos, ademas ya era toda una mujer pero estaba segura de que para mi madre siempre seria su nina, es mas a mi me hacia ilusion seguir siendolo, no me sentia preparada para enfrentarme al mundo yo sola. Le pase el brazo por los hombros y le di un beso en la mejilla. --Pero vamos a celebrarlo-- le dije sonriendo-- Y sera uno de los mejores dias de nuestras vidas. Mire a sus ojos marrones claros y algo dentro de mi me dijo que mi cumpleanos no era el unico motivo que la habia puesto tan triste... Aunque... ?Por que darle mas vueltas a todo aquello? Mi madre nunca me habia enganado, siempre habia dicho la verdad, pensandolo bien ella siempre habia estado junto a mi, lo cierto es que siempre estabamos juntas, algo que no me importaba, ella era mi mejor amiga tambien. El motivo era bastante sencillo o quiza no tanto, porque cuando yo tenia veinte anos mis padres y yo tuvimos un accidente, en el que mi padre fallecio y yo resulte gravemente herida. Durante esos dias en los que me movia en la semiinconsciencia, mi mente fue capaz de darse cuenta de trozos de conversaciones entre mi madre y su mejor amiga, Rebecca (a la que yo llamo Tia Becca), luego me dio la sensacion de que mi madre dejo de visitarme bastante tiempo, pero como en esos dias estuve casi todo el tiempo sedada no podria decir con exactitud si fue de verdad asi. Cuando desperte no era capaz de recordar nada anterior a ese momento, vi la mirada de mi madre y luego comenzo a contarme lo que habia sucedido, los siguientes meses fueron bastantes complicados, ya que era incapaz de recordar nada, asi que como no conseguia llenar esos huecos, ella fue ayudandome contandome pequenos trozos de nuestra historia, lo que hizo que aquello pasara mas rapidamente. Con todo ese lio de mi enfermedad su obsesion por mi se elevo al cubo y hasta no me dejaba encargarme de las tomas de mis pastillas, ya que ni yo misma recordaba, obviamente, que estaba enferma del corazon, pero comprendia porque lo hacia por lo que, cuando aun habia veces que me lo recordaba, yo la miraba sonriendo y obedecia como si fuera una nina pequena. --Pero date prisa, Caitlin-- me hizo levantarme del sofa y yo fui a peinarme al bano. Me quite la toalla de la cabeza y me mire al espejo, no era la primera vez que pensaba lo diferentes que eramos mi madre y yo, ni siquiera me parecia a mi padre, me daba pena no recordarle y habia visto fotos, pero cuando le pregunte a ella me dijo un poco nerviosa que su madre era como yo, por lo que el tema quedo zanjado. Mi madre era pelirroja, pero de una tonalidad mas castana, era obvio que el sol habia aclarado su cabello, tenia los ojos marrones, una nariz pequena y una sonrisa perenne en el rostro, era alta y delgada, era joven, asi que asumi que quiza ella no se llevaba bien con sus padres porque fui un accidente adolescente, de todas formas, nunca me habia atrevido a preguntar, ya que ella no hablaba casi nada de su familia. Yo por el contrario era mas bajita, rubia de un tono muy claro, casi platino, mis ojos eran de color azul claro siempre estaba palida, muchas veces me encontraba deseando haber nacido mas parecida a mi madre, ella se bronceaba muy facilmente, sin embargo, si yo me ponia mas de dos horas al sol, el unico color que cogia era un dramatico rojo cangrejo. Mientras me peinaba, vino a mi mente un recuerdo de cuando tenia doce anos, no recordaba ni como salio el tema de conversacion, solo sabia que debia llevar un pastel al colegio y decidi hacer, junto con mi madre, un pastel de calabaza, ademas ni siquiera recordaba bien la escena, simplemente recordaba la voz de mi madre diciendo: <<--?Donde aprendiste a hacerlo? -- le pregunte inocentemente, metiendo la punta del dedo en el bol de la masa. --No hagas eso, calabaza-- me regano sonriendo-- Me lo enseno mi madre, aunque mejore la receta un poco. --Esta rico-- dije disfrutando del sabor de la masa. --Dicen que es el mejor de todo Texas-- suspiro cerrando los ojos-- Aunque no es cierto, todavia necesita mejorar.