• libro esposa por encargo - Susannah Erwin

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    Contrato a una profesional para que le buscara una esposa, pero no podia ser la mujer a la que deseaba.

  • Esposa por encargo (Deseo) Versión Kindle - Amazon.es

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  • UNA ESPOSA POR ENCARGO : Amazon.es: Libros

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  • UNA ESPOSA POR ENCARGO | MARY BURTON - Casa del ...

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  • Mary Burton - Una esposa por encargo - El Rincón de la ...

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  • Esposa por encargo - El Rincón de la Novela Romántica

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    12 feb 2021 — En esta web hay 15174 fichas de libros, 1659 autores, 1496 artículos y 7064 críticas. Blog colaborador.

  • Una esposa por encargo - Libro de Mary Burton - Lecturalia

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    Por mucho que sus vecinos se esforzaran en que volviera a enamorarse era imposible. Aunque acababan de enviarle a la bella Abigail Smyth, ...

  • ESPOSA POR ENCARGO - SUSANNAH ERWIN - Agapea

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  • Una esposa por encargo - Mary Burton - Babelio

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  • UNA ESPOSA POR ENCARGO - Librerías Picasso

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  • Esposa por encargo by Carolyn Connor - Goodreads

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  • El caso Paternostro de Carlo F. De Filippis

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    DESPUES DEL COMISARIO MONTALBANO, LLEGA EL COMISARIO VIVACQUA.
    Carlo F. De Filippis suma su nombre a la gran novela negra europea con Camilleri, Lemaitre y Dazieri a la cabeza.

  • El ultimo pueblo maldito de J. R. Frau Castro

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    ?Que extrano misterio se esconde tras la desaparicion de Alba Vadell? Despues de tres meses de intensa e infructuosa busqueda, la investigacion policial ha llegado a un punto muerto y esta a punto de cerrase. El teniente Alex, que esta al mando del caso, se encuentra dentro de un laberinto sin salida. La opinion publica culpa a las fuerzas del estado del fracaso de la investigacion y los altos mandos buscan una cabeza de turco sobre el que cargar las culpas. Cuando todo parecia haber acabado, un giro inesperado en los acontecimientos arroja algo de luz sobre el asunto. El teniente Alex hallara nuevas pruebas que revelaran una realidad que va mas alla de cualquier razonamiento logico. ?Que tenia Alba de especial para que desapareciera? ?Quien, o que, es la extrana sombra con la que suena su hija Ana? ?Por que el CESID oculta datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos? Para encontrar las respuestas, Alex debera adentrarse en un camino repleto de obstaculos y conspiraciones, donde descubrira que no siempre lo mas logico nos conduce a la realidad. Cuando Alex descubra toda la verdad quiza ya sea muy tarde, incluso para salvar a su propia hija.

  • Contigo amor de Ester Davo

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    TU HERMANA VOLVERA a la ciudad esta noche. Esperaba que pudieras quedarte por aqui hasta entonces, al menos hasta que llegue, seria lo ideal. --No se si puedo. El trabajo ha estado agitado y necesito volver a la ciudad. Mi mama me miro como si no me creyera o no pensara que era lo suficientemente importante como para dejar de lado lo que ella estaba pidiendo. No era el trabajo lo que me iba a retrasar. Era el hecho de que tenia otras cosas que hacer. No era el trabajo de 9 a 5 lo que me mantuvo ocupado, sino lo que hacia en mi tiempo libre y que ella no conocia, lo que me causo tanto dolor. Lo que se suponia que no debia saber, pero siempre sospecho algo cuando su regalo costaba demasiado durante las fiestas. Todavia estaba tratando de mantenerla en la oscuridad sobre el trabajo, asi que nunca fue una buena idea tratar de usarlo como mi excusa. --Vas a tener que hacer tiempo para Karla. No la he visto en todo el ano y seria bueno tener a mis dos hijos de vuelta en el mismo lugar. Sabes que nunca se queda mucho tiempo. ?No extranas a tu hermana? Aqui viene la culpa y sabia que iba a perderme en ella si no encontraba rapidamente una razon por la que no pudiera quedarme. --La echo de menos, pero creo que va a regresar por un tiempo. ?No se va a demorar un tiempo en volver a irse? Se suponia que me encontraria con Mario mas tarde. --Bueno, dile que venga. Yo tampoco lo he visto en mucho tiempo. Nunca te veo desde que te mudaste a la ciudad. Espero que Karla no haga lo mismo. Ustedes se van a la universidad y no regresan. Se supone que debes volver a casa despues de graduarte. --Tuve que ir donde estaba el dinero. Nadie de por aqui quiere pagar nada, asi que a menos que quieras que extraiga gasolina en la estacion, no hay nada para mi aqui. Se mecia de un lado a otro en su mecedora de madera, con un te en la mano. El porche ofrecia una buena vista y mama estaba disfrutando de la brisa. Lo que no entendia era por que todo se reducia a esto. ?Por que ella no podia ver que era miserable en este pequeno pueblo para alguien menor de cincuenta anos? No habia trabajos, ni gente a la que realmente quisiera ver por ahi. Hartford siempre habia sido el tipo de lugar que querias dejar. No importaba como llegabas alli, no era un lugar para quedarse. Era un lugar para saltar y no queria volver a la vida lenta que tenia aqui. Preferia la vida acelerada que habia hecho para mi en la ciudad. --Lo se hijo. Ojala estuvieras mas cerca y no tan ocupado… --Intentare venir mas. El viaje no es tan malo. Ella se sonrio a si misma y ambos sabiamos que habia ganado. Mama conseguia lo que queria con sus suaves sugerencias porque Karla y yo sabiamos que era su manera de manipularnos para que hicieramos lo que ella queria. Aunque lo sabiamos, no cambio la eficacia de sus tacticas despues de todos estos anos. --Bueno, me gustaria verlos mas y por una vez me gustaria que ambos estuvieran en casa al mismo tiempo y cenaramos juntos, echo de menos eso. Si ustedes empezaran a tener sus propios hijos, yo tendria nietos para mantenerme ocupada. --Vale, tu ganas. Me quedare hasta que vuelva Karla, pero no hablemos de nietos. Ni siquiera tengo una novia estable ahora mismo, asi que eso va a tener que esperar. --?Que hay de Andrea? Parecia una buena chica. Me rei para mi mismo y movi la cabeza. Andrea fue una chica con la que tuve un buen sexo y lo hacia como si su vida dependiera de ello, pero ella no era realmente el tipo de mujer con la que me gustaria casarme, si es que existiera tal cosa. Era algo pasajero y solo la habia mencionado antes para evitar una conversacion similar sobre mi vida amorosa. Nunca fue lo que queria conversar con mi madre. --Simplemente no funciono. Solo tengo veinticuatro anos. Nadie que yo conozca esta casado todavia. Es mejor encontrar la correcta, ?no? --Supongo, pero no esperes demasiado. Me estoy haciendo vieja y tu padre tiene cinco anos mas que yo. Me gustaria ver a mis nietos antes de dejar este mundo. Le sonrei y volvi a mover la cabeza. Era dificil que me irritara con ella y en este momento no podia hacerlo. Se salio con la suya, siempre lo hizo y no pude hacer nada al respecto. Los que nos conocian a los dos me decian que obtuve ese rasgo especifico de ella. Ni siquiera el diablo podria rechazarme. Bueno, ella era la unica persona a la que no podia convencer. --Bien, entonces tengo un par de llamadas que hacer y luego voy a recoger a Mario. --Vuelve para la cena. Voy a hacer tu plato favorito. Ahora me estaba sobornando con comida. Monica usaria cualquier cosa que estuviera en su poder y como siempre habia sido una gran cocinera lo utilizaba para chantajearme. No podia decirle que no a su lasana y ella lo sabia. --Estare aqui a las seis. Papa estara en casa para entonces, ?verdad? Monica asintio con la cabeza. --Como un reloj. Me gustaria que tuvieras algo como para que yo sepa donde estas y cuando esperarte. --Vale mama, tengo que irme. Volvere en un momento. Sali del porche antes de que me arrastrara a otra cosa. Realmente necesitaba volver a la ciudad de inmediato, pero iba a tener que esperar y ver como me iba. No habia forma de salir de la cena y luego ver a Karla. Karla era hostigosa como mi madre. Ella me obligaba a hacer las cosas. Eso es lo que habia hecho antes de cruzar el pais para ir a la universidad. Dudaba de que algo hubiera cambiado. La unica diferencia que vi en el verano cuando ella regreso fue que era mas molesta de lo normal. Al subirme a mi pequeno coche rojo, sali de la entrada, pero no lo suficiente, podia mirar a la mujer mayor en el porche. Me lo diria si pensara que estoy siendo demasiado torpe. Mire hacia atras en mi espejo retrovisor y juro que pude ver el ceno fruncido en su cara. Suspirando para mi mismo, pense en no volver. Sabia que la proxima vez que la viera habria consecuencias. Solo seria una cena, ?verdad? Entraria y saldria en un abrir y cerrar de ojos. Mario y yo tendriamos que conducir cuando todo terminara. Tenia asuntos de los que habia que ocuparse esta noche, de una forma u otra. Si no, tendria que resolverlo todo cuando volviera. Odiaba dejar el club desatendido por mucho tiempo, especialmente un sabado por la noche. Era como buscar problemas. CAPITULO 2 MARIO --?COMO demonios sabia que te encontraria aqui, Mario, con una mujer sexy en tus brazos? -- Mire a Camilo y movi la cabeza. --Porque vienes en el peor momento como siempre y solo hay un bar en toda la ciudad. ?Donde diablo iba a estar si no aqui tratando de probar la comida local? Ha pasado un tiempo desde que encontre una tan dulce. La mujer a mi lado se puso a reir, le gusto la atencion y me dio a entender que ella era el tipo de chica que estaba buscando. --Cierto. ?Y a quien tenemos aqui? Estaba mirando a la rubia sexy que acababa de conocer con el nombre de Lucy. Estaba seguro de que no era su nombre real, pero no importaba. La mujer era dulce y me apetecia un poco de azucar. Lucy lo haria muy bien. Ademas, queria ser bailarina y ser famosa en Chicago, asi que, ?quien era yo para matar sus suenos? Eramos duenos de un club en Chicago y siempre estabamos buscando chicas nuevas. Todas las chicas tenian otras aspiraciones, esperando esa unica oportunidad. Lucy queria ser actriz algun dia. Por ahora le iria bien desnudandose en el escenario. --Quiere venir con nosotros al club. Ella es Lucy y quiere bailar para nosotros, Camilo. Le dije que tiene lo que hace falta, ?no crees que si? Bonito cuerpo y una cara bonita. Creo que los chicos pagaran bien por verla desnuda. ?No lo harias? El la miro de arriba a abajo y yo pude ver un ligero brillo en sus ojos. --Si, ya lo veo, pero no es un buen momento para traer mas chicas. Tenemos que volver a cenar a mi casa antes de irnos. Monica no nos dejara ir sin compartir la cena y esperar a que llegue Karla. Dijo que tu tambien debes venir, asi que estoy aqui para recogerte. No quiero entrometerme en tu diversion que sin duda estas a punto de tener con esta encantadora jovencita. No iba a discutir con la madre de Camilo, especialmente si estaba cocinando. Desde que Camilo y yo eramos amigos desde hacia anos, siempre me habia encantado su cocina. Pero tenia razon sobre para que estaba alli. Queria deslizarme en esta mujer inmediatamente. No queria esperar, pero lo haria. Mi mama se habia ido hace mucho tiempo y ni siquiera la recordaba, asi que la mama de Camilo siempre me habia invitado a pasar las fiestas. Monica me hizo sentir bienvenido y no podia rechazarla. --Bueno, ella consigue lo que quiere. --Si que lo hace. ?Quizas puedas recoger a tu amiguita mas tarde cuando salgamos? Siempre podemos usar otra cara hermosa en el club. Lucy y si, tienes lo que hace falta. Estoy seguro de que muchos hombres van a perder mucho dinero tratando de estar de tu lado. Ella se rio y parecio tomarse un minuto para seguir la conversacion, pero no reacciono muy pronto. Era guapa, pero seguro que no era tan lista. Se trataba de como me gustaban. Menos pensamientos siempre es bueno para menos dolores de cabeza. Cuando le deje claro que estaba a punto de salir, le di mi numero y le dije que preparara algunas cosas para el viaje. Tambien le prometi que iba a hacerla gritar esta noche cuando todo estuviera dicho y hecho. --Tenemos algunos departamentos en la ciudad y puedes compartir con una de las otras chicas. Creo que esto va a ser un buen cambio para ti, Lucy. Chicago es una ciudad hermosa con todo tipo de oportunidades para mujeres atractivas como tu. Ella me miro fijamente y luego me beso en los labios antes de salir a hacer lo que le pedi. No me gustaba demasiado, pero era exactamente lo que los chicos buscaban en casa y yo siempre me apresuro a probar a las chicas nuevas. Tenia un anhelo por la rubia y me lo sacaria muy pronto. Era una situacion en la que todos saldriamos ganando.

