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A. B. Yehoshua
AGAR SHILOH, nacida en 1962 en Mashabei Sade, un kibutz fundado en 1949 que se encuentra a treinta kilometros al sur de Beer Sheva. Sus padres, Roni y Yael Shiloh, llegaron al kibutz en 1956 cuando estaban haciendo el servicio militar. Roni cayo en la guerra de los Seis Dias, el ultimo dia de la guerra, en los combates de los Altos del Golan. Agar tenia entonces cinco anos, por lo que muy bien puede ser cierto, como ella sostiene, que guarde un claro recuerdo de su padre. Agar fue educada en el instituto regional de Revivim. Cuando dejo los estudios le faltaban dos asignaturas del ultimo curso de bachillerato, las de ingles e historia, pues no se habia presentado a los examenes. Fue reclutada en agosto de 1980 y sirvio como soldado en una unidad de paracaidistas, en el campamento base de la misma en la zona de Beth Lida. A causa de la distancia existente entre la base y el kibutz, Agar solia pasar los permisos de fin de semana en Tel Aviv, donde dormia en casa de su abuela paterna, Noemi, a la que se sentia muy unida y a la que le hacia contar los recuerdos de la infancia de su padre. La abuela, que disfrutaba con la presencia rebosante de vida de la nieta, trataba constantemente de convencerla para que se matriculara en la universidad de Tel Aviv una vez que se hubiera licenciado en el ejercito. Asi, cuando Agar termino el servicio militar, cuyos ultimos meses fueron muy movidos a causa de la guerra del Libano que habia estallado en junio de 1982, y a pesar de la oposicion de su madre, que creia que Agar tenia que volver a trabajar en el kibutz por lo menos por un periodo de un ano antes de empezar a estudiar, consiguio convencer a la asamblea formada por los miembros del kibutz para que la autorizaran a estudiar, siendo como era, ademas, que aquellos estudios serian financiados en su totalidad por medio de una subvencion que el ministerio de Defensa tenia destinada a los huerfanos de guerra. Agar se matriculo en el departamento de cine de la facultad de Bellas Artes de la universidad de Tel Aviv pero, como no tenia ultimados los estudios secundarios, no fue admitida para cursar el primer ano de la carrera, sino que se vio obligada a estudiar antes, en la misma universidad, un ano de preparacion academica. Ese curso lectivo tiene por objeto que los alumnos aprueben los examenes de bachillerato que les falten, asi como que se les impartan las asignaturas de expresion hebrea, ingles y matematicas como refuerzo para su capacitacion academica. A principios del mes de diciembre la abuela Noemi cedio ante la insistencia de su hijo, el tio de Agar, Benzion Shiloh, alto funcionario del consulado israeli en Marsella, aviniendose a ir a visitarlo, ya que el habia tenido que anular su visita estival a Israel a causa del incremento de las tareas de informacion que recayo sobre los empleados del ministerio de Asuntos Exteriores por la guerra <
>. A pesar de que no queria alejarse de su querida nieta por mucho tiempo, no pudo menos que responder afirmativamente a su unico hijo, que tenia cuarenta anos y cuya solteria seguia preocupandole mucho. Siempre habia creido que su presencia cerca de el podria quiza conducir a algun arreglo matrimonial, por lo que prolongo su visita para participar en las recepciones organizadas por el consulado con motivo del ano nuevo civil. Agar, de baja estatura, dinamica y que habia heredado el purpureo color de cabello de su difunto padre, se solazaba pensando que el grande y hermoso piso de la abuela estaria ahora por completo a su entera disposicion. Primero penso en invitar a vivir con ella a una amiga que habia conocido en las clases del curso preparatorio, una muchacha muy decidida llamada Iris, tambien huerfana de guerra, que habia perdido a su padre en la guerra de Yom Kippur y era toda una experta en las distintas bonificaciones y ayudas del ministerio de Defensa para con las familias de los caidos; pero finalmente la invitacion no prospero, y mejor para Agar que asi fuera, porque a principios de diciembre empezo a tener