• libro cena de amigas - Daniel de la Pena

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    ?Podemos confiar en nuestros seres queridos? Creemos que nuestras parejas, familiares o amigas son personas que conocemos perfectamente y que se han ganado nuestra confianza con el paso del tiempo. Han estado a nuestro lado en los momentos duros, celebrando los triunfos, descolgado su telefono movil cuando necesitabamos desahogarnos, siendo confidentes de nuestros secretos mas intimos. Por suerte, siempre contamos con una vocecita en nuestra mente que nos aconseja no revelar todo lo que sabemos... Aunque a veces, dicha voz parece que se ha tomado varios dias, meses o, incluso, el ano entero de huelga. Yo era una mujer confiada, amiga de mis amigas, despreocupada... hasta que un dia averigue que una de ellas me habia traicionado de la forma mas vil y rastrera que se puede hacer. Supe el pecado, pero no el pecador... Voy a haceros un spoiler de esos que quitan el hipo. Trace un descabellado plan para descubrir cual de mis supuestas amigas habia abusado y pisoteado mi amor y confianza ciega hacia ella. Atreviendose a robarme lo mas amado para mi. La noche de mi cuarenta cumpleanos las invite a cenar a un lujoso restaurante, como era costumbre cada ano. Todo seria igual que siempre, buena comida, vino a raudales, un ambiente agradable, risas, regalos... Nada fuera de lo normal, salvo un pequeno detalle, una invitada inesperada que me ayudaria a conocer cual de todas ellas era la pedazo de hija de puta que se habia atrevido a sabotear mi paz. Lo que ignoraba es que aquella noche, cuando entre en aquel restaurante, lo unico que me preocupaba era averiguar quien me habia traicionado. Despues de todo lo que paso, solo queria saber si saldria de alli con vida. EN LA PUERTA Como todos los quince de agosto, desde hacia mas de siete anos, me dirigia con prisa al restaurante Triango. Iba a celebrar mi cena de cumpleanos con mis cuatro mejores amigas. !Que pesima anfitriona era! !Todos los anos llegaba tarde! Siempre las citaba a las nueve y nunca era puntual. En aquella ocasion tampoco lo fui. Mire la hora en la pantalla de mi telefono movil para comprobar que mi retraso excedia los diez minutos. Supuse que Diana y Nancy ya habian llegado gracias a su puntualidad britanica y, sentadas a la mesa, estaban despotricando sobre mi falta de educacion al no asistir a la hora acordada. Cerre los ojos e imagine la que se me avecinaba. Primero, soltarian alguna indirecta para echarme en cara mi poca formalidad. <> esa parecia ser su frase predilecta. Despues, animadas por el vino, derrocharian gracia y simpatia, olvidando mi descuido. Para finalizar, cantarian el dichoso Cumpleanos feliz y me colmarian de abrazos cuando pagara la cuenta de todas. Ano tras ano, pasaba lo mismo y cada vez era mas divertido. Adoraba a mis amigas, gozabamos de una complicidad envidiable y nuestras quedadas eran miticas. La ultima vez, no recuerdo como, nos colamos en el Zoo a las tantas de la madrugada. Correteamos, borrachas como una cuba, por los callejones de las instalaciones, saludando a todo bicho viviente. Hasta que los guardias nos detuvieron y nos sancionaron por allanamiento, alterar el orden publico y por gilipollas. Eso ultimo no lo incluyeron en la denuncia, pero lo digo yo. !Nosotras si que sabiamos como montar un buen sarao! Las cinco juntas dabamos mas miedo que Jack el destripador, la letra de una cancion de reggaeton y Hacienda juntos. Ni siquiera fui capaz de soltar una carcajada al recordar aquella anecdota. Caminaba nerviosa hacia nuestra cita. Sabia que ese ano todo iba a ser diferente. Dudaba mucho que reinara el buen rollo, las risas y las bromas. No. Una de ellas me habia traicionado. Y yo me habia propuesto descubrir quien era esa arpia sin escrupulos. Solo sabia que se hacia llamar <> para que yo no la descubriera. !Ring, ring! El tono de llamada del telefono me saco de mis pensamientos envenenados. Descolgue sin comprobar quien era. --?Si? --Valen, ?has llegado ya? --pregunto Tania. Solo ella me llamaba asi. --No han pasado ni quince minutos, ?que te hace pensar que estoy dentro? --bromee--. No seria propio de mi aparecer tan temprano. Lo mio no es la puntualidad !Piensa en mi reputacion! Cuando estaba nerviosa soltaba mas estupideces en una misma frase que un politico corrupto aparentando ser inocente o que cualquier participante de La isla de las tentaciones. !Guau! Eso era mucho decir. Por suerte, Tania me detuvo. --!Para! Loca del cono. Estas histerica, ?verdad? --Un poco... --murmure. --Vale, relajate. Te espero en la puerta y entramos juntas --dijo entre risas. Tania era mi mejor amiga y casi como una hermana. Todo el mundo daba por hecho que lo eramos por nuestro asombroso parecido fisico. Las dos rubias, de metro setenta, ella un poco mas alta que yo, delgadas y con la piel morena. Eso si, Tania presumia de unos preciosos ojos verdes frente a los mios que eran marrones. Nos conociamos desde el instituto y era la persona en la que mas confiaba. De hecho, solo ella conocia mi plan. Me tranquilizaba contar con su ayuda para cazar a la traidora. Apresure mis pasos al notar una presencia extrana siguiendome. Mas que una certeza, senti como si alguien estuviese observandome a lo lejos. Un escalofrio recorrio mi cuerpo aquella calurosa noche de verano. Me detuve con brusquedad y gire, deseando que no hubiese nadie a mis espaldas. Respire aliviada y solte una risa espontanea al encontrarme sola en la calle. <> dije para mis adentros. Cruce la esquina, a unos treinta metros de distancia, vi a mi querida amiga esperandome delante de la entrada del local. Estaba imponente con un vestido corto turquesa que se ajustaba a su moldeado cuerpo. Sonrio al verme. --!Felicidades! --me abrazo. --Gracias, bombon. !Joder! Estas impresionante. --Levante su mano para que girara sobre si misma--. !Vas a ser el centro de atencion! --!Tu que me ves con buenos ojos! --exclamo humilde y nos abrazamos--. Creo que Nancy y Diana estan dentro ... Solte un suspiro. Aun no estaba preparada. Deseaba saber quien era la culpable, pero al mismo tiempo me daba pavor. Una vez que desvelara la traicion no habria vuelta atras; la amistad entre ella y yo seria nula. ?Como iba a perdonarla? Me sentia tan humillada. Y, si era sincera, la posibilidad de perder la relacion con cualquiera de ellas me dejaba sin aliento. Aunque, alguien capaz de hacer eso no era digna de ser llamada <>. --Damos un paseo, por favor --implore con los ojos vidriosos--. Necesito relajarme antes de montar todo el paripe que hemos organizado. --?Nos arriesgamos a retrasarnos mas y que nos descuarticen a base de reproches? --ironizo Tania entre risas. --Solo seran unos minutos y asi rebajo la tension que llevo acumulada. Mientras sacudia mi cuerpo para intentar liberarme de la ansiedad, caminamos por la calle. Parecia un boxeador antes de entrar al ring, dispuesta a repartir leches como una loca. --?Estas segura de lo que vas a hacer? --me miro a los ojos--. Podemos dejarlo para otra ocasion. Es tu cumpleanos... olvida lo que sabes y pasamos una noche agradable. Ya habra tiempo para tu ajuste de cuentas. Sabia que lo decia con la mejor de las intenciones. No tenia por que agriar una cena tan especial por no saber esperar, pero yo era asi. Necesitaba saber la verdad ya. --Desde hace dos dias, que fue cuando descubri el pastel, cuento las horas para enfrentarme a la tiparraca que ha osado clavarme un punal por la espalda con su deslealtad --dije furiosa. --Como quieras... !Rubias al poder! --Levanto un puno--. Por cierto, tu tambien estas guapisima. Ya sabes que encanta ese vestido. A mi tambien me gustaba. Adoraba como me abrazaba para disimular mis cartucheras propias de la edad. Su color azul cielo me sentaba bien a la cara y los volantes de los brazos me daban un toque de glamur. Y lo necesitaba, estaba convencida de que aquella noche perderia la compostura en mas de una ocasion. --Seguro que te critican por llevarlo mas de la cuenta... --Puso los ojos en blanco--. Detesto esa actitud de mujerona rica que nunca repite modelito en un evento social, pero despues se compran las bragas en el Primark. Un dia pille a Nancy alli, rebuscando entre los tangas... Se quedo muerta cuando me vio. --No seas mala --dije entre risas--. Ya se que no te caen muy bien y que te juntas con ellas porque te obligo yo. Aunque, tienes que admitir que las cinco nos hemos corrido buenas juergas. --!Lo se! Son majas... lo unico que me molesta es que de vez en cuando me miran por encima del hombro para recordarme que no pertenezco a su clan. --Eso es porque te tienen envidia. Eres una mujer fuerte, segura, independiente... --asegure, pasandole el brazo por la cintura. --Barrendera... Yo no tengo vuestras mansiones, ni me mantiene un marido millonario. Vivo de alquiler en un piso de cincuenta metros cuadrados. Tampoco estoy casada, sin embargo, disfruto de una vida sexual estupenda --dijo, riendo. --A mi no me mantiene nadie, !eh! --me defendi como una leona. Aunque sabia perfectamente que ese comentario no iba dirigido a mi--. Tania, eres mi mejor amiga y eso no lo cambia nadie. Si te miran por encima del hombro, peor para ellas porque al final cogeran torticolis... --!Tienes razon! !A mi me da lo mismo! Como si me miran por el ojo del culo. Estallamos en risas. Solo ella podia arrancarme una carcajada en los momentos mas tensos. Le di un beso en la mejilla.

  • Cena de amigas Tapa blanda – 19 mayo 2020 - Libros

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  • Cena de amigas Versión Kindle - Amazon.es

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  • Cena de amigas by Daniel de la Peña - Goodreads

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    Después de haber leído un libro que nos ha gustado mucho, pero que ha sido muy denso, teníamos ganas de leer un libro ligero y ameno. Por suerte, Daniel de la ...

  • "Cena de amigas" la última y emocionante novela de Daniel ...

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    2 jun 2020 — Trepidante, divertida y alocada, «Cena de amigas» es el último libro del escritor súper ventas en romántica, Daniel de la Peña.

  • CENA DE AMIGAS - DANIEL DE LA PEÑA | Alibrate

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    4 oct 2020 — Encuentra el libro CENA DE AMIGAS en Alibrate. Descubre reseñas, sinopsis, frases y más de este libro de DANIEL DE LA PEÑA.

  • Cena de amigas - Daniel de la Peña - Babelio

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    Por suerte, Daniel de la Peña escribe este tipo de libros, y nos ha satisfecho en nuestras necesidades literarias. Valentina quiere celebrar su cuarenta ...

  • CENA CON AMIGOS | RODOLFO SANTULLO | Casa del Libro

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  • UNA CENA ENTRE AMIGOS | JOSE M. CORT | Casa del Libro

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  • Cena de amigas - Daniel de la Peña - PDF • Descargar Libros ...

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    Yo era una mujer confiada, amiga de mis amigas, despreocupada… hasta que un día averigüé que una de ellas me había traicionado de la forma más vil y rastrera ...

  • No eres tu, soy yo (Tal para cual 1) de Daniel De La Pena

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    -Adopta un pinguino, ?digame? -respondi al telefono con jovialidad. -Buenos dias, ?podria hablar con la senorita Mimi Olmos? -pregunto una voz masculina. -Si. Soy yo. ?Quien es? -Le llamo de su entidad financiera… ?Podria acercarse a nuestra oficina para hablar con usted? -?Sucede algo? -quise saber. -Senorita Olmos… es mejor que venga y le comentamos. -?Para que? No sera porque quieren ofrecerme alguno de sus seguros, !ya le dije que no estaba interesada! -Puse los ojos en blanco y suspire-. Todo lo que se puede asegurar ya lo tengo asegurado: el coche, el movil, el local de la oficina… !solo me falta por asegurar mi ropa interior! ?Eso se puede asegurar? Supongo que si… porque Jennifer Lopez aseguro su trasero, ?lo sabia usted? !Da igual! !No me lie! ?Para que quiero un seguro si no tengo nada mas que asegurar? ?No querra adoptar a un pinguino? -No, senorita Olmos. No quiero adoptar a un pinguino e ignoro lo del culo de Jennifer Lopez – resoplo el hombre. -?Y para que llama? -Para citarla y ver cuando nos podemos reunir con usted. -?Para que? -insisti. -Para informarle de que esta en la quiebra… Tiene usted una deuda superior a tres mil euros. -!No me diga! -Me quede callada durante unos segundos. Escuche preguntar a mi interlocutor si seguia al telefono-. Ahora voy -respondi con la voz entrecortada. -Estamos abiertos hasta las dos y media. -OK. Por cierto… ?no tendran algun seguro que cubra la deuda? Capitulo 1 Somos companeras Dos semanas despues de la dichosa llamada que me informaba que estaba en la mas absoluta ruina, me mudaba a casa de mi mejor amiga. Tuve que cerrar mi negocio, dejar el apartamento que habia alquilado y llevar mis pocas pertenencias al piso de Daniela. !Menos mal que ella me adopto! Deje la empresa de adopcion de pinguinos para que me adoptaran a mi. Si ella no se hubiese apiadado, me veia a mis treinta y un anos regresando con mis bartulos a casa de mis padres. !No queria ni pensarlo! Adoraba a mis padres y nos llevabamos estupendamente, pero pasar mas de veinticuatro horas seguidas con ellos era como vivir en La casa de la pradera. Mi madre era una mujer energica, rebosante de buen rollo y con un toque hippie que intentaba impregnar en los demas. Mi padre estaba locamente enamorado de ella y juntos formaban un peculiar tandem capaz de saturar hasta al mas romantico, cursi o nono. !Eran geniales! Los admiraba. Me encantaria encontrar a alguien y formar una pareja tan compenetrada como la de mis padres, pero en ese momento mi moral estaba por los suelos y un exceso de sensibleria causaria un dano irreversible a mi autoestima. No se si os pasara a vosotras, pero cuando estaba triste, lo que menos necesitaba eran palabras piadosas o compasivas, !era mas practico que me motivaran y picaran criticando mis fallos y despues comer litros y litros de helado de chocolate! Siempre he encajado fatal los piropos y nunca me los creia cuando me los decian. Sin embargo, cuando alguien comentaba alguno de mis defectos, le daba fuerza a su discurso y prestaba atencion. No lo hacia porque fuera masoquista, sino para aprender de mis errores e intentar mejorar. Y uno de mis grandes errores fue montarme la empresa para adoptar pinguinos. Todo el mundo me lo dijo: mis padres, que sentian debilidad por aquellos animalejos con pico; Daniela; mis amigos de la universidad… !Todos! Menos Marin, que me apoyo en mi descabellado plan e incluso adopto a uno. Fue el unico que lo hizo. Yo pase de las opiniones ajenas, me deje seducir por la atractiva web de la franquicia Adopta un pinguino y crei que era el negocio del siglo. Pague las tasas impuestas por la franquicia, alquile un local, me di de alta en autonomos… gaste, gaste y gaste dinero para no ganar nada. Nadie queria adoptar un pinguino, !con lo cucos que son! Y yo comprobe que era una emprendedora con poca vision empresarial. <>, me reprendi. <>. Con las maletas en las manos, accedi a mi nueva vivienda. Aquella casa no me era extrana. Habia estado cientos de veces desde que Daniela y yo comenzamos nuestra amistad. Nunca sospeche que compartiria piso con ella, aunque la idea no me desagradaba en absoluto e intente ver aquella situacion mas como una nueva y emocionante oportunidad que como un fracaso empresarial. !El buen rollo de mi madre era contagioso! Y, a veces, el mejor salvavidas. -!Bienvenida a tu nuevo hogar! -exclamo mi amiga, abriendo los brazos. -No se como agradecertelo. -Mis ojos se volvieron vidriosos y corri a abrazarla. -Cuando encuentres trabajo y ganes algo de dinero, me invitas a cenar y despues nos cogemos una buena cogorza -susurro, haciendose la dura. Siempre se hacia la dura, aunque tenia un corazon de oro-. Deja de abrazarme y de ser tan cursi, que me recuerdas a tu bendita progenitora. Le hice caso. No sin antes darle un ultimo achuchon. Senti una corriente de adrenalina sacudirme de arriba abajo y contuve un grito de emocion. -?Que te pasa? -Se cruzo de brazos y arqueo una ceja. -Pensaras que estoy loca, pero me entusiasma la idea de compartir vivienda con mi mejor amiga y sentirme libre para comenzar una nueva carrera laboral. -Crei que estabas loca cuando te montaste la agencia para adoptar flamencos… -!Pinguinos! -la corregi. -!Aun peor! -suspiro-. Por lo menos los flamencos estan de moda. Ahora opino que eres muy valiente al caerte y levantarte. -Me lanzo uno de los pocos piropos que suelen salir por su preciosa boca. Abri los ojos como platos y la mire incredula. -?En serio? -Quise asegurarme de que la habia escuchado bien. -Cualquiera en tu lugar se habria sumida en una depresion. Tu, sin embargo, has decidido no hundirte, has sido inteligente aceptando la ayuda que te brinda tu mejor amiga. -Se senalo con los pulgares-. Y te has apuntado a un curso para aprender a crear apps. Eres un ejemplo a seguir, salvo por lo de los flamencos. -Hizo un ademan con la mano. -No podria haberlo hecho sin ti -asegure-. Manana tengo una entrevista en un supermercado porque creo que quieren contratar a alguien para publicidad, y tengo muy buenas vibraciones. !Seguro que me cogen! Se que, si no fuera por tu apoyo, no lo habria conseguido. -Si seguimos asi de empalagosas voy a vomitar. -Y con ese desagradable comentario asesino de cuajo nuestro momento especial-. Deja las maletas en tu cuarto, date una ducha, vistete elegante y nos vamos de copas. Invito yo. Mire mi reloj. -Son las cuatro de la tarde… -pronuncie confusa. A esas horas estaba mas acostumbrada a tomar un cafe o una infusion.

  • Calle Este de Philippe Sands

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    En las paginas de este libro excepcional se entretejen dos hilos: por un lado, el rescate de la historia del abuelo materno del autor a partir de un viaje de este para dar una conferencia en la ciudad de Lviv, que fue polaca y actualmente forma parte de Ucrania. Por el otro, la peripecia de dos abogados judios y un acusado aleman en el juicio de Nuremberg, cuyas vidas tambien confluyen en esa ciudad invadida por los nazis. Los dos judios estudiaron alli y salvaron sus vidas porque emigraron a tiempo -uno a Inglaterra, el otro a Estados Unidos-, y el acusado -tambien brillante abogado y asesor juridico de Hitler- fue gobernador durante la ocupacion. Y asi, a partir de las sutiles conexiones entre estos cuatro personajes -el abuelo, los dos abogados judios que participan en Nuremberg, uno con el equipo de juristas britanico y el otro con el americano, y el nazi, un hombre culto que acabo abrazando la barbarie-, emerge el pasado, la Shoa, la Historia con mayusculas y las pequenas historias intimas. Y frente al horror surge la sed de justicia -la lucha de los dos abogados por introducir en el juicio el concepto de <>- y la voluntad de entender lo sucedido, que lleva al autor a entrevistarse con el hijo del criminal nazi. El resultado: un libro que demuestra que no todo estaba dicho sobre la Segunda Guerra Mundial y el genocidio; un libro que es al mismo tiempo un bellisimo texto literario con tintes detectivescos y de thriller judicial, un relato historico sobresaliente sobre el Holocausto y los ideales de unos hombres que luchan por un mundo mejor y una meditacion sobre la barbarie, la culpa y el deseo de justicia. Pocas veces esta tan justificado aplicar a una obra el calificativo de imprescindible.