  • Los Bandidez y el Karaoke Kanalla de Siri Kolu

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    Los Bandidez y el Karaoke Kanalla es el segundo libro de las aventuras de Vilja con Los Bandidez. Una familia divertida y diferente cuya principal pasion son las chuches.

    Vilja esta al borde de la desesperacion. Ha enviado un mensaje de socorro a los Bandidez y no le han respondido. Si no la rescatan pronto, tendra que pasar un verano aburrido y triste en un campamento musical. Echa de menos viajar en los bandidofurgona, hacer noche en la playa y tomar mermelada de amapola. El festival de verano de los ladrones esta a la vuelta de la esquina, sus ganadores seran el proximo rey o reina de los ladrones !y Vilja no puede perderselo!

  • Enojar a un marques malvado (Segundas Hijas) de Veronica Mengual

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    La noche fue tormentosa. Los relampagos no habian dejado que Margot, de apellido Kidder, pegase ojo. Habia estado buena parte del tiempo de descanso mirando por la ventana. Era un espectaculo fascinante ver los dibujos inesperados que se formaban en el cielo. Era la naturaleza en su maxima expresion rugiendo furiosa, despues de tenir el horizonte. Le apasionaba estar en su alcoba, con la chimenea prendida, observando una intempestiva tormenta nocturna. Desde pequena supo que no era una persona demasiado comun. Las diferencias con su hermana mayor, Bernice, eran del todo evidentes. A Bernice le gustaba jugar con munecas, a Margot con las plantas. Bernice deseaba salir a pasear, ella preferia leer un libro. Su hermana pintaba de modo fascinante, ella podia cocinar un rico bizcocho de chocolate. Por descontado que todo lo que Bernice hacia, era elogiado y aceptado por sus padres, los condes de Burst. No asi lo que Margot llevaba a cabo. Se sentia extrana en su casa, con su propia familia. No encajaba. Esas diferencias tan manifiestas que ambas hermanas tenian, la colocaban a ella, a Margot, en una posicion delicada. Mas, cuando la belleza que una dama debia tener para conseguir a un buen partido, habia recaido casi por completo en Bernice. Se habia conformado con ser <>. En efecto, todo en Margot era un problema de proporciones biblicas. No sabia como lo hacia, pero siempre conseguia estar en el momento menos oportuno y en el lugar poco adecuado. Su caracter tierno y docil la ayudaba a sobrellevar ciertas cosas que desde un punto de vista exterior eran bastante injustas. Se consideraba a si misma bastante confiada. Con dieciocho anos recien cumplidos, Margot no tenia miedo mas que a una cosa: la ira de su hermana. Bernice era demasiado... demasiado... demasiado... !todo! Ademas de ser perfecta, su hermana mayor siempre buscaba molestarla. No entendia muy bien el motivo. Tal vez la disputa viniese por aquella muneca que le regalo tia Theodora. Bernice considero que la de Margot era mas bonita y a partir de ahi, las cosas cambiaron. Margot sacudio la cabeza para negar. No creia que aquella muneca comenzase la historia compleja que se producia entre las hermanas. Bueno. Si, era cierto que Theodora solia tener una especial inclinacion por Margot, pero en cuanto Bernice supo ganarse a la tia, la cosa cambio por completo. Tanto mudaron los afectos de la tia solterona Theodora, que el viaje por Europa que le habia prometido a Margot, le fue concedido a Bernice. No importaba. Margot estaba mas que satisfecha por la tranquilidad sosegada que reinaba en la finca de campo. Bernice llevaba fuera cerca de ocho meses y, aunque estaba feo decirlo, habian sido los mejores de toda su existencia. Y no solo por este motivo. Su felicidad era plena porque, aunque refunfuno un poco por ese viaje del que finalmente habia gozado su hermana, !ella iba a casarse! Margot estaba entusiasmada. Bernice contaba sobre sus espaldas dos temporadas y pese a ser toda una beldad, no habia conseguido una propuesta aceptable. Tambien era cierto que su perfecta hermana, con sus medidas adecuadas, sus preciosos ojos azules y ese cabello del color del oro mas claro, rechazo a todos y cada uno de los pretendientes que llegaron hasta su puerta porque no los consideraba apropiados. Bien. Por una vez ganaria a Bernice en ese juego de competencia que su hermana mayor instauro entre ellas. Margot se casaba con un hombre sin haber disfrutado de ninguna temporada y sin haber salido del campo para encontrarlo. La joven se miro al espejo. Fuera de la sombra que proyectaba su hermana, parecia que habia florecido timidamente. Compuso una sonrisa triunfal llena de ilusion y esperanza. Coloco un mechon de pelo rebelde que se habia salido de su lugar. Su cabello no era tan ostentoso como el de Bernice, pero era del color adecuado: dorado como los rayos del sol. Sus ojos no tenian tampoco el tono tan claro como el de la hija mayor del conde de Burst, pero eran azulados, mas bien grises, como un dia nublado. El mayor de los problemas era su alzada. Con apenas un metro cincuenta y siete de estatura era bastante baja, pero deseaba pensar que su intelecto, ese que nutria con una buena lectura, compensaba con creces su talla. Bernice le sacaba casi cabeza y media... La fortuna dio gran parte de la belleza de la familia a su hermana, a ella la bendijo con bastantes pecas en buena parte de su cuerpo. No estaba bien visto que las manchas echasen a perder el tono lechoso de piel. Habia probado todo tipo de remedios para aplicarse: como los tonicos con limon, banarse en leche de burra como hacia Cleopatra... Sus pecas no deseaban marcharse y a ella ya no le importaba porque el hombre que le habia preguntado si deseaba casarse con el decia que eran encantadoras. Margot suspiro de plena felicidad. Estaba completamente enamorada de el. Era sencillamente maravilloso, ideal, perfecto, atento, apuesto, con buenos modales, rico, con titulo y su padre lo aprobaba por completo. David Clarke, conde de Luxor, tenia veinticuatro anos y la adoraba al igual que hacia ella. Era el vecino que habia comprado la propiedad adyacente a la de lord Burst y cuando David llego a casa para presentarse... fue un cuento de hadas, se miraron a los ojos y saltaron chispas. Margot nunca fue muy dada a creer en enamoramientos, pero lo que sintio al principio por el, no fue nada en comparacion con lo que siguio tras esos seis meses en los que se habian conocido y hecho grandes amigos. Y entonces llego un contacto que ella consideraba divino. Los labios de el la rozaron un momento con timidez y todo su cuerpo temblo. Habian salido a montar y cuando la ayudo a bajar del caballo a mitad de la cabalgata, el no pudo resistirse, segun le habia dicho. Estaban prometidos en secreto, porque solo faltaba que David hablase con su padre y la cosa quedaria lista para sentencia. Nunca creyo que encontrar el amor resultase tan sumamente facil. !Ni siquiera lo habia buscado! Pero era deliciosamente perturbador imaginarse viviendo la nueva vida que pronto iniciaria. Tendria un esposo, es decir, todo con lo que una joven dama casadera suena desde que deja de hacerse las trenzas. Dirigiria su casa y seria amable con sus sirvientes porque eso iba con el caracter dulce que Margot tenia. Le daria muchos hijos, tantos como Dios quisiera enviarles y seria la mejor esposa de todo Londres. No, de todo el planeta. Colmaria a su esposo con tanto amor que nunca dejaria de sentirse querido. Si. Eso haria. Seria la perfecta esposa para el conde de Luxor. David. Todavia recordaba el instante en el que el la invito a usar su nombre de pila. Le parecio un acercamiento tan intimo que no supo como reaccionar. Se puso tan colorada que sus mofletes hablaron por ella ante esa invitacion. El le acaricio la mejilla y le dijo que la encontraba adorable. Antes de salir de la habitacion, cogio un sencillo sombrero de paja y se marcho en direccion al riachuelo. David deseaba hablar con ella de manera privada y la habia citado alli despues del desayuno. El lugar al que se dirigia estaba a unos veinte minutos de la casa y ese tiempo le sirvio para sentir una expectacion increible. Conforme se acercaba hasta el punto de encuentro, lo veia cada vez de forma mas nitida. El se habia quitado el sombrero y lo portaba entre las manos. El cabello negro se movia por el ligero viento que se habia levantado. En cuanto la diviso, le otorgo una brillante sonrisa que la deslumbro con la blancura de sus perfectos dientes. Sus ojos eran tan verdes, como la hierba mas fresca. !Era tan apuesto! --Margot... --Cada vez que el pronunciaba su nombre su corazon se estremecia. ?Se podia morir de puro amor? La joven comenzaba a pensar que si. --David... --Consiguio decir antes de que el se abalanzase para abrazarla. Las rodillas le temblaron. El se obligo a despegarse de ella. La miro con verdadera adoracion. Los ojos de ambos estaban en sintonia. Se sonrieron como dos jovenes absolutamente embelesados. --Te amo, Margot. Mas de lo que imagine que amaria a cualquier mujer. Eres perfecta para ser mi esposa. ?Lo seras, verdad? --El conde le acaricio la mejilla en un gesto muy tentativo lleno de nerviosismo. Ella sintio mil mariposas revolotear en su estomago. Era la primera vez que el le confesaba sus sentimientos de forma tan efusiva. --Por supuesto que si --respondio la rubia, sin apice de duda. Era el hombre mas apuesto, atento y perfecto que jamas penso que podria tener. --Margot... --La volvio a abrazar con intensidad--, me vuelves loco. Cuando no estoy contigo pienso en ti a todas horas. No se que tienes, pero me haces sentir como un animal... David la solto de improviso como si quemase. El se giro de pronto. --?Que te sucede? --inquirio ella sorprendida por el supuesto rechazo. --Tu me sucedes. Te deseo tanto que me duele --dijo de un modo agonico. --?Como puedo hacer eso? --Margot se acerco para tocar su hombro a fin de que el se diera la vuelta. La mirada de ambos estuvo nuevamente conectada. El le acaricio la mejilla una vez mas.--Debo marcharme. Mi tio esta enfermo y no se cuando regresare. --!Oh! Lo siento mucho. ?Cuando te marchas? --La noticia le habia sentado como un jarro de agua fria, pero comprendia que era necesario que el atendiera sus asuntos familiares. --Esta tarde. Deseaba hablar con tu padre antes de marcharme, pero cuando he ido en su busca, el mayordomo me ha informado que ha partido a Londres. --En verdad esto habia sido un contratiempo a sus planes. --Si, el conde se ha marchado. ?Has estado en casa esta manana? --pregunto con extraneza, pues no le dijo nada de su visita. El cabeceo afirmativamente. --He ido con la unica idea de cerrar nuestro compromiso lo antes posible... --Su tono de voz sono extrano. Con un deje de tristeza. Margot le sonrio. --En mi corazon no hay lugar para otro que no seas tu --trato de tranquilizarlo--. Por lo que a mi respecta, eres mi prometido. David le devolvio la sonrisa y ella percibio que el se tranquilizaba. --?Tu padre me aceptara? --inquirio con nerviosismo contenido. Ella se rio con ligereza. --?Un conde, joven, apuesto, rico y que declara su amor por su hija? Estoy segura de que padre te aceptara por completo. --Al menos asi lo esperaba, porque lord Burst no podia poner ningun impedimento. --Es un hombre muy serio. Parece inaccesible. --A David no le gustaba demasiado la actitud de ese hombre, en especial, con relacion a su hija. --Lo es con todo el mundo. No solo contigo. Le preocupa el condado, su titulo y sus negocios --puntualizo. Margot era su propia sangre y creia que, si la hija de la cocinera se hiciera pasar por ella, ni lord ni lady Burst se darian cuenta del engano. --Yo... deseaba haber hablado con tu padre antes de irme y pedirle sus bendiciones porque... --La frase quedo suspendida en el aire. Margot lo vio excesivamente inquieto, y por norma general, David era un hombre muy civilizado y tranquilo. --Sea lo que sea que ocurra, puedes contar conmigo siempre. --En un gesto de audacia, Margot se puso de puntillas y le dio un ligero y suave beso en los labios. David la sostuvo un instante entre sus brazos. --Te deseo, Margot. Se mia --pidio, mientras acercaba su entrepierna al cuerpo femenino para dejar claro lo que en verdad estaba demandando. Margot sintio el pinchazo de su hombria. Se sofoco, pues sabia que el estaba en un estado que antes nunca habia sido tan patente. Su zona intima se sentia dura y ella diria que incluso palpitante. Trago saliva con fuerza y lo miro con intensidad a los ojos. Vio el deseo de el ahi reflejado. --Yo... yo soy tuya... --dijo sin ser demasiado consciente de las implicaciones de su aseveracion. --No. No lo entiendes. Yo deseaba hablar con tu padre para poder sellar nuestro compromiso y poder... Yo... --Le toco el turno a el de tragar saliva--. Margot, deseo tomarte como mi mujer. Aqui y ahora. Te deseo y no puedo esperar mas. Si no te tengo, me volvere loco. He tratado de contenerme. Ya no lo soporto mas. Saber que estare unas semanas lejos de ti... Deseo llevar conmigo tu recuerdo siendo mia para que nada nos separe jamas. Margot bajo la mirada al suelo. Estaba azorada. Si. En estos instantes comprendia perfectamente lo que el estaba demandando. Una joven solo tenia su reputacion. Era la leyenda que la condesa le recitaba casi a diario, mas cuando David comenzo a dar muestras de interes por ella. Una joven mancillada fuera del matrimonio no sobrevivia al ostracismo. --David... yo no... --comenzo a titubear. --No. No digas nada. Lo se. Estoy siendo demasiado egoista. No tengo derecho a pedirte nada. No contestes. Podre esperar... --Margot lo vio totalmente desesperado en su explicacion. Se sintio miserable por haberlo hecho sufrir con su intento de negativa. --David, comprendo que tu... En fin, eres un hombre y que yo... Yo sere tu esposa. Creo que mi deber... Es decir, yo... Te amo. --Consiguio decir entre los balbuceos. --?Me amas? --Abrio los ojos lleno de jubilo por la declaracion. Esa muchacha era pura luz y el deseaba quedarse ciego por su mirada. --Con todo mi ser. Creo que eres el mejor hombre que conoci, conozco y conocere. Estoy muy agradecida de que te interesases por mi. --?Como no iba a hacerlo? Eres todo candor, inocencia. Ademas, posees una inteligencia excepcional. Todo ello, sin olvidar esos preciosos ojos que tanto me impresionaron cuando te conoci. Creo que eres la mujer perfecta. --El coloco su nariz pegada a la femenina--. Puedo esperar si es lo que deseas. Lo hare, aunque ello me cueste horrores. --Emitio una carcajada carente de humor--. Solo es que necesitaba hacerte el amor de modo desesperado. Lo siento, Margot. No debi haberlo pedido. Me disculpo. Cuando estemos casados... Margot inhalo una bocanada de aire fresco. --Deseo que me hagas el amor, David... Ahora --susurro la ultima palabra por lo bajo mientras su mirada caia al suelo. --Margot... --David sintio que el cielo se habia abierto ante sus ojos. Desde que la habia visto, solo fantaseaba con tumbarla sobre su espalda y... Y eso fue justo lo que hizo en cuanto obtuvo la aprobacion de esa maravillosa mujer. Le acaricio unos breves minutos los incipientes senos, y a continuacion la ayudo a acomodarse sobre la mullida hierba. David se coloco sobre ella mientras se desabrochaba la presilla del pantalon. Le subio la falda y hurgo entre su ropa interior. --Mi amor. Mi amor... me has hecho el hombre mas feliz del mundo --le dijo al tiempo que llevaba su miembro hasta el interior de ella. Le costo atinar el tiro, pero al tercer intento, una vez que su virilidad se apoyo en su abertura, consiguio meterse de una embestida hasta el final de su cueva. Margot no grito. Pudo contener la furia del dolor que nacio en su ser. No asi, consiguio refrenar sus lagrimas. El siguio embistiendo sin saber la laceracion que habia provocado. La rubia cerro los ojos. Sabia que dolia. Su hermana habia hablado de ello en alguna ocasion con sus amigas casadas y la habia escuchado decir que cuando un hombre yacia con una mujer el dolor era insoportable. Ya tenia la confirmacion. Deseaba gritar, pero no podia. No debia hacerlo. El seria su esposo y ella le serviria en todo cuanto precisase. La labor de una mujer era mantener satisfecho, feliz y contento a su marido. Ella habia aceptado la proposicion de el y comenzaria de inmediato a demostrarle su valia. En lo que fueron tres minutos, un rugido profundo acallo el canto de los pajaros. Margot percibio unas palpitaciones en su interior al tiempo que algo calido se vertia dentro. David se quedo laxo sobre el cuerpo de ella. Su cabeza se apoyo sobre su clavicula un momento. Margot no se atrevia a decir nada. Tan solo queria que el se retirase. Y parecio leerle la mente, porque David se movio de inmediato y se incorporo. Vio la sangre de la mujer a la que pretendia desposar en su virilidad y sonrio. --Eres mia, Margot. Mia para siempre. --Se acomodo sus partes y la ayudo a incorporarse. Se fijo en la humedad que todavia tenia en sus mejillas--. No llores, preciosa mia. Has perdido tu virginidad, pero no has de temer nada. Te he prometido que me casare contigo y lo haremos pronto. ?Podras esperar, Margot? Ante las palabras de promesa, ella sintio que su herida intima se acallaba. La esperanza renacio de nuevo. Habia obrado correctamente. --Si. Lo hare. Te amo, David. Entonces el le dio otro beso calido y la abrazo con fuerza. --Esperame, Margot. Pronto seras mi esposa. Con el juramento de un amor que acaba de sellarse, el conde de Luxor se marcho de alli mirando atras a cada rato. Margot era dulce, era sensata, era todo cuanto podia desear un hombre que buscase una buena esposa. Y con el corazon lleno de amor y rebosante de felicidad, la joven Margot llego a su casa sobre un monton de nubes que le indicaban que seguia sonando. Pero no todos los suenos eran dulces. Habia pesadillas que comenzaban de la manera mas natural. Margot en su ingenuidad y falta de lecciones sobre la vida y los hombres, no se ocupo de esconder la prueba de su delito. La doncella encontro sangre en sus enaguas y de inmediato dio parte a la condesa. Y todo comenzo a ir de mal en peor... Asi fue como su hermana Bernice amanecio en casa a la semana siguiente y tia Theodora se llevo con ella a Margot, a la espera de saber si lo que la joven habia hecho, presumiblemente con algun trabajador de la casa, daba sus frutos. Para suerte de Margot, su hermana no llego a enterarse del motivo de su precipitada marcha de la finca familiar. Pese a que la segunda hija de lord y lady Burst imploro un poco de tiempo para explicar la situacion, nadie le hizo caso. Para sus padres, ella habia cometido el peor de los delitos y no merecia mas que una reclusion en un lugar donde no pudiera hacer gala de su caracter licencioso y reprochable. Y los dias se convirtieron en semanas, estas en meses y cuando cumplio los veintidos anos, al fin tuvo las ansiadas noticias que nunca llegaron mientras residia con su tia lejos de sus padres. Cuatro anos de soledad, donde las penas habian sido mas que las alegrias. Pero habia llegado el momento de respirar libertad. Sentia retirarse el yugo que anos atras colocaron sobre su cuello. David al fin la habia encontrado. Libre. Seria libre al fin y con el hombre que tanto habia amado. Su cuento de hadas comenzaba una vez mas y esta vez, nadie podria evitar que Margot Kidder alcanzase la felicidad que le habian robado durante cuatro largos anos. Y con ese pensamiento en la mente, nada mas llego a Londres se dio cuenta de que la pesadilla no habia hecho mas que comenzar.

