• libro el juego del hater - Auronplay

    https://gigalibros.com/el-juego-del-hater.html

    Joel Graham, youtuber de gran fama, se dispone a hacer una de las clasicas bromas telefonicas de su canal. Esta vez llamara a alguien que fabrica munecos de replica de famosos por encargo, que a Joel le parecen ridiculos. Pero la cosa no quedara ahi. Donald, blanco de la broma, se convertira en su peor pesadilla y lograra estar presente en su vida diaria sin que Joel consiga saber como lo hace, dando un paso mas cada vez que este intenta desenmascararle.

  • El juego del Hater (4You2) Tapa blanda - Libros - Amazon.es

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    El juego del Hater (4You2) Tapa blanda – 24 octubre 2017 · Versión Kindle 7,59 € Leer con nuestra App gratuita · Tapa blanda 12,25 €. 3 De 2ª mano desde 10,00 € ...

  • EL JUEGO DEL HATER | AURONPLAY | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-juego-del-hater/9788427043916/5808359

    Sinopsis de EL JUEGO DEL HATER ... Un thriller sobrecogedor porque todo podría suceder en la realidad… Joel Graham, youtuber de gran fama, se dispone a hacer una ...

  • El juego del Hater - AuronPlay | PlanetadeLibros

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    24 oct 2017 — En su canal trata temas de humor y gasta bromas telefónicas. Además, hace shows por toda España y llena teatros de fans. Este es su tercer libro ...

  • El juego del Hater - Auronplay -5% en libros | FNAC

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    El juego del Hater, libro o eBook de Auronplay. Editorial: Martinez roca. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • el juego del hater - Librería Sinopsis

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    EL JUEGO DEL HATER, AURONPLAY, 12,40€. Joel Graham, youtuber de gran fama, ... Otros libros del autor. AURONPLAY, EL LIBRO: AURONPLAY: AuronPlay cuenta en ...

  • El juego del Hater - AuronPlay - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/AuronPlay-El-juego-del-Hater/23892

    Críticas (3), citas (28) extractos de El juego del Hater de AuronPlay. Hace mucho tiempo que quería leerme este libro y por fin me he animado...

  • EL JUEGO DEL HATER - AURONPLAY - 9788427043916

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    EL JUEGO DEL HATER (Libro en papel). YOUTUBER. de AURONPLAY. EL JUEGO DEL HATER.

  • EL JUEGO DEL HATER., AURONPLAY, ISBN: 9788427043916

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  • Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses. 1944 de Tony Judt

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    Un ensayo sobre la irresponsabilidad y la condicion moral de la intelectualidad francesa.

  • Sal en la piel de Suzanne Desrochers

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    Una novela historica apasionante, protagonizada por una inolvidable y carismatica heroina.

  • El hombre que intuia de David Castells

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    Meritxell Egger, tambien llamada Blue, es una chica de padre suizo y madre catalana que acaba de terminar la carrera de economicas. Cuando su padre muere, ella hereda el 60% de las acciones de unos laboratorios suizos.

  • Beautiful Player. Un seductor irresistible (Beautiful 3) de Christina Lauren

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • El aroma de la rosa del desierto de Beatrix Mannel

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    Beatrix Mannel es una de las autoras mas importantes del landscape en Alemania, pais de origen de todo un genero que ha irrumpido en medio mundo.

  • La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra

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    Un periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.

  • La buena, la mala y yo (Solo chicas 3) de Fabiola Arellano

    https://gigalibros.com/la-buena-la-mala-y-yo-solo-chicas-3.html

  • Celos y envidia de Liah Jones

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    Paula y Miguel adolecen de varios pecados, uno de ellos capital. Los dos sufriran en su piel ser victimas y verdugos del mismo sentimiento.

  • Todo arde excepto tu de Cristina Origone

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    Turin, 10 de noviembre de 1993 El periodista observa a las personas evacuadas del palacio en llamas que descansan del otro lado de la calle. Han formado pequenos grupos entre los automoviles estacionados, dos mujeres lloran y se abrazan. La mirada se desliza hacia una nina. Un hombre la tiene de la mano derecha y mira hacia lo alto. Es su primer servicio: la confusion y el sonido ensordecedor de la sirena lo hacen nervioso y agitado. --?Estamos listos? --pregunta al camarografo mientras piensa en cuan afortunado es por haber encontrado ese trabajo. La television comercial, en un Pais que ignora a los debiles, se ha vuelto un servicio publico que ofrece emociones, sonrisas y lagrimas gratuitas; si la conexion va bien, alguien derramara alguna lagrima mirando las noticias de television. Esta es la regla. Sonrie cinicamente mientras acomoda el auricular en su oido. El tecnico le responde con la senal de la mano que indica que todo esta bien; La voz chillante de la conductora le llega fuerte y clara. --Si, los bomberos todavia se encuentran en el lugar del incendio, ya han trabajado desde las diez. Una gran nube de humo se ha levantado desde hace alguna hora sobre una vivienda en la esquina de Rosselli y Cassini. Al momento se cuentan dos victimas, cuya identidad todavia no ha sido dada a conocer. Aun hay que verificarla, tambien la naturaleza del incendio: ?accidental o doloso? Habla con voz angustiada, consciente de que manana nadie recordara mas todo esto. Ni siquiera el, piensa mirando la senal del tecnico de dos dedos hacia arriba. Bravo. Estuvo bien. La conexion se cierra. PRIMERA PARTE MARTA CAPITULO I LA GRADUACION Genova, 10 de mayo 2011 El, presidente y ponente de la tesis, me proclama finalmente doctora con: --Un merecido 110--. Son estas las palabras que pronuncia apretandome la mano. Intercambio el apreton y bajo la mirada. Me sostiene la mano mas de lo debido y, cuando me la deja, la estrecho a todos y salgo del aula. Estoy perturbada. Pero no por la graduacion. Caterina me abraza antes que mis otros amigos y me susurra al oido: --?Todo bien? --Me suelto a llorar. Flores, foto, aplausos y abrazos. Estoy en la confusion total y con la mirada lo busco. Todavia no sale el aula. Algunos de mis amigos me piden una hoja de laurel de la corona que Caterina me preparo, parece que les propicia buena suerte a los que todavia estan por graduarse. Me distraigo por algun minuto y, cuando miro en direccion de las escaleras, veo que el esta descendiendo los peldanos a paso veloz. Caterina se da cuenta y murmura--: Finalmente se ha ido y … --sonrie y concluye--: No pienses mas en ello, doctora. Ella es mi mejor amiga. Mi madre tenia que haberse ocupado en este dia, en cambio es Caterina quien ha organizado la fiesta despues de la graduacion y me ha regalado un fin de semana para pasarlo juntas en un Spa. Lo unico que ha hecho mi madre fue telefonearme esta manana para desearme un frio "Buena suerte". Desde hace anos que necesito buena suerte, pero ella no lo sabe. --No la necesito-- respondi con mucho placer y termine con la conversacion. Caterina tiene los ojos pequenos y negros, y un fisico desproporcionado: hombros estrechos y caderas largas. Tiene una charla suelta, lleva los cabellos cortos y estudia Jurisprudencia, pero esta fuera de clases desde hace anos. De vez en cuando bromea y dice que por error ha caminado en el rombo blanco en el centro del claustro de la Universidad y que por ello no se graduara nunca. Para los estudiantes de la facultad de Legge de Genova aquel rombo trae fortuna, se puede pisar solo despues de haberse graduado.

  • El ultimo desayuno de Rogelio Guedea

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    Roque de la Mora es un profesor universitario en Nueva Zelanda. Su vida transcurre entre la calma y el tedio, hasta que una de sus alumnas, Sara Pike, es asesinada en las instalaciones del campus.

  • La chispa del amor de Beatriz Lozada

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    Lucha por aquello que quieres. Los protagonistas de estas incribles historias lo hicieron y, como podras descubrir, cuando se ama con fuerza, se gana la batalla.

  • La chica de la Leica de Helena Janeczek

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    El 1 de agosto de 1937, un desfile lleno de banderas rojas cruza Paris: es el cortejo funebre que sigue a Gerda Taro (Stuttgart, 1910-El Escorial, 1937, y llamada en realidad Gerta Pohorylle), la primera fotorreportera muerta en un campo de batalla. Ese ano hubiera cumplido veintisiete anos. Andre Friedman (su expareja, y con quien Taro <> el mitico fotografo Robert Capa), en primera fila, esta destrozado. Entre los asistentes se encuentran otros amigos de Taro de tiempo atras: la joven Ruth Cerf, con quien vivio en Paris tras su huida de Alemania; Willy Chardack, que vio como ella preferia a
    Georg Kuritzkes, empenado a su vez en combatir en las Bridagas Internacionales. En todos ellos Gerda Taro dejo una huella indeleble. Tanto que, anos despues, basta una conversacion telefonica de Willy y Georg para desencadenar los recuerdos de todos. Asi comienza esta obra, rigurosamente documentada, sobre una figura en la que, en escasos anos, cristalizaron la juventud, la alegria de vivir, el talento y el compromiso en un tiempo de crisis economica, de ascenso del nazismo, de persecucion y de guerra.

  • La version de Emily de Carolina Gattini

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    Emily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.

  • Los Reyes Catolicos de Juan Eslava Galan

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    Los Reyes Catolicos, Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragon (1452-1516), han pasado a la posteridad como los fundadores de la Espana moderna y origen de uno de los periodos mas brillantes de nuestra historia. Encontraron un pais debil y dividido que pacificaron y fortalecieron hasta convertirlo en una gran potencia gobernada por una monarquia autoritaria. Para ello no solo sojuzgaron a la levantisca nobleza, sino que habilmente encauzaron su fuera militar en apoyo de las empresas de la Corona.

  • Asi se domina el mundo de Pedro Banos Bajo

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    Alianzas, manipulacion, rivalidad, guerra psicologica. Mejor que Juego de tronos: las claves de la geoestrategia mundial.

  • Mas perversa de Sheila Maldonado

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    Frederick Valverde, famoso escritor, lleva una doble vida.Casado con la aristocratica Marlene, y amante de la mejor amiga de esta, Claudia, con la que mantiene desenfrenadas sesiones de sexo duro. La madre de Marlene, Joana, interviene para delatar al infiel marido de su hija, pues ha sorprendido a Frederick en una de sus visitas a un club nocturno muy selecto para exquisitos de experiencias eroticas de diversa indole en el mismo Napoles.
    Frederick descubre quien es realmente Joana, su suegra, en esa escapada a Italia con Claudia,sorprendiendola en ciertas actividades poco recomendables para una senora de su condicion social y sufre una encerrona en las mazmorras de un viejo castillo por parte de esta al ser descubierta. Pronto saldra a relucir el pasado de Joanna, algo oscuro se esconde en la vida de jovencita que tuvo en Napoles, su ciudad natal y por fin se desvelara la verdadera historia de como conocio a Alfred Montalvan,el supuesto estudiante madrileno con el que se caso.

  • Sitiados de Mercedes Santos

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    Ano 1810.

  • El invierno en su piel (Besos de algodon 1) de Alejandra Macol

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    Todos aman a Nils Vinter. Eva es la unica que lo aborrece. Eva Nass esta en la flor de la vida y tiene todo para triunfar en el mundo. Estudia Historia del Arte en la Universidad y en sus planes no entra conocer en el ultimo curso a Nils Vinter, el chico influencer al que apodan Nils Can, quien pertenece a una banda conocida como Canes Venatici. Este irrumpe como un huracan en su vida y Eva no esta dispuesta a abrir las puertas de su corazon reforzado de metal. Inmediatamente prefiere evitarlo, pero existe entre ellos una fuerza irrompible del pasado que los une en el presente. Un minucioso trabajo de investigacion basado en mitologia nordica, hara que pasen mas tiempo juntos y eso intensificara aun mas esa extrana sensacion tan desconcertante como arrolladora llamada amor. Ambos han tenido un pasado complicado repleto de cicatrices marcadas en la piel, pero tienen algo en comun: creen firmemente que el amor puede reinventarse.El reino oscuro de Nils, un mundo de bandas, drogas de diseno y jerarquias, no podra derrocar el reino sereno de Eva, puesto que ambos estan destinados a reencontrarse para vencer sus sombras y renacer de sus cenizas.

