• libro el colgajo - Philippe Lancon

    https://gigalibros.com/el-colgajo.html

    El esperado y sobrecogedor libro de Philippe Lancon, uno de los supervivientes del atentado de Charlie Hebdo.
    La unica manera de entender algunas cosas es ponerlas por escrito. Quiza al final no se consiga desentranar por completo el misterio, pero si iluminar las zonas de sombra a su alrededor. Eso es lo que se ha propuesto y logrado Philippe Lancon en este libro memorable, mezcla de cronica, memoir y gran literatura. Con una prosa llana y un estilo depuradisimo, Lancon nos ofrece en El colgajo un vastisimo retrato de su vida -de Paris, de Francia, del mundo- despues de haber sobrevivido al terrible atentado de Charlie Hebdo del 7 de enero de 2015. Ese retrato, que es necesariamente una reconstruccion, corre paralelo a otras reconstrucciones: la de su mandibula -destrozada por una bala- y la de su nueva vida despues de aquella manana. Porque ?como es posible vivir despues de haber sufrido un atentado, uno en el que tantos companeros y amigos han perdido la vida? ?Que supone seguir viviendo cuando se ha estado en el infierno en la tierra? ?No es eso tambien una condena?

  • El colgajo - Lançon, Philippe - 978-84-339-8041-0 - Editorial ...

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/el-colgajo/9788433980410/PN_1009

    El esperado y sobrecogedor libro de Philippe Lançon, uno de los supervivientes del atentado de Charlie Hebdo. La única manera de entender algunas cosas es ...

  • El colgajo: 1009 (Panorama de narrativas) Tapa blanda

    https://www.amazon.es/El-colgajo-1009-Panorama-narrativas/dp/8433980416

    El esperado y sobrecogedor libro de Philippe Lançon, uno de los supervivientes del atentado de Charlie Hebdo. La única manera de entender algunas cosas es ...

  • El colgajo - El Español

    https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/novela/20190916/colgajo/429708058_0.html

    16 sept 2019 — Philippe Lançon (Vanves, 1963), periodista cultural de Libération y columnista de la revista satírica Charlie Hebdo, se libró de ser ...

  • 'El colgajo': cómo vivir cuando te destrozan la cara de un ...

    https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-09-03/philippe-lancon-el-colgajo-atentado-charlie-hebdo_2205023/

    3 sept 2019 — Philippe Lançon sobrevivió herido al atentado de 'Charlie Hebdo' y su relato de los hechos y sus durísimas consecuencias llega ahora a España ...

  • El colgajo, de Philippe Lançon: Autor, sinopsis ... - laSexta

    https://www.lasexta.com/ahoraqueleo/libros/colgajo-philippe-lancon_201912115e13bc200cf2a50573f72e29.html

    24 ene 2020 — Él sobrevivió haciéndose el muerto, pero una bala le destrozó parte de la mandíbula. Por qué lo recomendamos: Es, sin duda, uno de los libros de ...

  • El Colgajo por LANCON PHILIPPE - 9788433980410

    https://www.cuspide.com/9788433980410/El+Colgajo

    Por Lancon Philippe. - ISBN: 9788433980410 - Tema: Narrativa - Editorial: ANAGRAMA - El esperado y sobrecogedor libro de Philippe Lan §on, ...

  • El colgajo - Philippe Lançon - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Lancon-El-colgajo/96205

    "El colgajo", escrito por Philippe Lançon, uno de los sobrevivientes del atentado islamista de Charlie Hebdo, es un libro de memorias del autor. Un libro ...

  • El Colgajo | Librería Online TROA. Comprar libro

    https://www.troa.es/libro/el-colgajo_1035900

    Comprar El Colgajo, editorial Anagrama. En la librería online TROA encontrarás a la venta el libro El Colgajo de Philippe Lançon publicado por la Editorial ...

  • "El colgajo", de Philippe Lançon - Las Librerías Recomiendan

    https://www.laslibreriasrecomiendan.com/libro-de-la-semana/el-colgajo-de-philippe-lancon/

    Aquel atentado, en el que el autor fue herido de gravedad y en el que fueron asesinados doce trabajadores del semanario, es el desencadenante del libro que ...

  • Un lugar junto al mar de Angela Drei

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    Una historia sobre las decisiones, la vida y el amor.

  • Efecto Frida de Susana M. Vidal

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    Susana M. Vidal se ha dedicado a investigar la influencia de Frida Kahlo en la cultura popular, arte, moda y movimiento feminista. Fruto de ese trabajo, vio la luz Frida Kahlo: Fashion as the Art of Being, de 2016. A raiz de su publicacion, la autora ha sido reclamada por importantes instituciones para dar conferencias en las que la singular artista mexicana es presentada como un ejemplo vital.

  • Te hace falta un beso (Mis besos 1) de N. S. Luna

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    Delfina es una famosa youtuber que se gana la vida haciendo videos en Internet, donde es mas conocida como #FiniMoon.

  • Ines es todas las ciudades (LGBT) de Helena Lago

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    A veces, cuando dos personas se conocen, el mundo cambia. Es verano. Ines suena con ser escritora y quiere volar por encima de todas esas estrellas que contempla desde el jardin. Oscar piensa que Ines es inalcanzable, como un cometa que pasara fugaz sobre su cabeza. Ambos sobreviven como pueden a su matrimonio. Ines encuentra a Adrianne una noche y, de repente, pajaros en el estomago. La conexion que se establece entre ellas es inmediata, abrumadora, hermosa. Pero su relacion parece imposible. Y sin embargo, Ines es todas las mujeres, en todas las ciudades, o al menos eso es lo que siente Adrianne. Tras "Me alquilo para el 14 de febrero" y "Ayer empezo el resto de mi vida", Helena Lago nos invita a conocer a dos mujeres que dormitaron en su cabeza durante mucho tiempo. En esta primera novela de la autora, Lago vuelve a demostrar que las palabras fluyen entre sus dedos para mecer al lector con la suavidad y delicadeza que caracteriza a esta autora. Una excelente “opera prima” que cimenta la transicion natural de Helena Lago como escritora de relatos a novelista.

  • Besadas por el fuego de Montse Godrid

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    Cuando Aspasia de Mileto mando tallar unos pendientes-amuletos para protegerse de la envidia que generaba su historia de amor, no imagino que conectarian la Antigua Grecia con Galilea al llegar estos hasta Maria Magdalena. Posteriormente, la reina Blanca de Anjou los recupero al sur de la Corona de Aragon. Y desembocan de manera inexorable en la provincia de Alicante en la actualidad, donde ayudan a desentranar un gran misterio. Sus duenas son a la vez transmisoras de valiosos conocimientos y de un potente elixir magico.

  • Renunciare a Amarte de Sophie Kiss

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    Ahora es su turno. Esta es una historia que me conto mi amiga, lo ha mantenido en secreto durante todos estos anos. No sabia como habia conocido a su esposo que tambien es mi amigo, hasta que en una conversacion me conto como llegaron a estar juntos me impacto. Mi amiga tuvo que pasar por muchos problemas antes de que el destino lo juntara con su esposo. Era demasiado lo que le hizo su ex esposo, ella eligio dejar de ser una espectadora y tomar cartas en el asunto. A mi amiga no le gusta hablar sobre este tema pero creo que esta historia merece ser conocida.

