• libro hacia la tormenta - Mike Duncan

    https://gigalibros.com/hacia-la-tormenta.html

    Poder, mecenazgo, propaganda y politica. Estos son temas cotidianos de nuestra sociedad, que inundan las redes sociales y las secciones de noticias. Sin embargo, por mucho que pensemos que nuestra politica es a menudo indecorosa e impulsada por la codicia y la corrupcion, seguimos siendo ingenuos amateurs en comparacion con nuestros antepasados romanos.

  • Hacia la tormenta - Mike Duncan | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-hacia-la-tormenta/271150

    18 sept 2018 — Mike Duncan, creador de uno de los podcasts de la historia de Roma más descargados en internet, ha escrito un libro oportuno sobre las ...

  • El comienzo del fin de la República romana (Ariel) Tapa dura

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    Hacia la tormenta: El comienzo del fin de la República romana (Ariel) : Duncan, Mike, García Lorenzana, Francisco: Amazon.es: Libros.

  • El comienzo del fin de la República romana (Ariel) eBook

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  • hacia la tormenta: el comienzo del fin de la republica romana

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    Una narrativa histórica brillante, que se lee casi como un thriller político moderno. Poder, mecenazgo, propaganda y política. Estos son temas cotidianos de ...

  • HACIA LA TORMENTA - MIKE DUNCAN - 9788434427969

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  • hacia la tormenta - mike duncan - Librería Sinopsis

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  • el comienzo del fin de la república romana - Popular Libros

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  • HACIA LA TORMENTA - Altamira Libros

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  • Hacia la tormenta - -5% en libros | FNAC

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  • Peach de Emma Glass

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    Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y solo tambaleandose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continua: sus padres no parecen darse cuenta de nada. Peach debera recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de si misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es facil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estomago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender que debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.

  • Atormentado deseo de Ana Coello

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  • Ser feliz no es gratis, pero tampoco cuesta tanto de Tamara Gorro Nunez

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    Para conseguir acercarnos a una vida plena y feliz es necesario llevar a cabo unas pautas que nos hagan sentirnos bien por dentro y por fuera.

  • El principe sin corazon de Tara Pammi

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    !Habia encontrado a la esposa a la que habia perdido hacia anos!

  • La pluma dorada de Sonia Galdos

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    Primavera de 1916. El vapor Principe de Asturias, en el que viaja el padre de Aurea Nebreda, nunca llegara a Buenos Aires. A sus trece anos, Aurea tendra que dejar Madrid para residir en Burgos con un tio paterno y su familia, de la que jamas ha oido hablar y a laque molesta su educacion liberal, su afan de estudiar y su pasion por escribir, cuando su objetivo en la vida deberia ser lograr unbuen matrimonio. Culpan de su desobediencia al linaje de su madre, Teresa Garay, cuya desaparicion, anos atras, esta rodeada de misterio, y de la que nadie parece dispuesto a hablar. Pero ni siquiera su familia puede oponerse al progreso que las mujeres impulsanen Espana en los anos veinte. A veces abiertamente, a veces a escondidas, Aurea intentara seguir adelante con sus estudios y su escritura. Hasta que llega a su vida un amor inesperado que desafiara las estrictas reglas de la sociedad. Entonces, descubrira que todos los esfuerzos realizados no han sido nada comparados con lo que tendra que hacer para defender su derecho a la libertad sin traicionar su propio corazon.

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

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    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • Mirame, el juego de Marina (Mirame 1) de Marissa Cazpri

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    Repite conmigo --dice con determinacion Veronica--, necesito estas vacaciones y voy a pasarmelo bien. --Eres una pesada... --!Repite! !Vamos! --Agarra con fuerza mis hombros. --Necesito estas vacaciones y voy a pasarmelo bien --digo con desgana y poniendo los ojos en blanco. --Venga, Marina --murmura cansada--. Han pasado ya seis meses y tienes que empezar una nueva vida. No puedes limitarte a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. --Tambien quedo contigo. --La miro de reojo para que no me regane mas. --Si, para tomar un cafe y ya esta... tienes que empezar a hacer vida social, eres muy joven todavia, carino. --Vale, vale. --Levanto las manos desesperada por terminar esta conversacion--. Por una vez te voy a hacer caso, tengo una semana por delante y lo voy a intentar. !Que remedio!, ella ya se habia encargado de todo. Mi mejor amiga me ha reservado una semana de vacaciones para mi sola en un hotel en las Islas Canarias. Llevaba un mes dandome la tabarra para que fuese sola y asi poder desconectar de mi aburrida vida y hacer amigos nuevos y, con amigos, se refiere a ligues. Y yo, con tal de no aguantarla mas, le hice caso. Creo que me estoy arrepintiendo ya de haberlo hecho. --!Bien! --Aplaude dando saltitos mi loca amiga. Hace seis meses que mi marido y yo nos divorciamos. Lo pille en nuestra cama con una chica que no tendria mas de veintidos anos. Y el muy gilipollas, me dijo que eso habia ocurrido porque yo ya no le ponia en la cama, que habia engordado un poco y que eso, sumado a la rutina, lo habia empujado a hacerlo. El muy... queria hacerme sentir culpable de que el no pudiese tener su bragueta quietecita. Juan y yo nos conocimos en el instituto y fue un flechazo a primera vista. Fue mi primer amor, mi primer novio... mi primero en todo. A las pocas semanas de pillarlo en su infidelidad, me entere de que para el no fui la primera en nada; en eso tambien me mintio. ?Como pude estar tan ciega? Pues si que se puede, yo lo estuve quince anos. Y aqui estoy, con casi treinta anos, divorciada y sin experiencia con los hombres. Por eso siento panico cada vez que mi mejor amiga me invita a salir a ligar por ahi, pareceria una nina asustada y seguramente se reirian de mi. Veronica siempre me ha dicho que pienso demasiado las cosas, que tengo que desinhibirme un poco y dejarme llevar. <<--Ademas, eres guapisima y, a pesar de lo que te dijo el gilipollas de tu ex, tienes unas curvas de vertigo y eso a los hombres les gusta>>. Es muy facil decir eso desde el pedestal de la belleza pura. Ella siempre arrasa por donde va, rubia natural, ojos verdes, alta, esbelta y un glamour que mas quisieran muchas de las que salen en las revistas del corazon. Hija de padres bien situados y acostumbrada a estar siempre a la ultima, en su armario nunca le falta un modelito distinto para estrenar en cada ocasion. En cambio, yo soy todo lo contrario, morena, con unos kilitos de mas, no tan alta y sin sentido de la moda. Bueno, mis ojos si que me gustan. Aunque no sean claros, me encantan. --!Te voy a echar de menos, guapi! --grita y me abraza fuerte. Todo el mundo nos esta mirando y yo me sonrojo. Estamos en la cafeteria de la empresa terminando el desayuno. Manana, uno de agosto, comienza nuestro mes de vacaciones. Siempre se las apana para coincidir en nuestras vacaciones, dice que se aburre sin mi en la oficina. Desde que nos conocimos hace cinco anos, somos una y carne. Yo tenia una entrevista en cuanto me mude a Madrid. Era en la multinacional Tolson, una compania de renombre y conocida internacionalmente, dedicada al alquiler de vehiculos. El puesto al que optaba era de secretaria de direccion, trabajaria para la directora de la delegacion de Madrid, Carmen Salas. Veronica, es secretaria del gerente de recursos humanos y fue la que me atendio para la entrevista. Congeniamos muy bien desde el principio y, estoy completamente segura, que ella tuvo mucho que ver con mi ingreso en la empresa. Siempre lo ha negado pero yo se que me ayudo un poco. Se lo agradecere eternamente a pesar de que no soporto muchas veces a mi jefa. Es una cuarentona atractiva y engreida que se cree por encima de todo el mundo. --?Has hecho la maleta? --pregunta emocionada Veronica cuando nos dirigimos de vuelta a la oficina, que se encuentra en la decima planta del edificio. --A medias, esta noche la terminare. --Habras incluido el par de conjuntitos que te regale, ?verdad? --dice con una sonrisa picara. --Si. --Pongo otra vez los ojos en blanco. Me regalo un par de conjuntos de lenceria sexy por si ligo en vacaciones. No quiero quitarle la ilusion pero, seguramente, vendran de vuelta con la etiqueta puesta. De vuelta en mi mesa, me encuentro con una nota de la bruja del Oeste, asi apoda Veronica a mi jefa, por la nariz que tiene. En ella, me indica que antes de irme de vacaciones, tengo que fotocopiar todos los contratos del mes de julio. !Creia que de eso se encargaban en administracion! Miro mi reloj, las nueve y media de la manana, eso me va a llevar todo el dia ocupada en el archivo. Seguramente quiere librarse de mi y no sabe como. Cuando viene una visita importante, siempre intenta que yo no este por aqui. Parece que se averguenza de mi o algo parecido. Resignada, rebusco en mi bolso el mp3, no se trabajar sin musica, y me encamino hacia el archivo. Se encuentra en el sotano del edificio, junto al departamento de informatica en el que me encuentro con un concentrado Ricardo, jugando a un juego de rol online. --!Hola Ricardo! ?Como va tu mago? --le pregunto amablemente, mientras miro por encima de su hombro la pantalla del ordenador y veo a un munequito vestido con una tunica morada y un baston que reluce, dentro de una especie de casa y moviendose como un poseso. --!Marina! Bien, bien, le estoy subiendo las habilidades. --Me sonrie con la ilusion de un nino pequeno con su juego de rol online. En cambio, Ricardo tiene unos treinta y cinco anos, casi no tiene pelo, delgado y vestido con vaqueros gastados y camisetas de algodon de manga corta con dibujos de super heroes o algun comic-. Por cierto, ?como va tu bicho? --Se refiere a mi portatil. --!Estupendo! Gracias de nuevo por arreglarmelo --respondo con una amplia sonrisa. Me salvo la vida cuando se ofrecio a echarle un vistazo a mi ordenador cuando pense que habia muerto. --Por mi chica, lo que sea. --Me guina un ojo. Yo me ruborizo, desde que se entero que estoy libre, ha intentado varias veces invitarme a cenar. Para ser informatico es muy extrovertido. Sigo adelante por un pasillo y, al fondo, esta la puerta de acceso al archivo. Al entrar, me encuentro con Rita, una mujer de unos sesenta anos muy amable que se encarga de todo el recinto. Esta sentada en su mesa escaneando documentos. --Buenos dias, querida. --Me saluda al levantar la vista--, ?en que puedo ayudarte? --pregunta en su peculiar tono de voz dulce. --Buenos dias, Rita. Necesito que me indiques donde se archivan los contratos de julio, Carmen me ha mandado fotocopiarlos. Rita me mira compasiva, conoce a mi jefa desde hace muchos anos y sabe que me tiene un poco explotada. Busca en su ordenador la ubicacion del mes de julio y me indica en que pasillo y seccion esta. Cojo un carrito para cargar las cajas y me adentro por el laberinto que conforman las estanterias que contienen cajas apiladas, llenas de documentos y que llegan hasta el techo. Doblo dos veces a la derecha y una a la izquierda y, finalmente, encuentro el mes de julio. Al verlas casi me da un patatus, esto me llevara mas tiempo del que crei. Parece que mi jefa no quiere que salga a mi hora hoy. Cargo todas las cajas en el carrito y lo llevo todo junto a las fotocopiadoras. --?Como va la digitalizacion de los archivos? --le pregunto esperanzada a Rita. --Por el mes de mayo, querida --responde en tono de disculpa--, desde que me han quitado a los chicos de practicas, voy muy atrasada. --Todos los estudiantes en practicas protestaban cada vez que les mandaban con Rita porque lo unico que hacian eran fotocopias, escaneos y archivar. Yo los entiendo pero ella me da mucha pena. Es el ultimo eslabon de la empresa y apenas si nadie se acuerda de que esta aqui. --No te preocupes, no pasa nada. --Le sonrio triste--. ?Te importa que escuche musica mientras fotocopio? --le pregunto ensenandole mi mp3. --No, claro que no. Me pongo los auriculares, enciendo mi mp3 y empiezan las notas de una cancion que esta siendo un exito ahora en la radio, Feel So Close de Calvin Harris y empiezo a moverme al ritmo de la cancion. Cuando llevo diez minutos, miro hacia las cajas y resoplo, parece que no he hecho nada. Entonces noto que me tocan suavemente en el hombro. --Si quieres, te ayudo a fotocopiar --dice Rita con una sonrisa. --No quiero meterte en un lio... --digo mientras me quito los auriculares. --!Tonterias! --Hace un gesto con la mano para quitarle importancia y se agacha para coger una caja--. Nadie se va a enterar y asi me entretengo un ratito. Nos ponemos manos a la obra las dos, contandonos anecdotas y riendo. Eso hace que pase el tiempo rapido y comprobamos, ante nuestro propio asombro, que terminamos en unas tres horas, a falta de treinta minutos para la hora de la comida. Me daria tiempo a subirlos, darselos a mi jefa y comer con mi mejor amiga en la cafeteria puesto que ya no la voy a ver hasta mi vuelta de las vacaciones; esta tarde quiero descansar bien, mi avion sale temprano manana. --Muchas gracias Rita, me has librado de quedarme hasta muy tarde hoy. --Aprieto su mano en senal de agradecimiento. --Ha sido un placer y me lo he pasado genial contigo, como siempre. --Se despide con esa sonrisa tan especial que tiene la mujer--. Que disfrutes de tus vacaciones. Le doy las gracias. Cojo prestado otro carrito mas pequeno para poder llevar todos los papeles hasta mi planta y, cuando voy de camino hacia el ascensor, escucho unos gemidos. Aqui abajo no hay nunca un ruido, asi que se esta mas alerta si se escucha algo anormal. Identifico la direccion de donde provienen: el cuarto de mantenimiento. Paso junto a el, no puedo evitar la curiosidad y pego la oreja a la puerta. !!Son gemidos de mujer!! --!Oh! Si... siiii... --Me tapo la boca con la mano por la sorpresa, !es Veronica! Pero, ?con quien esta? Sigo escuchando y oigo los gemidos varoniles de su acompanante pero no consigo distinguir quien es. Examino la puerta por si hay alguna rendija o algo y, contenta de mi, encuentro un pequeno agujero junto al pomo de la puerta. Miro a mi alrededor para que nadie me pille espiando y me agacho hasta ponerme a la altura del agujero. La imagen que veo hace que empiece subirme la temperatura. Mi amiga, subida a una pequena mesita, con la falda recogida en la cintura, con la camisa desabrochada dejando al descubierto sus pechos y abierta totalmente de piernas. !Madre mia! Me escandalizo y dejo de mirar pero mi curiosidad me puede y vuelvo a poner el ojo en el agujero. Entre sus piernas, veo una cabeza de pelo moreno, que se separa un poco, sonrie y la mira. Es nada mas y nada menos que el chico de practicas que tiene a su cargo. A mi se me cae la mandibula por la sorpresa. Le esta haciendo una buena faena porque ella tiene los ojos en blanco debido al placer y le agarra con fuerza el cabello. Se me acelera la respiracion al verlos ahi retozando. De pronto, el chico, que no tendra mas de veintiun anos, se incorpora, se saca un preservativo del bolsillo del pantalon y se lo pone en su miembro erecto. !Vaya con el yogurin1! Puede estar contento con dar la talla. Me abanico con la mano, estoy empezando a tener mucho calor. Se besan con pasion y Veronica enrolla sus largas piernas en la cintura del joven para atraerlo hacia ella con una sonrisa lasciva. Entonces el, sin previo aviso, la ensarta de un golpe, con el consiguiente gemido de sorpresa de mi amiga. A continuacion, el chico comienza a mover sus caderas lentamente, eso hace que ella empiece a suspirar y a moverse siguiendo su compas. Siguen besandose con violencia, Veronica gime cada vez mas alto y eso vuelve loco al de practicas que acelera las embestidas a la vez que baja la cabeza y le muerde los pezones. !Por Dios! A ella no parece dolerle, al reves, eso hace que se excite mas. Lo agarra del trasero y lo aprieta mas contra ella. Hasta que juntos llegan al climax, ella casi gritando y el grunendo. En ese momento, yo gimo de placer tambien. No me he dado cuenta pero he bajado mi mano hasta mi entrepierna y me estaba tocando. !Que hago! !Joder, Marina! !Que es tu amiga! Avergonzada por lo que acabo de hacer, me incorporo y salgo corriendo hacia el ascensor. Por el camino, intento calmarme. Me he excitado con mi mejor amiga, !que verguenza! Si no soy capaz ni de ver una pelicula porno... Por suerte, cuando llego a mi departamento, ya no queda un alma en la oficina, se han ido todos a comer. Asi nadie podra verme tan acalorada.

