• libro el vaticano como nunca te lo habian contado - Javier Martinez-Brocal

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    Un libro para viajeros y curiosos que nos ofrece una visita inolvidable por la basilica de San Pedro, un recorrido a traves de sus personajes y hazanas en este lugar tan especial.
    Aprenderemos que, en el siglo xvi y durante 150 anos, en la colina vaticana se concentro una densidad artistica sin precedentes para construir la mas grande de las iglesias de la cristiandad: Rafael, Miguel Angel, Bernini, Borromini… Obra maestra indiscutible, para comprenderla no basta con explicar sus tecnicas artisticas, porque en San Pedro nada esta ahi por casualidad: detras de cada estatua o adorno hay una historia increible, una anecdota escondida o un misterio por descubrir.

  • El Vaticano como nunca te lo habían contado - Planeta de ...

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    12 jun 2018 — El Vaticano como nunca te lo habían contado, de Javier Martínez-Brocal. Un libro lleno de curiosidades, personajes y leyendas que nos regala ...

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    El Vaticano como nunca te lo habían contado, libro o eBook de Javier Martínez Brocal. Editorial: Planeta. Los mejores precios en libros y eBooks.

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    Vaticano Como Nunca Antes Te Lo Habian Contado Javier Martinez-Brocal Planeta,Editorial. "Sinopsis" puede pertenecer a otra edición de este libro.

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    Sinopsis. Un libro para viajeros y curiosos que nos ofrece una visita inolvidable por la basílica de San Pedro, un recorrido a través de sus personajes y ...

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    Nuevo libro del autor de El Papa de la Misericordia, libro dedicado al Papa Francisco. El autor, profundo conocedor del Vaticano, es también director de la ...

  • El Vaticano Como Nunca Antes Te Lo Habían Contado

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  • El ultimo paraiso de Antonio Garrido

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    En 1929, el joven y avezado Jack Beilis conducia su propio automovil, vestia trajes a medida y frecuentaba los mejores clubs de Detroit. Pero la brutal crisis que aquel ano azoto America lo arrojo, junto a millones de compatriotas, al hambre y la desesperacion.
    Desahuciado y perseguido por un oscuro crimen, embarcara junto a su amigo Andrew hacia la legendaria Union Sovietica, el idilico imperio en el que cualquier hombre tenia derecho a trabajar y ser feliz, sin sospechar los extraordinarios avatares que les tenia reservados el destino.
    Inspirada en hechos reales, con El ultimo paraiso Antonio Garrido funde magistralmente thriller, amor y novela historica en la dramatica epopeya de un superviviente en un mundo dividido. Un formidable fresco de una epoca convulsa que dio un nuevo rumbo a la historia.

  • True Man de Oscar Gonzalez Soto

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    Truman abre los ojos sin que ninguna camara lo este grabando o espectador televisivo alguno observe su despertar. Apoyado contra el cabecero, echa la mano al despertador aun en silencio sobre la mesilla de noche y lo apaga. Toma aliento, se pone en pie y hace que el blanco pijama de tela y largas rayas azules se contorsione al estirarse. Luego, va directo a la ducha. Una vez vestido, se prepara su habitual leche sola con galletas maria, se cepilla los dientes prestando tiempo a cada zona y sale por la puerta del piso, que cierra con dos vueltas de llave. Ya en el ascensor, observa su aspecto. El pelo negro y liso es corto y de corte clasico, ligeramente hacia atras. Sus ojos castanos y oscuros siguen siendo tan castanos y oscuros como el dia anterior. Su nariz, destinada a ser del todo afilada, se encuentra no obstante redondeada en su punta, cual si un estilete hubiese pinchado una pelota de gomaespuma. Sus labios son finos y claros, aunque esto no destaque tanto por un tono de piel de quien no pasa tiempo con el sol en la cara. En el menton poco marcado no hay rastro de pelo: ante la insistencia de su dueno con la cuchilla, ya hace tiempo que ha renunciado a salir. Dos pequenos lunares brillan en su mejilla derecha. Y, sin embargo, ?algo entre todo lo previo importa? Viendole, yo no diria tanto. Porque, ante el espejo, nuestro protagonista solo tiene ojos para que su anodina camisa conserve el planchado de la noche anterior y su puno izquierdo permanezca bien abrochado sobre el viejo reloj de agujas. Tambien para que el pantalon liso y poco entallado debajo se mantenga a la altura debida sobre los zapatos. Y para que estos esten bien limpios, aunque haga mucho tiempo que hayan dejado de brillar y sus esfuerzos por conservarlos en buenas condiciones ya no puedan cumplirse en lo que a las suelas se refiere. Para cuando sale del ascensor, ni siquiera se ha mirado por encima de los hombros. Llegando a la parada de autobus frente a su casa, solo tiene en mente su recelo a la idea de pelearse con prendas nuevas y desconocidas. Pensamiento que le priva de ver como, en la otra acera, una senora guarda un paraguas en un bolso rojo al cruzarse con un tipo renqueando por el peso de su bolsa de supermercado. Por ejemplo. Llegando a su mesa de trabajo desde hace seis meses, cualquier tipo de incomodidad se le quita de encima. Como cada manana, una sonrisa ligera pero socarrona cruza su rostro al contemplar su orden con respecto a las del resto. Despues, se dedica a abrir correos, imprimir documentos, leer parrafadas y cubrir formularios con algo similar a la paz interior. El papeleo, los impresos y las carpetas mas o menos digitales hacen que la tension en sus brazos se reduzca. Aunque a veces... --?No es su hora de descanso? Truman no tiene especial interes por satisfacer a su supervisora. Sabe muy bien que, mientras rinda a su nivel, su puesto esta lejos de peligrar. Casi tanto como cree que los ascensos no llegan a la gente como el, trabajadora y responsable, sino a las parejas de padel o golf de quienes tienen encima. No me malinterpreteis: no es que le preocupe en absoluto. El prefiere disfrutar de la calma y seguridad de su silla --lejos de cotilleos y risas baratas-- para poder acabar con tiempo, repasar y dejar todo recogido. Quien sabe: con suerte en algun momento aparecera un puesto vacante en su tranquila ciudad natal. El cafe es lo de menos. --Si, acabo en un momento y bajo. Oh, lo siento si esperabais otra cosa: en ningun caso la parrafada previa implica que nuestro protagonista sea un hombre asertivo. Asi que, no sin sentir la mirada acusadora de una jefa que lo imagina un trepa, acaba por suspender el ordenador y tomar el camino a la cafeteria. Estrategicamente colocado en linea con algunos de sus companeros y una gruesa columna entre medias, pide un cafe con leche a una senora a la que el azul uniforme ya parece quedarle algo grande. La tacita se presenta bajo las conocidas carcajadas al fondo, con un color mas bien sombrio y cierto sabor a pozo negro. Suspirando, Truman se ve obligado a recurrir al azucar refinado, producto en su lista negra desde cierta lectura meses atras. --!Porque es una chica excelente! !Porque es una chica excelente! Ahora, la menuda camarera se deshace en lagrimones mientras le introducen una banda por la cabeza, al tiempo que la mayor parte del local da palmas o silba con grandes sonrisas. No seais malpensados: el tambien sonrie algo. Aunque si que es cierto que podria ser por la jubilacion del origen del oscuro veneno: eso lo dejo a vuestra eleccion. Agradeciendo su costumbre de pagar por adelantado, Truman acaba saliendo del local a medio pocillo y sin que nadie lo vea, al tiempo que los empleados de la cafeteria empiezan a repartir tarta por las mesas. Algo le dice que la hora de descanso volvera a ser literal para la mitad de la oficina. Nada mas llegar a casa, se quita la ropa y va al cuarto pequeno. Bueno, en realidad, pequenos son todos, a la imagen del estereotipo de apartamento con un alquiler demasiado elevado para su tamano. Cocina de paredes demasiado cercanas, bano con sindrome de metro, una salita para que pueda comer persona y media y un par de habitaciones: la de la cama de noventa con su mesilla de noche y la de los dos armarios, en la que a veces consigue abrir sin problemas la tabla de planchar. Mientras en esta se pone las zapatillas, la camiseta y el pantalon de deporte, el subito pensamiento de que ha sido un dia corto le hace gesticular una leve negacion con la cabeza. Cambiando su reloj de agujas por uno digital de plastico, trata de recordar la vuelta a casa de mediodia, el salmon, el cepillo, el regreso al trabajo para el turno de tarde e incluso parte de esta. Pero no lo consigue. En fin: lo mismo es: ya esta aqui, y su habitual media hora de running acabara con el en la segunda ducha del dia y un buen yogur con cereales antes de una peli seguramente de los 90. !Quizas incluso El show de Truman!