  • Modelo descarado (Novela Romant de Carmen Gracia

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    El Sol se escabullia por entre las rendijas de las persianas y el ruidoso despertar de la ciudad se filtraba por debajo de la ventana. En la cama una joven chica dormia placidamente, su pecho subiendo y bajando con suavidad. Su larga cabellera color azabache contrastaba con las blancas sabanas que la arropaban, su rostro hundido bocabajo en la almohada. La piel desnuda de su espalda parecia brillar bajo la luz que le tocaba. A su lado, la otra mitad de la cama se encontraba vacia. La tranquilidad que reinaba en la habitacion fue interrumpida por el estridente sonido del reloj despertador dispuesto en la mesita de noche. La joven se removio entre las sabanas aun con los ojos cerrados, maldiciendo por lo bajo mientras su mano buscaba a tientas la fuente de tanto alboroto. Cuando su mano hubo alcanzado el reloj despertador, presiono el boton de apagado, entreabrio sus ojos e inhalo profundamente. Aun con los ojos entrecerrados se levanto de la cama y se encamino hacia el cuarto de bano. Al entrar, el resplandor de la luz del dia que se le colaba por las ventanas le golpeo de lleno en la cara. Odio las mananas, penso. Abrio el grifo del lavabo, junto un poco de agua en sus manos y se las llevo al rostro, dejando que el agua fria recorriera cada centimetro de su piel y resbalara hasta su pecho. Por sus senos, pequenas gotas de agua se abalanzaban hacia el suelo. Alzo la vista y miro hacia el espejo colgado frente a ella, su cansado reflejo le sostenia la mirada. Nina tenia 23 anos, aunque la mayoria de las personas pensaba que era de mayor edad. Si bien su contextura iba acorde con sus veintitantos, su bello rostro de rasgos finos y delicados le conferia un aire elegante que hacia a mas de un hombre voltear cuando pasaba. Ademas, Nina era una talentosa fotografa con potencial y talento por explotar, o al menos eso decia su padre. Lastima que desperdicie su tiempo en esta ciudad de poca monta, pensaba para si misma, como completando la frase. Se sento en el inodoro con pereza, estiro su mano dentro la ducha y giro la perilla del agua caliente. Espero unos segundos a que el agua calentara, probo la temperatura con sus dedos y bostezando, se quito las bragas y se adentro a la ducha. Sintio como el agua se deslizaba por su piel hasta el piso de la regadera mientras sus manos recorrian con delicadeza la extension de su cuerpo. Un suave temblor le estremecio cuando sus manos se pasearon por entre sus piernas. No, ahora no tengo tiempo, quizas mas tarde, penso. Al salir de la ducha se envolvio en una toalla y camino hasta la cocina. Su cabellera mojada iba dejando un leve rastro de gotas detras de ella. En el medio de la cocina, se encontraba una pequena mesa de comer y sobre ella, un plato con restos de tostadas, un vaso de jugo de naranja a medio terminar y una caja de cereal de chocolate. Nina le echo un vistazo y con fastidio, abrio la puerta del refrigerador y produjo una botella de leche; acto seguido, cogio una cuchara y una taza limpia del gabinete y las puso sobre la mesa. Tomo asiento mientras servia su desayuno, mirando de nuevo los restos de tostada a su lado. Parece que volvio a irse con prisa, penso, llevando una cucharada de cereal hacia su boca. Se habian conocido hace tres anos en el campus de la universidad. Ella caminaba por los jardines tomando una par de fotografias para una asignatura del curso, cuando un joven rubio de caminar despreocupado capto su atencion. Iba de camisa a cuadros y cabello largo hasta los hombros, su barba poblada le conferia un aspecto rustico, de montaraz. Nina se apresuro en tomar su camara y ajustar el enfoque del lente para capturar la imagen de aquel joven atractivo que se paseaba a lo lejos. El chico debio sentir su mirada porque volteo en direccion hacia donde se encontraba Nina y tras un instante de confusion, una sonrisa se dibujaba en su rostro. Empezo a caminar hacia donde se encontraba ella, mientras Nina se daba media vuelta y empezaba a andar con paso apresurado. !Que torpe fui!, penso mientras caminaba hacia la salida de los jardines. El chico gritaba algo detras de ella pero estaba muy apenada para voltear asi que siguio caminando apresuradamente, casi empezando a correr. Al fin se detuvo cuando una mano se poso sobre su hombro. Se dio vuelta lentamente y encontro al joven rubio, jadeante y sonriente, parado detras de ella. – Pense que nunca te alcanzaria – dijo el chico entre jadeos, aun sonriendo. Algo en su sonrisa hizo que su corazon comenzara a latir mas deprisa. Una esencia intangible, un elemento sorpresa, lo que los franceses llamaban Je ne sais quoi. Fuese lo que fuese, la atrapo. Luego de una charla incomoda que duro unos pocos minutos, Pablo, el que resulto ser el nombre del apuesto chico rubio, la invito a salir. En su primera cita terminaron desnudos en la parte trasera del coche. No paso mucho tiempo antes de que comenzaran a vivir juntos; sus dias los pasaban contando los minutos hasta que volviesen a encontrarse luego del trabajo, sus noches se extendian en un infinito retozar de cuerpos entrelazados. Pero eso habia sido tres anos atras, hoy no quedaban ya rastros de aquel ardor. Luego de dos anos viviendo juntos, Pablo empezo a trabajar con su padre en lo que comenzo siendo un trabajo sencillo, sin muchas responsabilidades, dinero facil. Conforme fue pasando el tiempo fue subiendo de cargo dentro del negocio y con cada peldano que escalaba, se fue perdiendo un poco de aquel chico risueno de andar despreocupado. La camiseta sencilla la cambio por un traje de negocios y su cabello y barba crecidos, por un corte bajo y un rostro bien afeitado. El calor que una vez habia encendido su pecho, ahora era un frio silencioso. Nina se encontraba impavida mientras lo veia distanciarse cada vez mas. Ultimamente le costaba trabajo recordar al chico que habia conocido tres anos atras. Ultimamente Pablo no pasaba mucho tiempo en casa. Ultimamente esto le importaba cada vez menos. Su vista se dirigio hacia las fotografias a blanco y negro que se encontraban colgadas en la pared de la cocina. Recuerdos de su viaje a Italia para su segundo aniversario. En una de las fotografias, Pablo sonreia mirando hacia la camara mientras sostenia una pequena moneda entre su dedo pulgar e indice, detras de el una magnifica fuente ocupaba el paisaje. Fontana di Trevi, recordo Nina, ni siquiera senti el impulso de pedir un deseo, tenia todo lo que queria. En la siguiente fotografia, Nina reia mientras manejaba una vieja bicicleta por un camino empedrado; la imagen habia salido fuera de foco pero el recuerdo de aquella hermosa tarde y el hecho de que hubiese sido Pablo quien la tomara, le habia valido su espacio en la pared junto a las otras fotografias. En la tercera fotografia se apreciaba un retrato de los dos, abrazados y sonriendo a la camara. Termino su desayuno en silencio, recogio los trastes de la mesa y los enjuago en el fregadero. * * * * Salio del departamento con un bolso colgado a su lado y un portafolio de plastico en la mano, y se encamino hasta el metro que le llevaba al trabajo. Habia ajustado su recorrido diario de modo que caminaba por las calles mas transitadas del pueblo, le gustaba ver a la gente caminar hacia su destino. Nina vivia en una pequena ciudad del norte de Espana. Aunque no habia tantas personas como lo habria en una gran urbe, le reconfortaba de igual forma su pequeno trafico matutino. Tomo el metro y se bajo en la sexta estacion del recorrido. Tras caminar un par de cuadras, subio las escaleras de un viejo edificio de ladrillos en medio de dos enormes tiendas por departamento. Sobre la entrada, un viejo letrero pintado a mano rezaba "El Nuevo Panorama". Aunque de nuevo no tiene nada, se decia a si misma Nina con fastidio cada vez que leia el anuncio. Saludo amablemente a una senora mayor de pelo blanco y mejillas rosadas que se encontraba sentada detras de un alto escritorio en el amplio vestibulo del edificio. La Sra. Strauss era la recepcionista del establecimiento casi desde el momento de su fundacion, 40 anos atras. Habia llegado al pais desde Alemania sin saber hablar ni un poco espanol, cosa que no habia parecido interesarle en cambiar durante el resto de su estadia en el pais, ya que todavia hablaba con un fuerte acento aleman y seguia sin comprender al menos la mitad de las palabras que escuchaba. Recepcionista, logico trabajo para alguien que no habla ni la mitad de espanol, ?no?, penso Nina con gracia cuando la conocio en su primer dia en el trabajo. Claro, siempre ayuda haber tenido un fugaz amorio con el jefe para lograr mantenerte en el puesto, acoto su nueva companera de trabajo cuando le comento sobre la Sra. Strauss, Dicen que era muy guapa, como una estrella de cine. Aunque creo que mas bien, estrella de cine porno, porque para poder mantenerse el trabajo tanto tiempo, tu diras..., termino entre carcajadas. – Buenos dias Senorrita Brraga, dia tan bonito - le saludo la Sra. Strauss – Asi es Sra. Strauss, el dia esta hermoso, ya llego la primavera. – Ya dije que no me llamarras Srra. Strauss carrino, llamame Eva - le reprocho la Sra. Strauss. – Esta bien, Eva - respondio Nina sonriendo - ?Tiene algo para mi hoy? – ?Como dice? - pregunto la Sra. Strauss. – Que si tiene hay algo para mi. Algo que llego en el correo para mi - explico Nina con tranquilidad. – ?Como? !Ah!, !Ja!, !Ja!, !Clarro! - exclamo, feliz de haber comprendido. Desaparecio bajo el escritorio y reaparecio con un sobre blanco entre sus manos - Correo llego esta manana de hoy. – Eso es. Muchas gracias, Eva - agradecio Nina mientras tomaba el sobre en sus manos. – Esta bien, carrino. Nina miro el nombre escrito en el sobre y sonrio. Se trataba de una carta de Julia, su mejor amiga, quien vivia en Nueva York desde hace un ano y a la que extranaba un monton. Julia sentia una fascinacion por lo vintage a tal punto que no usaba correo electronico ni Skype. No usaba telefono movil y tampoco, como pudo notarlo un dia, ropa interior. Asi que su comunicacion se basaba unicamente en el ir y venir de cartas o en tener la suficiente suerte de llamarle a su casa y pillarle antes de salir. Guardo la carta en su bolso mientras caminaba por entre un laberinto de escritorios de madera llenos a rebosar de hojas y carpetas. Se encontraba en un amplio salon del primer piso, lleno de escritorios y gente que iba de alla para aqui, mas por aburrimiento que por prisa pues no habia noticias en la ciudad que justificaran tal ajetreo. El Nuevo Panorama habia sido en el pasado un icono de la ciudad, el diario preferido por los locales, pero ahora apenas lograban llegar a fin de mes; la llegada de los medios digitales junto con una racha cero noticias interesantes le habian relegado a un segundo plano. Nina caminaba saludando a uno que otro companero de trabajo. Al fin se detuvo al final de la sala frente a una puerta de vidrio, la oficina del editor. Toco suavemente el cristal con sus nudillos para llamar la atencion de un sujeto canoso que revisaba con parsimonia una pila de papeles. El sujeto alzo la mirada tras unas gafas de pasta y la invito a entrar con un gesto de la mano. – Buenos dias Ricardo - dijo Nina mientras cerraba la puerta tras de si. – Buenos dias Nina, ?son esas las fotografias que te pedi? - pregunto senalando el portafolio de plastico que sostenia en su mano. – Si, aqui estan - respondio y procedio a sacarlas del portafolio y entregarselas a su editor - El album completo de la feria de sandias mas aburrida del continente. Ricardo tomo las fotografias y empezo a revisarlas haciendo caso omiso al comentario de Nina. Pasaba de una fotografia a la siguiente con una lentitud tal, que parecia una pereza traida del Amazonas y vestida con gafas y camisa a rayas. Nina esperaba con impaciencia frente al escritorio. – Parece que todo esta muy bien, un excelente trabajo como siempre, Nina - solto al fin Ricardo, dejando las fotografias sobre la pila de documentos en el escritorio - toma esto y llevalo a Carmen en Administracion, ella te escribira un cheque - acoto mientras hacia un garabato en un pequeno trozo de papel y se lo entregaba a la chica. – Muchas gracias - dijo Nina, tomando el trozo de papel. Se volteo hacia la puerta y cuando iba a tomar la manilla se detuvo y se volvio hacia el sujeto canoso. – ?Si? ?Hay algo mas? - pregunto Ricardo que habia vuelto su mirada a la pila de documentos. Nina dudo unos segundos. – En realidad si, Ricardo. Ya se que ya hemos hablado de esto pero de verdad quisiera pedirte que reconsideraras mi propuesta, creo que ser- – Nina, por favor - la interrumpio Ricardo alzando la mano - ya discutimos esto la semana pasada. – Lo se, pero creo que si tratas de ver las- – Escucha - volvio a interrumpirla Ricardo, esta vez se levanto de su asiento y camino hacia donde estaba ella - se crees tener muchas ideas geniales y que todo el asunto de las fotografias y la cobertura de estos asunto artisticos y todo lo demas es algo que se te ha ocurrido a ti por primera vez. – Pero solo quiero tratar de hacer algo interesante ademas de tomar fotos de infractores de transito y ancianos come-sandias, no es justo- – Dejame terminar, no me gustan que me interrumpan - le interrumpio Ricardo con tranquilidad, mientras ponia su mano en el hombro de Nina - sencillamente, no hay cabida en el periodico para este tipo de cosas. Y no quiero escuchar otra palabra de este asunto, ?entendido? Nina le sostuvo la mirad con fiereza, las ganas de lanzarle un punetazo a su estupida cara de pereza burbujeando en su interior. Contuvo su respiracion. – De acuerdo. – !Excelente!, ahora, casi se me olvida, asegurate de charlar con Miguel antes de irte, esta tarde el Alcalde inaugurara unas nuevas oficinas del departamento de transito y los quiero alla - dijo mientras volvia a su asiento detras del escritorio - espero las fotografias en mi escritorio por la manana. Imbecil, penso Nina mientras se cerraba la puerta de la oficina. Cuando llego de vuelta al departamento ya estaba oscuro. Se desvistio y puso a llenar la banera. Se dejo deslizar dentro, el agua caliente cubriendola hasta el cuello. La cobertura de la inauguracion habia sido tan digno de cobertura como la llegada de libros nuevos a la biblioteca local. Ademas de unos cuantos funcionarios del gobierno y los futuros trabajadores de las nuevas oficinas, no hay mas publico que unas cuantas personas que se detenian al pasar por el lugar. Con esto nos ganamos el Pulitzer, bromeo Miguel cuando se marchaban del lugar. De camino a casa habia revisado su movil y todavia no tenia noticias de Pablo. Lo habia revisado varias veces en el transcurso del dia y nada. Le escribio sin obtener respuesta. Despues de unos pocos intentos desistio. De todas formas, penso, no creo que me importaria si lo hiciera. Le gustaba tomar un bano caliente despues de un dia como este. Aunque ultimamente todos los dias le resultaban iguales. Largos, aburridos, sin emocion. Le relajaba sumergirse y sentir su cuerpo flotar. Nina entonces, comenzo a recorrer sus manos suavemente por todo su cuerpo, bajo el agua. Apretaba firmemente sus pechos y tomaba sus pezones entre sus dedos, dejando escapar un gemido. Llevo una mano hacia su cabeza tirando ligeramente de sus cabellos mientras la otra mano se deslizaba hacia su entrepierna. Se estremecio al contacto de la yema de sus dedos con el clitoris y comenzo a masajearlo muy suavemente primero en circulos, y luego de arriba abajo. Con cada gemido sus dedos ejercian mas presion y una ola de calor recorria todo su cuerpo. Sentia como sus dedos empezaban a resbalar aun debajo del agua; siempre se mojaba con facilidad. Con los ojos cerrados, seguia moviendo sus dedos con la destreza de la experiencia mientras su otra mano apretaba sus pechos, sus unas clavandose en la piel. De repente, un fuerte gemido broto de su garganta producto de una ola de placer que recorrio cada centimetro de su cuerpo, haciendole apretar los dedos de los pies. Abrio los ojos con sorpresa y se sorprendio al ver a Pablo inclinando junto a ella, con una mano apoyada en el borde de la banera y la otra mano debajo del agua, entre sus piernas. Sentia sus dedos deslizandose dentro y fuera de ella, llamandola hacia el. Nina no pudo pronunciar una sola palabra, perdida entre gemidos, sus manos ahora aferrandose al borde de la banera. Pablo la miraba fijamente a los ojos, sus dedos adentrandose en Nina cada vez mas rapido, haciendo que el agua de la banera se derramara por el borde. Sin poder aguantar un segundo mas, Pablo retiro sus dedos de Nina y tomandola por debajo de los brazos, la levanto de un tiron de la banera. La tomo entre sus brazos y se entrelazaron en un beso profundo y apasionado. Nina enrollo sus piernas alrededor de su cintura cuando el la levanto por las nalgas y se encamino hacia la habitacion. La tumbo sobre la cama y empezo a quitarse con rapidez su camisa de negocios y su corbata, inclinado hacia adelante besandola. Nina por su parte, desabrochaba con agilidad el cinturon de su pantalon y luego lo desabotonaba. Podia sentir su miembro latiendo debajo de la palma de su mano. Comenzo a frotarlo por encima de sus boxers, reconociendo su contorno familiar. Descubrio la tela que lo cubria y lo introdujo en su boca, su lengua acariciando la extension de su grosor. Pablo solto un gemido de placer mientras tomaba fuertemente a Nina por el cabello y la empujaba hacia el. Nina llevo una mano hacia su virilidad, apretando fuertemente su empunadura y moviendola de atras hacia adelante, aun con su boca succionando fuertemente. Pablo la empujo con fuerza sobre la cama y tomando sus piernas en el aire, la penetro enteramente. Nina gimio al sentir a Pablo llenando el vacio dentro de su cuerpo. El se encontraba sobre ella, penetrandola con movimientos rapidos y toscos. Sus manos apretujaban sus pechos con poca ternura mientras Nina clavaba las unas en su espalda. Pablo cada vez se movia mas rapidamente, sus manos ahora recorriendo sus nalgas con avidez. Nina pudo ver sus ojos vacios, sin expresion.

