• libro el angel de budapest - Julio Martin Alarcon

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    La historia de Sanz Briz en Budapest emociona por su sensibilidad y compasion durante un episodio inhumano de la historia de Europa.

  • EL ÁNGEL DE BUDAPEST | JULIO MARTIN ALARCON

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  • La lista de Sanz Briz, el Oskar Schindler español Versión Kindle

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  • El ángel de Budapest | Penguin Libros

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  • Libro: El ángel de Budapest - 9788466659871 - Marcial Pons

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    El ángel de Budapest.[ Martín Alarcón, Julio; ]. La historia de Sanz Briz en Budapest emociona por su sensibilidad y compasión durante un episodio inhumano ...

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  • La lista de Sanz Briz, el Oskar Schindler español - IberLibro.com

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  • El Ángel De Budapest - TROA Librerías

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  • EL ANGEL DE BUDAPEST - JULIO MARTIN ALARCON

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  • La fuerza del amor (Blue Roses 3) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Sentia como los pulmones me dolian y como la lluvia se estrellaba contra mi cara. El corazon me iba a mil mientras corria detras del coche para intentar alcanzar al amor de mi vida. El se la estaba llevando y no me daba la oportunidad de poder hacer algo. Corri durante varios metros mas, mientras veia como Lyla golpeaba el cristal desesperada. Hubo un momento en el que el coche acelero y mis piernas y pulmones no lo resistieron. Cai al suelo y vi con lagrimas en los ojos como la alejaban de mi. Pero no me rendiria. Moveria cielo y tierra para encontrarla. No perderia la esperanza en lo perdido.

  • Con tal de verte volar, Miguel Gane de Miguel Gane

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    Con tal de verte volar es un homenaje a las alas que dirigen tu vuelo hasta donde solo se escucha el grito de la libertad, de la mujer libre.

  • Villa Varea de Monica Benitez

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    El timbre suena cinco minutos antes de la hora prevista, me permito demorarme un minuto en abrir, no quiero dar la impresion de estar ansiosa por conseguir otro caso, pero lo cierto es que realmente necesito el dinero. Mientras me levanto de la silla vuelve a sonar, parece que tiene prisa, lo que me hace sonreir porque suelen ser los clientes mas desesperados. Al abrir la puerta me encuentro con los ojos grises de una mujer que me observa con tanta atencion como yo a ella, ?no soy como se esperaba? Yo no se que esperaba encontrar al otro lado de la puerta, pero he de reconocer que me ha impresionado, no se si ha sido por su forma de mirarme tan descaradamente o porque su atractivo me ha descolocado por completo. --?Alejandra Varea? --Si, buenas tardes--saluda algo inquieta. --Buenas tardes, sigame, por favor. He notado la misma impaciencia que ha utilizado al llamar tambien en su voz, parece que lo que sea que necesita le urge. Cierro la puerta de entrada a mi apartamento y abro la de mi despacho invitandola a sentarse, se que ser detective privada y tener el despacho en casa no parece muy profesional, pero desde que chafe el coche y me quede pagando un prestamo de algo que no tengo y necesito, he tenido que reducir costes. --Bueno, cuenteme, ?que necesita? --le pregunto mientras tomo asiento al otro lado de la mesa. Alejandra Varea lanza un profundo suspiro al aire y se muerde ambos labios en un gesto obvio de estar buscando en su cabeza la mejor manera de empezar a hablar, la verdad es que me esta volviendo loca de curiosidad. --Vera--dice por fin--lo que necesito es algo un tanto peculiar y que quiza le haga pensar que estoy loca, puede que ese sea el motivo real de mi visita aqui, necesito que usted me ayude a demostrarme a mi misma que no me estoy volviendo completamente majareta. Alzo las cejas claramente sorprendida y Alejandra sonrie con cansancio. --Se lo que parece... --No he dicho nada--me apresuro a aclarar--quiza si me cuenta por que cree que se esta volviendo loca me ayude a entender mejor su caso, porque le confieso que estoy muy perdida. --He decidido separarme de mi marido, y mientras arreglamos los papeles me he ido de casa. Hace un par de anos herede Villa Varea, una masia que pertenecio a mis abuelos, mi marido insistio en venderla porque era demasiado grande para nosotros dos solos, pero por algun motivo decidi no hacerlo, ni siquiera di de baja los suministros y no sabe cuanto me alegro de no haberlo hecho--suspira. --Entiendo. --El caso es que me traslade hace un par de semanas y despues de recorrerla entera un par de veces, decidi que puedo convertir la planta baja en un hostal y yo vivir en la planta de arriba, que tiene acceso propio por uno de los laterales. Lo siento, me estoy yendo por las ramas--se disculpa nerviosa. --No se preocupe, no tengo prisa--afirmo en un intento de que se relaje. --De acuerdo, pues ahora viene la parte interesante--dice clavando sus ojos grises en mi--desde que estoy alli, digamos que pasan cosas... --?Pasan cosas? --pregunto sin comprender. --Si, ruidos, cosas que cambian de lugar, grifos que se abren solos en mitad de la noche, ya sabe, ese tipo de cosas--comenta sofocada. Tengo que hacer verdaderos esfuerzos para disimular el tremendo escalofrio que me ha producido lo que acaba de contarme, quiza en otra situacion pensaria que me estan tomando el pelo, pero esta mujer se ha tomado las molestias de venir hasta aqui y realmente parece afectada. --?Se refiere a presencias? --pregunto adoptando el tono mas neutro posible. --Bueno, no se si presencias es la palabra adecuada, pero esta claro que alli pasa algo. --Podrian ser ruidos provocados por las tuberias o la propia madera de las puertas, segun me cuenta, esa masia parece tener bastantes anos. --?Cree que no lo he pensado? Pero ?que me dice de los grifos abriendose solos? O el televisor... --?Que ocurre con el televisor? --pregunto con los ojos abiertos de par en par. --A veces se enciende tambien, esta manana precisamente, estaba en el bano acabando de arreglarme y de pronto he escuchado voces en el salon, por poco me da un infarto. Cuando he salido el televisor estaba encendido--asegura muy seria. --?Y no cabe la posibilidad de que usted se lo dejara encendido? Esas cosas pasan, yo misma soy la representacion absoluta del despiste. --No--niega de forma categorica--yo nunca pongo la television por la manana, de hecho, apenas la pongo, estoy segura de no haberla encendido, ni esta manana ni ayer por la noche. Oiga, detective Noriega, soy consciente de que lo que cuento es una locura, le aseguro que yo misma no creo en estos fenomenos, siempre he sido muy esceptica, pero son demasiadas cosas las que he notado desde que estoy alli y no voy a ignorarlas, no puedo pretender abrir un hostal y que la primera noche los clientes se marchen cagados de miedo. Necesito descubrir lo que sucede en mi casa. --No la estoy juzgando, senora Varea, usted dice que no cree, y yo personalmente no es que lo haga, pero si que tengo mucho respeto ante estas cosas. En mi opinion, que yo no haya visto o notado nada nunca, no significa que la gente que afirma haberlo hecho este mintiendo. --Pues siento decirle que en ese caso usted si que cree--asegura relajando la expresion por primera vez. Su afirmacion me coge tan desprevenida que enmudezco y me quedo pensativa, ?creo realmente en los fantasmas? --Lo siento, no pretendia acusarla de nada, es solo que estoy muy nerviosa, no es facil ir a ver a alguien a quien no conoces de nada y tener que explicarle algo tan delicado sin parecer una pirada. --No se preocupe, no me ha molestado para nada. Permitame solo un inciso, y por favor, no se ofenda por lo que le voy a decir, es solo una pregunta sin mas. --Adelante. --Dice usted que se esta separando de su marido. --Asi es. --?Puedo saber el motivo? Alejandra Varea duda unos instantes, pero finalmente asiente mientras se humedece los labios. --Sospechaba que me enganaba con otra, asi que contrate a un detective privado y no tardo ni dos dias en traerme una fotografia de mi marido con una pelirroja. --Lo siento--digo con sinceridad, mientras intento evitar que note que lo que acaba de confesarme me afecta mucho mas de lo que ella podria imaginar. --Gracias. --Bien, ahora viene mi verdadera pregunta. ?No cabe la posibilidad de que este usted algo estresada? El estres puede provocar que... --Ni hablar--me corta--se lo que va a decir, que debido a que mi situacion personal ahora mismo es un jodido caos, quiza he imaginado todo lo que le cuento, pero le aseguro que no es asi. Si que me esta afectando el divorcio, no se lo voy a negar, pero no me lo estoy tomando a la catastrofica, no voy llorando por las esquinas ni me paso el dia en la cama pensando en lo que he perdido. Si no soy suficiente para el, esta claro que no estoy perdiendo tanto--afirma rotunda. --Esta bien, entonces digame que es exactamente lo que necesita de mi, porque sinceramente, no veo como puedo ayudarla con ese problema. --Claro que puede, es muy sencillo, quiero que venga a mi casa y me ayude a encontrar una explicacion logica para todo lo que sucede alli, solo asi podre eliminar el problema de raiz. --?Una explicacion logica? --pregunto alzando las cejas. --Claro, tiene que haberla, para los ruidos puedo aceptar que la casa es antigua y todo eso, pero necesito saber que es lo que provoca que el televisor se encienda solo, lo de los grifos, o que a veces... Alejandra baja la mirada y duda. --A veces, ?que? --pregunto muerta de curiosidad. --Bueno, a veces tengo la sensacion de que hay alguien, se oyen pasos, susurros, y noto presencias, es algo que no puedo explicar de un modo logico, solo lo percibo. --Joder--murmuro con los pelos de punta--?no ha pensado en llamar a la policia? ?Y si realmente hay alguien alli? Dios, solo de pensarlo se me encoge el pecho, que miedo. --Ya lo he hecho, mandaron una patrulla y registraron toda la vivienda sin encontrar nada. Los agentes me aseguraron que alli no habia nadie mas que yo, y teniendo en cuenta que la historia que cuento es un poco inverosimil, pues supongo que tampoco me tomaron muy en serio. --Entiendo. De acuerdo, si le parece, manana por la manana puedo ir a primera hora y dar una vuelta por la casa para ver si veo algo que explique todo lo que dice, pero me sabe mal, porque se va usted a gastar el dinero para nada porque como comprendera, este no es el tipo de caso al que estoy acostumbrada, yo investigo otras cosas mas... --?Reales? --pregunta torciendo el gesto. --Si, digamos que si. --Ya imagino, pero no me ha entendido, detective Noriega, no quiero que venga usted a dar una vuelta por la casa, eso ya lo hizo la policia y yo misma cien veces. Lo que quiero es que se instale usted alli conmigo, que pase varios dias entre esas paredes y vea y escuche usted misma todo lo que cuento. Eso me ayudara a asegurarme de que no me estoy volviendo loca, y despues, una vez compruebe que no miento, puede empezar a investigar el motivo de todos esos sucesos, porque estoy segura de que hay una explicacion razonable para todo lo que pasa, solo que yo sola no soy capaz de encontrarla. --Es una broma, ?no? --pregunto con los ojos muy abiertos. --No estoy para bromas precisamente--asegura cruzandose de brazos. --?Pretende de verdad que me encierre en su casa para averiguar si hay espiritus? -- pregunto alucinada. --Llamelo como usted quiera, pero si, eso es justo lo que quiero. --Digame una cosa, senora Varea, antes me ha contado que contrato a un detective para destapar la infidelidad de su marido, y al parecer fue muy eficaz, segun me cuenta-- digo sin poder evitar cierta molestia porque lo contratara a el y no a mi, ese si que es un caso normal, y facil. --En efecto. --?Y por que en esta ocasion acude a mi y no a el? --Porque ya que tengo que meter a un desconocido en casa, no se ofenda, creo que me sentire mas comoda si es una mujer--dice encogiendose de hombros. --Tiene sentido--pienso en voz alta. --Digame que acepta, por favor, el dinero no es un problema, se lo aseguro, no solo herede la masia, tambien una cantidad importante de efectivo. Me pongo en pie y camino hasta la ventana, donde me detengo dandole la espalda a mi extrana posible clienta y me relajo mirando las nubes mientras sopeso lo que me propone. La idea de encerrarme en una casa con ella no me preocupa, aunque lo que cuenta es una locura, parece inofensiva. Ademas, los dos casos en los que trabajo ahora no requieren que salga a la calle a investigar, solo necesito conexion a internet y el telefono, pero la posibilidad de que sea cierto lo que cuenta me aterra, si presencio de verdad todo lo que dice, estoy segura de que me cagare encima. Desde que vi la pelicula del Exorcista, todas estas cosas me dan panico. --?De cuantos dias hablamos? --pregunto girandome hacia ella. --De los que hagan falta hasta esclarecer los hechos. --Le saldra caro--aseguro alzando una ceja. --Ya le he dicho que el dinero no es un problema, puedo extenderle un cheque con un adelanto ahora mismo, solo diga la cifra. Suspiro, la verdad es que necesito el dinero. --Esta bien, ?le parece bien que me instale manana? --La verdad es que me gustaria que empezara hoy mismo, soy esceptica con esto, pero lo cierto es que hay momentos en los que paso bastante miedo. Joder, creo que voy a arrepentirme mucho de aceptar este caso. --Vale--concedo--deme esta tarde para preparar mis cosas y esta noche sobre las nueve estare alli. ?Le parece bien? --Perfecto, no sabe cuanto se lo agradezco, de verdad--dice en tono sincero--si me presta un papel y un boligrafo le anoto la direccion. --Claro. Tras anotarme la direccion de la casa del terror y su numero de telefono, Alejandra Varea se pone en pie dispuesta a irse. --Espere--le pido nerviosa. --Digame. --?Se ha planteado usted la posibilidad de que sea real? Quiero decir, que haya un espiritu o algo asi en su casa. --He contemplado todas las opciones--asegura. --Ya veo, pero en ese caso yo no podria ayudarla. --No se preocupe, una vez tuve que documentarme sobre un tema parecido a este para un trabajo y alguien en quien confio me puso en contacto con una medium que al parecer es muy buena, si realmente hay espiritus en mi casa la llamare para que se ocupe de ellos, pero tal y como me dijo en su dia, lo primero que hay que descubrir es quien es ese espiritu y lo que quiere, y para eso la tengo a usted--asegura con una sonrisa maliciosa. Alejandra abandona mi casa y yo me dejo caer en la silla negando con la cabeza, todavia no me puedo creer lo que acabo de hacer. Hora de llamar a mi hermana y contarle mi nueva hazana.