  • Mordiscos de Terror de Vicente Silvestre Marco

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    Antes de sumergirte de lleno en la lectura permiteme darte las gracias. Esta obra no tendria ningun sentido sin que tu formes parte de ella, sin un lector que recorra este sendero de pensamientos, hilados en palabras, y lo recree en su imaginacion. El texto que tienes frente a ti consiste en una recopilacion de los mejores relatos que he escrito durante los ultimos anos. Su hilo conductor es el terror en sus multiples representaciones, desde el mas ajeno, crudo y brutal, hasta el mas cercano, aquel que puede estar ocurriendo a la vuelta de la esquina, oculto bajo un velo de normalidad. Todos ellos tienen como objetivo removerte en tu asiento, producirte ese inquietante y adictivo cosquilleo ante el inminente desastre y el horror que lo acompana. Si disfrutas con la lectura y deseas ayudarme a que continue con mi trabajo como escritor puedes hacerlo con algo tan sencillo como publicar tu opinion en la pagina de "Mordiscos de Terror", en Amazon. Esto me proporcionara una mayor visibilidad y que asi pueda dedicarle mas tiempo y esfuerzo a la escritura. Y ya, sin mas demora, espero que tengas unos... Felices mordiscos. El regalo de Dante La mosca se mantuvo inmovil durante medio minuto. Empezo a caminar en una diagonal ascendente, cruzando el ventanal nocturno. Apresurada, salto y dibujo una espiral justo antes de iniciar una serie de lanzamientos contra el cristal. Una, dos, tres y hasta cuatro veces se abalanzo con su cuerpo, zumbando como protesta tras cada embiste infructuoso. Despues del ultimo impacto recorrio unos pocos centimetros y se detuvo en la imagen reflejada de un hombre joven, justo en el centro del iris. El hombre se llamaba Dante y llevaba una hora contemplando la erratica danza del insecto sobre el cristal. Pasaron dos minutos mas y la mosca no parecia dispuesta a seguir moviendose. Dante extendio el brazo con lentitud hacia la mosca y, en un centelleante movimiento, la mano se lanzo contra el cristal. No hubo sonido alguno. La mosca quedo atrapada entre los dedos indice y pulgar, panza arriba, moviendo frenetica las patas y la cabeza. La imagen reflejada del hombre sonrio, pero era una sonrisa hueca, carente de satisfaccion. Los labios regresaron al hieratismo original. Con un ademan florido, cargado de dramatismo, los dedos que sostenian el insecto regresaron al ventanal y se detuvieron al entrar en contacto con la fria superficie. A continuacion, el dedo indice se deslizo, presionando, hasta que la estructura de la mosca crujio y el juego se detuvo por completo. Dante se incorporo, recorrio desnudo el elegante salon, decorado con muebles oscuros que pretendian aparentar una manufactura de roble o algun otro arbol que llevaba extinto miles de anos; se detuvo unicamente para servirse un vaso de wiski con hielo en el aparador de las bebidas y siguio su camino hasta el alto espejo de cuerpo entero que quedaba justo al lado de la cabina de tejidos. Dio un largo trago. Agito distraido la bebida. Apenas sintio la humedad punzante del hielo, condensada en las paredes de vidrio del vaso. Contemplaba su propio cuerpo con la curiosidad de un desconocido peligroso. Suspicaz. Hosco. Era un cuerpo sin las imperfecciones de eras pasadas, suspendido en la plenitud fisica de la veintena. Un nucleo cohesionado de carne, huesos, musculos, organos y fluidos, donde todo defecto habia sido arrancado o corregido. Podria observar su superficie durante toda una vida -- teniendo en cuenta que vida e inmortalidad eran sinonimos, al menos en teoria-- y jamas encontraria pecas u otros heterogeneos cambios en la pigmentacion de la dermis, verrugas, vello corporal o elementos innecesarios como los pezones. Conservaba los genitales ya que, aunque existian infinidad de programaciones capaces de estimular los centros neuralgicos del placer, el sexo resultaba un elemento casi protocolario en muchos de los eventos; ademas, ofrecia la posibilidad de concebir descendencia a traves de los Bancos de natalidad, siempre que estuviera dispuesto a sacrificar muchos de sus privilegios y, por supuesto, filtrara su semilla por todas las modificaciones geneticas exigidas a todo ser humano digno de ser llamado como tal. Sin embargo, aquella idea le provocaba un profundo rechazo intelectual. No podia imaginar ningun motivo de peso para traer una nueva vida a aquel mundo. Un mundo tan puro, tan perfecto, que le aranaba los sentidos con su complacencia. --Perfecto. Una palabra agrietada, escupida, y con ella Dante estrujo el vaso de cristal provocando una pequena lluvia de fragmentos plateados. Un irregular colmillo de vidrio quedo anclado en la palma de la mano y la cara interna de los dedos. La sangre fluia, deslizandose por el antebrazo hasta el codo, en un riachuelo invertido, para acabar cayendo como una llovizna roja; repiqueteando en el suelo hasta entonces impoluto. El dolor no llegaba. Tan solo un misero hormigueo que le indicaba que el tejido estaba danado. El Eco. Un efecto secundario, supuestamente beneficioso, de mantenerse joven durante siglos. Regeneracion tras regeneracion los nervios se tornaban opacos a las sensaciones. Por supuesto, podia utilizar un programa o un simulador para creer que sentia dolor, pero habria sido una mentira mas, no muy diferente a ese extrano escenario que le parecia el mundo real. Trato de evocar el recuerdo del dolor clavando el improvisado cuchillo en su pecho. Percibio la resistencia osea de una de sus costillas y continuo arrastrando el vidrio hasta abrir una horrible sonrisa encarnada. Luego otra y otra mas. Las heridas se abrian como bocas timidas y hambrientas. El hormigueo se habia extendido por la totalidad de su torax, pero nada mas. Durante un segundo considero la posibilidad de perforarse el globo ocular, sin embargo, sabia que no supondria ninguna diferencia y la regeneracion de organos era mas lenta que la de los tejidos superficiales. Una molestia innecesaria. Arrojo el pedazo de vidrio a un lado, hastiado, y programo la cabina de tejidos. Mientras se hallaba sumergido en el gel de la capsula que sanaria su cuerpo intento recordar algo de su primera centuria, un recuerdo que le trajera sentimientos autenticos, experiencias de cuando todavia se sentia vivo; pero el pasado se le escurrio una vez mas en aquel sumidero interno donde la memoria, la imaginacion y los suenos formaban una emulsion indivisible. Dante. En el salon. Una hora mas tarde. El cuerpo renovado y vestido con un esmoquin cuyo diseno llevaba de moda los ultimos cincuenta anos, aunque su origen se remontaba a los albores de la Humanidad, cuando los pre-humanos apenas vivian mas alla de unas pocas decadas y andaban divididos en agrupaciones territoriales que compartian rudimentarios elementos culturales. El rostro de Dante estaba banado por la luz verdosa de una fulgurante pantalla virtual que flotaba frente a el. Un formulario de aceptacion de normativas, con letra minuscula, ilegible; al final del documento, con caracteres ampliados: Aceptar Envio y, a escasa distancia, Cancelar Envio. La luz parpadeaba, saltando juguetona, de una opcion a otra y asi permanecio durante un largo minuto. La pantalla resulto invadida por la imagen de un hombre --el nombre de Arcadio suspendido en el margen inferior-- y el sonido intermitente de un telefono. --Responder. El mismo rostro aparecio ahora en movimiento; de fondo se escuchaba musica de salon y conversaciones alborotadas. Ambos se saludaron con educacion y Dante percibio en Arcadio aquel tono zalamero que tanto lo asqueaba.

  • El corazon del highlander (La bruma del tiempo 1) de Ross Callum

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    Primera entrega de la bilogia <>.

  • Escrito en las estrellas (Sol y luna 2), Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Se busca amor de Lee Vincent

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    ?Alguna vez has encontrado el amor sin buscarlo?

  • A tu lado. Parte 3 de Helena Sivianes

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  • Zoom de Paloma Ainsa

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    La vida da muchas vueltas. No es ningun misterio. A veces, si tienes suerte, te permite trabajar en lo que te gusta. En mi caso es la fotografia. Hago fotografias de todo tipo. No hay nada, en este mundo cruel que nos ha tocado vivir, que me llene mas que captar esa belleza que todos llevamos dentro, ese instante en el que todo parece perfecto, ese gesto lleno de expresividad y poesia y dejar constancia de el para siempre, hacerlo inmortal. Me encanta. Y se me da bien. Empece trabajando en la BBC --no, no es la cadena de television britanica, sino la forma en la que mi padre denominaba a <>--, pero, poco a poco, fui abriendome camino hasta que consegui tener mi propio estudio. Un estudio grande y luminoso, con mucho cristal y paredes de ladrillo visto pintado de blanco que mi amigo Victor me ayudo a decorar. Trabaje como free lance para publicaciones importantes en el mundo de la moda y en revistas del corazon. Inmortalice a modelos, a gente de la farandula e incluso a personalidades de la politica. Es posible que hayas visto una portada mia al pasar por un kiosco. La vida, en ocasiones, puede ser aun mas magnanima y, aparte de la suerte en lo laboral, tambien te permite casarte con el amor de tu vida. Un hombre encantador con hoyuelos en las mejillas. Uno de esos al que tus padres adoran y que aun tiene detalles espontaneos y romanticos. Una de esas personas a las que crees conocer, que no tiene secretos para ti despues de doce anos de relacion y por la que pondrias la mano en el fuego sin dudar ni un segundo. Y cuando te relajas y piensas: <>, la vida va y te lo quita todo de golpe. De la noche a la manana, el banco se queda con tu estudio, y el marido, al que creias conocer, te sorprende con algo tan cruel, mezquino y humillante, que se convierte de un plumazo en un ser de nombre impronunciable. Y te ves obligada a volver a casa de tus padres, sin dinero, sin trabajo, sin estudio de fotografia. Sin futuro. Y te sumerges en un tunel helado y oscuro durante mucho, mucho tiempo. Un tunel del que solo se puede salir gracias al amor de tu familia y tus amigos. Y cuando crees que lo peor ha pasado, la vida se rie y empieza a girar otra vez. CAPITULO 1 Me desperte en mi antigua habitacion y lo primero que vi, como cada dia en los ultimos dieciocho meses, fueron los posters de Take That que me acompanaron en mi adolescencia y que, por alguna extrana y melancolica razon, me resistia a quitar de las paredes, a pesar de lo mucho que me fastidiaba la sonrisa --antes enigmatica y ahora ironica-- de Robbie Williams. La resaca tampoco ayudaba. Ultimamente, cuando me juntaba con Victor, bebia mas cerveza que Homer Simpson. Me revolvi tratando de buscar una postura decente, un rayito de sol que entraba a traves de la persiana me estaba fundiendo las retinas, las tenia como lupas. Decidi que taparme la cabeza con las sabanas era la mejor solucion. De hecho, me encontraba tan aislada del mundo que me pregunte si podria quedarme asi eternamente. Se estaba tan bien... Oi pasos en el pasillo, mi madre se acercaba y sabia que entraria sin llamar. Le daba miedo que tuviera una depresion <> y hubiera decidido poner fin a mi misera existencia tomando un punado de las pastillas de amapola de California que tomaba para dormir. Habia leido en Google que era un opiaceo y ahora creia que era drogadicta. De nada servia que le explicara que las drogas duras no se vendian en herbolarios. --Pero Maritere, ?que haces ahi embalsamada? !Pareces Tuttankamon! No espero respuesta y se dirigio a la ventana dando grandes zancadas. El ruido de la persiana me perforo el timpano y la luz solar invadio la habitacion de tal forma, que tuve miedo de destaparme por si quedaba reducida a un punado de cenizas, como un cutre Dracula de serie B. --Aqui huele a tigre, hija. Y ya tengo bastante con los pies de tu hermano. Haz el favor de levantarte, que son las nueve y media y yo no soy la criada de nadie. Me arranco las sabanas de un tiron sin previo aviso. --Ay... --fue el unico y lastimero sonido que consegui emitir. --Vas a tener que ir a comprar limones, pero no vayas a la fruteria de la esquina que los tienen carisimos. ?Como se les ocurre tener los limones a dos cincuenta el kilo? Con razon se acaban de comprar un adosado... --dijo mientras recogia mi ropa sucia del cesto. Mi mente, aun regodeandose en la autocompasion, no acababa de procesar la relacion entre el precio de los limones y la compra de adosados. --!Venga, Maritere! !Que tengo a tu abuela vagando a sus anchas por el pasillo! Mi abuela tenia demencia senil. Una vez se nos escapo de casa en camison y fue sembrando el terror entre los ninos del vecindario. No podiamos dejarla mucho tiempo sin vigilancia. --Voy, mama... --conteste haciendo un esfuerzo sobrehumano para levantarme. Ella sonrio satisfecha por haber cumplido con su mision y me dio un beso brusco en la frente. Era su forma de decirme que me queria y que sabia que lo estaba pasando mal. --Tinete las raices --dijo examinando mi pelo pajizo. Le devolvi una sonrisa debil y ella salio de la habitacion de la misma forma en la que habia entrado, como una fuerza de la naturaleza, como un huracan desplazandose por el Golfo de Mexico. * --Buenos dias a todos --dije entrando en la cocina. Me sentia algo mas animada. La ducha me habia sentado bien. --Buenos dias --contesto mi padre bajando el periodico. --Mpmhf --contesto mi hermano Juanlu, en calzoncillos y con una camiseta de Black Sabbath. Mi abuela se limito a observarme con una sonrisa, ya no hablaba mucho. Me sente a la mesa e intente robarle una galleta a mi hermano, pero tenia buenos reflejos y me dio una palmada en la mano. --!Au! Mi madre, que estaba amasando un monton de carne picada para hacer albondigas, se volvio hacia nosotros. --?Viniste muy tarde anoche? No te oi llegar. --No. Solo me tome un par de cervezas en casa de Victor. Ella enarco las cejas en un gesto de suspicacia, eso de <> le sonaba a eufemismo. --Ya... --contesto mi madre meneando el mejunje rosado. Mi hermano me miro de reojo esbozando una media sonrisita de complicidad. Tampoco se habia tragado lo de las dos cervezas. --No es por ser pesada, Maritere... --empezo mi madre. Por experiencia, se que cuando mi madre empieza con esa frase, el efecto de pesadez se duplica y se eleva a la enesima potencia. --Mama, deja de llamarme Maritere, por favor. Sabes que no lo soporto. --Maitechu --dijo mi abuela. --Maitechu tampoco, yaya... --Mpmhf, mpmhf, mpmhf... --rio mi hermano. --Son apelativos carinosos, Maite. No le des tanta importancia --dijo mi padre, bajando el periodico de nuevo y guinandome un ojo. --Como iba diciendo... --insistio mi madre, molesta por la interrupcion-- Ayer por la tarde me encontre con la senora Encarnita en el supermercado. La mayoria de nuestras vecinas eran ancianas viudas que respondian a diminutivos. Estaban Encarnita, Lolita, Angelita, Teresita y Pepita. Incluso teniamos un caso extremo, Anitin. Por supuesto, me resultaba muy dificil saber a cual de ellas se estaba refiriendo. --Su hija Quinita... --continuo mi madre aumentando mi confusion-- Tu la conoces. Es aquella chica que trabajo una temporada en la merceria que hay a dos manzanas, cerca del mercado. La que tuvo una mononucleosis de caballo, pero todo el mundo le decia que eso era solo astenia primaveral y casi acaba en el otro barrio... Mi madre no soportaba que los demas no tuvieramos sus dotes de reconocimiento facial y memoria sobrehumana, asi que insistia en darnos detalles sobre las personas para ayudarnos a recordarlas. La cosa podia prolongarse hasta el infinito, por eso la cortabamos siempre con la misma frase:

  • Elena sabe de Claudia Pineiro

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    Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez

  • Extasia de David W. Sanchez Fabra

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    Zaragoza, 1 de octubre de 2035.