  • La boda de Rachel Chu de Kevin Kwan

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    La vispera de su boda con Nicholas Young, heredero de una de las grandes fortunas asiaticas, Rachel deberia sentirse feliz. Tiene un diamante sin igual, un vestido de novia de ensueno y un novio que esta dispuesto a ignorar a sus entrometidos familiares y a renunciar a su fortuna con tal de casarse con ella. Sin embargo, a Rachel le entristece la ausencia de su padre biologico, al que nunca conocio. Cuando un fortuito accidente le revela su identidad, Rachel se ve inmersa de repente en el fastuoso esplendor de la alta sociedad de Shanghai. En ese mundo de lujo desmedido conocera a Carlton, un chico malo con tendencia a estrellar Ferraris; a Colette, una celebrityde las redes sociales perseguida por enfervorecidos paparazzi, y al hombre al que Rachel ha estado esperando toda su vida: su padre.

  • Gorrion rojo de Jason Matthews

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    Un thriller magistral al mas puro estilo James Bond cuyo autor ha sido agente de la CIA durante 36 anos
    La oficial Dominika Egorova es un “gorrion” (una especie de cortesana en la inteligencia de la Rusia postsovietica) que debera operar contra Nathaniel Nash, un joven y ambicioso agente de la CIA entrenado para infiltrarse en el espionaje ruso. Pero ambos se enamoraran y pondran en peligro sus carreras y la seguridad del topo mas valioso de Estados Unidos. Buscando venganza contra sus desalmados jefes, Dominika se dejara reclutar por la CIA y entrara en un perverso juego que desembocara en un climax electrizante.

    En marzo de 2018, la FOX estrena en cines Gorrion rojo, pelicula basada en el libro y protagonizada por Jennifer Lawrence y Jeremy Irons.

  • Cinco dias que estremecieron al mundo de Nicholas Best

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    Pocos episodios han conmocionado mas al mundo que los cinco dias que, a finales de abril de 1945, se iniciaron con el asesinato de Mussolini y terminaron con la noticia de que Hitler se habia suicidado en su bunker de Berlin. Toda clase de personas, algunas famosas en aquel momento, otras, en un futuro, han recordado exactamente donde estaban y que hacian esos dias: el futuro papa Benedicto habia desertado de la Wehrmacht, Audrey Hepburn estaba en Holanda, feliz por haber escapado a su encierro en un burdel de la Wehrmacht, Roman Polanski vivia practicamente como un nino salvaje por las calles de Cracovia,

