• libro la casa de bernarda alba - Federico Garcia Lorca

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    LA CASA DE BERNARDA ALBA fue la ultima obra de teatro que Lorca dejo terminada, pero no llegaria a verla representada. El poeta, ademas, nunca comento nada sobre ella, por lo que se presenta como una de sus piezas mas enigmaticas. Su lectura ha estado sesgada por interpretaciones de corte politico que diluyen lo que en Lorca no es mas que un mero marco y postergan el problema de la condicion humana, esencial en el poeta. Joaquin Forradellas analiza en esta edicion los fundamentos de dichas interpretaciones y defiende la proyeccion atemporal de LA CASA por su valor estetico y subraya la intencion documental y realista de la obra. Protagonizada por personas corrientes que salen del pueblo, negando la heroicidad, LA CASA DE BERNARDA ALBA representa el dolor cotidiano, familiar, hasta sus ultimas consecuencias. Lorca opto por un teatro representable, con un argumento asequible y, por ello, absolutamente critico y eficaz al enfrentar al publico con su propia mascara. Y lo hizo, ademas, con una expresion bella y precisa, poesia puramente dramatica, apoyado en palabras inquietantes que <> del espectador.

  • Sinopsis de LA CASA DE BERNARDA ALBA

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  • La casa de Bernarda Alba / Federico García Lorca ...

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    La casa de Bernarda Alba · Acto I · Acto II · Acto III. ×. One fine body… Ir a las notas. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

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  • La casa de Bernarda Alba | Alf - Associació Lectura Fàcil

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    Sinopsis · Autor · Ficha técnica · Otros libros de la misma colección.

  • El carmin y la sangre – Montero Glez de Montero Glez

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    Novela de espionaje con trasfondo politico e historico: la Guerra
    Civil, la II Guerra Mundial y la lucha entre el comunismo, los Aliados y
    el fascismo.

  • Amor ortodoxo de Julissa Sanchez Arias

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    Susan Mowrer es una joven escritora que despues de tres anos vuelve a casa de sus padres buscando recobrar la inspiracion para terminar su proximo libro, pero es ahi cuando su vida da un giro al conocer a quien se presenta como su fan, Isaac Stewart.

  • Regeneracion de Pat Barker

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    Hospital de guerra Craiglockhart, Escocia, 1917, donde el psiquiatra del ejercito William Rivers esta tratando a soldados traumatizados por la guerra. Bajo su cuidado se encuentran los poetas Sigfried Sassoon y Wilfred Owen, asi como el silencioso Billy Prior, que solo es capaz de comunicarse por medio de lapiz y papel. El trabajo de Rivers es hacer que los hombres a su cargo vuelvan a estar lo suficientemente cuerdos como para luchar. Sin embargo, cuanto mas se acerca a reparar las mentes de sus pacientes, mas dificil se vuelve cada decision de enviarlos de nuevo a los horrores del frente… Regeneracion es la exploracion clasica de como los traumas de la guerra brutalizaron a una generacion de hombres jovenes.

  • La soledad del corredor de fondo de Allan Sillitoe

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  • El bebe no deseado de su ex millonario, Nicki Jackson de Nicki Jackson

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  • Superman tiene los abdominales de Laura Cardenas

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    ?Quien puede mas el amor o el dolor? Carlota Vega es disenadora grafica, es madre y esta sola. Su vida hace cuatro anos que gira en torno a lo mismo: su hijo. Para el inventa historias que engrandecen la figura de un padre inexistente y que a su vez e inconscientemente la convierten a ella en la victima ignorante de un pasado complicado.