  • Pelea de gallos de Maria Fernanda Ampuero

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    Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye -o destruye- a las personas, aborda los vinculos familiares y sus codigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso… Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.

  • Una candidata inesperada (Inesperada 3) de Veronica Mengual

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    La senorita Delila Robinson estaba asfixiada. Londres suponia, para ella, una jaula. La joven se sentia como un pajaro libre, pero el problema residia en que todos a su alrededor se empenaban en poner limites. No solo a su conducta, sino tambien a su identidad como mujer salvaje. Salvaje. Ese era el apelativo por el que la familia se referia a ella, y lejos de sentirse ofendida, una sonrisa asomaba en su rostro cuando alguien se referia a ella como la <>. Un animal libre no deberia tener restricciones. Ella tampoco. Animal o persona humana, sentia que todo su mundo estaba patas arriba. Con apenas veinte anos nadie parecia entenderla. Incluso Blair, su hermana gemela, habia cambiado su actitud para no molestar demasiado al esposo de su hermana Megan, el duque de Dash, mas conocido como el Leon Dash. La vida no era la misma desde que sus dos hermanas mayores, Kalsie y Megan, se habian casado con sus dos maravillosos partidos. Este pensamiento hizo que Delila hiciera una mueca, que vino acompanada por una patada que no consiguio resonar sobre el colchon de plumas sobre el que descansaba. El sol habia salido ya y la manana se presentaba aburrida, tediosa y mortalmente irritante. Otro dia mas en la insipida e insustancial vida de la senorita Delila Robinson. La joven suspiro con fuerza. Miro a su alrededor y comprobo que la estancia que lord Dash le habia asignado, desde que se traslado del campo a la ciudad hacia un tiempo --que parecia una eternidad-- seguia siendo la misma. Ricos cortinajes caian de las suntuosas ventanas, elegantes muebles contribuian a crear una habitacion en tonos plateados y rosas, que bien podria ser la de la reina Victoria. Al menos la jaula en la que vivia era sublime. Este hecho no le inspiraba mayor consuelo. No, de ninguna manera lo hacia. Echaba de menos el campo. Salir a pasear sin carabina, nadar en el estanque sin ropa, montar a horcajadas y lanzarle barro a Blair mientras daban de comer a los cerdos. Delila volvio a componer otro gesto en su rostro, esta vez de lastima. Desde que los senores Robinson murieron en aquel terrible accidente, hacia casi cuatro anos, la vida de Delila y sus tres hermanas se habia trastocado por completo. La libertad de la finca campestre ayudo a la joven a sobrellevar el dolor por la perdida. Pero todo se complico cuando Megan decidio que su hermana mayor, Kalsie, se quedase a custodiarla a ella y a Blair en el campo, para ir a Londres a buscar al tutor de las cuatro hermanas. Fue despues de tres anos cuando trascendio que el buen senor Robinson, su padre, habia nombrado a lord Dash como el tutor de las cuatro jovenes y por lo visto Megan llego para recordarselo... y algo mas. Ese algo mas fue que la senorita Robinson se agencio el titulo de duquesa y las obligo a trasladarse a Londres para comenzar largas, agotadoras y aburridas temporadas sociales. Matrimonio. El fiero leon Dash las queria casar de inmediato, decia que ya no lo soportaba mas. El muy bribon habia amenazado con regalarlas, a Blair y a ella misma, al primero que pusiera sus ojos en las gemelas. Desde que Kalsie se convirtio en la nueva marquesa de Wyatt, tanto ella como Blair perdieron el escudo protector de la mayor de las hermanas. Megan se habia convertido en una tirana que siempre andaba dandole la razon a su marido. !Puaj! Era vomitivo ver a la duquesa mirar embelesada y con la boca abierta a su esposo a todas horas. Cuando Blair y Delila comentaban que era asqueroso verla siempre babear por el leon, Megan les decia que algun dia les llegaria la hora a ambas de enamorarse. Falso. Incorrecto. Estupido. Las gemelas no se casarian jamas. Habian decidido que se convertirian en unas solteronas, que vivirian juntas en la finca campestre y que serian inseparables. Era un plan magnifico que, su tutor, el duque de Dash, parecia estar poniendo en peligro al hacerlas desfilar por delante de tantos inutiles dandis. Suspiro con mas fuerza y un grunido salio de su garganta. A las gemelas nunca las habian considerado bonitas. Cierto que compartia con Blair unos ojos azules muy llamativos, pero el pelo oscuro, en contraste con su piel lechosa parecia echar a perder lo que la moda dictaba que era correcto, puesto que no eran rubias. Estaban contentas por no ser como Kalsie, porque su hermana mayor era la que estaba considerada toda una gran beldad. Incluso Megan era hermosa a pesar de su fuerte temperamento, un caracter que parecia haberse adormilado con las caricias del leon. Oh, si. Los duques de Dash eran poco discretos cuando se profesaban muestras de carino. Y eso era mucho peor que verlos observarse con devocion. Si Delila pudiera hacer algo para que no la encontrasen deseable... Lo habia intentado en su momento. En el primer baile de la temporada se mancho el vestido con ratafia para que nadie la mirase, porque las sedas, muselinas y encajes con los que el duque deseaba envolverlas, a Blair y a ella, las hacian demasiado tentadoras. Esa palabra dicha, incluso cuando se mancho el vestido a proposito, por un caballero maduro que contaba con las bendiciones de Dash, fue lo que necesito Delila oir para comprender que no debia ponerse mas ropa bonita para acrecentar su supuesta belleza. Pero el tirano Dash se empenaba en que debian arreglarse de la mejor forma posible para captar la atencion de un hombre. Dios del cielo, !como deseaba regresar al campo! --?Estas ahi? --fue la pregunta que lanzo su hermana Blair mientras se dirigia a su cama corriendo. Su gemela se subio al lecho y comenzo a saltar con el unico fin de despertarla por si la otra joven estaba todavia dormida. --?No eres ya mayorcita para saltar en la cama? --observo Blair desde su posicion. Era un milagro que su hermana no la hubiese pisado todavia con tanto salto. --Nunca se es demasiado mayor para disfrutar de la diversion, hermana. Comienzo a pensar que el duque te esta quitando tu toque. --?Mi toque? --Delila se incorporo y la obligo a caer sobre el colchon de plumas--. Yo diria que mas bien estamos acortando su vida con tantos disgustos. --Lo dicho era una clara muestra de que Delila no estaba dispuesta a cambiar por mas que un arrogante y fiero duque la llamase al orden dia si y dia tambien. --Ahora has sonado como lo haria Megan --rebatio su hermana mientras trataba de salir de la inmovilizacion de Delila sobre el lecho. Esa observacion le valio un ligero pellizco en el brazo de Blair. --!Ouch! --se quejo Blair. En ese momento Delila la dejo libre y ambas se sentaron en la cama pacificamente. --?Te he hecho dano? --quiso averiguar Delila cuando vio a su hermana frotarse el punto donde ella pellizco. --Desde luego que no. Un gran cerdo me arrollo en el campo, el si me hizo dano. Lo tuyo ha sido tan nimio que ni tan siquiera es digno de mencion. --Delila se sonrio. Blair siempre deseaba parecer mas dura de lo que en realidad era. Igual si le habia dado un apreton en el brazo mas fuerte de lo que quiso. --?Has podido deshacerte de el finalmente? --?De quien? --Blair habia perdido el hilo de la conversacion. --Ese vizconde... ?Como se llamaba? --Delila se dio unos toques en la cabeza--. Ah, si, Dereham. ?Has hecho todo lo posible por desanimarlo? --Desde luego que si --dijo con cierta ofensa impregnada en las palabras--. La duda me corroe. --Ese hombre es demasiado insistente. Tan atento, tan apuesto, de tan buena cuna --Delila resoplo--. Aburrido. Como el resto. --Ese vizconde era del todo un hombre inadecuado para ella y puesto que la joven se habia cansado de ahuyentarlo, decidio que tal vez Blair lo conseguiria mas rapido, porque a ella ya se le habia acabado la paciencia. Asi fue como decidieron intercambiarse los papeles, una vez mas. Lo solian hacer a menudo cuando eran mas pequenas, pero desde que llegaron a la ciudad, no habian tenido mayor necesidad. Ese vizconde pesado, hizo que ellas volvieran a jugar esa baza. --Dereham no es tan malo como lo haces ver. Te aseguro que podria haber hombres mucho peores que el. --?Mas aburridos? Dudo que algo como eso sea posible. --Bien, probablemente sea muy correcto en su cortesia y educacion, pero recuerda mis palabras, porque si agotamos la paciencia de Dash, y el nos hace casarnos con un hombre sin dientes o que no cuide su aseo personal... Puede que ahi echemos de menos a los caballeros como el vizconde Dereham. Delila abrio los ojos como platos por la sorpresa. --?De verdad he escuchado lo que acabo de oir? ?Pretendes casarte? ?Olvidarte de lo que establecimos que hariamos cuando fuesemos dos interesantes solteronas que se reirian de la sociedad desde su hogar en el campo? ?Me vas a dejar sola para unirte a un hombre que podria hacer de tu vida un infierno? Blair movio la mano para restar importancia a las acusaciones que acababa de verter su gemela. --No seas dramatica. No tengo ni un solo pretendiente que me agrade. Delila la miro acusadora. --Pero... ?si tuvieses uno te interesaria casarte? --La sondeo con curiosidad. --No lo se, hermana. No puedo saber lo que ocurrira manana. Tan solo soy consciente de que tanto Dash como Wyatt parecen haber mitigado el dolor del corazon de nuestras hermanas por la perdida de nuestros padres, y sinceramente me gustaria que el agujero que todavia siento se cerrase un poco. Delila la miro con panico. --?Y crees que la solucion a eso es un sencillo mortal al que tendras que obedecer en todos sus caprichos, a pesar de que no desees hacerlo? ?Serias el adorno bonito de un aburrido lord para el que sera mas importante la apariencia y la escala social? --Delila no podia creer la conversacion que estaba manteniendo con su hermana. --?Te parece que Megan o Kalsie esten siendo muy desgraciadas en sus matrimonios, hermana? --inquirio con molestia Blair. La conversacion se estaba yendo a un terreno peligroso, porque Delila era demasiado temperamental, incluso a veces podia ser mas vehemente que Megan y Kalsie juntas, y eso era todo un peligro. --No te reconozco, Blair. --Delila abrio la boca por completo con la ocurrencia que le sobrevino. Luego la cerro y comenzo a examinar con detenimiento a su gemela. Algo habia cambiado en ella y esperaba que no... --Me siento uno de esos animales del zoo cuando me miras de esa forma, Delila --se quejo la otra. --?Como se llama el? --?Disculpa? --La pregunta no la entendia. --Un hombre. Sospecho que hay alguien que te ha... --!No! --grito indignada su hermana--. No siempre todo lo bueno que sucede en la vida tiene que ver con un hombre, Delila. --Desde luego que no. Esos seres carentes de inteligencia solo lo complican todo. Si de mi dependiera me meteria en algun tipo de recipiente para que no pudiesen ni verme, ni olerme, y por supuesto, tocarme. --!Ay, Delila! Suenas como si alguien te hubiese hecho mucho dano. --Claro que si --apunto en tono neutro la joven. --?Te han hecho dano? --pregunto con alarma Blair. --Dash. Ese hombre se ha empenado en convertir mi vida en un autentico drama. Y lo que mas me fastidia es que lo hace con el beneplacito de Megan. Desde que Kalsie no vive con nosotras siento que estoy a su merced. Temo que cualquier dia me envuelva en seda roja, me coloque un precioso lazo azul y me deje depositada en la casa de un perfecto y rico caballero para que yo pase a ser problema de otro. Blair comenzo a reirse sin control por la ocurrencia de su gemela. Eso le valio para que una mirada cenuda le cayese encima como un jarro de agua helada. La diversion se termino en ese punto. --Delila, yo creo que Dash se preocupa mucho por nosotras. Lo ha explicado en innumerables ocasiones. Una dama sin la perspectiva de matrimonio no tiene... --Eso son sandeces --la interrumpio al instante--. Con nuestro hermano desaparecido y con la finca de campo sin reclamar por nadie, tu y yo lo tenemos mejor que nunca para retirarnos alli y vivir una apacible vida sin las complicaciones de los hombres y sus estupideces. --Cielo santo, hermana. Dash no te obligara a casarte si no quieres. Tampoco a mi. --?No lo hara? --La muchacha chasqueo la lengua--. Dos hermanas pequenas a las que acusa de hacer de su vida un infierno y que evitan que el pueda vivir un precioso matrimonio con Megan... ?Cuanto crees que tardara el leon en organizar una subasta publica para que pujen por nuestra mano? --Delila se imaginaba el acontecimiento muy claro en su mente. El leon estaria con un mazo, como si fuese a presidir un juicio, Megan a su lado con una brillante sonrisa mientras examinaba a los pujantes. Y ella estaria en el centro de la sala portando un sugerente camison, de esos desvergonzados que le habia visto a la duquesa, obligada por el duque, a fin de mostrar bien la mercancia y que se la quitasen de las manos rapidamente. No hubo tiempo para mas, porque la puerta de su habitacion se abrio sin demasiada ceremonia. La duquesa de Dash, sobria y solemne, aparecio en la habitacion de Delila. El labio inferior de la muchacha se movio de forma involuntaria al recordar a una Megan jovial y despreocupada echando de comer a los cerdos, mientras Delila y Blair hacian guerra en el fango. Atras quedaron los dias en los que la libertad era algo completamente diferente a bailar con caballeros danzas tan inapropiadas como cotillones, minues o el indecoroso vals. --Buenos dias. --Las saludo Megan con el rostro imperturbable. --Hermana --dijeron al unisono las dos tambien a modo de saludo. --Vestios, id al comedor a desayunar y luego, por favor, Delila, reunete con urgencia en el despacho conmigo y con Dash. La duquesa entro, saludo, ordeno y cerro la puerta. Delila no tuvo tiempo de preguntar por el problema existente. Oh, si. Desde luego que si que habia alguna afrenta por la que ella debiese pedir sentidas disculpas. Solo que habia tantas fechorias en su cabeza, que la joven no alcanzaba a imaginar cual de todas seria. ?Podria ser que lord Dalthon le hubiese dicho al duque que ella le piso diez veces mientras bailaban ayer? ?O tal vez fue el senor Roth, quien informo a Dash de sus ideas liberales sobre la conveniencia de que una mujer pudiera valerse por si misma sin depender de un hombre? Aunque probablemente fue el joven marques Richmore quien pudo haber dicho que ella dejo escapar un gas de su garganta cuando termino de beber su limonada, y que despues de haber hecho esto, ella se sirvio un segundo vaso y lo derramo con alevosia sobre el cuando le espeto que era una dama sin modales... Bueno. La verdad es que si era una mujer con una gran educacion, solo que no le apetecia exhibirla ante petimetres insensibles que solo la buscaban para entablar una relacion familiar con el Leon Dash o el marques de Wyatt. Ahuyentar pretendientes se habia convertido en una mision del todo placentera y esperaba que fuese muy efectiva. --?Que has hecho ahora, Deli? --Pretendio averiguar Blair mientras se ponia en pie. Su gemela acortaba su nombre cuando sentia compasion de ella. Delila se encogio de hombros. --?Yo? Nada en absoluto. Bien sabes que soy todo un candor sin macula de perdicion. --Si. Exactamente igual que yo. Las dos comenzaron a reir. Blair lo hizo con gozo, pero su hermana no lo disfruto tanto. Que el leon la convocase en su guarida y que ademas su hermana hubiese estado tan seria... Delila estaba en dificultades, y esperaba que las sonrisas y miradas de inocencia que le regalaba al duque cuando se metia en problemas pudieran volver a ser un salvoconducto para salir indemne de la afrenta de la que la responsabilizaban. *** Delila llego hasta el despacho del duque de Dash y se retorcio las manos. Estaba nerviosa. Tenia que reconocerlo. Le habia dicho a Blair que no hacia falta que la acompanase en la improvisada reunion, pero si que necesitaba el apoyo que suponia su gemela. Mas porque entre los crimenes que se le podian achacar, contaba con unos cuantos a su espalda que...