  • Tu recuerdo arde de Jessica Cuevas Fadanelli

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    La segunda parte de la trilogia juvenil – romantica Tus ojos no me saben mentir.

  • Cronicas del desamor de Elena Ferrante

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    Las tres novelas que han consagrado a Elena Ferrante como una de las voces mas solidas de la literatura italiana actual.Las tres piezas que encontramos enCronicas del desamortienen como protagonista a una mujer, y las tres indagan en el dolor femenino con mano firme, sin concesiones al sentimentalismo.El amor molesto, la primera de las piezas, narra la relacion de Delia con su madre Amelia. Mi madre se ahogo la noche del 23 de mayo, el dia de mi cumpleanos…, escribe la narradora en la primera pagina, y de ahi en adelante todo sera descubrir quien era realmente Amelia.La segunda pieza, tituladaLos dias del abandono, cuenta la historia de una mujer joven, madre de dos hijos, que de repente es abandonada por su hombre y tiene que enfrentarse a un nuevo modo de vivir. Sola en Turin, la mujer cae en una espiral de dolor que la paraliza, y Ferrante consigue que sintamos esa angustia de una manera casi corporea: sus gestos, sus palabras, todo su cuerpo es la pura expresion de un mal oscuro que va mas alla de la traicion, como si la tragedia griega se hubiera encarnado en el animo de una mujer de hoy. Luego, poco a poco, el resurgir, ese nuevo pacto con la vida que ya se hace desde otras premisas, esa madurez tan …

  • Media vuelta de Alicia Adam

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    Lara, una bailarina de danza claisca, cree que su vida sera breve pero intensa. Cuando se queda embarazada este pensamiento se convierte en una obsesion. Antes de morir en un accidente de trafico entrega a su hermana dos cartas, una para su marido Hector y otra para Ashley. Desde la epoca del instituto, Lara piensa que Ashley es la mujer idonea para Hector y que esta enamorada de el desde entonces.Tras el fallecimiento de Lara, Hector se sumerge en una depresion. Los dias para el se han convertido en una sucesion de tareas y actividades. En el aniversario del fallecimiento de su esposa, suena con ella. Lara le muestra la silueta de una mujer en la puerta de la vivienda y le dice: Ve. Hector intentara esclarecer el significado del mensaje.

  • Una corte de hielo y estrellas de Sarah J. Maas

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    Feyre, Rhys y su circulo mas intimo se encuentran reconstruyendo la Corte de la Noche y su mundo. Pero el Solsticio de Invierno finalmente llega… y con toda su fuerza. Aun su atmosfera festiva no puede contrarrestar que las sombras del pasado acechen en el presente. Feyre se da cuenta que los que mas quiere guardan heridas del pasado de las que no era consciente. Cicatrices que tendran un gran impacto en el futuro de su Corte.

  • Una ventana frente al mar de Vanessa Freiria

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    En su perfectamente estructurada vida como abogada de exito, Alicia no cuenta con el cambio que sufrira al conocer “accidentalmente” a Marco. El pondra su mundo patas arriba y la hara dudar de que lo que ella consideraba perfecto, como su matrimonio, tal vez no lo sea.
    Una novela de agil lectura y ritmo trepidante que no te dejara indiferente.

  • La Lista de L. Moone

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    Tras casi cuatro anos con Jeff, todo se derrumba. Me encuentro soltera, asustada, pero tambien liberada de algun modo. En vez de enredarme en otra relacion enfermiza, mi mejor amiga Sally me ayudo a centrarme. Me pasaria los proximos meses “buscandome a mi misma” sexualmente. Asi es como nacio La Lista.

  • !Aparta, que no me veo de Ana Belen Canete Jimenez

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    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • Culpable (Doctora Klein 1) de Diana Scott

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    Dia a dia Brenda Klein se dirige feliz a su consulta, comparte profundas reflexiones con sus pacientes y regresa con Max Brown, el marido que todas suenan pero pocas consiguen. Guapo, inteligente y arquitecto, Brenda ama a Max y Max ama a Brenda.
    Una manana la doctora chocara con una profunda mirada enfrentandola con sus propios temores. Akim ha llegado a su vida como vendaval para demostrarle que la perfeccion no existe.
    Acosada por sus propios consejos, Brenda debera decidir entre salvarse o vivir en un mundo para el que pocos estan preparados.

  • A cuerpo de gato de Hiro Arikawa

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    Una novela ironica y conmovedora que gracias a la ocurrente mirada de su narrador, un gato, nos reconcilia con la vida.

  • El ultimo viajero de Pedro Alfaro Campos

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    Sara, una joven guia turistica de la ciudad de Buenos Aires, recoge a un ultimo viajero en el aeropuerto para llevarlo a su hotel en el centro de la ciudad antes de cogerse unas cortas vacaciones. Nada mas verlo queda prendida ante la atraccion y el enigma que desprendia el extrano visitante. Decide entonces acompanarlo durante su estancia en la ciudad… Pronto descubrira que a su lado suceden las cosas mas inverosimiles y su vida y la de las que la rodean se vera alterada por quien era capaz de reconducir el destino de aquellos que se cruzaban en su camino. Ella, mientras, intentara llegar hasta al hombre del cual se habia enamorado irremediablemente… pero algo se interponia.

