• libro bajo las llamas - Herve Le Corre

    https://gigalibros.com/bajo-las-llamas.html

    EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCES
    RETRATA LOS ULTIMOS DIAS DE LA COMUNA
    EN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS MISERABLES

  • BAJO LAS LLAMAS | HERVE LE CORRE | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-bajo-las-llamas/9788417910211/11218990

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  • Bajo las llamas Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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  • Bajo las llamas (Roja y negra) Tapa blanda - Libros - Amazon ...

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  • Bajo las llamas | Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/37293-libro-bajo-las-llamas-9788417910211

    EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCÉSRETRATA LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA COMUNAEN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS MISERABLES.

  • Bajo las llamas - Libro de Hervé Le Corre - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/100138/bajo-las-llamas

    Por las calles de una ciudad llena de trincheras, el mal merodea con libertad. Están desapareciendo mujeres muy jóvenes y las sospechas se centran en un ...

  • BAJO LAS LLAMAS - LE CORRE HERVÉ - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/bajo-las-llamas

    BAJO LAS LLAMASLE CORRE, HERVÉ. Nota media - Sin votos 0 voto 0 críticas ... Información del libro. GéneroNovela negra, intriga, terror; EditorialRESERVOIR ...

  • Bajo las llamas - Hervé Le Corre - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Le-Corre-Bajo-las-llamas/102051

    “Bajo las llamas” es la última novela escrita por el francés Hervé le . ... Estamos en la Semana Sangrienta, un poco antes, porque el libro se divide en 11 ...

  • bajo las llamas - Machado Libros.

    https://www.machadolibros.com/libro/bajo-las-llamas_569384

    BAJO LAS LLAMAS, LE CORRE, HERVÉ (1955), 20,90€. EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCÉSRETRATA LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LA COMUNAEN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS ...

  • BAJO LAS LLAMAS - HERVE LE CORRE - 9788417910211

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  • Perros y lobos de Herve Le Corre

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    Un thriller de ambiente sofocante y adictivo que confirma a Herve Le Corre como uno de los grandes maestros del crimen europeo.

  • La Novena Hija del Conde (Ordinales 1) de Phavy Prieto

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    Lady Emily es la novena hija del reciente fallecido Conde Ashby, arruinado por las cuantiosas dotes que ha tenido que ofrecer para casar a sus ocho hijas, queda huerfana y bajo la tutela de su cunado. Es consciente a sus diecisiete anos, que una joven sin dote no tiene posibilidad para contraer matrimonio, pero ella desconoce su increible belleza e ingenio por los cuales sorprende a todos.

  • Millonario, mafioso y protector de Alena Garcia

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    Estas frente a una coleccion que incluye 3 libros escritos por Alena Garcia, Susana Torres y Marta Escudero.
    A continuacion te dejo las descripciones de las obras:

  • La septima hija de Begona Valcarcel

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    Relato costumbrista sobre la infancia de una nina de la posguerra en Espana (1951- 1965). Narra la vida de una nina que nacio a mediados del siglo pasado, en el seno de una familia acomodada en la ciudad de Murcia. En pleno apogeo de la dictadura del Generalisimo y en una epoca en la que no habia television, ni boligrafos, ni bolsas de plastico.
    La obra, narrada en primera persona con un lenguaje sencillo y divertido, refleja las costumbres de la epoca a traves de los ojos de una nina.
    !Pasen y lean!

  • Ser Rojo de Javier Arguello

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    Todos los libros tienen una historia. No la que cuentan sus paginas, sino la del propio libro. El dia en que fue comprado, el sitio en que lo leimos, la epoca de la vida en que eso ocurrio. A veces un libro se relaciona con un viaje y recordamos los paisajes y las personas con las que compartimos el tiempo que duro su lectura. Si llega a ser uno de los importantes, a lo mejor pasa a decorar el frente de nuestras estanterias. Ve pasar los anos, las mudanzas, el crecimiento de nuestros hijos. Si se lo preguntaran, un libro podria contar la vida de una persona. O al menos una parte de ella. Segun el contenido de sus paginas puede haber dejado en nuestra memoria el dibujo de unos personajes que se mezclan con las personas que hemos conocido, o ideas o puntos de vista que cambiaron nuestra forma de ver el mundo. Por esa razon un libro puede ser algo peligroso, un objeto con el que no queremos que se nos relacione por lo que implica haberse visto expuesto a su contenido. Por el solo hecho de poseerlo uno puede estar bajo sospecha. En segun que epocas y en segun que lugares, la gente tuvo que deshacerse de sus libros como quien se deshace de una prueba que lo relaciona con un crimen. En segun que epocas y en segun que lugares, este libro que tiene usted en sus manos podria convertirse en su sentencia de muerte. Esta historia empieza con un hombre y con un libro. Sentado en la vereda de una calle cualquiera, el hombre ojea el libro que se acaba de encontrar y no piensa en su contenido, sino en sus propietarios. ?A quien habra pertenecido? Por el tema del que trata bien pudo haber sido de un sociologo, como el. O de un estudiante de sociologia. Uno de esos estudiantes a los que el mismo daba clase hasta hacia apenas tres dias, y que habia llegado a Santiago de Chile a hacer un posgrado en sociologia politica y a participar del momento que se estaba viviendo. Por primera vez en la historia un gobierno marxista habia alcanzado el poder mediante elecciones libres, y desde todo el continente habian llegado jovenes de izquierda para participar, para colaborar. Y habian empezado las reformas. En el campo y en la ciudad. El presidente electo pensaba que habia que ir poco a poco, pero sus aliados no querian dejar pasar la oportunidad. Creian que un avance tibio podia debilitar el objetivo y terminar frenando las transformaciones profundas a las que habian sido llamados. El momento habia llegado y habia que ser valiente, con todos los riesgos que eso supusiera. Finalmente se impuso una unica realidad. El presidente fue muerto durante el golpe militar comandado por el ejercito. <>, decia uno de los comunicados que la radio transmitia una y otra vez. Y el hombre es extranjero. Y en algun momento milito en las filas del partido comunista. Claro que eso fue en su pais y hace mucho tiempo. ?Tendrian manera de saberlo? Tampoco importa demasiado. La institucion en la que trabaja fue tildada de <> por el gobierno de facto. Con eso basta. Afortunadamente, al tratarse de un organismo internacional, le dieron una patente para su coche que asi lo atestigua. En realidad no tiene ninguna oficialidad, pero a los ojos de la policia y de los soldados se confunde con las del cuerpo diplomatico. Por eso el puede circular por las calles en horas en las que todos estan encerrados en sus casas. Por eso paso los ultimos tres dias llevando gente a las embajadas para que, desde alli, intentaran abandonar el pais. Las fronteras estan cerradas, los aeropuertos vacios y las carceles llenas. Tan llenas que habilitaron estadios de futbol como centros de detencion. Cientos de detenidos, la mayoria de los cuales ya no saldra de ahi. Pero eso el hombre a esa altura no lo sabe. Si sabe que tiene que sacar a los que pueda. Amigos, companeros y muchos desconocidos que de algun modo lo han contactado. Al principio tiene miedo. No se niega, pero tiene miedo. Despues de los primeros viajes el miedo se va adormeciendo y lleva a todos los que puede. No los puede dejar en la puerta porque las embajadas estan vigiladas. Debe dejarlos a media cuadra para que lleguen caminando, como quien no quiere la cosa, y que en una distraccion o un descuido se metan para adentro. El hombre los deja a media cuadra y celebra cuando los ve entrar. Algunas embajadas estan tan llenas que solo hay sitio para estar de pie. Nadie se puede sentar, mucho menos recostarse. El hombre celebra cuando los ve entrar, pero no todos tienen tanta suerte. A veces los interceptan por el camino. El hombre traga saliva y va a buscar a los siguientes. Ya han pasado las primeras horas y la actividad empieza a decaer. Los que han podido salir, salieron. Los que no lo consiguieron ya han sido detenidos. Y la gran mayoria espera en sus casas. ?A que? Nadie sabe. Nadie sabe lo que va a venir. Como medida preventiva algunos se han deshecho de sus libros. Se han deshecho de sus libros sacandolos a la calle. En las esquinas, en las veredas, solitarias pilas de libros esperan a nadie. Al camion de la basura. A la lluvia que lave sus paginas. El hombre esta cansado -lleva tres noches en vela- pero sabe que no va a dormir. Con su patente de organismo internacional recorre las calles y se detiene frente a esas pilas de libros. Se baja, se sienta en el cordon y se pone a revisar. No tiene ninguna prisa. Separa algunos, deja otros. Luego sigue a la calle siguiente. ?Una conjura? ?Una terapia? Lo cierto es que las cosas no siempre tienen un sentido claro. Desde aqui podemos vernos tentados a asignarle significados poeticos o macabros. El hombre simplemente sabe que no va a dormir, y antes de irse a su casa a llorar junto a su mujer y sus hijos, a esperar con un miedo acido a que llamen a su puerta, decide dedicarse a mirar libros en una ciudad desierta en la que cada tanto se escucha la sirena de una patrulla y en la que ni los perros se atreven a ladrar. Es septiembre en Santiago de Chile y las calles estan vacias. El ano es 1973 y el hombre es mi papa.

  • Orlando (Luchador 1) de A.c. Labouche

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    Orlando, un luchador de AMM, cuyo cuerpo duro esta tatuado de la cabeza a los pies. A donde quiera que vaya, los ojos lujuriosos -de hombres y mujeres- suben y bajan por su cuerpo. Pero las mujeres nunca han sido nada para el. A el le gustan los hombres, los tipos duros con nudillos magullados y grunidos seductores.

  • Chicago de David Mamet

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    Mike Hodge, un veterano de la Gran Guerra, es periodista del Chicago Tribune durante los violentos anos veinte. Mientras investiga una muerte relacionada con el crimen organizado, la mujer de la que esta enamorado es asesinada. Para Mike, averiguar quien la ha matado se convierte en una cuestion personal y no le importan las consecuencias que esto puede acarrear.

  • Mercurio retrogrado de Elsa Tablac

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    No, yo no voy a cenar. Pero tu come tranquila, faltaria mas. El tipo exhibio otra vez su sonrisa blanca y perfecta y acto seguido dio un nuevo sorbo a su agua con gas. Pestanee varias veces, navegando entre la inercia y la incredulidad. ?En serio me estaba pasando esto? --?No vas a comer nada? --insisti sutilmente--. Crei que cenariamos algo. Quiero decir, por la hora que es... Mire mi reloj, aunque sabia perfectamente que hora era: !la hora de huir de aquella cita decepcionante! --No quiero romper mi ayuno --contesto el, imitando mi gesto y echando un vistazo a su reloj. --Tu ayuno. --Ayuno intermitente. Raul --o al menos asi se suponia que se llamaba, no me habia ensenado ninguna identificacion-- se dio unos golpecitos en los abdominales. Aguce el oido, casi se podia escuchar el acero que habia debajo de aquella camisa. De repente lo del ayuno tenia cierta logica. Ese cuerpazo moldeado por el crossfit debia someterse a unas dinamicas mas o menos estrictas. Y la dosis de carbohidratos que yo estaba engullendo en su presencia no estaba entre ellas seguro. --Quiero quitarme pronto los dos kilos extra de las vacaciones --dijo. Se senalo el labio. --Tienes… mayonesa. Horrorizada, eche mano de la servilleta, golpeando de paso mi copa de vino, que acabo desparramada por la mesa. !Hola! Mi nombre es Miranda Tuna y me pillas en medio de la cita mas desastrosa del ano; buscando ya la salida de emergencia con la mirada. La verdad es que en lo profesional no puedo quejarme; dirijo una de las revistas de cotilleo mas vendidas del pais: ALOHA. Y eso, teniendo en cuenta que a estas alturas del siglo veintiuno las revistas en papel son practicamente un muerto que se acumula en cafeterias y peluquerias, es todo un logro. Otro tema es el asunto masculino que, sorprendentemente, no se me da tan bien como cabria esperar. Asi que ahi estaba esa noche en un animado bar de copas cercano a la Gran Via, acompanada del tal Raul, alias "el crossfitero", mientras un pequeno reguero de mayonesa se escapaba entre mis labios. Estaba descolocada, esa es la verdad; y obviamente ya habia tachado el nombre de aquel chico de mi lista en el momento en que se nego a pedir algo de cenar y me dejo a mi sola delante de un delicioso taco mexicano. !Pero es que tenia hambre! Una copa de vino y un taco era todo lo que necesitaba para reconducir mi dia despues de una intensa jornada en la redaccion de la revista. Solo a mi se me ocurre tener una cita despues del trabajo con un hombre que ni siquiera tiene la decencia de acompanarme en una cena rapida y se limita a pedir un agua con gas y a senalar que una salsa resbala por mi cara. Era atractivo, si, y tenia un cuerpo de escandalo, pero como dice mi madre, "acababa de volcarme el guiso". Engulli el resto del taco en dos bocados y me limpie con la servilleta sin pensar mucho en la destruccion del pintalabios. --He de irme --le anuncie. --?Como? --Estoy muerta de cansancio, ha sido un dia muy largo. Se callo, consciente de que en el fondo el tampoco queria alargar aquella cita sin sentido. --Solo hace media hora que hemos llegado --me dijo. Levante el dedo para llamar la atencion del camarero. Nos trajo la cuenta y observe, perpleja, como mi acompanante no hacia ni el mas minimo gesto de echar mano de su cartera. Creo que mi cara me delato. --?Te importa? --inquirio--. Solo he pedido un agua con gas. Yo solo queria salir de alli. --Claro, no te preocupes. Hoy pago yo --dije. Hoy. No habria ningun otro dia, y ambos lo sabiamos. Pague la cuenta (el taco, la copa de vino derramada y el agua con gas del crossfitero) y sali del local. El me dijo que iba al bano, pero no lo espere. Me largue de alli a la francesa, sin despedirme. ?Para que? Tengo tantas citas insulsas con desconocidos a mis espaldas que, la verdad, me daba permiso a mi misma para ahorrarme ciertas despedidas que no conducirian a ningun sitio. Empece a andar a toda prisa, como si me hubiese ido sin pagar. Pense en parar un taxi, llegar a casa y sumergirme un buen rato en la banera; pero cuando me di cuenta ya habia caminado unos veinte minutos a pesar de que no llevaba los zapatos mas comodos del mundo. Me habia detenido en un semaforo mas tiempo de la cuenta y habia borrado de mi movil las cuatro aplicaciones que habia estado usando en el ultimo ano para ligar. Se acabaron las apps, pense. Desisto. Ha sido entretenido, interesante a ratos, pero lo que busco o, mas bien, lo que me gustaria encontrar sin necesidad de buscarlo, no esta tras la pantalla del telefono. Realmente no se donde esta, pero yo ya habia tomado una de mis decisiones categoricas y repentinas. Se habian acabado las citas con desconocidos. Y en el mismo momento en el que me senti plenamente liberada de esa extrana carga autoimpuesta levante la vista y lo vi. Era alto, tendria mas o menos mi edad, unos cuarenta anos. La piel demasiado bronceada para nuestra ciudad sin mar, la mirada azul, dura y concentrada en algun punto fijo sobre mi hombro. Lo supe porque el corazon me dio un vuelco. El estaba esperando en la otra acera a que el hombrecillo verde apareciese. Es decir, lo normal seria que nos cruzasemos en ese paso de cebra, con suerte nos observariamos mutuamente durante unas decimas de segundo y no nos volveriamos a ver jamas. Asi son la mayoria de encuentros fugaces en la ciudad. Ese dia, sin embargo, mi cuerpo, o tal vez mis zapatos se rebelaron. El apuesto desconocido y yo nos cruzamos en el asfalto, y mientras me acercaba a su hombro izquierdo me dije a mi misma: si me mira, me dare la vuelta y caminare tras el. "Caminare en la misma direccion que el" es una manera sutil de referirse a "lo perseguire". Y eso sucedio. Nos cruzamos, nos miramos como si estuviesemos solos en el centro de la ciudad y reconociesemos a alguien de nuestra misma especie en un Arca de Noe. Deje pasar unos segundos, me gire y camine tras el. Es absurdo, lo se. Pero lo hice. Me convenci a mi misma mientras aligeraba el paso con algunas excusas banales: Tomatelo como un poco de ejercicio extra, Miranda: te sienta muy bien dar paseos largos. La cita ha acabado antes de lo previsto, aun es pronto. Jamas has hecho eso… seguir a un desconocido por la calle, !puede ser excitante! ?Donde ira? Lo dicho, me gire sobre mis tacones y camine tras el apuesto moreno a cierta distancia durante unos quince minutos, sin tener la menor idea de quien era ni hacia donde se dirigia. Serpenteamos por las calles del centro y pronto la distancia fisica entre nosotros fue aumentando, hasta que me detuve bruscamente en otro paso de peatones. Un taxi con la luz verde se detuvo a mi lado. ?Que demonios estas haciendo, Miranda Tuna? Levante la mano y el taxista detuvo el coche a mi lado. Abri la puerta trasera y murmure mi direccion. Iba siendo hora de poner punto final a aquel dia infame. Me fui a casa. Y sin embargo, resulta que ni en casa puede estar una tranquila. Abri la puerta y segui el pequeno circuito de rituales cotidianos con los que me encuentro todas las noches al llegar (si, has leido bien: solo voy a casa a dormir), abrir la nevera, dar un trago del tetra brik de leche de la nevera, descalzarme, coger los zapatos y llevarlos hasta mi armario. Y justo entonces, el ultimo desastre del dia. El estante superior donde estaban perfectamente ordenados la mayoria de mis preciados zapatos se partio por arte de magia. Todos los zapatos cayeron encima de mi. Me llovieron los tacones y las plataformas. ?Te imaginas una muerte mas ridicula? Murio sola en casa, aplastada por su propia coleccion de zapatos; y por supuesto, posteriormente fue devorada por su gata. Tras unos segundos de aturdimiento, consegui ponerme de nuevo en pie. Unas plataformas de Prada habian aterrizado sobre mi frente, provocando una pequena herida. Pero en fin… !Sorpresa! Seguia viva