  • El ferrocarril subterraneo de Colson Whitehead

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    Galardonada con el Premio Pulitzer 2017 y con el National Book Award, El ferrocarril subterraneoha sido el acontecimiento literario del ano en Estados Unidos.

  • La misericordia del cuervo de Margaret Owen

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    En La misericordia del cuervo, Margaret Owen ha creado una poderosa saga de venganza, supervivencia y sacrificio; perfecta para fans de Leigh Bardugo y Kendare Blake.

  • Quien viene a cenar esta noche de Merche Diolch

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    --Buenos dias, senor Manuel. El anciano, sentado en el descansillo del edificio antiguo de viviendas, miro al chico que le habia saludado. --Buenos dias. --?Se encuentra bien? Asintio dubitativo. --Si... El joven se acuclillo y le agarro las heladas manos. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto. Fue en ese momento cuando el anciano se dio cuenta de que no estaban solos. Dos hombres de uniforme azul le observaban. --No. Estoy esperando a mi hija. Un sollozo ahogado reverbero en la escalera, atrayendo su atencion. Miro a la mujer que lloraba desde la puerta del corredor pero no la reconocio. --?Quiere que le llevemos a su casa? --Estoy... Pero no termino lo que fuera a decir. Se encontraba en el descansillo, sentado en los escalones de fria piedra, en pijama y con las pantuflas como calzado. El pelo lo tenia revuelto, indicio claro de que acababa de salir de la cama y... No sabia por que estaba alli. Capitulo 1 --Buenos dias, papa. --La mujer se acerco hasta el anciano, le dio un beso y le robo la taza de cafe. --Daniela, te he dicho miles de veces que si no te levantaras tan justa de tiempo podrias desayunar en condiciones --la reprendio al mismo tiempo que se dirigia a la cocina para ponerse otro cafe. --Ya lo hago --senalo, arrancandole una carcajada a su padre, mientras bebia el liquido negro y dejaba escapar un suspiro de satisfaccion. La mujer se sento en una de las sillas que habia alrededor de la gran mesa de madera del salon e intento prestar atencion a lo que en la television se decia. En realidad, mas de lo mismo. El paro seguia subiendo, los desahucios se sucedian y la gente cada vez tenia menos para sobrevivir. Lo sabia por propia experiencia. Llevaba sin trabajar casi dos anos y tras luchar lo que pudo, por mantener su independencia, no pudo hacer frente a ningun alquiler mas y tuvo que volver al hogar familiar, junto a su padre. --?Cuentan algo nuevo? --se intereso el hombre en cuanto regreso a la habitacion. Ella se encogio de hombros y bufo. --Lo mismo de siempre. Su padre le revolvio el largo cabello, como si todavia tuviera diez anos, y se sento frente a ella. --Ya veras como todo se soluciona --dijo--. Este pais lo ha pasado peor en otras ocasiones y miranos... --Pero papa, llevamos casi diez anos inmersos en esto --senalo la pantalla donde aparecia uno de los multiples graficos que ya no eran extranos para el comun de la poblacion--, y seguimos sin ver la luz detras del tunel. --Hija, no seas tan pesimista --el anciano la regano sin despegar los ojos de la television--. Hazme caso. Pronto encontraras trabajo. Daniela se levanto arrastrando su asiento hacia atras, estiro la blusa para quitar las posibles arrugas que pudieran haber aparecido y miro con amor a su padre. --Ojala tengas razon. El hombre bebio de la taza y siguio absorto en las noticias. No la habia escuchado y ella no esperaba respuesta alguna. Era la misma conversacion que mantenian desde que se habia mudado a esa casa, hacia casi dos anos. Recogio su bolso, donde guardo el movil, tomo las llaves y se despidio de su padre con dos besos, quien la sujeto de la mano para retenerla. --?A que hora volveras? --le pregunto centrando la cansada mirada en la de ella. Daniela se deshizo de su agarre y le acaricio la arrugada mejilla donde ya se apreciaba algo de barba. Dentro de poco tendria que afeitarle de nuevo. --No lo se. Tengo que pasar por la farmacia a recoger tus medicamentos y quiero ir donde Pepi, por si tiene noticias de algun posible trabajo. Su padre asintio y sonrio. --No te retrases. Hoy hay huevos fritos con patatas y se lo que te gustan. Ella le dio un beso en la frente, donde habia vuelto a salir la incansable herida de siempre, y le prometio que no se retrasaria. Paro en la cocina para hacerse con una manzana y salio al pasillo comunitario, acallando el sonido de las noticias al cerrar la puerta. Se apoyo en la lisa superficie y cerro los ojos. Necesitaba unos segundos, unos pocos segundos para reponerse. Su padre envejecia a pasos agigantados delante de ella. La vida se le escapaba de las manos y solo podia observar como se marchaba. Manuel habia conducido los autobuses de la EMT 1 hasta que tuvo que jubilarse. Habia luchado por sacar a su hija hacia adelante tras la muerte de su mujer, inculcandole los principios que la vida le habia ensenado desde nino, y habia conseguido una nota inmejorable en su educacion. De gran atractivo desde joven, atraia todas las miradas, hasta que la madre de Daniela le cazo, obligandole a asentar cabeza como a su padre le gustaba decir con una sonrisa en el rostro y un brillo especial en la mirada. Pero el reloj del tiempo no se detenia ante nadie y Daniela podia asegurar que, desde que habia vuelto al hogar familiar, la caida del grano de arena en el reloj de la vida se habia acelerado. El porte recio de su padre se habia encorvado, como si llevara todo el peso del mundo sobre sus hombros, a la par que se debilitaba su pulso. Hacia tiempo que la cabellera castana se habia sustituido por el blanco que otorgaba la sabiduria de la experiencia y en sus ojos, la luz que presagiaba alguna travesura habia desaparecido dando paso a una mirada cansada. --Buenos dias, Daniela. La voz de una mujer mayor le devolvio al presente. --?Que tal esta hoy, Remedios? --le pregunto a su vecina con interes, al mismo tiempo que apreciaba su vestido ajado y el perfume a naftalina. --Muy bien, hija. Con los tipicos achaques de la edad --indico llevandose una mano teatral al corazon, donde las puntillas amarillas predominaban--. ?Esta tu padre? Ella afirmo con la cabeza. --Ahi dentro esta. --Senalo la puerta--. Viendo las noticias. La mujer gruno mientras se atusaba el cabello que evidenciaba que habia pasado por la peluqueria. --Nada bueno sale de esa caja tonta --dijo, haciendola reir--. Voy a ver si quiere algunos de los calabacines que me ha traido mi hija del pueblo, para la cena de esta noche. Daniela le abrio la puerta mientras le agradecia el gesto con un beso en la mejilla. La conocia desde que era pequena, vecina pared contra pared, habia crecido con sus hijas, jugando en el parque de enfrente o correteando en el pasillo que comunicaba el resto de viviendas. --De seguro que si los querra --afirmo--. Pase y tome un cafe con el. La anciana se rio. --Creo que mejor un te, este corazon mio no soportaria mas excitante. Recomendaciones del doctor: solo un cafe por dia, descafeinado a ser posible y ya llevo dos. --Pues entonces un te, aunque recuerde que tambien es una bebida excitante --le senalo con una sonrisa. --Pero el medico solo hablo de cafe. Daniela se rio, le abrio la puerta de la casa y se despidio de ella y de su padre que, como buen anfitrion, ya se levantaba para recibir a su invitada. Los engranajes del ascensor le acompanaron en su descenso mientras se observaba en el gran espejo. Sentimientos encontrados tenia respecto a esa superficie lisa, donde cualquier imperfeccion, arruga o granito era visible y aunque la consideraba una herramienta <>, no podia evitar mirar su reflejo e intentar asimilar que por ella tambien pasaban los anos. Llevaba su larga melena oscura recogida en una cola de caballo, dejando visible su rostro moreno, donde el protagonismo lo tenian sus grandes ojos negros. De estatura baja y con curvas, Daniela no consideraba que tuviera un cuerpo que entrara dentro del canon de belleza actual pero estaba a gusto con el, y si exceptuaba las canas, los anos, las arrugas, las patas de gallo, y un largo etcetera, todavia atraia alguna que otra mirada. Esa manana se habia puesto la blusa azul, un color que sus allegados le decian que le sentaba bastante bien, junto a unos vaqueros comodos y sus deportivas moradas favoritas. Si se iba a recorrer el barrio, a la caza y captura de un trabajo, de nada le servirian los zapatos de tacon de aguja y las faldas estrechas que guardaba en su armario desde que la habian despedido del colegio donde ensenaba. Ropa que la quedaba bien --mas de un hombre y alguna que otra mujer habia seguido el vaiven de sus caderas con ella--, pero lo consideraba un <> de obligado uso que llevaba cuando ensenaba en la institucion elitista a la que acudia cada manana, desde que termino la carrera de Magisterio. --Quien iba a decirte que los ricos tambien sufren la crisis --se dijo en voz alta con ironia, cuando llego a la planta baja.

