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  • dios salve a texas - lawrence wright - Margen Libros.

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  • El puzle de cristal de Blue Jeans

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    Tras la explosion en la estacion de metro, Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura, a veces insolente, y a la que le cuesta encontrar motivacion para disfrutar de la vida como lo hacia antes. Tambien las cosas han cambiado para Emilio. El joven del pelo azul se encuentra repleto de dudas respecto a su futuro inmediato. Ademas, conoce a alguien muy especial, que le hara replantearse su situacion. Vanesa, por su parte, fue la mas perjudicada del grupo por la explosion del artefacto. ?Eso le esta influyendo en su relacion con Ingrid?

  • El orgullo de Mr. Darcy de Laura Barcali

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    Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesion de una gran fortuna necesita una esposa. Y eso es lo que penso Fitzwilliam Darcy, con profundo desagrado, cuando su amigo Charles Bingley le informo de que estaba interesado en la finca Netherfield Park, cerca de Meryton, tras haber acudido el pasado lunes a visitarla. --?Cuando tienes pensado instalarte? --pregunto Darcy. --Para San Miguel. Mandare algunos criados para que preparen la propiedad --dijo con el enorme entusiasmo que le caracterizaba--. Es un condado encantador para pasar esta epoca del ano. Te encantara, estoy seguro --anadio. --?Te encantara? No pretenderas que te acompane. Tengo mucho que hacer en Pemberley -- contesto con la mala cara habitual ante algo que no entraba en sus planes. --Darcy, amigo, piensa en los bailes... --Yo no bailo y bien lo sabes --lo corto. --En las encantadoras damas del lugar, los largos paseos a caballo, !y la caza! --Querido amigo, si hay damas casaderas, que las habra, mucho me temo que las presas de caza seremos nosotros. --Darcy, siempre mal pensando de todo el mundo. !Seguro que son todos muy amables! En cuanto a bailar, iremos a las fiestas o incluso podria hacer una en Netherfield. Conseguire que bailes. Darcy no pudo rechazar la invitacion de su amigo, pero no pensaba bailar con las damas del condado. No necesitaba una esposa. II Aquella manana, tan solo dos dias despues de haberse instalado Bingley en Netherfield, un vecino del lugar, el senor Bennet, le presento sus respetos. Le parecio al joven un hombre interesante, culto y con muy buen sentido del humor. --Senor Bingley, mi esposa, la senora Bennet, y yo esperamos que este a gusto en Netherfield y sus alrededores --dijo. --Estoy encantado, senor Bennet. Y, digame, ?tiene usted familia en la zona? --!Oh, ya lo creo! Cinco hijas, la mayoria cabezas de chorlito. Casaderas. Al joven le parecio que el senor Bennet era muy divertido. --Es de suponer, senor Bingley, que nos veremos en bailes y reuniones. --!Desde luego! Me encanta bailar. Ya he sido informado por sir William del proximo baile. --Esperamos poder disfrutar de su presencia mucho antes. --Sera un honor y un placer hacerles una visita a ustedes y a sus hijas. --Deseo de corazon recibir su visita en nuestra humilde casa y que no salga corriendo al ver a mi progenie. Bingley rio de buena gana ante las ocurrencias de tan peculiar hombre. --Le he traido este libro de mi Biblioteca personal, espero que lo disfrute. --!Gracias, senor Bennet! Tendre que devolverselo en breve. --Asi lo espero. Un placer tenerlo aqui. --Gracias --contesto Bingley con solemnidad. Tras la marcha del hombre, el joven Bingley se dispuso a escribir una carta a su amigo Darcy. Querido amigo, En solo dos dias que llevo aqui ya he conocido gente maravillosa. Todos han sido muy amables conmigo. En quince dias se celebra el primer baile. Te espero para el acontecimiento. Tambien hay jovenes casaderas con las que podras bailar, y por lo visto muy hermosas. Sinceramente tuyo, Charles Bingley Cuando Darcy recibio la misiva no penso tan bien de la amabilidad de los lugarenos. Cuando tu renta es de cinco mil libras anuales todos se vuelven muy amables, las hijas extremadamente casaderas y predispuestas a bailar hasta desfallecer. Iria a Netherfield, tal como le prometio, pero para cuidar y proteger a su amigo. III A los pocos dias, el senor Bingley devolvio la visita al senor Bennet, pasando diez minutos con el en la biblioteca. La ilusion de ver a las que decian que eran las mas hermosas senoritas del lugar se desvanecio. Sin embargo, esa misma noche, recibio una invitacion a cenar, junto con otra que requeria su presencia en Londres, por lo que tendria que posponer la cena en casa de los Bennet. Ya en la capital, la carta de su hermana Caroline cobro mas sentido. --Pasaremos contigo la temporada en Netherfield Louisa, el Sr. Hurst y yo. --Os encantara. Solo he recibido amabilidad y muchas invitaciones. Son una gente maravillosa. --No me fio de esos pueblerinos y sus hijas casaderas. --!Caroline! --la reprendio Bingley. --Yo tambien os acompanare --confirmo Darcy, muy a su pesar. Pero salvar a su amigo de un mal matrimonio era prioridad para el. Y asi termino toda discusion. Dias despues, ya en el salon de baile de Meryton, la presencia de distinguidos personajes de la capital llamo la atencion de los presentes. El grupo lo componian cinco personas: Bingley, sus dos hermanas, el marido de una de ellas y un distinguido caballero: Darcy. Todos le admiraron al enterarse de que disponia de una renta de nada mas y nada menos que diez mil libras anuales y diversas tierras. Pero ser sabedor de todo esto le incomodo y fue mas grosero de lo habitual en publico. Sus modales eran indignantes, siendo considerado un antipatico y un desagradable. Se nego a bailar, a excepcion de un baile con cada una de las hermanas de Bingley, y a conversar con los presentes mas de un minuto. Bingley lo reprendio rapidamente; --Podrias ser mas simpatico. Esta gente es muy amable. !Y haz el favor de bailar con alguna dama del lugar! --Ya he bailado con tus hermanas, he cumplido y no necesito mas. --Eso no cuenta --contesto Bingley--. Vamos, Darcy, tengo que conseguir que bailes. No soporto verte ahi solo y aburrido. --Lo prefiero. --Seria mejor que te unieras a los demas. --No pienso hacerlo, detesto bailar, y en una reunion como esta me resultaria insoportable. No hay ninguna mujer en toda la sala con la que consideraria bailar. --Me horrorizaria ser tan quisquilloso como tu --exclamo Bingley--. Hay muchachas encantadoras, algunas extraordinariamente hermosas. --Me temo que tu ya estas bailando con la unica joven agraciada de esta... reunion. --Y miro a la mayor de los Bennet. --!Oh, si! Es la mujer mas bella que he visto en mi vida. Pero mira, justo detras de ti esta sentada su hermana. Es bonita, !y seguro que simpatica! --exclamo con su habitual entusiasmo --. Le pedire a mi pareja de baile que te la presente. --?A quien te refieres? --Darcy se dio la vuelta y miro a Elizabeth Bennet, la segunda hija de los Bennet, que le miraba a su vez, asi que tuvo que apartar rapidamente la mirada, con toda la frialdad que le caracterizaba. --Digamos que es pasable, pero no lo suficientemente hermosa como para tentarme. Y ya ves que esta ahi sola, desdenada por el resto de caballeros. Vuelve con tu pareja y disfruta de la velada, no pierdas mas el tiempo conmigo. --Esta bien. --Y se alejo, deseando volver con Jane. Darcy miro de reojo a Elizabeth y vio en esta una sonrisa desdenosa, entre divertida y burlona, pues habia escuchado toda la conversacion de los dos caballeros. A Darcy le sento bastante mal y le puso de peor humor si cabia. Bingley, ajeno a los sentimientos de su amigo, bailo de nuevo con la hermosa Jane, obnubilado ante su presencia dulce y amable. Tambien lo hizo con Elizabeth bajo la mirada fria de Darcy, que seguia de pie como un palo, mientras se daba cuenta de que ella cuchicheaba con otras personas, probablemente sobre el y su desprecio anterior a bailar con ella. Tal vez se habia ido de la lengua demasiado rapido y, queriendo desdenar, habia sido desdenado con mayor rapidez aun. IV Cuando Darcy y Bingley volvieron a Netherfield y se quedaron a solas, el segundo le comento al primero lo mucho que adoraba a Jane. --Es justo como debe ser una joven: sensata, afable, dulce... !y es realmente hermosa! --En eso tienes razon, es una joven muy hermosa. Lastima de su familia --comento con desagrado. --?Por que dices eso? Son todos encantadores. Y Elizabeth no es como piensas. --No pienso nada de ella. Tienes una gran tendencia a que te guste la gente, y lo sabes --lo reprendio Darcy--. Nunca ves defectos en nadie. Para ti todo el mundo es bueno y un dia te llevaras una sorpresa. --Oh, vamos, Darcy. Somos amigos, por supuesto que veo todo lo bueno de las personas, aunque estos crean que tengo amigos maleducados. Podrias haber sido mucho mas amable. Al final siempre tengo que defenderte. --Y que esperabas. Solo buscan nuestro dinero. --Darcy, tienes demasiados prejuicios. --Y tu eres demasiado displicente. Entre Darcy y Bingley existia una fuerte amistad, pese a la disparidad de caracteres. Eran como hermanos. Para Bingley, que hacia poco habia alcanzado la mayoria de edad*, y tras la muerte de su padre, encontro en Darcy el apoyo masculino que necesitaba. Confiaba en el y su buen juicio ante las cosas de la vida y los negocios. Darcy era brillante e inteligente, pero altanero, reservado y exigente. Bingley, sin ser menos inteligente, era todo lo contrario: caia bien siempre. Darcy, en cambio, se las arreglaba para hacer todo tipo de desaires. --En cualquier caso, Darcy, no puedes negar que Jane en particular es una muchacha adorable. --No lo niego --contesto. --Mis hermanas no ven inconveniente en que trate mas con ella. --Cierto. --Asi que eso hare --concluyo con una gran sonrisa en la boca.

  • Una historia insolita de la neurologia de Sam Kean

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  • Texas no suena mal de Christian Martins

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    Violet observo el rebelde mosquito que, a pesar del frio, se movia libremente por la habitacion a sus anchas. Febrero acababa de llegar al calendario y penso que aquel pequeno insecto debia de ser un verdadero superviviente si habia superado las peores nevadas. Carlos estiro el brazo sudoroso y lo dejo caer sobre el vientre de ella. Se sintio pegajosa, sucia y asqueada, pero se contuvo y no dijo nada. Sabia que ese "momento de despues" a el le encantaba y, en su justa medida, habia decidido ser tolerante en esos pequenos aspectos. Violet podia ser complicada, si. Pero con Carlos se mordia la lengua y se lo guardaba dentro, lo que la llevaba a aparentar el aspecto externo de una chica --casi-- normal. ?Y por que se mordia la lengua Violet? ?Por que intentaba ser mas permisiva con el de lo que habia sido con el resto de sus parejas? Porque Carlos era el mejor amante que jamas habia tenido. Quizas se debia a la sangre latina que corria por sus venas, o puede que, simplemente, la buena herencia que tenia entre sus piernas hacia que todo fuera mas sencillo. Violet no lo sabia, aunque tampoco le importaba demasiado. Carlos era genial en la cama y con eso, le bastaba. --?Estas feliz conmigo? Despues de hacer el amor, Violet solia salir escopetada a la ducha. Odiaba sentirse sucia y la repugnaba saber que tenia restos de otra persona en su interior. Si, por Carlos hacia un esfuerzo y se quedaba en la cama, abrazada a el, durante varios minutos. Pero solian hacerlo en silencio, no manteniendo una profunda y absurda conversacion. --Claro que si --respondio, como si la duda resultara ofensiva. Aunque, en el fondo, Violet no tenia muy claro que significaba ser feliz. Nunca habia sabido con exactitud que era lo que queria y esperaba en la vida, lo que conllevaba a que, de vez en cuando, padeciera la desagradable sensacion de "estar perdida en el mundo". --Me alegro --respondio Carlos, justo antes de besarla en el hombro desnudo. Violet se obligo a sonreir. --Me voy a la ducha --dijo, incorporandose, cuando considero que ya se habia mantenido un tiempo prudencial junto a el. --No, no... Quedate aqui conmigo un rato mas --suplico, reteniendola--. Me encanta estar aqui, tumbado, junto a ti --mascullo--. Hueles tan bien... Cogio aire profundamente y se obligo a serenarse. Su obsesion por la limpieza la habia enfrentado en mas de una ocasion con sus parejas, y con Carlos estaba aprendiendo a contenerse. Segun su psicologo, aquellos ultimos meses estaba avanzando a pasos agigantados. --Esta bien, pero... ?Podrias traerme un poco de agua? --pregunto, sin borrar esa sonrisa falsa que habia aprendido tan bien a poner--. Estoy sedienta. Violet habia asimilado que nadie la querria tal y como era en realidad, asi que habia pasado al plan b: aparentar. Su psicologo se empenaba en decir que sufria de "filofobia", pero ella estaba convencida de que, en el fondo, no tenia ningun problema. Solo era diferente a los demas, nada mas. Carlos asintio sin dudar y se levanto de la cama. Ella se quedo alli tiraba, observando sus apretadas y firmes nalgas hasta que desaparecieron por detras de la puerta. En ese instante, calculo que tenia unos dos minutos aproximados para levantarse, correr hasta el bano, asearse, lavarse los dientes y volver a la cama. Salto del colchon y, con rapidez, corrio hasta el bano. Se lavo las axilas con agua y jabon mientras se enjugaba la boca con solucion oral. Escucho a Carlos en el exterior y se apresuro a regresar con rapidez al colchon, corriendo. El entro en la habitacion con un vaso de agua en la mano, le dedico una esplendida sonrisa y senalo a Mila, la perrita de Violet. Violet adoraba a su perra y le tenia muchisimo mas aprecio que a la mayoria de las personas de su vida, pero odiaba con toda su alma que se subiera en la cama. Y Carlos lo sabia. Contuvo el aliento mientras se disponia a llamarle la atencion. --Carlos, por favor... Saca a Mila de la habitacion --le pidio con voz pausada, sin alterarse. Su psicologo solia decirle que, en momentos de estres como ese, debia contar hasta diez tranquilamente y recordarse a si misma que no debia exagerar. Si, Carlos habia dejado entrar a Mila en la habitacion, pero... Ya esta. No pasaba nada. Y eso era lo que Violet debia recordar siempre que se inquietaba por algo que en el fondo no tenia ninguna importancia. Carlos solto una risotada mientras se dejaba caer de nuevo en el colchon, junto a ella, antes de propinar un par de palmaditas a la colcha. Mila salto junto a el con agilidad mientras Violet sentia como las pulsaciones se le aceleraban y el ritmo cardiaco se descompensaba. --!Mila, fuera! --grito, pero el can decidio no obedecer a su duena. En lugar de salir, se tumbo sobre ella a lamerle la cara. Violet sintio como la vena de la frente se le empezaba a hinchar mientras las carcajadas de felicidad de Carlos resonaban de fondo. --!Mila, fuera, para! --grito, enfadada y disgustada al mismo tiempo. La sujeto con fuerza del collar y la obligo a descender. Y en ese preciso instante, sintio un bulto en el cuello del animal que, hasta el momento, habia pasado desapercibido. --Pero... que... --murmuro, agachandose junto a su perrita. Se quedo mirando fijamente la cajita que el animal llevaba atada con un cordel a su collar. Alzo la vista hacia Carlos, preguntandose si aquello era cosa suya. El continuaba sonriendo, feliz. Violet cogio aire, tiro del cordel y desato la cajita. Anhelaba con toda su alma sacar a Mila de la habitacion lo antes posible, pero Carlos la miraba tan fijamente que se vio obligada a sonreir y abrir la cajita antes de continuar poniendo en orden su casa y su vida. Rasgo el envoltorio y entreabrio la tapa. Y en ese preciso momento, cuando vio el anillo de pedida en su interior, sintio como sus aceleradas pulsaciones desaparecian. Se quedo petrificada, helada. El corazon le dejo de latir y su cabeza se quedo totalmente en blanco. Solamente era capaz de repetirse una cosa, una y otra vez, en bucle: "otra vez no, por favor". Carlos se bajo de la cama y se arrodillo frente a la joven, mirandola directamente a los ojos. Parecia estar a punto de echarse a llorar. --Violet Ross... Se que tienes panico al compromiso, que tu vida es muy complicada y que odias pensar en el dia de manana. Pero creo que conmigo el manana sera diferente --dijo, procurando buscar las palabras mas sinceras--. Sera un manana que merecera la pena descubrir. Estos ultimos meses a tu lado han sido... !Uf! --resoplo--. Una verdadera montana rusa de emociones, asi que he decidido lanzarme. --?Lan...zar...te? --repitio, boquiabierta, mientras rezaba internamente porque no formulase la tan odiada y aterradora pregunta. --Violet Ross... ?Quieres hacerme el hombre mas feliz del planeta y casarte conmigo? Sintio como sus pulsaciones se reanudaban de forma descontrolada. Podia escuchar retumbando el bombear del corazon en sus oidos. Sonaba como una locomotora. Temblo de pies a cabeza, sin saber que decir, hasta que observo como la sonrisa de felicidad de Carlos se iba esfumando muy lentamente. Violet odiaba el compromiso con toda su alma. Incluso dudaba que fuera capaz de llegar a enamorarse. Pero si algo odiaba de verdad, mas que cualquier otra cosa, era el tener que enfrentarse a una situacion dificil. Los problemas, por alguna razon incomprensible, debia resolverlos de puertas para adentro, en soledad. --Violet... dime algo, por favor --suplico el con la voz rota mientras comenzaba a sentir como el corazon se le hacia anicos. --Si... --murmuro con un hilillo de voz casi inaudible. Le temblaban las piernas y tenia la sensacion de que en cualquier momento se vendria abajo, pero saco fuerzas de su interior y mantuvo la compostura. --Si, Carlos... si --repitio, procurando sonar mas segura y convencida de sus palabras. Y aunque el gesto de su rostro decia algo muy diferente a sus palabras, Carlos solto una risotada estruendosa y se apresuro a coger a Violet para levantarla al vuelo. Mila solto un par de ladridos por el estallido de felicidad que se palpaba en el ambiente, y cuando por fin Carlos volvio a dejar a la chica en el suelo, lo hizo para colocarle el anillo de pedida. Una hora mas tarde, Carlos se marcho de esa casa pensando dos cosas; que el postre de chocolate que Violet habia comido en la cena y que el habia rechazado estaba malo y que, por esa misma razon, la ultima hora se la habia pasado vomitando en el cuarto de bano. Y que estaba prometido con ella. Si, !Carlos y Violet estaban prometidos!