  • Pandemia selectiva de

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    Habian descubierto el arma definitiva. A peticion de cualquier cliente que lo pudiese pagar, podian fabricar un virus letal capaz de eliminar solo a la etnia seleccionada..
    La mas novedosa tecnologia farmaceutica al servicio de la muerte. Intriga, suspense, asesinatos, en la carrera de venderla al mejor postor.
    Sin quererlo Yoko Yoshida, se habia visto envuelta en la conspiracion. Para enfrentarse a ella solicito la ayuda de la unica persona a la que confiaria su vida: Sergio.
    Para el resto del mundo, Yoko era la heredera de una de las familias mas poderosas de Japon. Para Sergio su mejor amiga. Cuando se acomodo en el asiento de aquel avion para encontrarse con ella, no podia imaginar que tendria que perseguir a la muerte por varios continentes.

  • Rescate al corazon de Maria Jordao

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    Nadie se mete con un Langton, mucho menos con Danielle que, ademas de una belleza excepcional, tiene un caracter indomito y ferreo que no para de meterla en lios. Las sociedades neoyorquinas del siglo XIX se mantienen muy pendiente de sus enredos y no para de cotillear a sus espaldas. Aun asi, cuenta con algunos aliados como Diana, su mejor amiga y complice desde la infancia.
    Acostumbrada a que nadie se le resista, Danielle logra convencer a su padre para permanecer una semana mas en la ciudad y asistir al exclusivo baile de Lady Lampwick con la promesa de que, junto con Diana, realizaran la travesia anual hacienda de veraneo de la familia, en Tucson, acompanadas. Sin embargo, el deseo de Danielle por probar su independencia a toda costa la lleva a romper su promesa y terminar secuestrada por una panda de rufianes deslumbrados por sus apellidos y la fortuna de su padre.
    Es entonces cuando Dave Holt, un excelente rastreador, tendra la mision de rescatarla. Vencera a sus captores y quedara impresionado por sus bellos ojos y su terrible caracter, frente al que no sucumbira, aunque sus corazones tienen planes distintos para este par de necios que no dejaran de enfrentarse, pero tampoco podran negar la pasion entre ellos que no hace mas que crecer. Todos necesitamos quien nos rescate, a veces hasta de nosotros mismos.

  • La Puerta de atras de A. J. Raven

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    Thomas Fooreman se estaba volviendo loco. Sentado ante el escritorio de una habitacion, en una cabana, en algun lugar perdido; su mente enloquecia a un ritmo desorbitado. Antes de que aquella locura le hiciera perder por completo el juicio, aunque a decir verdad; nunca lo habia tenido, decidio escribir una confesion acerca de una vida en la organizacion mas misteriosa y macabra creada por el hombre. Una organizacion de la que todo el mundo ha oido hablar pero a la que, por otro lado, tal vez pocos conocen en realidad; o puede que todo el mundo haya oido hablar de ella pero nadie se atreve a mencionarla. Quien sabe. Era mas tarde de la media noche en aquel lugar alejado del mundanal ruido. Unas hojas de papel en blanco, la vieja pluma Montblanc de su padre con el cartucho de tinta por la mitad, y esa botella de licor barato de gasolinera en la que no quedaba mas de un cuarto, era lo unico que tenia encima de la mesa; eso y aquellos imborrables recuerdos de una vida pasada. Aquella vida --si se podia llamar asi-- tuvo tanta demencia que la mayoria de las veces, se mezclaron la realidad con la ficcion, la verdad y la mentira. Su conviccion de que aquella mujer vestida de negro a quien el llamaba con carino <> estaba cerca, acechandolo en cada esquina, en cada lugar al que el fuese, se hizo cada vez mas notable. Por la mente indecisa de Thomas volaron las dos unicas opciones que el considero que podrian ocurrir: acabar suicidado victima de la demencia, o asesinado por los miembros de la organizacion. Sin duda esta ultima fue, la que mas aterro a Thomas Fooreman. El reloj colgante de la pared de aquella fria cabana, semejante a las casetas que posee la guardia forestal repartida por el bosque (aunque de dos plantas y con lujo) marcaba la una menos cuarto, momento en el cual, aquellas hojas de papel empezaron a reflejar un par de simples frases . <> El alto grado que ejercio Thomas Fooreman dentro de la orden , lo habia hecho perpetrar las acciones mas brutales, sadicas y despiadadas que nadie pudiera imaginar. Provenia de una familia de descendencia judia. Su arbol genealogico estaba lleno de inmigrantes que se habian instalado en Norteamerica alrededor de 1600 o 1700 --no habia una fecha exacta en los archivos del censo--, siendo los Fooreman, una de las primeras familias en ejercer de prestamistas. Abrieron una tienda de monedas en el gueto judio en Nueva York en donde, timando a la gente, amasaron una poderosa fortuna para mas tarde fundar uno de los primeros bancos que se conocerian. Sus padres, al igual que sus abuelos y tatarabuelos, dedicaron toda su vida a ser la mano derecha de una de las familias mas importantes e influyentes del planeta. La luna se hallaba en esa posicion en la cual, solo dejaba ver una porcion insignificante de su belleza. Lo acompanaba un cielo iluminado por unas estrellas tan relucientes que irradiaban mas luz que la propia luna, permitiendo distinguir las constelaciones. Los aullidos de los lobos se escuchaban con debilidad tras los gruesos cristales de las ventanas. En el horizonte, en las montanas, todavia se podian divisar rayos de una pequena tormenta cayendo sin cesar. Hacia mas de media hora que la lluvia habia caido en el inmundo tejado del lugar en el que se hallaba Thomas. Cerro los ojos y escucho el agua corretear por los canalones del tejado y bajar por la tuberia, hasta desembocar en un riachuelo de agua estancada en la parte trasera. Lo habia dejado todo empantanado, semejante a una cienaga. A causa de aquella lluvia, se formo una gotera en el techo que descendia desde la pared del piso de arriba hasta el comedor, agrietando mas la deformada madera. El viento habia descargado con tanto nervio que llego a partir varias ramas de los arboles. Algunas llegaron a impactar contra la puerta sin causar dano alguno, pero con un golpe estruendoso que lo hizo estremecer. Aquel frio intenso proveniente de las montanas, habia calado en sus huesos. Ni la media botella ingerida (o engullida) en menos de dos minutos, lo hizo entrar en calor. Penso en encender la vieja chimenea de carbon sin embargo, prefirio cubrirse con una sucia manta impregnada con meados y mierda de rata, cuya pestilencia le recordaba los rituales en los subterraneos donde fue participe. Estiro el exhausto brazo derecho y con aquellos ligeros dedos, comparables a los de un concertista de piano, apago la bombilla que caia del techo sujetada por un cable a medio pelar. Encendio una vela y permanecio escribiendo bajo la calida llama. <>. Hizo un paron para levantarse, estirar la espalda, las piernas, descansar una mano temblorosa y una vista que comenzaba a estar fatigada. Sin zapatos, arrastrando los pies desnudos y encallecidos por la gelida madera, se acerco hasta la ventana. A causa del alcohol barato, intentaba mantener el equilibrio; se ladeaba, volvia a mantenerse recto, volvia a ladearse...Unido tambien a sus pocas fuerzas a causa de no haber probado bocado en dias, nadie sabe como aguanto tanto tiempo. Emitiendo unos grunidos, apoyo la mano en el cristal y aprecio la oscuridad del frondoso bosque mientras recordaba la programacion a la cual fue sometido de nino. La frente, el cuello y las manos comenzaron a emanar un sudor nervioso. Deslizo la ma no hacia abajo dejando un surco mientras sollozaba. **** La infancia de Thomas Fooreman, segun lo poco que recordaria el, fue feliz. Su familia fue duena de innumerables empresas repartidas por medio mundo. Amasaron bastante riqueza, tesoros con los que se podria acabar con el hambre en el mundo, pero eso en palabras de Robert Fooreman, no interesaba. Solian alardear entre las altas esferas, entre la creme de la creme de la aristocracia, ser una de las familias mas ricas que haya pisado la Tierra y razon no les faltaba, aun sabiendo que toda esa riqueza, se debia a la muerte de otros. Sus recuerdos, era estar siempre rodeado de toda clase de lujo. Al ser hijo unico, sus padres le dieron todo cuanto quiso; --cualquier capricho que al nino se le antojase, era concedido por su progenitor--. Los Fooreman se codeaban con las familias mas importantes de Norteamerica; siempre vistieron la ropa mas cara y disfrutaron de las mejores casas. Sin embargo, todo fue una mera fachada . Una noche, todo cambio. 1 25 de octubre de 1952. Antes del anochecer y despues de que el senor Harold Murray terminara el noticiario con la frase: <<Recuerden, Harold estara manana en sus hogares>>, en la residencia Fooreman, un pequeno Thomas de diez anos, regordete, grandes mejillas, nariz puntiaguda, pelo rubio y una mirada dulce e inocente de ojos marrones, caminaba agarrado de la delicada y calida mano de su madre, Martha Fooreman. Martha, cuyo apellido de soltera era Quinn, tenia cuarenta anos. La naturaleza la habia obsequiado con una belleza descomunal. Su pelo caia como una hermosa cascada dorada mas alla de sus hombros (en aquel momento recogido en una coleta). La cara reflejaba unos ojos verdes, una nariz chata y unos labios carnosos. Venia de una familia bastante acomodada. Era hija de Lauren Quinn, un exgeneral que lucho en la guerra de secesion y que mas tarde, se convertiria en empresario y socio de uno de los bancos mas importantes de Norteamerica; la J.P Morgan & Co. Martha se fijo en Robert en una conferencia en Portland, Maine, otorgada por un insider conocido como: el senor X, sobrenombre dado porque nadie habia visto nunca su verdadero rostro. Las charlas las daba enmascarado, portando una peluca falsa a menudo morena, un bigote postizo y unas gafas de pasta negras que le agraciaba con un aire a lo Buddy Holly. Al contrario que a su marido, Robert Fooreman, la naturaleza no fue tan generosa con el. Era un senor que sacaba diez anos mas a su mujer. De mediana estatura, su cara evidenciaba unos ojos caidos de color marron, severas marcas de acne brotado en su juventud (antes de entrar a la secundaria, su cara parecia la de un leproso) que le dejo unas marcas como el crater de un volcan. Una nariz picuda y un menton que parecia un caballo. Portaba la llamada <> debido a su grata aficion por grandes jarras de cerveza fria, tibia o caliente; la comida y el sedentarismo. En la cabeza manifestaba unas entradas y el empobrecido pelo que quedaba, era como nieve en una montana. Los conducia por el pasillo del ala este de la mansion de estilo colonial, ubicada a las afueras de Richmond, Virginia. Por un largo corredor iluminado por lamparas de pared antiguas, el pequeno observo cuadros con caras familiares; --algun dia, tu estaras en la pared--espeto su padre. Sus ojos comenzaron a humedecerse, a cristalizarse como un vidrio ardiendo a maxima temperatura. Aquella expresion de felicidad que reposaba en su angelical rostro, se convirtio en profunda tristeza. Aunque no entendio nada de lo que sucedia, ni lo que estaba por suceder, el horror de contemplar a esas personas montando a caballo, portando una capa de reyes y sujetando una lanza afilada en cuya punta atravesaba una cabeza de nino, lo hizo pensar que el, podia llegar a ser uno de aquellos ninos. Continuaron hasta llegar al final del corredor, giraron a la izquierda y bajaron tres peldanos, en donde se hallaba una instancia con un letrero que rezaba en latin: Ne intraveris (no entrar). Robert agarro el pomo con los dedos anular, indice y pulgar, dejando el pequeno levantado para no rozar su anillo de oro y diamantes de gran maestre , --queria mas al anillo que a nada en el mundo--. Segun sus propias palabras: <>. Un anillo que destellaba como los rayos de sol y que mas adelante, acabo en los dedos de otro. Dos bustos de los abuelos de Thomas decoraban la solitaria y algida sala. Desprovista de ninguna ventana y con un olor intenso a lacrado que, para el pequeno, no fue nada agradable. Entre aquellos dos bustos, una puerta que lo llevo a su primer descenso hacia el abismo. Robert presiono el interruptor que se hallaba detras del busto de su padre, Charles Fooreman II. El mecanismo rudimentario hizo girar unos engranajes. Un chirrido igual al producido por rozar un cuchillo contra una botella, resono en la desolada sala. La puerta de madera se deslizo hacia la derecha. Un humo denso, grisaceo, asfixiante; un olor a mierda y algo mas, surgieron del subterraneo. Ese algo mas, era el olor de los cadaveres putrefactos de las personas asesinadas que flotaban por un riachuelo de agua fecal, engendrando en Thomas una sensacion de condenacion eterna con tan solo diez anos. Robert con voz aguda pero vigorosa, dio la orden de bajar las escaleras de piedra. Encendio una antorcha con un viejo zippo que saco del bolsillo derecho del pantalon; la brea que impregnaba la antorcha se hallaba humeda y pegajosa, significado de que los rituales en la mansion de los Fooreman, nunca cesan. Entre ratas y gusanos, descendieron los treinta peldanos que encaminaron a su castigo la noche del 25 de octubre del 52. A mitad del descenso, un asustadizo Thomas escucho unas voces familiares profiriendo un cantico inusual, un cantico que jamas habia escuchado, un cantico que erizo la fina capa de vello que se estaba formando en sus brazos. In nomine dei nostri Baal excelsi … Segun iban descendiendo, aquellas voces se fueron haciendo cada vez mas intensas y escalofriantes, poniendo la piel como la de una gallina con tan solo escuchar la entonacion de la melodia. Thomas no quiso adentrase, ni dar un paso mas en ese odioso lugar. Preferiria estar con alguno de sus amigos jugando a la pelota en el Olaf Palm, un parque situado a medio kilometro al norte de su casa, al lado de la taberna del viejo Biff, o leyendo tumbado en el borde de su cama, con los pies colgando, un comic de su heroe favorito; el senor orejas puntiagudas, como el lo llamaba. Sintio como una de aquellas sucias y peludas ratas de las cientos o tal vez miles que merodeaban por las cloacas, intentaba meterse por debajo de su pantalon, royendo con sus dientes puntiagudos mientras lo miraba con aquellos ojos diminutos de un color rojo fuego. --No te asustes, solo es una rata, tienes que ser un hombre, vendran cosas peores-- pronuncio su madre con una sonrisa. --?Que ocurre? --interrumpio Robert enfadado. --Se asusta de las ratas. --No hay problema, lo soluciono ahora mismo --anadio--. Estupido crio, siempre haces que pierda mi tiempo.

