Ver todos los libros de: Marcia DM
Estados Unidos, es la antitesis perfecta a ciudades como Nueva York o San Francisco. Quiza esa sea la razon por la cual me guste tanto este lugar: Nueva York me deprime, California me ahoga con su esnobismo y el centro del pais es demasiado tradicionalista. Con un suspiro, apoyo mis pies en el suelo de madera fria y me siento en el borde de la cama. En mi mesa de noche, hay un pequeno boton que abre las cortinas lentamente y me ensena el mar turquesa que parece sacado de un cuadro. Es en esos momentos en que mis ojos se posan en el oceano que no puedo evitar pensar en Emma, se que este color le fascinaria. Estas pensando en ella de vuelta, Luca... Patetico. Tomo aire, llenando mis pulmones y estiro mis brazos por encima de mi cabeza. Soy un hombre rutinario, me gusta, me siento comodo en la rutina y si me mantengo a raya, entonces nada puede salir de control, por una simple razon. Yo soy control. Mi empresa, mi vida, mi cuerpo. Absolutamente todo pasa por un escrutinio peligrosamente obsesivo. Me levanto de la cama y siento la brisa de la manana por todo el cuerpo, me gusta dormir desnudo y creo que es uno de los pocos momentos donde me permito ser vulnerable. Tengo una extrana relacion con mi desnudez y no tiene que ver con mi autoestima, porque se perfectamente que mi cuerpo es deseado --por ambos sexos--. Creo que la relacion esta ligada a la libertad que implica la desnudez y, como mi unico vecino es el mar, me puedo dar el lujo de caminar por mi casa con mi trasero al aire. Cafe, periodico en papel, no esas versiones digitales completamente horribles que existen; frutas y nueces. Mi ama de llaves, Ana Maria, sabe perfectamente como quiero mis comidas y las deja preparadas para mi. Ella viene todos los dias, pero en los horarios donde yo no me encuentro en la casa, fue casi un acuerdo que hicimos. Me gusta mi soledad y se lo di a entender muchas veces, creo que aprendio a respetarlo cuando entro a mi casa y me encontro desnudo. O follando con alguien. Si, Ana Maria no va a volver a entrar fuera de sus horarios. Cargo los utensilios en el lavavajillas y me preparo para una larga sesion de gimnasio. Mi entrenador, Luis, viene todas las mananas. El es cubano-americano, especialista en ju-jitsu y practicamos este hermoso arte marcial desde que me mude aqui hace algunos anos. Usualmente comenzamos calentando el cuerpo, luego tenemos cuarenta minutos de practica y despues sesenta minutos de levantamiento de peso. --Luca... --saluda, cuando abro la puerta para dejarlo entrar. --Buenos dias, Sensei --respondo siguiendo la tradicion del arte. No importa que Luis no sea japones, en esta practica, el es el lider y es el unico momento del dia donde interactuo con alguien que tiene mas autoridad que yo. Bueno, al menos que hable con mi hermano, Silas, el CEO de Property Group, la compania de mi padre. Por suerte, cuando nos dividimos las sucursales, acordamos que cada uno va a tener total autonomia sobre las oficinas, pero el siempre es el que le da el visto bueno a todo. Luego de una practica exhaustiva, Luis se retira y me dirijo directamente a mi bano. Ducha, muda de ropa y a trabajar. Las oficinas de Property Group Miami estan en el edificio mas alto de la primera avenida. Actualmente la oficina posee dos pisos, aunque crece cada dia mas y pienso hacer lo posible para que sea la numero uno de todas las sedes de Property Group. Somos cuatro los hermanos Walker, Silas es el CEO y el General Manager de New York, Oliver tiene Texas, Killian tiene California y yo, Florida. Cada uno con su espacio. ?Mencione que somos competitivos? Ah... detalle. Nuestro padre nos crio para ser los mejores en todo, incentivando la competencia entre los cuatro. Por eso no podemos evitar ser quien somos. Obsesivos. Competitivos. Buscadores compulsivos de retos. Pero, a pesar de todo eso, nos queremos, muy... muy en el fondo. Al menos yo intento incentivar ese sentimiento una vez por ano cuando los invito a mi casa. Mientras estaciono mi coche, un Audi R8, en el espacio reservado con el nombre L. Walker, mi movil suena. Brenda llama. Mi asistente. --Brenda --respondo. Mi tono siempre suele ser un poco duro, no se por que salio mas duro de lo normal esta vez. Sera que quiza aprendi la leccion con respecto a mis asistentes en el pasado. Parece que a ninguna le llego el memorandum: Follar no pone un anillo en tu dedo. Y honestamente me canse de entrevistar una tras otra, mi oficina parecia la pasarela de Victoria Secret. No mas, de ahora en adelante, puro profesionalismo en la oficina, con todos; nada de obligarme a ser mas amable de lo que en realidad quiero ser con las personas. Por eso el tono. --Senor Walker, solo llamaba para recordarle de su cita a las doce con Great Ideas. Miro el reloj. 