  • Todos Los Dias Es Sabado de J. A. H. Carrera

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    Sabado, El telefono sono como de costumbre al cuarto para la diez y luego de dos timbrazos colgarian indicandome que yo era de nuevo victima de una mala broma. Odio el sabado. Es un dia muy aburrido ya que Abraham y yo no salimos a ningun lado, eso queria decir que tenia que sacudir, limpiar el piso, lavar el piso y los banos. Odio limpiar banos. En realidad llevo una vida de rutina. Mis jefes los senores Pastor, me pagan para que cuide de Abraham, su hijo de apenas un ano de edad, ellos nunca estan y yo me siento muy sola en esa casona del centro del pueblo de Shushupan. Mi nombre es Rosa Elena, pero todos me conocen como Rosy. Naci en este lugar y cuando yo tenia 15 anos quede huerfana por un incendio que hubo en el pueblo. Los senores Pastor me dieron casa y comida, a medida que fui creciendo se dieron cuenta de mi responsabilidad y comenzaron a encargarme cosas de la casa. Luego Abraham nacio y en cuanto se aseguraron de que yo sabia todo lo necesario para cuidar bebes me lo dejaron encargado. Ahora han pasado casi 5 anos desde el incendio. Todavia recuerdo el olor de la locion de mi Papa o los clasicos postres que mi Mama preparaba cada jueves. Los extrano mucho. Oculto mi dolor distrayendome con las diversas ocupaciones que implica cuidar un bebe, y cuando duerme me la paso haciendo el quehacer de la casa. No tengo muchos amigos, platico con Juan el panadero cuando voy por el pan, Miguel el administrador de los bienes de los senores Pastor cuando tengo que recoger el dinero para la casa y mi pago mensual, y hasta en ocasiones con Jorge el florista, si es que me lo encuentro camino de regreso a la casa cuando salgo a hacer las compras. Suena el timbre, puedo adivinar que Tino esta haciendo de las suyas otra vez. Tino es mi vecino. Su nombre es Valentino y tiene 22 anos y es creo el unico verdadero amigo que tengo. --!Hola Rosy! --Hola Tino, ?que me cuentas de nuevo? --Mi perro Juancho esta enfermo, no se que le habra dado, puede ser que se mojo ayer toda la noche durante la lluvia. --No creo que por solo mojarse se enferme. Seguramente no le has dado bien de comer. --Pues no quiere salir a dar la vuelta, ni molestar al gato de la Senora de al lado, ni siquiera ladrar. En verdad me preocupa. Tino siempre se preocupa por todo, lo que hace que tenga mucho estres y yo por mis ocupaciones no tengo tiempo para escuchar sus problemas. Eso si, no ha habido dia en que no vaya a visitarme. Creo que se siente solo. La mayor parte del tiempo se queda viendo como cuido al nino. --Llevalo al veterinario, ahi lo curan porque lo curan. Mientras terminaba de decir la frase escuche los llantos de Abraham porque ya era la hora de comer. Subi las escaleras hasta su cuarto y lo lleve a la cocina donde Tino ya se encontraba curioseando como de costumbre. --?Como sobrevives comiendo solamente fruta? --pregunto mientras yo colocaba al nino en su silla. --Mis alimentos incluyen muchas cosas ademas de fruta. Ademas Abraham tiene que comer sano. Sus papas me mandan que solo coma alimentos naturales, a mi en lo personal no me encanta, prefiero el pollo asado. --?Y donde esta el pollo? --dijo mientras se asomaba en el refrigerador. Empece a desesperarme y a desear que Tino se fuera a su casa porque no dejaba concentrarme. --Siempre como pollo recien comprado. No he tenido tiempo de ir al mercado hoy. --?Entonces no has comido? --No Tino, no he comido. --!Que barbaridad, debes estar muerta de hambre! --No Tino, los sabados desayuno tarde. --Aun asi, dejame ir a comprarte algo de comer antes de que sientas hambre. --No gracias. Estoy bien. --?Y que haras cuando sientas hambre? --Me preocupare por eso cuando la tenga. Tino se dio cuenta de mi respuesta tan cortante e inteligentemente guardo silencio. Afortunadamente Abraham comio todo sin chistar y pude tener unos momentos de paz. Pronto tuve hambre y me di cuenta de lo grosera que habia sido con Tino, tal vez era porque sabia que el tenia razon y yo no quise aceptarlo. Pero no me importaba mucho, Tino de seguro comprenderia que yo tengo muchas ocupaciones y que por eso puedo ser un poco desesperada en ocasiones. Sin hacer caso de los comentarios de Tino decidi comer fruta ese dia ya que no tenia ganas de ir hasta el mercado solo por un pollo y ademas no podia dejar solo al nino y menos con Tino en la casa. Hasta donde se no esta acostumbrado a cuidar bebes. El telefono volvio a sonar. Esta vez conteste y era el Senor Pastor haciendo su clasica llamada de cada mes para saber si todo estaba bien. Siempre he pensado que solo llama para hacerse el preocupado por su hijo. Tiene mas de un ano de que se fueron y nunca han parado por aqui para ver a Abraham. Estaba pensando todo esto cuando escuche un fuerte ruido, como si miles de platos se rompieran. Me pude imaginar a Tino curioseando de nuevo por la cocina. El no puede estar tranquilo, siempre anda viendo cosas nuevas y eso ha sido siempre un dolor de cabeza para mi. Nunca faltaba el tiempo donde lo que tocaba lo destruia, y claro, yo tenia que pagarlo. Jarrones, ventanas, copas y hasta una vez y sin explicarme como lo hizo rompio una silla. Pronto no quedaria nada de la casa que le faltara romper. El bebe rompio a llorar y la desesperacion me entro de repente. Me puse a pensar que hacer y me fui corriendo hasta donde el ruido habia salido. Calcule cuantos platos tuvo que haber roto para que se escuchara asi. Ahi se iba mi dinero de la semana otra vez. Ya me imaginaba el desastre que yo iba a tener que limpiar. Nada mas queria atraparlo para que ahora si me escuchara. Y fue cuando llegue a la cocina. *** CAPITULO II Un charco de sangre cubria el piso. Tino estaba tirado boca abajo inconsciente. Se habia estrellado contra el vidrio de la puerta del patio. Me asuste mucho, el bebe lloraba; por primera vez en mi vida no estaba segura de que hacer. Tome el telefono y llame a una ambulancia. Tino desperto y en vez de entender que habia chocado contra la puerta se puso de pie y me dijo que sentia la cara muy caliente. Yo no supe que decir y luego se acordo de como habia estado el accidente: Estaba jugando con Chester, nuestro perro y al correr hacia la casa no se fijo en que la puerta estaba cerrada y entonces fue a dar contra el vidrio rompiendolo completamente. No tardo en darse cuenta de que toda la sangre era de el. La ambulancia llego a tiempo y le comentaron que era necesario llevarselo al hospital. --?No quieres venir conmigo? --me pregunto en tono preocupado, sus padres no estaban en casa y tendria que hacer el recorrido solo hacia el hospital. --No Tino, no puedo dejar solo al bebe. Solo es cuestion que te revisen para descartar que hayas cortado alguna arteria importante. Prometo estar pendiente de ti.- Me empezo a doler la cabeza, el bebe lloraba por la falta de atencion acostumbrada de mi parte. Sin decir mas observe como la ambulancia se alejaba con su circo de luces encendido. En cuanto tranquilice al bebe me fui a la cama. No pude dormir por el gran trauma que tuve al ver la sangre. Al dia siguiente fui a visitarlo al hospital. Al final la sensacion de culpa por no haberlo acompanado me hizo pensar que podia hacer una visita rapida con el bebe. --!Buenos dias!, busco el cuarto de Valentino Rosas. --Cuarto 202. Una enfermera malhumorada me indico el camino mientras no dejaba de mirar su revista. --No puede entrar con un bebe al hospital. Regrese mas tarde antes de terminar el horario de visita. --Solo vengo 5 minutos, ?hay algun problema? --Son las reglas del hospital querida --dijo en actitud prepotente. Frunciendo el ceno di media vuelta y comence a caminar hacia la salida. No podia creer que no podia entrar con Abraham. ?Realmente habria problema de entrar con el bebe por solo cinco minutos? De pronto las puertas de un elevador de carga se abrieron y un trabajador salio empujando un contenedor con sabanas sucias. Decidi escabullirme y buscando el piso dos presione el boton y se cerraron las puertas. No habia vuelta atras. El pequeno Abraham sonrio con una pequena mueca. Normalmente yo era de las personas que siguen las reglas, pero un poco de adrenalina en la vida no hace dano. Antes de lo esperado las puertas se abrieron frente al cuarto 201. Con una pequena zancada abri la puerta del cuarto de Tino y cerre con delicadeza. Al llegar el se encontraba dormitando. Observe el pequeno cuarto de hospital con paredes y sabanas blancas. El sol entraba fuertemente por la ventana del bano la cual yacia entreabierta. Una estela de vapor continuaba saliendo de ahi indicando que alguien habia tomado una ducha recientemente. En ese momento dimensione la situacion: Por la proximidad de la sutura conclui que tuvo suerte de no haberse cortado la yugular o podria haber muerto. Su chistecito le habia costado 20 puntos de sutura en la cabeza y parte del cuello. --?Como te sientes muchacho? --Bien Rosy, muchas gracias por la visita. --?Te duele mucho? --Ya no. Debiste ver como me atendieron, casi me ignoraban y el doctor no quiso platicar conmigo mientras me suturaba. Aparte el cuarto es muy pequeno y no tengo television. La cama esta floja y se ladea bastante cuando intento acomodarme. No tengo una linda vista, ni siquiera pega el sol en este lado del cuarto y la comida es horrible. Tu sabes que soy muy sensible del estomago. Lo peor para mi es ir al bano, dependo de la enfermera para que me ayude a pararme. Yo no quiero que me ayuden y me amenazan con ponerme un panal si no me dejo ayudar para la proxima vez. --Lo interesante es que ni aun asi dejas de hablar como perico, como si nada te hubiera pasado. --le dije mientras Tino terminaba de contarme todas sus penas. En eso la enfermera entro al cuarto con una bandeja variada de comida. --?De donde viene usted y que hace aqui con un bebe? --me pregunto en tono reprobante al mismo tiempo que dirigia la mirada hacia el pequeno Abraham. --Visitando a mi amigo, le dije con una sonrisa timida. Abraham, que estaba acostado boca abajo en la cama comenzo a gatear hacia Tino. Parecia que queria probar un poco de la gelatina verde y rara que le habian servido. Yo estaba de acuerdo en que el estaba harto de comer fruta pero no era para que su comida fuera esa gelatina que ni yo misma me atrevia a probar. Lo quite de la cama y lo puse en un sillon junto a Tino. --Bueno Tino me voy. Que bueno saber que estas bien. --Espera ?ya te vas?, mira que no tardan en darme de alta. Es cuestion de unos minutos, si me esperas puedo acompanarte a casa. --Me tengo que ir, tengo cosas que hacer y al parecer no dejan que el bebe este aqui. --No te vayas por favor. Me sentire mas tranquilo si te quedas. --Gracias Tino pero de verdad no puedo. Que estes bien. Me sali de su cuarto y comence a caminar al lado de la enfermera reganona. Algo tienen los hospitales que la mayoria de las veces todos los que trabajaban ahi parecian enojados. Era eso o era mi culpa por haber metido a un bebe dentro de las instalaciones cuando no estaba permitido. Me sentia tan enojada que ni siquiera recuerdo haber comprado todo lo necesario. Pan, leche, huevos...es todo lo que necesito. Cuando se empezo a disipar mi enojo pense en que se me hizo muy raro el comportamiento de Tino y que tuviera tanta insistencia en que me quedara. Por un momento senti feo pero la verdad no me la pasaba bien con una persona tan monotona. Tino era un poco aburrido en ocasiones. Lo unico interesante era cuando hacia una de sus locuras. Aunque esta vez si se habia pasado de la raya con eso de estrellarse contra el vidrio. Llegue a la casa rapido. El vidrio que Tino habia roto daba directo a la calle principal. Lo bueno es que en este pueblo todos son bastante honrados, no me preocupo mucho dejar la casa sola con el gran agujero en la puerta. Tome el telefono y llame al Senor Pastor para pedirle dinero extra para el vidrio. Estaba pensando una buena excusa cuando me di cuenta de que faltaba algo... !Abraham!