  • Un discreto amor de Lily Cerda

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    Lord James Hamilton es el septimo Duque de Rodhersay, Marquez de Burleg, y Conde de Glasgow.

  • Muertes pequenas de Emma Flint

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    Elegida entre las diez mejores novelas negras de 2017 por los periodicos The Guardian, The Wall Street Journal y The Irish Times.

  • Los ninos desaparecidos (Lottie Parker 1) de Patricia Gibney

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    Creian que habian dejado atras el pasado, pero estaban equivocados

  • Siempre fiel al amor de Sophie Kiss

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    La vida nos da sorpresas. Eso fue lo que le paso a Paul, una enfermedad terminal le pone fin a su vida lentamente, para que su esposa no se quede sola, decide buscarle un nuevo companero de vida, comienzan las citas clandestinas por internet a sabiendas de Paul para encontrar al candidato adecuado y por si fuera poco aparece Mark, el amigo de toda la vida de Paul, un multimillonario y desvergonzado el cual es otro candidato para quedarse con ella. Aillen ama con todo su corazon a Paul ?Con quien se quedara Aillen?

  • No confiare (Rebeca Olsen 1) de Raul Garbantes

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    LA CALLE ESTABA DESIERTA. El tacon de una de sus botas tropezo con una losa rota, pero Melissa maniobro con fugaces reflejos. No queria caerse, porque su amigo Thomas debia de estarla mirando aun, aunque ya estuviese lejos. Todo le habia salido bien aquella noche. A ultima hora decidio acompanar al grupo al cine, fue una de esas cosas que se resuelven sin pensarlo mucho por el simple hecho de haber escuchado a alguien elogiar la pelicula. Despues del traspie sin consecuencias, continuo caminando hacia la boca del metro cuando la senal del paso de peatones cambio a verde. Se cerro el abrigo al sentir una rafaga de viento helado en el momento en que unas luces la iluminaron con violencia; provenian de un auto que se acercaba. --?No has visto la senal de stop? --pregunto Melissa en voz alta. Luego penso que seria alguien insensato que frenaria de forma brusca al tenerla mas cerca. A pesar de que el vehiculo continuaba acercandose, Melissa siguio caminando. De pronto, otra oleada gelida le pego en la cara y escucho que el automovil acelero. Era como si el conductor tuviese la intencion de acabar con ella; entonces, el creciente ruido del motor la puso nerviosa. Se detuvo por un instante. Lo hizo sin razonar que quedarse paralizada era peor. Luego, en una fraccion de segundo, penso en volver atras, pero no lo hizo. Corrio hacia adelante y de nuevo la bota le jugo una mala pasada y cayo en la mitad de la via. A esas alturas ya sabia que la iban a atropellar, y sus pulmones se quedaron sin aire por la impresion que esa idea le causaba. El auto venia a toda velocidad y paso sobre ella. Se oyeron gritos a lo lejos. Alguien repetia: <>, <>; mientras tanto, el cuerpo de Melissa yacia inmovil sobre el pavimento. Dentro del auto que acabo con la vida de Melissa Coleman se escuchaba la radio a todo volumen. Pero luego --cuando atravesaba el puente sobre el rio Potomac-- la conductora la apago y llamo a alguien para decirle dos palabras: --Esta hecho. Despues corto, puso el celular en la guantera y sonrio. Estaba calculando cuanto crecerian sus ahorros. Volvio a encender la radio porque quedaban unas cuantas horas de camino y no queria dormirse. 2 ALGUNAS VECES ES dificil pensar en el principio. Sin embargo, podria decir que todo empezo en el justo momento en que le escuche decir al veterano periodista Norman Jackson aquellas palabras en la cena del cumpleanos de Anita Lansbury. --Una conversacion casual puede ser determinante... --habia dicho mientras se acomodaba en la silla del comedor. Me sentia bien estando con ambos, y a solas. Era una celebracion para tres; Anita, quien ademas de haber sido mi profesora ahora era una buena amiga, el periodista del Washington Post y yo. A Jackson acababa de conocerlo y lo habia imaginado diferente, puede que mas viejo. Resulto ser un hombre menudo, de abundante pelo negro, ojos verdes y el rostro muy tostado por el sol. Anita aquella noche en su casa estaba como siempre; arreglada y desenvuelta, vistiendo un traje verde oscuro que resaltaba su bonito pelo rubio y luciendo un prendedor ovalado de marfil que me llamo la atencion. Recuerdo que esa noche terminamos hablando de los escandalos politicos que habian sacudido a Washington y confese --despues de varias copas-- que tenia en el estudio de casa un cartel que yo misma idee con la lista de todos ellos. Desde los escandalos sexuales hasta los de evasiones fiscales, pasando por los de corrupcion, mal manejo de recursos y contrabando de armas. Aquellos eran de mis temas preferidos y sabia que tambien eran los de Norman Jackson. Lo supe antes de conocerlo porque habia revisado su historial en el Washington Post y, si uno investigaba bien, siempre salia a relucir su nombre tras los rumores de los delitos de cuello blanco. Aunque yo trabajara en la revista Polis escribiendo articulos sobre politica que nada tenian que ver con tales sucesos, siempre intente mantenerme al tanto de lo que se <> en las altas esferas del Senado y de los ministerios porque desde adolescente he sabido que las cosas que suceden en la ciudad capital casi nunca son lo que parecen, y que muchos accidentes, crimenes y siniestros tienen una conexion comun: las manos ocultas de los poderosos que mueven los hilos. Fue esa noche de la cena cuando conoci lo que Jackson llamaba la Black Key: una pavorosa red criminal que utilizaba informacion para extorsionar a varias personalidades y organizaciones politicas. Lo que el estaba diciendo era grave porque tocaba el propio corazon del Gobierno de los EE. UU. Los informes de WikiLeaks alertaban de la existencia de una filtracion en la agencia llamada Kramer Team, la empresa privada de inteligencia mas importante, filtracion que a juicio de Jackson habia dotado a un grupo anonimo de delincuentes de cuello blanco de informacion clave que utilizaban para <> las decisiones politicas y economicas de gran envergadura a su favor, o en funcion de lo que pagaran sus <>. En otras palabras, Black Key se trataba de un grupo de alto nivel operativo y sin escrupulos ligado al Gobierno que vendia informacion a grupos poderosos, que extorsionaba a lavadores de dinero y a grandes corporaciones que cometian delitos de todo tipo. Jackson lo habia bautizado con ese nombre porque era como una llave maestra que abria todas las puertas usando los peores secretos que la gente es capaz de guardar. No pude quedarme tranquila despues de aquel perturbador encuentro con el amigo de Anita y construi mi propia teoria sobre el asunto durante los meses siguientes. Recuerdo que me parecio extrano el repentino silencio de Jackson y llegue a pensar que a el tambien lo habian extorsionado, ya que no solo no volvio a escribir del tema en ninguna otra investigacion, sino que se desdijo, y afirmo que no habia sido muy responsable al momento de hablar de la Black Key. Eso me habia dicho Anita varios dias despues de su cumpleanos. --Querida Rebeca, la pase muy bien en casa contigo y con Norman, y queria agradecerte. Aunque ha pasado algo realmente interesante. Jackson me ha llamado justo ahora para decirme que lo excuse contigo, que olvides la conversacion que sostuvimos porque estaba borracho y no sabia lo que decia. ?Te imaginas? Creo que le estan pegando los anos... Cuando corte la llamada con Anita, recuerdo que pense que la Black Key lograba callar a cualquiera, y lo peor era que no se sabia quien la dirigia. Confirme mis sospechas aquella manana de la conferencia de Anita, seis meses despues de la cena de su cumpleanos, cuando Katya --mi amiga del Times-- me llamo para hablarme de la repentina muerte de Melissa Coleman. 3 --?COMO sabias que le iba a pasar algo malo al asesor Benjamin Coleman? Agradece que no te presto mucha atencion despues de varios gin y que no soy del FBI, porque ahora mismo serias la primera sospechosa. No se como pudiste vaticinar lo que… --?De que estas hablando, Katya? --le pregunte, parandome en seco junto a los bancos del caminito que conducia al edificio donde tendria lugar la conferencia de Anita, en el campus universitario. --?No recuerdas lo que me dijiste hace un par de noches cuando visite Washington? Me refiero a lo de tu teoria conspirativa. Me burle de ti, pero ahora no lo hago. Antes de irte del bar te acercaste y me dijiste al oido: <>. Y tenias razon, algo le paso. Nos acaba de llegar la noticia al periodico de que atropellaron a su hija anoche y murio, asi que tenemos que hablar por videollamada… --Esta bien, Katya --la interrumpi, siguiendole la corriente y todavia asombrada por lo que contaba--. Ahora no, pero en cuanto pueda te llamo --le prometi y corte. Katya dice que siempre quiero ver los <> que en realidad no existen porque me niego a aceptar que la realidad es muy aburrida. Pero la muerte de la hija del asesor clave de la Comision me daba la razon y necesitaba que alguien me tomara en serio. No podia contar con Norman Jackson. Muchos decian que algo grave le habia pasado, pero nadie sabia con certeza que. Habia pedido un permiso y ni siquiera estaba en la ciudad. Pense que la red de soporte a actividades ilicitas de la que me hablo ahora estaba atacando a quienes podian denunciar malos manejos de la informacion privada de los ciudadanos. No tenia ninguna prueba, pero no podia negarse que era muy extrano que al miembro mas importante de la Comision Asesora para la Seguridad de la Informacion se le viera envuelto en una tragedia. Ya le habia pasado a la asesora anterior, a Deborah Clayton, quien casi muere en un incendio nocturno inexplicable en su propia casa. Una serie de accidentes inusuales habian venido sucediendoles a personas cercanas a los miembros de esa comision gubernamental y por ello vaticine que algo le pasaria a Coleman. Recuerdo que meti el celular en el pequeno morral negro que cargaba, pero lo hice de manera automatica. En realidad, pensaba en mi hermana Rose. Ella me hubiese dicho que no expresara todo lo que sabia de un solo golpe --o algo asi-- porque solia ser peligroso. No recordaba haberle contado a Katya nada sobre Coleman, pero era cierto que habia tomado algun trago de mas aquella noche y estaba particularmente habladora. Senti un escalofrio y todo mi cuerpo se movio con un espasmo sin quererlo. Una chica que caminaba a mi lado en la calle me miro, dibujo una sonrisa burlona y luego apresuro el paso. Me detuve y me quede mirandola alejarse, y al hacerlo escuche un ruido muy cerca de mi. Otra persona, hasta ese momento silenciosa, venia pisandome los talones. No me fije en su cara ni en su cuerpo, solo vi unos jeans negros moverse y pasar de largo. No me gusta sentir que alguien camina detras, tan cerca, como si me estuviese persiguiendo y me fuese a atacar. La verdad es que llevaba varias semanas creyendo que me vigilaban y ese dia lo habia sentido mas que nunca.