  • Vengo de urgencias de Fernando Fabiani

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    El autor de Vengo sin cita Fernando Fabiani regresa con un nuevo compendio de anecdotas desternillantes vividas durante el servicio de urgencias.

  • Julio Cesar en Hispania de Miguel Angel Novillo

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    Miguel Angel Novillo ofrece al lector, con un estilo riguroso y dinamico, un recorrido completo por la vida y la obra de Cesar en torno a su anos en Hispania. Desde la II Guerra Lusitana, hasta las miticas y decisivas batallas de Ilerda y Munda, pasando por el establecimiento de un sistema juridico y administrativo que se convertiria en un modelo posterior para todo el imperio, sus anos en la propretura de la Hispania Ulterior fueron absolutamente definitivos para comprender la grandeza del personaje que dirigio con gloria los designios de Roma Una perspectiva fundamental que nos conduce a una lectura diferente, vibrante y peculiar de un joven Cesar desde multiples facetas como politico, militar, estratega, estadista, literato, amante y visionario que le llevaron a ganarse, por derecho propio, un lugar eterno en la Historia.

  • Rojo de Carlos Sisi

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    En una base militar en Nueva Jersey mantienen custodiada a una vampira terriblemente poderosa. Cuando esta escapa, desata el terror y el apocalipsis en forma de plaga vampirica. Los vampiros asaltan la cercana poblacion de Hillsdale. Alli se juntan varios supervivientes: Sonia, una policia; y Jimmy, un inteligente friki de Star Wars. Ambos acuden al campamento militar, pero lo encuentran abandonado.

  • Un extrano en la oscuridad (eLit) de Jill Shalvis

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    Solo por una noche la comandante Corrine Atkinson se permitio traspasar las barreras que habia construido a su alrededor para seducir a un sexy desconocido. Cuando llego la manana y recupero el control sobre si misma, Corrine salio de alli a escondidas y recupero la normalidad.

  • Tuya Incondicional 4 de April Russel

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    Unidos en matrimonio. Por fin Megan y Mikhail han logrado sobrepasar las diferencias e intrigas que se le cruzaron en el camino. Todo pareciera que todo comienza a tomar sentido en la vida de ambos, pero aun esta ese misterio, ese temor, ese secreto que oculta Mikhail en su interior. un secreto que puede poner en riesgo la estabilidad de su matrimonio con Megan. La falta de amor propio, la desconfianza hacia todos y el miedo a ser abandonado por Megan dominan a Mikhail. Estara en Megan decidir si vivir sin saber que es eso que tanto atormenta a Mikhail o enfrentarse a sus demonios y ayudarlo a liberarse y salir de su propio infierno. El amor incondicional y la compasion tendran que acompanar a Megan, un accidente inevitable, que marcara la vida de ambos pone a prueba ese amor que juraron tenerse. El amor y el pasado se enfrentan en una guerra donde la lucha por la libertad es el unico objetivo.

  • Tras la cortina de Aitor Martin Andres

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    Biel Montanana, un periodista, ahora dueno de una libreria, y su empleado, Juan Eduardo Acosta, ambos amantes del misterio, se interesan por el asesinato de un famoso empresario al que han ejecutado con un estilete de oro. Gracias a su curiosidad, descubren que otro empresario espanol fue ajusticiado meses atras con el mismo procedimiento en Boston.Biel denuncia el hallazgo ante una conocida del pasado, la inspectora Carla Sandemetrio, con la que mantuvo un noviazgo en la universidad. Los libreros y Carla pronto averiguan que las victimas estan relacionadas entre si, y se lanzan a un arriesgado periplo que los lleva a indagar en las calles de Madrid y en las localidades de La Velilla, Tapia de Casariego y Salduero.Asi, se internan en una tenebrosa trama, hasta dar con la organizacion IT5, uno de los baluartes de Occidente. Inmersos en la investigacion, se adentran tras la cortina que oculta el mundo artificial en el que viven, en el salvaje reverso de la civilizacion.

  • Anhelada por su Oso (Los Lobos de Green Valley 8) de T.n. Hawke

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    Keo:

  • Dos vidas de Jay Asher

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  • El enigma del Salon Victoria de Antonio Puente Mayor

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    1899. Seis respetables caballeros despiertan una manana en el salon de un hotel tras una noche de francachela. Para su sorpresa, junto a ellos aparece el cadaver, desnudo y pintado de dorado, de una joven prostituta que habia intervenido en la fiesta.

  • Rostros y rastros de Manuel Paucar Gonzalez

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    !NO TE DESPEGARAS DE ESTE APASIONANTE RELATO!

  • EN BUSCA DE REFUGIO de Kristi Ann Hunter

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    Margaretta Fortescue necesita desesperadamente desaparecer de la sociedad de Londres, y su unica esperanza es seguir los pasos de otra joven que recientemente se hizo una vida lejos de la mirada de la sociedad londinense. Su busqueda la lleva a la ciudad comercial de Marlborough, donde, a pesar de sus esfuerzos por evitar la atencion de la gente, parece que no puede eludir al abogado local, Nash Banfield.
    Todo lo que Nash quiere es una vida tranquila, sin riesgos ni sorpresas. Cuando Margaretta, claramente huida, y sin ganas de responder preguntas, interrumpe su soledad, su curiosidad y sus principios no le permitiran dejar a esta mujer sin ayuda.
    Pero ?valdra la pena saber la verdad de lo que hizo huir a Margaretta y podra abrir finalmente su corazon al amor?

  • Setenta millones de mariposas (Los Zuccarelli 3) de Mar B. Prat

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    AVISO: No sigas leyendo si no has leido “Sangre de una estrella violeta”

  • Tengo que olvidarme de ti de E.m. Cubas

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  • La Alfa es mia de Iris Montes Meseguer

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    CUANDO LA PASION LLEGA…NADIE PUEDE ESCAPAR DE ELLA
    (De la autora de Indomable pero mia con mas de 1 millon de lecturas en Wattpad):

  • Siete anos, Freya Asgard de Freya Asgard

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    La empresa de Macarena Veliz esta al borde de la quiebra y Carlos Saravia le ofrece una salida: casarse con su hijo Vicente y permanecer en ese estado por largos siete anos.
    Vicente es un hombre mujeriego que vive de la farandula y los escandalos televisivos, en cambio, Macarena es una joven de bajo perfil, a quien no le interesan esos temas, jamas ve television, por lo que cuando le proponen este trato, no sabe quien es su futuro esposo.

  • El rey de las hormigas de Zbigniew Herbert

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    Zbigniew Herbert trabajo durante veinte anos en El rey de las hormigas y, no obstante, la obra quedo inconclusa hasta que su editor polaco recopilo los materiales, fragmentos y esbozos para darle la forma que hoy presentamos. En todos los textos, el poeta parece decidido a concederse la libertad de celebrar su amor por la civilizacion de la Antiguedad dando nueva vida a los mitos. El resultado es una recreacion personalisima, colorida y luminosa de un buen numero de personajes de la mitologia clasica, algunos conocidos por los lectores y otros injustamente olvidados: en las habiles manos de Herbert, gracias a la sutileza e ingenio del poeta, Cleomedes, Atlas, Ares, Cerbero, Endimion o Ayax parecen convertirse en nuestros contemporaneos, y sus peripecias, sus destinos y el fabuloso mundo en el que vivieron nos invitan a reflexionar sobre el presente y, muy a menudo, a reir.