  • ?Y si el secreto de la felicidad estuviera en la mente? de Alejandro Gonzalez

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    – ?Donde escondieron la felicidad?
    – ?Por que aprender a meditar?
    – ?Como empezar a meditar?
    – Tipos de meditacion: meditacion vipassana, meditacion budista, meditacion trascendental, meditacion zen…
    – Tecnicas de meditacion
    – Los 9 niveles de la meditacion
    – Antar Mouna o silencio interior
    – Concentracion o Trataka
    – Meditacion y conciencia testigo
    – Relajacion
    – Yoga Nidra
    – Yoga del sonido (Nada Yoga y Mantras para meditar)
    – Respiracion y Pranayama
    – Mindfulness o como disfrutar de la vida
    – Estado de flow
    – Haz que suceda

  • Dibuja tu nombre en mi piel (Tierras Altas 1) de Josephine Lys

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    Duncan McPherson no pensaba buscar esposa, no volveria a forjar una alianza sin que hubiese amor de por medio. Por eso, cuando acudio por mandato del rey a la reunion en tierras del clan MacLaren jamas imagino sucumbir a ese sentimiento de una forma tan inmediata. Nada lo preparo para aquella muchacha que lo tiro al barro, hirio su orgullo y se metio bajo su piel.

  • Fue una suerte arriesgada de Sophie Kiss

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    La hermosa Shirley sale a divertirse por la noche para romper con aburrida vida. Le atrajo el nuevo bar que hay, estando dentro la conocen dos atractivos hombres, la eligen para vivir una intensa aventura que parece no acabarse nunca mas, pero a los tres les gusta.
    Incluye una historia de bonificacion: El adorable Claus busca el amor, lo ha encontrado en una hermosa chica que trabaja en la empresa donde el es dueno, Claus esconde un secreto y parece que ese secreto le va a pasar la cuenta.

  • AZUL TORMENTA, LLUVIA ANIL, A. V. San Martin de A. V. San Martin

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  • La Cabana_ Donde la Tragedia Se de Wm. Paul Young

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    Cuando la imaginacion de un escritor y la pasion de un teologo se fecundan entre si, el resultado es una novela del orden de La cabana. Este libro puede ser para nuestra generacion lo que El viaje del peregrino fue para la de John Bunyan, su autor. !Asi de bueno es! Eugene Peterson, profesor emerito de teologia espiritual, Regent College, Vancouver, B.C. Mientras leia La cabana me di cuenta de que las preguntas que se despliegan en esta cautivadora novela eran preguntas que yo llevaba muy dentro de mi. Lo maravilloso de este libro no es que ofrezca faciles respuestas a preguntas abrumadoras, sino que te invite a acercarte a un Dios de misericordia y amor, en el que encontramos esperanza y sanacion. Jim Palmer, autor de Divine Nobodies (Nadies divinos) La cabana es una invitacion unica en su genero a viajar al corazon de Dios mismo. En medio de mis lagrimas y exclamaciones de jubilo, fui realmente transformado por la amorosa piedad con la que Wm. Paul Young levanto el velo que tan a menudo me separaba de Dios y de mi mismo. Con cada pagina, los complicados sies y noes que distorsionan una relacion hasta convertirla en religion eran arrasados, conforme yo comprendia al Padre, el Hijo y el Espiritu por primera vez en mi vida. Patrick M. Roddy, ganador del Emmy como productor de ABC News Envuelta en creativa brillantez, La cabana es espiritualmente profunda, teologicamente iluminadora y vitalmente impactante. La recomiendo al maximo. Por cierto, estamos regalando ejemplares de la novela que es de dar gusto. Steve Berger, pastor de Grace Chapel Leipers Fork !Por fin una novela sobre el encuentro de un hombre con Dios, poseedora de integridad literaria y audacia espiritual! La cabana traspasa los cliches tanto de la religion como de la mala literatura para revelar algo bello y rotundo sobre la danza integral de la vida con lo divino. Esta historia se lee como una plegaria: como el mejor tipo de plegaria, llena de sudor y maravilla y transparencia y sorpresa. Cuando la lei, me senti en comunion con Dios. Si este ano lees una obra de ficcion, que sea esta. Mike Morrell, zoecarnate.com Una excepcional pieza literaria que te lleva directamente al corazon y naturaleza de Dios en medio del angustiante sufrimiento humano. Esta increible historia te retara a considerar la persona y el plan de Dios en terminos mas amplios de los que sonaste jamas. David Gregory, autor de Dinner with a Perfect Stranger (Cena con un perfecto desconocido) La cabana cambiara para siempre tu manera de pensar en Dios. Kathie Lee Gifford, coanimadora de Today Show (Programa de hoy) de la NBC Pense de verdad que este libro era un libro mas. Creanme, amigos: !no lo es! Cuando aparecen los carros alegoricos, por lo general los dejo ir. Pero en el caso de La cabana no solo me he subido al carro, sino que ademas no dejo de pedirle al conductor que se detenga para recoger a todos mis amigos. No recuerdo cuando fue la ultima vez que un libro, y mucho menos una obra de ficcion, tuvo tal impacto sanador en mi vida. Drew Marshall, conductora de radio, The Drew Marshall Show Si Dios es todopoderoso y esta lleno de amor, ?por que no hace algo con el dolor y el mal en nuestro mundo? Este libro responde esa antiquisima pregunta con sorprendente creatividad y asombrosa claridad. Con mucho, uno de los mejores libros que yo haya leido en mi vida. James Ryle, autor de Hippo In the Garden (Hipopotamos en el jardin) Seductor, con giros que desafian nuestras expectativas mientras nos ensenan eficaces lecciones teologicas sin condescendencia. Yo estaba llorando para la pagina 100. No podras leerlo sin involucrar tu corazon. Gayle E. Erwin, autora de The Jesus Style (El estilo de Jesus) Este libro va mas alla de ser la novela bien escrita llena de suspenso que es, y que te obliga a dar vuelta a la pagina. Desde la muerte de nuestro hijo Jason, el Senor nos ha guiado hasta un reducido numero de esos libros que cambian la vida, y este es el primero de la lista. Cuando llegues a la ultima pagina, habras cambiado. Dale Lang (rockcanada.org), padre de un estudiante muerto en el tiroteo de Columbine La cabana es una hermosa historia de como Dios sale a nuestro encuentro en medio de nuestras penas, atrapados por las desilusiones, traicionados por nuestros propios supuestos. El nunca nos deja donde nos encontro, a menos que insistamos. Wes Yoder, Ambassador Speakers Bureau La creatividad e imaginacion de La cabana te cautivaran, y antes de darte cuenta estaras experimentando a Dios como nunca. Las intuiciones de Wm. Paul Young no solo son cautivadoras, sino tambien biblicamente ciertas y fieles. No te pierdas esta transformadora historia de gracia. Greg Albrecht, director de Plain Truth Magazine (Revista La Pura Verdad) !Su libro es una obra maestra! Hay lagrimas en mis ojos y un nudo en mi garganta. Solo puedo pensar en quienes deberian leer sus palabras, y estoy convencida de que cada persona que lea este libro tambien conoce a otras necesitadas de sus palabras.

  • Los senores del tiempo (La ciudad blanca 3) de Eva Garcia Saenz , Eva Garcia Saenz De Urturi

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    Vitoria, 2019. Los senores del tiempo, una epica novela historica ambientada en el medievo, se publica con gran exito bajo un misterioso pseudonimo: Diego Veilaz.

  • Calor desnudo (Serie Castle 2) de Richard Castle

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  • Nosotras. Historias de mujeres y algo mas de Rosa Montero

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  • Imperfectos, Cecelia Ahern de Cecelia Ahern

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  • En el pais de la nube blanca de Sarah Lark

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  • Lord John y la mano del diablo de Diana Gabaldon

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    En pleno siglo XVIII, el mundo de lord John se enfrenta a misterios y amenazas, y sus aliados tienen el poder de destruirlo de un solo golpe. A medida que se adentre en un terreno desconocido para el, se dara cuenta de que cuando decides seguir los pasos de los muertos, a veces te encuentras con tus propios demonios.

  • Pasion en Roma de Kate Hardy

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    ?Seria capaz de recuperarla?