  • El ultimo manuscrito de Maria Correa Luna

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    A Capitulo I Viernes NA Beltran tenia el puno apretado, tan apretado que los nudillos se le habian puesto blancos. Sostenia un reloj pulsera que, en el apuro, no habia logrado ponerse en la muneca. Lo sujetaba tan fuerte que no lo noto hasta que el auto en el que la trasladaban llego a destino y debio estirar la mano para abrir la puerta y bajar. Entonces miro el reloj. Eran las tres de la manana. Tampoco se percato de que llevaba jeans y botas pero que habia olvidado sacarse la camisa del pijama, de que no llevaba sueter y la campera que la abrigaba no era de ella. Se acomodo la correa de cuero del reloj en la muneca y miro el cielo. No habia luna, tampoco estrellas. Era una noche cerrada. Apenas distinguia los contornos de los recintos a su alrededor. Como si esa oscuridad infinita anticipara la escena con la que debia enfrentarse. Criminologa de profesion, Ana estaba acostumbrada a recibir llamados de la Policia Forense en horarios poco convencionales, por eso no le sorprendio que su celular sonara en la madrugada. Sin embargo, que el llamado fuera de Marcos Gutierrez, director de la Editorial Centauro --propiedad de la familia Beltran--, y que lo estuviera haciendo desde la puerta de su casa, significaba que era algo grave. Gutierrez, a quien Ana conocia como la mano derecha de su padre desde que tenia memoria y a quien consideraba un satrapa desde aquel verano nefasto, entro en el departamento y le dio la noticia sin preambulos. A partir de ese momento, los sucesos transcurridos entre que salio de su casa, frente al Botanico, y llego al lugar de los hechos eran parte de una nebulosa. No sabia cuanto tiempo habia pasado entre que escucho de la boca del periodista que habian encontrado a Emerio Beltran ahorcado en la biblioteca del Zoologico de Buenos Aires y el momento en que llego al lugar. Solo queria tratar de recordar cuando habia visitado el zoologico por ultima vez; incluso frente a la gravedad del asunto, solo podia pensar que seguramente ya no venderian mas los copos de algodon dulce y de color rosa que tanto le gustaban. Toda la situacion le resultaba ajena, como si sufriera un proceso de extranamiento en el que ella era una observadora mas, como en cada caso en el que trabajaba. Ana Beltran estaba acostumbrada a ver los crimenes mas macabros, pero no estaba preparada para ver a su padre colgado. Un escalofrio le recorrio el cuerpo. No queria pensar. Se acomodo la campera sobre el pecho y dejo que Marcos Gutierrez la guiara en silencio. Trataba de concentrarse en su respiracion, en el frio que sentia en la punta de los dedos, en los pies entumecidos por la helada de la madrugada, en lo insolito de estar caminando por las callecitas internas del zoologico, en medio de una oscuridad inmensa y acompanada por dos agentes de seguridad nacional. Su mente se desviaba a los copos de algodon y sus pensamientos erraticos se perdian entre el rumor del viento que disimulaba las voces de sus escoltas cuyas linternas no iluminaban lo suficiente como para ver por donde pisaban. Ella caminaba como un automata, escuchando su propia respiracion mezclada con el murmullo nocturno del parque. Volvio a arroparse con la campera, se froto las manos contra los jeans y trato de calentarlas. Continuo firme detras de Gutierrez y de los dos oficiales que se abrian paso rumbo a la biblioteca. Marcos Gutierrez aminoro el paso y se acerco a ella. Se arrimo lentamente y le apoyo la mano izquierda sobre el hombro. Ana levanto la mirada del suelo y agradecio con un leve movimiento de cabeza el gesto. De alguna manera, Gutierrez queria aliviar la situacion. Aunque fuera imposible, al menos queria que ella supiera que contaba con el. Era consciente de que no habian quedado en buenos terminos, y que la criminologa no olvidaba lo sucedido entre ambos. Sin embargo, en ese momento queria dejar los rencores a un lado. Ana tambien lo comprendio asi. Respiro profundo y tomo su mano. En la oscuridad, la biblioteca, que era una replica del Templo de Vesta --construccion en honor a la diosa romana del fuego y el hogar--, se mostraba tenebrosa. De estructura circular y erigida sobre dieciseis columnas adornadas por frisos de bronce, no invitaba a entrar. Sobre la inmensa puerta principal, se podia observar una leyenda en latin: Divae Matri Matutae. <>, susurro Ana antes de dar el primer paso y seguir al oficial que los esperaba en el acceso al recinto. Al tomar conciencia del calor de la mano de Gutierrez, la solto y avanzo hacia la entrada. Ana Beltran no estaba preparada para lo que iba a ver esa noche. Maximo Zaldivar tomo el telefono y marco esperando escuchar una voz conocida del otro lado. Para su sorpresa, atendio el contestador. Dejo un mensaje, corto y sostuvo con firmeza el celular. Ya era muy tarde, no habia posibilidad de escape. Trato de serenarse, volvio a mirar la imagen que habia recibido en su Blackberry y sintio ganas de vomitar.

  • Las Grietas del Multiverso de Alejandro Fernandez

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    Pearce, un hechicero de Rodam se ha apoderado de un objeto extrano, el “metal”, capaz de desatar un poder increible en el mundo de Gimm, pero Betlic, un ladron, se lo ha robado y las consecuencias comienzan a manifestarse. En un mundo donde la guerra enfrenta a elfos, humanos, enanos y otras razas, y donde las organizaciones criminales se codean con los reyes, el multiverso empezara a tambalearse. Brittany, proveniente de otra realidad, despertara en el mundo de Gimm e intentara regresar a su universo atravesando incontables peligros, acompanada del principe Greg del reino de Cadwgan que solamente piensa en cobrar venganza contra sus enemigos. Ademas, esta el otro terror, que se oculta en los bosques de Gimm y que pronto descubrira Blinda, una driada caza recompensas. El tiempo ha comenzado a girar sobre la cabeza de todos y cada segundo acerca el preludio de una destruccion de la que algunos solo alcanzan a ver su sombra. Las raices del Grenmesslit se removeran debajo del Gran Arbol que sostiene todo lo creado y algunas entraran a cruzarse, provocando disrupciones, interferencias y cambios entre diferentes universos. Todo apunta a la presencia del “metal” y su invisible influencia. Las Grietas del Multiverso comienzan a abrirse.

  • Perdidas y ganancias de Peter Burke

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  • El corazon de la fiesta de Gonzalo Torne

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    Despues de heredar un enorme piso en el centro de Barcelona (una <>), Clara Montsalvatges decide reconvertirlo en un espacio donde cuidar a amigas que pasan una mala racha, ya sea profesional, amorosa o de salud. El verano llega, el espacio se vacia y en el piso de enfrente se instala una pareja de vecinos misteriosos que no tardaran en entregarse a desagradables discusiones a gritos. Un poco por miedo a la violencia y un poco por jugar, Clara convoca a su antiguo novio (de quien sigue dudando si es el hombre de su vida o una calamidad manifiesta) para que la ayude a <> la situacion mientras deciden que hacer el uno con el otro. Tras una noche de risas interrumpida por golpes y alaridos, Clara terminara allanando el piso de enfrente y se convertira (empujada por la curiosidad y en contra de su sentido comun) en la confidente de su vecina, que la arrastrara a un remolino de vivencias donde los origenes modestos se mezclan con la promesa del lujo, y donde el desprecio y la desconfianza compiten con la feroz alegria de las ambiciones, todo recorrido por la bendicion y la pesadilla del dinero: bienvenidos al mundo de Violeta Mancebo, la nuera del Rey de Cataluna. Planteada como una luminosa comedia romantica que no tarda en revelar su caustico interior, El corazon de la fiesta dibuja a partir de la historia intima de dos parejas las grietas de una sociedad tensionada por los sentimientos comunitarios y las diferencias de clase, el coctel explosivo que forman al mezclarse la nacion y el dinero. Propulsado por una prosa vibrante y desvergonzada, y por una mirada tan acerada como lucida, Gonzalo Torne ha escrito, con El corazon de la fiesta, su novela mas audaz, y una de las mas ambiciosas y pertinentes de los ultimos tiempos.

  • El hombre de Stalingrado de Robert Blake

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    Un vibrante thriller de suspense y misterio que te atrapara desde la primera pagina.
    Durante unas vacaciones en Italia, Sam Carter, un fotografo de Nueva York, se vera envuelto en una serie de inexplicables acontecimientos que lo abocaran a un trepidante thriller repleto de accion, aventuras, espionaje, intriga, romance, suspense y misterio.
    Dejate seducir por este viaje a lo mas profundo del corazon de Europa tras la caida del muro de Berlin donde la pasion y la venganza conviven con un oscuro secreto del pasado.

  • Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson

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    Le dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <>, se dijo, aunque sin atisbo de acritud. Mitch era un buen chico, y generoso ademas. Compartia con sus companeros casi todo lo que le hacian llegar desde casa, desde dulces a camisas nuevas. De hecho, le habia sugerido a Gabriel intercambiar con el las botas de vez en cuando, solo para que pudiera descansar los pies, pero se habia negado a aceptar. Ya era suficiente con que sufriera uno de los dos, aunque en ocasiones, como esa en concreto, se arrepentia de no haber accedido. David Cassane se sento cerca de ellos, apoyo la espalda contra un arbol y, como era su costumbre, abrio aquel cuaderno de tapas negras que siempre llevaba con el para ponerse a escribir. Gabriel admiraba su capacidad de concentracion. Era capaz de abstraerse hasta en las condiciones mas adversas. --?Que crees que escribira ahora? --pregunto Brett McFarlane con su habitual sonrisa. Se dejo caer junto a Russell, que protesto cuando lo empujo sin querer--. Si no hemos hecho otra cosa que caminar durante dias. --Seguro que esta escribiendo sobre ti --bufo Russell. --Entonces necesitara un cuaderno mas grande --bromeo Brett. Mitch habia encendido un pequeno fuego y colocado una cafetera encima. Por suerte, en ese momento disponian de agua en abundancia, aunque nunca se sabia cuanto iba a durar la buena fortuna. Gabriel aun recordaba la ultima vez que habia recogido el agua de lluvia con sus botas y habia tenido que beber de ellas antes de llenar su cantimplora. David finalizo su escritura antes de lo acostumbrado, guardo el cuaderno en el bolsillo superior de su chaqueta, y la pluma, con sus iniciales grabadas, en el macuto. --?Que creeis que hacemos aqui? --les pregunto a bocajarro. --Impedir que los confederados entren o salgan de Petersburg --respondio Mitch, que siempre parecia el mejor informado de todos. --Es decir, que esto puede alargarse durante dias. --Si, supongo. Cuando la cafetera comenzo a silbar, Mitch la retiro del fuego y sirvio cafe para todos. Gabriel nunca habia sido muy aficionado a aquella bebida tan amarga, pero era una de las pocas cosas que el ejercito distribuia con profusion. Mientras disfrutaban de aquellos minutos de descanso, observo a los hombres que lo rodeaban uno a uno. Se habian conocido en Pennsylvania, al poco de alistarse en el ejercito, y en los tres anos infernales que llevaban juntos se habian vuelto inseparables. Juntos tambien padecieron hambre y sed, un calor abrasador y un frio que a punto estuvo de llevarselos al otro lado. Se habian curado mutuamente las heridas y compartido las provisiones y, en las noches mas oscuras, se habian consolado compartiendo lagrimas y suenos. Eran los mejores amigos que un hombre podia tener, estaba convencido. Gabriel Sinclair aun no podia saber lo que les aguardaba, ni sospechar siquiera que muy pronto iban a perder a uno de ellos en la que seria conocida como una de las acciones mas sangrientas de toda la guerra: la batalla del Crater. Capitulo 1 Elizabethtown, Kansas. Octubre de 1870 El sol aun estaba alto cuando Eleanor Montgomery se bajo del tren en Elizabethtown. La estacion no era mas que un conjunto de tablas desbastadas y una pequena oficina, con los cristales tan cubiertos de polvo que era imposible apreciar si habia alguien en su interior. Un hombrecillo emergio del edificio para ocuparse de que su equipaje fuese colocado en el anden. Cuando el tren se puso en marcha de nuevo, le dedico una leve inclinacion de cabeza y regreso a su cubiculo. Eleanor recorrio con la mirada el modesto apeadero para cerciorarse de que su marido, James Montgomery, no habia acudido a recibirla. Tras casi una semana de viaje desde Richmond, Virginia, llegaba por fin a su destino, al Salvaje Oeste del que tanto habia oido hablar. Se pregunto una vez mas si habia tomado la decision acertada. Un ano antes, tras el fallecimiento de su madre, le sugirio a su esposo la idea de reunirse con el en el Oeste, pero James alego multitud de buenas razones para que no lo hiciera, y ella se plego a sus deseos. La guerra le habia arrebatado a Eleanor cuanto poseia, empezando por su padre y sus dos hermanos, y luego su plantacion de tabaco, que vio arder hasta los cimientos a manos de los yanquis. Su madre y ella se vieron obligadas a aceptar la generosidad de los Cathaway, viejos amigos de la familia, para poder sobrevivir. James Montgomery III habia sido amigo de su padre toda la vida, a pesar de ser algo mas joven, y habia aceptado la propuesta de desposar a su hija como un favor personal. Su fortuna habia sucumbido bajo el ejercito del general Ulysses S. Grant, al igual que la de Eleanor y su familia, y los habitantes del viejo Sur habian tratado de estrechar aun mas los lazos que los unian. Con veinticuatro anos ya cumplidos, Eleanor seguia soltera, y las posibilidades de encontrar un esposo apropiado se habian desvanecido con la guerra. Su padre, que se recuperaba de una herida por aquel entonces que acabaria con el meses despues, habia propuesto un matrimonio de conveniencia que fue aceptado por ambas partes. Eleanor recordo, no sin cierto rubor, su noche de bodas. James era veinte anos mayor que ella, un viudo bien parecido que resulto ser un hombre considerado y atento, en el lecho y fuera de el. Hacia anos que Eleanor habia abandonado sus suenos romanticos de juventud, y vio el matrimonio con James como la ultima oportunidad de no convertirse en una solterona. Solo un mes despues del matrimonio, el se habia mudado al Oeste en busca de fortuna, con la esperanza de regresar con dinero suficiente como para empezar de nuevo. Cinco anos llevaba Eleanor aguardando reunirse con ese hombre que era practicamente un desconocido, y se habia cansado de esperar y de aceptar todas las excusas con las que el habia argumentado esa separacion. Nada la ataba ya a su Virginia natal y su deber era estar junto a su esposo, para labrar juntos su incierto futuro. Habia empaquetado sus cosas y, el dia antes de partir, le habia enviado una carta anunciando su llegada, sin otorgarle tiempo suficiente para una replica en la que intentaria hacerle cambiar de idea. Algo habia fallado en su plan, porque James no se encontraba alli. Sintio que el jefe de estacion la observaba desde el otro lado del sucio cristal de su ventanilla. Se imagino que no debia de ser muy corriente ver a una mujer ataviada con un vestido de muselina sentada sobre un desvencijado banco, rodeada por media docena de baules y otros tantos bultos de distintos tamanos. Esa manana, en el tren, se habia esmerado en acicalarse para causar buena impresion a un marido al que apenas recordaba. La estrategia no surtiria efecto si no aparecia pronto; el aspecto saludable y lozano que pretendia aparentar se iria al traste. Decidio concederle otros veinte minutos, tiempo mas que suficiente para que el hubiese oido el silbato del tren desde cualquier punto del pueblo en el que se hallase y acudiese en su busca. Transcurrio ese tiempo, y algo mas. La espera comenzaba a ser insoportable. Tal vez James no estaba ese dia en Elizabethtown, quizas habia viajado hasta Abilene, a cuarenta y cinco millas de distancia, y habia olvidado dejar instrucciones para que alguien acudiese a recogerla. O, peor aun, tal vez su carta aun no habia llegado. Ese pensamiento le helo momentaneamente la sangre. Se aproximo a la ventanilla, dispuesta a remediar el estado de incertidumbre en el que se hallaba. --?Necesita ayuda? --le pregunto el hombrecillo desde el otro lado del cristal. --Si, por favor --le respondio, ofreciendole su mejor sonrisa--. ?Podria guardar mi equipaje en la estacion mientras voy en busca de mi esposo? --Por supuesto --contesto solicito--. Ahora mismo me ocupo de ello. Eleanor permanecio erguida, retorciendose las manos con nerviosismo mientras el hombre salia de detras del mostrador, cruzaba la puerta y se aproximaba a sus baules. Su aspecto le resultaba simpatico, un hombre pequeno y energico, que caminaba dando saltitos y cuyos ojos, de un azul desvaido, se movian al mismo ritmo bajo la montura de sus lentes. --?Se le ofrece algo mas? --le pregunto, al ver que ella no se movia del sitio. --Le agradeceria mucho si pudiera orientarme. Acabo de llegar y aun no conozco el pueblo. --Me he dado cuenta de ello. --Le sonrio con amabilidad--. Permitame que me presente. Soy Matt Perkins, el jefe de estacion --le dijo, e inclino ligeramente la cabeza al tiempo que sus pulgares se enganchaban de los tirantes que sostenian sus pantalones--. Este es un lugar pequeno, y aqui nos conocemos todos. ?Que necesita saber? --?Podria indicarme como llegar al negocio de James Montgomery? --Le dedico su mejor sonrisa. --Crei que habia dicho que iba en busca de su esposo --contesto el hombre mientras la miraba con cierta suspicacia. --El senor Montgomery es mi marido --aclaro ella, irguiendose ante lo que parecia una inexplicable mirada de reproche. --!Que me aspen! ?Habla usted en serio? --Perkins la observo de arriba abajo, con las cejas ligeramente alzadas y la boca formando una extrana mueca que no supo interpretar. --Desde luego que si --contesto de forma rotunda, atonita ante la falta de modales de su interlocutor--. ?Como se atreve a dudarlo? --Disculpeme, senora, no era mi intencion ofenderla --le respondio con un tono mucho mas suave--. Es solo que no sabia que tuviera esposa… --Le escribi diciendole que venia, pero, como puede ver, no ha acudido a recibirme. Tal vez mi carta no llegara a tiempo --dijo con una voz apenas audible, mientras se recriminaba el proporcionar tanta informacion a un desconocido. De repente, el hombre parecio a punto de sufrir una apoplejia. Se saco un arrugado panuelo del bolsillo y se seco la frente, sin dejar de observarla durante todo el proceso. Luego se coloco las manos sobre los rinones, como si se estuviese preparando para pronunciar un discurso. Cuando volvio a meterlas en los bolsillos y a hundir los hombros, la que estaba a punto de sufrir la apoplejia era Eleanor. --Creo que sera mejor que se siente --le dijo al fin, indicandole el mismo banco que acababa de abandonar. --!Pero si acabo de levantarme! --Lo se, lo se, pero sera lo mejor --le aseguro con un expresivo gesto de las manos en direccion al descascarillado asiento. --?Que ocurre? !Me esta usted incomodando! --Oh, creame que lo lamento, de verdad que si. ?Quiere usted tomar un vaso de agua? --?Un vaso de agua? --Eleanor no salia de su asombro. --Si, claro, que estupidez --contesto Perkins sin mirarla, como si hablara consigo mismo--. Mejor un whisky, ?no? --?Un whisky? ?Pero se puede saber que ocurre? ?Donde esta mi marido? --Las sospechas se acumulaban en el aire como un remolino de polvo--. ?Le ha sucedido algo? La pausa fue tan elocuente que Eleanor cayo desmadejada sobre el banco. --Es eso, ?verdad? --pregunto con un hilo de voz, lamentando no haber aceptado ese vaso de agua. --Me temo que si, senora --balbuceo el hombrecillo--. Creame que siento ser yo quien le comunique la noticia, pero su marido… bueno, su marido ya no esta entre nosotros. --?Mi marido ha… muerto? --Eleanor sentia como si el mundo se hubiese puesto a dar vueltas a su alrededor. --Eso es, senora, exactamente --respondio Perkins, visiblemente aliviado. --?Como? ?Cuando? --balbuceo ella al cabo de una larga pausa. --Sufrio un ataque el domingo, y el medico no pudo hacer nada por el. Dijo que le habia fallado el corazon, asi, de repente. Fue enterrado hace dos dias. Lo siento mucho. Muerto. James habia muerto. Eleanor aguardo a experimentar el aguijonazo de dolor que ya le resultaba familiar, pero, para su sorpresa, no se produjo. Un latido sordo en el interior del pecho, producto mas del asombro que de la angustia, fue la unica senal que se dejo sentir. No era una reaccion inapropiada, se dijo a si misma, teniendo en cuenta que apenas se conocian. Pero era una desgracia. Aun era un hombre joven y era su marido. ?Como habia podido suceder algo tan terrible? ?Que iba a ser de ella ahora? Mientras esos pensamientos cruzaban por su mente, no era consciente de que el jefe de estacion observaba consternado los dos lagrimones que se deslizaban por sus mejillas. --?Quiere que vaya a buscar a alguien? --le pregunto transcurridos unos minutos. Eleanor emergio de su catarsis y observo al hombre, al que le parecia ver por primera vez. Su rostro angosto y veteado de arrugas, enmarcando esos ojillos vivaces de un azul traslucido que ahora parecian ligeramente empanados, las cejas tupidas y aun oscuras, el escaso cabello que ya empezaba a clarear… Su cara ahora amable la contemplaba con cierta preocupacion, que le parecio normal dadas las circunstancias. --No, gracias. No conozco a nadie en el pueblo --contesto mientras intentaba recuperar la compostura. --Podria avisar al reverendo Spencer. O al medico. ?Necesita usted sus sales? --?Mis sales? --inquirio con cierta perplejidad. --Si, ?no las necesitara? ?Y si se desmaya? ?No es eso lo que se utiliza cuando una mujer pierde el conocimiento? --No se inquiete. Estoy practicamente segura de que no voy a desmayarme --respondio, no del todo segura de sus palabras. El cansancio de los ultimos dias parecio abatirse sobre ella. Perkins asintio, aunque no parecio muy convencido con la respuesta. La vio fruncir el ceno y morderse el labio inferior, como si anduviera perdida en profundas cavilaciones, lo que no era de extranar. --?Podria usted indicarme ahora como llegar a la casa de mi marido? --pregunto al fin, clavando en el unos ojos de color miel que de repente parecian demasiado grandes para aquel rostro tan delicado--. Creo que sera lo mas apropiado. --Oh, bueno, vera… yo creo que estara mejor donde la viuda Dupre. Tiene una casa de huespedes y seguro que la acogera con mucho gusto, hasta que se sienta con fuerzas. --Es muy amable, pero creo que sera mas conveniente que me aloje en mi propia vivienda. --Si, por supuesto, pero… en fin… no se como… --Perkins se miraba los pies mientras trataba de encontrar las palabras apropiadas, para mayor consternacion de Eleanor--. Su marido no tenia una casa propiamente dicha. --?Donde vivia entonces? --inquirio, preguntandose que mas desagradables sorpresas la aguardaban--. ?En un hotel, quizas? --Oh, no, no, senora. James Montgomery tenia una buena propiedad --aclaro. --Senor Perkins, ?donde vivia mi marido? --Encima de su local, senora, en una especie de apartamento que se hizo construir a su gusto. Eleanor asintio, aprobando la idea de James de aprovechar el negocio tambien como vivienda, un modo de ahorrar un dinero que pensaba invertir en Virginia a su regreso. --?Y sabe usted donde esta? --pregunto con suavidad. --Por supuesto que si, senora --respondio con desparpajo, como si le ofendiera la idea de no saber donde se encontraba el lugar--. En la calle principal, justo pasada la barberia de Cooper, gire a la izquierda y se dara de bruces con el. --Muchas gracias, senor Perkins. --Le sonrio con dulzura mientras se incorporaba--. ?Me guardara el equipaje hasta que pueda hacer que alguien venga a buscarlo? --No pensara ir alli ahora, ?verdad? --Me temo que no tengo otra opcion. No puedo quedarme aqui indefinidamente, ?no le parece? --No, claro. Pero ya le he dicho que la viuda Dupre estara encantada de acogerla. Es una mujer muy amable, y su cocina es estupenda. --Gracias, lo tendre en cuenta. Ha sido usted muy considerado, senor Perkins, y se lo agradezco mucho. Espero que volvamos a vernos pronto. Eleanor se sacudio el vestido, irguio la espalda y, tras despedirse con un leve y estudiado gesto, cruzo la estacion y salio por el lado que daba al pueblo, que se arracimaba a escasa distancia. Elizabethtown habia crecido alrededor de una calle principal y se habia extendido hacia ambos lados mediante una serie de calles mas estrechas, formando una cuadricula. Eleanor sabia por las cartas de James que el ganado procedente de las propiedades situadas al sur bordeaba el pueblo una vez al ano, con destino a los corrales situados al otro lado de las vias, para ser posteriormente subido a los vagones y transportado hasta las fabricas del Este. Mientras recorria la arteria principal, apenas era consciente de las miradas curiosas de las personas con las que se cruzaba. Las visitas femeninas no eran muy frecuentes en un pueblo que vivia casi exclusivamente del ganado de los ranchos vecinos y de algunas manadas que llegaban desde Texas. Y menos visitas tan elegantemente ataviadas como aquella mujer, cuyo vestido de muselina amarillo palido destacaba como una flor en un prado. La gracia con la que caminaba, sosteniendo con elegancia su sombrilla y balanceando suavemente su ridiculo, atrajo mas de una mirada. Eleanor paso frente a varios negocios y viviendas sin fijarse en nada, buscando con la mirada la columna bicolor que anunciara la barberia del pueblo. Su mente solo registro que el pueblo no parecia demasiado grande, que las construcciones eran solidas y que hacia mucho calor. Los tacones de sus botines resonaban sobre el entarimado de madera con una cadencia ritmica, mientras iba inclinando la cabeza de forma mecanica ante todo aquel que se cruzaba en su camino. Se sentia tan aturdida y cansada que temia detenerse antes de llegar a su destino y echarse a llorar en mitad de la calle, algo que una senorita no debia hacer jamas. Su educacion y sus modales eran lo unico que poseia en esos momentos, y trataba de aferrarse a ellos como a una tabla de salvacion en medio de un naufragio. Se permitiria derrumbarse y llorar solo cuando se encontrase en el interior de su nuevo hogar, sin testigos.