  • Cinco minutos de Faith Carroll

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    --No puedo creer que me hayas convencido para venir aqui. Elyse arrugo la frente cuando, a su lado, un chico empezo a vomitar en los arbustos. En todo el campus eran conocidas las fiestas salvajes de la fraternidad Gamma Kappa, un grupo de chicos que se unian bajo el lema de "Diversion, sexo y hermandad" y no tenian reparos en cumplirlo a rajatabla. Ella llevaba dos anos en la universidad y no sentia predileccion por esas fiestas. Sin embargo, su amiga Eva parecia haber estado sonando con ir a una desde hace meses. --Me la debias, Elyse--dijo ella. Eva era su unica amiga, con la que compartia muchas horas de clases. Al contrario que la morena Elyse, la chica tenia una envidiable melena rubia que llamaba la atencion de muchos chicos. Y esta noche no era una excepcion. Cuando entraron en la fraternidad, el olor a cigarrillos y alcohol era evidente. No eran las unicas chicas, aun asi estaban en minoria. Un par de ojos masculinos se detuvieron en el vestido de la rubia, sobre todo en la parte de su escote. Otro lo intento con el trasero de Elyse, enfundado en un apretado short tejano, hasta que ella le asesino con la mirada. --Es la ultima vez que dejo que me cubras--dijo Elyse. Esa semana no habia podido terminar el trabajo de una de las asignaturas que se le atravesaba por lo que opto por perder una clase. Eva habia confirmado al profesor lo enferma que estaba su amiga, era tan creible cuando se lo proponia que, al dia siguiente el profesor se habia acercado a la morena, preocupado por su salud--. No merece la pena. --No seas tan sosa y disfruta--respondio Eva, soltando una sonora carcajada--. Los chicos invitan a las cervezas, hay buena musica y es viernes. ?Que mas necesitas? Espera... ya lo se. !Un buen polvo! El rostro de Elyse se contrajo. Miro a su amiga con seriedad, no era un buen momento. Todavia no. --No estoy para eso --dijo, casi bufando. Eva la entendio, no por algo ella habia sido su pano de lagrimas esos dias. --Alex es un cretino. El decidio dejarte, asi que no le debes nada y mucho menos un tiempo de celibato por el. --No es por el, soy yo --dijo Elyse, incomoda. Habia venido a divertirse, aunque ese no fuera su ambiente se sentia capaz. Pero con el recuerdo de ese desamor, las cosas empezaban a torcerse. Eva se dio cuenta, sin previo aviso le dio un cachete en el culo que la hizo saltar mientras ella se reia y varios chicos las miraban, cachondos. --Un clavo saca a otro clavo, te lo digo por experiencia. O, en este caso, mejor deja que el clavo entre. La chica le dio un punetazo suave al hombro. La habia hecho sonreir con sus insinuaciones obscenas, lo necesitaba. Llevaba con Alex desde el instituto, primero como amigo hasta llegar a mas. Poco a poco, con gestos y detalles romanticos la habia enamorado. Alex era un buen chico, todo lo que ella deseaba. Elyse no creia en las peliculas Disney; eso no quitaba poder pensar que habia encontrado al amor de su vida. Pero el no tenia la misma idea. Quizas su amiga tenia razon. No le debia nada a nadie asi que se atuso su camiseta de tirantes con la imagen de un gatito pequeno con gafas hipster y se adentro en la fiesta. Tal como habia dicho Eva, en esa fraternidad tenian la costumbre de ocuparse de que las mujeres tuvieran en la mano siempre algo de beber. Ellas no eran tontas, sabian las razones por lo que controlaron sus bebidas, bebiendo poco a poco. La musica era buena, las chicas se fueron relajando, incluso Elyse aprendio a ignorar a los borrachos y el olor, riendo y bailando con su amiga. Eva la cogio y la hizo dar vueltas alrededor de si misma, mareandola. Elyse le siguio el juego entre risas, hasta que sus miradas se cruzaron. No podia ser. El no. ?Que diablos hacia Keith Durham ahi? Elyse se paro de golpe, arrastrando consigo a su amiga que casi se da bruces con ella. Se recompuso en sus altos tacones y miro a su amiga. --Eh, ?hola? --Eva movio la mano frente a su cara pero nada--. Elyse, ?estas bien? --?Que? --dijo ella, volviendo a su mundo. Su amiga la miraba, extranada y sin entender nada. Pero Elyse estaba pendiente de otras cosas en su mente. No, era imposible. Un tipo como Keith no hubiera llegado a una universidad tan prestigiosa como esta, era pura casualidad. --Parece que hayas visto un fantasma --dijo Eva, mirando al rincon. Por suerte para la chica, habia dos universitarios mas por lo que no podia saber a quien miraba ella--. Siento que me pierdo algo. --No pasa nada, fue un mareo. De verdad, confia en mi. Eva no las tenia todas consigo, aun asi siguio a la chica hasta una mesa donde se unieron a una partida de cartas. Elyse busco el sitio que no le permitiera ver al joven de pelo negro que tanto se parecia a aquel amor estupido. Lo que no podia saber es que esos ojos azules estaban fijos en ella. ** Keith la habia visto antes que ella a el. Ver la cara de sorpresa al reconocerlo le provoco un sentimiento de orgullo que oculto bajo una capa de indiferencia. Nunca sabia como actuar frente a esa joven de melena color chocolate y sonrisa perfecta. Y le recordaba, despues de ese tiempo. Bueno, el se habia ocupado de crear una marca imborrable en la vida de Elyse Miller. Aunque, puede que no fuera buena idea volver a verse. Ella le odiaria. A no ser que aquello estuviera olvidado. --?Algo interesante, Durham? --Nathan, su amigo, se apoyo en sus hombros, colgandose en busca de la nueva presa de Keith--. Si no te convence me la quedo yo. Y, a todo esto, ?a quien miramos? --?Ves la chica del gato? --senalo con disimulo hacia Elyse--. Fuimos juntos al instituto. --Oh, vaya. ?Te la tiraste? --No. Le hice la vida imposible. --?Pegabas a las ninas, Durham? Eras un cabron. --No era eso, imbecil --dijo Keith empezando a sentirse ofuscado. No le gustaba recordar mucho esa epoca. Con diecisiete anos Keith era el adolescente de pelo negro y revoltoso que vestia cadenas y camisetas de sus grupos de punk acido mientras, gracias a su estilo y el respeto que obligaba a que todos le tuvieran, se maquillaba los ojos con delineador sin que nadie le insultase por ello. Se convirtio en ese joven en el que nadie confiaba, siendo reciproco. No tenia ninguna razon para ser asi: sus padres le trataban bien, no cargaba tras sus espaldas una mochila de abusos, dolor o humillacion. Sin embargo, sentia como si nadie le entendiera. Era demasiado joven y estupido, asi se definia el chico de ahora. Sabia la suerte que habia tenido en encauzar su vida antes de que su fama de rebelde sin causa tuviera una base policial, gracias a una sustanciosa beca habia llegado a la universidad. E iba a sacar su carrera, por los disgustos a su familia, con el sudor de su frente. Pero verla alli le recordaba lo unico por lo que no se pudo retractar jamas. Habia estado enamorado de Elyse Miller desde el primer dia que habia llegado a su instituto. Era todo lo contrario a el: Una chica dulce, alegre, con una vision mucho mas positiva de la vida que el. Ella le habia sonreido mientras caminaba por el pasillo en busca de su sitio. Keith se prometio que hablaria con ella, que la haria recordarle. Solo que no supo como. Y ahi, la cago. Por completo. --Entonces, ?me la puedo pedir? --?Que? --dijo Keith, tardando en asimilar lo que su amigo acababa de decir-- No, claro que no. Grito sin darse cuenta, llamando la atencion de los companeros mas cercanos. Su corazon se paro, rezando para que la joven no formara parte de ellos. Pudo respirar tranquilo cuando la vio continuar a lo suyo, jugando a las cartas con otra chica y dos de la fraternidad. --Vale, era una broma. No te pongas asi, tigre --dijo su amigo dandole un golpe en la espalda. --Me pongo como me da la gana --gruno, provocandole una risotada mas fuerte. Nathan dio un sorbo largo a su cerveza y dejo el bote en una mesa cercana. Conocia a su amigo y sabia mejor que el cuando necesitaba un pequeno empujon. --No te preocupes, tu amigo Nathan esta aqui. Voy a ayudarte a sacarte esa espinita. --Nathan, no --le advirtio su amigo. Palabras fatuas para un chico borracho--. No es asunto tuyo.

  • El reloj de sol de Shirley Jackson

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  • El Milagro del Rey (Valle de los Susurros) de Trinity Blacio

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    Morgan Hobill habia esperado toda su vida para encontrar al hombre perfecto, y lo encontro, pero solo durante dos anos, hasta que desaparecio. De vuelta en la cabana que el le habia regalado a ella hacia un ano, Morgan seguia esperandolo, buscando darle una oportunidad mas en Nochebuena. ?Se hara su historia realidad? ?Recibira su unico deseo para esa navidad?

  • Un asunto del diablo de Paolo Maurensig

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    La literatura es un asunto muy serio en el pueblo suizo en el que transcurre esta novela: todos sus habitantes, desde el cura anciano que lleva anos redactando sus memorias hasta la muchacha ingenua que fabula cuentos infantiles infantiles, escriben y ambicionan, sin exito, ser publicados. Pero todo cambia cuando el diablo entra en escena disfrazado de editor. ?Quien no estara dispuesto a hacer un pacto con el con tal de ver publicado su libro? Solo el rubio padre Cornelius, enviado por la diocesis en ayuda del parroco local, advertira del peligro de la situacion.

  • Descubriendo a Broad de Sara Ventas

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    A sus dieciseis anos, Melissa Grimm ya tiene claras muchas cosas. Entre ellas, que se ha enamorado perdidamente de su antiguo canguro, vecino y ahora tambien profesor particular de Fisica: Alan Lowe. El problema no es que se lleven tantos anos, ni que su madre empiece a sospechar del asunto, ni que el salga con la odiosa Rebecca… El problema real es que tambien empieza a sentir algo por Ray Broad, el chico nuevo del instituto y la ultima conquista de su peor pesadilla en el instituto, Audrey Irwin.
    Melissa no entiende por que ha tenido que fijarse en ellos precisamente, justo los chicos de los que mas alejada deberia mantenerse.
    Tampoco ha pensado en las consecuencias que podria acarrearle participar en ese juego. Aunque ya sea demasiado tarde para replantearselo.

  • La isla de cristal (Los Guardianes 3) de Nora Roberts

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    Tercer libro de la <<Trilogia de los Guardianes>>.

  • La maleta de Ana de Celia Santos

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    En los anos sesenta y setenta del siglo pasado, cientos de miles de mujeres espanolas emigraron a Alemania para trabajar. Eran heroinas anonimas que se enfrentaban a un mundo nuevo y a menudo hostil solo para ayudar a sus familias.