  • La persona normal de Marijke Schermer

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  • Destinados a encontrarnos (Destino 1) de Raquel Diaz

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    Hay veces en la vida, que crees que ya no hay forma de recuperar lo perdido, y asusta; sobre todo, cuando te das cuenta de que te has perdido a ti mismo.

  • Al corriente de Christophe Van Gerrewey

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    Un hombre joven se despierta en una casa perteneciente a unos amigos que se han ido de vacaciones. Acompanado de un gato, Ratoncito, unico ser vivo del que consigue aun encarinarse, se acuerda del verano anterior, cuando todavia le amaba una mujer. Decide escribir una carta para tenerla al corriente de los ultimos acontecimientos de su vida. Recuerda las casas donde pernoctaron, las palabras que se dijeron, los secretos que compartieron.
    Pero los roles se invierten, y la amada ausente comienza a responderle, hasta que su voz desplaza a la del protagonista y expone todas sus faltas. Al corriente es el sutil e ingenioso balance de una relacion pasada que continua reverberando en el presente, un intento tragicomico de vislumbrar las dificultades practicas y los deseos en conflicto del amor moderno. ?Como conseguir comprender el amor si no nos comprendemos ni siquiera a nosotros mismos?

  • Cronicas del desamor de Elena Ferrante

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    Las tres novelas que han consagrado a Elena Ferrante como una de las voces mas solidas de la literatura italiana actual.Las tres piezas que encontramos enCronicas del desamortienen como protagonista a una mujer, y las tres indagan en el dolor femenino con mano firme, sin concesiones al sentimentalismo.El amor molesto, la primera de las piezas, narra la relacion de Delia con su madre Amelia. Mi madre se ahogo la noche del 23 de mayo, el dia de mi cumpleanos…, escribe la narradora en la primera pagina, y de ahi en adelante todo sera descubrir quien era realmente Amelia.La segunda pieza, tituladaLos dias del abandono, cuenta la historia de una mujer joven, madre de dos hijos, que de repente es abandonada por su hombre y tiene que enfrentarse a un nuevo modo de vivir. Sola en Turin, la mujer cae en una espiral de dolor que la paraliza, y Ferrante consigue que sintamos esa angustia de una manera casi corporea: sus gestos, sus palabras, todo su cuerpo es la pura expresion de un mal oscuro que va mas alla de la traicion, como si la tragedia griega se hubiera encarnado en el animo de una mujer de hoy. Luego, poco a poco, el resurgir, ese nuevo pacto con la vida que ya se hace desde otras premisas, esa madurez tan …

  • Secreto compartido de Sabrina Mercado

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    Selma esta descorazonada. A pocos dias de irse a vivir juntos y de manera repentina, su novio ha roto con ella, desarmando la estructura que la mantenia segura. Desolada pero no abatida, decide seguir adelante y avanza con su proyecto de partir de la casa de sus padres.
    Un incidente fortuito la involucra con Nadir, un apuesto y enigmatico joven del que nada sabe, pero que irrumpe en su vida con un torbellino de sensaciones nuevas. Cuando la pasion la devora y cree que el amor con mayusculas se ha instalado en su vida, el desaparece misteriosamente, sin dejar rastros.
    Su vida termina desarticulandose por completo cuando sucede algo inesperado que suma mas vacilacion a su existencia. Con unos padres anticuados que rechazan sus decisiones y una amiga lejos que no puede brindarle el apoyo que necesita, se siente perdida.
    ?Que les deparara el futuro? Nadir mantiene en firme una vieja promesa, sabiendo que eso lo aleja indefectiblemente de Selma. Ella ignora que ese secreto puede decidir el porvenir de ambos, y escapa para olvidarse de todo e intentar comenzar de nuevo.
    ?Seran las conexiones invisibles que los unen lo suficientemente fuertes para aplacar la angustia de la incertidumbre? ?Podra ese nexo intangible impedir que la decepcion le gane a la esperanza? ?Acaso el gran amor que ambos se prodigan sea el que termine separandolos para siempre?

  • Rewind de Juan Tallon

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    Un viernes de mayo, con visos de ser un dia perfecto, se produce una explosion extrana en un edificio de Lyon. En uno de los pisos del inmueble, que queda reducido a escombros, vive un grupo de estudiantes de distintos paises que esa noche celebraba una fiesta. Paul, alumno de Bellas Artes; Emma, perseguida por la tortuosa historia de su familia espanola; Luca, fascinado tanto por las matematicas como por el ciclista Marco Pantani; e Ilka, una estudiante que dejo Berlin con solo su guitarra a cuestas, son los inquilinos de una vivienda muy frecuentada por los universitarios de la ciudad. En el domicilio vecino, tambien afectado por la explosion, reside una discreta familia marroqui, en apariencia bien integrada en la vida francesa.
    La novela explora lo sucedido desde varios puntos de vista. A traves de cinco narradores, victimas y testigos, conocemos que ocurrio esa noche de viernes, asi como sus consecuencias a lo largo de los tres anos siguientes, hasta cubrir con sus relatos cada angulo muerto de la explosion.
    Rewind indaga en la posibilidad o imposibilidad de rebobinar, en los fantasmas personales, en los golpes de azar, en la persona que al final no somos, en los secretos que deben o no deben contarse y en la capacidad de las personas para rehacerse cuando se rompen. La novela es una maniobra de espionaje de los mecanismos de la propia vida, que cambia sin avisar, gira, salta por los aires y te destruye sin que estes preparado: y de manera igual de incomprensible o mas, si eso no acaba contigo, permite que te rehagas y que sigas adelante

  • Veloces las ruedas de Erina Alcala

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    Cuando Carmen y Rafa tuvieron su primer hijo, lo llamaron como su padre. Rafael Pelaez, habia sido toda la vida policia Local de Sevilla, aunque vivian en Camas porque Carmen, era de Camas y trabajaba en el Ayuntamiento en los primeros Servicios Sociales que se implantaron, ella era politica, no trabajaba para el Ayuntamiento, sino que era parte de un partido politico que gano las elecciones y la nombraron la Concejala de Servicios Sociales. Asi se conocieron. Se casaron y tuvieron a su primer hijo. Rafael estaba muy orgulloso del pequeno, pero cuando nacio su segunda hija Rocio, esta no se separaba de su padre ni por asomo y su hijo mayor era mas independiente ya desde pequeno. Sin embargo, Rocio era la viva imagen de su padre, hasta los ojos raros grises plateados eran suyos. Mas tarde cundo ya no esperaban mas hijos, vino Sergio el pequeno. y asi conformo su familia a la que adoraba. Rafael era un hombre alto y recto, estricto en el trabajo, y muy trabajador, pero era un guason de cuidado. Y eso lo heredo Rocio de el. Pronto se compraron una casa, porque Carmen casi ganaba mas que el y estuvo casi 16 anos en la politica metida. Pero la dejo cuando otro partido gano las elecciones y se quedo en casa. Habian pagado una buena casa y los hijos estaban en una edad mas complicada y ella queria disfrutar de ellos. La politica le habia ocupado horas interminables de no pasarlos con sus hijos y sentia que les habia robado el tiempo. Estaban muy enamorados y al no tener deudas y Antonio ganar un buen sueldo, ella se quedo en casa, hacia algunos cursos, pero nada mas. 16 anos, mas las que estuvo de joven en el partido, habian sido suficientes. Rocio crecia y su padre estaba orgulloso de todos sus hijos, pero Rocio era su ojito derecho. Ya desde pequena decia que iba a ser policia como su padre. Se ponia la chaqueta de gala que arrastraba por el pasillo de la casa, y se hacia una pistola de carton. --Debes tener cuidado con las armas Rafa --Le decia Carmen--, esta nina es un peligro. De adolescente fue distinta al resto de las ninas, en cuanto su padre volvia a casa se iba de paseo al campo y queria que su padre le contara que habian hecho ese dia o merendaban fuera, o si era verano, le compraba un helado. Rafa no queria ir con ellos. Ya estaba con sus amiguetes y las chicas y Sergio era pequeno, aunque a veces se lo llevaban, era muy madrero. Asi que su padre agrandaba las historias que a ella le parecian magicas y le encantaban los uniformes. Cuando su padre se vestia lo miraba ponerse toda la parafernalia sin perderse un minimo detalle. Cuando acabo el instituto, le dijo a su padre que no iba a ir a la universidad, y su padre se enfado un poco, pero ella le prometio que haria criminologia por la UNED, pero antes queria ser como el y empezo a prepararse las oposiciones para cuando salieran. Y la segunda vez aprobo. Pero esa vez su padre, ya estaba muy enfermo. Mientras estudiaba en casa las oposiciones, se metia a estudiar a la habitacion de su padre que estaba al final en cama y este le decia que debia tener cuidado si aprobaba, que habia que ser recta en el trabajo, y una seleccion de normas que ella anoto en una libreta. Sabian que a su padre no le quedaba mucho. Su madre cogio una depresion y sus hijos hicieron una pina para pasar todo el tiempo con el. Rafa, el mayor, tampoco quiso ir a la universidad y Sergio terminaba el colegio. Ese si queria ser informatico desde que nacio. Cuando aprobo las oposiciones, y apenas le quedaban dias para hacer su graduacion y que le dieran la plaza, su padre murio y para ella fue de una gran tristeza que su padre no pudiera verla vestida con su uniforme con todos sus companeros y sus oposiciones aprobadas, pero su madre si hizo un esfuerzo para ir a verla con sus hermanos. Luego se encerro en casa a pasar su luto, como todos, salvo que Rafa, estaba montando un pub nocturno, ella empezo a trabajar en Sevilla en el centro de Triana, la misma comisaria en la que trabajo su padre. La dejaron dos anos en la administracion y contestando el telefono y ella aprovecho para cumplir la promesa que le hizo a su padre, apuntarse a la Universidad a Distancia y estudiar Criminologia. Cogia asignaturas sueltas y no le importaba tardar cinco anos en acabar la carrera, la acabaria. A los dos anos de estar al telefono, le asignaron como companero el companero de su padre, que fue un padre para ella y le enseno mucho. Y por fin patrullaba en un coche en la calle. Manolo, la protegia por ser la hija de su mejor amigo y companero, y le enseno todo cuanto sabia. Con el tiempo y la cabo de unos anos, acabo la carrera, y cuando su madre ya estaba mejor, su hermano Rafa, se echo una novia, Alba y entre ambos llevaban el pub y alquilaron un pequeno atico que estaba encima del bar y era del mismo dueno. Solo tenia el pub y la vivienda arriba. Y se independizo. Su hermano Sergio entro en la universidad a hacer informatica. Y ella se independizo tambien a un apartamento en Triana de dos dormitorios, a veinte minutos de su comisaria, se habia comprado un coche pequeno y ahorraba lo que podia, tenia un buen sueldo con los turnos. Se alquilo el piso vacio porque era mucho mas barato, lo pinto ella un fin de semana que no tenia trabajo y en unas tardes se fue a Ikea y se volvio loca, comprando todo. Su hermano Sergio le echo una mano para montar las cortinas y las lamparas y el resto lo puso ella. Vivir independiente era estupendo, aunque echaba de menos llegar y tener la comida hecha y la ropa limpia, pero no queria darle trabajo a su madre ya mas. Aun le quedaba Sergio en casa. Y su pension de viudedad no era demasiado alta. Asi, podia salir con algun chico, y tener su intimidad. Hasta que con 28 anos conocio a un empresario americano, Lucas una noche en un bar de copas y empezaron a salir, claro que Lucas solo iba a estar unos meses en Espana, pero decidieron salir ese tiempo juntos. Pero jamas, olvidaria que por unos dias su padre no la habia visto vestida de uniforme. Le consolaba que pudiera cuidarla desde arriba y que se sintiera orgullosa de ella en el trabajo. Y estaria contento de que estuviese con Manolo, su mejor amigo y companero, un padre para ella. CARLOS. La madre de Carlos, Antonia, llego a Barcelona de jovencita. En su pueblo no habia nada, y sus padres tenian hijos que alimentar. Ella era la pequena y sus tres hermanos varones emigraron a una fabrica de coches en Alemania a trabajar. Y ella se quedo con sus padres. Su vida era trabajar en el campo. Pero cuando la gente que habia emigrado a Barcelona bajaba a las fiestas del pueblo en agosto, un tio suyo, Emilio, el hermano pequeno de su padre, que habia emigrado a Manresa, un pueblo grande de Barcelona, le dijo que le dejara que se la llevara, que iba a hacer la pobre chica alli en el campo. En Manresa, donde vivia su tio, tendria mas probabilidades de entrar en una fabrica o en algun lugar y ganarse su dinerito. Sus padres accedieron a duras penas porque se quedaban solos, pero Antonia queria irse a vivir otro mundo que no un pueblo de 700 habitantes, en el campo. Asi que le metieron la poca ropa que tenia en una maleta y cuando paso la feria y sus tios se fueron a Manresa se la llevaron con ella. Tenia una prima de su edad, Encarna, trabajando en una fabrica de suelas de zapatos y alli le consiguio su tio un trabajo con su prima. Les daba una pequena parte a sus tios para la comida y vivir alli en su casa, pero la mayoria del sueldo se lo dejaban para que ahorrase. Alli fue muy feliz con sus tios y su prima. Llevaba ya tres anos en Manresa cuando un dia salio con su prima por Barcelona y conocio a Gerard que iba con un grupo de amigos. Gerard era un chico alto y guapo o eso le parecio a ella y trabajaba en trabajos de altura, en estructuras y demas. Iba a verla todos los fines de semana a Manresa hasta que, al ano, se hicieron novios y a los dos se casaron y se fueron a Barcelona. Se compraron un piso, Gerard ganaba un buen sueldo y tuvieron un hijo, Carlos. Ya no tuvieron mas hijos. Carlos, era un chico alto y serio y se preguntaban a quien les habia salido ese nino tan serio, porque ellos eran simpaticos. Carlos crecio sin mas hermanos. Lo intentaron, pero ya no pudieron tener mas hijos, asi que fue un nino bueno y un buen adolescente y un dia llego a casa y dijo que queria ser mosso descuadra. Y se quedaron los padres sin saber que decir, pero su padre le dijo que primero la universidad y despues hiciera lo que quisiera.