  • Lobo Feroz de Elena Romero

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    Mario no es un hombre cualquiera.
    Y todo el mundo en la ciudad lo sabe.
    Guardabosques. Vive solo en la montana.
    Y nunca sale de noche a la ciudad.

  • 40 DIAS DE FUEGO de Mario Villen Lucena

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    A mediados del siglo IX una flota de mas de cien barcos vikingos recorrio el perfil de las costas de la peninsula hasta llegar a la desembocadura del Guadalquivir, por donde penetro en territorio de al-Andalus. Los normandos remontaron el rio hasta la isla de Qabtil (Isla Menor), donde establecieron una base de operaciones para el saqueo de Sevilla. Durante cuarenta dias robaron, quemaron, violaron y mataron sin mostrar clemencia. Sevilla se desangraba mientras Abd al-Rahman II organizaba una ofensiva que fuera capaz de derrotar y expulsar de sus tierras a los mas de dos mil vikingos que las asolaban. En estas circunstancias, el destino reune a personas dispares en un grupo de supervivientes que intentara mantenerse con vida en una ciudad acosada, entregada a las ansias de botin de los temibles piratas del norte…

  • El silencio de los goteros de Enfermera Saturada

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    Un libro mas vendido que el ibuprofeno.

  • 50 palos … y sigo sonando de Pau Dones

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    50 palos no es una biografia, porque las biografias huelen a muerto, dice Pau Dones. Asi que si hay modo alguno de entender este libro es como una reflexion, una charla amistosa que se alarga hasta la madrugada y en la que Pau da cuenta de sus mejores momentos, pero tambien de los peores. Del suicidio de una madre, del fracaso amoroso, de una carrera con altibajos que cuando de repente repunta queda interrumpida por un diagnostico atroz, cancer de colon.

  • Entre el Sol y la Luna ( Los Lagos 2) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

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    La vida sigue tras los ultimos acontecimientos sucedidos en el Reino de Los Lagos, aunque nadie dijo que fuera a ser sencillo.

  • Un verano en Saint de Mayte Salmeron Almela

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    "Un verano en Saint-Malo" es una historia de misterio y de grandes emociones en la que la protagonista, Clara, conocera a diferentes personajes y vivira situaciones que haran que su verano sea menos tranquilo de lo que hubiera deseado.
    Con la aparicion de un cadaver en un ascensor, la historia empieza a moverse entre tres etapas distintas de su vida: la de su ninez mas tardia, cuando la noticia mas comentada era la desaparicion de unos ninos en las comarcas cercanas; la de su juventud, con su viaje a Saint-Malo y en donde los sucesos que acontecen dejan sin respiracion a la propia protagonista; y por ultimo, la de su vida adulta donde tendra que lidiar con todos esos recuerdos y entender mejor por que se encuentra con el cuerpo de un conocido en un ascensor.

  • Mi mundo se lleno con el sonido de tu voz de Cristina Prada

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    Un trabajo. Dinero. Un marido.

  • Purgatorio (Todos mis demonios 2), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Segunda parte de la saga “Todos mis demonios”.
    Despues de conocer a Vicente, Eliza se interna todavia mas en este mundo repletos de demonios los cuales guardan demasiados secretos.
    Ella espera una eternidad a su lado pero ?se la dara el? ?Que esconde Vicente, que misterios se ocultan detras del alma de Eliza?
    La vida se complica y lo que se inicio como una simple transaccion humano demonio, se descubre en un camino se complica cada vez mas.
    Enganos, silencios, demonios con poderes increibles…
    ?Que vale mas, tu amor, tu alma, tu vida? ?Que prevalecera al final de esta segunda entrega?

  • Baba Yaga puso un huevo de Dubravka Ugresic

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    Al principio no las ves. Y luego, de repente, como un raton extraviado, se desliza en tu campo visual un detalle fortuito: un bolso de senora anticuado, una media caida que se ha quedado atascada en el tobillo hinchado, unos guantes de ganchillo en las manos, un sombrerito pasado de moda, el cabello ralo y canoso que centellea con variaciones de tonos violeta. La duena de estos tonos violaceos mueve la cabeza como un perrito de los que adornan la bandeja del coche y esboza una sonrisa desganada... Si, al principio son invisibles. Pasan a tu lado como sombras, picotean el aire, caminan con trote corto, arrastran los pies por el asfalto, se mueven con pasitos de raton, empujan carritos, se apoyan en andadores metalicos rodeados de una multitud de absurdas bolsas de plastico y bolsitos, cual desertores que aun llevaran sus pertrechos de guerra. Las hay que todavia <>; lucen un vestido veraniego con escote y una coqueta boa de plumas alrededor del cuello, un viejisimo chaqueton de astracan medio apolillado, con el maquillaje corrido. (?Quien es, por lo demas, capaz de maquillarse correctamente con las gafas sobre la nariz?) Ruedan a tu lado como montones de manzanas resecas. Murmuran algo entre dientes, hablando con sus interlocutores invisibles, como chamanes. Circulan en los autobuses, tranvias y metros como si fueran maletas olvidadas: dormitan con la barbilla apoyada en el pecho o lanzan miradas asustadas a su alrededor, preguntandose en que parada deberian bajar, e incluso si tienen que bajar. A veces te detienes un instante (!solo un instante!) delante de una residencia de ancianos y las observas a traves de los ventanales: estan sentadas a las mesas, pasan los dedos por las migas de pan como si fueran letras de braille y envian a alguien sus mensajes incomprensibles. Senoras mayores, pequenas, dulces. Al principio no las ves. Pero luego, de repente, estan ahi en el tranvia, en la oficina de correos, en la tienda, en la consulta del medico, en la calle, alli esta una, alli otra y alla enfrente la cuarta, la quinta, la sexta, !oh, mira, cuantas hay de pronto! Repasas los detalles con la vista: los pies hinchados como bunuelos en zapatos demasiado estrechos; la carne flacida que cuelga de la parte interior del brazo, las unas hipertroficas, los vasos capilares que surcan la piel. Observas con atencion el cutis: cuidado-descuidado. Te fijas en la falda gris y la blusita blanca de cuello bordado (!no muy limpio!). La tela de la blusa esta desgastada y amarillenta por los muchos lavados. Se la ha abrochado mal, intenta desabrocharla, pero no lo consigue, tiene los dedos agarrotados, los huesos han envejecido, se han vuelto ligeros y huecos, como los de las aves. Otras dos la ayudan y, por fin, uniendo fuerzas, logran abotonar el cuello. Asi abrochada hasta la barbilla parece una nina. Las otras dos acarician con los dedos el pequeno bordado de la tela, exclamaciones de admiracion, cuantos anos tiene este bordado, era de mi madre, oh, que bien y con cuanto esmero se hacia todo antes. Una de ellas es rechoncha, con un bulto firme en la nuca, parece un bulldog envejecido. La otra es mas elegante, pero la piel del cuello le cuelga como el moco de un pavo. Se mueven en formacion, tres gallinitas... Al principio son invisibles. Y de repente empiezas a fijarte en ellas. Se arrastran por el mundo como un ejercito de angeles envejecidos. Una se pone frente a ti. Te observa con los ojos abiertos de par en par, con una mirada azul palido, y formula su ruego en un tono a la vez orgulloso y zalamero. Te pide ayuda, tiene que cruzar la calle, y no se atreve a hacerlo sola, o subir al tranvia, y las rodillas ya no la sujetan, busca una calle y el numero de una casa, y ha olvidado sus gafas... Sientes una compasion repentina por este ser senil y, conmovido, realizas una buena obra y el papel de protector te llena de satisfaccion. Precisamente aqui, en este instante, hay que pararse, resistir al canto de la sirena; con una gran dosis de voluntad, rebajar la temperatura del propio corazon. Recuerda, las lagrimas de estas senoras no significan lo mismo que las tuyas. Porque, si cedes, si aceptas, si intercambias una palabra de mas, caeras bajo su poder. Te deslizaras en un mundo en el que no tenias previsto entrar, porque cada cosa a su tiempo, porque, por Dios, todavia no ha llegado tu hora. Primera Parte VETE DONDE NO TE DIGO, TRAETE LO QUE NO TE PIDO Pajaros en las copas de los arboles que crecen debajo de la ventana de mi madre El aire veraniego en el barrio de Novi Zagreb, donde vive mi madre, huele a excrementos de pajaro. Entre las hojas de los arboles delante de su edificio rumorean miles y miles de aves. La gente dice que son estorninos. Los pajaros son particularmente ruidosos en las tardes bochornosas, antes de que empiece a llover. A veces un vecino enloquecido coge la escopeta de aire comprimido y los ahuyenta con una serie de disparos. Los pajaros escapan sobresaltados, se elevan hacia el cielo apinados en bandadas, se mueven a la izquierda, a la derecha, arriba y abajo, como si barrieran el firmamento, para acabar abalanzandose con un gorjeo histerico, semejante a una granizada de verano, sobre las hojas gruesas. Hacen tanto ruido que aquello parece la selva. Esta cortina sonora permanece descorrida durante todo el dia, dando la impresion de que la lluvia tamborilea sin cesar. Arrastradas por las corrientes de aire, plumas livianas entran en el piso por la ventana. Mama blande la escoba, recoge grunendo las plumas y las lleva al cubo de la basura... --Ya no estan mis tortolas... --suspira--. ?Te acuerdas de mis tortolas? --Me acuerdo... --digo yo. Recuerdo borrosamente que habia tomado carino a dos tortolas que solian acudir a su ventana. Odiaba a las palomas. Sus sordidos arrullos matutinos la volvian loca. --!Asquerosos, asquerosos pajarracos! --dice--. ?Te has da-do cuenta de que ya no estan? --?Quienes? --!Las palomas, mujer! Yo no me habia dado cuenta, pero, en efecto, parecia que tambien las palomas se habian marchado. Los estorninos la fastidiaban, sobre todo por el hedor en verano, aunque todo indicaba que se habia resignado con su presencia. Porque, a diferencia de otros, su balcon por lo menos estaba limpio. Me muestra una pequena franja de suciedad casi al final de la barandilla del balcon. --En lo que respecta a mi casa, solo ensucian este trocito. !Tendrias que ver el balcon de la senora Ljubic! --?Por que? --!Esta lleno de cagarrutas! --dice y se rie como una nina. Coprolalia infantil, obviamente le divierte la palabra cagarruta. Tambien a su nieto de diez anos le hace gracia esta palabra. --Como en la selva... --digo. --Justo como en la selva --conviene ella. --Aunque hoy en dia la selva esta en todas partes... --digo yo. Y, en verdad, parece que las aves estan fuera de control, han ocupado nuestras ciudades, invadido los parques, las calles, los arbustos, los bancos, las terrazas de los restaurantes, las estaciones de metro y de tren. Y parece que nadie se ha fijado en esta invasion. Las urracas rusas, segun cuentan, se han apoderado de las ciudades europeas, las ramas de los arboles en los parques municipales se doblan bajo su peso. Las palomas, las gaviotas, las urracas surcan el cielo, y las pesadas cornejas negras con los picos abiertos como pinzas se pavonean por los espacios verdes publicos. En los parques de Amsterdam se han multiplicado las cotorras, huidas de las jaulas de sus duenos: volando bajo en bandadas, cruzan el cielo como cometas verdes. Grandes gansos blancos se han apoderado de los canales de Amsterdam; volaban desde Egipto, se detuvieron un rato para reposar y alli se quedaron. Los agresivos gorriones locales se han vuelto tan insolentes que te arrebatan el bocadillo de las manos y se pasean desdenosamente por las mesas de los bares al aire libre. Las ventanas de mi piso provisional en Dahlem, uno de los barrios mas bellos y verdes de Berlin, eran la superficie preferida de los pajaros locales para depositar sus excrementos. Y no habia nada que hacer, salvo bajar las persianas y correr las cortinas, o dedicarse todos los dias a la ardua tarea de fregar las ventanas que ensuciaban.