  • El triangulo de la vida de Francisco Mir

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    --Me pregunto por que los secretos se hallan en los sitios mas oscuros --dijo el abuelo mientras intentaba en vano sacar una de sus zapatillas de debajo del sofa. Su voz sono cansada por el esfuerzo de agacharse. --?Que has dicho, abuelo? --le pregunte extranado mientras me agachaba yo para ayudarlo. Saque la zapatilla y se la di. --Nada, Juan. Gracias, mi espalda ya no esta para estas cosas. --Abuelo, te he oido. ?Que tiene de secreta tu zapatilla? --?Mi zapatilla? Esconde un gran misterio: nadie sabe por que es tan escurridiza --contesto muy serio, y luego se quedo pensando y dijo-- Humm..., esa frase me ha venido a la cabeza de repente, y me ha recordado... --?El que? --Nada, una vieja historia. Algo que me conto muchas veces mi propio abuelo. Sobre un antepasado nuestro. --?Un antepasado? ?Quien era? ?Que le paso? ?Por que nunca nos la has contado? --!Tranquilo, pequeno!, solo es una vieja historia. No se, a tu padre le aburria, asi que... --!Es sabado, abuelo, tenemos toda la manana. No te muevas del sofa, voy a llamar a mis hermanos! --!Pili, Eli, Carlos!, venid, el abuelo nos va a contar una historia de un misterioso secreto. Rapidamente acudieron al salon, y nos situamos todos a su alrededor. Mi hermano pequeno, Carlos, que tenia cuatro anitos, y yo, que entonces tenia nueve, nos sentamos en la alfombra, a los pies del abuelo. Mis hermanas, Eli, de catorce, y Pili, de diecisiete, se sentaron cada una en un brazo del sillon; mi abuelo no podia sentirse mas arropado y orgulloso de sus nietos. --Bueno, bien, os la contare --dijo mi abuelo afablemente--, pero recordad que esto le ocurrio de verdad a un antepasado nuestro: el abad del monasterio de Montserrat, que se llamaba Joan, o Juan en castellano, como todos los primogenitos de esta familia. A el le toco protagonizar uno de los viajes mas importantes de la historia, aunque casi nadie sabe de el. --?No aparece en los libros de texto? --pregunto mi hermana Pili, la mayor. --Pues no, no aparece, por eso teneis que aprenderlo bien, no puede caer en el olvido. Bueno, pues alla va, escuchad. Hasta el pequeno Carlos se quedo en silencio a la espera de aquella historia. --!Imaginaos un carro tirado por cuatro caballos! Y ahora imaginad que el carro lo custodian cuatro soldados montados sobre otros cuatro caballos. Dos van delante y los otros dos detras, y van armados con espadas. Por sus caras serias parecen dispuestos a usarlas en cualquier momento, y todo ello nos hace suponer que aquello que transportan es de suma importancia. Esto nos lo contaba mi abuelo sin leerlo en ninguna parte, gesticulando y haciendo aspavientos con las manos, y asi conseguia que cobrara mucha mas vida. --Uno de los soldados que encabezaban la expedicion, harto de viajar, nervioso por su responsabilidad, le pregunto al otro: <>. Su companero le contesto: <>.--Viajaban desde la imprenta de Venecia hacia el monasterio de Yuso en San Millan de la Cogolla, que entonces pertenecia a Castilla y hoy a La Rioja. --?Como eran de grandes los caballos, abuelo? --preguntaba yo, con los ojos abiertos como platos. --Muy grandes. Pensad que aquella gente no podia fallar en su cometido, tenian que recorrer mas de mil quinientos kilometros, por caminos de todas clases, y debian infundir respeto a cualquiera que pretendiera asaltarlos. !Carlitos, ponte de pie! Fijaos en vuestro hermano pequeno: pues los caballos eran como tres veces mas altos que el. Empece a imaginar la altura de aquellos caballos…, y deduje que rebasaban el techo del salon. --?En que idioma hablaban? --pregunto mi hermana mayor. --Buena pregunta, hija. Aunque el padre Joan era catalan, a los italianos les hablaba en castellano, y ellos lo chapurreaban mas o menos. Las tres lenguas eran entonces mas similares que ahora y, con buena voluntad, siempre se terminaban entendiendo de una forma u otra. --!Atentos, chicos!, era el ano 1482 cuando la carreta con su escolta atravesaba los pequenos municipios de un valle metido entre las montanas, asustando a los pocos vecinos que se cruzaban en su camino; como si hubieran visto al diablo, los hombres, mujeres y ninos desaparecian hacia el interior de sus casas despavoridos, para observar por alguna rendija de las ventanas semiabiertas el paso del carruaje. --?Cuantas generaciones han pasado, abuelo? --interrumpio mi hermana la mayor. --Mira, hija, si han transcurrido ya unos quinientos anos, calcula unas veinte generaciones mas o menos hasta nosotros, no sabria bien como tendriamos que llamar al padre Joan. --?Trastataratio, quizas? --Creo que no, me parece que se dice, llegado a ese nivel, como en geometria, hexatio abuelo, heptatio abuelo y asi hasta decatio abuelo, pero no me hagas mucho caso. Continuare… >>Habian dejado atras el pueblo de Najera, tan solo les faltaba adentrarse en el valle de la Sierra de la Demanda y en unas horas estarian con los hermanos de la Real Congregacion de San Benito, hoy conocidos como los hermanos benedictinos. >>Nuestro familiar, el abad del monasterio de Montserrat Joan de Peralta, viajaba junto a Giovanni Della Rovere, enviado de especial confianza del papa Sixto IV, custodiando los trece libros de Euclides, asi como un manuscrito secreto de cuya existencia nadie sabia, salvo el papa y nuestros enviados, que se llamaba El Triangulo de la Vida. --?Que habia en ese manuscrito secreto, abuelo? --pregunto mi hermana Eli. --Tenia nada mas y nada menos que las claves para reconocer en la naturaleza lugares con un gran poder. --?Y que es eso de los trece libros? --pregunte yo. --Mira, Juan, Euclides fue un geometra griego, responsable de la biblioteca de Alejandria, la mas importante de todos los tiempos, que recopilaba todo el conocimiento de la epoca y que, segun se dice, se quemo en un gran incendio y quedo totalmente destruida. Pero el recogio y plasmo en esos trece libros los principios de toda la geometria que seguimos utilizando hoy en dia. Y gracias a que esos libros se salvaron, hemos podido evolucionar y prosperar en todas las areas tecnologicas, ?entendeis? Ni mi hermano Carlos ni yo habiamos entendido nada, pero asentiamos por no parar el ritmo de la historia. --Continuo, y aguantad un poquito mas, que, si no, no me va a dar tiempo de terminar antes de comer, ?vale, chicos? --!Siii! --dijimos todos a la vez. --Habian pasado el pueblo de Badaran y aquella noche de verano se les echaba encima --continuo mi abuelo--, de modo que prendieron los faroles que colgaban de la carreta, y que a duras penas alumbraban la ruta que conducia hasta el monasterio. Dos soldados abrian paso a la carreta por el estrecho camino, que iba cerrandose a medida que se adentraban entre las frondosas ramas de las enormes hayas y encinas que cubrian el valle. Como ya he dicho, otros dos soldados vigilaban la retaguardia. Las raices, que surgian del terreno como si formaran el sistema nervioso del bosque, conectandolo todo, atravesaban de lado a lado aquella senda y hacian que la carreta fuera dando brincos continuamente. Su estructura crujia, y el ruido resonaba como alaridos de auxilio en el solitario valle. >>Dentro del pequeno habitaculo de la carreta, compartian el espacio los dos encargados de custodiar el baul: Giovanni Della Rovere, sobrino del papa, por si no os lo he dicho antes, y nuestro pariente el abad Joan. Viajaban sin comodidad alguna, tan solo acompanados del tacto de las grietas de las viejas maderas y del de las cadenas que sujetaban y fijaban el baul, que sin cesar chocaba contra sus piernas encogidas y entumecidas. El resto de los enseres iban en la parte de arriba de la carreta en tres baules tras el cochero. --!Hala, un sobrino del papa! --dijo mi hermana Pili. --Si, ya vereis porque, esperad un poco. --?Era muy grande el baul, abuelo? --le pregunte; no me podia imaginar aquellas dimensiones. --Mira, hijo, las carretas no eran muy grandes, poco mas que un coche, se sentaban enfrentados y, en medio, el baul. !Vamos a imaginarlo! Vuestro hermano Carlitos sera el baul, hazte una pelota en el suelo..., y ahora vosotras dos --les dijo a Pili y a Eli-- sentaos una enfrente de la otra, en medio vuestro hermano, con las rodillas pegadas a su cuerpo. --Ja, ja, ja --Carlos empezo a reirse--. Me haceis cosquillas con las rodillas. Nos reimos todos. --Pues esas cosquillas --dijo mi abuelo muy seriamente-- eran todo lo contrario: solo sentian aspereza, dureza y dolor. --Se quedo callado mirando al frente como queriendo sentir ese momento como si el lo hubiera vivido. Todos enmudecimos--. Ascendian junto al rio respirando la frescura del anochecer, cuando unas gotas de lluvia prendieron el intenso aroma de las hojas mojadas. De ser unas gotas que perfumaran el valle, pronto pasaron a ser chorros de agua que se colaban entre las rendijas de la carreta, y un placido instante se convirtio en una autentica trampa para todo el grupo. << !Padre!>>, le grito el cochero, <>. A lo que el padre Joan respondio: <> Antes de que el cochero pudiera cumplir su orden, les salieron al paso... !tres, cocodrilos! --!Cocodrilos, abuelo! --exclamo mi hermana la Pili.

  • El dragon que vino del hielo de Irene Sitjas Esplugas

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    Las frias y solitarias montanas de Rialta ocultan muchos secretos y uno de esos secretos posee nombre propio: Micklaw, un metamorfo dragon muy cobarde que vive en una de las cuevas.
    Un dia hara un peculiar hallazgo: un hombre congelado en perfecto estado de conservacion, al que decide descongelar llevado por la curiosidad y el aburrimiento. Esta decision cambiara su vida para siempre, abandonara su hogar y conocera todo un mundo mas alla de su cueva helada junto a Till, un cazador de reliquias, en una increible aventura en busca de una ciudad sumergida bajo el mar.

  • Libelulas Azules (Ethan Bush 3) de Enrique Laso

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    LA NOVELA DE LOS RECORDS. MILES DE LECTORES EN TODO EL MUNDO

  • En busca del equilibrio de Wayne W. Dyer

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    A traves de los nueve principios ofrecidos en esta obra, aprenderas a armonizar tu vida y tus aspiraciones.

  • Manual de perdedores de Juan Sasturain

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    Una joya de Sasturain. Esta novela policial se publico por primera vez
    en episodios en el diario La Voz, de Cordoba, y habia sido escrita ocho
    anos antes. Es una obra del genero negro <>, ambientada en
    los dias de la dictadura.

  • Fellatium de Ulises Novo

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    Claudia se reune todos los miercoles con Anna, la ex novia de su actual pareja, Dylan, un hombre de exito, pero adicto al sexo oral.
    A lo largo de las conversaciones que mantienen estas dos mujeres, el lector descubrira la compleja personalidad de este seductor nato asi como sus fantasias mas morbosas y su talento para manipular segun sus intereses.
    Desgraciadamente, Claudia y Anna no comparten la misma opinion sobre Dylan y esa falta de entendimiento solo puede conducir al desastre.