  • Por ti Juliana de Charles Saintduval

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    Carlos es un nino que conocera los desafios del corazon, el miedo y la introspeccion constante. Es presa de los cambios de personalidad que causa la adolescencia y victima del hoy conocido Bullying, en la secundaria, lo que le orilla a un derrumbe emocional y academico. En su mente lo mas importante es el amor y unos pilares. Ya joven, no se sincera con ninguna chica sobre sus sentimientos, hasta que conoce a JULIANA. La mujer que le dara un haz de luz, una esperanza para volver a creer en el amor. La tristeza y la desolacion forman parte de su animo y fruto de ellas tambien la poesia, para Carlitos.
    Por ti Juliana.

  • Chispas de Luis Goytisolo

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    La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.

  • El cementerio de la vida de Juan Pablo Pascual Casanova

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    Samuel puede parecer que lo tenga todo, dinero, un buen trabajo y una familia que lo quiere. A pesar de todo, una sensacion de vacio permanente convive con el a diario.Un dia, huyendo de esa sensacion, camina sin rumbo hasta que sus pasos lo llevan al cementerio de su ciudad. Alli conoce a una enigmatica joven que le propone un trato. El debe decirles a todos lo que realmente piensa y al cabo de cinco dias ella le dira el verdadero sentido de la vida.

  • Nadine de Susana Aikin

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    Cuando tu mundo se derrumba, ?puedes encontrar en tu pasado las claves de tu futuro? Dos hermanas, Nadine y Alexandra, cuyo estilo de vida diferente las ha mantenido separadas desde hace anos, se reencuentran: Nadine es una poeta reprimida que se refugia en un mundo conservador y superficial; Alexandra es una actriz pasional e impredecible que lo ha arriesgado todo por los escenarios. Pero detras de estas fachadas dispares subyace el mismo secreto familiar, un secreto inquietante que ha permanecido enterrado durante decadas en la memoria de ambas. Y ahora precisamente ha llegado el momento de descubrirlo y de hacerlo cuando la vida de las hermanas hace aguas: Nadine ha visto hundirse su matrimonio y ha perdido su trabajo y su casa; Alexandra tiene un cancer terminal y ha ido a parar al hospital donde, finalmente, la encuentra su hermana.

  • Rendidos al Deseo de Robyn Donald

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    Paige Howard siempre habia deseado al magnate neozelandes Marc Corbett, desde el dia en que se conocieron… y el se caso con su mejor amiga.

  • Lia (proyecto 1) de Merche Diolch

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    --Venga que tu puedes --dije en voz alta mientras la pantalla del ordenador esperaba y la senal del cursor parpadeaba--. Creo que esto va a ser mas dificil de lo que creia... Me estire, haciendo crujir todas las articulaciones, mientras giraba sobre la silla del despacho y observaba lo que me rodeaba. La habitacion, de un verde chillon, estaba desordenada, muy desordenada. Las cajas de la mudanza me miraban, riendose de mi, a la espera de que de una vez decidiera si o si ponerme a desembalarlas. Llevaba en esa casa no menos de 6 meses y todavia no habia tenido fuerzas para ponerme con ellas. No, si ya lo decia mi madre: --Lia, eres un desastre... Lia, !que vas a hacer con tu vida! Lia, Lia, Lia... Emiti un bufido de impotencia y me dirigi a la cocina, de seguro que la nevera no era tan fria como el amor que me profesaba mi querida progenitora. Cogi una botella de agua --entre un zumo caducado y un yogur natural poco tenia para elegir--, y me tire sobre el sofa morado que presidia la pequenisima sala de estar, al mismo tiempo que los recuerdos de los ultimos meses me avasallaban. Me habia quedado en la calle. Con una indemnizacion de mierda, despues de que mi querido y maravilloso jefe me llamara a su despacho para notificarme que la empresa marchaba mal. !Claro que marchaba mal! No era ninguna novedad que con la crisis que teniamos encima los beneficios hubieran menguado, pero si a eso le sumabas los gastos exorbitados que producia el mandamas pues... La cosa no marchaba bien, nada bien. Pero claro, ilusa de mi, pensaba que al ser su <>, era intocable. --!Ja! --Bebi de la botella de agua, deseando que se transformara en whisky. La sonrisa cinica que me mostro cuando me dio el sobre con la indemnizacion y me ofrecio el boligrafo para que estampara mi firma en el <> acuerdo, fue como si el mismisimo Chucky me estuviera apunalando en ese momento. Crei que nada mas podia sucederme. Pense que lo mejor que debia hacer era irme a mi atico, aquel que compartia con mi amado y eterno prometido, en plena Castellana. Alli me relajaria, en la banera de hidromasaje, mientras mi querido Pepe ponia verde a su padre y me decia que esto solo era un mal sueno. !Una pesadilla llego a ser aquel dia! Cuando entre al apartamento, me quede sin palabras. A lo largo del pasillo y encima del blanco sofa, que tantos quebraderos de cabeza nos habia ocasionado para meterlo por la puerta de la entrada, habia un reguero de ropa desperdigada. Atrape los pantalones de Pepe, la camisa azul que se habia puesto esa manana, la corbata a juego y... !Un sujetador transparente con puntilla roja! Lo cogi con los dedos, como si fuera algo contagioso, y mire la puerta que en ese momento estaba cerrada. No podia creer que me estuviera pasando a mi. Con paso decidido. Entendedme, estaba cabreada, muy cabreada despues de que mi suegro me despidiera, de bregar con los falsos abrazos y los buenos deseos de mis companeros, que por detras estarian felicitandose por no ser los elegidos. Y encima, cuando llegaba a casa, para esconderme en mi oasis, me encontraba con una escena que... Tire la puerta abajo de la habitacion --bueno, eso es lo que me hubiera gustado hacer, de una patada, a lo Chuck Norris, pero tuve que conformarme con abrirla como todo hijo de vecino--, y la imagen que observe no podia ser mas rocambolesca. Ahi estaba mi querido Pepe, mi eterno prometido, en la cama con una rubia pechugona que le estaba comiendo la... Bueno, vosotros ya sabeis que se estaba <>, mientras Andres, su mejor amigo, le daba cana por detras. El sujetador se me cayo de las manos y proferi el mayor grito que jamas en mi vida habia emitido --si excluimos la vez en que una rata paso por encima de mis pies cuando... Pero eso es otra historia que no viene al caso--. El trio me miro. La rubia le dio un sutil beso al glande de mi prometido y se echo hacia atras, acomodandose sobre las almohadas, al mismo tiempo que se abria de piernas y dejaba a la vista lo que le ofrecia a sus acompanantes. Los hombres pararon de moverse. Andres me guino un ojo y acaricio a su amante, a mi Pepe, y este me ofrecio una sonrisa engreida junto a una de sus manos para invitarme a que me uniera a su orgia. Abri la boca de par en par --lo se porque luego me dolio la mandibula durante horas--, y les insulte. Ohh... !Como los insulte! No sabia que guardaba entre mi repertorio tantos improperios. Despues de mi actuacion y <>, me marche. Las risas del trio me acompanaron hasta que sali del atico. Tras ello, mi mundo se derrumbo... Volvi a casa. Junto a mi <> madre. Claro... aguante dos semanas. En cuanto encontre un apartamento que me pude permitir, con la exigua indemnizacion que me reporto el trabajo de anos en la empresa <> y el paro que me quedo, me mude. Si, lo se, solo se trata de algo menos de dos anos y quizas tenga que regresar con el rabo entre las piernas, pero si conocierais a mi madre vosotros tambien habriais hecho lo mismo. Y ahi estaba ahora. En mi nuevo hogar. Tras un tiempo considerado de depresion. Preguntandome que hacer con mi vida. Ahogandome en mi propia desesperacion, y es que las ofertas de trabajo no era que abundaran en estos tiempos de crisis. Una manana me levante muy decidida, con una idea fija en mi cabeza: ?por que no me dedicaba a escribir? Mi madre siempre me habia tachado de imaginativa. Mis amigas siempre hablaban de mi como la <> y mi hermana, la seria y estricta Vanessa --con dos eses. Se enfada si no esta escrito asi--, decia que no podia conseguir nada de provecho porque siempre andaba entre las nubes. Pues como la palabra clave en esta historia es SIEMPRE --oye, ya que la repito tanto, sera la palabra clave, digo yo--, podia plasmar esa imaginacion al papel o mejor dicho, al ordenador. Seria escritora. Pense que debia ser algo facil ya que hasta una de esas contertulias, de uno de esos programas del corazon que tanto le gustaban a mi abuela, habia escrito un libro. Conclusion: no debia ser muy dificil. Ya tenia un objetivo: seria escritora --una persona muy sabia me dijo una vez que hay que repetirse mucho las cosas para creernoslas por lo que lo hago muy a menudo--. !!!SERIA ESCRITORA!!! Me levante por la manana. No muy temprano por si a las Musas no les gustaba madrugar y me acomode delante del ordenador. Estaba ilusionada. Iba a plasmar todas mis ideas en un estupendo libro y luego todo el mundo podria leerlo. Seria un best-seller. Me conocerian por todos los sitios. Haria giras. La gente haria colas para conseguir un autografo mio y me llevarian a programas de television para hablar de mis obras. Solo debia ponerme a escribir... El ordenador me esperaba... Tenia un objetivo por lo que ya estaba todo decidido, ?no? Pues no. A pesar de tener un proposito, las horas pasaban y la pagina del Word seguia en blanco. Probe mas de una vez que el teclado funcionara, no fuera a suceder que despues de ilusionarme con un nuevo proyecto las teclas o el programa no marcharan bien. Escribi mi nombre mas de una vez. Probe todos los tipos de letras que me ofrecia el programa informatico: Carolina Sanchez Blanco Carolina Sanchez Blanco Carolina Sanchez Blanco Carolina Sanchez Blanco Carolina Sanchez Blanco Carolina Sanchez Blanco Estaba claro, la mejor letra era la Times New Roman. Volvi a dejar la pagina en blanco y tome un boligrafo. Me acerque el paquete de folios que descansaba en la mesa por si las Musas preferian lo clasico, lo tradicional, pero nada de nada. Mire el reloj del ordenador y me fije que habian pasado ya dos horas, y fue cuando decidi que quizas si me relajaba la inspiracion llegaria. Me tire al sofa, con un botellin de agua en una mano y el mando de la television en la otra. Pase de un canal a otro sin detenerme mucho en ninguna emisora cuando delante de mi estaba la contertulia que habia escrito su famoso libro. --A ver Lia, si ella puede... Tu puedes --me anime y me dirigi de nuevo al ordenador. Pasado lo que fueron un par de horas mas, en las que pude escuchar el sonido de una mosca y el goteo del grifo mal cerrado del cuarto de bano, lo consegui: Proyecto no 1 !YA TENIA TITULO! Titulo provisional pero menos era no tener nada. El ruido de mi estomago y un vistazo al reloj me confirmaron que era la hora de comer, por lo que pense que ya continuaria por la tarde. Apague solo la pantalla del ordenador, no fuera a desconectarlo del todo y de pronto llegara la inspiracion, y me marche a almorzar.

  • La luna de Joachim Kalka

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    La simbologia y el influjo de la luna a lo largo de nuestra historia son tan amplios como diversos, tan antiguos como vigentes. Y son infinitos los recorridos que pueden hacerse en torno a este astro que siempre ha estado ahi, testigo y parte del desarrollo de las civilizaciones.
    Joachim Kalka presenta en este libro un paisaje tan erudito como personal que orbita en torno a la luna; incluye notas y reflexiones sobre ciencia, filosofia, literatura y distintas expresiones artisticas que van desde la pintura, la escultura y la poesia, hasta otras mas recientes como el cine o el comic.
    El autor nos sumerge en libres e hipnoticas asociaciones que entreveran, con fluidez y naturalidad, aproximaciones biblicas, astronomicas y astrologicas de la luna, su simbologia, mitologia y leyendas, pero tambien la situa como protagonista de grandes hitos de la historia como la llegada del hombre a la luna o la profunda influencia que significo en la obra y pensamiento de grandes autores. Un texto apasionante y poliedrico, siempre inacabado, sobre este ente cosmico misterioso y mutable.

  • Lo que nunca fue, Noelia Hontoria de Noelia Hontoria

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    Al borde de su muerte, Aaron no puede evitar recordar a Amanda y el breve instante de vida que compartieron en Berlin. No era su momento ni su lugar. Descubre una bonita historia de amor de dos almas unidas por siempre por un invisible hilo rojo.
    De la autora del BESTSELLER “La chica de los ojos tristes”, llega la nueva promesa de la novela romantica. Inspirada en “El diario de Noa”, el destino, los errores que pueden no serlo y las siete vidas de un gato, “Lo que nunca fue” participa en el IV Premio Literario de Amazon (Concurso Indie 2017).