  • El secreto de Diego de Valentina Libertad

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    Diego y Amalia, dos jovenes con una historia de soledad y ausencia bajo su piel, con cicatrices tan profundas, que los han convertido en individuos incapaces de abrir su corazon y amar con libertad.
    Los secretos que Diego esconde han moldeado una personalidad dificil, a menudo inalcanzable. Arrastrado hasta lo mas bajo de nuestra sociedad, sin poder salir por si solo, recibe la compania de Amalia.
    Con temor esperan ser salvados, y comienzan a entender las circunstancias del otro.
    Una historia de injusticias que se repite en cientos de jovenes, un mundo duro y cruel, en el que Diego, parece estar hasta el fondo.

  • Cartas para Abril de Paula Ramos

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    Querida yo, Como habia sospechado este ultimo ano de instituto ha sido... especial. Podria calificarlo como desastroso, pero tambien diferente. No quiero adelantar acontecimientos, por lo que sera mejor que vaya por partes. Leah finalmente se mudo para comenzar su nueva vida de universitaria. Me gustaria decir que se fue totalmente entusiasmada, pero ya la conocemos. No hace falta recordar que no queria estudiar derecho. A mi, la verdad es que me cuesta entender por que va a estudiar algo que aborrece. ?Hola? Va a ser tu trabajo, de lo que vas a vivir. De todas formas algo que caracteriza a Leah es la cabezoneria, por lo que me ignoro bastante cuando intente convencerla de que luchara por lo que ella queria... (Ahora que lo pienso, tu --yo futura--, sabras si termino la carrera). Pero volviendo al meollo del asunto, la cosa es que Leah se fue y Dios lo que dolio. La partida de Ian fue mala, pero la de Leah se me hizo demasiada cuesta arriba. Era mi mejor amiga y la necesitaba mas que nunca. Por si no recuerdas, justo al final del verano del ano pasado, Noah y yo discutimos. La peor-terrible-tremenda bronca que hemos tenido nunca. Se lio con Emma, la perfecta e intachable Emma. A mi por supuesto me da bastante igual su vida amorosa, pero me fastidia que me abandone por estar con ellas (sus ligues). Siempre lo hace, y es que Noah es un maldito pegajoso con las chicas. ?Por que narices tiene que dejar de pasar tiempo conmigo para estar con sus rolletes? Porque son eso, rolletes. ?O piensa que son el amor de su vida? Hagamos un alto para carcajearme en su estupida cara. !JA! En fin, a mi me parece genial que quiera pasar tiempo con sus novias, es lo normal. Pero eso no tiene que significar que automaticamente tengas que dejar de pasar tiempo con tu mejor amiga. Recalquemos eso: mejor-amiga. Yo nunca le he hecho eso. NUNCA. Asi que asi comence el ano: Leah fuera de casa y mi mejor amigo sin hablarme. Lo de Noah me preocupaba menos porque en el fondo estaba segura de que entraria en razon y hariamos las paces antes de empezar nuestro ultimo ano de instituto. Pues bien, me equivoque. Recuerdo la primera semana en el instituto. Los primeros dias, a pesar de que Noah me ignoraba, seguia totalmente convencida de que se retractaria. Cuando estabamos con los chicos, cruzaba alguna palabra conmigo y aquello, lo de no ignorarme completamente en publico, hizo que creyese que era una buena senal. De nuevo estaba equivocada. Cuando fui testigo de como los dias se convertian en semanas y el seguia sin dar su brazo a torcer, me volvi a cabrear. Termine por supuesto enfrentandole. No fue bien. Yo le grite y el me ignoro. Y eso creo que dolio aun mas. Recuerdo que fue tras volver del instituto, despues de bajarnos del autobus. Me miro totalmente impasible con sus malditos ojos verdes, esperando a que terminase de desahogarme y, despues, tan solo se encogio de hombros y se fue. Asi, sin mas. Termine llorando en mi habitacion toda la noche. A partir de ese dia decidi ser igual de fria que el. Por supuesto, nuestros amigos lo notaron y decidieron intervenir. Edu hablo conmigo y supongo que Jake con Noah. Sin embargo, tenia entre ceja y ceja no volver a lo de siempre hasta que este me pidiera disculpas porque, por supuesto, todo era culpa suya. Paso todo un mes y hasta mis padres comenzaron a notar que algo raro pasaba. Tampoco habia que ser ninguna lumbrera... El habia dejado de pasar por casa y yo tampoco lo hacia por la suya. Mi madre intento sonsacarme informacion una tarde mientras merendaba. Le dije que sabia lo que estaba intentando y que podia preguntar directamente. Le conte lo mal amigo que habia demostrado ser, explicandole su estupido comportamiento y sus duras palabras. Ahora entre tu y yo... Puede que exagerara un poco las cosas pero bueno, sabia que Rose, la madre de Noah, estaria interrogandole igual que mi madre a mi. Y si el le contaba algo, estaba claro que seria una sarta de mentiras. Asi que no me iba a quedar callada. Para nada. Mi madre, tras escucharme, intento quitar hierro al asunto, pero cuando me dijo que por que no intentaba volver a hablar con el para aclararlo... hui. Era lo que me faltaba. Ademas, no parecia echarme mucho de menos, asi que no iba a ser yo la tonta que suplicase. Si a el no le importaba, ?por que a mi si? Lo malo era que, aunque intentase hacerme la dura, estaba realmente dolida. Ademas, Sara y compania descubrieron que Noah y yo ya no eramos tan amigos. Aunque no se atrevian a decirme nada (debian recordar lo sucedido con Penelope), sus sonrisitas lo decian todo. Al menos no tenia que aguantar la presencia de Michelle porque, menos mal, habia cambiado de instituto. No podria haber soportado mas dramas. Con las brujas supremas tenia mas que suficiente. Pero, en fin, estaba en una situacion de mierda. Supongo que todo esto me llevo a cometer la locura de la que estoy volviendo. Me acuerdo de que todo paso un lunes mientras estaba en la clase de Biologia. Antes de empezar, la profesora nos comento la idea de irnos a estudiar al extranjero este ultimo ano de instituto. Vi la luz y no lo pense. Me apunte. Cuando llegue a casa y lo conte, mis padres alucinaron, pero tras hacerles ver que era una buena oportunidad para mi, cedieron. Sobre todo sabiendo que no tenia una media de sobresaliente como Leah, y esto era un buen plus de cara a la universidad. Para mi era todo genial: cambiaria de aires, no tendria que soportar las miradas de Sara y compania, ni ver la cara de Nathan por los pasillos (si, Sara le habia dejado) y, por supuesto, no tendria que lidiar con la ausencia de Noah. Los acontecimientos se aceleraron y cuando me di cuenta de que todo iba en serio, me entro el panico. La noche de antes no pude dormir. Iba a dejar mi casa. ?Hola? Estaba loca. Tenia que frenar todo aquello. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de salir de la cama para avisar a mis padres de que no queria irme, mi madre entro en mi dormitorio. Supongo que aun te acordaras d

  • La llamada del crepusculo de Sarah Lark

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    La llamada del crepusculo es la primera novela juvenil de la autora best seller Sarah Lark.

  • Ensename a querer, Patricia Alcantud Obregon de Patricia Alcantud Obregon

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  • Pasaje a Tahiti, Eva Garcia Saenz de Eva Garcia Saenz

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    1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahiti en busca de una oportunidad despues de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesia conocen a Laia Kane, la hija de un consul ingles corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcara la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Un paso de mas de Tina Seskis

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  • Y lo conoci en… de Lorena Fuentes

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    Un Match.Un polvo.Una rubia de ojos verdes que llegara a mi vida para darle un giro de ciento ochenta grados, pero ella y sus amigas me juzgaran por ser el Lobo Feroz, solo que Caperucita viene a que le clave los dientes por voluntad propia.Amor. ?Que es el amor?No se que esperar de mi Rubita, pero todo lo que ella pueda darme, lo tomare. Yo no cai del Cielo, digamos que emergi del Infierno, mis demonios estan cerrados bajo llave, pero ella es capaz de calmarlos.

  • Black Butterfly de Adrian Blake

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    Black Butterfly… un local donde todo el mundo puede hacer sus fantasias realidad. El mejor local de sexo de la ciudad, el Eden en la Tierra. El lugar donde sus cuatro protagonistas descubriran que la vida puede complicarse cuando menos te lo esperas, que el amor puede aparecer a la vuelta de la esquina y que hay que trabajar duro si se quiere tener a la persona que uno quiere.
    Mis chicos os esperan para contaros sus historias, incluido Ken, que intenta enganarse a si mismo creyendo que puede mantener las distancias con la mujer a la que ama. ?Estais preparadas para conocer su historia?

  • Secretos 3, Christian Martins de Christian Martins

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    Lo unico que Julia desea es ser feliz junto al hombre que ama, pero parece que su objetivo tardara bastante en hacerse realidad. Nada de lo que les rodea parece seguro; ni Mexico, ni Espana.
    Por fin es participe de lo que ocurre y todos los secretos que la rodeaban han sido desvelados pero, ?como van a dejar atras el pasado? ?Como huir de todo aquello?
    Cuanto mas sabe, mas segura se encuentra de que todo aquel asunto que la rodea terminara muy mal.
    Elias tiene demasiados enemigos y varias personas parecen interesadas en terminar con ellos.

  • Una esposa de reemplazo (Novias del oeste 2) de Amaya Evans

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    Lissi Drum suena con poder tener una familia. Un esposo y unos hijos que la amen y que juntos puedan vivir en una casa hermosa, rodeada de flores, en un pequeno bosque. Esa siempre ha sido la imagen que ella ve en su mente, de su futuro. Mientras su esposo trabajaba en su empresa, ella trabajaria en su peluqueria, que podria hacer en su casa y de esa manera poder atender a sus hijos al mismo tiempo. Toda su vida estaba planeada en su mente, pero lo que ella no sabe es que todo eso cambiara cuando un dia sin esperarlo, llegue a su casa una carta muy vieja, que no tiene remitente, pero va dirigida a ella. Esa carta la transporta a un lugar del que no sabe nada y de un momento a otro se encuentra frente a una casa que parece la de la familia Ingalls, con solo un sobre en las manos dirigida a un tal Mathias Taylor.

  • Cambiemos el mundo de Greta Thunberg

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    < ESTE ES UN GRITO DE SOCORRO.>>

  • Mi Alma Gemela de March Caroline

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    ?Sera capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada?

  • Pava licenciada en zorra de Rosana Ample

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    El mundo de Cayetana Suarez de la Franca da un giro desconcertante cuando sus padres cierran el concesionario de coches de lujo, a raiz de la crisis economica. Simultaneamente, sus amigas, las gemelas Saez de Cortazar, descubren la doble vida de su prometido. Cayetana, despechada y con el alma rota, jura por Dior, que ningun canalla conquistara jamas su corazon.
    Superar la ruptura llorando en casa y encontrar trabajo, no pueden ser una prioridad para Cayetana, cuando se aproxima la despedida de soltera mas sonada de la historia y ella es la dama de honor. Cargo que, en ocasiones, es una pura diversion y, en otras, una gran responsabilidad.

  • Mystical de Veronica A. Fleitas Solich

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    La vida de Agatha esta tenida de magia; no por eso, todo en su vida es magico. Duena de un don especial y perseguida por pesadillas que la atormentan desde pequena, ella ve y siente cosas que la mayoria de los mortales desearia no tener que experimentar.
    Con un pasado que no le fue sencillo sobrellevar, se ha instalado en Miami para intentar rehacer su futuro y lo ha logrado. Alli formo una familia a la que no la une la sangre pero si la magia, y abrio su tienda “Mystical”, en la cual ha encontrado su lugar seguro dentro de un universo demasiado inmenso y extrano que no puede controlar.
    Lo que supo construir se ve amenazado cuando el destino pone frente a ella a Patrick Reed, uno de los empresarios mas famosos de la ciudad y a su socio, Andrey Vorobiov.
    Tras un evento inexplicable y un asesinato que los pone en la mira de la investigacion, las existencias de Agatha y Patrick se enredaran para comenzar a dar vueltas alrededor de un centro que los atrae y que tambien arrastra a otros personajes que los rodean.
    Encontrar al verdadero asesino no sera unicamente necesario para demostrar su inocencia y la de Patrick, sino tambien un modo de recorrer el sendero que la conduce a descubrir que esconden sus pesadillas y las visiones que han comenzado a invadir sus dias.
    A pesar de ser dos polos opuestos, ninguno de los dos puede ignorar el hecho de que una pasion increiblemente fuerte los atrae. Les restara descubrir cuanto sera capaz de resistir y perdonar ese amor, y cuanto soportara de realidad, la magia que los rodea.
    Una segunda oportunidad, secretos, envidias y un amor que parece dispuesto a perdurar en el tiempo pese a todo.
    Mystical es magia, es vida; es el hilo plateado que por muy delgado que pueda parecer, guia los corazones hacia su destino.
    Descubre la magia en cada pequeno detalle de la vida, en cada latir de un corazon.