  • La casa que ame de Tatiana De Rosnay

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    Querido: Puedo oir como suben por nuestra calle. Es un rugido extrano, amenazante; sacudidas y golpes. El suelo tiembla bajo mis pies. Tambien oigo los gritos, unas voces masculinas, altas, excitadas, el relincho de los caballos y el martilleo de sus casas. El rumor de una batalla, como aquel terrible mes de julio tan caluroso en el que nacio nuestra hija, aquella hora sangrienta en la que la ciudad se erizo de barricadas. Hay nubes de polvo sofocantes, un humo agrio, tierra y escombros. Le escribo estas letras sentada en la cocina vacia. La semana pasada embalaron los muebles y los enviaron a Tours, a casa de Violette. Dejaron la mesa, era demasiado voluminosa, tambien la cocina de esmalte, muy pesada. Tenian mucha prisa y yo no pude soportar el espectaculo. Aborreci cada minuto. La casa despojada de todos sus enseres en un brevisimo instante. Su casa, la que usted pensaba que se salvaria. !Ay, amor mio! No tema, yo no me marchare jamas. Por las mananas, el sol se cuela en la cocina, eso siempre me ha gustado. Pero hoy, esta cocina, sin Mariette apresurada, con la cara enrojecida por el calor de la estufa, y sin Germaine refunfunando mientras se recompone los rizos que se le escapan del mono prieto, es un lugar muy lugubre. Con un ligero esfuerzo, casi puedo oler las bocanadas de humo del ragu de Mariette, que tejian lentamente una apetitosa redecilla por la casa. Nuestra cocina, antano llena de alegria, esta triste y desnuda, le faltan las cazuelas y las ollas resplandecientes, las hierbas, las especias en sus tarritos de cristal, las verduras frescas del mercado y el pan caliente en la panera. Recuerdo el dia que llego la carta, el ano pasado, un viernes por la manana. Yo leia Le Petit Journal junto a la ventana del salon, mientras tomaba un te. Siempre me ha gustado ese momento apacible, antes de que comience el ajetreo diario. No era nuestro cartero habitual. A ese, no lo habia visto nunca. Un hombreton grande y huesudo, con una gorra de plato verde que le cubria el pelo de lino. Llevaba una bata de color azul con el cuello rojo que parecia demasiado ancha para el. Vi como se llevaba una mano agil a la gorra y entregaba el correo a Germaine. Luego desaparecio y lo oi silbar bajito mientras seguia su ruta por la calle. Despues de dar un sorbo al te, volvi al periodico. Aquellos ultimos meses, la Exposicion Universal estaba en boca de todos. Siete mil extranjeros invadian los bulevares todos los dias. Una voragine de invitados de prestigio: Alejandro II de Rusia, Bismarck, el vicerrey de Egipto. !Que triunfo para nuestro emperador! Distingui los pasos de Germaine en la escalera y el frufru de su vestido. Es raro que yo reciba correo. Generalmente, una carta de mi hija, cuando considera que tiene que mostrarse atenta, o de mi yerno por la misma razon. A veces, una postal de mi hermano Emile o de la baronesa de Vresse, desde Biarritz, junto al mar, donde pasa los veranos. Eso sin contar los recibos e impuestos esporadicos. Aquella manana, me fije en el sobre blanco y largo. Le di la vuelta: <> y mi nombre en grandes letras negras. Lo abri. Las palabras se distinguian claramente, pero no pude comprenderlas. No obstante, tenia las gafas bien sujetas en la punta de la nariz. Me temblaban tanto las manos que tuve que dejar la hoja en las rodillas y respirar profundamente. Cogi de nuevo la carta y me obligue a leerla. --?Que ocurre, senora Rose? --gimio Germaine. Debia de haber visto mi expresion. Meti la carta en el sobre, me levante y me alise la falda con las palmas de las manos. Un bonito vestido de color azul oscuro, con el numero justo de volantes para una senora mayor como yo. Usted lo habria aprobado. Tambien recuerdo el calzado que llevaba puesto, unas simples zapatillas, suaves y femeninas, y recuerdo el grito que solto Germaine cuando le explique lo que decia la carta. Mas tarde, mucho mas tarde, sola en nuestra habitacion, me derrumbe encima de la cama. Por mas que supiera que aquello podia suceder en cualquier momento, la impresion fue terrible. Entonces, mientras todos los de la casa dormian, cogi una vela y el plano de la ciudad que le gustaba observar. Lo desplegue encima de la mesa del comedor y tuve cuidado de no verter cera caliente encima. Si, veia la progresion inexorable de la calle Rennes, que surgia derecha hacia nosotros desde la estacion del ferrocarril de Montparnasse, y del bulevar Saint-Germain, ese monstruo hambriento, reptando hacia el oeste desde el rio. Con dos dedos temblorosos, segui el rastro hasta donde se unen. Exactamente en nuestra calle. Si, nuestra calle. En la cocina reina un frio glacial, tengo que bajar a buscar un chal y tambien unos guantes, pero solo para la mano izquierda, porque con la derecha quiero seguir escribiendole. Hace unos quince anos, cuando nombraron al prefecto, usted se mofaba: <>. Luego supimos lo que iba a ocurrir con la casa de mi hermano Emile, pero usted seguia sin tener miedo: <>. A menudo voy a sentarme a la iglesia, tranquila y apacible, para pensar en usted. Ahora hace diez anos que murio, pero para mi es como si hubiera pasado un siglo. Contemplo los pilares y los frescos, recien restaurados, y rezo. El padre Levasque se acerca a mi y cuchicheamos en la penumbra. --!Senora Rose, hara falta mas que un prefecto o un emperador para amenazar nuestro barrio! Childeberto, rey merovingio y fundador de esta iglesia, vela por su creacion como una madre por su hijo. Al padre Levasque le gusta recordarme cuantas veces se ha saqueado, destrozado, quemado y arrasado la iglesia desde la epoca de los normandos, en el siglo IX. En tres ocasiones, creo. Amor mio, que equivocado estaba. La iglesia se salvara, pero nuestra casa no. La casa que tanto amaba usted. Capitulo 2 El dia que recibi la carta, el senor Zamaretti, el librero, y Alexandrine, la florista, que habian recibido el mismo correo de la prefectura, subieron a visitarme. No se atrevian a mirarme a los ojos. Sabian que a ellos no les resultaria tan terrible; siempre habria un hueco en la ciudad para un librero y una florista. Pero sin la renta de los locales comerciales, ?como llegaria yo a fin de mes? Soy su viuda y sigo alquilando los dos locales que me pertenecen, uno a Alexandrine y el otro al senor Zamaretti; como lo hacia usted, como lo hizo su padre antes que usted, y el padre de su padre. Un panico frenetico se apodero de nuestra callejuela, que no tardo en llenarse del bullicio de todos los vecinos, carta en mano. !Que espectaculo! Todo el mundo parecia haber salido de sus casas y todos vociferaban, hasta la calle Sainte-Marguerite: el senor Jubert, el de la imprenta, con el delantal manchado de tinta, y la senora Godfin, de pie en el umbral de su herboristeria. Tambien estaba el senor Bougrelle, el encuadernador, fumando en pipa. La picaruela senorita Vazembert, la de la merceria (usted no la conocio, alabado sea el Senor), iba y venia por la acera, como pavoneandose, con un mirinaque nuevo. Nuestra encantadora vecina, la senora Barou, me dedico una gran sonrisa cuando me vio, pero me di cuenta de lo desesperada que se sentia. El chocolatero, el senor Monthier, era un mar de lagrimas. El senor Helder, el propietario de ese restaurante que tanto le gustaba a usted, Chez Paulette, se mordia nervioso el labio, lo que le agitaba el poblado bigote. Yo llevaba puesto un sombrero, nunca salgo sin el, pero, con las prisas, muchos olvidaron el suyo. El mono de la senora Paccard amenazaba con desmoronarse cuando meneaba con furia la cabeza. El doctor Nonant, tambien con la cabeza descubierta, agitaba el dedo indice rabioso. El senor Horace, el tabernero, consiguio que se le oyera entre el tumulto. Desde que usted nos dejo, el sigue siendo el mismo. Quiza tenga el pelo rizado algo mas gris y su panza haya adquirido una pizca de volumen; sin embargo, sus maneras estridentes y la risa sonora no se han debilitado. Sus ojos, negros como el carbon, echan chispas. --Senoras y senores, ?que hacen chismorreando a voz en grito? ?De que nos servira eso? Les invito a una ronda a todos, !tambien a los que no frecuentan mi antro! Por supuesto, se referia a Alexandrine, la florista, a quien le repugna la bebida. Un dia me conto que su padre habia muerto alcoholico.

  • Heridas del pasado (Recuerdos 2) de Chris Razo

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    Las heridas del pasado son las mas dificiles de curar.
    A veces, enfrentandonos al dolor, somos capaces de volver a vivir.

  • Alas de confianza (Edentown 10) de Annabeth Berkley

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    Nora Reaves miraba orgullosa la fachada de la casa que habia comprado en Edentown. Tenia toda la confianza y la ilusion puesta en su nuevo hogar y en la reciente oportunidad que se habia dado a si misma para empezar de nuevo. Sus ojos azules brillaban iluminando aun mas su sonrisa Miro a su amiga que estaba junto a ella, como siempre que daba un paso adelante en la vida. Shelby Payne le cogio la mano en senal de apoyo. Su alegria y sonrisa eran sinceras. --Todo ira genial a partir de ahora, ya lo veras --le susurro Shelby--. Me alegro muchisimo de que estes aqui. Nora asintio con un suspiro de esperanza. Tomar la decision de salir de Nueva York no habia sido facil. Estaba acostumbrada a la seguridad que le daba su apartamento, a lo cerca que estaba la editorial que publicaba sus libros y a la proximidad del instituto de su hijo, pero nada de eso le habia proporcionado esa tranquilidad que tanto buscaba y que habia perdido desde que Doug comenzara las clases. Su complicada edad adolescente y los pesimos companeros que habia elegido como amigos le habian obligado a dar el paso de irse de la ciudad por miedo a que las cosas fueran peor de lo que ya estaban yendo. --Si --le respondio, reafirmando su decision--. Estoy segura de que todo ira bien aqui. --Esto es una mierda --exclamo un malhumorado adolescente rubio, de ojos tan azules como los de su madre, situandose a su lado. Las dos amigas miraron al chico que habia terminado de dar la vuelta a la casa seguido de Scott, el hijo de Shelby, de ocho anos y fiel escudero del que consideraba su primo. --?Como pudiste comprar esta casa? Es una casa de viejos --siguio refunfunando. Megan Saint James, la duena de la inmobiliaria a traves de la que habia hecho todas las gestiones, llegaba justo en ese momento con las llaves en la mano y uno de sus habituales vestidos largos y vaporosos que no disimulaba su avanzado estado de gestacion. --Tienes toda la razon --comento despreocupada por la queja del joven--, pero asi podras dejar la habitacion a tu gusto tras la reforma. Hola, chicas --le tendio las llaves a Nora--. Ahora si que es oficial, bienvenida a Edentown. Nora sonrio a Megan. La habia conocido en alguna de sus anteriores visitas a Shelby, y habia visto la casa con ella poco despues del fallecimiento de su anterior propietaria, madre de la administrativa del alcalde. Cogio las llaves y todos juntos fueron hacia la puerta. Ya sabia que a Doug no le habia gustado la idea de la mudanza. Se lo habia dejado claro muchas veces. Tambien suponia que no se lo iba a poner facil, aunque estuviera muy unido a Scott, pero queria pensar que solo duraria un tiempo y luego volveria a ser el nino carinoso y respetuoso que siempre habia sido. Doug tenia razon. El interior de la casa, aunque se veia limpio y cuidado, estaba muy pasado de moda y bastante abarrotado de muebles oscuros y voluminosos. --Todo esta sin tocar desde que Gertrud fallecio, ya te conte --les explico Megan abriendo las ventanas del salon para airearlo--. En menos de media hora vendra la empresa que Erin contrato para desocuparla totalmente. A primera hora de la tarde podras hacerte mejor una idea de como puede quedar. El agua y la luz no se dieron de baja, asi que no tendras problemas para instalarte cuando quieras. Nora asintio con una sonrisa. Habia seguido un impulso comprandola en cuanto Shelby le habia hablado de la posibilidad, sin dar opcion siquiera a que saliera a la venta y habia aprovechado para verla muy fugazmente en una anterior visita a su amiga. Pocas veces solia dejarse llevar por impulsos en las decisiones importantes, pero en ese momento lo habia visto como un regalo del cielo. El salon le parecia un poco pequeno, aunque junto a el habia una pequena habitacion que servia de trastero o de almacen y supuso que podria unirlos. Lo mismo haria con la cocina que pese a estar recogida y despejada, se veia tremendamente antigua. --?Quieres que avise a Cameron para que te haga la reforma? Supongo que querras hacer obras y Cameron trabaja muy bien. --Perfecto --acepto Nora, confiada y agradecida apoyando la mano en una de las paredes--. Si tiro esta pared podre comunicar la cocina y el salon --comento, ilusionada con la obra. --Cameron te resolvera cualquier duda --le aseguro Megan llevandose la mano a su abultado vientre. --?Te encuentras bien? --le pregunto Shelby. --Si, si --le respondio Megan--. Ha debido despertarse y se esta estirando. Las dos amigas sonrieron. Para ellas quedaban muy lejanos sus embarazos. Shelby se llevo la mano a su vientre y Nora la miro sorprendida, pero sin decirle nada. Subieron al piso superior donde habia solo un cuarto de bano y cinco dormitorios no muy grandes. Uno de ellos estaba lleno de posters antiguos, banderines de un equipo de beisbol y pompones de animadora. --Ya tengo ganas de empezar con las obras --les confeso Nora--. Quiza se pueda tirar alguna de estas paredes. Siempre he querido un vestidor con acceso desde mi dormitorio. --Pero si no tienes tanta ropa --le comento Shelby. Nora hizo una mueca. Llevaba tanto tiempo trabajando desde casa que su guardarropa dejaba mucho que desear. Mallas, leggins, camisetas, sudaderas y solo un par de vestidos que se habia comprado para salir con Stuart, el hermano de su editor, que habia sido su ultima y fracasada relacion. --Eso va a cambiar. Ahora los jueves acudire a las exposiciones esas que se hacen frente a la pizzeria o ire al Shamrock alguna vez. --?Cual sera mi habitacion? --le pregunto Doug entrando y saliendo de todas ellas con una mueca despectiva. --La que tu quieras, Doug, cuando el senor Cameron venga le puedes pedir que te haga lo que quieras en ella. --Con que me ponga conexion wifi me vale --le respondio--. Esto es una mierda. No se por que hemos venido aqui. Nora lo miro enarcando una ceja, amenazadora. --?Quieres que te repita las razones? Doug miro desafiante a su madre y luego bajo la mirada. No queria que Shelby las conociera, aunque sospechaba que las sabia pese a que no le habia dicho nada al respecto. --Vamonos abajo --le dijo a Scott. --Adolescentes --sonrio Megan justificando sus comentarios negativos. --Ya te tocara --suspiro Nora--. Sera mejor que nos vayamos y volvamos cuando este la casa vacia despues de comer. ?Puedes decirle al senor Cameron que venga a las cuatro? Megan sonrio. --Es solo Cameron, Cameron Lawrence --la corrigio mientras bajaban las escaleras--. Se lo dire y no creo que tenga ningun problema. Le dare tu telefono por si acaso. Nora se lo agradecio y siguio a las dos jovenes, satisfecha ante las nuevas perspectivas que la decision que habia tomado le ofrecia. Cuando Nora llego por la tarde a su nueva casa la encontro totalmente vacia y su aspecto le gusto todavia mas. Habia manchas en el papel de las paredes donde se habian apoyado los muebles, pero todo parecia mas amplio y limpio. Lamento que Doug se hubiera quedado en casa de Shelby, porque seguro que le hubiera gustado mas que antes verla asi. Volvio a recorrerla emocionada. Tenia muy buen presentimiento con respecto a esa mudanza. Confiaba en que todo cambiara para ellos. O por lo menos eso esperaba que sucediera. Queria volver a tener esa relacion de cordialidad que tenia con su hijo y que habia perdido desde que el empezo el instituto. Todo entre ellos se habia enfriado y tensado cada vez mas. Doug nunca habia sido muy influenciable, pero juntarse con los mas gamberros del instituto habia sido devastador, por lo menos para la relacion entre ambos. Ella lo achacaba a la falta de una figura paterna a la que imitar, y, por esa razon, se habia animado a salir con Stuart, despues de muchisimos anos sola, pero no habia funcionado. Ni siquiera habian pasado de la tercera cita. Nunca habia tenido suerte en el amor. Su novio en la universidad y padre de Doug se desentendio de ambos en cuanto supo del embarazo, y desde entonces ella no habia vuelto a abrir su corazon a nadie mas. Habia salido alguna vez con algun otro hombre, pero para ella lo unico que le importaba era su hijo, y que el estuviera bien atendido. Sus padres tambien le volvieron la espalda tras la noticia de su embarazo y habia tenido que dejar los estudios y ponerse a trabajar desde ese momento para que ni a su hijo ni a ella les faltara nada. Durante ese ultimo trimestre habia cursado la asignatura de literatura, algo que siempre le habia gustado, y en sus pocas horas libres habia empezado a escribir pequenos relatos. Con el apoyo incondicional de Shelby, companera de clase por entonces, se habia decidido a contactar con algunas editoriales y despues de un tiempo, mucho trabajo duro y bastantes noches en vela, habia conseguido vivir de sus novelas muy bien. Ahora solo rezaba para que su hijo se adaptara sin mayores problemas al instituto, aunque probablemente perdiera ese ano por sus bajas calificaciones. Sonrio al abrir uno de los dormitorios pequenos del piso superior. Quiza pudiera conseguir ese vestidor del que estaba decidida a disfrutar. Bajo al salon. Tenia muchas ganas de empezar con la obra. Vio junto a la puerta una esquina despegada del papel de la pared y no pudo evitar la tentacion de cogerla y tirar con fuerza para comenzar a quitarlo. La satisfaccion que sintio mientras lo hacia era indescriptible. Ilusion, satisfaccion, esperanza... dio un fuerte tiron. --Joder --exclamo malhumorado Cameron Lawrence, que entraba por la puerta en ese momento.