  • Jodido Error de Abril Lainez

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    Propositos de Daniela:Vivir sola.Ser una mujer mas sexySubir a un avion, sin anestesia.Acostarme con un hombre el mismo dia que lo conozca, aunque me conformo con acostarme. Perseguir un orgasmo alucinante -dicen que existen-. Subirme sobre unos zapatos de tacon vertiginosos sin romperme la crisma.Bailar desnuda, acompanada si es posible. Dejarme hacer un masaje.Escribir un libroVisitar el museo donde se encuentre el <>.Vivir sin reglas y vivir sin normas.Tras una peculiar entrevista de trabajo, unas sonoras carcajadas, el hallazgo accidental de una lista de deseos, y un viaje a un balneario, Adrien se enfrenta por primera vez a la posibilidad de que su vida no es tan perfecta como el creia. No es un simple masaje. Tres, dos, uno. En el mismo momento que Daniela posa sus manos sobre el cuerpo de aquel hombre, su lista de deseos empieza a cobrar vida. ?Pagara un alto precio por ello?Deseos cumplidos en un mundo lleno de emociones poco convencionales en el que la amistad, el deseo, el misterio de una famosa obra de arte, una joya rescatada del pasado y una cancion con nombre de mujer, cobran protagonismo.Adrien, Daniela, y su accidentada historia de amor.

  • La vida es suero: Historias de una enfermera, Enfermera Saturada de Enfermera Saturada

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  • En lo profundo del bosque de Sonia Lopez Souto

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    1 Ano 1640, algun remoto lugar de las Highlands -Madre -Marsali se acerco a ella, con la respiracion agitada y el corazon latiendo a toda prisa tras aquella frenetica carrera. Sostuvo su peso, apoyando las manos en sus rodillas, intentando tranquilizar a su sofocado corazon. Luego inspiro varias veces tan profundo como pudo, ya que no podria hablar con su madre si no se relajaba. Esta espero, con impaciencia, a que su hija le explicase a que venia tanta agitacion. A pesar de ser madre e hija, en su aspecto, no podian ser mas diferentes. Mientras la madre era rubia y de ojos azules, el cabello de la hija, adornado con tonos rojizos pardos, armonizaba con el color miel de sus ojos. Un claro y doloroso recuerdo para la madre, de su padre. -Hay un hombre junto al rio -logro decir, a pesar de que su respiracion todavia era erratica-. He venido a deciroslo en cuanto lo vi. -Es imposible. Nadie conoce este lugar -se limpio las manos en el mandil, con calma, mientras hablaba-. Lo habras imaginado. -Habra llegado por casualidad -inspiro, mas relajada -. Lo he visto bien, madre. Es un hombre. -?Te ha visto el a ti? -Creo que esta muerto -fruncio el ceno al pensarlo-. Esta tirado junto al agua, como si hubiese intentado llegar a ella. No me he atrevido a acercarme mas por si solo esta desmayado. -Vayamos a ver, entonces -se acerco a la despensa, donde guardaba la espada que una vez le robo al jefe de su clan. Antes de haberse quedado embarazada, Iona habia sido la amante del laird. Habian disfrutado las noches juntos durante anos, mientras por el dia fingian ser senor y sirvienta. Iona era, por aquel entonces, una muchacha joven e ingenua, muy impresionable, y se habia enamorado locamente. El era un hombre alto y fuerte, apuesto y atento; y cuando se fijo en ella, una simple ayudante de cocina de dieciseis anos, se creyo la mas afortunada de las mujeres. Pero nada es como parece y menos cuando la que lo piensa es casi una nina. Ross solo buscaba diversion en la cama, justo lo que su esposa no queria ofrecerle de buen grado. No pensaba en sentimientos, sino en actos carnales, por eso, cuando Iona supo que estaba embarazada y fue a contarselo como la mas maravillosa noticia y como la culminacion de su amor, Ross mato sus ilusiones sin remordimientos, al pretender obligarla a recluirse en un convento hasta que diese a luz y abandonar en el a su bebe despues, para ocultar todo rastro de la infidelidad. Horrorizada ante semejante idea, Iona se escabullo del castillo en una noche tormentosa, que nada bueno presagiaba para ella. Solo llevo comida para el viaje, algo de ropa y aquella espada. A punto estuvo de perecer en el camino, cuando el caballo se encabritaba con el ruido de los truenos; asi que, sin poder controlarlo por mas tiempo y con temor a que en una mala caida perdiese a su bebe, finalmente lo dejo marchar y continuo a pie. Durante semanas, recorrio largas millas de distancia, siempre oculta de la gente que se iba cruzando en su camino y temerosa de que Ross la encontrase; aun cuando en el fondo sabia que no la estaria buscando. Su desaparicion le convenia, incluso mas, que tener que pagar su estancia en el convento durante un ano entero, ya que si no estaba en el castillo, el problema desapareceria para siempre y el engano a su esposa seguiria siendo un secreto. Saber que Ross buscaria a otra que ocupase su lugar y dejaria de pensar en ella, fue consumiendo a Iona poco a poco, hasta convertir su corazon en una pasa arrugada y negra, que tan solo la llegada de su bebe logro suavizar ligeramente. Pero aun amando tanto a su hija, no podia dejar de ver en ella la perdida de su primer y unico amor, y la renuncia que habia hecho a compartir su vida con el. En ocasiones, Iona se habia lamentado de haber sido tan impulsiva y haber huido lejos. En ocasiones, deseaba haber abandonado a su hija en el convento para seguir con Ross. Porque aun habiendo pasado tantos anos, seguia amandolo. -?Esta muerto? -pregunto su hija, instantes despues de que se agachase junto al hombre para comprobar su estado real. Podia notar la ansiedad en su voz y se propuso dejar en claro que su presencia no era bien recibida, antes de que se hiciese ilusiones con aquel extrano. Comprendia su curiosidad hacia el, pues no habia conocido a nadie mas que ella en sus dieciocho anos de vida, pero dejarle entrar en su mundo no era buena idea. -Esta gravemente herido -dijo con voz firme y dura-. Morira en pocos dias, no se puede hacer nada por el. -Madre, podria intentarlo -se ofrecio-. Conozco unas hierbas que… -No, Marsali -se levanto y la tomo de un brazo para alejarse de aquel lugar con ella-. No vamos a curarlo. Dejaremos que la naturaleza siga su curso con el. Ese hombre esta mas muerto que vivo. -Pero, madre, no podemos dejarlo ahi. -Podemos y lo haremos -se detuvo, enfrentando sus miradas-. Los hombres son crueles, hija. Juegan con los sentimientos de las mujeres. Siempre les dicen lo que quieren oir para seducirlas y conseguir de ellas lo que desean, pero cuando ya no les interesan mas, las abandonan a su suerte, sin remordimientos. No le tengas lastima, seguramente se merezca la muerte. -Eso no lo sabes, madre -replico-. Tal vez no sea asi como dices. Y... -Son todos iguales -grito, alterada y despues cerro los ojos para controlar su enfado-. Es hora de volver a casa. Aqui no tenemos nada que hacer ya. -Si, madre -Marsali desvio su mirada una ultima vez hacia el lugar donde yacia el hombre, antes de seguir a su madre de regreso a la cabana. Sentia curiosidad por el, pero no podia hacer nada con su madre cerca. -No vayas al rio hasta que yo me haya deshecho del cadaver -le advirtio, segura de saber lo que pasaba por la mente de su hija- ?Lo has entendido, Marsali? -Si, madre. Se escucho resignada, pero como si no la creyese del todo, la mantuvo cerca lo que resto de dia, dandole tiempo al hombre a sucumbir a sus heridas. Al llegar la noche, no se rindio al sueno tampoco, hasta saber que su hija estaba profundamente dormida. No iba a correr riesgos con ella ahora, despues de todo lo que habia hecho para protegerla; ni con el hombre, que tan nerviosa la habia puesto, al ver los colores que lucia. Sin embargo, si hubiese sabido que su hija iba a enganarla, fingiendo dormir, quiza le hubiese podido impedir que saliese de la cabana a hurtadillas, con su bolsa de medicinas y una manta vieja. Quiza hubiese podido detenerla antes de que caminase, con la luna iluminando sus pasos, hacia el rio, con intencion de intentar salvar la vida de aquel hombre. Pero no lo supo y Marsali logro marcharse sin que su madre lo descubriese. Cuando llego al rio, el hombre continuaba en la misma posicion en que lo habian dejado y temio no haber llegado a tiempo de salvarlo. Se arrodillo a su lado y lo giro con cuidado para ver la gravedad de las heridas, pero cuando los rayos de luna iluminaron su rostro, Marsali se quedo sin respiracion. Nunca habia visto a un hombre antes de el y le parecio hermoso. Tenia una linea de la mandibula muy marcada y unos labios plenos; las pestanas pobladas y una nariz bien perfilada. El cabello, aunque sucio por pasar tiempo tirado en el suelo, le llegaba a los hombros y lucia un tono negro que le recordaba las noches de invierno. Su cuerpo, que estudio buscando heridas, era fuerte y muy fornido. Le impresiono la gran cantidad de cicatrices que lo cubrian; todas ellas antiguas. -!Oh, Dios! -exclamo, al encontrar el tajo en su bajo vientre. No era tan profundo como para llegar a sus organos internos, pero lo suficiente para que hubiese perdido gran cantidad de sangre; de ahi la palidez extrema de su rostro. Pero respiraba todavia, lo habia notado en cuanto le dio la vuelta y volvia a sentirlo ahora. Si se daba prisa, podria salvarlo. Saco varios panos de lino de su bolsa y fue a empaparlos al rio para lavar la herida, antes de aplicarle el emplasto que tenia en mente ya: romero para combatir la infeccion, corteza de abedul para el dolor, cola de caballo para evitar la hemorragia y ruda para una rapida cicatrizacion. Una vez satisfecha con la limpieza, comenzo a mezclar las hierbas en un cazo lleno de agua y lo aplico sobre la herida, en cuanto estuvo listo. La luna llena le ayudo a ver sin necesidad de encender un fuego y aunque hacia frio y les habria venido bien su calor, no tenia tiempo para perder en ciertas comodidades. Primero era la vida de aquel hombre, despues lo demas; pues ya habia pasado demasiadas horas en el frio suelo y habia perdido mas sangre de la que le convenia. Aunque sabia que debia hacer, sus manos temblaban al trabajar, quiza pensando en que aquel hombre era la primera persona que conocia, aparte de su madre, y no sabia como actuar ante el, una vez despertase. Si acaso lo hacia, que empezaba a dudarlo, porque habia tardado demasiado en ir a socorrerlo. Ademas, tenia sentimientos encontrados en cuanto a salvarle la vida. Queria hacerlo, pero temia descubrir que su madre tuviese razon con respecto a los hombres y le hiciese dano si despertaba. No creia poder enfrentar a aquel hombre, si resultaba ser un desalmado, pues le ganaba en fuerza, incluso herido, pero a pesar del miedo que le inspiraba, no podia dejarlo morir. Hizo su trabajo, al final, sin pensar en nada mas. Impregno la herida con la pasta, hasta cubrirla por completo y despues envolvio con cuidado la zona, escuchando sus protestas cada vez que lo movia, para rodear su torso con la venda. Una vez hubo terminado, recogio sus pertenencias y las lavo en el riachuelo, mientras pensaba en algun lugar donde esconderlo hasta que se recuperase. Y el modo en que lo trasladaria, si no despertaba pronto para ayudarse. Era demasiado grande y pesado para ella, por lo que necesitaria una parihuela, aunque no se creia capaz de arrastrarla tampoco. Pero sabia que lo mas complicado seria ocultarle a su madre que lo habia ayudado a sobrevivir. Cuando regresase al rio para deshacerse del cadaver y no lo encontrase, era necesario convencerla de que se habia ido por su pie y que ella no tenia nada que ver con eso. -?Eres un angel? La pregunta, hecha con voz grave y profunda, la dejo petrificada. Sabia que le estaba hablando a ella, pues no habia nadie mas, pero no se atrevia a mirar hacia el todavia. Su respiracion se habia acelerado y todos sus musculos se tensaron, tratando de reunir el valor suficiente para enfrentarlo. ?Que tan malo podia ser el hombre? Estaba herido y demasiado debil todavia, como para hacer dano a alguien, si aquella fuese su intencion. Quiza por eso, se atrevio a girar hacia el, dispuesta a desafiarlo con la mirada, pero antes de poder hacer nada, se perdio en la profundidad de sus ojos negros. Mas negros que la noche mas agitada, que la cueva mas oscura, que el lugar mas recondito de aquel frondoso bosque, donde la luz del dia nunca lograba atravesar las copas de los arboles. 2 -No lo pareces -el hombre continuo hablando, pero Marsali no fue capaz de apartar la mirada de el, ni de hablarle-. Aunque eres muy bella. Un intenso rubor cubrio su rostro por sus palabras y su cuerpo respondio de igual modo, encendiendose de una forma que nunca antes lo habia hecho. Fue entonces cuando reacciono y aparto la mirada. Tomo su bolsa y se levanto para cruzarla al pecho. Aunque no estaba segura de querer tocarlo ahora que habia despertado, todavia tenia que llevarlo a algun lugar donde su madre no lo encontrase. -?Como te llamas? -el hombre siguio hablando- ?O tampoco eso me vas a decir? -Marsali -dijo al fin, reuniendo valor- ?Serias capaz de caminar? Necesitamos buscar un refugio para ti. -Bonito nombre -le sonrio-. Mi nombre es Neil. Neil Sinclair. ?A que clan perteneces? -?Puedes levantarte? -no es que evitase responder a sus preguntas, sino que no podia hacerlo. Su madre jamas habia hablado de su pasado, salvo para decirle que el mundo era cruel y que habia huido al bosque para protegerla. Despues de que evadiese todas sus preguntas durante anos, decidio no volver a hacerlo y conformarse con el presente que tenia. Sin embargo, cuando descubrio al hombre tirado en el suelo, su curiosidad renacio con fuerza y de nuevo, las preguntas comenzaron a acumularse en su joven mente. Necesitaba respuestas y sabia que su madre no se las daria nunca. Penso, al verlo herido, que si le podia salvar la vida, el le diria lo que queria saber. Le hubiese gustado hacerlo sola, pero busco a su madre para que le ayudase, creyendo que tal vez aquello la reconciliase con el mundo y pudiesen marcharse del bosque al fin, pero su madre solo le habia metido el miedo en el cuerpo y se habia negado a curarlo. -Puedo intentarlo -dijo Neil, apoyando las manos en el suelo y regresandola al presente a tiempo de ver como se impulsaba hacia arriba. El dolor le arranco un grunido hondo y Marsali se apresto a socorrerlo. Entre ambos lograron ponerlo en pie y apoyandose en ella, consiguio dar varios pasos, pero pronto tuvo que detenerse junto a un arbol para descansar- ?Ese refugio esta muy lejos? -Me temo que si -se mordio el labio, nerviosa, pues si no podia caminar, seria practicamente imposible llevarlo hasta la cueva. Podia buscarle un lugar mas cerca, pero si su madre lo descubria alli, quien sabe que haria. Nunca antes la habia visto tan alterada como esa manana, cuando le sugirio que lo salvasen. Le habia dejado claro que no lo queria alli, aunque no podia entender por que. A ella no le parecia tan malo. Habia sido educado con ella y no habia intentado enganarla o seducirla como su madre habia insinuado que haria.