11:56. --Estoy estacionando el maldito coche, Brenda. --Oh, lo siento --se corrige--. Solo queria confirmar si... Corto la llamada. Esta ultima semana estuve entrevistando a las mejores companias de marketing que tiene Florida. Great Ideas es la ultima y honestamente, espero que me guste porque las otras apestaron. Parece que la creatividad murio hace muchos anos en este pais. Miro mi reflejo en las puertas del ascensor y perfecciono un poco mas mi imagen. Acomodo mi camisa blanca por debajo del traje negro, ajusto mi corbata de satin negra y arreglo mi cabello. No es vanidad, es perfeccion y la perfeccion connota seriedad. Las puertas del ascensor se abren y camino de memoria por los pasillos de mi oficina, mientras envio un e-mail. Querido senor Eyre, Espero que este mail lo encuentre muy bien. --Senor Walker, lo acompano --dice Brenda, mientras da pasos atropellados a mi lado--. Ellos lo estan esperando en la sala Gaudi. --Bueno. Envio este mail remontandome a la conversacion que tuvimos en la marina dos dias atras, cuando quiera recorrer las mejores propiedades de Miami Beach, por favor, contactese con mi asistente. --Hay un servicio de cafe, pero si quiere algo en particular, dejemelo saber. --Su voz suena agitada. Brenda tiene que empezar a ejercitarse si quiere seguirme el ritmo. Sigo escribiendo. Ella va a concretar una cita y yo personalmente voy a encargarme de que invierta en el lugar correcto. Coloco mi mano en la barra de metal y empujo la puerta de vidrio. Atte. Luca Walker. Enviar. Camino hasta la silla de la cabecera. Puedo ver de reojo a dos personas que se levantan tensamente cuando me ven entrar. Un hombre y una mujer. --Buenos dias a todos --digo mientras apago la pantalla del movil. Cuando levanto la vista, me enfoco casi automaticamente en la mujer en la sala y el movil se desliza de mi mano y cae sobre la mesa de conferencias, haciendo demasiado ruido. Emma. Emma Green. Mi gran amor de la infancia. -Senor Walker --dice ella, extendiendo su mano para estrecharla con la mia. --Emma... --Me atraganto, mi voz sale rasposa, fuera de control y excitada. Brenda y quien sea el otro idiota parado alli, nos miran con pura confusion. Estiro mi brazo y tomo su mano. Su piel se siente tibia, extranamente suave para alguien que solia dibujar todo el dia. --Oh, ?se conocen? --pregunta el hombre. Ya lo odio, su voz suena pedante, como la clase de hombre que cree que tiene el mundo a sus pies. Dije, cree, no tiene. Mi respuesta es casi automatica en mi cerebro: Claro que la conozco, fue la unica mujer que ame alguna vez. La unica que me hacia reir. La unica que me hacia venirme en mis pantalones con solo una mirada. La unica que despertaba los sentimientos mas vibrantes y sofocantes. --Si --responde ella, yo aun no puedo hablar--, soliamos ser companeros de colegio. ?Companeros de colegio? ?Que carajos? Fuimos mucho mas que simples companeros de colegio, maldicion, fuimos... fuimos.... -Oh, crei que no eras de Miami --dice el hombre en un tono acusatorio. Eso me despierta y finalmente despego mis ojos de ella, para fijarlos en el. --No lo es. Yo tampoco --aclaro. ?Por que la defiendo? No se lo merece. --Bueno --dice, desabrochando su traje y sentandose otra vez como si este lugar fuese su casa--, definitivamente el mundo es un panuelo. Tengo que estar de acuerdo con este idiota, no puedo creer que ella este aqui. Lo ultimo que supe fue que vivia en New York con su hermana, Lauren. ?Que paso? ?Por que esta aqui? ?Sabia que iba a encontrarse conmigo? Emma intenta soltarse de mi agarre, no me di cuenta que todavia la tenia sujetada. Dios, no cambio casi nada, su cabello sigue siendo rubio, lacio y largo. Sus ojos verdes zafiros, su cuerpo mas esculpido y relleno de lo que recuerdo. Trago saliva. Emma fuerza una sonrisa y se sienta, yo la sigo en el movimiento, hasta que escucho a alguien carraspear en la sala. Cierto, Brenda esta aqui. --Puedes retirarte --digo sin mirarla. En cambio, me acomodo en mi silla y espero por este show, porque puedes apostar lo que quieras a que, si Emma Green tiene que venderme algo, voy a volverla malditamente loca. Es hora de equilibrar la balanza. CAPITULO 2 EMMA Sabia que era un error venir aqui. !Lo sabia! ?Acaso escuche mi propio consejo? !No! Dios, mi hermana tiene razon, si que puedo ser terca a veces. Chad, mi jefe, comienza a hablar sobre quien es Great Ideas, con ese tono presumido que usa a veces, ese tipo de tono que tiene alguien con demasiada autoestima y el ego mas inflado que un globo aerostatico. Lo dejo hablar porque, en primer lugar, es mi jefe y segundo, no es mi momento de hablar. Por supuesto que esto esta ensayado con anterioridad, necesitamos esta cuenta. Pero yo