  • Se buscan princesas (Forever 1) de Cristina Bosca

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    Una novela agil y joven, fresca, un fan fiction sobre los Gemeliers, una historia inolvidable que habla de musica, de fans, del amor a diferentes edades, de la amistad, de la traicion y de surf…

  • La tentacion del perdon de Donna Leon

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    Mientras se enfrenta a un problema de posibles filtraciones dentro de la Questura, Brunetti recibe por sorpresa a una amiga de Paola, su mujer, muy preocupada por la extrana actitud de su hijo adolescente. Cuando a medianoche el marido de la amiga aparece inconsciente y con graves danos cerebrales a los pies de un puente de Venecia, Brunetti empieza a pensar que el caso tiene que ver con el comportamiento de su hijo. Pero el camino hacia la verdad, como sabe por experiencia Brunetti, no suele ser una linea recta: un registro minucioso del despacho de Gasparini revela una cantidad inusual de cupones de descuento propiedad de una tia anciana, lo que termina revelando una estafa dirigida al sistema sanitario veneciano.
    En la nueva entrega de Brunetti, el famoso comisario investigara sobre una mujer dividida entre el deber a su familia, el deber a la sociedad, las consecuencias imprevistas de las malas decisiones y la tentacion de perdonar un crimen que nace del corazon.

  • La dama prohibida de Javier Haro Herraiz

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    Mary Ann Collins es una mujer madura, guapa e inteligente. Una triunfadora que se divierte manejando a los hombres a su antojo hasta que Roberto Osuna, un sencillo pero al tiempo orgulloso y bohemio pintor callejero se cruza en su camino, echando abajo todas las ideas preconcebidas que se ha ido montando en torno al sexo masculino. Una simple mirada en Central Park y surge la chispa. ?Podra el artista conquistar el corazon de la bella empresaria, o triunfaran los prejuicios y se convertira en uno mas en la larga lista de conquistas de nuestra protagonista?

  • El desenlace (Enjaulada 2) de Sara M. James

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    A veces me arrepentia de la decision que habia tomado, pero tenia que seguir adelante. Por sorpresas de la vida, Oscar acabo ayudandome y, desde ese momento, mi vida dio un nuevo giro.
    No solo nos convertimos en buenos amigos, si no que, ademas, teniamos un motivo en comun por el que luchar: desenmascarar a Rebeca y quitarle la venda en los ojos a Javier.
    No iba a ser facil, pero teniamos un as bajo la manga.

  • Nadie se muere de esto de Fatima Casaseca

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    Dicen que para solucionar cualquier problema el primer paso es reconocer que lo tienes, y la verdad es que, visto asi, parece facil. Como si reconocer algo no fuese mas que un tramite, una diligencia anodina consistente en admitir aquello que ya se sabia pero que, por alguna razon estupida y caprichosa, uno se empena en negar de manera sistematica. Sencillisimo, vaya. Poco menos que un juego de ninos si no se pasase algo por alto. Algo importante, fundamental. Y es que, para reconocer, primero siempre hay que conocer; es decir, percatarse, notar o percibir, pues dificilmente puede admitirse algo que se ignora. Yo misma, por ejemplo, hasta hace poco ignoraba que era una cobarde. Que soy bastante soberbia si que lo intuia, mas que nada porque es casi lo unico que llevan reprochandome en serio mi padre y mis hermanas desde que tengo uso de razon. Pero ?cobarde yo? No lo habria imaginado jamas. Nunca. De hecho, llevo --o llevaba-- toda la vida considerandome osada y transgresora, diferente, mejor incluso, y pavoneandome por ello dia si, dia tambien, con unas infulas que ahora se me antojan de lo mas ridiculas y cuyo recuerdo aun me sonroja, provocandome dolorosas punzadas de verguenza. Un recuerdo no muy lejano, todo sea dicho, porque aunque esta historia comenzo meses atras, su absurdo desenlace se produjo hace apenas unas semanas. Una resolucion que por mucho que mi padre se empene en considerar necesaria y, por eso mismo, acertada, a mi solo me parece triste. Triste, cobarde e indecorosa. Y con el amargo regusto que le queda a una al descubrir que ha estado demasiado tiempo haciendo el gilipollas. Me llamo Elena Garcinuno, por cierto, y voy a cumplir treinta y cuatro anos. El ultimo sabado de enero, hace casi siete meses, llame a mi hermana pequena en estado de shock. Al principio, como viene siendo lo habitual en estos casos, Natalia se cabreo con Alberto. Aunque quizas <> no se ajuste del todo a la sarta de improperios que le dedico, que lo puso de vuelta y media. Es probable que aquel dia no jugase a favor de Alberto el hecho de que mi hermana no le ha tragado nunca y que los ultimos cinco anos, por educacion y porque me quiere, se ha limitado a dejarme caer, como si fuera una observacion objetiva y sin malicia, que es un blandengue y que no entiende que veo en el. Con lo macarra que es Natalia, todo un detalle por su parte. Asi que durante esa conversacion telefonica no desaprovecho la oportunidad y se desquito a gusto; y no se le paso por la cabeza concederle siquiera la presuncion de inocencia. De todas formas, como esto es a toro pasado y estoy intentando ser sincera y despiadada conmigo misma --y valiente, claro--, reconozco que llamando a Natalia sabia perfectamente donde me metia y que eso era justo lo que buscaba. Pero es que la situacion era de todo menos simple y lo que yo tenia esa manana era el orgullo dolorido y un ataque de colera monumental y descontrolado que me urgia canalizar antes de verle. Que estaba llorando a moco tendido, vamos. Mientras aporreaba la pantalla del telefono era consciente de que, si me lo hubiese encontrado dandose un revolcon con otra, o intentandolo, habria sido todo muchisimo mas facil. Sobre todo por lo espontaneo. Conociendome, seguro que le habria abofeteado, escupido e insultado, y que despues me habria escapado a gimotear y a seguir injuriandole en algun bar, alternando amigas y familia. Y copas, eso por supuesto, mogollon de copas. La cuestion --y aqui residia el problema fundamental, mi problema fundamental-- era que no le habia pillado, asi, con las manos en la masa como quien dice, sino un mensaje antiguo en su Facebook que, ademas de parecer una despedida, por lo menos temporal, resultaba bastante ambiguo. Eran apenas tres lineas, tal vez cuatro, y aunque no era sexualmente explicito en su contenido, el hecho de no conseguir ubicar a la remitente --una tal Pilimindrina-- en mi lista mental de legitimas amistades femeninas de Alberto, ni lograr identificarla por su foto de perfil --una figura sin contornos ni facciones, a lo lejos, frente a lo que me parecio el Coliseo romano-- disparo todas mis alarmas. Ella, Pilimindrina --apodo que me la sugeria traviesa e inocente al mismo tiempo, como pilindri o pelandrusquilla, una aleacion irresistible para cualquier ego masculino--, habia escrito, hacia mas o menos un ano, que le habia hecho muy feliz conocerle, que desde aquellos dias pasados juntos en Barcelona no habia podido dejar de pensar en el, en las circunstancias que les impedian mantener una relacion mas estrecha, y que esperaba con ilusion y expectativa que el destino volviera a ponerlo en su camino pronto. Bla, bla, bla. Un zorron en toda regla, conclui, pues si hablaba de circunstancias adversas es que sabia de mi existencia. Y se la sudaba. Lo peor, no obstante, era que Alberto, mi en teoria entregadisimo novio, le habia contestado unos dias despues en un tono similar: <>. Aun a riesgo de parecer una neurotica, confieso haberme aprendido la respuesta de memoria, emoticonos incluidos, pero es que tuve que repasarla varias veces para confirmar que de verdad ponia eso y no otra cosa, tal era mi desconcierto. Que vaya ingenua, se burlaba Natalia, como si no estuviese clarisimo lo que significaba. Menudo cabron, cabronazo, pedazo de cabron, repetia machacona. Peor que eso, decia, una mosquita muerta es lo que es. Y es que Alberto --Albertito, como lo apodo despectiva nada mas conocerle--, el novio ideal, guapo y pijo, la envidia de todas mis amigas, el mas estupendo, detallista y sacrificado, siempre respetando mis tiempos y sin presionarme, nunca me habia dado motivos para sospechar de el.