  • Jamas me olvidaras de Sophie Saint Rose

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    Lidia esta loquita por su nuevo jefe. Y no es para menos porque esta para comerselo, es inteligente y le altera los chakras. Pero su ayudante personal la odia, literalmente. Y que no pueda ni verla es un problema porque no deja ni que se le acerque. Todo pasa por el, asi que tenia unas ganas de que le atropellara un autobus... Solo necesitaba un golpe de suerte. Y llegaria, ella tenia mucha paciencia y era muy positiva. Era el amor de su vida y esperaria lo que hiciera falta.
    ?Mereceria la pena?

  • Su Guardaespaldas de Elena Romero

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    Victor es el unico hombre en el que puedo confiar.
    El unico hombre que se preocupa por mi de verdad.
    El unico que me quiere, desea, cuida y protege.
    Y es el unico al que quiero. Pero no puedo tenerlo.

  • Ni el es un juego… Ni tu el amor de mi vida de Ariadna Baker

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    Alex irrumpe en la vida de Estela inesperadamente.
    Un encuentro fortuito entre un padre soltero que ha conseguido una plaza como ginecologo en el hospital de la isla y Estela, trabajadora de la guarderia que cuidara de su hija, hara que entre ellos todo se convierta en mucho mas.
    Una relacion que podria terminar cuando un hecho inesperado en la vida de Estela cambia todo su mundo.
    El secreto que esconde Alex la lleva a huir y a comenzar un viaje que cambiara todo su mundo.
    Una relacion con altibajos. Una novela donde el erotismo tomara el control y el deseo los llevara al limite.
    Una historia donde nada fue, es ni sera lo que parece.

  • Cuanto mas profunda es el agua, mas feo es el pez de Katya Apekina

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    Edie tiene dieciseis anos cuando descubre a su madre agonizando tras un intento de suicidio. Al mismo tiempo, Mae, su hermana, es presa de uno de esos trances que responden a los oscuros estados de animo de su madre. Despues del suceso, ambas deberan irse a vivir con su padre, con quien habian perdido todo contacto. La melancolia y la nostalgia de las dos ninas y sus contradictorios sentimientos hacia el padre hacen que comiencen a seguir caminos opuestos, irreconciliables y destructivos, incapaces de dar forma y sentido al dolor que ha ido sedimentando en las profundidades.

  • Princesa Vampirica Reencarnada de Monica Perera

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    Ericka se va a la Universidad. Tiene dieciocho anos y ha pasado todos los anos de su vida dedicandose al estudio para poder permitirse ir a la mejor Universidad de todas, y lo consigue. Cuando llega alli, cree que su vida sera perfecta. Va a fiestas, conoce a nuevos amigos y todo empieza a ir de maravilla. Sin embargo, pronto se dara cuenta de que nada es lo que parece y de que su mundo esta a punto de cambiar. Ella no es quien cree ser. Todo tipo de criaturas intentaran mantenerla consigo pero. ?en quien puede confiar?

  • Intercambios. No volveras a ser la de ayer de Lorena A. Falcon

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    Una madre, una hija, una perdida.

  • El libro de los viajes equivocados de Clara Obligado

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    Todo viaje puede desarrollarse en tres ambitos: el interior, el que transcurre en el tiempo y el que transita por el espacio. El que tiene como dimension el espacio colma los sentidos, el temporal alimenta la experiencia, aunque es el viaje interior el que puede cambiar al ser humano. Pero ?puede un ser humano modificar el sentido del universo?

  • El rastro de los cuerpos de Jose Miguel Tomasena

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    Circulabamos por uno de esos tuneles mal hechos que hacen en Mexico, en el que cada tres dias se mata alguien, porque en lugar de hacerlo en linea recta, lo construyeron con mas curvas que una carretera de montana. Tania manejaba. Era medianoche y casi no habia trafico. Al salir de la primera curva nos encontramos con un perro tirado a la mitad de la avenida. Tania alcanzo a esquivarlo y se orillo. ?Esta vivo?, pregunto mirando por el retrovisor. En efecto, el perro aun movia la cabeza y parecia hacer un gran esfuerzo por moverse. Antes de que yo pudiera decir algo, Tania ya se habia bajado del coche y corria entre los carriles hacia el animal herido. Vi el reflejo de unos faros en la pared del tunel y escuche el sonido de un motor que se acercaba. Le adverti a gritos del peligro y Tania se hizo a un lado. Por un momento temi que el coche rematara al animal ahi, enfrente de nosotros, pero alcanzo a esquivarlo y paso entre nosotros zumbando el claxon. Era una hembra. Una pointer cafe que tenia las tetas hinchadas y que nos miraba con sus enormes ojos grises. Sus aullidos retumbaban en el tunel. El golpe le habia dislocado la cadera, y aunque intentaba usar las patas delanteras para moverse, la parte trasera de su cuerpo parecia un tren volcado. Tania se cubrio la nariz y la boca con las manos. Tenemos que ayudarla, suplico. Me acerque al animal, arrastrando los pies. La perra gruno, mostrandome los colmillos, sin dejar de mirarme. En sus ojos habia furia, pero sobre todo habia dolor, miedo. Ya, dije extendiendo la mano para tocarla, no te vamos a lastimar, pero la perra me respondio con una dentellada caliente que apenas pude esquivar. Del punto ciego del tunel, iluminado por unas farolas con luz naranja que pendian del techo humedo, aparecian coches a toda velocidad. Sus luces blancas nos cegaban y parecia que nos iban a embestir, pero luego frenaban, cambiaban de carril y, en algunas ocasiones, nos mentaban la madre con el claxon. ?Que vamos a hacer?, dijo Tania. Levante los hombros. Esta muy lastimada, respondi, y ella me suplico que hicieramos algo, por favor. ?Que? Dime. Pues no se. Algo. Entonces se acerco a la perra, muy despacio, extendio la mano y la perra levanto la cabeza y siguio los movimientos de Tania. Tranquila, susurro como una encantadora de serpientes o domadora de leones. No te voy a hacer nada. La perra lanzo un aullido de dolor que retumbo en el tunel. No tengas miedo, dijo Tania mientras volvia a acercarse. Ya, ya, te vamos a ayudar. La perra seguia tensa, mirando su mano, pero acepto que le tocara la cabeza. Eso, dijo. Te vamos a sacar de aqui. En sus ojos vi consuelo mientras Tania la acariciaba, cierta calma, la confianza en que seria salvada, y yo ya estaba pensando como conseguiriamos subirla al coche y acomodarla en el asiento trasero, a donde la llevariamos, quien conseguiria salvarla, cuando el motor de un camion bufo desde la boca del tunel, la perra se asusto y lanzo un mordisco sobre la mano de mi esposa. Era un camion de mudanzas que no tenia por que circular por ahi. Un letrerote lo decia clarito al inicio del tunel: NO BICIS, NO MOTOS, NO CAMIONES. Pero si en Mexico puedes destripar a tu vecino y regarlo por la ciudad en bolsas negras, puedes secuestrar autobuses llenos de migrantes, desechar los residuos de tu fabrica en el rio, esclavizar indigenas para que cosechen tomate, comprar elecciones con monederos electronicos, ?que puede pasarte por meter un camion de mudanzas a un tunel mal hecho? El chofer imbecil todavia nos sonrio al pasar y hasta agito su manita para saludarnos. Estoy bien, dijo Tania. Yo habia pegado un grito mas escandaloso que los grunidos de la perra, pero era una herida superficial: dos rasgunos en el dorso de la mano. Yo sabia que Tania se impresionaba facilmente con la sangre desde que se cayo de una patineta cuando era nina y se abrio la cabeza, pero ella insistia en la perra, la perra, habia que salvarla. No se puede, dije. Esta muy lastimada. Y ella: La perra, hay que salvarla. Y yo: Es muy peligroso, nos tenemos que ir. Estabamos solos, en la salida de una curva ciega, a media noche, ante un animal dispuesto a morir peleando. ?Quienes eramos nosotros? ?Que podiamos hacer? Pero Tania nunca se daba por vencida, creia que siempre se podia hacer mas, siempre algo mas. Nunca me perdono que yo quisiera protegerla y yo no me perdono no haber podido hacerlo, aunque esa noche consegui imponerme y llevarla de regreso al coche. Luego tuve que soportar su desprecio durante tres o cuatro dias: yo era un cobarde, un insensible, un pusilanime. No podemos dejarla, me suplico por ultima vez en el coche, despues de que yo tomara el volante. Mirate la mano, Tania, ?que quieres hacer? Y entonces ella vio la sangre, dos hilos que le escurrian por el antebrazo y que en algunas partes ya se estaban secando, y vio la mancha roja casi negra en los dedos y en la muneca, en su falda de flores. Saco un Kleenex de la guantera, que al entrar en contacto con la sangre se quebro en oscuras lombrices alargadas. Vamonos, dijo, mientras se ponia el cinturon, sin voltear a verme. Luego recargo la cabeza contra el respaldo y empezo a llorar. Quise tocarla, pero esquivo mis caricias. Por el retrovisor pude ver a la perra haciendose mas pequena mientras nos alejabamos, hasta que nuestro coche salio a la superficie y el tunel se convirtio tan solo en una boca iluminada en medio de la noche. Tal vez Tania tenia razon. Tal vez pudimos haber avisado a una patrulla, o hablar al 066, o poner senales de advertencia en la entrada del tunel para que los otros conductores nos dieran tiempo. Cuando recuerdo sus aullidos de dolor, pienso incluso que pudimos haberla rematado con nuestro Chevy. Le habriamos hecho un favor: la violenta compasion. Quien sabe cuanto tiempo estuvo asi, cuantas horas tuvieron que pasar antes de que le dieran el golpe definitivo. Todavia pienso en ella, como si aun estuviera esperando nuestra respuesta. La imagino escupiendo sangre o arrastrando su cuerpo, escucho sus aullidos magnificados por el tunel, y siento que aun estamos ahi, que en realidad no nos movimos, que todo lo que nos paso despues es una ilusion, que nunca existio el coche en el que supuestamente nos fuimos al hospital a que curaran la mano de Tania y que ella y yo seguimos intentando salvar a una perra que de antemano estaba condenada.