  • El Maestro Del Desastre de Samuel Sanaga

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    Perverso. La idea salio como le salen las ideas a todo gentio: por una minuscula probada, como se lo incito ella al entregarse al sendero de las hormonas. Ella, un cuerpo helado por la incertidumbre que le calaba las entranas, encorvada entre esos brazos como un nino pequeno. El, sudando frio, su piel palida, sus ojos enfermizos y vivaces arriba de orificios diminutos, sentia golpecitos en el pecho de adentro hacia fuera, y el darse cuenta de eso le inquietaba mas. La sentia liviana, porque no era la primera vez que la tomaba en sus brazos. Iba a trote, con el temor de escuchar el sonido de otros zapatos que los suyos en medio del silencio criptico. Llego a una esquina solitaria; al frente, a diez pasos, un muro de ladrillos viejos. Giro a la izquierda, fue estirando las piernas cuesta abajo. La humedad ya se sentia debajo de ese tremendo abrigo y tambien debajo de la capucha, una hilacha de liquido corria por la sien. ?Tan poquito has caminado y ya sudas? De tranco en tranco manoseaba la pierna de la chica, y evocaba movimientos frondosos de glorias bajo sabanas; pero las luces de los postes, uno en cada veinte pasos, imponian entornos amarillentos, hepaticos, en la pista de cerro muerto por la que se desplaza, que parecia aumentar de longitud con cada pisada. La adrenalina de hacer lo que hacia le permitia concentrarse mas en las hileras de casas mudas a la izquierda, y el muro de la derecha del estadio la Bombonera, que continuaba hasta terminar la ultima esquina del bullanguero 15 de Enero. El tipo desconocia el aire que deambulaba; por mas que vivio casi toda su vida en Lima, la frialdad era inusual, parecia penetrar desde los resquicios descubiertos de las ventanas oscuras, entre las lenguetas de tierra laterales a las veredas, le calaba la piel erosionada en puntos como gallina, hasta la punta de los mas reconditos bellos de su pulverizada conciencia. ?O es frio o eres tu el que tiembla tanto? Era precisamente la conciencia la que le estaba jugando una mala pasada. Miro al cielo vacio, Hasta la luna no quiere ser testigo de lo que hare hoy. Por la izquierda, a unos cuantos pasos, un gran grupo de piedras de cemento, desmonte de alguna casa remodelandose, quiza la que seguia. Al otro lado a medio metro debajo de la vista, una cabeza pequena, un par de ojos asustadizos, la criatura escualida denoto su olfato con un sonido, rompio el silencio de la madrugada comenzando a ladrar, el sujeto carajeo bajito y maldijo, se alejaba para prevenir muelas sucias en la piel. Sintio cerca del pie una roca de tamano regular y quiso saltarla, uno de los bordes le rasguno un tobillo, el cuerpo de la chica se le vencio al mar de piedras, el cayo apoyado en sus manos arriba de ella como si la protegiera, en posicion de cuadrupedo. Quedo perplejo un instante observandola, Gerald giro un tanto la cabeza, una roca le elevaba por su lado occipital. El tipo sintio dolor ajeno, se reprochaba, !Como llegue a este punto! Se levanto sintiendo hinchazon en las palmas de las manos. Alargando los brazos, quiso recogerla mientras los ladridos lo aturdian; puteo al perro, cogio una piedra y le asesto en pleno pescuezo. Sus ladridos se opacaron y se alejaron al igual que su silueta a la luz de un poste, al profesor le quedo en la cabeza el sonido de la piedra impactando esa piel. Recogio a la adolescente en sus brazos y reanudo la corrida. Su mente maquinaba forzosa, por querer callar la conciencia que brotaba; recuerda ocasiones entretejidas en telaranas, una sobre otra, cuando la perforaba con gusto y todo, sus movimientos, sus melodiosos gemidos bajo su cuerpo, sus temblores, las canciones que canturreaban luego de la accion en un limbo de oscuridad total, juntitos, endiablados, en medio de cuatro estrechas paredes. Quiso recordar mas, pero un sentimiento le golpeo el foco de su atencion; empezo a ralentizar sus pasos. A solo unos cuantos metros de la ultima esquina, el profesor dejo de correr. Quedo inerte un instante, mirando al suelo. Su memoria opera: la vez que se pasearon el parque de La Reserva, el la empujo hacia uno de los chorros que formaban arcos acuaticos cubriendo sus cabezas, emocionados con los reflectores de luz, ambos metiendo las manos en los arcos para lanzarse el agua como ninos; Tambien vino la vez en que ella se asomo al salon del primero C mientras el espectaba desde el pupitre a los uniformados haciendo tareas, se acerco y le dejo en las manos un poema que le habia compuesto, cuyas letras manejadas de su mano, le hicieron sentir un sabor a madurez y verano mezcladas en un solo cuerpo, y no pudo despedirse de el mas que con una estrechada de manos por miedo a que los chiquillos de primero vieran cosas imprudentes; Finalmente le vino a la cabeza la ocasion en que, sentados en un banco de madera labrada, apreciando un grupito de ninos dando vueltas en el centro de una alameda, ella le apreto las mejillas con dulzura como nunca sintio que se lo habia hecho mujer, mirandole a los ojos y susurrando: Te amo. La letra de una cancion de Grupo 5 pasaba por su mente, ?Por que tengo ahora estos recuerdos tan triviales? Todas esas imagenes, siempre con una Gerald sonriente, pudica, le hicieron analizar en como el amorio desequilibrado que vivieron los llevo a perder toda pulcritud; Tanto horror, tanta inconciencia, tanto condenado. Por fin bajo el rostro para verla: la muchacha tenia los parpados cerrados, tan dulce se veia con la carita blanca apegada a su pecho, silenciosa, drogada. Empezo a dudar; con todos los pensamientos de arrepentimiento y empatia que le apesadumbraban, deseaba hacerle algun bien y dejar de pensar --por lo menos por unas horas-- en si mismo y en su hambre de venganza, y la depresion de no volver a sentir -- ?Que cosa?-- el ocio, los bailes, las canciones, sus rodillas, sus muslos, su… !Ya! Carajo, ya se habia invertido mucho tiempo como para pensar en tirar la toalla justo ahora, en la penultima etapa. Aquella voz estridente le persuadio a seguir. Dio tres pasos agigantados. Freno de nuevo, los brazos, las piernas y el torso entero llevaban un temblorcillo que aumenta mientras mas piensa. Miro al frente, la calle despejada. Volvio a avanzar, cruzo el umbral de la reja en la que terminaba el barrio quincineriano, giro en diagonal a la izquierda donde lo esperaba el carro azul, al costado de un terreno baldosado y con cesped, con ciertos banquitos de concreto. Abrio la puerta trasera y acomodo a la chica durmiente en los asientos. Gira la vista, observa el tramo de la pista que va en subida, Tanto me he demorado en esa poca calle. Dejo a la adolescente con el cuerpo estirado y cerro la puerta. Acerco la muneca izquierda y apreto el boton de la luz. Eran las tres. Froto las palmas de las manos por los ojos y parte del rostro. La observaba recostada sobre su lado izquierdo. La piyama solo consistia en una camiseta rosada y un pantaloncillo plomo y delgado, y penso nuevamente en que Esto pudo haber terminado mejor. Giro la vista a la derecha, un misero pedazo de cesped del terreno baldosado. Sacudio la cabeza y las manos para darse valor. Entro al vehiculo y giro la llave. Tremulo, arranco a gran velocidad. II --Claro que esos sentimientos llegan cuando estas mas hundido, para terminar de fregarte --Ricardo hablaba senalando hacia abajo con la vista. Tenia apariencia trasojada, como si no hubiera dormido la noche anterior. Gerald cruzo los brazos sobre la carpeta. --Ya hasta hablas como filosofo... o, mejor dicho, pretendes hacerlo --respondio. --Tu no tienes enamorado, ?no, Gerald? --Stefany pregunta, dejo de maniobrar el lapicero azul y manoseo su barbilla. --No. --Geraldine es una intelectual, cualquier mequetrefe no estara a su altura --afirmo Ricardo palmeando la carpeta y sonriendo. Gerald permanecio seria. --No es que sea sobrada, simplemente no me da la gana. --Lo que pasa es que eres un poco alzada, Gerald, no lo niegues --dijo el companero bromeando; abajo de su barbilla, se lucia el lapicero al lado de una letra mayuscula escrita en el cuaderno. Lo tomo, observo su cobertura negra. --Que no soy alzada. --Si lo eres, se te nota en los ojos. --Eres mal educado --reprendio Stefany--, no sabes expresarte con amabilidad a una chica. --Soy directo, mujer. --Te apuesto que nunca tuviste enamorada. Gerald oprimio la punta con tinta haciendo el punto final al parrafo. Dejo caer al lapicero sobre el cuaderno. --?Tu crees en el amor? --Stefany le hablo apoyando la cara sobre sus manos. --Yo creo que ese... ese manojo de emociones... florece... en la juventud. Stefany junto los parpados. --Oye, ?que te has fumado? --Nada que te importe. --No necesitas decir cosas elegantes a cada rato. Gerald apoyo la nuca en sus manos, mirando hacia el techo. Los amorios no la preocupaban, preferia pensar en su ninez, ?Te acuerdas? Tu cabello era olitas diminutas, y tu mentecilla se preocupaba en juegos libres, caricias, ganarles las canicas a los ninos, los malditos ponies que nunca te compraron, en vez de preocuparte en rellenar cuadernos, presentar tareas ineficaces, escuchar a tus companeros hablar estupidez y media. Ella baja la vista para observarlos: sus palabras son ausentes a sus meditaciones, dos ojos masculinos hundidos arriba de pomulos redondos, casi una senal de depresion, una voz dulce; la companera de al lado, robustita, lentuda, intercambiaba palabras como no lo hacia con muchos. Los uniformados de todo el sitio se prestaban a socializar; el profesor, estrabico de sus actividades, sentado en su pupitre, ojeaba un cuaderno y una hoja se caia para un lado, tenia cuadraditos rellenos de numeros diminutos, y Gerald se preguntaba de que color eran esas notas, Mas rojas que azules, de seguro. Giro la cabeza a la izquierda y miro a los demas; unos copiando la tarea de la pizarra, otros, tan ajenos al texto, intercambiaban frases y abrian grande la boca, tan profunda como un tunel, y los ojos, como si no pareciese que se estan riendo de lo sucia que esta la falda de una companera, otro se burla senalando al alumno que apoyaba la cabeza y los brazos sobre la carpeta, muerto en suenos, delante de ella. Dejo caer los brazos a los costados. Nunca hizo falta las presiones atolondradas ni los castigos risibles de ineficaces padres para que mantuvieras buena posicion en los puntajes ?no, Gerald? Eres de las muchachas que poco se encuentra, y que poco se conoce, y con el soporte social de conversar con muchos y amistarte solo con algunos cuantos. En sus pensamientos mas comunes idealizaba que nadie podia negar lo atractivo y lo presentable de su fisionomia, un par de ventanas cristalinas con dos pelotitas negras brillosas, con apariencia de piedad, y en medio una nariz regular y lisa, como la tez blanca. De lejos, parecia que su rostro llevara una forma casi redonda, pero su mirada era de las que pronosticaban a la primera impresion un gesto de pureza, armoniosa con la personalidad esbelta que demostraba. Se acordo del consejo de alguien, que solo le hacia falta lentes para combinar lindura e intelectualidad, pero ella aborrecia la idea. "Las personas que usan lentes son muy intelectuales". Gerald puso las cejas pesadas, ella conocio a personas de erudicion que no necesitaron mejorar la apariencia con un par de vidrios, y lo confirmo al mirar a la derecha, en el grupo de cuatro carpetas mas cercano a la puerta, El Duro lanzaba a sus companeros repulsivas babosadas y mentadas de madre, llevaba puesto un par de ojos adicionales como apariencia de "intelecto"; tambien giro al sentido contrario para divisar, en el otro grupo, a la companera que hoy se puso en la vista un par de lunas con monturas rosadas y pensaba lo mismo que sus companeras le decian: "Se te ve lindo", "Te asienta". Gerald la miro bien, !?te asienta?! No pudo evitar que salga un sonido risueno. --Tonta-- el pensamiento salio literalmente de su boca. Miro a su costado, Stefany escribia concentrada, no la escucho, parece. Volvio a poner las manos tras la nuca, relajandola. Ricardo ha levantado la vista para verla. Ella percibe a su companero por el rabillo del ojo, se formula la duda si le esta viendo los pechos o si esta mirando hacia otra direccion. Dirigio el iris hacia el, el muchacho bajo la mirada al cuaderno donde transcribia. --Se ve que escribes muy rapido, Gerald. --Ella ha devuelto la vista al techo. --Asi es. A dos carpetas de distancia, Jorge, un palillo alagado, torcido, con la piel de un matiz oscuro, la miraba de reojo a su izquierda. Jugaba con un D.N. I. ajeno en una mano, leia el apellido Castillo. --Maldita --susurro entre dientes. --Oye, tu si te pasas. --Aurelio se acomodaba el cordon amarillo que se le caia del hombro. Estaba riendo. --De que cosa. --Angello le miraba con ojos vivos. --Lo de hacer una de esas jugadas. Pero seria bacan, ?no? --Si, pues, tenemos que hacerlo. --Verdad, la profesora de historia dejo tarea ?no? --dije yo. --Creo que si --dijo Aurelio, y siguio el tema-; pero no hay maestro mas jodido que Paul. ?Te contaron lo que hizo en el bano? --En el bano pasa de todo. Claro. --El tiene tino para eso. --Si, ?no?, ese huevon revento una rata-blanca en el water, ya te imaginaras como salio la aguita marron como volcan --dijo Angello, la risa se le salia atorada, y sus ojos se ponian mas chinos. Los tres saliamos del salon despues que la campana del recreo habia sonado, ya medio salon habia desaparecido. Nos ibamos al bano. --A mi me han contado que dos anos antes, uno de quinto se grabo cagando encima de una carpeta. --!Ja, ja, ja! --Y fue en el salon donde estamos ahora. Yo los escuchaba casi sin hablar mucho, el pasillo no tenia mucha gente que estorbaba el paso, hasta llegar a donde queriamos. El bano tenia una reja nueva, observamos las losetas limpias y celestinas del lavadero de un lado, antes eran de un color blanco falso, porque parecian con manchas amarillentas de tanto uso. Cuando entramos los cuadritos de losa estaban tan nuevos que hasta reflejaban las caras. Se veian mejor a comparacion de antes, cuando los banos de los hombres estaban en el segundo piso y no habia ni puerta, un marco de fierros oxidados rodeaba la entrada, y algunos de los bloques donde estaban los inodoros no tenian ni puerta. --Me gustaria hacer algo mejor que eso --dijo Angello mientras se acercaba a una puertilla y la abrio. --!Oigan, oigan, miren aqui! Angello ?Te refieres a esto? --Aurelio senalaba el inodoro y nos acercamos a mirar. Al fondo de la tasa en medio de la aguita repugnante, habia un DNI enmicado y con la cara de una chica en la parte frontal. Rieron mas fuerte que antes. --Ella no es.... --No jodas. --Ella no es... --!Esa es Gerald! alaaa, esto es literalmente la prediccion del futuro --dijo Angello. --Pues, si sigue siendo como es --dijo Aurelio. --?Como "es"? --dije yo. --!Ah, perdon, Ricardo! no debi decirlo contigo aqui. --Aurelio me tocaba de un hombro y luego se tapaba la sonrisa con la mano. En el recreo, ha llevado una silla cerca a la puerta, y sentada, observaba el desfile desorganizado de jovenes de todas las clases y tamanos, y le distraen de sus pensamientos dos criaturas enanas que parecian saltar delante suyo a toda prisa como crias de chivo. Los nuevos que entraron a secundaria siguen pareciendo ninos, ?no?, y que feo, Gerald, estos mocosos parecen ser mas vivos de lo que eramos el C en primero. Por andar correteando casi le arrancan los audifonos que estan colgando del cierre de su casaca, que reproducen una cancion a bajo volumen. Se los pone a los oidos. Entrelazadas como canasta, dos de sus companeras van tomadas del brazo al quiosco, igualitas como la mayoria del colegio: las vastas de las faldas cuatro dedos mas subidas de la rodilla, los cuellos de la camisa sin abotonar, bordeadas por una especie de culebras oscuras y largas, y los monos que no estan detras de la cabeza sino arriba en la coronilla, deformes, informales, sujetos con un cole de distintos colores, ?De donde salio esa moda tan lacra? Quiza nunca lo sepas, Gerald; para ti las vacaciones ya terminaron, fueron dos semanas pequenisimas, solo una interrupcion a diez meses de rutinarias ensenanzas, un pequeno viajecito a provincia, para visitar a los primos, unas cuantas vueltas a la Lima jodida, y de vuelta seis horas y media adentro de esta cazuela pintada de azul, casi todos los dias, acompanada de chibolos excentricos y estrabicos que se creen de lo mejor, aunque para algunos de ellos, las vacaciones nunca terminan. El timbre ha sonado y ella prefirio meterse sin comprarse algo para el estomago. El recreo duro veinte minutos y hacia falta cinco para que todas las cabezas dejen de chapar en los sitios oscuros, los hombres dejen la pelota y todo el mundo se encuentre en el aula. Los del quinto C entran mas despacio, porque parece que el profesor de fisica no llega todavia. --Y eso que el es puntual --ha dicho Saltachin--. Hoy toca fisica ?no? --?Ya no te acuerdas? --le dijo El Duro-- Mejor si no viene. Ambos estiran las piernas por el pasillo, se alejan del salon, pero grande es su sorpresa al ver llegar a una mujer de contextura regular, de cabello corto color rubio artificial, y usando un par de ojos adicionales con monturas doradas y redondas como un reloj de pendulo. --Mierda, alla esta Elia. --Ah, que pesada.