  • El Sol de Breda de Arturo Perez-reverte

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  • Todo lo que sucedio con Miranda Huff de Javier Castillo

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    Tras el exito arrollador de El dia que se perdio la cordura y El dia que se perdio el amor, con mas de 300.000 ejemplares vendidos, Javier Castillo, maestro del suspense, despliega su virtuosismo narrativo para profundizar en los misterios de lo cotidiano, alli donde permanecen ocultos los miedos mas primarios. Una experiencia de lectura palpitante y energica que corta la respiracion.

  • El hipnotista (Inspector Joona Linna 1) de Lars Kepler

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  • En el huerto de las Mujercitas de Gloria V. Casanas

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    En el huerto de las Mujercitas rinde homenaje a una escritora que evadio los esquemas de pensamiento reservados a las mujeres de su epoca, se atrevio a desafiar las convenciones sin perder su amor por la familia ni el romanticismo, y dejo profunda huella en otros escritores. Es tambien una novela dentro de otra, a tal punto fusionadas que la realidad se torna ficcion y esta se vuelve real.

  • La Trilogia Insomne de Samuel Vernal

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    "LA TRILOGIA INSOMNE" es una adictiva serie de novelas que fusiona enigmas historicos, crimenes, suspense, misterio y una arriesgada historia de amor. Esta ambientada principalmente en el Pais Vasco, en la costa cantabrica de Europa. Una tierra repleta de leyendas donde las brujas y la veneracion a una diosa suprema de caracter femenino dan forma a los relatos mitologicos en los que muchas personas continuan creyendo fervientemente hoy en dia.

  • Contactos obsesivos (Las Cronicas de Krinar 2) de Anna Zaires

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    En Lenkarda, la principal colonia krinar de la Tierra, Mia se encuentra totalmente a merced de Korum. Sin forma de salir de alli ni idea alguna de como manejar ni la mas simple de las tecnologias de los krinar, no tiene mas eleccion que confiar en el K que la ha llevado hasta alli, el amante a quien ella ha traicionado.

  • El jardin olvidado de Kate Morton

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    En visperas de la Primera Guerra Mundial una nina es abandonada en un barco con destino a Australia. Una misteriosa mujer llamada La Autora ha prometido cuidar de ella, pero desaparece sin dejar rastro…

  • El anonimo de Natasha Preston

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  • Tentacion y tempestad de Paola Rimieri

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    Valeria siente que la sucesion de dias de su vida es una voragine que esta a punto de aplastarla. Transcurren indefectiblemente una a otra, rutinas domesticas y laborales, maternidad y relacion de pareja. Como si fuera poco, por un capricho de su joven jefe, debera cambiar de area y trabajar con las redes sociales. En este mundo nuevo para ella, comenzara a seguir, casi como un juego, a un actor europeo que triunfa en Hollywood: Nickie Challenge. La belleza y los detalles de la vida del actor que comienza a conocer en Twitter, hacen que Valeria encuentre una distraccion en la red y una motivacion cotidiana. Valeria descubrira pronto que tiene un seguidor misterioso. ?Sera Nickie? Es lo que ella espera, pero… ?es posible? Asi, nuestra protagonista se vera cada vez mas atraida por el, que la enloquece y la arroja a un mar en medio de una tempestad, casi como una vision magica. El gran debate sera entre la culpa y el deber, entre la emocionante sensacion de estar viviendo un sueno y la realidad en la que es mama, profesional y esposa. Valeria actua casi sin pensar, pero sin dejar de preguntarse: ?Estoy dispuesta dejarlo todo por el?

  • En un rincon de Inverness de Aitor Ferrer

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    Mi relacion con mi padre nunca habia sido buena, se pasaba la vida bebiendo y oliendo a alcohol, apenas se duchaba, se gastaba su pension en ello y yo trabajaba para subsistir, ni siquiera pude seguir estudiando por no tener su apoyo, que me reprochaba constantemente que viviera en su casa. Todo aquello me habia ido marcando a lo largo de los anos, y es que el haberme criado sin madre supuso un varapalo muy grande para mi y para la casa, desde que ella murio cuando yo tenia diecisiete anos, fue lo que llevo al descontrol y es que yo me dejaba la vida en que aquello fuera un hogar normal pero mi padre no ponia de su parte. A mis veinticinco anos me veia de camino a un trabajo lejos de mi casa, pero siendo mi unica via de escape y es que me habian dado la posibilidad de irme interna a Escocia, concretamente a Inverness, una ciudad de las Tierras Altas. El trabajo me lo ofrecieron en la escuela de ingles a la que asistia con el poco dinero que me sobraba de limpiar alguna que otra escalera. Alli se dedicaban a conseguir intercambios para perfeccionar el idioma, pero en este caso les hablaron de Alastair, un senor de cuarenta y dos anos que vivia solo en sus tierras y no queria contratar a nadie de su pais, la razon no la sabia, pero acepte de cabeza, tendria un salario y nada de gastos, el alojamiento y la comida entraba dentro de las clausulas. ?Que mas se podia pedir? Por mi parte, no mucho, la verdad, puesto que con aquel trabajo no solo iba a tener un buen sueldo que me permitiera ahorrar un poco y poder alquilarme algo cuando volviera a mi pais, sino que ademas practicaria con el ingles en un entorno donde podria desenvolverme en las cosas cotidianas, como la compra, por ejemplo. Mi padre prometio llevarme al aeropuerto, pero estaba tan borracho que ni se despidio de mi, me fui con lagrimas en los ojos y el corazon en mil pedazos, pero ya no podia soportar mas aquella situacion, yo habia hecho todo lo habido y por haber porque saliera de ese pozo, pero todo era una negativa y reproches en los que queria hacerme ver que yo no era nadie para dirigir su vida. Consegui un vuelo al aeropuerto de Inverness donde aterrice y un taxi me llevo a la direccion que le mostre. Iba con los nervios a flor de piel y es que no sabia a quien me iba a encontrar, eran muy pocos datos y temia que me tocara un jefe que, como mi padre, me tratara con la punta del pie. Estaba muerta de frio, era principios de diciembre y las temperaturas en aquel lugar eran terribles, yo estaba acostumbrada al sur de Espana y por mucho frio que llegara a hacer no era como este que te calaba en lo mas hondo. Llame al timbre y se abrio la cancela de la calle, pronto pude ver una preciosa casa de piedra, unos jardines de lo mas cuidados y llenos de arboles, me gusto esa primera sensacion. Iba entrando cuando salio el senor de la casa, para nada aparentaba tener cuarenta y dos anos, estaba muy bien conservado, como diria mi amiga Miriam, es mas, parecia un actor de Hollywood. Era guapisimo, su pelo rubio, largo y recogido en una coleta, unos preciosos ojos verdes, y la mandibula perfectamente marcada. --Hola, debes de ser Brenda --sonrio dandome la mano. --Hola, si, y usted es el senor Alastair --le devolvi la sonrisa. --El mismo --cogio mi equipaje. --No, yo puedo... Nada, me hizo un gesto para que caminara y le segui hasta la que seria mi habitacion. --Espero que estes comoda en ella, cualquier cosa que necesites no dudes en decirmelo, te espero en la cocina para comer en una hora --me hizo un guino y cerro la puerta. En shock, estaba en shock, entre la buena sensacion que me habia dado Alastair y esa habitacion que me parecia la mas bonita del mundo, estaba que no daba credito. La cama era una pasada, con un nordico blanco sobre aquel colchon que era alto, tenia una comoda, dos mesitas de noche y un amplio armario, ademas de un espejo a lo largo en una de las paredes, todos los muebles en blanco, pero como de madera desgastada, todo precioso, se veia que era nuevo, ademas de un bano solo para mi, que tambien lucia de lo mas bonito. Aquella estancia me parecia un palacio comparada con la vieja habitacion que tenia en casa de mi padre. Coloque en el bano todos mis productos, luego en el armario y cajones mi ropa y puse unos joyeros que tenia sobre la comoda, me encantaba esa habitacion. Mire por la ventana y vi a Alastair en la puerta de fuera recogiendo algo que le habian llevado de compra, era monisimo y de lo mas simpatico, me recordaba a Brad Pitt en la pelicula "Leyendas de Pasion", pero con el pelo mas corto. Habia sentido todo un flechazo, asi de claro, sabia que se iba a convertir en mi amor platonico, esos que llegan a tu vida y guardas en secreto y es que yo para los hombres era muy rara, pero el, me habia sacado esa sonrisilla que hacia mucho no me salia por si sola. Sonar era gratis y la realidad es que yo iba a ser su chacha, dicho vulgarmente, pero al menos la vista la tendria alegre y estaria entretenida fantaseando con ese hombre que me habia puesto las mejillas como dos tomates bien rojos. Fui hacia la cocina donde estaba terminando de servir una sopa, sobre la mesa habia unas croquetas con muy buena pinta. --Ya estoy aqui --dije con una sonrisa. --Perfecto, la comida ya esta lista --me senalo la silla para que me sentara. --Senor... --Por favor, llamame Alastair. --Vale, pero... --...Pero nada, simplemente Alastair --se sento sonriente. --Lo intentare --sonrei. --?Y que tal el viaje? --Bien, un poco nerviosa. --?Y eso? --Bueno, vengo a ciegas, solo sabia que tenia que trabajar para usted en la casa como interna y poco mas, pero necesitaba el empleo y aqui estoy. --?Un poco mas relajada? --La verdad es que lo esperaba menos simpatico --volvi a reir nerviosa. --?Tan mala fama tenemos los escoceses? --No --se me escapo una risa fuerte--, pero claro, veo peliculas y cuando hay internas en casas todo es muy serio. No se como explicarlo. --Bueno, pero esto no es una pelicula --arqueo la ceja senalando mi plato para que comiese. --Imagino --voltee los ojos--. Y, ?que es lo que debo hacer exactamente aparte de limpiar y cocinar? ?A que horas quiere que este la comida lista? --?En que parte del contrato ponia que queria que fueras mi sirvienta? --No le entiendo... --Por supuesto necesito que me ayudes con la casa, con la comida, pero que sea algo de dos, no solo tu y no estas para servirme, estas para acompanarme. --Espera, yo no soy... --No --se rio--. No vayas por donde no es, dejame explicarte. --Vale --aprete los dientes. --Necesito hacerte una propuesta. --Mientras no sea indecente... --Aunque observandolo detenidamente hasta seria capaz de aceptar, pense mientras reia. --No, tranquila. El caso es que tengo una lucha familiar... --No entiendo... --Por eso fui muy meticuloso en elegir a alguien de otro pais, se encargaron de buscar a traves de la academia de intercambio a la persona correcta y me dijeron que lo eras, no te obligare a nada, pero te quiero comentar y que seas tu quien decidas. --Me estas asuntando --aprete los dientes. --Tranquila. Sabes que tienes un ano de contrato. --Si, pero vamos, si veo algo raro salgo por patas --dije riendo. --Cuando quieras --sonrio--. Necesito que finjas durante este ano ser mi prometida. --?Ante quien? --Ante todos los ojos del pueblo y de mi familia que vive en Fort William. --?Y eso para que? --Eso te lo explico mas adelante, pero tengo que presentar una prometida en sociedad en Fort, en la casa de mis padres, y hacer creer a todos que encontre al amor de mi vida. --?Y voy a cobrar durante un ano por aparentar ser tu novia? --Asi es --arqueo la ceja y puso cara de terror. --Y el resto del tiempo que no este delante de los demas, ?que tendre que hacer? --Nada, como ya te dije me ayudaras con la casa y tendras todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieras, leer, ver la tele en tu cuarto, en el salon, pasear por los jardines, hacer deporte o salir a pasear conmigo. --?Y se van a creer que con la diferencia de edad que hay, somos pareja? --?Me estas llamando viejo? --se echo a reir. --!No! --negue riendo--, pero, no se, es que es todo tan raro... Bueno, si tengo que fingir ser tu novia para conservar el trabajo, no dudes que te amo con toda mi alma --saque mi humor andaluz. --Entonces, perfecto. --Y a todo esto... ?A que se dedica mi novio? --Tengo dos edificios de apartamentos aqui en Inverness, todos arrendados y vivo de sus rentas. --Vamos, que tienes la vida mas que solucionada y encima tienes que alquilar a una novia --me eche a reir. --Asi es, no podia hacerlo con alguien de aqui, por eso recurri a una empresa de confianza que lo gestiono con tu academia. --Y me toco a mi... --Eso parece --sonrio senalando el plato de croquetas para que las probara. Y eso hice, llevarme una de esas croquetas a la boca que... --!Dios, que buena! --dije, justo despues de soltar un gemidito. Madre mia, !que verguenza! Mire a Alastair y vi que sonreia, vamos, que mi expresividad en ese momento le habia parecido a el de lo mas graciosa, simpatica o divertida, yo estaba notando mis mejillas arder por la verguenza, y eso que en Escocia hacia un frio de mil demonios.