relaciones en casa de la abuela con un estudiante, un alumno de master llamado Efraim Mani, profesor de la asignatura expresion hebrea del curso de preparacion universitaria. La relacion tuvo un comienzo muy intenso, aun cuando ya el 9 de diciembre salio Efraim como reservista hacia la franja occidental del Libano, que no acababa de calmarse a pesar del <> que habia sido firmado entre Jerusalen y Beirut. YAEL SHILOH, de soltera KRAMER. Nacida en Kiriat Motzkin en 1936. Militante activista socialista en los movimientos juveniles de los campamentos de inmigrantes, trabajo tambien como instructora. En 1952 salio a realizar un curso de campamentos juveniles en el kibutz Ein Harod por un periodo de un ano, por lo que vio interrumpidos sus estudios secundarios que despues ya no finalizaria. En 1954 se unio al grupo Re'im, que inicio su servicio militar en el kibutz Rosh Hanikra. Al grupo, compuesto por gente de los alrededores de Haifa, se unieron tambien unos cuantos jovenes mayores, del movimiento de Tel Aviv y Rishon Lezion, entre los que se encontraba su futuro marido, Roni Shiloh, que habia finalizado sus estudios en Tel Aviv. El noviazgo se consolido ya en Rosh Hanikra. Despues de que Roni finalizara su curso de paracaidismo y de que tomara parte, en el verano del 56, en dos breves operaciones belicas y, por supuesto, tambien en la campana del Sinai, partieron ambos, junto con el resto de los miembros de la unidad, a servir en el kibutz Mashabei Sade. La vida en aquel kibutz meridional les gusto y, al licenciarse, decidieron quedarse a residir alli, donde se casaron en 1958. Los dos trabajaban en la granja: Roni en los campos de grano y Yael en las plantaciones de frutales. En 1962, despues de un viaje a las ruinas arqueologicas de Grecia organizado por la sociedad de estudiosos de la historia, nacio su primera hija, a la que llamaron Agar, en honor al apego que los dos sentian por el desierto. Cuatro anos despues, en 1966, tuvieron otro hijo, que murio a la semana de nacer a causa de una hepatitis aguda debida a la incompatibilidad sanguinea de sus padres, problema que no habia sido tenido en cuenta por el departamento de obstetricia del hospital de Beer-Sheva. Despues de recibir asesoramiento medico decidieron tratarse para tener otro nino, pero este nunca llego porque Roni cayo al final de la guerra de los Seis Dias, en los combates por los Altos del Golan, en la carretera de Quneitra a Damasco. A pesar de las suplicas de sus propios padres y, sobre todo de los padres de Roni, para que se marchara del kibutz y regresara a la ciudad, Yael decidio quedarse con su hija de cinco anos en la granja e incluso fortalecio sus vinculos con el lugar. Sabia perfectamente, sin embargo, que las posibilidades que tenia de volverse a casar irian disminuyendo de ano en ano en aquel apartado kibutz de tan pocos habitantes, pese a lo cual siguio trabajando en la plantacion e incluso dirigio las entonces innovadoras tentativas de cultivo del aguacate. Durante la guerra de Yom Kipur, cuando el secretario del kibutz tuvo que salir como reservista por un largo periodo de tiempo, Yael fue nombrada para ocupar aquel cargo que ejerceria despues durante varios mandatos con el beneplacito general, a pesar de que a algunos miembros de la comunidad les parecia demasiado extremista desde el punto de vista ideologico. La relacion con su hija Agar, una relacion por lo general muy intensa, tropezaba de vez en cuando con algunas crisis dificiles, por lo que mas de una vez la animaron los amigos mas proximos a que asistiera a los cursos especiales del movimiento kibutziano sobre educacion y psicologia juvenil. Esos cursos divulgativos y eventuales resultaron muy de su agrado y de vez en cuando incluso viajaba a la universidad de Beer Sheva para oir conferencias relacionadas con temas de educacion y psicologia. En 1980, a pesar de que se acercaba ya a los 44, accedio a participar en uno de los encuentros de solteros y solteras que organiza el movimiento kibutziano, jurandose despues a si misma que jamas volveria a asistir a un encuentro de ese