  • Amor y Muerte (Salvada por amor n2) de Margotte Channing

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    Habian tomado la posada al asalto, aunque, al parecer, el dueno estaba encantado de que la fiesta se celebrara alli. Era una curiosa boda aquella, en la que, la mitad de los asistentes eran escoceses, y la otra mitad, vikingos. Rosslyn, por fin casada, miraba alrededor con asombro, escuchando los gritos de los hombres, y los golpes en las mesas festejando los brindis. Estaba sentada entre su hermano, Ricardo, y Gunnar, su reciente marido. Al otro lado de este, estaba sentado Ari, el hijo de Gunnar- sonrio al rectificar en su mente- en realidad, ahora era hijo de los dos. Tenia 16 anos y era un chico encantador en todos los sentidos, ademas de sumamente inteligente. No habia permitido que la invalidez con la que habia nacido, hubiera agriado su caracter. Gunnar le habia fabricado una silla de madera para que pudiera desplazarse, perfeccionandola durante meses. Recientemente, le habia incorporado un par de ruedas, el diseno estaba copiado de un papiro de 200 anos de antiguedad, que habia caido en las manos de Gunnar por casualidad. Enseguida se dio cuenta de la importancia que podria tener para la vida de su hijo. En el aparecia dibujado un general del ejercito chino, que estaba ante las tropas, sentado en una silla de ruedas. Gunnar estuvo estudiandolo durante dias. Al principio, le parecia que no podria construirla. Por eso, no le dijo nada a Ari, hasta que la fabrico. Despues de semanas de trabajo, consiguio hacer una que se movia, aunque las ruedas, incluso sin peso encima, se rompian constantemente. Despues de hacer bastantes cambios, hacia pocas semanas, se la entrego a Ari para que la probara. Este, cuando la vio se echo a llorar, entonces Gunnar fue realmente fue consciente, de lo dura que era la vida para su hijo. Una vez sentado en ella, por primera vez en su vida, pudo moverse sin depender de nadie, siempre que no hubiera escaleras por medio claro. Ari no queria que, a su edad, le siguieran llevando en brazos, como si fuera un nino. El padre de Rosslyn, William Douglas, habia cedido el lugar junto a su hija, para que, su recien descubierto medio hermano, Ricardo "Corazon de Leon" se sentara junto a ella. Volvia al dia siguiente a las cruzadas, y era la unica ocasion, en la que podrian pasar algo de tiempo juntos. Rosslyn se giro hacia Ricardo con un suspiro. Era injusto que le presentaran a su madre y uno de sus hermanos el mismo dia, y solo pudiera disfrutar de ellos un rato. – Ricardo- este se volvio sonriente, pidiendo disculpas a William, que estaba sentado a su lado. – Dime, hermana- ella contemplo su sonrisa, admirandola, sin saber que era igual que la suya. – Me gustaria que nos conocieramos un poco mejor, ?no seria posible que te quedaras unos dias mas? – No, querida, lo siento mucho. Mis soldados me esperan hace dias, he retrasado la partida por tu boda. Tampoco puedo acompanarte parte del viaje, porque vamos en direcciones contrarias- sonrio con tristeza. – Siento que hayas cambiado tus planes por mi- el levanto la mano para que no siguiera hablando. – Me ha alegrado mucho conocerte. Pero, ademas, madre no me hubiera perdonado que, no lo hubiera hecho. – ?Es muy mandona? – pregunto curiosa.

  • Hilvanes y contrabando de Elena Bargues

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    1876. Santander.
    Mariela y su hermano Ernesto abandonan Cuba y recorren el mundo. Pero, cuando se instalan en casa de sus tios en Santander, a Mariela le disgusta la inclinacion por los naipes de su hermano y decide independizarse y emprender un negocio por su cuenta: un atelier de alta costura.
    Pablo Torres, primogenito y heredero de una naviera santanderina, sera contratado por el gobierno espanol como agente, bajo el seudonimo de Pedro Saro, tras el asesinato de un capitan en los muelles ingleses y la compra y desaparicion de las armas empleadas en las guerras carlistas. Sus sospechas pronto recaen sobre los dos hermanos quienes, a causa de la vida disipada de Ernesto y del taller de Mariela, se han convertido en el epicentro de las intrigas de los contrabandistas.
    Mariela y Pedro no tienen nada en comun, pero se veran obligados a unir sus esfuerzos si desean defender aquello que aman.
    Elena Bargues nos sumerge nuevamente en una historia bien hilvanada, llena de malentendidos, recelos, asesinatos, corrupcion y robos. Una aventura trepidante por las calles y muelles de un Santander que se perdio en el incendio de 1941.

  • Lagrimas de libertad de Raquel G. Estruch

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    La vida de Maria, una conocida escritora, cambiara por completo de la noche a la manana. La tragica muerte de Gonzalo, su marido, unida a la desaparicion de Elena, su mejor amiga, provocara en ella un inmenso vacio y confusion.
    Una madrugada, harta no encontrar explicacion a ninguno de los recientes sucesos de su vida decide hacer la maleta y dejarlo todo atras durante un tiempo.

  • Quimera de Taylor S

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    La revolucion de sus ojos verdes convirtio lo imposible en posible.

  • Sirens 4 de Lena Valenti

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    Historia original de Lena Valenti y Valen Bailon.

  • La Bestia (Guardianes del Rey 1) de Emily Delevigne

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    Lux estaba en el lugar menos indicado en el momento menos apropiado del mundo. Cuando los guardias del aparcamiento empezaron a convertirse en hombres lobo penso que estaba viviendo una pesadilla. Pero en ese instante entraron en escena los vampiros…
    <> nos presenta a tres mujeres -Lux, Virginia y Luna- inmersas de repente en un mundo que transcurre paralelo a la realidad de los humanos. Donde las razas mas dispares continuan sus guerras que comenzaron en tiempos inmemoriales; donde hay peleas, muertes, secuestros, violaciones… pero donde, aunque parezca mentira, puede haber lugar para el amor.
    Mestizos que esconden su identidad para no ser exterminados por sus propios companeros. Hombres lobo que atacan en manada. Y humanas que logran robarles el corazon a sus amantes vampiros, aunque para ello tengan que entregar el precio de su propia sangre.