  • El buque del diablo de Ildefonso Arenas

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    El Imperio otomano se alio con Alemania y Austria-Hungria en la Primera Guerra Mundial. Eso dio lugar, entre otras consecuencias catastroficas, a que la guerra durase dos anos mas de lo que habria debido, a las dos revoluciones rusas de 1917 y a la dictadura bolchevique, al genocidio del pueblo armenio, a quince millones de muertos y a la desmembracion del Imperio otomano, con el nacimiento en Oriente Medio de una miriada de nuevos estados cuya inestabilidad social, economica y politica sigue sin resolverse un siglo despues. Si en los albores de la I Guerra Mundial el crucero de batalla aleman SMS Goeben, aislado en medio del Mediterraneo, no hubiera esquivado a fuerza de audacia y astucia a las armadas francesa y britanica, para buscar refugio mas alla de los Dardanelos, nada de todo eso habria ocurrido. Esta es la historia no solo del Goeben, sino tambien del hombre que lo comandaba, la historia de un hombre que, actuando por su cuenta, bajo su propio criterio, cambio el destino del mundo.

  • Jamas seras Mia, pero… (El Tutor 2) de Paula Rossello Frau

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    < En Madrid Leandro alterna su trabajo con los partidos de Korfball con sus amigos, aunque no se espera el desafortunado giro profesional que pondra en peligro la empresa por la que tanto lucho.
    Y por su parte Ivy esta estudiando con teson para lograr su objetivo de ser oceanografa, pero llevada por la lealtad tomara una peligrosa decision.
    Cuando Hans regrese, por fin, para reunirse de nuevo con Ivy, la mision esta lejos de culminar aun.
    Sin que puedan imaginarlo ni evitarlo Hans, Leandro e Ivy se veran inmersos en una trama del mas alto nivel de corrupcion.
    ?Lograran los tres salir indemnes?>>.

  • Mientras llueva de Teresa Viejo

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    <>: esa es la frase que retumba desde la cabeza al corazon de Alma Gamboa Monteserin, una mujer en fuga a la que nadie persigue. Es el invierno de 1946 y Alma viaja a la casa de sus antepasados donde, en vez de la paz que tanto necesita, le espera, ineludible, una revelacion trascendental.

  • Me perteneces de M. A. Petersen

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    Ryan Williams, el “chico estrella" de una importante firma legal, libre de ataduras, guapo, trabajador e inteligente, ha organizado bajo sus terminos cada proximo paso en su vida, partiendo por lo fundamental: gozar de su exito y dejarse querer. Sin embargo todas sus convicciones comienzan a temblar porque su nueva e irreverente secretaria, Elizabeth Miles, ha decidido sin pudor que va a seducirlo, a invertirle los papeles y a ponerlo a arder a su antojo, prometiendo llevarlo a limites insospechados de placer a cambio de una sola intransable condicion: ser su sumiso.
    ?Podra Ryan cederle el control a aquella inusual chica, rompiendo con sus prejuicios masculinos? ?Que tendra planeado Elizabeth para guiarlo hasta entregarse con absoluta y total devocion? Por que, si es lo que ambos desean, ?una relacion que se alimenta esencialmente del mas intenso placer parece no ser suficiente?
    Ven y averigualo...

  • Magia Elemental, Lucia Herrero de Lucia Herrero

    https://gigalibros.com/magia-elemental-lucia-herrero.html

  • Scorpions de Maria Jose Tirado

    https://gigalibros.com/scorpions.html

    Solo un corazon curtido por el sol del desierto
    podra liberar a un alma presa entre barrotes de oro.

  • La Rendicion del Highlander (Penword 3) de Arlette Geneve

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    Marina es una noble y decidida mujer que se encuentra ante la decision mas dificil de su existencia; elegir entre el amor de su vida o la lealtad a su familia. Su mejor amigo va a ser ahorcado, y en su desesperacion para tratar de liberarlo, acude a la unica persona que puede ofrecerle la ayuda que necesita, Brandon McGregor, un laird arrogante, posesivo, y del que esta irremediablemente enamorada. Sin embargo, el escoces la desprecia porque la cree una manipuladora sin sentimientos. Una arpia traidora e indigna de confianza. Marina llega a una encrucijada de dificil eleccion, si salva a su amigo, debe traicionarlo a el, y Brandon no piensa perdonar sus intrigas y maquinaciones.
    Marina tendra que pagar el precio que el Laird de Ruthvencastle le imponga.

  • Legado de amor (Haven Manor 1.5) de Kristi Ann Hunter

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    Lo que menos esperaba Sarah Gooding era que, al devolverle un camafeo a una anciana senora eso la llevara a conseguir un empleo... y a conocer al nieto de la dama, alguien que, socialmente, esta muy por encima de ella.

  • Una puerta en el mar de Beatriz Artaza Laria

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    En la montana, a los pies de las rocas azotadas por el mar Cantabrico, donde antes no habia nada, aparece una entrada a las entranas de Punta Lucero. Una misteriosa caja, semienterrada en la playa, desvelara un ancestral secreto imposible de creer. Este hara que la vida de Alicia cambie para siempre, haciendole vivir una serie de acontecimientos insolitos. Un thriller de ficcion lleno de misterio e intriga, con una accion continua que no da respiro. Energico, vibrante y directo.

  • Asesinos multiples de Vicente Garrido

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    La atractiva fascinacion del mal.