  • La corte de los enganos de Luis Garcia Jambrina

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    Un ano decisivo: 1492. Dos ciudades singulares: Granada y Barcelona.

  • Una historia de policias de Esteban Navarro

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    *Una historia de policias habla del origen de una mafia en la Policia Nacional.
    *Una historia real como la vida misma.
    *Lee el prologo antes.

  • Cuatro vestidos para Carlota de Mercedes Alonso

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  • Llegaste por sorpresa de Enrique Garcia Diaz

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    Cuando Graham recibe la oferta para trabajar con el mejor amigo de su hermano acepta enseguida. Hacer de chofer para el es pan comido, lo complicado sera cuando tenga que trabajar para la hija de Robert, Erin a la que no ve desde que era una nina.

  • La cura del amor de Moruena Estringana

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    Zach esta deseando enamorarse, aunque su fama de mujeriego haga pensar lo contrario. El no tiene la culpa de que nunca, ninguna mujer haya hecho saltar en el esa chispa a la que algunos llaman amor. Es posible que no exista nadie destinado para el… O eso creia hasta que conocio a la peculiar Valentina. Valentina acaba de romper con su novio de la peor manera posible, el ha traicionado su confianza. Esta tremendamente dolida, odia haberse enamorado de ese cretino, no soportar ese dolor en el pecho… Lo que ella ignora es que Zach esta dispuesto a todo para ser la cura de su amor.

  • Por que el amor nos duele tanto de Lucia Etxebarria

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    Ella lo tenia todo. Belleza, inteligencia, dinero. Una casa en el mejor barrio de la ciudad, decorada por un interiorista de prestigio. Un marido atractivo y socialmente considerado. Un trabajo bien pagado y que le gustaba.
    Ella lo tenia todo. Excepto la felicidad.
    Con espiritu reflexivo y un sentido del humor acido y corrosivo, la protagonista indaga sobre su vida amorosa. Va desgranando todo lo que no le ha podido contar a nadie sobre su infancia, su juventud, su adolescencia, su matrimonio. Todas las historias que ha escondido, empenada en venderle a los demas una imagen de mujer triunfadora y feliz.
    La protagonista vive impregnada de literatura, una literatura viva, dulce e hiriente. Y se hace una serie de preguntas. Desde las emociones. Conflictos, recuerdos y anhelos traspasados por la literatura, diestramente manejados para inquietar a quien lea.
    Podria ser que el amor romantico, el amor pasion, no sea mas que un concepto creado al servicio de la subordinacion social de las mujeres. Quiza esas fases que hemos vivido todas – idealizacion, erotizacion del otro, deseo de intimidad y expectativa de futuro – no sean sino una trampa. Acaso exista una estrecha relacion entre nuestro concepto del amor y el ordenamiento desigual del mundo. Tal vez las contradicciones y conflictos que ella vive no son sino los normales de tantas mujeres que no pueden escapar del todo a su propia cultura, pero que se permiten explorar y experimentar al mismo tiempo nuevas iniciativas.
    Cuando el dolor es tan profundo que todo lo relacionado con el es borrado, abolido, desterrado al abismo ?como se puede recuperar lo perdido cuando la conciencia es imprescindible para seguir viviendo?
    La novela propone una solucion sorprendente.
    Una novela inteligente, divertida, magistralmente escrita… Y un poco incomoda.
    Para personas decididas a salir de una zona de confort que se va haciendo cada dia menos confortable.

  • Historia del pueblo gitano en Espana de David Martin Sanchez

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    El pueblo gitano ha sido parte de la historia de Espana desde el siglo XV. Las fuentes historicas permiten conocer sus costumbres y algunos hechos relevantes. Por ejemplo, durante el reinado de Fernando VI se realizo la Gran Redada de 1749, que intento acabar con los gitanos y supuso la detencion de hasta 12.000 personas. Y, sin embargo, esta persecucion contrasta con la exaltacion de la libertad, el honor y la belleza que se asociaban a la cultura gitana durante el romanticismo. Tampoco deja de sorprender que estos acontecimientos no aparezcan en los libros de historia y que sean bastante desconocidos por parte de la poblacion espanola. Por ello, este libro esta escrito desde la conviccion de que un mayor conocimiento del pueblo gitano contribuira a evitar la exclusion y la marginacion de la minoria mas numerosa en Espana. En este sentido, David Martin Sanchez huye de los lugares comunes y los estereotipos, pero tambien del victimismo o la exaltacion de los protagonistas, para dar a conocer aquellos hechos, personajes y anecdotas que forman parte de nuestra historia.

  • La tentacion de ser felices de Harper Collins de

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    El tictac del despertador es el unico sonido que me acompana. A esta hora la gente duerme. Dicen que las primeras horas de la manana son las mejores para dormir: el cerebro esta en fase REM -que es en la que se suena-, la respiracion se vuelve irregular y los ojos se mueven rapidamente de un lado a otro. Un espectaculo para nada divertido, algo parecido a encontrarse delante de un endemoniado. Yo nunca sueno. Por lo menos, no me acuerdo. Puede que sea porque duermo poco y me despierto temprano. O quiza porque soy viejo y cuando uno se hace viejo los suenos se agotan. El cerebro se ha pasado toda la vida elaborando las fantasias mas estramboticas, es normal que con el tiempo empiece a perder facultades. Nuestra vena creativa tiene su punto algido en un momento determinado de nuestra existencia. Despues inicia el descenso y, al final de nuestros dias, ya no somos capaces ni de imaginar una escena de sexo. Sin embargo, cuando se es joven se empieza precisamente por ahi, por imaginarse increibles noches de pasion con la showgirl de turno; con la companera de pupitre; o incluso con la profesora, que, no se sabe muy bien por que, parece deseosa de buscar refugio en los brazos de un mocoso con bigotillo y lleno de granos. Es verdad que la inventiva empieza antes, desde pequenos, pero creo que la masturbacion juvenil tiene mucho que ver con la formacion de la creatividad. Yo era muy creativo. Decido abrir los ojos. Total, en este estado es imposible dormir. En la cama el cerebro hace viajes alucinantes. Por ejemplo: Me viene a la mente la casa de mis abuelos. Todavia puedo verla, visitarla, pasar de una habitacion a otra, olfatear los aromas provenientes de la cocina, escuchar el chirriar de la puerta de la alacena del comedor o de los pajarillos que pian en el balcon. Ahora me detengo en la decoracion, recuerdo el mas minimo de los detalles, hasta las figuritas de ceramica que decoraban los muebles. Si aprieto fuerte los parpados, consigo incluso verme a mi mismo reflejado en el espejo de la abuela, verme de nino. Lo se, habia dicho que ya no sueno, pero me referia a sonar dormido. Sin embargo, cuando estoy en vela, todavia soy capaz de defenderme. Miro con el rabillo del ojo el despertador y suelto una maldicion bajo las sabanas. Pensaba que serian las cinco, pero son todavia las cuatro y cuarto de la manana. Fuera es de noche, una alarma antirrobo suena intermitentemente, la humedad difumina los contornos y los gatos se acurrucan debajo de un coche. El barrio duerme y yo doy vueltas en la cama. Cambio de posicion y me obligo a cerrar de nuevo los ojos. La verdad es que no consigo estar tumbado y quieto ni un minuto. Libero toda la energia acumulada durante el dia, un poco como hace el mar en verano, que acumula el calor de la manana para soltarlo por la noche. Mi abuela decia que cuando el cuerpo no esta por la labor de descansar, lo mejor es estarse quieto. Despues de un rato el cuerpo entiende que no es momento de juerga y se tranquiliza. Lo que pasa es que para llevar a cabo semejante empeno hay que tener paciencia y autocontrol, y desde hace algun tiempo a mi se me han agotado los dos. Me doy cuenta de que estoy mirando fijamente un libro que hay encima de la mesilla de noche que tengo al lado. Ya he mirado en otras ocasiones su portada, pero aun asi compruebo que se me han escapado algunos detalles. Me invade una sensacion de estupor que, mas tarde, consigo averiguar a que se debe: puedo leer de cerca. Nadie a mi edad en el mundo entero puede hacerlo. La tecnologia ha dado pasos de gigante en el ultimo siglo, pero la presbicia continua siendo uno de los grandes misterios para la ciencia. Me toco la cara con las manos y comprendo el porque de tan imprevista y milagrosa curacion: me he puesto las gafas, un gesto instintivo que hago ya sin pensar. Llega el momento de levantarse. Voy al bano. No deberia decirlo, pero como soy viejo hago lo que me da la gana. Pues eso, que hago pis sentado, como las mujeres. Y no porque las piernas no me sostengan, sino porque con mi manguera seria capaz de regar hasta los azulejos de la pared de enfrente. Hay poco que hacer al respecto, este chisme a partir de determinada edad cobra vida propia. Le sucede como a mi -y un poco como a todos los ancianos-, que pasa olimpicamente de los que quieren darle lecciones de vida y hace lo que le da la gana. El que se queja de la vejez esta loco o, siendo mas precisos, ciego. Uno que no ve mas alla de su nariz. Porque ante la vejez solo hay una alternativa, y esta no me parece la mas deseable. De hecho, haber llegado hasta aqui ya me parece todo un logro. Aunque, como decia, lo mas interesante es que puedes hacer lo que te da la gana. A nosotros, los ancianos, se nos permite hacer lo que queramos. Si un viejecito roba en un supermercado, se le mira con candor y compasion. Sin embargo, si es un chico joven el que roba, se le llama cuanto menos bribon. En resumen, a partir de determinada edad a uno se le abren las puertas a un mundo hasta ese momento inaccesible; un mundo poblado por gente amable, atenta y afectuosa. Pero lo mas preciado que se consigue con la vejez es el respeto. La integridad moral, la solidaridad, la cultura y el talento no son nada al lado de la piel apergaminada, las manchas en la cabeza y las manos temblorosas. En cualquier caso, hoy dia soy un hombre respetado, que, tenedlo por seguro, no es poca cosa. El respeto es un arma que permite al hombre alcanzar una meta para otros inaccesible, hacer con su vida lo que quiere. Me llamo Cesare Annunziata, tengo setenta y siete anos, y durante setenta y dos anos y ciento once dias he tirado mi vida a la basura. Despues he entendido que habia llegado el momento de sacar provecho de mi condicion de anciano para conseguir algo mejor.

  • Mision Jaqueca. 2018 de Jesus Maria Saez

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    La novela es una comedia de aventuras y espionaje situada en la decada de los 2000, con amplias dosis de humor extravagante e irracional. En ella se narran las peripecias de Enrique Spasmos, un atolondrado treintanero que vive su vida con absoluta monotonia hasta que atropella de manera casual a Sisi Panthis, una enigmatica mujer de la que queda prendado. Ambos viviran una descabellada andanza que les trasladara desde el Pais Vasco hasta Sevilla y de alli a Londres y Bruselas en busca de una temible arma bacteriologica: las ART (Aspirinas Radioactivas Termonucleares). Mision Jaqueca es ante todo un divertido relato de aventuras y viajes, repleto de situaciones insospechadas e inspirado de alguna manera en los comics de Francisco Ibanez Talavera y sus legendarios agentes de la TIA Mortadelo y Filemon; ademas de beber del absurdo genial de la obra de Enrique Jardiel Poncela.

  • El infierno de Ian (Saga Security Ward 6) de N. Q. Palm

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    Las cosas no podian ir peor para Ian Porter. Despues de buscar a Isabella y de encontrarla, todo se viene abajo. El destino les ha jugado una mala pasada.
    Ha estado ausente de su equipo por no poder concentrarse, algo que el capitan de su unidad, Slade Ward, exige al maximo. Hasta que despues de incorporarse a una mision de riesgo descubre que la vida le tiene reservadas algunas sorpresas. En Europa, vivira en sus propias carnes lo que han sufrido otras victimas. La impotencia y la rabia terminan por consumirlo.
    ?Puede una operacion en Budapest convertirse en el peor de los escenarios? ?Puede el amor superar una mala decision?

  • Todo lo que sucedio con Miranda Huff de Javier Castillo

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    Tras el exito arrollador de El dia que se perdio la cordura y El dia que se perdio el amor, con mas de 300.000 ejemplares vendidos, Javier Castillo, maestro del suspense, despliega su virtuosismo narrativo para profundizar en los misterios de lo cotidiano, alli donde permanecen ocultos los miedos mas primarios. Una experiencia de lectura palpitante y energica que corta la respiracion.

  • Mientras te miraba (Seleccion RNR), Isabella Marin de Isabella Marin

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  • Caleb y la chica del pelo rosa (Familia Reed 4) de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Caleb quiere es regresar al pueblo en el que crecio, pero no puede negarse cuando su abuela le pide que lo haga para que le eche una mano Emma, la chica con la que el salio en el instituto y que ahora tiene una hija. Cumplir el deseo de la anciana no es tan facil. Para empezar, porque Emma lo odia. Y, ademas, ?que sabe Caleb sobre ninos cuando lleva toda su vida viajando de un sitio a otro y cuidando tan solo de si mismo? Sin embargo, cuando su vida choca con la de Emma todo parece tambalearse, los recuerdos regresan, tambien los reproches, y esa quimica abrasadora que compartieron en el pasado. ?Es posible que las segundas oportunidades existan para ellos?