>> Movi la cabeza de un lado a otro despejando mi mente. << ?Porque he recordado eso ahora?>> me pregunte poniendome un pasador en el pelo. Me convenci de que el recuerdo no tenia importancia, negue con la cabeza y lo aparque en al fondo de mi mente, ya tendria tiempo de analizarlo despues. Me tome la pastilla para el corazon y sali del bano. Mi madre ya me esperaba impaciente en la puerta, asi que cuando me uni a ella, ambas salimos y emprendimos nuestro viaje. Al principio, nos dedicamos a hablar de todo un poco, luego cantamos algunas canciones de la radio y nos reimos un poco de nuestra nefasta hipotetica carrera como cantantes, no sobresaldriamos en ese mundillo, yo lo tenia asumido. Ademas mi madre tenia suficiente con su profesion y era muy buena en ella, era una gran abogada, casi siempre ganaba los casos que le asignaban, me conto levemente lo dificil que habia sido para ella cuidarme y estudiar a la vez, porque tuvo que dejar los estudios cuando naci y luego cuando enferme con seis anos del corazon, para retomarlos y terminarlos por fin cuatro anos despues de aquello. En esa epoca, ella tenia dos trabajos para pagar mis medicinas y costear su carrera, ademas mi padre tambien trabajaba en dos sitios a la vez para poder pagar sus propios estudios y mantenernos, pero lo mejor de todo habia sido que jamas faltaron a mis recitales o teatros escolares, sonrei mirando por la ventana. Sin darme cuenta me quede dormida y me desperte cuando habiamos parado en el parking. --Vamos, despierta dormilona, ya estamos aqui-- me dijo mientras me tocaba el brazo para sacudirme levemente. Sonrei sin abrir los ojos y musite: --Si no condujeras como una senora mayor, no me habria dormido-- la escuche reirse y ambas salimos del coche. Nos registramos en recepcion y nada mas dejar las maletas cogi mi traje de bano y me cambie para ir a la piscina climatizada. El spa tenia un aire oriental muy relajante, daba a una playa privada que solo podian utilizar los clientes del lugar, era un sitio donde todo el mundo acudia para relajarse y disfrutar, alli no habia cabida para preocupaciones, eso quedaba a dos horas de aqui, en la ciudad de Tallahassee, Florida, donde nosotras viviamos… Fue el mejor fin de semana de mi vida en verdad, con todos aquellos cuidados, mascarillas, banos, masajes… Me senti una princesa, ademas tenia la mejor compania del mundo, lo cierto es que no se me ocurria un sitio mejor donde estar, suspire relajada mientras tomabamos el sol. Por eso me dio tanta pena que el fin de semana terminara, habia cogido un poco de color, pero mi madre se habia puesto morenisima. --Vas a ligar con algun abogado-- dije sonriendo montandome en el coche. --Callate, Caitlin -- me regano poniendose el cinturon y arrancando el coche. --Pero a mi no me importaria-- no me miro, pero la vi enarcar una ceja-- Es cierto, me gustaria que tu… Te enamoraras y eso, ya sabes-- conteste mirando por la ventana. --?Estas segura de que quieres hablar de hombres conmigo? -- pregunto sonriendo. --No, bueno, no se… Yo… ?Todavia estas enamorada de papa? -- sabia que era un tema doloroso para ella. --Aun no estoy preparada para tener esa conversacion… ?me entiendes? Asenti y mire por la ventana. --No importa-- y era cierto, no importaba. Mire por la