  • La constelacion del olvido de Pilar Gonzalez Alvarez

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    <>, son las ultimas palabras de Andrea de Luna en el lecho de muerte. Un sueno premonitorio le advierte de que su biznieta Andreita desvelara el secreto familiar guardado con tanto celo durante mas de un siglo.
    ?Cumplira Andrea su promesa? ?Evitara que el misterio salga a la luz?

  • Julen. Irresistible y prohibido de Jess Gr

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    La cancion Pump It de Black Eyed Peas resuena por los altavoces ahogando el sonido ronco de mi BMW Serie 3. El viento despeina el pelo de la preciosa rubia con tetas enormes que se sienta a mi lado. Solo necesito una mirada de reojo para saber que esta noche va a ser muy agitada. --!Acelera! --grita, posando su mano sobre mi muslo. No pierdo ni un segundo y hundo el pie en el acelerador. Son las cuatro de la madrugada y las calles de Madrid estan casi desiertas, a excepcion de un punado de coches que no me cuesta nada adelantar. Tal vez deberia cerrar la capota superior del coche, pero la rubia ha insistido en que no lo hiciera. La verdad es que tampoco me molesta demasiado. Ya estamos en junio y las temperaturas son agradables. Ademas, aunque estuviesemos a veinte grados bajo cero, yo no sentiria frio alguno, no despues de todo lo que he bebido y tragado esta noche. --Dame otra --ordeno mirando a la rubia de soslayo. No recuerdo como se llama, Amanda, Alicia… Bah, que importa eso. Acabo de conocerla en una disco, y lo unico que puede interesarme es llevarla a mi picadero y follarmela antes de darle puerta--. !Otra, Rubia! --repito. Se quita el cinturon y gira su cuerpo hacia mi. Enseguida mi mirada va a parar a esos dos melones que sobresalen del sujetador que lleva a modo de camiseta. Coloca una pastilla amarilla en su escote y se acerca aun mas a mi. Yo sonrio de manera ladina y aparto la mirada de la carretera un momento, sin dejar de acelerar, para lamer ese trozo de piel y recoger la pastilla. La trago en seco y sigo chupando su escote al notar como su mano se dirige a mi entrepierna. La tengo dura, vaya que si. La rubia aprieta mi polla por encima del pantalon y siseo de placer. Quiero llegar ya al puto picadero o terminare tirandomela en el coche. --!Cuidado! --Su grito me hace alzar la cabeza justo a tiempo para mover el volante y esquivar un coche que circulaba por el sentido contrario. O tal vez era yo el que no iba bien. Da igual, me he apartado a tiempo. Ademas, ahora mismo dudo que sienta algo si me estampo contra otro coche. Mis extremidades estan adormecidas y me cuesta centrar la vista en la carretera. Supongo que la pastilla ya esta haciendo su efecto--. !Julen! --Un nuevo grito me hace dar otro volantazo. --!No grites, cono! --exclamo girandome de nuevo hacia ella. Veo el miedo en su mirada, y solo entiendo el motivo cuando las luces me ciegan y siento el impacto. [?][?][?] El policia lanza una carpeta sobre la mesa metalica y esta aterriza con un estruendo. --!Te estoy hablando! --grita justo frente a mi cara. Cierro los ojos con fuerza y siseo de dolor. Casi no soy capaz de mantener los ojos abiertos. ?Como pretende que mantenga una conversacion? Llevo horas encerrado en esta mierda de sitio. Se supone que mi abogado iba a llegar hace un buen rato, y hasta ahora no ha aparecido. --Lo se, ?podria hacerlo en un tono mas bajo? --!Oye, ninato, no me vengas con chulerias! --Golpea de nuevo la mesa, esta vez con la palma de su mano, y una vez mas siento un pinchazo en las sienes--. Una cria esta ingresada en el hospital con la cabeza abierta como un puto melon, ademas de varias costillas rotas y la cara desfigurada. ?Crees que esto es una broma? --Respiro hondo por la nariz y me acomodo en la silla echando la cabeza hacia atras. Solo quiero dormir unas cuantas horas tranquilo --. !Me cago en la puta! !Abre los ojos, joder! --Tras resoplar, hago lo que me pide, y el agente griton se apresura a abrir la carpeta y desperdigar un punado de fotos sobre la superficie de la mesa--. Mira esto y dime si es una broma. --Intento enfocar la mirada y analizo las imagenes. En una de ellas aparece la rubia con la cara cortada y cubierta de sangre. Otra esta tomada desde mas lejos, y en ella se puede ver como la chica ha atravesado la luna delantera del BMW. Joder, que putada--. Alison Martinez tiene solo dieciocho anos, y has arruinado su vida. --Fue un accidente --me excuso. --?Un accidente? --Me lanza un papel a la cara y no tengo reflejos para esquivarlo--. Conducias a ciento ochenta kilometros por hora hasta arriba de alcohol y MDMA[1] . No ha sido un accidente. Mierda. ?Me van a meter en la carcel? No creo. !Joder! Pestaneo un par de veces y me enderezo en la silla. Tal vez deba prestar atencion. Puede que este lio sea mas grave de lo que creia. --?Puedo beber agua? --pregunto al notar la garganta seca. Otro agente, que ni siquiera era consciente de que estaba con nosotros, se acerca y me tiende un botellin de agua. Tras beber un trago largo, respiro hondo y me centro de nuevo en las fotos--. La rub… Alison, ?esta bien? --Sobrevivira, pero no, no esta bien. Esa nina nunca volvera a ser la misma. --El agente resopla y se sienta en una silla frente a mi --. Ahora que te veo mas espabilado, explica que fue lo que paso. --No lo se --susurro desviando la mirada. --Si que lo sabes. ?De que conoces a la chica? --!De nada, joder! Sali con unos amigos, fuimos a una discoteca en el centro y la vi alli. Nos liamos y ella me pidio que la llevara a otro lugar para echar un polvo. Nada mas. --?No la habias visto antes de esta noche? --Niego con la cabeza--. Muy bien, ?y a donde os dirigiais? --A la Latina. Un amigo tiene un piso alli, y lo usamos para llevar a… Bueno, para… --A modo de picadero, ?no? --Asiento--. ?Donde conseguiste las drogas: en la discoteca, de algun amigo? Me froto la cara con las manos y niego con la cabeza. --No me acuerdo. Quiero hablar con mi abogado. --Esta a punto de llegar, pero antes vas a decirme de donde sacaste el extasis. Frunzo el ceno y clavo mi mirada en la suya. --No voy a decir una mierda sin mi abogado. El agente esta a punto de decir algo mas, pero la puerta se abre de pronto y un par de hombres entran en la pequena sala de interrogatorios. Tras ellos, puedo reconocer el uniforme de mi padre. Genial, ya ha llegado. --Buenos dias, soy el abogado del senor Julen de la Torre -- senala uno de los recien llegados. Mi padre se asoma tras el y me lanza una de sus miradas intimidatorias que tan bien se ignorar--. ?Alguien va a explicarme por que se esta interrogando a mi cliente sin mi presencia? El agente se levanta y se cruza de brazos frente a el. --La ley dice… --?De verdad quiere hablar conmigo de leyes, agente? --le pregunta el abogado--. Traigo una orden para su puesta en libertad de manera inmediata firmada por el juez don Santiago Tordesillas. --No es posible --sisea el agente arrebatandole el papel de las manos a mi abogado. --Ahi lo tiene. Mi cliente ha de ser liberado, no hay motivos para mantenerlo bajo vigilancia. --Conducia bajo los efectos del alcohol y las drogas superando el limite de velocidad. Eso es un delito contra la seguridad vial que conlleva a una pena de seis meses a dos anos de prision. --Eso hablelo usted con el juez, agente. --Una chica esta en el hospital con lesiones graves. --La familia no va a presentar cargos --aclara mi abogado--. Ademas, segun me han informado, encontraron una gran cantidad de pastillas en el bolso de esa chica. Es posible que ella le proporcionara las drogas. Con solo echarle una mirada a mi padre, se con seguridad que el se ha encargado de todo. Apuesto a que le ha ofrecido una buena pasta a la familia de la chica y el juez es amigo suyo. --Esto es… --El agente resopla y niega con la cabeza--. ?Asi funcionan las cosas en este pais? Un nino rico puede hacer lo que le de la gana porque su papa le saca las castanas del fuego cada vez que se mete en lios. --Agente… --El abogado sonrie y se ajusta la corbata con altivez--. Lo que usted piense o crea, no es relevante. Ahora, libere a mi cliente o presentare una denuncia en su contra. [?][?][?] Me despierto con un dolor de cabeza impresionante, aunque al menos ya no me siento tan ido como al acostarme. Ni siquiera se cuantas horas he dormido. Nada mas llegar a casa, me fui a mi habitacion y me lance sobre la cama. Mi padre no dijo ni una sola palabra en el coche, tampoco al llegar. Supongo que ahora me tocara aguantar uno de sus sermones. Joder, no tengo coche. ?Sera que me compra otro si se lo pido? Tal vez deberia esperar a que se le pase un poco el cabreo antes de hacerlo. Tras pegarme una ducha, me visto con un pantalon de chandal, y descalzo bajo a la planta principal de nuestra casa. Aqui he vivido toda mi vida, en el barrio de Salamanca, lugar donde nacimos mi hermano y yo. Al bajar las escaleras no puedo evitar sentir un pinchazo en el centro del pecho. Aun guardo buenos recuerdos de esta casa, cuando se escuchaban risas por las mananas, a mi madre tarareando alguna cancion. Ahora ella ya no esta, y mi hermano Hugo tampoco. Solo quedamos el Almirante y yo. Respiro hondo y sigo bajando las escaleras. Al asomarme al comedor, lo veo sentado en la cabecera de la mesa con un periodico en la mano. Para no variar, lleva puesto su uniforme. A veces pienso que lo usa hasta para dormir, como si vestirse con el le diera mas poder y autoridad del que ya tiene. Es un puto almirante de la Armada Espanola, esta forrado, y entre sus amigos mas allegados hay jueces y politicos. ?Que mas poder necesita? --Buenos dias --susurro sentandome a la mesa. La unica respuesta que recibo por su parte es una mirada por encima del periodico. Enseguida vuelve a centrarse en su lectura y Marisol, la mujer que trabaja en casa desde que era un nino, llega con mi desayuno. Normalmente me saluda de manera muy efusiva, pero hoy parece preocupada o cohibida por algo. Espero que el Almirante no se haya pasado con ella. En cuanto se marcha, ataco mis tostadas y me bebo el zumo de naranja de un solo trago. Estoy dandole el primer sorbo a mi taza de cafe cuando veo a mi padre doblar el periodico y dejarlo en la mesa junto a su plato, cuadra la espalda y me mira con atencion. --Tenemos que hablar --dice en su habitual tono serio. Ya, ahora es cuando me cae la del pulpo. <>. --?Que pasa? --pregunto tras limpiarme la boca con la servilleta de tela. --Creo que ha llegado el momento de poner las cosas claras -- afirma--. Lo que paso ayer no fue ninguna tonteria, y ya estoy cansado de pedir favores para librarte de los problemas en los que te metes. --Almirante… --No me interrumpas --ordena de manera cortante. Estrangulo la servilleta con el puno y aprieto la mandibula con fuerza, aunque hago lo que me dice. He aprendido a mantenerme callado en algunas ocasiones. Cuanto antes suelte todo, antes acabara esta conversacion y podre volver a mi vida normal--. Ya no eres un nino, Julen. Tienes veintiun anos, y hasta ahora te he estado protegiendo de ti mismo, pero eso se acabo. No voy a volver a permitir que esto pase en mi casa. --?Me estas echando? --pregunto alzando una ceja. Me clava su mirada furiosa y, por primera vez en mucho tiempo, temo lo que vaya a salir por su boca. --Es tu decision marcharte o quedarte, pero si decides seguir viviendo en esta casa, vas a acatar mis normas. --?Que normas? --Vas a entrar en la escuela naval de inmediato. --!Y una mierda! --exclamo. --No es una sugerencia, Julen. Estas descontrolado, lo que sucedio ayer es demasiado grave como para dejarlo pasar sin mas. Siempre fuiste un nino rebelde, desde la muerte de tu hermano… --?Puedes dejar a Hugo fuera de nuestras conversaciones al menos por una vez? --siseo aguantandome las ganas de pegar cuatro gritos. Odio que haga eso, que me recuerde que mi hermano esta muerto. !Ya lo se, joder! --He intentado educarte de la mejor forma posible, pero no fui capaz de llevarte por el buen camino, y me temo que ahora ya es demasiado tarde. La unica forma de enderezar tu conducta es entrando en la escuela naval. Alli sabran disciplinarte como yo no pude hacerlo. --No voy a ser militar --escupo. --No tienes otra opcion. Entras en la escuela naval o te vas de mi casa. Ya eres un hombre y tienes que asumir las consecuencias de tus actos.