  • Magia y Amor de Ginny Bennet

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    Hacia mucho tiempo que Elke no volvia a casa. Cuando unicamente asistia a clases, solia visitar a sus padres cada mes, como minimo, pero desde que tambien comenzo a trabajar de becaria, le habia resultado imposible conseguir algun dia libre. Tiene sus practicas sonadas: disenadora becaria en una empresa de moda, como parte final de su formacion en "Diseno y Moda" que realiza en Hamburgo. Si al terminar sus practicas ha causado buena impresion, habra una plaza para ella. Elke nunca se habia parado a pensar que empezar a trabajar le quitaria tanta libertad. Ademas, todo son prisas, recortes de presupuesto, fechas limite imposibles y gente esperando a que falles para quedarse con tu puesto. Es como una jauria de alimanas. Elke esta empezando a pensar que disenar ropa de esta forma no es tan glamuroso como le parecia en un principio. Ella sabe, en el fondo, que no quiere que la contraten en esa empresa al finalizar sus practicas, pero tampoco sabe que hara con su vida, si eso ocurre. La familia de Elke proviene de una larga estirpe de curtidores de piel en Nuremberg. Poseen una empresa familiar de confeccion de prendas en piel de pelo largo: gorros, guantes, estolas bufandas… Las tecnicas artesanales de confeccion que utilizan han pasado de generacion en generacion por parte del padre de Elke, Klaus Schneider. Otra rama de la familia de Klaus se dedica a la cria de animales en Polonia y ellos son los encargados de enviar la materia prima. Elke recuerda pasar su ninez ayudando a sus padres. Siempre habia algo que hacer en la fabrica. A sus 15 anos, Elke ya confeccionaba sus propios gorros de piel y le entusiasmaba, se podria decir que ese fue el origen de su amor por el diseno de moda. La fabrica de la familia Schneider, llego a ser uno de los puntos de trabajo mas importantes de Nuremberg, pero ahora ya no es tan grande. Klaus y su mujer, Petra, mantienen la fabrica, pero a una decima parte de su rendimiento. A estas alturas de sus vidas, no les queda la energia ni el dinero suficientes para continuar en la brecha, solo les interesa fabricar el producto necesario para sobrevivir y no aburrirse. Estan cerca de la jubilacion y consideran que ya han trabajado lo suficiente. Prefieren vivir. Con su produccion, proveen a alguna que otra tienda local, atienden pedidos de forma online y abastecen el puesto que ponen, todos los anos, en el mercado navideno de Nuremberg, quiza uno de los mercados navidenos mas populares de Alemania, que abre al publico a finales de noviembre y termina justo antes de Navidad. Este ano, uno de los empleados de Klaus y Petra, que suele ayudarles en el mercado, se ha puesto enfermo y para poder atender el puesto necesitan un suplente. Se han vuelto locos intentando encontrar un ayudante, pero las personas de Nuremberg que no estan de vacaciones o con trabajo fijo, ya estan contratadas en los otros puestos navidenos. Al final, han pedido a Elke que venga a ayudarles con el puesto, como hacia antes de irse a estudiar fuera. A Elke le encanta estar en casa por Navidad. Este ano lo tenia complicado, porque esta en el ultimo ano de carrera y con las practicas recien empezadas, pero no queria defraudar a sus padres. Despues de muchas charlas con su jefe de estudios, por fin, llego a un acuerdo para poder llegar a Nuremberg a tiempo para la apertura del mercado. Despues del paron navideno, espera seguir teniendo su puesto de becaria cuando vuelva o ?mejor seria perderlo?... Esta muy confusa con su futuro. El paisaje avanza a toda velocidad a traves de la ventanilla del tren camino de Nuremberg, mientras Elke se encuentra sumida en sus pensamientos. Los bosques nevados de Alemania pasan ante ella como si fuese una pelicula panoramica. Es hipnotico ver pasar el paisaje, todo blanco y congelado. Contempla un bosque cubierto con un manto de nieve impoluta, parece una escena sacada de una bola de nieve. Respira hondo. Ya empieza a sentirse mas cerca de casa. Aunque Elke vuelve, sobre todo, para ayudar a sus padres, no puede dejar de pensar en algo que la incomoda. Que sus padres sigan utilizando piel de animal para sus creaciones, cada vez le parece mas cruel. Ya no se siente a gusto comercializando ese tipo de tejidos. Idea excusas para ayudar a sus padres, pero de otra manera y asi evitar ponerse en el puesto. Podria encargarse, por ejemplo, de limpiar la casa o de comprar la comida... y asi ayudar de forma indirecta porque no le apetece vender prendas de piel. Lleva un buen rato dandole vueltas y siempre llega a un callejon sin salida. ?Como va hacerles eso a sus padres? En esas estaba, cuando se le colo un poderoso pensamiento en la cabeza: "el puesto es una tradicion en mi familia, fabricar esas piezas en piel es una tradicion en mi familia... ?No es de eso de lo que trata la Navidad? ?De celebrar tradiciones?" Este pensamiento le hace sentirse algo mejor y le ayuda a justificarse un poco para no sentirse tan mal ayudando a sus padres a vender pieles en el mercado. Pero, al mismo tiempo, decide que este sera el ultimo ano que vendera prendas de piel de animal. Va a intentar explicar a sus padres como le hace sentir eso y convencerles de que habria que cambiar de producto o por lo menos de materia prima para confeccionarlo. !Buena suerte con eso! Se dice asi misma. Cuando justo se afianzaba en esta decision, aparecio una senora muy risuena por el pasillo, camino al siguiente vagon, que llevaba puesto un abrigo en un tono verde brillante. Al levantar la mirada y encontrarsela, Elke se quedo mirando fijamente a la senora, sin darse cuenta y esta, sintiendose un poco cohibida, la saludo. Al percatarse de ello, ella le devolvio el saludo de vuelta. A Elke le dio por pensar que era una senal, la senal de haber elegido correctamente, al decidir ayudar a sus padres pese a lo mal que le hacia sentir. "El verde aporta esperanza y es el color de las elecciones bien hechas", penso, sintiendose algo mejor con ello. "Proxima parada Wurzburg. Recuerde llevar todas sus pertenencias con usted cuando baje del tren. Muchas gracias por viajar con nosotros", se escucho por los altavoces. Elke desperto de sus pensamientos y miro por la ventanilla. Quedaba muy poquito para llegar a Nuremberg. Que ganas tenia de volver a ver a su familia, pero tambien a su amiga Edith. Hacia pocos dias que habia hablado por telefono con ella, sabia que estaba a punto de llegar a Nuremberg tambien. Edith era su amiga de la infancia. Se contaban todo y habian hecho muchas cosas juntas por primera vez, como besar al mismo chico, beber cerveza, aprender a patinar... El primer gorro de piel que confecciono Elke, fue para Edith. La echaba mucho de menos, pues se veian muy poco desde que ambas se pusieron a estudiar sus respectivas carreras. Elke en Hamburgo y Edith en Colonia. Elke volvio a mirar por la ventanilla. Ahora se veia pasar un campo nevado completamente liso. Esta imagen le recordo el dia en que ella y Edith se fueron con el trineo y acabaron empapadas hasta la ropa interior. Eso no habria sido problema si no hubiese sido porque era el dia de Navidad y debian ir a comer a casa de unos amigos comunes de sus padres. Ambas aparecieron chorreando de arriba abajo y se llevaron una buena reprimenda. Una sonrisa de nostalgia aparecio en la cara de Elke. Se escucho por los altavoces que llegaban a la estacion termino. Miro por la ventanilla y empezo a reconocer los barrios de su ciudad natal. Las calles despejadas con nieve derretida en las orillas, las ventanas con las luces navidenas encendidas, la gente circulando de un lado a otro... El tren se adentro en la gran estacion de Nuremberg y estaciono en su via. Elke recogio su maleta y se dispuso a bajar del tren. No tenia muy claro si sus padres podrian venir a recogerla ni estaba segura de como andarian de trabajo con los preparativos para el mercado. Al llegar a la gran sala central de la estacion, alli estaban. Altos, elegantes, enfundados en sendos disenos propios, gorro y manoplas a juego, los padres de Elke atisbaban buscando a su querida hija. Sus caras se iluminaron cuando sus miradas se encontraron y Elke echo a correr hacia ellos. A Petra se le empezaron a anegar los ojos de lagrimas y Klaus no sabia mas que decir que la habian echado mucho de menos. Elke se dejo envolver por esos brazos llenos de ese calor familiar que habia echado tanto de menos durante los ultimos meses. Si, a Elke le gustaba volver a casa por Navidad.

  • Tengo un plan B de Daniela Ramos

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    Monica, harta de ataques, decide que lo mejor sera darle a probar a su jefa de su propia medicina. Cansada de haber sido buena con quien no lo merecia, esta dispuesta a que eso cambie. Joy, el guapo y egocentrico amigo de su jefa, parece ser la mejor opcion para comenzar con su plan. Pero ese hombre la hara temblar a ella y todo puede frustrarse si no hay un plan B y es ella la que, al final, cae en las garras de el.

  • Heredero (La Segunda Revolucion 1) de Costa Alcala

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  • Faraon – Wilbur Smith de Wilbur Smith

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    Egipto es atacado. El viejo faraon Tamoses yace mortalmente herido y la antigua ciudad de Luxor esta rodeada. Solo Taita sera capaz de conducir a su tierra de nuevo a un destino de gloria.
    En la hora mas desesperada, el ex esclavo y ahora general del ejercito de Tamoses se prepara para la batalla final. Su ingenio nunca es mas agudo que cuando todo parece perdido. La oportuna llegada de un antiguo aliado altera el equilibrio de fuerzas y pronto el ejercito egipcio celebra la retirada del enemigo. Pero apenas entra victorioso en Luxor, Taita es atrapado y acusado de traidor. Tamoses ha muerto y un nuevo faraon detenta el poder.
    El faraon Utteric es joven, debil y cruel, y se siente amenazado por la influencia de Taita en el palacio, en especial por su amistad con su hermano menor, Ramases. Con el encarcelamiento de Taita, Ramases debera hacer una eleccion: ayudar a Taita a escapar y enfrentar a su hermano o avalar en silencio la tirania de Utteric.
    Desde los resplandecientes templos de Luxor hasta la ciudadela de Esparta, Faraon nos transporta a un tiempo epico de sangre y peligro. Wilbur Smith vuelve a demostrar que es el maestro indiscutido de la novela historica de aventuras.

  • Seduccion a Sueldo de Alicia Bloom

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    Emilia:
    A pesar de ser hija de un hombre millonario, eres una dentista destacada de tu ciudad.
    Te gusta hacer las cosas a tu manera sin recurrir al dinero de tu padre. Lo que hace de ti una joven solidaria, atenta, con inclinaciones filantropicas y un buen sentido de la moral.
    Eso te ha llevado a dedicarte al 100% a tu trabajo, porque te gusta y te hace feliz; aunque estes descuidando otros aspectos de tu vida personal.
    Eres muy inteligente, trabajas, te esfuerzas; eres una adulta decidida que, aun con tenerlo todo, no dejas de intentar ganarte la vida por ti misma. No como tu hermana.
    No la odias, pero sientes que podria hacer mas con su vida. Como tu.
    Disfrutas de la fortuna de tu padre, pero no te desvives por ella.
    Eres una mujer interesante ?Verdad?
    Pero el tiempo es inclemente y no escatima en danos; llevandose a tu padre, dejandote con un inmenso vacio en el corazon y abriendo paso a un momento delicado de tu vida.
    ?Que haras?

  • 10 dias para Ano Nuevo de Carmen Amil

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    Eli ha roto con su novio y todo le recuerda a el. Por eso, acepta la proposicion de su amigo Caleb para pasar las fiestas en la casa rural de su hermana, lejos de cualquier cosa que le haga pensar en Dani.
    Caleb tiene diez dias hasta Ano Nuevo, el dia que Eli se va, para conseguir que ella se olvide de su ex.
    Juntos, redescubriran las navidades de una forma muy distinta a lo que estan acostumbrados.