  • Estrictamente escandaloso de Lucinda Gray

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    El actual conde de Hastings se ha ganado el apodo de <> debido a su severidad en cuanto a lo que debe considerarse una buena conducta. Cuando encuentra en un escandaloso baile a la mujer que ha decidido convertir en su esposa, monta en colera y provoca una lamentable escena.

  • Un latido tuyo de Monica Maier

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    <>
    Paula comienza a sentirse comoda en su propia piel. Aitor lucha por reencontrase. Los sucesos del pasado han marcado su presente, pero ellos ya no son los mismos que se besaron en aquella playa. Sus caminos se entrecruzar n una vez mas trayendo consigo un maremoto de sentimientos que no llegaron a explorar y obligandoles a enfrentarse viejos temores. ?Ser n capaces de dejar atras sus fantasmas y arriesgarse de nuevo cuando es el corazon lo que esta en juego?

  • Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera

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    Es este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
    Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
    Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
    Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.

  • De compania de Francisco Jose Cejudo Martinez

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    En un futuro donde nada es lo que parece y la vida lucha por ser ordenada y metodica, un terrible crimen sacara a la luz antiguos secretos y cuestiones atemporales.
    Amor, dinero, pasion y violencia se entremezclan en una novela en la que un solo hombre, detective de profesion y lobo solitario por eleccion, debera usar todas sus armas mentales y sociales para descubrir a los culpables.

  • Transgenicos sin miedo de J.m. Mulet

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    La alimentacion y los transgenicos se han convertido en uno de los debates cientificos por excelencia en Espana y el mundo entero en los ultimos anos. La manipulacion genetica de los alimentos es hoy uno de los mayores tabues en nuestra sociedad. Los grupos ecologistas han organizado campanas contra ellos y contra sus supuestas consecuencias negativas para la salud. ?Pero alguien se ha preguntado cuales son los beneficios de los transgenicos y de los avances cientificos aplicados a la alimentacion? ?Que opinan los cientificos acerca de este tema? ?Tenemos toda la informacion que necesitamos para poder juzgar por nosotros mismos? ?O estamos sometidos a la influencia de intereses cruzados que nada tienen que ver con lo que nos conviene o no?

  • La Implacable de Mary Bastidas

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    Desperto de madrugada, asustada, pero alerta, al ser sorprendida por una llamada. Tomo su arma al instante como un reflejo, siempre la colocaba sobre la mesa de noche. Era su mejor compania en aquel apartamento donde vivia sola. Al contestar solo escucho la respiracion de una persona... – !?quien es?!… !?que es lo que quiere?! Pero no hubo respuesta... – !Es la tercera vez que me llama esta semana! !Ya deje de molestarme! Al no recibir una respuesta, colgo con rabia para luego dejarse caer en la almohada rendida del sueno. 2 Al dia siguiente debia presentarse temprano ante su jefe, el Teniente Fabian Ortiz. Su hermana y companera de trabajo, la Detective Jenny Santiago, habia sido violada por un hombre que entro a su apartamento en horas de la noche. Jenny desperto asustada, gritando, pero nadie la oyo pues este la habia amordazado con cinta adhesiva mientras aun dormia. Intento golpearlo, pero el asaltante retuvo sus munecas con fuerza inmovilizandolas. Lamentablemente, estaba muy oscuro y Jenny solo pudo ver su sombra sobre ella. Su hermana, la Detective Lina Santiago, quien vivia en el apartamento de al lado, desperto al recibir su llamada minutos despues de los hechos. Tomo su arma inmediatamente y fue a su apartamento donde la encontro semidesnuda, presentando varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. Lina juro encontrar al culpable, darle una paliza y encarcelarlo. Su hermana Jenny fue internada en cuidados intensivos. Esa manana, Lina presentia el motivo de la reunion con el jefe. Le asignarian un companero sustituto. Esa noche no pudo dormir bien, por eso al llegar a la oficina fue primero por su habitual taza de cafe sin azucar y sin leche para despertarse. Luego fue a la oficina del Teniente Ortiz para recibir, lo que ella consideraba, una mala noticia. – buenos dias – saludo sin entusiasmo – Lina, ?que son horas estas de llegar? – lo siento jefe, anoche no dormi bien, ?ya vio mis ojeras? – contesto para luego beber de su taza – Esta bien Lina, quiero presentarte al Detective Josue Velazquez, hoy es su primer dia, el sustituira a la Detective Jenny Santiago para que ambos investiguen su caso; Detective Velazquez, le presento a la Detective Lina Santiago El Detective Josue Velazquez se levanto de la silla y volteo a verla. Era un hombre alto, delgado y atletico. Su aspecto era muy profesional a diferencia de la Detective Lina Santiago quien, como de costumbre, vestia de negro como una especie de luto perpetuo. Vestia formal, chaqueta y pantalon de tela, usaba lentes que resaltaban sus ojos color almendra. Cabello negro brillante. Apuesto en realidad, pero Lina no lo noto. Velazquez, por su parte, admiro de arriba abajo su cuerpo esbelto y su cabello negro, el cual contrastaba con su piel blanca y sus ojos verdes enmarcados en aquellas cejas perfectas los cuales lo embrujaron al instante. Se miraron fijamente a los ojos, serios, manteniendo el profesionalismo. Velazquez le ofrecio su mano para saludarla. – !es un placer conocerla, Detective Santiago! – lamento no poder decir lo mismo Detective Velazquez, pero preferiria trabajar sola en este caso, no necesito su ayuda ni la de nadie para resolverlo – !Lina! – le reprendio su jefe – !que manera tan grosera de recibir al Detective Velazquez! !entiendo que este molesta por lo sucedido a su hermana, pero no justifica que se comporte de esta manera! Lina se mantuvo seria y callada. El Detective Velazquez aun la contemplaba en silencio. No parecia ofendido del todo... – pierda cuidado Teniente Ortiz, ya me habian advertido sobre el temperamento de la Detective Santiago, pero a pesar de su actitud irreverente, me da gusto conocerla – Su comportamiento es muy profesional, eso me brinda tranquilidad, acaba usted de demostrar que es muy paciente y tolerante, cualidades que, lamentablemente, no posee la Detective Santiago. Se que juntos haran un buen equipo para encontrar a ese delincuente. Yo tambien estoy molesto por lo ocurrido, pero por fortuna, se controlar mis impulsos mejor que usted Santiago. – disculpe Teniente, no se volvera a repetir – !eso espero! si asigne al Detective Velazquez al caso es por su vasta experiencia en Criminologia ademas de poseer una Maestria en Psicologia – !?Psicologo?! !Excelente, nos vamos a llevar muy bien! – exclamo Lina con sarcasmo para luego beber de su taza Al Teniente Ortiz no le agrado su actitud, pero al mismo tiempo la comprendia ya que sabia muy bien que Lina sentia repudio hacia los psicologos... – ya puede retirarse Santiago, aun hay cosas que debo hablar con el Detective Velazquez – con su permiso Teniente – adelante Lina se acerco a la puerta, pero se detuvo antes de salir, espero a que Velazquez se sentara de nuevo para decir con una sonrisa falsa y sarcastica... – !Detective Velazquez... el placer es todo mio! Luego salio tirando la puerta mientras Velazquez bajo la cabeza sonriendo... – !creo que le agrado!… !luce demasiado joven para tener 23 anos! – ?esta preparado para lo que viene? nadie quiere trabajar con ella, le dicen 'la implacable', supongo que ya entendio el por que, necesitara mucha tolerancia – no se preocupe, ya se acostumbrara – !es usted muy valiente! Lina es como una hija para mi, es como una nina malcriada, pero a pesar de eso la adoro, es muy dedicada a su trabajo, a veces violenta, pero eso tiene una explicacion que no quise incluir en los expedientes que le proporcione para decirselo personalmente Velazquez se mostro intrigado. El Teniente Ortiz se puso en pie, le dio la espalda e introduciendo las manos en los bolsillos continuo diciendo... – Detective Velasquez, la informacion que esta a punto de escuchar no debe salir de esta oficina, ?me comprende? es confidencial – tiene mi palabra – es necesario que usted lo sepa dado el hecho de que trabajara a su lado por un tiempo considerable, ademas usted es Psicologo, creo que no le costara trabajo entenderlo – soy todo oidos Ortiz suspira. – Como ya le he dicho anteriormente, Lina es como una hija para mi, pero no lleva mi sangre. Le ofreci empleo a ella y a su hermana como un favor a su madre en su lecho de muerte. Murio de cancer anos despues de que Lina huyera de la casa. Unos dias antes de morir, me rogo que cuidara de sus hijas, me pidio que no las abandonara a su suerte. Conoci a Lilly en un tiempo en que me habia separado de mi actual esposa. Nos hicimos muy buenos amigos, y con el tiempo me enamore de ella, pero mi amor no fue correspondido, asi que volvi con mi esposa y deje de verla por un tiempo. Luego me entere de que se habia casado con un tipo que la golpeaba y a Lina... Ortiz hizo una pausa, sus ojos se le humedecieron. Velazquez esperaba en silencio a que continuara... – le falto el respeto en varias ocasiones, ?si entiende lo que le quiero decir? – si senor, lo comprendo perfectamente – por fortuna no se fijo tambien en Jenny, supongo que era demasiado joven para el, apenas una adolescente – ?cuantos anos de diferencia hay entre ambas? – tres anos – ?y donde esta su padre? – no lo se, Lilly solo me dijo que se divorcio de el porque le fue infiel con otra mujer, Jenny estaba recien nacida cuando ocurrio Ortiz hizo una pausa de silencio. – Creo que Lina aun esta resentida con su madre, con su padrastro y con la vida, supongo que por eso es tan grosera y agresiva… a veces la reprendo, pero continua desafiante y rebelde – voltea – Es por esta razon que he requerido su presencia en este caso. Creo que usted puede ayudarla mejor que yo. – hare todo lo que este a mi alcance – se lo agradezco, solo le pido que sea cauteloso para que ella no lo descubra – sere discreto – solo espero que sepa manejarla, Lina detesta a los psicologos Josue solto una carcajada. – eso no es muy alentador Ortiz sonrio. – pero se nota que es usted muy paciente, se que hara un gran trabajo – gracias por su confianza, espero no defraudarlo Se dieron la mano y luego Velazquez abandono la oficina. 3 Tras salir de la oficina del Teniente Ortiz, Lina se dirigio al gimnasio donde otros policias se ejercitaban. Tan furiosa estaba que sabia que necesitaba golpear algo para calmarse. Se coloco sus guantes y su ropa de entrenamiento y comenzo a golpear y patear el saco con mucha destreza mientras balbuceaba... – 'pierda cuidado Teniente, ya me habian hablado de su comportamiento'… !psicologos! Lina grito de rabia y golpeo el saco con toda su fuerza. Continuo golpeando y pateando hasta quedar sin aliento y empapada en sudor. Terminado el entrenamiento, fue a las duchas y se metio a banar. Se quedo inmovil bajo el agua como un ritual de relajacion. Mas tarde, ya en su oficina y con el cabello aun mojado, trabajaba en la investigacion cuando tocaron a la puerta. – Adelante Se trataba del Detective Velazquez... – !Detective Velazquez! ?a que debo el honor de su visita? – exclamo Lina con sarcasmo – necesito que me pase el expediente y toda la informacion relacionada al caso de la Detective Jenny Santiago – por supuesto, deme 10 minutos y se lo hago llegar, ?algo mas que esta humilde servidora pueda hacer por usted? Su sarcasmo evidente le incomodo... – ?que tal si me invita a pasar y sentarme? – adelante, como si estuviera en su casa… ?desea tambien un masaje en los pies? Velazquez se acerco al escritorio algo disgustado y le dijo... – Detective Santiago, apenas van unas horas desde que fuimos presentados y usted no ha hecho sino mostrarse arrogante hacia mi, la razon la ignoro, pero de igual manera me pregunto ?por cuanto tiempo continuara en esa actitud? Lina continuo escribiendo en su computador ignorando su pregunta. Velazquez noto su cabello mojado y como su intencion era llamar su atencion se aventuro a comentar... – ?Estuvo nadando? Su cabello aun esta mojado A Lina le molesto el comentario, pero continuo escribiendo... – ademas de psicologo, indiscreto !interesante! – comento con una sonrisa sarcastica – !se ve muy bien asi! siempre he dicho que no hay nada mejor que introducir mis dedos en el cabello rebelde de una mujer – ?y a su esposa le gusta que le haga eso? – pregunto con sarcasmo Velazquez apoyo sus manos en el escritorio, se inclino y le dijo en secreto… – soy soltero - contesto guinandole un ojo Lina fingio que no lo habia escuchado al tomar un boligrafo para hacer una anotacion en una libreta. – la vere mas tarde, Detective Santiago Lo observo con expresion de desagrado mientras se marchaba de su oficina. Tan pronto cerro la puerta, Lina tiro el boligrafo con rabia. 4 Al dia siguiente, ambos se dieron a la tarea de investigar a fondo la violacion de Jenny. Lina la visito en el hospital para mostrarle varios sospechosos en base a antecedentes penales e historial de violacion. Jenny vio todas las fotos y escogio solamente a dos. Jenny no pudo ver el rostro del asaltante, pues estaba muy oscuro, sin embargo, indico que, a juzgar por su sombra, debia tratarse de un hombre alto, delgado y que posiblemente tendria barba pues le fue posible palpar su rostro en el forcejeo inicial y su textura era velluda. Afirmo ademas que su olor era muy peculiar como si estuviera drogado o alcoholizado. Fue lo unico que pudo percibir en la penumbra. El asaltante inmovilizo sus manos con cinta adhesiva y tapo su boca con la misma para evitar que gritara. Uso guantes asi que tampoco encontraron huellas digitales. Velasquez entrevisto al primer sospechoso, pero este tenia una coartada convincente asi que lo descartaron. Llevaron al segundo sospechoso a la sala de interrogatorios, esta vez el Teniente Ortiz presencio la entrevista del otro lado del espejo. Una vez mas, Velazquez se encargo de interrogarle y no hallo culpabilidad en el. Pero Lina no estaba satisfecha, queria interrogarlo ella misma y mirarlo a los ojos de cerca. – Teniente Ortiz, permitame que lo interrogue – !Lina, por favor, no empieces de nuevo! – disculpe, pero creo que Velazquez no hizo todas las preguntas necesarias – mis preguntas fueron mas que suficientes Detective Santiago, !ese hombre no violo a su hermana! – !?como puede estar tan seguro?! – !basta!… estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Detective Velazquez, asi que no le permitire objeciones adicionales Detective Santiago! ?Quedo claro? – si mi Teniente, muy claro, con permiso Lina salio rabiosa tirando la puerta. – tal vez debio permitirle que lo interrogara – sugirio Velazquez – confie en mi, lo habria torturado, ya lo esta tomando personal por tratarse de su hermana – Solo esta reviviendo el pasado, todo esto le hace recordar los abusos cometidos por su padrastro, es logico que asuma esa actitud... hablare con ella Lina sintio ira al verse colocada en un segundo plano, como si su sexto sentido femenino no tuviera validez alguna. Se sentia inservible e impotente al no poder hacer nada al respecto. Salio de alli directo al bano el cual estaba desocupado en ese momento. Se paro frente al espejo y se contemplo a si misma. Su respiracion era algo agitada. Se echo agua en la cara para intentar calmarse, tomo un papel de un dispensador y se seco, luego volvio a mirarse en el espejo cuando, en un arranque de rabia, golpeo el espejo con toda su fuerza convirtiendolo en pedazos que cayeron al suelo manchados de sangre. Lagrimas de rabia comenzaron a brotar de sus ojos. Recosto su espalda a la pared al sentirse mareada y se dejo caer al piso lentamente sosteniendo su mano derecha herida. Encogio sus piernas y oculto su cabeza entre sus brazos mientras su llanto fue aumentando gradualmente a medida que la sangre continuaba brotando de las heridas en su mano. Luego escucho pasos firmes entrando al bano, los cuales se detuvieron justo frente a ella. Al levantar la cabeza, descubrio a Velazquez observandola con algo de lastima y compasion lo cual la enardecio aun mas. – este es el bano de damas, ?como se atreve? – le grito Velazquez se percato de su mano ensangrentada, luego vio los pedazos de vidrio en el suelo, al igual que el espejo roto... – !siete anos de mala suerte! – !pudrase! Velasquez se agacho y la miro a los ojos...

  • La leyenda 1 de Eilana Osorio Paez

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    Cuando el universo se conspira y nace convertido en hombre para proteger a la mujer que esta destinado a cuidar… Cuando el amor es mas grande que cualquier mal generado por la codicia del ser humano…Una leyenda surge desde los primeros anos de la humanidad en la Tierra, al descubrir que la corrupcion cae sobre la naturaleza y la maxima creacion se cree dueno de todo lo que lo rodea.

  • Lo que nunca fue, Noelia Hontoria de Noelia Hontoria

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    Al borde de su muerte, Aaron no puede evitar recordar a Amanda y el breve instante de vida que compartieron en Berlin. No era su momento ni su lugar. Descubre una bonita historia de amor de dos almas unidas por siempre por un invisible hilo rojo.
    De la autora del BESTSELLER “La chica de los ojos tristes”, llega la nueva promesa de la novela romantica. Inspirada en “El diario de Noa”, el destino, los errores que pueden no serlo y las siete vidas de un gato, “Lo que nunca fue” participa en el IV Premio Literario de Amazon (Concurso Indie 2017).