  • Domar un corazon de Kristine Rolofson

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    Nadie sabia lo que sucedia en el rancho.
    A Jake Johnson no le hacia ninguna gracia tener que entretener a la tia solterona de la prometida de su amigo. hasta que descubrio que la tia Elizabeth Comstock era una treintanera despampanante con una larga melena y un cuerpo que los hombres se volvian a mirar por la calle. Asi que, ?quien seria capaz de no caer en la tentacion de seducir a la encantadora Lizzy?
    Por su parte, lo que mas deseaba Elizabeth era evitar que su sobrina se casara con un cowboy. hasta que se dio cuenta de que ella misma se estaba enamorando de uno. ?Podria conseguir que el salvaje Jake se convirtiera en el marido perfecto para una mujer de ciudad como ella?

  • Un policia en apuros (eLit 2) de Gina Wilkins

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    A Lindsey Gray, reportera del periodico local, se la acusaba de haber robado el corazon de Dan Meadows, el jefe de policia. Diez anos mayor que ella, Meadows siempre la habia considerado como una hermana pequena… pero acababa de descubrir su belleza y algo empezaba a ir mal.

  • Debut de Christina Rosenvinge

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    Christina Rosenvinge recoge en su Debut mas de veinticinco anos de canciones y recorre los lugares, los relatos y las reflexiones que subyacen a sus letras.

  • La debilidad de Alec (Hermanos MacLeod 2) de Jane Mackenna

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    No se exactamente cuanto tiempo ha trascurrido desde mi llegada a Dunvegan. No siento tristeza ni melancolia porque eche de menos a mi antiguo clan, jamas me senti parte de el. Aquellas tierras parecian estar malditas, todo era frio y oscuro, sin vida. Muy distinto de las de los MacLeod. Si Ian creia que enviandome lejos conseguiria olvidar el infierno que me hicieron pasar su padre y su hermano, estaba muy equivocado. No hay noche que no tenga pesadillas en las que revivo una y otra vez aquella tortura; despierto llorando, temblando y gritando. Soy incluso capaz de percibir el dolor que senti cuando me arrebataron la inocencia, el asco que me embargo, e incluso puedo volver a olerlos en mi cuerpo. Nadie viene a socorrerme en medio de la noche. Solo Ian parecia comprenderme por completo, pues fue obligado a ver mi humillacion. Lucho con unas y dientes para liberarse de sus captores y ayudarme, mas no pudo hacerlo. El cree que lo culpo, que lo desprecio, sin embargo, no es asi. Puede que haya dejado de amarlo, porque ese dia no solo perdi mi inocencia, tambien me arrebataron la capacidad de sentir. Ya no soy capaz de querer a nadie, ni siquiera soporto estar rodeada de mucha gente. Los MacLeod han sido generosos y pacientes conmigo, sobre todo, mi senora. En Rosslyn veo mucho de Ian, quien me conto que nunca estuvieron muy unidos por culpa de su padre y de su hermano mayor, ellos intentaron hacer de el otro demonio, sin conseguirlo. No obstante, en el proceso perdio una hermana y muchos anos sin estar al lado de su madre. Solo yo se cuanto le dolia el distanciamiento con ambas. Todas las mujeres MacLeod han intentado ayudarme, tratandome casi como a una igual, cuando no soy mas que una simple criada que practicamente ha sido desterrada de su clan. Mas no consigo sentirme tranquila con casi nadie a mi alrededor. Soporto a mi senora, a Glenda, a la madre de Ian, quien es una santa por no odiarme despues de todo, su hijo mato a su primogenito por mi culpa y fui la ramera de su esposo, aun recuerdo como si fuera ayer la ternura con la que me cuido despues del ataque. *** Mis ojos estan abiertos, pero no soy capaz de ver nada. Escucho como Ian solloza a mi lado y me pide perdon una y otra vez mientras hace un esfuerzo por no tocarme, pues la primera vez que lo ha intentado he gritado, a pesar de que ya no me quedan mas fuerzas para hacerlo. --Buscare ayuda --dice mientras se levanta, aun estando tan malherido como yo--. !Madre! --grita con fiereza y cierro los ojos, rezando para no volver a abrirlos jamas--. !Madre! -- vuelve a insistir. No se el tiempo que trascurre hasta que escucho un grito ahogado que me hace levantar los parpados, hinchados de nuevo, y veo ante mi a la esposa del laird MacKinnion que me mira horrorizada. --?Que te han hecho, criatura? --pregunta, rompiendo a llorar mientras se agacha a mi lado --. ?Quien ha sido el animal que te ha dejado en este estado? --Tu esposo y tu hijo son los responsables --escupe con furia Ian, quien no se ha marchado en ningun momento--. Tienes que salvarla --implora--. Se que no he sido el mejor hijo, pero, por favor, madre... --Detente, Ian --le pide ahora, observandolo con ternura--. Claro que la ayudare, y tu y yo hablaremos largo y tendido despues. Centra de nuevo su atencion en mi, su mirada de compasion es como una punalada en mi corazon. --Ian va a tener que cogerte en brazos --me explica--. Necesitas una buena cama. Tranquila, voy a curarte. --Lo siento --balbuceo, pues noto que mis labios no me pertenecen y el sabor de mi propia sangre me hace tener ganas de vomitar--. Lo siento, mi senora, yo no queria... --!Calla, nina! --ordena espantada--. No vuelvas jamas a pedir perdon por lo sucedido esta noche. Guardo silencio al comprender que esta buena mujer no me culpa por lo ocurrido, y dejo que Ian me tome en sus brazos, a pesar de que me causa tal sensacion de repugnancia que cierro con fuerza mis ojos y mis labios para evitar vomitar; me tenso por el dolor y las ganas de salir corriendo si pudiera. --Te prometo que mi padre y Bruce pagaran por lo que te han hecho --susurra sin mirarme, pues es muy consciente de que no soporto su tacto, ese que antano era capaz de estremecerme--. Los matare. Hay tal fiereza en su voz y su rostro que se me hiela la sangre, se que esta hablando en serio y, a pesar de lo que me han hecho, no podria soportar que se ensuciara las manos con la sangre de su propio padre y hermano. Sin embargo, ahora mismo no me encuentro con fuerzas para discutir, solo quiero dormir y que al despertar todo esto haya sido una terrible pesadilla. No tengo claro en que alcoba me encuentro, pero cuando mi cuerpo mancillado es dejado sobre un colchon de plumas, se con seguridad que no estoy en la habitacion que comparto con dos muchachas mas. --Sigo pensando que no es apropiado que este en tu alcoba, Ian --escucho como su madre discute con el mientras ordena a alguien que le traiga agua y panos. --Me importa bien poco si es lo correcto o no, madre --espeta--. Ayudela. --Deja que te cure a ti tambien --dice ansiosa--. Estas lleno de sangre... --Ahora me limpiare --contesta, restandole importancia--. No permitas que nadie se acerque a ella. *** Aquella noche, ambos sellamos nuestro destino. Ahora Ian es el laird de los MacKinnion, despues de que Cameron MacLeod matara a su padre y el mismo asesinara a su hermano por lo que me hizo. No importo las veces que le rogue que no lo hiciera, ahora ambos demonios deben estar quemandose en las llamas del infierno, pero, aun asi, logran atormentarme. --Siempre que te encuentro estas parada y perdida en tus pensamientos, muchacha --la voz potente de Alec, el pequeno de los MacLeod, me sobresalta y, como ya es costumbre, mi corazon comienza a latir con rapidez--. ?Acaso tu senora no necesita ayuda? --pregunta, adentrandose en la cocina en la cual estoy sola en esos momentos. --Ahora mismo esta con mi laird y el pequeno --tartamudeo, mirando a mi alrededor para encontrar una forma de escapar. --!Deja de hacer eso! --exclama, alzando la voz, y siento que en cualquier momento voy a desmayarme--. No pienso saltar sobre ti --grune mas bajo--. No es que tengas gran cosa que apreciar. --?Puedo ayudarle en algo, mi senor? --pregunto, intentando aparentar una valentia que estoy muy lejos de sentir, ni siquiera soy capaz de levantar la cabeza. --Si --asiente mientras entra contoneandose Gladys, mi peor pesadilla en Dunvegan--. Que trabajes. Estoy harto de verte deambular sin hacer nada. Cuando soy capaz de mirarle, Gladys esta pegada a el recorriendo su cuello, a la vez que me observa muy ufana. Alec lo hace como si me odiara y no comprendo el motivo. No le he hecho absolutamente nada, siempre he procurado mantenerme alejada de su camino, porque, desde la primera vez que le vi, me di cuenta de que era el mas explosivo de los hermanos. --Si, mi senor --asiento avergonzada ante la escena que trascurre frente a mi. --Y no vuelvas a llamar la atencion para que venga alguien a interrumpirnos, estupida -- espeta Gladys. Alec, sin decir mas, la coge entre sus brazos y se pierden en el pequeno cuarto donde guardamos las provisiones. No tardo en escuchar gemidos y gritos. No lo soporto y salgo con rapidez hacia las escaleras buscando algo en lo que pueda ocupar mi tiempo mientras mi senora no me da trabajo. He llegado a pensar que lo hacen a proposito, trabajo mucho menos que cualquier criada del castillo, lo que no me hace muy querida entre ellas, algo a lo que ya estoy acostumbrada. ?Que hay de malo en mi? Soy huerfana de nacimiento, nunca supe quien era mi padre, y mi madre murio al darme a luz. Asi que me criaron las propias sirvientas de los MacKinnion hasta que fui lo bastante mayor como para empezar a trabajar. Rezo para encontrarme con alguna de las senoras, pero es demasiado temprano y el unico con el que me cruzo es Evan, que sale silbando de sus aposentos. Al verme, me mira cenudo, y pregunta con delicadeza... --?Ocurre algo, Moira? --Niego con la cabeza, porque siempre me cuesta encontrar la voz para dirigirme a los hombres, aunque sepa que no van a hacerme nada--. ?Alguien te ha molestado? --Por supuesto que no --me apresuro a responder, no quiero problemas de nuevo con Alec --. Solo queria saber si mi senora necesitaba algo... ?Tal vez su esposa? --insisto esperanzada. --Glenda todavia esta en la cama --dice con orgullo--. Puedes preguntar por si le apetece un bano. Se marcha dejandome frente a la puerta. Suspiro, llamo con delicadeza y no entro hasta recibir respuesta. --Buenos dias, mi senora --saludo--. ?Necesita algo? --Buenos dias, Moira --exclama feliz--. Lo cierto es que si Rosslyn no te tiene ocupada, me gustaria darme un bano. --Por supuesto --respondo enseguida, aunque se me revuelve el estomago al pensar que debo volver a la cocina, y seguramente Alec y Gladys aun no habran acabado. --?Sucede algo? --pregunta, incorporandose en la cama y dejandome ver que esta completamente desnuda. ?Es que en este castillo no pueden parar de encamarse? --No, mi senora --me apremio a decir--. Enseguida le preparo su bano. Me apresuro a llegar a la cocina e intentar no pensar en lo que esta ocurriendo a pocos pasos de distancia. Comienzo a llenar cubos de agua para calentarlos, y casi choco con un pecho desnudo y sudoroso. Alzo los ojos asustada y, como temia, es Alec, que ni se molesta en ocultar que ha estado haciendo. Detesto a Gladys, ?como puede dejarse hacer lo mismo una y otra vez? No podria soportarlo. --Asi me gusta, que trabajes --se burla y se marcha silbando muy alegre. ?Como no?, si ha obtenido lo que deseaba... Continuo con mi trabajo, subo varios cubos por las escaleras con esfuerzo, y de nuevo vuelvo a asustarme cuando unas manos aparecen por detras para quitarme peso de las manos. --Te he dicho que trabajes, no que te deslomes --grune--. ?Son para Rosslyn? --pregunta sin mirarme. --No --respondo, al fin, cuando soy capaz de recuperarme de la sorpresa--. Para Glenda. Asiente y los deja en la puerta, sin entrar. Cuando se marcha, lo hace sin dirigirme una sola mirada. ?Por que me ha seguido? ?Por que me ayuda si esta claro que le molesta mi presencia en el castillo? Son tantas preguntas para las que no tengo respuesta... Cuando entro en la habitacion, la tina ya esta dispuesta. Puede que las demas chicas no me tengan mucho aprecio, pero saben cumplir ordenes. Comienzo a llenarla con agua caliente y preparo todo lo necesario para un buen bano. --Gracias, Moira --agradece Glenda mientras se sumerge con un suspiro en el agua--. Quedate un poco conmigo --me pide con su acostumbrada alegria. No puedo negarme asi que me siento y la escucho parlotear... CAPITULO I Alec MacLeod <>. No puedo parar de pensar en ella, aunque este poseyendo a Gladys. Sus gemidos en mi oido no hacen nada para acallar mi mente. Soy incapaz de olvidar la mirada de terror que me ha dirigido en la cocina, ni la de asco al darse cuenta de lo que ibamos a hacer mi amante y yo. ?Por que demonios le repugno? Nunca le pondria las manos encima, mucho menos sin su consentimiento, y siempre me observa como si estuviera esperando que me abalanzara sobre ella igual que un animal. --Alec --repite Gladys una y otra vez, solo quiero que se calle. Cierro los ojos y sigo penetrandola con fuerza, gruno cuando el placer estalla y me dejo ir encontrando el alivio momentaneo que buscaba. Me retiro y alejo con rapidez de ella, hoy no estoy para estupidas caricias. Desde que regrese a Dunvegan, Gladys se ha vuelto bastante posesiva, y creo que esta haciendose demasiadas ilusiones, tarde o temprano tendre que romper nuestro acuerdo. --?Que ocurre? --pregunta con voz jadeante--. Alec... --Tengo cosas que hacer, Gladys --la interrumpo--. Vuelve al trabajo. Salgo con rapidez, incluso sin haber acabado de vestirme, y algo menudo golpea contra mi; contengo un grunido al darme cuenta de quien se trata. Reconoceria su olor en cualquier parte. <>, pienso, intentando contener mi lengua. No soporto su cara de decepcion, no comprendo por que me mira asi. Desde que la vi por primera vez en tierra de los MacKinnion, supe que me traeria problemas. Ojala, Ian no nos hubiera pedido que dejaramos a Bruce con vida para poder matarlo el, pues yo hubiera cumplido el cometido con gusto. Contemplo su rostro mientras intento alejarla con palabras bruscas. De las heridas ya no queda nada, solo una pequena cicatriz sobre una de sus cejas. Un recordatorio constante de lo que debio sufrir a manos de esos bastardos. Me marcho para alejarme y no comportarme como un miserable con ella. Es tan inocente que no comprende mi forma de actuar, ni yo mismo me entiendo a veces. Pero no puedo mantenerme alejado por mucho tiempo, me he dado cuenta de que esta llenando cubos de agua, lo cual significa que alguna de mis cunadas quiere darse un bano. Como suponia, la encuentro subiendo cuatro; es tan pequena, tan delgada que me sorprende que pueda con ellos. No logro evitar correr para cogerlos yo y que no se haga dano. De nuevo, consigo asustarla y eso me enfurece de nuevo. Una vez cumplido mi cometido, me marcho para una buena sesion de entrenamiento, asi, tal vez, deje de una vez de pensar en ella. Odio los sentimientos que despierta en mi porque no los comprendo. Nunca he sentido por una mujer algo que no fuera deseo, mas Moira es diferente. Hace que ansie protegerla al verla tan destrozada, quisiera que no me mirara como si fuera a danarla, y eso es lo que hace que me enfade y la trate mal. Luego, cuando mi maldito genio se calma, me siento un imbecil y me gustaria poder disculparme, pero se que acercarme a ella es imposible. Dejo de pensar cuando veo a Evan aguardando con cara de pocos amigos, espero que no me de un sermon por llegar tarde, porque no tengo la paciencia necesaria para soportarlo. --Al fin apareces --refunfuna mi hermano Evan--. ?Que demonios estabas haciendo? No respondo y cojo una espada, pretendo descargar toda mi ira y frustracion con mi hermano, y espero que este preparado. --?Donde esta Cam? --pregunto mientras me preparo para atacar. --Sabes que desde que nacio Owen es dificil que aparezca temprano --responde sin quitarme los ojos de encima. --Es el laird --siseo tras hacer mi primer movimiento que esquiva con facilidad. --Cuando seas padre, lo comprenderas --se burla mientras me devuelve la estocada. --?Quien te ha dicho que quiera serlo? --espeto a la vez que esquivo por los pelos su espada. --Al paso que vas, no me extranaria que tuvieras algun bastardo --grune cuando le golpeo. Maldigo ante la posibilidad y dejo de hablar para concentrarme por completo en la pelea. No se cuanto tiempo estamos entrenando, me duelen todos los musculos y el sudor empapa mi cuerpo, solo nos detenemos ante la llegada de nuestro hermano mayor. --?Quereis mataros? --pregunta de brazos cruzados, mirandonos con el ceno fruncido. --Estamos haciendo lo que te corresponde desde hace horas, Cameron --respondo, intentando recuperar el aliento. --?Tienes algo que decirme, Alec? --interroga con aparente tranquilidad, aunque se que esconde un caracter parecido al mio, solo que el ha aprendido a controlarse. Esta preguntandome si cuestiono su liderazgo para con el clan, y no es asi, jamas pondria en duda su valia o su derecho al titulo. Nos retamos con la mirada durante unos instantes, pero soy el primero en apartarla. --Nada --escupo--. No tengo nada que decir. Me alejo de ellos para ir al lago que no se encuentra muy lejos de aqui y lavarme. En esta epoca del ano, el agua esta helada, mas no me importa, estoy mas que acostumbrado. Al llegar, me desnudo sin preocuparme por quien pueda verme, no muchos suelen venir aqui y menos en invierno. Me sumerjo y comienzo a nadar durante un rato, necesito estar agotado para no pensar en el futuro. ?Que me espera a mi? Cameron es el laird del clan, tiene una esposa y un hijo al que adora. Evan tiene a Glenda, y no creo que tarden mucho en aumentar la familia, y yo...