  • Dulce amor de Elizabeth Bowman

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    Una historia de amor y segundas oportunidades en la Norteamerica del siglo XIX.

  • HHhH de Laurent Binet

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    HHhH. Tras este misterioso titulo se esconde la frase en aleman Himmlers Hirn heisst Heydrich, <>. Esto es lo que se decia en las SS de Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo, considerado el hombre mas peligroso del Tercer Reich y una de las figuras mas enigmaticas del nazismo. En 1942, dos miembros de la Resistencia aterrizan en paracaidas en Praga con la mision de asesinarlo. Despues del atentado, se refugian en una iglesia, donde, delatados por un traidor y acorralados por setecientos hombres de las SS, se suicidan.

  • Scorpio (13 Milimetros 1) de Beatriz G. Lopez

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    Un pasado turbulento ha llevado a Annibal Scorpio a liderar una importante organizacion de trafico de drogas. Su nombre es reconocido dentro del crimen organizado, tan respetado como temido. Tiene todo a su alcance: dinero, lujos, mujeres. Poder. Un entorno blindado que le asegura inmunidad.
    O eso creia.
    Una llamada telefonica. Nadie al otro lado de la linea. Y los cadaveres de dos hombres aparecen en un callejon. Nada fuera de lo comun para la policia de una ciudad acostumbrada al crimen. Hasta que descubren sus identidades.
    Scorpio es un hombre arrogante, orgulloso, agresivo. Acostumbrado a ganar. Pero un asesino anonimo esta poniendo a prueba a su organizacion. Le esta poniendo a prueba a el. Las pistas son confusas. No hay huellas. Tan solo un juego macabro que deja siempre la misma firma: un numero tallado en metal.

  • Trilogia Completa Desde el infierno de Enrique Laso

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    La nina habia pasado toda la noche gimiendo. Era casi como una especie de ronquido gutural, salido de las entranas de un animal, en lugar del cuerpo enjuto, casi famelico, de una criatura de apenas diez anos. Estaba acurrucada en una yacija conformada por sacos de paja desigualmente repartida. Sus padres, mas por desesperacion que por resentimiento o temor, la habian confinado en un cobertizo que usaban para resguardar de la lluvia los aperos de labranza y algunas pertenencias de escaso valor que con los anos habian ido heredando de diversos familiares. El medico se aproximo con aprehension a la chiquilla, que parecia dormitar, aunque respiraba con sacudidas constantes, impropias de un ser humano. – ?Cuantos dias lleva postrada en este estado? – Una... una semana... – se atrevio a responder la madre, segura de recibir de inmediato una reprimenda por parte del medico. El doctor lanzo un suspiro de resignacion y tomando la mano de la criatura trato de medirle el pulso. Sintio un escalofrio intenso al percatarse de que el corazon de la nina apenas latia... !poco mas de 20 pulsaciones por minuto! Era completamente imposible. Los padres permanecian en una esquina del oscuro chamizo, apretados el uno contra el otro, preocupados y un tanto avergonzados. Mantenian los ojos clavados en el facultativo, esperanzados en que al fin, aunque fuera a costa de una significativa parte de sus escasos ahorros, aquel hombre que parecia bueno y sabio, sacara a su Magdalena de aquel ensimismamiento en el que se habia sumido repentinamente. El medico tomo la temperatura a la pequena, y nuevamente un estremecimiento se apodero de sus entranas: 31deg centigrados, otra vez un indicador absolutamente incompatible con la vida. Pero la nina... !estaba respirando! – No acierto a comprender... – musito el facultativo, casi para sus adentros. De subito la nina se giro, como recobrando las fuerzas. El doctor se aproximo un poco a la pequena, esperanzado. La chiquilla abrio los parpados y el hombre pudo contemplar horrorizado unas pupilas completamente negras y en forma de cruz invertida, que contrastaban tenebrosamente con el resto de sus ojos, de un color purpura intenso, como si toda la sangre de su demacrado cuerpo se hubiera apelmazado y podrido en ellos. – !Que diablos! - exclamo el medico, aterrado, mientras se apartaba de aquella criatura. La pequena entonces se incorporo de subito, como impulsada por un resorte, y abrio de una manera desproporcionada su boca para emitir un bramido rudo e ininteligible. Despues se desplomo, como si hubiera perdido su ultimo halito de vida. 2. Mexico D.F., redaccion del periodico "Las Noticias" Jose Antonio Sancho caminaba pesadamente entre las mesas de la redaccion del periodico en el que venia trabajando los ultimos cinco anos. Tras mucho tiempo deambulando de medio en medio por fin algo de estabilidad, y sin embargo... Ahora su puesto de trabajo estaba en peligro. Las Noticias llevaba meses sin tener una exclusiva que llevarse a la boca: los diarios cada vez se vendian menos y tampoco la version digital tenia una gran audiencia. Resultado: los ingresos publicitarios habian descendido enormemente, y eso iba a suponer un recorte en la plantilla. Todos los sabian. Pero para Jose Antonio era todavia peor. Habia llegado procedente de Espana, de donde era oriundo, con la esperanza de dejar atras un pasado manchado por dos rotundos fracasos: uno profesional y otro amoroso. Si lo echaban de Las Noticias se encontraria en un pais que no era el suyo y ademas sin empleo. No queria ni pensarlo, aunque ahora resultara casi inevitable hacerlo. Llego a su mesa y encendio su ordenador con desgana. Miro su agenda de contactos pare ver a quien podria telefonear esa manana. Quiza detras de un nuevo asesinato, algun secuestro o una rina entre bandas mafiosas podria estar la historia que llevaba tiempo buscando: una que impulsase su carrera y que despertase en el ciudadano medio la pasion por volver a leer, por volver a seguir un caso desde el lado independiente de un periodista maduro que ya no tenia nada que perder. Fue entonces cuando le sobresalto el sonido del telefono de su mesa. – Al habla Sancho, ?quien es? Jose Antonio espero unos segundos. Era extrano que le llamasen al terminal fijo, en una epoca en la que ya todo el mundo disponia de su celular. Por unos segundos penso que podria tratarse de Amador, el jefe de personal, que le iba a comunicar su despido. – Jose Antonio, soy Liliana, de recepcion. Llama una persona muy nerviosa. No se si es un charlatan... Dice que estan sucediendo cosas extranas en las afueras de Guadalajara, y que quiere hablar con un periodista de sucesos sin prejuicios. He pensado que tu... La buena de Liliana, siempre tan atenta. En lugar de transmitir la llamada al jefe de redaccion se la pasaba a el. Era una oportunidad. Lo mismo se trataba de las divagaciones de un chalado, pero su intuicion le decia que esta vez era la ocasion que andaba buscando. – Pasame la llamada. Y gracias, te debo una mas... A los pocos segundos pudo escuchar la respiracion agitada de un hombre mayor al otro lado de la linea. – El periodista de sucesos de Las Noticias Jose Antonio Sancho al habla - dijo en un tono neutro, cargado de profesionalidad. – Se… senor... – ?Si? – Mire, le llamo desde Zapotlanejo, Jalisco, cerca de Guadalajara... – Si, si, conozco la ciudad. He estado alli en un par de ocasiones. El hombre parecio calmarse al escuchar que Jose Antonio sabia donde se encontraba. Estaba como asustado, y hablaba entrecortadamente. – Estan sucediendo cosas extranas... – Le ruego que se explique. – Posesiones... demasiadas posesiones... Sancho sintio que se hundia un poco en su silla. ?Posesiones? Liliana tenia razon, un nuevo chiflado que perturbado por haber transmutado su sangre en cerveza y tequila llamaba para hacer participe de sus pesadillas al primero que quisiera hacerle caso. – ?Posesiones? Puede ser un poco mas preciso... – El diablo. Creemos que el diablo esta detras de todo esto. Aqui en Zapotlanejo ya van tres ninas poseidas; pero es que en Tonala hay otros tres casos, en Puente Grande otros dos y en El Salto dos mas... El hombre que le hablaba no parecia un mamarracho. Aunque un tanto confundido, el tono de su voz y la forma de expresarse denotaban un cierto nivel educativo. – ?Y usted como ha tenido conocimiento de estos casos? – Soy medico. Pertenezco al IMSS-Oportunidades, y atiendo a los barrios mas pobres y conflictivos... Todas estas ninas son de familias humildes, que viven casi en la indigencia. He atendido personalmente ya a siete de esas criaturas. Todas presentaban sintomas similares y al final los casos han ido cayendo en mis manos. Es horrible... – Pero, ?por que recurre a un periodista? – !Porque yo soy un medico! ?A quien puedo andarle contando que pienso que un punado de chiquillas estan poseidas? !No lo entiende! Jose Antonio aguardo unos instantes. Su instinto le corroboraba que alli detras habia una historia. Quiza la Gran Historia que necesitaba. Si salia con su coche ya mismo al caer la tarde podria estar en Zapotlanejo sin problemas, tomando la Federal 15. – Necesito verle en persona. Necesito que me facilite sus datos y corroborar esta historia. – Estoy dispuesto a colaborar. Pero pongo una condicion... Usted mantendra a salvo mi identidad. Quiero que alguien ayude a esas ninas, pero tambien deseo desvincularme cuanto antes de este asunto. – Cuente con ello. Mientras Sancho anotaba la direccion del medico en Zapotlanejo y el numero de su celular, sintio que las piernas le temblaban. Era el temblor agradable de la excitacion que provoca encontrase frente a un reportaje de fabula. Ya no tenia dudas: ese caso iba a cambiar su destino para siempre. 3. Pequena iglesia en Coyoacan, delegacion de Mexico D.F. El padre Salas acababa de finalizar la misa de la tarde y estaba recogiendo el caliz, la estola y la casulla y las estaba doblando con sumo cuidado cuando sitio que alguien entraba de nuevo en su pequeno templo. Penso que seria algun parroquiano que deseaba hablar con el en la intimidad, una vez el resto de feligreses hubiesen abandonado la iglesia. Pero cuando se giro para ver a su intempestivo huesped descubrio un rostro familiar y un subito estremecimiento hizo que todos los enseres que portaba entre las manos se le escapasen, desparramandose sobre el suelo del altar. – Padre Salas, despues de tanto tiempo pareciera que ha visto usted al mismisimo maligno, en lugar de a un viejo amigo - dijo el hombre, esbozando una sonrisa, mientras se aproximaba a el y trataba de ayudarle a recoger el caliz. El padre Salas no habia reconocido en aquel hombre a ningun angel caido, pero si a la mano derecha del Arzobispo de la Archidiocesis Primada de Mexico. Y que hubiera ido a visitarlo hasta su pequeno retiro en una iglesia en ruinas perdida en Coyoacan no podia significar nada bueno para el. – ?Que quieres de mi? - inquirio el padre Salas de forma directa, tuteando a su interlocutor. El visitante dejo el caliz sobre la mesa del altar y despues se aproximo mas al cura, para poder posar ambas manos sobre sus hombros. – Siempre has sido un hombre inteligente. Posiblemente uno de los mas inteligentes que jamas haya conocido. – Y tu uno de los mas astutos... – No se como tomarme ese comentario... Pero debo ser humilde y mostrarme resignado, porque estas en lo cierto: te necesitamos. – Sabes bien, como lo sabe tambien el Arzobispo, que nada que podais necesitar de mi me interesa. Por eso me retire a esta pequena iglesia. Aqui estoy en paz con Dios, aqui ayudo a gentes humildes y soy de utilidad a Nuestro Senor - replico el padre Salas, mientras elevaba su mirada para contemplar, buscando algo de calma, al Cristo crucificado. El visitante se alejo unos pasos, y dirigio la vista hacia las dos hileras de bancos destartalados que podian acoger como mucho a un centenar de almas, el mas transitado de los dias. – Padre, jamas hubiera venido a verte por un interes personal, y muchisimo menos me hubiera obligado a hacerlo el Arzobispo. Tenemos bien claro que no quieres saber nada mas de nosotros, y te hemos respetado durante bastante tiempo, aunque no compartamos tu decision - declaro con cierta tristeza la mano derecha de la maxima autoridad de la Iglesia Catolica en Mexico, antes de volver a encararse a su interlocutor -. Si me he visto obligado a llegar hasta aqui es porque de verdad te necesitamos. De verdad le necesitan... El padre Salas retrocedio torpemente unos pasos. Se sentia mareado y confundido. A su mente regresaban episodios de su vida que creia haber dejado atras para siempre. Y que bajo ningun concepto deseaba volver a revivir. – ?Quien puede necesitarme? – ?No ves la television? ?No escuchas la radio? ?No lees la prensa? ?Ni siquiera navegas por Internet, ahora que esta tan de moda? – Apenas... Me dedico a rezar, a leer la Biblia, a los fieles y a tratar de ayudar a los mas necesitados... El visitante le dio un ejemplar de aquel mismo dia del periodico Las Noticias, uno de los mas leidos en el D.F. – Pues estas ninas te necesitan, padre Salas. Es usted el unico que puede salvarlas. Manana le esperamos a las once de la manana en los despachos de la Catedral Metropolitana. Ahora queda en tu mano que haras, yo ya te he transmitido el mensaje. Habla con el Senor esta noche... – musito el visitante, mientras se alejaba de el, dejandolo nuevamente a solas en su misero templo. El padre Salas leyo el titular a cinco columnas del periodico Las Noticias que le habia tendido su visitante: "Al menos ocho casos de posesion confirmados en Jalisco". Firmaba la cronica un tal Jose Antonio Sancho.