ventana y en lo que duro un parpadeo se desato el comienzo de una pesadilla. Al abrir los ojos me di cuenta de que no estaba en una situacion normal, por lo que mi cabeza fue capaz de repasar los acontecimientos como si pasaran lentamente ante mis ojos. Lo primero que vi fue un gran camion que parecia haber perdido el control y se dirigia sin piedad hacia nuestro coche, bueno en realidad se estrellaria frontalmente contra nosotras, sabia que no habria posibilidades para ninguna, por el otro lado habia un acantilado, asi que no habia nada que hacer. Mire a mi madre y por decimas de segundo ella me miro a mi, suspire y vi que ella pego un volantazo en direccion al acantilado. < > pense mientras solo era capaz de escuchar el latir de mi corazon en el oido. A partir de ahi todo sucedio muy deprisa escuche al camion estrellarse contra otros coches que habia detras nuestra y tambien note un fuerte tiron hacia delante y luego hacia atras porque mi madre coloco el brazo delante de mi. Abri los ojos respirando entrecortadamente y mire a mi madre que tenia unos los ojos abiertos por el miedo. --Mama…-- susurre mirando hacia delante y sintiendo como se balanceaba el coche hacia el lado de mi madre. --Ssh… Caitlin, escuchame-- contesto ella susurrando, como si el mas minimo ruido pudiera hacer que el coche cayera-- No te muevas, tienes que hacerme caso, solo recuerda que te quiero y quiero que vayas a Landonville. --No, yo me quedo aqui contigo-- le conteste, sin hacer caso a lo que me estaba diciendo, no era tonta, sabia que mi peso era lo que mantenia equilibrado el coche, si yo me bajaba… --No puedes, Caitlin, hazme caso, sal de coche-- me suplico ella medio reganandome. --?Y tu? -- le pregunte llorando. --Saldre detras-- me prometio ella. Un hombre se acerco a nosotras y hablo por el cristal roto de mi puerta. --Ayude a mi hija a salir, por favor-- le suplico mi madre quitandome el cinturon. Negue con la cabeza agarrandola de la mano, ella miro al hombre y el, que era mas fuerte que yo, me agarro por las axilas y me saco del coche por la ventana. El perdio el equilibrio y ambos caimos al suelo, escuche el sonido del coche cediendo hacia abajo para finalmente caer ante mis ojos dando vueltas imposibles y mortales, para llegar al suelo y explotar. --!Mama! !Mama! -- grite llorando mientras el senor intentaba apartarme de alli. --Cielo, es mejor que no mires-- me dijo el abrazandome. --Pero tenemos que bajar a ayudarla-- intente deshacerme de su abrazo y finalmente lo logre. Volvi a mirar hacia abajo y luego al cielo cayendo de rodillas al suelo, el caos se desataba tras de mi, posiblemente habria muchos muertos y heridos, pero lo mas importante para mi en esos momentos era rezar y suplicar por un milagro que yo ya sabia que era imposible. -
Lady Elyse de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/lady-elyse.htmlEra el momento mas importante para una dama de alcurnia. Habia llegado su presentacion en sociedad y Lady Elyse estaba mas nerviosa que en toda su vida por la reaccion de la gente al verla por primera vez. Iba a tener que enfrentarse a las miradas de pena que la habian acompanado casi toda la vida y eso la horrorizaba. Solo queria un hombre al que amar y que la amara por ella misma sin importar su inmensa fortuna o su apariencia. Su pasado siempre se reflejaria en su presente, pero sonaba con que no destrozara su futuro.
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El llanto que no cesa de Varios Autores
https://gigalibros.com/el-llanto-que-no-cesa.htmlEl llanto que no cesa es la primera antologia de terror y fantasia con el sello de Cruce de Caminos.