  • Una decision personal (Edentown 11) de Annabeth Berkley

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    Valerie Campbell, somnolienta, escucho la voz de su hermano en el piso inferior. Se cubrio con una mano sus grandes ojos verdes apenas abiertos. ?Ya era de dia? ?Por que habia amanecido tan pronto? se pregunto ahogando un suspiro. Solto el aire que no sabia que estaba reteniendo mientras se incorporaba en la cama. No podia ser que se despertara tambien con esa sensacion en casa de su madre, se recrimino. Sobre todo, cuando acababa de tomarse unas vacaciones despues de una ajetreada temporada en el hospital donde trabajaba. Respiro profundamente por la nariz y solto el aire suavemente por la boca. Varias veces. Miro a su alrededor para distraerse. La luz de la manana entraba por la ventana. El papel de pequenas flores que habia escogido cuando era adolescente seguia decorando la pared. Sus viejos peluches y unos cuantos libros se apilaban en la estanteria de color blanco. Las cortinas en color crudo, a juego con la colcha que habia a los pies de la cama, le transmitian la calidez que habia ido buscando. Estaba en casa, se repitio. Parecia que se encontraba mejor. Suspiro. Su hermano iba a casarse con la mujer de su vida, literalmente. Nunca hubiera apostado porque ese tipo de suenos se hicieran realidad. Ella habia tenido posters de Leonardo Di Caprio en la pared de su habitacion y jamas se habia planteado en serio encontrarselo cara a cara y casarse con el. Hizo una mueca. Probablemente tambien la hubiera dejado. Igual que Stan. Volvio a suspirar. Nego con la cabeza y se forzo a sonreir. No podia seguir pensando en cosas negativas. Se lo habia dicho su medico y companero en el hospital. Le habia dado a elegir entre unas vacaciones o una baja medica por ansiedad. Habia elegido las vacaciones. Ella no tenia ansiedad... o no mucha. Lo que le ocurria realmente era que estaba en una epoca un poco mala. Solo eso. Stan Barrows, su pareja, la habia dejado alegando susceptibilidad y mal caracter. Ella no tenia mal caracter. Solo se le habia agriado un poco despues de largas y agotadoras jornadas en el hospital del que no queria salir. Habia llegado a sentir, inexplicablemente, que, si se iba del hospital a su casa, no querria volver. Le gustaba su trabajo como enfermera... mas o menos. Aunque ultimamente se habia obsesionado demasiado y habia descuidado su relacion con Stan. Resoplo de nuevo. Debia dejar de pensar, y estaba escuchando hablar a su madre y a su hermano en la cocina. Seguro que Dexter habia llevado algo para desayunar, como su madre le habia contado que se habia acostumbrado a hacer. Habia llegado muy tarde la noche anterior y tras hablar un poco con ella se habia escondido en la cama; porque era lo que realmente habia hecho, esconderse. Su madre no parecia haberse creido que se habia tomado quince dias de vacaciones para celebrar la boda de su hermano, pero no le apetecia darle mas explicaciones, por lo menos, de momento. Bajo en pijama, con su cabello castano despeinado y con una sonrisa en el rostro. La casa olia a cafe. Entro en la cocina y su hermano la recibio con los brazos abiertos. Seguia tan guapo y carinoso como siempre. Sus ojos verdes brillaban alegres. --Me alegro de verte, Valerie --le dijo sincero--. ?Que tal todo por Nueva York? Valerie dio un beso en la mejilla a su madre antes de mirar los vistosos cupcakes que habia sobre la mesa de la cocina. --Que buena pinta tienen --comento distraida evitando la pregunta de su hermano--. Supongo que la tarta de la boda se la habreis encargado a Carolyn. --Si --le respondio Dexter dando un sorbo a su cafe--. Pero yo quiero que sea un brownie gigante y Bronwyn quiere una de tres pisos de nata y fresas. --Tu quieres un brownie para hacerle rabiar --le sonrio Adrianne Campbell a su hijo--. ?Que infusion te preparo, Valerie? --?Que tienes, ademas de te? --le pregunto Valerie cogiendo un cupcake con frosting de color verde. Adrianne rebusco en su caja de infusiones. --Valeriana, tila, lavanda... --Si, pues las tres me vendran bien --respondio Valerie evitando la mirada de su madre y dando un mordisco al cupcake--. Que bueno esta.... ?Que tal los nervios de la novia? Dexter le sonrio. --Creo que yo estoy mas nervioso que ella --le dijo divertido--. Me alegro de que te hayas cogido unos dias de vacaciones. ?Cuando vendra Stan? Valerie miro a su hermano tragando a duras penas lo que llevaba en la boca. --No vendra... lo hemos dejado --le respondio con una mueca. No le habia dolido la ruptura. Mas bien le habia incomodado y sorprendido. --?Estas bien? --le pregunto Dexter sentandose a su lado. --Si, si.... Ya sabes, horarios incompatibles, mucho trabajo en el hospital... Dexter miro a su madre incomodo. --Lo importante es que tu estes bien, hermanita --le dijo carinoso--. Bueno, sera mejor que me vaya al taller. Se levanto y despues de dar un beso a su madre en la mejilla, salio por la puerta, dispuesto a disfrutar del nuevo dia. Adrianne acerco la infusion a su hija y se sento en el sitio que habia dejado libre Dexter. --El creia que habias venido antes por su boda. --Lo superara --le dijo ironica, con carino. --?Me lo vas a contar? --?El que? --Lo que te ocurre. Valerie empezo a notar que le faltaba el aire. Su respiracion se agito, un sudor frio recorrio su cuerpo. Desenfoco la mirada. Adrianne le puso una mano sobre su hombro. --Vamos, Valerie --le dijo transmitiendole seguridad y templanza--. Respira tranquila. No pasa nada. Valerie asintio cogiendo aire profundamente y expulsandolo por la boca, varias veces. Poco despues miro a su madre. Siempre habia sido el pilar de la familia. Tan fuerte, tan sensata, tan carinosa. Observo que se habia puesto algunas mechas de color mas claro sobre su cabello castano y ligeramente ondulado y, aunque tenia algunas arrugas junto a los ojos, le parecia que el tiempo no pasaba por ella. --No se que me ocurre --le confeso. --?Tiene que ver con Stan? --le pregunto Adrianne. --Creo que no --le respondio no muy convencida--. Creo que he estado trabajando demasiado. He hecho muchas horas seguidas en el hospital. No he descansado mucho. --?Y por que lo has hecho? Valerie miro a su madre y se encogio de hombros. --Valerie, ?que te ocurre, carino? --No lo se. --?No lo sabes o no lo quieres pensar? --Las dos cosas --murmuro bajando la mirada. Adrianne suspiro. --Ya hacia tiempo que no veia tus ataques de ansiedad --le comento--. ?Recuerdas como te ponias cada vez que tenias un examen? Valerie asintio apretando los labios. --Ahora no tienes examenes. La joven nego con la cabeza. --?Entonces? --insistio Adrianne. --No lo se, mama... Supongo que se me habra juntado todo. --?Que es todo? --Mucho trabajo, lo de Stan, los treinta anos... Adrianne enarco las cejas, escuchando atenta a su hija. --Parece que nos vamos acercando... ?que ocurre con los treinta anos? --Siempre habia pensado que a los treinta estaria felizmente casada, con hijos y seria feliz en mi trabajo... y mira. Adrianne asintio. --Bueno, una cosa son los suenos que tienes de nina y otra cosa es que esos suenos no hayan cambiado a la vez que tu. ?Tienes los mismos suenos que a los diez anos? Espero que no. Has madurado. ?Que te preocupa? --Todo... --le confeso--. No. Nada. No lo se. No estoy preocupada, mama, es que siento que no tengo nada. No tengo marido, no tengo hijos, me ahogo en el trabajo... mama, no hay nada bien en mi vida... y veo a Dexter que sigue en Edentown, trabajando en un taller mecanico y es feliz. Mama… Es feliz --le repitio--. Y yo no se que hacer con mi vida. Adrianne habia apoyado el codo en la mesa para poder sujetar la cabeza sobre una de sus manos. --Bueno, pues ya lo has sacado. --?El que? --Lo que te pasa. --No le tengo envidia a Dexter. Me alegro por el. --No lo dudo. --?Entonces? --Crei que te gustaba el trabajo. --Y me gusta --le respondio Valerie con voz mas baja. --Acabas de decir que no. --Solo es que ha habido mucho trabajo de repente, he tenido que doblar turnos y supongo que me he sentido sobrepasada. Adrianne asintio mientras la veia levantarse. Valerie evito la mirada de su madre. No sabia como lo hacia, pero siempre le hacia pensar en cosas que no queria. --Voy a ducharme. Creo que salir a dar una vuelta y dejar de pensar, me vendra bien. --Tu sabes que no puedes huir de ti, ?verdad? Valerie le hizo una mueca antes de salir de la cocina. Adrianne elevo los ojos al cielo. ?Cuando dejaba una madre de preocuparse por sus hijos? Grant Correll miro satisfecho las ultimas fotos que habia hecho del lago. El paisaje le transmitia calma, vida y algo mas que no sabia como definir. Sin duda eran muy buenas fotos, no porque el fuera un reconocido y prestigioso fotografo, sino porque el entorno era, sin saber por que, <>. Se fijo en una joven que caminaba distraida y sin prisa. Enfoco la camara. Estatura normal, peso normal, vestido de color oscuro bailando con la brisa, cabello castano con reflejos en caoba... Aposto mentalmente a que tendria los ojos verdes. Hizo varias fotos. Le parecia pensativa, quiza triste, melancolica... Miraba al lago de vez en cuando, como si pudiera escuchar sus pensamientos y responderle. Sin duda, no era una turista, supuso. No admiraba el lago, parecia formar parte de el. --?Te gusta lo que ves? --escucho una voz femenina a su espalda. Grant sonrio antes de girarse para ver a una de las mujeres mas bellas que habia conocido nunca. Seguia tan bonita como recordaba. Alta, con el cabello castano y largo, con sus oscuras pestanas enmarcando unos preciosos ojos azules... a juego con el agua del lago... El dia de la boda le haria unas fotos increibles en ese entorno, penso. --Bronwyn --la abrazo con carino--. Me alegro mucho de verte. --Yo tambien --le sonrio ella--. Gracias por venir. --Te dije que lo haria --le recordo terminando el abrazo--. Edentown te sienta bien. --Si --acepto complacida mirando con el hacia el lago--. ?Que tal estas tu? Grant la miro sonriendo. Muchas horas de confesiones compartidas por las que parecia que no habia pasado el tiempo. --Bien... como siempre... Bronwyn Evans lo miro de reojo. --Bien y como siempre son dos cosas diferentes. Grant le sonrio con carino mientras se encogia de hombros. Muy lejos habia quedado la epoca de excesos en la que habia conocido a Bronwyn y que lo habian llevado a su etapa mas oscura en todos los sentidos. Llevaba bastante tiempo en calma, demasiado tranquilo, demasiado acomodado en una rutina predecible y, a veces, incluso aburrida. Pero no aspiraba a mas, ni queria mas. --Ya queda poco para el gran dia --le comento mirando a su alrededor--. Espero que Dexter sepa lo afortunado que es. --Lo sabe --le confirmo con dulzura--. Y me lo repite todos los dias. ?Has hecho suficientes fotos? Grant se giro buscando con la mirada a la mujer del lago. No la vio. Asintio. --Puedo venir en cualquier momento --asintio--. El lago no va a moverse. Bronwyn le cogio del brazo para empezar a andar. --Por lo menos esta vez has venido con mas tiempo que cuando viniste para tu exposicion -- le dijo con una sonrisa. Grant asintio. --Me he tomado unos dias. --?El ermitano Grant Correll ha decidido salir de su cueva? Grant sonrio divertido. --Nueva York no podria considerarse una cueva. Bronwyn le sonrio con carino. --Tu sala de revelado es una cueva de la que nunca sales, me da igual que este en Nueva York, Los Angeles, o Vancouver. --Exageras un poco. --?Tu crees? --Te recuerdo que a ti la soledad tambien te gustaba. Bronwyn se encogio de hombros. --Supongo que por eso siempre nos llevamos bien. Grant asintio dandole la razon. --Y vas a cambiarla por crear tu propia familia. --Yo tampoco lo hubiera imaginado nunca, pero ya ves --le sonrio con los ojos brillantes--. El destino parece que tiene reservadas sorpresas inesperadas. --Pues espero que no para mi. Bronwyn sonrio a su amigo. --?Sabes algo de tu padre? Grant la miro de reojo. --No... ?por que iba a saber nada?

  • Hasta que me recuerdes (Fragiles 1) de Valentina R. Anderson

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    Mis dos amigos y un chico, ?Un chico? No, no. Bueno, si.Ya me estaba resignando y perdiendo la esperanza de hablarle. Porque Dorian no hablaba nunca, y eso complicaba las cosas.Hasta que un dia, todo cambia. Y cuando digo todo es TODO, porque a partir de ese momento, lo que sucede empieza a tener una razon mas que clara. Eso asegura una excelente explicacion en el segundo en que esa mascara de perfeccion se rompe. Ya no existian los recuerdos, y los que quedaban eran dolorosos.

  • Diosas de Hollywood de Cristina Morato

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    Las actrices de la epoca dorada del cine toman el relevo a las Divas Rebeldes y Reinas Malditas de Cristina Morato.

  • Voz de acero de Vega Fountain

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    !Adios, mama! --Adios, carino que pases un buen fin de semana. No hagas enfadar a los abuelos --sugirio a Alberto por ser el mayor, y por todo lo que eso conllevaba. --Ya lo se, no me lo vuelvas a repetir --le contesto el chiquillo. --Adios, mami --dijo Alba. --Adios, cielo, pasalo bien --repuso, dandole un beso a su hija menor mientras le colocaba la camiseta. --Y tu tambien, mami --le deseo Alba. Claro que lo haria o por lo menos lo intentaria. Esa misma noche saldria de caza. Habia sido una semana muy dura, necesitaba quitarse todo el estres de encima y la mejor forma que conocia era mediante el sexo. Eran muchas las veces que habia pensado en hacerlo de forma <>, ir a un bar convencional, pero no le apetecia nada entablar conversacion con alguien para luego llegar al mismo punto. Asi que, como venia siendo habitual, decidio ir donde siempre, al club de intercambio de parejas donde tantas veces habia estado con su marido. Cuando el fallecio penso en dejar de pagar la cuota y desvincularse del lugar en el que tanto habia disfrutado con la persona que amaba, pero despues de un tiempo decidio que, ?por que? Nunca seria lo mismo, eso estaba claro, pero alli podia desinhibirse de todo, olvidarse durante algunas horas de todo lo que la rodeaba y simplemente evadirse y disfrutar. No se habia sentido culpable por disfrutar, era una cosa que tenia bien clara, ahora y antes, con su marido, pero mucho mas ahora que el no estaba. No porque no disfrutara antes, ahora simplemente era distinto, no tenia esa complicidad y confianza que habia tenido con el con nadie mas. A veces, algunas situaciones le recordaban a momentos vividos con Alberto, pero los borraba lo mas rapido posible de su mente y vivia el momento. El lo hubiera querido asi. Durante una temporada tambien penso en hacer lo que hace todo el mundo, ir a un bar, buscar a alguien, entablar conversacion y si la cosa cuadraba y se daba bien pues, darse un revolcon con algun hombre. Esta ultima opcion la habia desechado hacia tiempo, aunque a veces se lo volvia a plantear. Lo que no queria era implicaciones, ni supuestas confianzas, por eso la mejor opcion era ir al <<(S)experience>>. Era una mujer adulta, desinhibida, sin tiempo que perder en dar explicaciones ni que se las dieran. Eso no entraba en sus planes, el amor se habia acabado, ya lo habia tenido una vez, no necesitaba mas, le duro poco, si, pero cada momento vivido con Alberto habia sido emocionante y muy apasionado. Hacia dos anos que el se habia ido, un terrible accidente se lo arrebato. Durante mucho tiempo estuvo enfadada con el, por abandonarla con los ninos, no podia explicarse por que un hombre tan joven, tan lleno de vida podia morir dejando una familia y un monton de proyectos personales y profesionales sin terminar, pero ya no. Ya lo habia perdonado. Aunque no llegaba a entenderlo del todo, se habia dado cuenta de que el era el que mas habia perdido y que, en realidad, ninguno de los implicados tenia culpa de nada. Asi lo habia decidido, vivir la vida que le habia tocado de la mejor manera posible. Sus hijos eran lo mejor de su vida. Por ellos daria lo que fuera, todo giraba en torno a esos dos pequenos a los que adoraba. Alberto era el mayor, tenia casi siete anos, era un nino muy risueno y algo timido cuando no tenia confianza, fisicamente se parecia mucho a ella, era moreno con el pelo algo rizado y los ojos marrones, en cambio Alba era igual fisicamente a su padre, era mas rubia, con rizos mas marcados que se ensortijaban unos con otros, tenia carita de muneca, a sus cinco anos era muy extrovertida y alegre. Dedicaba todo su tiempo libre a ellos, se volcaba en su educacion y tambien en su tiempo de ocio, hacia cosas con sus hijos, manualidades, juegos, iba a la piscina, leian cuentos juntos, los ayudaba en sus deberes, todas las cosas que hacen los padres con sus hijos, con la unica diferencia de que estaba ella sola, no tenia el apoyo y la ayuda de un papa que la aliviara un poco de su carga, pero no le importaba, era feliz asi. Contaba con una familia politica que la queria y la apoyaba en lo que ella necesitara, eran su unica familia. Adoraba su trabajo aunque casi siempre era demasiado absorbente, por ello cada quince dias se dedicaba un tiempo a ella y esa era una de esas noches; iba a salir de caza, sus hijos se iban a pasar el fin de semana con los abuelos paternos y hasta el domingo por la tarde no volveria a verlos. Asi se decidio cuando murio Alberto y asi seguia siendo. Les servia a todos de valvula de escape, a ella la primera, asi podia disfrutar de sus escapadas. Nunca habia surgido el llevar a un hombre a casa, cosa que no queria por nada del mundo, y en el caso de que ocurriera no estarian los pequenos alli, no tenia fuerzas para dar explicaciones sobre todo a sus hijos. Alberto y Alba disfrutaban de lo lindo con sus abuelos y primos, y los abuelos encantados de la vida por poder disfrutar de alguna manera de un trocito de su hijo. Se habia vestido de forma provocativa, pero no ordinaria. Llevaba un vestido negro recto y sencillo de tirante ancho y escote cuadrado que insinuaba sus pechos, su ropa interior era tambien negra y lo acompanaba todo de unos zapatos negros de tacon, adoraba esos zapatos. Era alta aunque no delgada, tenia formas y su pecho era prominente, su cabello moreno y rizado a media altura la daba a veces un aspecto de devoradora de hombres, pero nada mas lejos de la realidad. Su forma de caminar, segura de si misma la hacia sentirse orgullosa con su cuerpo. No llevaba nada de maquillaje, pero eso era por simple practicidad, en las sesiones de sexo el maquillaje solia estropearse y despues o se volvia a retocar o tenia que desmaquillarse, todo eso unido a que a diario tenia que ir muy arreglada a trabajar hacia que desestimara la idea de hacerlo en sus salidas nocturnas, solamente se echaba perfume. Llego al (S)experience, un local de intercambio de parejas, situado a las afueras de la ciudad, estaba localizado en una finca aislada y escondida de miradas indiscretas. Era una gran casa que fue en su dia un chalet de lujo de una familia acomodada, que despues se adecuo a las necesidades de los socios. Se llevo a cabo una reforma muy grande para poder dotar al lugar de todo lo necesario para disfrutar del sexo, el morbo y la lujuria. En la parte baja habia una zona comun muy amplia donde se podia charlar y tomar una copa en un ambiente distendido, contaba con sillones y butacones amplios repartidos por toda la estancia ademas de varias barras donde los camareros servian cualquier bebida que se solicitara con profesionalidad y discrecion. La decoracion era muy provocativa, sobre todo porque habia imagenes religiosas y esculturas que representan angelotes y alguna virgen, el contraste entre esas imagenes y lo que alli se vivia era cuanto menos chocante. Los tonos de las paredes eran ocres, vainilla y beige y algun detalle en dorado, sobre todo en las lamparas de arana que combinaban el dorado con el cristal. En la parte superior a la que se accedia por unas escaleras de marmol color rosa y una barandilla de madera policromada en tonos dorados, se hallaban las habitaciones, todas con amplios banos y una cama redonda, ademas de alguna butaca. La zona de jacuzzi tenia dos baneras separadas por un pequeno murete. A parte de las habitaciones normales, habia habitaciones tematicas, como la de los espejos, la negra y otras con todo lo necesario para quien quisiera practicar sexo mas fuerte, sado o cosas asi. Contaban, por tanto, con una habitacion con un potro, distintos tipos de cuerdas y correas, ademas de fustas y latigos. Todos los socios sabian lo que alli habia, nadie se escandalizaba, era un club como otro cualquiera en el que sus socios pagaban una cuota anual elevada que les permitia disfrutar de su sexualidad de manera libre. Anos atras Patricia y Alberto habian sido invitados por un amigo a visitar las instalaciones y desde entonces habian decidido hacerse socios. Lo que alli habian vivido fue toda una experiencia como su propio nombre indicaba. La cuota era muy alta y los socios se elegian con mimo, nada de antecedentes y con una situacion economica holgada. Ademas tenian la opcion de invitar a amigos cuando lo creyeran oportuno, de este modo se garantizaba que hubiera caras nuevas casi constantemente. La regla primordial habia sido y era la discrecion, si esta no se respetaba automaticamente se expulsaba al socio. El anonimato era primordial. Charly, el relaciones publicas del local, era un tipo maduro y educado, iba vestido impecablemente y tenia modales de autentico gentleman. Ademas poseia un atractivo fisico y personal que encandilaba tanto a hombres como a mujeres, era alto, delgado con pelo canoso que le daba un toque interesantisimo y una sonrisa encantadora que hacia que se le formaran unos hoyuelos muy atractivos en su rostro. Todo el mundo lo conocia, era muy respetado, hacia que la gente se encuentrara a gusto. Nunca jamas hablaba con palabras malsonantes ni en un tono alto, era un hombre tranquilo. El trato con los clientes era exquisito. El se encargaba de solventar cualquier problema que pudiera surgir de la mejor manera posible y de ensenarles el local a los que acudian por primera vez alli, tambien se encargaba de organizar fiestas tematicas refinadas y muy divertidas. Patricia aparco su coche y, al entrar en el local, no se detuvo en la zona social donde habia algunas personas charlando y esperando a ver que les deparaba la noche. Se dirigio directamente a una de las salas, a la sala comun donde habia pantallas colocadas estrategicamente para que todo el que quisiera pudiera ver que era lo que se solicitaba en cada habitacion si es que no le habia surgido el plan antes en la gran sala. Ella vio que se solicitaba una mujer y sin pensarselo subio por las escaleras hasta el lugar indicado. Al principio le costo un poco ver debido a la penumbra que reinaba alli, entorno los ojos hasta que se acostumbraron a la poca luz. Se sentia expectante y excitada, siempre le pasaba cuando iba a tener un encuentro, nunca sabia lo que le iba a deparar la noche y esa incertidumbre hacia que creciera su deseo. Cuando entro vio a una pareja sobre la cama, estaban desnudos y se acariciaban mutuamente, se estaban besando apasionadamente y los ruidos que emitian hacian saber a cualquiera que los escuchara que estaban muy excitados. Al verla llegar la saludaron. --Hola --dijo Patricia. --Hola --contesto la mujer separandose del hombre y recibiendo a su invitada con una sonrisa en la cara--, soy Elena y el es Marcos --continuo, presentando a su acompanante. --Yo soy Patricia --dijo devolviendoles la sonrisa. --Quitate la ropa --ordeno Elena en un tono dulce pero autoritario. Estaba claro que era ella la que llevaba la voz cantante en aquella pareja. Era pequena y con ojos muy vivos de color miel, igual que su pelo. El era mas alto, moreno y con ojos oscuros, su cuerpo estaba bien definido, se notaba que pasaba horas en el gimnasio. Patricia acato las ordenes, dejo el bolso sobre la butaca y se quito su vestido, los zapatos y se quedo con la ropa interior. Cuando se volvio, Elena le hizo un gesto para que tambien se desprendiera del resto, no hablaban, nada mas la miraban con deseo. Patricia lo sabia, sentirse observada por dos personas anonimas que la deseaban, que deseaban su cuerpo la excitaba, se sentia poderosa ante esa situacion. --Tumbate --continuo. Patricia obedecio sin decir nada--. Te vamos a dar placer porque eso nos lo proporciona a nosotros tambien --prosiguio. --De acuerdo --respondio Patricia excitada, era lo que necesitaba en ese momento. Se tumbo y rapidamente el hombre se dirigio a sus pechos, los lamia, succionaba y le daba pequenos mordisquitos que excitaron a Patricia al maximo