  • Dos almas y un secreto de Myriam Gonzalez Britos

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    <>, dijo Selma Lagerlof. Quiza tenia razon. Quiza. El dolor enaltecia o desmoronaba por completo a un ser humano. Mutaba los colores de su esencia y transformaba su espiritu para siempre. Todos tenemos un secreto inconfesable en esta vida. Creo que incluso el propio hijo de Dios lo tuvo en su tiempo. Nadie estaba exento de el. Nadie. Yo, al igual que cualquier otro ser humano comun y corriente, lo tenia, pero muy bien guardado, bajo siete llaves. Nadie me comprendia, ni siquiera yo mismo. --Juegas con la vida y algun dia ella te hara una trampa mortal --me dijo mi padre el ultimo dia que lo vi en esta vida. El cabron habia reaccionado del mismo modo, tiempo atras, cuando le conte, llorando, que la ninera abusaba de mi todas las noches. En aquel entonces, tenia apenas seis anos. Me senti solo desde que naci, solo y abandonado por aquellos seres humanos que supuestamente deberian haber velado por mi y por mi dicha en esta vida. Jamas recibi apoyo. Jamas recibi carino. Jamas recibi un abrazo. Jamas supe lo que era ser querido. Jamas recibi un beso de buenas noches. La frialdad de mis progenitores congelo mi alma y mi corazon, y me convirtio en un hombre vacio y superficial, incapaz de sentir algo remotamente humano por cualquier otro ser vivo. Ellos murieron cuando yo habia cumplido veinte anos y, la verdad, no los echaba en falta. ?Se podria extranar lo que nunca se tuvo? Creo que no. Tras la tragica muerte de ambos en un accidente de avion --mientras retornaban de una fiesta al que acudieron como pareja tras anos de haberse separado--, comence una larga y peligrosa trayectoria de fiestas, drogas, mujeres y sexo. Mucho sexo. Perdi el control y termine esclavo de aquella vida desordenada e inmoral. El placer en mi vida era tan esencial como respirar, a veces, llegaba a pensar que podria prescindir del aire, pero no del placer. No me consideraba un sadomasoquista, ni sexopata, ni depravado sexual. Simplemente era un amante de la carne femenina. Amaba el gozo que provocaba en otra mujer y, ante todo, el dolor que pudiera causar al mismo tiempo. En todas mis parejas sexuales veia al monstruo que destruyo mi infancia. Castigarlas era como castigar al verdugo de mi historia. Mi terapeuta me decia que debia enterrar el pasado, pero ?como hacerlo? No tenia idea. El dolor que aquella mujer horrible de casi cincuenta anos causo en mi y en mi inocencia, seguia latente a pesar del tiempo y su muerte. Habia danos realmente irreparables. X Ray Dog – the vision Me conocian como Matthew Caffrey, el millonario excentrico y sin pudores. Hijo de un ingles petulante y una alemana frivola, que nunca me quisieron en sus vidas. Naci y creci en tierras germanas. Tenia treinta y cinco anos, una carrera prestigiosa, belleza, dinero y muchas mujeres. Mi vida era perfecta. El sueno de cualquier hombre; sin embargo, era un ser muy infeliz. Me sentia vacio. Sin alegria. Sin esperanzas. Sin fe. Sin metas. Sin suenos. Llevaba anos luchando contra la depresion, consecuencia de los abusos que habia padecido cuando era un candido y ufano nino. Mi mente y mi corazon no conseguian desconectarse de aquella tragica epoca, a pesar de los tratamientos y el tiempo. Me mire curioso, a traves del ornamental espejo del lavabo. Tenia todo para ser feliz, pero no lo era. El dinero compraba todo, menos la felicidad. No era un eufemismo, al menos no, en mi caso.--Necesito unos analgesicos --sisee al sentir una fuerte punzada de dolor en la cabeza. Baje la cabeza y entrecerre los ojos de golpe. De pronto, la voz ponzonosa de mi nana irrumpio mi mente como un frio y distante eco de terror: <>, repetia aquella horrible mujer de pelo rubio y rostro surcado de arrugas. Identica a las brujas malvadas de los cuentos de hadas que me solia contar tras su ritual diario de abuso. <>, dije al abrir mis ojos. Me preguntaba como hubiera sido yo, sin aquellos abusos inhumanos. ?Hubiera sido un hombre distinto? ?Feliz? ?Alegre? ?Normal? La voz de mi amigo, Albert Smith, me arranco de golpe de mi trance melancolico. --?Matt? !Ven hombre! --exclamo y decidi bajar. Descendi la suntuosa escalera de mi mansion, enfrascado en mis pensamientos mas oscuros y sombrios. --!Matt! --grito impaciente, pero no le respondi. Me arregle el sueter negro de algodon que llevaba puesto. Hice una mueca de dolor al sentir una fuerte punzada en la cabeza. --Buen dia, Matt. Mi amigo, me saludo desde la puerta ventana acristalada que llevaba al jardin colgante de Babilonia, como el solia llamarlo. Pedi unos analgesicos al mayordomo de turno, la cabeza me estaba por estallar, la noche anterior habia bebido demas. --Buen dia --le dije con una mueca de dolor estampada en la cara. Sexo, alcohol, sexo, drogas y mas sexo. Con diversas mujeres, que hoy mal recordaba sus nombres. Asi era mi vida, llena de diversiones mundanas, pero carentes de sentimientos. Nunca supe lo que era amar. Nunca supe lo que era la empatia. Nunca supe lo que era la compasion. Nunca supe, porque nunca lo senti o lo practique. Mi pasado anulo cualquier vestigio de humanidad dentro de mi. Aquellos que debian cuidarme, no lo hicieron, y creci solo, en un mundo tan hipocrita, en donde lo unico que importaban eran las apariencias. Aprendi a aparentar. A sonreir cuando en verdad queria llorar. A gritar en silencio. A rezar sin fe. A esperar sin esperanzas. Nadie acudio a mi cuando aullaba de dolor, pidiendo ayuda a las frias y duras paredes de aquel cuarto suntuoso, repleto de juguetes y muebles caros. Mis padres siempre estaban viajando y, aunque gritara por auxilio, ellos eran sordos ante mi dolor. <>, me decia mi padre antes de meterme al oscuro y frio sotano, donde me dejaba trancado por horas e incluso dias. Comia cada vez que la nana Miranda me traia algo. Su generosidad siempre tenia segundas intenciones. --Matt --decia mientras descendia las escaleras. Yo empezaba a temblar y llorar. Me arrodillaba cerca de la cama y rezaba, como mi amigo Peter me habia aconsejado. Pero, su Dios siempre estaba ocupado para oir mis suplicas. La nana me miraba con avidez, como un leon miraria a su presa tras dias sin haber probado bocado. --Eres tan hermoso, Matt --susurraba y se quitaba las ropas. Lloraba a lagrima viva, pero a ella no le importaba mi pena sino su pretension corrompida. --Si te comportas bien con tu nana, comeras estas deliciosas galletas de chocolate --me decia, con aquella expresion ladina que tanto odiaba y temia. Tenia hambre y sed. Tenia que obedecer. Lo hacia. Y tras ello, lloraba hasta cansarme y quedarme dormido sobre aquella vieja cama medieval de madera. Se preguntaran que pasaba con mi madre ?no? Ella era tan fria e inhumana como mi padre. Me habia llevado en su vientre por nueve meses, pero, tras mi nacimiento, no recordaba que haya estado ni nueve dias seguidos a mi lado. Viajaba mucho con mi padre y, algunas veces, con sus tantos amantes. Fui un accidente. Un infortunio. Una pausa. Un tiempo perdido. Un grave error. Gritaba cada vez que discutia con mi padre, mientras yo, escabullido detras del sofa, los escuchaba llorando. En aquel tiempo era un humano normal, y sentia cosas, cosas que hoy ya no. No eran efectos de mi actual vida, sino del calvario que habia padecido en pasado. --Eres un nino problematico --gritaba mi madre, cada vez que me encontraba llorando en mi cuarto. Era un nino triste y solitario, que lloraba cada vez que el corazon me lo pedia. --La nana, me obliga a hacer... --Ella siempre me interrumpia. --!Iras a un internado en Suiza! --Mama... --Alli aprenderas a ser un buen nino --zanjaba, sin escucharme ni compadecerme. La ira envolvio mi corazon, al evocarla. Hay mujeres que no merecian concebir, la mia era una. I grieve – Peter Gabriel De un momento a otro, comprendi que queria cosas diferentes, sentir aquello que alguna vez senti: emociones humanas que se habian suprimido dentro de mi por las terribles experiencias vividas en mi maldita infancia. --!?Que quieres que, Matt?! --dijo Albert, con cara de asombro al escuchar mi deseo. Lo mire con atencion, como si le acabara de salir otra cabeza. --Ya sabes que soy algo extravagante con respecto al sexo. Albert asintio sin abandonar su mueca entre divertida e ironica. --He participado de tus deliciosas y pecaminosas fiestas, amigo --dijo suavizando un poco su expresion. Bascule nervioso y con cara de pocos amigos, todo mi peso en la pierna derecha. --Hemos hecho de todo a lo largo de estos anos, Albert --musite pensativo, mientras contemplaba la exultante piscina de mi mansion--. Todo lo que Dios repudia. Albert rio de buena gana.

  • El otono del patriarca de Gabriel Garcia Marquez

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    Gabriel Garcia Marquez declaro una y otra vez que El otono del patriarca es la novela en la que mas trabajo y esfuerzo invirtio.

  • A veces, solo un segundo de Rachel Rp

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    Todos conocemos la historia del chico malo que se enamora de la chica buena en la universidad, pero, ?que ocurre con el chico malo reformado si la chica buena lo deja? ?Podra superarlo y enamorarse otra vez o el primer amor es irreemplazable? Descubre que pasa cuando para siempre, a veces, es tan solo un segundo…

  • Senor Costabal de Conti Constanzo

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    A veces creemos que tenemos la vida resuelta, somos plenos y felices hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar, demostrandote que puedes quedar sin nada. Y cuando sucede, no nos queda otra opcion que ponernos la armadura, salir al mundo y pelear con nuestros propios demonios. Mauricio Costabal, o el diablo, como le llaman en su trabajo, es un verdadero H.D.P.: arrogante, soberbio, egoista., pero totalmente apetecible, que toma lo que quiere cuando se le antoja, hasta que se encuentra con alguien diferente que le hace darse cuenta que su corazon no es tan inerte como el quiere creer, porque tan solo con una sonrisa podria cambiarlo todo, pero el, el senor Costabal, no esta dispuesto a aceptarlo, asi que hara lo unico que se le da bien: apagar esa maldita luz. Beatriz Andrade es una joven inteligente, vivaz, decidida a seguir sus suenos y a encontrar al principe azul que la tome en sus brazos y le de el tan ansiado beso de amor, pero no todos los que tienen armadura lo son. Y lo aprende cuando aparece el, el hombre mas despota que habia conocido, que hace incluso que cambie su forma de pensar. Y como para estar con el diablo hay que estar dispuesta a pecar, ella lo intentara, aunque no por eso esta dispuesta a abandonar su tan ansiado cuento de hadas. Pero todas sabemos que. el que juega con fuego se quemar. ?Podra Beatriz domar al diablo que vive dentro del Sr. Costabal y no perderse ella en el intento? ?Es realmente tan fuerte el amor como para sacar a alguien de la oscuridad? No te pierdas esta nueva novela, donde conoceras al real H.D.P. y no sabras si amar u odiar a los personajes que te llevaran por un camino de extasis sin igual…

  • Provocame (La chica del servicio 1.5) de Patricia Geller

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    Decepciones, dolor y abandonos... Cada fracaso de Matt Campbell era un duro golpe para el. Sus vivencias lo marcaron de por vida y por ese motivo hoy era el hombre en el que, con cada desengano y fracaso, se habia convertido. Diecisiete anos atras... Como cada dia, Matt se levanto, responsable, para arreglarse e ir al colegio. Le extrano no ver a su mama preparandole el desayuno. <> No le faltaba de nada... En realidad si, lo mas importante: el carino y el afecto de aquella mujer. No tenia padre, Antonio Salgado los habia abandonado sin llegar a conocer al pequeno. Algo que habia hecho mucho dano a Elisabeth, la madre de Matt, y que, sin tener culpa alguna, el habia pagado por ser un hijo no deseado... un bastardo. Al entrar en la pequena cocina todo estaba desierto. Un escalofrio le recorrio la espalda, pero quiso convencerse de que no sucedia nada malo… No iria al colegio, no, la esperaria, aunque aquello nunca antes hubiese ocurrido. El se creia mayor, con doce anos decia que era el hombre de la casa, y se valia por si mismo, al no tener en quien apoyarse. Por obligacion, maduro antes de lo que le correspondia. Tras horas esperandola, acurrucado en el sofa, Matt entendio que su madre se habia marchado, que lo habia abandonado. Al ser consciente de la soledad que lo acechaba y lleno de una rabia que nunca antes habia sentido, tiro y golpeo todo lo que tenia a su alrededor. --!Vuelve! --grito, partiendo una silla en dos--. !No me dejes! Pero dejo de luchar cuando unos brazos lo rodearon desde atras. --Tranquilo, chico. Eran los de servicios sociales, que se lo llevaban con ellos al no tener Matt a nadie que se hiciera cargo de el. Con la mente nublada por la impotencia, se solto y se defendio como pudo, buscando el modo de no ser arrastrado a un lugar desconocido para el. Ahi empezo a ser agresivo y nunca mas lo supo cambiar. Fue su forma de dar salida a su rabia, su dolor. Los segundos... ... minutos... ... horas... ... y dias en el centro de acogida fueron horribles, alli experimentaba unos cambios de humor que solo conseguian trastornarlo cada vez mas. Pero los vivia en silencio, por temor a que pensaran que algo no iba bien en su cabeza. --Matt --lo llamo una de las trabajadoras, a la que el no miro. Seguia desolado--. Pronto tendremos noticias para ti, tranquilo. No dijo nada, encerrado en la habitacion, con su companero Denis. Poco tiempo despues, volvio a pertenecer a una familia: los Campbell, un grupo solido y unido. William y Karen, sus padres adoptivos, y Roxanne y Eric, sus hermanos, lo miraban con ternura, ilusionados con la llegada del nuevo miembro. --Ya estas a salvo --le susurro su hermana Roxanne, la pequena, acercandose a el--. Y ya te queremos, ?verdad, mama? --Claro que si, cielo. Eric, el mayor de los tres, le enseno un coche de juguete. --?Vienes? --No --contesto Matt--. Dejame. --Venga, chicos --intervino William, el padre, acariciando el cabello oscuro del recien llegado--. No lo agobieis. Mas tarde jugara con nosotros. Pero Matt estaba roto y sabia lo dificil que seria para el volver a querer a una persona como habia venerado a su madre biologica. El temor de que lo abandonaran lo acompanaba siempre. Se volvio inseguro, lleno de miedos, herido, incluso acabo siendo otra persona. Le dio igual la familia Campbell, hasta que empezo a quererlos. No soportaba no sentirse amado, se sentia frustrado cada vez que veia que Karen y William salian sin el. Necesitaba ser una sombra pegada a ellos. --Carino, volvere dentro de unas horas --le dijo Karen, carinosa, destapando un yogur de fresa para el--. He de ir a una comida, pero te prometo que volvere pronto. --?Y si no vuelves? --exclamo Matt. William miro a su mujer preocupado--. !No me abandoneis! Karen se lamento en silencio. --Chis --lo consolo William, abrazandolo contra su pecho--. Tranquilo, yo me quedare en casa. Vamos a jugar con tus hermanos. Cinco anos despues... Matt Campbell acababa de cortar definitivamente con su primera y unica relacion amorosa. Desgraciadamente para el, ella no significaba nada. Se habian conocido el ano anterior, durante sus vacaciones en Espana, pero Amanda queria mas de lo que Matt podia darle. Sin embargo, tras recibir un mensaje alarmante de ella, acudio una vez mas a la playa donde quedaban muy a menudo... y se le cayo el mundo encima al ver lo que vio. --?!Que haces!? --chillo descompuesto, corriendo por la arena. --Matt... La voz de Amanda sono amarga, acompanada de lagrimas desesperadas. Estaba de rodillas, tenia cortes en las munecas y le suplicaba con la mirada que la ayudara. Tambien se sentia sola... y habia intentado suicidarse. --No me dejes, Matt --sollozo. --!Basta, Amanda! --Se arrodillo a su lado y se desgarro la camisa para vendarle las heridas y llevarla al hospital--. Por favor, !basta...! No me atormentes asi. --Es por ti... --El aparto la cuchilla--. Te quiero, Matt… por favor. Esa chica le recordaba lo duro que era amar a alguien, lo destructivo que era el amor. El la apoyaria y cuidaria, pero no podria soportar estar siempre pendiente de ella, como Amanda necesitaba. Matt Campbell era consciente de como empeoraba su situacion. Con los anos, se habia habituado a su nueva familia, pero en su interior sufria cambios espantosos. En menos de cinco minutos, tan pronto reia como lloraba o gritaba. De la euforia pasaba a la tristeza mas absoluta... No sabia por que se comportaba asi, pero desde la adolescencia, esas reacciones se estaban volviendo habituales en el. <> Tiempo despues, y tras buscar desesperadamente una salida, decidio acudir a profesionales. Y ahi tuvo la primera y dolorosa confirmacion. --Lo siento --le dijo el especialista--. Le aconsejo que su familia lo sepa, sobre todo su pareja. Para que lo entiendan y ayuden en esta dificil enfermedad. Pero el se nego a hacerlo. Tras salir de la consulta, se encerro aun mas en si mismo. Mantuvo el diagnostico en secreto y ni siquiera a su familia le hablo de su tormento; un serio problema que cargaba el solo. Por otra parte, no lo acepto. No se puso en tratamiento. Doce anos mas tarde... Matt era ya una persona adulta, cerca de cumplir veintinueve anos, y una vez mas la vida le daba un duro golpe. Miro a su novia, o a la que lo habia sido hasta ese momento, y contemplo a su mejor amigo, Sam... Juntos... La repulsion dio paso a la ira. Desesperado, estrello el puno contra la pared como habia hecho tantas otras veces, destrozandoselo. --!Cerdos! --Los traidores se habian quedado mudos--. !Confiaba en vosotros! Un golpe y otro. Su mano sangraba una vez mas, ?cuantas magulladuras llevaba ya...? El dinero que habia conseguido con esfuerzo, al montar su propia empresa, lo movia todo a su alrededor. Nadie lo queria por el, tristemente, si por su riqueza. --Matt --susurro Alicia--, puedo expli... --!Callate! Sam la silencio tirandole del brazo. Conocia a Matt y sabia que no se calmaria hasta desahogar su agresividad contra cualquier objeto o consigo mismo. --!No quiero volver a veros! --escupio, yendose defraudado. No le dolia por Alicia, porque nunca la habia amado. Pero habia sido una buena companera que lo aceptaba con sus multiples cambios de personalidad, sin saber que se escondia tras ellos... Tampoco lo preguntaba. !Maldito dinero! <> Sin embargo, se juro no volver a confiar en nadie y mucho menos en una mujer. Lo habia hecho con su madre biologica y esta lo abandono. Mas tarde, la llegada de Amanda a su vida le recordo lo malo que era el amor al ver como la chica se destruia por tenerlo. Y ahora Alicia y Sam. ?Cuantos mas lo defraudarian? Endurecio su corazon y se juro aborrecer a las mujeres y utilizarlas como hacian ellas con el. Pero el destino a veces es muy traidor... Al llegar a su casa y encerrarse en su despacho, una chica de cabello castano con reflejos rubios y unos ojos grises transparentes y osados cruzo la puerta con desverguenza. Sin pedir permiso y mirandolo sin pudor alguno de pies a cabeza, se planto dentro con una bandeja en la mano. <> Matt Campbell se agito en la silla, trastornado. ?Quien era aquella descarada que lo habia alterado nada mas verla? --Stone, Gisele Stone --se presento orgullosa--. La nueva chica de servicio. <> Antes muerto. Aunque aquella faldita lo estuviera tentando y su cabeza le gritara la palabra <>, jamas querria a Gisele Stone para otra cosa que no fuera sexo, y asi se lo haria saber.