  • Grial (Britannia 3) El poder que reside en la magia, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Un reino de sombras (Reyes y Hechiceros 5) de Morgan Rice

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    El capitan de la Guardia Real estaba apostado en su torre de vigilancia y miraba hacia los cientos de Guardianes debajo de el, hacia todos los soldados jovenes bajo su mando que patrullaban Las Flamas, y suspiro con resentimiento. Siendo un hombre digno de liderar batallones, el capitan sintio que era un insulto para el el estar posicionado en este lugar, en el lugar mas recondito de Escalon y vigilando un grupo de criminales rebeldes a los que les decian soldados. Estos no eran soldados; eran esclavos, criminales, muchachos, ancianos, los indeseables de la sociedad, todos enlistados para cuidar un muro de llamas que no habia cambiado en mil anos. No era mas que una celda glorificada, y el merecia algo mejor. Merecia estar en cualquier parte menos aqui, quiza custodiando las puertas reales de Andros. El capitan miro hacia abajo de manera desinteresada mientras se desataba otra pelea, la tercera del dia. Esta parecia desarrollarse entre dos muchachos crecidos que peleaban por un pedazo de carne. Un grupo de muchachos gritando y animandolos rapidamente se puso alrededor de ellos. Esta era su unica fuente de diversion en este lugar. Estaban totalmente aburridos de pie mirando Las Flamas dia tras dia y con sed de sangre; y el les permitia divertirse. Si se mataban entre ellos, mucho mejor; esos serian dos muchachos menos que vigilar. Se escucho un grito mientras uno de los muchachos vencia al otro, encajandole una daga en el corazon. El muchacho se desplomo mientras los otros vitoreaban su muerte y se lanzaban sobre su cuerpo para ver que podian encontrar. Esta al menos era una muerte rapida y misericordiosa, mucho mejor que las muertes lentas que les esperaban a los otros. El victorioso se acerco, empujo a los demas, se agacho y tomo el pedazo de pan del bolsillo del muerto y lo puso en el suyo de nuevo. Tan solo era un dia mas en Las Flamas, y el capitan ardia con indignidad. El no se merecia esto. Habia cometido un error desobedeciendo en una ocasion una orden directa, y como castigo lo habian mandado a este lugar. Era injusto. Lo daria todo por poder regresar y cambiar ese momento de su pasado. La vida, penso, podia ser demasiado exigente, demasiado absoluta, demasiado cruel. El capitan, aceptando su suerte, se dio la vuelta y observo de nuevo Las Flamas. Habia algo en su constante crujir, incluso despues de todos estos anos, que le parecia atrayente y hasta hipnotico. Era como ver el rostro de Dios mismo. Mientras se perdia en el resplandor, penso en la naturaleza de la vida. Todo parecia tan insignificante. Su puesto aqui--los puestos de todos estos muchachos--parecia tan insignificante. Las Flamas habian existido por miles de anos y nunca moririan, y mientras siguieran ardiendo, la nacion de troles nunca podria invadir. Era como si Marda estuviera al otro lado del oceano. Si dependiera de el, tomaria a los mejores de estos muchachos y los pondria en otra parte de Escalon, en las costas, en donde realmente se les necesitaba, y les daria muerte a todos los criminales entre ellos. El capitan perdio la nocion del tiempo como le pasaba a menudo, perdiendose en el resplandor de Las Flamas, y no fue sino hasta muy tarde en el dia cuando se sobresalto poniendose en alerta. Habia visto algo, algo que no podia procesar, y se frotaba los ojos pensando que era una alucinacion. Pero mientras miraba, lentamente se dio cuenta de que esto no era una ilusion. El mundo estaba cambiando delante de sus ojos. Lentamente, el constante crujir por el que habia vivido cada momento desde que llego aqui, se detuvo. El calor que emanaba desde Las Flamas desaparecio de repente haciendole sentir un escalofrio, su primer escalofrio real desde que habia llegado a este lugar. Y entonces, al mirar, la columna de flamas brillantes rojas y naranjas, las que le habian hecho arder los ojos iluminando dia y noche sin cesar, habian desaparecido por primera vez. Desaparecieron. El capitan se froto los ojos de nuevo en confusion. ?Estaba sonando? Delante de el Las Flamas estaban bajando hacia el suelo como una cortina que caia. Y un segundo despues, no quedo nada en absoluto. Nada. El capitan dejo de respirar y el panico y la incredulidad empezaron a crecer dentro de el. Por primera vez se encontro mirando hacia lo que habia del otro lado: Marda. Era una vision clara y sin obstrucciones. Era una tierra llena de negro; montanas negras y desiertas, escarpadas rocas negras, tierra negra, y arboles negros y muertos. Era una tierra que nunca debio ver; una tierra que nunca nadie en Escalon debio ver. Hubo un silencio aterrante mientras los muchachos debajo por primera vez dejaron de pelear entre ellos. Todos ellos, impactados, se voltearon boquiabiertos. El muro de flamas se habia extinguido y, del otro lado de pie y mirandolos con avaricia, estaba un ejercito de troles que llenaba la tierra hasta el horizonte. Una nacion. El corazon del capitan se desplomo. Ahi, a unos pies de distancia, estaba una nacion de las bestias mas desagradables, gigantescas, grotescas y deformes que habia visto, todas blandiendo enormes alabardas y todas esperando pacientemente este momento. Millones de ellos los miraban pareciendo igual de impactados al darse cuenta de que nada los separaba de Escalon. Las dos naciones se encararon mirandose entre ellos, los troles con una mirada de victoria y los humanos en panico. Despues de todo, eran unos cientos de humanos contra un millon de troles. Se escucho un grito que rompio el silencio. Este vino del lado de los troles, un grito de triunfo, y este fue seguido por un gran estruendo mientras los troles avanzaban. Se abalanzaron como una manada de bufalos, levantando sus alabardas y cortando las cabezas de muchachos congelados en panico que ni siquiera pudieron correr. Fue una oleada de muerte, una oleada de destruccion. El capitan mismo se quedo inmovil en su torre, muy aterrado como para sacar su espada mientras los troles ya iban hacia el. Un momento despues sintio como caia mientras la furiosa multitud derribaba su torre. Cayo sobre los brazos de los torres y grito al sentir que lo tomaban con sus garras y lo hacian pedazos. Y al encontrarse ahi muriendo y sabiendo lo que se avecinaba sobre Escalon, un pensamiento final cruzo por su mente: el muchacho que habia sido apunalado, que habia muerto por un pedazo de pan, era el mas afortunado de todos. CAPITULO DOS Dierdre sentia que sus pulmones eran aplastados mientras daba vueltas en la profundidad y desesperada por aire. Trato de estabilizarse pero sin poder lograrlo debido a las masivas olas de agua que la hacian girar una y otra vez. Deseaba respirar mas que cualquier otra cosa en el mundo y su cuerpo gritaba por oxigeno, pero sabia que tratar de respirar ahora significaria su muerte. Cerro los ojos y lloro, mezclando sus lagrimas con el agua y preguntandose cuando terminaria este infierno. Su unico consuelo fue el pensar en Marco. Lo habia visto caer al agua junto con ella, lo habia sentido tomarla de la mano y ahora lo buscaba por todas partes. Pero no encontro nada mas que negrura y olas de espuma en la aplastante agua. Penso que Marco ya deberia estar muerto. Dierdre deseaba llorar, pero el dolor derribo cualquier pensamiento de autocompasion de su mente y la hizo pensar solo en sobrevivir. Pero justo cuando penso que la ola no podria cobrar mas fuerza, esta la empujo contra el suelo una y otra vez atrapandola con tal fuerza que sintio que el peso del mundo entero estaba sobre ella. Sabia que no sobreviviria. Penso que el morir aqui en su ciudad natal y aplastada por una ola gigante creada por los canones de los Pandesianos era ironico. Hubiera elegido morir de cualquier otra forma. Penso que podria arreglarselas con cualquier clase de muerte; excepto ahogarse. No podia soportar el dolor extremo, la agitacion, el no poder abrir la boca y tomar una bocanada de aire que cada parte de su cuerpo deseaba con desesperacion. Sintio que se volvia mas debil y que sucumbia ante el dolor. Pero entonces y justo cuando sentia sus ojos cerrarse, justo cuando sabia que no podria soportar un segundo mas, sintio que daba la vuelta y giraba rapidamente hacia arriba arrojada por la ola con la misma fuerza con la que la habia aplastado. Se dirigio rapidamente hacia la superficie con el impulso de una catapulta, alcanzando a ver la luz solar y con la presion lastimandole los oidos. Para su sorpresa, un momento despues salio a la superficie. Jadeo tomando grandes bocanadas de aire y mas agradecida de lo que nunca habia estado en su vida. Abrio la boca tratando de respirar y, un momento despues y para su terror, fue succionada debajo del agua de nuevo. Pero esta vez tuvo suficiente oxigeno para resistir un poco mas y el agua no la empujo tan profundo. Pronto salio a la superficie de nuevo tomando otra bocanada de agua y antes de ser sumergida de nuevo. Era diferente en cada ocasion, la ola se debilitaba y, al subir, sintio que la ola estaba llegando al final de la ciudad y se diluia. Dierdre pronto se encontro en los limites de la ciudad, pasando los grandes edificios que ahora estaban bajo el agua. Fue empujada bajo el agua una vez mas pero esta vez fue capaz de abrir los ojos y ver todos los grandes edificios que una vez habian estado erguidos. Vio montones de cuerpos flotando en el agua delante de ella como peces, cuerpos cuyas expresiones de muerte ella ya trataba de eliminar de su mente. Finalmente y sin saber cuanto tiempo habia pasado, Dierdre salio a la superficie de una vez por todas. Fue lo suficientemente fuerte para pelear contra la ultima ola que trato de sumergirla, y con una ultima patada pudo mantenerse a flote. El agua del puerto habia viajado demasiado lejos tierra adentro y no quedaba un lugar a donde ir, y Dierdre pronto sintio que llegaba a un campo de cesped mientras las aguas bajaban dirigiendose otra vez al mar y dejandola sola. Dierdre se quedo boca abajo con el rostro sobre el humedo cesped y gimiendo por el dolor. Seguia jadeando por el dolor en sus pulmones y disfrutando cada respiro profundo. Debilmente logro voltear su cabeza para mirar por sobre su hombro, y se horrorizo al ver que lo que habia sido una gran ciudad ahora no era mas que mar. Solo alcanzaba a mirar la punta de la torre de la campana que se elevaba unos cuantos pies, y se quedo pasmada al recordar que solia elevarse a cientos de pies en el aire. Completamente exhausta, Dierdre por fin se rindio. Dejo caer su rostro en el suelo dejando que el dolor de lo que habia sucedido ahi la sobrecogiera. No podia moverse. Momentos despues se quedo profundamente dormida, apenas viva en un campo remoto en una esquina del mundo. Pero de alguna manera, habia sobrevivido.