  • Los amantes anonimos de Salvador Gutierrez Solis

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    Carmen Puerto esta despierta desde hace una hora, pero no quiere comenzar este lunes, esta semana, y finge dormir. Continua, ficticiamente, el sueno de la pasada noche. Ha sonado que paseaba entre las dunas de una blanca y luminosa playa, como si fuera una de las mujeres que aparecen en el cuadro de Alex Katz que cuelga en una de las paredes del salon; que se banaba en un mar esmeralda, agua templada, acogedora; que se tumbaba en la arena, desnuda, relajada. Corria, gritaba, era feliz. Ha sonado que un hombre, alto, moreno y guapo, muy musculoso, el pelo corto y rizado, encrespado, la esperaba tumbado sobre una toalla, tambien desnudo. Cuando llegaba a su lado, el hombre la abrazaba, la besaba, la acariciaba, y comenzaban a hacer el amor. El hombre, se parecia a Alberto pero no era Alberto y hacia el amor hasta quedar sin fuerza, felices ambos, desmayados de tanto placer. A continuacion, reian, bebian cerveza y comian bocadillos, antes de volver a hacer el amor. Cuando desperto, Carmen estaba desnuda y muy excitada, y siguio sonando, ficticiamente, mientras se acariciaba con un pequeno vibrador violeta. Quiere seguir sintiendo a ese hombre a su lado, volverse a banar en ese mar esmeralda, cuando la pantalla del ordenador portatil, que la acompana en la cama, se ilumina. --?Estas despierta? --No, por eso te respondo. --Ese humor tuyo... --El humor tiene horario nocturno. --A veces ni eso. --No escoges la serie adecuada. --No te imagino riendote con una teleserie. --Deberias llevar tu imaginacion al gimnasio... --?Hay gimnasios para la simpatia? --Los cerraron con esto de la crisis. --Y a ti no te pillaba uno cerca... --Te dejo, me voy al gimnasio --en la pantalla de su Iphone puede leer JJ1 . Carmen Puerto minimiza la ventana del chat y atiende la llamada de telefono. --Dime --su voz es seria y ronca, como si pretendiera exhibir que le molesta que la llamen tan temprano, todavia en la cama. Al mismo tiempo, Carmen abre una fotografia en la pantalla de su ordenador portatil: un hombre de unos cuarenta anos, moreno, alto, con nariz prominente, ojos grandes, marrones, cejas muy pobladas, y negras, como su cabello, con facciones agradables, con una gabardina de un gris verdoso. Es Jaime Cuesta. --Carmen, disculpa la hora, pero necesitamos tu ayuda -- la conoce Jaime y sabe que tono de voz y que palabras debe emplear. --?Estas con esa? --enfadada, interrumpe a Jaime. --?Como, quien? --Esa, tu companera o lo que sea, la tal Julia... --Si, si... --disimula Jaime, pero Julia, a su lado, sabe que habla de ella y recrea un gesto de incertidumbre. --Dile que no vuelva a intentar localizarme, que no lo vuelva a intentar, que me deje en paz -- dice Carmen muy despacio, grave, amenazante. --Yo se lo digo, no te preocupes. --Jaime, no me has entendido, quiero que se lo digas ahora mismo... --?Ahora? --Ahora. --Diselo tu --le indica, y Julia arquea las cejas, preguntando. --?Que cono pasa? --le susurra Julia a Jaime, muy cerca del oido. --Yo no voy a hablar con esa tipa, diselo tu... --ordena Carmen. --No creo que... --divaga Jaime, en medio de una situacion, violenta y embarazosa, ante la que no sabe como reaccionar. --Adios, Jaime, adios... --amenaza Carmen con finalizar la conversacion. --Cono. --Adios, adios... --Espera. --Diselo. --Julia, por favor, no vuelvas a intentar localizar a Carmen --por fin dice Jaime, que se lleva un dedo a la sien, escenificando locura, mientras que Julia frunce el ceno, visiblemente contrariada. Hace por hablar, pero Jaime se lo impide, tapandole la boca con la palma de la mano. --Que no lo vuelva a hacer --imagina Carmen la escena al otro lado del telefono. Puede ver a Julia muy enfadada, histerica, haciendo lo imposible por arrebatar el movil de Jaime. --No lo hara --trata Jaime de conservar el equilibrio, contentando a Carmen, manteniendo en silencio a Julia. --Si lo hace... --no concluye Carmen la frase. --No te preocupes. Tras un incomodo silencio de varios segundos, Carmen pregunta con desinteres: --?Que habeis encontrado? --Julia te lo acaba de enviar al WhatsApp. --Julia... --Si, ya lo tienes. Carmen abre una nueva fotografia en la pantalla del ordenador. En ella se puede ver a una mujer de unos treinta y largos, cuarenta tal vez, pelo rubio muy corto, cara delgada, mas atractiva que guapa, cuello muy estilizado, ojos amplios, luminosos, de un azul cielo, sin pendientes en las orejas, de piel blanca. Es una fotografia de Julia Nunez. --Ahora te llamo --interrumpe Carmen bruscamente la conversacion. Julia se separa de Jaime, se muerde los labios y golpea con fuerza su hombro derecho. --!Eres el puto perro de la pirada esta, el puto perro, puto perro, que lo sepas! --le recrimina con violencia. --Vete a la mierda. No se detiene Carmen a contemplar las tres imagenes que ha recibido en su telefono movil, directamente las reenvia a su cuenta personal de correo electronico. El dormitorio permanece a oscuras, apenas unos rayos de sol se cuelan por las primeras rendijas de la persiana. Sin embargo, Carmen se mueve con agilidad en la oscuridad, esta acostumbrada a ella. Abandona la cama, busca a sus pies la parte superior de un chandal azul marino con tres rayas blancas en las mangas, que se coloca a toda velocidad, no cierra la cremallera, y recorre el pasillo y el salon, entre una densa penumbra que fabrica un decorado fantasmagorico; en la cocina, introduce una taza de agua en el microondas, selecciona un minuto en el temporizador, escoge al azar un tarro de capuchino --varios tarros se apilan sin orden junto a la placa de vitroceramica, sobre la encimera--; lia un cigarrillo con tabaco, Cutters Choice; anade dos pastillas de sacarina al agua caliente y cuatro cucharadas de capuchino en polvo; se dirige al desordenado y oscuro salon, durante varios segundos contempla un cuadro de Alex Katz en el que aparecen dos mujeres caminando entre las dunas de una playa --Partida --, en la pared que prosigue al pasillo, y el sueno de la pasada noche regresa fulgurante y electrico durante un segundo. Enciende el cigarrillo y lo coloca sobre un cenicero de cristal, transparente, toma asiento en un sofa de cuero marron, frente a una pantalla de plasma de 50 pulgadas, bajo otra reproduccion de Alex Katz, Blue umbrella , que representa a una mujer con la cabeza cubierta con un panuelo y bajo un paraguas en un dia de lluvia. Conecta la pantalla de plasma y, ayudandose de un teclado inalambrico, accede a su correo electronico y comienza a examinar las tres fotografias que se ha reenviado desde su telefono movil. En la primera fotografia puede ver una blanca y palida mano de mujer, seccionada limpiamente donde arranca la muneca, con las unas pintadas de un rojo intenso. --Un corte limpio, una sierra electrica con toda probabilidad. Sin rastros de sangre, unas en perfecto estado, pintadas una vez fallecida --repite en voz alta lo que escribe en una libreta de pastas verdes. La segunda fotografia corresponde a un pie, seccionado a mitad de tobillo, igualmente blanco y palido, tambien limpio de restos de sangre, igualmente las unas perfectamente pintadas, pero en esta ocasion de un azul marino muy brillante. Con una pequena cicatriz junto al menique, no reciente , tal vez un corte de la infancia, deduce mentalmente Carmen. --?Te gusta el color? --se gira Carmen, y le pregunta al cuadro de Alex Katz que tiene a su espalda: Karen (La sonrisa de Karen ). En la tercera fotografia aparece un corazon humano, cortadas las arterias y venas a ras, dentro de una de esas bolsas de plastico transparente que se utilizan para conservar alimentos. --Vaya, ha pasado por el super --murmura Carmen Puerto, sin apartar la vista de la pantalla. Carmen abandona momentaneamente el sofa de cuero, se coloca en cuclillas delante de la pantalla y, como si estuviera escaneando o memorizando las imagenes, examina las tres fotografias centimetro a centimetro. Se detiene especialmente en las unas pintadas de la mano y pie, en sus llamativos colores. Bebe el resto de capuchino con un gesto de desaprobacion, ya frio, y a ella le gusta muy caliente, lia un nuevo cigarrillo, y marca el telefono de Jaime (JJ1 ). --?Por que habeis sacado el pie y la mano de sus bolsas? --le recrimina a Jaime, nada mas escuchar su voz. --Ahhh --duda Jaime, se lleva la mano libre a la nuca, centra su mirada en Julia, que continua furiosa--, para que se vieran mejor en las fotografias --concluye. --No alteres mortajas, hijo mio ... Habeis manipulado unas pruebas --le advierte Carmen. No puede evitar pensar en Hilario Pino cada vez que habla con Jaime. --Nosotros no hemos hecho nada, ya sabes... De todos modos, lo han hecho siguiendo el procedimiento, no temas, las bolsas tambien van a ser analizadas --trata de ser convincente Jaime. --Cuando hagan las pruebas los batiblancas descubriran que los restos corresponden a tres personas diferentes, a tres mujeres, con toda probabilidad. Pero esto no quiere decir que sean victimas preferenciales --explica Carmen Puerto mientras recorre con su mano la pantalla, tal si estuviera acariciando los miembros encontrados. --Tres mujeres... --intenta decir Jaime. Julia escucha cerca de su hombro. --Tres mujeres de mas o menos la misma edad, si, tres mujeres... --se detiene un instante Carmen, hipnotizada por el azul de las unas del pie--. Estan congelados todos los restos, y me atreveria a decir que hasta hace no tanto estuvieron en un congelador, a muy baja temperatura, veinticinco o treinta grados bajo cero. Seguramente, no se trata de un congelador domestico, mas potente. --Si, estaban congelados... --confirma Jaime, sorprendido. --Teneis que haberlos encontrado en un lugar muy publico, muy popular, necesita llamar la atencion, presentarse ante todos como es debido... a lo grande: es su carta de presentacion. Ya estoy aqui , nos esta diciendo --sigue hablando Carmen mientras no cesa de mirar las fotografias de la pantalla. --Carmen, los han encontrado en tres puntos diferentes -- le rectifica Jaime, y los labios y ojos de Julia fabrican un gesto de satisfaccion. --Joder, tres sitios diferentes, joder, mas a lo grande de lo que imaginaba... Va a por todas el hijo de la gran puta. --Si, en tres. --?Donde? --Madrid, Barcelona y Sevilla. --Joder, joder, si que apunta alto. --Si, y en lugares muy populares, como tu decias --una apostilla de Jaime que contraria a Julia. --Evidente. --El pie en Madrid, en la Plaza del Callao, a escasos metros del edificio Capitol. En Barcelona, en Plaza Catalunya, la mano. El corazon, en Sevilla, a unos pocos metros del Ayuntamiento. En los tres casos, dentro de papeleras, perfectamente envueltos, bien protegidos, en esas bolsas... -- le informa Jaime. --Esas bolsas que han estropeado. --Las van a analizar --repite Jaime. --?Ya hemos comprobado las camaras de seguridad? --Si, y de momento no hemos encontrado nada. --Nada, nada... --replica Carmen y amplia nuevamente las fotografias de los tres miembros. Conoce la posicion de las camaras , escribe Carmen Puerto en su libreta. --Estamos tratando de buscar con cuantas de las denuncias por desaparicion que tenemos coinciden. Estamos en ello, ya sabes... --le gustaria a Jaime ser mas preciso. --Con ninguna coincidira, ya te lo digo --sentencia Carmen y se dirige a la cocina para prepararse otro capuchino--. Todavia no hay denuncias. --?Tu crees? --Necesita llamar la atencion --dice Carmen a la vez que abre fotografias de los lugares indicados, a traves de la aplicacion de Google. --No te puedes imaginar la que se ha montado --comienza a decir a Jaime, pero Carmen lo interrumpe. --?Cuando los habeis encontrado? ?Con cuantas horas de diferencia? --pregunta Carmen, con un lapiz en la mano. --La mano de Barcelona, ayer por la noche. El pie de Madrid cuatro horas despues, sobre las dos de la madrugada y el corazon de Sevilla hace un rato... a las siete. En ese orden los hemos encontrado. --Vaya juerga que se ha metido el cabron --comenta Carmen. Anota en una libreta: BCN, ?sabado 31M/1J?, Mad 1J, ?Sev 1J/2J? --Estamos comprobando si le podria haber dado tiempo a una sola persona... --dice Jaime. --Le ha dado --y rodea con un circulo las abreviaturas de las fechas y de las ciudades anotadas. --?Tu crees? --escucha Jaime en su telefono el crujido, al quemarse, del papel del cigarrillo que Carmen esta fumando. --Estos han sido los fuegos artificiales... --masculla Carmen. --?Fuegos artificiales? --Volvera a matar --sentencia Carmen, al tiempo que despliega sobre la pantalla un programa pirata por el que puede acceder a las camaras de seguridad de los tres lugares en los que se han encontrado los miembros. --?Como? --Volvera a matar. Y no tardara en hacerlo. LUNES, 2 DE JUNIO DE 2014. 9:00 H. A pesar de la llamada que la saco de la cama poco antes de las ocho, Carmen Puerto se entrega a su rutina diaria. Como cada manana, salvo la de los domingos, a las nueve en punto conecta la camara del videoportero de la puerta al ordenador y aguarda la llegada de Jesus mientras fuma, toma un capuchino y escucha las noticias en la radio. Aunque ella misma ha sido la que ha construido y mantiene esta excusa a lo largo de los anos, en realidad no solo lo hace por esperar la llegada de Jesus. En estas esperas, frente a la pantalla del ordenador, cada manana contempla a sus personajes habituales: los clientes del bar de la esquina, en direccion a la Avenida de Andalucia, Manuel, el propietario del taller de motocicletas, y sus caracteristicos silbidos; la duena de la fruteria de la esquina, Rocio, ese anciano de estirado pelo negro que saca a pasear su perro, un boxer con el cuello blanco, a Monica, la dependienta de la pequena tienda de ultramarinos de enfrente. Con suerte, tambien puede contemplar Carmen a otras nuevas personas, desconocidas, anonimas, a las que asigna actividades y personalidades de todo tipo. <>. Cuando era una nina, con su hermana Ana, Carmen Puerto jugaba a algo parecido, se asomaban al balcon y trataban de adivinar quien apareceria bajo el arco de la plaza. Contabilizaban los aciertos en una libreta y la que antes llegaba a diez era la ganadora. A las 9.02 h. aparece Jesus en la pantalla del ordenador. A pesar de que la imagen no es lo nitida que Carmen desearia, puede verle ojos de sueno y gesto de lunes. Carmen se reincorpora, apoya los antebrazos sobre el cristal que cubre la mesa. Repite Jesus la camisa negra, con doble cuello, que se compro en las ultimas rebajas y unos vaqueros gastados, manchados en la parte posterior de la rodilla izquierda, descubre Carmen. Como siempre, su bolsito azulon colgando de su hombro derecho. Y como casi siempre, justo despues de levantar la persiana metalica, Jesus se queda un instante, menos de un segundo, mirando hacia la camara del portal adyacente a su establecimiento. Tal vez sea su manera de desear buenos dias cada manana. --Buenos dias --dice nada mas dejar de verlo--. Karen, se ha cortado demasiado el pelo esta vez, le hace cara de tonto -- se gira Carmen sobre ella misma y le comenta al cuadro que tiene a su espalda. Como la mayoria de las ubicadas en la zona, la casa de Carmen Puerto cuenta con dos plantas, fachada estrecha, rectangular, rematada por una azotea. Calle Padre Pedro Ayala, barrio de Nervion, en Sevilla. Es una zona muy tranquila, familiar, con aspecto de pueblo en la mayoria de sus calles. Muy cerca de la antigua fabrica de cerveza Cruzcampo y de la Prision Provincial, <>, como se la conoce en la actualidad. Nada dejo al azar, la situacion geografica de la vivienda de Carmen Puerto surgio de un minucioso estudio previo: a menos de 15 minutos, caminando, de la estacion de tren de Santa Justa; a menos de dos kilometros, tras finalizar la Avenida de Andalucia, de la SE30 , que conecta con Cadiz, Huelva, Malaga y Cordoba; y a menos de 10 minutos, en coche, del aeropuerto de San Pablo. La planta baja de la casa de Carmen Puerto la ocupan la puerta de entrada, tras la que se encuentra la empinada escalera que conduce a su vivienda, y la peluqueria para <> de Jesus, Jesus Fernandez Cortes, su particular inquilino. Aunque exteriormente pueda parecer mas amplio, a tenor del tamano de la fachada, el piso de Carmen Puerto, situado en la primera planta del edificio, es relativamente pequeno: 66 metros cuadrados. Un dormitorio con dos ventanas que dan a la calle, pero que siempre estan cerradas, las persianas hasta abajo; un amplio salon cuadrado y oscuro; un cuarto de bano y una cocina rectangular, que concluye en un pequeno lavadero, en el que se eleva una escalera metalica, de caracol, que conduce a la azotea. Todavia sentada frente a la pantalla de plasma, Carmen da por concluida la conexion con la calle de esta manana, una vez que Jesus ha accedido a la peluqueria. Recupera las fotografias de los tres miembros seccionados que le han enviado Jaime y Julia. Contempla las imagenes una a una, las examina y analiza de forma individual, y a continuacion de manera colectiva, estableciendo posibles vinculos que desarrolla mentalmente. No escribe en su libreta, de momento. Visita las portadas de las ediciones digitales de algunos periodicos, necesita comprobar que, de momento, nadie ha filtrado la noticia. A traves de una de sus cuentas falsas, escoge @arga2 en esta ocasion, accede a la cuenta de Twitter de Pedro Gines, un periodista de <>, celebre por sus apariciones televisivas y por sus informaciones <>. --De momento este cabron no ha dicho nada --murmura Carmen, tras comprobar que su ultimo tuit es del 31 de mayo. A continuacion, como si alguien le indicase los pasos a dar, Carmen se coloca unas gafas de sol, unas Rayban metalicas con cristales verdes, descuelga un manojo de llaves de un clavo en la pared, a la izquierda del cuadro de Alex Katz de las dos banistas que pasean relajadamente entre las dunas y se dirige a la cocina. Se prepara un capuchino: agua muy caliente, cuatro cucharadas y dos comprimidos de sacarina. Introduce una de las llaves en la cerradura de seguridad de la reja metalica negra que separa la cocina del lavadero. Una lavadora, un pequeno tendedero y tres estanterias de pvc . Nada mas comenzar a subir la escalera de caracol, escucha: <>, que exclama un My Little Pony de tonos violetas, rosas y grisaceos, con voz aguda de cuento infantil, sentado en el septimo peldano. La voz del pequeno unicornio no sorprende a Carmen Puerto, que se detiene a medio camino de la escalera e introduce una llave en la cerradura que hay en la trampilla del techo. Ayudandose de las dos manos levanta la portezuela de acero y una avalancha de luz, de rayos de sol, se proyecta sobre su rostro. Por unos segundos, instalada en la oscuridad, Carmen Puerto se siente indefensa, vulnerable, atropellada, a pesar de la proteccion de las gafas. Aun asi, la rutina traza el recorrido, repite los movimientos de cada manana, tiene memorizadas todas las distancias, y accede a la azotea sin mayores complicaciones. Flanqueada en sus cuatro costados por un tupido y alto canizo artificial, desde la azotea de Carmen solo se contempla el cielo, interminable y azul, como una infinita cupula monocolor. Ningun edificio, antena o similar a la vista, como si se tratara de un lugar en mitad de la nada o por encima de todo. Carmen Puerto camina hasta la parte delantera, donde se alza la fachada principal del edificio hacia la calle Padre Pedro Ayala y ayudandose de una manguera azul marino riega un amplio arriate donde crecen sus plantas de marihuana. Verdes y frondosas, rezuman salud y atencion permanente. Comprueba el estado de las hojas, busca imperfecciones, examina el color y grosor de los tallos, toca la tierra para cerciorarse de que la humedad es la adecuada. Seguidamente, busca en la parte inferior de un armario de aluminio una llave, oculta en la parte interna, que no tarda en encontrar. Abre el armario, de la balda superior coge un cenicero, papel de fumar y boquillas marrones, un encendedor y una cajita de madera. Toma asiento en una hamaca de lona, en el centro de la azotea, y lia dos cigarrillos con marihuana. Durante unos segundos contempla el cielo, sin nubes, azul, monotematico, que lo cubre todo, mas alla de los canizos que la protegen de posibles miradas. A continuacion, con naturalidad, es un ritual que repite la mayoria de los dias que luce el sol, se despoja del chandal azul marino que la cubre, tambien de la ropa interior, bragas y sujetador blancos, de algodon, y desnuda se deja caer sobre la hamaca. Comienza a fumar la marihuana con los ojos cerrados. Sigue teniendo Carmen un cuerpo menudo y armonico, los anos aun no se han cebado con ella; su piel continua siendo palida y tersa, con un mapa de pecas en el pecho y en las mejillas. Delgada, de ojos inquietos, de un marron miel, nariz con intencion aguilena. Desde los veinticinco, dentro de unos meses cumplira cincuenta anos, Carmen tine su pelo de una intensa tonalidad cobriza que subraya la delgadez de su rostro. Raramente usa pendientes, anillos o pulseras, como en tantas otras cosas es una mujer sencilla, austera. Si tuviera que elegir Carmen una parte de su cuerpo se decantaria por sus manos, puede que lo haya confesado en alguna ocasion, afiladas, de unas cuidadas, jamas pintadas. Le gusta mirarlas cuando habla por telefono o cuando fuma marihuana desnuda en la azotea, como en este momento. Pero ahora, Carmen no mira sus unas, sigue reproduciendo las tres fotografias que le han enviado Jaime y Julia. Trata de establecer conexiones, puentes, con otras imagenes similares que conserva en su memoria. Una mano, un pie y un corazon congelados, envueltos en bolsas de plastico de las que se emplean para la conservacion de alimentos. <>, deduce.