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La catedratica de Maria Lopez Villarquide
https://gigalibros.com/la-catedratica.htmlEsta es la apasionante e ignorada historia de Luisa de Medrano, la primera mujer que fue catedratica, nada menos que en el siglo XVI y en la Universidad de Salamanca, el centro del saber mas prestigioso del
mundo hispano. Todo en la vida de Luisa fue extraordinario: hija de aristocratas, enseguida llamo la atencion de la reina Isabel la Catolica, quien la reclamo a su lado para que se educara en la corte con sus hijas Juana y Catalina y quien, a la vista de sus dotes, favorecio que fuera la primera mujer admitida en Salamanca. En estos tiempos en los que tanto se habla de empoderamiento femenino, el ejemplo de la tenaz Luisa Medrano merece el reconocimiento que se le ha negado durante cinco siglos. -
No te separes de mi de A.c. Mcallister
https://gigalibros.com/no-te-separes-de-mi.htmlCuando Estela pierde su beca para estudiar Bellas Artes en Paris, todo su mundo se viene abajo. De repente la ciudad se hace tan grande y tan inhospita como imposibles de acabar sus lienzos. Por si fuera poco, el enigmatico senor Frost no deja de cruzarse en su vida, haciendo que dude de su propia cordura.
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Ni el es un juego… Ni tu el amor de mi vida de Ariadna Baker
https://gigalibros.com/ni-el-es-un-juego-8230-ni-tu-el-amor-de-mi-vida.htmlAlex irrumpe en la vida de Estela inesperadamente.
Un encuentro fortuito entre un padre soltero que ha conseguido una plaza como ginecologo en el hospital de la isla y Estela, trabajadora de la guarderia que cuidara de su hija, hara que entre ellos todo se convierta en mucho mas.
Una relacion que podria terminar cuando un hecho inesperado en la vida de Estela cambia todo su mundo.
El secreto que esconde Alex la lleva a huir y a comenzar un viaje que cambiara todo su mundo.
Una relacion con altibajos. Una novela donde el erotismo tomara el control y el deseo los llevara al limite.
Una historia donde nada fue, es ni sera lo que parece. -
Como una gota de miel en mi corazon de Beatriz Rato Rionda
https://gigalibros.com/como-una-gota-de-miel-en-mi-corazon.htmlEmocionante, cautivadora, esta novela narra la apasionante historia de la joven Salima Al Hayani, miembro de una familia sin recursos que se vera obligada a dejar su casa con tan solo trece anos para trabajar, primero como criada y segundo, a tener que emigrar a Espana buscando un buen porvenir.
Cuando parece controlar las riendas de su vida, un evento inesperado la obliga a cambiar el rumbo de su vida.
Una historia unica de lucha, amor y justicia.
“Una historia de amor, pasion e imposiciones de la sociedad”.
“Uno de esos libros que te llegan al corazon. No podras dejar de leerlo”.
“Reflejo fiel de la dificultad femenina en otras culturas y paises”. -
La piel de Mica de Paloma Bravo
https://gigalibros.com/la-piel-de-mica.htmlEsta es la historia de Micaela, veinte anos de su vida, de intentar trabajar y querer en un mundo que a veces no la quiere. Sus amores, sus jefes y, sobre todo, su ex. Una vida en la que se mezcla el amor y el trabajo, y en la que a veces todo falla al mismo tiempo.
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Dulce misterio (Dulce Londres 5) de Eva Benavidez
https://gigalibros.com/dulce-misterio-dulce-londres-5.html -
Azul Estocolmo de Carmen Sereno
https://gigalibros.com/azul-estocolmo.html“El y yo volveriamos a encontrarnos en cualquier otra vida.”
Ana Luna ya no trabaja en Laboratorios Grau. Es hora de buscar un nuevo empleo y sacarse a Eric de la cabeza. Y del corazon. Pero, ?como se puede olvidar a alguien que se ha metido en lo mas profundo de tu ser? Cuando por fin empieza a ver la luz al final del tunel y a recuperar el control de su vida, la repentina aparicion de Eric y su inesperada propuesta pondran a prueba su voluntad.