  • Corona de Flores de Cesar Altolaguirre Vazquez

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    Hector, un joven aprendiz de panadero, escucha una confesion que hace tambalear los cimientos de su vida. Se obliga a iniciar un viaje a lo desconocido para recuperar a sus hermanas antes de que la proxima luna nueva cruce el cielo. Pero, ?hasta donde estara dispuesto a llegar para salvarlas a ellas y el mundo que conoce? ?En quien podra confiar en un camino repleto de peligros? ?Quien controla los hilos que mueven su tierra, la politica o la religion? Decidete a acompanarle mientras a su alrededor, sin que el lo sepa, se desata una lucha por el poder que puede destruir el Imperio o hacerlo mas fuerte.

  • En el Cafe de Africa de Mia Muler

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    Esta novela tiene una pretension, y es la de hacerte vibrar. La personalidad de Africa es el resultado de su vida. De una infancia que nunca comprendio, de una adolescencia en la que se sintio demasiado desamparada y de una dependencia emocional general que la hace actuar de una manera particular. Sus miedos a no ser aceptada o querida han hecho que se haya pasado la vida siendo una esclava de ella misma, cuidando, preocupandose y ocupandose de todos, menos de ella. Pero ?quien es Africa en realidad? ?Se dara la oportunidad de conocerse? ?Y de vivir su propia vida por fin? La desaparicion de Africa Aquella manana fue mas complicada de lo que podia parecer a simple vista. Todo el mundo preguntaba por Africa y alli no habia rastro de ella, ni una nota escrita encima de la barra o al lado de la caja como solia dejarme, ni un mensaje en el buzon del movil --con alguna explicacion para su acusada ausencia--; nada de nada. Y yo me iba desesperando por momentos. --Buenos dias, ?puedes avisar a Africa, por favor? --No esta, lo siento. --?Cuando estara? Tengo el camion cargado con su pedido, y esta mal aparcado. --No se que decirle, lo siento. --Mas lo siento yo, oiga, ?ya me dira que hago ahora? --Mientras, se alejaba soltando bufidos y gesticulando con los brazos. Aquello era muy extrano, ella nunca habia desaparecido de aquel modo, ?y si le habia pasado algo? Pero ?que le iba a pasar? Mi Africa estaba sana, sanisima, se cuidaba a extremos. No me habia comentado que tuviera cita en el medico, ni visita en casa de algun proveedor. Yo estaba bastante preocupada y ya estaba empezando a desvariar. No era propio de ella tal actitud, alguna cosa estaba pasando. Africa y yo nos conociamos desde hacia siete anos, cuando apareci una tarde, no se si de casualidad --aunque dicen que no existen--. Nunca habia estado en aquel pueblecito de costa, cercano a Barcelona, con nombre peculiar: Vilassar de Mar. Un pueblecito entre el mar y la montana en la costa del Maresme. Yo estaba teniendo un muy mal dia; horroroso, mas bien. Habia llegado hacia tres dias desde Cadiz; si, la otra punta del mapa. Era donde habia vivido los ultimos siete anos, pero en pocos dias iba a quedarme sin trabajo y, en consecuencia, sin casa. Trabajaba en un restaurante de subjefa de cocina, pero ese ano el propietario habia decidido cerrar todo el invierno para reformar el local y ampliarlo, y de eso modo poder ofrecer mas y mejor servicio. Y de un plumazo se cargaba a las doce personas que estabamos en plantilla. En Cadiz, me habia hecho mi hogar y mi lugar, tenia buenisimos amigos, me gustaba mi trabajo; incluso, habia aprendido, por fin, a surfear y me encantaba. Vivia feliz alli y no estaba en mis planes marcharme, pero, de un dia para otro, se trucaron. A mi Sevilla natal tampoco podia volver, la zona del sur estaba muy mal de trabajo, y mas, a finales de verano, la temporada se estaba acabando. Nos facilitaron la salida y nos dieron unos dias de vacaciones pagados, que muchos aprovecharon para pasar con sus familias e ir pensando en su nuevo futuro. Pero que yo, y dadas mis circunstancias, ni familia, ni hijos... por no tener, no tenia ni pareja, sali de alli, disparada, rumbo hacia Barcelona. Habia oido que en Cataluna habia movimiento de trabajo, sobre todo en hosteleria, que era mi profesion. Mi formacion en alta cocina me habia proporcionado siempre buenos trabajos, como cocinera, subchef, que me permitian vivir bien, aunque ahora iba a aceptar cualquier cosa, hasta de camarera si se prestaba. Vivia demasiado al dia y no tenia ahorros para subsistir ni dos meses. Me plante en la capital catalana, habia hablado con mi primo por telefono dos dias antes, el vivia en Barcelona, habia partido hacia alli algunos anos antes, casi en la misma situacion que yo tenia ahora, y le habia ido muy bien. Le di una sorpresa en el restaurante donde sabia que trabajaba, y despues de los achuchones pertinentes y una alegria barbara de vernos -- habiamos crecido en Sevilla, nuestros padres eran vecinos, y habiamos mantenido siempre el contacto--, su jefe me comento que un conocido estaba montando un restaurante y quizas buscaba personal; lo llamo y aquella misma tarde tuve mi primera entrevista. Estaba convencida de que ese puesto de trabajo seria mio, la necesidad hizo que me ilusionara en exceso, pero resulto ser un engano. Lo que parecia que tenia que ser el trabajo de mi vida, resulto ser una estafa y una tomadura de pelo. Para entrar en el negocio te pedian un deposito economico --<>, dijeron--, con el que se suponia, yo seria el subchef de cocina. Pretendian que fueramos socios desde el inicio del proyecto y que, juntos, sin conocernos de nada, montaramos un restaurante asociandonos con cada especializacion (chef, subchef, cocinero, jefe de sala, camareros... todos socios). Eso si, gestionado por el entrevistador, creador de tal ideal y fantasia. Al salir de alli, decepcionada y mas nerviosa de lo que habia llegado, llame de nuevo a mi primo para contarle. Estaba perdida, el tiempo se me iba acabando y no sabia ni por donde empezar. El me recomendo que me fuera hacia el Maresme, y asi empezo mi peregrinacion por todos los pueblecitos de la costa catalana. Volveria a empezar de cero en cualquier otro lugar y necesitaba un trabajo con urgencia Y, entonces, conoci a Africa. Ni se como llegue a ese precioso lugar, ese espacio lleno de colores, luces tenues e indirectas, flores frescas, musica agradable, un olor a angeles benditos caidos del cielo... y pronto lo descubriria. Entre en su maravillosa cafeteria, era ultima hora de la tarde, me habia pasado el dia preguntando y ofreciendome para trabajos de camarera, dependienta y hasta charcutera... Sin suerte. Llevaba recorriendo bares y restaurantes cuatro dias, habia peregrinado por casi todos sus pueblos costeros y empezaba a estar desesperada. No estaba resultando ser tan sencillo como me habian dicho y estaba agotada. Aquel pueblo, Vilassar de Mar, era un pueblo costero a pie de carretera; lo cruzaba la via del tren y lo decoraban unas callecitas muy bien cuidadas, con flores colgantes de los balcones, con las puertas y los marcos de las ventanas conjuntados con el barrio, con sus gentes discretas y amables. Nada que ver con la gente de Andalucia, aqui eran silenciosos, un poco cerrados, te miraban con un poco de desconfianza al principio, para luego proseguir con un interrogatorio. Hasta que decidian que eras buena gente, y luego, te sonreian y ayudaban si podian. Aquellas gentes hacian muchas preguntas. Yo, que no tenia nada que esconder y muchas ganas de encontrar algun trabajo y lugar donde vivir, contestaba con impetu y entrega a la espera de alguna recomendacion u ofrecimiento, pero no llego. Me sentia muy cansada, hacia mucho calor, tenia hambre, sed y no habia cogido ningun lugar donde dormir aquella noche. Mi cerebro ya no daba para mas. A malas, dormiria en la estacion de tren, no seria la primera vez. Entre en el cafe de Africa, sin pensar, ya no me quedaban energias, cruce la barra me quedaba a mano izquierda; a mano derecha, habia unas cuantas mesas. Al final, se vislumbraba una luz y, como luciernaga a su trampa, alli que me dirigi. Se abria un espacio, como un saloncito, con ventanas grandes que dejaban entrever el patio exterior. Me enamore de ese lugar y alli me quede. Era una estancia con un encanto especial, olia a fresco; sus lamparas de Tiffany colgaban del techo y proporcionaban una luz indirecta a todo el espacio, dandole un toque sofisticado y relajante.

  • Infinito de Beatriz Gomez Lorenzo

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    Gines Martin, es un trabajador del departamento de tanatopraxia del Anatomico forense solitario y carente de relaciones que solo se permite el recuerdo de Susana cada 7 de noviembre. En esa fecha realiza un pequeno ritual para recordar a su amiga fallecida diez anos antes.

  • Una cita para San Valentin de Maryah Well

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    Mi nombre es Valentina y he vivido veintinueve dias de San Valentin sin una cita a la que poder obsequiar con mi romanticismo. Sin embargo, no voy a dejar que haya una treinta. Me niego a que eso pase. Solo quedan dos dias para el 14 de febrero y desde hace tres meses estoy chateando con un chico por una de esas aplicaciones de citas. No es que haga esto a menudo, bueno, ni esto ni nada. Nunca se me ha dado bien las tecnicas de seduccion o cortejo que cualquier mujer utilizaria para ligar con un chico. Se lo que estais pensando: ?esta chica es tonta? Pues, yo voy a sacaros de dudas. Si, lo soy. Pobrecita yo, ?verdad? Es lo que hay, senores. Como ya he dicho, no soy muy buena con las tecnicas de ligoteo. Creo que no soy lo que se dice "sexi". En fin, como iba diciendo, en esa aplicacion he conocido a un chico encantador. Es posible que esta vez mi dia de San Valentin sea muy diferente. A solo dos dias del dia "D" y viendo que el no se anima a pedirme que nos veamos esa noche en persona, me armo de valor y se lo pido yo, aprovechando que por el chat no puede ver mi torpeza a la hora de ligar. --?Que te parece si cenamos la noche de San Valentin y nos conocemos en persona? --le escribo en el chat cuando veo que esta en linea. Los minutos pasan con lentitud mientras espero la respuesta, y mis nervios se ponen a flor de piel. Mis dedos tamborilean en la mesa de escritorio y mi pierna se mueve de arriba abajo como un martillo perforador. Si la respuesta no llega rapido, mi pierna taladrara el suelo del despacho y acabara abriendo un boquete en el techo de la habitacion del vecino. Quince minutos despues y con el corazon latiendo a mil por hora, el chico se desconecta sin darme una respuesta. Mi decepcion hace mella en mi rostro que se desencaja por el llanto que se agolpa en mi garganta y en mis ojos. No entiendo por que no me ha respondido. Apago el monitor y me levanto de la silla con demasiada fuerza. Estoy frustrada, confundida y dolida. ?Por que no me ha contestado? Me empieza a faltar el aire por la angustia de haber perdido de nuevo la oportunidad de tener una cita por San Valentin. Cojo el abrigo, la bufanda, mi bolso y salgo de mi apartamento escapando de aquella nueva negativa que me dan, esta vez por Internet. Al parecer, la tecnologia tampoco esta de mi parte. ?Seria mi destino estar sola? Me enredo la bufanda de lana roja alrededor del cuello y empiezo a caminar por la calle sin rumbo fijo. En cada paso que doy veo a una pareja caminando agarrados de las manos, abrazandose o besandose. Llego hasta un parque y me siento en un banco. El metal frio me congela las piernas y el trasero, pero no me importa. Me sienta bien aquel cambio de temperatura. Me hace bajar de la nube en la que llevo montada desde hace tres meses. Me ha hecho entender lo que no habia conseguido comprender en treinta anos de mi vida: la vida en pareja no esta hecha para mi. Debo resignarme a esa verdad y afrontarla con la mayor dignidad que pueda. Me quedo observando a unos ninos que juegan a la pelota enfrente de mi. No se el tiempo exacto que estoy alli, pero las farolas ya estan encendidas y el frio empieza a meterse en mis huesos. Me levanto abrigandome con la bufanda y regreso a mi casa con lagrimas en las mejillas. Entro en el ascensor, pulso el boton con el numero cuatro y espero a que se cierren las puertas. Estan a punto de cerrarse cuando una mano se interpone en el haz de luz del laser para volver a abrirlas. --Por los pelos. Buenas… buenas noches, Valentina --me saluda mi vecino de abajo con su tartamudez habitual. --Buenas, Joseph. ?Como te va? No tengo muchas ganas de entablar una conversacion, pero al menos, no estoy todo el trayecto pensando en mi triste vida. --Como siempre. Na… nada nuevo. --Me alegro. El ascensor se para en el tercero y mi vecino me dedica una leve sonrisa timida antes de salir y dirigirse a su puerta. Las puertas metalicas estan a punto de volver a cerrarse cuando otra vez la mano los para. Joseph aparece delante de mi con la frente perlada de sudor y la barbilla temblando al querer decir algo. --?Te encuentras bien? --le pregunto preocupada. Nunca se habia comportado asi, tan extranamente de lo que habitualmente lo hacia. --Queria… queria preguntarte si… si tienes… --traga saliva con dificultad y se muerde el labio inferior. --?Si tengo que? La boca del chico se abre para hablar, pero pronto la cierra y quita la mano de la puerta para que el ascensor siga su camino hacia la planta cuatro. Llego a la puerta de mi apartamento, abro y me dirijo hacia el despacho. Enciendo el monitor y observo el chat. Mi pregunta continua en la pantalla sin ninguna respuesta por parte de "mi chico". Cierro la ventana de la conversacion y me alejo quitandome el abrigo, la bufanda y el bolso. No entiendo nada. Era posible que estuviera hablando con otras chicas en el chat y ya hubiera encontrado a su cita para San Valentin. Me siento en el sofa despues de coger un paquete de patatas fritas de la cocina, enciendo el televisor y para colmo, estan poniendo Pretty Woman. Empiezo a llorar como una magdalena. Las peliculas son una puta mierda. No hay ninguna realidad en ellas. Estoy sumergida en la pelicula y en mis lagrimas cuando suena el timbre. Me levanto como un zombi y abro la puerta. Joseph esta delante de mi enredandose las manos con nerviosismo. Todo lo guapo que tiene, tambien lo tiene de tartamudo y nervioso. --Buenas noches otra vez. ?Que te trae por mi humilde morada? --le inquiero sin mucho animo. --Bu… buenas. Yo queria… queria pedirte… pedirte una… una taza de leche. Se me… se me ha olvidado com.... comprar. --Claro. Entra si quieres --le digo dandome la vuelta para dirigirme a la cocina. Abro la nevera para coger el brick de leche, agarro una taza del armario, la lleno y regreso a la entrada donde mi vecino me espera sin mover ni una pestana. Le entrego la taza, le dedico una muy leve sonrisa de despedida y cierro la puerta. Regreso al sofa y me siento. Habia llegado, para mi, la peor parte de la peli: Richard Gere va en busca de Julia Roberts en la limusina con un ramo de flores. Lloro aun mas. Las lagrimas salen de mis ojos como cataratas. Sin importarme como, me quedo dormida en el salon con una postura imposible de reproducir estando despierta. Me duele el cuello y la espalda una barbaridad, asi que me lo masajeo un poco encaminandome hacia la cocina para hacerme un cafe calentito y unas tostadas con mantequilla y mermelada de fresa. Mientras dejo que el liquido caliente recorra el interior de mis entranas, me quedo observando por la ventana de la terraza. El cielo esta gris. Se avecina tormenta. La misma tormenta que vive dentro de mi desde hace mucho tiempo. Cojo el movil que descansa encima de la mesa auxiliar delante del sofa y llamo al trabajo. No me encuentro con muchas ganas de ver a mis companeros --todos ellos casados felizmente--, restregandome sus planes para San Valentin. Minerva, la secretaria de mi jefe, coge el telefono y contesta con su cansina voz de pito: --Bufete Garcia y Cia, ?en que puedo ayudarle? --Buenos dias, Minerva --la saludo poniendo la voz mas ronca que puedo--. ?Podrias disculparme con el jefe? No me encuentro muy bien. Recuperare las horas otro dia. --Esta bien, se lo dire. Que te mejores. Le agradezco aquella pequena muestra de preocupacion y cuelgo. Las lagrimas vuelven a deslizarse por mis mejillas. --Que mierda de vida --murmuro ocultando mi rostro entre mis manos. Recojo los bartulos del desayuno, los friego y los guardo en su sitio. Me dirijo al sofa y enciendo el televisor para ver si puedo despejarme, aunque solo sean unos minutos. Es inutil. Es viernes por la manana y las cadenas de television se han puesto de acuerdo para recordarme que al dia siguiente seria el dia de los enamorados. En todas hay peliculas romanticas con sus finales felices delante del altar o sellando su amor en la cama. ?Es que no hay mas cosas para que la gente vea en la vispera de los enamorados? Agarro el mando con fuerza y aprieto el boton para cambiar de canal con rabia. Me decido por ver uno de los canales para ninos. Ahi por lo menos solo echan dibujos animados que viven aventuras y sin nada de amor. *** En algun momento despues del almuerzo me quedo dormida. No me importa perder el tiempo de aquella manera, total, no tengo nada mejor que hacer