  • Memoria por correspondencia de Emma Reyes

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    En 1969, Emma Reyes envio a un amigo historiador la primera de las 23 cartas en las que le revelaba como habia transcurrido su infancia. Durante mas de tres anos su amigo recibio la correspondencia, leyo los dolorosos recuerdos de la artista y llego a un acuerdo tacito de confidencialidad que solo rompio cuando decidio mostrarle los textos a Gabriel Garcia Marquez, quien animo a Reyes a seguir escribiendo. La correspondencia se mantendria hasta 1997 cuando se escribio la ultima carta del libro. Con una escritura que brilla por su honestidad y por su distanciamiento de lo pretencioso, Reyes describe las adversidades que vivio durante su infancia en Colombia a comienzos del siglo xx, la mayor parte de la cual transcurrio en un convento. Relata sin autocompasion, con inteligencia de adulta pero con ojos de nina, y logra transmitir al lector las mismas sensaciones que ella sintio. Publicado por primera vez en Colombia en 2012 se convirtio en uno de los libros del ano en ese pais, y desde entonces sigue emocionando a cuantos se acercan a el.

  • La vida con un perro es mas feliz de Emilio Ortiz

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    Emilio Ortiz, autor de la novela de exito A traves de mis pequenos ojos, nos sorprende con este libro en el que los perros toman la palabra para contar sus experiencias y su relacion con los humanos.

  • !Tu te lo buscaste! 3, Emma Green de Emma M. Green

    https://gigalibros.com/tu-te-lo-buscaste-3-emma-green.html

  • Checkpoint de Elsa Drucaroff

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    Los cuentos de Elsa Drucaroff invitan a no cerrar los ojos ante lo terrible y al mismo tiempo a no callar lo que esta pasando.

  • El futuro tiene tu nombre de Brenna Watson

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    ?Y si tu marido fuese tu peor enemigo? ?Y si ni siquiera su muerte te librara de el?

  • Noche de Fin de Ano de Nina Klein

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    Laura esta dispuesta a terminar el ano acampada delante de la television, en pijama, tragandose pateticos especiales de Nochevieja. Sus companeros de piso, Mike y Sharon, no son capaces de convencerla para que les acompane a la fiesta de ano nuevo a la que iban a ir juntos y terminan yendose sin ella.
    Hasta que le llega una notificacion de Instagram, la abre y ve una foto de su exnovio con su nuevo amor.
    En la misma fiesta a la que ella iba a ir aquella noche.
    Asi que decide vestirse a toda prisa para presentarse en la fiesta de improviso, justo antes de que den las doce, teniendo solo una cosa en mente: venganza.
    Sin embargo, la noche no terminara exactamente como esperaba.

  • Decisiones Peligrosas (Peligrosa 2) de Nerea Vara

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    Tras enterarse de que su novio la ha enganado, Wendy decide alejarse de todo junto a sus dos mejores amigas, Tiffany y Amy. Viajan hasta Paris. Ella quiere olvidar a Josh como sea, asumir que lo suyo ha terminado. Pero eso sera imposible… En el otro lado del mundo, Josh intenta seguir adelante sin ella. Sabe que no se acosto con Jenna, que todo fue una trampa suya para que Wendy le dejara, pero ella no lo sabe. No quiere contarselo por telefono porque sabe que no le creeria y solo conseguiria alejarla mas de el. Mientras tanto, y con la esperanza de que ella vuelva pronto, Josh tratara de seguir con su vida. Vida que poco a poco va tornandose mas incierta… Su mundo sin ella no funciona, va hundiendose en la oscuridad y no sabe como salir de ahi. Solo quiere que ella vuelva y hara todo lo posible porque asi sea. Wendy es suya, es su chica. Y movera cielo y tierra para recordarselo. Las tentaciones son peligrosas, pero… ?las decisiones? Una mala decision puede cambiar toda tu vida

  • Ahora que ya bailas de Miguel Gane

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    El nuevo poemario del autor de Con tal de verte volar, Miguel Gane.

  • Sigueme de Nisa Arce

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    Mientras avanzaba por la zona VIP de aquella discoteca que habia frecuentado durante los ultimos cuatro meses, Joan se dijo que si bien su vida habia cambiado bastante desde que se marchase a Italia con apenas dieciocho anos, habia algo que permanecia exactamente igual a como lo recordaba de por aquel entonces: el ambiente artificial, sordido y adictivo de los locales nocturnos. Daba igual que el garito se encontrase en Milan o en Madrid, o que estuviera ahi en ese mismo momento en lugar de una decada y media atras, pues la atmosfera era la misma: musica sonando con estruendo por los altavoces; la pista repleta de gente que se giraba para mirarle en cuanto se percataban de su identidad; la llamada de atencion que le enviaba la voz de su conciencia cuando esta le recordo que tenia entrenamiento a la manana siguiente. La acallo y siguio avanzando. Al fondo, hablando con alguien a quien ya le habia presentado y cuyo nombre no recordaba --ni le importaba--, estaba Oscar. Hacia dos semanas que no se veian, exactamente el tiempo que le habia llevado a la plantilla del Juventud cumplir la pretemporada en Estados Unidos. Cinco encuentros amistosos con los principales equipos del futbol estadounidense, cuyo nivel distaba del europeo lo justo como para que las estrellas del balompie, al alcanzar cierta edad, lo contemplasen como opcion para extender un par de anos sus carreras, a fin de seguir compitiendo a un ritmo mucho mas tranquilo del acostumbrado. Joan habia descartado tal opcion, pues lo consideraba prolongar innecesariamente la agonia. El habia decidido retirarse, y punto. Esa seria su ultima temporada en activo, y no habia dia, hora ni minuto en que no se lo recordase. Una marana de pensamientos que solo era capaz de aparcar precisamente cuando estaba con el. O, mejor dicho, cuando se desfogaba con el. --Pero mira quien esta por aqui... --lo saludo Oscar nada mas se le hubo acercado. Joan sello el reencuentro buscando su boca. Y sin embargo, no tardo en apartarse. --?No te dije que iba a venir? --Si. ?Por? --Y aun asi, te pones a fumar --espeto el catalan de mal humor. Oscar se encogio de hombros, como si la cosa no fuera con el. --Dejame compensarte. Joan acepto que lo tomase de la mano para conducirlo entre la marea de cuerpos que se contorsionaban al compas de lo que pinchaba el DJ de turno. Desde un principio, de Oscar le habia atraido la manera en que se movia como pez en el agua por aquel submundo, como se enorgullecia, en una forma que rozaba lo arrogante, de ser una criatura nocturna; tambien le gustaba que pese a llevar tantos dias sin saber el uno del otro, pues poco mas que algun mensaje habian intercambiado, Oscar no hiciera ademan de preguntarle como le habia ido, que tal la experiencia, como se encontraba; supuso que los titulares en la prensa deportiva ya lo tendrian al tanto. Tampoco Joan mostraba intenciones de hacerle esas mismas preguntas. Y es que lo que mas le gustaba de su actual novio era que siempre le daba, precisamente, lo que de el estaba buscando. Aquella discoteca no contaba con cuarto oscuro, como las otras de ambiente en las que Oscar ejercia de relaciones publicas ademas de organizar eventos. Asi que en su lugar, este lo llevo al pequeno despacho que el dueno le dejaba emplear para cerrar negocios, y que el, en ocasiones como esa, aprovechaba para darle un uso mas bien de indole privada. Joan cerro la puerta una vez ambos dentro, y reprimiendo el impulso de impedirselo cuando Oscar se abalanzo sobre el a fin de comerselo a besos, pues detestaba con toda el alma el sabor y el olor del tabaco, le correspondio. El habitaculo no era lo que se decia amplio, y apenas tardo en arrinconarlo contra un escritorio. --Ya veo que me has echado de menos... --dijo aquel, apoyado sobre la superficie de madera mientras observaba como Joan le bajaba la cremallera de los cenidos vaqueros que llevaba puestos. El delantero, de rodillas y tras haberle liberado, lo miro a los ojos mientras acercaba los labios a la ereccion que sujetaba entre los dedos. --Un poco --respondio justo antes de lamerla con la punta de la lengua. Oscar jadeo y echo la cabeza hacia atras al sentir que Joan le engullia. El hambre de sexo que este siempre mostraba le parecia tan conveniente como fascinante, hasta el punto de que en realidad si que habia estado al tanto del calendario, asi como de las noticias en Internet, con tal de tenerlo pronto de vuelta. A el y a su apetito insaciable. Le dejo hacer, hasta que el grado de excitacion lo llevo a depositar ambas manos detras de la nuca del futbolista. Lo que en un principio fue un simple indicativo con el que lo alentaba a seguir, se convirtio primero en una guia del ritmo que queria que imprimiese, luego el motor con el que el mismo marco la velocidad a la que se introducia en la calidez de su boca; cada vez mas profundo, mas rapido, mas fuerte. A Joan no le disgustaba aquella rudeza, pero una cosa era dejarse llevar por el momento y otra que, al hacer ademan de aflojar la presion que Oscar ejercia sobre su cabeza, este no cediera. Trato de forcejear, pero el movia la pelvis con furia mientras seguia inmovilizandole. Sabiendo que no iba a parar, Joan no ofrecio resistencia. Poco despues, de un ultimo empellon y acompanado de un gutural gemido, Oscar descargo directamente en su garganta. Inmerso en los ultimos aleteos de placer, se relajo, y el catalan aprovecho para zafarse, reprimiendo una arcada y tosiendo. --Joder, tio... --se quejo; la furia asomando a sus llamativos ojos verdes--. ?Cuantas veces te he dicho que no me gusta tragarmelo? --Es que me pones demasiado --replico Oscar mientras le deslizaba el pulgar por los enrojecidos labios; una sonrisa satisfecha pintada en los suyos. Haciendo ademan de abrocharse la cremallera con cuidado, anadio--: Tengo que pasarme por el Black&Noise. ?Vienes? Joan, sintiendose humillado, pero tambien presa de un calenton que no habia tenido oportunidad de apagar, asintio. La voz de su conciencia volvio a manifestarse durante el desplazamiento hacia la otra discoteca, y de nuevo cuando, una vez alli, el reloj marco las dos de la madrugada. Le dio un ultimo toque de atencion cuando acepto la copa que le ofrecieron, y la mando al cuerno tras recalar, por fin, en el cuarto oscuro donde se habian conocido no tanto tiempo atras. La penumbra, unicamente rota por la iluminacion tenue de unas bombillas rojas, conferia a las siluetas de los presentes un halo de falsa privacidad mientras observaban, sin descaro, las actividades a las que se entregaban los demas. Sin demasiados preambulos, Joan se puso el condon lubricado que habian cogido antes de entrar a la sala y le penetro. Oscar gimio, de cara a la pared como estaba, mientras el delantero volcaba la urgencia del deseo en cada golpe de cadera. --?Quieres? --le dijo tras girar el rostro. Joan, a punto de volver a adentrarse en el de un movimiento energico, se quedo mirando lo que Oscar estaba mostrandole. Como no obtenia respuesta, este ultimo insistio: --Te dara un subidon bestial, el mejor polvo que hayas echado... --jadeo, en referencia a la dosis de popper que se habia agenciado gracias a un contacto. Joan, apretando los dientes, atino a responder: --No... Sin perder ni un segundo, Oscar se llevo el pequeno recipiente a la nariz e inhalo la sustancia, la cual hizo que le invadiera una sensacion instantanea de euforia. Joan siguio entrando y saliendo de su cuerpo, notando que las miradas lascivas de los que los rodeaban le acariciaban como lo hacia el sudor que le bajaba por la espalda.