le dije a Chad, que si era Luca Walker quien iba a entrevistarnos, esa tecnica no iba a funcionar. Y... !!No esta funcionando!! Luca tiene una media sonrisa burlona y una ceja alzada, observa a Chad como si fuese un especimen que le da un poco de pena, un poco de gracia y un poco de preocupacion. De vez en cuando me mira a mi, intentando buscar complicidad, pero yo pretendo no darme cuenta que es lo que le molesta de Chad. En cambio, escucho a mi jefe hablar como si fuese el mismisimo Buda dando sus ensenanzas en Nepal. Soy buena pretendiendo. --Espera, espera... --interrumpe Luca y le hace esa tipica sena que hace alguien cuando no sabe tu nombre y espera que tu se lo digas, un movimiento con la mano, casi invitandolo a revelar su nombre. --Chad --dice mi jefe de forma orgullosa. --Chad --repite Luca--, tengo una pregunta. Oh, no, aqui vamos. --Si, claro. --?Quieres venderme la empresa? Chad me mira por un segundo y yo le devuelvo la mirada de te lo dije. Se acomoda en su asiento con mucha incomodidad y esboza su sonrisa cordial. --No, claro que no. --Entonces ?por que pierdes el tiempo relatandome la historia de ella? Estoy aqui por sus ideas, eso es lo que tienen que venderme. Me siento erguida en la silla y decido rescatar la situacion. --Senor Walker --digo llamando su atencion, la cual cae directamente sobre mi, como la energia mas pesada que haya sentido nunca jamas--, tiene razon, comencemos con la presentacion, ?les parece? --Gracias --responde con un tono irritado. Me levanto y camino hacia la pantalla justo delante de el. Se que esta mirando mi cuerpo, lo puedo ver en el reflejo de los vidrios de la oficina y por eso elegi este atuendo. Uno que no usaria en la oficina normalmente, pero como supuse que Luca iba a posar sus ojos sobre mi, hice un esfuerzo. Un conjunto simple de blazer y pantalon color rosa palido, con una camisa blanca y unos zapatos que no cubren mucho el pie, pero me da altura. Y cuando estas en presencia de Luca Walker, luego de casi veinte anos sin verlo, necesitas altura. Porque Luca tiene ese tipo de miradas tan intensa, que cuando mira para abajo se oscurece y te dan ganas de correr y enterrarte en la tierra. Me estremezco de solo recordar su mirada severa. Y de golpe, un recuerdo azota en mi cerebro. La imagen de Luca el dia que termino todo entre los dos, el dia que vi una tristeza imposible de evadir, una lagrima que caia desde su ojo derecho. No, shuu, shuu, vete memoria, !no es el momento! Enderezo mi espalda, ya que tiendo a estar un poco encorvada porque paso muchas horas pintando y comienzo con mi presentacion. No miro a Luca cuando hablo, miro a Chad, como una cobarde, ya que eche una mirada hacia donde esta el y mi estomago se contrajo con solo verlo. Derecho. Serio. Inamovible. Indescifrable. Su barba oscura cubre gran parte de su rostro, pero todavia puedo ver lo hermoso que es debajo de ella, su cabello esta mas corto de lo que recordaba, sus labios gruesos y besables. --Buscamos trasmitir elegancia cuando se trata de Property Gorup Florida --continuo--, por eso buscamos imagenes que connoten exactamente eso. --Miro hacia la pantalla y con el puntero y voy cambiando las imagenes que busque exclusivamente para el. Mansiones en la playa, edificios exclusivos, la vida en Miami lujosa y extravagante. --Vuelve --ordena Luca y eso hace que me detenga por completo, lo observo con una mirada confusa, temerosa. --?Q-que? --Mi corazon golpea en el pecho. Luca me mira como si le molestara mi mera presencia y repite lo que dijo: --Vuelve una imagen atras. Oh, se referia a eso... Uff, que alivio. Oprimo el boton dos veces, hasta que grita: --Alli, detente. --Detengo la imagen y observo una mansion moderna, una imagen que encontre en Google hace unos dias cuando preparaba esta presentacion--. Esa es mi casa. !?Que!? ?Ahi es donde vive ahora? --Oh... --balbuceo mirando la imagen otra vez, esta vez con otros ojos, casi intentando descubrir a Luca en los detalles de la arquitectura. Pero no lo veo. --!Que coincidencia! --dice Chad, riendo como si esto no fuese un momento tenso entre los dos. --No quiero que usen mi casa para publicidad. --Su tono rigido y sin chiste. Estoy por decirle que es mera coincidencia, que su mansion aparecio en una busqueda rapida de Google, pero en cambio digo: --?Eso significa que vamos a trabajar juntos, senor Walker? La severidad en las cejas de Luca se desarma cuando digo eso y una media sonrisa aparece en la comisura de sus labios. Dos pueden jugar este luego, Luca. --Termina con tu discurso primero, Emma. --Su tono es firme, pero detras hay una sonrisa que siempre ame. Maldicion, lo que me gustaba mas de Luca, era que su sonrisa era solo para mi.
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