  • Sweet Manhattan de Lina Galan

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    Aquel fue un gran descubrimiento para Brooklyn. A sus cinco anos, la nina obedecia fielmente a Jocelyn, su nanny, que solia acostarla cada noche y le leia un cuento hasta que se quedaba dormida. Pero, en aquella ocasion, la inocente lectura no fue suficiente para que su sueno se volviera profundo. Unas voces en la planta de abajo le hicieron levantarse y caminar descalza por el pasillo, con su primoroso camison blanco de encajes. Su curiosidad infantil la llevo a la parte superior de la escalera, donde, agarrada a la baranda de madera, oteo el horizonte en busca de los acontecimientos que tenian lugar en la parte inferior de la casa. Aquellas voces y risas resultaron deberse a una de las veladas sociales que organizaban sus padres mientras ella y su hermano, Kayden, cuatro anos mayor, dormian apaciblemente en sus habitaciones. Observo a su madre, Alice, tan elegante como siempre, y a su padre, Cameron Edwards, candidato por aquel entonces a la alcaldia de Nueva York y que necesitaba de aquellas reuniones para obtener votos y popularidad. Tambien observo al hombre que ella conocia como el abogado de su padre y que aquella noche aparecio con su hijo, un chico de unos dieciocho anos, alto, moreno y con una contagiosa sonrisa. En cierto momento, el joven elevo su mirada y se topo con la de Brooklyn, cuya carita permanecia entre los barrotes de la balaustrada. El muchacho sonrio, le guino un ojo, y ella le devolvio la sonrisa, aunque despues el volviera a sus cosas de adulto, como estrechar manos y saludar. El caso es que aquella no fue la unica vez que la nina aparecio en lo alto de la escalera. A partir de entonces, cada vez que Brooklyn oia algo que le hiciese sospechar que habia visitas, se hacia la dormida tras la lectura del cuento por parte de Jocelyn y, minutos despues, andaba descalza hasta la escalera, se sentaba en el primer escalon y apoyaba su rostro entre los barrotes. En su mente infantil, sonaba que aquel joven un dia decidia subir los peldanos, la tomaba de la mano y la acompanaba a mundos lejanos, con caballos que volaban y arboles de gominola. La cria fue creciendo, y los suenos con aquel chico se transformaron en otros muy diferentes. Ya era una adolescente cuando continuo con la misma rutina nocturna. Aunque ya no necesitaba a su ninera para arroparla, ni cuentos que la hiciesen dormir, se levantaba a hurtadillas y corria hacia la escalera para buscar con la mirada a Jonathan Reed, el protagonista de sus suenos ya nada infantiles. Incluso, si alguna vez invitaba a alguna de sus amigas a dormir, todas ellas corrian hasta el descansillo en plena noche para poder comentar los vestidos de las mujeres, sus peinados o la aparicion de algun chico que pudiese suscitar algun interes, algo que no solia ocurrir muy a menudo en reuniones de politicos de la edad de sus padres como minimo. Brooklyn tenia catorce anos y calculo que Jonathan tendria sobre los veintisiete el dia que este se presento en su casa con su prometida, una rubia a la que odio de inmediato a pesar de su cara de angel. --Es muy mayor, te lo he dicho mil veces --comento Sally, una de sus amigas--. ?Como te puede gustar un tipo tan viejo? --No es viejo --gruno Brooklyn--, y es guapisimo. ?No habeis visto los bonitos hoyuelos que se le forman cuando sonrie?, ?y sus ojos verdes? Jamas en mi vida he visto unos ojos como esos. --Sin dejar de contemplarlo, suspiro ruidosamente. --A mi tambien me parece mayor --intervino Kimberly, otra de sus mejores amigas--, aunque lo salva bastante como va vestido. Me gustan los chicos con uniforme. Jonathan, por aquel entonces, ya era el teniente Reed. Despues de sus estudios en Harvard, se alisto en el cuerpo de Marines --Brooklyn no supo nunca el motivo, aunque oyo hablar a su padre sobre el disgusto de su amigo-- y lo solian enviar a misiones en el extranjero, por lo que sus visitas se habian espaciado considerablemente. Su padre, Samuel Reed, fiscal asistente del distrito, no parecia estar muy contento con el hecho de que su hijo no continuase con la tradicion familiar de dedicarse al derecho, pero parecia ser que Jonathan tenia bastante claro su futuro militar. --Vale, aceptamos que sea guapo --continuo Sally--. Pero ?que me dices del detalle de que tenga novia? !Y encima es una belleza! --No es la primera novia que presenta --se defendio Brooklyn--. Seguro que con esta tambien acaba rompiendo. --Tal vez, pero se ven muy enamorados --la pincho Sally. --Como con todas las demas --volvio a defenderse. --Y, luego, ?que? --pregunto su amiga--. ?Te casaras tu con el? --Lo veo un poco improbable --dijo Kimberly, con petulancia--. Hasta aqui llegan los destellos del enorme anillo de prometida que lleva la chica en el dedo. Brooklyn sintio unas enormes ganas de empujar a sus invitadas escaleras abajo. !Debian apoyarla! ?Para que estaban las amigas, si no? --!O puede que se muera y acabe viudo! --grito, presa de la rabia. --Oh, vamos, Brook, no te pongas dramatica. ?De verdad vas a desear que se muera la pobre chica? --Yo no he dicho eso, pero podria pasar. --Brooklyn se sentia ligeramente mal por su comentario desafortunado, pero no pensaba retractarse ante ellas--. Las personas tienen accidentes todos los dias... --!Deja de decir eso, Brook! --exclamo Kimberly--. ?Por que no admites de una vez que un hombre como ese jamas se fijaria en ti? !Eres una nina! --Muchas gracias, amiga --gruno, enfurrunada. Le sento muy mal que no le dieran ninguna esperanza, aunque fuese fingida, como haria cualquier amiga. Algo asi como <> o <>. !Las amigas estaban para lo bueno, para lo malo y para mentir si era necesario! Lo malo, en aquel asunto, fue que llevaban toda la razon. Jonathan y su prometida se casaron un ano despues. El dia de la boda, Brooklyn se paso el tiempo engullendo canapes y probando a escondidas todas las bebidas alcoholicas que ofrecieron en el banquete. Como resultado, pillo su primera borrachera y, para colmo, no llego ni a acercarse al novio, que, por cierto, con su uniforme militar estaba espectacular. La ultima vez que Brooklyn vio a Jonathan en su casa fue la noche que aparecio con su mujer embarazada. La joven ya no apoyaba su cara en los barrotes de la escalera, pero si se quedo en el piso superior, para poder contemplarlo, como siempre, desde la distancia. Los vio tan felices que sus suenos infantiles murieron aquel mismo dia, puesto que ella misma ya era una mujer adulta, que estudiaba, salia con chicos, se divertia... y en cuya vida ya no habia espacio para el joven de bonita sonrisa que siempre contemplo desde la altura de una escalera. Ese chico se habia convertido en un hombre casado y futuro padre, muy lejos de su alcance. Aunque si que volvio a saber de el: en el funeral de su esposa. El dia que Brooklyn supo la noticia, lloro amargamente, sintiendose culpable. Ella habia llegado a desear la muerte de esa mujer y dicho deseo se habia cumplido... El ya capitan Reed estaba destinado en Tunez, donde hubo un atentado en los alrededores de la embajada norteamericana. La mala suerte quiso que ese dia, el y su esposa estuviesen invitados, junto al resto de oficiales, a una recepcion con el embajador. Un coche bomba mato a varios soldados y diversos civiles, entre los que se encontraba la mujer del capitan. Tambien hubo heridos, uno de ellos Jonathan, que no pudo asistir al funeral de su difunta esposa debido a la gravedad de sus heridas... --Es bonita la cicatriz --le dice el chico. El corazon le da un vuelco y se lleva la cabeza de muneca al pecho. --?Bonita? Es una cicatriz. --Es una senal de haber sobrevivido. JULIANNA BAGGOTT, Puro Capitulo 1 Un agudo dolor de cabeza, sed y sensacion de nauseas fueron los sintomas que reconoci en el momento de despertarme: aquello era una horrible y pesada resaca. Ciertos flashes de la noche anterior asaltaron mi mente embotada, pero preferi intentar levantarme antes de que pensar demasiado terminara haciendome explotar el craneo. Nada mas abrir los ojos, parpadee por la intensa claridad que ya entraba por la ventana, lo que me hizo incorporarme de golpe en la cama, a pesar de los pinchazos en las sienes. Porque, si entraba tanta luz, se debia a que ya serian mas de las ocho... --!Mierda! !Voy a llegar tarde! !Otra vez! Fue justo al desprenderme de la sabana que descubri mi cuerpo desnudo. ?Desde cuando me acostaba yo asi si tenia una buena coleccion de pijamas? Temiendo responderme a mi misma a esa pregunta, ladee la cabeza hacia el otro lado y me encontre con lo que mas temia: un desconocido durmiendo junto a mi, en mi cama, acurrucado en mi almohada, tan en pelotas como yo. --!No, no, no! Pero !?que hice anoche?! Por mas que escarbaba en mi cerebro, no encontraba mas que unas pocas imagenes de mi misma en la fiesta de Patrick, de mis amigas, del retumbar de la musica, de un bailecito sexy encima de una mesa... Ya no habia tiempo para eso. Debia deshacerme de aquel tipo ya. --!Eh, tu, despierta! --grite mientras lo zarandeaba--. !Despierta de una vez, joder! El desconocido parpadeo, me miro y despues miro a su alrededor. --?Donde estoy? --En la Casa Blanca, capullo. !Levantate ahora mismo! --Le di un empujon y el cuerpo del hombre impacto con un golpe seco contra el suelo de madera. Hasta a mi me dolio. --!Oye, guapa! --se quejo, tras incorporarse--. !Seguro que anoche no me echaste asi de tu cama! --!?Que paso?! --le exigi saber--. ?Tu y yo...? Ya me entiendes... --!Y yo que se, no me acuerdo! --refunfuno mientras buscaba su ropa y sus zapatos--. ?Donde demonios estan mis cosas? --Ay, Dios... --murmure--. !Mira en el bano! ?Me habria metido en la ducha con ese tipo? ?Y que habiamos hecho con la ropa? !La mia tampoco estaba por ninguna parte! --Solo he encontrado los calzoncillos y los zapatos --dijo el chico antes de salir con esas pocas prendas sobre su cuerpo. Me habria reido ante semejantes pintas si hubiese sido buen momento para hacerlo. --?De verdad no puedes acordarte de si nos acostamos tu y yo? --insisti. --Lo ultimo que recuerdo es verte caer de una mesa --me explico--. Te tuve que coger al vuelo porque estabas muy borracha, te enganchaste a mi cuello y, despues de eso, nada. --Oh, genial --me lamente. !Ni siquiera podia saber si habia usado proteccion! --A ver, a ver, no entremos en panico. --Me