  • Su Protegida de Christian Martins

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    El amor puede superarlo todo. Todo. Aunque Harry Hunter y Bailey Kim han conseguido escapar de sus persecutores, aun no han logrado la paz que tanto anhelaban. Tienen que continuar moviendose para evitar ser capturados, y eso no es nada facil. Harry esta dispuesto a mantenerla a salvo a cualquier precio, pero una misteriosa llamada corrompe sus planes de futuro. ?Como abandonar a la mujer que ama despues de haber jurado que la protegeria hasta el fin de sus dias? ?Como dejarla cuando por fin se siente completo a su lado? "Todo hubiese sido mas sencillo si jamas le habria conocido, si jamas hubiese conocido el verdadero significado de amar..." "Necesito verle, tocarle. Aunque sea, necesito despedirme..." "Y por fin abro los ojos y esta frente a mi, con su pelo cobrizo alborotado y su mirada repleta de preocupacion. No se si estoy sonando, pero quiero quedarme aqui, junto a el, para siempre..." Si leiste "Mi protector" y te quedaste con ganas de mas, y mas, y mas... Adentrate en "Su protegida". Trepidante. Apasionada. Romantica. Repleta de suspense. No podras dejar de leer.

  • Azul. Un despertar a la realidad 3 de Mercedes Franco

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    Azzure se prepara para el gran baile donde la reina espera presentarla por todo lo alto ante la nobleza de Azzure, la preparacion es un suplicio, pero con resultados fascinantes, cuando se ve en el espejo apenas puede reconocer a la chica que se vestia con estilo punk rock y gorros.

  • No fue solo un beso de Maria Cuadrado Villadiego

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    Tras la muerte de su abuelo, Elizabeth una joven emprendedora se muda a la capital en busca de nuevas oportunidades. En esta nueva ciudad, conoce a un grupo de chicas y aunque todas son muy diferentes, la union y la hermandad crece entre ellas volviendose una familia; estas tratan de que Elizabeth sea un poco mas liberal y a pesar de su caracter nunca cesan en su intento.

  • Solo tu, mi mocosa favorita de Jessa Lacey

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    Isabella llega a la universidad con la esperanza de poder dejar atras su antigua vida. No pretende ser feliz, mucho menos llegar a enamorarse, ella no cree en eso despues de ver como los hombres han jugado con su hermana y su madre.
    Connor, espera que este ano sea diferente, mas recuperado de la muerte de su madre. Le rompieron el corazon cuando era un crio y ahora solo ve en las mujeres una distraccion, y asi les hace saber que con el no podran llegar a nada mas.

  • Besos bajo la lluvia, Joana Arteaga de Joana Arteaga

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  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 1) de Norah Carter, James M. Miller

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    Por fin aterrice en Ibiza, la isla magica la llamaban. Al bajar por las escaleras del avion casi pude percibir el olor a mar. Tras un ano de trabajo casi sin tiempo para mi, aqui estaba, ya dispuesta a disfrutar de tan merecidas vacaciones. – !Que empiece la fiesta! -grito desatada mi amiga Letizia mientras bajaba las escaleras de dos en dos, haciendo la cabra. – !Que tiemble Ibiza, que alla vamos! -respondio chillando Alessandra, que venia con ganas de comerse el mundo. Negue con la cabeza ante el espectaculo que estaban montando mis amigas nada mas llegar a la isla, la gente nos miraba pensando que veniamos de despedida de soltera. Era nuestra primera vez en Ibiza para las tres y podia ocurrir cualquier cosa. – Paola, no nos mires con esa cara que luego te damos dos Gin Tonics, te vienes arriba y no hay quien te averguence -me solto Alessandra ante la atenta mirada de todos los viajeros que andaban siguiendonos hasta llegar a la recogida de maletas. Una sonrisa juguetona se reflejo en mi cara a la vez que la miraba, dejando entrever que no pensaba contestarle y menos delante de tanto publico. Llegamos hasta las cintas donde comenzo a salir el equipaje de todos los pasajeros, rapidamente pude observar mi equipaje; haber comprado una maleta de color amarillo chillon me hizo ser de las primeras en reconocerla y cogerla, asi que les dije a mis amigas que las esperaba fuera fumandome un cigarro. Sali fuera del aeropuerto y respire el aire de Ibiza mientras miraba el radiante cielo. ?Que tenia esta isla que todo el mundo hablaba de ella? Pronto esperaba comprenderlo y, sobre todo, vivirlo. El clima estaba perfecto, un refulgente sol iluminaba la isla, pero una suave brisa daba la perfecta estabilidad que proporcionaba el mes de mayo. Un mes ideal para aventurarse en Ibiza, pues la marabunta extranjera aun no habia invadido el lugar, pero tenia el ambientazo justo ya que muchos locales y discotecas abrian durante ese mes. Letizia y Alessandra salieron a tope, tenian unas ganas de marcha inmensas. Las dos comenzaron a reprocharme, a modo broma, que ya me habia preocupado yo mucho en esperarlas. Les guine el ojo y les dije que era por la verguenza que me habian hecho pasar bajando con tanto escandalo las escaleras del avion, preferia fumarme un cigarrito sola que en "mala" compania. Terminamos muertas de risa las tres, cuando de pronto escuchamos los acordes de la maravillosa "California Dreamin" de los miticos The Mamas and The Papas. Nos giramos y vimos llegar una camioneta decorada al estilo mas hippie que una pueda imaginar, !era una Volkswagen Kombi! !Que pasada! Solo las habia visto en los documentales. Paro con un frenazo frente a nosotras y del interior salieron varios chicos y chicas, todos estaban buenisimos, iban vestidos de hippies... !Y varios estaban cantando en directo con la musica de la cancion de fondo! Con unas voces muy similares a las de los cantantes originales. Las tres nos quedamos con la boca abierta; encima, el chico que iba de copiloto – que llevaba el torso desnudo y estaba para comerselo-, se acerco directo a nosotras para invitarnos a la fiesta "Flower Power" en Pacha que era esa misma noche. Nos miramos las tres y empezamos a chillar que si. Nos pusimos a bailar al ritmo de "California Dreamin" de subidon. No se que nos impresionaba mas, si ver al copiloto con el microfono cantando esa cancion con esa voz tan extraordinaria o comprobar que estaba mas rico que la mozarela. A las tres se nos quedo una cara de tontas portentosa mirando a ese efebo cantarin contoneandose cerca de nosotras. Aunque el era mas de la edad de mis amigas -ya que yo tengo 30 y ellas 27-, parecia mas joven aun. Sinceramente, nunca me habia importado la diferencia de edad, pero me gustaban los hombres mas mayores que yo, y si se les notan las canas en las sienes... mejor que mejor. El chico dejo unos segundos de cantar, nos entrego tres pases y nos dijo que le gustaria vernos esa noche por Pacha. Letizia no tardo ni un segundo en responder. – No dudes de que estaremos, de eso me encargo yo -dijo Leti descaradamente. – Entonces me ocupare de que sea una noche inolvidable para vosotras. Por cierto, me llamo Zeus. Aunque por el acento deduzco que sois italianas, yo, esta noche, si me dejais, os llevare al Olimpo. – Tu nos puedes llevar al Olimpo, a las olimpiadas y adonde te de la gana, que te damos autorizacion -solto Alessandra mientras subia un poco sus gafas de sol y lo miraba de arriba abajo, pasandose ligeramente la lengua por los labios. Zeus respondio con una sonrisa que lo hacia mas guapo aun. Luego se sumo a los otros chicos y chicas vestidos de los anos 70 con simbolos hippies, juntos se perdieron hacia el interior del aeropuerto; venian a promocionar e invitar a la gente a la fiesta de esta noche apareciendo de esa manera en los lugares. !Yo estaba flipando, llevabamos 5 minutos en Ibiza y ya teniamos planes para la noche! Nos fuimos hacia un taxi que estaba libre. El conductor arranco y Alessandra y Letizia no paraban de bromear sobre la fiesta, me decian que se me iban a quitar todas las pelusas de ese ano pasado en el que tuve el chichi cerrado por obras. El conductor tenia puesta la radio de Ibiza y comenzo a sonar una de las canciones favoritas de las tres, porque nos recordaba la noche que nos conocimos. Se trataba de "Shake it off" de Taylor Swift. !Uauh! Que recibimiento nos daba la isla, esto no podia ser casualidad. Le pedimos al taxista que subiera el volumen. Y nos pusimos a cantar y bailar las tres... !Joder, que subidon! Como era normal, Letizia broto de felicidad, asomo la cabeza fuera del taxi y empezo a chillar como loca. – !Esta noche alegria para mi cuerpooooo y para el de mis amigasssss! !Que salgan todos los hombres guapos que nos los comemos! Me gire para mirar al conductor y ponerle cara de "lo siento", el movio su cabeza como diciendo que no pasaba nada, a la vez que sonreia; creo que debia de estar acostumbrado a todo lo que veia en esta isla. Algo decia dentro de mi que a la vuelta nada volveria a ser lo mismo y me agarre con fuerza a mis amigas, nos miramos y sonreimos mucho mientras nos adentrabamos en la carretera. Le preguntamos al conductor si era verdad que mucha gente se queda tan impresionada de lo que vive en Ibiza que es capaz hasta de cambiar su residencia. El conductor, como respuesta, nos conto la historia de una pareja de alemanes jovenes, chico y chica, que llegaron a la isla por su luna de miel... Hasta que el descubrio los atardeceres en la playa de Benirras, un lugar emblematico de la isla, donde todo el mundo se va a despedir el sol cada tarde y se montan unas fiestas improvisadas extraordinarias con gente tocando la guitarra y los tambores. Al parecer, el chico aleman se enamoro de la percusion y no volvio a Alemania. Los dos se separaron y el se quedo en Benirras todo el verano tocando los bongos, para despues establecerse en la isla de por vida... !Nos quedamos muertas! Pero, ?eso era verdad? – !Eso y mucho mas! Esto es Ibiza, tened cuidado con lo que deseais que puede hacerse realidad -solto el conductor del taxi mientras entraba en Santa Eulalia. Por fin llegamos a nuestro destino: apartamentos Bahia. Situados en el paseo maritimo, en primera linea de playa, rodeados de un buen rollo y un entorno tranquilo al mismo tiempo, y lejos de las super discotecas. !Justo lo que queriamos! Teniamos de todo cerca para vivir las vacaciones de nuestra vida: restaurantes, tiendas, una playa de arena muy cuidada y limpia llena de hamacas y sombrillas. !Que ganas de zambullirme en esas aguas transparentes!