?Aceptara Ana que su sindrome de Estocolmo nunca se ira? -
Imperfecta armonia de Paula Gallego
https://gigalibros.com/imperfecta-armonia.htmlGrite. Pero nadie escuchaba. Aunque estaba sola en casa y nadie me oiria, mi alma gritaba por dentro, sin atreverse a levantar la voz. Sabia que era aquello. Sabia que si mi interior desataba todo lo que habia guardado esos meses, estaria algo mas en paz y no tendria ni que plantearme lo que me disponia a hacer en esos instantes. Pero esa era la unica forma que tenia de desahogarme. Y por eso me encerre en el bano, me sente en el suelo de marmol y vacile con la cuchilla sobre mi piel unos segundos para, despues, cortarme. Y ahi estaba. La sangre, la liberacion. Ya me sentia mejor. No era ingenua. Habia leido sobre ello. Sobre los "cutters"; gente que se autolesiona, que generalmente se corta, buscando una forma de expresar lo que no puede decir con palabras. Se por que lo hacia. Se que el subidon que experimentaba justo antes de cortarme, y la descarga de tension despues, el alivio, eran lo que me llevaban a hacerlo una y otra vez. Era mi droga, mi adiccion. Y era completamente consciente de ello. Pero no tenia intencion de parar. No era una suicida, ni una persona que quisiera llamar la atencion. Si la gente lo supiera, habria dicho que estoy enferma. La mayoria no lo entenderia, es "insano". Pero, para mi, en cambio, era la unica forma de mantenerme mentalmente "sana". Si no pudiera cortarme, me habria derrumbado hace mucho tiempo. Me levante despacio, y limpie la sangre y la cuchilla. Me la meti al bolsillo, baje las mangas de mi camiseta y volvi a mi cuarto, para esconderla en el cajon de los calcetines. Mi tia Beatrice no suele fisgar. De hecho, no creo que entre nunca en mi habitacion. Pasa mucho tiempo fuera de casa, y yo me encargo de hacer mi propia colada y de mantener ordenado mi cuarto; no soporto el desorden. Me acerque al tocador. Y una chica paliducha de dieciseis anos me devolvio la mirada desde unos ojos azules y cansados. Frente al espejo habia un cepillo y a su lado un botecito con pastillas. Es triste que a mi edad estuviera tomando antidepresivos. Pero me consolaba la idea de que podria ser peor. Si mi tia o mi psicologo se enterasen en algun momento de que me cortaba… Bueno, me imagino que los antidepresivos habrian sido el menor de mis males. Guarde la cuchilla que llevaba en el bolsillo, cogi una de las pastillitas, y me asegure de que eran las cuatro de la tarde. Cerre los ojos y la trague sin pensar. Despues me arrepenti de no tener cerca un vaso de agua, pero ya era tarde. Aun asi, con un desagradable regusto en la garganta, baje al piso de abajo a por uno. Mire mi muneca desnuda. Alli, hacia tan solo una hora, habia estado mi querida pulsera azul; la que me regalo mi madre por mi noveno cumpleanos. Y su perdida, en parte, era una de las cosas por las que estaba triste aquel dia. Mi tia Beatrice me habia regalado una blusa de una de aquellas tiendecitas autonomas del centro, esas demasiado pobres como para asentarse en la Gran Avenida, pero que se encuentran a tan solo unas calles de distancia de esta. No me quedaba bien, y tenia que ir a descambiarla. Tendria que haber ido con mi tia, porque odio ir de compras sola. De hecho, odio cualquier actividad que implique salir sola de casa. Pero el caso es que la tienda cerraba pronto y era el ultimo dia para descambiar la prenda. Mi tia estaba trabajando y tenia que acercarme yo sola. Y ademas de la verguenza que pase diciendole al dependiente que la mayoria de la ropa que me ensenaba no me gustaba, habia perdido mi pulsera azul. No es que fuera algo irremplazable. Hacia mucho que no me la ponia, pero ultimamente me gustaba