  • Arrastrada por la tormenta de Anna Zaires

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  • La pasion lo es todo de Milagro Sanchez

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    Lucas es el irreconocible que salvo a Jacqueline de una acometida a manos de otro estudiante. Jamas se habia fijado en este enigmatico chico hot y tatuado, pero desde ese momento se lo encuentra por todas partes. La atraccion entre ellos es instantanea y arrolladora. Pero ?puede Jacqueline confiar en el o acabaran los misterios de Lucas interponiendose entre ellos? Juntos lucharan contra el mal y la responsabilidad, pero ademas van a descubrir el poder inesperado del amor.

  • La espada y la semilla de Jordi Nogues

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    A partir de unos personajes historicos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinacion, La espada y la semilla reconstruye un momento clave de la historia catalana cuando -despues de la victoria de Ramon Berenguer IV contra Al-Muzaffar en Lleida en el ano 1149- se empiezan a repoblar las tierras entre el Ebro y el Llobregat que se conoceran con el nombre de Cataluna Nueva.

  • Perder al hombre que amas de Mano Book

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    La vida de Autumn estaba sumergida en el caos, despues de que su hermana se escapo de la boda, se vio obligada a casarse con Charles en su lugar. “Necesito desesperadamente dinero para pagar los gastos medicos de la abuela. Me casare con el en lugar de Yvonne en cuanto reciba el dinero”. Por lo que habia oido, su futuro marido era un hombre rico y poderoso, pero cada dia del ano se liaba con una mujer diferente. Lo unico que Autumn deseaba era divorciarse de el y recuperar su libertad despues de un ano.

  • Una vida en venta de Yukio Mishima

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    ?Que es la vida para Yukio Mishima? Hanio Yamada, un joven publicitario, sufre una crisis que le lleva a un intento de suicidio fallido. Sintiendose vacio, importandole muy poco su existencia, se le ocurre la excentrica idea de poner en venta su vida y lo hace publicando un anuncio en prensa: ” Vida en venta. Quien la compre puede utilizarla como le plazca ” . El problema viene cuando acuden a el una serie de pintorescos personajes que quieren comprarsela: unos espias extranjeros en busca de una clave cifrada en manos de un pais enemigo, una exquisita vampira que le da tanto amor como le pone al borde de la muerte, una heredera convencida de que va a volverse loca y le involucra en un tetrico plan… Los continuos peligros le devuelven el deseo de vivir y olvidar su sentimiento autodestructivo. Pero la decision de poner su vida en venta, ?no ha sido ya un reto demasiado osado al destino? ” Una vida en venta ” es una de las novelas mas originales y surrealistas de Mishima. Tras una trama aparentemente desenfadada, se trasluce la soledad que le acompano, sus inseguridades, sus dudas existenciales, su sed por vivir intensamente una vida a la que puso fin practicandose el tradicional ” seppuku ” en 1970. Se publico por entregas en una revista japonesa en los anos sesenta y, sin pena ni gloria, en los noventa en formato bolsillo. Su reedicion hace un par de anos en Japon ha sido toda una sorpresa por el notable exito obtenido, sobre todo entre los lectores mas jovenes que han descubierto a un autor hasta ahora desconocido para su generacion. Esta edicion de Alianza Editorial es la primera que se hace en una lengua occidental.

  • Llamadas a Mama de Carole Fives

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    Resulta incomprensible que el humor en literatura este tan denostado. La tristeza encoge el pecho y enfanga el alma; sin embargo, la risa, como el canto, ensancha y oxigena, verbos que deberian formar parte de lo literario: mover el aire y renovar nuestro decorado interior, desempolvar parcelas intimas que ni siquiera reconociamos como propias. Carole Fives lo consigue: creo que nunca me he reido tanto con un libro, quiza porque trabaja con pensamientos que afloran al limite de la consciencia, esos objetos feos y bochornosos que mantenemos ocultos bajo sabanas blancas en nuestra buhardilla social. Pero eso no significa que no esten ahi. Fives levanta la sabana y nos hace reir. ?Como? A traves de una conversacion entre una madre y una hija que se alarga durante meses, y en la que solo escuchamos a la madre, Charlene, que vive y se siente sola y con derecho a demandar una atencion permanente a sus hijos, que viven lejos de ella. Asi, Charlene se sirve del telefono, ultimo cordon umbilical, como lo llama Bernard Pivot, para llorar, intoxicar, gritar, chismorrear, amenazar, hacer reproches... y tambien para declarar amor a su hija. A traves de su verborrea aparentemente despolitizada, vislumbramos un pais, Francia, en el que la comunidad como fenomeno se ha vuelto imposible, provocando en sus habitantes de mayor edad un aislamiento y una soledad lacerantes, solo mitigados por la tele (esa argamasa social de nuestra era), los lugares de citas por internet y los perritos. Sin embargo, la histrionica Charlene no desiste en su esfuerzo por trascender su apatica existencia. Busca placer y revancha, necesita ser escuchada y grita. A su madre y a su padre, de los que no obtuvo ningun amor; a sus hijos, que fueron una carga en el camino; a su exmarido psicopata, a sus nietos malcriados, a su nuera mandona, a su amiga aprovechada, a sus amantes desgarramantas, y, en definitiva, a una vida mezquina. Llamadas de mama contiene la decepcion normalmente silenciada o, cuando menos, solo rumiada de una persona comun, que, de tan comun, resulta enormemente singular. Charlene, mujer nacida en los cincuenta, de la primera generacion que tuvo opcion a liberarse en los setenta, no ve el machismo familiar, social y sistemico del que ha sido objeto y sujeto a la vez. Pero ademas de gritar, escribe. Dice que escribir la recoloca dentro de su historia. Y se lo dice a su hija, que casualmente tambien es escritora. Cuenta Carole Fives en una entrevista que su intencion fue intentar dar voz a los sin voz. ?A quien se refiere? ?Quien es Charlene? ?A quien representa? ?Quienes son los sin voz? Sobra decir que las mujeres han sido las grandes silenciadas de la literatura. Durante mucho tiempo el <> ha campado a sus anchas tanto en la literatura como en el imaginario occidental, con personajes femeninos castos y serviles, mujeres caseras, madres o esposas, invalidas y sumisas, pero pulcras y puras: estaban ahi, en casa, como un display, calladas y ausentes, mirando por la ventana, peinandose frente al espejo, embotando mermelada, zurciendo, y, de vez en cuando, debido a su debil caracter, gimoteando. Para los mas progres se creo la imagen inversa, la de la mujer nueva o femme fatale, que, como todo lo reactivo, era lo mismo, pero al reves: ni madres ni esposas, las bellas pero salvajes femmes fatales eran callejeras, enfermizas, destructivas; vestian sedas en vez de delantal, bebian y fumaban, eran ninfomanas insaciables que, en vez de llorar, gritaban, y que en vez de mirar el mundo por la ventana, se arrojaban desde ella. Tanto unas como otras fueron creadas por escritores hombres, que las situaban siempre a la sombra de protagonistas masculinos, y eran en su mayoria el objeto, la cristalizacion de fantasias surgidas del deseo y/o del miedo. Me atreveria a decir, incluso, que, asi como la femme fatale era el constructo opuesto al angel del hogar, la madre angelical, abnegada y sufridora dio lugar a su oscuro reverso: la mum fatale, fria y castradora, cuando no asesina, el personaje-cliche que quiza mas esta costando desenmascarar y por el que se pirran los editores. La literatura occidental ha formado parte de esta construccion historica y cultural de manera activa, recreando, reforzando y realimentando el orden social impuesto y naturalizando los roles de genero. Gracias a esta labor ininterrumpida que ha durado siglos, tambien la credibilidad y la verosimilitud de los personajes fueron secuestradas, como nos recuerda Belen Gopegui en Un pistoletazo en medio de un concierto; cuanto mas se alejasen de esta construccion cultural, mas dificultades tendrian para ser creibles, no solo los personajes femeninos sino tambien las escritoras, en palabras de Joanna Russ, y me gustaria anadir: sobre todo en el caso de las escritoras madres. No me voy a explayar acerca de la marginacion que han sufrido las escritoras a lo largo de la historia, tema acerca del que se ha escrito mucho y bien, ni tampoco acerca de las numerosas estrategias que las escritoras crearon para poder escribir y, sobre todo, publicar. Solo un pequeno apunte: es dificil dilucidar en que medida ha influido esta persecucion de siglos no solo en la autoestima de las escritoras, sino tambien en su autoridad, estilo, temas y personajes, por poner solo algunos ejemplos. La historia tambien se hereda, aunque sea en forma de fantasma. Cuenta Alice Munro que cuando comenzo a escribir era una joven madre con dos bebes (y uno mas en camino) a los cuales obligaba diariamente a dormir la siesta, y que muchas veces le ha asaltado la duda (tambien llamada culpa) de si sus hijas habrian sido mas felices si les hubiera dedicado mas tiempo. Sabemos que Irene Nemirovsky enseno a sus hijas a guardar silencio mientras trabajaba. Su hija acababa durmiendose en el parque y el contacto con aquella carne tibia de nina en su pierna hacia que la autora todavia se concentrase mas. Toni Morrison y Sylvia Plath se despertaban al alba para trabajar, en la hora azul, como la llamaba Plath, para poder escribir sin el peso de ser madres. Nancy Huston se refiere a la maternidad como una vasta red culpabilizadora, recordando las acusaciones que le hicieron, cuando su marido y ella dejaban a su hija con la cuidadora incluso en vacaciones, para poder escribir durante unas horas, acusaciones que solo le hicieron a ella y no a el, tambien escritor. Soy escritora y madre de dos hijos. En el ambito publico me ha costado anos poder decir la segunda parte de la frase sin carraspear. Ademas, son mellizos, dato que no suele pasar desapercibido, sobre todo cuando son pequenos: una vez se sabe, no suele haber vuelta atras, y de repente te convierten y te conviertes en madre, uy, si, de esas madres tan traviesas que, de vez en cuando, mientras los ninos duermen, tienen la aficion de escribir. Di a luz a mis hijos mes y medio antes de publicar mi segundo libro, un hecho que fue harto complicado disimular durante la promocion del mismo: el cuerpo hablaba. Hasta entonces me habia cuidado de no mostrarme demasiado <>, pero todo habia terminado, debia reconstruir mi imagen rapidamente. Los periodistas me preguntaban y yo zanjaba el tema con dureza devolviendoles la pregunta: <>. Cuidaba celosamente que la conversacion no tomara un rumbo domestico. Pero era inevitable: en una entrevista sobre una charla de literatura que me disponia a dar, me preguntaron si estaba escribiendo algo, a lo que yo respondi que no, que acababa de terminar un ensayo, tras lo cual el entrevistador me despidio diciendo que <>. En otra ocasion, el moderador de un club de lectura dijo que mis libros eran menos duros desde que habia sido madre, que la maternidad me habia ablandado; otro, con gesto compungido, me alerto de que con el tercer libro me estaba escorando hacia un terreno literario burgues. Se referia a relatos sobre madres, mujeres que mudan de cuerpo, que cambian de estatus y de capital simbolico con la misma rapidez que ganan kilos y anos... Indudablemente, mi texto estaba contaminado por mi maternidad. Senti que mi cuerpo nunca habia estado tan unido a mi texto, que nunca lo habia tenido tan dificil para ser escritora antes que mujer. Me sentia doblemente cuestionada: como madre y como escritora. Colegas escritoras me han contado que se abstuvieron de publicar poemas acerca de su embarazo y de la crianza intuyendo que estos podrian perjudicar su estatus de escritoras; otra me contaba que cuando su pareja se acercaba con su hija pequena al stand en el que se hallaba firmando libros, poco podia hacer su identidad de escritora contra esa madre infiltrada: su voz y su actitud corporal habian cambiado. Tambien hubo quien me confeso como sentia que su nivel de credibilidad caia en picado cada vez que se subia a una tarima o se sentaba a una mesa redonda estando embarazada. Por no hablar de como influyo en todas las escritoras que conozco el embarazo y su posterior desenlace en su labor como escritoras. Somos a traves de nuestros cuerpos. El cuerpo es el lugar desde el que se es, desde el que se interpretan las situaciones historicas, como dijo Butler, y tambien es el lugar desde el que se escribe. Las industrias mundiales mas poderosas en los ultimos tiempos se han generado en torno al cuerpo: la farmaceutica, la cosmetica, la pornografica, la armamentistica... El cuerpo se ha convertido en el medio para controlar a la gente, pero tambien en un medio para la reivindicacion. Y el texto no es mas que una prolongacion del cuerpo, por lo que tambien somos a traves de nuestros textos y de nuestros personajes, que son los que nos modulan como escritoras. Carole Fives da voz a las sin voz y lo consigue de manera memorable con esta inolvidable madre reptiliana, a quien conoceremos a traves de su parloteo sin filtro, inscribiendose en el mas que necesario nuevo catalogo de madres, junto a las de Irene Nemirovsky, Jamaica Kincaid, Annie Ernaux o Vivian Gornick, entre muchas otras. Porque si los personajes femeninos en general han sido los grandes silenciados de la literatura, los personajes de las madres lo han sido de manera bochornosa. Estaban ahi, pero, al igual que el cuadro que pinta Charlene en el psiquiatrico, ridiculamente dibujadas. Lo denuncian todas las comunidades que han sido, de una u otra manera, silenciadas: el estereotipo niega la voz y la palabra, y es el primer paso para la deshumanizacion y la desautorizacion. Charlene quiere gritar. Quiere recolocarse en su historia. Nos toca escuchar, es su revancha. Nuestra recompensa sera la carcajada.