  • En Tu Nombre Mi Inspiracion de Andres Ruiz

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    Habian pasado varios meses desde el fallecimiento de mi esposa y aun sentia, notaba y respiraba el suave olor a perfume que desprendia su cuerpo. Era sabado. Estaba amaneciendo. El despertador sono, como de costumbre, a las siete en punto. Lo unico que lo diferenciaba del resto de los dias era que esa manana no tenia que levantarme de la cama para ir a trabajar. Por estupido que parezca, todos los fines de semana, volvia a retumbar ese desesperante zumbido entre las paredes de mi cuarto. Apague el despertador al instante y me dispuse a echar otra cabezada hasta que diesen, como minimo, las diez. Asi fue como lo hice. Mientras el frio apenas se podia sobrellevar en el interior de la cama, la soledad me hizo ver que desde la muerte de Claud las noches eran pavorosamente mas gelidas. Ella solia dormir con su cuerpo pegado al mio, abrazados, fundidos el uno con el otro, proporcionandonos calor. Siempre descarte la posibilidad de comprar un calefactor por temor a perder, con resignacion, ese dulce y anorado recuerdo. Asi empezo mi historia. Misterioso encuentro el de esa manana, banado en tintes apasionados, que me hizo cambiar la vida. Me encontraba tomando un cafe para desayunar. La taza, pegada a mis labios, me provocaba un pequeno temblor injustificado. Senti a alguien observandome desde el fondo del salon. La cocina no era excesivamente grande. Desde ella se podia ver con claridad el resto del apartamento. El comedor era muy luminoso, por el sol que entraba temprano a traves de la ventana. La orientacion la escogio mi mujer. Ella decia que el este daba la alegria a una casa por la manana y el sur la prolongaba hasta la tarde. !Oh, mi Claud! Siempre alegre. Tu supiste contrarrestar mi tristeza hasta el punto de diluirla en el oceano. Eternamente te estare agradecido por lograr encauzar mi vida por otro camino, por la senda de la hilaridad. Travesia que hendio con tu expiracion. Maldito el trance en el que me encontraba inmerso. Anhelaba que se tratara de un execrable sueno. No habia nadie; sin embargo mi mente era lo que mas deseaba en ese momento. Tal era el convencimiento que crei imaginarme el cuerpo de Claud vagando por el salon. Podia distinguir su pelo resplandeciente y hasta el garzo color de sus ojos. Su actitud emulaba la de alguien que me estaba llamando con gestos reiterados. Su mano izquierda se alzo y con un visaje lento, el dedo indice, en pausado movimiento, subia y bajaba. Parecia tan real que con la confusion, un tanto aturdido, intente pronunciar alguna palabra. No obstante, el desasosiego no satisfizo mi ansia de hablar con ella. Quise levantarme de la silla, pero algo no me lo permitia. Un desproporcionado peso, no correspondido con el mio, hacia que me quedara pegado en ella. Luchaba por acercarme a la espectral silueta. La taza de cafe se me cayo de las manos a las piernas, provocando un acto reflejo simultaneo que origino el que saliera del estado de semiinconsciencia en el que me encontraba. La imagen habia desaparecido. Dudaba sobre si lo que habia visto era real o no. No descartaba la posibilidad de que lo fuera. Al llegar al lugar donde crei ver a mi mujer, sorprendentemente, olia a su perfume. Deduje la imposibilidad de que su olor hubiera quedado impregnado en el sillon desde la ultima vez que estuvo alli sentada. Entre otras razones porque no era de piel. Asustado, comence a vestirme rapidamente. Despues de asearme y afeitarme un poco me marche de casa, bajando por las escaleras apresuradamente. Necesitaba despejar mi mente. Ese era mi unico deseo. La gente, como cualquier manana de sabado, caminaba de forma sosegada, analizando todo aquello que se interpusiera en su trayecto. Senores comprando el periodico con bolsas de pan recien hecho en sus manos auguraban un feliz desayuno junto a la familia. !Que recuerdos de cuando vivias, Claud! !Lo que daria por volver a tenerte junto a mi! La manana parecia haber cambiado. La frescura matutina habia desaparecido por completo. Entre paso y paso me venian a la mente recuerdos. Queria sonar, volver a imaginarme que estaba a mi lado. La evocaba cogida a mi mano, con su fulgurante seguridad, tocando su tersa y suave piel que me embelesaba. Sus caricias se apoderaban de mi alma. Recorrian por medio de impulsos todas las venas de mi cuerpo, ensalzando la alegria y tranquilidad en mi semblante. Pero nada era real en esta dicha. Sin poder aguantarla entre mis manos se me escapo corriendo calle abajo, desvaneciendose poco a poco su imagen por la puerta de la antigua biblioteca. La biblioteca municipal. Hacia tiempo que no iba por alli. Probablemente la ultima vez que estuve fue cuando estudiaba en la universidad. Tras adentrarme en ella percibi que todo se encontraba igual que antano. Fui un asiduo en mi epoca de estudiante. Incluso la senora Mar continuaba en su puesto de bibliotecaria. La edad, que no pasa en vano, habia hecho de ella una agradable anciana. Sus ojos me miraron como si me conociera, pero sus laconicas palabras no. Me noto un tanto asustado. La ocasion lo merecia. Mis ojos no paraban de observar, aunque fuera desde lejos, todos los rincones de la biblioteca. Pretendi no incomodar a las personas que alli se encontraban, trabajando. De ahi que desistiera de mi intento de hallar a Claud. Un tanto mas calmado le pregunte a la senora Mar por la seccion de ciencias. No queria levantar sospechas sobre mi eventual locura; vesania inesperada. La senora Mar me senalo con un frugal gesto el fondo de la biblioteca y me susurro acercandose pausadamente a mi oido. --Yo le conozco. No tengo muy claro si antes leia este tipo de libros. ?Que le ocurre? Parece mas excentrico que antes. ?Las leyes le han perturbado? Indudablemente, la senora Mar recordaba que lo mio era el derecho. Al aproximarme a las baldas era sencillo perder la mirada ante tal cantidad de titulos ajenos a mi entendimiento. Un sinfin de libros que en la vida habria leido coronaban las estanterias. Objetivamente no sabia ni lo que estaba buscando. Escudrine entre los anaqueles por si encontraba algo o incluso a ella. Pero no, !no pudo ser! Claud debia haberse mezclado y esfumado entre los libros. Quizas esa fuera una manera de decirme que el futuro de mi vida se encontraba entre ellos. Una metafora venida de otro mundo para ser analizada entre los mortales. Al albur del momento, entiendo que por culpa del husmeo, una de las obras cayo repentinamente encima de mis pies, provocandome gran congoja. Rezaba El deseo inacabado1. Por razones obvias debia pesar mucho. No solo por el dolor que me habia causado, su aspecto y dimensiones la delataban. Tenia apariencia de ser una obra vetusta. Sus pastas estaban medio sueltas y eran de una especie de papel duro, bastante parecido al carton. Evidenciaba un color rojizo y estriado. Una obra de autor anonimo. Me dirigi al mostrador, donde la senora Mar me comunico que los prestamos se hacian por tres dias. Si sobrepasaba el tiempo establecido me sancionaria con la retirada del carnet. Hui de aquel prodigioso lugar. Decidi sentarme durante un instante en algun cafe. El bar de Nolan. Alli tendria ocasion de echarle un primer vistazo al libro. De por si auguraba una lectura interesante. Por lo menos era de un lenguaje asequible, facil de entender. Una historia de amor y de desengano. Pienso que a veces demasiado doctrinal, como si lo hubiera escrito alguien que deseara impregnar sus conocimientos a una persona querida. Lei y relei ese deseo inacabado. En la vida cada persona es inteligente a su manera, sabe desenvolverse en el dia a dia segun sus preferencias e interacciones. El problema es que, aunque uno conozca la manera de afrontar determinadas situaciones, a veces nos falta la forma de poder ejercitar las ideas y conocimientos. Yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo: seria como tener en casa las recetas de la abuela y no disponer de cocina para elaborarlas, o peor aun, no ser la abuela. Claro que en nuestro caso la cocina es la cabeza de uno. Hasta ahora nadie habia conseguido llegar al grado de madurez cerebral absoluto para poder aplicar todos los conocimientos que alberga la mente. Es facil leer, pero no disponer. Es sencillo querer conseguir algo, pero no es facil poder hacerlo. Cada segundo perdido de mi vida sin ganar intelecto suponia, en este momento, un retraso en mi empeno. No sabia aun ni lo que pretendia. Tal vez poseer muchos conocimientos temporales en el cerebro solo nos sirva para ocupar espacio. Malgastar un lugar que podrian ocupar los fundamentos importantes de nuestra existencia. La sociedad siempre se ha movido por la necesidad de inculcarnos valores, ideas y teorias que en la practica se desvanecen y no perduran en el tiempo. Pero para eso estan los libros, pense. En un conocido y frecuentado cafe-bar del casco antiguo de la ciudad: --Hola, Nolan. Hace tiempo que no le veo. El senor Nolan, de aspecto extravagante y un tanto desgarbado, acercandose a mi espalda, contesto; --Si, es cierto, desde lo de su esposa no hemos vuelto a vernos. ?Como esta? --Bien, --le conteste--, tal vez un poco perdido todavia. --No te preocupes, en poco tiempo todo volvera a ser como antes, ya veras. Aunque hayas sufrido tanto, la vida suele dar un giro importante cuando uno menos se lo espera. Esas palabras del senor Nolan enraizaron dentro de mi cabeza. De forma insolita sirvieron para hacer que me sintiera mejor. La lectura del libro me ayudaba a tranquilizarme. Claras y directas afirmaciones diluidas en un extenso relato. Haria acopio de ellas. Las utilizaria a mi conveniencia. Debia adquirir la facultad de seleccionar todo aquello que quisiera retener. Uno de los planteamientos del libro. Generaria una especie de alzheimer provocado que me ayudaria a crear pequenos archivos de ideas necesarias y borrar todo aquello que fuera prescindible. Engulli un pequeno bocado en el bar de Nolan, originando que a medida que avanzara la manana me entrase excesivo sueno, por lo que decidi volver a casa para descansar. En el camino a casa fui contemplativo, asaz. Adverti una larga hilera de pequenas viviendas mal cuidadas que siempre habian estado ahi. Jamas las habia observado con detenimiento. En estas la gente destacaba por su humildad, siendo un factor mas que suficiente para considerar la modestia de sus moradores. La falta de apoyo institucional, por la necesidad de recursos economicos, se evidenciaba por el vergonzoso descuido del aspecto exterior de las mismas. Por suerte, el destino me hizo encontrarme con Raul Bertel, amigo de la infancia. Habia perdido su pista hacia bastante tiempo. Raul debia ser de mi edad, unos treinta y cinco anos aproximadamente. De complexion fuerte, tenia unos rasgos intensamente marcados. Era oriundo de Granada. Vino a vivir aqui anos atras, porque su padre fue trasladado por motivos laborales. Por desgracia, cuando llego a nuestra localidad, segun tengo entendido, su empresa quebro. Tuvieron que trasladarse a este barrio, uno de los mas modestos de la ciudad. Siempre admire a esta persona, por su sencillez y humildad. Estaba impaciente por saber que habia sido de el. Me revele ansioso por preguntarle cosas, necesitaba que me contara algo bueno; el exito que hubiera podido tener en la vida o los hijos que Dios le hubiera dado. --?Cuanto tiempo? ?Como estas? --!Que alegria encontrarte, si no lo veo no lo creo! ?Eres tu de verdad? --dijo Bertel, mirandome varias veces y tocandome el rostro a la vez que me hablaba. --Si, claro --respondi--. ?Quien iba a ser si no? No he cambiado tanto, ?verdad? --No, no se trata del cambio que hayas podido experimentar. !Te creia muerto! --!Muerto! --dije sobresaltado. --Hace unos meses me llegaron noticias de un colega de profesion. Afirmaba que una persona del mismo nombre que tu y que claramente se ajustaba a tu perfil, desgraciadamente, habia fallecido en su quirofano unos minutos despues de iniciar una intervencion quirurgica por un hematoma subdural. --?Por un que? --respondi sorprendido. --Se trataba del cerebro. Debio ser algo traumatico. No se supo su origen. Pues me alegro enormemente de que no se tratara de ti. Ahora no sabria si estoy hablando con un fantasma o una persona de carne y hueso. --Es curioso que menciones esto --le conteste-- porque a veces creo que... Bueno, da igual, dejemoslo. Mi mujer si fallecio hace unos meses. --Lo siento mucho --exclamo. --?Entonces eres medico? --Si, por supuesto, lo desee desde siempre. El poder salvar vidas era mi mayor afan. Lo que mas me satisface en esta vida es trabajar con personas desamparadas que no tienen recursos. Por eso, tres tardes a la semana, despues de ir a la Mutua Fraternidad-Muprespa asisto a pacientes de este barrio, mi antiguo hogar. De ahi que me encuentres aqui en este momento. Me dirigia hacia aquel hospital --anadio senalando a un edificio cercano--. Tengo pacientes muy singulares, se puede aprender mucho de ellos. ?Sabes? Dan todo por ti, solo por cuidarlos y tratarlos educadamente, en definitiva por ayudarlos. Es facil, ?a que si? Los pacientes necesitan amor, con eso se conforman, y mas en momentos criticos. Les da igual estar moribundos a consecuencia de su enfermedad terminal. Para ellos lo mas importante es sentirse arropados por los que se encuentran cerca. No se si te pongo en un compromiso ?Por que no me acompanas y te enseno todo aquello? No fui capaz de negarme. Por el camino me encontraba totalmente absorto con las palabras que me habia manifestado Raul. Bajo su aspecto, fuerte e iracundo, se escondia una esplendida y enigmatica persona, con grandes valores y marcada personalidad. Egoistamente sabia que rodearme de alguien como el aumentaria toda mi esperanza por conseguir lo que en realidad necesitaba. Mi mujer no se me olvidaba. Yo sabia con certeza que esa manana habia estado en nuestra casa, que se habia dejado sentir y que aspiraba que hiciera algo. Desconocia lo preciso para llegar a ella. Era una imperiosa necesidad el conocerlo, sobre todo para alejar de mi mente el hecho de que pudiera estar volviendome un perturbado. --Raul, ?que tipo de enfermos tratas en tu consulta? --En la mutua ya lo sabes, trabajadores activos. Pero en el centro ahora lo veras. No serviria de nada que te lo contara, hay que verlo. No te preocupes, no hay enfermedades contagiosas. Tu muestrate como si fuesen personas sanas; lo contrario les doleria. Especialmente debes ser mas sensible con los padres. Ellos al fin y al cabo son las personas que peor se sienten al tener que dejar a sus hijos por un tiempo indeterminado, e incluso algunos de ellos para siempre. Perdona, no pretendia avivar tus recuerdos... --No, no te preocupes. Para mi resulto ser la experiencia mas desoladora y a la vez enriquecedora que jamas habia vivido. Por desgracia, todo el ambiente estaba rodeado de muerte. Por lo menos asi lo sentia yo. Era como si no les ocurriese nada a los pacientes. En el fondo, la mayoria de ellos habian perdido la esperanza y conocian de sobra cual era su fatal destino. Se encontraban felices, aparentaban normalidad. Raul tenia especial predileccion por una nina de cinco anos llamada Olga. Olguita, como el la llamaba, tenia la dulce mirada que poseia mi esposa. Con ojos grandes y azules, la imaginaba con un precioso pelo rubio semiondulado. Por desgracia tenia un cancer linfatico, leucemia. Un panuelo rosa fucsia cubria su cabeza. De ella destacaba su gran ternura. Ahora si, ajena a su enfermedad, era la alegria personificada. --Olguita, toma este regalo que te he traido. La chiquilla no fue capaz de esperar a que Raul se lo diera. Se lanzo a su cuello y le propino un fuerte abrazo, arrebatandoselo casi de las manos. --?Que es, que es? --decia con un bonito y correcto acento andaluz. --No te lo puedo decir. Dejaria de ser una sorpresa. Raul le habia regalado una especie de bola en la que al moverse salian muchos copos de nieve que caian encima de los tejados de una pequena ciudad en miniatura. Era preciosa, la nina, por supuesto. La pena era que, por desgracia, la veia a las puertas de la eternidad. Su enfermedad, lejos de perder la esperanza de otros casos similares, no tenia solucion en el estado que se encontraba. La esperanza es lo ultimo que uno debia perder. ?Por que inventarian la detestable ley de Murphy? En la mayoria de las ocasiones, si esperas que algo te salga bien, automaticamente se aplica la repulsiva ley y se estropea. En la vida existen realidades que jamas intuiremos con una simple mirada, aunque las tengamos enfrente de nuestros ojos. Desgraciadamente, solo con un pequeno movimiento, aunque sea provocado de forma instintiva, hacemos que todo cambie. Ese fue el caso, por analogia, de la enfermedad de Olguita. La nina movio su bola de la ciudad de forma energica y reiterada, hasta que se canso. Yo desde el fondo de la habitacion observaba como caian los copos de nieve. Pense en la importancia de un solo movimiento, capaz de cambiar el aspecto exterior de algo. Era la capacidad, a veces no entendida, del que tiene el poder sobre las cosas. Esta experiencia me ayudo personal y espiritualmente. El encontrarme rodeado de esta gente desconocida para mi, con situaciones totalmente heterogeneas, fue mentalmente gratificante. Siempre pienso que hasta que no te ocurre una desgracia similar no se llega a saber con profundidad lo dura que es la vida y hacia donde nos lleva. En realidad, no se nos prepara bien para la muerte. Quizas si en otras culturas. Me encontraba absorto, embelesado, divagando, vanamente sumido en mis pensamientos. Esa paz interior se rompio al entrar una enfermera gritando bruscamente; --!Raul, Dr. Bertel! ?Donde se encuentra usted? --Incorporandose rapidamente --le contesto--, aqui. --Se trata de Gabriel. Tiene convulsiones y sus constantes vitales se encuentran bajo minimos. --Vamos, rapido, prepara una dosis de epinefrina y coja el desfibrilador por si fuese necesario. El Dr. Bertel me explico posteriormente que Rosa era una enfermera que llevaba trabajando toda su vida con personas desahuciadas, sobre todo de medios economicos limitados. Por lo visto se encontraba muy implicada con esta causa. El tiempo se lo permitia, ya que no tenia familia directa, excepto un tio segundo, por parte de madre, que se encontraba en EE. UU. Era un prestigioso directivo de una empresa con mucho renombre y poder. Cuando pensaba lo que podia tener y no poseia, por no haber amasado la misma fortuna que su familiar, se curaba de humildad ayudando a los que eran como ella. Segun decian, algun dia, heredaria su patrimonio. <>. --Aqui tiene, doctor --dijo la enfermera. Raul actuaba como cualquier profesional de la medicina, trabajaba de forma apacible, sin nervios de ningun tipo. La tranquilidad se transformaba en una acuciante desesperacion para el que se encontraba a su lado. Aunque yo no era sanitario para poder opinar, por supuesto. --No se estabiliza --dijeron resignados. El sonido del electroencefalograma pitaba despacio, marcando la lenta actividad cerebral. Los latidos de su corazon eran muy debiles. Daba la impresion de que se estaba yendo. Intentaban recuperarlo y devolverlo a su estado normal. Cuestion esta ilusoria. Su cara parecia la de un angel que acababa de entrar en el cielo. --Senor Gabriel. ?Como se encuentra usted? No respondia. Mientras se debatia entre la vida y la muerte ocurrio uno de los acontecimientos mas usuales y extranos que se suelen dar en estas situaciones. Gabriel que se encontraba totalmente inconsciente, reflejaba una cara de felicidad que llegaba a lo mas profundo del alma. Reverberaba dulzura y calidez a la vez. Como si estuviera siendo rodeado y recibido por muchas personas queridas. Era evidente, su fallecimiento estaba cerca. Ya no habia nada que hacer. La enfermera y Raul salieron desolados, con la cabeza agachada, quitandose los guantes de latex de las manos. Entiendo que para certificar la defuncion del paciente y realizar los ultimos preparativos. Me di cuenta de que me encontraba solo junto al cuerpo yaciente de este desconocido. No se por que razon me sentia como si fuera imprescindible en aquella habitacion. Pense que se trataba del destino y asi lo acepte. Me acerque al moribundo y susurrandole al oido le dije refiriendome a mi Claud: --Demuestrame la forma de llegar a ella. No sabia si realmente me habia escuchado, pero un pequeno gesto cambio la expresion del Sr. Gabriel. Note como sus pupilas se dilataban. Estaba alejando la mirada hacia un punto concreto de la habitacion. Mire atras, mas bien por miedo a lo que pudiera encontrarme alrededor. Se me puso la piel de gallina. Se trataba de la figura de una anciana que llamaba a Gabriel con la cabeza. El hizo ademan de levantarse; sin embargo, sus pocas fuerzas no se lo permitieron. De forma repentina se le oyo un suspiro, diciendo: --Gracias por esperarme, amor. Cayo en la cama y no volvio a respirar mas. --!Raul! !Raul! !Es Gabriel! Parece que definitivamente ha fallecido. Todo esto es desconcertante, antes de su frivolo y esperado final en la tierra fue capaz de articular varias palabras. --Ya habia fallecido cuando nos fuimos de la habitacion --afirmo Bertel--. Se trata del ultimo suspiro. Seguro que, como siempre, escucharias palabras de asombro por ver a alguien querido o conocido, ?verdad? --expreso Raul. --Asi es. Parecia como si hubiera visto algo. Lo increible del caso es que aprecie una anciana que le llamaba. --Que no te resulte extrano. No es la primera vez que ocurre esto. Hace unos meses tuvimos aqui a una mujer que cuando la hospitalizamos ya estaba moribunda, agonizo durante una semana completa. Afirmaba estar viendo a su marido que fallecio anos atras, incluso charlaba con el. Al principio me asombre bastante, pero empezo a ser algo familiar para mi. Despues de esta mistica experiencia ya era hora de continuar mi camino. ?Que podia esperar mas de este largo dia? Al llegar a casa me vino a la mente lo que le susurre al pobre senor Gabriel durante ese trance. Recorde las palabras que levemente pronuncio, palabras que de forma complaciente daban las gracias a alguien. Todo ello hacia sentirme feliz, con una gran esperanza por volver a ver a Claud algun dia. En la vida terrenal o en cualquier otro lugar existente. Dormi sin mayor preocupacion que la soledad. Esta se me hace dificil de sobrellevar. En ocasiones deseaba volver atras el tiempo para poder hacerle sentir a Claud todo lo que la amaba. No obstante hay deseos que uno advierte cuando ya no los puede realizar, por lo que es mejor no pensarlos. La desesperacion se alia con aquel que frustra sus empenos y yo soy de esos, de los que suenan con poder hacer cosas imposibles. A la manana siguiente me desperte temprano, era domingo. No tenia mayor aspiracion que permanecer en casa. Solo saldria para ir a misa. No se por que razon me apetecia reconciliarme con Dios. Deseaba volver a mi epoca de juventud en la que asistir los domingos a la iglesia era lo habitual. Previamente estuve observando unos retratos de entre todos los recuerdos que guardaba de mi mujer. Cada dia la veia mas guapa. No se me olvidara jamas el momento en que le hice aquella foto. Pense que si la llevaba siempre junto a mi la sentiria mas cerca. La guarde en la cartera, junto a las que ya tenia. Deje a un lado el resto despues de verlas. Recuerdo perfectamente que en esta estabamos los dos en el Castillo de Gibralfaro. Nos encontrabamos divisando la hermosura del paisaje de la ciudad. La vista se perdia en la penumbra hasta topar casi con el continente africano. Era un lugar muy querido por mi. A veces Claud no entendia el porque. En ocasiones me recriminaba que era muy pesado por querer ir de nuevo a ver el monumento nazari. Ella nunca supo que en ocasiones subia a pensar en este enclave, sin ella. Uno de los dias mas bonitos de mi relacion, de los que guardo recuerdos entranables, fue ahi, en ese sitio con tanto encanto, lugar en el que supuestas batallas se habian librado por conquistar los dominios de semejantes parajes. Cuanto amor y odio juntos se entremezclaron para luchar por algo tan preciado y valioso. Solo podia afirmar palabras de halago. Mi queridisima ciudad rezumaba alegria desprendida por el brillo del sol reflejado en el mar. Ese dia subiria a ver nuevamente su encanto. Asi podria cantar en la cima del monte Esperando a que caiga la noche, aunque solo fuera en silencio: <