  • Prestame tu nombre (Prestame 9) de Iris Boo

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    Serguey escapo de Rusia gracias a sus familiares americanos. Les debe mucho, no solo por el, sino por su hermana, y esta dispuesto a pagar esa deuda de la manera que ellos quieran.Lo que no imagino es que le pedirian ayudar a otra persona que tambien huye de un hombre que la esta destruyendo, fisica y emocionalmente.Serguey esta contento con lo que tiene, pero despues de conocer a su estrella, se da cuenta de que ya no es suficiente. Ella es la unica que podra recomponer su maltrecho corazon.Pero el pasado de ambos esta empenado en no dejarlos libres.

  • Expediente H.A.D.E.S de Susana Aguilera Reina

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    Durante decadas los miembros de H.A.D.E.S., la mayor y mas activa organizacion criminal de cuantas operan a nivel internacional, han campado a sus anchas con total impunidad. Ahora, un grupo de hombres y mujeres valientes y decididos a los que los avatares del destino han ido uniendo se enfrentaran a ellos. Todos tienen un motivo. Mas alla de la venganza, guiados por el ansia de justicia y por el instinto de supervivencia haran lo que sea necesario para acabar con quienes han jugado a ser Dios, haciendo y deshaciendo a su antojo sin escrupulo alguno. Una emocionante novela de intriga y accion desarrollada en escenarios tan diversos como singulares: Malaga, Sevilla, Granada, Guadalupe, Madrid, Brighton, Munich…, que cautivara al lector.Ficcion y realidad: nunca la delgada linea que las separa fue tan evidente.

  • La guerra perdida de Jordi Soler

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    Este volumen reune tres novelas donde Jordi Soler indaga en hechos historicos y en la forma en que estos inciden en la vida de una familia de exiliados, la suya, que trata de sobrevivir en el corazon de la selva.

  • Jasper (Sin reglas ni principios 2) de Alina Covalschi

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    A fuego lento se derriten los corazones helados. A fuego lento se queman los recuerdos frios. A fuego lento se enciende la pasion.

  • Pedacitos de ti (Los hermanos Montgomery II) de Moruena Estringana

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    Emma acaba de vivir el peor momento de su vida; no solo porque sus padres hayan acabado en la carcel acusados de narcotrafico, sino porque su prometido la ha abandonado nada mas conocer la noticia.

  • Huida, Simon Wood de Simon Wood

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    Un fin de semana, Zoe y Holli deciden aparcar sus estudios de doctorado y hacer una escapada a Las Vegas para desconectar y divertirse un poco. Sin embargo, en el viaje de vuelta a casa con el coche son victimas de un terrible suceso, y cuando Zoe la ve por ultima vez, Holli se halla en las garras de un sadico asesino. Zoe logra escapar, pero su vida cambia para siempre.

  • El legado de Marcos Ruiz (Ojos Verdes 2) de Julio Marin Garcia

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    NO ERA UNA noche destacable ni para bien ni para mal. No era una noche de frio ni de calor. Mucha gente se habia metido en su cama con la intencion de finalizar un nuevo capitulo de sus vidas. Pero alli, en esa casa de grandes dimensiones, de gritos nocturnos y palizas inimaginables, habia tenido lugar un suceso caotico. Alli si habia sido una noche diferente, pues el coco se habia enfurecido tanto que lo habia puesto todo patas arriba. La sangre habia embadurnado todo el lugar y habia dejado una triste marca en el corazon de ese hogar. Los vecinos, atonitos, miraban como la policia y la ambulancia entraban y salian constantemente. Trataban de obtener toda la informacion que aquella escena les podia brindar. Y alli, muchos elementos que nada tenian que ver entre si acabaron unidos por la mancha de la muerte: un arcon, una silla de madera vieja y astillada, una soga, una bolsa de plastico y una nina paralizada que habia dejado de moverse. !Ah si!, se me olvidaba; tambien habia muchos muertos. EL CUENTO QUE NUNCA TERMINO HABIA UNA VEZ una mujer cuyos ojos verdes habian presenciado aterradores momentos. Unos ojos grandes y preciosos, con un color similar al de una esmeralda, que se habian corrompido, poco a poco, bajo la mirada de la invisibilidad. Habia intentado luchar contra la oscuridad que, durante muchos anos, fue su hogar. Habia puesto mucho empeno en convertirse en otra cosa, pero, finalmente, el coco aparecio de nuevo, mas fuerte, mas feroz y mas coco. Habia una vez una historia que tenia muchos caminos y cuyo final nadie conocia. El primer camino era el de una guerrera de ojos verdes que habia sobrevivido, durante anos, a un coco de ojos oscuros. El segundo camino, mas tortuoso, era el miedo de poder convertirse en aquello a lo que habia temido. El tercer camino era el peor. El tercero significaba que no podia convertirse en aquello porque, a su modo, aquello siempre habia formado parte de ella y, por tanto, vivia en su interior. La tercera mujer de ojos verdes abrio sus ojos para contemplar, de nuevo, como las cuatro paredes de aquel lugar volvian a apresarla. Hormigon y oscuridad; la carcel a la que siempre habia pertenecido. Salvo que, en ese momento, no pudo darse de cuenta de la verdadera realidad. La tercera mujer de ojos verdes estaba envenenada por dentro: el peor veneno no es el que mata, sino el que se queda para siempre. El que se queda y silencia. El que se queda y deteriora. El que se queda y rompe. El que se queda y revienta. Sara conocia ese veneno mejor que nadie. Y lo sabia perfectamente porque, ahora, Fran y Marcos siempre estaban a su lado. Y victima de nuevos recuerdos, jamas podra olvidar aquella aterradora noche en la que todo se embadurno de sangre y el monstruo resurgio mas terrorifico que nunca. Aquella noche en la que los suenos quedaron aislados bajo llave. ?QUIEN SOY? --?SABES POR QUE estas aqui? Asenti. ?Como no iba a saberlo? --?Quieres hablar conmigo? --me pregunto. ?Que otra opcion tenia? Me tenian encerrada. Volvi a asentir. --Bien, Sara, eres tu, ?verdad? --matizo la psiquiatra. --Si, soy Sara, ?quien iba a ser si no? --le conteste. Me gustaba ser borde, era una manera facil de quitarse a la gente de encima. Total, tenia muy claro lo que iba a decirme: que al igual que mi padre, yo tambien estaba loca. Y era cierto, pero la diferencia entre mi padre y yo era que me di cuenta de que algo no iba bien. Supe muy pronto que habia otras personas que vivian conmigo. Algunas eran buenas y otras trataban de confundirme. Lei en Internet que las causas del trastorno de identidad disociativo pueden ser ambientales o geneticas, aunque suelen asociarse a un trauma vivido en la infancia. Cuando lei eso me pregunte: ?cual de todos? ?Los maltratos fisicos? ?Los maltratos psicologicos? ?Las violaciones? !O mejor! Uno del que nunca se habla: la manera en la que todo el mundo ignoro la enfermedad de mi padre. ?Quien tiene la culpa de que los vea? ?De que se metan en mi cabeza y no me dejen ver la realidad con claridad? ?Mi padre, su padre o la gente que vive feliz su vida y a la que le importan un bledo los problemas de los demas? Todos tenemos las manos manchadas de sangre, nos guste o no reconocerlo, porque el ser humano es despreciable. Solo habia una razon por la que quise salir adelante y poder dejar atras todo ese caos, solo habia una razon por la que decidia tomar cada dia las dichosas pastillas, sonreir e, incluso, en ocasiones, mostrarme agradecida: mi hijo. El era la motivacion de mi vida. El fuego que mantenia viva mi llama. --?Puedes hablarme de las personas a las que ves? ?Cuando y como las ves? --pregunto, de forma directa. La doctora Eli era asi, no se andaba con tapujos y era convincente, aunque lo que mas destacaba de ella era su mirada. No sabia explicarlo muy bien en aquel momento, pero era diferente a la del resto de gente. Como si quisiera protegerme. --Si, pero ya se lo he contado muchas veces. Son cinco personas: la senora Carmen, que se aparece aleatoriamente en cualquier momento. Es una mujer solitaria, obsesionada con el bingo y tranquila. Ella es inofensiva, solo tacha cartones y habla de sus hijos. Y bueno, a veces parece que intenta protegerme, aunque todavia no se muy bien de que o de quien. Luego esta Adrian, que solo se aparece los domingos entre las cuatro y las cinco de la manana. Un nino que siempre esta llorando y quiere que le ayude a entrar a casa. Al parecer, sus padres estan borrachos y peleandose. Creo que es inofensivo, aunque odia a su padre con todas sus fuerzas, tanto que me hace dudar de sus verdaderas intenciones. Quiere algo de mi, que haga un movimiento, pero todavia no se muy bien por que. Los otros dos son Marcos y Fran, supongo que ya los conoce, y al igual que la senora Carmen, vienen y van cuando quieren, aunque hace mucho tiempo que Fran no se manifiesta, asi que tampoco hay peligro. Marcos y yo nos necesitamos. Supongo que parezco una loca hablando de necesitar a una persona que me he inventado, pero el me ayuda a estar bien. El jamas haria dano a nadie. Siempre esta protegiendome, supongo que trata de hacer mi estancia mas amena. La psiquiatra anotaba datos en una tablet. Queria encontrar algo, pero tampoco me decia el que.--Bien, Sara, hemos llegado hasta aqui en muchas ocasiones, pero nunca me dices quien es la quinta persona, que sabes de el o de ella. --Me puse nerviosa, no me gustaba que me preguntaran eso. Podia hablar de cualquier otra persona, pero no de ella. Ella no tenia rostro para mi o, al menos, en ese momento no queria ser consciente de su identidad. Aunque no lo parezca, nuestra mente tiene un mecanismo de defensa que nos ayuda a olvidar aquellas cosas que nos aterran, y yo queria olvidarlo todo. --Nunca se manifiesta fisicamente, solo esta en mi cabeza, pero me da la espalda, me manipula y toma decisiones que yo jamas tomaria. Esa persona es un demonio senora Eli, es mejor que se aleje de esa informacion, podria matarla. --?Fue esa persona la que te obligo a matar a aquel hombre en la arena? --me pregunto. Y lo recorde todo: la sangre, sus ojos verdes, sus gritos, su decepcion. Recorde todo y, al recordarlo, me asuste tanto que deje de hablar. SENTIMIENTOS ?TENIA DERECHO A tener sentimientos? ?Mis emociones eran reales? Me sentia apresada por mi misma. Todos los medicos me habian dicho que estaba enferma. Si, tenian razon, yo tambien lo sabia. Mi padre estaba loco y yo herede su locura. Pero… ?por que lo sabia? ?Por que era consciente de ello? Si estaba tan loca… ?no deberia dar por hecho que todo lo que veia era real, gritando como una posesa para que me hicieran caso? No lograba entender la situacion, no lograba entenderme a mi misma. Era como si estuviera en un callejon sin salida. --!Otra vez que no me toca nada! Joven, siete cartones mas --grito la senora Carmen. La estaba viendo ahi, sentada sobre la camilla, hablando con alguien invisible al que le pedia una y otra vez cartones de bingo. Y aunque parecia tan real como la verja que coartaba mi libertad, sabia que era producto de mi imaginacion, pero ?por que? ?Que significaban todas esas personas para mi? Era una locura. --Algun dia ganare el bingo, ganare algun dia, y me comprare una mantita electrica para calentarme la espalda. No sabes lo bien que se duerme con eso, nina. Ademas, tu tienes que cuidarte bien, tienes protegerte de la gente mala --me hablaba a mi, pero ?que podia decirle? Yo solo queria que desaparecieran, todos ellos. Queria poder verme a mi misma y elegir mi propia vida. No queria ser como mi padre, aunque cada vez me sentia mas atrapada en ese mundo irreal. Echaba de menos a mi hijo, ?que seria de el? ?Habria entrado a la universidad? ?Habria conseguido salvarse de ser como nosotros? Ni siquiera tenia idea del tiempo que llevaba encerrada. Esta vida era tan cruel como la que me toco vivir de nina. Y mas preocupante aun, ?de quien tenia que cuidarme? ?Por que siempre hacia hincapie en ello? ?Alguien habia tratado de danarme y por eso estaba en ese lugar? Intentar resolver el misterio me producia grandes dolores de cabeza. Tal vez ese era el verdadero sintoma de mi locura. --Doce cartones por aqui; y cambiame el rotulador, que este ya no tiene tinta --dijo de nuevo. --?Por que no se marcha? --le grite, indignada. Ya estaba cansada de tanta mentira. --Aun me quedan cincuenta euros. Voy a jugarmelo todo, nina --contesto. --Quiero que se marche de mi habitacion. !No ere real, senora Carmen! Es producto de mi imaginacion. !No van a conseguir separarme de mi hijo! !No quiero que siga viniendo aqui! --le grite furiosa. --Pero nina, ?por que me hablas asi? Yo solo estoy tratando de entretenerme. Mi hijo nunca viene a visitarme. El bingo es lo unico que tengo, dejame quedarme un poco mas. Dejame quedarme aqui contigo, yo puedo ayudarte, yo siempre voy a estar protegiendote. Me necesitas -- suplico con la voz rota. Y la senti, la senti tan real que no pude decirle nada mas. Estaba ahi: sus ojos, sus arrugas, su apariencia; ?como podia ser eso producto de mis pensamientos? ?Quien era yo realmente? ?De que tenia que protegerme? --Sabes que siempre seras la tercera mujer de los ojos verdes. Esa siempre ha sido tu identidad, y jamas podras huir de ella, solo disfrazarla --contesto una voz masculina. Me gire y lo abrace al verlo.