  • Las chicas del pub de Sarah Rusell

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    --!A la mierda! Puse los ojos en blanco cuando oi el grito de Pili tras oir como estrellaba la que era ?la cuarta copa? --?Cuantas bajas tenemos ya? ?Cuatro? --pregunte. --Cinco, rompio uno de los ceniceros de cristal tambien -- respondio Mili. No es que yo me invente los nombres o les ponga apodos por ser mellizas, es que sus padres tuvieron esa mala leche de ponerle Pili y Mili. No se que se les paso por la mente, pero algo de persona coherente no seria... --Ouf, paso. De verdad que paso, dame la fregona --se acerco a mi y me quito el objeto con el que estaba recogiendo un poco detras de la barra. Me dio la bayeta con la que estaba secando las copas y me hizo senas para que moviera el culo--. A ver si terminamos de una vez que tengo ganas de irme a casa. Mira ella, como si las demas quisieramos quedarnos ahi... --Y yo que te habia traido el saco de dormir --le respondio Mili con ironia--. Hija, ya nos queda nada, sientate, fumate un cigarro, no se, pero deja de romper cosas --Mili ya estaba recogiendo los trozos de cristales que su hermana habia esparcido por el suelo. --?Es que no puedo tener un mal dia? --pregunto Pili enfadada. --Hija, es que no es un mal dia, ha sido un mal dia, una mala noche y la madrugada va a peor --Mili puso los ojos en blanco. Me rei a carcajadas, las dos se llevaban a matar. Aunque en el fondo se adoraban. --Esa es la comprension que tengo por vuestra parte --dijo Pili con pena. --Ah, no. La pena a papa y a mama, a mi me dejas en paz -- resoplo su hermana. --?Pena por que? --pregunte haciendome la tonta, lo sabia de mas. Pero contarlo siempre la ayudaba, asi que a riesgo de que nos hablara de lo mismo otra vez, cosa que vi como su hermana no iba a perdonarme por la mirada que me lanzo de "voy a matarte", Pili si necesitaba hablar de ello. Asi que me prepare para oir la misma historia una vez mas. --Ay, Patri, que desgraciada soy. Asi empezo el drama, por quinta vez ese dia. --Oh, por Dios --resoplo Mili. --Para un tio que creo que me va a funcionar... Y nada. Otro palo mas en la vida. Si es que no se puede ser mas gafe en el amor que yo --siguio. --En realidad si se puede ser mas gafe, como yo, por ejemplo --me rei, pensando en que no es que tuviera mala suerte en las relaciones y en el amor, es que era inexistente. No habia un tio que me llamara para algo mas que para ponerle una copa. Por lo demas... Yo pasaba de ellos. Y a mis treinta y dos anos, no tenia esperanzas de encontrar a nadie que mereciera la pena. --Tu no tienes mala suerte en el amor, Patri, solo es que... -- empezo Pili. --Tienes complejo de monja de clausura --rio Mili. --Eso, recordadme la de telaranas que tengo ahi abajo --rei. Era verdad, hacia unos anos que nada de nada. Por eleccion propia, si. Pero tambien porque la unica relacion estable que habia tenido se fue a la mierda. El se enamoro de su companera de trabajo, ?quien supera eso? Yo no. Aunque ya lo tenia casi olvidado. Solo que siempre te queda el miedo a que te fallen de nuevo. --Las tienes porque quieres, porque la mitad de los tios babean por ti --me rino Pili. Tampoco era para tanto. Ligaba, si, pero... No se, a mi ninguno me llenaba y yo no estaba para solo una noche de sexo, la verdad, no era algo que quisiera--. Pero esa no es la cuestion, !que estamos hablando de mi! --se sento al otro lado de la barra dispuesta a seguir con su drama. La mire y sonrei. Parecia que iba a morirse de la pena por un tio que habia conocido dos noches atras. Pero asi era Pili, se enamoraba en segundos. Y los tios de ella, claro. Era un bombonazo, como su hermana, algo diferentes, pero dos rubias de escandalo. Babeaban por ellas, no les faltaban las oportunidades. --Al final amanecemos aqui por tu culpa --me rino Mili mirandome con las mismas o mas ganas de asesinarme. --Pense que entre nosotros habia algo y !no! ?Veis normal que me diga: lo hemos pasado muy bien, pero yo quiero probar mas frutas? ?A mi? ?Un ninato de veinticinco anos? ?Mas fruta de que, hijo de la gran p***? --Pues que la pina no le iba y lo iba a intentar con la naranja -- rio Mili, haciendo que yo me riera tambien, porque no era para menos. --A ver, Pili, es que es normal... --rei. --?Que es normal? --pregunto ella, desconfiada. --Veinticinco anos... --le explique-- Tu misma lo dijiste, ?a quien se le ocurre acostarse y pensar en algo mas con un baby? --Es entrenador de gimnasio, pense que estaba mas centrado en la vida --suspiro ella. --Si, claro, con la cantidad de mujeres que babean por el a lo largo del dia --Mili puso los ojos en blanco. --?Me estas diciendo que soy menos que ellas? --pregunto Pili ofendida. --No, te esta diciendo --intervine-- que busques otro tipo de hombre, mas maduro. Mas serio, no un crio asi. --Esos que decis son los que tienen vidas ocultas, mujer e hijos y que vienen aqui para salir de sus mierdas de vidas mientras encuentran a alguien que no les de problemas, que ni siquiera sepa quienes son para que no les pueda joder su idilica vida de mierda -- explico Pili, con la rabia de una despechada. Mire a Mili y ella me miro, seria. Las dos miramos a Pili y esta nos dijo seriamente. --Patri, me apunto a tu plan. Desde hoy estoy como tu, a que me salgan telaranas. Le tire la bayeta a la cara, haciendo que riera. Las tres nos partiamos de la risa por el comentario. Al menos terminamos de limpiar riendo.

  • Todos deberiamos morir jovenes de Antonio M. Carrasco

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    La vida de una pequena y tranquila ciudad provinciana se ve alterada por dos asesinatos. Un buen dia aparecen los cadaveres del presidente de la Audiencia Provincial y del decano del Colegio de Abogados. La comisaria provincial y el inspector encargado de policia judicial se encuentran ante un caso superior a lo habitual en Ciudad Real. Con oficio y voluntad tratan de resolver las incognitas. Pero una investigacion esta llena de caminos perdidos, pistas falsas, errores, fallos y casualidades. Una pesquisa centrada en una pequena poblacion con su modo de vida, los personajes tradicionales, las nuevas situaciones economicas, la corrupcion, el despilfarro politico, la desfachatez publica que se ha hecho costumbre y la consecuencia tragica convertida en delito.

  • Debut de Christina Rosenvinge

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    Christina Rosenvinge recoge en su Debut mas de veinticinco anos de canciones y recorre los lugares, los relatos y las reflexiones que subyacen a sus letras.

  • Diario de una chirli de Megan Maxwell

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    Y lo peor de todo es que he pecado hoy, el ultimo dia de trabajo. Despues de contener mis apetencias todos, todos los dias durante mas de seis meses, que traducidos en jornadas son unas ciento ochenta mas o menos !que barbaridad! Trabajo en una editorial, bueno trabajaba porque hoy me han dado boleto. !La jodida crisis! Pero no creas que era alguien importante !para nada!, solo era una simple, mondonga y loronda currita del departamento de marketing. Me pasaba sentada mas de ocho horas al dia, por lo que te puedes imaginar que mi trasero (alias culazo) nada se parece al de Jennifer Lopez. Bueno, vale, tampoco esta tan mal. O si no, que se lo pregunten a Fernandez, mi ex jefe, a quien, todo sea dicho, he pillado mas de una vez con sus ojos de raton plantados ahi. !!Maldito roedorrrr!! Tengo la moto en el taller desde hace un mes. Pedazo galleta me di. Por lo que he tenido que soportar los empujones, los roces y la peste a sudor que mas de uno o una lleva ya encima a las ocho de la manana en el punetero metro de Madrid. VIVA EL METRO. Pues bien. Todos los dias cuando salgo del metro y paso ante el escaparate que me tiene enloquecida, tan bien iluminado, tan bien colocado y tan, tan tentador, solo me limito a admirar aquello que para mi es un objeto de devocion. Y aunque estoy contenta porque mi cuerpo comienza a cambiar (ya sabes, "adios flotador, hola cintura") lo del escaparate aun no me lo puedo permitir. Aun no. A media manana, cuando salia con el Fleky, mi compi (el bicho raro de la ofi) a tomar un cafe, Dios, alli seguian en el escaparate, colocadas con mimo y en vistosos colores que me llaman a gritos: !Eva..., ven y comprame..., estoy aqui. ..., te sentare bien... te gustare! Pero yo me limito a admirar su variedad de tonos, blanco, negro, chocolate y me marcho, aunque se que al dia siguiente la tentacion seguira alli. Y digo yo ?te preguntaras a que se debe tanta contencion? Todo vino a raiz de que escuche mi tia Paqui decirle a mi madre en voz baja <> ?Que me estaba llamado mi tia? ?Fea? ?Gorda? ?Hortera? Al final voy a tener que creer lo que una vez dijo mi abuela Rufina, que en paz descanse, en referencia a mi hermana y a mi. Sus palabras textuales fueron: <>. !Ainsss abuela, que intuitiva, que intuitiva eras! Pero es que mi gemela y yo somos asi. Ella clase, yo pecado. Ella pija, yo del monton. Ella tiene un novio (el guindilla, un poco lelo pero no es mal chaval) y a mi, ni me miran los lelos. En fin, excepto en que ambas somos rubias, con ojos azules y como dos gotas de agua, en el resto no nos parecemos en nada. Pero hoy, mi querido diario, cuando mi jefe me ha dicho: <>, lo confieso; !HE PECADO! Y saltandome todo lo que durante tropecientos dias habia conseguido, me he liado la manta a la cabeza, he entrado en la preciosa tienda iluminada y, tras mirar a la glamurosa dependienta, he dicho sin ningun pudor, ni pausa. <>, y aqui me tienes escribiendote antes de irme a la cama, mientras me zampo las exquisitas palmeras y comienzo mis obligadas vacaciones. Ea, buenas nochessssssss. La zampa palmeras PITICLIN..., piticlin... piticlin... <> Piticlin... piticlin... piticlin.... <> Piticlin... piticlin... piticlin... --La madre que pario a Merche y al piticlin --grito como una posesa sentandome en la cama--. !Merche! ?quieres apagar el maldito despertador antes de que lo coja y te lo meta por un lugar donde estoy segura que no te va a gustar? No contesta, pero la rata que mi hermana llama perro me mira con sus ojos saltones. !Que fea eres hija mia, por Diosssss! --Merche, como vuelva a sonar el PITICLIN, voy a coger tu carisimo bolso y... !Por fin!, Merche, mi pijisima y espectacular hermana gemela, abre la puerta del bano y me mira con su angelical cara de barbie nordica. --Jopetas Evita, cosita tonta, no te pongas asi, churrita. --?Que no me ponga asi? --le grito mientras noto como mi cabeza va a comenzar a dar vueltas como la de la nina del exorcista--. ?Pero tu eres tonta del culo o que? Hoy es domingo y quiero dormir. ?Tan dificil es entenderlo?

  • Dime tu nombre de Lina Galan

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    MUNDO REAL DE LUCIA:

  • La buena lluvia sabe cuando caer de Anchee Min

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    Una joven consigue escapar de la China comunista de Mao con la ilusion de iniciar una nueva vida y cumplir el sueno de ser libre. Basada en una historia real.

  • Claus y Lucas de Agota Kristof

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    En un pais en guerra ocupado por un ejercito extranjero, dos hermanos, Claus y Lucas, han sido abandonados por su familia y puestos al cuidado de su abuela, a la que sus vecinos llaman la Bruja. La barbarie del convulso mundo en el que viven les lleva a emular la crueldad que ven en el. De una inteligencia superior, seran capaces de utilizar cualquier recurso para sobrevivir, pero una vez asegurada su supervivencia intentaran poner remedio a muchas de las dramaticas situaciones que les rodean. Los distintos caminos que terminan eligiendo al final de la guerra marcaran sus vidas para siempre.

  • Hue 1968: El punto de inflexion en la guerra del Vietnam de Mark Bowden

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    Gracias a un acceso sin precedentes a archivos de la guerra en EEUU y en Vietnam, asi como a entrevistas con participantes de ambos bandos, Bowden narra cada fase de esta crucial batalla a traves de multiples puntos de vista.

  • Besa y Mata de Ellery Queen

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    Todas las pistas que podrian llevar hasta la mujer desaparecida se encuentran cegadas por cadaveres burdamente asesinados. Nada parece tener sentido; sin embargo, es preciso y urgente encontrar las razones del embrollo, aunque se intuya que la investigacion llevara a los mas duros y calamitosos resultados. El amor y la muerte se encuentran, se separan y caminan juntos tras el rastro de una mujer que quiza haya sucumbido a los encantos del uno y a los horrores de la otra.

  • Rayo de luz de E. L. Todd

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    Mi hermano es idiota. Gano la loteria e invirtio todo el dinero en una bolera destartalada. Como apenas le llega para ganarse la vida, se ha mudado conmigo.
    Genial.