  • El elefante que sonreia de Gustavo Vazquez Lozano

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    En medio de la Gran Depresion un circo estadounidense se traslada a Mexico con sus personajes deformes, fantasticos, caracteristicos del circo norteamericano. Huyendo de la miseria y de historias personales insoportables, el senor Carothers y sus artistas comienzan de nuevo, acompanados de sus contrapartes mexicanos. Durante anos recorren el pais, envejecen y ven como su espectaculo pasa de moda. Con la intencion de atraer mas gente y salvar el circo, el mago recurre a la hipnosis colectiva y al espectaculo-horror. Para ello acude a Cecilia, una acrobata cuya cara le fascina y repele al mismo tiempo. Como una sombra pesa sobre todos la virgen de Jalapilla, una nina asesinada que tiene fama de hacer milagros y esta enterrada en una tumba clandestina.

  • Winter de Amelia Gates

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    Un pasado terrible. Un secreto oscuro.

  • La otra orilla del abismo [LGBTI] de Sofia Olguin

    https://gigalibros.com/la-otra-orilla-del-abismo-lgbti.html

    UNA NOVELA DE FANTASIA URBANA LLENA DE MAGIA Y MISTERIO

  • El nacimiento del pensamiento cientifico de Carlo Rovelli

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    ?Como descubrieron los griegos que la Tierra flota en el espacio? ?O que sigue habiendo cielo tambien bajo nuestros pies? ?Quien llego a imaginarsela asi y como lo logro? Este esfuerzo por “reinventar el mundo”, aspecto central de la busqueda cientifica del conocimiento, no comenzo con la sintesis newtoniana o con las experiencias pioneras de Galileo, ni tampoco con los primeros modelos matematicos de la astronomia alejandrina. Empezo mucho antes, con lo que conviene llamar la primera gran “revolucion cientifica” de la historia de la humanidad: la revolucion de Anaximandro. El hombre que dio ese gran paso es el protagonista de las paginas que siguen: Anaximandro, nacido hace veintiseis siglos en la ciudad griega de Mileto, en la costa occidental de la actual Turquia. El es el origen de una transformacion conceptual radical en la misma de la ciencia tal y como la conocemos.

  • Yoga, un estilo de vida de Vanesa Lorenzo

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    < Aprender a estar presente en el aqui y el ahora, a conectar con la respiracion y tomar conciencia del cuerpo es un privilegio que esta al alcance de todos y que solo aporta cosas positivas.
    El yoga te permitira enfrentarte a retos fisicos ejercitando posturas nuevas que te daran equilibrio mental y fuerza fisica y que sirven para el dia a dia en cualquiera de las otras facetas vitales.
    Por ello, hemos elaborado este libro incorporando el conocimiento del maestro y la experiencia del practicante para ofrecer unos consejos y metodos practicos para llevar una vida sana, al alcance de todos.>>

  • Para Claire con amor de Africa Huertas

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    Relato sobre el amor y el tiempo. Lo que perdura a pesar de todo, del mundo, del destino caprichoso y los acontecimientos. Para Claire con amor te hara viajar a dos epocas, en dos tiempos y dos vidas.

  • El legado de Camila Winter

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    Luego de morir su padre Evie recibe una misteriosa carta en frances de un coleccionista que le reclama un libro que al parecer esta en la biblioteca de su padre. La joven lo busca y espera devolverlo a su dueno pero el libro no esta por ninguna parte.

  • Siempre fuiste tu, Lorena Guerra Mendez de Lorena Guerra Mendez

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    A veces, las cosas grandes tienen comienzos pequenos. Eso escuche una vez, y es cierto. El amor, no se construye en un dia, el amor verdadero, crece poco a poco y cada vez es mas fuerte y solido. Aunque a veces, ese poco a poco, lleve de por medio unos anos sin verse…
    Patricia y Alex, un nuevo significado a la palabra “amor”. ? Quieres conocerlo?
    Siempre Fuiste Tu, la novela que te hara sonar y creer en el amor eterno.

  • Inventate algo de Chuck Palahniuk

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    Palahniuk reune por primera vez sus relatos, un conjunto de historias mas una novela corta que enloqueceran a los fans de sus excesos.

  • Mas alla del hielo de Douglas Preston

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    El descubrimiento de un meteorito gigantesco que lleva millones de anos enterrado en una isla de la costa sur de Chile atrae la atencion de Palmer Lloyd, un coleccionista multimillonario que es capaz de pagar cualquier precio con tal de conseguir algo unico y valioso.

  • Me olvide de olvidar de Ariadna Tuxell

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    En <> la protagonista, Sabela, vive la peor experiencia de su vida al convertirse en una de las victimas de un asesino en serie que esta sembrando el panico en la ciudad de Barcelona. La tiene sometida y juega con ella como le viene en gana haciendola participe de sus violentos asesinatos creando en ella una gran impotencia al no poder hacer nada ni hablar con nadie. La sexualidad estara muy presente ya que el asesino es un psicopata compulsivo con trastornos sexuales que viola y mata a sus victimas sin compasion alguna.

  • Nadie te oira gritar, Angela Marsons de Angela Marsons

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    Cada muerte tiene un secreto. Cada secreto, un principio.
    En la oscuridad de la noche cinco figuras se turnan para cavar una tumba, un hoyo pequeno en el que entierran los restos de una vida inocente. Nadie dice nada, les une un pacto de sangre que no romperan…
    Anos mas tarde, Teresa Wyatt es brutalmente asesinada en la banera de su casa, y tras ella se suceden mas muertes violentas. Todas las victimas tienen algo en comun, y la detective al frente del caso, Kim Stone, pronto se da cuenta de que la clave para detener al asesino que esta sembrando el panico en la ciudad es resolver un crimen del pasado.
    Esta claro que alguien esconde un secreto y esta dispuesto a todo para que no salga a la luz.