  • La grieta de Brandon Q. Morris

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    --PREPARENSE PARA EL IMPACTO. M6 gimio. La advertencia casi llego demasiado tarde. Tuvo el tiempo justo para doblar las rodillas y apoyar su cuerpo contra el suelo. Casi de inmediato sus sensores sismicos detectaron la fuerza del impacto. El meteorito apenas le habia rozado. A unos 100 metros al norte debia haber un nuevo crater. !Esta era su oportunidad! M6 enderezo con fuerza cuatro de sus seis rodillas, adquiriendo un impulso que lo levanto inmediatamente del suelo. Sus piernas habian estado apuntando hacia el sur, asi que navego hacia el norte a traves del espacio, justo sobre la superficie del planeta enano. No paso mucho tiempo hasta que vio el nuevo crater. Para analizar su composicion, M6 disparo su laser a la nube de polvo que se habia formado sobre el crater. Simultaneamente, registro la estructura del crater y midio las temperaturas en su interior. Sus impulsores de posicionamiento se accionaron para acercarlo aun mas a la accion. El impacto casi le costo la vida. El meteorito habia entrado en una trayectoria muy horizontal y, debido a la rapida rotacion de Ceres, habia permanecido invisible para sus instrumentos durante demasiado tiempo, como una bala de canon que habia sido disparada justo antes de que su objetivo doblara la esquina. Pero ahora que habia sobrevivido, habia ahorrado trabajo. El meteorito habia perforado directamente en la cara lateral de Ahuna Mons, el unico criovolcan de Ceres. M6 habia planeado, a partir de manana, empezar a perforar la montana de cuatro kilometros de altura, sin embargo, el meteorito ya habia abierto su gelido interior. Lo que M6 observo fue fascinante. Como en camara lenta, el material fluia hacia el crater desde arriba, mientras que el borde inferior del mismo se derrumbaba. El agujero del impacto parecia una boca extrana y gigante, con secreciones que salian de su nariz y sobre el labio superior, mientras el inferior caia tristemente. El analisis espectral de la nube mostro que su composicion era una mezcla de varias soluciones salinas con amoniaco y agua helada. La energia del impacto habia vaporizado parte de la cara de la montana y derretido el resto de esta. La radiacion solar que golpeaba el borde del crater lo mantenia mas caliente y por lo tanto mas viscoso, mientras que el oscuro interior se solidificaba de nuevo con rapidez. M6 lo registro todo. En unas pocas semanas, cuando contactara de nuevo con la Tierra, enviaria un resumen de sus hallazgos para que fueran analizados por los cientificos del Grupo RB. Probablemente se alegrarian por todo el progreso que habia hecho. <>, penso. Luego, movio con cuidado sus articulaciones. Ceres no tenia atmosfera, pero el seguia de pie en medio de la nube de polvo provocada por el impacto. Pequenas particulas podian entrar en cualquiera de las tres articulaciones de cada una de sus seis patas, haciendolo incapaz de moverse. Esa era su peor pesadilla, aunque tenia medios para solucionar esos problemas. Esperaba que todo lo que tuviera que hacer fuera calentar las partes afectadas de su cuerpo, desde el interior, y fundir las particulas intrusas. Su cuerpo tenia un diseno simetrico radial y estaba suspendido entre sus seis piernas por medio de articulaciones flexibles. M6 nunca se habia visto a si mismo desde fuera de su cuerpo, pero un ingeniero le dijo una vez que parecia una arana gigante. La comparacion no le preocupaba. Lo importante para el era que su cuerpo fuera practico y duradero. Obtenia energia de una pequena bateria atomica, y de los paneles solares que se hallaban en su parte superior y que parecian ojos polifaceticos gigantes, debido a las numerosas lentes que los cubrian. Sus organos visuales estaban situados en el interior de su dura coraza. Estos eran sensibles a todo el espectro, desde el infrarrojo hasta los rayos gamma. M6 siempre se hacia muchas preguntas. Surgian en su mente cada vez que se encontraba con uno de los secretos de Ceres. Y cada respuesta constituia la semilla de, al menos, una nueva pregunta. Ni siquiera necesitaba las preguntas que los cientificos de la Tierra le enviaban, el tenia muchas suyas. Pero habia una cuestion que nunca se hizo a si mismo: <> ?No bastaba con que estuviera alli y buscara respuestas? M6 no deseaba ninguna otra vida. Pero un miedo persistente acechaba en el fondo de su mente. <> No lo sabia, y eso lo aterrorizaba. M6 ya habia calculado cuanto tiempo tardaria en volar a otro objeto en las cercanias. Aunque el cinturon de asteroides estaba lleno de millones de trozos de roca, un desplazamiento no seria algo sencillo. Su sistema de propulsion solo le daba suficiente impulso para saltos poderosos, para que pudiera moverse por la superficie del planeta enano y luego volver a descender, no para viajes largos a traves del vacio del espacio. El viaje tardaria anos, anos en los que no tendria nada que hacer. Pero ese era un futuro teorico y lejano. En este momento, ni siquiera estaba claro como funcionaba ese volcan. No parecia tener nada en comun con las brillantes montanas de Io, Venus o la Tierra. Comprender a Ahuna Mons era el objetivo principal de sus instrucciones actuales. Con su pierna delantera, M6 toco el borde del crater, el labio inferior caido. El sustrato parecia ser ya lo suficientemente solido. Registro 40 grados bajo cero en el suelo. Si hubiera sido hielo puro, habria sido duro como una piedra a esa temperatura. Solo las numerosas impurezas hacian que siguiera fluyendo lentamente. Sin embargo, debido a la baja gravedad de Ceres, apenas se movia. M6 pudo avanzar, sin miedo, mas en el abismo creado por el meteorito. Mientras se adentraba en la oscuridad y apoyaba con cuidado una pierna delante de la otra, examino las paredes del agujero. Obviamente habian sido dispuestas en capas que le parecieron como anillos de crecimiento anual. Tal vez podria usarlos para averiguar la verdadera edad del volcan. Todo lo que se sabia era que, a pesar de su enorme altura, no podia tener mas de un millon de anos, de lo contrario habria habido mas crateres como ese. Las capas individuales tenian cada una aproximadamente 20 a 30 centimetros de espesor. Su composicion era muy diferente. Estaban separados por finas capas de un material similar al silicato. M6 cogio una muestra y la introdujo en el analizador, situado en su zona abdominal. El material de la capa separadora era identico al polvo de regolito que formaba una fina capa que cubria todo Ceres. M6 ya intuia que se estaban formando nuevas preguntas en su mente. Si analizaba suficientes capas, podia compilar una cronologia de las condiciones en Ceres en los ultimos miles de anos, de la misma manera que los biologos terrestres determinaron el clima de la Tierra a partir del analisis de los troncos de los arboles. ?Estarian los cientificos del Grupo RB tan interesados como el en echar un vistazo al pasado? No todas las preguntas que habia planteado fueron igualmente bien recibidas por sus jefes. Ceres era uno de los cuerpos celestes que las Naciones Unidas habian declarado fuera de los limites de la mineria de asteroides. Solo las misiones de investigacion cientifica como la suya se permitian. Pero, por supuesto, el Grupo RB esperaba que esa restriccion se levantara en algun momento. Si Ceres ofrecia importantes recursos para el desarrollo de la humanidad, su estatus de area protegida podria ser reconsiderado, y entonces el Grupo RB tendria ventaja. M6 recogio otra muestra de la capa divisoria mas hacia el interior y la analizo. Su contenido de elementos radiactivos mostro que debia ser, al menos, mil anos mas antigua que la primera muestra. ?Hasta que punto del pasado le permitiria viajar ese crater? M6 se adentro cuidadosamente en el agujero. Siempre manteniendo dos piernas ancladas en el hielo, dos apoyandolo en la parte delantera, y el tercer par comprobaba el subsuelo antes de desplazar su peso. Estaba realizando un buen progreso. El escaner laser revelo que el meteorito se habia enterrado a unos cien metros de profundidad. Justo en ese momento sus patas traseras rompieron la capa de hielo. M6 no pudo reaccionar con la rapidez requerida. Su peso lo empujo hacia atras, y sus patas delanteras perdieron contacto. La parte superior del agujero estaba demasiado lejos para que el la alcanzara. La parte trasera de su cuerpo se apoyo en el hielo. M6 percibio el frio. Estaba enfadado consigo mismo. !No deberia haber permitido que eso sucediera! Pero no se dejo llevar por el panico. Con mucha calma analizo la situacion. Sus patas traseras se habian hundido profundamente en el hielo. No tenia suficiente espacio para mover sus articulaciones y maniobrar para sacar sus piernas del terreno congelado. Solo las articulaciones eran calefactables, no las piernas en si, asi que tampoco podia liberarlas derritiendo el hielo a su alrededor. Estaba claro lo que tenia que hacer. Debia renunciar a esas dos extremidades. Siguiendo una senal de su mente, la articulacion superior de cada una de sus patas traseras se separo en dos partes, para que las otras cuatro patas pudieran levantar su cuerpo. El dano fue minimo. Lo unico que lamentaba era que tendria que abandonar la exploracion del crater por el momento, porque necesitaba las seis piernas para hacerlo. Por eso estaba mas disgustado. Con la ayuda de los nanofabricantes de su cuerpo, seria capaz de construir nuevas piernas. Tal vez sus jefes disenarian algo mejor para que el. Sin embargo, primero tendria que obtener los materiales necesarios. Los nanofabricantes podrian ensamblar cualquier diseno que les diera, pero necesitarian las materias primas adecuadas para dicha labor; en este caso, metales. Y el ya sabia donde buscar. Recordo haber visto manchas blancas en el crater del Occator, dos anos antes, durante su aproximacion a Ceres. 14 de mayo de 2085, Pomona, Kansas --PAPA, ?puedo usar la camioneta esta noche? Derek McMaster miro hacia arriba. La voz de su hija llegaba, desde el segundo piso, a traves de las paredes de madera hasta el pasillo. Se sorprendio. Normalmente aun estaba durmiendo a esas horas. Probablemente habia estado pendiente de oirle. --No hay problema. ?Cuando la necesitas? --pregunto en voz alta. --A las siete me vendria bien. --Volvere a las cinco. Tu madre ya esta preparando la cena. A ver si podemos cenar todos juntos. Elizabeth llevaba tres dias en casa, pero apenas la habian visto. O bien se escondia en su habitacion, supuestamente estudiando, o estaba con amigos de cursos anteriores, que es lo que probablemente planeaba hacer de nuevo esa noche. Imaginaba que, al dia siguiente, volveria a centrarse en sus estudios. --Vale --respondio. --Hasta luego entonces --grito Derek. Abrio la puerta delantera, salio y la cerro detras de si. Las tablas de madera del porche crujieron bajo sus botas de cuero. Era agradable saber que su hija mayor estaria en casa una temporada. Miro hacia el garaje, que tenia la puerta abierta. Podia ver la casa de munecas con la que ella solia jugar en un rincon. En algun momento, debio haberla guardado alli. Derek se ajusto mas el abrigo. El aire todavia era fresco y agradable. Le encantaban las primeras horas de la manana. Solia haber siempre niebla sobre los campos cuando salia en su camioneta a inspeccionar los cultivos. Pero hacia demasiado calor para eso, la niebla solo aparecia en invierno. El informe meteorologico indicaba que, por la tarde, alcanzarian los treinta grados. Su hija le preguntaria que queria decir ese numero. Ella habia crecido usando las nuevas unidades de medida universales, pero el tendia a emplear los grados Celsius y los kilometros. Treinta. <>, pensaba. La camioneta ya estaba fuera del garaje, junto al porche. Su parte delantera se hallaba salpicada de barro. No estaba asi cuando volvio ayer. Tenia que haber sido obra de su hija. Ella tambien habia cogido el vehiculo anoche. Pero ?como lo habia ensuciarlo de barro? !Las ultimas lluvias habian caido hacia casi tres meses! Derek froto las manchas. El barro estaba seco y se le metio bajo los dedos. <>, penso, <>. Eso no era tan facil en esa zona olvidada de la mano de Dios. Esa era una de las razones por las que habia ido a estudiar a Kansas City. Derek abrio la puerta de la camioneta y se sento en el asiento del conductor, que se hundio bajo su peso. Olia a tabaco. Su hija no fumaba, asi que debia haber ido alguien mas con ella. <> Pero eso no era asunto suyo. Suspiro y fue a girar la llave. Normalmente las dejaba puestas, pero sus dedos no encontraron nada mas que aire. <> Ahora tendria que volver a entrar. Sin embargo, antes, Derek reviso la guantera. Alli estaba la llave, justo al lado del arma que guardaba alli por nostalgia. Metio la llave en el contacto, puso el pie en el pedal del freno y giro la llave. El motor comenzo a vibrar suavemente. Su camioneta se impulsaba por hidrogeno. Alli, era mucho mas fiable que un vehiculo electrico porque hasta el mas pequeno de los tornados, inevitablemente, derribaba las lineas en la zona. Durante 30 anos, el condado habia pedido al estado que pusiera las lineas electricas bajo tierra, pero resultaba demasiado caro ya que todas casas se hallaban muy dispersas unas de otras. Derek habia optado por instalar un tanque de hidrogeno extra en su casa para poder ser energeticamente independiente, y solo necesitaba que un camion de combustible viniera una vez al mes para llenar el tanque. Condujo despacio por la carretera de acceso a Colorado Road. El camino de acceso a su vivienda no estaba pavimentado, asi que la camioneta levanto una nube de polvo. Su esposa solia reganarlo respecto a la pavimentacion del camino, pero se habia abstenido de hacerlo desde que dejo de llover tanto. No sabia si su silencio se debia a que ya no tenia que andar en bicicleta por los charcos cuando iba a visitar a sus amigos o a que habia notado la fuerte disminucion de los ingresos de la granja. Ya no se hablaban mucho. Despues de su agotador trabajo en el campo, Derek necesitaba descansar.