  • Hadas con tacones afilados de Ruben Sanchez Fernandez

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    La emision del programa nocturno de videncia Astroesoteriko se ve interrumpida por las llamadas telefonicas de un misterioso personaje que desafia a su presentador, el vidente Cesar Velano, a demostrar la certeza de sus predicciones. Pero cada llamada finaliza con la aparicion de una victima salvajemente asesinada en algun lugar de la ciudad. De la investigacion se hara cargo el inspector Silvio Tanco, un hombre cuyo presente esta marcado por su caida en desgracia en la Policia, que se debate entre dos mujeres de su pasado y que se ve amenazado por una grave circunstancia que pondra en peligro su futuro.
    Ciencia, religion y pseudociencias enfrentadas, misterio, violencia, pasion y deslealtades. Todo eso es Hadas con tacones afilados. Una novela donde nada es lo que parece.

  • Ola de calor (Serie Castle 1) de Richard Castle

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    El escritor numero uno en ventas Richard Castle, autor de los bestsellers de <>, nos presenta a su nuevo personaje: la detective de homicidios del Departamento de Policia de Nueva York Nikki Heat, dura de pelar, sexy y profesional.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • Cristina en las Highlands (Julia y amigas 3) de Kate Dawson

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    Cristina descubre una traicion que hara saltar por los aires la confianza y la seguridad de su presencia en YouTube. A raiz de ese bano de realidad decidira que su vida debe cambiar de rumbo y para ello se deja convencer para pasar una temporada con Julia, Evan, Leod y Rosario en Escocia.

  • Las sinsombrero 2. Ocultas e impecables de Tania Ballo

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    Ocultas e impecables recupera el legado y los avatares de aquellas Sinsombrero (las intelectuales y artistas de la Generacion del 27) que por diversas razones tuvieron que acomodarse al papel que les deparaba el franquismo. Mientras sufrian el terrible exilio interior, desde un ostracismo casi absoluto, fueron capaces de asumir una labor que ha sido fundamental en la historia social, politica y cultural de nuestro pais. Un pais que nunca las reivindico.

  • El barquero de almas de Claire Mcfall

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    Dylan ha escapado ilesa de un horrible accidente ferroviario. Pero, en realidad, no es asi. El paisaje sombrio que la rodea no es Escocia. Es un paramo donde merodean espectros en busca de almas humanas. Y el extrano que esta esperandola no es un chico comun y corriente. Tristan es un barquero, cuya tarea consiste en transportar su alma al mas alla, un viaje que ya ha hecho miles de veces. Pero esta vez hay algo diferente. Indecisa entre el amor y el destino, Dylan comprende que no puede separarse de Tristan, pero tampoco puede quedarse con el. Tarde o temprano, inevitablemente, los espectros capturarian su alma y ella se perderia para siempre. ?Podra el verdadero amor vencer los limites de la muerte? El barquero de almas es una historia que nos hace pensar, un relato verdaderamente original de un amor que se niega a dejarse limitar por la muerte.

  • Mientras Mi Cielo Se Derrumba de Matias Zitterkopf

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    Primera entrega de la trilogia <> de Matias Zitterkopf.

  • Asiento 7A de Sebastian Fitzek

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    Del autor de Terapia y El pasajero 23, llega un nuevo psicothriller a mas de 40.000 pies de altura.

  • El amor te busca (Hermanas McVee 1) de Annabeth Berkley

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    Sharon McVee sonreia maravillada ante la impresionante cascada que tenia frente a ella. El sendero que habia seguido hasta llegar alli le habia resultado demasiado rocoso, pero el espectacular paisaje que tenia frente a ella habia merecido la pena. Los reflejos de la luz de primera hora de la manana en el agua, la incomparable belleza de la naturaleza salvaje combinando los colores frios, la textura de las rocas en la imagen que deseaba capturar, le invitaban a tomar la fotografia perfecta. Exploro diferentes angulos antes de empezar a capturar las imagenes que queria inmortalizar con su inseparable Olympus. Escucho la llamada de su telefono movil. Le sorprendio tener cobertura en un sitio tan espectacular como aquel, en el corazon de Pensilvania. Pero ese era un momento unico, que queria plasmar con todo su esplendor, asi que no le fue dificil ignorar la llamada. Cuando estuvo satisfecha con las fotos realizadas, saco el movil de su mochila. Su padre. Le extrano, aunque instintivamente supo de que iba a tratar la conversacion. Estaba proximo a jubilarse. De hecho, la fiesta que iba a celebrar en su empresa para avisar de ello a los empleados ya tenia fecha prevista desde hacia por lo menos dos meses. Tenia los sentimientos encontrados. Intuia lo que iba a pedirle. Presentia lo que tendria que renunciar a cambio. Pero tambien tenia claro que le iria bien, y que seria capaz de encontrar momentos de evasion en su futura nueva vida. Con una sonrisa y la aceptacion de que la vida libre y nomada que habia llevado el ultimo ano se habia acabado, devolvio la llamada. --Papa, ?Como estas? --Esperandote, Sharon --parecia que sonreia--. ?Cuando vuelves? Sharon miro la hora en su reloj de pulsera deportivo. Su padre lo queria todo para ayer y se ponia de mal humor con mucha facilidad si no lo conseguia. Pero ella lo adoraba y no iba a llevarle la contraria. Sabia, desde que tenia uso de razon, que su hermana y ella heredarian la agencia de publicidad que su padre habia creado y gestionado de manera impecable y, el momento habia llegado. --En el siguiente vuelo, papa. Manana estare en la oficina. --Eso espero. Y te esperamos a cenar en casa. Ya he avisado a Tess. --Perfecto. Nos vemos --colgo con una sonrisa sincera. Recorrio con su mirada el entorno tan espectacular que la rodeaba despidiendose con carino y agradecimiento de tan bonito paisaje. Saco una ultima foto, la que la despedia, de momento, su aventura en Bushkill Falls. Volvio hacia el jeep que habia alquilado y que la llevaria hasta el hotel. Tenia que reservar el vuelo, preparar la maleta y recogerlo todo antes de volver a casa. Habia pasado el ultimo ano viajando por diferentes lugares de Estados Unidos. Sin rumbo, sin apenas planificacion, disfrutando, fotografiando la luz... Habia enviado a la editorial que la habia contratado fotos suficientes para publicar tres libros, y habia aprovechado otras tantas para subirlas a bancos de imagenes que le generaban mas ingresos pasivos de los que habia esperado. Aunque su cuenta bancaria siempre estaba llena gracias a su padre, ella habia empezado a ganar dinero desde muy joven. Habia trabajado en diferentes puestos para diferentes empresas segun le habia apetecido. Le gustaba aprender, probar cosas nuevas y superarse a si misma. La carrera de Direccion de Empresas la habia agobiado, incluso ahogado, mas de lo que esperaba, pero la curso, porque sentia el compromiso que ambas hermanas habian adquirido con sus padres, para posteriormente poder dirigir la agencia. Tess, su hermana un ano menor, habia empezado a trabajar inmediatamente en ella nada mas acabar la carrera. Le encantaba la contabilidad y pasar horas frente al ordenador. Ella, en cambio, habia probado a trabajar en diferentes lugares y se sentia muy satisfecha por ello. Habia aprendido muchas cosas, unas le gustaban, otras no tanto, pero habia descubierto lo facil que resultaba para ella adaptarse a lo nuevo y la facilidad que tenia para tratar con las personas. A veces, dudaba de si trabajar en una unica empresa, sin apenas salir de la oficina, la haria sentirse abrumada o encerrada, pero por otra parte sabia que la actividad que se realizaba, como agencia de publicidad que era, seria dinamica, activa, rapida, y eso y los retos que desentranaba dirigir su propia empresa le gustaban demasiado. Estaba convencida de que el cambio de vida le sentaria bien y con esa confianza apago la camara de fotos que intuia que tendria que dejar en un segundo plano a partir de ese momento. A la manana siguiente se desperto con ilusion. En su mente, ya habia aparcado las chirucas y sus ropas de exploradora, y las habia sustituido por los zapatos de tacon alto y por sus elegantes trajes de chaqueta. Se sentia igual de comoda con una cosa que con otra. Le encantaban los cambios, los retos, y esa actitud se reflejaba en su sonrisa. Se vistio con la ropa que habia dejado preparada la noche anterior y entro decidida y radiante en el edificio de oficinas. Miro su reloj de pulsera dorado. Tenia muchas ganas de ver a su padre, pero decidio pasarse antes por el departamento de contabilidad para ver a su hermana. Saludo con una sonrisa a todos con los empleados con los que se cruzaba. Algunos sabian que ella era una de las hijas del jefe. Y pese a que eso, a veces, causaba animadversion entre los trabajadores, a ella no le importaba. Era una realidad y no se sentia mal, ni un fraude, ni una impostora, por asumir el cargo que le correspondia. Como esperaba, detras de su ordenador, y con el escritorio impecable, estaba su bonita hermana. --!!Tess!! Tess se sobresalto y miro hacia la puerta. --!Sharon! ?Cuando has llegado? --se quito las gafas y se levanto para abrazarla--. Papa me dijo que te habia llamado, pero no te esperaba hasta la hora de comer. --Ya conoces a papa --se sento frente a su mesa mientras sacaba una cajita envuelta en papel de regalo de su pequeno y elegante bolso. Tess miro a Sharon con cierta envidia. Sus ojos azules siempre estaban alegres, su cabello rubio siempre tenia las ondas perfectas y su cara redonda inspiraba simpatia y amabilidad. Ademas de preciosa y radiante tenia las curvas perfectas. Y, por si fuera poco, era encantadora y carinosa. Ella siempre se habia sentido el patito feo. Se consideraba del monton. Pelo castano, ojos castanos, cuerpo estilizado sin curvas... y aburrida a mas no poder, pero se encontraba tan comoda que no le importaba demasiado que su hermana fuera la guapa... aunque no era necesario recordarselo con su presencia y esa sonrisa permanente, penso con una mueca. --Me acorde de ti en cuanto los vi --comento Sharon cuando su hermana saco de la cajita los bonitos pendientes de jaspe rojo engarzados en oro. Sharon miro a su hermana sonriente. Esperaba que le gustaran tanto como a ella. Le quedarian de fabula con su cabello castano con reflejos rojizos y con sus ojos castanos de largas pestanas. Siempre habia admirado su rostro alargado y fino y su cuerpo estilizado al que toda la ropa le sentaba bien. Ella, con sus curvas, no podia ponerse cualquier cosa. Habia ropa que le hacia parecer gorda sin estarlo realmente, y su rostro redondo tambien contribuia a ello. Ademas, su hermana era el reflejo de la estabilidad, y el perfeccionismo, algo que ella admiraba al sentir que carecia de esas actitudes. --Gracias, son preciosos --le sonrio quitandose los pendientes dorados que llevaba desde que recordaba, para sustituirlos por los nuevos--. ?Has pasado ya por la oficina del jefe? --No. ?Vamos juntas? --Acabo este informe que tengo que llevarle y voy --le comento mientras la veia levantarse. Sharon asintio ante su eficiente hermana, siempre tan responsable y meticulosa. Atraveso toda la planta pintada de blanco, con amplios ventanales y compartimentos ordenados hasta llegar al despacho de su padre. Los empleados trabajaban o hablaban entre ellos. El ambiente parecia agradable y cordial. --!Papa! --exclamo nada mas entrar despues de llamar a la puerta dejandola entreabierta para cuando llegara Tess. A su padre se le ilumino visiblemente la cara al verla entrar y fue hacia ella para abrazarla con fuerza. Sharon le devolvio el abrazo con carino. Seguia siendo el hombre en el que podia refugiarse con sus dudas y miedos y que siempre la esperaba con los brazos abiertos. Su padre siempre la habia apoyado en sus cambios de trabajo, en sus viajes, en sus proyectos, sin reproches ni recriminaciones cuando las cosas le habian ido mal. Duncan McVee, con sus ojos claros y cabello canoso, parecia mas joven de lo que realmente era. Habia levantado la empresa desde cero y la habia mantenido a traves de todos los cambios que se estaban produciendo cada vez con mas rapidez en el mundo de la publicidad. Se mantenia fiel al eslogan con el que regia la empresa: Integridad, Innovacion e Inteligencia. Y habia sabido siempre rodearse de los mejores para poder llegar tan lejos como habia llegado y mantenerse. La agencia McVee figuraba en el primer puesto del ranking de su sector, seguido de cerca por la Harper&Reaves, de reciente aparicion, pero que habia entrado con mucha fuerza. --Ya tenia ganas de verte --le confio sentandose con ella en el sillon blanco que habia cerca de la puerta. --Llegue de madrugada --le sonrio a su lado--. Ya te dije que hoy me tendrias aqui. --?Ha ido todo bien? --Si, papa --le aseguro ella--. Mejor que bien. ?Y por aqui? ?Que tal todo? --Esperando al nuevo capitan del barco --le sonrio palmeandole la rodilla con afecto. Sharon asintio. --La nueva capitana... --Si, que si me oye tu hermana me echara la bronca... capitana... Sharon miro la amplia y despejada oficina de su padre. --?Esta sera nuestra oficina? --La tuya. --?Y la de Tess? --Veras hija... he estado pensando que... aunque a nivel legal figureis las dos como herederas, solo tu estaras al frente del barco. Sharon lo miro extranada. --?Solo yo? ?Y Tess? Tess se paro al oir su nombre antes de abrir mas la puerta. --Tess no tiene el don de gentes que tienes tu. Ni tu creatividad ni tu entusiasmo. Seria incapaz de dirigir un equipo y mucho menos una empresa. Las piernas de Tess temblaron por un momento antes de que la rabia recorriera todo su cuerpo. ?Eso pensaba su padre? Llevaba toda su vida trabajando en la agencia. Su agencia. Dandolo todo. Ganandose el puesto. En los buenos y en las malos momentos. Dia y noche ?Sharon no habia hecho mas que llegar e iba a quedarselo todo? No era justo. !No era justo! Furiosa, rabiosa, decidio no terminar de entrar para evitar dar el espectaculo que tenia ganas de dar. Retrocedio sobre sus pasos, volvio a su oficina, cogio el bolso y salio del edificio, sin tener muy claro hacia donde ir. --Pero... ?Lo has hablado con ella? ?Esta de acuerdo? --No se lo he dicho todavia. Esperaba hablar con ella en casa, en la cena. Sharon nego con la cabeza. --No creo que le guste la idea. --A efectos legales la empresa sera igualmente de las dos. Ella es muy buena haciendo lo que hace. Cambiarla a esta oficina, dirigir contigo al personal, organizar las reuniones, hablar con los clientes... no lo haria igual de bien. Y no es necesario. Tenemos casi treinta empleados que dependen de nosotros, ademas de los clientes. No vamos a jugarnos la empresa por una tonteria. A Tess se le dan bien los numeros, que siga en contabilidad. A ti se te da bien la gente, les gustas, lleva el timon. --Te entiendo, papa, pero Tess no se como se lo tomara --comento Sharon conociendo el fuerte temperamento de su hermana. --Que se lo tome como quiera. Hay que hacer las cosas bien y punto. Hay que pensar en el bien comun