  • Enemigos apasionados (Doncellas cautivas 1) de Cathryn De Bourgh

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    Ambientada en el ducado de Milan y en el territorio de Toscana durante el siglo XV.
    El dia de su boda con el conde Visconti, Isabella Manfredi es raptada por un intrepido y guapo joven hijo de su peor enemigo: Enrico Golfieri.
    Pero el malvado raptor quedara prendado de la belleza de la joven y sucumbira al amor y a su cuerpo suave y voluptuoso una y otra vez, despertando en la joven sensaciones que ignoraba.
    Sin embargo ambos pertenecen a familias enemigas que conspiraran para separarlos colocandolos en una encrucijada donde la traicion y el deseo libraran una batalla feroz.

  • La portavoz de Sophie Saint Rose

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    Katherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.

  • Mantendre las luces encendidas para ti de Cherry Chic

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  • Siete Llaves de Noel Romero

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    EL hombre del traje oscuro, marco un numero, mientras caminaba de un lado para otro, en el salon de aquel apartamento. --Dime que lo encontraste, -dijo la voz del otro lado. --Negativo, -respondio-. He registrado en todos lados y no he encontrado nada. ?Estas seguro de que es el? --!Absolutamente!, -chillo la voz-. ?Crees que soy tonto? Tiene que ser. Quedate por ahi cerca y cuando aparezca lo coges y ya sabes lo que tienes que hacer con el. Acto seguido, se oyo el caracteristico bip, bip, bip, indicando que, el que hablaba por el otro extremo, habia colgado. El tipo se arreglo el nudo de su corbata, salio al parqueo y se sento a esperar, pacientemente, el regreso de su victima. Al rato, lo vio entrar al edificio. Era un hombre de unos 50 anos, con el pelo bastante canoso, lo cual coincidia con la descripcion que le habian proporcionado. Espero un poco mas, dando tiempo a que subiera y llegara a su apartamento. Alli lo agarraria facilmente y sin llamar la atencion. Comenzo a subir por las escaleras, cuando, de pronto, la estridencia de la alarma de incendios, estremecio todo el edificio. Al llegar al pasillo, habia gente por todas partes. Se dio cuenta, inmediatamente, que el hombre habia sospechado al encontrar su casa desordenada y habia activado la alarma contra incendios para poder escapar aprovechando la confusion. <>, -penso-. Al final del pasillo habia una ventana y su instinto lo impulso a asomarse por ella alcanzando a ver al hombre, que usando la escalera de emergencia, habia llegado abajo y se alejaba corriendo por el callejon. Uno de sus compinches, se dio cuenta y se lanzo tras de el en una feroz caceria. El perseguido entro en otro callejon, se escondio unos instantes en una cabina telefonica. Vio pasar de largo a su perseguidor y penso que podia tener alguna posibilidad. Salio de su estrecho escondite y echo a correr desesperadamente por el callejon. Vio un auto que venia hacia el a toda velocidad. Se volteo hacia el lugar por donde habia entrado y otro auto venia por ahi. Estaba atrapado. No habia escapatoria posible. El hombre del traje oscuro, salio de uno de los autos y fue hacia el. Otro venia por detras. Un golpe en la nuca y sobrevino la oscuridad. Cuando recobro el conocimiento, estaba atado a una silla en medio de una habitacion mal alumbrada, sin ventanas y sin pintar. Frente a el en el otro extremo de la estancia solo una puerta de la cual colgaba, al parecer para dar suerte, una herradura. Miro a su interrogador, pero su cara no le era conocida. No habia una parte del cuerpo que no le doliera. Le habian propinado una paliza tal que sangraba por varios lugares y tenia un ojo y el labio inferior, hinchados. Entonces recordo los golpes, las preguntas. Tambien recordaba haberse despertado en una furgoneta y luego ese olor a cloroformo en la cara. Al parecer habia perdido el conocimiento y vuelto en si, varias veces. Su torturador se desesperaba porque no estaba obteniendo el resultado esperado. Las instrucciones que tenia el hombre del traje oscuro, eran precisas: conseguir las respuestas, al precio que fuera necesario. Asi que busco una pinza y con mucha sangre fria y sin remordimiento alguno, le saco la una del dedo menique de la mano izquierda. El trapo que amordazaba la boca del torturado, sirvio de amortiguador de los gritos de dolor, que sus pulmones lanzaban desesperados. Aun, asi, no hubo respuesta. Una macabra caja con dos cables terminados en pinzas de cocodrilo hizo su aparicion. Era, segun su inventor, el "extractor de la verdad". Le pregunto a su victima por ultima vez, siendo ignorado, una vez mas. Entonces, aprisiono las tetillas del desdichado con las pinzas, conecto la caja a un tomacorriente y le dio al interruptor. Con calma diabolica, dejo pasar varios largos segundos. En medio de terribles convulsiones, aquel pobre hombre atado a la silla, emitio varios gritos ahogados y entro en un estado semiconsciente. La segunda sesion estaba por comenzar, cuando se oyo una voz fuerte. --!Alto! Ya es suficiente, -dijo el recien llegado, en un tono que denotaba un indiscutible liderazgo. --Pero..., tu mismo me dijiste que... --Shhh, -dijo el jefe llevandose el dedo indice a los labios--. Echo un poco de agua en un jarro y se la tiro a la cara al cautivo, provocando que este despertara y lo mirara. --Nunca pensaste que este momento llegaria, ?verdad?, --le dijo, mientras sostenia la mandibula de su prisionero para que sus ojos quedaran frente a frente. --!Tu!, -apenas pudo pronunciar el torturado. Su mirada demostraba asombro. --Pero... ?como? !Entonces fuiste tu, quien mato a...! -No pudo continuar, pues le sobrevino un ataque de tos, que expelia saliva y sangre por todos lados. --No tienes idea de como di contigo, ?eh? Pues, te lo voy a contar, -dijo el recien llegado y acerco una pequena banqueta, en la que se sento quedando frente al hombre secuestrado-, para que veas que las casualidades no estan escritas y que el amor es la tonteria mas grande que se ha inventado. --Todo comenzo antenoche, -comenzo su narracion el captor-, durante una velada intima, en casa, con unos amigos. Una amiga de mi esposa, que se llama Sofia, relato una historia de amor, como esas tontas, que suceden en las novelas y que conmovio a todos los invitados, pero para mi, fue como una bocanada de aire fresco, al salir de un lugar cerrado y falto de oxigeno. --Resulta que esa tal Sofia, -prosiguio-, visita la tumba de su madre con frecuencia y cerca de alli esta enterrada una senora que ella conocio. Entonces, noto que, desde hace poco, un hombre misterioso, le llevaba flores todos los dias, estaba un rato con ella, llorando desconsoladamente y luego se iba. Y asi todos los dias. Una manana, Sofia y el amante anonimo, tropezaron, accidentalmente, en el cementerio y cuando este se agacho para ayudarla a recoger las cosas que se le habian caido, ella noto un tatuaje que el tenia en el brazo con el nombre de la difunta, pero con una pequena falta de ortografia. El se puso nervioso, se bajo, enseguida, las mangas de su chaqueta y se alejo rapidamente, mientras ella le agradecia. La mujer sintio no haber tenido tiempo para preguntarle acerca de su relacion con la senora enterrada alli. --Al enterarme de lo que decia el tatuaje, -siguio el desalmado-, supe, al instante, que te habia encontrado. Con un poco de mana, logre que mi esposa me dijera el lugar donde estaba enterrada la madre de su amiga. Ayer por la manana fui a esa tumba, pretendiendo ser un doliente, para espiar desde una distancia prudencial y no habian pasado ni 15 minutos, cuando apareciste. Yo no podia dar credito a mis ojos, pero alli estabas, "desolado", junto a la tumba de "tu amor", con un ramo de rosas rojas, llorando como un estupido adolescente enamorado. --Sabes, la vida recompensa a los que saben esperar. Solo tuve que seguirte y averiguar donde vivias. Por cierto que eso de que "todo el mundo tiene su precio", es mucha verdad. Lo que pasa es que el tipo de tu edificio, que nos dio el codigo de acceso y el numero de tu apartamento, puso su precio muy alto y ahora no va a poder disfrutarlo. El resto ya lo sabes, – concluyo. El jefe se volvio hacia el hombre del traje oscuro. --No creo que este vaya a hablar. Por lo pronto, vamos a poner vigilancia sobre el apartamento, porque es posible que alguien aparezca por alli. Pero, esta vez, -advirtio-, a quien quiera que entre alli, vamos a dejarlo hacer. Este error no podemos cometerlo mas. No podemos espantar al objetivo, ?entiendes?, asi que vamos a dejar actuar al proximo y asi nos llevara hasta su madriguera. --Es mas, -agrego-, en la medida de nuestras posibilidades, le vamos a facilitar las cosas. Recuerda que no queremos resultados intermedios, nuestro objetivo es el final y hacia alli debemos enfocar todos nuestros esfuerzos. No lo echemos a perder, ?si? --?Que hacemos con esta cosa, -pregunto el hombre del traje oscuro, senalando para el prisionero-. ?Lo liquidamos? --No, no, -contesto el jefe esbozando una macabra sonrisa-, creo que se me acaba de ocurrir una genial idea. Este se va a morir, el solito, no habra necesidad de matarlo. Me va a resultar mas util muerto que vivo, asi que, su mejor manera de ayudarnos, sera... "morir". Al otro lado de la ciudad, en el Asilo La Esperanza, la enfermera Susana Esquivel habia salido de la enfermeria y caminaba por el pasillo recto que llevaba, directamente, hacia el parqueo de las ambulancias. A su derecha se abria un estrecho corredor que daba acceso a otras dependencias de la Institucion como la sala de Rayos X, de Estomatologia y otras. Se disponia a entrar por alli, cuando la conocida sirena de una ambulancia que llegaba, la hizo detenerse. Los paramedicos pasaron de prisa por su lado en direccion a la enfermeria y la chica, por instinto, los siguio. Se acerco a la camilla y vio a un hombre todo magullado. En realidad se veia bastante mal. Entonces ocurrio algo imprevisto. El hombre se aferro al bolsillo de su bata de enfermera, mientras la miraba con unos ojos negros muy intensos y llenos de desesperacion que la pusieron incomoda. Con un poco de trabajo, logro soltar la mano del hombre de su bolsillo y trato de calmarlo, diciendole que todo iba a estar bien. Susana se dispuso a ayudar, pero Lidia, la Jefa de Enfermeras, le dijo que no hacia falta y que podia continuar con sus labores. Susana salio de alli con una extrana sensacion. No sabia por que, pero aquel hombre le transmitia algo familiar. Era como si tuviera que ayudarlo o algo asi. Cuando llego a su casa ese dia, por la tarde, se sintio en el paraiso. Habia sido un dia largo y agitado y se sentia muerta de cansancio. Se quito la bata, entro al comedor y la tiro sobre el espaldar de una silla. Se dirigio al refrigerador y se sirvio un gran vaso de leche fria. Fue a la sala y casi se tiro sobre el sofa. Conecto el televisor mientras se quitaba los zapatos y estiraba los pies adoloridos por estar de aqui para alla todo el dia. Se sonrio, porque los programas de la television parecian los mismos del dia anterior, igual que las noticias. Era viernes y penso que era bueno que le hubieran dado el fin de semana completo para descansar. No estaba segura de querer ir a ver a sus padres, pues ellos nunca habian aprobado su decision de ser enfermera y entonces, simplemente, decidio emanciparse y venir para la ciudad, donde alquilaba este apartamento. Se tomo la leche y llevo el vaso al fregadero. Recogio la bata para llevarla al cesto de la ropa sucia y la reviso. No seria la primera vez que lavaba ropa con cosas en los bolsillos. Entre varias recetas que saco de alli, encontro algo raro. Era una nota arrugada que no sabia de donde habia salido. La extrana nota decia que habia que ir a la terminal de trenes, buscar la taquilla No7 y abrirla con el codigo que incluia. Mas abajo, con una letra atropellada y escrita, al parecer, sobre algo blando y agregada a ultima hora, habia una direccion, un numero y una frase: toca el timbre. Al final se leia: para Alex. Susana reflexiono un instante, tratando de adivinar quien pudo ponerle aquella nota en su bata y entonces recordo aquellos ojos negros intensos y la mano del hombre aferrada a al bolsillo de su bata. <> -penso-. Entonces, volvio aquella sensacion de conexion con esa persona y como no tenia nada que hacer, porque no era muy de salir por ahi y menos sola, decidio ir al dia siguiente al Asilo, a ver como seguia el hombre y de paso, si estaba en condiciones de hablar, preguntarle por la nota. Por la manana, Susana llego a su trabajo como a las nueve y fue, directamente, a la enfermeria. Cuando pregunto, recibio una respuesta que la dejo en shock: el hombre habia muerto. Lidia le dijo que habia salido un momento y cuando regreso lo encontro inmovil, sin signos vitales, asi que llamo al doctor Montes de Oca, quien era la maxima autoridad para estas cosas, y el determino que ese senor habia muerto y se encargo de su traslado a la morgue, para la autopsia. Como el occiso no tenia identificacion, ni nadie lo habia reclamado, pues, se procedio a incinerarlo. A Susana le parecio muy extrano que se hubiera cremado a una persona, sin saber su identidad o por lo menos tratar de averiguarla o esperar a que apareciera un familiar. Salio del Asilo muy afligida y con ganas de llorar. ?Quien era aquel hombre y por que le habia dejado aquella nota? ?Por que, precisamente, a ella? Quizas no tuvo a quien mas darsela. Todas esas interrogantes, se agolpaban en la mente de la chica. Fue a la terminal de trenes y con la combinacion de la nota, abrio la taquilla 7. Alli habia una caja pequena, sellada con cinta adhesiva. Por fuera de la caja habia una direccion y de nuevo: para Alex. 2 Capitulo EL pequeno taller de mecanica de Alexander Martell, en el patio de la casa donde vivia, estaba tan sucio como siempre. Segun los viejos mecanicos, eso era una buena senal. Un cliente entrado en anos, que regularmente hacia aqui los cambios de aceite, siempre decia: "yo vengo a este lugar, porque no confio en los mecanicos bien vestidos y con las manos limpias." Con este taller, Alex, se ganaba la vida, desde que lo abrio a principios de enero. Era un joven atletico, bien parecido, le gustaba el deporte y montar su moto. Se habia graduado de mecanico a mediados del 2013. Justo un mes antes de graduarse, habia perdido a su madre, quien habia sucumbido en una batalla contra el cancer. Sabia que no se iba a hacer rico con este taller, pero lo llenaba profesionalmente y ademas, le alcanzaba para pagar las facturas y mantener en optimas condiciones a la nina de sus ojos: una moto roja y blanca. Le apasionaba la Geologia y tenia en su casa algunas muestras de minerales y rocas recogidos en el campo, durante varias excursiones. Esa manana, estaba trabajando debajo de una camioneta, cuando el sonajero del porton, le aviso de un posible cliente. Una chica de unos 22 anos, bellisima, mas bien delgada, esbelta, de pelo castano, largas piernas y una gracia natural para caer bien, entro preguntando por el. --Aqui abajo, -dijo el chico, asomando la cabeza y agitando una mano negra de grasa. Susana llego hasta la camioneta. Unos ojos vivarachos la miraban desde el suelo. --?Eres Alex?, -le pregunto, teniendo que levantar la voz para poder ser escuchada por encima de la musica altisima que "amenizaba" el taller. --El mismo que viste y calza, -respondio el joven, tambien gritando-. Sus ojos escanearon sin ningun pudor, como buen mecanico, a su interlocutora y llego a la conclusion de que hoy iba a ser su dia de suerte. --Alguien ha dejado esta cajita para ti, -grito la muchacha mientras caminaba hasta el equipo de audio que emitia la estridente cancion y lo ponia en pausa. --?Pudieras colocarla encima de esa mesa?, le pidio Alex, mostrandole sus manos llenas de grasa-. Ella puso la caja sobre una mesa de trabajo, en la que no cabia ni un alfiler y tuvo que hacer espacio para colocarla. --Menos mal que no se demoro tanto esta vez, -dijo el, pero la mirada de la chica le dio a entender que no sabia de lo que estaba hablando-. Entonces, el chico, senalando para la cajita le pregunto: --Esa es la pieza que encargue, ?verdad? Un encogimiento de hombros fue la respuesta.