  • Todos mis ex de Barbara Lorenzo

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    .?Que tienen en comun el empollon de la clase, el quarterback del equipo del instituto, un universitario perteneciente a una fraternidad, un jugador profesional de beisbol, un ejecutivo de una gran multinacional, un psiquiatra y un hacker?
    Aparentemente nada, pero todos han pasado por la vida de Olivia McCain, una famosa bloguera de moda de Los Angeles, que pasara su cuarenta cumpleanos de una forma muy diferente a como ella esperaba de la mano de Matthew, su angel de la guarda.

  • A traves de Escocia (Highlands 1), Alexia Seris de Alexia Seris

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  • El Manifiesto de Margarita B. Sainz

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    Violeta observaba el lento discurrir de las turbias aguas del Guadalquivir a traves de la ventana de su despacho, privilegiado observatorio en el edificio Helvetia. Miraba absorta a los turistas que aguardaban, bajo un sol de justicia, formando largas colas para entrar a la Torre del Oro. Protegian sus cabezas con variopintos sombreros; sin embargo, sus indumentarias se asemejaban mucho entre si. Por lo general, consistian en pantalones cortos, camisetas de algodon y sandalias guiris, de esas que sujetan el pie con tiras gruesas y suelas de goma. Algunos, incluso, se atrevian a llevarlas con calcetines. Siguio atendiendo al cadencioso remar de los piraguistas que cruzaban ante sus ojos. El rio siempre estaba repleto de ellos, no en vano la de Sevilla era una de las federaciones mas potentes del territorio nacional. La cantera siempre habia aportado buenos deportistas en esa disciplina. Asi lo demostraban todas las medallas olimpicas en su haber. Sintio un tiron en el pecho que la hizo salir de sus cavilaciones y poso su mirada en los titulares del periodico que aun sostenia entre sus manos. Bajo la vista para seguir leyendo. Necesitaba asegurarse. LA ARISTOCRATA SEVILLANA ROSARIO VALENCIAGA REVELA SU SECRETO TRAS TREINTA ANOS DE SILENCIO, DESVELANDO LOS SUPUESTOS ABUSOS QUE SUFRIO EN LA CONSULTA DEL PSIQUIATRA JERONIMO CORONADO. Ha llegado el momento de hablar. El otro dia, merendando con unas amigas en Sevilla, comentaron el rumor que corre estos dias sobre Jeronimo Coronado. Jamas se me paso por la cabeza que hubiera mas mujeres viviendo lo mismo. Me senti culpable durante todos los anos que estuve enferma. Llegue a su consulta con veintidos o veintitres anos, sumida en una fuerte depresion: vulnerable, maleable. Con los limites de lo moral borrosos y otros problemas anadidos que el ignoro. Me aferre a Jeronimo Coronado como a un clavo ardiendo. Aquella relacion indefinible se prolongo en el tiempo; luego me case y se convirtio en una especie de amistad. Jeronimo Coronado abuso de una persona enferma, desesperada, a lo largo de los anos. No prestando ayuda, ignorando los problemas, manipulando como solo puede hacer un buen conocedor de los resortes de la mente, que es lo que no podemos negarle. Jeronimo Coronado Ibanez me llamo por telefono pocos dias antes de mi intento de suicidio e hizo mencion a tres temas en concreto que desencadenaron en mi cabeza la desesperacion absoluta. Lo hizo porque yo habia empezado a contar cosas de el. No tengo miedo, porque las que hemos pasado por esto no tenemos mucho que perder, y si mucho que ganar. Hoy por hoy no siento nada por Jeronimo Coronado, excepto cuando veo pasar al Senor de las Penas sabiendo que el esta ahi, el mismo que decia no creer en Dios. Me parece un sinsentido, inexplicable. Lo cuento para advertir a las mujeres de que en la consulta de Jeronimo Coronado Ibanez no van a encontrar ayuda, y si mucho dolor. Lo cuento con el apoyo de mis hijos, que, cuando he empezado a relatarles mi calvario, han entendido cosas que antes no podian, y los han hecho sufrir. No tengo miedo y no siento verguenza. He superado todo, y si yo lo he hecho, todas pueden lograrlo. Esta carta va dirigida a las victimas de Jeronimo Coronado Ibanez, porque ellas la van a entender y a ellas les puede aportar algo de consuelo; o eso espero, al menos. Con todas mis fuerzas y todo mi carino. Rosario Valenciaga Una convulsion, semejante a un incipiente temblor de tierra, comenzo a sacudirla por dentro. La minuscula capsula donde almacenaba los recuerdos del pasado comenzaba a agrietarse; se habia olvidado de que estaban alli. El estremecimiento la hizo tiritar. De repente, la manana ya no se le antojaba agradable. Lo habia guardado todo en un lugar oscuro de la memoria porque dolia. Dolia sentirse culpable y dolia avergonzarse por lo ocurrido en aquella consulta. La herida no estaba cerrada, solo anestesiada. La agitacion interna amenazaba con dominarla. Se sirvio un vaso de agua de la bandeja que estaba sobre la mesa y bebio con ansias. Le temblaban las manos. Debia calmarse. El telefono de su mesa empezo a sonar con insistencia, haciendola retornar a la realidad. Lo descolgo como un automata. --Digame --contesto con tono seco. El corazon le seguia bombeando con fuerza. --Hola, carino. --La voz de su marido la acaricio por dentro. Violeta cerro los ojos para sentirla mejor--. ?Te apetece que saque entradas para el estreno del ballet nacional checo? Representan La Bayadere en el teatro de La Maestranza. --!Por supuesto! --Suavizo la voz, dejando entrever sin querer parte de su angustia--. Ya sabes cuanto disfruto con el ballet clasico. --Eso pense. Pues ya esta hecho. Apunta en la agenda que el viernes proximo, a las ocho de la tarde, tenemos una cita. --Su buen humor se transmitia a traves de la linea. --Gracias, Daniel. Siempre tan atento y detallista. Esa es una de las cosas por la que me enamore de ti --le dijo medio en broma. El era su mundo, y penso en lo afortunada que se sentia de estar a su lado. Solo el hecho de oir su voz la tranquilizaba. --No seas tonta; ya sabes que no me cuesta ningun esfuerzo. Por cierto, ?que tal llevas el dia? Fue en ese instante cuando, con un ramalazo de intuicion, se dio cuenta de la razon de su llamada: el tambien habia leido el periodico. De nuevo, sintio como se le aceleraba el pulso. Nunca, en veinte anos de casada, la habia telefoneado para interesarse solo por su jornada de trabajo. Siempre lo hacia para consultarle algo en concreto y luego colgaba, debido al continuo estres que acarreaba su profesion. La incertidumbre la picoteo como carcoma: la estaba sondeando. Por un momento penso que, en realidad, se interesaba por ella. No pudo remediar que una leve decepcion hiciera mella en su animo. Enseguida lo aparto de la mente. --Hoy va todo tranquilo. --Se hizo la despistada--. Me estaba tomando un descanso mientras leia la prensa. ?Lo has hecho tu? --Intento sonar despreocupada. Quiza estaba un poco paranoica, o quiza lo que le ocurria era que lo conocia bien. --Si. Yo tambien lo he hecho. --El tono de su voz sono hueco, como si hablara desde un bidon vacio. --Daniel, deja de darle vueltas al coco. ?Me has llamado por algo mas? --Como me temia...: te ha afectado bastante. Tranquilizate y despues lo hablamos en casa. -- Acto seguido, corto la conversacion. No le dio opcion a contestarle. Violeta no se podia creer lo que acababa de oir. Se sintio menospreciada. Su marido la trataba como si estuviera enferma de los nervios, a pesar de que era el quien no tenia la mas minima idea de como manejar el tema. <>. Ya estaba harta de tantas tonterias. Al fastidio habia que anadir ahora el mosqueo que le provocaba su actitud. Hasta esa llamada, el dia se le habia antojado agradable, pero, gracias a Daniel, habia perdido todo su encanto. Su ansiedad subio en la escala. --Buenos dias. --En ese momento, su socia, Elena Torres, entro en tromba en su despacho. Tomo asiento frente a ella con la vista fija en una tablet y puso los pies encima de la mesa. --Elena, ya sabes que me revienta que entres asi --le reprocho, cabreada--. ?Te imaginas que estoy reunida con alguien? ?Y si estuviera manteniendo una conversacion importante? -- Intento por todos los medios que no notara lo alterada que se encontraba. --Veo que estas de mala leche. ?Ha ocurrido algo o simplemente te has levantado con el pie izquierdo? --Su socia alzo una ceja, examinandola con la mirada. --Me niego a hablar contigo hasta que cierres la puerta. --Cruzo los brazos sobre el pecho con actitud obstinada. --!Joder! La cosa es seria. --Elena se levanto y cerro sin miramientos--. Venia a ponerte al dia de las novedades, pero ahora soy yo la que no quiere hablar contigo hasta que no me digas que te ocurre --remedo con la voz. --Mejor es que lo veas por ti misma. --Violeta le lanzo el periodico, abierto por la pagina que habia estado leyendo. Durante el tiempo que su amiga tardo en informarse, el silencio se instalo en la habitacion. Solo se oian las voces de las personas que trabajaban en la oficina, amortiguadas por el cristal que las separaba. Violeta le dio la espalda para seguir contemplando por la ventana a los visitantes, que embarcaban en uno de los barcos turisticos para iniciar el recorrido por el rio. Eran casi todos orientales y portaban coloridas sombrillas. Permanecian sentados muy ordenadamente en la cubierta superior del crucero, mientras que el guia, microfono en mano, los informaba de la duracion y caracteristicas de la ruta que iba a comenzar. --!Madre mia! --la oyo gritar--. Esto significa que no es un caso aislado. !Menudo cabron! --Elena sonaba entre sorprendida y furiosa--. Y tu, ?como te lo has tomado? --Se levanto para ponerse a su lado y poder observarla. --Estoy bien. --Le apreto la mano para tranquilizarla--. Por un lado, me alivia saber que no soy la unica. Siempre me pregunte por que ocurrio una cosa asi. Por otro, me preocupa que haya otras personas en igual o peor situacion que la mia --le dijo, clavando sus ojos negros en los castanos de su amiga. No pudo evitar que se le pasara por la mente que Daniel no se habia interesado por su bienestar. El pensamiento volvia recurrente a ella. --No te preocupes y veras como todo se andara. --Le rodeo el cuello con sus brazos para transmitirle su carino--. Nos iremos enterando de todo. Seguro. Lo importante es que tu te encuentres bien. Violeta le devolvio el abrazo, emocionada. No quiso dejar a Elena con la impresion de estar afectada. Todavia no se sentia preparada para contarle hasta que punto la habia trastocado. --Petarda, ya esta bien de chachara --quiso zanjar el tema--. Ahora ponme al dia de todas las cosas que querias contarme.