  • Todo lo que hay que saber sobre poesia de Elena Medel

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    ?Sabias que el soneto en castellano nace durante una conversacion entre dos embajadores? ?Que los franceses inventaron la poesia moderna europea en bares y hostales de mala muerte? ?Que una mujer excentrica, empenada en vestir de blanco durante los ultimos anos de su vida, cambio la poesia estadounidense sin apenas salir de su habitacion? Este libro nos acerca de forma entretenida y didactica todo lo que hay que saber sobre la poesia, explicandonos los secretos de los versos, la metrica o las formas, y tambien su historia, trufada de anecdotas curiosas que nos acercaran a un genero literario lleno --en todos los sentidos-- de vida.

  • Hielo de Erika Gael

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  • Descubriendo los secretos del macho alfa de Alex Vera

    https://gigalibros.com/descubriendo-los-secretos-del-macho-alfa.html

    Una novela romantica de lectura ligera donde el amor, el suspenso, el romance, la aventura, el erotismo y la intriga, se mezclan en cada capitulo.
    Una hermosa abogada, tierna, inteligente y comprometida con la vocacion de servicio termina por accidente en la propiedad de un millonario guapo pero de un pesimo caracter. El destino parece haber equivocado los caminos con estos dos.
    Ella tenia un proposito laboral de ayudar a un grupo de inquilinos.
    El tenia un pasado oscuro y un secreto que ocultar.
    Las cosas se salen de control y el misterio se apodera de la situacion, pero tambien el romance se comienza a desarrollar. Entre secuestros, decepciones, sentimientos y emociones, la verdad sale a la luz y cada protagonista tiene que tomar sus decisiones.
    ?Un misterioso secreto sera capaz de romper el amor verdadero?

  • Buscame en el viento de Silvia Montemurro

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    Camilla vive de notas esparcidas por el viento. Estudia en el conservatorio y la musica es todo su mundo. Vive en un pueblecito cerca de Milan, el mismo en el que nacio y que, a diferencia de sus amigas, todavia no ha logrado abandonar. Quien sabe, quiza algun dia lo hara, para intentar colmar la inquietud que a veces la asalta.
    Teo acaba de llegar al pueblo y todavia tiene grabado en la retina el mar de su Cerdena, el mismo que de pequeno miraba todos los dias por la ventana, en casa de su abuela. Alli, con la nariz pegada al cristal, hacia descubrimientos extraordinarios, mas instructivos que un libro de texto. Tal vez por eso, al crecer, prefirio arremangarse y ponerse a trabajar, en vez de estudiar. Desde aquella ventana, Teo empezo a observar a las personas y a catalogarlas, y decidio que si un dia tenia que entrar en una de esas absurdas categorias, solo habia una cosa que queria ser: un solitario.
    Camilla y Teo se conocen un dia cualquiera, en un bar cualquiera. Pero en aquel momento, algo ocurre. Porque siempre es algo inocuo lo que nos cambia la vida. Tierra y mar, luz y sombra: Camilla y Teo son dos almas opuestas que, despues de rechazarse brevemente, se atraen. El amor entre ambos es tan intenso y unico que les crea la ilusion de ser invencibles. Pero la vida los obligara muy pronto a afrontar una prueba terrible.

  • Pajarito de Hugo Valero Munoz

    https://gigalibros.com/pajarito.html


    Es dificil levantarse cada dia cuando lo que te espera no es de tu agrado.
    Silvia, una muchacha de dieciseis anos, debe soportar a un grupo de companeras que se dedica a amargarle la vida en el instituto; en silencio, sin la ayuda de su madre, que la ignora para dedicarse a su trabajo.
    Cansada de la situacion, da un giro a su vida y toma comienza a tomar las riendas, rompiendo con todo lo anterior.
    La joven inicia asi una aventura en la que buscara cumplir los suenos propios de su edad: alcanzar la fama y el exito por todos los medios a su alcance.

  • La luz de la noche de Graham Moore

    https://gigalibros.com/la-luz-de-la-noche.html

  • Perfectamente imperfecta (Unidos por el amor 1) de Fernanda Suarez

    https://gigalibros.com/perfectamente-imperfecta-unidos-por-el-amor-1.html

    Primera entrega de la serie <>.

  • No me quiero enamorar de Brianne Miller

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    Brooke Evans esta demasiado ocupada como para pensar en enamorarse. Su trabajo la absorbe por completo, y mas ahora que su ayudante acaba de darse de baja por maternidad.
    En plena campana navidena lo que menos necesita es pensar en los hombres, pero no tendra mas remedio que hacerlo cuando su jefe se encarga de contratar un nuevo ayudante para ella: Nick.

  • La ciencia de la salud de Dr. Valentin Fuster

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    ?Como conseguir un peso adecuado y mantenerlo? ?Como dejar de fumar y no recaer? ?Como sobrevivir al estres? El cardiologo Valenti Fuster ofrece en La ciencia de la salud consejos basicos para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. El libro puede leerse de principio a fin o ser consultado ocasionalmente. La ciencia de la salud presenta en un lenguaje claro y ameno, ilustrado con ejemplos de pacientes anonimos, lo que la medicina sabe hoy dia sobre algunos de los problemas de salud que mas preocupan a los ciudadanos: el control del peso, la dieta ideal, el colesterol, la actividad fisica, la tension arterial, los chequeos de salud, el consumo de alcohol, la adiccion al tabaco, el estres y hasta la felicidad.

  • El priorato del naranjo de Samantha Shannon

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    Un mundo dividido. Un reino sin su heredera. Un antiguo enemigo se despierta.
    Fantasia epica ideal para los lectores de George R.R. Martin y J.R.R. Tolkien.

  • Jefe por Sorpresa (Novela Romantica y Erotica 1), Carmen Gracia de Carmen Gracia

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  • Echadme a los lobos de Patrick Mcguinness

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    EL PASADO ES UN LUGAR DONDE SIEMPRE ES AHORA. Un caustico y certero noir literario basado en un caso real. <>. JONATHAN LEE <>. FRANCINE PROSE <>. JOHN BANVILLE Poco despues del anuncio del Brexit, aparece en el estuario del Tamesis el cuerpo sin vida de una joven. Casi de inmediato, su vecino ;solitario, elegante, profesor jubilado del Chapleton College; es detenido para su sorpresa como principal sospechoso y convertido por la prensa en un monstruo con el que ensanarse. Tampoco el circunspecto detective Ander Widdowson, encargado del interrogatorio, puede creer que algo asi le este sucediendo: el hombre sentado al otro lado de la mesa es alguien a quien conoce, alguien a quien no ha visto en casi treinta anos, desde que el mismo ocupaba como alumno uno de los viejos pupitres de Chapleton; Un presente saturado por la impiedad de los medios de comunicacion y un pasado anclado en el abusivo sistema escolar ingles de los anos ochenta; dos sombrios tiempos que Patrick McGuinness maneja y conecta con una precision heredada de los grandes maestros del genero en este lucido y reflexivo noir literario, basado en un caso real.

  • Historia minima de la Guerra Civil espanola de Enrique Moradiellos

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    ?Por que la Segunda Republica llego en 1931 con esperanza y naufrago en 1936 con violencia?
    ?Fue inevitable la Guerra Civil espanola?
    ?Como se convirtio un golpe militar en un conflicto armado?
    ?Cuando y como llego el general Franco a la condicion de Caudillo?
    ?Que papel desempeno la iglesia catolica?
    ?Fue la Guerra Civil una contienda internacional en suelo espanol?
    ?Como reaccionaron las potencias europeas a las peticiones de ayuda exterior de republicanos y franquistas?
    ?Murieron mas espanoles en las batallas o en las acciones de retaguardia?
    ?Cual es, ochenta anos despues, el legado de esta guerra?

  • El camino a ti de Piper Lennox

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    Esta noche puede ser increible.

  • Las Caricias que no me Diste de Elizabeth Lopez Caballero

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    Cuando pierdes la fe, las ganas de vivir, de luchar, de sentir. Cuando crees que tu salvacion esta en la desgracia ajena y la vida parece desmoronarse. Una puta centrada. Una periodista perdida. Un cuento de amor y otro de desamor. La grieta en el alma por la que intenta entrar la luz. Las caricias que no me diste es la historia de Carolina, la periodista; y de Zene, la puta. Pero tambien es un poco la historia de todas aquellas personas a las que les han roto el corazon. De todas aquellas personas que han tenido que levantarse y lamerse las heridas. Las caricias que no me diste, es tu historia y la mia.

  • La seduccion de Elliot McBride de Jennifer Ashley

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    Cuando Juliana St. John es plantada ante el altar por su novio, propone a Elliot McBride, el alto escoces que fue su primer amor, que ocupe el puesto vacante y se convierta en su marido.
    Elliot acaba de regresar de las Indias Orientales, donde fue capturado por una tribu nativa y retenido durante meses. Durante su cautiverio se vio sometido a crueles torturas, que han dejado en el una profunda huella y que todavia provocan que sufra horribles pesadillas. Sin embargo, no duda en ofrecer su ayuda a Juliana.
    Tras contraer matrimonio se trasladan a las Highlands. Alli, Juliana debera restaurar una mansion casi en ruinas mientras trata de reparar el corazon herido de un hombre al que muchos tildan de loco. ?Seran suficientes la voluntad y el amor para ofrecer una segunda oportunidad a sus corazones?