llevarla conmigo. Ahora ya no podria hacerlo. Dentro de la tienda habia estado jugueteando con ella, y seguramente la habia perdido en un descuido. Suspire, resignada, y enfile las escaleras. Cuando subi, me quede paralizada en la puerta de mi cuarto. Deje caer el vaso y se hizo anicos sobre el suelo de madera. Delante de mi, y al otro lado de la habitacion, habia un chico mirando distraido por la ventana. Con unos dedos delgados y alargados retiraba cuidadosamente la cortina, con la vista fija en la calle otonal. Era alto y moreno. Llevaba unos vaqueros ajustados, y una camiseta negra con la que se le marcaban los biceps. Me quede sin respiracion, y me recorde a mi misma que lo impactante no era su fisico, sino que se hubiese colado en casa. Sacudi la cabeza para reponerme y entonces cai en la cuenta de que podria ser peligroso. Pero me daba miedo moverme, mi tia aun tardaria en llegar. Ademas, si intentaba salir corriendo puede que me alcanzara; a lo mejor resultaba ser rapido. Bueno, mas rapido que yo seguro. Me decante por el plan B. --?Quien diablos eres tu y que haces aqui? --Eso me preguntaba yo. --Su voz era suave, pero grave. --?Quien eres? --Me llamo Jack. --Muy bien, Jack… ?Y que se supone que haces en mi casa? --Ya te he dicho que no lo se. Entonces oi que se abria la puerta del piso de abajo. Escuche el tipico repiqueteo del llavero de mi tia y me relaje un tanto. Ella sabria que hacer. No parecia un tipo peligroso, pero aun asi podria ser alguien desequilibrado. Volvi a darle un repaso; no parecia un loco. --!Beatrice! --Grite sin apartar la mirada del extrano que habia irrumpido en mi cuarto. Espere. --!Beatrice, date prisa! --Ya voy, ya voy. Sus tacones resonaron en el entarimado de madera. Por fin, tras unos interminables segundos en los que imagine como el guapo y pacifico Jack se convertia en Jack el destripador y nos mataba a las dos, Beatrice llego a mi lado. La mire a ella y, despues, al frente. Ella siguio mi mirada. Bien. No parecia asustada. ?Tal vez lo conocia? ?Estaria haciendo el ridiculo? --!?Pero que has hecho?! --Exclamo. --?Te encuentras bien? --Miro al vaso hecho pedazos en el suelo y luego me miro a mi. --Beatrice… --Susurre, alzando la mano hacia el desconocido. Pero ella se me adelanto, y camino hacia el con paso seguro y firme. --?Por que tienes esto a oscuras? !Por eso se te ha caido el vaso, porque no veias nada! -- Dijo, mientras se dirigia a la ventana, hacia donde estaba Jack y… y paso por delante de el. Por su lado, sin inmutarse siquiera. Incluso pude ver como rozaba su brazo sin que se dignara a levantar la cabeza hacia el; como si no lo hubiera visto. Ahogue un grito y me quede con la boca abierta. Mi tia volvio a mi lado y me dijo que iria a por una escoba. Yo asenti, sin apartar la mirada del desconocido que se encogia de hombros como si la cosa no fuera con el. Instintivamente, mire hacia el bote de pastillas del tocador. Y entonces cai en la cuenta de que me habia vuelto rematadamente loca. Era oficial. La senorita Mel estaba peor que una cabra. Capitulo 2 Cai derrotada sobre la cama. Tenia dos opciones: me lo callaba, o lo contaba. Ambas incluian cosas buenas y cosas no tan buenas que me preocupan mas. Si hablaba, era probable que me medicasen aun mas, que doblasen las sesiones del psicologo y, probablemente, que descubriesen lo que hacia con mi cuerpo… Y, con un poco de mala suerte, quiza me internasen en algun centro. Pero si no lo decia… Bueno, lo unico que estaba en juego era mi propia salud mental. Jack cotilleaba, curioso, cada rincon de la habitacion mientras yo iba acostumbrandome a mi locura con la cara enterrada entre las manos. Estaba en shock. Despues de un rato, en el que