  • Leonor (Las feas tambien los enamoran 4) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Recuerdo de un sueno de Amy Tan

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    Con una prosa espontanea y magnifica, Amy Tan articula un viaje a traves de la memoria para mostrar como los recuerdos casi olvidados se convirtieron en los nucleos emocionales de sus novelas y como hicieron inevitable que se dedicara a la escritura.
    La autora explora impactantes verdades sobre su familia y su pasado, como la verdadera razon por la que tuvo que pasar un test de inteligencia con seis anos, por que sus padres mintieron sobre su educacion o los misterios que rodean a su abuela materna y, por primera vez publicamente, escribe sobre la compleja relacion con su padre.
    Recuerdo de un sueno sumerge al lector directamente en la mente de esta maravillosa escritora y lo lleva de la mano por sus recuerdos, su imaginacion y las verdades que conforman su existencia.

  • La obra maestra de Francine Rivers

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    La autora de exitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raices romanticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los mas quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Roman Velasco es un exitoso artista de Los Angeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna.

  • Punto de Partida de Patricia Cornwell

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    En Richmond, la doctora forense Kay Scarpetta participa en la investigacion de una serie de incendios provocados que presentan un denominador comun: en los cuerpos calcinados de las victimas se encuentran siempre restos de magnesio. Con Punto de partida, Patricia Cornwell vuelve a los origenes de la carrera de la doctora Scarpetta con un relato que sondea el lado mas oscuro del alma humana.

  • Biografia de un cuerpo de Monica Rodriguez

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    El cuerpo manda. Obliga, es un tirano. Lo miro en el espejo a traves del vaho. Largo, recien amoldado a esta corpulencia que me desconcierta. Las costillas marcadas, los musculos del vientre esbozados por lineas oscuras, el ombligo. Aun las gotas de agua lo cubren. Pequenas constelaciones detenidas en la pelusa. El grifo gotea; su sonido metalico es un martilleo ritmico que no quiero escuchar, pero que escucho. Los azulejos del bano estan empanados. Bajo la neblina del vapor, contra el espejo, destellan los muslos dorados, casi blancos, el sexo entre las piernas, encogido sobre la mata oscura. Las rodillas formando un pequeno arco. Agacho la cabeza y me detengo en esa vision desde arriba. Estas no son mis piernas. Ni ese pene languido, acobardado como si no fuera un tirano, me pertenece. El vello de mis piernas sombrea la piel humeda, las gotas prendidas en los pelos, aplastados bajo el peso del agua. Son extranos vistos desde esta perspectiva. ?De quien seran esas piernas? ?Y esos pies grandes, de hombre? Levanto los dedos y se marcan los tendones como si alguien tirara de una cuerda. La piel se vuelve mansa, lisa, casi deslumbrante por los talones, los costados. Miro tanto esos pies que ya no parecen pies. Me fijo en sus dedos grandes, que debo domar y doblar, estirar. Me pongo de puntillas, desciendo. Hay un pequeno charco en las baldosas, bajo mis plantas. Y la gota del grifo. Clin, clin, clin. Vuelvo a levantar la cabeza. El espejo se ha empanado lo suficiente para que solo vea un borron de ese cuerpo. Esa pincelada impresionista soy yo. Froto el espejo con la palma de la mano. Mi rostro aparece en el agujero del vaho y se que es mio. Lo distingo porque lo he visto muchas veces en este mismo espejo, su imagen especular, ahora distinta, mas angulosa, menos dulce, con un ligero vello sobre el labio superior. Pero, aunque haya cambiado, hay algo que es solo mio, que soy yo, un punado de gestos, esa mirada hosca, timida, confusa, enmarcada ahora por las pestanas mojadas. No se que es, no se que soy yo, pero estoy ahi, en ese rostro, que hasta hace poco era suave y blanco como la piel de una cebolla. Sonrio. Los brillos metalicos de los hierros esconden mis dientes. Muevo la boca y siento el rozamiento de los brackets, paso la lengua por ellos. Todavia tengo que acostumbrarme a su presion. El agujero del espejo comienza a empanarse de nuevo. Voy desapareciendo y eso me provoca un pequeno vertigo. Entonces empiezo a tiritar. Tengo frio. Mi cuerpo tiene frio. Manda, me obliga a envolverme en la toalla. Me siento en la taza del vater. Sigo tiritando, pero no voy a vestirme, no voy a obedecerle. Miro el desodorante sobre el lavabo. El cuerpo grita cuando suda. Pero ahora tiene frio y no voy a moverme, no. Golpes en la puerta. Me sobresalto. !Haz el favor de salir del cuarto de bano! La voz de mi madre. Estoy harto de someterme siempre. El cuerpo, los adultos. Resistire aqui sentado, tiritando. Clin, clin, clin. Tengo la piel helada, como si una plancha metalica me envolviera. Los musculos tensos de tanto soportar el frio. Las plantas de mis pies mojadas son un trozo de algo que ya no siento, pero son mis pies. Mis pies. Mi torso. Los labios tiritando. El frio. Ya no lo soporto. El cuerpo gana y me envuelvo en la toalla. Salgo del cuarto de bano. Tambien mi madre, que espera fuera impaciente, gana. 2 Soy un dios alojado en el cuerpo de un toro. 3 Estira mas. No puedo. Claro que puedes. Estira. Lo hago. Te tiembla la pierna, no pongas tanta tension. Lo intento. No hay que intentarlo, hay que hacerlo. !Estira! Noto como el sudor nace en mis sienes, en mis axilas. Mis mejillas empiezan a arder del esfuerzo. No puedo controlar la tension, la pierna me tiembla ligeramente. Si me relajo deja de hacerlo, pero entonces no la estiro lo suficiente. Me concentro en el pie, en toda la fuerza del pie, y tiro de el hacia arriba. El muslo ya no aguanta mas. La pierna cae desobediente. ?Quien te ha dicho que la bajes? La profesora se ha vuelto hacia mi. Grita, golpea el suelo con uno de sus zapatos elasticos y negros. De inmediato, trato de subirla de nuevo. Noto el hormigueo de la tension. Ella se acerca, me sostiene la pierna por el tendon de Aquiles, con firmeza. La misma que desprenden sus ojos inflexibles. La levanta. Cuidado con la cadera. Controla el peso. Lo hago. Siento las fibras del musculo interno tirando. Rita, la profesora, suelta la pierna, que se baja ligeramente. Trato de sostenerla, sudo. Me inclino hacia la barra. Mi mano se aferra a ella con demasiada fuerza. Puedes hacerlo mejor, dice. Rita cambia de ejercicio, se pasea por la clase. Coloca un hombro, sube una barbilla. Pasa el dedo por la columna vertebral de una espalda que de inmediato se estira. Del cansancio veo la clase borrada por una leve neblina, las luces en el espejo. La profesora detenida frente a Alex asintiendo, el borron del piano negro, abierto como un feretro, en una esquina de la sala. Muy bien, Alex. Dos palmadas. Centro. Nos colocamos todos frente al espejo. Hay un ligero murmullo, mientras vamos buscando nuestras posiciones. Mi maillot esta sudado. Siento la humedad en la espalda. Clara me mira y sonrie, y algo se encoge dentro de mi. Ella se coloca en segunda fila. Yo trato de ponerme en la primera, no en el centro, en un lateral. Rita esta seleccionando la musica con el pianista. Alex esta en el centro y resopla mirandome complice. Nos colocamos. Veo las figuras en el espejo, todos con las espaldas muy rectas, la cabeza alta, los monos tirantes, los maillots sudados. Respiramos. Me detengo en mi imagen. Ese es mi cuerpo. Lo noto, pulsa dentro de mi, aulla cansado. Dolorido. Por un instante lo vuelvo a ver como un extrano. Un extrano que me lleva la contraria, me reta. Cierro los ojos y vuelve a ser mio. Necesito este dolor para domarlo. Para bailar. Me gusta este dolor. Adagio, dice Rita. Cuando quieras, maestro. Yo abro los ojos. El piano empieza a sonar, las notas caen como nudos de luz por el aula. Levanto un brazo... 4 ?Estas bien? Claro, por que lo dices. No se, te he visto raro en la clase. Cansado. No estoy cansado. ?Vienes a comer? Ahora voy. Te cojo sitio. Veo a Clara alejarse hacia los vestuarios, con la mochila al hombro. El corazon me golpea como cuando termino de hacer los saltos. Sin que yo pueda controlarlo. Tan rapido, tan violento. Golpes de animal vivo. Pero este fluir me gusta. Me hace sonreir y me asusta a un tiempo. Es Clara la que lo desencadena. Ella me dice que me reservara un sitio a su lado en el comedor y abre la compuerta. El torrente del pulso precipitandose. Clara manda sobre mi cuerpo. Entro en el vestuario de chicos. Alex sale de la ducha, desnudo, dejando un reguero a su paso. Se seca con la toalla el pelo humedo. Por un momento admiro su cuerpo. Es perfecto para la danza, tiene flexibilidad, empeines, potencia. Alex, muy bien. Alex, perfecto. Alex, si sigues asi, seras un gran bailarin. Alex, repitelo, que te vean todos. Alex. Alex. Alex. Agita la cabeza y su pelo en hebras castanas y rubias, del color del tabaco, desprende diminutas gotas, como una aureola. Entonces posa sus ojos, tambien rubios, en mi y vuelvo la vista hacia los banos, avergonzado, en un movimiento brusco. Simon y Manuel ya estan vestidos, el pelo empapado y negro, repeinado hacia atras. Me miran a traves del espejo cuadrado, incrustado en la pared. Desparejos: Simon, muy alto; Manuel, bajo. No te va a dar tiempo a comer si no espabilas, tio. Encojo los hombros. Mi corazon ya se ha calmado. Pienso: Clara, y esta calmado. Pero las comisuras de mi boca se dilatan en una sonrisa que provoca su nombre. La contengo mientras miro como Simon se echa colonia. Pero que haces, marica, eso huele que apesta. Manu le quita el bote, se pelean de mentira. Se insultan, se dan algun golpe en el biceps y salen del vestuario arrastrando las mochilas, a voces, riendo, las tarteras colgadas del hombro. ?Te espero? Alex me mira mientras se pone la cazadora. Inclina la cabeza ligeramente. Tiene el rostro redondo, aun imberbe, y su belleza es deslumbrante, amarilla, de nina. No, digo. Me cogen sitio.

  • Maestros de la costura de Shine

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    En Maestros de la Costura descubriras todo lo necesario para iniciarte en este apasionante mundo: desde lo que has de tener en tu costurero basico hasta entender patrones, pasando por conocer las principales puntadas a mano y a maquina. Basado en el programa de TVE del mismo nombre, el libro te muestra las fotografias del paso a paso y los patrones elementales para que seas capaz de hacer tu propio proyecto.

  • El gen viajero, Silvia Carrandi de Silvia Carrandi

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  • Un mojito, por favor de Ariadna Baker

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    El sol abrasaba no solo la piel, sino las entranas mientras Camila, bolsa en mano cargada de ropa y esperanza, caminaba a paso ligero por las calles adoquinadas de La Habana para entrar en su casa y darse una buena ducha. Tenia unas ganas inmensurables de abrazar a su hijo Fidel, las mismas que tenia de echar una cabezadita antes de volver al mundo real, al mundo de ama de casa que se sacaba unos cuartos cosiendo para la calle. La cosa estaba dificil alla y todos se las tenian que ingeniar para llevar un plato caliente a la mesa. Suerte que Fidel habia encontrado trabajo como camarero en un bar para hispanos y gringos. Sin duda, el era el sustento de la casa. Si no fuera por su Fidel...decia siempre. Entro por la puerta y dejo el saco de ropa, al que llamaba bolsa, en uno de los laterales del recibidor, no tenia animo para ponerse ahora a lavar, ordenar y planchar. Se descalzo en la entrada para no ensuciar el piso y se fue directa a la cama. El viaje a las afueras de La Habana para estar con su familia habia sido muy enriquecedor, pero agotador a la vez y era hora de descansar, asi que se fue a la cama y se desplomo como si llevara siglos sin poder tumbarse para relajar sus atormentados huesos. Se desperto dos horas despues. El calor era insoportable y fue a darse una buena ducha fria, pero no era suficiente, y sentandose en la mesa del sofa, encendio el ventilador. Era un soplo de aire fresco revitalizador. No sabia donde estaba Fidel, lo habia buscado al llegar en cada una de las estancias de la casa. Estaria por ahi disfrutando de su juventud con sus amigos o eso imaginaba. La verdad es que no habian tenido una vida facil y el no habia tenido una infancia del todo feliz, su padre habia muerto en un accidente de trafico y los habia dejado solos. Ellos estaban orgullosos de que hubiera luchado por la familia, por el pais, por la sangre, pero les habia dejado un gran vacio irreparable y aquello los carcomia por dentro. Dejo de entablar conversaciones con su propio subconsciente y se levanto para coger un vaso de agua y volvio a sentarse en la mesa. Alli habia una especie de television pequena que Camila no habia visto nunca. Se imagino que era de su hijo, pero la curiosidad mato al gato y la cogio entre sus dedos para examinar ese cachivache que no habia visto en su vida. Al cogerlo, apreto un boton y la pantalla se encendio como si de luces de neon se tratara. Alli habia escrito lo que parecia un libro dentro de la pantalla. ?Acaso aquello era posible? Camila jamas habia visto una Tablet y mucho menos un libro digital, asi que para Camila casi parecia brujeria. Empezo leyendo las primeras lineas y se quedo asombrada. Era la historia de unas amigas que viajaban a cuba para encontrarse con otras. Al principio Camila no entendia bien que estaba sucediendo, pero aquello la enganchaba mas y mas y no podia dejar de leer. Aquellas chicas iban a Cuba, !a Cuba! Su tierra, su mundo, su vida. Eso la animaba mas y mas. No entendia bien por que se hacian llamar la tribu, ?eran de alguna tribu indigena? Deberia preguntarselo a Fidel cuando volviera a casa. Siguio leyendo y descubrio que habia amigas en ese grupo que vivian en Cuba. Quiza las conocia y podia tomar un cafe con ellas para que le contaran si aquello era real o solamente una invencion. La verdad es que, aunque alli vivia mucha gente, todos se conocian y preguntando se llegaba a todos lados. Tomo un trago de agua y prosiguio su lectura animada, hasta se le habia pasado el sueno y tenia los ojos como platos dispuesta a leer mil y una historias de su Cuba natal. Rio cuando leyo como las chicas se morian de calor al llegar a Cuba, ella llevaba alli desde que nacio, hacia ya mas de sesenta anos y todavia no se habia acostumbrado a ese clima tan caracteristico, pero sabia que ya no podria vivir de otro modo, se habia acostumbrado a ello. Las siguientes lineas hablaban en unos terminos un tanto ardientes de los mulatos de la zona. Todas los amaban, en especial una de ellas, que los veia y se los queria comer a todos, como si fueran helados de chocolate con los que derretirse despues de darles unos cuantos lametones. Camila reia como una loca ante las ocurrencias que iba leyendo, incluso cuando aparecio un chico, que tenia la sensacion de que era de muy bien ver. La verdad es que no le hubiese importado para nada tener cuarenta anos menos y darle un buen repasito. Ya era mayor para enganarse a si misma, pero sonar era gratis. Dylan se hacia llamar en aquellos escritos que con tanta atencion leia. Le gustaron las promesas que hacian entre ellos y entre ellas y le encantaba que admiraran su lugar de origen catalogandolo como un lugar magico al que sin duda volver algun dia. Y entonces se quedo helada ante lo que vieron sus ojos. Alli, en aquel inicio de pagina se encontraba un nombre muy conocido para ella, y rogo al Dios suprema que fuera el y no otro, su querido hijo Fidel. El y una tal Ariadna coqueteaban sin cesar, y aunque ella se hacia la dificil, provocandolo a cada momento, en el fondo le gustaba, mas de lo que queria confesar. Si es que su hijo era muy bello, tanto por fuera como por dentro. Camila no sabia si realmente era su hijo, aunque queria pensar que asi era, sobre todo porque la historia se tornaria mucho mas interesante y la veria con otros ojos, o mas bien la leeria desde otra perspectiva. La chica, que supuestamente bebia los vientos por su hijo, se bebia hasta los charcos de los suelos, algo que Camila no aprobaba, pero se propuso que, si en verdad existia y podia encontrarla, corregiria esos malos habitos para que fuera una muchacha de buenos habitos y porvenir.