coloque una camiseta que saque de un cajon, para taparme, y retire las sabanas hasta tirarlas al suelo--. Tu mira debajo de la cama, yo lo hare entre las sabanas. --?Y que se supone que tengo que buscar? --!Un condon usado, idiota! --Ah, vale, entiendo... Por si lo hicimos a pelo, ?no? --Oh, callate... --gemi. Con tan solo oir aquella posibilidad, me inundo el panico... porque aquello me hizo recordar que mi vida sexual era un autentico desastre. En las pocas relaciones que habia tenido, ni siquiera habia sido capaz de disfrutar del sexo, y, para una vez que parecia haberme desmelenado y decidido meter a un desconocido en mi cama, resultaba que no me acordaba de nada. ?Y si esa vez habia tenido un orgasmo colosal? !Nunca lo sabria! Mire al tipo, tirado en el suelo, buscando un condon, con solo unos zapatos y unos feos calzoncillos de color gris sobre su cuerpo. Arrugue la nariz. Dudaba mucho que hubiese sido el polvo de mi vida. Di un respingo cuando unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitacion. --!Brooklyn, cielo, abre la puerta! !Te has quedado dormida! !Llegaras tarde al trabajo! --!Voy, Jocelyn! --grite--. !Un momento! --?Quien es Jocelyn? --murmuro el chico. --Mi nanny, tienes que largarte. --?Tu nanny? ?Como vas a tener ninera con...? --Fruncio el ceno--. ?Cuantos anos tienes? --Tengo veintiseis, y, ahora, largate de aqui. --?Y por donde quieres que salga si tienes a tu ninera aporreando la puerta? --Por donde va a ser, !por aqui! --Abri la ventana y le senale el alfeizar y la pared cubierta de enredadera por donde debia deslizarse. --!?Por la ventana?! --exclamo--. !Ni hablar! !Puedo matarme! !Y estoy casi desnudo! --Al menos llevas el culo tapado. --Sonrei ante la suerte que tuvo de haber encontrado al menos los calzoncillos--. !Agarrate a las ramas, veras que facil! --Joder... --refunfuno mientras colocaba las rodillas en el alfeizar--. Si me he acostado contigo, puede resultar el polvo mas caro de mi vida si me rompo un hueso. Y si no lo hemos hecho... demuestro ser muy estupido. --!Brooklyn, carino, abre! --insistia una y otra vez Jocelyn. --!Ya voy, espera un segundo! --Despues de contestar, volvi a dirigirme al supuesto desconocido--. !Vamos, baja! !Solo es un piso! --!No, espera...! Pero la negacion se perdio entre las hojas de enredadera cuando lo empuje y, a continuacion, cerre la ventana, puesto que los gritos y los intentos de abrir la puerta me estaban poniendo nerviosa. Crei captar un golpe sordo sobre el parterre de hortensias, pero lo ignore. Tras dar un suspiro, corri a abrir. --!Nina! --exclamo al entrar en mi cuarto--. ?Por que has tardado tanto? --Ya no soy una nina, Jocelyn. Puedes pillarme con el culo al aire. --?Quieres decir como estas ahora mismo? --La mujer elevo una ceja al senalar mi indumentaria, que no me tapaba, precisamente, ni el trasero. Poco despues, arrugo la nariz y se dirigio a la ventana--. !Y abre un poco, por el amor de Dios! !Huele a...! Me dirigi con rapidez a asomarme, en busca de un joven medio en pelotas que quiza yacia, inconsciente, sobre las hortensias... pero, al parecer, habia logrado sobrevivir, porque no encontre a nadie. Suspire, aliviada de que no le hubiese pasado nada y, no lo voy a negar, para no tener que dar explicaciones a Jocelyn, lo que en aquel momento me parecio lo mas importante. --?A que huele? --le pregunte a mi nanny con una sonrisa candorosa, intentando disimular el nerviosismo que aun me atenazaba. --A que tienes que meterte en la ducha ahora mismo --me apremio--. Pero no tardes en bajar, porque, antes de irte, tu padre tiene que hablar contigo. Ah, y Kayden tambien esta aqui. --?Mi padre quiere hablar conmigo? --solte, escamada--. ?Y que diantres hace aqui mi hermano? !No puedo atenderlos ahora! !Ya voy con media hora de retraso! --Pues sera una hora entera, no creo que a Harper le importe. !Vamos! !Espabila! --Joselyn puso los brazos en jarras al mirar a su alrededor mientras yo me metia rauda en el bano--. Menudo desastre de cuarto. !Y luego dice que ya no es una nina! Me duche a toda prisa, desenrede mi melena cobriza y me vesti con un pantalon negro y una blusa verde esmeralda. Cogi mi neceser para maquillarme en el taxi y ahorrar tiempo, y baje hasta el comedor, donde me esperaban mis padres y mi hermano en mitad de un espeso silencio. En lo primero que pense fue en que debia buscarme cuanto antes un lugar donde vivir, independizarme, pues ya no tenia edad para tener ninera ni para aguantar las broncas de mi progenitor. Aunque, con toda probabilidad, este iria a buscarme donde quisiera que viviese para imponer sus normas de politico. --!Lo siento, pero ya voy tarde! --exclame en un intento de salir corriendo e ignorarlos a todos. --Alto ahi, jovencita --me detuvo mi padre--. Creo que sabemos el motivo de tu tardanza de hoy. --Vamos, papa, no necesito un sermon a esta hora de la manana. Si, ayer sali de fiesta; si, bebi un poco; si, Harper me matara. Pero no creo que nada de eso pueda empanar tu imagen. --?Estas segura de eso? Cameron Edwards, mi padre, exalcalde de Nueva York y candidato a gobernador, tecleo en su telefono movil y lo planto delante de mi. Suplique que se me tragara la tierra cuando contemple aquel video subido a YouTube, donde podia verme a mi misma, borracha, bailando y cantando encima de una mesa, de donde cai en brazos de un tipo que me cogio al vuelo y que reconoci como mi companero de cama. Solte un jadeo al contemplar como nos besabamos en la boca, aunque quien estuviese grabando se centro en la parte inferior de mi anatomia, ya que se me subio el vestido hasta la cintura y mostre mi tanga de encaje negro a toda la concurrencia. Palideci. !Mi trasero ocupaba toda la pantalla! --!Por Dios, papa! --grite, alterada--. ?No puedes hacer que lo eliminen? --Oh, claro, ?por que no se me habra ocurrido antes? --respondio con ironia--. Pero me extrana que una milenial como tu no recuerde que existen las capturas de pantalla y toda clase de herramientas para conservar algo asi. Mi animo cayo al suelo en ese mismo instante. No era la primera vez que avergonzaba a mis padres, aunque juro que jamas lo habia hecho a conciencia. --Lo siento, papa, yo... --?Y que me dices de mi, Brook? --intervino Kayden--. ?Crees que no voy a ser el hazmerreir de la prensa britanica... otra vez? La mala suerte --al menos para mi-- quiso que, si no habia bastante con tener un padre con cargo publico, tuviera un hermano prometido a una joven y noble inglesa, Elizabeth, hija del conde de Pembroke. Se conocieron en una fiesta de amigos comunes, recibieron el impacto de Cupido y, unos meses mas tarde, se encontraron inmersos en la ceremonia de peticion de mano. A la vista estaba que Kayden se movia en circulos mas selectos que yo. --!Oh, vamos, dejad de mirarme como si creyerais que pretendo humillaros por deporte! -- estalle--. !Tengo veintiseis anos! !Tengo que divertirme!

  • Cuando amanezca (Secretos y confesiones 2) de Ebony Clark

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    Segunda entrega de la serie romantica ambientada en la epoca victoriana <>, iniciada con Mil veces tu.

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • GOG. Empieza la cuenta atras de J. J. Benitez

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    Gog es el libro que J. J. Benitez nunca hubiera deseado escribir. Esas son sus palabras. Pero escrito esta. Segun el autor navarro, lo mas importante de esta supuesta novela < que se lee>>.
    Si, Gog es una pequena joya (envenenada). Se trata del libro mas breve, y dramatico, del autor de Caballo de Troya.

  • Suena conmigo de Marion S. Lee

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    Una romantica novela que te atrapara y no dejaras de leer.

  • A mi no me enganas de Kelly Link

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    Kelly Link ha sido definida por Michael Chabon como <>. Despues de la publicacion en Seix Barral de Magia para lectores, los ocho cuentos de este nuevo libro de Kelly Link sumergen al lector en un universo ficticio inolvidable y expanden los limites del genero del relato. Huracanes, astronautas, gemelos malvados, contrabandistas, el mago de Oz, superheroes, iguanas, piramides. estos son algunos de los talismanes de una imaginacion capaz de maravillarnos como pocos autores contemporaneos. Los cuentos de A mi no me enganas rebosan fantasia, pero tambien humor y generosidad hacia la fragilidad y las fuerzas ocultas que residen en todos nosotros.

  • La ultima historia que contar de Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • La cupula del cielo de Sebastian Fleming

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    La Roma del Renacimiento es una ciudad gobernada por papas tan belicosos como enamoradizos, y donde el dinero carece de importancia. Julio II encargara al rudo e impulsivo Donato Bramante que construya una nueva basilica sobre las ruinas de San Pedro, la mas impresionante que se haya visto hasta entonces: la edificacion mas grande de occidente sera un simbolo del poder de la Iglesia.

  • Bailando con el demonio (Abrazando la oscuridad 1) de Alina Covalschi

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  • Mi Alma Gemela de March Caroline

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    ?Sera capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada?

  • Un deseo con nombre de mujer de Melchor Riol Horta

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  • El espiritu de la imagen de Carlos Alberto Gonzalez Sanchez

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    La imagen, como objeto historiografico y fuente documental de suma utilidad, parece estar constituyendo en la actualidad un campo de investigacion interdisciplinar que algunos denominan ” historia de la cultura visual ” ; donde, sobre todo, confluyen la Historia y la Historia del Arte. Asi, el estudio de la iconografia, desde una perspectiva diferente a la tradicional, otorga una especial relevancia al contexto y el acervo ideologico-cultural en el que surge y cumple su funcion.

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Fantasias Eroticas 1 de Jacinda Minx

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    Una coleccion erotica de historias prohibidas y fantasias que atraparan sus sentidos y satisfaran sus deseos traviesos.