ninguno hablo, me decidi a romper el hielo. --Jack. --Pronuncie, con prudencia. --?Que haces aqui? --Dimelo tu. --Dijo mientras jugueteaba con el marco de una foto. --Oh. Asi que… ?Quien eres en realidad? ?Un espiritu o un angel que quiere que descubra por mi cuenta por que necesito su ayuda? --No. --Nego con la cabeza. --Cuando te he dicho que me lo dijeras tu, era exactamente porque creia que tu lo sabrias mejor que yo. No tengo ni idea de que hago aqui. Solo se que me has traido tu. --Aja… --Murmure con cansancio, sintiendome ridicula por seguirle la corriente a un producto de mi imaginacion, de mi mente. --?Y quien eres exactamente? --Soy Jack. --?Jack que mas? --Solo Jack. Me deje caer en el colchon. Madre mia, !estaba hablando con alguien que no existia! Tras unos segundos de absoluta desesperacion, me incorpore y cruce el pasillo que separaba mi cuarto del bano. Lo acabas de hacer. No, no lo hagas. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer… --Me repeti, una y otra vez, delante del espejo. Pero no tenia fuerza de voluntad. Busque una cuchilla de depilar, pues no queria que mi nuevo amigo Jack viese como sacaba mi cuchilla especial del cajon de los calcetines, y la hice vacilar sobre la piel de mi brazo. Lo acabas de hacer. Otra vez no… --Grito alguien desde algun rincon de mi interior. Pero nadie le escucho, porque los gritos de mi alma afligida amortiguaron el sonido. Y en mi cabeza solo podia pensar en la gloriosa sensacion que vendria despues de hacerlo. Derrame un hilillo de sangre. No mucha, la suficiente para sentirme mas serena. Limpie todo concienzudamente y volvi a mi cuarto, donde me esperaba mi nuevo trastorno. Pase a su lado sin prestarle atencion y me pregunte que debia hacer. Tenia que distraerme hasta la hora de la cena. Pero solo pensar en ver los programas que retransmitian a esas horas en la tele… me ponia enferma. Tampoco queria salir. En esos instantes, no me apeteceria ver a nadie. Y, aunque quisiera, ?con quien podria quedar? Seamos sinceros, solo tenia una amiga y casi siempre estaba ocupada. Pero ese no era el mayor de mis problemas en aquel momento. El mayor de mis problemas media mas de uno ochenta, era moreno y tenia una sonrisa de infarto. Ojala pudiera decir que solo era la tipica chica colada por el bombon de clase. Ojala. Pero no era asi. Cogi un libro y baje al salon. Por algun motivo, me daba reparo quedarme a solas con el. Me tire en el sofa y escuche a Beatrice mover cacharros en la cocina. Eso me relajo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, oi como Jack bajaba las escaleras y se acercaba a mi. --?Tu quien eres? --Me dijo, como si fuera el el sorprendido. No le conteste, volvi a distraerme con la lectura y procure no prestarle atencion. --Dime al menos como te llamas. Yo te he dicho mi nombre. Hice como que no le escuchaba. --!Eh, vamos! --Me chillo. --!No grites, trato de leer! --Le espete, malhumorada. --?Dices algo, Mel? --Oi la voz de mi tia desde la cocina. --No… Nada. --Le dije, consciente de que acababa de gritarle a mi propia imaginacion. Volvi a mi habitacion atropelladamente y me encerre dentro. --No me hables en publico. --Le pedi a Jack. --Entonces prestame un poco de atencion cuando estemos a solas. --Alzo una ceja. Sacudi la cabeza. No podia creer lo que estaba pasando. --Escuchame. --Le dije, senalandolo con el dedo. --No pienso hablarte, ni mirarte, ni prestarte atencion. Estas en mi cabeza, y cuando deje de pensar en ti, te iras. Entonces tome una decision. Haria como si todo fuera normal. Jack podia ser un efecto secundario de los antidepresivos. Seguramente, si dejaba de pensar en el, se acabaria yendo. Desapareceria sin mas, igual que aparecio…