  • Caminos opuestos de Kelly Elliott

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    Me quede mirando al hombre. Tenia que haber habido algun tipo de error. Lo habia escuchado mal. Mi estomago estaba hecho nudos mientras asimilaba esas palabras. --Lo siento --dije mientras me reia--. Crei oirle decir que soy copropietario de la casa del rancho de mi abuelo aqui en Johnson City. El asintio. --Eso es lo que dije, Lucas. Con una fuerte sacudida de mi cabeza, me dirigi a el--: Esto es un error, Lou. Soy el unico nieto de William Foster. ?Si el abuelo no le lego la propiedad a ninguno de mis padres, a quien se la dejo? El anciano intento ocultar su sonrisa y fallo miserablemente. --El cincuenta por ciento de la casa ubicada en el numero cuarenta y cinco siete dos en la carretera estatal ciento setenta y cinco se le ha dejado a una tal... --jure que hizo una pausa para darle efecto dramatico--. Paige Miller. Cerre los ojos y solte un suave gemido. --Ahora seguro que te escuche mal. ?Que nombre acabas de decir? Sin abrir los ojos, pude escuchar el humor del abogado en su respuesta. --Paige Miller, formalmente de Johnson City, se mudo a Arkansas para asistir a la Universidad de Arkansas con un titulo en Negocios Internacionales con un... --Una especialidad en frances. !Se quien es Paige, Lou, y sabes que lo se! ?Por que aparece en el testamento de mi abuelo? El anciano, que tambien era el mejor amigo de mi abuelo, se reclino en su enorme silla de cuero y me sonrio. --Me temo que la unica persona que lo sabe es tu abuelo. Me obligue a sonreir. --Eso no me ayuda en nada, Lou, cuando el hombre fue enterrado hace tres dias. Su sonrisa se desvanecio. --Eso es cierto ... ?Y por cierto, donde estabas? La culpa me golpeo de lleno en el pecho. Nunca me perdonaria por perderme el funeral del abuelo. Maldita Bianca. Suspirando, respondi--: Fiji. Chasqueo los dedos. --Asi es. Tu mama dijo que tu y tu novia salieron de viaje. Escuche que la chica esperaba un anillo. ?Le pediste que se casara contigo? --No, no lo hice. ?Podemos volver a este... error? --Esto... la senorita Miller estuvo en mi oficina hace dos dias y recogio las llaves y una carta que le escribio tu abuelo--. Saco un sobre del archivo y lo deslizo sobre su escritorio--. Esta es tu carta y tu llave. Luego coloco una sola llave en la parte superior del sobre. Lo mire. Si la tocara, podria quemarme y prender fuego a toda la maldita oficina. Luego me rei, me frote la nuca y mire al amigo mas antiguo y querido de mi abuelo. --?Esto es una broma verdad? Tiene que ser una mas, porque a el le encantaba bromear. Se que adoraba a Paige, y siempre decia que necesitaba reconocer que me habia equivocado, pero no hablaba en serio. No esbozo una sonrisa. De hecho, parecia un poco cabreado. --Creeme cuando digo que esto no es una broma. William sabia exactamente lo que estaba haciendo. Lee la carta, Lucas. Todas las respuestas que buscas empiezan en esa carta. --Senalo el sobre con la barbilla. Lo agarre y me pare. --?La mitad de la casa es mia, la otra mitad es de Paige? --Asi es, el terreno tambien. Una sensacion de hundimiento me golpeo en medio de las entranas. La tierra tambien. Que maravilla. Lo primero que se me vino a la cabeza es vender todo. Cada vez que entre en esa casa pense en ella. En Paige. La mujer con la que ahora la comparto. Jesucristo, esto es un desastre. --Gracias por tu tiempo, Lou. Mientras me dirigia hacia la puerta, me grito--: Bienvenido de nuevo a Johnson City, hijo. Puse mi mano en la puerta. Una parte de mi se enfado porque mi abuelo habia tratado de forzarme. El plan siempre habia sido que yo fuera a la universidad, luego regresara y trabajara junto a mi padre y mi abuelo en la empresa familiar. Todo eso cambio el verano despues de que me gradue del bachillerato. No queria esa casa ni los recuerdos asociados con ella. --Tan pronto como le compre a Paige su parte y venda esa casa, me regreso a Austin, Lou. El fruncio el ceno. --Es una lastima. Nos vendria bien un hombre de tus muchos talentos aqui en el pueblo. Me rei. Pensar que Bianca considerara la idea de vivir en Johnson City era una broma de las malas. Ella ya se estaba quejando de quedarse en el hotelito al final de la calle, que en realidad crei que era mejor que cualquier hotel caro en el que nos hayamos alojado. --No me quedare, pero gracias, Lou. Antes de que la puerta se cerrara, jure que escuche al anciano reir y decir--: Ya veremos. Capitulo 1 – Paige Tres dias antes --Paige, carino, muchas gracias por venir. William te amaba como a una nieta y te extranaba mucho. Limpie una lagrima de mi mejilla y force una sonrisa cuando Lynn Foster coloco sus manos en mi parte superior de los brazos y me dio una mirada. Ella siempre habia hecho esto, desde que tengo memoria. Cuando entre en la casa de Lynn y Carl Foster, me dolia el corazon. Amaba al padre de Carl, William, como si fuera mi propio abuelo. --No tenia idea de que estaba enfermo, o habria venido de visita --dije--. Han pasado meses desde que lo vi. Ella sacudio la cabeza. --No te lamentes, jovencita, lo llamabas todas las semanas. Viniste la navidad pasada a verlo y jugaste domino con el y lo ayudaste a decorar el arbol fuera de la casa. El hablo durante dias sobre lo bonito que quedo. Le sonrei a Lynn calidamente, pero no podia ignorar la forma en que me dolia el pecho. Habia planeado volver a casa para ver a mi padre, y a mis hermanos, Tom y William. Use la excusa de que estaba tan ocupada con el trabajo y nunca hice el viaje. Volver a casa en Johnson City siempre traia consigo un manto de tristeza. Los recuerdos y los suenos perdidos a menudo me dificultaban la respiracion. Los ojos de Lynn estaban llenos de una mirada amorosa. Siempre la habia adorado y no tenia nada que ver con el hecho de que su hijo, Lucas, habia sido uno de mis mejores amigos mientras crecia, junto con Milo Elliott y Jen Adams. Habia salido con Lucas durante todo el bachillerato. Habia sido mi primer amor. Mi primer beso de verdad. Demonios, el primero en cada encuentro sexual, hasta que me fui a Arkansas hace once anos, cuando tenia dieciocho. --Lo voy a extranar. --Mire a mi alrededor, buscando a su hijo. No lo habia visto en algunos anos. Cada vez que estaba en el pueblo, el no estaba. Y aunque ambos viviamos en Austin, nunca nos encontramos ni una sola vez. Eso es mentira. Me habia tropezado con el unas cuantas veces, pero siempre me las arreglaba para escapar antes de que el pudiera verme. Por supuesto, ahora nos moviamos en diferentes circulos. Nunca me perdono por ir a Arkansas y no a la Universidad de Texas. Sonaba con abrir mi propio negocio y Lucas tenia el sueno de quedarse en Johnson City y hacerse cargo del negocio de su familia. No es que no me gustara mi pueblo natal; me encanta. Pero yo era joven y queria ver que mas habia ahi afuera. Esta fue la razon por la que elegi estudiar negocios internacionales y una especialidad en frances. La idea de vivir en Francia siempre habia sido un sueno, uno que comparti con Lucas hace siglos. El habia estado totalmente de acuerdo, pero cuando descubrio que no queria el simple titulo en negocios que ofrecia Texas, se molesto. Una parte de mi penso que tal vez queria un descanso; despues de todo, habiamos salido durante todo el bachillerato. Pero me dio un ultimatum y ese fue el punto de ruptura. Si no iba a UT con el, tendriamos que romper porque el no podria tener una relacion a larga distancia. La verdad era que obviamente no confiaba en mi, y eso me partio el corazon en dos. --Paige, antes de que te vayas para a Austin, ?te importaria pasar por la oficina de Lou Howard manana? Te nombraron en el testamento de William. --?A mi? --pregunte, mi voz sonaba tan aturdida como me sentia. --Sabes que el te queria muchisimo. Esperaba que tu y Lucas hubieran encontrado el camino de regreso el uno al otro. Force una sonrisa. Una parte de mi habia pensado que quizas nosotros tambien lo hariamos. Nunca habia sentido algo por ningun otro hombre como lo habia sentido por Lucas. Me tomo casi todo mi primer ano de universidad superarlo, e incluso hasta el dia de hoy, mi cerebro me dice que es una vieja noticia y mi corazon responde. --?Donde esta Lucas? --pregunte, tratando de ser indiferente. Lynn fruncio el ceno. --Fiji. Mis ojos se agrandaron. --Lo siento, ?dijiste Fiji? Por un momento, pense que Lynn solto un grunido. Ella puso los ojos en blanco. --Debo decir que esta en camino. Una vez que las cosas empeoraron y me di cuenta de que William no iba a mejorar, llame a Lucas. El pobre hizo lo que pudo, pero no alcanzo a regresar a tiempo para el funeral de hoy. De alguna manera perdieron su vuelo. Lynn miro a su alrededor, me tomo del brazo y me condujo hasta el porche trasero. Habia pocas personas alrededor, asi que pudimos hablar con tranquilidad. Una vez que estuvimos afuera, se inclino hacia mi y me susurro--: Bianca convenientemente no pudo encontrar su pasaporte. Arquee una ceja. --!Si, a proposito! Lucas deberia haberla dejado en esa isla. La puerta trasera se abrio de golpe y salio Linda May Hacker. --Oh, Lynn, carino, lamento mucho oir lo de William y que Lucas no haya podido regresar a tiempo.

  • Luz perfecta de Marcello Fois

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  • Dime que no es un sueno de Anabel Botella

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    Cuando el amor verdadero llega a tu vida ni la muerte podra arrebatartelo

  • Muerte en Cape Cod de Mary Higgins Clark

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  • A la caza de un sueno imposible (Cazadoras 3) de Alexia Mars

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

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    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • Amor enmascarado de Ruth M. Lerga