  • Vuelve el Boss de Lexy Timms

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    Jamie Connors ha decidido que tener trabajo es mas importante que tener novio. Ha conseguido un puesto extraordinario como asistente personal del multimillonario Alex Reid. Todo deberia ser profesional, pero Jamie acaba en la cama de Alex. Ella es inteligente, guapa y esta ligeramente gordita; no piensa que sea lo suficientemente atractiva para un hombre como Alex. Intenta cumplir con su trabajo y sacar todo el tiempo posible para la boda de su hermana. Asi, Jamie acaba queriendo complacer a todo el mundo. Toda al atencion de la familia esta puesta en la boda de la hermana, algo que a Jamie no le importaria si su hermana no fuera tan mandona, si su madre no la molestara tanto y si su desagradable ex no estuviera a punto de convertirse en su cunado.

  • Si no hubiera manana de Alexis Ravelo

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    Hay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.

  • Odiame… Pero quedate conmigo de Vega Manhattan

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    Rico, guapo, sexy y un gilipollas de primera. Ese era Evan, el hombre que mas odiaba en el mundo. El mejor amigo de su prometido y el padrino de su boda.
    Guapa, pija y frigida. Asi era la mujer mas odiosa del mundo. Tenia que evitar que se casara con James.
    No se soportaban, pero la vida les tenia preparada una sorpresa.
    La boda se anula y tras una traicion, algo ocurre entre los dos, dejando libres sus deseos mas ocultos.
    Una historia donde la pasion los unira, pero la vuelta de James podra destruir lo poco que los une. Sera el momento de elegir que camino toma cada uno cuando de verdad sepan cuales son sus verdaderos sentimientos.
    Romance, pasion y traiciones son los ingredientes de esta novela que te mantendra en vilo hasta el ultimo momento.

  • El destino de una dama de Trixie George

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    El destino de Charlotte Berkeley esta escrito desde su nacimiento. Como hija mayor del conde de Pinecrest se espera de ella que brille en sociedad, que lleve una vida ociosa y que encuentre un buen partido. El problema es que a ella no le interesan ninguna de esas cosas y ni siquiera le preocupa que la pillen en una situacion de lo mas comprometida con Benjamin Thomson, duque de Bainbridge; situacion que, por otra parte, ella misma se ha buscado.

  • La princesa roja (Blood Heir 1) de Amelie Wen Zhao

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    Una princesa fugitiva y un poder unico: controlar la sangre.

  • Tan lejos, tan cerca de Monica Benitez

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    Despues de un ano viviendo en Madrid, ciudad a la que se traslado para dejarlo todo atras y comenzar de cero, Alexa decide retomar sus estudios universitarios donde los dejo anos atras tras conocer a la que ahora era su ex. Su vida es estable y sencilla, tiene un trabajo que le gusta y esta encantada de estar soltera y poder disfrutar de la tranquilidad de una vida sin compromisos. Todo eso cambia cuando el primer dia de curso conoce a Minerva, una de sus profesoras de la que se enamora de forma inmediata. Tras indagar un poco descubre que Minerva solo tiene una unica norma: nada de lios con alumnas. Aun asi decide no rendirse y lanzarse a la conquista de la profesora que no se lo pondra nada facil.

  • Abrazando tu alma (Hibridos Puros 1), Fabiola Pereyra de Fabiola Pereyra

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  • La bailarina y el ingles de Emilio Calderon

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    Esta es la insolita aventura de un britanico, nacido en la India, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

  • No mientas, Gregg Hurwitz de Gregg Andrew Hurwitz

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    Daniel Brasher siempre ha supuesto una cierta desilusion para su madre, una adinerada y aristocratica dama de San Francisco. Daniel renuncio a su empleo de administrador de fondos para casarse con su mujer, organizadora comunitaria, y realizar una tarea que le agrada: dirigir sesiones de terapia de grupo con ex convictos. Ahora esta preparado para dar un paso mas y abrir su propia consulta.

  • El gran nido (Los Irwin 3) de Noa Pascual

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    A los que disfrutaron con “Dance Therapy” y “Desafios por amor”, llega el desenlace mas esperado. Conocer a los Irwin ha sido un viaje por el carrusel de sus vidas; donde las emociones, el amor y el desamor han iluminado el camino de todos ellos. ?Estaran preparados para afrontar lo que el destino les depare? El gran nido, una dinastia intensa y seductora desde el principio que no dejara indiferente a sus lectores. TGL

  • Un dueto oscuro de Victoria Schwab

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    El mundo cae a pedazos. Y ellos tambien. Kate Harker no teme a los monstruos. Los caza. Y lo hace muy bien. August Flynn alguna vez tuvo el anhelo de ser humano. Pero ya no. Tiene un papel que cumplir. Y va a cumplirlo, cueste lo que cueste. EMPEZO LA GUERRA. LOS MONSTRUOS ESTAN GANANDO. Kate tendra que regresar a Verity. August tendra que dejarla entrar otra vez. Y un nuevo monstruo espera… un monstruo que se alimenta del caos y que hace aflorar los demonios internos de sus victimas. ?Cuales seran mas dificiles vencer: los monstruos contra los que pelean, o sus monstruos internos?

  • El legado mas oscuro (Mentes poderosas 4) de Alexandra Bracken

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    Han pasado cinco anos. Los campos de rehabilitacion en los que Zu fue encerrada con sus amigos han sido destruidos. Aun asi, sigue luchando por proteger los derechos de los Psi frente a la oleada de prejuicios y falsas informaciones. Cuando la acusan de cometer un espantoso atentado, se ve obligada a huir de nuevo para salvar la vida.
    Decidida a limpiar su nombre, Zu viaja en busca de respuestas, y no tarda en descubrir un siniestro secreto que amenaza la supervivencia de los Psi. Rodeada de enemigos, ?en quien podra confiar en su lucha por la libertad y por salvar a los amigos que en otros tiempos fueron sus protectores?

  • Amores contra el tiempo de Dolores Conquero

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    Oposicion familiar, criticas --a veces implacables-- del entorno, conflictos laborales.
    Son muchos los problemas a los que estas mujeres tuvieron que hacer frente, en diversos momentos historicos, por saltarse uno de los prejuicios mas firmemente instalados en la sociedad: que una mujer no puede (o no debe) enamorarse de un hombre mas joven que ella. Con un estilo ameno y riguroso, lleno de ritmo, la autora intenta ir mas alla de los lugares comunes y a la vez ser escrupulosamente fiel a sus heroinas para contarnos sus historias de deseo, aventuras, amor, lagrimas, inevitables catastrofes y finales felices.