  • Black out de Maria Moreno

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    Novela, memorias, retrato de epoca, microensayo, cronica social, diario intimo, registro cientifico, desnudo, critica, mapa: de la magistral mixtura de generos a las fronteras entre Plaza Miserere y Barrio Norte, o a los parecidos entre Emilio, el mozo que le alcanza la cartera cuando tropieza hacia la vereda, y Georges, el barman del Ritz que ante Hemingway ignora a Scott Fitzgerald.

  • FEAST. El Juego de Rafael Alcolea

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    La especie humana ha sido doblegada a la esclavitud por otra especie superior que habia aguardado durante siglos en las sobras: los vampiros. Hartos de ver como el ser humano destruia el planeta, decidieron conquistarlo, y antes de que los hombres pudiesen reaccionar, los supervivientes se convirtieron en esclavos, con suerte, y los demas… en comida.
    Solo existe una forma de escapar de Isla Muerte, el lugar donde confinan a todos los humanos supervivientes:
    Ganar un juego diabolico durante una noche, en la que una treintena de humanos deben sobrevivir a las pruebas de los vampiros hasta el amanecer, aquellos que lo consiguen, obtienen su libertad.
    Mara, hija de dos ganadores del juego, ha crecido en libertad y es una adolescente feliz, hasta que al senor de los vampiros se le ocurre arrebatarle la libertad y hacerla que participe en el juego cuando alcance los 18 anos.
    La joven se muestra decidida a ganar ese juego mortal para reunirse con sus padres y volver a ser libre. Para ello tendra que escapar de los segadores, vampiros cazadores, entre los que se encuentra Caleb. Solo una cosa escapara al control de Mara y Caleb: la atraccion que sienten al verse.
    Victima y verdugo caen en las redes de un juego amoroso que se mezclara con las reglas de otro juego aun mas importante:
    la supervivencia.
    ?Que es mas valioso el amor o tu libertad?

  • Extranos al calor de la noche de Kylie Brant

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    No sabia como se llamaba, no sabia de donde era. Rianna Kingsley solo sabia que sus conocimientos de artes marciales y tecnicas asesinas estaban muy por encima de lo que sabia una persona normal.

  • El veneciano de Blas Malo

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    Todo son sospechas. Nadie esta a salvo. Y en el palacio ducal todo son pesares. Europa se desgarra en guerra. Francia combate contra Austria y contra Inglaterra, y Venecia defiende su neutralidad, pero las coraces tropas francesas del ambicioso general Bonaparte se han extendido por todo el Veneto y han esparcido su veneno a traves de sus agentes.

  • Electric Dreams de Philip K. Dick

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    Electric Dreams de Philip K. Dick es la nueva serie de television basada en los relatos incluidos en esta antologia. La serie de diez capitulos independientes esta escrita y producida por el nominado a los Emmy Ronald D. Moore (Battlestar Galactica, Outlander) y Michael Dinner (Justified, Masters of Sex), con el nominado al Oscar de la Academia Bryan Cranston (Trumbo, Breaking Bad) como productor ejecutivo e interprete de la serie.

  • El mar de tus suenos de Susan Stephens

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    El apasionado beso de un desconocido desperto una pasion que no podia rechazar.

  • El secuestro de la justicia de Ignacio Escolar , Joaquim Bosch

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    Joaquim Bosch (ex portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia) e Ignacio Escolar (director de eldiario.es) han unido fuerzas para escribir un libro necesario, incisivo y pedagogico sobre la Justicia.

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

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    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • Las Campanas Gemelas de Lars Mytting

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    Una novela historica rompedora sobre como el pasado puede influir inesperadamente en el presente.

  • Al final mueren los dos de Adam Silvera

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    ?Puede un solo dia albergar toda una vida?

  • Fugaz de Leila Sucari

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    “La primera vez que lo vi me dio asco”. Asi comienza esta novela, cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reaccion le seguiran otras, algunas mas amorosas, otras mas mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar comun y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio. Ella, que eligio dejar atras pareja, casa, perro, familia, como quien suelta amarras para siempre, buscara trabajo, entablara nuevas relaciones y se trasladara de un paisaje a otro en una deriva que por momentos parece acercarla a una verdad. La acompana ese pequeno ser que succiona incansablemente de su cuerpo y la atraccion hipnotica que le despiertan las ballenas varadas en la playa.
    Leila Sucari sorprende otra vez con una novela en la que cada acontecimiento esta hecho de frases iluminadoras que dejan vibrando las palabras como un diamante violento y bello.

  • El escondite de Grisha de Ismael Martinez Biurrun

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    Dos veces huerfano con apenas diez anos, Grisha ha aprendido a protegerse por si solo y a esconder sus secretos. Todas las tardes se refugia en la biblioteca y escribe con los ojos cerrados lo que parece el diario de otro nino que vive a miles de kilometros y a quien no conoce. ?Quien es el otro Grisha? ?Es posible robar la vida de otra persona? Olmo no es un bibliotecario como los demas. Incapaz de poner nombre a sus propios sentimientos, huye de un pasado siniestro y busca consuelo en los brazos de la mujer policia que siguio su rastro. Cree que por fin ha puesto orden en su vida, hasta que se tropieza con Grisha. Olmo no contaba con volver a verse reflejado en los ojos de un nino malherido. Con atravesar un infierno ajeno para regresar al suyo. Este es el relato del insolito encuentro de Grisha y Olmo, del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en busca de respuestas y de redencion. Con el talento que la critica le ha reconocido para la combinacion de generos desde el thriller policial al fantastico, Ismael Martinez Biurrun ha construido un relato sobrecogedor, a un tiempo hermoso y terrible.