  • Peligro !Alto voltaje!, India Alvarez de India Alvarez

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    Despues de sufrir varios desenganos en el pasado y haber perdido todo por lo que se habia esforzado tanto en conseguir, a Abril la vida le brinda otra oportunidad, pero su radar, algo estropeado, comienza a darle senales de PELIGRO, unas corrientes que solo el le hace sentir e intenta alejarse antes de volver a sufrir.
    Noah, un guapo y joven empresario, conoce de una manera un tanto extrana a la chica que va a necesitar en su trabajo y en su vida, pero ella no esta dispuesta a ponerselo facil.

  • Misterio en Lasalle de Phoebe Willows

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    Cuando el guapo y misterioso marques de lasalle le propone matrimonio, Chloe una joven pobre y huerfana siente que vive un cuento de hadas. No puede creer lo afortunada que es.
    Hasta que de repente descubre que su marido no es ese principe del que se ha enamorado sino un hombre loco y atormentado y lleno de secretos.
    Cuando descubra el horrible misterio que esconde su marido querra escapar pero descubrira que es demasiado tarde para hacerlo…

  • Totalmente imperfectos de Raquel Antunez

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    Me llamo Martina, ?a que me dedico?, te preguntaras... No lo tengo claro. Solo se que hace dos anos odiaba mi punetera vida, mi trabajo, a mis companeros... Y, simplemente, !cambie de vida! Belle Extreme aparecio como el espejismo de un lago en el desierto, pero sin ser espejismo, ni lago... Vamos, que era una tienda de moda talla XXL y Maca, mi jefa, me vio y se enamoro de mis curvas. Un compendio perfecto con el que surgio lo que viene siendo mi puesto de trabajo. Unos dicen que soy un maniqui andante, otros que soy comercial, otros que obviamente soy modelo y los hay que dicen que soy influencer. Ni punetera idea, algo de eso debe de ser.

  • Leo quiere a Aries (Signos de amor 1) de Anyta Sunday

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    Alguien nuevo entrara en tu vida a principios de ano, Leo. Puede que te sientas frustrado, pero tendras que ser positivo y reirte, porque este podria ser el comienzo de una bonita amistad.

  • Multimillonario Inesperado. Jax de J. S. Scott

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    Hace varios meses... --!No voy a dejarte aqui sola, Taylor! --le dije a mi becaria con toda la fuerza que pude reunir. Por desgracia, tenia la boca tan seca que mi voz apenas era poco mas que un susurro airado. Tras nueve dias prisioneras en un pais extranjero sin comida y con muy poca agua, Taylor y yo estabamos hambrientas y gravemente deshidratadas. Basicamente habiamos quemado todas las reservas de energia que teniamos hacia mucho tiempo. Solo intentar hablar durante unos instantes suponia un enorme esfuerzo. Fulmine con la mirada al rebelde laniano que habia intentado levantarme de un tiron despues de cortar las apretadas ataduras de mis piernas. Me negue rotundamente a levantarme cuando me ordeno que lo hiciera. --Llevatela a ella --exigi gesticulando con la cabeza hacia Taylor--. Me quedare yo. No conocia mas que unas pocas palabras de laniano, pero nuestro captor chapurreaba suficiente ingles para que yo entendiera que se habia pagado mi rescate y que estaban planeando dejarme marchar. Tambien estaba totalmente claro que mi becaria, Taylor, no estaba incluida en el plan de liberacion y, sin duda, aquello no iba a funcionar para mi. --No --gruno el guerrillero agitando su rifle automatico en mi cara--. Solo tu. Yo sacudi la cabeza. <>, pense. Aquella era mi exploracion geologica. Ya me faltaba un miembro de aquel pequeno equipo de tres. Taylor y yo no habiamos oido nada de Mark, el tercer miembro de nuestro grupo. Era el ingeniero de minas cuya llegada se esperaba en la isla nacion hacia diez dias para reunirse conmigo y con Taylor. Yo habia pasado cada uno de esos nueve dias histerica por lo que le habria sucedido. Mark no solo era un miembro del equipo, sino tambien un hombre que me importaba mucho. <>, me dije. ?Habia escapado Mark a la captura de alguna manera? ?Habia sido secuestrado tambien, pero ya lo habian liberado? ?O estaba aguantando a duras penas como Taylor y yo ahora mismo? No conocer su suerte me corroia las entranas desde el dia en que Taylor y yo fuimos secuestradas a punta de pistola unos instantes tras nuestra llegada a Lania. --Tu vienes --insistio el rebelde en tono enfadado mientras me golpeaba la cabeza con el canon de su rifle de asalto. Volvi a sacudir la cabeza. Tal vez deberia estar aterrada, pero se me habia agotado la adrenalina necesaria para sentir aquella emocion mediante la privacion y la intimidacion emocional. Lo unico que me quedaba era resignarme. Encontraria a Mark. No dejaria que mi becaria muriera alli, sola. Ya no me quedaba energia para temer. No queria morir, pero si ese cabron terminaba disparandome, no le quedaria mas alternativa que dejar marchar a Taylor si tenia que liberar a un rehen. El hombre dejo escapar un rugido salvaje y salio como un vendaval por la puerta de nuestra pequena prision. Yo hice una mueca al oir el chirriante sonido del metal contra el metal cuando el aseguro las barreras en la puerta. Era un sonido premonitorio que siempre me recordaba lo precaria que era nuestra situacion en ese momento y el poco tiempo que nos quedaba a Taylor y a mi. La diminuta habitacion volvio a quedarse a oscuras en cuanto se cerro la puerta y el alivio momentaneo que recibimos del calor sofocante mientras la puerta estaba abierta termino bruscamente. Casi no habia ventilacion en la estructura de una habitacion donde nos retenian y entraba muy poca luz a traves de las minusculas ventanas cerca del techo. ?De verdad podian llamarse ventanas esos agujeros? Taylor y yo apenas logramos sacar una mano por ellos y proporcionaban muy poca ventilacion para neutralizar el calor agobiante de Lania en verano. --Tienes que ir, Harlow --dijo Taylor con voz aspera y apenas audible--. Sabes que debes hacerlo. Si no lo haces, Mark y yo probablemente moriremos antes de ser rescatados. Solte un debil gemido al bajar el tronco al suelo de tierra, junto a Taylor, sintiendome completamente agotada tras el esfuerzo de permanecer incorporada durante unos minutos. <>, pense. Me odiaba a mi misma por haber metido a Taylor en aquella situacion. Mark y yo eramos ambos empleados de Montgomery Mining y lo habiamos sido durante anos. Cierto, ahora yo era geocientifica investigadora, asi que ya no hacia mucho trabajo de campo, pero no era como si Mark y yo no tuvieramos experiencia en exploraciones. Taylor Delaney era una simple becaria de verano que trabajaba bajo mi tutela en el laboratorio de Montgomery Mining en San Diego. Sinceramente, ella ni siquiera estaria en Lania si yo no hubiera tomado la fatidica decision de dejar que viniera con nosotros a la expedicion. Taylor acababa de terminar su master en Stanford y yo pense que sus estudios en geologia ambiental serian utiles. <>, reconoci para mis adentros. Tambien queria que viniera para que viviera su primera experiencia con un trabajo de campo internacional. Se suponia que yo era su mentora, asi que queria proporcionarle durante sus practicas todas las oportunidades posibles que la ayudaran en su futura carrera. Sin embargo, si se me hubiera ocurrido ni por un segundo que traerme a Taylor fuera a poner su vida en peligro, nunca habria puesto un pie en ese maldito pais. No solo era mi becaria. Taylor y yo tambien eramos amigas. <>, pense desesperada. Nada de aquel viaje rutinario deberia haber sido peligroso. Se suponia que ya no habia agitacion politica en Lania y estar alli conmigo deberia haber sido perfectamente seguro para ella. --?Como voy a hacer eso, Taylor? --pregunte con voz ronca--. ?Como voy a marcharme y dejaros aqui a ti y a Mark? --?Como no vas a hacerlo? --me contradijo debilmente--. Si no vas e intentas hacer que nos rescaten, ninguno de nosotros aguantaremos mucho mas. --No digas eso --suplique, aunque sabia que tenia razon. Taylor y yo estabamos extremadamente debilitadas. No habiamos comido en nueve dias y la pequena cantidad de agua de lluvia que habiamos recogido por las ventanas diminutas estaba evaporandose. Aqui, las temporadas de lluvia eran cortas y esporadicas. Habiamos llegado al punto en que pasabamos largos ratos en silencio porque simplemente no nos quedaban energias para hablar. Cada vez con mas frecuencia, teniamos periodos en que ya no eramos completamente coherentes. Tarde o tempranos, nuestros cuerpos renunciarian a la lucha. Nos quedariamos dormidas y ya no despertariamos. --Somos realistas, Harlow --respondio Taylor en voz baja--. Ambas sabemos que llevamos dias muriendo lentamente de deshidratacion. No estoy segura de como estara Mark en este momento, pero tengo la certeza de que el tiempo tambien es crucial para el. El rebelde volvera. Deja que te saque de aqui para poder sacarnos de aqui tambien a Mark y a mi. Una vez que estes de vuelta en Estados Unidos, puedes contarles a los negociadores lo que esta pasando aqui realmente. Se que moveras cielo y tierra hasta que alguien venga por nosotros. --Quiero que te lleven a ti --susurre--. No quiero dejarte aqui. Prefiero ser yo quien se quede. --Sabes que te quiero por eso, pero es imposible --respondio Taylor--. Estare bien, Harlow. Si se que vas camino de casa, tendre un poco de esperanza. Algo por lo que vivir al saber que la ayuda esta en camino. Mi corazon se rebelo ante la idea de partir de Lania sin Taylor y Mark, pero mi cabeza sabia que tenia razon. --No entiendo por que no te liberan conmigo. Si realmente han pagado mi rescate, ha tenido que ser Montgomery Mining quien lo pago. La unica a la que podria importarle lo suficiente para soltar dinero por mi es mi madre y no tiene tanto efectivo. --?Y crees que Montgomery tambien habria pagado por la liberacion de una simple becaria? --murmuro Taylor. --Si. Se que lo habrian hecho. Los hermanos Montgomery son multimillonarios, pero siempre se han asegurado de dirigir un negocio justo y etico, aunque sea la corporacion minera mas grande del mundo. He trabajado para ellos el tiempo suficiente para saber que se preocupan por sus empleados, incluso los becarios de verano. --Una vez yo fui una de esas pasantes, asi que sabia que eran bondadosos con todos los empleados y no solo con la alta direccion de la empresa. --Entonces, tal vez los rebeldes solo accedieran a liberarte a ti primero para conseguir mas dinero --sugirio Taylor--. Sin duda, no hay nadie ahi fuera dispuesto a entregar el dinero que probablemente exigen si no lo hace Montgomery. Nadie sabra siquiera que he desaparecido. --Estoy segura de que tiene algo que ver con el dinero --convine--. Y tus amigos sabrian que has desaparecido. --Eres la unica amiga que tengo en San Diego y la unica persona que sabe que estoy aqui -- susurro. Como Taylor se habia mudado recientemente a San Diego para hacer sus practicas de verano, no podia discutirle aquella afirmacion. Sus amigos de la universidad de Stanford probablemente estaban repartidos por todo el pais a estas alturas, y Taylor no tenia familia. Queria desesperadamente tenderle una mano a Taylor para reconfortarla, pero no podia. Teniamos las manos atadas demasiado fuerte como para envolverla en un abrazo. El hecho de ser incapaz de hacer absolutamente nada para ayudar a Taylor me habia destrozado lentamente. Su seguridad era mi responsabilidad y le habia fallado por completo. --Superaremos esto, Taylor. Mientras pronunciaba aquellas palabras de consuelo, no habia verdadera conviccion en mi voz. Sin comida. sin mas agua y sin un respiro del calor sofocante de aquella diminuta celda que nos retenia, Taylor y yo probablemente estariamos muertas en un dia o dos. Contuve un quejido al sentir que la circulacion volvia levemente a mis piernas. Ya casi estaba acostumbrada al dolor de tener las extremidades atadas tan fuertemente que todos los musculos suplicaban alivio. Ahora que finalmente estaban libres, me percate de que la circulacion cortada con anterioridad probablemente habia atenuado parte del dolor del maltrato. --?Taylor? --pregunte en voz baja--. ?Sigues conmigo? <>. Era triste necesitar confirmacion de que aun respiraba. --Estoy aqui --dijo con la garganta seca--. Por favor, no te preocupes por mi, Harlow. Ve a conseguir ayuda. Yo seguire aqui, sonando con una gran jarra de agua con hielo hasta que tambien me rescaten. --Y un enorme chuleton jugoso con una patata asada rellena --respondi yo automaticamente. Taylor y yo habiamos convertido en un juego hablar de las primeras cosas que queriamos comer y beber cuando escaparamos de aquel antro. Yo sabia que esa comida en particular era la primera en su lista. --Se lo duro que es esto para ti, Harlow --musito Taylor--. Yo tampoco querria dejarte atras. Pero es nuestra unica oportunidad. Nadie en casa sabe que no estamos recibiendo comida ni agua para mantenernos con vida durante mucho tiempo. Quizas crean que tomarse este rescate con calma y llevarlo sobre seguro es la mejor manera de manejarlo. --Ire --le asegure. Aunque sabia que era mi unica opcion, la decision me estaba partiendo el alma--. Tienes razon. Quienquiera que este negociando nuestra liberacion tiene que comprender que se le acaba el tiempo. --Han vuelto --farfullo Taylor cuando el molesto sonido estridente de la puerta al abrirla hizo que sintiera un escalofrio de pavor en la columna. --Me voy --dije sin aliento--. Te sacare de aqui lo mas rapido que pueda. No te rindas, Taylor. Por favor, no te rindas. Solo aguanta un poco mas. --Hare todo lo que pueda para no morir sobre tu conciencia, Harlow --me prometio--. Hemos aguantado todo este tiempo. Creo que puedo sobrevivir unos cuantos dias mas. La luz del sol inundo la habitacion cuando los rebeldes abrieron la puerta de un empujon. Yo estaba tan desacostumbrada al resplandor tras nueve dias de penumbra casi constante o de total oscuridad que cerre los ojos y parpadee con fuerza hasta que mi vision se ajusto. El guerrillero habia traido refuerzos y, esta vez, no pude resistirme cuando tres de ellos me pusieron en pie de un tiron. --!Mierda! --maldije, haciendo todo lo posible por mantenerme erguida cuando el dolor me atraveso la rodilla izquierda. Sabia que la lesion era mas que los musculos atrofiados y tensos de pasar tanto tiempo atada. Me habia torcido la rodilla cuando los rebeldes nos secuestraron y nos arrojaron al suelo a Taylor y a mi. Si, dolia, pero en realidad, una lesion de rodilla era la ultima de mis preocupaciones. <>, me dije. Necesitaba la maldita pierna para salir de alli. Me dolio en el alma al echar un vistazo atras hacia Taylor y ver lo fragil que parecia mi amiga pelirroja, normalmente feliz. Si no supiera que se trataba de Taylor, podria no haberla reconocido. --Tu, vete --dijo uno de los rebeldes mientras me empujaba hacia la puerta. Tropece y perdi de vista a mi amiga. <>, me recorde. Solte un sollozo de angustia mientras salia por la puerta cojeando con paso vacilante. Quizas necesitara una especie de desahogo temporal, pero no pensaba desmoronarme completamente. Tenia un unico proposito en mente, un objetivo, y lo unico que podria impedirme lograrlo seria la muerte. Como no parecia que aquel fuera mi dia para morir, resolvi que Taylor y Mark no pasarian ni un segundo mas de lo absolutamente necesario en aquella pocilga. Harlow En el presente… --No necesito un consejero de Last Hope, Marshall --le dije al hombre maduro que estaba sentado frente a mi en la mesa de mi cocina--. Especialmente, no uno como Jaxton Montgomery, por Dios. Sabes lo que quiero. Tengo unas ganas desesperadas de formar parte de Last Hope en lugar de ser tratada como uno de sus rescates. Marshall dio un sorbo de su taza de cafe y arqueo una ceja. Era una mirada que pretendia intimidar a la mayoria de la gente y, vaya, tenia que reconocer que el excomandante Marshall tenia una presencia tremenda que impedia discutirle nada. Sin embargo, esas expresiones que pretendian alarmar a cualquiera que las viera ya no funcionaban conmigo. Tal vez hubiera sido el lider supremo de todo hombre que hubiera servido a sus ordenes en su equipo SEAL de la marina estadounidense. Tampoco me cabia duda de que merecia ese culto al heroe. Pero Marshall era mucho mas que su antigua carrera militar. Durante los ultimos meses, habia visto una faceta diferente suya que estaba convencida de que el no queria que nadie viera en realidad. No es que se hubiera convertido en un osito de peluche ni nada parecido a ser calido o afectuoso, pero tampoco era el perfecto hombre duro que queria que todos creyeran que era. --Ya conoces las normas --dijo el con brusquedad--. Cualquiera implicado en Last Hope es antiguo miembro de las fuerzas especiales. No te ofendas, Harlow, pero no estas en condiciones de hacer frente al secuestro de otra persona ahora mismo. No cuando ni siquiera has lidiado con las secuelas de haber sido prisionera tu misma. Por eso he convertido a Jax Montgomery en tu consejero. Tienes trabajo que hacer con esos problemas, senorita, y te ayudaria tener a alguien con quien hablar que realmente pueda ayudarte a superarlos. ?Acaso te has molestado en responder a las llamadas de Jax? Yo puse los ojos en blanco. Lo detestaba cuando me hablaba como si fuera mi padre. --Jax se ha dejado caer por aqui antes --reconoci. --Deja que lo adivine. Le diste con la puerta en las narices --dijo Marshall acertadamente. Yo me encogi de hombros. --Le dije que si conseguia pasar dos semanas sin ser fotografiado con una de sus citas de una noche, accederia a dejar que sea mi consejero. Era la manera mas facil que se me ocurrio de librarme de el y no tener que volver a verlo nunca. Dudo que aguante un solo dia sin ser fotografiado con otra mujer. Ha sido un casanova durante anos. Eso es lo ultimo que necesito ahora mismo. --Tambien es uno de los dos hombres que arriesgaron su vida para rescatar a Taylor --me recordo. Suspire. Tenia razon. Jax y Hudson Montgomery no habian dudado en hacer volar uno de sus aviones privados en cuanto se enteraron de que Taylor estaba mal. De hecho, para cuando los encontre en sus despachos corporativos tras mi liberacion, Marshall, Jax y Hudson ya estaban planeando ejecutar un rescate para Mark y Taylor. Una cosa de la que no me percate cuando sali de Lania eran las probabilidades casi nulas de que Taylor fuera liberada pagando un rescate. Por lo visto, los rebeldes lanianos eran conocidos por aceptar el dinero del rescate por la liberacion de ultimos rehenes para despues matarlos a todos. Una tentativa de rescate era la unica opcion para ella. Tenia que reconocer que me quede conmocionada al descubrir que los tres hermanos Montgomery eran miembros de una operacion secreta de rescate voluntario llamada Last Hope. Marshall la puso en marcha despues de retirarse de la marina estadounidense debido a una lesion. Jax, Hudson y Cooper Montgomery se habian subido al carro hacia anos, despues de abandonar cada uno sus unidades en las fuerzas especiales. No solo eran miembros activos de Last Hope, sino que yo sospechaba que tambien estaban financiando la operacion. Por lo que habia visto, Last Hope era demasiado sofisticado para ser un grupo de voluntarios con un presupuesto limitado. --Lo se --confese con voz temblorosa--. Y nadie estara nunca mas agradecido que yo de que encontraran a Taylor a tiempo. No es como si Jax y Hudson tuvieran que llevar a cabo el rescate ellos mismos, pero gracias a que lo hicieron, le salvaron la vida a Taylor. Dios, ni en mis suenos mas descabellados podria haber imaginado que los poderosos multimillonarios duenos de la compania para la que yo trabajaba formaban parte de una organizacion civil secreta como Last Hope. Si Jax y Hudson no hubieran formado parte del grupo ni estuvieran altamente cualificados para llevar a cabo su propio rescate de inmediato, Taylor no habria sobrevivido. Si hubieran perdido tiempo reuniendo otro equipo, yo estaba casi segura de que habrian repatriado a Taylor a Estados Unidos en una bolsa. Ni Taylor ni Marshall me habian contado exactamente como estaba cuando la encontraron. Pero yo no era completamente idiota. Sabia que no se habia levantado ni salido de alli por su propio pie. Desesperada, Taylor habia hecho un pobre intento de escapar una vez que yo deje el recinto, y la golpearon severamente por sus acciones.