tipo. Yael temia que la estrecha relacion que su hija habia mantenido durante el servicio militar con su suegra, la abuela Noemi, que habia enviudado a mediados de los anos setenta, pudiera tentar a Agar a marcharse del kibutz, por lo que se opuso a que Agar comenzara sus estudios en la universidad inmediatamente despues de haber terminado su servicio militar, prefiriendo que volviera a la granja a trabajar durante por lo menos un ano. Cuando Agar presento la solicitud para salir a estudiar, Yael intento en secreto y por todos los medios que aquella le fuera denegada. Pero la politica liberal por la que se regian los kibutzes a principios de los anos ochenta en todo lo referente a la <> de los nacidos en el kibutz que habian terminado su servicio en el ejercito y que pretendia, en realidad, impedir cualquier pretexto para marcharse apresuradamente del kibutz, ademas de que los estudios de Agar fueran a ser financiados por el ministerio de Defensa dentro del programa de ayudas que este otorga a los huerfanos de las guerras de Israel, inclinaron la balanza en contra de la postura de Yael en la asamblea general. El hecho de que Agar viviera en Tel Aviv con la abuela contribuia a que pudieran comunicarse por telefono con cierta frecuencia, y Yael y Agar acordaron hablarse, por lo menos, dos veces por semana, a pesar de que en 1982 todavia no habian instalado en Mashabei Sade telefonos personales con extension propia en las casas de los miembros del kibutz. En el dialogo que sigue faltan las palabras de Yael. * * * --Pero aunque hubiera desaparecido, mama, ha sido por muy poco tiempo, no es para haberse preocupado asi por mi... --Si te llame, mama, claro que te llame, el miercoles por la tarde, desde Jerusalen... --Claro que si, el miercoles todavia estaba en Jerusalen, ayer tambien... --Tambien ayer, mama, y hoy, pero si deje el aviso... --?Como no te lo han dicho? --!Ay, Dios mio, mama, no me digas que esta vez tampoco te ha llegado uno de mis recados! --Yo que se... A quien descolgo el telefono... --Uno de los voluntarios alemanes... --?Pero que querias que hiciera, mama? Yo no tengo la culpa de que nadie que este todavia en su sano juicio quiera contestar ya al telefono en el comedor general despues de la cena, porque a nadie le apetece corretear entre las casas, con el frio que hace, para avisar al que esten llamando. Intenta tu llamar al kibutz una noche de invierno y ponte a hablar en ingles con un voluntario medio drogado que ya ni se acuerda de como se sujeta un lapiz entre los dedos y, entonces, quiza comprendas que no ha sido muy inteligente por tu parte dirigir con tanto fanatismo esa cruzada contra los telefonos privados, como si de eso dependiera que el socialismo fuera a seguir adelante o a desaparecer. En otros kibutz hace ya tiempo que los telefonos particulares en casa de cada uno forman parte de la calidad de vida... --Todavia no he visto ningun kibutz, mama, que se haya hundido economicamente por culpa del telefono... eso son fantasias tuyas... --Pero si no he desaparecido, mama... si solo he estado fuera de Tel Aviv durante los tres ultimos dias... --?El? Que va, pero si todavia sigue en el Libano, si fue el quien me mando a Jerusalen, a casa de su padre, y no he podido salir de alli hasta esta manana. --En conciencia, no podia marcharme... --Pero si eso es precisamente lo que te quiero contar... si es eso lo que he venido a contarte... --No, fue el miercoles por la tarde cuando empezo a nevar en Jerusalen, pero ayer ya no quedaba ni rastro... --No, ha sido el quien me ha dado este viejo abrigo, su padre, el senor Mani ese... --Si, yo lo llamo el senor Mani... no se por que... --Pero si esa es precisamente la cuestion, si es solo por toda esa historia por lo que he vuelto hoy a casa, aunque debo de haberme vuelto loca por estar ahora aqui sentada contigo en vez de haberme encerrado en Tel Aviv a estudiar para el examen... --Si te lo he contado, tengo un examen de ingles el domingo, y me fastidiaria tanto que me volvieran a suspender...
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el señor mani