  • Todos estamos hechos de estrellas de Rowan Coleman

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    ?Que pasaria si tuvieras la oportunidad de escribirle una carta de despedida a la persona que amas??Que le dirias?
    Stella Carey tiene buenos motivos para aceptar el turno de noche en el hospital donde trabaja. Casada con un veterano de guerra que ha regresado de Afganistan brutalmente herido, Stella se refugia cada noche en su trabajo, mientras su esposo Vincent se encierra en casa, incapaz de dormir debido al estres postraumatico que padece.Stella Carey escribe las cartas que le dictan sus pacientes para sus seres queridos (algunas llenas de humor, de carino y consejos practicos; otras, impregnadas de arrepentimiento), con la promesa de echarlas al correo despues de su muerte. Hasta que una noche escribe una carta que podria dar a su paciente una ultima oportunidad de redencion, si la entrega a tiempo.

  • Diecinueve minutos de Jodi Picoult

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    Jodi Picoult, autora de Por la vida de mi hermana, nos presenta su libro mas fascinante, con una alarmante y conmovedora historia acerca de las repercusiones devastadoras de una tragedia en un pueblo pequeno de los Estado Unidos.

  • La piedra de siete ojos (Misterio y leyendas 1) de Miriam Conde

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  • Expediente H.A.D.E.S de Susana Aguilera Reina

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    Durante decadas los miembros de H.A.D.E.S., la mayor y mas activa organizacion criminal de cuantas operan a nivel internacional, han campado a sus anchas con total impunidad. Ahora, un grupo de hombres y mujeres valientes y decididos a los que los avatares del destino han ido uniendo se enfrentaran a ellos. Todos tienen un motivo. Mas alla de la venganza, guiados por el ansia de justicia y por el instinto de supervivencia haran lo que sea necesario para acabar con quienes han jugado a ser Dios, haciendo y deshaciendo a su antojo sin escrupulo alguno. Una emocionante novela de intriga y accion desarrollada en escenarios tan diversos como singulares: Malaga, Sevilla, Granada, Guadalupe, Madrid, Brighton, Munich…, que cautivara al lector.Ficcion y realidad: nunca la delgada linea que las separa fue tan evidente.

  • Miranda (Senoritas americanas 1) de Scarlett O'connor

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    Personajes inolvidables. Romance como Scarlett nos tiene acostumbrados y un final que te dejara con ganas de saber mas de esta serie. Ansiosa por mas entregas de <>.

  • Alfas de Jorge Borges

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    La Montana: Boxeador, Mafioso y Amante
    Roberto Montana.
    "Montana" para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • Evengarg de Ana B. Sintes

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    Evengarg es una Academia de comandos de competicion en la que conviven y se instruyen centenares de jovenes versados en la continuidad de la paz a traves de acciones militarizadas. Ellos seran los encargados de mediar en las disputas que afloran entre las capitales de las antiguas tierras, mientras la ancestral tradicion de los Uhuren se encuentra amenazada por un peligro que ni ellos mismos son capaces de comprender.

  • Nadie esta seguro con un libro en las manos de Santiago Alba Rico

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    La experiencia de la lectura viene siempre determinada por dos coordenadas materiales. Una tiene que ver con el texto, que nos llega en diferido, en la distancia de un pasado que, cristalizado y conservado entre las tapas del libro, como en una lata de conservas, dejo de existir hace ya tiempo y nos alcanza por tanto amortiguado, despuntado y vencido: es lo que llamamos ‘ficcion’. La otra coordenada tiene que ver con el cuerpo del lector. La lectura reclama la postura sedente y condiciones mas o menos confortables para la concentracion. Ponerse a leer es, de alguna manera, aburguesarse. Se puede leer tambien, es verdad, en una trinchera o de pie en un vagon de metro, pero hasta tal punto el libro impone unas reglas ergonomicas de recepcion que, apenas abrimos sus paginas, incluso baqueteados en medio de una tormenta, la lectura nos protege tanto de las verdades que contiene el libro como del mundo en que lo leemos. Esta diferencia en el tiempo y esta comodidad en el espacio constituyen la fuente de todos los peligros asociados a la literatura: el de que nos tomemos demasiado en serio lo muy lejano, como don Quijote, y el de que, al reves, nos tomemos como imposible o increible lo mas cercano.

  • Angeles Custodios de Almudena De Arteaga

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    Al orfanato que Isabel Cendal regenta en La Coruna llega un dia Francisco Javier Balmis, reputado medico que ha sido designado por Carlos IV para llevar a cabo la expedicion que erradicara la viruela en America del Sur. Balmis lleva consigo varios ninos para portar la vacuna y le propone a Isabel que le acompane en el viaje, al que tambien se suma Jose Salvany, un joven cirujano. Juntos emprenderan un largo recorrido repleto de aventuras, logros y tambien sinsabores, que cambiaran la vida de todos para siempre y les descubrira nuevos territorios geograficos y emocionales.

  • Lazos de humo de Maria Iglesias

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    La historia de Adam Cassidy es un secreto a voces: el, enigmatico naufrago, desaparecio despues de dejar en la aldea cantabra el germen de una estirpe de individuos de cabellos rojizos y espiritu indomable. En 1871, mas de un siglo despues de aquella visita, llega al mundo German Diaz.