  • Deja que ocurra (Completa) de Alice Kellen

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    Todo puede cambiar en un instante.>> Habia escuchado esa frase muchas veces a lo largo de mi vida, pero nunca me habia parado a masticarla, a saborear el significado que esas palabras pueden dejar en la lengua cuando las desmenuzas y las sientes como propias. Esa sensacion amarga que acompana a todos los <> que se desperezan cuando ocurre algo malo y te preguntas si podrias haberlo evitado, porque la diferencia entre pasar de tenerlo todo a no tener nada a veces es tan solo de un segundo. Solo uno. Como entonces, cuando ese coche invadio el carril contrario. O como ahora, cuando el decidio que no tenia nada por lo que luchar y los trazos negros y grises terminaron por volver a engullir el color que unos meses antes flotaba a mi alrededor... Porque, en ese segundo, el giro a la derecha. Yo quise seguirlo, pero tropece con una barrera. Y supe que solo podia avanzar hacia la izquierda. ENERO (VERANO) 1 AXEL Estaba tumbado encima de la tabla de surf mientras el mar se mecia con suavidad a mi alrededor. Aquel dia el agua cristalina parecia contenida dentro de una piscina infinita; no habia olas, ni viento ni ruido. Podia oir mi propia respiracion calmada y el chapoteo cada vez que hundia los brazos, hasta que deje de hacerlo y tan solo permaneci alli, sin moverme, con la mirada clavada en el horizonte. Podria decir que estaba esperando a que el tiempo cambiase para poder pillar una buena ola, pero sabia perfectamente que ese dia no habria ninguna. O que pasaba el rato, algo que hacia a menudo. Pero recuerdo que lo que de verdad estaba haciendo era pensar. Si, pensar en mi vida, en que tenia la sensacion de haber alcanzado todas las metas y de haber ido cumpliendo un sueno tras otro. <>, me dije. Y creo que fue el tono que resono en mi cabeza, esa leve interrogacion, lo que de repente me hizo fruncir el ceno, sin apartar la vista de la superficie ondulante. <>, cuestione. No me gusto esa duda que parecio agitarse en mi cabeza, viva y reclamando mi atencion. Cerre los ojos antes de zambullirme en el mar. Despues, con la tabla de surf cargada bajo el brazo, regrese a casa caminando descalzo por la arena de la playa y el sendero plagado de malas hierbas. Abri la puerta de un empujon, porque siempre estaba atascada por culpa de la humedad, deje la tabla en la terraza trasera y entre. Coloque una toalla doblada encima de la silla y no me vesti para sentarme delante de mi escritorio, que ocupaba todo un lado del salon y era caotico. Al menos, para cualquier persona cuerda. Para mi, era el orden en su maxima expresion. Papeles repletos de notas, otros con pruebas descartadas y el resto con trazos sin sentido. A la derecha, tenia un espacio mas despejado, con boligrafos, lapices, pinturas; encima, un calendario con varios tachones en el que marcaba los plazos de entrega y, al otro lado, mi ordenador. Repase el trabajo acumulado y conteste un par de correos antes de decidir continuar con el proyecto que tenia entre manos, un folleto turistico de Gold Coast. Era basico, con una ilustracion de una playa y olas de lineas curvas bajo las que surfeaban algunas sombras con poco detalle. Justo el tipo de encargo que mas disfrutaba: sencillo, rapido de hacer y bien pagado y explicado. Nada de <> o <>, sino un simple <>. Pasado un rato, me prepare un sandwich con los pocos ingredientes que quedaban en la nevera y me servi el segundo cafe del dia, sin azucar y frio. Estaba a punto de llevarme la taza a los labios cuando llamaron a la puerta. No era muy dado a recibir visitas inesperadas, asi que deje el cafe sobre la encimera de la cocina con el ceno fruncido. Puede que, si en ese momento hubiese sabido todo lo que arrastrarian ese par de golpes, me hubiese negado a abrir. ?A quien quiero enganar? Jamas podria haberle dado la espalda. Y habria ocurrido, de todos modos. Antes. Despues. ?Que mas da? Tenia la sensacion de que, desde el principio, fue como jugar a la ruleta rusa con todas las balas cargadas; estaba destinado a que alguna me atravesase el corazon. Todavia sostenia el marco de la puerta en la mano cuando supe que aquello no era una visita de cortesia. Me aparte para dejar que Oliver, taciturno y serio, entrase en casa. Lo segui a la cocina preguntandole que habia ocurrido. El ignoro el cafe y abrio el armario alto en el que guardaba las bebidas para coger una botella de brandy. --No esta mal para ser un martes por la manana --dije. --Tengo un jodido problema. Espere sin decir nada, aun vestido solo con el banador que me habia puesto al despertar. Oliver llevaba pantalon largo y una camisa blanca metida por dentro; el tipo de ropa que juro que jamas se pondria. --No se que voy a hacer, no dejo de pensar alternativas, pero las he agotado todas y creo..., creo que te voy a necesitar. Eso capto mi atencion; principalmente porque Oliver nunca pedia favores, ni siquiera a mi, que era su mejor amigo desde antes de que aprendiese a andar en bicicleta. No lo hizo cuando vivio el peor momento de su vida y rechazo casi toda la ayuda que le ofreci, no se si por orgullo, porque pensaba que era una molestia o porque queria demostrarse a si mismo que podia hacerse cargo de la situacion, por dificil que fuese. Quiza por eso, no titubee: --Sabes que hare cualquier cosa que necesites. Oliver se termino de un trago la bebida, dejo el vaso dentro del fregadero y se quedo ahi, con las manos apoyadas a ambos lados. --Me han destinado a Sidney. Es algo temporal. --?Que cojones...? --abri los ojos. --Tres semanas al mes durante un ano. Quieren que me encargue de supervisar la nueva sucursal que van a abrir y que vuelva cuando todo se estabilice. Me gustaria poder rechazar la oferta, pero, joder, me doblan el sueldo, Axel. Y ahora lo necesito. Por ella. Por todo. Lo vi pasarse una mano por el pelo, nervioso. --Un ano no es tanto tiempo... --dije. --No puedo llevarmela. No puedo. --?Que significa eso? No nos enganemos, conocia muy bien las implicaciones que escondia aquel <> y se me seco la boca en respuesta porque sabia que no podia negarme, no cuando ellos eran dos de las personas que mas queria en el mundo. Mi familia. No la que te toca, de esa iba bien servido, sino la que eliges. --Se que lo que te estoy pidiendo es un sacrificio para ti. --Si que lo era--. Pero es la unica solucion. No puedo llevarmela a Sidney ahora que ya ha empezado el curso, despues de que perdiese el anterior, no puedo arrancarla en este momento de todo lo que conoce, vosotros sois lo unico que nos queda, y serian demasiados cambios. Dejarla sola tampoco es una opcion; tiene ansiedad y pesadillas, y no esta..., no esta bien; necesito que Leah vuelva a <> antes de que se vaya a la universidad este proximo ano.Me frote la nuca mientras imitaba los movimientos que Oliver habia hecho minutos antes y abria el armario para sacar la botella de brandy. El trago me calento la garganta. --?Cuando te marchas? --pregunte. --En un par de semanas. --La hostia, Oliver. 2 AXEL Acababa de cumplir siete anos cuando a mi padre lo despidieron del trabajo y nos mudamos a una ciudad bohemia llamada Byron Bay. Hasta entonces, siempre habiamos vivido en Melbourne, en el tercer piso de un bloque de edificios. Cuando llegamos a nuestro nuevo hogar, tuve la sensacion de que era como estar permanentemente de vacaciones. En Byron Bay no era extrano ver a gente caminando descalza por las calles o el supermercado; se respiraba un ambiente relajado, casi sin horarios, y creo que me enamore de cada uno de sus rincones antes incluso de abrir la puerta del coche y golpear con ella al nino con cara de malas pulgas que, a partir de entonces, iba a convertirse en mi vecino. Oliver llevaba el pelo despeinado, la ropa holgada y parecia un salvaje. Georgia, mi madre, solia relatar ese momento con frecuencia, en las reuniones familiares, cuando se tomaba una copa de vino de mas, diciendo que estuvo a punto de cogerlo y arrastrarlo a nuestra nueva casa para darle un bano de espuma. Por suerte, los Jones salieron justo cuando ella ya estaba sujetandolo por la manga de la camiseta. Lo solto en cuanto comprendio que tenia enfrente la raiz del problema. El senor Jones, sonriente y con un poncho manchado de pintura de colores, le tendio una mano. Y la senora Jones la abrazo, dejandola congelada en el sitio. Mi padre, mi hermano y yo nos reimos al ver la estupefaccion que cruzaba su rostro. --Imagino que sois los nuevos vecinos --dijo la madre de Oliver. --Si, acabamos de llegar --mi padre se presento. La charla se alargo unos minutos mas, pero Oliver no parecia demasiado interesado en darnos la bienvenida, asi que, con cara de aburrido, vi como se sacaba del bolsillo un tirachinas y una piedra, y apuntaba con el a mi hermano Justin. Acerto a la primera. Yo sonrei, porque supe que ibamos a llevarnos muy bien.

  • El granado de Lesbos de Maria Iglesias

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    Esta es la cronica de como una periodista y escritora espanola, andaluza, en pleno impasse profesional, tras la crisis global y su maternidad, pasa de ver en television la huida de un millon de refugiados por el Egeo a vivir como reportera el mayor exodo en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Maria Iglesias embarca al lector en el viaje que hizo al otro extremo del Mediterraneo para rodar un documental sobre el caso del arresto, en 2016, en Grecia, de bomberos espanoles acusados de trafico de personas.