  • Cambia tu vida en quince minutos: Meditacion, Samantha Sanchez Miralles de Samantha Sanchez Miralles

    https://gigalibros.com/cambia-tu-vida-en-quince-minutos-meditacion-samantha-sanchez-miralles.html

    Este libro surge a raiz de unas meditaciones colectivas que se realizaban en mi casa y donde por unos minutos, cada semana, un grupo de amigos nos dedicabamos a respirar y a pensar en positivo, siguiendo las ensenanzas de la Universidad de la Unidad.
    Mi mama, que es mi gran maestra espiritual, se unio a la idea de plasmar en este humilde libro lo que haciamos cada semana, y hemos trabajado juntas en este proyecto desde el comienzo.
    Asi, inspiradas y alentadas por mi mentora Maria Elena Barrios, a quien desde estas paginas, enviamos tambien todo nuestro agradecimiento, pretendemos recoger aqui, de manera sistematica, nuestra rutina de meditacion, dedicando cada semana a un chakra, tal y como se detalla mas adelante.

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

    https://gigalibros.com/siempre-te-mirare-mirame-3.html

    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Una Decision de riesgo de Ricardo Hansen

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    Despues de algo mas de una decada de convivir, Gaston le propone matrimonio a Lucia. Ambos son profesionales; ella es medica y el abogado. Corre el mes de Diciembre y el verano esta en ciernes, aunque el calor en Buenos Aires ya es agobiante. Ambos anhelan sus vacaciones estivales y una oportunidad para adelantarlas se presenta cuando un fallo de la justicia a favor de Gaston permitio cambios sustanciales en las leyes de la minoridad de Espana y por este motivo el bufete en donde el ejerce recibira un premio de manos del mismisimo Rey de Espana en Madrid. Pero Lucia no lo acompanara porque su idea de vacaciones de verano nada tiene que ver con el frio helado que en esta epoca reina por alli. Lucia, en ausencia de su futuro esposo, recibe un regalo de compromiso, que por sus caracteristicas, luce muy tentador pero su aceptacion pondria en riesgo todos sus codigos de honorabilidad. Pero su solteria, como interpretacion de su real estado civil, y la intimidad del lugar donde se encuentra, atentan contra esos pensamientos espurios. Pero en medio de todo, algo sucede que la hace dudar. Ella debe tomar una decision, aunque esta sea una decision de riesgo.

  • Por ti Juliana de Charles Saintduval

    https://gigalibros.com/por-ti-juliana.html

    Carlos es un nino que conocera los desafios del corazon, el miedo y la introspeccion constante. Es presa de los cambios de personalidad que causa la adolescencia y victima del hoy conocido Bullying, en la secundaria, lo que le orilla a un derrumbe emocional y academico. En su mente lo mas importante es el amor y unos pilares. Ya joven, no se sincera con ninguna chica sobre sus sentimientos, hasta que conoce a JULIANA. La mujer que le dara un haz de luz, una esperanza para volver a creer en el amor. La tristeza y la desolacion forman parte de su animo y fruto de ellas tambien la poesia, para Carlitos.
    Por ti Juliana.

  • Un mensaje al corazon de Emma Morgado

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    Marta piensa que no puede pedirle mas a la vida, pero la traicion de Joel, su pareja, hace que el mundo se le caiga encima.
    Solida y sin ganas de seguir, conoce a Angel, un chico de preciosa sonrisa que la ayudara a entender que el verdadero amor era algo desconocido para ella.
    El futuro de los dos estara en manos de Marta, ?se arriesgara o podran sus miedos mas que sus sentimientos?

  • Los recuerdos sumergidos de Ana I. Martin

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    Una historia de superacion de una mujer valiente y fuerte a la que la vida le dara una segunzda oportunidad para ser feliz.

  • Los Propietarios del Miedo de Sebastian Abdala

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    Es un compendio de relatos, acerca de distintas situaciones donde el miedo es el desencadenante… Pero no miedo de terror, si no miedos a, por ejemplo, la soledad.

  • Una fria noche y tu (Boreal Rois 3) de Rosa Alcantara Menendez

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    La tragedia que marca la vida de Jack Drake se ve incrementada por su negativa para aceptar la realidad. Intentara salir a flote con la ayuda de toda su familia, aunque el caprichoso destino volvera a jugar con el sin consideracion y con una atractiva escocesa que no se amilana ante los hombres guapos e inestables. Mientras unos suenos se cumpliran; otros, moriran definitivamente. Solo un fantasma saldra de las sombras e impresionara al mundo, uno renacido con la virulencia de un gelido y solitario huracan.