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    Londres, finales de abril de 1800 Conforme la conversacion avanzaba, la desesperacion de Sebastian iba en aumento. Se habia reunido con su abogado para tratar el espinoso tema de lady Genoveva Sinclair, la joven dama a la que tutelaba. Pocos caballeros tenian, contando solo veintidos anos, una pupila de dieciocho a su cargo. Tampoco era frecuente, despues de todo, heredar un condado prospero tan temprano, pero la muerte de sus padres, tres anos antes, lo habia precipitado a la vida adulta sin estar preparado, forzandolo a dejar la universidad aun sin completar sus materias y encerrarse en Lancanshire para aprender a ser un noble con un amplio patrimonio y responsabilidades politicas y familiares. --Es unas situacion complicada, Hentley --le decia el licenciado--. Los Sinclair eligieron al anterior conde como padrino de lady Genoveva y el marques explicito en su testamento, ademas, que, en caso de que algo les ocurriese, fuera el quien se hiciera cargo de la joven hasta que esta contrajese matrimonio. Al morir los cuatro juntos en aquel terrible incidente en... --dudo. --Sierra Morena, Cordoba --acabo Sebastian por el, con voz hueca--. La marquesa era espanola e iban a pasar el invierno en la finca de su familia, buscando un clima mas calido dado el reuma que mi madre padecia. Los atracaron en uno de los desfiladeros. --Exacto. La cuestion es que todos ellos perecieron a la vez. El heredero de Sinclair quedo, desde luego, encantado: heredaba un marquesado de un pariente lejano al que apenas conocia y se deshacia, al mismo tiempo, de la responsabilidad de la chiquilla. --En realidad no era una chiquilla, tenia quince anos entonces, pero el conde se abstuvo de hacerselo notar--. Asi que no impugno la tutoria y te la cedio a ti, como legado de tu padre. Dado que tu no opusiste resistencia alguna, se entendio que aceptabas y asi quedo acordado. La dote ya estaba consignada, se te cedio y... Se permitio dejar de escuchar durante unos segundos. La notica de la muerte de sus padres lo devasto; todavia recordaba la sensacion de desgracia que se cernio sobre el durante meses y que tuvo que ocultar a todos. Se encontro solo, al frente de muchisimos compromisos para los que apenas lo habian instruido y con varias mujeres a su cargo, dos de ellas bajo su mismo techo: su hermana Helena, que tenia entonces diez anos, y Veva. Recordaba el momento en que la joven llego a la finca. La esperaba, junto con todo el servicio, en la entrada principal; deseaba que sintiera que llegaba al que iba a ser su hogar, no queria que se creyera una carga. La conocia desde siempre y, aunque en los ultimos anos apenas la habia visto, recordaba bien a aquella joven alegre de cabellos negros y ojos grises de caracter alegre y bullicioso que lo perseguia a todas partes cada verano. Sin embargo, del carruaje bajo una dama triste, apagada, tan delgada que parecia enferma. Veva no tenia una gran relacion con su padre, Sinclair era un hombre estricto, pero si con su madre, una dama carinosa y muy atenta. Si para Sebastian la muerte de sus padres habia significado un antes y un despues en su existencia, la sensacion que se llevo fue que, para Veva, la vida habia acabado entonces. Costo un ano que se recuperara y volviera a ser ella, !y vaya si regreso! La casa se lleno de jubilo, las cuadras de una magnifica yeguada y en el condado todos hablaban de la traviesa espanola. Durante dos anos fue viendola hacerse mujer y sus sentimientos comenzaron a cambiar, asi que diez meses antes de debutar la habia enviado a un internado en Suiza para que la pulieran, alejandola de si, y se habia dedicado a alternar el de cama en cama, tratando de olvidar la risa de Veva. Pero habia vuelto de Ginebra transformada. Su cuerpo habia acabado de formarse, y sus modales, de perfilarse. Todos los hombres iban a quedar cautivados, tanto como el lo estaba ya. Genoveva Sinclair se habia convertido de manera definitiva en su infierno personal. --?Milord? Levanto la vista. El letrado le estaba inquiriendo algo. --?Que? --la pregunta sono a disculpa. --Le decia que he hecho efectivas las inversiones que componen la dote de lady Genoveva, una cifra que supera las diez mil libras, y he mandado preparar la casa que su madre le cedio en Cordoba, por si desea acudir alli en su viaje de novios. <>. Veva iba a casarse y tendria que dejarla marchar. Sintio que las paredes se cernian sobre el y que el techo se le caia encima. --?Hay alguna estipulacion sobre el tipo de esposo que su padre tenia en mente? --Ninguna. --Me dan ganas de casarme yo con ella y evitar toda esta situacion. Podia parecer una queja, pero era una frase calculada, una que habia preparado durante dias, desde que pidiera cita en la oficina de sus abogados. --!Eso no es posible, milord! --se solivianto el jurista. Lo miro con fingida extraneza. --Crei que no habia ninguna limitacion en su matrimonio. --Y no la hay, la joven podra casarse con quien quiera siempre que vos deis vuestra bendicion. Por eso mismo no podeis ser el novio, porque os erigieron para protegerla y, por tanto, quien tendra la ultima palabra sobre sus nupcias. Se diria que os estais apropiando de su dote. A efectos legales seria casi como casaros con vuestra hija, ademas. Magnifico, no solo era un excentrico por desearla, sino que se convertiria en un ladron de fortunas ajenas y en una especie de perturbado. --Solo bromeaba --zanjo el tema. --No me cabe duda, como se tambien que elegireis para ella al mejor de los candidatos. --Asi sera. Y cuanto antes lo hiciera y mas lejos la enviase, mejor. *** Aquella noche Veva era incapaz de dormir, asi que, cansada de dar vueltas en la cama, subio hasta la buhardilla, abrio la claraboya del techo y, ayudada por las estanterias, trepo hasta el tragaluz y de alli salio al tejado. Le encantaban las alturas, la hacian sentirse duena de lo que veia, por encima de todo. Habia pasado mucho tiempo en las ramas de un tejo centenario en Lancaster, en la finca de los Hentley, tras la muerte de sus padres, hasta que sintio que recuperaba el control de su vida. Esa noche habian vuelto a robarselo. Sebastian la habia llamado a su despacho para explicarle los terminos de su debut y de su dote y para hablar de sus expectativas. Era una boba, una boba que se merecia tener el corazon hecho anicos por enamorarse de un idiota como el. Cuando habia comenzado a hablarle de la necesidad de casarse, creyo que se referia a el mas que a ella y que se arrodillaria alli mismo y le pediria que fuera su esposa. Tanto, que se habia sentido mareada y su corazon casi le rompe una costilla, tan fuerte y rapido habia comenzado a latir. Pero no; era ella, claro, quien habia de desposarse. Le habia hecho una lista de los lores mas convenientes y, con voz hastiada, le habia aconsejado como manejarse con ellos. Una lagrima cayo por su mejilla. Por una vez, la dejo rodar. Detestaba llorar, pero esa noche volveria a quedarse sola. Tal vez no de facto, pero era cuestion de semanas que fuera entregada a un desconocido para el resto de su vida. Cuando murieron sus padres, al menos, se mudo a un lugar conocido, con personas que la consideraban parte de la familia y que la hicieron sentirse bienvenida. Ahora, en cambio, quien sabia donde recalaria. Pero solo podia responsabilizarse a si misma de su dolor. Sebastian nunca dio senales de compartir sus sentimientos. Si, la trataba con afecto, pero no mas que a Helena, la hermana pequena del conde, de la que Veva se habia vuelto intima a pesar de la diferencia de edad. Si ella habia querido ver mas de lo que habia, ahora tendria que pagar las consecuencias. Cuando, horas despues, bajo del tejado, dejo alli arriba sus suenos de nina y decidio ser practica. Su madre habia sido casada con un ingles de caracter serio y estricto y, a su manera, habia sido feliz. Ella buscaria la misma suerte y, como hiciera la marquesa de Sinclair, lo haria lo mas lejos de alli que le fuera posible. *** Dos meses despues se casaba en la iglesia de San Jorge con el duque de Rachome, monsieur Francois, y se iba a Paris para siempre.

  • La pasion del duque de Emma G. Fraser

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    Ewan Smith, duque de Norfolk, es un alto cargo del ejercito ingles, pero al ser traicionado por su mejor amigo, Malcolm, pierde su puesto, su titulo y casi toda su herencia. Tras jurar vengarse de el, anos despues se cruza en su camino Tyra Stone, una bella y rebelde joven que cabalga sola por el bosque y lo acusa de ser un ladron.
    Cuando descubre que es la prometida del hombre que lo traiciono, Ewan la secuestra la noche de su fiesta de compromiso, pero su belleza y su caracter fuerte hacen que el joven tenga serios problemas para llevar a cabo su venganza, pues el fuego y la pasion que se desata entre ellos hara que surjan nuevas traiciones a las que ambos tendran que hacer frente y las cuales los pondran en peligro en mas de una ocasion.

  • A+ Relatos eroticos de un profesor de Kris Buendia

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    Habiamos quedado para conocernos…tomar algo y charlar. Era verano y ella se presento con una falda corta, una blusa ajustada y una chaqueta de cuero. Jess media uno setenta y cinco. Aproximadamente, y yo dos metros, casi tres. Era morena, ojos color miel, unos labios carnosos, 21 anos, malaguena. Nos sentamos en una terraza cerca de la plaza de Lavapies y estuvimos conversando todo el rato, entre risas y cervezas. Hubo muy buena quimica entre los dos, pero siendo la primera cita, era su profesor, era mi alumna en la clase de historia. Cuando me di cuenta que no era correcto y queria irme de inmediato, la bese en la boca notando que ella sacaba su lengua y jugaba con la mia. ?Como carajos iba a detenerme ahora? Estaba sedienta, pero a mi no me importaba y empapaba mi lengua en su boca. Me di cuenta entonces que ella tenia tantas ganas como yo y que era una chica muy traviesa. No nos importaba que estuviesemos rodeados de gente, y tras diez minutos de intensos besos y juegos previos, me invito a su casa. !Mierda, mierda, mierda! Se estaba saliendo de control. Pero la dureza de mi verga me exigia en silencio que accediera. Y lo hice. Durante el trayecto en mi Ducati, no pense hacerle nada, pero, !que mierda! si ella no queria, me quitaria la mano. Podia manejar la moto con una mano, y la otra la apoye en sus muslos. No me detuve y quise ver hasta donde era capaz de llegar ella, asi que subi un poco mas la mano, hasta llegar a sus bragas. La postura de ir en moto sentada hacia que fuese abierta, por lo que mi mano toco directamente su sexo. Lo toque sin vacilar, mientras la brisa nos tocaba tambien. Mi sorpresa fue cuando ella se echo a un lado la braga para que mis dedos tocaran directamente el interior de su sexo para que la siguiera masturbando. !Joder, ambos estabamos mojados! Al llegar a un semaforo en rojo, pense que me quitaria la mano cuando otros coches parasen a nuestro lado, pero mi otra sorpresa fue que ella no hizo nada. Yo ya le habia metido dos dedos en su empapado sexo y ella se movia lentamente apretando contra el asiento. El primer coche en parar fue un taxi, que se coloco a nuestra derecha. Mire al conductor y a los pasajeros que iban atras. Eran dos chicas jovenes, bastante guapas. Luego mire al otro coche que se paro a la izquierda. Un tipo de bastante edad, debo decir. Ese minuto alli parados, masturbando a mi alumna, me parecieron diez. Jess ensenaba sus muslos abiertos y mi mano desaparecia descaradamente entre ellos. El taxista que nos tenia a medio metro miraba descaradamente los pequenos movimientos que hacia mi chica para sentir mas a dentro mis dedos. Seguramente nos hubiese dicho algo, pero de no ser por llevar a aquellas chicas detras, como hombre se que tambien le gustaba lo que miraba. El otro conductor miraba tambien descarado mientras desde nuestra posicion veia como se tocaba la verga por encima del pantalon. Notaba como ella aumentaba el ritmo de cadera sentada sobre mi mano mientras yo la seguia masturbando. Vaya que lo hizo. No quedaba mucho tiempo, pues el semaforo ya estaba intermitente. Mientras Jess estaba apoyada en el baul que llevo detras del asiento y que sirve de respaldo. Abrio un poco mas las piernas, ahora cinicamente y yo empece a frotarle el clitoris con mis dos dedos, haciendo lo posible por rozarle el punto exacto. A los pocos segundos, empezo a temblar y a soltar fluidos que empaparon el asiento y mi mano. Semaforo en verde... El unico comentario que hizo el taxista antes de irse fue: --Que suerte tienes, cabron. Y me guino un ojo antes de que acelerase y les dejase alli a todos con esa imagen de mi pequena Jess corriendose en el asiento de atras de mi Ducati. Pero, mierda. Si solamente supieran que el que le estaba metiendo mano, era su jodido profesor. NOCHE BUENA Siempre se dice que la navidad es una fecha para compartir, mas aun en mi situacion economica, mejorada sustancialmente respecto de aquella en la cual me origine. Veinticuatro, fui a la casa de mi madre llevando regalos para ella, mis hermanos menores y mis sobrinos, ademas de todo lo necesario para preparar la cena; mi pareja de ese entonces no me acompano. Y que bueno que no lo hizo, pues al cruzar la calle y por ser noche buena, los vecinos de mi madre, eran los padres de Less. Mi alumna. El dia fue agotador, por un lado los ninos que iban de un lugar a otro desordenando todo a su paso, y por otro, Less pasando sus manos disimuladamente por mi pierna o la de mi hermano cada vez que se presentaba la ocasion, la calentura subia y bajaba en mi cuerpo a cada agarron o comentario subidito de tono, con lo cual solo queria que terminara la cena para darme un buen revolcon con ella. No era que no lo habia hecho antes. Pero esa es otra historia. Rapidamente nos fuimos y al subir a uno de mis autos, ella me entrego mis regalos de navidad, que me habia dicho aun quedaban, un par de zapatos de cuero negros. En cambio yo, le tenia un vestido negro que se veia ser muy cortito con un gran escote y su espalda formada solo por tiras cruzadas y paralelas que se unian a una vertical en el medio, que naturalmente dejaria totalmente descubierta su espalda y su culito. Solo ver la imagen del mismo en su caja me hacia imaginar el efecto que produciria si se pasease con el en las calles de Boston. Acariciando su pelo, le pedi que se lo pusiese, se maquillase y se soltase su pelo. Siempre le decia que me encantaba su pelo suelto pues hacia destacar aun mas su cara de pequena perra inocente, nuevamente parecia una. Rumbo a casa me pregunto si me habia gustado mi regalo y si me gustaria ser un regalo, por respuesta solo lleve mi mano a su entrepierna y le dije que me encantaria ser regalado, que ella sabia que me calentaba el hacerlo con mi pequena alumna. A lo cual le pregunte si le molestaria que la regalase a conocidos, ya mi calentura no daba mas, mi entrepierna se encontraba totalmente dura Tome una de sus manos y la pose en mi verga para que sintiese lo duro que ya estaba. El contacto la hizo suspirar inmediatamente, y mientras sostenia su mano entre mis piernas, le pregunte: --?Para que naciste, Less? Y sin esperar su respuesta me respondio: --Para ser culpable. --?De quien eres? --pregunte. --De cualquiera, profesor Blake... de todos. --?Puedes prestarlo? ?Puedes venderlo? ?Arrendarlo o regalarlo? Ella solo me miraba y se reia, yo tambien lo hacia. --Me da lo mismo, si voy a hacer un regalo, me da lo mismo