  • Emma Roulotte, es usted de Norberto Luis Romero

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    El muchacho desciende del coche de linea en medio de un paramo. Esta solo, con su maleta, a la orilla del camino de tierra. El ronquido del motor se aleja a sus espaldas y el corazon se le encoge en un puno ante tanta desolacion. A un par de kilometros, unas debiles luces parecen luciernagas aletargadas. Hace frio. Se sube el cuello del abrigo, escruta la noche y decide dirigirse rumbo a las luciernagas que salpican un cielo sin estrellas ni luna. Apenas ve el camino, pero siente la tierra dura y reseca bajo la suela de sus zapatos. ?Que viene a hacer a este pueblecito abandonado de la mano de Dios, sepultado bajo un cielo inhospito?: debe entregar un paquete, y a la manana siguiente seguir su camino rumbo a otra ciudad. Reflexiona acerca de aquel extrano pedido; casi un capricho, que le retrasara el viaje, y decide tomarselo con calma; tampoco tiene demasiada prisa, pues el motivo de su desplazamiento es vago, impreciso, se diria que desconoce la verdadera razon que lo impulsa a este viaje. Pero en su fuero interno, a pesar de tanta niebla, aguarda una aventura que quiebre la rutina de su vida insipida. Sabe que todo viaje tiene algo de iniciatico y lleva implicito un renacimiento interior: partir es morir un poco, y llegar es nacer en un lugar distante al de partida, donde ni hay vinculos ni memoria. Se detiene a las puertas del pueblo, palpa en sus bolsillos y descubre, con fastidio, que perdio las senas del destinatario del paquete. No puede recordarlas: apenas se habia detenido a mirarlas. Su memoria confusa desgrana apellidos posibles. Recuerda que se trataba de un escritor, pero no retuvo las senas. Vacila un instante, ya en mitad de una calle, con la maleta abandonada a su lado. No tiene a donde dirigirse y un sabor amargo de indefension lo sobrecoge, como a un nino perdido de sus padres. Ve las ventanas cerradas, las casas y las calles sumidas en un silencio casi solemne, algun que otro perro vagabundo husmeando en los contenedores de basura, pero a ningun humano. El sentimiento de indefension se acentua, y acude a su memoria una manana lejana, cuando se separo de sus padres en unos grandes almacenes y se vio rodeado por una multitud de desconocidos, que lo observaban con incredulidad y misericordia; evoca a aquella senora gorda y amable, que se le acerco a secarle las lagrimas, y se le humedecen los ojos. Se averguenza de dejar brotar sus sentimientos, y recapacita: ya no tengo cuatro anos. Decide entonces internarse en las calles adyacentes en busca de alguna cafeteria. Son alrededor de las dos de la madrugada y todo esta cerrado. La angustia crece y con ella resurge el nino. Si al menos apareciese la mujer gorda y maternal, le diria que esta buscando a un escritor; aunque no este seguro de haberlo leido en el anverso del sobre extraviado. Va por el pueblo a lo tonto, sin hallar una mano salvadora, su Deus ex machina. Mira el reloj: lleva mas de una hora recorriendo calles penumbrosas, apenas iluminadas por farolas demasiado debiles y espaciadas, y hay rincones tan oscuros como la boca de un lobo salvaje, que lo llenan de zozobra y temor. Vuelve a evocar a la mujer gorda, y en ese instante, justo cuando esta se inclina hacia el con un panuelo inmaculado, dispuesta a enjugarle las lagrimas, oye ruidos, pero no puede ver nada por la noche tan cerrada. Es entonces cuando el autor se apiada y decide que la noche no este oscura como boca de lobo salvaje, y pone en el cielo una luna redonda y blanca. El rostro se le ilumina con un brillo de esperanza y acelera la marcha, decidido. Por fin ve un coche detenido en una esquina. Es un deportivo rojo. Se acerca y golpea suavemente el cristal de la ventanilla. En el interior, un hombre de unos cuarenta anos, delgado, con evidentes huellas de alcoholismo en sus ojos, baja ligeramente el cristal, y con un gesto mudo y agrio le pregunta que quiere. Desconcertado ante la soberbia del conductor y sin soltar su maleta, el muchacho le pregunta si conoce algun hotel o pension. El hombre se queda mirandolo fijamente y le dice que el no es de alli, que tiene mucha prisa, pues anda en busca de una muchacha llamaba Emma, para pedirle perdon, rogarle que le sugiera un titulo para su libro que, por cierto, quiere dedicarselo. Sin despedirse, aprieta el acelerador a fondo y desaparece envuelto en una nube de polvo. ?Seria este, acaso, el escritor que estaba buscando? Desconcertado, el muchacho sigue deambulando, hasta que se topa con unas vias de tren y las sigue con la certeza de que hallara una estacion en la cual, probablemente, quede algun viajero rezagado. No tarda en divisar las luces del anden a lo lejos, pero cuando llega descubre la sala de espera y las oficinas cerradas. En una pizarra lee que el proximo tren pasara a las nueve de la manana. Abatido, desea fervientemente que se le aparezca aquella mujer solicita, con el panuelo impecable, dispuesta a consolarlo; pero la soledad de la estacion es inmensa, apabullante; y la indiferencia del autor, flagrante. Resignado, se acomoda en un banco lejos de las luces, dispuesto a permanecer alli hasta que el sueno lo venza. Dentro de su desgracia tiene suerte: el frio ha disminuido y el aire se ha templado merced a un subito arranque de bondad del autor. Pone la maleta en su regazo, la abre y saca un paquete, un envoltorio de papel marron, sujeto con una fina cuerda de canamo. Lo observa por todos lados buscando las senas del presunto destinatario, pero no hay un solo trazo. Decide abrirlo (no sin remordimiento y pudor), ilusionado con hallar alguna pista. Es una caja de carton blanco, del tamano aproximado al de una de zapatos. Envuelta con sumo cuidado en fino papel de arroz, halla una segunda caja de madera lacada, con una campina inglesa y una casa humilde al fondo, oculta a medias entre frondosos robles, pintada en la tapa. Levanta el cierre de laton diminuto y la abre. Esta vacia, y en las paredes interiores lacadas de bermellon ve unas ligeras raspaduras que le hacen pensar que contuvo algo rigido y muy ajustado, acaso otra caja. Decepcionado, se apresura a cerrarla, y cuando va a envolverla, cae de entre los papeles una tarjeta de cartulina. La recoge y lee: <>. Una nota sin sentido, que no le vale de nada. Reflexiona que su intencion nunca fue mas alla de entregar el paquete, alojarse esa unica noche en casa del destinatario, y a la manana siguiente salir en el primer coche de linea rumbo a su destino final. Pero el muchacho no habia contado con la injusticia y arbitrariedad del autor: el coche de linea retrasado casi cinco horas por un desperfecto mecanico, la perdida del sobre con las senas, la noche impenetrable, esa caja vacia… Vuelve a meter el paquete en la maleta, echa un vistazo a su alrededor confirmando la desolacion y se dispone a dormir, resignado a su destino cruel, con el unico pensamiento de buscar al presunto escritor al dia siguiente, cuando los habitantes del pueblo hayan salido del sueno y la luz invada las calles. Entregara la caja y seguira su camino. A estas alturas del relato, es el autor quien se pierde en los meandros de la narracion, en su malograda estructura, es el quien se siente traicionado por la imaginacion, y no tiene la menor idea de como proseguir con la historia. Aguarda ante el teclado a que una solucion de continuidad llegue de un momento a otro como un milagro, como un Deus ex machina similar a la senora gorda de los grandes almacenes. Se ve tentado a arrojar el principio a la papelera y comenzar otro: imagina un relato interminable, confeccionado unicamente con principios; pero recuerda que ya lo hizo magistralmente Italo Calvino, deja de lado esta idea y recupera su atencion en el muchacho adormecido, abandonado a su albur sobre las rigidas tablas de madera de un banco, con la maleta bajo su cabeza a modo de almohada, y se compadece una vez mas, victima de esa confusion de sentimientos adversos hacia los personajes imaginarios, cuando estos amenazan con descontrolarse, romper el hilo sutil que los maneja y obrar a su propio albedrio. Duda entre incorporar uno nuevo o hacer que llegue el alba y con su luz brillante despeje las sombras. Tiene que escoger entre estas dos opciones, porque no se le ocurre una tercera mejor, y, sin pensarlo, opta por la primera. Ella esta alli, de pie ante al banco, con una mirada tranquila y limpia, pues parece tener conciencia de su oportuna llegada. El muchacho despierta sobresaltado, se incorpora y ensaya cierta compostura. Confundido ante esta subita presencia, se disculpa torpemente. Ella le muestra una sonrisa comprensiva. El se pone de pie, parpadea para quitarse los restos de sueno y en su mente se perfila, como un destello, la mujer de los grandes almacenes. Pero esta es joven y delgada, viste de azul palido, y lleva la cabeza tocada graciosamente con una pamela de paja. Ella toma la iniciativa, y a la par que extiende una mano timida y menuda, le dice: --Buenas noches…Soy Emma. El le sonrie. Ella advierte su desconcierto y se apresura a aclararle: --Me envia el autor. Se tranquiliza, pero reflexiona y le pregunta: --?Un hombre ojeroso, con un deportivo rojo? Dijo que buscaba a una tal Emma. --No sera a mi --contesta ella, decidida. --En ese caso…encantado de conocerla. Soy… --y se calla, vacila, porque desconoce su propio nombre. --Carlos --le dice ella. Y le tiende una mano diminuta. Carlos se sorprende y a la vez se siente reconfortado cuando conoce su propio nombre, tiene por fin una identidad y deja de ser sencillamente <>. Intenta explicarle su situacion, balbucea. --No es necesario --se anticipa ella--, se por que esta aqui, y hare cuanto este en mis manos: es muy triste ser un personaje perdido en la bruma, en las veleidades de un autor ocioso. En este punto de la narracion, el autor hace oidos sordos al comentario de la muchacha, obvia unas cuantas horas muertas entre los protagonistas y da un salto en el tiempo y el espacio: pasa la accion al dia siguiente, cuando ambos estan frente a frente, tomando un cafe en un bar. Son las seis y cinco de la manana, comienzan a pasar por la calle los primeros madrugadores. Carlos mira el paisaje a traves de los cristales del bar, y ve, por encima del hombro de su companera, que el pueblo es mas extrano de lo que le habia parecido en la oscuridad, y su estrafalaria arquitectura le parece mas una gran escenografia que un pueblo real. Ve, tambien, el sol recostado con indolencia sobre el horizonte, con su cabellera de oro desparramada sobre los campos de encarnadas amapolas, que retienen, en su corola suave, tremulas gotas de llanto nocturno. Y aunque no menciona el magnifico espectaculo que se despliega ante sus ojos, la belleza de la descripcion y la metafora del rocio tan magistralmente elaborada, hacen que Emma no se resista a dejar escapar un suspiro profundo, suspiro que se sustrae a la sagacidad de Carlos, todavia absorto en las amapolas humedas. Ella apenas habla, sabe que su presencia es arbitraria, prefiere guardar silencio y beberse a pequenos sorbos el cafe, junto a este muchacho, a estas horas intempestivas, despues de haber pasado la noche charlando con el en aquel banco incomodo, y evita pensar en lo ocurrido durante la elipsis. Tiene conciencia cabal de su casi nula existencia como personaje, de su escasa relevancia, y se ve a si misma como un simple convencionalismo literario: se identifica con uno de esos tipicos grabados alegoricos de la Salvacion, y se imagina cubierta con una suave tunica blanca, con un candil en una mano en alto, y descansando sobre una filacteria que reza: Salvatio. Al fondo del dibujo, unas almas se mueven como fantasmas sin rumbo en la penumbra, como escritores en busca de la pluma e inspiracion perdidas. <>, piensa. Carlos, en cambio, ha recobrado animos, habla mucho y no deja de agradecer a Emma su compania. Esta le sugiere que deje de buscar al destinatario del paquete, pues tiene la corazonada de que no existe, y el autor no penso en ningun momento en hacerlo figurar en el cuento. Carlos se siente desfallecer. Insiste en su obligacion de seguir buscando, pues no cree que el autor sea capaz de jugarle tan mala pasada arrojandolo, sin ton ni son, al vacio de una pagina en blanco. Emma le explica que las reglas del juego literario, de las cuales el autor es inocente debido a su torpeza narrativa, son insondables. --Seria una injusticia --se lamenta el. Y se queda pensativo, con la mirada fija en los brazos desnudos de Emma. Ella le palmea una mano, consolandolo. Esta dispuesta a ayudarlo a salir airoso. Le promete que hara lo posible por ser un buen personaje y que hablara con el autor para convencerlo de que incluya un final feliz. --Se lo agradezco --le dice el, conmovido--. Pero tengo que cumplir con mi obligacion. Abre la maleta, saca el paquete, lo desenvuelve y le ensena la caja de madera lacada. --Es preciosa. Podria entregarmela a mi, y asunto concluido. --Imposible. Busco a un escritor, y, que yo sepa, usted no lo es. --Podria haberle mentido… --No lo creo. Usted es incapaz de mentir, y no estoy en condiciones de abandonar la empresa, aunque no se como salir del paso. --Yo tampoco lo se… Hasta aqui llega mi conocimiento, el resto es pura intuicion. Solo tengo claro que estoy para ayudarlo. Y ambos se abisman en un silencio fulminante. --Quizas hiciera falta un tercer personaje --argumenta Emma. Pero se equivoca: el autor no tiene intenciones de introducirlo, ni sabe como hacerlo. Vuelven a sumirse en un silencio reflexivo. En sus rostros asoma un halo de impotencia. Estan solos y son las seis y media de la manana, en un bar y un pueblo desconocidos. --?Como que desconocido? --Carlos despierta de sus elucubraciones--. ?Acaso usted no es de aqui? --No. --?No dijo que estaba aqui para ayudarme? --Si, pero no se como hacerlo. Y no soy de este pueblo. --?De donde es, entonces? --No lo se; ese, justamente, es mi problema. De aqui, de alla… Voy con mi caravana de un sitio a otro… Probablemente soy de otro cuento. Pero, de momento, podriamos preguntar a alguien si conoce a algun escritor que viva por aqui. Es una manera de comenzar. --Si, pudiese ser… pero ahora me ha hecho dudar de su verdadera existencia --y hay un toque de amargura en su voz--. De todas formas, nada se pierde con intentarlo --resuelve, poniendose de pie y dejando un billete de cinco rublos sobre la mesa. --?Por que ese billete? --No tengo otra moneda. Lo siento --intenta explicarse Carlos, tambien desconcertado. --Ya me lo figuro --rezonga ella--, el autor ha estado leyendo a Gorki estos dias --y suspira ante semejante extravagancia. Una vez en la calle, acuerdan hacerse pasar por marido y mujer para no instigar rumores malintencionados. --Sera necesario un plan --propone Carlos, buscando un modo practico de hacer las cosas. --No hara falta: tal vez el autor ya tenga uno. Continuan sin rumbo, preguntando, mirando aqui y alla, y perciben que el autor siempre pone pueblos iguales, seguramente parecidos al de su infancia. Carlos, a pesar de la agradable compania, no deja de cavilar sobre la contrariedad del destino, aunque tambien ve en el la oportunidad de una aventura, acaso la primera de su viaje. --?Y si llamasemos a aquella casa? --Emma senala una casita que destaca del resto por su jardin lleno de rosas trepadoras que se enroscan en una pergola y estallan en multicolores capullos, como efimeros fuegos de artificio. --Ya estamos con las rosas --dice Carlos

  • Seis numeros rojos de Jose Luis Leon Padial

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    La vida de Luis transcurria con total normalidad hasta que un dia todo dara un giro inesperado y se vera implicado en un asesinato. La unica salida que ve es investigar el mismo el caso e intentar salir del atolladero en el que se ha visto envuelto. Tras la unica pista que tiene, recorrera las calles del Realejo de Granada para encontrar al verdadero culpable.