  • El hijo del italiano de Rafel Nadal

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    Mateu crece en una familia rota que no siente como suya. Desde pequeno lucha por dejar atras los gritos y la miseria de la Mina, la casa mas pobre de Caldes de Malavella. Pronto descubre que sus origenes estan relacionados con la estancia del millar de marineros italianos que se refugiaron en el pueblo.
    Eran los supervivientes del acorazado Roma, bombardeado por los alemanes el 9 de septiembre de 1943 como venganza por el armisticio entre Italia y los aliados.
    Sesenta anos despues, a la muerte de su madre, Mateu comienza a hacerse preguntas y decide buscar a su padre: ?quien era ese italiano que silbaba canciones napolitanas y llevaba a lavar la ropa a su madre?
    El hijo del italiano narra la historia de un amor secreto y un viaje en busca de la propia identidad.

  • A corazon abierto (En cuerpo y alma 4) de Mimmi Kass

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    Las vacaciones en Tromso inician cambios maravillosos en la relacion de Erik e Ines. Tras la vuelta a Chile se entregan a una etapa dulce y sosegada, pero los problemas del dia a dia, en casa y en el trabajo, ponen en peligro el amor que han construido.

  • Noche de fuego de Colin Thubron

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    Desde las primeras paginas de esta novela se nos desvela el final que aguarda a sus protagonistas, siete inquilinos de un mismo edificio de apartamentos--el casero, un pastor anglicano, un neurocirujano, una entomologa, un fotografo, un nostalgico de la infancia y un viajero--que perecen entre las llamas que provoca un cortocircuito. En sus ultimos instantes, los ocupantes del edificio rememoran episodios significativos de sus vidas; siete individuos que simbolizan en realidad siete aproximaciones al alma humana.
    Con un lirismo incomparable y un lenguaje cristalino y hermoso, Colin Thubron recrea la compleja trama de los recuerdos para salvarlos de las llamas.

  • Cruzando el limite de Barbara Padron Santana

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    Anabella es una amante de las antiguedades, por lo que sus padres en cada uno de sus viajes de trabajo consienten en traerle algo.
    Tras el ultimo viaje de su padre, este aparece con un espejo de cuerpo entero, aparentemente normal, aunque impresionante en sus multiples detalles hechos a mano.
    Lo que ella no sabe es que ese espejo oculta un secreto solo revelado con sangre.
    ?Le pasara algo a Anabella? ?Que ocultara el espejo?

  • Desnudame de Clara Montecarlo

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    He esperado toda la vida al hombre de mi vida. Joven, soltera, trabajadora, independiente, divertida... Y sigue sin aparecer. Hasta hoy. Abdominales de acero, sonrisa de diablo. Corbata de empresario, mirada de cazador. John Corvus es el hombre de mi vida. Lo se. Mi corazon se detiene al verle. Me muerdo el labio. No habia visto a nadie asi en mi vida. Decidido, confiado, comprensivo, seductor. Inteligente, salvaje, protector, divertido. Y me quiere a mi. Noto como me devora con la mirada. Yo soy una princesa. Nunca se lo pongo facil. Pero es dificil resistir cuando su mirada te quita el aliento. Estoy cansada de ser la chica buena que termina sola. Es hora de que descubra quien es la verdadera Ann Jones.

  • Tiempo extrano de Joe Hill

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    En Tiempo extrano, “uno de los mejores escritores norteamericanos de terror” (Time), que va “mas alla de los convencionalismos del genero hasta un nuevo extremo” (The New York Times), expone con sutileza la oscuridad que se oculta bajo la superficie de la vida cotidiana a traves de cuatro espeluznantes e imaginativas novelas cortas. “Instantanea” es la perturbadora historia de un adolescente de Silicon Valley que se descubre amenazado por el dueno de una camara Polaroid capaz de borrar los recuerdos con cada foto que hace.

  • Damas Asesinas de Tori Telfer

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    Al hablar sobre los criminales mas letales de la historia, siempre pensamos en Jack el Destripador, Ted Bundy o John Wayne Gacy. De hecho, en 1998, el FBI afirmo que las asesinas en serie <>. Pero ?que hay de la infame condesa Erzsebet Bathory --apodada <>--, de Mary Ann Cotton --virtuosa del <>--, de Darya Nikolayevna Saltykova --<>--, de Nannie Doss --<>--, de Alice Kyteler --<>-- o de Kate Bender --<>--? Ingenioso y provisto de un enfoque que arrincona las explicaciones faciles (<>, <>, <>) y los topicos machistas (<>), este esclarecedor estudio glosa las actividades agresivas y predatorias que las mujeres mas letales nos han legado para la posteridad. Una sugerente compilacion de damas letales, dotada de un vitriolico humor negro, que rescata del olvido a catorce maestras del crimen que hicieron de lo sangriento un arte: horneando deliciosos pasteles con sorpresa, manejando el cuchillo con habilidad mortal o administrando sibilinos venenos a prueba de autopsia.

  • Una Decision de riesgo de Ricardo Hansen

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    Despues de algo mas de una decada de convivir, Gaston le propone matrimonio a Lucia. Ambos son profesionales; ella es medica y el abogado. Corre el mes de Diciembre y el verano esta en ciernes, aunque el calor en Buenos Aires ya es agobiante. Ambos anhelan sus vacaciones estivales y una oportunidad para adelantarlas se presenta cuando un fallo de la justicia a favor de Gaston permitio cambios sustanciales en las leyes de la minoridad de Espana y por este motivo el bufete en donde el ejerce recibira un premio de manos del mismisimo Rey de Espana en Madrid. Pero Lucia no lo acompanara porque su idea de vacaciones de verano nada tiene que ver con el frio helado que en esta epoca reina por alli. Lucia, en ausencia de su futuro esposo, recibe un regalo de compromiso, que por sus caracteristicas, luce muy tentador pero su aceptacion pondria en riesgo todos sus codigos de honorabilidad. Pero su solteria, como interpretacion de su real estado civil, y la intimidad del lugar donde se encuentra, atentan contra esos pensamientos espurios. Pero en medio de todo, algo sucede que la hace dudar. Ella debe tomar una decision, aunque esta sea una decision de riesgo.

  • La conquista de America contada para escepticos de Juan Eslava Galan

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    Sobre la turbulenta relacion entre Espana y America y sus origenes se ha escrito mucho, pero hasta ahora no habiamos podido disfrutar de la voz de Eslava Galan para contarnos esta historia recurrente, llena de contradicciones, alianzas, traiciones y desencuentros. Detras de la historia que todos conocemos, estan las vidas de los personajes que la vivieron e hicieron que sucediera.
    En este nuevo libro, Juan Eslava Galan expone las circunstancias de la conquista del Nuevo Mundo, presentandonos a los personajes mas importantes que tomaron parte en ella. De forma detallada pero amena, expone desde los problemas de abastecimiento de especias orientales y oro, principales fuentes de riqueza de la epoca, que padecia Europa (presentado como un dialogo casual entre un consul flamenco y un mercader veneciano hacia 1480), hasta la conquista de buena parte de America por los espanoles hacia el ano 1550.

  • ?Suave como la seda? (Amigos del barrio 3) de Noelia Amarillo

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    El esplendido principe azul vencio al fiero dragon, desafio a la malvada bruja y rescato a la hermosa princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un castillo de cuento de hadas...

  • Mujeres malqueridas de Mariela Michelena

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    A lo largo del ultimo siglo son muchos y muy valiosos los territorios que la mujer ha conquistado. El voto, la independencia economica y decidir como, cuando, donde y con quien tendra sus hijos, son logros indiscutibles. Sin embargo, en medio de los aplausos por tantas victorias, llevamos algun tiempo escuchando las quejas de mujeres independientes y emancipadas, que sufren por un mal amor. Hace no tantos anos su lamento encajaba perfectamente en el listado interminable de maltrato y postergacion social del que la mujer ha sido victima. Su padecimiento por amor era una queja mas, o casi podria decirse que una queja menos, porque entre tanta reivindicacion fundamental, una lagrima, una espera, un nudo en la garganta o un insomnio, parecian detalles insignificantes. Tomando en cuenta las condiciones de menoscabo que ha sufrido durante siglos la mujer, interrogarse por su felicidad en el amor hubiera sido como si, ante un nino que empuja una carreta de carbon en una mina de Gales, nos hubieramos preocupado por el estado de sus unas o de sus dientes. Hoy, que otros problemas mas acuciantes estan resueltos, las voces de las mujeres que sufren por amor se escuchan con mas intensidad. Sus lamentos chirrian en un mundo que muchas dan por conquistado. Todos conocemos a mas de una mujer que se queja de que la quieren mal. El eco de su pena se escucha en los lugares de trabajo, en el gimnasio, en las animadisimas comidas entre amigas y en las series de television. Dicen que es un tema femenino de actualidad. Por supuesto que conozco y frecuento todos esos foros, pero en este libro voy a hablar desde mi experiencia como psicoanalista. Malqueridas Cuando hablemos de malqueridas hablaremos de mujeres que padecen por un mal amor, no necesariamente de mujeres maltratadas fisicamente, sino de mujeres enzarzadas en relaciones imposibles, destructivas, que lloran por un amor perdido o sin futuro aunque pasen toda la vida enganchadas a ese llanto y a esa relacion. Mujeres fieles a parejas intermitentes. Amores furtivos, prohibidos, clandestinos. Mujeres extraordinarias que se transforman en ninas enfermizas si un hombre no las llama. Mujeres encadenadas a una pena de amor, condenadas a ser la horma de cualquier zapato, o a instalarse debajo de cualquier zapato. Mujeres que no se cansan de escuchar: <>. Mujeres sumisas, mansas, asustadas, complacientes. Mujeres que son fuertes ante todos los retos de la vida, brillantes para resolver sus tareas, para enfrentarse a cualquier desafio, valientes para todo, excepto para resguardarse de ese hombre que las quiere mal. Mujeres dispuestas a esperar y a esperar y a esperar. Enganadas, traicionadas, malqueridas... De sus parejas seria arduo delimitar donde empieza el maltrato emocional y donde termina la malquerencia. Y cuando digo que las malquieren, no me refiero a que NO las quieran, al contrario, puede incluso que las quieran muchisimo, lo que ocurre es que las quieren mal. Quieren a una que no es ella, la quieren raro, torcido, al reves, y ella se retuerce y se contorsiona hasta encontrar la forma exacta que encaje con el trazado caprichoso de ese mal amor. A veces el hombre quiere a <> que tiene en su imaginacion y pretende transformar a su amada en alguien que no es ella, y la amada descoyunta su ser intentando complacerle. A la mujer verdadera apenas la tiene en cuenta, a veces ni siquiera se ha preocupado por conocer sus gustos, sus inclinaciones, sus dificultades; ?para que? Es suficiente con que ella siempre este alli para el. Se trata de un amor que suele quedar un poco estrecho de cintura y holgado de espalda. Es un amor <> que no le sienta bien a casi nadie y que, no obstante, esa mujer insiste en llevar a cuestas a pesar del sufrimiento que le supone. Una mujer subida a un amor como ese, debe tener la misma sensacion que una mujer subida a unos zapatos prestados, estrechos, puntiagudos y de tacon muy alto. Mientras todos los que la rodean la ven haciendo malabares y tambaleandose, ella se cree elegantisima y maravillosa, incapaz de reparar en que no es mas que una mujer que sufre y que se siente profundamente desgraciada. Lo que yo sostengo es que en toda mujer malquerida por una serie de hombres, hay una mujer que se quiere mal a si misma. Y cuando digo que se quiere mal, quiero decir que se quiere con un amor tergiversado. Con sus palabras ella dice que quiere una cosa, pero sus actos revelan que quiere otra. No estoy hablando de que <>; no me refiero a que tenga una <>. Puede que, sin saberlo, incluso, se quiera a si misma en exceso y se sienta en el fondo tan fuerte y tan poderosa como para ser capaz de salvar, por amor, todas las dificultades que se le presenten en el camino, aunque en el empeno se deje la sangre y la piel. Alguien que hace un mal negocio no necesariamente es alguien que no tiene dinero, puede quedarse sin dinero por no haber sacado bien las cuentas, a causa de un negocio torcido, o de una mala inversion. Pero quedarse sin dinero es una consecuencia, no una causa. Quedarse sin autoestima puede ser la consecuencia de haber invertido mal el amor propio. A veces el amor propio tiene una preocupante tendencia al heroismo, a adornarse a si mismo con una capita de superheroe, que lleva a su duena a sentirse capaz de acometer ciertas proezas titanicas que no le reportaran ni el exito, ni la fama mundial, ni siquiera le serviran para asegurarse un lugar en el Cielo. Solo obtendra cansancio, humillacion y sufrimiento. Ellas tienen la palabra Desde mi experiencia como psicoanalista, he tenido ocasion de toparme con muchas mujeres malqueridas. Sus historias aparecen en estas paginas lo suficientemente enmascaradas como para que ni siquiera ellas mismas puedan reconocerse. Todas ellas me han ensenado algo. Todas y cada una me han permitido descubrir una fascinante y singular respuesta. A todas ellas, para empezar, mi agradecimiento. A cada una de sus historias me acerco como si fuera la primera y no puedo dejar de preguntarme <>. ?Y por que esta mujer, tan inteligente, tan desenvuelta y exitosa en su trabajo, no se da cuenta de cuanto esta sufriendo? Y, si lo sabe, ?por que lo acepta como si no tuviera otra alternativa? ?Y por que sufre tanto por el final de una relacion que iba tan mal? ?Y por que vuelve con el despues de todo lo que ha sufrido a su lado? ?Y por que lo echa tanto de menos si apenas se soportaban? ?Y por que sigue esperando a que cambie, si es evidente que nunca va a cambiar? ?Y por que le parece que ese hombre es tan extraordinario si tampoco es para tanto? ?Y por que se ha buscado a otro hombre exactamente igual al anterior? De todas estas preguntas se desprende una que resulta esencial: ?que ventaja saca ella de todo esto? ?Que extrana y secreta transaccion ha realizado ella, consigo misma, con su pareja, con la vida, para creer que una situacion tan dolorosa le resulta rentable? ?Como explicar que se resista con tanta voluntad a abandonar ese lugar que aparentemente es tan incomodo? Intentar responder a estas preguntas es el tema que va a recorrer como un hilo rojo las paginas de este libro y lo que va a diferenciarlo de otros.