  • Una boda imperfecta de Dina Reed

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    Max Harper es representante de deportistas y sabe que la unica manera de conseguir un contrato mas ventajoso para Jeff Bristol, una estrella del futbol y uno de sus mejores amigos, es que siente la cabeza. O, al menos, que lo finja. Jeff es una figura del deporte, guapo y sexy, pero tambien mujeriego y juerguista. Y no piensa cambiar. Por eso, cuando su representante le propone una boda por interes, para limpiar su imagen y conseguir un fichaje multimillonario en un club frances, ni se lo piensa y acepta casarse con la chica que elija Max. Max no tiene ni idea de donde va a encontrar una novia para Jeff, hasta que recibe una llamada de su hermana Gwen. Su padre acaba de cortarle el grifo y esta desesperada. Gwen no ha trabajado en su vida, no tiene experiencia mas que en gastar y en irse de fiesta y necesita un cambio de aires y dinero con tanta urgencia que, cuando su hermano le cuenta que busca una novia para el insoportable de Jeff Bristol, ni se lo piensa. Ella siempre ha querido vivir en Paris y tiene la intuicion de que alli va encontrar su sitio en el mundo, asi que se propone como candidata a novia, a cambio de una cantidad importante de dinero y de vivir en una mansion enorme junto al Sena, en la que no tenga que cruzarse con su marido de pega. A Max le parece un desproposito, pero le cuenta a Jeff que su hermana esta dispuesta a casarse con el en esas condiciones y el acepta sin dudarlo. Gwen le odia tanto que jamas cometeria el error de enamorarse de el y viceversa. Primero, porque el no cree en el amor y, segundo, porque jamas tendria nada, absolutamente nada, con la irritante, caprichosa y tocapelotas de Gwen Harper. O eso cree. Porque en Paris descubriran que lo que parece ser odio, esconde atraccion, deseo, fuego y algo tan fuerte que podria cambiar sus vidas para siempre... Capitulo 1 Aquella manana de mediados de mayo, Max se desperto con la llamada de Vivian, su asistente: --Vivian, ?que pasa? --pregunto Max porque sabia que tenia que pasar algo para que su asistente le llamara a las seis de la manana y mas cuando la noche anterior habia estado en una fiesta hasta las tantas. Fiesta en la que, por cierto, habia acabado enrollandose con una modelo que estaba durmiendo a su lado, una tal Alison o Alice ?o era Meadow? El caso era que la tenia metida en su cama y que lo que menos queria era que despertara. Asi que salto de la cama y se encerro en el cuarto de bano mientras que Vivian se excusaba: --Disculpa que te llame a estas horas. Imagino que anoche te acostarias tarde, pero es que esto es importante. Max se sento en el confortable sillon blanco del lujoso bano de la suite presidencial del hotel mas caro y elegante de Nueva York, apreto las mandibulas y respondio: --Dispara. --La prensa deportiva europea abre hoy con las imagenes de Jeff Bristol de vacaciones en Ibiza. Max resoplo, se paso la mano por la cara y replico temiendose lo peor: --!Mira que le adverti que fuera discreto! !Hoy los de la prensa vuelan drones en cualquier sitio! ?Y como le han cazado? ?Follando? ?Borracho? ?Practicando deportes de riesgo? ?Haciendo...? Vivian trabajaba con su jefe desde hacia diez anos y le conocia tan bien que le interrumpio, antes de que siguiera trepandole la bilis hacia la garganta: --Le han pillado en un barco, metido en un jacuzzi con cuatro bellezas exoticas, dandoles de beber champan de la botella y luego untandoles protector solar en el cuerpo. Max, que ya solo podia pensar en la bronca que le iba a pegar al irresponsable de su representado, inquirio: --?En el cuerpo? --Las chicas estaban desnudas y Jeff sale en las fotos con las manos en los traseros y en los pechos. Max bufo porque se imaginaba el escandalo que estarian siendo las fotos en Europa: --!No quiero ni imaginarme los titulares! A Vivian, para quitarle hierro al asunto, solo se le ocurrio decir: --Ni los comentarios en las tertulias de la television. Pero es verano y estas noticias se toman con cierto cachondeo. Quiero decir que no estamos ante una tragedia. Y ya sabes como son estas cosas, Max, dan que hablar el primer dia, pero luego se olvidan rapido. --?El presidente del club que esta dispuesto a pagar una cantidad indecente de dinero por el loquito de Jeff va a olvidar que es un juerguista, un pendon y un tarambana en el que no se puede confiar en absoluto? --bufo Max que estaba que se subia por las paredes. --No te pases, Max. Jeff es un buen chico. Ha trabajado muy duro este ano y necesita desconectar y divertirse. Tampoco ha hecho nada malo... --No, que va, !dejarse retratar en un entorno de sexo, alcohol y seguramente drogas es algo de lo mas sensato y prudente cuando estamos negociando el contrato del ano! --grito Max, sin tenerle sin cuidado si la tal Alice, o Britney o como diablos se llamara, se despertara y saliera pitando de alli. Al contrario, deseaba que lo hiciera porque no habia nada que le diera mas pereza que la tipica conversacion mananera, despues de un polvo de una noche. --!No exageres tampoco! No habia drogas por ninguna parte, solo esa botella de champan y el protector solar. --!Me figuro las bromitas que estaran haciendo a costa del protector solar de las narices! --Helen Black, la reina de las mananas, ya sabes, dice que Jeff Bristol ha protagonizado, sin proponerselo, la mejor campana de prevencion del cancer de piel. Max, a pesar de que estaba que rabiaba, no pudo evitar reirse, pues lo de su asistente no tenia remedio: --!Espera que todavia voy a tener que llamarlo para felicitarle por su buena accion! Vivian, que por supuesto que sabia lo que se estaban jugando y solo queria que salieran del entuerto de la manera mas airosa posible, afirmo: --La situacion se ha vuelto un tanto delicada, pero estoy segura de que tiene arreglo. Por eso, y aun sabiendo que te iba a despertar, te he llamado... Max lo unico que sabia era que tenia que plantarse delante de ese inconsciente para cantarle las cuarenta: --Voy a tomar el primer vuelo que pille para Espana. Necesito hablar con Jeff. No puede seguir asi. !Tiene que dejar las mujeres y las fiestas de una maldita vez! --?Y que vas a hacer? ?Encerrarle en un monasterio? --replico Vivian con guasa. A Max le cabreo la bromita de su asistente, pero al momento se le paso por la cabeza una idea que hizo que entornara los ojos y murmurara: --O hacer que siente la cabeza por narices... Vivian, perpleja por las palabras de su jefe, pregunto ansiosa por saber que estaba tramando: --?Como que por narices? --Que a este no le puedo meter a monje cartujo porque tiene que entrenar y jugar los partidos, pero como que me llamo Max Harper que yo a este tio lo caso. Vivian solto una carcajada, pues para nada pensaba que su jefe fuera a salir con algo parecido: --!Estas de broma! !Solo puedes estar de cona! !Es que no puedo creerlo! Max estaba tan cabreado que, con la vena hinchada del cuello y el ceno fruncido, activo la camara del telefono movil para que Vivian le viera: --?Esta es la cara de un tio que no esta hablando en serio? --inquirio a su asistente. Y Vivian al ver que su jefe estaba como Dios le habia traido al mundo, solo pudo tragar saliva porque aquello era un autentico espectaculo. Max Harper era sin duda el tio mas bueno que habia visto en su vida. Y mira que ella estaba acostumbrada por su trabajo a ver a tios buenos a diario. Max era representante de deportistas y por la agencia pasaban autenticos dioses griegos, pero Max era otra cosa. No solo tenia un cuerpo para perder el aliento, porque hacia mucho deporte y lo marcaba todo... Es que era guapo como el solo, castano, de pelo abundante, peinado con raya al lado, tenia unos ojos enormes de un verde salvaje, la nariz recta, la boca en su justo grosor, el menton marcado, la sonrisa perfecta... Aunque bueno, ?habia algo que no fuera perfecto en Max? Pues hasta eso que no habia podido evitar mirar de refilon lo tenia increiblemente bien, tanto que mascullo: --!Madre mia! Sin embargo, Max se lo tomo por otro lado y replico: --!Pues eso mismo! No voy a permitir que Jeff Bristol se arruine la carrera y que de paso pisotee mi prestigio y mi reputacion. Manana mismo me plantare en Ibiza y le exigire que corte con su faceta de vividor y mujeriego. El presidente del club que le quiere fichar es un tipo estricto, serio y riguroso al que no creo que le haya hecho ninguna gracia ver a su proximo fichaje estrella hacer el mamarracho en un barco. Vivian, que por mucho que dijera su jefe seguia pensando lo mismo, insistio: --Hace lo que cualquier joven soltero que... Vivian, de repente, se callo porque escucho a una voz femenina muy melosa decir: --Max, cielo, ?vuelves a la cama? Esta gata en celo tiene ganas de mucho mas... Vivian tuvo que morderse los labios para no partirse de risa y Max en cambio gruno: --!Cierra la puerta, por favor! !Estoy trabajando! Y no tengo tiempo de nada mas. Coge tus cosas y vete, si eres tan amable... La gata en celo le miro alucinada de estar escuchando aquello y replico enroscandose un mechon de pelo rubio en el dedo indice: --Estas vacilandome, ?verdad? Porque te recuerdo que soy Ada Brandon, el sueno de medio mundo. Ada. Se llamaba Ada, penso Max, que solo tenia ganas de perderla de vista para siempre. --No dudo de que seas el sueno de medio universo, pero yo tengo que trabajar --le hablo Max, haciendole gestos con la mano para que se fuera. Sin embargo, Ada, que estaba desnuda y con el pelo cayendole en cascada sobre los pechos, replico: --Los hombres tan ocupados me ponen muchisimo. Te dejo mi tarjeta en la mesilla. Se que vas a tardar muy poco en llamarme. Luego, se paso la lengua por los labios, se pellizco los pezones con ambas manos y se marcho dando un portazo... Capitulo 2 Max se olvido completamente de Ada hasta que su asistente se la recordo cuando iba en el taxi de camino al puerto de Ibiza: --Vivian no paro de llamar a Jeff y no me coge el telefono. ?Cuando fue la ultima vez que hablaste con el? --le pregunto mosqueado. --Hace un rato. Te esta esperando. Le habras pillado haciendo algo... --Solo espero que no se le haya ocurrido ponerse otra vez a untar protector solar a diestro y siniestro --dijo Max mientras se ponia sus gafas de sol de aviador. --No seas duro con el. Ademas, quien este libre de pecado que tire la primera piedra --replico Vivian porque la verdad era que Jeff le caia genial. Y bueno... Tambien habia algo mas. Y no era exactamente que estuviera celosa, porque sabia que su jefe jamas iba a fijarse en una chica como ella, pero le daba mucha rabia que perdiera su tiempo con mujeres como Ada Brandon. Max se revolvio en el asiento molesto, pues su asistente no tenia ninguna razon: --Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la gana. Soy soltero y no estoy a punto de firmar un contrato con un club que esta dispuesto a pagar lo que sea por tenerme. --Eres el representante y tambien tendras que dar una imagen de seriedad y rigor. ?No crees? Max admiraba muchisimo a Vivian, llevaban trabajando juntos desde el primer dia en que monto la agencia, pero a ratos era una verdadera mosca cojonera: --Yo soy un tio discreto, que no va por ahi dejandose retratar a la luz del dia haciendo cosas indecorosas. --!Ay, por favor, hablas como si fueras mi abuelo! --exclamo Vivian divertida. --Hablo como un tio sensato y con cabeza... --Tanta que te lias con Ada Brandon --le recrimino Vivian en un tono tan duro que cualquiera hubiera dicho que estaba celosa. --No se quien es, si te digo la verdad. La fiesta era un aburrimiento, de pronto aparecio esa chica, hablamos, tampoco era que tuviera una conversacion muy estimulante, pero... --Ya, tiene unas piernas interminables, pechos abundantes, cintura de avispa, un culazo de impresion, melenon rubio... --aseguro Vivian con un deje de rabia un tanto extrano. --Pues si, tiene todo eso. ?Y? Vivian penso que lo que sucedia era que ella no podia ser mas normal y corriente, media 1,60 m, era pelirroja, un poco entrada en carnes, de pechos pequenos y culo normal tirando a plano... y en la vida su jefe se fijaria en ella. Eso era lo que pasaba. Y lo llevaba bien. Y a ratitos fatal. Pero en general le tenia cogido el tranquillo a la cosa y sufria lo justo y necesario. Ahora bien, como eso a su jefe no le importaba para nada respondio: --Que si, que es una preciosidad, la modelo con los que todos suspiran... --Yo no suspiro por esa chica. Los dos decidimos pasar un rato agradable y nada mas -- preciso Max, que lo tenia todo clarisimo. Vivian sonrio, respiro aliviada y replico con total sinceridad: --Me alegro porque no te pega para nada. Esa chica es tan frivola y superficial que no se como puedes perder tu tiempo con personas asi. Max arqueo una ceja y murmuro porque la verdad era que le costaba entender que tuviera que explicar algo asi: --Necesito mis momentos de esparcimiento y diversion. Como imagino que tu los tendras y no seran siempre con catedraticos en Filosofia y cosas semejantes. Vivian penso que hacia un monton que no tenia ni rollos porque en su corazon solo habia sitio para una persona: --Yo es que no soy de rollos. Soy de enamorarme y... --le aclaro. --!Y no lo haces desde hace mil anos! --le interrumpio Max--. Puesto que no te he conocido ni un novio en este tiempo. ?O es que te niegas a que los conozca? --?Por que iba a hacer eso? No. No ha surgido, pero estoy genial asi. Me va muy bien. Estoy de maravilla... --mintio porque a veces le daban unas llantinas tremendas. Unas llantinas que eran una mezcla de pena por estar enamorada de alguien que jamas iba a corresponderle y de rabia por no poder librarse de ese sentimiento que la tenia carcomida. A Max le gusto saber que su asistente no estaba con nadie, era algo un tanto absurdo y tambien ilogico, porque a el le tenia que dar lo mismo. Pero los novios siempre descentraban y asi estaba volcada a tope en el trabajo. Era un pensamiento un tanto cabron y egoista, pero el no era perfecto. Y en esas estaba cuando el taxista por fin se detuvo, por eso hablo: --Lo celebro, Vivian. Y ahora voy a cortar que ya he llegado a mi destino. Hablamos. Adios. Max pago la carrera del taxi, se apeo y accedio a traves de un elegante pantalan hasta el yate de impresion que habia alquilado su amigo. Una vez alli, pregunto a un marinero que donde estaba Jeff Bristol y le respondio que le estaba esperando en cubierta. Max se subio al yate que era el colmo de la sofisticacion y del lujo y efectivamente en cubierta le esperaba Jeff con banador turbo, gafas de sol de pasta negra y un daiquiri en la mano. --!Bienvenido al paraiso, Max! --le saludo Jeff alzando su bebida. Max torcio el gesto porque no estaba para bromitas y mascullo: --No me toques los cojones, Jeff, que me tienes contento. Jeff se acerco a su amigo, le abrazo porque le queria como al hermano mayor que no habia tenido y luego se justifico: --Estabamos en el quinto pino, en el mar, y esos mamones me cazaron con un punetero dron. --Te lo adverti una y mil veces, pero tu solo vas a lo tuyo --le regano en un tono que sonaba perfectamente a la tipica bronca de hermano mayor. Y es que en el fondo casi que lo era... Max tenia treinta y cuatro anos y Jeff veintiseis, se conocian desde con dieciseis le descubrio en las categorias juveniles de un club ingles y desde entonces llevaban trabajando juntos y mucho mas. Porque a esas alturas eran amigos y casi que tambien familia. No en vano, con quien Jeff pasaba las Navidades y demas fechas senaladas era con Max, entre otras cosas porque no tenia absolutamente a nadie. Su madre le abandono en un orfanato cuando era un bebe y desde entonces estuvo en distintas casas de acogida hasta que, gracias a estar tocado por la fortuna para el futbol, pudo fichar por un club ingles y a partir de ese momento su vida cambio para siempre. Jeff se puso triste al escuchar aquello, ya que si habia una persona en el mundo a la que no queria decepcionar esa era Max Harper: --Joder, tio, lo siento. Los dos vamos en el mismo barco. Yo jamas haria nada que fuera en tu contra. Max trago saliva, pues sabia que las palabras de Jeff eran sinceras. Y es que si algo tenia ese chico era un corazon de oro, y no podia ser mas noble, pero le perdian demasiado las fiestas y las mujeres y esta vez la habia pifiado a lo grande. Por eso se puso muy serio y aseguro: --Pues lo has hecho, campeon. Tu sabes lo que nos estamos jugando. Conoces bien como es el presidente del club con el que llevas toda la vida sonando. ?Que crees que habra pensado al verte retratado tocandole el culo y las tetas a esas tias? Jeff bajo la vista al suelo, avergonzado, nego con la cabeza y le recordo: --Salgo untandoles proteccion solar. No me las folle en el jacuzzi. En eso fui muy cuidadoso, por si me tomaba alguna foto alguien de a bordo. No soy tan estupido, aunque lo parezca, Max. Tome mis precauciones y me encerre con esas cuatro chicas en mi camarote. Ahi si que pasaron cosas, pero en cubierta solo fue la chorrada del champan y del protector solar porque en Ibiza no veas como pega el sol. Por cierto, ?que haces asi vestido, con traje y corbata? Imagino que habras traido banador, ?quieres cambiarte y nos damos un paseito? !Este yate es un desfase! Max contrario el gesto porque ese chico parecia que no estaba entendiendo nada: --Jeff, no he venido a pasar unos dias de vacaciones locas contigo. He venido a decirte que eres un pedazo de irresponsable y de insensato y que tienes que enmendar la pifia ya. Jeff, sintiendose una mierda, se apreto el puente de la nariz y replico cariacontecido: --Claro, Max. He alquilado el yate por una semana, pero si quieres hoy mismo lo devuelvo y me encierro en casa a entrenar duro con maquinas y tal... --Entrenando duro en casa no vas a limpiar tu reputacion de golfo y sinverguenza. Necesitamos un golpe de efecto mucho mas potente. Y yo tengo el plan perfecto...

  • El aprendiz de artista de Francesc Mari

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    Para los padres de Ian la abogacia es la profesion que le dara a su hijo la vida que ellos no tuvieron, para Ian eso no es suficiente. Ante el hastio del joven no dudaran en mover sus contactos para encontrarle un trabajo que le llene y, en esa busqueda, daran con Frank Shawe, el artista del momento y al que muchos consideran el Leonardo Da Vinci del siglo XX. Ian se convertira en su secretario personal, algo que le dara la oportunidad de salir de la asfixiante ciudad de Londres y descubrir junto a Frank una nueva vida.

  • El nino en la nieve de Samuel Bjork

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    Suspense en la mejor tradicion del genero policiaco escandinavo en una nueva y adictiva novela del aclamado autor de Viajo sola.

  • Una tumba sin nombre de Javier Sagastiberri

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    Arantza Renteria ha desaparecido. Su companera, Itziar Elcoro, abandonara Bilbao y viajara a las tierras altas guipuzcoanas, al Goierri, para investigar el asesinato de Ernesto Compson, el lider de una comunidad anarquista nacida al calor de las revueltas ciudadanas que culminaron en el movimiento 15-M.
    El Goierri es tambien la tierra originaria de Arantza y, a medida que Itziar se interesa por su companera ausente, iremos conociendo episodios oscuros de su pasado, que se remontan a la epoca franquista de nuestra historia.
    El lector asistira a un final sorprendente, en el que descubrira que el pasado siempre vuelve, y casi siempre lo hace para perpetuar la desgracia.

  • B de bestias (Alfabeto del crimen 1) de Sue Grafton

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    La investigadora privada Kinsey Millhone tiene problemas para llegar a fin de mes el dia en que no tiene mas remedio que aceptar el rutinario encargo de buscar a la hermana de Mrs. Danziger, Elaine. Ahora bien, cuando llega al apartamento de esta y se encuentra con que lo ocupa otra enigmatica mujer, cuando Mrs. Danziger le pide de pronto que abandone el caso, cuando se entera de que, pocos dias antes de la desaparicion de Elaine, su vecina y companera de bridge ha sido brutalmente asesinada y su casa ha desaparecido bajo las llamas, cuando el sobrino drogadicto de esta sabe mas de lo que dice, cuando se producen misteriosos registros, extranas injerencias y, finalmente, otro asesinato, a la obstinada y meticulosa Kinsey Millhone el asunto le va pareciendo todo menos rutinario.

  • Novia Tropical (Novias del Paraiso 1), Vicky Loebel de Vicky Loebel

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    Cuando Anna Williams obtiene un lugar en el reality show "Novia Tropical", espera poder darle a su padre enfermo un respiro del invierno de Milwaukee, no ganar un marido rico. Eso es bueno porque el atractivo hombre de mantenimiento, cuyas espaldas anchas y ojos azul claro llamaron su atencion, no es ni rico ni parte del concurso… ?o si?

  • El final de la dictadura de Nicolas Sartorius

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    No es casualidad que este libro se titule El final de la Dictadura y no Historia de la Transicion. Es asi porque, durante los meses en que discurre este relato, a lo que asistimos es al final de una dictadura, cuyo momento de ruptura acontece cuando se legalizan los partidos y sindicatos, se reconocen las libertades politicas, se acepta la amnistia y se celebran elecciones libres.

  • La judia de Toledo de Lion Feuchtwanger

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    Esta novela de Lion Feuchtwanger, autor ya consagrado entre los lectores de habla espanola, es una apasionada historia de amor y violencia, ocurrida en el siglo XII, y que, a traves de siglos, ha ocupado la imaginacion de los espanoles. Narra la pasion que el rey Alfonso VIII de Castilla sintio por la judia Raquel, hecho que registran las cronicas de su biznieto, el rey Alfonso X el Sabio. La accion transcurre en una epoca todavia en parte sumida en la barbarie, en la que el arrojo de aquellos nobles castellanos, fruto de una fe sin fisuras, y el ansia de matar, junto con su ilimitado orgullo, destruyeron sin remordimiento las maravillosas ciudades y reinos que otros habias creado. Solo aquel que perciba la irresistible atraccion de ese mundo de aventuras podra entender la historia de Raquel y el rey.

  • El secreto del Padre Alcazar de Cami Flores

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    Una chica con graves problemas familiares conoce a un hombre muy apuesto en un club de intercambios de pareja. Mas que el sexo, su halo pacifico, y el color de su alma le hace enamorarse perdidamente de el... Pero Santiago Alcazar es el parroco de una iglesia catolica y lucha con sus propios demonios, entre ellos ser un adicto sexual...

  • Un jardin al norte de Boris Izaguirre

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    Inglaterra (condado de Kent), albores del siglo XX, los padres de la pequena Rosalinda se separan y ella es enviada a un internado, Saint Mary Rose. Desde ese momento solo vera a su madre en los pocos dias de vacaciones. Su padre se ha instalado en la India, oficialmente como agregado comercial, aunque en realidad ejerce como espia.Cuando, en la adolescencia, Rosalinda se reencuentra con su progenitor, se enamora del halo de exotismo que este desprende y le acompana de vuelta al pais asiatico, donde se iniciara en el espionaje de la mano del superior de su padre, Mr. Higgs. En la India contraera matrimonio con un hombre mayor que ella, Mr. Peter Fox, que la deslumbra pero que la abandona al poco cuando su salud flaquea.De vuelta al Viejo Continente, es enviada a Alemania para recabar informacion sobre el nacionalsocialismo de Hitler. Alli, un hombre, tambien bastante mayor que ella, y en este caso espanol, Juan Luis Beigbeder,la vuelve a enamorar por su inteligencia, cultura y modales. Siempre en la encrucijada entre el amor y la obligacion hacia su pais, Rosalinda se traslada a Tanger, centro internacional de intrigas politicas y economicas de la epoca, donde el espionaje y la pasion hacia Juan Luis Beigbeder lucharan por ser lo mas importante en su vida en los confusos y dramaticos dias de la guerra civil espanola y en los anteriores a la Segunda Guerra Mundial.