  • Encontraste un alma de Edith Sodergran

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    Edith Sodergran paso casi toda su vida en un pueblecito llamado Raivola presidencia de verano de la intelligentsia de San Petersburgo situado en la frontera con Finlandia. Alli se perdio en ensonaciones de crepusculos violeta, flores de otono y jardines melancolicos, mientras se consagraba a la mudez, al vacio y a un dios intimo:<>.Tambien alli enfermo de tuberculosis y compuso poemas intimistas y romanticos, de fuertes reflejos simbolistas y nietzscheanos, que despues de su muerte pasarian a ser leidos con el oculto fervor que Borges reservaba a la lectura de los clasicos.

  • Las tres pasiones de Elif Shafak

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    La nueva novela de la autora de La bastarda de Estambul y El arquitecto del universo transcurre a caballo entre Estambul e Inglaterra, entre la tradicion y el afan por descubrir otras maneras de ver la vida.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • La chica invisible de Blue Jeans

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  • Nos pertenecemos de Lorena Fuentes

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    Nos Pertenecemos tardo porque no queria despegarme de estos personajes, que me acompanaron desde que inicie mi carrera como autora de romance. Tampoco deseaba idearme problemas en donde ellos terminaran separados, porque de verdad solo deseaba demostrarles a mis lectoras, que el amor todo lo puede. Esto es un regalo para ellas, esas chicas que me conocieron y amaron a mi Demonio y a mi Capullo. Esta sera una historia contada desde los puntos de vista de las dos parejas: Caleb y Emma que conocieron en Soy Tuya; Miles e Irene los protagonistas de Todo de ti. Si leyeron la historia de Adam y Jessica, encontraran parte de su historia que en diferentes momentos estuvo entrelazada con la de ellos y es lo que hace especial a la serie. Ellos en mi mente construyeron una familia, porque la vida me ha ensenado que los amigos son la familia que nosotros escogemos. Digamos que esto es un tipo despedida entre ellos y yo, lo se, decir adios a algo que amamos es muy dificil y los chicos son parte de mi vida, de mi mente y corazon. Gracias por acompanarme durante tanto tiempo chicos y los voy a extranar; claro que los voy extranar cuando no pueda escucharlos y saber que tan felices son. Gracias por darme los mejores ratos de mi vida, son seis anos juntos, escribirle este adios me da mucho dolor. Lo amare por siempre. Ahora si mis chicas, creo que es momento de ser sensiblera y les dejo disfrutar una vez mas de mis dioses griegos. Con todo mi amor para ustedes, Lorena Fuentes. Prologo Tuve el inmenso privilegio de ser la primera persona en leer Soy tuya, primer libro de la serie Nos pertenecemos, tan solo me bastaron pocas paginas para que Emma y Caleb me cautivaran, lo que me llevo a darme cuenta del talento que Lorena Fuentes posee; desde entonces, la alente a seguir para que se animara a compartir sus hermosas historias con todos. Lorena tiene la habilidad para llevarte por un mar embravecido de emociones; en las paginas de sus libros consigues, drama, amor, suspenso, intriga, erotismo, pasion; sin duda, un gran abanico de opciones que te dejan queriendo mas. Especialmente, la serie Nos pertenecemos, es como un calidoscopio que nos muestra el amor en todas sus facetas, nos regala personajes puros, sensibles, tan humanos que los sentimos reales. Nos habla de ese amor que te saca sonrisas y hace que olvides tus problemas, por un momento, en las horas en que puedes sentirte mal. Amores genuinos que no sienten dudas, amores que solo se viven con certeza y comodidad, amor verdadero que no se rinde. Amor filial, en el que la complicidad y el apoyo siempre estan presentes. La serie Nos pertenecemos, nos cuenta en cada una de sus historias que cuando dos almas se enamoran no entienden de calendario ni relojes, tampoco sabe lo que significa la nocion del tiempo o la distancia, solo muestra lo bien que se siente estar con la persona correcta. Sumergete en esta serie y descubre que hay amores que no son perfectos, pero son reales, amores que te inyectaran miel en el alma. Lily Perozo. Autora best seller. Amor infinito Emma Mraz 4 Anos despues... Me despierto por el movimiento del hombre con el que llevo compartiendo mis noches y dias por cinco anos. Caleb me abraza desde atras presionando su cuerpo contra el mio. Sonrio, ya que siento su ereccion contra mi trasero mientras acerca su rostro a la curvatura de mi cuello para dejarme un casto beso. Mi piel se eriza y estremece por el contacto de sus labios. Cuando vuelve a besarme, logra su cometido pues suelto un gemidito, percibo como sus labios esbozan una sonrisa contra mi espalda y el contacto de una caricia sutil hace que pierda la cabeza. Lleva su mano a mi seno para aprisionarlo, sin embargo, lo suelta y yo me siento defraudada, se lo que hace y por que lo hace. Provocarme. Dios, lo deseo como el primer el dia, susurro en mi mente. Arranca la sabana que cubre nuestros cuerpos y yo jadeo sorprendida, siempre logra hacerlo. Bueno, pero sere sincera, estoy excitada. Gira mi cuerpo para posicionarse encima de mi con esa sonrisa de portada que me quema las bragas. La braga que no tienes, susurra una voz maliciosa en mi mente. --Buenos dias --me saluda y me da un beso casto en los labios, para luego agregar--: !Feliz aniversario, Nena! --!Feliz aniversario, Amor mio! Llevo mis brazos a su cuello entrelazando los dedos de mis manos para atraerlo hacia a mi boca, rozo mis labios con los de el en busca de contacto, pero el me besa abriendose paso dentro con su lengua. Saco la mia para corresponderle con la misma pasion, escucho con satisfaccion cuando se le escapa un sonido ronco de su garganta, percibo como se me humedece poco a poco mas mi sexo. Acaricia cada rincon de mi cuerpo haciendo que cada celula se encienda con su tacto. El roce de su sexo contra el mio me enloquece como si fuera la primera vez y abro un poco las piernas para dejarlo entrar. Rompe el beso al mismo tiempo que protesto bajo su cuerpo. Me regala una carcajada que es el segundo sonido que mas amo escuchar en este mundo. Nuestras miradas se encuentran y me pierdo en esos ojos de color castano como en nuestro primer encuentro, pero en este momento se ha oscurecido por el deseo. El me observa con la misma pasion durante estos cinco anos que compartimos juntos. En un movimiento casi imperceptible se aleja, para luego penetrarme con fuerza provocando que muerda mi labio, para ahogar un gemido. --Ahora si. !Feliz aniversario, amor mio! --murmura con voz ronca. No puedo contestarle puesto que estoy perdida en el placer de sentir su miembro dentro de mi sexo. Nada ha cambiado, lo deseo como la primera vez que estuvimos juntos. Lleva sus manos a mis senos para acariciarlos de manera ritmica. Presiona uno de mis pezones y luego juega con el de manera sensual. Baja su rostro hasta ellos y alcanza uno con sus labios. Primero lo chupa, rapidamente muerde y sopla, provocando que se me erice toda la piel nuevamente y que este quede como un pico. Seguro sospecha que estoy embarazada, sopeso al ver como se entretiene con mis senos. Caleb se burla de mi por mis reacciones. Repite lo mismo varias veces hasta que cree que estoy lo suficientemente sensible. Muerde uno de ellos y yo arqueo mi espalda ebria del placer. --!Dios, si! --exclamo con voz ronca. --!Se que soy tu dios! --apostilla divertido. El muy canalla aumenta la velocidad de sus penetraciones, volviendome loca por el extasis de sentir su piel, sus caricias y sus besos, haciendo que esta dulce tortura sea, lo que deseo vivir a su lado por el resto de mi vida. --Emma, estoy a punto --me avisa y abro mis ojos, su rostro se contrae--. !Correte conmigo! --exige escondiendo su rostro en la curvatura de mi cuello. Cierro los ojos cuando percibo en mi cuello lo caliente de su respiracion acelerada. Entrelazo mis piernas en sus caderas para obtener mayor profundidad. Ese cosquilleo que me acelera el corazon me avisa que estoy cerca, al mismo tiempo que el orgasmo crece con cada roce de su miembro. --!Dios mio, Caleb! Clavo mis unas en su espalda cuando estoy cerca. Involuntariamente, comienzo a apretar cada vez mas su miembro con mi vagina. Los jadeos son cada vez mayores, hasta que por fin juntos explotamos en un orgasmo demoledor. Mi demonio se derrama dentro de mi luego de tres penetraciones mas, cae sobre mi pecho y deja un beso casto en mi cuello. Nuestras respiraciones siguen aceleradas, como si hubieramos corrido el Maraton de Nueva York. Sale de mi para acostarse a mi lado, me atrae hacia su cuerpo con sus brazos, me abraza y deja un beso en mi coronilla. --Te amo --susurro mientras acaricio su abdomen tan bien definido. --Y yo te amo a ti --responde, dandome un beso casto en los labios. Las caricias de mi esposo son un somnifero para mi, me entretengo mientras observo el recorrido de mis manos en sus abdominales y llevo con mi dedo hacia su uve. Amo sentir como se estremece ante mi toque, ya que se que no es inmune a mi como yo tampoco a el. Poco a poco mis ojos se cierran, pero pienso --como todas las mananas-- que soy afortunada por tener un hombre como el a mi lado. ***** Despierto de nuevo luego de una pequena siesta reparadora, desde que estoy embarazada solo deseo dormir. Busco a Caleb con mi mano, pero encuentro su lado vacio, alcanzo mi movil y me sorprendo al darme cuenta de que son casi las ocho de la manana. Me levanto para ir al bano y tomar una ducha rapida. Al terminar, me visto con ropa deportiva y dejo que mi cabello se seque al natural, ya quedaron atras aquellas mananas que me esmeraba por mi atuendo, ahora me preocupo solo por estar conforme conmigo misma. Salgo en busca de los dos hombres que mas amo. A los dos meses de nacer Matthew, tomamos la decision de mudarnos a Nueva York, fue un cambio abrupto y me costo mucho adaptarme a todo lo que se avecinaba. Caleb y Miles habian decidido abrir su propia empresa y en el proyecto incluyeron a Adam. La verdad es que ellos deseaban hacerlo a lo grande y por eso escogieron la Gran Manzana para esa nueva aventura. Asi que dejamos nuestra hermosa casa frente a la playa y nos mudamos a en un hermoso atico en el barrio exclusivo Beekman Place, ubicado en Midtown East. Todo un reto para mi que amaba amanecer con el sonido de las olas del mar y ahora escucho solo los claxones de los autos. Escucho las risas de nuestro hijo de tres anos y el ruido de utensilios cuando me acerco a la cocina. Mi demonio ahora es capaz de hacer las tortitas mas deliciosas de toda la Costa Este y eso me llena de orgullo. Entro a la cocina y me quedo enamorada un poco mas. ?Acaso es posible amar un poco mas? Caleb y Matt estan cubiertos de harina de la cabeza a los pies. Nuestro hijo esta sentado encima del meson de la cocina con la espatula para dar vuelta las tortitas, mi esposo esta de espaldas a la puerta mientras su hijo lo golpea sutilmente con el utensilio. La risa de los dos hace que se hinche mi corazon de felicidad y nada en el mundo puede ser mas perfecto. Matthew se percata de mi presencia, sonrie y luego me senala.