  • Dos almas gemelas en Instagram de Nairon Narejos

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    El amor es el gran motor de las emociones humanas. La literatura ha sabido plasmar grandes tragedias a su alrededor, Apolo y Dafne, Paris y Helena, Romeo y Julieta, Don Juan y Dona Ines. La vida esta repleta de amores y desamores que inundan las almas de sus protagonistas. Desde las nuevas tecnologias se incendian miles de corazones de desconocidos que quedan presos de sus influjos. En ocasiones es el azar el que marca la ruta de un amor verdadero y lo puede dilapidar. Estamos ante un relato repleto de energia, de poesia, de drama. Los deseos se entrelazan como almas gemelas en un todo buscando la plenitud. No podemos entender la vida sin el amor, aunque en ocasiones trunque nuestros destinos.

  • Paraiso de Bety Care

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    Dos amantes, Luba y Maria,deciden pasar las vacaciones juntas. Pero… sin planificarlo se ven en un pais donde ser lesbiana esta castigado por la ley.

  • Estirpe de Federico Basteri

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    Es el ano 2032 y la ciudad de Rosthalion esta a punto de realizar un referendum historico que la convertira en un Estado autonomo e independiente. Mientras tanto, las mafias locales se entablan en una guerra abierta por el control del misterioso contenido de un ataud y la oficial de policia Gabrielle Blake se encuentra a cargo de una investigacion como ninguna otra en su corta carrera. La repentina captura de un sospechoso con caracteristicas sobrehumanas la arrastrara hacia un mundo terrorifico de enganos, conspiracion y experimentos en eugenesia que remiten a las practicas llevadas a cabo por el regimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Pronto, Gabrielle descubrira pistas que la guiaran hacia un viejo adversario de su padre y a desentranar una red de mafia y corrupcion dentro de la ciudad como nunca antes vista. En una carrera contrarreloj, y albergando una sed de venganza, Gabrielle buscara detener una amenaza que ha permanecido oculta por anos y que de concretarse pondria en peligro la vida de miles de personas.

  • Nunca es tarde, Isabel Keats de Isabel Keats

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    A pesar de lo distintos que son, la vida de la detective Georgina Taylor junto al profesor Stephen Allen no puede ser mas maravillosa, pero un atraco con rehenes en una sucursal bancaria en Londres pone su mundo patas arriba y, de paso, el de Thomas Baker, el mejor amigo de Stephen. Thomas accede a cuidar a los hijos de la pareja hasta que se resuelva la situacion, para lo que contara con la inestimable ayuda de su colega y vecina, Nancy Newman, de la que, pese a sus desencuentros anteriores, Thomas descubre facetas hasta entonces desconocidas. Secuestradores, biberones, disparos y panales sucios se mezclan en un coctel explosivo que demostrara que nunca es demasiado tarde para el amor.

  • Antes de Descubrirte (Solteronas 1) de Amaya Evans

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    Alexandra estaba en la pequena salita que habian bautizado "el cuartel". Era la mas pequena de las que tenia su tia en la enorme casona, que llamaba hogar. Cuando las tres hermanas habian llegado a vivir alli, les habia dicho que cuando necesitaran un sitio donde hablar y pasar tiempo, ese podia ser solo para su uso personal, y ellas aceptaron gustosas. --Addie ?Crees que el cartero venga hoy? --pregunto la menor de ellas. --No se para que quieres que venga. Hasta donde tengo entendido no tienes ningun pretendiente que te envie notas de amor. --No necesitas ser tan grosera--le respondio Annie a la defensiva--si lo pregunto es porque espero la ultima revista de modas, ademas de unas novelas. Alexandra, la mayor, nego con la cabeza--ya calmense ambas--trato de poner orden entre esas dos. Se la pasaban peleando cada vez que podian--Creo que es mejor que vivas el presente. ?Que haces con leer esas novelas que no te aportan nada bueno? --le dijo a su hermana menor. --Al menos no estoy esperando que el correo venga con libros de brujeria, como hace Addie. --!No son libros de brujeria! --le grito Addie, la hermana del medio. Ella siempre habia tenido un caracter fuerte, pero era la mas gentil y espiritual de las tres. Annie tambien era buena, sin embargo, era demasiado sonadora y eso la preocupaba todo el tiempo. --Que yo sepa, a eso que haces se le dice brujeria. --Que yo sepa a la gente como tu, se le dice ignorante. Lo que leo se llama astrologia, y es un conocimiento antiguo. Gracias a eso, se que eres Tauro, que eres mas terca que una mula y que siempre quieres tener la razon en todo. --Mas terca que tu, lo dudo. --Los de signo Libra como yo, no somos tercos. Somos personas ecuanimes, justas, sensible a las necesidades de los demas--le respondio con altivez. --Siii, claro. --Basta ya, las dos--las mando a callar Alexandra. --Todos tenemos derecho a que nos gusten cosas distintas y hay que respetarlo. Adeline, si Anne, quiere leer novelas de romance, dejala. No puede hacerle dano despues de que no confunda la realidad con esas historias. Y tu, Anne, respetaras el hecho de que Adeline disfrute de sus lecturas sobre los astros. A mi no me gusta ninguna de las dos cosas y no por eso, me burlo de ustedes. Ambas hermanas se quedaron calladas, pero fue Adeline la que cambio el tema para aligerar un poco el ambiente. --Parece que nuestro vecino ya llego de viaje. --?Porque lo dices? --Porque vi su carruaje esta manana llegando a la casa. --?Y eso que? --Annie rodo los ojos. --Pues que la ultima vez que vi el carruaje fue hace casi un mes. --Vaya, si que estas pendiente de todo lo que hace el vecino. ?Lo conoces siquiera? --No. Pero me parece que siempre es bueno conocer gente y mas si viven cerca. Alex la miro extranada--No es que viva precisamente cerca, es un conde, sus tierras son extensas. --Claro, pero su propiedad es la mas cercana. --Addie, de verdad que no se que es lo que le ves de extraordinario a ese hombre. --Pues eso mismo. Que es muy misterioso, que no se deja ver de nadie, y todo el tiempo se la pasa encerrado. Annie bostezo aburrida--pues yo tengo la solucion. Solo pregunta a la tia Helen todo lo que quieras saber de el. Ella vive aqui desde hace mucho y seguramente sabe quien es, y si es soltero o casado. --No quiero saber sobre el, para casarme--respondio ella molesta. --Pues la verdad es que no nos caeria nada mal que fuera un soltero, guapo y rico--anadio Alex. Addie la miro con resignacion--?Quien querria meterse con alguna de nosotras? Somos tres solteronas y eso es abominable ante los ojos de la sociedad. --Solterona seras tu. Yo todavia puedo conseguir a alguien. --dijo Annie indignada ante la sola idea de ser llamada solterona. --En eso tienes razon, todavia a los veintiuno podrias conseguir un buen prospecto. --Addie las miro a ambas como si estuvieran locas--se les olvida algo importante, creo. --?Que cosa? --pregunto Annie. --No tenemos un peso donde caernos muertas. --La tia nos podria ayudar--Annie salto emocionada del sofa donde minutos antes retozaba. --La tia es muy reticente al hecho de buscar marido. Como ella no necesito ninguno, creo que piensa que nosotras deberiamos hacer lo mismo. --Pero yo si sueno con casarme con un marido rico, noble y con una hermosa casa. Quiero tener muchos ninos que corran por el jardin y asistir a eventos de todo tipo con el. Primero debemos hablar con la tia para ver si esta de acuerdo en ayudarte a cumplir con ese sueno--le dijo Addie, medio divertida. Alex se levanto de la silla y empezo a caminar de un lado a otro--El momento debe ser ahora. La temporada sera en dos meses y las jovenes en edad casadera ya estan desde hace mucho arreglando sus ajuares para asistir. Addie comenzo a negar con la cabeza--Oh no, conmigo no cuenten para eso. Ademas, me gusta mucho mas el campo, prefiero quedarme aqui. Eso de la temporada no es lo mio. Alex sonrio conocedora de que lo que le importaba a su hermana era ese dichoso vecino--Muy bien, si eso es lo que quieres...pero al menos trata de darnos una mano convenciendo a la tia Aurora. Presiento que nos espera un trabajo arduo para sacarle un si. Como Alexandra, lo predijo, su tia armo todo tipo de excusas para desanimarlas. Fueron dos semanas de insistir dia y noche las veinticuatro horas de cada dia de la semana, hasta que la pobre mujer aburrida de su cantaleta, acepto. --!Por Dios santo!! Me tienen aburrida con ese tema. Saben bien que no estoy de acuerdo en que una mujer quiera ser un adorno en la vida de un hombre. Pero si ustedes lo desean tanto, las ayudare. Dios sabe que su padre querria verlas en una temporada consiguiendo un buen marido, aunque a mi me parezca ir directo al infierno. Las chicas se echaron a reir. --?Y en que han pensado? Porque si lo que quieren es asistir a esta temporada, dejenme decirles que van terriblemente tarde para todo. No tienen un ajuar como corresponde, ni tampoco las conexiones. Alexandra hablo timidamente--pensamos que usted las tendria, tia. La mujer se quedo pensativa--Bueno...ciertamente las tengo, pero hace mucho que no me hablo con algunas de mis amistades. Sin embargo, creo que mi buena amiga Lady Grantley, podria ayudarlas dandoles hospedaje en su casa. Voy a escribirle inmediatamente--se levanto de su silla rapidamente sin achaques o dolencias. Su tia era una mujer joven todavia, y muy atractiva. Ellas no sabian porque habia decidido tener esa vida solitaria, pero lo respetaban. --!Oh! Se me olvidaba. Diganle a la senora Bradford, que haga los arreglos para llevarlas a la modista del pueblo. Eso funcionara al menos para que tengan unos pocos vestidos presentables que puedan usar hasta que lleguen a Londres. Luego, si es que la condesa acepta tenerlas en su casa, las llevara a su modista y alli manden a hacer el resto de su vestimenta. Debe ser todo el ajuar de Annie, ella debe verse elegante e impecable. --Tia...por mi no se moleste--le dijo Alexandra--yo solo ire en calidad de chaperona de mi hermana. Se muy bien que, si voy como una jovencita debutante, solo hare el ridiculo. Una mujer de 25 anos solo sirve para ser dama de compania o chaperona. --?Entonces solo sera Annie? Alexandra asintio--solo ella. Es la que todavia tiene oportunidad. --Muy bien, si eso es lo que quieres, asi se hara. Pero de todas formas muchacha, vas a ir con atuendos adecuados. El hecho de que seas la acompanante de tu hermana no significa que vas a vestirte mal o como si fueras una anciana.

  • La Caceria de Alejandro Paternain

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    Esta es una novela singular, insolita en la literatura actual en lengua espanola. Relata las peripecias y combates de una goleta corsaria uruguaya entre 1819 y 1821, durante la campana naval que abarca el periodo de las invasiones portuguesas. Su autor, Alejandro Paternain, ha sido calificado como un clasico vivo, en quien se dan feliz cita la literatura, la historia y la aventura. Pero esta vez ha hecho algo mas que escribir una novela sobre el mar. Su gran logro es trasladar al lector a la cubierta de esas embarcaciones, con todo el trapo arriba, el viento en la jarcia, y en la boca el sabor de la sal y el aroma del peligro. Eso es lo que me hizo admirar sin reservas estas paginas desde el momento que cayeron en mis manos, en noviembre de 1996, en su primitiva edicion uruguaya. Digna de figurar junto a los mejores relatos navales de Patrick O'Brian y C. S. Forester, La caceria es una epopeya ruda e inolvidable. Nos devuelve al tiempo en que una raza especial de hombres aun surcaba los mares en busca de gloria, de fortuna y de libertad. ARTURO PEREZ-REVERTE.

  • La sombra de tinta negra de Luciana Zavattaro

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    "Mis manos estan manchadas de sangre... las hojas de tinta"

  • Viaje sin destino de Amanda Peters

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    La vida de Natalia Moliner da un vuelco cuando descubre la traicion de Alex Bauman, su pareja sentimental y companero en un proyecto empresarial. El joven de origen aleman se inmiscuye en temas profesionales que afectan al porvenir de Natalia como directora comercial de una gran consultora tecnologica y ella no esta dispuesta a consentirlo. Los problemas en su relacion ya venian de lejos pero esta es la gota que colma el vaso y Natalia decide romper con Bauman.

  • La vida cotidiana en el antiguo Egipto de Jose Miguel Parra

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    Soldados, esclavos, sacerdotes, reinas, madres, estudiantes, embalsamadores, criminales? la sociedad egipcia era un mosaico complejo de hombres, mujeres y ninos. El dia a dia a orillas del rio era un ciclo en el que se relacionaban un monton de piezas que de algun modo encajaban las unas con las otras, manteniendo en pie la estructura social de aquellos que vivian bajo la atenta mirada del dios Amon Ra.

  • Lo que nos dijo la tormenta de Helen Rytkonen

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    Una ciudad magica. Una poderosa tormenta. Un hotel como escenario . Y dos personas atrapadas bajo el mismo techo. Ahora, despues de diez anos, podran decirse todo aquello que callaron. O no. Podran ser valientes, o no. Podran dejarse llevar, o seguir su vida. Pero no podran dejar de escuchar lo que les dice la tormenta.
    Una historia intima que te llegara al corazon.