  • El mundo azul. Ama tu caos, Albert Espinosa de Albert Espinosa

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    El caos es lo que te hace diferente. Lo que la gente no entiende de ti o lo que desea que cambies. Pero el caos es parte de uno, por ello, cuando alguien no te entienda dile:

  • El dia de la duquesa de Sarah Maclean

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    Malcolm Bevingstoke, duque de Haven, ha pasado los tres ultimos anos en una soledad obligada, pagando el precio de un error imposible de arreglar y anorando al amor que ha perdido para siempre.
    Sin embargo, el ducado no espera; el titulo necesita un heredero, lo que significa que debe ponerse a buscar una esposa.
    Solo hay un problema, que ya tiene una.

  • El diario de Marian de Tommy Owens

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    Segunda mitad del siglo XVIII. Marian es una inocente muchacha de diecisiete anos perteneciente a una noble familia del sur de Espana. Ella se siente completamente dichosa estando junto a su madre, a la que idolatra, y a su buena amiga Margarita, a la que adora. Pero su mundo de felicidad se derrumba cuando su padre la fuerza a contraer matrimonio con un primo parisino muy rico y treinta anos mayor al que ni siquiera conoce, Donatien de Chatillon.

  • Como hilos de cristal, Tania Sexton de Tania Sexton

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  • Vuelves loco mi corazon de Sophie Saint Rose

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    Es una broma? --Robert Callaghan Tercero miraba a su socio con sus ojos grises refulgiendo de furia. --?Desde cuando soy una ninera? --No lo veas de esa manera, Rob. Es muy simple. Queremos ese contrato y Cristian Tanner necesita un favor. ?Que hay de malo en ello? --?Me estas diciendo que para que Tanner nos conceda ese contrato, tenemos que dar trabajo a su hija en nuestra empresa? ?Desde cuando las ninas ricas trabajan de secretarias? --Le miro con desconfianza. --!Ese quiere endilgarmela! Larry se echo a reir. --Que no. Que por lo visto les ensena a sus hijos como ser independientes y autosuficientes. Como el empezo desde abajo... Y no quiere hacerlo en su empresa, porque considerarian que los favorece. --!Es que los favorece, joder! !La esta enchufando en nuestra empresa! --No la esta enchufando. Consideralo parte del contrato. Como una clausula mas. --?Y por que tiene que trabajar para mi? --Una rubia, que estaba buenisima, paso a su lado y perdio el hilo de la conversacion, girandose para mirarle el trasero, que era digno de ver con aquel vestido negro ajustado. Su amigo chasqueo los dedos ante sus ojos y divertido se giro en el taburete para mirarle. Bebio de su cerveza. --?Que? Que tu estes fuera del mercado, no significa que el resto seamos eunucos. --Centrate. Hablo en serio. Necesitamos a Tanner. Rob levanto el brazo para llamar al camarero, que recorrio la barra a toda prisa. --Dos cervezas. --Que sea la ultima. Clare me espera. Miro a su amigo, que hacia tres meses que se habia casado, y decidio no meterse con el por tener que llegar a casa a su hora como si fuera un corderito. --Vamos a ver, no pienso despedir a Terry, porque una nina rica quiera jugar a ser responsable. !Es una secretaria estupenda y tiene casi sesenta anos! --No pensaba despedir a Terry. !Y tu tambien eres un nino rico! --No es cierto. !Mi padre tiene el dinero, pero nosotros hemos levantado la empresa de la nada y sin su ayuda! --siseo furioso con ese tema. Larry se echo a reir al ver que se pasaba una mano por su cabello rubio, porque le exasperaba ese tema. --Eres muy sensible respecto a tu padre. --Sera porque me pone de los nervios. El Segundo todavia me ha llamado hoy para que fuera a una reunion de accionistas. Como si hubiera ido a alguna. --No le piensas perdonar que no te pagara la carrera. --?Me ves a mi de abogado? Cuando le dije que queria estudiar ingenieria, puso el grito en el cielo y me echo de casa. Se puede meter sus acciones por donde le quepan --dijo antes de beber media cerveza. Larry decidio cambiar de tema. --Sobre el contrato... --Trabajara para ti. Yo tengo demasiado que hacer para... --Ni hablar. Yo he llevado las conversaciones con su padre. Te toca a ti cargar con este marron. --?Durante cuanto tiempo? --Cuando compruebe los buenos que son nuestros motores, me importara un pepino que la eches a la calle. Pero mientras tanto, tienes una nueva ayudante. --?Ayudante? --Como es nueva y no tiene ni idea de que va nuestra empresa, creo que el mejor puesto para ella. Rob le miro con malicia. -- Una ayudante. Puedo ordenarle lo que me de la gana, ?verdad? Larry se echo a reir. --Lo que quieras. De eso se trata. ?A que ahora no ves tan mal tener una esclava para ti solo? --Eres un amigo. --Pero no te distraigas, que quiero que trabajes en la nueva propulsion. --Tranquilo. Eso esta casi listo. --Miro de reojo a la del vestido negro. --?Y esta buena? --Ah, no. Por ahi no vayas, que como acabemos mal con Tanner, nos dara mala fama. --!Solo he preguntado si esta buena! --!Como si es la mismisima Elizabeth Taylor! Te lo advierto, no la cagues --dijo fulminandolo con sus ojos castanos--. Hablo en serio. Esto son negocios. Rob asintio. --Tranquilo. Puteare a la princesita, pero no me la tirare.

  • La Pequena Maria de Sylvain Saulnier

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    Un estudioso de la geometria de Aristoteles y una joven cronista de una revista de modas se aman y se desean en modo absoluto y exclusivo. Se revelaron ya mutuamente todos los secretos y las complejidades eroticas propias de cualquier pareja de nuestro tiempo, inquieta y curiosa. Cuando el autor <> a sus personajes, estos se encuentran veraneando en una casa de campo y llevan ya conviviendo el periodo normal en que las relaciones eroticas tienden a mustiarse, de no cultivarlas mediante juegos mas elaborados que los crean las pasiones iniciales. Uno de estos juegos es precisamente La pequena Maria, una jovencita de doce anos. El autor narra cuatro dias de este principio de verano en que sus personajes elaboran y llevan a termino el arriesgado <> que conciben en el hermoso esfuerzo por reanimar y sacudir la amenazante monotonia de sus, aun asi, intensas y sofisticadas relaciones eroticas. Es, en suma, una historia de amor, pero contada desde las raices profundas de toda vida amorosa: el Eros.

  • El rey de las hormigas de Zbigniew Herbert

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    Zbigniew Herbert trabajo durante veinte anos en El rey de las hormigas y, no obstante, la obra quedo inconclusa hasta que su editor polaco recopilo los materiales, fragmentos y esbozos para darle la forma que hoy presentamos. En todos los textos, el poeta parece decidido a concederse la libertad de celebrar su amor por la civilizacion de la Antiguedad dando nueva vida a los mitos. El resultado es una recreacion personalisima, colorida y luminosa de un buen numero de personajes de la mitologia clasica, algunos conocidos por los lectores y otros injustamente olvidados: en las habiles manos de Herbert, gracias a la sutileza e ingenio del poeta, Cleomedes, Atlas, Ares, Cerbero, Endimion o Ayax parecen convertirse en nuestros contemporaneos, y sus peripecias, sus destinos y el fabuloso mundo en el que vivieron nos invitan a reflexionar sobre el presente y, muy a menudo, a reir.

  • El libro de los muertos (Inspector Pendergast 7) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    Otra maravillosa aventura de estos dos autores ambientada en el Museo de Ciencias Naturales.

  • La Prima Del Vizconde de Vanny Ferrufino

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    Para toda la poblacion londinense: los vizcondes de Portman tienen el matrimonio perfecto que se basa en el respeto y se rige por la cordialidad, lo que cualquier noble espera de una union por conveniencia. Lo que nadie sabe es que dicha union jamas fue consumada por la falta de atraccion fisica del vizconde de Portman hacia su reciente esposa, quien por voluntad propia decide autoexiliarse en el campo para no seguir siendo la burla de toda la bendita e hipocrita sociedad, haciendole la vida mucho mas sencilla. Sin embargo, lo que Lucien Pierce nunca espero: es que su esposa regresaria despues de dos anos a la ciudad con la clara intencion de hacerle la vida imposible al pretender tener un amante en sus propias narices. Guiado por un terrible instinto de posesividad, Lucien tendra que evitar que Seraphina ceda su cuerpo a otro hombre que no sea el.

  • Tocame, vuelveme loca de Carmen Alemany

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    Cuando Susan decide investigar un caso no tiene ni idea de lo mucho que va a cambiar su vida. La unica pista sobre las extranas muertes de dos individuos la lleva a las puertas de The Temple, una lujosa discoteca que no es lo que parece. Tras los muros se esconden secretos que Susan intentara descubrir a riesgo de su propia vida.

  • Vuelta a la Tierra (Los 100 3) de Kass Morgan

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  • El ultimo juego de Francisco Gil Cabrera

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    ?Que harias si te proponen jugar a un ultimo juego?, ?te atreverias a adentrarte en el para resolver el misterio que esconde?
    Tu vida correra peligro y solo tu habilidad para resolver los enigmas te ayudaran a seguir con vida y llegar hasta el final.
    Daniel no se lo piensa, y guiado por los consejos de su madre y la ayuda de su novia se sumergera en el juego de su vida.