  • El libro negro de Dross

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    “La vida puede ser una verdadera mierda para algunas, que no la mayoria de las personas. Sin embargo, por lo menos un par de veces, a lo largo y ancho de esa vida, esta elige un dia para demostrarnos que tanto asco puede dar. Esto les pasa a todos y cada uno de los seres humanos que habitan en este mundo, caprichosos o no, malos o buenos, simples o excentricos: todos tienen una probada de que tan mal pueden salir las cosas durante veinticuatro horas.
    Y para mi, ese dia parece que va a ser hoy.”
    En los cuatro cuentos reunidos en este libro escabroso, David Angel Revilla, alias Dross, nos revela detalles perturbadores de la deep web y que la vida jamas es lo que parece y que la existencia humana no es mas que un recorte fugaz y lastimoso del universo.

  • L de ley de Sue Grafton

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    La detective Kinsey Millhone se aprestaba a ser dama de honor en la boda del hermano de su casero cuando, pocos dias antes, acepta investigar para un vecino, Chester, por que en los archivos militares ha desaparecido todo rastro de Johnny Lee, su padre recien fallecido y veterano de la segunda guerra mundial. !Adios planes de boda!, porque, de pronto, alguien ha entrado en casa del difunto dejandolo todo patas arriba y Chester descubre, en una caja de caudales, una llave con esta misteriosa inscripcion: LEY. A partir de entonces nadie es ya quien dice ser: ni Ray Rawson, el antiguo amigo del ejercito, que quiere alquilar la casa; ni Gilbert Hays, a quien Kinsey sorprende llevandose una bolsa de la casa de Lee; ni Laura Huckaby, la mujer a quien aquel entrega la bolsa. A Kinsey no le queda mas remedio que emprender una salvaje odisea en la que, para desenredar la madeja, acabara pasando por cualquier cosa, menos por detective…

  • El eslabon del tiempo de Chus Nevado

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    La vida de Chloe era perfecta hasta que un accidente de trafico trunco esa felicidad. Seis meses despues, atormentada por los recuerdos y todavia incapaz de superar la muerte de su novio, se vera sorprendida por una fuerte tormenta junto al lugar donde una vez se juraron amor eterno. Desorientada, se acerca peligrosamente a un acantilado y cae al vacio.

  • El recuerdo de tu voz de Sandra Gabriel

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    L Prologo os Angeles. Marzo de 2000. --!Dejalo, Ryan! !Lo vas a matar! --exclamo la nina. --Eso no sera nada comparado con lo que se merece --replico el sin dejar de dar patadas al nino, que estaba hecho un ovillo en el suelo en un intento de protegerse de los golpes. --Si dejas de pegarle para que pueda hablar, seguro que me pide perdon --sugirio ella en tono razonable. Eso hizo que se detuviera. Se aparto del nino, que yacia en el suelo, y le interrogo con rabia: --?Es eso cierto, Scott? ?Le vas a pedir perdon? Este asintio mientras sollozaba. Se levanto a duras penas y les miro asustado. --Perdoname, Katy --gimio con voz lastimera--. No volvere a decir nada sobre tus tet... --se interrumpio al ver la mirada asesina que le lanzaba Ryan--... pechos. No volvere a decir nada sobre tus pechos. Una vez ofrecidas las disculpas, echo a correr antes de que Ryan cambiase de opinion y siguiese con su paliza. Katy se cruzo de brazos avergonzada mientras le veia alejarse. Solo tenia diez anos, pero su cuerpo ya se habia desarrollado como el de una mujer y eso hacia que en ocasiones tuviese que aguantar ciertas bromas de mal gusto por parte de algunos ninos. --No te volvera a molestar --afirmo su amigo al ver que Scott huia con el rabo entre las piernas. Se sentia muy orgulloso de si mismo. Detestaba a aquel mocoso y habia disfrutado dandole una paliza. Con catorce anos era solo un par de anos mayor que Scott; sin embargo, por su aspecto fisico aparentaba mas edad. Ya alcanzaba casi el metro ochenta de estatura. Eso, unido al hecho de ser el hijo de Stefano Spositto, uno de los hombres mas peligrosos de la ciudad, hacia que tuviera muy pocos amigos; por eso valoraba tanto su amistad con Katy y la protegia. Era la unica amiga de verdad que tenia. Pese a que su padre y el de Scott eran socios de negocios, disfrutaban enfrentandolos. Eso habia hecho que ambos se odiaran profundamente. Cuando le contara a su padre lo que habia hecho, estaba seguro de que le felicitaria. Katy, a su vez, le miro molesta por sus acciones. Agradecia que la defendiese; lo que no le gustaba eran los metodos que utilizaba para ello. Trato de tranquilizarse y hacerle comprender que esa no era la manera correcta de actuar. Sabia que para el era dificil darse cuenta de que la violencia no era la solucion a todos los problemas, ya que su padre le habia inculcado que asi era como se resolvia todo. Ser una nina no le impedia ser consciente de la realidad que la rodeaba. Todo el mundo sabia que entre Stefano Spositto, el padre de Ryan, y Luca Maltesse, el padre de Scott, controlaban el trafico de drogas, la prostitucion y los juegos de azar de toda la ciudad. Su propio padre era participe al ser el contable del padre de Ryan, asi que, a pesar de que trataba de mantenerla lo mas alejada posible de todo ello, el hecho de vivir en la misma casa que Ryan hacia que fuese imposible que no supiera lo que ocurria a su alrededor. Sabia que lo que acababa de suceder iba a ocasionarle problemas a su amigo. No solo por haber atacado al hijo de Luca Maltesse, sino por defenderla a ella. Stefano Spositto era un sociopata que disfrutaba maltratando y torturando a su propio hijo. A Katy le dolia el corazon cada vez que tenia que ser testigo de ello, cosa que sucedia bastante a menudo. --No puedes darle una paliza a cada nino que me diga algo que me moleste --le dijo en un intento de que comprendiese que esa no era la manera correcta de actuar. --?Como que no? --replico el con altaneria--. Tienen que aprender que no pueden molestarte. --No puedes resolverlo todo a traves de la violencia --trato de razonar ella. --Si que puedo. --Estaba molesto porque no le agradeciera lo que habia hecho por ella. Se paso las manos con los punos despellejados por su pelo negro desalinado y la miro desafiante al clavar sus oscuros ojos en ella. --No dejare que nadie se meta contigo. Eres mi mejor amiga. Katy sintio como su corazon se calentaba ante sus palabras. No se podia creer que en verdad fueran amigos. El no lo sabia, ya que ella jamas se atreveria a confesarselo, pero en los ultimos meses comenzaba a tener sentimientos, deseos… cosas que la confundian, la hacian sentir extrana y le generaban mariposas en el estomago cada vez que estaba con el. --Ryan... --Por un segundo penso en preguntarle si a el le pasaba lo mismo. No sabia si era normal tener esos pensamientos y solo podia recurrir a el para preguntar. Ninguno de los dos tenia madre, ya que ambas habian muerto hacia ya muchos anos. Esa era una de las primeras cosas que les habia unido cuando se habian conocido, cruzando la barrera de la diferencia de edad. --A veces… --no se atrevio a formular en voz alta sus pensamientos. Se moriria de verguenza si el se reia de ella. Eran amigos, si bien el hecho de que fuera cuatro anos mayor que ella hacia que se diera cuenta de que para el era una nina. Cuando estaban juntos y la miraba con ese orgullo, como si hubiese realizado una gran hazana, o cuando se presentaba frente a ella con ese aspecto desalinado, hacia que no se sintiera como una nina, sino… diferente. En momentos asi le gustaria besarlo y que el la besase a ella. --?Que pasa? --la interrogo el al ver que le miraba de una forma extrana--. Estos dias estas muy rara. --Na...na... nada. --tartamudeo avergonzada de que pudiera leer sus pensamientos mas intimos--. Vamonos a casa. El miro la mano que ella le tendia y se la cogio con una sonrisa. Durante unos instantes habia temido que se enfadara por haberle dado una paliza al gilipollas de Scott. ?Como se atrevia ese imbecil a poner su sucia mirada en los pechos de Katy? !Era una nina! Menudo cerdo. Habia disfrutado al golpearle. Cuando se lo contara a su padre tendria que mentirle sobre el motivo de la disputa, ya que si descubria que habia sido por Katy no creia que le gustara. Hasta el ano pasado habia tolerado y permitido su amistad; vivian en la misma casa y, teniendo en cuenta que no se le permitia tener amigos entre sus iguales, era logico que Katy y el se hubieran hecho cercanos; no obstante, de un tiempo a esta parte su padre habia empezado a insinuarle que se alejara de ella. Decia que le ablandaba. Aun le escocia la espalda por la ultima leccion que le habia dado al respecto. Miro a su amiga y su pequena mano entrelazada con la suya. Por mas que le hiciera o le dijera su padre, no pensaba renunciar a ella. Contemplo los rubios cabellos de Katy, que descendian en cascada por su cintura y, por un momento, deseo acariciarlos, que girase su rostro hacia el y le mirase con esa dulzura con la que siempre lo hacia. Le hacia sentirse mejor persona, casi como si fuera bueno, a pesar de que sabia que era mentira. Nunca seria bueno y nunca se la mereceria. L 1 os Angeles. Veinte anos despues. Ryan miro su reloj con impaciencia. Eran las diez y cinco y se suponia que su novia Brooke tendria que estar en la casa para cenar con el. Habia llamado varias veces tanto a ella como a Drew, el hombre que habia contratado para protegerla y ninguno le habia cogido el telefono, lo que le molestaba y le parecia una falta de respeto. Sus hombres sabian que debian atenderle siempre las llamadas. Para eso les pagaba tan bien; para que estuviesen disponibles las veinticuatro horas del dia. En cuanto a su novia, sabia que detestaba que le hicieran esperar. --Me habias dicho que sirviera la cena a las diez y ya han pasado. ?Esperamos mas por tu invitada o cenaras sin ella? --quiso saber Mary, el ama de llaves, que esperaba instrucciones en la puerta del comedor. Se giro para hablar con ella y sintio que su mal humor se atemperaba un poco. Mary era una de las pocas personas que apreciaba en esta vida. Rondaba la cincuentena, de figura algo rechoncha y abundantes canas que salpicaban sus negros cabellos, era como la madre que nunca habia tenido. Habia temido que tras la muerte de su padre, dos anos atras, hubiera decidido irse, pero no lo habia hecho y se lo agradecia. Dirigia la casa desde hacia tantos anos que no se imaginaba vivir alli sin ella al frente. Habia entrado en su vida siendo nino y el poco calor humano y bondad que habia recibido habia provenido de ella. Tanto Katy como el la habian amado como si se tratase de su propia madre. El recuerdo de Katy le produjo, como siempre, un dolor sordo en el corazon. Se froto el pecho de forma distraida para aliviarlo, a pesar de saber que de nada serviria. --Ya deberiamos estar cenando --replico enfadado, en un intento de distraer sus pensamientos. Mas valia que Drew tuviera una buena excusa para explicar por que cojones no estaba alli con Brooke. Habia planificado una velada tranquila que incluia cenar, echar un polvo y luego permitir que ella se quedara a pasar la noche. En el preciso instante en el que cogia el movil para llamar de nuevo a su hombre, este comenzo a vibrar, pero el nombre que aparecio en la pantalla no fue el del guardaespaldas de Brooke, sino el de Steven, su segundo al mando. --Steven --exigio en el momento que descolgo el telefono--. Averigua donde cojones se ha metido Brooke y por que ni ella ni Drew me cogen el puto telefono. --Jefe... Tenemos un problema... Oir como su hombre dudaba al hablarle hizo que sintiera cierta inquietud. Tuvo el presentimiento de que en ese instante averiguaria el motivo por el que no habian aparecido. --?Que ocurre? --demando saber con frialdad. --Sera mejor que venga. Tenemos un problema muy gordo.