  • El rey del hampa de Marcia Cotlan

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    Paddy entro en El tuerto Joe, la taberna mas famosa del puerto, y se dirigio a la mesa del fondo, donde un hombre alto, vestido de negro y con gesto taciturno, fumaba un cigarro y bebia whisky. El local olia ligeramente a vinagre y la madera del suelo crujia con cada paso. --Acabamos de hablar con Robert Penrose, jefe. Dice que hay unas cuantas partidas de naipes importantes a la vista y que podra reunir el dinero. Pide un par de semanas mas y pagara los intereses por el retraso. --Paddy era un hombreton robusto, aunque no demasiado alto. Su poblada barba pelirroja ponia de manifiesto su origen irlandes. Cuando estaban en publico, siempre llamaba jefe a su amigo, pero en privado utilizaba su apellido: Raven. --?Le ensenaste a ese cabron estirado lo que ocurre cuando no me pagan a tiempo? --Los ojos del hombre eran dos brasas. Tan oscuro estaba el local que cada vez que daba una calada al cigarro, se le iluminaba brevemente el rostro haciendolo parecer un demonio. No prestaba demasiada atencion a Paddy. Estaba mirando a la tabernera que, a su vez, se lo estaba comiendo con los ojos. Su voz profunda y varonil habia hecho que la mujer se estremeciera. --Claro, jefe --respondio Paddy, frotandose un puno y sonriendo--. Le hemos dado lo suyo. --De acuerdo, entonces. Dale esas dos semanas de plazo. Si despues no paga… --No pagara, jefe --se atrevio a interrumpirlo Paddy--. Ese bastardo de Penrose cree que podra ganar haciendo trampas, pero lo que no sabe es que Malone jugara con el, y no hay tramposo que se le escape a Malone. --Raven miro a Paddy pensativo. --Tendremos que ayudarlo entonces. Hay que asustarlo lo suficiente como para que se concentre. Si se juega algo que le duela mas que su propia vida, tal vez se convierta en un mejor tramposo. Dicen que los aristocratas dan mucha importancia a eso del honor. --Dio una calada al cigarro y sus ojos relumbraron en la oscuridad de la taberna--. Debe de tener una esposa, quizas no la ame, pero hara lo que sea para que no se sepa que la secuestraron. Su honor quedaria manchado para siempre. Traela, eso le hara saber que vamos en serio. Paddy asintio. Raven se levanto, con el cigarro aun entre los labios, y se dirigio a la tabernera. Ella le sonreia con ojos lujuriosos. Casi de forma inconsciente, la mujer se atuso el cabello ligeramente despeinado y se paso la lengua por los labios. --?Como te llamas? --le pregunto el, que acaba de comprar la taberna y aun no conocia a sus empleados. --Millisent, mi rey --le dijo la joven, melosa, mientras contenia la respiracion para elevar su ya de por si abundante busto. --?Soy tu rey? --le pregunto con la voz fria, casi indiferente. --Por supuesto, Raven --respondio ella como si ya lo conociese--, sois mi rey y el rey de todos nosotros. El rey del hampa --le dijo; el torcio la boca en lo que podria haber sido considerado como una sonrisa, aunque no era mas que una mueca. --Ven --le dijo a la tabernera. Ella salio de detras de la barra. El le puso la mano al final de la espalda, casi en el trasero, y la empujo delicadamente escaleras arriba. Cuando habia llegado al primer piso y ya estaba fuera del alcance de la vista de Paddy, dijo en voz elevada, pero sin llegar a gritar--: Paddy, trata bien a la esposa de Penrose. Ella no es culpable de haberse casado con un maldito hijo de perra tramposo. El hombre vestido de negro era, efectivamente, el rey del hampa. Tenia veintiseis anos y la dureza de su gesto demostraba todo lo que habia tenido que pasar hasta llegar a su posicion actual. Nadie controla a los maleantes de Londres si no tiene mano de hierro. Lo apodaban El Cuervo. Si le preguntabas a alguien el motivo de tal apodo, te decia que se debia a que siempre vestia de negro o a que, cuando aparecia en persona para ver a alguien, nunca traia buenas noticias. Pero en realidad el mismo se habia hecho llamar El Cuervo debido a su apellido: Raven. William Raven, ese era su nombre, pero casi nadie lo sabia ni lo habia utilizado nunca. Solo su madre, cuando era nino, lo llamaba Billy. Margaret Raven, su madre, habia sido prostituta. William era hijo de alguno de sus clientes, ella nunca supo decir de cual, porque era una moza atractiva y bastante solicitada en el burdel en el que trabajaba. Recordaba de su madre las caricias y los besos, la sensacion de amparo que suponia dormirse entre sus brazos. Esas sensaciones habian durado poco, ya que ella comenzo a escupir sangre un invierno y habia muerto antes de llegar la primavera. Raven tenia ocho anos y tras su muerte empezo a vivir en la calle, a robar para poder comer, a imponerse al resto de muchachos para que ellos no se impusieran a el. Su constitucion fuerte y su altura le hicieron un gran favor: era facil infundir miedo con tal envergadura corporal. Media mas de un metro noventa, sus hombros eran anchos y los musculos de su cuerpo parecian esculpidos a cincel. Incluso vestido de negro y con el gesto constantemente tenso (ceno fruncido y boca apretada) era un hombre tan atractivo que cortaba la respiracion. <>, solia decir cuando alguien le pedia mas tiempo para pagar una deuda o imploraba su perdon tras intentar traicionarlo. Y ciertamente no lo era. Habia hecho lo que habia tenido que hacer para llegar donde estaba: robar, golpear y asesinar. Solo por eso seguia vivo, porque cuando habian querido robarle, golpearlo o matarlo, el habia sido mas rapido. En eso consistia la supervivencia. Tambien seguia vivo porque habia sabido rodearse de amigos leales: Paddy y Alistair eran sus inseparables. Pero al igual que su dureza y crueldad eran legendarias en los bajos fondos londinenses, tambien era famosa su extrema amabilidad con las prostitutas, que tanto le recordaban a su madre. Nadie habia vuelto a golpear a una prostituta desde que el mandaba en los bajos fondos. Pero tampoco les permitia a ellas burlarse de el. Lo temian tanto como lo deseaban y jamas se hubiesen atrevido a traicionarlo. Todas, sin excepcion, esperaban ser las elegidas de Raven, que un dia entrase en uno de los burdeles y subiera con ellas a los cuartos. Pero Raven nunca se acostaba con prostitutas, precisamente porque le recordaban a su madre. Y como los hijos de ellas le recordaban a si mismo, no habia nadie mas generosos que el con aquellos chiquillos. Con todos los chiquillos de los bajos fondos, en realidad. <>, le decia Alistair lleno de orgullo. Alistair era la voz de la conciencia de Raven y aunque era un incordio soportar a veces sus sermones, el rey del hampa siempre lo escuchaba para no perder demasiado el contacto con la realidad. Raven era un hombre cruel, tenia que serlo, pero queria que alguien le marcase los limites de tal crueldad y no habia nadie como Alistair para ese cometido. *** Rosalind Penrose habia llegado puntual a la cita, como era su costumbre. El anciano senor Havisham la hizo pasar a su despacho. Era pequeno y oscuro, y los muebles tenian muchos anos y demasiado uso. --?Tiene algo para mi, senor? --le pregunto la joven, ansiosa. --Me temo que no, milady. La mayoria de las familias piden institutrices con experiencia y por muy buenas que sean mis palabras sobre vos, cuando se enteran de que nunca antes habeis trabajado, os desechan. Lo siento. --Y realmente lo sentia. Aquella joven dama le parecia muy agradable y necesitada de trabajo. Era una lastima que una muchacha asi se viese obligada a trabajar por culpa de un hermano calavera que habia dilapidado la fortuna familiar en las mesas de juego. Queria ayudarla de verdad. Fue entonces cuando penso en su cunado--. Aunque quizas haya algo… Si no os importa viajar, claro. --Expliquese, por favor --rogo ella con un brillo de esperanza en los ojos. --Mi cunado Arthur ha hecho una considerable fortuna con un negocio de maderas, pero como usted bien sabra, no todo en esta vida lo puede comprar el dinero. No compra, por ejemplo, la clase. Mi cunado quiere contratar a alguien que eduque a sus dos hijas y que les de a el y a mi hermana algunas lecciones de como comportarse, pero en Nueva York no encuentra a nadie dispuesto a ello. Las institutrices mas cualificadas consideran que trabajar para una familia como la de mi hermano es rebajarse. --?Nueva York? --pregunto ella decepcionada, a pesar de que deseaba desde hacia tiempo conocer la ciudad, pero no era el momento adecuado--. Me temo que no puedo irme tan lejos, senor Havisham. Mi hermano… --Perdonad que os interrumpa, milady, y perdonad por lo que voy a deciros, pero vuestro hermano no es digno de que sigais sufriendo por el. Si no os alejais, acabara arrastrandoos en su caida --le dijo con sinceridad el anciano. --Lo se, senor Havisham, pero, aun asi… --Ella habia bajado la mirada y la tenia fija ahora en la gastada alfombra del despacho. Parecia consternada. --Hagamos una cosa. Os lo pensais, y si no tengo noticias vuestras en una semana, eso me indicara que no aceptais la propuesta. Teneis siete dias para pensarlo. --De acuerdo --dijo ella, aun con el animo decaido. Se levanto de la silla raida y se dirigio a la puerta--. Buenas tardes y muchas gracias

  • Los colores de una vida gris de Pilar Munoz Alamo

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    Cinco amigas. Un juego. Cinco razones ocultas para participar. Y un destino truncado.
    ?O tal vez no?

  • La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick Iii

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    Esta es la historia de dos ninos que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Suenan con el momento en que podran abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los ninos saben que tienen que estar en algun lugar de la mansion que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guarderia en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro.

  • La ciudad, Luis Zueco de Luis Zueco

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  • Missing de Alberto Fuguet

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    Fuguet esta parado todo el tiempo tambaleandose sobre los hombros del mejor Bolano. Es un gusto verlo bailar asi, con su verdad en brazos.

  • Un Ultimo Cafe de Nahomy Rodriguez

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    Eric lo tenia todo para ser feliz. Un brillante futuro como arquitecto, una amorosa familia, leales amigos, bienestar y un sin fin de suenos en mano. Pero sumido en su orgullo e inseguridades, destruyo aquello que en algun momento del camino olvido era lo mas importante en su vida.
    Kate, cayendo en un punto sin retorno, querra cortar de raiz el dolor que sin malicia alguna se han causado. Enfrentando la dificil decision de separarse cuando, temiendo un adios cargado de rencores, Eric recurra a un ultimo cafe con la esperanza de evitar que su historia tenga un triste final.

  • Tiempos fugaces de Sandra Jaramillo Botero

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    Todos tenemos un destino por cumplir y es por ello que en ocasiones terminamos envueltos en situaciones incomprensibles de las cuales no podemos escapar. Debido a su destino Luna llego a Jepira, una misteriosa isla a la que incluso llegar a ella es todo un secreto. En aquella isla la vida de Luna se entrecruza con la de Samuel y desde su primer encuentro ambos intuyen que estan unidos a un pasado que no logran entender.
    No solamente Samuel marcara la vida de Luna para siempre, tambien lo hara Balar, un enigmatico ser cuya esencia es una mezcla de hombre, sabio y angel. Las extensas conversaciones con el y los extranos acontecimientos que ocurren en ese lugar, llevan a Luna a pensar que se ha transportado a otra dimension de la cual no quisiera marcharse jamas.
    Sin embargo con el paso de los dias Luna se da cuenta que todos los habitantes de Jepira esconden un secreto y ella esta dispuesta a descubrir de que se trata y que es realmente ese sitio.

  • El vendedor de silencio de Enrique Serna

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  • El templo del sueno de Arianna Alcazar

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    “Con sus escasos 30 anos, Loretta creia que conocia todo lo relacionado con el sentimiento de perdida. Aseguraba que cuando Santiago se habia despedido de ella por mandato de los padres de esta, ella se habia sumergido en los rincones mas profundos de la tristeza, la soledad y el vacio. Aunque claro, esto habia ocurrido cuando Loretta era una adolescente enamorada de 16 anos y Santiago era un hombre que rondaba el cuarto de siglo, sin oficio ni beneficio. (.) Pero aparte de la perdida de su relacion con Santiago, de unas cuantas mascotas en su infancia y de alguno que otro amigo que se pierde en el camino, en realidad Loretta no conocia nada mas relacionado con despedidas ni tristezas profundas”.

  • Siempre amanece y vuelve a brillar el sol de Mia J. Karret

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    Si te gusta la novela romantico-erotica, pero cuando lees este genero literario, echas en falta la intriga, el misterio, las confabulaciones o conspiraciones y el factor sorpresa al final de la historia; si alguna vez has querido romper con todo y empezar de cero, si te has enamorado hasta los huesos o quisieras encontrar al gran amor de tu vida, o alguien a quien querias o amabas te ha decepcionado, o quizas ha resultado ser quien tu jamas hubieras pensado que era; entonces esta es tu novela…