  • Espiritu de invierno de Elena Morilla Margallo

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    El rey Filian de Baldrenia esta muy enfadado con sus nortenos, tanto que ha decidido ir en persona a poner orden entre los pueblerinos. El siempre debe tener lo que desee, aunque los intereses no coincidan con los de sus subditos. Llevado por el orgullo y la codicia pierde la vida al caer a un lago helado. Cuando parece que todo ha terminado para el aparece la Senora del Invierno. La reina de los espiritus de la estacion le da una nueva forma para que pueda pagar la deuda que ha contraido con ella. ?Podra el ambicioso monarca hallar la forma de solventar sus errores?

  • Suplicando Problemas (Blackish Masters 3) de Nisha Scail

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    Faith Valentine tan solo buscaba respuestas. El que las encontrase en lugares poco recomendables, que la conducian a incomodas equivocaciones, no era culpa suya. Sin embargo, Dain pensaba que si. El estaba convencido que su sola presencia generaba problemas y que la unica manera de ponerle freno era manteniendola vigilada. Tener a ese hombre cerca no podia ser bueno para la salud, especialmente porque su atractivo, amabilidad y seductora presencia le hacia muy dificil el ignorarle.
    Hacerse el heroe no entraba en los planes de Dain Ratcliffe, pero cuando vio que maltrataban a una mujer no pudo quedarse cruzado de brazos. Si alguien le hubiese dicho que una buena accion lo mandaria al hospital y terminaria uniendole a una mujer cuyo segundo nombre era problemas, se lo habria pensado dos veces. Pero Faith resulto ser demasiado timida, calida y dulce para ser ignorada por su vena protectora, un verdadero iman para el desastre.

  • Bajo las estrellas de Jenn Bennett

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    Zorie y Lennon solian ser inseparables, pero desde hace un tiempo se han vuelto expertos en ignorarse. Cuando sus amigos los llevan enganados a acampar, la estratagema sale mal y de pronto los dos se encuentran atrapados en lo salvaje. Solos, lejos y sin hablarse. Sentimientos ocultos, secretos y heridas del pasado saldran a la luz durante el peligroso viaje de regreso a la civilizacion, y los viejos amigos deberan volver a confiar el uno en el otro para salir ilesos y recomponer su corazon.

  • La isla de la memoria de Karen Viggers

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    Mary, la mujer del farero de la Isla de Bruny durante cuarenta anos, solo quiere pasar sus ultimos dias en paz, lejos de un hospital. Pero la llegada de una inesperada carta trastocara todos sus planes.
    Con ella volveran los fantasmas del pasado, que llevaran a Mary a instalarse de nuevo en su adorada y salvaje isla. Alli, recordara y recorrera los escenarios de su juventud, y debera hacer frente a los secretos que tan bien habia sabido ocultar. Ahora, sin nada que perder, ha llegado el momento de saldar cuentas con el pasado y dejar que la verdad salga a la luz.

  • Diecinueve minutos de Jodi Picoult

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    Jodi Picoult, autora de Por la vida de mi hermana, nos presenta su libro mas fascinante, con una alarmante y conmovedora historia acerca de las repercusiones devastadoras de una tragedia en un pueblo pequeno de los Estado Unidos.

  • Cuento De Hadas de Danielle Steel

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    Christophe y Joy eran una pareja profundamente enamorada cuando convirtieron su suntuosa propiedad en California en una pequena bodega de prestigio. En ese entorno de ensueno criaron a Camille, su unica hija, que no tardara en regresar tras terminar los estudios para ayudar con el negocio familiar.

  • Born to be free de Rachel Rp

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    Necesitaba el dinero y lo unico que tenia era mi cuerpo, asi que me vendi. Eso no significa que vaya a ser una esclava toda mi vida, no. Voy a escaparme y empezar de cero, lejos de todo y de todos, pero por el momento tengo que aguantar. Cuando pienso ?porque lo hice? simplemente toco mi cicatriz y todo queda claro.

  • Una noche en el paraiso de Lucia Berlin

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  • El cafe de los pequenos milagros de Nicolas Barreau

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    Tras vender mas de un millon de ejemplares de La sonrisa de las mujeres, el maestro de las historias romanticas llega con un nuevo libro que es como un rayo de sol directo al corazon.